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Dolores A Cuestas
Copyright © 2022
Todos los derechos reservados.
ISBN:
Dedicada con el más inmenso amor
y el mayor de los respetos
a las grandes víctimas del actual
regimen terrorista en Nicaragua:
¡Las madres de los centenares de asesinados!
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PREFACIO
EL MANDATO
LA MALDAD NO TIENE GÉNERO
“LIBRE” ADMISIÓN DE HECHOS Y ABJURACIÓN”
ACROSTICO
LA DIOSA CAÍDA
AMARGAS NUEVAS
ACTOR DE PACOTILLA
DOLCE VITA
INDIECITO JUAN
VIAJE A NICARAGUA
NARCOPARAÍSO BELICEÑO
¿FÁBRICA DE FANÁTICOS?
UNA SUBLIME UCRANIANA
VIAJE A PUEBLA
DE GIGOLO A TESTAFERRO
BUENOS MUCHACHOS
EL GORDO ALCIBIADES
BOCHORNO EN LA SALA
UNA CHAVALA ALBOROTADA (TESTIMONIO)
CARNE CELESTE
NICARAGUA EN BANDEJA
AMOR ILEGAL
DINERO Y REVUELTAS
MENSAJERA APOCALIPTICA
MALA HIERBA
PSICOPATA A TODOS LOS EFECTOS
GAVIOTA DE ALAS TRUNCADAS
¡LA BESTIA! (Tekuani Iliukatl)
EL SELLO DE LA BESTIA «666»
DHARMA, MISTICISMO LIGHT
SECRETOS PERVERSOS
EL «PARA» ARREPENTIDO
LA MALDICIÓN DEL “MANDADO”
NICARAGUA EN DUELO
ANEXOS: CUENTOS, PURITOS CUENTOS…
ANEXO 01: JULIO CESAR, GENERAL DE PASARELA
ANEXO 02: LOS LARGOS CUCHILLOS DEL ORTEGUISMO
ANEXO 03: ELEA Y SU CALVARIO
ANEXO 04: LIQUIDAR A LA IGLESIA
ANEXO 05: El verdugo
ANEXO 06: UN DANTESCO MECENAS
ANEXO 07: SONIA CASTRO, LA MALQUERIDA.
ANEXO 08: LA CONEXIÓN RUSA
ANEXO 09: «CHAPAMON», UN VAGO CON SUERTE.
ANEXO 10: CASUS BELLI
ANEXO 11: «W.N.M» – VOMITIVO
ANEXO 12: DESPECHO
ANEXO 13: DE MEHMET A J.C.
ANEXO 14: HIENA Y CHACAL
ANEXO 15: ASALTANTE Y ACOSADOR
ANEXO 16: NARCODOLARES
ANEXO 17: NEGROS AUGURIOS
ANEXO 18: PASMOSA MALDAD
ANEXO 19: MANUAL DEL FANÁTICO ORTEGUISTA
ANEXO 20: SOLDADOS DE LA “PAZ” ORTEGUISTA
ANEXO 21: TERNURA POLICIAL
ANEXO 22: TOMA DE 100 % NOTICIAS Y PERFIDA TRAICIÓN
ANEXO 23: INFAMIA
ANEXO 24: ALEXIS ¿ALCALDE HONORARIO?aquí
ANEXO 25: LAS PIOJAS
ANEXO 26: MORBO Y COMPASIÓN
ANEXO 27: PODER Y PASION
GLOSARIO
“¿Cuando finalizará la injusticia?
Cuando aquellos que no son víctimas,
sientan tanta indignación como quienes lo son”
Solón, filósofo griego.
INTRODUCCIÓN
Quizás por el innato recuerdo que de su cálido vientre tenemos. Quizás por
provenir de una mujer el primer arrullo con cálida leche recibido y de ella
también, la fresca mano reconfortando nuestra afiebrada frente. En fin, quizás
por tener clara marca de mujer las primeras expresiones de ternura que del
mundo recibimos es que resulta difícil de creer que la vileza, pueda tener rostro
de mujer.
La vida, maestra severa, al final impone su realidad, deshaciendo a menudo y
sin ceremonia alguna, nuestras más románticas concepciones. Lamentablemente
y de manera destacada, en Nicaragua, la perversidad y el crimen tienen nombre
y fruncida cara de mujer:
Una déspota despiadada en la cumbre del poder; una ministra de salud que
cierra puertas a la vida, abriéndolas de par en par a la muerte; una fémina
policía que igual acribilla a balazos a un inerme prisionero en una esquina de
Masaya que tortura a otras mujeres injustamente prisioneras; una fiscal servil y
corrupta hasta los huesos o una anciana presidente de justicia, ciega, sorda y
muda ante decenas de aberrantes injusticias, son muestras de que en Nicaragua,
la ruindad tiene ovarios.
Por hermosa fortuna, ovarios también han tenido el valor, la gallardía, la
intolerancia a la injusticia, así como el llanto por el hermano caído, preso o
torturado. Desde las masivas manifestaciones callejeras clamando justicia y
libertad, desde las barricadas y desde la cárcel misma, las mujeres, sin más
armas que su dignidad y razón, han enfrentado la barbarie.
En un pronto mañana, cuando la infamia, el terror y la muerte, yazgan por
fin abatidos y los despiadados verdugos de hoy, no sean más que una lejana,
horripilante pesadilla, la paz, la justicia, el amor, los sueños... o sea, la vida
misma florecida, volverá a tener en Nicaragua, bello rostro de mujer.
“El terror reflejado en los ojos de su victima es el éxtasis del sádico. Ese
terror, fundamental para la sumisión, reafirma su sentido de poder”.
Nelson Mandela.
“LIBRE” ADMISIÓN DE HECHOS Y
ABJURACIÓN”
Rosario de virtudes
0gullo de la nación
Sencilla mujer amable
Audaz y amigable
Radiante luz del sol
Incansable luchadora
Orquídea linda y vencedora
(Tomado del mural de la escuela “Corazón de Rosario Murillo” Bilwi,
Nicaragua, octubre 2019).
“Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente
lo creerá.
Al final lo que importa, es ganar la guerra, no la verdad.”
Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitller.
PRO NAZI AYER, PUTINEZCA HOY, PERVERSA SIEMPRE
Solo un ignorante puede negar que “Mein Kampf ” (Mi Lucha, Hitler 1925) es un gran libro, una obra
épica que llama al esfuerzo y al coraje por un ideal.
Los alemanes pusieron de rodillas a la afeminada Europa, a la avara claque judía, no con sentimentalismos
y blandenguerías, sino que con disciplina, organización y férrea convicción.
Coatlicue, México 1985
UN ENCANTADOR PUTIN
Le estreché la mano en el 2010
¡Es la viva encarnación del vikingo Vladimiro !
En el convive armoniosamente Pedro el Grande y el maestro Rasputín; el guerrero y el místico. Posee la
misma energía telúrica de Chavez.
Hoy no hace más que darle una lección a Ucrania, la hija descarriada, azuzada por la corrupta Europa.
Coatlicue, 17 de marzo 2022 // Msj a Delcy R . /Venezuela.
EMIGRANTES
¡Por favor! ¡Por favor!
Estoy cansada de oírlo y de leerlo.
“Mil, cien mil y más que se irán... ¿Y qué?, ¿cual es el problema?
Son la basura, la pus, las ratas traidoras, la gusanera la llamaba Fidel… ¡Adelante! ¡Adelante! Seremos
menos, pero mejores. Y más limpia la patria, nuestra Nicaragüa bendita y siempre libre.
Coatlicue, reunión partidaria, 04 de diciembre 2021
Secretaría FSLN, El Carmen, Managua
LA DOCTRINA DEL TERROR
“La existencia, en su sentido más profundo, es una eterna lucha, un permanente, triunfar o
caer, matar o morir.
La historia demuestra que no hay evolución espiritual ni social espontanea. Las masas son
volubles, ignorantes y reacias al cambio, por lo que el autentico líder debe ser firme y decidido
a la hora de blandir la espada contra los enemigos de la luz.
El “verdadero iniciado” , con sus miras siempre más allá, no debe temer infundir terror.
En la naturaleza el terror es disuasivo y un esencial mecanismo de defensa. El león ruge
para advertir a las hienas.
Hans Lee Santos - Gurú de Coatlicue / México 1985
¿Pateando el closet?
“Regrésame Laura tus pechos firmes, garridos, dispuestos, al placer salvaje, a la ternura
siempre dispuestos.
Regrésame Laura tu risa burlona y tus caricias, esas que estremecían hasta mis huesos.
La ausencia de tus besos, tu carne, tu ser todo, que un día tuve y ahora ya no tengo, llenan
de amargura mis días y mis noches”.
Laura, mi gitana, ven y llevame lejos de esta miseria, esta miseria que es mi vida si tí”.
Diario de Coatlicue, Managua / junio 1969
“Gypsy mía, fuiste mi abrigo en Nantes, mi sol en el invierno de Brujas y mi brisa fresca y
alegre en Malaga.
Hoy eres mi desolada sombra arrastrándose con desgano, bajo el ardiente sol de Managua.
Diario de Coatlicue, agosto 1969
Gypsy: Gitana en lengua catalana.
Laura: Gitana que una adolescente Coatlicue conoció durante su estancia en
Europa a mediados de los años 60s. Según algunos psiquiatras, esta relación y
su traumática separación, al regreso de Coatlicue a Nicaragua, podrían sumar a
las causas de su desvaríos.
“Las emociones inexpresadas, los deseos atados, nunca mueren, son enterrados vivos,
pudiendo resurgir luego, de la peor manera”. Sigmund Freud – Padre del
psicoanalisis.
LA DIOSA CAÍDA
Conversar con Dariana era toda una exquisitez. Hablaba sin grandilocuencia,
me explicaba con palabras sencillas tópicos de temas complejos,
conmoviéndome con su paciencia para desenhebrar y corregir mis
desordenadas preguntas y más aún, mis trasnochadas afirmaciones pseudo
científicas, propias de una cultura ligada casi por entero a noticias del fútbol,
novelas y revistas fantasiosas obtenidas en quioscos de calle. Puedo asegurar
que nunca observé en aquella científica, un ápice de burla o desdén por nuestra
evidente desigualdad cultural.
Solos y en ocasiones acompañados por Sofía, en automóvil o caminando,
recorríamos calles, parques y vecindades populares, incluyendo algunas zonas
afectadas por el reciente terremoto que devastó ciertas áreas de la ciudad.
Alegre y generosa, recuerdo muy bien a aquella atractiva mujer de pie o en
cuclillas, tomando fotos con una cámara Kodak, conmoviéndose igual por la
admirable arquitectura de un viejo palacio que con la imagen de un mendigo.
Ucraniana antes que soviética, Dariana no tenía en muy buenos términos a
los líderes y pléyade de comisarios políticos de la entonces URSS. Nacida en
plena hecatombe nazi (1944), en su infancia, atestiguó los terribles rigores y
abusos de la postguerra. Su padre Ben Zimmerman (Dusseldorf, 1910) había
llegado a Ucrania siendo niño, con sus padres, judíos practicantes que huían
espantados de los aprestos de guerra en la Alemania de 1915.
Conscientes de las razias antisemitas que, de cuando en cuando, se
ejecutaban en Europa, tuvieron la decisiva idea de practicar su religión puertas
adentro. Más tarde, con ayuda de algunos contactos ucranianos, llegaron al
punto de cambiar el Zimmerman por el Symonenko en sus nuevos carnets de
identidad. Un hecho que, en definitiva, les permitió trabajar y poder llevar una
vida, no exenta de limitaciones (la URSS anexó Ucrania en 1922), pero al
menos, sin sobresaltos y que incluso, seguramente los salvó de la matanza de
judíos de Babi Yar, efectuada por los Nazis en Kiev en 1941.
Conocedora desde su tierna infancia de horrendas historiasde sobrevivientes
de las hambrunas provocadas, las matanzas y los campos de concentración
promovidos por Stalin y sus aplicados secuaces, creía que era una aberración
querer imponer doctrinas a sangre y fuego, que ninguna ideología podía estar
por encima de la dignidad humana y el respeto a sus derechos fundamentales.
Consideraba sin vacilación alguna a Stalin, tan criminal e infame como Hitler.
Durante el día, yo me había dado a la tarea de acudir a la biblioteca pública
ubicada en la cercana delegación de Cuauhtémoc, a fin de leer más sobre los
temas expuestos. Informal y espontáneamente, había establecido una
interesante rutina de aprendizaje histórico, filosófico y de otras áreas. En
aquella especie de embeleso pedagógico, pasésemanas.
Por otra parte, disfrutaba de la dulce burbuja financiera que me permitían
los réditos de la cada vez más abultada cuenta del Banamex, los que extraía,
sin consulta alguna, pero convencido de arreglármelas para justificarlos si se
presentaba el caso. Fue esa sin duda para mí, una muy grata época. El día se
consumía a vertiginosa velocidad y la noche, siempre llegaba con su pequeña o
gran dosis de delicioso aprendizaje.
Al pasar de los días, sintiéndome con más confianza para interrumpirla y
cuestionarla acerca de los aspectos éticos de los programas en los que
participaba, me dijo:
—Mira Jorge, mi participación en programas como este aquí en México, es
circunstancial y limitada a funciones técnicas muy específicas. No conozco los
objetivos finales del mismo, pero estoy clara de que no son el producir pastillas
contra la migraña o la depresión, sino que forman parte de un vasto esfuerzo
investigativo alrededor del comportamiento psíquico humano, con vistas a su
potencial control ymanipulación.
Consideré una deslealtad de mi parte, ocultar lo que sabía de trasfondo en
torno al proyecto en el que ella participaba. Así que terminé por revelarle mi
conversación con Sofía y Joao, las misteriosas acciones de Hans, el gurú
brasileño en Nicaragua así como de personajes como Durand, Coatlicue y su
imperial proyecto «Hueytlahtlocayotl», sin dejar de lado susrituales chamánicos.
Con una calma admirable y sin apenas interrumpirme, me escuchó. Había
creído yo importante, aun a riesgo de pecar de imprudente, oír la opinión de
aquella destacada académica sobre asuntos que claramente desbordaban mi
comprensión y turbaban mi espíritu. No me arrepentí de haberlo hecho.
Insistiendome en que lo que me dijera, era estrictamente personal, me expresó:
Es probable que las actividades del señor Hans y sus colaboradores
cercanos, se relacionen directamente con la manipulación y control de la
mente de sujetos sometidos a la influencia coordinada de drogas e
implantación subliminal de información en su subconsciente. Un hecho
antiético y delictuoso, pero practicado abierta o solapadamente, en algunos
países donde ha sido clave para la formación de ejércitos, de fanatizados
militantes. La Alemania nazi lo investigó y lo aplicó con algunos segmentos de
las despiadadas SS. Hoy día, en la búsqueda de información de inteligencia en
prisioneros de guerra o miembros de grupos terroristas, por ejemplo; la
aplicación de técnicas subliminales resultan muchísimo más eficaces que los
clásicos métodos detortura física o psicológica, los que se utilizan más bien con
el objetivo de derrumbar la estructura moral del adversario o por satisfacer
determinadas necesidades sádicas de los ejecutores directos de la tortura o sus
patrones, más que por obtener información de verdadera utilidad.—
¿Necesidades sádicas? —le cuestioné.
A lo que respondió:
—Sí, el sadismo es el disfrute del dolor físico o emocional infligido a otra
persona o a algún animal. Una práctica exclusivamente humana, no existe en la
naturaleza ninguna otra especie que cause dolor exclusivamente para disfrutar
por el sufrimiento generado a causa de su acción. El dolor físico ha sido una
importante estrategia evolutiva, un mensaje urgente de prevención de un daño
orgánico mayor. El mismo es originado a partir de una señal procedente de un
conjunto de emisores y receptores celulares, que reaccionan ante la alteración
invasiva de un determinado tejido orgánico. Es en sí, un mensaje bioeléctrico
que el sistema nervioso transmite y luego, traduce como una sensación
desagradable o dolor de variable intensidad que obliga, consciente o
inconscientemente, a tomar medidas de protección y supervivencia.
