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Academia Ciencia

Micorrizas: el poder de las asociaciones orgánicas

24/02/2022
Por: Natalia Piedrahita Tamayo Periodista

No son del todo hongos ni del todo plantas. Afloran en la simbiosis de ambos reinos y representan beneficios ambientales como la remediación de tierras, la multiplicación de los cultivos y la descontaminación de aguas, lo cual convierte a las micorrizas en una solución natural ante los retos ecosistémicos locales y globales.

Ilustración: Carolina Gomes. 

Hace 400 000 millones de años, en medio de suelos inhóspitos para la vida, se dio una integración que benefició el crecimiento y la supervivencia de las plantas y de parte de la vida microscópica: la endosimbiosis o unión entre hongos y raíces, este fenómeno de colonización del suelo, nombrado por la microbiología y la micología como micorrizas, propicia una suerte de resiliencia —capacidad de adaptación a una situación traumática— en la que se estabilizan naturalmente factores como la temperatura y la humedad para que aflore una planta.

En esta asociación, que se da en más del 90 % de la vegetación terrestre conocida, «la planta le entrega carbono al hongo y éste concede nutrientes a las plantas, por lo cual se da una interacción de composición química, temperatura y pH, generando un beneficio de todos los factores que están implicados», explicó Ómar Ocampo Jiménez, biólogo e investigador del Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia.

En un contexto de contaminación de tierras o aguas por minerales pesados como el mercurio y el plomo, derivados de actividades industriales, las micorrizas pueden ayudar a recuperar las áreas afectadas. «En programas de restauración forestal, la micorriza se aplica para recuperar sitios degradados por hidrocarburo. Su efecto natural produce partículas fundamentales para reducir la erosión, fertilizar áreas determinadas, propiciar el intercambio de carbono orgánico de suelos. Es una dinámica orgánica reparadora», declaró María Camila Pizano Gómez, micóloga, docente, investigadora de la Universidad Icesi y experta en micorrizas.

Su experiencia investigativa en interacciones de plantas y micorrizas arbusculares —que residen en las raíces de los árboles— la lleva a afirmar que este fenómeno puede entregar grandes aportes en temas relacionados con la agricultura y la conservación de ecosistemas: «Estas pueden promover tolerancia al estrés hídrico o biótico de las plantas —cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible—; asimismo, favorecen la retención de la materia orgánica y pueden estimular la producción de micelio, una sustancia que ayuda a reducir los daños causados por erosión, y a mantener la estructura del suelo».

Colombia posee el 0.8 % de las reservas de carbón del mundo, es decir, es el cuarto productor de la Tierra. Para el desarrollo de esta industria es necesario arrasar la vegetación y muchos de los componentes del suelo, con lo cual se afecta el agua y las especies que habitan en un área determinada. Se creería que restaurar estos espacios es imposible, pero con el uso de las micorrizas es una misión que puede cumplirse.

Hay un árbol nativo, Guazuma ulmifolia, comúnmente conocido como guásimo, cuyo efecto restaurador contribuye a la fijación de nitrógeno y cobertura de hojarasca. «Por su fácil adaptación y crecimiento, mezclado con fertilizantes orgánicos y hongos formadores de micorrizas arbusculares, puede propiciar una rápida recuperación de terrenos afectados por la minería», precisó Ocampo Jiménez.

Ante la urgencia de que las sociedades adopten medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se abre un amplio panorama de estudio sobre estas asociaciones. 

La investigación en micorrizas es una de las líneas de estudio del Grupo de Taxonomía y Ecología de Hongos del Instituto de Biología, que se encarga de investigar diferentes especies fúngicas para determinar sus características, usos y distribución. Aunque cada vez son más las instituciones y personas que se internan en el conocimiento de la funga colombiana, es un área de estudio casi inexplorada.

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