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CHAÑARAL MINERI A Y SOCIEDAD WEB 10MB

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CHAÑARAL<br />

<strong>MINERI</strong>A Y <strong>SOCIEDAD</strong><br />

Yuri Jeria Muñoz<br />

Carlos González Godoy


Registro de propiedad intelectual<br />

N° 238471<br />

Edición: Mantos Copper S. A.<br />

Responsable de Edición: Yuri Jeria Muñoz<br />

Autores: Yuri Jeria Muñoz, Carlos González Godoy<br />

Investigación: Yuri Jeria Muñoz, Carlos González Godoy<br />

Ayudante de Investigación: Pedro Pablo Lara Bahamonde<br />

Diseño y diagramación:<br />

Tatiana Mayerovich B.<br />

1° edición<br />

Región de Atacama<br />

Diciembre, 2017


AGRADECIMIENTOS<br />

Este trabajo ha sido posible por el valioso aporte de varias personas e instituciones. A todas ellas<br />

queremos agradecer.<br />

En primer lugar, a las instituciones que pusieron sus colecciones documentales a nuestra<br />

disposición. Al Museo Regional de Atacama, a sus funcionarios y su director, Guillermo Cortés Lutz,<br />

por facilitarnos el acceso a la importante colección de textos sobre historia y minería de nuestra<br />

región, contenida en su biblioteca patrimonial. También por autorizar la publicación ciertas<br />

imágenes que componen su valiosa colección fotográfica. A la Biblioteca Pública Regional N° 129<br />

“José Joaquín Vallejo” de Copiapó, a sus funcionarios y su director, Claudio Briceño Mancilla, por<br />

permitirnos utilizar de manera extensa parte de su colección de publicaciones patrimoniales de<br />

Atacama. A las personas que generosamente consintieron publicar algunas de sus fotografías, y nos<br />

proporcionaron la información que disponían sobre ellas: a don Jorge Merlez Sagua, quien nos<br />

permitió sondear y escoger libremente en su archivo fotográfico. Al fotógrafo Manuel Ormazábal,<br />

por entregarnos fotografías de su autoría. Por ultimo, a Tatiana Mayerovich y Carla Peña.<br />

Yuri Jeria Muñoz - Carlos González Godoy


INDICE<br />

INTRODUCCIÓN ................................................................................................. Pág. 9<br />

CAPÍTULO I<br />

Sociedad y minería prehispánica de Chañaral ................................................... Pág. 15<br />

CAPÍTULO II<br />

Origen histórico de la minería en Chile y Atacama ............................................ Pág. 39<br />

CAPÍTULO III<br />

Inicios de la minería en Chañaral ......................................................................... Pág. 52<br />

CAPÍTULO IV<br />

Fundación y desarrollo de la ciudad de Chañaral .............................................. Pág. 59<br />

CAPÍTULO V<br />

Desarrollo productivo de Chañaral ..................................................................... Pág. 69<br />

CAPÍTULO VI<br />

Desarrollo social de Chañaral ............................................................................... Pág. 80<br />

CAPÍTULO VII<br />

El desarrollo de la minería en la provincia de Chañaral .................................... Pág. 88<br />

CAPÍTULO VIII<br />

La mina Manto Verde, su desarrollo y patrimonio minero ............................... Pág. 102<br />

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... Pág. 121


8


INTRODUCCIÓN<br />

El origen de la minería se remonta a edades<br />

pretéritas cuya memoria excede las posibilidades<br />

que nos entrega la disciplina histórica tradicional. El<br />

desarrollo de la minería y la metalurgia han ido de la<br />

mano con el desarrollo de las habilidades y<br />

capacidades manuales e intelectuales del ser<br />

humano. Muchas culturas, desde las más antiguas,<br />

muestran evidencias del trabajo y uso de minerales y<br />

metales. El continente americano no ha sido ajeno a<br />

esta tendencia. Desde tiempos prehispánicos las<br />

culturas americanas se han desarrollado a la par del<br />

uso de los minerales.<br />

Uno de los primeros minerales en ser descubierto y<br />

utilizado fue el Cobre (Cu). Su técnica de extracción y<br />

de tratamiento fue desarrollada y ocupada por<br />

muchas de las grandes culturas que florecieron en la<br />

América prehispánica. Esta tradición milenaria del<br />

continente se constituye en una de nuestras más<br />

preciadas riquezas patrimoniales.<br />

Valga destacar que Chile cuenta con antecedentes<br />

desde cerca de 12.000 años respecto al uso del óxido<br />

de hierro, por parte de cazadores, recolectores y<br />

pescadores Huentelauquén, en la mina prehispánica<br />

hoy denominada San Ramón 15 en Taltal (Salazar et<br />

al. 2011), hasta ahora la más antigua de América.<br />

Estos testimonios forman parte de la historia y el<br />

patrimonio cultural, que de acuerdo a UNESCO<br />

“comprende las obras de sus artistas, arquitectos,<br />

músicos, escritores y sabios, así como las creaciones<br />

anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto<br />

de valores que dan sentido a la vida, es decir, las<br />

obras materiales y no materiales que expresan la<br />

creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las<br />

creencias, los lugares y monumentos históricos, la<br />

literatura, las obras de arte y los archivos y<br />

bibliotecas” (UNESCO 1982). Así entonces,<br />

asimilamos el patrimonio cultural como un legado<br />

de nuestros antepasados, representado el<br />

fundamento cultural colectivo de nuestra nación,<br />

permitiendo el reconocimiento y el fortalecimiento<br />

de una identidad nacional y como país.<br />

Evidentemente, el pasado nos remite a una historia<br />

común, culturalmente distintiva, permitiéndonos<br />

reconocer nuestro entorno, como también a nosotros<br />

mismos (Ballart 1997:43), configurando un marco<br />

referencial identitario, desde un nivel individual<br />

hasta colectivo.<br />

El patrimonio cultural es la herencia cultural propia<br />

del pasado de una comunidad, con la que ésta vive<br />

en la actualidad y que transmite a las generaciones<br />

presentes y futuras.<br />

Mineral de Cobre (Cu)<br />

9


De este modo, la identificación y la especificidad de<br />

un determinado patrimonio cultural, así como sus<br />

aspectos connotativos, se deben a la significación<br />

social, a la representatividad que reviste para una<br />

sociedad en particular (Simonetti 2005:98), como<br />

ejemplo de su singular proceso histórico. Incluso,<br />

se alcanzan niveles semánticos que integran a la<br />

humanidad en su conjunto, como acontece con las<br />

designaciones de la UNESCO sobre lugares y sitios<br />

que constituyen patrimonios mundiales únicos.<br />

El Patrimonio Cultural es la gran reserva de<br />

aprendizaje no sólo de un individuo respecto a su<br />

grupo humano, a nivel étnico, cultural y nacional,<br />

sino de toda la humanidad, comprendiendo<br />

distintos niveles de reconocimiento de tales<br />

expresiones, definibles como patrimonio local,<br />

regional, nacional y universal (Simonetti 2005),<br />

aspectos reconocidos por UNESCO.<br />

Complementando esta visión integral, se reconoce<br />

que el patrimonio cultural puede dividirse en<br />

intangible, contemplando todos los aspectos<br />

culturales inmateriales, reconocidos en las<br />

costumbres, los mitos, los ritos, el lenguaje, etc.; y<br />

por otro lado, tangible, que reúne el conjunto de<br />

aspectos culturales de naturaleza material, tales<br />

como las edificaciones, los sitios arqueológicos e<br />

históricos, los sitios fúnebres (cementerios y<br />

enterratorios, que a su vez son sitios arqueológicos,<br />

de tipo prehistórico o histórico), los útiles, los<br />

artefactos manufacturados o en proceso de<br />

elaboración, entre otros, pertenecientes a un grupo<br />

o sociedad en un tiempo y un espacio determinado.<br />

En Chile el Patrimonio Cultural está protegido por<br />

la ley 17.288, que consagra la categoría de<br />

Monumento Nacional, protegiendo al Patrimonio<br />

de carácter arqueológico, paleontológico,<br />

antropológico, histórico y arquitectónico en<br />

nuestro país.<br />

Instrumento Lítico. Costa de Chañaral.<br />

10<br />

Patrimonio Intangible: Ritual religioso Colla


Minería y Patrimonio son dos ideas que puesto que permiten por medio de un turismo<br />

necesariamente, y con mucha fuerza deben estar cultural sustentable, el desarrollo de zonas mineras<br />

conectados. Las variaciones diacrónicas de los deprimidas (Carvajal y González, A. 2006). Según<br />

procesos productivos mineros en Chile, como en estos autores, existe en la actualidad una<br />

todo el mundo, han producido una serie de preocupación mundial por preservar para las<br />

evidencias de gran importancia patrimonial, que generaciones futuras los utensilios y los materiales<br />

reflejan los diferentes momentos del desarrollo vinculados con las industrias tradicionales, entre<br />

tecnológico en torno a la explotación de los ellos los vinculados con la minería, particularmente<br />

minerales, al igual que demuestran las distintas luego que finalizan sus faenas productivas,<br />

aproximaciones sociales de los diversos grupos contándose en el presente con un sinnúmero de<br />

humanos que han configurado una verdadera testimonios del antiguo funcionamiento de tales<br />

cultura minera. Estas evidencias, los espacios industrias. Esta situación puede observarse en<br />

productivos y los asentamientos mineros, casos “como los ferrocarriles, centrales eléctricas,<br />

conforman un patrimonio minero que representa la instalaciones industriales del acero, textil ó carbón<br />

historia de los hombres que en distintos momentos que forman parte de nuestra historia más reciente y<br />

del tiempo han estado vinculados a estos trabajos que las nuevas tecnologías, la utilización de nuevos<br />

productivos. La atención arqueológica hacia estas materiales –plásticos, por ejemplo- y modernas<br />

evidencias más recientes se ha consolidado y actividades han dejado en desuso y, en muchos<br />

especializado a través de la llamada arqueología casos, olvidadas (Carvajal y González, 2003)”<br />

industrial, consistente en un tratamiento (Carvajal y González, A. 2006:3-4). Desde este<br />

arqueológico de la materialidad de características punto de vista, los restos materiales industriales<br />

industriales, que en Chile está en sus albores. abandonados, como por ejemplo los generados por<br />

los habitantes de las oficinas salitreras del Norte<br />

Por esta razón se ha considerado relevante conocer Grande, han transitado desde un contexto<br />

los procesos históricos mineros y las localidades sistémico, de funcionamiento pleno, a un contexto<br />

asociadas, no sólo como una fuente de interés arqueológico (Schiffer 1972), de abandono de sus<br />

científico, que se configura por medio de un trabajo procesos productivos, como de la vida cotidiana de<br />

de investigación (previo a cualquier iniciativa de los mineros y sus familias; sólo recientemente estos<br />

puesta en valor), sino también como espacios sitios están siendo foco de interés sistemático de la<br />

alternativos, especialmente aquellos abandonados, arqueología (Vilches et al. 2008)<br />

Patrimonio Minero: Hornos de Fundición Inkaica de Viña del Cerro, Valle de Copiapó.<br />

11


En esta proyección cultural y social se concibe el patrimonio minero, que procura la investigación,<br />

preservación, conservación y divulgación de cada uno de los elementos que lo caracterizan, siendo<br />

identificado en propiedad como patrimonio minero-metalúrgico, ya que no sólo contempla las etapas<br />

iniciales de la extracción minera, sino también las fases finales de este particular proceso productivo<br />

geominero. De esta forma, se comprende la importancia de preservar los enclaves mineros y sus distintos<br />

rasgos, en especial aquellos abandonados o que son parte de un proceso de cierre minero. A nivel mundial<br />

estos espacios forman parte de ecomuseos, parques culturales o museos abiertos (Carvajal y González, A.<br />

2006) (como el caso de Sewell), reuniendo una amplia variedad de aspectos patrimoniales que, por lo general,<br />

permiten una visión integral de la cultura minera, abarcando particularmente lo tecnológico y lo social. Este es<br />

un tema pendiente en el caso de nuestra región donde, por ejemplo, el emblemático mineral de Chañarcillo se<br />

encuentra abandonado y sin proceder a su imperativo estudio arqueológico, como a planificaciones concretas<br />

enfocas a estructurar su puesta en valor.<br />

Resulta evidente considerar al patrimonio minero abandonado como una posibilidad real de desarrollo local<br />

en el presente, bajo ciertas cláusulas de protección y puesta en valor con implicancias sociales. Previamente,<br />

deben realizarse investigaciones arqueológicas, antropológicas e históricas que den cuenta de las actividades<br />

mineras y sus entornos sociales, con la finalidad de reconstruir tanto los procesos productivos como la vida de<br />

las comunidades mineras, posibilitando un conocimiento integral de las culturas mineras desaparecidas<br />

(González et al. 2010: 64,67-69). Esta situación es la que se presenta en el territorio de la provincia y comuna de<br />

Chañaral, puesto que cuenta con un patrimonio minero prehispánico e histórico que lo distingue de otras<br />

localidades mineras en Chile, como de otros ejemplos que grafican algunos períodos del desarrollo industrial<br />

histórico; tal es el caso de Potrerillos, en la precordillera de la provincia de Chañaral.<br />

12<br />

Centro comercial del Campamento de Potrerillos. Circa 1930.<br />

Colección del Museo Regional de Atacama


Mapa de Atacama, “Jeografía Descriptiva de la República de<br />

Chile”. Enrique Espinoza, 1895.<br />

13


14<br />

Equipo técnico utilizado por los cazadores y pescadores arcaicos: a) dardo y estólica; b) arpón para<br />

mamíferos marinos; c) arpón para peces; d) potera para cefalópodos y cardúmenes; e) instrumento<br />

mariscador; f) anzuelo compuesto; g) anzuelo simple; h) instrumentos líticos para usos diversos.


CAPÍTULO I<br />

<strong>SOCIEDAD</strong> Y MINERÍA PREHISPÁNICA<br />

DE CHAÑARAL<br />

La historia de la comuna y provincia de Chañaral, que comprende también a la comuna de Diego de<br />

Almagro, se remonta a épocas prehistóricas. Representa un territorio de cambio entre el desierto de<br />

Atacama con sus características circumpuneñas por el norte, y la presencia de los primeros valles<br />

transversales hacia el sur. En consecuencia, forma parte en la división geográfica denominada Norte Chico<br />

o Norte Semiárido, que incluye a las regiones de Atacama y Coquimbo. En este territorio se encuentran una<br />

serie de testimonios prehistóricos de antigua data. La ordenación de estos antecedentes, sobre la base del<br />

desarrollo prehispánico de nuestro país, nos indica preferentemente para la región de Atacama y la<br />

provincia de Chañaral, lo siguiente:<br />

Período Paleoindio<br />

cazadores, pescadores y recolectores marinos que<br />

(12000 a.C. - 8000 a.C., aproximadamente) paulatinamente comenzaron a implementar<br />

diversos sitios en los espacios costeros. Esta<br />

Este período de la prehistoria del Norte Chico se situación coincidió con el término de las<br />

desarrolló al final de las glaciaciones que cubrieron glaciaciones alrededor del 8000 a.C., tornándose el<br />

el planeta y por la presencia en todo el actual clima más propicio a los asentamientos humanos.<br />

territorio nacional de los primeros grupos humanos Esto trajo consigo el cambio del paisaje, la flora y la<br />

en Chile. Corresponden a bandas de cazadores fauna. Frente a esta situación los distintos grupos<br />

recolectores unidos probablemente por lazos humanos arcaicos fueron adaptándose a estas<br />

familiares, quienes deambulaban por el territorio nuevas características ambientales, generando sus<br />

tras la búsqueda de recursos, entre ellos ejemplares particulares expresiones culturales.<br />

de Megafauna (fauna grande, hoy extinta), como<br />

mastodontes, caballos americanos, paleolamas, Si bien se cuentan con algunos antecedentes de este<br />

milodones, entre otros. Estos animales eran período en la región de Coquimbo, por ejemplo en<br />

capturados por estos hábiles cazadores, el sitio Santa Julia (Jackson et al. 2007), al norte de la<br />

complementado esta actividad con caza de fauna localidad de Los Vilos, hasta el momento este<br />

menor, no diferente a la actual, como guanacos, período de la prehistoria del Norte Chico no tiene<br />

roedores y aves, que iban ganando terreno por la hasta el momento antecedentes en la región de<br />

gradual desaparición de la Megafauna.<br />

Atacama. Sin embargo, no debe descartarse por<br />

completo su existencia, pudiendo ser reconocido<br />

Asimismo, se observa la presencia de grupos de más adelante con el avance de las investigaciones<br />

humanos en la costa, formando asentamientos en arqueológicas en nuestra región.<br />

torno a la explotación de los recursos del mar. Eran<br />

15


Período Arcaico<br />

(8000 a.C. – 1000 a.C., aproximadamente)<br />

Este período se desarrolló en todo nuestro país,<br />

presentando definitivamente las condiciones<br />

ambientales que imperan actualmente, incluyendo<br />

la extinción de la Megafauna. Se aprecia una<br />

expansión de los desplazamientos humanos, que se<br />

relacionaría con un aumento poblacional. De este<br />

modo, las bandas de cazadores recolectores<br />

arcaicos complejizan sus características culturales.<br />

Los grupos arcaicos del país siguieron circuitos de<br />

movimientos transhumánticos, basados en las<br />

estaciones del año, en busca de variados recursos,<br />

entre ellos los guanacos. Estos animales, como<br />

otros, fueron capturados con lanzas arrojadizas y<br />

dardos impulsados por estólicas o lanzadardos. Sus<br />

registros arqueológicos se encuentran en cuevas,<br />

aleros rocosos y campamentos, algunos de ellos con<br />

viviendas temporales y talleres líticos. En estos<br />

últimos espacios llevaron a cabo variados trabajos<br />

en torno a la piedra, elaborando los artefactos y<br />

herramientas que necesitaban para el diario vivir.<br />

También se aprecia una profusa actividad de<br />

molienda de vegetales, fruto de la recolección y<br />

labores hortícolas. Este incremento se evidencia por<br />

el gran número de morteros, piedras y manos de<br />

moler encontradas en los sitios arcaicos.<br />

Igualmente, otra expresión cultural que se registra<br />

en este período son las manifestaciones de arte<br />

rupestre, al igual que las inhumaciones (tumbas) de<br />

personas, como por ejemplo de individuos de los<br />

grupos Chinchorro en la costa del extremo Norte de<br />

Chile, que corresponden, hasta el momento, a las<br />

momias más antiguas del mundo.<br />

Una de las características más sobresalientes del<br />

Arcaico, lo constituye el desarrollo de progresivos<br />

indicadores de sedentarismo. Este proceso va de la<br />

mano de una creciente domesticación de<br />

camélidos, como de la aparición de los primeros<br />

cultivos.<br />

Momia Chinchorro, Arica. (Circa 8.000 A.P.)<br />

16


En la costa durante el Arcaico se consolidaron las agrupaciones de<br />

cazadores, pescadores y recolectores marinos, que se movilizarían a lo<br />

largo del litoral, dominando este espacio, destacando la presencia de los<br />

grupos del Complejo Huentelauquén, cuyas ocupaciones se gestan<br />

hacia el fin del período precedente. Este complejo caracteriza el Arcaico<br />

Temprano en el Norte Chico. Sus manifestaciones en la región de<br />

Atacama se desarrollarían, aproximadamente, entre el 9000 y 4000 a.C.,<br />

encontrándose en sitios costeros sobre dunas, como Pirqueros 4,<br />

Soldado 1, Castillo 1, Los Medanos 1, Los Médanos 2, Obispo 1 y Taisani<br />

1 (Cervellino 1997), además de algunos registros en Pan de Azúcar, al<br />

norte de Chañaral.<br />

Los sitios se definen como campamentos conchalíferos (conchales) con<br />

presencia de diversos restos ocupacionales, sobresaliendo los<br />

diagnósticos litos geométricos en arenisca y basalto. Se han recuperado<br />

también grandes puntas de proyectil distintivas de este complejo. No<br />

obstante, las investigaciones sistemáticas son todavía insuficientes en la<br />

región de Atacama como también en la provincia de Chañaral.<br />

Hacia el 4000 a.C., en adelante, se localizan en la costa de la región de<br />

Atacama comunidades de cazadores, pescadores y recolectores<br />

marinos con una mayor especialización costera, que conquistan las<br />

profundidades del mar con la aparición de los anzuelos; especialmente<br />

de concha de choro zapato; complementándose con redes, pesas líticas,<br />

grandes bifaces, entre otros.<br />

Pintura de balsas cazando y arrastrando ballenas. Sitio El Médano, Taltal. Circa 1200 d.C.<br />

17


Sitios adscritos a este tiempo, propios del Arcaico evidencias de la costa de la provincia de Chañaral.<br />

Medio y del Arcaico Tardío, son Pan de Azúcar,<br />

Puerto de Caldera, Bahía Maldonado, Bahía Otro antecedente lo constituye una visita que<br />

Carrizal, Puerto Guacolda, Chañaral de Aceitunas efectuara Lynch en 2003 a Pampa Arenales, distante<br />

(Cervellino 1997). Mientras que hacia el interior de 20 km al noroeste de Diego de Almagro, destacando<br />

la región de Atacama son escasos los estudios de las similitudes de las evidencias líticas de aquella<br />

sitios de cazadores recolectores, limitándose a las pampa con otras del Norte Grande, mencionando<br />

canteras y talleres líticos de Pampa Austral, ubicada además la existencia de algunas estructuras de<br />

a 16 km al norte de la ciudad de Diego de Almagro, piedras, asociadas a actividades de talla lítica<br />

vinculados al Arcaico Medio, hacia del 5.000 a.C. (Lynch 2003).<br />

(Peralta et al. 2010), como a reportes en sectores<br />

c o r d i l l e r a n o s ( C e r v e l l i n o 1 9 8 2 , 1 9 9 7 ) , Debido a sus constantes desplazamientos, es<br />

correspondientes a probables campamentos de probable que los grupos de cazadores recolectores<br />

cazadores recolectores. Los antecedentes arcaicos de la Región de Atacama tomaran contactos con<br />

de Pampa Austral se correlacionan con otras otros cazadores del Norte Grande de Chile.<br />

18<br />

Vista de una estructura de piedras con actividad lítica asociada, al norte de Diego de Almagro.