Evolutivamente hablando, en la lucha despiadada por sobrevivir, el identificar
y cuantificar el dolor de la víctima o incluso del depredador, resultaba vital
para la toma de decisiones, para atacar o para correr. En ese sentido, más allá
del grito que es la vocalización del dolor, nuestro sistema nervioso creó
sofisticados mecanismos de percepción, una especie de sensores biológicos del
dolor que a su vez, son capaces de generar en el receptor, una gama de
sensaciones que van, desde el terror a la tranquilidad y más aún, hacia una
euforia directamente proporcional al dolor del enemigo.
El sentimiento común de satisfacción que experimentamos ante el castigo a
un criminal, tiene que ver también con esos mecanismos evolutivos. Aunque
los humanos somos primariamente entidades biológicas, nuestro sistema
cognitivoy emocional hace que no actuemos solo por impulsos biológicos, sino
que también, por diversos códigos de valores. Identificamos como amenaza no
solo aquello ligado a los riesgos fisiológicos, sino también a nuestras
concepciones culturales o creencias políticas, religiosas, etcétera. Lo que
significa que, como especie social, hemos extendido nuestro ser más allá de lo
inmediatamente inherente a lo físico. Está demostrado que en las personas
sádicas se da una intensa activación de algunas regiones cerebrales cuando
directa o indirectamente, generan sufrimiento ajeno. En este caso, al igual que
con el consumo de drogas, se generan importantes secreciones de dopamina y
serotonina. Tomando en cuenta que causar intencionalmente dolor resulta
moralmente inaceptable y universalmente punible, las fuentes de satisfacción
sádica están vinculadas a la posición de poder sobre otras personas. Tanto el
abuso infantil como la violencia a personas físicas o mentalmente vulnerables
conllevan manifestaciones sádicas, no obstante, cárceles, reformatorios, centros
psiquiátricos y… GOBIERNOS, son las más abundantes y deseadas fuentes
de satisfacción de los adictos al sadismo. En la trastornada mentalidad del
sádico, la tortura física y mental al adversario político o religioso, no solo
satisface su insaciable demanda personal de dolor ajeno, sino la de su extendido
ser político o religioso. Los líderes sádicos, normalmente asociados a otras
psicopatologías a lo largo de la historia, han demostrado ser una fenomenal
maquinaria de muerte y destrucción. Sus trastocados dogmas, que
invariablemente incluyen la deshumanización de sus rivales y por supuesto, su
propia divinización, no solo arrastran a millones a matar y morir sino que,
anulan en sus fanatizados seguidores, valores morales esenciales para el freno
de muchos de nuestros bestiales instintos latentes, sadismo incluido.
Utilizando de pretexto la aplicación de doctrinas ideológicas ortodoxas o
pseudo espiritistas, tales líderes devenidos en implacables dictadores, se han
rodeado siempre de entusiastas verdugos. Con un discurso que claramente
alienta al crimen contra sus adversarios, van transformando a sus seguidores
usualmente, personas de la más baja calidad moral y maltrecha cultura, en
verdaderas hordas de fanatizados depredadores que, sin compasión alguna, al
grito de dogmas y consignas, no vacilarán en herir, torturar, violar o matar a
quien su gran líder oriente. La liga de comunistas o komsomoles soviéticos, las
camisas negras nazis, las pardas italianas o la infame guardia roja de la
revolución cultural china, han tenido el común denominador, una nefasta
mezcla de mesianismo, sadismo y megalomanía.
Palabras más o palabras menos, esas eran las explicaciones que Dariana me
brindaba.
VIAJE A PUEBLA
“La conocí cipota, de unos 15 años tal vez. Creo que fue para 1966.
Acelere, despabilada, brava al “escaliche” (argot juvenil), pero nada fuera de
lo común. Bonita nunca fue.
Como sabíamos que el papá, don Teódulo, era “arrecho” y andaba siempre
empistolado, nos “achimicabamos” y casi no la enamorábamos. Además, doña
Zoila, la mamá, era una señora muy seria, respetable y para remate, amiga de mi
mama. De pronto fue que la vimos panzoncita y nos extrañó mucho.
El destape de ella se da como para el 68 o 69 y de ahí en adelante. No fallaba
a los bacanales de La Tortuga Morada con la música de los Beatles, Rolling
Stones, Santana, Hendrix, marihuana y sexo libre.
Aquel «Make love no War», muchos jóvenes de entonces lo tomamos muy
en serio. Aunque la ola Hippie entró en Nicaragua con la nota mística, la
fraternidad y la rebeldía contra el stablishment, la verdad es que, lo masivo en
Nicaragua, fue el placer sensorial, la droga y el sexo a lo salvaje y en eso, la
Chayito, al igual que otras muchachas aventadas de la época, no fue la
excepción.
Personajes destacados de los que me acuerdo fueron Carlos Alemán,
Roberto Rappacciolli, el pintor Vanegas, La Rana Castillo, Noel Rivas, Ricardo
Palma, Nardo Parrales y Uriel Arauz. Este último, era un leonés al cual se le
metía la Chayito, pero este nunca le paró bola. Primero porque al maje solo le
gustaban “jañas tuanis, jañas de clase” y segundo, porque la susodicha, era
famosa por armar más que escenas, madre escándalos por asuntos de celos.
Además, era conocido que la misma tenía una, digamos, “especial relación”,
con una costeña lindísima que le decían La Ciclón, que era una tremenda
bailarina y también, buena a los “cachimbazos» y a quien nunca se le conoció
marido o novio. Esta Ciclón le pegó una vez una tremenda “cachimbiada” a
Bayardo Arce allá por las Delicias del Volga, cuando este, “hasta los quesos de
borracho” la quiso vulgariar.
La Ciclón tenía fama de bruja, usaba un crucifijo al revés y vivía sola en una
casa quinta, cerca de la loma de Chico Pelón, que en ese entonces, ya era casi
decir las afueras de Managua. Ahí pernoctaba algunas veces la Chayo. Se sabía
también que era muy íntima de una salvadoreña que había convivido con la
famosa “Caimana”.
Después, ya en La Prensa, la miré un poco más sosegada, estaba en la cosa
literaria y medio “gallo – gallina” con lo del Frente Sandinista y el Grupo
Gradas. Yo nunca le creí mucho, ya que se conocía que anduvo un tiempo con
Ronald Sampson, un esbirro de la Guardia, hermano de la Dinorah, la querida
de Tacho.
Créeme, ni yo ni nadie por entonces, podría haberse jamás imaginado que
aquella chavala alborotada y media rara, se convertiría un día en la tirana de
hoy.
Ni “fumándola verde” como decíamos en esos años, hubiéramos creído
estar ante una futura criminal, de un calibre igual o peor al de Somoza.
Erasmo P.R. Ingeniero jubilado (*Managua 1947)
Los Angeles, California, septiembre 2021.
CARNE CELESTE
Una tarde, a finales de febrero de 1987, durante una reunión con Zorrillo y el
abogado Bodego en la oficina de las ONGs de maletín (la misma tarde que
supe la noticia de la captura e inmediata extradición a USA de Carlos Lehder),
aparece imprevistamente Sofía, quien me pide unos minutos para que
hablemos.
Alterada y con los ojos llorosos, me pregunta si conozco donde queda
Tehuacán.
—¿Tehuacán? Claro que sé, ¿qué pasa? —le pregunté.
Me dijo que una amiga de ella, en compañía de dos jóvenes mujeres más que
venían desde Nicaragua e iban hacia Estados Unidos, habían entrado
ilegalmente a México por Tapachula, frontera sur y que luego, habían sido
robadas por policías mexicanos. Se encontraban presas, sin dinero y sin
documentos en la delegación policial de Tehuacán, Estado de Puebla.
En breves minutos concluí con Zorrillo, quien amablemente accedió a mi
solicitud de facilitarme su amplio y veloz Ford Mustang 84 con el que
inmediatamente, partí con Sofía hacia Tehuacán, la llamada cuna del maíz
mexicano.
Dos o tres horas después, estabamos estacionandonos frente a la delegación
policial donde un panzón y empistolado policía de oscuros anteojos,
custodiaba la puerta. Al vernos, rápidamente intuyó lo que nos traía a ese lugar,
pasando a ensayar en su desconfiado rostro, una mueca de sonrisa que dejaba
ver varias ventanas en su dentadura.
—Andan por lo de las chamacas, ¿verdad? —preguntó.
De inmediato y sin esperar respuesta de nuestra parte, empezó a gritar:
—¡Gonzaleees, hey Gonzaleees…!
Con un sonoro «¿Qué pasó?» por respuesta, el susodicho Gonzales, apareció:
Altas botas de cuero, pantalón vaquero, sombrero, camisa a cuadros y una
innegable cara de aguardentoso y malhumorado mafioso. Era el «comandante»
encargado de la delegación quien parecía tener prisa por salir. Al cuestionar y
enterarse a gritos de la razón de nuestra presencia ahí, llamó al panzón agente
aparte y cuchicheó brevemente con él. Luego, este último nos conminó a entrar
a la delegación.
Ahí, en una pequeña sala estaban las tres mujeres: demacradas, agotadas y
detenidas por indocumentadas. Haciendo un ridículo alarde de formalismo,
Santiago, que así se llamaba el policía de marras, nos impidió acercarnos o
siquiera hablar con las detenidas.
—No le gusta al jefe— Fue su escueta justificación.
Seguidamente, nos llevó a una oficina donde había un plato con restos de
comida sobre el escritorio, evidencia de la prisa que tenía por salir, el mentado
comandante Gonzales.
Después de acomodarse en la silla del jefe, clarear la garganta y tratar de
inventarse una seriedad que no le quedaba ni a leguas, comenzó con el mismo
guión policial de siempre: hacer ver la supuesta gravedad del delito, lo largo y
tedioso que resultan los trámites oficiales para finalmente concluir, que lo
mejor era una negociación justa para todos. Negociación cuyo punto toral fue
por supuesto, la jugosa mordida y la consabida advertencia:
—«Boca de cera manito».
Después de pagar, las tres mujeres fueron liberadas sin mayor trámite.
Emocionadas y llorando se abrazaron, pidiendo salir de inmediato de aquel
lúgubre lugar. Habían sido asaltadas y amenazadas por policías de Oaxaca
quienes, por fortuna, las abandonaron con sólo lo que llevaban puesto, pero sin
mayor daño, en una carretera rural donde un camionero de buen corazón, que
iba rumbo a Tehuacán, las auxilió y las dejó frente a la delegación policial local,
donde fueron retenidas. A las malas, habían aprendido, que en México, los
delincuentes también usan uniforme y placas en el pecho.
La mayor se llamaba Verónica Castillo, médica pediatra de 32 años y dos
jovencitas, Rocío y Argentina, de 17 y 18 años respectivamente. Las tres habían
salido doce días antes de Nicaragua, con escaso dinero y muchas esperanzas de
dejar atrás la guerra y la escasez de su país, en bus, camión y a ratos a pie. Su
destino era Miami. Más relajadas y confiando de que lo malo ya había pasado,
ante mi insistencia, aceptarían parar en una tienda, comprar un poco de ropa y
luego comer, después de días de apenas hacerlo.
Era casi media noche cuando llegamos a Ciudad de México, por lo que
decidimos buscar un hotel para pasar la noche. Las cuatro mujeres se
acomodaron en una sola gran habitación de la cual, por cierto, fui echado sin
mayores miramientos.
A la mañana siguiente, las pasé a recoger para llevarlas al apartamento de
Sofía, donde se acomodarían. No tenían ningún tipo de documento de
identidad, lo cual, les representaba un gran inconveniente. Ahora bien, el tener
continuos contactos con la embajada nicaragüense en México, debería haber
supuesto para Sofía, las mayores facilidades a fin de asistir a sus compatriotas
en la recuperación de sus documentos oficiales.
¡Nada más alejado de la realidad!
En el autoritario pensamiento de la dirigencia política nicaragüense de
entonces, abandonar el país en búsqueda del denominado sueño americano, era
una deleznable traición. No importaba el hambre, el miedo, las penurias y los
sueños de un futuro mejor, el que se iba del país a buscar el «decadente y
vicioso mundo capitalista» era un traidor y debía ser tratado como tal. Así que
ni pensar en ir a buscar ayuda a la embajada de marras.
La contradicción era, por decirlo con educación, indignante.
Coatlicue, por doquier que iba, se daba una vida de excéntrica celebridad y
sus amantes, yo incluido, de acaudalados señoritos. En varias ocasiones
acompañé a Sofía a hacer grandes pagos a empresas que semanalmente
suministraban desde uvas californianas hasta jamones serranos traídos de
España, pasando por decenas de botellas de las francesas Eau Naturel et
Gazeuse Perrier, desde shampoo para perros, hasta electrodomésticos de los más
modernos y lujosos. Todo eso salía directamente desde México a la residencia
presidencial en Managua.
En Nicaragua, la cúpula política sandinista, tenía tiendas exclusivas y
vehículos de lujo, fuera de su país derrochaban sin límites. Eran dos mundos
que no podían ser más contrastantes: por un lado, lujos y bacanales, por el otro,
guerra, muerte, dolor, hambre y separaciones forzadas. Con todo eso, ¿qué
autoridad moral tendrían para condenar a personas que no hacían más que
ejercer su derecho a buscar la felicidad donde, equivocadamente o no, creían
poder encontrarla?
Con la inestimable ayuda de Alcibíades, mi talentoso amigo falsificador, en
menos de 24 horas ya contábamos con tres identificaciones chuecas, pero de
gran calidad litográfica que comprobaban, que nuestras lindas migrantes, eran
más mexicanas que el mismo Cantinflas.
Todo estaba listo, solo faltaba que re emprendieran su camino hacia el norte,
por lo que me encaminé a entregarles sus documentos y despedirme de ellas.
Llegando al apartamento de Sofía, encuentro a las cuatro mujeres
acompañadas de una quinta fémina, delgada, tez blanca, mirar amable, de lentes
y de unos 30 años. Sofía se adelantó a presentármela:
—Se llama Ernesta Nieves Gómez es medico pediatra en un hospital
infantil.
—¿De dónde eres? —le pregunté.
—De Mérida, Yucatán —respondió.
Queriendo terminar pronto el cometido, procedí a entregar rápidamente los
carnés respectivos y a desearles, el mejor de los viajes. Al oír aquello, todas
saltaron en el acto:
—Qué, ¿cómo piensas que llegaremos solas hasta la frontera?
—¿Serías capaz de dejarnos ir solas Jorge? ¡Qué barbaridad!
—¡Tienen razón ellas, eres un bárbaro Jorge! —agregó oficiosamente Sofía.
Comprendí que era un tamaño lío en el que me había metido.
Partir de ciudad de México hacia la frontera y luego volver, yendo solo, era
cosa de dos días, pero ir con cinco mujeres, por favor, eso era cosa de al menos
tres o cuatro días, ¡imposible!
No sabría decir específicamente si fue la cara de desamparo y los ojos
llorosos de las tres mujeres o la desaprobación tajante de Sofía lo que me
doblegó para que finalmente accediera a trasladarlas a la frontera,
específicamente a Matamoros (Tamaulipas), de donde cruzarían directamente a
Brownsville (Texas). Ahí sus familiares las estarían esperando. Era viernes por
la tarde, así que quedamos en salir el domingo por la mañana.
Así fue, el domingo a las siete de la mañana, estaba estacionando al pie del
edificio de los apartamentos donde vivía Sofía, una amplia Dodge Caravan 84.
Subí rápidamente los escalones, encontrándolas a todas, listas para partir.
