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loL,] o pa",j"lm~nte e.'l" obra
por cualquier medio, sin permiso
pre"io de ",ta Edilon.I. LA TÉCNICA Y EL TIEMPO
"Lo Ir¡;h";qmd ir fe",pf" (Tomo III)
«> l:IernardStiegler
3
e '"I':dirioflS G'üilée" 2(1)1
El tiempo del cine
y la cuestión del malestar
cultura Libre
iD el" la traducóón, Bealh, .\Iorak, Bascos
~ Argiraktxe Hirll, S.L.
Aparrado Correo, :-J" 184
20280 Hondatrihia (Gipuzlwa)
e-tn"il: hiru@cuskalnel.ncol Bernard Sti~g¡er
www.biru-cd.corn

Di"i;" de la cnkeción:
Cr-'tJro"'-rl
.\-la'-jllnación Tiaduccián:
1:'1''' S"s/re
Beatriz Morales Bastos
Impresión: Gújlú.r LiZ'lrra, ,\'.L
D"pósito l.q,.l: :'--1,\--'078_2004
lS13:'--1 84-957ilr,-77_X

Obra publicada COn b ayuda


del Mini,ter;" franc,,, ,k Cultura-Centre l\a,;rlfial du I.i",c
Capítulo primero

EL TIEMPO DEL CINE

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1. El deseo de historias

La tendencia a creer en historias y fabulas, la pasión por los cuentos,


que aún habitan en el anciano que se las satisface al niño, se mantienen
de generación en generación porque Jan el vínculo entre estas g-enera-
ciones. Insaciables, prometen otras generaciones futuras, la escritura de
nuevos episodios de una vida finura, que hay que inventar, que fabular.
Este muy arcaico deseo del relato domina todavía a las sociedades
modernas: anima los más complejos y secretos engranajes. Pero l-as con-
diciones para satisfacerlo se han transformado radicalmente.
Se ha convertido en el objeto de una actividad Industrial a escala mun-
dial. Lo que Horkheimer y Adorno llamaron las "industrias culturales"
constituye desde ahora el centro mismo del desarrollo económico, cuyo
más íntimo resorte sigue siendo sin duda el más antiguo deseo de histo-
rias -que es él mismo la llave del deseo en general. Pero este deseo está
actualmente tan sometida a las condiciones de desarrollo de las industrias
de la transmisión, cuyo triunfo conocen este final del siglo XX e inicio del
tercer milenio, que podemos preguntarnos sobre la perennidad de la posibi-
lidad misma de transmitir, cuando menos como acto de una herencia, efec-
tividad de una relación y enunciacián de una filiación entre generaciones.
El comercio mundial se desarrolla movilizando unas técnicas de
persuasión que deben todo a las artes de la narración. N"ingún aconre-
CImiento sucede independientemente del deseo dI; historias. Las redes

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mediáticas v las industrias de programas explotan esta inclinación <1 la
fabula utili;ando sistemáticamente los recursos específicos de las técni-
cas audiovisuales: el cine ocupa un lugar muy particular en este hon-
zonte de cuestiones mmcnsa s.
2. El aburrimiento
Las técnicas de la imagen y del sonido ---conjugadas desde hace poco
con la informática v las te1ecomulllcatÍones- suscitan la creencia en las
historias que ellas 'cuentan con una potencia completament.e singular, ¿Quién, alicaído en un domingo por la rarde de otoño, una de esas
nunca igualada. Pero al mismo tiempo arrojan la duda y slem~ran la tardes en las que no se tiene ganas de hacer nada y en las que, sin
incredulidad respecto al porvenir del mundo 'lUlO ellas contribuyen embargo, uno se aburre de no hacer nada, quién no ha experimentado
ampliamente a conmocionar. el modesto deseo de ver una película vieja, cuya historia poco importe,
ya sea en el cine de aliado SI se habita en una ciudad y se tiene un poco
Si la influencia de la narración filmada sobre su público procede
de dinero, ya sea en el vídeo si se posee uno, ya sea, cansado, ericen-
fundamentalmente del más antiguo deseo de historias, de un deseo que
diendo la televisión donde finalmente, aunque no haya una película
se encuentra en cualquier época de la humanidad y precede a cualquier
sino una serie mediocre, incluso una emisión miserable, sin embargo se
era particular de las artes y de las maneras de hacer cre.er en e~tas histo-
dejará llevar por el flujo de, las imágenes?
rias, sin embargo hay que analizar con todo detalle la ,"mgulandad de las
técnicas aparecidas con el cine, que dominan más 'lUlO nunca el con- rPor qué no apaga entonces la relc para coger un libro, por ejemplo,
junto de las producciones de las llamadas industrias "de progr~mas", un libro en el que s~ cuente una bella historia, una historia sólida y hien
para poder dar cuenta de la incomparahle eficacia de la Imagen animada escrita? ¿Por qué en esos domingos por la larde e! movimiento de las
sonora, para comprender el extraordinario efecto de creencia ~ue ésta Imágenes prevalece sobre el de las palabras inscritas en los libros helios-
produce sobre su espectador, para explicar cómo y por qué '" eme, c~n­ Es que no se puede hacer otra cosa qUlO mirar. Y aun cuando lo que
vertido en televisión, es decir, en red técnica productora y dijusor de snn- se mira sea una bobada, a poco que el director tenga alguna habilidad
halos producidos por una industria planetaria, puede colmar el deseo uni- para explotar las posibilidades vídeo-cinemarojnáficas, sabrá atraer
versal de ficción y con ello mismo condicionar el devenir de toda la huma- nuestra atención sobre el curso de las imágenes de tal manera que, sean
nidad a riesgo de agotar su deseo de historias. cuales sean, querremos ver las siguientes. Nos adheriremos al tiempo de
Este análisis es tanto más necesario cuanto que la singularidad del este transcurso, nos olvidaremos en él, nos perderemos quizá en él (per-
cine revela la singularidad del "alma humana" en tanto que tal: exhu- deremos nuestro tiempo en él) pero, sea como sea, habremos sido lo
ma tecnológicamente el "mecanismo" de! "arte escondido" en sus "pro- suficientemente captados, SI no cautivados, como para llegar hasta el
final. Durante los noventa o cincuenta y dos minutos que habrá durado
fundidades" .'
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este pasatiempo, el tiempo de nuestra conciencia habrá pasado total-
mente en e! de estas imágenes en movimiento, unidas entre ellas por
ruidos, sonidos, palabras y voces. Noventa o cincuenta y dos minutos de
nuestra vida habrán pasado fuera de nuestra vida real, en una vida o en
las vidas de los personajes, reales o ficticios, a cuyo tiempo nos habre- 3. Los dos principios fundamentales del cine
mos adaptado, cuyos acontecimientos, que nos ocurrirán como les han
ocurrido a ellos, habremos adoptado.
En el cine nunca tenemos que tener cuidado de no perder e! hilo de!
Si por suerte la película era buena, nosotros que habíamos acudido texto: no hav texto. 0, de haber uno, entra en nosotros sin que tenga-
a ella con esa pereza total que sólo autoriza la imagen animada sonora, mos que ir a buscarlo. Se enlaza con nuestro tiempo, se convierte en el
en la que se puede dejar que se haga todo sin intervenir para nada, III tejido temporal de estos noventa o cincuenta y dos minutos de concien-
siquiera, como es el caso de un libro, para recorrer las frases escritas y cia inconsciente que caracteriza al ser extrañamente inmovilizado por el
volver las páginas con cuidado de no perder el hilo del texto, en el caso movimiento que es el espectador de una película.
de que la película sea buena saldremos, sin embargo, menos perezosos
Es que el cine conjuga dos principios fundamentales:
y incluso rehenchidos de vida, cargados de emociones y de deseos de
actuar o habitados por una nueva visión de las cosas, y la máquina cine- 1. El registro cinematográfico es una extensión de la fotografía. La
matográfica, haciéndose cargo de nuestro aburrimiento, lo habrá trans- fotografía es una técnica de registro analógico que he analizado, en La
formado en energía nueva, lo habrá rransustanciudo, habrá hecho algo desorientación", como este efecto de real del que Roland Barthes había
de nada -de este sentimiento terrible, casi mortal, de un domingo por la dado cuenta demostrando que el nnerna de la foto es el "esto-ha-sido".
tarde de nada. El cine nos habrá devuelto la espera de algo, que debe Llamo "referente fotográfico" no a la cosa facultativamente
venir, que vendrá y que nos vendrá de la vida: de esta vida que se supo- real a la que remite una imagen o un signo, SIllO a la cosa
ne que no es ficticia y que reencontramos cuando al abandonar la sala necesariamente real que ha sido colocada ante el objetivo, sin
oscura nos sumimos en la luz de! día que se acaba. la cual no habría fotografía. La pintura, por su parte, puede
fingir la realidad sin haberla visto. [...] En la fotografía,
nunca puedo negar que la cosa ha estado ahí. Hay doble rea-
lidad conjunta: de realidad y de pasado.
Mirando una foto, induyo fatalmente en mi mirada el pensa-
miento de este instante, por breve que sea, en el que una cosa real
se encuentra mm6vil ante el ojo. Transfiero a la toma pasada la
inmovilidad de la foto presente, y es esta detención lo que
constituye la pose.'

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El instante de la toma coincide con el instante de lo que es captado y ce este "efecto de real", es decir, de creencia, en el que el espectador es
es en esta co-incidencia de dos instancias donde se funda la posibilidad instalado por anticipado por la técnica misma;
de la conjunción de pasado y de realidad que permite esta "transferen- - por otro lado, la coincidencia entre el flujo de la película y el flujo
cia" de la inmovilidad de la foro en la que el presente del spectator coin- de la conciencia del espectador de esta película que por el juego de!
cide a su vez con e! aparecer del spectrum.' movimiento creado entre I~s poses fotográficas, relacionadas entre ellas
2. Cuando se hace sonoro, el cine Integra igualmente el registro por el flujo fonográfico, desencadena el mecanismo de adopción comple-
fonográfico. El fonograma, como la foto, procede de una técnica de ta del tiempo de la película por el tiempo de la conciencia de! especta-
memorización artificial analógica. Por esa razón, 10 que es verdadero de dor que en tanto que es ella misma un flujo, se encuentra captada y
la foto lo es también, hasta cierto punto, de todo fonograma: cuando "canalizada" por el movimiento de las imágenes. Este movimiento,
escucho un concierto grabado en un disco, Incluyo en mi audición que investido de! deseo de historias que vive en todo espectador, libera los
este concierto "ha sido", ha tenido lugar. Pero la verdad de la foto sólo moonruauos de conciencia típicos de la emoción cinematográfica.
es la de! fonograma hasta un cierto punto porque en el fonograma tengo
que ver con un objeto fluido, con un transcurso que modifica los térmi-
nos del análisis: el objeto musical es un flujo en el que es imposible pro-
ceder a una ruptura sonora instantánea. No conoce pose: compete a la 4. La conciencia de "la ilusión cinematográfica"
fenomenología de lo que Edmund Husserl llamaba objetos temporales.
Si el cine puede ser sonoro es porque la película, en tanto que técni- En La imagen-mooimicruo, Gilles Deleuze trata de invertir lo que
ca de registro fotográfico capaz de restituir e! movimiento, es ella misma Hcnri Bergson dice de la "ilusión cinematográfica" en La evolución cre-
un objeto temporal que compete a análisis fenomenológicos propios de adora y que él resume de este modo:
este tipo de objeto. Una película, como una melodía, es esencialmente
[El cine] procede con do, datos complementarlos: unos cor-
un flujo: se constituye en su unidad como un transcurso. Este objeto
tes instantáneos que se llaman imágenes; un movimiento o
temporal, en tanto que flujo, coincide con el flujo de la conciencia del un tiempo Impersonal, uniforme, abstracto, invisible o
que es el objeto -fa conciencia del espectador. imperceptible LJue e,tá "en" la cámara y "con" e! que se
Conclusión de estas dos observaciones, la singularidad de la técnica hacen desfilar las imágenes. El cine nos entrega, pues, un
falso movimiento, es el ejemplo típico del falso movimiento.
del registro cinematográfico resulta de la conjullctón de dos coincidencias:
Pero es CUBOSO que Bergson dé un nombre tan moderno y
- por un lado, la coincidencia fotofonográfica entre pasado y reali- tan reciente (vcinematográfico") a la más vieja ilusión ..
dad ("hay doble posición conjunta: de realidad y de pasado"), que indu- ¿Hay que comprender que, ,egún Bergson, el eme sería sólo

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la proyección, la reproducción de una ilusión constante, uni-
versal? rComo si siempre se hubiera hecho cine sin saberlo?'

Sin duda Deleuze tiene razón al objetar a Bergson que la reproduc-


ción de la ilusión es "también, en cierto modo, su corrección". Pero no
saca todas las consecuencias de ello -precieamente porque no tiene en 5. «El efecto Koulechov"
cuenta la especificidad de esta reproducción como técnica de registro
analógico-fotográfico, que integra el "esto-ha-sido" barthcsiano, y como
Husserl se interna en e! camino de! objeto temporal cuando, en la
fusión de las poses instantáneas en el flujo de un objeto temporal. Por
quinta de las lnoesugaciones lógicas, trata de dar cuenta de la temporali-
esa razón me parece que fracasa en explicitar lo que significa haber
dad de toda conciencia como estructura de flujo. La cuestión es enton-
"hecho siempre cine sin saberlo" y en dar cuenta de lo que constituye la
ces analizar las condiciones fenomenológicas según las cuales se puede
fuerza de la imagen animada.
constituir este flujo. Ahora bien, para el fenomenólogo es imposible lle-
Husserl es quien ha pensado e! objeto temporal. Si embargo, es deli- var a cabo estos análisis directamente sobre la conciencia: como su
cado criticar a Bergson y Deleuze en nombre de Husserl: él mismo des- estructura es intencional, toda conciencia es siempre conciencia de algo;
cuida completamente en su análisis la cuestión de registro. Hay que dar cuenta de la temporalidad de la conciencia sólo es posible a través
decir incluso que la excluye. He tratado de demostrar que con cllo del análisis de un objeto él mismo temporal.
comete un grave error', lo que me ha llevado a [armar la hipótesis de una
Husserl encuentra este objeto en 1905: es la melodía. Una melodía
estructura esencialmente cinemato-gráfica de la conciencia en general,
es un objeto temporal en el sentido de que sólo se constituye en su dura-
como si ésta hubiera "siempre hecho cine sin saberlo" -lo que explica-
ción. El fenómeno de este objeto temporal es un transcurso. Un vaso,
ría la fuerza singular de la persuasión cinematográfica. Esta obra se con-
incluso un vaso de agua azucarada, es sin duda un objeto temporal en
sagrará al desarrollo de esta hipótesis. Para hacerlo, debo recordar más
el sentido de que está en el tiempo y por esta razón se encuentra some-
adelante, resumiéndolo, lo esencial de lo que se estableció en el último
tido a las leyes de la física universal y de la entropía: es temporal porque
capítulo de La desorientación, "Objeto temporal y finitud retencional"
no es eterno. Esto es cieno de todo objeto real. Pero e! objeto propia-
-pero respecto a una nueva problemática, la de "el efecto Koulechov".
mente temporal no está simplemente en el tiempo: se constituye tempo-
ralmente, se trama al hilo del tiempo -como lo que aparece pasando,
como lo que pasa, como lo que se manifiesta desapareciendo, como
flujo que se desvanece a medida que se produce. Y es el objeto apropia-
do para dar cuenta del tejido temporal del flujo de la propia conciencia
porque elflujo del objeto temporal coincide absolutamente con elflujo de

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la conciencia del que es objeto. Dar cuenta de la constitución del flujo Por supuesto, estas retenciones primarias no pueden ser confundidas
del objeto temporal será también dar cuenta de la constitución del flujo con recuerdos en el sentido de que, por ejemplo, se puede recordar una
de la conciencia del que es objeto. melodía que se ha escuchado ayer. Porque en este caso sólo se trataría
En el objeto temporal que es una melodía Husserl descubre la reten- de una memoria de recuerdo, el recuerdo de algo que ha pasado pero
que ya no está presente. Por el contrario, la retención primaria es una
ción pnmana.
asociación originaria entre' el ahora y lo 'lUlO Husserl llama su "recién-
La retención primana es una especie de recuerdo, pero, sin embar- pasado", que permanece presente en el ahora.
go, no es e! recuerdo-evocación de la memoria. Unas veces Husserl
El mantenimiento de lo recién-pasado en e! presente que pasa lOS lo
llama a esto rerrecuerdo, otras el recuerdo secundano.
que concuerda su contenido con lo que se presenta ahora y es lo que
El recuerdo primario es lo que el ahora de un objeto temporal que ilustra de forma evidente la melodía, en la que está claro que la nota
está transcurriendo retiene en él de todos los ahora ya pasados de este sólo suena en relación a las notas que la preceden y la siguen (y las que
objeto temporal. Aunque hayan pasado, los "ahora" que preceden en el la siguen son aquellas en las que resonará como la retención en la que
objeto temporal al actual ahora se mantienen en él y, a este respecto, se habrá convertido a su vez, pero cuya venida cuida ahora como pro-
permanecen presentes al tiempo que se convierten en pasados, perma- rcncioncs que ella misma entraña y mantiene desde las protenciones
necen presentes como habiendo pasado manteniéndose como tales en e! que la han precedido). Es también lo que ilustra de manera partieular-.
actual ahora -son mantenidos a la vez presentes y ausentes en el actual mente clara lo que se ha llamado "el efecto Koulcchov" ', que Francois
ahora que pasa; y esto, mientras el objeto temporal no ha transcurrido Albera considera que no es más que un "mito" y subraya que el propio
Koulechov nunca lo ha descrito y que la experiencia que lo evidencia
completamente, pasado completamente.
fue atribuida primero a Pcudovkine.' Esta experiencia consiste en inser-
Cuando escucho una melodía, el objeto se presenta a mí rranscu- tar varias veces e! mismo plano de la cara del cómico Mosjoukine en
rriendo. Durante este transcurso, cada una de las notas que se presenta varias secuencias, construidas en torno a este plano montado cada vez
ahora retiene en ella la nota qUlO le ha precedido y ésta retiene a la pre- con otros tres planos que representan tres sujetos muy diferentes. Ahora
cedente, etc. La nota actual mantiene en ella todas las notas que la han bien, el plano de la cara de Mosjoukine, siempre idénticamente el
precedido, lOS el "ahora" como mantenimiento de la presencia de! obje- mismo, sin embargo habría sido percibido por los espectadores como
to: el presente del objeto temporal es su mantenimiento. Así es como se tres planos diferentes que reproducen cada uno tres expresiones dife-
constituye la unidad del objeto temporal. Porque retiene todas las notas, rentes de una misma cara.
todos los ahora sonoros que la preceden, la nota presente puede sonar De hecho éste es el "cine" que la conciencia se hace' sin cesar. que
melódica mente, ser musical, ser armónica o inarmónica, ser verdadera- proyecta sobre sus objetos lo que les precede en la secuencia donde los
mente una nota y no sólo un sonido o un ruido. inserta y que ella sola produce. De hecho éste es también, en electo, el

IR 19
principio mismo del eme: disponer unos elementos en un solo y mismo En otras palabras, la vida no es el cine. Ni la filosofía.
flujo temporal.
La vida como percepción del presente vivo no nos menta historias.
La teoría husserliana de la retención primaria es la base conceptual
más fecunda para analizar este cine generalizado. Franz Brentano es el
primero que ha tratado de pensar la retención primaria de lo "recién-
pasado". Pero, según Husserl, ha fracasado en la medida en que plante- 6. Selección, criterios y registros
aba que la retención primaria, en tanto que pasado originariamente
engendrado por el ahora presente de la percepción, era una producción
que la imaginación asociaba originariamente, como pasado, a esta per- Sin embargo, el "efecto Koulcchov" en particular y el cine en gene-
cepción. En la versión brentaniana, era la imaginación la que destinaba ral demuestran que como independencia postulada entre las retenciones
a la retención el índice de pasado y la que al mismo tiempo arrastraba recién pasadas en el presente de un objeto temporal que pasa ahora y el
el ahora presente y sus retenciones en el transcurso en el acaba por des- rcrrccuerdo del pasado de la memoria en general, esta oposición entre
vanecerse el objeto temporal que pasa. Ahora bien, para Husserl, este lo primario y lo secundario es un fantasma.
punto de vista es inadmisible porque quiere decir que el tiempo de un
y si se pudiera demostrar que la realidad viva se acomoda siempre a
objeto temporal es imaginado y no percibido -y, en consecuencia, que
la imaginación, sólo se percibe a condición de ser ficcionada, irreducti-
los objetos temporales no son realidades sino efectos de la imag:inación:
blemente habitada por fantasmas, quizá entonces se estaría finalmente
esto viene a ser neg:ar pura y simplemente el propio tiempo.
llevado a decir que la percepción siempre está en relación transductiva
Sin embargo, planteando que la retención primaria no es un pro- con la imaginación, es decir, que nunca hay percepción sin imaginación
ducto de la imaginación sino el fenómeno de la percepción del tiempo m lo inverso, ya que la percepción es la pantalla de proyección de la
por excelencia, Husserl debe no sólo distinguir la retención primaria de imaginación, al constituir la relación sus términos que, por lo tanto, no
la retención secundaria, como fácilmente se comprende que es necesa- la preceden; por lo tanto, uno sería llevado a decir que la vida siempre es
rio, sino exactamente oponerlos.' Oponer los recuerdos primarios a los eme y que por ello "cuando se ama la vida, se va al cinc". Como si se
recuerdos secundarios, las retenciones primarias de la percepción a los fuera al cinc para reencontrar la vida. Para, en cierto modo, resucitar.
rerrecuerdos de la memoria es instaurar una diferencia absoluta entre
percepción e imaginación, es plantear que la percepción no debe nada a La filosofía preguntaría entonces: "éDc dónde vienen estos fanras-
la imaginación y que lo que es percibido no es en ningún caso imagi- mas?". Y después preguntaría también: "e Y acaso una vida debe resuci-
nado, no puede en absoluto ser contaminado por las ficciones en las que tar incesantemente>".
consisten siempre las producciones de la imaginación: la vida es per- Estas preguntas son lo que be tratado de afrontar explorando el
cepción y la percepción no es la imaginación. juego de un tercer tipo de recuerdo, m pnmario, ni secundario, sino ter-

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ciario: el tipo al que pertenecen los registros, en todas sus formas, que La conciencia se ve afectada por los fenómenos que por regla gene-
Husserl designa él mismo como conciencia de imagen. Veremos también ral se le presentan, pero 10 es de manera particular por los objetos tem-
más adelante", volviéndonos hacia Freud, por qué estas retenciones ter- porales. Esto nos Importa porque la película, como la melodía, es un
cranas son igualmente los soportes de las prosenaones donde se consti- objeto temporal. Por 10 tanto, comprender la singularidad del afecto de
tuyen las esperas que animan a una conciencia <sobre la base de archi- la conciencia por los objetos temporales es empezar a comprender lo
protenciones que son la muerte, el deseo de reproducción y el deseo de que constituye la especificidad del eme, su fuerza, y cómo puede trans-
gastar, y cuyo seno es el inconsciente. formar la vida -por ejemplo, hacer adoptar THE AMERlCA..'\l WAY OF

La retención primaria, dice Husserl, se funda absoluta y únicamen- LIFE al mundo entero.
te en la percepción. Por lo tanto, las retenciones primarias que constitu- Esto supone analizar la especificidad de la técnica de registro que
yen un objeto temporal no son el fruto de una setcccián de la conciencia. permite el flujo cinematográfico y los efectos quc éste engendra sobre la
Porque si la conciencia del tiempo transcurriera seleccionando 10 que conciencia, en tanto que ésta es ya cinematográfica en sus principios de
retiene de In transcurrido y si, en consecuencia, no retuviera todo lo que selección de los recuerdos primarios -selección que supone unos criterios
ha transcurrido, entonces ya no se trataría pura y simplemente de per- de selección, que son proporcionados por el juego de los recuerdos secun-
cepción sino ya de una especie de imaginación -al menos por defecto. darios y terciarios asociados, y el conjunto forma un montaje por medio
del cual se constituye la unidad de un flujo -de un flUJO de conciencia,
Sin embargo, basta con haber escuchado dos veces seguidas la
pero que es idéntico en su forma al flujo en el que consiste este objeto
misma melodía para constatar que en ambas audiciones la conciencia
temporal qut: es una película, resultado de un montaje.
no escucha con el mismo oído: entre ambas audiciones ocurre algo. Se
debe a que cada audición da un nuevo fenómeno, más nco si la música Éstas son las condiciones de esta asociación de lo primario, lo
es buena, menos rico si es mala; a que el melómano (el maníaco de la secundario y lo tercrano. de este montaje-asociación-de-retenciones que
melodía) practica la repetición en altas dosis. Evidentemente esta dife- vamos a explorar ahora.
rencia proviene de una alteración en el fenómeno de las retenciones -de Decimos qut: la conciencia ha cambiado entre las dos audiciones y
una variación de selecciones. La conciencia no retiene todo. que por esa razón de una audición a otra no selecciona los mismos
De una audición a otra ya no se trata del mismo oído precisamente por- recuerdos primarios -aunque el objeto es el mismo, el fenómeno es
que el oído de la segunda audición se ha visto afectado por el primero. Se diferente cada vez.. Pero ahora debemos preguntarnos: ¿cómo es posible
trata de la misma melodía pero no de los mismos oídos, de la misma que una conciencia pueda escuchar dos veces seguidas ef mismo objeto tem-
conciencia. La conciencia ha cambiado entre ambas audiciones" porque poral?
ha cambiado de oído. Ha cambiado de oído porque le ha ocurrido el De hecho es imposibLe mientras no exista le técnica de registro analó-
acontecimiento de la primera audición. gica de una melodía sobre unfonograma.

22 23
En otras palabras, el hecho de la selección de las retenciones pnma- Ahora bien, esta modificación se arraiga aquí claramente en el recuerdo
rias por la conciencia y, por lo tanto, de la intervención de la imagina- secundario de la primera audición -incluso si por otra parte supera precisa-
ción en el centro mismo de la percepción sólo se ha hecho EVIDENTE mente esta primera audición. Lo que oigo en el curso de la primera audi-
por la retención terciaria que es un fonograma en la medida en que por ción procede del hecho de que ya lo he oído anteriormente -pero de ello
primera vez éste hace posible la repetición absolutamente idéntica de un resulta precisamente y paradójicamente que ahí oigo otra cosa. Porque la
mismo objeto temporal en una multiplicidad de fenómenos que se suce- primera vez no había oído nunca la melodía. La segunda vez, lo ya
den como otras tantas circunstancias diversas del solo y mismo objeto. conocido me da milagrosamente lo desconocido. Lo que se presenta es
Examinemos más de cerca esta insigne posibilidad. ya conocido, pero esto se presenta a la misma vez de otra manera, de
Escucho por primera vez una melodía grabada en un soporte fono- modo que lo esperado se presenta como inesperado.
gráfico -analógico o digital. Vuelvo a escuchar la misma melodía, más Inscrito en mi memoria, la anterioridad de la primera audición com-
tarde, a partir del mismo disco. Evidentemente, en la nueva audición el pete al recuerdo secundario, es decir, a la imaginación y a la ficción. Lo
sonido recién pasado, en tanto que constituye una retención primaria a extraño es evidentemente que este ya engendra lo todavía-no, que lo ya-
la que se agregan otras retenciones primarias, en tanto que pasa, ya no oído da lugar a lo todavía-na-oído -que hace eco, como en otra parte
pasa, no sucede exactamente de la misma manera que en el curso de la veremos, a una espera protencional injertada en un juego de archipro-
primera audición. Si no, no oiría nada distinto de lo que ya había oído.
renciones.
Ahora bien, el sonido recién pasado, agregado a los demás sonidos
Es que la conciencia ha cambiado entre las dos audiciones porque
recién pasados antes que él y que esta vez pasa de distinta manera a la
ha tenido lugar una vía. La retención primaria es una seleccirín efectua-
pnmera vez, es absolutamente nuevo en su fundamento ya que, al ser el
da según unos criterios establecidos en el curso de vías precedentes que son
fenómeno otro fenómeno, la audición del mismo fragmento de música
ellas mismas selecciones salidas de otras vías más antiguas. Y ocurre así por-
me aporta tanto otra experiencia de esta música como la concrencra del
que en tanto que memorización, la retención primaria es también un otoi-
hecho de que se trata efectivamente de la misma música repetida dos
veces, cuyas dos experiencias diferentes me son dadas de este modo y, al do primario, una reducción de lo que pasa a un pasado que sólo retiene en
mismo tiempo, el pase del sonido recién pasado, la retención primaria él lo que los criterios que constituyen las retenciones secundarias le per-
en la que se constituye el transcurso en su factura propia y original, todo miten seleccionar. Unas retenciones secundarias habitan de antemano
eso debe algo, en su pase mismo, al pase anterior, aparentemente desvane- el proceso de retención primaria.
cido, de la audición precedente: ésta le debe su modificación. Es el caso cuando ya he oído la melodía, pero también es el caso
La retención se modifica pasando y con ello se vuelve pasado: la cuando todavía no la he oído nunca porque entonces la oigo a partir de
retención como pase es esencialmente modificación de ella misma. una espera constituida por todo lo que ya me ha sucedido musicalmente

24 2S
-que responde a las Musas qUlO guardan en mí la carenera dc origen de "recuerdo terciario" o de esta "conciencia de imagen" que es el fonogra-
mi deseo. ma en tanto que tal.

Ocurre así porque sólo existe memorización como olvido y porque sólo y en esto consiste todo el reto.
existe olvido en función de criterios ---que pueden ser el objeto de una
crítica. Si memorizar no significara ya olvidar, nada seria retenido por-
que nada pasaría, nada sucedería.
Admitamos que dispongo de una memoria infinita y que me acuer-
7. La revelación fonográfica
do del día de ayer. Me acuerdo entonces de cada segundo y fracción de
segundo de manera exactamente idéntica. Cuando llego al final de las Como ejemplos de la "conciencia de imagen" y de lo que yo llamo
veinticuatro horas del día, me acuerdo de que en ese momento me aquí recuerdo terciario Husserl pone el cuadro o el busto. Para él esta
acuerdo de! día de ayer, del que de nuevo me empiezo a acordar de cada "figuración por imagen", objeto de una "conciencia de imagen", no
segundo idéntica y exactamente, etc. Ya no hay ninguna diferencia -por- desempeña estrictamente ningún papel en la constitución de un objeto
que no ha habido mnguna selección: e! tiempo no pasa. Nada sucede, temporal -ni, en consecuencia, en la constitución del propio flujo de
no puede sucedcrmc, no hay, por lo tanto, ni presente (donde se pre- conciencia. Este tipo de recuerdo no sólo no pertenece a la percepción,
senta siempre algo nuevo, incluido el aburrimiento de la ausencia de sino que ni siquiera pertenece al flUJO pasado de la conciencia, al con-
novedad}, ni pasado: al ya no pasar el presente y al no suceder ya, ya no trario del recuerdo secundario que aunque ya no compete a la percep-
hay ningún pase posible en e! tiempo. Ya no hay tiempo. ción está inscrito en e! pasado del flujo de la conciencia y pertenece a
Acordarme de ayer, en otras palabras, tener un pasado, es reducir esta conciencia viva como su pasado porque ha sido percibido.
ayer a menos que hoy, es disminuir ayer. Sólo puede haber memoria La conciencia de imagen no es un recuerdo de la conciencia. Se trata
acabada. Esta finitud retencional lOS la condición de la conciencia en de un recuerdo artificial de lo que no ha sido percibido ni, por lo tanto,
tanto que es siempre un flujo temporal. Lo que es cierto de! recuerdo Vivido por la conciencia. Un cuadro de! siglo XIX es, desde luego, una
secundario lo es de todo tipo de memoria y, por lo tanto, lo es también espeCie de recuerdo, pero no se puede decir, piensa Husserl, que se trata
del recuerdo primario. Por esa razón la retención primaria sólo puede de un recuerdo de quien está mirándolo. Se trata más bien de la huella
ser una selección, efectuada según unos criterios surgidos ellos mismos de un recuerdo de quien la ha pintado, que en cierto modo ha exteno-
de selecciones. rizado y fijado su recuerdo, lo que un Siglo después permite a otra con-
Sin embargo, en e! caso que se evoca aquí, a saber, la audición de ciencia contemplarlo como una imagen de! pasado, pero en ningún caso
una melodía registrada en un soporte fonográfico, este recuerdo secundario, como un recuerdo de su propio pasado vivido. Ahora bien, en la feno-
indisociable de este recuerdo primario, es también mdisociabie de este menología husserliana sólo lo que compete a la cxpcriencia-oioida de la

26 27
conciencia es estrictamente indudable y puede ser tenido en cuenta en secundario, se hace evidente. Esta evidencia sólo se puede deber al hecho
el análisis de las condiciones de constitución de los fenómenos. La acti- del registro. Y ella es la revelación fonográfica de la estructura de todo
tud fenomenológica consiste en plantear la conciencia como constitu- objeto temporal.
yente del mundo y no constituida por él. Al ser e! recuerdo terciario una
realidad mundana no puede ser constituyente. Necesariamente es deri-
vado de la conciencia que, por lo tanto, no le debe nada.
Sin embargo, sólo desde que existe la posibilidad técnica de registrar
8. Vuelta a la Intervista
analógicamente un objeto temporal musical y de repetirlo récnicamen-
te se ha hec"ho evidente la relación entre las retenciones primarias y las Las consecuencias son considerables: los criterios según los cuales la
retenciones secundarias, porque es evidente que aunque se trate cada conciencia selecciona las retenciones primarias y las hace pasar redu-
vez del mismo objeto temporal hay dos experiencias musicales diferen- ciéndolas ya no se deben sólo a las retenciones secundarias de la memo-
tes. Sé que se trata del mismo objeto temporal porque sé que la melodía ria vivida de la conciencia sino también a las retenciones terciarias. Y e!
ha sido registrada por una técnica tal que hay coincidencia entre e! flujo
cine es lo que mejor lo hace aparecer.
de lo que es captado y el flujo de lo que graba. Sé que e! tiempo de! apa-
rato registrador coincide con e! tiempo del flujo musical. Esta coinci- Para precisar este punto debo retomar y profundizar los análisis que
dencia del flujo mecánico con e1flujo del objeto temporal produce, para ya había propuesto de una escena de la Intcroísta de Fellini."
e1flujo de la conciencia de este objeto y de su registro, esta conjunción de En esta película Federico Fellini se mete en escena con Marcello
pasado y de realidad, y este efecto de real que Barthes había identifica- Mastroianni en compañía de! cual hace una Visita a Anita Ekberg. En el
do en la foto y que aquí se renueva en e! dominio de! sonido, con la curso de la velada los tres ven la escena de la fontana de Trevi en La
única diferencia de que en e! caso de la foto se trataba de una pose rmen- Dolce Vi"ta. Se ve, pues, a una actriz viéndose interpretar un personaje y
tras que en e! caso de! sonido grabado, como en e! caso de! eme, se trata la tensión extrema de esta secuencia resulta de la indecidihilidad de la
de unflujo. escena: ella actúa de nuevo en una película de Fellini, pero interpreta
La conciencia de imagen, a saber, aquí e! fonograma (pero también que se mira interpretando hace treinta años y ningún espectador de la
podría tratarse de una película), es aquello en lo que finalmente se segunda película puede escapar a la certidumbre de que, al ver este
arraigan lo primario y lo secundano e! uno en e! otro, debido al hecho registro pasado, de su vida pasada, de su juventud pasada, Anita Ekberg
de la posibilidad técnica de la repetición de! objeto temporal (y nunca se no puede simplemente interpretar que se mira, a riesgo de decir que se
subrayará suficiente que antes de! fonograma como antes de! cine estas trata de la Gran Actuación, de lo más serio: del primer y último reto, del
repeticiones eran estrictamente imposibles). Al mismo tiempo e! arraigo reto de todas las actuaciones -una mujer que se vuelve a ver treinta años
de! segundo primario en el recuerdo del primer primario, convertido en después, envejecida, no puede dejar de expenmentar la horrible realidad

29
del paso del tiempo ante el "esto-ha-sido" fotográfico, ante esta "con- "Toda foto es esta catástrofe", toda foto expresa este futuro antenor
junción de realidad y dc pasado" que produce la coincidencia argéntica cuyo reto es la muerte -y el resorte dramático de todo relato, de toda
reanimada por el flujo temporal cinematográfico. Vemos a una actriz comedia y de toda emoción cinemato-gráfica.
interpretando que se mira actriz, como personaje real de una película de Respecto a Anita, no sc dice sólo: está muerta, va a morir; Ella se
ficción, pero sabemos que "al interpretar" que se mira que ha sido, lo dice: "me vaya morir, me estoy muriendo". Este gerundio presente es el
que experimenta ya no es una simple interpretación, una pura comedia, del flujo -del flujo de su vida pasada, del flujo que es la película en la
la simulación a la que todo actor debe entregarse (interpretar talo cual que Anita es registrada y del flujo de su conciencia actual de esta pelí-
personaje), sino la puesta en escena absolutamente trágica de su exis- cula que, al pasar, la lleva y la hace pasar, le da su tiempo que la con-
tencia, en tanto que esta existencia está pasando irremediablemente y duce hacia la ausencia de tiempo, al no-paso, a la memoria infinita
para siempre -para siempre excepto en lo que concierne a la imagen argén- donde nada más será seleccionado, donde todo permanecerá retenido
para siempre en su instante. "El mstante de mi muerte".
rica que ella deja sobre una capa de la película: salvada.
Pero todo esto se debe aquí al hecho de que la película es un objeto
Porque viéndose ioterpretar hace treinta años, Anita experimenta
temporal cn el que "la carne del actor se confunde con la del personaje,
por ella misma este futuro anterior que salta a los ojos de Banhes que
en el que el pase de la película es necesariamente también el pasado de
ve la foto de LeWIS Paync unas horas antes de ser colgado:
este actor, los instantes de vida del personaje son instantáneamente los
En 1865, el joven Lewis Payoe trató de asesinar al secretario instantes del pasado del actor. Esta vida se confunde, en sus registros, con
de Estado norteamericano, W H. Seward. Alexander Gard- la de sus personaje,","
ner 10 fotografió en su celda: en ella espera la horca. La foto
Esta confusión de la vida del actor con sus reg-istros es la de las reten-
es bella, el muchacho también 10 es: esto es el stadium. Pero
croncs primarias, secundarias y terciarias que comciden en un solo aconsea-
el punetum es; va a monr. Yo leo al mismo tiempo: esto será y
miento: el acontecimiento propiamente cinemato-gráfico. Porque en esta
esto ha sido; observe horrorizado un futuro anterror en el que
coincidencia fílmica, tal como Fellini la escenifica extraordinariamente
lo que se ventila es la muerte. Dándome el pasado absoluto
de la pose (aoristo), la fotografla me expresa la muerte en incluyéndose al mismo tiempo en ella, para cualquier espectador de la
futuro: lo más punzante es el descubrimiento de esta equiva- Irueroista que haya visto antes La Dotce Vi"ta, La Dolee Vita también
lencia: ante la foto de rru madre de niña me digo: va a morir: forma necesariamente parte de su pasado y esta referencia a una película
me estremezco, como el sicórico de Wioniccot, a causa de pasada no es simplemente una referencia a otra ficción, hecha en una
una catástrofe que ya ha tenido lugar. Tamo si el sujeto ha ficción lo que sólo sería una cita: esta ficción, La Dolce Vita, citada en
muerto como si 00, toda fotografia es esta cntástrote." otra ficción, la Intervista, es a la vez:

30 31
1. Una retenaon terciatú (un soporte de memoria artificial, un En el siguiente capítulo veremos que esta imposibilidad de distin-
extracto del cual, un fragmento de película, se proyecta en otra película, guir es también la obsesión de Kant en la Critica de la razón pura.
se registra en otro fragmento de película); En el tercer capítulo veremos que esta indistinción es la condición
2. Un objeto temporal que ha sido visto y vuelto a vn; y que actual- de constitución de un Nosotros -y que, sin embargo, hay que distinguir.
mente es vuelto a ver por el espectador de la [ntennsta,
3. Al mismo tiempo, un recuerdo secundario de este espectador, que
pertenece a su flujo de conciencia pasado y presentemente reactivado;
9. América, América
4. Noventa minutos de la vida pasada de este espectador durante los
cuales esta película, La Dolce Vita, ha sido vivida como retencion conu-
nua de retenciones primarias en el ahora de un relato que transcurre y Se podría demostrar que esta escenificación no hace más que dar a
que tenía por título (por unidad) La Dolce Vita, y que revive actual- conocer una estructura mucho más general. Es una estructura de la
mente en parte -la parte actualmente incluida en el flujo de la lntervis- ohs~sión y de la aparición ilusoria que Sócrates predijo ya a los atenien-
ta ...; ses": es aquello que designa entonces la inmortalidad del alma.
5.... incluida en e! flujo de la Irueroista, es decir, también en el flujo La inmortalidad del alma hará pantalla a esta estructura (en la que
de la conciencia que pasa de Anita. se ~onfunden percepción e imaginación, doxa y cpisternc, sensible e inte-
y por eso, para el espectador que mira la Irucroista La Dolce Vi"ta ya ligible, que con todo hay que distinguir, aunque sin oponerlos) en la
no es simplemente una ficción: se ha convertido en su pasado de tal que s.e, proyectará disimulándose en ella: esta pantalla de proyección es
manera que, mirando a Anita mirarse en el pase de La Dolce Vita, el también e~ pnncip!o de una gran película, La Metafisica, que inaugura
espectador se ve él mismo pasar. Él pasa ahí, aun cuando La Dolce Vita el personaje grandioso de Sócrates interpretado por Platón.
no pertenezca a su pasado como al pasado de Anita, de Mastroianni y
Fellini, al escenificar la maquinaria del espectáculo, especialmente
de Fellini, que han Vivido realmente lo que el espectador ve en el "cinc".
alIIfinal de la lntervista, muestra cómo "funciona" la metaflsrca y' mas
,
El objeto temporal de la lnteroisia temporaliza haciendo volver e! obje-
a á, esta "conciencia" que es producto de ella. Porque es en el cine y
to temporal La Dolce Vita que ha sido vivido tanto por los personajes de
porque éste es un objeto temporal, donde se revela con más fuerza esta
la lnlervista como por sus actuales espectadores, cada uno en su papel.
estructura, con la fuerza de la evidencia.
Da consecuencia es la imposibilidad de distinguir aquí entre realidad y
ficción, entre percepción e imaginación mientras que, cada uno en su , Un~ se.~cuerda ~e los personajes de Mi tío de Aménca, cuya memo-
papel. todos se dicen también: "NOSOTROS pasamos ahí". na esta tejida de citas cinematográficas. Al principio de'- su proyecto,

33
12
Resnais había pensado hacer una película constituida únicamente de con columnatas", una de esas moradas que Scarlett, en Gone with the
citas; tuvo que renunciar a ello por razones económicas: Wind", no quiere abandonar de ninguna manera. rCómo no decirse,
La idea de recurrir a extractos de películas existía desde la Viendo a Vivien interpretar a Blanehe, que ella, y Kazan, y cualquier
primera fase del guión. En cierto momento pensamos inclu- espectador de este Streetcar están obsesionados con Scarlctt: su extraer-
so hacer una película a base exclusivamente de escenas saca- dinaria belleza, su resplandeciente e insoportable frescura de frenética
das de los millones de películas que forman la historia del jovencita del sur -vcómo no decírselo? eQuién no ha visto, amado v
cinc. La novela, el cine y el teatro ilustran todos los compor-
detestado a Scarlett? Gone with de Wind, rodada doce años antes que A
tamientos posibles. Puede que con tiempo y paciencia se
hubiera conseguido. Pero desde el punto de vista financiero Strcacar Named Desire ha sido el mayor éxito mundial de toda la histo-
hubiera sido una empresa loca." ria del cine. La película se ha puesto, ha pasado[]] en todas partes. Y con
ella, Scarlett O'Hara, es decir, Vivien Leight, adorada y odiada por el
En la memoria de René Ragueneau, interpretado por Gérard Depar-
mundo entero. Cuando Kazan hizo su elección no podía ignorarlo ni
dieu, hay [can Gabin.
dcsdcñarlo. eCómo no estremecerse, como un sicótico, por una catás-
Gabin: una "vedette'' del cine, se decía antes de la guerra. Luego se trofe qu~ ya ha tenido lugar, cuando vemos a Blanche partir para siem-
hablaba de stars, Estrellas: seres inaccesibles, intocables, impasibles y, Slll
pre hacia su manicomio? cCómo no sentir que nos volvemos locos nos-
embargo, sensibles, porque visibles; seres a medio camino entre lo inte-
otros mismos, arrastrados en esta locura del gran destino americano
ligible, cuyas idealidades figuran en el espíritu griego (después de haber
-que, al mismo tiempo, no deja de vendernos, haciéndonos reír y llorar
sido las divinidades en el espíritu filosófico) y el mundo corruptible
de antemano sobre nuestra suerte, THE A.\IERlCA..'\i WAY üF LIFE?
sublunar, donde permanece el OJO que los contempla, él mismo tanfrá-
¡América, América!
gd, tan evidentemente abocado a la desaparición, susceptible: pasante."
Debido a la coincidencia, inducida por el objeto temporal cinemato-
gráfico, entre vida real de los actores y vida de sus personajes ficticios, la
srar hollywoodiense sólo se convierte en esta estrella haciendo posible
10. La repetición y el inconsciente
una interpretación de obsesiones donde se confunden realidad y ficción,
percepción e imaginación y COIl ellas, los recuerdos primarios, secunda-
rios y terciarios. Todo esto sólo es posible porq ue la estructura de la conciencia es
Así pues, aún se recuerda a Vivien Leight en A Strcctcar Named Dcsirc"; cinematográfica de parte a parle, si en g-eneral se llama Cinematográfico
donde interpreta el personaje de Blanche, una mujer del sur que ya no a lo que procede por montaje de objetos temporales, es decir, de objetos
está en su primera juventud, que ha perdido la casa familiar, una "casa constituidos por su moonntento.

J4 35
Si Husserl no afrontó la cuestión que se plantea con los registros borrar más que la memoria terciaria: esto ya ha tenido lugar, "esto ha
tanto fonográficos como cinematográficos, en tanto que permiten la sido", decimos. En efecto, en un caso se repite objetivamente: es el caso
repetición idéntica del mismo objeto temporal que produce cada vez dos de la retención terciaria analógica, fotográfica o fonográfica. Pero el
fenómenos diferentes, en cambio analizó cómo el recuerdo secundario fenómeno de conciencia (y el fenómeno es siempre e! de la conciencia]
permite repetir a voluntad, por medio de la imaginación, un objeto tem- es diferente cada vez. En el otro caso, esto se repite subjetivamente (en
poral anteriormente percibido. la memoria secundaria): ahí sólo hay más el fenómeno de la repetición
y ha señalado que en ese caso (por ejemplo, me acuerdo de una sin repetición objetiva y, por tanto, ya es necesariamente diferente en
melodía que escuché ayer) la conciencia dispone de una libertad que tanto que fenómeno: de no ser así contradiría lo que Husserl decía ini-
está excluida en el caso de la percepción -porque entonces nos encon- cialmente, es decir, la diferencia entre imaginación y percepción que él
tramos en la imaginación. Por ejemplo, puedo volver a recorrer el plantea en principio y que está confirmada por el hecho de que en la
recuerdo de un concierto escuchado ayer yendo más rápido o más des- imaginación de! recuerdo secundario, las esperas o protenciones ya hao
paCio: sido completadas, lo que la conciencia imaginante no puede borrar.
..."con toda libertad" podemos meter fragmentos más gran- Como subraya Paul Ricoeur,
des o más pequeños del proceso re-presentado con sus modos si la manera como el rerrecuerdo prcscntifica el pasado difie-
de transcurso y recorrerlo así más rápido o más despacio." re fundamentalmente de la presencia del pasado en la reten-
Husserl evoca entonces un fenómeno "notable", el de la recupera- ción, érómo una representación [de un objeto temporal pasa-
do en la memoria secundaria] puede ser fiel a su objeto?"
ción, en el que
entonces me es dado el pasado de mi duración, precisamen- Por lo tanto la "recuperación" es imposible. Más arriba he indicado
te dado simplemente como "re-dado" de la duración." por qué todo esto está inscrito de antemano en la finitud rerencional de
la conciencia, es decir, en e! hecho de que la memoria es originaria-
Esto significa que, en este caso, la memoria secundaria estaría en
mente selección y olvido. Pero esto quiere decir que en toda rememora-
condiciones de repetir cómo ha tenido fugar, ni más ni menos, el objeto
ción de un objeto temporal pasado hay necesariamente un ,proceso de
temporal primario. Pero esta recuperación es de hecho imposible, en
derushage'", de montaje, un Juego de efectos especiales, de ralentí, de
primer lugar porque es cierto que un objeto temporal no está constitui-
aceleración, etc. -e Incluso de congelación de imagen: es el tiempo de la
do simplemente de retenciones, sino también de protenciones, es decir,
reflexión, que Husserl analiza precisamente como tal, un momento de
de esperas, la segunda vez que lo escucho gracias a la retención tercia-
ria, o bien si lo reproduzco Imaginándolo gracias a la memoria secun- análisis del recuerdo, es decir, de descomposición de lo rememorado.
daria; en tino y otro caso, las esperas que estaban vírgenes durante la pri- Pero puesto que por otra parte hemos visto que esta selección afecta
mera audición ya no lo están y esto la memoria secundaria no lo puede en primer lugar a la propia retención primaria. podemos decir ahora

36 37
que la conciencia Siempre es, en cierto modo, montaje de recuerdos prima-
rios, secundarios y terciarios linos por otros. Entendiendo que se llamará
retención terciaria a cualquier forma de "recuerdo" objetivo: cinemato-
grama, fotograma, fonograma, escritura, cuadro, busto, pero también
monumento y objetos en general, tal como para mí testimonian un 11. Las protenciones de Four o'dock
pasado que yo mismo no he vivido necesariamente.
El recuerdo en rodas sus formas siempre sería en cierta medida una
La memoria es originariamente olvido porqulO es necesariamente
especie de derushage-montaje de tomas, del simple fragmento a frag-
reducción de lo que ha sucedido al hecho de que ha pasado, de que se
mento al gran arte del montador, según la cualidad de la conciencia y la
trata del pasado y de que, por lo tanto, es menos que el presente.
naturaleza del objeto que a ella se presenta y según los criterios, es decir,
según los recuerdos secundanos, es dlOcir, la experiencia de la qUt dispo- El pasado está disminuido en el presente de su rememoración, si no
ne la conciencia para este objeto. no pasaría, y no sería pasado. Esta es la estructura normal del pase en
René Ragueneau, en tal escena de Mi tío de América, "proyecta" tal general, es decir, del tiempo, y por ello el eme y, más gcneralmeme, cual-
escena de tal película con Gabin sobre lo que él vive en ese momento quier narración pueden y deben compendiar y condensar el tiempo de
que le sirve de soporte y/o de pantalla de proyección. Proyección que, lo que es narrado en el tiempo de la narración. Puedo contar en dos
desde luego, no es ajena a aquello de lo que .Freud habla en su Metapsi- horas una historia de dos milenios. Toda transmisión del saber y toda
cología. educación, familiar o institucional, descansa sobre esta legalidad origi-
naria de la relación de condensación qUt se opera entre el pasado (con-
Se llamará "conciencia" a este centro de postproduccion o a este con-
densado) y el presente (que condensa).
trol que asegura el montaje, la dirección, la realización de los flujos de
retenciones primarias, secundarias y terciarias -cuyo inconsciente, car- Esta condensación -esta contracción, diría más bien Bergson- es un
gado de disposiciones protencionales, es decir, especulativas también, montaje, una selección, un florilegio de escenas anteriores, vividas por
sería el productor. mí según el modo de la percepción o a través de todo lipa de imágenes,
Hay posproducción cuando el derushage y el montaje se hacen en proyectadas con motivo de la pantalla/soporte del presente. El cine es
diferido: es el fenómeno del sueño. Hay control en directo cuando la con- un caso específico de esta generalidad, cuya especificidad se debe al
ciencia "sube" a medida que "capta": es el estado de vigilia. El cinc es del hecho de que se trata de un objeto temporal, cuyo tiempo de transcur-
orden del sueño. La vigilia es una especie de tele-visión. Desde luego, so, hoy denominado time-cede, se puede dominar con máquinas de pro-
siempre es posible soñar despierto. Entonces se hablará de telecine. ducción, de postproducción y de proyección o de percepción.

