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VIDA VERDADERA TOMO 9.pdf - El Libro de la Vida Verdadera

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LIBRO DE LA <strong>VIDA</strong> <strong>VERDADERA</strong><br />

<strong>TOMO</strong> 9<br />

ENSEÑANZA N° 242<br />

1. En este tiempo en que el dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad es acerbo y su<br />

jornada penosa, ha sido mi voluntad acercarme a vosotros para<br />

ayudaros a encontrar vuestra heredad.<br />

2. Volved vuestra faz y ved el camino que <strong>de</strong>jasteis, <strong>de</strong>l cual algunos<br />

hoy se horrorizan. A esos mismos caminos os haré volver, mas no para<br />

que os manchéis ahí, sino para que rescatéis a los que perdidos se<br />

encuentran.<br />

3. Aprovechad mi estancia entre vosotros, discípulos, para que llevéis<br />

mi paz en vuestro espíritu y él <strong>la</strong> haga sentir a sus hermanos.<br />

4. Mi Doctrina en este Tercer Tiempo, os levantará <strong>de</strong> vuestro<br />

estancamiento espiritual y os hará dar gran<strong>de</strong>s y firmes pasos en el<br />

sen<strong>de</strong>ro espiritual.<br />

5. Yo os concedí <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> que mi comunicación fuese por vuestro<br />

propio entendimiento, para que os sintieseis dignos <strong>de</strong> mi Divinidad,<br />

para que, viendo que si fuisteis capaces <strong>de</strong> transmitir mi pa<strong>la</strong>bra y <strong>de</strong><br />

que en torno a el<strong>la</strong> se reuniesen gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s, mañana, cuando<br />

esta voz ya no se escuche, no se acobar<strong>de</strong> vuestro corazón ante <strong>la</strong> lucha<br />

sabiendo que mi pa<strong>la</strong>bra quedó grabada en vuestro ser.<br />

6. Cuidaréis <strong>la</strong> simiente que os estoy confiando, ved que Yo nunca<br />

<strong>de</strong>sheredo al hijo, sino que él, con sus ma<strong>la</strong>s obras, se va <strong>de</strong>sheredando.<br />

7. Cuando los hombres l<strong>la</strong>men a vuestra puerta en <strong>de</strong>manda <strong>de</strong><br />

explicaciones y <strong>de</strong> testimonios, no os vayáis a ocultar, ni vayáis a<br />

preguntar: ¿Qué haré? ¿Qué respon<strong>de</strong>ré?<br />

8. Seréis los que con ánimo sereno y voz firme habléis <strong>de</strong> Mí y<br />

<strong>de</strong>fendáis mi nombre con <strong>la</strong>s armas que os he dado, que son: caridad,<br />

amor, verdad.<br />

9. Por eso he permanecido entre vosotros manifestándome por <strong>la</strong>rgo<br />

tiempo, para que mis múltiples lecciones os iluminen y mis prodigios<br />

enciendan vuestra fe. La esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra os ha hecho olvidar<br />

vuestro antiguo fanatismo religioso y cuando seáis escudriñados, sólo<br />

encontrarán en vosotros <strong>la</strong> sencillez <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro culto espiritual.<br />

10. A torrentes se <strong>de</strong>sborda mi pa<strong>la</strong>bra en los diferentes recintos don<strong>de</strong><br />

el<strong>la</strong> se hace oír, para que en los tiempos <strong>de</strong> mayor lucha y pruebas, no<br />

vayáis a sentiros carentes <strong>de</strong> enseñanza, mas ya se aproxima el instante<br />

en que mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>je <strong>de</strong> oírse entre vosotros.


11. No temáis quedaros sin esta gracia, pensad que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Primer<br />

Tiempo, os vengo preparando para <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

12. Cada tiempo ha sido una lección nueva para vuestro espíritu y un<br />

paso hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el camino <strong>de</strong> evolución.<br />

13. Estoy dando mi mensaje <strong>de</strong> paz al mundo, haciendo oír mi voz a<br />

través <strong>de</strong> muchos portavoces. Y como en todos los tiempos, mi<br />

enseñanza tien<strong>de</strong> a perfeccionar a vuestro espíritu.<br />

14. Si el hombre careciese <strong>de</strong> espíritu y fuese un ser absolutamente<br />

material, su misión y su <strong>de</strong>stino terminarían con su último aliento <strong>de</strong><br />

vida, pero en él existe algo que es imperece<strong>de</strong>ro, por lo que luchará,<br />

ve<strong>la</strong>rá y elevará su mirada a lo eterno.<br />

15. Mi pa<strong>la</strong>bra os prepara para vivir en el mundo <strong>de</strong>l mañana, en ese<br />

tiempo en el que comenzará a ser comprendido mi mensaje, entonces<br />

comprobaréis que Yo supe anticiparme a los acontecimientos, que<br />

mucho tiempo antes os predije.<br />

16. Luchará mi Doctrina y sostendrá verda<strong>de</strong>ras batal<strong>la</strong>s en el corazón<br />

<strong>de</strong> los hombres, mientras ellos insistan en vivir una existencia egoísta,<br />

haciéndoles compren<strong>de</strong>r que don<strong>de</strong> no existe caridad y amor, no podrá<br />

haber paz.<br />

17. Mis lecciones espirituales no son tan sólo para los que viven<br />

oprimidos en <strong>la</strong> pobreza y en <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción; el<strong>la</strong>s tienen también <strong>la</strong><br />

misión <strong>de</strong> encauzar a los espíritus y <strong>la</strong>s mentes <strong>de</strong> quienes conducen y<br />

gobiernan en los distintos ór<strong>de</strong>nes a <strong>la</strong> humanidad. Mi pa<strong>la</strong>bra está<br />

haciendo un l<strong>la</strong>mado a los sentimientos nobles que alberga todo<br />

humano, porque es <strong>la</strong> forma en que compren<strong>de</strong>réis el <strong>de</strong>stino superior<br />

que hay en cada uno <strong>de</strong> vosotros.<br />

18. Si en vez <strong>de</strong> guardar en el corazón odio, egoísmo y pesimismo,<br />

albergaran los hombres el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hacer el bien y alimentaran <strong>la</strong><br />

esperanza en el triunfo <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia, <strong>la</strong> espiritualidad se iría<br />

extendiendo y os amaríais como hermanos formando una fuerza<br />

po<strong>de</strong>rosa ante <strong>la</strong> cual se <strong>de</strong>svanecerían todas <strong>la</strong>s situaciones que os<br />

conducen a <strong>la</strong> guerra.<br />

19. Yo no os castigo; pero soy justicia y como tal, <strong>la</strong> hago sentir en<br />

todo aquel que contravenga mis mandatos, porque el Eterno os ha<br />

hecho conocer su Ley que nadie pue<strong>de</strong> modificar.<br />

20. Ved cómo el hombre en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> prueba, al caer en un inmenso<br />

abismo, al ver que <strong>la</strong> mujer llora ante <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> los seres queridos, a<br />

<strong>la</strong> niñez privada <strong>de</strong> alimento y los hogares sumidos en <strong>la</strong> miseria y en el<br />

duelo, llora, se consterna ante su <strong>de</strong>sgracia, se <strong>de</strong>sespera y en lugar <strong>de</strong><br />

orar y arrepentirse <strong>de</strong> sus culpas reniega contra Mi, diciendo: ¿Cómo es<br />

posible que Dios me castigue en esta forma? Mientras el Espíritu


Divino en verdad, también llora por el dolor <strong>de</strong> sus hijos y sus lágrimas<br />

son sangre <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> perdón y <strong>de</strong> vida.<br />

21. En verdad os digo que en este tiempo, por <strong>la</strong> evolución que <strong>la</strong><br />

humanidad ha alcanzado, no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> so<strong>la</strong>mente <strong>de</strong> mi caridad el<br />

remedio <strong>de</strong> su situación. <strong>El</strong><strong>la</strong> es víctima <strong>de</strong> sí misma, mas no <strong>de</strong> mi<br />

castigo, porque mi Ley y mi luz bril<strong>la</strong>n en toda conciencia. Mi justicia<br />

<strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a arrancar <strong>de</strong> raíz toda yerba nociva, y <strong>la</strong>s mismas fuerzas <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> Naturaleza se manifiestan como intérpretes <strong>de</strong> esa justicia. Entonces,<br />

parece que todo se une para exterminar al hombre, cuando sólo es para<br />

su purificación, pero habrá quienes se confundan y digan: "Si hemos <strong>de</strong><br />

sufrir tanto dolor, ¿Por qué venimos a este mundo?". Sin reflexionar<br />

que el dolor y el pecado no nacieron <strong>de</strong> Mí. <strong>El</strong> hombre es responsable<br />

<strong>de</strong> permanecer en <strong>la</strong> ignorancia <strong>de</strong> lo que es justicia y <strong>de</strong> lo que es<br />

expiación, <strong>de</strong> ahí primero su inconformidad y luego su b<strong>la</strong>sfemia. Sólo<br />

el que ha observado mi enseñanza y está atento a mi Ley, es incapaz <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>nzar cargos a su Padre.<br />

22. <strong>El</strong> espíritu es una chispa brotada <strong>de</strong>l Espíritu Divino y puesto a<br />

prueba a través <strong>de</strong> diferentes materias. Por esa evolución que ya habéis<br />

alcanzado, es posible que en este tiempo, mi mensaje espiritual llegue<br />

directamente hasta él y sea comprendido. Si todo se perfecciona,<br />

natural es que también vosotros evolucionéis. ¿Cómo es posible que<br />

siguierais imaginando a vuestro Dios en <strong>la</strong> forma tan limitada en que lo<br />

concibieron vuestros antepasados? Ya no podréis vivir y pensar como<br />

aquellos que obraron <strong>de</strong> acuerdo con los ritos y preceptos que les<br />

obligaron a seguir. Ya no podéis consi<strong>de</strong>raros como ellos, <strong>de</strong>masiado<br />

pequeños para enfrentaros a lo que es espiritual.<br />

23. Si antes los hombres trataban <strong>de</strong> encontrar su salvación<br />

construyendo templos materiales y pretendían alcanzar <strong>la</strong> purificación<br />

<strong>de</strong> su espíritu en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> cultos exteriores, vosotros no<br />

permaneceréis en ese estancamiento <strong>de</strong> fanatismo e ignorancia, porque<br />

se aletargarían en vuestro ser <strong>la</strong>s faculta<strong>de</strong>s que poseéis para<br />

compren<strong>de</strong>r y contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> vuestro Dios.<br />

24. Os he dicho: concentraos en el fondo <strong>de</strong> vuestro corazón para que<br />

contempléis, no con los ojos <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia sino con los <strong>de</strong>l espíritu, lo<br />

infinito e insondable. Entonces, ante tanta gracia recibida <strong>de</strong> mi<br />

caridad, no preten<strong>de</strong>réis <strong>de</strong>mostrar vuestra gratitud con ofrendas<br />

materiales.<br />

25. Vuestros sentimientos y obras <strong>de</strong> amor constituirán vuestra mejor y<br />

más digna ofrenda.<br />

26. Si queréis alcanzar <strong>la</strong> gloria, haced un libro escrito con vuestras<br />

buenas obras, entonces seréis los únicos responsables <strong>de</strong> vosotros<br />

mismos y ya no relegaréis vuestra responsabilidad en otras personas.


27. Después <strong>de</strong> haberos seña<strong>la</strong>do el camino que es el mismo que os<br />

tracé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos pasados y que es firme cimiento para vuestro<br />

futuro, <strong>de</strong>béis guardaros <strong>de</strong> constituir nuevas leyes o preceptos que<br />

pudieran aparecer como nuevas doctrinas, pues se apartarán <strong>de</strong>l sentido<br />

<strong>de</strong> mí pa<strong>la</strong>bra.<br />

28. No vengo a atacar ninguna religión, cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s tiene su<br />

responsabilidad. Yo sólo muestro lo perfecto; el que quiera<br />

perfeccionarse que me siga.<br />

29. Yo <strong>de</strong>rramé mi sangre para enseñaros a conquistar <strong>la</strong> salvación. Se<br />

aproxima <strong>la</strong> hora en que también vosotros, en <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> prueba,<br />

reconozcáis cuán justas fueron <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> Jesús.<br />

30. Mi luz se manifiesta en <strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s congregadas<br />

bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> estos humil<strong>de</strong>s y pequeños recintos, que son árbol<br />

para el cansado viajero y oasis para los peregrinos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, el<strong>la</strong> los<br />

ilumina y los conforta.<br />

31. En el amor con que os perdono y corrijo, me doy a conocer. Cuando<br />

vivisteis bajo vuestra voluntad ofendiendo a cada instante al Padre, no<br />

corté el hilo <strong>de</strong> esa existencia <strong>de</strong> pecado, no os negué el aire, ni el pan;<br />

no os abandoné en el dolor ni <strong>de</strong>soí vuestra queja; y <strong>la</strong> Naturaleza os<br />

siguió ro<strong>de</strong>ando con su fecundidad, su luz y sus bendiciones. Así me<br />

doy a conocer y me manifiesto a los hombres. Nadie podrá amaros en<br />

<strong>la</strong> Tierra con este amor, y nadie sabrá perdonaros con el perdón Que Yo<br />

os doy.<br />

32. Es vuestro espíritu una semil<strong>la</strong> que vengo cultivando y<br />

perfeccionando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad hasta que dé <strong>la</strong>s más hermosas flores<br />

y los más perfectos frutos. ¿Cómo podría <strong>de</strong>jaros morir o abandonaros<br />

a <strong>la</strong> furia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tempesta<strong>de</strong>s?<br />

33. ¿Cómo abandonaros en vuestro camino si el único que sabe el<br />

<strong>de</strong>stino <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s criaturas soy Yo?<br />

34. Mucho os estoy reve<strong>la</strong>ndo a vosotros, para que en vuestro camino<br />

aprendáis a escuchar <strong>la</strong> queja que no brota <strong>de</strong> los <strong>la</strong>bios, a <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong><br />

tristeza que se oculta <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una sonrisa y a sanar <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s<br />

que no tienen alivio por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia.<br />

35. Ahora que se cruzan en vuestra senda los necesitados, <strong>de</strong>positad en<br />

ellos algo <strong>de</strong> lo que habéis recibido, mas no perdáis el tiempo y os<br />

sorprenda el reloj <strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad l<strong>la</strong>mándoos al valle espiritual, porque<br />

<strong>la</strong>mentaréis amargamente <strong>la</strong> oportunidad perdida.<br />

36. Labrad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora <strong>la</strong> paz para el espíritu.<br />

37. Discípulos: mi pa<strong>la</strong>bra muchas veces ha sido justiciera entre<br />

vosotros, pero en su fondo habéis encontrado el sabor dulce <strong>de</strong>l fruto<br />

que os ha levantado a <strong>la</strong> regeneración en este tiempo.<br />

38. Os he rec<strong>la</strong>mado con rigor cuando habéis sido obstinados en el<br />

pecado, pero no habéis tardado en <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> intención <strong>de</strong> vuestro


Padre, que es <strong>la</strong> <strong>de</strong> salvaros. Y así, <strong>la</strong> reaciedad <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia ha ido<br />

cediendo a <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

39. Del amor con que os he dado <strong>la</strong> vida, pocas pruebas o señales dan<br />

los hombres. De todos los afectos humanos, el que más se asemeja al<br />

amor divino es el amor maternal, porque en él existe el <strong>de</strong>sinterés, <strong>la</strong><br />

abnegación y el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong> felicidad <strong>de</strong>l hijo aun a costa <strong>de</strong>l<br />

sacrificio.<br />

40. Pero volverá a brotar <strong>de</strong> los corazones el amor, el cual transformará<br />

al mundo. Este amor lo inspira mi Espíritu Santo, quien envía sus<br />

<strong>de</strong>stellos sobre <strong>la</strong> humanidad, para <strong>de</strong>spertar<strong>la</strong> <strong>de</strong> su sueño profundo,<br />

para que pueda gozar con <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad <strong>de</strong> este nuevo amanecer.<br />

41. Todo el que en este tiempo quiera seguirme, tendrá que abandonar<br />

algo para ir en pos <strong>de</strong> mi huel<strong>la</strong>. Unos <strong>de</strong>jarán posesiones, otros<br />

olvidarán falsos amores, habrá quienes <strong>de</strong>sciendan <strong>de</strong> sus altos sitiales<br />

y tronos, mientras otros abandonan sus altares.<br />

42. Detrás quedarán <strong>la</strong>s pasiones, <strong>la</strong>s vanida<strong>de</strong>s, los fugaces e insanos<br />

p<strong>la</strong>ceres.<br />

43. Es que vengo en busca <strong>de</strong> vuestro espíritu, al que ayudo con mi<br />

amor para salvarle. No he abierto <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra Prometida<br />

para que en el<strong>la</strong> penetre vuestra envoltura. Esa b<strong>la</strong>nca ciudad, es <strong>la</strong><br />

morada que espera cual novia ataviada con sus mejores ga<strong>la</strong>s <strong>la</strong> llegada<br />

<strong>de</strong>l prometido, que le ha conquistado con sus méritos y sus victorias en<br />

<strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s batal<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, y ese es vuestro espíritu.<br />

44. Vengo a enseñaros a hacer los méritos necesarios para llegar a <strong>la</strong><br />

morada eterna. Os he enseñado a orar por el mundo con esa oración<br />

profunda y sencil<strong>la</strong> que se eleva a Mí como el néctar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores. Os<br />

he dado faculta<strong>de</strong>s y dones, para que hagáis <strong>la</strong> caridad en muchas<br />

formas. Os he revestido <strong>de</strong> fuerza espiritual y moral para vivir y<br />

atravesar <strong>la</strong>s pruebas con ánimo sereno. Os he estimu<strong>la</strong>do en vuestros<br />

propósitos <strong>de</strong> regeneración y enmienda, para que sintáis <strong>la</strong> dicha <strong>de</strong><br />

l<strong>la</strong>maros mis discípulos y <strong>la</strong> satisfacción <strong>de</strong> ir sembrando con ejemplos<br />

mi Doctrina.<br />

45. Vuestro espíritu se ha preparado para recibir mi presencia. Veo que<br />

a medida que el tiempo pasa, va <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> preocuparos <strong>la</strong> vida<br />

terrestre y comienza a interesaros más vuestro futuro espiritual.<br />

46. Los sufrimientos y vicisitu<strong>de</strong>s que vais encontrando en vuestra<br />

senda, los tomáis como pequeños pedruscos que sólo hieren levemente<br />

vuestra p<strong>la</strong>nta y no como obstáculo <strong>de</strong>cisivo, para <strong>de</strong>tener vuestra<br />

marcha. Ahora guardáis el sollozo y <strong>la</strong>s lágrimas para los gran<strong>de</strong>s<br />

trances.<br />

47. Mi caridad os va conduciendo y vosotros vais comprendiendo. Ya<br />

no sois aquellos que os concretabais a recrearos mientras oíais mi


pa<strong>la</strong>bra sin guardar nada <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, y estabais sólo atentos a solicitar <strong>de</strong>l<br />

Señor los bienes materiales.<br />

48. Ahora venís como verda<strong>de</strong>ros discípulos en busca <strong>de</strong>l Maestro y<br />

como tal me encontráis. Si antes os dije: "Yo soy el Camino", ahora os<br />

puedo <strong>de</strong>cir: Yo soy <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> por <strong>la</strong> cual ascen<strong>de</strong>réis hasta Mi porque<br />

ya habéis hal<strong>la</strong>do en mi luz <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> elevaros, <strong>de</strong> acercaros a Mí y<br />

<strong>de</strong> conversar espiritualmente con el Maestro por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración.<br />

49. Me estáis encontrando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vosotros mismos, en <strong>la</strong> morada<br />

don<strong>de</strong> siempre he habitado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que vosotros existís. Habéis mirado<br />

hacia vuestro interior, y habéis <strong>de</strong>scubierto un santuario, el cual guarda<br />

un altar <strong>de</strong> amor, una ofrenda <strong>de</strong> humildad y una lámpara, cuya f<strong>la</strong>ma<br />

no apagan <strong>la</strong>s más violentas tempesta<strong>de</strong>s: <strong>la</strong> Fe.<br />

50. Vuestro espíritu ha sido emisario y portador <strong>de</strong> misiones<br />

espirituales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong>l tiempo ha sido <strong>de</strong>stinado para salvar<br />

y ben<strong>de</strong>cir a sus semejantes.<br />

51. Para él, pasó el tiempo en que creaba <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> su Dios para<br />

sentirlo accesible y cercano, para tocarlo, mirarlo y hab<strong>la</strong>rle.<br />

52. Hace tiempo que habéis vuelto <strong>la</strong> espalda a aquel<strong>la</strong>s imágenes,<br />

figuras y símbolos, porque habéis comprendido que <strong>la</strong> imagen real <strong>de</strong>l<br />

Creador <strong>la</strong> lleváis en vosotros, puesto que poseéis algo <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s potencias y atributos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Divinidad, como son <strong>la</strong> vida, el amor, <strong>la</strong><br />

conciencia, <strong>la</strong> voluntad, <strong>la</strong> razón, <strong>la</strong> fuerza, <strong>la</strong> eternidad espiritual.<br />

53. En este tiempo seré comprendido y amado por vuestro espíritu,<br />

también seré imitado. Mi luz está reve<strong>la</strong>ndo todo lo que fue confuso e<br />

incomprensible para los hombres.<br />

54. He venido a hab<strong>la</strong>ros por medio <strong>de</strong> vuestro entendimiento,<br />

traduciéndose <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi efluvio divino en pa<strong>la</strong>bra humana; mas<br />

sabed que cuando el portavoz y <strong>la</strong> multitud <strong>de</strong> oyentes se han sabido<br />

preparar para recibirme, me he manifestado en esencia divina, pero<br />

cuando mis hijos no se han sabido elevar, ni han dispuesto el santuario<br />

para Mí, el Rayo Divino ha quedado flotando sobre los espíritus sin<br />

penetrar <strong>de</strong> lleno en ellos.<br />

55. Mucho os reve<strong>la</strong>ré aún y os enseñaré en estos últimos instantes. Mi<br />

legado será gran<strong>de</strong>, todavía existe en mi arcano mucho <strong>de</strong> lo que a cada<br />

quien correspon<strong>de</strong>. No todos alcanzaréis el mismo grado <strong>de</strong><br />

comprensión, aun siendo <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> los seña<strong>la</strong>dos, porque unos se<br />

encuentran en peldaños más elevados que otros. Comprendiendo esto,<br />

no tratéis <strong>de</strong> forzar a nadie, sed amables y con<strong>de</strong>scendientes y ayudaos<br />

todos en vuestra misión.<br />

56. Os estáis fortaleciendo para <strong>la</strong>s pruebas, <strong>la</strong>s que llegarán en formas<br />

imprevistas. Un indicio <strong>de</strong> lo que el<strong>la</strong>s han <strong>de</strong> ser, lo habéis tenido bajo<br />

formas simbólicas a través <strong>de</strong> sueños proféticos y mirajes espirituales.<br />

Ve<strong>la</strong>d y orad que Yo os prevendré.


57. Os sentís indignos y pequeños ante mi Obra y ante vuestro propio<br />

<strong>de</strong>stino, pero en verdad os digo que todas <strong>la</strong>s asperezas <strong>de</strong> vuestras<br />

imperfecciones serán pulidas por el cincel <strong>de</strong> esas pruebas que os<br />

anuncio.<br />

58. Todo hab<strong>la</strong>rá <strong>de</strong> Mí y Yo estaré hablándoos a través <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />

manifestaciones <strong>de</strong> esta Naturaleza; <strong>la</strong>s voces que antes no fueron<br />

oídas, hoy serán escuchadas y comprendidas. Toda <strong>la</strong> creación <strong>la</strong>tirá, se<br />

estremecerá y se conmoverá para dar testimonio <strong>de</strong> que el juicio divino<br />

es en el Universo. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido juzgados, volverán los seres<br />

a su cauce, pero habiendo dado un paso hacia <strong>la</strong> perfección. Será el<br />

<strong>de</strong>spertar y el renacimiento <strong>de</strong> esta humanidad.<br />

59. La luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> virtud podrá bril<strong>la</strong>r en este mundo sin que nadie <strong>la</strong><br />

apague; <strong>la</strong> razón logrará imponerse y el amor <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> ser pa<strong>la</strong>bra para<br />

convertirse en obra. Comenzarán a <strong>de</strong>saparecer señores y esc<strong>la</strong>vos.<br />

Tendré mis discípulos en toda <strong>la</strong> Tierra y ellos serán luz, paz y<br />

reve<strong>la</strong>ción para los pueblos.<br />

60. Este mundo, convertido por <strong>la</strong> ambición y el egoísmo humano, en<br />

manzana <strong>de</strong> discordia, será al fin compartido por todos, aun sin ser sus<br />

dueños, porque al haceros el l<strong>la</strong>mado el Dueño <strong>de</strong> todo lo creado,<br />

obedientemente <strong>de</strong>jaréis todos vuestros bienes.<br />

61. La humanidad se está preparando para cuando lleguen esos tiempos<br />

<strong>de</strong> luz. Vosotros, cuando os sintáis en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> prueba, no vayáis a<br />

<strong>de</strong>sesperar, ni menos a b<strong>la</strong>sfemar; orad, ve<strong>la</strong>d y resistid. La b<strong>la</strong>sfemia,<br />

<strong>la</strong> negación y <strong>la</strong>s imprecaciones en contra <strong>de</strong> mi justicia, partirán <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

boca <strong>de</strong> los ignorantes, a quienes perdonaréis y enseñaréis a elevarse.<br />

Cuando en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperación <strong>de</strong> los hombres se haga el<br />

silencio, hab<strong>la</strong>réis y seréis escuchados. Entonces veréis cómo aquellos<br />

que tanto se alejaron <strong>de</strong> Mí y me ofendieron, por su arrepentimiento<br />

serán perdonados como el hijo pródigo <strong>de</strong> <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong>, pero entonces no<br />

os sorpren<strong>de</strong>réis al contemp<strong>la</strong>r que en vez <strong>de</strong> castigo, sobre ellos fue el<br />

perdón y <strong>la</strong> caricia. Antes lloraréis <strong>de</strong> gozo al contemp<strong>la</strong>r el festín <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

paz y <strong>de</strong>l amor en el mundo.<br />

62. Cuando se eleve al infinito el templo <strong>de</strong>l Espíritu Santo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, ahí en su seno, surgirán <strong>la</strong>s nuevas<br />

reve<strong>la</strong>ciones que serán mayores cuando más se eleven los espíritus.<br />

63. Ahora trato <strong>de</strong> unir a todos los que me escuchan en los diferentes<br />

recintos. No estáis unidos porque no me habéis comprendido, cuando<br />

eso sea, os amaréis, y al amaros estaréis <strong>la</strong>tiendo como un solo corazón.<br />

64. La falta <strong>de</strong> comprensión se <strong>de</strong>be a que vuestro análisis es superficial<br />

y débil, y estáis siempre preocupados por los bienes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra; os<br />

conformáis con lo primero que llega a vosotros o sea un poco <strong>de</strong><br />

tranquilidad en el corazón, un techo seguro, un poco <strong>de</strong> salud corporal,<br />

el calor <strong>de</strong> los vuestros y un puñado <strong>de</strong> monedas.


65. No os digo que <strong>de</strong>spreciéis los bienes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, pero tampoco<br />

que los prefiráis a los dones <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />

66. Buscad en mi camino <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> vuestro espíritu, pero huid <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s adu<strong>la</strong>ciones y honores terrestres, sabed que <strong>de</strong> entre vosotros no se<br />

<strong>de</strong>stacarán nombres, sino <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong>l pueblo en conjunto. La memoria<br />

<strong>de</strong>l que sembró buena simiente, será respetada, ben<strong>de</strong>cida, y su<br />

ejemplo, imitado; ese será su único monumento en <strong>la</strong> Tierra.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 243<br />

1. Mi fuego <strong>de</strong> amor <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a vosotros para dar calor a vuestro<br />

corazón y encen<strong>de</strong>r una f<strong>la</strong>ma ardiente en vuestro espíritu, porque <strong>la</strong><br />

lámpara que interiormente os ilumina, ha estado a punto <strong>de</strong> extinguirse<br />

en unos, mientras en otros se ha apagado, y sólo tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong><br />

incertidumbre me presentan. Mas mi luz se hace en todos en este<br />

instante.<br />

2. ¿Por qué retroce<strong>de</strong>r o <strong>de</strong>tenerse en el camino emprendido?<br />

¡A<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, Discípulos!<br />

3. La humanidad espera ya a mis enviados, a los portadores <strong>de</strong> <strong>la</strong> buena<br />

nueva. Esos emisarios sois vosotros, testigos <strong>de</strong> mi presencia y mi<br />

pa<strong>la</strong>bra en el Tercer Tiempo. ¿Podrán los hombres llegar a Mí, a través<br />

<strong>de</strong> distintas religiones? Sólo os diré, que existe un solo camino para <strong>la</strong><br />

elevación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad y ese es el que os señalé en mi Ley en el<br />

Primer Tiempo, camino que fue sel<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> Segunda Era con mi<br />

sangre e iluminado por mi Espíritu Santo en este tiempo.<br />

4. Toda mi Ley se con<strong>de</strong>nsa en dos preceptos: el amor a Dios y el amor<br />

al prójimo. Ese es el camino.<br />

5. Las religiones son pequeñas verda<strong>de</strong>s que conducen a los espíritus al<br />

camino verda<strong>de</strong>ro por el cual podrán ascen<strong>de</strong>r paso a paso hasta llegar<br />

a Mí. Mientras los hombres profesan distintas religiones en <strong>la</strong> Tierra,<br />

están divididos, mas cuando estén en el camino <strong>de</strong> amor y verdad, se<br />

habrán unido, se habrán i<strong>de</strong>ntificado con esa luz única, porque una so<strong>la</strong><br />

es <strong>la</strong> Verdad.<br />

6. Pero los caminantes, los peregrinos se han <strong>de</strong>tenido y se encuentran<br />

durmiendo; el amor y <strong>la</strong> verdad han huido <strong>de</strong> los corazones, por eso he<br />

venido a hab<strong>la</strong>ros y a preparar emisarios que con amor y caridad<br />

<strong>de</strong>spierten y levanten a los que extraviados o cansados se encuentren,<br />

antes que los elementos se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nen y con sus voces imponentes se<br />

encarguen <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar espíritus, sentimientos e inteligencias.


7. En contra <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina Espiritual se levantarán sus enemigos<br />

esgrimiendo sus mejores armas, empleando toda su fuerza, buscando<br />

testimonios en contra <strong>de</strong> esta reve<strong>la</strong>ción. Mas en verdad os digo: esa luz<br />

que ha surgido en este tiempo, no habrá po<strong>de</strong>r humano que <strong>la</strong> extinga,<br />

como en aquel tiempo no pudieron los hombres cal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> Cristo,<br />

ni con el sacrificio <strong>de</strong>l Gólgota, porque <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong>rramada ahí por<br />

ellos, siguió hab<strong>la</strong>ndo por una eternidad.<br />

8. No temáis ser l<strong>la</strong>mados impostores o hechiceros, todas esas<br />

b<strong>la</strong>sfemias fueron arrojadas sobre vuestro Maestro y también fueron el<br />

título que los incrédulos y perversos dieron a mis profetas y a mis<br />

apóstoles. Mas cuando <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong>l Señor y <strong>de</strong> los suyos triunfó,<br />

aquellos que más b<strong>la</strong>sfemaron fueron <strong>de</strong>spués los más arrepentidos y<br />

fervientes, como Pablo.<br />

9. En mi aposto<strong>la</strong>do <strong>de</strong>l Tercer Tiempo, se encuentra también <strong>la</strong> mujer,<br />

que, habiendo sido <strong>la</strong> que acompañó al Maestro en el camino <strong>de</strong><br />

amargura hasta los pies <strong>de</strong>l ma<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> crucifixión, <strong>de</strong>soyendo<br />

b<strong>la</strong>sfemias y soportando escarnios, ahora en el Tercer Tiempo ha sido<br />

<strong>la</strong>briego fiel, espíritu fuerte y soldado <strong>de</strong> lucha, por eso le he dado<br />

asiento en mi mesa <strong>de</strong> este tiempo, porque el apóstol está en el espíritu,<br />

sin distinción <strong>de</strong> sexo.<br />

10. Trabajad unidos y caminad por <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> verdad, hasta llegar a <strong>la</strong><br />

Tierra Prometida.<br />

11. Este es el tiempo en que Israel se levantará lleno <strong>de</strong> humildad, sin<br />

publicar <strong>la</strong> caridad. Que ignore su siniestra lo que dé <strong>la</strong> diestra; que no<br />

haga ostentación <strong>de</strong> ser discípulo <strong>de</strong>l Señor, ni busque <strong>la</strong> adu<strong>la</strong>ción.<br />

Cuando eso sea, se les unirán <strong>la</strong>s legiones espirituales en verda<strong>de</strong>ros<br />

ejércitos, para formar unos y otros una so<strong>la</strong> voluntad, un solo frente,<br />

cuya lucha se encamine a combatir <strong>la</strong> ignorancia, el pecado y el<br />

fanatismo religioso.<br />

12. Este pueblo, este ejército <strong>de</strong> hombres y espíritus, será el guardián <strong>de</strong><br />

esta Obra en los tiempos futuros, para que no sea mixtificada <strong>la</strong><br />

Doctrina y <strong>la</strong> Ley, para que el hombre cese <strong>de</strong> luchar contra <strong>la</strong> verdad.<br />

13. Bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> mi Doctrina, no se construirán tronos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

cuales puedan los hombres engran<strong>de</strong>cidos dominar a los espíritus <strong>de</strong><br />

sus hermanos; nadie se coronará ni cubrirá con manto <strong>de</strong> púrpura,<br />

tratando <strong>de</strong> ocupar el sitio <strong>de</strong>l Señor, ni surgirán confesores que<br />

juzguen, perdonen, con<strong>de</strong>nen o sentencien sobre los actos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad. Para juzgar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un tribunal justo y perfecto a un espíritu,<br />

sólo Yo puedo hacerlo.<br />

14. Yo puedo enviar a quienes corrijan, enseñen y guíen, mas no<br />

mandaré a quienes juzguen y sancionen. He enviado a quienes han sido<br />

pastores <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, mas no señores ni padres. <strong>El</strong> único Padre por<br />

el espíritu soy Yo.


15. La espiritualidad se infiltrará en vuestro espíritu y será transmitida a<br />

<strong>la</strong>s generaciones futuras, <strong>la</strong>s que hal<strong>la</strong>rán en su materia un instrumento<br />

dócil a los mandatos <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia y una gran c<strong>la</strong>ridad para recibir<br />

<strong>la</strong>s inspiraciones divinas. De aquel<strong>la</strong>s generaciones podrán surgir los<br />

gran<strong>de</strong>s maestros <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza espiritual, y también gran<strong>de</strong>s<br />

científicos, <strong>de</strong> mente e inteligencia <strong>de</strong>spejadas; habrá patriarcas<br />

ejemp<strong>la</strong>res por su moral y virtud, surgirán profetas y apóstoles <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

16. Cuando os digo que os preparéis, es también para que podáis <strong>de</strong>jar a<br />

vuestros hijos, como testamento, vuestro ejemplo <strong>de</strong> obediencia, <strong>de</strong><br />

espiritualidad y fraternidad, vuestras obras <strong>de</strong> amor hacia vuestros<br />

hermanos.<br />

17. Entonces vuestro nombre será ben<strong>de</strong>cido y recordado por <strong>la</strong>s<br />

generaciones <strong>de</strong>l mañana, que os amarán a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

vuestra lucha, <strong>de</strong> los actos buenos y ejemplos dignos <strong>de</strong> seguir: ¿Cómo<br />

no habéis <strong>de</strong> ser reconocidos por vuestros hijos, si vosotros sois los que<br />

vais limpiando <strong>de</strong> espinas y cardos el camino, para que ellos no se<br />

hieran? Por eso no paséis con indiferencia sobre <strong>la</strong>s asperezas <strong>de</strong>l<br />

sen<strong>de</strong>ro sin apartar los tropiezos, porque los que vengan tras <strong>de</strong><br />

vosotros cada vez que encontraran el obstáculo o <strong>la</strong> espina, os<br />

rec<strong>la</strong>marán y habría quienes os maldijeran.<br />

18. Tendréis que perfeccionar vuestras prácticas en mi Doctrina, para<br />

que los que vengan tras <strong>de</strong> vosotros, contemplen que fuisteis capaces <strong>de</strong><br />

cumplir y practicar lo que a muchos parecía imposible; tendréis que<br />

<strong>de</strong>mostrar que el Espiritualismo no es una fantasía, ni una Doctrina<br />

<strong>de</strong>masiado a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntada, sino que el<strong>la</strong> ha venido a manifestarse entre <strong>la</strong><br />

humanidad a su <strong>de</strong>bido tiempo, cuando el espíritu se encuentra<br />

capacitado por su evolución, para compren<strong>de</strong>rlo y ejecutarlo.<br />

19. Este es el tiempo en que el espíritu <strong>de</strong> <strong>El</strong>ías vibra en todo el<br />

Universo iluminando a todos los mundos, todos los sen<strong>de</strong>ros, y todos<br />

los espíritus, <strong>de</strong>spertando a los que duermen, resucitando a los muertos,<br />

y <strong>de</strong>scubriendo entre <strong>la</strong>s enormes muchedumbres a los que forman<br />

parte <strong>de</strong> los 144,000 seña<strong>la</strong>dos o marcados, que tienen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

principio <strong>de</strong> los tiempos un cargo <strong>de</strong>l Señor para <strong>la</strong> humanidad.<br />

20. Así he formado ahora, con espíritus que en otro tiempo<br />

pertenecieron a <strong>la</strong>s doce tribus <strong>de</strong> Israel, <strong>la</strong>s nuevas familias <strong>de</strong> este<br />

pueblo, en cuya mesa se sienten los que fueron <strong>de</strong> <strong>la</strong> tribu <strong>de</strong> Rubén,<br />

junto a los <strong>de</strong> Levi o Zabulón, para borrar con esto fronteras, límites y<br />

cismas. En esto hay justicia divina.<br />

21. No trabajéis para engran<strong>de</strong>cer el nombre <strong>de</strong> un recinto ni el vuestro,<br />

trabajad para que mi nombre y mi Doctrina sean reconocidos y<br />

honrados por vuestros hermanos. Cuando en 1950 tenga que hab<strong>la</strong>ros<br />

por última vez, no será para recibir al pueblo dividido en grupos o


ecintos; Yo recibiré al conjunto <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos sin juzgar cuál<br />

recinto practicó mejor mis enseñanzas y cuál fue el que no supo<br />

someterse a mi voluntad.<br />

22. No contaré el número crecido o escaso <strong>de</strong> <strong>la</strong>briegos que cada<br />

recinto albergue, recibiré <strong>de</strong> cada corazón su tributo y con todos haré<br />

un solo corazón don<strong>de</strong> edificar mi santuario.<br />

23. <strong>El</strong>ías ha sido en vuestro camino y su potestad os ha hecho vencer en<br />

<strong>la</strong> lucha contra los incrédulos, los fanáticos y los materialistas.<br />

24. <strong>El</strong> unió el pueblo en el Primer Tiempo, cuando lo dividió el cisma;<br />

y en este tiempo, espiritualmente con su luz <strong>de</strong> amor, vino a uniros<br />

nuevamente.<br />

25. Recordad que en aquel tiempo el pueblo se dividió en dos reinos,<br />

quedando diez tribus <strong>de</strong> una parte y dos <strong>de</strong> <strong>la</strong> otra; <strong>la</strong> parte mayor había<br />

caído en ido<strong>la</strong>tría y se había convertido en adoradora <strong>de</strong> Baal. Entonces<br />

surgió <strong>El</strong>ías entre ellos, para <strong>de</strong>jar manifiesta mi gloria, mi existencia y<br />

mi po<strong>de</strong>r ante los paganos, y les habló así: "Yo, <strong>El</strong>ías, vengo en nombre<br />

<strong>de</strong> Jehová, vuestro Dios, a quien habéis <strong>de</strong>sconocido y ofendido y<br />

<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l cual habéis levantado falsos dioses e ídolos; vengo a <strong>de</strong>ciros<br />

que pongáis a prueba el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ellos, que yo invocaré también <strong>la</strong><br />

presencia <strong>de</strong> Jehová, mi Señor, y aquel que fuese oído, poseerá el Dios<br />

verda<strong>de</strong>ro".<br />

26. Los adoradores <strong>de</strong> Baal aceptaron, haciendo un holocausto,<br />

invocaron a su dios y le pidieron les enviase fuego, para mostrar su<br />

existencia y po<strong>de</strong>r. Durante días y noches los sacerdotes y <strong>la</strong>s<br />

multitu<strong>de</strong>s estuvieron invocando con danzas y festines al falso dios,<br />

mientras el holocausto permanecía inalterable. <strong>El</strong>ías, entonces,<br />

construyó su holocausto sobre un altar formado por doce piedras que<br />

representaban <strong>la</strong>s doce tribus <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Dios, invocó a Jehová y le<br />

dijo: "Señor, yo, tu siervo, te ruego te manifiestes ante éstos que te han<br />

<strong>de</strong>sconocido, para que vuelvan a adorarte y glorificarte". Y el Padre<br />

tuvo a bien manifestarse en medio <strong>de</strong> una tempestad <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual brotó un<br />

rayo que cayó sobre el holocausto <strong>de</strong>l profeta, incendiándolo. Y los<br />

idó<strong>la</strong>tras, los ciegos e infieles, comprendieron que el enviado <strong>de</strong>l<br />

Verda<strong>de</strong>ro Dios era <strong>El</strong>ías, el profeta <strong>de</strong>l fuego en el cual <strong>de</strong>saparece<br />

todo mal y con cuya luz se iluminan <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s.<br />

27. Ese es el que preparó el camino para que Yo llegase a vosotros, el<br />

que reunió en este tiempo espíritus que fueron <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s doce tribus,<br />

los cuales ahora se encontraban como rocas, para hacer <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r sobre<br />

el nuevo holocausto el Rayo Universal <strong>de</strong> mi Divinidad, porque<br />

nuevamente estabais divididos y distantes, mas esta luz volvió a uniros<br />

por una eternidad.<br />

28. Ahora os digo: bienvenidos seáis todos, lo mismo el primero que el<br />

postrero, el discípulo que el párvulo, el ferviente que el incrédulo.


29. Os preparo a todos porque el mundo os pedirá pruebas <strong>de</strong> mi nueva<br />

manifestación.<br />

30. Muchas religiones existen en esta Tierra, pero ninguna <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s<br />

unirá a los hombres ni hará que se amen los unos a los otros. Será mi<br />

Doctrina espiritual <strong>la</strong> que realice esta obra. En vano será que el mundo<br />

se oponga al avance <strong>de</strong> esta luz. Cuando <strong>la</strong> persecución <strong>de</strong> mis<br />

discípulos sea más intensa, los elementos se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>narán, pero se<br />

apaciguarán por <strong>la</strong> oración <strong>de</strong> estos <strong>la</strong>briegos, para que <strong>la</strong> humanidad<br />

contemple una prueba <strong>de</strong> <strong>la</strong> potestad que les he dado.<br />

31. No durmáis para que no vayáis a quedar confundidos entre el dolor<br />

y el caos <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberos elevado Yo por sobre todo<br />

ello.<br />

32. No <strong>de</strong>sperdiciéis este tiempo, confiados en que vendrá otro mejor,<br />

porque llegará el instante que está marcado para que retornéis al valle<br />

espiritual y entonces, aunque pidáis <strong>la</strong> prolongación <strong>de</strong> vuestra vida,<br />

para <strong>de</strong>sempeñar vuestra misión, encontraréis <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong>l Padre que<br />

os dirá que esta oportunidad ha pasado.<br />

33. Reconoced que tenéis <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> recibir en vuestro seno al<br />

caminante cansado y al pecador extenuado por el vicio, que en vuestro<br />

ejemplo, en vuestros consejos y enseñanzas hal<strong>la</strong>rán su regeneración.<br />

34. No vengo a vosotros como juez, porque os veo venir a Mí en busca<br />

<strong>de</strong> consuelo para mitigar <strong>la</strong>s penalida<strong>de</strong>s terrestres. Mas os enseño para<br />

que hagáis con vuestros hermanos lo que Yo hago con vosotros.<br />

Recordad que cuando os he confiado esta heredad espiritual, os he<br />

dicho: dad a vuestros semejantes, los necesitados, que si por ellos<br />

<strong>de</strong>scuidaseis a los vuestros. Yo por ellos ve<strong>la</strong>ré.<br />

35. Esta Doctrina no será <strong>de</strong>fendida con armas homicidas, <strong>la</strong>s únicas<br />

armas que os he confiado para que luchéis por el<strong>la</strong>, son <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong><br />

luz y <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> amor; quien bien <strong>la</strong>s esgrima, verá como ante el<strong>la</strong>s<br />

caen <strong>de</strong>struidas <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s intenciones y los ataques que sufriere.<br />

36. Cuando tratéis <strong>de</strong> exhortar al bien a un pecador, no lo hagáis<br />

amenazándole con mi justicia, con los elementos o con el dolor en caso<br />

<strong>de</strong> no regenerarse, porque le infundiréis aversión hacia mi Doctrina.<br />

Mostrad al verda<strong>de</strong>ro Dios, que es todo amor, caridad y perdón.<br />

37. Pero no sois los únicos sobre quienes ha venido <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo en este Tercer Tiempo; esta luz está <strong>de</strong>ntro y sobre toda criatura<br />

humana, en todo espíritu, asé como ante vosotros se ha abierto este<br />

tiempo como una ocasión preciosa para elevaros; también se ha<br />

presentado ante los ministros, sacerdotes y pastores <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />

religiones como una oportunidad, para enmendar yerros y cumplir con<br />

<strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre.


38. Vosotros, buscad agradarme; para ello tendréis que agradar a<br />

vuestros hermanos. <strong>El</strong>los escucharán con atención <strong>la</strong> buena nueva, si<br />

con verda<strong>de</strong>ras obras <strong>de</strong> amor dais testimonio <strong>de</strong> mi verdad.<br />

39. Después <strong>de</strong> 1950 no volveréis a escuchar mi pa<strong>la</strong>bra bajo esta<br />

forma, pero ya os he enseñado cómo podréis lograr <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong><br />

espíritu a Espíritu, haceos dignos <strong>de</strong> el<strong>la</strong> por <strong>la</strong> elevación y buena<br />

práctica <strong>de</strong> mis enseñanzas; no quedaréis sin mis inspiraciones y mis<br />

nuevas reve<strong>la</strong>ciones.<br />

40. Los sitios don<strong>de</strong> os reunís, no serán enga<strong>la</strong>nados con ornamentos,<br />

buscando agradar con estas ga<strong>la</strong>s a mi Divino Espíritu. Mi presencia<br />

será sentida mejor en <strong>la</strong> humildad y en <strong>la</strong> sencillez.<br />

41. Yo prepararé hombres fuertes que comprendan e interpreten mi<br />

Doctrina en forma limpia, para que sean estimulo entre <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s,<br />

y <strong>la</strong> niñez vea en ellos un buen ejemplo: porque este pueblo será<br />

simiente <strong>de</strong> fraternidad, unificación y concordia.<br />

42. He querido que al final <strong>de</strong> este tiempo en que me estoy<br />

comunicando, forméis una familia en <strong>la</strong> que se amen los unos a los<br />

otros, que el dolor <strong>de</strong> uno sea sentido por los <strong>de</strong>más, como correspon<strong>de</strong><br />

a verda<strong>de</strong>ros hermanos, compren<strong>de</strong>d que habéis brotado <strong>de</strong> un mismo<br />

Padre. Cuando alcancéis este i<strong>de</strong>al, vuestra fuerza será invencible.<br />

43. No juzguéis el valor <strong>de</strong> vuestros propios dones ni los comparéis con<br />

los <strong>de</strong> vuestros hermanos. No digáis que a unos les ha sido dado más<br />

que a otros; porque habiéndole dado a cada quien sus dones y su<br />

misión, cada criatura va recogiendo en el camino <strong>de</strong> su vida el fruto <strong>de</strong><br />

su amor y <strong>de</strong> su perseverancia, así como también el <strong>de</strong> sus faltas y<br />

<strong>de</strong>svíos. En los distintos cargos que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí Obra <strong>de</strong>sempeñáis,<br />

existe justicia, restitución y también premio, pero ninguno sabe si lo ha<br />

logrado por méritos o por una <strong>de</strong>uda contraída con su Señor.<br />

44. Mi enseñanza será inolvidable para vuestro espíritu, lo mismo en <strong>la</strong><br />

Tierra que en el valle espiritual. Ya nunca más será rebel<strong>de</strong> en su<br />

jornada y estando en contacto con su Padre, siempre podrá escuchar su<br />

voz, porque Yo soy <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l mundo, el que a Mi viniere no perecerá.<br />

45. La unión <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne humana con el espíritu, Yo <strong>la</strong> hice. Así formé<br />

al primer hombre, a quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio le revelé mi Ley por<br />

medio <strong>de</strong> diferentes manifestaciones; para hacerle reconocer el amor<br />

que <strong>de</strong>be guardar a su Señor y a sus semejantes.<br />

46. Mis enseñanzas han hecho que <strong>la</strong> humanidad se reconozca como<br />

hija <strong>de</strong>l Padre. He aquí por qué os digo que <strong>la</strong>s guerras entre los<br />

hombres no tienen fundamento, porque el Creador ha capacitado a<br />

todos para razonar, sentir y compren<strong>de</strong>r, mas no todos razonan a través<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia y menos valorizan su propio espíritu, porque se <strong>de</strong>jan<br />

llevar <strong>de</strong> sus ambiciones terrestres. <strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>bería tener siempre


presente que es parte <strong>de</strong> Mi mismo, que está hecho a mi imagen y<br />

semejanza.<br />

47. Pronto sabrá que ha venido más <strong>de</strong> una vez a este p<strong>la</strong>neta, mas no a<br />

confundirse o a per<strong>de</strong>rse en él. Entonces compren<strong>de</strong>rá que ese cuerpo<br />

que posee y que tanto ama, sólo es un instrumento <strong>de</strong>l espíritu al cual se<br />

encuentra unido mientras vive en este mundo.<br />

48. Vosotros habéis sido testigos <strong>de</strong> este advenimiento, habéis recibido<br />

mis reve<strong>la</strong>ciones y enseñanzas y habéis contemp<strong>la</strong>do mis<br />

manifestaciones.<br />

49. Para muchos hoy son incomprensibles estas lecciones, y sin<br />

embargo, llegado el momento <strong>la</strong>s compren<strong>de</strong>rán a través <strong>de</strong> vuestra<br />

pa<strong>la</strong>bra y <strong>de</strong> vuestras obras. Mi pa<strong>la</strong>bra viene a iluminar el pensamiento<br />

humano, su luz llegará a todos los espíritus para conducirlos hacia el<br />

camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, apartarlos <strong>de</strong>l fanatismo, <strong>de</strong>spertándolos y<br />

haciéndoles oír <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su conciencia.<br />

50. De distintas formas me he valido a través <strong>de</strong> los tiempos para venir<br />

a vosotros, hasta llegar a hacerme humano en Jesús. La forma en que<br />

ahora me tenéis, es <strong>la</strong> más elevada y profunda, porque me sentís, me<br />

palpáis y oís a través <strong>de</strong> vuestra elevación espiritual y <strong>de</strong> vuestra<br />

inspiración.<br />

5l. Para comunicarme a través <strong>de</strong>l entendimiento humano me limito,<br />

según <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> aquel por quien hablo y <strong>de</strong> quienes me escuchan.<br />

Hay quienes escuchándome, no pue<strong>de</strong>n compren<strong>de</strong>rme, en cambio<br />

otros sin oírme, me compren<strong>de</strong>n. Los que ahora me habéis oído, sois<br />

los l<strong>la</strong>mados en este Tercer Tiempo para dar un paso más hacia <strong>la</strong><br />

espiritualidad. También en los primeros tiempos, el pueblo se levantó a<br />

<strong>la</strong> voz <strong>de</strong> los profetas para abandonar su ido<strong>la</strong>tría. Habéis sido hasta<br />

ahora el pueblo conservador <strong>de</strong> tradiciones, pero que en el fondo <strong>de</strong><br />

vuestro ser esperabais mi nuevo advenimiento para abandonar inútiles<br />

tradiciones y vanos ritos, a cambio <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad que es culto<br />

interior <strong>de</strong> humildad, caridad y amor.<br />

52. Os estoy <strong>de</strong>jando este mensaje que habéis <strong>de</strong> llevar más allá <strong>de</strong> los<br />

mares. Mi pa<strong>la</strong>bra cruzará por el viejo continente y llegará hasta los<br />

hombres <strong>de</strong> Israel, que en lucha fratricida se han levantado por un<br />

pedazo <strong>de</strong> tierra, sin darse cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong> miseria <strong>de</strong> su espíritu. No podéis<br />

compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> prueba por <strong>la</strong> que pasará el mundo. Todos esperan <strong>la</strong> paz<br />

y ésta sólo será efectiva hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que los elementos hayan dado<br />

testimonio <strong>de</strong> Mí.<br />

53. Los hombres no sienten ya temor ante mi justicia. La guerra ha sido<br />

cruel y <strong>la</strong> humanidad no se regenera; y no es que Yo castigue los<br />

pecados humanos con <strong>la</strong> guerra; si mi justicia <strong>la</strong> permite, es porque el<br />

hombre tiene que <strong>de</strong>purarse.


54. Muchos son los que se l<strong>la</strong>man hijos <strong>de</strong> Dios, pero muy pocos los<br />

que en verdad le reconocen, porque a mi Divinidad <strong>de</strong>béis buscar<strong>la</strong> con<br />

el espíritu. Mas ya está entre vosotros el tiempo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar, <strong>de</strong>l<br />

resurgimiento, <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección. Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> siembra, vendrá el<br />

fruto, mas éste no será so<strong>la</strong>mente producto <strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución humana,<br />

sino también obra <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>r celestial. Es menester que os preparéis y<br />

contribuyáis para que <strong>la</strong>s nuevas generaciones puedan florecer y dar<br />

buenos frutos. Procurad que vuestra fe no disminuya, porque <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> 1950, tendréis que testificar y profetizar <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi Doctrina.<br />

55. Juan, mi discípulo, contempló los acontecimientos que habían <strong>de</strong><br />

ser. Por mandato divino contempló lo futuro y lo dio a conocer para<br />

salvación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. <strong>El</strong> contempló que los marcados se salvaban.<br />

Vosotros sois <strong>de</strong> los seña<strong>la</strong>dos y no pereceréis, ni los que a vosotros se<br />

acerquen como último refugio.<br />

56. Vuestros <strong>la</strong>bios serán heraldos que <strong>de</strong>n a conocer mi pa<strong>la</strong>bra a <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

57. Pueblo <strong>de</strong> Israel: os he preparado para acariciar y ungir a los<br />

enfermos, para multiplicar el pan <strong>de</strong> los que sufren escasez y para llevar<br />

<strong>la</strong> paz a vuestros hermanos.<br />

58. Vengo en este día a escudriñar vuestra siembra, lo que habéis<br />

cosechado, y a preguntaros cómo habéis conducido a vuestros hijos y si<br />

habéis preparado el camino a <strong>la</strong>s generaciones que han <strong>de</strong> venir.<br />

59. Buscáis a cada instante mi huel<strong>la</strong> y me <strong>de</strong>cís: ¿Cómo <strong>de</strong>bo<br />

conducirme en éste o en aquél +trance? Yo os digo: mi pa<strong>la</strong>bra lo<br />

enseña todo, estudiad<strong>la</strong> y en el<strong>la</strong> encontraréis <strong>la</strong> solución que buscáis.<br />

60. <strong>El</strong> camino que transitáis es escabroso, mas cada paso, cada obra que<br />

hagáis <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi Ley, os acerca a <strong>la</strong> finalidad que todo espiritualista<br />

tiene.<br />

61. Vuestra restitución es gran<strong>de</strong> y por lo mismo, vuestro dolor también<br />

lo es, mas cuando hayáis pagado vuestras <strong>de</strong>udas y hayáis <strong>la</strong>brado<br />

vuestra salvación, compren<strong>de</strong>réis que no fue vano el dolor y que<br />

vuestro <strong>de</strong>stino es justo.<br />

62. ¿Por qué no os habéis servido los unos a los otros, como lo hace el<br />

siervo con su Señor? Compren<strong>de</strong>d que no es menos el que sirve, porque<br />

su humildad lo eleva y dignifica. Todos los mandatos que os he dado,<br />

podéis cumplirlos, ellos están al alcance <strong>de</strong> vuestra capacidad y virtud.<br />

Os he dicho que os améis y que hagáis caridad sin interés alguno; que<br />

no esperéis <strong>de</strong> vuestro hermano <strong>la</strong> recompensa, que el metal no es el<br />

precio <strong>de</strong> vuestro amor o sacrificio por los <strong>de</strong>más.<br />

63. Perdonaos unos a otros y en esto encontraréis alivio para vosotros y<br />

para el que os ha ofendido. No llevéis sobre vuestro espíritu el peso <strong>de</strong>l<br />

odio o <strong>de</strong>l rencor, sed limpios y habréis encontrado el secreto <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz<br />

y viviréis como apóstoles <strong>de</strong> mi verdad.


64. En este día recordaréis a los seres que os pertenecieron en <strong>la</strong> Tierra:<br />

vuestros padres, hijos o hermanos, y hay quienes en medio <strong>de</strong> su<br />

confusión me rec<strong>la</strong>man por haberles llevado al valle espiritual, y Yo les<br />

digo: los <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> amor que os unían, no se han roto, todos vivís <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> este Universo e iréis <strong>de</strong> una esca<strong>la</strong> a otra hasta llegar al fin, y ahí os<br />

encontraréis todos. Esos seres por quienes me pedís, no han muerto,<br />

viven y hay en su espíritu mayor c<strong>la</strong>ridad que en vosotros. Están<br />

iluminados, y lejos <strong>de</strong> haberles perdido, son para vosotros báculo y<br />

consuelo en <strong>la</strong>s penas, intercesores y protectores; a ellos uníos, porque<br />

a Mi están unidos por el amor y <strong>la</strong> conciencia. No sufren, están<br />

conformes, porque se encuentran evolucionando y perfeccionándose<br />

para llegar a Mí.<br />

65. María, vuestra intercesora, envía sobre el mundo su ternura, su<br />

fortaleza y su paz.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 244<br />

1. Mi amor y mi caridad están entre vosotros, ¡Oh pueblo amado <strong>de</strong><br />

Israel!<br />

2. Hombres y mujeres que doblegáis vuestra cerviz ante <strong>la</strong> presencia<br />

<strong>de</strong>l Padre: yo os bendigo. Espíritus <strong>de</strong>l Pueblo escogido <strong>de</strong> Dios en los<br />

tres tiempos y que hoy nuevamente abrís vuestros ojos para contemp<strong>la</strong>r<br />

mi presencia y mi luz: ¡Benditos seáis!<br />

3. Penetrad en el fondo <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra. Cristo se está comunicando a<br />

través <strong>de</strong>l entendimiento humano, para daros <strong>la</strong> enseñanza, mas Yo os<br />

digo que cuando os ha entregado su pa<strong>la</strong>bra, ahí ha estado Jehová el<br />

Padre y el Espíritu Santo. No busquéis en mi Espíritu Divino tres<br />

personas sino un solo Espíritu Creador, un solo Padre que ha venido a<br />

vosotros en tres tiempos y fases diferentes.<br />

4. De cierto os digo: ¡Cuánto han confundido a <strong>la</strong> humanidad los<br />

teólogos! Pero os doy mi luz para salvaros, redimiros y levantaros,<br />

diciéndoos con verdad, que no será vuestra mente <strong>la</strong> que revele al<br />

espíritu estas enseñanzas, sino el espíritu quien revele a <strong>la</strong> mente<br />

humana el conocimiento espiritual y divino, por ello os dice vuestro<br />

Señor: no serán los teólogos, sino los espiritualistas, los verda<strong>de</strong>ros<br />

discípulos <strong>de</strong>l Espíritu Santo, los espíritus que aprendan a comunicarse<br />

y a estar en contacto con mi Espíritu Divino, para escuchar mi voz y<br />

sentir <strong>la</strong> caricia, <strong>la</strong> fortaleza y arrullo <strong>de</strong> vuestro Señor.<br />

5. Por eso en este instante, me he limitado en un solo rayo <strong>de</strong> luz para<br />

comunicarme con vosotros a través <strong>de</strong> un solo entendimiento y os hablo


como Padre con mi propio Verbo, que fue el que encarnó en el<br />

Segundo Tiempo, con mi Espíritu Santo que siempre ha estado en Mí,<br />

porque soy Yo mismo y <strong>de</strong> quien habéis brotado todos vosotros.<br />

Reconoced <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra Trinidad Divina, buscando un solo Espíritu,<br />

una so<strong>la</strong> esencia y un solo calor.<br />

6. Habéis penetrado en el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución, <strong>de</strong> <strong>la</strong> manifestación y<br />

reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l Espíritu Santo, y cada una <strong>de</strong> mis reve<strong>la</strong>ciones<br />

<strong>de</strong>spertará al pueblo y le hará meditar. Habrá instantes <strong>de</strong> confusión en<br />

que diréis: Padre, <strong>la</strong> razón siempre está en Vos, <strong>la</strong> verdad sois Vos y yo<br />

soy siempre un párvulo <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestra presencia.<br />

7. Os recibo en este día <strong>de</strong> conmemoración, y <strong>la</strong> tradición que aún es<br />

con vosotros, se borrará en tiempos futuros y el advenimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Divinidad y <strong>de</strong>l Mundo Espiritual no será conmemorado en un solo día:<br />

quiero que siempre estéis en contacto conmigo y con vuestros<br />

hermanos.<br />

8. En el Primer Tiempo me entregabais un culto <strong>de</strong> temor y no <strong>de</strong> amor<br />

hacia Mí, que brotaba tan solo <strong>de</strong> vuestra parte material, porque no<br />

habíais <strong>de</strong>scubierto aún en el corazón <strong>de</strong>l Padre su amor infinito y<br />

perfecto para sus criaturas, y so<strong>la</strong>mente mirabais en Mí a un Padre<br />

inexorable, severo y justiciero. Poseíais mis leyes y <strong>la</strong>s cumplíais por<br />

temor a mi justicia, y Yo esperaba el tiempo en que me reconocierais<br />

como a un Padre amado y no temido. Pero a pesar <strong>de</strong> que os di gran<strong>de</strong>s<br />

pruebas <strong>de</strong> mi amor, mi calor y mi ternura, vosotros seguíais temiendo<br />

<strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> Jehová; seguíais temiendo <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> vuestra conciencia, a<br />

través <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual os hab<strong>la</strong>ba incansablemente el Padre. Y en aquel<br />

tiempo <strong>de</strong> preparación y <strong>de</strong>spertar para el espíritu, en el cual<br />

comenzabais a dar los primeros pasos con firmeza, en el camino que<br />

conduciría a vuestro espíritu hacia el Mío, os di a compren<strong>de</strong>r que no<br />

era mi voluntad que penetrarais en comunicación con los espíritus <strong>de</strong><br />

ultratumba, porque todavía no estabais preparados para ello y no<br />

sabríais hacer buen uso <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> gracia, no estaba preparado el<br />

Mundo Espiritual ni vosotros para tener comunicación entre sí, pero <strong>la</strong><br />

intuición <strong>de</strong> esto ya existía, como también <strong>la</strong> facultad y <strong>la</strong> gracia, y es<br />

por eso que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel entonces ya surgían en el mundo los hombres<br />

que buscaban <strong>la</strong> comunicación con los espíritus.<br />

9. La prohibición no había <strong>de</strong> ser eterna, ¿Cómo había <strong>de</strong> prohibir el<br />

Padre, que ama tanto a sus hijos, <strong>la</strong> comunicación entre ellos mismos?<br />

¿Cómo había <strong>de</strong> poner barreras y distancias mi Espíritu Divino, a los<br />

hermanos que se buscaban con afán y amor? No era el tiempo propicio,<br />

y por eso os lo evité; mas en mi amor infinito hacia el hombre, hacia<br />

vuestro propio espíritu encarnado, me hice hombre, profetizándoos,<br />

previéndoos antes estas enseñanzas, para que mi venida no fuera una


sorpresa y os pudiera encontrar ve<strong>la</strong>ndo y orando, en vigilia y en espera<br />

<strong>de</strong> mi presencia.<br />

10. Cumplí mi promesa y encarnó mi Espíritu. Vine a nacer como<br />

hombre y a habitar entre vosotros; a vivir, crecer y morir, en ese tiempo<br />

en que Yo, vuestro Padre, me hice hombre, os di manifestaciones,<br />

lecciones y enseñanzas llenas <strong>de</strong> espiritualidad. Muchas reve<strong>la</strong>ciones<br />

entregué a vuestro espíritu, <strong>la</strong>s que a unos los llenaron <strong>de</strong> luz y por <strong>la</strong>s<br />

cuales otros se confundieron.<br />

11. Yo os preparé con mi venida en el Segundo Tiempo, para que<br />

elevaseis vuestra mirada y contemp<strong>la</strong>seis más <strong>de</strong> cerca mi Reino, para<br />

que en este tiempo sintiese vuestro espíritu que el Reino <strong>de</strong> los Cielos<br />

se iba acercando más y más. Y entonces, Yo encontré entre <strong>la</strong><br />

humanidad a gran<strong>de</strong>s legiones <strong>de</strong> espíritus invisibles e intangibles para<br />

vosotros, que eran un misterio inaccesible todavía para vuestro propio<br />

espíritu; aquel<strong>la</strong> vida que vibraba y se agitaba entre vosotros. Yo os <strong>la</strong><br />

revelé, <strong>de</strong>scubrí el misterio <strong>de</strong> esas manifestaciones y mostré al teólogo<br />

y al científico que mi reve<strong>la</strong>ción era superior a sus <strong>de</strong>scubrimientos y<br />

pa<strong>la</strong>bras.<br />

12. Yo sané a los enfermos <strong>de</strong>sahuciados por <strong>la</strong> ciencia, porque sus<br />

enfermeda<strong>de</strong>s eran sobrenaturales, porque pertenecían a <strong>la</strong> naturaleza<br />

espiritual. Liberté a los poseídos por <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s legiones <strong>de</strong> espíritus<br />

turbados y los que en Mi creían se levantaron glorificando mi nombre y<br />

reconociendo mi po<strong>de</strong>r; los que no creían en Mi me juzgaron y<br />

atribuyeron aquellos po<strong>de</strong>res al mal, tratándome como hechicero. Yo<br />

abrí una puerta <strong>de</strong> luz a <strong>la</strong> humanidad, para que contemp<strong>la</strong>seis que para<br />

el espíritu no hay distancias, y en el instante <strong>de</strong> mi muerte en cuanto<br />

hombre, mi Espíritu <strong>de</strong>spertó a los espíritus que moraban en sus<br />

sepulcros, les levanté como a Lázaro <strong>de</strong> sus tumbas y los envié entre<br />

vosotros para dar testimonio <strong>de</strong> su presencia y <strong>de</strong> su existencia.<br />

13. Vuestros ojos les contemp<strong>la</strong>ron y vuestros corazones les sintieron<br />

muy cerca, porque Yo, en ese instante <strong>de</strong> prueba les resucité, para que<br />

testificaran <strong>la</strong> vida gloriosa <strong>de</strong>l espíritu, <strong>la</strong> vida eterna <strong>de</strong>l más allá, que<br />

a todos vosotros espera. Y aun fue mi voluntad, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pasar<br />

mi cuerpo por <strong>la</strong>s entrañas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, volviera a vosotros en <strong>la</strong> forma<br />

<strong>de</strong> Jesús, para manifestarme <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestros ojos, por primera,<br />

segunda y muchas veces más para <strong>de</strong>jar eternamente abierta <strong>la</strong> puerta<br />

que comunica al valle espiritual con éste que vosotros habitáis<br />

actualmente, para dar acceso a los espíritus hacia mi Reino bendito y<br />

prometido, y que ellos contemp<strong>la</strong>sen que esa puerta <strong>de</strong> amor <strong>de</strong>l Padre,<br />

<strong>de</strong>l Espíritu Santo, quedaba por siempre abierta para todos; que aquel<strong>la</strong><br />

puerta, cerrada por un tiempo so<strong>la</strong>mente, porque vuestros espíritus<br />

estaban incapacitados para atravesar sus umbrales, era abierta por <strong>la</strong>


caridad <strong>de</strong>l Señor. Des<strong>de</strong> ese instante el espíritu <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong>spertó<br />

para <strong>la</strong> comunicación espiritual.<br />

14. Mas no era todavía el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> plena comprensión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

reve<strong>la</strong>ciones espirituales, pero <strong>la</strong> sed <strong>de</strong> estas enseñanzas divinas<br />

comenzó a envolver a <strong>la</strong> humanidad, los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong>s distintas<br />

generaciones <strong>de</strong>l Segundo Tiempo, comenzaron a buscar con ahínco el<br />

más allá, haciendo uso <strong>de</strong> sus faculta<strong>de</strong>s y dones dormidos en su propio<br />

seno, y fueron encontrando <strong>la</strong> senda que les conducía al valle espiritual.<br />

15. Muchos tropiezos y <strong>de</strong>sengaños tuvieron los humanos, muchas<br />

profanaciones se cometieron en mi Obra y en mi Mundo Espiritual,<br />

mas el Padre todo lo perdonó, contemp<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> ansiedad <strong>de</strong> los<br />

espíritus que pob<strong>la</strong>ban esta Tierra por lograr <strong>la</strong> comunicación con sus<br />

hermanos espirituales. Y mientras parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad anhe<strong>la</strong>ba el<br />

<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> estas reve<strong>la</strong>ciones, y <strong>la</strong> comunicación con el más<br />

allá, otra parte veía con recelo y repulsión <strong>la</strong> comunicación espiritual.<br />

16. Pero ha llegado entre vosotros <strong>la</strong> Tercer Era, el tiempo en que Yo,<br />

vuestro mismo Dios, el mismo Padre que vino en el Primer Tiempo<br />

como Ley, el mismo que se hizo hombre para <strong>de</strong>rramar entre vosotros<br />

su Verbo, he venido como Espíritu Santo; no a materializarme como en<br />

el Primer Tiempo, ni a humanizarme como en el Segundo, sino a<br />

prepararos a través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l hombre, comunicándome por<br />

breves instantes, para <strong>de</strong>spués po<strong>de</strong>r hacerlo con vosotros <strong>de</strong> Espíritu a<br />

espíritu; porque ahora todavía, hab<strong>la</strong>ndo como Espíritu Santo tuve que<br />

materializarme hasta don<strong>de</strong> fue mi voluntad al hab<strong>la</strong>r a través <strong>de</strong>l<br />

propio hombre.<br />

17. En corto instante se abrirá ante vosotros una nueva era, el Tiempo<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Gracia <strong>de</strong>l Espíritu Santo, en el cual vosotros me encontraréis, no<br />

a través <strong>de</strong> ritos, ni <strong>de</strong> ceremonias religiosas, ni a través <strong>de</strong>l<br />

entendimiento, sino en vuestro propio espíritu.<br />

18. Los tiempos han pasado y con ellos <strong>la</strong>s pruebas, <strong>la</strong> lucha, <strong>la</strong><br />

evolución para vuestro espíritu; y ahora os levantáis en el tiempo <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo como seres capaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rme.<br />

19. Ya no es el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> prohibición <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación con el más<br />

allá. Ya no es el tiempo en que os venga so<strong>la</strong>mente a preparar y a<br />

prometer; es el tiempo <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> mis promesas, tiempo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ciros que no so<strong>la</strong>mente habéis esc<strong>la</strong>vizado vuestra materia en esta<br />

Tierra, sino también a vuestro espíritu le habéis enca<strong>de</strong>nado a <strong>la</strong>s<br />

necesida<strong>de</strong>s materiales, siendo que vuestra verda<strong>de</strong>ra morada es el<br />

infinito, es el Universo, es el espacio espiritual sin fin que Yo os<br />

brindo; porque no importa que vuestro espíritu se encuentre encarnado,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí podéis conquistar los espacios, podéis en verdad, habitar en<br />

el mundo espiritual y estrecharos como hermanos los unos a los otros.


20. Si mi luz ha borrado <strong>la</strong>s fronteras, antes os he preparado para que<br />

podáis entrar en comunicación tanto con mi Espíritu Divino, como con<br />

vuestros hermanos <strong>de</strong>l Valle Espiritual, porque no quiero que seáis los<br />

hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia, sino que como discípulos <strong>de</strong> mi Obra<br />

Espiritualista Trinitaria Mariana, podáis entrar con toda pureza y<br />

elevación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa comunicación. Sólo el que no sepa prepararse,<br />

no podrá quedar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Aquel que se encuentre manchado, no<br />

podrá tampoco llegar a <strong>la</strong> feliz comunicación <strong>de</strong> que os estoy hab<strong>la</strong>ndo,<br />

porque ya os he dicho que lo manchado no llega a Mí.<br />

21. Si so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> curiosidad os llevase a preten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> comunicación<br />

con el más allá, no encontraréis <strong>la</strong> verdad; si os llevase el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

gran<strong>de</strong>za o <strong>la</strong> vanidad, no obtendréis <strong>la</strong> comunicación verda<strong>de</strong>ra; si <strong>la</strong><br />

tentación revistiese vuestro corazón <strong>de</strong> falsas finalida<strong>de</strong>s o intereses<br />

mezquinos, tampoco obtendréis <strong>la</strong> comunicación con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi<br />

Espíritu Santo. Sólo vuestro respeto, vuestra oración limpia, vuestro<br />

amor, vuestra caridad, vuestra elevación espiritual obrarán el prodigio<br />

<strong>de</strong> que vuestro espíritu extienda sus a<strong>la</strong>s, traspase los espacios y llegue<br />

a <strong>la</strong>s mansiones espirituales hasta don<strong>de</strong> sea mi voluntad.<br />

22. Esa es <strong>la</strong> gracia y el consuelo que el Espíritu Santo os reservaba,<br />

para que contemp<strong>la</strong>seis una so<strong>la</strong> morada y os convencieseis <strong>de</strong> que <strong>la</strong><br />

muerte y <strong>la</strong> distancia no existen. De que ni una so<strong>la</strong> <strong>de</strong> mis criaturas<br />

muere para <strong>la</strong> vida eterna, porque en este Tercer Tiempo, podréis<br />

también estrecharos en un abrazo espiritual con aquellos seres que<br />

habéis conocido y amado y perdido en este mundo, pero que no habéis<br />

perdido en <strong>la</strong> eternidad.<br />

23. Muchos <strong>de</strong> vosotros os habéis comunicado con esos seres a través<br />

<strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos, pero <strong>de</strong> cierto os digo que ésta no es <strong>la</strong> comunicación<br />

perfecta, y que se acerca el tiempo en que los espíritus encarnados y<br />

<strong>de</strong>sencarnados se podrán comunicar entre sí <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, sin<br />

emplear ya ningún otro medio material o humano; por inspiración, por<br />

el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> sensibilidad espiritual, <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción o <strong>de</strong>l pensamiento.<br />

Los ojos <strong>de</strong> vuestro espíritu podrán sentir <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l más allá,<br />

<strong>de</strong>spués vuestro corazón sentirá el paso <strong>de</strong> los seres que pueb<strong>la</strong>n el<br />

valle espiritual y entonces el regocijo <strong>de</strong> vuestro espíritu será gran<strong>de</strong>, lo<br />

mismo que vuestro conocimiento y amor hacia el Padre.<br />

24. Entonces sabréis cuál es <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> vuestro espíritu, quién es y quién<br />

fue, reconociéndoos a vosotros mismos sin consi<strong>de</strong>raros con límites tan<br />

pequeños como los que correspon<strong>de</strong>n a vuestra materia, pues el Padre<br />

os dice: si pequeña es en verdad vuestra materia, cuán semejante es<br />

vuestro espíritu a mi Espíritu Divino.<br />

25. Os hablo para el presente y para el futuro. Os estoy preparando y<br />

<strong>de</strong>spertando con mi pa<strong>la</strong>bra a través <strong>de</strong> esta reve<strong>la</strong>ción. Vosotros<br />

levantaréis vuestra p<strong>la</strong>nta para hacer lo mismo con los <strong>de</strong>más hombres,


hablándoles <strong>de</strong> mi Obra Divina, no so<strong>la</strong>mente en el Tercer Tiempo,<br />

porque lo que os he enseñado y reve<strong>la</strong>do en él, no es mi Obra completa.<br />

Lo que os enseñé y revelé en el Primero y Segundo Tiempos, son<br />

también parte <strong>de</strong> el<strong>la</strong> y por eso tendréis que conocer <strong>la</strong>s enseñanzas <strong>de</strong><br />

los tres tiempos, para que podáis ser los verda<strong>de</strong>ros Trinitarios; porque<br />

habéis estado con el Padre en los tres tiempos, en sus tres<br />

manifestaciones, en sus tres reve<strong>la</strong>ciones.<br />

26. Preparaos en esa forma pueblo amado, para que mañana no<br />

confundáis a <strong>la</strong> humanidad y para que no exista en el corazón, en <strong>la</strong><br />

mente o en el espíritu <strong>de</strong> los hombres, una so<strong>la</strong> pregunta que os <strong>de</strong>je en<br />

silencio; sino que vosotros, con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Espíritu, todo lo podáis<br />

contestar o iluminar, para que no <strong>de</strong>jéis a un solo espíritu en turbación,<br />

sino que les <strong>de</strong>is a todos <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> explicación <strong>de</strong> lo que el hombre<br />

había visto envuelto en misterio, en tinieb<strong>la</strong> o incertidumbre.<br />

27. Yo soy luz, sencillez y verdad; no es tiempo ya <strong>de</strong> que veáis<br />

misterios don<strong>de</strong> todo es c<strong>la</strong>ridad; Yo voy reve<strong>la</strong>ndo mi sabiduría al<br />

espíritu según éste se eleva; a medida que avanza y se espiritualiza,<br />

compren<strong>de</strong> más y más <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones que él ignoraba, y por este<br />

camino eternamente gozará vuestro espíritu con <strong>la</strong>s lecciones siempre<br />

nuevas que os muestre mi Espíritu Divino.<br />

28. Vosotros ya tenéis <strong>la</strong> certeza en este tiempo, <strong>de</strong> que habéis venido a<br />

morar <strong>la</strong> Tierra en múltiples veces, porque creéis en <strong>la</strong> reencarnación<br />

<strong>de</strong>l espíritu, pero esta reve<strong>la</strong>ción, como os <strong>la</strong> he entregado, estremecerá<br />

al mundo, hará revolución entre los hombres y con ello alcanzarán <strong>la</strong><br />

explicación <strong>de</strong> muchos misterios y <strong>la</strong> fortaleza para su espíritu, porque<br />

es ley <strong>de</strong> amor y en el<strong>la</strong> está mi luz.<br />

29. No sabéis aún, oh pueblo amado, cuántas veces fuisteis en este<br />

mundo a través <strong>de</strong> distintas materias y aun cuando <strong>la</strong> carne se escudriña<br />

a sí misma y pregunta a su propio espíritu, no alcanzáis a contemp<strong>la</strong>r<br />

vuestro pasado, vuestras vidas anteriores; porque Yo, como Padre, he<br />

ve<strong>la</strong>do estos conocimientos, he evitado que vuestro espíritu a través <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> vida humana <strong>de</strong>scubra sus vidas anteriores, siendo ésta todavía una<br />

prohibición <strong>de</strong>l Espíritu Santo que existe entre vosotros. Pero estáis<br />

preparando a <strong>la</strong>s generaciones veni<strong>de</strong>ras, a los que han <strong>de</strong> venir<br />

poseyendo espíritus <strong>de</strong> gran elevación espiritual y que aún están<br />

habitando en el más allá, en don<strong>de</strong> se encuentran acrisolándose y<br />

elevándose para venir a este p<strong>la</strong>neta; a ellos si les será dado por el<br />

Espíritu Santo, <strong>la</strong> facultad <strong>de</strong> recordar sus vidas anteriores, conocer su<br />

pasado, porque ello será útil a su propio espíritu. Si no os lo he<br />

concedido a vosotros, es porque todavía encuentro fragilidad en vuestro<br />

espíritu y más aún en <strong>la</strong> materia y comprendo que os acobardaríais,<br />

contemp<strong>la</strong>ndo vuestro pasado. <strong>El</strong> que mucho faltó y ofendió a su Padre,<br />

no tendría fuerzas para resistir el arrepentimiento y el rec<strong>la</strong>mo <strong>de</strong> su


conciencia; y el que fue gran<strong>de</strong> se llenaría <strong>de</strong> vanidad, el que fue<br />

pequeño se sentiría humil<strong>la</strong>do y en su corazón nacería el ansia <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

venganza; es por eso que vuestro Padre, que es sabiduría perfecta, no<br />

ha querido reve<strong>la</strong>ros todavía a través <strong>de</strong> vuestra materia, el pasado <strong>de</strong><br />

vuestro espíritu.<br />

30. Para <strong>la</strong>s generaciones <strong>de</strong>l futuro está reservada esa gracia, a <strong>la</strong>s que<br />

el conocimiento <strong>de</strong> su pasado no hará mel<strong>la</strong>, y vosotros seréis para el<strong>la</strong>s<br />

como un libro abierto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> sus ojos. Serán esos espíritus los<br />

reve<strong>la</strong>dores <strong>de</strong> muchos misterios, los que vengan a ac<strong>la</strong>rar <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l<br />

espíritu a través <strong>de</strong> sus propias vidas materiales, los que hablen a este<br />

mundo <strong>de</strong> otros mundos y <strong>de</strong> ese camino tan <strong>la</strong>rgo que es el camino<br />

espiritual.<br />

31. Preparaos, pueblo, para que podáis heredar esta preparación a los<br />

que han <strong>de</strong> brotar <strong>de</strong> vosotros, para que exista esta gracia en vuestra<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia; para que <strong>la</strong>s materias que engendréis y concibáis, sean<br />

instrumentos dóciles a los espíritus <strong>de</strong> <strong>la</strong>s generaciones veni<strong>de</strong>ras,<br />

porque me encuentro preparando a través <strong>de</strong> vosotros mismos, un<br />

mundo nuevo para esta humanidad. Sois el trigo que estoy cultivando<br />

en este tiempo y regando con <strong>la</strong>s aguas cristalinas <strong>de</strong> mis enseñanzas.<br />

32. Los espíritus encarnados y los que habitan en el Valle Espiritual,<br />

me rin<strong>de</strong>n homenaje en este instante. Toda <strong>la</strong> Creación me entrega su<br />

tributo <strong>de</strong> amor.<br />

33. <strong>El</strong> que no se preparó en este día para recibirme, lleva tristeza en su<br />

corazón. Mas esa puerta que se cerró para Mí, Yo <strong>la</strong> abriré con <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve<br />

<strong>de</strong> mi amor, porque soy el peregrino que visita a todos, para <strong>de</strong>jar como<br />

huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> mí paso mi enseñanza perfecta.<br />

34. Mi voz viene a <strong>de</strong>spertar al que duerme y a fortalecer al que<br />

cansado se encuentra para hacerle compren<strong>de</strong>r que es corto el tiempo<br />

<strong>de</strong> que dispone y es menester aprovecharlo.<br />

35. Mi pa<strong>la</strong>bra ha sido para todos, lo mismo para el culto que para el<br />

rudo. A todos les he hab<strong>la</strong>do en una so<strong>la</strong> forma, humil<strong>de</strong> y sencil<strong>la</strong>,<br />

porque ante <strong>la</strong> cátedra espiritual <strong>de</strong>l Divino Maestro, todos sois<br />

párvulos. Pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa pa<strong>la</strong>bra humil<strong>de</strong> ¡Cuánta vida, cuánta<br />

verdad y cuántas reve<strong>la</strong>ciones habéis encontrado, no habiendo llegado<br />

aún a compren<strong>de</strong>r<strong>la</strong> y a analizar<strong>la</strong> completamente!<br />

36. Gran<strong>de</strong> es <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> quienes me han escuchado en este<br />

tiempo, porque ellos <strong>de</strong>ben ser como semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> regeneración en este<br />

mundo y un estímulo para que los hombres se conviertan. Mis nuevos<br />

apóstoles y <strong>la</strong>briegos, llevarán <strong>la</strong> resurrección a los que han muerto a <strong>la</strong><br />

vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia aunque siguen viviendo materialmente. <strong>El</strong>los<br />

escucharán <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> mis enviados, semejante a aquel "¡Levántate y<br />

anda!" que escuchó Lázaro.


37. Unos se han preparado <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo sus dones y practicando mis<br />

divinas lecciones y llenos <strong>de</strong> ahínco y esperanza se aprestan a <strong>la</strong> lucha.<br />

Otros, por el contrario, se muestran cabizbajos, porque no han<br />

aprovechado el tiempo, no han luchado aún. Yo a todos hablo e<br />

ilumino, para que cada quien tome lo que le correspon<strong>de</strong>.<br />

38. No quiero ver a unos satisfechos por el buen cumplimiento,<br />

presentando el trigo dorado en abundancia, mientras otros escon<strong>de</strong>n<br />

apenados sus manos vacías, porque mi gozo no podrá ser absoluto. Mas<br />

no quiero robar con esto <strong>la</strong> alegría al que ha cumplido con su misión,<br />

porque para mostrarme su cosecha ha tenido que trabajar, <strong>de</strong>sve<strong>la</strong>rse y<br />

muchas veces llorar, pero a ellos toca también reanimar y estimu<strong>la</strong>r a<br />

los tímidos, a los fríos, a los que se han fatigado, para que haya fiesta<br />

en todo el pueblo cuando se presente el Maestro a pediros cuenta <strong>de</strong>l<br />

resultado <strong>de</strong> vuestro trabajo.<br />

39. Con amor estoy forjando vuestro corazón, para que <strong>de</strong> él broten<br />

obras <strong>de</strong> caridad y fraternidad.<br />

40. Seguid caminando siempre hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte y no penséis como<br />

aquellos que se han conformado con lo que han hecho, creyendo haber<br />

conquistado ya <strong>la</strong> Tierra Prometida.<br />

41. Estáis en el camino <strong>de</strong> los espíritus, trazado por Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

eternidad. No es camino terrestre visible a los ojos humanos, porque si<br />

así fuera, <strong>la</strong>s tierras <strong>de</strong> Canaán seguirán siendo en todo el Orbe, como<br />

vosotros que, habiendo habitado en tiempos pasados en el Oriente,<br />

ahora habéis surgido en Occi<strong>de</strong>nte sin haberos salido <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro<br />

espiritual.<br />

42. Para algunos es aún indispensable el símbolo representado en forma<br />

material, otros llevan en su mente <strong>la</strong>s figuras que representan <strong>la</strong>s<br />

fuerzas espirituales. Cuando lleguéis a <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra espiritualidad, no<br />

tendréis necesidad <strong>de</strong> imágenes o figuras visibles o invisibles, para<br />

creer en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> lo divino o para compren<strong>de</strong>r su sentido.<br />

43. Sois precursores porque nuevas generaciones <strong>de</strong> vosotros brotarán y<br />

en el<strong>la</strong>s encarnarán nuevas legiones espirituales.<br />

44. A ellos les estáis preparando el camino para que su culto, sus<br />

prácticas y comunicación conmigo sean más a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntados.<br />

45. Caminad con paso firme y esca<strong>la</strong>réis peldaño por peldaño.<br />

Despojad vuestro culto <strong>de</strong> errores y materialismo y daréis cada día<br />

mayor elevación y libertad a vuestro espíritu.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!


ENSEÑANZA N° 245<br />

1. Regocijado se encuentra mi Espíritu porque venís en busca mía. ¿Por<br />

qué recordáis más en este día a los seres que han pasado al más allá, si<br />

para el espíritu no existen días ni fechas? No os confundáis con los<br />

muertos que ve<strong>la</strong>n a sus muertos. Vosotros no sois muertos ni tampoco<br />

lo están los que en esta vida os pertenecieron como vuestros padres,<br />

hijos, hermanos, parientes o amigos y ¿Por qué no también los que os<br />

hayan causado mal, si ellos se han purificado?<br />

2. Estáis ávidos <strong>de</strong> luz y mi Obra satisface en verdad esa necesidad <strong>de</strong><br />

vuestro espíritu que, a medida que se ilumina, se aleja más <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte<br />

aparente.<br />

3. Se entristece vuestro corazón cuando veis a vuestros hermanos llorar<br />

sin esperanza y sin consuelo por sus muertos; por ellos orad y trabajad<br />

para que aprendáis a resucitar a los muertos <strong>de</strong> éste y <strong>de</strong>l otro mundo.<br />

4. Cuando <strong>la</strong> humanidad haya comprendido <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> estas<br />

lecciones, <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> llorar sobre <strong>la</strong> tumba que guarda unos <strong>de</strong>spojos,<br />

para convertir su l<strong>la</strong>nto en respeto hacia los lugares <strong>de</strong>stinados al<br />

<strong>de</strong>scanso <strong>de</strong>l cuerpo y en oración para los espíritus que habitan en el<br />

Valle Espiritual, oración que será abrazo, saludo, ósculo y caricia.<br />

5. Estáis ya en <strong>la</strong> Tercera Era y aún <strong>la</strong> humanidad está retrasada<br />

espiritualmente. Sus ministros, sus teólogos y pastores espirituales bien<br />

poco y a veces nada le reve<strong>la</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida eterna. A ellos les revelo<br />

también los misterios <strong>de</strong> mi arcano y os digo: ¿Por qué los cal<strong>la</strong>n? ¿Por<br />

qué temen <strong>de</strong>spertar al espíritu aletargado <strong>de</strong> los hombres?<br />

6. Vosotros que me estáis oyendo, sabéis <strong>la</strong>brar aquí <strong>la</strong> evolución y el<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto para el futuro <strong>de</strong> vuestro espíritu, pero cuántos ignoran u<br />

olvidan estas verda<strong>de</strong>s y <strong>la</strong> muerte les sorpren<strong>de</strong> impreparados.<br />

7. Quiero que los pensamientos puros sean el lenguaje con el que os<br />

comuniquéis con vuestros hermanos que moran en lo espiritual; que en<br />

esa forma os comprendáis, y en verdad vuestros méritos y vuestras<br />

buenas obras les sean provechosas, como también <strong>la</strong> influencia <strong>de</strong><br />

aquellos mis hijos, sus inspiraciones y su protección hacia vosotros,<br />

será una po<strong>de</strong>rosa ayuda en vuestra jornada para que lleguéis, unidos a<br />

Mi.<br />

8. Espiritualizaos y experimentaréis en vuestra vida <strong>la</strong> presencia grata<br />

<strong>de</strong> esos seres: <strong>El</strong> arrullo <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre que <strong>de</strong>jó al hijo en <strong>la</strong> Tierra, el<br />

calor y el consejo <strong>de</strong>l padre que tuvo también que partir.<br />

9. Después <strong>de</strong> daros esta lección, compren<strong>de</strong>réis el juicio <strong>de</strong> los que se<br />

quitan <strong>la</strong> existencia, <strong>de</strong> los que dan muerte a su hermano y <strong>de</strong> los que<br />

fomentan guerras homicidas. Ve<strong>la</strong>d y orad por todos ellos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Caín<br />

hasta el último homicida, para que su juicio sea atenuado.


10. Como nubes negras que presagian tempesta<strong>de</strong>s, así flotan sobre<br />

vosotros legiones <strong>de</strong> seres turbados. Orad para que no seáis victimas <strong>de</strong><br />

sus influencias. Orad para que esas tinieb<strong>la</strong>s se conviertan en luz.<br />

11. No os canséis <strong>de</strong> esta vida, no reneguéis en vuestras penas porque<br />

no sabéis qué <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> pasadas existencias estáis saldando.<br />

12. Vivid en armonía y en paz en el seno <strong>de</strong> vuestro hogar y <strong>de</strong> vuestra<br />

sociedad, para que puedan seguir vuestro ejemplo muchos <strong>de</strong> vuestros<br />

hermanos que serán conducidos hacia vosotros por seres <strong>de</strong> luz.<br />

13. Estad <strong>de</strong> plácemes en este Tercer Tiempo, porque mi pa<strong>la</strong>bra ha<br />

venido llena <strong>de</strong> esplendor hacia vosotros.<br />

14. Es instante <strong>de</strong> paz para todo espíritu. Los mundos se iluminan al<br />

<strong>de</strong>rramar el Padre sobre ellos su luz. Son instantes <strong>de</strong> gloria para todos<br />

los seres que están preparados para recibir esa dádiva divina, esa gracia<br />

ha llegado hasta vuestro mundo y en él he contemp<strong>la</strong>do a los muertos<br />

enterrando a sus muertos, rindiendo culto y adoración a los bienes <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Tierra y haciendo presente a Dios ofrendas materiales a través <strong>de</strong><br />

vanidosas ceremonias.<br />

15. La luz <strong>de</strong> mi Espíritu Santo se <strong>de</strong>rrama en este tiempo sobre todos<br />

los hombres y por el<strong>la</strong> podrán llegar a compren<strong>de</strong>r cuál es <strong>la</strong> ofrenda<br />

agradable al Señor. <strong>El</strong> espíritu sabrá prepararse como ofrenda que ha <strong>de</strong><br />

llegar a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Creador cuando se <strong>de</strong>sprenda <strong>de</strong> su cuerpo, <strong>de</strong><br />

esa materia que al bajar a <strong>la</strong> tierra se <strong>de</strong>sintegra y pier<strong>de</strong> su forma y será<br />

sólo un pequeño haz <strong>de</strong> átomos. Ahí don<strong>de</strong> está el fin <strong>de</strong> un ser<br />

humano, da principio una vida que los hombres no han sabido<br />

compren<strong>de</strong>r.<br />

16. Los hombres son conservadores en sus tradiciones y costumbres;<br />

bien está que guar<strong>de</strong>n un recuerdo imborrable <strong>de</strong> los seres que han<br />

bajado a <strong>la</strong> tumba y les atraiga el lugar don<strong>de</strong> <strong>de</strong>positaron sus restos;<br />

mas si se profundizaran en el sentido real <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida material, verían<br />

que al <strong>de</strong>sintegrarse aquel cuerpo, vuelve <strong>de</strong> átomo en átomo a los<br />

distintos reinos <strong>de</strong> que está formado y prosigue <strong>de</strong>senvolviéndose <strong>la</strong><br />

vida.<br />

17. Pero el hombre a través <strong>de</strong> los tiempos, por su falta <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> lo<br />

espiritual, ha creado una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> cultos fanáticos a <strong>la</strong> materia. Trata<br />

<strong>de</strong> hacer imperece<strong>de</strong>ra <strong>la</strong> vida material y olvida al espíritu que es el que<br />

en verdad posee vida eterna. ¡Cuán lejos se encuentran todavía <strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> vida espiritual!<br />

18. Ahora sabéis que no tiene objeto llevar ofrendas a esos lugares,<br />

don<strong>de</strong> una lápida que dice "muerte", <strong>de</strong>biera <strong>de</strong>cir "<strong>de</strong>sintegración y<br />

vida" porque ahí está <strong>la</strong> Naturaleza en pleno florecimiento, ahí está <strong>la</strong><br />

tierra que es seno fecundo e inagotable <strong>de</strong> criaturas y especies.


19. Cuando estas lecciones sean comprendidas, <strong>la</strong> humanidad sabrá dar<br />

a lo material su lugar y a lo divino el suyo. Entonces <strong>de</strong>saparecerá el<br />

culto idó<strong>la</strong>tra <strong>de</strong> los antepasados.<br />

20. <strong>El</strong> hombre <strong>de</strong>be reconocer y amar a su Creador, <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

21. Los altares son crespones negros y <strong>la</strong>s tumbas, son una prueba <strong>de</strong><br />

ignorancia y <strong>de</strong> ido<strong>la</strong>tría. Yo perdono todas vuestras faltas, mas en<br />

verdad <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>spertaros. Mi enseñanza será comprendida y llegará el<br />

tiempo en que los hombres cambien <strong>la</strong>s ofrendas materiales por<br />

pensamientos elevados.<br />

22. Discípulos: cuando habéis pasado por <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r a un ser<br />

querido, ya comienza a brotar <strong>de</strong> vosotros una oración como ésta:<br />

"Señor, sé que aquel que <strong>de</strong>jo este mundo se encuentra con vos, que<br />

sólo a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntó su viaje al <strong>de</strong> nosotros y que llegará el instante en que nos<br />

concedáis estar todos unidos en <strong>la</strong> misma morada. No hay lágrimas en<br />

nuestros ojos, porque sabemos que ellos no son los muertos, mas bien<br />

lo somos nosotros que estamos en este mundo; que en el valle espiritual<br />

está <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra igualdad y fraternidad, porque mientras los que ya han<br />

alcanzado <strong>la</strong> luz en plenitud, avanzan por el camino <strong>de</strong>l progreso y<br />

otros que sólo tienen una débil chispa que ilumina su sen<strong>de</strong>ro, son<br />

ayudados por los primeros, existe entre ellos <strong>la</strong> perfecta armonía, <strong>la</strong><br />

ayuda, <strong>la</strong> caridad".<br />

23. Entonces ¿Por qué concretar vuestros recuerdos <strong>de</strong> los que se<br />

fueron, a su existencia material? Recordadlos con espiritualidad para<br />

que no les turbéis y una vez que ellos se hayan <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> toda<br />

ten<strong>de</strong>ncia humana, volverán invisiblemente a vosotros; les será<br />

concedido que se acerquen a vuestro corazón, aunque no sabéis en qué<br />

forma. En <strong>la</strong> vida espiritual sólo existe una aspiración, un <strong>de</strong>seo: el <strong>de</strong><br />

acercarse a <strong>la</strong> perfección divina. Yo os dije en aquel tiempo: "No<br />

entrará el hombre en el Reino <strong>de</strong> los Cielos, mientras no se asemeje a<br />

Mí".<br />

24. Quien no comprenda mi enseñanza es porque no se ha preocupado<br />

por estudiar<strong>la</strong>, porque el<strong>la</strong> es luz para todos. Tiempo llegará en que<br />

toda <strong>la</strong> humanidad se levante diciendo: "Creo en Ti, en <strong>la</strong> resurrección<br />

a <strong>la</strong> vida".<br />

25. Discípulos: este ambiente <strong>de</strong> paz que habéis tenido y que habéis<br />

contemp<strong>la</strong>do como un cielo <strong>de</strong>spejado, es en verdad el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

segunda Jerusalén, en cuyo firmamento bril<strong>la</strong>rá <strong>la</strong> estrel<strong>la</strong> que<br />

conducirá a los hombres que vienen en busca <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> verdad.<br />

26. Se <strong>de</strong>leita mi espíritu al hab<strong>la</strong>ros y tan gran<strong>de</strong> es mi gozo en los<br />

cielos cuando a ellos llega un pecador arrepentido, como cuando llega<br />

un justo, porque éste siempre estuvo a salvo, en cambio aquél estaba<br />

perdido y fue hal<strong>la</strong>do.


27. No porque estéis escuchando mi pa<strong>la</strong>bra os creáis a salvo, diciendo:<br />

Estábamos perdidos, pero hemos sido hal<strong>la</strong>dos y tenemos seguro el<br />

Cielo No, es menester que comprendáis que sólo he venido a poneros<br />

en el camino que conduce a mi Reino y que vosotros tendréis que<br />

esforzaros por no <strong>de</strong>sviaros jamás <strong>de</strong> esa senda y por avanzar un paso<br />

cada día hasta llegar a <strong>la</strong> puerta, tras <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual existe <strong>la</strong> mansión eterna,<br />

cuna y patria verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l espíritu, a don<strong>de</strong> todos habréis <strong>de</strong> llegar,<br />

para no errar nunca más y así gozar <strong>de</strong>l fruto recogido en <strong>la</strong> lucha, así<br />

como <strong>de</strong>l ga<strong>la</strong>rdón prometido por el Padre a todos los que saben<br />

perseverar en <strong>la</strong> fe y en el amor.<br />

28. Os sentís enca<strong>de</strong>nados a <strong>la</strong> carne, al mundo y al dolor, pero antes<br />

que <strong>de</strong>salentaros por ello, pensando que son obstáculos para vuestra<br />

elevación, quiero que comprendáis que esos obstáculos son en realidad<br />

los medios para que probéis vuestra fe, amor y perseverancia en el bien.<br />

29. Soy vuestro Salvador, vuestro Libertador, mas, compren<strong>de</strong>d que si<br />

os doy mi amor para rescataros, vosotros también <strong>de</strong>béis entregarme el<br />

vuestro: Yo habré hecho mi parte y vosotros <strong>la</strong> vuestra, dándoos<br />

ocasión <strong>de</strong> hacer méritos para llegar a Mí, conscientes <strong>de</strong> vuestras obras<br />

y sabiendo ante quién llegáis y por qué.<br />

30. ¿Qué mérito tendría para vosotros que Yo, sólo por compasión, os<br />

apartase <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong>l dolor y os llevase a <strong>la</strong>s regiones celestiales?<br />

En verdad os digo, que no os sentiríais dignos <strong>de</strong> habitar en el<strong>la</strong>s, ni<br />

sabríais apreciar esa vida; en una pa<strong>la</strong>bra: ni siquiera sabríais en dón<strong>de</strong><br />

habitabais. Por eso os digo que es mi voluntad que cuando lleguéis<br />

hasta allí, sea por vuestros méritos, porque entonces seréis dignos <strong>de</strong><br />

todo lo que os ro<strong>de</strong>a y <strong>de</strong> todo cuanto poseáis.<br />

31. Sabéis que en cada uno <strong>de</strong> vuestros pasos, en vuestras pruebas o<br />

dificulta<strong>de</strong>s, en vuestros anhelos, obras y pensamientos estoy presente,<br />

dándoos mi amor, hablándoos, fortaleciendo vuestra voluntad alentando<br />

vuestra fe, pues sin mi ayuda, ¿Quién podría acercarse a <strong>la</strong> perfección?<br />

32. ¡Despertad! ¡Levantaos! ¡Surgid a <strong>la</strong> luz y empren<strong>de</strong>d <strong>la</strong> lucha! ¿Os<br />

sentís prisioneros? Romped <strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> vuestro materialismo. ¿Os<br />

agobia el dolor y <strong>la</strong> miseria? Apren<strong>de</strong>d a sobreponeros a <strong>la</strong>s miserias<br />

humanas. ¿Os sentís pequeños junto a los <strong>de</strong>más? En vosotros está el<br />

ser gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo el espíritu por medio <strong>de</strong>l bien. No he creado<br />

espíritus <strong>de</strong>stinados a ser siempre pequeños ni a vivir siempre en <strong>la</strong><br />

oscuridad. Si en <strong>la</strong>s altas mansiones existen espíritus gran<strong>de</strong>s, es porque<br />

ellos han ascendido por el camino <strong>de</strong>l amor; mas en su principio fueron<br />

también pequeños.<br />

33. Ved por qué goza mi Espíritu cuando conversa con los que son<br />

pequeños, con los que habitan en tinieb<strong>la</strong>s o viven enca<strong>de</strong>nados al dolor<br />

y <strong>la</strong> miseria, porque sé que con mi amor vuestro espíritu <strong>de</strong>spierta a <strong>la</strong><br />

luz, se inunda <strong>de</strong> esperanza y <strong>de</strong> fe y abraza el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> elevación.


34. Os quiero a todos felices, en paz y habitando en <strong>la</strong> luz, para que<br />

lleguéis a poseerlo todo no sólo por mi amor, sino también por vuestros<br />

méritos porque entonces vuestra satisfacción y dicha serán perfectas.<br />

35. Para ayudaros en vuestra elevación, mi rayo divino <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> entre<br />

vosotros para traducirse en pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> enseñanza. Y os digo como en<br />

el Segundo Tiempo: "Yo soy el camino, <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> vida" y así me<br />

he manifestado en vuestro sen<strong>de</strong>ro, entresacándoos <strong>de</strong> <strong>la</strong> escoria para<br />

poneros en el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong> moral y <strong>la</strong> espiritualidad perfecta.<br />

He roto vuestras ca<strong>de</strong>nas para que podáis seguirme.<br />

36. Jesús, el Nazareno, estuvo entre los hombres en el Segundo Tiempo<br />

para <strong>de</strong>jaros un ejemplo vivo <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>be amarse y servirse al Padre,<br />

y cómo <strong>de</strong>be amarse a <strong>la</strong> humanidad. Os hablo así para que no<br />

alberguéis <strong>la</strong> creencia <strong>de</strong> que sólo he venido a sanaros <strong>de</strong> vuestras<br />

penas, sino a enseñaros también a hacer <strong>la</strong> caridad a vuestros<br />

semejantes. Os recuerdo los pasajes <strong>de</strong> mi vida y mi pasión en cuanto<br />

hombre, para que comprendáis que el camino que os señalo ahora, es el<br />

mismo que Jesús os trazó. Es el camino <strong>de</strong> siempre, el único, el eterno.<br />

37. A muchos os parece una falsedad o un imposible que Yo me esté<br />

comunicando por medio <strong>de</strong>l entendimiento humano. Y a estas dudas Yo<br />

contesto que en todos los tiempos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad<br />

me he comunicado a través <strong>de</strong> hombres, por cuyo conducto he dado al<br />

mundo mis ór<strong>de</strong>nes, mis inspiraciones y mis reve<strong>la</strong>ciones. Lo que ahora<br />

acontece es que <strong>la</strong> humanidad se encuentra materializada, enca<strong>de</strong>nada<br />

al mundo y a <strong>la</strong> materia y aprisionada por su fanatismo religioso.<br />

38. Estoy hab<strong>la</strong>ndo para todos porque Yo no os distingo, ya que en un<br />

principio sólo envié espíritus iguales a morar <strong>la</strong> corteza <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra.<br />

39. Soy Yo el único que conoce el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> todos, el único que sabe<br />

el camino que habéis recorrido y el que tenéis que transitar. Soy el que<br />

compren<strong>de</strong> vuestros sufrimientos y vuestros goces. Sé lo que habéis<br />

andado para encontrar <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> justicia. Mi caridad es <strong>la</strong> que<br />

percibe <strong>la</strong> voz angustiada <strong>de</strong>l que interiormente me pi<strong>de</strong> perdón por sus<br />

faltas.<br />

40. Y como Padre vengo a aten<strong>de</strong>r toda súplica, a recoger vuestras<br />

lágrimas, a curar vuestras dolencias, a hacer que os sintáis perdonados<br />

y absueltos <strong>de</strong> vuestras manchas para que rehagáis vuestra vida.<br />

41. También Yo soy el único que pue<strong>de</strong> perdonaros <strong>la</strong>s ofensas hechas<br />

a Mí por vosotros que sois mis hijos.<br />

42. Vosotros sois <strong>la</strong> simiente que estoy preparando; si en tiempos<br />

pasados habéis llegado hasta a <strong>de</strong>sconocerme, os he perdonado os he<br />

sentado ahora a mi mesa, para convertiros en mis discípulos.<br />

43. Veo cansado a vuestro espíritu, con <strong>la</strong> fatiga que ha recogido en el<br />

mundo y por eso ha buscado el camino que le conduzca al verda<strong>de</strong>ro<br />

<strong>de</strong>scanso. La profunda huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> dolor que los sufrimientos han <strong>de</strong>jado


en vosotros, se borrará a medida que caminéis por esta senda ocupando<br />

a vuestro espíritu en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong>l amor a vuestros semejantes. En esa<br />

lucha él no se fatiga jamás. Si este pueblo llega en su presente<br />

existencia al término <strong>de</strong> su misión sobre <strong>la</strong> Tierra, no volverá más a<br />

el<strong>la</strong>, porque su morada será ya por siempre el universo espiritual.<br />

44. Vosotros no sois <strong>de</strong> este mundo, pero a él habéis venido a apren<strong>de</strong>r<br />

profundas lecciones, a hacer méritos, a expiar culpas, a dar pasos hacia<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el camino <strong>de</strong>l perfeccionamiento espiritual, a sembrar el<br />

bien dando testimonio <strong>de</strong> Mi.<br />

45. Los que me han escuchado en este tiempo <strong>de</strong>ben tener mayor<br />

comprensión <strong>de</strong> sus obras y <strong>de</strong> su responsabilidad. Los que no me han<br />

escuchado, podrán ser consi<strong>de</strong>rados inocentes. Los primeros tendrán<br />

que respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong> todo cuanto aprendieron, practicaron y <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong><br />

hacer.<br />

46. Si os escudriñaseis, encontraríais que nada os hace falta para que<br />

podáis servirme y para llegar hasta <strong>la</strong> cima <strong>de</strong> <strong>la</strong> montaña. Ya sea que<br />

me sirváis o que no lo hagáis, seguiréis poseyendo siempre <strong>la</strong> misión y<br />

los dones, mas ¿Para qué queréis dones y potestad, si no habréis <strong>de</strong><br />

ponerlos en práctica? No vayáis a imitar al rico avaro cuyo caudal<br />

podrá ser muy gran<strong>de</strong>, pero que es inútil.<br />

47. Cuando el espíritu llega a <strong>la</strong> Tierra, viene animado <strong>de</strong> los mejores<br />

propósitos <strong>de</strong> consagrar su existencia al Padre, <strong>de</strong> agradarlo en todo, <strong>de</strong><br />

ser útil a sus semejantes; pero una vez que se ve aprisionado en <strong>la</strong><br />

materia, tentado y probado en mil formas en su jornada, <strong>de</strong>bilita, ce<strong>de</strong> a<br />

los impulsos <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne, ce<strong>de</strong> a <strong>la</strong>s tentaciones, se torna egoísta, y<br />

termina por amarse a sí mismo sobre todas <strong>la</strong>s cosas, y sólo por<br />

instantes da oído a <strong>la</strong> conciencia don<strong>de</strong> se encuentra escrito el <strong>de</strong>stino y<br />

<strong>la</strong>s promesas.<br />

48. Mi pa<strong>la</strong>bra os ayuda a recordar vuestro pacto espiritual y a vencer<br />

<strong>la</strong>s tentaciones y obstáculos. Nadie podrá <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>l camino trazado<br />

por Mí nunca ha salido; pero os perdono para que aprendáis a perdonar<br />

a vuestros hermanos.<br />

49. ¿Quiénes son los que me aman? En verdad os digo: sólo Yo lo sé.<br />

Hay quienes me aman y no lo saben, y hay quienes creen amarme y<br />

hasta <strong>de</strong> ello hacen a<strong>la</strong>r<strong>de</strong> y no me aman.<br />

50. No quedaréis solos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida, a los seres que me aman<br />

les <strong>de</strong>jaré entre vosotros, porque en su corazón no existirá ma<strong>la</strong><br />

simiente ni vanidad. En ellos habrá amor, caridad y humildad.<br />

51. No porque algunos me amen más, gozan por ello <strong>de</strong> mayores dones,<br />

no. Yo estoy dando oportunidad a todos <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar a <strong>la</strong> vida<br />

verda<strong>de</strong>ra para ser los instrumentos <strong>de</strong> mis altos <strong>de</strong>signios.<br />

52. A muchos hice el l<strong>la</strong>mado en este tiempo y no todos acudieron. <strong>El</strong><br />

rumor <strong>de</strong> mi presencia entre los hombres llegó a muchos sitios y a


muchos corazones, y puedo <strong>de</strong>ciros que <strong>la</strong> humanidad ha sido sorda a<br />

este l<strong>la</strong>mado. Mas cuando <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas se acumulen y <strong>la</strong>s<br />

fuerzas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza <strong>la</strong>ncen sus voces <strong>de</strong> justicia, <strong>la</strong> humanidad<br />

<strong>de</strong>spertará <strong>de</strong> su <strong>la</strong>rgo sueño, reconociendo que en verdad, Yo estuve<br />

entre vosotros.<br />

53. No vine a salvar tan sólo a <strong>de</strong>terminado pueblo o nación, vine por<br />

toda <strong>la</strong> humanidad, para enseñar a todos <strong>la</strong> oración que los comunica<br />

con el Creador en una verda<strong>de</strong>ra comunión espiritual.<br />

54. Hay quienes al oírme hab<strong>la</strong>r, me preguntan: Señor ¿En lo futuro no<br />

<strong>de</strong>beremos ya elevar cánticos a tu Divinidad? A lo que Yo contesto:<br />

hijos, <strong>la</strong>s aves glorifican mi nombre con sus trinos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que <strong>de</strong>spunta<br />

el alba. Si para elevar vuestro espíritu lo necesitáis, hacedlo, si no, hay<br />

otro himno que nace <strong>de</strong>l espíritu y cuyas notas no resuenan en vuestros<br />

oídos aunque su eco vibra en el infinito: <strong>la</strong> oración.<br />

55. Nadie a<strong>la</strong>r<strong>de</strong>e <strong>de</strong> espiritualidad. ¿Quién pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que ya es más<br />

espíritu que carne y que pue<strong>de</strong> transitar sobre <strong>la</strong>s aguas sin hundirse?<br />

No será vuestra materia <strong>la</strong> que se eleve, será so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> que, en su<br />

recogimiento, ayu<strong>de</strong> al espíritu para atravesar <strong>la</strong>s distancias.<br />

56. Mi Espíritu divino que mora en vuestro corazón os dice:<br />

57. Pueblo amado: si existiese un justo sobre <strong>la</strong> Tierra, por ese justo se<br />

salvar<strong>la</strong> el mundo. Por eso mi Rayo Universal <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a iluminar el<br />

camino trazado por el Padre a los hombres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros tiempos;<br />

ese camino <strong>de</strong> moral, <strong>de</strong> virtud y espiritualidad que os ha levantado,<br />

cuando por f<strong>la</strong>queza habéis caído <strong>de</strong> hinojos ante falsas <strong>de</strong>ida<strong>de</strong>s.<br />

58. Des<strong>de</strong> el Primer Tiempo me he comunicado con <strong>la</strong> humanidad a<br />

través <strong>de</strong> hombres escogidos por mi caridad, fueron los profetas, los<br />

inspirados, los justos, los patriarcas, los que os daban a conocer mis<br />

mandatos y mi voluntad. Ved cómo todos ellos os condujeron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

principio por el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad, os enseñaron a orar ante el<br />

Padre invisible y a preparar como un santuario el corazón para que<br />

tuvieseis <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Señor, lo mismo en el rincón <strong>de</strong> vuestra<br />

alcoba que en una montaña, en un camino o en <strong>la</strong>s márgenes <strong>de</strong> un río.<br />

59. Por instantes os habéis perdido por los caminos <strong>de</strong>l materialismo,<br />

apartándoos <strong>de</strong>l Padre, equivocando el verda<strong>de</strong>ro culto, sustituyéndolo<br />

con el fanatismo y <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría y al final cayendo muchos en <strong>la</strong><br />

incredulidad.<br />

60. Pero sentisteis <strong>de</strong> cerca los pasos <strong>de</strong>l Señor en este tiempo; oísteis<br />

como el eco lejano <strong>de</strong> una campana y tuvisteis que acudir al l<strong>la</strong>mado<br />

misterioso que se os hacía. ¿Qué miraron vuestros ojos corporales?<br />

Unos humil<strong>de</strong>s recintos don<strong>de</strong> se congregan mis nuevos discípulos y<br />

unas criaturas insignificantes por <strong>la</strong>s cuales brotaba como manantial<br />

inagotable una pa<strong>la</strong>bra dulce, llena <strong>de</strong> ternura, <strong>de</strong> sabiduría y


persuasión. Des<strong>de</strong> entonces, para muchos, ha sido esta pa<strong>la</strong>bra el pan<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, el agua que mitiga su sed y el bálsamo que alivia su dolor.<br />

61. Ante el prodigio <strong>de</strong> mi presencia nuevamente entre los hombres, el<br />

sordo ha oído, el ciego ha visto, el corazón endurecido se ha<br />

sensibilizado, el espíritu muerto a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia ha resucitado.<br />

62. Y los hombres y <strong>la</strong>s mujeres se han convertido en afanosos<br />

<strong>la</strong>briegos, en estudiosos discípulos que <strong>de</strong>spués hab<strong>la</strong>rán <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

Estos no volverán a negarme, no me <strong>de</strong>sconocerán más, ni volverán a<br />

dudar <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>r.<br />

63. <strong>El</strong>los serán en el camino <strong>de</strong>l perdido como un faro luminoso. Y así<br />

en este tiempo los espíritus encontrarán el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad para<br />

acercarse un paso más a su Creador.<br />

64. Mientras tengáis un soplo <strong>de</strong> vida, buscad a los que se han<br />

extraviado, levantad a vuestros hermanos caídos en <strong>la</strong> lucha; sanad al<br />

espíritu, al corazón o a <strong>la</strong> carne <strong>de</strong>l enfermo. Haced caridad, dando así<br />

testimonio <strong>de</strong> Mí, no importa que aquellos, que recibieron un beneficio,<br />

no se conviertan a mi Obra. La semil<strong>la</strong> que sembrasteis nunca morirá,<br />

el<strong>la</strong> germinará mañana o en <strong>la</strong> eternidad.<br />

65. Reconoced <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> vuestros dones que ningún hombre sabio o<br />

po<strong>de</strong>roso podría haberos dado, para que lleguéis a ser en verdad <strong>la</strong> luz y<br />

el buen sabor <strong>de</strong>l mundo.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 246<br />

1. Discípulos amados: habéis sido l<strong>la</strong>mados para <strong>de</strong>sempeñar una<br />

misión espiritual en este tiempo. Para que vuestro espíritu fuera digno<br />

<strong>de</strong> alcanzar estos cargos, tuvo que atravesar gran<strong>de</strong>s pruebas y apurar<br />

cálices muy amargos, pero ese crisol os dio temple, evolución y<br />

experiencia.<br />

2. Sois los mismos a quienes en otros tiempos he buscado para<br />

doctrinaros, pero esta porción que formáis, es sólo una mínima parte<br />

<strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Dios que está diseminado en el Universo, y al que amo<br />

por igual como a vosotros.<br />

3. Todos tenéis el mismo origen, todos poseéis los dones <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo y llegaréis al mismo fin, mas os he nombrado mi pueblo, porque<br />

sois como hermanos mayores entre <strong>la</strong> humanidad, que tenéis <strong>la</strong> misión<br />

<strong>de</strong> llevar <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong> amor a todo espíritu. De Mi brotasteis como<br />

simiente virgen y habréis <strong>de</strong> volver a Mi como semil<strong>la</strong> multiplicada en<br />

número infinito, pero tendrá que ser limpia como <strong>la</strong> original.


4. Así llegarán los espíritus a mi seno; gran<strong>de</strong>s por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus<br />

dones y limpios por <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> sus obras.<br />

5. Os he confiado una parte <strong>de</strong> mi Obra, porque si el Padre todo lo<br />

hiciese, no os daría ocasión para perfeccionaros.<br />

6. A través <strong>de</strong> los tiempos os he dado una Doctrina que he ido<br />

ampliando para que el<strong>la</strong> como ley rija vuestra vida humana, y afirme a<br />

vuestro espíritu en <strong>la</strong> senda que conduce a <strong>la</strong> luz eterna.<br />

7. De mi Ley, que es semejante a un árbol, los hombres han cortado<br />

ramas que son <strong>la</strong>s sectas y <strong>la</strong>s religiones, <strong>la</strong>s cuales por haber quedado<br />

<strong>de</strong>sprendidas <strong>de</strong>l árbol han perdido <strong>la</strong> savia, su sombra ha sido escasa y<br />

entre su fol<strong>la</strong>je no existen nidos <strong>de</strong> amor ni frutos <strong>de</strong> buen sabor.<br />

8. No os he reve<strong>la</strong>do mi Doctrina sólo para que viváis bien en <strong>la</strong> Tierra;<br />

el<strong>la</strong> es el camino que conduce al espíritu a <strong>la</strong> parte más alta, a <strong>la</strong>s<br />

regiones más elevadas <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong> <strong>la</strong> sabiduría y <strong>de</strong> <strong>la</strong> armonía con<br />

todos los seres.<br />

9. Las religiones no han cumplido con <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> conducir a los<br />

espíritus hacia los umbrales <strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad; éstos, al <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong><br />

este mundo, se pier<strong>de</strong>n en <strong>la</strong> encrucijada <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte, ignoran el<br />

camino, tropiezan por falta <strong>de</strong> luz y caen en materialismo, buscando <strong>la</strong><br />

vida que <strong>de</strong>jaron.<br />

10. Ese no es el camino que Yo he trazado; mi camino es <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong><br />

reve<strong>la</strong>ción, <strong>de</strong> profunda sabiduría para todos, <strong>de</strong> caridad y amor. Para<br />

no <strong>de</strong>sviarse <strong>de</strong> él se requiere sacrificio, renunciación, y perseverancia<br />

en el cumplimiento <strong>de</strong> mi Ley.<br />

11. Y mi Espíritu, que os ama, se ha presentado en el camino <strong>de</strong> cada<br />

uno <strong>de</strong> mis hijos, para <strong>de</strong>spertarlos a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad y ponerlos en<br />

camino <strong>de</strong> encontrar el Árbol <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Vida</strong> que brinda agradable sombra y<br />

ofrece buenos frutos porque su savia es perfecta.<br />

12. Esto os da a compren<strong>de</strong>r que llegarán tiempos en que no tengáis<br />

más pastor, ni más guía que vuestra propia conciencia, en <strong>la</strong> que bril<strong>la</strong><br />

mi luz.<br />

13. En este mundo no existen fuentes <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ro saber espiritual, <strong>la</strong><br />

fuente <strong>de</strong> gracia y sabiduría <strong>la</strong> hal<strong>la</strong>réis en Mí a través <strong>de</strong> vuestra<br />

humildad, en vuestra comunicación espiritual con el Padre.<br />

14. Estos humil<strong>de</strong>s y pequeños recintos don<strong>de</strong> penetráis para tener y<br />

gozar <strong>de</strong> mi manifestación, os protegen <strong>de</strong> <strong>la</strong> inclemencia <strong>de</strong>l tiempo y<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s miradas indiscretas, pero ellos nunca podrán ser el templo <strong>de</strong> mi<br />

Divinidad, porque prefiero buscarlo en el Universo que he creado,<br />

don<strong>de</strong> cada ser es una ofrenda, don<strong>de</strong> cada vida es un santuario y cada<br />

corazón una lámpara.<br />

15. Doquiera que vayáis y miréis, palparéis mi presencia, porque mi<br />

Espíritu habita eternamente en su templo, don<strong>de</strong> lo divino, lo espiritual


y lo material están en<strong>la</strong>zados en perfecta armonía para formar el<br />

Santuario y cada corazón una lámpara.<br />

16. Pero no sólo Yo habito este templo, sino que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él están<br />

todas mis criaturas, ocupando cada quien <strong>la</strong> morada que le correspon<strong>de</strong>.<br />

17. En verdad os digo que no existe en <strong>la</strong> Tierra maestro alguno que<br />

pueda enseñaros un camino más corto y que os lleve más lejos que éste,<br />

ni que pueda mostraros un horizonte tan amplio cuya luz os haga<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> eternidad.<br />

18. <strong>El</strong> hombre ha <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do su ciencia gran<strong>de</strong>mente, mas siente que<br />

está llegando a un límite, pero no es que <strong>la</strong> ciencia pueda tener límites,<br />

es que me he interpuesto en <strong>la</strong> carrera <strong>de</strong> aquél, para hacerlo meditar<br />

sobre su obra, para hacerle oír <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su conciencia y esperar su<br />

rectificación; cuando el hombre aplique su ciencia al bien <strong>de</strong> sus<br />

hermanos, <strong>la</strong> Naturaleza <strong>de</strong>sbordará sobre él sus secretos y como sierva<br />

quedará a sus pies, porque envié al hombre a <strong>la</strong> Tierra para que en el<strong>la</strong><br />

gobernase y fuese su señor.<br />

19. La purificación es universal, porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pequeño que está<br />

naciendo hasta el que ha llegado a <strong>la</strong> ancianidad, apuran un cáliz <strong>de</strong><br />

amargura. Todos los elementos y <strong>la</strong>s fuerzas se encuentran empeñadas<br />

en una batal<strong>la</strong>.<br />

20. Legiones <strong>de</strong> espíritus <strong>de</strong> toda índole luchan entre sí, y un ambiente<br />

<strong>de</strong> guerra, <strong>de</strong> dolor y <strong>de</strong> tristeza, se respira por doquier. Sed fuertes,<br />

porque cuando esta batal<strong>la</strong> pase y <strong>la</strong>s heces amargas hayan sido<br />

bebidas, el cáliz vacío será llenado con el vino <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y habrá en<br />

todos los espíritus <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra como un renacimiento.<br />

21. Entre los que han aprendido mi lección escuchándome en este<br />

tiempo, habrá quienes no salgan <strong>de</strong> su comarca para <strong>de</strong>sempeñar su<br />

misión, pero otros tendrán que levantarse en pos <strong>de</strong> otros pueblos y <strong>de</strong><br />

otras naciones. Hoy quiero que permanezcáis escuchando mis últimas<br />

cátedras, para que llevéis hasta <strong>la</strong> última <strong>de</strong> mis pa<strong>la</strong>bras como una<br />

herencia.<br />

22. ¡Ay <strong>de</strong> los portavoces que cierren sus <strong>la</strong>bios antes <strong>de</strong> tiempo! ¡Ay<br />

<strong>de</strong> los que retengan mis reve<strong>la</strong>ciones por falta <strong>de</strong> preparación o<br />

inspiración, porque <strong>de</strong>spués su conciencia imp<strong>la</strong>cablemente les<br />

rec<strong>la</strong>mará!<br />

23. En 1950 <strong>de</strong>jaré <strong>de</strong> comunicarme en esta forma, pero vuestra misión<br />

no habrá terminado, por el contrario, será el principio <strong>de</strong> una vida <strong>de</strong><br />

lucha. Yo os mostraré una nueva forma <strong>de</strong> comunicación, hab<strong>la</strong>ré a<br />

vuestro corazón, me comunicaré con vuestro espíritu, inspiraré vuestra<br />

mente y así seguiréis oyendo <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Divino Maestro cada vez más<br />

perfecta, más elevada, más espiritual.<br />

24. Después <strong>de</strong> levantar mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> entre vosotros, nadie intente<br />

atraer mi rayo para escuchar nuevamente mi Verbo, porque no sabe a lo


que se expone. Si en otros pueblos o países don<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconozcan estas<br />

enseñanzas, llegasen a comunicarse con el mundo espiritual y a invocar<br />

mi Divino Espíritu para escucharlo a través <strong>de</strong>l entendimiento humano,<br />

Yo perdonaré a aquellos porque no saben lo que hacen, pero a vosotros<br />

os digo: apresuraos para que mi luz llegue antes que el caos, porque<br />

viene un tiempo <strong>de</strong> confusión en el que el sabio creerá no saber nada,<br />

en que muchas convicciones que<strong>de</strong>n <strong>de</strong>struidas y muchas lámparas<br />

apagadas. Y en medio <strong>de</strong> ese torbellino, andará mi nombre <strong>de</strong> boca en<br />

boca. La humanidad volverá sus miradas a <strong>la</strong>s escrituras en busca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

profecías y en busca <strong>de</strong> fe. Los teólogos, los ministros y los hombres <strong>de</strong><br />

ciencia serán interrogados. Y ese tiempo que os anuncio y para el cual<br />

os preparo, es el mismo para el que <strong>de</strong>béis preparar a <strong>la</strong>s nuevas<br />

generaciones, a los que han <strong>de</strong> continuar vuestra misión, para que mi<br />

pueblo no muera en vosotros, sino que crezca y se multiplique en<br />

número, en espiritualidad, en saber y en virtud.<br />

25. Se acerca el día en que os <strong>de</strong>je como maestros, como ejemplo y<br />

como libro, porque cuando mi Doctrina resuene entre <strong>la</strong> humanidad, mi<br />

mirada os escudriñará.<br />

26. Pasaron los tiempos en que me escuchabais sin sentir<br />

responsabilidad alguna, en que comíais en mi mesa el fruto y el pan sin<br />

contraer <strong>de</strong>uda y bebáis el vino que queríais hasta <strong>de</strong>rramarlo y erais<br />

felices encontrando el bálsamo para vuestras enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

27. Ahora venís con el espíritu <strong>de</strong>spierto, ahora sentís vuestra<br />

responsabilidad. Os preocupáis por <strong>la</strong> humanidad, sufrís por vuestros<br />

enfermos y lucháis por mi causa. Y conscientes <strong>de</strong> que estáis<br />

presenciando mis últimas comunicaciones, os apresuráis a oírme y a<br />

guardar en vuestra conciencia mis inspiraciones. Hacéis bien en<br />

prepararos, para recibir el juicio en el último día <strong>de</strong> esta comunicación.<br />

28. <strong>El</strong> mundo verá surgir a Israel <strong>de</strong> entre sus cenizas, pero no al judío<br />

metalizado y carnal, sino a Israel por el espíritu, el que haciendo acto<br />

<strong>de</strong> presencia entre los hombres, dará testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> reencarnación <strong>de</strong>l<br />

espíritu, ley <strong>de</strong> amor y justicia que conmoverá cimientos, criterios y<br />

creencias. Al principio provocaréis luchas y originaréis guerras <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as, pero luego haréis sentir vuestra paz, que aun en los instantes <strong>de</strong><br />

mayor agitación os hará permanecer serenos e inmutables y <strong>la</strong><br />

confusión pasará porque <strong>la</strong> turbación espiritual nunca es eterna, ya que<br />

en el fondo <strong>de</strong> cada ser existe una chispa <strong>de</strong> luz que nunca se apaga.<br />

29. Entonces seréis l<strong>la</strong>mados para que expliquéis lo que Yo os enseñé y<br />

<strong>de</strong>is luz para <strong>de</strong>struir <strong>la</strong> confusión <strong>de</strong> vuestros hermanos, y cuando el<br />

mundo haya penetrado en paz, mi Reino estará cerca <strong>de</strong> los hombres,<br />

porque mi caridad se encontrará dispuesta a <strong>de</strong>spertar el Séptimo Sello.<br />

30. Sin pregonar que sois mi apóstol, lo seréis. Aunque seáis maestros<br />

diréis que sois discípulos. No llevaréis vestidura que os distinga <strong>de</strong> los


<strong>de</strong>más; no llevaréis libro en vuestras manos, no edificaréis recintos, ni<br />

tendréis en <strong>la</strong> Tierra el centro o cimiento <strong>de</strong> mi Obra, ni tendréis<br />

<strong>de</strong><strong>la</strong>nte a hombre alguno que me represente.<br />

31. Los guías que habéis tenido hasta ahora, son los últimos. La<br />

oración, <strong>la</strong> espiritualidad y <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> mi Doctrina guiarán a <strong>la</strong>s<br />

multitu<strong>de</strong>s por el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz.<br />

32. Es solemne el instante en que <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra llega hasta<br />

vuestro corazón, <strong>de</strong>jando una huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> luz; es <strong>la</strong> misma que en otro<br />

tiempo os tracé con sangre <strong>de</strong> amor.<br />

33. <strong>El</strong> espíritu, en su afán <strong>de</strong> redimirse, busca el camino en este tiempo<br />

y en él me encuentra, a Mí que soy el perdón que <strong>la</strong>va y el amor que<br />

eleva. En verdad os digo que este amor es <strong>la</strong> fuerza que une todo lo<br />

creado por Mí, es el aliento divino que da vida y fortaleza a todos los<br />

seres. En el trayecto <strong>de</strong> vuestra evolución, habéis ido transformándoos<br />

hacia <strong>la</strong> perfección, tanto espiritual como corporal, aunque os digo que<br />

lo esencial <strong>de</strong> vuestro ser es el espíritu, ya que <strong>la</strong> materia es so<strong>la</strong>mente<br />

una envoltura en <strong>la</strong> cual el espíritu se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>.<br />

34. Si a través <strong>de</strong> los tiempos os habéis perdido, siguiendo <strong>la</strong>s<br />

inclinaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne, compren<strong>de</strong>d ahora que ya habéis encontrado<br />

el camino, que habéis penetrado en el recogimiento, en el cual el Padre<br />

se está manifestando al mundo, para que éste alcance salvación.<br />

Vosotros, en el afán <strong>de</strong> salvaros, habéis llegado a veces al sacrificio,<br />

porque comprendéis que tar<strong>de</strong> o temprano, pero inexorablemente<br />

tendréis que penetrar en <strong>la</strong> vida espiritual.<br />

35. No <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> reconocer que esta vida, sembrada <strong>de</strong> bellezas y<br />

maravil<strong>la</strong>s, es grandiosa; no podéis negar que el hombre ha puesto en<br />

el<strong>la</strong> su obra también, que ha dado a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto a vuestra manera <strong>de</strong> vivir;<br />

sin embargo, ha llegado el tiempo en que volváis vuestros ojos a Mí,<br />

para <strong>de</strong>cirme que Yo soy el Creador y dueño <strong>de</strong> todo cuanto os ro<strong>de</strong>a y<br />

que soy <strong>la</strong> luz que reve<strong>la</strong> <strong>la</strong> ciencia a los hombres. A este grado <strong>de</strong><br />

elevación no todos han llegado, porque no todos han comprendido los<br />

tiempos en que viven, ni tienen noción <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que anteriormente han<br />

tenido.<br />

36. ¿Cómo pue<strong>de</strong>n presentir <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> este tiempo, aquellos que<br />

envueltos en fanatismo religioso, quitan toda libertad al espíritu y le<br />

privan <strong>de</strong> toda expresión natural? Todo espíritu guarda en sí mismo<br />

gran<strong>de</strong>s dones, puesto que él ha sido antes que el mundo, pero si él se<br />

encuentra enca<strong>de</strong>nado y privado <strong>de</strong> expresar lo que encierra, tendrá que<br />

vivir incomprendido y confundido; tendrá que vivir <strong>de</strong> presentimientos<br />

<strong>de</strong> lo espiritual y <strong>de</strong> reminiscencias <strong>de</strong> su propio pasado, ocultando y<br />

cal<strong>la</strong>ndo todo, por el temor que sobre lo espiritual le han infundido<br />

fanáticas creencias. Así no podrá sentir mi presencia si le sorpren<strong>de</strong><br />

hasta <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra espíritu. ¿Cómo podrá tener fe en <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong>l


espíritu, que es <strong>la</strong> reencarnación? ¿Cómo podrá creer en estas<br />

manifestaciones que ahora miráis?<br />

37. Se aproximan los últimos instantes en que os hab<strong>la</strong>ré así, y <strong>la</strong><br />

humanidad no ha dado pruebas <strong>de</strong> sentir mi presencia.<br />

38. ¡Cuán pocos son los que han sabido <strong>de</strong> mi comunicación en este<br />

tiempo! ¡Cuán pocos los que, a más <strong>de</strong> dar crédito a mi comunicación<br />

por medio <strong>de</strong>l entendimiento humano, tienen <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> que <strong>la</strong><br />

Divinidad para manifestarse, pue<strong>de</strong> hacerlo en número infinito <strong>de</strong><br />

formas! Más si vosotros, a quienes estoy preparando para que seáis mis<br />

testigos, no dieseis testimonio <strong>de</strong> mi manifestación en este tiempo, <strong>la</strong><br />

Naturaleza y sus elementos hab<strong>la</strong>rían, y <strong>la</strong>s nuevas generaciones<br />

conocerán mi Obra aun no habiendo escuchado mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

39. Pesad vuestra responsabilidad y ved que aún es tiempo <strong>de</strong><br />

aprovechar mis enseñanzas, <strong>la</strong>s cuales sabéis que encierran un profundo<br />

sentido espiritual, que marca un camino <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo para vuestro<br />

perfeccionamiento. Guardad en vuestro corazón <strong>la</strong> impresión que os<br />

<strong>de</strong>ja mi esencia y olvidad que fue manifestada a través <strong>de</strong> un hombre,<br />

cuyos <strong>la</strong>bios sólo expresaron mi inspiración.<br />

40. No daréis enseñanza si antes no <strong>la</strong> habéis practicado, porque nadie<br />

os creerá. Los hombres os pedirán pruebas, que a vosotros os he<br />

enseñado a dar. De lo que hasta ahora podéis y <strong>de</strong>béis saber <strong>de</strong>l<br />

espíritu, os he hab<strong>la</strong>do; nada añadiréis a lo reve<strong>la</strong>do por Mí. Seguiréis<br />

luchando por ser fuertes <strong>de</strong> espíritu y materia, pues si hasta ahora<br />

existen enfermeda<strong>de</strong>s entre vosotros, es porque no habéis sabido<br />

elevaros sobre <strong>la</strong> miseria y el dolor <strong>de</strong> esta vida, por falta <strong>de</strong><br />

espiritualidad y <strong>de</strong> fe.<br />

41. Mi Doctrina no sólo enseña a tener fe en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios, sino a<br />

que tengáis fe en vosotros. Quien sea verda<strong>de</strong>ro espiritualista podrá en<br />

cualquier hora recibir en su entendimiento <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a pura <strong>de</strong> su Señor,<br />

porque tanto en su espíritu como en su cuerpo habrá dignidad.<br />

Finalmente os digo en este día: ve<strong>la</strong>d y orad, y que <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> vuestro<br />

pensamiento, elevada en oración al Padre Celestial, <strong>de</strong>scienda y se<br />

extienda como bálsamo sobre los sufrimientos <strong>de</strong> esta humanidad.<br />

42. Hijos amados: he aquí mi presencia divina con vosotros, no hecho<br />

hombre como en el Segundo Tiempo, sino espiritualmente.<br />

43. Hablo al conjunto que me escucha, pero si penetráis en mi pa<strong>la</strong>bra<br />

sentiréis que el Maestro hab<strong>la</strong> a cada corazón.<br />

44. No os familiaricéis con mi pa<strong>la</strong>bra, mirad que el<strong>la</strong> está mo<strong>de</strong><strong>la</strong>ndo<br />

vuestro espíritu para que afirme su p<strong>la</strong>nta en el sen<strong>de</strong>ro.<br />

45. <strong>El</strong>ías es el Pastor invisible que guía a <strong>la</strong>s ovejas hacia el aprisco<br />

seguro, como Moisés os guió en el Primer Tiempo hacia <strong>la</strong> Tierra <strong>de</strong><br />

Promisión.


