¿Que es la atención?

Se puede definir como la capacidad de seleccionar y concentrarse en los estímulos relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite

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orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia. Esta capacidad cognitiva es de gran importancia, pues la usamos a diario. Afortunadamente, podemos mejorar la atención con un plan adecuado de entrenamiento cognitivo.

Tipos de atención

La atención es un proceso complejo que participa prácticamente en todas nuestras actividades diarias. A lo largo del tiempo se ha hecho evidente que la atención no era un proceso unitario, sino que se podía fragmentar en diferentes “sub-procesos atencionales”. De este modo, se han ido proponiendo diferentes modelos para explicar de la manera más fiel posible cada uno de dichos sub-componentes. El modelo más aceptado es el Modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer (1987, 1989), basado en los casos clínicos de la neuropsicología experimental. Según este modelo, la atención se descompone en:

  • Arousal: Hace referencia a nuestro nivel de activación y al nivel de alerta, a si estamos adormilados o enérgicos.
  • atencion focalizada Se refiere a la capacidad de centrar nuestra atención en algún estímulo.
  • Atención sostenida: Se trata de la capacidad de atender a un estímulo o actividad durante un largo periodo de tiempo.
  • Atención selectiva: Es la capacidad de atender a un estímulo o actividad en concreto en presencia de otros estímulos distractores.
  • Atención alternante: Consiste en la capacidad de cambiar el foco atencional entre dos o más estímulos.
  • Atención dividida Se puede definir como la capacidad que tiene nuestro cerebro para atender a diferentes estímulos o actividades al mismo tiempo.

¿Cómo mejorar la atención?

Organízate. Necesitarás organizar tu vida para tener al menos una posibilidad de prestar atención a las cosas pequeñas. Esto significa tener orden en tu vida laboral o escolar y llevar un registro de las citas y las tareas para que no te sorprendas cuando llegue el momento de cumplirlas.

Elabora listas. Las listas son una manera verdaderamente útil de tener orden y asegurarte de saber cómo y cuándo todos tus asuntos tienen que encajar. Será menos probable que pierdas el rastro de los detalles cuando los escribiste y los guardaste en un lugar que ves todos los días (una lista perdida es igual de útil que un globo de plomo).[

  • Prepara una lista de largo plazo y otra de corto plazo (puede una lista semanal o diaria) para que puedas planear las cosas con anticipación. Cuando los eventos de la lista de largo plazo se aproximen, llévalos a la lista de corto plazo. De esta manera no te sorprenderás por ningún evento inesperado en tu programación.
  • Cuando completes un evento de tu lista, táchalo. De esa manera sabrás con certeza que cumpliste con ese evento y no estarás en la incertidumbre tratando de recordar si cumpliste con cada paso de un elemento de la lista en particular.

Sigue una programación específica. Si vas deambulando por la vida y cada día es un desorden diferente de horas y eventos, organízalos en una rutina que siga un ritmo general. Tu cerebro notará más rápidamente cuando olvidaste un detalle, a diferencia de si cada uno de tus días es una mezcla desorganizada de varias cosas.

  • Asegúrate de acostarte y levantarte a las mismas horas especificadas (por ejemplo, vas a dormir a las 10:30 p.m. y te levantas a las 7:30 a.m.) De esta manera tu cuerpo estará en una rutina única y podrás dormir lo suficiente para que tu memoria trabaje mejor.

Limita las distracciones. Las distracciones vienen una variedad de formas: tu familia, tus amigos, tu compañero de trabajo molesto que no deja de hablar, el internet e incluso el hambre. Cuando te distraes y tratas de prestar atención a los detalles de un proyecto o de una tarea, no podrás recordar las cosas fácilmente y será más probable que olvides los detalles.

  • Trabaja en un lugar que favorezca la concentración, es decir, que no esté demasiado cálido, con buena iluminación y con pocas personas que transiten por el sitio. En la escuela, una esquina agradable en la biblioteca generalmente es una buena opción. En el trabajo, haz tu mejor esfuerzo para que tu oficina o tu cubículo sea fresco y tenga la iluminación adecuada.
  • Pon tu teléfono en modo silencioso y dile a tus amigos y familiares que no te llamen cuando estés trabajando, a menos que se trate de una emergencia.
  • Si trabajas en tu casa, evita hacerlo desde la cama y trata de designar un espacio organizado para el trabajo.
  • En lo que respecta a tu compañero de trabajo molesto, si es posible cierra la puerta o de lo contrario dile: «me encantaría conversar, pero en realidad tengo que terminar este proyecto. En un rato vengo para que hablemos». También puedes decirle que se marche, dependiendo de la personalidad de tu compañero de trabajo y de tu relación con él.

