La violencia escolar es un fenómeno en el cual una persona sufre la violación de sus derechos dentro de un ambiente escolar. Ya sea mediante el uso de la fuerza física, verbal o psicológica.
Si bien es habitual que se de entre alumnos, lo cierto es que también puede afectar a todos quienes componen la comunidad educativa. Este hecho perdura en el tiempo. No se trata solo de una agresión, sino que se intensifica y puede desencadenar graves consecuencias, tanto para la víctima como el/la o los victimarios.
Y en estos casos, siempre la preocupación suele recaer sobre la víctima, pero hay enfrente una persona que llega a cometer una acción que suele tener un origen respecto a su vida personal.
Causas de la violencia escolar
Situación familiar compleja: En muchos casos, los jóvenes que incurren en actitudes de bullying hacia otro estudiante repiten conductas que ven en su hogar. Puede tratarse de víctimas de maltrato o abuso, por lo que normaliza estas situaciones y lo realiza en la escuela, no dándose cuenta del daño que está generando. La falta de contención y atención dentro de su núcleo familiar también pueden desencadenar estos hechos.
Discriminación fomentada desde los estereotipos: Otro motivo por el cual se genera la violencia escolar es la discriminación hacia un grupo determinado. Esto puede ser por nacionalidad, color de piel, religión, orientación sexual y tantos otras aristas.
Ausencia de valores, límites y reglas de convivencia: Muchos de los jóvenes que realizan acoso escolar es porque han comprendido, a través de su historia de vida, que las cosas se solucionan a través de la violencia, ya que así lo han hecho con ellos.
En cualquier caso, es importante comprender el caso de cada sujeto que realiza violencia escolar, para ver qué hay detrás de esa seguridad hacia sus compañeros. Cuando un niño o niña está expuesto/a a estas situaciones, registra todo en su memoria.
Para el niño o niña que práctica bullying, la violencia es un instrumento de intimidación. Él o ella considerará que su actuación es correcta, y, por lo tanto, no se autocondena.
¿Cómo reaccionar frente a un hecho de violencia si soy testigo?
Es importante alzar la voz y no callarnos. Avisar a las autoridades escolares, hablar con la víctima y tratar de detener la situación.
No dejar pasar la situación. Reaccionar frente a este hecho, repudiar la conducta y no adherir ni riéndonos ni sumándonos.