Punta de Proyectil de Cuarzo. Pampa Austral, Comuna de Diego de Almagro.<br />

19


Período Agroalfarero Temprano<br />

(300 a.C. - 700 d.C., aproximadamente)<br />

La relevancia de este período lo constituye la<br />

definitiva presencia de grupos humanos<br />

sedentarios, testimoniada por la aparición de<br />

aldeas. Este proceso cultural es resultado de la<br />

conjunción de una evolución local precedente y de<br />

aportes trasandinos y circumpuneños. Las<br />

poblaciones de este tiempo desarrollan una<br />

economía mixta de la mano de la agricultura,<br />

posiblemente algún manejo de camélidos (aun no<br />

comprobado), la recolección de los frutos de<br />

algarrobos y chañares, como también la caza con<br />

arco y flecha; sin dejar de lado en la costa la pesca y<br />

la recolección.<br />

En la región de Atacama este período está marcado<br />

por la presencia de la Cultura El Molle en<br />

quebradas y valles, siendo reconocida por sus<br />

aldeas aglutinadas y sitios puntuales. También se<br />

han encontrado evidencias de esta cultura en<br />

cuevas y aleros. La actividad agrícola Molle se<br />

comprueba por el registro de productos como el<br />

maíz, el poroto, el zapallo y, quizás, la quínoa. Por<br />

consiguiente, se constata la existencia de<br />

instrumentos agrícolas, como las hojas de palas<br />

elaborados en piedra, que se unen al<br />

reconocimiento de acequias de regadío. Sin<br />

embargo, estos individuos no dejan de lado la caza<br />

de guanacos como de otros mamíferos y aves.<br />

Pipa T Invertida. Cultura El Molle.<br />

20


En el plano funerario, se distinguen tumbas con ruedos de<br />

piedras en la superficie, y en la región de Atacama, distintivos<br />

túmulos funerarios con ofrendas diversas, entre ellas: cerámica<br />

monócroma o con incisiones; tembetás de piedras (adornos<br />

labiales); pipas de piedra con forma de “T” invertida, ocupadas<br />

para consumir alucinógenos; herramientas y adornos<br />

metálicos (especialmente cobre); collares de conchas y piedras;<br />

adornos de piedra; entre otros. La presencia de particulares<br />

adornos en metal comprueba el inicio por parte de los grupos<br />

Molle de las actividades mineras-metalúrgicas.<br />

Cuentas de mineral de cobre. Cultura El Molle.<br />

El Torín.<br />

Grabados, posiblemente Molle, al sur de Vallenar.<br />

21


También se registra una industria lítica<br />

desarrollada, destacando las puntas de proyectil<br />

triangulares con y sin pedúnculo, los raspadores<br />

para trabajar cuero, madera y otros materiales.<br />

Estos instrumentos se suman a otros que<br />

posibilitaban variados trabajos, facilitando el diario<br />

vivir. En el plano ritual, se cuentan numerosos sitios<br />

de arte rupestre asignados a expresiones Molle,<br />

específicamente grabados en bloques rocosos.<br />

Las poblaciones Molle intercambiaban productos y<br />

tuvieron contactos con grupos agropastoriles de<br />

d i s t i n t o s e s p a c i o s d e l N o r t e G r a n d e ,<br />

principalmente del oasis de San Pedro de Atacama<br />

como de las cuencas del río Loa. También se<br />

contactaron con poblaciones del noroeste argentino<br />

como de Chile central. En la región de Atacama se<br />

han descubierto indicadores de la Cultura El Molle<br />

tanto en la costa como en el interior, especialmente<br />

en los valles de Copiapó y Huasco (Niemeyer 1997).<br />

En la provincia de Chañaral contamos con<br />

presencia Molle en el sitio La Lasca, en las cercanías<br />

de Inca de Oro. En esa localidad se cuenta con el<br />

registro de un probable cementerio, del cual<br />

proviene una pieza de cerámica, reportada<br />

inicialmente por Castillo (Niemeyer 1997). Por su<br />

parte, Cervellino y Sills (2001) trabajan en Finca de<br />

Chañaral, un oasis a más de 100 km al noreste de<br />

Copiapó, donde asocian pinturas rupestres a<br />

grupos Molle y posteriores, complementado estos<br />

14<br />

datos con un fechado por Carbono -no calibradode<br />

340 d.C., obtenido de un asentamiento Molle del<br />

oasis.<br />

Ceramio Cultura El Molle. Reproducción Taller El Molle, Vallenar.<br />

Base de ceramio Cultura El Molle.<br />

Mina Las Turquesas, El Salvador.<br />

22


Asimismo, en el sitio Mina Las Turquesas, en el<br />

Cerro Indio Muerto de El Salvador, se ubicaron<br />

escasos fragmentos cerámicos Molle que<br />

probablemente provendrían del valle del Huasco<br />

(González y Westfall 2005)<br />

Finalmente, valga consignar que a partir de este<br />

período se desarrollan las actividades mineras<br />

prehispánicas en la provincia de Chañaral. En<br />

efecto, el sitio Mina Las Turquesas, en el Cerro Indio<br />

Muerto en el actual campamento de El Salvador, da<br />

cuenta de la explotación de la turquesa (piedra<br />

semipreciosa) desde aproximadamente el 500 a.C.<br />

Estos primeros mineros de la provincia son grupos<br />

de atacameños que desde El Loa o el oasis de San<br />

Pedro de Atacama llegan con sus caravanas de<br />

llamas al actual El Salvador, obteniendo este<br />

recurso, implementado una minería lapidaria, e<br />

intercambiando este producto a distintos espacios<br />

circumpuneños. Los atacameños se encuentran<br />

también en otros lugares de la provincia, por<br />

ejemplo, en el oasis de Quinta Los Chañares,<br />

inmediatamente al sureste de la ciudad de Diego de<br />

Almagro.<br />

Vista panorámica del Cerro Indio Muerto, El Salvador.<br />

23


Período Agroalfarero Medio<br />

(700 – 1000 d.C., aproximadamente)<br />

En nuestra región predominan en este período las<br />

manifestaciones culturales de las poblaciones<br />

agroalfareras sedentarias denominadas Ánimas.<br />

Estos grupos tienen fuertes vinculaciones con<br />

poblaciones trasandinas, particularmente con la<br />

cultura Aguada, como también de otros puntos<br />

circumpuneños. En la actualidad se cuentan con<br />

evidencias Ánimas tanto en la región de Atacama<br />

como en la región de Coquimbo, hasta el hasta el<br />

valle del Limarí. Los testimonios Ánimas se<br />

encuentran con mayor número en los valles<br />

transversales y luego en la costa. Si bien son amplias<br />

estas ocupaciones en el Norte Chico, son notables<br />

las distinciones entre los sitios Ánimas de Atacama<br />

y Coquimbo.<br />

Las evidencias arqueológicas sostienen la<br />

individualización de una economía diversificada,<br />

con un eje en la agricultura (maíz, poroto, zapallo,<br />

calabazas y quínoa), junto a la recolección de<br />

vegetales, la pesca y recolección marina. Aun se<br />

discute la posible presencia de domesticación de<br />

camélidos, ya que las evidencias zooarqueológicas<br />

no dan cuenta de ello. Sin embargo, es factible<br />

sostener que los grupos Ánimas poseían una<br />

textilería de alto nivel, como lo indican las torteras.<br />

Se conocen aldeas y poblados con estructuras<br />

pircadas, algunos de ellos sobre formaciones<br />

rocosas, principalmente estudiados en el valle de<br />

Copiapó. Como los Molle, en la región de Atacama<br />

Plato Cultura Las Ánimas.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

24


del Período Medio del área San Pedro de Atacama-<br />

El Loa (700-900 d.C.), reflejando contactos entre<br />

esta área y los grupos Ánimas.<br />

los grupos Ánimas enterraban a sus muertos en<br />

túmulos de tierra y piedras, acompañados de<br />

ofrendas cerámicas, camélidos, collares de cuentas<br />

calcáreas y de minerales (Niemeyer 1997), adornos<br />

de piedra y conchas, objetos de hueso, entre otros.<br />

Las poblaciones Ánimas también tuvieron<br />

c o n o c i m i e n t o d e l a m e t a l u r g i a , q u e<br />

complementaban con el trabajo de la madera, la<br />

concha y el hueso. En este último material<br />

confeccionaron finas espátulas y tubos de hueso,<br />

destinadas a insuflar alucinógenos con fines<br />

rituales. También se distingue un arte rupestre<br />

definido por pictografías realizadas sobre paredes<br />

rocosas de color rojo.<br />

Para la región de Atacama, entre los ríos Copiapó y<br />

Huasco, se han registrado sitios del Período Medio<br />

en la costa como en el interior (Niemeyer 1997). En<br />

la provincia de Chañaral destacan los restos<br />

arqueológicos del sitio Mina Las Turquesas en El<br />

Salvador. Durante el Período Medio este sitio es<br />

monopolizado por los grupos Ánimas, quienes<br />

explotan la turquesa y el cobre. Desarrollan un<br />

fuerte trabajo minero lapidario, elaborando<br />

adornos como cuentas de collar y bienes de<br />

prestigio, además de figurillas zoomorfas. Éstas<br />

poseen una idéntica conformación a las figurillas<br />

de un collar encontrado en un túmulo funerario en<br />

el sitio La Puerta A en el valle de Copiapó. La<br />

ocupación Ánimas de la Mina Las Turquesas está<br />

14<br />

fechada por Carbono en 680 a 980 d.C. (González y<br />

Westfall 2005).<br />

Por último, cerámica Ánimas ha sido descubierta<br />

en un espacio cercano al Camino del Inka en el<br />

Cerro Indio Muerto en El Salvador. En este mismo<br />

camino, ubicado entre Inca de Oro y El Salvador,<br />

igualmente se ha recuperado cerámica Ánimas,<br />

dando cuenta que la ruta caminera es anterior a la<br />

injerencia inka, seguramente activada en torno a la<br />

circulación de minerales y de otros productos.<br />

Pintura rupestre, probablemente Ánimas. Camélidos en movimiento.<br />

Finca de Chañaral.<br />

En el mencionado sitio Mina Las Turquesas se<br />

registraron también algunos fragmentos cerámicos<br />

25


Período Intermedio Tardío<br />

(1000 – 1400 d.C., aproximadamente)<br />

Caracteriza este período en la región de Atacama la<br />

presencia de la Cultura Copiapó, que no se<br />

encuentra en la región de Coquimbo. Esta cultura<br />

está definida por comunidades agroalfareras que<br />

complementaban su quehacer económico con la<br />

caza, la recolección terrestre y costera. Se ha<br />

constatado la explotación del maíz, el poroto y las<br />

calabazas, junto con el maní, obteniendo por<br />

intercambio en ámbitos trasandinos (Castillo 1997).<br />

Por otra parte, debieron haber tenido algún manejo<br />

de camélidos, aunque ello no está conformado en<br />

términos arqueológicos.<br />

Los grupos Copiapó ocuparon variados espacios<br />

geográficos, particularmente valles y vegas<br />

precordilleranas, y en menor grado la costa.<br />

Construyeron poblados y sitios fortificados sobre<br />

cerros bajos. Sus prácticas funerarias fueron<br />

variadas, con ofrendas cerámicas y de otro tipo.<br />

Por su parte la alfarería Copiapó se distingue,<br />

preferentemente, por pucos con decoración negro<br />

sobre fondo generalmente rojo, que da nombre a la<br />

cerámica Copiapó negro sobre rojo. Presenta<br />

motivos de camélidos estilizados, volutas<br />

verticales, figuras ajedrezadas, en coma o “U”,<br />

cabeza antropomorfa y líneas con espirales curvos<br />

(Castillo 1997). Además, se encuentran tabletas<br />

para consumir alucinógenos de madera con<br />

tallados antropomorfos y zoomorfos; objetos de<br />

hueso; herramientas y adornos de cobre; textiles;<br />

cuentas de collar (minerales y conchas); y otros<br />

abalorios (minerales).<br />

Las evidencias de la Cultura Copiapó se concentran<br />

en la costa y en los valles de Copiapó y Huasco<br />

(Castillo 1997). Mientras que en el territorio<br />

desértico de la provincia de Chañaral, se cuentan<br />

escasos registros en la costa, y en mayor número en<br />

el oasis de Finca de Chañaral y en aguadas cercanas<br />

a Inca de Oro.<br />

Puco Cultura Copiapó. Colección Museo Regional de Atacama.<br />

26


Relevante es la existencia de una acentuada presencia<br />

los grupos atacameños de Período Intermedio Tardío<br />

circumpuneño en el sitio Mina Las Turquesas en El<br />

Salvador. En ese lugar los atacameños controlaron<br />

este foco minero productivo, estableciendo un<br />

enclave de mineros caravaneros. Ellos dominaron el<br />

flujo de productos y las redes caravaneras al sur del<br />

desierto de Atacama. Tanta fue su férrea presencia,<br />

que activaron un gran asentamiento inmediato al<br />

pique minero, con la presencia de grupos familiares.<br />

Junto a ello, hay testimonios de un cementerio para<br />

inhumar a sus difuntos en la Quebrada Las<br />

Turquesas, en el mismo Cerro Indio Muerto, cercano a<br />

la mina y asentamiento (González y Westfall 2008).<br />

Todos los recursos necesarios para la subsistencia<br />

diaria fueron obtenidos de las caravanas de llamas.<br />

Con estas caravanas llegaban productos agrícolas,<br />

materias primas, productos confeccionados y hasta la<br />

leña. Mientras que el agua pudieron adquirirla del<br />

llamado “pozo del indio”, una fuente de agua natural<br />

ubicada a escasos kilómetros al norte de El Salvador,<br />

como también de otro pozo en el Llano de San Juan, al<br />

sur de la referida localidad.<br />

En la Mina Las Turquesas los atacameños<br />

implementaron un taller artesanal para confeccionar<br />

adornos y bienes de prestigio que los distinguieran de<br />

otros grupos, como por ejemplo, de los<br />

contemporáneos grupos Copiapó, que al parecer no<br />

ocupan espacios desérticos nortinos de la provincia de<br />

Chañaral, más próximos a la actual región de<br />

Antofagasta. La presencia atacameña en la Mina Las<br />

14<br />

Turquesas ha sido fechada por Carbono en 1.310 a<br />

1.370 d.C. (González y Westfall 2005).<br />

Algunos motivos de la decoración de los pucos de la Cultura Copiapó.<br />

27


Período Tardío<br />

alfarería, la textilería y la metalurgia. Respecto a esta<br />

(1400 - 1536 d.C.) última, se intensificó el trabajo minero-metalúrgico,<br />

particularmente del cobre. Los inkas pusieron<br />

Está definido por la presencia de los inkas y la especial interés en los distritos mineros, por ello se<br />

consiguiente incorporación de la región de observa una gran concentración de asentamientos<br />

Atacama a su Imperio, conocido también como inkaicos en el norte de Chile.<br />

Tawantinsuyu, o las cuatro partes del mundo.<br />

Esta anexión involucró la conjunción de variadas Una de las claves para la rápida propagación del<br />

modalidades de conquista, desde pactos, imperio fue el Camino del Inka o Qhapaq Ñan<br />

alianzas, instalación de colonos, la instauración (camino real o principal), que generalmente era<br />

del quechua, hasta estrategias simbólicas, como la construido sobre rutas preexistentes. Este camino<br />

sacralización inkaica de la geografía. No obstante, toma su nombre por pertenecerle al Sapaq Inka o<br />

el Inka respetó las costumbres y los cultos locales soberano supremo que residía en Cusco, y<br />

(que fueron incorporados), pero exigió la corresponde en realidad a una red de caminos<br />

sumisión de los gobernantes locales. consolidada en el siglo XV. Comprende más de 20.000<br />

km del Imperio, por donde circulaban los mensajeros<br />

La pertenencia al Tawantinsuyu aportó a las del Inka, los chasquis, las caravanas de llamas con<br />

poblaciones locales un mayor desarrollo diversos productos, los funcionarios administrativos<br />

tecnológico y la generación de excedentes y los mitimaes (colonos pedagogos).<br />

productivos, abarcando áreas económicas como<br />

la agricultura, la minería y la ganadería,<br />

intensificando también las creaciones artísticas<br />

con sus normas culturales, fundamentalmente la<br />

Ceramio ornitomorfo del Período Tardío.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

28<br />

Fragmentos cerámicos de un aríbalo.<br />

Camino del Inka, provincia de Chañaral.


Vista del Camino del Inka. Sector Inca de Oro.<br />

29


La presencia inkaica en la provincia de Chañaral (González, L. 2004: 17, 19). Proseguía con el<br />

está testimoniada por varios tramos del Camino procesamiento mecánico del mineral, para<br />

del Inka, que se encuentran desde la Quebrada reducir su tamaño, utilizando para su molienda el<br />

Carrizo por el norte hasta Tres Puntas por el sur. maray, palabra quechua que identificaba a la<br />

Corresponde a un camino pedestre que une piedra de moler de abajo (Gonçalez Holguin 2007:<br />

diversos puntos y asentamientos de distintas 163) de este instrumento, donde se ponía al<br />

funcionalidades. En especial hay que destacar mineral que era triturado con otra piedra móvil.<br />

que este camino anexa el Cerro Indio Muerto en El Luego se procedía a su fundición, la que se<br />

Salvador, donde se encontraba la Mina Las realizaba en hornos llamados wayras, que en<br />

Turquesas, explotada precedentemente por los quechua significa viento (Gonçalez Holguin 2007:<br />

atacameños. Los inkas ocuparon a los grupos 142), aludiendo a este factor indispensable para el<br />

atacameños para el trabajo en esta mina.<br />

proceso de fundido. Valga recordar que un<br />

conjunto de wayras se encuentran en el centro<br />

El proceso del trabajo minero-metalúrgico en metalurgista inkaico de Viña del Cerro, al interior<br />

tiempos del Inka, que recogía quehaceres del valle de Copiapó. Finalmente, se efectuaba la<br />

precedentes, comenzaba con la ubicación de las manufactura de los objetos (González, L., 2004:<br />

menas metalíferas, tanto nuevas como 17), que definía adornos, instrumentos o figuras<br />

preexistentes, seguido por la obtención de los antropo o zoomorfas que se empleaban como<br />

minerales por acción manual desde estrechas ofrendas en los ritos.<br />

galerías, trincheras y socavones, empleando<br />

martillos de piedras y barretas de madera<br />

30<br />

Crisol y vástago de piedra usado en fundición de metales.<br />

Período Tardío. Colección Museo Regional de Atacama.