Pronto me di cuenta de que Verónica, médica igual que Ernesta, no cruzaría la
frontera, ya que había decidido atender la sugerencia de esta, de introducir una
solicitud de trabajo en una clínica adscrita a una parroquia católica local, donde
no eran tan estrictos con los requisitos de índole migratoria.
Por fin partimos. Adelante de copiloto, se sentó Verónica, las dos jóvenes,
Rocío y Argentina iban detrás de nosotros, mientras que Sofía y Ernesta, se
ubicaron en los últimos asientos. Verónica, de poco hablar al inicio, empezó a
inquirir sobre los admirables monumentos y antiguos edificios que
encontrábamos a medida que atravesábamos la inmensa urbe, la antigua
Tenochtitlan. Luego, al tomar la autopista y enfrentándome un tanto a la
monotonía del paisaje, le pregunté por su vida en Nicaragua. Me dijo que
provenía de Ocotal, un pueblo al norte de su país, que había estudiado
medicina en la Universidad de San Carlos (Guatemala), donde se graduó en
1979, a los 24 años, regresando a su casa, en la entonces, políticamente agitada
Nicaragua.
La madre de Verónica, Juanita López Ortez, era una conocida costurera y su
padre, Jacobo Castillo Zeledón, un próspero cafetalero y ganadero, hermano de
un abogado y juez del gobierno de Somoza, derrocado en julio de 1979 por la
revolución sandinista. Tal parentesco, implicó la desgracia del laborioso
Jacobo, quien fue totalmente despojado de sus bienes, por el auto denominado
gobierno revolucionario a inicios de 1980, situación esa, que no solo lo llevaría
a la ruina económica sino también, a un profundo deterioro físico y mental que
desembocaría en su muerte a finales de 1984.
Verónica por su parte, se casó en 1982, con el también médico Felipe
Gonzales Portillo, guatemalteco, quien pereciera en un accidente de tránsito el
14 de agosto de 1984 en Tegucigalpa, Honduras, donde ambos planeaban
instalar una modesta clínica. Certificando que las desgracias no vienen solas,
exactamente un mes después de la muerte de su esposo, fallece don Jacobo, el
padre de Verónica.
Esas dramáticas cadenas de tragedias habían sumido a Doña Juanita,
Verónica y a su hermana menor, Hortensia, en un hondo abatimiento. Con
resignación y remarcable estoicismo, aquellas mujeres luchaban por salir
adelante en un medio injustamente hostil y plagado de vicisitudes económicas.
Mercedes, la hija de Verónica, nacida en octubre de 1983, era su única alegría, el
pilar donde apoyaba sus ilusiones y esperanzas. Al emigrar Verónica, la niña de
apenas 3 años, se había quedado al cuidado de su madre y hermana.
Precisamente, una de las razones que terminó de convencerla para quedarse en
México, era porque percibía más factible y rápido, reunirse con su hija en este
país, que hacerlo en Miami.
Poco a poco devorábamos kilómetros; Perales, Emmanuel, Napoleón o los
Bee Gees, se sucedían en la radio del vehículo provocando algún emocionado
tarareo de mi parte mientras atrás, las dos chamaquillas, Rocío y Argentina,
movían la cabeza de un lado a otro, desaprobando mi desafinada voz y
preguntando con sarcasmo si por algún lugar de México, «habría música buena,
música que no fuera para ancianos…» más atrás del vehículo, Sofía y Ernesta,
siempre ajenas, conversaban en voz baja.
Verónica me comentaba que en su familia, había existido toda una tradición
musical, que su padre tocaba el violín, su tío el ex juez, era un virtuoso con el
acordeón y en su adolescencia, ella misma, guitarra en mano y acompañada de
una prima, que era una reconocida cantante nicaragüense, tocaban en veladas
colegiales.
—¿Tocás en verdad la guitarra? —pregunté.
—Algo así — Me respondió, con una modestia que decía mucho.
—Oye mano, ¿es que en México no se desayuna los domingos? — preguntó en voz
alta y simulando la voz, con un artificial deje mexicano una de las chiquillas.
Mientras la otra le respondía:
—No sé pinche güey, no sé…
Hecho que provocó una sonora carcajada de mi parte y una severa mirada
de reprensión de Verónica hacia ellas. Poco después, nos desviamos un poco y
paramos en una fonda de Santiago de Querétaro para desayunar.
Terminando de comer, las mujeres se quedaron viendo algunas artesanías y
comprando golosinas, mientras yo me dirigí al vehículo al cual llegó después
Verónica. A lo largo, se veía Ernesta, tomando fotos a unos árboles mientras
Sofía, caminando sigilosamente la sorprende por la espalda, la abraza y le
comparte un chocolate.
—¡Qué felices son! —comentó Verónica—, espero que esta vez le vaya bien
a mi amiga —agregó.
—,¿Esta vez? ¿Cómo es eso? —pregunté intrigado.
—Ernesta es su nueva pareja, ¿no lo sabes?
Me dijo sin mayor preambulo, dejándome sorprendido.
¿No me digas que son lesbianas? —respondí.
—¡Pues lo son!, ¿algún problema? —Fue su escueta y retadora respuesta.
¡No lo creo!, ¿cómo es posible? —pregunté.
Viéndolas a lo largo, todavía incrédulo, movía mi cabeza de un lado a otro.
Percibiendo mi cara de estupefacción, Verónica me dijo irónicamente:
—Oh disculpa, no sabía que eso te afectaría tanto.
No sabía nada, ¿no entiendo por qué no me lo dijo antes? Le respondí.
—¿Tenía acaso obligación de hacerlo? —añadió—. Además, quizás pensó
que eras un troglodita. —¿Troglo qué? —le pregunté extrañado.
Ella, siguiendo su inclemente carga continuó:
—Se deletrea así: Te, erre, o, ge, ele, o, de, i, te, a…Tro… glo… di… ta —
Simulando mientras lo decía, una curiosa mueca simiesca en su cara, a la vez
que con la boca emitía el gutural sonido de nuestros ancestrales parientes
primates…
Un tanto incómodo por todo, puse cara de pocos amigos y las apuré a todas,
para retomar la carretera. Conducía en silencio y ensimismado.
Al poco tiempo, de pronto y sin razón alguna, se me vino a la mente la
figura de aquella provocadora mujer y sus muecas simiescas, las cuales, esta vez,
me causaban alguna gracia. La verdad, además de cierto brillo en sus ojos
cuando rió, burlándose y provocando, pude ver unos llamativos camanances en
sus mejillas. Eso sin mencionar su melodiosa voz y nívea piel, que contrastaba
con su largo y negro pelo.
Después de todo, me dije, la situación no era tan mala, así que volví
nuevamente a poner la radio, dejando que la magia de la música, animara
nuevamente el largo viaje.
Por fin, alrededor de las cuatro de la tarde, llegamos a Ciudad Victoria. Ya
estábamos en Tamaulipas, habían sido hasta ahora, casi nueve horas de viaje y
toda la tripulación femenina, dormía.
Junto a un parador o restaurante donde nos detuvimos a comer, logré ver
una pequeña tienda con el rótulo “Instrumentos Musicales”, por lo que
recordando la guitarrera afición de Verónica, en el interín entre pedir y que
llevaran la comida, decidí salir para ir a la mencionada tienda. Entre
acordeones, trompetas y guitarrones de mariachis, destacaba una pequeña
guitarra. De hecho, era la única que había en el lugar. La compré y me fui a
entregársela como presente a Verónica.
En medio de la algarabía de las chicas animándola a tocar y después de
tomarse unos breves minutos para afinarla, en un acto inolvidable, Verónica
cantó y tocó en aquel restaurante el tema, “La guerra de los niños” del brasileño
Roberto Carlos y a continuación, “Imagine” de John Lennon. Esta última, con
una impecable dicción inglesa, seguiría, según recuerdo “Julián el organillero” de
Carlos Mejía Godoy y finalmente, a petición de unos comensales ahí presentes,
“La Malagueña”.
Aquello fue todo un espectáculo, Verónica era realmente, una virtuosa del
canto y la guitarra y más aún, las melodías escogidas, decían mucho de sus
motivaciones humanas.
Debíamos reanudar el viaje el cual, a partir de ahí, se convertiría en una
exquisita degustación de música, anécdotas personales, despedidas de las chicas
en la frontera y por mi parte, un personal deseo de inmiscuirme en los planes
de vida de aquella preciosa mujer nicaragüense.
Poco a poco sentía que un viejo conocido, un travieso gusanito, capaz de
brindar las más grandes dichas pero también, los mayores dolores, empezaba a
tocar algunas puertas de mi pecho, puertas que al parecer, hostigoso como
pocos, también empezó a tocar en el pecho de mi recién descubierta guitarrista
quien, después de meses de flores y serenatas de mi parte así como de una
docena de desplantes por parte de ella, terminaría para mi dicha, casándose
conmigo ell miércoles 6 de enero de 1988, mero día de Reyes, en la pequeña
parroquia del Santo Niño de la Paz, en la Calle Praga de la Colonia Juárez, en
el Distrito Federal.
Con ayuda de Ernesta y una que otra mordida para apurar la cosa en
Cancillería, Verónica logró la homologación de sus títulos universitarios,
pudiendo colocarse como médica asistente en una conocida clínica para niños,
ubicada en la delegación Miguel Hidalgo.
Unos meses después (mayo 1988), viajamos a Tegucigalpa (Honduras), a
buscar a su pequeña Mercedes, quien había sido llevada hasta ahí por
Hortensia, la hermana de Verónica.
Yo que había sido testigo de su diario penar por la hija dejada atrás, no
podía sino admirar solazado, su inmensa felicidad al poder abrazar por primera
vez en casi dos años, a aquella, adorada y hermosa niña, de ricitos de oro. Esa
misma tarde partimos los tres hacia Ciudad de México.
DINERO Y REVUELTAS
“Les juro que ni todo el lago de Managua será suficiente para tirar ahí la sangre de todos
esos hijuemilputas golpistas”.
General del Ejercito de Nicaragua G. Robelo. ( Chele Glauco)
Casa departamental FSLN León, 07 de junio (2018)
LAS “MARAS” ORMU
A lo largo de la historia, las tiranías se han nutrido de hordas de criminales;
fanáticos de aberrantes doctrinas los unos, ávidos del botín que la revuelta deja
los otros. Deseosos ambos, de saciar sus enraizadas ansias de muerte y
destrucción.
Eran los llamados sicarios, a quienes la alta clase política romana, escogía
para los trabajos sucios de asesinar o incendiar; los despiadados Oprichnik del
zar ruso Iván el Terrible, las Juventudes Comunistas Rusas, la Guardia Roja de
Mao durante la llamada revolución cultural, las Juventudes Hitlerianas, las
Camisas Negras italianas o los actuales, temibles y sanguinarios Colectivos de la
Muerte de Maduro en Venezuela, por mencionar algunos.
En Nicaragua, hasta antes del 2018, comandados por esbirros como
Fidelito, el hombre fuerte de la alcaldía en Managua, uno de los enigmáticos
escogidos de la Compañera o bien, por el despiadado «Camilito», en León,
pandillas de delincuentes motorizados, armados de palos y machetes daban
cuenta de cualquier asomo de protesta, reprimiendo impunemente en las
propias narices de la cada vez más desacreditada policía.
A partir de las protestas de abril del 2018, palos y machetes se trocaron en
AK47 y certeros rifles telescópicos Dragunov, además de escopetas, pistolas y
bayonetas en manos de centenares de críminales, escogidos entre delincuentes
de la peor ralea, matones excarcelados y fanáticos partidarios, actuando en
complicidad con una policía y un ejército, absolutamente corruptos.
Después de cada proeza sangrienta, los medios de la realeza ORMU, los
ensalzarían como dedicados militantes que, indignados ante el actuar de los
malignos «golpistas», salieron espontáneamente a defender sus legítimos
derechos como ciudadanos. Para nada mencionarían la procedencia de armas, el
uso de medios estatales y el financiamiento de las funestas huestes, que a punta
de metralla, lograron su singular paz sepulcral.
Tres voces y un destino: ¡Desaparecido!
(Masatepe)
—¿Dónde está ese perro hijueputa? Boten la puerta, denle vuelta a
las camas, hagan hablar a verga a esa vieja hijelagranputa…
(“Norlan”, jefe de la patrulla policial que comandando a una escuadra de
paramilitares, irrumpió y capturó en su propia casa, en Masatepe, Masaya, al
estudiante adolescente Josué Moraga el día 04/07/2018).
— «Mamita, mamita me van a matar shhh»
Últimas palabras dichas a su madre por parte de Josué Moraga al momento
de ser capturado.
—Tengo fe de que mi hijo, va a aparecer y daré el
testimonio.
María Rivera Rodríguez, madre.
La Prensa — Nicaragua / Octubre 21/ 2019
Estatus actual, Marzo 2022: DESAPARECIDO
REMORDIENTE CONCIENCIA
Testimonio a viva voz, del delincuente alias “Garabato”, el 11 de Julio del
2018 en un centro de reunión de paramilitares, en el barrio La Primavera,
Managua.:
“El chavalo venía del lado del tranque de Rubenia, le dimos el alto, se detuvo, pero
vimos como que se “camisió”, ahí nomás el hijueputa del «Parchudo», le soltó el escopetazo.
Vieras que horrible “prix”, lo pasconió de viaje. Le bañó el pecho y la cara, horrible,
horrible no jodás. Cuando lo revisamos, no es que sólo andaba un telefonón de esos Samsún
J no sé qué verga y una bolsa con platos sucios; parece que venía de dejar comida a los del
tranque del Conchita Palacios.
— Chavalo hijueputa caballo, en vez de levantar las manos se camisió, él tuvo la culpa,
¿verda?
— Lo montaron entre Ramirón y Paiz a la camioneta, a “sabeeer” dónde lo fueron a
botar.
El gordo Midence, el policia, le agarró el celular y los zapatos Adidas que andaba.
¿Verdá que él tuvo la culpa? ¿Quién lo manda a que ande de golpista? ¿Verdá?
Contéstame hijueputa no seas por la verga, ¿verdá que él tuvo la culpa?
¡Tu madre pues! ¡sos balurde! A hartarme una media de guaro voy ahorita…
UN PROVIDENCIAL «PIRUCA»
“Eran casi las cinco de la tarde, nos ubicamos en la bahía de buses frente a
La Arrocera, en la entrada a La Ceiba (León). Andábamos en una “Jayluc”
(Toyota Hi Lux). Habían tirado el bombazo de que por ahí se escondía un maje
que andaba con Byron, uno de los dirigentes de los golpistas allí en León,
bueno, así les decían verdad...
Yo creo que ni tres minutos habían pasado cuando “pintamos” de largo al
maje, venía del lado de la Divina con un jodido que le dicen “Perromocho”,
que era o es caponero ahí en la terminal de buses. Doblaron buscando La
Ceiba. Ahí nomás el tal “Alfa 1”, mano derecha de Camilo, el hijo de la
diputada Báez, le dice al chófer que los siga. Cuando estamos ya como a una
media cuadra de ellos, un “piruca” al que le decían “Virula”, los vio y se les
acercó, como a pedirles un peso. Quien sabe qué le dijeron al jodido Virula,
que se les pegó y empezó a caminar con ellos.
No sé si en broma o en serio, el tal Alfa 1 dijo:
—«Si no se jala, llevémonos en el saco a ese piruca hijueputa también».
Ahí nomás brinca Caballero, primo de Virula y tío de uno de los tamales
que van atrás en la tina, también sobrino de Virula.
—«En ningún momento, él es de mi familia» —les dijo Caballero.
— Ahí nomás se armó la discutidera.
Caballero era el más viejo, fue del ejército y llevaba una escopeta igual que
yo. El Alfa ese, se calló las tapas, estaba acalambrado, de viaje se le miraba.
—Vos sabes, no es lo mismo un “estudiantito mierda” que un “huevón”
armado.
— Has de creer, de no despegárseles el jodido Virula, ya Dios, ¿verdad?