46. ¿Cuándo seguirá esta humanidad extraviada <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> su Pastor?<br />

Yo <strong>la</strong> iluminaré para que encuentre el camino.<br />

47. <strong>El</strong> camino <strong>de</strong> que hablo es el <strong>de</strong> <strong>la</strong> regeneración, el <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

espiritualidad, el <strong>de</strong> <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad. Que todo el que escuche<br />

<strong>la</strong> voz angustiada <strong>de</strong>l enfermo, <strong>la</strong> petición <strong>de</strong>l cansado y sin consuelo,<br />

abra su corazón y lo sienta palpitar <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> piedad.<br />

48. Es mi <strong>de</strong>seo que <strong>de</strong>jéis manifestar a vuestro espíritu en su verda<strong>de</strong>ra<br />

esencia, para que seáis reconocidos como apóstoles <strong>de</strong> mi Obra.<br />

49. Preparando me encuentro a <strong>la</strong>s nuevas generaciones que darán un<br />

paso más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el camino. Vosotros preparadles el sen<strong>de</strong>ro.<br />

50. A vosotros os tocó escuchar mi divina enseñanza en este tiempo,<br />

porque así estaba escrito. <strong>El</strong> reloj marcó <strong>la</strong> hora en que cada uno había<br />

<strong>de</strong> llegar a recrearse bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong>l árbol corpulento don<strong>de</strong> habita<br />

el Padre en espera <strong>de</strong>l retorno <strong>de</strong>l hijo pródigo para quien siempre tiene<br />

una mirada <strong>de</strong> perdón, un abrazo <strong>de</strong> bienvenida y una sonrisa <strong>de</strong> amor.<br />

51. Llega <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi divino Espíritu al fondo <strong>de</strong>l corazón a través <strong>de</strong><br />

vuestro cerebro. Y en vuestros <strong>la</strong>bios pongo mi pa<strong>la</strong>bra para que<br />

cumpláis <strong>la</strong> misión que os he confiado.<br />

52. No es esta pa<strong>la</strong>bra obra <strong>de</strong> <strong>la</strong> fantasía humana. Es <strong>la</strong> elevación que<br />

el espíritu ha alcanzado, <strong>la</strong> que lo ha acercado en esta forma a Mí;<br />

porque vais comprendiendo mi Ley, y conforme os <strong>de</strong>sarrolléis <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> el<strong>la</strong> vais alcanzando mayor evolución.<br />

53. Quien no me comprenda, aun habiéndome escuchado, es porque<br />

mezc<strong>la</strong> a mis enseñanzas sus teorías e i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, es porque<br />

confun<strong>de</strong> el espiritualismo con credos dogmáticos y costumbres<br />

religiosas, impuestas a ellos por sus antepasados.<br />

54. Mi Doctrina no os impone dogma alguno; vuestra capacidad<br />

espiritual es <strong>la</strong> única que os dará el conocimiento <strong>de</strong> mi enseñanza.<br />

Vosotros sólo <strong>de</strong>béis seguir ese <strong>de</strong>sarrollo sin <strong>de</strong>teneros, hasta que<br />

vuestro espíritu haya alcanzado su perfección.<br />

55. Mi <strong>de</strong>seo, expresado en mi Ley y en mi Doctrina, es que los<br />

hombres fraternicen, que se amen unos a otros, que exista paz en el<br />

mundo, que cada hombre me represente en <strong>la</strong> Tierra por su virtud y<br />

ejemplos.<br />

56. He sorprendido a <strong>la</strong> humanidad confundida en este Tercer Tiempo y<br />

le he enviado esta inspiración divina para que se salve.<br />

57. Mas he tenido que combatir sus costumbres y formas antiguas <strong>de</strong><br />

rendirme culto, porque <strong>la</strong>s he juzgado impropias ya <strong>de</strong> este tiempo, y<br />

mi lucha ha sido gran<strong>de</strong> con los conservadores <strong>de</strong> esta herencia que no<br />

es mía.<br />

58. La Doctrina que os he traído y que he nombrado Espiritualista, es <strong>la</strong><br />

eterna, <strong>la</strong> que siempre os he enseñado, mas en verdad os digo: quien no<br />

<strong>la</strong> haya sentido nunca, no podrá <strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> ha comprendido.


59. Debéis estar <strong>de</strong> plácemes, porque mi venida marca en vosotros un<br />

paso en <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l progreso espiritual.<br />

61. ¡Qué distantes se encuentran los hombres <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> paz<br />

espiritual que reinará en el mundo! <strong>El</strong>los tratan <strong>de</strong> imponer<strong>la</strong> por medio<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> fuerza y <strong>de</strong> amenazas, es el fruto <strong>de</strong> su ciencia, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual hacen<br />

a<strong>la</strong>r<strong>de</strong>.<br />

62. No es que Yo venga a <strong>de</strong>sconocer, o esté en contra <strong>de</strong> los a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, porque ellos son también una prueba <strong>de</strong> su evolución<br />

espiritual; pero si os manifiesto que no es grato ante Mí, su a<strong>la</strong>r<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

fuerza y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>río terrestre, porque con él, en vez <strong>de</strong> hacer liviana <strong>la</strong><br />

cruz <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, ultrajan los principios más sagrados, atentan<br />

contra <strong>la</strong>s vidas que no les pertenecen y siembran dolor, lágrimas, luto<br />

y sangre, en vez <strong>de</strong> paz, salud y bienestar. ¿Por qué si <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> toma su ciencia, que es mi propia Creación, que es inagotable en<br />

amor, sabiduría, salud y vida, sus obras manifiestan lo contrario?<br />

63. Quiero igualdad entre mis hijos, como lo prediqué <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

Segundo Tiempo, pero no como <strong>la</strong> conciben los hombres únicamente<br />

material. Yo os inspiro <strong>la</strong> igualdad por el amor, haciéndoos compren<strong>de</strong>r<br />

que todos sois hermanos, hijos <strong>de</strong> Dios.<br />

64. No temáis llevar a <strong>la</strong> humanidad estas reve<strong>la</strong>ciones; no seréis<br />

llevados al martirio, porque esos tiempos ya pasaron, aunque si seréis<br />

motivo <strong>de</strong> investigaciones.<br />

65. Así os preparo a través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l hombre. Mi pa<strong>la</strong>bra<br />

tiene <strong>la</strong> misma esencia en todos los portavoces y si juzgáis que el<strong>la</strong> es<br />

diferente en todo, es porque vosotros os <strong>de</strong>tenéis en <strong>la</strong> forma y no vais<br />

al sentido.<br />

60. Como aún sois pequeños y débiles, no alcanzáis a contemp<strong>la</strong>r toda<br />

<strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za que mi reve<strong>la</strong>ción encierra. Pero os <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>réis bajo mis<br />

enseñanzas y llegaréis a dar un buen ejemplo ante aquéllos que esperan<br />

que vosotros marquéis con vuestra vida, el camino espiritual que <strong>la</strong><br />

humanidad ha perdido. No vayáis a <strong>de</strong>sesperarles o <strong>de</strong>cepcionarles si a<br />

ellos llegáis sólo con pa<strong>la</strong>bras y ningún ejemplo, porque no os<br />

reconocerán como a mis discípulos, <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> dar testimonio <strong>de</strong> mi<br />

enseñanza con vuestras obras.<br />

66. Quiero recibir vuestras obras en beneficio <strong>de</strong> vuestros hermanos,<br />

quiero contemp<strong>la</strong>r en vosotros <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> mis enseñanzas. ¡Cuántas<br />

maravil<strong>la</strong>s que sorprendan a los hombres podéis hacer!<br />

67. Cumplid, y por medio <strong>de</strong> vuestros méritos, poseed <strong>la</strong> Tierra<br />

Prometida, esa promesa que será en vosotros realidad eterna.<br />

68. Llega el hijo ante su Padre en busca <strong>de</strong> calor, viene a convertirle en<br />

su confi<strong>de</strong>nte para <strong>de</strong>positar en él, cuitas, amarguras, e inquietu<strong>de</strong>s. Y<br />

en verdad me comp<strong>la</strong>zco escuchando hasta el más íntimo <strong>la</strong>tido <strong>de</strong><br />

vuestro corazón. A esto me acerco entre vosotros, a daros <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mis


enseñanzas para que os levantéis. Si no vengo a <strong>de</strong>rramar riquezas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Tierra en vuestras manos, tampoco quiero que viváis en <strong>la</strong> miseria,<br />

entonces podréis mostrar un limpio ejemplo a <strong>la</strong>s futuras generaciones,<br />

cuando sepan que me seguisteis y os regenerasteis sin perseguir<br />

intereses mezquinos ni apartaros con fanatismo <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>beres<br />

materiales.<br />

69. Edificad sobre <strong>la</strong> tierra firme, para que lo que he levantado <strong>de</strong><br />

espiritualidad y regeneración en vosotros, no vengan a <strong>de</strong>struirlo los<br />

incrédulos. Mas no por temor al mundo vayáis a ocultaros; esta verdad<br />

tendréis que mostrar<strong>la</strong> al mundo a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l día; en este tiempo no<br />

buscaréis catacumbas para orar y po<strong>de</strong>r amarme. No <strong>de</strong>bilitaréis al<br />

hab<strong>la</strong>r o al dar testimonio <strong>de</strong> Mí, en alguna forma, porque los hombres<br />

negarán que me comuniqué con vosotros, dudarán <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> enfermos y menesterosos sanaron y encontraron consuelo a sus<br />

penas, negarán los prodigios que hice para encen<strong>de</strong>r vuestra fe.<br />

70. Os <strong>de</strong>jaré el libro <strong>de</strong> mis enseñanzas para que digáis al mundo: he<br />

aquí lo que legó el Maestro. Y en verdad: ¡Cuántos al oír <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong><br />

mi pa<strong>la</strong>bra creerán y cuántos pecadores se regenerarán! Recordad todas<br />

estas enseñanzas para que no os sorprendan <strong>la</strong>s pruebas en vuestra vida.<br />

71. Seguiréis impartiendo el bálsamo a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> vuestra jornada,<br />

vuestra pa<strong>la</strong>bra será consuelo dulce para niños, jóvenes y ancianos, y<br />

así como ahora habéis sido buscados, mañana seguiréis siendo<br />

solicitados. Seréis l<strong>la</strong>mados por el agonizante que busca vuestro<br />

auxilio, y vuestras pa<strong>la</strong>bras serán como un camino o un faro en <strong>la</strong> hora<br />

suprema <strong>de</strong> los espíritus.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 247<br />

1. Bienvenidos seáis oh pueblo, que os acercáis a Mi en número<br />

creciente cada día. He aquí al Maestro <strong>de</strong> todos los tiempos que viene a<br />

entregar <strong>la</strong> lección <strong>de</strong> amor a los que le esperan <strong>de</strong> buena voluntad.<br />

2. Os recibo a todos como lo hice en el Segundo Tiempo y os hablo con<br />

<strong>la</strong> misma esencia, porque soy el mismo Maestro. Entre vosotros están<br />

muchos <strong>de</strong> aquellos que oyeron mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>de</strong> los que fueron testigos<br />

<strong>de</strong> mi paso por <strong>la</strong> Tierra y que miraron con indiferencia mis Obras; mas<br />

entre ellos, muchos me oyeron con respeto, bebieron con ansiedad mis<br />

pa<strong>la</strong>bras, y se extasiaron con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mis lecciones, que les ofrecía un<br />

paraíso y un mundo <strong>de</strong>sconocido <strong>de</strong> dichas eternas para el espíritu. Así<br />

me recibieron los hambrientos y sedientos <strong>de</strong> amor, los enfermos, los<br />

tristes y oprimidos. ¡Cuántos me buscaron y llegaron a Mí <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>


<strong>la</strong>rgas jornadas, porque sabían que <strong>la</strong> curación iba a hacerse en ellos,<br />

que Yo podía sanarlos, porque soy <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> resurrección para el<br />

espíritu!<br />

3. También en este tiempo he encontrado corazones llenos <strong>de</strong> fe, que<br />

han acudido presurosos y han sabido recibir en su espíritu mi divina<br />

pa<strong>la</strong>bra y han sanado.<br />

4. Mucho es lo que tengo que enseñaros para que os convirtáis en mis<br />

discípulos, y cuando ya estéis preparados, os enviaré a <strong>la</strong> humanidad,<br />

abriré los caminos para que sembréis mi semil<strong>la</strong> y armonicéis con todos<br />

los que me aman y me buscan espiritualmente; mas aquellos que aún no<br />

hayan iniciado sus pasos en <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad, llevadlos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mano hasta que podáis encontraros todos unificados marchando por el<br />

mismo camino.<br />

5. Seguid siempre a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, hijos míos, buscad <strong>la</strong> sabiduría para que<br />

encontréis <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Amad y podréis penetrar en mi arcano,<br />

no habrá secretos, todo os será reve<strong>la</strong>do cuando escaléis <strong>la</strong> cima <strong>de</strong>l<br />

verda<strong>de</strong>ro amor.<br />

6. Los niños <strong>de</strong> ahora serán los apóstoles mañana, y vosotros podéis<br />

llegar a serlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora. No queráis, por vanidad, <strong>de</strong>jar el recuerdo <strong>de</strong><br />

vuestro nombre en <strong>la</strong> hermandad. Imitad a los buenos apóstoles,<br />

superadlos si queréis, pero hacedlo sólo por amor a <strong>la</strong> humanidad.<br />

Buscad el bien, trabajad por <strong>la</strong> paz, seña<strong>la</strong>d siempre el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

perfección.<br />

7. Os inspiro en vuestras meditaciones, para que vayáis en mi nombre a<br />

conso<strong>la</strong>r a los enfermos y a enseñar a vuestros hermanos a que retornen<br />

a Mí, buscando <strong>la</strong> armonía, <strong>la</strong> salud y <strong>la</strong> paz. Dad a esa humanidad tan<br />

amada el secreto <strong>de</strong> <strong>la</strong> salud, <strong>de</strong>cidle que es menester que vuelva a <strong>la</strong><br />

sencillez, a <strong>la</strong> pureza, a <strong>la</strong> oración y a <strong>la</strong>s prácticas piadosas y en ello<br />

encontrará cuanto pueda <strong>de</strong>sear. Os acompañaré en <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> vuestro<br />

cumplimiento, os doy aliento para que sigáis por esa senda en <strong>la</strong> que<br />

todos <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> reconoceros, estrecharos y formar una so<strong>la</strong> familia.<br />

Siempre que extendáis vuestra mano para entregar caridad, <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá<br />

mi efluvio y percibiréis que el ambiente se satura <strong>de</strong> exquisito perfume<br />

que emanará <strong>de</strong> vuestras buenas obras.<br />

8. Benditos sean todos aquellos que van abriendo el camino a <strong>la</strong><br />

humanidad, que le van preparando su futuro. Seña<strong>la</strong>d este tiempo <strong>de</strong><br />

gracia en que vivís con obras que quedarán impresas en <strong>la</strong> conciencia<br />

<strong>de</strong> vuestros hermanos. Esos serán vuestros pasos precursores, el mejor<br />

l<strong>la</strong>mado que les podéis hacer y <strong>la</strong> herencia que si perdurará.<br />

9. Evitadles dolores, prevenid y enseñad con ejemplos, para que pronto<br />

se encauce <strong>la</strong> humanidad, no quiero ver<strong>la</strong> llorar ni que siga tropezando,<br />

es mi hija muy amada a <strong>la</strong> cual he venido a rescatar.


10. Caminantes: os encontráis bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong>l árbol corpulento y<br />

<strong>de</strong>leitándoos con su fruto. Aquí mismo existe una fuente <strong>de</strong> aguas puras<br />

y cristalinas don<strong>de</strong> podéis apagar vuestra sed. Porque todo cuanto<br />

necesitéis aquí lo podréis hal<strong>la</strong>r.<br />

11. Habéis <strong>de</strong>jado atrás <strong>la</strong>s turbas <strong>de</strong> hombres y mujeres que buscan el<br />

árbol y <strong>la</strong> fuente.<br />

12. Os he contemp<strong>la</strong>do fuertes; cuando <strong>de</strong> vosotros ha <strong>de</strong>saparecido el<br />

hambre, <strong>la</strong> fatiga y <strong>la</strong> sed, os he dicho: volved vuestros ojos a aquellos<br />

que perecen <strong>de</strong> necesidad.<br />

13. La estrel<strong>la</strong> que os conduce y que es vuestra guía, ha bril<strong>la</strong>do sobre<br />

<strong>de</strong> todos, pero no todos <strong>la</strong> han podido contemp<strong>la</strong>r, y esos son los que se<br />

han extraviado.<br />

14. Así contemplo al espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad en este tiempo:<br />

hambriento, porque el pan se le ha ocultado, náufrago, porque ha<br />

<strong>de</strong>bilitado ante <strong>la</strong>s pasiones <strong>de</strong>l mundo y no ha encontrado una mano<br />

salvadora que se tienda hacia él. 15. Os preparo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora como<br />

pescadores <strong>de</strong> espíritus para que rescatéis con amor a vuestros<br />

hermanos.<br />

16. Sed báculo para el enfermo y el cansado, porque ya estáis fuertes.<br />

Curad <strong>la</strong>s heridas ya sean <strong>de</strong>l espíritu o <strong>de</strong>l cuerpo, <strong>de</strong>rramando en el<strong>la</strong>s<br />

mi bálsamo. Si el sediento no tiene fuerzas para llegar hasta Mi,<br />

vosotros llevadles el agua hasta sus <strong>la</strong>bios.<br />

17. Esta es mi Ley eterna <strong>de</strong> amor que os estoy dictando; sea vuestro<br />

corazón <strong>la</strong> nueva arca don<strong>de</strong> que<strong>de</strong> guardada, y entonces esa luz<br />

interior será <strong>la</strong> que guie vuestros pasos y trace el camino a los que os<br />

sigan.<br />

18. Mi pa<strong>la</strong>bra es en este tiempo el maná que alimenta vuestro espíritu<br />

en su jornada <strong>de</strong> vicisitu<strong>de</strong>s, penalida<strong>de</strong>s y luchas, semejante a <strong>la</strong><br />

travesía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. Pero este maná es <strong>de</strong> vida eterna, no es como<br />

aquel que alimentó al pueblo <strong>de</strong> Israel sólo por el tiempo que duró <strong>la</strong><br />

jornada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, y <strong>de</strong>l cual guardaron recuerdo los hijos <strong>de</strong> ese<br />

pueblo llevando un puñado como reliquia.<br />

19. Varones y mujeres: permaneced fieles a mis enseñanzas, para que<br />

seáis entre vuestros hermanos como soles que disipen <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s; dad<br />

buen ejemplo a <strong>la</strong> niñez para que el<strong>la</strong> sea en el seno <strong>de</strong>l hogar como una<br />

lámpara <strong>de</strong> luz inextinguible.<br />

20. Benditas sean mis criaturas amadas, en quienes contemplo el ahínco<br />

y al mismo tiempo el dolor, un profundo dolor, porque sabéis que este<br />

tiempo está terminando, muy poco es lo que habéis aprovechado <strong>de</strong> mi<br />

enseñanza. Mas en verdad os digo, no va a terminar el tiempo <strong>de</strong><br />

gracia. Yo estaré cerca <strong>de</strong> vosotros, custodiando vuestro paso. Los ojos<br />

<strong>de</strong> los profetas me contemp<strong>la</strong>rán, caminando <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l pueblo<br />

escogido.


21. Soy amor infinito, caridad sublime, y no <strong>de</strong>jo nunca <strong>de</strong>samparados<br />

a mis hijos. Mi Espíritu siempre está cerca <strong>de</strong>l vuestro, esperando el<br />

l<strong>la</strong>mado, para daros mi caricia. Nunca habéis sido los huérfanos y si por<br />

momentos os sentís solos, es porque vosotros me habéis abandonado.<br />

Mas ahora contemplo que queréis sentir el efluvio <strong>de</strong> mi gracia.<br />

22. Bienaventurado el que me l<strong>la</strong>ma, porque Yo <strong>de</strong>sciendo y<br />

permanezco en su corazón. <strong>El</strong> que busque <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Espíritu será<br />

iluminado. <strong>El</strong> que me l<strong>la</strong>me como Padre, como Padre me encontrará. Si<br />

me necesitáis como Doctor, me tendréis con vosotros y sentiréis mi<br />

bálsamo. Aquí que me l<strong>la</strong>mare como hermano, Yo exten<strong>de</strong>ré hacia él<br />

mi caridad para conducirle y conso<strong>la</strong>rle, y el que me solicite como<br />

Maestro, recibirá <strong>la</strong> lección en su corazón.<br />

23. Nada hay imposible para Mí. Soy el Todopo<strong>de</strong>roso, y el amor<br />

infinito que siento por mis criaturas, hace que <strong>de</strong>rrame mi caridad y mi<br />

perdón entre <strong>la</strong> humanidad, que no vea vuestras f<strong>la</strong>quezas, que sólo<br />

venga a elevar el espíritu, porque es él parte <strong>de</strong> mi Espíritu y me<br />

pertenece. Sobre él está <strong>la</strong> conciencia. He venido a prepararos como<br />

una columna, porque voy a edificar un mundo nuevo, un mundo <strong>de</strong> paz<br />

y <strong>de</strong> luz.<br />

24. Y vosotros, que como los discípulos <strong>de</strong>l Segundo Tiempo,<br />

escucháis mi pa<strong>la</strong>bra, me pedís ser un instrumento valioso para mi Obra<br />

y Yo os doy <strong>la</strong> fuerza y <strong>la</strong> luz. En cada uno <strong>de</strong> vuestros pasos me<br />

sentiréis.<br />

25. Quiero que comprendáis mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> este tiempo, que que<strong>de</strong><br />

grabada en vuestro corazón y también que comprendáis el sentido <strong>de</strong><br />

mi venida en el Segundo Tiempo, porque lo que aconteció en ese<br />

tiempo fue <strong>la</strong> Obra <strong>de</strong> Re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong>l Espíritu.<br />

26. Descendí <strong>de</strong> <strong>la</strong> perfección como Salvador, haciéndome hombre en<br />

<strong>la</strong> Tierra. Vine a cumplir <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> salvar a todas <strong>la</strong>s criaturas que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Adán, habían caído en pecado, por su <strong>de</strong>sobediencia. Su<br />

<strong>de</strong>bilidad hizo que su espíritu cayese más y más, y en el tiempo<br />

propicio, en cumplimiento <strong>de</strong> los anuncios <strong>de</strong> <strong>la</strong> venida <strong>de</strong>l Mesías, me<br />

hice hombre, para dar mi enseñanza y apartar <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong>l espíritu y<br />

darle <strong>la</strong> resurrección.<br />

27. Todos sabéis lo que aconteció en el Cenáculo. <strong>El</strong> pan y el vino que<br />

brindé a mis discípulos, fue sustento para todo el Universo. Simbolizó<br />

mi esencia y mi amor, que flota sobre todos mis hijos, creyentes e<br />

increyentes. A todos fue dada <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Espíritu.<br />

28. Lavé los pies <strong>de</strong> mis apóstoles para <strong>de</strong>mostrar mi humildad y<br />

pedirles que se levantaran por los caminos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, a preparar a<br />

todo corazón con mi amor, con este inmenso amor que siento por todos,<br />

para que nadie se perdiese y todos llegasen a Mí. Y este acto os enseña


a limpiaros <strong>de</strong> todo pecado, cuando vayáis a dar principio al<br />

cumplimiento <strong>de</strong> vuestra misión.<br />

29. Nada había oculto para Mí, ¿Qué podían tramar los hombres en<br />

contra mía, que no lo hubiese sabido antes? Todo estaba preparado<br />

según era mi voluntad, y así como se <strong>de</strong>sarrolló, así era <strong>la</strong> forma<br />

<strong>de</strong>stinada por Mí, para convencer a los corazones. Me llevaron a <strong>la</strong> cruz<br />

y <strong>de</strong>snudaron mi cuerpo, ataron mis manos y mis pies en el ma<strong>de</strong>ro y<br />

éste es el símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz.<br />

30. <strong>El</strong> ma<strong>de</strong>ro horizontal es el pecado <strong>de</strong>l mundo, que se interpone al<br />

ma<strong>de</strong>ro vertical. Este ascien<strong>de</strong> y seña<strong>la</strong> <strong>la</strong>s alturas, mas el pecado es<br />

siempre <strong>la</strong> barrera para elevarse a lo divino.<br />

31. Fui enc<strong>la</strong>vado en aquel ma<strong>de</strong>ro y al contemp<strong>la</strong>r mi Espíritu <strong>la</strong><br />

frialdad <strong>de</strong> los corazones, el horror y <strong>de</strong>spués su alegría <strong>de</strong> ver aquel<br />

cuerpo materializado y el rostro <strong>de</strong>scompuesto por el dolor, mis <strong>la</strong>bios<br />

pronunciaron aquel<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras: "Perdónalos Señor, que no saben lo<br />

que hacen". Y ahora en este tiempo, nuevamente os perdono, porque no<br />

me habéis comprendido aún; cuántas <strong>de</strong> mis criaturas dicen amarme y<br />

no me aman, cuántas creyendo servirme, están sirviendo a <strong>la</strong> tentación.<br />

32. Nuevamente se posan mis ojos en <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s, reconociendo a<br />

uno y a otro <strong>de</strong> los que me ro<strong>de</strong>aron, <strong>de</strong> aquéllos que habiendo recibido<br />

prodigios un tiempo antes, no supieron reconocerme.<br />

33. Contemplé en aquellos rostros, no <strong>la</strong> misericordia, ni el amor, por<br />

eso dije a <strong>la</strong> humanidad:’ “Sed tengo". No era <strong>la</strong> sed <strong>de</strong>l cuerpo, era sed<br />

<strong>de</strong>l espíritu, que hacía que brotaran esas pa<strong>la</strong>bras, tenía sed <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> humanidad. Lejos <strong>de</strong> amor, Yo miré en aquellos <strong>la</strong> satisfacción, el<br />

agrado por haberme hecho pa<strong>de</strong>cer hasta <strong>la</strong> muerte. Entonces <strong>la</strong> tierra<br />

se estremeció, el sol se ocultó, y era que mi Espíritu se apartaba <strong>de</strong>l<br />

cuerpo <strong>de</strong> Jesús.<br />

34. Mis hijos contemp<strong>la</strong>ron el cuerpo, sobre quien cayó todo el peso <strong>de</strong>l<br />

pecado y el oprobio <strong>de</strong>l mundo y <strong>la</strong> materia torturada exc<strong>la</strong>mó: "Dios<br />

mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?"<br />

35. Fijé <strong>de</strong>spués mi mirada en el rostro <strong>de</strong> María lleno <strong>de</strong> dolor, en mi<br />

apóstol Juan y en aquel<strong>la</strong>s mujeres que acompañaban a María y<br />

sabiendo que <strong>la</strong> humanidad me reconocería, queriendo <strong>de</strong>jar una prueba<br />

más <strong>de</strong> amor, confié a María el cuidado y protección <strong>de</strong> todos mis hijos<br />

y le dije: "Mujer, he ahí a tu hijo", y a Juan: "Hijo, he ahí a tu madre".<br />

Era <strong>la</strong> heredad que Yo <strong>de</strong>positaba en ese momento en <strong>la</strong> humanidad.<br />

Juan representó al hijo, a <strong>la</strong> humanidad. María fue confiada a vosotros<br />

para ve<strong>la</strong>r eternamente, conso<strong>la</strong>r y proteger a todas <strong>la</strong>s criaturas.<br />

36. Busqué <strong>de</strong>spués a aquél que lleno <strong>de</strong> angustia c<strong>la</strong>maba, al que<br />

también enc<strong>la</strong>vado en una cruz podía encontrarse: Dimas. Penetré en su<br />

corazón y vi su gran arrepentimiento. <strong>El</strong> me <strong>de</strong>cía: "A ti que eres<br />

perfecto te están sacrificando, ten piedad <strong>de</strong> mí que he pecado". Yo le


consolé diciéndole: "En verdad y <strong>de</strong> cierto, en cortos instantes conmigo<br />

estarás en el Paraíso".<br />

37. La muerte corporal se acercaba a Jesús y entonces pronuncié estas<br />

pa<strong>la</strong>bras: "Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu"; Yo os enseñé<br />

a volver al Padre, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> sus mandatos. Mi<br />

Espíritu volvía a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Él, para unificarse a su Espíritu.<br />

38. Mis últimas pa<strong>la</strong>bras fueron: "Todo está consumado".<br />

Bienaventurado el corazón que pueda llegar al final <strong>de</strong> su jornada<br />

porque Yo lo recibiré y él se encontrará lleno <strong>de</strong> gracia y perfección.<br />

39. Estas son <strong>la</strong>s siete pa<strong>la</strong>bras que el mundo, año por año escucha, sin<br />

compren<strong>de</strong>r su sentido espiritual.<br />

40. Mis discípulos y amigos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> Jesús, rescataron<br />

el cuerpo, lo embalsamaron como era costumbre y le dieron sepultura.<br />

Durante los tres días siguientes, mi Espíritu <strong>de</strong>scendió a los mundos<br />

don<strong>de</strong> me esperaban los espíritus para darles libertad y seña<strong>la</strong>rles el<br />

camino. La re<strong>de</strong>nción alcanzaba también a aquel<strong>la</strong>s criaturas que<br />

habitaban en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s, esperando a su Salvador.<br />

41. Yo aparecí <strong>de</strong>spués haciéndome visible y visité a mi Madre, a<br />

María Magdalena y también a mis discípulos. Y antes <strong>de</strong> mi ascensión<br />

les di <strong>la</strong> última enseñanza, para indicarles cómo habían <strong>de</strong> conducirse<br />

entre <strong>la</strong> humanidad, llevando mi sabiduría infinita, <strong>la</strong> enseñanza<br />

perfecta, para resucitar a todos los espíritus.<br />

42. Y ahora que se acerca el tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedirme <strong>de</strong> vosotros, os<br />

digo: Después <strong>de</strong> esta etapa <strong>de</strong> enseñanza, no temáis, el espíritu ha<br />

evolucionado y no necesitáis contemp<strong>la</strong>rme con los ojos materiales. Ya<br />

no es menester que oigáis mi Verbo en <strong>la</strong>bios materiales. <strong>El</strong> espíritu ha<br />

evolucionado, se ha elevado y él recibirá espiritualmente. Yo seguiré<br />

seña<strong>la</strong>ndo el camino a cada uno <strong>de</strong> mis discípulos.<br />

43. Estoy dando mis instrucciones para todos mis hijos. Os dice el<br />

Maestro: cuando hayáis transformado vuestras porciones en fértiles<br />

parce<strong>la</strong>s, don<strong>de</strong> el amor fructifique, estará reinando entre vosotros <strong>la</strong><br />

unión y <strong>la</strong> fraternidad. Entonces podréis consi<strong>de</strong>raros mis discípulos.<br />

44. A veces os hablo en lenguaje figurado para que podáis penetrar en<br />

<strong>la</strong>s lecciones y os hablo extensamente, para que no haya nada en que<br />

tropecéis o caigáis en confusión. Si así no fuera, ya habríais creado<br />

insignias, grados y c<strong>la</strong>sificaciones entre los discípulos y los párvulos,<br />

entre los primeros y los postreros en vuestras congregaciones; y en<br />

medio <strong>de</strong> festines, os coronaríais <strong>de</strong> ficticios <strong>la</strong>ureles; porque los<br />

humanos tienen inclinación a <strong>la</strong> vanidad y a <strong>la</strong> ostentación.<br />

45. Sembrad entre vosotros <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> hermandad, que cultivaron<br />

mis apóstoles en aquel tiempo. Aquel<strong>la</strong> semil<strong>la</strong> fue el ejemplo, con que<br />

fundaron congregaciones, al<strong>de</strong>as y ciuda<strong>de</strong>s.


46. ¿Qué necesitáis saber para enseñar mi Doctrina? Amar. Imposible<br />

es que seáis misioneros <strong>de</strong> Cristo, si no tenéis amor en vuestro corazón.<br />

Todos llegaréis a Mí y será por amor. Unos llegarán antes y otros<br />

<strong>de</strong>spués; los que más tar<strong>de</strong>n por su propia causa, tendrán que llorar<br />

más; todos sois como flores, que no se abren al mismo tiempo para<br />

recibir <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad <strong>de</strong>l nuevo día. Si vuestro corazón ha permanecido<br />

cerrado para el amor divino, ahora os digo: vuestro pasado, pasado es,<br />

ahora <strong>la</strong> eternidad os rec<strong>la</strong>ma. Yo tengo en mis manos el libro <strong>de</strong><br />

vuestra vida pasada, en el cual ciertamente hay muchas manchas, mas<br />

también están <strong>la</strong>s páginas limpias <strong>de</strong> vuestra vida futura y <strong>de</strong> vuestra<br />

transformación. Todo lo veo y lo sé.<br />

47. Vuelvo a <strong>de</strong>ciros que todos os reuniréis conmigo; pero cada uno<br />

tendrá que conquistar <strong>la</strong> altura por sí mismo. Esa conquista podéis<br />

hacer<strong>la</strong> fácilmente por el amor o penosamente por el dolor. Yo os<br />

ayudo, os consuelo y os dirijo, mas a vosotros toca hacer el resto. Yo os<br />

fortalezco, y esa fuerza es <strong>la</strong> <strong>de</strong>l amor, <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra energía que mueve<br />

al Universo, a todo lo creado y sin <strong>la</strong> cual, no existiríais. También os<br />

oculto el libro <strong>de</strong> vuestro pasado, pues si contemp<strong>la</strong>rais sus páginas,<br />

lloraríais <strong>de</strong> pena y enfermaríais <strong>de</strong> tristeza. En muchos, sería tan<br />

gran<strong>de</strong> su horror y su amargura, que se consi<strong>de</strong>rarían indignos <strong>de</strong><br />

perdón y re<strong>de</strong>nción. Ahí, en esas tinieb<strong>la</strong>s, también bril<strong>la</strong> mi amor,<br />

impidiéndoos una agonía terrible y sin fin, y preparando nuevos<br />

caminos don<strong>de</strong> podáis, con obras limpias, ir regenerando vuestro<br />

espíritu. Mas si conocieseis <strong>la</strong>s páginas futuras <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> vuestra<br />

vida, ¡Cómo sonreiríais <strong>de</strong> dicha!<br />

48. Cuando os hayáis elevado ya, recordaréis con gozo vuestros dolores<br />

pasados y daréis gracias al Padre, porque esos dolores fueron menos <strong>de</strong><br />

lo que merecíais.<br />

49. He aquí mi pa<strong>la</strong>bra dada por el entendimiento <strong>de</strong>l hombre, <strong>la</strong> cual,<br />

para ser perfecta como <strong>la</strong> <strong>de</strong>seáis, es menester que os espiritualicéis y<br />

<strong>de</strong> el<strong>la</strong> participéis a vuestros hermanos por quienes os hablo. Dadles<br />

i<strong>de</strong>alidad, tranquilidad y estimulo; su trabajo es <strong>de</strong>licado para el espíritu<br />

y fuertemente pesado para <strong>la</strong> materia. Mi Obra necesita <strong>de</strong> portavoces<br />

fuertes, sólo así podrá hacer <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s que el mundo incrédulo<br />

exige, o sean aquellos que imitan en su duda a Tomás, los que necesiten<br />

ver y tocar para convencerse, ignorando que ellos también podrían<br />

hacer maravil<strong>la</strong>s, si imitasen menos a Tomás y más al Maestro que os<br />

hab<strong>la</strong>.<br />

50. Portavoces <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra: mientras vuestro trabajo no sea<br />

comprendido y veáis que no recibís el cuidado y <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ración que<br />

merecéis por <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor que <strong>de</strong>sempeñáis, resignaos, perdonad, no perdáis<br />

vuestra afabilidad; mas cuando sintáis el toque espiritual <strong>de</strong> mi luz que<br />

busca vuestro entendimiento, para luego brotar por vuestros <strong>la</strong>bios,


pensad en Mí, entregaos con alegría sirviendo a vuestros hermanos. Yo<br />

respon<strong>de</strong>ré a vuestra preparación, llenándoos <strong>de</strong> gracia en esos<br />

instantes. Para que seáis merecedores <strong>de</strong> todo esto, es menester que os<br />

dulcifiquéis y llevéis en vuestro corazón el sentimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

caridad.<br />

51. No penséis en el instante <strong>de</strong> prepararos para mi comunicación, en<br />

sabidurías o en filosofías <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, porque todo ello será inútil ante<br />

mi sabiduría.<br />

Yo soy quien os inspiro en vuestros éxtasis y quien os da fuerzas para<br />

el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> vuestra <strong>de</strong>licada misión. Si os entregáis a Mí, ¿Qué<br />

podréis temer?<br />

52. Orad, pero que vuestra oración esté formada con vuestras<br />

intenciones y obras <strong>de</strong>l día, esa será vuestra mejor oración; mas si<br />

queréis dirigirme un pensamiento, formu<strong>la</strong>ndo con él una petición,<br />

<strong>de</strong>cidme entonces: "Padre, hágase en mi tu voluntad". En el<strong>la</strong> estaréis<br />

pidiendo aún más <strong>de</strong> lo que podríais enten<strong>de</strong>r y esperar, y esa sencil<strong>la</strong><br />

frase, ese pensamiento, simplificará aquel "Padre nuestro", que me<br />

pedisteis en otro tiempo.<br />

53. Ahí tenéis <strong>la</strong> oración que todo lo pi<strong>de</strong> y que mejor hab<strong>la</strong>rá por<br />

vosotros. Mas no <strong>la</strong> digan vuestros <strong>la</strong>bios, sino que <strong>la</strong> sienta vuestro<br />

corazón, porque <strong>de</strong>cir no es sentir y si lo sentís, no necesitáis<br />

<strong>de</strong>círmelo. Yo sé escuchar <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l espíritu y entiendo su lenguaje.<br />

54. ¿Qué mayor alegría para vosotros que saber esto? ¿Acaso creéis<br />

que Yo necesitaba que me dijeseis lo que tengo que hacer? No os<br />

afirméis en <strong>la</strong> creencia <strong>de</strong> que para mis comunicaciones es menester <strong>de</strong><br />

sitios a<strong>de</strong>cuados, <strong>de</strong> vestiduras especiales y hasta actitu<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>terminadas para que Yo me manifieste. Días vendrán en que mi<br />

inspiración sea con vosotros en cualquier sitio y en cualquier hora;<br />

<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> diversas multitu<strong>de</strong>s ante <strong>la</strong>s cuales expresaréis mi<br />

pensamiento con pa<strong>la</strong>bras y lenguas que todos enten<strong>de</strong>rán.<br />

55. <strong>El</strong> único templo don<strong>de</strong> resonará esta pa<strong>la</strong>bra, será en el corazón <strong>de</strong><br />

vuestro hermano. ¿Vais acaso a apren<strong>de</strong>r lenguas para saber dar mi<br />

pa<strong>la</strong>bra en idiomas distintos al que habláis? Yo os digo que expresaréis<br />

mis i<strong>de</strong>as, que son luz, y cada quien <strong>la</strong>s recibirá en su propio idioma,<br />

como sucedió cuando mis apóstoles hab<strong>la</strong>ban <strong>de</strong> mi Reino a los<br />

hombres <strong>de</strong> diversas lenguas o idiomas. Los que aceptan estas<br />

maravil<strong>la</strong>s, <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>man mi<strong>la</strong>gros, mientras otros <strong>la</strong>s niegan, juzgándo<strong>la</strong>s<br />

imposibles. Más Yo os digo que son pequeñeces que sin esfuerzo<br />

podréis hacer cuando seáis en verdad discípulos <strong>de</strong> mi amor. Seguid los<br />

impulsos <strong>de</strong> vuestro corazón, oh mis portavoces, sin imitar a nadie,<br />

mirad que cada uno tiene una misión que <strong>de</strong>sempeñar.<br />

56. Pueblo: multiplicaos, ayudad con vuestro pensamiento a éstos que<br />

son mis instrumentos; ellos en su éxtasis os dan <strong>la</strong> luz espiritual, el


manjar que os fortalece y <strong>de</strong>leita. <strong>El</strong>los sirven para que vosotros<br />

aprendáis. Mañana, otros harán por vosotros lo que hoy hagáis por<br />

ellos. Podéis <strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> forma exterior <strong>de</strong>l lenguaje con que hablé en<br />

el Segundo Tiempo y <strong>la</strong> que ahora uso son diferentes, y en parte<br />

tendréis razón; porque Jesús os habló en aquel tiempo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />

términos y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s costumbres <strong>de</strong> los pueblos en que vivió, como hoy lo<br />

hago, según <strong>la</strong> mentalidad <strong>de</strong> los que escuchan mi pa<strong>la</strong>bra; pero <strong>la</strong><br />

esencia que viene <strong>de</strong> esa pa<strong>la</strong>bra dada en uno y en otro tiempo, es <strong>la</strong><br />

misma, es una, es inalterable. No obstante, esto ha pasado inadvertido<br />

para muchos que tienen el corazón endurecido y cerrada <strong>la</strong> mente.<br />

57. Siempre hay quienes se apartan <strong>de</strong> <strong>la</strong> raíz para ir a lo exterior, en<br />

don<strong>de</strong> se confun<strong>de</strong>n y se pier<strong>de</strong>n sin saberlo. <strong>El</strong> lenguaje manifestado<br />

en cualquiera <strong>de</strong> mis hijos por quienes os hablo, es <strong>de</strong> gran sencillez y<br />

pureza, reve<strong>la</strong> amor y tiene esencia espiritual, mas no os <strong>de</strong>jéis seducir<br />

<strong>de</strong> términos floridos que suenan muy bien en vuestro oído y nada dicen<br />

a vuestro corazón.<br />

58. Dejad estremecer vuestro corazón antes que vuestro cerebro, porque<br />

aquél es dueño <strong>de</strong> éste. Mientras más elevado es un hombre, más ama,<br />

se siente más humil<strong>de</strong> y es más sano.<br />

59. Buscad mi Obra en lo más puro y elevado <strong>de</strong> vuestra fe, <strong>de</strong> vuestro<br />

amor y <strong>de</strong> vuestras concepciones. No compliquéis con conocimientos<br />

inútiles, ni opaquéis con cultos externos, <strong>la</strong> niti<strong>de</strong>z <strong>de</strong> esta Doctrina. No<br />

olvidéis que por esas causas y otras más que <strong>de</strong>spués os diré, os habéis<br />

extraviado <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro camino.<br />

60. ¿Qué preferís: buscarme a través <strong>de</strong> los objetos que creáis para<br />

representarme, o recibir directamente en vuestro corazón el toque <strong>de</strong> mi<br />

amor o el l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong> mi voz? Espiritualizaos. En verdad os digo que<br />

quien logre esto, tendrá algo que vale más que todos los títulos y<br />

nombramientos juntos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra.<br />

61. Veréis prodigios cuando esto sea y aun antes, muchos<br />

acontecimientos increíbles pasarán. ¡A<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, discípulos! No os <strong>de</strong>jéis<br />

sorpren<strong>de</strong>r por espíritus faltos <strong>de</strong> luz, ya sean encarnados o<br />

<strong>de</strong>sencarnados; mas amadles y ayudadles, que también son mis hijos<br />

muy amados, los cuales me buscarán como vosotros me buscasteis. Yo<br />

entonces saldré a su encuentro y en mis brazos los recibiré como al<br />

pródigo.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!


ENSEÑANZA N° 248<br />

1. Mi paz sea en todo espíritu. Sentid profundamente esta paz, para que<br />

pueda brotar <strong>la</strong> luz que os <strong>de</strong>scubra los verda<strong>de</strong>ros caminos, y podáis<br />

apartaros <strong>de</strong> los sen<strong>de</strong>ros oscuros que por siglos habéis recorrido,<br />

tropezando entre breñales. De cuánta tristeza habéis cubierto el<br />

hermoso p<strong>la</strong>neta que os confié para que moraseis un instante <strong>de</strong> vuestra<br />

vida eterna.<br />

2. So<strong>la</strong>mente con <strong>la</strong> paz en vuestro espíritu, podréis seguirme y<br />

enten<strong>de</strong>rme. Esta cátedra que os doy es para espíritus fuertes, para<br />

hombres temp<strong>la</strong>dos en el dolor y en el amor, para que éstos mas tar<strong>de</strong><br />

brillen ante <strong>la</strong> humanidad como ejemplos.<br />

3. Si pensáis en el ejemplo <strong>de</strong> Jesús, aprovecharéis más mis lecciones;<br />

mas si persistís en comer los amargos frutos que cultiva <strong>la</strong> humanidad,<br />

poco o nada compren<strong>de</strong>réis <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l Maestro. Hay muchos<br />

frutos peligrosos o traicioneros, porque ofrecen dulzura por fuera y<br />

escon<strong>de</strong>n en su interior el veneno.<br />

4. Os digo nuevamente: Aquietad vuestro espíritu, olvidando<br />

momentáneamente vuestros problemas, pensando que son los <strong>de</strong> toda <strong>la</strong><br />

humanidad, ya que el mundo vive un tiempo <strong>de</strong> restitución.<br />

5. Sois como arbustos, que a veces tienen ramas tan secas y enfermas,<br />

que necesitan <strong>de</strong>l corte doloroso <strong>de</strong> <strong>la</strong> poda, para apartar vuestros males<br />

y haceros recobrar <strong>la</strong> salud. Mi justicia <strong>de</strong> amor, al arrancar <strong>de</strong>l árbol<br />

humano <strong>la</strong>s ramas enfermas que carcomen un miembro <strong>de</strong> su cuerpo,<br />

gime, tiemb<strong>la</strong> y se acobarda, aun sabiendo que es para apartar <strong>de</strong> él lo<br />

que tiene enfermo, lo que está muerto y amenaza a lo que aún pue<strong>de</strong><br />

vivir. También los rosales, cuando sufren el corte <strong>de</strong> <strong>la</strong> poda, vierten su<br />

sabia como lágrimas <strong>de</strong> dolor; pero luego, se cubrirán <strong>de</strong> más hermosas<br />

flores. Mi amor, en forma infinitamente superior, corta el mal en el<br />

corazón <strong>de</strong> mis hijos, a veces sacrificándome Yo mismo. Cuando los<br />

hombres me crucificaron, cubrí con mi dulzura y mi perdón a mis<br />

verdugos y les di vida. En mis pa<strong>la</strong>bras y en mis silencios les llené <strong>de</strong><br />

luz, les <strong>de</strong>fendí y les salvé. Así corto el mal, <strong>de</strong>teniéndolo con mi amor<br />

y <strong>de</strong>fendiendo y salvando al malhechor. Aquellos perdones fueron, son<br />

todavía y serán eternamente veneros <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción.<br />

6. Hoy como ayer, vengo a levantaros en vuestras caídas, a<br />

interponerme en vuestro extravío. Ved cómo <strong>de</strong> Mi nada tenéis que<br />

temer, temed <strong>de</strong> vosotros mismos.<br />

7. Yo muestro siempre a mis hijos el camino fácil, bello y seguro. Os<br />

evito <strong>la</strong>s caminatas <strong>la</strong>rgas, pesadas y amargas que con vuestras obras os<br />

creáis. Si os perdéis o sois perezosos y retenéis vuestra llegada al<br />

camino <strong>de</strong> luz, es porque en ello os obstináis.


8. Os doy nuevas reve<strong>la</strong>ciones, para que alcancéis también nuevas<br />

transformaciones. Nada ni nadie podrá oponerse a que mis cátedras, en<br />

forma <strong>de</strong> escritos, lleguen a los espíritus. Mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>struirá toda <strong>la</strong><br />

falsedad que se ha acumu<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> vida humana.<br />

9. No vengo a provocar una leve contienda, sino una gran guerra <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as, en <strong>la</strong>s que bril<strong>la</strong>rán los inspirados. Yo os inspiraré <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra,<br />

para que analicéis mi enseñanza.<br />

10. Venid al Maestro y apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> Él, para que <strong>de</strong>struyáis <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s<br />

interpretaciones que sobre <strong>la</strong>s escrituras <strong>de</strong> los tiempos pasados os han<br />

enseñado. Esas erróneas interpretaciones que han sido como espesos<br />

velos, no os han <strong>de</strong>jado mirar <strong>la</strong> verdad.<br />

11. Os han hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong>l Anti-Cristo, al que se refiere en reve<strong>la</strong>ción mi<br />

discípulo Juan, y en vuestra confusión, habéis atribuido esa<br />

personalidad a muchos <strong>de</strong> vuestros hermanos, tanto <strong>de</strong>l pasado, como<br />

<strong>de</strong>l presente. Hoy Os digo: que ese Anti-Cristo como lo ha concebido <strong>la</strong><br />

humanidad, ni ha existido ni existirá. Anti-Cristo, es todo aquél que no<br />

ama, porque Cristo es el amor <strong>de</strong>l Creador. Ved entonces cómo vuestro<br />

mundo se encuentra lleno <strong>de</strong> Anti-Cristos cegados por el materialismo.<br />

12. Yo os digo, que más os vale estar llenos <strong>de</strong> incertidumbres y <strong>de</strong><br />

negaciones, que llenos <strong>de</strong> afirmaciones falsas o <strong>de</strong> mentiras que pasáis<br />

por verda<strong>de</strong>s. Menos mal os hace <strong>la</strong> negación sincera que nace <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

duda o <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia, que <strong>la</strong> afirmación hipócrita <strong>de</strong> una falsedad. Es<br />

mejor <strong>la</strong> duda limpia, que tiene hambre <strong>de</strong> comprensión, que <strong>la</strong> firme<br />

creencia <strong>de</strong> un mito cualquiera. Es mejor <strong>la</strong> incertidumbre <strong>de</strong>sesperada,<br />

que a gritos pi<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, que <strong>la</strong> firmeza fanática o idó<strong>la</strong>tra. Hoy abundan<br />

por doquiera los increyentes, los <strong>de</strong>sconfiados y los amargados. Son<br />

rebel<strong>de</strong>s que muchas veces ven más c<strong>la</strong>ro que los <strong>de</strong>más, que no sienten<br />

el ritualismo, ni les convencen <strong>la</strong>s afirmaciones que han escuchado <strong>de</strong><br />

quienes dirigen espiritualmente a los hombres; porque todas aquel<strong>la</strong>s<br />

complicadas teorías no llenan su corazón sediento <strong>de</strong> aguas puras que<br />

calmen su angustia. Esos que juzgáis rebel<strong>de</strong>s, muchas veces tiene en<br />

sus preguntas más luz que los que, creyéndose sabios o gran<strong>de</strong>s, <strong>la</strong>s<br />

contestan. Sienten, ven, palpan, oyen y entien<strong>de</strong>n con más c<strong>la</strong>ridad, que<br />

muchos que se dicen maestros en <strong>la</strong>s lecciones divinas.<br />

13. Y así disputáis sobre el temido y terrible fin <strong>de</strong>l mundo que<br />

suponíais a <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> vuestras guerras. También os digo<br />

ahora, que ese fin que esperáis, no vendrá; mis pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>l Segundo<br />

Tiempo se referían a un mundo materializado y científico que no me<br />

honra, ni me ama, ni me reconoce.<br />

14. Habéis creído al pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> letra en <strong>la</strong> venida <strong>de</strong> hombres que a sí<br />

mismos se l<strong>la</strong>marán cristos y habéis acabado por creer y compren<strong>de</strong>r<br />

que esos serán los falsos cristos.


15. Persistís en querer enten<strong>de</strong>r al revés los símbolos u os apegáis a<br />

ellos <strong>de</strong> tal manera, que os confundís y al fin no sabéis qué pensar.<br />

Dejad <strong>de</strong> pensar tanto, purificad vuestro espíritu y vuestro corazón y<br />

venid a Mí. Yo os daré <strong>la</strong> luz y os reve<strong>la</strong>ré lo que <strong>de</strong>béis saber, tanto<br />

para vuestro mejoramiento material, como para vuestra ascensión<br />

espiritual.<br />

16. ¿Quiénes son los falsos cristos? Todos aquellos que pregonando<br />

superioridad y virtud, y diciendo ser difusores <strong>de</strong>l bien y hagan todo lo<br />

contrario.<br />

17. Aún habláis <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia terrible <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> <strong>la</strong> ira <strong>de</strong> Jehová, <strong>de</strong>l<br />

ojo por ojo y diente por diente, <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>l juicio en que Yo seré el juez<br />

vengador, y ¿Cuántos días <strong>de</strong> juicio habéis tenido durante vuestra<br />

existencia? Mas en esos tristes momentos para vuestro espíritu, no he<br />

sido vuestro juez, sino vuestro <strong>de</strong>fensor. En mi Espíritu no pue<strong>de</strong> existir<br />

<strong>la</strong> ira, entonces ¿Cómo podría manifestar<strong>la</strong>? En Mi solo existe <strong>la</strong><br />

armonía. Los que se cobran ojo por ojo y diente por diente, sois<br />

vosotros. Mi justicia es amorosa y sois vosotros los que pedís <strong>la</strong><br />

oportunidad <strong>de</strong> purificaros, pues Yo no os castigo.<br />

18. A los que vais caminando por sen<strong>de</strong>ros extraviados, pronto estoy<br />

para recibiros y daros mi fuerza y mi luz cuando me l<strong>la</strong>máis. No<br />

importa que en vuestra materia y en vuestro espíritu traigáis <strong>la</strong> huel<strong>la</strong><br />

<strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s pecadores. Yo haré que bendigáis a quienes os hayan<br />

injuriado y que bendigáis a Dios por haber visto posible en vos esa<br />

maravil<strong>la</strong>. Entonces estaréis empezando a sentir el amor <strong>de</strong> Cristo en<br />

vuestro corazón. Habrá quienes piensen al oír estas pa<strong>la</strong>bras: ¿Cómo es<br />

posible que los gran<strong>de</strong>s pecadores puedan recibir esta gracia igual que<br />

los justos que <strong>la</strong> poseen por méritos? ¡Oh humanidad, humanidad, que<br />

no veis más allá <strong>de</strong> vuestros ojos! Yo siempre os he entregado mis<br />

beneficios por gracia, antes <strong>de</strong> que os hagáis merecedores.<br />

19. Yo respondo lo mismo a un pensamiento puro, que al triste <strong>la</strong>mento<br />

<strong>de</strong> quien se acerque manchado a Mí, siempre que <strong>de</strong> él brote aunque<br />

sea un pequeño <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> humildad o <strong>de</strong> reconocimiento, por su falta<br />

<strong>de</strong> amor a sus hermanos.<br />

20. Yo soy el <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> los débiles que lloran en medio <strong>de</strong> su<br />

impotencia y <strong>de</strong> su ignorancia. Yo soy <strong>la</strong> esperanza divina que l<strong>la</strong>ma y<br />

consue<strong>la</strong> al que llora, soy el dulce Jesús que acaricia suavemente al que<br />

gime en su dolor y en su restitución.<br />

21. Yo soy el Salvador, el Re<strong>de</strong>ntor vuestro; Yo soy <strong>la</strong> verdad al<br />

alcance <strong>de</strong>l hombre.<br />

22. He aquí una más <strong>de</strong> mis lecciones discípulos, <strong>de</strong> cierto os digo que<br />

cuando os creéis fuertes, gran<strong>de</strong>s o excelsos, os alejáis <strong>de</strong> Mí, porque<br />

vuestro orgullo ahoga el sentimiento <strong>de</strong> humildad; mas cuando os<br />

consi<strong>de</strong>ráis pequeños, cuando reconocéis que sois como átomos en


medio <strong>de</strong> mi Creación, entonces os acercáis a Mí, porque a través <strong>de</strong><br />

vuestra humildad me admiráis, me amáis y me sentís cerca; es cuando<br />

pensáis en todo lo gran<strong>de</strong> y misterioso que encierra Dios y que<br />

quisierais saber y conocer, os parece escuchar el eco <strong>de</strong>l murmullo<br />

divino en vuestro espíritu.<br />

23. Soy el Maestro <strong>de</strong> vuestro espíritu y su Salvador. La materia en<br />

vosotros, es uno <strong>de</strong> tantos instrumentos que se os han dado; pero los<br />

más al encarnar, suelen olvidarme y extraviarse influenciados por <strong>la</strong><br />

vida que en <strong>la</strong> Tierra les ro<strong>de</strong>a, es cuando todavía carece el espíritu <strong>de</strong><br />

verda<strong>de</strong>ra gran<strong>de</strong>za y elevación; otros, sin olvidarse <strong>de</strong> que soy su<br />

Señor y su Padre, se muestran insaciables en pedir, pero avaros cuando<br />

se trata <strong>de</strong> dar, a esos les falta gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> espíritu para saber amar;<br />

creen saber pedir, pero no saben dar; no se preocupan por apren<strong>de</strong>r a<br />

pedir, y menos en apren<strong>de</strong>r a dar, lo único que <strong>de</strong>ben pedirme es que<br />

Yo haga mi voluntad en vosotros, porque ya habéis reconocido que mi<br />

voluntad es justa, perfecta y amorosa.<br />

24. Yo os he dicho: "Pedid que se os dará".<br />

25. ¿Acaso juzgáis insignificante esa frase o esa petición? En verdad os<br />

digo, que quien <strong>la</strong> eleve a Mí, sintiéndo<strong>la</strong>, habrá hal<strong>la</strong>do una fuente <strong>de</strong><br />

prodigios; en cuanto a dar, dad todo cuanto os aconseje el amor.<br />

26. Tratáis en el mundo <strong>de</strong> adormecer los sentimientos más puros <strong>de</strong>l<br />

espíritu con vanas sensaciones; mas como el Espíritu Divino está<br />

<strong>la</strong>tente en vuestro ser, todos tendréis que rendiros a Él, unos primero,<br />

otros <strong>de</strong>spués.<br />

27. Los hombres no podrán luchar eternamente contra Dios, contra el<br />

único que pueda elevaros <strong>de</strong> vuestra condición <strong>de</strong> seres imperfectos, a<br />

<strong>la</strong>s alturas <strong>de</strong> lo perfecto.<br />

28. Os enseñé con mi Divinidad el sentido verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, y a<br />

interpretar con justicia no sólo mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> este tiempo, sino también<br />

<strong>la</strong> <strong>de</strong>l tiempo pasado, porque con vuestras erróneas interpretaciones,<br />

habéis creado en torno a mis pa<strong>la</strong>bras, prácticas fanáticas, por eso<br />

vuestro materialismo no os <strong>de</strong>ja enten<strong>de</strong>r, cuando os dije: "Los Cielos y<br />

<strong>la</strong> Tierra pasarán, mas mi pa<strong>la</strong>bra, no pasará". Pensáis: ¿Será posible<br />

que los Cielos pasen también como <strong>la</strong> Tierra? He ahí vuestra falta <strong>de</strong><br />

penetración, os quise <strong>de</strong>cir en ello, que este Cielo que miráis, y esta<br />

Tierra en que moráis, pasarían, ya que el tiempo marca en ellos su<br />

huel<strong>la</strong> segundo a segundo, pero que <strong>la</strong> esencia y sustancia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra<br />

no pasarían, porque el<strong>la</strong> es eterna por ser divina, y lo divino es<br />

inmutable; vuestra Tierra y vuestro Cielo se transforman y pasan<br />

insensiblemente para los hombres, mientras que mi amor permanece<br />

inalterable, mi amor no pasa, porque <strong>de</strong> él está lleno el Universo.


29. Jesús vino a enseñaros el amor, no a satisfacer vuestras vanas<br />

curiosida<strong>de</strong>s; mas, cuán pocos saben amar en su nombre. Siempre que<br />

hacéis un bien, <strong>de</strong>cís: soy noble, soy generoso, soy caritativo, por eso<br />

hago esto; Yo os digo: si esas obras <strong>la</strong>s hicieseis en nombre <strong>de</strong> vuestro<br />

Señor, seríais humil<strong>de</strong>s porque <strong>la</strong> bondad es <strong>de</strong> Dios y se <strong>la</strong> he dado a<br />

vuestro espíritu, entonces quien atribuye a su corazón humano sus<br />

buenas obras, está negando a su espíritu y a quien lo revistió <strong>de</strong> esas<br />

virtu<strong>de</strong>s; en cambio, cuando hacéis un mal, os <strong>la</strong>váis <strong>la</strong>s manos como<br />

Pi<strong>la</strong>tos, y ese hecho se lo atribuís al Padre diciendo: fue <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong><br />

Dios, estaba escrito; Dios lo quiso, es el <strong>de</strong>stino.<br />

30. Decís que nada pasa sin <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios para disculparos <strong>de</strong><br />

vuestros errores, mas en verdad os digo que os equivocáis porque si<br />

pasan vuestros errores, vuestras pequeñeces sin <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios;<br />

ved cómo el Todopo<strong>de</strong>roso jamás se impone por <strong>la</strong> fuerza sobre<br />

vosotros, por su po<strong>de</strong>r, eso lo hacéis vosotros con vuestros hermanos<br />

más débiles. De cierto os digo: el mal, <strong>la</strong> impureza, <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> armonía<br />

son vuestras; el amor, <strong>la</strong> paciencia, <strong>la</strong> serenidad, son <strong>de</strong> Dios; cuando<br />

vosotros amáis, es el Creador <strong>de</strong> vuestro espíritu quien os está<br />

inspirando, en cambio cuando odiáis, sois vosotros, es vuestra <strong>de</strong>bilidad<br />

<strong>la</strong> que os impulsa y os pier<strong>de</strong>.<br />

31. Siempre que pasa algo mal en vuestra vida, estad seguros <strong>de</strong> que es<br />

obra vuestra, mas entonces os preguntáis: ¿Por qué lo permite Dios?<br />

¿Qué <strong>El</strong> no sufrirá por nuestros pecados; no llorará al vernos llorar?<br />

¿Qué le costaría evitarnos estas caídas? Yo os digo: que mientras no<br />

améis, Dios será para vosotros algo que no podréis enten<strong>de</strong>r, porque <strong>la</strong><br />

magnanimidad <strong>de</strong> vuestro Creador está por sobre vuestra comprensión.<br />

32. Haceos fuertes, gran<strong>de</strong>s, sabios, apren<strong>de</strong>d a amar; cuando améis, no<br />

tendréis <strong>la</strong> infantil ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> querer analizar a Dios, porque entonces<br />

lo miraréis y lo sentiréis, y con eso os bastará.<br />

33. Mi amor viene a contestaros esas preguntas que a veces en vuestras<br />

penas os hacéis: Yo sólo permito que lleguéis a conocer el sabor <strong>de</strong>l<br />

fruto que habéis cultivado, para que sintáis algo <strong>de</strong> lo que habéis hecho<br />

sentir; mas también os digo, que cuando colméis vuestro cáliz, estando<br />

a mi alcance evitaros el dolor, <strong>de</strong>jo que él y aún <strong>la</strong> muerte sean en<br />

vosotros, porque vuestro espíritu está más alto que todas esas pequeñas<br />

sensaciones que a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia lo prueban.<br />

34. He aquí por qué vino Jesús entre los hombres, para enseñaros cómo<br />

<strong>de</strong>be un espíritu elevado recibir los <strong>la</strong>tigazos, <strong>la</strong>s injurias y <strong>la</strong>s espinas,<br />

para que si os crucifican, tengáis el valor <strong>de</strong> estar frente al verdugo o<br />

frente al calumniador, amándolo y bendiciéndolo.<br />

35. Así es como <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar el mundo y el cuerpo.<br />

36. Mas hoy os doy <strong>la</strong> bienvenida en esta alba <strong>de</strong> gracia, en que mi<br />

pa<strong>la</strong>bra vuelve a vosotros a través <strong>de</strong>l entendimiento humano.


37. Estáis preparándoos, humanidad, para conmemorar el nacimiento<br />

<strong>de</strong> Jesús.<br />

38. Fiesta <strong>de</strong> Navidad, <strong>de</strong> alegría y evocación.<br />

39. Para los ricos y los po<strong>de</strong>rosos, significa satisfacciones mundanas y<br />

p<strong>la</strong>ceres; para los que se encuentran a imitación <strong>de</strong> Cristo, que no tuvo<br />

ni lecho, ni hogar <strong>la</strong> noche en que nació, es fiesta con privaciones, pero<br />

con alegría espiritual.<br />

40. Humanidad cristiana, que os disponéis a enga<strong>la</strong>nar vuestros altares<br />

y a preparar vuestros festines, <strong>de</strong> cierto os digo que vuestro corazón se<br />

encuentra vacío. ¿No habéis meditado que esos altares que erigís y esas<br />

imágenes con que me representáis, sólo son un recreo para vuestros<br />

ojos y una imitación <strong>de</strong> lo divino, que está muy alejada <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad?<br />

Yo he venido siempre a habitar en el templo <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra humildad.<br />

Así os he enseñado a cumplir vuestra misión con todo amor y<br />

abnegación.<br />

41. Hoy contemplo que aquel<strong>la</strong> enseñanza ha sido <strong>de</strong>svirtuada, que su<br />

esencia ha sido olvidada por esta cristiandad, pues los que enlutan los<br />

hogares se nombran cristianos, los que hacen ostentación <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za y<br />

po<strong>de</strong>río y los que promueven guerras, también se dicen cristianos. Mas<br />

no todos seguirán ese ejemplo y ese camino, porque muchos<br />

<strong>de</strong>spertarán, reconociendo que <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l espíritu está en <strong>la</strong><br />

esencia <strong>de</strong>l corazón, don<strong>de</strong> anidan los sentimientos puros que Dios<br />

inspira al hombre.<br />

42. Hace cerca <strong>de</strong> dos mil años <strong>de</strong> mi venida al mundo en cuanto<br />

hombre. Si os lo recuerdo, es para que veáis cuán lejos estáis <strong>de</strong><br />

cumplir mi enseñanza. Mi ejemplo <strong>de</strong> hombre perfecto comenzó <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el instante <strong>de</strong> mi nacimiento, continuó a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> mi niñez y <strong>de</strong> mi<br />

juventud, hasta concluir al exha<strong>la</strong>r el último aliento sobre <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong>l<br />

martirio. Esa historia, escrita con mi sangre, es el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y el<br />

principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción humana.<br />

43. Yo vine a morar entre los hombres para hacerlos compren<strong>de</strong>r que el<br />

amor <strong>de</strong>l Padre por ellos es tan gran<strong>de</strong>, que llegué a limitarme para<br />

vivir humanamente con vosotros. Lejos <strong>de</strong> todo esto, <strong>de</strong>l concepto que<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Divinidad tenían los príncipes, que ejercían <strong>la</strong> Ley que Moisés les<br />

<strong>de</strong>jara. ¿Cómo podrían concebir al hijo <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong> pobreza, siendo<br />

que ellos vivían en <strong>la</strong> opulencia? ¿Cómo habían <strong>de</strong> inclinarse ante<br />

Jesús, el hijo <strong>de</strong>l carpintero, si ellos se sentían privilegiados'? Mi<br />

Doctrina <strong>de</strong> amor y mansedumbre no fue comprendida por ellos. Fue<br />

tan humil<strong>de</strong> mi cuna, que <strong>de</strong> aquellos nadie se acercó, ni siquiera a<br />

prodigarme una caricia o una mirada; pero <strong>la</strong> Naturaleza si se conmovió<br />

con mi presencia en cuanto hombre y el<strong>la</strong> en sus distintos reinos, abrió<br />

su seno para darme <strong>la</strong> bienvenida, mientras <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Eterno,<br />

simbolizada en una estrel<strong>la</strong>, anunciaba al mundo <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>l Mesías.


44. Ahora, en este tiempo en que no he tenido que nacer cual criatura<br />

humana, ni hacerme hombre para ser perseguido, <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Espíritu<br />

que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> sobre vosotros, será contemp<strong>la</strong>da por <strong>la</strong> humanidad, <strong>la</strong><br />

cual podrá reconocer en dón<strong>de</strong> se está <strong>de</strong>rramando mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

45. Hoy vengo como luz, como esencia, a llenar <strong>de</strong> paz a los hombres<br />

<strong>de</strong> buena voluntad, a los que han sabido recordar con espiritualidad y<br />

alegría este día, y a los que me han ofrecido como un tributo, su<br />

corazón.<br />

46. Sufrimientos y humildad, es lo que ofrecéis a vuestro Señor,<br />

recordando que vuestro Maestro así vino al mundo a pa<strong>de</strong>cer.<br />

47. Yo recibo esta ofrenda y enciendo en vuestro corazón una f<strong>la</strong>ma<br />

inextinguible. Si me ofrecí en sacrificio para enseñaros el camino <strong>de</strong><br />

vuestra re<strong>de</strong>nción, no olvidéis que estoy siempre presto a exten<strong>de</strong>r mi<br />

caridad para salvaros.<br />

48. Vuestra infancia espiritual pasó y <strong>de</strong>béis compren<strong>de</strong>r vuestra<br />

evolución.<br />

49. Os he dado mi representación, porque os he dicho: el que cump<strong>la</strong><br />

como discípulo, será semejante a su Maestro. Sembrad amor, <strong>de</strong>positad<br />

<strong>la</strong> paz en los corazones, haced mi<strong>la</strong>gros; resucitad a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia,<br />

a los muertos a <strong>la</strong> verdad.<br />

50. Espiritualista: sed el intérprete y emisario <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra. En este día<br />

Yo acaricio a todos los hombres que recuer<strong>de</strong>n mi venida, conforme a<br />

<strong>la</strong> enseñanza que han recibido.<br />

51. Al ascen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l portavoz mi rayo divino, mi inspiración <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá<br />

sobre vosotros para que comprendáis mi pa<strong>la</strong>bra. Quiero contemp<strong>la</strong>ros<br />

unidos en un solo <strong>de</strong>seo: <strong>la</strong> paz entre <strong>la</strong> humanidad.<br />

52. Bienaventurado el que viene en pos <strong>de</strong> Mí, porque él tendrá <strong>la</strong> luz<br />

<strong>de</strong> mi Espíritu Divino. <strong>El</strong> que me busca, es porque ha sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

sí que ha llegado el momento <strong>de</strong> su evolución.<br />

53. La mente humana trata <strong>de</strong> romper <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> esc<strong>la</strong>vitud que <strong>la</strong><br />

han tenido atada. Os he dicho que este es el tiempo en que <strong>la</strong> mente y el<br />

espíritu <strong>de</strong>ben buscar su libertad, porque ante ellos se extien<strong>de</strong> un<br />

campo infinito don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n conocer y alcanzar más <strong>de</strong> lo que su<br />

corazón les ha mostrado. Así se perfeccionará el hombre y alcanzará<br />

más sabiduría, entonces habrá verdad en cada i<strong>de</strong>a humana.<br />

54. Hoy vengo hablándoos por medio <strong>de</strong> múltiples portavoces, <strong>de</strong>jando<br />

a través <strong>de</strong> ellos un libro para vuestro espíritu, como en el Segundo<br />

Tiempo <strong>de</strong>jé un legado <strong>de</strong> sabiduría y amor a esta humanidad; porque<br />

los cimientos <strong>de</strong> mi Doctrina son <strong>de</strong> amor, esa fuerza universal y<br />

superior que tien<strong>de</strong> a unir a todos los seres en una so<strong>la</strong> familia.<br />

55. Esta cualidad divina <strong>de</strong>béis poseer<strong>la</strong> porque no podrá haber caridad<br />

don<strong>de</strong> no haya amor. Mas Yo os he llenado <strong>de</strong> amor para que siempre<br />

que se presente <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> practicar <strong>la</strong> caridad, lo hagáis,


sabiendo que no se limita ni sujeta a <strong>de</strong>terminada forma. Para que<br />

<strong>de</strong>sarrolléis esas faculta<strong>de</strong>s, os he dado una parte <strong>de</strong> Mi mismo, <strong>la</strong> que<br />

ha vivido en vosotros, es vuestro espíritu iluminado por <strong>la</strong> conciencia<br />

quien os hace compren<strong>de</strong>r que procedéis <strong>de</strong> Mí.<br />

56. Así lográis compren<strong>de</strong>r que <strong>la</strong> fuerza divina se manifiesta en todo lo<br />

que es vida, porque vida es todo lo que os ro<strong>de</strong>a. Yo os he enseñado a<br />

no limitar a vuestro Dios en una forma. Puedo tener todas <strong>la</strong>s formas o<br />

no tener ninguna, porque Yo soy el Creador.<br />

57. Cuando vuestra inteligencia os lleve al principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y<br />

<strong>de</strong>scubráis ahí cómo nacen y se transforman <strong>la</strong>s criaturas, os<br />

maravil<strong>la</strong>réis al compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> explicación <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> mis lecciones.<br />

Ahí <strong>de</strong>scubriréis que Dios está manifestado en todo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los seres<br />

imperceptibles a vuestra mirada hasta los mundos y astros mayores.<br />

58. De este modo compren<strong>de</strong>réis que el hombre no es creador <strong>de</strong> vida<br />

ni elementos, que él tan sólo usa y transforma lo ya creado, para eso he<br />

puesto al hombre en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> creación y para <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r todos los<br />

dones y potencias <strong>de</strong> que le he revestido.<br />

59. La Creación es Dios mismo y llegará el momento en que los<br />

hombres que <strong>de</strong>sconocen <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción que existe entre el Creador y el<br />

hombre, comprendan que todo lo que el hombre haga, lo toma <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

potencia divina.<br />

60. <strong>El</strong> hombre tiene un <strong>de</strong>sarrollo como lo tiene todo lo que forma <strong>la</strong><br />

Creación. Él era pequeño en un principio. Su inteligencia estaba <strong>de</strong><br />

acuerdo con <strong>la</strong> vida primitiva que llevaba; pero Dios hizo que él se<br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ra por sí mismo, que conociera lo que es el bien y el mal para<br />

que <strong>de</strong>scubriese en sí su parte espiritual y su parte material; porque él<br />

en un principio <strong>de</strong>sconocía su espíritu. Así el hombre se fue<br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo, sabiendo <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene y a dón<strong>de</strong> va, reconociendo sus<br />

faculta<strong>de</strong>s que le habrán <strong>de</strong> conducir a <strong>la</strong> perfección. Así ha llegado<br />

hasta este tiempo en que le he reve<strong>la</strong>do que para el perfeccionamiento<br />

<strong>de</strong>l espíritu no es bastante una existencia.<br />

61. De esto podéis tener una prueba c<strong>la</strong>ra, al comprobar que <strong>la</strong><br />

experiencia <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> ahora es mayor que <strong>la</strong> <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong><br />

hace tiempo; porque es el espíritu el que trae consigo <strong>la</strong> luz recogida en<br />

los caminos <strong>de</strong> anteriores vidas. Y habéis l<strong>la</strong>mado a este tiempo el siglo<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, por los a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia humana y es que <strong>la</strong> luz divina<br />

ha bril<strong>la</strong>do en todo entendimiento.<br />

62. Yo, el Padre, soy quien os hab<strong>la</strong>. Para el que du<strong>de</strong>, hago mi pa<strong>la</strong>bra<br />

c<strong>la</strong>ra y precisa; el<strong>la</strong> se manifiesta <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong>l<br />

portavoz, su cerebro recibe <strong>la</strong> transmisión <strong>de</strong> mi sabiduría y <strong>la</strong> expresa<br />

según su alcance, mas <strong>la</strong> esencia es <strong>la</strong> misma en todos los intérpretes.<br />

63. A todos recibo y os bendigo.


64. He aquí al Juez perfecto entre vosotros, el que l<strong>la</strong>ma a <strong>la</strong>s puertas<br />

<strong>de</strong> vuestra sensibilidad para haceros compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> escasa importancia<br />

que puedan tener vuestros pensamientos, pa<strong>la</strong>bras y obras, ante su<br />

omnipotencia, justicia y sabiduría. Ha logrado evolucionar vuestro<br />

espíritu <strong>de</strong> tal manera, que vuestra conciencia no sólo juzga <strong>la</strong>s faltas <strong>de</strong><br />

vuestra presente existencia, sino que también os reve<strong>la</strong> antiguas <strong>de</strong>udas<br />

contraídas con mi justicia divina.<br />

65. Cuando vuestros sentidos hayan alcanzado una mayor<br />

espiritualidad, el recuerdo <strong>de</strong> vuestro pasado y <strong>la</strong> intuición serán más<br />

c<strong>la</strong>ras en vosotros. Ahora es sólo un vago presentimiento el que tenéis<br />

<strong>de</strong> todo esto, pero que sin embargo, os ayuda a llevar con resignación y<br />

conformidad vuestra cruz, con <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> que en esa forma se limpia<br />

y se salva vuestro espíritu.<br />

66. Los que ayer se mofaron <strong>de</strong> Jesús al mirarlo ja<strong>de</strong>ante con <strong>la</strong> cruz a<br />

cuestas, son los que ahora han tomado mansamente su cruz para<br />

encumbrar <strong>la</strong> cuesta. Los que en aquel tiempo gritaron: ¡Crucificadle!<br />

Ahora se han consagrado a servirme y amarme.<br />

67. Aquellos gritos traspasaron mi corazón, aquellos odios y b<strong>la</strong>sfemias<br />

me hirieron, mas a ellos no les di muerte, les perdoné y les di nueva<br />

vida, porque no sabían lo que hacían.<br />

68. Espiritualmente sigo enc<strong>la</strong>vado en <strong>la</strong> cruz, aunque materialmente<br />

hayáis <strong>de</strong>sprendido mi cuerpo <strong>de</strong>l ma<strong>de</strong>ro. Aún mi costado vierte<br />

sangre y agua y están frescas todas <strong>la</strong>s heridas, porque todavía no os<br />

amáis los unos a los otros, porque todavía existen los odios y <strong>la</strong>s<br />

guerras.<br />

69. En verdad os digo: preparaos para que escuchéis con c<strong>la</strong>ridad <strong>la</strong> voz<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia y para que los ojos <strong>de</strong> vuestro espíritu puedan<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> todo cuanto os he dicho.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 249<br />

1. Pueblo amado: he aquí al Verbo entre vosotros, el mismo que os<br />

habló en el Segundo Tiempo, que hoy se manifiesta espiritualmente a<br />

través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l hombre.<br />

2. En verdad os digo que no fue dulce <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> Jesús entre los<br />

hombres. Des<strong>de</strong> mi infancia llegó a mis <strong>la</strong>bios el cáliz <strong>de</strong> amargura.<br />

Mas a eso vine: a pa<strong>de</strong>cer <strong>de</strong>l principio al fin, para mostraros el camino<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción y enseñaros que si Yo, el dueño <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz y<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> dicha, renuncié a mi Gloria para sufrir por vosotros en <strong>la</strong> Tierra,<br />

¿Qué os toca hacer a vosotros? ¿Qué podéis esperar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dichas,


p<strong>la</strong>ceres y victorias <strong>de</strong> vuestro p<strong>la</strong>no terrestre? <strong>El</strong> mundo cristiano aún<br />

conmemora el día en que Jesús llegó al mundo, pero aun en los días <strong>de</strong><br />

conmemoración se oye el estruendo <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, y los hombres se<br />

matan. Las mujeres quedan <strong>de</strong>samparadas y los niños huérfanos.<br />

Mientras María, <strong>la</strong> Madre, extien<strong>de</strong> el manto <strong>de</strong> su amor sobre el<br />

Universo. <strong>El</strong><strong>la</strong> es <strong>la</strong> ternura, el calor, el regazo eterno, el hogar. Madre<br />

perfectísima <strong>de</strong> Jesús en cuanto hombre, entregó también su divina<br />

lección que comenzó en el pesebre <strong>de</strong>l establo y concluyó en <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong>l<br />

Calvario.<br />

4. Sea <strong>la</strong> paz con los hombres <strong>de</strong> buena voluntad que amen, que<br />

bendigan y que velen por <strong>la</strong> humanidad.<br />

5. Criaturas mías que venís a buscarme sin pedirme nada esperando tan<br />

sólo lo que sea mi voluntad conce<strong>de</strong>ros; y al sentir mi amor y mis<br />

caricias, <strong>la</strong>s recibís con amor profundo, estáis confiándome vuestros<br />

pensamientos y me <strong>de</strong>cís que anheláis perfeccionaros.<br />

6. Sois como <strong>la</strong>s aves que van en pos <strong>de</strong>l nido en don<strong>de</strong> cobijarse, os<br />

habéis acercado los unos a los otros en busca <strong>de</strong> calor, y mi pa<strong>la</strong>bra os<br />

ha alimentado y ha satisfecho vuestro corazón.<br />

7. En este día, venís a hacerme presente vuestras obras. Dejáis tras <strong>de</strong><br />

vosotros, lágrimas y sufrimientos y tenéis <strong>la</strong> esperanza <strong>de</strong> que el nuevo<br />

año traiga <strong>la</strong> ansiada paz para <strong>la</strong> humanidad.<br />

8. Me dais gracias por haberme encontrado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sufrido<br />

incomprensión y <strong>de</strong>sengaños y al sentiros amados por mí, eleváis un<br />

canto <strong>de</strong> gratitud.<br />

9. Vais <strong>de</strong>scubriendo el tesoro, <strong>la</strong> herencia que buscabais y al penetrar<br />

en vuestro espíritu, os habéis maravil<strong>la</strong>do al encontrar vuestros dones,<br />

al contemp<strong>la</strong>r virtu<strong>de</strong>s que estaban ocultas y olvidadas.<br />

10. Habéis hal<strong>la</strong>do en Mí el amor que habíais buscado, al verda<strong>de</strong>ro<br />

Maestro, al amigo leal. Se han <strong>de</strong>spertado todas <strong>la</strong>s fibras nobles <strong>de</strong><br />

vuestro espíritu y sentís el anhelo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir a <strong>la</strong> humanidad que mi<br />

Espíritu está vibrando sobre todo ser, que mi luz se ha hecho pa<strong>la</strong>bra<br />

para ser oída por todos y que el instrumento que he escogido es el<br />

hombre, el que se ha convertido por mi voluntad en el portavoz <strong>de</strong> mi<br />

enseñanza. Si al llegar <strong>la</strong> buena nueva por vuestro conducto a los<br />

hombres, sois oídos, regocijaos, si no os oyen, no temáis, que yo me<br />

manifestaré en muchas formas para vencer <strong>la</strong> reaciedad humana.<br />

11. En el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: "Volveré y hab<strong>la</strong>ré al<br />

espíritu <strong>de</strong>l hombre, cuando éste haya conocido el pecado en su mayor<br />

altura", mas les advertí <strong>de</strong> que manera había <strong>de</strong> volver, espiritualmente,<br />

y aquí me tenéis cumpliendo mi promesa. Aquellos discípulos me<br />

preguntaron: ¿Cómo te reconoceremos? que aunque no están sobre <strong>la</strong><br />

Tierra aquellos apóstoles, vosotros a los que he escogido en este tiempo<br />

para entregaros mi enseñanza, habéis conocido <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> vuestro Padre.


12. Cuando llegué al Calvario y apuré mi cáliz, estuvieron presentes<br />

muchos <strong>de</strong> los que ahora me están oyendo hab<strong>la</strong>r a través <strong>de</strong>l conducto<br />

<strong>de</strong>l hombre. No comprendieron quién era Aquél que les hab<strong>la</strong>ba y esos<br />

sois vosotros que <strong>de</strong>spreciasteis mi enseñanza y que ahora me <strong>de</strong>cís:<br />

"Maestro, te amamos, queremos seguirte, si en otro tiempo no te<br />

reconocimos, ahora compren<strong>de</strong>mos nuestro error y te pedimos perdón.<br />

Déjanos seguir <strong>de</strong> cerca tus pasos".<br />

13. Y Yo os digo: ¡Oh discípulos, que habéis abierto vuestro corazón y<br />

<strong>de</strong>jáis que mi pa<strong>la</strong>bra, como semil<strong>la</strong> fértil germine, crezca y fructifique,<br />

permitid que esta enseñanza <strong>de</strong>je en vosotros sus beneficios y que éstos<br />

sean para todos vuestros hermanos!<br />

14. Se acerca el tiempo en el que el espíritu humano busque <strong>la</strong> verdad,<br />

para entonces mi simiente estará esparcida sobre todo el haz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Tierra y por doquiera surgirán apóstoles.<br />

15. Hoy preparaos, sed pacientes en <strong>la</strong> lucha. Todos vuestros<br />

pa<strong>de</strong>cimientos serán recompensados, sentid mi caricia y mi perdón que<br />

vienen a suavizar vuestras penas. Así os estáis purificando para llegar<br />

limpios a Mí, y al hab<strong>la</strong>ros así, sentís <strong>la</strong> paz y se tranquiliza vuestro<br />

corazón.<br />

16. Dejad vuestra tristeza, no me busquéis por el camino <strong>de</strong>l dolor,<br />

venid a Mí que soy amor.<br />

17. Quiero veros fuertes, llevando con paciencia vuestra cruz y<br />

esparciendo dones a vuestro paso. Ve<strong>la</strong>d por cada una <strong>de</strong> vuestras obras<br />

para que seáis siempre dignos <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz que os ofrezco.<br />

18. Multitu<strong>de</strong>s, hijos míos que venís en busca <strong>de</strong> luz; esperáis mis<br />

pa<strong>la</strong>bras, esperáis mis pensamientos para lograr olvidar vuestras<br />

amarguras.<br />

19. Aquí os habéis reunido y habéis encontrado mi luz en <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong><br />

mi enseñanza. Cuando conversáis unos con otros, habéis comprendido<br />

que fue una misma causa <strong>la</strong> que a todos os hizo buscarme en esta<br />

pa<strong>la</strong>bra y que esa causa fue <strong>la</strong> sed <strong>de</strong> verdad, <strong>la</strong> sed <strong>de</strong> amor.<br />

20. Bien poco es lo que he tenido que daros, pueblo, porque todo<br />

cuanto habéis venido a pedirme, lo llevabais ya en vuestro espíritu.<br />

Sólo he tenido que enseñaros a mirar hacia lo eterno <strong>de</strong> vuestro ser para<br />

que allí <strong>de</strong>scubráis vuestra herencia y vuestra riqueza.<br />

21. Sólo mi luz abre los ojos <strong>de</strong>l espíritu a <strong>la</strong> verdad, sólo el<strong>la</strong> ilumina<br />

el camino sin fin <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra sabiduría, <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> vuestra<br />

re<strong>de</strong>nción.<br />

22. Mientras más busquéis en esa senda, más encontraréis; mientras<br />

más os profundicéis, mayores tesoros hal<strong>la</strong>réis; tesoros que estaban<br />

ocultos pero que existen en vuestro espíritu y en <strong>la</strong> vida a <strong>la</strong> que él<br />

pertenece.


23. ¡Cuántas riquezas que habíais olvidado y cuántas nuevas<br />

maravil<strong>la</strong>s, encontraréis en esta senda!<br />

24. Mucho tenéis que apren<strong>de</strong>r para haceros sensibles a mis<br />

inspiraciones, y a mis l<strong>la</strong>mados. ¡Cuántas veces percibís <strong>la</strong>s vibraciones<br />

<strong>de</strong> lo espiritual sin acertar a compren<strong>de</strong>r quién os l<strong>la</strong>ma! Es tan confuso<br />

para vosotros aquel lenguaje, que no acertáis a enten<strong>de</strong>r y termináis<br />

atribuyendo <strong>la</strong>s manifestaciones espirituales a alucinaciones o a causas<br />

materiales.<br />

25. Duros son vuestros corazones y necios vuestros entendimientos que<br />

no permiten al espíritu recibir <strong>la</strong> influencia <strong>de</strong> su verda<strong>de</strong>ra morada. No<br />

era así el pueblo <strong>de</strong> Dios en los primeros tiempos, <strong>la</strong> espiritualidad era<br />

cultivada por aquellos hombres <strong>de</strong> corazón sencillo y elevado espíritu, a<br />

quienes preocupaba el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley Divina y <strong>la</strong> observación<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra.<br />

26. Quiero volver a ser sentido y amado como en aquel tiempo, pero <strong>de</strong><br />

una manera más espiritual.<br />

27. Esto fue anunciado por profetas, por mi pa<strong>la</strong>bra y por uno <strong>de</strong> mis<br />

apóstoles. Si verda<strong>de</strong>ramente llegaseis a unir todas aquel<strong>la</strong>s<br />

reve<strong>la</strong>ciones en una so<strong>la</strong>, quedaríais maravil<strong>la</strong>dos <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad con que<br />

el<strong>la</strong>s os hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> este tiempo que estáis viviendo y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

manifestaciones que estáis contemp<strong>la</strong>ndo.<br />

28. Breve será mi comunicación a través <strong>de</strong>l entendimiento humano,<br />

porque si el<strong>la</strong> se prolongase os quedaríais estacionados, os<br />

consagraríais tan sólo a recrearos con mi pa<strong>la</strong>bra y acabaríais por<br />

familiarizaros con mi presencia. Pronto terminará mi manifestación<br />

bajo esta forma y entonces os veréis obligados a estudiar lo que<br />

escuchasteis, a perfeccionar vuestra oración para sentir mi presencia y a<br />

prepararos mejor para haceros dignos <strong>de</strong> mis prodigios.<br />

29. Dos errores <strong>de</strong>seo que evitéis: que os estanquéis en <strong>la</strong> rutina <strong>de</strong><br />

vuestras prácticas, y que pretendáis caminar <strong>de</strong> prisa. Dirigíos paso a<br />

paso, firmemente a <strong>la</strong> meta que os tracé, así iréis ascendiendo,<br />

limpiando <strong>la</strong>s manchas <strong>de</strong> vuestro espíritu y saldando <strong>de</strong>udas; os iréis<br />

aproximando a <strong>la</strong> vida eterna, <strong>de</strong>stinada como albergue para todos los<br />

espíritus cuando alcancen el estado perfecto.<br />

30. Al oírme, oh mis párvulos, unos oráis implorando mi perdón, otros<br />

lloráis: veo lágrimas <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> arrepentimiento, <strong>de</strong> temor: Yo todo lo<br />

recibo. Ved <strong>de</strong> cuántas maneras sois escuchados por vuestro Maestro,<br />

que sabe interpretar todos los lenguajes.<br />

31. Cuando estáis escuchándome, no quisierais que esta hora pasara.<br />

¡Cuánta paz, qué tranquilidad, qué infinita dulzura! Me dice vuestro<br />

espíritu. Más Yo os respondo: esta paz, esta dulzura, esta dicha <strong>de</strong><br />

sentir, <strong>de</strong> amar, <strong>de</strong> saber y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, <strong>la</strong> tendréis en <strong>la</strong> vida espiritual, no<br />

por una hora, sino por toda <strong>la</strong> eternidad.


32. Yo os esperaré en aquel<strong>la</strong> Tierra Prometida y mi luz os seguirá en<br />

vuestra jornada hasta que lleguéis a Mí, porque soy <strong>la</strong> luz que<br />

<strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a iluminar vuestro camino.<br />

33. En mi pa<strong>la</strong>bra os he dado profecías que habéis visto cumplidas,<br />

para que <strong>de</strong> vuestra fe participéis a los que escuchen vuestro<br />

testimonio. ¡Cuánto gozo habrá en los que viviendo muertos a <strong>la</strong> fe, <strong>de</strong><br />

pronto abran sus ojos y <strong>de</strong>scubran sobre ellos <strong>la</strong> vida eterna y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

ellos, <strong>la</strong> semejanza con <strong>la</strong> misma Divinidad! En ese instante cambiará<br />

<strong>la</strong> existencia para aquellos seres, pues <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> ser los que pi<strong>de</strong>n para<br />

ser los que <strong>de</strong>n gracias. Porque el que pi<strong>de</strong> es porque no ha reconocido<br />

que tiene lo suficiente, y el que da gracias es el que está convencido <strong>de</strong><br />

que tiene más <strong>de</strong> lo que merece.<br />

34. Cuando contempláis <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza y os dais<br />

cuenta <strong>de</strong> que habéis sido objeto <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad divina, ¿No<br />

ha brotado <strong>de</strong> vuestro corazón una acción <strong>de</strong> gracias? ¿Qué mayor<br />

prueba <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento podéis darme en ese instante, que vuestra<br />

admiración, vuestra humildad y vuestra confesión <strong>de</strong> mi gran<strong>de</strong>za? No<br />

ha sido entonces ni el dolor, ni <strong>la</strong> necesidad, ni el interés, los que han<br />

exaltado vuestro amor hacia Mí.<br />

35. Cuando musitéis una oración <strong>de</strong> gratitud, acompañad<strong>la</strong> <strong>de</strong> obras que<br />

confirmen aquel sentimiento.<br />

36. Debo apartar toda confusión <strong>de</strong> vosotros, porque el tiempo en que<br />

os hable en esta forma es ya muy corto y al finalizar 1950, reconoceréis<br />

en vosotros mayor comprensión <strong>de</strong> mi Obra, porque habréis estudiado<br />

más a fondo mi enseñanza, ayudados por los sabios consejos <strong>de</strong> mi<br />

mundo espiritual. Estos pe<strong>de</strong>stales, a quienes se ha encomendado <strong>la</strong><br />

misión <strong>de</strong> transmitir el mensaje divino, cada vez se prepararán con<br />

mayor conocimiento <strong>de</strong> su responsabilidad.<br />

37. Para el tiempo en que levante mi pa<strong>la</strong>bra, habrá entre todos<br />

vosotros <strong>de</strong>puración <strong>de</strong> prácticas y <strong>de</strong> costumbres. Entonces, el que<br />

quiera seguirme con <strong>la</strong> ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que se levante y me siga, y<br />

quien por egoísmo o interés personal persista en falsear lo que es puro,<br />

quedará sujeto a sufrir <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sobediencia y falta <strong>de</strong><br />

celo.<br />

38. No seré Yo quien castigue al hijo: él mismo dictará su sentencia.<br />

Toda ma<strong>la</strong> hierba será cortada <strong>de</strong> raíz.<br />

39. A este pueblo espiritualista, Yo lo he libertado, he iluminado sus<br />

campos y le he apartado <strong>la</strong>s barreras y obstáculos, pero por tantos<br />

beneficios, también tiene gran<strong>de</strong>s responsabilida<strong>de</strong>s. Ve<strong>la</strong>d, para que<br />

escuchéis con c<strong>la</strong>ridad <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> vuestra conciencia, <strong>la</strong> que os indicará<br />

lo que <strong>de</strong>béis hacer y os dará <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> alerta a cada instante.<br />

40. En este año, que ha sido <strong>de</strong> preparación para vosotros, porque<br />

habéis luchado por romper <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas que os ataban a un fanatismo


que impedía vuestro <strong>de</strong>sarrollo espiritual, tuvisteis <strong>la</strong> gran<strong>de</strong> voluntad<br />

para <strong>de</strong>spojaros <strong>de</strong> muchos prejuicios. Des<strong>de</strong> ese momento os sentís<br />

más libres y más próximos a <strong>la</strong> verdad, ahora os sentiréis más fuertes<br />

para <strong>la</strong> lucha.<br />

41. ¡Cuántos acontecimientos suce<strong>de</strong>rán! ¡Cuántos pequeños mundos<br />

que el hombre ha creado serán <strong>de</strong>struidos! De cierto os digo, que toda<br />

falsa gran<strong>de</strong>za y toda obra egoístas será aniqui<strong>la</strong>da.<br />

42. De entre vosotros, son pocos los que han comprendido mi<br />

enseñanza, mas cuando llegue el momento <strong>de</strong> mi partida, <strong>de</strong>jaré a mis<br />

discípulos con el conocimiento y <strong>la</strong> fuerza necesaria para hacer frente a<br />

<strong>la</strong> lucha, porque el Maestro es indulgente con vosotros, porque ve<br />

vuestro esfuerzo, que aunque pequeño, es digno y Yo lo recibo. Tenéis<br />

el convencimiento <strong>de</strong> que estáis trabajando para el espíritu, <strong>de</strong> que lo<br />

que ahora con amarguras sembráis, mañana dará dulces frutos. ¿Quién<br />

sabiendo esto, se atreverá a <strong>de</strong>sperdiciar su tiempo?<br />

43. Pronto contemp<strong>la</strong>réis que mi Doctrina se da a conocer en distintos<br />

idiomas. Entonces mi pa<strong>la</strong>bra, mi enseñanza, os pondrá en<br />

comunicación con hombres <strong>de</strong> lejanas comarcas, y aun cuando no os<br />

hayáis mirado nunca, os reconoceréis, aunque haya <strong>de</strong> por medio entre<br />

unos y otros tierras y mares, estaréis unidos e i<strong>de</strong>ntificados por mi<br />

Obra.<br />

44. Cuando finalice el año <strong>de</strong> 1950 habrá incertidumbre y duda en<br />

muchos <strong>de</strong> vosotros. ¿Por qué algunos que gozan <strong>de</strong> mayor inteligencia<br />

que los que creen en mi comunicación, dudan <strong>de</strong> mis manifestaciones?<br />

Porque no es el conocimiento humano, ni es <strong>la</strong> mente <strong>la</strong> que pue<strong>de</strong><br />

juzgar mi verdad, y cuando el hombre así lo compren<strong>de</strong>, se <strong>de</strong>ja invadir<br />

por un temor hacia todo lo nuevo, hacia todo lo que juzga <strong>de</strong>sconocido,<br />

para rechazarlo inconscientemente. Y vosotros, los débiles, los<br />

impreparados, los que no podéis llegar a <strong>la</strong> altura <strong>de</strong> los hombres<br />

reconocidos por su inteligencia, sois los que creéis, los que tenéis fe y<br />

os sabéis profundizar en los misterios <strong>de</strong> lo espiritual. ¿Por qué? Porque<br />

es el espíritu el que reve<strong>la</strong> a <strong>la</strong> mente <strong>la</strong> vida eterna y sus maravil<strong>la</strong>s.<br />

45. La inteligencia humana representa una fuerza, con <strong>la</strong> que vais a<br />

entab<strong>la</strong>r <strong>la</strong> lucha, porque a través <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, el hombre se ha forjado i<strong>de</strong>as<br />

y conceptos <strong>de</strong> lo espiritual, que no le han sido reve<strong>la</strong>dos por el<br />

espíritu.<br />

46. Para esa lucha estaréis fuertes, con una fortaleza que también<br />

provendrá <strong>de</strong>l espíritu. Vuestra fuerza nunca <strong>de</strong>scansará en vuestra<br />

materia, ni en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l dinero, ni en apoyos terrestres; sólo vuestra<br />

fe en <strong>la</strong> verdad que lleváis os hará vencer en <strong>la</strong> contienda.<br />

47. <strong>El</strong> mundo se estremecerá cuando mi pa<strong>la</strong>bra se haga oír en <strong>la</strong>s<br />

naciones, porque el espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, que se encuentra<br />

preparado para esta reve<strong>la</strong>ción, vibrará <strong>de</strong> gozo y a <strong>la</strong> vez <strong>de</strong> temor;


entonces, el que quiera conocer <strong>la</strong> verdad, que se liberte <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

esc<strong>la</strong>vitud <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as materiales y se recree ante los horizontes<br />

luminosos que se presentan a su vista. Más, quien persista en su<br />

ofuscación y en luchar contra esta luz, queda en libertad <strong>de</strong> hacerlo.<br />

48. La conversión a <strong>la</strong> espiritualidad, traerá amistad y fraternidad entre<br />

<strong>la</strong>s naciones, mas es preciso que os preparéis, porque <strong>la</strong> contienda será<br />

gran<strong>de</strong>. Si los hombres se levantan en guerras, no es porque ésta sea mi<br />

voluntad, sino porque ellos no han comprendido <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> Dios.<br />

49. Como <strong>la</strong> evolución espiritual está sujeta a una ley justa, el hombre<br />

encuentra a su paso <strong>la</strong> purificación, <strong>de</strong> esa manera se hace justicia él<br />

mismo ante Dios.<br />

50. Este tiempo ha sorprendido a <strong>la</strong> humanidad muy lejos <strong>de</strong>l camino.<br />

La guerra, el hambre, <strong>la</strong> peste, el luto y <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción, son voces que<br />

hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> caridad, <strong>de</strong> espiritualidad y <strong>de</strong> justicia que imperan<br />

en el mundo.<br />

51. Compren<strong>de</strong>d que Yo os inspiro <strong>la</strong> paz, jamás os he incitado a <strong>la</strong><br />

guerra.<br />

52. En medio <strong>de</strong> este caos, he venido a doctrinaros, apartándoos <strong>de</strong>l<br />

torbellino <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones para reve<strong>la</strong>ros lo que en otros tiempos os<br />

prometí, para <strong>de</strong>ciros que, aunque sois pequeños y humil<strong>de</strong>s, vuestra<br />

preparación espiritual y vuestra fe, os transformarán en fuertes soldados<br />

y abnegados apóstoles <strong>de</strong> mi Obra.<br />

53. <strong>El</strong> mundo sentirá en vosotros mi presencia, reconocerá mi Ley hoy<br />

olvidada y conocerá <strong>la</strong>s nuevas reve<strong>la</strong>ciones y enseñanzas. La<br />

humanidad me verá en todo mi esplendor al recibir el testimonio <strong>de</strong><br />

vuestras obras <strong>de</strong> amor.<br />

54. Si vuestra fe <strong>de</strong>bilitara ante <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas, no podréis inspirar<br />

fe a vuestros hermanos, no podréis sanar al enfermo. Os sentiréis por<br />

momentos <strong>de</strong>spojados <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> potestad <strong>de</strong> iluminar los caminos, <strong>de</strong><br />

abrir puertas a los necesitados. Os sentiréis indignos <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mano al ciego para guiarle y entonces vuestro corazón llorará<br />

amargamente. Será cuando oréis con toda vuestra confianza <strong>de</strong>positada<br />

en Mí, y Yo os recibiré, os escucharé, daré paz a vuestro espíritu y<br />

encen<strong>de</strong>ré <strong>la</strong> lámpara <strong>de</strong> vuestra fe con <strong>la</strong> luz inextinguible <strong>de</strong> mi amor.<br />

55. He querido formar con vosotros un pueblo, una familia unida en mi<br />

Ley, que se ame entre sí, don<strong>de</strong> no exista <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> voluntad, para que<br />

sirváis <strong>de</strong> ejemplo a vuestros hermanos y seáis el cimiento <strong>de</strong> mi<br />

santuario.<br />

56. No os pido imposibles, sólo quiero que en vuestras obras y pa<strong>la</strong>bras<br />

exista verdad. Si con humildad y comprensión practicáis mi enseñanza,<br />

si sabéis tener virtud y sencillez en vuestra vida, no tendréis que hab<strong>la</strong>r<br />

ni esforzaros para <strong>de</strong>spertar el espíritu <strong>de</strong> vuestros hermanos, bastará el<br />

testimonio <strong>de</strong> vuestra caridad.


57. No seréis vosotros los únicos en quienes <strong>de</strong>scanse esta<br />

responsabilidad, vendrán nuevas multitu<strong>de</strong>s, nuevos <strong>la</strong>briegos y nuevos<br />

soldados con tanto o mayor ahínco y amor que vosotros, los que<br />

alcanzarán a dar un paso más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el camino <strong>de</strong> evolución.<br />

58. Como enseñé a los doce apóstoles <strong>de</strong>l Segundo Tiempo a sanar al<br />

enfermo, a amar al semejante, a perdonar <strong>la</strong>s ofensas, a libertar al<br />

poseído y a resucitar al muerto con pa<strong>la</strong>bras y obras <strong>de</strong> amor, también a<br />

vosotros os he enseñado, para que seáis los verda<strong>de</strong>ros apóstoles <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina.<br />

59. Aquietad vuestra mente, preparad vuestro corazón, porque en<br />

verdad os digo que según sea vuestra preparación, así recibiréis <strong>de</strong> Mí y<br />

puedo <strong>de</strong>ciros: aquí me tenéis cumpliendo mi promesa <strong>de</strong> que<br />

nuevamente estaría con vosotros.<br />

60. Hab<strong>la</strong>dme en lo más íntimo <strong>de</strong> vuestro ser, porque Yo escucho<br />

vuestro lenguaje espiritual. Me hacéis presente vuestras vicisitu<strong>de</strong>s,<br />

pero también contemplo que pa<strong>de</strong>céis al ver el sufrimiento que como<br />

cáliz <strong>de</strong> amargura apura en este tiempo <strong>la</strong> humanidad, porque el mundo<br />

me ha <strong>de</strong>sconocido y ha caído en <strong>la</strong>s garras <strong>de</strong> <strong>la</strong> tentación y se <strong>de</strong>bate<br />

en sus tinieb<strong>la</strong>s y sufrimientos. Yo me acerco lleno <strong>de</strong> humildad para<br />

tocar <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> cada corazón para entregar a los hombres el<br />

consuelo, <strong>la</strong> paz, el pan para sus espíritus, mas <strong>la</strong> humanidad se ha<br />

olvidado <strong>de</strong> Mí, me arroja lejos <strong>de</strong> si porque me ha <strong>de</strong>sconocido. La<br />

humanidad llora su soledad porque me siente lejos, porque no ha<br />

escuchado esta pa<strong>la</strong>bra que a vosotros estoy entregando, por eso vuelvo<br />

a recordaros <strong>la</strong> misión sublime que tenéis que cumplir entre <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

61. Yo os he llenado <strong>de</strong> mi potestad para que <strong>de</strong>spertéis a los espíritus,<br />

para que entreguéis mi paz, para que oréis por los que no saben orar,<br />

para que sintiendo el dolor <strong>de</strong> vuestros hermanos, roguéis por ellos.<br />

Sois el pueblo a quien he <strong>de</strong>spertado y a quien he agraciado para que<br />

<strong>de</strong>is los primeros pasos <strong>de</strong> cumplimiento llenos <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> fraternidad<br />

y <strong>de</strong> perdón. Sed los discípulos verda<strong>de</strong>ros los que estudiéis y<br />

practiquéis <strong>la</strong> lección que he venido a entregaros, porque como mis<br />

discípulos os <strong>de</strong>jaré sobre <strong>la</strong> Tierra.<br />

62. Pueblo: entre vosotros están los incrédulos que no se satisfacen con<br />

<strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, los que no sintiendo una fe verda<strong>de</strong>ra en mi<br />

manifestación espiritual, me buscan en el materialismo, en los cánticos<br />

y rezos materiales, en los ritos y en <strong>la</strong>s ceremonias, porque aún sus<br />

espíritus no se han fortalecido en <strong>la</strong> verdad y por esta causa se alejan <strong>de</strong><br />

Mí.<br />

63. Mucho os he enseñado, os he prometido morar en el santuario que<br />

me preparéis en vuestro corazón, mas aquellos que practican un culto<br />

materializado, creen que me agradan y cumplen mejor con su misión y


Yo les digo: Yo os he entregado c<strong>la</strong>ramente mi enseñanza ¿Por qué aún<br />

permanecéis dormidos? Mucho os he hab<strong>la</strong>do y muy poco es lo que<br />

habéis aprendido, cuando he venido a haceros gran<strong>de</strong>s reve<strong>la</strong>ciones,<br />

vosotros os habéis rebe<strong>la</strong>do y habéis dicho: esa forma <strong>de</strong> rendir culto al<br />

Padre no nos agrada, permaneceremos estacionados en nuestras<br />

prácticas porque <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> rendir un culto <strong>de</strong> espíritu a Espíritu al<br />

Padre, no <strong>la</strong> hemos aprendido. Mas Yo os digo: los tiempos pasarán y<br />

vosotros quedaréis dormidos y no tendréis el <strong>de</strong>spertar luminoso que<br />

eleve a vuestro espíritu, mañana os creeréis huérfanos <strong>de</strong> Mí y estando<br />

tan cerca <strong>de</strong> vosotros no me sentiréis porque no habéis aprendido a<br />

sentirme.<br />

64. Recordad, oh pueblo amado, que en todos los tiempos vuestro<br />

Padre os ha hab<strong>la</strong>do. En el Segundo Tiempo el Maestro Divino, os<br />

mostró el camino <strong>de</strong> evolución, <strong>de</strong>jando impresas en él sus huel<strong>la</strong>s para<br />

que llegaseis a <strong>la</strong> Patria verda<strong>de</strong>ra. En este tiempo he iluminado a<br />

vuestro espíritu, os he preparado con mi pa<strong>la</strong>bra y con mi gracia para<br />

que os levantéis a trabajar a imitación <strong>de</strong> <strong>El</strong>ías y así podáis convertiros<br />

en los guías <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.<br />

65. Este es el tiempo en que he venido a reunir y a congregar a <strong>la</strong>s doce<br />

tribus <strong>de</strong>l pueblo escogido <strong>de</strong> Israel para que reciban nuevamente <strong>la</strong><br />

enseñanza <strong>de</strong>l Verbo Divino. Cual Maestro he materializado mi<br />

enseñanza entre vosotros. Con mi pa<strong>la</strong>bra he venido a prepararos, a<br />

orientaros, mas esta forma <strong>de</strong> comunicación con vosotros pronto<br />

pasará.<br />

66. Israel, convertíos en los guías <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, dadle este pan <strong>de</strong><br />

vida eterna, mostradle esta Obra Espiritual para que <strong>la</strong>s diferentes<br />

religiones se espiritualicen en mi Doctrina y así el Reino <strong>de</strong> Dios sea<br />

sobre todos los hombres.<br />

67. Vengo a daros leche y miel, porque sois el pueblo que tenéis que<br />

cumplir con una <strong>de</strong>licada misión, una misión que no será una cruz<br />

pesada en vuestros hombros. Sois el pueblo que una vez más me habéis<br />

reconocido y queréis levantaros llenos <strong>de</strong> espiritualidad para mostrar<br />

vuestro estandarte ante <strong>la</strong> humanidad.<br />

68. Yo os he enseñado a vivir en armonía conmigo y a ser humil<strong>de</strong>s y<br />

sencillos en todos vuestros actos y pensamientos. Yo os he enseñado<br />

que mientras el hombre alimenta sus guerras para darse muerte,<br />

vosotros <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> ser los soldados <strong>de</strong> mi Divinidad, que llevéis en<br />

vuestras manos <strong>la</strong>s armas <strong>de</strong> luz para combatir el odio y <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l<br />

mundo.<br />

69. Ved, mi pueblo, cómo a vuestro <strong>de</strong>rredor <strong>la</strong> humanidad se <strong>de</strong>bate en<br />

su angustia y en su dolor y sois vosotros los indicados para llevarle el<br />

consuelo, el aliento y el amor <strong>de</strong> mi Espíritu Divino.


70. He aquí que, cuando hayáis cumplido en esta forma, sentiréis mi<br />

paz y <strong>de</strong> esta paz compartiréis a <strong>la</strong> humanidad. Despojaos <strong>de</strong> toda<br />

ambición material y revestíos <strong>de</strong> mi amor para que por vosotros se<br />

manifieste mi misericordia en todo el orbe terrestre.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 250<br />

1. ¿Qué espíritu oyéndome hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra <strong>de</strong> promisión no siente el<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> habitar en el<strong>la</strong>? La finalidad <strong>de</strong> mi comunicación entre<br />

vosotros es <strong>la</strong> <strong>de</strong> ayudar a vuestro espíritu a llegar a <strong>la</strong> morada <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz<br />

y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz eterna, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se percibe <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> vuestro<br />

Creador. Un camino os ha sido trazado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todos los tiempos, para<br />

que por él lleguéis a <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> esa eternidad, <strong>de</strong> esa vida que espera<br />

a vuestro espíritu.<br />

2. Os he perdonado y os he aligerado vuestro fardo <strong>de</strong> restitución para<br />

que apresuréis vuestro paso, <strong>la</strong>véis vuestras culpas y os sintáis<br />

confortados para empren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> caminata. Gran<strong>de</strong> es <strong>la</strong> misión<br />

y <strong>la</strong> lucha que tenéis en <strong>la</strong> Tierra, pero es mayor en estos tiempos <strong>de</strong><br />

guerras y ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s, en los cuales <strong>de</strong>béis apren<strong>de</strong>r a orar con tal<br />

<strong>de</strong>voción que vuestro espíritu invisible e intangible a los <strong>de</strong>más, logre<br />

<strong>de</strong>tener el avance <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra y extienda sobre los pueblos el manto <strong>de</strong><br />

mi paz.<br />

3. Esta nación don<strong>de</strong> moráis no es <strong>la</strong> Nueva Jerusalén, porque esa<br />

ciudad os espera en lo espiritual; pero ha sido elegida para mi<br />

manifestación en este tiempo y será como una puerta que os conducirá<br />

a <strong>la</strong> b<strong>la</strong>nca ciudad que en su éxtasis contemplo mi apóstol Juan.<br />

4. En vuestra ciudad penetrarán los extranjeros y a ellos les veréis como<br />

a hermanos por el espíritu, sin menospreciarlos por ser <strong>de</strong> otras razas.<br />

5. <strong>El</strong>evad unos instantes vuestro pensamiento y haré que a vuestro<br />

corazón llegue el rumor <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, el <strong>la</strong>mento <strong>de</strong> los hombres, el<br />

dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s madres, el l<strong>la</strong>nto <strong>de</strong> los niños, para que comprendáis<br />

vuestra misión y os levantéis a cumplir<strong>la</strong>. Tiempo <strong>de</strong> justicia es éste, en<br />

el que estáis viendo cómo al rico avaro y a <strong>la</strong> nación po<strong>de</strong>rosa y egoísta<br />

les es quitado su po<strong>de</strong>r; así como al que ha tomado lo ajeno sin el<br />

permiso <strong>de</strong> su dueño para aumentar su caudal, también le ha llegado el<br />

día <strong>de</strong> ver cómo otras manos le quitan lo que sin <strong>de</strong>recho poseía.<br />

6. Vosotros, en vuestra pobreza material, pensáis que estáis exentos <strong>de</strong><br />

mi justicia, mas os digo que os equivocáis, porque también podéis<br />

convertiros en ricos avaros <strong>de</strong> <strong>la</strong> riqueza espiritual que os estoy<br />

entregando.


7. Hoy os he invitado a elevar vuestro pensamiento para que tratéis <strong>de</strong><br />

sentir el dolor que aflige a <strong>la</strong>s naciones y he contemp<strong>la</strong>do que no sabéis<br />

sentir aún el dolor <strong>de</strong> vuestros hermanos, aun cuando <strong>de</strong> ese dolor se<br />

halle saturado hasta el aire que respiráis. ¿Será menester que paséis por<br />

esa prueba y que apuréis ese cáliz, a fin <strong>de</strong> que podáis compren<strong>de</strong>r el<br />

dolor que agobia a <strong>la</strong> humanidad? Tenéis aún endurecido vuestro<br />

corazón y no brota <strong>de</strong> él el agua cristalina <strong>de</strong>l amor.<br />

8. Bienaventurado el que se levante a servir a sus hermanos, porque ha<br />

visto <strong>la</strong>s ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s que les afligen; Yo lo haré <strong>de</strong>scansar en mi seno<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> concluida su <strong>la</strong>bor. Recordad que cuando <strong>la</strong> vida os ha<br />

sonreído, habéis visto con indiferencia a los que sufren, y otros,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber conocido <strong>la</strong> miseria y habiendo llegado al esplendor,<br />

en vez <strong>de</strong> ayudar a los que a sus puertas l<strong>la</strong>man, los rechazan <strong>de</strong> su<br />

presencia v les dicen: id por vuestro camino, sufrid y luchad, como yo<br />

sufrí y luché y entonces tendréis lo que con tanto trabajo logré.<br />

9. Mi Doctrina os enseña que <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> que disfruta vuestro corazón a <strong>la</strong><br />

luz <strong>de</strong> vuestro espíritu, <strong>la</strong> habéis alcanzado a través <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s pruebas<br />

o sufrimientos. Yo os digo, que esas joyas <strong>la</strong>s repartáis entre vuestros<br />

hermanos sin tratar <strong>de</strong> saber si han hecho méritos para poseer<strong>la</strong>s.<br />

10. Mi pa<strong>la</strong>bra ha hecho en vosotros lo mismo que cuando resucitó<br />

Lázaro. Un hálito <strong>de</strong> muerte había penetrado en vuestro corazón<br />

<strong>de</strong>struyendo toda esperanza que hubiera albergado para llegar a<br />

sobrevivir a esta guerra que amenaza vuestra paz a cada instante. Mas<br />

al mismo tiempo que han llegado los rumores <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, habéis<br />

tenido noticias <strong>de</strong> una congregación <strong>de</strong> corazones sencillos y humil<strong>de</strong>s,<br />

y sin preguntaros más acerca <strong>de</strong> si seria verdad, si tal mi<strong>la</strong>gro seria<br />

posible, habéis venido en mi busca, porque sabéis que Yo soy <strong>la</strong> paz.<br />

11. Al oír esta voz, todas <strong>la</strong>s fibras <strong>de</strong> vuestro espíritu se conmovieron<br />

y habéis exc<strong>la</strong>mado: "Eres Tú, mi Señor, quien hab<strong>la</strong>". Sin embargo,<br />

vuestra fe no ha llegado aún a ser absoluta, porque estando conmigo<br />

aún seguís temiendo, como aquellos discípulos que navegaban conmigo<br />

en una barca, al ver que <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l mar se encrespaban, gritaron:<br />

"Señor, Señor, sálvanos que perecemos".<br />

12. ¿Por qué teméis, oh pueblo, si os encontráis refugiados bajo <strong>la</strong><br />

protección <strong>de</strong> mi misericordia? ¿Por qué <strong>de</strong>sconfiáis <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>r? No<br />

hagáis con ello que vuestro esfuerzo por venir a escucharme resulte<br />

inútil y sea estéril. Daos cuenta <strong>de</strong> que muchos para oír mi pa<strong>la</strong>bra<br />

vienen <strong>de</strong> lejanas comarcas, otros tiene que vencer al escepticismo <strong>de</strong><br />

su familia; otros se ven obligados a abandonar sus trabajos materiales y<br />

sus <strong>de</strong>beres <strong>de</strong>l mundo y ese sacrificio no <strong>de</strong>be ser estéril.<br />

13. Consi<strong>de</strong>rad que si en vez <strong>de</strong> dudas y <strong>de</strong>sconfianzas, llegáis a<br />

<strong>de</strong>positar toda vuestra fe en mi pa<strong>la</strong>bra, el<strong>la</strong>, al quedar escrita con el


fuego <strong>de</strong> vuestro amor en vuestro espíritu, os iluminará a cada instante<br />

y os fortalecerá en cada una <strong>de</strong> vuestras pruebas.<br />

14. Mucho es lo que vuestro espíritu teme a <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

esc<strong>la</strong>vitud, porque ya conoce el sabor <strong>de</strong> ese cáliz <strong>de</strong> amargura.<br />

15. Amáis intensamente <strong>la</strong> paz, y ese anhelo <strong>de</strong> vuestro espíritu es el<br />

que me ha traído hasta vos, oh pueblo, porque sabéis que <strong>la</strong> paz se ha<br />

concentrado toda en Mi. Sería en vano que <strong>la</strong> buscaseis en <strong>la</strong>s diversas<br />

instituciones humanas, entre los hombres <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r o entre <strong>la</strong>s más<br />

avanzadas teorías <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia mo<strong>de</strong>rna, porque ese tesoro lo ha<br />

perdido <strong>la</strong> humanidad. Cuando el hombre quiera recobrar ese don que<br />

ha <strong>de</strong>sechado, tendrá irremediablemente que buscarlo en Mí, como<br />

aconteció con vosotros.<br />

16. C<strong>la</strong>ra y al alcance <strong>de</strong> todos mis hijos es <strong>la</strong> lección que he venido a<br />

daros, porque quiero prepararos para que seáis los emisarios <strong>de</strong> esta<br />

buena nueva, los que <strong>de</strong>scubráis a <strong>la</strong> humanidad <strong>la</strong> mejor forma <strong>de</strong><br />

buscarme para encontrar <strong>la</strong> paz.<br />

17. Aquí tenéis cumplida <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que os di cuando en el Segundo<br />

Tiempo Jesús daba gracias a su Padre por haber ocultado su sabiduría a<br />

los sabios y entendidos, en cambio se <strong>la</strong> había dado y reve<strong>la</strong>do a los<br />

humil<strong>de</strong>s. Si, mi pueblo, porque los que l<strong>la</strong>máis sabios, se engran<strong>de</strong>cen<br />

y quieren humil<strong>la</strong>r a los humil<strong>de</strong>s, enseñándoles tan sólo lo que ellos<br />

consi<strong>de</strong>ran <strong>la</strong>s migajas <strong>de</strong>l pan, que <strong>de</strong> Mi han recibido; mientras que<br />

los pobres, los humil<strong>de</strong>s, que si conocen <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s que <strong>la</strong> vida<br />

presenta y sus privaciones, cuando llegan a poseer algo, sienten que es<br />

<strong>de</strong>masiado para ellos y participan a los <strong>de</strong>más. Ahora agrego que,<br />

cuando el avaro se torne en generoso y el soberbio en humil<strong>de</strong>, llegarán<br />

al instante a gozar <strong>de</strong> cuanto tengo reservado para el que sabe practicar<br />

<strong>la</strong> virtud pues mi amor no es parcial, es universal, es para todos mis<br />

hijos.<br />

18. Todo esto lo <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> conocer porque si alguno quiere llegar a ser<br />

sabio en mi Doctrina, no olvi<strong>de</strong> que para lograrlo, antes tiene que ser<br />

humil<strong>de</strong> como Salomón a quien hice rey y sabio al grado <strong>de</strong> que su<br />

nombre fue famoso y respetado en el mundo <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> época, el que<br />

maravilló por <strong>la</strong> sabiduría <strong>de</strong> sus consejos y <strong>de</strong> sus juicios; pero todo su<br />

po<strong>de</strong>r, su luz y esplendor cayeron bajo <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> mi justicia, cuando<br />

faltó a mis ór<strong>de</strong>nes.<br />

19. Pueblo: luchad y trabajad por <strong>la</strong> paz, como Israel conquistó <strong>la</strong><br />

Tierra Prometida <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantas vicisitu<strong>de</strong>s y conflictos por los que<br />

tuvo que atravesar y vencer. Yo sé que vuestro espíritu me compren<strong>de</strong><br />

bien cuando le hablo <strong>de</strong> Israel, porque esa simiente <strong>la</strong> lleváis en vuestro<br />

ser y esa historia fue escrita en vuestra conciencia.<br />

20. Ahí está su experiencia, evolución y luz, ahí está el libro abierto en<br />

su espíritu, señalándole <strong>la</strong> Ley y evitándole caer en error. He hecho que


vuestro espíritu venga a reencarnar en este tiempo, lejos <strong>de</strong> antiguas<br />

posesiones terrestres que os hubieran materializado como ha ocurrido<br />

en otras razas y pueblos, para que vuestra única pasión fuera <strong>la</strong> <strong>de</strong> abrir<br />

una brecha espiritual a <strong>la</strong> humanidad, mostrarle por dón<strong>de</strong> encaminar<br />

sus pasos y conducir<strong>la</strong> a <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> mi Reino <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong> amor.<br />

21. Hoy venís en busca <strong>de</strong> caridad, y ¿Quién pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que no <strong>la</strong> ha<br />

recibido? Los enfermos han sanado, los caminantes cansados han<br />

encontrado paz y los hambrientos y sedientos <strong>de</strong> espiritualidad, han<br />

calmado su hambre y su sed; pero aún hay entre los que me siguen<br />

algunos que no han <strong>de</strong>spertado, que dudan y pi<strong>de</strong>n pruebas para creer, a<br />

ellos les voy a conce<strong>de</strong>r lo que necesitan, según mi voluntad, mas no<br />

son <strong>la</strong>s posesiones terrestres <strong>la</strong>s que voy a entregarles, tengo para mis<br />

hijos los bienes <strong>de</strong>l espíritu y <strong>de</strong> ellos daré sin límite al que me los pida<br />

con sus obras <strong>de</strong> caridad y amor hacia sus hermanos.<br />

22. Busco al espíritu que es parte <strong>de</strong> mi ser, para enseñarlo y guiarlo,<br />

quiero elevarlo y hacerlo llegar a Mí, mas no todos me reconocen, ni<br />

saben recibirme. <strong>El</strong> mundo y sus innumerables pruebas han amargado<br />

vuestro corazón y no tenéis fuerza para pensar en <strong>la</strong> vida espiritual y os<br />

digo que ahora que el mundo se ha vuelto hostil con vosotros, <strong>de</strong>béis<br />

buscar con más afán refugio en mi amor infinito.<br />

23. Mi Doctrina cae lentamente sobre vosotros como gota incesante <strong>de</strong><br />

agua cristalina, el<strong>la</strong> irá poniendo los cimientos <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong> esperanza, <strong>de</strong><br />

confianza para <strong>la</strong> obra que a cada espíritu le he encomendado.<br />

24. Los elementos están <strong>de</strong>satados en contra <strong>de</strong>l hombre, vosotros no<br />

<strong>de</strong>béis temer, porque sabéis que os he dado una potestad para vencer el<br />

mal y proteger a vuestros hermanos. Podéis or<strong>de</strong>nar a esos elementos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción que se <strong>de</strong>tengan y ellos obe<strong>de</strong>cerán. Si permanecéis<br />

orando y ve<strong>la</strong>ndo, podréis hacer prodigios y sorpren<strong>de</strong>r al mundo.<br />

25. Orad con limpi<strong>de</strong>z, haced comunión con mi Espíritu, no busquéis<br />

para ello <strong>de</strong>terminado lugar. Orad bajo un árbol, en un camino, en <strong>la</strong><br />

cumbre <strong>de</strong> una montaña, o en el rincón <strong>de</strong> vuestra alcoba Yo<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ré a conversar con vosotros, a iluminaros y a daros fortaleza.<br />

26. Cuando oigáis esta pa<strong>la</strong>bra, abrid vuestro corazón y <strong>de</strong>jad que su<br />

luz os vivifique, y <strong>de</strong>spués ya limpios y preparados, id por el mundo<br />

<strong>de</strong>rramando el testimonio <strong>de</strong> lo que habéis recibido. Muchos me<br />

ofrecen llenos <strong>de</strong> alegría sus primeros frutos, mientras otros, temerosos<br />

ocultan su semil<strong>la</strong>. Estos pusieron todo su esfuerzo y no obtuvieron el<br />

fruto <strong>de</strong>seado, pero Yo veo su celo, su amor, y les digo: esperad,<br />

perseverad y recogeréis.<br />

27. Ve<strong>la</strong>d para que <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> semil<strong>la</strong> no prospere, que no germine en <strong>la</strong><br />

Tierra. Hoy que el tiempo es propicio para <strong>la</strong> siembra, trabajad y Yo os<br />

ayudaré a cultivar.


