03 Cantavieja, Mirambel y La Iglesuela del Cid2018-12-04T17:01:50+00:00

Ruta 03

Cantavieja – Mirambel – La Iglesuela del Cid

«Porque gigantes fueron
quienes hicieron posible
esa maravilla de plaza porticada.»

Cantavieja

Dejamos atrás el Puerto de Cuarto Pelado y nos dirigimos hacia Cantavieja, Mirambel y La Iglesuela. Las tres de pasado templario, de pasado sanjuanista y las tres protagonistas de las guerras de carlistas.

La primera parada será en Cantavieja donde “sosegadamente recorreremos las calles, las casas, los balcones y ventanas” y nos asomaremos a sus miradores hasta detenernos en “esa maravilla de plaza porticada” que forman el Ayuntamiento, la Casa del Baile y la iglesia de la Asunción, edificio barroco del siglo XVIII construido sobre otro anterior gótico, como atestiguan los tres arcos apuntados del pórtico. Otra joya del gótico que podemos visitar es la ermita de San Miguel, con tres arcos ojivales en su pórtico exterior, que mandó construir el sanjuanista Gonzalo de Funes y cuyo interior guarda su sarcófago de alabastro. Cantavieja ha sido la capital histórica y centro de poder político y económico del Maestrazgo. En el siglo XII fue cabecera de una encomienda templaria que incluía otros seis municipios. Posteriormente pasó a formar parte de la Orden de San Juan de Jerusalén. Fueron los templarios quienes en el siglo XIII levantaron el castillo en el extremo del pueblo. Ya en el siglo XIX, su posición estratégica y su estructura defensiva de bastión roqueño la convirtió en objetivo carlista y tras sus murallas se alojó el general Cabrera.

Nuestra siguiente parada es Mirambel. Esta villa amurallada posee uno de los cascos urbanos mejor conservados de Aragón manteniendo intacto el ambiente medieval. En Mirambel se encuentra uno de los iconos del Maestrazgo, las finas tracerías de yeso y barro que decoran las celosías intramuros del portal de las Monjas, una de las puertas que nos da acceso al recinto. Adosada a ella una torre circular recuerda su pasado templario. Junto al portal, el Convento de las Agustinas Ermitañas del siglo XVI. Recorre José Antonio la villa y se detiene ante los esplendidos palacios renacentistas de los Aliaga y Castellot, con sus galerías de arquillos y sus aleros de roble labrado. Y lo hace también ante la Casa Consistorial, construcción que responde a la tipología de lonja trinquete que se extendió por Aragón en el siglo XVI. Frente a él la iglesia de Santa Margarita, reconstruida tras su destrucción durante la primera guerra carlista.

A mil doscientos metros de altitud se halla otro de “esos lugares insólitos de la geografía torturada” del Maestrazgo: La Iglesuela del Cid. Su sobria torre de Homenaje o torre de los Nublos, evoca su pasado medieval. Por encima se alza la torre de la iglesia y entre ambas un arco nos da acceso a la plaza Mayor. “Nada puede compararse a ese conjunto tan extraordinario y espectacular como es la zona ocupada por el Ayuntamiento y el antiguo convento”. El ayuntamiento posee una lonja con tres arcos ojivales y junto a él, haciendo esquina, la casa del Blinque, con un singular pórtico de madera sostenido por una sola columna de piedra. La iglesia, del siglo XVII, fue construida sobre un templo gótico anterior del que sólo se conserva la nave central y la cabecera poligonal. Cierra este conjunto la casa palacio de Matutano Daudén. Esta edificación del siglo XVIII ha sido recuperada como hospedería. Uno de sus atractivos es la escalera de doble arranque con balaustrada de madera que domina el amplio hall.

Galería fotográfica

Destacamos

Plaza porticada de Cantavieja

Uno de los rincones con mayor interés histórico y artístico de Cantavieja. Dedicada a Cristo Rey, esta plaza forma un conjunto armónico con la iglesia barroca de la Asunción. Tres arcos ojivales la preceden. Junta a ella, el Ayuntamiento, un edificio renacentista que descansa sobre una galería de arcos de medio punto. Un tercer lado de la plaza la delimita el pórtico de arcos ojivales de la casa del Bayle. Cierra el espacio la casa Rectoral.

Torre de los Nublos de La Iglesuela

La torre del homenaje o Torre de los Nublos de La Iglesuela del Cid evoca el pasado medieval de esta localidad. Es lo que queda del castillo templario de La Iglesuela. Un torre de gran altura, de planta cuadrada de 5 metros de lado, coronada por almenas. En la actualidad se encuentra adosada al Ayuntamiento.

Sarcófago de Gonzalo de Funes

Es una de las joyas de la escultura gótico levantina. Se encuentra en la iglesia de San Miguel de Cantavieja mandada construir por el propio Gonzalo de Funes, caballero sanjuanista y que ostentó el máximo cargo de la orden hospitalaria en Aragón. Su sepulcro está hecho de alabastro, decorado con personajes enmarcados en arquerías góticas.

Portal de las Monjas de Mirambel

El portal de las Monjas es uno de los accesos de la muralla que da entrada a Mirambel. Muestra un arco de medio punto hacia el exterior y apuntado hacia el interior. Las finas tracerías de yeso y barro que decoran las celosías de la parte intramuros contrasta con la sobriedad exterior. Su elegancia y delicadeza lo han convertido en uno de los símbolos del Maestrazgo.