Caminaron como cuatro cuadras y se metieron a un caminito para el lado de
donde vive una señora atolera que se llama Estela. Yo creo que fue para que no
nos reconociera Virula que no se decidieron a montar al chavalo y al
Perromocho.
La orden de Báez era de que al chavalo lo palmaran en Miramar, adelante de
Chacaraseca y de seguro, “tisteaban” ahí nomás también al Perromocho.
Vieras visto después encachimbado al Camilito ese. Ese hijuetresputas sí
que es maldito, no le niega la bala a nadie, a nadie, ¿oíste?
Le oí decir al Pálido que la “huelió” el chavalo ese al que buscaban, porque
a los días lo volvieron a “taloniar”, y no lo hallaron.
Al Virula lo palmó el Covid el mero 24 de diciembre del año pasado (2020).
Periodista: —Y vos, ¿mataste alguna vez?
—No sé maje, vos sabes que ahí uno anda envenenado, bien loco todo el
tiempo. A lo mejor jodí a alguno, pero no me acuerdo… para que, «la piedra, el
perico o el monte» no nos fallaba. Sí, te puedo decir que a los chavalos primero
los desturcaban aquí y después los “piliaban” en Miramar y El Papalonal y a
otros, ahí por La Gallina, buscando Poneloya.
Vos sabes, a mí me dijeron que me montara y que me pagarían y además,
que me ayudarían a conseguir una caponeras…
Periodista: —¿Te arrepentís?
—Simón… ¡balurde todo eso, balurde maje!
— Yo al menos conocí a varios prix que eran buena onda y los
descachimbaron..., pobres las “roquitas” maje, esas son las que me dan pesar.
RELATO DE HORROR Y MUERTE
Testimonio ante la CIDH del estudiante nicaragüense Marcos Novoa.
Secuestrado el 24 de mayo del 2018 y salvajemente torturado por policías y
paramilitares al servicio de la dictadura orteguista.
“Fui golpeado tanto, que mi ropa estaba llena de mi sangre, sin manera de protegerme
ya que mis manos estaban atadas, tan fuertemente atadas, que ni las sentía. No quería
morir como los otros que estaban conmigo y que fueron embarrados con ácido en sus cabezas,
hasta que su piel morena cambiaba de color a blanco y después a rosada con espuma blanca,
mientras pegaban unos gritos que siempre escucho en mis sueños.
Jamás voy a olvidar el olor a carne humana quemada con ácido, y mi cara con sangre y
lágrimas combinadas. Lloraba porque tenía mucho miedo de la forma en que iba a morir.
Los demonios comenzaron a quitarle las uñas a los que estaban presos conmigo y estaban
desnudos, encadenados entre todos, comenzaban con las uñas de los pies, arrancaban las
uñas con pinzas, hasta que se veía piel con sangre en las uñas que removían.
ANEXO 03: ELEA Y SU CALVARIO
“Yo les repito y advierto de nuevo a todos estos curitas hijos de la gran puta: las balas
también atraviesan sotanas” .
Comandante guerrillero y de brigada, Edén Pastora Gómez, coordinador de
paramilitares del régimen orteguista.
Entrevista al canal 4 de televisión / Managua 16 de Julio 2018
«Tienen que ser conscientes, muy conscientes, de que la lucha será ardua y salpicada de
traiciones. Nos enfrentamos a un enemigo cobarde y huidizo que, agazapado, espera a dar la
puñalada artera.
Para derrotar a la Gran Ramera, la Iglesia Católica, así como a su cooperador
necesario, el llamado protestantismo, será imprescindible usar todas las armas disponibles,
incluso sus propias armas y sus propios recursos.
Una conspiración audaz e impecable. Unos golpes contundentes e implacables, pero
regidos por la astucia, cuidando de que, al derrumbarse, el castillo no nos caiga encima.
La tarea es vencer a cualquier costo. Recuerden, siempre que a los espíritus superiores,
no nos rige la moral del común».
Frater A. Parra. – Reunión de integrantes del Círculo Fucsia.
Sábado 1 de diciembre del 2018
Residencial Las Cumbres, Managua.
Cuatro días después del anterior mensaje, exactamente el 5 de diciembre, se
dio el ataque con ácido al rostro del sacerdote Mario Guevara párroco de la
Catedral de Managua, en pleno confesionario y a la vista de muchos presentes.
La atacante, Elis Gonn de nacionalidad rusa, fue capturada y pocas semanas
después, liberada y sacada secretamente del país rumbo a Italia, donde en junio
del 2020 fue arrestada por la policía italiana acusada de apuñalar a un anciano.
Con este hecho, quedó más que demostrado la evidente complicidad del
estado terrorista nicaragüense en los ataques a la iglesia católica. Demostrado
quedaría también, que tales hechos, no son expresiones aisladas de fanáticos
alienados, sino que forman parte de una conspiración elaborada y financiada
desde los más altos cargos de poder de la tiranía.
La posición de apoyo a las víctimas y de clara condena al criminal,
consecuente con su misión profética, ha tenído graves consecuencias para la
mayor parte del obispado nicaragüense. Me refiero al obispado digno, al que
elige compasión, justicia y denuncia, despreciando prebendas.
Agresiones a vista plena de autoridades policiales, persecuciones, asesinato
de monaguillos, quemas de altares, exilio de los más prominentes obispos y de
decenas de diáconos, amenazas masivas a feligresía, conspiraciones y
finalmente, cárcel para algunos sacerdotes, ha sido la vil respuesta del
orteguismo ante la ejemplar actitud de gran parte de la iglesia católica
nicaragüense.
Por otra parte, el infame asesinato del pastor protestante Eddy Montes
Praslin, ante la vista de decenas de detenidos en la cárcel Modelo (mayo 16 /
2019), demostraría también que la campaña de terror empezaría a abarcar a
cualquier otra denominación de fe que osare encarar al estado criminal y se
alejara del deplorable y complaciente actuar de los corruptos y «prosperados»
pastores orteguistas, verdaderos mercaderes de la fe.
Diariamente, en virulentas diatribas a través de radio y televisión, se repite
un elaborado mensaje dirigido a alimentar el odio y el fanatismo en contra de
quien el estado terrorista nicaragüense denomina, “Enemigo Público”.
¿Diseminando el virus?
¿mascarillas contaminadas?
Entre los mensajes más inquietantes «visualizados» por nuestro equipo y
que hace especular una inaudita acción criminal, se encontró esta comunicación
sostenida el viernes 22 de enero del 2021 entre dos sujetos pertenecientes a
estructuras paramilitares del orteguismo.
Conocida la saña y niveles de perversión alcanzados por la dictadura, no es
descabellado razonar, que así como en el pasado reciente hubo múltiples casos
de atentados - como nacatamales con vidrio, regalados a estudiantes
protestantes- esta vez se haga uso del terrorismo biológico, contra quienes
consideran sus enemigos.
Alfa 1: —Oe «Barsa», encomiendas ubicadas en 11 objetivos. Los perros de la San
Miguel (Iglesia católica de Linda Vista) no la quisieron recibir y en la Pío XII (Iglesia de
Bello Horizonte) se pusieron todos raros, creo que sospecharon. La vieja que nos recibió dijo
que ya tenían mascarillas, que no necesitaban pero que de todos modos le diéramos el
número de teléfono del laboratorio que las estaba regalando para llamar y agradecerle. Me le
hice el loco y nos fuimos balazo. En la iglesia de Larreynaga la recibió el propio cura.
Alfa 2: —Ni vos ni «Picha de León», se quitaron los cascos ¿verdad?
(Seguramente cascos de motocicletas).
Alfa 1: —Negativo, negativo.
Alfa 2: —Ok.
Alfa 1: —¿Qué hacemos con estas dos cajas? No quiero andar con esta paja.
Alfa 2: —Tira esa mierda por ahí, en cualquier basurero y repórtense donde Cordoba.
CONSPIRACION Y TEATRO
“El plan era que las dos «jodidas» (Lupe y Ángela, nombres ficticios) le
pedirían “raid” (aventon) al padre, a la vuelta de la misa de las fiestas
patronales de San Pedro, en Ciudad Darío el 29 de junio (2021).
En el empalme del Guayacán armarían el teatro, diciendo de que él, las
llevaba amenazadas y las quería violar. Ahí en el empalme estaría un retén de la
policía con cámaras y todo. Las dos mujeres Iban a llevar un cuchillo, botellas
vacías y llenas de guaro y la que fuera atrás se quitaría la ropa y se haría la bola
(ebria). Yo me doy cuenta porque la Lupe, mi prima, se lo cuenta a su mama.
Ahí nomás se puso como loca la señora y nos llegó a buscar para
advertirnos, ya que sabe que mi hermano trabaja ahí y también, porque ese
padre es queridísimo en toda Matagalpa, pero como les dice la verdad, lo odian
estos malditos. Además, ellos (la familia de Lupe) conocían al muchacho que
los sandinistas mataron en La Trinidad, el año pasado.
Las tres nos fuimos a pie a buscar a la desgraciada de la Angela, hasta
Molino Norte. Al principio se desnegó, ya después dijo que era verdad, pero
que había dicho que sí porque le dieron un celular más 1000 pesos, y que un tal
Armando que trabaja con Haslam, el secretario político, le dijo que después le
iban a dar más y que si el padre no iba a Ciudad Darío ese día, buscarían como
hacerlo en otro lado.
Me enseñó el celular y toditos los mensajes de Whatsapp que le envió ese
Armando y uno que le dicen “Chirimiya”. Al final nos dijo que ya no lo haría y
que se iría en cuanto nomás para Managua, a ver lo de un trabajo. No la he
vuelto a ver desde entonces, la hermana me dijo que estaba en Costa Rica.
Esa noche, ya de vuelta en mi casa, ni dormí de los nervios. Me parecía que
alguna de ellas, por miedo o lo que sea, llamaría a la policía y nos caerían.
Doña Cándida, la mamá de la Lupe, quedó de irle a contar todo al padre
muy de mañana al día siguiente. A saber, si fue y le dijo.
—No he tenido valor de preguntarle. Lo bueno es que gracias a Dios, no
pasó nada.”
Testimonio de «María», miembro activo de un grupo católico de
Matagalpa” // 08 de septiembre del 2021
Muchacho asesinado en La Trinidad: Activista opositor José Luis
Rugama Rizo, acribillado a balazos en su propia casa la tarde del 19 de
julio del 2020 por Abner Pineda, funcionario de la Alcaldía de Estelí y
miembro de una caravana paramilitar pro gubernamental. Dos meses
después, al término de una farsa de juicio, quedó libre.
La iglesia es una verdadera espina, más que en los zapatos, en el espinazo
mismo de los decrépitos tiranos. Más agresiones y conspiraciones, son
previsibles desde un orteguismo desesperado ante su inminente naufragio.
En Nicaragua, la fe mueve montañas... ¡DE
DINERO!
LOS “PASTORES” ORTEGUISTAS
“La Chayo Murillo es una bruja maligna que ha creado una red de centros
de invocación a los espíritus de los muertos a fin de que le indiquen al sátrapa
Ortega, todas las decisiones a tomar en la campaña electoral. La práctica de
conjuros satánicos es realizada en sus rituales usando fotografías de sus
adversarios políticos”.“Reverendo” Miguel Ángel Casco, La
Prensa/30/10/ 2001
“Hoy te doy gracias señor, porque en tu soberanía te ha placido que para
este tiempo, el Comandante Daniel, sea el presidente de Nicaragua y con él,
abrir nuevos caminos, nuevos horizontes. Te ruego oh Dios, que lo guardes de
todo peligro, dándole salud, energía y larga vida. “Reverendo”, Miguel Ángel
Casco, 11 de noviembre 2019
“Nosotros estamos con las autoridades que son puestas por Dios. Dicen las
sagradas escrituras que Dios pone a las autoridades, y que tenemos que tener
en eminencia y respetar a este gobierno”. “Pastor” Sixto Ulloa //
septiembre 2018
“Oramos por el comandante de Nicaragua, por la vicepresidenta y por
todos los que están en posición de eminencia. .
“Reverendo”, Neftalí Cortez / oct. 2019
“¿Río Grande? ¿Masacre? ¿Niños descuartizados? Es nuevo todo eso para
mí. En todo caso, no estuve ahí, no puedo opinar, mucho menos condenar.
Además, en todo conflicto muere gente”.
Reacción del pastor orteguista Rafael Arista, de las Asambleas de
Dios, al ser cuestionado por el asesinato atroz y ocultación de cadáveres
por parte del Ejército de Nicaragua, de cuatro campesinos, incluyendo
los dos hijos de la campesina Elea Valle.
La Prensa de Nicaragua, diciembre 07 / 2017
ANEXO 05: El verdugo
CANTINFLESCO
La pobre testa del canciller no daba para más. Parecía que esta vez, sus sendos
títulos de postgrado de la prestigiosa universidad catalana, no le estaban
sirviendo de mucho. Su desconsuelo era evidente. En su blanco y negro
entender, que Sonia Castro, la izquierdista candidata hondureña ganara la
presidencia en las elecciones que se avecinaban, era lo mejor que se podía
esperar, o ¿no?
Puesto en pijamas en la propia frontera nicaragüense, el mismo día del golpe
de estado propinado por los militares el 28 de junio del 2009, Mel Zelaya,
marido de Sonia, fue recibido por el dictador Ortega y luego, más que usado,
convenientemente ALBAutilizado, como claro ejemplo del «vil actuar del
imperialismo gringo, en Latinoamérica».
Eran los tiempos de Chávez y de la descomunal euforia por los
petrodólares, que este tiraba más a siniestra que a diestra.
Volviendo a nuestro perpicaz canciller, era lógico concluir entonces, que el
triunfo electoral de la mujer de un agradecido Mel, era lo mejor que podía
pasar para los intereses de un orteguismo aislado y repudiado
internacionalmente.
Es así que el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua,
supuesto a conocer todos los entresijos de la diplomacia del país,
inauditamente, no tenía ni idea acerca de las causas de la feroz diatriba que la
vice dictadora nicaragüense, había proferido contra la antedicha candidata
presidencial en la reunión partidaria sostenida, en las oficinas de El Carmen la
tarde de ese día, miércoles 24 de noviembre del 2021. A solo cuatro días de las
elecciones en el país vecino, cuando definitivamente, ya todo olía a victoria para
la candidata y rival política del candidato oficialista, Nasry Asfura, ungido del
entonces, presidente Juan Orlando Hernández, quien por cierto, fue sujeto de
elogios y sentidos reconocimientos por parte de algunos participantes de la
referida reunión, la cual, había sido originalmente convocada para tratar la
posición de Nicaragua, ante la nefanda acción del recién electo presidente
chileno Boric, quién horas antes, no solo había ofendido al gobierno
nicaragüense al no invitarlo a su toma de posesión sino que, arteramente, se
había atrevido a invitar a la misma al peligroso dúo de delincuentes «golpistas»
conformado por los escritores nicaragúenses, Gioconda Belli y Sergio Ramírez.
Un acto intolerable e imperdonable, que ciertamente, ponía en grave peligro la
seguridad hemisférica...
Para colmo, se rumoraba ya, que Antonia Urrejola, expresidenta de la
CIDH y (por lógica y por decencia) crítica acérrima del gobierno de Nicaragua,
sería la nueva canciller chilena.
¡Un bochorno absoluto!
A pesar del objetivo inicial ya relatado, con el correr de los minutos, la
atención de los presentes se fue centrando en algo fuera de agenda, pero al
parecer, más cercano, más inmediato y preocupante: la casi segura elección de
Sonia Castro.
«Iletrada, zopenca, mal agradecida, con más perfil de ama de casa que de
presidenta, títere vendida a los gringos…» fueron, entre otros, algunos de los
más moderados epítetos ahí vertidos contra la hoy presidenta hondureña.