28. He <strong>de</strong>jado a vuestra nación a imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> segunda Jerusalén,<br />

pronto vendrán a el<strong>la</strong> hermanos vuestros <strong>de</strong> distintas razas, y al ver<strong>la</strong><br />

pródiga, se <strong>de</strong>spertarán sus ambiciones y querrán <strong>de</strong>spojaros. Os<br />

prevengo y os digo: Yo <strong>la</strong> he preparado para ofrecer paz a los espíritus;<br />

no quiero verles convertidos en señores y a vosotros en esc<strong>la</strong>vos; os<br />

inspiro amor, justicia, equidad, para que viváis en paz.<br />

29. Aprovechad el tiempo y analizad mi enseñanza porque ya se acerca<br />

1950 en que <strong>de</strong>jaré <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r por este medio; <strong>de</strong>jad que os corrija y os<br />

lleve paso a paso a <strong>la</strong> perfección.<br />

30. María ve<strong>la</strong> por vosotros y aunque no <strong>la</strong> miráis, sentís que su amor y<br />

consuelo se <strong>de</strong>rrama en vuestro ser como un rocío <strong>de</strong> gracia. Los tristes<br />

han sido llenos <strong>de</strong> esperanza, los pecadores se purifican y todos habéis<br />

sido ben<strong>de</strong>cidos y ungidos por <strong>El</strong><strong>la</strong>. Buscad en <strong>la</strong> Madre Divina el<br />

consuelo a vuestras penas. ¿Pensáis que les pueda negar su compañía y<br />

protección a sus hijos cuando es buscada con amor? No, pueblo, en su<br />

espíritu divino solo encontraréis amor, ternura y caridad.<br />

31. Mujeres <strong>de</strong>l mundo, imitad a María, evocad el tiempo en que vivió<br />

cerca <strong>de</strong> vosotros como mujer virtuosa y abnegada madre, y sentiréis<br />

llenarse <strong>de</strong> fortaleza vuestro espíritu.<br />

32. Y vosotros, varones que habéis sido creados a semejanza mía y que<br />

vais por el camino <strong>de</strong> pruebas, sintiendo <strong>la</strong> justicia divina, llenaos <strong>de</strong><br />

fortaleza, usad vuestros dones y regid con amor y pru<strong>de</strong>ncia vuestra<br />

vida.<br />

33. Para fortaleceros os digo: comed <strong>de</strong> este pan y jamás moriréis.<br />

Bebed <strong>de</strong> esta agua cristalina y sed no volveréis a tener.<br />

34. En esta Era he venido a comunicarme con vosotros bajo esta forma<br />

para preparar a vuestro espíritu para <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu. Vengo a hab<strong>la</strong>ros extensamente para que lleguéis a conocer <strong>la</strong><br />

esencia divina <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y no os confundáis con otras doctrinas.<br />

35. Os he hecho penetrar en un camino <strong>de</strong> regeneración para que no<br />

sintáis vergüenza cuando estéis en mi presencia y para que os sintáis<br />

dignos <strong>de</strong> escucharme.<br />

36. Contemplo hasta lo más íntimo <strong>de</strong> vuestro corazón. Descubro aun<br />

lo que estáis por hacer, por eso no os extrañe que a veces os corrija<br />

antes <strong>de</strong> que hayáis faltado.<br />

37. Así, cuando el Padre formó al mundo y le dio como <strong>de</strong>stino el <strong>de</strong><br />

ser un valle <strong>de</strong> expiación. Él ya sabía que sus hijos tendrían f<strong>la</strong>quezas y<br />

faltas en su camino, que sería menester una morada para que diesen el<br />

primer paso hacia <strong>la</strong> regeneración y el perfeccionamiento.<br />

38. Cuando los primeros seres humanos habitaron <strong>la</strong> Tierra, en ellos<br />

puso el Creador su amor y les dotó <strong>de</strong> espíritu, encendió su luz en <strong>la</strong><br />

conciencia, a <strong>la</strong> vez que les era dado el libre albedrío.


39. Y mientras unos lucharon por perseverar en el bien combatiendo<br />

todas <strong>la</strong>s tentaciones con el fin <strong>de</strong> permanecer limpios y dignos <strong>de</strong>l<br />

Señor y <strong>de</strong> acuerdo con su conciencia, otros, <strong>de</strong> pecado en pecado y <strong>de</strong><br />

falta en falta, fueron forjando una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> pecados, es<strong>la</strong>bón por<br />

es<strong>la</strong>bón, guiados sólo por <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> los sentidos, dominados por sus<br />

pasiones, sembrando el error y <strong>la</strong> tentación entre sus hermanos; pero al<br />

<strong>la</strong>do <strong>de</strong> estos espíritus turbados, también han venido mis profetas como<br />

ángeles mensajeros <strong>de</strong> mi Divinidad, a <strong>de</strong>spertar a <strong>la</strong> humanidad, a<br />

prevenirle <strong>de</strong> <strong>la</strong>s acechanzas y a anunciarle mi llegada.<br />

40. Los espíritus <strong>de</strong> tinieb<strong>la</strong>, cruzándose en el camino espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad, <strong>la</strong> confun<strong>de</strong>n induciéndo<strong>la</strong> a <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría, al paganismo, al<br />

fanatismo.<br />

41. Mis profetas, mis enviados, mis siervos, han venido a combatir <strong>la</strong><br />

perversidad y <strong>la</strong> mentira, han venido a pa<strong>de</strong>cer y a morir por sus<br />

hermanos, seña<strong>la</strong>ndo con su índice el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong> justicia y<br />

el amor.<br />

42. Buscad <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> los profetas y en el<strong>la</strong> comprobaréis que ellos<br />

os preparaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel tiempo y os hab<strong>la</strong>ban <strong>de</strong> hechos que habían<br />

<strong>de</strong> cumplirse. Ved cómo Joel os habló <strong>de</strong> estos tiempos <strong>de</strong><br />

manifestaciones espirituales. Daos cuenta que todos los profetas han<br />

combatido <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría para enseñar <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

43. Cuando Cristo vino al mundo, ya <strong>la</strong> humanidad había pecado<br />

mucho, ya el diluvio había <strong>la</strong>vado <strong>la</strong> faz <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra. Sodoma y<br />

Gomorra habían sido consumidas por el fuego y Babilonia había sido<br />

<strong>de</strong>struida. <strong>El</strong> venía a rec<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> <strong>de</strong>sobediencia a su Ley y <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong><br />

sus profetas y también tuvo que ser juzgado y muerto por sus propios<br />

hijos.<br />

44. <strong>El</strong> Verbo se hizo hombre y tomó carne <strong>de</strong> un seno virginal, habló <strong>de</strong><br />

humildad, <strong>de</strong> perdón, <strong>de</strong> amor y elevación espiritual, y fue perseguido y<br />

juzgado. Siendo Dios, pa<strong>de</strong>ció y murió; como hombre, fue bur<strong>la</strong>do y<br />

escarnecido.<br />

45. Los hombres que han logrado penetrar en los misterios <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s<br />

reve<strong>la</strong>ciones, han <strong>de</strong>scubierto <strong>la</strong> verdad y ante el<strong>la</strong> hoy se inclinan.<br />

46. Mas en este tiempo surge <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> confusión, y los hombres<br />

llenos <strong>de</strong> soberbia en su falsa gran<strong>de</strong>za, tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>sterrar <strong>de</strong>l corazón<br />

humano el nombre <strong>de</strong> Jesús y su Doctrina, he ahí <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong>. Mientras,<br />

el Padre, en cumplimiento a <strong>la</strong> profecía <strong>de</strong> Joel, abre una nueva era y<br />

<strong>de</strong>rrama su espíritu en toda carne y en todo espíritu se <strong>de</strong>ja escuchar, se<br />

hace sentir y se <strong>de</strong>ja contemp<strong>la</strong>r, manifestándose en muchas formas.<br />

47. La Naturaleza abre su seno y sorpren<strong>de</strong> al mundo y a <strong>la</strong> ciencia al<br />

reve<strong>la</strong>r secretos que han maravil<strong>la</strong>do al hombre y que son voces que<br />

hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> una sabiduría y un po<strong>de</strong>r que está sobre todos los


conocimientos humanos. Las tumbas guardan a los muertos, pero los<br />

espíritus se escapan y se materializan para dar testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

supervivencia <strong>de</strong>l espíritu.<br />

48. Los ojos <strong>de</strong> los hombres, lo mismo en el niño, que en el joven o en<br />

el anciano, atraviesan lo material para profundizarse en el Más Allá y<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> vida espiritual.<br />

49. Oíd estas bocas torpes y humil<strong>de</strong>s hab<strong>la</strong>ros <strong>de</strong> enseñanzas divinas, y<br />

comprobaréis que esta manifestación es <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> este<br />

tiempo anunciada muchos siglos antes.<br />

50. ¿Quiénes no han tenido sueños que han sido verda<strong>de</strong>ras profecías y<br />

que luego <strong>la</strong>s habéis visto cumplirse? Es el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l espíritu que se había aletargado con <strong>la</strong> ciencia,<br />

maravil<strong>la</strong>do ante los <strong>de</strong>scubrimientos materiales.<br />

51. Los hombres también han l<strong>la</strong>mado a este tiempo el <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces, por<br />

su ciencia. Miradles como aves cruzando <strong>la</strong>s alturas; vedles dominando<br />

los mares y <strong>la</strong> tierra, y cómo han encontrado luz para iluminar <strong>la</strong> noche.<br />

Cada día <strong>de</strong>scubren fuerza y elementos para combinarlos y crear<br />

nuevas sorpresas para <strong>la</strong> humanidad, pero esa luz les ha cegado. <strong>El</strong><br />

materialismo y <strong>la</strong> vanidad les ha hecho sordos a <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l corazón y <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> conciencia.<br />

52. Hoy <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> al mundo <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Santo para que los<br />

hombres levanten su faz y reconozcan que un solo Dios existe y una<br />

so<strong>la</strong> es su Ley en <strong>la</strong> que todos <strong>de</strong>berán unirse para que <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad sean gran<strong>de</strong>s y dignas <strong>de</strong>l Creador.<br />

53. No os confundáis, porque antes <strong>de</strong> que el Sexto Sello se cierre,<br />

suce<strong>de</strong>rán gran<strong>de</strong>s acontecimientos, los astros darán gran<strong>de</strong>s señales,<br />

<strong>la</strong>s naciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra gemirán y <strong>de</strong> este p<strong>la</strong>neta tres partes<br />

<strong>de</strong>saparecerán y sólo una quedará en <strong>la</strong> cual brotará <strong>la</strong> simiente <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo como una nueva vida. La humanidad comenzará una<br />

nueva existencia unida por una so<strong>la</strong> Doctrina, una so<strong>la</strong> lengua y un<br />

mismo <strong>la</strong>zo <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> fraternidad.<br />

54. Cuán lejos os encontráis <strong>de</strong>l tiempo en que vivisteis bajo <strong>la</strong> ley<br />

natural llevando en vuestra conciencia <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Señor, quien dijo a los<br />

primeros: "Creced y multiplicaos, henchid <strong>la</strong> Tierra".<br />

55. Ahora <strong>la</strong> espiritualidad os hará volver a <strong>la</strong> sencillez y a <strong>la</strong><br />

naturalidad, pero llevando en vuestro espíritu <strong>la</strong> luz que a través <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

<strong>la</strong>rga jornada habéis recogido.<br />

56. La luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia que iluminó el primer paso <strong>de</strong>l hombre y le<br />

acompañó por caminos y veredas, por cimas y abismos, le hará retornar<br />

al principio <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, <strong>la</strong> conciencia jamás se extravía porque es mi<br />

propia luz ¿Por ventura oísteis que el<strong>la</strong> alguna vez os dijera: matad a<br />

vuestro hermano, que os or<strong>de</strong>nara <strong>de</strong>sconocer al padre que os engendró<br />

o a <strong>la</strong> madre que os concibiera? ¿Escuchasteis que el<strong>la</strong> os aconsejase


tomar lo prohibido? No, mis hijos, buen guía, consejero y juez ha sido<br />

<strong>la</strong> conciencia, porque en <strong>la</strong> conciencia estoy Yo.<br />

57. Es por eso que siempre os he dicho que doquiera que estéis me<br />

tenéis con vosotros. Entonces ¿Por qué si soy omnipresente me buscáis<br />

en objetos hechos por vuestras manos? ¿Por qué tenéis que penetrar en<br />

<strong>de</strong>terminados recintos para <strong>de</strong>cir: aquí está el Señor, porque ésta es su<br />

casa, cuando sabéis que soy universal? ¿Por qué os <strong>de</strong>jáis <strong>de</strong>slumbrar<br />

con festines y ornamentos si sabéis que en el esplendor <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza<br />

y en el santuario interior <strong>de</strong> vuestro espíritu habito y me manifiesto Yo?<br />

58. Estudiad mi Enseñanza como buenos discípulos y en vuestro<br />

espíritu habrá más luz.<br />

59. Mientras mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> día tras día entre vosotros, en unos<br />

se encien<strong>de</strong> <strong>la</strong> fe y en otros se levanta <strong>la</strong> duda; unos hacen propósitos<br />

<strong>de</strong> enmienda y otros dudan si en verdad seré Yo quien me limito en esta<br />

pa<strong>la</strong>bra, para creer y regenerarse. Estos sienten el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

contemp<strong>la</strong>rme para creer en Mí y <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> atormentarse, pero al no<br />

verme con sus ojos materiales, buscan fenómenos espirituales y<br />

sobrenaturales para encen<strong>de</strong>r su fe.<br />

60. Otros cierran sus ojos tratando <strong>de</strong> penetrar en lo invisible para<br />

contemp<strong>la</strong>r mi faz y en su esfuerzo han llegado a fatigarse; mas cuando<br />

su mente cansada ha penetrado en el sueño quedando el espíritu<br />

elevado en los espacios. Yo he <strong>de</strong>scendido para conversar con ellos,<br />

darles mi enseñanza y encen<strong>de</strong>r su fe. Al <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> aquel profundo<br />

sueño, tanto el espíritu como el cuerpo, se han sentido renovados y han<br />

contemp<strong>la</strong>do <strong>la</strong> vida iluminada por una nueva luz. Entonces vagamente<br />

recordáis vuestro sueño y <strong>de</strong>cís: yo soñé a Jesús, ¿En verdad habrá<br />

estado el Maestro conmigo?<br />

61. En verdad os digo que el espíritu tiene muchos ojos para<br />

contemp<strong>la</strong>rme. Reconoced este don y <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dle, porque por medio<br />

<strong>de</strong> él se cumplirá <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> aquel profeta que dijo que llegaría el<br />

tiempo en que <strong>la</strong> humanidad tendría visiones y sueños proféticos.<br />

62. También os digo: estudiad bien estas lecciones para que no vayáis a<br />

buscar a los falsos profetas y vi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> este mundo y en ellos creáis.<br />

63. En todos los tiempos he preparado vuestro espíritu para que él se<br />

comunique directamente conmigo y en este Tercer Tiempo ya <strong>de</strong>bería<br />

<strong>de</strong> haber alcanzado una gran<strong>de</strong> elevación; si eso hubiera sido, al venir<br />

Yo en espíritu, no hubieseis dudado, ni hubieseis querido tocarme con<br />

vuestras manos.<br />

64. Cuando os hablo <strong>de</strong> los primeros tiempos, muchos nada entendéis<br />

porque ni siquiera habéis leído <strong>la</strong>s escrituras.<br />

65. Estoy manifestando mi tercera enseñanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año <strong>de</strong> 1866 y<br />

estando todo predicho, muchos habéis dudado, unos por ignorancia y<br />

otros por confusión <strong>de</strong>bido a ma<strong>la</strong>s interpretaciones. Por eso ahora que


he preparado el aposento y <strong>la</strong> mesa para que vengáis a comer el manjar<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida eterna, os he encontrado sin preparación y he tenido que<br />

manifestarme con infinita paciencia en espera <strong>de</strong> vuestra elevación y <strong>de</strong><br />

vuestro <strong>de</strong>spertar.<br />

66. Regeneraos, apartad vuestro fanatismo religioso, <strong>de</strong>jad <strong>de</strong> ser<br />

hipócritas y egoístas y os sentiréis como nuevos seres; entonces no<br />

tendréis que preguntaros si seré Yo quien <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> entre vosotros,<br />

porque <strong>la</strong> limpi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> vuestro corazón <strong>de</strong>jará a vuestro espíritu sentir<br />

mi presencia. La fe es una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mayores virtu<strong>de</strong>s, alcanzad<strong>la</strong>.<br />

67. Vosotros sois a cada momento ante los ciegos, ante los paralíticos,<br />

<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sahuciados; los tenéis que sanar con vuestra fe y<br />

encen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> luz en los corazones <strong>de</strong> vuestros hermanos.<br />

68. Entre vosotros existen ya ejemplos <strong>de</strong> lo que podéis lograr con<br />

vuestra fe en Mí; hay muchos testimonios <strong>de</strong> los prodigios que con <strong>la</strong> fe<br />

podéis lograr.<br />

69. No <strong>de</strong>jéis que 1950 os sorprenda débiles en vuestra fe, porque<br />

gran<strong>de</strong> será vuestra tribu<strong>la</strong>ción, porque os sentiréis como huérfanos.<br />

70. Hoy me presento ante los caminantes para enseñarles el camino<br />

verda<strong>de</strong>ro. No me <strong>de</strong>tengo a juzgar si sus vestiduras son regias o<br />

miserables, sino a buscar en su corazón un santuario.<br />

71. Al que va cayendo vencido por <strong>la</strong> fatiga, le ayudo a levantarse y le<br />

hago compren<strong>de</strong>r que cuando ha b<strong>la</strong>sfemado, ha rechazado mi fuerza y<br />

mi luz.<br />

72. Orad para que vuestro ánimo no se altere en <strong>la</strong>s pruebas, porque en<br />

un instante <strong>de</strong> violencia podéis cegaros y per<strong>de</strong>r cuanto poseéis en<br />

vuestro espíritu.<br />

73. Ahora podréis daros cuenta por qué <strong>la</strong> humanidad se ha ido<br />

<strong>de</strong>spojando <strong>de</strong> todo aquello que <strong>la</strong> hacía gran<strong>de</strong> y elevada<br />

espiritualmente.<br />

74. He salido al encuentro <strong>de</strong> vosotros, porque os he visto próximos a<br />

caer en el abismo, dispuestos a pedir que vuestros días fueran<br />

acortados, mas al escuchar mi pa<strong>la</strong>bra os levantasteis comprendiendo<br />

que tendréis que morar en <strong>la</strong> Tierra hasta el instante marcado por mi<br />

Divinidad.<br />

75. Para probaros que vuestros dones espirituales están nuevamente con<br />

vosotros, os he dicho: exten<strong>de</strong>d vuestras manos en mi nombre cuando<br />

estén <strong>de</strong>satados los elementos y veréis que ellos os obe<strong>de</strong>cen.<br />

76. Esos prodigios aumentarán vuestra fe y cuando menos lo penséis,<br />

os habréis convertido en mis <strong>la</strong>briegos; entonces recibiréis <strong>de</strong> vuestro<br />

Maestro lecciones más profundas para que alcancéis gran preparación y<br />

sepáis recibir a aquellos que vendrán a someteros a prueba y a los que<br />

querrán <strong>de</strong>struiros.


77. Si en verdad sabéis dar testimonio <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, veréis a muchos<br />

<strong>de</strong> vuestros hermanos glorificarme cumpliendo con el precepto que os<br />

dice Amaos los unos a los otros.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 251<br />

1. En este tiempo, os vais a maravil<strong>la</strong>r, cuando veáis los prodigios que<br />

podéis hacer con vuestros dones, entonces ya no os sentiréis pobres ni<br />

<strong>de</strong>sheredados, porque a cada paso tendréis pruebas <strong>de</strong> que os amo y <strong>de</strong><br />

que he puesto en vosotros mi mirada.<br />

2. Los dones fueron <strong>de</strong>positados en vuestro espíritu <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante <strong>de</strong><br />

vuestra formación; pero fue necesario que Yo viniera a doctrinaros y<br />

que caminaseis mucho, evolucionando siempre para que esos dones<br />

comenzaran a manifestarse.<br />

3. Este tiempo es precisamente en el que el espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad ha<br />

sentido que está viviendo en una nueva era, que <strong>la</strong> ilumina <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> un<br />

nuevo día. Ha experimentado un estremecimiento, una inquietud que le<br />

ha hecho <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l profundo letargo en que se hal<strong>la</strong>ban<br />

adormecidos sus dones y potencias.<br />

4. Ahora <strong>la</strong> humanidad se interroga, sólo presiente, mas ya viene <strong>la</strong><br />

hora en que exc<strong>la</strong>me con certeza: ¡He ahí el camino! Y lo siga con fe.<br />

5. ¿Quién podrá <strong>de</strong>tener el avance <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> esta humanidad, una<br />

vez que emprenda <strong>la</strong> marcha y qué po<strong>de</strong>r logrará hacer cambiar <strong>la</strong> ruta<br />

trazada por mi luz? Nada ni nadie podrá <strong>de</strong>tener el <strong>de</strong>spertar espiritual<br />

<strong>de</strong> los hombres, cuando ellos se levanten en pos <strong>de</strong> <strong>la</strong> heredad y <strong>de</strong>l<br />

mensaje que les ha traído el Tercer Tiempo.<br />

6. Yo podía haberos <strong>de</strong>spertado hace mucho tiempo, pero quise llegar a<br />

vosotros en el momento justo, cuando os hubieseis cansado <strong>de</strong>l<br />

profundo sueño en que habiais caído y cuando el horror <strong>de</strong> vuestros<br />

pecados y <strong>de</strong> vuestras continuas guerras, os librase <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones <strong>de</strong><br />

vuestra materia.<br />

7. Hoy un pueblo, mañana otro y pasado otro más, irán <strong>de</strong>spertando<br />

iluminados por una luz interior que a todos les hab<strong>la</strong>rá <strong>de</strong><br />

espiritualidad.<br />

8. En el instante <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> esos pueblos, Yo estaré dispuesto a<br />

manifestarme ante ellos. Será <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Padre respondiendo al l<strong>la</strong>mado<br />

<strong>de</strong> los hijos: pero en verdad os digo, que no a todos me manifestaré en<br />

<strong>la</strong> misma forma; por ejemplo: esta comunicación que he tenido con<br />

vosotros a través <strong>de</strong>l entendimiento humano, sólo a vosotros fue


concedida y podéis consi<strong>de</strong>raros como el pueblo que primero <strong>de</strong>spertó<br />

a <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> esta Era.<br />

9. <strong>El</strong> tiempo para comunicarme en esta forma con vosotros, ya está<br />

seña<strong>la</strong>do y no existe un espiritualista que ignore el año y el día para <strong>la</strong><br />

terminación <strong>de</strong> esta etapa.<br />

10. Al concluir mi lección entre vosotros, tendréis que prepararos para<br />

esparcir esta semil<strong>la</strong> por los pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, con lo que ayudaréis<br />

gran<strong>de</strong>mente a vuestros hermanos en los instantes críticos <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>spertar. <strong>El</strong>los ante <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> sus presentimientos, ante <strong>la</strong> realidad<br />

<strong>de</strong> mi mensaje, se prepararán para recibirme en forma espiritual y así<br />

como entre vosotros me manifesté y me <strong>de</strong>rramé según <strong>la</strong> preparación<br />

<strong>de</strong> cada congregación y <strong>de</strong> cada portavoz, <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera me<br />

<strong>de</strong>rramaré en aquellos, según <strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> cada pueblo y <strong>la</strong><br />

preparación que haya en sus congregaciones.<br />

11. Escribid y guardad mi pa<strong>la</strong>bra para que, llegado el tiempo <strong>la</strong> <strong>de</strong>is a<br />

conocer, porque será cimiento y punto <strong>de</strong> partida para los nuevos<br />

pueblos que en el mundo vayan surgiendo a <strong>la</strong> vida espiritual.<br />

12. No vayáis a <strong>de</strong>jar que mi mensaje vaya mezc<strong>la</strong>do con <strong>la</strong><br />

materialidad y los errores propios <strong>de</strong> quienes me han servido <strong>de</strong><br />

instrumentos, porque entonces no habréis entregado limpio el fruto que<br />

he venido a confiaros. Os he enseñado durante mucho tiempo a conocer<br />

mi esencia divina, para que os apartéis <strong>de</strong> toda ten<strong>de</strong>ncia humana.<br />

13. La luz <strong>de</strong> mi Espíritu seguirá los pasos <strong>de</strong> quienes me comprendan<br />

y se levanten mañana interpretando mis mandatos con <strong>la</strong> mayor<br />

fi<strong>de</strong>lidad que les sea posible, porque ellos, en su camino, verán que su<br />

lucha, sus sacrificios y esfuerzos no han sido en vano. Yo llegaré a<br />

sorpren<strong>de</strong>rlos en su <strong>la</strong>bor, anunciándoles que ya les esperan otros<br />

pueblos, que ya pue<strong>de</strong>n levantarse a sembrar, porque <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> ha<br />

llegado a su madurez.<br />

14. Habrá emoción espiritual y lágrimas <strong>de</strong> gozo en mis discípulos<br />

cuando sean testigos <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra<br />

15, No tendréis que andar l<strong>la</strong>mando a <strong>la</strong>s puertas buscando quien os<br />

escuche, pues vosotros comprobaréis que serán vuestros hermanos los<br />

que os busquen y os l<strong>la</strong>men A Mí me basta que estéis preparados y Yo<br />

seré quien os señale los caminos, quien os inspire lo que <strong>de</strong>béis hacer y<br />

quien ponga a vuestro paso a quienes tengan que acercarse a mi pueblo<br />

en <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> un testimonio <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> espiritualidad <strong>de</strong> caridad.<br />

16. Cuando lleguéis formar con vuestra armonía el pueblo que Yo<br />

espero <strong>de</strong> vosotros, no tendréis que esforzaros en daros a conocer,<br />

porqué serán otros los que cump<strong>la</strong>n con esa misión, extendiendo <strong>de</strong><br />

corazón en corazón <strong>la</strong> nueva <strong>de</strong> que existe un pueblo, en cuyo seno<br />

bril<strong>la</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> un mensaje divino que es pan <strong>de</strong> vida espiritual para<br />

todos los hombres.


17. Confiad en Mí, pueblo. Yo os digo que si llegaseis a ser arrojados<br />

<strong>de</strong>l seno <strong>de</strong> vuestra sociedad, si os rechazan <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s en don<strong>de</strong><br />

habitéis, os llevaré lejos <strong>de</strong> vuestros perseguidores, os llevaré al<br />

<strong>de</strong>sierto, al monte, a los valles o a <strong>la</strong>s riberas <strong>de</strong>l mar y allá os alimenté,<br />

como alimenté al pueblo <strong>de</strong> Israel en el <strong>de</strong>sierto, enviándole el maná.<br />

18. Ahora traigo un nuevo maná para mi pueblo, el que pronto<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá, en cuanto <strong>la</strong>s pruebas agobien a mis escogidos.<br />

19. Las pruebas llegarán, porque mi pa<strong>la</strong>bra jamás <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> cumplirse,<br />

servirán para unir a este pueblo, como Israel se unió en Egipto, bajo <strong>la</strong><br />

esc<strong>la</strong>vitud <strong>de</strong>l Faraón.<br />

20. Cuando lleguen <strong>la</strong>s pruebas, quedarán en este camino únicamente<br />

los que me aman, los fuertes y los fieles; se apartarán los falsos, los<br />

hipócritas, los que temen al mundo, los que no me seguían por amor a<br />

Mí me bastará con ver unidos a los que en verdad me amen, para<br />

<strong>de</strong>cirle al mundo: "Este es mi pueblo, ésta es mi simiente"<br />

21. Os aseguro que ni agua, ni pan les faltará a los que me sigáis con<br />

toda <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> su espíritu, porque nunca ha sido <strong>de</strong>fraudado nadie en su<br />

fe.<br />

22. Ya escucho que algunos me están preguntando en su corazón:<br />

"Maestro, ¿Cuándo será todo esto?" Es que sentís temor, es que<br />

tembláis cuando os anuncio <strong>la</strong>s pruebas, mas Yo os digo, que quien<br />

tenga miedo, no venga al <strong>de</strong>sierto, que se que<strong>de</strong> en <strong>la</strong> ciudad, don<strong>de</strong><br />

gusta más <strong>de</strong> <strong>la</strong> opresión por haberse acostumbrado a <strong>la</strong> servidumbre y<br />

a <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción, más cuando abra los ojos a <strong>la</strong> verdad y su corazón se<br />

llene <strong>de</strong> valor y <strong>de</strong> fe, venga al <strong>de</strong>sierto, corra en busca <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong><br />

su espíritu y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> su corazón.<br />

23. ¿Me preguntáis cuándo vendrá esa prueba? Os digo, que para<br />

algunos ya ha llegado y que luego se irá presentando a otros, hasta que<br />

todos quedéis preparados y fortalecidos.<br />

24. Las pruebas llegan <strong>de</strong> una manera tan sutil, que muchas veces ni<br />

siquiera os dais cuenta <strong>de</strong> cuándo llegaron ni cuándo terminaron, ¿Qué<br />

sería <strong>de</strong> vosotros, si Yo os anunciase <strong>la</strong> fecha, el día y <strong>la</strong> hora para que<br />

<strong>la</strong>s esperaseis?<br />

25. Cuántos <strong>de</strong> vosotros estáis habitando ya en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> que os he<br />

hab<strong>la</strong>do en este día, y vivís alimentados con el nuevo maná. Son los<br />

que arrojados <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad han sido <strong>de</strong>sconocidos por<br />

parientes y amigos. Son aquellos a quienes les han negado el saludo y<br />

se les han cerrado <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l trabajo; son también aquellos a<br />

quienes se ha juzgado <strong>de</strong> herejes, <strong>de</strong> traidores y apóstatas y han sido<br />

arrojados <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong> <strong>la</strong>s religiones.<br />

26. Sufrieron <strong>la</strong> calumnia, <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s miradas, <strong>la</strong>s humil<strong>la</strong>ciones, <strong>la</strong>s<br />

bur<strong>la</strong>s, el <strong>de</strong>sprecio, mas todo lo sufrieron con paciencia, sabiendo que<br />

nada perdían y ganaban <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> escucharme.


27. Tuvieron que retirarse al <strong>de</strong>sierto, pero no a un <strong>de</strong>sierto material,<br />

sino a un retiro espiritual, aun cuando han seguido materialmente<br />

viviendo don<strong>de</strong> siempre han vivido.<br />

28. Allí, en ese retiro espiritual, han encontrado una paz que antes no<br />

conocían, han tenido satisfacciones que antes nadie les daba y si al<br />

principio sintieron soledad porque no sabían percibir mi presencia, hoy<br />

me dan gracias porque nada les ha faltado y porque nadie les ha<br />

vencido.<br />

29. La vida <strong>de</strong> frivolida<strong>de</strong>s que antes llevaron, quedó atrás, todo lo<br />

falso, todo lo superficial pasó, porque para ellos llegó el tiempo <strong>de</strong><br />

encontrar <strong>la</strong> verdad y abrazarse a el<strong>la</strong> con toda <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> su ser.<br />

30. Bienaventurados los hombres <strong>de</strong> buena voluntad y <strong>de</strong> fe, porque<br />

ellos no serán victimas <strong>de</strong> sus enemigos. Mi po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>tiene <strong>la</strong> mano que<br />

a traición quiere herirlos, mi luz sorpren<strong>de</strong> a quien acecha a su paso,<br />

para que sigan a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte sin <strong>de</strong>tenerse, porque <strong>la</strong> Tierra Prometida les<br />

espera, en el<strong>la</strong> hay una fiesta preparada para cuando todos penetréis a<br />

su seno.<br />

31. Mi pa<strong>la</strong>bra ha tocado <strong>la</strong>s fibras <strong>de</strong> muchos corazones que me han<br />

dicho: "Señor, nadie como Tú para <strong>de</strong>cir <strong>la</strong> verdad, porque<br />

efectivamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nos levantamos a seguirte en este tiempo,<br />

tuvimos que resistir los juicios <strong>de</strong> nuestros hermanos que fueron como<br />

<strong>la</strong>s hierbas amargas que tu pueblo comió <strong>la</strong> noche <strong>de</strong> <strong>la</strong> liberación en el<br />

Egipto".<br />

32. Pensad en vuestra fe, oh pueblo amado, y veréis cómo aquellos<br />

mismos que os <strong>de</strong>sconocieron, vendrán a engrosar vuestras fi<strong>la</strong>s,<br />

porque también a ellos se les hará el l<strong>la</strong>mado, también a ellos se les<br />

brindará <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> liberarse <strong>de</strong> su vida materializada y falsa,<br />

para llenar el vacío <strong>de</strong> su espíritu con <strong>la</strong> divina esencia que <strong>de</strong>sborda<br />

esta Obra.<br />

33. <strong>El</strong> l<strong>la</strong>mado pue<strong>de</strong> llegar a todos al mismo tiempo; pero no todos<br />

pue<strong>de</strong>n respon<strong>de</strong>r en el mismo momento. Unos estarán prestos a acudir,<br />

otros no podrán hacerlo porque su espíritu aún no ha evolucionado para<br />

levantarse al cumplimiento <strong>de</strong> su misión.<br />

34. Os digo esto, para que cuando os hable <strong>de</strong> los l<strong>la</strong>mados y <strong>de</strong> los<br />

escogidos, sepáis que en cada tiempo son muchos los l<strong>la</strong>mados y pocos<br />

los escogidos, porque Yo selecciono so<strong>la</strong>mente a los preparados y todos<br />

los que fueron l<strong>la</strong>mados y no pasaron a ser <strong>de</strong> los escogidos, esperarán<br />

un tiempo y volverán a ser l<strong>la</strong>mados.<br />

35. ¿No recordáis que muchas veces os he dicho que Yo he l<strong>la</strong>mado por<br />

primera, segunda y tercera vez a <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> vuestro corazón y que<br />

hasta que habéis estado alerta y preparados, habéis acudido a mi<br />

l<strong>la</strong>mado? Por lo tanto no <strong>de</strong>sesperéis ante aquellos a quienes llegue mi<br />

mensaje y no <strong>de</strong>muestran interés.


36. Cumplid con vuestra misión <strong>de</strong> dar a conocer mi pa<strong>la</strong>bra y sed<br />

conformes con el resultado inmediato o tardío <strong>de</strong> vuestro trabajo.<br />

37. Venís a buscar en mi pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> fuerza que sentíais que os faltaba<br />

para apartaros <strong>de</strong> lo superfluo que hay en vuestra vida y es que habíais<br />

<strong>de</strong>jado arraigar en vuestro corazón <strong>la</strong>s costumbres, hábitos, tradiciones<br />

y vicios <strong>de</strong> vuestros antepasados.<br />

38. Ahora ha surgido en vuestro interior <strong>la</strong> lucha, porque <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

conciencia se <strong>de</strong>ja escuchar cada vez más c<strong>la</strong>ra; pero vuestro corazón<br />

aún le opone resistencia, porque él, en su materialismo, se inclina más<br />

por <strong>la</strong> materia que por el espíritu.<br />

39. Yo bendigo vuestra lucha interior porque es signo <strong>de</strong> que sentís<br />

amor por Mí, <strong>de</strong> que concedéis verdad y justicia a mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

40. Hay instantes en que teméis que en vosotros triunfe <strong>la</strong> carne, porque<br />

vuestra fe y vuestro amor aún se sienten débiles ante <strong>la</strong>s tentaciones es<br />

cuando acudís presurosos a escucharme, con <strong>la</strong> esperanza <strong>de</strong> encontrar<br />

en mi pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong>s armas necesarias para combatir el pecado y <strong>la</strong>s<br />

tinieb<strong>la</strong>s. Llegáis contritos, apenados, <strong>de</strong>seando que, <strong>de</strong> ser posible, mi<br />

mirada no os <strong>de</strong>scubriese, aunque sabéis que no escapáis ni un instante<br />

<strong>de</strong> mi vista. Luego, al recibir en vuestro corazón <strong>la</strong> ternura <strong>de</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, <strong>de</strong>jáis correr el l<strong>la</strong>nto, en un <strong>de</strong>sahogo que instante por instante<br />

os aligera <strong>la</strong> carga. Entonces llegáis a pensar que si os he recibido con<br />

tanto amor, ha sido porque no he penetrado en vuestro corazón ni he<br />

<strong>de</strong>scubierto en él todo lo que os avergüenza <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí.<br />

41. ¡Ah, párvulos pequeños y débiles, que no conocéis aún a vuestro<br />

Maestro! ¿Qué sería <strong>de</strong> vosotros que venís a buscar fuerza en Mí para<br />

ya no pecar, si en vez <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> perdón, <strong>de</strong> estímulo, <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong><br />

sabiduría, os recibiese con juicios y sentencias, con rec<strong>la</strong>mos, amenazas<br />

y castigos? Acabaríais un día por dudar <strong>de</strong> estas pa<strong>la</strong>bras para luego<br />

entregaros en forma absoluta en brazos <strong>de</strong>l materialismo. No digáis<br />

entonces que mi mirada no os <strong>de</strong>scubre en los momentos en que os doy<br />

mi pa<strong>la</strong>bra a través <strong>de</strong>l portavoz.<br />

42. Ved a este grupo <strong>de</strong> <strong>la</strong>briegos, servidores en esta Obra: ellos<br />

llegaron también como vosotros, con el corazón lleno <strong>de</strong> sufrimientos y<br />

<strong>de</strong> pasiones <strong>de</strong>satadas, ellos también se conmovieron con mi pa<strong>la</strong>bra y<br />

supieron <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha interior <strong>de</strong>l espíritu y <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne y también creían<br />

que mi mirada no les <strong>de</strong>scubría entre <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s, porque en mi<br />

pa<strong>la</strong>bra no les rec<strong>la</strong>maba sus pecados. Ahora están aquí, en mi<br />

campiña, <strong>de</strong>sempeñando en paz una misión que Yo les he confiado,<br />

porque al fin <strong>la</strong> fe llegó a su corazón, porque <strong>la</strong> serenidad fue en su<br />

espíritu <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha y porque comprendieron que jamás podrían<br />

escapar a mi divina mirada, que os sigue doquiera que vayáis.<br />

43. Todavía el mundo y <strong>la</strong> carne les tienta y eso sirve para poner a<br />

prueba su amor, su fe y su lealtad y para que no duerman. Hay quienes


suelen <strong>de</strong>safiar al mundo cuando todavía su fuerza espiritual no es lo<br />

suficientemente gran<strong>de</strong> para librarlos <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s caídas, esos son los<br />

que van cayendo y levantando, los que hoy se alejan y mañana<br />

retornarán hasta que llegue un día en que ya no sean débiles y sepan<br />

perseverar en <strong>la</strong> verdad hasta el fin.<br />

44. De vosotros, que hoy venís acongojados porque no podéis dominar<br />

vuestras f<strong>la</strong>quezas, Yo haré nuevos <strong>la</strong>briegos, aunque os parezca<br />

imposible por ahora, que podáis ser útiles a alguien; entonces veréis<br />

realizarse un mi<strong>la</strong>gro en vuestro ser, porque contemp<strong>la</strong>réis vuestra<br />

transformación espiritual. Entonces el débil se sentirá fuerte y el<br />

incrédulo será ferviente.<br />

45. Benditos sean los que al pecar se arrepienten y lloren por haberme<br />

ofendido. Bienaventurados los pobres <strong>de</strong> espíritu, porque Yo he llegado<br />

para darles valor y hacerles triunfar <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>l pecado, <strong>de</strong>l<br />

materialismo y el vicio.<br />

46. Mañana tendréis que dar testimonio <strong>de</strong>l mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong> vuestra<br />

conversión, <strong>de</strong>l prodigio <strong>de</strong> vuestra regeneración. Mañana seréis un<br />

libro abierto ante vuestros hermanos y <strong>de</strong> vuestras páginas, o sea <strong>de</strong><br />

vuestro pasado, extraeréis toda <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia y <strong>la</strong> sabiduría<br />

adquirida en mi Obra, para que <strong>la</strong> ofrezcáis a vuestros hermanos, como<br />

el fruto maduro <strong>de</strong> vuestra lucha, <strong>de</strong> vuestra preparación y <strong>de</strong> vuestro<br />

triunfo.<br />

47. En <strong>la</strong>s naciones, en <strong>la</strong>s comarcas y al<strong>de</strong>as, don<strong>de</strong> los hombres<br />

anhe<strong>la</strong>n mi llegada, don<strong>de</strong> se presiente <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra,<br />

llegará el testimonio <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos como un verda<strong>de</strong>ro rocío sobre el<br />

espíritu sediento <strong>de</strong> los hombres.<br />

48. Ya os he dicho que mis testigos y seguidores tendrán que ser<br />

negados, bur<strong>la</strong>dos y perseguidos; pero también serán creídos y<br />

ben<strong>de</strong>cidos por otros, esa será otra lucha que también Yo ben<strong>de</strong>ciré,<br />

porque habiendo lucha, habrá triunfo.<br />

49. Para que todos los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra puedan dar fe <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad<br />

<strong>de</strong> este mensaje, Yo he hecho que aquel<strong>la</strong>s señales profetizadas en los<br />

tiempos antiguos, profecías que hab<strong>la</strong>ban <strong>de</strong> mi nueva venida, fuesen<br />

sentidas en todo el orbe; así, cuando esta buena nueva llegue a <strong>la</strong>s<br />

naciones, los hombres escudriñarán e investigarán cuanto se haya<br />

hab<strong>la</strong>do en estos tiempos y sorprendidos y gozosos encontrarán que<br />

todo lo que fue anunciado y prometido para mi nueva venida, se ha<br />

cumplido fielmente, como correspon<strong>de</strong> a quien sólo tiene una voluntad,<br />

una pa<strong>la</strong>bra y una ley.<br />

50. Os he dicho en mis enseñanzas, que <strong>la</strong> vida es <strong>la</strong> vía dolorosa <strong>de</strong>l<br />

espíritu y el término <strong>de</strong> su existencia en <strong>la</strong> Tierra; es su calvario en el<br />

que procuraréis imitarme, poniendo en práctica mis ejemplos.


51. Dichosos los espíritus que saben llegar con fe y virtud hasta <strong>la</strong><br />

cima, porque en el instante <strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> <strong>la</strong> envoltura,<br />

experimentarán <strong>la</strong> caricia <strong>de</strong>l Padre como premio a su fortaleza y a su<br />

amor. Esos son los que penetrarán sin tropiezo en <strong>la</strong> eternidad.<br />

52. Mi pa<strong>la</strong>bra en este tiempo ayudará a los hombres a compren<strong>de</strong>r<br />

todo el sentido <strong>de</strong> mi Ley y mi Doctrina y el cumplimiento que a el<strong>la</strong>s<br />

dé <strong>la</strong> humanidad, le proporcionará <strong>la</strong> felicidad. Felicidad <strong>de</strong>l corazón y<br />

paz <strong>de</strong>l espíritu, porque <strong>la</strong> dicha perfecta sólo <strong>la</strong> encontrará el espíritu<br />

en <strong>la</strong> morada a que él pertenece.<br />

53. Cuántas oportunida<strong>de</strong>s tenéis a cada paso <strong>de</strong> ser buenos y útiles a<br />

vuestros semejantes. Cada hogar es un campo propicio para sembrar mi<br />

semil<strong>la</strong>; cada ciudad y cada pueblo, son como tierra sedienta <strong>de</strong> caridad<br />

y amor, y Yo os vengo convirtiendo en sembradores para que roguéis<br />

vuestro consuelo entre <strong>la</strong> humanidad y sembréis <strong>la</strong> paz.<br />

54. Obras, pa<strong>la</strong>bras y oraciones, son los medios que <strong>de</strong>béis y podéis<br />

emplear para cumplir en el mundo con <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> servir y amar a<br />

vuestros hermanos.<br />

55. Os he enseñado <strong>la</strong> oración perfecta, <strong>la</strong> que es el verda<strong>de</strong>ro idioma<br />

<strong>de</strong>l espíritu, <strong>la</strong> que pone al hombre en comunicación directa conmigo.<br />

56. Os he dado el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que es expresión <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz que hay<br />

en el espíritu y <strong>de</strong>l amor que atesora el corazón.<br />

57. Pueblo, que escucháis mi pa<strong>la</strong>bra: no digáis que os estoy pidiendo<br />

<strong>de</strong>masiado, cuando Yo sé mejor que vosotros mismos <strong>de</strong> lo que sois<br />

capaces.<br />

58. Hoy os sentís débiles, torpes, impotentes e indignos, porque<br />

examináis vuestro interior y <strong>de</strong>scubrís muchas f<strong>la</strong>quezas, muchas<br />

necesida<strong>de</strong>s que no os <strong>de</strong>jan sentir el dolor ajeno; pero primero voy a<br />

sanaros, a haceros sentir mi paz, a fortalecer vuestro corazón y a<br />

limpiar vuestro camino y entonces no sentiréis timi<strong>de</strong>z, ni tendréis<br />

dudas, ni os sentiréis incapaces.<br />

59. Por eso os he <strong>de</strong>jado escuchándome por un tiempo, fortaleciéndoos<br />

poco a poco en mi pa<strong>la</strong>bra, sin enviaros aún a <strong>la</strong>s comarcas; mas<br />

cuando vuestro espíritu se encuentre saturado <strong>de</strong> mi esencia, no<br />

esperará pruebas ni señales para levantarse, porque sabrá recibir por<br />

inspiración cuanto <strong>de</strong>ba hacer.<br />

60. Orad, pueblo, y mientras oréis Yo <strong>de</strong>rramaré mi paz en todos los<br />

pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, ben<strong>de</strong>ciré vuestros hogares, iluminaré vuestros<br />

caminos.<br />

61. Yo os daré una prueba <strong>de</strong> que es verdad cuanto os he prometido.<br />

¿Qué prueba será ésa? La <strong>de</strong> que veáis realizarse en vuestra vida algo<br />

que hace tiempo estáis esperando, algo que para algunos es imposible<br />

obtener. A unos pronto les llegará lo ofrecido por Mí; a otros les haré<br />

esperar; pero en verdad os digo que no habrá uno que no reciba mi


prueba <strong>de</strong> amor. Cuando esa gracia llegue a cada uno <strong>de</strong> vosotros,<br />

recordaréis mi pa<strong>la</strong>bra y aumentará vuestra fe.<br />

62. No <strong>de</strong>sesperéis, no <strong>de</strong>rraméis vuestro l<strong>la</strong>nto, sabed esperar esa hora<br />

practicando mi enseñanza, orando y ve<strong>la</strong>ndo.<br />

63. ¿Veis cómo en estos instantes en que eleváis vuestro espíritu, os<br />

olvidáis <strong>de</strong> vuestras penas y os llenáis <strong>de</strong> mi paz? Procurad estar<br />

siempre <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí, por medio <strong>de</strong> una práctica completa <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina y veréis prevalecer mi paz y mi luz sobre vuestras vicisitu<strong>de</strong>s<br />

y trabajos.<br />

64. Compren<strong>de</strong>d que vuestras penas no son inútiles, sino que tenéis <strong>la</strong><br />

misión <strong>de</strong> temp<strong>la</strong>ros espiritual y corporalmente para que podáis formar<br />

parte <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> mis sembradores.<br />

65. Los que van a llevar consuelo a los hombres, los que van a levantar<br />

a los que han caído, los que van a dar fuerza a los débiles, tienen que<br />

estar iluminados por <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia, tienen que estar temp<strong>la</strong>dos<br />

en <strong>la</strong> lucha y en <strong>la</strong>s pruebas. Que no les amedrente ningún cuadro <strong>de</strong><br />

dolor; que no tiemblen ante <strong>la</strong> <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> un semejante; que no huyan<br />

<strong>de</strong>l dolor cuando <strong>la</strong>s manos se tiendan hacia ellos en <strong>de</strong>manda <strong>de</strong><br />

caridad.<br />

66. Allí, entre los que se han endurecido en el vicio y en el dolor, veréis<br />

surgir a muchos hacia <strong>la</strong> luz, buscando <strong>la</strong> regeneración y <strong>la</strong><br />

espiritualidad; mas, para que esa inspiración llegue a ellos, tenéis que<br />

<strong>de</strong>positar en su corazón una verda<strong>de</strong>ra prueba <strong>de</strong> fraternidad, una<br />

acción que sea el rayo <strong>de</strong> luz que aparte <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l que sufre.<br />

67. Compren<strong>de</strong>d, entonces, que el dolor que os ha acompañado en<br />

muchas formas, ha sido el cincel que interiormente ha estado<br />

mo<strong>de</strong><strong>la</strong>ndo a vuestro espíritu, para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> una <strong>de</strong>licada<br />

misión.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 252<br />

1. Pueblo, que habéis sido testigo <strong>de</strong> mi manifestación en este tiempo:<br />

sois el preparado para interpretar y quedar como un ejemplo para los<br />

postreros. Vosotros sabéis el porqué <strong>de</strong> mi venida, como también<br />

conocéis el porqué <strong>de</strong> mi partida, llegada <strong>la</strong> hora seña<strong>la</strong>da por Mí.<br />

2. Nada tenéis que temer <strong>de</strong>l mundo por ser mis discípulos. No por ser<br />

humil<strong>de</strong>s vais a ser indigentes, no confundáis <strong>la</strong> humildad <strong>de</strong>l espíritu<br />

con <strong>la</strong> pobreza <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia. No por ser espiritualistas vais a per<strong>de</strong>r<br />

vuestros <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> humanos, por el contrario, quien compren<strong>de</strong> y


aplica a su vida <strong>la</strong> espiritualidad, es dueño <strong>de</strong> cuanto le ro<strong>de</strong>a, y vive y<br />

goza con mayor intensidad que quien sólo ve y palpa lo material.<br />

3. Hombres espiritualizados son los que van a ostentar dignamente el<br />

nombre <strong>de</strong> discípulos <strong>de</strong> Cristo en el Tercer Tiempo; hombres que<br />

sepan dar a Dios lo que es <strong>de</strong>l espíritu y al mundo lo que es <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

materia; hombres que hagan <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s leyes una so<strong>la</strong>: que es <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

amar a su Creador y amarle en sus semejantes.<br />

4. Un hombre preparado espiritualmente por mi Doctrina estará<br />

capacitado para realizar obras sobrehumanas.<br />

5. De su espíritu y <strong>de</strong> su cuerpo emanará una luz, una potestad y una<br />

fuerza que le permitirá realizar lo que <strong>la</strong> inteligencia so<strong>la</strong> no es capaz<br />

<strong>de</strong> llevar a cabo.<br />

6. A ese grado <strong>de</strong> elevación quiero que lleguéis pueblo amado, porque<br />

entonces cada obra vuestra será un testimonio <strong>de</strong> mi verdad. De vuestra<br />

pa<strong>la</strong>bra, como <strong>de</strong> vuestra oración y aún <strong>de</strong> vuestras manos, brotará el<br />

bálsamo divino que será gozo y liberación <strong>de</strong> los enfermos <strong>de</strong>l cuerpo o<br />

<strong>de</strong>l espíritu, <strong>de</strong> vuestra pa<strong>la</strong>bra surgirá <strong>la</strong> luz que lleve <strong>la</strong> fe a los<br />

espíritus y vuestra oración será el medio por el cual se transporte el<br />

espíritu, sembrando a su paso el bien.<br />

7. Ese es el fruto <strong>de</strong> los que me sigan y sepan interpretar y cumplir mis<br />

enseñanzas.<br />

8. Ve<strong>la</strong>d <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora para que nunca vaya a ofuscarse vuestra mente,<br />

para que en <strong>la</strong>s pruebas que tengáis que pasar, no vayáis a traicionar lo<br />

que hoy es vuestra fe.<br />

9. ¡Cuánto gozo habrá en este pueblo cuando se haya librado <strong>de</strong> sus<br />

imperfecciones y esté practicando mi pa<strong>la</strong>bra según mi voluntad!<br />

10. Por ahora aún tenéis muchos obstáculos que os impi<strong>de</strong>n avanzar<br />

hacia <strong>la</strong> espiritualidad. Esos obstáculos sabéis que son vuestra falta <strong>de</strong><br />

unión, vuestro apego a los cultos externos y <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

caridad.<br />

11. No se levanta aún <strong>de</strong> entre vosotros el pueblo fuerte, i<strong>de</strong>alista y<br />

luchador, el pueblo en el cual <strong>la</strong> humanidad pueda encontrar al<br />

consejero, al doctor, al hermano, al guía. No aparece todavía entre<br />

vosotros el pueblo que en su unión y fraternidad se asemeje a un<br />

inmenso hogar, lleno <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong> respeto y amor, don<strong>de</strong> el pan <strong>de</strong> uno<br />

sea <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y el techo <strong>de</strong> uno sea el <strong>de</strong> todos.<br />

12. ¿Dón<strong>de</strong> está ese ejemplo? ¿Cuándo habéis luchado por un i<strong>de</strong>al así?<br />

13. No es un reproche <strong>de</strong> lo que os digo, pueblo, es <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> un<br />

Padre que quiere sólo el bien para sus hijos y que para lograrlo tiene<br />

que seña<strong>la</strong>rles sus errores y ayudarles a corregirlos.<br />

14. Todavía estaré un tiempo más dándoos mi pa<strong>la</strong>bra y en el<strong>la</strong> seguiré<br />

haciendo reve<strong>la</strong>ciones, seguiré <strong>de</strong>scubriendo lo que tenía guardado para


este tiempo, seguiré <strong>de</strong>rramando en mi enseñanza <strong>la</strong> luz necesaria para<br />

que <strong>la</strong> humanidad se salve <strong>de</strong> <strong>la</strong> confusión que se aproxima.<br />

15. Yo os he anunciado que llegará el momento en que veáis surgir<br />

muchos "espiritualismos" y que <strong>de</strong>beréis estar preparados para<br />

<strong>de</strong>scubrir en quienes existe verdad y en quiénes impostura.<br />

16. Veréis aparecer falsas comunicaciones atribuidas a Mí. Rumores <strong>de</strong><br />

enviados divinos que traen mensajes al mundo; sectas con el nombre <strong>de</strong><br />

los Siete Sellos y muchas doctrinas confusas e in<strong>de</strong>finidas.<br />

17. Todo ello será producto <strong>de</strong> <strong>la</strong> gran confusión espiritual que <strong>la</strong><br />

humanidad ha venido preparando, mas no temáis, procurad vivir<br />

ve<strong>la</strong>ndo y orando y no sucumbiréis en <strong>la</strong> confusión, porque mi pa<strong>la</strong>bra,<br />

en los momentos <strong>de</strong> mayor tinieb<strong>la</strong>, será luz que os haga contemp<strong>la</strong>r mi<br />

verdad diáfana y perene.<br />

18. Compren<strong>de</strong>d que este tiempo es <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong> enseñanza y<br />

reve<strong>la</strong>ciones. No seáis tardos ni negligentes porque más tar<strong>de</strong> lloraréis<br />

el tiempo.<br />

19. Desarrol<strong>la</strong>d vuestra intuición a fin <strong>de</strong> que vuestro espíritu os revele<br />

<strong>la</strong> misión <strong>de</strong> <strong>la</strong> que es portador. Dejad que él trabaje en mi Obra, dadle<br />

facilidad para cumplir <strong>la</strong> promesa que me ha hecho y que lleva escrita<br />

en <strong>la</strong> conciencia. Si Yo, vuestro Maestro, os prometí venir en este<br />

tiempo a iluminar con mi pa<strong>la</strong>bra vuestra existencia, ¿Por qué los<br />

discípulos no han <strong>de</strong> cumplir su pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> retornar a Mí?<br />

20. Yo no vine a sorpren<strong>de</strong>ros con mi presencia en este tiempo, porque<br />

mi pa<strong>la</strong>bra quedó escrita y el mundo sabía <strong>de</strong> mi retorno: que a nadie<br />

extrañe que al l<strong>la</strong>marle a escuchar mi enseñanza sea con el fin <strong>de</strong><br />

ratificarle los dones y misiones que en su espíritu <strong>de</strong>posité al enviarle a<br />

<strong>la</strong> Tierra.<br />

21. Cumpliéndoos mi promesa os he dado una prueba <strong>de</strong> que mi<br />

pa<strong>la</strong>bra se ejecuta por sobre todo lo creado, para que así, cuando llegue<br />

<strong>la</strong> hora <strong>de</strong> hacer<strong>la</strong> cesar entre vosotros, nadie diga que no lo sabía,<br />

nadie diga que ha sido sorprendido, ni replique diciendo que no tuvo<br />

tiempo para prepararse.<br />

22. Apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora a respetar mi voluntad, acatando mis ór<strong>de</strong>nes<br />

y amando cuanto Yo disponga. <strong>El</strong> que ama y hace mi voluntad, es mi<br />

hijo y es mi discípulo; el que no respete mi voluntad y haga <strong>la</strong> suya, es<br />

mi hijo, pero no mi discípulo, porque ni me ama, ni me imita.<br />

23. En mi Doctrina vengo a daros <strong>la</strong>s normas para que triunféis como<br />

discípulos <strong>de</strong> esta Obra, para que no tengáis tropiezos ni cometáis<br />

errores que <strong>de</strong>spués os hagan llorar dolorosamente.<br />

24. Os digo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora, que los que verda<strong>de</strong>ramente siembren esta<br />

semil<strong>la</strong> con <strong>la</strong> gracia con que Yo os <strong>la</strong> he confiado, caminarán en paz,<br />

se les abrirán <strong>la</strong>s puertas que habían sido sordas a su l<strong>la</strong>mado y aunque


lleguen a ser combatidos, nunca serán <strong>de</strong>rrotados en <strong>la</strong> lucha porque su<br />

virtud les hará salir avante en todas <strong>la</strong>s pruebas.<br />

25. En cambio, los que no escuchan <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su conciencia, los que<br />

<strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>zcan mi pa<strong>la</strong>bra y me traicionen, estarán siempre a merced <strong>de</strong><br />

sus enemigos, vivirán intranquilos y sentirán temor a <strong>la</strong> muerte.<br />

26. ¿Será justo pregunto Yo a mis discípulos que una obra perfecta<br />

como es <strong>la</strong> que he venido a reve<strong>la</strong>ros, <strong>la</strong> expongáis ante <strong>la</strong> humanidad a<br />

que sea juzgada como falsedad o a que sea, consi<strong>de</strong>rada como una más<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s doctrinas y teorías surgidas en estos tiempos, como frutos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

confusión espiritual que reina?<br />

27. ¿Estaría bien que vosotros, a quienes tanto he amado y preparado<br />

con mi pa<strong>la</strong>bra para que vuestro testimonio sea limpio, tuvieseis que<br />

caer en manos <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, víctimas <strong>de</strong> vuestros errores o<br />

fueseis perseguidos y diseminados por consi<strong>de</strong>raros nocivos a vuestros<br />

semejantes? ¿Creéis que mi Doctrina bien practicada, pudiera dar lugar<br />

a estos acontecimientos? No, discípulos. Dejadme que os hable así,<br />

porque Yo sé por qué lo hago; mañana, cuando haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros<br />

en esta forma, sabréis por qué os hablé así, y diréis: "Bien sabia el<br />

Maestro <strong>de</strong> cuántas f<strong>la</strong>quezas íbamos a adolecer, nada escapa a su<br />

sabiduría".<br />

28. Quiero que cuando mi comunicación haya concluido, tengáis una<br />

i<strong>de</strong>a bien <strong>de</strong>finida <strong>de</strong> lo que es esta Doctrina, para que le <strong>de</strong>is su <strong>de</strong>bido<br />

cumplimiento, porque hasta el presente no han surgido los<br />

espiritualistas verda<strong>de</strong>ros entre <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s que han oído mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

Hasta ahora no ha sido Espiritualismo lo que habéis practicado, sino<br />

una forma que habéis concebido <strong>de</strong> lo que es mi Obra, pero que dista<br />

mucho <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra espiritualidad.<br />

29. Necesitáis revestiros <strong>de</strong> fuerza para aceptar que os habéis<br />

confundido; <strong>de</strong>béis levantaros para enmendar vuestras prácticas,<br />

buscando con ahínco que brille entre vosotros <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong><br />

esta Doctrina.<br />

30. No temáis cambiar <strong>la</strong> parte exterior <strong>de</strong> vuestras prácticas y <strong>de</strong><br />

vuestro culto, mientras no alteréis <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mis enseñanzas.<br />

31. Yo os daré vuestro ga<strong>la</strong>rdón, premiaré cuanto esfuerzo y cuanto<br />

sacrificio hagáis por el mejoramiento <strong>de</strong> vuestras obras <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

camino que os he seña<strong>la</strong>do.<br />

32. Muchos escudriñáis mi manifestación para convenceros si es o no<br />

verdad; pero muchas veces, en vez <strong>de</strong> escudriñar<strong>la</strong> en su esencia, <strong>la</strong><br />

juzgáis en su exterior y llegáis por esa causa a confundiros.<br />

33. Os he visto observar a mis portavoces hasta en sus menores<br />

movimientos, os he visto sorpren<strong>de</strong>ros cuando los habéis visto llorar o<br />

ser tan humanos como vosotros, y entonces vuestro corazón ha<br />

estal<strong>la</strong>do en b<strong>la</strong>sfemias negándole verdad a mi comunicación. He oído


cuando habéis dicho: ¿Cómo pue<strong>de</strong>n éstos l<strong>la</strong>marse pe<strong>de</strong>stales o<br />

portavoces <strong>de</strong> Jesús, si les he visto débiles, pequeños y humanos como<br />

cualquier mortal? ¡Ah, espíritus materialistas que sólo buscan <strong>la</strong> verdad<br />

en lo que pue<strong>de</strong>n ver o tocar! también en aquel tiempo los hombres me<br />

juzgaron porque nací en <strong>la</strong> pobreza y se escandalizaron cuando vieron<br />

que mi cuerpo sangraba en <strong>la</strong> cruz y que mis <strong>la</strong>bios se quejaban.<br />

¡Pobres seres que no podían enten<strong>de</strong>r el misterio o el sentido <strong>de</strong> cada<br />

uno <strong>de</strong> mis actos!<br />

34. A los que sienten en su espíritu mi presencia, les basta <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong><br />

mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi enseñanza, el efluvio <strong>de</strong> mi amor, el consuelo<br />

<strong>de</strong> mi caricia espiritual. Esos son los que cierran sus ojos a todo lo<br />

exterior para buscarme con el espíritu, esos son los que me siguen<br />

siempre.<br />

35. En los que sintieron <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Jesús, fue<br />

en los que quedó <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong>l sacrificio <strong>de</strong>l Maestro como el sello<br />

divino <strong>de</strong>l amor, como en este tiempo quedará <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra<br />

en quienes me buscaron en espíritu.<br />

36. ¿Será necesario que a cada paso os repita que mi reino no es <strong>de</strong> este<br />

mundo?<br />

37. Mi pa<strong>la</strong>bra en este tiempo viene a recordaros lo pasado, a reve<strong>la</strong>ros<br />

los misterios y a anunciaros lo veni<strong>de</strong>ro. <strong>El</strong><strong>la</strong> en<strong>de</strong>rezará cuanto los<br />

hombres han torcido y <strong>de</strong>svirtuado, porque Yo, celoso <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad,<br />

vengo con <strong>la</strong> espada <strong>de</strong> mi celo y mi justicia a <strong>de</strong>rribar todo lo falso, a<br />

<strong>de</strong>struir <strong>la</strong> hipocresía y <strong>la</strong> mentira, a arrojar nuevamente <strong>de</strong>l templo <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> verdad a los merca<strong>de</strong>res.<br />

38. Compren<strong>de</strong>d que no tenéis que buscar en libros, en consejos o en<br />

mandamientos <strong>de</strong> hombres <strong>la</strong> verdad para alcanzar vuestra salvación.<br />

39. Todos estáis para ser salvados, no encuentro a uno que esté ya en<br />

tierra firme, sois náufragos en medio <strong>de</strong> una noche <strong>de</strong> tempestad, en <strong>la</strong><br />

que cada quien pugna por sí mismo sin acordarse <strong>de</strong> su hermano,<br />

porque su vida.<br />

40. Y en verdad os digo: soy vuestro único Salvador, el que llega una<br />

vez más en busca <strong>de</strong> los que se han perdido, porque se alejaron <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ruta que es <strong>la</strong> Ley; vengo a iluminar vuestra senda para que lleguéis a<br />

tierra, esa tierra bendita que os espera, porque en su seno guarda<br />

infinitos tesoros para el espíritu.<br />

41. Dejad, oh pueblo, que mi pa<strong>la</strong>bra endulce vuestro corazón, para que<br />

mañana sepáis amar a vuestros hermanos y ser con ellos en su dolor,<br />

como Yo he sido con vosotros en estas horas <strong>de</strong> pruebas.<br />

42. Ayudad a que <strong>la</strong>s ramas <strong>de</strong>l Árbol que es esta Doctrina, crezcan y<br />

se extiendan sobre el mundo, dando fruto y sombra a tanto ser<br />

hambriento y cansado que peregrina sobre <strong>la</strong> Tierra.


43. Yo soy el Árbol y vosotros seréis los frutos por los que <strong>la</strong><br />

humanidad habrá <strong>de</strong> reconocerme.<br />

44. Si en vuestras obras existe dulzura y vida, habréis dado fiel<br />

testimonio <strong>de</strong> quién os ha doctrinado y os ha dado <strong>la</strong> savia <strong>de</strong>l amor y <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

45. La lección que en este Tercer Tiempo he venido a daros, es un<br />

nuevo testamentó que quedará unido a los <strong>de</strong> los tiempos pasados,<br />

porque los tres forman una so<strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción.<br />

46. Mi luz iluminará el entendimiento <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong>stinados a unir<br />

en un solo libro mis enseñanzas.<br />

47. Mis siervos espirituales guiarán <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> mis elegidos para que<br />

en ese libro no exista mancha alguna.<br />

48. Las diferencias que entre este pueblo han existido, sus discusiones y<br />

su <strong>de</strong>sunión, <strong>de</strong>saparecerán cuando os profundicéis en este libro y<br />

lleguéis a compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi Obra.<br />

49. Hoy no os dais cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong>s consecuencias que vuestra <strong>de</strong>sunión va<br />

a ocasionaros; pero en verdad os digo que mañana vais a llorar por<br />

causa <strong>de</strong> ello. ¡Cuántas veces os he pedido <strong>la</strong> unificación <strong>de</strong><br />

pensamientos, <strong>de</strong> prácticas, <strong>de</strong> espíritus; cuántas han sido <strong>la</strong>s que habéis<br />

<strong>de</strong>soído mi divino consejo!<br />

50. Os he inspirado para que forméis un pueblo, dándoos el nombre <strong>de</strong><br />

Nuevo Israel; os he dado misiones y cargos diversos para que en<br />

vuestra jornada y en vuestras luchas contéis con todos los elementos<br />

necesarios, como aconteció con Israel en el Primer Tiempo, cuando<br />

cruzó por el <strong>de</strong>sierto, en pos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra Prometida; mas no habéis<br />

tratado <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r hasta ahora mis mandatos, ni habéis querido<br />

observar el ejemplo <strong>de</strong> unión que aquel pueblo <strong>de</strong>jó escrito, ejemplo<br />

imborrable porque fue su armonía y su unión <strong>la</strong>s que lo hicieron vencer<br />

<strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s que en su camino encontró.<br />

51. Una nueva Tierra <strong>de</strong> Promisión os espera a vosotros; pero aún os<br />

encontráis distantes <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Vais cruzando el extenso <strong>de</strong>sierto, <strong>de</strong>jasteis<br />

atrás <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud <strong>de</strong>l Faraón y ya recibisteis <strong>la</strong> Ley, sin embargo, no<br />

habéis abandonado por completo <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría y sin daros cuenta adoráis<br />

a veces al becerro <strong>de</strong> oro.<br />

52. Tendrán que llegar hasta vosotros <strong>la</strong>s pruebas, los obstáculos y <strong>la</strong>s<br />

persecuciones para que <strong>de</strong>spertéis <strong>de</strong> vuestro sueño. Entonces si<br />

estaréis dispuestos para cumplir mis mandatos y celosos para ve<strong>la</strong>r por<br />

<strong>la</strong> Obra que os he reve<strong>la</strong>do; como en aquel tiempo los israelitas<br />

construyeron el Tabernáculo y el Arca para guardar <strong>la</strong> Ley, porque <strong>la</strong>s<br />

pruebas les habían <strong>de</strong>spertado a <strong>la</strong> luz.<br />

53. Vuestro Tabernáculo será ahora vuestro espíritu y vuestra Arca, <strong>la</strong><br />

conciencia. Allí estará mi Ley iluminando <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l Pueblo <strong>de</strong>l<br />

Señor.


54. No ha surgido en este tiempo un hombre que, imitando a Moisés<br />

caminara <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> este pueblo alentando con prodigios su fe, pero con<br />

un poco <strong>de</strong> preparación podríais sentir <strong>la</strong> presencia espiritual <strong>de</strong> <strong>El</strong>ías,<br />

que es quien os guía, os alienta e inspira en esta jornada.<br />

55. Están llorando <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s que me escuchan. Sólo Yo sé el<br />

porqué <strong>de</strong> sus quejas, sólo Yo conozco todos los obstáculos y<br />

dificulta<strong>de</strong>s que a su paso han encontrado y que <strong>la</strong>s van <strong>de</strong>teniendo.<br />

56. Perseverad, multitu<strong>de</strong>s, sed fieles y veréis abatidos los obstáculos.<br />

Orad y trabajad, cada vez con mayor verdad, pureza y perfección, para<br />

que en vuestra misión encontréis el consuelo y <strong>la</strong> fuerza necesaria para<br />

sobrellevar <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Si así camináis, cuando menos<br />

penséis miraréis <strong>de</strong>spejado el sen<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong>saparecidos los tropiezos.<br />

57. Vosotros sois mis campos, don<strong>de</strong> por ahora crece juntamente el<br />

trigo y <strong>la</strong> cizaña. No es aún <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> segar, pero cuando el<strong>la</strong> llegue,<br />

serán juzgadas <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> vosotros, entonces <strong>de</strong>jaré en <strong>la</strong><br />

Tierra a los buenos discípulos y levantaré <strong>de</strong> este mundo a quienes no<br />

hayan dado frutos <strong>de</strong> unificación y espiritualidad.<br />

58. Ve<strong>la</strong>d y tened en cuenta mi pa<strong>la</strong>bra, no por haber recibido <strong>de</strong> Mi<br />

cargos y misiones muy gran<strong>de</strong>s, os confiéis, creyendo que mi justicia<br />

nunca pue<strong>de</strong> llegar hasta vosotros. Recordad a David y Salomón,<br />

quienes habiendo sido gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> su pueblo, se durmieron en su<br />

gran<strong>de</strong>za, faltaron a <strong>la</strong> Ley y vieron llegar sobre ellos mi divina justicia,<br />

inexorable y sabia, cuando creían que por ser tan amados <strong>de</strong>l Padre<br />

jamás serían tocados por <strong>El</strong>.<br />

59. Pensad, ¡Oh pueblo! En <strong>la</strong>s generaciones nuevas. Pensad en<br />

vuestros hijos como lo hicieron los patriarcas, quienes prepararon a sus<br />

pueblos para que supiesen recibir <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>l Mesías.<br />

60. Orad por los que vienen, preparadles el camino con caridad y amor,<br />

compren<strong>de</strong>d que ellos tendrán misiones aún más elevadas que <strong>la</strong>s<br />

vuestras y que será bueno que encuentren una huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> espiritualidad<br />

por don<strong>de</strong> caminar. ¿Cuál será esa huel<strong>la</strong>? La <strong>de</strong> vuestra vida, <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

vuestras obras.<br />

61. ¿Por qué habéis <strong>de</strong> hacerme venir siempre con rec<strong>la</strong>mos? Vengo a<br />

vosotros por amor, porque veo que lleváis dolor en vuestro corazón y<br />

quiero conso<strong>la</strong>ros, porque quiero que llevéis en vuestro espíritu mi paz.<br />

62. A veces me manifiesto ante vosotros como Juez, en ocasiones me<br />

tenéis como Padre, y siempre me presento como Maestro. Bajo estas<br />

tres fases tenéis <strong>la</strong> esencia divina que es Una: <strong>la</strong> Ley, el Amor, <strong>la</strong><br />

Sabiduría, he ahí <strong>la</strong> Trinidad que existe en mi Espíritu.<br />

63. Cerrad vuestros ojos y <strong>de</strong>jad libre el espíritu, para que él viva<br />

intensamente estos instantes <strong>de</strong> comunión con su Maestro. Dejadle que<br />

se sienta cerca <strong>de</strong> Mi como aquellos que en el Segundo Tiempo<br />

siguieron al Maestro por caminos, valles, al<strong>de</strong>as, riberas y <strong>de</strong>siertos


para no per<strong>de</strong>r una so<strong>la</strong> <strong>de</strong> sus enseñanzas. Entonces podréis<br />

compren<strong>de</strong>r el sentido figurado con que a veces hablo, cuando tomo <strong>de</strong><br />

lo material <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra para representaros lo espiritual y ponerlo a<br />

vuestro alcance. Veréis cómo mi pa<strong>la</strong>bra acerca al Reino <strong>de</strong> los Cielos a<br />

vuestro espíritu.<br />

64. Venid, humanidad a que os enseñe Yo, ¿O queréis que sea el dolor<br />

quien os siga enseñando a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> vuestra vida?<br />

65. Venid a mi campiña a sembrar <strong>de</strong> fraternidad <strong>la</strong>s tierras, Yo os<br />

aseguro que mi campiña no os <strong>de</strong>fraudará como el mundo.<br />

66. Aquí está el camino, frente a vuestro espíritu, invitándoos a tomarlo<br />

y a no <strong>de</strong>teneros jamás, porque cada paso que en él <strong>de</strong>is, será un paso<br />

que aproxime a vuestro espíritu a <strong>la</strong> morada perfecta que le espera.<br />

67. Es muy breve el tiempo que aún estaré entre vosotros hablándoos<br />

en esta forma y quiero que aprendáis a hacer méritos para que en estos<br />

últimos años mi Verbo se <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong> a través <strong>de</strong> estos portavoces.<br />

68. ¿Cómo hacer para que <strong>la</strong>s divinas inspiraciones sean como un<br />

premio a vuestros méritos? Con vuestra fe, vuestro ahínco y vuestra<br />

espiritualidad. Que exista en el seno <strong>de</strong>l pueblo el amor, que se<br />

practique <strong>la</strong> caridad, que se ame <strong>la</strong> verdad.<br />

69. De cierto os digo que si no os unificáis como es mi voluntad, <strong>la</strong><br />

humanidad os dispersará, y os arrojará <strong>de</strong> su seno si viese que vuestra<br />

vida se aparta <strong>de</strong> lo que predicáis.<br />

70. ¿Qué pasará si los hombres <strong>de</strong>scubren que en cada recinto existe un<br />

culto diferente y una diversa forma <strong>de</strong> practicar mi Doctrina? No podrá<br />

concebir que Yo haya sido quien os enseñé.<br />

71. Os confió los tres últimos años <strong>de</strong> mi comunicación para que<br />

trabajéis por <strong>la</strong> unión <strong>de</strong> este pueblo, unificación que abarque lo que sea<br />

espiritual así como lo exterior, para que vuestra <strong>la</strong>bor, plena <strong>de</strong> armonía<br />

y <strong>de</strong> igualdad, sea <strong>la</strong> prueba más gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong> que a todos vosotros, en<br />

diferentes recintos y en diversas comarcas, os doctrino un solo Maestro:<br />

DIOS.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 253<br />

1. Mi presencia en este día es <strong>de</strong> juez; mi luz penetra en el santuario <strong>de</strong><br />

vuestro ser.<br />

2. Vengo a recibir y también a dar, a recibir el fruto <strong>de</strong> <strong>la</strong> buena<br />

siembra y a daros nueva simiente que cultivar.<br />

3. Vosotros llegáis ante mi presencia a darme gracias por los beneficios<br />

recibidos y por el buen resultado <strong>de</strong> vuestras obras en el sen<strong>de</strong>ro


espiritual. Hay quienes llegan arrepentidos ante Mí, son los que traen el<br />

peso <strong>de</strong> algún remordimiento y ante mi voz <strong>de</strong> justicia se estremecen y<br />

se llenan <strong>de</strong> temor. Unos y otros buscan mi perdón y oran para que no<br />

les falte el sustento en los tiempos veni<strong>de</strong>ros.<br />

4. Hoy principia un año entre vosotros, precisamente el penúltimo <strong>de</strong><br />

mi comunicación por el entendimiento humano y es natural que mi<br />

pa<strong>la</strong>bra se manifieste justiciera para con el pueblo que por mucho<br />

tiempo ha recibido estas lecciones<br />

5. Con fuego <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> justicia os haré compren<strong>de</strong>r mi enseñanza<br />

escrita <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio en vuestra conciencia, para que mañana sepáis<br />

testificar sobre esta verdad.<br />

6. Todas mis obras están escritas por Mí en un <strong>Libro</strong> que se l<strong>la</strong>ma:<br />

"<strong>Vida</strong>"; el número <strong>de</strong> sus páginas es incontable; lo infinito <strong>de</strong> su<br />

sabiduría, fuera <strong>de</strong> Dios que es su autor, no podrá ser alcanzada por<br />

nadie; pero allí, en cada una <strong>de</strong> sus páginas, existe un resumen en el<br />

que el Padre ha limitado cada una <strong>de</strong> sus obras, para poner<strong>la</strong> al alcance<br />

<strong>de</strong> todo entendimiento.<br />

7. También vosotros estáis escribiendo el libro <strong>de</strong> vuestra vida, en el<br />

que quedarán escritas todas vuestras obras y cada uno <strong>de</strong> vuestros pasos<br />

a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong> evolución. Ese libro quedará escrito en vuestra<br />

conciencia y será <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l saber y <strong>la</strong> experiencia con que mañana<br />

iluminéis <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> vuestros hermanos menores.<br />

8. Todavía no podéis presentar a nadie vuestro libro, porque ni siquiera<br />

conocéis su contenido; pero, pronto se hará <strong>la</strong> luz en vuestro ser y<br />

podréis mostrar a vuestros hermanos <strong>la</strong>s páginas que hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> vuestro<br />

<strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> vuestra restitución y <strong>de</strong> vuestras experiencias. Seréis<br />

entonces un libro abierto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Bienaventurados los<br />

que se posesionen <strong>de</strong> su misión, ellos sentirán que ascien<strong>de</strong>n por <strong>la</strong><br />

esca<strong>la</strong> que en sueños vio Jacob, que es el camino espiritual que conduce<br />

a los seres hasta <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Creador.<br />

9. Tomad con amor todas <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong> vuestra vida, sabiendo que son<br />

lecciones que ilustran a vuestro espíritu y lo fortalecen para caminar<br />

por el extenso camino que aún le falta recorrer; mientras mayor sea<br />

vuestra comprensión, más gran<strong>de</strong> tendrá que ser vuestro amor hacia<br />

Aquél que os envió al camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha por el perfeccionamiento y<br />

que siempre os ha ayudado en el cumplimiento <strong>de</strong> vuestras pruebas.<br />

10. Ciertamente Yo os pruebo, os toco y os juzgo; pero al mismo<br />

tiempo os sustento, os perdono y os levanto, jamás saldrá <strong>de</strong>fraudado<br />

un espíritu <strong>de</strong> mi presencia, porque en Mi no cabe <strong>la</strong> injusticia.<br />

11. Yo os bendigo, multitu<strong>de</strong>s que habéis aprendido a escucharme en<br />

silencio, acal<strong>la</strong>ndo los sollozos que os arrancan los abrojos <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro.<br />

Vuestro <strong>la</strong>bio cal<strong>la</strong>, para no <strong>de</strong>jar alguna queja, en cambio vuestro


corazón me bendice. ¿Cómo no ha <strong>de</strong> ben<strong>de</strong>ciros a su vez el Padre, que<br />

así se siente comprendido por sus criaturas?<br />

12. La luz se está haciendo en vuestro espíritu, es el tiempo en que <strong>la</strong>s<br />

tinieb<strong>la</strong>s se levanten <strong>de</strong>l pueblo que ahora vengo buscando y reuniendo.<br />

13. Muchas congregaciones forman este pueblo, y <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s<br />

estoy recibiendo en este día su tributo o sea el fruto <strong>de</strong> su trabajo, a fin<br />

<strong>de</strong> que cada quien reciba el ga<strong>la</strong>rdón según sus obras, sus aspiraciones e<br />

i<strong>de</strong>as.<br />

14. <strong>El</strong> que vaya buscando honores y a<strong>la</strong>banzas <strong>de</strong>l mundo, aquí <strong>la</strong>s<br />

tendrá; pero el<strong>la</strong>s serán <strong>de</strong> poca duración y <strong>de</strong> nada le servirán el día <strong>de</strong><br />

su entrada en el mundo espiritual; el que vaya en pos <strong>de</strong>l dinero, aquí<br />

tendrá su retribución, porque fue a lo que aspiró; mas, cuando sea<br />

llegada <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarlo todo aquí, para presentarse en el Más Allá, no<br />

tendrá el menor <strong>de</strong>recho a rec<strong>la</strong>mar compensación alguna para su<br />

espíritu, aunque crea haber hecho mucho en pro <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad. Por el<br />

contrario el que siempre haya renunciado a los ha<strong>la</strong>gos y favores, el que<br />

haya renunciado a todo ga<strong>la</strong>rdón material, ocupado en sembrar el bien,<br />

gozando al realizar <strong>la</strong> caridad, ese no estará pensando en ga<strong>la</strong>rdones<br />

porque no vivirá para <strong>la</strong> satisfacción propia, sino para <strong>la</strong> <strong>de</strong> sus<br />

semejantes. ¡Cuán gran<strong>de</strong> será su paz y su felicidad cuando sea en el<br />

seno <strong>de</strong> su Señor!<br />

15. Es menester <strong>de</strong>jar crecer los árboles para reconocerles por sus<br />

frutos, entonces será <strong>la</strong> hora <strong>de</strong>l Juicio, en el que serán <strong>de</strong>struidos en el<br />

fuego <strong>de</strong> mi justicia <strong>de</strong> amor todos aquellos que hayan dado frutos<br />

venenosos, y sólo serán respetados los que hayan producido frutos <strong>de</strong><br />

vida y <strong>de</strong> salud.<br />

16. Así serán juzgadas <strong>la</strong>s religiones y todas <strong>la</strong>s sectas que existen en <strong>la</strong><br />

Tierra, <strong>de</strong> manera que sólo que<strong>de</strong>n aquel<strong>la</strong>s que amen y sigan <strong>la</strong> verdad<br />

y <strong>de</strong>saparezcan todas <strong>la</strong>s que <strong>la</strong> oculten tras el velo <strong>de</strong> <strong>la</strong> mentira, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

falsedad y <strong>de</strong> <strong>la</strong> hipocresía.<br />

17. Sólo una Ley existe y por lo tanto, una so<strong>la</strong> forma <strong>de</strong> darle<br />

cumplimiento, es <strong>la</strong> que <strong>de</strong>béis buscar todos para que os encontréis<br />

unificados espiritualmente.<br />

18. Juzgaos íntimamente en este instante, vosotros que oís mi voz;<br />

preguntaos si vuestro i<strong>de</strong>al es elevado y vuestras obras limpias;<br />

preguntaos si ya estáis preparados para que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida<br />

sepáis quedar entre <strong>la</strong> humanidad como patriarcas, profetas y apóstoles.<br />

Decid si ya os habéis espiritualizado, si estáis haciendo honor al<br />

nombre <strong>de</strong> espiritualistas que os he dado para <strong>de</strong>signaros.<br />

19. En el año <strong>de</strong> 1948, una conmoción ha sacudido a este pueblo, ha<br />

sido el toque <strong>de</strong> mi justicia que os ha venido a <strong>de</strong>spertar, como en todos<br />

los tiempos, cuando habéis caído en el letargo <strong>de</strong>l fanatismo o <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

rutina.


20. Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que comenzasteis a tener mi manifestación en este tiempo,<br />

hubieseis tratado <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi Nuevo Mensaje,<br />

cuánto dolor, cuánta discusión y cuántas luchas interiores os hubieseis<br />

evitado; pero os inclinasteis como siempre, al culto exterior, que<br />

impi<strong>de</strong> libertad y elevación al espíritu, y tuvo que llegar el instante <strong>de</strong><br />

poner límite a vuestros errores. ¿Sois espiritualistas? Pues necesitáis<br />

<strong>de</strong>mostrarlo en vuestro culto hacia Dios, en vuestra vida y en vuestras<br />

re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> los unos para con los otros.<br />

21. Mientras unos han <strong>de</strong>spertado comprendiendo cuál es <strong>la</strong> verdad y se<br />

han levantado pugnando por <strong>la</strong> espiritualidad, otros, aferrados a sus<br />

pasadas costumbres, se han abrazado a sus símbolos, a sus formas y a<br />

sus hábitos, diciendo que Yo os mostré todos los símbolos y que por lo<br />

tanto, son para ellos <strong>la</strong> ley.<br />

22. La lucha ha surgido, mas no es <strong>la</strong> primera vez que esto suce<strong>de</strong> entre<br />

el Pueblo doctrinado por Dios. Ya en el Primer Tiempo, en uno <strong>de</strong> los<br />

mandamientos dictados por Dios en <strong>la</strong> cumbre <strong>de</strong>l Monte Sinaí, les<br />

or<strong>de</strong>naba a los hombres no emplear figura alguna que representase lo<br />

divino y al mismo tiempo les hacía compren<strong>de</strong>r que el verda<strong>de</strong>ro culto<br />

era el <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> Ley, que se encerraba toda en amor<br />

a Dios y en amar al prójimo.<br />

23. Sin embargo, el pueblo creó infinidad <strong>de</strong> tradiciones, creciendo<br />

cada día en fanatismo y en ido<strong>la</strong>tría. Ya el símbolo no era <strong>la</strong> forma a<br />

través <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual se recibía <strong>la</strong> explicación <strong>de</strong> algo superior, sino el<br />

objeto <strong>de</strong> ido<strong>la</strong>tría y <strong>de</strong> adoración.<br />

24. Fue menester que viniese Yo al mundo a enseñaros el camino <strong>de</strong>l<br />

que os ibais alejando, más cuando los sacerdotes y los fariseos se<br />

dieron cuenta <strong>de</strong> que Yo no venía predicando tradiciones, me acusaron<br />

diciendo al pueblo que mi pa<strong>la</strong>bra venia en contra <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> Moisés.<br />

Ahí, mi voz se levantó para replicar a los hipócritas representantes <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Ley, que Yo no venía en contra <strong>de</strong> lo instituido por el Padre, sino a<br />

darle cumplimiento con mi vida, que lo que venía a borrar <strong>de</strong> los<br />

corazones, eran <strong>la</strong>s tradiciones y <strong>la</strong>s ceremonias inútiles, por <strong>la</strong>s cuales<br />

se habían olvidado <strong>de</strong> cumplir con <strong>la</strong> Ley, o sea <strong>de</strong> "Amar a Dios<br />

amándose los unos a los otros".<br />

25. ¿No creéis justo que ahora, en que vivís en el tiempo <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo, venga a apartar <strong>de</strong> vuestro corazón cuanta tradición y culto<br />

externo hayáis introducido en esta Obra, a <strong>la</strong> que conocéis por<br />

Espiritualismo?<br />

26. Bien está que al iniciaros en cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tres reve<strong>la</strong>ciones, que a<br />

<strong>la</strong> humanidad ha entregado Dios, os hayan sido permitidos algunos<br />

símbolos y algunos actos para facilitar vuestra comprensión y<br />

asimi<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s divinas enseñanzas, mas no para que <strong>la</strong>s conservaseis<br />

perpetuamente y mucho menos para que les adoraseis. Esa ha sido


siempre <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> vuestro estancamiento espiritual y <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong><br />

cual Yo he venido en todos los tiempos a rescataros <strong>de</strong>l camino incierto<br />

para conduciros al verda<strong>de</strong>ro sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz.<br />

27. Ahora tampoco vengo a <strong>de</strong>sconocer lo instituido por Mí en los<br />

tiempos pasados, sino a enseñaros a que le <strong>de</strong>is cumplimiento, elevando<br />

vuestra vida y vuestras obras a un grado mayor <strong>de</strong> espiritualidad que es<br />

al mismo tiempo verdad.<br />

28. Así, cuando Yo <strong>de</strong>je <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros en esta forma, no tendréis<br />

necesidad <strong>de</strong> materias, ni <strong>de</strong> ritos, ni <strong>de</strong> formas, porque ya os habréis<br />

libertado <strong>de</strong> <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría y <strong>de</strong>l materialismo, para buscar con el espíritu<br />

<strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Padre, que es también Espíritu.<br />

29. Vais a penetrar en el seno <strong>de</strong> una humanidad cansada <strong>de</strong> cultos<br />

externos y hastiada <strong>de</strong> su fanatismo religioso, por lo que os digo que el<br />

mensaje <strong>de</strong> espiritualidad que vais a llevarle, llegará a su corazón como<br />

fresco y vivificante rocío.<br />

30. ¿Creéis que si llegaseis con cultos fanáticos y prácticas opuestas a<br />

<strong>la</strong> espiritualidad, podría el mundo reconoceros como portadores <strong>de</strong> un<br />

mensaje divino? En verdad os digo que os tomarían por fanáticos <strong>de</strong><br />

una nueva secta.<br />

31. Ante <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad con que os vengo hab<strong>la</strong>ndo, hay quienes me dicen:<br />

Maestro, ¿Cómo es posible que <strong>de</strong>sconozcamos muchas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s prácticas<br />

que ejemplo <strong>de</strong>l Segundo Tiempo, cuando hice compren<strong>de</strong>r al pueblo<br />

que por cumplir con ritos, formas, tradiciones y fiestas, se había<br />

olvidado <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley, que es lo esencial. Os recordé ese hecho <strong>de</strong> vuestro<br />

Maestro, para que comprendieseis que también ahora <strong>de</strong>béis olvidaros<br />

<strong>de</strong> tradiciones y ceremonias, aunque <strong>la</strong>s hayáis aprendido <strong>de</strong> Roque<br />

Rojas, como en aquel tiempo el pueblo <strong>la</strong>s había heredado <strong>de</strong> Moisés.<br />

32. Ahora bien, no quiero <strong>de</strong>ciros que ellos os hayan enseñado algo<br />

malo, no, ellos tuvieron necesidad <strong>de</strong> recurrir a símbolos y actos que<br />

ayudasen al pueblo a compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s divinas reve<strong>la</strong>ciones; pero, una<br />

vez logrado aquel objeto, ha sido necesario venir a borrar toda forma o<br />

simbolismo ya inútil, para hacer que brille <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

33. Lo que vengo pidiendo <strong>de</strong> vosotros, es limpi<strong>de</strong>z, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el portavoz<br />

que transmite mi pa<strong>la</strong>bra, hasta el último <strong>de</strong> los párvulos.<br />

34. La mayor responsabilidad pesa sobre los portavoces, porque a<br />

través <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios estoy explicando <strong>la</strong> Ley; pero ellos no han<br />

comprendido su responsabilidad. A ellos les digo: ¡Despertad! ¡Oíd <strong>la</strong><br />

voz <strong>de</strong> vuestra conciencia! Mirad a este pueblo, inocente, ávido <strong>de</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, se ha revestido <strong>de</strong> humildad y <strong>de</strong> conformidad ante lo que<br />

vosotros le ofrecéis, ¿Qué sería <strong>de</strong> vosotros si el pueblo se levantase<br />

exigiéndoos preparación espiritual? Y cuánta razón y <strong>de</strong>recho tendría,<br />

puesto que se trata <strong>de</strong> su fe, <strong>de</strong> su espíritu, <strong>de</strong> su paz en <strong>la</strong> Tierra y <strong>de</strong> su<br />

camino hacia <strong>la</strong> eternidad.


35. Portavoces, intérpretes <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, profetas <strong>de</strong>l Tercer Tiempo,<br />

no es vuestra torpeza, ni vuestra pequeñez, ni vuestra pobreza obstáculo<br />

para que Yo pueda manifestarme por vuestro conducto ante <strong>la</strong><br />

humanidad, es vuestro pecado y falta <strong>de</strong> preparación <strong>la</strong>s que limitan <strong>la</strong><br />

esencia y ocultan <strong>la</strong> verdad que Yo he traído para mi pueblo.<br />

36. En verdad os digo que quien no se sienta capaz <strong>de</strong> espiritualizarse,<br />

mejor cierre sus <strong>la</strong>bios, pero no mezcle tinieb<strong>la</strong>s a <strong>la</strong> verdad, porque <strong>la</strong>s<br />

multitu<strong>de</strong>s que escuchen no saben separar aún <strong>la</strong> paja <strong>de</strong>l trigo, o sea <strong>la</strong><br />

mentira <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, lo superfluo <strong>de</strong> lo esencial.<br />

37. Mi pa<strong>la</strong>bra es severa y terminante, mas mirad que también esta<br />

manifestación está llegando a su término y es menester que vuestro<br />

mejor trabajo sea <strong>la</strong> coronación <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor espiritual que os he<br />

confiado.<br />

38. Sabed que esta pa<strong>la</strong>bra que ha brotado por vuestros <strong>la</strong>bios, es el<br />

mensaje espiritual que viene a <strong>de</strong>rrumbar reinados, imperios y tronos<br />

para que se establezca en el espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad el Reino <strong>de</strong> los<br />

Cielos que es reino <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> justicia.<br />

39. Hacia otras naciones he enviado emisarios <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, orad por<br />

ellos y con vuestro pensamiento dadles fuerza. <strong>El</strong>los levantarán<br />

simiente y congregarán multitu<strong>de</strong>s, <strong>la</strong>s que una vez espiritualizadas se<br />

unirán a vosotros, con <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> fraternidad y comprensión.<br />

40. Estoy preparando a nuevos enviados <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, que también<br />

tendrán que llevar esta Buena Nueva a otros países. Sobre todos<br />

extiendo el manto <strong>de</strong> mi paz.<br />

41. Este tiempo que vivís, es <strong>de</strong> transición, <strong>de</strong> evolución, <strong>de</strong> pruebas,<br />

cambios y sorpresas. Vivid alerta, ve<strong>la</strong>d y orad y perseverad en mi Ley.<br />

42. Hoy es <strong>la</strong> lucha, hoy se hacen méritos, hoy se sufre, se batal<strong>la</strong> y se<br />

trabaja; mañana, cuando todos estéis en Mí, cuando hayáis conquistado<br />

<strong>la</strong> perfección <strong>de</strong>l espíritu, tendréis vuestra morada en el seno <strong>de</strong>l Padre,<br />

don<strong>de</strong> llega y queda guardado todo lo que alcanza su perfección; seno<br />

que encierra sabiduría, perfecciones y bellezas que aquí no podéis<br />

concebir.<br />

43. Mi pa<strong>la</strong>bra es el camino, <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> vida que conduce a vuestro<br />

espíritu a <strong>la</strong> Tierra <strong>de</strong> Promisión; venid por él, no os perdáis, pueblo<br />

amado.<br />

44. Mi rayo <strong>de</strong> luz se posa sobre <strong>la</strong> montaña y <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> os<br />

pregunto ¿Por qué aún os encontráis en <strong>la</strong> falda <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, por qué no<br />

habéis logrado esca<strong>la</strong>r<strong>la</strong>?<br />

45. Muchos me escuchan con gran júbilo en su corazón, pero hay<br />

quienes al oír mi pa<strong>la</strong>bra se <strong>de</strong>jan invadir por una gran tristeza, éstos<br />

son los que a semejanza <strong>de</strong> Israel en el Egipto, se sienten esc<strong>la</strong>vos,<br />

traen aún <strong>la</strong>s señales <strong>de</strong>l látigo y su hambre es <strong>de</strong> libertad y <strong>de</strong> luz.


46. Sabed que es por vosotros por quienes he venido, porque os he visto<br />

hambrientos y sedientos <strong>de</strong> justicia, <strong>de</strong> libertad y amor.<br />

47. Venid y oíd esta voz, que viene a infundiros valor, a llenaros <strong>de</strong><br />

fortaleza y a iluminaros para que le volváis <strong>la</strong> espalda al Faraón y<br />

salgáis <strong>de</strong> sus tierras, don<strong>de</strong> habéis sido cautivos, heridos y humil<strong>la</strong>dos.<br />

48. Levantad <strong>la</strong> vista y contemp<strong>la</strong>d <strong>la</strong> Divina Montaña cómo os invita a<br />

esca<strong>la</strong>r<strong>la</strong>, venid a el<strong>la</strong>, tened fe en que llegaréis a <strong>la</strong> cumbre, caminad<br />

los primeros pasos, ascen<strong>de</strong>d y pronto vuestro gozo será gran<strong>de</strong> cuando<br />

sintáis que <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas que os sujetaban y el yugo que os oprimía han<br />

quedado atrás.<br />

49. ¡Oh pueblos <strong>de</strong> todos los tiempos, apartad <strong>de</strong> vuestro corazón <strong>la</strong><br />

ingratitud, para que experimentéis verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> vuestro<br />

Padre!<br />

50. En esta senda los ciegos ven, los fatigados recobran <strong>la</strong> fuerza, los<br />

tullidos andan, los enfermos sanan, los tristes cantan <strong>de</strong> alegría.<br />

51. Vengo a reunir <strong>de</strong> nuevo a mi pueblo y a ratificarle su misión<br />

espiritual ante <strong>la</strong> humanidad, convirtiendo a los parias en seres útiles a<br />

sus semejantes y a los que se creían <strong>de</strong>sheredados haciéndoles profetas<br />

y doctores <strong>de</strong>l espíritu.<br />

52. Sois los que tendréis que testificar mi venida en este Tercer<br />

Tiempo. Sé que <strong>la</strong>s naciones y <strong>la</strong>s comarcas necesitan <strong>de</strong> vuestro<br />

testimonio; mas sabed que cuando os levantéis, ha <strong>de</strong> ser para<br />

mostraros como los hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz.<br />

53. Antes quiero que comprendáis <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong> misión<br />

que os estoy confiando, sólo así vuestro espíritu dará cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

responsabilidad <strong>de</strong> vuestra misión.<br />

54. Pero si creéis que Yo <strong>de</strong>bo esperar hasta que sea vuestra voluntad<br />

prepararos para llevar este mensaje <strong>de</strong> luz al mundo, estáis en grave<br />

error, porque soy Yo el que viene a salvar a los hombres y a rescatar a<br />

su espíritu, vosotros sólo vais a ser precursores, anunciadores, profetas,<br />

servidores. Para cumplir estas misiones es para lo cual os estoy<br />

doctrinando.<br />

55. Una esencia he <strong>de</strong>positado en el corazón <strong>de</strong> cada discípulo, esa<br />

esencia estará presente en vuestros pensamientos y oraciones, en<br />

vuestras pa<strong>la</strong>bras y en vuestras obras <strong>de</strong> caridad.<br />

56. ¿No recordáis que os he dicho que seréis el sabor espiritual entre <strong>la</strong><br />

humanidad?<br />

57. ¿Qué más podéis <strong>de</strong>sear en <strong>la</strong> Tierra que ser consejeros, guías y<br />

doctores espirituales <strong>de</strong> los necesitados?<br />

58. La caridad es una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores más bel<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l amor, y es<br />

precisamente <strong>la</strong> flor que quiero que se abra en vosotros para esparcir su<br />

esencia entre vuestros hermanos. En verdad os digo que si tenéis el<br />

i<strong>de</strong>al o el anhelo <strong>de</strong> darle gran<strong>de</strong>za a vuestro espíritu, os brindo el


camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad, os ofrezco esa senda poco transitada por los<br />

hombres, para que a través <strong>de</strong> el<strong>la</strong> os elevéis hasta Mí.<br />

59. Yo quiero que lleguéis al final <strong>de</strong> esta etapa con <strong>la</strong> satisfacción <strong>de</strong><br />

haber permanecido fieles escuchando mis lecciones. Mi pa<strong>la</strong>bra viene a<br />

fortaleceros para que continuéis con firmeza hasta el fin <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada.<br />

60. Muchas tentaciones y obstáculos habrán <strong>de</strong> presentarse a vuestro<br />

paso en los últimos días <strong>de</strong> mi comunicación, por lo que os prevengo y<br />

os doy <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> alerta, para que veléis y oréis.<br />

61. Sed fuertes, oh pueblo, que <strong>la</strong> prueba pasará, porque si no os<br />

sostuvieseis en <strong>la</strong> obediencia y en <strong>la</strong> fi<strong>de</strong>lidad, y caeríais en tentación,<br />

os crearéis una ca<strong>de</strong>na interminable <strong>de</strong> pruebas que confundirán a<br />

muchos entendimientos y acabará con <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> muchos corazones.<br />

62. Ya está trazado el p<strong>la</strong>n para vuestra misión y no <strong>de</strong>béis apartaros <strong>de</strong><br />

él.<br />

63. Os he dicho, que una vez que ponga término a mi pa<strong>la</strong>bra, os daré<br />

tiempo suficiente para prepararos, estudiando, meditando y practicando<br />

entre vosotros mi enseñanza. Cuando Yo encuentre que mi pueblo se ha<br />

espiritualizado, abriré los caminos por don<strong>de</strong> habrán <strong>de</strong> encaminarse<br />

llevando el mensaje <strong>de</strong> luz que os he confiado para darlo a conocer a <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

64. C<strong>la</strong>ro y sencillo es el p<strong>la</strong>n que os he trazado para que no lo<br />

modifiquéis ni lo alteréis lo más mínimo si es que queréis l<strong>la</strong>maros<br />

espiritualistas.<br />

65. <strong>El</strong> que anhele tener potestad para convertir a sus hermanos, po<strong>de</strong>r<br />

para sanar enfermos como no lo habéis visto hasta ahora y virtud para<br />

obrar prodigios, sea fiel a mi Ley, sumiso a mis mandatos y nunca se<br />

verá huérfano <strong>de</strong> inspiraciones ni <strong>de</strong> fuerza para llevar a cabo obras<br />

gran<strong>de</strong>s llenas <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> sabiduría.<br />

66. <strong>El</strong> que <strong>de</strong>sprecie los dones <strong>de</strong>l espíritu y los frutos que brotan <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

práctica limpia <strong>de</strong> mi Doctrina, porque le seducen más <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>banzas y<br />

<strong>la</strong>s recompensas materiales, hártese <strong>de</strong> vanida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> falsas<br />

satisfacciones que no alimentan el espíritu. Eso es lo que ama en <strong>la</strong><br />

Tierra y lo que ha venido a buscar en mi Obra y Yo le concedo que lo<br />

tenga. Mas <strong>de</strong> cierto os digo a quienes no llevan a cabo lo dispuesto por<br />

Mí, que no salgan <strong>de</strong>l estancamiento, ni renuncien a su fanatismo, a sus<br />

vanida<strong>de</strong>s y a su materialidad: serán el obstáculo que no <strong>de</strong>je avanzar a<br />

los que aman mis mandatos y quieren llevarlos al verda<strong>de</strong>ro<br />

cumplimiento.<br />

67. ¿Con qué pa<strong>la</strong>bras o razones me respon<strong>de</strong>rán los que <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>zcan<br />

mis ór<strong>de</strong>nes, cuando les presente al pueblo estacionado, envuelto en<br />

fanatismo y en tradiciones inútiles, cuando les presente a los pueblos<br />

que se quedaron esperando <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> los apóstoles <strong>de</strong>l Tercer<br />

Tiempo?


68. Mi amor es el que os hab<strong>la</strong>, mi luz que ve<strong>la</strong> sin cesar sobre vosotros<br />

os previene, para evitar que os <strong>la</strong>bréis el cáliz <strong>de</strong> amargura en vez <strong>de</strong>l<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto espiritual.<br />

69. Yo os preparo para el día en que habré <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros por último;<br />

porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento todo cambiará en lo espiritual para este<br />

pueblo. Por eso hace tiempo os he venido diciendo que no seáis<br />

tradicionalistas ni conservadores <strong>de</strong> formas exteriores, que no hagáis <strong>de</strong><br />

vuestras prácticas, costumbres o hábitos que luego no podáis<br />

<strong>de</strong>sarraigar <strong>de</strong> vuestro corazón.<br />

70. ¿Creíais acaso que todo tendría que permanecer en <strong>la</strong> misma forma<br />

por tiempo in<strong>de</strong>finido? ¿Creíais que toda <strong>la</strong> vida ibais a estar reunidos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estos recintos o estancias? No, pueblo, es menester que todo<br />

cuanto hasta ahora habéis tenido, <strong>de</strong>saparezca <strong>de</strong> vuestra vista para que<br />

sintáis surgir <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra espiritualidad. Hasta ahora no<br />

habéis comprendido <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi mensaje, ni <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> esta<br />

Obra.<br />

66. <strong>El</strong> que <strong>de</strong>sprecie los dones <strong>de</strong>l espíritu y los frutos que brotan <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

práctica limpia <strong>de</strong> mi Doctrina, porque le seducen más <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>banzas y<br />

<strong>la</strong>s recompensas materiales, hártese <strong>de</strong> vanida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> falsas<br />

satisfacciones que no alimentan el espíritu. Eso es lo que ama en <strong>la</strong><br />

Tierra y lo que ha venido a buscar en mi Obra y Yo le concedo que lo<br />

tenga. Mas <strong>de</strong> cierto os digo a quienes no llevan a cabo lo dispuesto por<br />

Mí, que no salgan <strong>de</strong>l estancamiento, ni renuncien a su fanatismo, a sus<br />

vanida<strong>de</strong>s y a su materialidad: serán el obstáculo que no <strong>de</strong>je avanzar a<br />

los que aman mis mandatos y quieren llevarlos al verda<strong>de</strong>ro<br />

cumplimiento.<br />

67. ¿Con qué pa<strong>la</strong>bras o razones me respon<strong>de</strong>rán los que <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>zcan<br />

mis ór<strong>de</strong>nes, cuando les presente al pueblo estacionado, envuelto en<br />

fanatismo y en tradiciones inútiles, cuando les presente a los pueblos<br />

que se quedaron esperando <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> los apóstoles <strong>de</strong>l Tercer<br />

Tiempo?<br />

68. Mi amor es el que os hab<strong>la</strong>, mi luz que ve<strong>la</strong> sin cesar sobre vosotros<br />

os previene, para evitar que os <strong>la</strong>bréis el cáliz <strong>de</strong> amargura en vez <strong>de</strong>l<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto espiritual.<br />

69. Yo os preparo para el día en que habré <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros por último;<br />

porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento todo cambiará en lo espiritual para este<br />

pueblo. Por eso hace tiempo os he venido diciendo que no seáis<br />

tradicionalistas ni conservadores <strong>de</strong> formas exteriores, que no hagáis <strong>de</strong><br />

vuestras prácticas, costumbres o hábitos que luego no podáis<br />

<strong>de</strong>sarraigar <strong>de</strong> vuestro corazón.<br />

70. ¿Creíais acaso que todo tendría que permanecer en <strong>la</strong> misma forma<br />

por tiempo in<strong>de</strong>finido? ¿Creíais que toda <strong>la</strong> vida ibais a estar reunidos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estos recintos o estancias? No, pueblo, es menester que todo


cuanto hasta ahora habéis tenido, <strong>de</strong>saparezca <strong>de</strong> vuestra vista para que<br />

sintáis surgir <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra espiritualidad. Hasta ahora no<br />

habéis comprendido <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi mensaje, ni <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> esta<br />

Obra.<br />

71. Bien está que los primeros, carentes <strong>de</strong> doctrina y <strong>de</strong> enseñanzas, no<br />

acertarán a <strong>de</strong>finir <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> una reve<strong>la</strong>ción que acababa <strong>de</strong><br />

sorpren<strong>de</strong>rles, pero vosotros, que vais a ser <strong>de</strong> los postreros, <strong>de</strong> los que<br />

testifiquen el final <strong>de</strong> esta etapa, ¿Consi<strong>de</strong>ráis justo que conservéis los<br />

errores <strong>de</strong> los primeros y sigáis ignorando <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> este mensaje,<br />

como lo ignoraron los que contemp<strong>la</strong>ron tan sólo el alborear <strong>de</strong>l Tercer<br />

Tiempo?<br />

72. No, me dice vuestro corazón. Os digo a todos, que este<br />

convencimiento que en estos instantes tenéis no vaya a abandonaros en<br />

<strong>la</strong> hora <strong>de</strong> vuestras tentaciones. No olvidéis que en este día os digo que<br />

a cambio <strong>de</strong> vuestra obediencia y <strong>de</strong> vuestra rectitud tendréis <strong>la</strong> paz en<br />

vuestro hogar y en todos los caminos que recorráis.<br />

73. Haced todo cuanto podáis por penetrar preparados y fuertes en el<br />

tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> confusión, que se avecina. No vayáis con vuestra<br />

confusión a aumentar <strong>la</strong> que originen <strong>la</strong>s sectas, <strong>la</strong>s religiones, <strong>la</strong>s<br />

filosofías y <strong>la</strong>s doctrinas, llegado el tiempo en que todas se disputen <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

74. Quiero que este pueblo, doctrinado en forma espiritual por Mí,<br />

penetre sereno, consciente, celoso y humil<strong>de</strong> en ese tiempo, y que su<br />

presencia sea un rayo <strong>de</strong> luz y un hálito <strong>de</strong> calma sobre aquel<strong>la</strong><br />

tempestad.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 254<br />

1. Vengo a recibir y a daros, vengo a escucharos y a que me escuchéis.<br />

2. Incontables veces me he manifestado como Padre y como Maestro,<br />

hoy es mi voluntad mostrarme cual juez, porque os confié un año <strong>de</strong>l<br />

cual vengo a pediros el fruto. En <strong>la</strong> eternidad ese <strong>la</strong>pso <strong>de</strong> tiempo es<br />

sólo un instante, pero <strong>la</strong>s obras hechas por vosotros <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él quedan<br />

anotadas en un libro don<strong>de</strong> vais escribiendo <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> vuestra vida.<br />

Ese libro espiritual, escrito en <strong>la</strong> conciencia, guardará <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

vuestras luchas por alcanzar <strong>la</strong> meta y será el que representéis ante el<br />

supremo Juez.<br />

3. Hoy sólo me mostráis una página que representa un átomo <strong>de</strong> tiempo<br />

en el cual disteis un paso hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el camino <strong>de</strong> evolución.


4. A medida que vayáis esca<strong>la</strong>ndo, vuestras obras irán alcanzando<br />

mayor perfección e iréis concibiendo más gran<strong>de</strong> y profunda mi Obra,<br />

para ello os inspiro confianza en mis promesas, os levanto, os <strong>de</strong>spierto<br />

y os sano.<br />

5. Quiero recibir vuestro fruto porque lo habéis logrado con un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong><br />

amor, con esfuerzo y con el fin <strong>de</strong> agradar a vuestro Padre. En medio<br />

<strong>de</strong> pruebas habéis luchado, sobre guijarros habéis caminado, han<br />

llorado los ojos <strong>de</strong> vuestro cuerpo y ha sollozado también vuestro<br />

espíritu.<br />

6. Cal<strong>la</strong> vuestro <strong>la</strong>bio y no se queja el espíritu en este instante y toda <strong>la</strong><br />

amargura recogida <strong>la</strong> convertís en esperanza en Mí y en perdón para<br />

vuestros hermanos. Yo os bendigo por vuestra obediencia.<br />

7. Sentís que <strong>de</strong>spertáis a un nuevo día, que estáis dando un paso hacia<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí os ilumina aún más vuestra conciencia y me<br />

comprendéis mejor, también medís con mayor certeza vuestra<br />

responsabilidad contraída ante el Padre y ante el mundo.<br />

8. Hoy sabéis que el tiempo es tesoro precioso que no <strong>de</strong>be<br />

<strong>de</strong>saprovecharse y que vuestros dones son como joyas que no <strong>de</strong>ben<br />

permanecer ocultas.<br />

9. <strong>El</strong> tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s y <strong>la</strong> ignorancia ha pasado para vosotros;<br />

hoy, cual apóstoles, sabéis lo que <strong>de</strong>cís, lo que hacéis y lo que pensáis y<br />

procuráis hacer méritos para haceros acreedores a mis bendiciones.<br />

Vivís en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y si alguno se cegara con el<strong>la</strong>, será por falta <strong>de</strong><br />

limpi<strong>de</strong>z en <strong>la</strong> mirada.<br />

10. Yo <strong>de</strong>rramo mi gracia sobre todos en <strong>la</strong> misma forma, pero cada<br />

quien <strong>la</strong> recibe según su preparación o elevación espiritual.<br />

11. Estoy recibiendo el resultado <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> seres encarnados<br />

porque <strong>la</strong> vida material está medida por el tiempo. Cuando penetréis en<br />

<strong>la</strong> vida espiritual, veréis que <strong>la</strong> eternidad no pue<strong>de</strong> medirse por horas,<br />

días o años, porque el tiempo no tiene acción sobre lo espiritual.<br />

12. Estoy presente, invisiblemente <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> humanidad porque<br />

<strong>la</strong> vida palpita en Mí, porque soy un Padre, el único que con perfección<br />

pue<strong>de</strong> juzgar su vida y sus actos. La veo agitarse en el caos, llevando <strong>la</strong><br />

guerra en el corazón y aún en el espíritu, llevando el arma homicida y<br />

<strong>de</strong>structora no sólo en <strong>la</strong>s manos sino en el corazón y <strong>de</strong>satando <strong>la</strong><br />

lengua como verda<strong>de</strong>ra espada <strong>de</strong> dos filos. Unos atacan, otros se<br />

<strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n. Unos siembran <strong>la</strong> muerte mientras otros se aferran a <strong>la</strong> vida.<br />

Y como una sombra se va extendiendo el manto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s nuevas doctrinas<br />

que avanzan <strong>de</strong> corazón en corazón y <strong>de</strong> espíritu en espíritu. Ante esa<br />

amenaza tiemb<strong>la</strong>n hombres y pueblos, y se preguntan por qué el<br />

Omnipotente no impi<strong>de</strong> el avance <strong>de</strong> estas ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s. A lo que el<br />

Padre contesta: Yo les permito germinar, crecer, florecer, exten<strong>de</strong>rse y


fructificar, para que eso árboles sean reconocidos por <strong>la</strong> humanidad por<br />

sus propios frutos.<br />

13. Las doctrinas, <strong>la</strong>s teorías e i<strong>de</strong>as se exten<strong>de</strong>rán en el mundo, para<br />

que los hombres, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber comido <strong>de</strong> todos los frutos, puedan<br />

volver sus ojos al árbol <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y compren<strong>de</strong>r que el verda<strong>de</strong>ro fruto,<br />

el que tiene dulzura en su sabor y vida en su substancia es el que os<br />

ofrecí en mi Ley <strong>de</strong> amor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> los tiempos.<br />

14. La paz <strong>de</strong> los hombres es perece<strong>de</strong>ra, sólo <strong>la</strong> paz que Yo os ofrezco<br />

es eterna.<br />

15. Os hablo a través <strong>de</strong>l entendimiento humano y mi pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong><br />

misma semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> amor que siempre he sembrado en vosotros.<br />

16. Os he dado fuerzas, más no para que impongáis mi voluntad por<br />

medio <strong>de</strong> el<strong>la</strong> a vuestros hermanos. He libertado a vuestro espíritu, mas<br />

no para que llegue a hacer mal uso <strong>de</strong> esa libertad. Mis armas son <strong>la</strong><br />

verdad, el amor, <strong>la</strong> caridad, <strong>la</strong> paz, el perdón.<br />

17. Para que podáis representarme dignamente y ser mis testigos fieles,<br />

<strong>de</strong>béis aprovechar mis enseñanzas y profundizaros en mi pa<strong>la</strong>bra, para<br />

no caer en confusiones que os dividan, haciendo que mientras unos<br />

<strong>de</strong>fiendan y traten <strong>de</strong> conservar los cultos exteriores y <strong>la</strong>s tradiciones,<br />

otros se levanten pugnando por <strong>la</strong> esencia y <strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina. Recordad que en el primer precepto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley que por Moisés<br />

di a <strong>la</strong> humanidad, dije "No haréis imagen ni semejanza <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas <strong>de</strong>l<br />

Cielo para postraros a adorar<strong>la</strong>s". Des<strong>de</strong> entonces quedó trazado con<br />

c<strong>la</strong>ridad el camino para el hombre y el camino para el espíritu.<br />

18. No se concretó Moisés a transmitir a los hombres el Decálogo,<br />

también instituyó leyes secundarias para <strong>la</strong> vida humana, e imp<strong>la</strong>ntó<br />

tradiciones, ritos y símbolos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l culto espiritual, todo <strong>de</strong> acuerdo<br />

con los pasos que daba entonces el espíritu humano. Pero vino el<br />

Mesías prometido y borró tradiciones, ritos, símbolos y sacrificios,<br />

<strong>de</strong>jando intacta so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> Ley, por eso cuando los fariseos dijeron al<br />

pueblo que Jesús venia en contra <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong> Moisés, les respondí<br />

que Yo no venía contra <strong>la</strong> Ley, antes bien venía a darle cumplimiento, y<br />

que si mis enseñanzas venían borrando <strong>la</strong>s tradiciones, era porque el<br />

pueblo por cumplir con el<strong>la</strong>s se había olvidado <strong>de</strong> observar <strong>la</strong> Ley.<br />

19. <strong>El</strong> caso se ha repetido en este tiempo, pueblo. En 1866 mi presencia<br />

a través <strong>de</strong>l entendimiento humano fue reve<strong>la</strong>da a Roque Rojas, quien<br />

os <strong>la</strong> dio a conocer, mas él también creó tradiciones, cultos y símbolos,<br />

para ayudaros a compren<strong>de</strong>r el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones.<br />

20. Ahora que está próximo el momento en que os <strong>de</strong>je <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r bajo<br />

esta forma, quiero borrar <strong>de</strong> vuestro corazón todo el materialismo y<br />

fanatismo que pueda existir en el interior <strong>de</strong> vuestro culto y prácticas,<br />

para que podáis ostentar dignamente el nombre <strong>de</strong> discípulos <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo; pero compren<strong>de</strong>d que si he venido a borrar tradiciones y


costumbres superfluas, no por eso estoy en contra <strong>de</strong> mi Ley, pues<br />

como en el Segundo Tiempo, por cumplir con <strong>la</strong>s tradiciones, podéis<br />

faltar al verda<strong>de</strong>ro culto espiritual y vuestros <strong>de</strong>beres para con <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

21. Si ya estáis libres <strong>de</strong> todo materialismo en vuestro culto al Padre, no<br />

os levantéis vanidosos creyendo haber esca<strong>la</strong>do <strong>la</strong> cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

espiritualidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> creáis ver pequeños a todos los que<br />

profesan sectas o religiones, porque mirando <strong>la</strong> paja en el ojo <strong>de</strong><br />

vuestro hermano Yo os podré <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> viga que cargáis.<br />

22. La humanidad se encuentra cansada <strong>de</strong> tradiciones, <strong>de</strong> formas y<br />

ritos, quiero mostrarles <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Doctrina como remanso para el<br />

espíritu fatigado <strong>de</strong> buscar <strong>la</strong> luz.<br />

23. Pueblo: Dejadme ser vuestro juez, escuchad mi voz que os hab<strong>la</strong> en<br />

vuestra conciencia; no busquéis aún en Mí el ga<strong>la</strong>rdón o <strong>la</strong> a<strong>la</strong>banza, no<br />

vengáis en pos <strong>de</strong>l premio, porque si Yo os a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntase estas<br />

satisfacciones, no <strong>la</strong>s sabríais poseer y os convertiríais en reyes. Venid<br />

a buscarme humil<strong>de</strong>mente como el más pequeño <strong>de</strong> mis hijos. Si traéis<br />

un remordimiento, inclinaos ante Mí, que Yo sabré ser vuestro juez y<br />

os hab<strong>la</strong>ré con suma verdad. Yo os corregiré con caridad. Entonces<br />

veréis mas allá <strong>de</strong> mis pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong> promesa divina <strong>de</strong> algo jamás<br />

presentido, <strong>de</strong> algo superior a todo anhelo.<br />

24. Os doy el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra para que el<strong>la</strong> <strong>de</strong>spierte como <strong>la</strong> voz <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s campanas a los que duermen, para que lleve esencia, bálsamo y<br />

vida.<br />

25. No esperéis que <strong>la</strong>s ca<strong>la</strong>mida<strong>de</strong>s hagan que <strong>la</strong> humanidad vuelva a<br />

Mí; ve<strong>la</strong>d, orad y sembrad, y entonces <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> mi Espíritu irán<br />

avanzando <strong>de</strong> corazón en corazón.<br />

26. Mi pa<strong>la</strong>bra, a pesar <strong>de</strong> que pasa por el cerebro y los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong>l<br />

hombre, es <strong>de</strong> luz y amor. Preparaos, multitu<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>jadme manifestar<br />

a través <strong>de</strong> mis portavoces, y vosotros que habéis sido escogidos para<br />

esta alta y <strong>de</strong>licada misión, preparaos más. <strong>El</strong> que no se sienta<br />

capacitado para transmitir con pureza mi pa<strong>la</strong>bra que se prepare; si no<br />

pue<strong>de</strong> hacerlo mejor calle y selle sus <strong>la</strong>bios. Pero tened en cuenta que<br />

vuestra pequeñez, vuestra torpeza o vuestra humildad, no son un<br />

obstáculo para mi comunicación; <strong>de</strong>l torpe y <strong>de</strong>l rudo me he venido<br />

sirviendo, para sorpren<strong>de</strong>r al mundo. Lo que Yo rec<strong>la</strong>mo es <strong>la</strong><br />

impureza, el pecado.<br />

27. Quiero que os hagáis dignos <strong>de</strong> que en los últimos años <strong>de</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, mis reve<strong>la</strong>ciones se suce<strong>de</strong>n <strong>la</strong>s unas a <strong>la</strong>s otras y no sean<br />

rec<strong>la</strong>mos los que se escuchen bajo <strong>la</strong>s bóvedas <strong>de</strong> los recintos.<br />

28. He recibido el tributo <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> Creación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los astros mayores<br />

hasta los seres menos perceptibles a vuestra mirada. Todo está sujeto a<br />

evolución, todo camina, todo avanza. Todo se transforma, se eleva y se


perfecciona. Cuando haya alcanzado <strong>la</strong> cumbre <strong>de</strong> <strong>la</strong> perfección, mi<br />

sonrisa espiritual, como una aurora infinita será en todo el Universo,<br />

<strong>de</strong>l que habrá <strong>de</strong>saparecido toda mancha, miseria, dolor e imperfección.<br />

29. He aquí mi justicia en el fondo <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

30. Multitu<strong>de</strong>s: Mi pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve con <strong>la</strong> que vengo a abrir vuestro<br />

corazón, ese corazón que tan poco ha <strong>la</strong>tido para Mí.<br />

31. Hoy comenzáis el segundo año <strong>de</strong> los tres últimos que os fueron<br />

confiados para vuestra preparación.<br />

32. ¿Qué habéis logrado hasta este día? Nada en lo absoluto; <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> vuestro examen ante <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> vuestra conciencia, habéis<br />

comprendido que no habéis dado un sólo paso <strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto hacia <strong>la</strong><br />

unificación y hacia <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

33. Os habéis familiarizado con mis rec<strong>la</strong>mos y por eso permanecéis<br />

recostados indolentemente, mas, no os confiéis <strong>de</strong>masiado, <strong>de</strong>sechad <strong>la</strong><br />

creencia <strong>de</strong> que voy a prolongar el tiempo <strong>de</strong> mi manifestación entre<br />

vosotros, porque si cayeseis en ese error, viviréis engañados y<br />

engañando.<br />

34. ¿Quién osará pedir una nueva oportunidad, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que le he<br />

concedido? Sólo el necio o el ignorante, más vosotros no sois<br />

ignorantes, puesto que os he hab<strong>la</strong>do sin cesar año tras año.<br />

35. ¿Por qué os digo esto? Porque veo el <strong>de</strong>seo y <strong>la</strong> intención oculta en<br />

el fondo <strong>de</strong> algunos corazones, intención y <strong>de</strong>seo que aún sin haberlos<br />

llevado a cabo, ya están profanando <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> mi Obra.<br />

36. Ese <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que mi pa<strong>la</strong>bra prosiga in<strong>de</strong>finidamente, <strong>de</strong> que todo<br />

siga como hasta ahora, es una prueba <strong>de</strong> que el tiempo precioso que les<br />

fue confiado, lo han <strong>de</strong>saprovechado y ahora quisieran un tiempo más,<br />

para po<strong>de</strong>r hacer algo, mas cuando el tiempo seña<strong>la</strong>do haya llegado a su<br />

término, nadie podrá hacer variar una <strong>de</strong>terminación divina, porque<br />

intentarlo, equivaldría a negarle perfección a lo dispuesto por Dios.<br />

37. No vayáis a pasar sobre mis mandatos, oh pueblo, porque si alguien<br />

lo hiciere, será testigo <strong>de</strong> mi justicia y verá venir sobre esta nación a los<br />

elementos <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nados, haciéndole compren<strong>de</strong>r su <strong>de</strong>sobediencia,<br />

ya que no supo obe<strong>de</strong>cerme a pesar <strong>de</strong> mis pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> amor.<br />

38. ¡Qué amargura y qué vergüenza para esos espíritus, cuando<br />

<strong>de</strong>spierten <strong>de</strong> su equivocación y se <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong> su retraso espiritual,<br />

al ver que todavía el Padre tiene que <strong>de</strong>spertarles y tocarles a través <strong>de</strong><br />

los elementos, como acontecía con los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong> antigüedad!<br />

39. Yo levantaré <strong>de</strong> entre este pueblo toda <strong>la</strong> simiente impura y sólo<br />

<strong>de</strong>jaré <strong>la</strong> buena semil<strong>la</strong>, por <strong>la</strong> cual pueda reconocerme mañana <strong>la</strong><br />

humanidad. ¿Cómo podrían los hombres mirar el esplendor <strong>de</strong> mi<br />

verdad a través <strong>de</strong> un pueblo confundido, <strong>de</strong>sobediente o fanático?<br />

40. Estos días <strong>de</strong> preparación, son <strong>de</strong> profunda meditación para vos,<br />

pueblo, con el fin <strong>de</strong> que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esa reflexión y <strong>de</strong> ese examen ante


<strong>la</strong> conciencia, elijáis <strong>la</strong> senda que vais a seguir, con <strong>la</strong> advertencia <strong>de</strong><br />

que, quien haga mi voluntad podrá caminar en paz, y el que haga <strong>la</strong><br />

suya, tendrá que <strong>de</strong>cidirse a aceptar <strong>la</strong>s pruebas que, llegado el tiempo,<br />

inexorablemente le tendrán que sorpren<strong>de</strong>r.<br />

41. <strong>El</strong> que acate mis mandatos habrá paz verda<strong>de</strong>ra, porque será<br />

hombre <strong>de</strong> buena voluntad para obe<strong>de</strong>cer a su Padre; en el que<br />

<strong>de</strong>sconociera mis ór<strong>de</strong>nes, no habrá un instante <strong>de</strong> paz; escuchará<br />

incesantemente el rec<strong>la</strong>mo <strong>de</strong> su conciencia y vivirá en continuo<br />

sobresalto.<br />

42. No estoy sentenciando a nadie, me concreto a reve<strong>la</strong>ros a tiempo lo<br />

que podréis encontrar como resultado natural <strong>de</strong> vuestras obras. Os lo<br />

digo a tiempo, porque os amo y para que lo evitéis; para que miréis <strong>de</strong><br />

frente hacia <strong>la</strong> verdad y no os <strong>de</strong>sviéis <strong>de</strong>l camino.<br />

43. <strong>El</strong> <strong>de</strong>sobediente siempre es soberbio, más ¿Quién es el que cree<br />

tener <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> hacer su voluntad o hacer variar <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l<br />

Padre? ¿Quién cree haber recibido por verda<strong>de</strong>ros merecimientos, los<br />

dones que en si lleva? ¿Quién cree que este pueblo me sea<br />

indispensable para el cumplimiento <strong>de</strong> mis p<strong>la</strong>nes divinos?<br />

44. No <strong>de</strong>jéis que vuestra mente se ofusque, no acalléis <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

conciencia, no <strong>de</strong>jéis que <strong>la</strong>s tentaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia hagan f<strong>la</strong>quear a<br />

vuestro espíritu, porque sería muy doloroso.<br />

45. Ve<strong>la</strong>d y orad para que nunca os falte <strong>la</strong> fuerza, meditad, juzgaos a<br />

vosotros mismos severamente y vuestra conciencia estará presta a<br />

<strong>de</strong>rramar su luz en vuestro entendimiento y en vuestro corazón, para<br />

que reine entre vosotros <strong>la</strong> paz.<br />

46. Mi lección prosigue mostrando hoja tras hoja el <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Vida</strong> a<br />

vuestro espíritu, porque él habrá <strong>de</strong> quedar fuerte y preparado para<br />

cuando termine este tiempo <strong>de</strong> enseñanzas.<br />

47. Si en verdad anheláis elevaros como los profetas <strong>de</strong>l Primer<br />

Tiempo, y como ellos, ser faros <strong>de</strong> luz en el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad,<br />

id hacia <strong>la</strong> espiritualidad, que no será difícil encontrar<strong>la</strong>, ya que cada<br />

una <strong>de</strong> esas enseñanzas, es una lección <strong>de</strong> espiritualidad para los<br />

hombres.<br />

48. Quiero que sepáis que antes <strong>de</strong> que empiecen a llegar al mundo<br />

aquel<strong>la</strong>s generaciones <strong>de</strong> hombres espiritualizados que os he anunciado,<br />

este mensaje será extendido en <strong>la</strong>s naciones y los pueblos, a fin <strong>de</strong> que<br />

cuando el<strong>la</strong>s vengan a <strong>la</strong> Tierra, encuentren <strong>la</strong>s sendas preparadas por el<br />

pueblo que oyó <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Señor y por los que a este pueblo se unieron<br />

porque creyeron en su testimonio.<br />

49. Os estoy invitando incesantemente a dar nuevos pasos en este<br />

camino que es <strong>de</strong> eterna ascensión. No os <strong>de</strong>tengáis, y cuando lo<br />

hagáis, que sea con provecho, porque hayáis tenido que madurar algún


propósito, que afirmar <strong>la</strong> fe o que meditar, más, <strong>de</strong>spués seguid hacia<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.<br />

50. ¡Cuántos en su corazón me están diciendo: Maestro, ¿Por qué en<br />

este tiempo no vinisteis a nosotros en cuanto hombre, para po<strong>de</strong>r<br />

contemp<strong>la</strong>r vuestra presencia? Y Yo os contesto con otra pregunta: ¿No<br />

os dais cuenta <strong>de</strong> que al <strong>de</strong>sear en esta forma mi presencia en el mundo,<br />

estáis pidiendo nuevamente mi sangre? Tenedme así: En Espíritu,<br />

invisible sólo a vuestros ojos materiales, pero perceptible a todos los<br />

sentidos <strong>de</strong> vuestro espíritu. En aquel tiempo <strong>de</strong>rramé mi sangre para<br />

sel<strong>la</strong>r con el<strong>la</strong> el amor que en mi Doctrina prediqué, ahora estoy<br />

<strong>de</strong>rramando esencia divina sobre <strong>de</strong> todos, como una prueba <strong>de</strong> que mi<br />

amor por los hombres, a pesar <strong>de</strong> sus ingratitu<strong>de</strong>s, es el mismo, y que<br />

por eso me aproximo a ellos, para enseñarles el sen<strong>de</strong>ro luminoso que<br />

les lleve a habitar conmigo en mi Reino por <strong>la</strong> eternidad.<br />

51. Otros, espiritualmente me dicen: "Si al menos esta pa<strong>la</strong>bra que con<br />

tanto amor nos habéis hecho oír, no <strong>la</strong> apartaseis nunca <strong>de</strong> nosotros".<br />

A éstos Yo les digo, que si verda<strong>de</strong>ramente aprovechan mis enseñanzas<br />

y tratan <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r mis propósitos, no les será doloroso renunciar a<br />

esta comunicación, cuando llegue <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> dar<strong>la</strong> por concluida. Y no<br />

os será doloroso, porque vuestro espíritu quedará impregnado <strong>de</strong> mi<br />

esencia y saturado <strong>de</strong> mi luz, mas si algunas, o muchas <strong>de</strong> mis<br />

enseñanzas no <strong>la</strong>s hubieseis podido retener en vuestra memoria, por eso<br />

he or<strong>de</strong>nado <strong>la</strong> formación <strong>de</strong>l libro que contenga mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> este<br />

tiempo. En ese <strong>Libro</strong> que se haga <strong>de</strong> mis divinas lecciones, encontraréis<br />

el arca verda<strong>de</strong>ra que los primeros espiritualistas no lograron<br />

compren<strong>de</strong>r y por eso tuvieron que representar con objetos o símbolos.<br />

52. <strong>El</strong> Arca verda<strong>de</strong>ra está en mi pa<strong>la</strong>bra, porque quien <strong>la</strong> abra, y<br />

penetre en el<strong>la</strong> con respeto, espiritualidad y amor, encontrará en su<br />

fondo <strong>la</strong> sabiduría, <strong>la</strong> profunda reve<strong>la</strong>ción, <strong>la</strong> profecía y todos los dones<br />

<strong>de</strong>l espíritu. A esa Aurora os asomaréis cuando ya mi pa<strong>la</strong>bra no sea<br />

escuchada a través <strong>de</strong> los imperfectos portavoces humanos y seréis<br />

testigos <strong>de</strong> cómo en medio <strong>de</strong> vuestras meditaciones, en los instantes en<br />

que estudiéis o en los momentos <strong>de</strong> vuestra oración, sentiréis llegar a lo<br />

más sutil <strong>de</strong> vuestro ser, una luz superior, ac<strong>la</strong>rándolo todo, una<br />

influencia paternal envolviéndoos y una voz que no es humana,<br />

hablándoos en forma pura y perfecta. Será <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi inspiración<br />

llegando hasta vosotros en una verda<strong>de</strong>ra comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

53. Benditos seáis vosotros, que habéis logrado apartar <strong>de</strong> vuestras<br />

prácticas, muchas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ceremonias superficiales e inútiles que os<br />

legaron los primeros, conservando tan solo lo esencial, pero reconoced<br />

que aún os queda algo por <strong>de</strong>purar y mucho por espiritualizaros.


