Jaca más allá de la nieve

Nos escapamos a una de las localidades más populares (y bonitas) de Huesca. La Perla del Pirineo Aragonés tiene un encanto especial que se puede descubrir justo ahora que la temporada de nieve aún no ha comenzado.
Exterior de la catedral de Jaca
Alamy Stock Photo

Aún no ha llegado la nieve. Quedan bastantes días por delante hasta que la temporada dé comienzo y posiblemente sea el mejor momento para visitar una de las ciudades más bellas de Aragón. Jaca nos espera, a la sombra del monte Oroel, y podemos dejar los esquíes aún descansando en el trastero porque todavía no es su baza.

Queremos ir a la capital de la comarca de La Jacetania y descubrir sus bondades, dejándonos llevar por nuestros sentidos porque hay Jaca para aburrir y está mucho más allá de la nieve.

EL QUE ES DE JACA ES MUY DE JACA

Los iacetanos ya existían antes de que la Roma decadente conquistara Hispania y cambiase el rumbo de nuestra historia. Es quizás por eso que los jacetanos actuales se sientan muy orgullosos de ser de donde son y pertenecer a uno de los rincones del Pirineo Aragonés más bello.

Y tanto es así que tienen su propia marca personal, llamada Muy de Jaca, por lo que hemos recorrido la ciudad de la mano de Ale Jarne, el menor de una familia jacetana de cinco hijos que se ha convertido en uno de los impulsores de esta genial iniciativa.

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Muy de Jaca es la verbalización de un sentimiento, nos cuenta Jarne, “una expresión que sirve para decir lo orgullosos que estamos de nuestra tierra y una forma de poner en valor nuestra tierra y ser conscientes de la cantidad de cosas maravillosas que puedes encontrar aquí”.

Además, Ale detalla que es una forma de unir todos los pueblos, los comercios, los bares, restaurantes y también el ocio, la cultura, los deportes, etc., con el objeto de llegar de una forma distinta a las personas de Jaca que viven aquí, que viven fuera o que tienen segunda residencia. “Y también a los que les gusta Jaca tanto como a nosotros”, puntualiza entre risas.

En Jaca hay mucha tela que cortar, por lo que planificarse la visita con tiempo es algo que se hace necesario. En tu hoja de ruta no debe faltar parada en estos enclaves que detallamos a continuación.

Catedral de San Pedro, Jaca.Alamy Stock Photo

CATEDRAL DE JACA

Es ideal partir desde este punto, ya que la Oficina de Turismo se encuentra justo al lado. La Catedral de San Pedro de Jaca es un espectacular templo románico del siglo XI que va íntimamente vinculado a la concesión de los fueros que hicieron de esta ciudad una villa próspera y moderna.

Dividida en tres naves, la catedral de Jaca permite observar cómo se ha ido remodelando a lo largo de los siglos, adoptando los nuevos estilos que iban apareciendo. Además, el papel de Jaca dentro del Camino de Santiago hace que esta catedral adquiera un interés turístico especial.

Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931 y en su interior se encuentra el Museo Diocesano de Jaca, uno de los lugares más relevantes en lo que a pintura románica se refiere.

CIUDADELA DE JACA

Ubicada frente a la catedral, la Ciudadela de Jaca es uno de los lugares más fascinantes de la ciudad oscense. Nos tenemos que remontar al siglo XVI, cuando el rey Felipe II trató de impedir el paso de los hugonotes franceses a través del Pirineo Aragonés. Y se le ocurrió construir esta fortaleza que, a día de hoy, se mantiene en un estado de conservación envidiable.

La Ciudadela de Jaca.Alamy Stock Photo

De hecho, está considerada la mejor conservada de Europa (tanto, que le ha valido el premio Europa Nostra). Tiene forma de estrella de cinco puntas y se puede recorrer por completo. Además se organizan visitas también para recorrer su interior, descubriendo el Museo de Miniaturas Militares en una de sus dependencias.

La entrada al museo no es gratuita por lo que es recomendable preguntar en la Oficina de Turismo por las visitas guiadas a la Ciudadela, para no perder detalle alguno de esta maravilla.