En un momento dado, aduciendo que los detalles serían abordados por una
“comisión específica”, (un eufemismo referido a los «capos di capi» del
orteguismo) el canciller, bien sabido de ser nomás que un ridículo figurón de la
tiranía, fue rápidamente despachado a sus menesteres.
Después de toda una vida de bien posicionado burócrata, nuestro ex
General de Brigada (¿?) y hoy canciller, es poco dado a razonamientos que
vayan más allá de los elementales y caseros, sin embargo, esta vez se sentía
desorientado y urgido de respuestas.
Sabía que consultar al respecto a su amigo de tragos y poco aventajado vice
canciller (el voluminoso costeño de enredado apellido) sería, educadamente
dicho, una miserable pérdida de tiempo.
Por otra parte, sus bien pagados asesores no eran, para nada, confiables.
Finalmente, sus amigotes del ejército (ligados a turbios negocios hacia y desde
el revuelto norte) eran una opción de consulta, sumamente riesgosa.
Siendo así, no le tocó más que especular para sus adentros.
Entendía perfectamente el odio del par de tiranos contra el salvadoreño
Bukele. Brillante, locuaz, irreverente y de remate, ultra popular y enemigo
acérrimo de los hiper corruptos FMLN y ARENA, Bukele es, definitivamente,
la antítesis del decrépito dictador nicaragüense y por tanto, como buen
conocedor de la ruindad orteguista, el canciller comprendía la inquina de estos
a aquel.
En el caso de la entonces candidata hondureña, lo único que alcanzó a
concluir nuestro brillante canciller, es que seguramente, los órganos de
inteligencia nicaragüenses, habrían descubierto que la misma, pertenecía a la
“izquierda mala y traidora”, la izquierda del colombiano ese, Petro, quien
declaró que en Nicaragua, la dictadura usa la retórica izquierdista nomás para
enriquecerse, matar con impunidad y violentar todos los derechos.
Esos, entre otros, eran los pensamientos que ofuscaban la mente de aquel
cantinflesco cómplice de la dictadura, hasta que finalmente, sopesando que sus
US$2,673 mensuales que como milico retirado recibe, más los US$ 4,524 y
resto largo de beneficios que por paga obtiene mensualmente por su perverso
papel de embajador de la mentira y la mediocridad, eran más importante que
tratar de entender lo que no le incumbía, cortó de tajo todo pensamiento al
respecto.
Dos semanas después del triunfo de Sonia Castro, la tiranía sacó
intempestivamente, al entonces embajador de Nicaragua en Honduras Juan
Ramón Gámez, ex comisionado de policía, hombre de confianza de Ortega y
ciertamente, conocedor al dedillo de todo lo tocante al actuar ilícito de
personeros de ambos gobiernos.
Tres meses más tarde, la noche del 15 de febrero del 2022, todo el aparato
gansteril del orteguismo se sacudía: Después de una frustrada fuga hacia
Nicaragua, Juan Orlando Hernández el expresidente hondureño, había sido
capturado con orden pendiente de extradición por parte del gobierno
norteamericano.
Aunque no hubo una sola declaración pública, en medio del secretismo se
conoció de decenas de urgentes reuniones de parte de connotados personeros
de la tiranía orteguista, así como del clandestino ingreso a Nicaragua de al
menos, cuatro altos ex funcionarios del gobierno de Hernández.
ANEXO 08: LA CONEXIÓN RUSA
«Rusia es la heredera espiritual de los grandes maestros, el centro energético por excelencia
del planeta. Desde ahí, aquellos llamados a regir el nuevo orden mundial verán el final del
Kali Yuga. Enfrentada a un occidente decadente y materialista, Rusia podrá contar siempre
con Nicaragua.
Si es necesario, la inmolación de Nicaragua será nuestra ofrenda en la batalla
mundial y cósmica que ya está a las puertas. La batalla necesaria para el
establecimiento del nuevo orden mundial, un orden lógico para establecer un
reinado donde cada quien, ocupe el sitial que le corresponde bajo una
estructura jerárquica definida y una autoridad garantizada por un gran imperio.
En esta lucha cósmica sobrevivirán los mejores, los escogidos».
Coatlicue, 21 de marzo del 2022 / Conferencia mística mundial
(virtual) conmemorando el equinoccio de primavera.
Clamar ser aliado de una Rusia aislada, desprestigiada y peor aún, bajo un
liderazgo mesiánico y decididamente sanguinario, sin más norte que restituir
trasnochadas glorias imperiales, sin importar los costes en vidas, destrucción y
miseria, es un acto de monumental inhumanidad.
Clamar ser aliado de una Rusia luchando hoy contra el aparato militar y
económico más poderoso de la tierra es, cuando menos, una temeridad de
imprevisibles consecuencias.
Adepta desde siempre al selecto y secreto grupo de reptilianos que integran
el llamado Círculo Fucsia (el mismo que muchos afirman estar integrado entre
otros por Putin y Bashar al Assad) Coatlicue no esconde sus loas a Rusia, pero
si sus vínculos místicos y económicos con allegados a Alexander Dugin, el
llamado Rasputín de Putin.
Dharma, un personaje que por casi 17 años integró el auto llamado equipo
de acción esotérica, dirigido por Coatlicue nos refiere:
—Desde aproximadamente el 2012, Coatlicue ha venido profundizando
vínculos personales con pseudo místicos rusos que pregonan el establecimiento
de un imperio mundial cuya sede será una futura mega metrópoli a establecerse
en Sochi, Rusia en las costas del Mar Negro, donde Coatlicue en 2015 adquirió
una propiedad cercana a la de los multimillonarios hermanos Rotemberg,
amigos personales de Putin y no lejos de donde este último, posee una
espectacular, mil millonaria mansión. La apertura de multimillonarias cuentas
personales en el banco ruso “Sbersbank”, así como de inversiones diversas,
como por ejemplo compra de acciones de la petrolera Rosneft, directamente
por parte de familiares del clan de Coatlicue (no por testaferros) se empezó a
dar en el año 2012, con gran parte de los miles de millones de dolares que
venían de Venezuela, supuestamente, para los ALBA proyectos y coincidiendo
a la vez, con el establecimiento del proyecto de fabricación de vacunas rusas en
Nicaragua, “Melinchkov”. Este último, fácilmente transformable en un
laboratorio para la fabricación de agentes bioquímicos, con fines bélicos o de
cualquier tipo.
En lo que corresponde a Nicaragua, las llamadas «Profecías de Igor»
apuntan a la desaparición de esta como nación debido a una concatenación de 5
catástrofes que Coatlicue denomina PESTE: Plagas. Epidemias. Sequías.
Terremotos. Erupciones volcánicas.
Todo eso está supuesto a iniciar con ímpetu, a partir del primer eclipse solar
del 2025 (29 de marzo) terminando 7 años después, con el ascenso del nivel del
mar que cubriría todo el pacífico y atlántico nicaragüense, anegando y
destruyendo más de la mitad de la nación. De manera íntima, en sus espacios
privados, Coatlicue ubica cada inicial de la referida expresión (PESTE) en los
vacíos intercalados de la estrella invertida de cinco puntas, que promueve y
configura en ornamentaciones y grabados públicos. En el centro de los mismos,
agrega la palabra Agua, la cual, según la tenebrosa predicción, será el agente de
destrucción final.
Coatlicue diseña, apuesta y promueve secreta, pero dinámicamente, la
destrucción de Nicaragua como un tributo final a sus dioses. En ningún
momento ella ubica sus intereses de vida o los de su clan en una Nicaragua,
más allá del 2024, ya que considera inminente el inicio de las catástrofes. La
obsesión de que sus nietos aprendan ruso y alemán (tiene hasta 22 nietos
estudiando en el ultra elitista Colegio Alemán en las afueras de Managua), así
como que adopten costumbres y actitudes europeas está vinculado a lo
anterior.
Dharma, ex integrante de la corte mística de Coatlicue
08 / 04 / 2022
ANEXO 09: «CHAPAMON», UN VAGO
CON SUERTE.
“Cada vez que lo mandábamos a comprar marihuana, cerveza, comida o lo que sea,
levantaba la pierna derecha y la dejaba caer con fuerza simulando estar encendiendo una
motocicleta, levantando las manos, como teniéndolas en el manubrio de la supuesta moto y
haciendo con la boca: «Run, ruunn, rruuunn» y salía a toda velocidad.
Pura locura de quemón, porque era perro a la marihuana. Usaba pelo largo,
pantalón campana, camisa de roquero, botines y chapas en la oreja, por eso le
pusimos «Chapamón», por lo chaparro y el apellido Moncada, para
diferenciarlo de Truján, el baterillista guatemalteco del grupo, que también era
de baja estatura y a quien le decíamos «Chapo». Eso fue a finales de 1977, en el
bar Melquiades, en Iztapalapa (CDMX DF) adonde lo llevó el negro Stimpson,
un costeño nicaragüense que era pusher de marihuana en Tepito, con la tranca
de que era timbalero, pero no tocaba ni la hora.
Chapamón tenía mal guaro, se quitaba la camisa y se ponía en pose de
boxeador retando a medio mundo diciendo que él había sido sparring de
Alexis Argüello, pero nadie le hacía caso. Lo malo fue que se puso a combinar
monte. Estafaba vendiendo marihuana mezclada con una hierba que le dicen
«santalisa», varias veces lo tuvimos que defender de compradores furiosos y le
aconsejamos que mejor no llegara más.
Meses después lo vi conviviendo con una señora mayor que tenía un
negocio de cuido de petacas o maletas pues, ahí en la terminal de buses a
Querétaro o a Guerrero, no recuerdo bien.
Nunca más lo volví a ver, creí que se había ido a “San Pancho” (San
Francisco, California), ese era su sueño ya que decía conocer ahí a un hermano
de Chepito Áreas, el de los Santana Band, lo máximo en música por entonces.
Fue hasta que veinte años después, para un diciembre de 1997, si mal no
recuerdo, que lo voy viendo de alto militar en un hotel de la colonia Álvaro
Obregón, en el casamiento de una hija del conejo Robleto, un nicaragüense, ex
guitarrista de la banda. Lo reconocí de inmediato, el mismísimo Chapamón. Es
indio come años, me moría de la risa al verlo de uniforme, se puso “hasta
donde no es”, esa vez”. Decía andar en un curso de no sé qué verga del
ejercito, andaba con una chamaca guapísima el bandido. No supe de él por
años, hasta ahora que lo ví ahí, de gran canciller, increíble, me he reído como
nunca con el chele Américo.
Plutarco Salinas, León Nicaragua, (1948)
Musico radicado en México
Aunque no comparto para nada la risa o gracia que tan despreciable
personaje le causa a Salinas, músico guitarrista nicaragüense de unos setenta y
algo de años, quien conoció en un bar de mala muerte de Ciudad de México en
1977 y 1978, al bufón de entonces y flamante canciller ahora, Moncadita, el
relato resulta interesante para patentizar la osadía, el cinismo de muchísimos
oportunistas que en Nicaragua, el 19 de julio de 1979, amanecieron con el
autollamado título de heroicos guerrilleros y con ello, con el derecho a toda
una vida de francachela y parasitismo, a costa siempre del erario público.
Canciller: “Lo que natura non da, SALAMANCA
non presta…”
Gustavo Castellón (nombre ficticio), nicaragüense, profesor de historia y
filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona, España, coincidió de 1993
a 1996 en tal universidad, con el minúsculo canciller de la mentira, en uno de
los tantos periplos académicos que este último, ha cursado en distintos países y
que nos debería hacer suponer que estamos ante un verdadero erudito…
Gustavo nos relata:
—Él pasó por los cursos, pero los cursos, parece que no pasaron por él. Para él África,
era solo de negros. Constituía una tarea titánica explicarle que Egipto, Libia, Túnez,
Argelia y Marruecos, eran geográficamente africanos y no “árabes”, así hablasen tal idioma.
Desconocía que Georgia era un país, mientras juraba que solo existía como un estado de
USA. Para él, Tailandia, Vietnam, Laos, Filipinas y lo último, hasta Singapur, eran un
solo “chacuatol”, una sola nación: ¡China!...
Manejaba que la guerra civil española de 1936, fue debido a la invasión Nazi… De
España, lo más que dominaba eran una docena de nombres: Colón, El Barça F.C.,
Raphael, Julio Iglesias y la Pantoja, ahh y por supuesto, los vinos y jamones a los que, tarde
a tarde, furiosamente atacaba en los bares de Barcelona y otras ciudades a las que, sábado a
sábado, se iba en lo que él mismo decía, eran merecidas farras de relajamiento. Ni hablemos
de su comprensión de Zona Schengen, acuerdos climáticos de París o Kyoto, la reunificación
alemana, la OTAN o la Perestroika, ¡por favor! Eso era como hablar japonés para él.
¡Un desastre! ¡Una vergüenza!, ¿Cómo vas a ir a un programa de postgrado con un nivel
académico de un adolescente de octavo grado?
En serio, no me interesa denigrarlo, me siento hasta mal, pero es la verdad. Manuelito,
un talentoso muchacho estiliano, estudiante de derecho de la la misma universidad, cuya
hermana nicaragüense casada con un español lo apoyaba con sus estudios y se las veía prieta
con los gastos de comida, pasajes y otros, era quien le hacía los informes y trabajos
académicos por unos cuantos centavos que el inepto y tacaño Moncadita, de abultada cartera,
le proporcionaba para salir del clavo.
Aduciendo un grave deterioro de faringe (mal que según parece, desaparecía en bares y
cantinas donde hasta cantaba), jamás dio una exposición oral en todos sus años de
verdaderas vacaciones pagadas, con una beca del estado español del orden de los 1700 dólares
al mes, más su respectivo salario de oficial del ejército en Nicaragua.
Creo que fue como para diciembre de 1995, que tuvo una denuncia sobre violencia
doméstica por la que fue incluso, citado por los Mossos, la policía catalana.
No estuviera hablando de esto, que más bien parecen chismes de comadres en el mercado,
si no fuera por el contexto actual de mi querida tierra. Lo hago porque creo importante que
la gente entienda, el fraude que estos parásitos de toda la vida, representan. Vagos,
inmorales, insensibles, mentirosos y tremendamente ignorantes, en altos cargos de gobierno.
¡Increíble! Toda una vida de privilegio la pagan vomitándole balas y mentiras a quien les ha
mantenido siempre sus inmorales prebendas: los de a pie.
Estos zánganos, una vez con el orteguismo liquidado, deben ser investigados a fondo.
Generalotes, coronelotes, altos comisionados y demás, responsables de crímenes de lesa
humanidad y desmanes, con pensiones de primer mundo, en un país de niñez desnutrida.
¡Inaudito!
ANEXO 10: CASUS BELLI
«El FSLN del delincuente Ortega, ha montado toda una estructura corrupta en la Corte
Suprema de Justicia, para obtener dinero de los narcos o de donde sea. Hay que hacer que
den cuenta de inmediato de los 609 mil dólares decomisados hace dos meses y ahora
desaparecidos de la Corte. Tenemos que llegar hasta las últimas consecuencias con esto. Ni
todos los conjuros y sahumerios de la bruja Murillo, los salvarán»
Declaraciones al canal 2 de televisión de Nicaragua (TV Noticias)
del diputado Wilfredo Navarro Moreira / 10 de diciembre / 2005
¿Presos políticos? ¿Cuales? Lo he dicho una y otra vez. Son políticos presos
y bien presos por la comisión de delitos comunes.
«Compañero» diputado Wilfredo Navarro Moreira.
Declaraciones a los medios, toma de posesión presidencial de Daniel
Ortega, enero 11 / 2022
«Si los gringos me sancionan, eso para mí es una condecoración y una
demostración del fuerte golpe que junto al comandante Daniel, le estamos
dando al imperio».
Diputado, Wilfredo Navarro M. – Marzo 10 / 2022
BUEN AMIGO
“Visualizaciones”, lunes 10 de agosto 2015 / 11:31 A.M.