39
La condensación como montaje (que Freud analiza también en La relación entre el tiempo de vida del personaje y la duración de la pelí-
interpretación de los sueños) puede convenirse entonces en aquello que cula: varía en función de algunos acontecimientos que ritman la espe-
Hitchcock interpreta tan bien en Four o'dock" donde las disposiciones ra. (Hitchcock articula retenciones y protenciones para provocar e! sus-
más astutas entre retenciones y protenciones se realizan en relación pense por medio de un montaje que explica la progresión no lineal de
directa con e! tiempo del reloj. Donde, por lo tanto, se puede analizar la relación de los riempos.!
detalladamente la relación entre time-cede y tiempo de! reloj, y consta- El último mmuro antes de la explosión de la bomba dura... setenta y
tar la efectividad de la condensación. dos segundos. Hitchcock ha alargado y dilatado el tiempo de éste.
Recordemos brevemente el argumento: un marido celoso, relojero de Recapitulación de la relación entre ttempo de la película y tiempo de la
oficio, quiere hace volar su casa a las cuatro de la tarde, mientras que su cuenta atrás:
mujer se encuentra en ella con su amante. En el momento en el que
activa e! mecanismo de la bomba retardada (e! detonador está dirigido por
Indicación del Indicación Tiempo de la
un despertador), sorprende a unos ladrones que después de una lucha despertador del rime-code película/tiempo
lo maniatan en el sótano poco antes de la explosión, sin que haya podi- de la escena
do decirles nada. En el curso de los treinta y dos últimos minutos y vein- 2h 00' 16'
titrés últimos segundos de la película, que en total dura 48'23", el espec- 2h 15' 25' 09' para 1s:
tador asiste a la anticipación de! momento de la explosión y al terror que 2h 27' 26'20" 01'20" para 12'
ésta provoca... en él... vía e! de! relojero. 2h 40' 27'27" 01'07" para 13'
Es fácil medir la condensación operada por Hitchcock porque en la
2h 50' 28' 00'33" para 10'
3h 00' 29'3" 01 '3" para 10'
última parte, que también es la más larga, se indica la hora dieciséis veces.
3h 04' 30'57" 01'27" para 04'
La pnmera parte, que presenta al personaje y sus intenciones, dura 3h 09' 33'3" 02'26" para 05'
9'08". Describe aproximadamente un día de la vida del personaje. 3h 11' 34'59" 01'28 para 02'
La segunda parte, que muestra la progresión de las sospechas hasta 3h 28' 37' 13 02'46" para 17'
3h 46' 38'26" 01' 13" para 18'
el momento en que se toma la decisión de pasar a la ejecución del pro-
3h 52' 40'52" 02'26" para 06'
yecto, dura 6'52", Describe dos días de la vida del personaje.
3h 56' 44'06" 03'46" para 04'
La última escena, que presenta la cuenta atrás de la explosión de la 3h 58' 4')'03" 01 '03" para 02'
bomba, describe en 32'23" dos horas de la vida del personaje, Pero al 3h 59' 45'34" 00'3" para 01'
hilo de esos 32'23" en una progresión que no es lineal se estrecha la 4h 00' 46'46" 0]'12" para DI'

40 41
La bomba finalmente no explota. Evidentemente, lo sorprendente es hacen evidente a contrario que debido a que el tiempo de la conciencia
que me vuelvo a estremecer cuando vuelvo a ver la película: adopto las viva del espectador es siempre el de una contracción, de una condensa-
anticipaciones del personaje, me meto "en su piel". No se elimina el ción, de una abreviación, de un montaje, es el tiempo del cine, tiene lugar
efecto protencional por el hecho de que las esperas hayan sido satisfe- la conjunción del flujo de la película y del de la conciencia cspectarorial,
chas anteriormente. Porque vuelvo a ser atrapado por el flUJO que, aun y el espectador puede adoptar el tiempo de los personajes que viene a
cuando cada vez me dé cuenta dc otra cosa, cada vez me vuelve a hacer injcrtarsc en su propio tiempo como selección, contracción y montaje de sus
adoptar por abreviación, condensación, contracción, el tiempo del per- propios recuerdos.
sonaje cuya decontraccián del último minuto en "tiempo real" (un
minuto dilatado que dura setenta y dos segundos) exaspera los efectos Este minuto que dura un minuto es engastado como un eclipse en
de todos los minutos precedentes contractados, condensados y abrevia- el tiempo condensado del cine. Es una parada ante la muerte, una para-
dos. da de muerte, la muerte como de-contracción total. El cine, es decir, el
movimiento, es decir, la vida, son mantenidos a raya, se inclinan: la agi-
y sin embargo, lo que forma el resorte de toda protención es el carác-
tación del corro que no era más que empujones, gritos, compra y venta
ter irreversible de su realización. Esta irreversibilidad es precisamente la
de acciones, todo eso se interrumpe. La exactitud del registro del minu-
protención que contiene toda protención, la archiprotcnción: el saber
to suspende la vida cctuc scíeccián,
del tiempo como tal, que traman las "escenas primitivas" que constitu-
yen el fondo archival oculto de todas las dramaturgias, que las puestas "Aquí un minuto vale millones", dice Pie ro (Alain Delon) en voz
en escena de Hitchcock interpretan como ninguna otra." baja a Vittoria (Momea Vini). Después vuelven a las cotizaciones.
eCurinto cuesta un minuto de película? La coincidencia de un
minuto con un minuto demuestra que sin esta coincidencia existe pre-
cisamente el cine, que el cine, que utiliza otras coincidencias, no la
12. El eclipse necesita, y que todo tiene un precio: el precio del tiempo que pasa -de
la irreductibilidad y de la irreversibilidad de la selección. Todo cine es
En El eclipse (1962) Antonioni hace anunciar en el corro de la Bolsa "hollywoodiano", toda película espera su "selección" y su precio, inclu-
la muerte de un corredor y escenifica un minuto de silencio que dura so esta película que, con su minuto de silencio que dura exactamente un
aproximadamente un minuto (56" según un magnetoscopio). costoso minuto, pertenece al cine europeo que es continuación del neo-
rrealismo, a la época de la "nouocílc vage", y muestra una "imagen-tiem-
Este "tiempo real" no significa que el tiempo del cine sea tanto más
"realista" o real cuanto más coincida con el tiempo de la vida. Se trata po" pura.
de un minuto de muerte. Y de un silencio y de una inmovilidad que

42 41
al otro que sí mismo, la novedad de sí mismo: la continuación de la his-
tona que es un sí mismo cuya ocasión y posible transplante de un epi-
sodio suplementario es cualquier otro. Del otro sobre el que proyecto
espero que entre en mi película, la apoye y le haga pantalla -como pro-
13. El tiempo del otro ductor, guionista, personaje, ambientación, accesorio, etc. Es lo que más
adelante)' llamaremos la pre-rextualidad del Yo donde el Yo es ya un
Nosotros.
Mi tiempo siempre es el de los otros. El cinc lo revela cinematográ-
Porque, como dijo Bergson, el presente de la conciencia, que es
ficamente. Debido a que el flujo de la conciencia es contracción del
memoria, es contracción de todo el pasado y porque el tiempo, que es
tiempo el cine puede desencadenar este proceso de adopción en el que
retención primaria, es selección por las retenciones secundarias, en la
mi tiempo, durante el tiempo de una película, se convierte en el tiempo
vida como en el cine yo visiono, monto todo lo que ha sido rechazado-
de otro y en otro tiempo.
archivado: tomas de vistas, tomas de sonidos, tomas de olores, tomas de
Mi tiempo se construye sentado sobre el tiempo que saca a los otros tactos, tomas de contactos, caricias; retomo todo eso que desmonto y
-incluido dándose a estos otros en un entrelazado de flujo y como de remonto, que cobijo -esto da unos personajes y unas situaciones: las
savias. pcrsonas sobre las que proyecto un nuevo episodio, las cosas que for-
Por esa razón la soledad es tan difícil de soportar. En la soledad en man el decorado.
la que el otro falta, ya no hay tiempo, "no pasa nada", "no sucede nada", El otro no es sólo "los otros", también hago documentales, miro el
me enfrento con el aburrimiento porque no encuentro más que la cás- jardín, la calle, la montaña o el mar, la carretera, los coches ante mí en
cara vacía de un "yo" que el tiempo del otro ya no lleva. la carretera, los transeúntes y las multitudes, y todas estas pcrsonas que
Si en aquellos desapacibles domingos por la tarde, la distracción observo donde nada me sucede, pero que me llega en bloque.
cinematográfica o televisiva puede procurarme otra síntesis es porque el También puedo romar'tme" como otro, fllmar'tme", "auro't-proyec-
flujo fílmico viene a seleccionar por mí. Viene a alterarme y a desalterar- tarme, injertar'trne'' sobre "mí mismo", romarvme" como tutor, como
me (a relajarme), a animarme (es una especie estimulante) y me da soporte y como pantalla: por ejemplo, escribir. Es decir, "objetivar'tme
acceso al otro que está en pnmer lugar en mí y que sólo espera la vida, para mí mismo, "exteriorirzar"me, "expresarvme: terciarizarme.
es decir, el cine, la imagen del otro, para ponerse en movimiento pro-
Sigue siendo montaje, es ya cine.
yectándose en él.
Sólo es posible encontrar al otro en sí mismo. Sólo es posible encon-
trar en sí mismo -a la vuelta del otro, real o ficricio-. al otro de sí mismo,

44
ción opto-química de las relaciones de contrastes engendrados por la
emisión fotónica del cuerpo fotografiado, 10 que hace de la foto una téc-
nica analógica-, el cine añade la dimensión de la duración: sucesión de
los fotogramas y persistencia retiniana dan un objeto temporal, consti-
14. La televisión tuido por un antes, un durante y un después en movimiento -en movi-
miento en la conciencia dd espectador que transcurre a medida que su
objeto (la película) también transcurre. Ahora bien, la característica de
Hacia el principio de la segunda mitad del siglo XX, el tiempo del
los objetos temporales es que el transcurso de su (lujo coincide "punto
cine que está en su apogeo se convierte en televisión. En 1954, el 1 % de
por punto"¡\ con el transcurso del flujo de la conciencia del que son el
los hogares franceses está equipado con una televisión. En 1960 son el
objeto -lo que qUiere decir que la conciencia del objeto adopta el tiem-
13,1 %; en 1970, el 70,4 %; en 1980, el 90,1 %; en 1990, el 94,5 %. Se cal-
po de este objeto: su tiempo es el del objeto, proceso de adopción a partir
cula que hoy existen aproximadamente mil millones de televisiones en
del cual se hace posible el fenómeno de identificación típica del cine."
el mundo: la casi totalidad de la población mundial está "cubierta".
A estos efectos propios de la fotografía y del eme, la televisión añade
El siglo XX, nacido del cine, se termina con el dominio aplastante
dos nuevas determinaciones:
de las conciencias por los tiempos de los objetos temporales audiovisua-
les que difunden hacia ellas centenares de canales a través de las parri- 1. Como técnica de teledifusión permite a un público de masas mirar
llas de programación que forman un nuevo tiempo social, una nueva simultáneamente el mismo objeto temporal en todos fas puntos de un tcrri-
calendariedad. Es el sector de lo que los economistas llaman las indus- torio y hace posible la constitución de megaobjetos temporales: fas parri-
trias de programas, que son muestra ellas mismas de lo que Horkhei- lías de programación, en las que los flujos de los diferentes objetos tem-
mer y Adorno bautizaron en 1947 como la Kulturindustrie. porales audiovisuales se encadenan unos con otros para formar la cade-
Igual que la técnica del eme hereda de la técnica de la fotografía y se na de un archíflujo -la "cadena de televisión".
asocia a la lonografla, la técnica de la televisión añade al cine sus carac- 2. Como técnica de captación y de raransmision en directo permite
terísticas específicas, que producen el efecto propiamente televisual. que este público viva colectivamente y en cualquier punto del territorio
Hemos visto que a la "objetividad del objetivo" fotográfico, al "esto- el acontecimiento captado en el rrusrno momento en que ha tenido
ha-sido", en el que cree espontáneamente el espectador de la fotografía lugar <difusión de un tipo de objeto temporallive, del que la copa del
-cree que lo que ve en el fotograma "ha sido", porque sabe (con un mundo de fútbol en Francia el 12 de julio de 1998 fue un caso excep-
saber intuitivo) que los fotones dispuestos en el papel fotosensible han cional: aquí es inmediatamente la "recepción" del acontecimiento lo
sido emitidos por un cuerpo rea] que ellos reproducen por rcconsutu- que constituye este acnntecimienro.

46 47
Estos dos efectos propiamente televisivos transforman tanto la natu- 6. En el último capítulo de La de.orlenlanón, op. át., "Objeto temporal y finitud
raleza del propio acontecimiento como la vida más íntima de los habi- rcreneional". También he mantenido que más tarde el propio Hu.<serl "corregirá"
parcialmente e.'la po,iei<Ín.
tantes del territorio. Las industrias de programas realizan una sincroni-
zación súbitamente aumentada de las diacronlas constitutivas de las cultu- 7. Xavier Lemarchand <" '-{uien ha comparado el efecto Koulechov con estos
análisis en Differancc el audiot'lsieinuménque, tLSi, defendida en la Universidad de
ras, es decir, también de las conciencias. Es este proceso lo que constitu-
tl:[nología de Compiegne, 1998.
ye el fondo de la crítica de lo que Horkheimer y Adorno llamaron las
H. Cf F. Albera, "Introductinn a Lev Koulechov", L"An du cináma el aulres ¿e"';ts.
industrias culturales.
Lausanne, L'Áge d'homme, 1994, p. 11.

r. N. de la T.: hay un juego de palabras ya que en francó la expresión sefaire dn


<m¿ma signifIca "fanta'ear, imaginar las cosas como uno desearía '-{ue funan".
9. Me parece que 'can-~Iichd Salanskis no ha comprendido este último capí-
tulo en la reseña, por otra parte meticulosa, 'IUC hizo de los dos primeros tomos de
NOTAS L" técnica y el tiempo, "Eccc faba". Les Temps modernes, n" 60il, abril-mayo de 2000.
Sostiene que en ellos denuncio la distinción hecha por Husserl entre recundo pri-
mario y secundario (es dccir, mbrayémo,lo de paso, entre percepción e imagina"
1. "E~te esquematismo de nuestro entendimiento, relativamente a lns fenóme- tilín), 1-1i objetivo es, por el contrario, re-afirmar e,ta distinción al tiempo que plan-
nos y a su simple [mma, es Un arte escondido en las profundidades del alma huma- teo <:¡ue "s¡á debilitada por el hecho de que el propio Hw;serlla mtie",k como una
na v cuyo mecanismo siempre será dificil anancar". Inmanuel Kant, Critique de la oposiaon, En cons"cucncia. yo planteo evidentemente que una percepción nunCa c.,
rais~n ;ure, traducci"n al francés de Treinesaygues y Pacaud, PUF, 1944, p. 153. pura de toda imaginación. que toda I'Cfc"l'ciÍ>n c., Una proyección, Así recuerdo sim-
[Existen varias traducciones al castellano de la Crítica de la [tJzón pura. entrc otras la plelllcnte que una distinción no es una oposición y 'Iue la metafísica empieza por
esta confusiÍ>n, ""bre la <¡ue volveré ampliamente. También volveré, más addante en
publicada por Alfaguara, 1998.]
e,la obra y en el tercer torno de L" lécnica y el tiempo, sobre diversas cuestiones sus"
2. Op. á/., cap. 1, p. 28 Ystes. citd,iaS por este articulo de mi amigo Salanskis.
3. Roland Barthcs, Lo Chambrr cleire, Le Seuil-Gallirnard-Cahiers du cinéma, 10. En La técmca y el tiempo, vol. 1\; Símbolos y diablos o fa guerr" de los eipín'-
1979, p. 122. ['traducci6n al castellano: La cámara lúcida. Nota sobre lu futagrafia, tus, de próxima aparición.
Paidés Ibérica, 19i19.J
11. Bergson comprendía esto muy bien.
4. Cf La deson'enlación, op. át., p. 31.
12. Fueron presentado., por primera vez en 1985 en Roma, a invitación de /can
S. Gilles Delcuze. Cirltma]: L'image-mouvement, Minuit, 19i13.1" 10. [Traduc- Lauxcrois, y publicados en 1990 en La Revue ph¡loiophiqlle bajo el título de
ci(,n al castellano, La imagen-movimiento: estudios sobre cinc] y 2, Paidós Ibérica, "Memoires gauche,". Dcspuó los retomé en el primer capítulo de L" dCione"taciórl.
2003 y 1996, rcspecnvamcntc.] Añado aquí las consecuencias de lo, análi,i, dd objeto temporal que propuse en el

49
último capítulo de ",la misma obra, cuyos principales resultados respecto a las dor y de la película. pero también de la banda sonora LIl relación a la, irn.igenes y
int<:nClOnes de esta nueva ohra acaban de ser resumido' aquí. en relación al proce'" de adopción resultante de ello: el momento principal <:s un
El. Roland Barthes, La (hambre da/y", op. cít .. p. 148. "tiempo real" cuya toda dramaturgia es la interpretación de una partitura de músi-
ca que se desarrolla regularmente en la pantalla. La partitura doempeiiJ ahí el
14.I.a demrielllación, op. á/.. p.. ~9.
':l'
pJpcl del reloj en FOllr o'dock. Un grito de Dororea, la heroína, el momento cru-
1S. Cf La tfcllica y el tiempo. vol. T\': ,k próxima aparición. CIal d" un inl"nto d" a,,,sin"to que debí" haber tenido lugar al sonar un golp" (k
16. Alain Resllais, L'Al'alll"Sci:ne (i,,¿ma, ,,0 26i', marzo de 1981, p. 7. platillos, rompe a la vez el tiempo real de la seeucnci~ y el tiempo de la música: se
iucerrumpe el concierto. Dorctea es, además, cantanlc.
11. ;'\l. de la T: estos dos términos "susn:ptibk: pasante'· tienen en francés una
similitud fonética quc se pierde en la traducción: pa.,úh!t': p"mmt. 24. En el último tomo de La técnica y el tiempo. Sobre este concepto, tI también
B. Sliegler, "C" gui D..ul dd"m". Churt', "D 54, 199:'5.
17. Una película dc Elia Kazan de 1951 difundida en Francia con el título de
Un /Mmway nomme Dcsír; [N. de la T. Y en España con ti (k Un trallv¡a llamado 25. La expresión es de E. Husserl, Ln,'ons pour u"t' ph¿nom¿"ologie dt' la eOlIS-
Desm·1 uena i"time dn temp.'. op. cit.

18. 1"0 q"t' el vie!JIo se /levó, de Victor Fkming, 1939. 26. Y lo qu<: Sng<.: Dancy y fcan-\1ichd Frodon llaman la "máquina de domes-
ticar" cinematográfica y el electo de "redcnciún mecánica". Cl Je"n-l\ficbel Frodon.
Hl. N. de la T: otro Juego de palabra, ya tlUC el término passcr, "pasar" ticnc
La Projeetion nationaie. Cinema et nation, Odile [acob, 1998.
también d significado de "poner" una película.
19. Edmund Husserl, Le{"OIls ponr 1II1t' ph¿nom¿"ologie de la ronsaoncc intime du
tcmps. tr. H. Dussorr, PUF, 1964, p. 66. [Traducción al caslcllano Lecciones para una
fcnomcnologia de la eOlleit'""" ¡Iltnna del tiempo, Trona, 2002.1
zo. u; lbid., p. en
21. Paul Ricoeur. Tt'mp., el Ridt, 1. In, Le Ternos raconté, L" Scuil, 1985, p. 55.
[Traducción al castellano: Tit'mpo.v 'lIl".,u:ió'l, Siglo XXI. 1996.J
IV N. de la T.: término inglés -quc mantenemos tal como se empka m el o[]-
ginal- 'luc cn la jerga cinematográfica se "m pica para designar el trabajo. pr~vi{) al
montajc, de visionar todas las imágenes lOmadas duraute el rodaje y de retranscri-
birlas ~n orden cronológico en una hoja d", dnw/lIlgt'.
22. S",ric de televisión Smpicuon, 1957.
B. El hombre que sabía demasiado ocupa un lugar especial en el cine de Hitch-
cock (que ba ofi-ecido dos puestas en ~sc""a dift:rentes de esta película) en relarión
a la temporalidad en el cine, al transcurso de los Hujos de la conciencia del espeeta-

su 51
Capítulo dos

EL CINE DE LA CONCIENCIA

53
1. Siniestro espiritual

Mientras que la televisión apenas nacía, Horkheimer y Adorno vetan


ya en el eme hollywoodiense asociado a la radio y a los magacines la
inminencia de un siniestro del espíritu, producto de un dispositivo de
alineación en el que "los autos, las bombas y las películas aseguran la
cohesión del sistema" " barbarie estética
que subordina de la misma manera todos los sectores de la
producción intelectual con este único fin: marcar los sentidos
de los hombres desde Sil salida de la fabrica por la tarde hasta
su llegada al control de entrada al día siglllente por la maña-
na.'

eCómo habrían descrito estos filósofos la vida del trabajador -o del


parado- que hoy pasa en Francia cerca de cuatro horas ante la pantalla
de la televisión? Y équé habían podido esperar de lo que se prepara con
las redes digitales? Porque es indudable que en un plazo ya no muy
lejano éstas cambiarán en lo más profundo el conjunto de los medios de
comunicación de masas y, en particular, la televisión, al integrarla en 110
nuevo sistema -que sin duda ellos habrían anticipado como un disposi-
tivo de "alineación" mundial en el que al convertirse la televisión en
telcucción, el advenimiento de la telesociedud podrá realizar ya sin freno
alguno esta "sociedad de mercado" de la que hablan los socialdemócra-
tas europeos.

55
La diferencia que se impone más inmediatamente es que la
objetiva dura mientras que la mental es efímera. De! rrusrno
modo, un recuerdo-objeto dura l...[ mientras que un recuer-
do "mental" se horra inel uctablemente -y a corto plazo: la
memoria viva, la memoria vivida es esencialmente lo que Ba-
2. De la imagen objeto a la imaginación trascendental quea, siempre acaba por dejarnos. La muerte no es otra cosa
que una desaparición total de memoria.'

Hace algunos años escribía yo a propósito de la materialidad irre- Planteando esta finitud retencional como principio de cualquier otro
ductible de la Imagen que análisis filosófico es como desarrollé, en El pecado de Epimeteo y La des-
la imagen en genera! no existe. Lo que se llama la imagen orientación, los conceptos de cpifilogénesis y de retención terciaria. Si
mental y lo que yo llamaría aquí la imagen-ohjetu, inscrita criticando la concepción husserliana del tiempo a la vez que se inspira-
siempre en una historia y en una historia técnica, son dos ba en ella Heidegger plantea que "el ente que somos nosotros mismos"
caras de un único y mismo fenómeno que no se pueden sepa- siempre es heredero, siempre va precedido de un ya-ahí fáctico, de un
rar más qne el significado y e! significante que en el pasado pasado que él no ha vivido, que no es, por tanto, el suyo, que sin embar-
definían las dos caras del signo lingüístico. go debe convertirse en su pasado y que, por lo tanto, en cierto modo
Es definitiva la crítica que [acqoes Derrida ha propuesto de tiene que adoptar, he tratado de demostrar que la consecuencia -que
la oposición de estos dos conceptos en el sentido de que el sig- Sein und Zeit no asume y toda la cuestión de la política heideggeriana
nificante sería una uariación contingente de una Invariante tiende a esta ambigüedad- es que más allá de las retenciones primarias y
idea! que sería el significado. Del mismo modo que no exis- secundarias analizadas por Husserl debe haber retenciones terciarias, es
te "significadu trascendental" no existe imagen mental en decir, huellas técnicas que hacen accesible al Dasein este pasado facticio
general o "Imaginería trascendental" que precedería a la
que no es el suyo, que no ha vivido y que, sin embargo, debe convertir-
imagen-objeto. Queda la cuestión de la Imaginación trascen-
se en e! suyo, de! que debe heredar como su historia. Tal es su historici-
dental que no abordaré aquí.'
dad (Geschlchtlichkeit).
Es precisamente esta cuestión de la imaginación trascendental lo
Lo que yo llamo retención terciana, Heidegger lo llamó también
que a partir de ahora se trata de examinar retomando la cuestión de la
Weltgeschichtligkeit (lo histórico-mundano)'. Pero renunció a inscribirlo
imagen-objeto desde el punto de vista de la finitud rerencional:
en la esfera originaria de la temporalidad "auténtica".
Si evidentemente hay una dIferencia entre imagen mental e
Imagen-objeto qne, S111 embargo, no es una oposición, esto Ahora bien, vamos a ver aquí que esta cuestión es e! centro mismo
SIgnifica que éstas sIempre tienen que ver una con otra y nin- de los misterios kantianos que rodean la cuestión de la imaginación tras-
guna puede reducir la diferencia de la otra. cendental.

57
La imaginación unificadora sería en Cierto modo dejada de lado, eli-
minada por la industrialización de la cultura que literalmente embrute-
ce a sus dientes-sujetos y que aliena de la forma más radicalmente POSI-
ble al libre sujeto de la razón -al que, precisamente, ella sometería. A
3. Hollywood, capital del esquematismo industrial partir de ese. momento, la "mercantihzación'' general de los hienes cul-
turales sería también necesariamente la liberación de aquello que la
sociedad lleva consigo de más irracional-de menos "cultural" y de más
Sólo a partir del hecho de la técnica existe "cultura" y "espíritu". "desrazonable": de más bárbaro.
Adoptar este punto de vista tiene graves consecuencias respecto a la cri-
Horkheimer y Adorno acusan así al cine de paralizar la imaginación
tica que se puede intentar del concepto de industria cultural elaborado
y, más generalmente, el discernimiento del espectador hasta el punto de
por Horkheimcr y Adorno. (lue éste ya no es capaz de distinguir pereepcián e imaginación, realidad y
Para caracterizar esta industria ellos hacen referencia a lo que Kant ficción -discurso que hoy podría aplicarse tal cual a la realidad virtual o
llama el esquematismo de los conceptos puros del entendimiento.' El a los juegos electrónicos:
kantismo distingue dos fuentes sin las cuales para el sujeto humano no Cuanto más éxito tiene [la industria cultural] en ofrecer por
es posible ningún conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. La medio de sus técnicas una reproducción parecida de los obje-
esquemariz.ación, operada por la imaginación, es lo que permite su uni- tos de la realidad, más fácil es hacer creer que el mundo exte-
ficación, es decir, al mismo tiempo la unidad de la propia conciencia. rror es la simple prolongación del que se descubre en la pelí-
cula. La introducción súbita del sonido ha hecho pasar el
Ahora bien, al ser las industrias culturales industrias de lo imaginario,
proceso de reproducción industrial enteramente al servicio
Horkheimer y Adorno describen la industrialización de la imaginación de este propósito. Ya no hace falta que se pueda distinguir la
como una exteriorización industrial del poder de esquematizanón y con vida real de la película. (P B.,)
ello, como una reificación, como una cosificación alienante de la con-
Hay, pues, un csqaemausmo industrial y hay una capital: Hollywood.
ciencia cognoscente:

La industria ha privado al indnnduo de su función. El pnmer


scrouno que la industria aporta al cliente es esquematIzar todo
por él. Según Kant, un mecanismo secreto que actúa en el
alma preparaba ya los datos inmediatos de tal manera que
estos se adaptan al sistema de la Razón Pura. Hoy este secre-
to ha sido descifrado.'

59
industriales-, ahora sabemos que esta distinción no debe mudarse en
oposición ni, por lo tanto, esta denuncia en denegación: lo hemos com-
prendido a partir del fonógrafo en tanto que éste constituye por prime-
ra vez la posibilidad de repetir idénticamente un mismo objeto tempo-
4. La obsesión común de Husserl, Horkheimer y Adorno, ral que ofrece cada vez dos fenómenos diferentes. Esta repetición sólo es
posible por medio del reg-istro, por medio de esta reproductibilidad tec-
y la economía política de la conciencia
nológico-industrial que es el fundamento objetivo e infraestructural de
las industrias culturales, de las que hablan Horkheimer y Adorno des-
De ser esto cierto, habría sin embargo que explicar por qué y decir pués de Walter Benjamín, pero que, a pesar de Walter Benjamin, fraca-
cómo la conciencia puede ser hasta ese punto penetrada y controlada san en pensar lo mismo que Husserl, mientras que es su objeto mismo
íntimamente por el desarrollo de una película -}; por lo tanto, qué verdad (a diferencia de Husserl): la KuLtun"ndustrie.
de la conciencia y de la "vida real" se releva al cinc.
Su fracaso consiste en no haber comprendido que si es cierto que la
En el capítulo anterior hemos visto: composición de las retenciones primarias y secundarias, que constituye
1. Que una película es un objeto temporal que "coincide" con la el verdadero fenómeno del objeto temporal y que explica que el mismo
conciencia en tanto que proceso retencional afectado siempre por las objeto repetido dos veces pueda dar dos fenómenos diferentes, si, por lci
retenciones terciarias, y tamo, es cierto que esta composición está sobredererminada por las
retenciones terciarias en sus características técnicas y epokhales', el cen-
2. Que, al analizar la singularidad del objeto temporal Husserl des-
tro de la cuestión de las industrias culturales es entonces que éstas constitu-
cubre ahí que no hay que confundir la retención primaria, constitutiva
yen una realización industrial y, por lo tanto, sistemática de nuevas tecno-
del objeto temporal y que pertenece al presente de la percepción, con la
logías de las retenciones terciarias y, a través de ellas, de criterios de salce-
retención secundaria, que puedo reactivaren imaginación por el juego del
cion de un nuevo tipo -y, en este caso, sometidos totalmente a la lógica de
recuerdo y que constituye el pasado de mi conciencia; en otras palabras,
los mercados, es decir, a los accionistas.
que Husserl afirma cuarenta años antes que Adorno y Horkheimer que
no hay que confundir percepción e imaginación -y que, al contrario de Esto constituye una nueva época, verdaderamente revolucionaria, de
lo que será inducido por el desarrollo de las industrias culturales, es la economía política de la conciencia.
necesario "que la vida real pueda distinguirse de la película"; De manera muy general la retención terciaria es esta prótesis de la
3. Que si Husserl, Horkheimer y Adorno tienen mucha razón al conciencia sin la cual no habría espíritu, ni retorno, ni recuerdo del
denunciar los peligros de una confusión entre percepción e imaginación, pasado no vivido, ni cultura. El fonograma es una prótesis semejante,
que sólo puede producir una confusión mental -aquí, de dimensiones pero constituye un tipo de ésta completamente singular -singular en

60 61
qUlO hace evidente que como registro de una huella en un objeto, aquí mado, y entre unas comillas que he explicado y que mantengo aquí, una
un registro analógico. el recuerdo terciario sobredetermina a su vez la arn- "ecología del espíritu"." Los fundamentos de este programa son los que
culación de las raenaones primarias y secundarias. Es lo que hemos visto constituyen el objeto de la presente obra.
también analizando la Intervista, pero habríamos podido demostrarlo
La experiencia de una reproducción idéntica de un objeto temporal
Igualmente refiriéndonos a La rosapúrpura de El Cairo, de Woody Allen,
sólo fue posible por primcraocz en toda la historia de la humanidad a par-
o a Smoke, de Wayne Wang.
tir de eros y Edison: al inventar la fonografía analógica transformaron
Husserl quiere excluir que la percepción sea cine, sea "sólo cine", y
en profundidad el Juego de la memoria, de la Imaginación y de la con-
que lo percibido nunca sea más que la pantalla de proyección del cinc.
ciencia. Esta transformación continuó con el cinc, después con la tele-
y, por lo tanto, excluye de sus análisis la retención terciaria y, en espe-
visión y la Kulturindustrie en general-que exterioriza y reifica al mismo
cial, el fonograma. ¿Por qué razón Horkheimer y Adorno hacen lo
mismo cuarenta años después de Husserl, pero sobre todo diez años tiempo el trabajo de la imaginación sin embargo "trascendental".
después de la escritura del famoso texto de Beujamin, La obra de arte en eCómo fue esto posible?
la época de su repraducibilidad mecámca, cuyo inmenso alcance se les
escapa manifiestamente?' Respuesta: porque ellos apelan a la Critica de
la razón pura en relación a la cual una consideración, en la constitución
del flujo de conciencia que es también el sujeto kantiano, del papel de la 5. La "triple síntesis" en la Crítica de la razón pura
retención terciaria, es decir: de la técnica en general, como sistema epifilo-
genético, constituye un cuescicnamicnro radical. Así pues, el fracaso de
ambos alemanes emigrados a Estados Unidos que en 1947 se disponen Horkheimer y Adorno recurren al esquematismo de Kant como SI
a regresar a su arruinado país sería sobre todo el índice de un misterio este concepto se diera por hecho, como SI no conllevara problema algu-
del pensamiento kantiano que queda por explorar -el misterio del esque- no, cuestión crítica alg-una.
matismo, cuya exploración bien podría modificar la cuestión de los crite-
rios en la Critica de la razón pura-la cuestión de los criterios, es decir, la El concepto del esquematismo se cxpone en el primer capítulo del
cuestión crítica por excelencia. libro Il de la Analítica trascendental CAnalítica de los principios") y con-
De este modo se requeriría una crítica de la Crítica de la razón pura, tinúa, por tanto, el último capítulo del libro 1 ('i\nalítica de los concep-
una "nueva crítica", como cuestión del cinc de la conciencia, es decir, tos"}. Este último capítulo se titula "Deducción trascendental de los
también de la técnica en tanto que horizonte de toda retención terciaria conceptos puros del entendimiento". Esta deducción trascendental se
y condición inicial de una tecnología industrial, que apela a la elabora- opera a partir del concepto de lo quc la Crítica de la razón pura denomi-
ción de una economía política de la conciencia que en otra parte he Ila- na una triple síntesis.

62 63
Ahora bien, nadie ignora que esta Deducción, que precede y condi- cendenral de la apcrcepción (la imaginación se relega entonces al
ciona la exposición del concepto de esquematismo (capítulo 1, libro II, seg-undo plano y el entendimiento recupera su autonomía absoluta).
"Del esquematismo de los conceptos puros del entendimiento"), existe 2. Lo que Kant no comlgue pensar ni, por tanto, expresar claramente en
en dos versiones que son ampliamente contradictorias y han sido obje- A (no más que en B -aunque B resuelve la dificultad retrocediendo en
to de abundantes comentarios de la tradición postcrítica. Aquí veremos relación a A para eliminar la contradicción), es la diferencia entre las
que estas dos versiones, reivindicadas ambas dos por Kant a pesar de sus retenaones primaria y secu,idan"a pensadas más tarde por Husserl y que
flagrantes contradicciones (ej más adelante epígrafe 8), tropiezan tanto en Kant no dejan de confundirse como síntesis de la aprehensión y de
una como otra precisamente con la cuestión de un cine de la concien- la reproducción.
cia, de un cine constitutivo de toda actividad consciente cuyas tres síntesis 3. Si puede existir un "esquematismo industrial" es porque el esque-
serían precisamente unas operaciones. ma es originariamente y en su estructura misma industrialisablc: pasa por
Las tres síntesis de aprehensión, de reproducción y de reconoci- la retención terciaria, es decir, por la técnica, la tecnología y, hoy, la
miento que Kant distingue en la primera versión de la "Deducción tras- industria. El fracaso en la distinción de las dos primeras síntesis es tam-
cendenral':" son, en efecto, estrechamente solidarias de las retenciones bién el fracaso en el reconocimiento del "sustrato" indispensable de la
primarias, secundarias y tercianas, y para las industrias culturales sólo tercera -cuya necesidad, sin embargo, veremos (en el parágrafo 14) que,
es posible "esquematizar todo para bus clientes]" en la medida en que Las a su manera, en cierto modo enuncia la Critica de la razón pura.
retenciones terciarias desempeñan aquí (en la constitución de La conciencia]
un papeL primordial -que evidentemente no es reconocido por Kant.
Además Kant habla de la diferencia entre retención primaria y secun-
6. La confusión de Kant
daria, y en ciento modo la contempla sin hacerla ni verla. O mejor
dicho, esta diferencia k contempla, le concierne, pero él no la ve. De ahí
una gran confusión entre dos versiones de una Deducción que se con- La "triple síntesis" es una realización de lo que Kant llama la
tradicen y, sin embargo, ambas son admitidas por el autor como legíti- "espontaneidad del entendimiento";
mas.
El conocimiento es un conjunto de representaciones compa-
Por decirlo en otras palabras; radas y relacionadas [...l. Una síntesis corresponde siempre a
la sinopsis (del sentido) y la receptividad sólo puede hacer
1. El paso de la edición de 1781, llamada A, a la de 1787, llamada B, posible unos conocrrmentos uniéndose a la espontaneidad
testimonia un fracaso en la articulación de las tres sintesis de la imagina- (del entendimiento). Ahora bien, ésta es el principio de una
ción definidas en A, retomadas en B bajo el concepto de la unidad tras- triple síntesis que se presenta en todo conocimiento y que

65
comprende: la síntesis de la aprehensión de las representa- partir de este momento está obligado a plantear que la síntesis de repro-
ciones como modificación del espíritu en la intuición; la de
ducción es la retención en la propia aprehensión:
la reproducción de estas representaciones en la imaginación
y la de su reconocimiento en el concepto. Por lo tanto, estas Si siempre dejara escapar de rru pensamiento las reproduc-
tres síntesis llevan a las tres fuentes subjetivas de conoci- crones precedentes (las primeras partes de la línea, las partes
mientos cuyo entendimiento hacen posible ellas mismas y anteriores del tiempo o las unidades representadas sucesiva-
por medio de él toda experiencia." mente) y si no las reprodujera a medida que llego a las
sigUIentes, nunca se podría producir mnguna representación
La cuestión de esta triple síntesis y, en primerfsimo lugar, de la pri-
entera, [...] ni siquiera las del espacio y del tiempo."
mera de estas síntesis, la llamada "de la aprehensión", es la cuestión de!
tiempo: si lo diverso de la intuición debe ser ordenado es porque todas En otras palabras, Kant comete preCIsamente el error que Husserl
nuestras representaciones "pertenecen al sentido interno", reprochará a Brentano. Porque habla manifiestamente de retenciones
todos nuestros conocimientos están sometidos a la condición primarias, mientras cree describir la síntesis de reproducción, [al como
formal del sentido interno, es decir, al tiempo en el que ésta haría posible la aprehensión y en ese sentido debe concluir que, por
deben ser ordenados todos, vinculados y puestos en rela- lo tanto, "la síntesis de la aprehensión está inseparablemente unida a la
ción." síntesis de la reproducción".
Por esa razón, en lo diverso la intuición debe "distinguir e! tiempo En otras palabras, no dice que unas retenciones secundarias acom-
en la serie de las impresiones". Esta distinción de la sucesión temporal pañen siempre, como criterios de selección, al proceso de retención pri-
capaz de la intuición de cualquier fenómeno, sea cual sea, es lo que maria sino que la aprehensión es de entrada retención, es decir, repro-
permite la síntesis de la aprehensión. ducción, la cual se define claramente aquí como 10 que Husserl llama
Kant precisa entonces qué es la síntesis de reproducción: rerrecucrdo en el sentido de retención secundaria.

Unas representaciones que a menudo se suceden o se acom- Kant no dice lo que nosotros sosteníamos al concluir nuestra lectu-
pañan acaban por asocrarse entre ellas y por formar así una ra de Husserl, aunque casi lo diga -a saber, que primario y secundario
relación tal que en ausencia del objeto una de esta, repre- siempre se acomodan. Sólo lo diría si hubiera sabido identificar lo que
sentaciones hace pasar el espíritu a otra, siguiendo una regla
hace la singularidad de la retención primaria. Ahora bien, precisamen-
constante,"
te no ha sabido distinguirla de la retención secundaria y de esto es de lo
Kant describe aquí el fenómeno de la retención secundaria analizada que es testimonio este texto. Kant cree describir en él la síntesis de
por Husserl. Ahora bien, e! problema aparece al final del parágrafo: reproducción ahí donde se trata de la aprehensión en tanto que fenó-
confunde esta capacidad de reproducción con la retención primaria. A meno de retenciones primarias que precisamente no deben ser confun-

66 67
didas con las retenciones secundarias que constituyen la esencia de la
síntesis de reproducción.
Pero, por otro lado, en Cierto modo Kant introduce así por detecto la
cuestión de la relación entre primario y secundario que Husserl exclui-
rá. Lo que significa que él reserva ya un lugar para la cuestión de un 7. La síntesis de reconocimiento como unificación
papel de la imaginación en la percepción.
del flujo de conciencia reproducible
La confusión de las dos formas de retenciones es también la de las
dos síntesis y, evidentemente, pesará en la definición de la tercera sínte-
sis. Sin lugar a dudas es esta confusión de 1781, que hace muy oscuras Interviene entonces la tercera síntesis, llamada de "reconocimiento":
sus palabras, lo que le obligará a escribir en 1787 una nueva versión de Al mismo tiempo que nuestros conocimientos deben referir-
la "Deducción trascendental". se a un objeto, necesariamente deben con<:¡rdar entre ellos
¿En qué puede consistir exclusivamente la síntesis de aprehensión, en relación a este objeto, es decir, tener esta unidad que cons-
"la comprensión [del] desarrollo sucesivo de la diversidad" si ésta no es tituye el concepto de un objeto."
precisamente la retención de lo desarrollado por lo que se desarroíia actual- La síntesis de reconocimiento asegura la coherencia de la conciencia
mente? Kant sólo podría distinguir claramente esto de una retención consigo misma en tanto que ésta es un flujo cuya unidad debe ser garan-
secundaria (de la reproducción "en ausencia del objeto" que define la tizada: este flujo no puede contradecirse él mismo. Esta unificación del
síntesis de reproducción) si considerara la primera síntesis como conser-
flUjO sobredetermina como síntesis de reconocimiento la unificación de
vación de lo "recién pasado" en el siempre presente y como protención de lo
las síntesis de aprehensión y de reproducción por medio de las cuales un
todavía por llegar.
objeto puede presentarse a la conciencia unificado él mismo por el sim-
ple hecho de la unificación rnognitiva del flujo de conciencia:
Está claro que la unidad que constituye necesariamente el
objeto no puede ser otra cosa que la unidad formal de la con-
ciencia en la síntesis de lo diverso de las representaciones.
Conocemos el objeto cuando en lo diverso de la intuición
hemos operado una unidad sintética."

Esta unificación de la concrcncra consigo misma a través de sus obje-


tos es la proyección de la apercepción que Kant llama trascendental en

68 69
la medida en que es testimonio de una necesidad a priori que expresa requerir ella misma la aprehensión sintética de lo diverso de la sensibi-
una regla (un concepto): lidad.
Pero esta unidad es imposible si la intuición no ha podido ser Ahora bien, esto sólo es posible a condición de que el flujo de con-
producida por esta función de la sfntesis, según una regla
ciencia sea él mismo reproducible: las tres síntesis son también la tra-
que hace ncccsa na a priori la reproducción de lo diverso y
posible un concepto en el cual este diverso se unifica. Ahora ducción, en el fenómeno total de la conciencia, de las tres formas de
bien, esta unidad de la regla determina todo lo diverso y cl lími- retenciones -y de lo que las vincula necesariamente. Esto es lo que
te para unas condicionas que hacen posible la unidad de la aper- vamos a examinar ahora.
cepcion, [...] Si el concepto puede ser una regla de las intui-
ciones es sólo porque representa en unos fenómenos dados la
reproducción necesaria en su diverso y, en consecuencia, la uni-
dad sintética en la conciencia que tenemos de ello."
8. Las dos ediciones de la conciencia de Kant
En resumen, la unidad trascendental de la conciencia es también la
de sus objetos y, por lo tanto, del mundo en general -es lo que Kant
"ante el conjunto del público que lee"
denomina una afinidad trascendental. El concepto unifica la diversidad
de lo que se re-produce en la empiricidad como su esencia y su necesi-
Las dos primeras síntesis sólo fundan su unidad en la tercera sfnte-
dad, pero en tanto que los pro-duce. De la re-producción de lo diverso
SIS de "reconocimiento"; ésta inserta las dos primeras formas de síntesis,
pasado abstrae su unidad que queda por llegar: la re-producción es más
CJdecir, de retenciones en elflujo unificado de La conciencia. Kant llama a
profundamente pro-ducción porque el concepto pone en práctica la
esta unidad del flujo la unidad de La «percepción, En otras palabras, el
legalidad a priori del flujo temporal que constituyen las categorías. En
ello, esta unificación recognitiva, que es también la del flujo mismo de la papel de la tercera síntesis es el de hacer compatibles entre ellas todas las
conciencia, es lo que a partir del pasado reproducible prepara el futuro uni- retenciones primarias y secundarias que tejen la tela de una conciencia
tario del flUJO Y de los objetos que se constituyen en él. cn tanto que ésta es siempre la misma conciencia, sea cual sea la diver-
sidad de las retenciones primarias y secundarias que la atraviesan y por
Pero, ¿porqué afirmar aquí la necesidad de lo que he llamado el recuer-
medio de las cuales se trama, es decir, deviene.
do terciario? Porque el reconocimiento es una hiperreproductibilidad,
una legalidad de la reproducción en la que ésta se revela manifestar La tercera síntesis es lo que dispone y monta las dos primeras (que
fenomenalmente no sólo una pro-ducción sino en cierto modo una en cierto modo son rushes e insens) en un solo y mismo transcurso tempo-
repro-ducción, es decir, una pro-ducción (reconocimiento) que supone ral -ya que todo esto forma en cierto modo el cine de la conciencia que
la materia de una reproducción (de la sfntesis de reproducción) al proyecta. al estar pro-tendida hacia su futuro."

70 7J
Ahora bien, ccómo no señalar que el flujo de la conciencia del propio Resumido de forma brutal, nos dice que la segunda edición no cam-
Kant y que Kant toma evidentemente por objeto de análisis y por mode- bia nada de la pnmera, sino que es más elara -y que, en consecuencia, la
lo de la actividad de toda conciencia, se trama y se constituye en $U uni- primera edición sigue siendo completamente válida a pesar de las dife-
dad en el curso del trabajo de escritura de los libros que constituyen la rencias de redacción. Más precisamente, nos dice que si esta segunda
obra de Kant? e Cómo no señalar: edición ha ensayado unas "correcciones",

lo Que esta unidad no es dada, sino prometida? estas correcciones suponen un ligero dafio para el lector que
no se podrían evitar sin hacer este libro axccsioamcntc volumi-
2. Que la fuerza de esta obra se debe a la unificación de los elemen- noso. En efecto, más de un lector podría lamentar diversos
tos de conciencia materializados que constituyen las retenciones tercia- pasajes que sin ser, es cierto, esenciales para la integridad del
conjunto, podrían ser útiles desde otro punto de vista, y que
nas literales de esta obra?
ha habido que suprimir o acortar para dejar sitio a una expo-
3. Que Kant sólo es el nombre del autor de esta obra y sólo nos inte- sición que ahora es, espero, más clara."
resa en tanto que tal, y al que sólo conocemos porque los flUJOS de su Estas palabras son absolutamente sorprendentes si se considera que
conciencia han sido retenidos por sus obras y como sus obras? en ciertos aspectos la segunda edición parece en profunda contradicción
Esta situación, de la que procede la autoridad de Kant, sólo es posi- con la primera -en particular, sometiendo la imaginación a la legalidad.
ble porque las síntesis primarias y secundarias de la imaginación son del entendimiento y el sentido interno a la unidad de la «percepción,
esencialmente sintetizabLes por este flujo (de conciencia) de síntesis que donde la triple síntesis desaparece en beneficio de una distinción de dos
constituye un "recuerdo objetivo" como un libro o una película. nuevas síntesis llamadas figurada e intelectual" y donde, por lo tanto, se
borra toda huella y toda cuestión de la posibilidad de una triple reten-
Existen dos versiones de la Crítica de la razón pura -dos redacciones, ción. Ahora bien, estas contradicciones, que se refieren al papel de la terce-
es decir, dos archivaciones/síntesis de la historia de la conciencia del ra síntesis y al papel de la irnaginacíón, son precisamente el indicio de una
propio Kant y, a través de él, de la historia de la conciencia JilosóJica- la dificultad de Kant para resolver la cuestión de la contradicción -de la con-
primera de las cuales se publica en 1781 y la segunda en 1787, cada una tradicción del yo consigo mismo, lo que es la temporalidad misma de este
con un prefacio distinto, y en la segunda versión se operaron apreciables yo, que Deleuze llama su "fisura"."
modificaciones de la Analítica trascendental, particularmente en lo que Sin embargo, el prefacio de la segunda edición continúa explicando
concierne a la "Deducción trascendental de los conceptos del entendi- tranquilamente que
miento". Ahora bien, equé nos dice el segundo prefacio de la segunda esta nueva exposición no cambia además absolutamente
redacción acerca de lo que hay que pensar de la primera redacción nada en el fondo en relación a proposiciones y a sus pruebas
modificada por esta segunda edición-redacción? mismas: pero, sin embargo, en algunas partes se aparta tanto

72 73
de la antigua en la manera de presentar las cosas, que no era "retención terciaria" cualquiera. es evidente que el registro literal del
posible Intercalarla ahí.
flujo de la conciencia del propio Kant, tal como lleva a la escritura de la
As:,pues, a~bas ediciones se apartan considerablemente "en algunas Crítica de la razón pura, es la condición esencial del análisis de la activi-
partes, pero solo se trata de una separación de forma: nada se ve afee- dad de toda conciencia que ambicione ser esta obra. El pensamiento de
tado respe~to al fondo. Tanto es así que los editores contemporáneos de Kant sólo puede presentarse ante nosotros como libro -además, exacta-
Kant publican ambas ediciones en una sola" , Io que e I Prcpro . K ant mente como a él, excepto en que el pensamiento se presenta ante él y se
sugirió: hace presente en él en el curso mismo de su escritura, es decir, de su
montaje... frente a él: sobre la pantalla de proyección que es la hoja de
Este iJgen:daño que, además~ cada uno puede reparar a JU gU.¡to
papel que sustenta el pensamiento, verdadera muleta del entendimiento.
por n:edw de La comparación con la primera edición, será
ampliamente compensado, espero, por una mayor claridad. Por esta razón en 1996 puse de relieve en La desorientación esta frase
de Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolítico:
En resumen, existen profundas contradicciones entre 1781 y 1787
pero . Kant quiere a toda costa mantener la un'd d delJl uJo de su propia' "Entiendo por uso público de nuestra propia razón el que se hace como
1 a
sabio ante el conjunto del público que lee" --es decir, evidentemente, en
COnct.en~la en .eL curso de Los años transcurridos, durante los cuales él ha
tanto que uno mssmc escribe. Es sabido que Kant nunca escribió nada al
envejecido seis años, sin negar nada de este pasado. Ahora bien, cqué
ocurre de 1781 a .1787 además de este hecho dee que uuc eel tiempo
r¡ azar: Kant sólo puede fijar e identificar la unidad de la apercepción de la.
paser,
conciencia que él es por medio de la posibilidad que tiene de inscribir, de
Ocurre que ~n el tiempo que transcurre tienen lugar dos aconrecimien.,
conservar y de ordenar las retenciones primarias y secundarias (es decir,
tos y, en particular, una crítica pública de la Critica que obligará a Kant
a redactarla de otra manera" es decir a racríbi l hi t . d . las síntesis de aprehensión y de reproducción) que efectúa la imagina-
. '. " '. ' r a Isona eSllproplo ción de su conciencia olvidadiza (cuya memoria es finita"] bajo la forma
flUJO de conacncra ante el conjunto del público que lee"."
de retenciones terciarias (las frases escritas a través de las cuales se trama
la Crítica de la razón pura). Inscritas, fijadas, conservadas, estas frases
pueden ser releídas, criticadas, analizadas, objetivadas, seleccionadas y
dispuestas. Conservar, discernir, comparar y finalmente montar en la
9. El medio del yo como material de proyección
unidad de un libro que es también la unidad de su pensamiento: esto es lo
(lue Kant puede hacer con estas frases en tanto que son materializacio-
La conciencia sólo puede convertirse en conciencia de sí en la medi- nes objetivas de sus retenciones primarias y secundarias que las hacen
da en que puede exteriorizarse, objetivarse en la forma de huellas por manipulables."
medio
. . de las cuales al mismo tiempo se hace a" eS1ibl e a Ias
as d emas
' con- De 1781 a 1787 Kant puede reexaminar con [Oda tranquilidad" el
crencras. Y aunque Kant no haga intervenir' mas que H 1
usser a una flujo pasado de su propia conciencia y buscar ahí la unidad perseveran-
74
te de los flujos de su conciencia futura en la medida en que él ha podi- ciencia: que le permite heredar del pasado de todas las conciencias que
do fijar, identificar y unificar lo diverso de sus pensamientos mareriali- le hall precedido -así de nosotros mismos en este momento: como con-
zándolos. Se convierte así en objeto de sí mismo y así puede convenirse Junto del público lector de los libros de Kant- es también lo que le per-
en objeto de una crítica re-flexiva en la que él se auto-afecta: así y sólo mite proyectar (imaginar) un futuro.
así puede proceder al examen de las condiciones de su propia posibili-
Esto es lo que vamos a explorar a partir de ahora examin~ndo la
dad que también son las condiciones de posibilidad de todos sus obje-
cuestión del esquematismo, lo que también nos dará la oportunidad de
tos. Condiciones CUYil "posibilidad más extrema" Heidegger reprochará
a Kant que descuide. evocar la versión B de la "Deducción trascendental".