Restos de las Wayras del complejo metalurgista<br />

Inka de Viña del Cerro, Valle de Copiapó.<br />

31


32


Vista panorámica de los recintos del complejo metalurgista Inka<br />

de Viña del Cerro, Valle de Copiapó.<br />

33


Un elemento que aparece en nuestra región y<br />

provincia con la llegada de los inkas, es la cerámica<br />

Diaguita Inka. Ella se ha encontrado en varios<br />

puntos del Camino del Inka, como también en<br />

algunos asentamientos de enlace (comúnmente<br />

llamados tambos), tanto del desierto interior como<br />

en la puna de la región de Atacama (González y<br />

Castells 2010). Además de estos antecedentes, se<br />

aprecian fragmentos cerámicos de otras latitudes en<br />

el camino, provenientes de ámbitos altiplánicos, del<br />

noroeste argentino como del mismo Cusco.<br />

Las construcciones inkaicas están remitidas a<br />

asentamientos y estructuras del camino y otras<br />

ubicadas en sitios de la puna de nuestra región. Por<br />

último, se han registrado algunos sitios con arte<br />

rupestre asignado al accionar de los inkas, y<br />

adoratorios en altura, consignados en cerros<br />

andinos, como en el Volcán Doña Inés, en la<br />

cordillera de la provincia de Chañaral.<br />

Con la llegada de los españoles el territorio, y luego<br />

del colapso del Imperio Inka, comienza la<br />

desestructuración de la vida de las poblaciones<br />

indígenas. En este contexto, el camino inkaico no<br />

cumple las con las expectativas para el transporte de<br />

las cabalgaduras, por corresponder a un camino<br />

pedestre apto para las caravanas de llamas,<br />

habituadas a las disímiles características de los<br />

espacios andinos. Sin embargo, el Camino del Inka<br />

fue ocupado por los españoles, entre ellos Diego de<br />

Almagro y Pedro de Valdivia. El primero para su<br />

regreso al Cusco y el segundo para incursionar al<br />

actual territorio chileno.<br />

Fragmentos cerámicos Diaguita Inka.<br />

Camino inkaico, provincia de Chañaral.<br />

34


Vista del Tambo del Río La Sal. Comuna de Diego de Almagro.<br />

35


De esta forma, el camino inkaico que se proyecta<br />

diagonalmente por la provincia, al igual que el oasis<br />

de Finca de Chañaral, fueron testigos del transitar<br />

de las huestes españolas y del inicio de la conquista<br />

de Chile (Cortés 2010).<br />

Pese a esta compleja e irreversible situación para los<br />

grupos indígenas, gran parte del espacio provincial<br />

continuó siendo foco de atención para las<br />

actividades mineras de carácter pirquinera. Así lo<br />

indican restos de ocupación indígena histórica en el<br />

sitio Mina Las Turquesas, singularizados en la<br />

presencia de cerámica atacameña de 1.650 d.C.<br />

(González y Westfall 2005). Por esta razón muchas<br />

de las minas reconocidas en tiempos históricos<br />

fueron en sus inicios laboreos indígenas, como se ha<br />

comprobado con Potrerillos y El Salvador.<br />

Las actividades pirquineras fueron aisladas y<br />

correspondieron a emprendimientos aislados e<br />

individuales, llevados a cabo por indígenas,<br />

Atacameños y Collas, como también por<br />

cateadores, dadas las características desérticas de la<br />

actual provincia de Chañaral, con escasos núcleos<br />

poblacionales a partir de la Colonia. Aunque en la<br />

costa debemos mencionar que los grupos conocidos<br />

históricamente como Changos, herederos de las<br />

tradiciones milenarias de los cazadores, pescadores<br />

y recolectores marinos, señoreaban el litoral de<br />

nuestra provincia y región con sus asentamientos y<br />

sus distintivas balsas de cueros de lobos marinos<br />

inflados, hasta bien entrado el Período<br />

Republicano. Por su parte los Collas desarrollaron<br />

en el siglo XIX hasta mediados del XX, dos<br />

actividades preponderantes: el pastoreo y el trabajo<br />

pirquinero.<br />

Vista de Finca de Chañaral en la actualidad, 2017.<br />

36


Chango. Grabado de M. Frezier, 1717.<br />

37


38<br />

Villa Rica de Potosí, grabado de Hermann Moll, 1715.


CAPÍTULO II<br />

ORIGEN HISTÓRICO DE LA MINERÍA<br />

EN CHILE Y ATACAMA<br />

La Minería en la Conquista<br />

Una de las motivaciones centrales de los conquistadores, al<br />

venir y dominar el territorio que actualmente conforma<br />

nuestro país, fue la posibilidad de encontrar grandes<br />

cantidades de metales preciosos en manos de los pueblos<br />

indígenas. Esto se originó por informes, bastante<br />

exagerados, que llegaron a oídos de los españoles en el<br />

Perú sobre fabulosas riquezas en el territorio al sur del<br />

Tawantinsuyu.<br />

Desde la llegada de los conquistadores, la historia de Chile<br />

ha estado íntimamente relacionada con la de su minería.<br />

Almagro y Valdivia llegaron a nuestro territorio, guiados<br />

por estas exageradas noticias, que hablaban de un país al<br />

sur del Perú, que contaba con grandes cantidades de oro y<br />

plata en manos de los indígenas. Tras reconocer la pobreza<br />

de la región, en comparación con México y Perú, los<br />

conquistadores optaron por la explotación de lavaderos de<br />

oro con indios esclavos, y con esa riqueza financiaron las<br />

primeras etapas de la colonización durante el siglo XVI.<br />

Realizada la conquista del norte del naciente Reyno de<br />

Chile, el conquistador Francisco de Aguirre asumió las<br />

39


Encomiendas de los Valles de Coquimbo y<br />

Copiapó. Construyó asentamientos en<br />

ambos valles y, al parecer, tuvo cierta<br />

predilección por vivir en Copiapó, lugar en<br />

el que designó a uno de sus servidores de<br />

confianza, Cristóbal Martin, para que<br />

cuidara sus intereses. Es en esta época, a<br />

mediados del siglo XVI, en el territorio de la<br />

actual región de Atacama, donde se<br />

establecen los primeros esfuerzos de<br />

desarrollo de la minería en Chile, y nace<br />

precisamente en Copiapó, ya que era una<br />

actividad de índole extractiva, diferente a los<br />

lavaderos de arenas auríferas, que había en<br />

otros puntos del país.<br />

A los indígenas encomendados se los hizo<br />

buscar oro; y éstos explotaron los mismos<br />

l u g a r e s q u e h a b í a n t r a b a j a d o<br />

tradicionalmente para pagar el tributo anual<br />

a los inkas, los que se componían de vetas de<br />

cuarzos auríferos existentes en algunas<br />

serranías. Las diferencias que podemos<br />

encontrar son que bajo el dominio de los<br />

encomenderos, la explotación se comenzó a<br />

hacer con otro tipo de herramientas, hechas<br />

de hierro, pasando a trabajar con un sistema<br />

que al poco andar era muy similar al<br />

utilizado por los mineros europeos,<br />

orientado fundamentalmente a la minería<br />

extractiva subterránea.<br />

Adelantado Diego de Almagro, de Antonio de<br />

Herrera y Tordesillas, Siglo XVI.<br />

Hernando de Aguirre, uno de los numerosos<br />

hijos del Conquistador, se radicó en Copiapó<br />

como heredero de la Encomienda,<br />

continuando con la explotación minera.<br />

Hizo construir el primer trapiche para moler<br />

minerales que hubo en Chile.<br />

40


La Minería Colonial<br />

Mientras en la zona central prosperaban la<br />

agricultura y la ganadería, pasando las faenas de<br />

lavado de oro a un plano menor, en el norte el<br />

progreso económico era lento y dependía<br />

absolutamente de la minería extractiva. Los<br />

indígenas que se podían encontrar eran escasos<br />

frente a los mestizos, que eran la población<br />

mayoritaria, con nombre y apellido “cristianos “.<br />

Eran por lo tanto, asalariados que percibían sus<br />

ingresos de modo muy irregular, una parte en<br />

alimentos, otra en vestuario, y una parte muy<br />

menor en dinero efectivo circulante. La Iglesia<br />

Católica percibía el diezmo de españoles y mestizos,<br />

más una parte de los encomenderos por cada<br />

indígena que tuviesen.<br />

La Gobernación de Chile estaba dividida en<br />

Corregimientos, territorios extensos administrados<br />

por un Corregidor, cargo que ejercían españoles con<br />

cierto rango de nobleza. El Corregimiento de<br />

Copiapó, comprendía desde Paposo por el norte,<br />

paralelo 25°, hasta el paralelo 29° 50´, es decir,<br />

estaba conformado por los valles de Copiapó y<br />

Huasco, más una extensa área de desierto. No hay<br />

datos sobre sus límites este ni oeste, entendiéndose<br />

que eran el mar y la cordillera andina.<br />

Además de minerales, el Corregimiento de Copiapó<br />

exportaba vino, ya que los viñedos habían<br />

prosperado en sus valles. Sólo parte de la<br />

producción se consumía localmente, y la mayor<br />

parte iba al Perú desde Coquimbo.<br />

Los valles del Corregimiento de Copiapó eran<br />

transitados por caravanas de comerciantes<br />

arreando mulas rumbo a Potosí, que en la época<br />

estaba en su mayor auge. Ellos pagaban por el talaje<br />

de sus animales, por los alimentos que consumían, y<br />

trocaban utensilios diversos. Además, traían<br />

noticias de otras latitudes.<br />

Pedro de Valdivia, óleo de Francisco Mandiola.<br />

Francisco de Aguirre, anónimo.<br />

41


En 1700, un cateador de apellido Robles, descubrió<br />

el yacimiento aurífero de Capote, el que comenzó a<br />

ser explotado con óptimos resultados. De este<br />

yacimiento, ubicado cerca de la actual ciudad de<br />

Freirina, se obtenía en la época la mayor proporción<br />

del oro destinado a la acuñación de monedas<br />

durante esa época.<br />

En 1744 se funda oficialmente la primera población<br />

en nuestro territorio, sobre la base de un pequeño<br />

poblado instalado por el encomendero Francisco<br />

de Aguirre, la ciudad de Copiapó, llamada San<br />

Francisco de la Selva. Con el tiempo, la población<br />

del Corregimiento de Copiapó fue aumentando<br />

con la llegada de inmigrantes de otras zonas, los<br />

q u e a cudían a t r a í dos p or ocasionales<br />

descubrimientos de nuevas vetas auríferas, lo que<br />

les brindaba ocupación temporal. Debido a la<br />

predisposición de los mineros a emigrar a otros<br />

yacimientos, fue común que por períodos la<br />

población femenina fuese mucho más numerosa<br />

que la masculina.<br />

Hacia fines del siglo XVIII, la economía local que se<br />

había sustentado en la extracción del oro, fue<br />

variando su dependencia mayoritariamente hacia<br />

la explotación de minas de plata y cobre, ante la<br />

creciente demanda del metal por parte de diversas<br />

potencias europeas. Aumentaba entonces el<br />

número de naves no españolas en las costas de<br />

Chile, en tanto que se perdía la tradicional<br />

dependencia comercial de Lima.<br />

En 1811, un indígena llamado José Paco Licuime,<br />

apodado EL Chamblao, descubrió el yacimiento<br />

argentífero de Agua Amarga, en las cercanías del<br />

Valle del Huasco. Su explotación atrajo gran<br />

cantidad de inmigrantes, aumentando la población<br />

de este valle de manera explosiva, superando al<br />

Valle de Copiapó en número de habitantes.<br />

Plano de la Plaza de Copiapó (1750), Anónimo.<br />

Mapoteca de la Biblioteca Nacional.<br />

42


Plano del Mineral de Agua Amarga, Anónimo, Siglo XIX.<br />

Mapoteca de la Biblioteca Nacional.<br />

43


El sistema de trabajo minero en la Colonia<br />

El trabajo minero durante la Colonia solía iniciarse<br />

con el descubrimiento de una veta por parte de los<br />

denominados "buscones" o cateadores. Una vez<br />

denunciada y obtenida la autorización para la<br />

explotación del yacimiento, se instalaba un<br />

campamento (una choza de totora, con unos<br />

cuantos animales y provisiones) y comenzaba una<br />

explotación que por lo general no se apoyaba en<br />

otro conocimiento y técnica minera que la tradición.<br />

En el interior de la mina trabajaban los barreteros,<br />

que seguían la veta colocando los tiros de pólvora.<br />

El mineral era enseguida sacado por peones<br />

llamados "apires", quienes cargaban en sus<br />

espaldas capachos de cuero que podían contener<br />

hasta 80 kgs. de mineral. Una vez en la superficie, se<br />

depositaban en las canchas de mineral, donde eran<br />

triturados con combos de madera o hierro. Luego se<br />

procedía a su selección.<br />

En el ámbito propiamente metalúrgico, los<br />

minerales de cobre se beneficiaban en los llamados<br />

"ingenios" o "haciendas de beneficio", que se<br />

ubicaban cerca de las minas y consistían en varios<br />

hornos de manga, o fuelles, rudimentarios. Con<br />

este procedimiento solo era posible fundir los<br />

carbonatos y óxidos de cobre, limitando en<br />

consecuencia la explotación minera a las capas más<br />

superficiales de un yacimiento. Una vez que se<br />

llegaba al nivel de los sulfuros, la mina era<br />

declarada "en broceo" y abandonada. Los<br />

minerales de plata, por su parte, seguían<br />

beneficiándose en "trapiches" de acuerdo a la<br />

técnica de amalgamación con mercurio adquirida<br />

de Potosí en el siglo XVI.<br />

Hacienda de Beneficio (Circa 1820)<br />

44


Los Primeros Años de La República<br />

El advenimiento de la Independencia ocasionó una<br />

nueva división administrativa del territorio<br />

nacional, que afectó a los valles de Huasco y<br />

Copiapó, los que pasaron a depender de la<br />

provincia de Coquimbo, cuya capital distaba más o<br />

menos a diez jornadas a caballo desde Copiapó. La<br />

explotación del mineral de Agua Amarga, con unas<br />

150 minas, contribuyó poderosamente a solventar<br />

los gastos de la guerra de independencia, a partir<br />

del cobro de los derechos de exportación y por los<br />

donativos de los mineros.<br />

En esta época se creó la Compañía Inglesa de Minas<br />

de Copiapó, la primera de su género en la zona.<br />

Otras como ésta, se crearían en años posteriores.<br />

Así, el 16 de mayo de 1832, el arriero mestizo Juan<br />

Godoy, cazando un guanaco, descubrió el<br />

yacimiento de Chañarcillo, que era un afloramiento<br />

de plata con alto porcentaje de pureza. El<br />

aislamiento geográfico de los valles de Copiapó y<br />

Vista de Minas Dolores y Santa Rosa, Chañarcillo (1863)<br />

45


46<br />

Diseño de Horno de Reverbero Colonial (1764).


Huasco, más la carencia de autoridades de alto<br />

rango, motivaron que en el resto del país este<br />

acontecimiento fuese ignorado durante meses. Pero<br />

enterados los mineros de otras zonas, además de<br />

aventureros, los tahures y las prostitutas,<br />

comenzaron a arribar a Copiapó, aumentando su<br />

población de manera importante. Durante los años<br />

de explotación de éste y de otros minerales<br />

argentíferos como La Florida, Cabeza de Vaca, Tres<br />

Puntas y otros, se originaron varias de las fortunas<br />

más importantes del Chile de esos años.<br />

Numerosos comerciantes ingleses se establecieron<br />

en los puertos chilenos, dedicados a exportar e<br />

importar productos de toda índole. Europeos con<br />

altos conocimientos de minería y metalurgia<br />

llegaron a Copiapó y a otros centros mineros.<br />

En la zona de Coquimbo, la explotación alcanzó una<br />

notable actividad, en tanto que Charles Lambert<br />

introdujo en Chile el Horno de Reverbero, superior<br />

en rendimiento calórico a los antiguos hornos que<br />

usaba la metalurgia chilena.<br />

Chañarcillo fue un importante polo de atracción<br />

para los inversionistas foráneos, y el comercio se<br />

desarrolló conforme al aumento poblacional y<br />

surgimiento de nuevas necesidades, ya no básicas,<br />

sino de índole social o cultural, y al espíritu<br />

imperante de imitar todo lo europeo.<br />

Tren Minero en Pueblo de Chañarcillo (1863)<br />

47


La Minería en la provincia de Atacama<br />

El movimiento comercial, superior al de la capital<br />

provincial, La Serena, obligó al Gobierno a crear<br />

una nueva provincia. Por ley del 31 de octubre de<br />

1843, el Presidente Manuel Bulnes creó la Provincia<br />

de Atacama, con los siguientes departamentos:<br />

Chañaral, Vallenar, Freirina y Copiapó, su capital.<br />

Las faenas mineras y metalúrgicas de la época,<br />

dejaron también su huella nefasta. El considerable<br />

consumo de leña ocasionó la desaparición de los<br />

bosques de algarrobo y chañar, que habían<br />

motivado en 1744, la denominación de “San<br />

Francisco de la Selva”, nombre fundacional de<br />

Copiapó, que no se preservó.<br />

La Junta de Minería de Atacama<br />

Los empresarios mineros, conscientes que el Estado<br />

nunca invertiría suficientes recursos en la zona,<br />

crearon en 1847 la Junta de Minería, entidad<br />

gremial a la que estratégicamente integraron al<br />

Intendente de Atacama como Presidente. De esta<br />

manera, con la máxima autoridad gubernamental<br />

de la provincia en el Directorio, se aseguraban una<br />

serie de beneficios directos e indirectos. La entidad<br />

comenzó un notable trabajo de apertura y<br />

mantenimiento de caminos, de control de cifras de<br />

producción minera, iniciación de estadísticas,<br />

importación de insumos y maquinarias,<br />

reglamentación y control sobre la población<br />

obrera, etc.<br />

En esta época surgió también la acuñación de<br />

“Fichas” o “Señas” que permitió a los patrones<br />

disponer de ellas en reemplazo del dinero oficial<br />

para pagar a sus peones e impedir que se fugaran en<br />

busca de trabajo en otras minas. Este injusto sistema<br />

de pago fue motivo de conflictos en todo el norte de<br />

Chile, y estuvo vigente hasta las primeras décadas<br />

del siglo XX.<br />

Una de las más importantes obras de la Junta de<br />

Minería, fue la creación de la Escuela de Minas de<br />

Copiapó. Antes de ella existía en el Liceo de La<br />

Serena, la Cátedra de Mineralogía, dirigida por<br />

Ignacio Domeyko. La Escuela de Minería de<br />

Copiapó, cumplió con creces las expectativas de la<br />

Junta de Minería, llegando con el tiempo a adquirir<br />

fama a nivel nacional. Incluso tuvo alumnos<br />

argentinos y bolivianos. Posteriormente, al adquirir<br />

más especialización, aumentó su nivel de<br />

enseñanza y pasó a ser la Escuela de Minas, nombre<br />

con que la recuerda la ciudadanía.<br />

Minero (1872)<br />

48


Los Cateadores<br />

La exploración del desierto con fines mineros, iniciada<br />

por indígenas y mestizos durante la Colonia, se<br />

acentuaba cada vez más, hacia el norte y a los espacios<br />

cordilleranos. Cateadores notables como Diego de<br />

Almeida, Juan López, Pedro Luján, Nicolás Naranjo,<br />

José Díaz Gana, José Santos Ossa, José Antonio Moreno,<br />

José Méndez y tantos otros que no recogió la Historia,<br />

fueron marcando, a través de los años, presencia<br />

chilena en el desierto, cada vez más lejos de Copiapó.<br />

En 1827, Diego de Almeida descubrió el yacimiento de<br />

Las Ánimas y fundó el puerto de Chañaral. Otros<br />

descubrimientos suyos fueron los yacimientos de<br />

Quebrada Seca, Algarrobo y El Morado, además<br />

descubrió “caliche” en San Bartolo en el área del Salar<br />

de Atacama.<br />

José Santos Ossa Vega (1827-1878)<br />

En 1834, Pedro Luján descubrió el yacimiento cuprífero<br />

de El Salado.<br />

En 1845, “El Manco Moreno” descubrió cobre y más<br />

tarde “caliche” en las cercanías de Taltal, puerto del<br />

cual fue fundador.<br />

En 1848, un indio de apellido Osorio, fue despojado del<br />

descubrimiento del yacimiento argentífero de Tres<br />

Puntas, que había mantenido en secreto.<br />

La explotación de los descubrimientos del huasquino<br />

Santos Ossa y el de José Méndez, dieron origen a la<br />

ciudad de Antofagasta, honor del que también formó<br />

parte el copiapino Juan López, “El Chango”.<br />

Ignacio Domeyko Ancuta (1802-1889)<br />

49


50<br />

Bahía de Taltal (1895)


