Un vergel en medio de los Andes

Se llama El Barreal y es un auténtico paraíso en mitad de la nada, perdido en plenos Andes argentinos.

En la provincia de San Juan no todo el paisaje está desierto.

D.R.

El Barreal es un frondoso oasis dentro del desierto de San Juan en el que disfrutar de las mejores vistas a la cordillera de los Andes, y donde los amaneceres y los atardeceres son dignos de fotografiar. Es, sin lugar a duda, el destino para alcanzar la desconexión total porque, entre otras cosas, el wifi brilla por su ausencia.

La única forma de acceder hasta este pequeño paraíso es en coche desde la ciudad de Mendoza. Si preguntas a un local te dirá que la duración del viaje son algo más de dos horas, pero te irás a más de tres horas porque el camino es tan atractivo que querrás ir parando para hacer fotografías, ya que recorre la precordillera y los propios Andes. Circulas por una carretera de un sólo carril por la que transitan zorros, llamas y caballos, y sobrevuelan cientos de aves.

Paisaje lunar en la pampa de El Leoncito.

Getty Images

Es conveniente realizar el viaje en un vehículo todo terreno ya que encontrarás tramos, como el cercano a la bifurcación para llegar a Chile, de unos 35 km, que no está asfaltado. La carretera se hace de arena y polvo, muy bucólico, pero conviene tener un buen coche que no sufra con las piedras que abundan en el camino.

Tal vez sea esta dificultad de acceso, precisamente, el secreto del éxito de este lugar, al que sabrás que has llegado cuando empieces a visualizar cientos de enormes y verdes árboles –la mayoría de ellos álamos y sauces– que embellecen y ocultan las casas de la localidad y escuches las aguas de su caudaloso y activo río de los Patos.

Vistas a los Andes desde La Posada de los Patos.

La Posada de los Patos

EL WIFI BRILLA POR SU AUSENCIA

Si algo tiene El Barreal es que no queda más remedio que relajar la mente y disfrutar de sus paisajes, sus famosos asados, su espectacular entraña con papas a la plancha que sirven en el restaurante La Ramada y de la multitud de oferta deportiva de aventura que ofrece como trekking, mountain bike, montañismo, cabalgatas y excursiones 4x4.

Y es que no hay apenas wifi en todo, repetimos, todo el pueblo. La mayoría de las casas carecen de él, así que para acceder al mundo virtual sólo hay dos opciones: o bien ir a una esquina de la plaza del pueblo –porque no goza de total cobertura– o acercarte hasta su famosa ferretería, a la que tarde o temprano tendrás que ir, ya que es el lugar donde comprar de todo, y el epicentro del pueblo. Todo pasa (o te enteras) allí.

Su propietario, además, organiza las mejores rutas a caballo por Los Andes, de días o ya más cortas, de unas tres horas de duración, en dirección a la precordillera. Los más atrevidos pueden llegar hasta 'La Teta Colorada', que permite tener unas excelentes vistas del cerro Mercedario y el Aconcagua.

Asado en el restaurante La Ramada.

La Ramada

CIELOS ESTRELLADOS

Conocido como uno de los cielos más limpios de Argentina y del mundo, es un espectáculo obligado para deleitarte todas las noches que pasas en esta localidad. Los expertos aseguran que en El Barreal se dan tres factores decisivos para que existan estos **cielos limpios de polución y repletos de estrellas y constelaciones: ** “Es un pueblo con escasa contaminación lumínica, donde sopla poco viento, y en el que no hay apenas nubes casi 300 noches al año”.

Os recomendamos dos lugares perfectos para verlas en todo su esplendor. Por un lado el parque natural de Leoncito, uno de los más importantes del país, donde se ubica el Complejo Astronómico El Leoncito , a unos 40 km de distancia. Es uno de los observatorios más importantes del hemisferio sur y organizan visitas tanto de día como de noche, pero la mejor opción en este punto es cuando aparece la luna.

Otro lugar perfecto es el famoso Barreal Blanco, a 20 km de la localidad en dirección a Mendoza, que reconocerás por su color blanco, que recuerda a un lago de sal, ya que se trata de una planicie inmensa de suelo lunar donde, cuando cae el sol, aparece un viento inesperado perfecto para la práctica del carrovelismo, más conocido como windcar. ¡Algo único!

El parque natural de Leoncito es uno de los mejores lugares del mundo para ver estrellas y constelaciones.

Alamy

DULCES SUEÑOS EN LA POSADA DE LOS PATOS

El mejor hotel de la zona es La Posada de los Patos, ubicado en un extremo de la localidad. Es cien por cien rústico, con una clara y fuerte influencia de la cultura mexicana, concretamente de la tradición arquitectónica de la Región de Cuyo. La historia del nombre se remonta a hace unas décadas, cuando era el paso de la columna principal del ejército de los Andes, liderada por el General José de San Martín, que cruzó la cordillera para liberar Chile.

El hotel está dividido en dos áreas, con un edificio central presidido por un inmenso patio exterior donde se desarrollan los servicios básicos como desayuno y comidas, con grandes ventanales que miran hacia la cordillera.

La arquitectura de La Posada de los Patos está basada en la de la región mexicana de Cuyo.

La Posada de los Patos

Las instalaciones se completan con diez casas estratégicamente construidas para tener terrazas con vistas a Los Andes. Es un espacio que incita al relax, a la lectura en alguna de sus hamacas, a unos baños en su 'pileta', o a degustar un mate. ¿Un plus? Aquí sí hay wifi.

Si te encuentras con problemas de ocupación, existen otras ofertas de alojamiento en el pueblo, como es La Posada del Alemán , donde, además, es un lugar perfecto para ir a comer recetas cien por cien caseras cualquier día de la semana.

La Posada de los Patos es de estilo rústico y esencia mexicana.

La Posada de los Patos

SLOWLIFE: DE MI CAMPO

Se trata de una de las empresas de productos gourmet orgánicos con mejor reputación del país, cuya sede central se encuentra en el corazón de El Barreal. En una pequeña casa de campo, rodeada de hectáreas de campo y cultivos y con el río Patos como límite de la finca, se elaboran todos los productos de la marca, como frutas, hierbas aromáticas, sales… Todo cien por cien orgánico y sostenible. Puedes solicitar una visita a la finca para conocer de primera mano los procesos de fabricación y, de paso, adquirir algunos productos para degustar en casa.

La marca De mi campo fue fundada por la argentina Cecilia Zunino, quién supervisa cada paso con todo cariño, cuidando hasta el más pequeño detalle. Ella misma nos explica que este lugar es perfecto para el crecimiento de las hierbas aromáticas, ya que se alinean factores como la amplitud térmica, el sol y la proximidad de la montaña, cuyas aguas de deshielo hacen los campos más fértiles.

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Nos cuenta, además, que su marca posee una clara filosofía: “Conseguir una alimentación libre de contaminantes, a través de una agricultura que evita el uso de agroquímicos, priorizando calidad sobre cantidad, para que los alimentos conserven los aromas y sabores originales”.

El romero, el eneldo o la sal con hierbas orgánicas son sus artículos estrella, y como productos diferentes y singulares están el chimichurri seco o la salsa malbec, ambos perfectos para dar sabor a un buen asado argentino.

Por último, no podemos dejar de mencionar sus infusiones orgánicas en bolsa a base de manzanilla y lavanda, o la de melisa. ¿Un soplo? Ha comenzado a vender en la cadena orgánica americana Whole Food Market.

Hierbas y especias de la marca De mi campo.

De mi campo

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