La crítica analiza y sintetiza, Pero sólo puede hacerlo porque puede


manipular -y aquí, manipular el tiempo, es decir, el juego de las reten-
ciones primarias y secundarias vía sus materializaciones terciarias. 10. Imágenes y esquemas: el entendimiento como poder
Ahora bien, estas materializaciones críticas del sentido interno también de sincronización de los sentidos interno y externo
son manipulables por la industria de la cultura en tanto que ésta hace de
las conciencias su materia prima, objetivable y reifiable porque origina-
riamente está puesta fuera de ella misma. Y es, efectivamente, en esto Para que sea posible la subsunción de las intuiciones a los concep-'
donde hoyes nuevamente necesaria una critica en el sentido kantiano tos, explica la "Analítica de los principios" ("Doctrina trascendental del
<una "nueva crítica". Juicio"),
En otras palabras, si Kant puede y debe escribir que todos los fenó- ...hace falta un tercer término homogéneo a la categoría por un
menos están en mí, es decir, que "son determinaciones de mi yo Idénti- lado v a los fenómenos por otro [...]. Tal es el esquema tras-
co, que expresan como necesaria una unidad total de estas determina- cend~ntal. [...1 Los conceptos encierran las condiciones forma-
ciones en una única y misma apercepción"!9, no es menos cierto que el les de la sensibilidad [...] que contienen la condición general
que permite a la categoría aplicarse a cualquier objeto ...!'
yo no está él mismo simplemente en sí mismo, sino originariamentefuera
de sí-mismo. El yo está en medio de "él-mismo", es decir, de sus objetos en el curso de la síntesis de reconocimiento. "Esta condición es el
y prótesis, medio que, en consecuencia, no es s610 él mismo sino su otro. esquema de este concepto. El esquema no tiene por objetivo una intui-
y se trata de un otro que le precede, de un ya-ahí, de un pasado que ción particular sino la unidad en la sensibilidad". Por esa razón hay que
no ha vivido" y que sólo es su pasado a condición de convertirse en su distinguir el esquema de la imagen. La Imagen de un número, por
futuro. Esta estructura de precedente pro-tétlco, que funda la posibilidad ejemplo,
de la rerciaridad de las retenciones, es el soporte provecnoo de la con- CIOCO

76 77
ó
\
o
V
que también se puede representar por

o incluso, en el sistema de representación binaria, explotable por una


máquina, por
101,
Esta figura, aunque en griego esta palabra se diga skcma, sin embar-
así pues, esta imagen, que es empírica y, por tanto, contingente
go no es un esquema en el sentido kantiano: sólo es una "imagen". Pero,
(puesto que el número puede representarse indiferentemente por medio
entonces, cpor qué la figura geométrica que originariamente es imagen
de estas imágenes diversas), es algo completamente diferente del hecho
y trazado (grafem) se llama precisamente en griego skema? y den qué
de pensar en este mismo número. Este pensamiento lOS
medida un número como mil es posible, como método conforme "a cier-
la representación de un método para representar una multi- to concepto" para la conciencia del que él es objeto, SI:\[ UNA IMAGEN?
tud (por ejemplo, mil [es decir, lOOO] en una Imagen, con-
forme a determinado concepto, más que esta imagen misma La respuesta está clara: en NINGUNA medida. En efecto, el núme-
que, en el último caso, me sería difícil recorrer con los ojus y ro siempre supone en cierto modo una capacidad de retención terciaria
comparar con el concepto. (ya se trate de los dedos de un niño, del cuerpo de un brujo, de un ábaco
() de un sistema de escritura alfanumérica), que 501a permite nombrar y
En efecto, no "salta a la vista" que en la siguiente figura hay mil
(1.000) puntos: objetivar. Esta capacidad tiene una historia, en el curso de la cual en par-
ticular un día se hizo posible la concepción del número 1.000 (mil). Aquí
entendemos que esta concepción fue en pnmer lugar un proceso. Hubo
........................................................ un tiempo, muy reciente en relación a la muy larga historia de la huma-
nidad, en que e! número 1.000 seguía siendo literalmente m-concebible
para la conciencia de! hombre que aún no estaba equipado para e! pen-
sar, en el que 1000 (milo la figura/imagen de antes o 1111101000) aún
no estaba elaborado.

78 79
Kant sólo puede hablar él mismo del número mil (1.000, etc.) por- Uno nunca se cansa de evocar a los primeros hombres que
que dispone de sistemas técnicos y materializados de notaciones que per- empezaron a contar dibujando trabajosamente palotes eri la
miten manipulaciones de símbolos y fijar por medio de esta imag-en (de arena de las playas o de los desiertos. [... 1También se puede
la que resulta esta palabra, "mil", que es elfa mIsma una imagen -una practicar el arte que: consiste en cortar regularmente un trozo
de madera... para conservar el recuerdo de un número. l... ]
imagen sonora) un resultado de una OPERACIÓN DEL ENTENDI-
MIE:'\JTO QUE AQUÍ ES E:"J PRIMER LUGAR U:'\JA OPERACIÓN CON- Todas estas traducciones materiales de un número aplican el
jU¡-""TA DE LOS SENTIDOS INTERNO Y EXTERNO. principio de correspondencia 1.•. 1 pero I•••J las cosas se pre-
sentan muy diferentemente si, para cada oveja del rebaño, se
E igual que el cálculo, que en primer lugar es manipulación del sen- coloca en un recipiente una bula de arcilla [...] o SI el hom-
tido externo que controla el transcurso del sentido interno, puede ser bre, ayudándose con una mímica expresiva, utiliza su cuerpo
mentalizado e interiorizado a continuación, al olvidar su ongen como como una máquina destinada a retener el número de peces
manipulación en el espacio en tanto que forma pura de la Intuición para que ha pescado.
el sentido externo, bien podría ser que toda operación del entendimien-
En el primer C:lSO se posee una imagen abstracta del rebaño:
to (no estoy hablando aquí de la razón, que además no consiste en ope- una bola de arcilla por cabeza de ganado. No hay necesidad de
raciones, sino en principios rectores de la unidad de las reglas del entendi- saber nombrar los primeros números, es una rontabiiidad que se
miento, que constituyen las leyes de la subjetividad bajo la autoridad de puede practicar en silencio. [...] Se puede situar el reciprente
lo incondicionado, es decir -volveremos a c1lo-, lo que nunca ha sido m en los archivos del adrninistradnr pero el administrador sabía
nunca será presente: el pasado absoluto y su reflección: el futuro abso- contar mientras que el pastor era muy incapaz de hacerlo."
luto), podría ser que toda operación del entendimiento tcnga por origen La concepción de un número resulta de gestos que por medio de su
constitutivo csu sincronieacián que precede a la oposición entre lo exter- realización efectúan un principio de correspondencia. Estos gestos per-
no y lo interno, entre lo de fuera y lo de dentro. miten producir una imagen que sin duda es abstracta, pero que es una
La SIncronización de los sentidos interno y externo condiciona aquí imagen-abstracta-OBIETO como soporte y condición de la proyección de
la actividad del entendimiento sometido al mismo tiempo a la síntesis una imagen-abstracta-MENTAL, y a la que no corresponde primero nin-
pasiva --es decir, aquí pre-concebida- de sus "herramientas"." De hecho, g-una imagen sonora ("No hay necesidad de saber nombrar los primeros
el número en general sólo puede ser concehido a condición de ser repre- números, es una contabilidad que se puede practicar en silencio"). La sono-
sentado en un sistema de huellas llamado sistema de numeración, que rización del número es lo que después permitirá una manipulación [ona-
siempre remite a un gesto que constituye él mismo una manipulación de tona ya no por medio de los dedos sino por medio de las mandibaias. Pero
símbolos externos por naturaleza -y no existe cálculo mental que no esta concepción del número mil supone las numeraciones escritas de las
resulte de la imcriorieacion secundaria de un cálculo por medio de mam- que, por lo tanto. proceden sus fonaciones que no las preceden -estadio
pulaciones simbólicas, es decir, de un comportamiento manual. de abstracción salido de las manipulaciones de símbolos llamado

80
"numeración escrita de posición", donde está claro que el esquema Clones espaciales del transcurso de sus intuiciones temporales ( = de ella
supondría la imagen cuando la posibilidad de la imagen supusiese recí- misma como otra). Por esta razón son posibles unos ars memoria.
procamente la posibilidad del esquema: de la esquematización en el sen-
Estas intuiciones espaciales tienen la ventaja de poder ser retenidas
tido en el que Kant trata de determinarla, es decir, como proceso de pro-
"objetivamente" al tiempo que autorizan la abrcoiacián del desarrollo
yección del sentido interno en los recuerdos terciarios que son las imá-
del flujo: si es posible leer cursiva mente el "número" representado más
genes accesibles al sentido externo.
arriba por mil puntos, además de que esta lectura sería larga, siempre se
Si mondan llamaba a esta reciprocidad una relación transductiva, al correría el riesgo de cometer un error; mientras que en el número escri-
tiempo que criticaba el hilemorfismo en el que todavía se encuentra tra- to 1.000, una imagen sustituye a una operación cursiva de transcurso del
hado el pensamiento kantiano." Si hay que distinguir el esquema de la tiempo: ha sido abstraída de un desarrollo en cuyo equivalente ella se ha
imagen, sin embargo no hay manifestación de esquema sin imagen, sea convertido -después de quc la conciencia se haya entregado a largas
o no mental. Cuando para dar una imagen de cinco Kant traza cinco series de ejercicios, empezando por contar con su cuerpo (con los
puntos sobre una línea e inserta así el dibujo "..... " en una frase, desgra- dedos), después en una pizarra, luego en un cuaderno, después mental-
ciadamente olvida que la palabra cinco es ya una imagen, surgida de mente- después manipulando un teclado que da órdenes a una máqui-
una larga historia. na alfanumérica en la que el entendimiento delega algunas de sus ope-
ractones.
Así pues, en lo sucesivo repitamos a título de la cuestión de la Ima-
ginación trascendental que no existe imagen mental sin imagen objeto. Esta equivalencia general donde el espacio da aspecto al tiempo es lo
Igual que la imagen del rebaño de ovejas como representación abstracta llue permite lo que Marx llama el "equivalente general": el capital,
materialmente constituida por un conjunto de bolas, los primeros núme- como dinero que permite acumular un valor abstracto porque es mani-
ros como entidades abstractas son en primer lugar unos soportes de pulable, también es, por tanto, tiempo puesto en reserva, conservado, en
memoria muy concretos: el flujo de la conciencia -en el que el número cierto modo cristalizado o congelado, como diría Queneau. Por lo tanto,
constituye una determinación del sentido interno, en el que se suceden la retención terciana, cuya forma más abstracta es el dinero y que per-
unas unidades que forman una totalidad numerable y sintetizable en la mite la abstracción a partir del principio de correspondencia, abre al
unidad de la apercepción-. es retencionalmente finito. Como memona de nnsmo tiempo la posibilidad de la manipulación abrevian te, de la que
su propio transcurso, flaquea rápidamente y debe apoyarse en unos la numeración de posición es una explotación Sistemática como sistema
soportes externos, unas prótesis de la rnemona que también serán unos de equivalencias espaciales (las Imágenes de los números) de operacio-
fetiches de la imaginación y las pantallas de proyección de todos sus fan- nes temporales (de enumeraciones como transcursos falihles del flujo de
tasrnas." Las prótesis rerencionales procuran así al flujo de la concien- conciencia).
cia (es decir, a la propia conciencia, que no es más que flujo) unas intuí-

83
empírico, en este mISmo espacio empírico, Si Tales construye la figura y no
se contenta con seguirla, construye una figura sin la cual no habría con-
capto. La construcción del concepto es la de la figura y recíprocamente.
En efecto, está acompañada de un discurso, pero este discurso está ins-
11. El medio de la conciencia como sistema general crito él mismo en la letra: debe ser fijado lo mismo que la figura debe
guardar en el espacIO sensible la huella de un razonamiento sobre el
de las retenciones terciarias y los gestos del pensamiento
espacio puro, es decir, sobre las condiciones de posibilidad a pnon de la
intuición. Aquí, como en la numeración, no existe pensamiento posible
Si siempre dejara escapar de mr pensamiento las reproduc- sin figuraciones que son también huellas, gestos del pensamiento tal
ciones precedentes (las primeras partes de la línea, las partes como éste debe apoyarse en sus inscripciones en el espacio, inscripcio-
anteriores del tiempo o las unidades representadas sucesiva- nes que permiten liberar, en la intuición de lo dado empírico, una inrui-
mente) y si no las reprodujera a medida que llego a las ción pura de las condiciones formales de esta intuición empírica -y que
SIguientes, nunca sc podría producir ninguna representación son, ya lo habíamos subrayado, las muletas del entendimiento y no sólo
entera, [...]01 siquiera las del espacio y del tiempo."
de la esperanza y de la fe."
Kant describe aquí la retención primaria, pero él cree estar ya en la La pro-ducción es una figuración y la segunda edición la define
síntesis de reproducción. No ve, por lo tanto, lo que es la retención como síntesis figurada. Si la figura no es aquí esencial, por no decir lo
secundaria en tanto que ésta no es precisamente la primaria. He demos- esencial, ¿por qué calificar esta síntesis de "figurada" (speciosa), por qué
trado por qué la finirud retencional del flujo de conciencia induce la traducir speclOsa por figürliche- "Figurar, dar una figura": es lo que sig-
necesidad de una tercera forma de retención cuya consecuencia es aquí nifica el verbo skematizo. Examinamos la cuestión de las condiciones de
la siguiente: si la síntesis figurada, la síntesis speciosa", que en la edición la constitución del esquema y del papel que desempeña ahí la imagen.
de 1787 se convierte en la verdadera síntesis de la imaginación productiva y Kant plantea que el esquema precede a la imagen: nosotros planteamos
no sólo reproductiva -es decir, la imaginación trascendental-, SI, por lo que son ccemergentes -es decir, en relación rransductiva. Imagen y
tanto, esta síntesis es lo que permite trazar mentalmente una línea para esquema son las dos caras de una misma realidad que constituye un
constituir el espacio", sin embargo esta facultad que es también el pnn- proceso histórico condicionado por la estructura epifilogenética"- que
cipio de la constitución geométrica no podría prescindir de trazar en efec- designa el esquema general de las retenciones terciarias que forman el
to la línea en el espacio: con la mano. medio de la conciencie, su mundo como espacialización del tiempo de las
Tales, cuya experiencia reveladora es convocada por el prefacio de conciencias pasadas y pasantes en tanto que Weltgeschichtlichkeit.
1787, en ningún caso podría razonar geométricamente" sin gestos que Heidegger dice que en la primera versión de la "Deducción trascen-
representan el espacio puro, es decir, las condiciones a priori del espacio dcntal" la tercera síntesis es la del futuro y que por esta razón la sínte-

84 85
sis de reconocimiento es también y al mismo tiempo síntesis de "prerre- metafísica en general", lo que en la distancia kantiana de la primera a
conocimiento "t! --es decir, del proyecto. Así pues, las tres síntesis forman la segunda versión se traduce en la sumisión de la imaginación trascen-
en su triplicidad las dimensiones del éxtasis temporal", aunque Hei- dental a la policía del entendimiento, bajo la jurisdicción de la razón, y
degger en ningún momento mencione la problemática retencional hus- lleva a la Crítica de la razón pura a entrar en el seno de la oposición
serliana ni, por tanto, en nuestra opinión identifique finalmente el cen- metafísica, tradicional desde Descartes, entre sujeto y objeto: la Imagi-
tro de la dificultad. En efecto, para nosotros la síntesis de aprehensión nación y el sentido interno sólo son entonces las marcas de la subjetivi-
es la de las retenciones primarias del presente; la síntesis de reproduc- dad que el entendimiento y sus categorías determinan para pasar a la
ción, la de las retenciones secundarias del pasado y la síntesis de reco- objetividad cuyo umbral indica la cópula es; éste es el elemento princi-
nocimiento, la de las protenciones unitivas del flujo en su totalidad, es pal del paso de la versión A a la versión B."
decir, como proyección de su futuro y de su final. Pero es también lo que
supone este material de proyección (de imágenes) que es esta memoria Pero Heidegger no ve que el verdadero problema es aquí la tercera
de síntesis que nosotros llamamos retención terciaria. síntesis en tanto que ésta supone la exteriorización (Weltgeschichtlichkeit)
como impulso inicial de cualquier proyección (incluido en el sentido
Esta triplicidad extática del tiempo se pierde en la segunda versión a
freudiano) -y que su claro pensamiento por parte de Kant hubiera
causa de insuficiencias en la exposición de las tres síntesis, pero también
necesitado una distinción neta entre las dos primeras síntesis y, por lo
a causa de contradicciones más profundas que constituyen los límites
tanto, la concepción de la retención primaria como descripción de la
del gesto kantiano precisamente respecto a lo que aquí llamamos el
síntesis de aprehensión, es decir, de la donación intuitiva del espacio y
medio terciario de la conciencia. Sólo se puede comprender la tesis hei-
del tiempo. Ahora bien, vamos a ver que en los "Paralogismos de la
deggeriana sobre el reconocimiento como proyección unitiva del futuro
razón pura" la tercian'dad es por defecto necesidad por el propio análisis
(que, por lo tanto, retomamos aquí por nuestra cuenta sin seguir, sin
embargo, la letra de los distintos análisis heideggerianos de la deducción kantiano.
trascendental) si se admite que lafactlcidad del pasado del Dasein es lo
que abre la posibilidad misma de su futuro (en "la posibilidad más
extrema") porque este pasado es originariamente tercianzado, es decir,
sintetizable como prótesis." Una verdadera crítica de la Crítica de la
razón pura, en cierto modo una crítica nueva, debe plantear la cuestión
de esta exteriorización originaria. Esto es lo que constituye la posibili-
dad de la herencia --es decir, de la adopción.
Heidegger ve en toda concepción lineal del tiempo, que harán suya
ambas versiones de la Crítica de la razón pura, la expresión típica de la

86
rión de su propio futuro, y el punto final se transformaría entonces en
puntos suspensivos (finalmente nunca hay punto final).
Porque siempre se presenta en la forma de un queda por llegar CJue
es lo que Heidegger llama lo indeterminado, la falta de acabamiento del
12. Paralogismos e inadecuaciones en el flujo. HUJo también es en este sentido una irreductible inadecuación de La con-
Resumen del capítulo y cuestión de la adopción CIencia consigo misma, una diferancia en el sentido derridiano y un pro-
ceso de individuación en el sentido simondoniano. Esta inadecuación
está inducida por la situación de falta de acabamiento en "la posibilidad
La cuestión de la exteriorización primaria y de la proyeccividad más extrema" -que en El pecado de Epimctco hemos demostrado que
resultante de ello a nivel de la tercera síntesis como capacidad de pro- supone la carencia de origen de la proteticidad, es decir, la epifilcgéne-
ducción de huellas terciarias está originariamente relacionada con la de sis, que es una tecnicidad originaria y una WeltgesdJichtlichkeit primor-
la falta de acabamiento y la de la inadecuación protencional del tlujo dial.
consigo mismo, en el interior de la cual sólo se pueden encontrar el filo
En tanto que proyectiva, la síntesis de reconocimiento -que Hei-
de un juicio y el riesgo de una decisión. Riesgo, porque la protención es
degger llama también de prerreconocimiento, que en cierto modo ma n-
proyección de lo que queda por llegar en su indetenninación que, abier-
tiene Juntos el pasado y el futuro del flujo, y trata de hacerlos compati-
ta a las posibilidades de lo que todavía no es, sin embargo debe surgir de
bles, si no puramente adecuados (sin lo cual ya no habría esta apertura
la unidad de lo que ha sido.
que es el futuro)- concentra en ella todo el reto de la inadecuación del
Esta unidad se constituye, pues, como unidad problemática e inte- flujo de la conciencia de Kant consigo misma, de la que antes vimos que
rrogativa, la de lo que en El pecado de Epimeteo yo había llamado el recurría a unas inscripciones tercianas de su flujo y que estas inscrip-
¿Quién? cuya prótesis proyectiva es un Qué. ciones, interpretables, intensifican tamhién esta inadecuación, es decir,
Evidentemente, esta interrogación no es otra cosa que la marca de la la diversidad de las interpretaciones posibies del flUJO pasado de la con-
falta de acabamiento del flujo. Si el punto de interrogación se convirtie- ciencia de Kant "ante el conjunto del público que lee". Por esta razón
ra en un punto final y el ¿QUién? en un Quién (es decir, "Fulano quien en la segunda edición y en lo qUt Heidegger, como Deleuze, analiza
fue tal' -punto final") el flujo habría alcanzado su término. Ya no habría como una distancia, este aparato de proyección (que es un "arte ocul-
proceso protencional que estuviera en juego -sino para aquellos que to"") se convierte en el agente secreto y en la linterna mágica del enten-
examinarían entonces esta historia pasada y heredarían de este flujo de dirnicnto.
vida, acabado aunque rememorado eventualmente en la letra de una Cuando la adecuación es efectiva ya no hay falta de acabamiento,
materialización terciana, reactivando ahí y relanzando la indetermina- aunque la adecuación ya sólo sea por defecto -el Yo pienso ya no puede
acampanar a esta representación que, por tanto, no puede presentarse: medio de articulaciones de retenciones primarias y secundarias, y de
el flujo ha acabado. El individuo lega entonces esta inadecuación acaba- protenciones. En tanto que anticipaciones de las condiciones por llegar
da, si se puede decir, a la posteridad de sus herederos --en la forma de de la unidad del flujo, estas protenciones que manan presentemente
retenciones terciarias: una pipa, un trozo de jardín, unas cartas de amor, (aprehensivamente) del flujo pasado (por la imaginación reproductora)
unas herramientas, una colección de mariposas, ropa blanca, una son igualmente lo que proyecta la síntesis de reconocimiento. F.sta ase-
biblioteca, e incluso una biblioteca de libros escritos por él, un gato, gura el montaje de todas estas tomas de vistas, de tacto, de sentido exter-
unas fotos, una concesión en el cementerio. Todo es posible, así como la no en general, como rushes destinados a constituir la unidad de un solo
fosa común y la escombrera. y mismo flujo a fin de cuentas adecuado a él mismo al final de su trans-
y curso, que difiere la protención provectiva del reconocimiento precog-
nitivo, un poco como manifiesta la última escena de Four o'c!o(k: todo
no hay nada de extraordinario en que, ya sea en la conversa- espectador de esta película "reconoce" el terror a la muerte que él
ción común, ya sea en lus libros, se comprenda mucho mejor, mismo experimenta adoptando el tiempo del relojero porque desde el
por el paralelismo de los pensamientos que expresa sobre su
primer segundo de la película "preconoce" este "Instante de su muerte"
objeto, a un autor que lu que él se comprende a sí mismo, v
en cualquier acto de este relojero, pero sin hacer de ello el tema de lo
ello porque él no había determinado suficientemente su con-
cepción y porque hablaba así e incluso pensaba algunas veces quc mira: este presaber que lleva consigo a todas partes, y al cinc en par-
contrariamente a sus propios puntos de vista", ticular, acampana todas las representaciones cinematográficas como la
realidad efectiva de su "Yo pienso" y este presaber que sabe de siempre
abierto como permanecía a la indetcrminacián de lo que a partir de sus es tanto una reminiscencia (un "reconocimiento") como un no-saber. Tal
propios puntos de Vista faltaba todavía y faltaría siempre por encontrar, es cs la complejidad de toda proyección proteneional.
decir, por llegar. A partir de esta inadecuación terciaria, los herederos tra-
Sólo puede haber protenciones en el flujo (reconocimiento precoglll-
tan de abrirse un futuro en la falta de acabamiento de todas las cosas
tivo) en tanto que hay falta de acabamiento de este flujo que porque
que no deja de tratar dc colmarse... por medio de prótesis perfectas que
queda por negar algo del flujo que surge como su necesidad de lo que
intensifican la carencia que ellas tratan de colmar y constituyen siempre
ya ha advenido y se retiene como retenciones a partir de este momento
más manifiestamente el colmo de la carencia: la cuestión de la falta de
secundarias que llevan unas retenciones actualmente primarias. Pero
acabamiento es precisamente la cuestión de la proteticidad -sin embar-
esta falta de acabamiento es ella misma el fruto de una inadecuación en
go, siempre en la promesa, afirmada o negada, de la adecuación próxi-
el flujo que es una inadecuación del flujo consigo mismo, es decir, la
ma de un futuro absoluto."
posibilidad abierta sin cesar de encadenamientos múltiples, de disyun-
Si recapitulamos sobre el conjunto del recorrido efectuado en este ciones y de bifurcaciones entre las que las protencrones buscan la uni-
capítulo, diremos que la conciencia es un flujo que se constituye por dad del flujo que nunca es dada, contrariamente a una ilusión que Kant

90 91
analiza también como trascendental. Estos encadenamientos múltiples ne -y que la razón debe mantener abierta (es su mantenimiento, su rec-
y perpetuamente posibles son otras tantas interpretaciones posibles del titud, su nobleza, su dignidad) -cnirc hecho y derecho.
pasado de este flujo y de decisiones tornadas sobre su futuro. ¿Cuáles
Sin embargo, las selecciones en las retenciones primarias que hago
son los criterios de estas interpretaciones 2
desde mis retenciones secundarias están ellas mismas sometidas a pro-
En Heideg-ger, la inadecuación es la consecuencia existencial de la ceso, de selección salidos de un pasado que no he vivido, del que here-
diversidad y de la facticidad de las posibilidades del ya-ahí que tengo do como retenciones terciarias que constituyen el mundo en el que vivo,
que ser: de las retenciones de las que heredo. En contra de Heidegger y QUE ADOIyrO, donde las relaciones con lo incondicionado y con Jo
de ahí hemos deducido que la inadecuación es en primer lugar el hecho incondicional se traducen en comportamientos inscritos en un sistema
de las retenciones tercianas de las que hemos visto por qué son también de retenciones terciarias que forman la realidad/facticidad de la epifilo-
los criterios sobre cuyo fondo las retenciones secundarias se constituyen génesis, es decir, del proceso de adopción en tanto que modo de vida del
ellas mismas como criterios. "ente que somos nosotros mismos", Modo de vida o exiucncialidad en la
Unas retenciones son siempre e irreductiblemente interpretables (y adopción en el sentido de que, al deber adoptar sin cesar nuevas prótesis, ya
también por ello hay inadecuación) y sólo son interpretables en función que el medio rctcncionalftécnico es también el de una incesante mocntioi-
de criterios. Pero estos criterios son también protenciones -v por ello el dad. la retención terciaria es la adopcion de nuevos modos de vida engen-
pasado como tejido de retenciones secundarias es ya a la inversa el teji- drados por estos cambios técnicos y a la vez la adopción de retamones de un
do protencional inscrito como su motivo (como este "monog-rama" del pasado colectivo que no ha sido oioido que las prótesis técnicas hacen
que habla Kant a propósito del esquema) en las retenciones primarias accesibles y que permiten los injertos. migraciones, mezclas y fusiones por
que traman el presente. Estas protcncioncs son unes objetivos o unos medio de las cuales, como veremos, se puede constituir también el Nosotros
fines, como dirá Kant: lo son en tanto que someten las reglas del enten- de un cine identificador.
dimiento a los pnncipios de la razón, la cual siempre es remontada en Mi flujo de conciencia encadena sobre flujos de conciencia pasados,
la serie fenomenal y, por tanto, temporal de las causas hasta lo incondi.. incluidos los míos, que me son reaccesibles por medio de las retencio-
cionado, es decir, hasta que ya no es temporal: hasta lo que más ade- nes terciarias en diversas condiciones, más o menos fragmentarias. Estos
lante llamaremos el pasado absoluto. Ahora bien, este incondicionado encadenamientos que me dan acceso tanto a un pasado 'lUlO no he vivi-
como pasado absoluto, a la inversa es también el futuro incondicional ~ do como a mi propio pasado y que puedo reVIVIr así, me permiten unos
incondicionalmente uno, es un futuro también absoluto -que constitu- reconocimientos y al mismo tiempo me son permitidos por ellos, que
ye el horizonte de toda libertad: aquí absoluto quiere decir absoluta- son también anticipaciones de las condiciones de coherencia de la con-
mente abierto y, sin embargo, necesario y necesariamente uno. y quiere tinuación de mi flujo y que deben ser coherentes con los flujos pasados
decir absolutamente uno y abierto en el sentido de incondicionalmente que las retenciones secundarias y terciarias me han hecho accesibles,
uno y abierto. Es una obligación Inscrita en la diferencia que se mantie- incluidos los que yo mismo no he Vivido pero que heredado ADOPTAN-

92 93
DO la indeterminación determinante como promesa ejemplar de una cohe- mismo, no dejo de intcrorctarmc-. y de escribir/interpretar lo que queda
rencia que sigue estando absolutamente por llegar. por llegar, lo que aún transcurre de lo advenido.
Esta coherencia que sólo puede ser una unidad, prometida como un Por consiguiente, la identidad de la conciencia kantiana es improba-
futuro y que busca su necesidad, está atravesada y "hendida" por el ble e hipotética; esta condición de derecho del flUJO, la identidad, no es
hecho irreductible de que lo mismo da lo diferente, es decir, lo diverso, efccti~'a, no es y de hecho no puede ser -no puede ser de otra manera que
y que mi repetición me da a conocer como otro, que soy yo mismo otro proyectada: la identidad es el cinc necesario de la conciencia. Querer que
-es decir, que quizá "yo" no soy, que quizá sólo soy, como "yo", una fic- el derecho sea un hecho sería sumergirse en una ilusión, la identidad
ción, una proyección, un fantasma de mí, de mí que adopta unos perso- sólo sería una proyección del cine trascendental (que Kant llama ilusión
najes, que me anulo haciéndome películas, fantaseando": trascendental) de la que, sin embargo, nadie puede escapar (todo lo que
La forma en la cual la existencia indeterminada es determi- hacemos tiene por objetivo y busca alcanzar un estado de hecho que
nable por el Yo pienso es la forma del tiempo [... j mi existen- coincidiría con esta condición de derecho):
cia indeterminada sólo puede ser determinada en el tiempo, La identidad de la concrencra de mí mismo en diferentes
como la existencia de un fenómeno, de un sujeto fenomenal tiempos sólo es [...1 una condición formal de mis pensa-
paslvo o receptivo que aparece en el tiempo. De manera que mientos y de su encadenamiento, y en absoluto demuestra la
la espontaneidad de la que tengo conciencia en el Yo pienso identidad numérica de mi sujeto en el que, a pesar de la
no puede ser comprendida como el atrihuto de un ser sus- identidad lógica del yo, puede muy bien producirse un cam-
tancial y espontáneo, sino solamente como la afección de un bio tal que ya no permita conservar su identidad, al tiempo
yo pasivo que siente que su propio pensamiento, su propia que permite continuar siempre dándole el título homónimo
inteligencia, aquello por lo que dice YO, se ejerce en él y de yo, entendiendo por ello lo LJue en cualquier otro estado,
sobre él, no por él. Empieza entonces una larga historia incluso en el cambio completo dd sujeto, podría, sin embar-
inagotable: YO es otro, o la paradoja del sentido íntimo." go, conservar siempre el pensamiento del sujeto precedente y de
este modo transmitirlo ramhién al siguiente."
Esta fisura es el defecto del Yo pienso -un defecto, una carencia irre-
nuncíaoíe: sólo puedo ser otro en tanto que estoy inacabado. Esta falta La identidad de la concrencra es su todavía-par-llegar, queda por lle-
de acabamiento es el hecho de una inadecuación a mí mismo en el seno gar, es el fururo'" de la conciencia que sólo se realizará al final -un final
de mí mismo, de mi flujo que, por tanto, no está terminado (lo que será en el que, SIn embargo, ella ya no estará ahí para decir todavía "yo":
el flujo convertido en adecuado a sí mismo, por ejemplo, como melodía "yo" sólo se puede decir en futuro. Siempre lleva consigo la pregunta
acabada, totalmente transcurrida, que ha encontrado su unidad): no ¿QUién'? Por tanto, la afirmación que es el "Yo pienso" siempre va acom-
dejo de convertirme en mí mnmo en tanto que medio retencional de mí- pañada de la pregunta "(';Quién soy yo (todavía por llegar)?".

94 os
Recordemos aquí una nota de la primera versión de la "Deducción En resumen, la efectividad de lo trascendental es lo que afecta al
trascendental" en su tercera sección: flujo, es una auto-afección que Husserl llama también, como habíamos
Toda conciencia empírica tiene una relación necesaria con visto en La dcsorieruacíán, un objetivo: el objetivo de una unidad ideal.
una conciencia trascendental (que precede nuestra expenen-
cia particular), quiero decir, con la conciencia de mí mismo
en tanto que apercepr.ión original. Por lo tanto, es absoluta-
mente necesario que en mi conocimiento toda conciencia se 13. Flasb-back: LQ que anima el cine busserliano
refiera a una concrencra (de mí mismo), Ahora bien, aquí
hay una unidad sintética de lo diverso (de la conciencia) que
es conocida a pnon y sirve también, precisamente, de funda- En el último capítulo de La desonentación y después de haber trata-
mento a proposiciones sintéticas a priori que conciernen al do de dar cuenta del sentido filosófico y epistémico de las ciencias lla-
pensamiento puro, Igual que el tiempo y el espacio sirven de
madas "de la cognición" y de su referencia a este reloj electrónico algo-
fundamento a proposiciones que se refieren a la furma de la
simple intuición. Esta proposición sintética, que todas las rítmico que es un ordenador, yo había inscrito el sentido del recorrido
diversas conciencias deben estar relacionadas cun una única husserliano que lleva hacia la problemática del objeto temporal en el
conciencia de sí, es el principio absolutamente primero y sin- contexto tustártco. mdustrial y tecnológico de un devenir-objeto-temporal
tético de nuestro pensamiento en general. Pero tampoco hay de todo acontecimiento inducido por lo que yo caracterizaba entonces
ljue perder de vista que la simple representación Yo es en como la síntesis industrial de la finitud rerencional, típica del siglo XX",
relación a todas la demás (cuya unidad colectiva ella hace a través de! desarrollo de las tecnologías analógicas y numéricas y las
posible) la conciencia trascendental. Ahora bien, aquí no
síntesis técnicas ortotéticas que ellas constituyen -conmocionando e!
Importa que esta rcpresrntacián sea clara conciancra (empírica)
mundo de la síntesis técnica literal que había sido la época orto-gráfica.
u oscura; ni siquiera se trata de la realidad de esta conciencia,"
Prosigo aquí e! análisis del devenir-objeta-temporal a través de la
Yal final de los "Paralogismos de la razón pura", Kant concluid. que
cuestión del cine (y, más allá, de la televisión) planteando que éste sólo
en lo que llamamos el alma todo está en un transcurso con- puede afectar al sentido interno de los miles de conciencias del planeta por-
tinuo y no hay nada de permanente, exceptu quizá (SI se que estructura ya la conciencia kantiana en sus tres síntesis (y toda con-
tiene mucho interés en ello) el yo que sólo es tan simple por-
ciencia concernida por ella -es decir, toda conciencia, sea cual sea) y
que esta representación no necesita contenido y, en conse-
que lo que en primerísimo lugar le falta a este cine kantiano y que le
cuencia, tampoco lo diverso, lo cual hace que parezca repre-
sentar o, mejor dicbo, designar un objeto simple. r...] Este yo Impide pensar en propiedad lo que llamo aquí el cine de la conciencia,
es tan poco una intuición como un cuncepto de un objeto además del hecho de que la revelación tecno-lágtca de la cinematografía
cualquiera: sólo es la SImple forma de la conciencia." (en tanto que posibilidad de repetición idéntica de un mismo objeto

97
temporal audiovisual) aún no ha tenido lugar, es e! concepto husserlia- en el flujo, que la Crítica de la razón pura no distingue claramente de!
na de retención primaria. objeto:
En e! momento en e! que exploramos más de cerca la decisiva cues- Vivimos Jos fenómenos como pertenecientes a la trama de la
tión de la inadecuación en e! seno de! flujo, tensión motora en el seno conciencia, mientras que las cosas nos parecen como pertene-
de! movimiento que es e! flujo que Simondon también llamó un defa- cientes a mundu fenomenal. Los fenómenos ellos mismos no se
nos mamfiestan, se viiJen.""
saje, conviene recordar en qué consiste el movimiento husserliana y qué
fuentes encuentra en la lectura más cercana posible de la Crítica de la Por decirlo de otra manera:
razón pura en la que evidentemente consiste. 1. La cuestión kantiana de la objetividad, que se hereda de Descar-
Las Lecciones para una fenomenología de la conciencia íntima del tes, bajo esta forma ya no es pertinente en Husserl, para el que no hay
tiempo tratan de resolver la siguiente paradoja: la temporalidad de las que confundir la relación SU/F.TO/OH/F.TO con la relación del contenido de
"experiencias vividas" que se trata de describir tiene por objetivo una conciencia vivido actualmente "con la conciencia en el sentido de L4 UNI-
idealidad no temporal ella misma y es en e! tiempo donde hay que IJAD DE LOS COIVTENIDOS de conciencia", Porque "en el primer caso se
encontrar la omnitemporalidad, es decir, lo que se mantiene a todo lo trata de una relación entre dos cosas fenomenales; en el segundo, de la
largo de! transcurso del tiempo. Ih había demostrado que la fenomeno- relación entre una experiencia-vivida singular y la complexión de las
logía, que primordialmente considera los objetos a través de su fenome- experiencias vividas" -complexión que define la conciencia aprehendida
desde el punto de vista fenomenológico. Se trata de sustituir el objeto y
nalidad, es decir, a través de la manera como estos se presentan a la con-
el sujeto por c1fenómeno y elflujo de conciencia en el que se constituye.
ciencia y ésta como el objetivo de su idealidad, es decir; de su unidad, en
Esta complexión de experiencias vividas, que constituye la conciencia,
este sentido es en primer lugar una eidética,
forma elflujo que constituye también la unidad de esta conciencia, ya
Esta eidética es llamada trascendental en la medida en que ella y las que ésta es el poder de unificación de las expenenClas vividas.
Idealidades/unidades que la constituyen (las eidé) no existen en el mundo
2. La consecuencia de esta nueva relación fenómeno/flujo, que sus-
(no más que el punto geométrico), mientras que el objetit!o es la condi-
tituye el objeto/sujeto, y puesta en movimiento por el eidos cuyo objetivo
ción constituyente de lo real existente constituido así para y por la con-
es toda conciencia a través de un fenómeno, es la aparición de un con-
ciencia, Igual que e! punto que no existe constituye e! eereoc puro que cepto inconcebible en Kant, el de cumplimiento intencional, que es la
constituye el espacio empírico. tematización expresa de la cuestión de la inadecuación en el flujo
A este respecto, hay en Husserl un doble desplazamiento principal en <cuestión que, por el contrano, permanecía oculta en Kant.
relación a Kant, que representa indudablemente una aclaración de lo Esta expresión de la inadecuación, aun cuando siga siendo insufi-
que en Kant es sólo embrionario, a saber, la constitución del fenómeno ciente'", es una contribución capital de la fenomenología, con el con-

99
cepto de retención primaria -contrihuciones en las que una "nueva crí- miento, que concierne a una realidad, es decir, una regularidad omni-
tica" dehe apoyarse explícitamente. Por esta razón tenemos que volver temporal, es la marca de una inadecuación de la experienCIa-VIVida en
aquí sobre nuestros análisis anteriores de la filosofía husserliana de las relación a su objetivo, pero esta inadecuación de la expenencia-vivida de
experiencias vividas. un objeto en relación a la unidad ideal de este objeto está ella misma
Esta vuelta será tanto más provechosa para nuestro proceder cuanto atrapada en un flujo que tiene por objetivo su propIa unidad en tanto que
que Husserl sostiene, en ciertos aspectos como Kant, que el fenomenó- ¿sta le falta: un flujo que tiene por objetivo la unidad ideal de un yo que no
logo no necesita substancializar un ego cualquiera para dar cuenta de la aisle más que ninguna idealidad, pero que se tiene por objetivo como
unidad de la conciencia, lo que sería una manera de reificar el flujo y le unidad uni-total (y "ciencia rigurosa") en todo objetivo de cualquier
quitaría su carácter puramente fluyente y, como decíamos en La des- idealidad, sea cual sea.
orientación, "lo establecería como continente independiente de sus con- La eidética es, por lo tanto, una proyección hacia lo que todavía falta
tenidos: una caja en la que se podrían hacer entrar experiencias vividas y hay un eidos del flujo mismo, a saber, su fin unitario, que se proyecta
y que se podría considerar independientemente de ellos. Ahora bien, la en todo eidos fenomenal, como el Yopienso acompaña a todas mis repre-
fenomenología, que comienza por la experiencia-vivida y se mantiene en sentaciones. El yo es él mismo un objetivo ideal, punto de huida siem-
ella, no puede plantear la conciencia como un marco que precede a sus pre cambiante y a la vez siempre idéntico en su objetivo, como la melo-
contenidos: debe encontrarla en los contenidos mismos "y como su uni- día de las Lecciones sobre el tiempo. Y como en la Analítica trascendental,
dad" -lo que es también la afinidad trascendental en Kant. este horizonte unitario escenifica (aufzuführen) los objetivos de todas las
Por esa razón, en un gesto muy próximo a Kant pero manifiesta- experiencias vividas asegurando su coherencia según las leyes de una
mente más tajante que él Husserl concluye que, por consiguiente, "el yo convergencia ideal de todas las experiencias VIVidas entre ellas que es a la
fenomenológico reducido no es [...] alg-o específico que estaría por enci- vez la ley de una cohesión unitaria del flujo que es la conciencia y, por
ma de las múltiples experiencias vividas, sino que simplemente es idén- lo tanto, de la conciencia consigo misma, y la ley de una cohesión de los
tico a la unidad propia de su conexión"." Sin embargo, aquí es donde objetos del mundo cuyos fenómenos son estas experiencias vividas (10
hay que hacer aparecer un nuevo concepto cardinal de la fenomenolo- que Kant llama la afinidad trascendental).
gía que falta a la filosofía trascendental kantiana, el del cumplimiento. Ahora bien, esta convergencia ideal es una divergencia de heeho
En efecto, las experiencias vividas se encadenan unas con otras en el -divergencia que e-mociona", motiva, pone en movimiento el Yo hacia
flujo según unas leyes, es decir, unas regularidades ideales por medio de su unidad como ejercicio de su libertad y de su voluntad. ¿Qué ocurre
las cuales se satisfacen las condiciones de cumplimiento de una experien- con la distancia que hay entre este flujo que es el Yo tal como permane-
cia-vivida -muy próximas en dio a la síntesis de reconocimiento y de la ce inadecuado a sí mismo (porque desaparece en su adecuación) y el
apercepción trascendental en la Crítica de la razón pura. El cumplí- mundo en tanto que es él mismo un flujo, es decir, un devenir, que per-

IDO IOl
dura prosiguiendo más allá de la conciencia de este mundo y más allá se vuelve verdaderamente impracticable en la tccnociencia, igual-
SIS
del propio mundo en tanto que ser-en-el-mundo? mente inconcebible en el lenguaje kantiano.
Esta pregunta abre una _doble problemática y nuestro último capítu- En el cine metafísico, la técnica no ha encontrado un papel, no exis-
lo se consagraré a la exploración de la segunda, mientras que aquí nos te rigurosamente en propiedad, sólo es un correlato de la filosofía teóri-
encontramos precisamente en el análisis de la pnmera; ca." Ahora bien, hoy se hace inconcebible no tomar acta de las conse-
- por una parte, cuando acaba y alcanza su adecuación, el flujo cuencias propiamente revolucionarias (en el sentido en el que se puede
inadecuado sigue siendo para unas conciencias supervivientes una rea- hablar de revolución copernicana) del hecho de que la ciencia, dominio
lidad terciana que para ellas vuelve a ser un motivo de inadecuaciones de la razón pura teórica, requiera cada día, convertida en tccnocicncia,
múltiples y relanza la falta de acabamiento de sus propios flujos; unas respuestas "prácticas" en el sentido kantiano -es decir, "morales";
- por otra parte, la distancia entre, por un lado, la conciencia y el la porosidad entre teórica y práctica no deja de confirmarse ahí.
medio que forma con las otras conciencias, como conjunto de flujos que Sin embargo, continúa siendo completamente Impensada.
se encadena en el seno de un Nosotros y, por otro, el mundo fenomenal que
¿Es posible ignorar aquí que La tecnociencia es también aquello por
consiste no sólo en experiencias vividas sino en cosas que pueden ser
medio de lo cual la CIenciase convierte en ciencia-ficción, se ("onvierte en un
objetivadas, esta distancia es otra inadecuación que constit1!ye d lugar
une, una crencra además llena de imágenes, de modelos y de simulacio-
de la libertad -es decir, de la moral y de la práctica, si hablamos el len-
nes que se realizan, lo que se pueden llamar quimeras, señuelos ontoló-
guaje de Kant- en el seno de la naturaleza, es decir, en el seno de todo
gicos que son también percibidos por la doxa como realidades tcratológi-
aquello que puede ser objeto de los juicios determinantes de una razón
(as y diabólicas? Esta cuestión del diablo, de las quimeras y de la cien-
teórica.
cia-ficción se plantea a partir de ahora tanto más necesariamente cuan-
En la conclusión de este libro veremos que la problemática del to que también es el reto de la industrialización de las retenciones ter-
recuerdo terciario, que está en el centro de ambas cuestiones, nos llevará a ciarias en la producción de los símbolos por las industrias culturales.
perturbar esta vieja doxa metafísica según la cual, desde Aristóteles y
hasta por lo menos Kant, la técnica (que es también el medio organiza- Volveremos sobre ello en Símbolos y diablos": es Imposible Ignorar
estas cuestiones.
do de las retenciones terciarias) no concierne 1lI al dominio práctico,
hablando en sentido estricto, ni al dominio teórico en el que se anula. Así pues, es su enfoque lo que necesita releer a Kant -como pensa-
La tecnociencia, en el seno de la cual ha salido a la luz una retención dor de lo diabólico y de los "VICios necesarios" de la "insociable sociabi-
terciaria, incluido en el nivel del ser villa, conmociona literalmente los lidad"-. a partir de Husserl no sólo desde el punto de vista de la reten-
términos del discurso filosófico sobre la técnica en el sentido de que los ción primaria, sino desde el punto de vista de lo que significa la crítica
vuelve del revés, de modo que lo que Aristóteles llamaba praxis y [rone- de la conciencia como transcurso que animan unos procesos de cumplí-

102 103
miento, que en cierto modo son los procesos motores de este proyector montada, graduada y, en caso afirmativo, cuándo y cómoi" Negarse a
que es la conciencia. La fenomenología, decíamos en La desaneruacion; afrontar estas cuestiones -a afrontarlas de un modo no empirista, pero
sustituye relación sujeto/objeto por la relación sin flaquear ante la audacia en que consisten- sería simplemente dimi-
flujo I (contenido real ® contenido ideal). tir ante la tarea de pensar y abandonar el pensamiento al milagro y a la
magia. Y si fuera necesario constatar que no es posible reducir milagros
Aquí el objeto se ha convertido en una experiencia-vivida del objeto
o magia, es decir, SI se quiere, si fuera necesario tomar acta de una irre-
donde el contenido ideal concernido se distingue del flujo en el que se
ductiblc cinematografía del pensar, entonces sería posible y necesano
inserta el contenido real. Una experiencia-vivida de la conciencia es lo
sacar muchas conclusiones de este estado de hecho.
que pone en práctica la intencionalidad de esta conciencia v ésta al
tener por objetivo un objeto, es decir, al vivir este objeto como experien- A este respecto nos permitimos volver a citar aquí La desorientación:
cia-vivida fenomenal, experimenta entonces la diferencia entre el conte- "Es la cuestión de un hueco o de una carencia en el seno mismo de un
nido presentemente vivido y el contenido ideal (eidética) al que aspira flujo que se desdobla y se proyecta él mismo como unidad ideal futura.
-cdiferencia que ella trata de salvar y que Husserl llama el cumplimien- Este fuera de sí eidética, que no es una trascendencia, sería una inade-
to intencional, proceso que anima una espera cuyo carácter pro-tencio- cuación en el seno de! flujo mismo. Si el flujo unitario fuera él mismo un
nal no se podría ignorar. objetivo, archi-proccso de cumplimiento que tiene por objetivo la unidad
de un yo a través del encadenamiento de todas sus experiencias vividas,
En otras palabras, el flujo es una unidad cerrada sobre sí misma que
en cierto modo sería inadecuado para sí y entonces habría que describir
atraviesan y traman unos "horizontes eidéticn," que son otros tantos
la. relación completa
horizontes de espera y en cierto modo protenciones, síntesis precogniu-
vas del reconocimiento, que proyectan la unidad fuera de ella, que trata fflujo/(contenido real ® contenido idealj}® unidad ideal del flujo
de este modo de cumplirse, de realizarse, de convertirse en lo que es, de Todo sucede como si el no-cumplimiento de esta idealidad unitaria
acabarse en la prosecución de estas esperas primarias que son en Cierto del flujo le diera su carácter propiamente fluyente, su movimiento, es
modo los eidé. Por esa razón yo había planteado la siguiente cuestión decir, sufalta de acabamiento [falta de acabamiento especular, añadire-
(sobre la que volveré en el último volumen de La técnica y e! tiempo); mos desde ahora] fuente de su dinamismo -pero, en este caso, el 'flujo de
dado que los eidé no están ni en la conciencia que los tiene por objetivo conciencia' se transforma en el Dasein de la analítica trascendental heideg-
(si no ésta no necesitaría satisfacer sus esperas ni llenar alguna distan- geriana, como ser-para-lo-muerte"?'
cia) ni en e! mundo constituido por este objetivo (porque el mundo está
constituido por él), sino que son proyectados por este aparato de pro-
yección que es la conciencia, ¿DÓNDE ESTÁN LOS EIDÉ --o incluso. de
dónde vienen; ha sido captada, registrada su imagen, ha sido encuadrada,

