El mito del ave fénix, resiliencia, y transformación

INTRODUCCIÓN: post en el contexto "COVID19" y que nos hace reflexionar sobre nuestro futuro,  en el necesario reposicionamiento, aprendizaje, transformación, en cómo analizamos nuevas perspectivas o incluso planteamos grandes y urgentes cambios (por obligación, oportunidad, ...)

El mito del ave fénix

Es un mito bien conocido, que viene nutriendo prácticamente todas las culturas, doctrinas y raíces de leyenda de nuestros países. Y no es para menos, pues es un símbolo de poder y sabiduría profunda. Se decía además que poseía una increíble fuerza y que sus lágrimas tenían propiedades curativas (por si alguien quiere releerlo se cita al final del documento).

RESILIENCIA: No solo vamos a recuperarnos…

Vivimos una sola vida. Cada uno de nosotros una sola. Corta, larga, feliz, con penurias. Como queráis: pero una sola. No más. Del resto no conocemos NADA. La pandemia que ha azotado el mundo en febrero/marzo del 2020 ¿Nos lo está impidiendo?

Se desmoronan los cimientos por que nos quedamos quietos, nos paramos; paralizamos (o relentizamos/ajustamos a la mínima expresión) industria, servicios, turismo, administraciones, cultura, educación,... Por otro lado tenemos el sistema sanitario saturado. Unos se paran y otros se saturan. El ying y el yang.

A mi me toca trabajar confinado en casa, como muchos: un teletrabajo "extraño". Y ya estoy de lleno en la tesitura de cambiar y transformarme por que buena parte de lo que hacía hasta ahora ya no tiene sentido y no se si lo volverá a tener… O cambio o... ¿me quedo sin trabajo?

¿Cómo aplicamos El mito del ave fénix, resilencia, y transformación en nosotros mismos Pues precisamente eso es lo que tenemos que hacer todos si no queremos quedarnos fuera de juego…

1. Coge tus principales fortalezas. No me seas "loser" que las tienes! Las tengo yo ¿Cómo no vas a tenerlas? Escudríñate los sesos!

2.Hazte aun más fuerte: formación, entreno, recordar, releer, consultar, preguntar. Hazlo como te de la gana pero refuérzate!  

3. Observa, mira a tu alrededor: mira tu contexto, las personas que te rodean, las que te necesitan, las que tu necesitas, mira que van a poder necesitar. No me fastidies! Ten paciencia; no es fácil: por que no estamos acostumbrados a hacerlo. Pero puedes encontrarlo!

4. Piensa y prepara: lo tienes todo para diseñar tu cambio, tu transformación, tus mejoras, tu futuro. Un plan que utiliza lo que tu dominas, que además has mejorado, que tiene en cuenta las necesidades de tu entorno y la situación actual.

5. Ejecuta: sin dudar, transfórmate, adáptate, no puedes fallar, aunque no va a ser fácil por que la situación es compleja y deberás repetir este ejercicio una y otra vez. Como el Ave Fénix: prepara el nido con lo mejor por que cuando esté en apuros y deba transformarse lo pueda hacer con éxito.

6. Revisa: ¿Ha funcionado? ¿Puedes mejorar aun más? Hazlo y vuelve a repetir el proceso!

Si un "loser" como yo lo está haciendo… ¿Quién te va a parar a ti?

¿Eres resiliente?

En una web leí los doce hábitos que las personas «resilientes» deberían tener / tienen…. Veámoslos…

1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. 
2. Son creativas. 
3. Confían en sus capacidades.
4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender.
5. Practican el mindfulness o conciencia plena. 
6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. 
7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. 
8. No intentan controlar las situaciones, sino sus emociones. 
9. Son flexibles ante los cambios. 
10. Son tenaces en sus propósitos.
11. Afrontan la adversidad con humor. 
12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. 

La verdad, y perdonad que me repita en mi calificativo de "loser" (pero ¿qué queréis? lo soy!), a partir del hábito 5 incluido, carezco total o parcialmente de ellos…

Pero no me importa en absoluto: al contrario, me hace pensar en aceptarlo como un reto (hábito 4) y eso me permite seguir aprendiendo, y me da motivación extra. Esa, para mi, es la clave.

Cada uno de vosotros podéis buscar vuestra propia clave, aquello que os motive, aunque sea una carencia… Eso os hará fuertes!

Y como os decía, no se si mi nido y yo mismo estoy ardiendo pero ha empezado mi momento de cambio. Si os sirve de ejemplo…

1. He encontrado y estoy ya potenciando aquello en lo que soy mejor. 
2. Estoy reflexionando y creo que ya tengo una buena foto de la situación y de las necesidades (pero quiero seguir mirando lo que sucede a mi alrededor). 
3. Mi plan no está acabado a pesar que ya empieza a tener «líneas de código». 
4. Y aun es un poco pronto para la ejecución. Pero no queda mucho… Lo fundamental es que mi camino hacia la combustión y transformación está «iniciado» y confío en que obtendré resultados.

Y si aun os queda algún atisbo de dudas, volvamos al inicio y repitámonos: 

Vivimos una sola vida. Cada uno de nosotros una sola. Corta, larga, feliz, con penurias. Como queráis: pero una sola. No más. Del resto no conocemos NADA.

¿NO es suficiente? ¿En serio?

De nuevo: Vivimos una sola vida. Cada uno de nosotros una sola. Corta, larga, feliz, con penurias. Como queráis: pero una sola. No más. Del resto no conocemos NADA.

Y cuéntame.. ¿Cómo vas a transformarte tú?

fuente: https://looserstable.com/resiliencia/

El Ave Fénix en el paraíso cristiano

Se cuenta que en el origen del Edén, el paraíso inmortal que Dios construyó en la Tierra, bajo el famoso Árbol del Bien y del Mal floreció un pequeño arbusto de rosas. Allí mismo, junto a su primera rosa nacería un pajarito de plumas preciosas y un canto incomparable.

Este pájaro fue el ser con los principios más férreos, pues fue el único que no quiso probar las frutas del Árbol del Bien y del Mal, siendo así fiel al precepto divino que había sido marcado como condición para permanecer en el paraíso.

Cuenta la historia que, cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por comer de la fruta prohibida por Dios, cayó sobre el nido de este pájaro una chispa de la espada de fuego de un querubín y así el ave ardió al instante.

Pero de estas propias llamas, surgió una nueva ave, el Fénix. Su plumaje era inigualable, con alas de color rojo escarlata y un cuerpo dorado. Dios lo había premiado con la inmortalidad por su fidelidad, así como con sus demás cualidades: el conocimiento, las lágrimas curativas o su increíble fuerza.

La misión de este Ave Fénix será la de transmitir el conocimiento que atesora desde el origen al pie del Árbol del Bien y del Mal y servir de inspiración a los buscadores de este conocimiento en sus trabajos, tanto artistas como científicos.

Hoy, este ave Fénix, con su conocimiento, nos recordará que no hay pandemia, desastre, sufrimiento o calamidad que no sólo no podamos superar sino que nos haga mucho más fuertes y mejores. Unir El mito del ave fénix, resiliencia, y transformación es nuestro objetivo para hacerlo posible TODO.

¿O acaso no te gustaría vivir en el paraiso?