54. ¡Cuán feliz será vuestro espíritu si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta Tierra logra<br />

ofrecerme el culto que <strong>de</strong> él espero! Mas si <strong>de</strong> aquí partiese al valle<br />

espiritual, <strong>de</strong>jando entre sus ejemplos algo que no fuese digno <strong>de</strong> mi<br />

Obra, <strong>la</strong>s nuevas generaciones, analizando <strong>la</strong> herencia que les legasteis,<br />

sabrán apartar cuanto <strong>de</strong> impuro hayáis <strong>de</strong>jado, dando así, el paso que<br />

no hayáis podido dar.<br />

55. Os digo que mientras más <strong>de</strong>puréis vuestras prácticas y<br />

perfeccionéis vuestro culto, menos tendrán que sufrir aquellos que<br />

vengan tras <strong>de</strong> vosotros y que vuestros méritos ante Mi, serán mayores,<br />

porque no trabajasteis para vosotros, sino que lo hicisteis pensando en<br />

vuestros hermanos, sintiendo en vuestro corazón, caridad hacia ellos.<br />

56. ¿Ya habéis visto cuánto habéis tenido que luchar por <strong>de</strong>purar lo que<br />

recibisteis <strong>de</strong> vuestros hermanos que os antecedieron? Pues no <strong>de</strong>is esa<br />

penosa <strong>la</strong>bor a quienes vengan en pos <strong>de</strong> vuestras huel<strong>la</strong>s.<br />

57. En el Segundo Tiempo llegó mi Enseñanza a su culminación<br />

cuando estaba ya muy próxima mi partida.<br />

58. Los discípulos, sabedores <strong>de</strong> que eran los últimos instantes que<br />

estarían con el Maestro, ponían toda su atención para escuchar y<br />

guardar en el corazón hasta <strong>la</strong> última <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras.<br />

59. <strong>El</strong> anhelo divino <strong>de</strong> Jesús era que sus discípulos se convirtiesen en<br />

los sembradores <strong>de</strong> su Doctrina re<strong>de</strong>ntora; por eso, en el instante<br />

supremo <strong>de</strong> su última cátedra a los discípulos, que fue también <strong>la</strong><br />

última conversación entre el Padre y los hijos, les dijo con acento<br />

dulce: voy a <strong>de</strong>jaros un nuevo mandamiento: "Amaos los unos a los<br />

otros", encendiendo con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> máxima, <strong>la</strong> esperanza más<br />

gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.<br />

60. También en este tiempo, cuando estoy por concluir mi<br />

comunicación entre vosotros, contemplo el recogimiento y <strong>la</strong> atención<br />

con que escucháis mis lecciones, el<strong>la</strong>s se marcarán in<strong>de</strong>leblemente en <strong>la</strong><br />

conciencia <strong>de</strong> mis nuevos discípulos.<br />

61. Así como en aquel tiempo dije a mis apóstoles que iban a quedarse<br />

en el mundo como ovejas entre lobos, a fin <strong>de</strong> que vivieseis siempre<br />

alerta, ahora a vosotros os digo que os preparéis, que veléis y oréis,<br />

porque muchos se levantarán contra vosotros, empleando armas<br />

traidoras y usando todos los medios para confundiros.<br />

62. <strong>El</strong> tiempo es <strong>de</strong> lucha, todos lo sabéis para que ninguno se vea<br />

sorprendido.<br />

63. Os he simplificado hasta el máximo mis lecciones para que <strong>la</strong>s<br />

comprendáis y podáis analizar<strong>la</strong>s en busca <strong>de</strong> su esencia y llegado el<br />

instante tengáis una fácil respuesta para cada interrogación que os<br />

hiciesen. No necesitaréis hab<strong>la</strong>r mucho para convencer; si estáis<br />

verda<strong>de</strong>ramente preparados, vuestra pa<strong>la</strong>bra a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser sencil<strong>la</strong>,<br />

será breve. No necesitaréis conocer <strong>la</strong> ciencia para contestar al


científico ni saber teología para respon<strong>de</strong>r al teólogo. Una pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong><br />

luz lo ilumina todo y Yo quiero que <strong>de</strong> vuestros <strong>la</strong>bios broten pa<strong>la</strong>bras<br />

<strong>de</strong> luz.<br />

64. No todos los que me han oído en este tiempo van a levantarse a<br />

testificar mi pa<strong>la</strong>bra; se levantarán los que en verdad me amen; los que<br />

me amen en sus propios semejantes y vayan en busca <strong>de</strong> los<br />

necesitados en quienes <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong>n su caridad y su consuelo.<br />

65. Los que comprendan mi Enseñanza y <strong>la</strong> sientan profundamente, <strong>la</strong><br />

abrazarán con fe; ellos serán los que tengan que enfrentarse a toda<br />

adversidad, los que tengan que esgrimir <strong>la</strong>s armas <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, <strong>de</strong>l<br />

amor y <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia, a través <strong>de</strong> sinsabores y en un mundo <strong>de</strong>l cual esa<br />

justicia y esa verdad ha mucho tiempo que se han apartado, irán estos<br />

sembradores, llenos <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> confianza en su Dios extendiendo por<br />

el mundo el mensaje espiritual <strong>de</strong>l Tercer Tiempo.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 255<br />

1. Habéis penetrado en tiempo <strong>de</strong> lucha, <strong>de</strong> oración y méritos. Sentís<br />

que el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s comp<strong>la</strong>cencias ya pasó y que tenéis que apresurar<br />

vuestros pasos porque <strong>la</strong> humanidad está <strong>de</strong>spertando y vosotros tenéis<br />

<strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> darle <strong>la</strong> Buena Nueva y el testimonio <strong>de</strong> mi<br />

venida, con pa<strong>la</strong>bras y hechos.<br />

2. Ved como en todas <strong>la</strong>s religiones y sectas, los hombres escudriñan el<br />

tiempo, <strong>la</strong> vida y los sucesos, con <strong>la</strong> esperanza <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong>s señales<br />

que anuncien mi llegada. Son los inocentes que no saben que ha tiempo<br />

me estoy manifestando, y que está a punto <strong>de</strong> terminar esta forma <strong>de</strong><br />

comunicación. Mas también os digo que muchos <strong>de</strong> los que con tanta<br />

ansiedad me esperan, si presenciaran <strong>la</strong> forma en que me he venido a<br />

comunicar no me reconocerían, antes bien, me negarían rotundamente.<br />

3. A ellos sólo llegarán los testimonios y por medio <strong>de</strong> ellos si creerán<br />

que estuve entre mis hijos.<br />

4. También vosotros íntimamente me esperabais con impaciencia, mas<br />

Yo sabía que me reconoceríais y seríais <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos en este<br />

tiempo.<br />

5. Podrá el mundo bur<strong>la</strong>rse <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma en que me he venido a<br />

comunicar, mas no se reirá <strong>de</strong> Mí, sino <strong>de</strong> ellos mismos, porque ni<br />

siquiera presienten ni compren<strong>de</strong>n lo que cada criatura significa para <strong>la</strong><br />

Divinidad.<br />

6. Para Mi es lo más justo que puedo hacer con mis hijos, comunicarme<br />

con ellos a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s potencias con que les he donado, sin pretextar


que son pecadores y que son impuros. ¿Qué aliciente más justo que el<br />

hijo pueda conocer a su Padre, oírlo, mirarlo y sentirlo para po<strong>de</strong>r<br />

amarlo?<br />

7. Dicho está en una antigua profecía que todo ojo pecador y no<br />

pecador me había <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>r. Ahora, en este tiempo os he dicho: no<br />

he venido en busca <strong>de</strong>l justo para comunicarme por su conducto, sino<br />

<strong>de</strong>l mismo pecador, que en <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y en un instante <strong>de</strong><br />

arrepentimiento se purificó porque es el hijo que al saberse amado y<br />

digno <strong>de</strong>l Padre, penetra <strong>de</strong> lleno por el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> regeneración y <strong>la</strong><br />

virtud.<br />

8. De los portavoces por los cuales os he hab<strong>la</strong>do, ¿Quién presintió el<br />

don que ya poseía y el servicio a que estaba <strong>de</strong>stinado, antes <strong>de</strong><br />

escuchar mi pa<strong>la</strong>bra? Ninguno; ellos fueron preparados a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> su<br />

vida como en un crisol, pero su don permanecía guardado en el secreto<br />

hasta que el instante <strong>de</strong> revelárselo fue llegado.<br />

9. Este es el principio o <strong>la</strong> preparación para que el espíritu <strong>de</strong>l hombre<br />

conozca una comunicación más elevada con el Padre, y os habéis<br />

sorprendido. ¡Si supieseis todo lo que tengo reservado para revelároslo<br />

a su <strong>de</strong>bido tiempo, no alcanzaríais a compren<strong>de</strong>r por qué os amo tanto,<br />

ni los méritos que tendréis que hacer para lograr tanta gracia!<br />

10. En 1866 nació <strong>la</strong> primera congregación <strong>de</strong> espiritualistas, discípulos<br />

<strong>de</strong> esta Obra. Bajo <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Espíritu y orientados por <strong>El</strong>ías,<br />

comenzaron aquellos primeros párvulos a recibir los <strong>de</strong>stellos <strong>de</strong>l<br />

mensaje que ahora, en su final, estáis recibiendo en plenitud.<br />

11. Des<strong>de</strong> entonces hasta el presente, muchas congregaciones se han<br />

formado como ramas que brotaron <strong>de</strong> aquel tronco fundado por Roque<br />

Rojas.<br />

12. Sólo una luz ha bril<strong>la</strong>do sobre <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s que forman este<br />

pueblo y sin embargo cuántas diferencias existen entre un grupo y otro.<br />

Muchos años habéis gozado <strong>de</strong> <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra a través<br />

<strong>de</strong> una enseñanza sencil<strong>la</strong>, c<strong>la</strong>ra y comprensible y son muy pocos los<br />

que han acertado a <strong>de</strong>finir <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina Espiritualista.<br />

13. Un año falta tan sólo para que cese mi comunicación en esta forma<br />

y <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong>l pueblo aún se encuentra muy lejos <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

Yo he perdonado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros hasta los postreros el hecho <strong>de</strong><br />

haber materializado una reve<strong>la</strong>ción divina que estaba muy distante <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>r en el primer instante; pero, cuando <strong>la</strong> lección<br />

espiritual se ha extendido por <strong>la</strong>rgos años y mi pa<strong>la</strong>bra ha ido<br />

esc<strong>la</strong>reciendo parte por parte esta Obra, veo llegado el tiempo <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>naros que salgáis <strong>de</strong> vuestra rutina, que penetréis algo más al fondo<br />

<strong>de</strong> mis enseñanzas y que <strong>de</strong>is un paso <strong>de</strong>finitivo y firme en el camino<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.


14. ¿Cómo queréis seguirme buscando y adorando a través <strong>de</strong> símbolos<br />

y formas, <strong>de</strong> cultos externos y materialida<strong>de</strong>s? Me <strong>de</strong>cís: "Es <strong>la</strong><br />

herencia <strong>de</strong> los primeros y nosotros <strong>la</strong> respetamos". Bien, pueblo, ahora<br />

os digo que aquellos primeros sólo fueron vuestros precursores, para<br />

que aquel<strong>la</strong> forma <strong>de</strong> culto y aquel<strong>la</strong> forma <strong>de</strong> comunicación espiritual<br />

que ellos iniciaron, vosotros <strong>la</strong> llevéis a <strong>la</strong> perfección.<br />

15. No confundáis <strong>la</strong> Ley Divina, con <strong>la</strong>s religiones o formas que<br />

tengáis para interpretar aquel<strong>la</strong> Ley.<br />

16. La Ley es eterna e inmutable; <strong>la</strong>s religiones, los cultos y prácticas<br />

evolucionan y se transforman según el <strong>de</strong>sarrollo moral y espiritual <strong>de</strong><br />

quienes <strong>la</strong>s profesan. Si esa evolución espiritual no existiese, aún<br />

estaríais adorando a Dios en los astros y en los elementos como los<br />

pueblos primitivos.<br />

17. No os estacionéis en vuestra forma <strong>de</strong> amarme, <strong>de</strong> servirme y <strong>de</strong><br />

rendirme culto, id siempre a más, siempre mejorando, buscad vuestro<br />

perfeccionamiento; en cambio, no toquéis <strong>la</strong> Ley, no <strong>la</strong> alteréis, ni <strong>la</strong><br />

cambiéis; el<strong>la</strong> siempre os enseña lo más elevado, siempre os mandará<br />

cumplir con perfección; estará presente y eterna como Ley Universal,<br />

enseñándoos el amor verda<strong>de</strong>ro a Dios y el amor verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> los unos<br />

a los otros.<br />

18. No seáis conservadores <strong>de</strong> hábitos, formas o tradiciones, porque os<br />

quedaréis por siglos sumidos en el letargo <strong>de</strong>l fanatismo y <strong>la</strong><br />

ignorancia; en cambio, sed conservadores <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley y <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

19. No vayáis en este tiempo a imitar al pueblo judío <strong>de</strong>l Segundo<br />

Tiempo, que por ser tradicionalista, conservador y fanático, no pudo<br />

comer el pan <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> los Cielos que el Mesías le trajo y a quien<br />

estaba esperando por siglos y siglos, y llegada <strong>la</strong> hora no pudo<br />

reconocerle porque su materialidad no le <strong>de</strong>jó ver <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

20. En este día os <strong>de</strong>jo sólo dos pa<strong>la</strong>bras para que <strong>la</strong>s analicéis a fondo,<br />

y saquéis <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s todo el contenido <strong>de</strong> que seáis capaces por medio <strong>de</strong><br />

una buena preparación: "Espiritualismo" y "Espiritualidad". So<strong>la</strong>mente<br />

así, meditando, orando y ve<strong>la</strong>ndo, podréis llegar a compren<strong>de</strong>r cuál<br />

<strong>de</strong>be ser el culto verda<strong>de</strong>ro y justo, que por medio <strong>de</strong> esta Doctrina<br />

habéis <strong>de</strong> profesar a vuestro Señor.<br />

21. Si, pueblo, para amarme a través <strong>de</strong> cultos exteriores, buscarme en<br />

imágenes y símbolos y adorarme por medio <strong>de</strong> liturgias, ceremoniales y<br />

festines, hay muchas religiones y muchas sectas en <strong>la</strong>s que podéis<br />

satisfacer vuestro corazón si aún tiene hambre o necesidad <strong>de</strong> tales<br />

prácticas, pero si queréis servirme y amarme a través <strong>de</strong> esta Obra<br />

Espiritual y por el<strong>la</strong> renunciar a otra forma <strong>de</strong> rendirme culto,<br />

compren<strong>de</strong>d lo que significa "Espiritualismo" y lo que representa <strong>la</strong><br />

"Espiritualidad" para que si en verdad queréis ser discípulos en esta<br />

Doctrina, no seáis los que impongáis costumbres, normas, tradiciones y


cultos externos, porque tornaréis a caer en materialismo, en ido<strong>la</strong>tría y<br />

en fanatismo, y <strong>de</strong> Espiritualismo solo conocéis el nombre.<br />

22. <strong>El</strong>evaos hasta don<strong>de</strong> podáis, buscando adaptaros y ajustaros a mi<br />

Enseñanza, mas no hagáis lo contrario o sea adaptar mi Doctrina a<br />

vuestras pequeñeces y conveniencias, materializándo<strong>la</strong>, <strong>de</strong>formándo<strong>la</strong> o<br />

alterándo<strong>la</strong>.<br />

23. Sirva esta lección <strong>de</strong> hoy como voz <strong>de</strong> alerta para quienes <strong>la</strong> han<br />

escuchado, para que inspirándose en el<strong>la</strong>, se revistan <strong>de</strong> energía, <strong>de</strong><br />

celo, <strong>de</strong> amor y fe, para romper <strong>la</strong>s re<strong>de</strong>s que por mucho tiempo les han<br />

aprisionado, surja en su mente <strong>la</strong> concepción verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> lo que<br />

significa Espiritualismo verda<strong>de</strong>ro discípulo <strong>de</strong> esta Doctrina <strong>de</strong> luz y<br />

perfección.<br />

24. Amado pueblo cuando vuestras diferencias hayan <strong>de</strong>saparecido,<br />

cuando <strong>la</strong> <strong>de</strong>sunión que ahora reina entre vosotros, haya <strong>de</strong>jado su lugar<br />

a <strong>la</strong> fraternidad, y cuando hayáis comprendido, vuestra misión, surgirá<br />

<strong>de</strong> vuestro espíritu el anhelo y <strong>de</strong> vuestro corazón el impulso <strong>de</strong><br />

levantaros a sembrar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad que en mi pa<strong>la</strong>bra<br />

recibisteis.<br />

25. Llegará para vosotros el instante <strong>de</strong> iluminación, en que con suma<br />

c<strong>la</strong>ridad compren<strong>de</strong>réis <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> esta Obra, asombrándoos <strong>de</strong><br />

encontrar en su fondo, maravillosas reve<strong>la</strong>ciones que nunca<br />

imaginasteis. Entonces os levantaréis espontáneamente y os exten<strong>de</strong>réis<br />

por <strong>la</strong> Tierra, sembrando <strong>de</strong> caridad, <strong>de</strong> luz y <strong>de</strong> consuelo vuestro<br />

camino. Ya no os harán daño los juicios <strong>de</strong> vuestros semejantes, ni os<br />

harán sufrir los <strong>de</strong>sprecios <strong>de</strong> vuestros familiares, porque todas <strong>la</strong>s<br />

penas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra os parecerán pequeñas ante <strong>la</strong> magnitud <strong>de</strong> vuestra<br />

misión.<br />

26. Bienaventurados los que alcancen ese grado <strong>de</strong> espiritualidad, que<br />

les haga inmunes al dolor, porque ellos estarán protegidos por el manto<br />

<strong>de</strong> mi misericordia.<br />

27. Fe, amor y espiritualidad, son <strong>la</strong>s tres virtu<strong>de</strong>s que harán<br />

invencibles a los soldados y apóstoles <strong>de</strong>l Tercer Tiempo. Esas virtu<strong>de</strong>s<br />

estuvieron presentes en todos aquellos siervos, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros<br />

tiempos testificaron mi existencia, mi presencia, mi Ley y mi verdad.<br />

28. Entre esos siervos podréis encontrar a los patriarcas, a los profetas,<br />

a los apóstoles y a los mártires; pero no han sido ellos los únicos en <strong>la</strong><br />

historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, ha habido muchos más, que en diversos<br />

caminos han ido a <strong>de</strong>sempeñar su misión y a testificar mi verdad,<br />

resistiendo todo género <strong>de</strong> ataques, bur<strong>la</strong>s, persecuciones y calumnias;<br />

mas su fe, su indulgencia para quienes les han herido, su amor<br />

constante y fiel hacia sus hermanos, amor inspirado en su Señor, les ha<br />

hecho vencer el dolor, <strong>la</strong> injusticia y <strong>la</strong> muerte. ¿Cómo podríais<br />

explicaros <strong>la</strong> resignación <strong>de</strong> los mártires ante sus verdugos? ¿Cómo


podríais concebir <strong>la</strong> paciencia y <strong>la</strong> serenidad ante <strong>la</strong>s persecuciones <strong>de</strong><br />

todos los que me han amado y seguido?<br />

29. Cuando vosotros me améis así, ya nada podréis temer en el mundo.<br />

Mientras vuestra fe no sea plena ni firme vuestro amor, <strong>la</strong> lucha os<br />

arredrará.<br />

30. ¿A qué teméis? ¿A qué os encarcelen, a que os quiten <strong>la</strong> vida? Bien<br />

sabéis que esos tiempos ya pasaron y que fueron muchos los mártires<br />

que ofrendaron su vida para probar a los enemigos <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que el<br />

martirio, el presidio y el cadalso, en vez <strong>de</strong> apagar <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> mis siervos<br />

avivaba el fuego <strong>de</strong> su amor, haciendo que se propagaran con mayor<br />

fuerza mis enseñanzas.<br />

31. Teméis al juicio <strong>de</strong> vuestros semejantes y teméis per<strong>de</strong>r vuestra paz<br />

en el mundo. ¿Por qué no teméis mejor al juicio <strong>de</strong> vuestro Dios o a<br />

per<strong>de</strong>r <strong>la</strong> paz <strong>de</strong>l espíritu por no haber cumplido vuestra misión?<br />

32. Hoy os parece mucho lo que os pido a cambio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra<br />

Prometida, mas en verdad os digo que cuando estéis en el<strong>la</strong>, os<br />

maravil<strong>la</strong>réis <strong>de</strong> encontraros allí, hasta sentiros indignos y <strong>de</strong>cir: ¡Cuán<br />

poco fue lo que hicimos para merecer tanta gracia!<br />

33. En vuestro corazón me estáis preguntando: Maestro ¿Por ventura<br />

vais a darnos más <strong>de</strong> lo que merezcamos? A lo que Yo os contesto: que<br />

si os diese según vuestras obras, bien poco o nada poseeríais. ¿Creéis<br />

que esta vida que tenéis, ese cuerpo que poseéis, esos dones que<br />

palpitan en vuestro ser y todo cuanto os ro<strong>de</strong>a en vuestra existencia, sea<br />

un premio justo a vuestros méritos?<br />

34. En verdad os digo que siempre os he dado y os daré más <strong>de</strong> lo que<br />

en justicia merezcáis, porque os amo, porque soy vuestro Padre.<br />

35. Lloráis, pueblo, reconociendo vuestra falta <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> amor,<br />

entonces me preguntáis lo que <strong>de</strong>béis hacer para agradarme y lograr<br />

méritos <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mi, a lo cual contesto que sirváis a vuestros<br />

semejantes con <strong>la</strong> mejor voluntad, que hagáis vuestro el dolor <strong>de</strong> los<br />

que sufren; que <strong>de</strong>sarrolléis vuestros dones y los perfeccionéis en bien<br />

<strong>de</strong> los necesitados, porque <strong>de</strong> lo que hagáis con vuestros hermanos,<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> lo que recibáis a vuestra llegada en espíritu.<br />

36. A Mí, ¿Qué podéis darme que no tenga? Tengo po<strong>de</strong>r, tengo paz,<br />

tengo luz, soy poseedor <strong>de</strong>l Universo, soy amado y servido, no hay <strong>la</strong><br />

menor sombra <strong>de</strong> egoísmo en mi Espíritu, porque soy <strong>la</strong> perfección. En<br />

cambio, entre vuestros hermanos, que son hijos <strong>de</strong> mi Espíritu, ¡Cuánta<br />

miseria existe! ¡Cuánto dolor y tinieb<strong>la</strong>! ¡Cuánta necesidad! ¿Por qué<br />

no me amáis en ellos? ¿Por qué no me dais cuanto haya <strong>de</strong> amor en<br />

vosotros, amándoos los unos a los otros?<br />

37. Pueblo: esta es mi respuesta a vuestra pregunta y es mi celestial<br />

consejo ante vuestras in<strong>de</strong>cisiones.


38. Hijos amados, a quienes recibo en representación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad:<br />

se acerca el final <strong>de</strong> mi comunicación a través <strong>de</strong>l entendimiento<br />

humano, <strong>de</strong>spués tendrá vuestro espíritu que esforzarse por tener<br />

comunión <strong>de</strong> espíritu a Espíritu con mi Divinidad.<br />

39. Hoy mi pa<strong>la</strong>bra es vuestro baluarte, vuestro aliciente; pero también<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este tiempo <strong>de</strong> mi comunicación, podréis sentir mi presencia<br />

y mi aliento si en verdad os sabéis preparar.<br />

40. Los tiempos en que necesitabais <strong>de</strong> un guía espiritual en el mundo,<br />

han pasado; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora, todo el que penetre en este sen<strong>de</strong>ro, no tendrá<br />

más camino que el <strong>de</strong> mi Ley, ni más guía que su propia conciencia. No<br />

por esto <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> haber varones y mujeres <strong>de</strong> gran luz y gran fortaleza<br />

que ayu<strong>de</strong>n con su ejemplo y con su inspiración a <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s.<br />

41. Si fuese <strong>de</strong> otra manera, ya os habría enviado a <strong>la</strong> Tierra espíritus<br />

como Moisés o como <strong>El</strong>ías, a que os trazasen el camino y os recordasen<br />

a cada paso <strong>la</strong> Ley. <strong>El</strong>los os ayudan, os vigi<strong>la</strong>n y acompañan, mas ya no<br />

a través <strong>de</strong> una forma humana, sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo espiritual. ¿Quién los ve?<br />

Nadie, pero si os preparáis, sentiréis sobre vuestro ser <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong><br />

los gran<strong>de</strong>s espíritus que han tenido siempre re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> humanidad<br />

y en el<strong>la</strong> gran<strong>de</strong>s misiones que cumplir.<br />

42. Buscadles en vuestra oración y si en verdad confiáis en ellos, Yo os<br />

digo, que nunca os per<strong>de</strong>réis porque os conducirán con aquel amor y<br />

celo <strong>de</strong> que tantas pruebas os dieron en el mundo.<br />

43. Vuelvo a <strong>de</strong>ciros que no os faltarán en el mundo hombres dotados<br />

<strong>de</strong> gran luz, que iluminen vuestra senda y siembren <strong>de</strong> amor vuestra<br />

vida; siempre ha tenido <strong>la</strong> humanidad <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> esos hombres en<br />

<strong>la</strong> Tierra y vienen tiempos en que lleguen al mundo <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

legiones <strong>de</strong> espíritus <strong>de</strong> gran luz, quienes vendrán a <strong>de</strong>struir el falso<br />

mundo que habéis creado, para levantar uno nuevo don<strong>de</strong> se respire paz<br />

e impere <strong>la</strong> verdad.<br />

44. Mucho van a pa<strong>de</strong>cer ellos por causa <strong>de</strong> <strong>la</strong> maldad <strong>de</strong> los hombres;<br />

mas no será nada nuevo, ya que ninguno <strong>de</strong> los enviados <strong>de</strong> Dios ha<br />

escapado a <strong>la</strong> persecución, a <strong>la</strong> bur<strong>la</strong> y a <strong>la</strong>s ofensas. <strong>El</strong>los tendrán que<br />

venir al mundo y habitar en él, porque su presencia es necesaria en <strong>la</strong><br />

Tierra.<br />

45. Llegarán l<strong>la</strong>mando con amor al corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad; su<br />

pa<strong>la</strong>bra, impregnada <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong>l Padre, tocará el orgullo y <strong>la</strong><br />

soberbia <strong>de</strong> todos los que han cambiado <strong>la</strong> vestidura <strong>de</strong> humildad <strong>de</strong> su<br />

espíritu, por el atavío <strong>de</strong> <strong>la</strong> vanidad, <strong>de</strong>l orgullo, <strong>de</strong>l falso po<strong>de</strong>r y <strong>la</strong><br />

falsa gran<strong>de</strong>za.<br />

46. Estos serán los primeros que se levanten, seña<strong>la</strong>ndo con su índice<br />

tembloroso por <strong>la</strong> ira a mis enviados; pero eso servirá para que en cada<br />

prueba a que sean sometidos mis siervos, puedan dar gran<strong>de</strong>s<br />

testimonios <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que al mundo han traído.


47. No sabéis ahora en que caminos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana tendrán que<br />

surgir, mas Yo os digo que unos aparecerán en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

religiones, esos lucharán por <strong>la</strong> unificación y <strong>la</strong> armonía espiritual <strong>de</strong><br />

todos los hombres. Otros se levantarán entre los hombres <strong>de</strong> ciencia<br />

para mostrar con el fruto <strong>de</strong> sus inspiraciones que <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra finalidad<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, es <strong>la</strong> <strong>de</strong> perfeccionamiento espiritual <strong>de</strong>l hombre y no su<br />

miseria y <strong>de</strong>strucción. Y así en cada sen<strong>de</strong>ro aparecerán mis siervos<br />

llevando en su corazón mi Ley y testificando con pa<strong>la</strong>bras y obras lo<br />

que os he venido a hab<strong>la</strong>r en este tiempo.<br />

48. También os digo que mi semil<strong>la</strong>, que es esta Doctrina que habéis<br />

recibido, dará en vosotros sus frutos y que esos frutos serán los gran<strong>de</strong>s<br />

espíritus que vengan a encarnar en vuestros hijos o en los hijos <strong>de</strong><br />

vuestros hijos.<br />

49. Ya son mis últimas lecciones y aun os sigo hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> nuevas<br />

enseñanzas, es que vengo a cumplir mi misión <strong>de</strong> Maestro hasta el<br />

último instante, <strong>de</strong>rramando luz en cada pa<strong>la</strong>bra para que no os quedéis<br />

a oscuras en los tiempos <strong>de</strong> <strong>la</strong> amargura y el dolor, cuando <strong>la</strong> justicia<br />

divina se haga sentir como nunca.<br />

50. Ve<strong>la</strong>d y orad por el mundo, pueblo amado.<br />

51. ¡Venid a Mi! Yo soy el consuelo y <strong>la</strong> paz.<br />

52. Habéis encontrado amarguras y vicisitu<strong>de</strong>s en <strong>la</strong> Tierra por no<br />

haber <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do el espíritu sus faculta<strong>de</strong>s y sus dones para lograr<br />

sobreponerse a <strong>la</strong>s miserias humanas.<br />

53. Este mundo podría ser paraíso en vez <strong>de</strong> valle <strong>de</strong> lágrimas, si los<br />

hombres llevaran buena voluntad. Yo sembré <strong>de</strong> bendiciones esta<br />

morada, no regué abrojos en los caminos. <strong>El</strong> dolor <strong>de</strong> los hombres<br />

proviene <strong>de</strong> sus faltas, mas, así como ellos crearon el dolor, <strong>de</strong>berán<br />

encargarse <strong>de</strong> <strong>de</strong>struirlo.<br />

54. Vosotros que me oís, no sois un pueblo perdido o errante; sois<br />

como una familia que ha edificado su hogar bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> un árbol<br />

corpulento, cuyas ramas os ofrecen constantemente sus frutos.<br />

55. Bajo esta sombra, recobráis fuerzas y <strong>de</strong>stapiáis heridas, porque<br />

habrá que empren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> jornada, para esca<strong>la</strong>r el monte hasta <strong>la</strong><br />

cumbre.<br />

56. Ya vuestro espíritu alcanza a elevase al sexto peldaño <strong>de</strong> <strong>la</strong> esca<strong>la</strong><br />

en don<strong>de</strong> encontráis <strong>la</strong> luz que disipa toda confusión, y que os presenta<br />

su ayuda para alcanzar el séptimo escalón.<br />

57. Yo <strong>de</strong>struiré <strong>la</strong> confusión y <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s interpretaciones que sobre los<br />

Siete Sellos existen entre vosotros; <strong>de</strong> cierto os digo: no es que<br />

pertenezcáis a <strong>de</strong>terminado sello, sino que <strong>de</strong>biendo recorrer vuestro<br />

espíritu, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primero hasta el último, vive ahora en el Sexto Sello o<br />

sexta etapa <strong>de</strong> su evolución espiritual.


58. ¡Cuán gran<strong>de</strong>s han sido <strong>la</strong>s lecciones y <strong>la</strong>s pruebas que el espíritu<br />

ha tenido que vencer para pasar <strong>de</strong> un sello a otro! ¡Cuántos méritos ha<br />

tenido que hacer! Y falta aún el <strong>de</strong> <strong>la</strong> culminación, el Séptimo.<br />

59. La fuerza <strong>de</strong>l mal, con sus tentaciones, se interpondrá con<br />

insistencia en vuestro paso, pero recordaréis a vuestro Maestro<br />

venciendo al mundo, al dolor y a <strong>la</strong> carne, para que imitándolo, salgáis<br />

victorioso <strong>de</strong> <strong>la</strong> prueba. Buscad en vuestra conciencia <strong>la</strong> espada para<br />

luchar, ahí encontraréis siempre dispuesta el arma infalible.<br />

60. ¿Cómo podrá per<strong>de</strong>rse irremisiblemente para Mí un espíritu, si<br />

lleva en si un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> mi luz que jamás se extingue y doquier que<br />

vaya me tiene <strong>de</strong><strong>la</strong>nte? Por muy <strong>la</strong>rga que sea su reaciedad o muy<br />

dura<strong>de</strong>ra su turbación, nunca serán esas tinieb<strong>la</strong>s más <strong>la</strong>rgas que mi<br />

eternidad.<br />

61. He venido a libertaros nuevamente o ¿No sentís más libre vuestro<br />

espíritu <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>struido su pasado fanatismo y sus<br />

perjuicios?<br />

62. Yo soy <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> he venido a <strong>de</strong>rramar por igual en todos, aun<br />

cuando siempre haya buscado un pueblo o una porción <strong>de</strong> hombres para<br />

manifestarme en ellos, ha sido para convertirlos en emisarios, profetas<br />

o testigos <strong>de</strong> mi Divinidad al servicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, mas no porque<br />

les distinga con un amor o comp<strong>la</strong>cencia mayores que a los <strong>de</strong>más.<br />

63. Fortaleceos en mi pa<strong>la</strong>bra, hijos míos, para que lleguéis a mirar con<br />

verda<strong>de</strong>ra caridad a vuestros hermanos y no seáis jueces <strong>de</strong>l pecador,<br />

<strong>de</strong>l vicioso, <strong>de</strong>l fanático, <strong>de</strong>l engran<strong>de</strong>cido, porque oiréis en vuestra<br />

conciencia mi voz que os dice: "<strong>El</strong> que se encuentre limpio, que arroje<br />

<strong>la</strong> primera piedra".<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 256<br />

1. Mi paz es sentida por vuestro espíritu, pueblo, cuando escucháis mi<br />

pa<strong>la</strong>bra con buena voluntad.<br />

2. Yo soy el divino jardinero que cultiva los huertos en vuestros<br />

corazones y los riega con <strong>la</strong>s aguas celestiales <strong>de</strong> mi amor. Una gota <strong>de</strong><br />

ese amor divino lo <strong>de</strong>rramo sobre tanta amargura en <strong>la</strong> humanidad.<br />

Vengo a enseñaros el sen<strong>de</strong>ro que conduce al Reino <strong>de</strong>l Padre, nunca<br />

encontraréis el fin <strong>de</strong> ese camino, pero siempre alcanzaréis progreso y<br />

conoceréis nuevas gran<strong>de</strong>zas.<br />

3. Ahora os pule mi pa<strong>la</strong>bra y os doy forma. Estoy cince<strong>la</strong>ndo al<br />

espíritu. Vosotros, apren<strong>de</strong>d a mo<strong>de</strong><strong>la</strong>ros y a daros bel<strong>la</strong>s formas<br />

cumpliendo con mi Ley, que vuestra obra Yo <strong>la</strong> ben<strong>de</strong>ciré, para que


luego llevéis a cabo en este mundo <strong>la</strong> realización <strong>de</strong> vuestra gran<br />

misión <strong>de</strong> encaminar a vuestros hermanos por este sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> amor.<br />

4. Soy vuestro Maestro, mas no me veáis separado <strong>de</strong>l Padre; porque<br />

Yo soy el Padre. No existe diferencia entre el Hijo y el Espíritu Santo,<br />

porque el Espíritu Santo y el Hijo son un solo Espíritu y ése soy Yo.<br />

Ved en mis manifestaciones, a través <strong>de</strong> todos los tiempos a un solo<br />

Dios que es el que os ha doctrinado a través <strong>de</strong> múltiples y diferentes<br />

lecciones. Un solo libro con muchas páginas.<br />

5. Santificad con vuestras obras mi nombre y hal<strong>la</strong>réis en vosotros esa<br />

luz que os libertará <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia y <strong>de</strong>l pecado.<br />

6. ¿Os acordáis, pueblo, quienes fuisteis antes <strong>de</strong> ser mo<strong>de</strong><strong>la</strong>dos por mi<br />

pa<strong>la</strong>bra? ¿Recordáis que antes erais capaces <strong>de</strong> muchas ingratitu<strong>de</strong>s que<br />

ahora seriáis incapaces <strong>de</strong> llevar a cabo? No podéis comparar vuestra<br />

vida <strong>de</strong> hoy con vuestra vida pasada. Antes erais el peregrino solitario,<br />

que cruzaba <strong>la</strong> senda, sin una luz que alegrara su existencia y<br />

encendiera en él <strong>la</strong> esperanza. Hoy sois un párvulo <strong>de</strong> mi Enseñanza, en<br />

cuya fuente <strong>de</strong> amor habéis calmado vuestra sed y <strong>la</strong>vado vuestras<br />

heridas. Mi amor viene a arrancar <strong>la</strong>s espinas que tengáis en vuestra<br />

p<strong>la</strong>nta y si vuestra cruz tiene c<strong>la</strong>vos, también los arrancará.<br />

7. Yo soy <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> éste y <strong>de</strong> todos los mundos, y quiero que os vistáis<br />

con esa luz. Mi pa<strong>la</strong>bra es bálsamo <strong>de</strong> curación, sanad con el<strong>la</strong>,<br />

escuchándo<strong>la</strong> y poniéndo<strong>la</strong> en práctica. Cada pa<strong>la</strong>bra es una gota <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

fuente <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. ¿Por qué si lleváis a Dios en vosotros, estáis<br />

enfermos, sufrís y lloráis? Examinaos a vosotros mismos y corregid<br />

cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya <strong>de</strong> limpiar. Yo os<br />

dije, limpiad el vaso, tanto <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro como <strong>de</strong> fuera, o sea que vuestro<br />

espíritu armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte material o<br />

humana. Yo mo<strong>de</strong>lo vuestra imagen interior, aquel<strong>la</strong> que escondéis a<br />

los hombres, pero que a Mi no me <strong>la</strong> podéis ocultar. Mo<strong>de</strong><strong>la</strong>d vosotros<br />

vuestro exterior, <strong>de</strong> tal manera que vuestra faz sea un reflejo fiel <strong>de</strong>l<br />

espíritu, entonces existirán en vuestros actos sinceridad y verdad. Esa<br />

es <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> que los hombres no confían en los hombres, porque<br />

presentan al mundo una faz, mientras escon<strong>de</strong>n otra.<br />

8. Practicad mi enseñanza y haced uso <strong>de</strong> vuestros dones.<br />

9. ¿Ya examinasteis vuestras heridas? ¿Habéis <strong>de</strong>jado caer en el<strong>la</strong>s el<br />

bálsamo que os he entregado?<br />

10. Si dudáis <strong>de</strong> <strong>la</strong> efectividad <strong>de</strong> mi bálsamo, curad<strong>la</strong>s nuevamente;<br />

mas si creéis, apartad <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s <strong>la</strong> curación y veréis cómo mi amor <strong>la</strong>s<br />

cura y cuando <strong>la</strong>s busquéis, ya habrán cerrado. A otros les conce<strong>de</strong>ré<br />

que encuentren su salud a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración, <strong>de</strong>l<br />

pensamiento. Vendrán multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> seres espirituales, quienes uniendo<br />

su potestad y su fuerza, os ungirán y vosotros curareis con su ayuda.


11. Es menester que se cump<strong>la</strong> mi pa<strong>la</strong>bra: "Vuestra fe y vuestros<br />

méritos os salvarán", porque <strong>de</strong>spués, cuando estéis sanos, os enviaré a<br />

<strong>la</strong> lucha para alcanzar lo más elevado <strong>de</strong> vuestra vida: el amor a<br />

vuestros semejantes: ¿No os agradaría ser luz para los <strong>de</strong>más? ¿No os<br />

agradaría que vuestras pa<strong>la</strong>bras tuvieran esencia <strong>de</strong> verdad? ¿No os<br />

agradaría tener algo que enseñar a los que en vosotros buscaran un<br />

consuelo? Pues si eso os agrada, podéis hacerlo porque mucho <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> vuestra buena voluntad y esfuerzo en alcanzarlo, todo lo <strong>de</strong>más lo<br />

hago Yo.<br />

12. <strong>El</strong> espiritualizado dice: ¡Qué bel<strong>la</strong> es <strong>la</strong> vida! <strong>El</strong> profano, el<br />

materialista dice: ¡Qué amarga, que triste y que sombría es <strong>la</strong> vida! <strong>El</strong><br />

hombre sin elevación, con todo tropieza, todo lo hiere; el que se ha<br />

elevado, ni siquiera nota <strong>la</strong>s asperezas <strong>de</strong>l camino. Las mentes<br />

elevadas, cuando se ocupan <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, es para a<strong>la</strong>bar <strong>la</strong>s virtu<strong>de</strong>s<br />

ajenas o para disculpar sus errores, jamás para juzgar o sentenciar. Las<br />

mentes bajas, juzgan, calumnian, publican <strong>la</strong>s faltas ajenas y<br />

encuentran p<strong>la</strong>cer en ello.<br />

13. A éstos que juzgan y toman <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> sus hermanos, les pregunto:<br />

¿Os parece muy liviano vuestro fardo <strong>de</strong> pecados que aún gustáis <strong>de</strong><br />

agregar el <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más? Si no podéis libraros <strong>de</strong> vuestra carga ¿Por<br />

qué <strong>la</strong> aumentáis con <strong>la</strong> <strong>de</strong> vuestros hermanos? ¿Por qué en vez <strong>de</strong><br />

buscar joyas en vuestros hermanos para iluminaros con su luz, preferís<br />

llevaros el cieno, para mancharos vosotros?<br />

14. Muchas moradas tiene <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l Padre, mas los que moran en <strong>la</strong>s<br />

altas regiones espirituales, ayudan a los hombres a <strong>de</strong>spojarse <strong>de</strong> su<br />

carga o les ayudan a llevar<strong>la</strong>; pero sin juzgarlos, ni gozarse con sus<br />

miserias.<br />

15. Yo os he visto un día murmurando y otro día arrepentidos. Os he<br />

visto negando mi comunicación y <strong>de</strong>spués testificando que es verdad.<br />

Os vi un día calumniando y al otro día <strong>de</strong>fendiendo al que<br />

calumniasteis. Está bien que rectifiquéis vuestros errores, pero mejor<br />

será que no volváis a incurrir en el mal, para que no tengáis que<br />

rectificar. Os vi un día dando caridad al que no <strong>la</strong> necesitaba y os vi<br />

negar<strong>la</strong> al verda<strong>de</strong>ramente pobre; mas no vengo a culparos ni a<br />

juzgaros, vengo con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi enseñanza a iluminaros para que no<br />

volváis a pecar. También <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>ciros, que os he visto ser serviciales,<br />

nobles, caritativos y comprensivos, y que esos méritos han sido siempre<br />

tomados en cuenta y anotados por Mí; pero compren<strong>de</strong>d que ya <strong>de</strong>be<br />

haber en vuestro corazón más trigo que cizaña.<br />

16. No oréis sin sentir, moviendo maquinalmente los <strong>la</strong>bios, orad<br />

sintiendo, sin hab<strong>la</strong>r. Que esa facilidad con que en los tiempos pasados<br />

prometíais falsamente y jurabais en vano, <strong>la</strong> tengáis ahora para <strong>de</strong>cir <strong>la</strong><br />

verdad.


17. No toméis lo ajeno, el que toma lo ajeno, tiene que restituir con<br />

dolor y con vergüenza. A nadie señalo, mas quiero que cada quien tome<br />

<strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> parte que le correspon<strong>de</strong>.<br />

18. Yo no os culparé ni os rec<strong>la</strong>maré <strong>de</strong> lo que hicisteis cuando<br />

vuestros pasos los dabais entre <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> ignorancia, <strong>de</strong> pequeñez<br />

y <strong>de</strong> materialidad; mas ahora que tenéis conocimiento completo <strong>de</strong> lo<br />

que es mi Ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, respon<strong>de</strong>réis <strong>de</strong><br />

vuestros hechos ante Dios, quien se manifestaría inexorable para<br />

vosotros en vuestra misma conciencia.<br />

19. Todos sois mi semil<strong>la</strong>, y el Maestro <strong>la</strong> recoge; si entre <strong>la</strong> buena<br />

simiente viene <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> cizaña, también <strong>la</strong> tomo con amor entre<br />

mis manos, para transformar<strong>la</strong> en dorado trigo.<br />

20. Veo en los corazones semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> cizaña, <strong>de</strong> fango, <strong>de</strong> crimen, <strong>de</strong><br />

odios, y sin embargo os recojo y os amo. A esta semil<strong>la</strong> <strong>la</strong> acaricio y <strong>la</strong><br />

purifico, hasta que bril<strong>la</strong> como el trigo en el sol.<br />

21. ¿Creéis que <strong>la</strong> potencia <strong>de</strong> mi amor no sea capaz <strong>de</strong> redimiros? Yo<br />

os sembraré <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong>varos, en mi jardín, don<strong>de</strong> daréis nuevas<br />

flores y nuevos frutos. En mi divina tarea está <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> dignificaros.<br />

22. Vengo a recrearme entre vosotros, vengo a conversar con vuestro<br />

corazón. Mi presencia os da fortaleza para que podáis cumplir <strong>la</strong> misión<br />

que os he encomendado.<br />

23. Y vosotros ¿No sentís el dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad? ¿No sentís tristeza<br />

al ver cómo <strong>la</strong> muerte es <strong>la</strong> que arranca el pecado <strong>de</strong> este mundo en vez<br />

<strong>de</strong> que sea <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia?<br />

24. Tenéis una misión muy gran<strong>de</strong> que <strong>de</strong>sempeñar como discípulos <strong>de</strong><br />

Jesús en el Tercer Tiempo, ya que sois <strong>de</strong> los que han escuchado mi<br />

pa<strong>la</strong>bra y han aprendido <strong>de</strong> Mí.<br />

25. Sabed que los hombres, por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, buscan también <strong>la</strong><br />

comunicación con el Más Allá. Levantaos a dar testimonio <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina, si no queréis que ellos os <strong>de</strong>spierten.<br />

26. <strong>El</strong> hombre <strong>de</strong> ciencia, que muchas veces ha negado mi existencia,<br />

escudriña <strong>la</strong> Naturaleza en todas partes, son<strong>de</strong>a <strong>la</strong> tierra, los mares, el<br />

espacio, y a cada <strong>de</strong>scubrimiento que hace, hab<strong>la</strong> el amor con que Yo<br />

he formado toda <strong>la</strong> Creación.<br />

27. Mucho tenéis que hab<strong>la</strong>r para que mi luz llegue a todos vuestros<br />

hermanos y alcancen a compren<strong>de</strong>r que todo lo creado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

átomos hasta los más gran<strong>de</strong>s conjuntos <strong>de</strong> estrel<strong>la</strong>s, están <strong>de</strong>stinados a<br />

producir vida, sustento, bienestar y perfección.<br />

28. Dad a conocer mi enseñanza en forma perfecta para que no le<br />

atribuyan imperfecciones los ignorantes. Sembrad bien y <strong>la</strong>s<br />

generaciones que <strong>de</strong> vosotros broten no tendrán que sufrir vuestros<br />

errores, ni recogerán como herencia el dolor.


29. Quiero que <strong>de</strong> vosotros brote <strong>la</strong> simiente limpia y sana, que lleve<br />

bendiciones por doquier.<br />

30. Sembrad <strong>de</strong> buenos ejemplos el camino, no adulteréis mis<br />

enseñanzas, imitad en esto a mis apóstoles <strong>de</strong>l Segundo Tiempo que<br />

nunca cayeron en cultos materiales para enseñar y explicar mí Doctrina.<br />

No se les pue<strong>de</strong> atribuir a ellos <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría en que <strong>de</strong>spués cayó <strong>la</strong><br />

humanidad. Sus manos jamás erigieron altares, ni construyeron<br />

pa<strong>la</strong>cios para el culto espiritual; pero llevaron <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> Cristo a<br />

<strong>la</strong> humanidad, llevaron <strong>la</strong> salud a los enfermos, <strong>la</strong> esperanza y el<br />

consuelo a los pobres y a los tristes, y como su Maestro, enseñaron el<br />

camino <strong>de</strong> salvación a los perdidos.<br />

31. La religión cristiana que conocéis en estos tiempos, no es siquiera<br />

un reflejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina que mis apóstoles practicaron y enseñaron.<br />

32. Nuevamente os digo que en aquellos discípulos podéis encontrar<br />

mo<strong>de</strong>los perfectos <strong>de</strong> humildad, <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> caridad y elevación. <strong>El</strong>los<br />

sel<strong>la</strong>ron con sangre <strong>la</strong> verdad que pronunciaron sus bocas.<br />

33. De vosotros no pedirá ya sangre <strong>la</strong> humanidad, para creer en<br />

vuestro testimonio; pero os pedirá verdad.<br />

34. Mi Doctrina ha enseñado siempre al hombre a no ser materialista,<br />

pero dista mucho <strong>de</strong> enseñaros el <strong>de</strong>sprecio por los bienes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra.<br />

Yo os digo: amad <strong>la</strong> Tierra, sus maravil<strong>la</strong>s, sus bellezas, sus goces, con<br />

ese amor con que <strong>de</strong>béis amar todo cuanto Yo he creado; pero estad<br />

preparados a renunciar a todo, cuando sea preciso, y no olvidéis que<br />

vuestro espíritu es pasajero en esta vida y tendrá que retornar a <strong>la</strong><br />

morada que <strong>de</strong>jó, <strong>de</strong> <strong>la</strong> que añoráis espiritualmente su paz.<br />

35. Hoy me preguntáis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más profundo <strong>de</strong> vuestro corazón si<br />

<strong>de</strong>béis <strong>de</strong>spreciar <strong>la</strong> vida material y olvidar todo lo que amáis en <strong>la</strong><br />

Tierra para servirme mejor, a lo cual Yo os contesto que quien creyese<br />

que Yo he dicho esto, se encuentra en un error y que no ha analizado<br />

mi enseñanza.<br />

36. ¿Cómo concebís que Yo os prohíba lo que <strong>la</strong> vida material os<br />

ofrece, si he creado <strong>la</strong> Naturaleza para sustento <strong>de</strong> mis hijos? Nada <strong>de</strong><br />

lo hecho por Mi pue<strong>de</strong> estar en contra vuestra, para que Yo os lo<br />

prohíba, pero tomad todo con medida. Si Yo os he hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong> que<br />

<strong>de</strong>béis <strong>de</strong> apartaros <strong>de</strong> <strong>la</strong> lujuria y <strong>de</strong>l materialismo, siempre me he<br />

referido a bajas pasiones, a vicios, a frivolida<strong>de</strong>s o al uso <strong>de</strong> lo<br />

superfluo y <strong>de</strong> lo malo.<br />

37. Ahora que vengo haciendo amplia explicación <strong>de</strong> mi Enseñanza, he<br />

<strong>de</strong> haceros compren<strong>de</strong>r que todo lo que hagáis fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes que<br />

rigen al espíritu o <strong>la</strong> materia, es en perjuicio <strong>de</strong> ambos.<br />

38. La conciencia, <strong>la</strong> intuición y el conocimiento, son los guías que con<br />

vosotros irán señalándoos el camino certero y evitándoos tropiezos.<br />

Esas luces son <strong>de</strong>l espíritu, pero es menester <strong>de</strong>jar<strong>la</strong>s que brillen.


Cuando esa c<strong>la</strong>ridad se encuentre en cada uno <strong>de</strong> vosotros, exc<strong>la</strong>maréis:<br />

¡Padre, vuestra semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción germinó en mí ser y vuestra<br />

pa<strong>la</strong>bra floreció al fin en mi vida!<br />

39. Vengo a inspiraros gran<strong>de</strong>s pensamientos, a mover vuestro corazón<br />

para <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s obras, mas en verdad os digo: esta Doctrina no se<br />

quedará encerrada en este pueblo, porque el Espiritualismo es<br />

Universal; <strong>la</strong> Doctrina o reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l Espíritu Santo no es sólo para<br />

un pueblo, sino para todos los hombres.<br />

40. Como un río que corre con ímpetu arrastrándolo todo, así será el<br />

torrente que formen <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s espiritualistas, río que nadie podrá<br />

<strong>de</strong>tener porque su fuerza será invencible, mas aquél que a su paso<br />

quisiera interponerse como obstáculo, será arrastrado por <strong>la</strong> corriente.<br />

41. ¿Quién podrá tener en <strong>la</strong> Tierra potestad para <strong>de</strong>tener <strong>la</strong> evolución<br />

<strong>de</strong> los espíritus o el curso <strong>de</strong> los p<strong>la</strong>nes <strong>de</strong> Dios? Nadie; el único Ser<br />

absoluto en po<strong>de</strong>r y en justicia es vuestro Padre y <strong>El</strong> ha or<strong>de</strong>nado que<br />

todo espíritu avance hacia <strong>la</strong> perfección.<br />

42. Si por instantes mis leyes divinas han sido <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cidas por los<br />

hombres, hago que mi voz, cual si fuese el eco <strong>de</strong> una campana sonora,<br />

sea escuchada hasta por los muertos a <strong>la</strong> vida espiritual.<br />

43. La voz <strong>de</strong> este pueblo también resonará en los corazones con eco <strong>de</strong><br />

campana que <strong>de</strong>spierta e invita a orar y a meditar; pero es menester que<br />

os revistáis <strong>de</strong> humildad y que vuestro corazón se llene <strong>de</strong> caridad para<br />

que vuestras obras brillen como ejemplos verda<strong>de</strong>ros entre <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

44. Dejad <strong>de</strong> amar vuestra persona para que empecéis a amar a los<br />

<strong>de</strong>más, no busquéis honores para vuestro nombre y preocupaos sólo<br />

porque vuestras obras sean limpias y pasaréis a <strong>la</strong> inmortalidad. Yo os<br />

digo en verdad, que el que siembre con humildad, <strong>de</strong>jará una huel<strong>la</strong><br />

imperece<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> su paso por el mundo; en cambio, quien trabaje en mi<br />

Obra buscando el ha<strong>la</strong>go y <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l mundo, ése contemp<strong>la</strong>rá que<br />

sus obras pronto quedarán borradas y que su nombre ni siquiera alcanzó<br />

a ser conocido por <strong>la</strong> tercera generación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él.<br />

45. Hermosa misión os he confiado; pero a <strong>la</strong> vez muy <strong>de</strong>licada, mas no<br />

por eso es superior a vuestras fuerzas, porque cada quien tiene asignada<br />

una pequeña parte que <strong>de</strong>sempeñar.<br />

46. La re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad no <strong>la</strong> hará un solo hombre, ni<br />

siquiera un pueblo: seré Yo, que di mi sangre representando con el<strong>la</strong> mi<br />

amor, quien haga levantar en este tiempo a los hombres, buscando el<br />

camino que Cristo enseñó.<br />

47. Ve<strong>la</strong>d y orad siempre, porque es el tiempo en que <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s y <strong>la</strong><br />

confusión andan <strong>de</strong>satadas, en que <strong>la</strong>s legiones obscuras ro<strong>de</strong>an y<br />

turban a los hombres.


48. Tened <strong>la</strong> comprensión absoluta <strong>de</strong> que mi comunicación con<br />

vosotros ha sido para sanar vuestro espíritu, para libertarlo, para<br />

regenerarlo y elevarlo hacia <strong>la</strong> luz; para reve<strong>la</strong>rle gran<strong>de</strong>s<br />

conocimientos y esc<strong>la</strong>recerle misterios no comprendidos por los<br />

hombres y también para <strong>de</strong>scubriros lo que os ha sido ocultado.<br />

49. Llevad mi pa<strong>la</strong>bra llena <strong>de</strong> esencia y <strong>de</strong> vida eterna, sentid mi<br />

fuerza en vosotros. No temáis: todo lo sé, hasta <strong>la</strong> última <strong>de</strong> vuestras<br />

penas está presente <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí.<br />

50. Mi justicia toma vuestra causa, enjugo vuestras lágrimas, os ofrezco<br />

un báculo para que os apoyéis en él en <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>posito mi ósculo en<br />

vuestra frente para que os sintáis ungidos y amados por el Maestro.<br />

51. No temáis a los pequeños guijarros <strong>de</strong>l camino, apren<strong>de</strong>d a pasar<br />

sobre ellos sin heriros, que es lo mismo que vivir elevados por sobre <strong>la</strong>s<br />

miserias <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana.<br />

52. Orad por <strong>la</strong>s naciones, con tal fe y caridad, que vuestra influencia<br />

sea sentida por vuestros hermanos y vosotros sintáis que mi manto <strong>de</strong><br />

amor os cubre a todos.<br />

53. En cada tiempo que os he concedido para <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu, habéis ido adquiriendo más luz.<br />

54. Esa luz es <strong>la</strong> que ilumina vuestra inteligencia y vuestros<br />

sentimientos.<br />

55. Des<strong>de</strong> antes que llegaseis a <strong>la</strong> Tierra, Yo ya conocía vuestra<br />

trayectoria e inclinaciones, y para ayudaros en vuestra jornada, puse en<br />

vuestro camino a un corazón que, con su amor a vosotros iluminara el<br />

sen<strong>de</strong>ro. <strong>El</strong> corazón lo mismo fue <strong>de</strong> un hombre que <strong>de</strong> una mujer. Así<br />

he querido ayudaros, para que lleguéis a ser como un báculo <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong><br />

fuerza moral y <strong>de</strong> caridad para los necesitados.<br />

56. Teméis abrir vuestros <strong>la</strong>bios para hab<strong>la</strong>r abiertamente <strong>de</strong> mi venida<br />

y en vuestro interior se entab<strong>la</strong> una lucha entre el anhelo <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong><br />

caridad y el temor <strong>de</strong> que os rechacen. Entonces preferís ocultaros con<br />

vuestros dones y misiones que <strong>de</strong> Mi habéis recibido, pero pensad,<br />

párvulos, que ocultar los dones que poseéis equivale a negarme y a<br />

negaros a si mismos vuestra evolución.<br />

57. Creed, que si este pueblo estuviese unido y se hubiese levantado<br />

lleno <strong>de</strong> fe y valor a dar <strong>la</strong> Buena Nueva, <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra y con obras, el<br />

conocimiento <strong>de</strong> que me estoy comunicando con los hombres hubiese<br />

llegado al confín <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra.<br />

58. Si aún os sentís débiles, os digo comed y bebed, porque no quiero<br />

contemp<strong>la</strong>r hambre o sed entre vosotros.<br />

59. Haced mi voluntad y <strong>la</strong> recompensa presta llegará al sentir mi amor<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vosotros, al presentir <strong>la</strong> paz <strong>de</strong>l Más Allá, como una puerta<br />

que invita a pasar y a contemp<strong>la</strong>r mi faz.


60. A todos os estoy enseñando a elevar el espíritu en <strong>la</strong> oración.<br />

Algunos ya saben recrearse con esta gracia, otros, aún no lo han<br />

logrado, porque sus impresiones pasadas han <strong>de</strong>jado huel<strong>la</strong> profunda en<br />

su mente, porque no han olvidado costumbres y tradiciones religiosas,<br />

pero todos luchan por <strong>la</strong> <strong>de</strong>puración <strong>de</strong> sus prácticas, por <strong>la</strong><br />

regeneración y por <strong>la</strong> elevación espiritual.<br />

61. Bienaventurados los que han creído en mi presencia a través <strong>de</strong>l<br />

entendimiento <strong>de</strong>l hombre, porque ellos penetrarán con paso firme en el<br />

tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

62. Os habéis acercado a Mí para recibir el consuelo y el calor que<br />

necesitáis, como una tregua en vuestra vida, ya que ésta es como un<br />

yunque que forja los espíritus con gran<strong>de</strong>s pruebas. Pero vuestra<br />

confianza en el <strong>de</strong>stino es gran<strong>de</strong> y sabéis que <strong>de</strong> este crisol saldréis<br />

limpios para <strong>la</strong> lucha.<br />

63. Día tras día llega hasta Mí vuestra oración espiritual, cuyo lenguaje<br />

no conoce vuestra materia porque no son pa<strong>la</strong>bras pronunciadas por<br />

vuestros <strong>la</strong>bios ni son i<strong>de</strong>as formu<strong>la</strong>das por vuestra mente. La oración<br />

<strong>de</strong>l espíritu es tan profunda, que está más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> potencias y <strong>de</strong> los<br />

sentidos.<br />

64. En esa oración el espíritu llega a <strong>la</strong>s regiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz<br />

don<strong>de</strong> moran espíritus elevados, y ahí saturándose <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> esencia,<br />

retorna a su cuerpo pasajero para transmitirle <strong>la</strong> fortaleza.<br />

65. Este es el tiempo en que el hombre libere su espíritu, en que <strong>la</strong>s<br />

ca<strong>de</strong>nas que por mucho tiempo le ataron que<strong>de</strong>n rotas y <strong>la</strong> paz<br />

verda<strong>de</strong>ra penetre en su corazón.<br />

66. Estad alerta para que no combatáis a quienes como vosotros se<br />

levanten cumpliendo misiones confiadas por mi Divinidad, para que<br />

podáis reconocer a los verda<strong>de</strong>ros profetas y a los falsos; y confirméis<br />

<strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> unos y <strong>de</strong>struyáis <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> los otros. Porque este es el<br />

tiempo en que todas <strong>la</strong>s fuerzas se han levantado para combatir. He ahí<br />

el bien luchando contra el mal, <strong>la</strong> luz contra <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong>, el saber contra<br />

<strong>la</strong> ignorancia, <strong>la</strong> paz contra <strong>la</strong> guerra.<br />

67. Estáis <strong>de</strong>spertando para el Espíritu Santo y vais <strong>de</strong>spertando al que<br />

duerme para que contemple <strong>la</strong> luz que borra fronteras y limites, para<br />

formar con todos los seres una so<strong>la</strong> familia unida por el amor.<br />

68. La pa<strong>la</strong>bra que he hecho vibrar por conducto <strong>de</strong>l portavoz, resonará<br />

por doquier llegada <strong>la</strong> hora. Escuchadme con atención en estos últimos<br />

años, porque no será <strong>la</strong> última cátedra <strong>de</strong> 1950 <strong>la</strong> que os señale <strong>la</strong> ruta,<br />

ni encierre todos los mandatos; pero en el conjunto <strong>de</strong> mis cátedras<br />

tendréis todo cuanto <strong>de</strong>báis saber y hacer. Estos tres años han sido una<br />

reve<strong>la</strong>ción incesante para vosotros.<br />

69. Yo quiero que todos mis discípulos y mis párvulos me escuchen el<br />

día postrero para recibirles en representación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Mis


azos se abrirán, mas no quiero que sea en una cruz como en aquel<br />

Segundo Tiempo, quiero estrecharos en un abrazo <strong>de</strong> amor con el que<br />

se cierre esta comunicación <strong>de</strong>l Espíritu Divino a través <strong>de</strong>l hombre.<br />

70. Ha llegado <strong>la</strong> hora en que <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> campana sonora <strong>la</strong> escuchen<br />

hasta los muertos a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l espíritu.<br />

71. Ninguno <strong>de</strong> los que he escogido en este tiempo se envanezca<br />

creyéndose superior a los <strong>de</strong>más por sus dones espirituales, pues aún no<br />

podéis compararos con Juan, aquél <strong>de</strong> quien dije que siendo el más<br />

gran<strong>de</strong> entre los profetas, era menos que el más pequeño en el Reino <strong>de</strong><br />

los Cielos.<br />

72. Vivid para el Padre amando a sus hijos que son vuestros hermanos<br />

y alcanzaréis <strong>la</strong> inmortalidad. Si caéis en el egoísmo, y os encerráis en<br />

vuestro amor propio, <strong>la</strong> simiente que <strong>de</strong>jéis y vuestra memoria,<br />

difícilmente perdurarán.<br />

73. Sed mansos y humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corazón y estaréis siempre llenos <strong>de</strong> mi<br />

gracia.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 257<br />

1. En silencio habéis quedado. Los pensamientos se elevan hacia<br />

vuestro Padre.<br />

2. Bienvenidos seáis, os dice el Maestro. Buscáis reposo, paz, o<br />

consuelo y habéis acertado en venir a escucharme, porque Yo soy quien<br />

posee todo lo que necesitáis.<br />

3. Si buscáis <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Jesús, <strong>de</strong> cierto os digo que<br />

también <strong>la</strong> encontraréis.<br />

4. La pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Jesús fue <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l Verbo Divino, Jesús fue el nombre<br />

<strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo, cuerpo que fue como un templo para albergar mi<br />

Espíritu y manifestar <strong>la</strong> verdad en mis pa<strong>la</strong>bras.<br />

5. Mas si creéis en Mí, si me amáis y me seguís, no importa el nombre<br />

que me <strong>de</strong>is, entre los muchos que tenéis para <strong>de</strong>signarme. Lo esencial<br />

es que me sintáis, aunque no vengo a exigiros que los hagáis con toda<br />

perfección.<br />

6. Dichoso el que me sienta en su propio ser en <strong>la</strong> medida que su<br />

capacidad espiritual se lo permita.<br />

7. En unos <strong>la</strong>te con fuerza su corazón, otros quieren <strong>de</strong>cirme algo y no<br />

aciertan a formar un pensamiento; otros experimentan <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong><br />

llorar y <strong>de</strong>jan que sus ojos se <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong>n, y hay quienes se sienten<br />

invadidos <strong>de</strong> temor porque saben que una mirada penetrante les<br />

contemp<strong>la</strong>.


8. Los que se preparan y logran sentir mi presencia, son los que<br />

verda<strong>de</strong>ramente se acercan a <strong>la</strong> mesa espiritual a comer <strong>de</strong>l pan <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

gracia. Son los espíritus que, <strong>de</strong> lección en lección, llegarán algún día<br />

más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente y <strong>de</strong> lo humano, para penetrar al sentido <strong>de</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra y hal<strong>la</strong>r allí su contenido.<br />

9. Estos serán los que se entreguen a <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad, los<br />

pacificadores, porque habiendo encontrado <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> paz, pa<strong>de</strong>cerán<br />

contemp<strong>la</strong>ndo a los que viven en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> discordia y <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra,<br />

que es verda<strong>de</strong>ra tinieb<strong>la</strong> para el espíritu. Serán los que vivan para<br />

conso<strong>la</strong>r, para confortar, para hacer luz en <strong>la</strong>s mentes ofuscadas, para<br />

sanar a los enfermos <strong>de</strong>l cuerpo o <strong>de</strong>l espíritu.<br />

10. So<strong>la</strong>mente el que sienta mi presencia, el que interprete en su<br />

espíritu <strong>la</strong> esencia y el amor <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, podrá más tar<strong>de</strong> revestirse<br />

<strong>de</strong> piedad ante los que sufren y sentir también el dolor, <strong>la</strong> <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z, <strong>la</strong><br />

pobreza y <strong>la</strong>s tragedias <strong>de</strong> los hombres.<br />

11. Si a todos os he invitado a mi mesa y os he pedido que os preparéis<br />

para que disfrutéis espiritualmente <strong>de</strong> mi presencia, quiere <strong>de</strong>cir que<br />

todos estáis <strong>de</strong>stinados a <strong>de</strong>leitaros con los manjares <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> los<br />

Cielos; pero al mismo tiempo, que todos tenéis <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> sembrar <strong>de</strong><br />

amor los campos don<strong>de</strong> creció <strong>la</strong> discordia y llenar <strong>de</strong> luz todo sitio<br />

don<strong>de</strong> han ido a ocultarse el vicio, <strong>la</strong> miseria y <strong>la</strong> ignorancia.<br />

12. Os da esta lección Aquél que por sentir hacia vosotros un amor<br />

infinito, todo lo <strong>de</strong>jó para salvaros <strong>de</strong> vuestras tinieb<strong>la</strong>s, aunque para<br />

ello tuviera que hacerse hombre, vivir perseguido y bur<strong>la</strong>do hasta morir<br />

en una cruz.<br />

13. Discípulos: Antes <strong>de</strong> que <strong>de</strong>is vuestro primer paso en el mundo,<br />

conozco <strong>de</strong> antemano vuestra vida, obras y pensamientos, por lo que os<br />

entrego cuanto habréis <strong>de</strong> necesitar en <strong>la</strong> jornada que vais a empren<strong>de</strong>r.<br />

14. <strong>El</strong> espíritu inicia a través <strong>de</strong> su cuerpo una etapa <strong>de</strong> prueba; pero él<br />

ya se ha iluminado antes y se ha fortalecido para no <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong>sviar por<br />

<strong>la</strong>s tentaciones que les presenta el mundo.<br />

15. A veces le correspon<strong>de</strong> habitar en un ser cuyo corazón encierra gran<br />

rebeldía y entonces le parece difícil manifestar su luz. Ese corazón será<br />

su crisol y su prueba en <strong>la</strong> vida y si logra someterle y persuadirle <strong>de</strong> que<br />

sólo estando en armonía materia y espíritu pue<strong>de</strong> el hombre encontrar<br />

<strong>la</strong> paz, habrá triunfado <strong>de</strong> su prueba y podrá aspirar a un mundo más<br />

elevado.<br />

16. Si el corazón es débil ante los sufrimientos y vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y<br />

se torna en b<strong>la</strong>sfemo, es porque el espíritu se <strong>de</strong>jó dominar por los<br />

sufrimientos, es que <strong>de</strong>scendió hasta <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia e hizo suyas<br />

todas <strong>la</strong>s miserias y pequeñeces que a él no le correspondían. <strong>El</strong> que<br />

reflexiona a tiempo, ora y en <strong>la</strong> fe se fortalece, podrá triunfar y <strong>de</strong><br />

aquel<strong>la</strong> prueba le quedará el fruto <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia para no volver a


f<strong>la</strong>quear ni a <strong>de</strong>bilitar; en cambio, el que por un momento olvi<strong>de</strong> su<br />

esencia y se consagre a vivir y a sufrir para el mundo, ese habrá caído,<br />

vencido por <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, por <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s, <strong>la</strong>s tentaciones<br />

y <strong>la</strong>s pequeñeces <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana.<br />

17. ¡Ah si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> vuestros primeros pasos en <strong>la</strong> Tierra, escuchaseis en<br />

los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> vuestros padres una doctrina sabia, fortificante y<br />

conso<strong>la</strong>dora, cuánto ayudaría esto al espíritu a guiar a <strong>la</strong> mente y al<br />

corazón en su elevación hacia vuestro Dios!<br />

18. Una gran enseñanza espiritual se requiere para que el hombre<br />

camine <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su conciencia, porque <strong>la</strong> materia que<br />

le ro<strong>de</strong>a en el mundo a pesar <strong>de</strong> estar todo saturado <strong>de</strong> amor divino,<br />

sabiamente hecho para el bien y pata <strong>la</strong> felicidad <strong>de</strong>l hombre,<br />

constituye una prueba pata el espíritu, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante en que viene a<br />

habitar un mundo al cual no pertenece, unido a un cuerpo cuya<br />

naturaleza es diferente a <strong>la</strong> suya.<br />

19. Ahí podréis encontrar <strong>la</strong> causa por <strong>la</strong> que el espíritu olvida su<br />

pasado. Des<strong>de</strong> el instante en que encarna en una criatura inconsciente,<br />

recién nacida y se fun<strong>de</strong> en el<strong>la</strong>, inicia una vida junto con aquel ser. Del<br />

espíritu sólo quedan dos atributos presentes. La conciencia y <strong>la</strong><br />

intuición, pero <strong>la</strong> personalidad, <strong>la</strong>s obras hechas y el pasado,<br />

temporalmente quedan ocultos. Así ha sido dispuesto por el Padre.<br />

¿Qué seria <strong>de</strong>l espíritu que ha venido <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> una elevada morada a<br />

habitar entre miserias <strong>de</strong> este mundo, si recordara su pasado? ¡Y<br />

cuántas vanida<strong>de</strong>s habría entre los hombres al serles reve<strong>la</strong>da <strong>la</strong><br />

gran<strong>de</strong>za que en otra vida existió en su espíritu!<br />

20. Es preciso que sepáis que el espíritu antes <strong>de</strong> encarnar, ha tenido<br />

una vasta preparación, ya que va a quedar sometido a una <strong>la</strong>rga y a<br />

veces dura prueba; pero gracias a aquel<strong>la</strong> preparación no se turba al<br />

penetrar en esta vida; cierra sus ojos al pasado para abrirlos a una nueva<br />

existencia y así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer instante se adapta al mundo al que ha<br />

llegado. Cuán diferente es <strong>la</strong> forma en que vuestro espíritu se presenta<br />

ante los umbrales <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual o cuando acaba <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar su<br />

cuerpo y al mundo. Como ha carecido <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra preparación para<br />

retornar a su morada, entonces se ve turbado, le domina aún <strong>la</strong>s<br />

sensaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia y no sabe qué hacer ni a dón<strong>de</strong> ir, eso se <strong>de</strong>be<br />

a que no aprendió que también es necesario saber cerrar los ojos para<br />

este mundo en el postrer instante, porque sólo así podrá ir a abrirlos al<br />

mundo espiritual que había <strong>de</strong>jado, don<strong>de</strong> le esperaba todo su pasado<br />

para unirlo a su nueva experiencia y a todos sus méritos anteriores<br />

sumar los nuevos méritos.<br />

21. Un <strong>de</strong>nso velo nub<strong>la</strong> su mente mientras recobra <strong>la</strong> luz; una<br />

influencia tenaz <strong>de</strong> todo lo que <strong>de</strong>jó, le impi<strong>de</strong> sentir <strong>la</strong> vibración <strong>de</strong> su


conciencia y en tanto se <strong>de</strong>svanecen sus sombras para reintegrarse a su<br />

verda<strong>de</strong>ra esencia, ¡Cuánta turbación, cuánto dolor!<br />

22. ¿Habrá quién, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escuchar o <strong>de</strong> leer este mensaje, lo<br />

rechace como lección inútil o falsa? Yo les digo que solo aquél que<br />

llegare a encontrarse en un grado <strong>de</strong> materialismo extremo o <strong>de</strong> ciego<br />

fanatismo, podría rechazar esta luz sin que su espíritu se conmoviese.<br />

23. En este tiempo retengo a reve<strong>la</strong>r al hombre el pasado <strong>de</strong> su espíritu;<br />

pero si a asegurarle que su espíritu ha vivido, que ha venido a<br />

<strong>de</strong>sempeñar una misión elevada a <strong>la</strong> Tierra y que du<strong>de</strong> retornar a su<br />

mansión, no sólo sin mancha, ni siquiera con <strong>la</strong> misma luz que trajo,<br />

sino aún con mayor luz.<br />

24. Espíritus que habitáis <strong>la</strong> Tierra: Sentid mi presencia, mirad <strong>la</strong> luz<br />

divina que se <strong>de</strong>rrama sobre vosotros. Muchos medios tiene vuestro<br />

Padre para haceros llegar sus <strong>de</strong>stellos e inspiraciones; pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

ello, os envió esta pa<strong>la</strong>bra que he manifestado a través <strong>de</strong><br />

entendimientos humanos, para que llegue hasta vosotros y meditáis<br />

sobre el<strong>la</strong>; es maná <strong>de</strong> vida en vuestro <strong>de</strong>sierto, es rocío <strong>de</strong> gracia sobre<br />

<strong>la</strong> esterilidad <strong>de</strong> vuestra existencia, es bálsamo en vuestro dolor y luz<br />

infinita en vuestras tinieb<strong>la</strong>s.<br />

25. A vosotros toca, multitu<strong>de</strong>s oyentes y testigos <strong>de</strong> mi manifestación,<br />

prepararos para hacer llegar mis divinos mensajes a toda <strong>la</strong> humanidad.<br />

26. Mi caridad infinita está dispuesta para recibiros a todos, lo mismo<br />

al que viene fatigado y lloroso, que al que se acerca sin fe verda<strong>de</strong>ra a<br />

escucharme, como al que llega anheloso como buen discípulo, a<br />

ofrecerme el fruto <strong>de</strong> su cumplimiento.<br />

27. Soy el Padre que busca a vuestro espíritu para llenarle <strong>de</strong> luz por<br />

que vivís en un tiempo <strong>de</strong> incertidumbre y turbación.<br />

28. Yo traigo para <strong>la</strong> humanidad una enseñanza que <strong>la</strong> lleve a <strong>la</strong><br />

realización <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra caridad, <strong>de</strong> utilidad espiritual y<br />

elevación, obras por <strong>la</strong>s cuales serán los hombres recordados,<br />

ben<strong>de</strong>cidos e imitados por <strong>la</strong>s generaciones futuras. Sólo <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s obras que encierran verdad, será imperece<strong>de</strong>ra en el mundo porque<br />

se aproxima <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> juicio en que toda obra que no esté fincada<br />

sobre cimientos <strong>de</strong> verdad, sea <strong>de</strong>struida y <strong>de</strong> el<strong>la</strong> no que<strong>de</strong> ni piedra<br />

sobre piedra.<br />

29. A vosotros os digo, discípulos, que si queréis <strong>de</strong>jar simiente en el<br />

corazón <strong>de</strong> vuestros hermanos, que sea con vuestras obras y ejemplos,<br />

obras limpias <strong>de</strong> vanidad. Tened siempre presente que para no torcer ni<br />

equivocar el camino, <strong>de</strong>béis ser el siervo humil<strong>de</strong> y el discípulo<br />

obediente <strong>de</strong> Cristo, cuyas obras están escritas en vuestra conciencia.<br />

30. Ahí están mis ejemplos presentes, eternos e imborrables, a pesar <strong>de</strong><br />

tantas tempesta<strong>de</strong>s y torbellinos.


31. Pueblo: ¿Reconocéis que mi pa<strong>la</strong>bra os ha librado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s miserias<br />

humanas en este tiempo? Pues sabed que lo mismo tendréis que hacer<br />

con vuestros hermanos. Vuestro corazón me dice: Señor, vos nos<br />

habéis concedido dones y gracias, ¿Cómo podríamos hacer lo mismo<br />

con nuestros semejantes? A lo cual Yo os contesto que si no podéis<br />

repartir dones, ni conce<strong>de</strong>r gracias, si podéis hacer que vuestros<br />

hermanos escuchando en vuestros <strong>la</strong>bios mi Doctrina, sientan el<br />

<strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> sus dones y potencias y que, aprendiendo a comunicarse<br />

con su Padre reciban por inspiración <strong>la</strong> misión que tengan que<br />

<strong>de</strong>sempeñar. ¿No os parece ya bastante gran<strong>de</strong> y meritoria vuestra<br />

misión?<br />

32. Debo <strong>de</strong>ciros, discípulos, que si os interesa que vuestras obras<br />

tengan valor <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí, no tendréis que pedir nada en cambio <strong>de</strong><br />

el<strong>la</strong>s a vuestros hermanos.<br />

33. <strong>El</strong> maná divino <strong>de</strong>l Tercer Tiempo ha <strong>de</strong>scendido sobre este pueblo,<br />

¿Cómo podríais tornaros <strong>de</strong> hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz en hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s, <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> profanación y <strong>la</strong> <strong>de</strong>sobediencia? ¿Cómo es que habiendo sido<br />

nombrados <strong>de</strong>positarios <strong>de</strong> mis reve<strong>la</strong>ciones, pudierais llegar a<br />

convertiros en seres miserables sobre <strong>la</strong> Tierra?<br />

34. Ve<strong>la</strong>d y orad, os digo siempre, para que no caigáis en tentación,<br />

para que no ocultéis ante nadie vuestros dones, ya sea por temor o por<br />

egoísmo, comprendiendo que en vuestra alforja lleváis muchos<br />

presentes que no os pertenecen, porque os los he dado para que los<br />

<strong>de</strong>positéis en vuestros hermanos. Sabed que por mucho que poseáis, si<br />

no dieseis nada, es como si nada tuvieseis. Por eso muchas veces os he<br />

rec<strong>la</strong>mado que habiendo recibido tanto <strong>de</strong> Mí, venís y me mostráis<br />

vacías vuestras manos, porque nada han dado, porque no han sembrado<br />

mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> amor.<br />

35. En verdad os digo que si necesitáis un aliciente para cumplir con<br />

vuestra misión, llevéis a cabo obras <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra caridad, porque en <strong>la</strong><br />

práctica <strong>de</strong> mi Enseñanza encontraréis el estimulo y <strong>la</strong> compensación.<br />

36. Quienes viven esperando <strong>de</strong> Mí <strong>la</strong> caridad y pudiendo hacer<strong>la</strong> en su<br />

sen<strong>de</strong>ro no <strong>la</strong> hacen, no han tenido caridad <strong>de</strong> sus hermanos ni <strong>de</strong> ellos<br />

mismos. Esos son los que han <strong>de</strong>jado enfriar su corazón, los que han<br />

apagado su lámpara, los que se asemejan a débiles pajarillos caídos <strong>de</strong>l<br />

nido, o a <strong>la</strong>s hojas secas que en otoño se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los árboles,<br />

para ser llevadas sin rumbo por los vientos.<br />

37. ¿Acaso le ponéis <strong>de</strong>fecto a mi comunicación, por el hecho <strong>de</strong> que os<br />

<strong>la</strong> doy a través <strong>de</strong> criaturas pecadoras? Ciertamente no son seres puros;<br />

pero <strong>de</strong>cidme si mis pa<strong>la</strong>bras a través <strong>de</strong> estos <strong>la</strong>bios humanos, no han<br />

<strong>de</strong>jado en vuestro corazón algún recuerdo, o si en alguna ocasión su<br />

dulzura no apartó <strong>la</strong> amargura que traíais en vuestro corazón.


38. Varón: Recordad que llegasteis con vuestro corazón herido, con <strong>la</strong><br />

mente turbada y el espíritu <strong>de</strong>strozado y que luego <strong>de</strong> escucharme os<br />

levantasteis fuerte. ¿Quién había hecho esto con vos?<br />

39. Mujer: Vos llegasteis con los ojos y el corazón cansado <strong>de</strong> llorar, y<br />

cuando creíais no tener más lágrimas, oísteis mi pa<strong>la</strong>bra y vuestras<br />

mejil<strong>la</strong>s volvieron a ser surcadas por el l<strong>la</strong>nto; pero ahora fue l<strong>la</strong>nto <strong>de</strong><br />

esperanza y <strong>de</strong> ternura ¿Quién había llegado al fondo <strong>de</strong> vuestro<br />

corazón antes <strong>de</strong>l día en que oísteis mi voz?<br />

40. Esta Doctrina os ha probado que no es una pa<strong>la</strong>bra vacía, sino que<br />

está saturada <strong>de</strong> esencia divina, por eso es sencil<strong>la</strong> en su forma, porque<br />

su profundidad y su sentido están en su significado.<br />

41. Así como he venido a conso<strong>la</strong>ros en vuestras aflicciones, he venido<br />

también a daros luz en vuestro espíritu, porque se han <strong>de</strong>satado y<br />

removido en sus abismos todas <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s y es menester que sepáis<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ros.<br />

42. Encen<strong>de</strong>d <strong>de</strong> nuevo vuestra lámpara, <strong>de</strong>spertad el amor en vuestro<br />

corazón, interesaos por <strong>la</strong> vida eterna y tened caridad <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu, sólo así podréis sentir piedad hacia vuestros semejantes y<br />

consagrar parte <strong>de</strong> vuestra vida a <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong>l amor.<br />

43. Guardad vuestro tesoro compartiendo <strong>de</strong> él y siempre haciendo<br />

buen uso <strong>de</strong> cuanto él encierra, entonces nacerá en vosotros una fuerza,<br />

una salud y una luz que jamás habíais experimentado. Esa fuerza, esa<br />

luz y esa salud provendrán <strong>de</strong>l espíritu y se reflejarán en <strong>la</strong> materia.<br />

44. Pueblo; ya no sois el caminante que a tientas va buscando una luz;<br />

vosotros ya <strong>la</strong> habéis encontrado.<br />

45. Esta pa<strong>la</strong>bra ha hecho el mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong> resucitaros a <strong>la</strong> vida; ha sido <strong>la</strong><br />

fuerza que os ha levantado y os ha sanado, ¿Quién podría convenceros<br />

<strong>de</strong> que el<strong>la</strong> no proviene <strong>de</strong> Dios, cuando habéis experimentado en<br />

vuestro ser una transformación sólo atribuible a mi po<strong>de</strong>r?<br />

46. Hermosa oportunidad tenéis <strong>de</strong> mejorar vuestra vida, <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ser<br />

útiles y <strong>de</strong> <strong>la</strong>brar a vuestro espíritu una digna morada en <strong>la</strong> mansión<br />

espiritual, ¿Quién podrá arrebataros esta oportunidad? Nadie, a menos<br />

que os olvidéis <strong>de</strong> ve<strong>la</strong>r y orar y que vuestra negligencia os hiciese caer<br />

en tentación.<br />

47. Si queréis encontraros en paz cuando surjan los gran<strong>de</strong>s<br />

acontecimientos anunciados por mis enseñanzas, permaneced firmes en<br />

vuestros pasos.<br />

48. Ya veréis cómo llegará el instante en que los representantes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

gran<strong>de</strong>s Iglesias sientan <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> lo divino y reconozcan <strong>la</strong><br />

llegada <strong>de</strong>l Nuevo Tiempo.<br />

49. Les veréis a unos y a otros <strong>de</strong>liberar, interrogarse y hacerse<br />

proposiciones, aun cuando por momentos su vanidad les haga creerse<br />

superiores unos a otros.


50. Este tiempo <strong>de</strong> lucha será inolvidable para vuestro espíritu, porque<br />

en él logró vencer al materialismo y dar expansión a su fe, al amor, al<br />

anhelo <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>r a Dios por el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

51. <strong>El</strong> entendimiento y el corazón <strong>de</strong>l espiritualista, participarán <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>leite <strong>de</strong> su ser superior y mientras tengan vida, co<strong>la</strong>borarán con el<br />

espíritu en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> su elevada misión, mas llegada <strong>la</strong> hora <strong>de</strong><br />

reposar en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> Obra <strong>de</strong>l Señor y los últimos pensamientos, así<br />

como los últimos <strong>la</strong>tidos <strong>de</strong> aquel ser, se grabarán in<strong>de</strong>leblemente en el<br />

espíritu que habitó una envoltura humil<strong>de</strong>, noble y dócil a los mandatos<br />

divinos.<br />

52. Ved por qué os digo que transforméis vuestra materia en un báculo,<br />

en un apoyo <strong>de</strong>l espíritu aquí en <strong>la</strong> Tierra, dándoos a compren<strong>de</strong>r que le<br />

quitéis a vuestra carne ese cetro y ese mando con que ha tratado <strong>de</strong><br />

someter al espíritu, que guiado por <strong>la</strong> conciencia, es el único timón y<br />

luz en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre.<br />

53. Os he hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong> acuerdo con vuestra capacidad, porque no quiero<br />

que ignoréis el sentido <strong>de</strong> ninguna <strong>de</strong> mis pa<strong>la</strong>bras, aunque os digo<br />

también, que según <strong>la</strong> preparación <strong>de</strong> cada grupo, multitud o<br />

congregación, así es <strong>la</strong> forma en que me manifiesto.<br />

54. Todo espíritu tiene una gran <strong>de</strong>uda con su Padre. Por mi amor hacia<br />

vosotros, os he ofrecido en <strong>la</strong> Tierra esta nueva oportunidad <strong>de</strong><br />

justificaros <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí, <strong>de</strong> restituir espiritualmente y <strong>de</strong> purificaros<br />

para que podáis pasar a <strong>la</strong> siguiente morada.<br />

55. ¡Oh bendito Tercer Tiempo que traéis en vuestra arca cuanto el<br />

mundo necesita para salvarse <strong>de</strong> su esc<strong>la</strong>vitud! ¡Bienaventurados<br />

quienes aprovechen vuestra luz, porque ellos serán salvos!<br />

56. A lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> vuestra jornada espiritual os he guiado, os he probado<br />

y preparado para <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> este tiempo. No serán los hombres<br />

quienes organicen al nuevo pueblo <strong>de</strong> Israel, seré Yo quien lo forme, lo<br />

<strong>de</strong>pure, lo eleve y lo envíe entre <strong>la</strong> humanidad a cumplir su misión.<br />

Mientras, este pueblo va creciendo y <strong>de</strong>rribando los obstáculos para que<br />

pase. Así lo hice con Israel cuando lo saqué <strong>de</strong> Egipto y lo conduje por<br />

el mar y por el <strong>de</strong>sierto.<br />

57. Este pueblo trae <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar espiritualmente a <strong>la</strong><br />

humanidad, mas, cuando haya cumplido y los hombres se <strong>de</strong>n cuenta<br />

<strong>de</strong>l tiempo en que viven, veréis surgir <strong>de</strong> su corazón un anhelo <strong>de</strong> luz y<br />

<strong>de</strong> su espíritu un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> elevación, que conmoverá <strong>la</strong> vida humana<br />

hasta sus raíces y transformará al mundo.<br />

58. La conciencia será escuchada y obe<strong>de</strong>cida, los l<strong>la</strong>mados <strong>de</strong>l espíritu<br />

serán entendidos, los anhelos y <strong>de</strong>rechos espirituales serán tenidos en<br />

cuenta y respetados, y en todas partes bril<strong>la</strong>rá el anhelo <strong>de</strong> conocer a<br />

Dios, <strong>de</strong> sentirlo, <strong>de</strong> acercarse a Él y <strong>de</strong> mirar su verdad.


59. Todo esto habrá <strong>de</strong> surgir en los hombres cuando el hambre y <strong>la</strong> sed<br />

les hayan llevado hasta los límites <strong>de</strong> su resistencia, cuando, abatida su<br />

soberbia se confiesen arrepentidos <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> su Señor, cuando<br />

<strong>de</strong>sciendan <strong>de</strong> sus tronos y <strong>de</strong> sus sitiales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> han tratado <strong>de</strong><br />

ignorarme, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> me han juzgado y negado; para que<br />

arrepentidos <strong>de</strong> sus errores, vuelvan sus ojos hacia Mí y me hablen<br />

como hijos a un Padre que les ha estado esperando por siglos y siglos<br />

para colmarlos <strong>de</strong> su amor.<br />

60. ¡Hasta dón<strong>de</strong> se ha hundido el hombre en su materialismo, llegando<br />

a negar a quien todo lo ha creado! ¿Cómo ha podido <strong>la</strong> mente humana<br />

ofuscarse a tal grado? ¿Cómo ha podido vuestra ciencia negarme y<br />

profanar <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> Naturaleza cómo lo ha hecho?<br />

61. En cada obra que vuestra ciencia <strong>de</strong>scubre está mi presencia, en<br />

cada obra se manifiesta mi Ley y se <strong>de</strong>ja escuchar mi voz. ¿Cómo es<br />

que estos hombres no sienten ni ven, ni escuchan? ¿Por ventura es una<br />

prueba <strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto y <strong>de</strong> civilización el negar mi existencia, mi amor y<br />

mi justicia?<br />

62. No estáis entonces más a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntados que los hombres primitivos,<br />

que supieron <strong>de</strong>scubrir en cada elemento y en cada maravil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Naturaleza, <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> un ser divino, superior, sabio, justo y po<strong>de</strong>roso,<br />

al que atribuyeron todo bien, todo lo existente y por eso lo adoraron.<br />

63. A través <strong>de</strong> una inteligencia naciente trataban <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r lo que<br />

sus sentidos corporales recibían, ¿Qué culto perfecto podían ofrecerme?<br />

¿Qué comprensión plena podían tener <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad? Sin embargo, su<br />

asombro, su fe y su culto eran recibidos por Mí como <strong>la</strong>s primicias <strong>de</strong><br />

un extenso campo que mi Espíritu habría <strong>de</strong> cultivar a través <strong>de</strong> los<br />

tiempos.<br />

64. Des<strong>de</strong> entonces hasta ahora ¡Cuántas lecciones le he dado a <strong>la</strong><br />

humanidad! ¡Cuántas reve<strong>la</strong>ciones le han confiado mi amor! Sin<br />

embargo, cuando estos hombres <strong>de</strong>bieran haber alcanzado <strong>la</strong> cumbre <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> comprensión y cuando su culto <strong>de</strong>biera ser perfecto, es cuando su<br />

ciencia egoísta, soberbia e inhumana se ha levantado para negarme y<br />

cuando los cultos que existen, viven en el letargo <strong>de</strong> <strong>la</strong> rutina y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

tradiciones.<br />

65. Yo os di el don <strong>de</strong>l libre albedrío y he respetado esa bendita libertad<br />

concedida a mis hijos; pero también puse en vuestro ser <strong>la</strong> luz divina <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> conciencia para que guiados por el<strong>la</strong>, encauzaseis vuestros dones y<br />

Yo os digo que en <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong>l espíritu y <strong>la</strong> materia ha sufrido el<br />

espíritu una <strong>de</strong>rrota, una caída dolorosa, que poco a poco le ha ido<br />

alejando más y más <strong>de</strong> <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que soy Yo.<br />

66. Su <strong>de</strong>rrota no es <strong>de</strong>finitiva, es pasajera, porque <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> su<br />

abismo se levantará cuando su hambre, su sed, su <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z y sus<br />

tinieb<strong>la</strong>s no <strong>la</strong>s pueda soportar más. <strong>El</strong> dolor será su salvación y oyendo


<strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su conciencia, se levantará fuerte y luminoso, ferviente e<br />

inspirado, tomando nuevamente sus dones; pero ya no con aquel<strong>la</strong><br />

libertad <strong>de</strong> aplicarlos al bien o al mal, sino consagrándolos tan sólo al<br />

cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes divinas, que es el mejor culto que podéis<br />

ofrecer a mi Espíritu.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 258<br />

1. Os presentáis temerosos <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mi, oh, pueblo, porque mi voz <strong>de</strong><br />

justicia os hace estremecer, mas Yo os pregunto: ¿Es acaso a mi justicia<br />

o a una injusticia a <strong>la</strong> que teméis? Si es a mi justicia, sabed que <strong>de</strong>béis<br />

ser conformes en recibir el juicio divino <strong>de</strong> vuestras obras, si es a una<br />

injusticia, estáis en un error, porque Yo no podría cometer<strong>la</strong>.<br />

2. Tenéis por juez al más inexorable, pero al mismo tiempo al más<br />

dulce, paciente y comprensivo Padre. Un juez que en vez <strong>de</strong> publicar<br />

vuestras faltas o <strong>de</strong> <strong>de</strong><strong>la</strong>taros <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestros semejantes, os l<strong>la</strong>ma a<br />

so<strong>la</strong>s, os hab<strong>la</strong> al corazón, os prueba según sea necesario y os da nueva<br />

oportunidad, ya sea para concluir una obra o <strong>de</strong> reparar una falta.<br />

3. Si en <strong>la</strong> justicia divina no existiese el mayor amor <strong>de</strong>l Padre, si su<br />

justicia no tuviese ese principio, no existiría ya esta humanidad, su<br />

pecado y sus ofensas incesantes hubieran acabado con <strong>la</strong> paciencia<br />

divina; pero no ha sido así. La humanidad sigue viviendo, los espíritus<br />

siguen reencarnando, y a cada paso, en cada obra humana, se<br />

manifiesta mi justicia que es amor y caridad infinita.<br />

4. Para enten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> lección <strong>de</strong> que os hablo, necesitarían los hombres<br />

profundizarse en <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi lección y por ahora se encuentran<br />

entregados a sus preocupaciones y ambiciones terrenales; mas ya viene<br />

<strong>la</strong> hora en que <strong>de</strong>jen por un instante lo que tanto les preocupa y<br />

esc<strong>la</strong>viza, para elevar su mirada al firmamento y preguntarme<br />

interiormente: "Dios mío ¿Qué es lo que acontece en el mundo? ¿Qué<br />

ha sido <strong>de</strong> nuestra vida y qué hemos hecho con el<strong>la</strong>, que no nos<br />

dábamos cuenta?" Ese será el instante <strong>de</strong> <strong>la</strong> iluminación que muchos<br />

van a tener.<br />

5. Otros serán sorprendidos por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que os he traído en este<br />

tiempo, <strong>la</strong> que llegará al corazón <strong>de</strong> mis emisarios, <strong>de</strong> mis testigos y<br />

discípulos, que sois vosotros.<br />

6. Los hombres tratarán <strong>de</strong> negarle verdad a mi reve<strong>la</strong>ción, pero los<br />

hechos, <strong>la</strong>s pruebas, los acontecimientos, estarán dando voces y<br />

testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que en <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> mi pueblo llegará, como el<br />

gran mensaje <strong>de</strong>l Tercer Tiempo. Y también por medio <strong>de</strong> escritos se


exten<strong>de</strong>rá por el mundo mi Doctrina, porque es un medio lícito que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros tiempos inspiré a mis enviados. Sólo quiero que<br />

seáis celosos <strong>de</strong> mi verdad y <strong>la</strong> llevéis a los corazones en <strong>la</strong> forma más<br />

limpia y sencil<strong>la</strong>.<br />

7. Discípulos: Ved cómo el Maestro, estando próximo a hacer cesar su<br />

pa<strong>la</strong>bra, en cada lección os da una cátedra <strong>de</strong> preparación espiritual<br />

para vuestra lucha.<br />

8. En caravanas llegáis a recibir mi enseñanza <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que habéis<br />

recorrido un vasto <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> vicisitu<strong>de</strong>s; es que vuestro espíritu ha<br />

sentido <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>l tiempo anunciado para mi Nueva Venida, es que<br />

él ha escuchado <strong>la</strong> voz divina que le l<strong>la</strong>ma.<br />

9. Caravanas <strong>de</strong> enfermos, <strong>de</strong> hambrientos, <strong>de</strong> sedientos y cansados que<br />

vienen en busca <strong>de</strong>l pan <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong>l maná <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, alentados por <strong>la</strong><br />

luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> esperanza, van llegando a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> su Creador.<br />

10. Bienvenidos seáis todos; <strong>de</strong>scansad bajo <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> mi paz,<br />

comed y bebed y sanaos <strong>de</strong> vuestros males.<br />

11. Si sabéis ser constantes escuchando esta pa<strong>la</strong>bra, cuando os<br />

levantéis para proseguir en <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, sentiréis más ligero<br />

vuestro fardo porque os fortalecisteis en <strong>la</strong> fe y en el saber.<br />

12. Los que vienen buscando en Mi tan solo bienes o riquezas <strong>de</strong>l<br />

mundo y no aceptan <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> los dones espirituales, sufrirán un<br />

<strong>de</strong>sengaño, y cuando se alejen <strong>de</strong>l camino al que fueron l<strong>la</strong>mados,<br />

mirarán vacías sus manos y <strong>de</strong>so<strong>la</strong>do su corazón. Son espíritus que aún<br />

aman lo impuro y tendré que darles un tiempo más para que<br />

evolucionen, recojan experiencias y cuando retornen a mi senda, se<br />

encuentren mejor dispuestos a recibirme.<br />

13. Para el que ha venido con espiritualidad, mi presencia por medio <strong>de</strong><br />

esta pa<strong>la</strong>bra es un verda<strong>de</strong>ro festín <strong>de</strong> luz, don<strong>de</strong> los mejores manjares<br />

<strong>de</strong>l Reino Espiritual se ofrecen a <strong>la</strong> avi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> los hambrientos <strong>de</strong> amor,<br />

<strong>de</strong> justicia, <strong>de</strong> sabiduría y <strong>de</strong> paz; éstos no podrán apartarse <strong>de</strong> mi senda<br />

y sabrán recibir los bienes <strong>de</strong>l mundo por añadidura.<br />

14. Mi Obra será lo esencial en su vida y lo material será el<br />

complemento para subsistir y cumplir con <strong>la</strong> misión que les haya sido<br />

confiada.<br />

15. ¡Ah, si todos comprendieseis que el sol <strong>de</strong> ésta pa<strong>la</strong>bra pronto va a<br />

ocultarse, os apresuraríais a guardar algo <strong>de</strong> su valor y <strong>de</strong> su luz en<br />

vuestro corazón, pero sois tardos para compren<strong>de</strong>r, sois reacios para<br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> vi<strong>de</strong>ncia, para que pudieseis contemp<strong>la</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

ahora <strong>la</strong> proximidad <strong>de</strong>l Nuevo Tiempo.<br />

16. Ciertamente ya será breve mi estancia entre vosotros bajo <strong>la</strong> forma<br />

en que me habéis tenido y es preciso que viváis el presente y el futuro,<br />

olvidando muchas costumbres, creencias, i<strong>de</strong>as y prácticas <strong>de</strong> vuestro


pasado, que forman parte <strong>de</strong>l enorme fardo que llegasteis arrastrando<br />

cuando vinisteis a escuchar mi pa<strong>la</strong>bra por vez primera.<br />

17. Soy el Salvador <strong>de</strong> los espíritus, soy el <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> vuestra fe y <strong>de</strong><br />

vuestra vida; no podía <strong>de</strong>jaros hundidos en los abismos o perdidos en<br />

los <strong>de</strong>siertos sin haceros oír mi voz conso<strong>la</strong>dora, sin haceros<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> luz verda<strong>de</strong>ra que surge <strong>de</strong> mi Espíritu.<br />

18. ¿Queréis conformaros tan sólo con oírme para dar paz a vuestro<br />

corazón, sin prepararos para sembrar mi Obra en el corazón <strong>de</strong> vuestros<br />

hermanos, o queréis ser mis discípulos?<br />

19. Si anheláis agradarme siendo útiles a vuestros semejantes,<br />

participadles y aprovechad <strong>la</strong>s divinas enseñanzas que en cada vez que<br />

me presento os doy, para que quedéis aptos para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Mi, <strong>de</strong> mi<br />

Ley y <strong>de</strong> mi Doctrina y no seáis sorprendidos por quienes viven<br />

preparándose para combatir toda nueva luz que surja, aunque esa luz<br />

sea <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> más absoluta verdad, <strong>la</strong> sabiduría <strong>de</strong> todos los tiempos.<br />

20. Compren<strong>de</strong>d que no os l<strong>la</strong>mé tan sólo para conso<strong>la</strong>ros en vuestras<br />

aflicciones, sino también para enseñaros a sentir el dolor <strong>de</strong> vuestros<br />

hermanos y a conso<strong>la</strong>rlos en sus amarguras.<br />

21. Si queréis saber lo que tenéis que hacer entre <strong>la</strong> humanidad, basta<br />

que miréis lo que Yo he hecho con vosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que por vez<br />

primera oísteis mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

22. Os perdoné, os recibí con caridad y amor infinito, os hice <strong>de</strong>scansar<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> penosa jornada, no me <strong>de</strong>tuve a juzgar vuestra condición, vuestra<br />

esfera o c<strong>la</strong>se, limpié <strong>la</strong> lepra <strong>de</strong> vuestro pecado y sané vuestras<br />

dolencias; fui comprensivo, indulgente y benévolo al juzgar vuestros<br />

<strong>de</strong>fectos, os reintegré a <strong>la</strong> vida verda<strong>de</strong>ra, dándoos una Doctrina <strong>de</strong><br />

amor que os capacita para salvaros, salvando a vuestros semejantes.<br />

23. Ahí, en mis obras que he tenido para con cada uno <strong>de</strong> vosotros,<br />

podréis encontrar el mejor <strong>de</strong> los ejemplos para que los llevéis a <strong>la</strong><br />

práctica entre los necesitados <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong>l espíritu, que también<br />

llegarán en caravanas hasta vosotros.<br />

24. Hab<strong>la</strong>ndo a este pueblo, hablo a <strong>la</strong> humanidad; a vosotros os toca<br />

acercaros mañana al corazón <strong>de</strong> los hombres y fraternalmente<br />

transmitirles mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> cual consumará <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción.<br />

25. Hoy sentís que el dolor os ha tocado y a veces no comprendéis que<br />

por medio <strong>de</strong> ese cáliz os estáis purificando. ¿Cómo podríais hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong><br />

Mí estando manchados? ¿Cómo podría brotar <strong>de</strong> vuestro corazón el<br />

amor manifestado a través <strong>de</strong> los sentimientos <strong>de</strong> caridad y humildad, si<br />

él estuviese lleno <strong>de</strong> egoísmo?<br />

26. Las imperfecciones <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios han hecho que exista el<br />

dolor, dolor que se ha convertido en maestro para forjar vuestro<br />

corazón y seña<strong>la</strong>ros el camino que perdisteis. Mi amor se posa en


vuestro corazón para apartar <strong>de</strong> él todo mal, porque quiero veros<br />

fuertes, sanos y limpios.<br />

27. Oíd esta voz que vibra entre vosotros bajo esta forma, no os canséis<br />

<strong>de</strong> escuchar<strong>la</strong>. He prolongado mi manifestación con el fin <strong>de</strong> pulir <strong>la</strong>s<br />

asperezas <strong>de</strong> vuestro corazón, y al <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> manifestarme en 1950,<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>jaros firmes en esta fe.<br />

28. La humanidad se encuentra entregada a su ciencia, su corazón y<br />

mente están entregados por completo a <strong>la</strong> vida que viven en <strong>la</strong> Tierra,<br />

por eso elegí entre los hombres a estos por quienes os hablo, sencillos y<br />

sin ciencia. Toqué a esos corazones y luego penetré por medio <strong>de</strong> mi<br />

luz en sus entendimientos para entregar a mi pueblo este mensaje <strong>de</strong><br />

amor.<br />

29. Esta luz ha venido a iluminar el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> vuestra vida y por eso<br />

os habéis entregado a Mí. Después <strong>de</strong> mi partida os <strong>de</strong>jaré entre <strong>la</strong><br />

humanidad para que <strong>de</strong>is testimonio <strong>de</strong> mi verdad y entre los discípulos<br />

surgirán los maestros que prediquen con sus obras <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l amor<br />

espiritual.<br />

30. Las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong>l Reino son para todos; aquí en <strong>la</strong> Tierra tendréis un<br />

poco <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> paz y un reflejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida eterna. Sed <strong>de</strong> buena<br />

voluntad en <strong>la</strong> Tierra y no os faltará mi paz.<br />

31. Muchas páginas <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida habéis visto pasar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que os<br />

doy mi pa<strong>la</strong>bra, cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s ha sido una lección perfecta. A veces<br />

ha sido el amor <strong>de</strong>l Padre el que os ha hab<strong>la</strong>do, otras ha sido el Maestro<br />

el que os ha sentado ante su cátedra, y a veces ha sido el Juez el que os<br />

ha tocado.<br />

32. Todos habéis recibido mi pa<strong>la</strong>bra, entonces, todos habéis recibido<br />

en el espíritu, ór<strong>de</strong>nes y misiones que cumplir. Unos han empezado,<br />

otros están esperando el instante <strong>de</strong> levantarse, otros están en<br />

preparación. No existe uno <strong>de</strong> vosotros que no haya recibido faculta<strong>de</strong>s<br />

que <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r, y mientras unos han dado principio a su <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora en que aún me comunico bajo esta forma, otros iniciarán su<br />

<strong>de</strong>senvolvimiento espiritual <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> mi comunicación,<br />

mas en esos tiempos, levantaos todos como un solo espíritu.<br />

33. Tenéis dones para analizar mi pa<strong>la</strong>bra, para recibir mis<br />

inspiraciones así como <strong>la</strong>s vi<strong>de</strong>ncias que os anunciarán lo veni<strong>de</strong>ro.<br />

34. Los que hoy se han estacionado, los que recibieron dones para<br />

recibir mi rayo divino o <strong>de</strong>jar que por ellos se comunicara el mundo<br />

espiritual y no cumplieron su misión, se levantarán más tar<strong>de</strong> a cumplir,<br />

aunque les digo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora, que habrá <strong>de</strong> cambiar <strong>la</strong> forma <strong>de</strong><br />

entregar, para que no lleven confusión a <strong>la</strong> humanidad.<br />

35. Día llegará en que estéis diseminados por el mundo; uno en una<br />

nación, otro en otras tierras y sin embargo, os sentiréis unidos por <strong>la</strong><br />

armonía espiritual que os he traído.


36. Os estoy preparando para que os améis y con ese <strong>la</strong>zo seáis fuertes<br />

e invencibles, para eso he sido el Maestro amante y constante que viene<br />

con sus ejemplos a mostrar el camino a los discípulos. Ve<strong>la</strong>d por<br />

vuestros pasos, por vuestras obras y aún por vuestras pa<strong>la</strong>bras y<br />

pensamientos. Que no sea el hombre el que juzgue vuestras<br />

imperfecciones, que sea siempre el Maestro el que os corrija a través <strong>de</strong><br />

vuestra conciencia.<br />

37. Quise comunicarme a través <strong>de</strong> seres pecadores para daros muestra<br />

<strong>de</strong> mi fuerza y <strong>de</strong> mi amor; ahora id hacia vuestro Padre por medio <strong>de</strong>l<br />

espíritu a probarle que también le amáis. Buscad esa meta, llegad a esa<br />

sublime comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu sin conformaos con los<br />

primeros frutos que recojáis, sino hasta que hayáis alcanzado <strong>la</strong><br />

perfección. Cada hombre llevará entonces en su interior al guía divino<br />

que le conducirá eternamente por <strong>la</strong>s sendas <strong>de</strong>stinadas a los que saben<br />

elevarse en busca <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> su Creador.<br />

38. Mi luz hecha pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong>s pruebas, todo ha venido a<br />

<strong>de</strong>spojaros <strong>de</strong> vuestra materialidad. Mañana, <strong>la</strong> misma ciencia humana<br />

tendrá espiritualidad, elevación, i<strong>de</strong>ales nobles, y logrará hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> lo<br />

que aparentemente le ha sido ocultado y que en realidad no ha<br />

<strong>de</strong>scubierto, porque no será <strong>la</strong> mente <strong>la</strong> que penetre en el arcano sino el<br />

espíritu, y eso ocurrirá cuando haya logrado <strong>la</strong> limpi<strong>de</strong>z; pero no<br />

temáis, pueblo, que por aten<strong>de</strong>r al espíritu y cuanto a él correspon<strong>de</strong>, <strong>la</strong><br />

vida humana y vuestros <strong>de</strong>beres materiales se vean abandonados, ni que<br />

vuestra salud y vuestro cuerpo sufran consecuencias que hoy no<br />

vislumbráis, porque cuando el espíritu <strong>de</strong> esta humanidad se levante <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> escoria en que hoy vive, sentirá en su materia una fuerza y una luz<br />

<strong>de</strong>sconocidas que le llevarán a crear una existencia pródiga en<br />

bienestar, prosperidad y salud.<br />

39. ¿Cómo han pretendido los hombres alimentar a su espíritu<br />

eternamente, con prácticas pasajeras y algunas veces frívo<strong>la</strong>s? Ni al<br />

espíritu, ni aun al corazón <strong>de</strong>beríais engañarlo con cultos que no tengan<br />

esencia o sustancia <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra vida.<br />

40. Es preciso que pronto llegue esta luz al corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad,<br />

no importa que al principio sea origen <strong>de</strong> disputas o combates. Siempre<br />

han chocado <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s, <strong>la</strong> verdad y lo falso, el bien y el mal.<br />

Así como <strong>la</strong>s sombras <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche se disipan ante <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l día, así se<br />

apartará <strong>la</strong> maldad <strong>de</strong> los hombres ante mi mensaje <strong>de</strong> amor.<br />

41. En aquel Segundo Tiempo mi venida en cuanto hombre, sólo fue<br />

creída por unos cuantos corazones, sin embargo, <strong>la</strong> humanidad tomó<br />

<strong>de</strong>spués el nacimiento <strong>de</strong>l Salvador como el comienzo <strong>de</strong> una nueva<br />

era; así en este tiempo, el principio <strong>de</strong> mi comunicación con vosotros, o<br />

sea mi advenimiento en cuanto Espíritu Santo, será mañana tomado<br />

como el principio <strong>de</strong> otra era.


42. Escuchad lo que os dice Cristo, <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong>l amor divino.<br />

43. Paz a los hombres <strong>de</strong> buena voluntad, a los que aman <strong>la</strong> verdad y<br />

siembran <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l amor.<br />

44. Soy el Verbo que viene a buscar a los hombres, porque ellos no han<br />

podido llegar a Mí. Es mi verdad <strong>la</strong> que vengo a reve<strong>la</strong>rles; ya que <strong>la</strong><br />

verdad es el Reino al cual quiero que todos penetréis.<br />

45. ¿Cómo encontrar <strong>la</strong> verdad, si antes no os digo que se requieren<br />

muchas renunciaciones?<br />

46. A veces, para hal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> verdad, es preciso renunciar a cuanto se<br />

posee, renunciar aun a sí mismo.<br />

47. <strong>El</strong> vanidoso, el materialista, el indolente, no pue<strong>de</strong> conocer <strong>la</strong><br />

verdad mientras no <strong>de</strong>struya <strong>la</strong>s mural<strong>la</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales vive, es<br />

necesario que se sobreponga a sus pasiones y f<strong>la</strong>quezas para mirar <strong>de</strong><br />

frente mi luz.<br />

48. Un materialista sólo ama <strong>la</strong> vida humana, más reconociendo que<br />

todo en el<strong>la</strong> es fugaz, procura vivir<strong>la</strong> intensamente. Cuando sus p<strong>la</strong>nes<br />

o sus ambiciones no se realizan, o el dolor en alguna forma lo<br />

sorpren<strong>de</strong>, entonces se <strong>de</strong>sespera, b<strong>la</strong>sfema y reta al <strong>de</strong>stino, culpándole<br />

<strong>de</strong> no recibir <strong>la</strong>s dádivas a <strong>la</strong>s que cree tener <strong>de</strong>recho.<br />

49. Son espíritus débiles en materias reacias, son seres moralmente<br />

pequeños, que son probados en muchas formas, para hacerles<br />

compren<strong>de</strong>r el valor que ellos en su materialidad atribuyen a obras <strong>de</strong><br />

escaso mérito.<br />

50. ¡Cómo <strong>de</strong>scartan modificar su <strong>de</strong>stino los materializados!<br />

¡Quisieran que todo se hiciera según su i<strong>de</strong>a y su voluntad!<br />

51. Se pue<strong>de</strong> lograr <strong>de</strong> Dios todo cuanto <strong>de</strong> bueno se <strong>de</strong>see, sin<br />

necesidad <strong>de</strong> retar su justicia o <strong>de</strong> <strong>de</strong>safiar su po<strong>de</strong>r. Mi amor está<br />

presto a aten<strong>de</strong>r a todo aquél que <strong>de</strong>sea mejorar su existencia.<br />

52. Vuelvo a <strong>de</strong>ciros; paz a los hombres <strong>de</strong> buena voluntad, que aman<br />

<strong>la</strong> verdad, porque ellos algo hacen por plegarse a <strong>la</strong> voluntad divina y<br />

quienes se amparan bajo mi protección, necesariamente tienen que<br />

sentir mi presencia tanto en su espíritu, como en su vida humana, en sus<br />

luchas, en sus necesida<strong>de</strong>s, en sus pruebas.<br />

53. Los hombres <strong>de</strong> buena voluntad son hijos obedientes a <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> su<br />

Padre, caminan por el sen<strong>de</strong>ro recto y cuando sufren intensamente,<br />

elevan su espíritu hasta Mí, en <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> perdón y <strong>de</strong> paz. <strong>El</strong>los<br />

saben que muchas veces es necesario el dolor y por eso lo apuran con<br />

paciencia, sólo cuando éste se hace irresistible, suplican les sea aliviado<br />

el peso <strong>de</strong> su cruz. Señor, me dicen; yo sé que mi espíritu necesita<br />

purificarse, sufrir, para los que piensan y oran <strong>de</strong> esta manera, porque<br />

van buscando el ejemplo <strong>de</strong> su Maestro para aplicarlo a <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong><br />

su vida.


54. Es cierto que cada dolor, que cada sufrimiento renueva el corazón,<br />

estremece el espíritu y lo limpia <strong>de</strong> sus manchas, dándole ocasión <strong>de</strong><br />

creer y elevarse.<br />

55. ¡Cuánto bien hace el dolor en el espíritu, cuando ese cáliz es bebido<br />

con amor y paciencia!<br />

56. Largo ha sido el camino <strong>de</strong> pruebas para vuestro espíritu. Sois a<br />

semejanza <strong>de</strong> los árboles milenarios que sueltan sus hojas secas al<br />

contacto <strong>de</strong> los vientos que les azotan y los <strong>de</strong>snudan, para <strong>de</strong>spués<br />

cubrirse <strong>de</strong> nuevas hojas. Así cumple el árbol <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre; así<br />

<strong>de</strong>beríais cumplir todos <strong>de</strong>jando que <strong>la</strong>s pruebas y lecciones que a<br />

través <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida os da vuestro Padre, os <strong>de</strong>spojasen <strong>de</strong> viejas<br />

vestiduras, <strong>de</strong> impurezas y andrajos <strong>de</strong>l espíritu, para surgir revestidos<br />

<strong>de</strong> nuevas ga<strong>la</strong>s.<br />

57. Sabed, discípulos, que el dolor aparta <strong>de</strong> vuestro corazón los malos<br />

frutos, os da experiencia, haciendo que vuestros errores se tornen en<br />

aciertos.<br />

58. Así os prueba vuestro Padre, con el fin <strong>de</strong> que <strong>la</strong> luz se haga en<br />

vuestro entendimiento, mas, cuando no comprendéis y sufrís<br />

estérilmente por no encontrar el sentido <strong>de</strong> mis sabias lecciones,<br />

vuestro dolor es inútil y <strong>de</strong>saprovecháis <strong>la</strong> lección.<br />

59. En este tiempo, he venido a explicaros el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, en el<br />

que sabréis el por qué <strong>de</strong>l dolor, qué significa expiación y restitución y<br />

por qué necesitáis purificaros. Cuando mi pueblo comprenda y sienta<br />

mi enseñanza, se colocarán los cimientos <strong>de</strong> una nueva humanidad.<br />

60. ¿Os ha sacudido algunas veces el dolor? ¿Han crujido vuestras<br />

ramas, se han <strong>de</strong>sprendido <strong>la</strong>s hojas secas y han caído <strong>de</strong> vuestro árbol<br />

los malos frutos? Yo os digo que el bien que ha adquirido vuestro<br />

espíritu, no se compara con lo que más valga en el mundo.<br />

61. Os pongo ejemplos que en <strong>la</strong> Naturaleza miráis cada día, como el<br />

<strong>de</strong>l árbol cuando es azotado por el vendaval, porque <strong>la</strong> Naturaleza<br />

divina, por lo tanto, en todo cuanto os ro<strong>de</strong>a en esta vida, podréis<br />

encontrar una lección o una reve<strong>la</strong>ción para vuestro espíritu.<br />

62. Así como vuestro cuerpo para vivir busca el aire, el sol, el agua y el<br />

pan, también el espíritu necesita <strong>de</strong>l ambiente, <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y <strong>de</strong>l sustento<br />

propio <strong>de</strong> su ser. Cuando se ve privado <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong> elevarse en<br />

busca <strong>de</strong> lo que a él lo alimenta, se <strong>de</strong>bilita, se marchita, se entorpece,<br />

como si a un niño se le obligase a permanecer siempre en su cuna y<br />

encerrado en su alcoba. Se paralizarían sus miembros, pali<strong>de</strong>cería, se<br />

<strong>de</strong>bilitarían sus sentidos y se atrofiaran sus faculta<strong>de</strong>s.<br />

63. ¡Ved cómo también el espíritu pue<strong>de</strong> ser un paralítico! ¡Si Yo os<br />

dijese que el mundo está lleno <strong>de</strong> paralíticos, <strong>de</strong> ciegos, <strong>de</strong> sordos y<br />

enfermos <strong>de</strong>l espíritu! <strong>El</strong> espíritu que vive encerrado y sin libertad para


<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rse, es un ser que no crece, ni en sabiduría, ni en fuerza, ni en<br />

virtud.<br />

64. No esperéis a que sean los furiosos vendavales los que os limpien<br />

<strong>de</strong> impurezas, porque también podéis esperar <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

estaciones para renovaros en el<strong>la</strong>s, para purificaros y florecer.<br />

65. Mucho tendréis que apren<strong>de</strong>r en este mundo para que podáis llegar<br />

a otras moradas más elevadas.<br />

66. Apren<strong>de</strong>d, meditad, sabed luchar, sufrir y esperar; amad siempre y<br />

confiad también. Sed hombres <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> buena voluntad y tendréis que<br />

ser espíritus gran<strong>de</strong>s.<br />

67. Si queréis buscar mi presencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza en que<br />

habitáis, hacedlo, Yo sé que en todo tendréis que encontrarme porque<br />

me encuentro en todas y cada una <strong>de</strong> mis obras.<br />

68. Ved como me comunico a través <strong>de</strong> estos hombres en quienes me<br />

oculto por un instante para hacer brotar <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios mi divina pa<strong>la</strong>bra.<br />

¿Cuándo me miraréis más allá <strong>de</strong> lo que pertenece a este mundo?<br />

¿Cuándo me escucharéis a través <strong>de</strong> vuestros sentidos espirituales sin<br />

necesidad <strong>de</strong>l aparato humano?<br />

69. La cátedra eterna <strong>de</strong> Dios siempre está vibrando, porque <strong>El</strong> es el<br />

verbo, mas sólo <strong>la</strong> escucha directamente o sea <strong>de</strong> espíritu a Espíritu los<br />

seres luminosos.<br />

70. Cuando vosotros lleguéis a estar en comunión estrecha con lo<br />

divino y con lo humano, cuando alcancéis <strong>la</strong> armonía <strong>de</strong> vuestro ser,<br />

oiréis el canto en el que se une el ángel y el hombre, el cielo y el<br />

mundo, el Más Allá y el Universo, el espíritu y <strong>la</strong> materia. Todo se<br />

unirá en un himno <strong>de</strong> amor hacia el Ser divino que ha dado vida a sus<br />

obras convirtiéndo<strong>la</strong>s en sus hijos. En ese himno os uniréis, discípulos,<br />

porque para ello he venido nuevamente a los hombres.<br />

71. Es necesario que penetréis en vuestro santuario interior, aquél que<br />

no fue construido por <strong>la</strong> mano <strong>de</strong>l hombre, sino por <strong>la</strong> mente divina. Os<br />

digo que allí conoceréis <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, allí compren<strong>de</strong>réis<br />

<strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> lo eterno, para que lo améis por sobre todo lo pasajero.<br />

72. ¿Qué es vuestro cuerpo? Avecil<strong>la</strong>s viajeras, cuyo vuelo tiene poca<br />

duración, ave que sin saber canta su pronta <strong>de</strong>saparición. Pobre cuerpo<br />

que mucho pi<strong>de</strong> y mucho <strong>de</strong>sea para si en su egoísmo. En cambio, el<br />

espíritu es el ave invisible al mundo, pero b<strong>la</strong>nca y luminosa, que se<br />

eleva más y más según marcha el tiempo, es el ser para quien no<br />

existen <strong>la</strong>s eda<strong>de</strong>s, los años o los siglos.<br />

73. Sabéis qué día, qué hora y qué año nacisteis, mas ¿Sabéis por<br />

ventura cuándo surgisteis espiritualmente a <strong>la</strong> vida?<br />

74. <strong>El</strong>evad el espíritu, esa es <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> vuestra vida, ese es vuestro<br />

<strong>de</strong>stino y el fin para que fuisteis creados. <strong>El</strong>evaos, porque así vendréis a


Mí, que tengo mucho que daros, mucho más <strong>de</strong> lo que en el mundo<br />

habéis encontrado.<br />

75. <strong>El</strong> amor habrá <strong>de</strong> venceros al fin y por el amor me conoceréis.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 259<br />

1. Bienvenidos seáis mis discípulos, habéis venido a escuchar mi<br />

enseñanza y Yo os preparo el banquete, para que os alimentéis con los<br />

manjares <strong>de</strong> vida eterna.<br />

2. Si vuestra carne es débil, vuestro espíritu en cambio es fuerte para<br />

obe<strong>de</strong>cerme. Bienaventurado sea el discípulo que ha preparado su<br />

corazón <strong>de</strong>jando lo que pertenece al mundo por venir a escuchar al<br />

Verbo.<br />

3. Vengo a ofrecer a vuestro espíritu <strong>la</strong> vestidura <strong>de</strong> gracia, porque a<br />

través <strong>de</strong>l tiempo habéis hecho girones <strong>la</strong> que os di.<br />

4. Mi Ley es <strong>la</strong> Doctrina que a través <strong>de</strong> los tiempos habéis recibido,<br />

Ley que no habéis cumplido y por vuestra <strong>de</strong>sobediencia caísteis en<br />

confusión. Ahora vengo nuevamente a iluminaros con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo.<br />

5. Os he confiado una joya <strong>de</strong> incalcu<strong>la</strong>ble valor, para que brille ante <strong>la</strong><br />

humanidad, no <strong>la</strong> ocultéis ni os <strong>de</strong>spojéis <strong>de</strong> el<strong>la</strong>.<br />

6. En este día conmemoráis mi entrada triunfal en <strong>la</strong> antigua Jerusalén.<br />

Ahora también el hombre me presenta palmas en sus manos materiales,<br />

mas en su corazón no veo <strong>la</strong> paz.<br />

7. En aquel tiempo <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s me recibieron entonando con su<br />

espíritu el "hosanna", porque sabían que <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong>l Señor era con<br />

ellos; en esta forma dieron testimonio <strong>de</strong> que el Hijo <strong>de</strong> Dios estaba con<br />

los hombres.<br />

8. Después, cuando llegué al sacrificio en el ara santa <strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz, para<br />

enseñaros a cumplir vuestra misión, muchos dudaron <strong>de</strong> que Jesús<br />

fuese el Hijo <strong>de</strong>l Dios verda<strong>de</strong>ro el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios anunciado mucho<br />

tiempo antes por los profetas, mas así estaba escrito que el Cor<strong>de</strong>ro os<br />

iluminaria con su sangre.<br />

9. Ahora vengo en Espíritu a daros nuevamente mi enseñanza para<br />

espiritualizaros, para disipar con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Santo <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s,<br />

para que os regeneréis y <strong>de</strong>jéis que <strong>la</strong>s virtu<strong>de</strong>s se manifiesten en<br />

plenitud.<br />

10. La humanidad aún no ha escuchado esta pa<strong>la</strong>bra, se <strong>de</strong>sconocen los<br />

unos a los otros y a vosotros he nombrado "el fuerte Israel" porque os<br />

levantaréis llenos <strong>de</strong> mi fortaleza para dar testimonio <strong>de</strong> mi presencia


espiritual entre <strong>la</strong> humanidad, para que llevéis mi verdad y apartéis el<br />

cáliz <strong>de</strong> amargura que apura en este tiempo el mundo.<br />

11. Entre vosotros está el lobo hambriento. Tenéis que ve<strong>la</strong>r y orar,<br />

tenéis que practicar mi Doctrina. Aquel que sepa cumplir con mis<br />

mandatos, sentirá mi paz.<br />

12. En este tiempo os he hab<strong>la</strong>do con toda c<strong>la</strong>ridad para que me<br />

comprendáis, os he mostrado que este camino está limpio y si el dolor<br />

os sorpren<strong>de</strong>, no es el Padre quien os lo ha puesto, sois vosotros<br />

mismos que en vuestra <strong>de</strong>sobediencia lo habéis <strong>la</strong>brado.<br />

13. Ved que soy amor infinito, sublime y santo, que a todos amo, mas<br />

os digo: amad como el Padre os ama y os seguirá amando en todos los<br />

tiempos.<br />

14. He venido a purificaros, como el oro en el crisol, para que seáis el<br />

ejemplo <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Es menester que comprendáis mis<br />

enseñanzas, para que seáis entre vuestros hermanos, una antorcha <strong>de</strong><br />

luz, que ilumine a todos los espíritus.<br />

15. Es a vuestro espíritu a quien vengo a darle vida eterna, porque ha<br />

brotado <strong>de</strong> Mi, a él vengo a prepararle para que me obe<strong>de</strong>zca y sepa<br />

comunicarse conmigo <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

16. Mostradme espiritualmente vuestras palmas, porque <strong>la</strong>s palmas<br />

materiales no llegan a Mí. Estáis viviendo el tiempo en que <strong>la</strong><br />

humanidad apura un cáliz <strong>de</strong> dolor, ve<strong>la</strong>d y orad para que ese dolor no<br />

os sorprenda.<br />

17. En estos días <strong>la</strong> humanidad conmemora mi pasión, mas <strong>de</strong> cierto os<br />

digo que ahora estáis en el tiempo en que he venido a resucitaros.<br />

18. Gran<strong>de</strong> es el dolor en mi Espíritu al contemp<strong>la</strong>r que <strong>la</strong> humanidad<br />

en su fanatismo, confusión y pecado aún sigue crucificándome. Mas<br />

vosotros, pueblo escogido, que sois los iluminados, practicad mi<br />

verda<strong>de</strong>ra Doctrina, <strong>la</strong> cual reinará eternamente entre <strong>la</strong> humanidad.<br />

Los hombres no podrán retener mi amor ni obscurecer mi luz divina,<br />

Yo vengo a fortaleceros y a guiaros con mi pa<strong>la</strong>bra para que sigáis mis<br />

huel<strong>la</strong>s, y <strong>de</strong>is cumplimiento a mi Ley.<br />

19. Mañana os elevaréis en oración a mi Divinidad e iluminados por <strong>la</strong><br />

intuición, seréis guías en <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> vuestros hermanos.<br />

20. La misión que os he confiado, es un mandato que tenéis que<br />

cumplir a través <strong>de</strong> los tiempos, porque por vuestro conducto tiene que<br />

recibir mi luz <strong>la</strong> humanidad y Yo <strong>la</strong> levantaré a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia.<br />

21. Israel, no queráis permanecer dormido, porque si así lo hiciereis, los<br />

elementos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza os <strong>de</strong>spertarán y os rec<strong>la</strong>marán vuestra falta<br />

<strong>de</strong> cumplimiento a <strong>la</strong> misión sublime y <strong>de</strong>licada que Yo os he confiado.<br />

22. Os he hecho reconocer vuestros dones y <strong>la</strong> inmensidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tierras<br />

que os confío para que <strong>la</strong>s limpiéis y <strong>la</strong>s cultivéis.