Ruinas del Mineral de Tres Puntas, 2008.<br />

51


CAPÍTULO III<br />

INICIOS DE LA MINERÍA EN CHAÑARAL<br />

A comienzos del siglo XIX, la minería en el territorio de la actual región de Atacama se circunscribía a las<br />

actividades de explotación del mineral de Agua Amarga. La minería que se desarrollaba en el territorio de la<br />

actual provincia de Chañaral era fundamentalmente a pequeña escala.<br />

El descubrimiento y explotación de los minerales de Chañarcillo (1832) y Tres Puntas (1848) generó la expansión<br />

y desarrollo de la minería, no solo en el territorio de Atacama, sino que repercutió en todo el país. Muchas<br />

personas se lanzaron en la búsqueda de nuevos yacimientos minerales, con la promesa de encontrar una fortuna<br />

bajo el suelo del desierto.<br />

Personajes de todo tipo, lanzados a la aventura del derrotero del oro, la plata y el cobre, van a recorrer el territorio<br />

de Atacama y Coquimbo en busca del golpe de suerte que les de fortuna. Uno de estos hombres fue don Diego de<br />

Almeida y Aracena.<br />

Vista de Valparaíso. Circa 1830.<br />

52


El Cateador Diego de Almeida y Aracena<br />

Nacido en Copiapó en 1780, su padre fue el ciudadano<br />

portugués José Cayetano de Almeida i Cardoso y su<br />

madre, doña María Antonia de Aracena. Don José,<br />

junto a su hermano Lorenzo, arribaron a Chile a<br />

mediados del siglo XVIII. Se hizo cateador y tuvo la<br />

fortuna de descubrir en 1774 el rico mineral de plata de<br />

El Checo. La familia de su esposa era propietaria del<br />

Mineral de Agua Amarga, el mayor yacimiento en<br />

Chile de fines de la Colonia y comienzos de la<br />

República. Don Diego fue el tercero de 5 hijos. Durante<br />

su infancia acompañó a su padre en expediciones de<br />

cateo en todo el territorio de Atacama, lo cual le hizo<br />

aprender el oficio y convertirse en un profundo<br />

conocedor de los más apartados rincones de la<br />

geografía de nuestra región.<br />

Al morir su padre, Diego de Almeida junto a su familia,<br />

se traslada en 1805 a Valparaíso, donde se convirtió en<br />

un prospero comerciante. Se vio involucrado en los<br />

avatares de la independencia, en donde cooperó con los<br />

afanes liberatarios, lo que le fue reconocido por el<br />

Gobierno de Chile y Perú. En 1817 es elegido Alcalde de<br />

Valparaíso.<br />

En 1824, empobrecido, Almeida retorna a Copiapó y<br />

comienza a organizar expediciones al territorio situado<br />

al norte de esa ciudad. Acompañado de uno de sus hijos<br />

y de su ayudante José Martínez, descubre tres vetas de<br />

cobre de alta ley en el sector de Las Ánimas en 1827. Este<br />

sector se ubica a 25 kms al SE de la desembocadura del<br />

río Salado. Buscando un sector en donde embarcar el<br />

mineral de sus minas, Almeida encuentra una caleta<br />

adyacente a la zona sur de la desembocadura del<br />

Salado. Es el futuro puerto de Chañaral de Las Ánimas.<br />

Carretero y Capataz minero. Claudio Gay, 1854.<br />

53


Incansable explorador, se asocia con el empresario<br />

Onofre Bunster para la explotación de las minas La<br />

Fortunata, Frontón y Progreso. Unos años más tarde<br />

vende su participación en esta empresa. Ya viejo,<br />

vuelve a radicarse en Santiago. En 1853, a los 73 años,<br />

vuelve a los caminos atacameños acompañando al<br />

naturalista Rodulfo Philippi en su expedición al<br />

desierto de Atacama en calidad de guía.<br />

En 1856, cae en una acequia camino a su casa en<br />

Santiago, a donde es trasladado mal herido,<br />

alcanzando apenas a dictar testamento, en el que<br />

legaba sus propiedades a sus hijos y nietos. Diego de<br />

Almeida y Aracena fallece en Santiago, el 8 de agosto<br />

de 1856, rodeado de sus hijos y nietos.<br />

El Mineral de Las Ánimas<br />

El mineral de Las Ánimas, descubierto en 1827 por<br />

Diego de Almeida, comenzó a ser explotado por una<br />

sociedad formada por Almeida y el inglés Onofre<br />

Bunster. Está ubicado a 27 kms al sureste de Chañaral,<br />

a la altura de la bahía Flamenco.<br />

En sus comienzos se trabajaban tres minas,<br />

explotadas por Almeida y Bunster: “La Fortunata”,<br />

con un pique de 450 mts de profundidad; “La<br />

Frontón”, con 550 mts, y “La Progreso”, con 350 mts.<br />

Estas tres minas estaban comunicadas por una<br />

galería. Más tarde se abrirían las minas “La Delfina”,<br />

“María”, “Delirio”, “La Elena”, “La Capitana”, “La<br />

Poderosa”, “Luisa” y “Buena Esperanza”.<br />

Vista del río Copiapó. Circa 1900. Caravana Minera a Chañaral de Las Ánimas. Circa 1880.<br />

54


Algunos años después, la sociedad de Bunster y Almeida<br />

traspasa la propiedad del mineral a los empresarios José<br />

Manuel Zuleta, Antonio Sanhueza y Enrique Paulsen. En<br />

1853 el sabio aleman Rodulfo Philippi, acompañado de<br />

Diego de Almeida como guía, visitó el poblado de Las<br />

Ánimas. Menciona este autor que existen 21 minas en<br />

actividad, las que son de propiedad de doce empresarios.<br />

También señala que las vetas siguen el rumbo N-S y E-W,<br />

no teniendo ninguna más de 20 mts de profundidad.<br />

Contaba con fundiciones de las cuales se llevaba<br />

directamente el mineral hacia el puerto de Chañaral para<br />

su embarque.<br />

En 1872, el empresario Federico Varela adquiere, entre<br />

otras, la propiedad de la mina “La Fortunata”, la que fue<br />

fuente principal de su vasta fortuna.<br />

Con el surgimiento y explotación de las numerosas minas<br />

de este mineral, se fue desarrollando un pujante poblado<br />

que llegó a tener más 2000 habitantes. Contó este pueblo<br />

con varios establecimientos comerciales, una plaza,<br />

cementerio y una escuela, dirigida por su directora y<br />

primera profesora, la señora Domitila Aguirre. En el<br />

comercio destacaban el almacén “Para todos sale el sol”, el<br />

Restaurante “Los Amigos” y la tabaquería “Nº63”, entre<br />

otros.<br />

Largas caravanas de carretas tiradas por mulas y burros se<br />

destacaban en un movimiento constante para el traslado<br />

del mineral, junto a viajeros en diligencias y caballos que<br />

completaban el paisaje. Con la construcción y extensión<br />

del ferrocarril, hacia 1872, Las Ánimas ya contaba con su<br />

estación de trenes, con amplios andenes, además del<br />

servicio de telégrafos. En 1889, recibió la visita del<br />

presidente José Manuel Balmaceda, el que tuvo una<br />

multitudinaria recepción por parte de sus habitantes,<br />

quienes embanderaron sus casas. Una banda de música<br />

puso una nota especial a esta recepción.<br />

Retrato atribuido a Diego de Almeyda y Aracena.Circa 1830<br />

Colección Museo Regional de Atacama<br />

Rodulfo Amando Philippi (1808-1904)<br />

Grabado. Circa 1880.<br />

55


Al comenzar el siglo XX, la actividad minera sufre un<br />

paulatino y sostenido retroceso, producto de la situación<br />

internacional. La llegada de la primera guerra mundial<br />

agrava la situación. Junto con la baja demanda de cobre,<br />

se produce el agotamiento de las vetas del mineral y el<br />

inundamiento de las minas, por lo que cientos de<br />

mineros se trasladan a faenas mineras en otros sectores,<br />

produciéndose también un éxodo masivo de los<br />

residentes extranjeros de Chañaral.<br />

Hacia 1923, se consigna que el pueblo se encuentra casi<br />

completamente abandonado, contando solo con un<br />

habitante, el cuidador de la estación de ferrocarriles.<br />

Hoy en día, constantes saqueos han dejado casi sin<br />

vestigios a este lugar, los que no dan cuenta cabal de su<br />

esplendor de antaño.<br />

Monumento a Diego de Almeida. Paseo costero de Chañaral.<br />

Habitantes del Pueblo Las Ánimas, hacia 1880.<br />

56<br />

Vista actual del cementerio del pueblo de Las Ánimas.


Mina del Mineral de Las Ánimas. Circa 1880.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

57


Vista de Chañaral hacia la década de 1850.<br />

Grabado de Philippi.<br />

58


CAPÍTULO IV<br />

FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE LA CIUDAD DE CHAÑARAL<br />

Fundación de Chañaral de Las Ánimas<br />

Con el descubrimiento y explotación del mineral de<br />

Las Ánimas, ubicado al SE de la bahía de Chañaral,<br />

por parte de la sociedad de Diego de Almeida y<br />

Onofre Bunster, se hizo necesario habilitar un puerto<br />

para el embarque del mineral de cobre extraído. Para<br />

esto el cateador Almeida exploró el litoral cercano en<br />

busca de una bahía apta para el embarque de sus<br />

productos a Europa.<br />

La primera opción que se consideró fue la bahía de<br />

Flamenco. Más al norte, encontró la bahía que se<br />

denominó Chañaral de Las Ánimas. Es en esta caleta<br />

que se concentrará el principal movimiento de<br />

embarque del mineral producido por la naciente y<br />

pujante industria minera de Chañaral.<br />

Para dar abasto a todo el movimiento de embarque<br />

que tenían estas instalaciones mineras, se concentró el<br />

embarque tanto en las caletas de Flamenco y Chañaral<br />

de Las Ánimas. A este efecto, ante la solicitud de<br />

Onofre Bunster, el gobierno de la época, con fecha dos<br />

de septiembre de 1830, declara a dichas caletas<br />

habilitadas para la exportación de mineral en barcos al<br />

extranjero.<br />

Ante el masivo movimiento de mineral que se realiza<br />

en la zona, el 26 de octubre de 1833 el gobierno de<br />

Joaquín Prieto crea el distrito de Chañaral de Las<br />

Ánimas, el que pasa a formar parte de la provincia de<br />

Coquimbo. Esta fecha es reconocida como la<br />

fundación de la ciudad de Chañaral.<br />

Iglesia y Plaza de Armas de Chañaral. Circa 1920.<br />

59


El Desarrollo de la ciudad de Chañaral<br />

Como parte de la dinámica natural producida por su<br />

creciente desarrollo portuario, en torno a la caleta de<br />

Chañaral comienza a generarse un asentamiento el<br />

que, con el correr del tiempo, y ante la pujanza de la<br />

minería y la prosperidad, va a configurar los<br />

cimientos de la actual ciudad.<br />

El 24 de octubre de 1836, esta caleta es declarada de<br />

manera oficial como puerto habilitado. Al ser<br />

declarado como adecuado para el comercio<br />

internacional en octubre de 1837, adquiere el status de<br />

puerto mayor, lo que va a significar un impulso<br />

importante en la transformación futura de este caserío<br />

en una próspera ciudad.<br />

Como lo señala Omar Monroy (Monroy et al. 2000),<br />

hacia 1860 Chañaral se había convertido en un puerto<br />

de estilo inglés. Tenía doce cuadras de largo en<br />

sentido N-S, y cuatro de ancho, en sentido E-O. Su<br />

calle principal en esa época era llamada La Chimba, la<br />

que después cambió su nombre a José Manuel<br />

Balmaceda. Luego de 1891 esta calle toma su nombre<br />

actual, Vicente Merino Jarpa.<br />

En el sector norte de la ciudad, en donde hoy se alza el<br />

servicentro Copec, se ubicaban, hacia 1880, las<br />

instalaciones de la Estación de Ferrocarriles y su<br />

maestranza, así como los cementerios general e<br />

inglés. Por el centro de la calle Merino Jarpa, se<br />

ubicaban las casas de Eugenio Moroni y del<br />

empresario Basilio Cáceres. Siguiendo por la misma<br />

calle hacia el sur, se encontraba el cuartel del Cuerpo<br />

de Bomberos, el templo Anglicano y el Hotel Inglés,<br />

así como la imponente casa de Federico Varela. En el<br />

camino de la costanera, la bahía se veía<br />

constantemente ocupada por veleros y vapores. Este<br />

intenso tráfico marítimo era soportado por un muelle<br />

fiscal y dos particulares.<br />

Vista de Calle Merino Jarpa, inicios del s.XX.<br />

60


Ante el gran impulso de la economía local,<br />

comenzaron a arribar extranjeros a participar de<br />

las oportunidades que Chañaral ofrecía en esos<br />

años.<br />

El aporte de los ingleses en la minería, así como<br />

el de los italianos y chinos en el comercio es<br />

innegable. También arriban portugueses,<br />

alemanes y yugoeslavos, entre otras<br />

nacionalidades, quienes contribuyeron<br />

decisivamente al progreso de la ciudad y la<br />

naciente provincia. Cuenta en 1883, de acuerdo<br />

a lo que señala Aracena, con una Sociedad de<br />

Artesanos, la que costea una biblioteca pública.<br />

También con un templo Católico y un<br />

cementerio de la misma confesión. Se suma un<br />

templo Anglicano y un cementerio para<br />

disidentes. Contaba con una imprenta. También<br />

los vecinos y el municipio financiaban una<br />

banda de música.<br />

Entre el comercio destacan tiendas, casas de<br />

minerales, agencias navieras, compañías de<br />

vapores, compañías de carretas, hoteles,<br />

imprentas, los servicios de aduana, correo y<br />

telégrafos. Esta es la semblanza de Chañaral en<br />

la época dorada de la explotación de los<br />

minerales de cobre que la circundaban. El<br />

advenimiento del siglo XX traerá un proceso de<br />

retroceso productivo y comercial que hará<br />

languidecer por décadas a este puerto.<br />

Vista del Templo Presbiteriano de Chañaral, Monumento Histórico.<br />

Fue construido por la colonia inglesa vinculada a la industria minera entre<br />

los años 1870 y 1878. Utilizado por grupos pertenecientes a la religión<br />

Anglicana, quienes posteriormente cedieron la infraestructura a la Iglesia<br />

Evangélica Presbiteriana.<br />

61


Vista panorámica de Chañaral después del maremoto de 1922.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

62<br />

Personas intentando rescatar enseres luego del maremoto de 1922 en Chañaral.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.


Con el maremoto de 1922, Chañaral sufre una gran<br />

d e v a s t a c i ó n q u e d i f i c u l t a r á l a s l a b o r e s<br />

reconstructivas, junto con causar la pérdida de la<br />

mayor parte del rico patrimonio arquitectónico de su<br />

época de esplendor.<br />

Hacia 1931, se distingue como una ciudad formada<br />

por 50 manzanas, sobresaliendo la plaza pública por<br />

su esmerado cuidado. La economía de la comuna<br />

depende en gran medida del desarrollo del mineral<br />

de Potrerillos. Este nuevo impulso, aunque menor,<br />

estará dado por la instalación del puerto de minerales<br />

de Barquito, localidad ubicada a 3 kms al sur de<br />

Chañaral, que servirá durante décadas para el<br />

transporte de los minerales producidos por las minas<br />

de cobre de Potrerillos, mineral explotado por<br />

capitales norteamericanos a partir de 1917.<br />

Del Municipio, el Departamento y la Provincia de<br />

Chañaral<br />

Hacia 1875, Chañaral dependía administrativamente<br />

del Municipio de Caldera, bajo la figura<br />

administrativa de Subdelegación de Chañaral. Esta<br />

situación implicaba, a juicios de personalidades<br />

Chañaralinas relacionadas con la industria minera y<br />

el comercio, una desventaja ya que, tal como lo señala<br />

Omar Monroy, esto ponía un freno al desarrollo de la<br />

ciudad, implicando la amenaza de “colapso y<br />

retroceso (…) para la industria metalúrgica y minera<br />

de la zona” (Monroy 2009: 15). Se tenía la percepción<br />

que solo Caldera recibía los beneficios y adelantos<br />

para su desarrollo, estando Chañaral postergada y<br />

subvalorada.<br />

Vista de Chañaral en 1931.<br />

63


Esto se refleja en que la situación de Chañaral, en las<br />

estadísticas oficiales de exportación de minerales se<br />

encontrara subvalorada, lo que originó en 1875 un<br />

reclamo formal de parte del vecino chañaralino, de<br />

origen alemán, Alberto Herrmann, el que refutaba la<br />

cifra oficial del gobierno, entregada en el Mercurio de<br />

Valparaíso, el que informaba un aporte solo de $308,50.-,<br />

siendo la cifra real de $27.935,50. Esta cifra errónea<br />

implicaba considerar a la industria minera de Chañaral<br />

en franca decadencia, cuando la cifra real mostraba lo<br />

contrario. Esto provocó una airada respuesta pública,<br />

ya que tan bajo aporte traía consigo un decaimiento de la<br />

industria, sin posibilidades de acceder a créditos ni<br />

subsidios. Aparentemente este es el origen de las<br />

c o n s t a n t e s p o s t e r g a c i o n e s y r e d u c c i o n e s<br />

presupuestarias que sufría Chañaral en beneficio de<br />

Caldera.<br />

Presidente Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876).<br />

Existía la percepción (reflejada en la prensa de la época),<br />

que la colonización del desierto y el progreso de<br />

Chañaral eran solo fruto del esfuerzo de sus fundadores<br />

y sus vecinos, estando este puerto olvidado del Gobierno<br />

e ignorado y subvalorado por el Municipio de Caldera.<br />

Ante esta situación, y con el detonante de la denuncia del<br />

vecino Alberto Herrmann, en agosto de 1875 se realizará<br />

una reunión de vecinos en la plaza, en la cual se acordó<br />

solicitar al gobierno que Chañaral obtuviera la condición<br />

de Municipalidad, separándose de Caldera. Para esto se<br />

juntaron más de 600 firmas.<br />

A nombre de los vecinos, una comitiva directiva,<br />

encabezada por los vecinos Martín de la Rivera,<br />

Saturnino Sánchez, Francisco Tellez, Aniceto Prenafeta y<br />

Artemón Frías, solicitó formalmente a la Presidencia de<br />

la República la creación de un nuevo municipio. Esta<br />

solicitud es bien acogida y el 13 de septiembre de 1875 se<br />

crea por decreto, firmado por el presidente Federico<br />

Errázuriz, el Territorio Municipal de Chañaral.<br />

Niños jugando a un costado de la Iglesia Católica de Chañaral, 1931.<br />

64


El primer alcalde del Territorio Municipal de Un hito importante en la vida administrativa del<br />

Chañaral fue don Exequiel Gaete, quien fue electo en territorio fue la elevación de Chañaral a la categoría<br />

la sesión de instalación del Territorio Municipal del 07 de departamento, otorgado por ley el 14 de enero<br />

mayo de 1876, y cuyo periodo se extendió hasta 1879. 1884, quedando así la provincia de Atacama dividida<br />

Como segundo y tercer Alcalde fueron electos ese en 3 departamentos: Copiapó, Chañaral y Taltal.<br />

mismo año don Manuel García y don Santiago Antes de esta fecha, Chañaral era una subdelegación<br />