WNM: —Mirá pipi, te voy a decír algo, Byron es Byron y yo
soy Wilfredo. Si estás incómodo o con desconfianza
dejamos esto así y amigos como siempre.
Espinoza: —No hombre, solo te hacía ver las vainas que me han
pasado, tranquilo.
WNM: — «Tate» claro de que yo no me estoy echando ni un
peso a la bolsa, pero esa gente es feroz hermano. Yo
más lo hago por hacerte el volado...
Espinoza: —Yo estoy claro, de eso mi «líbero», se lo agradezco.
WNM: — Ahora mirá, en el banco de arena del nueve y
medio, ellos dicen que perfectamente sacas las 700
«camionadas», calidad Motastepe, pero vos decís
que no las hay. Vete a ver eso bien.
Espinoza: —Ni modo, vamos a ver como salgo. Lo que necesito
saber es qué te dijeron de los billetes…¿cuanto?
WNM: —Quieren «ocho palos», por lo de la arena y lo del
estadio.
Espinoza: —¡Choocho!, esos son doscientos y pico de mil de los
verdes. Demasiado, no jodás, están locos.
WNM: —Es que como son varios, «no sé, ahí no me meto...»
Espinoza: —Sí, pero es demasiado. Deciles que se pongan en
otro plan.
WNM: — Quién sabe, no lo creo. Estos jodidos son duros,
además, los buitres de ECONS también le andan
ganas al proyecto y los taiwaneses están jodiendo.
Espinoza: —Dejame ver pues, yo te llamo.
Ahh Wilfredito, ¿cómo va lo de Malpaisillo?
WNM: —Eso lo vamos a ver después, salgamos de esto
primero, «cuadrate» y me llamás ¿ok
ESBIRRO NAVARRO
Declaraciones de don Bonifacio de Jesús Ruiz Gonzales brindadas a
«Suyén», estudiante de comunicación social de la Universidad Centro
Americana (UCA) durante un desayuno - convivió en celebración colectiva por
el cumpleaños de varios ancianos por parte de Misioneras de La Caridad,
Barrio La Reynaga, Managua, 21/06/2008.
«Ese hombre, (WNM) estaba con un paramilitar de la Mano Blanca llamado Chester,
al lado de un carro lanchón, tipo Chevrolet, cerca de una patrulla BECAT de la Guardia
Nacional, exactamente, de los semáforos de la Tenderí unas 100 varas arriba, frente a la
bloquera. Nosotros vivíamos dos cuadras al lago del partido de los «pescaditos» allí en
Larreynaga. (Probablemente, antiguo Partido Social Cristiano).
Eran como las cinco de la tarde y venía del Mercado Oriental con mi hija Clarisa y mi
hijo Sebastián Ruiz Parrales, que era el que guiñaba el carretón con la venta de ropa.
Nos detuvieron a los tres, pero solo requisaron a mi hijo. Digo yo que de seguro fue,
porque andaba “mechudo” y sucio mi hijo. Venía de jugar beisbol él, era un sábado, un 19
de mayo (1979). Un día antes, yo había cumplido 51 años. Mi hijo tenía 21 años
cumplidos, estaba «cipotón» todavía.
Ese Chester le «secretió» algo a uno de los guardias y estos montaron al jeep del
BECAT a mi hijo.
Muerto de miedo, nervioso, como a unas 15 o 20 varas de él, lo llamé varias veces:
«Wilfredito, Wilfredito, soy Chú, ¿no me reconocés?, Chú Chancleta» y el gran ingrato me
bajó la cabeza, hizo como que no me oyó.
Yo lo conocía desde chigüín allá en Diriamba, igual a la Carmencita su mamá, a
Edwin el hermano que era guardia, a todos ellos. ¡Cuándo se me iba a perder!.
Como cinco días antes, ya lo había visto en la esquina abajo de la Caimana, con ese
mismo Chester, lo saludé y me cabeceó así, todo serio. Yo creí que tal vez sólo me lo echarían
preso a mi hijo y lo «peloniarían», por vago, decía yo.
— ¡Qué va! Hasta hoy (21/06/2008) se lo tragó la tierra. Donde no fuimos la mamá
y yo. Todo esto se lo dijimos a don Pérezalonso el de los Derechos Humanos. Créame que si
ese día he sabido que no volvería a ver a mi hijo, me les hinco de rodillas, les lloro, lo que
sea, yo no sé qué hubiera hecho.
Luego del tal triunfo del 19 de julio lo denuncié y no me hicieron caso. Supe que estuvo
preso unos meses (1980) pero por chochadas políticas.
Después que estos «cabrones» perdieron, (años 90) lo miré con el presidente Alemán
como si nada.
Mi mujer murió para el 2004, sin saber dónde quedó su muchacho.
No digo que él jodió a mi muchacho, pero él estaba ahí y pudo ayudarme, eso sí. O, por
lo menos decirme algo. Mirá chiquita, de la justicia divina nadie se escapa, ¿oíste?, ¡nadie!.
Decenas de expedientes de la extinta Oficina de Seguridad de Somoza,
dejados en la desbandada, fueron convenientemente perdidos o manipulados
después del 19 de julio de 1979.
Desde documentos que podrían incriminar como informante al mismo
tirano Ortega, intrigantemente, muy influyente y bien tratado durante su
estancia en la cárcel Modelo, hasta graves antecedentes de personajes como
Ring Ring, Porras, (hoy magnate farmacéutico y diputado) pudieron haberse
perdido para siempre.
ANEXO 12: DESPECHO
“Fue para 1987, la guerra en la montaña estaba en lo fino y aquí, todo era escasez y
penurias. A mí, la desgracia me llegó de pronto. No sé ni cómo se fijó en mi hija el hombre
ese, tal vez la miraría en una de esas cuestiones del Frente en que ella andaba, porque era
de la tal Juventud Sandinista, la muy desobediente. Tenía 19 años, estudiaba en la
UNAN y era una chavala muy hermosa mi hija, para que, no puedo negarlo.
La cosa es que un día de tantos, se apareció una gran camioneta con un
chófer que le decían Pitín, vestido de guayabera blanca, pantalón negro y
cargando un gran saco de provisión preguntando por María Gertrudis, mi hija,
diciendo que era un regalo para ella por parte de la secretaría local del Frente
Sandinista, como estímulo por su labor en esa cosa de política. Venía de todo:
arroz, frijoles, azúcar, aceite, pasta de dientes, café, jabón y otras cosas que eran
escasas en ese tiempo. También le dejó dinero y un recado en un sobre. No
supe más.
Fue como a los tres meses que se me vino el mundo encima. El coordinador
de los Comité de Defensa Sandinista del barrio, llegó prepotentemente a
decirnos que el terreno que habitábamos desde hacía casi treinta años atrás, allá
en el barrio San José, era ajeno y que fuéramos buscando como salir de ahí
cuanto antes. En esos mismos días es que me capturan a mi hijo Roberto, los
de «Prevención» del Servicio Militar, a pesar de que ya había sido descartado de
ir a la guerra por una nube que tiene en su ojo izquierdo. Por último, empecé a
ver a mi hija toda deprimida, como enferma y llorando de la nada.
Desesperada por el asunto del terreno, hablé con la Tere, una amiga que
trabajaba de empleada en la casa de un comandante, Víctor Tirado o Carlos
Núñez, no recuerdo bien, para que le pidiera ayuda y nada, el señor vivía
demasiado ocupado. Fue entonces que me acordé de pedirle ayuda a la Norita
Astorga, a quien conocía desde jovencita en Santo Tomás Chontales, ya que mi
hermana Eulalia, le trabajó a don Napoleón Astorga, tío de ella. A la Norita, yo
la había visto varias veces en la televisión. A como pude, me conseguí su
dirección y la busqué. Una belleza de persona Norita, me recibió como si yo
fuera la gran señora, la miré bastante cambiada físicamente, bien delgadita, pero
siempre cariñosa y humilde. Le expuse todito el caso y me dijo que no me
preocupara que hablaría con no sé quién, que le diera unos días. Me regaló
unas cositas y me mandó a dejar hasta la casa en un carro.
Fueron días de angustia. El hostigamiento del coordinador era cada vez más
continuo y agresivo llegando al punto de decirnos que teníamos que salir y que
la tarjeta de racionamiento o el AFA ya no era válida, imagínese. Por otro lado,
no tenía ni idea de donde estaba preso o enmontañado mi hijo, y para remate
mi hija María Gertrudis, ni comer quería. Era un abatimiento total. Ya casi con
ganas de ir a buscar de nuevo a la Norita, se apareció su chófer, el mismo que
me vino a dejar, nada más que en un carro rojo, diferente al de «denánte». Me
llevó esta vez, no a la casa, sino que a la oficina donde Noríta trabajaba. La
esperé y la esperé sentada un gran rato.
Por fin me mandó a llamar y al solo ver que no me saludó con gran alegría,
presentí algo malo. Cerró la puerta y se sentó a mi lado. Casi me muero con lo
que me dijo; fue horrible: María Gertrudis, mi hija, se había “metido” con el
«Comandante» y su esposa, la «Compañera» se había dado cuenta y estaba
furiosa. Todo el hostigamiento que sufríamos venía de parte de ella,
endemoniada y con toda razón, por la brutalidad que hizo mi hija con su
esposo.
Lloré y lloré, la Noríta no dejaba de abrazarme. Me dijo que no podía
enfrentarse a la esposa del comandante, pero que, por sus contactos con un
amigo de ella del ejército, resolvería lo de mi hijo sin que se diera cuenta la
Compañera, pero que lo del terreno estaba difícil, ya que esta última tenía el
ojo puesto en el asunto, además de que no era conveniente que vieran a mi hijo
en el barrio. Supe entonces, que no era la primera vez que la esposa del
presidente le arruinaba la vida a alguna infeliz que hiciera lo de mi hija. Fue en
ese momento que comprendí lo grave del asunto y tuve un gran miedo por mis
dos hijos. Luego vinieron aquellas palabras de Norita:
«Toda mi vida he luchado contra la injusticia, mientras yo sea Nora usted y
sus hijos tendrán un techo. No se me preocupe, hoy mismo veré que hago».
Me sentí tan aliviada, tan conmovida con sus palabras. Dio orden de que me
consiguieran unos aliños y me mandó a dejar con el chófer. Luego, ya en casa,
vino la plática con mi hija, quien no solo me confirmó el hecho, sino que
también agregó haber sido expulsada de la Juventud Sandinista y hasta de la
Universidad, acusándola de inmoralidad. ¿Qué podía decir? No sé en verdad,
cómo aguantó mi corazón aquella gran tristeza. A pesar de todo, en ningún
momento salió de mis labios una sola palabra de repudio hacia mi muchacha,
¿quién es aquel que no comete errores?
Como a los 15 días, en un camión que mandó Norita nos trasladamos a una
casa ahí en la carretera a León que era del Ministerio de Turismo y estaba
abandonada, una casa grande, lujosa, casa de rico, no tenía luz y pasábamos
agua con una manguera de una buena vecina.
Unos dos meses después, entre la Norita y el pelón de Herty Lewites, pícaro
que era ese diablo, me consiguieron esta casita aquí que es donde desde
entonces vivo. Los dos ellos, Herty y la Norita, murieron y me dolieron como
no tiene usted idea. Mi hijo trabaja de panadero y mi hija se casó y vive en
Panamá, gracias a ella me sostengo en esta situación además de lo que me gano
inyectando y poniendo suero a algún enfermo aquí en el barrio. (Doña Estelita,
73 años, algún barrio de Managua, septiembre 2019).
ANEXO 15: ASALTANTE Y ACOSADOR
“Nada más lejano al soñado ideal revolucionario del hombre nuevo que, este
hombre viejo y envilecido, hoy afincado en un poder corrupto y represivo” El
País, España.
Relato de Adrián Solís, ex sindicalista, miembro del Partido Socialista
Nicaragüense en los años 60 y quien compartiera cárcel por más de 8 meses con
el hoy dictador Ortega.
«Conocí a Daniel Ortega y a sus hermanos, en 1961 o 1962, allá por el Barrio San
Antonio de Managua.
Puedo decirte que nunca en los años que lo traté, vi en él algún tipo de expresión seria
de corte político, un marco ideológico mínimo y mucho menos, sensibilidad social alguna.
Muy al contrario, tal y como pueden decirte los que igual que yo lo conocieron, además de
prepotente y violento, tenía actitudes de discriminación social y racial. Un rasgo muy notable
en él, han sido sus actitudes misóginas y también su comportamiento lascivo y acosador.
Hosco y desconfiado, su personalidad era y sigue siendo, de una naturaleza tenebrosa e
impredecible. Abusivo, autoritario, dueño de un lenguaje soez, irascible, mentiroso, desleal,
mal amigo, pésimo alumno, enemigo de los libros, hombre de muy pobres luces intelectuales,
aunque sí, astuto y maestro de la intriga.
Que dejase una universidad jesuita, abrumado por el rigor académico, apenas un par de
meses después de inscribirse, no sorprendió a nadie, pero que se justificase diciendo que era
para involucrarse en un movimiento político, para lo cual no tenía mínimas cualidades
morales, dejó incrédulos y rascándose la cabeza a varios que, la verdad, no miraban en él,
más que dotes de ocioso, matón y aventurero.
Cuando cayó preso por el atraco a un banco, que eran las acciones con las que más a
gusto se sentía, después de un inicial maltrato, sus condiciones carcelarias fueron en verdad
privilegiadas. Tales circunstancias, unidas a otras coincidencias que incluían numerosas
capturas y quiebres de casas de seguridad sandinistas, fueron objeto de muchos rumores que
no trascendieron. Los afanes de guerra, así como una común resistencia a poner en duda las
supuestamente míticas cualidades de los todopoderosos comandantes de entonces, volvía
intrascendente y hasta temerario, querer develar esas cosas ya que se corría el riesgo de ser
severamente sancionado, por confundido y traidor, por alguno de los sacrosantos comisarios
políticos de entonces.
Para los que tuvimos la mala suerte de compartir prisión con él, más que como un
ejemplar líder y compañero, lo veíamos como un vulgar y eficaz cabo de celda. Más que
respetarlo la mayoría le temía, ya que se imponía con violencia ante los demás reos a partir
de su buena relación con los guardias de la prisión. Tener problemas con él, significaba
represalias con la comida y las visitas de familiares.
El hombre en verdad, tenía influencia con los guardias, en general con los más maliciosos
y prepotentes, al punto tal que algunos de ellos formaron parte de su círculo íntimo, una vez
que el mismo llegó al poder.
Volviendo a mis vivencias de esos meses en la cárcel, puedo decirte que al menos en dos
ocasiones fui testigo de algunas misteriosas ausencias por parte de este, ausencias que
duraban días. Aunque insistía haber sido trasladado a una supuesta celda de castigo, la
verdad es que su semblante, no estaba para nada, demacrado o descuidado como sería lo
esperado, estaba rebosante y de buen humor.
Victoria R. R., una anciana granadina, declaró más de una vez, haber visto llegar al
“Comandante” en diversas ocasiones, a la vecina casa de su primo José Manuel, militar de
la Guardia Nacional adscrito al penal de La Modelo. Otras personas aseveraron lo mismo
agregándole al asunto, visitas cotidianas del mismo Ortega, a burdeles de Granada y
Nandaime. Tal situación nunca fue investigada, sino más bien, muchísimos archivos de la
Oficina de Seguridad de Somoza, fueron misteriosamente desaparecidos por orden expresa
de altos comandantes sandinistas inmediatamente después del triunfo en 1979.
Soy de la opinión de que a Ortega, la temporada en la cárcel le salvó la vida, ya que por
su conflictivo carácter era proclive a los líos.