23. Sois mis hijos que estáis bajo mi amparo, bajo el fol<strong>la</strong>je <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> vida y vuestro espíritu ha sido <strong>de</strong> regocijo. Yo os digo, pueblo<br />

escogido: ¿Quién <strong>de</strong> vosotros que ha implorado mi caridad, no <strong>la</strong> ha<br />

recibido? Bienaventurados seáis aquellos que reconociendo mis<br />

gran<strong>de</strong>s beneficios os levantéis a testificar que el Padre ha estado con<br />

vosotros, porque por vuestro testimonio se levantarán gran<strong>de</strong>s<br />

multitu<strong>de</strong>s.<br />

24. Testificad que Yo he estado con vosotros, para que <strong>la</strong> humanidad<br />

lleve en su espíritu <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia, para que encuentre en Mí al<br />

Doctor <strong>de</strong> los doctores y para que me busque <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

25. En el Segundo Tiempo mis discípulos esparcieron mi enseñanza<br />

para que <strong>la</strong> humanidad <strong>la</strong> estudiase, <strong>la</strong> meditase y <strong>la</strong> pusiese en práctica,<br />

pero más tar<strong>de</strong> el hombre se apartó <strong>de</strong> <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi Doctrina y forjó<br />

su propia ley para guiar a <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s. Mas Yo no vengo a recibir lo<br />

que el hombre en su confusión y materialidad ha edificado, sólo vengo<br />

a recordaros que mi verda<strong>de</strong>ro templo <strong>de</strong>be estar edificado en vuestro<br />

corazón y en vuestro espíritu.<br />

26. En este tiempo, a los que me habéis buscado, os he enseñado a<br />

sentirme en vuestro corazón, a grabar en él mis enseñanzas, para que<br />

seáis el pueblo que viváis llenos <strong>de</strong> gracia y <strong>de</strong> luz.<br />

27. Preparaos y levantaos llenos <strong>de</strong> humildad para que llevéis a <strong>la</strong><br />

humanidad este mensaje <strong>de</strong> paz, orad por el<strong>la</strong>, que vuestro Padre hará<br />

que su Ley sea reconocida y practicada por todos los hombres, para que<br />

lleven vida <strong>de</strong> gracia y sepan buscarme <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

28. Recordad que he dicho: cuando estéis reunidos dos o tres en mí<br />

nombre, Yo seré entre vosotros y me manifestaré según sea vuestra<br />

preparación.<br />

29. He venido en este tiempo a dar una prueba más <strong>de</strong> mi amor a <strong>la</strong><br />

humanidad al manifestarme entre vosotros, pueblo escogido.<br />

30. Vosotros tenéis que dar testimonio a <strong>la</strong> humanidad y enseñarle que<br />

si sabe prepararse, si sabe <strong>de</strong>spojarse <strong>de</strong> su materialidad, me sentirá y<br />

me verá con su espíritu. Por eso he venido a hab<strong>la</strong>ros a través <strong>de</strong>l<br />

entendimiento humano, y esta comunicación a través <strong>de</strong> un pecador ha<br />

sido <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> amor que os he concedido para que recibáis mi<br />

pa<strong>la</strong>bra y más tar<strong>de</strong> <strong>la</strong> llevéis a <strong>la</strong> humanidad.<br />

31. Preparaos, Israel, porque es corto el tiempo <strong>de</strong> mi comunicación a<br />

través <strong>de</strong>l entendimiento humano, y no quiero que el mañana por<br />

vuestra falta <strong>de</strong> preparación os vayáis a sentir como huérfanos y vayáis<br />

a imitar a <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s que se reúnen en sus templos <strong>de</strong> cantera y se<br />

conforman con ceremonias y cánticos materiales. Dentro <strong>de</strong> esas<br />

multitu<strong>de</strong>s, muy pocos son los que me han sentido, mas he venido a<br />

vosotros para preparar vuestro corazón y a iluminar vuestro espíritu, a<br />

entregaros mi pa<strong>la</strong>bra llena <strong>de</strong> amor para que sintáis mi presencia y


seáis los que mañana entreguéis a vuestros hermanos este amor y esta<br />

paz.<br />

32. Si con mi pa<strong>la</strong>bra llena <strong>de</strong> amor, no preparáis vuestro corazón,<br />

entonces ¿Qué va a ser <strong>de</strong> vosotros, qué va ser <strong>de</strong> vuestros semejantes,<br />

si estáis viviendo el tiempo en que <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>s pruebas y torbellinos<br />

están azotando a <strong>la</strong> humanidad? No hay paz en los corazones y si por<br />

instantes esa humanidad se entrega a los p<strong>la</strong>ceres buscando el consuelo,<br />

en verdad os digo, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esos p<strong>la</strong>ceres llevan un espíritu sufriente y<br />

enfermo que no siente mi paz; en el recreo que ellos buscan sólo<br />

satisfacen sus sentidos materiales, pero sus espíritus sólo llevan el<br />

dolor.<br />

33. Esa humanidad no me ha sentido, a el<strong>la</strong> aún no ha llegado quien <strong>la</strong><br />

tome <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano y le muestre el camino; a el<strong>la</strong> Yo le recibiré cual<br />

inocente y con caridad juzgaré sus faltas, Yo le daré <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong><br />

restituir. Mas vosotros, pueblo escogido, que me habéis escuchado, en<br />

quien me he manifestado ¿Cómo os sentiréis ante Mi, si llegáis en<br />

espíritu haciéndome presente vuestra <strong>de</strong>sobediencia? Sois los<br />

agraciados por el Padre y quiero recibiros con el cumplimiento <strong>de</strong><br />

vuestra <strong>de</strong>licada misión; no quiero que seáis el reo ante mi presencia,<br />

quiero recibiros con mi sonrisa paternal y enviaros nuevamente al<br />

mundo como espíritus <strong>de</strong> luz, como guías y protectores <strong>de</strong> vuestros<br />

semejantes.<br />

34. En verdad os digo: habéis llegado ante Mí, porque <strong>El</strong>ías os ha<br />

entresacado <strong>de</strong> diversos caminos, porque sois los escogidos a quienes<br />

<strong>El</strong>ías me ha mostrado como ovejas. <strong>El</strong> que está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l redil <strong>de</strong><br />

<strong>El</strong>ías, está <strong>de</strong>fendido por <strong>El</strong>, ese pastor incansable os protege <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

acechanzas.<br />

35. <strong>El</strong> Espíritu Santo ha venido a iluminaros, mas no so<strong>la</strong>mente los que<br />

ostentáis mi sello divino tenéis esta gracia, sino todo aquél que se<br />

prepare y se eleve a Mi, guiados por <strong>El</strong>ías.<br />

36. La luz <strong>de</strong>l Espíritu Santo ha venido a iluminaros para que seáis<br />

conmigo en espíritu y en verdad. He aquí el camino en don<strong>de</strong> sentiréis<br />

mi amor y hal<strong>la</strong>réis <strong>la</strong> salud.<br />

37. Vengo a recibir a <strong>la</strong>s ovejas que <strong>El</strong>ías me hace presente. <strong>El</strong> seguirá<br />

buscando a <strong>la</strong>s <strong>de</strong>scarriadas, porque Yo entregaré mi caridad a todos los<br />

pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra y a todas <strong>la</strong>s generaciones veni<strong>de</strong>ras.<br />

38. <strong>El</strong> Maestro os dice: bebed <strong>de</strong> esta fuente inagotable sus aguas<br />

cristalinas; alimentaos con el pan <strong>de</strong> vida eterna, tomad el fruto <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

vid. He aquí que en mi mesa os he preparado el mejor lugar.<br />

39. Yo os pregunto, Israel: ¿Qué pedís para <strong>la</strong>s naciones? Porque esta<br />

caridad no es tan solo para vosotros, ved que <strong>la</strong>s naciones han sido<br />

sorprendidas por <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas <strong>de</strong> dolor y a vosotros he dicho:


Israel, si veláis y oráis por vuestros hermanos, mi voluntad se hará en<br />

toda <strong>la</strong> humanidad.<br />

40. Los hombres han equivocado mi Doctrina, mas Yo he venido entre<br />

vosotros para prepararos nuevamente con mi enseñanza, con mi<br />

sabiduría, para que os convirtáis en mis discípulos y seáis los que<br />

mañana enseñéis al mundo y le hagáis sentir mi presencia en su<br />

espíritu.<br />

41. Las naciones se preparan para <strong>la</strong>nzarse a nuevas guerras, mas si<br />

vosotros veláis y oráis, por vuestro conducto propondré y entregaré mi<br />

paz a <strong>la</strong> humanidad.<br />

42. He venido en Espíritu en este Tercer Tiempo a levantaros a <strong>la</strong> vida,<br />

como a Lázaro <strong>de</strong> su sepulcro. He sanado vuestra lepra y he apartado<br />

vuestro dolor.<br />

43. He venido a daros mi enseñanza para que llevéis en vuestro corazón<br />

mi amor y así preparados os levantéis para guiar a <strong>la</strong> humanidad, para<br />

mostrarle el árbol que os ha dado sombra y vida en sus frutos.<br />

44. Invitad a <strong>la</strong> humanidad a que venga hacia Mí para darle mi caricia<br />

<strong>de</strong> Padre, para iluminar su espíritu, para salvar <strong>de</strong>l mar anchuroso <strong>de</strong><br />

malda<strong>de</strong>s, para darle leche y miel y apartar <strong>la</strong> amargura <strong>de</strong> su vida.<br />

45. Si así habláis a vuestros hermanos, habéis cumplido con el mandato<br />

que os he dado a través <strong>de</strong> los tiempos. Escuchad, pueblo amado en<br />

vosotros mismos <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia y fortaleced el propósito <strong>de</strong><br />

amarme y <strong>de</strong> amar a vuestros hermanos.<br />

46. Vengo buscando el amor <strong>de</strong> vuestro corazón para que en él me<br />

forméis un santuario, Yo os amo, os he enga<strong>la</strong>nado con mi gracia<br />

divina y os he iluminado para que seáis a mi servicio.<br />

47. En vosotros he <strong>de</strong>positado esta pa<strong>la</strong>bra, que cual buena semil<strong>la</strong> el<br />

mañana se multiplicará, porque cuando ya no me escuchéis en esta<br />

forma, <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s serán en pos <strong>de</strong> mis discípulos para recibir <strong>la</strong><br />

enseñanza que no alcanzaron a escuchar a través <strong>de</strong> mis portavoces.<br />

Vosotros les enseñaréis y Yo seré con el<strong>la</strong>s. Seréis sumisos y<br />

obedientes a mi Ley para que mi Obra os sirva <strong>de</strong> baluarte y levantaréis<br />

en alto el estandarte <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

48. Israel, <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas prestas están para ser entre <strong>la</strong><br />

humanidad, porque los hombres así lo han querido, porque en su<br />

corazón aún está el propósito <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción y también han formado su<br />

propio dios en este mundo; mas antes <strong>de</strong> que el hombre haga su propia<br />

voluntad, el Padre se hará sentir nuevamente entre <strong>la</strong> humanidad.<br />

Vosotros, mi pueblo, os levantaréis para mostrar nuevamente el arca <strong>de</strong><br />

salvación que es mi Ley, así como Noé habló a <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong> aquel<br />

tiempo.<br />

49. Preparaos, mi pueblo, para que recibáis a los que van a llegar a<br />

vosotros, entregadles mi amor, enseñadles a amarse los unos a los


otros, mostradles mi Ley, encen<strong>de</strong>d en sus corazones <strong>la</strong> f<strong>la</strong>ma <strong>de</strong> fe y<br />

dadles en mi pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> paz, para que <strong>de</strong> el<strong>la</strong> se alimenten en sus<br />

caminos. Enseñaréis a esas multitu<strong>de</strong>s a buscarme <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

50. Vosotros habéis venido a <strong>la</strong> Tierra a cumplir esta misión, por eso he<br />

venido a prepararos con mi pa<strong>la</strong>bra, a saciar <strong>la</strong> sed <strong>de</strong> vuestro espíritu<br />

con estas aguas cristalinas, a fortaleceros y a ungiros. Fuertes os<br />

levantaréis a hab<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> humanidad en mi nombre, seréis mis<br />

mensajeros y por vuestro conducto Yo le entregaré mi luz.<br />

51. <strong>El</strong>evaos en oración, que Yo seré con vosotros y en unión <strong>de</strong> mi<br />

Mundo Espiritual poco a poco iréis <strong>de</strong>spertando a <strong>la</strong> humanidad. Ve<strong>la</strong>d<br />

y orad por aquellos que no me han sentido y en su dolor c<strong>la</strong>man y me<br />

dicen: "Padre, Padre ¿Por qué no nos escucháis?" Y vosotros, que ya<br />

sabéis buscarme <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, enseñaréis a vuestros hermanos<br />

a orar y a buscarme en el silencio y en <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> su propio<br />

espíritu. Yo les haré sentir mi perdón, a ellos les entregaré <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong><br />

sabiduría, para que cump<strong>la</strong>n con mi Ley.<br />

52. Por aquellos que me habéis reconocido y estáis conmigo, Yo<br />

entrego a los que perecen en el mar anchuroso <strong>de</strong> maldad, Yo los<br />

perdono y los bendigo. Más vosotros, que habéis recibido <strong>de</strong> vuestro<br />

Dios y Señor, testificad ante <strong>la</strong> humanidad, todo lo que Yo os he<br />

enseñado y reve<strong>la</strong>do para que el<strong>la</strong> también me ame y se levante en pos<br />

<strong>de</strong> su misión espiritual.<br />

53. Está profetizado que en este tiempo aparecerá en <strong>la</strong> Tierra el nuevo<br />

pueblo <strong>de</strong> Dios, el pueblo <strong>de</strong> Israel, y mi pa<strong>la</strong>bra habrá <strong>de</strong> cumplirse,<br />

mas no os confundáis creyendo que se trata <strong>de</strong>l pueblo judío cuando<br />

menciono al nuevo pueblo <strong>de</strong> Israel, ya que el pueblo <strong>de</strong> que os hablo<br />

estará formado por todas <strong>la</strong>s razas y todos los idiomas. Su unión no será<br />

material, sino espiritual, así como también su misión será espiritual.<br />

54. Si en aquel Primer Tiempo Israel se formó con doce tribus, ahora<br />

serán doce misiones <strong>la</strong>s que <strong>de</strong>sempeñe el nuevo pueblo, doce misiones<br />

diferentes que, con su armonía le darán <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> un pueblo<br />

invencible.<br />

55. No necesitarán agruparse los hombres para formar <strong>la</strong>s nuevas<br />

tribus, esas Yo <strong>la</strong>s formaré, dándole a cada una un diferente cargo que<br />

<strong>de</strong>sempeñar entre <strong>la</strong> humanidad.<br />

56. Los dones <strong>de</strong> intuición, <strong>de</strong> reve<strong>la</strong>ción e inspiración estarán<br />

<strong>de</strong>spiertos en el espíritu <strong>de</strong>l Nuevo Israel, porque a través <strong>de</strong> ellos será<br />

como reciban mis mensajes.<br />

57. Los hombres que formen el nuevo pueblo no serán escogidos en <strong>la</strong><br />

Tierra, sino que por mi amor ya irán seña<strong>la</strong>dos o marcados en su<br />

espíritu, como seres evolucionados, como seres <strong>de</strong> luz que no podrán<br />

per<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> <strong>la</strong> senda que les haya trazado.


58. Así como en el Primer Tiempo Israel se preparó y or<strong>de</strong>nó para<br />

cruzar el <strong>de</strong>sierto en pos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra Prometida, y a cada tribu le fue<br />

confiada diferente misión, así en este tiempo unos a otros se<br />

fortalecerán espiritualmente y cada quien cumplirá con <strong>la</strong> misión que se<br />

le haya confiado.<br />

59. Vosotros que me estáis escuchando, sois sólo una parte <strong>de</strong> ese<br />

pueblo que estará diseminado en toda <strong>la</strong> Tierra y que será tan numeroso<br />

como <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l firmamento.<br />

60. Esa marca que alguno <strong>de</strong> vosotros habéis recibido, es so<strong>la</strong>mente un<br />

símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong> señal que trae en su espíritu todo aquél que en este Tercer<br />

Tiempo venga a cumplir una misión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Nuevo Pueblo <strong>de</strong> Israel.<br />

61. Muchas veces os he dicho que todo cuanto posee vuestro espíritu,<br />

ya lo trata consigo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong> llegar a <strong>la</strong> Tierra, por lo que ese acto<br />

al que l<strong>la</strong>máis "La marca" no ha sido más que un símbolo. Más llenaos<br />

<strong>de</strong> gozo, porque vuestra misión ya está <strong>de</strong>finida, porque ya sabéis cuál<br />

será vuestro <strong>de</strong>stino y vuestro papel en el seno <strong>de</strong>l Nuevo Pueblo.<br />

62. Vosotros seréis el heraldo que anuncie a los pueblos mis ór<strong>de</strong>nes y<br />

seréis quienes reveléis a <strong>la</strong> humanidad el divino mensaje <strong>de</strong> que os he<br />

hecho portadores, porque en ese mensaje se unirán todos los enviados y<br />

los seña<strong>la</strong>dos, espiritualmente. Vosotros anunciaréis a <strong>la</strong> humanidad<br />

este tiempo en que han sido <strong>de</strong>satados todos los dones y faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

espíritu y enseñaréis <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrirlos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rlos y <strong>de</strong><br />

emplearlos.<br />

63. Inspiración, intuición, don <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra, curación, profecía,<br />

reve<strong>la</strong>ción, comunicación espiritual: He ahí los dones que, <strong>de</strong>rramados<br />

sobre mi pueblo, harán <strong>de</strong> todos los hombres una nueva humanidad.<br />

Mas orad, tened fe, fortaleza, para que <strong>de</strong>rraméis paz, justicia y caridad<br />

entre vuestros hermanos.<br />

64. Mis enviados estarán cumpliendo misiones en todas partes, en el<br />

seno <strong>de</strong> toda institución. Su corazón ignorará el encargo espiritual que<br />

está cumpliendo, pero su espíritu estará absolutamente consciente <strong>de</strong><br />

cuanto haga. <strong>El</strong> será quien haga presentir al corazón el <strong>de</strong>stino que ha<br />

venido a cumplir en <strong>la</strong> Tierra y le reve<strong>la</strong>rá a <strong>la</strong> mente cuanto tenga que<br />

realizar.<br />

65. ¡Qué gran<strong>de</strong> es <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> vosotros que habéis recibido<br />

este mensaje! porque tenéis que prepararos para dar testimonio <strong>de</strong> lo<br />

que oísteis y para dar ejemplo y enseñanza <strong>de</strong> espiritualidad.<br />

66. Ni una so<strong>la</strong> confusión <strong>de</strong>berá haber entre vosotros cuando llegue el<br />

momento <strong>de</strong> abrir vuestros <strong>la</strong>bios para anunciar a <strong>la</strong> humanidad <strong>la</strong><br />

Buena Nueva, y tanto en vuestras obras, como en vuestras pa<strong>la</strong>bras y<br />

escritos, habrá verdad y elevación.<br />

67. Ahora os pregunto: ¿Queréis ser vosotros los que <strong>de</strong>is <strong>la</strong> voz <strong>de</strong><br />

alerta a <strong>la</strong> humanidad, <strong>de</strong>spertándo<strong>la</strong> con el toque <strong>de</strong> una campana cuyo


sonido sea el <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad l<strong>la</strong>mando a los corazones? ¿O queréis que<br />

aguar<strong>de</strong> a que haya <strong>de</strong>saparecido <strong>la</strong> última <strong>de</strong> vuestras huel<strong>la</strong>s en <strong>la</strong><br />

Tierra para que sean <strong>la</strong>s nuevas generaciones <strong>la</strong>s que <strong>de</strong>n ese testimonio<br />

a los pueblos <strong>de</strong>l mundo?<br />

68. No me he equivocado al enviar a cada uno <strong>de</strong> vosotros, a pesar <strong>de</strong><br />

que a veces dudéis <strong>de</strong> vuestra fortaleza, para cumplir con tan elevado<br />

<strong>de</strong>stino.<br />

69. Dudáis <strong>de</strong> ser escogidos o enviados porque conocéis vuestras<br />

f<strong>la</strong>quezas, mas <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>ciros que esas f<strong>la</strong>quezas no están en el espíritu<br />

que Yo envié, sino que en <strong>la</strong> carne que os sirve <strong>de</strong> prueba en <strong>la</strong> Tierra.<br />

70. <strong>El</strong> instante en que el espíritu se sobreponga a <strong>la</strong> materia, llegará, y<br />

<strong>la</strong> luz se hará en todo entendimiento. Entonces seréis uno <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

vosotros, porque habrá una so<strong>la</strong> voluntad: La <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer al mandato<br />

escrito por el Padre en vuestro espíritu, para po<strong>de</strong>r ser dignos hijos <strong>de</strong>l<br />

Nuevo Pueblo <strong>de</strong> Israel.<br />

71. La luz divina <strong>de</strong>l Maestro se esparce en todo el orbe. Hago el<br />

l<strong>la</strong>mado a mis <strong>la</strong>briegos para que podáis aposentaros en <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong>l<br />

Señor. Manifestad vuestra obediencia y humildad, venid a alimentaros<br />

para que llevéis amor, comprensión y caridad.<br />

72. Yo, el Maestro <strong>de</strong> maestros, doy el ejemplo perfecto a mis<br />

<strong>la</strong>briegos; vengo preparando a mis discípulos en este Tercer Tiempo,<br />

para que seáis los corazones que cumpláis <strong>la</strong> Ley y entreguéis <strong>la</strong><br />

caridad <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual sois poseedores.<br />

73. Vengo hasta vosotros, discípulos amados, para alentaros con mi<br />

amor, para que podáis sentirme y conocerme, para que sepáis <strong>de</strong> quién<br />

estáis escuchando <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y podáis compren<strong>de</strong>r<strong>la</strong> penetrando en el<br />

estudio y el análisis.<br />

74. Contemp<strong>la</strong>d, <strong>la</strong>briegos amados, que <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong> se extien<strong>de</strong> en <strong>la</strong><br />

humanidad, el odio, <strong>la</strong> codicia y <strong>la</strong> vanidad y vosotros tenéis una<br />

gran<strong>de</strong> potestad, sois los que <strong>de</strong>béis hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> mi Obra, para que el<br />

enfermo, el leproso, el incrédulo pueda conocer lo que el Verbo Divino<br />

entregando se encuentra en este tiempo.<br />

75. Sois <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l mundo y bril<strong>la</strong>ndo entre <strong>la</strong> humanidad, aún no os<br />

conocéis ni os reconocen los hombres.<br />

76. La humanidad incrédu<strong>la</strong> abre su <strong>la</strong>bio para <strong>de</strong>sconocer mi po<strong>de</strong>r,<br />

porque espera contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s pruebas y los prodigios que le entregué en<br />

el Segundo Tiempo. Alimenta <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría porque no ha sabido elevar su<br />

espíritu, no ha sabido orar, ni ha sabido pedir.<br />

77. Cuando a vosotros os he enseñado a pedir, os he puesto en el<br />

camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> elevación y <strong>de</strong> <strong>la</strong> preparación. Yo os he<br />

dicho; Enseñaréis a <strong>la</strong> humanidad a ve<strong>la</strong>r y a orar.<br />

78. Penetrad en meditación, estudiad y así compren<strong>de</strong>réis que el<br />

Maestro se manifiesta en vuestra humildad para entregaros <strong>la</strong> luz, el


perdón y <strong>la</strong> bendición; que nunca os he abandonado. Yo estoy con<br />

vosotros para haceros liviana vuestra cruz, para daros el consuelo.<br />

79. Os he confiado <strong>la</strong>s parce<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>s herramientas para que podáis<br />

<strong>la</strong>brar y cultivar <strong>la</strong>s tierras.<br />

80. La humanidad tiene hambre y sed <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que Yo os he<br />

confiado. La humanidad se encamina a <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong>, hacia el abismo,<br />

hacia <strong>la</strong> perdición, mas hay corazones que me han <strong>de</strong> amar, <strong>de</strong> distintas<br />

lenguas, razas y colores; Yo sólo vengo haciendo el l<strong>la</strong>mado a los<br />

espíritus sin contemp<strong>la</strong>r diferencias.<br />

81. Sois vosotros, Israel, los que <strong>de</strong>béis indicarles el camino, los que<br />

<strong>de</strong>béis <strong>de</strong> darles mi enseñanza.<br />

82. Reconoced <strong>la</strong> gracia que poseéis y el valor <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, levantaos<br />

como un solo corazón, como un solo hombre y con una so<strong>la</strong> voluntad; a<br />

cumplir con <strong>la</strong> misión que os he confiado.<br />

83. Amaos los unos a los otros, unificaos y sed ejemplo <strong>de</strong> humildad,<br />

dad mi pa<strong>la</strong>bra, entregad <strong>la</strong> salud, dad el consuelo, levantad a Lázaro <strong>de</strong><br />

su sepulcro y entregad <strong>la</strong> luz al ciego, sanad al paralítico y por estos<br />

prodigios espirituales, <strong>la</strong> humanidad me reconocerá.<br />

84. Después <strong>de</strong> 1950 ya no me escucharéis a través <strong>de</strong>l portavoz, y<br />

entonces reconoceréis que era el Maestro, que era el Espíritu Santo<br />

quien se estaba comunicando por el entendimiento humano.<br />

85. Hoy como Padre vengo a entregaros mi gracia y como Maestro<br />

vengo a daros <strong>la</strong> enseñanza. Os he hecho el l<strong>la</strong>mado con mi campana<br />

sonora y os he entresacado <strong>de</strong> diversos caminos para convertiros en este<br />

tiempo en los guías <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. He venido a recordaros <strong>la</strong> misión<br />

que <strong>de</strong>béis cumplir y he preparado vuestros ojos espirituales para que<br />

me contempléis a través <strong>de</strong> símbolos y figuras. Os he entregado el don<br />

<strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra para que podáis dar testimonio a <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

reve<strong>la</strong>ciones que habéis recibido <strong>de</strong> Mí.<br />

86. Sois mis escogidos y os he dicho: Doquier que caminéis, <strong>de</strong>jaréis<br />

una este<strong>la</strong> <strong>de</strong> luz, mas para que <strong>de</strong>jéis esta huel<strong>la</strong>, tenéis que<br />

regeneraros, tenéis que prepararos.<br />

87. Si ponéis en práctica mis enseñanzas, ¿Qué podréis temer <strong>de</strong>l<br />

mundo? Estoy hablándoos con c<strong>la</strong>ridad para que podáis compren<strong>de</strong>rme,<br />

para que sepáis imitarme.<br />

88. Vengo a aleccionaros para que entreguéis al mundo pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong><br />

verdad, para que le hagáis sentir mi presencia. Ofrendadme <strong>la</strong>s flores <strong>de</strong><br />

vuestro corazón, elevad a mi Espíritu el perfume <strong>de</strong> vuestras buenas<br />

obras, sed el buen ejemplo <strong>de</strong> vuestros hermanos y el mañana, cuando<br />

ya no me escuchéis a través <strong>de</strong> estos portavoces, levantaos como mis<br />

buenos discípulos a mostrar este camino a <strong>la</strong> humanidad.<br />

89. Los hombres han adulterado mi Obra y se han confundido, mas<br />

vosotros preparaos y no caigáis más en ido<strong>la</strong>tría, porque <strong>la</strong>s imágenes


hechas por <strong>la</strong> mano <strong>de</strong>l hombre, no hab<strong>la</strong>n, no sienten ni oyen. ¿Acaso<br />

mi esencia necesita materializarse para estar cerca <strong>de</strong> vosotros? La<br />

verdad triunfará a través <strong>de</strong> los tiempos, mas siempre Yo os he<br />

entregado pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> verdad para que vosotros también sepáis dar<br />

testimonio <strong>de</strong> Mí.<br />

90. La tentación, como ave <strong>de</strong> rapiña, querrá <strong>de</strong>spojaros <strong>de</strong> vuestros<br />

dones, mas estáis en el tiempo en que tenéis <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong> creencias,<br />

porque <strong>la</strong> era <strong>de</strong> <strong>la</strong> opresión ya ha pasado y vosotros <strong>de</strong>béis aprovechar<br />

esta libertad y no <strong>de</strong>jaros convertir en los esc<strong>la</strong>vos <strong>de</strong> <strong>la</strong> maldad y <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mentira <strong>de</strong> los hombres.<br />

91. Vosotros, impartid esta enseñanza con amor, porque amor es lo que<br />

os he entregado, no he tomado el látigo para que creáis en Mi, porque si<br />

así lo hiciere <strong>de</strong>jar<strong>la</strong> <strong>de</strong> ser vuestro Padre y vuestro Dios.<br />

92. En los caminos y en <strong>la</strong>s veredas <strong>de</strong>l mundo, encontrasteis el dolor,<br />

ahora contemp<strong>la</strong>d este camino en don<strong>de</strong> está mi verdad, contemp<strong>la</strong>d su<br />

gran<strong>de</strong>za con vuestra vista espiritual. Yo os he confiado l<strong>la</strong>ves, dones y<br />

po<strong>de</strong>r, haced buen uso <strong>de</strong> todo esto, para que <strong>la</strong> humanidad os<br />

reconozca como discípulos míos.<br />

93. Es el tiempo en que <strong>de</strong>béis prepararos para que os levantéis al<br />

cumplimiento <strong>de</strong> vuestra misión cuando ya no me escuchéis a través <strong>de</strong><br />

los portavoces, jamás me apartaré <strong>de</strong> vosotros, Yo os inspiraré y os<br />

hab<strong>la</strong>ré <strong>de</strong> Espíritu a espíritu para que podáis cumplir con vuestra<br />

<strong>de</strong>licada misión.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 260<br />

1. Volvéis en este tiempo a Mí para escuchar mi nueva lección, para<br />

recoger <strong>la</strong> hoja <strong>de</strong> mi Doctrina que habíais olvidado y buscar el libro <strong>de</strong><br />

mis reve<strong>la</strong>ciones que los hombres os habían ocultado.<br />

2. Yo he venido a abriros un capítulo más <strong>de</strong>l <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Vida</strong>, el Sexto<br />

Sello, que contiene infinita sabiduría, que es <strong>la</strong> que os estoy reve<strong>la</strong>ndo<br />

en forma sencil<strong>la</strong> y comprensible. Esta reve<strong>la</strong>ción os esc<strong>la</strong>rece los<br />

misterios en los cuales no podíais penetrar.<br />

3. <strong>El</strong> Sexto Sello se encuentra abierto en plenitud y sus páginas un tras<br />

otra, <strong>la</strong>s voy mostrando a vuestros ojos.<br />

4. Cuando ha sido gran<strong>de</strong> vuestra preparación al oírme, siempre habéis<br />

alcanzado gran<strong>de</strong>s manifestaciones divinas. Sois los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l libro<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> sabiduría, por lo que si os preparáis, el contenido <strong>de</strong>l Sexto Sello<br />

se <strong>de</strong>rramará en vosotros para que seáis el testigo que afirme que <strong>la</strong> voz<br />

que oyó, era mi voz y <strong>de</strong>is testimonio <strong>de</strong> ello con vuestras obras.


5. Si el Padre no se diese a conocer a sus hijos, ¿Podría esperar <strong>de</strong> ellos<br />

una comprensión y un amor perfecto? Recordad cómo <strong>de</strong> tiempo en<br />

tiempo he manifestado mis lecciones ante vuestro espíritu, cada vez con<br />

mayor sencillez.<br />

6. He <strong>de</strong> <strong>de</strong>ciros que aunque viviendo en el tiempo <strong>de</strong>l Espíritu Santo,<br />

aún no me conocéis en plenitud, no tenéis una i<strong>de</strong>a perfecta <strong>de</strong> lo que<br />

soy, ni habéis comprendido lo que os he reve<strong>la</strong>do. Pero vuestro amor os<br />

llevará al fin <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada, alentados por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> vuestro Maestro.<br />

7. Venís caminando por el <strong>de</strong>sierto espiritual, estáis iluminados por <strong>la</strong><br />

luz <strong>de</strong> un faro divino. No son <strong>la</strong>s arenas can<strong>de</strong>ntes <strong>la</strong>s que están<br />

quemando vuestros pies, ni los rayos <strong>de</strong>l sol hiriendo vuestra sien; no es<br />

<strong>la</strong> escasez <strong>de</strong> agua y <strong>de</strong> pan lo que os martiriza y sin embargo <strong>la</strong> vida<br />

que atravesáis, con sus sacrificios, sus necesida<strong>de</strong>s y vicisitu<strong>de</strong>s,<br />

también son un <strong>de</strong>sierto por el cual venís caminando lentamente, pero<br />

con <strong>la</strong> firme esperanza <strong>de</strong> llegar al reino <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz.<br />

8. <strong>El</strong>ías es el guía, el que en este tiempo camina <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l pueblo,<br />

señalándole el camino y alentándole en <strong>la</strong> lucha.<br />

9. Esta jornada <strong>de</strong>jará a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto y perfeccionamiento en vuestro espíritu,<br />

mas reconoced que si en el Primer Tiempo fuisteis párvulos en el<br />

Segundo fuisteis discípulos, y en este tiempo estáis recibiendo <strong>la</strong><br />

preparación para convertiros en maestros. Debéis estar alerta porque los<br />

hombres se levantarán a escudriñar mi Obra, a <strong>la</strong> que algunos juzgarán<br />

científica; entonces vosotros <strong>la</strong> daréis a conocer, como <strong>la</strong> Doctrina<br />

espiritual que transformará el mundo y daréis testimonio <strong>de</strong> el<strong>la</strong> con<br />

vuestras obras <strong>de</strong> amor para vuestros hermanos.<br />

10. No es que venga en contra <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia <strong>de</strong>l hombre, ya que ciencia<br />

es saber, conocimiento, luz; mi enseñanza está sobre todo conocimiento<br />

humano. En mi pa<strong>la</strong>bra vengo a hab<strong>la</strong>ros <strong>de</strong>l espíritu, <strong>de</strong>l conocimiento<br />

<strong>de</strong> lo espiritual, <strong>de</strong> lo divino, <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> una vida superior,<br />

que está más allá <strong>de</strong> todo lo que es sustancia y materia. En verdad os<br />

digo, que <strong>la</strong> ciencia que los hombres han <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do en beneficio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad, Yo <strong>la</strong> bendigo.<br />

11. Este es el tiempo en que se hab<strong>la</strong>rá mucho <strong>de</strong> espíritu y <strong>de</strong> ciencia.<br />

La ciencia no es sólo privilegio <strong>de</strong> los que se preparan materialmente<br />

para estudiar<strong>la</strong>, porque el<strong>la</strong> es luz que brota <strong>de</strong>l espíritu, el cual <strong>la</strong><br />

recibe <strong>de</strong> Dios.<br />

12. Mi divina enseñanza es una ciencia superior que os enseña a<br />

perfeccionar el espíritu, para ello os he dado el cerebro y el corazón<br />

para que ahí pulimentéis vuestra inspiración y vuestros sentimientos.<br />

13. La enseñanza que os estoy dando no tiene límites, es universal, es<br />

infinita en el<strong>la</strong> encontraréis el verda<strong>de</strong>ro conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

espiritual y <strong>de</strong> <strong>la</strong> material.


14. Os encuentro capacitados para compren<strong>de</strong>r mi enseñanza y penetrar<br />

en sus secretos. Por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia material habéis llegado a<br />

conocer <strong>la</strong>s leyes que rigen <strong>la</strong> Creación, leyes que están con<strong>de</strong>nsadas en<br />

vuestro propio cuerpo, y cuando habéis llegado a conocer lo que antes<br />

era un misterio para vosotros, os habéis dado cuenta <strong>de</strong> que os<br />

encontráis ante los umbrales <strong>de</strong>l más allá don<strong>de</strong> habéis palpado el<br />

corazón <strong>de</strong>l Padre, quien trata a cada instante <strong>de</strong> comunicarse con<br />

vosotros. ¿Qué podéis ignorar conociendo mi Doctrina?<br />

15. Por eso os digo que mi enseñanza, os da el conocimiento superior,<br />

que impedirá que vuestro corazón f<strong>la</strong>quee en presencia <strong>de</strong> los sabios <strong>de</strong><br />

este mundo.<br />

16. Para que comprendáis el sentido o el significado <strong>de</strong> cualquier<br />

acontecimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza o <strong>de</strong> vuestra vida, no tendréis que<br />

recurrir a los libros <strong>de</strong> ciencia; os bastará preparar vuestro<br />

entendimiento y limpiar vuestro corazón, para que <strong>de</strong> vuestros <strong>la</strong>bios<br />

fluya <strong>la</strong> inspiración.<br />

17. ¡Es tan gran<strong>de</strong> mi amor hacia vosotros, que siendo tan pequeños os<br />

vine a ofrecer mi Reino y <strong>de</strong>scendí hasta vosotros para daros mi sangre!<br />

18. Este pueblo que estoy doctrinando, no será por ello más gran<strong>de</strong> que<br />

los <strong>de</strong>más, pero si más responsable <strong>de</strong> lo que en él he <strong>de</strong>positado y <strong>de</strong><br />

lo que le he reve<strong>la</strong>do. Vuestra misión consiste en participar a los <strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> lo que poseéis y hacerlos iguales a vos, para que habiendo sido el<br />

primero en recibir, sepáis ser el último por humildad. No temáis que los<br />

que vienen tras <strong>de</strong> vosotros alcancen mayores a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntos. Mientras más<br />

<strong>de</strong>is, más crecerá vuestro saber. En cambio, si <strong>de</strong> lo que habéis recibido<br />

<strong>de</strong>l Padre, nada disteis, vuestro espíritu quedará <strong>de</strong>snudo, vuestro<br />

corazón vacio y vuestras manos sin potestad. Habréis perdido el tesoro<br />

y se habrá cerrado el libro, vuestra boca enmu<strong>de</strong>cerá para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

lecciones espirituales y per<strong>de</strong>réis el bálsamo que Jesús os ha confiado.<br />

19. Vuestra misión entre <strong>la</strong> humanidad es <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> amor, esa misión<br />

trajo vuestro espíritu <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Primer Tiempo. Aquél en que fuisteis los<br />

párvulos <strong>de</strong> mi Ley, en que os tomé como instrumentos para dar<br />

lecciones y ejemplos a los hombres <strong>de</strong> todos los tiempos. En el<br />

Segundo fuisteis los discípulos <strong>de</strong> Jesús, ya que <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>bios oísteis lo<br />

que los doce apóstoles escucharon y difundieron para que el pueblo<br />

entero fuese testigo. Por eso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida surgieron muchos<br />

discípulos <strong>de</strong> Cristo y muchos mártires.<br />

20. Pueblo: en este tiempo en que vengo como Espíritu Santo, os <strong>de</strong>jaré<br />

preparados como maestros, dispuestos para <strong>la</strong> comunicación directa con<br />

<strong>la</strong> Divinidad.<br />

21. Multitud <strong>de</strong> criaturas humanas, no van a escucharme a través <strong>de</strong>l<br />

entendimiento <strong>de</strong>l hombre, pero recibirán <strong>de</strong> vosotros mi enseñanza. Ya<br />

se acerca el instante en que retenga para siempre esta forma <strong>de</strong> daros mi


pa<strong>la</strong>bra en este mundo, y muchos pueblos que no me oyeron, me oirán<br />

a través <strong>de</strong> vosotros. Ahora mi pacto con vosotros no será con mi<br />

sangre, sino con mi luz.<br />

22. No tendréis que preguntar a los hombres lo que tenéis que hacer, ni<br />

titubear o enmu<strong>de</strong>cer ante sus preguntas. Lleváis interiormente al<br />

Maestro que os hab<strong>la</strong>rá e inspirará. Vuestra oración llegará a tener<br />

fuerza y po<strong>de</strong>r suficiente para hacer prodigios.<br />

23. Mirad cómo el mundo ante sus gran<strong>de</strong>s tribu<strong>la</strong>ciones, medita en <strong>la</strong>s<br />

promesas que hizo Jesús en el Segundo Tiempo, <strong>de</strong> volver entre <strong>la</strong><br />

humanidad, y estudia a los profetas <strong>de</strong> los primeros tiempos, con <strong>la</strong><br />

esperanza <strong>de</strong> que los acontecimientos que ro<strong>de</strong>an esta era sean el<br />

indicio <strong>de</strong> mi próxima.<br />

24. Si estando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi Obra, os sintieseis inferiores y<br />

<strong>de</strong>spreciables ante vuestros hermanos, os l<strong>la</strong>marán torpes e ignorantes.<br />

25. Es sólo una forma <strong>de</strong> expresión <strong>la</strong> que uso cuando os digo que me<br />

comunico a través <strong>de</strong> un ignorante; porque un cerebro que <strong>de</strong>ja pasar<br />

mi inspiración, reve<strong>la</strong> luz en el espíritu y <strong>la</strong> luz es sabiduría.<br />

26. Nuevamente os digo: Luchad, porque mientras el espíritu se<br />

encuentre en camino <strong>de</strong> evolución, estará expuesto a <strong>la</strong>s tentaciones.<br />

Por eso os enseño y os doy fortaleza, para que venzáis <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s<br />

inclinaciones. Si vuestro espíritu está fuerte, él dará fuerza a <strong>la</strong> mente y<br />

voluntad firme al corazón para vencer los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne. Cuando<br />

falta luz al hombre, su espíritu no evoluciona, entonces todas <strong>la</strong>s<br />

vicisitu<strong>de</strong>s repercuten con fuerza en su corazón y es como una barquil<strong>la</strong><br />

que naufraga en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> tempestad.<br />

27. Cuando el hombre está preparado espiritualmente, es como si<br />

llevase una coraza invulnerable contra <strong>la</strong>s acechanzas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tentación.<br />

28. A vosotros os he reve<strong>la</strong>do estas enseñanzas para que cuando por un<br />

instante caigáis o tropecéis en el camino, reconozcáis vuestra falta y<br />

busquéis nuevamente el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> enmienda.<br />

29. Si os portáis con humildad, vuestro caudal espiritual aumentará en<br />

<strong>la</strong> vida que os espera. Entonces obtendréis <strong>la</strong> paz, que os dará <strong>la</strong><br />

sensación más hermosa <strong>de</strong> vuestra existencia. Y nacerá en vuestro<br />

espíritu el anhelo <strong>de</strong> servir al Padre, siendo un fiel guardián <strong>de</strong> todo lo<br />

creado por Mí, siendo un consuelo para el que sufre y paz para el que<br />

no tiene sosiego.<br />

30. No es solo mi pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> que os anuncia mi presencia en estos<br />

momentos, es vuestro propio espíritu el que me siente profundamente<br />

en medio <strong>de</strong> esta paz que vengo a entregaros.<br />

31. <strong>El</strong> Maestro es con vosotros. Ante mi mesa celestial se ha sentado<br />

vuestro espíritu. En verdad os digo que en esta mesa no existen lugares<br />

<strong>de</strong> preferencia, todos son iguales porque están <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi caridad.


32. Mi amor se infiltra en vuestro ser para que lleguéis a amar a<br />

vuestros semejantes como os amo Yo y para que en vuestro corazón no<br />

existan primeros ni últimos lugares. Si ya os hubierais levantado en pos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s naciones, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s comarcas y <strong>la</strong>s al<strong>de</strong>as, encontraríais una<br />

humanidad sin amor, sin caridad, encontraríais por todas partes el dolor<br />

y <strong>la</strong> miseria. Doquier encontraríais tierra propicia para sembrar mi<br />

simiente.<br />

33. La humanidad siente mi presencia, sin saber en qué forma he<br />

venido a comunicarme, y en su oración angustiosa me dice que sólo mi<br />

sangre podrá salvarle, que si vengo a darle mi pan no perecerá <strong>de</strong><br />

hambre y sed <strong>de</strong> amor y que sólo mi luz dará solución a sus conflictos.<br />

Su voz doliente y <strong>de</strong>sesperada me pregunta: ¿Por qué no veáis? ¿Por<br />

qué no os acercáis al que os l<strong>la</strong>ma e invoca en su dolor?<br />

34. <strong>El</strong>los no saben que hay quienes me están escuchando día tras día, y<br />

recibiendo <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> mi Espíritu, que con su gracia convierte a los<br />

parias en servidores <strong>de</strong> <strong>la</strong> Divinidad.<br />

35. Si supieseis que ya estoy próximo a partir, os juzgarían severamente<br />

<strong>de</strong> ingratos por vuestra indiferencia ante su necesidad <strong>de</strong> consuelo, <strong>de</strong><br />

una pa<strong>la</strong>bra espiritual, <strong>de</strong> un rayo <strong>de</strong> luz.<br />

36. Ahora os preparo para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida, para que<br />

permanezcáis unidos a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s, porque el Verbo seguirá<br />

vibrando espiritualmente en vosotros, porque seguiré reve<strong>la</strong>ndo gran<strong>de</strong>s<br />

inspiraciones. Cuando os reunáis a conversar sobre manifestaciones<br />

espirituales, recibiréis <strong>de</strong> Mi inspiraciones divinas y sentiréis en esos<br />

instantes el calor <strong>de</strong>l Maestro y el dulce peso <strong>de</strong> su mano que se posa en<br />

vuestra cabeza. Entonces os parecerá escuchar una grata y querida voz<br />

que os dará mi paz.<br />

37. Yo os doy una gota <strong>de</strong> bálsamo, para que cuando seáis perseguidos,<br />

hagáis prodigios <strong>de</strong> curación entre <strong>la</strong> humanidad, porque en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

epi<strong>de</strong>mias, cuando surjan <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s extrañas y <strong>de</strong>sconocidas<br />

para <strong>la</strong> ciencia, se manifestará <strong>la</strong> potestad <strong>de</strong> mis discípulos.<br />

38. Os confío una l<strong>la</strong>ve con <strong>la</strong> cual abriréis el cerrojo más enmohecido,<br />

o sea el más reacio corazón y abriréis aún <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l presidio para<br />

dar libertad al inocente y salvar al culpable. Caminaréis siempre con<br />

paz y confianza en Mí, porque doquier que vayáis estaréis protegidos<br />

por mis ángeles. <strong>El</strong>los se unirán a vuestro cumplimiento y os<br />

acompañarán a los hogares, hospitales, presidios, campos <strong>de</strong> discordia<br />

y <strong>de</strong> guerra, doquier que fueseis a <strong>de</strong>positar mi semil<strong>la</strong>.<br />

39. Entonces bril<strong>la</strong>rá con fuerza <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Sexto Sello, que será como<br />

una antorcha universal cuyos rayos serán vistos por todos y el nombre<br />

<strong>de</strong> mi Doctrina surgirá entre <strong>la</strong> humanidad.<br />

40. Este jirón <strong>de</strong> tierra don<strong>de</strong> en este tiempo me he manifestado, será un<br />

reflejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Nueva Jerusalén, <strong>la</strong> cual abrirá sus doce puertas para dar


acceso a los forasteros que en caravanas llegarán preguntando en dón<strong>de</strong><br />

estuvo el Maestro en este tiempo, a pedir testimonio <strong>de</strong> los mi<strong>la</strong>gros<br />

que hizo y <strong>la</strong>s pruebas que dio, a estudiar su pa<strong>la</strong>bra y observar a los<br />

que fueron sus discípulos. Muchos traerán <strong>la</strong>s escrituras con <strong>la</strong>s<br />

profecías <strong>de</strong> los tiempos pasados para confirmar si en verdad estuve<br />

entre vosotros.<br />

41. De mis discípulos, unos permanecerán don<strong>de</strong> ahora están, pero<br />

otros tendrán que levantarse en busca <strong>de</strong> otras tierras y ellos en su<br />

camino <strong>de</strong> apóstoles y misioneros contemp<strong>la</strong>rán los campos <strong>de</strong> batal<strong>la</strong><br />

don<strong>de</strong> el exterminio y <strong>la</strong> muerte han <strong>de</strong>jado <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> su paso. Verán<br />

<strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s muertas, los escombro y <strong>la</strong> miseria. Entonces será <strong>la</strong> lucha<br />

por volver los muertos a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, <strong>de</strong>l amor. Mas si los<br />

hombres dudasen <strong>de</strong> <strong>la</strong> veracidad <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos. Yo haré mi<strong>la</strong>gros<br />

por su conducto, y los no creyentes se convertirán, llorarán y sobre el<br />

corazón <strong>de</strong> estos enviados <strong>de</strong>sahogarán su dolor <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s.<br />

42. No sabéis ante quiénes seréis entonces l<strong>la</strong>mados y recibidos, pero<br />

doquiera que vayáis y ante quienes os presente, hab<strong>la</strong>réis siempre<br />

revestidos <strong>de</strong> humildad y mansedumbre. Explicaréis <strong>la</strong> Ley, <strong>la</strong>s<br />

reve<strong>la</strong>ciones y enseñanzas <strong>de</strong> los tiempos pasados, y lo que en este<br />

tiempo ha sido reve<strong>la</strong>do por el Espíritu Santo. Hab<strong>la</strong>réis en sentido<br />

figurado, pero sabréis explicar mis metáforas y parábo<strong>la</strong>s, para que los<br />

hombres comprendan, los niños <strong>de</strong>spierten y los ancianos no<br />

quebranten su entendimiento.<br />

43. Los que se conviertan a esta pa<strong>la</strong>bra se unirán a los <strong>la</strong>briegos y se<br />

levantarán conquistando corazones y espíritus para Mi.<br />

44. La lucha será intensa pero fructífera, porque antes el dolor habrá<br />

fecundado los corazones.<br />

45. He aquí los cambios que se verificarán por causa <strong>de</strong> mi Doctrina.<br />

46. <strong>El</strong> po<strong>de</strong>r material quedará aniqui<strong>la</strong>do, <strong>la</strong> ciencia confundida, <strong>la</strong><br />

soberbia humil<strong>la</strong>da y <strong>la</strong>s pasiones retenidas.<br />

47. <strong>El</strong> espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad que ya se encuentra <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do por su<br />

evolución, pronto compren<strong>de</strong>rá y asimi<strong>la</strong>rá <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina. Detrás <strong>de</strong>l materialismo, <strong>de</strong> los intereses y <strong>la</strong>s vanida<strong>de</strong>s,<br />

existe el espíritu que está en espera <strong>de</strong> mi llegada.<br />

48. Procurad que <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que vais a sembrar sea pura como Yo os <strong>la</strong><br />

he confiado.<br />

49. Encontraréis hombres que piensan diferente <strong>de</strong> vosotros, que<br />

sienten y viven en forma distinta y que a<strong>de</strong>más, sus costumbres, sus<br />

condiciones, sus leyes, sus doctrinas y sus ritos, tienen raíces muy<br />

profundas en su corazón.<br />

50. Seréis testigos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luchas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y doctrinas, unas apegándose<br />

en parte a mi Ley, otras apartándose por completo <strong>de</strong> estos principios,<br />

Yo permitiré que se enfrenten unas a otras y luchen.


51. En esta contienda veréis a <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s religiones usar más <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

fuerza y <strong>la</strong> injusticia que <strong>de</strong>l amor y <strong>la</strong> caridad. Veréis sus ambiciones<br />

por absorber a los débiles.<br />

52. La <strong>de</strong>rrota será en todos porque <strong>la</strong> verdad tiene sus propias armas<br />

para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse que están <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma verdad. Y cuando <strong>de</strong> los<br />

hombres surja esta pregunta ¿En dón<strong>de</strong> está <strong>la</strong> verdad? Respon<strong>de</strong>réis<br />

vosotros: En el amor.<br />

53. Discípulos: Es gran<strong>de</strong> vuestro regocijo porque aún tenéis mi pa<strong>la</strong>bra<br />

entre vosotros, esta pa<strong>la</strong>bra que os ha dado vida, que os ha sostenido en<br />

<strong>la</strong>s horas <strong>de</strong> prueba y que os ha alimentado, al contacto <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual<br />

habéis visto cerrarse vuestras heridas y transformarse vuestra vida.<br />

54. ¡Cuántas ambiciones materiales murieron en vuestro corazón, con<br />

gran regocijo <strong>de</strong> vuestro espíritu que vio <strong>la</strong> ocasión <strong>de</strong> aprovechar <strong>la</strong><br />

vida haciendo obras buenas con simiente espiritual! Volvéis vuestros<br />

ojos al pasado juzgando cómo fuisteis ayer y cómo sois ahora, advertís<br />

el progreso espiritual que habéis tenido y me dais gracias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más<br />

profundo <strong>de</strong> vuestro ser.<br />

55. Cuando habéis faltado os he corregido con dulzura sin <strong>de</strong><strong>la</strong>taros<br />

ante los <strong>de</strong>más, porque no quiero que el mundo vea <strong>de</strong>fectos entre<br />

vosotros y os corrija, el mundo es cruel, y en su justicia no existe<br />

misericordia.<br />

56. Dejad que mi mundo espiritual os corrija, ellos son vuestros<br />

mejores amigos, son vuestros hermanos en el amor, los que no publican<br />

sus obras <strong>de</strong> caridad. ¡De cuántos abismos y peligros os han salvado, <strong>de</strong><br />

cuántas ma<strong>la</strong>s <strong>de</strong>terminaciones os han hecho <strong>de</strong>sistir; cuántas veces han<br />

sel<strong>la</strong>do vuestros <strong>la</strong>bios para que <strong>la</strong> violencia <strong>de</strong> vuestro corazón no se<br />

<strong>de</strong>sbordara en pa<strong>la</strong>bras que podrían ser una sentencia para vosotros<br />

mismos! Cuando habéis fracasado en una ma<strong>la</strong> empresa que creíais<br />

buena, ellos os han trazado luego el buen camino. Son incansables a<br />

vuestro <strong>la</strong>do como enfermeros y como protectores. <strong>El</strong>los también<br />

<strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> comunicarse cuando Yo cese <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros, pero no os<br />

olvidéis <strong>de</strong> esos seres todo caridad, porque estarán muy cerca <strong>de</strong><br />

vosotros y os seguirán prestando su ayuda.<br />

57. No porque Yo <strong>de</strong>je <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros y mi mundo espiritual también, mi<br />

Obra habrá terminado; por el contrario, se iniciará el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

comunicación perfecta con el Padre en <strong>la</strong> que escucharéis su voz<br />

espiritualmente.<br />

58. No se oirá mi pa<strong>la</strong>bra como <strong>la</strong> oyó Moisés en el Sinaí, materializada<br />

en el estruendo <strong>de</strong> <strong>la</strong> tempestad, ni humanizada como en el Segundo<br />

Tiempo en <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> Jesús, ni tampoco a través <strong>de</strong> portavoces humanos<br />

como <strong>la</strong> habéis escuchado <strong>de</strong>l Espíritu Santo en este tiempo. Todo el<br />

que se prepare alcanzará <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, que no<br />

será privilegio sólo <strong>de</strong> algunos.


59. Es lo más natural que los espíritus sepan comunicarse y conozcan el<br />

lenguaje <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong>l cual brotaron.<br />

60. La espiritualidad traerá el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> los dones o faculta<strong>de</strong>s<br />

adormecidas y <strong>la</strong> sensibilidad <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s fibras <strong>de</strong>l corazón.<br />

61. Mi presencia será palpable. Cuando habléis <strong>de</strong> mi Obra, estaréis<br />

inspirados por Mi y hab<strong>la</strong>réis con frases <strong>de</strong> inmensa sabiduría que<br />

sorprendan aún a los hombres <strong>de</strong> mucho saber. Los que lleguen a<br />

alcanzar gran a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto en esta comunicación, recibirán no sólo<br />

pa<strong>la</strong>bras, frases o i<strong>de</strong>as, sino cátedras llenas <strong>de</strong> perfección. Vuestras<br />

manos podrán ser como <strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s plumas <strong>de</strong> oro escribiendo, como <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong> Juan el apóstol bajo <strong>la</strong> inspiración <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />

62. Cuando os encontréis ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> increyentes, <strong>de</strong> escribas y<br />

sacerdotes y os sintáis llenos <strong>de</strong> mi Espíritu, no digáis a nadie que es el<br />

Padre el que hab<strong>la</strong> por vuestra boca, pero Yo estaré hab<strong>la</strong>ndo a <strong>la</strong><br />

humanidad a través <strong>de</strong> vosotros. En esta comunicación tendréis<br />

vuestros ojos abiertos, y vuestro espíritu extasiado, maravillándose <strong>de</strong><br />

lo que los <strong>la</strong>bios estén reve<strong>la</strong>ndo en ese instante.<br />

63. <strong>El</strong> don <strong>de</strong> <strong>la</strong> profecía por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> vi<strong>de</strong>ncia se <strong>de</strong>satará también y<br />

os <strong>de</strong>scubrirá misterios no reve<strong>la</strong>dos y os <strong>de</strong>jará ver el futuro. Pero el<br />

vi<strong>de</strong>nte no será nunca juez o <strong>de</strong><strong>la</strong>tor <strong>de</strong> sus hermanos.<br />

64. Esa será <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu bajo algunas formas,<br />

por lo que vuelvo a <strong>de</strong>ciros que en 1950, cuando cese mi pa<strong>la</strong>bra entre<br />

vosotros, mi Obra no habrá concluido. Seguirá su <strong>de</strong>stino, su misión en<br />

todo el Universo.<br />

65. Os prepararéis y siempre que os encontréis reunidos ya sea en estos<br />

recintos, en vuestros hogares o en los valles, allí, en esas reuniones,<br />

sentiréis espiritualmente mi presencia.<br />

66. Pero ve<strong>la</strong>d, porque surgirán también los falsos discípulos,<br />

pregonando que se comunican directamente con el Padre, e irán<br />

transmitiendo falsas ór<strong>de</strong>nes e inspiraciones. Yo os he enseñado a<br />

distinguir <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong> impostura, a conocer el árbol por su fruto.<br />

67. Yo probaré a unos y otros y veréis a los verda<strong>de</strong>ros discípulos salir<br />

avante por <strong>la</strong> fe y a los falsos caer por su <strong>de</strong>bilidad.<br />

68. Cuando me encuentre entregando mi última cátedra, veréis tristes a<br />

los que no aprovecharon mis enseñanzas y en los que comprendan el<br />

sentido <strong>de</strong> mi partida veré satisfacción por su a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto.<br />

69. Os <strong>de</strong>jaré como esca<strong>la</strong> para llegar a Mí, <strong>la</strong> oración; no aquel<strong>la</strong> que<br />

pronuncian los <strong>la</strong>bios, ni <strong>la</strong>s que <strong>de</strong>cís con cánticos, sino aquel<strong>la</strong> que<br />

está impregnada <strong>de</strong> pensamientos puros y nobles sentimientos.<br />

70. Si llegaseis a ser combatidos por estas activida<strong>de</strong>s, no temáis; si<br />

sois juzgados porque no os postráis <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> altares e imágenes,<br />

tampoco temáis, llegará vuestro instante <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r y convenceréis con<br />

<strong>la</strong> verdad. Mostraréis que vuestro culto no es público ni ostentoso, sino


interior y espiritual. Buscarán errores en todo esto los hombres y no los<br />

encontrarán.<br />

71. Sed firmes y veréis a los idó<strong>la</strong>tras reconociendo su error y<br />

<strong>de</strong>struyendo con sus propias manos sus ídolos.<br />

72. En verdad os digo que antes pasarán los Cielos y <strong>la</strong> Tierra, que<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> cumplirse mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 261<br />

1. Mi pa<strong>la</strong>bra es c<strong>la</strong>ra, su expresión sencil<strong>la</strong> persua<strong>de</strong> y conmueve lo<br />

mismo al culto que al rudo. Ante su c<strong>la</strong>ridad, habéis comprendido con<br />

facilidad muchas lecciones que, o no podíais compren<strong>de</strong>r o no queríais<br />

aceptar.<br />

2. Ahora sabéis que el hombre pue<strong>de</strong> reconocer a su Dios sin necesidad<br />

<strong>de</strong> recurrir a <strong>la</strong> exaltación <strong>de</strong> los sentidos para percibir a través <strong>de</strong> ellos<br />

lo espiritual. Hoy sabéis que a pesar <strong>de</strong> vuestro cerebro limitado, podéis<br />

daros una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cómo se realizará <strong>la</strong> comunión perfecta entre Dios y<br />

el hombre, así como también estáis convencidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi<br />

manifestación a través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> mis portavoces.<br />

3. Se ha hecho <strong>la</strong> luz en quienes me han escuchado, por lo cual, lo falso<br />

y lo impuro no volverá a entrar en su corazón.<br />

4. Es el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, en el que el hombre, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> creer,<br />

compren<strong>de</strong>rá, razonará y sentirá mi verdad.<br />

5. La finalidad <strong>de</strong> mi Doctrina hará que todos acepten que nadie vino a<br />

este mundo sin causa justificada, que esa causa es el amor divino y que<br />

el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> todos los seres es cumplir con una misión <strong>de</strong> amor.<br />

6. En todos los tiempos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, los hombres se han<br />

preguntado ¿Qué soy? ¿A quién <strong>de</strong>bo <strong>la</strong> vida? ¿Por qué existo? ¿A qué<br />

he venido y a dón<strong>de</strong> voy? Parte <strong>de</strong> sus dudas y <strong>de</strong> su falta <strong>de</strong><br />

conocimiento <strong>la</strong> han hal<strong>la</strong>do en mis explicaciones y a través <strong>de</strong> sus<br />

reflexiones sobre lo que os he reve<strong>la</strong>do <strong>de</strong> tiempo en tiempo, mas, hay<br />

quienes ya creen saberlo todo y Yo os digo que están en grave error,<br />

porque lo que está guardado en el Arcano <strong>de</strong> Dios, no es posible que los<br />

hombres lo <strong>de</strong>scubran mientras no les sea reve<strong>la</strong>do, y es mucho lo que<br />

existe en ese arcano que aún no conocéis, su contenido es infinito.<br />

7. Este mundo dará un paso más en el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad; <strong>de</strong><br />

pronto va a sufrir confusiones, mas luego se serenará y llegará a <strong>la</strong><br />

comprensión.<br />

8. Siempre ha luchado el hombre por alcanzar el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

verdad. En el principio todo lo atribu<strong>la</strong> a <strong>la</strong> Naturaleza, pero más tar<strong>de</strong>,


observando y meditando, llegó a pensar que no era posible que <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

nada surgieran a <strong>la</strong> vida tantas maravil<strong>la</strong>s y obras perfectas, que tenía<br />

que existir una fuerza creadora, una inteligencia y un po<strong>de</strong>r superior.<br />

En esa creencia se fue afirmando <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> los hombres, quiénes a su vez<br />

crearon cultos y ritos para adorar a Aquél <strong>de</strong> quien habían brotado<br />

todas <strong>la</strong>s criaturas.<br />

9. Nuevas interrogaciones surgieron <strong>de</strong>l corazón humano ¿Quién es<br />

Dios? ¿Cómo es? ¿Existirá realmente o no? Estas y otras preguntas se<br />

hacían los hombres sobre mi existencia y sobre mi esencia, mas Yo<br />

siempre he respondido a todo l<strong>la</strong>mado y a toda pregunta.<br />

10. Muchas pruebas y reve<strong>la</strong>ciones le había hecho Dios a los hombres<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros días <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, manifestaciones<br />

materializadas tangibles y visibles, <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> ingenuidad,<br />

ignorancia e inocencia <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s criaturas, hasta que, llegado el<br />

tiempo oportuno, me mostré al mundo a través <strong>de</strong> Jesús, para contestar<br />

personalmente a todas <strong>la</strong>s preguntas <strong>de</strong> los hombres, para disipar todas<br />

<strong>la</strong>s incertidumbres y prepararlos para un tiempo en el cual <strong>de</strong>jarían <strong>de</strong><br />

ser los niños ignorantes, inocentes y necios, para convertirse, merced a<br />

<strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Divino, en los gran<strong>de</strong>s discípulos, en los hijos<br />

elevados por el amor y el conocimiento, en los seres conscientes <strong>de</strong> su<br />

naturaleza, <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino y <strong>de</strong>l porqué <strong>de</strong> su existencia.<br />

11. Así, mientras unos han buscado siempre el apoyo y <strong>la</strong> ayuda divina<br />

para triunfar en <strong>la</strong> vida, otros, a medida que fueron evolucionando en<br />

inteligencia, fueron creciendo en soberbia, creyéndose absolutos,<br />

po<strong>de</strong>rosos y sabios. Se consi<strong>de</strong>raron capaces <strong>de</strong> concebir i<strong>de</strong>as<br />

creadoras y <strong>de</strong> bastarse a sí mismos.<br />

12. Espiritualistas y materialistas han existido siempre en esta<br />

humanidad, así como <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as entre unos y otros, pugnando<br />

cada uno por <strong>de</strong>mostrar que posee <strong>la</strong> verdad.<br />

13. Mi presencia espiritual en este tiempo vino a pacificaros, a hacer<br />

que os reconciliéis, a contestar a todas vuestras interrogaciones y a<br />

probaros que ni los que han pugnado por lo espiritual, ni los que<br />

proc<strong>la</strong>man que <strong>la</strong> única verdad es <strong>la</strong> que se tiene en <strong>la</strong> vida material,<br />

tienen razón; los primeros han pecado <strong>de</strong> fanáticos y los segundos <strong>de</strong><br />

necios; no se han dado cuenta <strong>de</strong> que unos y otros llevan una parte <strong>de</strong><br />

esa verdad, pero que no han sabido armonizar<strong>la</strong>s, conciliar<strong>la</strong>s ni unir<strong>la</strong>s<br />

con amor.<br />

14. Os parece imposible que unos y otros lleguéis a enten<strong>de</strong>ros, no<br />

creéis en una unificación <strong>de</strong> tal magnitud, mas <strong>de</strong> cierto os digo, que<br />

Yo si sé que esa unión se realizará.<br />

15. Dejaríais <strong>de</strong> estar constituidos en <strong>la</strong> forma perfecta en que Dios os<br />

creó y <strong>de</strong>jaríais <strong>de</strong> tener mi luz en <strong>la</strong> conciencia para no llegar a obrar<br />

<strong>de</strong> manera justa y recta como son todas <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong>l Padre; pero es


necesario esperar un tiempo todavía para que esa luz, esa parte divina<br />

que l<strong>la</strong>máis conciencia, recorra a través <strong>de</strong>l hombre todo el trayecto <strong>de</strong><br />

libre albedrío concedido a éste, para que el<strong>la</strong> sea <strong>la</strong> que lo inicie en <strong>la</strong><br />

obra <strong>de</strong> regeneración, restauración y elevación espiritual.<br />

16. Habéis dispuesto vuestro corazón como un santuario para recibirme<br />

en él; pasasteis primero por un examen <strong>de</strong> vuestra conciencia y <strong>de</strong><br />

muchos ojos rodaron lágrimas <strong>de</strong> arrepentimiento.<br />

17. Os he escuchado a todos y a todos bendigo.<br />

18. Yo sé quién ha sentido pena por haber sido débil en <strong>la</strong> prueba;<br />

quién me había prometido perdonar a su enemigo y no lo hizo, y al<br />

volver a Mi, para escucharme, sintió al instante el rec<strong>la</strong>mo <strong>de</strong> su<br />

conciencia y confesó con humildad su falta, pidiéndome una nueva<br />

oportunidad.<br />

19. Sabed que Yo vengo a fortaleceros para que no volváis a caer, que<br />

vengo a enseñaros con paciencia y piedad infinitas y que a todos les<br />

daré nuevas ocasiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar su comprensión, su esfuerzo, su<br />

voluntad y su a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto.<br />

20. Ved cómo un arrepentimiento sincero <strong>la</strong>va algunas manchas, aligera<br />

vuestro fardo y le da paz a vuestro corazón. Cuando ya os sintáis libres<br />

<strong>de</strong> vuestra carga, pensad en que hay muchos <strong>de</strong> vuestros hermanos que<br />

no oran y si sufren, para que oréis por todos ellos, con <strong>la</strong> fe plena <strong>de</strong><br />

que mi bálsamo será <strong>de</strong>rramado sobre todos los dolientes y necesitados.<br />

21. No os pido <strong>la</strong> oración que dura <strong>la</strong>rgas horas, sino <strong>la</strong> oración breve y<br />

sentida, sencil<strong>la</strong> en <strong>la</strong> forma y profunda por su espiritualidad, esos<br />

instantes me bastarán a Mí, para conce<strong>de</strong>ros mi caridad.<br />

22. La oración es el medio espiritual que he inspirado al hombre para<br />

comunicarse con mi Divinidad, por eso el<strong>la</strong> se manifestó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />

principio en vosotros como un anhelo, como una necesidad <strong>de</strong>l espíritu,<br />

como un refugio en <strong>la</strong>s horas <strong>de</strong> prueba.<br />

23. <strong>El</strong> que no conoce <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra oración, no conoce los <strong>de</strong>leites que<br />

el<strong>la</strong> encierra, no sabe <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> bienes que en el<strong>la</strong> se<br />

encuentran; siente el impulso <strong>de</strong> acercarse a Mi, <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>rme y<br />

presentarme su petición; pero, careciendo <strong>de</strong> espiritualidad, le parece<br />

tan pobre <strong>la</strong> ofrenda <strong>de</strong> elevar tan sólo el pensamiento, que busca al<br />

instante algo material que ofrecerme, creyendo que con ello me ha<strong>la</strong>ga<br />

mejor.<br />

24. De esta manera <strong>la</strong> humanidad ha ido cayendo en ido<strong>la</strong>tría, en<br />

fanatismo, en ritos y cultos externos, ahogando a su espíritu y<br />

privándolo <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> bendita libertad <strong>de</strong> orar directamente a su Padre.<br />

Sólo cuando el dolor es muy intenso, cuando <strong>la</strong> pena llega a los limites<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s fuerzas humanas, es cuando el espíritu, olvidando formas y<br />

<strong>de</strong>rribando ídolos, se liberta y se eleva para gritar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más<br />

profundo: "Padre mío, Dios mío".


25. Por <strong>la</strong> oración se logra <strong>la</strong> paz, se adquiere sabiduría, se obtiene<br />

salud, se compren<strong>de</strong> lo profundo, se ilumina <strong>la</strong> mente y se fortalece el<br />

espíritu.<br />

26. <strong>El</strong> que sabe orar <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, se siente acompañado en<br />

todas partes, no así el que busca formas e imágenes, que necesita ir a<br />

don<strong>de</strong> están el<strong>la</strong>s para sentir su presencia y sentirse seguro.<br />

27. ¿Veis en este tiempo <strong>de</strong> materialismo a los pueblos ocupados en<br />

hacerse <strong>la</strong> guerra unos a otros? Pues Yo os digo que ahí, en medio <strong>de</strong><br />

esas guerras, muchos hombres han encontrado el secreto <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración,<br />

aquel<strong>la</strong> que nace <strong>de</strong>l corazón para llegar a Mi como un l<strong>la</strong>mado<br />

imperioso, como una queja, como una imploración, y cuando han visto<br />

surgir a su paso el mi<strong>la</strong>gro pedido, han sabido que no existe otra forma<br />

<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r a Dios como no sea con el lenguaje <strong>de</strong>l espíritu.<br />

28. Discípulos: Vosotros que formáis un pueblo que ha recibido, no una<br />

lección, sino un libro, quedaréis preparados para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Mí como<br />

nadie ha hab<strong>la</strong>do.<br />

29. Muchas oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cumplir vuestras misiones voy a daros,<br />

aprovechad<strong>la</strong>s. A todos dad, a todos enseñad; lo que os he dado no<br />

tiene límite y por ello jamás quedará vacío vuestro corazón, por el<br />

contrario: cuanto más <strong>de</strong>is, más lo veréis multiplicado en vosotros,<br />

cuanto más améis, más gran<strong>de</strong>s seréis en <strong>la</strong> virtud.<br />

30. Mi amor <strong>de</strong>jo entre mi pueblo, como testimonio <strong>de</strong> mi presencia.<br />

31. Mi comunicación es con vosotros, mi luz irradia sobre el<br />

entendimiento humano para enviar por su conducto mi mensaje <strong>de</strong><br />

amor a <strong>la</strong> humanidad.<br />

32. Vosotros seréis los emisarios en cuyos <strong>la</strong>bios vaya mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong><br />

comarca en comarca y <strong>de</strong> corazón en corazón.<br />

33. Estos instantes son <strong>de</strong> meditación para este pueblo, os sirven para<br />

vuestro examen interior, para que sepáis verda<strong>de</strong>ramente si me amáis<br />

con pureza o si habéis caído en fanatismo. La hora es propicia para<br />

reparar<br />

34. Estudiando el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra "espiritualidad", habéis<br />

comprendido que es un error querer representar lo divino a través <strong>de</strong><br />

formas que l<strong>la</strong>máis símbolos, error que aumenta cuando consi<strong>de</strong>ráis<br />

que estáis ocultando con apariencias <strong>la</strong> realidad que tenéis frente a<br />

vosotros.<br />

35. Mirad que Yo siempre me manifiesto en inteligencia, en vida, en<br />

amor, en po<strong>de</strong>r, nunca en cuerpos inertes; hoy mismo estáis asistiendo a<br />

una <strong>de</strong> mis manifestaciones, <strong>la</strong> cual es a través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l<br />

hombre, ¿Por qué os empeñáis en representarme con formas y cuerpos<br />

inanimados? Este hombre por el cual me estoy comunicando, me está<br />

sintiendo profunda e intensamente en su espíritu y aún en su materia, su


gozo es profundo y su éxtasis le hace contemp<strong>la</strong>r con c<strong>la</strong>ridad <strong>la</strong> luz<br />

que llega a su entendimiento.<br />

36. Vosotros sois semejantes a este hombre, entonces ¿Por qué no me<br />

sentís igualmente en vuestro corazón?<br />

37. Meditad sobre esta enseñanza y llegaréis a <strong>la</strong> conclusión <strong>de</strong> que no<br />

podrá haber espiritualidad don<strong>de</strong> persista <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia a materializar lo<br />

divino.<br />

38. No todos vais a compren<strong>de</strong>r por ahora lo que significa<br />

"espiritualidad", ni tampoco compren<strong>de</strong>réis por qué os pido que<br />

alcancéis esa elevación. ¿Podríais ser mansos y obedientes a mis<br />

mandatos, cuando ni siquiera sabéis lo que os estoy pidiendo? Pero hay<br />

quienes compren<strong>de</strong>n el i<strong>de</strong>al que está inspirando el Maestro a sus<br />

discípulos y ellos se apresurarán a obe<strong>de</strong>cer sus indicaciones.<br />

39. <strong>El</strong> amor al simbolismo y a <strong>la</strong>s formas, así como el culto a <strong>la</strong>s<br />

imágenes, es una reminiscencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> infancia espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad; <strong>de</strong> los tiempos primitivos en que los hombres necesitaban<br />

<strong>de</strong> lo externo y <strong>de</strong> lo aparente para creer en lo divino.<br />

40. La inteligencia humana estaba en el principio <strong>de</strong> su evolución,<br />

entonces Yo no les hubiese dicho: "analizad y compren<strong>de</strong>d lo que<br />

pertenece al espíritu"; pero ahora, que el hombre ha penetrado en todos<br />

los caminos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, que ha <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do muchas filosofías, que ha<br />

evolucionado mentalmente en muchos otros ór<strong>de</strong>nes ¿No llegará a<br />

compren<strong>de</strong>r el Espiritualismo? ¿Se confundirá ante mi nuevo mensaje?<br />

No, pueblo, el espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad necesita y ansia mi Doctrina<br />

salvadora.<br />

41. No temáis a <strong>la</strong> lucha por exten<strong>de</strong>r y sembrar esta enseñanza, ya<br />

muchos pueblos respetan el <strong>de</strong>recho sagrado <strong>de</strong> pensar libremente, más<br />

tar<strong>de</strong> conocerán los hombres <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong>l espíritu que hasta ahora no<br />

ha conocido <strong>la</strong> humanidad.<br />

42. Las guerras continuarán en el mundo, <strong>la</strong> amenaza <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte y <strong>de</strong>l<br />

exterminio se cierne sobre los pueblos; es que los hombres empeñados<br />

en conservar sus filosofías y doctrinas, no quieren contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

43. Os doy <strong>la</strong> fortaleza espiritual, pueblo, para que no temáis a un<br />

fracaso; cuando os he dicho que esta luz que he hecho bril<strong>la</strong>r en vuestro<br />

espíritu habrá <strong>de</strong> disipar <strong>la</strong>s sombras, os repito que os he dicho <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

44. En este instante os envuelvo en <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Divinidad. Desciendo a<br />

prepararos como maestros para que enseñéis con pa<strong>la</strong>bras y con obras<br />

<strong>de</strong> amor y caridad, <strong>de</strong> humildad y perdón a vuestros hermanos. Más os<br />

digo en verdad, que <strong>la</strong>s obras hab<strong>la</strong>n siempre más que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras.<br />

45. <strong>El</strong> hombre también le hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> amor a <strong>la</strong> humanidad, <strong>de</strong> fraternidad<br />

y paz, pero <strong>de</strong>smiente con sus obras sus pa<strong>la</strong>bras.


46. Ahora que el Padre ha <strong>de</strong>scendido para comunicarse con vosotros<br />

por medio <strong>de</strong>l entendimiento humano, os digo: No seáis <strong>de</strong> aquellos<br />

que hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> amor albergan odio, que hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> bien, practican lo<br />

contrario y hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> paz provocan guerras. No, para que veáis<br />

florecer mi pa<strong>la</strong>bra entre vosotros, <strong>de</strong>beréis hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> el<strong>la</strong> por medio <strong>de</strong><br />

obras que nazcan <strong>de</strong> vuestro corazón.<br />

47. Hab<strong>la</strong>d por el espíritu, porque estáis en <strong>la</strong> plenitud <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>l<br />

Espíritu Santo. Mantenedlo siempre elevado, que si por instantes me<br />

llegaseis a sentir lejano, no seré Yo el que se haya alejado, sino<br />

vosotros los que habéis <strong>de</strong>bilitado en vuestro espíritu. Porque Yo<br />

siempre vivo en vuestro corazón.<br />

48. Las distancias y <strong>la</strong>s barreras entre el Espíritu Divino y el corazón<br />

<strong>de</strong>l hombre, el mismo hombre <strong>la</strong>s crea. Pero Yo habito tan cerca <strong>de</strong><br />

vosotros, que no tendréis que escudriñar con vuestra mirada el<br />

horizonte para contemp<strong>la</strong>rme; bastará que penetréis con unción y<br />

recogimiento en vuestro interior para que me encontréis en mi<br />

santuario.<br />

49. Mis reve<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> este tiempo vienen a poneros en contacto<br />

espiritual con mi Divinidad, intimidad que vuestro espíritu siempre<br />

buscó.<br />

50. Aún contemplo y escucho a esta humanidad ha<strong>la</strong>garme y l<strong>la</strong>marme<br />

con sus ritos, cánticos, oraciones verbales y formas diversas <strong>de</strong> culto,<br />

para sentirme próximo; a todos les hago sentir mi presencia, con todos<br />

estoy, pero ha llegado un tiempo en que el Señor quiere que el culto <strong>de</strong><br />

sus hijos sea perfecto, que su comunicación con el Padre también sea<br />

perfecta. Y es lo que esta enseñanza ha venido a reve<strong>la</strong>ros en este<br />

tiempo. Hoy habéis aprendiendo <strong>de</strong> Mí como <strong>de</strong>béis orar y cómo se<br />

llega a <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

51. Para que dieseis pasos <strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto en esta senda, os estimulé a que<br />

<strong>de</strong>jaseis a un <strong>la</strong>do lo ritual y todo culto exterior. Entonces fueron<br />

<strong>de</strong>sapareciendo <strong>de</strong> vuestros recintos todos aquellos objetos con que<br />

tratabais <strong>de</strong> representarme atributos divinos, y también <strong>la</strong> materialidad<br />

o exteriorización <strong>de</strong> vuestro culto espiritual.<br />

52. Mi Doctrina no es tan sólo para daros fortaleza y tranquilidad<br />

durante vuestro paso por <strong>la</strong> Tierra, el<strong>la</strong> os enseñará a <strong>de</strong>jar este mundo,<br />

a transponer los umbrales <strong>de</strong>l Más Allá y a penetrar en <strong>la</strong> mansión<br />

eterna.<br />

53. Todas <strong>la</strong>s religiones confortan al espíritu en su tránsito por este<br />

mundo, pero cuán poco le reve<strong>la</strong>n y le preparan para el gran viaje al<br />

Más Allá. He ahí por qué muchos miran <strong>la</strong> muerte como un límite, sin<br />

saber que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí se contemp<strong>la</strong> el horizonte infinito <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

vida.


54. Habéis l<strong>la</strong>mado espiritualismo a <strong>la</strong>s enseñanzas que como Espíritu<br />

Santo os he traído en este tiempo, porque os ha reve<strong>la</strong>do muchos<br />

misterios impenetrables. Ya no es tiempo <strong>de</strong> que exista un velo entre el<br />

Más Allá y el hombre. Yo os reve<strong>la</strong>ré <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> vida hasta don<strong>de</strong><br />

podáis compren<strong>de</strong>r y sólo lo que sea mi voluntad.<br />

55. No miréis <strong>la</strong> tumba como el fin, no miréis <strong>de</strong> el<strong>la</strong> el vacio, <strong>la</strong><br />

muerte, <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong> o <strong>la</strong> nada. Porque más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte material está<br />

<strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> luz, el todo.<br />

56. Antes <strong>de</strong> penetrar en aquel<strong>la</strong>s regiones tendréis que prepararos, y<br />

por <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> vuestro espíritu podréis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora que estáis<br />

encarnados, habitar o penetrar en el valle espiritual<br />

57. No veáis en vuestro cuerpo una ca<strong>de</strong>na, un enemigo o un verdugo,<br />

ved en vuestra materia una criatura débil a quien <strong>de</strong>béis fortalecer,<br />

porque entonces el<strong>la</strong> será vuestra sierva, vuestro báculo y vuestro mejor<br />

instrumento para cumplir una misión y esca<strong>la</strong>r hacia <strong>la</strong> montaña.<br />

Espiritualizad<strong>la</strong> sin <strong>de</strong>jar<strong>la</strong> caer en fanatismo, para que podáis<br />

<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>ros en vuestra oración y llevéis en a<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l pensamiento el<br />

bálsamo a los enfermos.<br />

58. Cuando en el Segundo Tiempo hab<strong>la</strong>ba <strong>de</strong> mi Reino a mis<br />

discípulos, no comprendían y me preguntaban: ¿En dón<strong>de</strong> está tu<br />

Reino, Señor? Mas cuando se acercaba el día <strong>de</strong> mi partida, mi pa<strong>la</strong>bra<br />

<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser en sentido figurado, se hizo c<strong>la</strong>ra y todos comprendieron.<br />

59. También en este tiempo, como ya se acerca el instante en que <strong>de</strong>je<br />

<strong>de</strong> comunicarme en esta forma, he <strong>de</strong>jado el sentido figurado para<br />

hab<strong>la</strong>ros con c<strong>la</strong>ridad y sencillez <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s lecciones que os tenía<br />

reservadas. Todo cuanto os hablé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1866, quedará resumido en mis<br />

enseñanzas <strong>de</strong> estos tres últimos años.<br />

60. Esta pa<strong>la</strong>bra, que mediante el Rayo Divino que ilumina el<br />

entendimiento <strong>de</strong>l hombre, habéis escuchado en este tiempo, ha sido<br />

para vosotros el nuevo maná para vuestro espíritu, ha sido también<br />

semejante al mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong> los panes y los peces que Jesús obró en el<br />

<strong>de</strong>sierto.<br />

61. Ya es muy corto el tiempo en que os hab<strong>la</strong>ré, preparaos y<br />

aprovechad mi pa<strong>la</strong>bra y mis ejemplos, para que con ello os levantéis<br />

entre <strong>la</strong> humanidad a testificar mi enseñanza. Muchas puertas se abrirán<br />

para vosotros, otras permanecerán cerradas. Multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hombres<br />

vendrán a escucharos y entre ellos estarán los sordos. Vosotros<br />

sembraréis, porque el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad es como <strong>la</strong> tierra. Yo os<br />

enviaré el rocío y <strong>la</strong> lluvia sobre vuestra siembra y <strong>la</strong> semil<strong>la</strong><br />

germinará.<br />

62. Los <strong>de</strong>stinados para ir en pos <strong>de</strong> otros pueblos, atravesarán <strong>la</strong>s<br />

fronteras como enviados <strong>de</strong> paz.


63. <strong>El</strong> mundo, como un valle <strong>de</strong> expiación os espera con todos sus<br />

dolores, sus vicios, sus enfermeda<strong>de</strong>s y sus l<strong>la</strong>gas, para que en él<br />

<strong>de</strong>positéis el bálsamo que cura todos los males, el cual Yo os he<br />

confiado.<br />

64. No os sentís capaces <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s acciones, pero Yo, por un átomo <strong>de</strong><br />

vuestro amor o <strong>de</strong> vuestra caridad, haré por vuestro conducto obras<br />

sorpren<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales llegaréis hasta a sentiros indignos.<br />

65. Cuando ya no vibre mi pa<strong>la</strong>bra en estos recintos, os reuniréis para<br />

dar lectura a mis cátedras, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales compren<strong>de</strong>réis muchas<br />

enseñadas que antes no alcanzasteis a compren<strong>de</strong>r. Los vi<strong>de</strong>ntes<br />

contemp<strong>la</strong>rán <strong>la</strong> silueta <strong>de</strong>l Maestro, que como Espíritu Santo os hará<br />

nuevas reve<strong>la</strong>ciones. Ahí, en vuestro seno, aliviarán su dolor los<br />

enfermos y recobrarán <strong>la</strong> vida los moribundos, el triste hal<strong>la</strong>rá consuelo<br />

y el <strong>de</strong>sesperado <strong>la</strong> calma.<br />

66. Con el ejemplo <strong>de</strong> vuestra misma vida doctrinaréis, Yo haré lo<br />

<strong>de</strong>más. He querido daros parte en esta obra <strong>de</strong> amor, para que amando a<br />

vuestros hermanos me améis a Mí.<br />

67. Llegad preparados al día <strong>de</strong> mi última cátedra, porque el<strong>la</strong> será<br />

como <strong>la</strong> última cena <strong>de</strong>l Segundo Tiempo, en <strong>la</strong> que vendréis a recibir<br />

mis últimas pa<strong>la</strong>bras.<br />

68. Los que no hayan cumplido con mis mandatos, ni se hayan<br />

preocupado por <strong>la</strong> espiritualidad, los obstinados en pasadas costumbres<br />

y tradiciones, tendrán que llorar y más tar<strong>de</strong>, leyendo en el <strong>Libro</strong> que os<br />

estoy confiando, se dará cuenta <strong>de</strong> sus errores, entonces llenos <strong>de</strong> dolor<br />

y arrepentimiento tratarán <strong>de</strong> enmendar sus yerros.<br />

69. La luz <strong>de</strong> mi amor alumbra al mundo y sus sen<strong>de</strong>ros, cuando <strong>la</strong><br />

tinieb<strong>la</strong> amenaza envolverlos. Día tras día, en gran número, se levantan<br />

espíritus que <strong>de</strong>jan esta vida sin saber a dón<strong>de</strong> van, no os olvidéis <strong>de</strong><br />

ellos, dadles <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> vuestra oración, <strong>de</strong> vuestra caridad. Descuidad <strong>de</strong><br />

los seres <strong>de</strong> luz, porque ellos ya están en <strong>la</strong> luz y son quienes ve<strong>la</strong>n por<br />

vosotros. No oréis sólo por los hombres, orad por todos vuestros<br />

semejantes.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 262<br />

1. Mi Espíritu se comp<strong>la</strong>ce al contemp<strong>la</strong>ros unidos en el mismo anhelo<br />

<strong>de</strong> acercaros al Maestro. Aquí, ante <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra,<br />

olvidáis miserias, rencores, envidias y sufrimientos.<br />

2. Hacéis bien en limpiar vuestro corazón, porque mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>be<br />

llegar a él, cuando lo hayáis preparado como un santuario.


3. Humildad y sencillez es lo que <strong>de</strong>be existir en vuestro culto<br />

espiritual, para que lo material y ostentoso no os distraiga <strong>de</strong> lo esencial<br />

que es el amor a vuestro Padre y <strong>la</strong> caridad hacia vuestros semejantes.<br />

Cuando habéis llegado a tener esos instantes <strong>de</strong> elevación, vuestro<br />

pensamiento ha vibrado bajo el pensamiento divino.<br />

4. Formad un pueblo unido, fraternal y amante <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

buenas prácticas, que sepa regocijarse con <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> nuevos<br />

hermanos, que sepa darles <strong>la</strong> bienvenida con una sonrisa en los <strong>la</strong>bios,<br />

con verda<strong>de</strong>ra caridad en el corazón y con una oración en el espíritu.<br />

Les daréis lo que habéis estado acumu<strong>la</strong>ndo en el tiempo en que me<br />

habéis escuchado. Les enseñaréis el verda<strong>de</strong>ro sen<strong>de</strong>ro, el que Yo os he<br />

trazado y gozaréis sabiendo que me estáis imitando. No importa que<br />

vuestros conocimientos aún no sean muy profundos, si vuestra caridad<br />

es gran<strong>de</strong>, haréis verda<strong>de</strong>ros prodigios.<br />

5. Nunca parecerá ardua esta misión si quien <strong>la</strong> practica va iluminando<br />

sus obras con el amor, en cambio, al que <strong>la</strong> practique como un <strong>de</strong>ber<br />

simplemente, podrá parecerle una pesada cruz.<br />

6. No os <strong>de</strong>saniméis si juzgáis que sois todavía muy imperfectos para<br />

<strong>de</strong>sempeñar una misión tan <strong>de</strong>licada, <strong>la</strong> buena voluntad lo vence todo.<br />

7. Yo voy a enseñaros una forma <strong>de</strong> prepararos para que vuestras obras<br />

<strong>de</strong> cada día estén todas inspiradas por nobles sentimientos y para que<br />

<strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s y dificulta<strong>de</strong>s no os <strong>de</strong>tengan ni os hagan retroce<strong>de</strong>r;<br />

cuando abráis vuestros ojos a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l nuevo día, orad, aproximaos a<br />

Mi a través <strong>de</strong>l pensamiento, formad entonces vuestro p<strong>la</strong>n ya<br />

inspirados con mi luz y levantaos a luchar, proponiéndoos ser fuertes y<br />

no faltar un solo instante a <strong>la</strong> obediencia y a <strong>la</strong> fe.<br />

8. En verdad os digo que no pasará mucho tiempo sin que os<br />

maravilléis <strong>de</strong> vuestra fortaleza y <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> vuestras obras.<br />

9. Procurad que vuestros actos encierren verdad y limpi<strong>de</strong>z y no temáis<br />

ser bur<strong>la</strong>dos por vuestros hermanos, porque en ese momento <strong>de</strong><br />

confusión no sabrán lo que hacen.<br />

10. Veo que teméis a los juicios y a <strong>la</strong>s críticas. Yo no <strong>de</strong>seo que seáis<br />

bur<strong>la</strong>dos; pero si vuestra conciencia nada os rec<strong>la</strong>ma, perdonaré a<br />

quienes os hayan ofendido y haré que en su mente brille <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

verdad.<br />

11. Tened un conocimiento verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> lo que es <strong>la</strong> caridad, <strong>de</strong> cómo<br />

sentir<strong>la</strong> y cómo impartir<strong>la</strong>, para que llegue a ser limpia y <strong>la</strong> hagáis sin<br />

ostentación. Que siempre ignore vuestra siniestra lo que dé vuestra<br />

diestra, es <strong>de</strong>cir, que no <strong>de</strong>is con ostentación porque con el<strong>la</strong> <strong>de</strong>struiréis<br />

toda obra <strong>de</strong> caridad.<br />

12. He querido formar con cada una <strong>de</strong> estas congregaciones una<br />

verda<strong>de</strong>ra familia en <strong>la</strong> que todos os améis, en <strong>la</strong> que os ayudéis en<br />

vuestros sufrimientos y en vuestras penas, a fin <strong>de</strong> que entre vosotros


aprendáis a hacer <strong>la</strong> caridad y cuando ese sentimiento se haya<br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do y haya madurado en vuestro corazón, sepa levantarse en el<br />

camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha a ofrecer sus buenos frutos a los necesitados <strong>de</strong><br />

amor y <strong>de</strong> luz, que por mil<strong>la</strong>res se cruzarán en vuestro sen<strong>de</strong>ro.<br />

13. Llegará el día en que <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> estos grupos <strong>de</strong><br />

discípulos que ahora se reúnen para escuchar mi enseñanza; pero<br />

aunque os encontréis diseminados por diversos puntos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, en<br />

espíritu permaneceréis unidos en <strong>la</strong> lucha y en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> vuestro<br />

cargo. Esos <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> afinidad espiritual nadie podrá romperlos.<br />

14. Benditos seáis porque habéis estado en armonía con vuestro Padre,<br />

ni un pensamiento impuro ha turbado vuestra mente en esta hora <strong>de</strong><br />

comunión con vuestro Dios. Todo ha sido armonía y en el<strong>la</strong> habéis<br />

escuchado mi pa<strong>la</strong>bra en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza, lejos <strong>de</strong> todo recinto.<br />

15. Mirad <strong>la</strong> magnificencia <strong>de</strong> lo que os ro<strong>de</strong>a: Las altas montañas<br />

simbolizando altares en perpetuo homenaje al Creador, al astro sol<br />

como inmensa lámpara alumbrando <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los seres; el canto<br />

armonioso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s aves, elevando al Padre sus trinos que son como<br />

plegarias, y en medio <strong>de</strong> ese esplendor, vuestro espíritu en éxtasis, ante<br />

el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra divina.<br />

16. Mi caricia es con vosotros, mi luz se <strong>de</strong>rrama en <strong>de</strong>stellos y al<br />

mismo tiempo recojo <strong>de</strong> vuestro corazón <strong>la</strong> ofrenda que me habéis<br />

traído.<br />

17. Así, en este ambiente <strong>de</strong> elevación y espiritualidad, veréis realizarse<br />

entre vosotros los más gran<strong>de</strong>s prodigios. Pedid por los enfermos, por<br />

los necesitados, por los ausentes, por los perdidos, porque ellos<br />

gran<strong>de</strong>mente recibirán.<br />

18. Pueblo amado, que para presentaros a Mi buscáis <strong>la</strong> mejor ofrenda;<br />

habéis penetrado en purificación para <strong>la</strong>var <strong>la</strong>s faltas que vuestra<br />

conciencia os seña<strong>la</strong>, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> arrepentiros por haber pecado,<br />

preparáis el santuario para estar en comunión conmigo.<br />

19. Ve<strong>la</strong>d y orad os enseña el Maestro para que seáis fuertes ante <strong>la</strong><br />

tentación y no volváis a pecar. Orad por vosotros y por los que no<br />

saben orar. ¿Cuánto tiempo necesitaréis para orar en cada día? ¿Acaso<br />

<strong>la</strong>rgas horas para elevar a Mí vuestro espíritu? No, pueblo, cinco<br />

minutos bastarán: Ese corto tiempo <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> entrega a Mí, es el<br />

tiempo que necesitáis para ofrecerme vuestra sumisión y acatamiento a<br />

mis disposiciones en el día que vivís. Yo sabré conso<strong>la</strong>ros en vuestras<br />

tribu<strong>la</strong>ciones, alentaros en vuestro trabajo e iluminaros para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> vuestras empresas.<br />

20. Siempre que necesitéis un confi<strong>de</strong>nte, un amigo bondadoso,<br />

buscadme y <strong>de</strong>positad en Mi, <strong>la</strong>s penas que haya en vuestro corazón, y<br />

Yo os aconsejaré el mejor camino, <strong>la</strong> solución que buscáis. Si vuestro<br />

espíritu se encuentra agobiado por los pesares, es porque habéis


pecado, Yo os recibiré y seré benévolo en mi juicio, fortificaré vuestro<br />

propósito <strong>de</strong> enmienda y os <strong>de</strong>volveré <strong>la</strong>s fuerzas perdidas.<br />

21. Sólo <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> mis enseñanzas os conservará en gracia y salud<br />

espiritual y corporal <strong>la</strong> experiencia que recojáis será luz que iréis<br />

acumu<strong>la</strong>ndo en vuestro espíritu.<br />

22. Mi juicio y mi Ley son inexorables, y si habéis <strong>de</strong> pagar vuestras<br />

<strong>de</strong>udas en este tiempo, hacedlo con amor, pacientemente, y cuando os<br />

encontréis cansados, Yo sostendré vuestra cruz, para que cobréis<br />

nuevas fuerzas para seguir luchando.<br />

23. Si sabéis que vuestro <strong>de</strong>stino está escrito, que sólo <strong>la</strong>s pruebas<br />

pulimentan el corazón y doblegan <strong>la</strong> materia ¿Por qué os rebeláis?<br />

24. Vuestro espíritu ha sido dotado <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> fuerza, y <strong>la</strong>s pruebas que<br />

os envío no son mayores a <strong>la</strong> potestad y energía que poseéis. <strong>El</strong><strong>la</strong>s son<br />

benéficas, os ayudan para hacer méritos y salvaros.<br />

25. Mi espíritu <strong>de</strong> Padre sufre al contemp<strong>la</strong>r el dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.<br />

Yo no <strong>la</strong> he castigado. Mis leyes <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> justicia, llevad<strong>la</strong>s a <strong>la</strong><br />

práctica, traen tan sólo bienandanza y paz.<br />

26. Por causa <strong>de</strong>l hombre, los elementos <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción se han<br />

<strong>de</strong>satado. La guerra ha sembrado su simiente en todos los corazones.<br />

¡Cuánto dolor ha sentido <strong>la</strong> humanidad! ¡Cuánta <strong>de</strong>so<strong>la</strong>ción, miseria,<br />

orfandad y luto ha <strong>de</strong>jado a su paso! ¿Creéis que ha perecido el espíritu<br />

<strong>de</strong> aquellos que han caído en <strong>la</strong> contienda, o que ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir<br />

esa parte <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> eternidad que habita en el hombre?<br />

27. No, pueblo. <strong>El</strong> espíritu sobrevive a <strong>la</strong> guerra y a <strong>la</strong> muerte. Esa<br />

parte <strong>de</strong> mi mismo Espíritu se ha levantado <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> dolor y<br />

busca en mi camino un nuevo horizonte, para seguir viviendo,<br />

<strong>de</strong>sarrollándose y evolucionando.<br />

28. Los que han quedado en <strong>la</strong> Tierra y han contemp<strong>la</strong>do sus comarcas<br />

arrasadas, sus campos <strong>de</strong>vastados, <strong>la</strong> peste y el hambre, los principios<br />

<strong>de</strong> moral y <strong>de</strong> bien caídos por tierra, a ellos les he conservado su<br />

fortaleza, y he ve<strong>la</strong>do por todos. Ahí están los espíritus que no han<br />

perdido <strong>la</strong> fe, van acercándose a Mí. Yo les he hecho sentir mi<br />

presencia y ellos me han contemp<strong>la</strong>do.<br />

29. En tiempos futuros me serviré <strong>de</strong> ellos, para llevar <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra a otros pueblos, les confiaré una gran<strong>de</strong> misión espiritual.<br />

30. Han aprendido a orar como Yo os he enseñado a vosotros. No hay<br />

dolor, ni miseria en esos espíritus. Hay gran<strong>de</strong>za, porque en medio <strong>de</strong><br />

su prueba me han amado, me han comprendido y obe<strong>de</strong>cido. Se han<br />

acriso<strong>la</strong>do en el dolor.<br />

31. Pueblo, unid vuestra oración a <strong>la</strong> <strong>de</strong> esos espíritus. Vosotros no<br />

habéis sido acriso<strong>la</strong>dos en el dolor, vuestro crisol ha sido <strong>la</strong> paz que he<br />

venido a ofreceros en este tiempo en mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> amor. Cuando os<br />

encontréis preparados los unos por el dolor y otros por el amor, os


estrecharéis, os uniréis y juntos en el cumplimiento <strong>de</strong> mis enseñanzas<br />

analizaréis mi pa<strong>la</strong>bra; beberéis este cáliz <strong>de</strong> amor y confirmaréis que<br />

ha sido benéfico todo lo que habéis recibido. Yo llevaré a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte mi<br />

Obra y os mostraré al final, el resultado <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Sobre <strong>la</strong>s ruinas<br />

espirituales y morales que presente <strong>la</strong> humanidad, Yo levantaré un<br />

mundo sano y fuerte.<br />

32. Vuestro juicio se prepara, pueblo, y así como los <strong>de</strong>más pueblos<br />

han soportado el peso <strong>de</strong> mi justicia, vos lo recibiréis en el tiempo<br />

seña<strong>la</strong>do según vuestras obras.<br />

33. A todos os doy <strong>la</strong> bienvenida, lo mismo al que viene ávido <strong>de</strong><br />

oírme, como al que penetra para escudriñar o al que con mucha<br />

suficiencia niega todo cuanto ha escuchado y viene sólo por curiosidad.<br />

34. En verdad os digo, que mi vibración ha sido y será por siempre;<br />

ayer en una forma, hoy en otra, mañana en otra más, y así por una<br />

eternidad.<br />

35. Existe un <strong>la</strong>zo entre el padre y los hijos, que jamás se pue<strong>de</strong><br />

romper, y ese <strong>la</strong>zo es <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> que exista <strong>la</strong> comunicación entre el<br />

Espíritu divino y el <strong>de</strong> todos vosotros.<br />

36. Bendito el que busca <strong>la</strong> verdad porque es un sediento <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong><br />

luz y <strong>de</strong> bondad. Buscad y encontraréis, buscad <strong>la</strong> verdad y el<strong>la</strong> os<br />

saldrá al encuentro. Seguid meditando, seguid interrogando al Arcano y<br />

<strong>El</strong> os contestará, porque jamás el Padre ha permanecido cal<strong>la</strong>do o<br />

indiferente ante aquél que anhelosamente le interroga.<br />

37. Cuántos que andan buscando <strong>la</strong> verdad en libros, entre los sabios y<br />

ciencia diversas, acabarán por encontrar<strong>la</strong> en si mismos, ya que en el<br />

fondo <strong>de</strong> cada hombre he <strong>de</strong>positado una semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> eterna verdad.<br />

38. Aquí está mi luz vibrando en un cerebro humano y haciéndose<br />

pa<strong>la</strong>bra. ¿Por qué juzgáis imposible esta comunicación? ¿Pensáis que el<br />

hombre pueda tener más po<strong>de</strong>r que Dios, al lograr con su ciencia <strong>la</strong><br />

comunicación a distancia entre unos y otros?<br />

39. De cierto os digo, que si no conocéis <strong>la</strong>s faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que está<br />

dotado el espíritu <strong>de</strong>l hombre, menos vais a conocerme a Mi.<br />

40. Yo me comunico a través <strong>de</strong>l entendimiento humano, porque el<br />

cerebro es el aparato perfecto hecho por el creador, para que en él se<br />

manifieste <strong>la</strong> inteligencia, que es <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l espíritu.<br />

41. Ese aparato es el mo<strong>de</strong>lo que jamás podréis igua<strong>la</strong>r con toda vuestra<br />

ciencia. Tomaréis su forma y su construcción como un mo<strong>de</strong>lo para<br />

vuestras creaciones, pero jamás llegaréis a <strong>la</strong> perfección que tienen <strong>la</strong>s<br />

obras <strong>de</strong> vuestro Padre. ¿Por qué dudáis <strong>de</strong> que pueda Yo usar lo que he<br />

formado?<br />

42. Vuelvo a <strong>de</strong>ciros que aún no os conocéis, porque si os conocieseis<br />

espiritualmente, no so<strong>la</strong>mente aceptaríais esta comunicación divina a<br />

través <strong>de</strong> vuestro entendimiento, sino que compren<strong>de</strong>ríais que aún


sorpresas mayores os están reservadas. Si os conocieseis no os<br />

quejaríais <strong>de</strong> no ser comprendidos por vuestros hermanos, cuando ni<br />

siquiera a vosotros mismos os conocéis. Conoceos para que no seáis<br />

una eterna interrogación ante vosotros; para que no vayáis a andar<br />

buscando en muchas partes <strong>la</strong> contestación que en vuestro interior<br />

lleváis.<br />

43. Toda mi Doctrina tiene por finalidad <strong>de</strong>scubrir ante vuestros ojos lo<br />

que encierra vuestro ser, porque <strong>de</strong> ese conocimiento nace <strong>la</strong> luz para<br />

encontrar el camino que lleva hacia lo eterno, hacia lo perfecto, hacia<br />

Dios.<br />

44. Mi Doctrina tien<strong>de</strong> a formar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vosotros un ser superior a<br />

cuanto le ro<strong>de</strong>a en el mundo, un ser que sea elevación, luz y belleza<br />

espiritual; virtud, sabiduría y po<strong>de</strong>r. ¡Cuán gran<strong>de</strong> será entonces vuestro<br />

gozo y vuestra paz interior! Vuestra conciencia os dirá: "Esta es <strong>la</strong><br />

verda<strong>de</strong>ra esencia <strong>de</strong> vuestro ser". Qué diferente será <strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> los<br />

que habiendo rechazado <strong>de</strong> su corazón toda buena simiente, han<br />

consagrado su ser a una vida egoísta, a una vida materialista y perversa;<br />

cuando han llegado a mirar hacia su interior, cuando han tenido un<br />

instante <strong>de</strong> comunicación con su conciencia, se han contemp<strong>la</strong>do en<br />

aquel espejo que nunca se empaña, que nunca miente y se han<br />

horrorizado <strong>de</strong>l monstruo que en si llevan y al cual no pue<strong>de</strong>n<br />

reconocer como obra <strong>de</strong> ellos mismos.<br />

45. ¡Oh incrédulos! Venid a escucharme con frecuencia, mi pa<strong>la</strong>bra<br />

vencerá vuestra duda. Si os parece que <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra no es <strong>la</strong><br />

misma que tuve en aquel tiempo. Yo os digo que no os <strong>de</strong>tengáis ante<br />

<strong>la</strong> forma, ante lo exterior, sino que busquéis el sentido, que es el<br />

mismo. La esencia, el sentido, son uno siempre, porque lo divino es<br />

eterno e inmutable; pero <strong>la</strong> forma <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual os llega <strong>la</strong><br />

reve<strong>la</strong>ción o a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual os doy a conocer una parte más <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

verdad, esa se presenta siempre <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> capacidad o<br />

evolución que hayáis alcanzado.<br />

46. Una gran parte <strong>de</strong> mi enseñanza ha tenido por objeto que os<br />

encontréis, que os conozcáis, para que <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> caer en el camino y<br />

<strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> c<strong>la</strong>mar misericordia cuando os sentís perdidos o miserables.<br />

47. ¿Por qué llorar llevando tantas riquezas y tesoros ocultos en vuestro<br />

ser? He ahí uno <strong>de</strong> los fines <strong>de</strong> vuestra vida que ha mucho tiempo<br />

habíais olvidado: <strong>de</strong>béis conoceros para <strong>de</strong>scubrir todo lo que el<br />

espíritu guarda.<br />

48. Interrogad, escudriñad, profundizaos y mientras más penetréis en<br />

vuestro ser, mayores tesoros y sorpresas encontraréis.<br />

49. Multitu<strong>de</strong>s: venid conmigo, yo vengo a salvaros. Cuando vuestro<br />

mundo os canse, cuando os <strong>de</strong>sconozcan vuestros hermanos, cuando los


vuestros no os comprendan, venid a Mí y Yo saldré a vuestro<br />

encuentro. Yo os probaré que no ignoraba nada <strong>de</strong> cuanto os pasaba.<br />

50. Venid para que Yo os resucite a <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra vida y os recuer<strong>de</strong> que<br />

habéis sido creados para dar; pero que mientras no sepáis lo que lleváis<br />

en vosotros, os será imposible dar a quien lo necesite.<br />

51. Ved cómo cuanto os ro<strong>de</strong>a cumple con <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> dar. Los<br />

elementos, los astros, los seres, <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas, <strong>la</strong>s flores y <strong>la</strong>s aves, todo,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más gran<strong>de</strong> hasta lo imperceptible, tienen el don y el <strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> dar. ¿Por qué os hacéis vosotros una excepción siendo los<br />

mayormente dotados <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia divina <strong>de</strong> amar?<br />

52. ¡Cuánto tendréis que crecer en sabiduría, en amor, en virtud y po<strong>de</strong>r<br />

para que seáis luz en el camino <strong>de</strong> vuestros hermanos pequeños! ¡Qué<br />

<strong>de</strong>stino tan elevado y hermoso os ha <strong>de</strong>parado vuestro Padre!<br />

53. Sentid mi paz y llevad<strong>la</strong> en lo más profundo <strong>de</strong> vuestro corazón; no<br />

<strong>de</strong>jéis que nadie os arrebate mi paz; el<strong>la</strong> es un tesoro, el mayor que el<br />

hombre pue<strong>de</strong> poseer.<br />

54. No han sido capaces el po<strong>de</strong>r y <strong>la</strong> ciencia <strong>de</strong> daros <strong>la</strong> paz; sin<br />

embargo os digo que no os <strong>de</strong>sesperéis si no <strong>la</strong> encontráis, porque no<br />

pasará mucho tiempo en que comprendáis que <strong>la</strong> paz está<br />

verda<strong>de</strong>ramente en los hombres <strong>de</strong> buena voluntad para amar, para<br />

servir y para obe<strong>de</strong>cer <strong>la</strong>s leyes dictadas por Dios.<br />

55. Oíd mi Doctrina que viene a enseñaros <strong>la</strong> forma más práctica,<br />

sencil<strong>la</strong> y simple <strong>de</strong> dar cumplimiento a <strong>la</strong> Ley. Compren<strong>de</strong>d que<br />

vuestro Dios, sus obras y <strong>la</strong> vida, son simples y sencil<strong>la</strong>s, que son<br />

vuestra ignorancia y vuestra pequeñez <strong>la</strong>s que os hacen mirar<br />

complicado lo que es simple, y misterioso lo que es diáfano.<br />

56. Dios no es complicado, misterioso, ni confuso en su Creación,<br />

porque lo perfecto es simple; en cambio, <strong>la</strong>s criaturas en sus diferentes<br />

esca<strong>la</strong>s, mientras más imperfectas, más complicadas.<br />

57. Tratad <strong>de</strong> conocerme, <strong>de</strong> penetrar en el sentido <strong>de</strong> lo espiritual hasta<br />

que podáis tener una i<strong>de</strong>a verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> vuestro Padre; aunque sea<br />

pequeño vuestro conocimiento <strong>de</strong> Mi, pero que sea acertado.<br />

58. Teniendo una i<strong>de</strong>a real <strong>de</strong> mi existencia, <strong>de</strong> mi esencia, <strong>de</strong> mi po<strong>de</strong>r<br />

y mi justicia, podréis, llegado el instante, llevar a vuestros hermanos<br />

una i<strong>de</strong>a verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> lo que es vuestro Padre.<br />

59. Veréis cómo ese Dios que los hombres se han forjado distante,<br />

inaccesible, misterioso e incomprensible, <strong>de</strong>saparecerá para que en su<br />

lugar surja el Dios verda<strong>de</strong>ro, cuyo corazón está eternamente abierto<br />

para sus hijos, presente en todo sitio y en todo instante.<br />

60. Cuando me conozcáis verda<strong>de</strong>ramente, porque aún vuestro<br />

concepto es más humano que espiritual y vuestra fe pequeña, me<br />

amaréis más profundamente que ahora. Cuando me améis con mayor<br />

perfección, seréis incansables llevando <strong>la</strong> luz doquiera que encontréis


<strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s. Vuestra piedad será sincera hacia todos aquellos que no<br />

conocen al verda<strong>de</strong>ro Padre, para aquellos que creyendo amarme y<br />

conocerme en verdad, no me conocen realmente ni me aman con<br />

pureza.<br />

61. En el Segundo Tiempo gustaba Yo <strong>de</strong> cruzar por <strong>la</strong>s campiñas, en<br />

<strong>la</strong>s cuales los <strong>la</strong>bradores al verme pasar, venían a mi encuentro y con su<br />

corazón me hab<strong>la</strong>ban. Mi Espíritu gozaba contemplándoles puros y<br />

sencillos. Penetraba en los hogares, a veces en el instante en que los<br />

padres con sus pequeños se sentaban a <strong>la</strong> mesa; al escuchar mi l<strong>la</strong>mado<br />

venían hacia Mi, gozosos, invitándome a comer con ello, me abrían su<br />

corazón para pedirme alguna gracia. Yo ben<strong>de</strong>cía a todos y al reunirme<br />

con mis discípulos les <strong>de</strong>cía: estas familias son una imagen <strong>de</strong>l Reino<br />

<strong>de</strong> los Cielos y estos hogares son como santuarios.<br />

62. Hubo ocasiones en <strong>la</strong>s que encontrándome solitario, era <strong>de</strong>scubierto<br />

por los niños, quienes, llegando hasta Mi venían a mirarme, a<br />

ofrecerme florecil<strong>la</strong>s, a contarme alguna cuita y a ofrendarme sus<br />

ósculos.<br />

63. Las madres se apenaban al encontrar a sus pequeños en mis brazos<br />

escuchando mi pa<strong>la</strong>bra; los discípulos, creyendo que aquello<br />

significaba una falta <strong>de</strong> respeto hacia el Maestro, trataban <strong>de</strong><br />

ahuyentarles <strong>de</strong> mi presencia, entonces Yo hube <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirles: "Dejad a<br />

los niños que vengan a Mi, porque para que alcancéis a penetrar en el<br />

Reino <strong>de</strong> los Cielos, es menester tengáis <strong>la</strong> pureza, <strong>la</strong> sencillez y<br />

simplicidad <strong>de</strong> los niños".<br />

64. Yo me recreaba en aquel<strong>la</strong> inocencia y en aquel candor, como quien<br />

<strong>de</strong>leita su mirada contemp<strong>la</strong>ndo un capullo próximo a abrirse.<br />

65. <strong>El</strong>los son también espíritus en capullo, promesas para el mañana,<br />

vidas que empiezan a vibrar.<br />

66. Amo a los espíritus porque son capullos que han <strong>de</strong> florecer para <strong>la</strong><br />

vida y para <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l Padre.<br />

67. En cierta ocasión fui invitado a una boda en unión <strong>de</strong> María, mi<br />

Madre en <strong>la</strong> Tierra. Quise estar con mis hijos en aquel instante<br />

trascen<strong>de</strong>ntal en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> dos seres que se unen por amor. Quise<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> alegría <strong>de</strong> aquellos corazones y convivir con ellos su<br />

fiesta, dándoos a compren<strong>de</strong>r con eso, que ninguna <strong>de</strong> vuestras sanas<br />

alegrías me es indiferente y que mi presencia no pue<strong>de</strong> faltar en<br />

ninguno <strong>de</strong> los instantes importantes o trascen<strong>de</strong>ntales <strong>de</strong> vuestra vida y<br />

también María, <strong>la</strong> dulce Madre e intercesora vuestra, dio una prueba <strong>de</strong><br />

lo que es su misión para con esta humanidad, al pedir a Jesús que,<br />

haciendo uso <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r, aumentara el vino <strong>de</strong> <strong>la</strong> fiesta que por<br />

instantes escaseaba. Yo concedí aquel prodigio por aquel<strong>la</strong> bendita<br />

intercesión, por aquel corazón <strong>de</strong> mujer, cuya fe en mi po<strong>de</strong>r e intuición<br />

para pedir, son ejemplo perfecto ante vosotros.


68. Dejadme mencionar aunque sea brevemente aquellos pasajes, mas<br />

no digáis que es imprescindible que Yo vuelva al mundo, porque tendré<br />

que <strong>de</strong>ciros que todo aquello que viví y hablé, quedó escrito y está<br />

presente en vuestra conciencia. Por otra parte, <strong>de</strong>beréis reconocer que<br />

esta vida, maravillosa en todas sus fases, es un libro profundo e infinito<br />

que os hab<strong>la</strong> eternamente <strong>de</strong> Mí<br />

69. Observad<strong>la</strong>, sentid<strong>la</strong>, y encontraréis en el<strong>la</strong> al Maestro, al Padre y al<br />

Juez, oiréis <strong>la</strong> voz que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí os hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> otra vida más elevada,<br />

luminosa y perfecta.<br />

70. Discípulos: Yo he venido a levantaros <strong>de</strong>l polvo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, don<strong>de</strong><br />

yacíais vencidos por el dolor, a una vida <strong>de</strong> esperanzas y <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s.<br />

Os he hecho sentir mi fuerza en vuestras pruebas, os he enseñado a no<br />

dudar, a no <strong>de</strong>sesperaros aún en <strong>la</strong>s mayores amarguras.<br />

71. Hoy sabéis que el cáliz <strong>de</strong> amargura lo está bebiendo toda <strong>la</strong><br />

humanidad, que no sois los únicos que sufrís ni los únicos que lloráis o<br />

los que con mayor intensidad apuráis el dolor, por lo cual me dais<br />

gracias y ponéis vuestro pensamiento en vuestros hermanos,<br />

olvidándoos un poco <strong>de</strong> vosotros.<br />

72. Todos traéis una herida en el corazón ¿Quién como Yo para<br />

penetrar en vuestro interior? Sé vuestra amargura, vuestra tristeza y<br />

<strong>de</strong>saliento ante tanta injusticia e ingratitud que existe en vuestro<br />

mundo; sé <strong>de</strong> <strong>la</strong> fatiga <strong>de</strong> los que han vivido y luchado en <strong>la</strong> Tierra y<br />

cuya existencia es para ellos como un pesado fardo; sé <strong>de</strong>l vacío <strong>de</strong> los<br />

que se van quedando solos en esta vida. A todos os digo: "Pedid, que se<br />

os dará", porque a eso he venido, a daros según necesitéis <strong>de</strong> Mí, ya sea<br />

compañía, tranquilidad, bálsamo, misiones o luz.<br />

73. No temáis llorar <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí, varones, que <strong>la</strong>s lágrimas no sólo<br />

son <strong>de</strong>l niño o <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer; bienaventurados los que lloren <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong><br />

Mí, porque mi mano enjugará su l<strong>la</strong>nto y mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> consuelo<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá a su corazón. <strong>El</strong> que venga débil ante Mí, <strong>de</strong>spués será<br />

fuerte <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> sus hermanos, porque supo fortalecerse en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

su Padre.<br />

74. Sabed que Yo no me concreto a sentir vuestras aflicciones, sino que<br />

vengo a remediar<strong>la</strong>s; pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> saber esto, es necesario que<br />

tengáis amor y fe en mi Ley, que sepáis pedir y orar y que tengáis<br />

paciencia en <strong>la</strong>s pruebas.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!


ENSEÑANZA N° 263<br />

1. Que <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> mi Espíritu sea en vosotros en este instante <strong>de</strong><br />

comunión, en que <strong>la</strong> luz Divina os ilumina y alienta a vuestro espíritu.<br />

2. Benditos seáis los que soñáis con un paraíso <strong>de</strong> paz y armonía.<br />

3. Bienaventurados aquéllos que han <strong>de</strong>spreciado y visto con<br />

indiferencia <strong>la</strong>s trivialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lo superfluo, <strong>la</strong>s vanida<strong>de</strong>s y pasiones<br />

que ningún bien le dan al hombre y menos al espíritu.<br />

4. Benditos los que han apartado <strong>la</strong>s prácticas fanáticas que a nada<br />

conducen y han alejado antiguas y erróneas creencias, para abrazar <strong>la</strong><br />

verdad absoluta, <strong>de</strong>snuda y limpia.<br />

5. Yo bendigo a quienes van renunciando a lo exterior para penetrar en<br />

<strong>la</strong> meditación, en el amor y en <strong>la</strong> paz interior, porque van<br />

comprendiendo que <strong>la</strong> paz no <strong>la</strong> da el mundo; que <strong>la</strong> podéis encontrar<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vosotros mismos.<br />

6. Benditos vosotros a quienes <strong>la</strong> verdad no atemoriza, ni os habéis<br />

escandalizado ante el<strong>la</strong>, porque <strong>de</strong> cierto os digo, que <strong>la</strong> luz caerá como<br />

cascada sobre vuestro espíritu para mitigar por siempre vuestra sed <strong>de</strong><br />

luz.<br />

7. Extiendo mi manto <strong>de</strong> paz sobre vosotros que reunidos en uno u otro<br />

lugar, os transportáis en espíritu en busca <strong>de</strong>l Divino Maestro. Cuando<br />

lleguéis a Mi, orad, orad mis discípulos, porque aunque no habéis visto<br />

cumplirse todo lo que os he profetizado, lo tendréis que contemp<strong>la</strong>r.<br />

8. Continuad orando para que se aparte el peso <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia <strong>de</strong>l<br />

hombre, y también <strong>la</strong> vanidad <strong>de</strong> aquellos que se dicen sabios, porque<br />

han acumu<strong>la</strong>do los conocimientos <strong>de</strong> otros hombres, ignorando que el<br />

verda<strong>de</strong>ro sabio no es aquel que se <strong>de</strong>sve<strong>la</strong> tratando <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong><br />

mejor forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir, <strong>de</strong> dominar, <strong>de</strong> aniqui<strong>la</strong>r, sino aquel que se<br />

eleva para po<strong>de</strong>r crear, para armonizar <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los seres inspirándose<br />

en el amor al Dios <strong>de</strong> todo lo creado y en el amor a todas <strong>la</strong>s criaturas.<br />

9. Yo os digo, discípulos, que no busquéis <strong>la</strong> verdad en <strong>la</strong> mentira, que<br />

busquéis <strong>la</strong> verdad en el espíritu humil<strong>de</strong>, en el corazón elevado por el<br />

amor a sus semejantes, en <strong>la</strong> sencillez y en <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

10. En <strong>la</strong> sabiduría está el bálsamo y el consuelo que anhe<strong>la</strong> vuestro<br />

corazón, por eso os prometí en aquel tiempo al Espíritu <strong>de</strong> Verdad<br />

como Espíritu <strong>de</strong> Conso<strong>la</strong>ción.<br />

11. Pero es indispensable tener fe para no <strong>de</strong>tenerse en el camino ni<br />

sentir temor ante <strong>la</strong>s pruebas.<br />

12. La fe es como un faro que ilumina vuestra ruta hasta llegar al puerto<br />

seguro <strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad.<br />

13. No pue<strong>de</strong> ser fe <strong>la</strong> <strong>de</strong> aquellos espíritus tibios y medrosos que hoy<br />

avanzan un paso y mañana vuelven atrás, que no quieren luchar con su


propio dolor, confiando en el triunfo <strong>de</strong>l espíritu únicamente por <strong>la</strong><br />

caridad <strong>de</strong>l Padre.<br />

14. Fe es aquel<strong>la</strong> que siente el espíritu que sabiendo que Dios está en él,<br />

ama a su Señor y goza sintiéndole en sí y amando a sus hermanos; que<br />

es tanta <strong>la</strong> fe en <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong>l Padre, que no espera a que sus<br />

semejantes le amen; que perdona ofensas y errores pero que mañana<br />

estará lleno <strong>de</strong> luz porque con sus méritos alcanzó su purificación.<br />

15. <strong>El</strong> que tiene fe, tiene paz, posee amor y encierra bondad.<br />

16. Ese es rico en espíritu y aún en materia; pero con <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

riqueza, no con aquél<strong>la</strong> que vosotros concebís.<br />

17. Los hombres huyen angustiados <strong>de</strong> <strong>la</strong> miseria, y en su horror<br />

vuelven a caer en sus abismos y estrecheces, no piensan en medios para<br />

salvarse <strong>de</strong> esas garras; pero el que huye <strong>de</strong> <strong>la</strong> miseria <strong>de</strong>l mundo, es un<br />

egoísta que arrol<strong>la</strong>, hun<strong>de</strong>, <strong>de</strong>stroza y pier<strong>de</strong> a cuantos se cruzan en su<br />

camino. Sólo piensa en sí mismo, tiene por único i<strong>de</strong>al y fin, su<br />

seguridad y su conservación. Los <strong>de</strong>más no son sus hermanos, son<br />

todos extraños para él. No tiene fe, no conoce esa luz, no confía en <strong>la</strong><br />

verdad porque no ha querido conocer<strong>la</strong>.<br />

18. Mas, ¿Qué habéis hecho, humanidad, <strong>de</strong> aquellos hombres que os<br />

he enviado para que os recuer<strong>de</strong>n mi camino, el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, que es<br />

el <strong>de</strong> <strong>la</strong> sabiduría, <strong>de</strong>l amor y <strong>la</strong> paz?<br />

19. Nada quisisteis saber <strong>de</strong> sus mensajes, combatiéndoles con <strong>la</strong> fe<br />

hipócrita que tenéis por vuestras teorías y religiones.<br />

20. No quisieron vuestros ojos contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> luz que como mensaje <strong>de</strong><br />

amor os trajeron cada uno <strong>de</strong> mis enviados, así les l<strong>la</strong>méis profetas,<br />

vi<strong>de</strong>ntes, iluminados, doctores, filósofos, científicos o pastores.<br />

21. Esos hombres han bril<strong>la</strong>do y no habéis querido ver su luz, han ido<br />

<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vosotros y no habéis querido seguir sus pasos; os <strong>de</strong>jaron el<br />

ejemplo <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l sacrificio, <strong>de</strong>l dolor, <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad y tuvisteis<br />

miedo <strong>de</strong> imitarles, sin saber que el dolor <strong>de</strong> los que me siguen es<br />

alegría <strong>de</strong>l espíritu, es camino <strong>de</strong> flores y horizonte lleno <strong>de</strong> promesas.<br />

22. <strong>El</strong>los no vinieron a aspirar el aroma <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, ni a<br />

embriagarse en los p<strong>la</strong>ceres fugaces <strong>de</strong>l mundo, porque <strong>la</strong> aspiración <strong>de</strong><br />

su espíritu ya no era hacia lo impuro, sino hacia lo elevado.<br />

23. Sufrieron, pero no buscaron ser conso<strong>la</strong>dos, porque sabían que<br />

habían venido para conso<strong>la</strong>r. No esperaban nada <strong>de</strong>l mundo, porque<br />

estaban esperando para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha, <strong>la</strong> alegría <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />

resurrección a <strong>la</strong> fe y a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los espíritus, <strong>de</strong> todos aquéllos que<br />

habían muerto a <strong>la</strong> verdad.<br />

24. ¿Quiénes son estos seres <strong>de</strong> los que os hablo? Os digo que se trata<br />

<strong>de</strong> todos aquellos que os han traído mensajes <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong><br />

esperanza, <strong>de</strong> salud, <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong> salvación. No importa el nombre que


hayan tenido, ni el camino por don<strong>de</strong> les hayáis visto aparecer, ni el<br />

titulo que en <strong>la</strong> Tierra hayan ostentado.<br />

25. Como ellos, podéis ser también vosotros, imitando los gran<strong>de</strong>s<br />

ejemplos que a través <strong>de</strong> mis enviados os doy a cada paso. Más, no<br />

toméis como pretexto <strong>la</strong> incomprensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad hacia vuestras<br />

obras. No digáis que aquellos que os trajeron mensajes <strong>de</strong> amor, sólo<br />

sembraron y nunca han recogido. No, pueblo, <strong>la</strong> cosecha <strong>de</strong>l espíritu no<br />

se levanta pronto, si tenéis en cuenta que <strong>la</strong> carne es tierra estéril a <strong>la</strong><br />

que hay que fertilizar continuamente con amor hasta hacer<strong>la</strong> fructificar.<br />

26. ¿Qué queréis que os diga <strong>de</strong> vuestros sabios <strong>de</strong> ahora, <strong>de</strong> los que<br />

provocan a <strong>la</strong> Naturaleza y <strong>de</strong>safían a <strong>la</strong>s fuerzas y a los elementos<br />

haciendo aparecer lo bueno como si fuese malo? Gran dolor tendrá por<br />

cortar y comer un fruto ver<strong>de</strong> <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, un fruto que sólo<br />

con amor podría haber madurado.<br />

27. ¡Sólo mi amor pue<strong>de</strong> salvaros! Ved que en los hombres no queda ni<br />

resto <strong>de</strong> amor. Orad, pero con verda<strong>de</strong>ra fe en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración,<br />

con una fe tan gran<strong>de</strong> que supere a <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> <strong>la</strong>s armas con que<br />

vuestros hermanos combaten en <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>struyen <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> sus<br />

semejantes.<br />

28. Vosotros, que habéis apartado <strong>de</strong> vuestros ojos aquel<strong>la</strong>s formas e<br />

imágenes que empleabais antaño para orar, podéis practicar <strong>la</strong><br />

verda<strong>de</strong>ra oración, porque ya no limitáis a Dios en un anciano, ni <strong>de</strong>jáis<br />

que <strong>la</strong> imaginación dé forma humana a lo que no tiene forma, porque es<br />

divino.<br />

29. Cuando vuestra materia se que<strong>de</strong> en <strong>la</strong> Tierra y vuestro espíritu se<br />

eleve a <strong>la</strong>s moradas celestiales, cuando paséis por aquello que l<strong>la</strong>máis<br />

muerte y os levantéis en <strong>la</strong> eternidad, compren<strong>de</strong>réis cuántas falsas<br />

imágenes ha formado vuestra mente y entonces sentiréis cómo se aparta<br />

<strong>de</strong> vuestro espíritu <strong>la</strong> mentira, como si fuese una venda que se<br />

<strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> los ojos <strong>de</strong>jándoles contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

30. Cuántos también esperan llegar a <strong>la</strong> altura <strong>de</strong> los cielos para<br />

conocer a María, a <strong>la</strong> que siempre imaginaban en <strong>la</strong> forma humana <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> mujer que fue en el mundo, madre <strong>de</strong> Cristo en cuanto hombre, y que<br />

representan como reina en un trono, hermosa y potente, mas Yo os digo<br />

que no sigáis dando forma en vuestra mente a lo divino. María vuestra<br />

Madre espiritual existe, pero no tiene forma <strong>de</strong> mujer ni ninguna otra<br />

forma. <strong>El</strong><strong>la</strong> es <strong>la</strong> santa y dulce ternura cuya caridad se extien<strong>de</strong> en lo<br />

infinito. <strong>El</strong><strong>la</strong> reina en los espíritus y su reinado es el <strong>de</strong> <strong>la</strong> humildad, <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> caridad y <strong>la</strong> pureza, pero no tiene trono, según lo imaginan los<br />

hombres. Es hermosa, pero con una hermosura que no podéis expresar<br />

ni imaginar con el rostro más bello. Su hermosura es celestial y lo<br />

celestial nunca lo alcanzaréis a compren<strong>de</strong>r.


31. Yo os digo que si queréis acercaros un poco a <strong>la</strong> verdad y comenzar<br />

a arrobaros en su contemp<strong>la</strong>ción, persistid en alejar <strong>de</strong> vuestros ojos y<br />

<strong>de</strong> vuestra mente, cuantas formas habíais creado, tratando <strong>de</strong> darle<br />

forma a lo divino.<br />

32. Cuando vayáis comprendiendo que el Divino Maestro tiene mucho<br />

que enseñar y corregir, <strong>de</strong>jaréis que mi verdad penetre en vuestra mente<br />

y entonces miraréis cómo un nuevo horizonte aparece ante vuestro<br />

espíritu, ofreciéndoos campos, valles, caminos y montañas por don<strong>de</strong><br />

viajar para apren<strong>de</strong>r, para conocer y elevaros espiritualmente.<br />

33. Mi luz está en todas <strong>la</strong>s conciencias, ya estáis en el tiempo en que<br />

Mi Espíritu ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>rramarse sobre los hombres, por lo cual os digo<br />

que pronto sentiréis todos mi presencia, lo mismo los sabios que los<br />

ignorantes, igual los gran<strong>de</strong>s que los pequeños, los po<strong>de</strong>rosos que los<br />

pobres.<br />

34. Unos y otros se estremecerán ante <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong>l Dios viviente y<br />

verda<strong>de</strong>ro.<br />

35. Aquí tenéis una nueva lección, discípulos; para que meditéis<br />

profundamente sobre el<strong>la</strong>, compren<strong>de</strong>d que no he venido tan sólo por<br />

haceros oír pa<strong>la</strong>bras que <strong>de</strong>leiten vuestros oídos o acaricien vuestro<br />

corazón. Compren<strong>de</strong>d que <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong>l Maestro es <strong>la</strong> <strong>de</strong> apartaros <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> obscuridad para mostraros <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

36. Yo soy <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong> paz y <strong>la</strong> felicidad eternas y como vosotros sois mis<br />

hijos, quiero y <strong>de</strong>bo haceros participes <strong>de</strong> mi gloria y para eso os<br />

enseño <strong>la</strong> Ley como el camino que conduce al espíritu a <strong>la</strong>s alturas <strong>de</strong><br />

aquel Reino.<br />

37. Las oportunida<strong>de</strong>s para cumplir y hacer méritos están en cada día,<br />

en cada hora, no <strong>de</strong>jéis que pasen, no <strong>de</strong>jéis que partan, porque <strong>de</strong>spués<br />

no <strong>la</strong>s podréis alcanzar. Preparaos para un buen día y os digo que al<br />

anochecer vuestro sueño será tranquilo y apacible. Vivid una vida<br />

virtuosa y vuestro <strong>de</strong>sarrollo espiritual será eterno.<br />

38. Discípulos amados: en dos ocasiones he estado entre los hombres,<br />

una en forma humana y otra en forma espiritual, ya es tiempo <strong>de</strong> que<br />

comprendáis mis enseñanzas.<br />

39. ¿Por qué venís llorando y quejándoos <strong>la</strong>s más <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces? Cuando<br />

estuve en el mundo no viví entre comodida<strong>de</strong>s y p<strong>la</strong>ceres, ni tuve cetro<br />

<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r terrenal. Pa<strong>de</strong>cí, luché y ni siquiera renegué <strong>de</strong> mi dolor. A<br />

eso vine, a tomar mi cruz y cumplir con <strong>la</strong> misión que voluntariamente<br />

me impuse.<br />

40. Yo <strong>de</strong>bía enseñaros cómo el espíritu que hace <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre,<br />

una vez consumada su obra, levanta el vuelo buscando el infinito,<br />

<strong>de</strong>jando abajo todo lo que es materia para ir en pos <strong>de</strong> <strong>la</strong> región<br />

celestial.


41. Muchas veces en vuestra miseria o en vuestras privaciones os<br />

preguntáis por qué vuestro Padre no os da todo lo que <strong>de</strong>seáis, siendo<br />

que en vuestro concepto sólo queréis gracias para vuestro bien. Yo os<br />

digo que si os diese cuanto <strong>de</strong>seáis y os permitiese todo gozo que en <strong>la</strong><br />

Tierra anheláis, os pesaría más tar<strong>de</strong> porque os convenceríais <strong>de</strong><br />

vuestro estancamiento. Si, discípulos: al tenerlo todo, lo <strong>de</strong>rrocharíais,<br />

no lo cuidaríais, puesto que no os había costado esfuerzo ni trabajo<br />

obtenerlo. Por el contrario, cuando esto que ahora pedís sin merecerlo,<br />

lo obtengáis por medio <strong>de</strong> méritos, veréis con cuánto amor lo vais a<br />

conservar.<br />

42. ¿Hasta cuándo será entendida mi pa<strong>la</strong>bra? ¿Hasta cuándo <strong>de</strong>jaréis<br />

que florezca en vuestro corazón y fructifique en vuestro espíritu?<br />

Pensad en Mí, como Yo pienso en vosotros. ¿Quién se siente solo en el<br />

mundo? ¿Quién se dice huérfano? Si os preparáis, no volveréis a <strong>de</strong>cir<br />

que estáis solos, porque doquiera sentiréis mi compañía. Buscad <strong>la</strong> luz<br />

<strong>de</strong> mi camino y nada tendréis que temer; no os fiéis <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ciencia o <strong>de</strong> los conocimientos humanos, porque <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente es<br />

muy poca para conducir a un espíritu a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios.<br />

43. En verdad os digo que lo que pue<strong>de</strong> elevaros es el amor, porque en<br />

él existe sabiduría, sentimiento y elevación. <strong>El</strong> amor es un compendio<br />

<strong>de</strong> todos los atributos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Divinidad y Dios ha encendido esa l<strong>la</strong>ma en<br />

toda criatura espiritual.<br />

44. ¡Cuántas lecciones os he dado para que aprendáis a amar! ¡Cuántas<br />

oportunida<strong>de</strong>s, vidas y reencarnaciones os ha proporcionado <strong>la</strong><br />

misericordia divina! La lección se ha repetido cuantas veces ha sido<br />

necesaria, hasta que ha sido aprendida. Una vez cumplida, no existe<br />

razón para ser repetida, porque tampoco podrá ser olvidada.<br />

45. Si pronto aprendieseis mis lecciones, no tendríais por qué sufrir, ni<br />

por qué llorar errores. Un ser que en <strong>la</strong> Tierra aprovecha <strong>la</strong>s lecciones<br />

en el<strong>la</strong> recibidas, podrá volver al mundo, pero siempre será con mayor<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto y en mejores condiciones. Entre una vida y otra siempre<br />

tendrá una tregua, necesaria para meditar y <strong>de</strong>scansar antes <strong>de</strong><br />

empren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> nueva tarea.<br />

46. Alguno en su corazón me dice: Padre, esa tregua o <strong>de</strong>scanso ¿Es<br />

para enviarnos a buscar nueva fatiga en el mundo? Y ¿Hasta cuándo?<br />

47. ¡Ah, pequeños, Yo perdono vuestra ignorancia y os digo que nada<br />

injusto ni imperfecto tengo dispuesto en <strong>la</strong> jornada que habréis <strong>de</strong><br />

recorrer! <strong>El</strong> espíritu es incansable, sólo cuando vive en <strong>la</strong> materia siente<br />

<strong>la</strong> impresión <strong>de</strong> <strong>la</strong> fatiga que el cuerpo le transmite, mas volviendo<br />

nuevamente a <strong>la</strong> libertad y a <strong>la</strong> luz espiritual, se <strong>de</strong>spoja <strong>de</strong> su fatiga y<br />

se torna nuevamente en incansable.<br />

48. Sed fuertes ante <strong>la</strong>s tentaciones <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne. Recordad<br />

mi ejemplo cuando os encontréis en los instantes <strong>de</strong> una prueba.