104 lOS
Ahora bien, esta cuestión es también la que sostiene la refutación del
idealismo empírico (que hay que distinguir del idealismo trascenden-
tal) en la exposición de los "Postulados del pensamiento empírico en
general". Solamente por medio de la experiencia exterior "es posible si
14. Las muletas de la apercepción no la conciencia de nuestra propia existencia, cuando menos la deter-
minación en el tiempo de esta existencia, es decir, la experiencia inter-
na"." Lo que significa:
Así pues, como en el caso en Husserl, Kant define ya la identidad
1. Que la conciencia es pre-textual o pro-tética, y
como una condición solamente formal, que no debe ser hipostasiada",
pero que, sin embargo, la síntesis de reconocimiento está obligada a pro- 2. Que esta pre-textualidad es una pro-vectioidad, una proyección, una
anticipación en este sentido: un horizonte de espera que se sustenta en pre-
yectar en todo objeto. A este respecto Ernmanue\ Martineaud tiene toda
textos, fetiches y retenciones terciarias, porque, en resumidas cuentas, es
la razón al traducir aufzuführen por "csccnificar":" para la traducción
de esto dt; lo que se trata: "La experiencia interior sólo es posible media-
del principio de los "Paralogismos de la razón pura" donde Kanr preci-
tamente y por medio de la experiencia exterior"", un flUJO sin orillas ni
sa que el concepto Yo pienso que "es el vehículo de todos los conceptos
riberas no sería un flujo, orillas y riberas que no fluyen -o al menos, no
en gencral ]...J sólo sirve para escenificar (aufzuführen) todo pensamien-
al mismo ritmo que aquello que orillan y por eso dibujan. Es en esta
to como perteneciente a la conciencia"." A partir de este momento,
diferencia donde se inscribe la retención terciaria: que ahí se graba, ahí
al no encontrar en el alma otro fenómeno permanente que la se escribe y ahí se guarda relativamente a lo que transcurre.
sola representación: yo, que acompaña y relaciona todos los
En resumidas cuentas, habría entonces que dar cuenta de la expe-
demás, nunca podernos decidir si este yo (simple pensarnien-
riencia "exterior" singular que es la retención terciaria aprehendida en tanto
to] no transcurre como los demás pensamientos quc él sirve
para relacionarlos unos con otros." que tal por una conciencia, tanto como huella de "mí mismo" como huella
de un alter ego. E instruir la dimensión pro-gramática de la temporali-
En otras palabras, aunquc como sostiene la segunda versión de la dad del Nosotros, tal romo en ella se traman calenaariedadas y cardinali-
Deducción, el sentido interno, como transcurso, se distinga del poder dades, a través de lugares y monumentos conmemorativos, instrumentos
unificador de la aperccpción y se ponga bajo su autoridad", el yo podría y dispositivos de prácticas rituales, dispositivos de bautismos y de atri-
no ser él mismo más que un transcurso permanente. éDónde estaría bución de nombres, etc., y todos los aparatos y complejos de retenciones
entonces la permanencia más allá del hecho de este transcurso incesan- terciarias por medio de los cuales unas colectividades de conciencias
te, quc nunca cesa, que constituye la ne-cesidad más elementar- Ésta es entran en relación con los espíritus, rezan y comulgan en nombre del
la cuestión. Espíritu Santo, conmemoran el pasado común de un espíritu revolucio-

106 107
narro, el acontecimiento de la fundación de una res publica y unen los viene de la sensibilidad que realiza el entendimiento al tiempo que lo
flujos de sus existencias en una historia común, es decir, en historia .
restnnge ,,'"
.
comúnmente adoptada. En esta dimensión y porque ella supone un
En otras palahras, las reglas elementales de captación, de montaje, de
material es donde se pueden desarrollar las denominadas industrias "de
mezcla, de dirección, de posproducción y de proyección del flujo son las
programas" y "culturales".
categorías. Lo que aquí llamamos flujo, Heidegger lo llama tiempo:
Estas industrias pueden "esquematizar todo para sus clientes" por-
En tanto que intuición pura, el tiempo es lo que proporcio-
que el "yo" sólo es para proyectarse a través de las imágenes que él
na una vista anterior a toda experiencia. Por esta razón se
monta y selecciona, etc.,pero también porque puede yen verdad debe evi- debe llamar imagen pura, la vista pura (según Kant, la suce-
dentemente delegar en éL la selección, no sólo en virtud de la ley del míni- sión de la serie de los ahora) que se ofrece en semejante intui-
mo esfuerzo, silla porque él ya siempre ha delegado este poder en la auto- ción pura. El propio Kant lo dice en el capítulo del esque-
ridad de sus ascendentes de los que él sólo hereda, adoptando sus expe- matismo: "La imagen pura 1...J de todos los objetosde los semi-
riencias pasadas como su pasado, es decir, como lo que lleva las prome- dusen general [es] el tiempo"?'
sas de su propio futuro en el horizonte de un Nosotros, concediéndole
Los conceptos puros del entendimiento son unas reglas que el
un crédito absoluto y que lo domina. Sin esta creencia momdicionai que
esquematismo "introduce [...] en el tiempo", dice Heidegger.'! Formu-
evidentemente sólo puede ser una proyección no existe delegación dura-
lación en verdad bastante extraña: estas reglas constituyen el tiempo
dera, es decir, sociabilidad (insociable). A través de estos delegados, Jo
como tiempo, no lo preceden. Sea como fuere, las categorías son las
que mira el "Yo" es la autoridad de un pasado absoluto. Esta autoridad
es la que confiere su eficacia a Jos símbolos. posibilidades del tiempo:

El "Yo" que se proyeua muestra y selecciona sus imágenes-pretex- Correspondiendo a los cuatro momentos de la división de las
categurías (cantidad, cualidad, relación, modalidad), la vista
tos-imágenes-objetos soportes de imágenes mentales que son abstractas
pura del tiempo deberá manifestar cuatro posibilidades de
de la misma manera que el número fue en primer lugar un paquete de
tornar forma: son "la serie del tiempo, el contenido del tiem-
bolas de arcilla "que representaba" o "simbolizaba" un rebaño. El "Yo" po, el orden del tiempo, el conjunto del tiempo"."
se proyecta manipulando primero unas retenciones terciarias y practica
ahí unas selecciones sometiéndose a las categorías que son sus condi- El condicionamiento mutuo de las categorías y de los esquemas
ciones (que son las condiciones del "Yo" como condiciones de unidad (donde aquellas se concretizan como posibilidades del flujo del tiempo)
del flujo temporal en que consiste). Estas condiciones caregoriales están es lo que en nuestros análisis de la relación entre imagen y esquema lla-
condicionadas ellas mismas por los esquemas: "Por lo tanto, las catego- mábamos una relación transductiva, en la que un término no precede a
rías, sin esquema, sólo son unas funciones del enrendimienro relativas a otro, ya que no es nada sin el otro: el "Yo" no es una caja que pueda lle-
los conceptos, pero no representan a ningún objeto. Su significación les narse de contenidos, es una forma constituida por la dinámica de un

10' 109
transcurso y es sus contenidos (que adopta como adopta e! tiempo de los que una sola experiencia que nunca tendría lugar interior-
personajes de las películas de las que lOS espectador) en su unidad de mente si no fuera al mismo tiempo exterior (en parte)."
flujo. La refutación del idealismo significa la necesidad de la retención ter-
(Este flujo es él mismo una forma en un flujo mayor, razón por la ciaria como posibilidad de la inscripción de una representación pennanen-
cual en La desorientación lo habíamos llamado un torbellino --como vol- te en algo de permanente y como sincronización de los sentidos interno y
veremos sobre ello más adelante y, sobre todo, en el último volumen de externo garante de la identificación del flujo "que no tiene nada de
La técnica y el tiempo.) duradero" ni, por lo tanto, de idéntico, substrato que es también la con-
Ahora bien, la refutación del idealismo significa precisamente la dición de la orientación." Esta durabilidad como muleta identifícativa
posibilidad y la necesidad de la retención terciaria que es espontánea- del tiempo de la «percepción definido como proccso de unificación total-
mente e! objeto para un sujeto, como un terreno y sus piedras que en el mente fluido él mismo y que, por lo tanto, no puede bastarse a sí mismo,
borde y fondo del torrente, visibles o invisibles, dan ritmo y forma a este confiere un lugar crucial a la retención terciaria: ésta constituye el flujo
torrente: por su durabilidad como durabilidad de! pasado, de lo que ha sucedido.

El fenómeno que se presenta en e! sentido exterior tiene [...] A este respecto, este objeto del Yo pienso, por ejemplo, el libro de
algo de fijo y de permanente, que proporCiona un sustrato Kant que estoy leyendo, o el libro de Kant publicado en 1781 que Kant
que sirve de fundamento a las determinaciones cambiantes y, relee en 1787 al tiempo que lo rescribe, o el telediario que de quince a
en consecuencia, un concepto sintético, a saber, el del espacio veinte millones de conciencias francesas pueden ver simultáneamente
y de un fenómeno en cl espacio; mientras que el tiempo, que cada noche, o también la final de la copa del mundo de fútbol a la que
es la única forma de nuestra intuición interior, no tiene nada varios centenares de millones de conciencias en el mundo pudieron
de duradero y, en consecuencia, sólo nos hace conocer cl
asistir el 12 de julio de 1998 por inrcrmcdiación de la televisión, este
cambio de las determinaciones y no el objeto determinable."
objeto que para el Yo pienso hace las veces de retención terciaria es una
Esto hay que relacionarlo con este otro texto: imagen-objeto que no es ni SImplemente interna m simplemente externa.
La representación de algo de permanente en la existencia no Pero esto es cierto de toda retención terciaria, es decir, de todo objeto
es idéntica a la representación permanente porque ésta técnico en tanto que éste puede convertirse en fetiche y pantalla de pro-
puede ser muy cambiante y muy variable, como todas nues- yección -y huella, más o menos fiel y "exacta" (ortotética") de las expe-
tras representaciones, incluso las de la materia, y, sin embar- ncncras vividas de flujos de conciencias pasados y desaparecidos.
go. éstas se refieren a algo de permanente que debe ser algo
distinto de todas mis representaciones y exterior a mí, y cuya La consecuencia de estos análisis es inmensa y por esa razón hemos
existencia está necesariamente comprendida en la determi- tenido que detenernos tanto en ellos: la retención terciaria es tanto espa-
nación de mi propia existencia y no constituye con ella más cial como temporal y condiciona incluso la posibilidad de distinguir el

110 111
espacio y el tiempo. Por esa razón las industrias de la retención terciaria Hemos demostrado que sólo puede haber prorención porque hay
que son las industrias culturales y de programas son también industrias inadecuación. Esra inadecuación, que es una realización de la inderer-
de la velocidad. rninación de lo que queda por llegar (y de la interpretabilidad de lo que
queda del pasado) es lo que constituye la situación ordinariamente DIA-
CRÓNICA de las conCIencias unas respecto a otras, es decir, lo que consti-
tuye la singularidad de los flujos de cada conciencia y, en otras palabras,
de cada Yo pienso, que así se dice ser un auto-movimiento, una autono-
15. La sincronización de los flujos y la constitución
mía del pensamiento, en sentido estricto la apercepción de un sí mismo
del mercado de las conciencias. Del "septícismo" como conciencia de sí: una reflexividad.
Ahora bien, la producción industrial de las retenciones terciarias
Esta espacialidad de la retención terciaria es lo que la condena a para unas masas de conciencias es un proceso de sincronización y de
estandarización industrial de los criterios de selección que hace conver-
todas la manipulaciones posibles. En tanto que permite canalizar la
ger los transcursos cn que consisten estas conciencias en una sola y
diversidad de los flujos no sólo reteniendo su atención en el momento
nusma sopa enrrópica, fosa séptica" donde se descompone el espíritu.
mismo (ef el final del capítulo anterior) sino desencadenando con ello Este "scpticismo" es lo que Horkhcimer y Adorno analizan como dis-
procesos de selección en las retenciones primarias por medio de las positivo de alineación y de reificación de las conciencias.
retenciones secundarias bajo control de retenciones terciarias que pue-
Mientras que la diversidad de las interpretaciones posibles del flujo
den ser sincrónicamente seleccionadas, "dirigidas" y adoptadas a veces
pasado de la conciencia de Kanc "ante el conjunto del público que lec"
por millones o decenas de millones de conciencias cada día, la espaCia- constituye una enrropía negativa que es la oportunidad misma del pen-
lidad de la retención terciaria es lo que permite una casi-matcrializacián samiento, en primer lugar para el propio Kant expuesto a esta situación
de estas conciencias y, en todo caso, su "reificación", masas de concicn- que "no tiene nada de extraordinaria", que, por lo tanto, es ordinaria, en
ctas que, por tanto, pueden convertirse en la materia prima para la indus- la que se comprende "a un autor mucho mejor de lo que él se com-
tria de Las audiencias que son las industrias de programas. Así, el final del prende a sí mismo porque no había determinado suficientemente su
siglo XX ve constituirse un inmenso mercado de Las conciencias, conde- concepción y porque así hablaba e incluso algunas veces pensaba con-
nado a convertirse en mundial por encima de cualquier barrera. trariamente a sus propios puntos de vista", hoy el medio del espíritu
(llamamos aquí espíritu al retorno de las conciencias ascendentes para
Ahora bien, este mercado, que efectúa unas inversiones a cambio de una conciencia o un conjunto de conciencias actualmente vivo) se ha
las cuales espera retribución, constituye un proceso protencional compLe- industrializado y esta realidad comporta el riesgo evidente y absoluta-
tamente nuevo. mente actual de una sincronización entrópica de las conciencias que

112 113
constituye literalmente la posibiLidad del final de los tiempos -en el seno herencia mundial ahogada en un puré de informaciones de donde se
del dispositivo aquí descrito, porque evidentemente estos análisis no con- borran los horizontes de espera que constituye el deseo.
ciernen de La misma manera a Las conciencias que están excluidas dei mundo Mientras que esta máquina es hecha para suscitar, intensificar y
industrial. resucitar unos fantasmas que no pueden sostenerse por sí mismos pues-
Esta posibiLidad del final de los tiempos, que no es una probabilidad to que sólo son los frutos de una organización sistemáticamente calcu-
(no se podría probar semejante posibilidad) aquí quiere decir posibili- lada de la relación entre unos sujetos y unos objetos convertidos en unos
dad problemática de la renuncia a La Libertad y de lo que sólo podría consumidores y unos productos, está condenada a invertirse y a engendrar
resultar de ello; el apocalipsis poLítico-espiritual -si no material y corpo- va sólo un desmoronamiento del deseo, finalmente extenuado de estar
~ada vez más sometido al cáLcuLo y a La determinación "indiferente" de lo
ral: en cierto modo, el resultado de una bomba de neutrones del espíri-
indeterminado, a riesgo de una desbandada mundial que ya temía Valéry:
tu que después de su explosión deja una materia y una corporeidad
inhabitadas, en cierto modo un mundo de autómatas. Ahora habría r...] que preguntarse si este régimen de excita-
cienes intensas y similares, de scvidas encubiertas, de rigores
utilitarios, de sorpresas SIstemáticas, de.facilidadcs y de ~occs
demasiado organizados no dehe ocaxronar una espeCIe de
deformación permanente del espíritu, hacerle perder y
16. La paradoja del nuevo proceso protencionai adqUirir unas propiedades -y si, en particular, 105 mismos
y la desbandada del deseo dones que le han hecho desear estos progresos, como para
emplearse y desarrollarse, t no estarán afectadas por el abuso,
degradados por sus propIOS . e
electos, agota dos por su acto:
• ?"

En otras palabras, en tanto que proceso de sincronización el nuevo El mundo que se abre con el nuevo siglo, el de la integración digital
proceso prorencional es paradójico y lleva ineluctahlemcnte a una pér- donde el aparato de televisión se habrá convertido en un órgano de rcle-
dida de autoridad y de crédito, financiero incluido. AJ instaurar un pre- acción vive en el riesgo extremo de una depresión resultante menos de
sente permanente en el seno de flUJOS temporales donde se fabrica hora problemas sin embargo patentes de sobrecapacidades de producción
a hora y minuto a minuto un "recién-pasado" mundial, al ser todo ello que de problemas agravados de sub-consumo a causa de la Liquidación
elaborado por un dispositivo de selección y de retención en directo y en de La "economía libidinal" que supone toda proyección -riesgo evidente-
tiempo real sometido totalmente a los cálculos de la máquina informa- mente conjugado con los vastos desequilibrios que afectan además a la
tiva", el desarrollo de las industrias de la memoria, de la imaginación y exterioridad de este sistema y que cada vez pesarán más en él.
de la información suscita el hecho y el sentimiento de un inmenso agu- El objeto del deseo debe ser singular y el sujeto descante debe encon-
jero de memona , de una pérdida de relación con el pasado y de una des- trar reflejada en él su propia singularidad -cs decir, su diacronicidad refle-

114 115
xioa. '" Ahora bien, el consumo; que deviene sin objeto (el producto no es
un objeto, no está ahí para responder a un deseo sino para suscitar °
transformar unas necesidades en fantasma colectivo, en cornporramien..
to de masas) no hace más que intensificar una frustración dcccptioa, La
realización de un marketing opcional y la supuesta desmasificación de 17. El [uturo del espíritu
los mercados por la definición de una relación "one to one" entre el con-
s~midor y el producto no cambia en nada la situación que aquí descri-
bimos, no más, además, que la multiplicación de los vectores de difu- La Integración digital de las industrias culturales por la convergen-
s~~n de programas audiovisuales y de información; frutos de un dispo- era de las tecnologías de la información, del audiovisual y de las teleco-
SItiVO de marketing que pone en práctica unos criterios de amortizacio- municaciones comenzó a finales de los años noventa -ampliamente
nes, las "opciones" personales son sustitutos y la diversificación de los acelerada por la apertura en 1992 de la red de intemet al público del
media no es más que la realización mejor dirigida, por medio de nuevas mundo entero a través de la puesta en práctica de la norma de interope-
posibilidades de segmentación de los públicos, de los mismos criterios rabilidad TP-IP, por medio de la adopción de la norma de compresión
retencionales gobernados por un cálculo. de imágenes y de sonidos r-.IPEG y por medio de la privatización masi-
va de los operadores de telecomunicaciones.
La entropía del consumo estaría así condenada a la autoanulación a
la nulidad, a la nada. Además del hecho de que al filo de los años en '¡a Esta integración, llamada más generalmente "convergencia", consti-
s?,ciedad n,acen nu.evas capacidades de análisis y de que una lenta diges- tuye un nuevo marco de producción y de difusión de las "retenciones
non, qUlza demasiado lenta y, en cualquier caso, demasiado tardía para terciarias" y un nuevo medio para el espíritu. En el transcurso del siglo
lo~ centena~es de millones de miserables que ella ha engendrado y los XX es cuando el medio del espíritu se ha convertido en el de una explo-
~~les de millones que engendrará todavía, además de una lenta diges- tación industrial de los tiempos de las conciencias. No se trata de una
non se produce, por tanto, un acontecimiento brutal, imprevisto y de evolución monstruosa por medio de la cual el "esquematismo" pasaría
alcance sin duda milenario que habrá sido la crisis iniciada en el curso de golpe fuera de la conciencia; la conciencia nunca ha sido consciente de
de los años setenta, sin duda es este sentimiento el que anima, funda y, sí misma de otra manera que proyectándose fuera de sí. Pero en la época de
sobre todo, une la riqueza de los discursos que hoy se elevan contra una las industrias de la información y, en particular, de las tecnologías ana-
evidente irresponsabilidad de los amos de las audiencias Vde los merca- lógicas y numéricas que la hacen posible, esta conciencia exteriorizada
dos planetarios. . y materializada se convierte en motivo de manipulaciones de lo> flujos y
de proyecciones de masas tales que una pura y simple anulación de la "con-
CIencia de sí" por medio de su exteriorización se hace posible para las
hiperrnasas de consumidores de productos y de modos de vida industrial
116 117
consagrados a mercados a escala mundial: esto es lo que da a pensar la ruencia de la finitud de los flUJOS de las conciencias en general y de su
sincronización hcmogeneiaante de los flujos de conciencias por medio proteticidad originaria. No se puede luchar contra esta posibilidad ~i~
de los objetos temporales audiovisuales, que no tardará en invertir las haberla reconocido como tal, es decir, sin haber obtenido de los análisis
fronteras nacionales y geográficas, ya que lo digital no carga con las orccedentes la conclusión que de sin medio retencional objetivo no hay
I"espíritu" y que la historia de este medio es también una h·isrona . d e 1a
obligaciones de la difusión hertziana.
técnica, es decir, hoy de la industria. El futuro del espíritu sólo puede
La crítica de la manipulación que permite esta sincronización de las
consistir cn una geopolítica de las tecnologías culturales que también
concicncias en la época d¡; los objetos temporales audiovisuales e indus-
triales de masas no puede ser una denuncia de una desnaturalización de sería una política ecológica del espíritu. Porque una política de la con-
la conciencia por el cine Silla, al contrario, la puesta en evidencia de que ciencia (pero, ¿qué es una política sino, en primerísimo lugar, una polí-
la conciencia funciona como un cine, lo que permite al cine (ya la tele- tica de la conciencia?) es necesariamente una política de la técnica.
visión) tener ascendiente sobre ella. Y por eso la crítica del cine y de la y ésta, como vamos a examinar ahora, es también necesariamente
televisión, como fenómenos sociales que podrían venir a destruir la una política de la adopción.
propia conciencia (es la cuestión de una "ecología del espíritu") apela a
una nueva crítica de la conciencia misma, a volver a poner en marcha la
empresa kantiana.
El "equivalente general", es decir, el dinero, condición del capital y
del mercado donde con las industrias culturales el tiempo de las con- NOTAS
ciencias se ha convertido él mismo en una mercancía, está condiciona-
do por la equivalencia general del tiempo primario-secundario en sus
1. ThLOdor Adorno y Max Horkheimer, La Dialntiq"e de 1" rtllSUIl, "La pro-
espacializaciones tercianas, manipulables, almacenables, intercambia-
dunion industridk dcs bicns culturels", Gallimard, col1. "Tel", 1974. 1" 130.
bles y, por consiguiente, de las que se puede obrener dinero. Esta cues-
tión capitalista de la retención no fue pensada por Marx, lo que consti- 2. Id., ibid .. p. 140.
tuye una gran debilidad, especialmente en la época de las industrias cul- 3. B. Sticgkr, "L'image discrete", cap. lIt de Échographie de 1" télévisioll, con
turales que, digitalizadas, se convierten en el sector que gobierna el Jacques Perrida. Galiléc, 1996. Este texto reproduce una conferencia pronunCiada
devenir industrial en general <se les llame o no "nueva economía". el} 1992 en la Es(uela dc Bcllas Artes de Aix-en-Provence ,

En el devenir industrial de la cultura, lo que está en venta es la con- 4. td., ibid., /rK. elt.
ciencia misma. Siempre se puede denunciar ahí una degeneración bár- 5. Cf. Martin Heidegger, Scin und Zeíi, Nimever, 1986, parágrafo 75. y.F.Ipece-
bara, un estado de hecho monstruoso: no es más que la estricta cense- do de Epsmaeo. op. cíi., p. 347. Husserl por su parTc habla de Budbcwussisan- el La

119
11'
desorientación, op. cie. passim. [Existen vanas traducciones al castellano, entre otras 13. td., íbid., p, Jl1.
El JeT y el tiempo, FCE, 2000, }' Ser y t'empo, Temos, 2003.] 14. Id. ibid., pp. 112-113.
6. En el primer capítulo de la ~Doctrina trascendental dd juicio", Critica de la 15. u; ibid., P 114.
razón pura, op. cit., p. 150 Ide la edición francesa antes citada].
¡6.Id., íbid., p. 117.
7. T. .Adorno y M. Horkheimer, La Dial«tíque de la raúon, op. cit., p. 133. El
subrayado es mío, 17. Id., ibid.. p. 118.

8. Sohre el sentido preciso de este término aquí, if. los dos primeros lomos de 18. ld., ibid., pp. 118-119. El subravado es mío.
La ticniea y el tiempo, passim, , ' id h Y uoa especie de
19. "Cuando el espectador mira, la cámara esla mvern a, a "
. ro -ecta Y además, cuando Lumierc
9, Lo mismo que dem uestra, por ejemplo, Burkhardt Undncr (POUT une thiorie ,á mara en la cabeza; un proyector y que p j . 'll
de la reproduetibiliti, Francfort-sur-le-Main, Gcethe Universitat, 1998), en el punto , tó el cine cuando inventó la cámara, al mismo tiempo nos servimos de e o
lllven ..., ¡ "J L Godard Intro-
de vista de Horkheimer y Adorno, "la reproducción pertenece a la esfera de copia de para hacer el proyector, el mismo aparatO servía a am 'os' ean- uc ,
un objeto dado", mientras que la rcproducibilidad en el senridc de Walter Benjamin du<tion i) une ocmabíe hisln;re dll cméma, Albatros, 1980, p. 145.
"no Se refiere al conjunto de lo, objetos dados", es decir, 'lUlO lejos de ser una simple cit., pp. 28-29. El subrayado es mío.
copia de lo real, añade algo que ella constituye. Según Benjamin es esta constiruti- 20. Kant, Critique de la raison pure, oP.
vidad de la técnica de reproducción desarrollada por la industria lo que confiere, por 21. u, ibI'd., pp. 128-129 B.
ejemplo, al cine su fuerza analítica más allá de su poder de alienaci6n -fuerza que
parece que se les escapa roralrnentc a Horkheimer y a Adorno. Pero, a la inversa,
22. c. especialmente Dijftrence el Ripititirm, PUF, 1968 , p. 116.ITraducciónal
Bruno Latour (Cahiers de médiofogie, n'' 1, 1996) malinterpreta totalmente a Benja- easlellano, Diferencia y repetición, Júcar, 1988.]
. I . a sigue a la segun-
min -digo a la inversa porque en ¡;OeUNe d'ure tI {'he de su reproductibilif.i teehm- 23. Los franceses en paralelo, los alemanes en srne, a primer
que, en Walter Benjamin, Eriaís 2, traducción [al francés] de M. de Gandillac (Gon-
da.
thier-Deood, 1971), ('1 lec un discurso contra la modernidad y la técnica, ahí donde
24 La segunda edici(lll ofrece a Kant la ocasión de "eliminar, tanto co~o ;~a
Adorno ve un discurso de la emancipación por medio de la técnica -dos lecturas tan , , d I ·den haber nacido vanaS la -
esquemáticas como injustas para un texro que, por el cootra,io, trata de afrontar la ibl 1 dificullades y las oscundades e as que pue .
pOS! e, as . . . I >a han caído homhres perspIcaces,
enorme dificultad suscitada por la cuestión de la reprodueibiJidad. 'as interpretaciones en las que, qUlZa por mr cu I '

10. CI B. Snegler, "Le temps des attrape-nigauds",An PreiS, noviembre de 1999, apreciando este libro".
número especial, y "Le prix de la conscienc e", Le Monde dipIomatique, agosto de 25 K or escribe en !die d'une ñinoirc uniocrscíic uu poins de vue eOSnJopolitiqlle
. a , . 1990}'''Fntlendoporuso
2000. [La traducción al castellano, "El tiempo de los engañabobos" se puede leer en {traducción [al francés] S. Piubetta, Garlller-FlamlllanOn, ,. . . I . t del
wlVw.rebelion.orgi. , • I horno sahlO ante e conJun o
úblico de nuestra propIa razon e que se ace c '. " ve
11. Kant, Critique de la raiso"p"re, op. ál., p. 107-123 A. núbli 1--- IT.aducción al castellano: Idea> para una Hurona ulllversaf en da
pu ICO 'IUC ~~. •
12, Id., ibid" p. 109. cosmopolita, 'Iecnos. 1987.]
121
120
16. Igual que es finita la intuición del sujeto humano, es decir, sólo receptiva, a 37. u, ibid., pp. 128-129 B.
diferencia de Dios cuya imuición es productiva y cuya memoria, en Leibniz, e~ infi- 38. "No podernos pensar una línea sin /rtu;arfa por medio del pemamit:nto, un
nita. círculo sin dNen'birlo".
27. C"n~ervación, comparación y discernimiento son precisamente la, funcio- 39. "El primero que demostró el triángulo i~ó>cde, (ya se llamara Tale' o como
nes fundamentales de la imaginación tal como Kan! las definió en Amropoíogia .,
Sfa) tUVO una revelac",n; porque enconrro' 'lue• OA
u
debía seguir paso a .paso lo'que
desde d punto de vista pragmátiw. 1; desde luego, aquí hay que hacer igualmente veía en la figura, ni consagrarse al ,imple concepto de e,ta figura como SI ello deb,c-
referencia a los anál isis de} l usserl del papel de la escritura en la constitución de la ra en,eñarle sus propiedade" "ino que tenía que realizar (o construir) esta figu~a
idealidad matemática <análisis que he comentado en la misma perspectiva en La por medio de lo qu~ él pensaba de ella y él mismo se representaba a prIOri por medio
desunentaúón. de conceptos (<.:' decir, por construceiún) ...". Kant, Cntlque de la rauon pure, op. Cl/.,

28. Por retomar una expresión qu<.: el propio Leibniz empleaba a propósito de la prdacio a la segunda nlió"n, p. 17.
escritura. 40. Porque bay muletas de la fe, como retomaré en Símbulos y diablos, o lague-
rra de los e,-piritus. "Sin duda la esperanza necesita muletas, SI nos atrevemos a
29. Kant, Cn'tique de la raison pure, op. a't" p. 145.
hablar de muletas en materia de religión". (M. Naar, "Introduftion" a Kant, en La
30. Incluido hoy, con las tecnologías analógicas y numéricas de 10 directo y del Rcltgion dans les limites de la úmple mison, tr. J. Gibelin, Von, 1996, p. 14.)
tiempo real, este pasado inmediato o recién-pasado de lo que ha pasado como aconte-
41. Sobre este punto, ef El pecado de Epimeteo, op. ciz., p. 260 Y ,iguientes.
cimiento mediático, que no he vivido, y que SlO embargo se inscribe en la actualidad
de mi presente- Sobre este punto, ef La desorieIJtación, op. cit., en particular p. 230. 42 . M • H el('1'~g",-
cer Kant el lepmbleme de la mfthaphyúque, Gallimard, 1953, y,
, " d
sobre todo, Inrerprftation phélloménologique de la "Critique de la rUBOn pare e
31. Kant, Critique de la raimn pure, op. elt .. pp. 151-¡ 52.
Kant, Gallimard, 1982, p. 316. [Existe una traducción al fastellano de la pnmera
32. Sobre el concepto de síntesis pasiva en g<.:neral, '1 La deson'entación, op. cit., obra: Kant y el problema de la metajúiea, Gedisa, 1992·1
capítulo V.
4,l. 1'>1. Heidegger. ¡"rerprétation plufllom¿nulogique de la "Critique de la raisun
33. Genevieve Guitel, Hisro,re campará des numérations écrites, Flammarion, pure" de Kant, op. cit., p. 320.
1975, pp. 19-20. El subrayado es mío.
44. Sobre este punto ~s posible remitirse al último capítulo de El pecado de Epi-
.H, Además es interesante indicar que Jacque~ Rivelaygue, al que por otro lado
moteo.
parece que se 1<.: escapan completamente todas estas cuestiones, explica que la cale-
goría kantiana es una "relación j .•.] [que] constituye lo~ términos", lo que es muy
4'5. Cf, por ejemplo, M. Heidegger, Interprétation phénombwlogique de la -o--
precisamente la definición de la relación transductiva por Simcndon. tique de la raison pure" de Kant, op. cit.. p. 302.

35. Estas imágenes siempre en vía de fetichizaeión son también imágenes alu- 46. Cf K ant, Criuqa~ de la raison pure, op. cit., p. 119 B, parágrafo 19 de la
cinatorias del cuerpo vivo proreuzado que sostiene el ¡lujo de la conciencia, del Deducción.
cuerpo del otro (del alter ego) y de la corporeidad como ta]. l. N. de la T.: en el original hay un Juego de palabras que se pierde en castella-

36. Kant, Critique de la raison pure, op. cit., p. 114. no: Ulltdl"Fulano"] qlllIut td.
J23
122
47. Kant, Critique de la raison pure, op. cit., p. IS3. del presente de indicativo se escriben igual a excepción ,k la 1 inicial del primero (/-
48. Id., ibid., p. 263 (Libro I de la Dialécllca trascendental, scccián primera: "De mellt).
las ideas en genera!"). '58. Como demuestra Pierre Aubenque: "En la introducción a la Crítica de la
49. Sobre este punto, cf La téenica y e! tiempo, vol. IV, de próxima aparición. facultad deJuzgar [...] en la que se trata de dividir el 'sistema de la filosofía' en filo-
",na teórica y filosofía práctica, Kant sólo habla de reglas 'técnicas' o 'práctico-téc-
!l. N. de la T: de nuevo la expresión sefairedu cinéma, "fantasear, hacerse pelí-
nicas' (que corresponden a los 'imperativos hipotéticos' de los escriros í'tiens) para
culas".
demostrar de nuevo que no conciernen propiamente a la filosofía práctica, sino qm:
50. G. Dekuze, Différenu ct Répétitiun, op. cit., p. 116. simplemente son unas 'consecuencias de propmiciones teóricas', por lo tanto, unos
SI. Kant, Cnüque de la raison pureo op. cit., p. 294. 'corolarios de la filosofía reórica"'. La pmdena chez Aristote, PUF, 1993, p. 198.
[Traducción al castellano, La prudencia en Ariaotcics, Crítica, 1999.]
In.
N. de la T.: juego de palabras entre los términos encorc-e-rcnir ("todavía-
por-llegar"), rute avenir (vqueda por llegar") y Iwenir ("futuro"). 59.1-0 léenia) y el tiempo, vol. 1\; de próxima aparición.

52. Kant, Critique d" la ram", purc, op. cit., p. 131 A. 60. Recordemos aquí que e! verbo eid6 significa a la vez observar, representarse,
figurarse, aparecer; que e! cidólon es el simulacro, el fantasma, la imagen y el retra-
'53. u, ibid., p. 308.
to, incluso la imaginación, etc.
54. el en particular La desorientación, op. 0'1., cap. Hl, "La industrialización de
61. La desorientación, "p. cit., p. 301. Respecto al cumplimiento, "el parágral;, 5
la memoria", epígrafe 1, "La síntesis industrial de la finitud retencional", p. 151 Y
[de las invesligacir",,,, IÓKicas] aporta precisiones esenciales sobre esta cu<:stión de la
sres.
inadecuación, es decir, del campíímicnto. Toda percepción adecuada es una percep-
55. E. Husserl, &chaches togiqucs Il, 2' parte, traducción [al francés] H. Elie, ción interna. Pero toda percepción interna no es una percepción adecuada. Entre
A. 1".Ke!kel, R Schérer, PUF, 1972, p. 149. El subrayado es mío. [Traducción al cas- percepción interna inadecuada y percepción interna adecuada existe la tendencia al
tellano, Investigaciones lógicas, Alianza Editorial, 1999.) cumplimiento -que siempre puede fracasar. La percepción interna es la percepción
56. En el último capítulo de La dcsoriemecíón he tratado de indicar por '-I ué-y de mis propias experiencias vividas. La percepción interna adecuada", la percep-
volveré ampliamente sobre ello en el último tomo de La técnica y el tIempo. Además ción de uIla evidencia en mi experiencia-vivida, de mi experiencia"vivida como
es evidente que en Heiddeger la "diferencia ontológica" procede de esta probkmá- cxl'crieneia"\',vida de evidencia: toda experiencia-vivida es evidente, pero toda expe-
tica de! cumplimiento y de la inadecuación, al tiempo que la recusa. nencia-vivida no es una experiencia-vivida de evidencia. Puesto que el psicólogo no
lo ve, confunde percepción interna y adecuación. Ahora bien, su distinción permite
57. Sin embargo, en las Ideas directrices para una fenomenología, en la que rea-
diminar, pura y simplemente, desde el punto de vista fenomenológico, la percepción
justará toda la fenomenología en torno a un eg-o restaurado, Husserl e1ectuará una
ertenw. Ésta ya no tiene lugar de ser: d objaiuo de! púcólogo en ella era la inadccua-
retirada mucho más neta y catastrófica que la de Kant al pasar de la primera a la
<Ión del sujeto al objeto, el hecho de que algo del objeto, en toda percepción externa,
segunda versión de la Critica de la raZÓn pura.
escape siempre al sujero. l.n que deb" sn esludiado no es la inadecuación dd sujeto al
IV. N. de la T.: juego de palabras intraducible al castellano entre los verbos objeto. ';'w la inadecuación de la percepción siempre imana que es la experiencia-vivi-
émouv"ÍT, "emocionar", y mouvoir, "mover" '-Iue en la tercera persona del singular da, qu" wmti/tlye d objeto "rumo y, por lo ta"t". la pncepción exlerna, con la idcali-

124 125
tarre en el pen'llm,enlo?, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de filoso-
dad concernida en el seno de la.' experiencia, vIVida;;. La inadecuación del sujeto como
esfera de percepciones mrernas al objeto corno fuente de percepciones externas se fla, 1995.]
<;convierte así "n la inadecuacii;n del contenido real d" la experiencia-vivida "por 76. Sobre este concepto, <1 "La época ortográfica" en La dcsancntacion, op. cit.
esencia percepción interna" COn el contenido real de e.q experiencia-vivida -que no p. 25 Ysres.
es interna ni externa: ¿dónde e>tár".
77. "POZO negro acondicionado de manera que las materias se transformen [..
62. "Es muy evidente que yo no podría conocer corno objeto aquello mismo que en compuestos minerales inod<lr<" e inokn,iv",~, Le Roberl IN de la t: Diccionario
tengo que suponer para conocer en generalun objeto y que el yo dettrminanre (el d" la kngua francesa, equivalente al diccionario de castellano de la Real Academia
pensamiento] debe ser distinto del yo determinado (el sujeto pensante), como el
Espaiíola.]
<;conocimiento, dd objeto. Con todo, nada es más natural y más sedunor qUt: la apa-
riencia que nos hace perder la unidad en la sfntesis de los pensamientos para una 78. Sobre este punto, cf el capítulo "La industrialización de la m"moria" y el
unidad verdaderamente percibida en el sujeto de e.,tos pensamientos. Sc podría lla- final del <;capílUlo "Objeto temporal y finitud rerencional'' en La desorinuación, or.
mar a esta apariencia la subrepción de la conciencia hipostasiada (aperaptionis mbs- át.
tantiatact", Kant, Crítica de la razón pura, op. át., 1'.325. 79. Paul Valérv, Propos sur I'inulligence, en Oeuores Complües, t. I, G-allimard,
63. Cf!\.{, Heidegger, Inrerprétation phénombwlogique de la "Critique de la mi- col. "La píeiade'', 1957, p. 104A.
son purc" de Kam, op. cit., p. 329. AO. y no hay reflexión que no sea erótica, corno volvnemos a ver "" el próximo
64. Kallt, Critique de la rmson pure, op. cit., p.27A. volumen con F.l Ranquete.
65. te, iNd., p. 295.
66.Id., ibid., p. 131 B.
67. Id., ibid., p. 20ó.
68. Id., ibid., p. 207.
69. Id., ibid., 1" 156.
70. M, Heidegger, Kant et le probltme de la métaphpique, op. cu., p. 161.
71. Id., ibid., p. 162.
72. Id., ¡bid., p. 163,
73. Kant, Cn'tique de la raison pure, op. cit., p.308.
74. td., ibid" p. 2A,
75. Como se verá en la l"nuca de Qu 'est-ce que /orienta dans la pensée?, te. [al
francés] A. Philonenko, Vrin, J97A. [Traducción al castellano, ¿Qué significa orien-
127
126
Capítulo tres

Yo Y nosotros

LA POLÍTICA ESTADOUNIDENSE
DE LA ADOPCIÓN

129
1. "Proceso de exteriorización" y geopolítica del espíritu

, Antes de ser una facultad mental, la numeración es una actitud


motriz que ha sido interionzada y que, como todas las actividades
motrices, mentalizadas o no, acaba por convertirse en una actividad
mecánica. Calcular significa entonces manipular un teclado que dirige
una máquina alfanumérica sobre la que el entendimiento delega algu-
nas de sus operaciones. El objetivo de Rl pecado de Epimcteo era demos-
trar que la razón y el entendimiento humanos comienzan por la posibi-
lidad de esta dclegación hacia una prótesis, es decir; por la existencia de
un medio técnico como capacidad de transmisión epifilogenéuca, de los
que los sistemas de numeración son unos casos.
Herder escribe en sus Ideas con miras a una filosofía de la historia de
la humanidad que
sólo el hombre posee en propiedad una manera de despla-
zarse en una situación vertical: ahí está el sistema orgánico
que le está reservado con miras al destino de su propia espe-
ere, éste también es su carácter distintivo.'

Para Kant Herder comete una inversión teleológica concluyendo


que este estado hace que
la posición vertical sea asignada al hombre no en [unción de
su futuro ascenso a la razón, para que haga un uso racional
de sus miembros; por el contrario, [siempre según Herder]

131
debido al hecho de su posición vertical le tocó en suerte la sigue planteada y sigue sle~do irreductiblemente no empírica, es el erizo-
razón.'
no. en tanto que es provecuoo.
De creer a Herder, concluye Kant a su vez, "la razón es sólo una Este análisis en el que la empiria ya no es el simple compañero a pos-
adquisición". icriori de una aprioridad trascendental, sin embargo no es por tanto un
Querer determinar qué contextura J~ la cabeza, desde el empirismo. Las retenciones están inscritas e~ un proce~o ~e ~royeceión
punto de vista exterior respecto a su forma y desde el puntu por selección de protenciones que no es un slmp~e aSOCJaClOlllsmo y d~l
de vista interior respectu al cerebro, está en relacidn nccexa- que el empirismo, que ignora profundamente eljuego y el re~o, es decir,
na con la aptitud para caminar en posición vertical; y, Jo que el criterio, es un espectador que finalmente cree sin perspectiva en todo
es más, dcterminar cómo una organización orientada única- lo que ve, "buen público" y mal crítico. Y lo que es más, que cree, aun-
mente haci.\ este fin contiene el fundamento de la aptitud
quc erróneamente, que sólo cree en lo que ve.
racional, en la que debido a ello participa el animal, esta
ambición supera manifiestamente toda razón humana: que Kant revalúa la empina, rinde homenaje a Herder y le opone preci-
esta última siga a ciegas el hilo conductor de la fisiología o samente la cuestión del criterio. Pero no comprende la cuestión de la
que emprenda el vudo a ejemplo de la metafísica.' retención -ni Hume, que la confunde con la de la costumbre.
De hecho, la postura que aquí defendemos no es ni la de Herder La doble recusación del empirismo y del trascendentalismo' que
que ignora la "liberación de la rnano'" que abre el espacio de la mani~ intentamos, por tanto, aquí está entre América del norte y Europa. La
pulación fabricadora y de este correlato de la posición vertical que es la dificultad del diálogo entre estas dos entidades espirituales traduce una
tecnicidad, ni la de Kant, cuya filosofía trascendental no permite actua- divergencia en la histona del "espíritu" entre empirismo anglo-sajón y
lizar la vocación rctcncionai de esta tecmcidad. Porque este medio reten- trascendentalismo europeo llamado "continental". Esta tradición anglo-
cional le es esencial, porque sin estos sustratos que son sus objetos en sajona, que se ha extendido al continente norteamericano, se ha con-
tanto que estos sen siempre ya técnicos, su razón y su entendimiento sólo cretizado ahí por medio de una doctrina de la mríquma de calcular y por
serían vapores, ya que el "constituyente" (el sujeto trascendental) está medio de una cultura de la máquina de cálculo, y por una puesta en
constituido a cambio por 10 que él "constituye" -lo que significa que sólo práctica de los saberes lógicos al servicio de la logística, l~ ~~e se llamó
se constituye en un después y que, por tanto, siempre está en el problema la cibernética, tal que finalmente Estados Unidos se convrruo en el gran
de su propia re-constitución: es originariamente un sujeto re-constitui- país de las tecnologías de la información y de la prim.era ~ra~ empr~sa
do, sintétICO igualmente en este sentido (es lo que en El pecado de Epi- informática transnacional que fue IBM. Esta concreuzacron industrial
moteo llamábamos su defecto de origen y es lo que en el próximo capí- es lo que la filosofía, ya sea "continental" o "anglo-sajona", se revela
tulo llamaremos el JUIcio protético a priori). Pero en esta re-constitución decidida y masivamente incapaz de pensar, incluso por parte de las
rctencional sin la que este "consutuyenn-" no sería nada la cuesrion quc "filosofías de la historia". Porque si Marx fue evidentemente un gran
132 133
pensa.dor de la historia (como Hume) nunca pudo acceder a la cuestión boración de los criterios retencionales se encuentre hegemónicamente
de la Industrialización del cálculo y del medio rcrencional cuyo concep- sometida a las reglas de cáLculo de los mercados -sea objeto de cáLculo
to finalmente no tuvo más que sus predecesores. de amortizaciones.
~or. tanto, 7l~lestro intento aquí serta esc<lpar a este antagonismo tra- Habíamos visto -en La dcsorientacion-: que esta evolución es mues-
sadan?co constituido por una común falta de atención dd espíritu a sus tra de lo quc André Leroi-Gourhan caracteriza como el tercer estadio de
maten as como sustratos de los flujos en los que él consiste. lo que él llama "proceso de exteriorización": la del sistema nervioso,
La ~elegación d.e operacion:s del entendimiento en las máquinas se que sigue a la exteriorización del músculo permitida por la explotación
ha realizado esencialmente bajo la instigación de la industria nortea- de las energías naturales, precedida ella misma por la del esqueleto que
mericana. No ha habido lugar de ver en la muy actual brutalidad de las en propiedad constituye la homimzación. Las Industrias culturales son
consecue?cias de este h~cho una súbita alteración de la conciencia y, el cuarto estadio de esta "exteriorización", que alcanza entonces a la
menos aun, un accntccimienm monstruoso. La conciencia es altera- imaginación: esta delegación es lo que concretiza el cine, inventado en
ción No decimos que ésta no pueda llevar a un estado de hecho él Francia pero cuyo futuro industnal está en Estados Unidos, país tanto
n~lsmo monstruoso porque concluiría en la anulación de esta concien- de Hollywood como de IBM, donde el cine se convertirá en la televisión,
CI.a: nos.otros no excluimos esta posibilidad, muy al contrarío. En cam- es decir, en este fenómeno masivo del que Lerai-Courhan esbozará en
bIO decirnos que esta posibilidad está contenida en la conciencia misma 1965 algunos análisis' en el momento en el que el televisor, convertido
que la conciencia misma es esta posibilidad <en tanto que cine que pro~ en doméstico, penetra a gran velocidad en 105 hogares europeos (46,5 %
vecta sus fantasmas sobre tantas pantallas. de las familias francesas en 1965,537 % de crecimiento entre 1960 y
1970).
Respecto a la actual brutalidad de la geopolítica de la industria nor-
team~ricana, ésta resulta de una inversión masiva del capital en una tcc-
noLogla de ruptura. En otras palabras, si la posibilidad de sincronizar
unos flujos de conciencia y de organizar industrialmente el cálculo y la
2. La televisión de Pierre Bourdieu
puesta e~ práctica de criterios de selección en las retenciones terciarias
no consntuye un: r~Ptura en la estructura íntima de estos flujos, tales
que ponen en practica unas síntesis, en cambio hay efectivamente una El sociólogo Pierre Bourdieu ignora en Sobre La televisión' todos
r~Ptura de sistema técnico y ésta tiene consecuencias inmensas sobre la estos análisis antropológicos. Sobre la televisión, un libro que se presen-
Vida del espíritu y la historia de la conciencia. Estas consecuencias plan- ta como una lección de disciplina argumentativa y de rigor científico
tean con nu~~os co~tes la cuestión critica, Y es completamente nuevo que que primero se administró a la televisión, es decir, a la vez sobre la panta-
esta delegaclOn este a cargo del plan de la industria de modo que La eia- ita de la televisión ya La intención de "la televisrón", de sus telespecta-
134
135
dores y de sus actores, Sobre la televIsión no indica la menor referencia industriales en general, especialmente alimenticias, y como lo fueron
:1 estado de una cuestión sin embargo analizada por otros y antes que estos productos acerca de los cuales Sócrates quería ya convencer a
el, exactamente Igual que proceden estos media totalmente desprovistos Hipócratcs que cuando alimentan e! alma constituyen un riesgo singu-
de memoria y arrapados en el rnstanre cuyo funcionamiento en la tele- larmente grande:
visión denuncia justamente Sobre la televisión: todo ocurre como si la
Un sofista, Hipócrates, é no sería un negOcIante o un tendero
conciencia del sociólogo hubiera interirmzado finalmente el funciona,
que suministra los materiales con los que se nutre e! alma-
miento de aquello que ella critica.
l...} El nesgo es mucho mayor cuando se compra ciencia que
El resultado que aquí nos Interesa subrayar es que, a fin de cuentas, cuando se compran alimentos. En efecto, lo que se come o
para el autor no se trata de afrontar ni un segundo una debi/¡dad arrue- bebe se puede transportar en un recipiente distinto cuando se
t~ral del pensamiento ante la televISión que podría ser el problema prin- compra al tendero o al negociante y antes de absorberlo por
cipal o, en todo caso, previo, ni que este objeto apele a un esfuerzo teó- medio del beber o de! comer se puede depositar en casa. l...]
rico, filosófico y científico excepcional y nuevo, a medida de la enormi- Respecto a la ciencia, no se trarIsporta en un recipiente: es
absoluta merite necesario, una vez pagado el precIO, recibirla
dad d~ sus efectos. Esta obra ignora o deniega que el paso de la panta-
en uno mismo, meterla en la propia alma y, cuando uno se
lla a.1 libro sea un cambio de soporte que pediría por él mismo un pen-
va, cl bien o e! mal ya está hecho.'
sarruento de! papel del soporte en general en el pensamiento y de estos
soportes particulares que son la televisión y el libro. Se podría estar ten- Ésta es efectivamente la cuestión que plantea el flujo inagotable que
tado de ver en esta pereza ante una tarea del pensamiento la causa de su la teíeoisíón vierte en las conciencias con las que se enlaza su tiempo -v
gran éxito editorial: importando al libro IdS coacciones que le imponía que en principio eltibro permite evitar, él que es una especie de vaso
la pantalla, Bcurdieu habría realizado, sin quererlo, un excelente pro- que se puede examinar, cuestionar, criticar como no es posible hacer con
ducto de marketing: fácil y rápidamente consumible. Olvidable. ~o­ la palabra o con el transcurso de las imágenes, incluso cuando este libro
inolvidable. ha sido "escrito" para la televisión. En resumen, toda esta hipomnesia o
. De. tener algún fundamento, esta explicación sería, sin embargo, mnemotécnica o racnaonaiidad tcrcrarta, que examinamos aquí y cuyo
insuficiente e injusta para los lectores del libro. La recepción excepcio- proceso hace Platón en Fedro en tanto que libro que sustituye e! flUJO de
nal de este discurso indica en primer lugar una gran y grave inquietud palabras vivas por una memoria artificial u muerta, es también lo que
de I~ sociedad francesa, en particular de su juventud, y la espera de pen- permite la crítica de estos productos sofisticcs, mientras que, como se
sarruenros capaces de dar cuenta de un proceso cuya marca principal es sabe, los sofistas utilizan por su parte el texto, la técnica, las retenciones
en nuestra época la televisión, pero que la supera. Quizá traduce tam- terciarias para preparar sus efectos de directo en sus discursos orales que
bién un movimiento de rechazo del dispositivo rerencional dominante no son improvisados, que no salen directamente del corazón, que no
sospechoso en su naturaleza y calidad como lo son ahora las mercancías están forjados en el fuego del debate, sino que retranscriben unos efec-