Un paseo por las calles de Jaca.Alamy Stock Photo

CASCO HISTÓRICO

Desde la Ciudadela y la Catedral hay que dejarse llevar por las callejuelas empedradas de Jaca y descubrir la radiografía de una ciudad que tiene mucho que contar. El itinerario nos llevará por el Ayuntamiento y su bellísima fachada plateresca, por la famosa Torre del Reloj, un edificio gótico que llegó a ser la cárcel, el barrio de la antigua judería y el impresionante Monasterio de las Benedictinas, fundado en el año 1555 y que está compuesto por la iglesia y la primitiva cripta.

En el interior de este último, descansa la infanta Doña Sancha de Aragón, en el mejor sepulcro románico conservado hasta la fecha y que, al parecer, también es el lugar donde descansan las hermanas y madre de la infanta.

Monasterio de San Juan de la Peña, Huesca.Hemis / Alamy Stock Photo

MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA

Es una excursión imprescindible en tu escapada a Jaca. Tras hacer parada en Santa Cruz de la Serós, otro de los secretos mejor guardados del románico aragonés, se llega a este peculiar monasterio excavado en la misma roca que fue el primer panteón real del Reino de Aragón. A punto de cumplir mil años de edad, se dice que el Santo Grial fue custodiado en el interior de sus muros.

GASTRONOMÍA: LA CULTURA DEL PINTXO, MUY PRESENTE

En Jaca la gastronomía se fundamenta mucho en productos de proximidad (verdura, huevos, gallinas, ternasco…) y también de temporada. Además de disfrutar de la típica comida aragonesa como las migas, el ternasco o la olla jacetana, en Jaca hay mucha cultura de tapeo.

“Tenemos vascos #muydejaca y a nosotros como a ellos, los pinchos y las tapas nos gustan mucho. Es más, una vez al año hay un concurso de tapas que se llama “Este finde tapas” en el que todos los bares hacen unas propuestas espectaculares en las que mezclan tradición e innovación, y por el que viene mucha gente a visitarnos”, cuenta Jarne a Condé Nast Traveler.

Además, Jaca ahora nos traslada a ese producto de la tierra que lleva su distintivo, como las setas, ahora en temporada y muy presente en las tascas del centro. Porque el casco histórico de Jaca es un hervidero de hambrientos que buscan ese pincho, guiados por el olfato y movidos por el estómago.

El entorno de Jaca es otro aliciente para visitarla.Alamy

Hay muchos sitios imprescindibles como La Tasca de Ana (Ramiro I, 3) y sus “rodolfitos” (langostinos fritos con salsa), la cocina del Alto Aragón del Restaurante Cobarcho (Ramiro I, 2) muy pegado al anterior, donde no faltan las migas y los níscalos o las brasas del Biarritz (Primer Viernes de Mayo, 12), para los que no quieren alejarse de la Ciudadela.

Vivir en Jaca es para Jarne un privilegio. Y así se sincera: “Jaca es un sitio que gusta mucho a la gente que la descubre y que engancha en cualquier época del año. Tanto sus paisajes, su cultura, sus monumentos, su comercio, su entorno o su gente hacen de la perla del Pirineo una ciudad acogedora y un lugar privilegiado tanto para vivir como disfrutar de unas vacaciones”.

 Porque para nuestro Cicerone, vivir en Jaca es calidad de vida, y motivos le sobran.

Y ADEMÁS...

Debido al entorno natural y buena climatología, en Jaca se puede practicar todo el deporte de montaña que se pueda imaginar Aquí hay rutas para hacer senderismo, escalada, patinaje artístico, barrancos, rutas a caballo, rafting, tirolina, rutas de btt y cicloturismo. Precisamente se está trabajando en la Jacetania, junto con la comarca del alto Gállego, un territorio cicloturista.

La mítica pastelería Echeto de Jaca.Echeto

Jaca es el fin de la primera etapa del camino de Santiago en España, por el cual vienen muchos peregrinos. A nivel cultural, hay muchas actividades que hacen de Jaca una ciudad viva y dinámica aun en ausencia de la nieve.

Algunos ejemplos los encontramos en el festival Folclórico de los Pirineos, el festival internacional de música antigua en el Camino De Santiago o la fiesta del Primer Viernes de Mayo, declarada de interés turístico nacional.

El bonus track de tener alrededor unos pueblos increíbles para hacer turismo rural como Hecho, Ansó, Santa Cruz de la Serós o la preciosa la estación de Canfranc hacen de Jaca una escapada inolvidable (y sin necesidad de sacar los esquíes).

Estación de Canfranc.Alamy

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