Calderón. Desde ese año y hasta 1909, el municipio que dependía del Departamento de Caldera. Se fijó la<br />

tuvo un sistema político-administrativo que capital del nuevo departamento en el puerto de<br />

implicaba un régimen de gobierno con tres alcaldes, Chañaral. Esta nueva dependencia se crea al decidir el<br />

claramente jerarquizado. A partir de 1910 se elige solo gobierno del presidente Santa María la supresión del<br />

un alcalde, situación vigente hasta el día de hoy. departamento de Caldera. Su primer gobernador fue<br />

don Ruperto Álvarez. Esto significó un gran avance<br />

Hasta 1882, el municipio de Chañaral tuvo a su cargo para la ciudad, ya que se instalaron en el puerto varios<br />

no solo el puerto del mismo nombre, también estaba servicios públicos, como el Registro Civil y la Notaría,<br />

en su jurisdicción el vecino puerto de Taltal. Este entre otros. Este hecho implicó que Chañaral obtuvo<br />

último se separó de Chañaral al adquirir su calidad oficialmente el título de ciudad por decreto ley del 14<br />

de Municipio en ese año. de enero de 1884.<br />

Trabajos de construcción del Edificio de la Municipalidad de Chañaral, 1929.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

65


El Departamento de Chañaral dejó de existir el 31 de<br />

diciembre de 1975, fecha en la que se crea la actual provincia.<br />

Su último gobernador fue don Domingo Lemaitre Molina. El<br />

primer gobernador de la nueva provincia fue don Ramón<br />

Torrealba Guzmán. En el año 1896, el presupuesto de la<br />

nación asignó 4.220 pesos para los gastos de esta gobernación<br />

(Espech 1897: 19) .<br />

En 1931 junto con el distrito urbano del puerto de Chañaral,<br />

dependían del Municipio los distritos rurales de Barquito, El<br />

Salado y Pueblo Hundido (actual Diego de Almagro), como<br />

los más importantes. Según el censo de 1930 la comuna cuenta<br />

con 14.926 personas, cifra similar a la que contaba Copiapó en<br />

esa época, hecho destacado ya que esta última comuna<br />

históricamente ha sido mucho más poblada que Chañaral, lo<br />

que da cuenta de la gran pujanza de la actividad productiva<br />

minera en esa época.<br />

Hitos importantes para la ciudad se han constituido las<br />

crecidas del río Salado. Ya el 12 de febrero de 1972, producto<br />

de fuertes lluvias causadas por el invierno altiplánico, se<br />

produjo un aluvión que aisló a las localidades de Diego de<br />

Almagro y El Salado, provocando la inundación del sector<br />

comercial de la ciudad de Chañaral, fundamentalmente en la<br />

calle Merino Jarpa y sectores aledaños, donde el nivel del<br />

agua alcanzó el metro y medio de altura. El 25 de marzo de<br />

2015, un devastador aluvión afectó a toda la provincia, siendo<br />

la ciudad de Chañaral fuertemente afectada. El flujo de agua,<br />

arena, barro y piedras, generó que el sector situado al sur del<br />

Servicentro Copec, incluyendo la calle Merino Jarpa y todo el<br />

centro comercial, fuera inundado por alrededor de dos<br />

metros de material, provocando el aislamiento de la ciudad,<br />

personas fallecidas y desaparecidas, y numerosas viviendas<br />

dañadas y destruidas, generando un trágico hito en la historia<br />

de la ciudad.<br />

En la actualidad la comuna cuenta, de acuerdo con las<br />

estimaciones del INE, con aproximadamente 13.410<br />

habitantes. Su actual alcalde es don Raúl Salas Aguilera.<br />

66


Plano del deslinde de los departamentos de Copiapó y Chañaral. 1884.<br />

67


68<br />

Vista de Calle Merino Jarpa, antigua calle La Chimba. Circa 1889.<br />

Colección Museo Regional de Atacama


CAPÍTULO V<br />

DESARROLLO PRODUCTIVO DE CHAÑARAL<br />

El desarrollo productivo de la comuna de Chañaral ha<br />

estado directamente vinculado con la minería a través<br />

de toda su historia. El florecimiento del comercio y la<br />

industria se ha ceñido a los vaivenes propios de esta<br />

actividad.<br />

Hacia 1883, Francisco Aracena informaba que en<br />

Chañaral de Las Ánimas se podían encontrar los<br />

siguientes establecimientos, tomando como base la<br />

matrícula de patentes comerciales de ese año:<br />

Una barraca de madera, Seis ajencias para despachos de<br />

buques, Una ajencia de seguros. DGS escritorios, Tres<br />

boticas, una de estas es droguería, Un club, aunque no en la<br />

categoría de una institución de esta naturaleza, sino como<br />

establecimiento comercial, Quince tiendas de mercaderías<br />

surtidas, Una bodega surtida, Veinte despachos de<br />

abarrotes o menestras, Doce cafées, Ocho cigarrerías, Cinco<br />

carnicerías, Siete panaderías, Tres herrerías, Dos<br />

hojalaterías, Tres sastrerías, Dos zapaterías, Una<br />

peluquería, Una relojería, Una mercería, Una casa de<br />

préstamos.<br />

Señala este autor que el movimiento comercial ese año<br />

alcanzó la cifra de cien mil pesos mensuales.<br />

En 1931, cuando la actividad minera del<br />

departamento solo se centraba en la mina de<br />

Potrerillos, se consigna que Chañaral cuenta con<br />

todos los servicios básicos, destacándose la presencia<br />

de Correos y Telégrafos, el Registro Civil, el servicio<br />

de Aduanas y varias escuelas. Sobre el detallado<br />

comercio existente cincuenta años antes, nada se dice.<br />

En cuanto al desarrollo industrial, en el puerto<br />

existieron tres Fundiciones que constituyeron la<br />

principal actividad industrial del departamento,<br />

asociado a la minería.<br />

Estas son la Fundición de Agustín Edwards, la<br />

Fundición de Federico Varela y la de Casa Besa y<br />

Cía.<br />

69


Fundición de Agustín Edwards<br />

La primera fundición instalada en Chañaral fue la de Se contabilizaban seis pescantes de mano y dos de<br />

Eduardo Miller, que comenzó a funcionar en la década vapor, uno de uso de la compañía y otro para el público.<br />

de 1860. Luego fue traspasada a Agustín R. Edwards en<br />

1882 por su familia, quienes la adquirieron en la década A juicio de Aracena (1884: 73), la situación de esta<br />

anterior.<br />

compañía hacia 1883 era de estancamiento y<br />

decadencia. En efecto, se señala que de los seis hornos<br />

Las instalaciones de esta fundición se ubicaban en el solo uno funciona con regularidad. Como causa de esta<br />

extremo sur del puerto. Contaba con seis hornos de baja y ruinosa actividad, se señala la intensa<br />

fundición, del sistema antiguo de reverbero, es decir, competencia que se dio con la Compañía de Minas y<br />

cada horno contaba con su chimenea independiente, los Fundición de Caldera. Hacia 1875, Agustín Edwards<br />

que funcionaban con carbón. Sus instalaciones tenían la adquirió el ferrocarril de Chañaral, negocio muy<br />

capacidad de almacenar cerca de 2.000 toneladas rentable por el volumen de mineral que se transportaba<br />

métricas, con carboneras capaces de contener de 2.000 a desde las instalaciones mineras de la zona hasta<br />

2.500 toneladas de carbón, el que se traía desde Coronel Chañaral para su fundición y embarque. Ante la<br />

y Lota. Para Francisco Aracena (1884: 72), las competencia y el boicot sufrido por parte de las otras<br />

instalaciones de esta fundición resultaban defectuosas e compañías por el alto costo de transporte, el ferrocarril<br />

insuficientes para sus óptimos propósitos. Anexo a sus paralizó sus actividades en 1883, debiendo ser vendido<br />

instalaciones, este establecimiento contaba con un al estado con pérdidas producto de las ruinosas<br />

muelle de madera, para uso de carga y pasajeros, siendo consecuencias de la competencia comercial con la<br />

el primero que se construyó con este objeto en Chañaral. Compañía de Minas de Chañaral.<br />

Vista de Chañaral, con la Fundición Edwards en primer plano. 1872. Vista parcial de la Fundición de Agustín Edwards. Circa 1900.<br />

70


Fundición Federico Varela (1867- circa 1920)<br />

bravura que presentaba el mar en el sector en donde se<br />

ubicaba, no prestó muchos servicios.<br />

La Fundición de Federico Varela es el segundo<br />

establecimiento industrial que surge en Chañaral. Fue En 1872, Federico Varela abandonó todas sus<br />

creado en 1867 por el filántropo y político Federico actividades industriales, vendiendo sus pertenencias<br />

Varela Cortés-Monroy, próspero empresario minero mineras, la fundición y otras propiedades, en dos<br />

que debió su fortuna a sus inversiones en minas de millones de pesos de la época, a una compañía de<br />

Copiapó y Chañaral. Esta fundición se ubicaba en la capitales formada en Valparaíso, que tomó el nombre<br />

calle Vicente Merino Jarpa, entre El Salado y José de Compañía de Minas y Fundición de Chañaral.<br />

Manuel Zuleta.<br />

A partir de 1878, estas dos compañías tuvieron una<br />

Esta fundición era una de las más avanzadas del país destructiva competencia por fundir el mineral que se<br />

en esa época. En 1883 tenía trece hornos de fundición, producía en la zona, pagando elevados precios por el<br />

los cuales se distribuían de la siguiente manera: cuatro mineral, mucho más altos que la cotización del<br />

hornos de reverbero, servidos por una sola chimenea. mercado de la época. Esta disputa trajo como<br />

Cinco hornos de reverbero, con una chimenea cada consecuencia la casi paralización de las actividades de<br />

uno. Tres hornos de calcinas, para quemar o calcinar ambas compañías, con pérdidas cuantiosas, las cuales<br />

bronces y un horno de manga o viento. Aracena (1884: fueron de 30 mil pesos anuales para el establecimiento<br />

78) señala que en esa época, no funcionaban todos los de Edwards y de cerca de 100 mil pesos cada año para<br />

hornos. Sus instalaciones tenían la capacidad de la fundición de la Compañía de Minas. Esto ocasionó<br />

almacenar 4.000 toneladas métricas, con carboneras la quiebra de esta última compañía en 1882, cuyas<br />

capaces de contener cerca de 4.000 toneladas de instalaciones fueron adquiridas por la Compañía<br />

carbón. Contaba con un muelle construido en fierro, Inglesa de Minas en 1883.<br />

de 108 metros de largo y 9 de ancho, el que debido a la<br />

Vista de la Fundición de Federico Varela.<br />

Al fondo se aprecia la mansión del empresario. Circa 1870. 71


La Compañía Inglesa de Minas adquirió la medio de francos, por la Societé des Mines et Usines<br />

fundición de la Compañía de Minas en 1883. Esta de Cuivre de Chañaral. A partir de este hecho se<br />

instalación conoció una época de prosperidad, conoció comúnmente a esta fundición como “La<br />

llegando a procesar hasta 400 toneladas de cobre de Francesa”. Los nuevos dueños le dieron un gran<br />

buena ley al mes.<br />

impulso, incorporando tecnología de avanzada<br />

para esa época. Se instaló un horno de manga con 6<br />

En 1899, la referida fundición fue adquirida por la toberas por cada costado. Tenía una chimenea<br />

Copper Corporation of Chile. Da mayor empuje a la circular que alcanzaba los 19 metros de altura.<br />

fundición al aumentar el número de los hornos. Los Funcionaba con tres calderos, cada uno de los cuales<br />

trabajos de estas instalaciones se desarrollaron con generaba 750 kgs de vapor por hora. Era capaz de<br />

vigor y prosperidad hasta la década de 1920, en procesar 30 toneladas de material al día. Contaba<br />

donde deja de funcionar.<br />

además con una maestranza y tres estanques de<br />

a g u a . E l m a t e r i a l p r o c e s a d o p r o v e n í a<br />

Fundición Casa Besa y Cia.<br />

fundamentalmente de los minerales de “Las<br />

Esta industria fue creada en 1899. Se ubicaba en calle Ánimas”, “Manto Verde” y “Manto Tres Gracias”,<br />

Merino Jarpa, entre Domeyko y J.M. Zuleta. Su esta ultima de Pueblo Hundido.<br />

fundador fue don José Besa. Anexo a sus Esta instalación alcanzó su mayor desarrollo en<br />

instalaciones, tenía además una destiladora de 1908, cuando procesó 20.523 toneladas de mineral,<br />

agua, la que funcionaba en la esquina de Merino produciendo 1.508 toneladas de cobre en barra.<br />

Jarpa y Zuleta. En 1904, esta fundición procesó<br />

alrededor de 30.000 toneladas de mineral, La primera guerra mundial trajo consigo una baja<br />

consumiendo para esto 2.400 toneladas de carbón importante en la demanda de cobre, por lo que esta<br />

inglés y 3.000 toneladas de coke. Ese año la instalación bajó su producción y funcionó de<br />

producción de cobre refinado fue de 1.371.900 kgs., manera precaria, paralizando su actividad en 1915.<br />

los cuales provenián de las minas “Manto Verde”, Luego del terremoto y maremoto de 1922, que<br />

“Mantos de California”, “Germania” y “Amalia”, destruyó completamente sus instalaciones, esta<br />

entre otras.<br />

empresa cerró de manera definitiva.<br />

Esto significó el fin de una industria que durante<br />

Luego de 7 años de funcionamiento, Arturo Besa más de 60 años sostuvo la economía del Puerto, y de<br />

decide poner a la venta este establecimiento, siendo la cual solo quedan escasos vestigios materiales y<br />

comprado en 1906, previo pago de tres millones y muchos recuerdos entre sus habitantes.<br />

72


Vista de las ruinas de la fundición “La Francesa” luego del maremoto de 1922.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

73


Desarrollo Portuario<br />

Junto con el descubrimiento y progreso del mineral<br />

de Las Ánimas, se produjo el desarrollo de la<br />

actividad portuaria vinculada al surgir minero. Por<br />

esto es que el 02 de septiembre de 1830 se obtiene la<br />

autorización del gobierno para que Chañaral y caleta<br />

Flamenco sean habilitadas para la exportación de<br />

minerales hacia el exterior. El 24 de octubre de 1836 se<br />

declara habilitado al Puerto de Chañaral de Las<br />

Ánimas. Un año después, el 17 de octubre de 1837, se<br />

autoriza el embarque de carga al extranjero desde este<br />

puerto, adquiriendo la calificación de Puerto Mayor.<br />

Esto le dio al puerto una incesante actividad, que<br />

permitirá el desarrollo y surgimiento de la ciudad de<br />

Chañaral.<br />

Ante la incesante y pujante actividad minera en la<br />

zona, y buscando opciones portuarias que agilizaran<br />

el transporte del mineral extraído, van a surgir<br />

nuevas caletas habilitadas como puertos de manera<br />

oficial. Así, el 21 de junio de 1865 se declara Puerto<br />

Menor a la caleta de Pan de Azúcar. En esa misma<br />

fecha se le da la misma calidad a las caletas de Peña<br />

Blanca, El Cobre, Paposo y Obispito, en vista a la alta<br />

cantidad de mineral que se embarcaba en esos<br />

lugares. Sin embargo, 4 años después a Flamenco,<br />

Obispito y el Cobre se les va a quitar la calidad de<br />

Puerto menor, aduciendo su escaso movimiento de<br />

carga. Pan de Azúcar correrá la misma suerte, ya que<br />

el temprano agotamiento del mineral de Carrizalillo<br />

significará la decadencia y muerte de este puerto.<br />

Vista del muelle de Chañaral. Circa 1865.<br />

74


La importancia relativa de los puertos de la naciente<br />

provincia de Chañaral va a crecer, dándose un<br />

creciente e importante flujo de carga en el puerto de<br />

Chañaral, el que incluso en algunos periodos va a<br />

superar con creces el movimiento de Caldera, su más<br />

directo competidor. A pesar de esto, en 1883, de<br />

manera imprevista y ante el rechazo de la medida por<br />

parte de sus habitantes, Chañaral va a perder su<br />

calidad de Puerto Mayor.<br />

La baja de la actividad minera a comienzos del siglo<br />

XX, así como la habilitación de la vecina bahía de<br />

Barquito para el embarque del cobre del mineral de<br />

Potrerillos quitará, paulatina y sostenidamente,<br />

protagonismo al puerto de Chañaral. No obstante, el<br />

flujo de pasajeros y carga para la provincia se va a<br />

seguir desarrollando hasta la década de 1930. A partir<br />

de 1938, y hasta 1975, la bahía de Chañaral va a<br />

soportar el depósito de los relaves de Potrerillos. Las<br />

miles de toneladas que anualmente fueron<br />

depositadas en la bahía no solo la van a contaminar,<br />

sino que también a embancar, perdiendo<br />

rápidamente su capacidad portuaria, destruyéndose<br />

su muelle y cubriéndose sus muros, ante la mirada<br />

atónita de sus habitantes.<br />

Vista del Puerto de Barquito, segunda mitad del siglo XX.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

75


El puerto de Barquito se encuentra ubicado a 3 kms al<br />

sur de Chañaral. Barquito fue el lugar escogido por la<br />

Andes Copper Company para la construcción de un<br />

muelle de embarque para el cobre extraído y<br />

procesado en Potrerillos. En 1916 comenzó su<br />

construcción, la que estuvo terminada en 1917. Este<br />

muelle fue unido por vía férrea a Chañaral ese mismo<br />

año. En 1919 se comienzan a levantar las primeras<br />

casas de lo que es el poblado. Este contaba con los<br />

chalets de los ejecutivos en los cerros, el campamento<br />

de los obreros en la explanada. Existía un hotel, el<br />

“Americano”, y un moderno hospital. También tenía<br />

una escuela, farmacia, carnicería, clubes sociales,<br />

Cancha de Golf y Polígono de Tiro al Blanco, Canchas<br />

de Futbol, Tenis y Rayuela.<br />

El cobre se transportaba en grandes lanchones,<br />

llamados “Maulinos”, desde donde se cargaban los<br />

barcos que esperaban en la bahía. En 1990 se<br />

construye el muelle, el que permite que los barcos<br />

carguen el cobre directamente.<br />

En 1971, tras la nacionalización del cobre, la<br />

administración del puerto pasa a manos de la<br />

compañía Cobresal, la que luego se llamará División<br />

El Salvador-Codelco. Este puerto aún sigue en<br />

operaciones.<br />

Vista de obras de construcción del Puerto de Barquito, 1916.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

76


Vista del Puerto de Barquito, 1919.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

77


El Ferrocarril<br />

La necesidad de mejorar el flujo de transporte de los ramas: una que sigue directamente al oriente, hasta<br />

minerales desde los sectores donde se ubican las el pueblo y mineral de El Salado. Mientras que la<br />

minas hasta el puerto, hace que se entregue la segunda, en sentido sureste, va directamente al<br />

concesión para la construcción de una línea férrea mineral de Las Ánimas.<br />

desde el puerto y hacia dos destinos: los minerales<br />

de Las Ánimas y El Salado. Esta fue entregada en En 1875 el ferrocarril fue adquirido por el<br />

Agosto de 1865, a Jorge K. Stevenson, ingeniero empresario Agustín Edwards. Este empresario,<br />

inglés. Ante los retrasos por aparentemente falta de dueño también de una de las fundiciones de<br />

recursos, Stevenson vende la concesión a una mineral que existián en el puerto de Chañaral,<br />

sociedad anónima en 1870, “quedando Mr. mantuvo una fuerte competencia con la Compañía<br />

Stevenson encargado de construir la obra” (Marín de Minas y Fundición de Chañaral, la que dejó de<br />

1916:180). Los trabajos de construcción, de acuerdo transportar su mineral sacado de sus minas del<br />

a Santiago Marín Vicuña (1916), efectivamente se sector de Las Ánimas, prefiriéndolo hacer a lomos<br />

iniciaron en 1872.<br />

de mulas, como antaño se hacía. Esta competencia,<br />

junto con la importante merma en la actividad<br />

La construcción inicial del ferrocarril se inició producida por el bajo precio del cobre en la época,<br />

partiendo un ramal en sentido directo al este desde provocó en 1883 la paralización de las actividades<br />

el puerto. Al llegar a la antigua estación llamada Las del ferrocarril, la que se prolongó por 4 años.<br />

Carpas, este tendido ferroviario se bifurca en dos<br />

78<br />

Estación de Ferrocarriles de Chañaral Alto. Circa 1900.