49. ¿Me preguntáis cómo fue posible que a Jesús le tocasen <strong>la</strong>s<br />

tentaciones <strong>de</strong>l mundo? A lo que Yo os contesto que no fueron<br />

tentaciones bajas aquel<strong>la</strong>s que tocaron el corazón <strong>de</strong> vuestro Maestro.<br />

50. <strong>El</strong> cuerpo que tuve en el mundo, fue humano y sensible, era el<br />

instrumento <strong>de</strong> mi Espíritu para darle mis lecciones a <strong>la</strong> humanidad. <strong>El</strong><br />

sabia <strong>la</strong> prueba que le esperaba porque mi Espíritu se lo reve<strong>la</strong>ba y<br />

aquel<strong>la</strong> materia sufrió por el dolor que le aguardaba.<br />

51. Quise que aquel cuerpo os diese aquel<strong>la</strong>s muestras <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

humanidad para que quedaseis convencidos <strong>de</strong> que mi dolor fue real y<br />

mi sacrificio en cuanto hombre, verda<strong>de</strong>ro.<br />

52. De no haber sido así, mi sacrificio no hubiese tenido mérito ante los<br />

hombres. Por eso tres veces Jesús invocó <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> mi Espíritu, que<br />

era quien le animaba, para vencer en <strong>la</strong> dura prueba. La primera vez fue<br />

en el <strong>de</strong>sierto, <strong>la</strong> segunda en el Huerto <strong>de</strong> los Olivos, <strong>la</strong> tercera en <strong>la</strong><br />

cruz.<br />

53. Menester fue hacerme hombre y entregaros mi carne y mi sangre<br />

para que en el<strong>la</strong> hiciese mel<strong>la</strong> el dolor que <strong>la</strong> humanidad le infiriese,<br />

mas si hubiese venido en espíritu ¿Qué sacrificio hubiese hecho por<br />

vosotros? ¿A qué hubiese renunciado y qué dolor podríais haberme<br />

hecho sentir?<br />

54. <strong>El</strong> Espíritu Divino es inmortal, el dolor no llega a él, mas <strong>la</strong> carne<br />

es sensible al dolor, es limitada en sus potencias, es mortal por<br />

naturaleza, por eso elegí ese medio para manifestarme al mundo y<br />

ofrecerle mi sacrificio verda<strong>de</strong>ro a cambio <strong>de</strong> enseñarle el camino <strong>de</strong> su<br />

salvación.<br />

55. Mientras seáis pecadores, tenedme en aquel<strong>la</strong> pasión y recordad<br />

aquel<strong>la</strong> sangre, para que, arrepintiéndoos <strong>de</strong> vuestras faltas, os<br />

purifiquéis en aquel ejemplo <strong>de</strong> amor infinito que os di.<br />

56. Mientras seáis hombres, recordadme en aquel<strong>la</strong> cruz, perdonando,<br />

bendiciendo y sanando a mis verdugos, para que vosotros a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong><br />

vuestro pesado camino, también bendigáis a quienes os ofendan y<br />

hagáis todo el bien posible a quienes os hubiesen causado mal. Quien<br />

obrase en esta forma, será mi discípulo y en verdad le digo que su dolor<br />

será siempre breve, porque Yo le haré sentir mi fuerza en los instantes<br />

<strong>de</strong> su prueba.<br />

57. Muy pocos son los que anhe<strong>la</strong>n enseñar a sus hermanos con los<br />

ejemplos <strong>de</strong>l Maestro. Lo mismo entre este pueblo que en <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s religiones, se da <strong>la</strong> enseñanza con pa<strong>la</strong>bras que carecen <strong>de</strong> fuerza<br />

porque les falta ser confirmadas con obras y ejemplos.<br />

58. Ahora tenéis oportunidad <strong>de</strong> escuchar <strong>la</strong> explicación <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina, <strong>la</strong> que irá puliendo vuestro corazón hasta <strong>de</strong>jarlo preparado<br />

para <strong>de</strong>sempeñar <strong>la</strong> misión que a vuestro espíritu le he confiado.


59. No temáis seguir mis pasos, a ninguno le exigiré que iguale mis<br />

sufrimientos en el mundo ni que lleve a cabo en <strong>la</strong> misma forma mi<br />

sacrificio. También <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>ciros que sólo aquel cuerpo apuró el cáliz<br />

que mi Espíritu le ofreció, otro hombre no lo hubiese soportado, porque<br />

mi cuerpo tomó vida en <strong>la</strong> virtud y se fortaleció en <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> Aquél<strong>la</strong><br />

que ofreció su seno para concebirle: María.<br />

60. Meditad, pueblo y aprovechad este bendito silencio en que<br />

penetráis al escuchar mis enseñanzas. En verdad os digo que en esos<br />

instantes <strong>de</strong> recogimiento y espiritualidad, mi semil<strong>la</strong> germina en lo<br />

más recóndito <strong>de</strong> vuestro Corazón.<br />

61. Bienaventurados vosotros que sabéis aprovechar los últimos<br />

tiempos <strong>de</strong> mi comunicación en esta forma, sabiendo que esta gracia no<br />

<strong>la</strong> volveréis a tener.<br />

62. Tiempo <strong>de</strong> comp<strong>la</strong>cencias ha sido el <strong>de</strong> mi manifestación; he<br />

colmado <strong>de</strong> dones a los <strong>de</strong>sheredados, he levantado a los vencidos en <strong>la</strong><br />

lucha y he dado oportunidad a los pecadores y a los parias.<br />

63. Tiempos venturosos que serán recordados con nostalgia cuando<br />

hayan pasado, porque aunque mi pa<strong>la</strong>bra haya sido escuchada a través<br />

<strong>de</strong>l portavoz, los corazones sintieron mi presencia y los espíritus se<br />

llenaron <strong>de</strong> mi esencia divina.<br />

64. Multitud: conservad siempre <strong>la</strong> espiritualidad, que en esta hora<br />

bendita <strong>de</strong>mostráis, y que el<strong>la</strong> esté siempre presente en vuestras<br />

reuniones, en los instantes <strong>de</strong> vuestra oración y en cada una <strong>de</strong> vuestras<br />

obras.<br />

65. Bebed <strong>de</strong> este vino, comed <strong>de</strong> este pan hasta satisfaceros, porque<br />

pasará mi comunicación ya que os encontráis en <strong>la</strong> consumación <strong>de</strong> este<br />

tiempo <strong>de</strong> preparación.<br />

66. <strong>El</strong> discípulo que verda<strong>de</strong>ramente se prepare, tendrá siempre el<br />

testimonio a flor <strong>de</strong> <strong>la</strong>bio y le será imposible ocultar <strong>la</strong> verdad que <strong>de</strong><br />

su Maestro heredó, <strong>la</strong> luz será en él y todo su ser será un testimonio<br />

viviente <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y <strong>la</strong> obras que os manifesté.<br />

67. <strong>El</strong> que ocultase en su corazón mi pa<strong>la</strong>bra y los dones que le confié,<br />

no sabrá el gozo <strong>de</strong> que se ha perdido, porque sembrar, luchar y hasta<br />

pa<strong>de</strong>cer en mis tierras, es p<strong>la</strong>cer y dicha <strong>de</strong>l espíritu.<br />

68. No siempre ha <strong>de</strong> ser fácil <strong>la</strong> lucha; habrá días o instantes <strong>de</strong><br />

pruebas amargas; pero aun en el<strong>la</strong>s, el espíritu sabrá respon<strong>de</strong>r con<br />

humildad y con amor ante <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l padre, siendo precisamente<br />

en medio <strong>de</strong> esa mansedumbre don<strong>de</strong> manifestaré mi paz en los buenos<br />

discípulos, en los fieles testigos.<br />

69. ¿Creéis que a mis apóstoles <strong>de</strong>l Segundo Tiempo les fue lleva<strong>de</strong>ra<br />

<strong>la</strong> jornada y fácil <strong>la</strong> lucha? No, pueblo, ellos, a imitación <strong>de</strong> su Maestro,<br />

también tuvieron su vía dolorosa y su calvario, pero en medio <strong>de</strong> sus<br />

sufrimientos se elevaba su espíritu, lleno <strong>de</strong> paz, sabiendo que todo


cuanto pa<strong>de</strong>cían era por amor hacia sus hermanos, necesitados <strong>de</strong><br />

verdad.<br />

70. Si preguntáis a aquellos seguidores <strong>de</strong> mi enseñanza, si tuvieron<br />

f<strong>la</strong>quezas o si sintieron temor ante sus perseguidores y verdugos, os<br />

dirían que ni un solo instante <strong>de</strong>smayó su fe, que su confianza en el<br />

Po<strong>de</strong>r Divino fue absoluta, y que por esa fe lograron ser indiferentes a<br />

los quebrantos, a <strong>la</strong>s mofas, a <strong>la</strong>s pruebas y aun a <strong>la</strong> misma muerte.<br />

71. Esa es <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> que tenéis ante vosotros, el testimonio vivo <strong>de</strong> que<br />

no es imposible al hombre seguir los pasos <strong>de</strong> Jesús y semejársele en<br />

po<strong>de</strong>r, en amor, en fortaleza, en caridad.<br />

72. No quiero <strong>de</strong>ciros que para ser mi discípulo tenéis necesariamente<br />

que soportar una persecución y una agonía como <strong>la</strong> <strong>de</strong> aquellos<br />

mártires; os doy a enten<strong>de</strong>r que para amar a vuestros semejantes tenéis<br />

que renunciar al amor que por vosotros mismos sentís, que <strong>de</strong>béis<br />

olvidar en <strong>de</strong>terminados momentos lo vuestro, para pensar en los<br />

<strong>de</strong>más, porque sólo <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro amor podrán brotar <strong>la</strong>s obras<br />

inmortales, dignas <strong>de</strong> quedar como ejemplos para otros, como <strong>la</strong>s <strong>de</strong><br />

aquellos discípulos, emisarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> divina pa<strong>la</strong>bra quienes, en su afán<br />

por exten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> Buena Nueva, en su anhelo <strong>de</strong> llevar a los corazones <strong>la</strong><br />

luz <strong>de</strong> su Maestro, todo lo dieron.<br />

73. Era el ejemplo que habían recibido muy cerca y trataban <strong>de</strong> imitarlo<br />

con todas <strong>la</strong>s fuerzas <strong>de</strong> que eran capaces. ¿Quiénes <strong>de</strong> vosotros<br />

vendréis por el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> renunciación, <strong>de</strong> <strong>la</strong> mansedumbre y <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

caridad? <strong>El</strong> camino está abierto, <strong>la</strong> senda espera, a los <strong>la</strong>dos <strong>de</strong>l camino<br />

están <strong>la</strong>s tierras sedientas <strong>de</strong> agua y hambrientas <strong>de</strong> simiente.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 264<br />

1. Pueblo amado: en vos <strong>de</strong>scubro al espíritu luchador que quiere<br />

apegarse a mi Ley, que trata <strong>de</strong> inspirarse en mi pa<strong>la</strong>bra y <strong>de</strong>jar una<br />

huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> luz en el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.<br />

2. Para que este Pueblo se multiplique como se multiplicó Israel en el<br />

Egipto y para que otros pueblos se le adhieran, necesitáis dar pruebas<br />

<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra obediencia a mi Ley. Yo vengo a estimu<strong>la</strong>ros para que<br />

prosigáis en <strong>la</strong> jornada espiritual que os he confiado como misión, por<br />

lo que os digo, que es difícil que <strong>de</strong>smaye quien haya <strong>de</strong>jado penetrar<br />

mi pa<strong>la</strong>bra en su corazón, <strong>la</strong> haya analizado y comprendido.<br />

3. No os pido todo vuestro tiempo para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> esta misión:<br />

Me basta con que <strong>de</strong>diquéis unos minutos <strong>de</strong>l día al estudio <strong>de</strong> mi


pa<strong>la</strong>bra; que realicéis una buena obra o que en alguna forma <strong>de</strong>is un<br />

paso hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte en el sen<strong>de</strong>ro espiritual.<br />

4. Sois como un espejo al cual quisiese asomar mi caridad y mi amor,<br />

pero está empañado y no <strong>de</strong>ja reflejar <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong> verdad; limpiadlo y<br />

veréis a mi Espíritu reflejado en el vuestro.<br />

5. Cuando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más profundo <strong>de</strong> vuestro corazón me digáis:<br />

"Maestro, soy tu siervo, estoy presto a obe<strong>de</strong>cer tu voluntad", ese será<br />

el instante en que verda<strong>de</strong>ramente comience a manifestarme en<br />

vosotros.<br />

6. Hoy, a pesar <strong>de</strong> vuestra buena voluntad, vuestro corazón aún está<br />

durmiendo para mi amor, y es necesario que comprendáis que vuestro<br />

cumplimiento ha <strong>de</strong> estar inspirado en el amor. <strong>El</strong> discípulo que se<br />

levante movido por esa fuerza, será en su vida un apóstol, será capaz <strong>de</strong><br />

gran<strong>de</strong>s obras, porque a nada temerá, nada lo hará <strong>de</strong>bilitar.<br />

7. Si vais a hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> paz, llevad paz en vuestro corazón; si vais a<br />

hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Mí y <strong>de</strong> mi hora, conocedme primero para que nunca<br />

<strong>de</strong>forméis <strong>la</strong> verdad. No vayáis a creeros sus únicos poseedores, porque<br />

pecaríais <strong>de</strong> ignorancia y <strong>de</strong> fanatismo. Yo quiero que a <strong>la</strong> vez que<br />

prediquéis con enseñanzas que encierran verdad, sepáis encontrar <strong>la</strong><br />

verdad en vuestros hermanos. Unos tendrán mucha luz, otros solo un<br />

átomo, pero en todos encontraréis mi presencia, porque todos sois mis<br />

hijos.<br />

8. Dad gracias a vuestro Padre y gozaos, porque habéis asistido al<br />

tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> restauración, recreaos mañana, cuando ya en el mundo<br />

espiritual contempléis el fruto <strong>de</strong> vuestras obras en <strong>la</strong> Tierra. Si,<br />

discípulos; este valle <strong>de</strong> lágrimas y expiación se convertirá en tierra <strong>de</strong><br />

paz y <strong>de</strong> progreso espiritual.<br />

9. Hasta ahora <strong>la</strong> humanidad no ha construido el verda<strong>de</strong>ro templo para<br />

amar a su Señor. Muchos cultos ha elevado, muchos ritos ha<br />

establecido y muchas religiones ha fundado; pero aquel templo <strong>de</strong>l<br />

espíritu, cuyos cimientos sean inconmovibles, no lo ha levantado hasta<br />

ahora.<br />

10. Cuando ese santuario sea edificado sobre <strong>la</strong> piedra inconmovible y<br />

eterna <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> justicia, se <strong>de</strong>svanecerán todas<br />

vuestras diferencias <strong>de</strong> credos y veréis <strong>de</strong>saparecer vuestras guerras.<br />

11. Sólo en mi verdad podréis <strong>de</strong>scubrir vuestra hermandad, mas si<br />

estáis distantes <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, tendréis que olvidaros hasta <strong>de</strong> que sois<br />

hermanos.<br />

12. Vos, mi pueblo espiritualista: tendréis por misión fraternizar con<br />

todos, para enseñar con ejemplos mis máximas <strong>de</strong> amor.<br />

13. Todavía no sabéis cómo vais a trabajar, ni sabéis hasta dón<strong>de</strong><br />

llegará <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> vuestro espíritu; pero Yo si lo sé y os digo: no


temáis, confiad en Mí, mi luz os mostrará <strong>la</strong> brecha y mi voz os<br />

marcará el instante para que iniciéis <strong>la</strong> jornada.<br />

14. Vuestro espíritu ya me escuchó, y <strong>de</strong>spertó, por lo tanto ya nunca os<br />

<strong>de</strong>jará dormir. <strong>El</strong> tiene anhelos <strong>de</strong> elevarse a través <strong>de</strong> sentimientos<br />

puros, porque presiente mi amor en su <strong>de</strong>stino. Dejadle cumplir, dadle<br />

libertad para su misión y no <strong>de</strong>soigáis su voz cuando os haga sentir que<br />

aquel<strong>la</strong> hora le pertenece para alguna obra elevada.<br />

15. Los que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora se consagran al estudio <strong>de</strong> mis reve<strong>la</strong>ciones,<br />

los que se <strong>de</strong>sve<strong>la</strong>n meditado en mi pa<strong>la</strong>bra, serán los que encuentren<br />

más transitable el sen<strong>de</strong>ro y más liviana <strong>la</strong> cruz; <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra brotará <strong>de</strong><br />

sus <strong>la</strong>bios como torrente y el bálsamo será mi<strong>la</strong>groso en sus manos<br />

espirituales.<br />

16. ¡Benditos los que me escuchen y aprovechen mi enseñanza, porque<br />

tendrán mucha satisfacción, goces y triunfos en su espíritu!<br />

17. Los buenos discípulos tendrán que ser humil<strong>de</strong>s y sus obras <strong>de</strong><br />

caridad serán <strong>la</strong>s que diga quiénes son, no como algunos <strong>de</strong> mis<br />

párvulos que sin tener noción aún <strong>de</strong> lo que significa un cargo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

mi Obra, van haciendo a<strong>la</strong>r<strong>de</strong> <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> mis escogidos y quisieran que<br />

el mundo contemp<strong>la</strong>se en su frente <strong>la</strong> señal <strong>de</strong> mi Marca.<br />

18. Esta humanidad, intuitiva y <strong>de</strong>spierta, <strong>de</strong>scubrirá muy pronto a los<br />

que predican con verdad y a los que sólo <strong>la</strong> fingen.<br />

19. Si Yo os he hab<strong>la</strong>do a todos, prueba es <strong>de</strong> que quiero que todos<br />

poseáis <strong>la</strong> luz.<br />

20. Vuestra responsabilidad no se limita a enseñar el camino al que<br />

nunca había venido por él, sabed que a vuestro paso tendrán que<br />

cruzarse los <strong>la</strong>briegos <strong>de</strong>scarriados <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, a ellos tendréis que<br />

aconsejar para hacerles retornar al redil.<br />

21. Ve<strong>la</strong>d todos por lo que os he confiado; caminad con humildad y<br />

pru<strong>de</strong>ncia y triunfaréis. Si apuráis el cáliz <strong>de</strong> amargura, hacedlo con<br />

paciencia y él pronto pasará.<br />

22. Si presentís o sabéis que ya es el juicio en vosotros y que ha llegado<br />

<strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas, elevad vuestro espíritu, aumentad<br />

vuestra fe y fortaleced vuestro corazón.<br />

23. Si hasta ahora os habéis sentido como <strong>de</strong>sterrados, si os sentís lejos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Patria o ausentes <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa paterna, no temáis; vuestros méritos<br />

os llevarán a <strong>la</strong> patria por <strong>la</strong> que ha suspirado vuestro espíritu y por otra<br />

parte vuestras obras habrán hecho que se aproxime el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz<br />

en <strong>la</strong> Tierra, cuando améis a vuestro Padre Celestial, amando y<br />

perdonando a vuestros hermanos.<br />

24. No os podéis imaginar el gozo <strong>de</strong>l espíritu que ha salido avante en<br />

esta vida <strong>de</strong> pruebas y llega a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> su Señor. En el sublime<br />

lenguaje espiritual le dice a su Padre: "Vencí, Señor, vencí por <strong>la</strong> luz<br />

que disteis a mi Espíritu, por el amor que me reve<strong>la</strong>steis. Muy gran<strong>de</strong>s


fueron mis pruebas; muy fuertes <strong>la</strong>s tempesta<strong>de</strong>s que me azotaron; pero<br />

con vuestro po<strong>de</strong>r triunfé en todo y aquí estoy ante vos".<br />

25. Esa f<strong>la</strong>ma <strong>de</strong> amor <strong>la</strong> encendieron <strong>la</strong>s pruebas, porque <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l<br />

espíritu si careciese <strong>de</strong> lecciones, <strong>de</strong>jaría dormidas en él todas sus<br />

potencias.<br />

26. Veo tristeza en muchos <strong>de</strong> mis discípulos, porque presentís que no<br />

tardará mucho mi l<strong>la</strong>mado y que al <strong>de</strong>jar esta Tierra, vuestro espíritu no<br />

tuvo <strong>la</strong> dicha <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>r<strong>la</strong> en paz. Yo os digo también: No temáis,<br />

que ya vuestro espíritu gozará <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el reino espiritual <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vino,<br />

cuando vea llegar a este mundo los tiempos <strong>de</strong> paz.<br />

27. Ya se acerca el tiempo en que mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> vida florezca en el<br />

corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, en que veáis cumplida día por día mi pa<strong>la</strong>bra<br />

y si para entonces ya no pertenecieseis a esta Tierra, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> morada<br />

espiritual todo lo miraréis y testificaréis con absoluta c<strong>la</strong>ridad y<br />

comprensión.<br />

28. Calmad vuestra sed <strong>de</strong> saber y os maravil<strong>la</strong>réis a cada paso en el<br />

trayecto <strong>de</strong> vuestra vida y si vuestra cruz fuese pesada, apren<strong>de</strong>réis a<br />

hacer <strong>la</strong> existencia breve y lleva<strong>de</strong>ra.<br />

29. <strong>El</strong>evaos en virtud como discípulos para que <strong>de</strong>scienda mi enseñanza<br />

a vuestro espíritu y en el<strong>la</strong> encontraréis toda <strong>la</strong> fuerza que necesitáis<br />

para vencer en <strong>la</strong>s tentaciones y en <strong>la</strong>s pruebas.<br />

30. Ya he recogido en mi granero <strong>la</strong>s primicias <strong>de</strong> vuestro<br />

cumplimiento como sembradores <strong>de</strong> mi campiña y con mi pa<strong>la</strong>bra os he<br />

alentado para que sigáis propagando <strong>la</strong> semil<strong>la</strong>. No <strong>de</strong>sfallezcáis, si<br />

algunos corazones no respon<strong>de</strong>n pronto a vuestro mensaje, sabed que,<br />

así como hay espíritus a punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar, los hay también que serán<br />

tardíos.<br />

31. Ya contemplo a <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s llegando a <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

gracia que es mi Doctrina, a <strong>la</strong>var sus manchas, a <strong>de</strong>spojarse <strong>de</strong> sus<br />

vestiduras impuras y a revestirse <strong>de</strong> mi luz.<br />

32. ¿Quién <strong>de</strong> los que han escuchado mi pa<strong>la</strong>bra en este tiempo, ignora<br />

que al concluir el año <strong>de</strong> 1950 haré cesar esta forma <strong>de</strong> comunicación?<br />

Nadie. Lo mismo en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s que en <strong>la</strong>s pequeñas congregaciones;<br />

en los recintos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s y en los <strong>de</strong> <strong>la</strong>s al<strong>de</strong>as; a través <strong>de</strong> todos<br />

los portavoces he manifestado mi voluntad <strong>de</strong> dar por terminada en esa<br />

fecha, esta etapa <strong>de</strong> comunicación a través <strong>de</strong>l entendimiento humano.<br />

33. Un nuevo día será para el Pueblo Espiritualista el tiempo en que no<br />

escuchándome bajo esta forma, me reciba y me sienta en lo más<br />

sublime <strong>de</strong> su espíritu.<br />

34. Cuando <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> escucharme a través <strong>de</strong>l pe<strong>de</strong>stal, meditaréis<br />

profunda mente en mi enseñanza y llegaréis a compren<strong>de</strong>r muchas <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s lecciones que ahora no lograréis explicaros, así cuando seáis<br />

interrogados por quienes no me escucharon; cuando os pregunten el


porqué <strong>de</strong> mi venida y <strong>de</strong> mi manifestación, vosotros, con pa<strong>la</strong>bra c<strong>la</strong>ra<br />

sabréis <strong>de</strong>cirles que mi retorno obe<strong>de</strong>ció a <strong>la</strong> misma causa que me hizo<br />

venir al mundo en cuanto hombre en aquel tiempo, a encaminaros por<br />

el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual os habíais alejado, porque<br />

tratabais <strong>de</strong> sustituir el verda<strong>de</strong>ro cumplimiento con tradiciones, ritos y<br />

cultos idó<strong>la</strong>tras, y eso no es lo verda<strong>de</strong>ro, aunque a veces lleve <strong>la</strong> buena<br />

intención <strong>de</strong> adorar al Padre y <strong>de</strong> agradarle.<br />

35. Si en aquel tiempo se habían dado falsas interpretaciones a los<br />

mandatos divinos, en este también se había falseado mi Doctrina, y fue<br />

necesario que el Maestro viniese <strong>de</strong> nuevo a ayudaros a salir <strong>de</strong><br />

vuestros errores, ya que por vosotros mismos, muy pocos son los que<br />

logran liberarse <strong>de</strong> <strong>la</strong>s confusiones.<br />

36. Ciertamente Yo os prometí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel tiempo que volvería; mas<br />

también <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>ciros que lo hice porque sabía que llegaría un día en<br />

que <strong>la</strong> humanidad, creyendo vivir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong> mis enseñanzas,<br />

andaría muy alejada <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s, y este es el tiempo que Yo anuncié para<br />

mi vuelta.<br />

37. Os he cumplido mi pa<strong>la</strong>bra: He venido en espíritu, tal como os lo<br />

prometí en aquel tiempo, cuando por última vez fue contemp<strong>la</strong>da mi<br />

silueta por mis apóstoles. Si me he comunicado a través <strong>de</strong> estos<br />

portavoces, ha sido porque mi presencia en espíritu no <strong>la</strong> hubieseis<br />

podido sentir, ni hubieseis captado mi inspiración.<br />

38. Se hacía necesaria mi manifestación al alcance <strong>de</strong> vuestro espíritu y<br />

aún <strong>de</strong> vuestros sentidos, <strong>la</strong> cual sirviese <strong>de</strong> peldaño para <strong>la</strong><br />

comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, por eso me habéis tenido<br />

temporalmente comunicado a través <strong>de</strong> esos entendimientos, por los<br />

cuales he seña<strong>la</strong>do el día <strong>de</strong> mi última manifestación.<br />

39. Esta ha sido <strong>la</strong> forma intermedia elegida por Mi para hab<strong>la</strong>ros, antes<br />

<strong>de</strong> que llegase el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación espiritual entre los hijos y<br />

el Padre; intermedia porque, ni vine en cuanto hombre, visible y<br />

tangible como en aquel tiempo, ni absolutamente en Espíritu, sino<br />

comunicado por medio <strong>de</strong> entendimientos iluminados por Mi<br />

40. Esta forma <strong>de</strong> comunicación ha servido para infundiros confianza<br />

en mi presencia. Algo semejante concedí a mis apóstoles en el Segundo<br />

Tiempo, cuando <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi sacrificio, me manifesté <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> ellos<br />

a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> un cuerpo que ni era divino ni era<br />

completamente humano, pero si visible y tangible, y por lo tanto capaz<br />

<strong>de</strong> infundir confianza hasta a los más incrédulos.<br />

41. ¡Cuánto hubieseis querido tener en este tiempo mi presencia como<br />

<strong>la</strong> tuvieron aquellos caminantes <strong>de</strong> Emaús, y cómo hubieseis querido<br />

escuchar a través <strong>de</strong> aquél<strong>la</strong> forma <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que escucharon los<br />

apóstoles; pero era otro tiempo y por lo tanto, otras lecciones!


42. Creedme que esta forma en que ahora me escucháis, es más<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntada que aquél<strong>la</strong>, porque ésta se verifica en vuestro ser, brota <strong>de</strong>l<br />

entendimiento, <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia, <strong>de</strong>l espíritu, y aquel<strong>la</strong> que<br />

contemp<strong>la</strong>ron y escucharon mis discípulos estuvo fuera <strong>de</strong> ellos y sólo<br />

se manifestó a sus sentidos.<br />

43. Hoy no necesitáis abrir vuestros ojos para contemp<strong>la</strong>r forma<br />

humana en Mí, ni recibir <strong>de</strong> mi mano un pan para creer en mi<br />

presencia, ni hundir vuestros <strong>de</strong>dos en mis heridas para creer que soy<br />

Yo.<br />

44. ¿Preguntáis cómo contemp<strong>la</strong>ban mi forma humana y aún pudo<br />

tocarme uno <strong>de</strong> mis discípulos, no perteneciendo ya al mundo <strong>de</strong> los<br />

hombres? Mucho tendréis aún que apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Mi para conocer <strong>la</strong><br />

verdad <strong>de</strong> cuanto os he mostrado, pero todos los misterios se disiparán<br />

a su <strong>de</strong>bido tiempo; que os baste saber por ahora, que entre <strong>la</strong><br />

naturaleza divina y <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong>l hombre, existen muchas otras <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s cuales el Señor se sirve para sus altos fines.<br />

45. Cristo se a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntó mucho tiempo con sus reve<strong>la</strong>ciones y<br />

enseñanzas, para que cuando llegasen los tiempos en que el hombre<br />

<strong>de</strong>spertara para lo espiritual y se interesara por todo lo re<strong>la</strong>cionado con<br />

aquel<strong>la</strong> vida superior, a cada paso encuentre en Jesús al Maestro que<br />

todo lo reveló, lo dijo y lo legó a sus hijos.<br />

46. Orad y meditad en mi pa<strong>la</strong>bra, porque vienen los días <strong>de</strong> trabajo y<br />

<strong>de</strong> lucha para este pueblo que tuvo esta manifestación <strong>de</strong> su Maestro, <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> cual tendrá que llevar el testimonio por todo el mundo.<br />

47. Pueblo <strong>de</strong> Israel, discípulo amado: Os habéis preparado como<br />

guardianes <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Guardáis <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad bendita<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> nueva Jerusalén, <strong>la</strong>s doce puertas espirituales por <strong>la</strong>s cuales<br />

entrará el forastero, en busca <strong>de</strong> luz.<br />

48. ¡Benditas sean <strong>la</strong>s doce tribus! ¡Cuántas bendiciones habéis<br />

recibido, cuántos privilegios! He <strong>de</strong>scendido a vos en todos los tiempos<br />

a conversar <strong>de</strong> Espíritu a espíritu. Os he preguntado por vuestro afán y<br />

me habéis contestado: "Nuestro anhelo es que <strong>la</strong> humanidad se salve".<br />

Consi<strong>de</strong>ráis que vosotros estáis a salvo; que podréis vencer <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y miráis en vuestro <strong>de</strong>rredor una humanidad<br />

empobrecida, ignorante y materializada, que no aspira a elevarse y<br />

sufrís por el<strong>la</strong>; oráis, pidiéndome que llegue a poseer los dones<br />

espirituales para ser salva. Y Yo os digo: Yo salvaré a todos los<br />

espíritus. La buena nueva llegará a ellos. Sólo un reducido número ha<br />

escuchado mi pa<strong>la</strong>bra por el entendimiento humano. No todos<br />

conocerán esta fase <strong>de</strong> mi Obra, pero estoy buscando en cada ser <strong>la</strong><br />

comunicación espiritual. Mi Verbo se <strong>de</strong>rrama en múltiples formas, por<br />

medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia; por pruebas que hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> Mí, por los


elementos o por mis hijos espirituales. Mi Verbo es universal. Todo el<br />

que se prepare oirá mi voz.<br />

49. Mi Doctrina os enseña el amor perfecto, el amor <strong>de</strong>sinteresado. Os<br />

he mostrado mi amor <strong>de</strong> Padre, <strong>de</strong> Amigo y <strong>de</strong> Hermano. Así quiero<br />

que os améis los unos a los otros, que sintáis por vuestro hermano,<br />

verda<strong>de</strong>ra caridad. Que levantéis al que cae, que perdonéis siempre. Mi<br />

vida que estuvo tan cerca <strong>de</strong> vosotros en el Segundo Tiempo, es un<br />

ejemplo para que cada uno pueda imitarme. Esa lección que os di, es<br />

para los hombres <strong>de</strong> todos los tiempos.<br />

50. Devolved a vuestro espíritu toda <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> que ha sido revestido<br />

en el principio, y que habéis ido <strong>de</strong>jando en jirones en el camino a<br />

través <strong>de</strong> los tiempos. Quiero que lleguéis a ser el templo en don<strong>de</strong> Yo<br />

pueda morar eternamente.<br />

51. ¡Oh, Israel amado! Id en ayuda <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Preparad su<br />

sen<strong>de</strong>ro, fortificad su fe, llenad <strong>de</strong> esperanza su corazón. ¿Cómo<br />

podréis volver al camino a ese mundo lleno <strong>de</strong> confusiones, si él mirase<br />

en vosotros sus mismos errores e imperfecciones? Vos, párvulos,<br />

hab<strong>la</strong>d íntimamente con vos mismos, examinaos, gobernad con amor <strong>la</strong><br />

envoltura que os he dado, guiad sus pasos y formad <strong>de</strong> espíritu y<br />

materia, un solo cuerpo y una so<strong>la</strong> voluntad. Someteos a <strong>la</strong> Ley. Usad<br />

el libre albedrío para amar sin límite y haced una existencia útil y<br />

armoniosa. Cumplid con <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong>l espíritu y <strong>la</strong>s <strong>de</strong>l mundo, que<br />

ambas Yo <strong>la</strong>s he dictado y son perfectas.<br />

52. Yo, el Padre, siempre os he mirado con benevolencia y he<br />

preparado y dispuesto todo para que lleguéis a poseer todos los dones<br />

espirituales. He ofrecido a vuestro espíritu el pan <strong>de</strong> los ángeles y a<br />

vuestra materia los frutos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza, creada por Mí. Habéis<br />

tenido oportunidad <strong>de</strong> venir a <strong>la</strong> Tierra a concluir el trabajo empezado<br />

para perfeccionar vuestro espíritu, y en todo esto ¿No <strong>de</strong>scubrís mi<br />

amor? ¿No habéis penetrado en vosotros mismos para mirar que sois<br />

semejantes a Mí? Todo os lo he dado porque os amo y quiero que estéis<br />

Conmigo, en <strong>la</strong> perfección.<br />

53. Rechazad el pecado: no os <strong>de</strong>jéis seducir por falsas promesas,<br />

aunque veáis que son gratos a vuestro corazón los p<strong>la</strong>ceres terrestres.<br />

Mientras mi camino está sembrado <strong>de</strong> espinas, tomad este sen<strong>de</strong>ro,<br />

porque éste es el que conduce a <strong>la</strong> paz. Yo tengo para cada herida un<br />

bálsamo, mientras que el mundo no tiene para vosotros amor ni caridad.<br />

54. La humanidad prepara para Mí una cruz. Su falta <strong>de</strong> fe hiere a cada<br />

instante mi Divino Espíritu, mas Yo ocultaré bajo el manto <strong>de</strong> perdón<br />

todas mis heridas y acal<strong>la</strong>ré mis quejas para que no os acobardéis.<br />

55. Ve<strong>la</strong>d al pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong>l Tercer Tiempo. Mi cáliz es muy amargo;<br />

vosotros me pediréis una gota <strong>de</strong> ese cáliz para conocer su sabor y Yo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora os digo: Si vuestra vida ya es muy dolorosa, si estáis


viviendo una vida <strong>de</strong> expiación, mas bien, endulzad vuestros días,<br />

sonreíd <strong>de</strong> amor, gozad contemp<strong>la</strong>ndo mis reve<strong>la</strong>ciones que os<br />

anuncian que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este tiempo vendrá <strong>la</strong> paz, que todo será<br />

renovado y <strong>la</strong> gracia y <strong>la</strong> virtud serán <strong>la</strong>s fuerzas que moverán al<br />

hombre.<br />

56. Yo estoy preparando a todas <strong>la</strong>s naciones, a todos los hogares y<br />

corazones, para enviar mi mensaje <strong>de</strong> paz y unión, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

última batal<strong>la</strong> que <strong>la</strong> humanidad librará, mi Reino se acercará al espíritu<br />

<strong>de</strong> los hombres, para establecerse eternamente en él. Yo os <strong>de</strong>jo a<br />

vosotros como luchadores <strong>de</strong>l bien contra el mal, para que <strong>de</strong>struyáis<br />

todo elemento <strong>de</strong> guerra, todo germen <strong>de</strong> vicio o <strong>de</strong> enfermedad.<br />

Acompañad en ese trance a <strong>la</strong> humanidad y <strong>de</strong>splegad todo vuestro<br />

amor para aliviar sus penas.<br />

57. En este tiempo he dado mi pa<strong>la</strong>bra por conducto <strong>de</strong> muchos<br />

portavoces, ha sido manifestada siempre con <strong>la</strong> misma esencia, su<br />

sentido es el mismo. Me he servido <strong>de</strong> hombres y mujeres, rudos,<br />

sencillos, que he tomado como instrumentos para entregar mi pa<strong>la</strong>bra<br />

vivificante, amorosa y sabia. Después <strong>de</strong> mi partida, cuando hayáis<br />

reunido mis enseñanzas y analicéis cada una <strong>de</strong> mis inspiraciones,<br />

distinguiréis lo perfecto y apartaréis lo imperfecto. No me atribuyáis a<br />

Mí <strong>la</strong> parte que correspon<strong>de</strong> al portavoz. Yo os iluminaré para que<br />

unáis en un solo libro, <strong>la</strong>s tres partes que he entregado en los tres<br />

tiempos y que forman una so<strong>la</strong> obra. Por eso a cada instante os hablo <strong>de</strong><br />

Moisés el enviado <strong>de</strong>l Primer Tiempo. Avivo el recuerdo <strong>de</strong> Jesús y sus<br />

hechos, y uno a ellos mi manifestación <strong>de</strong>l Tercer Tiempo, como<br />

Espíritu Santo.<br />

58. Siempre que estéis en paz y unidos, oh discípulos, os daré mis<br />

reve<strong>la</strong>ciones. Que vuestra faz refleje al espíritu lleno <strong>de</strong> sinceridad. Os<br />

<strong>de</strong>jaré en posesión <strong>de</strong> todos vuestros dones y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Más Allá, seguiré<br />

vuestros pasos, miraré vuestros actos, porque estaré muy cerca, en el<br />

templo y en el hogar <strong>de</strong> vuestro corazón.<br />

59. Yo contemplo que alejáis a los niños, porque creéis que no<br />

compren<strong>de</strong>n mi pa<strong>la</strong>bra, y no recordáis que os he dicho que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

esos pequeños cuerpecitos, habitan gran<strong>de</strong>s espíritus que saben mucho<br />

<strong>de</strong> Mí No queráis cerrar sus pupi<strong>la</strong>s para <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> esta Obra, cuando<br />

ellos están ansiosos <strong>de</strong> palpar el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s profecías. Vuestra<br />

obra será ratificada por ellos. Este mundo no se <strong>de</strong>tendrá en su<br />

evolución hacia <strong>la</strong> espiritualidad. En diferentes eda<strong>de</strong>s os l<strong>la</strong>mo porque<br />

el espíritu no tiene edad, ni sexo, su esencia es eterna, es semejante a<br />

Mí. Recreaos con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> esos espíritus y ve<strong>la</strong>d por su cumplimiento,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros pasos.<br />

60. Vuestra oración en este día, es una invocación <strong>de</strong> paz para el<br />

mundo. Yo me convierto en mensajero vuestro. Por cada acto bueno Yo


<strong>de</strong>rramaré beneficios, por cada perdón vuestro, perdonaré a una nación.<br />

Vuestra simiente será multiplicada por Mí en <strong>la</strong> eternidad.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 265<br />

1. Discípulos: Venid ante mi Cátedra y meditad en mis enseñanzas,<br />

veréis cómo <strong>de</strong> vuestra meditación llegaréis a encontrar <strong>la</strong> esencia que<br />

contiene esta pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> cual os <strong>de</strong>scubrirá el verda<strong>de</strong>ro sentido <strong>de</strong><br />

vuestra vida.<br />

2. Si los hombres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio y a través <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s eda<strong>de</strong>s<br />

hubiesen reconocido que el perfeccionamiento <strong>de</strong>l espíritu constituía su<br />

finalidad, otra hubiese sido su existencia y otras sus obras. Pero al<br />

hombre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros pasos se consi<strong>de</strong>ró dueño <strong>de</strong> lo que sólo se<br />

le había prestado por breve tiempo y utilizó para fines impuros todo<br />

cuanto se le confió para obras nobles.<br />

3. Ved a este mundo esforzándose por <strong>de</strong>scubrir con su ciencia sólo <strong>la</strong><br />

gran<strong>de</strong>za y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, sin preocuparse por su<br />

perfeccionamiento espiritual, y si el espíritu no <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> su potencia ni<br />

emplea <strong>la</strong>s virtu<strong>de</strong>s que en él existen, no podrá haber paz en su vida, ni<br />

amor, ni sentimientos <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra caridad.<br />

4. Muchos quisieran libertar a su espíritu <strong>de</strong> esa vida materialista,<br />

viciada y egoísta que reina en el mundo y no pue<strong>de</strong>n liberarse porque<br />

les es tan complicada, amarga y difícil <strong>la</strong> lucha para vivir, que aun el<br />

mismo espíritu está atado a <strong>la</strong>s preocupaciones y problemas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

humana.<br />

5. Si vuestra existencia en <strong>la</strong> Tierra fuese más sencil<strong>la</strong>, también <strong>la</strong> lucha<br />

seria menor y tendrías libertad y tiempo para que vuestro espíritu se<br />

ocupase en cumplir con <strong>la</strong>s misiones que a él correspon<strong>de</strong>n.<br />

6. A vosotros, mis pequeños discípulos, no toca realizar <strong>la</strong><br />

transformación <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, porque es una obra superior a vuestras<br />

fuerzas, pero <strong>de</strong>béis exten<strong>de</strong>r este divino mensaje que habrá <strong>de</strong> apartar<br />

a los hombres <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s errores en que han vivido.<br />

7. Esta <strong>la</strong>bor <strong>de</strong> sembrar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> espiritual en tierras tan áridas,<br />

requiere fe, amor y esfuerzo como todas <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s obras, por lo cual<br />

os digo que no <strong>de</strong>béis dudar ni un instante <strong>de</strong> <strong>la</strong> realización <strong>de</strong> mis<br />

p<strong>la</strong>nes divinos, porque si dudaseis, nada efectivo lograréis. A vosotros<br />

correspon<strong>de</strong> actuar como miembros que sois <strong>de</strong> este conjunto <strong>de</strong><br />

discípulos que estoy preparando.


8. No creáis ser los iniciadores <strong>de</strong> esta Obra espiritual, compren<strong>de</strong>d que<br />

sois los continuadores <strong>de</strong> otros esfuerzos anteriores, <strong>de</strong> otras obras<br />

realizadas por vuestros hermanos en tiempos pasados.<br />

9. Por eso os he dicho que <strong>la</strong> Doctrina que hoy os he traído es <strong>la</strong> misma<br />

<strong>de</strong> ayer y <strong>de</strong> siempre, que si alguna diferencia le encontráis, está es<br />

superficial, porque <strong>la</strong> forma en que os he manifestado en cada era mi<br />

Enseñanza ha sido <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> evolución espiritual adquirida por<br />

<strong>la</strong> humanidad y también según el pueblo al que me he dirigido.<br />

10. A vosotros tocó recibirme en este tiempo, vuestra misión no será<br />

menos importante que aquel<strong>la</strong> que confié a mis enviados y apóstoles <strong>de</strong><br />

los tiempos pasados. Mi pa<strong>la</strong>bra, unida a <strong>la</strong> limpi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> vuestras obras,<br />

será <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> fecunda <strong>de</strong>stinada a florecer en el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad. 11. ¿Podríais cambiar con mi pa<strong>la</strong>bra y vuestro ejemplo, <strong>la</strong><br />

vida <strong>de</strong> los hombres y <strong>de</strong> los pueblos que por muchos siglos han vivido<br />

una existencia alejada <strong>de</strong> lo espiritual?<br />

12. Compren<strong>de</strong>d que antes tenéis que prepararos hasta que logréis ser<br />

maestros en esta enseñanza, y podáis tomar con amor a vuestros<br />

hermanos, como si fuesen párvulos, para llevarles paso a paso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

primera lección hasta <strong>la</strong> última.<br />

13. Nadie <strong>de</strong>sperdicie un tiempo tan valioso como es éste, ni espere el<br />

futuro para cumplir con su misión sin haber aprovechado <strong>de</strong>bidamente<br />

el presente que es por ahora el que <strong>de</strong>be preocuparos, para que llegada<br />

<strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha no os acobardéis; que vuestra confianza en lo que<br />

vais a predicar sea absoluta y <strong>de</strong>sechéis el temor <strong>de</strong> que vuestros<br />

consejos sean fácilmente <strong>de</strong>struidos por los excéntricos y<br />

materializados.<br />

14. <strong>El</strong> que teme es porque no está plenamente convencido <strong>de</strong> mi<br />

verdad, y a éste es necesario probarle, hasta que <strong>de</strong> su corazón surja <strong>la</strong><br />

l<strong>la</strong>ma <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe.<br />

15. Cuando el discípulo haya alcanzado <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> ser maestro, su<br />

presencia y sus pa<strong>la</strong>bras serán dulces, amistosas, persuasivas; obrará <strong>de</strong><br />

tal manera que inspire confianza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento. Su pa<strong>la</strong>bra<br />

<strong>de</strong>mostrará que verda<strong>de</strong>ramente tiene conocimiento <strong>de</strong> lo que hab<strong>la</strong>,<br />

que hay una absoluta convicción en lo que enseña y que una luz<br />

superior le inspira. Cuando el buen discípulo se vea atacado por sus<br />

adversarios, sabrá esperarles tranquilo, porque su corazón nada temerá<br />

y porque su confianza en Quien le enseñó, es plena.<br />

16. En verdad os digo, que el que quiera seguirme para ser mi<br />

discípulo, tiene que <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> vestidura <strong>de</strong> hipocresía y cubrirse con <strong>la</strong><br />

pureza y <strong>la</strong> verdad que viste el Maestro, porque Yo soy <strong>la</strong> Verdad.<br />

17. Es necesario que surjan en <strong>la</strong> Tierra los sembradores <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad<br />

esparciendo mi bálsamo por todos los caminos, para que los sordos<br />

oigan y los ciegos vean <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi Mensaje.


18. Dios sólo quiere el bien para sus criaturas; bienaventurados todos<br />

los que ayu<strong>de</strong>n en <strong>la</strong> realización <strong>de</strong> ese bien.<br />

19. <strong>El</strong> eco <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y lo que estáis haciendo ha sido conocido en<br />

muchas partes, más allá <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vosotros creéis y aunque los hombres<br />

escépticos a quienes han llegado noticias <strong>de</strong> mi comunicación no<br />

pue<strong>de</strong>n creer en una Doctrina que transforme a este mundo <strong>de</strong><br />

discordias, en una familia fraternal; no os importe aquel<strong>la</strong> incredulidad,<br />

ni cuántos años <strong>de</strong>ban pasar para que se conviertan. Vosotros luchad,<br />

trabajad por esta Obra, porque así iréis formando poco a poco un<br />

mundo <strong>de</strong> armonía y <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> se irá extendiendo.<br />

20. Pueblo: este momento es <strong>de</strong> prueba para vos, aprovechadlo; <strong>de</strong> nada<br />

os servirá arrepentiros <strong>de</strong>spués y <strong>de</strong>cir: "Señor, perdona mi <strong>de</strong>bilidad",<br />

os digo que con ello no podréis recuperar <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong>sperdiciada,<br />

sino con obras y testimonios <strong>de</strong> mi Ley.<br />

21. Os <strong>de</strong>jo estos consejos paternales para que meditéis en todo lo que<br />

os he dicho y así como vuestro Padre en los Cielos se trazó un p<strong>la</strong>n <strong>de</strong><br />

amor, <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong> enseñanza para sus criaturas, también vosotros,<br />

inspirándoos en <strong>El</strong>, os tracéis un p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> humildad, <strong>de</strong><br />

obediencia, perseverancia y re<strong>de</strong>nción.<br />

22. Al hombre le ha preocupado más su vida humana, que su vida<br />

espiritual, aun sabiendo muchas veces que lo humano es pasajero y lo<br />

espiritual eterno. Esa es <strong>la</strong> causa por <strong>la</strong> que habiendo a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntado en su<br />

civilización y en su ciencia, espiritualmente se encuentra estacionado y<br />

adormecido en sus religiones.<br />

23. Observad una a una <strong>la</strong>s religiones y veréis que ninguna está dando<br />

pruebas <strong>de</strong> evolución, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo o perfeccionamiento, cada una es<br />

proc<strong>la</strong>mada como <strong>la</strong> suma verdad, y quienes <strong>la</strong> profesan, creyendo<br />

encontrar y conocer todo en el<strong>la</strong>, no se esfuerzan en dar un paso hacia<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.<br />

24. Las reve<strong>la</strong>ciones divinas, <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> Dios, mi Doctrina y mis<br />

manifestaciones os han dado a enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio que el<br />

hombre es un ser sujeto a evolución, ¿Por qué entonces ninguna <strong>de</strong><br />

vuestras religiones justifica o prueba esta verdad? Yo os digo que<br />

aquel<strong>la</strong> doctrina que <strong>de</strong>spierte al espíritu, que haga luz en él, que lo<br />

<strong>de</strong>sarrolle y le revele lo que él encierra, que lo levante cada vez que<br />

tropiece y lo haga caminar hacia a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, sin <strong>de</strong>tenerse, esa doctrina<br />

está inspirada en <strong>la</strong> verdad. Y ¿No es eso lo que mi enseñanza os ha<br />

reve<strong>la</strong>do en todos los tiempos? Sin embargo, espiritualmente os habéis<br />

<strong>de</strong>tenido ha mucho tiempo, porque os ha preocupado más lo que toca a<br />

vuestra vida en <strong>la</strong> Tierra, que lo que correspon<strong>de</strong> a vuestro espíritu; mas<br />

para no abandonar completamente lo espiritual, habéis hecho <strong>de</strong> tal<br />

manera vuestras religiones, que el<strong>la</strong>s no os estorben en lo más mínimo


para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> vuestras faenas, <strong>de</strong>beres y trabajos en <strong>la</strong> Tierra.<br />

Ya cumpliendo con aquel<strong>la</strong> tradición religiosa, os imagináis estar<br />

cumpliendo para con Dios, tratáis <strong>de</strong> tranquilizaros ante <strong>la</strong> conciencia y<br />

creéis estar asegurando vuestra entrada en <strong>la</strong> Gloria.<br />

25. ¡Cuánta ignorancia, humanidad! ¿Hasta cuándo vais a <strong>de</strong>spertar a <strong>la</strong><br />

realidad? ¿No os dais cuenta que al cumplir con vuestras religiones<br />

nada me dais a Mi y tampoco nada le proporcionáis a vuestro espíritu?<br />

26. Cuando salís <strong>de</strong> vuestros templos y <strong>de</strong>cís: "Ya cumplí para con<br />

Dios", habéis incurrido en un gran error, porque creéis haber venido a<br />

darme algo a Mi, cuando <strong>de</strong>bierais saber que nada tenéis que darme y si<br />

mucho que recibir <strong>de</strong> Mi y mucho que proporcionaros a vosotros<br />

mismos.<br />

27. Creéis que el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley se reduce a asistir a aquellos<br />

lugares, y ese es otro grave error, porque esos lugares <strong>de</strong>berían ser <strong>la</strong><br />

escue<strong>la</strong> don<strong>de</strong> el discípulo fuera aprendiendo para <strong>de</strong>spués, ya en <strong>la</strong><br />

senda <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, pusiera en práctica <strong>la</strong> lección aprendida, que es el<br />

verda<strong>de</strong>ro cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley.<br />

28. ¿Veis cuánta discordia entre hermanos, cuántas tragedias entre<br />

esposos, cuánta inmoralidad y vicios, cuántas guerras entre pueblos?<br />

Todo es a causa <strong>de</strong> vuestro abandono y alejamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Leyes<br />

divinas.<br />

29. Le falta educación espiritual a <strong>la</strong> humanidad, le falta el<br />

conocimiento <strong>de</strong> su evolución.<br />

30. <strong>El</strong> dolor intenso que se abate en múltiples formas sobre este mundo,<br />

es el efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s faltas cometidas por los hombres, mas, ya no se dan<br />

cuenta <strong>de</strong> mi justicia, cegados unos por <strong>la</strong> ambición y otros por el odio.<br />

31. ¿Quién podrá abolir el mal entre los hombres? ¿Acaso un dolor<br />

sobrehumano o una prueba infinitamente dolorosa? No, pueblo; el<br />

dolor, sólo le <strong>de</strong>tendrá momentáneamente, pero ese instante les servirá<br />

para meditar, para <strong>de</strong>spejarse y serenarse y entonces sentirán <strong>la</strong> única<br />

fuerza, <strong>la</strong> única luz que pue<strong>de</strong> salvarle que es mi Ley.<br />

32. Discípulos; compren<strong>de</strong>d <strong>la</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> esta reve<strong>la</strong>ción que os<br />

he hecho, pensad en <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> este mensaje para el espíritu <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> humanidad y entonces compren<strong>de</strong>réis por qué he venido a hab<strong>la</strong>ros y<br />

por qué mi manifestación ha permanecido por algún tiempo entre<br />

vosotros.<br />

33. ¡Ah, si todos supieseis que al mencionar vuestras religiones y<br />

formas que tenéis <strong>de</strong> practicar, no trato <strong>de</strong> juzgaros ni <strong>de</strong> heriros! ¡Si<br />

comprendieseis el divino anhelo <strong>de</strong>l Maestro, <strong>de</strong> encontraros amándoos<br />

los unos a los otros y aplicando <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l espíritu a vuestra vida<br />

humana! Pero sé que vuestro corazón aún está endurecido y que vais a<br />

perseguir como lo hicisteis en los tiempos pasados, a mis nuevos<br />

emisarios y a mofaros <strong>de</strong> mis nuevas reve<strong>la</strong>ciones.


34. A pesar <strong>de</strong> todo, mi luz, como el resp<strong>la</strong>ndor <strong>de</strong>l relámpago, cruzará<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Oriente hasta el Occi<strong>de</strong>nte libertando espíritus.<br />

35. Orad, discípulos, y que vuestra oración sea el indicio <strong>de</strong> que habéis<br />

comprendido esta enseñanza, para que mañana expreséis a través <strong>de</strong><br />

vuestras obras el conocimiento adquirido en mi cátedra.<br />

36. Debéis luchar por compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> Obra que he venido a confiaros,<br />

porque será <strong>la</strong> única forma con <strong>la</strong> que logréis que vuestros testimonios<br />

encierren esencia y verdad.<br />

37. Compren<strong>de</strong>d también que si vuestro conocimiento en mi Doctrina,<br />

no es suficiente, vuestra fe y vuestras convicciones estarán en peligro,<br />

cuando los enemigos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz ataquen en vosotros mi Obra.<br />

38. Os he dicho que veréis surgir espiritualistas por todo el mundo,<br />

aunque no hayan escuchado esta pa<strong>la</strong>bra, y, cuando observéis sus<br />

prácticas y escuchéis sus pa<strong>la</strong>bras, os quedaréis asombrados al ver <strong>la</strong><br />

intuición y <strong>la</strong> visión tan c<strong>la</strong>ra que <strong>de</strong>l Espiritualismo han tenido; pero<br />

también os anuncio que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida aparecerán grupos y<br />

sectas l<strong>la</strong>mándose a si mismas espiritualistas, aunque su vida y sus<br />

obras serán <strong>la</strong> negación <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad. <strong>El</strong>los vendrán en contra <strong>de</strong><br />

vosotros buscando vuestras imperfecciones para negaros y l<strong>la</strong>maros<br />

impostores. Aunque lo pongáis en duda, también habrá <strong>de</strong> entre estos<br />

mismos que se han sustentado <strong>de</strong> esta pa<strong>la</strong>bra, quienes se levanten en<br />

contra <strong>de</strong> sus hermanos, esgrimiendo <strong>la</strong>s armas <strong>de</strong> <strong>la</strong> confusión y <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

vanidad.<br />

39. ¿Qué armas podríais oponer ante aquel<strong>la</strong>s fuerzas si vuestra fe no es<br />

firme y vuestro conocimiento no es gran<strong>de</strong>?<br />

40. No creáis que pretendo daros armas para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r vuestra fe <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

acechanzas; no quiero que disputéis ni mucho menos que les<br />

<strong>de</strong>sconozcáis y les cerréis vuestras puertas. Mi voluntad es que<br />

permanezcáis serenos en vuestro puesto, con el fin <strong>de</strong> que nunca seáis<br />

sorprendidos y <strong>de</strong> que todo aquél que llegase a escudriñaros, os<br />

encuentre orando y estudiando mi (checar en libro)<br />

41. En <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> vuestras obras estarán <strong>la</strong>s mejores armas que<br />

esgrimáis contra los que quisieran <strong>de</strong>struiros.<br />

42. Quiero entre mis fi<strong>la</strong>s soldados firmes, soldados fuertes que sepan<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> verdad, no legiones <strong>de</strong> fanáticos que en su ignorancia, en<br />

vez <strong>de</strong> honrar mi Obra, <strong>la</strong> profanen. No quiero multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hombres<br />

<strong>de</strong> poca fe, que ante <strong>la</strong> lucha se acobar<strong>de</strong>n y huyan consi<strong>de</strong>rándose<br />

impotentes para conten<strong>de</strong>r.<br />

43. Analizaos a vosotros mismos, y si <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberme escuchado<br />

por tanto tiempo, os sentís incapaces <strong>de</strong> luchar, eso os hará compren<strong>de</strong>r<br />

que habéis <strong>de</strong>saprovechado mi pa<strong>la</strong>bra, que no habéis comprendido <strong>la</strong><br />

finalidad <strong>de</strong> mi l<strong>la</strong>mado y que habéis dormido, sin escuchar <strong>la</strong> voz <strong>de</strong><br />

alerta que vibra incesantemente en mi comunicación.


44. Yo no vengo a <strong>de</strong>ciros que estáis perdidos y que forzosamente<br />

habréis <strong>de</strong> ser vencidos por vuestros perseguidores, no, por el contrario,<br />

vengo a <strong>de</strong>ciros que aún es propicio el tiempo para que juzguéis<br />

<strong>de</strong>tenidamente vuestras obras, ya sean <strong>de</strong> índole espiritual o humana,<br />

que observéis minuciosamente vuestras prácticas con el fin <strong>de</strong> que<br />

<strong>de</strong>scubráis todo aquello que fuese erróneo, superfluo e indigno <strong>de</strong> mi<br />

Obra. Una vez que alcancéis que haya verdad y limpi<strong>de</strong>z en vuestras<br />

prácticas, nada tendréis que temer, porque el verda<strong>de</strong>ro Espiritualismo<br />

os colocará en el camino <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s leyes, por lo<br />

que nadie podrá sancionaros.<br />

45. Es necesario que sepáis que <strong>la</strong>s armas <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe no serán para que os<br />

<strong>de</strong>fendáis tan sólo vosotros, sino que vuestra responsabilidad irá más<br />

allá <strong>de</strong> vuestra persona, porque a cada uno <strong>de</strong> vosotros le ha sido<br />

confiada una porción por <strong>la</strong> que ha <strong>de</strong> ve<strong>la</strong>r, orar y luchar hasta sacar<strong>la</strong><br />

avante <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas.<br />

46. Aún podréis escucharme unas albas más y afirmar vuestros<br />

conocimientos y vuestra fe, entonces sentiréis <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> vuestro ser una<br />

fuerza <strong>de</strong>sconocida y una confianza ilimitada. Esa seguridad en<br />

vosotros mismos y esa serenidad ante <strong>la</strong> lucha os <strong>la</strong> dará <strong>la</strong> fe y el saber<br />

valorizar lo que habréis encontrado en mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

47. Quiero que forméis un pueblo <strong>de</strong> paz, para ello os envuelvo en el<br />

manto <strong>de</strong> mi amor.<br />

48. Pueblo amado: ¡Hoy me habéis hab<strong>la</strong>do en el lenguaje <strong>de</strong>l espíritu y<br />

os he respondido con mi paz!<br />

49. Cuando penséis que pronto vais a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> oír esta pa<strong>la</strong>bra que ha<br />

sido vuestro baluarte, os llenáis <strong>de</strong> tristeza y pensáis que mi venida en<br />

este tiempo, en apariencia prolongada, fue en realidad breve. Mas, Yo<br />

os pregunto: a qué l<strong>la</strong>máis "mi nueva venida" ¿Por ventura al <strong>la</strong>pso<br />

comprendido entre 1866 y 1950 que seña<strong>la</strong>n el tiempo en que os estoy<br />

dando mi pa<strong>la</strong>bra?<br />

50. En verdad os digo que esta comunicación a través <strong>de</strong>l<br />

entendimiento humano sólo ha sido <strong>la</strong> preparación para que penetréis<br />

en el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> Espíritu a espíritu, en <strong>la</strong> cual<br />

tendréis mi Nueva Venida en plenitud, en espíritu sobre <strong>la</strong> nube, como<br />

les fue anunciado en Betania a mis discípulos.<br />

51. Tomad esta lección que a través <strong>de</strong>l portavoz os doy como <strong>la</strong><br />

preparación para aquel tiempo en el que no será el entendimiento el que<br />

reciba <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Maestro, sino vuestro espíritu.<br />

52. Esta es <strong>la</strong> nueva promesa y <strong>la</strong> nueva meta para vosotros. No<br />

olvidéis que el mensaje que habéis recibido por medio <strong>de</strong>l portavoz ha<br />

sido dado a través <strong>de</strong>l hombre, y que éste, por muy espiritualizado que<br />

se encuentre, no está completamente limpio <strong>de</strong> imperfecciones e<br />

impurezas, con lo cual ya podéis suponer <strong>la</strong> perfección con que


ecibiréis el concierto <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra cuando el<strong>la</strong> llegue directamente a<br />

vuestro espíritu, sin necesidad <strong>de</strong> intermediarios, sin tener que pasar<br />

primero por vuestro oídos o vuestro cerebro. Llegará primero a <strong>la</strong><br />

conciencia y ésta se encargará <strong>de</strong> iluminar al espíritu y <strong>de</strong> ennoblecer al<br />

corazón.<br />

53. Por mucho tiempo habéis escuchado esta enseñanza, a <strong>la</strong> cual<br />

habréis tenido que buscar su esencia para sustentaros <strong>de</strong> algo divino;<br />

mañana cuando ya estéis en aptitud <strong>de</strong> recibir <strong>la</strong> <strong>de</strong> Espíritu a espíritu <strong>la</strong><br />

inspiración, no será pa<strong>la</strong>bra humana <strong>la</strong> que reciba vuestro espíritu, sino<br />

esencia divina y esa esencia, vosotros os encargaréis <strong>de</strong> traducir<strong>la</strong> en<br />

pensamientos, en pa<strong>la</strong>bras y en obras, para que seáis los intermediarios<br />

entre vuestro Señor y <strong>la</strong> humanidad.<br />

54. Compren<strong>de</strong>d, discípulos que esta etapa <strong>de</strong> comunicación por medio<br />

<strong>de</strong> mis portavoces ha sido con el fin <strong>de</strong> enseñaros a enten<strong>de</strong>r el divino<br />

lenguaje, ha sido le lección elemental <strong>de</strong>l Maestro hacia los párvulos.<br />

55. Ahora, mientras estáis escuchando esta pa<strong>la</strong>bra, tenéis <strong>la</strong> sensación<br />

<strong>de</strong> mi presencia, por lo cual teméis el día en que ya no <strong>la</strong> escuchéis,<br />

mas, Yo os digo que cuando estéis comunicándoos conmigo <strong>de</strong> espíritu<br />

a Espíritu, mi presencia será sentida por mis discípulos con mayor<br />

c<strong>la</strong>ridad y pureza.<br />

56. Gran<strong>de</strong> será el gozo <strong>de</strong> los que así me sienten en su corazón, nunca<br />

dirán: "<strong>El</strong> Maestro pronto partirá" o "ya se aproxima el día en que el<br />

Señor nos <strong>de</strong>je sin su pa<strong>la</strong>bra". No, entonces sabrán los discípulos que<br />

el Padre siempre ha estado con los hijos, que jamás se ha ido, que han<br />

sido los hombres los que no siempre han sabido estar conmigo.<br />

57. Hoy <strong>de</strong>cís: Dios está en nosotros, pero lo <strong>de</strong>cís sin sentirlo ni<br />

enten<strong>de</strong>rlo, porque vuestra materialidad os impi<strong>de</strong> sentir mi presencia<br />

en vuestro ser, pero cuando <strong>la</strong> espiritualidad sea parte <strong>de</strong> vuestra vida,<br />

entonces sabréis <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi presencia en cada hombre. Mi voz<br />

resonará en <strong>la</strong>s conciencias, el juez interior será escuchado y el calor<br />

<strong>de</strong>l Padre será sentido.<br />

58. Mucho os doctrino y preparo para que recibáis con alegría <strong>la</strong><br />

llegada <strong>de</strong>l nuevo tiempo, pero a pesar <strong>de</strong> ello, veo en muchos<br />

corazones <strong>la</strong> tristeza, a medida que se aproxima el día <strong>de</strong> mi postrera<br />

pa<strong>la</strong>bra. Estos que lloran y se <strong>de</strong>jan abatir por <strong>la</strong> tristeza, son los que<br />

escuchándome no me han comprendido y no sabrán estar preparados en<br />

<strong>la</strong> hora <strong>de</strong> prueba.<br />

59. Siempre os dije: buscad <strong>la</strong> esencia divina en el fondo <strong>de</strong> esta<br />

pa<strong>la</strong>bra que vierten los portavoces en su éxtasis, si os conformaseis con<br />

<strong>la</strong> forma exterior <strong>de</strong> estas manifestaciones, llegaréis a darle cariz divino<br />

a algunas pa<strong>la</strong>bras que no pasan <strong>de</strong> lo humano, y estaréis a un paso <strong>de</strong><br />

caer en nuevo fanatismo y en nueva ido<strong>la</strong>tría.


60. Es necesario que comprendáis que estáis <strong>de</strong>stinados a llevar una<br />

Buena Nueva a <strong>la</strong> humanidad, que vais a enseñar a vuestros hermanos<br />

con el amor, <strong>la</strong> paciencia y <strong>la</strong> caridad con que Yo os he doctrinado,<br />

repitiendo <strong>la</strong>s lecciones cuando sea necesario y volviendo atrás cuando<br />

haga falta recordar <strong>la</strong>s primeras páginas.<br />

61. Recordad cómo en muchas ocasiones os he hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

espiritual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes que el hombre existiese; <strong>de</strong> <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong>l<br />

hombre en <strong>la</strong> Tierra, <strong>de</strong> mis primeros mandatos y mis primeras<br />

reve<strong>la</strong>ciones. Recordad con cuánta frecuencia os hablo <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> humanidad a través <strong>de</strong> los tiempos; <strong>de</strong> sus aciertos y <strong>de</strong> sus errores,<br />

<strong>de</strong> su elevación y <strong>de</strong> su <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong> los iluminados cuyos nombres<br />

son guardados con respeto por los gran<strong>de</strong>s y elevados ejemplos que os<br />

legaron, así como los nombres <strong>de</strong> otros, cuya perversidad escribió<br />

in<strong>de</strong>leblemente <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, para que no les imitéis.<br />

62. Os he recordado los nombres <strong>de</strong> mis enviados, a través <strong>de</strong> los cuales<br />

recibisteis mensajes, mandatos, profecías y lecciones.<br />

63. Así, en una so<strong>la</strong> lección he reunido el contenido <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />

lecciones.<br />

64. <strong>El</strong> Espiritualismo es <strong>la</strong> herencia en <strong>la</strong> cual se unen los Tres<br />

Testamentos en un solo libro espiritual.<br />

65. Todas mis lecciones tien<strong>de</strong>n a prepararos para vuestra lucha<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1950, tiempo en el que ya no escucharéis al Mundo<br />

Espiritual a través <strong>de</strong> faculta<strong>de</strong>s. <strong>El</strong> también tiene limitado su tiempo<br />

para esta forma <strong>de</strong> comunicación; mas, estos seres benditos,<br />

guardianes, consejeros, conso<strong>la</strong>dores y protectores <strong>de</strong> este pueblo os<br />

prepararon para que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este tiempo sigáis recordándoles,<br />

sintiendo su presencia y recibiendo su ayuda.<br />

66. ¿A qué vino <strong>El</strong> Mundo Espiritual en este tiempo? A explicar con su<br />

pa<strong>la</strong>bra y sus obras mí Doctrina, a enseñaros a interpretar mis<br />

reve<strong>la</strong>ciones y a ayudaros a compren<strong>de</strong>r su esencia.<br />

67. Jamás os dieron enseñanzas superfluas; jamás os <strong>de</strong>scubrieron lo<br />

que aún no es tiempo <strong>de</strong> que conozcáis; nunca vinieron a <strong>de</strong>spertar<br />

vuestra curiosidad ni a sugeriros ciencias ni po<strong>de</strong>res misteriosos. Su<br />

misión fue otra, su elevación y su luz no podía permitirles caer en<br />

vulgares materializaciones porque habían hecho <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> amor el<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> su espíritu.<br />

68. Ese Mundo Espiritual vino por mandato divino a comunicarse en<br />

forma humana por breve tiempo, para <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> impresión <strong>de</strong> su elevada<br />

fraternidad, el testimonio <strong>de</strong> su existencia y <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> su presencia<br />

entre los hombres.<br />

69. <strong>El</strong>los os han dicho que al <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>bios<br />

humanos, no van a ausentarse <strong>de</strong> vosotros, por el contrario, anhe<strong>la</strong>n que


vuestra sensibilidad os permita sentir en futuros días más próxima su<br />

presencia.<br />

70. Si vos, pueblo, aprendéis a usar vuestros dones, si verda<strong>de</strong>ramente<br />

llegáis a armonizar con el Mundo Espiritual, <strong>de</strong> cierto os digo que en<br />

vuestro sen<strong>de</strong>ro iréis <strong>de</strong>jando una huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> prodigios.<br />

71. Es menester que para ese tiempo surjan los fuertes <strong>de</strong> estas<br />

multitu<strong>de</strong>s, los buenos profetas, los buenos consejeros, aquellos que<br />

con su vida y sus pa<strong>la</strong>bras sepan conducir al pueblo por el camino<br />

trazado por Mí, los que sepan conservar inmacu<strong>la</strong>das <strong>la</strong>s páginas <strong>de</strong> mi<br />

enseñanza.<br />

72. ¿Quiénes son esos fuertes <strong>de</strong> que os hablo? Sólo os digo que Yo les<br />

estoy preparando con mi pa<strong>la</strong>bra, para que cuando llegue el final <strong>de</strong><br />

esta comunicación, se levanten alentando al pueblo y con su fe no <strong>de</strong>jen<br />

que <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s se disgreguen.<br />

73. La pa<strong>la</strong>bra que sus <strong>la</strong>bios vierten os estarán recordando siempre,<br />

que Yo os <strong>de</strong>jé como testigos <strong>de</strong> mi comunicación con los hombres y os<br />

dirán a cada paso que sois los indicados para anunciar a <strong>la</strong> humanidad<br />

que Yo he venido en Espíritu.<br />

74. Ya no vendré a humanizarme o materializarme entre los hombres,<br />

no vendré a encarnar en esta Tierra. De esto hab<strong>la</strong>réis a vuestros<br />

hermanos; es parte <strong>de</strong> vuestra cruz, pero Yo sé que podréis con el<strong>la</strong>.<br />

75. No temáis, que ya os he dicho que lo que el Cirineo hizo con Jesús<br />

cuando le vio exhausto bajo el peso <strong>de</strong> su cruz, ahora vengo a hacerlo<br />

con todos los que necesiten <strong>de</strong> mi ayuda, y sabré acompañaros paso a<br />

paso hasta <strong>la</strong> cima <strong>de</strong> <strong>la</strong> montaña que es vuestra vida, don<strong>de</strong> os<br />

elevaréis sobre <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> vuestro <strong>de</strong>stino.<br />

76. Ya veréis cuán dulce es llegar a <strong>la</strong> consumación <strong>de</strong> una obra,<br />

<strong>de</strong>jando que vuestro corazón se abra en aquel instante, como se abrió el<br />

costado <strong>de</strong>l Maestro para manar sangre que hab<strong>la</strong>ba <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> vida,<br />

<strong>de</strong> perdón.<br />

77. Esta es <strong>la</strong> Doctrina que vengo sembrando en el corazón <strong>de</strong>l pueblo<br />

Espiritualista Trinitario Mariano.<br />

78. Pueblo Espiritualista, porque recibe <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Divino;<br />

Trinitario, porque reconocéis a Dios bajo <strong>la</strong>s tres fases en <strong>la</strong>s que se ha<br />

manifestado a <strong>la</strong> humanidad, y Mariano, porque reconocéis a esa<br />

ternura divina como <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> que os eleva hacia el Padre, como <strong>la</strong><br />

intercesora que os conforta, os consue<strong>la</strong> y purifica; apartando vuestra<br />

soberbia y convirtiéndoos en niños, llenos <strong>de</strong> mansedumbre y <strong>de</strong><br />

humildad ante el Señor.<br />

79. No olvidéis ese dulcísimo amor, porque no siempre estáis<br />

preparados para llegar a Mí; pero si confiáis en el<strong>la</strong>, pronto sentiréis su<br />

ayuda.


80. Recordad que si no fuerais como los niños, no podréis entrar al<br />

Reino <strong>de</strong> los Cielos.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 266<br />

1. Soy el Maestro. Venid a <strong>de</strong>leitaros ante <strong>la</strong> cátedra <strong>de</strong> enseñanza<br />

eterna. También cuando no estoy comunicándome por estos cerebros,<br />

está presente mi cátedra.<br />

2. A vosotros os doy mi pa<strong>la</strong>bra por breves momentos, porque sois tan<br />

pequeños, que no resistiríais escuchar <strong>la</strong> enseñanza eterna que sin cesar<br />

vibra en el infinito, hab<strong>la</strong>ndo a todos los seres, a todos los espíritus en<br />

sus diversas moradas.<br />

3. Yo sólo os hablo <strong>la</strong> verdad, ¿Por qué muchos dudan <strong>de</strong> lo que os<br />

revelo? Vosotros sois también una verdad, ¿Cómo es que si creéis en<br />

vuestra verdad y en vuestra existencia, no creéis en <strong>la</strong> mía? ¿No sabéis<br />

que <strong>la</strong> verdad es una so<strong>la</strong>?<br />

4. Aquí os doy una cátedra breve, pequeña, para que podáis abarcar<strong>la</strong>,<br />

compren<strong>de</strong>r<strong>la</strong>, y aún así, sólo <strong>la</strong> conserváis unos instantes para <strong>de</strong>spués<br />

olvidar<strong>la</strong>.<br />

5. Allá, en el Reino Espiritual, don<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad siempre está<br />

encendida, mi cátedra es eterna, y quienes <strong>la</strong> escuchan no se cansan<br />

jamás <strong>de</strong> oír<strong>la</strong>, porque para ellos mi enseñanza es su vida, como lo es<br />

para vosotros el aire que respiráis ¡Ay <strong>de</strong> los que aquí en el mundo van<br />

sin mi cátedra en su espíritu, sólo porque no se disponen para<br />

escuchar<strong>la</strong>! Entre éstos, cuántos hay que van cayendo por falta <strong>de</strong><br />

apoyo con <strong>la</strong> esperanza marchita; sin preceptos <strong>de</strong> Dios en el corazón,<br />

extraviados, ciegos, sordos; mas, Yo os pregunto: ¿Hacia dón<strong>de</strong> van los<br />

que han borrado <strong>de</strong> su ser los divinos mandamientos que son el camino<br />

y <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l espíritu?<br />

6. Pobres criaturas que naufragan porque su nave no lleva timón, y no<br />

alcanzan a <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l faro.<br />

7. Vengo a buscaros y a daros mi luz para que penetréis en el sen<strong>de</strong>ro y<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> él, comprendáis cuál es <strong>la</strong> cátedra que el Maestro os da sin cesar<br />

a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

8. ¿De qué le sirve al hombre ser fuerte <strong>de</strong> materia si no lo es <strong>de</strong><br />

espíritu?<br />

9. Vengo a acercaros a <strong>la</strong> realidad, a <strong>la</strong> verdad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual os habíais<br />

separado, porque al renunciar a <strong>la</strong> vida superior que es <strong>la</strong> <strong>de</strong>l espíritu,<br />

os habíais entregado a <strong>la</strong> vida inferior que es <strong>la</strong> <strong>de</strong>l mundo material.


10. Volved al camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida verda<strong>de</strong>ra y estaréis <strong>de</strong> nuevo cerca <strong>de</strong><br />

vuestro verda<strong>de</strong>ro ser. <strong>El</strong> camino <strong>de</strong> que os hablo es el que hal<strong>la</strong>réis<br />

cuando equilibréis lo espiritual con lo material, cuando conozcáis <strong>la</strong><br />

verdad que en vosotros mismos lleváis, porque será cuando vuestra<br />

parte elevada, que es el espíritu, diga: yo soy el que lleva <strong>la</strong> luz, el que<br />

conoce el camino, el que posee <strong>la</strong> Ley, por lo tanto yo seré el que<br />

or<strong>de</strong>ne y gobierne los actos <strong>de</strong> mi materia. Cuando así habléis será<br />

porque <strong>la</strong> luz se ha hecho en vuestro ser y su reflejo ha llegado al<br />

corazón humano.<br />

11. ¡Ah, si vuestra materia pudiera recoger lo que vuestro espíritu<br />

recibe a través <strong>de</strong> su vi<strong>de</strong>ncia! Porque el espíritu nunca <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ver, aun<br />

cuando el cuerpo por su materialidad nada perciba <strong>de</strong> ello. ¿Cuándo<br />

sabréis interpretar a vuestro espíritu?<br />

12. Oíd mi pa<strong>la</strong>bra, abrazad mi Doctrina, el<strong>la</strong> viene a enseñaros a<br />

luchar y a triunfar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s adversida<strong>de</strong>s, a no huir <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas, a no<br />

acobardaros ante el sacrificio.<br />

13. Yo siempre digo a mis discípulos: no temáis, compren<strong>de</strong>d que os he<br />

dado <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l espíritu para dominar en todas <strong>la</strong>s pruebas. La fuerza<br />

<strong>de</strong>l espíritu es superior a <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, pero si <strong>la</strong> <strong>de</strong>nsa nieb<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

vuestros problemas humanos no os <strong>de</strong>ja ver, disipad y romped esa<br />

nieb<strong>la</strong> con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, y veréis más allá <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> bruma, un<br />

horizonte que se une con el infinito, invitándoos a seguir caminando e<br />

inundándoos <strong>de</strong> paz.<br />

14. <strong>El</strong> que aprenda a vencer sus propios problemas, será el que <strong>de</strong>spués<br />

vaya al encuentro <strong>de</strong> los <strong>de</strong> sus hermanos para ayudarle en su<br />

contienda.<br />

15. Sabed que esta vida es un combate; pero que estáis pre<strong>de</strong>stinados al<br />

triunfo, porque mi luz, que va en cada uno <strong>de</strong> vosotros jamás podrá ser<br />

vencida por <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l mal.<br />

16. Tenéis que triunfar, porque sólo en vuestro triunfo recibiréis <strong>la</strong><br />

reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> los misterios que os serán <strong>de</strong>scubiertos en esta vida y en<br />

<strong>la</strong> espiritual.<br />

17. Pueblo luchador a través <strong>de</strong> los tiempos: llegará el instante en que<br />

ya no luchéis <strong>de</strong> esta manera. Terminarán <strong>la</strong>s nieb<strong>la</strong>s, aflicciones,<br />

problemas y pruebas, tanto propios como ajenos.<br />

18. No temáis cuando os digo que tendréis que ayudar a vuestros<br />

semejantes en su penosa jornada. Los espíritus fuertes pue<strong>de</strong>n con su<br />

cruz y con <strong>la</strong> ajena y gustan <strong>de</strong> ayudar a los pequeños y en<strong>de</strong>bles. <strong>El</strong>los<br />

siempre buscan heridas que curar.<br />

19. Bendita sea <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> aquél que, al hab<strong>la</strong>r al que sufre, cure,<br />

cierre y cicatrice <strong>la</strong>s heridas. Ese conoce <strong>la</strong> misión <strong>de</strong>l bálsamo que en<br />

su corazón he <strong>de</strong>positado.


20. Fuerte es aquél que viéndose sitiado por <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s o peligros,<br />

invoca <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> su espíritu y, venciendo el miedo <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia,<br />

lucha, se sorpren<strong>de</strong> y triunfa, porque <strong>la</strong> fe le hizo saber lo que vale el<br />

espíritu.<br />

21. Yo he querido <strong>de</strong>ciros que don<strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha os l<strong>la</strong>me, ahí os<br />

presentéis con <strong>la</strong> confianza absoluta <strong>de</strong> que <strong>la</strong> sabiduría, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong><br />

fe, siempre vencerán a <strong>la</strong>s miserias y pasiones impuras que a su paso se<br />

interponga.<br />

22. ¿Por ventura sabéis el tiempo que han tardado en <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rse<br />

vuestros dones? Os digo que están en vosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante en que<br />

el espíritu surgió a <strong>la</strong> vida. ¡Cuán gran<strong>de</strong> será el gozo <strong>de</strong>l espíritu<br />

cuando pueda <strong>de</strong>cirle a <strong>la</strong> materia y al mundo: os he vencido!<br />

23. Discípulos: os he dado todas <strong>la</strong>s lecciones que el espíritu necesita<br />

en su evolución.<br />

24. Bienaventurados los que reconocen <strong>la</strong> verdad, porque ellos pronto<br />

encuentran el camino. Otros rechazan siempre <strong>la</strong>s enseñanzas divinas<br />

porque les parecen superiores sus obras a <strong>la</strong>s mías.<br />

25. Yo os amo a todos. Soy el Pastor que l<strong>la</strong>ma a sus ovejas, el que <strong>la</strong>s<br />

reúne y cuenta y quiere tener más cada día. Las sustenta y les acaricia,<br />

les cuida y goza viendo que son muchas, aunque a veces llora al<br />

contemp<strong>la</strong>r que no todas son dóciles.<br />

26. Esos son vuestros corazones: muchos veáis a Mí; pero pocos son<br />

los que verda<strong>de</strong>ramente me seguís.<br />

27. Ved a los portavoces por cuyos <strong>la</strong>bios os doy mi pa<strong>la</strong>bra, han<br />

tomado <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> su misión; saben que muchos dudan <strong>de</strong> su don, y<br />

siguen mansamente su camino. Recuerdan que también los hombres<br />

dudaron <strong>de</strong> Mí en el Segundo Tiempo. Cuando dijeron que Yo no era el<br />

Mesías, que no era el Cristo. Recuerdan que fui llevado a <strong>la</strong> cruz por<br />

los que no quisieron recibir <strong>la</strong> verdad. Por eso han tomado <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> su<br />

misión con resignación.<br />

28. Pueblo: he estado con vosotros, mi manto <strong>de</strong> amor se extien<strong>de</strong> más<br />

allá <strong>de</strong>l recinto don<strong>de</strong> me estáis escuchando. Todos, sin excepción,<br />

habéis sido llenos <strong>de</strong> mi Espíritu y <strong>de</strong> mi amor.<br />

29. Mi pa<strong>la</strong>bra es un remanso <strong>de</strong> paz, buscad<strong>la</strong> cuando os sintáis<br />

fatigados, tristes, hastiados o enfermos; en el<strong>la</strong> encontraréis fortaleza,<br />

salud, y fe para vivir y luchar.<br />

30. Os quiero fervientes, humil<strong>de</strong>s y mansos ante mi voluntad, nunca<br />

imitando a los que ponen a prueba mi po<strong>de</strong>r o <strong>de</strong>safían mi justicia,<br />

porque sabéis que quien lo hace, a si mismo se sujeta a prueba.<br />

31. Ya sea que creáis o que no aceptéis que Yo me esté comunicando<br />

en esta forma, oíd con respeto y mansedumbre hasta que quedéis<br />

plenamente convencidos <strong>de</strong> si es verdad o mentira lo que existe en el<br />

fondo <strong>de</strong> esta manifestación.


32. Si supieseis los que han llorado <strong>de</strong> arrepentimiento los que negaron<br />

<strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> esta comunicación, los que b<strong>la</strong>sfemaron en contra <strong>de</strong><br />

quienes creen en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que oís, y los que se bur<strong>la</strong>ron <strong>de</strong> mis<br />

portavoces, hoy no saben con qué pa<strong>la</strong>bras borrar aquel<strong>la</strong>s frases<br />

injuriosas y <strong>de</strong>spectivas que salieron <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios ni con qué obras<br />

<strong>de</strong>sagraviar a su Maestro.<br />

33. Quiero que aprendáis a no ser ligeros en vuestros juicios, ni a<br />

<strong>de</strong>jaros llevar fácilmente <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera impresión. Os hago esta<br />

advertencia, para que cuando analicéis mi pa<strong>la</strong>bra, como cuando<br />

tengáis que juzgar sobre doctrinas, religiones, filosofías, cultos,<br />

reve<strong>la</strong>ciones espirituales o científicas, reconozcáis que lo que sabéis, no<br />

es lo único que existe y que <strong>la</strong> verdad que conocéis, es una mínima<br />

parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> Verdad absoluta, que se manifiesta aquí en una forma, pero<br />

que pue<strong>de</strong> manifestarse en muchas otras <strong>de</strong>sconocidas para vosotros.<br />

34. Voy a explicaros por qué os he hab<strong>la</strong>do así en este día; es que entre<br />

esta multitud hay un corazón que insistentemente me pregunta, por qué<br />

hablándole tanto a este pueblo y viniendo <strong>de</strong>l verbo esta pa<strong>la</strong>bra, no he<br />

logrado <strong>la</strong> regeneración absoluta, ni <strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> estas<br />

multitu<strong>de</strong>s, a lo cual le he contestado con una amplia enseñanza,<br />

añadiendo que, <strong>de</strong> quererlo Yo, por mi solo po<strong>de</strong>r, en un instante<br />

convertir<strong>la</strong> a todos estos pecadores en ángeles; pero que esa obra no<br />

tendría ningún mérito ante Mi, y que precisamente esta pa<strong>la</strong>bra ha<br />

venido <strong>de</strong> manera sabia y pacientísima a pulir los corazones <strong>de</strong> este<br />

pueblo, hasta que <strong>de</strong> ellos brote <strong>la</strong> fe, el amor y el arrepentimiento.<br />

35. Los hombres, haciendo uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> fuerza, <strong>de</strong>struyen el mundo.<br />

¿Creéis que su fuerza supere a mi po<strong>de</strong>r? Sin embargo, es mi voluntad<br />

que por ellos mismos reconozcan sus errores, los enmien<strong>de</strong>n y luego<br />

reconstruyan cuanto han <strong>de</strong>struido y profanado, para que sus méritos<br />

ante Mi sean verda<strong>de</strong>ros.<br />

36. Sois todavía un pequeño pueblo, mas, no he tomado en cuenta el<br />

corto número que hasta ahora se ha congregado en torno a mi<br />

manifestación, prueba <strong>de</strong> ello es <strong>la</strong> cantidad <strong>de</strong> enseñanzas y<br />

reve<strong>la</strong>ciones que he <strong>de</strong>rramado entre vosotros.<br />

37. Después <strong>de</strong> 1950 en que ya no recibiréis mi pa<strong>la</strong>bra en esta forma,<br />

habrá un aparente vacio en vuestro corazón, unas albas <strong>de</strong> silencio, <strong>de</strong><br />

duelo; pero <strong>de</strong>spués volveréis a sentiros fuertes y confesaréis que todo<br />

fue dispuesto por Mi con sabiduría y que en mis últimas enseñanzas os<br />

hice esca<strong>la</strong>r gran<strong>de</strong>s alturas hasta culminar en <strong>la</strong> postrera e inolvidable<br />

que he <strong>de</strong> daros.<br />

38. ¿Quién podrá apagar vuestra lámpara o marchitar <strong>la</strong> ofrenda<br />

espiritual que me presentáis, si no es visible para el ojo humano?<br />

¿Quién osará borrar el sello que lleváis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad, impreso en


vuestro espíritu? La fe ha echado profundas raíces en vuestro corazón y<br />

seguirá creciendo e iluminando todo en vuestro <strong>de</strong>rredor.<br />

39. Ya llegará el <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vuestras luchas, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

pruebas a que os he sometido y tendréis vuestro ga<strong>la</strong>rdón. No os<br />

prometo un nuevo Conso<strong>la</strong>dor, porque aquél que os anuncié está entre<br />

vosotros; es el que hoy ha hab<strong>la</strong>do por vuestro conducto y ha<br />

<strong>de</strong>scendido sobre todo ser para ayudaros en vuestras tribu<strong>la</strong>ciones. Es<br />

mi Espíritu manifestado en este tiempo y el Mundo Espiritual, formado<br />

por ángeles que os acompañan en vuestra jornada, que os protegen en<br />

vuestras gran<strong>de</strong>s batal<strong>la</strong>s y os sanan y os confortan. Toda esa legión <strong>de</strong><br />

seres <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> virtud, se ha unido a Mi para conso<strong>la</strong>ros en esta hora <strong>de</strong><br />

prueba que atravesáis, así como estaba anunciado; teneos por muy<br />

dichosos porque <strong>de</strong> entre esa numerosa humanidad que pueb<strong>la</strong> <strong>la</strong><br />

Tierra, vosotros habéis sido escogidos para penetrar en esta reve<strong>la</strong>ción,<br />

en esta Obra y poseer sus gran<strong>de</strong>s dones.<br />

40. Yo os <strong>de</strong>jaré preparados para vuestro cumplimiento como<br />

discípulos míos y pronto veréis verificarse lo que os he anunciado a<br />

través <strong>de</strong> mis lecciones. Habrá en el mudo muchos acontecimientos que<br />

hab<strong>la</strong>rán <strong>de</strong> mi presencia en Espíritu y <strong>la</strong> humanidad sentirá cuán cerca<br />

<strong>de</strong> el<strong>la</strong> me encuentro, porque al cesar mi comunicación a través <strong>de</strong>l<br />

hombre, quedaré esperando su preparación, su verda<strong>de</strong>ro culto, para<br />

reinar en el espíritu <strong>de</strong> todos mis hijos. Ahí estará el templo, ahí <strong>la</strong> Ley<br />

y los dones para ser manifiestos y Yo recibiré vuestra veneración y<br />

vuestro amor.<br />

41. Ha mucho tiempo os dije que Yo daría mi pa<strong>la</strong>bra en distintas<br />

naciones, que mi Rayo se comunicar<strong>la</strong> a través <strong>de</strong>l entendimiento<br />

humano en otros pueblos y en verdad quiero que sepáis que he hab<strong>la</strong>do<br />

por conducto <strong>de</strong> hombres y mujeres en el seno <strong>de</strong> pequeñas<br />

congregaciones. Al oírme, unos me han tomado como al Maestro, otros<br />

sólo como un espíritu superior, pero Yo he cumplido mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

42. Cuando he hab<strong>la</strong>do diciendo que soy el Maestro, unos han creído y<br />

otros han dudado, pero al percibir <strong>la</strong> esencia y <strong>la</strong> sabiduría que reve<strong>la</strong>n<br />

mis pa<strong>la</strong>bras, dichas por medio <strong>de</strong> criaturas sencil<strong>la</strong>s y humil<strong>de</strong>s, se han<br />

preguntado si será posible esta manifestación <strong>de</strong> mi Espíritu.<br />

43. Yo también he marcado <strong>la</strong> hora en que esa comunicación llegará a<br />

su término y cuando vosotros lleguéis con vuestro testimonio a esos<br />

puntos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, don<strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra se hizo oír, confirmaréis a<br />

aquellos <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> esas manifestaciones. Y al escuchar vuestro<br />

testimonio c<strong>la</strong>ro, podrán aquellos hombres o mujeres que hoy dudan,<br />

comprobar que Yo estuve con ellos.<br />

44. ¡Cuán pocas congregaciones he encontrado preparadas! Mas Yo he<br />

estado presente iluminando a todo espíritu y dando testimonio <strong>de</strong> Mí<br />

para que unas enseñen a otras y sean guía <strong>de</strong> <strong>la</strong>s <strong>de</strong>más.


45. Vosotros, cuando recibáis un visitante, un extranjero que os hable<br />

<strong>de</strong> mi manifestación, <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra recibida también en su país, no lo<br />

rechacéis, sino que os or<strong>de</strong>no que lo recibáis para que ambos<br />

comprobéis con alegría que mi pa<strong>la</strong>bra se ha cumplido, y que todo<br />

aquél que ha orado y ve<strong>la</strong>do en espera <strong>de</strong> mi retorno, me ha recibido en<br />

este tiempo. Yo a todos he l<strong>la</strong>mado para hacer <strong>de</strong> vosotros mis<br />

discípulos.<br />

46. Os prevengo así para que no os sorprendáis cuando alguien os diga<br />

que fuera <strong>de</strong> esta nación también mi Rayo Divino se ha hecho pa<strong>la</strong>bra<br />

para sustentar a los hambrientos. Sabed que mi amor lo abarca todo y<br />

que mi Obra restauradora es universal, para que comprendáis que no<br />

me he limitado en conce<strong>de</strong>r dones sólo a vuestra nación, sino que todas<br />

unidas forman mi familia, a <strong>la</strong> que he venido a reunir y a conducir hacia<br />

un solo punto: <strong>la</strong> Espiritualidad.<br />

47. En una so<strong>la</strong> lección he reunido <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> <strong>la</strong>s eras pasadas<br />

con esta que he venido a entregaros en este tiempo. Extraed <strong>de</strong> toda el<strong>la</strong><br />

<strong>la</strong> esencia y llegaréis a <strong>la</strong> conclusión <strong>de</strong> que tenéis el resumen <strong>de</strong> toda <strong>la</strong><br />

Ley, <strong>la</strong>s profecías y <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l Maestro con sus reve<strong>la</strong>ciones, y<br />

el<strong>la</strong>s os seña<strong>la</strong>n el camino que conducen a <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

48. Eras y siglos han pasado y es hasta ahora cuando compren<strong>de</strong>réis <strong>la</strong><br />

finalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

49. Si a vuestro paso he <strong>de</strong>rramado prodigios y mi<strong>la</strong>gros según vosotros<br />

l<strong>la</strong>máis a mis obras, ha sido para estimu<strong>la</strong>r vuestra fe y si os he<br />

colmado <strong>de</strong> comp<strong>la</strong>cencias, ha sido con el fin <strong>de</strong> que comprendáis que<br />

en <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l bien, es don<strong>de</strong> existe <strong>la</strong> paz. Los prodigios han<br />

fortalecido al pueblo en su travesía por el nuevo <strong>de</strong>sierto.<br />

50. En medio <strong>de</strong> esta paz habéis sido preparados para que cuando<br />

llegue el tiempo <strong>de</strong> lucha os encontréis fuertes. Os he enseñado a orar<br />

<strong>de</strong> espíritu a Espíritu a fin <strong>de</strong> que uséis <strong>la</strong> oración como arma, como<br />

escudo, como medio <strong>de</strong> inspiración, como baluarte y consuelo.<br />

51. No una sino muchas veces me habéis preguntado, si al enseñar a<br />

mis apóstoles <strong>la</strong> oración <strong>de</strong>l Padre Nuestro, les entregué una oración<br />

para todos los tiempos y Yo os digo que al pronunciar aquel<strong>la</strong> oración<br />

lo hice con el fin <strong>de</strong> enseñarles una forma elevada <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>rle al Padre,<br />

una plegaria que contuviera amor, humildad, fe, respeto, conformidad,<br />

confianza.<br />

52. Mal han hecho quienes se han concretado a repetir maquinalmente<br />

mis pa<strong>la</strong>bras y también los que no han tomado aquel<strong>la</strong> oración como un<br />

mo<strong>de</strong>lo para hacer sus propias oraciones.<br />

53. Ahora, al <strong>de</strong>ciros que os elevéis espiritualmente, no borro <strong>de</strong><br />

vuestro corazón aquel<strong>la</strong> oración mo<strong>de</strong>lo, aquel<strong>la</strong> oración perfecta, sólo<br />

quiero que en vez <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>rme con los <strong>la</strong>bios lo hagáis con el<br />

pensamiento y que en lugar <strong>de</strong> concretaros a repetir una a una <strong>la</strong>s frases


que componen aquel<strong>la</strong> oración, os inspiréis en el<strong>la</strong>s para que los<br />

pensamientos que forméis en vuestro espíritu, lleven como el Padre<br />

Nuestro, amor, humildad, fe, respeto, conformidad y confianza en el<br />

Padre.<br />

54. Por ahora toca a vosotros meditar y estudiar lo que acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>ciros<br />

y no tratar <strong>de</strong> enseñárselo a nadie en tanto no podáis explicarlo<br />

<strong>de</strong>bidamente. Pensad que si dieseis a enten<strong>de</strong>r que una enseñanza<br />

espiritualista ha venido a borrar <strong>la</strong> oración que Cristo enseñó al mundo,<br />

seríais juzgados <strong>de</strong> herejes y esta Doctrina sería consi<strong>de</strong>rada como<br />

contraria a <strong>la</strong>s enseñanzas <strong>de</strong>l Divino Maestro.<br />

55. En cambio, si esperáis a que <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad brille en vuestro<br />

entendimiento y <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra fluya <strong>de</strong> vuestros <strong>la</strong>bios, fácilmente<br />

persuadiréis aun a aquellos que sin haber analizado mis enseñanzas<br />

repiten mis pa<strong>la</strong>bras, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales han hecho un hábito, una rutina, una<br />

práctica inútil, ya que jamás se han <strong>de</strong>tenido a meditar, en <strong>la</strong>s hermosas<br />

y profundas pa<strong>la</strong>bras que sus <strong>la</strong>bios pronuncian sin que su mente <strong>la</strong>s<br />

comprenda.<br />

56. Discípulos: al orar <strong>de</strong> espíritu a Espíritu, que es <strong>la</strong> meta <strong>de</strong> mis<br />

enseñanzas, todo vuestro ser se concentra en aquel acto para hab<strong>la</strong>r al<br />

Creador, con una voz que brota <strong>de</strong> todo vuestro ser, empleando al<br />

espíritu como emisario y como intérprete.<br />

57. Esta es <strong>la</strong> forma a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual podéis ofrecer a vuestro Padre<br />

un verda<strong>de</strong>ro tributo <strong>de</strong> adoración, <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> conocimiento, <strong>de</strong><br />

humildad, <strong>de</strong> acatamiento.<br />

58. No será <strong>la</strong> ciencia, ni <strong>la</strong>s doctrinas <strong>de</strong> estos tiempos, <strong>la</strong>s que os<br />

conduzcan a <strong>la</strong> paz, ni <strong>la</strong>s que os enseñen el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad,<br />

es indispensable que una luz venga <strong>de</strong> los cielos a iluminar vuestro<br />

entendimiento y a reve<strong>la</strong>ros el camino verda<strong>de</strong>ro.<br />

59. La ciencia, según <strong>la</strong> ha tomado el hombre, nunca podrá sensibilizar<br />

al corazón humano <strong>de</strong> tal manera que pudiera sentir y mirar lo<br />

espiritual.<br />

60. Debo <strong>de</strong>ciros, que podrían los hombres sentir mi presencia por<br />

medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, si su intención fuese <strong>la</strong> <strong>de</strong> buscarme en el fondo <strong>de</strong><br />

el<strong>la</strong>, pero me están mirando en cada maravil<strong>la</strong> que <strong>de</strong>scubren y a pesar<br />

<strong>de</strong> ello, como si estuviesen ciegos, me están negando.<br />

61. La Naturaleza, que el hombre escudriña ávidamente, hab<strong>la</strong> sin cesar<br />

<strong>de</strong> Mí, manifestando mi po<strong>de</strong>r, mi amor y mi justicia. <strong>El</strong> hombre sólo<br />

ambiciona saber y acumu<strong>la</strong>r po<strong>de</strong>r, sin contar con que el amor tiene que<br />

ser inspiración y principio <strong>de</strong> todas sus obras, como lo ha sido en <strong>la</strong>s<br />

obras <strong>de</strong>l Creador.<br />

62. ¿Veis cómo <strong>la</strong> Naturaleza, sus elementos y sus fuerzas hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong><br />

Mi? Pues el<strong>la</strong> se encargará <strong>de</strong> abrir los ojos <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad a <strong>la</strong><br />

verdad. De su seno brotarán lecciones a torrentes hasta hoy contenidas;


<strong>de</strong> sus entrañas surgirán voces <strong>de</strong> justicia, en los espacios habrá<br />

estremecimiento y los mundos que giran distantes mandarán también<br />

sus mensajes.<br />

63. Cuando todo esto sea y el hombre <strong>de</strong> ciencia con todo su po<strong>de</strong>r, se<br />

sienta impotente y pequeño para contener <strong>la</strong>s fuerzas <strong>de</strong>satadas, que<br />

siembran justicia por doquiera, retroce<strong>de</strong>rá horrorizado <strong>de</strong> su obra, y al<br />

fin exc<strong>la</strong>mará: "¡Señor, eres Tú, es tu presencia, es tu voz, es tu justicia<br />

<strong>la</strong> que está manifestándose"!<br />

64. Día <strong>de</strong> juicio, <strong>de</strong> temor y <strong>de</strong> arrepentimiento para muchos.<br />

65. <strong>El</strong> dolor será tan gran<strong>de</strong>, que formará tinieb<strong>la</strong>s en los hombres,<br />

como si un negro manto <strong>de</strong> luto y <strong>de</strong> tristeza les cubriese y será<br />

entonces cuando <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, surja <strong>la</strong> oración. Esa<br />

oración será súplica angustiosa <strong>de</strong>l hijo pródigo que llega arrastrándose,<br />

cansado y enfermo a <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> su Padre.<br />

66. ¡Bendito sea ese instante, en que los hombres al fin abran los ojos<br />

<strong>de</strong>l espíritu a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad, porque su pasado será perdonado y un<br />

nuevo sol bril<strong>la</strong>rá en su vida, transformándo<strong>la</strong>, regenerándo<strong>la</strong>,<br />

ennobleciéndo<strong>la</strong>!<br />

67. ¡Con qué respeto penetrará el hombre por los sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ciencia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que haya bebido hasta el fondo <strong>de</strong>l cáliz <strong>de</strong><br />

amargura! Y ¡Cuán nobles serán los propósitos e i<strong>de</strong>ales que le inspiren<br />

al investigar los misterios <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza!<br />

68. Después <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s se hará <strong>de</strong> nuevo <strong>la</strong> luz y con aquel<strong>la</strong><br />

c<strong>la</strong>ridad los hombres mirarán <strong>la</strong> vida a través <strong>de</strong> un sentido más<br />

espiritual y elevado, caerá <strong>la</strong> venda <strong>de</strong>l fanatismo religioso y sentirá <strong>la</strong><br />

humanidad mi presencia; esta Doctrina, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ser negada y<br />

perseguida, será tomada como verda<strong>de</strong>ra Reve<strong>la</strong>ción Divina y se<br />

exten<strong>de</strong>rá por todo el mundo afirmando a los hombres en el camino <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> luz, <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, <strong>de</strong>l bien y <strong>la</strong> justicia.<br />

69. ¿Por qué dudáis <strong>de</strong> tanta felicidad que os anuncio? ¿Es que todo lo<br />

que venga a vosotros ha <strong>de</strong> ser para empeorar o amargar<br />

in<strong>de</strong>finidamente vuestra existencia? No, pueblo, así como os pronostico<br />

los días <strong>de</strong> luto, <strong>de</strong> dolor, <strong>de</strong> amargura y miseria, también os profetizo<br />

los días en que retorne <strong>la</strong> luz a <strong>la</strong>s mentes, <strong>la</strong> paz a los corazones, <strong>la</strong><br />

esencia a los espíritus.<br />

70. Estáis tan acostumbrados a recibir un mal tras otro y una ca<strong>la</strong>midad<br />

tras otra, que ya no esperáis nada bueno, que ya no creéis en cambios<br />

favorables, es que habéis perdido <strong>la</strong> fe, mas si llegaseis a anhe<strong>la</strong>r<br />

vivamente que <strong>la</strong> humanidad vuelva a <strong>la</strong> senda <strong>de</strong>l bien y <strong>la</strong> fraternidad,<br />

sembrad vuestra pequeña simiente, contribuid con vuestro<br />

cumplimiento sin esperar a que otros se levanten para enseñaros a<br />

vosotros cómo <strong>de</strong>béis


71. Soy vuestro doctor, pueblo amado, en verdad os digo que nadie ve<strong>la</strong><br />

por vuestra salud como Yo, y nadie siente vuestro dolor como Yo lo<br />

siento.<br />

72. ¿Queréis sentir en este instante mi bálsamo bañando vuestro cuerpo<br />

y vuestro espíritu? Penetrad en oración, elevaos hacia Mí, purificad<br />

vuestro corazón y vuestra mente y sentiréis el bálsamo <strong>de</strong>l Doctor <strong>de</strong><br />

los Doctores.<br />

73. Os he dicho que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta vida, cuando hayáis recorrido el<br />

extenso camino <strong>de</strong>l espíritu, cuando hayáis cruzado el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

pruebas y esca<strong>la</strong>do vuestro monte calvario, estaréis en <strong>la</strong> Ciudad<br />

B<strong>la</strong>nca, <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra ciudad eterna <strong>de</strong>l espíritu, que siempre ha estado<br />

esperándoos. Allí no volveréis a experimentar dolor alguno, porque en<br />

aquel<strong>la</strong> mansión sólo habitan los espíritus cuando han llegado a <strong>la</strong><br />

perfección, y no olvidéis que el dolor, <strong>la</strong> enfermedad, <strong>la</strong>s miserias y <strong>la</strong>s<br />

vicisitu<strong>de</strong>s son propias <strong>de</strong> los espíritus imperfectos, que sufren para<br />

expiar o para apren<strong>de</strong>r.<br />

74. ¿Por qué no os unís aquí como hermanos, para que forméis, no os<br />

digo una Ciudad B<strong>la</strong>nca, pero si un b<strong>la</strong>nco hogar espiritual don<strong>de</strong><br />

podáis recibir a vuestro Padre? Yo pasaría <strong>de</strong> corazón en corazón<br />

fortaleciéndoos, sanándoos y acariciándoos: no diríais entonces que es<br />

mi sangre <strong>la</strong> que bebéis, sino mi esencia divina.<br />

75. Os amo, humanidad, y por eso jamás <strong>de</strong>jaré <strong>de</strong> ve<strong>la</strong>r por vuestros<br />

hijos; en aquel tiempo, habitando entre los hombres, me retiré al<br />

<strong>de</strong>sierto para orar, para pensar en quienes tanto amaba y por quienes iba<br />

al sacrificio por salvarles. Ahora os digo que también en lo invisible,<br />

allí don<strong>de</strong> no podéis aún penetrar, encuentro <strong>la</strong> soledad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> oro, velo y pienso en vosotros, a quienes, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

rescatar, os llevaré a mi Reino.<br />

76. ¡Hombres! No os dé vergüenza llorar, que también el l<strong>la</strong>nto es un<br />

don; orad, sois todos niños <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí, <strong>de</strong>jad correr <strong>la</strong>s lágrimas,<br />

<strong>de</strong>jad que salga el dolor y penetre <strong>la</strong> alegría.<br />

77. ¡Mujeres! Madres, doncel<strong>la</strong>s, niñas, Yo soy con vosotras y les doy<br />

mi caricia a cada corazón.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 267<br />

1. Amados párvulos que unís vuestro espíritu para esperar mi presencia<br />

entre vosotros, benditos seáis.<br />

2. Venís a buscar el fruto en el árbol <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y el fruto os doy a cada<br />

uno <strong>de</strong> vosotros.


3. La irradiación <strong>de</strong> mi amor es <strong>la</strong> brisa que mece estos árboles.<br />

4. La vida, discípulos, es el más hermoso y profundo libro que el<br />

Creador ha legado a sus hijos; pero es necesario apren<strong>de</strong>r a leer en él<br />

para encontrar cuantas bellezas y maravil<strong>la</strong>s encierra. ¿Quién mejor que<br />

Yo, el Divino Maestro, os puedo enseñar página por página y lección<br />

por lección el contenido <strong>de</strong> ese libro?<br />

5. Hace tiempo que permanecía abierto en una página, impidiendo<br />

vuestra indiferencia que os ofreciese una nueva lección. Estabais<br />

estancados; pero llegó el instante en que volvisteis vuestros ojos hacia<br />

el libro que hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, <strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad y <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y<br />

contemp<strong>la</strong>steis cómo el Maestro pasó <strong>la</strong> página ya conocida, para<br />

mostraros una nueva enseñanza.<br />

6. <strong>El</strong> conocimiento que imparte este libro, os prueba que vuestro pasado<br />

no fue estéril para vuestro espíritu, porque ya iluminados con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l<br />

saber, <strong>de</strong>scubrís el porqué <strong>de</strong> muchas enseñanzas, encontráis el sentido<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> Dios que existe en todo lo creado.<br />

7. Dichosos los espíritus que en su <strong>la</strong>rgo camino han cruzado ya los<br />

extensos <strong>de</strong>siertos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas que han pasado, <strong>la</strong>s encrucijadas <strong>de</strong>l<br />

sen<strong>de</strong>ro, y han <strong>de</strong>jado atrás <strong>la</strong>s tenebrosas selvas, con sus acechanzas y<br />

sus peligros. Los que han pasado <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas, serán los que con<br />

mayor c<strong>la</strong>ridad comprendan mi pa<strong>la</strong>bra y los que difícilmente puedan<br />

caer en un abismo.<br />

8. <strong>El</strong> libro que existe en cada uno <strong>de</strong> vosotros también es gran<strong>de</strong>.<br />

¿Compren<strong>de</strong>réis <strong>de</strong> qué libro os hablo? Del que se refiere a vuestro<br />

pasado, <strong>de</strong> todo lo que ha vivido vuestro espíritu, y cuya historia crece<br />

día a día. Cuando estéis en mi seno gozaréis repasándolo y viendo<br />

cuánto luchasteis para esca<strong>la</strong>r <strong>la</strong> Montaña espiritual <strong>de</strong> vuestro<br />

perfeccionamiento.<br />

9. Ahora vivís una época <strong>de</strong> dolor y es indispensable que comprendáis<br />

su sentido, porque así llegaréis a compren<strong>de</strong>r que <strong>la</strong> acción <strong>de</strong>l dolor<br />

sobre los pecadores, es purificadora. Más tar<strong>de</strong> todos sabréis que tengo<br />

<strong>de</strong>stinada para cada uno <strong>de</strong> mis hijos una vestidura, pero que para<br />

poseer<strong>la</strong> es necesario que <strong>la</strong>véis el vaso por <strong>de</strong>ntro y por fuera hasta<br />

quedar limpio. ¿Sabéis cuál es esa vestidura? Yo os lo diré; esa<br />

vestidura es <strong>la</strong> verdad.<br />

10. ¿Quién pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que no está capacitado para ser mi discípulo, o<br />

que no se encuentra fuerte para llevar mi mensaje a <strong>la</strong> humanidad,<br />

pretextando que no tiene experiencia, que ha vivido poco o que no ha<br />

comprendido a sus hermanos?<br />

11. No, mis pequeños, no habéis vivido poco, ni es poco lo que habéis<br />

experimentado, <strong>la</strong> duda y <strong>la</strong> <strong>de</strong>sconfianza provienen <strong>de</strong> <strong>la</strong> envoltura,<br />

provienen <strong>de</strong>l corazón que f<strong>la</strong>quea porque ignora <strong>la</strong> fortaleza y <strong>la</strong> luz<br />

que su espíritu ha recogido en el trayecto.


12. ¿Qué sabéis <strong>de</strong> vuestro pasado y hasta dón<strong>de</strong> se remonta vuestro<br />

origen? ¿Qué sabéis <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> venís, por dón<strong>de</strong> habéis pasado y a dón<strong>de</strong><br />

os dirigís?<br />

13. Nadie se crea pequeño ni se juzgue ignorante habiendo llegado a<br />

este Tercer Tiempo, y menos vosotros a quienes he l<strong>la</strong>mado<br />

primogénitos.<br />

14. ¿Por qué teméis al futuro? ¿Vais a <strong>de</strong>saprovechar toda <strong>la</strong><br />

experiencia que ha acumu<strong>la</strong>do vuestro espíritu en el pasado? ¿Vais a<br />

<strong>de</strong>jar <strong>la</strong> siembra sin recoger <strong>la</strong> cosecha? No, discípulos, pensad que<br />

nadie pue<strong>de</strong> torcer su <strong>de</strong>stino, pero si retardar <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> su triunfo y<br />

aumentar <strong>la</strong>s penas que <strong>de</strong> por si existen en el sen<strong>de</strong>ro.<br />

15. Mientras no estéis persuadidos <strong>de</strong> esta verdad, no os enviaré con <strong>la</strong><br />

Buena Nueva a <strong>la</strong>s comarcas y a <strong>la</strong>s naciones, porque no tendríais<br />

firmeza en vuestras pa<strong>la</strong>bras y el mundo no podría reconoceros como<br />

emisarios <strong>de</strong> Cristo.<br />

16. Os estoy acercando hacia el culto simple, espiritual y sencillo, para<br />

que en vez <strong>de</strong> ocuparos y per<strong>de</strong>r tiempo en prácticas externas, os<br />

concretéis a cumplir con lo esencial, que ya os he dicho infinitas<br />

ocasiones es <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad.<br />

17. La infancia y <strong>la</strong> adolescencia espiritual ya <strong>la</strong>s habéis pasado y hoy<br />

os encontráis ante los umbrales <strong>de</strong> una nueva edad, en <strong>la</strong> que<br />

alcanzaréis <strong>la</strong> madurez que es plenitud.<br />

18. Pocos son los que me escuchan, pocos son, por lo tanto, los que lo<br />

saben. Mirad a esta humanidad, viviendo en el Tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y<br />

tropezando y cayendo como si caminase entre tinieb<strong>la</strong>s. Probad su<br />

cáliz, mirad sus heridas, sentid su <strong>de</strong>sconsuelo, asomaos a su espíritu y<br />

si tenéis caridad y amor hacia vuestros hermanos, lloraréis <strong>de</strong> dolor y os<br />

sentiréis llenos <strong>de</strong> piedad, entonces surgirá <strong>de</strong> vuestro corazón un<br />

impulso noble y elevado que os moverá a ser los sembradores<br />

incansables <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> bálsamo y <strong>de</strong> luz; pero si os seguís ocultando<br />

tímidamente <strong>de</strong> <strong>la</strong>s miradas <strong>de</strong>l mundo, ¿Creéis que vuestro corazón<br />

llegue a sensibilizarse y a acriso<strong>la</strong>rse en el sentimiento <strong>de</strong> piedad hacia<br />

vuestros semejantes?<br />

19. ¿Queréis conquistar espíritus? Llegad con el bálsamo <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra<br />

y con <strong>la</strong> unción <strong>de</strong> vuestra caridad.<br />

20. No tratéis <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar a nadie que sus creencias o sus ritos son<br />

imperfectos, porque el resultado será negativo. Llegad hasta el<br />

necesitado, buscad el origen <strong>de</strong> su dolor y conso<strong>la</strong>dle, entonces veréis<br />

cómo <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios brota una confesión sincera, diciéndoos que sois<br />

portadores <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

21. De cierto os digo que Yo también estoy más cerca <strong>de</strong> mis hijos en<br />

los instantes <strong>de</strong> su dolor, en el momento <strong>de</strong> su amargura, que en los<br />

mismos ritos y ceremonias que en mi honor celebran, porque en medio


<strong>de</strong>l dolor surge <strong>la</strong> invocación llena <strong>de</strong> verdad y en <strong>la</strong> ceremonia está <strong>la</strong><br />

tradición, <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l hábito, <strong>la</strong> rutina y hasta <strong>la</strong> vanidad.<br />

22. Ha llegado el tiempo en que todos escuchéis <strong>de</strong> nuevo mi pa<strong>la</strong>bra<br />

hablándoos con toda c<strong>la</strong>ridad, porque mi misión es <strong>la</strong> <strong>de</strong> salvaros, mas<br />

no <strong>la</strong> <strong>de</strong> encubrir vuestros errores.<br />

23. Es menester que todo vuelva a su primitiva verdad y para ello se<br />

suscitará <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as entre <strong>la</strong> humanidad. En medio <strong>de</strong>l<br />

materialismo que reina en este mundo surgirán hombres con gran<strong>de</strong>s<br />

inspiraciones y esas luces serán <strong>la</strong>s señales precursoras <strong>de</strong>l<br />

establecimiento <strong>de</strong>l Espiritualismo en <strong>la</strong> Tierra.<br />

24. Vi<strong>de</strong>ntes, profetas, iluminados e inspirados. Todos anunciarán a <strong>la</strong><br />

humanidad mi presencia en Espíritu, tendrán <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> colocar los<br />

cimientos para <strong>la</strong> edificación <strong>de</strong>l Templo <strong>de</strong>l Señor, el Templo formado<br />

con corazones, no con piedras, en cuyo interior arda <strong>la</strong> f<strong>la</strong>ma <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe.<br />

25. Ese templo será grandioso y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> él contemp<strong>la</strong>réis el santuario que<br />

mi omnipotencia formó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, para que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> él<br />

morasen todos mis hijos.<br />

26. Hoy, que contempláis tanta dureza en los corazones, que veis el<br />

arraigo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tradiciones y <strong>de</strong>l fanatismo en el corazón <strong>de</strong> los hombres,<br />

os parece casi imposible su regeneración, su transformación y que<br />

llegue a establecerse <strong>la</strong> doctrina <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad; sin embargo, Yo<br />

os digo que estando todos <strong>de</strong>stinados a llegar a Mi para habitar en <strong>la</strong> luz<br />

y conocer <strong>la</strong> verdad, no podría <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> cumplirse mi voluntad y que en<br />

vez <strong>de</strong> salvaros os tuvieseis que per<strong>de</strong>r. Meditad en esto y<br />

compren<strong>de</strong>réis que vuestro mal, que son vuestras imperfecciones,<br />

aunque dura<strong>de</strong>ras, pasarán.<br />

27. Gran<strong>de</strong> es <strong>la</strong> prueba que pesa en <strong>la</strong> humanidad, vuestra intuición os<br />

dice que el mundo se hal<strong>la</strong> bajo mi divina justicia, que <strong>la</strong> soberbia <strong>de</strong><br />

los hombres ha sido tocada por el Padre y que <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> esa justicia<br />

aumenta cada día; pero mirad cómo el hombre no ce<strong>de</strong> en su orgullo,<br />

no confiesa sus faltas, no se arrepiente ante <strong>la</strong> Divina Justicia. <strong>El</strong>los<br />

mismos prolongan el tiempo <strong>de</strong> amargura y arrastran a los abismos a<br />

muchos inocentes. ¿Hasta cuándo durará este tiempo <strong>de</strong> dolor? Hasta<br />

que los hombres abran sus ojos a <strong>la</strong> verdad y se inclinen ante el único<br />

po<strong>de</strong>r que existe que soy Yo.<br />

28. Pueblo: ¿No os sentís dichosos <strong>de</strong> saber el por qué <strong>de</strong> cuanto<br />

acontece en vuestro <strong>de</strong>rredor y <strong>de</strong> haber encontrado los medios <strong>de</strong><br />

contribuir a <strong>la</strong> salvación y a <strong>la</strong> paz <strong>de</strong> vuestros hermanos?<br />

29. Si experimentáis esa dicha, es que habéis comprendido mi pa<strong>la</strong>bra y<br />

sabréis <strong>de</strong>sempeñar con amor vuestra <strong>de</strong>licada misión.<br />

30. Des<strong>de</strong> 1866 hasta 1950 mi pa<strong>la</strong>bra, esta luz <strong>de</strong>l espíritu, ha estado<br />

vibrando sobre vosotros en <strong>la</strong> misma forma que miráis. Durante ese<br />

tiempo muchos entendimientos han <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do sus dones, se han


preparado hombres y mujeres que han venido a formar el cuerpo <strong>de</strong> mis<br />

servidores, <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos.<br />

31. A través <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> mis escogidos se ha manifestado mi<br />

Espíritu, mas ¿Podríais creer que estas criaturas por quienes ha hab<strong>la</strong>do<br />

el Maestro, están plenamente conscientes <strong>de</strong> lo que ha brotado <strong>de</strong> sus<br />

<strong>la</strong>bios? Yo os digo que aunque ellos sienten que es algo infinito lo que<br />

a sus entendimientos ha <strong>de</strong>scendido, no es posible que valoricen, ni<br />

conciban <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za, <strong>la</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo que sin saber, han dicho<br />

sus <strong>la</strong>bios.<br />

32. Después <strong>de</strong> 1950 o sea <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida, este pueblo dará a<br />

conocer mi Obra a <strong>la</strong> humanidad, pero no conforme a <strong>la</strong> voluntad<br />

humana, sino a mi voluntad. Estos portavoces por quienes he hab<strong>la</strong>do,<br />

en el instante <strong>de</strong> expresar mi vibración, no han sido capaces <strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>r lo que han vertido sus bocas, mañana se asombrarán al<br />

comprobar el cumplimiento <strong>de</strong> mis profecías, <strong>de</strong> todo aquello que Yo, a<br />

través <strong>de</strong> ellos anuncié. Entonces, los que siempre fueron fervientes<br />

abrazarán su misión con amor más gran<strong>de</strong> y los que a veces faltaban a<br />

<strong>la</strong> fe, caerán arrepentidos <strong>de</strong> haber dudado por instantes, su fe se<br />

encen<strong>de</strong>rá y me serán fieles hasta el fin.<br />

33. Alguien en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> multitud que me escucha, me pregunta:<br />

"Maestro ¿Es posible que haya quien siendo tu portavoz y estando tu<br />

Rayo posado en su entendimiento, du<strong>de</strong> <strong>de</strong> que seas Tú el que por su<br />

conducto se está manifestando?" A lo cual Yo os digo que si, que hay<br />

quienes han vivido en duda siendo mis portavoces y hasta en el instante<br />

mismo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación, han dudado; sin embargo, cuán gran<strong>de</strong> ha<br />

sido <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong> verdad y el consuelo que han vertido aquellos<br />

pobres <strong>la</strong>bios transfigurados en el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rramarse en ellos <strong>la</strong><br />

inspiración.<br />

34. ¿Por qué creéis que ha sido gran<strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza al <strong>de</strong>sbordarme en<br />

ellos? Porque han sido los más atormentados, los que en muchas<br />

ocasiones se han esforzado más en elevarse para encontrar <strong>la</strong> mejor<br />

forma para cumplirme, porque son los que con más limpi<strong>de</strong>z se acercan<br />

a Mí, siempre buscando hacerse dignos <strong>de</strong>l cargo que llevan.<br />

35. Cuántas veces su duda proviene <strong>de</strong> su humildad, porque son los que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante en que les consagré para este servicio, se sintieron<br />

turbados y se preguntaron pero ¿Es posible que yo, pequeña criatura,<br />

indigno pecador, insignificante ser, haya sido elegido por Dios para una<br />

misión tan gran<strong>de</strong>?<br />

36. ¿Veis más allá <strong>de</strong> esa duda, el amor y el temor <strong>de</strong> esos mis<br />

pequeños? ¿Comprendéis ahora por qué hay quienes du<strong>de</strong>n y por qué a<br />

pesar <strong>de</strong> ello, Yo me <strong>de</strong>rramo por su conducto?<br />

37. Cuántas veces el portavoz que tiene fe en mi presencia, se conforma<br />

con ello y no pone en su preparación el sentimiento para inspirarse, <strong>de</strong>


lo cual resulta su expresión fría o monótona, como también el que se ha<br />

<strong>de</strong>jado dominar por <strong>la</strong> vanidad ha sido siempre el más pobre en esencia<br />

y el más escaso <strong>de</strong> luz.<br />

38. Mi manifestación más perfecta, más completa, <strong>la</strong> habéis obtenido a<br />

través <strong>de</strong> aquellos portavoces que en una entrega absoluta hacia su<br />

Maestro, en un éxtasis <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> humildad ante <strong>El</strong>, se han<br />

<strong>de</strong>sprendido <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> <strong>la</strong> envoltura con el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> ser útiles, con<br />

el pensamiento puesto en sus hermanos necesitados <strong>de</strong> luz. ¡Cuán pocos<br />

han sabido prepararse y recibirme así!<br />

39. ¿No habéis <strong>de</strong>scubierto en el pe<strong>de</strong>stal inspirado una<br />

transfiguración? En los instantes culminantes <strong>de</strong> <strong>la</strong> cátedra, ¿No habéis<br />

tenido <strong>la</strong> sensación espiritual <strong>de</strong>l centellear <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz divina a través <strong>de</strong><br />

aquellos <strong>la</strong>bios? Esas son <strong>la</strong>s horas en que se han escrito <strong>la</strong>s páginas<br />

más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Tercer Testamento.<br />

40. Benditos seáis vosotros que unís vuestros espíritus en los tiempos<br />

<strong>de</strong> prueba. Des<strong>de</strong> el primero hasta el último, todos estáis siendo<br />

tocados, a fin <strong>de</strong> que no durmáis ni caigáis en tentación.<br />

41. Se acerca ya <strong>la</strong> hora en que os dé mi última lección y <strong>de</strong>béis estar<br />

preparados para ese día, porque os pediré vuestra primera cosecha y allí<br />

mismo os daré <strong>la</strong> simiente y <strong>la</strong> enseñanza para que prosigáis cultivando<br />

mis tierras.<br />

42. Mientras unos compren<strong>de</strong>n el significado <strong>de</strong> sus pruebas y van<br />

bendiciendo mi voluntad, otros ignoran el por qué <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s y se rebe<strong>la</strong>n.<br />

43. Acordaos que hace tiempo os estuve anunciando estos días en que<br />

se <strong>de</strong>satarán torbellinos y en el seno <strong>de</strong> vuestro pueblo habría caos.<br />

44. Muy pocos fueron los que tuvieron presente mi pa<strong>la</strong>bra y ve<strong>la</strong>ron,<br />

imitando a <strong>la</strong>s vírgenes pru<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> mi parábo<strong>la</strong>; los más se olvidaron<br />

<strong>de</strong> mis profecías y se <strong>de</strong>jaron sorpren<strong>de</strong>r, dando facilidad a que <strong>la</strong><br />

confusión se enseñorease en ellos.<br />

45. Este es el vendaval que anuncié como lo hizo el Bautista, en quien<br />

encarnó <strong>El</strong>ías, que vendría a echar por tierra todo árbol malo y a<br />

arrancar <strong>de</strong> los buenos <strong>la</strong>s hojas secas o el fruto vano.<br />

46. ¿Pasará esta confusión? Me preguntáis angustiados, y Yo os digo,<br />

que sí; pero antes mucho tendréis que luchar y llorar.<br />

47. A quienes verda<strong>de</strong>ramente anhelen el tributo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong><br />

unificación. Yo les digo que perseveren en <strong>la</strong> oración, en el estudio <strong>de</strong><br />

mi pa<strong>la</strong>bra y en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> lo que os he enseñado. Que no se haga<br />

vuestra voluntad, sino <strong>la</strong> mía y en verdad triunfaréis.<br />

48. Yo daré el triunfo a los que vayan en pos <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad, a los<br />

que aparten <strong>de</strong> su corazón hasta el último rastro <strong>de</strong> materialismo e<br />

ido<strong>la</strong>tría, a los que obe<strong>de</strong>zcan mi voluntad e interpreten bien mi<br />

Doctrina. Les fortaleceré a unos y a otros y así, meditando y


preparándose, aguar<strong>de</strong>n el momento propicio para hab<strong>la</strong>r y <strong>de</strong>cir: "Esta<br />

es <strong>la</strong> Obra <strong>de</strong>l Padre". "Este es el Espiritualismo".<br />

49. Yo me manifestaré entre ellos en los momentos precisos <strong>de</strong> su<br />

estudio y <strong>de</strong> sus meditaciones, concediéndoles nuevas reve<strong>la</strong>ciones<br />

como aliciente para perseverar en el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

50. Durante el tiempo <strong>de</strong> mi comunicación, habéis <strong>de</strong>sempeñado<br />

diversas misiones, algunas <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s en el interior <strong>de</strong> estos recintos y<br />

otras en don<strong>de</strong> quiera que habéis sido solicitados. A cada una <strong>de</strong> esas<br />

misiones he dado un nombre diferente y así ha habido guías,<br />

portavoces, faculta<strong>de</strong>s y otros nombramientos más.<br />

51. Yo quiero que al cesar mi manifestación y <strong>la</strong> <strong>de</strong>l mundo espiritual,<br />

al final <strong>de</strong> 1950, <strong>de</strong>saparezcan <strong>de</strong> entre vosotros esos nombramientos<br />

que habéis tenido y os aproximéis más los unos a los otros, para que<br />

nadie se crea superior y nadie se sienta inferior.<br />

52. Para aquel tiempo no necesitaréis en absoluto <strong>de</strong> esos nombres. No<br />

seréis menos respetados o amados porque <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> ostentar dicha<br />

misión, lo esencial es que perseveréis en <strong>la</strong> verdad, y que vuestras obras<br />

<strong>de</strong> amor merezcan <strong>la</strong> gratitud <strong>de</strong> vuestros hermanos.<br />

53. A todo el pueblo le digo que el más alto y hermoso titulo que posee<br />

el hombre, es el <strong>de</strong> "Hijo <strong>de</strong> Dios", aunque es preciso merecerlo. Esa es<br />

<strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley y <strong>la</strong>s Enseñanzas: inspiraros el conocimiento <strong>de</strong><br />

mi verdad para que podáis haceros dignos hijos <strong>de</strong> aquel Padre Divino<br />

que es <strong>la</strong> suma perfección.<br />

54. Con esta pa<strong>la</strong>bra os aliento a que sigáis avanzado con firmeza en <strong>la</strong><br />

senda trazada por Mí.<br />

55. Así os conforto en estas horas <strong>de</strong> prueba para que no <strong>de</strong>smayéis ni<br />

<strong>de</strong>jéis extinguir vuestra fe.<br />

56. Dejad en Mí, a través <strong>de</strong> vuestra oración, ese caudal <strong>de</strong><br />

sufrimientos, <strong>de</strong> inquietu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> anhelos y peticiones que encierra<br />

vuestro corazón.<br />

57. Todo lo sé, todo llega a Mí, mas Yo os iré dando según mi voluntad<br />

y cuando sea el instante indicado.<br />

58. Si sobre <strong>la</strong>s flores hago <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r el rocío, ¿Cómo no he <strong>de</strong> enviar<br />

mi efluvio a vuestro espíritu? 5<br />

59. Aquí me tenéis en esencia, revelándoos el nuevo mensaje.<br />

60. Yo vengo en este tiempo enseñando <strong>la</strong> espiritualidad, <strong>la</strong> que vendrá<br />

a sustituir al falso amor que los hombres me han profesado.<br />

61. Os estoy dando oportunidad <strong>de</strong> amarme verda<strong>de</strong>ramente,<br />

sirviéndoos y amándoos para que mi ejemplo os enseñe a amaros los<br />

unos a los otros, <strong>de</strong>mostrándoos que no es preciso dar una moneda para<br />

practicar <strong>la</strong> caridad, haciéndoos compren<strong>de</strong>r que el que se crea más<br />

pobre, tiene un caudal inagotable <strong>de</strong> bienes que ofrecer a sus hermanos.