IJ6 137
tos retóricos preparado, de antemano -Jo
Pierre Bourdieu an le su cámara. que, al parecer, también hizo riarnen tc, mientras permanecc impensado, la parálisis de esta concien-
cia frente a esta televisión.
_En.resumen, Platón, que en Fedro critica el libro
rrute diferenciar el eú:eto v el tiemp d L _1 b en t~nto que P'"- Esto es patente desde la primera cuestión que pretende tratar Pierrc
'.
t ura sin ' () e a pa a ra en un tiempo d 1
emisor acusa rarnbi 1 fi
, a len a so rsta en P t ' d h e ec- Bourdieu: la del tiempo en la televisión, presentada como la imposibili-
directo, en un flujo que di" - ro agoras, e ablar en dad de llevar a cabo ahí un razonamiento y de desarrollar una argu-
ya no a e tiempo de la reflexión.
mentación -cstado de hecho en efecto problemático y cuyos efectos evi-
. Así pues, la cuestión es decididamente coro leja: la hi .
rrure poner estos I)radueta' di, 1 P J . a hlpomnes¡a per- dentemente hay que denunciar: es lo que estamos esforzándonos en
s e a ma en reservo " d
rancia, y, al mismo tiempo [a recnol _ h <1, e~ (:lcrtO mo o en dife- hacer aquí mismo. Pero esta cuestión del tiempo en la televisión es tam-
la de los objetos temporales' llldustria~c:lape;po.mn_eslCac~ntemporánea, bién y en primer lugar una cuestión de economía política y de ecología
almas para unirse a él y 1 1 bi ' rmre captar e ucrnp¿ de las industrial del espíritu, cuya naturaleza el sociólogo no parece haber
atrás. lacee e len o el mal' sin POSI"b"1 1-d.ud de vuelta delimitado en absoluto y que exig-iría prosegUir la escritura de El capi-
tal en el espíritu de Marx, si se permite decirlo: poniendo tanta atención
Es precisamente de esta l ..1 1 d
nésico escrito -r 'Iue t~n bC,~mp e¡h( a dedl.o que este producto hipom.. en el genio de la gran industria como en la miseria del proletariado.
ense avenido 56 l l '
retrenscnbn directamente d" _-, o re a te evulón, al Esta empresa, inmensa, tendría además como consecuencia el tener
un rscurso manteníd '
la televisión y enlazarse en el di . O ante una camara para que volver sobre ciertos análisis de El capital para discutirlos, en parti-
, Jaso lfectoVSlnm . 1 '
eras espectadoras de la cad di" " ,0ntaJe con as COilClen_ cular en relación a la cuestión del tiempo. En Marx intempesti]? y en
erra e te evrsron Pa p "
quicre.; dar cuenta al ere _ d rts remrcrc, no sabe -o no especial en el notable capítulo que lo abre, "Una nueva escritura de la
, er que pue e ehorrarseio.
El éxito de esta obra medIOcre es l if . historia", Daniel Bcnsafd demuestra a la vez que la filosofía de Marx es
cultural e intelectual a la d¡ a maru estación de una desolación toda ella y primordialmente una filosofía del tiempo, es decir, del tiem-
, . que na le escapa' la t 1 -', ,
mrsrna de sus pú61t"cos e' r r di d . e cvrsron no es solo la po abstracto que es el capital y de la medida del tiempo de trabajo, y que
, s e III Ice e una ext a 6 d
conceptual de su época frente a la "realidad rem. ~,o reza el aparato esta filosofía, que por tanto es una economía política, también es una
filosofia de la miseria que - . bl efectiva de esta época. La filosofía de la historia que al denunciar toda teleolog-ía dcstinal critica
rnevita _ cmente susc't bi 1
de esta filosofía de televisi-; M' I a es tarn len a miseria en primer lug-ar en el idealismo un cine retrospectivo que proyecta sobre
. on. rserra o extrema b d 1
teleVisión es evidentement h po reza e a que la el presente y el pasado una necesidad futura por medio de un proceso
. e, y en muc os aspectos u " n '
tesis expuestas en nuestros d ' • 1 ' na causa. r-ero SI las de adopción y de ficción que tratamos igualmente de describir aquí.
. . os capltu os precede t ilid
ncion de esta "causa" '1 '. n es son va I as, la apa- Este proceso de adopción que pone en práctica lo que Marx llama en La
. so o es resurnonn, del ,. ,'
de la concrenoia que hace nbl l. 1 _', caracre- Cinemato-grahco Ideología alemana unos "artificios especulativos" es también lo que des-
, pOSI e a te eV1SlOn y que engendra nccesa.
cribe El dieciocho brumario de LuÍ>" BOl/aparte. lO
13S
139
Si en la estela de Hegel pero dando la vuelta a sus palabras, Marx pensar, Sobre la televisión, en e! desastroso espíritu de una larg,a t~adi­
empieza precisamente por afirmar un "proceso de exteriorización", si ci(ín universitaria tan antigua como la filosofía, para la que tecruca y
piensa la mercancía fundamentalmente como un proceso de fetichiza- tecnología son triviales, no propone análisis alguno de. la dimensión ~é~­
ción, no analiza en propiedad la acumulación del capital intelectual que nica de la televisión -y menos aún de sus consecuencias fenomenológt-
en nuestra época se convierte en un reto fundamental }; más general- ras en términos de individuación que desembocan en una pauperización
mente, Ignora lo que aquí llamamos la retención artificial. Aunque los . . " Este
d e I a coll.ClenCla. ~
espíritu
. desastroso , que constituye la actitud
Grundisse piensan [a máquina como exteriorización de los saberes (y metafísica por excelencia y que por tanto requiere una crítica radical y
volveremos sobre ello), las herramientas de trabajo no se analizan con- una renovación de la crítica, tiene como consecuencia una total falta de
venientemente como soportes de memoria y se siguen pensando bajo la atención a las cuestiones de la memoria objetiva y a los dispositivos
categoría de los medios de producción y dio aunque, como subraya jus- rerencionales cuyas concretizaciones son las máquinas.
tamente Bensatd, la espacialización del tiempo esté en el centro de la
De Horkheimer y Adorno a Bourdieu, la confusión de los "pensa-
problemática marxista: como la medida es una condición constitutiva
dores" ante la imagen animada y las industnas culturales es inmensa.
del capitalismo, van a la par abstracción del tiempo social (mcrcantili-
Los criticamos aquí porque obstaculizan la posibilidad de pensar lo que
zación de la fuerza de trabajo} y formalización del tiempo físico."
ha sucedido, lo que ocurre actualmente, y aquello de lo cual está por lle-
La cuestión del tiempo se plantea en la televisión como sector de gar lo esencial de la cuestión de la cinemato-grafía que conlleva su des-
actividad industrial de difusión de programas porque e1flujo del objeto
arrollo. Esta tarea del pensamiento es tanto más urgente cuanto q~e ho.y
temporal audiovisual supone la esclavitud de una máquina y a una máqui-
se produce una convergencia tecnológica que redistribuye en profundi-
na. Además, exactamente igual que cl tiempo del trabajo proletarizadc
dad la realidad empírica y el espacio de las decisiones políücas que hay
suponía la esclavitud de la máquina (en el sentido que tiene esta pala-
bra en mecánica) y del trabajador a esta máquina <trabajador a partir de que tomar.
este momento privado de todo saber y, con este motivo, llamado no obre- Las instancias políticas están gravemente desprovistas frente a esta
ro sino proletario. Como demostró Simondcn, este proceso de esclavitud situación, especialmente en Europa. Ahora bien, entre la~ ~rimera~ con~
del trabajador lleva a una pérdida de indioiduacián del obrero en benefi- secuencias de esta convergencia, de la que Sobre la tclcoisión no dice ni
cio de la máquina "portadora de herramientas".'! Ésta cs la miseria de! .
una palabra, existe por supuesto la persp¡;ctlva '
. d e una nueva epoca yde
obrero proletarizado. Miseria que se acrecienta cuando esta máquina, al una intensificación sin precedentes de la globali¡:ación y, por tanto, de
convertirse en programable y con mandos digitales, puede prescindir de la terrihle cuestión de los pueblos y de las naciones.
este proletario.
Aunque Marx haya mantenido siempre que sólo a partir del análisis
del material de la técnica y de la tecnología se empIeza verdaderamente a
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sirar el esquematismo porque el trabajo de la conciencia, es decir, del Yo,
es ya en cierto modo cinemato-gráfico, lo mismo la geopolítica nortea-
mericana cuyos "misioneros están en Hollywood" J\ explota a través de
su industria cinematográfica una dimensión constitutiva de lo político, es
3. Metrópolis. La adopción como condición decir, del Nosotros: la adopción, cuya radicalidad Estados Unidos descu-
de la unificación del nosotros bre y pone de manifiesto.
Habíamos visto que la conciencia de Kant. como toda conciencia
Upron Sinclair escribió en 1917: quc públicamente hace uso de su razón, puede y debe buscar la unidad
futura del flujo en que ella consiste identificando y materializando la
Con el cine el mundo se unifica, es decir, se americaniza." diversidad de lo que sucede en este flujo como pensamientos en forma
Por medio de! cine tiene lugar un proceso de unificación mundial del de retenciones terciarias, reactivándolas después, ordenando, manipu-
que Sinclair nos dice que sólo puede tener lugar bajo La direcCló~ de lando e interpretando para encontrar una continuación a este flujo y, al
América del norte. ¿Qué autoriza esta afirmación? ¿En qué el cine es mismo tiempo, para abrirle un futuro coherente con este pasado en el
necesariamente unificador del mundo y por qué esta unificación del que se mezclan, insertan e incrustan unos elementos del pasado de otras
mundo significa necesariamente su americanizaúón;¡ conciencias (como las de Hume, Wolfo Leibniz). Ahora bien, este pasa-
do es reactivado y animado por un proceso protencional que es un deseo
Habíamos dicho que el esquematismo sólo puede indu';trializarse
como conciencia de sí, es decir, un narcisismo, y este proceso de unifi-
porque siempre está atrapado ya en el juego de retenciones terciarias
cación de la conciencia kantiana, que es una proyección ejemplar de lo
que son otras tantas proyecciones del flujo de la conciencia fuera de sí
otras tantas muteriahzacione, cuya manipulación está abierta a todas la~ que anima toda conciencia, estructura también este Nosotros que Leroi-
explotaciones, incluidas -y cada vez más- las económicas. Ahora nos Gourhan llama el devenir-unificador de los agrupamientos humanos -al
preguntamos por qué la industrialización del esquematismo es tamhién que aspira el propio Kant como ideat de toda conciencia.
un proceso unificador de! mundo y por qué este proceso puede y debe Un Yo que pretenda pronunciar unos enunciados racionales y uni-
producirse en Hoiiywood. Por qué, ea otras palabras, Hollywood podía vcr salizables siempre debería poder decir "nosotros" y esto es además lo
y debía convertirse en la capital del mundo, la metrópolis. que NOSOTROS hacemos aquí -al tiempo que "nos" preguntamos de
El eme, decíamos, se caracteriza por la coincidencia de los flujos de qué "nosotros" hablamos y en nombre de qué o de quién "nosotros nos"
I~ ,películ~ y de la conciencia del espectador, y por el fenómeno de adop- permitimos hablar en "su" nombre.
Clan del tiempo de la película por parte del tiempo de la conciencia del cCómo, por qué y en qué condiciones todavía podemos decir "noso-
que es el objeto. De hecho, así como el cine sólo ha podido venir a para- tros';

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El proceso de unificación del que habla Leroi-Gourhan es un proceso do común, pero este pasado sóLo puede ser común por adopción -ya que
de adopción por medio del cual es posible la constitución, la solidariza- ésta sólo puede concretiz.arse como proyección. Por muy ilusorio que
ción, la consolidación, la perpetuación y la extensión de un Nosotros, sea, este pasado que constituye La imagen del Nosotros futuro igual que
agregador de otros YrJ y de otros Nosotros, En general se está de acuerdo el conjunto retencional primario, secundario o terciario constituye pro-
en definir este grupo social elemental que es. la etnia por el hecho de yectándoLo el dispositivo protencional en que consiste el flujo identifica-
compartir unpamdo común -y esta manera de pensar la etnia es también torio de un Yo, es la adopción de un dispositivo común de navegación
aquella por medio de la cual la etnia, y más generalmente la comunidad en el tiempo que constituye una panoplia "fantástica" de dispositivos
territorializada, se piensan ellas mismas. Ahora bien, semejante defini- "para ayudarnos a devenir", según la expresión de Valéry:
ción, que acredita el mito de un origen puro, surgido de un pasado
transmitido vía el territorio, es por estructura y lireralmcnre ilusorio: lo El pasado, más o menos fantástico, o más o menos organiza-
do después, actúa sobre el futuro con una potencia compara-
que funda los grupos es su relación común con el futuro. La etnia (y
ble a la del mismo presente. Los sentimientos y las ambicio-
más allá, todo grupo social humano) es ante todo el reparto y la proyec-
nes se excitan con recuerdos de lecturas, con recuerdos de
ción por parte de este grupo del deseo de un futuro común. Sin deseo no
recuerdos, mucho más de lo que resultan de percepciones y
existe grupo humano posible y es esta relación con el futuro lo que rige
datos actuales [...1. La idea del pasado sólo adquiere sentido
el "devenir-unificador" de la etnia:
y constituye un valor para el hombre que se encuentra en sí
La etnia [...] es menos un pasado que un futuro. Los rasgos mismo una pasión del futuro. El futuro, por definición, no
Iniciales, los del grupo lejano que crea la unidad política, tiene imagen. La historia le da los medios de ser pensada.
están difuminados, si no borrados completamente. Para con- Ella forma para la imaginación una tabla de situaciones y de
vertirse en un pueblo, la masa de hombres dispares tiende a catástrofes, una galería de ancestros, unformulario de actos,
unificarse sucesivamente en los pianos lingüístico, social, de expresiones, de actitudes, de decisiones ofrecidas a nues-
técnico y antropológico. Por lo tanto, frente a concepciones tra inestabilidad y a nuestra incertidumbre, para ayudarnos a
habituales de la Etnología, vueltas normalmente hacia el devenir."
pasado [...[, hay otro aspecto de la Ciencia en el que el futu-
ro rige la realización de unidades étnicas." Sin embargo, este proceso de adopción sólo es eficaz si se oculta: sólo

Un pasado realmente común de los miembros del grupo no sólo no tiene lugar, dice Renan, si se olvida:
es una condición de pertenencia a este grupo sino que verdaderamente El olvido, y yo incluso diría el error histórico, son un factor
sería la Imposibilidad para este grupo de constituirse -lo que demuestra esencial de la creación de una nación. l...] La esencia de una
Leroi-Oourhan tomando el ejemplo de China. La relación con el futu- nación es que todos los individuos tengan muchas cosas en
ro que funda los grupos supone evidentemente que comparten un Pese- común y también que todos hayan olvidado muchas cosas."

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Esta capacidad de olvido es lo que realiza el proceso de selección, de yo herede de un pasado que no he Vivido, que puede muy bien no ser el
"derushajes" y de "montajes" que constituyen el flujo del Nosotros de mis ancestros y que, sin embargo, se convierte en mi pasado a medi-
(cuyas peripecias histórico-políticas son cada vez una nueva puesta en da que lo transformo en futuro. Heidegger es quien permite pensarlo
escena), es decir, la retención y la protención dc sus consecuencias pasa- excepto que, con todo, esta filosofía excluye la cuestión de la condición téc-
das y futuras, Los miembros de una misma etnia se caracterizan esen- mea de transmisión de este pasado llamado aquí epifilogénesis y en Sein
cialmente por el hecho dc que forman cuerpo en la unidad de un grupo raid Zeit, Weltgeschichtlichkeit. Ahora bien, esto modifica radicalmente cI
que, al estar atrapado en e! tiempo, encuentra esta unidad en el hecho análisis. Si las referencias hechas aquí mismo a Heidegger permiten
de que la despliega y la afirma ea el curso de su devenir ---que la proyec- desplegar esta cuestión de la adopción contra los nacionalismos y neo-
ta por la puesta ea práctica de esta selección y de unos "criterios" que fascismo hoy renacientes, es evidentemente a condición de ver en ello la
ella supone. La organización del g-rupo está constantemente sobredeter- marca de una tccnicidad primordial, como Heidegger dudó muy proba-
minada por el imperativo de reforzar la identidad de esta unidad que blemente en hacer, para finalmente oponerse a dio. Porque en 1933 los
siempre queda por llegar. Éste es el "devenir-unificador" de la ecnia. Al análisis del la herencia desarrollados en Sein und Zeit sin duda a Hei-
conjunto de este proceso es a lo que Étienne Balibar llama la ctnícidad degger le parecieron no sólo compatibles con su adhesión temporal al
ficticia", La mezcla es la condición de la constitución de los grupos nazismo silla en el centro mismo de este efímero "compromiso" que des-
humanos, que se hacen cada vez más vastos a lo largo de la historia cansaba en una cxclusián. expresa o no, de la posibilidad del injerto y de la
humana -lo que desde luego no les impide diferenciarse en e! plano adopción en la medida en que finalmente éstos eran pura y simplernen-
interno, aunque sea por la intensificación de la división de! trabajo. le asimilados a la posibilidad del cálculo.

Ahora bien, la condición de este proceso de adopcián reside en la posi- En efecto, pensar la herencia desde la epiñlogénesis significa que la
bilidad, abierta por la epifilcgéncsis, es decir, por la memoria [écoica, de It'cnología debe ser adoptada lo mismo que el pasado facticio que permite
acceder a un pasado que nunca ha sido vivido por aquel de quien es pasado, la construcción de un Nosotros proyeclivo. Y evidentemente ella permi-
ni por sus ancestros biológicos. El proceso de adopción supone el acceso a te también la adopción de las técnicas de proyección ellas mismas, Este
un pasado ficticio, pero cuya facticidad constituye el zócalo de un "ya- proceso de adopción es de entrada "material" e "ideal", y la mezcla en
ahí" a partir del cual el heredero ilusorio puede querer un futuro en el ongen de la etnicidad ficticia es a la vez un comercio de los cuerpos, de
común con aquellos que igualmente comparten este pasado por adop- las ideas y de los bienes.
ción e ilusoriamenre. En cierto modo e! privilegio que Leroi-Gourhan Adopción de las técnicas (es decir, de los objetos del comercio cotidia-
concede al futuro -es decir, a la proyección de un futuro común para el no) y adopción de un pasado facticio que permite proyectar un futuro
Nosotros- está muy próximo a la "primacía" del futuro en la triple éxta- común (bajo la autoridad escatológica de un juicio último que el siglo
sis del tiempo del Dasein heideggeriano." y es también Heidegger qUien XIX llamará emancipación y progreso) y, por tanto, de constituir un
permite pensar esta facticidad del pasado heredado, este hecho de que Nosotros, son dos formas de adopción requeridas simultáneamente por la

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carencia originaria de origen cuyo relato mitológico es el pecado de Epi- casr todos encuentran un interés, al haber conquistado en ella unas ven-
meteo: la cuestión de la adopción es mmediatamente la de la protetici- tajas o una renta de situación 0, más simplemente, al haber adquirido
dad y de lo que ella Implica: el peso de la retención terciaria en la consti- unas costumbres. Finalmente, y sobre todo, la evolución de los sistemas
tución de todos losflujos -incluidos, por tanto, los migratorios. técnicos engendra unos fenómenos de desajuste en relación a los demás
sistemas sociales. Ahora bien, la revolución industrial induce un acerca-
miento entre capital móvil y empresa, entre ciencia y técnica, entre
industria y técnica que se convierte en tecnología, de lo que resulta el
4. La modernidad como organización de la adopción 1111cio de un proceso de innovación permanente que se irá acelerando
sin cesar.
Así pues, hay que organizar la adopción de la innovación por la
Si la adopción es el modo de constitución de las comunidades, tam-
SOCiedad y forzar la penetración de la vida cotidiana por la técnica y los
bién es y en primer lugar porque los órganos técnicos, sin los que no
objetos usuales nuevos que ella permite producir -desde el ferrocarril al
sería posible ning-una comunidad humana, son amovibles. y porque las
cine y a la bicicleta, pasando por el cepillo de dientes y la pasta dentífri-
sociedades pueden al mismo tiempo intercambiarlos y adoptarlos. Ésta
ca: el desarrollo de la información y de lo que se convertirá en el marke-
es la razón por la que las condiciones de adopción en general están direc-
ting es la condición de esta socialización de la novedad,proceso de adop-
tamente relacionadas con las especificidades de la memoria epljilogenética
ción de masas que se llama entonces el modernismo. La modernidad, que
propias de cada una de sus épocas y, cuando éstas existen, a las especifici-
emplcza antes de la revolución industrial, pero de la que ésta es la rca-
dades de las mnemotécnicas. Y también es la razón por la que la cues-
lización histórica efectiva y masiva, designa la adopción de una nueva
tián de la adopción es indisociablc de la del comercio y, por lo tanto, del
relación con el tiempo, el abandono del privilegio de la tradición, la defini-
mercado.
cián de nuevos ritmos de vida y hoy, una inmensa conmoción de las condi-
La técnica no deja de evolucionar bajo la presión de las tendencias ciones de la vida misma, tanto en su substrato biológico como en el conjun-
técnicas y al acelerarse súbitamente esta evolución a principios del siglo to de sus dispositivos retencionales, lo que finalmente desemboca en una
XIX con el capitalismo de la gran industria se hace indispensable orga- revolución industrial de la transmisión y de las condiciones mismas de la
nizar la adopción de los nuevos productos industriales que se convierten adopción.
en lo que se llamará bienes de consumo. La resistencia de las sociedades Lo que mide la "modernidad" de un país moderno es el grado de orga-
al cambio técnico es espontánea: la inercia social es la ley de esta rela- meacicm de la adopción, Antes de la revolución industrial, la adopción se
ción. La sociedad de donde surge la revolución industrial todavía ve en cumplía según los ritmos y los ritos de la tradición que ve todo cambio
la estabilidad el orden mismo de las cosas, mientras que toda innova- en el horizonte de una estabilidad primordial y eterna; es un accidente.
ción viene a desestabilizar una situación familiar para todos, en la que La modernidad invierte este punto de vista: la estabilidad se convierte

14H 149
en la excepción y el camhio en la regla. Desde el siglo XIX la revolución l. Supone que este pasado unificado pueda serlo ilusonamente (y lo
industrial impone el desarrollo de numerosas redes sin las que sería es la mayor parte del tiempo); supone que este pasado del Nosotros no
imposible permeahilizar la sociedad al cambio y,por tanto, amortizar las ha sido vivido por este Nosotros, ni por quienes lo componen actual-
inversiones requeridas por el desarrollo del maquinismo que hay que mente, ni por sus ancestros.
renovar constantemente y que, por consiguiente, necesitan unos merca- 2. Supone que este Nosotros constituye sin embargo un flujo cohe-
dos cada vez más vastos. La información es lo que pone en relación rente -"su" Historia- por medio de un montaje y de una puesta en esce-
tanto inversores y empresarios como consumidores y productos. La pri- na proyectiva, lo que quiere decir capaz de proyectarse hacia delante,
mera agencia de prensa, creada en 1843 por Louis Havas, explota la pri- capaz de desear un futuro común aunque el pasado que lo abre no sea
mera red de telecomunicación, e! telégrafo eléctrico, a partir de 1844. realmente común.
Esta información es de entrada una mercancía cuya producción indu s- 3. Supone que un zócalo retencional permite el acceso a este pasado
trial se ha convertido hoy en el primer sector de inversión. no VIvido y su adopción en la proyección protencioJlal, concretizada ella
La adopción, que no hace mucho estaba sobredeterminada por unos misma por unos dispositivos terciarios de proyección.
rituales político-religiosos, puede entonces ser sometida a un cálculo 4. El proceso de unificación es un proceso de adopción fundado en
logístico del que hegemónicamente se encarga el sistema del marketing el "proceso de exteriorización", es decir, en el medio técnico en tanto
y cuyos vectores son los media. Éstos constituyen e! nuevo medio reten- que éste es también retencional.
cional terciario, cuya materialidad hace posible la industrialización
5. Al hacerse industrial el medio técnico, las condiciones de adop-
-que se traduce tanto en la invención de la prensa diana, capaz de
ción están sometidas a una nueva crireriologfa de retenciones y ponen
imprimir varios cientos de miles de ejemplares al día, como por el cli-
en marcha un nuevo dispositivo protencional de vocación planetaria.
ché. Estas técnicas son las que, conjugadas con la instrucción pública
obligatoria y con nuevas retóricas narrativas, el reportaje y la sección de De esta evolución, cuyos efectos sólo se han hecho sentir verdadera-
sucesos, es decir, el relato y la puesta en escena sensacionalista del devenir mente desde el despliegue masivo de la televisión por todo el planeta y
del mundo, permitirán la constitución de conjuntos de lectores que antes que todavía se intensifica con las redes digitales y lo que llamaremos la
hiperindusrrializ.ació» de la cultura, resulta que el dispositivo cada vez
de! final del siglo XIX superan el millón de lectores. Esta industrializa-
se percibe más como maléfico y, paradójicamente, como productor más
ción, que también es la del "espíritu", afecta directamente a las condi-
de discordia que de concordia, más de arritmia que de sincronía, más de
ciones de constitución del Nosooos.
diábolos que de símbolos.
Así pues, el proceso de unificación de un Nosotros es una identifica-
ción, una organización y una unificación de lo dioerso del pasado de la
comunidad que permite la proyección de su futuro. Pero;

150 151
mas que Yo y Nosotros son procesos de individuación en el sentido en el
que lo entiende Simondon: el individuo, ya sea psicológico o social, y
mientras que el Nosotros no es in-divisible como el Yo, es un proceso
Inacabado que consiste en un equilibrio metasrable. No está ni en equi-
5. Yo y Nosotros. Aparición de la cuestión del malestar librio estable, lo que sería su acabamiento, ni en desequilibrio, lo que
sería su descomposición -uno y otro vienen a ser su desaparición. No es
ni puramente sincrónico, lo que sería un estado de equilibrio, ni pura-
Yo y Nosotros no son, desde luego, lo mismo. Los Nosotros que for- mente diacrónico, lo que sería un estado de desequilibrio.
man los grupos humanos y las civilizaciones no están ni vivos ni muer- Ahora bien, estos dos procesos de individuación, es decir, estos dos
tos en el sentido de! Yo, incluso SI una "mortalidad de las civilizaciones"
equilibrios metastables, son dos caras de una sola y única realidad que
se descubre como crisis del espíritu en 1919 en una Europa en cenizas
el análisis debe separar para aprehenderlas, pero que después debe reu-
mientras que Hollywood sigue construyéndose. mr para comprenderlas en la procesualidad única que las incluye y las
Siempre se pueden liquidar las huellas terciarias, arrasar pueblos, caracteriza: el individuo psíquico es originariamente psiccsocial y lo
quemar bibliotecas, eliminar idiomas y religiones, y, si es necesario, a social no es un agregado "intersubjetivo" de individuos ya constituidos
quienes las practican como conjunto de Yo que forma un Nosotros pre- antes que él. La individuación del Yo ES la del Nosotros e inversamente,
cisamente porque sincronizan en parte sus flujos en un calendario aun cuando Yo y Nosotros DIFIERAN. Debido a que ocurre de esta
común por unos rezos, unos fetiches, unas fiestas o unos cantos. Se manera es posible una adopción de los mismos objetos temporales por
puede exterminar a los indios y "hacer tabla rasa" para "nosotros". No masas de conciencias individuales que sincronizan así sus flujos. Pero
es menos cierto que e! Nosotros, si no es inmortal, no es mortal como el en este caso, vamos a verlo, no es evidente que siga siendo una metaes-
Yo, porque no está vivo como él: no tiene retenciones primarias o uni- labilidad tal que Yo y Nosotros puedan diferir duradera y dinámicamente,
dad de una síntesis de aprehensión -no tiene "presente vivo" en el sen- es decir, seguir diferenciándose e individuándose permaneciendo a la vez
tido del Yo husserliana. Por lo tanto, tampoco está expuesto a los para- diferentes y convergentes. Y en esto es en lo que se puede temer que de la
logismos de la razón como e! Yo. sincronización mdustrial de los tiempos de conciencia resulte un proce-
Pero tiene sus paralogismos, cuya crítica es el objeto de la filosofía so entrópico.
política. Porque por muy diferentes que sean el Yo y el Nosotros, la uni- Por 10 tanto, esta sincronización sólo es posible porque todo Yo es ya
dad del Nosotros siempre es proyectiva, como la de! Yo: no se nada, sigue un Nosotros: Yo y Nosotros son dos caras de un solo y mismo proceso de
estando por llegar y esta común proyectividad hace posible la confusión individuación. La individuación del Yo también es necesariamente la
de estos dos procesos de índioiduacián, Es tanto más necesaria cuanto que del Nosotros que ella proyecta desde una "realidad preindividual" que
yo siempre proyecta un nosotros, como nosotros ya habíamos visto. Diji- les es común:

152
Para el individuo la participación [en lo social] es el hecho de dual que les es común y que se traduce en una inadecuación en el seno
ser elemento en una individuación más vasta por mediación de tanto del Yo como del Nosotros.
la carga de realidadpreindividuaf que conucnr el indioiduo, es
Sin embargo, la inadecuación que anima tanto al Yo wmo al Nosotros
decir, gracias a los potenciales que entraña,"
es EN PRIMER LUGAR una Inadecuación del Yo AL j'llosotro$ y de Nosotros
Esta "carga de realidad prcindioidnai? es vmpotencial de adopción. El AL Yo: su convergencia ideal y proyectiva es una divergencia efectiva que
proceso de individuación resulta de una inadecuación irreductible en e! es e! origen mismo de su dinámica individuante. Yo y Nosotros, en tanto
centro de! individuo, en tanto que inacabado, pero también como juego que forman las dos caras del mismo proceso de individuación, no coin-
de "fuerzas preindividuales" en e! individuo, es decir, de retenciones ter-
cidcn.
ciarias interiorizadas e interpretables, que están igualmente en juego en
la individuación social en la que e! individuo psíquico participa indivi- La individuación bajo forma de colectivo hace del individuo
un individue de grupO, asociado al grupO por la realidad
duándose. Lo preindividua! así interpretado (que no es conforme con la
preindividual que lleva en él y que, unida a la de otros indi-
interpretación del propio Simondon") es 10 que habíamos llamado e!
viduos, se individua en unidad colectiva."
ya-ahí, como potencial de una inadecuación que instancia el individuo
psicológico. Pero lo que también se efectúa a través de éste es la indivi- Las dos individuaciones deben ser pensadas hajo la "categoría de lo
duación social del grupo y de modo que él es también portador de la rransindividual que tiende a dar cuenta de la unidad sistemática de la
misma carga de realidad prcindioidual que tiende e! potencial diferencial individuación intenor (psíquica) y de la individuación exterior (colecti-
de una inadecuación. va)"" y esta doble cara de la individuación, como composición de inad~­
En los dos procesos que son un Yo y un Nosotros hay metaestabilidad [Ilaciones, es una adopción, es decir, la proyección de un futuro a partir
en la medida misma en que la individuación psicosocial es el diferi- de un pasado que no es el del Yo, sino aquel sobre el que se encadena el
miento de una identidad individual nunca constituida plenamente. Para proce50 de individuación del Yo. En este sentido la individuación del Yo
este individuo que sigue siendo futuro, ya sea Yo o Nosotros, la metaes- prosigue la individuación de! pasado convertido en común al Nosotro~,
tabilidad es su duración, es decir, su falta de acabamiento, constitutivo precisamente como iri-djviduación. rendencinl, ideal y "fantástica". Indi-
de su dinámica individuante, e! diferimiento de su cumplimiento. viduándose el Yo prosigue al mismo tiempo la individuación este Nosotros
él mismo a través de su propia individuación/diferenciación/unificación
En la individuación psicosocial, lo prcindividual se individua a la
en el seno de un grupo de otros Yo que se individúan por su parte:
vez socialmente y psíquicamente porque psíquico y social son dos polos
de una relación transductiva en la que se constituyen como resolución El adulto integrado f... 1 prolonga y perpetúa el movimiento
siempre diferida -aunque productora de atruauras y de estabilidades al de individuaCIón que le ha hecho nacer, en vez de resultar
hilo de este difcrimiento- de la tensión que entraña el ya-ahí preindivi- sólo de esta individuación. [...1
155
154
La c.oncordanCla de lo Individual con to social se hace por El ser se conserva aquí a través del devenir como transmisión indi-
medio de la coincidencia de dos reticulaciones, el Individuo viduante de una carga preindividual, es decir, como operación que
está obligado a proteger su futuro a través de esta red social
reinscribe lo conservado en el flujo de una individuación. Pero, aun
que ya está ahí j...]. Más que recuerdo verdadero el individuo
cuando emplee la expresión (vred social que está ya ahí"), para Simon-
retira del pasado SOcial tendencia y empuje hacia semejante
acción; retira lo que en él se asociará a] dinamismo de su don no existe el concepto de ya-ahí en sentido estricto, no más que el de
futuro y no a la reticulación de su pasado individual." retención. Simondon es un heredero de Bergson: como él y como Kant,
ha omitido la singularidad de la retención primaria que descubre Hus-
Pero el Yo que nunca es el Nosotros sólo participa en la individuación serl. Nunca plantea a fortiori la cuestión de la retención terciaria en
de este Nosotros oponi~ndose a ello al tiempo que se acomoda a ello: se tanto que tal, aunque sólo hable de ella, especialmente cuando escribe
individua como lo que en el proceso de individuación del Nosotros cons- quc
tituye "una especie de inversión":
no se pueden crear grupos puramente espirituales, sin cuer-
El alma social y el alma individual operan en sentido inver- po, sin límites, sin vínculos; lo colectivo, como lo individual,
so, individúan al revés la una de la otra. Por esta razón el es psicosomático."
individuo puede parecerse a sí mismo COmo huyéndose en lo
Yo ya había subrayado" que la metaestabifidad da cuenta de la indi-
social y confirmándose en la oposición a lo social. lO
viduación psicosocial como diferimiento de una identidad individual
Ahf está la efectividad de la inadecuación, Si el grupo es efectiva- nunca constituida plenamente en tanto que hace frente a La identidad de
mente una sincronía en tanto que es una "sincristaliz.ación", es decir, un los objetos técnicos y de todos Los artificios en general ya constituidos." Este
proceso común de individuaciones que se producen juntas en una rcla- "avance" de las identidades técnico-objetivas sobre La identidad psicosocisl
ción transductiva en la que el grupo se forma y se transforma, esta Sin- no es considerado por Simondon (en cambio es presentado por Marx,
cronía sóLo es posibLe desde una indctcrminacidn diacronizantc. la sincris- como subraya Daniel Bensafd). Ahora bien, también e~ la base de lo que
talización sólo es posible porque el grupo es en el capítulo precedente llarndbamos la permanencia de Los substratos
que hacen posibles, como retenciones terciarias, la permanencia de Las
tenso y parcialmente indeterminado, corno el ser preindivi- representaciones en el flujo de la conciencia como síntesis de reconoci-
dual antes de la individuación
miento.
igual que lo es también el individuo psíquico: En el último volumen de La técnica y el tiempo reexaminaremos
Un individuo absolutamente completo y perfecro nu podría todas estas cuestiones.
entrar en un grupo; es preciso que el individuo siga siendo Retengamos por ahora que la individuación siempre es un proceso
portador de tensiones, de tendencias, de potenciales." bipolar inmediatamente mulsipolar-: el individuo psíquico está en rela-
156
157
ción con el grupo como individuo social constituido por otros indivi- _ Ven otro nivel, Yo que proyecta su propia excepción en un nivel de
duos psíquicos y si en la proyección de su unidad todo Yo se proyecta a exce~ción que confiere, confía o delega en Nosotros antes que en él
través de la proyección de un Nosotros él mismo ilusoriamente unifica- mismo, en un Nosotros singular cuya singularidad proyecta proyectán-
do, este Yo siempre es individuación de varios Nosotros. Esta rnulti-per- dose él mismo como perteneciente a una comunidad de excepción.
tenencia originaria es hecha posible por la amovilidad de las retenciones Estas dos dimensiones de la excepción están siempre en marcha, de
y la facticidad de las adopciones resultante de ello. Y también es ella °
manera patente latente, incluido evidentemente en el mod~ priva~ivo
quien pone el Yo en movimiento, que e-mociona al Yo; esta sigue siendo del sufrimiento en la banalidad deceptiva, en toda individuaCión pSlCO-
la efectividad de la inadecuación. Hay distancia en este Yó que proyec- social. Siempre hay un Nosotros de excepción que mueve a algún Nosotros
ta necesariamente vanas posibilidades ideales de él mismo como Nosotros. sea cual sea, induso al nivel más universal, ya se trate, en Heidegger, del
Hay emoción en esta medida, tirantez y dramaturgia, intrigas e histo- "ente que nosotros somos nosotros mismos" como ente privil:giado q~e
rias, tales como la rnetaestabihdad se resuelve en movimientos, estruc- sólo responde de la cuestión del ser, en la onto-teología de la Judeo-cns-
turas y trans-formaciones. tiandad, del pueblo elegido y de la criatura de Dios a su imagen, para la
revolución burguesa, del pueblo investido de una misión cosmopolíuca,
en Marx, de la comunidad revolucionaria de los más alienados, etc.

Este es el eme del Nosotros.


6. Excepciones y decepción
"Excepción" no debe ser aquí sacralizado ni incluso valoriz.ado;, es
excepcional todo lo que participa en la diversificación ~n el mtencr
La multipciaridud es la actualización dia-cronieantc del potencial de mismo de la unificación, positiva o negativamente, es deCIr, todo lo que
desfase contenido en la "realidad preindividual'', que la individuación contribuve al dinamismo con diversos costes. Hay seres excepCIOnales
del Nosotros sin-cristal iza en una sincronía siempre provisional. meta-esta- tanto por su belleza como por su fealdad, tanto por su finura .c,omo por
ble en este sentido, y hay oposición scndcnciaí del individuo psíquico con su grosería. En cambio la positividad rerencicnal d~ la. excepcron puede
el individuo social en la medida en que el Yo es siempre objetivo de un ser definida como lo que permite excluirse del [allacimiemo y puede, por
Yo de excepción que es a la vez: tanto, permanecer en memoria, como lo que puede permanecer más allá
- lo que se inscribe en el Nosotros como excepción irreductible en el de sí como herencia más-allá de su mortalidad, como aquello por lo que
interior de este Nosotros, como }'() excepcional en relación a los demás el individuo lega su inadecuación acabada a la posteridad de sus herede-
Yo, Irreductible a todos los demás Yo que forman el Nosotros y en este ros en la forma de -etenciones terciarias", en el sentido en el que ya
sentido opuesto a este Nosotros como una tensión que lo habita y pone hahíamos evocado para el caso de la obra de Kant, pero que también
en movimiento; puede ejercerse de manera muy general en todas las estructuras de
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158
herencias, porque ahí se trata precisamente de la herencia en propiedad sión confusionales -de un "presente vivo" en el que las retenciones pri-
y como condición de lo que Alain Badiou llama la "identidad del Hom- marias y secundarlas tienden a confundirse con las retenciones tercia-
bre como inmortal"." En este sentido Simondon puede escribir que rias. Esta sincronización, que anula toda inadecuación por medio de
la úmca oportunidad que tiene elindividuo, o mejor, el suje- una especie de cortocircuito de la individuación, es decir, de la tempo-
to, de sobrevivir en cierto modo es devenir SIgnificación, ralización, que anula, pues toda diacronización, es lo que elimina lo
hacer que algo de él devenga significación. H transmisible él mismo, es decir, la significación ella misma, es decir,
finalmente e! sentido como proceso de legación y de delegación de sig-
Esto sólo es posible porque
nificaciones que engendran unos momentos de excepción.
por mediación del objeto técnico se crea [...] una relación
Una sincronización está siempre en funcionamiento en las conme-
interhumana que es el modelo de la transindividuulidad. [...]
El objeto que sale de la invención técnica lleva coosigo algo moraciones públicas, en las fiestas, privadas o no, y en los momentos de
del ser que lo ha producido, expresa de este ser lo que es lo culto, pero como momentos de excepción, La felicidad que experimentan
menos vinculado a un hic et nunc." unas conciencias reunidas para escuchar una música, que acompaña a
la mayoría de los ritos religiosos, si no a su totalidad, así como las fies-
La significación es esencialmente lo que, al estabilizarse y retenerse,
tas profanas y con frecuencias bailadas, practicadas todavía por las gene-
puede ser transmitido ya que, visiblemente o no, se sustenta en estos sus-
raciones más jóvenes, demuestra basta qué punto la sincronización es
tratos que también necesita eL entendimiento para estabilizar eL curso de su
originalmente buscada. Pero demuestra también el vínculo que hay
flujo, es decir, de hecho para mctacstabilizarlo -concepto post-newtoma-
entre sincronización y excepción por parte del Nosotros, diacronización
no que no podía sino escaparsele a Kant.
y excepción por parte de! Yo, y que el Se impersonal siempre puede sem-
Sin la posibilidad de esta legación de significación ahí no podría brar confusión. Ahora bien, la sincronización que se hace casi perma-
haber de-legación, es decir, socialización, representación social, etc. nente y Sistemática con los media y que cada vez tenderá más a serlo
Inversamente, porque siempre hay ya delegación, es decir, también también en el devenir-media de todos los instrumentos de trabajo y de
exteriorización, puede haber legación y herencia. Ahora bien, esta lega- sociaLización, incluido en la escuela, como volveremos a ver, es el adve-
ción es lo que la sincronización inducida por e! controlindustrial de las nimiento por mediación de estos media de una pérdida de individuación
retenciones hace cada vez menos probable. generaLizada y de una desaparición de Los momentos de excepción en el
Decíamos que en e! nivel del Nosotros no hay el "presente vivo" en flujo cronológico continuo de las industrias de programas distribuidas
el sentido de! Yo husserliana o, más precisamente, síntesis de aprehen- hacia las hipermasas de conciencias. Esta pérdida de individuación, que
sión en el sentido kantiano. Sin embargo, esto es precisamente a lo que es también un proceso de decepción inmenso e inquietante, ya no afecta
tiende la sincronización industrial de los tiempos de la conciencia", sólo al proletariado como fue el caso con la máquina "portadora de
pero aquí se trata de una sincronización y de una síntesis de aprehen- herramientas", silla a la SOCiedad en su totalidad y para el conjunto de

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sus modos de vida, "adoptados" en lo esencial por esta nueva vía que nombre de amor al saber que Hegel querría ~depositar"J9-un saber que
constituye el marketing como "tecnolog-ía del hacer-creer"" o la "eco- juzga siempre en primer lugar según la bei1eza de una demostración.
nomía de las opiniones"." Este amor que funda la familia sigue ejerciendo su dominiu
Por esta razón el Yo puede creerse el Nosotros, e inversamente; es en el seno de la civilización ... Perpetúa [...] su función que es
entonces el dominio exclusivo del Se impersonal, que reina tanto sobre unir al mayor número de seres humanos unos con otros 1...1
de manera más enérgica de lo que consigue hacerlo el interés
y por el roralitarismo como sobre y por el consumismo y [a gregarit:dad
de una comunidad fundada en el trabajo..."
de las "sociedades de mercado" que paradójica y tan falsamente se dicen
"individualistas". La sincronización de los Yo como flujo es la disolu- y que no basta para constituir un verdadero proceso de adopción. Y
ción de la posibilidad de la excepción y el tiempo de la decepción tanto por esa razón
del Yo como del Nosotros, que se borran en su confusión. Este tiempo de la imprecisión con la que el lenguaje usa el término "amor"
desindividuación, cuya afirmación "individualista" es a la vez el índice está Justificada desde el punto de vista genético.
de frustración y la denegación, es una época en la que la "cuestión del
Es estaftLia La que hace deseabLe la sociedad y es el infierno que nos
ser" se convierte en la cuestión del malestar.
prometía su extinción. Las sociedades archisincroniz.adas, en las que los
La cuestión del malestar es una nueva factura de la cuestión del mal momentos de sincronía ya no son una excepción, cada vez menos socia-
donde la "cuestión del ser" es en cierto modo "liquidada" por el deve- lizadas, son individualistas en el sentido moral: en el sentido en que les
na. falta el sentido moral. Pero ya no son indioiduantcs: son profundamente
Lo veremos leyendo EL banquete: no hay amor sin excepción. El ñostiics a los procesos de individuación, a la heterogeneidad, a la singu-
amor es un estado de excepción. Eros es este estado. Porque Orfeo se laridad y a la excepción. Ya no son sociedades de individuos y de excep-
encuentra en un estado semejante se le debe perdonar. Malestar en La ciones (lo que es siempre una diacronía en la que todo individuo es
civiLización insiste en dio: excepcional, asíncrono), sino sociedades de hipennasas y de decepción.
No son siquiera, lo veremos, sociedades de invención sino agregaciones
Al menos considerado del exterior, el Yo parece comportar
unos límites netos y precisos. No existe más que un solo esta- miméticas y adaptativas:'
do -excepcional, es cierto, pero que no por ello se puede cali- El entendimiento es ya y originariamente sincronización (del senti-
ficar de mórbido- que sea capaz de modificar esta situación: do interno y del sentido externo) y lo social supone una metacstabiliza-
en medio del estado amoroso la demarcación entre el yo y el ción sincrónica. Pero la síntesis sincronizante del entendimiento supo-
objeto corre el riesgo de borrarse." oc lo diverso diacrónico de la intuición y la rnetaestabilidad social está
El deseo sublimado de este estado es lo que da el Nosotros, es la posi- ritmada por unos momentos de excepción precrsamente a falta de una
bilidad siempre deseada de este estado que él proyecta, incluido bajo el estabilidad pura que sería pura sincronía. La identificación del Yo, es

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decir, el proceso de individuación y la estabilización narcisista sin la cual apersonal, ya no sabe m quién es él ni qué tiene de los demás, ya no sabe
nose reconocería, condición a la vez de su reflcxioidad y de su socialidad, preguntar "équién?" ni par<1 él mismo ni para los demás, porque ya no
supone igualmente una sincronía. Siempre hay sincronización: sin ello conoce ni reconoce ni adopta a nadie ni acontecimiento alguno (ignora
no hay ni Yo m Nosotros. la hospitalidad y la adversidad), ni siquiera hace ya la diferencia entre
un ¿quién? y un qué.
éCuál es, sin embargo, la relación íntima de esta necesaria sincronía
sin la que no hay constitución de grupos humanos estables, m indivi- "El desierto crece", dice Nietzsche. Este desierto, que es una espeCie
duación colectiva, con lo diacrónico que es el tiempo de individuación en de infierno, este devenir por medio del cual se extiende la desertificación,
el hon"zonte de Lo que se mantiene y que es también el futuro de este man- no tiene futuro. Pero desde luego esto no significa que no pueda durar.
tenimiento y la perennidad de un Nosotros sincrónico? Y éen qué con- La piedra en la luna que tampoco tiene futuro y la misma luna que es
diciones estas tendencias -diacrónica y sincrónica- son susceptibles de una piedra duran desde hace miles de millones de años. Ahora bien, el
no ejercerse ya una con otra, es decir, una contra otra, en una contrapo- tiempo del desierto es el de la sideración.
siaon transductioa, SIllO una sin otra, en una locura destructiva en la que, Hemos visto a través de esta lectura demasiado rápida de Simondon
aisladas, sus expresiones sin límite producirían además los mismos efec- que la posibilidad de la adopción descansa sobre el hecho de que Yo y
tos, mientras que la sincronía pura apela en reacción a la diacronía pura Nosotros son unos procesos de ro-individuación inseparables y que
ya la inversa? siempre hay que razonar en un solo y mismo impulso en términos de
Sincronía pura y diacronía pura vienen a ser lo mismo: la nada. individuación psíquica y colectiva. También hemos visto que lo que
hace posible esta co-individuación es el medio ya-ahí preindividual y
Es demasiado pronto todavía para explorar esta cuestión DEL IDIO- que este medio es la conservación individuante (tram-formadora) del
MA que es también la de lo diabólico y de lo simbólico. Digamos simple- ser a través del devenir sostenido por la permanencia de los sustratos
mente que la sincronización debería ritmar la diacronía y no imponer- que son las retenciones terciarias ignoradas tanto por Si mondan como
se a ella para borrarla, lo que sería la fusión del Yo en el Nosotros, es por Kant y Heidegger. Finalmente, se ha visto que esta estructura co-
decir, la desaparición conjunta tanto del Yo como del Nosotros en lo que individuante que autoriza la adopción sobre La base de la amovilidad de los
Sein und Zeit llama el Se impersonal -mientras que poco tiempo des- soportes técnicos de la reteneíón psíquica y colecnua es lo que, en la época
pués su autor se hunde él mismo ahí: temible cuestión. de las industrias culturales, cuando esta retención se convierte en el
El Yo y el Nosotros difieren y su indiferenciación, reveladora de la objeto principal del control industrial, engendra la confusión de las dos
indiferencia ontológica en la que la sincronización de sus flujos absorbe caras del proceso de individuación y concluye en una pérdida de indivi-
el Yo y el Nosotros él mismo, tiende a aniquilar la diacronía en una duación de la conciencia en tanto que tal, en una anulación de las posi-
fusión entrópica política y económicamente heg-emónica, rotalizante v bilidades de excepciones, en una decepción de masa y en un tiempo de
totalitaria. El Nosotros convertido en Se Impersonal no tiene futur~: malestar en el que, como el obrero se había visto privado de su poten-

164 165
cial de individuo técnico en beneficio de la máquina portadora de El papel del cine en el devenir de Estados U nidos sólo es posible por-
herramientas, el sujeto-consciente-de-objetos convertido en consumi- que e! Nosotros se constituye como e! Yo: por proyección. Pero América
dor-de-productos se encuentra privado de la posibilidad de participar en de! norte está obligada a escenificarsc como ningún otro país y para ello
La definición y en La puesta en funcionamiento de criterios rctencionales el eme se hace necesario porque este país no hereda de ningún dispositi-
constitutivos de la vida de su espíritu. 1'0 de proyección ya ahí, como demuestra [ean-Michel Frondon citando y

comentando a Martín Scorscsc":