En 1887, ante la decadencia y muy baja rentabilidad<br />

del ferrocarril, su dueño lo pone a la venta. El<br />

empresario Enrique Bunster se interesa en comprarlo,<br />

ya que deseaba trasladar todo su material y equipo a<br />

Collipulli. El pueblo de Chañaral, alarmado por el<br />

golpe de muerte que significaría la pérdida de este<br />

medio de transporte, solicitó que el Gobierno de la<br />

república comprara este ferrocarril. Accediendo a la<br />

petición, el gobierno adquiere el ferrocarril, lo que se<br />

realizó por ley del 20 de Enero y decreto del 5 de<br />

Octubre de 1888. El precio de compra fue de $350.504.<br />

En enero de 1888 el ferrocarril, ante la alegría de los<br />

habitantes de Chañaral, reanudó sus actividades.<br />

Junto a la construcción del ferrocarril, se implementó<br />

un telégrafo que llegaba hasta Las Ánimas y El Salado.<br />

En 1878 se instaló también un teléfono.<br />

En 1897, ya en poder del Estado, el ferrocarril se<br />

comenzó a extender hacia Pueblo Hundido. Ese mismo<br />

año se inauguró la estación del mineral El Carmen. Al<br />

año siguiente se prolonga el tramo hasta Pueblo<br />

Hundido. En 1903 la línea férrea llegó hasta Inca de<br />

Oro. En 1909, se une el ramal de Pueblo Hundido con<br />

la ciudad de Copiapó.<br />

Un hito importante sucede en 1913, al inaugurarse el<br />

ramal La Calera – Antofagasta del Ferrocarril<br />

Longitudinal, el que pasaba por Pueblo Hundido,<br />

convirtiéndolo en un importante centro ferroviario.<br />

En 1915, gracias a una concesión de 90 años<br />

otorgada por del gobierno de Chile al empresario<br />

norteamericano William Braden, se inició la<br />

construcción del ferrocarril, el cuál buscaba dar<br />

salida directa al puerto de Barquito de la<br />

producción de cobre del mineral de Potrerillos. En<br />

1916 se inauguró el tramo de Chañaral a Barquito,<br />

llegando en 1919 a Potrerillos.<br />

Este ferrocarril se extendía por 155 kms. desde el<br />

sector de la mina hasta Potrerillos, luego bajaba<br />

hasta la estación en la localidad de Llanta, pasando<br />

por la actual Diego de Almagro y Chañaral, para<br />

terminar en la estación de Barquito. Funcionó de<br />

manera ininterrumpida hasta el 25 de marzo de<br />

2015. Faltando pocos meses para pasar a ser<br />

propiedad del Estado, por el fin de la concesión, los<br />

aluviones que azotaron a la provincia de Chañaral<br />

dañaron irreparablemente la mayor parte de la vía<br />

férrea, haciendo imposible su reposición al<br />

mediano plazo.<br />

Vista de la Estación de FFCC de Potrerillos. Circa 1930.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

Vista de Potrerillos. Circa 1930.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

79


CAPÍTULO VI<br />

DESARROLLO SOCIAL DE CHAÑARAL<br />

El surgimiento paulatino de la población del puerto de La Escuela Municipal de Hombres nº1, a cargo del<br />

Chañaral de Las Ánimas, implicó que se comenzaran preceptor, sr. Juan Segundo Álvarez, fue fundada el 29<br />

a implementar actividades básicas para el desarrollo de julio de 1861. Tenía una matrícula de 27 alumnos, e<br />

social de sus habitantes.<br />

impartía clases de Lectura, Escritura, Gramática,<br />

Ortografía, Aritmética, Sistema Métrico Decimal,<br />

Educación<br />

Historia de Chile y Religión. Dependía de la<br />

Municipalidad de Caldera, la que pagaba el sueldo de<br />

En cuanto a la educación, hacia 1862 existían tres 100 pesos anuales que recibía el profesor, así como los<br />

escuelas en la ciudad: dos particulares y una 288 pesos al año que costaba el arriendo de sus<br />

municipal.<br />

instalaciones. En 1863, el profesor Álvarez renuncia,<br />

por lo que la escuela estuvo cerrada hasta 1865,<br />

La Escuela Particular de Niñas y la Escuela Particular cuando fue reabierta, contando con un preceptor, un<br />

de Hombres son los establecimientos privados que ayudante y un bibliotecario.<br />

funcionan en el puerto en esa época. Ambos ocupaban<br />

el mismo edificio, con una matrícula conjunta de 47 En 1870, el empresario y filántropo Federico Varela<br />

alumnos. Los preceptores eran la señora Tomasa Rosa funda la Escuela “Democrática”, establecimiento de<br />

y don Jerónimo Pacheco. Se impartían clases de enseñanza superior que funcionó bajo su patrocinio<br />

Lectura, Escritura, Aritmética, Fracciones comunes y hasta después de la muerte de esta personalidad,<br />

Religión.<br />

ocurrida en 1908. En esta escuela se enseñaba la<br />

Teneduría de Libros, actividad administrativa<br />

relacionada a la contabilidad que resultaba muy<br />

importante y requerida, ante el desarrollo industrial<br />

de la época.<br />

En 1887 encontramos la Escuela Mixta nº 2 en el<br />

mineral de Las Ánimas. En 1893, es creada la Escuela<br />

Nocturna de Chañaral por el escritor y político sr.<br />

Ramón Escuti Orrego. En 1895, la Sociedad de<br />

Aresanos funda el Colegio “La Igualdad”.<br />

Federico Varela (1826-1908)<br />

Retrato del empresario, político y benefactor de Chañaral<br />

Litografía. Circa 1870.<br />

80


A comienzos del siglo XX encontramos en Chañaral<br />

tres establecimientos educacionales básicos: una<br />

escuela de niñas, una de hombres y una escuela mixta.<br />

La Escuela Mixta funcionó en el mismo edificio que la<br />

Escuela Democrática. Este establecimiento fue<br />

destruido por el Maremoto de 1922. La Escuela de<br />

Niñas, junto con la Escuela de Hombres, funcionó en<br />

unas instalaciones que se ubicaban a un costado de la<br />

iglesia Nuestra Señora del Carmen.<br />

En los primeros años del siglo XX se funda la Escuela<br />

Pagada, establecimiento fundado por las hermanas<br />

Donatila e Inés Fernández, la que funcionó hasta 1964.<br />

En 1924 se crea la Escuela Nocturna de adultos, que<br />

recibía a mayores de 20 años.<br />

En 1925, bajo la dirección de don Braulio Contador, se<br />

funda la Escuela Musical Municipal.<br />

En 1926 inicia sus actividades la Escuela Mixta nº 3 en<br />

Barquito.<br />

En 1955, al alero de la Escuela Superior de Hombres<br />

de Chañaral, se crea el primer curso de Humanidades<br />

en la zona, en un claro esfuerzo por introducir la<br />

enseñanza media. Esta iniciativa fue la antesala a la<br />

creación de la Escuela Consolidada, primer<br />

establecimiento de educación secundaria en la zona.<br />

Desde 1978 funciona en Chañaral el Liceo Federico<br />

Varela, siendo su actual director el Sr. Oscar Varas<br />

Naranjo.<br />

Brigada de Boy Scout de la Escuela Superior de Hombres de Chañaral. 1916.<br />

81


Hospital<br />

El 12 de julio de 1875 adquiere existencia legal la El Hospital de Chañaral, a fines del siglo XIX,<br />

Sociedad de Beneficencia de Chañaral, al funciona con presupuesto fiscal. Así, Espech<br />

otorgársele personalidad jurídica. Por el texto de (1897:19) informa que el presupuesto del año 1897<br />

este decreto sabemos que ya en esa fecha existía un considera la suma 4.000 pesos para el<br />

Hospital en Chañaral, el cual fue creado por los funcionamiento del Hospital de Chañaral. Como<br />

vecinos de la ciudad y cuya administración se referencia señalamos que ese año el hospital de<br />

entregó a esta sociedad. Uno de los presidentes más Vallenar recibió 7.000 pesos, y el de Copiapó 14.000.<br />

destacados de esta sociedad fue don Manuel<br />

Magalhaes. Este hospital se ubicaba en la calle El El Hospital funcionó en sus antiguas dependencias<br />

Salado, y sus primeros facultativos fueron los hasta 1946, cuando una tempestad de gran<br />

doctores Sandford, Jameson y Widdne Sheriff. violencia afectó al puerto y dañó irreparablemente<br />

Destaca también el trabajo abnegado de los su viejo edificio. Este comenzó a ser demolido al<br />

doctores Pedro Schjolberg y Jacques Grunberg. año siguiente, y la nueva construcción finalizó en<br />

También se debe señalar el importante aporte que 1952. Al ser inaugurado, asume como director el<br />

realizaron los doctores José Manuel Serazzi, Jorge doctor Francisco Burgos. Hoy se ubica en calle<br />

Neff y Luis Herrera Rojas, destacados médicos y Arturo Prat nº 1000.<br />

directores del hospital, que dieron lo mejor de sí<br />

para el cuidado de los enfermos y de la salud<br />

pública en Chañaral.<br />

Frontis del Hospital de Chañaral en la actualidad.<br />

82


Bomberos<br />

Bomberos en Chañaral. Para esto se llevó a cabo una<br />

reunión el 29 de septiembre de ese año en la plaza<br />

El Cuerpo de Bomberos de Chañaral fue fundado el de armas de la ciudad, organizada por don<br />

08 de diciembre de 1878. Su creación es el resultado Florentino Pantoja, subdelegado en ejercicio en esa<br />

del esfuerzo y tesón de un visionario grupo de ápoca. En esta reunión se designó un directorio<br />

vecinos, los que preocupados por no contar en la provisorio, que estuvo presidido por don Waldo<br />

comuna con este vital apoyo, deciden organizar Aguayo, el cual tuvo la responsabilidad de<br />

una iniciativa que permita dotar a la naciente organizar la institución.<br />

comuna de este fundamental auxilio.<br />

Dos meses más tarde, se crea el Cuerpo de<br />

Ya en 1867 se hicieron algunos intentos para crear Bomberos de Chañaral. Inicialmente contaba con 80<br />

un cuerpo de bomberos, los que lamentablemente voluntarios, agrupados en tres compañías. La<br />

no prosperaron. A raíz del gran incendio que en Primera Compañía se denominaba “Zapadores”.<br />

1878 afectó a la calle principal de la ciudad, se La Segunda Compañía se llamaba “Bombas”, y la<br />

desarrolló con fuerza un movimiento de Tercera Compañía, “Salvadores”.<br />

ciudadanos que buscó implementar un Cuerpo de<br />

Primer carro de bomberos de Chañaral, que se conserva en una vitrina<br />

adyacente a Calle Merino Jarpa.<br />

83


Sus primeros directivos fueron: Pedro Schjolberg, y funcionó hasta el año 1922,<br />

cuando fue destruido por el maremoto que asoló al<br />

Primer Comandante: Jorge Vitriarius. puerto ese año. También contó en esa época con el<br />

Segundo Comandante: Exequiel Gaete. patrocinio del destacado industrial Federico<br />

Secretario General: Matías Illanes. Varela, quien donó diversos materiales y<br />

Tesorero General: Gregorio Cruz. equipamientos de primera generación importados<br />

Capitán 1ª Compañía: Sótero Wiff. de Inglaterra. La primera bomba a vapor llega a la<br />

Capitán 3ª Compañía: Manuel Magalhaes. ciudad a fines del siglo XIX. Esta bomba, fabricada<br />

por la empresa Merry Weather, de Londres, prestó<br />

El 9 de diciembre de 1880, el Cuerpo de Bomberos servicios hasta 1950. Esta máquina se instalaba a la<br />

de Chañaral obtuvo su Personalidad Jurídica. orilla del mar o en algún pozo, desde donde sacaba<br />

agua para apagar los incendios. Luego se<br />

Su primer cuartel estuvo ubicado en calle desplazaba de manera bulliciosa por las calles de la<br />

Comercio, entre Chacabuco y Las Heras. En 1882, ciudad, dejando una inolvidable estela de humo y<br />

se traslada a calle Merino Jarpa. Este cuartel fue vapor a su paso. Hoy descansa como reliquia en el<br />

construido en terrenos donados por el empresario cuartel de Bomberos.<br />

84<br />

Voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Chañaral. Circa 1950.


El Cuerpo de Bomberos contó, junto a su cuartel, servicio a la comunidad chañaralina, destacando su<br />

con un Teatro que fue construido en 1887 e aporte en la emergencia provocada por el<br />

inaugurado en abril del año siguiente. Este teatro maremoto de 1922, en donde, a pesar de haber<br />

contribuyó a la vida social y cultural de la comuna perdido su cuartel, atendieron a heridos y<br />

durante sus 110 años de funcionamiento. Así rescataron heroicamente a personas arrastradas<br />

mismo, generó una fuente de ingreso para la por el mar, además de tener a su cargo el control del<br />

institución que le permitió solventar gastos en Puerto para evitar saqueos. Otras acciones<br />

tiempos difíciles. Durante su funcionamiento sobresalientes fueron en el gran incendio que se<br />

albergó obras de teatro y musicales de diversas desarrolló en calle Comercio, entre Las Heras y<br />

compañías nacionales y extranjeras. A partir de Miller, en 1938, y el incendio de 1944 en calle<br />

1926 fue arrendado por don Alfredo Aguirre Merino Jarpa. No se puede dejar de mencionar el<br />

Urbina, que lo transformó en un biógrafo. Desde la aporte del cuerpo de bomberos en apoyo a los<br />

década de 1950, es conocido como el “Teatro chañaralinos durante la catástrofe ocasionada por<br />

Windsor”, exhibiendo películas para el deleite de la los devastadores aluviones que azotaron a la<br />

población chañaralina. En 1998 se ocupó por última ciudad el 25 de marzo de 2015.<br />

vez para el estreno de “Malte”, una obra de teatro<br />

del dramaturgo nacional Fernando Cuadra. En la En la actualidad existen dos compañías en la<br />

actualidad el edificio aún persiste, aunque comuna de Chañaral. El superintendente es don<br />

abandonado y en mal estado.<br />

Fernando Pérez Tapia. Su comandante es don<br />

Michel Ramirez Castro. Su sede central se ubica en<br />

El Cuerpo de Bomberos de Chañaral y sus calle Merino Jarpa nº 570.<br />

voluntarios se han distinguido por su dedicación y<br />

Frontis de la sede del Cuerpo de Bomberos en Chañaral, 2014.<br />

85


La Prensa<br />

El desarrollo de la prensa escrita en Chañaral ha<br />

seguido los vaivenes de los ciclos de su desarrollo<br />

minero. Aparecidos durante el siglo XIX, diversos<br />

diarios no solo han informado a la población<br />

chañaralina, sino que también han velado, desde<br />

diversas posiciones políticas, por los intereses de la<br />

localidad, de sus gentes y de su territorio.<br />

Otros periódicos que aparecen durante la última<br />

parte del siglo XIX son “La Razón”, “El Liberal”, “El<br />

Desierto”, “La Justicia”, “El Constitucional” y “El<br />

Minero”, todos ellos de corta vida. Destaca en esta<br />

época el periodista Martín de la Rivera, quien fue<br />

editor de “La Voz de Chañaral”. También sobresale<br />

el periodista Juan Balbontín, director de “El<br />

Desierto” y fundador de “El Constitucional”.<br />

Ambos fueron Alcaldes de Chañaral.<br />

El primer periódico sobre el que se tiene El año 1900 marca la aparición del periódico “El<br />

información es “La Voz de Chañaral”, diario Lábaro”, el que aparece por primera vez en<br />

fundado en 1875 por don Artemón Frías, cuyo septiembre de ese año, siendo fundado por don<br />

primer número salió a circulación el día 04 de julio Braulio Arenas y don Alberto Luna, y que es<br />

de ese año. Este diario tuvo una circulación regular publicado de manera regular hasta enero de 1914,<br />

hasta 1890.<br />

cuando desaparece.<br />

Durante el siglo XX destacaran, por su permanencia, también los siguientes periódicos:<br />

- “La Reacción”, publicado entre 1901 y 1906.<br />

- “El Obrero”, creado en 1903 y de corta vida.<br />

- “El Deber”, publicado entre septiembre de 1904 y junio de 1910. Este diario va ser republicado otras<br />

cuatro oportunidades, apareciendo de manera espaciada hasta su quinta época, la que se extiende<br />

entre en febrero de 1927 y diciembre de 1943.<br />

- “El Progreso”, fundado el 05 de febrero de 1909 y publicado hasta el 31 de diciembre de 1955.<br />

Aparecía tres veces a la semana.<br />

- “El Liberal”, que fue fundado el 14 de febrero de 1914 y publicado hasta el 30 de septiembre de 1922.<br />

- “Avance”, publicado entre marzo de 1919 y febrero de 1941.<br />

- “El Chinche”, periódico de circulación semanal irregular que tuvo su primer número en abril de<br />

1914, llegando hasta el nº 18 en agosto de 1930.<br />

- “La Jornada”, publicado entre agosto de 1936 y mayo de 1950.<br />

- “Las Noticias de Chañaral”, periódico fundado el 15 de octubre de 1960 y que fue publicado hasta el<br />

30 de marzo de 1972.<br />

- “Periódico Presencia”, publicación periódica que existe desde junio de 1996, que se edita en versión<br />

papel y digital, cuyo director es el periodista y escritor chañaralino Pedro Serazzi Ahumada, y cuya<br />

creación marcó el retorno de la prensa impresa local a los lectores del puerto.<br />

86


En el presente siglo se caracteriza por el surgimiento de medios que aprovechan las plataformas virtuales<br />

que facilita Internet. Destaca el sitio del medio “Prensa Chañaral”, diario digital que se publica desde<br />

septiembre de 2012 a la fecha. También encontramos el Semanario 7 Días, que es un medio digital, de<br />

carácter regional, de propiedad de la empresa Atacamacción, que se publica desde 2014. Por ultimo<br />

mencionar al sitio Publi Chañaral, sitio virtual de noticias locales que se publica hace más de una década.<br />

Vista de una calle chañaralina durante las fiestas patrias,1890.<br />

87


CAPÍTULO VII<br />

EL DESARROLLO DE LA MINERÍA EN LA PROVINCIA DE CHAÑARAL<br />

Junto con el descubrimiento y desarrollo del Mineral de Chañaral de Las Ánimas, el esfuerzo descubridor y<br />

la sed de forjar riquezas hicieron que se hallaran y explotaran otros minerales.<br />

El Mineral de Carrizalillo<br />

Ubicado a 40 kms al interior de Pan de Azúcar, fue Su mina principal era la “Descubridora”. Como<br />

descubierto en 1855 por los hermanos Román y señala Aracena, esta mina “ha producido desde su<br />

Juan Ossandón en terrenos de propiedad de Isidora descubrimiento hasta hoi dia dos millones y medio<br />

Goyenechea de Cousiño. Este mineral, a su poco de quintales métricos de minerales, largos de talle,<br />

andar, fue adquirido por el sr. Sanson Waters, los que a su vez suman la bonita cantidad de trece y<br />

quien era el gerente de la Compañía Inglesa de medio millones de pesos. En la actualidad esta rica<br />

Minas. Waters comenzó la explotación en gran pertenencia, aunque relativamente un tanto<br />

escala de este mineral, el que luego de su muerte en agotada, y como que sus alcances posteriores se han<br />

1867, pasaría a manos de una sociedad dirigida por verificado únicamente en las rejiones superficiales,<br />

el metalurgista inglés Pedro Schjolberg. Esta alcanza a producir unos diez o doce mil quintales<br />

sociedad traspasó sus acciones en 1881 a la casa métricos de bronces amarillos de una lei de 12 a<br />

Schwager de Coronel en 2.200 pesos de la época. 14%” (1884: 130).<br />

Obreros en una faena minera hacia 1863. Colección Museo Regional de Atacama.<br />