No hagas varias cosas a la vez. Al hacer varias cosas a la vez dispersas tu atención en varias tareas en vez de concentrarte en un asunto específico, lo que significa que al final no podrás prestarle toda tu atención a cada tarea ni organizar todos los detalles.

  • Con la lista que preparaste puedes alternar todos tus proyectos, dándole toda tu atención a cada uno de ellos sin tener que revisar tu teléfono, tu Facebook o pensar en lo que vas a comer en la cena.
  • Si te encuentras haciendo cosas como planeando la cena o preguntándote si pagaste las facturas, escribe tu idea o tu preocupación (puedes añadirla a la lista) y regresa al proyecto en el que se supone que debes estar trabajando. De esta manera recordarás que debes encargarte de un asunto después y no te obsesionarás al respecto.
  • En ocasiones tienes que hacer varias cosas al mismo tiempo o tienes que conservar tu energía permitiendo que algunos detalles se escapen, ya que en ocasiones tienes muchos asuntos que atender. Concentra toda tu atención en los proyectos más importantes para captar todos los detalles, a la vez que no te preocupas tanto por los proyectos menos relevantes.

Haz ejercicio. El ejercicio ayuda a mejorar tu memoria y tu capacidad de concentración, además de ser beneficioso para tu cuerpo entero. Para mejorar tu atención a los detalles y mantener tu memoria en un estado óptimo, querrás realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario.

  • Tu rutina de ejercicios puede ser tan simple como caminar al supermercado luego de trabajar o usar la bicicleta para ir de tu casa a la oficina y viceversa (no olvides llevar contigo la ropa de trabajo en el caso de que llueva o te caiga lodo). También puedes practicar yoga durante 30 minutos, salir a correr o incluso poner algo de música y bailar.

Ejemplos de atención

  • Durante la conducción hacemos uso de todos los sub-procesos convencionales: Necesitamos estar despiertos al volante (Arousal), ser capaces de centrar nuestra atención en los estímulos de la carretera (Atención focalizada), ser capaces de mantener la atención durante largos periodos de tiempo en lo que ocurre en el trayecto (Atención sostenida), ser capaces de no distraernos con estímulos irrelevantes (Atención selectiva), ser capaces de cambiar nuestro foco de atención repetidas veces de nuestro carril al carril de al lado cuando vamos a adelantar (Atención alternante) y ser capaces de realizar todas las acciones necesarias para la conducción, como usar los pedales, manejar el volante y cambiar de marcha a la vez (Atención dividida).
  • La atención va a ser el primer requisito para aprovechar las horas de clase o de estudio. Naturalmente, necesitamos estar despejados para entender aquello que leemos o escuchamos, y así evitar leer una y otra vez la misma línea sin enterarnos de su contenido. Tiene especial importancia la atención sostenida durante las clases o el estudio, ya que a veces resulta monótono procesar tantos datos durante tantas horas y terminamos distrayéndonos. Esto deriva en pérdida de tiempo e información, con consecuencias negativas en el rendimiento académico.
  • La atención también es indispensable para cualquier trabajo. Desde aquellos trabajos de oficina en los que necesitamos leer y rellenar documentos, pasando por los controladores aéreos, deportistas, cajeros, transportistas, médicos, barrenderos, hasta grandes ejecutivos. Todas las profesiones van a requerir de varios o todos los tipos de memoria.
  • En nuestro día a día también empleamos constantemente la atención. Desde que nos levantamos hasta que volvemos a dormirnos, nos valemos de los diferentes tipos de atención para ser eficaces. La falta de atención puede llevarnos a que confundamos y tiremos la cuchara a la basura y el envase del yogur al fregadero. Para evitar esto, para leer un libro, ver una película, hacer la comida, asearnos o quedar con nuestros amigos, necesitamos la atención.

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