Ismael Artola, un remendador de zapatos del mercado San Miguel de Managua, de
unos 50 y tantos años, destacaba por ser bueno al billar y al naipe. Este tuvo un altercado
con Ortega en un conocido salón de billares cerca del barrio Buenos Aires de Managua, te
estoy hablando como de 1965 aproximadamente. La discusión rápidamente paso a los
golpes. Mucho más joven y ágil Ortega venció al cincuentón, agrediéndolo salvajemente
incluso cuando este se encontraba ya en el suelo, teniendo que intervenir algunos de los
presentes.
Por meses, Ortega quien se suponía que ya estaba en el clandestinaje guerrillero, fue
buscado intensamente y con muy malas intenciones por cierto, por uno de los hijos de Artola.
A continuación, te describo otra de sus perlas: Carmencita Poveda, una agraciada joven
leonesa, estudiante de secretariado y contabilidad en la Escuela de Comercio Silviano
Matamoros de Moran en Managua, era cortejada insistentemente por Ortega en el camino a
su centro de estudios. Carmen, quien ya tenía un noviazgo con un joven de Masaya llamado
Bayardo, con quien paseaba los fines de semana, rechazó siempre los lances del don Juan de
cuartería Ortega, quien, frustrado ante ello, pagó a un delincuente del barrio Los Pescadores,
apodado “Chuleta” para que junto a otro compinche, agredieran al galán masayés quien
todos los domingos, después de visitar a su novia Carmen, se dirigía hacia la estación a
tomar el tren y partir hacia su natal Masaya.
Sucedió, que detrás de la humilde apariencia de Bayardo, que era hermano de un famoso
pitcher del equipo San Fernando de Masaya de esos años, se escondía un buen peleador que
opuso tenaz resistencia a su par de agresores, logrando con ayuda de otras personas que se
encontraban cerca (esquina noroeste del parque de Candelaria, frente a la casa del padre de
Jaime Morales Carazo), capturar al compinche de Chuleta, de nombre Luciano Martínez,
quien resultó ser sobrino de un popular personaje de entonces llamado Peyeyeque y
terminaría relatando todo a la policía. Por este hecho, Ortega jamás fue encausado
penalmente.
Más tarde, se conocería que estuvo involucrado en la quema del vehículo de un
funcionario de la embajada norteamericana y luego, sus dos acciones más relevantes, fueron;
su participación en la muerte a tiros de un agente de la seguridad de Somoza, y el asalto a
un banco en Managua por lo que caería preso.
Brutalidad, megalomanía y un gran cinismo es lo que define a Ortega. En los 80 fueron
conocidas sus andanzas de acoso a mujeres y su insaciable afición a jovencitas, poco más que
adolescentes. Honestamente, a cualquiera que lo haya conocido de cerca, no le hubiera
sorprendido para nada la grave acusación hecha por parte de su propia hijastra en 1998.
Para terminar, no puedo si no declarar que lo ocurrido estos días en Nicaragua, ha sido
extraordinario, estos jóvenes con su sangre y sacrificio han querido redimirse de un tajo, de
toda la vergüenza que les heredamos».
ANEXO 16: NARCODOLARES
“Cuando el fruto de tu vientre cumpla tantas Metzlis (lunas, meses) como días tiene el año
(365), este fruto se alzará contra ti.
Justo cuando tú, Coatlicue, cumplas 666 Metzlis de vida, serás reina. Llanto,
cenizas y olvido será tu legado. Amargura para tu descendencia”.
Plaza Mayor de Colima, México, 15 de noviembre de 1996 — Encuentro
de brujos mesoamericanos.
*365 meses: 30 años 5 meses; Edad exacta de Zoilamérica (13/11/67) al
interponer en mayo de 1998, su denuncia por violación.
*666.6 meses: Periodo entre el 22 de junio de 1951 y el 10 de enero 2007
(fecha de nacimiento y toma de facto del poder REAL por parte de Coatlicue).
GARRAS Y PONZOÑA PROFETIZADAS
“Tres jornadas tiene de ida y tres de vuelta la estrella de pelo largo que hoy, por arriba
pasa. La estrella que nadie ve dos veces. Justo al terminar la primera jornada de la estrella,
conocerás a tu enemigo. De tu propia sangre será.
Entonces y sólo entonces, crecerán tus alas, crecerán tus garras y también tu ponzoña.
Brazas ardientes por entrañas tendrás.
A mediodía, al terminar la estrella de pelo largo su tercera jornada tu cabeza rodará”
Baba Vanga / febrero 1986 Famosa psíquica no vidente, búlgara.
Estrella de pelo largo: Denominación de cometa en la antigua Grecia. En
este caso se refería al cometa Halley que pasó por la tierra en febrero de 1986.
Su ciclo promedio es de 74.6 años. Dividido el viaje en 6 jornadas cada una
duraría 12.36 años por lo que su primera jornada terminaría en mayo del 1998.
Denuncia por violación de Zoilamerica: mayo 1998.
Conclusión de la tercera jornada del cometa, mitad del recorrido: marzo o
abril 2023. ¿Será entonces el llanto y crujir de dientes?
ANEXO 18: PASMOSA MALDAD
Paramilitar “Chayán”
Miembro destacado de las caravanas de la muerte ORMU.
Declaraciones hechas durante una de las operaciones limpieza en Nagarote y
dadas a Iris, una joven reportera 25/06/2018.
P Chayán: Ajá chavala, decime, te voy a atender.
Periodista: Usted es un civil participando en una operación armada, ¿qué lo
motiva a tomar las armas contra protestantes desarmados?
P Chayán: ¡Qué van a estar desarmados estos hijuemilputas! Tienen armas
escondidas, lo que pasa es que no se empujan porque no tienen huevos como nosotros.
Periodista: Dígame, ¿por qué usan capuchas?
P Chayán: Mirá chavala, te veo media rara… te voy hablar claro y ponelo, así como te
lo digo: No vamos a permitir nunca que el imperialismo se adueñe de Nicaragua. Leé las
noticias, los gringos les deben un platal a los chinos, saben que tenemos petróleo y quieren
adueñarse de todos los países para dárselos en pago, ese es todo el cuento.
Acomodándose el fusil AK que colgaba de su hombro continuó:
—Los gringos están palmados y van de retro, ya Puerto Rico se les voltió, ya no es
gringo, ¿lo sabias? También los europeos se están “pegosteando” a los rusos. Como aquí el
comandante se les ha parado duro y Nicaragua es un ejemplo para el mundo (¿?) les
mandan dólares a estos hijueputas obispos y tranqueros para joder. Están locos, pero aquí
están estos «akitas amansalocos» (risas del grupo). Desde hace años, les ando ganas a todos
estos perros.
Al decir aquello, Chayán levanta el fusil alentando a los presentes, todos
armados, a hacerlo al grito de la consigna «el comandante se queda». Muy cerca,
sobre la tina de una reluciente camioneta sin placas, unas cajetillas de Marlboro
al lado de una hielera, posiblemente llena de frías e “imperialistas” Coca Colas
o Budweisser, aguardaban a ser repartidas entre los intimidantes enmascarados.
Paramilitar «Tatún» (PT)
Ejemplo de gran cultura y caballerosidad.
Barrio María Auxiliadora, Managua 12 / 06 / 2018
Periodista: ¿Podés decirme por qué apoyas al gobierno y atacan a los
estudiantes?
PT: Para que tengamos comida y hagan más carreteras. La derecha quiere
que seamos esclavos y que sea todo como antes, que no había hospitales ni
escuelas y solo los ricos, tenían carros (automóviles), ni televisión había.
Periodista: ¿Qué edad tienes?
PT: 24 años, nací el 12 de julio de 1994, puro Managua, ¿y vos? Tenés como
22 ¿verdad?
Periodista: Y, cuando vos naciste, ¿no había escuelas, ni hospitales, ni
televisión?
PT: Como no, pero más antes es que dicen que no había.
Periodista: Pero el comandante nació en 1945 y llegó a bachiller, el
canciller Moncada nació en 1948 y ahora es todo un Doctor. ¿Cómo habrán
hecho si no habían escuelas?
PT: Sabrán ellos, yo solo te digo lo que me han dicho.
Periodista: ¿Te pagan por andar aquí en estas operaciones?
Tatún vuelve a ver maliciosamente a ambos lados antes de responder:
PT: Negras, a mí nadie me paga nada.
Periodista: ¿No tienes miedo de perder la vida en esto?
PT: ¡Qué va! Un poco de chavalos agüitas son esos tranqueros hijueputas, a
los dos turcazos que oyen, salen disparados. Los de la UPOLI y la UNI sí son
más paraditos, pero qué van a poder con una “animala” de estas.
Mientras responde, Tatún acaricia su escopeta.
Periodista: ¿Y no te parece que podría andar algún amigo o familiar tuyo
en esas protestas, y que vos mismo podrías herirlo o matarlo?
PT: Simón, puede ser, pero nadie los manda a que anden de vergas ahí. No
agarran ni mierda y andan de pendejos.
Periodista: Entonces, si agarraran algo, es que valdría la pena que
anduvieran de tranqueros ¿verdad?
Tatún: Simón. Yo por lo menos de aquí voy a sacar mi caponera
(motocicleta triciclo).
Periodista: Pero, si no pagan nada como decís, ¿cómo lo harás?
Tatún: Sos muy curiosa vos, ¿cómo crees que tengo este Samsung? (muestra
un teléfono 4G SAMSUNG). Hasta te puedo conseguir uno si te portas bien
conmigo. ¿Tenés novio?
ANEXO 21: TERNURA POLICIAL
Caso del tergiversado reporte del incendio en el barrio Carlos Marx, ocurrido
el 16 de junio del 2018 y donde murieron carbonizadas 6 personas.
Mensajes entre Jacinto (diente) y Moraga (27/07/2018), miembros menores
de
la Dirección General de Bomberos. Managua.
Jacinto: idiay maje no jodas nos cortaron los d wiscogmsin
(WISCONSIN).
Jacinto: no va ver viaje.
Moraga: k mala onda diente.
Jacinto: que si eramos polisías o bomberos dicen.
Moraga: fue caballada esa mierda.
Jacinto: de ustedes.
Moraga: cual ustedes hijueputaa, no jodas delapuro del viejo chaparro ese
del
canciller y de castro acordate queese sábado taban enlo del dialogo.
Moraga: ellos lo escribieron a todo mamón con el ijueput@ de guerrero
que
anduvo allí en esa berga, landero andaba por chinandega creo.
Jacinto: ¿y mojica?
Moraga: mojica taba bolo en su casa y don salvador no quiso meterse en
eso.
Jacinto: viejo pendejo solo era un reporte loquiba aser.
Moraga: no ombre, es bombero viejo que se iba a ensuciar asi por asi, uno
porke es chancho y mierda de biaje bos sabes que eso fue balurde
maje mala onda d plano una salvajada esa mierda.
Jacinto: solo berga sos bos también.
La Asociación de Bomberos de Wisconsin cortó relaciones con su par
nicaragüense a partir de la infame complicidad de estos, en la falsificación del
reporte tecno forense, sobre el incendio provocado por paramilitares
orteguistas en una casa del barrio Carlos Marx.
Tal y como puede comprobarse, viendo los videos de ese fatídico día, el
falaz y concluyente “informe forense, bomberil y policíaco” determinando
causas y sobre todo, culpables y demás, fue elaborado a menos de DOS
HORAS de ocurrida la tragedia, sin inspección alguna del aún humeante sitio y
difundido como verdad irrebatible, por el Canciller Denis Moncada y el
diputado orteguista Edwin Castro durante el llamado, Diálogo Nacional que
esa misma mañana se llevaba a cabo.
Consultando información pública del departamento de bomberos de Los
Angeles (LAFD) así como datos de otras fuentes, se determina que un informe
tecno – forense profesional, en un caso de esa naturaleza, en cualquier país del
mundo, toma, al menos 48 horas antes de ser emitido.
ANEXO 24: ALEXIS ¿ALCALDE
HONORARIO?aquí
Diálogo entre «La Compañera» y dos oficiales mujeres del centro de torturas de
El Chipote. Domingo 16 de septiembre 2018 - 7:43 p.m.
Oficial Castillo: Buenas noches compañera.
Compañera: Aló, ¿inspectora Suarez?
Oficial Castillo: No, soy la oficial Castillo, la inspectora anda en el baño
ahorita.
Compañera: Ajá y las Piojas.
Oficial Castillo: Todo bajo control compañera. No ha habido más
alteraciónes, no les hemos permitido nada… disculpe, aquí llega ya la
inspectora Suarez.
I.Suarez: Hola Compañera, aquí todos en alta disposición.
Compañera: No me canso de repetirles que estamos obligados a ser
inclementes con las alimañas que han causado tanto sufrimiento a nuestro
pueblo. I.
Suarez: Sí, sí, claro compañera, cuente que así se hará.
Compañera: Necesito un control permanente sobre esas sabandijas. Así
como ellas irrespetaron sin pudor alguno la paz de la nación, así mismo,
nosotros no tendremos consideración de ningún tipo. Háganle saber a estas
apestosas que no están en un hotel 5 estrellas para exigir privacidad.
I. Suarez: Así será compañera, disculpe.
ANEXO 26: MORBO Y COMPASIÓN
Los sicarios de toga, los bien llamados, “jueces del orteguismo”, son la infame
contraparte de los despiadados paramilitares.
Corruptos a más no poder, manipulan de forma vil, la «justicia» para
reprimir a todo aquel que ose plantarle cara a la tiranía, que amenace sus
intereses económicos o, tal y como se relata a continuación, contradiga sus
intereses pasionales.
UN DESBOCADO OCTAVITO
— «Mirá muchacho, tragarse el orgullo, perder el miedo y arriesgarse, es
mejor a que sigás aquí, consumiendote en esta cárcel. Allá afuera, todo se
resuelve mijo, pero, aquí, ¿qué? »
Tal era el consejo que Fabián, un veterano recluso de la cárcel «Modelo»
(Tipitapa, Managua), daba a Jairo, su joven y atribulado compañero de celda
quien ahora tenía en sus manos, ni más ni menos, que su libertad.
No era fácil. A diario, durante 22 meses y 21 días, desde aquel infausto 17 de
julio del 2017, en que fue capturado, había maldecido al infame personaje que
tramó su encierro, precisamente, el mismo que ahora le ponía la libertad en
bandeja a cambio de un indigno acuerdo. No hacerlo, significaría, perpetuar su
tragedia.
Aunque había aprendido a ahuyentar tristezas, tarareando canciones del
Buki o a los Tigres del Norte, jugando al naipe o hablando de lo que sea, el
espanto de tener encima una condena de 16 años y, peor aún, saber de que tal
situación era producto de una malévola trama, amargaba su existencia.
Oriundo de Terrabona, Matagalpa, donde vivía con su madre, Teresa Loreto
y su padrastro Esteban, Jairo, nacido en 1989 y cuyo apellido materno y rostro,
refleja un lejano parentesco con los migrantes italianos que a finales del siglo
XIX se asentaron por esas tierras, es hijo «natural» de un alto oficial del mal
llamado Ejército de Nicaragua, quien nunca lo ha reconocido como tal.
Su vida, entre ordeño de vacas o siembros de tomate y cebolla, empezó a
dar un giro, cuando, a sus 17 años, salió «por primerita vez de su lugar» como
ayudante de un camión verdulero rumbo hacía la ciudad de Estelí.
Hoy confiesa haber sido deslumbrado entonces, por el bullicio, las tiendas,
las luces, el estadio y sobre todo, las lindas estilíanas.
Semanas después, otro viaje, esta vez a Managua, terminó convenciendolo
de que ahí estaba «la jugada» y que, definitivamente, «la capital, era lo mejor pa’
salir de pobre...».
Es así que un día de tantos empezó a cargar sacos, canastos, barrer,
acomodar verduras o lo que fuera necesario, en el tramo de verduras de un
conocido, en el corazón del enorme mercado Oriental de Managua.