88


En su visita a este mineral, San Román informa en Su hallazgo despertó mucho entusiasmo en la<br />

1883 que se trata de un pujante mineral en plena región, ya que se pensó que sería un nuevo<br />

actividad, cuyo pueblo cuenta con más de 500 Chañarcillo. En dos meses más de 2.000 personas<br />

habitantes, con maestranzas, planta trituradora de llegaron a La Florida. Las dos vetas que<br />

minerales, además de panaderías, farmacia, tiendas inicialmente descubrió Ramón Araya se<br />

y almacenes. El cobre producido por este mineral denominaron “Descubridora” y “Andacollo”. Una<br />

era sacado por el puerto de Pan de Azúcar, el que serie de disputas y pleitos por inscripción de vetas<br />

fue habilitado solo con este propósito. A pesar de muchas veces superpuestas marcaron el desarrollo<br />

esta noticia, este mineral pronto caería en de este mineral, el cual en sus primeros años dio un<br />

decadencia. En los últimos años del siglo XIX la buen rendimiento. Según Domeyko (citado por<br />

calidad de los yacimientos de este mineral decaerán Vicuña Mackenna 1882: 448), la producción del<br />

significativamente, terminando con su pujanza, lo mineral en 1875 fue de 3,17 toneladas de plata. Diez<br />

que significará su cierre.<br />

años después los trabajos en este mineral estaban<br />

casi abandonados. En 1895 y 1924 se hicieron<br />

El Mineral de Florida<br />

intentos para volver a explotar este mineral, sin<br />

Situado al norte del mineral de El Salado, este mucha suerte aparentemente, según informa<br />

mineral de Plata fue descubierto por el minero Alvaro Herrera Miller (Monroy et al. 2000: 46).<br />

vallenarino Ramón Araya Sierralta en junio de 1873.<br />

Miembros de la Sociedad de Socorros Mutuos de la Mina Camen. Circa 1905.<br />

Mineral de Pueblo Hundido.<br />

89


El Mineral de Pueblo Hundido<br />

Descubierto por Pedro Luján, adquiere<br />

importancia gracias a la explotación que se hará de<br />

las tres minas principales que en él se encuentran.<br />

La primera es la mina “Carmen”, de propiedad de<br />

Pedro Luján. La segunda es la mina “Santa Rosa”.<br />

La tercera es la mina “Manto Tres Gracias”, de<br />

propiedad de Desiderio Ponce, la que luego será<br />

desarrollada por el empresario Basilio Cáceres<br />

Conde. Este establecimiento de a poco dará una<br />

pujante vida a un poblado cuyos orígenes y fecha de<br />

fundación exacta se desconocen. Sin embargo, será<br />

uno de los poblados con el desarrollo más vigoroso<br />

de fines del siglo XIX, el que cuenta en 1883 con 200<br />

habitantes (Aracena 1884: 61).<br />

La llegada del ferrocarril de Chañaral en 1898, y del<br />

longitudinal en 1913, le otorgará a este poblado un<br />

impulso decisivo. En 1917 sus habitantes consiguen<br />

que oficialmente sea declarado como “pueblo” o<br />

“villa”. La extensión del ferrocarril hasta Potrerillos<br />

también significará un aliciente para esta localidad,<br />

ya que a pesar del paulatino agotamiento de su<br />

mineral, sigue desarrollándose. En 1972 va a ser<br />

declarada comuna, separándose de Chañaral, y en<br />

1977, su nombre será cambiado por el de Diego de<br />

Almagro, como se conoce en la actualidad.<br />

Instalaciones y personal de la mina “Manto Tres Gracias”.<br />

Circa 1890.<br />

Vista de Pueblo Hundido, actual ciudad de Diego de Almagro,<br />

hacia 1932.<br />

90


Empresario Basilio Cáceres y su familia. Circa 1890.<br />

91


El Mineral de Inca de Oro<br />

Inca de Oro constituía un punto estratégico para<br />

todos los propietarios de posadas, herrerías y<br />

Inca de Oro, originalmente llamada “Cuba”, fue un carretas, estando al paso de los caminos que iban a<br />

importante centro minero cuyo origen y auge se los principales minerales y minas de la zona.<br />

remonta a mediados del siglo XIX. La explotación Caravanas de carretas llegaban desde la costa y<br />

de mineral de oro realizada al suroeste del pueblo, Copiapó, para después subir a la precordillera<br />

aparentemente le da su nombre. Hacia 1850 se donde se explotaban minas, señala un diario local<br />

explotaban yacimientos mineros cercanos al del siglo XIX.<br />

poblado. Uno de los más importantes fue el de<br />

“Tres Puntas”, que contaba con un pequeño El desarrollo minero en la zona se consolidó en las<br />

villorrio llamado “El Inca”, el que no se relaciona, al últimas décadas del siglo XIX, por lo que se<br />

parecer, con el actual pueblo. La Estadística de las extendió el ferrocarril desde Pueblo Hundido al<br />

Minas del Departamento de Copiapó de 1869 a 1873 mineral de Oro del Inca, tal como se le denominaba<br />

señala al mineral aurífero de “Inca de Oro”, en esos años. El mineral de Oro del “Inca” se<br />

indicando que se trabajan las minas “Buena componía de cinco grupos de minas ubicadas en<br />

Suerte”, “Buena Vista”, “California”, “Candelaria”, distintos sectores geográficos, con sus respectivos<br />

“Capitana”, “Cobriza” y “Cuba” en San Pedro de nombres históricos.<br />

Cachiyuyo.<br />

Ficha minera de 10 centavos de la Compañía<br />

de Inca de Oro y Cobre.<br />

Caravana de mulas y carretas en el interior de Chañaral. Circa 1870.<br />

92


El primer grupo perteneció a la Sociedad Inglesa,<br />

nombrándose las minas Buena Suerte, Cobriza, San<br />

Román, Buena Vista y otras administradas por el<br />

señor Guillermo Collins.<br />

El segundo grupo, se compone de las minas San<br />

Pedro, que es la jefe, Santa Rosa, Colorada, Buena<br />

Esperanza, San Rafael y Candelaria. Al pie de ellas,<br />

y hacia el sur, se halla la “Descubridora”.<br />

En el tercer grupo, llamadas “las minas del llano<br />

sur,” se hallan las minas Constancia, Sebastopol,<br />

Providencia, Magdalena, San Manuel y Cantera.<br />

El cuarto grupo, del sector del llano norte consta de<br />

las minas Tesoro, Guías del Norte, Guías del Sur,<br />

Tránsito, California y San Antonio.<br />

Finalmente, el quinto grupo, estaba compuesto por<br />

las minas Capitana, Cristina y Baja California.<br />

El fin del auge del oro implicó el comienzo de la<br />

decadencia de Inca de Oro. El desarrollo del mineral<br />

de Potrerillos convirtió a Pueblo Hundido en un<br />

importante centro para el transporte y el paso de<br />

insumos, productos y maquinarias para este<br />

mineral. Poco a poco la estación de trenes de Inca de<br />

Oro fue quedándose desocupada. Se convirtió solo<br />

en un punto de paso del ferrocarril entre Copiapó y<br />

Diego de Almagro, transportando a partir de la<br />

década de 1970 solo carga, siendo la estación solo un<br />

mudo testigo de este esplendoroso pasado. El<br />

éxodo de personas del pueblo implicó el cierre de<br />

sus hoteles, la bomba de bencina y las tiendas,<br />

decayendo poco a poco la actividad, perdiendo el<br />

pueblo su importancia.<br />

Vista de las ruinas de la Mina Buena Esperanza,<br />

cercana a Inca de Oro.<br />

Vista de una calle de Inca de Oro. 2014.<br />

93


El Mineral de Potrerillos de la mano de capitales norteamericanos. En 1913,<br />

la Compañía Minera de Potrerillos es adquirida por<br />

Este mineral se ubica en el sector cordillerano de la el empresario minero de nacionalidad<br />

provincia de Chañaral, a 2.800 mts sobre el nivel del norteamericana William Braden. Este empresario<br />

mar. No se sabe muy bien quién fue su descubridor. llevaba muchos años avecindado en Chile, y junto<br />

Francisco Aracena, en 1884, señala que se encuentra con adquirir la empresa, compró todas las<br />

“a más de 30 leguas en línea recta de la costa. Los pertenencias vecinas, con un total de 376 hectáreas.<br />

metales son riquísimos; pero la dificultad de poder En 1916, Braden vende todas sus pertenencias a la<br />

abastecer con regularidad aquellos trabajos y la Andes Copper Company, subsidiaria de la<br />

falta de mas rápida y barata locomoción, tienen Anaconda Copper Mining Company, empresa<br />

necesariamente que quedar relegados al olvido transnacional norteamericana con sede en<br />

aguardando tal vez mejores tiempos. Quede Montana. Entre 1917 y 1927, la Andes Copper Co.<br />

constancia únicamente que el flete de cada quintal realizó intensos trabajos de prospección y<br />

métrico de mineral bajado a Chañaral cuesta dos construcción de diferentes áreas, los que implicaron<br />

pesos, y que la subida de las mercaderías importan la construcción de la fundición, del ferrocarril entre<br />

un veinte por ciento mas todavía sobre los dos pesos Potrerillos y Pueblo Hundido (actual Diego de<br />

que cuesta el mineral de bajada” (1884: 111).<br />

Almagro), las instalaciones Portuarias de Barquito,<br />

la planta eléctrica y el campamento, entre otros.<br />

Tal como lo señala Aracena, la esperanza de mejores Finalmente, en 1927 se genera la primera<br />

tiempos para la explotación de este mineral vendrá producción de cobre.<br />

94<br />

Vista del campamento y la mina de Potrerillos. Circa 1930.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.


Este mineral fue explotado de manera intensiva<br />

hasta su cierre, en 1959. El campamento siguió<br />

habitado, ya que el nuevo mineral de El Salvador y<br />

la fundición le dio vida hasta su cierre, en 2006. La<br />

empresa instaló en Potrerillos un campamento que<br />

trató de reproducir el estilo y estándar de vida<br />

norteamericano, con instalaciones que no tenían<br />

paragón en el Chile de la época. La calidad de las<br />

casas era inigualable. Los clubes deportivos, en<br />

especial el de golf con su cancha. Mención aparte<br />

era el hospital, el cual fue en su época el más<br />

moderno del país y de Sudamérica. Este poblado<br />

contaba, en 1932, con 6.096 habitantes.<br />

La Mina Vieja de Potrerillos fue la primera en<br />

nuestro país que trabajó con un sistema moderno<br />

de extracción de mineral, que es el que caracteriza a<br />

la gran minería en la actualidad. Este nuevo sistema<br />

trabaja con grandes faenas que son capaces de<br />

aprovechar minerales de baja ley, distinguiéndose<br />

por la preocupación por la seguridad de sus<br />

operarios.<br />

Hospital de Potrerillos. Circa 1930. Colección Museo Regional de Atacama.<br />

95


El Mineral de El Salado<br />

Ubicado a 35 kms al este de Chañaral. Fue descubierto en 1835 por el minero coquimbano Pedro Luján.<br />

Señala Francisco Aracena (1884: 84) que este mineral se desarrolla en dos cordones de cerros de alta<br />

elevación que se extienden de cordillera a mar. Entre ambos cordones se encuentra una quebrada de un<br />

ancho de unos 500 mts., en cuyo centro serpentea el río Salado, de escaso caudal. La mayor parte de las<br />

pertenencias mineras se ubican, hacia 1880, en el cordón de cerros norte, abarcando todo el mineral, según<br />

Aracena (op.cit.), alrededor de 200 hectáreas de superficie. Toma su nombre del río que lo cruza.<br />

La calidad y ubicación del mineral hacen que desde sus comienzos sea extraído desde una baja<br />

profundidad, con un sistema de trabajo poco sofisticado. Aracena (1884:87) destaca que “en todo el mineral<br />

no existe una sola mina medianamente bien trabajada, esto es, que sus trabajos se amolden a los adelantos<br />

de la moderna ciencia minera”. De esta manera, se aprecia un sistema básico de extracción, que va a ser<br />

característico en el desarrollo de este mineral. Nos señala este autor que ninguna de las minas asociadas a<br />

este mineral alcanza los 200 mts de profundidad.<br />

Vista de El Salado, según Philippi, hacia la década de 1850.<br />

96


Pirquineros de El Salado. Circa 1950.<br />

97


Luego de Pedro Luján, al poco tiempo la propiedad<br />

del mineral pasa a manos de Eduardo Miller,<br />

ciudadano inglés que en 1831 había sido gerente de<br />

la Compañía Inglesa de Minas de Copiapó, y cuyo<br />

trabajo se concentró en la mina llamada “La<br />

Boquerona”. Otras pertenencias mineras del Salado<br />

fueron adquiridas por el ciudadano inglés José<br />

Weddington. Miller perdió la propiedad de su mina<br />

en un litigio con Roberto Walker, abandonando la<br />

zona y falleciendo en 1868. Weddington dejó<br />

nuestro país en 1859 y falleció en Londres en 1876.<br />

En la década de 1880, el mineral del Salado pasa a<br />

ser propiedad de la Compañía de Minas y<br />

Fundición de Chañaral, de la Casa Edwards. Las<br />

principales minas de este complejo minero, en esa<br />

época, son las llamadas “Limbo” y “San Pedro”.<br />

Aracena señala que “todo el mineral comprende o<br />

puede dividirse en cuatro grupos, trcs en la cadena<br />

o cordón de cerros de la parte norte y uno en la<br />

cadena del sur” (1884: 89). El grupo de minas del<br />

sector nor-poniente del mineral está compuesto por<br />

los siguientes piques: Manto Florido, Clavo,<br />

Confusión, Buena Esperanza (que es la principal),<br />

Manto Verde, San Juan, Desempeño, Estaca,<br />

Brilladora, Marica, Rosario y San Lucas.<br />

El río Salado, entre Llanta y Diego del Almagro, 2008.<br />

98


El grupo de minas del sector norte centro del mineral está compuesto por los siguientes piques: Limbo,<br />

Boqueron, Barrientos, Cerda, Maria Luisa, Descubridora, Desempeño de Montecinos; Jote, San Francisco,<br />

Bella-Vista, Merceditas, Soledad, Josefina, Dulcinea, San José y muchas otras de menor importancia. Las<br />

seis primeras forman un solo grupo, tomando este el nombre de la primera, o sea la Limbo.<br />

El grupo de minas del sector nor-oriente del mineral está compuesto por variados piques, siendo los<br />

principales: San Pedro, Suerte, Campaña, Marques, Carolina, Filadelfia, Guajardo, Santa Ana, Consuelo y<br />

San Antonio. La mina San Pedro es la principal de este grupo.<br />

La instalación del ferrocarril hacia El Salado, en 1873, dio el impulso definitivo para la instalación y<br />

consolidación del pueblo, el cual, a diferencia de otros asentamientos, ha sobrevivido a los avatares de la<br />

industria minera en Atacama.<br />

Trapiche en la salida este del pueblo El Salado. 2012.<br />

99


El Pueblo de El Salado<br />

En su periplo por el desierto de Atacama, realizado en 1853, el sabio alemán Rodulfo Philippi visitó el<br />

mineral de El Salado. Sobre esto el naturalista expresa: "La habitación del administrador de las minas del<br />

Salado se hallaba a 10 leguas de Chañaral; situada en un valle desolado, enteramente pelado hace una<br />

impresión muy melancólica. Los muros son de barro, pardos con manchas blancas y amarillentas, el techo<br />

es de tallo de brea, cubiertos de barro". De estas palabras se puede concluir que en esa época el pueblo como<br />

tal no existía. Se debe entonces a la instalación del ramal del ferrocarril desde el puerto de Chañaral, el<br />

mayor desarrollo de las actividades productivas del sector y la instalación, finalmente, del pueblo.<br />

En el año 1887 ya existían varios negocios y viviendas de mineros que trabajaban en el área, especialmente<br />

de la Compañía de Minas y Fundición Edwards, la que desarrollaba la explotación de mina "Limbo". Ese<br />

año, el diario "La Justicia" de Chañaral mencionaba la existencia de ocho establecimientos comerciales en El<br />

Salado.<br />

Estación de ferrocarriles de El Salado, 2007.<br />

100


Entre ellos sobresalían las tiendas de mercaderías<br />

de Félix Mesías; la de Plácido Guerra y Marco Arán;<br />

los negocios de baratillo de Mercedes viuda de<br />

Sarmiento, de María Valdebenito, de Manuel<br />

Morales y la de Mercedes Álvarez. También había<br />

una carnicería propiedad de Félix Mesías. Sobre la<br />

cantidad de habitantes de este pueblo, se señala que<br />

los residentes permanentes de El Salado serían<br />

cerca de 800 personas, junto a otras 1500<br />

distribuidas en los distintos minerales cercanos al<br />

pueblo.<br />

Hacia 1930, El Salado es un distrito rural<br />

dependiente de la Ilustre Municipalidad de<br />

Chañaral. Cuenta con una veintena de casas que<br />

albergan a más 150 personas. Su economía se<br />

sustenta por la recién instalada Planta de<br />

procesamiento de Minerales y por los trabajos<br />

mineros que desarrollan sus habitantes en los<br />

pequeños pirquenes esparcidos por el poblado.<br />

En la actualidad la actividad económica principal<br />

del poblado sigue siendo la minería, la que se<br />

explota a través de los pequeños mineros o<br />

pirquineros quienes venden el mineral a la Empresa<br />

Nacional de Minería (ENAMI) en la Planta<br />

Osvaldo Martínez Carvajal. Esta instalación<br />

industrial se encuentra en funcionamiento<br />

ininterrumpido desde su fundación en el año 1929<br />

hasta el día de hoy, permitiendo sostener las<br />

actividades de la pequeña minería.<br />

casi completamente, siendo arrasados por el lodo,<br />

barro y escombros poblaciones completas, casi todo<br />

el comercio, y los servicios públicos de la localidad.<br />

El pueblo quedo divido en dos, estando aislado por<br />

varios días, y sin servicio básicos por meses. Aún se<br />

lamenta el fallecimiento de varios de sus<br />

pobladores.<br />

Actualmente el poblado mantiene una importante<br />

población flotante, y residentes los que superan las<br />

2000 personas, las que dependen de la comuna de<br />

Chañaral, administrativa y políticamente. Los<br />

servicios sociales con los que cuenta El Salado son:<br />

la Escuela Básica F-1, la Posta Rural (consultorio), el<br />

Retén de Carabineros y el cuartel de bomberos. Se<br />

encuentra unido a Chañaral por la ruta C-13, la que<br />

conecta a esta misma ciudad y El Salado con la<br />

comuna de Diego de Almagro.<br />

A unos a 15 kms al suroeste de El Salado se<br />

encuentra el complejo minero Mantoverde,<br />

proyecto desarrollado en la actualidad por la<br />

Minera MANTOS COPPER, la que da trabajo a un<br />

buen número de personas del poblado.<br />

Una mención especial requiere el desastre<br />

ocasionado en esta localidad por los aluviones que<br />

afectaron a la región de Atacama, y en particular en<br />

este sector, el 25 de marzo de 2015. La crecida<br />

explosiva y gigantesca del río Salado, afectó no solo<br />

a este poblado, sino también a Diego de Almagro y<br />

Chañaral. En lo particular, El Salado fue sepultado<br />

Calle principal en El Salado, 2013.<br />

101


CAPÍTULO VIII<br />

LA MINA MANTOVERDE, SU DESARROLLO Y PATRIMONIO MINERO<br />

La Mina Mantoverde<br />

El nombre “manto verde” es común encontrarlo asociado a faenas mineras en la segunda mitad del siglo<br />

XIX en nuestra región. Hacia 1870, en Chañaral, existen dos faenas mineras que reciben el nombre de Manto<br />