62. Ese campo tan gran<strong>de</strong> don<strong>de</strong> podéis sembrar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l amor, ha<br />

recibido el nombre <strong>de</strong> campiña espiritual, en <strong>la</strong> que os invito a trabajar<br />

a todos para que veáis surgir vuestros dones al <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rlos en <strong>la</strong><br />

práctica <strong>de</strong>l bien.<br />

63. Os he dotado <strong>de</strong> inspiración, <strong>de</strong> bálsamo curativo, <strong>de</strong> intuición, <strong>de</strong><br />

fortaleza espiritual y <strong>de</strong> paz, pero también he confiado diversas<br />

misiones entre mis oyentes Unos han tenido <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> recibir en su<br />

mente mi luz y transmitir<strong>la</strong> por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, otros han tenido el<br />

don <strong>de</strong> recibir al mundo espiritual a través <strong>de</strong>l entendimiento: a otros<br />

les ha sido dado contemp<strong>la</strong>r algo <strong>de</strong>l Más Allá y algo <strong>de</strong>l futuro a través<br />

<strong>de</strong>l don <strong>de</strong> <strong>la</strong> vi<strong>de</strong>ncia, o sea <strong>la</strong> mirada espiritual.<br />

64. También algunos han recibido el don <strong>de</strong>l análisis y otros más el don<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra.<br />

65. Des<strong>de</strong> que se inició mi comunicación por el entendimiento humano,<br />

quise que fueseis poniendo en práctica vuestros dones y que fueseis<br />

dando principio a vuestra misión espiritual, para que al llegar el día <strong>de</strong><br />

mi partida, hubieseis recorrido parte <strong>de</strong>l camino y no fueseis a sentiros<br />

débiles para iniciaros en cumplir tan <strong>de</strong>licado mandato.<br />

66. Algunos han sabido interpretar <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a divina y se han esforzado por<br />

llevar<strong>la</strong> al cumplimiento; pero también los hay, y estos son en su mayor<br />

parte, los que han equivocado el sentido <strong>de</strong> esta Obra.<br />

67. Estos son los errores que vengo a rec<strong>la</strong>mar a este pueblo, porque no<br />

quiero que <strong>la</strong> humanidad venga a bur<strong>la</strong>rse <strong>de</strong> quienes por tanto tiempo<br />

han sido doctrinados.<br />

68. ¿Para qué materializarme <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>ndo cada uno <strong>de</strong> los errores que se<br />

han cometido y se cometen en vuestras prácticas? Vuestra conciencia y<br />

el consejo <strong>de</strong>l mundo Espiritual bastaran para que no carezcáis <strong>de</strong><br />

correcciones y enseñanzas.<br />

69. Yo os digo que quienes amen mi Obra más <strong>de</strong>sinteresadamente,<br />

serán los que más pronto <strong>de</strong>jen sus prácticas materiales y los que más<br />

fácilmente corrijan sus yerros, porque siempre han estado ansiosos <strong>de</strong><br />

mejoramiento espiritual y no significará para ellos ningún sacrificio<br />

suprimir sus prácticas habituales, sabiendo que van a dar un paso hacia<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte. En cambio, el que ha buscado por medio <strong>de</strong> formas, prácticas<br />

y ritos crearse una personalidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi Obra, medio <strong>de</strong> vida o<br />

ha<strong>la</strong>gos para su vanidad, ese tendrá que luchar mucho consigo mismo<br />

para po<strong>de</strong>r renunciar a lo que para él significa <strong>la</strong> Obra Espiritual, sin<br />

serlo, porque en mi Obra sólo <strong>de</strong>béis aceptar lo puro, lo elevado, lo<br />

perfecto, mas, todo aquello que guarda impureza, materialidad y<br />

falsedad, eso es obra humana.<br />

70. ¿Hasta cuándo compren<strong>de</strong>réis <strong>la</strong> esencia y finalidad <strong>de</strong> esta Obra?<br />

¿Hasta cuándo compren<strong>de</strong>réis que por ser mía y por haberos sido<br />

confiada, <strong>de</strong>béis respetar<strong>la</strong> tal cual es, sin añadirle nada vuestro?


71. ¡Oh pueblo amado! Os he sacado <strong>de</strong> <strong>la</strong> escoria hacia <strong>la</strong> luz, mas ya<br />

muchos que insisten en vivir entre <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s. A éstos les tendrán que<br />

sorpren<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s pruebas que ya asoman en <strong>la</strong> lejanía.<br />

72. Como Padre y como Maestro he cumplido entre vosotros, al pueblo<br />

le correspon<strong>de</strong> orar, meditar y practicar según <strong>la</strong> voluntad divina.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 268<br />

1. Amados discípulos: cuando mi pa<strong>la</strong>bra haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> escucharse en<br />

el día marcado por Mi, tened cuidado <strong>de</strong> no dormir para el<br />

cumplimiento, porque vuestras faculta<strong>de</strong>s se entorpecerán. Tened<br />

presente que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día en que <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> oírme, va a comenzar para<br />

vosotros un nuevo <strong>de</strong>sarrollo por medio <strong>de</strong>l cual alcanzaréis <strong>la</strong><br />

comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu.<br />

2. Vuestra sensibilidad tendrá que ser cada día más elevada para que en<br />

vuestra inspiración sintáis mi presencia y pronto llenéis el vacio que en<br />

vosotros <strong>de</strong>jará <strong>la</strong> ausencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

3. Si algunos cayesen en esa f<strong>la</strong>queza <strong>de</strong> que os hablo, recordad esta<br />

enseñanza, para que al momento os entreguéis a <strong>la</strong> oración. Orando<br />

recordaréis mis pa<strong>la</strong>bras que habían quedado guardadas en vuestro<br />

espíritu y con gozo veréis reaparecer vuestros dones que creíais haber<br />

perdido para siempre.<br />

4. No temáis, que si en verdad oráis, os libraréis <strong>de</strong> toda tentación.<br />

5. Pueblo: si habéis vencido en <strong>la</strong>s pruebas que os impedían <strong>la</strong> libertad<br />

<strong>de</strong>l espíritu, no vayáis a crearos una nueva prueba con vuestra<br />

<strong>de</strong>sobediencia, que vaya a <strong>de</strong>tener <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> vuestro espíritu.<br />

6. Pensad que ya se acerca <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> vuestro testimonio y que por eso<br />

<strong>de</strong>béis prepararos cuidadosamente para ser mis verda<strong>de</strong>ros testigos.<br />

7. La humanidad no sabe que he estado entre vosotros, que he venido a<br />

manifestarme espiritualmente en el seno <strong>de</strong> una humil<strong>de</strong> reunión <strong>de</strong><br />

hombres y mujeres. Cuando conozca mi mensaje, será porque mi<br />

pa<strong>la</strong>bra ya habrá <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> oírse por los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong> mis portavoces.<br />

8. No es mi voluntad que todos los pueblos me escuchen en esta forma,<br />

porque no todos estarían dispuestos a recibirme así. Será más fácil para<br />

ellos recibir el mensaje a través <strong>de</strong> quienes fueron testigos <strong>de</strong> mi nueva<br />

reve<strong>la</strong>ción y creer en su testimonio, que si hubiesen contemp<strong>la</strong>do al<br />

portavoz en éxtasis entregando mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

9. Precisamente esa es <strong>la</strong> misión que espera a este pueblo; <strong>la</strong> <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r<br />

con verdad y espiritualidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s lecciones y<br />

enseñanzas que espiritualmente recibieron <strong>de</strong> su Maestro.


10. Existen pueblos cuyo espíritu está dormido para mis lecciones,<br />

porque se han consagrado tan sólo al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente, son los<br />

pueblos que rin<strong>de</strong>n culto a <strong>la</strong> ciencia; otros, cuyas doctrinas<br />

materialistas han convertido al espíritu en esc<strong>la</strong>vo <strong>de</strong>l mundo, son los<br />

que sueñan con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra; también hay pueblos que, aunque<br />

religiosos, no tienen <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> cristiana que es el cimiento para <strong>la</strong><br />

espiritualidad que he venido a enseñaros en este tiempo.<br />

11. Todos esos pueblos son a semejanza <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s tierras que el Señor<br />

va a confiar a sus <strong>la</strong>briegos; pero antes <strong>de</strong> que mi Nuevo Mensaje<br />

llegue al mundo, cada pueblo y cada nación tendrá una preparación. A<br />

unos les tocará <strong>la</strong> guerra, a otros <strong>la</strong> confusión <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as; mas cuando se<br />

encuentren ansiosos <strong>de</strong> luz, ávidos <strong>de</strong> verdad y <strong>de</strong> paz, esa será <strong>la</strong> hora<br />

seña<strong>la</strong>da para que mis sembradores lleguen a exten<strong>de</strong>r con amor y<br />

caridad <strong>la</strong> divina semil<strong>la</strong> que se les confió.<br />

12. También hay pueblos que primero <strong>de</strong>berán tener conocimiento <strong>de</strong> lo<br />

que fue mi venida en el Segundo Tiempo y lo que reve<strong>la</strong>ron mi pa<strong>la</strong>bra<br />

y mis obras, para que puedan recibir mi Nuevo Mensaje como <strong>la</strong><br />

Reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l Tercer Tiempo.<br />

13. Tiempos <strong>de</strong> lucha, <strong>de</strong> confusión y <strong>de</strong> purificación vivirá <strong>la</strong><br />

humanidad antes <strong>de</strong> que llegue <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong> espiritualidad y <strong>la</strong> libertad<br />

verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> culto y <strong>de</strong> fe.<br />

14. Israel: estáis recordando <strong>la</strong> entrada triunfal <strong>de</strong>l Maestro en <strong>la</strong> ciudad<br />

<strong>de</strong> Jerusalén. A través <strong>de</strong> los tiempos habéis conservado en vuestro<br />

corazón mis ejemplos y eso os ha servido para que ahora, que vivís en<br />

el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, encontréis el contenido infinito <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s<br />

enseñanzas.<br />

15. La Tierra no conserva huel<strong>la</strong> alguna <strong>de</strong> mi paso, porque borré toda<br />

señal, quise que mi huel<strong>la</strong> quedara p<strong>la</strong>smada en <strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong> mis<br />

hijos, que aquel camino <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> luz y sacrificio bril<strong>la</strong>se en lo más<br />

puro <strong>de</strong> cada hombre.<br />

16. La sangre selló mi obra en el mundo para que su recuerdo fuese<br />

imborrable y ya veis: cerca <strong>de</strong> dos mil años hace que fui entre vosotros<br />

y recordáis mi pasión como si hubiese sido ayer. Yo os bendigo, porque<br />

en vosotros se cumple aquel<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que dice que "una so<strong>la</strong> semil<strong>la</strong><br />

no se pier<strong>de</strong> porque tar<strong>de</strong> o temprano tendrá que germinar".<br />

17. Triunfalmente me recibieron <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s al penetrar en <strong>la</strong> ciudad<br />

<strong>de</strong> Jerusalén. De <strong>la</strong>s al<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s comarcas llegaron en turbas,<br />

hombres, mujeres y niños para mirar <strong>la</strong> entrada <strong>de</strong>l Maestro en <strong>la</strong><br />

ciudad. Eran los que habían recibido el prodigio y <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios. Ciegos que ya veían, mudos que ahora podían cantar.<br />

¡Hosanna! Paralíticos que habían <strong>de</strong>jado el lecho para venir presurosos<br />

a contemp<strong>la</strong>r al Maestro en <strong>la</strong> Fiesta Pascual.


18. Yo sabia que ese triunfo era momentáneo, ya había anticipado a mis<br />

discípulos lo que luego había <strong>de</strong> acontecer. Era apenas el principio <strong>de</strong><br />

mi lucha y ahora a mucha distancia <strong>de</strong> ese acontecimiento, os digo que<br />

<strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi verdad sigue en lucha con <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia, <strong>de</strong>l<br />

pecado y <strong>la</strong> impostura, por lo que <strong>de</strong>bo añadir que mi triunfo absoluto<br />

no ha llegado aún.<br />

19. ¿Cómo podéis creer que aquel<strong>la</strong> entrada en Jerusalén haya<br />

significado el triunfo <strong>de</strong> mi Causa, si eran unos cuantos los que se<br />

habían convertido y eran muchos los que ignoraban quién era Yo?<br />

20. Y aunque aquel<strong>la</strong> humanidad se hubiese convertido toda a mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, ¿No quedaban muchas generaciones por venir?<br />

21. Aquel instante <strong>de</strong> júbilo, aquel<strong>la</strong> entrada fugazmente triunfal, fue<br />

sólo <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, <strong>de</strong>l bien, <strong>la</strong> verdad, el amor y <strong>la</strong><br />

justicia, día que <strong>de</strong>berá llegar y al cual estáis invitados todos, sabed que<br />

si uno solo <strong>de</strong> mis hijos se encontrase fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong> Nueva Jerusalén, no<br />

habría fiesta, porque no podría Dios hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> triunfo, no podrá celebrar<br />

su victoria si su po<strong>de</strong>r no hubiese sido capaz <strong>de</strong> salvar al último <strong>de</strong> sus<br />

hijos.<br />

22. Ahora, en este tiempo, vosotros que habéis sentido mi presencia y<br />

escuchando mi pa<strong>la</strong>bra, disponéis y enga<strong>la</strong>náis vuestro espíritu, para<br />

que Yo penetre en vuestro corazón como si él fuese <strong>la</strong> ciudad que me<br />

recibe. Yo os bendigo por vuestra preparación y os digo que estáis<br />

cumpliendo con <strong>la</strong> espiritualidad, pero que no toméis vuestra<br />

conmemoración como si en realidad fuese ya <strong>la</strong> celebración <strong>de</strong>l triunfo<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

23. Este es sólo el principio <strong>de</strong> un nuevo tiempo <strong>de</strong> lucha, <strong>de</strong> un triunfo<br />

<strong>de</strong>finitivo para <strong>la</strong> salvación, <strong>la</strong> liberación y <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu.<br />

24. Untos todos para entonar un himno que sea expresión <strong>de</strong> alegría, <strong>de</strong><br />

esperanza en el triunfo y <strong>de</strong> armonía entre vosotros.<br />

25. Pueblo: habéis sido el escogido en este tiempo para que mi pa<strong>la</strong>bra<br />

sea esparcida por vosotros como rocío <strong>de</strong> gracia en <strong>la</strong> humanidad.<br />

<strong>El</strong>evaos y buscad vuestro progreso, para que al finalizar vuestra misión<br />

y vuestra lucha, vengáis a mi presencia a entonar en unión <strong>de</strong>l Maestro,<br />

ese canto triunfal, cuyos ecos resonarán eternamente.<br />

26. Sólo el hombre me representa en <strong>la</strong> Tierra, porque ha sido formado<br />

a imagen y semejanza <strong>de</strong> mi Espíritu; mas para que podáis <strong>de</strong>cir<br />

vosotros, que sois mis representantes, <strong>de</strong>béis vivir en constante<br />

preparación, practicando mi Ley. Si queréis ser mis discípulos, tomad<br />

<strong>la</strong> cruz y seguidme y en este camino se perfeccionará vuestro espíritu.<br />

¿Quién podrá haceros <strong>de</strong>bilitar en vuestro propósito si tenéis fe en Mí?<br />

27. He probado vuestra humildad, vuestro amor y mansedumbre, para<br />

haceros conocer vuestro interior. Yo os conozco, mas es menester que


vosotros sepáis <strong>de</strong> lo que sois capaces y sólo <strong>la</strong>s pruebas os darán <strong>la</strong><br />

oportunidad <strong>de</strong> conoceros.<br />

28. Muchas veces me preguntáis: ¿Para qué es esta vida, y por qué<br />

tenemos que sufrir tanto? Y Yo os digo: el espíritu <strong>de</strong>be elevarse por<br />

sus propios méritos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el p<strong>la</strong>no más bajo, hasta alcanzar <strong>la</strong> cima <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> perfección. Todos los seres han sido sometidos a <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

evolución, también os digo que vuestro espíritu restituye en este tiempo<br />

en que mi juicio ha sido <strong>de</strong>satado en el Universo, todas <strong>la</strong>s faltas que ha<br />

cometido, no sólo en vuestro mundo sino en todas <strong>la</strong>s moradas don<strong>de</strong><br />

habitan mis hijos. Más no lloréis, antes bien dadme gracias, porque<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este tiempo en que el espíritu se purificará, estaréis más<br />

cerca <strong>de</strong> Mí y habrá mejor disposición para cumplir, porque habréis<br />

retornado al camino. Yo estoy con vosotros como Cirineo, para que no<br />

<strong>de</strong>smayéis en <strong>la</strong> prueba.<br />

29. Estáis recordando mi pasión, sentís que ese sacrificio se renueva, a<br />

cada instante meditáis y formáis propósitos para vencer <strong>la</strong> f<strong>la</strong>queza <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> carne y elevaros sobre <strong>la</strong>s miserias <strong>de</strong> este mundo, y Yo os digo:<br />

ve<strong>la</strong>d, porque aún sois débiles. En el Segundo Tiempo, fui seguido por<br />

gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>cían amarme y serme fieles, y cuando el<br />

mundo juzgó mis actos, dio su sentencia y fueron perseguidos los que<br />

me seguían; esos mismos espíritus en quienes había <strong>de</strong>rramado mi<br />

amor, me negaron y se alejaron <strong>de</strong> Mí.<br />

30. Hoy me <strong>de</strong>cís que me amáis y que creéis en mi pa<strong>la</strong>bra y Yo sé que<br />

si os sometiera a gran<strong>de</strong>s pruebas, muchos <strong>de</strong> vosotros me <strong>de</strong>jaríais.<br />

Vuestro <strong>de</strong>stino es luchar, hasta alcanzar <strong>la</strong> elevación espiritual que es<br />

el supremo goce.<br />

31. Heme aquí entre vosotros l<strong>la</strong>mando a vuestro corazón. ¿Creéis que<br />

mi paz es completa cuando os contemplo en constantes guerras? Por<br />

eso he venido como un gran guerrero, para luchar contra <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s y<br />

el mal y conmigo han venido también, los espíritus <strong>de</strong>l bien, el Mundo<br />

Espiritual, para consumar mi obra. ¿Cuánto tiempo durará esta lucha?<br />

Hasta que todos mis hijos hayan sido salvos. Mas no he traído dolor,<br />

sólo quiero transformaros con amor.<br />

32. Los que han estudiado mi pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> los tiempos pasados, al<br />

contemp<strong>la</strong>r mi manifestación en este tiempo en que he vuelto entre los<br />

hombres, me dan gracias por haberles concedido ser testigos <strong>de</strong> estas<br />

enseñanzas, y a todos digo: así como me habéis visto aparecer lleno <strong>de</strong><br />

esplendor, me veréis ir en 1950, y hasta esa esca<strong>la</strong> vosotros os elevaréis<br />

en cada día, para reuniros con vuestro Maestro.<br />

33. Después tendréis que enfrentaros al mundo y veréis cómo se<br />

levantan para atacaros ministros y pastores <strong>de</strong> sectas y religiones, entre<br />

ellos habrá algunos que sólo buscarán <strong>la</strong> verdad. Y cuando conozcan mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, se encen<strong>de</strong>rá su fe y creerán en Mí.


34. Cuando me reconozcáis, juzgaréis cuán amante es el Padre, cuán<br />

sabio como Maestro y cuán noble y justo como Juez.<br />

35. Pueblo amado, el mundo exige <strong>de</strong> vosotros obras <strong>de</strong> perfección,<br />

puesto que sois discípulos <strong>de</strong>l maestro Divino. Cumplid con mis<br />

preceptos, para que este Maestro no sea juzgado mal.<br />

36. Cuando se aproxima el instante <strong>de</strong> mi manifestación, vuestro<br />

corazón <strong>la</strong>te apresuradamente; en unos es <strong>de</strong> gozo, en otros <strong>de</strong> temor;<br />

pero todos sentís mi divina presencia.<br />

37. Yo sólo vengo a poneros a salvo, a resucitaros, a ofreceros un<br />

báculo en el que podáis apoyaros a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> vuestra caminata.<br />

38. Os hab<strong>la</strong> Aquél que en <strong>la</strong> cruz, agonizante, maltrecho y torturado<br />

por <strong>la</strong> turba, elevó sus ojos al infinito, diciendo: "Padre, perdónales,<br />

porque no saben lo que hacen".<br />

39. En aquel divino perdón, abarqué y envolví a todos los hombres <strong>de</strong><br />

todos los tiempos, porque Yo podía ver el pasado, el presente y el<br />

futuro <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Puedo <strong>de</strong>ciros en verdad y en espíritu, que en<br />

aquel<strong>la</strong> bendita hora os estaba contemp<strong>la</strong>ndo a vosotros que en este<br />

tiempo estáis escuchando mi nueva pa<strong>la</strong>bra.<br />

40. Hoy he venido a sacaros <strong>de</strong> vuestro estancamiento espiritual,<br />

porque hace mucho tiempo que esta humanidad duerme profundamente<br />

en un lecho <strong>de</strong> fanatismo religioso, <strong>de</strong> ido<strong>la</strong>trías, falsos cultos y<br />

materialismo, con los que ha querido substituir <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong><br />

los unos a los otros, <strong>la</strong> caridad, el perdón y todo cuanto <strong>de</strong> esa Ley<br />

única se <strong>de</strong>riva.<br />

41. En <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> esta pa<strong>la</strong>bra existe cuanto el mundo necesita para<br />

regenerarse, retornar a <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra senda y elevarse hasta Mí por el<br />

amor. ¿Qué será <strong>de</strong> este pueblo, si no escucha con atención ni entien<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>bidamente <strong>la</strong> lección que en el Tercer Tiempo le he traído? Gran<strong>de</strong>s<br />

pruebas <strong>la</strong> esperan si no se fortalece en mi pa<strong>la</strong>bra y si no se refugia en<br />

el Arca Divina <strong>de</strong> mi misericordia.<br />

42. ¿Creéis por ventura, que a Mi me p<strong>la</strong>zca miraros atravesar<br />

vicisitu<strong>de</strong>s y beber hiel y vinagre en <strong>la</strong> Tierra? No, pueblo; Yo no<br />

quiero que <strong>la</strong> vida os trate como a reos o exiliados, sino como a hijos<br />

dignos <strong>de</strong> Dios por todos conceptos.<br />

43. Veo que os habéis familiarizado con <strong>la</strong> ternura <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y con<br />

el perdón que <strong>de</strong> el<strong>la</strong> emana, sin querer daros cuenta <strong>de</strong> que <strong>la</strong> hora <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s pruebas se acerca y no habéis querido prepararos para triunfar <strong>de</strong><br />

el<strong>la</strong>s.<br />

44. Os <strong>de</strong>cís humil<strong>de</strong>s y ante vuestro Padre os estáis mostrando ingratos<br />

y soberbios, ¿Es acaso este el ejemplo que como testimonio <strong>de</strong> mi<br />

verdad vais a exten<strong>de</strong>r por el mundo? Pensad en todo esto y examinad<br />

vuestra conducta, para que no juzguéis dura mi pa<strong>la</strong>bra.


45. <strong>El</strong> tiempo es propicio para hacer méritos, oh pueblo amado; en mis<br />

obras podéis encontrar los ejemplos necesarios para normar vuestros<br />

actos, embelleciéndolos con <strong>la</strong> luz que vuestro Maestro <strong>de</strong>rrama en<br />

cada una <strong>de</strong> sus enseñanzas.<br />

46. Decidme: ¿Os he repudiado cuando habéis faltado? ¿Os he <strong>de</strong>jado<br />

atrás, abandonados, cuando algún tropiezo os ha <strong>de</strong>tenido? ¿Me he<br />

ensañado en vosotros cuando habéis caído vencidos por el dolor? Sin<br />

embargo, veo que a los que con tanto amor l<strong>la</strong>mo mis discípulos,<br />

abandonan a sus hermanos en <strong>de</strong>sgracia, <strong>de</strong>sconocen al que comete un<br />

<strong>de</strong>svío, en vez <strong>de</strong> atraerle con caridad para ayudarle a corregirse y a<br />

veces se convierten en jueces, tomando causas que no les correspon<strong>de</strong><br />

juzgar. ¿Es ésa mi enseñanza? ¡No! Me dice vuestra conciencia, pues<br />

quiero que os juzguéis a vosotros mismos minuciosamente, para que<br />

podáis ir puliendo tantas asperezas <strong>de</strong> que adolecen vuestros<br />

sentimientos y podáis empezar a ser mis discípulos.<br />

47. ¿Pretendéis enseñar mi Doctrina, estando vuestro corazón lleno <strong>de</strong><br />

pasiones, <strong>de</strong> <strong>de</strong>fectos y miserias humanas? Recordad que os he dicho<br />

infinitas veces, que un ciego no podrá guiar a otro ciego sin riesgo <strong>de</strong><br />

tropezar o caer los dos en un abismo.<br />

48. Esta es <strong>la</strong> voz que surge <strong>de</strong>l Sexto Sello, el <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> Dios, cuyo<br />

penúltimo capítulo se ha abierto para <strong>de</strong>sbordarse en sabiduría sobre<br />

todo espíritu y sobre todo entendimiento.<br />

49. Esta luz es el Nuevo iris, bajo el cual los hijos <strong>de</strong> Dios harán alianza<br />

espiritual en el Tercer Tiempo, <strong>de</strong>spués que <strong>la</strong> gran prueba haya<br />

pasado, purificando y renovando al mundo; por eso he tenido que ser<br />

extenso al dar mi mensaje a este pueblo, porque quiero que sea fuerte<br />

en <strong>la</strong> lucha; por eso le he rec<strong>la</strong>mado y le he juzgado, no quiero que sea<br />

el mundo quien le corrija <strong>de</strong> sus imperfecciones, porque no voy a<br />

enviarlo a apren<strong>de</strong>r, sino a enseñar.<br />

50. Pueblo: ¿Os sentisteis estremecidos unos momentos antes <strong>de</strong> que<br />

llegara mi luz a hacerse pa<strong>la</strong>bra en los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong>l portavoz? Tuvisteis<br />

razón, Yo bendigo vuestro presentimiento.<br />

51. Mi paz sea con vos, pueblo <strong>de</strong> Israel. Pueblo que lleváis en el<br />

espíritu <strong>la</strong> ley que Jehová os dio por conducto <strong>de</strong> Moisés; que tenéis<br />

escrita en vuestro espíritu <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Jesús y que ya estáis recibiendo<br />

<strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l Espíritu Santo. En verdad os digo que sois los hijos <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> luz y que por ningún motivo podréis per<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l camino.<br />

52. Este Espíritu que sentís <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r como luz a vuestra mente, es el<br />

<strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong> Aquél que os reveló <strong>la</strong> Ley que os dijo: "Yo soy Jehová,<br />

el que ha hecho los Cielos y <strong>la</strong> Tierra y todo lo creado". Este Espíritu<br />

que llena <strong>de</strong> inspiración vuestro entendimiento y pone pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong><br />

sabiduría en vuestros <strong>la</strong>bios, es el <strong>de</strong> aquél Maestro que en <strong>la</strong> Tierra<br />

hizo obras po<strong>de</strong>rosas y os legó <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l amor.


53. Ahora vengo hacia los hombres para manifestarme a través <strong>de</strong> su<br />

conciencia; vengo en <strong>la</strong> luz que ilumina <strong>la</strong>s mentes, en el efluvio que<br />

sólo el corazón sabe sentir, en <strong>la</strong> esencia que es pan <strong>de</strong>l espíritu.<br />

54. Es el Tiempo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar, <strong>de</strong> <strong>la</strong> plenitud espiritual, en el cual<br />

todos seréis soldados, todos seréis <strong>la</strong>briegos, todos seréis discípulos.<br />

55. En los tiempos pasados os concretabais a <strong>de</strong>leitaros comiendo el<br />

pan <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, me buscabais para dulcificar vuestro corazón y para<br />

recobrar vuestra paz, sin pensar en que todo espíritu trae un mensaje<br />

que dar a conocer y un caudal <strong>de</strong> bienes que repartir entre sus hermanos<br />

necesitados.<br />

56. Mi pa<strong>la</strong>bra en este tiempo ha venido a sacaros <strong>de</strong> <strong>la</strong> obscuridad <strong>de</strong><br />

una vida egoísta, retraída y estéril, para abriros sendas <strong>de</strong> luz y<br />

ofreceros campos que sembrar. Yo sé que, aunque en apariencia seáis<br />

rudos, ignorantes y pobres, espiritualmente poseéis el caudal <strong>de</strong><br />

experiencia que os ha dado el extenso camino <strong>de</strong> vuestra evolución.<br />

57. Una aureo<strong>la</strong> <strong>de</strong> luz habrá <strong>de</strong> envolver a mi pueblo cuando se levante<br />

como apóstol a esparcir el conocimiento que le he reve<strong>la</strong>do; para<br />

entonces ya habréis reconocido el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y tendréis<br />

completo conocimiento <strong>de</strong> vuestros dones, esos dones que estuvieron<br />

<strong>la</strong>tentes por mucho tiempo en vuestro ser, en espera <strong>de</strong>l instante<br />

propicio para manifestarse.<br />

58. Cuántas doctrinas, cuántos cultos a Dios e i<strong>de</strong>as nuevas sobre lo<br />

espiritual y sobre <strong>la</strong> vida humana vais a encontrar. Cada una os<br />

mostrará, si sabéis penetrar y analizar en el<strong>la</strong>, una parte buena y justa y<br />

otra errónea, alejada <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que es justicia, amor y perfección.<br />

59. Don<strong>de</strong> encontréis errores, ignorancia o maldad, exten<strong>de</strong>d <strong>la</strong> esencia<br />

<strong>de</strong> mi Doctrina que por ser Mía no pue<strong>de</strong> llevar mezc<strong>la</strong> <strong>de</strong> impureza o<br />

<strong>de</strong> (checar e n libro)<br />

60. Mi Enseñanza es absoluta, es integra, es perfecta.<br />

61. <strong>El</strong> que tenga plena convicción <strong>de</strong> mi verdad, jamás mezc<strong>la</strong>rá a mi<br />

Obra <strong>la</strong>s liturgias extrañas que en otros vea, reconociendo que mi<br />

Doctrina contiene todo lo que <strong>de</strong> bueno y verda<strong>de</strong>ro pudiera encontrar<br />

en otras doctrinas.<br />

62. Cada una <strong>de</strong> mis lecciones, por sencil<strong>la</strong>s que sean, son páginas <strong>de</strong><br />

saber para vuestro espíritu, el cual pronto recogerá mi pa<strong>la</strong>bra para<br />

llevar<strong>la</strong> como semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> vida a <strong>la</strong> humanidad.<br />

63. No sabéis todavía cómo dar el l<strong>la</strong>mado a vuestros hermanos para<br />

ser escuchados por todos; os digo que no os impacientéis, que cuando<br />

Yo contemple que estéis ya fuertes, os prepararé el camino y os daré<br />

los medios.<br />

64. Benditos seáis vosotros que al orar buscáis a María como<br />

intercesora e intermediaria, porque espiritualmente <strong>El</strong><strong>la</strong> es vuestra<br />

Madre, aquél<strong>la</strong> que <strong>de</strong>jé a los pies <strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz para que ve<strong>la</strong>se por todos


los hombres y para que vosotros <strong>la</strong> amaseis y en su regazo buscaseis el<br />

consuelo.<br />

65. María vino <strong>de</strong>l Seno Divino a encarnar en el mundo para cumplir<br />

una misión como mujer y como Madre.<br />

66. Sólo <strong>de</strong> una flor pura como el<strong>la</strong> podía brotar el fruto que diera <strong>la</strong><br />

re<strong>de</strong>nción a <strong>la</strong> humanidad, fruto prometido por el Padre a los patriarcas<br />

<strong>de</strong> los primeros tiempos y al que dieron el nombre <strong>de</strong> Mesías.<br />

67. Cuando el espíritu <strong>de</strong> María hubo cumplido su misión <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong><br />

ternura y sacrificio en <strong>la</strong> Tierra, volvió al seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> perfección <strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> había venido, porque María no es un ser sujeto a evolución como<br />

otros espíritus; María es una expresión divina, es <strong>la</strong> ternura <strong>de</strong> Dios.<br />

68. Esta Doctrina viene a hacer luz en quienes no han podido<br />

contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> esa reve<strong>la</strong>ción.<br />

69. <strong>El</strong> Espiritualismo viene a abrir un campo infinito <strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto al<br />

pensamiento y al corazón para que podáis elevaros por el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

sabiduría.<br />

70. Vos, pueblo, que escuchando mi pa<strong>la</strong>bra vais penetrando en ese<br />

mundo <strong>de</strong>l espíritu, ya comenzáis a mirar con c<strong>la</strong>ridad lo que sólo<br />

habíais visto a través <strong>de</strong> misterios y enigmas.<br />

71. En este tiempo ya no <strong>de</strong>béis ser los hombres <strong>de</strong> fe ciega, <strong>de</strong> fe que<br />

no razona ni analiza; vuestro espíritu ha crecido y quiere saber, quiere<br />

profundizarse y entonces he visto que el tiempo es propicio para<br />

enviaros mi luz como Espíritu <strong>de</strong> Verdad, a esc<strong>la</strong>recer y explicar todos<br />

los misterios, como os lo había prometido a través <strong>de</strong> Jesús.<br />

72. Mañana, cuando hayáis comprendido los puntos esenciales <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina y os encontréis capacitados para dar explicaciones <strong>de</strong> todo<br />

ello a quien lo solicite, comprobaréis que este mundo que apartó <strong>de</strong> su<br />

corazón mi nombre, cegado por <strong>la</strong> vanidad <strong>de</strong> sus glorias terrestres y<br />

por los triunfos <strong>de</strong> su ciencia, comienza a volver sus ojos hacia Mi,<br />

reconociendo <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong> Cristo como <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve que abre <strong>la</strong>s puertas<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

73. Pero esta nueva humanidad, <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>da y <strong>de</strong>spierta <strong>de</strong><br />

entendimiento, exigirá <strong>la</strong> explicación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones, el<br />

esc<strong>la</strong>recimiento <strong>de</strong> los misterios, el análisis <strong>de</strong> lo que recibisteis en<br />

sentido figurado, y quiero que sea este pueblo sencillo el que explique<br />

el sentido <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y enseñe con humildad lo que Yo le he<br />

reve<strong>la</strong>do. ¿Os he dicho que este pueblo será el que interprete<br />

justamente <strong>la</strong>s escrituras antiguas? Pues si lo pasado va a saberlo<br />

explicar, lo presente sabrá exponerlo con tanta sencillez que a muchos<br />

asombrará.<br />

74. Mosaísmo, Cristianismo, Espiritualismo, he ahí tres lecciones<br />

diferentes sobre una so<strong>la</strong> Doctrina: <strong>la</strong> <strong>de</strong>l Amor.


75. Es corto el número <strong>de</strong> los que habrán <strong>de</strong> levantarse a exten<strong>de</strong>r esta<br />

semil<strong>la</strong>; pero ¿Por qué no han <strong>de</strong> ser suficientes, si en el Segundo<br />

Tiempo fueron contados mis discípulos y sin embargo hicieron que <strong>la</strong><br />

humanidad conociera <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Jesús?<br />

76. Fortaleced vuestro espíritu en mi enseñanza oh mis nuevos<br />

discípulos, y <strong>de</strong>sead ser dignos <strong>de</strong> ser enviados mañana a <strong>la</strong>s naciones,<br />

porque vuestro <strong>de</strong>seo será una prueba <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> buena<br />

voluntad.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 269<br />

1. Pueblo <strong>de</strong> Israel, que lleváis grabada en el espíritu <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> Jehová<br />

y <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> Jesús, recibid mi pa<strong>la</strong>bra, que os doy por conducto<br />

<strong>de</strong>l hombre. Abrid vuestros ojos y mirad los acontecimientos <strong>de</strong> este<br />

tiempo para que sepáis que he venido una vez más a comunicarme con<br />

vosotros. Oíd mi pa<strong>la</strong>bra y analizad<strong>la</strong>, asimi<strong>la</strong>d su esencia para que<br />

forméis con los dos testamentos anteriores, un solo libro en don<strong>de</strong><br />

podáis estudiar eternamente.<br />

2. Estoy acariciando vuestro corazón, con <strong>la</strong>s pruebas lo preparo para<br />

los tiempos veni<strong>de</strong>ros porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida, vosotros quedaréis<br />

en lugar mío. Habéis conmemorado en estas albas mi pasión. Habéis<br />

recordado y meditado en los hechos <strong>de</strong> aquel Maestro, sin hacer<br />

representación <strong>de</strong> estas lecciones sagradas. Habéis vivido aquellos días,<br />

porque sois los mismos espíritus que en aquel tiempo contemp<strong>la</strong>steis<br />

sorprendidos, llenos <strong>de</strong> asombro, mi jornada <strong>de</strong> principio a fin. Os<br />

sorprendió mi humildad, contemp<strong>la</strong>steis mi nacimiento en el seno <strong>de</strong><br />

una familia pobre, que no poseía ni un techo propio, sólo vine a<br />

enseñaros a vivir en el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes divinas. Muchos <strong>de</strong><br />

vosotros no comprendéis el sentido <strong>de</strong> mis pa<strong>la</strong>bras y <strong>de</strong> mis obras, sino<br />

hasta pasado un tiempo, en que mi recuerdo venia a vuestra memoria y<br />

mis ejemplos eran como un libro abierto en vuestra vida. Hoy habéis<br />

vuelto a <strong>la</strong> Tierra y una vez más, me tenéis muy cerca <strong>de</strong> vosotros,<br />

habéis dudado <strong>de</strong> esta pa<strong>la</strong>bra que os doy por conducto <strong>de</strong>l hombre. Me<br />

habéis preguntado con inconformidad por qué he escogido este medio y<br />

por qué se ha <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do mi Obra en esta forma, fuera <strong>de</strong> toda iglesia,<br />

y Yo os digo: he <strong>de</strong>scendido en el seno <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Israel,<br />

estableciendo en su mayor número en esta nación, los <strong>de</strong>más están<br />

diseminados en todas <strong>la</strong>s naciones, enviados por Mi, y con ellos me he<br />

comunicado espiritualmente. Estos son mis escogidos, los que se han<br />

conservado fieles a Mí, no se ha contaminado su corazón y su espíritu


pue<strong>de</strong> percibir mis inspiraciones. Por su conducto estoy entregando al<br />

mundo, un caudal <strong>de</strong> sabiduría.<br />

3. Mi voz no cesa <strong>de</strong> l<strong>la</strong>mar a los corazones. Mi luz se manifiesta en <strong>la</strong><br />

conciencia dándole aliento para <strong>de</strong>spertar y atraer a todo espíritu. No<br />

permitiré que esta humanidad a quien tanto amo, vaya más allá en su<br />

materialismo. Las pruebas <strong>la</strong> <strong>de</strong>tendrán y cuando llegue a el<strong>la</strong> mi<br />

pa<strong>la</strong>bra, <strong>de</strong>spertarán sus dones, su corazón será sensible y su camino<br />

quedará seña<strong>la</strong>do. Entonces sabrá invocarme, buscaré en Mí el bálsamo<br />

y se convertirá en mi discípulo.<br />

4. Yo formaré en <strong>de</strong>rredor vuestro, un ambiente espiritual <strong>de</strong> bienestar<br />

que os envolverá y todo será propicio para <strong>la</strong> elevación espiritual. Sed<br />

pacientes con los incrédulos y veréis que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un tiempo, mis<br />

manifestaciones serán tomadas como verda<strong>de</strong>ras y mi pa<strong>la</strong>bra será<br />

estimada.<br />

5. ¡Cuánto os amo, humanidad, y como ansío que <strong>la</strong>bréis vuestra<br />

fraternidad y concordia!<br />

6. Seréis incansables, nuevos discípulos, hab<strong>la</strong>ndo con esta verdad.<br />

Labios torpes que no pronunciáis mi pa<strong>la</strong>bra por temor, vais a <strong>de</strong>sataros<br />

en el momento <strong>de</strong> vuestra <strong>de</strong>cisión. Una so<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra dicha en nombre<br />

mío, pue<strong>de</strong> salvar a un pecador, cerrar abismos, <strong>de</strong>tener en su camino a<br />

los obstinados en el mal. ¿Sabéis acaso el po<strong>de</strong>r que tiene mi pa<strong>la</strong>bra?<br />

¿Conocéis <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> vuestra potestad? Hab<strong>la</strong>d con ejemplos y<br />

cumplid con esa parte <strong>de</strong> mi Obra, que he confiado a vosotros, lo <strong>de</strong>más<br />

lo haré Yo.<br />

7. Yo os contemplo como a mis discípulos <strong>de</strong>l Segundo Tiempo. Entre<br />

vosotros están aquellos que representan a Juan, a Pedro, a Tomás y<br />

también a Judas. <strong>El</strong>los siendo rudos, hab<strong>la</strong>ron lecciones admirables e<br />

hicieron prodigios imitándome.<br />

8. Bienaventurados los que creen sin ver. Bienaventurado el que no me<br />

ha pedido el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> vi<strong>de</strong>ncia para creer, porque ese me ha visto con<br />

los ojos <strong>de</strong> su fe, ha reconocido el sabor <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y se ha<br />

alimentado. También bendigo a aquellos que, habiendo recibido ese<br />

don precioso como una misión, saben dar testimonio <strong>de</strong> Mí<br />

9. Yo recogeré los frutos <strong>de</strong> vuestra siembra, aun los más pequeños que<br />

me ofrezcáis los haré multiplicar porque esta es mi voluntad.<br />

10. <strong>El</strong> libro que estaba sel<strong>la</strong>do en los cielos, se ha abierto en el Sexto<br />

capítulo, es el <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> los Siete Sellos que encierra sabiduría y juicio y<br />

que fue <strong>de</strong>satado por mi amor a vosotros para reve<strong>la</strong>ros sus profundas<br />

lecciones.<br />

11. <strong>El</strong> hombre ha vivido cinco etapas en <strong>la</strong> Tierra, alentado por el soplo<br />

divino <strong>de</strong>l espíritu, a pesar <strong>de</strong> lo cual no ha comprendido el sentido<br />

espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> su existencia, su <strong>de</strong>stino y su<br />

esencia; todo era un Arcano impenetrable tanto para su mente, como


para su espíritu, un libro sel<strong>la</strong>do, cuyo contenido no llegaba a<br />

interpretar. Vagamente presentía <strong>la</strong> vida espiritual, pero sin conocer<br />

verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> elevación que acerca a los seres a Dios;<br />

ignoraba su misión más alta en <strong>la</strong> Tierra, y <strong>la</strong>s virtu<strong>de</strong>s y dones que<br />

forman parte <strong>de</strong> su espíritu, para po<strong>de</strong>r vencer en <strong>la</strong>s luchas, elevarse<br />

sobre <strong>la</strong>s miserias humanas y perfeccionarse espiritualmente para<br />

habitar en <strong>la</strong> luz eterna.<br />

12. Era necesario que el <strong>Libro</strong> Divino se abriese y los hombres<br />

contemp<strong>la</strong>ran su contenido, para po<strong>de</strong>r salvarse <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ignorancia que son el origen <strong>de</strong> todos los males que existen en el<br />

mundo. ¿Quién podría abrir ese libro? ¿Por ventura el teólogo, el<br />

científico o el filósofo? No, nadie, ni siquiera los espíritus justos os<br />

podían reve<strong>la</strong>r su contenido, porque lo que el libro guardaba era <strong>la</strong><br />

sabiduría <strong>de</strong> Dios.<br />

13. Sólo Cristo, el Verbo, sólo <strong>El</strong>, el amor divino, podía hacerlo, pero,<br />

aún así, era necesario esperar a que los hombres estuviesen en<br />

condiciones <strong>de</strong> recibir <strong>la</strong> divina reve<strong>la</strong>ción sin que quedaran ciegos con<br />

el esplendor <strong>de</strong> mi presencia espiritual y tuvo <strong>la</strong> humanidad que vivir<br />

cinco etapas <strong>de</strong> pruebas, <strong>de</strong> lecciones, <strong>de</strong> experiencia y evolución para<br />

alcanzar el justo <strong>de</strong>sarrollo que le permitiera conocer los misterios que<br />

el Arcano <strong>de</strong> Dios guardaba para los hombres.<br />

14. La Ley <strong>de</strong> Dios, su divina pa<strong>la</strong>bra dada a través <strong>de</strong> Cristo y todos<br />

los mensajes <strong>de</strong> profetas, enviados y emisarios, fueron <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que<br />

mantuvo <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, en una promesa divina que anunció<br />

siempre luz, salvación y justicia para todos los hombres.<br />

15. Este es el tiempo esperado para <strong>la</strong> Gran Reve<strong>la</strong>ción, aquel<strong>la</strong> por<br />

medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual comprendéis todo cuanto os he manifestado a través<br />

<strong>de</strong> los tiempos y sepáis quién es vuestro Padre, quiénes sois vosotros y<br />

cuál es <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> vuestra existencia.<br />

16. Este es el tiempo en que, por <strong>la</strong> evolución espiritual que habéis<br />

alcanzado, <strong>la</strong>s pruebas que habéis tenido y <strong>la</strong> experiencia que habéis<br />

recogido, podáis recibir <strong>de</strong> mi Espíritu hacia el vuestro, <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

sabiduría, reservada en mis Arcanos en espera <strong>de</strong> vuestra preparación,<br />

mas, habiendo llegado <strong>la</strong> humanidad al grado necesario <strong>de</strong> evolución<br />

para recibir mi mensaje, le he enviado el primer rayo <strong>de</strong> mi luz, que es<br />

éste que ha hecho hab<strong>la</strong>r en éxtasis a los hombres rudos y sencillos que<br />

sirven <strong>de</strong> portavoz a mi inspiración.<br />

17. Este rayo <strong>de</strong> luz ha sido <strong>de</strong> preparación tan sólo, es como <strong>la</strong> luz <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> alborada cuando anuncia ya el nuevo día. Mas tar<strong>de</strong> os llegará mi luz<br />

<strong>de</strong> lleno, alumbrando vuestra existencia y alejando hasta <strong>la</strong> última<br />

sombra <strong>de</strong> ignorancia, <strong>de</strong> pecado y <strong>de</strong> miseria.<br />

18. Este tiempo, cuya aurora admiráis en el infinito, es <strong>la</strong> sexta etapa<br />

que se inicia en <strong>la</strong> vida espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad, era <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong>


eve<strong>la</strong>ciones, <strong>de</strong> cumplimiento <strong>de</strong> antiguas profecías y olvidadas<br />

promesas. Es el Sexto Sello, que al <strong>de</strong>satarse, <strong>de</strong>sborda su contenido <strong>de</strong><br />

sabiduría en vuestro espíritu, en un mensaje lleno <strong>de</strong> justicia, <strong>de</strong><br />

esc<strong>la</strong>recimiento y <strong>de</strong> reve<strong>la</strong>ciones.<br />

19. Para vosotros es <strong>la</strong> Sexta etapa, es el Tercer Tiempo en que os he<br />

hab<strong>la</strong>do más <strong>de</strong> cerca, como en aquel Primer Tiempo en que<br />

materialicé en múltiples formas mi presencia y mi pa<strong>la</strong>bra, como aquel<br />

Segundo Tiempo en que humanicé mi Verbo para hab<strong>la</strong>ros al corazón.<br />

20. Hoy me hago oír nuevamente, pero ya no es a los sentidos a quienes<br />

me manifiesto, ni siquiera es a vuestro corazón a quien le hablo, es a<br />

vuestro espíritu con el que vengo a comunicarme para enseñarle el<br />

camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución que conduce al Reino <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, al Reino eterno<br />

y venturoso <strong>de</strong>l espíritu.<br />

21. ¿Qué guarda en su seno el Sexto Sello <strong>de</strong>l <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> Dios, en don<strong>de</strong><br />

están escritos vuestros nombres y vuestros <strong>de</strong>stinos? Encierra<br />

enseñanzas, pruebas muy gran<strong>de</strong>s, reve<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> sabiduría.<br />

22. ¿Cuál es <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> mis siervos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta etapa? Orar,<br />

meditar, regenerarse, sembrar unión, paz y luz espiritual, <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r<br />

vuestras faculta<strong>de</strong>s y potencias, luchar por vuestra elevación,<br />

<strong>de</strong>struyendo <strong>la</strong> ignorancia, el vicio, el fanatismo, en una pa<strong>la</strong>bra, el mal<br />

que en tantas formas se manifiesta entre <strong>la</strong> humanidad. Cuando los<br />

hombres hayan <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> odiarse, <strong>de</strong> matarse y <strong>de</strong> traicionarse, cuando<br />

el perdón y <strong>la</strong> caridad se hayan extendido <strong>de</strong> corazón en corazón, <strong>de</strong><br />

pueblo en pueblo, y <strong>la</strong> sangre y <strong>la</strong>s lágrimas ya no corran, entonces se<br />

hará el gran silencio que significa <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu, entonces Yo <strong>de</strong>sataré el último sello, el séptimo, en cuya etapa<br />

los hombres se amarán como os enseñé cuando vine a <strong>la</strong> Tierra.<br />

23. Aquí tenéis, en breve y sencil<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras, como siempre se ha<br />

manifestado el Verbo <strong>de</strong> Dios, algo <strong>de</strong> lo que anheláis saber sobre los<br />

Siete Sellos <strong>de</strong>l <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sabiduría y <strong>de</strong> <strong>la</strong> Justicia Divina.<br />

24. Habéis oído, ahora enten<strong>de</strong>d, porque <strong>de</strong>spués tendréis que<br />

profetizar, que reve<strong>la</strong>r y enseñar.<br />

25. <strong>El</strong> Árbol Divino extien<strong>de</strong> sus ramas por comarcas y ciuda<strong>de</strong>s,<br />

dando sombra a los caminantes fatigados. Así tenía que ser en este<br />

tiempo para que, en el mismo instante os hiciera oír mi pa<strong>la</strong>bra en<br />

diferentes sitios, puesto que ahora vengo en Espíritu.<br />

26. Esta comarca en <strong>la</strong> que estáis escuchando mi pa<strong>la</strong>bra, tuvo que ser<br />

preparada para que me pudieseis recibir. Pruebas, dolores y amarguras,<br />

fueron <strong>la</strong>s que <strong>de</strong>tuvieron vuestros pasos y os hicieron abrir los ojos a <strong>la</strong><br />

realidad. Aquel dolor removió <strong>la</strong> tierra seca <strong>de</strong> vuestro corazón y <strong>la</strong>s<br />

lágrimas <strong>la</strong> regaron, entonces quedasteis preparados en espera <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

simiente que es mi pa<strong>la</strong>bra.


27. Ya sabéis para qué os he l<strong>la</strong>mado: quiero que seáis <strong>la</strong>briegos en mis<br />

tierras y que extendáis por todas partes esta semil<strong>la</strong>.<br />

28. Labriegos amados: ¡Despertad! Mirad: el sol ha aparecido en el<br />

horizonte, él os invita a <strong>la</strong> faena.<br />

29. Yo soy ese Sol, y mi venida en este tiempo ha sido un nuevo<br />

amanecer para vosotros.<br />

30. Que ninguno tenga dudas sobre si podrá o no podrá ser útil en mi<br />

campiña. Si Yo os he l<strong>la</strong>mado, pensad que no puedo equivocarme.<br />

31. No es una obra superior a vuestras fuerzas <strong>la</strong> que he venido a<br />

confiaros, mas, si os digo, que mientras mayor sea vuestro número y<br />

mayor vuestra unión, el peso <strong>de</strong> vuestra cruz será menor.<br />

32. Antes <strong>de</strong> enviar a vuestro espíritu a este p<strong>la</strong>neta le fueron mostradas<br />

<strong>la</strong>s tierras, se le dijo que vendría a sembrar <strong>la</strong> paz, que su mensaje seria<br />

espiritual, y vuestro espíritu se regocijó, prometiendo ser fiel y<br />

obediente a su misión.<br />

33. ¿Por qué ahora teméis ir a sembrar? ¿Por qué ahora os sentís<br />

indignos o incapaces para <strong>de</strong>sempeñar <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor que tanto regocijó a<br />

vuestro espíritu cuando le fue encomendada? Es porque habéis <strong>de</strong>jado<br />

que <strong>la</strong>s pasiones se interpongan en vuestro camino, obstruyendo el paso<br />

al espíritu, tratando <strong>de</strong> justificar su in<strong>de</strong>cisión con motivos infantiles.<br />

34. No vayáis a llegar con vuestras manos vacías al valle <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

vinisteis. Yo sé que vuestra amargura sería muy gran<strong>de</strong>.<br />

35. ¿Qué <strong>de</strong>béis hacer para dar el primer paso en firme? Meditad<br />

profundamente en mi pa<strong>la</strong>bra y <strong>de</strong>spués orar con toda vuestra fe y todos<br />

vuestros sentidos. De aquel<strong>la</strong> preparación comenzará a surgir una<br />

fuerza interior que iniciará una lucha incesante con <strong>la</strong> envoltura. Se<br />

enfrentará el espíritu a <strong>la</strong> materia tratando <strong>de</strong> hacer oír <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

conciencia y <strong>de</strong> acal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne.<br />

36. Así un tiempo tras otro, el espíritu irá logrando ocupar su sitio en <strong>la</strong><br />

vida humana, y cuando volváis <strong>la</strong> vista contemp<strong>la</strong>réis muy distantes<br />

aquellos obstáculos que os impedían tomar vuestra cruz, para seguirme.<br />

37. ¿No os reanima mi lección, párvulos, no os <strong>de</strong>spierta mi pa<strong>la</strong>bra a<br />

<strong>la</strong> realidad, no os sentís alentados en vuestro espíritu?<br />

38. Ved cómo mi pa<strong>la</strong>bra no ha tenido un solo reproche o rec<strong>la</strong>mo para<br />

vosotros, sólo os ha venido a exhortar con frases llenas <strong>de</strong> luz, al<br />

cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> misión espiritual que habéis traído a <strong>la</strong> Tierra,<br />

haciéndoos compren<strong>de</strong>r que no abuséis <strong>de</strong> vuestro libre albedrío; que ni<br />

el espíritu se interponga en los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, ni ésta obstaculice<br />

al espíritu en su misión.<br />

39. Sólo mi Doctrina podrá daros <strong>la</strong> norma para que alcancéis esa<br />

armonía entre el espíritu y <strong>la</strong> materia y <strong>la</strong> única forma para que hagáis<br />

en el mundo obras dignas <strong>de</strong> vuestro Padre, obras <strong>de</strong> discípulos en<br />

camino <strong>de</strong> convertirse en maestro.


40. ¿Cuándo venceréis en esta lucha interior?<br />

41. Unos ni siquiera han iniciado <strong>la</strong> lucha, otros se encuentran en plena<br />

contienda, otros, muy pocos, han triunfado sobre <strong>la</strong> carne, pero también<br />

contemplo a otros que, habiendo empezado a luchar, se <strong>de</strong>jaron vencer<br />

por los enemigos que en ellos mismos llevaban y ahora van por sendas<br />

que no son <strong>la</strong>s mías.<br />

42. Volveré a buscarles, todavía quiero que por sí mismos <strong>de</strong>scubran en<br />

dón<strong>de</strong> está <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y en dón<strong>de</strong> están los<br />

espejismos, el oropel, <strong>la</strong> mentira. Yo sé que cuando retornen a Mi<br />

<strong>de</strong>strozados, sangrando <strong>de</strong>l corazón y maltrechos <strong>de</strong>l espíritu, ya no<br />

tendré que explicarles nada, porque ellos mismos fueron a<br />

<strong>de</strong>sengañarse.<br />

43. ¿Cuándo <strong>de</strong>jaréis <strong>de</strong> ser los niños caprichosos y curiosos?<br />

44. Venid a mi mesa y mientras os recreáis con el sabor <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra,<br />

<strong>de</strong>jad que vuestro espíritu se llene <strong>de</strong> luz. Veréis cómo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi<br />

lección sentiréis más fuerte el espíritu y más dócil y mansa <strong>la</strong> carne.<br />

45. Mi Doctrina pier<strong>de</strong> todo su sentido si no <strong>la</strong> lleváis a <strong>la</strong> práctica.<br />

Bien sabéis, discípulos amados, que <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> mi Ley y mi<br />

Doctrina, es <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong>l bien, y que por lo tanto, quien <strong>la</strong> lleve tan<br />

sólo en <strong>la</strong> memoria o en los <strong>la</strong>bios, sin aplicar<strong>la</strong> a sus obras, está<br />

prevaricando.<br />

46. Antes <strong>de</strong> levantaros a enseñar mis máximas y a exponer sus<br />

conceptos, <strong>de</strong>béis empezar por practicar <strong>la</strong> enseñanza que os he<br />

reve<strong>la</strong>do, amando a vuestros semejantes, haciendo una vida elevada,<br />

sembrando <strong>de</strong> caridad y <strong>de</strong> luz vuestro camino; si esto no lo hacéis,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora os digo que no habréis comprendido el Espiritualismo. <strong>El</strong><br />

os <strong>de</strong>scubre vuestra esencia, por medio <strong>de</strong> él podéis formaros un<br />

concepto certero sobre vuestro Padre y conoceros a vosotros mismos.<br />

47. Es verdad que para lograr <strong>la</strong> espiritualidad, precisáis <strong>de</strong> cierta<br />

renunciación, <strong>de</strong> esfuerzo y sacrificio; pero si se ha <strong>de</strong>spertado en<br />

vosotros un anhelo <strong>de</strong> elevación, si comienza a vibrar el amor en<br />

vuestro ser o si ha surgido el i<strong>de</strong>al por lo espiritual, en vez <strong>de</strong><br />

sacrificios o <strong>de</strong> renunciación, será para vosotros un p<strong>la</strong>cer <strong>de</strong>spojaros<br />

<strong>de</strong> cuanto inútil, superfluo o malo llevéis.<br />

48. Oyéndome ha <strong>de</strong>spertado vuestro espíritu, porque no ha sido <strong>la</strong><br />

ceremonia rutinaria ni <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra repetida en una misma forma, <strong>la</strong> que<br />

habéis escuchado. Mi enseñanza ha impresionado a vuestro espíritu por<br />

eso habéis venido siempre con el anhelo <strong>de</strong> saber qué voy a <strong>de</strong>cir, qué<br />

voy a reve<strong>la</strong>ros, pero nadie piense que con sólo escucharme o apren<strong>de</strong>r<br />

mi pa<strong>la</strong>bra, ya ha cumplido.<br />

49. En aquel tiempo, Yo, humanizado en Jesús, acompañé siempre mi<br />

pa<strong>la</strong>bra con obras <strong>de</strong> amor que quedaron escritas en toda conciencia,


para que todo el que quisiera seguir mis pasos, me imitara en <strong>la</strong> luz <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y en <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s obras.<br />

50. Oídme ahora, pueblo, y levantaos a dar cumplimiento digno y<br />

verda<strong>de</strong>ro a mi pa<strong>la</strong>bra. Veo que lleváis tristeza en vuestro corazón,<br />

porque estáis presintiendo que no todas estas multitu<strong>de</strong>s se van a apegar<br />

a <strong>la</strong> Ley que he escrito en vuestra conciencia, mas, Yo os digo que<br />

ahora, como en el Primer Tiempo, el pueblo se dividirá.<br />

51. Yo os he hab<strong>la</strong>do mucho y he marcado un solo sen<strong>de</strong>ro a todos, por<br />

lo que os digo que vendrá el juicio para este pueblo, cuando sea el día<br />

seña<strong>la</strong>do por <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> vuestro Padre para hacer cesar esta<br />

manifestación si algunos <strong>de</strong> mis hijos me <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cen. He venido a<br />

vosotros como un libertador en este tiempo, señalándoos el camino <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sierto, <strong>la</strong> jornada espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha por <strong>la</strong> liberación y <strong>la</strong><br />

salvación, prometiéndoos al final <strong>la</strong> nueva Tierra <strong>de</strong> Promisión que es<br />

<strong>la</strong> paz, <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong> felicidad <strong>de</strong>l espíritu. Bienaventurados los que se<br />

levanten a seguirme en esta jornada, ansiosos <strong>de</strong> liberación y<br />

espiritualidad, porque nunca se sentirán solos ni débiles en <strong>la</strong>s pruebas<br />

que les <strong>de</strong>pare el extenso <strong>de</strong>sierto. En cambio, ¡Ay <strong>de</strong> los que falten a <strong>la</strong><br />

fe, <strong>de</strong> los que amen más lo <strong>de</strong>l mundo que lo <strong>de</strong>l espíritu, <strong>de</strong> los que<br />

sigan aferrados a sus ídolos y a sus tradiciones! <strong>El</strong>los creyendo<br />

servirme, serán súbditos <strong>de</strong>l Faraón, que es <strong>la</strong> carne, el materialismo, <strong>la</strong><br />

ido<strong>la</strong>tría. <strong>El</strong> que anhele llegar a <strong>la</strong> Tierra Prometida, a <strong>la</strong> patria <strong>de</strong>l<br />

espíritu, tiene que ir por el mundo <strong>de</strong>jando huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> bien. Venid por<br />

ese camino y no temáis, que si fundáis vuestra esperanza en que vuestra<br />

fe no es absoluta y Yo os digo que el que quiera seguirme, <strong>de</strong>be estar<br />

persuadido <strong>de</strong> mi verdad.<br />

52. Os bendigo a todos, os perdono, os uno en mi amor.<br />

53. Juzgaos a vosotros mismos a fin <strong>de</strong> que tengáis <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

conciencia <strong>la</strong> confianza absoluta en <strong>la</strong> firmeza <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> vuestros<br />

pasos.<br />

54. Definid vuestra creencia así como vuestras prácticas para que sepáis<br />

si sois dignos <strong>de</strong> l<strong>la</strong>maros espiritualistas o si aún tenéis que esperar un<br />

tiempo más para ostentar ese nombre.<br />

55. Muchos os l<strong>la</strong>máis espiritualistas, porque sentís fe en mi presencia a<br />

través <strong>de</strong> mi comunicación por el entendimiento humano y porque<br />

asistís con frecuencia a escuchar mi pa<strong>la</strong>bra, pero Yo quiero que seáis<br />

espiritualistas por <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong>l bien, por el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> esencia<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, por vuestro amor a los semejantes, por vuestro culto a Dios a<br />

través <strong>de</strong> una existencia elevada, fecunda y virtuosa.<br />

56. Dejad que sea mi pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> que os <strong>de</strong>spierte y levante, <strong>la</strong> que<br />

<strong>de</strong>scubra ante vosotros todos los dones, faculta<strong>de</strong>s, potencias y virtu<strong>de</strong>s<br />

que atesora vuestro espíritu, porque sois los que llevando en si una<br />

herencia, os creéis pobres por vuestra ignorancia. Vuestro Señor,


viendo que vivís consagrados a <strong>la</strong> vida material, habiéndoos donado<br />

con <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong> gracia espiritual, ha llegado hasta vosotros para<br />

<strong>de</strong>spertaros y <strong>de</strong>ciros que no es justo que sufráis hambre y sed<br />

espiritual teniendo a vuestro alcance el manantial divino <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

sabiduría, al que se llega por <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad. Porque al<br />

principiar esta era, es como si también vosotros fueseis a principiar una<br />

jornada; pero <strong>de</strong> cierto os digo, que todo cuanto vuestro espíritu ha<br />

recogido en su pasado, es luz <strong>de</strong> experiencia y es temple para penetrar<br />

<strong>de</strong> lleno en <strong>la</strong>s pruebas y lecciones que el Tercer Tiempo trae consigo.<br />

57. Yo os atraigo hacia Mí para que aprendáis mis lecciones.<br />

Bienvenidos seáis todos ante mi Cátedra, benditos los perseverantes;<br />

vuestra presencia ante mi pa<strong>la</strong>bra tiene un gran significado, es <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

vuestro anhelo <strong>de</strong> aproximaros a Mí Sólo Yo podré <strong>de</strong>scubriros los<br />

dones que poseéis y haceros sentir <strong>la</strong> responsabilidad que tenéis ante<br />

vuestros hermanos. Este es el tiempo <strong>de</strong>l juicio, el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

liquidación <strong>de</strong> toda <strong>de</strong>uda, el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> restitución.<br />

58. Mi Obra Divina, es <strong>la</strong> luz que al envolver a <strong>la</strong> humanidad, <strong>la</strong><br />

ilumina a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia. A unos les llegará el Divino Mensaje<br />

en forma <strong>de</strong> inspiración, directamente, a otros a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra por<br />

medio <strong>de</strong> mis discípulos, a otros en forma <strong>de</strong> escritos, cuyas páginas<br />

contengan <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mis enseñanzas.<br />

59. Paso a paso y poco a poco irán <strong>de</strong>spertando los hombres a <strong>la</strong> vida<br />

<strong>de</strong>l espíritu, será para ellos como una nueva existencia, como empezar<br />

una nueva vida llena <strong>de</strong> promesas, sembrada <strong>de</strong> maravillosas sorpresas<br />

e iluminada por <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l más gran<strong>de</strong> i<strong>de</strong>al: Dios.<br />

60. Si, pueblo amado, Dios es el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> los espíritus cuando ellos<br />

tien<strong>de</strong>n a elevarse, porque <strong>de</strong>cir Dios, es <strong>de</strong>cir perfección, armonía,<br />

sabiduría, felicidad, luz, paz infinita, amor, eternidad, y el espíritu,<br />

cuando ha salido <strong>de</strong>l crisol <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas, cuando ha luchado con <strong>la</strong><br />

carne y con el mundo en el inmenso mar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones, se <strong>de</strong>tiene un<br />

momento a meditar en todo lo que ha pasado, como el náufrago que<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> luchar <strong>de</strong>sesperadamente contra <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s, llega por fin a<br />

tierra asido a un ma<strong>de</strong>ro, símbolo <strong>de</strong> su fe y <strong>de</strong> su esperanza, y <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> mirar al mar aún embravecido, exc<strong>la</strong>ma: ¡La nave se ha hundido,<br />

pero yo me he salvado! ¡Bendito sea el Señor <strong>de</strong> los cielos! Así es con<br />

el espíritu que, semejante al náufrago, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> tempestad se<br />

<strong>de</strong>tiene, medita, contemp<strong>la</strong> sus pasiones, sus glorias terrenales y sus<br />

vanida<strong>de</strong>s hundirse en el pasado como <strong>la</strong> nave <strong>de</strong>strozada <strong>de</strong>l náufrago;<br />

pero, al comprobar que alienta en él <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, regocijado exc<strong>la</strong>ma:<br />

"Padre mío, gracias os doy porque a pesar <strong>de</strong> tantas tormentas, no os he<br />

olvidado".<br />

61. Esa es <strong>la</strong> hora <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar en el espíritu y el instante en que inicia<br />

su elevación.


¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 270<br />

1. Bienaventurados los que en el último día <strong>de</strong> mi comunicación estén<br />

preparados, porque en verdad os digo que su espíritu estará presente en<br />

mi nuevo Cenáculo. Allí, recibiendo por vez postrera este pan invisible,<br />

verda<strong>de</strong>ro pan sin levadura, vuestro espíritu se fortalecerá, se saturará<br />

<strong>de</strong> espiritualidad y <strong>de</strong> luz, con lo que pronto compren<strong>de</strong>rá <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong><br />

esta Doctrina.<br />

2. ¡Qué solemnidad en esa hora postrera! ¡Cuánta luz sobre este<br />

pueblo!<br />

3. <strong>El</strong> Reino <strong>de</strong> los Cielos se aproximará a vuestro espíritu con su eterna<br />

invitación a morar en él; los espíritus gran<strong>de</strong>s, los fuertes, los espíritus<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, verda<strong>de</strong>ros sabios en el reino espiritual, estarán presentes en<br />

aquellos instantes.<br />

4. Los precursores, los profetas, los que en otros tiempos trajeron<br />

mensajes divinos a <strong>la</strong> Tierra harán acto <strong>de</strong> presencia, porque mi pa<strong>la</strong>bra<br />

ha sido para todos los espíritus, así estén encarnados o libres <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

materia.<br />

5. Aquellos seres serán representantes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s infinitas moradas que en el<br />

Universo existen y asistirán a <strong>la</strong> última <strong>de</strong> mis manifestaciones que bajo<br />

esta forma os he dado en este tiempo.<br />

6. ¿Qué contemp<strong>la</strong>rán entre este pueblo? ¿Qué irán a <strong>de</strong>scubrir? Sólo<br />

Yo lo sé, mas os encargo que veléis y oréis, para que seáis <strong>de</strong> los que se<br />

sienten a <strong>la</strong> mesa, <strong>de</strong> los que vengan a gozar y a llorar con el Maestro,<br />

<strong>de</strong> los que vengan a comer y a beber el pan y el vino <strong>de</strong> los cielos. Que<br />

no vayáis a llegar a <strong>la</strong> mesa urdiendo traiciones, porque sólo en<br />

apariencia habréis estado conmigo, porque en <strong>la</strong> realidad, vuestra<br />

conciencia no os permitirá gozar <strong>de</strong> <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> vuestro Padre.<br />

7. ¿Sabéis por qué os hablo en esta forma? Porque sé lo que pasará,<br />

porque os conozco a perfección y sé quiénes me negarán y quiénes me<br />

serán fieles; sé quiénes permanecerán, fieles, porque han estudiado mi<br />

pa<strong>la</strong>bra y quienes van a confundirse porque nunca han analizado el<br />

fondo <strong>de</strong> mi Obra.<br />

8. Mientras a unos sólo les interesó <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra y<br />

anhe<strong>la</strong>ron siempre el progreso y <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> su espíritu, a otros les<br />

agradó más el culto exterior, así mientras los primeros se recreaban<br />

recibiendo enseñanzas sobre espiritualidad, a otros les molestaba que<br />

sus errores fueran mencionados.


9. Sólo Yo sé quiénes me respon<strong>de</strong>rán <strong>de</strong> todo lo que, <strong>de</strong>biendo haber<br />

sido conocido a través <strong>de</strong> mis portavoces, haya sido retenido.<br />

10. Compren<strong>de</strong>d, pueblo, que en este Tercer Tiempo, como testigos que<br />

habéis sido <strong>de</strong> esta manifestación divina, tenéis <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r<br />

con toda fi<strong>de</strong>lidad y verdad este mensaje. Que habéis sido l<strong>la</strong>mados y<br />

elegidos para llevar <strong>la</strong> Buena Nueva a <strong>la</strong> humanidad, enseñando a<br />

vuestros hermanos el camino espiritual, único que os conduce a <strong>la</strong> paz,<br />

a <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra luz y a <strong>la</strong> fraternidad universal.<br />

11. Extenso ha sido el tiempo que os consagré para enseñaros, mas, si<br />

los postreros me escucharon poco, <strong>de</strong>jo para ellos mi pa<strong>la</strong>bra escrita,<br />

para que busquen en el<strong>la</strong> <strong>la</strong> esencia divina y todos alcancen <strong>la</strong> misma<br />

comprensión y espiritualidad.<br />

12. Al seguir esta senda, no llevéis más i<strong>de</strong>al que el <strong>de</strong>l<br />

perfeccionamiento <strong>de</strong> vuestro espíritu, perfeccionamiento que podréis<br />

lograr llevando mi Doctrina a <strong>la</strong> práctica, viviendo mis enseñanzas,<br />

consagrando vuestra existencia al servicio <strong>de</strong> vuestros semejantes en un<br />

continuo cumplimiento a <strong>la</strong>s leyes divinas y a <strong>la</strong>s leyes humanas.<br />

13. Ya muchos luchasteis por vuestra vida material, ahora es tiempo <strong>de</strong><br />

trabajar para el espíritu.<br />

14. Ambas luchas son distintas en esencia, pues mientras <strong>la</strong> lucha<br />

humana es egoísta, porque es menester trabajar para sí mismo, <strong>la</strong> lucha<br />

espiritual <strong>de</strong>be ser absolutamente <strong>de</strong>sinteresada, <strong>de</strong>béis sembrar <strong>de</strong><br />

amor y caridad vuestro camino sin esperar recompensa.<br />

15. Procurad penetrar y compren<strong>de</strong>r mis enseñanzas, <strong>de</strong> tal manera que<br />

comprendáis que en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> una vida elevada, limpia, y<br />

espiritual, es don<strong>de</strong> existen <strong>la</strong>s mayores satisfacciones, <strong>la</strong>s más gran<strong>de</strong>s<br />

alegrías, los triunfos verda<strong>de</strong>ros y eternos.<br />

16. <strong>El</strong> espíritu, cuando llega a elevarse sobre <strong>la</strong> materialidad <strong>de</strong>l mundo<br />

y sobre <strong>la</strong> reaciedad <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, tiene que contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> vida a través<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad. Entonces es cuando <strong>de</strong>scubre lo que es real y lo<br />

que es falso.<br />

17. Me p<strong>la</strong>ce que en el espíritu <strong>de</strong> mis hijos exista <strong>la</strong> paz y me llena <strong>de</strong><br />

gozo que el corazón <strong>de</strong>l hombre experimente alegría. Sólo quiero que<br />

os procuréis lo que sea verda<strong>de</strong>ro, para lo cual os doy los medios en mi<br />

pa<strong>la</strong>bra.<br />

18. Y en verdad os digo: Bienaventurados los que no se han<br />

familiarizado con mi pa<strong>la</strong>bra. Benditos los que obe<strong>de</strong>cen y respetan mis<br />

mandatos porque ellos serán los que <strong>de</strong>n testimonio <strong>de</strong> mi Obra. Son<br />

los que correspon<strong>de</strong>n con amor al amor que en mi pa<strong>la</strong>bra les<br />

<strong>de</strong>muestro, son los que tienen caridad y gratitud hacia estos portavoces<br />

que van <strong>de</strong>jando su vida en este pueblo.


19. Pero ¡Cuántos se han familiarizado con mi manifestación! Asisten a<br />

mis enseñanzas como quien va a presenciar un rito o a cumplir con una<br />

tradición, y ése no es el cumplimiento que Yo espero <strong>de</strong> mi pueblo.<br />

20. No ha llegado aún el instante en que todos toméis mi Obra en forma<br />

espiritual. Observad como mientras algunos <strong>de</strong> mis <strong>la</strong>briegos se tornan<br />

humil<strong>de</strong>s y caritativos a medida que me <strong>de</strong>rramo en bendiciones sobre<br />

ellos, otros se vuelven soberbios y egoístas, creyendo ser cada vez<br />

superiores a sus hermanos.<br />

21. Los primeros trabajan en silencio, en <strong>la</strong> humildad, en <strong>la</strong> intimidad<br />

espiritual, los segundos no pue<strong>de</strong>n estar contentos si no viven ro<strong>de</strong>ados<br />

<strong>de</strong> adu<strong>la</strong>ción, <strong>de</strong> a<strong>la</strong>banzas y homenajes, gozando con <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción <strong>de</strong><br />

sus hermanos pequeños y débiles. Esos no son discípulos míos, porque<br />

jamás mis ejemplos, mi Doctrina o mis reve<strong>la</strong>ciones les han enseñado<br />

tales acciones.<br />

22. A los que os habéis <strong>la</strong>brado ese pe<strong>de</strong>stal <strong>de</strong> vanida<strong>de</strong>s, os digo con<br />

amor que <strong>de</strong>scendáis <strong>de</strong> él, por convicción, por arrepentimiento, si no<br />

queréis que mañana os <strong>de</strong>rriben los mismos que hoy os han elevado,<br />

como siempre les ha acontecido a los hombres que se han sentado en un<br />

trono <strong>de</strong> falso po<strong>de</strong>r para <strong>de</strong>s<strong>de</strong> él humil<strong>la</strong>r a sus semejantes.<br />

23. A los que han trabajado con humildad, sembrando con amor <strong>la</strong><br />

semil<strong>la</strong> bendita <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad espiritual, os digo que continuéis<br />

sembrando, que sigáis recogiendo <strong>la</strong>s lágrimas <strong>de</strong> los que sufren, que<br />

sigáis haciendo luz en los caminos <strong>de</strong> tinieb<strong>la</strong>s, <strong>de</strong> ignorancia, <strong>de</strong> vicio<br />

y confusión. Ese es el camino, esa es <strong>la</strong> misión <strong>de</strong>l <strong>la</strong>briego <strong>de</strong> Jesús.<br />

24. A unos y a otros os quiero unidos en mi Obra, en<strong>la</strong>zados por <strong>la</strong> fe,<br />

armonizando en <strong>la</strong> espiritualidad, caminando por un mismo sen<strong>de</strong>ro,<br />

bajo el peso <strong>de</strong> una misma cruz.<br />

25. No propaguéis por el mundo que sois maestros en espiritualidad, ni<br />

siquiera digáis que sois discípulos; mas procurad que vuestras obras<br />

estén lo más fielmente apegadas a mi verdad y el<strong>la</strong>s testificarán por<br />

vosotros.<br />

26. En <strong>la</strong>s horas difíciles <strong>de</strong> vuestra vida, en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pruebas,<br />

invocadme con el espíritu, sin l<strong>la</strong>mar exteriormente <strong>la</strong> atención <strong>de</strong> nadie<br />

y Yo haré sentir mi presencia y mi po<strong>de</strong>r.<br />

27. Mi campiña es infinita ¿Cómo pue<strong>de</strong> haber quien crea que el<strong>la</strong> se<br />

encuentra limitada en estos recintos don<strong>de</strong> escucháis mi pa<strong>la</strong>bra?<br />

28. Mis campos <strong>de</strong> <strong>la</strong>branza espiritual están en toda <strong>la</strong> Tierra, don<strong>de</strong><br />

quiera que habite un hombre o exista un espíritu. Mi campiña se<br />

extien<strong>de</strong> más allá <strong>de</strong> este mundo, alcanzando a todas <strong>la</strong>s moradas don<strong>de</strong><br />

haya necesidad <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong> cultivo espiritual, <strong>de</strong> purificación y<br />

perfeccionamiento.<br />

29. Dejad que vuestros conceptos se amplíen, que vuestra mente rompa<br />

el círculo en que se ha cerrado y vuestro espíritu se liberte <strong>de</strong> esas


ca<strong>de</strong>nas con que <strong>la</strong> materia le ha sujetado, para que contemple lo<br />

infinito y se sature <strong>de</strong> lo eterno.<br />

30. Se acerca el tiempo en que los hombres vengan hacia vosotros a<br />

escudriñar esta Doctrina, no tendrá mérito que les mostréis mi pa<strong>la</strong>bra<br />

para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ros, ya que el<strong>la</strong>, proviniendo <strong>de</strong> Mi es limpia y perfecta en<br />

su esencia. Mérito será que al escudriñaros a vosotros, <strong>de</strong>scubran en mi<br />

pueblo una vida humil<strong>de</strong> y limpia, hombres y mujeres que saben<br />

<strong>de</strong>dicar una parte <strong>de</strong> su tiempo a <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad, que a su paso<br />

van <strong>de</strong>jando una huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> consuelo y <strong>de</strong> luz. Ese será el testimonio<br />

vivo que <strong>de</strong>is al mundo, testimonio presentado a través <strong>de</strong> obras, no <strong>de</strong><br />

pa<strong>la</strong>bras.<br />

31. Bien está que el don <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra tendrá que florecer en vuestros<br />

<strong>la</strong>bios para conmover el corazón <strong>de</strong> vuestros hermanos; pero serán <strong>la</strong>s<br />

obras <strong>la</strong>s que confirmen cada una <strong>de</strong> vuestras pa<strong>la</strong>bras.<br />

32. ¿Creéis que mis discípulos <strong>de</strong>l Segundo Tiempo se concretaron a<br />

repetir lo que escucharon <strong>de</strong> su Maestro? NO, pueblo. Es cierto que <strong>la</strong><br />

luz se <strong>de</strong>rramó a raudales en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que brotó <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios; pero sus<br />

obras, sus hechos fueron tan numerosos como sus pa<strong>la</strong>bras, por eso su<br />

siembra fue fecunda y abundante.<br />

33. Por eso os digo: recread vuestro espíritu en mi pa<strong>la</strong>bra, oh, pueblo.<br />

Aún podéis disfrutar <strong>de</strong> esta gracia por un breve tiempo. Haced <strong>de</strong><br />

vuestro corazón un cofre en el que guardéis toda <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mis<br />

enseñanzas y que vuestro espíritu sea el arca don<strong>de</strong> que<strong>de</strong> <strong>de</strong>positada<br />

mi sabiduría.<br />

34. Ya se aproxima el día en que estos ruiseñores <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> trinar en <strong>la</strong>s<br />

ramas <strong>de</strong> este árbol y no quiero que <strong>de</strong>spués vayáis a llorar los tiempos<br />

<strong>de</strong>saprovechados.<br />

35. Cuando llegue <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> cerrar esta etapa <strong>de</strong> comunicaciones, ya os<br />

habré dado todo lo que necesitáis para vuestra jornada espiritual. Nada<br />

os faltará.<br />

36. Os he dotado <strong>de</strong> armas y <strong>de</strong> luz para que sepáis hacer frente a ese<br />

tiempo anunciado por Mi, en el que os he dicho que los hombres<br />

tratarán <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir <strong>la</strong> fe entre ellos mismos, en que el amor a Dios sea<br />

combatido cual nunca antes lo fue; mas Yo estoy <strong>de</strong>jando en vosotros<br />

este pan <strong>de</strong> vida para que levantéis a los hambrientos <strong>de</strong> luz; bálsamo<br />

para sanar el dolor físico y el <strong>de</strong>l espíritu, potestad para <strong>de</strong>tener a<br />

quienes se extravíen <strong>de</strong> <strong>la</strong> senda verda<strong>de</strong>ra.<br />

37. Preparaos para que esos tiempos no os sorprendan, porque si<br />

durmieseis, <strong>de</strong>spertaréis <strong>de</strong> vuestro letargo aterrados por<br />

acontecimientos dolorosos. Entonces no podréis pensar en los <strong>de</strong>más,<br />

pensaréis en vosotros mismos, cuando más en vuestros hijos, padres,<br />

esposos o hermanos y Yo quiero que os olvidéis <strong>de</strong> vosotros, <strong>de</strong><br />

quiénes sois y <strong>de</strong> lo que poseáis, para que vuestro espíritu pueda


ocuparse <strong>de</strong> su más alta misión que es <strong>la</strong> <strong>de</strong> amar a Dios en sus propios<br />

semejantes.<br />

38. Quiero que améis a vuestros hermanos como si les conocieseis,<br />

bastándoos para ello saber que existen.<br />

39. Uníos para que forméis el pueblo fuerte, el nuevo Israel que sepa<br />

abrirse paso a través <strong>de</strong> persecuciones, <strong>de</strong> vicisitu<strong>de</strong>s y obstáculos,<br />

siguiendo paso a paso el camino luminoso <strong>de</strong> mi Ley, inspirados en <strong>la</strong><br />

divina promesa <strong>de</strong> mi paz.<br />

40. Sois tanto en lo espiritual, como por <strong>la</strong> sangre, un pueblo que lucha<br />

por <strong>la</strong> paz y por su libertad, que mucho ha sabido <strong>de</strong>l yugo, <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne<br />

y <strong>de</strong> <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción. En verdad os digo, que es allí, en ese cáliz tan<br />

amargo, en don<strong>de</strong> se ha acriso<strong>la</strong>do y temp<strong>la</strong>do vuestro espíritu.<br />

41. No <strong>de</strong>jéis morir el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> libertad y paz. Que comprendáis<br />

que esta senda espiritual que os brindo, llevará certeramente a <strong>la</strong> meta a<br />

los hombres <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> buena voluntad.<br />

42. Mi justicia, manifestándose en plenitud sobre el mundo, os ayudará<br />

a testificar, os ayudará a convertir y a preparar los sen<strong>de</strong>ros.<br />

43. La sed <strong>de</strong> verdad llegará a ser muy gran<strong>de</strong> en <strong>la</strong> humanidad y habrá<br />

que darle el agua cristalina <strong>de</strong> mi enseñanza para que no sucumba.<br />

Tened siempre en cuenta que a los hombres <strong>de</strong> este tiempo, por su<br />

evolución espiritual, ya no se les pue<strong>de</strong> engañar, que el mundo está a<br />

punto <strong>de</strong> abrir plenamente sus ojos a <strong>la</strong> luz, para <strong>de</strong>cir: "Éste es el bien<br />

y éste es el mal, está es <strong>la</strong> luz y ésta es <strong>la</strong> tinieb<strong>la</strong>" y ya no quiere andar<br />

más por caminos torcidos, ni extraviarse en ritos y tradiciones.<br />

44. <strong>El</strong> <strong>la</strong>rgo sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia, <strong>de</strong>l libre albedrío, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>sobediencia y el mal, ya ha sido recorrido por <strong>la</strong> humanidad y se<br />

aproxima ya a su meta, a don<strong>de</strong> llegará confundida; pero don<strong>de</strong><br />

también verá cómo se hace <strong>la</strong> luz en el<strong>la</strong>.<br />

45. La conciencia, semejante a una fina espada <strong>de</strong> luz, luchará contra<br />

<strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s impidiendo que el espíritu se turbe, y cuando se serene y<br />

pueda mirar y juzgar su pasado, una sucesión <strong>de</strong> mirajes pasarán por su<br />

mente, fortaleciéndole para nunca volver atrás.<br />

46. Mi pa<strong>la</strong>bra bril<strong>la</strong> ante vosotros en esos instantes, como el faro en <strong>la</strong>s<br />

noches <strong>de</strong> tempestad, iluminando <strong>la</strong> ruta <strong>de</strong>l perdido.<br />

47. ¿Sería justo, que para ese tiempo no hubieseis alcanzado <strong>la</strong> <strong>de</strong>bida<br />

preparación?<br />

48. Bien sabéis que no sois indispensables para <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción espiritual<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad; pero, ¿Qué sería <strong>de</strong> vuestra misión?<br />

49. Yo todo lo puedo sin vosotros, mas, ¿Qué me respon<strong>de</strong>ríais cuando<br />

os l<strong>la</strong>mase?<br />

50. Discípulos: <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> orar, pesad vuestra responsabilidad y medid<br />

el alcance <strong>de</strong> vuestra misión. No <strong>la</strong> ignoráis puesto que os he hab<strong>la</strong>do<br />

<strong>de</strong> el<strong>la</strong> ampliamente.


51. Vengo a vosotros para fortaleceros con pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> amor y<br />

sabiduría, os encontráis en vísperas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s acontecimientos. Os he<br />

anunciado que el mundo se conmoverá en el año <strong>de</strong> 1950. Esos sucesos<br />

marcarán el último año <strong>de</strong> mi comunicación y mi partida, para que<br />

cuando los hombres se interesen por buscar <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi<br />

manifestación y los hechos que <strong>la</strong> ro<strong>de</strong>aron, encuentren que lo mismo<br />

al iniciarse mi comunicación en 1866, como al aproximarse su final en<br />

1950, los cielos, <strong>la</strong> Naturaleza y <strong>la</strong> vida humana se conmovieron.<br />

52. Pensad en el mundo <strong>de</strong>l mañana, pueblo amado, en los hombres que<br />

angustiosamente andarán buscando indicios <strong>de</strong> mi presencia; pensad<br />

que vosotros vais a quedar como testigos fieles <strong>de</strong> todo lo que habéis<br />

visto y oído <strong>de</strong> Mí<br />

53. Así como ha sido amplia mi enseñanza, así <strong>de</strong>berá ser vuestro<br />

testimonio, a fin <strong>de</strong> que no <strong>de</strong>jéis <strong>la</strong> menor duda o confusión en<br />

ninguno <strong>de</strong> vuestros hermanos.<br />

54. Grabad bien en vuestro corazón, que no será con actos exteriores e<br />

impresionantes con los que tratéis <strong>de</strong> persuadir a vuestros hermanos,<br />

<strong>de</strong>be ser con <strong>la</strong> esencia espiritual <strong>de</strong> mi Doctrina. Podríais impresionar<br />

a aquéllos que vienen con su fardo <strong>de</strong> sufrimientos en busca <strong>de</strong><br />

consuelo y que en su anhelo <strong>de</strong> encontrar alivio a su dolor ni siquiera<br />

reparan en <strong>la</strong> forma con que reciban el bálsamo; pero, pensad que ellos<br />

abrirán sus ojos y compren<strong>de</strong>rán que no les fue entregado en toda su<br />

pureza el bálsamo que <strong>de</strong> Mi recibieron los <strong>la</strong>briegos. En verdad os<br />

digo que <strong>la</strong> siembra hecha en esa forma, dará muchos frutos vanos.<br />

55. <strong>El</strong> <strong>la</strong>briego que cimiente su <strong>la</strong>bor en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> una caridad<br />

verda<strong>de</strong>ra, bien entendida, que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> llevar el alivio a los males<br />

<strong>de</strong>l cuerpo, encienda <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe en Dios, e imparta conocimientos<br />

espirituales; aquél que olvidado <strong>de</strong> sí mismo, consagre algunos<br />

instantes al servicio <strong>de</strong> sus semejantes, ese hará sentir el Espiritualismo<br />

en sus hermanos, hará sentir mi presencia a través <strong>de</strong> sus obras y por<br />

consiguiente su parce<strong>la</strong> será fértil y su cosecha buena y abundante.<br />

56. Debo <strong>de</strong>cir a vuestro espíritu <strong>la</strong> misión a él encomendada, que no os<br />

engañéis a vosotros mismos, que <strong>de</strong> antemano analicéis vuestras<br />

intenciones, <strong>la</strong> finalidad <strong>de</strong> vuestras obras y para que comprendáis cuál<br />

pue<strong>de</strong> ser el resultado que obtengáis.<br />

57. Sois mis discípulos y <strong>de</strong>béis vivir alerta para que escuchéis <strong>la</strong> voz<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia antes <strong>de</strong> llevar a cabo una obra. Entonces fijaréis <strong>la</strong><br />

meta que queréis alcanzar más allá <strong>de</strong> esta vida, reconociendo que aquí<br />

sólo acumu<strong>la</strong>réis méritos que con vuestra ayuda otros lleguen antes que<br />

vosotros, mayor será vuestro mérito, porque eso querrá <strong>de</strong>cir que<br />

pensasteis más en ellos, que en vosotros mismos.


58. Delicada es <strong>la</strong> trayectoria <strong>de</strong>l espiritualista, pues no podrá l<strong>la</strong>marse<br />

dignamente discípulo <strong>de</strong> esta Doctrina, quien <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recibida <strong>la</strong><br />

lección, albergase odios, egoísmos, hipocresía o ma<strong>la</strong> voluntad.<br />

59. En el espiritualista <strong>de</strong>be haber paz, fe, caridad, perdón, sonrisa,<br />

comprensión, indulgencia y ternura, para <strong>de</strong>rramarlos como bálsamo<br />

sobre los que sufren. Por otra parte, <strong>de</strong>berá existir en su corazón el celo,<br />

<strong>la</strong> fuerza y <strong>la</strong> energía ante los que alteren <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong> oculten o <strong>la</strong><br />

vendan.<br />

60. Os doy limpia mi semil<strong>la</strong> y os ofrezco campos preparados para<br />

sembrar<strong>la</strong>, por lo cual no hay razón para que a vuestro retorno me<br />

traigáis un mal fruto.<br />

61. Tomad mi pa<strong>la</strong>bra y meditad seriamente en el<strong>la</strong> y sentiréis cómo se<br />

convierte en un fino cincel, el cual, penetrando en lo recóndito <strong>de</strong><br />

vuestro ser, comenzará una obra <strong>de</strong> pulimiento en vuestro corazón.<br />

62. Compren<strong>de</strong>d, pueblo, que mi l<strong>la</strong>mado ha sido para daros a conocer<br />

<strong>la</strong> misión que vais a cumplir en <strong>la</strong> Tierra. Ya vuestro espíritu sabia a lo<br />

que había sido enviado, pero faltaba que también vuestra materia<br />

recibiera <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción, para que estuviese dispuesta a trabajar con el<br />

espíritu, formando ambos un solo ser y una so<strong>la</strong> voluntad.<br />

63. Después <strong>de</strong> escuchar estas reve<strong>la</strong>ciones, ¿Podría alguno <strong>de</strong> vosotros<br />

<strong>de</strong>sconocer su misión? ¿Podría vuestro espíritu huir y renunciar a <strong>la</strong><br />

lucha? Seria infantil querer huir <strong>de</strong> su propio <strong>de</strong>stino, preten<strong>de</strong>r alejarse<br />

<strong>de</strong> sí mismo. ¿Qué sitio podríais encontrar en este mundo o en otros, a<br />

don<strong>de</strong> no llegara mi voz? Ninguno, porque mi voz es vuestra luz. Por<br />

otra parte, ¿Quién podrá huir <strong>de</strong> este tiempo <strong>de</strong> pruebas? A cualquier<br />

sitio que os retiraseis, allí os seguiría <strong>la</strong> purificación.<br />

64. En verdad os digo que <strong>la</strong> seguridad y <strong>la</strong> paz sólo <strong>la</strong>s podréis<br />

encontrar en el <strong>de</strong>sempeño y cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley que os he<br />

confiado. Los méritos que vuestro espíritu haga <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l<br />

amor, que son caridad y fraternidad, se reflejarán en vuestra vida<br />

humana, en paz, en tranquilidad, en confianza y salud.<br />

65. En el Primer Tiempo el pueblo pactó con su Señor y juró cumplir<br />

con <strong>la</strong> Ley. Ahora no quiero que juréis, quiero que vuestro impulso por<br />

seguirme sea espontáneo, que vuestro cumplimiento sea por amor.<br />

66. He visto en este tiempo reunirse a todas <strong>la</strong>s congregaciones,<br />

formando una so<strong>la</strong> multitud, para conmemorar <strong>la</strong> fecha en que este<br />

pueblo me juró obediencia y unión, mas Yo os pregunto ¿Habéis<br />

cumplido con vuestro juramento? ¿Habéis sido obedientes a mis<br />

mandatos y os habéis unido? No, pueblo, no habéis cumplido, vuestro<br />

juramento fue en vano. ¿Para qué conmemoráis entonces aquel<strong>la</strong> fecha?<br />

Más grato seria para Mi, veros distanciados en lo material, aunque<br />

nunca os reunieseis para conmemorar esas tradiciones, pero, en cambio<br />

si veros unidos espiritualmente, practicando en una misma forma mi


Doctrina y dando cumplimiento a mi pa<strong>la</strong>bra. Entonces estaréis unidos<br />

en mi Obra y seria vuestra unión fuerte por el amor y <strong>la</strong> verdad, sin<br />

necesidad <strong>de</strong> tener que cumplir únicamente porque en vuestro espíritu<br />

lleváis el peso <strong>de</strong> un juramento.<br />

67. Quiero que cuando el nuevo pueblo <strong>de</strong> Israel se levante a seguirme,<br />

su pacto sea <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> fe.<br />

68 ¿Comprendéis por qué vengo aboliendo todas vuestras tradiciones?<br />

Porque ocupados en darles cumplimiento, os olvidáis <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />

esencia <strong>de</strong> vuestra vida, que es <strong>la</strong> <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer a <strong>la</strong> Ley.<br />

69. Os digo que si antes <strong>de</strong> terminar mi comunicación en este tiempo,<br />

no os unís, ni os perdonáis, no sabéis <strong>la</strong>s pruebas que lleguen a<br />

estremeceros, recordándoos vuestra falsedad y vuestra <strong>de</strong>sunión.<br />

70. Veo que os habéis familiarizado con mi pa<strong>la</strong>bra y que, cuando os<br />

hablo en tono <strong>de</strong> rec<strong>la</strong>mo o <strong>de</strong> reconvención, cerráis vuestros oídos,<br />

confiando en que a los pocos instantes voy a perdonaros y a hab<strong>la</strong>ros<br />

con infinita dulzura.<br />

71. ¡Ah, pueblo, que no habéis querido guardar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> y que sólo<br />

buscáis <strong>de</strong>leite comiendo el fruto! ¿Qué será <strong>de</strong> vosotros, cuando os<br />

falte mi pa<strong>la</strong>bra? ¿Vais a inventar alguna forma <strong>de</strong> llenar vuestro vacio?<br />

No, pueblo, no tratéis <strong>de</strong> engañaros a vosotros mismos, mejor guardad<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora mi pa<strong>la</strong>bra en vuestro corazón, almacenad<strong>la</strong> y cuando<br />

<strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> tener mi comunicación, seréis poseedores <strong>de</strong> un caudal<br />

inagotable <strong>de</strong> sabiduría, <strong>de</strong> una fuente <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong> un<br />

manantial inagotable <strong>de</strong> bendiciones.<br />

72. Mi pa<strong>la</strong>bra, a medida que se acerca el día seña<strong>la</strong>do en que habréis<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> escuchar<strong>la</strong>, se torna más c<strong>la</strong>ra. Algunos <strong>de</strong> mis portavoces<br />

han alcanzado su madurez y en premio a <strong>la</strong> preparación <strong>de</strong> ellos y <strong>de</strong>l<br />

pueblo <strong>de</strong>rramo mi pa<strong>la</strong>bra, llena <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ridad y sencillez.<br />

73. Antes era necesario hab<strong>la</strong>ros en sentido figurado, porque los<br />

portavoces sólo estaban capacitados para hab<strong>la</strong>r en esa forma <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

enseñanzas profundas <strong>de</strong> mi verdad. Detrás <strong>de</strong> cada parábo<strong>la</strong> o figura<br />

había siempre algo divino, o misterioso, que el portavoz no alcanzaba a<br />

interpretar. Más tar<strong>de</strong>, cuando su espiritualidad y su elevación le<br />

hicieron compren<strong>de</strong>r su misión, <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios el sentido<br />

figurado, porque ya su entendimiento había logrado expresar lo<br />

elevado, a través <strong>de</strong> un lenguaje sencillo, al alcance <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s mentes<br />

y <strong>de</strong> todos los espíritus.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!


ENSEÑANZA N° 271<br />

1. Yo os bendigo, pueblo, en vos bendigo a <strong>la</strong>s futuras generaciones.<br />

2. Contemplo que os habéis contaminado <strong>de</strong> los males <strong>de</strong>l mundo, que<br />

como todos los seres débiles también habéis enfermado, pero vengo a<br />

purificaros porque os aguarda una gran<strong>de</strong>, noble y <strong>de</strong>licada misión<br />

espiritual que cumplir.<br />

3. En mi pa<strong>la</strong>bra os he nombrado "Israel", y cuando habéis escuchado<br />

ese nombre os habéis estremecido bajo el peso <strong>de</strong> una responsabilidad<br />

que nunca habíais imaginado poseer.<br />

4. Ese nombre os hizo <strong>de</strong>spertar y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces <strong>de</strong>jasteis <strong>de</strong><br />

alimentaros <strong>de</strong> satisfacciones frívo<strong>la</strong>s, superfluas o ma<strong>la</strong>s, para<br />

sustentar el corazón y al espíritu con manjares sustanciosos, sanos,<br />

limpios.<br />

5. Las bajas pasiones <strong>la</strong>s vais cambiando por verda<strong>de</strong>ro amor, los<br />

insanos p<strong>la</strong>ceres los vais <strong>de</strong>jando por <strong>la</strong>s satisfacciones espirituales, y<br />

todo esto, que es regeneración y purificación, le ha dado sensibilidad a<br />

vuestro corazón y ha permitido que <strong>la</strong>s potencias dormidas <strong>de</strong>l espíritu<br />

comiencen a manifestarse en vuestra vida.<br />

6. Cuando mi pa<strong>la</strong>bra ha llegado a vuestro entendimiento, como rayo <strong>de</strong><br />

sol cuando ilumina una estancia, habéis concluido por confesar que<br />

sólo con amor hacia el Padre y hacia vuestros hermanos, podrá<br />

alimentarse vuestro espíritu.<br />

7. Así es como se va haciendo <strong>la</strong> luz en este pueblo <strong>de</strong>stinado a iniciar<br />

<strong>la</strong> Era <strong>de</strong> <strong>la</strong> Espiritualidad, por eso os digo que una vez ganada esta<br />

batal<strong>la</strong> sobre vosotros mismos, ya no <strong>de</strong>scendáis, ya no retrocedáis un<br />

solo paso.<br />

8. Cuando comencéis a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> sentir vuestros propios dolores para<br />

sentir los sufrimientos ajenos, estaréis dando un nuevo paso en el<br />

camino <strong>de</strong> mi Doctrina.<br />

9. Estos son los tiempos anunciados por los profetas a <strong>la</strong> humanidad, en<br />

que el dolor llegará a ser muy acerbo para luego <strong>de</strong>saparecer y<br />

lentamente tornarse en paz.<br />

10. La humanidad en su mayoría ignora mi llegada y mi presencia<br />

como Espíritu <strong>de</strong> Conso<strong>la</strong>ción, pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su ser presiente algo y<br />

me espera.<br />

11. Este pueblo va a dar a los hombres <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> mi nueva<br />

manifestación. Esa es <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> cual estoy <strong>de</strong>rramando sobre<br />

vuestro espíritu mi luz.<br />

12. No más titubeos, pueblo, no más dudas ni <strong>de</strong>sobediencias. Dejad<br />

que <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> confianza se enseñoreen <strong>de</strong> todo vuestro ser.<br />

13. No huyáis <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, porque el<strong>la</strong>s son lecciones que<br />

<strong>de</strong>béis apren<strong>de</strong>r. Sabed que habéis sido enviados en este tiempo para


acriso<strong>la</strong>r vuestro espíritu en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> una misión elevada, noble<br />

y digna.<br />

14. No <strong>de</strong>jéis para más tar<strong>de</strong> vuestro cumplimiento, pretextando que<br />

hoy tenéis muchos obstáculos para seguirme, que mejor vais a esperar<br />

que el sol <strong>de</strong> mañana ilumine plenamente vuestro sen<strong>de</strong>ro para<br />

levantaros a <strong>la</strong> lucha.<br />

15. Mirad cómo <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Divino cae incesantemente sobre<br />

vuestro espíritu para no <strong>de</strong>jaros caer o dormir.<br />

16. A veces os sorprendo en el silencio <strong>de</strong> vuestras meditaciones<br />

preguntándoos por qué tan gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>beres para con <strong>la</strong> humanidad, y<br />

Yo os digo que vuestra pregunta proviene <strong>de</strong> que ignoráis vuestro<br />

pasado espiritual, y por lo tanto, <strong>la</strong>s <strong>de</strong>udas que tenéis contraídas con<br />

vuestros hermanos.<br />

17. Cuando <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> vuestra responsabilidad para con los pueblos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra sea absoluta, tomaréis con gran amor vuestra cruz y<br />

empezaréis a esca<strong>la</strong>r serenamente <strong>la</strong> montaña <strong>de</strong> vuestra elevación<br />

espiritual.<br />

18. De vuestra memoria podrá borrarse el pasado, <strong>de</strong> vuestro espíritu<br />

irán quedado distantes <strong>la</strong>s existencias anteriores, pero el <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

<strong>Vida</strong> don<strong>de</strong> queda todo anotado por Dios, nada queda en el pasado,<br />

nada se borra ni se olvida, ahí todo está presente y vivo eternamente.<br />

19. Así es <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong>l Padre; perfecta, amorosa.<br />

20. Cuando el hombre se pier<strong>de</strong> y se hun<strong>de</strong> en el cieno <strong>de</strong>l mundo, el<br />

Señor <strong>de</strong>rrama su caridad y salva al espíritu. Cuando creéis que<br />

vuestras obras en <strong>la</strong> Tierra os han perdido irremisiblemente para <strong>la</strong> vida<br />

eterna, el Divino Juez os da una ocasión para reparar vuestros yerros,<br />

alcanzando así <strong>la</strong> salvación por el esfuerzo, <strong>la</strong> voluntad y <strong>la</strong><br />

perseverancia en el bien.<br />

21. Ahora tenéis esa bendita oportunidad, podéis meditar en todo esto y<br />

esforzaros por dar cumplimiento a vuestra misión, para que cuando<br />

retornéis a aquel Valle <strong>de</strong> don<strong>de</strong> parten los espíritus para habitar el<br />

mundo material, lleguéis sin cargos y misiones incumplidas y en<br />

cambio podáis experimentar el goce verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> haber triunfado sobre<br />

<strong>la</strong> pequeñez y <strong>la</strong> ru<strong>de</strong>za <strong>de</strong> <strong>la</strong> envoltura en que vivisteis.<br />

22. Vuestro espíritu está <strong>de</strong>spierto como nunca, por ello os digo que <strong>de</strong><br />

los pasos que <strong>de</strong>is en este tiempo, seréis responsables, ya que el <strong>la</strong>pso<br />

en que os he entregado mis enseñanzas fue muy extenso y muy amplia<br />

<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra en <strong>la</strong> que os di mis lecciones.<br />

23. No olvidéis que en los instantes más solemnes y en <strong>la</strong>s horas <strong>de</strong><br />

mayor trascen<strong>de</strong>ncia, es cuando <strong>la</strong> tentación os acecha más, cuando el<br />

corazón se <strong>de</strong>bilita y el ánimo <strong>de</strong>cae, cuando surgen <strong>la</strong>s dudas, <strong>la</strong>s<br />

incertidumbres y <strong>la</strong>s in<strong>de</strong>cisiones.


24. Inspiraos en <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> mi Obra, preguntaos qué es lo que más<br />

pue<strong>de</strong> agradar a vuestro Padre, qué es lo que estáis haciendo bien y lo<br />

que estáis haciendo mal.<br />

25. Escudriñad vuestras propias obras antes que juzgar <strong>la</strong>s ajenas y<br />

veréis surgir infinidad <strong>de</strong> imperfecciones que habían pasado<br />

inadvertidas ante vuestros ojos por falta <strong>de</strong> estudio y <strong>de</strong> amor.<br />

26. Arrojaréis <strong>de</strong> vuestro seno todo lo que sea fanatismo, ido<strong>la</strong>tría,<br />

superstición, materialidad, y prácticas superfluas e inútiles. Será como<br />

si limpiaseis <strong>de</strong> ma<strong>la</strong> yerba <strong>la</strong> tierra para luego sembrar<strong>la</strong> <strong>de</strong> hermoso<br />

trigo.<br />

27. Aprovechad el tiempo que aún tenéis para escuchar mi enseñanza,<br />

para que el<strong>la</strong> os llene <strong>de</strong> luz, y <strong>de</strong> gracia, para que <strong>de</strong>is el paso firme<br />

hacia <strong>la</strong> espiritualidad, paso que no habéis dado porque habéis<br />

continuado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un culto lleno <strong>de</strong> materialismo y <strong>de</strong> errores.<br />

28. Hasta ahora os ha faltado fe para renunciar a vuestras formas, ritos<br />

y símbolos y buscarme espiritualmente en el infinito. Os ha faltado<br />

valor para ser espiritualistas y habéis i<strong>de</strong>ado una forma <strong>de</strong> aparentar<br />

espiritualidad, ocultando tras <strong>de</strong> el<strong>la</strong> vuestra materialidad y vuestros<br />

29. No os quiero hipócritas, sino sinceros y amantes <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad; por<br />

eso os hablo con suma c<strong>la</strong>ridad, para que <strong>de</strong>puréis vuestra vida y<br />

mostréis al mundo <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> esta Obra. ¿Os <strong>de</strong>cís espiritualistas?<br />

Pues sedlo verda<strong>de</strong>ramente. No habléis <strong>de</strong> mi Doctrina mientras hagáis<br />

todo lo contrario, porque sólo confundiréis con vuestras obras a <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

30. Ante todo tened conocimiento <strong>de</strong> lo que es mi Obra, <strong>de</strong> lo que<br />

significa mi Ley, <strong>de</strong> cuál es vuestra misión y cómo <strong>de</strong>béis<br />

<strong>de</strong>sempeñar<strong>la</strong>, para que si en vuestra senda no tenéis un guía digno <strong>de</strong><br />

conducir vuestros pasos, os guiéis por <strong>la</strong> conciencia y por el<br />

conocimiento que en mi Doctrina hayáis adquirido. Así no podréis<br />

hacer responsable a nadie <strong>de</strong> algún tropiezo o <strong>de</strong> algún error.<br />

31. También os digo, que si aquél que va con sus consejos guiando<br />

vuestros pasos espirituales, camina <strong>de</strong> acuerdo con mi Ley, lo sigáis<br />

fielmente, porque se ha hecho digno <strong>de</strong> vuestra confianza.<br />

32. Cuando llegue <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> pedir cuentas a este pueblo, mi voz llegará<br />

con <strong>la</strong> misma justicia a cada espíritu, puesto que mi pa<strong>la</strong>bra fue<br />

escuchada por todos en <strong>la</strong> misma forma. Allí nadie dirá: "Señor,<br />

reclámales a quienes sepan más y perdona a los que sólo hicimos lo que<br />

nos mandaron".<br />

33. ¿Creéis que ante el mal ejemplo <strong>de</strong> un padre en <strong>la</strong> Tierra, vicioso o<br />

malvado, el hijo comete un error en no seguirlo en su manera <strong>de</strong> ser?<br />

¿O creéis que el hijo está obligado a seguir los pasos <strong>de</strong> sus padres?<br />

34. En verdad os digo, <strong>de</strong>be ser <strong>la</strong> conciencia y <strong>la</strong> razón <strong>la</strong>s que os<br />

guíen por el sen<strong>de</strong>ro recto.


35. Mas no porque os apartéis <strong>de</strong>l mal camino que os habían trazado los<br />

que tienen el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> conduciros por <strong>la</strong> vida, vais a <strong>de</strong>sconocerlos o a<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> amarles, por el contrario, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sitio en don<strong>de</strong> encontréis<br />

salvación, haréis cuanto esté <strong>de</strong> vuestra parte por ayudar a quienes se<br />

hayan apartado <strong>de</strong> <strong>la</strong> ruta, es <strong>de</strong>cir, que vuestra caridad y vuestro amor<br />

nunca <strong>de</strong>berán sufrir variación.<br />

36. Tratad <strong>de</strong> compenetraros <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, discípulos amados, para<br />

que no tengáis que sufrir in<strong>de</strong>cisiones cuando <strong>la</strong>s pruebas os<br />

sorprendan.<br />

37. <strong>El</strong> materialismo, como inmenso obstáculo se interpone en el camino<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong>l espíritu; ante esa mural<strong>la</strong> se ha <strong>de</strong>tenido <strong>la</strong><br />

humanidad.<br />

38. Os encontráis en un mundo en el que el hombre ha logrado<br />

<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r su entendimiento, aplicado a <strong>la</strong> ciencia material, pero su<br />

razonamiento sobre <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> lo espiritual, todavía es torpe, su<br />

conocimiento sobre todo aquello que no es exclusivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, se<br />

encuentra retrasado.<br />

39. Este siglo que vivís, presenta dos fases: uno, <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mente y otro el estancamiento <strong>de</strong>l espíritu.<br />

40. Verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> luz divina irradia sobre los entendimientos y por<br />

eso se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> ellos mi gran inspiración cuyos frutos asombran a<br />

<strong>la</strong> humanidad. Es que <strong>la</strong> mente busca <strong>la</strong> libertad y expansión. Se<br />

profundiza el hombre en el estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza; escudriña,<br />

<strong>de</strong>scubre, se recrea, se asombra, pero nunca titubea. Mas, cuando ha<br />

surgido en él <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> esc<strong>la</strong>recer lo re<strong>la</strong>tivo a lo espiritual, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

verdad que hay más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia que conoce, entonces se<br />

encuentra temeroso, siente miedo <strong>de</strong> penetrar en lo <strong>de</strong>sconocido, en lo<br />

que cree prohibido, en lo que pertenece tan sólo a seres elevados y<br />

dignos <strong>de</strong> investigar en los Arcanos <strong>de</strong> Dios.<br />

41. Ahí se ha mostrado débil y torpe, incapaz <strong>de</strong> vencer con voluntad<br />

los prejuicios que lo agobian. Ahí se ha visto que es esc<strong>la</strong>vo <strong>de</strong> torcidas<br />

interpretaciones.<br />

42. Nunca será completo el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia humana<br />

mientras ésta no se <strong>de</strong>senvuelva en el p<strong>la</strong>no espiritual. Ved cuán gran<strong>de</strong><br />

es el retraso <strong>de</strong> vuestro espíritu, porque os habéis consagrado al<br />

conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida terrestre.<br />

43. <strong>El</strong> hombre es esc<strong>la</strong>vo <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> otros, víctima <strong>de</strong> anatemas,<br />

<strong>de</strong> con<strong>de</strong>nas y amenazas, mas ¿Qué se ha logrado con ello? Que<br />

abandone todos sus anhelos por compren<strong>de</strong>r y alcanzar el más elevado<br />

conocimiento que el hombre <strong>de</strong>be poseer, impedirse a sí mismo el<br />

po<strong>de</strong>r llegar a esc<strong>la</strong>recer lo que absurdamente ha consi<strong>de</strong>rado siempre<br />

un misterio: <strong>la</strong> vida espiritual.


44. ¿Creéis que eternamente va a ser un enigma para el hombre en <strong>la</strong><br />

Tierra, <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l espíritu? Si así pensáis os encontraréis en un error<br />

muy gran<strong>de</strong>. De cierto os digo que mientras no conozcáis vuestro<br />

origen e ignoréis todo lo que al espíritu se re<strong>la</strong>ciona, con todo el<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto <strong>de</strong> vuestras ciencias, no pasaréis <strong>de</strong> ser criaturas que habitan<br />

en un mundo pequeño, entre p<strong>la</strong>ntas y animales, os seguiréis<br />

hostilizando por medio <strong>de</strong> vuestras guerras y sobre vuestra vida seguirá<br />

imperando el dolor.<br />

45. Si no <strong>de</strong>scubrís lo que en vuestro ser lleváis, ni <strong>de</strong>scubrís en<br />

vuestros semejantes al hermano espiritual que en cada uno habita,<br />

¿Vais a po<strong>de</strong>r amaros verda<strong>de</strong>ramente? No, humanidad, aunque digáis<br />

que me conocéis y me seguís, si tomáis superficialmente mi Doctrina,<br />

vuestra fe, vuestro conocimiento y vuestro amor serán falsos.<br />

46. Hoy <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> mi luz en forma vibrante e inspiradora a todo<br />

entendimiento, al manifestarme en pa<strong>la</strong>bra humana a través <strong>de</strong> estos<br />

portavoces se ha convertido en mi Doctrina para el que <strong>la</strong> ha<br />

escuchado, mas como toda el<strong>la</strong> tien<strong>de</strong> a <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> vuestro espíritu,<br />

<strong>la</strong> he l<strong>la</strong>mado Espiritualismo importante <strong>de</strong> mi Doctrina es <strong>la</strong> esencia y<br />

<strong>la</strong> verdad que encierra.<br />

47. Tiempo propicio es este en que <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> moral<br />

superior y <strong>la</strong> sabiduría <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad, vienen a <strong>de</strong>sbordarse sobre<br />

los corazones, como una lluvia fresca y benéfica <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga<br />

sequía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto que habéis cruzado.<br />

48. Esta Doctrina es perfecta, como perfecta fue mi pa<strong>la</strong>bra expresada<br />

en el Segundo Tiempo y como cada una <strong>de</strong> mis inspiraciones; <strong>la</strong><br />

perfección no es posible que <strong>la</strong> haya en los entendimientos a través <strong>de</strong><br />

los cuales brotó, el<strong>la</strong> proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Espíritu Divino que <strong>la</strong> inspiró.<br />

49. Esta enseñanza es sencil<strong>la</strong> como todo lo puro, lo divino, y por lo<br />

tanto, fácil <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rse. Mas para que <strong>la</strong> pongáis en práctica a<br />

veces os parecerá difícil, <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores <strong>de</strong>l espíritu requieren esfuerzo,<br />

renunciación o sacrificio por parte <strong>de</strong> vuestro cuerpo y cuando carecéis<br />

<strong>de</strong> educación o <strong>de</strong> disciplina espiritual, tenéis que sufrir.<br />

50. Des<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> los tiempos ha existido <strong>la</strong> lucha entre el<br />

espíritu y <strong>la</strong> materia, al tratar <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r qué es lo justo, lo lícito y<br />

lo bueno, para hacer una vida ajustada a <strong>la</strong> Ley presentada por Dios. En<br />

medio <strong>de</strong> esa lucha os parece como si un po<strong>de</strong>r extraño y malévolo os<br />

indujese a cada paso a alejarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> batal<strong>la</strong>, invitándoos a continuar por<br />

<strong>la</strong> senda <strong>de</strong> <strong>la</strong> materialidad, en uso <strong>de</strong> vuestro libre albedrío. Yo os digo<br />

que no hay más tentación que <strong>la</strong> fragilidad <strong>de</strong> vuestra materia: sensible<br />

a cuanto le ro<strong>de</strong>a, débil para ce<strong>de</strong>r, fácil para caer y entregarse, mas,<br />

quien ha logrado dominar los impulsos, pasiones y <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

materia, ese ha vencido <strong>la</strong> tentación que en si mismo lleva.


51. ¿Qué <strong>de</strong> nuevo viene a enseñar el Espiritualismo, si ya <strong>la</strong> Doctrina<br />

<strong>de</strong> amor dada por Jesús en el Segundo Tiempo os mostró el camino a<br />

seguir? He venido a haceros enten<strong>de</strong>r aquel<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y a explicáros<strong>la</strong><br />

con mayor amplitud y enseñaros a practicar<strong>la</strong> espiritualmente.<br />

52. La Doctrina <strong>de</strong> Jesús fue perfecta, ya que os fue reve<strong>la</strong>da por el<br />

Verbo hecho hombre, en el cual se ocultó Dios. Aquel Verbo que en<br />

Jesús habló al Mundo es el mismo que os hab<strong>la</strong> ahora en Espíritu y que<br />

ha venido a <strong>de</strong>ciros que aquel<strong>la</strong> enseñanza, aquel<strong>la</strong>s obras y ejemplos<br />

que legue cuando habité entre vosotros, <strong>la</strong>s sepáis aplicar a vuestra<br />

vida, que no porque os consi<strong>de</strong>réis muy evolucionados y viviendo en<br />

una época muy distante <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>, creáis que mi pa<strong>la</strong>bra está fuera <strong>de</strong><br />

época. En el Espiritualismo podréis hal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> aplicar mi<br />

Doctrina y mis ejemplos a <strong>la</strong> era que vivís y a <strong>la</strong> evolución que tenéis.<br />

53. La pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> hoy difiere <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> Jesús en el Segundo Tiempo,<br />

porque es dada a través <strong>de</strong> portavoces humanos y <strong>de</strong> que estos<br />

entendimientos son limitados en sus concepciones, pero <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

pa<strong>la</strong>bra salida <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios es perfecta.<br />

54. Nadie quiera ver en <strong>la</strong>s materias humanas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales me sirvo, <strong>la</strong><br />

presencia <strong>de</strong> lo divino, ni en su voz humana <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> Dios. Dios no<br />

tiene forma, ni tampoco expresión <strong>de</strong> voz humana como vosotros. Así,<br />

el que escucha mi pa<strong>la</strong>bra, no va a encontrar a Dios en <strong>la</strong> expresión<br />

exterior <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra humana, sino en su esencia. Esto es lo que he<br />

venido manifestando en todos los recintos.<br />

55. Nuevamente el Maestro es con sus discípulos para recordarles<br />

aquel<strong>la</strong> divina enseñanza que cual mensaje <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> paz traje a <strong>la</strong><br />

humanidad en el Segundo Tiempo.<br />

56. He vuelto porque estas generaciones presentes no han tomado mi<br />

pa<strong>la</strong>bra como norma y ley <strong>de</strong> su vida, y es necesario enseñarles el<br />

camino con nuevas lecciones que les ac<strong>la</strong>ren lo que no habían<br />

comprendido.<br />

57. Caprichosamente marcha el hombre sujeto a los impulsos <strong>de</strong> su<br />

libre albedrío, ajeno a muchas realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

58. Ya no era tiempo <strong>de</strong> que existiese reinados en <strong>la</strong> Tierra, ni pueblos<br />

fuertes que humil<strong>la</strong>sen a los débiles, y sin embargo existen, como una<br />

prueba <strong>de</strong> que aún prevalecen en el hombre <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias primitivas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spojar al débil usando <strong>la</strong> fuerza y <strong>de</strong> conquistar por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

violencia.<br />

59. Ciertamente coloqué al hombre en <strong>la</strong> Tierra para que en el<strong>la</strong> se<br />

enseñorease y reinase, para que reinase sobre un mundo <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong><br />

comprensión y armonía, en el que fuese un príncipe obediente y fiel al<br />

Rey, que es su Creador.<br />

60. Es otro el reinado que los hombres han formado en <strong>la</strong> Tierra,<br />

reinado <strong>de</strong> falsa gran<strong>de</strong>za, <strong>de</strong> vanida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> falsos esplendores. Por eso


no tiene el mundo entre sus más gran<strong>de</strong>s riquezas los tesoros<br />

espirituales como son <strong>la</strong> paz, <strong>la</strong> sabiduría y <strong>la</strong> elevación espiritual.<br />

61. La humanidad anhe<strong>la</strong> un poco <strong>de</strong> paz, pero nunca <strong>la</strong> busca por los<br />

medios que existen para llegar a el<strong>la</strong>, como son, el razonamiento, el<br />

perdón, <strong>la</strong> caridad, <strong>la</strong> reconciliación, el amor.<br />

62. Ahora Yo os anuncio una lucha gran<strong>de</strong>, intensa, entre los que<br />

busquen el establecimiento <strong>de</strong>l Reinado <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz y aquellos que<br />

pugnan por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r o aumentar el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su reinado terrestre.<br />

63. La lucha entre el espíritu y <strong>la</strong> materia, <strong>la</strong> antigua batal<strong>la</strong> entre lo<br />

eterno y lo temporal. <strong>El</strong> espíritu frente a <strong>la</strong> materia. ¿Quién vencerá a<br />

quién? Unos dicen: el espíritu, otros dicen: <strong>la</strong> materia, Yo os digo:<br />

ninguno vencerá.<br />

64. En esta batal<strong>la</strong> no se trata <strong>de</strong> que el espíritu triunfe humil<strong>la</strong>ndo a <strong>la</strong><br />

carne, porque si así fuese, su triunfo sería falso. La victoria <strong>de</strong>finitiva<br />

será para ambos, cuando materia y espíritu unidos, armonizando y<br />

cumpliendo ambos con su <strong>de</strong>stino, marchen bajo un solo i<strong>de</strong>al, por <strong>la</strong><br />

senda <strong>de</strong> justicia y amor, que es el camino trazado por mi Ley. ¡Cuánto<br />

daño se hacen los hombres con sus guerras fraticidas! Los días, los<br />

meses y los años pasan sin tener un poco <strong>de</strong> paz en el corazón, viviendo<br />

en constante zozobra; bajo amenaza <strong>de</strong> sus propios hermanos<br />

convertidos en enemigos. ¿Es vivir esto o por lo menos, luchar por un<br />

i<strong>de</strong>al elevado? No, pueblo: los hombres se matan por sus humanas<br />

ambiciones que valen mucho menos que su vida; pero no quieren<br />

conocer el precio <strong>de</strong> una vida; no quieren saber que <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> un<br />

hombre es sagrada y que sólo pue<strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> el<strong>la</strong> Aquél que <strong>la</strong> creó.<br />

65. Este mismo mundo que ahora habitáis, ha sido por mucho tiempo<br />

campo <strong>de</strong> batal<strong>la</strong> y no le ha bastado al hombre <strong>la</strong> enorme experiencia<br />

legada por sus antepasados, experiencia amarga y dolorosa que es como<br />

un libro abierto por <strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> este<br />

tiempo, pero es duro el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad para aceptar aquel<br />

fruto <strong>de</strong> experiencia que es como un legado <strong>de</strong> luz. Lo único que han<br />

heredado <strong>de</strong> sus antepasados ha sido el odio, <strong>la</strong> soberbia, el rencor, <strong>la</strong><br />

codicia, el orgullo y <strong>la</strong> venganza que les fue transmitida en <strong>la</strong> sangre.<br />

66. Será menester que <strong>la</strong> Tierra se vista <strong>de</strong> rojo con <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong><br />

muchos inocentes y más tar<strong>de</strong> se vista <strong>de</strong> negro con el luto <strong>de</strong> los que<br />

sobrevivan.<br />

67. Todos los reinados levantados por los hombres sobre cimientos <strong>de</strong><br />

soberbia y <strong>de</strong> orgullo, han caído, porque sus bases en apariencia<br />

sólidas, eran falsas y no pudieron resistir mi justicia.<br />

68. Estos po<strong>de</strong>ríos que ahora asombran a <strong>la</strong> humanidad, pronto los<br />

veréis <strong>de</strong>rrumbarse estrepitosamente, y si <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> éstos, otros se<br />

levantan, también caerán.


69. Cuando los hombres unan sus pueblos y se rijan espiritual y<br />

humanamente por <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> justicia que el Padre les ha<br />

reve<strong>la</strong>do <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> los tiempos, entonces habrán construido<br />

los cimientos firmes para un reinado <strong>de</strong> paz, en el que habrá por<br />

primera vez en el mundo, armonía, fraternidad, progreso real,<br />

prosperidad en el espíritu y en el hombre, sabiduría, ciencia y bienestar.<br />

70. En esta alba <strong>de</strong> gracia, pueblo amado, concentraos con vuestro<br />

pensamiento y auscultad vuestros sentimientos para que sepáis cuánta<br />

fuerza tiene vuestra fe, respecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Doctrina que estáis recibiendo.<br />

71. Cuando os sintáis preparados, lo suficientemente fuertes para<br />

trabajar por mi Obra, levantaos dando a conocer mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> cual será<br />

el cimiento firme <strong>de</strong> un mundo nuevo, <strong>de</strong> ese reinado <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong><br />

verdad que os he anunciado.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 272<br />

1. Yo os bendigo Israel, y en vosotros bendigo a <strong>la</strong>s generaciones<br />

presentes y futuras. Sois mis discípulos amados, los que habéis sabido<br />

<strong>de</strong> mis reve<strong>la</strong>ciones y mis mandatos en todos los tiempos. Os he<br />

enviado a <strong>la</strong> Tierra en una nueva reencarnación, mas antes os he<br />

preparado y prevenido, diciéndoos cómo se encuentra <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong><br />

este tiempo, os he hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong> su materialismo y confusión, y os habéis<br />

preguntado si podréis cumplir vuestra misión, y cómo podréis hacer<br />

penetrar mi pa<strong>la</strong>bra que es esencia sutil, que es ternura y luz, en esos<br />

corazones duros como <strong>la</strong> roca. <strong>El</strong> Maestro os enseña a luchar, os<br />

convierte en <strong>la</strong>briegos y os entrega los corazones como tierras que<br />

<strong>de</strong>béis preparar, cultivar y hacer fructificar.<br />

2. Al oír mi pa<strong>la</strong>bra por conducto <strong>de</strong>l hombre y al l<strong>la</strong>maros Israel, se ha<br />

estremecido vuestro espíritu. Vuestra materia frágil ignoraba estas<br />

reve<strong>la</strong>ciones, mas el espíritu sabe y reconoce su misión. Yo os digo:<br />

estáis seña<strong>la</strong>dos para co<strong>la</strong>borar en mi Obra y <strong>de</strong>béis ve<strong>la</strong>r por vuestros<br />

pasos. No <strong>de</strong>scendáis, no os materialicéis, confundíos con <strong>la</strong>s turbas,<br />

porque no sois superiores a vuestros hermanos, trabajad en silencio,<br />

que sólo os distinga el amor y <strong>la</strong> caridad por vuestros semejantes.<br />

3. Vuestra presencia, disipará tinieb<strong>la</strong>s y si cerráis vuestros <strong>la</strong>bios,<br />

porque no encontraseis ocasión propicia para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> mi enseñanza,<br />

vuestro espíritu hab<strong>la</strong>rá y haréis luz y justicia entre vuestros hermanos.<br />

4. En este tiempo <strong>de</strong> dolores he venido a conso<strong>la</strong>ros. Todos los espíritus<br />

saben que llegará el día <strong>de</strong> su liberación y esperan ver a su Salvador; no<br />

saben en qué forma vendrá, pero ellos esperan e interrogan al Arcano.


5. Vos, pueblo, tenéis <strong>la</strong> confirmación <strong>de</strong> todo lo que había sido<br />

profetizado y <strong>de</strong>béis llevar esta luz a <strong>la</strong> humanidad. Decidle que <strong>la</strong> amo<br />

y que en cada instante <strong>de</strong> vida que le doy, manifiesto mi caridad y mi<br />

po<strong>de</strong>r. Ayudad<strong>la</strong> a perfeccionarse, <strong>de</strong>cidle que me busque con pureza,<br />

que me ame en espíritu.<br />

6. Yo me comunicaré con el<strong>la</strong>, cuando vosotros mis <strong>la</strong>briegos, hayáis<br />

preparado su corazón. Os dispersaré y en vosotros pondré mi Espíritu<br />

para hacer llegar mi pa<strong>la</strong>bra a los hombres <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s razas y<br />

creencias, porque Yo conduzco a <strong>la</strong> humanidad a un solo fin, a <strong>la</strong> única<br />

verdad.<br />

7. Van los hombres tropezando en los escollos <strong>de</strong>l camino, <strong>la</strong>mentando<br />

y sufriendo, y todo esto obe<strong>de</strong>ce a <strong>la</strong> restitución y a <strong>la</strong> justicia que ha<br />

llegado para transformarlos, según es mi voluntad. Quiero que mis<br />

hijos me amen como Padre y se espiritualicen para que vivan en paz.<br />

8. Cuando una gran prueba llega a vuestro corazón, me preguntáis con<br />

inconformidad. "¿Acaso está escrito en mi <strong>de</strong>stino que he <strong>de</strong> apurar este<br />

dolor? ¿Es mi restitución? ¿Es tu voluntad, Padre?" Y Yo os digo: nada<br />

se mueve sin mi voluntad. Hay en vuestro <strong>de</strong>stino muchas pruebas que<br />

habéis <strong>de</strong> apurar, unas serán <strong>la</strong> consecuencia <strong>de</strong> vuestras faltas a mi<br />

Ley; otras irán <strong>de</strong> mi Espíritu al vuestro, sin embargo todas son justas,<br />

aunque vosotros <strong>la</strong>s juzguéis innecesarias. Si veláis y estudiáis, el<strong>la</strong>s<br />

hab<strong>la</strong>rán <strong>de</strong> mi perfección y <strong>de</strong> mi amor.<br />

Abrigad esperanza y fe aun en los días <strong>de</strong> mayor amargura y confiad en<br />

que el día siguiente será mejor, que el sol <strong>de</strong> mi amor iluminará vuestro<br />

espíritu y materia y que vuestra razón e intuición serán c<strong>la</strong>ras y seréis<br />

conducidos a buen fin. Cuando lleguéis al término <strong>de</strong> vuestra jornada,<br />

habrá paz en vosotros y alegría en el Padre. Después <strong>de</strong> cada prueba<br />

conoceréis vuestra fortaleza, y Yo recibiré el fruto <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, según el<br />

amor que me <strong>de</strong>mostréis.<br />

9. ¡Humanidad: dad <strong>la</strong> bienvenida al Tercer Tiempo, en el cual los<br />

hombres encontrarán <strong>la</strong> sabiduría espiritual! Es <strong>la</strong> Era en que me<br />

sentiréis a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, <strong>de</strong> <strong>la</strong> intuición y <strong>la</strong> espiritualidad. No esperéis<br />

mi presencia en forma humana, ni busquéis mis heridas para hundir en<br />

el<strong>la</strong>s vuestros <strong>de</strong>dos para creer en Mí.<br />

10. Todo será espiritual en este tiempo.<br />

11. Ha llegado <strong>la</strong> hora en que me concibáis y sintáis como Espíritu,<br />

<strong>de</strong>jando todo vuestro materialismo.<br />

12. ¡Ay <strong>de</strong> los pueblos que se obstinasen en su ido<strong>la</strong>tría, en su<br />

fanatismo y en su rutina! No podrán contemp<strong>la</strong>r mi luz, ni sentirán el<br />

goce infinito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l espíritu.<br />

13. Ciertamente mi Doctrina conmoverá al mundo, mas, cuando <strong>la</strong><br />

lucha haya cesado, se sentirá en <strong>la</strong> Tierra <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra paz, aquél<strong>la</strong> que


viene <strong>de</strong> mi Espíritu. Sólo seguirán sufriendo los necios, los reacios <strong>de</strong><br />

entendimiento y duros <strong>de</strong> corazón.<br />

14. Un mundo invisible flota y vibra sobre <strong>la</strong> humanidad. Un mundo <strong>de</strong><br />

seres <strong>de</strong> luz, a cuyo frente va <strong>El</strong>ías, guiando y or<strong>de</strong>nando todo.<br />

15. ¡Benditos sean los que se muestren sensibles ante aquel<strong>la</strong> influencia<br />

celestial!<br />

16. En todos los pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra hay hombres cuyo espíritu fue<br />

enviado para ayudar en su <strong>la</strong>bor al Mundo Espiritual, ¿Qué será <strong>de</strong> ellos<br />

si <strong>de</strong>jaran que su corazón se convirtiese en una roca insensible a <strong>la</strong>s<br />

inspiraciones espirituales? Tendrían que beber un cáliz muy amargo<br />

para retornar al camino <strong>de</strong>l que se alejaron.<br />

17 Para Mi no pue<strong>de</strong> ser imposible el arrepentimiento <strong>de</strong> un ser, su<br />

regeneración ni su salvación. No sería Todopo<strong>de</strong>roso y el hombre seria<br />

más fuerte que Yo. ¿Concebís mi po<strong>de</strong>r inferior a <strong>la</strong> fuerza que tiene el<br />

mal en los hombres? ¿Consi<strong>de</strong>ráis a <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s humanas superiores a<br />

<strong>la</strong> luz divina? ¡Jamás! Me dice vuestro corazón.<br />

18. Pensad que mi misión, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberos dado el ser, es <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

llevaros a <strong>la</strong> perfección y <strong>la</strong> <strong>de</strong> uniros a todos en una so<strong>la</strong> familia<br />

espiritual, y no olvidéis que mi voluntad se cumple por sobre todo.<br />

19. Yo, el Sembrador Divino, <strong>de</strong>posito invisiblemente mi simiente <strong>de</strong><br />

amor en cada espíritu. Sólo Yo sé en qué tiempo germinará esta semil<strong>la</strong><br />

en toda <strong>la</strong> humanidad y sólo Yo sé esperar con paciencia infinita el<br />

fruto <strong>de</strong> mis obras.<br />

20. Tomad <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> esta enseñanza y principiad por sembrar unión<br />

en el seno <strong>de</strong> vuestras familias, luego procurad <strong>la</strong> armonía entre <strong>la</strong>s<br />

congregaciones que integran vuestro pueblo y ya una vez unidos por los<br />

<strong>la</strong>zos espirituales, <strong>de</strong>jad que <strong>de</strong> vuestro seno irradie hacia el exterior<br />

vuestra paz y vuestra bienandanza.<br />

21. Si os ponéis a calcu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> lucha que se necesitará para convertir a<br />

toda <strong>la</strong> humanidad y si os ponéis a juzgar <strong>la</strong> magnitud <strong>de</strong>l pecado que<br />

existe y <strong>la</strong> miseria que en todas partes hay, tendréis que sentiros<br />

abrumados ante vuestros pensamientos, mas, ¿Quién os ha dicho que<br />

tan sólo vosotros tendréis que salvar al mundo? Conformaos con hacer<br />

bien <strong>la</strong> parte que a cada quien os correspon<strong>de</strong> y <strong>de</strong>jad que los <strong>de</strong>más<br />

cump<strong>la</strong>n con <strong>la</strong> suya y veréis cómo día a día y paso a paso, con <strong>la</strong><br />

ayuda <strong>de</strong> vuestro Padre, seréis testigos <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

22. Os tocó habitar en <strong>la</strong> Tierra en estos instantes difíciles para <strong>la</strong><br />

humanidad, son los principios <strong>de</strong>l Tercer Tiempo; mas no os quejéis <strong>de</strong><br />

vuestro <strong>de</strong>stino, porque ello significar<strong>la</strong> un reproche para Mí. Pensad<br />

que cada uno <strong>de</strong> vosotros, me refiero a vuestro espíritu, ha estado varias<br />

veces en <strong>la</strong> Tierra, y que en algunas <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s existencias habéis<br />

saboreado todo aquello que el corazón humano <strong>de</strong>sea.