Poco a poco, explorando alrededores, Jairo descubre las canchas de Basket
Ball del parque Luis Alfonso, las que comienza a frecuentar y donde se destaca
por su altura y resistencia física aunque no por su habilidad con el balón.
Es en esta nocturna actividad donde Jairo llama la atención de un ventrudo
y bien trajeado sujeto que, según le refirieron, entre risas e ironías, era «algo
raro, pero buena onda y regalón» y que, al igual que otros, habituaba medrar
por las canchas para observar el juego y también, con mayor detenimiento, a los
jugadores mismos.
Discretos saludos, con el correr de los días dieron paso a sugerentes
indirectas por parte de aquel obeso cincuentón que se hacía llamar “Ricky”,
hacia un huidizo y ruborizado Jairo.
Fue entonces que un par de costosas zapatillas - Adidas PRO 2.0 – y un
telefono - Huawei Enjoy 6S – obsequiados como muestra de «amistad y
admiración» y que dejarían boquiabierto al terraboneño Jairo, allanaron el
camino para más insistentes y agresivos acercamientos que, no obstante tener
sólidos dólares por caballería, no hicieron sucumbir las defensas de nuestro
norteño varón.
Astuto, inescrupuloso y para variar, funcionario con mucha cola e influencia
en el corrupto sistema judicial de la tiranía orteguista, Ricky acostumbra a
conseguir lo que quiere, cuando lo quiere. Es así que, aparentando naturalidad
e indiferencia ante los desaires de Jairo, le propone a este, un bien pagado
puesto de guarda de seguridad de una lujosa residencia que, según decía, recién
acababa de adquirir en una exclusiva zona de Managua.
Un tanto suspicaz, pero también, tentado por una oferta de salario que
además de un adelanto en efectivo inmediato, triplicaba lo que ganaba en el
mercado, Jairo terminó aceptando la propuesta de Ricky.
Al respecto, Jairo, con su singular deje campesino nos describe:
«Viera amigo, parecía el mismito cielo esa casa, las luces se enciendían solitas, solitas,
cuando uno pasa. La cocina se enciende sin fosforos, con un «chunchón» que parece telefono,
un televisor más alto que yo y unos asientones que como que tiemblan…ahh, y una gran
“piscinona desde onde se vide Managua allaaa abajisimo”…, comida había lo que quisiera.
Lo único arrecho ahí, es estar solo. El guarda del vecíno, me dijo que la casa donde yo
estaba, la policía se la había quitado a unos narcos, hacía poco»
Una vez asentado Jairo en la referida propiedad, Ricky, quien entonces
exigió terminantemente ser llamado Octavio, reanudó, de manera mas agresiva
el acoso hacia el primero, quién amenazó con renunciar de inmediato,
apaciguando los lascivos impulsos de quien pronto supo Jairo, que también era
influyente juez.
Al pasar de los días, las visitas de Octavio eran cada vez más esporádicas y
casi siempre, acompañado de policías o funcionarios de la alta nomenclatura
orteguista.
“Ahí llegaba una mujer que es alta jueza que parece que es “preparada” para nada,
porque una vez pidió una comida de esas que “les llaman pizzas” y como el muchacho de la
moto preguntó por “X. Rivera”, yo le dije “endespues” a ella que si eramos familia, porque
mi padrastro es Rivera y también es de Matagalpa, la mujer esa se puso ardida y me trató,
me preguntó que por qué le dirigía la palabra, ese día hasta lloré de la vergüenza. Ella se
veía ahí con varón “futbolero”, como de mi edad, que viera que parejo el hombre, una vez
me mandó a comprar unas latas de cerveza con un bllete de 20 dólar y me dejó que agarrara
“toditito” el vuelto... “
Una noche, como a las seis semanas de estar Jairo cuidando la propiedad, un
borracho y agresivo Octavio se aparece exigiendo “singulares favores” que
aquel, nervioso pero decidido, rechaza con cierta brusquedad, haciendo que el
alcoholizado juez pierda pie y caiga al piso.
Enfurecido ante la afrenta, Octavio vuelve a su vehículo, saca un arma y
entre gritos, amenaza a un aterrado Jairo, expulsandolo finalmente de la
propiedad.
“Creí que me iba a matar ese hombre, se puso como endemoniado y me corrió de la casa
en la pura noche. Caminé y caminé hacia al lado donde se veían las luces, solo bajada y
bajada, hasta llegar a un hospital que se llama Monte España, donde pasé la noche. En
solo la mañanita agarré viaje y preguntando llegué hasta el Oriental. Con hambre y sin
reales ya que de los nervios, hasta olvidé la cartera como con 400 pesos que tenía, por lo que
me decidí a empeñar el teléfono”.
Después de dar algunas explicaciones y sobre todo, sabiendo de su excelente
desempeño y confiabilidad en su labor, Jairo fue readmitido en el tramo
verdulero de su pariente.
Cinco días exactos después del incidente con Octavio, Jairo es
violentamente capturado por la policía a un par de cuadras del tramo. Es
acusado de robo, agresión, amenaza con arma blanca y no recuerda que otros
cargos más.
La insistencia de la policía para que entregara su teléfono así como una
infidencia de parte del llamado «jefe de sector», amigo del del pariente de Jairo,
dejó clara la razón de todo aquello.
Poco dado al manejo de teléfonos, Jairo, al empeñar el suyo, no tuvo la
precaución de dejar inaccesible toda la información que el mismo portaba,
entre ellas, escandalosas fotos del juez acosador, lo mismo que mensajes
lascivos con los que a diario bombardeaba al semi analfabeto Jairo. Mensajes
que este último jamás leería.
La adolescente hija del prestamista, habría tomado furtivamente el teléfono
y al revisarlo y tomar con hilaridad las imágenes (el juez vistiendo lencería
femenina y colorido maquillaje) así como las docenas de mensajes, algunos
verdaderamente obscenos, cometió la terrible imprudencia de reenviarlos con
coletillas burlescas a todos los escasos contactos de Jairo, entre ellos, ¡horror!,
el mismo juez Octavio.
La furia del juez fue incontenible. Aunque Jairo no sabe responder si
realmente las escabrosas imágenes y mensajes saltaron o no a las redes, lo cierto
es que un escarnecido Octavio, revolvió toda la podredumbre que debía
revolver, para, junto con otros corruptos operadores de “justicia” de su ralea,
hundir injustamente en la cárcel al desventurado Jairo.
En menos de un mes, - todo un record – Jairo fue condenado a poco más de
16 años de prisión,
Tal y como previamente se indicó, el padre biológico de Jairo, un
coronelucho retirado pero fuertemente vinculado a las estructuras corruptas de
la mafia orteguista, nunca lo reconoció como tal. A pesar de eso, Teresa, la
campesina madre de Jairo, al enterarse de la situación, moviendo cielo y tierra
por su vástago, tomó la iniciativa de buscar ayuda en él nada ejemplar padre de
Jairo.
Sin saber por donde empezar, con el corazón en vilo, Teresa, ingenuamente
se acercó a los alrededores de la explanada de Tiscapa preguntando
infructuosamente a cada hosco uniformado que por ahí encontraba acerca el
hoy vetusto milico retirado. Pretender entrar y que la atendieran en las oficinas
de la comandancia, el palacio de los Herodes y los Nerones, era un sueño.
Desconsolada, después de casi dos semanas dando, inútilmente, vueltas por
Managua, sin dinero y posando en casa de una piadosa amiga del barrio Las
Torres, Teresa empezó a resignarse ante aquella inamovible realidad y aunque le
aterraba la idea de volver derrotada a su casa en Terrabona, no encontró otra
alternativa.
Fue en ese pretendido viaje de regreso, cuando, sentada en una banca de la
estación de buses y mientras compartía con alguien su pena, esta llegó a los
siempre atentos oídos de un gritón y entrometido «vende agua helada» quien,
sin nadie pedírselo, regaló aquel certero consejo: “no sea sencilla señora, usted sabe
su nombre y apellido, pues búsquelo en las redes, ahí encuentra hasta maldiciones”.
Aquellas palabras – obvias hoy día para la mayoría pero no para una
cincuentona campesina como Teresa - tuvieron un inmediato y esperanzador
efecto en ella, al punto de hacerla descartar el viaje y regresar de inmediato a
casa de su amiga, con cuyo auxilio, comenzó la búsqueda del tal coronel en
retiro.
No fue nada difícil encontrarlo. Fotos recientes, en francachelas y poses
exhibicionistas mostraban a un obeso sesentón de rostro maltrecho y sonrisa
fingida. Fotos antiguas y actuales, mostraban su nostalgia y afecto por las
armas. Nada raro en los ruines, sosos, vacíos e hiper corruptos milicos
orteguistas.
Entusiasmada,Teresa envió el primer mensaje, pasando el día entero a la
expectativa y sin obtener ninguna respuesta.
Tres o cuatro días más con igual número de mensajes, incluso por otras vías
y los mismos resultados: ¡mutis total! El ex coronel, ratificaba su vil naturaleza.
Compungida, Teresa buscó su rancho.
Pronto, la mensual visita, con su carga de aliños para su vástago en prisión,
se convirtió en su único consuelo.
No era la primera vez que Teresa conocía el quebranto.
En 1991, un conocido piñatero y hoy acaudalado empresario ferretero de
Sebaco quien por cierto, comparte el mismo nombre y apellido del personaje
cómico que hace de Cantinflas, se apareció, documento en mano, aduciendo ser
el dueño de 71 manzanas de terreno que por más de 100 años habían sido
propiedad de los abuelos y antes, de los bisabuelos italianos de Teresa.
No hubieron razones legales, morales ni de ningún tipo que justificaran o
revirtieran el despojo. Empresario, jueces y policías, coludidos, consumaron la
acción.
Un robo descarado e infame que empujó a Teresa y a sus hermanas a la
miseria.
Mario, que es el nombre del sinvergüenza empresario sebaqueño aquí
referido, es hoy el principal coordinador del paramilitarismo en esa zona. Su
voluminosa figura se destacaba, fusil en mano, liderando mortales ataques a los
protestantes y a la iglesia Niño Jesus de Praga y al templo de los desamparados
en Sebaco durante los acontecimientos del 2018.
UN BENJAMIN
— Fue un propio 24 de diciembre que llegó.
Un hombrón alto, gato de unos 50 y pico de años. Todo «aguevado» el
hombre aquel. No hablaba, solo le faltaba llorar. Se acostó de espalda en la loza
de la celda poniendo las manos como almohada. Fue al rato que nos
«semblantió» y preguntó si teníamos café.
Nos contó que era mecánico de barcos en Corinto y que estaba ahí, preso,
por un enredo con un terreno que había comprado.
Cuando le «palabrié» mi caso, no podía creerlo. Nos hicimos grandes
amigos. Me empezó a enseñar a escribír y a sumar, porque yo «medio leo», pero
me cuesta escribir. «Parejo, parejo el hombre, para qué».
Ni al mes de estar ahí le llegaron a decir que iba libre en dos días. Viera que
pesar me dio. Sentí como que se iba mi padre o un hermano.
Fue la noche antes de irse que dijo que me quería sacar de ahí, que aquello
era injusto, que tenía un plan, pero que necesitaba que yo me portara «guevón»,
preguntándome que si el hombre este, Octavio, sabía que yo no podía escribir
muy bien y yo le dije que nunca le había comentado nada de eso.
Cuando me explicó lo del jodido plan, que era buscar como mandarle unos
poemas y cosas así de mi parte al tal Octavio, ahí nomás le dije que no. Que
nunca lo haría. Me acuerdo que me dijo que no fuera pendejo, que a veces
mentir era asunto de vida o muerte.
Yo me le cerré, ¡que no! y ¡que no!
Me dijo que lo pensara y me pidió el número de mi mama»”.
Conmovido por aquel campesino de mirada limpia, ingenuo y de «trozado»
hablar, Benjamín, quien por lo visto, además de mecánico tiene vocación
novelera, partiendo de que «los zorros vuelven siempre al mismo gallinero», se dio a la
tarea de buscar contacto «casual» con el juez Octavio a través de un avispado y
joven sobrino.
Dos semanas después se dio aquel «inesperado» encuentro entre Mauro,
nombre del sobrino de Benjamín y (nuevamente) “Ricky”.
Fingiendo asombro, ante la «increíble casualidad» Mauro se hace pasar ante
el juez como un prisionero recién indultado, que conoció a Jairo, diciendole
que este último «no cesaba de hablarle de un tal «Ricky», de alabarlo y que vive frustrado
por la “oportunidad perdida”...además de aclararle que lo del trágico incidente con
las imágenes difundidas desde aquel bendito teléfono no fue otra cosa sino que
la insensatez de una adolescente que lo había tomado abusivamente.».
La indiferencia inicial de «Ricky» a lo relatado por Mauro, preocupó a este
último. Posteriormente, los cuestionamientos del juez sobre la salud y situación
general de Jairo, le brindó un hálito de esperanza. Días después, algunos
picantes mensajes supuestamente enviados desde la prisión por Jairo, hacia un
desconfiado Ricky, terminaron por ablandar a este, creandole expectativas y
finalmente, lo más importante: ansiedad por liberar a Jairo.
Este último nos relata:
Fue para la visita, un 12 de mayo, que se apareció mi mama con un abogado
negrito, flaco, mandado por Benjamín. El hombre me platicó todo y me dijo
que seguramente alguien me buscaría y que debía confirmar todo.
Al ver la cara alegre de mi mama «no me di en valor de decir que no».
A los días, un custodio me llevó unos jugos y un medio pollo. No dijo nada,
solo me buscó y me los dio. Me acuerdo que eso fue exactamente un día antes
de que mataran a don Eddy, (PastorEddy Montes 16/05/2019) en la galería de
los políticos.
Como a los 15 días de eso, empezaron a llevarme al juzgado a firmar
papeles y en una de esas fue que «vide» al hombre ese Octavio. Se me acercó y
bien amable me dijo que se iba a arreglar todo, agradeciendome por todo lo
que le había escrito…
Yo estaba «enchachado», con un policía al lado y solo le bajé la cabeza. No le
dije nada, nada.
Para los primeros días de julio, un jueves, me llegan a traer a la celda y me
llevan al área de visita, puesto ahí un hombre de camisa blanca me dijo que ya
estaba lista mi orden de libertad, que a más tardar el lunes saldría, me dio 500
pesos, un servicio de comida y un número de teléfono, indicandome que en
cuanto nomás saliera llamara a ese número para que me fueran a recoger.
Me temblaban las piernas, no podía creerlo. Hasta regalé la comida.
Le mandé todas las bendiciones del mundo al jodido Benjamín. Me salvó la
vida, fue mi ángel de la guarda ese hombre, jamás podré pagarle.
El martes 9 de julio a eso de las 11 de la mañana salí de la carcel «Modelo»,
disparado a agarrar un bus que me llevara al empalme de Terrabona y de ahí,
«hacer viaje» a pié o a como sea, a abrazar a mi mama.
Del número de teléfono del hombre ese, ni me acordé.
Salí para Costa Rica, el 15 de enero del 2020, cuando empezaba el asunto
este del Covid.
Oriundo de Chontales y vinculado a una honorable familia de intelectuales,
el juez Octavio es un ejemplo del malvado aparato de in-justicia orteguista.
Decenas de reos políticos y miembros de la iglesia han conocido su
implacable y canalla actuar.
¿Puede alguien explicarme mejor lo que es el amor?
Para mí es sentir el dolor del otro.
En la cárcel, si un compañero lloraba, yo lloraba,
si uno estaba feliz me contagiaba su felicidad.
Tener esa cercanía, esa empatía por el otro, eso es el amor.
¿Cómo puede uno tener ese sentimiento en un lugar tan terrible?”
Ex preso político Nairobi Olivas / León, Nicaragua.
A través de las páginas fatales
de la historia,
nuestra tierra está hecha
de vigor y de gloria,
nuestra tierra está hecha
para la Humanidad
Rúbén Darío
GLOSARIO