De entre todos los géneros literarios, el siglo XX ha sido el más proliferante para la literatura erótica, consolidándose como género propiamente dicho. Su evolución hasta nuestros días ha ido acompañada de los cambios socioculturales de género, donde la industria del sexo ha estado más enfocada, en su mayoría, hacia un público objetivo masculino. Sin embargo, la fina línea que la separa de la novela romántica ha logrado que ahora la mujer también disfrute de su sexualidad abiertamente a través de la literatura.
La literatura erótica se entiende como el conjunto de textos que tienen relación de forma directa o indirecta con temas relacionados con el erotismo y el sexo, sin embargo, es resaltar los matices que la diferencian de la novela romántica e, incluso, de la pornográfica.
Diferencias entre novela romántica, novela erótica y novela pornográfica
Mientras que la novela romántica se caracteriza principalmente por tener una historia de amor que centra su trama y tener un final emocionalmente satisfactorio y optimista, la novela erótica se centra en el desarrollo de la sensualidad y sexualidad del personaje principal.
La literatura erótica se entiende como el conjunto de textos que tienen relación de forma directa o indirecta con temas relacionados con el erotismo y el sexo
Por otro lado, cuando en lo relativo al sexo las escenas son explícitas, se considera novela pornográfica.
Características de la novela erótica
Tras saber la línea que la separa de otros géneros literarios con los que a menudo es confundida, las características principales de la novela erótica son:
- Convergencia de aspectos relacionados con el placer sexual, la exploración del cuerpo desde el deseo y las formas de sexualidad, entre otros.
- Apela a la sensualidad.
- Incluyen la transgresión moral, irreverencia y liberación de tabúes y prejuicios.
- Lenguaje muy cuidadoso y refinado, evitando lo explícito.
- Activa las facultades eróticas del cuerpo.
Origen e historia de la novela erótica
Si bien el erotismo ha sido uno de los objetos de censura más frecuentes dentro del mundo literario, este ha ido evolucionando de acuerdo al contexto social e histórico.
Se cree que su origen está en el Antiguo Egipto debido a la redacción de tratados relacionados con el sexo y, en particular, algunas recopilaciones de posturas sexuales. Sin embargo, los primeros escritos de literatura erótica como tal se remontan a la Antigua Grecia, en torno al año 400 a. C. bajo la pluma del dramaturgo Aristófanes.
También a Antigua Roma es rica en este género literario, cultivado entre el siglo II a. C. y principios del siglo I, así como en la en la Antigua China, durante el período Han (alrededor del año 200 a. C.), época en la que circularon diversos manuales didácticas sobre la práctica sexual. Pero, sin duda, el más famoso y universal manual de sexualidad es el Kámasutra, que apareció en India durante el siglo IV..
Los primeros escritos de literatura erótica como tal se remontan a la Antigua Grecia
Durante la Edad Media y el Renacimiento el erotismo pasa sin pena ni gloria por el contexto histórico, destacando algunos textos principalmente en Italia, aunque también hay resquicios en Francia y la península ibérica.
No es hasta los siglos XVI y XVII cuando se produce la liberación erótica de la mano de la herencia medieval en una de las literaturas más ricas de Europa, la francesa, que explota el género hasta el punto de que, durante la Ilustración, la pornografía literaria se reafirma como medio de crítica y sátira social dirigida a menudo contra la Iglesia católica y las actitudes generales de represión sexual. Avanzando en el tiempo, ya en el siglo XIX se produce el apogeo del erotismo en Centroeuropa, donde surge una nueva corriente del erotismo que lidia con las fronteras entre lo permisible y lo prohibido, como por ejemplo la relación maestro-sirviente de la Inglaterra victoriana, o el masoquismo nacido en Austria.
Yersey Owen 