Verde. Este nombre, al parecer, se asocia a yacimientos mineros formados por mineral base de oxido de<br />

cobre (como la crisocola y la atacamita, entre otras) que se encuentran en superficie y dan un tono verdoso<br />

con tonalidades calipso al suelo.<br />

La primera es una mina que está asociada al Mineral de El Salado. De acuerdo a la Estadística de las Minas<br />

del Departamento de Copiapó para el año 1869 (publicada en 1874), la mina Manto Verde ya está en<br />

operaciones. Se establece en la estadística que esta mina funcionó solo en mayo y junio de 1869, y produjo en<br />

esos meses 3.220 kgs de mineral, del que se obtuvieron 520 kgs de cobre fino, lo que la situó en el lugar nº 30<br />

del ranking de Minas del Mineral de El Salado, siendo la principal en esta época la mina Limbo, la que<br />

produjo 368.146 kgs de cobre fino en seis meses de funcionamiento. Aracena señala, en 1884, que esta mina<br />

se ubica en el sector noroeste del mineral de El Salado, formando parte del complejo de piques de la mina<br />

Buena Esperanza, siendo una mina de modestas dimensiones y producción, aunque de cobre de buena ley.<br />

Rocas de Crisocola.<br />

102


A diferencia de otras minas del mineral, como se profundidad, y Manto Verde, de 80 metros de<br />

señala anteriormente, la Mina Mantoverde trabaja profundidad”. Según Aracena “la esplotacion<br />

de manera artesanal. De acuerdo a la Estadística de mensual de estas dos pertenencias, en la actualidad<br />

las Minas del Departamento de Copiapó para el año (1883), no sube de 800 a 1,000 quintales métricos de<br />

1869 (Op. cit.), esta Mina era trabajada por un solo minerales de baja lei” (Ibid).<br />

operario. Esto podría resultar paradójico y poco<br />

creíble, pero ante la reducida producción y bajo Cabe señalar que en el sector, en esa misma época,<br />

tiempo de funcionamiento, es posible. La se encuentran también la mina “Laura”, de<br />

Estadística de las Minas del Departamento de propiedad de Pedro Schjolberg, y las minas “La<br />

Copiapó para el año 1875 (1876: 225), señala que Verde”, “La Josefina” y “Montecristo”, de<br />

esta mina, ese año, es de propiedad de M. Balbastro propiedad del empresario Eduardo Tellez.<br />

y Compañía, y funciona con 6 operarios.<br />

Es en el siglo XX que este yacimiento minero<br />

“La segunda mina bajo el nombre Manto Verde que adquiere mayor desarrollo. Esto comienza en 1906,<br />

encontramos en el territorio de la comuna de cuando la mina es comprada por la Société des<br />

Chañaral, se encuentra cerca del Mineral de Los Mines et Usines de Cuivre de Chañaral, la que ese<br />

Pozos, al sur del Mineral de El Salado”. Francisco mismo año adquirió también la fundición de la<br />

Aracena (1884:128) indica que a dos leguas al sur Casa Besa y Cía, que fue conocida a partir de ese<br />

del Mineral de Las Ánimas existe una pequeña momento como “La Francesa”. Esto significó un<br />

agrupación de faenas mineras llamada “Grupo de nuevo impulso al desarrollo de Manto Verde, la que<br />

California”. Este grupo se compone de dos minas aumentó su producción de manera significativa.<br />

principales: “Manto California, de 40 metros de<br />

Vista de las canchas de acopio de la Fundición “La Francesa”, hacia 1900.<br />

103


La extracción se sigue haciendo a nivel superficial. El mineral de cobre de aceptable ley es enviado a<br />

Chañaral para su procesamiento. El inicio de las labores con gran empuje de esta compañía se debió al<br />

entusiasmo en el país ante el repunte del precio del cobre a nivel internacional. No obstante, esto fue<br />

momentáneo, enfrentando ya en 1907, problemas derivados de la baja cotización, generada por la excesiva<br />

producción de metal, a raíz de la competencia de las dos fundiciones existentes en Chañaral. Otro de los<br />

problemas fundamentales que se presenta es la constante escasez de agua. Ante la falta del vital elemento, se<br />

produce el cierre de algunas faenas mineras.<br />

El maremoto de 1922 destruye las instalaciones de la Fundición “la Francesa”, cerrando la Société des Mines<br />

et Usines de Cuivre de Chañaral sus operaciones, aunque la Mina Manto Verde continuó sus labores. Así lo<br />

constatamos por las palabras de Risopatrón, que en 1924 señala: “tiene metal de color de buena lei de cobre i<br />

agua en planes i se encuentra a corta distancia al SE de la Estación de Los Pozos, del ferrocarril a Chañaral de<br />

Las Ánimas” (p. 926). De esta forma, la mina Manto Verde durante el siglo XX fue una faena minera con una<br />

explotación continua, siendo en sus inicios una mina de escasa relevancia, explotada de manera artesanal.<br />

Faena Minera en Mantoverde. Circa 1923.<br />

104


Mineros del sector Mantoverde. Circa 1950.<br />

105


En 1948, la Anaconda Minning Company, empresa norteamericana<br />

vinculada a la explotación del Mineral de Potrerillos, hace efectivo su<br />

derecho de compra y adquiere la mina Manto Verde, la cual explota hasta<br />

1950.<br />

En 1964, la compañía minera Santa Rosa S.A. compra los derechos de la mina<br />

y genera un proyecto de desarrollo y explotación del yacimiento, que ejecuta<br />

hasta 1968.<br />

En 1972, la mina Manto Verde es controlada por la Empresa Nacional de<br />

Minería (ENAMI).<br />

En 1976 Compañía Minera Mantoverde SA adquirió el depósito y realizó<br />

pruebas metalúrgicas y un estudio de factibilidad para determinar si la mina<br />

se podría desarrollar a gran escala. Entre 1988 y 1992 Anglo American<br />

incorporó el depósito bajo la filial Minera Mantos Blancos SA. Su desarrollo<br />

industrial comienza en 1995 en el depósito de Mantoverde. El año 2000,<br />

Anglo American adquirió el 99,97% de Minera de Mantos Blancos S.A.<br />

llevando su explotación hasta el año 2015.<br />

A partir de septiembre de 2015, se hace cargo de la explotación del<br />

yacimiento la empresa Mantos Copper S. A., formada a partir de la sociedad<br />

de los capitales de Audley Mining Advisors Limited y Orion Mine Finance<br />

LLP.<br />

En la actualidad la mina Manto Verde es la principal productora de cátodos<br />

de Cobre de la región de Atacama. Junto con el cobre, que es el principal<br />

mineral que se extrae, también se obtiene plata y oro en el yacimiento, en<br />

cantidades proporcionalmente poco significativas. Los principales minerales<br />

de cobre que se recuperan en el yacimiento son la brocantita, la crisocola, la<br />

malaquita y la atacamita. El yacimiento se encuentra orientado en sentido<br />

norte – sur, sobre la falla Mantoverde. El depósito es de poca profundidad, y<br />

por lo tanto el mineral se extrae por el sistema extractivo de rajo abierto.<br />

106


Vista aérea de las faenas de Mantoverde en la actualidad.


En la actualidad este yacimiento se explota en cuatro faenas, todas adyacentes: Mantoverde Norte,<br />

Mantoverde Sur, Kuroki y Manto Ruso. Laboran en ella alrededor de 800 personas. Comprende una mina<br />

de cobre a rajo abierto, con una planta de chancado, sistema mecanizado de transporte y apilamiento del<br />

material; lixiviación en pilas y un proceso de extracción por solventes y electro-obtención, produciendo<br />

cátodos de cobre de alta pureza. También cuenta con una planta desalinizadora de agua de mar, que<br />

permite cubrir todas las necesidades para sus procesos productivos.<br />

Faenas en la Mina Mantoverde. 2017<br />

108


109


Faenas de Mantoverde en la actualidad.<br />

110


El Patrimonio Minero de Mantoverde<br />

Como se ha planteado anteriormente, antes de su explotación a gran escala, el yacimiento de la Mina Manto<br />

Verde, sobre todo durante el siglo XIX, tuvo un desarrollo de baja intensidad.<br />

La explotación de este mineral no difería mucho, de acuerdo a lo que plantea Aracena (1884), al ocupado por<br />

los pequeños mineros. Esta forma artesanal se caracterizaba por el escaso uso de maquinaria, con un<br />

protagonismo de los llamados operarios de la mina, los que en esa época, estaban divididos en:<br />

- Administradores: Eran los encargados de administrar la mina y el responsable de su éxito.<br />

- Mayordomos: Era el funcionario responsable de velar por el efectivo funcionamiento de la Mina en<br />

todos sus aspectos operativos.<br />

- Ademadores: Operario que se especializa en apuntalar las paredes y techos de las galerías de la<br />

mina con maderos, también llamadas Ademes.<br />

- Herreros: Se preocupaban de la mantención y reparación de las herramientas usadas en las faenas<br />

por los operarios.<br />

- Barreteros: Operario que trabaja con una picota o barra, extrayendo el material de la mina.<br />

- Apires: Es el operario que traslada, en un contenedor llamado Capacho, el mineral recién extraído a<br />

las canchas de acopio, llamadas canchamina.<br />

- Canchamineros: Son los operarios que trabajan en las canchaminas seleccionando el mineral.<br />

- Maquinistas: Son aquellos que operaban y mantenían la maquinaria presente en las faenas mineras.<br />

- Pallaqueros: Se encargaban de distinguir y recoger los trozos de piedras con mineral de las piedras<br />

que no lo tenían.<br />

- Pirquineros: Operario que trabaja directamente en el pique o pirquén de la mina, de manera<br />

individual, realizando todas las labores.<br />

- Cocineros: Se preocupaban del procesamiento y elaboración de alimentos para los operarios de las<br />

faenas mineras.<br />

111


Con respecto al sistema de vida y trabajo de los obreros en las faenas mineras de la zona, Benjamín Vicuña<br />

Mackenna (1883: 267-269) nos describe:<br />

“En los operarios de las faenas del Salado y sus alrededores se distinguen dos categorías: los<br />

pirquineros i los operarios a jornal.<br />

Los primeros trabajan independientemente, en una o más labores que el administrador o<br />

dueño de la mina le haya dado de antemano. Pueden tomar a sueldo los operarios que<br />

quieran, pero la mina no responde por los sueldos de los últimos. La mina está obligada a<br />

proporcionarles casa en que vivir, que estas siempre son mui miserables, hechas de pircas i<br />

esteras, i la aviacion consiguiente de la tienda, compuesta de los materiales i herramientas<br />

para el trabajo i los víveres para la mantención. Los pirquineros a su vez están obligados a<br />

entregar los metales que esploten a la misma mina, a un precio fijado al comienzo del mes,<br />

que siempre es de veinte a cuarenta centavos ménos que el corriente de plaza; a pagar un<br />

tanto de arriendo o derechos, que siempre es de diez a treinta por ciento del valor líquido de<br />

los metales deduciendo fletes; a pagar ensayes, estraccion i un tanto para el hospital de<br />

Chañaral en algunas, i finalmente a cubrir la deuda de la tienda por las mercaderías<br />

suministradas en la temporada. Esta es jeneralmente de uno o dos meses de duración.<br />

Los operarios a jornal, unos son barreteros o apires, llenadores, chancadores, carretilleros,<br />

etc. Todos están obligados a trabajar de seis a seis del dia natural, tomando dos horas para<br />

almorzar i comer.<br />

Los barreteros trabajan, ya por metros corridos, o por tiros, o por pulgadas, o al dia. Para los<br />

primeros el sueldo fluctúa de 20 a 40 pesos metro, según la dureza del cerro. Para los<br />

segundos, a razon de 25 a 40 centavos tiro de 18 a 24 pulgadas, segun se presente la potencia<br />

del cerro; o si se pagan las pulgadas únicamente, éstas varian generalmente de uno o dos<br />

centavos cada una. El jornal diario de un barretero es de 1.75 a 2 pesos, o siempre que pueda<br />

proporcionarse un sueldo de 55 a 60 pesos mensuales.<br />

Los apires i llenadores ganan jeneralmente de 35 a 40 pesos al mes; los chancadores,<br />

carretilleros o peones de canchas, propiamente dichos, de 25 a 35 pesos.<br />

A todos se les da la comida o racion, que consiste jeneralmente en una porcion de frejoles o<br />

charqui guisados, un galon de agua i una telera de pan de una libra de peso.<br />

Todo operario a sueldo, como los pirquineros, está obligado a reconocer temporada, sea esta<br />

de uno, dos o más meses, segun la costumbre i reglamento de la faena”.<br />

112


Fiesta en el Mineral. Grabado. 1872.<br />

113


El trabajo de la mina se puede dividir en tres partes. La primera parte consistía en el proceso de extracción<br />

del mineral de la mina. A este proceso se le llamaba “desmonte”, que era realizado por los “barreteros”.<br />

Estos operarios se encargaban de extraer el material, para lo cual utilizaban diversas herramientas,<br />

dependiendo de las características y de la dureza del terreno. Si presentaba mayor densidad, se empleaban<br />

cuñas y combos. Estos últimos se calificaban según su tamaño. Los combos de tamaño pequeño se llamaban<br />

“barrenadores”. Los de mayor tamaño se conocían como “machos” o “aporreadores”. Cuando estas<br />

herramientas eran insuficientes para desprender el mineral, se recurría a la pólvora.<br />

Los mineros excavaban túneles, los que, dependiendo de su orientación e inclinación, recibían el nombre de<br />

Frontón, Pique o Chiflón. Para subir rápidamente por los túneles, los mineros utilizaban escaleras de<br />

“patilla”. Las galerías eran apuntaladas por maderos que eran colocados por los Ademadores, que eran<br />

operarios encargados de esta tarea. Francisco Aracena, sobre la mina Mantoverde, señala que “el moderno<br />

sistema de trabajar minas por medio de galerías simétricas y uniformes que entre labor a labor exista<br />

siempre la misma distancia, por medio de macizos o puentes, aun en este mineral no se ha implantado<br />

verdaderamente. Se conoce palmariamente que todas sus minas se han trabajado pirquineramente, es decir,<br />

avanzándose siempre tras de la mancha o clavo de metal, a pesar de que algunos de los dueños de las minas<br />

del mineral sean algunos de nuestros capitalistas mas opulentos, como lo es la respetable casa de Edwards”<br />

(1884: 87)<br />

Barretero. Grabado. 1872.<br />

Mineros utilizando una escalera de “patilla”.<br />

Grabado. 1882.<br />

114


Apires saliendo de la mina. Grabado. 1882.<br />

Los barreteros compartían los estrechos túneles con los Apires, que se encargaban de trasladar el mineral de<br />

desmonte a la superficie, depositándolos en “Capachos”, suerte de morrales que se colgaban a la espalda<br />

llenos con piedras, cuyas cargas dejaban en los patios de acopio del mineral, llamados “Canchas”.<br />

La segunda etapa del trabajo consistía en el apartado. Después que las piedras son depositadas en las<br />

canchas, los Canchamineros efectúan el apartado, utilizando solo su vista y sus manos. Su trabajo consiste<br />

en “separar los buenos, regulares i deshechos; los primeros se llaman pinta, los segundos despinte i los<br />

terceros rechanques. Estos últimos se dejan a un lado hasta que la mina esté en broceo i poder entonces hacer<br />

de ellos un nuevo apartado, arrojando al desmonte los que se creen sin lei” (Tornero, 1872: 234). Este<br />

desmonte formaba, en las minas situadas en los cerros, pilas inmensas de rodadas que caen cerro abajo. Si la<br />

mina se encontraba en una planicie, se forman grandes pilas con las piedras desechadas o inútiles, las que se<br />

repartían en los sitios en que menos estorben.<br />

115


La tercera etapa es el chancado. Después de apartadas las pintas<br />

y los despintes, se hacen chancar o romper separadamente en<br />

pequeños pedazos, ya sea con una máquina especial movida por<br />

vapor, o a golpe de martillo, operación que era realizada por los<br />

mismos canchamineros. Una vez hecho esto, está ya el metal listo<br />

para ser enviado para su procesamiento metalúrgico, o para ser<br />

vendido en crudo.<br />

Esta forma de explotación minera era la que predominaba en la<br />

zona, y es la que se usaba, de acuerdo a los vestigios encontrados,<br />

en la explotación de la Mina Manto Verde. Aracena (1884: 128)<br />

precisa que la mina Manto Verde contaba con un Malacate de<br />

sangre. Los Malacates han sido uno de los medios más utilizados<br />

para la extracción de mineral y como desagüe de las minas a lo<br />

largo del tiempo. Consisten en un tambor sujeto a un eje vertical<br />

que se hace girar empujado por un animal, generalmente un<br />

caballo o una mula.<br />

Malacate en faena minera. Circa 1930.<br />

Colección Museo Regional de Atacama.<br />

Mineros en la canchamina. Circa 1870.<br />

Antiguo malacate de sangre en Tres Puntas. Circa 1870.<br />

116


La cuerda se enrollaba en el tambor de forma que profundizaban los pozos. Las dimensiones del<br />

sus extremos se movían en sentido inverso, cuando pozo podían ser muy variables, oscilando entre los<br />

uno subía el otro bajaba. Su principal ventaja era la 3 x 2 metros y los 2,5 x 1,5 metros.<br />

economía y la sencillez de su montaje. Muy pocos se<br />

hacían cubiertos. En algunos casos se cubría solo el Señala Aracena que “un malacate de sangre, de<br />

tambor. Para la tracción se utilizaban cuerdas de fuerza de dos caballos tiene de gasto a1 mes de 140 a<br />

cáñamo, cables de alambre e, incluso cadenas. Las 180 pesos, pudiendo sacar en el mismo tiempo, a<br />

cubas tenían una capacidad de 25 a 35 arrobas si una hondura de 100 metros, y con el mismo número<br />

eran para sacar mineral, y de 40 a 78 arrobas si eran de horas de trabajo, unos 2,500 a 3,000 quintales de<br />

para agua. El malacate era adecuado para trabajos a mineral y unos 4,000 litros de agua” (1884: 153).<br />

profundidades medias. Con poca agua, era eficaz<br />

hasta 100 ó 150 metros. Si había mucha agua, la La presencia de un malacate en la mina nos indica<br />

profundidad adecuada para su trabajo era entre 50 que su actividad era relativamente importante y su<br />

y 60 metros. Sin embargo, su uso presentaba sistema de extracción mucho más desarrollado que<br />

dificultades para extraer agua a la vez que se en las minas circundantes.<br />

Canchamineros en plena faena. Grabado. 1882.<br />

117


Hoy en día, los trabajos de extracción de la Mina<br />

Mantoverde han dejado numerosos vestigios<br />

muebles e inmuebles, los que han sido<br />

encontrados por los actuales operarios de la<br />

mina, y cuya conservación no solo es de interés de<br />

los trabajadores, sino que también ha sido<br />

tomada como política de la empresa.<br />

El cuidado del patrimonio cultural minero no es<br />

solo responsabilidad del Estado. Es de interés de<br />

la sociedad, y a eso los principales actores, los<br />

mineros y sus empresas deben aportar<br />

decididamente a generar conciencia de la<br />

importancia de su preservación, y a contribuir al<br />

resguardo físico de este patrimonio, herencia de<br />

las generaciones futuras.<br />

Ruinas de antigua faena minera en Mantoverde<br />

118


1.<br />

2.<br />

3.<br />

4.<br />

Objetos de carácter patrimonial encontrados por operarios en las faenas de la mina Mantoverde: 1. Pala; 2. Clavos;<br />

3. Restos de tetera; 4. Zapato.<br />

119


Estructuras pircadas y de adobe en ruinas, usadas antiguamente por pirquineros en el sector de Mantoverde.<br />

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Luis Aracena<br />

36<br />

Dibam – Museo Regional de Atacama<br />

6-8-12-13-14-21-24-26-27-28-30-34-37-38-39-40-41-42-43-44-45-46-47-48-49-52-53-<br />

55-57-58-62-64-65-67-68-73-75-76-77-79-80- 88-94-95-96-113-114-115-116-117<br />

Carlos González Godoy<br />

10-18-19-20-22-29-35-56<br />

Wolfgang Griem<br />

100<br />

Yuri Jeria Muñoz<br />

10-11-25-31-32-36-56-81-82-101-108-109-118<br />

Tatiana Mayerovich Bahamonde<br />

22-61-119-120<br />

Museo Chileno de Arte Precolombino<br />

16<br />

Colección Jorge Merlez Sagua<br />

50-54-56-59-60-63-64-70-71-74-78-81-84-87-89-90-91-92-97-103-104-105<br />

Manuel Ormazábal Soto<br />

51-93-98-99<br />

Katherine Zambra Álvarez<br />

83-85<br />

127


42

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