"El director estadounidense siempre ha estado más concerni-
do por el dar forma a una ficción que por el desvelamiento de
7. "1 had a dream". La política estadounidense I una realidad" (Voyage de Martm Scorscsc a travers le cinema
de la adopción. 1912 americainí, Tiene razón en la VIeja problemática francesa
Mélics o Lumicrc, pero de hecho la cuestión no se plantea así
para "el director estadounidense": el desvelamiento de su
Por muy diferentes que sean, el YÓ y el Nosotros pueden llegar a con- realidad es el dar forma a una ficción. Porque su realidad de
fundirse proyectivamente, mientras que no pueden no proyectarse el estadounidense es una historia por construir, muchu más
uno en el otro, porque tienen en común el consistir en un transcurso, que un "ente-ahí" por grabar (ya que el ente-ahí ha sido
bordeado por [as orillas de substratos "que sirven de fundamento a las exterminado, volveremos a ello, precisamente para dejar sitio
a la "realidad estadounidense")."
determinaciones cambiantes'''! y que les son comunes. Este transcurso del
Yo, como el del Nosotros, es una proyección cuya ilusión es precisamente El territorio es una pantalla de proyección como otra. Es un disposi-
converger con lo que es a la vez su condición y su diferencia. tivo de escenificación tan ilusorio como el cine, ni más ni menos real,
Hollywood s~ ha convertido en la capital del esquematismo mundial excepto que siempre está ya ahí: siempre hay un territorio sobre el que
porque el cine es una técnica de adopción de representaciones y de ilu- se inscriben unos símbolos que faltan a las inmensas llanuras indias por
siones unificadoras. Estados Unidos lo descubrió antes que los demás conquistar -que faltan a los conquistadores, pero que están claramente
países -seguido de cerca por la Unión Soviética, la Italia fascista y la ahí para los habitantes.
Alemania nazi- porque tenía que integrar unos flujos permanentes de A este respecto la relación con el territorio de los americanos del
emigrantes, incluidos aquellos que fueron obligados a ello como escla- norte probahlemente es completamente nueva en la historia de la
vos y que después fueron "integrados", y a la vez porque al tener todo humanidad --como lo es también el enorme genocidio comenzado por
por construir de un país salvaje, si no virgen, cuyos habitantes había eli- los europeos de España, seguido por los europeos de todos los países
minado, estableció una relación completamente nueva con la tecnolo- coloniales, acompañado de la esclavitud y de la trata de negros (pero
gía, también de chinos), terminado por los colonos americanos del norte y
166 167
que afecta a toda América. Frondon demuestra cómo e! cine permite Los emigrantes que en diferentes perÍodos vinieron a ocupar
el territorio que cubre hoy la Unión americana, defería unos
hacer pantalla a la realidad de este genocidio y de estas barbaries suce-
de otros en muchos puntos: su objetivo no era el mismo y se
sivas, cuya espantosa perseverancia son las innumerables ejecuciones
gobemahan segun principios diversos."
capitales practicadas todavía hoy.
La operación estadounidense de "proyección nacional" cinemato-
Si una pantalla de proyección territorial de entrada ausente acaba
gráfica permitió la unificación de esta diversidad. Debido a que .hab~a que
por constituirse al filo del tiempo de la construcción de Estados Unidos, proyectar permanentemente el modelo estadounidense a los inmigran-
no es ella la que forma el marco identificador de! Nosotros estadouni- [es ~ecién llegados, así como a los Estados que tras la Guerra de Sece-
dense, sino a través de las imágenes que proporcionan los decorados de sión había que mantener unidos, Estados Unidos de América se convir-
cine. La pantalla territorial (como espacio retenciona!) está enmarcada tió en e! país del cine -mientras que la joven civilización norteameric~­
por la pantalla cinematogrefica (hollyc... oodiense} que le precede. na, nacida en este inmenso país que quedaba todo él por construir,
Por regla general la relación con e! tiempo y el espacio de las formas heredera privilegiada del pensamiento empirista inglés, para la. que
étnicas o nacionales de comunidades está sobredererminada por una Locke forja su discurso político", desarrolló y adoptó la tecnología srern-
unidad territorial que funda un sentimiento de pertenencia. Ahí e! terri- pre más rápido que las demás.
torio constituye él mismo el primer soporte de memoria colectiva El éxito planetario de Gane with the wind, que sublima la sangrante
(incluido para los nómadas), el espacio donde se nace, donde se vive, desunión del norte y el sur, solda a ojos del mundo entero la imagen de
donde se habita y donde se dejan las propias huellas: el espacio donde se un Estados Unidos que resuena en A Streetcar Namcd Destre y en Ame-
transmite y que se transmite, que se hereda y que se lega, y a través del rica A menea: la cultura estadounidense de la adopción se hace así eficaz
cual se transmiten un pasado común y una filiación ancestral que fun- a la vez en el interior y en el exterior de su territorio.
dan el sentimiento de pertenencia. En ello reside el privilegio del terri- Esta política de la Imagen de! Nosotros es también un política comer-
torio. cial de la imagen del Yo que es el consumidor cuyo modelo inventa ~sta­
Este privilegio está muy aminorado en Estados Unidos y e! esque- dos Unidos. Primero en este país y hoy casi por todas partes, "la mtc-
matismo industrial tuvo necesariamente que adoptar su forma dominan- gración" se hace por medio de! consumo; esto es precisamente lo ~ue se
te en Hollywood porque Estados Unidos fue e! primer país de inmigra- llama la "americanización". Desde 19}2 un senador estadounIdense
ción -y no sólo de colonización y de esclavitud. Estados Unidos com- enuncia lo que se convertirá en uno de los axiomas principales de la
prendió muy pronto el poder de los objetos temporales audiovisuales CIvilización norteamericana del siglo XX: "Tradc joifows films..." 47 La
porque como ninguna otra nación fue confrontado a la cuestión de la adopción del tiempo del cine por el tiempo de la conciencia hará de esta téc-
adopción, como subraya Tocqueville: nica un jonnidable instrumento de promoción -el instrumento de promo-
169
ló8
ción del modo de vida americano por excelencia y con ello de los pro- cue~tión que plantea el cine de la nación. Esta ilusión necesaria e i~evi­
ductos y modelos económicos, tecnológicos, industriales, políticos y table el cine estadounidense ha sabido "satisfacerla" y a la vez desvlarl,a
sociales que "propone" adoptar al mundo entero.
o Invertirla con la mitología de la conquista del Oeste~ q~e ~orra evr-
La apropiación cultural y la transmisión son siempre un fenómeno dentemente la historia, que suprime la masacre de los indios y con la
de adopción, aunque este hecho esté disimulado la mayor pane del que se han identificado tantos niños así como tantos adultos del mu~~o
tiempo por la ilusión de un origen común, Los pueblos de todo el entero. El poder estadounidense, mucho antes que su mo~eda o su cjer-
mundo han adoptado con un mismo movimiento la Coca-Cola y el cito, es la forja de imágenes hollywoodienses, es la capacidad de produ-
Marlboro, y admirado hasta la adoración a las estrellas de Hollywood, y cir linos símbolos nuevos, unos modelos de vida y unos programas, de
se han encontrado tan profundamente influenciados por lo que desde conducta por medio del dominio de las industrias de programas a nivel
los años sesenta se llamó the Amencan way oflije, que es en tanto que mundial:
tal un modelo de vida que descansa en la adopción y que se propone a la Las películas y los programas de televisión sustituye,n vence-
adopción, que finalmente o bien han tratado de adoptarlo al menos en .
Josamente a 1os GI' s.11 Además , en vez de ,costar dinero,
f lo
'

parte, o bien han construido su futuro por oposición a este modelo, es producen (mucho: el audiovisual es, después del aeronauu-
decir, siempre en función de él y negociando Con él. ca, el segundo puesto más beneficiado en la balanza comer-
cial estadounidense)."
Esta extensión cultural mundial, que es un fenómeno sin preceden-
tes en la historia de la humanidad, cuyas consecuencias son enormes y
está aún muy lejos de haber sido vistas, sólo fUe posible porque la adop-
ción es L4 LEY de la transmisión, mientras que la herencia de un pasado
puro, que habría sido nunca injertado e hibridado con una multitud de
8. Mundooisión. La comunión del 21 de julio de 1969
culturas extranjeras, nunca habrá sido otra COSa que una ilusión.

Notemos de paso -para volver a ello- que en Kant la disposición a la _ y se


E ne1 m arco de la Guerra Fría esta política se concretiza ., refuer-
humanidad es la unión de Vicios necesarios (de carencias irrenunciables¡ z.a con la televisión por medio de la explotación de su dimensión espe-
provenientes de una disposición al injerto, es decir, a la adopción, que es cffica, la transmisión en directo:
también la condición de posibilidad tanto de lo simóálico como de lo dia- Así pues, ha sido filmado el hombre sobre la luna. [,:,1 A1~u­
óoíico.
nas imágenes, las más fascinantes, fueron ~aptadas c,amara al
La herencia de un pasado puro -creer en el propio pasado ilusoria- hombro por .Amstrong, que barría el paisaje, determinaba las
zonas, temblaba o daba la vuelta al encuadre (hasta hacer a
mente compartido- es una ilusión necesaria, inevitable, fundadora de
veces la imagen ilegible), seguía los gestos de su colega
una soberanía plena y entera, y de un derecho absolmizable: tal es la Aldrin. cncuadraba el módulo espacial, tenía en cuenta la
170
171
dirección del enfoque, de la composición del plano, volvía a Ha habido la invención del plano enorme. Pero las vedeues
enfocar el espacio del campo como un operador (diTlgido por de la Edad Media o Luis XIV no tienen mnguna relación con
los "directores" del centro espacial de Houstcn que desde la Hitler o Nixon cuya Imagen es bien diferente. La imagen de
tierra, desde su sala de control, aconsejaban a distancia al Luis XIV aparecía únicamente en las monedas; era la única
hombre con la cámara solo sobre su terreno). La rclevision imagen que conocía la gente, no había tantas otras imágenes
retransmitió todas estas Imágenes en un 'ilusorio "suspenso que circularan, sino, una o dos imágenes piadosas. Pero en la
autorrefcrencial". Las transmitió en Mundovisión. Conti- época la gente conocía a Luis XIV porque lo veían todos los
nuamente y en directo. [...[ Era el 21 de julio de 1969. Aquel días en este dinero."
día, el mundo entero estaba pegado al pequeño tragaluz para
El dinero es una retención terciaria primordial en el proceso sincro-
este acontecimiento planetario. 1...1 Quien estaba ante el apa-
rato aquella noche podía ver a la vez la propIa luna, "al nat- niz ador y unificador por medio del cual occidente conquista el mundo,
urai", [...] y al mismo tiempo, justo al ladu, sobre su pantalla pasando por Bizancio donde, en la crisis de la iconoclasia, Mane-José
fosforescente, como un enorme plano literalmente fantástico, Mondzain demuestra que lo que está en juego es "la concepción misma
a ambos astronautas en ese preciso instante... Ver a los dos del poder"?'.
juntos y al mismo tiempo. [...] Estar aquí en la tierra entre
A finales del siglo XX la unificación por la Imagen se convierte en la
los hombres (extraordinario sentimiento de "comunión" pro-
pleza maestra de un sistema tanto económico-político como geopolítico
curado por la conciencia de la visión simultánea en el mundo
entero de estas Imágenes en directo -todos somos terrícolas en el que la tecnología, en un contexto de guerra comercial mundial,
identificados pur la televisión que vemos y que nos mira), y al permite a la vez:
mismo tiempo estar ahí abajo o, más bien, ahí arriba, en otro - en tanto que sistema técnico planetario de producción unificada
planeta. ,,'
por unas normas técnicas internacionales, la globalización de la división
Es decir, ya en otro lado y mañana, en un futuro de extensión terri- industrial del trabajo para la producción de los bienes de consumo y un
torial del Nosotros. Se trata de conducir la aventura humana de un pla- dispositivo de telecomunicaciones gracias a¡ cual se generalizan las des-
neta unificado primero por las imágenes, enviadas en Cierto modo "en localizaciones y la gestión empresarial a distancia, y
avanzadilla", después por el mercado. "Todos terrícolas identificados por - como sistema técnico planetario de difusión de industrias de pro-
la televisión" bajo la bandera estrellada de Estados Unidos. Esta unifi- gramas, principalmente estadounidenses, la constitución de mercados
cación por la imagen es nueva bajo esta forma, como este "enorme plano de hipermasas en los países solventes.
literalmente fantástico", pero el papel de la imagen -lo que es también
Debido a que en la guerra económica mundial la conquista de los
una bandera- evidentemente no es nuevo en la construcción del Nosotros:
mercados se ha hecho más determinante que la mejora de la producti-
vidad, en Estados Unidos la cultura se convierte en la industria que

172 173
denunciaron Horkheimer y Adorno, y el desarrollo de este sector eco- vida americano en el que el cálculo log-ístico se hace a partir de ahora
nómico se convierte en una prioridad -lo que, según parcce, no han completamente hegemónico, lo que se concretiza por medio de la liqui-
comprendido los europeos: la Comisión Europea consagró en 1999 el dación del Estado, inconmensurablemente acentuada por la digitaliza-
0,06% de su presupuesto al programa Media, esto es, la tercera parte dc ción integradora de los aparatos electrónicos de cálculo, de transmisión
la ayuda aportada a los cultivadores de tabaco. y de telecomunicación, y por medio de la cual las industrias de infor-
mación y de la comunicación alcanzan el estado de hiperindusrrializa-
Debido a que la adopción es la cuestión central de la modernidad y
ción de la cultura en el que la red IP" permite a la vez la integración de
debido a que esta cuestión se plantea en Estados Unidos como cn nin-
la producción de bienes de consumo (prodúctico, infogístico, etc.), de su
guna otra parte, existe esta televisión de la que habla Sobre la tclcoisián
promoción (nuevas industrias de programas surgidas de la convergencia
y ésta se desarrolla scgún el modelo estadounidense. Entendida así, la
cultura, quc desde luego no sc limita a los dominios que en Francia son de las tecnologías) y de su difusión (comercio electrónico), donde el
receptor de televisión se transforma en un órg-ano de teleacción", evolu-
los del ministerio de Cultura, es la fabricación de lo simbólico por medio
ciones por medio de las cuales el sistema técnico se hace verdaderamente
de La organización industrial de Las retenciones cuyas condiciones son
siempre técnicas. imperial y planetario.
El riesgo de esta sincronización industrial y planetaria es la posibili-
La cultura en general es originariamente industrializable porque
dad de extenuar el deseo, es decir, el deseo de futuro y, por lo tanto, de
está soportada y constituida por substratos técnico y tecno-lógicos. Ahora
Interrumpir el deoenír-unificador. La cuestión es, en efecto, saber si la
bien, por muy contaminada que pueda llegar a estar constituye el ele-
construcción industrial de lo simbólico puede hacerse diabólica, es
mento vital a través del cual se forjan los comportamientos colectivos
que condicionan la unidad del cuerpo social así como sus capacidades decir, si es susceptible de engendrar una enfermedad catastrófica del
espíritu en la que los símbolos puedan invertirse en "diablos".
de anticipación y su relación con el futuro, es decir, su deseo de futuro.
En lo sucesivo en vías dc hiperindustrialización, como veremos que
implica la digitalización, se convierte en la primera cuestión política: es
también la cuestión de la adopción en su más vasta extensión como polí-
tica industrial que actualmente lleva el nombre de "sociedad de la infor- 9. Aterradora fragilidad de lo maravilloso
mación".

Entregada al mercado y despatrimonializada (en el momento en el Se tiene la sensación, y es un sentimiento fuerte, omnipresente
que el padre puede ser sustituido por una biotecnología), la cultura quizá y quizá falso, aunque esto sería inesperado, de que como indus-
industrializada es instrumentalizada para el desarrollo de un nuevo trialización de la cultura esta nueva época es el escenario de la muerte
espíritu, el de la "modernidad", más moderno que nunca, del modo de del arte o, al menos, de que está muerto algo sin lo cual ya no existe arte

174 175
y de que sin el arte ya no hay gran cosa que valga: ya sólo existe males- Esta desmesura, que nos viene de la retrospección de este tiempo
tar. Se tiene la fuerte sensación de que esto que acaba deja el sitio a otra tanto más extrañamente antiguo cuanto que aparece maravillosamente
cosa espantosamente: nueva que empieza y como antítesis de este otro y Juvenil para siempre, y como una promesa de invulnerable juventud,
"comienzo" que Maurice Blanchot llamaba lo "espantosamente anti- sin embargo es también la desmesura de este Nosotros "inquietante" del
guo" cuya imagen de una inalterable juventud y como la fuente de un que habla Sófocles a través del coro de Antígona. Nosotros somos lo más
eterno espíritu de renovación proyecta de pronto Lascaux a los ojos de inquietante, monstruoso, aterrador y "maravilloso" como traducen dei-
su amigo Georges Bataillc: notcron Heidegger-Khan, Hólderlin-Lacoue-Labarthe, [ean y Mayotte-
Bollack y Paul Mazan respectivamente:
Aparentemente la preocupación principal de los orígenes
-como lo es todavía de las sociedades arcaIeas- fue conciliar Pulla ta deina kouden enihrópon deinoteron pe/á.'"
el trabajo y el juego, lo prohibido y la transgresión, el tiempo
He aquí las traducciones francesas que hemos podido reunir de este
profano y los arrebatos de la fiesta en una especie de equili-
brio ligero donde los contrarios se forman sin cesar, donde el verso:
propIO luego adopta la apanenua del trabajo y donde la Múltiple lo inquietante, sin embargo más allá del hombre
transgresión contribuye a la afirmación de lo prohibido. nada más mqUletante se alza elevándose."
Nosotros exponemos con una especie de certeza que en sen-
tido fuerte la transgresión sólo existe a partir del momento en Mucho es monstruoso. Sin embargo, no hay nada que sea
que se manifiesta el arte mismo y que aproximadamente d más monstruoso que el hombre."
nacimiento del arte coincide en la Edad del reno con un
[Cuántos terrores! lNada es más terrorífico que el hombre!"
tumulto de juego y de fiesta que anuncian en el fondo de las
cavernas esas figuras en las que estalla la vida, que siempre Hay muchas maravillas en este mundo, nada hay más gran-
se supera y que se realiza en el juego de la muerte y del naci- de que el hombre."
miento."
Este dcinotaton es también aquel que puede "inesperar", por citar a
Las imágenes de Lascaux son las de un Nosotros inmenso, mucho la vez a Heráclito y Francoise Delbary-Iacerme", porque
mayor que el del hombre que anduvo sobre la luna.
sophon ti to mcchanocn
"Nosotros" le pertenecemos todavía, por muy olvidadizos y deshe- tekhnas uper e/pis ekhon
rentes que seamos nosotros. Es a este Nosotros, es todavía a nosotros que tote mm kakon aííop ep esthlon eppei."
estas imágenes, que la Tierra mantiene al abrigo como en una cripta, al
tiempo que mantiene cerca de nosotros el inmenso "ahora" que es la Traducción de Mazon:
presencia del arte, es para nosotros así como hacia nosotros que estas pin- Maestro de un saber cuyo<; ingeniosos recursos (mechanoen
turas dibujan un futuro inmenso <desmesurado, sin medida. tekhnas) ...

176 177
Heidcggcr-Khan traducen sophon ti to mcchanocn por "fabricante altera un orden de las cosas esencial al trabajo, lo que no
por saber-hacer, posee la habilidad"; Holderlin-Lacoue-Labarrhe por puede ser homogéneo en el mundo de los objetos estables y
"sabio en alguna parte y maestro del saber-hacer en las artes", distintos, la vida que se oculta o que surge, se debe situar
aparte bastante rápido, se debe tener, según los casos, por
maestro dc un saber cuyos mgemosos recursos
nefasta, por perturbadora, por sagrada. Si se quiere ver, no
superan toda esperanza (e/pis)..
existe distinción entre lo sexual y lo sagrado. [...[ Este domi-
Los Bollack traducen uper elpls ekhon por: "lleva más lejos de lo que nio inquietante, que todavía nos domina, se deja reducir a
él cree", Heidegger-Khan "más allá de esperanza", Hólderlin-Lacoue- ojos de quien mira más lejos al de la vida animal -que no
Labarthc "más de lo que él puede esperar"," está sometida al trabajo. Es también el dominio a cuya fasci-
nación obedecemos en este libro: el de la caverna de Las-
maestro de un saber cuyos ingeniosos recursos caux."
superan toda esperanza
puede adoptar después tanto el camino del mal como el del En la modernidad de la procreación y de las biotecnologfas, en la
bien. que el espacio de trabajo y la habitación se confunden como interfaces
de una única y misma red de intercambios, en la que toda actividad que
Traducción de tote men kakon altop ep esthton eppe¡ por Holderlin-
se convierte en mercancía puede y debe ser objeto de un cálculo de apre-
Lacoue-Labarthe: "tan pronto va hacia el mal como va hacia el bien"."
elación o de depredación, ya no hay ningún "dominio separado".
Quizá sólo pertenecemos como nunca a este Nosotros que empieza en
Maravilloso, sin embargo el hombre del comienzo es ya aterrador: ya
Lascaux, esta cripta descubierta en el curso del siglo que acaba, porque
"maestro de un saber cuyos ingeniosos recursos superan toda esperan-
tenemos la sensación de ser su posible límite y de ver su final al borde
za, puede adoptar después tanto el camino del mal como el del bien", y
de este abismo tan fácil de franquear que separa el bien de lo peor. En
quizá es por eso por lo que no se representa en imagen como señala
Lascaux vemos el nacimiento del Nosotros, es decir, su imagen, es decir,
Bataille: la única escena de la cueva en la que aparece el esquematismo
"el arte" y "la cultura", dominios separados. Sin duda en la época de la
como un dibujo de niño frente al cual lo aplasta el realismo de un bison-
indiferenciación de los tiempos y de la movilización total de los recur-
te espléndido
sos ya no estamos tan seguros de esta separación como lo estaba Batai-
He que escribía: como si por un espíritu de sistema el hombre hubiera sido
preservado de un naturalismo, que, si se trataba del animal,
El conjunto de los datos históricos y ctnográficos nos mues-
lograba una perfección que deja confundido."
tra una humanidad siempre de acuerdo con nosotros en este
punto: para toda la humanidad conocida el mundo del traba- Este "hombre de los pozos", primera Imagen de un bípedo sin plu-
jo se opone al de la sexualidad y de la muerte. [...] Lo que mas cuya condición epifilogenética consagra a la elevación hacia la

178 179
belleza y el bien, está aquí acostado, como si representara una aterrado- crónico en la sincronía hay que garantizar todo dejándola abierta, Zeus
ra FRAGILIDAD de lo maravilloso. envía a Hermes para que lleve a los mortales aidó y diké.
En lo sucesivo, ¿cuál debía ser el sentimiento de los primeros Estados Unidos trató una segunda vez de representar el poder del
hombres, en medio de los cuales, sin que evidentemente SIn- Nosotros estadounidense por medio de la transmisión mundial y en
tieran por ello un orgullo parecido a los nuestros (tan tonta- directo del despegue de la nave ChaLLenger. Pero la técnica asociada a la
mente individuales), estas pinturas tuvieron evidentemente ciencia, el artefacto tccnocientífico, originariamente y para siempre situa-
un prestigio inmenso? El prestigio que, se piense lo que se dos entre realidad y ficción, no siempre funcionan. Su ejecución no sólo
piense, se relaciona con la revelación de lo inesperado. Es
es cine, no sólo es lo imaginario. La nave explotará en vuelo ante los
sobre todo en este sentido en el que hablamos del milagro de
Lascaux, purque en Lascaux la humanidad juvenil midió por horrorizados ojos de centenares de millones de terrícolas.
pnmera vez la extensión de su riqueza. De su riqueza, es EL accidente del ChaLLenger fue sin duda la generalización de una
decir, del poder que tenía de alcanzar lo inesperado, lo mara- nueva conciencia de acontecimiento cuyos elementos ya había analiza-
villoso." do Pierre Nora a propósito del desembarco en la luna." Como demues-
cQuién? ¿Nosotros~ tra la figura de Epimeteo, los accidentes nos enseñan mucho. Y nos
recuerdan que la primera preocupación de la filosofía es también la más
legítima que existe: la confusión entre lo real y lo imaginario (yen pri-
mer lugar entre la esencia y la imagen, como dice la alegoría de la caver-
10. Adopción e invención. El país en el que na metafísica" tan extrañamente lejana y próxima a Lascaux] es catas-
tráfica y debe ser denunciada. Pensar empieza por ahí: darse un criterio
todo es posible. 1866·1776-1915
que permita distmguirlos.
Nosotros pensamos filosóficamente desde que se ha planteó la cues-
La fragilidad es en Kant el primer grado de la inclinación al mal en tión de las condiciones de establecimiento de este criterio. En conse-
la naturaleza humana. Pero también es la fragilidad como falibilidad de cuencia, no oponer percepción e imaginación, denunciar --en la tenta-
sus producciones que puede afectar al hombre, que quizá es su marca ción permanente de hacerlo- la metafísica por excelencia, demostrar
original, su impresión como carencia de origen: en el pecado de Epi- que el nudo problemático de la Crítica de La razón pura está ahí, que la
meteo se enlazan a la vez y en una común necesidad falibilidad técnica oposición que opera en Husserl en la no-relación principial entre reten-
y fragilidad moral y política -fragilidad del Yo y del Nosotros, que es crones primarias y secundarias arruma su empresa, que sigue siendo de
también la ley de su inadecuación. Para remediar los daños de esta ella de donde procede lo que retiene finalmente a Heidegger de tener en
divergencia en la convergencia, para metaestabilizar este desorden dia- cuenta la W"eltgeschichtfichkeit y lo que llamamos la retención terciaria,

180 181
nada de esto nos exime, bien al contrario, de distinguir percepción e tu. Apenas calmados su cuerpo y su apetito, algo se agita en
imaginación. lo más profundo de él, [o atormenta, lo ilumina, lo condena,
'Ibdc es cuestión de distinción. lo aguijonea, [o maneja secretamente. Y es el Espíritu, el
Espíritu armado con todas sus inagotables cuestiones...
Lo real constituido por lo imaginario no coincide más con él que el
Yo con el Nosotros del que, sin embargo, es la condición y recíproca- ...Opone el pasado al presente, el futuro al pasado, lo posible
a lo real, la imagen al hecho. Es a la vez lo que adelanta y lo
~~nte. ~stos términos están en relaciones transductivas y no hay rela-
que retrasa, lo que construye y lo que destruye; lo que es
Clan posible entre términos que se confunden. Tratar de imponer esta azar y lo que calcula; así pues, es efectivamente lo que no es
coincidencia provoca graves accidentes, calamidades incluso. y el instrumento de lo que no es. Es, finalmente y sobre todo,
Sin embargo, esta distinción que no oponl; sigriifica también que el el misterioso autor de estos sueños de los que yo les hablaba."
~uturo no es en lo real-la percepción- y que lo rcal tiene un futuro que Este StT especular sólo proyecta ficcionando -es decir, realizando lo
el no es: el futuro no es en lo que es (ya), afirma Valéry tras el desastre que imagina y que no es: inventando. Y de una vez por todas hay que
de la Primera Guerra Mundial, continuando en cierto modo el pensa- admitir que la recusación de la ficción en nombre de la verdad hace impen-
miento de Sófocles: sable la inocncion -la invención, es decir, la realidad en marcha, efectiva
El hombre es este animal 1...1 que se eleva sobre todos los y no soñada por los filósofos que tienen ellos también sus "invenciones",
demás [animales] por sus sueños 1...1 [a lasque] trata incan- sus "cielos", y que hace falta- pero que hace falta criticar. Reevaluar la
sablemente de someter [la naturaleza]. Quiero decir que el ficción no quiere decir devaluar la verdad: esto significa plantear la
hombre se opone Incesante y necesariamente a lo que es por cuestión de la verdad en la ficción y recusar las malas ficciones, la fic-
la preocupación de lo que no a." ción como falsedad, denunciar a los falsarios.
Los demás seres vivos [...1 se adaptan [...1 en equilibrio con ¿Cómo no leer después, en estas líneas de Valéry que meditan sobre
el estado de su medio. la crisis deL csptritú europeo, un anuncio de lo que será la extraordinaria
No tienen costumbre [...1 de romper csponránearnente este inuenüoiaaa del sueño estadounidense --es decir, su extraña capacidad dc
equilibrio. 1...1. No sienten el acicate de este mejor que es el organizar el polémico encuentro elltre lo real y lo posible, entre el presen-
enemigo del bien y que nos compromete a afrontar lo peor. te y el futuro, la imagen y el hecho?

El hombre [...] COntiene 10 que hace falta para disgustarse Los europeos no han comprendido todavía qué es Estados Unidos,
con lo que le contentaba. A cada mumento es otra cosa dife- todo lo que hay de nuevo en él, todo lo que hay que aprender de él y
rente de lo que es. No forma un sistema cerrado de necesida- todo lo que nunca será europeo en él. Europa sólo encontró verdadera-
des y de satisfacción de sus necesidades. Obtiene de la satis- mente a Estados Unidos cuando en 1866 el Crear Easrcm depositó en
facción no sé qué exceso de poder que echa abajo su contén- el fondo del Atlántico un cable telegráfico que unía Brest con Nueva

'" !fU
York por medio de la pnmera línea de telecomunicación interconrinen; De hecho, lo que la revolución industrial había iniciado en Europa
tal. Después Europa connció mejor a Estados Unidos en el curso de las en el siglo XIX, Estados Unidos lo hereda ejemplarmente en el siglo
dos guerras mundiales, de las que se sabe hasta qué punto modificaron XX. Después de la Liberación parecía el país en el que todo es posible,
la relación de los norteamericanos con el resto del mundo. El resultado en el que esta conmoción inaudita que había inaugurado la indusrriali-
de la segunda estuvo decisivamente condicionado por el dominio de las vación y que debía desarrollarse como proceso de innovación perma-
tecnologías de transmisión que ya habían desempeñado un importante nente había encontrado su verdadera patria.
papel en las trincheras. La guerra psicológica llevada a cabo en el
Estados Unidos sigue pareciendo hoy el país donde se realiza el
"segundo frente" fue una guerra de los media, y la guerra tecnológica de
devenir. Incluso si, ahora, este devenir le parece a veces infernal y mons-
la criptología y de los instrumentos de cálculo permitió a Inglaterra y a
truoso al resto de mundo sin devenir. Tal es también, quizá, la novedad.
Estados Unidos ganar la batalla del Atlántico, tras adelantarse a la Ale-
En el contexto de la globali7.ación convertida en electiva, teniendo en
mama nazi en la elaboración de la bomba de hidrógeno. Cuando Esta-
dos Unidos PIJSO en marcha el Plan Marshall después de la Liberación, cuenta en particular la integración digital de las tecnologías de infor-
llevó a cabo una política sistemática de difusión de la cultura estadou- mación v. de comunicación , Estados Unidos parece constituir la única
nidense. Las sumas concedidas por Estados Unidos a las naciones a las potencia verdaderamente mundial -pero también, y cada vez más, una
que ayudó a reconstruirse estaban condicionadas en particular por una potencia intrínsecamente imperial, dominadora y amenazante.
amplia difusión del cine estadounidense en estos países. Europa trata de seguirlo por el camino de su gloria y trata de seguir
:\Jorteamérica ha utilizado el cine como instrumento de guerra psi- creyendo que se trata de una gloria compartida (occidental: nosotros,
cológica, ideológica y comercial. En esta guerra de imágenes, en el curso los occidentales). Ahora hien, este camino pasa por la política de las
de la cual también ha luchado contra el nazismo alemán y después con- mnemotecnologtas: esto es lo que han olvidado los funcionarios de
tra el comunismo soviético, ha tratado de hacer adoptar al mundo ente- nuestro pequeño cabo -porque veremos que en su tiempo Europa supo
ro the American way of iife. Hacer adoptar este modo de vida consistía llevar a cabo una política comparable. e Qué posibilidad tiene todavía el
en modificar los comportamientos y las representaciones, los hábitos de "viejo continente" de conseguir mantenerse como verdadera potencia,
consumo y los modelos de relación, haciendo "vibrar" al mundo entero es decir, como fuerza de iniciativa' Esta pregunta, si alguna vez se plan-
por una historia particular con episodios muy múltiples, desde Gane tea todavía", debe responder primero a esta otra pregunta: écuál es la
with the Wind hasta Apollo ] 3 pasando por Cbarlot, el wesrern, Ronald verdadera fuerza de Estados Unidos?
Reagan y Dances with Woives: la aventura de Estados Unidos. Con ayuda Estados Unidos forja la imagen de la modernidad tanto a través de
de Imágenes hollywoodienses primero y con la de los culebrones televi- Charlot, Lo que el viento se lLevó y Mickey como con la alta tecnología y
sados después Estados Unidos se ha convertido en el país de la moderni- los rascacielos de Wall Streer. La historia de América del norte es la de
dad por excelencia -yen el sueño de todos los candidatos a la emigración. la apropiación de la mnemotecnología y del dominio de los sistemas
IR4 185
industriales de retención tanto como tecnología de lo imaginario como gravemente en Europa: un proceso de adopción es algo completamente
tecnología del cálculo y de la logística. Xmás recientemente, también es diferente de un cuerpo de directivos.
la organización industrial, sistemática y razonada desde hace mucho La adopción da la invención porque la necesidad de adoptar un
tiempo de su convergencia en un único y mismo sistema técnico, ínte- pasado que no ha sido vivido es indisociable de la necesid~d de ad~ptar
gramente digital. Esta política de la tecnología es indiscciable de su técnicas, es decir, objetos amovibles con los que se comercia, a traves de
política de la adopción, ella misma en la base de su política de la inven- los cuales unos Yo y unos Nosotros se hacen una competencia fundadora
ción y de la creación artística. de lo que Kant llama la "insociable sociabilidad" y que Hesíodo llama
La cultura de la adopción que es el fermento de la historia de Esta- tris -emulación, discordia, rivalidad. Esta obligación, que es también lo
dos Unidos constituye una incomparable capacidad de atraer y de reci- que obliga al propio Zeus a enviar a Hermes a los m~rtales para llevar-
bir lo extranjero. Los principales cineastas europeos han ido a trabajar a les diké y aidó, se ejerce sobre el naciente Estados Unidos confron~ado a
Hollywood (por no hablar de los científicos, artistas, escritores y uni- su desunión inicial de manera completamente original y excepCIOnal-
versitarios de todas las disciplinas y nacionalidades que Estados Unidos mente poderosa, y de donde resulta una capacidad de invención sin
produce como Hollywood produce películas). Aun cuando estos Cineas- igual.
tas se han encontrado en conflicto abierto con la administración esta- Sin embargo, la inventividad estadounidense, que ha sido nece.sit~­
dounidense, Estados Unidos ha sabido hacer de dios los más ilustres da y permitida por la invención de Estados Unidos a través de su cm~ y
representantes de su "imagen". Cuando perseguido por el maccarthvs- por medio de la invención de este mismo cinc, te.cnología de sueno,
rno Chaplin rueda Un rey en Nueva York y denuncia ahí la duplicidad empieza mucho antes: desde 1776. Ella preside en Cierto m:do la decla-
de Estados Unidos, trabaja a su pesar y a pesar de todo para celebrar la
ración de Independencia de Estados Unidos. Jacques Derrida, con ~:a­
grandeur estadounidense, que le habrá dado los medios de convertirse
sión de la celebración en Virginia del bicentenano de esta declaración,
en uno de los mayores artistas mundiales haciendo brillar a través de él
analizaba en estos términos el discurso fabular de Thomas [cfferson:
toda la aventura de Estados Unidos.
No se puede decidir, y es todo el interés, la fuerza y el golpe
La cuestión que testimonia así la fuerza de Estados Unidos y que Euro- de fuerza de semejante acto declarativo, si la independenCIa
pa no sabe plantearse es la de lo que relaciona adopción y técnica -una rela- está constatada o producida por este enunCIado [la declara-
ción que Estados Unidos siempre ha sabido hacer, es decir, explotar. Lo ción redactada por Jeffersonl. [...] ¿Es que el buen pueblo se
que hace la tuerza de Estados Unidos es evidentemente el tener una ver- ha liberado ya de hecho y sólo levanta aeta de esta emuncr-
dadera política del desarrollo mnemotecnológico que es su política de la pación por medio de la Declaración? ¿o bien se lib~~a ~l ms-
adopción en tanto que sirve desde hace décadas a una cultura del tantc y por medio de la firma de esta declaración? '", Se
comercio en todas sus formas, intelectual, artística, científica, diplomá- requieren esta oscuridad, esta indecidibilidad entre, diga-
tica y más propiamente comercial <inteligencia del devenir que falta mos, una estructura preformativa y una estructura constata-
187
186
tiva, para producir el efecto buscado. Son esenciales para la El dar forma a una ficción es explícito desde la primera gran
posición misma de un derecho cuma tal l... ]. El "nosotros" película estadounidense, de la que es casi demasiado simbo-
de la declaración habla "en nombre del pueblo". lico que se titule Nacimiento de una nación (1915). 1...] Naci-
Ahora bien, este pueblo no existe. No existe antes de esta miento de una nación es un título tan apropiado corno apro-
declaración, no como ial." xirnativo en apariencia: históricamente la nación estadouni-
dense nace en 1776 con la declaración de Independencia,
Ni después de ella. Este pueblo, es deár, este Nosotros, todavía queda mientras que el marco histórico de la película es el de la gue-
por llegar. rra de Secesión y de sus consecuencias directas. Pero desde el
punto de vista de los mitos fundadores la guerra de Secesión
Tocqueville había subrayado la extrema SIngularidad de un país
es efectivamente la que produce la nación como representa-
cuyo propio nacimiento en cierto modo es posible observar. eQué vemos
ción, efectivamente son este conflicto interno y su superación
ahí? Que la adopción da la invención de un Nosotros que no existe más
los qne van a permitir el despegue de Estados Unidos.
qu~ el Yo, pero que se proyecta y se fabula según una lógica que ya habí-
amos visto originariamente obrar para el entendimiento: por delegación La Industria cinematográfica estadounidense se aprovechará de una
-aquí a través de los representantes que hablan in the name ofthe good invcntividad cada vez más viva V su dominio repercutirá en las cadenas
people, cncargados de seleccionar las palabras instituroras de un Nosotros de televisión de! mundo entero desde e! origen -en primer lugar vía los
que se proyecta y se fabula como derecho (yen nombre de Dios --es decir, culebrones televisados y las películas difundidas por la televisión. Pero
lo veremos en Símbolos y diablos, en nombre de un pasado absoluto y de el alcance de la televisión seguirá estando limitado hasta finales del siglo
un futuro absoluto). La inventividad estadounidense que empieza en XX por los obstáculos tecnogeográficos del modo de difusión hertziano:
1776 por medio del Nosotros que pronuncia el Yo de [cfferson ya es cine, si muchos programas de televisión son de origen estadounidense, su
como se dice, ilusión, scñuelo, "camelo". Esto empieza por una ilusión puesta en flujo de programas sigue siendo nacional.
-como, en cierto modo, el pecado de Epimeteo. Este "cine" que institu- Esta barrera es lo que hace caer la digitalización: va a poder comen-
ye la nación estadounidense -instituve toda institución, pero el hecho es zar verdaderamente "la amcncanizacion" del mundo de la que hablaba
que aquí esto se ve porque se constituye en defecto de un ente-ahí, como
Sinclair, La supremacía de las industrias estadounidenses de programas
decía Frondon- prepara la próxima supremacía de la industria cinema-
se vuelve a disputar hoy en la red lp, cuyo testimonio es entre otros la
tográfica estadounidense, desde Nacimiento de una nación que prolon-
fusión de las empresas America On Line y Time Warner, y que lleva a
gan Gane with the Wind, A Streetcar Named Destre, America Amenca, etc.
lo que llamaremos lo digital integral -e integrante- de la teleaccíón,
y es Frondon quien señala que este Nosotros sólo se forja verdadera- nuevo instrumento de adopción que debería alcanzar una potencia no
mente en la Secesión -en lo que Kant habría llamado la discordia"; Igualada hasta entonces.

1" 189
Sin embargo, dudamos de que esta formidable inteligencia estadou- de la calcndariedad. En el siglo XX las industrias de programas vienen
nidense del devenir sea portadora de futuro, a reconfigurar totalmente estos dos elementos sin los que ninguna
comunidad humana, ningún Nosotros estaría en condiciones de estable-
cerse y de perdurar:
-la calendaricdad, que escande la vida social inscribiendo los ritmos
11. Calendariedad y cardinalidad en la época cósmicos en una simbólica ritual: el calendario en tanto que tal, pero
del "broadcast". 12 de julio de 1998 también todo el baño de las singularidades locales que forman los pro-
gramas de conducta, las sincronías SOCiales y sus diacronías locales;

En 1939 el 45% de los franceses escucha la radio. El broadcast nom- - la cardinalidad, que traza los límites de los territorios, confina las
bre estadounidense de los SIstemas de difusión de flujos de programas representaciones y constituye los sistemas de orientación y los instrumen-
que son las cadenas dlO radio y de televisión, se desarrolla sobre todo to," de navegación canto en el espacio como en el tiempo (de la carta marí-

durante los denominados afias "glOrIOSOS", en el curso de los cuales se tima al thesaurus y al index, pasando por el manual escolar y los nombres
precisa y generaliza el modelo del consumo. Durante la década de los propios -ranro de calles y ciudades como de personas, que son entonces
sesenta (en 1969 el 13,1% de los hogares franceses está equipado con tanto elementos cardinales como calendarios).
TV; en los 70, el 70,4%), a los ritos religiosos, la fiestas laicas, los días de Calendariedad y cardinalidad sobredeterminan todo movimiento
culto y de reunión familiar se vienen a sobreimponer las "citas" de las colectivo -la historia misma, la geografía misma. Ahora bien, en menos
emisiones de radio y de televisión, y las franjas horarias elaboradas por de cincuenta años la televisión (después de que el terreno haya sido pre-
los responsables de lo que se comienza a llamar las parrillas de progra- parado por la radio) ha venido a absorber las calendariedades y las car-
mación. La principal de estas "citas", el telediario, da acceso a una dinalidades locales al integrarlas en las parrillas de programación a tra-
actualidad mundial que penetra cotidianamente en los hogares, mien- vés de las cuales ha segmentado a los públicos, los ha determinado, esta-
tras que aparecen los primeros acontecimientos planetarios estricta- bleciendo para dio franjas horarias y citas, y ha definido unos formatos
mente televisivos, desde la coronación de la reina Isabel de Inglaterra a de programas (26', 52', ctc.). La naturaleza de los acontecmuentos y, a
la copa del mundo de fútbol que Francia gana el l2 de julio de 1998 ante decir verdad, las condiciones mismas de la ocurrencia se han visto pro-
centenares de millones de telespectadores. U nos días después la prensa fundamente modificadas con ello.';
francesa dirá que "el país recupera confianza en sí mismo".
Lo que se instala así es un proceso de adopción. Un mismo progra-
El broadcast difunde a las grandes masas de oyentes o de telespecta- ma puede ser mirado por millones de espectadores a la misma vez, los
dores unflujo continuo de programas constituidos por objetos tempora- millones de conciencias que pueden enlazarse simultáneamente al
les audiovisuales de radio o de televisión que constituye un nueva edad rrusmo flujo de un objeto temporal pueden ser sometidas a los mismos

190 191
efectos de creencia y de adopción. El broadcast es una producción indus- Al final de La desarientacion habíamos demostrado que lo que
trial de objetos temporales regidos en directo (incluso cuando no se pro- hemos estudiado aquí como síntesis de la conciencia hay que conjug-ar-
ducen en directo) para unas masas de conciencias que sincronizan sus lo con una síntesis protética que hace posible la síntesis industrial de la
flujos. Así es como desde la época de la radio (1923) se instala verdade- finitud rerencional. Por lo que concierne más particularmente a las
ramente la infraestructura a partir de la cual se desplegarán las indus- "actualidades", pero también a todas las emisiones de plaró y las emi-
trias culturales en general. A finales de los años cuarenta este sistema se sienes de "varietés", la televisión abre la posibilidad de la transmisión en
convierte en televisivo. directo de lo que es captado por el objetivo de la cámara vídeo y el
"pasado" videográfico se convierte en un pasado inmediato, en un
"recién pasado": el pasado que acaba de pasar ahora, que coincide con
el ahora de la conciencia como síntesis de aprehensión y retención pri-
12. Archiflujos y parrillas de programación maria de lo -que ocurre y que aquí es también inmediatamente lo que "nos"
ocurre.
Esta coincidencia entre toma y recepción ---condición tecnoindustrial
Habíamos visto que si en tanto que sucesión de fotogramas instan- de la confusión de la individuación del Yo y de la del Nosotros, es decir,
táneos, la película es una extensión de la fotografía porque incluye en su desaparición en un Se impersonal convertido en mercancía como
ella el efecto de real fotog-ráfico que ella anima, porque hace fundir la tiempo de una conciencia en venta en el mercado de los anuncios publi-
inmovilidad de las ochenta poses por segundo en el flujo continuo de la citarios- parece eliminar lo que en el cine pertenece al tiempo de la pos-
secuencia que coincide con el flUJO temporal de la conciencia del espec- producción. Pero en realidad la televisión no elimina este tiempo. Lo
tador", la televisión es a su vez una extensión del cine. Y que en tanto oculta porque le hace coincidir a su vez con las otras tres coincidencias:
que tecnología de transmisión por radiodifusión añade a las dos coinci- es el tiempo del control vídeo, donde masas de varios millones de con-
dencias que definen el cine la coincidencia de! directo, es decir, la del ciencias pueden venir a hacer coincidir los flujos de sus transcursos,
tiempo de la toma por la cámara con el tiempo de la recepción por e! homogeneizar sus retenciones secundarlas y someterse a los criterios
telespectador a través de la televisión y la COIncidencia del tiempo de industriales de selecciones terciarias ellas mismas uniformemente "con-
unas vastas masas de conciencias que miran el mismo programa y que troladas" y ejecutadas por las distintas cadenas (a partir de los mismos
se sincronizan aisladamente, a domicilio y sin verse, al tiempo que se saben cálculos de audiencias -y una cadena no tiene otro criterio).
pertenecientes a la misma masa ante el mismo encadenamiento de pro- Transmitida en directo la actualidad televisada, decíamos en La
gramas. Tal es el nuevo medio retencional planetario para la individua- desorientación, es un pasado inmediato que hace pasar el presente y con
ción psicosocial de los Yr) en los Nosotros. eCómo no estar todos nosotros ello constituye un ya-ahí que cortocircuita todo lo que antes constituí-
profundamente afectados por esto en tanto que somos? an los filtros a través de los cuales este ya-ahí establecía su autoridad. Si

192 193
los criterios de la retención primaria en el ahora de un objeto temporal, pe rrrute (al reinrrcducir de este modo el tiempo ~e la pos producción),
como selección, están abiertos previamente por las ternpotalizaciones 1<1Scuatro COincidencias tele-visuales forman un sistema glob<il de pro-
anteriores convertidas en recuerdos secundarios, en la síntesis industrial gramación de objetos temporales diversos, inscritos. en la "parrilla" que
de la finitud retencionai, es decir, en la industrialización de la produc- organiza las "citas", sistema de programación de objetos temporales que
ción de las retenciones terciarias, que también es una producción sinté- constituye el archljluJo en el que se encadenan los flujos de.los pro.gramas y
tica, en el sentido de protética, de la síntesis que es la conciencia", esta que se llama precisamente una "cadena", En tanto que :ndustna de pro-
selectividad es corrocircuirada por la inmediatez de las retenciones ter- ramas e! broadcast organiza una calendariedad mundial controlada al
g , , di'
ciarias que, en razón de la configuración del éxtasis temporal propio de segundo, basada en el nme-codc yen una econorrua general e u~mpo
las síntesis analógico-digitales, coinciden absolutamente con las reicnao- social como sumas de conciencias sincronizadas en las que el preCio del
nes primarias y secundarias. En efecto, ecómo distinguir en los objetos nanpo se calcula según unos criterios tales que e~l un mismo canal un
temporales que son las actualidades televisadas entre recuerdo primario: nunuro de publicidad televisada valdrá ;¡Igunos miles de francos a I~s 1'5
es decir, "recién pasado", y conciencias de imagen (en el sentido husscr- h v más o menos una centena de miles de francos a las 20:30 h. Las fran-
Iianu) puesto que lo que ocurre ocurre in-mediatamente por la concicn- jas horanas permiten distinguir a los públicos y los precios de los segun-
CIa de imagcn i " dos de flujo, es decir, de conciencias, ya que a fin de cuentas todo ello
La cxperienria-oioida de esta actualidad es un objeto temporal que es está sancionado por la tasa de audiencia. Esta economía del tien~po. es
irreductiblemente una conciencia de imagen, mientras (Jue el presente también una guerra entre los media por la conquista de! tiempo [¡ml.t~­
tiende a presentarse sólo como objeto temporal (oír la radio, ver la relcvi- do que e! espectador les puede consagrar, Sin embargo, esta expiotaclOn
sién}, En este "presente coicctiuo" de la conciencia del Nosotros el "recién enloquecida de los tiempos de conciencia suscita problemas de agota-
pasado", este paso inmediato qUl; es inmediatamente pasado, se encuen- rruento v de contaminación cornparables a aquellos con los que se tro-
tra ya constituido, en tanto (Jue tal, como el ya-ahí, con toda lafuerza del p¡eza la'explotación desenfrenada de los recursos naturales.
ya-ahí -canto mi ya-ahí que no he vivido al tiempo que en cierto modo Si el análisis kantiano conduce a la distinción de las tres síntesis que
lo he vivido "en suplemento", como el ya-ahí de "nosotros otros telespec- en tanto que operaciones fundamentales de la imaginación trasce~den­
tadores", que, sin embargo, no es propiamente "el nuestro". Si sigue tal nos parece que requieren tres formas de retenciones q~e h:b.lamos
Siendo posible e incluso imprescindible (sin ser una oposición} una dis- definido a partir del análisis crítico de Husserl, la eficaela simbólica del
tinción entre recuerdos primario y terciario, sin embargo aquí se vuelve cine v de la televisión sólo es posible en la medida en que encuentra o
absolutamente formal y vacía." da cuenta de estas estructuras cuya exteriorización hace posible la tec-
En tanto que técnica de difusión de imágenes captadas y dirigidas en nología analógica -en el sentido de Leroi-Gourhan. A partir de este
directo, utilizando después las técnicas del telecinc ji finalmente la gra- momento ésta puede intervenir, en tanto que cine y después en tanto
bación videográfica por medio del magnetoscopio y el montaje que éste que televisión, en el curso de los flujos de concienCias individuales y