23. Tened <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> que quienes más sufren en este tiempo, es<br />

porque antes bebieron hasta el fondo en <strong>la</strong> copa <strong>de</strong>l p<strong>la</strong>cer, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

satisfacciones humanas y <strong>de</strong> <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l mundo, con lo que se alejaron<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> senda espiritual y se mancharon.<br />

24. <strong>El</strong> tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> restitución y <strong>de</strong> <strong>la</strong> purificación tenía que llegar<br />

aunque para ello tuvieran que pasar siglos sobre el mundo y vuestro<br />

espíritu tuviese que aguardar esa hora. Y ese tiempo ha llegado, es éste,<br />

compren<strong>de</strong>dlo, vividlo y aprovechadlo.<br />

25. Recibid <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Espíritu Conso<strong>la</strong>dor, Aquél que había <strong>de</strong> venir<br />

según mi promesa hecha a los hombres.<br />

26. Enten<strong>de</strong>d ahora porque mi presencia en forma invisible viene a<br />

darle cumplimiento a aquel<strong>la</strong> promesa. No soy ahora Cristo encarnado,<br />

sino Cristo en espíritu, <strong>de</strong>rramando luz, amor, sabiduría y consuelo<br />

sobre los que sufren.<br />

27. <strong>El</strong> amor viene nuevamente a alumbrar vuestra vida, humanidad,<br />

vengo a enseñaros <strong>la</strong> senda espiritual y a <strong>de</strong>scubriros <strong>la</strong> verdad que en<br />

vosotros existe, para que conozcáis <strong>la</strong> luz divina. ¿No os dais cuenta<br />

que estáis en un error, creyéndoos más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> lo que sois? Creéis en<br />

vosotros según <strong>la</strong> carne, según <strong>la</strong> persona humana. ¿Y sabéis que esa<br />

creencia es falsa, porque lo humano es pasajero? Yo he venido a<br />

enseñaros a que apoyéis vuestra fe y a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto en los valores <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu porque ellos son firmes y eternos.<br />

28. Habéis creído que sólo sois materia y que sólo este mundo existe y<br />

por eso lloráis tanto en <strong>la</strong> vida y vuestra lucha es angustiosa y<br />

<strong>de</strong>sesperada.<br />

29. Vuestro materialismo, ha convertido el Edén que confié al hombre,<br />

en un infierno.<br />

30. Falsa es <strong>la</strong> vida que los hombres llevan, falsos sus p<strong>la</strong>ceres, su<br />

po<strong>de</strong>r y su riqueza, falsa su sabiduría y su ciencia.<br />

31. A ricos y a pobres os preocupa el dinero, cuya posesión es<br />

engañosa, os preocupa el dolor o <strong>la</strong> enfermedad, os estremece <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> muerte. Unos temen per<strong>de</strong>r lo que tienen y otros ansían tener lo que<br />

nunca han poseído. A unos todo les sobra, mientras a otros todo les<br />

falta, pero todas estas luchas, pasiones, necesida<strong>de</strong>s y ambiciones, sólo<br />

hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> vida material, <strong>de</strong> hambre <strong>de</strong>l cuerpo, <strong>de</strong> bajas pasiones, <strong>de</strong><br />

anhelos humanos, como si en realidad careciese <strong>de</strong> espíritu.<br />

32. <strong>El</strong> mundo y <strong>la</strong> materia han vencido temporalmente al espíritu,<br />

comenzando por reducirlo a <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud y acabaron por nulificar su<br />

misión en <strong>la</strong> vida humana. ¿Cómo no vais a daros cuenta por vosotros<br />

mismos, <strong>de</strong> que esa hambre, esa miseria, ese dolor y esa angustia que<br />

<strong>de</strong>prime vuestra vida, no son sino el reflejo fiel <strong>de</strong> <strong>la</strong> miseria y el dolor<br />

<strong>de</strong> vuestro espíritu?


33. Era indispensable que Yo viniera a <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> verdad que en<br />

vosotros existe y que no habéis querido mirar, mas, ya he llegado, ya<br />

estoy con vosotros y os enseñaré en principio a escuchar el mensaje <strong>de</strong><br />

vuestra conciencia que por mucho tiempo habíais retenido.<br />

34. Pronto os daréis cuenta <strong>de</strong> que <strong>la</strong> vida no es cruel con vosotros los<br />

hombres, sino vosotros los crueles con vosotros mismos. Sufrís y<br />

hacéis sufrir a quienes os ro<strong>de</strong>an, por falta <strong>de</strong> comprensión. Os sentís<br />

solos, miráis que nadie os ama y os volvéis egoístas y duros <strong>de</strong> corazón.<br />

35. Es cuando vengo a hacer oír mi voz que os dice que os elevéis, para<br />

que se ennoblezcan vuestros sentimientos, que no veáis bajezas e<br />

inmundicias, sino miserias y necesida<strong>de</strong>s que perdonar y que aliviar.<br />

36. <strong>El</strong>evad vuestra mente y vuestra mirada al Eterno para que os llenéis<br />

<strong>de</strong> pensamientos puros.<br />

37 En el infinito, que es el espacio <strong>de</strong>l espíritu, vibra <strong>la</strong> luz, los<br />

pensamientos elevados y <strong>la</strong> paz verda<strong>de</strong>ra. Subid hasta ahí y fortaleceos<br />

en aquel<strong>la</strong>s regiones. Mientras no ascendáis, os seguiréis enfermando,<br />

seguiréis riñendo sin reconoceros como hermanos.<br />

38. Ese materialismo ha distanciado a los hombres. La semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

división se ha multiplicado en tal forma, que no son pueblos con<br />

pueblos los que se <strong>de</strong>sconocen, sino hasta padres con hijos y hermanos<br />

con hermanos.<br />

39 Por lo menos vos, pueblos, que os alimentáis con mi Doctrina,<br />

levantaos <strong>de</strong>l fango, apren<strong>de</strong>d a amar y a perdonar. No cifréis toda<br />

vuestra tranquilidad y felicidad en el mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, dividid<br />

vuestros afanes e i<strong>de</strong>ales entre lo espiritual, tratando <strong>de</strong> dar a cada parte<br />

lo justo.<br />

40 Dejad <strong>de</strong> creer que todo lo vais a hacer por <strong>la</strong> materia, compren<strong>de</strong>d<br />

que para elevarse hacia Dios, sólo lo podréis hacer con el espíritu.<br />

41 ¿Cómo ha <strong>de</strong> ser justo que os eternicéis en <strong>la</strong> creencia <strong>de</strong> que con<br />

obras materiales vais a <strong>la</strong>brar <strong>la</strong> gloria a vuestro espíritu? Daos cuenta<br />

<strong>de</strong> todas vuestras equivocaciones y errores. Si así como vivís<br />

materializados creéis que ese es el fin para el que fuisteis creados, <strong>de</strong><br />

cierto os digo que el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> vuestro espíritu a <strong>la</strong> verdad, será muy<br />

amargo.<br />

42. Dios quiere hijos obedientes, no esc<strong>la</strong>vos, y sólo sois esc<strong>la</strong>vos <strong>de</strong><br />

vuestras pasiones y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ajenas.<br />

43. Sois como avecil<strong>la</strong>s perdidas que en vez <strong>de</strong> trinar, gimen<br />

angustiosamente. Ya no ben<strong>de</strong>cís en el día los beneficios que os doy, ya<br />

no ben<strong>de</strong>cís mi nombre cada vez que a vosotros llega mi caridad.<br />

44. Os sentís <strong>de</strong>sfallecer porque os habéis confiado a <strong>la</strong>s fuerzas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

materia, mas ésta es débil. Seréis fuertes, cuando podáis compren<strong>de</strong>r el<br />

gran error <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar al mundo como el verda<strong>de</strong>ro reino <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

felicidad. En el momento <strong>de</strong> iluminación y comprensión, el espíritu se


sentirá avergonzado <strong>de</strong> tanta pequeñez, porque en <strong>la</strong> materia se<br />

empequeñeció. No quiso ser el cóndor que conquista <strong>la</strong>s alturas,<br />

prefirió imitar a aquel<strong>la</strong>s aves que necesitan <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s para habitar en<br />

el<strong>la</strong>s porque <strong>la</strong> luz les ciega.<br />

45. Mi Doctrina <strong>de</strong>be ser bien entendida a fin <strong>de</strong> que comprendáis que<br />

no viene a enseñaros a que <strong>de</strong>sconozcáis <strong>la</strong> vida humana, sino a vivir <strong>la</strong><br />

verda<strong>de</strong>ra, pero con vuestra mirada, vuestra mente e i<strong>de</strong>ales en lo<br />

eterno.<br />

46. Hoy es tan gran<strong>de</strong> vuestra ignorancia espiritual, que cuando<br />

recordáis a los que han partido al más allá <strong>de</strong>cís. "Pobre, murió, y tuvo<br />

que <strong>de</strong>jarlo todo y se fue para siempre".<br />

47. Si supieseis con qué compasión os ven <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mundo espiritual,<br />

aquellos seres cuando os escuchan hab<strong>la</strong>r así. ¡Piedad es lo que sienten<br />

por vosotros ante vuestra ignorancia, porque si les pudieseis<br />

contemp<strong>la</strong>r, aunque fuese por un solo instante, os quedaríais mudos y<br />

asombrados frente a <strong>la</strong> verdad!<br />

48. Vosotros vais a llorar ante los restos inertes que quedaron en <strong>la</strong>s<br />

entrañas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, y mientras llenáis <strong>de</strong> flores y regáis <strong>de</strong> lágrimas <strong>la</strong><br />

losa que les cubre, aquellos que se libertaron <strong>de</strong> esas materias y habitan<br />

en el reino <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad y <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, dicen: "Oh, pobre materia, cuánto<br />

te amé y <strong>de</strong>fendí, cuánto te procuré en honores y goces, vanida<strong>de</strong>s y<br />

gran<strong>de</strong>zas pasajeras y sólo eres ahora un puñado <strong>de</strong> ceniza en un<br />

obscuro sepulcro".<br />

49. Meditad todos en mi cátedra y veréis en el<strong>la</strong> explicado con suma<br />

sencillez los misterios que no habéis querido hasta ahora conocer.<br />

50. ¿En qué tiempo mejor que éste, podría haber venido Yo a<br />

conso<strong>la</strong>ros? Ciertamente podéis <strong>de</strong>cir también, que Cristo en este<br />

tiempo <strong>de</strong>scendió a los infiernos, porque ¿Qué más infierno que vuestra<br />

vida <strong>de</strong> pecados en que se <strong>de</strong>bate el mundo? Yo vengo a salvaros<br />

porque andáis lejos <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra senda, tan lejos, que habéis querido<br />

vivir sin Mí, cuando <strong>la</strong> verdad es que vuestra vida y <strong>la</strong> mía son una<br />

so<strong>la</strong>.<br />

51. La existencia <strong>de</strong>l hombre, separada <strong>de</strong> <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong> Dios, es vacía y<br />

falsa; mirad por qué he venido a daros <strong>la</strong> luz para salvaros con <strong>la</strong><br />

misma pa<strong>la</strong>bra que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antaño os traje, porque una so<strong>la</strong> es <strong>la</strong> verdad y<br />

por lo mismo una so<strong>la</strong> Doctrina. Vuestro amor propio levantó tronos <strong>de</strong><br />

ido<strong>la</strong>tría para vosotros, pero, convencidos <strong>de</strong> que el rey que creíais<br />

llevar era falso, vuestro corazón quedó <strong>de</strong>sorientado, mas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

vuestro ser podéis buscar <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> vuestro Dios, el Rey<br />

verda<strong>de</strong>ro. Cuando ahí me encontráis, no os pido que me erijáis un<br />

trono, prefiero un altar <strong>de</strong> amor y humildad don<strong>de</strong> alumbre una lámpara<br />

<strong>de</strong> fe.


52. Mucho es lo que necesita vuestro espíritu. Analizad ¿Cuántas veces<br />

por día alimentáis vuestro cuerpo? Si uno <strong>de</strong> esos alimentos llega a<br />

faltaros, os sentís <strong>de</strong>bilitados. ¿Y vuestro espíritu, cuántas veces por día<br />

le alimentáis <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra?<br />

53. Compren<strong>de</strong>d cuán gran<strong>de</strong> será el hambre y <strong>la</strong> sed espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

humanidad en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ari<strong>de</strong>z <strong>de</strong> vuestra existencia y así<br />

justificaréis mi presencia en Espíritu para explicaros mi verdad y<br />

conso<strong>la</strong>ros en vuestras gran<strong>de</strong>s aflicciones.<br />

54. Sirva mi enseñanza y mi venida en este Tiempo para que mis<br />

nuevos discípulos, que quiero seáis todos vosotros, se conviertan en<br />

espíritus <strong>de</strong> conso<strong>la</strong>ción como su Maestro y se levanten por los caminos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra realizando mi Obra, sembrando mi amor, haciendo luz,<br />

llevando al corazón <strong>de</strong> los niños el amor y <strong>la</strong> comprensión, que llenen<br />

el vacio inmenso <strong>de</strong> su ser; llevando el bálsamo a los enfermos<br />

vencidos por el dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong> envoltura, cuyos males acaban poco a poco<br />

con su vida, el consuelo a los pobres y a los abandonados, que no<br />

tienen un ser en quién reclinar su sien.<br />

55. Cuando veáis <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> esos gran<strong>de</strong>s sufrimientos compararéis,<br />

y ben<strong>de</strong>ciréis vuestro dolor que creíais que era el más gran<strong>de</strong>, y diréis.<br />

"Señor, por todo lo que poseo <strong>de</strong>biera ser dichoso".<br />

56. Será necesario que intiméis con el que sufre para que vuestro<br />

corazón reciba muchas lecciones que lo dulcifiquen, que lo enternezcan<br />

y aparten <strong>de</strong> los falsos goces, para pensar un poco en aquellos que<br />

tienen hambre <strong>de</strong> afecto, necesidad <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> consuelo.<br />

57. Una vez que sintáis como vuestro el dolor ajeno, nada tendré que<br />

<strong>de</strong>ciros. Por vosotros mismos os levantaréis en busca <strong>de</strong> los<br />

necesitados, que yacen en los lechos <strong>de</strong> dolor <strong>de</strong> los hospitales. Vuestra<br />

mano sin que sintáis repulsión, se posará amorosamente sobre el<br />

leproso, y sabrá acariciar al niño huérfano <strong>de</strong> ternura. Vuestros <strong>la</strong>bios<br />

llevarán en su pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> luz al espíritu y sabréis encen<strong>de</strong>r una f<strong>la</strong>ma <strong>de</strong><br />

fe en los que van por <strong>la</strong> vida sin rumbo, sin amor y sin Dios.<br />

58. <strong>El</strong> espiritualista no acumu<strong>la</strong>rá en abundancia los bienes materiales;<br />

pero procurará ser siempre rico <strong>de</strong> los tesoros <strong>de</strong>l espíritu. Él sabrá<br />

siempre lo que tiene y lo que es. Sufrirá como todo mortal, pero nunca<br />

se <strong>de</strong>sesperará ni renegará.<br />

59. Tened presente mi ejemplo en toda ocasión, aquel<strong>la</strong> vida que<br />

<strong>de</strong>diqué a amaros, a conso<strong>la</strong>ros y enseñaros el camino hacia <strong>la</strong> felicidad<br />

eterna. Hablé <strong>de</strong> ese camino a través <strong>de</strong> mi Doctrina, para que muchos<br />

me escuchasen, no tuvo sitio especial para hacer oír mi pa<strong>la</strong>bra, lo<br />

mismo en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>zas que en los pórticos, en <strong>la</strong>s calles o en los templos,<br />

en los caminos o en <strong>la</strong>s montañas, hice escuchar el mensaje que hab<strong>la</strong>ba<br />

<strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> los Cielos.


60. Estad siempre preparados con vuestra alforja colmada <strong>de</strong> méritos<br />

hechos en <strong>la</strong> lucha, para que mi l<strong>la</strong>mado hacia <strong>la</strong> otra vida, en ninguna<br />

hora os sorprenda. No esperéis esa hora para partir con vuestro espíritu<br />

vacío <strong>de</strong> méritos, porque entonces querréis haber hecho mucho bien en<br />

<strong>la</strong> Tierra y ya será tar<strong>de</strong>. Estad siempre en comunión con vuestra<br />

conciencia, porque no sabéis en qué momento sea vuestra partida.<br />

61. No <strong>de</strong>smayéis, oh espíritus, que es a quienes dirijo especialmente<br />

mis pa<strong>la</strong>bras. Perseverad en mi camino y conoceréis <strong>la</strong> paz. En verdad<br />

os digo que todos estáis <strong>de</strong>stinados a conocer <strong>la</strong> dicha; <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> ser<br />

vuestro Padre si no hubieseis sido creados para compartir <strong>la</strong> gloria<br />

conmigo, pero no olvidéis que para que vuestro goce sea perfecto, es<br />

necesario que <strong>la</strong>bréis paso a paso vuestros méritos a fin <strong>de</strong> que vuestro<br />

espíritu llegue a sentirme digno <strong>de</strong> aquel divino ga<strong>la</strong>rdón. Ved que Yo<br />

os ayudo, que os acompaño a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, tened plena<br />

confianza en Mi, sabiendo que mi misión está unida a <strong>la</strong> vuestra y mi<br />

<strong>de</strong>stino al vuestro.<br />

62. Si no habéis podido elevaros hasta Mi, Yo he venido a vosotros,<br />

dándoos con ello una prueba más <strong>de</strong> mi caridad y un aliciente para<br />

vuestra fe. Os amedrenta el sólo pensar en vuestro cumplimiento, es<br />

que sois fuertes para <strong>la</strong>s luchas <strong>de</strong>l mundo, pero débiles para <strong>la</strong> misión<br />

<strong>de</strong>l espíritu. Me <strong>de</strong>cís que todavía tenéis muchos <strong>de</strong>fectos para po<strong>de</strong>ros<br />

consi<strong>de</strong>rar mis discípulos, mas Yo os digo que cada <strong>de</strong>fecto es a<br />

semejanza <strong>de</strong> una piedra y el conjunto <strong>de</strong> ellos es como un fardo.<br />

Mientras vais caminando bajo el peso <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> carga os es imposible<br />

elevaros; pero a medida que vais arrojando lejos <strong>de</strong> vosotros <strong>la</strong> pesada<br />

carga <strong>de</strong> vuestros <strong>de</strong>fectos, comenzáis a sentir que podéis elevaros a <strong>la</strong>s<br />

alturas <strong>de</strong>l espíritu.<br />

63. Dejad que mi pa<strong>la</strong>bra os perfeccione. Sé que no todos venís con el<br />

corazón preparado para oírme, que hay quienes se ríen <strong>de</strong> esta<br />

manifestación y quienes dudan, así como hay quienes creen que aun<br />

siendo elevada <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, no es <strong>de</strong> Cristo, sino <strong>de</strong> algún otro ser. Mas<br />

Yo os digo que mi pensamiento viene en busca <strong>de</strong> estas mentes para<br />

manifestarse en sabiduría.<br />

64. ¿Quién tiene <strong>de</strong>recho a dudar <strong>de</strong> mi presencia entre los hombres,<br />

cuando os he dado pruebas <strong>de</strong> estar sujeto a vosotros por mi amor?<br />

Pensad en Jesús c<strong>la</strong>vado en el ma<strong>de</strong>ro, y ¿Qué representa aquel<strong>la</strong> cruz<br />

sino a <strong>la</strong> humanidad? En verdad os digo que aún sigo enc<strong>la</strong>vado en mi<br />

cruz <strong>de</strong> amor, que está representada por mi amor hacia mis hijos.<br />

65. Dudáis, juzgáis y hasta llegáis a bur<strong>la</strong>ros, mas Yo os perdono y os<br />

bendigo, porque estáis enfermos <strong>de</strong> ignorancia. Os doy tiempo para<br />

vuestra reflexión, porque sé que mañana seréis <strong>de</strong> los más fervientes.<br />

Ahora no podéis contemp<strong>la</strong>r con toda c<strong>la</strong>ridad <strong>la</strong> verdad que he venido<br />

a manifestaros, porque es más fuerte <strong>la</strong> carne que el espíritu, sin


embargo, os levantaréis tras el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad y entonces<br />

llegaréis a ser los más fuertes <strong>de</strong>l espíritu.<br />

66. Combatid lo superfluo, luchad contra lo impuro, sabed que los<br />

vicios <strong>de</strong>l mundo entorpecen los sentidos <strong>de</strong>l espíritu, impidiéndole<br />

penetrar en <strong>la</strong>s mansiones elevadas. Si aprendéis a vivir <strong>la</strong> vida<br />

verda<strong>de</strong>ra, Yo os digo que a don<strong>de</strong> os encontréis y a don<strong>de</strong> vayáis, con<br />

vuestra presencia todo lo convertiréis en un paraíso <strong>de</strong> paz.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 273<br />

1. Habéis <strong>de</strong>scendido tanto y os habéis alejado <strong>de</strong> tal manera <strong>de</strong> lo<br />

espiritual, que consi<strong>de</strong>ráis sobrenatural todo aquello que por pertenecer<br />

al espíritu, es completamente natural. Así le l<strong>la</strong>máis a lo divino, así<br />

miráis todo lo que pertenece a vuestro espíritu y eso es un error. Lo que<br />

ha acontecido es que sólo miráis y percibís lo que está cerca <strong>de</strong> vuestros<br />

sentidos o al alcance <strong>de</strong> vuestra humana inteligencia y a lo que está más<br />

allá <strong>de</strong> los sentidos y <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente lo habéis consi<strong>de</strong>rado sobrenatural.<br />

2. Ya es tiempo que penetréis al fondo <strong>de</strong> mis enseñanzas que os<br />

reve<strong>la</strong>n <strong>la</strong> verdad que <strong>la</strong> vida encierra, para que os consi<strong>de</strong>réis mis<br />

discípulos y pronto comencéis a ser maestros.<br />

3. <strong>El</strong> discípulo es el que apren<strong>de</strong>, el maestro el que lleva a <strong>la</strong> práctica<br />

mis enseñanzas. Así quiero que seáis, porque si sólo aprendieseis y<br />

ocultaseis en vuestro corazón mi sabiduría o si alteraseis mis<br />

enseñanzas, seríais como aquellos hipócritas fariseos a quienes juzgué<br />

tanto en aquel tiempo para probarles su falsedad.<br />

4. <strong>El</strong> sen<strong>de</strong>ro es estrecho y <strong>de</strong>béis caminar con cuidado para que no<br />

toquéis ningún extremo, o sea que no os familiaricéis con lo espiritual<br />

ni caigáis en fanatismo.<br />

5. Cuando logréis el equilibrio que <strong>de</strong>be existir entre el espíritu y <strong>la</strong><br />

carne, veréis cuán fácil es <strong>la</strong> existencia y qué l<strong>la</strong>no el camino. Paso a<br />

paso iréis por <strong>la</strong> senda, aprovechando todas <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s que <strong>la</strong><br />

vida os ofrezca para progreso <strong>de</strong> vuestro espíritu y cuando lleguéis a los<br />

umbrales <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual, cuando se acerque <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir adiós<br />

al mundo que os dio albergue y al cuerpo que os sirvió <strong>de</strong> apoyo, que<br />

no haya <strong>la</strong> menor resistencia en el uno o en el otro, que no <strong>de</strong>see el<br />

espíritu a<strong>la</strong>rgar <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> su cuerpo, ni <strong>la</strong> envoltura retener más tiempo<br />

al espíritu.<br />

6. ¡Qué goce y cuánta luz encontrará el espíritu al penetrar en su nueva<br />

morada y cuánta paz y conformidad sabrá <strong>de</strong>jar en el corazón <strong>de</strong> los<br />

que le pertenecieron en <strong>la</strong> Tierra!


7. Contemplo que el ambiente que reina en el mundo es contrario a <strong>la</strong><br />

espiritualidad, por esa causa será muy meritorio que logréis libraros <strong>de</strong><br />

los obstáculos que os impi<strong>de</strong>n a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntar en el camino.<br />

8. Os he enviado un mensaje por medio <strong>de</strong>l cual podréis vivir en el<br />

mundo sin contaminaros.<br />

9. Apren<strong>de</strong>d con mi fuerza a sobreponeros, luchad por elevaros sobre<br />

<strong>la</strong>s miserias humanas y una vez que hayáis elevado vuestra vida y<br />

liberado vuestro espíritu, ya no <strong>de</strong>scendáis más.<br />

10. En mi camino no hay encrucijadas; pero es necesario ve<strong>la</strong>r y orar,<br />

porque a los <strong>la</strong>dos <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro crece <strong>la</strong> maleza y entre el<strong>la</strong> se oculta a<br />

veces el lobo traidor. Ve<strong>la</strong>d y orad para que no seáis sorprendidos y que<br />

más bien seáis vosotros los que sorprendáis a los que se ocultan para<br />

hacer tropezar al que quiere caminar por <strong>la</strong> buena senda o para robarle<br />

<strong>la</strong> fe.<br />

11. Yo anuncié que mi pueblo surgiría nuevamente en el mundo cuando<br />

<strong>la</strong> humanidad estuviese bebiendo su mayor cáliz <strong>de</strong> amargura, por eso<br />

estoy enviando a <strong>la</strong> Tierra a mis emisarios, a mis <strong>la</strong>briegos, a mis<br />

soldados y profetas, porque el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha se aproxima.<br />

12. Mi pueblo, no es tan sólo éste que me ha escuchado a través <strong>de</strong> los<br />

portavoces. Mi pueblo se exten<strong>de</strong>rá por toda <strong>la</strong> Tierra y sus hijos serán<br />

todos los que <strong>de</strong>n testimonio <strong>de</strong> mi verdad, todos los que abran brechas<br />

<strong>de</strong> luz al espíritu, todos los que combatan <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> hierba y anuncien el<br />

Tercer Tiempo.<br />

13. Espiritualizaos y podréis compren<strong>de</strong>r y cumplir vuestra misión; así,<br />

cuando en otras tierras se levanten otros enviados míos, tendrán<br />

noticias unos <strong>de</strong> otros, y sabrán unirse y ayudarse espiritualmente,<br />

combatiendo con <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l pensamiento, <strong>la</strong> discordia, <strong>la</strong> <strong>de</strong>sunión y<br />

<strong>la</strong> guerra que ha invadido al mundo.<br />

14. No temáis, pueblo, Yo recibo vuestros méritos hechos hasta hoy.<br />

No os <strong>de</strong>tengáis en los primeros pasos, no os conforméis con <strong>la</strong>s<br />

primeras obras que hayáis realizado. Caminad pausadamente y con<br />

firmeza y llegaréis al triunfo.<br />

15. Vuestros méritos no siempre tendrán que esperar a que lleguéis al<br />

Reino Espiritual para recoger su ga<strong>la</strong>rdón, sino que aquí en vuestro<br />

mundo los veréis premiados.<br />

16. Aquí tendrá salud y fortaleza vuestro cuerpo y en <strong>la</strong> vida espiritual<br />

habrá luz y gozo verda<strong>de</strong>ro.<br />

17. <strong>El</strong> que ha llegado ante Mí en busca <strong>de</strong> sabiduría, nunca se ha<br />

sentido <strong>de</strong>fraudado. He visto que no ha habido obstáculo que os<br />

<strong>de</strong>tenga en vuestro anhelo <strong>de</strong> escuchar mi pa<strong>la</strong>bra, y ¿Cómo no había<br />

<strong>de</strong> premiar vuestro esfuerzo y vuestros sacrificios? Sólo Yo sé lo que<br />

habéis tenido que evolucionar para po<strong>de</strong>r llegar a estos lugares y<br />

permanecer conmigo escuchándome.


18. Ha llegado <strong>la</strong> hora en que los hombres rompan por si mismos sus<br />

ca<strong>de</strong>nas, arranquen <strong>la</strong> venda <strong>de</strong> sus ojos y busquen el camino<br />

verda<strong>de</strong>ro.<br />

19. <strong>El</strong> hombre aspira a poseer una luz que le permita saber qué es lo<br />

que lícitamente le pertenece, así como también conocer todo lo que<br />

realmente le esté prohibido.<br />

20. Espiritualmente <strong>la</strong> humanidad es una criatura ignorante; el<br />

sinnúmero <strong>de</strong> prejuicios que <strong>la</strong> ro<strong>de</strong>an y <strong>la</strong>s amenazas y anatemas que<br />

sobre el<strong>la</strong> pesan, han sido <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sinterés por lo espiritual.<br />

21. Sólo mi luz, es <strong>la</strong> que está <strong>de</strong>spertando a los espíritus; es mi voz <strong>la</strong><br />

que les invita a <strong>la</strong> meditación y es mi fuerza <strong>la</strong> que los hace perseverar<br />

y luchar por alcanzar <strong>la</strong> meta.<br />

22. La humanidad pronto se libertará <strong>de</strong> sus prejuicios, como quien se<br />

<strong>de</strong>spoja <strong>de</strong> una raída y vieja vestidura y con ansia elevará su mirada y<br />

su mente más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong>s barreras que por mucho tiempo le impidieron<br />

evolucionar.<br />

23. Los temores infundados que por siglos han alimentado los hombres<br />

en su corazón, también <strong>de</strong>saparecerán al recordar que Cristo fue quien<br />

vino a abrir <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l Reino Espiritual, y que, no habiendo<br />

reve<strong>la</strong>do todo lo que tenía que enseñarle a <strong>la</strong> humanidad, porque aún no<br />

era el tiempo oportuno, prometió su nueva venida en una Era que<br />

estaría llena <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> inspiración y <strong>de</strong> reve<strong>la</strong>ciones espirituales.<br />

24. En Mi hal<strong>la</strong>rán valor los hombres para emanciparse <strong>de</strong>l yugo <strong>de</strong> su<br />

ignorancia.<br />

25. ¿Cómo esperáis que en <strong>la</strong> Tierra se haga <strong>la</strong> paz y cesen <strong>la</strong>s guerras;<br />

que los hombres se regeneren y disminuya el pecado, si carecen <strong>de</strong>l<br />

conocimiento espiritual que es base, principio y cimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida?<br />

26. En verdad os digo, que en tanto no se comprenda ni se practique mi<br />

verdad, vuestra existencia en <strong>la</strong> Tierra será como un edificio construido<br />

sobre arena movediza.<br />

27. Son en menor número los que han <strong>de</strong>spertado que los que aún<br />

permanecen fríos a indiferentes para lo espiritual. Estos no se inquietan<br />

ni se angustian ante el caos que reina, atribuyéndolo todo a causas<br />

superficiales. Se conforman con su escasa comprensión y dicen: ¿Para<br />

qué esc<strong>la</strong>recer misterios o tratar <strong>de</strong> penetrar en lo insondable, si cumplo<br />

con todas <strong>la</strong>s obligaciones impuestas por quienes gobiernan en lo<br />

material, así como por quienes me guían espiritualmente a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

religiones? ¿Acaso en ese cumplimiento no existe el principio <strong>de</strong> bien<br />

que Cristo enseñó? Y con estos pensamientos se tranquilizan y se<br />

persua<strong>de</strong>n a sí mismos <strong>de</strong> que están cumpliendo su misión espiritual.<br />

28. Mas Yo os digo que ese cumplimiento <strong>de</strong> vuestros <strong>de</strong>beres es<br />

aparente y no real, que <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestra conciencia y <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios<br />

es muy poco lo que hacéis <strong>de</strong> bueno, porque vuestra vida es superficial,


vuestro conocimiento espiritual insignificante, vuestras obras, llenas <strong>de</strong><br />

egoísmo y vanidad.<br />

29. De<strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestros semejantes a quienes fácilmente podéis<br />

engañar, podréis estar cumpliendo fielmente vuestros <strong>de</strong>beres<br />

espirituales y humanos; pero <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestra conciencia y <strong>de</strong> vuestro<br />

Padre, no podréis llegar con apariencias, porque allí surge <strong>la</strong> verdad y<br />

ésta es que los hombres se encuentran estacionados espiritualmente.<br />

30. Esto ha originado que entre unos y otros aparezca <strong>la</strong> lucha; mientras<br />

los <strong>de</strong>spiertos hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> espiritualidad, <strong>de</strong> dones, <strong>de</strong> potencias y <strong>de</strong><br />

reve<strong>la</strong>ciones, los aletargados se levantan diciendo que aquellos vienen<br />

dividiendo y confundiendo a <strong>la</strong> humanidad y creando dudas e<br />

incertidumbres acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s creencias.<br />

31. Esa lucha será inevitable para que surja <strong>la</strong> luz y brille <strong>la</strong> verdad.<br />

Será hasta entonces cuando os <strong>de</strong>is cuenta <strong>de</strong> que <strong>la</strong> verdad no<br />

establece división y que mi Doctrina, teniendo por esencia <strong>la</strong> verdad, no<br />

podía venir a hacer obra <strong>de</strong> división o <strong>de</strong> discordia entre los hombres,<br />

aunque al principio los obligue a luchar entre sí para alcanzar <strong>la</strong> luz.<br />

32. Cada quien esgrimirá sus armas, unos <strong>la</strong>s espirituales, otros <strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mente, otros <strong>la</strong>s materiales.<br />

33. Quienes se confíen tan sólo a <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> sus armas físicas, tendrán<br />

que sucumbir, porque el triunfo se inclinará <strong>de</strong>l <strong>la</strong>do <strong>de</strong> los que<br />

empleen <strong>la</strong>s armas espirituales, cuya naturaleza y fuerza es mayor.<br />

34. Aunque <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong> Jesús en el Segundo Tiempo, todo lo reveló,<br />

el Espiritualismo viene a explicar y a esc<strong>la</strong>recer todo lo que entre los<br />

hombres era un misterio, sin cuya ayuda ellos jamás penetrarían al<br />

fondo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones.<br />

35. En verdad os digo que sólo el Cor<strong>de</strong>ro podía <strong>de</strong>satar el libro <strong>de</strong> los<br />

Siete Sellos para mostraros todo su contenido.<br />

36. Practicad esta Doctrina, pueblo; ha llegado el momento <strong>de</strong> mostrar<br />

al mundo <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra. Os he l<strong>la</strong>mado para convertiros en<br />

los emisarios, que lleven a <strong>la</strong> humanidad el mensaje que tanto necesita<br />

conocer.<br />

37. No vengo a <strong>de</strong>ciros que al llegar mi pa<strong>la</strong>bra a los pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Tierra, todos los hombres van a convertirse en espiritualistas<br />

inmediatamente, no, por lo pronto bastará que <strong>la</strong> espiritualidad sea<br />

aplicada a cada religión y ya veréis cómo, cuando menos lo piensen los<br />

hombres, todos se habrán ido acercando a un mismo punto, o sea a <strong>la</strong><br />

armonía, a <strong>la</strong> unidad y a <strong>la</strong> comprensión que nunca ha existido entre<br />

unos y otros.<br />

38. La ma<strong>la</strong> hierba, será arrancada <strong>de</strong> raíz y en su lugar crecerá el trigo,<br />

símbolo <strong>de</strong> abundancia, <strong>de</strong> trabajo, <strong>de</strong> progreso y <strong>de</strong> paz.<br />

39. Bienvenidos todos aquellos que vienen buscando <strong>la</strong> luz que ilumine<br />

su camino.


40. Estad conmigo, Yo soy el faro luminoso que alumbra en todos los<br />

sen<strong>de</strong>ros. No es nueva esta luz, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre<br />

está bril<strong>la</strong>ndo en su conciencia. Pero habiendo sido el hombre creado<br />

para penetrar por si sólo en los misterios <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual, fue<br />

preciso que el Verbo se hiciese hombre en Jesús y <strong>de</strong>scorriese con su<br />

pa<strong>la</strong>bra el velo <strong>de</strong> los misterios.<br />

41. ¿Por ventura toda <strong>la</strong> humanidad en sus diferentes generaciones, ha<br />

sabido llegar hasta <strong>la</strong> cima <strong>de</strong>l Calvario para meditar en el amor infinito<br />

que hizo a Cristo morir a manos <strong>de</strong> los hombres? No, <strong>la</strong> humanidad no<br />

ha querido mirar todo lo que <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Maestro Divino le vino a<br />

reve<strong>la</strong>r, prefirió <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia que escudriña los misterios <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Naturaleza, prefirió el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra a <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l espíritu.<br />

42. Mi luz no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> bril<strong>la</strong>r un solo instante en <strong>la</strong>s conciencias,<br />

pero siendo aún pequeño el hombre, y necesitando que su Padre se le<br />

aproximara en alguna forma, envié al espíritu <strong>de</strong> <strong>El</strong>ías con el mensaje<br />

venturoso <strong>de</strong> una nueva Era. <strong>El</strong>ías trajo al mundo <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

forma en que vendría Yo a comunicarme con los hombres, y como<br />

precursor mío, abrió el entendimiento <strong>de</strong> un hombre para hab<strong>la</strong>r a<br />

través <strong>de</strong> sus <strong>la</strong>bios, pero también se manifestó a través <strong>de</strong> mirajes y <strong>de</strong><br />

inspiraciones para anunciaros que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación a través<br />

<strong>de</strong>l entendimiento humano, vendría <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a<br />

Espíritu.<br />

43. Habrá quienes digan que no era necesaria mi vuelta, mas, quienes<br />

así piensen, será porque no saben que Jesús <strong>de</strong>scubre <strong>la</strong> hipocresía <strong>de</strong><br />

los fariseos, arroja a los merca<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l templo y no se inclina ante los<br />

que se dicen gran<strong>de</strong>s.<br />

44. Me necesitan los que sufren, los que tienen hambre y sed <strong>de</strong><br />

justicia, los que tienen anhelos <strong>de</strong> luz y elevación, los que compren<strong>de</strong>n<br />

que el espíritu <strong>de</strong>be avanzar sin <strong>de</strong>tenerse. Todos ellos me l<strong>la</strong>man en su<br />

oración, en su dolor me invocan y me preguntan cuándo vendré, saben<br />

que <strong>la</strong> humanidad tiene imperiosa necesidad <strong>de</strong> Mí, <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, <strong>de</strong><br />

mi bálsamo y <strong>de</strong> mis prodigios.<br />

45. ¿Veis a los pueblos en eternas pugnas? ¿Veis esas guerras que son<br />

<strong>la</strong> negación más rotunda <strong>de</strong>l amor que enseñé? ¿Miráis a <strong>la</strong>s religiones,<br />

enemigas unas <strong>de</strong> otras, aún diciéndose cristianas y predicando mi<br />

máxima <strong>de</strong> "Amaos los unos a los otros"?<br />

46. De esas guerras movidas por ambiciones humanas y <strong>de</strong> esas<br />

divergencias <strong>de</strong> credos. ¡Cuánta miseria y cuánta amargura ha caído<br />

sobre <strong>la</strong> humanidad!<br />

47. Os he traído una semil<strong>la</strong> en este tiempo, <strong>la</strong> que apenas comienza a<br />

germinar en el corazón <strong>de</strong> este pueblo, más, en verdad os digo, que esta<br />

Doctrina conmoverá a <strong>la</strong> humanidad y será creída como reve<strong>la</strong>ción


verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Dios, todos a cuantos habéis recibido misión o cargo en<br />

mi Obra, tenéis el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> presentar mi Doctrina en toda su pureza.<br />

48. <strong>El</strong> Espiritualismo nada tiene que ver con ritos, tradiciones o<br />

ceremonias religiosas, está por sobre todo culto externo, por lo que os<br />

digo que quien mezcle a mi Doctrina <strong>la</strong>s prácticas aprendidas <strong>de</strong> sectas<br />

o religiones, se convierte en un profanador.<br />

49. ¿Cómo podrían vuestros hermanos admirar <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> esta reve<strong>la</strong>ción<br />

si <strong>la</strong> ocultaseis tras el velo <strong>de</strong> vuestras materialida<strong>de</strong>s y<br />

mixtificaciones?<br />

50. <strong>El</strong> Espiritualismo no es una mezc<strong>la</strong> <strong>de</strong> religiones, es <strong>la</strong> Doctrina<br />

más pura y perfecta en su sencillez, es <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> Dios que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> al<br />

espíritu humano en este Tercer Tiempo.<br />

51. Os digo todo esto, pueblo, que sois <strong>la</strong> primera simiente mía en este<br />

tiempo, para que abracéis <strong>la</strong> verdad y no os vaya a acusar <strong>la</strong> humanidad<br />

<strong>de</strong> falsos o profanos.<br />

52. Si <strong>de</strong>scendéis al fanatismo será por vuestra culpa, porque el libro<br />

<strong>de</strong>l saber ha estado <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestros ojos iluminando el espíritu.<br />

53. Vosotros que venís <strong>de</strong> diferentes caminos, tomad mi pa<strong>la</strong>bra, llevad<br />

mi semil<strong>la</strong> y sembrad<strong>la</strong> en vuestras tierras. Ved cuál es <strong>la</strong> verdad que<br />

viene a <strong>de</strong>jaros el Maestro.<br />

54. No os creáis perfectos por llevar el conocimiento <strong>de</strong> una Doctrina<br />

perfecta, pero si tratáis <strong>de</strong> cumplir con <strong>la</strong> mayor limpi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> que un<br />

humano pue<strong>de</strong> ser capaz, Yo pondré a vuestro paso a todos los que<br />

ansían una pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ro consuelo. 55. Tened en cuenta que por<br />

muy limpias y llenas <strong>de</strong> amor que sean vuestras obras, no <strong>de</strong>jaréis <strong>de</strong><br />

ser atacados, entonces tendréis ocasión <strong>de</strong> enseñar con ejemplos <strong>de</strong><br />

perdón, <strong>de</strong> nobleza y <strong>de</strong> caridad cómo se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que sentís<br />

llevar en vuestro corazón. No <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>réis vuestros templos materiales,<br />

ni <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>réis vuestros nombres o vuestra personalidad, sino <strong>la</strong> verdad<br />

que ha sido <strong>de</strong>positada en vosotros.<br />

56. Multitu<strong>de</strong>s que llegáis ante Mi con <strong>la</strong> tristeza y el cansancio en<br />

vuestro corazón, oídme, porque sé que volveréis a <strong>la</strong> paz, a <strong>la</strong> fe, a <strong>la</strong><br />

alegría, con <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

57. Venís <strong>de</strong>scalzo, con <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas heridas, porque en el vasto <strong>de</strong>sierto<br />

<strong>de</strong>jasteis <strong>la</strong>s sandalias que os protegían <strong>de</strong> los guijarros y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s arenas<br />

can<strong>de</strong>ntes; pero aquí recobraréis cuanto habéis perdido, porque os amo,<br />

y nuevamente vengo a daros prueba <strong>de</strong> ello.<br />

58. ¿Cómo pudisteis empañar <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> vuestra fe? ¿Cómo pudisteis<br />

alejaros tanto <strong>de</strong>l camino verda<strong>de</strong>ro, que hasta <strong>la</strong> intuición <strong>de</strong> que<br />

poseéis espíritu, en vosotros se había perdido?<br />

59. Sólo mi manifestación divina pue<strong>de</strong> haceros saber que os encontráis<br />

en un nuevo tiempo, porque vosotros habéis estado durmiendo.


60. Allá, en el fondo <strong>de</strong> vuestro ser, una ansiedad <strong>de</strong>sconocida se iba<br />

<strong>de</strong>jando sentir y una sed extraña os iba dominando sin que os dieseis<br />

cuenta <strong>de</strong> su origen, cuando aquel<strong>la</strong> necesidad se hizo angustiosa, era<br />

porque había llegado el tiempo en que recibieseis mi nuevo mensaje.<br />

61. Hambre y sed <strong>de</strong>l espíritu, era lo que os martirizaba, hambre <strong>de</strong><br />

verdad y <strong>de</strong> paz, sed <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> luz.<br />

62. Yo quise que mi pa<strong>la</strong>bra fuese como agua cristalina y fresca, cuya<br />

esencia contuviera el sustento verda<strong>de</strong>ro y eterno <strong>de</strong>l espíritu, <strong>de</strong> tal<br />

manera que cuando llegaseis a escucharme, os entregaseis a Mi, como<br />

aquel peregrino cansado que al encontrar una fuente, se <strong>de</strong>shace <strong>de</strong>l<br />

fardo que carga y se arroja sobre el <strong>de</strong>seado liquido, ávido <strong>de</strong> frescura.<br />

63. No todos habéis traído sed espiritual, el que verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> ha<br />

sentido, <strong>la</strong> ha calmado simplemente con mi pa<strong>la</strong>bra, en cambio, hay<br />

muchos que aun oyéndome repetidas veces, se quejan <strong>de</strong> que su dolor y<br />

sus problemas siguen siendo iguales; es que éstos no buscan mi<br />

esencia, sino los bienes <strong>de</strong>l mundo.<br />

64. Compren<strong>de</strong>d bien esto, para que nunca os engañéis.<br />

65. Fijaos en que hay quienes no carecen <strong>de</strong> lo necesario, viven<br />

ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> comodida<strong>de</strong>s y sin embargo, algo ensombrece su vida,<br />

algo les angustia, algo les falta, es <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> lo espiritual en su<br />

vida lo que añoran, es <strong>la</strong> ausencia <strong>de</strong> esa luz <strong>la</strong> que oscurece su vida,<br />

éstos, cuando han llegado a escucharme, interiormente han exc<strong>la</strong>mado<br />

"Esto era lo que buscaba, lo que esperaba, lo que me hacía falta". Otros,<br />

en cambio, han llegado hasta aquí quejándose <strong>de</strong> haber perdido bienes,<br />

salud, afectos, y el vacio <strong>de</strong> su corazón no se ha llenado con mi pa<strong>la</strong>bra,<br />

mas, en cuanto han recobrado lo que habían perdido, se han alejado sin<br />

siquiera acordarse <strong>de</strong> esta pa<strong>la</strong>bra celestial que un día escucharon.<br />

66. No todos están a tiempo <strong>de</strong> sentir ni compren<strong>de</strong>r esta reve<strong>la</strong>ción,<br />

mientras unos se quedan, otros se van, es que no todos tienen sed <strong>de</strong><br />

Mí, es que <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> lo espiritual no es <strong>la</strong> misma en unos que en<br />

otros.<br />

67. Quiero <strong>de</strong>ciros que os fijéis bien en <strong>la</strong> humanidad, en los pueblos y<br />

naciones, con el fin <strong>de</strong> que os <strong>de</strong>is cuenta cómo han hecho <strong>de</strong> su vida<br />

un penoso <strong>de</strong>sierto, cuyo sol can<strong>de</strong>nte les <strong>de</strong>prime y cuya ari<strong>de</strong>z les<br />

domina y extenúa. ¿No presentís <strong>la</strong> sed inmensa que en el corazón <strong>de</strong><br />

los hombres se está acumu<strong>la</strong>ndo? Pues ya está también formándose el<br />

oasis <strong>de</strong> grata sombra y frescura, <strong>de</strong> perennes y cristalinas aguas, para<br />

que en él calme su necesidad <strong>de</strong> verdad, su sed <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> paz.<br />

68. Muchos llegarán ante el manantial y al beber <strong>de</strong> sus aguas, dirán<br />

como vosotros. "Esto es lo que buscaba", pero también otros muchos<br />

llegarán ante él creyendo encontrar lo que han perdido en el mundo y,<br />

<strong>de</strong>sengañados, me volverán <strong>la</strong> espalda y negarán que en esta reve<strong>la</strong>ción<br />

exista alguna verdad. <strong>El</strong>los se irán, mas todo está previsto y preparado


para que retornen, cuando al fin <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra sed <strong>de</strong>l espíritu aparezca y<br />

me invoque en su <strong>de</strong>sierto, diciéndome: "Padre, perdonadnos y<br />

conce<strong>de</strong>dnos una nueva oportunidad para llegar al conocimiento <strong>de</strong><br />

vuestra verdad". Y entonces, Yo que ya les había perdonado, cuando<br />

altivamente <strong>de</strong>spreciaron el agua <strong>de</strong> mi fuente y el pan <strong>de</strong> mi mesa, les<br />

ofreceré mi camino para que en él <strong>de</strong>jen su fatiga, para que se sanen, se<br />

llenen <strong>de</strong> paz y se eleven a través <strong>de</strong> mi luz.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 274<br />

1. Bienvenidos seáis, peregrinos <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s eras que en este día <strong>de</strong><br />

gracia hacéis un alto en vuestro camino para escuchar mi pa<strong>la</strong>bra y<br />

sentaros a mi mesa espiritualmente.<br />

2. Le doy sosiego y calma a vuestro corazón para que me escuchéis<br />

porque en verdad os digo que mi pa<strong>la</strong>bra es el camino que conduce a <strong>la</strong><br />

paz y a <strong>la</strong> bienandanza.<br />

3. Pero no vengáis a buscarme tan sólo por pedirme lo que atañe a <strong>la</strong><br />

materia, ciertamente tengo el bálsamo para cualquiera <strong>de</strong> los males que<br />

os aquejan y poseo <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves que abren <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l trabajo; pero<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, traigo un caudal infinito <strong>de</strong> bienes para el espíritu, un<br />

torrente <strong>de</strong> sabiduría, un manantial inagotable <strong>de</strong> <strong>de</strong>leites espirituales.<br />

4. Yo sé que el sentido <strong>de</strong> esta enseñanza sorpren<strong>de</strong> a muchos cuando<br />

<strong>la</strong> escuchan por primera vez, y es porque mi Doctrina hab<strong>la</strong> a vuestro<br />

espíritu, a él busca y a él se dirige, para ofrecerle un Reino más allá <strong>de</strong><br />

este mundo, diciéndole cuál es el camino que conduce a aquel<strong>la</strong> morada<br />

prometida. Mas el hombre que vive para sí, que ama sólo lo suyo, que<br />

piensa en sí mismo y que todo lo espera <strong>de</strong>l mundo, cuando oye hab<strong>la</strong>r<br />

<strong>de</strong> renunciación, <strong>de</strong> paciencia, <strong>de</strong> sacrificio, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinterés y caridad, se<br />

pregunta: ¿Si todo lo doy, a mi quién me da? Si poseo tan poco en esta<br />

vida ¿Por qué he <strong>de</strong> renunciar a ello?<br />

5. Yo les perdono porque no podrían pensar <strong>de</strong> otra manera, su egoísmo<br />

proviene <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia. Pero cuando me escuchen más <strong>de</strong> una vez, y<br />

un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz que existe en mi pa<strong>la</strong>bra llega a iluminar a su<br />

espíritu, éste <strong>de</strong>spierta como <strong>de</strong> un <strong>la</strong>rgo sueño preguntándose<br />

extrañado y confuso: ¿En dón<strong>de</strong> estoy, quién me ha hab<strong>la</strong>do?<br />

6. Mi pa<strong>la</strong>bra, en tanto, sigue tocando sin cesar a aquel espíritu y<br />

tocando dulcemente <strong>la</strong>s fibras <strong>de</strong> aquel corazón, hasta que al fin, el<br />

dolor <strong>de</strong>l espíritu, acumu<strong>la</strong>do por mucho tiempo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> aquel ser,<br />

rompe su dique y se <strong>de</strong>sborda en l<strong>la</strong>nto, que es confesión, <strong>de</strong>spertar a <strong>la</strong>


fe, resurrección espiritual y principio <strong>de</strong> elevación hacia <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong><br />

verdad y lo eterno.<br />

7. No es este el caso <strong>de</strong> todos; pero aquéllos que llegaron ante <strong>la</strong><br />

manifestación <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra trayendo en su corazón el egoísmo, el<br />

amor a <strong>la</strong> materia, el orgullo y los argumentos para negar mi Doctrina<br />

espiritual, al escuchar mi lección <strong>de</strong> este día, recordaron al instante el<br />

día en que llegaron llenos <strong>de</strong> tinieb<strong>la</strong>s y contemp<strong>la</strong>ron luego una luz<br />

que nunca habían pensado que existiera.<br />

8. Muchos <strong>de</strong> ellos son ahora <strong>de</strong> mis más fieles y abnegados <strong>la</strong>briegos.<br />

9. Pueblo: mi pa<strong>la</strong>bra es un torrente <strong>de</strong> amor que purificará a los<br />

hombres preparándolos para una vida mejor.<br />

10. Asombraos, os estoy dando mi enseñanza que viene a salvar a los<br />

pecadores, a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>bios pecadores también.<br />

11. Mi p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción universal no podéis abarcarlo, mas os doy a<br />

conocer una parte <strong>de</strong> él, con el fin <strong>de</strong> que toméis parte en mi Obra.<br />

12. Sólo Yo sé <strong>la</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l instante en que vive el mundo,<br />

ningún humano alcanza a compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> esta hora. La<br />

humanidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus principios, ha ido acumu<strong>la</strong>ndo mancha tras<br />

mancha hasta nub<strong>la</strong>r sus sentimientos y su espíritu, creando para sí una<br />

vida enferma, agitada y triste Mas <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>la</strong> purificación ha sonado.<br />

13. Vosotros que habéis escuchado esta divina pa<strong>la</strong>bra, tenéis una i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> lo que acontece en este tiempo y procuraréis orar, eximiros <strong>de</strong> hacer<br />

el mal y en cambio hacer algún bien; pero no toda <strong>la</strong> humanidad conoce<br />

el significado <strong>de</strong> los acontecimientos <strong>de</strong> este tiempo y por eso existe<br />

confusión entre los hombres, <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperación, <strong>la</strong> amargura, el odio, <strong>la</strong>s<br />

ambiciones <strong>de</strong>senfrenadas, el vicio, el crimen y todas <strong>la</strong>s bajas<br />

pasiones.<br />

14. <strong>El</strong> mundo necesita mi pa<strong>la</strong>bra, los pueblos y naciones necesitan mis<br />

cátedras <strong>de</strong> amor, el gobernante, el científico, el juez, el que guía<br />

espíritus, el que enseña, todos necesitan <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mi verdad, y es<br />

precisamente a lo que he venido en este Tiempo, a iluminar al hombre<br />

en su espíritu, en su corazón y en su entendimiento.<br />

15. ¿No os sentiríais satisfechos si sirvieseis <strong>de</strong> precursores a mi<br />

Espíritu, para preparar mi llegada a los corazones, a los pueblos y<br />

naciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra? Y si anheláis abrir brechas y preparar sendas,<br />

¿Qué ejemplos y pruebas vais a dar?<br />

16. No apartéis <strong>de</strong> vuestra mente que mi Obra es perfecta, eterna,<br />

po<strong>de</strong>rosa, c<strong>la</strong>ra, luminosa.<br />

17. Pequeños discípulos: vosotros no sabéis cómo me aman en <strong>la</strong>s<br />

moradas superiores los espíritus, seres que son vuestros hermanos. Si<br />

supieseis cómo me aman, cómo me sirven y obe<strong>de</strong>cen, sentiríais muy<br />

profundo pesar por vuestro comportamiento para con vuestro Padre, y


os apresuraríais a formar en vuestro corazón un santuario para ofrecerlo<br />

a quien os ama con amor perfecto.<br />

18. Dejad que mi amor sea en vuestro corazón para hacerlo sensible al<br />

dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Es menester que conozcáis <strong>la</strong> piedad para que<br />

podáis practicar el perdón y <strong>de</strong>rramar consuelo en los que sufren.<br />

19. Dejad que mi pa<strong>la</strong>bra estremezca vuestro corazón para que él pueda<br />

<strong>la</strong>tir <strong>de</strong> amor por sus semejantes.<br />

20. Guardad bien mis lecciones, porque son <strong>la</strong>s mismas que os servirán<br />

<strong>de</strong> armas en <strong>la</strong> lucha, cuando tengáis que convertiros en los verda<strong>de</strong>ros<br />

sembradores <strong>de</strong> mi verdad.<br />

21. Venid, que estoy dando consuelo a los que lloran, y vosotros lloráis,<br />

unos externando su l<strong>la</strong>nto, otros interiormente, sin sollozos.<br />

22. Vengo a recoger vuestros dolores y a tomarlos en paz, Yo que soy<br />

el único que penetra al fondo <strong>de</strong>l espíritu. Vengo por vuestra carga, por<br />

esa carga con <strong>la</strong> que no podéis ya.<br />

23. ¡Oh espíritus encarnados en los hombres! No habéis venido a <strong>la</strong><br />

Tierra para que os venzan los dolores, los problemas, <strong>la</strong>s pruebas,<br />

habéis venido para vencer en <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s y adversida<strong>de</strong>s.<br />

24. Ya no lloréis, ni durmáis. <strong>El</strong> espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad está en lucha<br />

con todos, con pruebas, con dolores, con pasiones.<br />

25. Habéis venido a conocer <strong>de</strong> todos los sinsabores <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, así lo<br />

quisisteis, pero vuestra fe, vuestra voluntad y esfuerzo pue<strong>de</strong>n elevaros<br />

sobre <strong>la</strong> materia y el dolor.<br />

26. ¿No comprendéis mi pa<strong>la</strong>bra? ¡Es tan sencil<strong>la</strong>! Mas, estáis<br />

revestidos <strong>de</strong> materia y no llegáis muchas veces al fondo <strong>de</strong> su sentido,<br />

porque no <strong>la</strong> analizáis. Llegará un día en que vuestro espíritu, ya sin<br />

envoltura, repase con <strong>de</strong>leite mis frases y comprenda mis enseñanzas, y<br />

<strong>de</strong> ese recuerdo brote un torrente <strong>de</strong> luz para vuestro camino; pero<br />

<strong>la</strong>mentaréis no haber logrado penetrar en mi Enseñanza cuando<br />

pasasteis por <strong>la</strong> Tierra, don<strong>de</strong> tanta falta os hacia un báculo o apoyo<br />

espiritual.<br />

27. Grabad mis enseñanzas cuando podáis, porque si se van <strong>de</strong> vuestra<br />

memoria, si huyen <strong>de</strong> vuestro corazón, si <strong>la</strong>s <strong>de</strong>jáis olvidadas y<br />

abandonadas, <strong>de</strong>spués <strong>la</strong>s buscaréis y no <strong>la</strong>s encontraréis. Es como si<br />

teniendo una fuente, <strong>la</strong> abandonaseis y cuando <strong>la</strong> sed os abrazase y<br />

fueseis en su busca, os encontrareis con que el agua se había<br />

evaporado.<br />

28. Si queréis saber cómo cruzar por esta vida sin sed y sin fatiga y si<br />

queréis alumbraros cuando estéis en espíritu, si <strong>de</strong>seáis evitar el dolor<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> turbación, tomad mi enseñanza, <strong>de</strong>jad que se grabe<br />

in<strong>de</strong>leblemente en vuestro ser y haced <strong>de</strong> el<strong>la</strong> <strong>la</strong> ley y <strong>la</strong> norma <strong>de</strong><br />

vuestra vida.


29. Si el Padre os l<strong>la</strong>mara hoy a cuentas ¿Qué haríais? ¿Qué<br />

presentaríais para provecho <strong>de</strong> vuestro espíritu?<br />

30. Si vuestra conciencia os dice que no habéis amado, ya que ésa es <strong>la</strong><br />

Ley ¿Creéis estar dispuestos a pasar <strong>de</strong>l estado humano al espiritual?<br />

Cuántos espíritus que vagan en el espacio, quisieran hacerse oír <strong>de</strong> los<br />

hombres, para <strong>de</strong>cirles: "No perdáis vuestro tiempo como yo lo perdí".<br />

31. En verdad os digo que si estudiáis cada frase mía, iluminaríais el<br />

camino <strong>de</strong> vuestra vida, porque cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s encierra esencia,<br />

sabiduría, eternidad.<br />

32. <strong>El</strong> que entien<strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, llega a saber a lo que ha venido al<br />

mundo, sabe <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> proce<strong>de</strong> y a dón<strong>de</strong> tendrá que volver.<br />

33. <strong>El</strong> que se satura <strong>de</strong> esta esencia, nunca vuelve a <strong>de</strong>cir que este<br />

mundo es sólo <strong>de</strong> dolor, <strong>de</strong> lágrimas y amarguras, porque sabe<br />

sobreponer al dolor, su fe y su amor.<br />

34. Este mundo en el que tanto ha sufrido y llorado el hombre, esta<br />

morada <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual muchos quisieran huir, <strong>de</strong> cierto os digo que Yo <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>stiné para que <strong>la</strong> llenaseis <strong>de</strong> amor, mas si os preguntase a todos en<br />

esta hora cuánto habéis sembrado <strong>de</strong> amor en él ¿Qué respon<strong>de</strong>ríais?<br />

35. Quiero que me digáis si habéis entendido a Cristo. Aquél que un día<br />

os dijo: "Amaos los unos a los otros", ved que os hago esta pregunta<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos siglos <strong>de</strong> incansable enseñanza.<br />

36. Por eso os digo a cada paso, que aprendáis a escucharme, que<br />

aprendáis a hacer el silencio cuando el Verbo hab<strong>la</strong>, para que <strong>la</strong> semil<strong>la</strong><br />

divina germine y florezca en vuestro corazón.<br />

37. Yo he tenido infinita paciencia para esperar a que escuchéis mi voz,<br />

¿Por qué vosotros no tenéis un poco <strong>de</strong> paciencia cuando estáis bajo<br />

una prueba? Yo os digo que aquél que no tuviese paciencia <strong>la</strong><br />

apren<strong>de</strong>rá en este tiempo <strong>de</strong> restitución, éste también es maestro,<br />

aunque por instantes enseña con dureza ¿Por qué no apren<strong>de</strong>r mejor <strong>de</strong>l<br />

Divino Maestro que sólo enseña.<br />

38. No es igual el tiempo para el materialista que para el<br />

espiritualizado, sobre uno actúa como justicia, sobre otro como<br />

bendición, mas, <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> los siglos ha pasado siempre sobre los<br />

hombres, acariciando a unos y <strong>de</strong>spertando a todos.<br />

39. ¿Cuándo <strong>de</strong>jaréis que se manifieste esa luz a través <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu? ¿Cuándo encontraré al hombre libre <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas y dispuesto a<br />

vo<strong>la</strong>r hacia Mí?<br />

40. Hay todavía muchos viajeros extraviados, muchos seres perdidos<br />

entre tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> ignorancia, porque son más carne que espíritu, más<br />

mentira que verdad.<br />

41. En ellos el vencedor es <strong>la</strong> materia y el vencido es el espíritu; es a<br />

estos perdidos a quienes vengo a invitar a <strong>la</strong> fiesta <strong>de</strong>l espíritu, al


anquete <strong>de</strong> amor, don<strong>de</strong> mi mesa celestial espera a todos para librarlos<br />

<strong>de</strong> tanta amargura y <strong>de</strong> tanta soledad.<br />

42. Les daré mis manjares, panes, frutos, vino y miel, los cuales,<br />

tras<strong>la</strong>dados al sentido real, son <strong>la</strong> ternura, el consuelo, <strong>la</strong> paz, <strong>la</strong> salud y<br />

el saber.<br />

43. La oración que en silencio eleváis es un verda<strong>de</strong>ro himno espiritual,<br />

sus notas vienen a confundirse con <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los justos y <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los ángeles.<br />

44. Traéis ante mi presencia <strong>la</strong> carga <strong>de</strong> vuestras culpas; me presentáis<br />

toda vuestra vida, mas Yo os digo: existen en lo recóndito <strong>de</strong> vuestro<br />

ser, penas y restituciones que vosotros ignoráis y que solo Yo conozco;<br />

pero no importa que no me habléis <strong>de</strong> todo ello ni me pidáis por todo lo<br />

que <strong>de</strong> vuestro pasado ignoráis. Yo estoy en todo y nada escapa a mi<br />

caridad, como nada escapa a mi justicia.<br />

45. Sentid mi amor paternal, y <strong>de</strong>jad que en él se disipen <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s,<br />

<strong>la</strong>s penas, <strong>la</strong>s lágrimas. Fortaleceos en Mí, recobrad <strong>la</strong> salud y <strong>la</strong> paz,<br />

volved fuertes al camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha.<br />

46. Esta es <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que buscáis, <strong>la</strong> que vierte consuelo, <strong>la</strong> que os<br />

reanima a inunda <strong>de</strong> esperanza. ¿Por qué me seguís a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

pruebas? ¿Por qué no arrojáis <strong>de</strong> vuestros hombros <strong>la</strong> cruz? Porque en<br />

<strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra encontráis una absoluta comprensión a todas<br />

vuestras aflicciones.<br />

47. Israel l<strong>la</strong>mo al pueblo a quien estoy congregando en torno a mi<br />

nueva reve<strong>la</strong>ción, porque nadie mejor que Yo sabe qué espíritu mora en<br />

cada uno <strong>de</strong> los l<strong>la</strong>mados <strong>de</strong> este Tercer Tiempo.<br />

48. Israel tiene un significado espiritual y ese nombre os lo doy a<br />

vosotros para que tengáis presente que formáis parte <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong><br />

Dios, porque Israel no representa ningún pueblo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, sino a un<br />

mundo <strong>de</strong> espíritus.<br />

49. Ese nombre surgirá <strong>de</strong> nuevo en <strong>la</strong> Tierra, pero libre <strong>de</strong><br />

equivocaciones, en su verda<strong>de</strong>ra esencia que es espiritual.<br />

50. Vosotros necesitáis conocer el origen y el sentido <strong>de</strong> ese nombre,<br />

necesitáis que vuestra fe en que sois hijos <strong>de</strong> ese pueblo sea absoluta, y<br />

necesitáis tener pleno conocimiento <strong>de</strong> quién y por qué habéis recibido<br />

esa <strong>de</strong>nominación, para que podáis hacer frente a los ataques que<br />

mañana recibáis <strong>de</strong> quienes dan otro sentido al nombre <strong>de</strong> Israel.<br />

51. Sois el pueblo espiritual que compren<strong>de</strong>rá verda<strong>de</strong>ramente el<br />

misterio <strong>de</strong> <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> que Jacob contempló con los ojos <strong>de</strong>l espíritu a<br />

través <strong>de</strong> un sueño. Os veo capaces ya <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r muchas lecciones<br />

y he venido a reuniros para reveláros<strong>la</strong>s.<br />

52. La capacidad para enten<strong>de</strong>r proviene <strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

y <strong>la</strong> experiencia acumu<strong>la</strong>da.<br />

53. En verdad os digo que antes que los mundos fuesen hechos y antes<br />

<strong>de</strong> que el hombre apareciese en <strong>la</strong> Tierra, ya existía vuestro espíritu.


Fueron para él épocas <strong>de</strong> inocencia, toda una vida en aquel<strong>la</strong>s<br />

mansiones <strong>de</strong> preparación, tiempos en que el espíritu fue instruido para<br />

habitar <strong>la</strong> Tierra, encarnándose en el hombre.<br />

54. Vuestra mente no recibe <strong>la</strong>s impresiones o los recuerdos <strong>de</strong>l pasado<br />

<strong>de</strong> vuestro espíritu, porque <strong>la</strong> materia es como un velo espeso que no<br />

alcanza a penetrar en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l espíritu. ¿Qué cerebro podría recibir<br />

<strong>la</strong>s imágenes e impresiones que el espíritu ha recogido en el trayecto <strong>de</strong><br />

su pasado? ¿Qué inteligencia podría coordinar con i<strong>de</strong>as humanas lo<br />

que le es incomprensible?<br />

55. Por todo esto no os he permitido hasta ahora saber quiénes sois<br />

espiritualmente ni cuál ha sido vuestro pasado.<br />

56. ¿Podríais entonces saber <strong>de</strong> qué manera estoy formando al pueblo<br />

<strong>de</strong> Israel? No, Yo sólo os he reve<strong>la</strong>do lo que <strong>de</strong>béis saber por ahora y<br />

hasta dón<strong>de</strong> podéis compren<strong>de</strong>r; así os he dicho que sois hijos <strong>de</strong>l<br />

pueblo <strong>de</strong> Israel, que pertenecéis a él por el espíritu y no por <strong>la</strong> carne,<br />

que vuestra misión es multiplicaros hasta el infinito, invitando a todos a<br />

penetrar en el seno <strong>de</strong> este pueblo y que vuestro <strong>de</strong>stino es llevar <strong>la</strong> luz<br />

por doquiera <strong>de</strong> los mundos.<br />

57. En el Primer Tiempo di a un hombre el nombre <strong>de</strong> Israel, fue a<br />

Jacob, para que fuese el tronco <strong>de</strong> un pueblo que sería también l<strong>la</strong>mado<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera. Ese nombre fue espiritual, para que aquel pueblo<br />

quedase en <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad como un libro abierto ante el<br />

espíritu.<br />

58. Aquel pueblo escuchó mi voz, manifesté dones inherentes al<br />

espíritu; recibió mi Ley por conducto <strong>de</strong> Moisés, fue sometido a<br />

pruebas muy gran<strong>de</strong>s. No tuvo otra misión en <strong>la</strong> Tierra que <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

manifestar <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> los pueblos gentiles, <strong>la</strong> existencia y <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong>l<br />

Dios viviente y verda<strong>de</strong>ro.<br />

59. Los patriarcas, los profetas, los vi<strong>de</strong>ntes, los que conducían, los<br />

legis<strong>la</strong>dores, los jueces y los reyes, fueron mis emisarios, fueron mis<br />

portavoces, mis siervos e instrumentos para manifestarme ya en amor,<br />

ya en enseñanzas, ya en justicia. A través <strong>de</strong> ellos di pruebas <strong>de</strong> mi<br />

po<strong>de</strong>r a otros pueblos.<br />

60. Ahora que han pasado muchos siglos, y que el esplendor <strong>de</strong> aquel<br />

pueblo, así como su juicio han quedado distantes, no <strong>de</strong>spreciéis su<br />

historia porque tras<strong>la</strong>dándo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l sentido humano al sentido espiritual,<br />

podréis obtener infinitas lecciones y ejemplos, con lo que acabaréis por<br />

compren<strong>de</strong>r que aquel Israel, es el símbolo, el sentido figurado, <strong>la</strong><br />

parábo<strong>la</strong>, y que el nuevo Israel que estoy formando, significa <strong>la</strong><br />

realidad en su sentido espiritual.<br />

61. Mirad en aquel tiempo, cuando Israel, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lograr su<br />

liberación en el Egipto y <strong>de</strong> haber conquistado con su fe y su<br />

perseverancia <strong>la</strong> Tierra Prometida, fundó con sus hijos su ciudad


principal y le dio por nombre Jerusalén, allí levantó un templo en honor<br />

<strong>de</strong> Jehová, el cual fue como antorcha <strong>de</strong> fe para los corazones.<br />

62. ¿Quién le hubiera dicho a aquel pueblo que daba gracias al Padre<br />

por haberle concedido reposar en tierra <strong>de</strong> promisión, que en aquel<strong>la</strong><br />

ciudad que l<strong>la</strong>maba santa, habían <strong>de</strong> llevar al cadalso al Mesías?<br />

63. Vosotros, que sois el nuevo pueblo que está luchando por librarse<br />

<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Faraón, que es <strong>la</strong> materialidad, <strong>la</strong> ignorancia, el<br />

fanatismo, <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría, comenzáis <strong>la</strong> gran travesía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, mas,<br />

cuando ya sentíais temor a <strong>la</strong> soledad, al hambre y a los peligros, visteis<br />

<strong>de</strong> pronto que una nube <strong>de</strong>scendía sobre el monte y que <strong>de</strong> <strong>la</strong> nube se<br />

<strong>de</strong>sprendía un Rayo <strong>de</strong> luz divina, el cual, al llegar a vuestro<br />

entendimiento, se convertía en verbo, en pa<strong>la</strong>bra que es sabiduría.<br />

64. Es esta pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong> Dios, <strong>la</strong> Ley perfecta <strong>de</strong>l amor, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

justicia y <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz, es asimismo el nuevo maná que os sustenta y que<br />

os permitirá llegar hasta <strong>la</strong> nueva Jerusalén.<br />

65. Esa ciudad no está ya en esta Tierra, no es <strong>de</strong> este mundo: esa<br />

ciudad existe en lo espiritual, mas, cuando estéis habitándo<strong>la</strong> por<br />

siempre y entre vosotros llegue cual Mesías, ya no me coronaréis <strong>de</strong><br />

espinas, ni me daréis vinagre, ni me c<strong>la</strong>varéis en una cruz. Llegaré entre<br />

vosotros como en aquel día en que <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s cubrían con sus<br />

manos el suelo, cantaban himnos y agitaban palmas; y me recibiréis en<br />

vuestro corazón, celebrando <strong>la</strong> entrada triunfal <strong>de</strong>l Maestro en<br />

Jerusalén.<br />

66. Cuando esto sea, ya no volveré a partir <strong>de</strong> vuestro seno.<br />

67. ¿Compren<strong>de</strong>réis el sentido divino <strong>de</strong> estas reve<strong>la</strong>ciones y el sentido<br />

humano que les habíais dado?<br />

68. Ahora estoy <strong>de</strong> paso entre vosotros, como lo estuve también en<br />

aquel tiempo, ya se aproxima el instante en que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ros, y <strong>la</strong><br />

humanidad no ha sentido mi presencia.<br />

69. Des<strong>de</strong> este monte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> os envió mi pa<strong>la</strong>bra y os contemplo,<br />

tendré que exc<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> víspera <strong>de</strong> mi partida. ¡Humanidad, humanidad,<br />

que no habéis sabido a quién habéis tenido con vosotros! Como en el<br />

Segundo Tiempo, estando próxima mi muerte, contemp<strong>la</strong>ba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />

monte <strong>la</strong> ciudad y entre lágrimas exc<strong>la</strong>me. ¡Jerusalén, Jerusalén, que no<br />

sabéis el bien que habéis tenido! No era el mundo por el que lloraba,<br />

era por el espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad que aún se encontraba sin luz y que<br />

aún habría <strong>de</strong> llorar mucho para alcanzar <strong>la</strong> verdad.<br />

70. Si todo aquello que poseyó el pueblo en el Primer Tiempo, no<br />

hubiese sido tan sólo un símbolo, mi justicia omnipotente hubiese<br />

conservado intacta aquel<strong>la</strong> ciudad con su templo y sus tradiciones; mas<br />

todo fue <strong>de</strong>struido para que sólo quedase bril<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> Ley en <strong>la</strong>s<br />

conciencias y comprendiesen todos que verda<strong>de</strong>ramente el Reino <strong>de</strong>l<br />

espíritu no es <strong>de</strong> este mundo.


¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 275<br />

1. Yo soy el amor, razón por <strong>la</strong> cual sois perdonados y gozáis <strong>de</strong> mis<br />

comp<strong>la</strong>cencias; pero no sólo esperéis caricias y dones <strong>de</strong> vuestro Padre,<br />

recordad que también he venido como Maestro para haceros<br />

compren<strong>de</strong>r vuestros <strong>de</strong>fectos e imperfecciones y enseñaros <strong>la</strong> forma en<br />

que <strong>de</strong>béis corregiros.<br />

2. Soy con vosotros en vuestro espíritu y hago vibrar mi luz en vuestro<br />

entendimiento para que apreciéis el valor <strong>de</strong> lo que estáis recibiendo y<br />

reconozcáis al mismo tiempo que no todo lo que os llega ha sido<br />

ganado con méritos. También os hago compren<strong>de</strong>r que lo que hasta<br />

ahora habéis recibido, no es todo lo que tengo que daros y que lo que<br />

ahora <strong>de</strong>seáis, tampoco es todo lo que llegará a abarcar <strong>la</strong> aspiración <strong>de</strong><br />

vuestro espíritu cuando se encuentre más <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do.<br />

3. Junto a <strong>la</strong>s pruebas y lecciones que os da <strong>la</strong> vida, va mi Enseñanza<br />

que explica y esc<strong>la</strong>rece el sentido <strong>de</strong> cada lección, porque sólo el<br />

conocimiento, <strong>la</strong> experiencia y <strong>la</strong> evolución podrán daros con justicia el<br />

titulo <strong>de</strong> discípulos <strong>de</strong> mi Divinidad en el Tercer Tiempo.<br />

4. ¿Qué podríais dar a vuestros hermanos que fuese fruto vuestro, que<br />

fuese testimonio y afirmación <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra o doctrina que vais a<br />

predicar, si carecéis <strong>de</strong> experiencia propia?<br />

5. Cuando ya estéis espiritualizados y os encontréis con hombres que<br />

sufren y se <strong>de</strong>sesperan porque no pue<strong>de</strong>n poseer lo que ambicionan en<br />

el mundo, veréis cómo su materialidad contrasta con <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong><br />

mis discípulos, cuya conformidad será gran<strong>de</strong> porque sus ambiciones y<br />

anhelos serán nobles, basados en el firme convencimiento <strong>de</strong> que en<br />

esta vida todo es pasajero.<br />

6. Mis discípulos hab<strong>la</strong>rán al mundo con ejemplos <strong>de</strong> espiritualidad, a<br />

través <strong>de</strong> una vida que lucha por acercar el espíritu a <strong>la</strong> Divinidad, en<br />

vez <strong>de</strong> enca<strong>de</strong>narlo a <strong>la</strong>s falsas riquezas <strong>de</strong>l mundo.<br />

7. Sé que los materializados en los tiempos futuros se escandalizarán al<br />

conocer esta Doctrina; pero su conciencia les dirá que mi pa<strong>la</strong>bra sólo<br />

hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

8. En <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l hombre todo es pasajero: su juventud es una ilusión;<br />

su gloria <strong>de</strong> corta duración; el p<strong>la</strong>cer momentáneo; por eso mi Doctrina<br />

viene a inspiraros el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> alcanzar lo eterno, porque los goces <strong>de</strong>l<br />

espíritu y <strong>la</strong> gloria reservada para él, una vez conquistados, no pasan<br />

jamás.


9. Pueblo: es tan fácil dar un poco <strong>de</strong> espiritualidad a vuestra vida, que<br />

os digo: ¿Por qué no lo hacéis? ¿Por qué no lo intentáis? No es<br />

necesario que os apartéis <strong>de</strong> vuestros <strong>de</strong>beres humanos.<br />

10. Basta que a vuestras obras les <strong>de</strong>is un principio <strong>de</strong> espiritualidad<br />

para que <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> ser simples seres en <strong>la</strong> Tierra y os convirtáis en seres<br />

<strong>de</strong> elevada vida espiritual, capaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el sentido que<br />

encierra el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>l hombre.<br />

11. Vuelvo a <strong>de</strong>ciros que Yo no os aparto <strong>de</strong> vuestro cumplimiento en<br />

el mundo, porque también ahí tenéis <strong>de</strong>beres sagrados; pero os digo que<br />

no <strong>de</strong>is al mundo más importancia que a vuestro <strong>de</strong>sarrollo espiritual.<br />

12. Es necesario que os profundicéis en el cumplimiento <strong>de</strong> mi Obra,<br />

que analicéis mi pa<strong>la</strong>bra y comprendáis el alcance <strong>de</strong> mis enseñanzas.<br />

13. Estoy hab<strong>la</strong>ndo a los espíritus, sabiendo que mi luz pasará <strong>de</strong> ellos a<br />

<strong>la</strong>s materias y que ésta una vez iluminada <strong>la</strong> mente y los sentidos,<br />

sabrán tornarse en instrumentos dóciles <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia.<br />

14. Multitu<strong>de</strong>s que escucháis esta pa<strong>la</strong>bra: cerrad vuestros ojos<br />

materiales y oíd <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> vuestro Señor en el infinito.<br />

15. No es en este tiempo Jesús hombre el que os hab<strong>la</strong> y a quien podáis<br />

mirar por p<strong>la</strong>zas y calles, por caminos o valles, es Jesús Espíritu,<br />

presente en toda conciencia y en todo entendimiento, es mi luz<br />

universal <strong>de</strong>rramada en todos los hijos <strong>de</strong> Dios.<br />

16. Pueblo: ¿No os agradaría contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> fructificación <strong>de</strong> mi<br />

Doctrina en el mundo? ¿No anheláis ver convertido este valle <strong>de</strong><br />

lágrimas en tierra <strong>de</strong> paz? Pues trabajad con amor y tendréis esa dicha<br />

en vuestro espíritu. Si, discípulos, en vuestro espíritu, porque no sabéis<br />

para entonces, cuál será vuestra morada; pero no importa que el triunfo<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> luz lo miréis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el valle espiritual, mas aún, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí<br />

apreciaréis mejor el fruto <strong>de</strong> vuestras obras y <strong>de</strong> vuestra lucha.<br />

17. Late presuroso vuestro corazón, diciéndome: Maestro, ¿Cuándo<br />

podrá nuestro espíritu entonar ese canto <strong>de</strong> victoria?<br />

18. Los guías <strong>de</strong> multitu<strong>de</strong>s me dicen: "Padre, que nuestra lucha no<br />

vaya a ser estéril", mas Yo os digo a unos y a otros que sí es posible<br />

llegar a esa meta, que no requiere el sacrificio <strong>de</strong> vuestra vida alcanzar<br />

ese i<strong>de</strong>al. Pero tenéis que observar uno a uno <strong>de</strong> mis mandatos, para<br />

que toda vuestra <strong>la</strong>bor sea cimentada en mi verdad y <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> todos<br />

se encamine al fin que os he trazado.<br />

19. "Espiritualidad", "Unión", "Obediencia", he ahí <strong>la</strong> base firme para<br />

el Santuario que habréis <strong>de</strong> elevar a vuestro Padre; cumpliendo con<br />

ello, alcanzaréis a ver el florecimiento y <strong>la</strong> fructificación <strong>de</strong> mi Obra y<br />

<strong>de</strong> vuestra lucha en <strong>la</strong> humanidad.<br />

20. Des<strong>de</strong> que mi pa<strong>la</strong>bra comenzó a manifestarse por estos portavoces,<br />

he venido inspirándoos espiritualidad, os he venido pidiendo<br />

unificación y os he enseñado <strong>la</strong> obediencia. :


21. Los primeros y los postreros conocen estas enseñanzas, repetidas<br />

sin cesar por medio <strong>de</strong> mis portavoces.<br />

22. De espiritualidad os ha hab<strong>la</strong>do mi enseñanza, para que os <strong>de</strong>spojéis<br />

<strong>de</strong> todo culto exterior y lleguéis a amarme y servirme en forma<br />

espiritual, profunda, sincera, elevada y pura.<br />

23. De unificación os he hab<strong>la</strong>do mucho, porque si no unís el fruto <strong>de</strong><br />

vuestros dones y vuestras fuerzas para luchar, si trabajáis ais<strong>la</strong>damente,<br />

vuestra <strong>la</strong>bor no dará fruto.<br />

24. De obediencia os he hab<strong>la</strong>do para que todos vuestros actos estén<br />

sujetos a una voluntad perfecta como es <strong>la</strong> mía y cumpliendo con el<strong>la</strong><br />

nunca erréis el camino. Cuando <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra llegue a<br />

su término, todos podréis dar al mundo una prueba <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> mi<br />

Reve<strong>la</strong>ción.<br />

25. Quienes cump<strong>la</strong>n con estos mandatos, tendrán que ser creídos por<br />

sus hermanos, mas quienes pasen sobre ellos y en medio <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>sunión, su <strong>de</strong>sobediencia y su falta <strong>de</strong> espiritualidad, pretendan<br />

doctrinar a <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s, Yo os digo que tar<strong>de</strong> o temprano será<br />

<strong>de</strong>scubierta su mentira y su hipocresía, viéndose envueltos en <strong>la</strong>s<br />

mayores pruebas y abandonos aun <strong>de</strong> los más fieles.<br />

26. ¿A esto podríais l<strong>la</strong>mar el triunfo <strong>de</strong> mi Doctrina? No, pueblo, no es<br />

confusión lo que <strong>de</strong>béis encontrar al final <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha. Es paz, regocijo,<br />

luz, en lo que <strong>de</strong>berá culminar vuestra jornada.<br />

27. ¿Creéis que ante una prueba <strong>de</strong> ingratitud y <strong>de</strong>sobediencia por parte<br />

<strong>de</strong> este pueblo, mi Espíritu va a permanecer impasible<br />

in<strong>de</strong>finidamente? No, pueblo, Yo haré llegar mi justicia y haré<br />

estremecer con el<strong>la</strong> a los que me <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>zcan, como les hice<br />

estremecer con mi ternura cuando oyeron mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

28. Mi enseñanza no pue<strong>de</strong> ser más c<strong>la</strong>ra ni sencil<strong>la</strong>, mas si vuestra<br />

memoria os fuese infiel y <strong>la</strong> llegaseis a olvidar, yo inspiraré a quienes<br />

tengan que reunir mis lecciones para formar con el<strong>la</strong>s el <strong>Libro</strong> <strong>de</strong> mi<br />

Pa<strong>la</strong>bra dada en este Tercer Tiempo. Ese <strong>Libro</strong> os hará recordar todo lo<br />

olvidado, os hará llorar <strong>de</strong> arrepentimiento cuando estéis en vuestras<br />

pruebas y os hará compren<strong>de</strong>r que al fin es mi voluntad <strong>la</strong> que se hace y<br />

mi verdad <strong>la</strong> que triunfa.<br />

29. ¿Por qué a veces os parece dura mi pa<strong>la</strong>bra? No encierra dureza, va<br />

llena <strong>de</strong>l amor que os tengo, porque vuestro Padre no quisiera que sus<br />

hijos lloraran.<br />

30. Cuando os hablo en este tono, buscad tras <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>l Juez, <strong>la</strong><br />

presencia <strong>de</strong>l Maestro y <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong>l Padre y todo ello lo encontraréis.<br />

31. Cuando os prevengo y os profetizo, sabed que Yo conozco vuestro<br />

futuro y que os conozco mejor que vosotros mismos, porque Yo soy <strong>la</strong><br />

vida.


32. En vuestro silencio, apren<strong>de</strong>d a elevaros mentalmente a Mí. En<br />

vuestro recogimiento, hab<strong>la</strong>dme con el espíritu y tendréis mi respuesta.<br />

33. Educad vuestro entendimiento, haciéndolo que se aparte <strong>de</strong> toda<br />

i<strong>de</strong>a superflua, enseñándolo a <strong>de</strong>spejarse en el instante <strong>de</strong> vuestra<br />

comunión espiritual, para que no sea obstáculo que os impida<br />

concentraros y <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>ros en aquel bendito instante.<br />

34. ¡Cuán dichoso es el espíritu que logra esa preparación mental y ese<br />

<strong>de</strong>sprendimiento interior, todos sus dones surgen y se manifiestan! La<br />

inspiración, <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción, <strong>la</strong> intuición, el po<strong>de</strong>r curativo, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra y<br />

muchos atributos más aparecen mostrando cada uno su esencia y su<br />

misión.<br />

35. Apartad <strong>de</strong> vuestro tiempo unos instantes en cada día y <strong>de</strong>dicadlos a<br />

<strong>la</strong> oración espiritual y pronto veréis el fruto <strong>de</strong> aquel ejercicio. No<br />

esperéis el día en que Yo me presente a daros mi enseñanza para<br />

prepararos; porque siempre estaréis empezando y tropezando con<br />

perturbaciones que no os <strong>de</strong>jarán recrearos espiritualmente.<br />

36. Dedicad cada día unos momentos a esta práctica, siempre me<br />

encontraréis dispuestos a escucharos y ayudaros.<br />

37. La verda<strong>de</strong>ra oración no es practicada en este tiempo por <strong>la</strong><br />

humanidad, <strong>de</strong> ahí que haya tenido que formar oraciones y preces para<br />

repetir<strong>la</strong>s maquinalmente cuantas veces le es necesario.<br />

38. Ya no sabe el hombre inspirarse para hab<strong>la</strong>rme con el espíritu,<br />

<strong>de</strong>sconoce por completo el idioma espiritual que a todos correspon<strong>de</strong><br />

conocer. Es que ignora <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> ejercitarse, <strong>de</strong>spojándose <strong>de</strong> todo<br />

rito, apartándose <strong>de</strong> toda materialidad, hasta concentrarse en el fondo<br />

<strong>de</strong> sí mismos para po<strong>de</strong>r percibir mi presencia y recibir <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

inspiración.<br />

39. Por eso os digo a vosotros, que mientras más sacrifiquéis vuestra<br />

inclinación a orar ante símbolos y <strong>de</strong>dicarme ceremonias para buscar el<br />

santuario interior, iréis contemp<strong>la</strong>ndo cómo se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>, crece y se<br />

eleva vuestro don <strong>de</strong> comunicación espiritual, aproximándoos paso a<br />

paso a <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu que será cuando el<br />

hombre alcance a orar con perfección.<br />

40. Ahora, compren<strong>de</strong>d que si mi voluntad es que enseñéis a vuestros<br />

hermanos <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> alcanzar <strong>la</strong> perfección en <strong>la</strong> oración, tenéis que<br />

prepararos para dar pruebas <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad y <strong>de</strong> <strong>la</strong> fuerza que en el<strong>la</strong><br />

existe.<br />

41. ¿Vais acaso a enseñarles que basta con cerrar los ojos, para que <strong>la</strong><br />

forma sea perfecta? ¿Vais a engañar a vuestros semejantes, adoptando<br />

prácticas sin importancia, mientras en vuestro interior no existe<br />

verda<strong>de</strong>ra preparación? Eso no, pueblo, porque no vais a engañaros a<br />

vosotros mismos, ni a vuestros hermanos y menos a vuestro Padre.


42. Cuando enseñéis a orar, es porque vais a po<strong>de</strong>r probar <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong><br />

fuerza y <strong>la</strong> eficacia <strong>de</strong> orar espiritualmente. Vais a sanar al enfermo con<br />

<strong>la</strong> oración, vais a hacer <strong>la</strong> paz don<strong>de</strong> impere <strong>la</strong> discordia, vais a salvar a<br />

quien se encuentre en peligro. Entonces si seréis creídos y querrán<br />

imitaros; vuestra enseñanza <strong>de</strong>spertará fe en los corazones maravil<strong>la</strong>dos<br />

ante <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas que les disteis.<br />

43. No olvidéis que para que <strong>la</strong> oración resulte efectiva, vuestra fe tiene<br />

que ser firme, gran<strong>de</strong>, que <strong>la</strong> caridad sea <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> vuestra elevación<br />

hacia Mí.<br />

44. Todos los que han alcanzado mi<strong>la</strong>gros, todos los que han dado<br />

pruebas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r espiritual, así han orado. Así oraron los patriarcas <strong>de</strong><br />

los primeros tiempos: <strong>de</strong> espíritu a Espíritu; así oró Moisés en el<br />

<strong>de</strong>sierto y Daniel en el foso <strong>de</strong> los leones. Así vine Yo en Jesús, a<br />

fortalecer al hombre en el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración verda<strong>de</strong>ra,<br />

probando ante sus ojos el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración espiritual.<br />

45. Jesús oró en el <strong>de</strong>sierto ante <strong>la</strong> multitud y multiplicó los panes y los<br />

peces, maravil<strong>la</strong>ndo a los hombres. Oró ante el sepulcro <strong>de</strong> Lázaro y<br />

dio pruebas <strong>de</strong> que <strong>la</strong> oración nacida <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe y <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad, da <strong>la</strong> salud<br />

y <strong>la</strong> vida. Oró ante sus discípulos, revelándoles el po<strong>de</strong>r que el hombre<br />

adquiere cuando sabe ponerse en comunicación con su Padre.<br />

46. ¡Cuánto se ha alejado <strong>de</strong> mis enseñanzas esta humanidad! Todo en<br />

el<strong>la</strong> es superficial, falso, exterior, ostentoso. Por eso su po<strong>de</strong>r espiritual<br />

es nulo y para suplir <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> fuerza y <strong>de</strong>sarrollo en su espíritu, se ha<br />

entregado en brazos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> inteligencia.<br />

47. Así, por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, el hombre ha llegado a sentirse fuerte,<br />

gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso, mas Yo os digo que esa fuerza y esa gran<strong>de</strong>za, son<br />

insignificantes junto al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l espíritu, al que no habéis <strong>de</strong>jado<br />

crecer ni manifestarse.<br />

48. Cuando <strong>la</strong> lujuria y el materialismo han llegado a su grado máximo<br />

en los hombres, haciendo que olvi<strong>de</strong>n su proce<strong>de</strong>ncia; cuando el<br />

torrente <strong>de</strong>sbordado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones, <strong>de</strong> los p<strong>la</strong>ceres y los vicios han<br />

hecho <strong>de</strong> muchos hombres seres inconscientes, sin noción <strong>de</strong> sus<br />

<strong>de</strong>beres para con Dios, para con su familia y para con los <strong>de</strong>más, es<br />

cuando ha venido a <strong>la</strong> humanidad esta pa<strong>la</strong>bra, como un manantial <strong>de</strong><br />

aguas cristalinas para los corazones sedientos.<br />

49. Estáis tan familiarizados con el pecado, que vuestra vida llega a<br />

pareceros lo más natural, normal y licito, y sin embargo, tal parece que<br />

Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta<br />

humanidad, toda su perversidad y su pecado.<br />

50. Aunque parezca absurdo, esta es <strong>la</strong> hora propicia para que mi<br />

pa<strong>la</strong>bra encuentre eco en el corazón <strong>de</strong> los hombres.<br />

51. Recordad a <strong>la</strong> pagana Roma, hastiada <strong>de</strong> p<strong>la</strong>cer, cansada <strong>de</strong> gozar<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>leites <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne, abrió su corazón para recibir mi mensaje.


52. Aquellos hechos se repetirán y veréis germinar mi semil<strong>la</strong> en los<br />

pueblos don<strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>steis a los hombres más alejados <strong>de</strong>l camino<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

53. Mi pa<strong>la</strong>bra llena <strong>de</strong> sabiduría, <strong>de</strong> consuelo y <strong>de</strong> promesas <strong>de</strong><br />

regeneración, buscará <strong>la</strong>s fibras a <strong>la</strong>s cuales nunca haya llegado lo<br />

inmundo, lo malo. Los muertos a <strong>la</strong> luz y a <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

resucitarán, y <strong>la</strong> moral, tiempo ha <strong>de</strong>struida, será reconstruida.<br />

54. Si en aquel tiempo los paganos convertidos a mi Doctrina, buscaron<br />

<strong>la</strong> salvación en el amor que enseña mi pa<strong>la</strong>bra, los materialistas <strong>de</strong> este<br />

tiempo buscarán el camino <strong>de</strong> su re<strong>de</strong>nción en el ejemplo que Jesús<br />

escribió con su vida; pero también se inspirarán con <strong>la</strong> luz espiritual<br />

que en este tiempo mi Espíritu viene a <strong>de</strong>rramar sobre los hombres.<br />

¿Qué contiene esta luz? <strong>El</strong> conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual, <strong>la</strong><br />

reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s potencias <strong>de</strong>l espíritu, el esc<strong>la</strong>recimiento <strong>de</strong> los<br />

misterios que el hombre no lograba penetrar.<br />

55. A vos, pueblo, os he convertido en <strong>de</strong>positario <strong>de</strong> mi nueva pa<strong>la</strong>bra.<br />

Por <strong>la</strong>rgo tiempo me he manifestado a vosotros, a fin <strong>de</strong> que tengáis <strong>la</strong><br />

certeza <strong>de</strong> que es mi presencia en espíritu, <strong>la</strong> que tenéis y <strong>de</strong> que habéis<br />

tenido tiempo suficiente <strong>de</strong> asimi<strong>la</strong>r mis enseñanzas, <strong>de</strong> escribir<strong>la</strong>s y <strong>de</strong><br />

meditar<strong>la</strong>s.<br />

56. ¿Para qué todo esto? Para que al <strong>de</strong>saparecer mi manifestación <strong>de</strong><br />

entre vosotros, no digáis que ha sido una aparición fugaz, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual no<br />

estáis ciertos ni seguros.<br />

57. Ahora que sabéis por Mí, que el día postrero para estas enseñanzas<br />

se aproxima, comenzáis a sentir <strong>la</strong> responsabilidad al quedaros ya no<br />

como párvulos o discípulos, sino como explicadores, como emisarios y<br />

como testigos <strong>de</strong>l mensaje que <strong>de</strong>l Maestro escuchasteis.<br />

58. Algunos estáis llenos <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong> vigor y ahincó, esperando <strong>la</strong> hora<br />

propicia para iniciar <strong>la</strong> jornada, otros en cambio, dudan <strong>de</strong> sí mismos y<br />

tiemb<strong>la</strong>n ante <strong>la</strong> lucha. A estos últimos les pregunto: ¿Será posible que<br />

otros pueblos, que no escucharon directamente mi pa<strong>la</strong>bra, se levanten<br />

antes que vosotros, conmovidos tan sólo por el testimonio <strong>de</strong> lo que<br />

hasta ellos llegue?<br />

59. ¿Qué es lo que os intimida? Vuestro corazón me dice: "Señor, el no<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>mostrar palpablemente <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> los materialistas y<br />

<strong>de</strong> los incrédulos". No me habéis comprendido; Yo no he dicho que lo<br />

espiritual, que es invisible e intangible, vayáis a materializarlo ante los<br />

ojos <strong>de</strong> los hombres escépticos, para que crean en lo espiritual. Yo ante<br />

todo he querido que purifiquéis vuestra vida y os espiritualicéis <strong>de</strong> tal<br />

manera, que con vuestras pa<strong>la</strong>bras y con vuestras obras <strong>de</strong>is <strong>la</strong>s mejores<br />

pruebas <strong>de</strong> que <strong>la</strong> Doctrina que profesáis, encierra verdad.<br />

60. Muy difícil os parece presentar pruebas que <strong>de</strong>jen satisfechos al que<br />

busca <strong>la</strong> explicación científica <strong>de</strong> todo, sin embargo, es tal <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za


que he <strong>de</strong>positado en mi Enseñanza, que en el<strong>la</strong> encontraréis <strong>la</strong><br />

solución para dar contestación y explicación a cuanto problema se os<br />

presente.<br />

61. ¿Creéis acaso que os haya traído una Doctrina retrasada? Estudiad<br />

mi pa<strong>la</strong>bra y os convenceréis <strong>de</strong> que el<strong>la</strong> se ha venido a manifestar en<br />

una forma que va <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> evolución tanto espiritual como<br />

mental <strong>de</strong> esta humanidad.<br />

62. Ni antes ni ahora he con<strong>de</strong>nado vuestra ciencia, porque es un<br />

camino por el cual el hombre también encuentra mi verdad; quien me<br />

busca en todo conocimiento, me encuentra y siente mi presencia y<br />

<strong>de</strong>scubre mis leyes. Lo que repruebo es el mal empleo que se haga <strong>de</strong> lo<br />

que sólo fue creado para buenos fines.<br />

63. Hoy los hombres están mucho más capacitados que los antiguos<br />

para compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> esencia y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios, en ello ved <strong>la</strong> influencia<br />

que <strong>la</strong> ciencia ha tenido sobre el conocimiento <strong>de</strong> los hombres.<br />

64. Cuando <strong>la</strong> humanidad sólo creía que existía lo que con sus ojos<br />

alcanzaba a <strong>de</strong>scubrir y hasta ignoraba <strong>la</strong> forma <strong>de</strong>l mundo que<br />

habitaba, concebía a un Dios limitado a lo que sus ojos conocían; pero<br />

a medida que su mente fue <strong>de</strong>scubriendo misterio tras misterio, el<br />

Universo se fue ensanchando ante su vista y <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za y<br />

omnipotencia <strong>de</strong> Dios fueron creciendo ante <strong>la</strong> inteligencia maravil<strong>la</strong>da<br />

<strong>de</strong>l hombre. Por eso he tenido que traeros en este tiempo una enseñanza<br />

que esté <strong>de</strong> acuerdo con vuestra evolución.<br />

65. Mas, Yo os pregunto: ¿Es ciencia material lo que encierra mi<br />

reve<strong>la</strong>ción? No, <strong>la</strong> ciencia que os enseño hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> una existencia más<br />

allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> Naturaleza que contempláis y examináis hace tanto tiempo.<br />

Mi reve<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>scubre el camino que eleva al espíritu hasta una<br />

morada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrirlo, conocerlo y compren<strong>de</strong>rlo<br />

todo.<br />

66. Que Dios se comunique espiritualmente con los hombres; que el<br />

mundo espiritual se comunique y se manifieste en vuestra vida, que los<br />

mundos y <strong>la</strong>s moradas <strong>de</strong>sconocidas lleguen a comunicarse con<br />

vosotros, ¿Os parece imposible o al menos extraño? ¿Queréis acaso que<br />

vuestro conocimiento permanezca estacionado y el Padre nunca os<br />

revele más <strong>de</strong> lo que ya os ha reve<strong>la</strong>do?<br />

67. No seáis rutinarios ni limitéis el conocimiento a vuestro espíritu.<br />

68. Hoy podéis negar, combatir y perseguir mi Doctrina espiritual, mas<br />

Yo sé que mañana os rendiréis ante <strong>la</strong> verdad.<br />

69. Toda reve<strong>la</strong>ción divina, al aparecer, ha sido combatida y negada,<br />

mas a <strong>la</strong> postre aquel<strong>la</strong> luz se ha impuesto.<br />

70. Ante los <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia, también <strong>la</strong> humanidad se ha<br />

mostrado escéptica y al fin se ha tenido que rendir ante <strong>la</strong> realidad.


71. Habéis sido incrédulos a causa <strong>de</strong> vuestra materialidad. En un<br />

principio creísteis sólo en lo que vuestros ojos miraban; pero<br />

evolucionasteis y ya creísteis en lo que vuestra inteligencia <strong>de</strong>scubría,<br />

¿Por qué no habréis <strong>de</strong> creer y conocer lo que está más allá <strong>de</strong> vuestro<br />

Universo material, una vez que vuestro espíritu sea el que penetre en<br />

aquel campo <strong>de</strong> infinito saber? No sabéis aún cuánto tenga que conocer<br />

<strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong>l futuro. Comparad el conocimiento tanto espiritual<br />

como material <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> los primeros tiempos, con el<br />

conocimiento que hoy tenéis, y ello os dará una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo que será <strong>la</strong><br />

vida humana en los tiempos veni<strong>de</strong>ros.<br />

72. Este es tiempo propicio para <strong>de</strong>spertaros a una nueva Era, para<br />

prepararos y profetizaros cuánto habéis <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>r.<br />

73. Compren<strong>de</strong>d, pueblo, que mi venida ha sido oportuna.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

ENSEÑANZA N° 276<br />

1. Entre <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s que vienen a escuchar mi lección, veo llegar a<br />

los postreros, a los que por primera vez están escuchando esta pa<strong>la</strong>bra.<br />

<strong>El</strong>los habían recibido el testimonio <strong>de</strong> los que con anterioridad habían<br />

sido invitados a mi banquete espiritual; pero se habían resistido a creer<br />

en mi presencia y en <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>l Tercer Tiempo.<br />

2. Vinieron venciendo obstáculos y prejuicios y les ha bastado escuchar<br />

<strong>la</strong>s primeras pa<strong>la</strong>bras que pronunciaron los <strong>la</strong>bios <strong>de</strong>l portavoz, para<br />

<strong>de</strong>cir: "Maestro, sois vos, reconozco <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> vuestra pa<strong>la</strong>bra, mi<br />

espíritu se estremece"<br />

3. Bienaventurados los que escuchándome ya al final <strong>de</strong> mi<br />

comunicación en 1950, crean en mi presencia, porque <strong>de</strong> cierto os digo<br />

que mi esencia no se apartará <strong>de</strong> su corazón aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi partida.<br />

4. Mi voz está l<strong>la</strong>mando a <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s porque para muchos<br />

espíritus se está acercando el final <strong>de</strong> su peregrinaje en <strong>la</strong> Tierra. Ese<br />

abatimiento, ese hastío, esa tristeza que llevan en el corazón, son <strong>la</strong><br />

prueba <strong>de</strong> que anhe<strong>la</strong>n ya una morada más alta, un mundo mejor; pero<br />

es necesario que <strong>la</strong> última etapa que recorran en el mundo, <strong>la</strong> vivan<br />

obe<strong>de</strong>ciendo los dictados <strong>de</strong> su conciencia, para que <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> <strong>de</strong> sus<br />

últimos pasos en <strong>la</strong> Tierra sea <strong>de</strong> bendición para <strong>la</strong>s generaciones que<br />

<strong>de</strong>spués vengan a cumplir sus diversas misiones en el mundo.<br />

5. La tristeza <strong>de</strong> muchos hombres proviene <strong>de</strong> no haber encontrado en<br />

su <strong>la</strong>rga jornada un árbol frondoso a cuya sombra <strong>de</strong>scansar.<br />

Encontraron árboles en el camino, pero estaban secos y su semil<strong>la</strong> vana.


6. Todos esos hombres que me han buscado, que han esperado mucho<br />

tiempo, pronto escucharán mi voz y acudirán a el<strong>la</strong>, porque el último<br />

resto <strong>de</strong> esperanza y el último <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> fe, no se han apagado en su<br />

corazón.<br />

7. Mi Obra Espiritual les espera; es el árbol corpulento que buscan,<br />

bajo cuya sombra quieren reposar y con cuyos frutos anhe<strong>la</strong>n<br />

sustentarse.<br />

8. Cuando lleguen y satisfagan su hambre y su sed y se <strong>de</strong>leiten<br />

<strong>de</strong>scansando, verán pasar por su imaginación todo su pasado: <strong>la</strong>s<br />

penosas jornadas por el <strong>de</strong>sierto, <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s con sus tentaciones, los<br />

abismos llenos <strong>de</strong> peligros, <strong>de</strong> vicios y <strong>de</strong> muerte. Recordarán uno a<br />

uno los cálices amargos que bebieron y contemp<strong>la</strong>rán en sí mismos <strong>la</strong>s<br />

huel<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha <strong>de</strong> <strong>la</strong> dura jornada.<br />

9. Aquí recobrarán <strong>la</strong> paz. Yo les espero. Limpiad vosotros el camino<br />

para que no se pierdan y preparad un himno para que les recibáis con<br />

fiesta y alegría en vuestro corazón.<br />

10. Empezarán siendo párvulos ante mis nuevas reve<strong>la</strong>ciones, luego<br />

con su amor y su ahínco, se tornarán en discípulos, y cuando su espíritu<br />

se haya sustentado verda<strong>de</strong>ramente y se haya impregnado <strong>de</strong> esta<br />

esencia, ya no buscarán árbol para sombrearse. Doquiera sentirán mi<br />

presencia y en el<strong>la</strong> encontrarán sombra, refugio, fruto, reposo y paz.<br />

11. Cuán importante es que los postreros encuentren fuertes a los<br />

primeros para que se fortalezcan con su buen ejemplo y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus<br />

primeros pasos se encaucen por <strong>la</strong> senda <strong>de</strong> <strong>la</strong> obediencia, <strong>de</strong>l celo y <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> limpi<strong>de</strong>z.<br />

12. Muchas veces me habéis tenido como Maestro, mas cuando me<br />

manifiesto como Juez, os sentís invadidos <strong>de</strong> temor, entonces quisierais<br />

purificaros en un instante hasta <strong>de</strong> <strong>la</strong> más insignificante mancha, para<br />

mostraros limpios <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Mí. <strong>El</strong> pesar <strong>de</strong> haberme ofendido se<br />

traduce en l<strong>la</strong>nto y vuestro espíritu me busca en <strong>la</strong> oración, cuando<br />

comprendéis que habéis hecho un buen acto <strong>de</strong> arrepentimiento os<br />

tranquilizáis y os sentís ya dignos <strong>de</strong> escuchar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>l Divino<br />

Juez que viene a tocar con su luz a los espíritus.<br />

13. Benditos sean los que se arrepienten y forman firmes propósitos <strong>de</strong><br />

enmienda y regeneración, porque lograrán elevarse por encima <strong>de</strong> lo<br />

impuro y lo superfluo. Sin arrepentimiento, meditación y propósitos <strong>de</strong><br />

mejoramiento, no habréis puesto cimientos al santuario que tenéis que<br />

edificar en vuestro espíritu, pero si reconocéis vuestras faltas y lucháis<br />

por eximiros <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s en lo sucesivo, vuestra conciencia os guiará en<br />

todas <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> vuestra vida.<br />

14. Lejos estáis ya <strong>de</strong> aquellos tiempos en que los hombres buscaban su<br />

purificación mediante el sacrificio <strong>de</strong> víctimas inocentes; también<br />

habéis comprendido <strong>la</strong> inutilidad <strong>de</strong> los ayunos y <strong>la</strong>s penitencias mal


entendidas que por mucho tiempo practicasteis, ahora sabéis que sólo <strong>la</strong><br />

regeneración y <strong>la</strong> espiritualidad podrán dar a vuestro espíritu <strong>la</strong> paz y <strong>la</strong><br />

luz.<br />

15. Yo vine en el Segundo Tiempo en cuanto hombre predicando mi<br />

verdad con el ejemplo, <strong>de</strong>tuve el sacrificio inútil <strong>de</strong> seres inocentes e<br />

inconscientes, sacrificándome en aras <strong>de</strong> una lección perfecta <strong>de</strong> amor.<br />

Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios me l<strong>la</strong>masteis por haberme inmo<strong>la</strong>do aquel pueblo en<br />

sus fiestas tradicionales. Ciertamente mi sangre fue <strong>de</strong>rramada para<br />

enseñar a los hombres el camino <strong>de</strong> su re<strong>de</strong>nción. Mi amor divino fue<br />

<strong>de</strong>rramado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz sobre <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong> aquel y <strong>de</strong> todos los<br />

tiempos, para que en aquel ejemplo, en aquel<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, en aquel<strong>la</strong> vida<br />

perfecta se inspirase <strong>la</strong> humanidad y encontrase <strong>la</strong> salvación, <strong>la</strong><br />

purificación <strong>de</strong> los pecados y <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong>l espíritu.<br />

16. Ya estáis comprendiendo que Yo vine a dar el ejemplo; pero que<br />

vosotros tendréis que hacer los méritos imitándome, a fin <strong>de</strong> <strong>la</strong>braros<br />

una mansión <strong>de</strong> paz eterna, una vestidura <strong>de</strong> luz y una paz inagotable.<br />

17. Quiero en mi nuevo aposto<strong>la</strong>do a los discípulos fuertes,<br />

espiritualizados y llenos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l saber. <strong>El</strong> saber Yo os lo he dado a<br />

través <strong>de</strong> mis reve<strong>la</strong>ciones que en los tres tiempos os he hecho. No<br />

quiero que analicéis mi Espíritu ni nada <strong>de</strong> lo que pertenece a lo<br />

espiritual como si fuesen objetos materiales; no quiero que me estudiéis<br />

a <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> los científicos, porque caerías en gran<strong>de</strong>s y <strong>la</strong>mentables<br />

confusiones. Os he enseñado a elevar el espíritu por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

oración para consultar con humildad y respeto a vuestro Padre, porque<br />

entonces el Arcano se entreabrirá para <strong>de</strong>jaros contemp<strong>la</strong>r lo que esté<br />

reservado a vuestro conocimiento y sentiréis llegar a vuestro<br />

entendimiento <strong>la</strong> luz divina <strong>de</strong> <strong>la</strong> inspiración.<br />

18. La oración es el medio reve<strong>la</strong>do a vuestro espíritu para llegar hasta<br />

Mí con vuestras interrogaciones, con vuestras inquietu<strong>de</strong>s y vuestros<br />

anhelos <strong>de</strong> luz. A través <strong>de</strong> esa comunicación podréis disipar vuestras<br />

dudas y <strong>de</strong>scorrer el velo que oculte algún misterio.<br />

19. La oración es el principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> espíritu a Espíritu<br />

que en los tiempos veni<strong>de</strong>ros florecerá y dará frutos entre esta<br />

humanidad, hoy le he reve<strong>la</strong>do todo esto al pueblo que me escucha,<br />

para que sea el precursor <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.<br />

20. No penséis que hasta entonces va a comenzar a vibrar mi Espíritu<br />

sobre el <strong>de</strong> todos los hombres: <strong>de</strong> cierto os digo que mi vibración, mi<br />

inspiración, mi presencia y mi luz han sido con los hombres en todos<br />

los tiempos, pero que éstos, nunca habían estado preparados para<br />

recibir directamente mis mensajes.<br />

21. En todos los tiempos he ido hacia vosotros, siempre os he hab<strong>la</strong>do,<br />

siempre os he buscado, en cambio, vosotros nunca habéis venido a Mí


por el verda<strong>de</strong>ro camino, nunca me habéis hab<strong>la</strong>do con el lenguaje <strong>de</strong>l<br />

espíritu, ni me habéis buscado en don<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ramente estoy.<br />

22. No os <strong>de</strong>salentéis ante mi pa<strong>la</strong>bra cuando os señale vuestras faltas,<br />

también os digo que todos los errores y <strong>de</strong>ficiencias que <strong>la</strong> humanidad<br />

ha tenido, Yo se <strong>la</strong>s he perdonado, abriendo ante su espíritu una Era <strong>de</strong><br />

luz, en <strong>la</strong> que conocerá sus imperfecciones, para que se levante <strong>de</strong> su<br />

estancamiento y conozca <strong>la</strong> verdad que hay en mi Obra en <strong>la</strong> que hasta<br />

ahora no ha logrado penetrar.<br />

23. ¿Queréis que sea mi voz <strong>la</strong> que mañana conteste a vuestras<br />

preguntas? Apren<strong>de</strong>d a orar porque si así no fuere, será entonces<br />

vuestra mente <strong>la</strong> que conteste y, ¿Qué podrá el<strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ros si jamás ha<br />

penetrado en el Reino <strong>de</strong>l espíritu? Dejad que sea el espíritu quien se<br />

eleve, el que llegue hasta Mí, l<strong>la</strong>me a <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong> mi amor y <strong>de</strong> mi<br />

sabiduría y por medio <strong>de</strong> él encontraréis <strong>la</strong> vida maravillosa que jamás<br />

habíais <strong>de</strong>scubierto.<br />

24. ¡Id al fondo <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra, Ah discípulos! Y ahí encontraréis <strong>la</strong><br />

esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> lección que os he dado en este día.<br />

25. Soy vuestro amigo, Aquél a quien podéis confiar vuestros secretos,<br />

Aquél que todo lo da por vosotros.<br />

26. Veo que venís a confiarme una pena, para que libre <strong>de</strong> el<strong>la</strong> a<br />

vuestro corazón, y en verdad voy a concedéroslo, mas ello será cuando<br />

comprendáis que el mal no hay que curarlo superficialmente, sino en su<br />

origen; que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> orar y <strong>de</strong> pedir es menester <strong>la</strong> enmienda, <strong>la</strong><br />

reflexión, <strong>la</strong> regeneración.<br />

27. ¿Qué mérito tiene que Yo os sane <strong>de</strong> una enfermedad o que os libre<br />

<strong>de</strong> algún sufrimiento, si persistís en <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> vuestros sufrimientos?<br />

28. Orad para que recibáis mi luz y por medio <strong>de</strong> el<strong>la</strong> lleguéis a<br />

<strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong>s causas o el origen <strong>de</strong> vuestras pruebas y vicisitu<strong>de</strong>s. Pedid<br />

para que en vuestra humildad os sintáis fortalecidos, pero antes poned<br />

toda vuestra voluntad en evitar todo cuanto os pudiese perjudicar, en el<br />

espíritu como en <strong>la</strong> envoltura.<br />

29. Venid todos a Mí y sanad <strong>de</strong> vuestros males, haced que vuestra fe<br />

obre el mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong> <strong>de</strong>volveros <strong>la</strong> salud y <strong>de</strong> alcanzar vuestra salvación.<br />

<strong>El</strong> mi<strong>la</strong>gro no está en Mí, sino en vosotros, mas no olvidéis que ya no<br />

es mi túnica <strong>la</strong> que habréis <strong>de</strong> tocar para recibir el prodigio, sino que<br />

<strong>de</strong>béis llegar ante mi Espíritu por medio <strong>de</strong> vuestra fe y elevación.<br />

30. ¡Cuántos han encontrado su salud en este camino, porque a tiempo<br />

supieron <strong>de</strong>scubrir el origen <strong>de</strong> sus males y pusieron toda su fe y su<br />

voluntad en luchar hasta vencer! ¡Cuántos también se han alejado<br />

tristes, confusos o <strong>de</strong>cepcionados, sin haber conseguido lo que<br />

<strong>de</strong>seaban porque creyeron que con sólo acercarse a uno <strong>de</strong> estos lugares<br />

<strong>de</strong> reunión o simplemente con pedir, todo lo tenían ya logrado! Nunca<br />

se interesaron por <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> sus sufrimientos y tuvieron que


alejarse sin haber alcanzado el bien que buscaban. Esos son los que<br />

viven sin luz espiritual, los que ignoran <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> sus sufrimientos, y<br />

el valor que tiene <strong>la</strong> salud o <strong>la</strong> paz.<br />

31. La mayor parte <strong>de</strong> los hombres llevan un Tomás en el corazón,<br />

quisieran ver y tocar para po<strong>de</strong>r creer y Yo os digo que aquel<strong>la</strong>s<br />

pruebas concedidas al más incrédulo <strong>de</strong> mis discípulos, no se repetirán<br />

en este tiempo, porque no me tendrá el mundo otra vez en cuanto<br />

hombre y porque aquel ejemplo quedó como libro abierto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong><br />

cada uno <strong>de</strong> mis hijos, para que analizaran esa lección.<br />

32. No penséis que sólo haciéndome hombre puedo manifestarme al<br />

mundo, no, porque ahora me estoy haciendo sentir espiritualmente en<br />

vosotros, y esa es una prueba <strong>de</strong> que Yo puedo manifestarme <strong>de</strong><strong>la</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l hombre en número infinito <strong>de</strong> formas. Todo lo he creado y os<br />

conozco, por lo cual sé cómo hacer estremecer el espíritu dormido <strong>de</strong><br />

esta humanidad.<br />

33. Mi humildad en aquel tiempo hizo vibrar <strong>de</strong> amor el corazón <strong>de</strong>l<br />

pueblo. Habituado a contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> ostentación <strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>cían<br />

representarme en el mundo, cuando vieron que el Rey <strong>de</strong> los Reyes<br />

venia sin corona y carecía <strong>de</strong> trono en <strong>la</strong> Tierra, abrieron sus ojos y<br />

contemp<strong>la</strong>ron <strong>la</strong> verdad.<br />

34. Así también en este tiempo haré estremecer al mundo con mi<br />

humildad, <strong>de</strong> <strong>la</strong> que os he dado <strong>la</strong>s primeras pruebas, buscando <strong>la</strong><br />

sencillez y el recogimiento <strong>de</strong> los primeros en sentir <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>l<br />

Nuevo Tiempo, para manifestar entre ellos mi mensaje.<br />

35. ¡Ay <strong>de</strong> los que han tomado mi nombre para gobernar<br />

espiritualmente a <strong>la</strong> humanidad si con ello <strong>la</strong> han estacionado o<br />

confundido, porque verán partir <strong>de</strong> entre sus fi<strong>la</strong>s a mil<strong>la</strong>res <strong>de</strong> hombres<br />

en busca <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad! ¡Ay <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> ciencia, que en vez <strong>de</strong><br />

hacer liviana <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> han hecho más penosa a los hombres, porque<br />

entonces vetan a los pobres y a los ignorantes realizar prodigios que<br />

ellos no serían capaces <strong>de</strong> hacer con toda su ciencia!<br />

36. Los mi<strong>la</strong>gros <strong>de</strong> este tiempo también quedarán escritos para<br />

testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s generaciones veni<strong>de</strong>ras, mas en verdad os digo, que<br />

estos mi<strong>la</strong>gros se realizarán más en el espíritu que en <strong>la</strong> materia.<br />

37. En aquel Segundo Tiempo sané a multitud <strong>de</strong> enfermos. Curé<br />

ciegos, leprosos, poseídos, sordos, paralíticos y mudos. Todos eran<br />

enfermos <strong>de</strong>l cuerpo, mas, por el mi<strong>la</strong>gro hecho en sus cuerpos resucitó<br />

su espíritu.<br />

38. Ahora vengo primero a dar luz al espíritu, a <strong>de</strong>spertarle, a darle<br />

libertad, a encen<strong>de</strong>r su fe y a sanarle <strong>de</strong> todo mal para que <strong>de</strong>spués él se<br />

encargue <strong>de</strong> fortalecer y sanar su cuerpo.


39. ¿No creéis que <strong>de</strong> tiempo en tiempo <strong>de</strong>bo encontraros más<br />

a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntados y que por lo tanto mis lecciones tienen que ser cada vez<br />

más elevadas?<br />

40. Es por eso que en este tiempo no me verá el mundo nacer en un<br />

establo ni me verá morir en una cruz, sino que habrá <strong>de</strong> elevarse para<br />

sentir mi presencia espiritual.<br />

41. Humanidad: ¿Os parece imprevisto el dolor, <strong>la</strong> miseria y el caos<br />

que os envuelve en este tiempo? Si estáis sorprendidos, es porque no os<br />

interesasteis por mis profecías y no os preparasteis. Todo estaba<br />

previsto y todo estaba anunciado, pero faltasteis a <strong>la</strong> fe y ahora apuráis<br />

<strong>la</strong>s consecuencias como un cáliz muy amargo.<br />

42. También ahora estoy profetizando por medio <strong>de</strong>l entendimiento<br />

humano; unas profecías son <strong>de</strong> realización próxima y otras para<br />

tiempos más distantes. Este pueblo que <strong>la</strong>s escucha, tiene <strong>la</strong> gran<br />

responsabilidad <strong>de</strong> dar<strong>la</strong>s a conocer a <strong>la</strong> humanidad, porque el<strong>la</strong>s<br />

contienen luz que hará a los hombres compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> realidad en que<br />

viven, para que se <strong>de</strong>tengan en su veloz carrera hacia el abismo.<br />

43. Mis emisarios harán saber a <strong>la</strong>s naciones, que <strong>de</strong> seguir en sus<br />

necias e incesantes ambiciones <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za y po<strong>de</strong>rlo, valiéndose <strong>de</strong><br />

fuerzas y elementos que aún no conocen ni saben emplear, esta Tierra<br />

que fue el paraíso creado por el Señor y más tar<strong>de</strong> valle <strong>de</strong> lágrimas por<br />

los pecados y <strong>de</strong>sobediencias humanas, quedarán convertidos en campo<br />

<strong>de</strong> muerte y <strong>de</strong> silencio, en mundo inhabitable, a causa <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

perversidad <strong>de</strong> los hombres.<br />

44. ¿Acaso a eso le podréis l<strong>la</strong>mar conquista o triunfo <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia?<br />

Triunfo será para <strong>la</strong> humanidad, cuando llegue a vivir en paz y en<br />

armonía, porque entonces habrá construido <strong>la</strong> base para sus más<br />

gran<strong>de</strong>s conquistas, tanto humanas como espirituales, habrá cumplido<br />

con el precepto que os aconseja amaros los unos a los otros.<br />

45. Vendrán <strong>de</strong> otros países hacia este pueblo, multitu<strong>de</strong>s ansiosas <strong>de</strong><br />

interrogaros acerca <strong>de</strong> los acontecimientos espirituales que en este<br />

tiempo habéis presenciado y también sobre <strong>la</strong>s reve<strong>la</strong>ciones y profecías<br />

que os he entregado, porque en muchas partes <strong>de</strong>l mundo han recibido<br />

mis mensajes que dicen que en un lugar <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte ha <strong>de</strong>scendido mi<br />

rayo divino para hab<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong> este tiempo. Veréis cómo<br />

llegado el instante, <strong>de</strong> otros pueblos y naciones vendrán a buscaros.<br />

Entonces los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s religiones se sorpren<strong>de</strong>rán <strong>de</strong> que<br />

no sea a ellos a quienes vine a buscar.<br />

46. Ahora comprendéis por qué quiero que luchéis contra vuestro<br />

materialismo, que <strong>de</strong>struyáis todas vuestras dudas y confusiones,<br />

porque no quiero que cuando vuestros hermanos lleguen ante vosotros,<br />

sufran <strong>de</strong>sengaño o <strong>de</strong>cepción; no quiero que en vez <strong>de</strong> l<strong>la</strong>maros<br />

hermanos, se vayan a tornar en vuestros enemigos.


47. ¿No os duele tanta confusión como reina en el mundo? ¿No sufrís<br />

ante tanta tinieb<strong>la</strong> espiritual?<br />

48. Sed los buenos discípulos: gran<strong>de</strong>s en vuestro conocimiento y<br />

humil<strong>de</strong>s en vuestra forma <strong>de</strong> enseñar, os digo que <strong>de</strong>béis aprovechar<br />

cuanta ocasión <strong>de</strong> sembrar os ofrezca <strong>la</strong> vida. Mas <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> tener<br />

presente que todo aquél que a si mismo se l<strong>la</strong>me maestro, sin serlo, será<br />

responsable <strong>de</strong> cuanto haga en su camino, así como <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas que<br />

a su paso reciba.<br />

49. Este es un instante precioso para que reflexionéis, a fin <strong>de</strong> que os<br />

libertéis <strong>de</strong> <strong>la</strong> rutina, os coloquéis en una senda <strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto y lleguéis a<br />

conocer verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> esta Obra, porque no todos habéis<br />

consi<strong>de</strong>rado su pureza ni <strong>la</strong> habéis comprendido. Aún contemplo entre<br />

vosotros formas y prácticas tan extrañas, que aunque agradan a algunos<br />

que tienen ten<strong>de</strong>ncia a los ritos, a los más les confun<strong>de</strong> y no se dan<br />

cuenta que con ello sólo están preparando un motivo <strong>de</strong> mofa para el<br />

mañana.<br />

50. ¿Creéis que el Maestro tema que los hombres <strong>de</strong>strocen su Obra?<br />

No, pueblo, el Padre a nada pue<strong>de</strong> temer, su Obra es in<strong>de</strong>structible; lo<br />

que Yo quiero es que améis <strong>la</strong> verdad, que presentéis mi Obra en toda<br />

su pureza, porque si no lo hacéis, causaréis mucho dolor, tal como lo<br />

han causado todos aquellos que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cualquier religión, sin<br />

caridad para sus hermanos han confundido, perdido o <strong>la</strong>stimado a sus<br />

semejantes, dándoles piedras por pan, tinieb<strong>la</strong>s por luz o mentira por<br />

verdad.<br />

51. Todos habéis recibido esta pa<strong>la</strong>bra, pueblo, estáis conscientes <strong>de</strong> lo<br />

que habéis escuchado y sin embargo os digo, nada os obliga a servirme<br />

ni a seguir el camino trazado, mas, el que esté dispuesto, el que no<br />

pueda resistir al amor que su corazón siente, el que no tema sangrar su<br />

p<strong>la</strong>nta en el sen<strong>de</strong>ro, tome su cruz y venga en pos <strong>de</strong> su Maestro,<br />

dispuesto a servirme en sus hermanos.<br />

52. Es <strong>El</strong>ías quien ha estado entre <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s multitu<strong>de</strong>s para<br />

enseñarles el camino <strong>de</strong> verdad, para hab<strong>la</strong>rles <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Dios, para<br />

mostrar a los hombres <strong>la</strong> espiritualidad liberándolos <strong>de</strong> <strong>la</strong> confusión, <strong>la</strong><br />

injusticia y <strong>la</strong> maldad.<br />

53. <strong>El</strong>ías invita a los hombres al arrepentimiento; mostrándoles <strong>la</strong>s<br />

virtu<strong>de</strong>s y el amor, para encaminarlos como ovejas <strong>de</strong> su redil hasta Mí.<br />

54. En este Tercer Tiempo, he posado mi rayo universal en el<br />

entendimiento <strong>de</strong>l hombre para entregaros mi pa<strong>la</strong>bra. Mas <strong>la</strong><br />

humanidad aún no se ha dado cuenta <strong>de</strong> mi manifestación divina;<br />

porque ha forjado muchos dioses según su entendimiento, según sus<br />

i<strong>de</strong>as y Yo os digo: sólo existe un Dios verda<strong>de</strong>ro que no tiene<br />

principio ni fin, y ha dado al hombre una chispa <strong>de</strong> su Espíritu Divino<br />

que es <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> su conciencia que le enseña a distinguir el bien <strong>de</strong>l mal.


55. Pueblo escogido: los hombres <strong>de</strong> ciencia, <strong>de</strong> diferentes credos y<br />

doctrinas, <strong>de</strong> diferentes sectas y religiones, se preparan para escudriñar<br />

el fruto <strong>de</strong> esta doctrina espiritual, ellos os preguntarán cuál es el Dios<br />

que vais buscando; si estáis preparados, seréis el pueblo iluminado que<br />

sepa contestar a toda pregunta. Quiero que sepáis <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r esta causa,<br />

porque <strong>de</strong> vosotros brotarán pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> verdad. Si os habéis<br />

espiritualizado, nada temáis <strong>de</strong> los hombres, porque daréis testimonio<br />

<strong>de</strong> mi verdad con vuestras pa<strong>la</strong>bras, pensamientos y obras.<br />

56. Si dais cumplimiento a mi Ley, los hombres no os seña<strong>la</strong>rán como<br />

los impostores, porque contemp<strong>la</strong>rán vuestra obediencia y os verán<br />

cómo sus propios hermanos.<br />

57. Todo el que lleve buenos principios, que medita sus actos, que<br />

aparta <strong>de</strong> su pa<strong>la</strong>bra <strong>la</strong> mentira, que obra con amor, piedad y caridad<br />

para sus semejantes, sentirá en sí mismo <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong> mi<br />

Divinidad y será semejante a su Dios en <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> sus actos y en<br />

sus propósitos para hacer el bien.<br />

58. ¡Cuán pocos son esos corazones; corto es el número <strong>de</strong> aquellos que<br />

así dan cumplimiento a mi Ley! Más a vosotros que sois el pueblo<br />

escogido, os he enseñado a hacer el bien. Podréis hacerlo con vuestros<br />

buenos pensamientos, con vuestra oración. A través <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración<br />

podéis elevar a vuestro espíritu hacia mi Divinidad, porque siendo<br />

infinito, <strong>de</strong>sciendo hasta vuestro mundo para acariciaros, para daros el<br />

consuelo y para enseñaros a obe<strong>de</strong>cer mi Ley.<br />

59. Día a día he estado entre vosotros para enseñaros a practicar <strong>la</strong>s<br />

virtu<strong>de</strong>s, para confiaros mi amor y he iluminado a vuestro espíritu y a<br />

vuestro entendimiento, para que doquier os levantéis con el propósito<br />

<strong>de</strong> hacer el bien, con el propósito <strong>de</strong> regeneración. Os he enseñado a<br />

perdonar, para que aquél que está en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s, vea que vosotros sois<br />

los hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, y así con vuestro buen ejemplo podáis mostrar al<br />

mundo el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad y podáis testificar que habéis recibido mi<br />

pa<strong>la</strong>bra con vuestras obras <strong>de</strong> amor.<br />

60. Los hombres <strong>de</strong> nada tendrán que acusaros porque contemp<strong>la</strong>rán<br />

que habéis sido inspirados por Mí para practicar el bien.<br />

61. Practicad esta Obra Espiritual como es mi voluntad, para que le<br />

mostréis nuevos horizontes a <strong>la</strong> humanidad, para que iluminéis los<br />

sen<strong>de</strong>ros obscuros por los cuales ha transitado hasta ahora.<br />

62. Confesaos directamente conmigo porque soy el único que pue<strong>de</strong><br />

penetrar en vuestro espíritu y escuchar vuestros secretos con infinita<br />

piedad y amor.<br />

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!<br />

FIN DEL<strong>TOMO</strong> 9

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