La verdad, esta frase no la leí en una biografía ni en ningún escrito de Gandhi. La escuché en la película Remember me, que podría resumir toda su temática en estas palabras. Sin embargo, tiene muchísima razón. El mundo en el que vivimos tiene una historia de miles de millones de años. La humanidad ha poblado el planeta desde hace varios milenios y esto nos puede llevar por dos caminos, el de la desesperación o el de la trascendencia.

Nuestro tamaño con respecto a la historia y al universo nos puede hacer sentir tan profundamente insignificantes, que nos puede llevar a la desesperación, incluso al abismo. Podemos pensar que por mucho esfuerzo que realicemos, nunca vamos a hacer algo lo suficientemente grande como para dejar una huella profunda.

Y sin embargo, todos los días tenemos la oportunidad de hacer algo que trascienda en la vida de los demás. Algo que transforme la existencia de aquellas personas con las que nos encontremos y más aún, dejar una huella en la humanidad. A través de nuestras acciones, podemos contribuir al camino de la raza humana a lo largo del tiempo. Así como las generaciones previas nos han dejado conocimientos, valores y estructuras, nosotros somos responsables de dejar a las generaciones futuras un mundo mejor y más avanzado de como lo recibimos. Esta es la ideología detrás de la doctrina social y detrás del concepto de sustentabilidad.

Finalmente, leyendo esta frase cargada de sabiduría, me viene a la mente otra que escuché en un congreso hace algunos meses:

«Si crees que eres muy pequeño para hacer una diferencia, se ve que nunca has pasado una noche con un mosquito»

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