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194
colectivas, y condicionar el esquematismo de la conciencia. La coinci- tanto en el nivel de las conciencias mismas -un programa que sobrede-
dencia de los flujos no significa que todas estas conciencias vean y vivan termina la recepción de aquellos que le sucederán y que está sobrede-
lo mismo. No decimos que el programa audiovisual "programe" el terminado por aquellos que le preceden. A partir de este momento, las
tiempo de la conciencia en el sentido de que lo determine: es un condi- diversas parrillas se imitan ampliamente: si una cadena ve crecer sus
cionamiento. Pero la eficacia de este condicionamiento es enorme y pre- cotas de mercado yendo sobre el mercado de la masa de conciencias
cisamente se cuantifica por los cálculos de las matemáticas aplicadas y adquiridas a la competencia (y toda cadena concibe su parrilla con este
las técnicas de la investigación operacional. Por esta razón los anun- objetivo), está obligada a interiorizar al menos una parte de los criterios
ciantes están dispuestos a comprar las pantallas publicitarias en las que rerencionales de esta competencia, en particular de aquellos que han
se pueden proyectar estas conciencias hasta el punto de adoptar nuevos acabado por ser adoptados por la masa de los tiempos de conciencias
comportamientos. que esta competencia puede reivindicar, y a sincronizar sus horas de
La organización en cadenas constituidas por unas citas sociales de "cita" con la calendariedad general para tener una oportunidad de recu-
masa para las que se producen los programas en función de los mismos perar la audiencia cn los momentos de cambios de programas. Por esta
criterios de audiencia lleva, en efecto, al rcforzamicnto de criterios de razón la diversificación de los canales de difusión, que permite una
retención que tienden a hacerse comunes a la masa de las conciencias. hipersegmentación del público, es menos un factor de ruptura con la
Es en este nivel donde se instala la entropía y es lo que explica la efica- entropía retencioual que una mejora de la precisión de los objaíoos ~n­
cia simbólica singular de la televisión, incluso cuando los programas son seguidos por el conjunto del sistema, aun cuando esta nueva organIZa-
de muy mala calidad -udemas del carácter cinematográfico propiamen- ción evidentemente modifique de manera sensible las condiciones de la
te impresionante (fruto del efecto de real, del carácter protencicnal, etc.} sincronización -Y volveremos sobre este punto.
de un primer plano, de un montaje, de un guión bien hechos. Desde el
momento en que los elementos de programas seleccionados -noricias,
informaciones, películas, emisiones de plaró políticas, literarias, cientí-
ficas, de variedades, documentales, etc.e- están más o menos sometidos 13. El giro decisivo de 1997: la época de la
a los mismos criterios de selección y llegan a enormes masas de pobla-
hiperindustrialización de la cultura. Del emisor al servidor
ción, actúan como un dispositivo homogéneo y estandarizado de reten-
crones terciarias que vienen ellas mismas a sobredererminar el juego de
las retenciones secundarias, de las que habíamos visto que a su vez con- Si como decía [ack Lang cuando era ministro de Cultura, el audio-
dicionan a las retenciones primarias. visual "no es una mercancía como las demás" no es sólo porque es "cul-
Es más generalmente una espeCie de "efecto Koulechov" ampliado tural" y compete a la creación artística y a las "obras del espíritu". SInO
lo que actúa aquí en el nivel de IOJ archiflujos de programas y, por lo porque, en tanto que programa y objeto cultural, es el más eficaz y por lo

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196
tanto el primero de los instrumentos de lucha ni la guerra comercial mun- programas (cámaras, control, redes y televisores dig-.it~les) se plasmará ~n
diat:" Y en la medida en que las tecnologías digitales permiten actual- la globalizaClón de la dIfusión televisiva y de los sertnctos que ~e agregaran
mente que el audiovisual sea difundido por las redes de tclecomunica- a ella, donde la imag-en adquirirá un papel cada vez más Importante,
cmnes hechas inoperables por la norma IP, al convenirse el receptor de ampliado a todo tipo de actividades utilitarias. El órgano de releacción
televisión en una terminal de releacción, el poder único del audiovisual, va no será solamente el principal elemento electrónico de los hogares:
en el proceso de adopción desencadenado desde la revolución indus- será una herramienta de trabajo nómada y un accesorio tanto domésti-
trial, la "modernidad", va a encontrarse inconmensurablemcnte refor- co como profesional, con funciones múltiples.
zado -al precio de una sensible evolución de la naturaleza misma de los Esta infraestructura mundial de redes Interopcrables (cuyos prime-
programas, de los objetos temporales en que consrsten y del dispositivo ros pasos son las frecuencias UMTS'¡ de telefonía móvil y las redes
de producción y de difusión de las retenciones tercianas.
XDSLl2 de telefonía fija) hará de la cuestión de la adopción el reto geo-
En el sistema técnico analógico de difusión de las imágenes de tele- político por excelencia. Habíamos defmido la adopción a la vez:
visión, inspirado en el modelo establecido por la radio en los años vein-
1. Como proceso oculto de mdl\'iduación de los grupos humanos;
te en torno al emisor, la difusión de una imagen tenía que pasar nece-
sariamente por una red de repetidores hertzianos, pesada, cara, que 2. Como adquisición (en la época moderna) de bienes de consumo
limitaba el número de canales disponibles y unidireccional. La conju- vectores de un modelo de vida;
gación de las normas MPEG (compresión de imágenes y de sonidos) y 3. Como fenómeno típico (en la época contemporánea) de la adhe-
Tep-IP (inreropcrabilidad de las redes digitales) llevó a una red de difu- sien de la conciencia al tiempo de un objeto temporal audiovisual y
sión de programas audiovisuales proteiforme, multicanal, muy capilar,
enlace de flujo.
"interactiva", que permite utilizar la vía del teléfono para difundir unas
imágenes animadas tanto a los televisores como a los ordenadores, que La integración de las redes audiovisuales en las telecomunicaciones
multiplican en torno al arcbiflujo un conjunto de posibilidades de la digitalizadas que vincula ya directamente con los programas difundidos
que aún cuesta imaginar la diversidad de nuevos usos y servicios que unos dispositivos de promoción publicitaria y unos servicios de transac-
hace posible, pero de la que no cabe duda alguna de que llevará a una ciones comerciales" hará de estas tres dimensiones de la adopción, sin-
transfonnaclón radical de la re/ojería social de masas que hasta el momen- cronizrindolas totalmente, una sola y misma realidad. La geopolítica de
to era la televisión. la adopción será el elemento decisivo de las luc~as económico-po~íti.cas
en un contexto surgido de la última década del siglo XX que habré VISto
Mientras que por razones técnicas de prestaciones de transmisión las
redes de repetidores hertzianos son necesariamente nacionales, la red la instalación mundial de la red IP: el número de servidores que están
telefónica digital es mundial. Así pues, la digitaíizacián integral que conectados a ella ha pasado de veintiséis unidade~ en 1992 a ciento
afecta a partir de ahora al audiovisual y al conjunto de las industrias de rrei nta en 1993, un millón en 1997 y siete millones en 1999. Pero el
199
198
número de ordenadores en el mundo sigue siendo relativamente bajo en mación". Ahora bien, e! 3 de abril de 1997, mientras que el mundo
relación al número de televisores. La nueva estrategia estadounidense empezaba a tomar la medida del "fenómeno internet" (se acababa de
descansa sobre esta constatación. Si aproximadamente e! 50% de los llegar a un millón de servidores), la Comisión Federal de Comunica-
hogares estadounidenses puede acceder a la red IP mientras que sola- ciones (FCC), equivalente norteamericano a lo que en Francia es el
mente del 10 al 20 % de los hogares europeos (según los países) están Consejo Superior del Audiovisual (eSA) y la Agencia de Regulación de
equipados con un ordenador, en 1997 había mil millones de televisores las Telecomunicaciones, anunciaba en Estados Unidos el cierre del plan
repartidos por la totalidad de! planeta. de frecuencias analógicas para la difusión hertziana de la televisión a
Herbert Schiller cita un artículo en el que un ideólogo del Partido partir de 2006. Recomendaba además a las 3.800 estaciones norteameri-
Republicano estadounidense llamado Kristol afirma preCisamente en canas que para 2003 estuvieran preparadas para pasar al "todo digital".
1997 en e! Wall Street [oumai que Así, la desaparición del sistema técnico audiooisuai analógico-hertziano,
establecido setenta y cinco años antes y cuyo órgano central era e! emi-
un día próximo el pueblo estadounidense va a tomar con-
ciencia del hecho de que [se ha convertido en] una nación sor, se programaba para un plazo inferior a diez años.
imperial. [...] Las naciones europeas son naciones depen- El sistema analógico-hertziano, que sigue en vigor, en competencia
dientes, aunque disfruten de una muy amplia autonomía transitoria con los satélites, está actualmente en curso de ser sustituido
local. [...] Nuestros misioneros viven en Hollywood.
por un dispositivo de difusión integralmente numérico, basado en IP y
David Rothkopf director general de Kissinger Associares publica esc MPEG, en el que el servidor sustituye al emisor: en el siguiente volumen
mismo año en la revista Foreign Pobcy un ensayo de elocuente título, "In evaluaremos las principales consecuencias de ello. Digamos por el
Praise ofCultural Imperialismv" ("¿Elogio del imperialismo cultural?"), momento que en un futuro próximo este sistema técnico digital difun-
en el que se escribe que dirá objetos temporales de nuevo tipo: hipermedias, delineanzables por-
para Estados Unidos el ubjetivo central de una política exte- que "clicablcs". En un plazo las industrias culturales en su conjunto
rior de la era de la información debe ser ganar la batalla de redesplegarán sus productos en torno a este tipo de objetos. La actual
los flujos de la información mundial, dominando las ondas, calcndariedad televisiva, ritmada por las cadenas de archiflujos consti-
igual que Gran Bretaña reinaba en otro tiempo sobre los tuidos en parrillas de programación, se verá profundamente transfor-
mares.'<
mada con ello. En torno al flujo y a partir de él las industrias de pro-
Esta batalla de los flujos, que ya anunciaba Zbigniew Brzezinski en gramas digitales darán acceso a unos stocks. Ellas integrarán en un sis-
1969", es la de los modelos que estarán en la base del lluevo sistema car- tema los dispositivos calendarios y cardinales, al articular las parrillas de
dinal y calendario mundial que resultará de la convergencia de las tec- difusión horaria e instrumentos de navegación y de orientación en unos
nolog-ías. Ésta será la batalla de los modelos de la "sociedad de la infor- vastos bancos de Imágenes. Esto tendrá como consecuencia una profun-

200 201
da evolución de los usos de la televisión para los que ha llegado el . ,armente es clarecedora la siguiente
También a este respecto es smgu
momento de elaborar y de hacer adoptar nuevos modelos. observación de [ean-Francois Abramatic, miembro de ICA.'\lN:

La construcción de los "mega-objetos" y de los "archiflujos tempo- La financiación federal estadounidense ha r... 1 perm.itido ~l
rales" que forman las cadenas seguía siendo hasta ahora esencialmente . . to
n;lClmlen ,'-el despliegue
{ para . de intcrnet en los medios
b aca- d
dérnicos, al crear una primera infraestructura y, sn. re ro .0
nacional porque la teledifusión hertziana an:;¡lógica seguía siendo terri-
una generación de competencias estadoumdeIlscs Sin eqUl-
tonal. Al levantar lo digital esta limitación recnogcográfica", hay que Europa A partir de esta [nfracstrucrura, de estas
tomar muy en serio las declaraciones de Kritol y Rothkopf Y como va 1ente en u . bid E a.Ia
-ornpetencias... y de una aplicaCión corree 1 a en u-opa,
subrayaba [acques Blamont en una conferencia, la política espacial de eweb la economía estadounidense . , a a b'uvque d a de una
Estados Unidos tiene por objetivo un control total de las reiccomunica- nue~a frontera ha emprendido el desarrollo de nuevus mer-
ciones y especialmente de los sistemas de navegación por satélite, es cados. Si Europa y Francia se contentan con servirse de la
decir, de la cardinalidad." , ' . a del mercado en numbre del respetO a la desrcgu-
regauOlc 1 di . d be
Iación.Ia ventaja estaduunidense es tal que a rstancta e ,-
Finalmente, la creación de Internet Corporation for Assigned , segUlr
. a b un d'an dose a favor de los nuevos entrantes (MCI
rra . líd
Namcs and Numbers (ICAN;'\l), agenCia privada en la que el gobierno .
\Vorldcom, c·'OUN
1SCO,;1. etSCa¡le , Yahoo...) o de los 1 eres
estadounidense ha delegado sus prerrogativas para la gesti6n de la red -econvcrridos (Microsoft, Sun lBM...)
Ip, en particular para la atribución de los nombres de dominios y de las Hov la prioridad operacional dada a la ejecución de la desre-
direcciones electrónicas, y cuyo consejo ha sido elegido por los ínter- l.. , de las r-nrnunicacionev constituye [en Francia] un
gU aelOn ~ o ' v , lides
nautas fuera de todo derecho político constitucional, constituye unpre- freno para el desarrollo de mtcmer, por CJ,em p o, en e .. -
cedente geopolítICO de extrema importancia, tanto más extrema cuanto que arrollo del bucle local lfoifait segunda línea, uso del cable,
es tíamaiioa la jaita de atención de las autoridades europeas a estas cuestio- despliegue de ADSL. ..)"
nes.
Tras el fracaso de la OCDE, que presionaba para lograr un ac~ed,do
Frente a tan inmensos retos hay que admitir que la clase política multilateral sobre las mvcrsiones (v' MI ) cu ya firma habría perrniu
, ' o a1
europea y la alta función pública se encuentran catastrófica mente des- cualquier inversor internacional apropiarse de una empresa audlO~I.SU~
provistos de cultura y de inteligencia estratégica, totalmente intoxicados de cualquier país del planeta, la existencia misma de s~ctores "' d'"v,"
por este mito que quiere que corresponda al mercado decidir opciones males úblicos y naciona les se sigue
. d e batiendol en ,
las instancias
.. , e a
estratégicas ahí donde es muy evidente que el poder de Estados Unidos .p , Mundial del Comercio (OMC) y de la ComlSlon Europea
O rganlZaCIOO .. d que no
comiste en que el Estado federal abre las perspectivas, incluido con el iruid F ancia por unos diputados socialistas emegogos
-sustItUl a en r ., n del canon au dirovrsua
. '"",ca n todo
apoyo de las investigaciones públicas, eventualmente por la vía militar, dudaron en proponer 1a supr~slO . d más del
de las que pueden apropiarse a continuación los actores del mercado. - e'
muy rnrerror a los de Alemania e Inglaterra. Ahora bien, a e
203
202
2. Kant, Opuscules sur {,Histoire, op. cit., p. 96.
hecho evidentemente importante de que a partir de ahora el esplendor
económico de un país depende primordialmeme de la vitalidad de sus 3. Id., ibid., p. 106.
industrias de programas, lo que cada vez será más cierto por el hecho de 4. el André Leroi-Gourhan, Le Geste cz lo Porole, t. L,Albin Míchel, 1965, y el
la convergencia tecnológica, cada vez es menos posible separar e! futuro com<;ntariode El pecado de Epimeteo, op. cit., p. 219 Y sres.
industrial de! audiovisual digital de las cucmoncs relacionadas con la edu- 5 Llamo otrrlScendrotal a esta filoso/la ni empirista ni tra,cendental. El sentido
cación, cuyo enorme mercado mundial constituye a partir de ahora el de esta denominación que cu~nd" menos por hOffiologfa formal hace eco de lo que
objetivo principal del desarrollo de los nuevos servicios, como puso en evi- Bataille llama forjando d calificativo compkjo de atcológico, se aclarará en el cuar-
dencia el encuentro internacional de Vancouver" y como es objeto del to volumen de 1"" técnica}' el timJpo.
Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCSl acrualrnenrc 6. A. Leroi-Gourhan. Le Geste el lo Paro/e. op. cit., pp. 203-204 Y pp. 260-266.
en discusión en el seno de la üMe. 7. Pierre Bounlieu, Sur la t¿lh,isió", Éditions Líber, 1996. [Traducción al caste-

Las industrias de programas, a partir de ahora in disociables de las llano, Sobre la televisión, Anagrama, 1997.]
tecnologías de tratamiento de la información y de los servicios de telc- R. Platón,ProtágorrlS, 314 a-b [N. de la T.: La traducción de este pasaje al ca,t~­
comunicaciones, se han convenido en el elemento clave tanto del desarro- llano de la Editorial Gredos traduce por "enseñanza," allf donde el texto en francés
llo económico y de la influencia internacional como de la relación social traduc<; "ciencia"].
y, por lo tamo, del futuro de los grupos nacionales. En la época de la 9. Daniel Ben,a'id, Marx intn"pestif, Fayard, 1996.
hiperindustrialización de la cultura el reto para Europa y el resto del 10. [acques Derrida ~scribió Spcara de Marx principalmente en torno a este
mundo es límpido: se trata de la perennidad de las industrias de pro- texto. [Traducción al castellano, Espectros de Marx, Trotta, 1998.]
gramas no estadounidenses y, al mismo tiempo, de las condiciones gene- JI. Aquí sería necesario y urgente volver ,obre la posición 'Iue adoptó Kostas
rales de producción y de transmisión de los saberes, del "nuevo comer- Axdos en Marx pcnseur de la technique (como invitaron a hacer [ean-Philippe Millet
cio" y del futuro planetario del proceso de adopción. v el Colegio Internacional de Fil"s"fia en un coloquio consagrado nO hace mucho a
ia obra de Axelos]: afirmar contra la escuela, académica () marxista, que Marx es
ante todo quien piensa por primera vez filosóficamente la técnica, lo que consfit~­
yc el primer gran ataque frontal contra la metafísica, como finalmente ,dICe rarnbién
Heidegger. A travé, del capital el pensador de la gran industria habría pensado la
NOTAS técnica y como más allá del capital, e incluso del comunismo.
En muchos aSflLctos comparto el punto de vista de Alexos -a exc~pció/l de ~~e
l. Herder. citado por Kant en '11 reseña de la obra de Herder. Mies ro vue d'une la técnica <;n Marx finalmente sigue siendo pensada como un medio de producclOn
philosophie de l'histoire de l'humanit¿, en Opuscules sur f'HislOire, traducción lal fran- en la medida en que la comprehensión metafísica del tiempo, que no se cuestiona,
cés] S. Piobetra, Gamier-Flammanon, 1990, p. 96. domina todavía este p<;nsamiento de la técnica. Pero Marx, lo recordó Raymond
205
204
Aran contra Akxm (durante la defensa de su tesis, según Fran~oi~ Chatelet que me 13. Entre los actores de la crítica social contemporánea y de la "resistencia",
informó de estas palabra.,) es ante todo el pensador del capital. Si Arpn parece no Rourdieu no es el único que ignora gravemente la necnidad de pensar la técnica y
ver que e,te pensamiento del capital también es e indisociubiernentc un pensa" \llh"s¡ima la inmensidad de esta obra. También e, el ea~o de Susan George (Cl Le
miento de la técnica, sin duda es porque subestima una extraña convergencia entre Rappo,-t Lugano, Fayard, 1999) o de José Bové y Fran~oi~ Dufour (Cl Le monde n'nt
Heidegger y Marx, que evidentemente destaca Alexos, concerniente al capital. En par IIn" marcñandísc, La Découvnte, 2000 Irraducción al castellano, El mundo no "S
Heidegger capital quiere decir cálculo como temporalidad intramundaua 'Iue quie- une mercancía, Icaria, 2001 D. Por el contrario Viviane Forrester ( Cf L'llorreur eco-
re determinar lo indeterminado. De hecho, hay una cuestión del cálculo común a nomíquc, Fayard, 1996, Pp- 1'56-157) tiene el gran mérito de haber mantenido que
Marx y Heidegger al confrontarse a la técnica, que e, también la cunrión de la reb- la actual pOlLllcia del capital descansa en una comprensión íntima de la técnica
ci<'in con lo indeterminado del tiempo (y con la muerte), sobre la que volveré en Libern~tiea de la carecen gravemente los pensadores, actores y militantes políticos.

Símbolo, y diablar, o la gu"n·a de 1m espíritus. En .", intento de reducir el capital, es 14. Citado por J.-M. Frondon, La l'ro]cction nationuíe. Cinéma "t nation, op. cit.
decir, su impropiedad fundamental enma.'carada por el discurso sobre 1" propiedad
1'5. Krisron en Wall Strcct [ournal, citado por Herbcrr Schilkr.
del derecho burgués Marx no logra constituir la cuestión dc lo indeterminado, es
decir, delfi1/al: de la muerte y det muerto, de la técnica como reino de lo inorgáni- 16. A, Leroi-Gourhan, Mili"u et Tcchniques, Albin Michel, 194'5, p. 308. [Tra-
co organizado -que difiere la muerte por medio del trabajo- que e., también lo que ducción al castellano, Medio y técniw<, Tauru" 1989.1
guarda el espíritu de I,,~ muertos, de aquellos 'IUC la han organizado. Pero d muer- 17. P. Valéry, Regards sur le monde m.1uef, Gallimard, 1945, p. ]3, Excepto la pala-
to <'s también en lo que ha fallado Heidegger. Por lo tanto, lo que sigue estando en
br~ devenir, la cursiva subrayada eS mía.
cuestión aquí es la relación entre los medios y los fines. Heidegger y l\-hrx tropeza-
rían con la misma dijicultad. 18. Ernest Reuan, Qu'e.<t-cequ'une natir",?, Pocket, 1992, pp- 41-42.
19. Étienne Balibar, Immanuel \Valler.,tein, Rau, ,Vatiml, Ciauc, La Découver-
Desde este punto de vista, la oposición que hace Bcnsajd entre ontología hei-
te, 1997, p. 130, [Traducción al castellano, Raza, nación y cla,e, Instituto de Estudios
deggeriana del tiempo y de~ontoJogi7.ación marxista es aprnurada (tI ,\Jarx intcm-
Políticos para América Latina, 1991.1
pestif op. cit., p. 102). Entre Marx y Heidegger hay una comunidad de pensamien_
to en su crítica del cálculo que sin duda e, más interesante tener en cuenta como 20. En electo, m HeidLggcr d fururn del Yo es indeterminado precisamente en
previa, antes que poner inmediatdnH:nte en evidencia lo que parece oponerk~, Por- tanto que no ~e confunde con el de un Nosotros (porque entonces habría caído en el
que en lo que comparten hay también Un común vagabundeo metafísico respecto a S" impersonal). Pero sól" es como una temporalización del ser que supone una
id cuestión de las relacione, entre espíritu y maleria. Nos parece que Bcnsard no "coIllprehen~ión del ser" legada por un ya-ahí y a partir de la cual sólo es posible

comprende la probkmática de Heidegger, esto es, la cuestión de la relación entre una "entente del ser" que sea futuro auténtico a la vez que un Yo y un Nosotros. De
determinación e indeterminado ni, por tanto, lo que le encierra en una oposición hecho, t'n sentido estricto ya no se trata entonces ni de Yo ni de IllOJotros, sino de
que e~ un impasse en el que también se encuentra el "espectro de Marx", si se per- D,¡st'ln.
mite decirlo, él que escribe que "el muerto sorprende al vivo", es decir, que la 21. G. Sirnondon. Llndíeidnauon psvchiquc el cotlrctioc, Aubier Montaigne,
má'luina del capital come la fuerza encarnada del trabajo. 1898, p. 1.
12. Cf El pecado de Epimctoo, op. cit., p. 101 Ysres, y G. Simondon, Du mode a'r- 22. Me he explicado en "Temps, rechmque et individuation dans I'oeuvre de
xistence des objets technioaes, op. cn; p. 15. Simondoo",llltellatica, n026-27, 1998,

206 207
23. G. Simondon, J..:IndividuatlOn prychiqut> N collective, op. dt., p. 19. 38. Sigmund Freud, Malaut>dam la clvilis<ltwn, PUF, 1971, p. 7. ITraducción al
24. u, ibid., p. 12. castellano, El malestar m la cioiiización y otros ensayos. Alianza Editorial, 2003.]
39. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Prefacio a la Phrnomenoiogíe dt> l'esprít,
25. Id., ibid., pp. 176-177.
Aubier, 1947. [Traducción al castellano, Fcnomcnoíogia dd espíritu, FCE, 1999.]
26. Id., ibid.
40. S. Frcud, Malaise dans la cwduation, op. dt., p. 53.
27. ts., ibid., p. 183.
41. "Lo 'Iue :-rietzsche ohjetará a Darwin es gue la adaptaci<ln es la negación de
2S. Id., ibid., pp. 176-177. la invención y que la teoría de la adaptación al medio es la de la aniquilación dc las
29. CI B. Stiegler, "Temps, lechnique et individuation dans l'ceuvre de Simon- excepciones, es decir, del agotamiento de las posibilidades de evoluciones". Barbara
don", aft. cit. Stiegler, .".,'iNzscht> et la Bioíogic, PUF, 2001.

30. Pntcnecientes a unos "linajes técnicos", en el sentido expuesto en Du modt> l. N de la t.: Stiegler emplea el adjetivo aménúine que, igual que el sustantivo
d'cxístcncr des objNs techniques y en mi comentario en El pecado dt> Epímctco, mctaes- correspondiente, .1mlnque, se refiere en francés, mucho más que en castellano, a
tables ellas mi.smas -nunca plenamente constituidas ni individuadas- pero p<lrtl el Estados Unidos y no al conjunto del continente. Por esa razón lo hemos traducido
siempre como "estadounidense, Estados Unidos".
individuo psicosocial, en tanto que forman parte de su medio pre-individual, son
unas sobresaluraciones del ser y ya unos individuos. 42. CI más arriba capítulo 22, epígrafe 12.
31. q: más arriba, capítulo 2, parágrafo 11. 43. Después de haber precisado que "una de las explicaciones más evidentes y
las consecuencias más ricas de esta similitud entre Estados Unidos y el cine es que
32. Alain Badiou, 1; Éthiquc. Essai sur la conscicncc du Mal, Harier, 1993. Volve-
ambos se han encontrado por construir, en el mismo momento".
ré sobre este importante texto en el último volumen de La técnica y e! tiempo.
44. T-M. Frondon, La Projeaion nasíonalc. Cinema ct nation. op. cit., p. 106.
33. G. Simondon. Du mode d'existence des objt!ts lechmques, op. cit., p. 207.
45. Alexis de 'Ibcquevil!e, La Democrasie en Ameriquc, Gallimard, 1961, p. 71.
34. Id., ibid., p. 248. Sobre estas cuestiones, que profundizaremos en el último
[Traducci<ln al casteJlano, La democracia en América, Alianza EditoriaL]
volumen, y sobre Simondon en general, Se leerá con el mayor de los provechos un
trabajo de excepcional calidad, L'idle de relatil/it¿ philosophique chez Simondon, de 46. Que empieza por la condena de la esclavitud, en 1690. John Locke, Deuxit-
Jean-Hugues Barthélémy, Universidad de Nantes (DEA). me traÍf¿ du gouvernt>ment civil, traducción [al francés] B. Wilson, Vrin, 1977. [Tra-
durción al castellano, St>gundo tratado de! gob,erno cwd, Alianza Editorial, 1994.]
35. Sobre este punto, if La desorícntacion, op. cit., final del último capítulo, pp.
370-373.
47. CI T.-M. Frondon. La Projeaion rwtwnale. C,n¿ma et nation, op. cn., p. 104.
[:-ro de la "1'.: "El comercio sigue a las películas", en inglú en el originaL]
36. Retomando Una expresión de Régis Debray.
48. Lo que llevó a uo "tabú inmedialO y durante mucho tiempo radical, el de la
37. Retomando una expresión de André OrIéan en Le pouooir de la finalIce, prohibición de la representación real de 1m indi"s y de 1m negros" en el cine. J.-M.
üdile [acob, 1999. Frondon, La Projeaion nationale. Cin¿,na et natwn, op. cit., p. 120.

208 209
U. N. de la T.: soldados del ejército estadounidense (siglas de Gouemment lssuci. 55. Georges Baraille, Lasceux 011 la Naiuence de tan, en Oeuores Completes, 1. IX,
49. Id., ibld., p. 209. Uallimard, 1979, p. 4\.

50. "I.:Iwmme a marché sur la lune", en Frank Beau, Philippe Dubcis y G~ranl 56. Sófocles, Antígena, 332-333, Les Belles Lettres, 1994.
Lchlanc (dir.), í.inbna et demieres lech1l,,{ogies, INA j' De Boeck Univcrsity, pp. 7-S. 57. M. Heidegger, Introdllaion ala métaphySlque, traducción [al francés] Gilbert
Esta producción rclevisiva tiene eco, cuarenta y cinco años más tarde, pero como
Khan, Gallimard, 1967, p. 153. [Traducción al ca,tellano, Introducción a la melafii-
escenificación de un acontecimiento real, en la película soviética de Protozanov que
e", Cedisa, 1992.]
cuenta "la victoria de los ideales bolcheviques en Marte" (f.-M. Frondon, La Prujee-
tion nationaic, Cinéma el natioll, "p. ál., p. 46). 58. S(,f(lCleS, Antigone, traducción Holderlin, traducción Philippe Lacoue-
Labarrhe, Christian Bourgois 1998, p. 47.
51. f.-L Godard, Introductinn a une véritubie hislnire du ánima, op. cit., p. 59.
59. Id., ibid., traducción [ean et Mayotte Bolluck, Minuit, 1999. p. 29.
52. Mari~-Jm'~ Mondzain, ImagO', ic6n~, ico1lomie. Les sourccs Bveantíncs de f'i-
maginair<> contO'mporain, Le Seuil, 1996. 60. Id., ibid., traducción Paul Mazon, Gallimard, col. "Folio", 1994, p. 96.
53. Designamos así a la red llamada "interner", que algunos incluso escribm m ti!. F. Delbary-Tacurnc, "Eexposnion de l'existence 11. la vie nue", Que Vuoi? n"
mayúscula, como un nombre divino, y que habría que llamar lo intern~t corno se 10, "Linespoir", L'Harmanan, 1998.
habla de lo inter-urbano, bablando un poco inglú. El problema es sobre todo que
62. Sófocles, Antigone, op. cit., p. 364-366.
eSle nombre oculta lo 'lile designa: una red de redes hecha posible por una norma
llamada de interoperabilidad entre infraestructuras numéricas y conformes al pro- 63. Respecto a etpis recordemos aquí el papel esencial que adquiere en la narra-
tocolo llamado Tpe-Jp para resumir Transmission Control Prolocol-intuJlct Pro- ciún promereica qu~ nos propor~iona Hesfodo; if. sobre este punto El pecado de
toco!' Esta es la razón por la que llamamos a la red "intcrnet" red IP. Epimctco, op. cn., segunda parte, capítulo J, "El hígado de El'imctm".
54. Thierry Breton declaraba recientemente 'lile la televisión tal como la conci- 64. Traducción Paul Mazon, Les Belles Lertres, 1994.
be Thomson Multimedia Se convierte en la principal vía de acceso a internet. Es lo
65. G. Bataille, IAscaux OU la Naissance de l'art, op. cic., p. 35; el subrayado es de
que desde 1997 decía Craig Mundie, vice-presidente de Microsoft. De hecho, el tele-
Balaille.
visor se convierte en luminal de teleacción porque se inscribe en Una cadena de
aparatos con los <¡ue a partir de ahora sabe comunicar. Este aparato es "una TV de 66. Id., Ibid., p. 65.
individuos y ya no un hogar", según Mi~hcl Aycl, de la sociedad Philips. Los recep-
67. Id., ióid., p. 16. El subrayado es de Bataille.
tores que esta empresa se dispone a poner en el mercado están dotados de una tar-
Jeta numérica Philips/Sonv 13EU94 que permite un punto de entrada de datos de 68. ef La desorientaCIón, op. cít., p. 182.
pusona a per,ona, una salida de datos difundidos y el acceso a un mundo de peri- 69. Plat(,n, l_tI república, libro VU, 514 a y sres.
féricos muy abierto, mu~ho más allá de los magnetoscopios y lectores de DVD. Su
conexión rápida que si es preciso permite dispensar la cadena numérica del pe, 70. P. Valérj', La í.me de l'espril, ]Jule, 01< L'Europien, en Ocuores completes, op.
puede soportar todo tipo de protocolos de internet y, en particular, coml'r~nde el cít.. p. 1001.
lenguaje JAVA. es decir, permite el acceso a los servicios de tcleac~ión. 71. P. Valéry, op. cil.. p. 1001-1002.

210 211
72. Pero no es seguro que la cuestión del "viejo continente" se plantee todavía. 77. Y que produce la conciencia casi en el sentido en que este verbo, producir,
Quizá ya es demasiado tarde. Y si esto no es scguro, es seguro que el futuro es en tiene en el cinc: lafinancia.
primer lugar rransccntinental, más allá de esta falsa opos,á6n entre occidente y orien-
78. Es decir, la Bildbewubtsún 'Ille en Husserl designa lo que nosotros llama-
te que niega todo lo que no es él ignorando al otro que secreta en sí miSmo. Desde que
mos aquí rctenci6n terciaria.
el mundo se ha globali7.ado, occidente está por todas partes -por la extmsión pla-
netaria de sus mnemotécnicas, de su sistema de prt>duceión y de sus mercados: ya 79. Lo que precede resume la página 371 de La desorientación, op. cit.
no existe otro exterior: lleva en sí bolsas de insolubilidad, desiertos abandonados, zonas SO. La ligereza con la que los altos funcionarios y los políticos franceses tratan
malditas y condenadas, pero ya no existe extranjero que sería lo exterior, el límite y la este problema demuestra hasta qué punto siguen sin ser en absoluto conscientes de
frontera de occidente. Sin embargo, lleva también su otro como su final: en el cora- esta realidad, es decir, son completamente cobardes, por no decir cínicos, ante un
zón mismo de occidente trabaja un proceso de auto-inmunidad -del que habla [ac- dispositivo que es también el órgano de producción de sus imágenes personales.
ques Derrida- por donde se anula. Occidente ya no tiene oriente: está desorientado Esta capacidad de control de 'IUlenes se supone que guían el rurso de la vida públi-
y morirá de ello, si no está ya muerto -se entropiza. La occidentalización realizada ca por medio de lo que se ha convertido en la realidad masiva del espacio público eS
como entropizaci6n mundial también es necesariamente una dcsoccidentalización. evidentemente un efecto directo del control industrial de la producción de las reten-
CiOIlLS lerciarias en la medida en que ésTas constituyen finalmente la objetividad del
La división se reconstituye desde el interior a la Ve7. como locuras nacionalistas, sec-
medio político mismo.
tas, excesos de todo tipo, singularizaciones sin futuro, necrosis y reactividad com-
pensatoria, suicida e incontrolable: entropía negativa fraca~ada. Pero también se SI. Permiten transmitir la información hipermedia en las frecuencias de radio
busca bajo la forma de una "nueva internacional" como afirmación de un combate de los t<:ltronos móviles que se convertirán así LO receptores de flujos de programas
inédito que hay que llevar a cabo, fuera de toda frontera conocida, hasta fronteras audiovisuales y en terminales de acceso a las redes Ir.
ellas mismas muy improbables todavía. Temo que Europa como "proyecto" político 82. Son redes capaces de transmitir la imagen de televisión por la red telefónica
que nunca habrá logrado convertirse en un sueño pertenece ya a este respecto al conrnurada y, por lo tanto, de distribuir unos programas audiovisuales por ordena-
pasado, temo que sólo tenga un lugar secundario en lo que aquí llamamos ti futu- dor sin pasar por los emisores hertzianos.
ro -cen tanto que no es el devenir.
S3. En 1998 la sociedad Avid Technology, líder mundial del montaje virtual,
73. [acques Derrida, Otobiografies. Lenselgnement de Nietzsche el la politique du puso en el mercado un producto que integra en el flujo de las imágenes montadas
nom propre, Galilée, 19S4, 1" 20-21. una "pista HTLM", es decir, una pista que aliado de la pista dd sonido permite
Cn:ar desde <:1 origen de la producción unos vínculo~ entre los planos y las sccuen-
74. el la cuarta proposición de la Idea de una historia universal desde el punto de
cias del programa por una parte y los servicios de internet por otra -por ejemplo,
vista cosmopolñico.
servicios comerciales.
75. Sobre la noción de ocurrencia, cf La desr;n"entación, or. cit., 17ti Ystes. S4. Citado por Schiller en "Vers un nouveau si<'ele d'imperi alisme américain",
76" Por el juego de la persistencia retiniana (que no hay que confundir con la Le Monde diplomatique, agosto de 1998.
retención primaria pero que hace psicológica y técnicamente posible ti efecto a par- SS. el Zbigniew Brzezinski, La Rivolution technitronique, Calmann-Lévy,
tir de una retención terciaria). 1"171, YArmand Mattelard, "C"mmenl "st né le mvthe d'internet", Le Mande diplo-

212 213
matiqu~, agosto de 2000: "Gracias a Su control de las redes mundiales, Estados Uni- 88. T-F. Abramatic, Déve!oppemenl tedmique J'illternet, informe para Christian
dos ,~ ha convertido en la "primera sociedad global de la historia~, la que "más Pierret, secretario de Estado para la Industria, p. 15.
comunica"; [...] es inevitable que los nuevos valores universales irradiado, desde
89. En el mes de julio de 2000. La re~pu"~ta (k Carh"rine Tasca. ministra de
Estados L'nidos cautiven la imaginación de toda la humanidad y susciten e! mime-
Cultura y de Comunicación, fue rápida, clara y negativa.
tismo". Conclusión, afirma Mattelard, acaba el tiempo d~ la "diploma(ia de la caño-
nera" -salvo, por supuesto, para los recalcitrantes, cerno lraq y Yugoslavia. 90. En e! mes de mayo de 2000.

86. A partir de ahora y en particular con vistas a conquistar e! mercado de! últi-
mo modelo de los soportes ópticos surgidos de la tecnología del láser, e! DVD, la
industria estadounidcn>e impone e! multilingüismo a este tipo de producción (a
veces en siete lenguas) para asegurar una difusión inmediatamente mundial de estos
producto., desde el lanzamiento nacional. Pero lo digital e, la posibilidad de crear
unas cadenas da leit'visi6n y unas "r1rchijlujos~ de programas de dimensi6n mundial -y,
por supuesto, de concepción estadouniden_,~: úte e> el sentido de la fusión
AüL-Time \-Varnn. La difusión hertziana analógica era necesariamente territorial.
Porque no conoce estas bam:ras y permite la integración de todo tipo de redes, lo
digital llevará a la globalización de la difusión de los programa~ audiovisiuales.

87. "La técnica de nav"gaci<Ín por satélite fue desarrollada por Estad", Unido~
y la Unión Soviética por necesidades mi1itar~s. Ahora bien, la aportación de estos
sistemas a muy nUmnosas actividades humanas es tal que hoy desbordan amplia-
mente su vocación inicial y tienden a imponerse como un servicio de gran consu-
mo, utilizado en muy numerosos sectores de la economía. La navegación por saté-
lite parece una "malla" estratégica difícilmente eludible, no sólo en toda> la> fase>
de Id cadena espacial y aeronáutica, civil)' milirar, sino también en otros dominios
esenciales para la economía (telecomunicaciones, transportes, redes bancaria>... ). Se
proyecta el control del conjunto de la navegación aérea civil por GPS. Ahora hien,
esta técnica es hoy patrimonio de Estados Unidos. La directriz de la Casa Blanca de
marzo de 1996 situó e! GPS bajo la auroridad de la US Air Force. A corto plaw la
nigemia de un monopolio mundial sobre la navegación por satélite corre el riesgo
de crear una relación de dependencia estratégica en un número muy grande de
dominios que competen a la soberanía naci()nal...~ Jac'lues B1amont, "L'espace,
enleu majeur de la société de l'infi¡rmation", conferencia publicada por 11 Monde
dd 10 de octubre de 2000.

214 215
Capítulo cuatro

EL MALESTAR DE NUESTROS
ESTABLECIMIENTOS
DE ENSEÑANZA

217
1. El sistema mnemotécnico mundial

Los hombres desaparecen, sus historias permanecen. Se trata de una


gran diferencia respecto a los demás seres vivos. De estas huellas, algu-
nas son producidas con una finalidad completamente diferente a la de
la conservación de la memoria: un objeto de barro, una herramienta no
se hacen para transmitir la memoria. Sin embargo, la transmiten espon-
táneamente y por esa razón el arqueólogo los busca: con frecuencia son
los únicos testigos de episodios más antiguos. Otras huellas están pro-
piamente dedicadas a la transmisión de la memoria. Así ocurre con la
escritura, la fotografia, la fonografía y la cinematograffa. Con esta últi~
ma la producción y la transmisión de estas huellas, que llamamos reten-
ciones, se convierten en una industria.
Sostenemos que la técnica es de entrada un soporte de memoria: es
lo que llamamos la cpifilogénesis. Pero no toda técnica es, sin embargo,
una mnemo-técnica: parece que los primeros sistemas mnemotécnicos
aparecen después del neolítico. Forman lo que más adelante se conver-
tirá en la escritura que utilizamos todavía hoy.
Esto quiere decir que los sistemas técnicos preceden a los sistemas
mnemotécnicos y que esros últimos no se confunden con los primeros.
Toda civilización se constituye en torno a un sistema técnico definido
como estabilización de la evolución técnica en torno a adquisiciones
anteriores y a una tecnología dominante propia de este sistema, ya que
el conjunto de técnicas forma el sistema que mantiene unas relaciones

219
de interdependencia y el sistema cambia cuando cambia la tecnología Esto es bien conocido. Sin embargo, se ha señalado menos que la
dominante en torno a cual se ha constituido.' consecuencia de esta inscripción de las tecnologías de la información en
Un sistema técnico entendido así tiene un área de difusión y una el centro del dispositivo industrial también constituía una ruptura sin
duración. El análisis demuestra que con el tiempo su extensión es ten- precedentes en relación a la historia de los sistemas técnicos desde su
dencialmente cada vez más vasta, mientras que su duración es cada vez origen, en la medida en que hasta el momento las mnemotécnicas siempre
más corta. Está atravesado por UO;¡S tendencias evolutivas y entra en cri- habían constituido un dominio singular en relación a los sistemas técnicos
sis regularmente, lo que ocasiona rupturas de sistema. En estos perío- que se sucedían a través del tiempo.
dos de crisis el sistema evoluciona a gran velocidad lo que provoca En efecto, mientras que se sucedían los sistemas técnicos de transforma-
"desajustes" con los demás sistemas sociales -derecho, economía, edu- CIón de la materia, el de los griegos y después el de los romanos "y de sus
cacion, religión, representación política, etc. La estabilidad (siempre sucesores" (coexistían otros sistemas en otras regiones en estas mismas
relativa: es una meta-estabilidad) vuelve cuando estos "otros sistemas" épocas, especialmente aquellos calificados como "sistemas bloquea-
han adoptado e! nuevo sistema técnico. dos"), pasando por la Edad Media y la Edad clásica hasta la primera
El sistema técnico industrial cuyos primeros elementos se instalaron revolución industrial, la escritura alfabética, prmcipal dispositivo de reten-
en Inglaterra a finales de! siglo XVIII hoy se ha globalizado -y ha entra- cienes terciarias sobre el que descansaba el poder teológico-político de los
do en una época de innovación permanente tal que se le puede consi- déngos,formó un sistema mnemotécnico estable durante más de oeinticin-
derar profundamente inestable. Su área ya no puede extenderse a no ser m SIglos -que, desde luego, ha conocido diversas épocas, entre ellas la
que abandone el Sistema planetario y su duración ya no puede reducir- imprenta (y más adelante examinaremos las muy profundas consecuen-
se: ya no existe estabilidad tecnol6gica en sentido estricto. Así pues ya eras de ello), pero cuyo fondo de saberes y de saber-hacer, y cuyos prin-
no se puede hablar de sistemas técnicos asiático, europeo y americano: cipios generales y formales de reproducción de la palabra no han evolucio-
un solo y mismo sistema planetario se ha desplegado especializándose nado desde entonces.
regionalmente, orgamzando la división industrial del trabajo en función Ahora bien, esta independencia de la mnemotécnica en relación al sis-
de las oportunidades geográficas o de las contingencias políticas defini- lema técnico de producción hoy ya no es verdadera: el sistema tócnico con-
das desde el punto de vista de los inversores. Son en gran parte las tec- vertido en planetario es también y en primer lugar un sistema mnemotécni-
nologías de la información y de la comunicación las que han permitido co mundial y en cierto modo hay fusión del sistema técnico y del sistema
esta evolución por medio de la posibilidad que ellas abrían de orgaruzar mnemotécnico. y, al mismo tiempo, globalización. Esta transformación se
a la vez la automatización, el control a distancia de la producción y de produjo en el siglo XIX, que a este respecto constituye una transición
la distribución, la circulación Internacional del capital en tiempo real y coa la aparición de las primeras tecnologías de comunicación, de infor-
la apertura de mercados intercontinentales para hipermasas de consu- mación y de tratamiento de la señal. En el siglo XX las industrias de la
midores. comunicación y de la información se convirtieron en el centro mismo

220 221
del sistema técnico de producción de bienes materiales. Así pues, lo que temas SOCiales y pretende ser en él mismo este sistema, fenómeno com-
antes describíamos como una "convergencia" de las tecnologías infor- pletamente nuevo y consecuencia de la fusión del sistema técnico con el
máticas, audiovisuales y de telecomunicaciones sería también la conver- sistema mnemotécnico -así como de la reciente "elección" de autorida-
gencia del sistema téCnICO de transformación de la materia y de las tec- des de regulación de esta red mundial por sus usuanos (por algunos de
nologías de memorización. ellos) en el seno del ICANN.'
Pero esto no es todo. Hasta el siglo XIX la duración de vida de los Esta red inreroperable, que en este mismo momento se convierte en
sistemas mnemotécnicos pudo exceder a la de los sistemas técnicos por- el vector de las industrias de programas audiovisuales digitales, consti-
que el control de los dispositivos retencionales competía a los poderes teoló- tuye el elemento decisivo de la globalización del sistema técnico y a tra-
gico-políticos. Esto empezó a cambiar con la revolución industrial, época
vés de él la mnemotecnología se convierte verdaderamente en el centro
a partir de la cual se ha podido considerar la posibilidad de que Dios
de este sistema, al integrar calcndaricdad y cardinalidad que constituyen
estuviera muerto. Si la historia puede y debe ser analizada esencial-
los aglutinantes primordiales de las sociedades. Calcndariedad y cardina-
mente como la relación entre la evolución de los sistemas técnicos, por
lidad, que forman los sistemas rerencionales constitutivos de las relacio-
un lado, y la de otros sistemas sociales por otra, lo que constituye el pro-
nes con el espacio y el tiempo, nunca son separables de las cuestiones
blema del ajuste, el análisis de las mnemotecnias demuestra que éstassiem-
pre sobredeterminan las condiciones de este ajuste, es decir, del proceso de religiosas, espirituales y metafísicas: remiten inevitablemente al origen
adopción: en tanto que técnicas de comunicación dirigen las relaciones y al final, a los límites y a los confines, a las perspectivas más profundas'
entre individuos y colectividades, y en el interior de estas colectividades, de los dispositivos de proyección de todo tipo. La cardinalidad y la
entre los sistemas que las organizan. calendariedad están hoy profundamente perturbadas. El día y la noche
se contunden en la luz artificial de la bombilla eléctrica y de la pantalla
El sistema técnico mundial se ha convertido esencialmente en un sute-
catódica. Se anulan las distancias y los plazos de circulación de mensa-
ma mnemotécnico de producción industrial de retenciones terciarias y, por
jes y de comunicaciones, y se globalizan correlativamente los programas
tanto, de criterios de selecciones retencionales para unos flujos de con-
ciencias inscritas en unos procesos de adopción. Esto significa que las de conducta, lo que se vive como una especie de entropía cultural, es
condiciones del ajuste conocen al mismo tiempo una inmensa conmo- decir, de destrucción de la vida porque, por razones sobre las que volve-
ción, como se puede observar fácilmente analizando las primeras con- remos detalladamente, todos los pueblos viven su singularidad cultural
secuencias fiscales o judiciales, por ejemplo, del desarrollo de la red IP, como una prueba de vitalidad (de entropía negativa). Como ya hemos
donde se ve no sólo cómo un sistema técnico puede venir a conmocio- visto, se instala el guiado por satélite, el direccionamiento electrónico se
nar completamente a los demás sistemas sociales en cuyo seno se des- emancipa de los territorios y de las naciones, y, como veremos, a partir
pliega, fenómeno clásico aunque aquí de una Importancia excepcional, de ahora la geo-información y la info-movilidad se ocupan industrial-
sino cómo él mismo constituye una especie de competencia de estos sis- mente de la organización de los desplazamientos individuales y coiecti-

222 223
vos, y explotan el espacio y la relación con los lugares como una nueva
materia para inversiones.'
Estas conmociones de los sistemas rerencionales de acceso al espacio
y al tiempo comunes (calendariedad y cardinalidad) que se declaró ver-
daderarnenre de forma masiva tras la Segupda Guerra Mundial y que 2. La reproducción digital de los territorios
conoce una intensificación extrema con los fulminantes progresos de las y la geo-información .
tecnologías digitales engendra por el momento una inmensa desorien-
tación que, si no se tiene en cuenta y si se desdeña la profundidad de las
cuestiones que plantea, podría suscitar enormes resistencias cuyas El aumento de los puntos de contacto y de los dispositivos de comu-
manifestaciones son los integrismos, los nacionalismos, los necfascis- nicarión entre los grupos humanos engendra una bajada tendencial de
mas y tantos otros fenómenos regresivos. Lo que está en juego es el sus capacidades de resistencia a la concretización de las tendencias téc-
corazón de las culturas y de las sociedades, sus relaciones más íntimas nicas, es decir, a la adopción de nuevos modos de vida. En El pecado de
con el cosmos, con su memoria y con ellas mismas. Ignorarlo o desde- Epímcreo nos preguntábamos si esta permeabilización tendencial no
ñarlo podría tener las más trágicas consecuencias. Debido a que la lleva también a una disolución cada vez mayor del "medio interior" que
calendariedad y la cardinalidad son las tramas elementales de los ritmos constituye el grupo social en el "medio exterior" que limita a este grup,?
vitales, de las creencias, de la relación con el pasado y con el futuro, el SOCIaL' El aumento de los puntos de contacto entre diversos medios
control de los dispositivos de orientacián futuros será también el del imagi- inrenores, acentuando la permeabilidad general a la tendencia técnica
nario mundial. de todos los grupos (es decir, la entropía), haría fundir tendencialmente a
éstosen el "medio exterior" del mercado, que sería también lo que Simon-
No cabe ninguna duda de que se anuncia un verdadero conflicto de
don llama el medio tecnogeográfico' cuando éste se hace primordial-
culturas, es decir, una lucha para tratar de imponer unos modelos de con-
mente mnemotécnico y, en tanto que tal, espacio de intercambios
ducta, unos programas colectivos con los que dominar los mercados, por-
comerciales sin espacio público.
que ésta es efectivamente la cuestión que se oculta detrás de todas éstas:
una guerra comercial mundial sin precedentes y sin piedad en la que las Estos "puntos de contacto", que primero fueron bienes y personas,
redes digitales son ya, son en primer lugar y serán cada vez más instru- después imágenes, monedas, libros, mensajes telegráficos y llamadas
mentos de lucha por la conquista del comercio mundial -del comercio telefónicas, se hacen permanentes y universales: ya no son estrictamen-
mundial de mercancías y del comercio mundial de ideas. Pero podemos te puntos sino flujos -lo que aquí llamamos enlaces y sincronizaciones-
preguntarnos si en este nuevo comercio no hay una contradicción explo- radiofónicos y televisivos, que acaban por integrarse totalmente en las
siva, fuente de pErdidas de razones -entendamos por ello pérdida de moti- redes informativas digitales para dar acceso a reservas a partir de ahora
vos, de capacidades de proyección. accesibles desde los aparatos móviles, en cualquier circunstancia y en

224 225
cualquier momento, tanto terminales de teléfono y de televisión como replicación digital es muy importante y necesita análisis detenidos", este
de telcacción -que veremos cómo modifican, mantienen y complican la discurso etéreo que oculta los verdaderos retos al tiempo que husmea en
organización en flujos. los efectos de superficie de una pantalla más o menos táctil, contribuye
Esta intensificación de los puntos de contacto, su transformación en a la pérdida general de inteligibilidad de lo que sucede y a lo que hace
flujos y las transacciones resultantes (el comercio mundial en todas sus pantalla.
formas) necesitan nuevas técnicas de asistencia a la orientación produci- Estos retos conciernen a las posibilidades completamente originales
das por las industrias de electrónica digital para navegar, ya no en el de proyecciones que ofrecen los dispositivos digitales de retenciones ter-
pasado de la experiencia legada por la historia, sino en el tiempo real de
ciarias. Si ahí no se trata de un espacio diferente del espacio real, es una
los acontecimientos informativos que se producen por centenares de
ampliación del dispositíoo por medio del cual el mundo se proyecta en un
millones en el planeta a cada segundo que pasa en los "espacios virtua-
doble de una eficacia excepcional y original, que suscita un nuevo hori-
les" de datos.
zonte ilusorio el cual abre a la vez nuevas perspectivas al Nosotros -y a
Ponemos esta expresión entre comillas porque se trata de una metá- S\1 liquidacion como Se impersonal- y la era de un formidable señuelo:
fora que puede ocultar la dinámica real del proceso en curso. Aquí se una nueva cinemato-grafía.
llama "espacios virtuales" a los conjuntos rerencionales de datos, con-
La capacidad de proyección específica en el origen de este fantasma
servados físicamente en soportes digitales inaccesibles sin la mediación
de lo "virtual", que es la manera equivocada de plantear la cuestión,
de un dispositivo de representación de estas informaciones y cuya ima-
gen intuitiva se construye para representar y hacer manipulables, por constituye en cambio y de forma evidente una ruptura principal en la
medio de interfaces, estos estados de materia ilegibles para una concien- historia tanto de los procesos de adopción como de los dispositivos
cía no equipada -v en ningún caso se trata de "inmaterialidad": esta calendarios y cardinales, de los que tenderíamos a decir que con este
noción con la que se deleitan tantos charlatanes está perfectamente nuevo dispositivo de difusión/retención, como escribe Heidegger en
vacía. 1926 a propósito de la radiodifusión,

En la medida en que estos espacios electrónicos de datos pueden ser- el Dasein realiza un a-Iejamiento del "mundo" todavía difícil
vir igualmente de superficies de proyección para actividades desarrolladas de dominar con la mirada respecto a su sentido existencial;
en tiempo real por mediación de redes y de centros servidores, y repre- este a-lejamiento adquiere la forma de una extensión del
mundo ambiente cotidiano.
sentadas en las pantallas de los ordenadores por medio de imágenes
animadas ellas mismas en tiempo real, se ha podido hablar de la cons- Pero, como veremos, SI la espacialidad se encuentra efectivamente
titución de un "espacio virtual" o "ciberespacio'', como si estas imáge- afectada por esto es en la medida en que, modalidad del "ser en el
nes fueran un espacio diferente del espacio "real". Si el fenómeno de mundo", está sobredeterminada de manera muy general por el sistema

226 227
de retenciones terciarias en que consiste este mundo -lo que en ningún Están en curso el mallaje y la representación digitales de los territo-
caso constituye "otro" espacio. nos, y la generalización de las infraestructuras de emisiones de infor-
maciones localizadas ve la instalación de una "segunda generación" de
Así pues, antes que de espacio virtual hay que hablar de un nuevo
técnicas digitales de navegación: las de lageo-información. En efecto, la
sistema retencional, digital, que afecta a las intuiciones del espacio y del
digitalización de los territorios concierne a losJlJ"temaJ de navegación en
tiempo, ni más ni menos virtual que cualquier otra forma de retención
los datos gcoreferenciales sobre unos fondos de mapas digitalizados en
terciaria, y se trata tanto del tiempo como del espacio, a la vez de la
los que también se integran fotografías, grabaciones en vídeo, reproduc-
calendariedad y de la cardinalidad. Y si el tiempo es siempre virtual,
ciones de patrimonios de todo tipo y vectores de trayectos, y, a la vez, a
tomado actualmente y presentemente en el horizonte de un pasado vir-
los dispositivos de balizaje para la telefonía, la asistencia al vuelo y, más
tual y de un futuro virtual, es precisamente en la medida en que una
generalmente, la gestión de los aparatos móviles, de los objetos nóma-
retención terciaria, que Jiempre es a la vez espacial y temporal', electrónica
das y de los vehículos de todo tipo. Ahora bien, esto significa también
o no, sigue siendo virtual rn tanto que 110 participa en un acto de selección
que el usuario se convierte él mismo en un dato' que circula en unos
de retenciones secundarias y primaria> en el acontecimiento de una conaen-
"paisajes de datos", es decir en unos datos electrónicos físicamente loca-
cia actual,
liz ados y situados en unas interfaces que simulan los espacios territo-
No hay, por tanto, "espacio virtual". En cambio, está en vías de des- riales. La gco-información confiere así a los territorios una función téc-
plegarse una reproducibilidad electrónica de los lugares, países yexten- ruca de navegación -como Simondon demuestra que el agua del mar se
sienes geográficas: poco desarrollada todavía, abre inmensas perspecti- convierte en un "medio asociado", una función técnica de la turbina
vas y constituye efectivamente una digitalización de los territorios y de los Ouimbal que eqUipa las fábricas mar-motrices, un medio natural que
espacios de habitación que proceden del desarrollo de los objetos nóma- está integrado él mismo en el "proceso de concretización" y, por tanto,
das (entre ellos los teléfonos móviles), de las infraestructuras que son funcionalmente sobrcdeterminado por él que se ha convertido esencial-
adecuadas a ello (en particular redes de frecuencia UTMS), balizas GPS mente en medio tecnogeográfico.'"
(global position systcm), instrumentos de captación (tipo webcam), ban-
cos de datos georefaenciados -urbanos, militares, demográficos, econó-
micos, logísticos, metereológicos, etc-, sistemas electrónicos de infor-
mación geográfica (SIG), satélites y sistemas de ayuda para la navega-
ción, etc., por medio de los cuales se está iniciando un proceso de re-territo-
rielieacion sobre las redes)' por medio de las redes, que abre unas perspec-
tivas completamente inéditas y redistribuye los retos geopolíticos de la
"sociedad de la información".'

228 229
son las experiencias más universales de la calendariedad, que la mne-
motecnia enriquece después con la anotación de los movimientos de los
asiros en las efemérides y con los cálculos astronómicos. 'Iras los relojes
de sol y los relojes hidráulicos, los mecanismos permiten a partir del
3. Industrias de la transmisión y sistemas educativos siglo XVIII medir, objetivar y delegar en los artefactos motores el cóm-
puto del transcurso horario del tiempo, lo que David Landes llama
a) Conciencias y substratos: evocaciones y desalTollos
"guarda-tiempos"," y sincronizar por medio del repique de las campa-
nas la vida social, base de las primeras citas en las que hay que "ser pun-
La nueva época de la epifilogénesis, inducida por la evolución rnne- tual"]: oficios religiosos, taller, escuela, etc. Repique de campanas que
Husserl toma corno ejemplo en sus Lecciones sobre eL tiempo: es un obje-
motécnológica resultante de la fusión de las industrias del cálculo, de la
producción de los símbolos y de su telecomunicación, en la que ya no se to temporal.

puede distinguir entre sistema técnico industrial y sistema mnemotéc- El cielo, espectáculo inmenso en el que la humanidad aprende la
nico, es la instalación de una industria mundiaLmente mtegrada de La contemplación -la teoría- es igualmente el espacio de constitución de la
transmisión, La transmisión es la función del dispositivo rctencional cardinalidad y
constitutivo del vínculo social, es decir, de la individuación psíquica y en su sentido propIO, orientarse significa: encontrar a partir
colectiva. de una región celeste dada -dividimos el horizonte en cuatro
La adopción no es la transmisión. Ésta (la transmisión) constituye el reglOnes- las demás regiones y sobre todo, oriente."
dispositivo de legado, mientras que aquella (la adopción) es la asunción La orientación supone esta división y ésta desde luego no es más
de La herencia. Pero no hay adopción posible sin dispositivo de transmi- dada por la experiencia inmediata del cielo de lo que lo es el cómputo
sión -que, evidentemente, puede muy bien no ser adoptado y desmoro- calendario de las efemérides, aun cuando éste se arraigue en
narse.
el sentimiento de una diferencia: quiero decir aquella entre
Esta nueva época de la epifilogénesis necesita la instalación de una la derecha y la izquierda.
calendariedad y de una cardinalidad e11"Js mismas integradas y mundia- Este "sentimiento" <sobre el que volveremos a través de la crítica
les. radical que Heidegger hace de él- sólo puede declinarse y cuartearse:n
En los programas cósmicos y en la visión que de ellos da el cielo es puntos llamados cardinalcs ("dividimos el horizonte en cuatro reglO-
donde encontraron su fuente común los más antiguos sistemas cardina- nes") a partir de una formalización del espacio en la materialidad de
les y calendarios (que proyectan orígenes y confines): la alternancia de una superficie dc figuración y de esquematiz.ación que se llama un
días y noches, el crecimiento de las lunas y la sucesión de las estaciones mapa 11 -entre ellos el del ciclo.

231
230
En El Imperio de los mapas Christian [accb plantea que "el espacio mas, entre los que evidentemente no hay que contar simplemente el
no preexiste a su mapa"!': no hay espacIO sin orientación, no hay orien- calendario y el mapa, el reloj y la brújula, sino también todo lo que con-
tación sin cuerpo portador del sentimiento de una diferencia entre dcre- tribuye a establecer ritmos y lugares comunes; son unos dispositivos
cha e izquierda, no hay cuerpo que se oriente sin substratum de antici- retcncionales de un nivc1 superion.unas metarretcnciones que organizan
pación y de reconstrucción del recorrido sobre un mapa mental que inre- el acceso a las retenciones en general, es decir, su reparto, es decir, su
nance una cardinalidad terciaria, sea cual sea: siempre habrá dispositivos adopción.
de huellas y de lecturas topográficas, espacios de distribución figurada
de las toponimias, mientras que el mapa en tanto que tal estaría prefi- Como substratos de síntesis de fas transcursos dei sentido interno y de las
gurado por un protomapa de la época neolítica, el de la Roca de Bedo- orientaciones del recorrido que corresponden a estos transcursos en fas que se
lina, colgada sobre una llanura cuya representación está grabada en la realiza e! sentido externo estos dispositivos soportan las tres síntesis por
roca. medio de las cuales lo diverso que se presenta en las formas espaciales y
temporales de la intuición se unifica en la apercepción como concepto,
Cuando se tiene delante este protomapa, que también es un archi-
mapa, se está igualmente en una posición excepcional colgada sobre el proyectado él mismo como esquema.
territorio cartografiado, en suspensión, en una epokhé del mundo que es La globalización en curso, vivida a menudo como inminencia de un
también la condición de constitución de este mundo: este lugar excep- "fin del mundo", no sólo ni quizá principalmente por razones econ6--
cional demuestra cómo el mapa da la posibilidad de la orientación micas sino más bien como inminencia de un desmoronamiento espiri-
-como proceso de reducción, de selección y de simbolización en el que tual, civilizacional y existencial resultante de un malestarglobal, adquie-
el espacio del mapa contracta el tiempo de la oída. Desde el mapa de la re todas sus dimensiones en la actual puesta en marcha de una calenda-
Roca, que es esta contracción, antes que desde la Roca misma, que ricdad y de una cardinalidad planetarias.
desde la vista suspendida descubre el conjunto real del espacio repre-
sentado, es desde donde se accede a una Visión de este territorio literal- A este respecto, la operación de marketing lanzada desde Estados
mente geo-gráfico, es decir, humano, constitutivo de una "mirada abso- Unidos en torno a lafiesta de IOJ muertos; Halloween, merecería un aná-
luta"; una mirada inscrita en el cruce de los confines cardinales." lisis en profundidad.

Cardinalidad y calcndariedad, que se establecen primitivamente en El que la Crtcica de la razón pura no tenga en cuenta la cuarta sínte-
la inmediata inmensidad del ciclo para desplegarse con la aparición de sis hace imposible un pensamiento de los dispositivos calendarios y car-
las mnemotécnicas en aparatos de medida y dispositivos de representa- dinales como organieación del espacio y del tiempo de! Nosotros -es decir,
ción figurada, abren la relación con el mundo, constitutiva de este como política. Heidegger, que examinó estos dispositivos o merodeó en
mundo, como tiempo de este mundo y espacio de este mundo. Es impo- torno a ellos bajo otros nomhres (durabilidad, publicidad, orientación,
sible acceder al espacio o al tiempo de un mundo fuera de estos stste- a-lejamiento, distancia, principalmente"), sin embargo no permite ir

2.32 233
muy lejos en este sentido; se lo impide su distancia ante la cuestión d que ella hace posible --en un después en cierto modo fabular, pe-forma-
la WéltgesdJichthchkeit. e
tivo y fundador- y que, al ser una condición de posibilidad de la experien-
Concluíamos el capítulo anterior planteando que la consecuencia cia en tanto que ésta es recognitioa, es "trascendental", siéndolo al mismo
del control de las tecnologías de adopción por las industrias transnacio- tiempo sólo en y bajo las condiciones de la aposterioridad de la historia de
nalcs de programas sería la mercantilizaciój, mundial de la educación las invenciones técnicas.
(lo que es la.co~~ición de la consrirucidn de una muodialidad homog-é- Llamamos a esta situación "a-trascendental".
nea). Esto significa qUl~ la cuestión de [os dispositivos rerencionales y
rneta-retenClOna[es debe ser tanto más correctamente aprehendida Así hemos podido subrayar que el entendimiento qoe efectúa la
~uan.to ~ue.l,ossÍJtema.s.edu~a.tivosson ante todo lugares de adquisición y de numeración es lo qUlO ha interiorizado una operación que consistía en
mterlO~lzanon de los dispositiuos calendarios y cardinales _y, en este caso, pnmer lugar en una motricidad del sentido externo sincronizada con el
en occidente fucron concebidos como dispositivos de adquisición de los sentido interno, ya que esta conjunción de los sentidos interno y exter-
f.undamentos C/:1ltíficosyjilosójicos de experiencias individuales y colee- no supone un sistema técnico de numeración que constituye el substra-
~Ivas del espacio y del tiempo, como ñistoria del espíritu, en tanto que to, elaborado en el curso de la historia de las conciencias, que permite
este es un Nosotros qUlO nos engloba, que es mayor que el Nosotros actual conservar la huella de un transcurso y estabilizarlo. Debernos remitir
y factual, y que nos abre la perspectiva de un espacio Vde un tiempo uni- aquí a los análisis que propusimos de la geometrfa", en los que creem?s
versales- más allá del sentido físico de estas expresiones. haber demostrado que la síntesis retencional literal, en tanto que viene
a suplir a la finitud retencional de la conciencia de protogeómetra, es
.A las sínt~sis de la conciencia se sobreimpone originariamente la sfn-
tesis tecno-Iog lca de la retención terciaria. Esta cuarta sfnresis condi- presupuesta por el razonamiento geométrico, tal como Husserl preten-
cionando la síntesis de reconocimiento, SOporta y articula al' mismo dc dar cuenta, y perrmte la constitución del Nosotros de la comunidad de
[l(~mpo las tres síntesis de la conciencia, y se la puede Hamar una "reten- los geómetra» así como la apertura del horizonte infinito de la ciencia
clOn,d.lO síntesis", como se llama smtético al artificio de una replicación g-wmétrica como pantalla de proyección de este infinito -y no hay infi-
proteura. En este sentido, a nesg-o de chocar a la Escuela, se estaría ten- nito sin pantalla.
tado de hablar de proteticidad a priori. El juicio sintético a priori estaría Pero de manera mucho más genlOral, la síntesis literal del flUJO de la
apoyado por una síntesis protética "a priori" -"a priori? que sin embar- conciencia es también lo que hace posible la invención del principio de
go mantenemos entre comillas porque, considerándolo arenramenre contradicción, Tomamos aquí la palabra "invención" en el sentido anti-
h,ay a~norid~d del juicio sintético de la conciencia en el después de un; guo de exhumación (r'invención de la santa cruz" "). El principio de con-
slntesl~ protenca y a poste.non: (es decir, empírico y que además pre-cede tradicción no es descubierto ni desde luego inventado en el sentido de
en el tiempo a es.ta con.clenCla como la posibilidad de su ya-ahí), pero "fabricado". Toda conciencia accede a él de entrada y en este sentido no
que hereda al mismo uernpo de la apnorida.¡ de la síntesis del juicio hay descubrimiento. Pero no toda conciencia [o pone en funcionamien-
234
to con éxito, a falta de! dispositivo de control de la unidad de flujo que , d e1 fl uJ'0 de experiencias vividas en un horizonte de. "paz de
caClon
permite respetarlo y en este sentido, aunque no sea fabricado, es "inven- opuestos meta l iSIicos" ra y en e! flujo universal de un Nosotros ideal.
tado", es decir, hay una fecha a partir de la cual se formula m tanto que
\ ."
n.Slllllsmo. si la conciencia general satisface las condiciones
. . de lo que
tal y en cierto modo producido, pro-ducido como se "produce" una
la Crítica de I~ razón pura llama las analogías de l.a expe~lenCla-p~rma­
prueba ante un tribunal". Este "en tanto qUl; tal" supone un dispositi-
vo que permite su proyección. nencia (sustancia), producción (sucesión), co~umd:~ (simultaneidad),
Sln em bargo, no to da conciencia tiene reflexiva
" y teucamente acceso
, a
Es e! "en tanto que tal" de! principio de COntradicción e! que define las reglas a priori que determinan la relación de todos 105, fenome~os
la tesis o el enunciado tético, es decir, La posición expresa típica tanto del entre sí en un mismo tiempo y que establecen estas analogías. El pnn-
razonamiento apodíctiCO como de la publicación de la ley que funda la cipio de las analogías descansa
potís, Lo que impone formalmente el principio de contradicción es su
sobre la unidad necesaria de 1a apercepclO, 'n en , relación a
devenir-público. Si este principio de contradicción sobredetermina la
toda conciencia empírica posible (de la perce~clOn~ en ~ada
actividad proyectiva de toda conciencia, no es conquistado apodiaica-
tiempo y, en consecuencia, puesto que eS,ta ~_nldad sirve fun-
mente mientras no se adquiera la posibiLidad de registrar LiteraLmente un damentalmente a priori, en la Unidad smrcnca d~,todos los
enunciado Lógicoque transcriba un flujo de conciencia -por e! hecho, tam- fenómenos, desde el punto de vista de su relación con el
bién ahí, de que la conciencia está sometida a la finitud rerencional que ,
tiempo. . , LJ ape rcepcrón originaria se1relaciona con
En efecto
le prohíbe aprehender en su unidad de conjunto (es decir, unificar) e! el sentido interno (con el conjunto de todas as represent~­
flujo temporal en e! que ella consiste. .
Clones) y,hav
, , ,que
] ,subrayarlo , a priori con
.' su forma, es1 decir,
-
con la relación de la conciencia empírica diversa en e tiem-
Por esta razón toda conciencia, aunque esté sobredeterminada por
po."
este principio, sin embargo puede y dehe sufrir por el hecho de encontrar-
.
Pero no toda conciencia. es "consacnta
. "d e I o que es la conciencia,
se en contradicción con ella misma, de que es "en sí y para sí" antitéti-
ca, y de que, sin embargo, siempre deba acabar por juzgar, es decir, por '1 mcn t e como unidad de un flUJO que lleva a cabo estas reglas
especia fI .de
decidir y zanjar haciendo la "síntesis" de esta situación existencial. Esta "
1a expenenCla..• su formulación supone e! arrazonamiento de este ujo,
experiencia, que es una prueba permanente de la exrstencia, SlD recur- su fijación y su espacialización.
so, sea cual sea la evidencia del principio, se llama el tiempo, estirado Respecto a los juicios matemáticos, que "son todos sintéticos~; supo-
entre el pasado que se ha olvidado para siempre y e! futuro que no se ha nen la síntesis protética ya posteriori de la unidad de la apercepClOn ~eo­
anticipado, horizonte de posibilidades que todavía no existen --expe- métrica como conciencia de un Nosotros ideal que a.pa.rece después la
nencia contradictoria del no-ser sin e! que, como dice Valéry, no hay ,. I después de la experiencia de esta apostcrioridad (que es a
futuro, mientras que no es concebible mngún futuro que no proyecte al prton; en e . ' dida que ésta
' 'de un pensamiento necesario que se necesita a me
eXpenencla . 'b para sí
mismo tiempo la resolución final del principio y, por lo tanto, la urufi- se engrama -ya que el pensamiento del geómetra figura e mscrt e
236 l37
mismo su razonamiento) y aunque el ponerlo al descubierto sea induda- por microflujos turbulentos- y en el curso de este flujo se forman uru-
blemente e! descubrimiento de Juicios sintéticos a prioiri; es decir, que dades de historias, que son siempre más pequeñas y a la vez mayores
componan "la necesidad que no se puede sacar de la experiencia"." que el flujo de la propia conciencia. Así, la historia de la geometría es
mayor que la del geómetra. y, al mismo tiempo, un geómetra siempre es
Pero aquí hablamos de dos sentidos de la experiencia. Uno es la expe-
más que un geómetra. A este respecto la geometría es "más pequeña"
riencia de lo que hay de permanente como espacio de los fenómenos acce-
que e! geómetra.
sibles a los sentidos externos y e! otro, la experiencia de lo que hay de flu_
yente y, sin embargo, de unificable idealmente en la aprehensión, la Habíamos visto que un flujo de conciencia es un montaje que pro-
reproducción y e! reconocimiento, y en e! sentido interno tal como éste cede por captaciones, injertos, mezclas y posproducción de donde resul-
puede apoyarse en las muletas de representaciones permanentes que siem- ta un fenómeno de adopción: el que da la unidad proyectiva de un flujo.
pre pueden variar pero cuya inscripción en la permanencia de las retencio- Captaciones, injertos, mezclas, posproducción y montaje suponen unos
nes terciarias, que pertenecen ellas mismas a la vez al sentido interno y Instrumentos rerencionales en relación a los cuales e! curso del flujo
al sentido externo,permite estabilizar, al sincronizar al mismo tiempo sen- contrae unas obligaciones en las que se encuentra "cogido". Estas obli-
tido interno y sentido externo. Cuando volvamos sobre la cuestión de la gaciones ponen en juego las tres síntesis que de este modo están ellas
gramática veremos que esto es igualmente cierto de las categorías." mismas tecnoló-gicamente condicionadas por los substratos de las
retenciones terciarias que constituyen el curso del flujo por su durabili-
Es en este sentido extremo en el que a las síntesis de la conciencia se
dad.
les sobreimpone originariamente la síntesis tecno-lógica de la retención
terciana y por esta razón en "La industrialización de la memoria?" yo A partir del siglo XIX, está en curso una "nueva conciencia" que
hablaba de síntesis industrial de la finitud rctcncinnai, Ahora bien, esto comenzó a ser pensada en el siglo XVII como Yo pienso, ciento cincuenta
significa que esta síntesis industrial cuestiona directamente la conciencia en años después de! descubrimiento de América y de la invención de la
tanto que tal --es decir, en tanto que ésta ha podido aprehenderse "en Imprenta: se generaliza cuando sus substratos son interiorizados masi-
tanto que tal" en el curso de una época del pensamiento que es precisa- vamente con la escolarización, al haberse convertido el libro en una
mente la época del pensamiento de la conciencia, llamada también la industria.
filosofía moderna." La irutruccion pública dispensada por la educación pública es la orga-
nización nacional de la interiorización (y de la naturalización) de la sínte-
La posibilidad de este "cucstionamiento" significa que el flujo de la
sis protética "a priori".
conciencia sólo tiene curso en la medida según los substratos que dibujan las
posibilidades de este curso. La conciencia es un flujo -que engendra tor- Veremos que esta época de instalación de la conciencia que va de la
bellinos procedentes de lo ljue en el último volumen designaremos y imprenta y la coíonixacicm a Jules Feny corresponde igualmente a una gue-
analizaremos como el fenómeno de la recurrencia: ésta está constituida ITa espiritual y tecnolágtca de la gramática, lo que Sylvain Auroux ha lla-

239
mado "la gramatización", por medio de la cual Europa occidental trata sa de opinión que abnó el espacio de la confrontaCión de las ideas en el
de hacer adoptar su modelo teoló-gico político: esta guerra de la tipogra- siglo anterior. Desde luego no hay que infravalorar el hecho de que esta
fia que empieza a imponerse al mundo, como red colonial y "república conciencia nueva es en Cierto modo la estela del espíritu revolucionario
de las letras" es una guerra de los espíritus. nacido en el siglo XVIII como época de las Luces, en particular a través
El Yo pienso se concretiza y generaliza en.el siglo XIX al término de de Rousseau, Kant y Condorcet, y, a la vez, un aspecto esencial de la
la primera revolución industrial por medio dc una interiorización de organización del proceso de adopción que habíamos llamado la moder-
masa de los substratos que condicionan su curso." El número de niños nidad tal como ésta procede de la revolución industrial (éste es el doble
escolarizados pasa de 1.939.000 en 1832 a 5526.000 en 1886-1887. En sentido de la instrucción pública obligatoria).
1850 son e! 47,5% de la población en edad escolar y en 1896, c193,5%": Hoy, cuando el entendimiento mecanizado y el esquematismo de las
la interiorización se sistematiza a través de la generalización de un sis- industrias culturales entran en convcrgencia, este sistema educativo sur-
tema educativo que descansa en la alfabetización, la numeración, la gido del siglo XIX, inspirado en los siglos xvn y XVIII, como disposi-
literación y la vocación de frecuentar las ideas universales -lo que los tivo de interiorización de las prótesis constitutivas de la historia de los
alemanes llamaron una Bildunl\ una "formación" en la que es tam- saberes y de! Nosotros en tanto que conciencia universal que se des-
bién la proyección de una imagen (Bild).
prende de historias nacionales, es cuestionado por la transformación del
Esta proyección nacionaí lueral es una sincronización que constituye sistema técnico en sistema mnemotécnico industrial y planetario de
la unidad del Nosotros democrático industrial, pero que también tiene retención, y con él, la "conciencia": las industrias internacionales de pro-
por objeto una diacranisacion como adquisición de una facultad de juz- gramas tienden a sustituir a las industrias nacionales de programas que son
gar (y de sintetizar unas contradicciones}", o més exactamente, como los sistemas educativos nacionales, los cuales ya no parecen compatibles
invención de esta facultad ya ahí, pero que como principio de contra- con los imperativos de la transmisión definida por el sistema industrial y
dicción pide ser planteada, ex-presada en su uso público "ante el con- mnemotécnico planetario. A través de esta evolución se disputa una verda-
junto del público que lee" y, por tanto, practicada. Este uso público cons- dera guerra de los espíritus, llevada a cabo principalmente por Estados
tituye un espacio púhlico, una res publica cuya institución es la escuela.
Unidos, que veremos que no hace más que proseguir la que había ini-
La proyección literal es el espacio y la pantalla de proyección de la ciado el occidente europeo y cuya posibilidad está originariamente ínscri-
res publica -y desde los gnegos, de la polis. Pero, como veremos, sólo a ta en el proceso de adopción que caracteriza toda socialización.
partir de la estandarización tipográfica son posibles tanto la invención de
la conciencia del sujeto como la del cspaClo republicano moderno.
Al mismo tiempo que se desarrolla la instrucción pública se instala
la prensa escrita de masas, todavía bajo una fuerte influencia de la pren-

240 241
Esta evolución era ineluctable: es la consecuencia directa de la pues-
ta en marcha de un dispositivo de orientación surgido de la industria de
la transmisión, basado en los soportes rerencionales digitales y que
desestabilizan la hegemonía de la síntesis literal al tiempo que la inte-
4. Industrias de la transmisión y sistemas educativos gran en sus dispositivos hipertextuales e hiperrnedias. Esta industria
digital y transnacional de programas, nueva competidora de las institu-
b) Orientación y retención
ciones de programas de educación pública que fueron "nuestros estable-
cimientos de enseñanza" (subrayo en esta cita de Nietzsche) será íncon-
Hace mucho tiempo que se anunciaba la crisis de los sistemas nacio- mensurablemenre más poderosa que los media de masas que ya trastor-
nales de educación. Desde que las industrias de programas se hubieron naron mucho la escuela y que se desarrollaron cn Francia cn menos de
instalado ampliamente en la vida cotidiana y hubieron redefinido la treinta años <con la liberalización de la televisión nacional y la apari-
calendnricdad, el sistema cducacioo, que era él mismo una institución de ción correlativa de la publicidad y después la privatización de las cade-
programas calendarios y cardinales. tenía necesariamente que sufrir esta nas.
evolución. Sin embargo, la potencia de su propio dispositivo habla podi- La escuela asumió casi hegemónicamtTIte la función de orientaci?n
do resistir hasta entonces a este elemento desestabilizador cuando calcndaria y cardinal desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta la
menos en apariencia, apoyada como estaba en el prestigio y las institu- aparición de las industrias de programas. Los periódicos diarios eran
ciones de un sistema mnemorécruco separado de los sistema," técnicos de una prolongación suya que evidentemente se beneficiaba del aprendi-
producción desde hacía más de dos mil anos. zajc popular de la lectura. Las primeras enseñanzas escolares son los
El sistema educativo actual está consriruido sobre la base rerencional elementos ortográficos y aritméticos (las bases de las tecnologías de reten-
de esta época en la que un sistema mnemotécnico es independiente de ción de referencia) y los elementos primarios de la historia y de la geo-
un sistema técnico que todavía no está él mismo globaliaado ni total- grafía -lo~ nombres de los ancestros y de los territonos nacionales, sus
mente inmerso en el mercado. Ahora bien, ya no ocurre lo mismo con proveccrones en las cartografías geográficas y administrativas. Estos de-
la inregración industrial de la transmisión, para la que la transmisión de mentes son las bases de! proceso de adopción que, al enseñar un pasado
saberes constituye evidentemente e! mercado principal. Esto es lo que común, crean las condiciones rctancionalcs terciarias e interiorizadas para
ilustró la presencia masiva de las industrias de programas digitales, a que el dispositivo de proyección de un futuro compartido se haga posi-
partir de entonces inseparables del sector editorial, durante el encuentro ble v cada uno se pueda orientar idealmente en él según su propio jui-
de Vancouver consagrado a los mercados mundiales de las nuevas tec- CiO, 'es decir, según su libertad: así se forja la unidad de la nación en la

nologías de la educación. escuela.

242 243
Sola la escuela supo dar una conciencia histórica a la conciencia como Charactcristica Unioersalis, es un pensamiento de esta concisión
colectiva, ella sola supo darle una conciencia geográfica y esto repercu- constitutiva de los saberes.
tió tanto en la historia de los propios saberes como en la geografla de los
La escuela organiza la "conciencia de identidad" del flujo del Nos-
saberes, es decir, en la contribución de todos los saberes a la compren-
otros como sistema de producción de este flujo según unos principios
sión de la geofísica y de las escalas, ya se trat~ de la escala de la percep-
(científicos y republicanos o religiosos¡ de montajes y de selecciones por
ción o de las de lo infinitamente grande y de lo infinitamente pequeño,
reactioación de flujos de conciencias ccntractantes pasadas: las concien-
ya se trate del espacio simbólico de las lenguas o de los fenómenos artís-
cias de aquellos que supieron y cuyo saber se recuerda. Como sistema
ticos, del espaCio físico de los fenómenos mecánicos, del espacio vital de
d~ orientación en la historia del Nosotros intelectivo, el sistema educati-
los seres naturales, del espacio histórico de los hombres, etc.
vo debería ser también el lugar de interiorización de laformalizaci6n de
La escuela, sistema de orientación en los saberes, es un dispositivo las modalidades de constitución del flujo del Yo y con ello de laforma-
de condensación, de abreviación, de contracción y de proyección de su
cián de este Yo en tanto que flujo coherente -en primer lugar a través de!
historia y de su futuro, reiterados cada vez en los diferentes niveles posi-
análisis de los elementos del discurso de éste. El análisis gramatical abre el
bles de adquisición de conocimientos para las conciencias: elemental (o
acceso a la analítica del flujo de la conciencia a través de su palabra y del
primario), superior (o secundario}, universitano, etc. Como el espacio del
flujo del Nosotros a través de sus reglas de uso y en sus dimensiones for-
mapa, como el tiempo del cine, el tiempo de la escuela es una contracción.
males, que a continuación permite el acceso al análisis lógico y a los]ui-
Como recapitulaciones sucesivas de los progresos de los saberes (méto-
cías sintéticos y analíticos constitutivos de las disciplinas.
dos), este sistema sólo puede funcionar en la medida en que un flujo
retencional, ya sea el de un Yo pienso o de un Nosotros, está él mismo Decíamos que como substratos de síntesis de los transcursos del sen-
esencialmente sujeto a contracciones, abreviaciones, condensaciones tido interno y de las orientaciones de los recorridos, es decir, de los juicios
(incluidas en el sentido freudiano), algebratizaciones y teorematizacío- prácticos o teóricos, que efectúan los sentidos externos como ejercicios
nes. que corresponden a estos transcursos, los dispositivos retencionales sus-
Porque es el saber el que está en sí mismo esencialmente consagra- tentan las tres síntesis por medio de las cuales lo diverso, que se presen-
do a las formalizaciones abrcvianres -yen primer lugar en tanto que ta cn las formas espaciales y temporales de la intuición, se unifica en la
transmisiones que el sabio se dirige a sí mismo: el saber siempre es un apercepción como concepto, que se proyecta él mismo como esquema
saber-contraer (describir, analizar, formalizar, sintetizar]. La formaliza- en tanto que método. Estos dispositivos se interiorizan en la escuela y
ción que supone la formación ya es en sí misma una contracción. El para que estos métodos puedan ser adquiridos, la producción de esque-
pensador contracta y formaliza, y así es como piensa, forma y transfor- mas necesita unas prácticas que consisten en comportamientos motores de
ma. En el último volumen veremos cómo plantea Bergson esta cuestión. toda naturaleza: recitaciones, dictados, redacciones, cálculos, demostra-
La filosofía de Leibniz, algebrista y precursor de la síntesis numérica ciones, resolución de ecuaciones, comentarios de textos, disertaciones,

244 245
experiencias y composiciones, que consignan unos cuadernos de ejerci- cació n pública y para las ediciones universitarias, unos comités de lectu-
CIOS y que sancionan unos exámenes y unas oposrcrones. ra constituidos por las comunidades CIentíficas. En principio la edición
La educación pública era y siguc siendo un sistema del que el profe- debe someterse a estas instancias que acreditan las retenciones oficiales
sor es un elemento, en el que los cuadernos, los libros, las aulas y sus para producir los soportes que utilizan profesores, estudiantes, maestros
pizarras son otros elementos, y el conjunro Ileva a cabo con todas sus y alumnos. Finalmente, algulJos profesores son los que producen los
consecuencias el sistema mnemotécnico del alfabeto. Estos elementos contenidos editados -rarca prestigiosa, remunerada y codiciada.
forman un dispositivo retencional complejo en el que, en Francia por Todo esto supone Igualmente unas librerías, papelerías, bibliotecas,
ejemplo, al entenderse que la escuela que reproduce los saberes ele- etc. Este sistema descansa en la cultura mnemotécnica que es común o
mentales también forma a los futuros profesores, existen: debe hacerse común a todos estos actores, que es su medio y la condición
- exámenes y oposiciones por medio de los cuales estos profesores de inoención de su unidad de flUJO: la cultura de lo escrito como síntesis
son calificados aptos para poner en marcha los soportes de enseñanza, es literal de losflujos de conciencias pasadas, cuya conservación constituye el
decir, para hacer adaptar e interiorizar las retenciones acreditadas según los tesoro de los saberes accesibles y e/ juego de los substratos de la conciencia
cánones de una disciplina: que tiende a ser públicamente consciente de sí misma.
- una inspección académica y una inspección general por medio de Los principios que deben ser adquiridos por los beneficiarios de este
las cuales se definen los programas y su realización controlada; sistema de transmisión, a saber, las nuevas generaciones que a través de
él pueden recorrer en unos años la totalidad de los conocimientos racio-
- una universidad en la que se critican y ree/aboran los saberes, es
nales, según el dispositivo de contracción del tiempo del Nosotros que es
decir: los criterios en los que consisten, y unas comisiones nacionales en las
que se evalúan estos trabajos; también la condición de la adopción, han sido forjados en y por esta cul-
tura de lo escrito: son la concrerización de sus posibilidades analíticas y
- unas escuelas normales superiores y unos institutos universitarios SIntéticas, y en tanto que tales constituyen los fundamentos de este pro-
en los que se forman especialmente los maestros y los profesores agrega- ceso de adopción en un país democrático moderno.
dos"';
Ahora bien, no es en absoluto seguro que en el futuro todavía se pue-
- un mundo de la edición escolar y universitaria especializada en-la
dan transmitir estos principios, ni siquiera que todavía se pueda verda-
publicación de los Libros de texto y obras de investigación, es decir, en el deramente hoy. Se vuelve marginal el dispositivo retencional en el que
establecimiento y la difusión del dispositivo retencional en tanto que tal.
han sido forjados, lo que tiene como consecuencsa que el conjunto del
Además, esta edición especializada está enmarcada por los saberes sistema en cierto modo parece "girar inútilmente" y cambiar de función.
de todos los actores precedentes que elaboran para los libros de texto Ya se ve ahí una espeCle de parque para la custodia y posible endereza-
unos pliegos de condiciones publicados por un boletín oficial de la cdu- miento de unos humanos jóvenes. Ahora bien, este malestar en la educa-

246 247
ción quizá procede menos de una crisis social, económica, política e ellos mismos por los saber-hacer", evidentemente no permiten pensar
incluso moral que de una cnsis propiamente extra-ordinaria de los saberes más el futuro de la escuela que cualquier otra dimensión de futuro de
-pues ordinariamente el saber está en crisis. un Nosotros.
Esta cxtra-ordinaricdad crítica deja completamente desprovistos a los Una gran mayoría de docentes, ya sean maestros, profesores o inves-
responsables de la transmisión de estos saberes y·los sume en una peligrosa tigadores, tienen la sensación de que si los saberes tecnocienrfficos pro-
culpabilidad, portadora inevitablemente de reactividad y tanto más gresan a toda velocidad, el saber como unidad idealmente universal de un
vacía cuanto que los demagogos de todo tipo, premios Nobe! incluidos, Nosotros ha entrado en un proceso irreversible de desmoronamiento en el
no dudan en denunciar a cada paso, en sus dificultades, una incompe- que se aniquila -esto que tanto Husserl como Valéry presentaban ya,
rencia o una ilegitimidad que sería el hecho de una deriva corporarivis- pero que a fin de cuentas, se revelaría inconmensurablemente más grave
ta o sindical :si no de una esencia intrínsecamente perversa del oficio tras un siglo de tecnologización de las matemáticas por los instrumen-
de docente. Esta es una expresión singularmente sórdida del malestar
tos de cáleulo y de aceleración de la "conquista de la ubicuidad"; casi
que reina en Francia en toda la última parte del siglo XX.
apocalíptico, quizá no para el mundo en general sino para el mundo de
la racionalidad.
La "crisis de la escuela" no es esencialmente ni la indisciplina de lQS
5. Industrias de la transmisión y sistemas educativos alumnos ni la "incivilidad" de los "barrios conflictivos", ni la disgrega-
ción de la célula familiar, ni e! peso demasiado grande de los padres o
c)Disgregación de los saberes y dcnagacián de los no-saberes
de las colectividades locales, ni e! hecho de que los docentes sean fun-
cionarios, ni tampoco el peso de la crisis económica, ni siquiera el cre-
El problema es más noble. Es decir, que es mucho más grave y pre- ciente peso de las industrias de programas y de los nuevos media. Tam-
ocupante, por muy ciegos que puedan seguir estando al respecto algu- poco es, desde luego, la emigración, hoy menos importante que no hace
nos advenedizos de! reconocimicnro Científico. Si existe crisis social, mucho y que es esencial para e! desarrollo económico, social, técnico y
económica, política y moral y si esto también suscita a veces, e inevita- científico de un país moderno, como ha demostrado e! capítulo anterior.
blemente, un corporativismo efectivamente condenable , esto sólo son Es todo esto, pero como consecuencias diversas de la incapacidad de los
consecuencias. Estos efectos SOCiales, económicos, políticos y morales, saberes para dar cuenta de la nueva situación y, por lo tanto, de la carencia
que desde ahora se han vuelto verdaderamente insoportables en la vida de criterios de andlisis y de teoremas sintéticos que permitan constituir un
de "nuestros" establecimientos de enseñanza, son los de la disgregación dispositivo epistémico de retenciones apropiado y como incapacidad resul-
de los saberes frente a las consccurnctas del devenir tccnocientifica ae la torne de FORJAR losfundamentos integradores de un Nosotros, es decir, de
ciencia -incluidos unos saberes políticos que, al faltar y ser reemplazados una visión de futuro deseada en su misma indeterminación, en su

249
improbabilidad factual, en la incertidumbre de sus fronteras y en su idea- tanteo Así un sabio especializado exclusivamente se parece a
lidad, en el sentido a la vez kantiano y husscrliano de esta palabra. un obrero de fábrica que en toda su vida no hace otra cosa
Sólo una critica permite el desenlace de una crisis, es decir, la aper- que fabricar determioado tornillo o de.terminada empuñadu-
ra para una herramienta o una máqu~na determ.lOada., tare~
tura a otra época (portadora de otras crisis] y sólo unos criterios permi-
en la que alcanza, hay que decirlo, un increíble vtrtuosrsmo.
ten llevar a cabo esta crítica. Es lo gue designamos con el nombre de
"nueva crítica". Ahora bien, si estos criterios son siempre y muy en pri- Ahora bien, la proíifcracion de no-saberes inevitablemente resul.tante
mer lugar unos criterios de retención, es inconcebible que los procesos de de esta situación que no ha hecho más que reforzarse con la continua-
ruptura aparecidos en las tecnologías retcncionalcs de las mnemotécnicas en ció n de la industrialización está enmascarada: es objeto de escandalosas
el curso de las últimas décadas y que constituyen el carácter propia- denegaciones, aunque, al contrario de lo que ocurría .en ~a époc.a de
mente extraordinario de esta crisis de las ciencias europeas convertidas en Nietzsche, por parte de las más amplias masa.s de cO.llnennas se .sl~~ta
tecnocicncias americano-planetarias, no sean teorizados en tanto que tales a artir de ahora que su "reificación" 00 consigue pnvar de todo JUlClO,
deptodo "albedrío", como se decía antes, de este . I o comun
. ".sennc ' " que no
por los saberes y que todas las consecuencias de dio se saquen en mate-
ria de saberes y de no-saberes. comprenden en absoluto los cornercianres de audiencias.

Hoy se producen muchos no-saberes, 10 que es inevitable teniendo en Así pues, estas masas de conciencias se ponen a dudar -pero peligro-
cuenta unas inconcebibles aceleraciones y compicjificacione, resultan- .;amente, y no metódicamente, como sería el papel del saber y de .Si/S forta-
tes de la recnocicntificaciór¡ de tantos aspectos de la vida bajo la direc- roces de hacer todo para dar a cada uno el deseo y no la angustia. En ~ez
ción del marketing, la crisis de los fundamentos inducida por las nuevas de ello los media se hacen eco de remilgos positivistas que no enganan
, . • ,. lO

técnicas retencionales y, a la vez, lo que lIamamos aquí la disgregación a nadie, srilo a algunos periodistas necios, celosos, anslOgelll,c~s , que
acabarán por ser "sentados en el banquillo" como hoy los políticos.
tal como la engendra una nueva división del trabajo intelectual, cuyos
efectos ya anunciaba Nietzsche en 1872: El dispositivo rerencional global y administrado públicamente que
es el sistema educativo es un dispositivo de orientación que sólo puede
La utilización, tan deseada en nuestros días, del sabio al ser-
VICio de su disciplina, hace a la cultura del sabio cada vez más funcionar a condición de encarnar -a través de los profesores en tanto
aleatoria e inverosímil. Porque el campo de estudio de las que seres mooidos y emocionados por la preocu~ación por .eI sabe~ y s~
ciencias est.t hoy tan extendido ljue aquel que con unas bue- confianza en él, una confianza que no es preCI.sam~nte ~1 ~:gatlva n~
nas aunque no excepcionales disposiciones quiere producir positiva sino mterrogativa incluso ante las concrencras mas ¡ov.e,nes-,
algu en él se consagrar,í a una especialidad muy particular y condición de encarnar, afirmábamos, la diferencia y la conJu~Clon entre
no se preocupará lo más mínimo por todas las demás. Si en el saber v el no saber, y, por último, la experiencia siempre Viva d~ una
su especialidad está por encima del I/ulgus, forma parte de . que hay que aprender a hacer ya conjugar, p omuvfi,ágll
diferencia r. que
.
éste para todo lo demás, es decir, para todo lo que es impor- pueda y deba ser, que hay que practicar uno mismo para poder transrnt-
210
251
tiria, que, en efecto, debe ser transmitida y recibida porque no se hace papel que estos desempeñan en la definición de las prótesis retenciona-
espontáneamente y que en las conciencias que hay que educar y formar les contemporáneas, especialmente en el dominio económico y empre-
encuentra lo que Kant llamaba un principio subjetivo de diferenciación sariá! (lo que actualmente se ha denominado el knowledge manage-
que se trata de hacer crecer practicándolo. ment), de la conmoción de las condiciones de evolución del ser vivo per-
La motricidad de este dispositivo de proyección de un Nosotros ideal mitida por su reificación molecular y su reproducibilidad industrial
que es el sistema educativo moderno supone la afirmación constante de consecutiva, del papel de 'Ios archivos antiguos y nuevos en historia, de
esta diferencia que encuentra varias expresiones y que, por ejemplo, la inscripción de las formas de vida humanas en los espacios geográfi-
plantea que si a=a, a es diferente de no-a, o que lo que es verdad es cos, del estudio de los textos por la lectura asistida por ordenador, de las
diferente de lo que es falso, o que el derecho obtiene su autoridad de su cuestiones jurídicas inéditas constituidas por la nueva reproducibilidad
diferencia radical con el hecho. Esta motricidad, sin la que el dispositi- industrial, de la teoría de la calculabilidad en matemáticas, etc.
vo ya no funciona, supone la afirmación de que el aprendizaje de esta
Del cómputo solar a la calendariedad mundial que instalan las redes
diferencia (que no es, ella tampoco, una simple oposición) consiste en
digitales, de la Roca de Bcdolina a los Sistemas de información geográ-
disciplinas que ponen en práctica unos criterios, siempre expuestos ellos
fica, los dispositivos retencinnales que condicionan la orientación se
mismos a la crítica.
org;¡oi7an en sistemas de "navegación" quc conocen una mutació,n
Ahora bien, mientras que las ciencias se han convertido en tecno- principal y una extensión dc sus papeles para el control de los procesos
cicncias, ya no se sabe qué son estas disciplinas y 5US criterios y esta crí- vello a la vez en el dominio social y cn el interior de las disciplinas tec-
tica parece haberse desmoronado ella misma. En las mejores condicio- nocientfficas, puestas ellas mismas al servicio de esta nueva industria. El
nes se llama "resistencia". Pero, ércsistencia a qué?
peso de esta evolución es tal que viene a desestabilizar a los demás dis-
Una crítica es lo que analiza aquello a lo que se trata de resistir, si hay positivos de proto-orientación que son los sistemas educativos. Estos,
que resistir, y aquello que hay que inrcriorizar si hay que adoptarlo. que permiten la interiorización de los dispositivos retencicnales funda-
Aquí planteamos que lo que hay que analizar y criticar en prioridad dores de las relaciones con el espacio y con el tiempo, son unas institu-
consiste en lo que llamamos dispositivos retencionales. A partir de su ciones de programas cuya {unción es refundar los modos de acceso ordi-
conocimiento es posible una comprensión de la radical novedad de la narios de las jóvenes conciencias (de los Yo que llegan en este Nosotros)
realidad tecnocientífica en relación a las disciplinas científicas tal como al tiempo y al espacio del Nosotros, modos de acceso ordinarios que pre-
fueron definidas en sus principios de Kant a Platón -ya se trate del para por anticipado y por otro lado, desde las estructuras educativas pre-
Jugar de los instrumentos en la experimentación y la simulación en escolares (familiares), aquello que Heidegger llama la preocupación -lo
ciencias físicas, de la posibilidad misma de esta simulación como pro- que plantea la dIfícil cuestión de la selección en el sistema educativo; ésta
yección, de los modelos cognitivistas de lo que es el conocimiento y del sólo puede ser tratada desde un pensamiento de la selección en general que

252 253
evidentemente constituye el centro de los dispositivos retencionales y, a tra- concebible de proceder. Es Imposible criticar un estado ~e hecho ~in
vés de ellos, de las prácticas y teorías de la ciencia y de la tecnociencia. rroporcionar una explicación y, en este sentido, una necesidad. O bien
I , 1 •
La instrucción pública oblig-atoria (efectiva aproximadamente en el uno se encuentra en una actitud de denuncia vana, .a cucsuon no es
momento en que aparece el fonóg-rafo), proyecto de las Luces y a la vez saber si aquellos que saben obtener beneficio de este malestar lo hacen
dispositivo de ajuste y dc organización de la adopción de la moderni- conscientemente o no -si son agentes del mal. La cuestión es saber por
qué se plantea la cuestión- del malestar que también padecen aquellos
dad, constituye a finales del sig-lo XIX y hasta finales del XX el princi-
que se benefician de él y cómo es posible hacer de manera que un
pal sistema de orientación -lo que entonces significa: de orientación en
Nosotros concuerde en el reconocimiento de esta cuestión y, en la medi-
el pensamiento por medio de la actioación de páncipios de diferenciación
da de lo posible, en su resolución por medio de una transformación en
que todos tienen (verdadero y falso, erc.}, pero que no todos actualizan
una cuestión menos maléfica --en una proyección de un Nosotros, es
y formalizan, ya que no todos están formados. Este pensamiento en el
decir, en una capacidad de constituir un discurso de la universaliz.ación
quc se trata de orientarse está disponible en tanto que corpus de estos
que puede evidentemente e incluso debe inevitablemente ser un discur-
substratos de los que el Nosotros tiene necesidad y que son las retencio-
so de la lucha, es decir, de la diferencia que sig-ue quedando por hacer,
nes terciarias las cuales hasta entonces se presentan principalmente bajo
la forma de estos "objetos investidos de espíritu" por medio de los cua- Por consiguiente, la cuestión de! mal que aquí se plantea no es la de
les Husserl designa especialmente a los libros, es decir, las síntesis lite- la mala moralidad de los "aprovechados" del malestar de los demás, sine
rales del reconccurucnto. Lo que hoy hace caduco a este Sistema, o la de saber aquello que en e! actual devenir permite la distinción entre
supuestamente caduco, es que los criterios que pone en funcionamien- lo mejor y lo peor.
to ya no corresponden a los imperativos de adopción, de orientación y En realidad dos razones, peso del mercado y carencia del pensa-
de navegación exigidos por la nueva realidad retenciona!. miento, se refuerzan y concurren en el aumento del malestar:
Pero inversamente se podría plantear que esta nueva situación reten- - los criterios a corto plazo en los que los inversores industriales
cional no tiene criterios y de hecho, a falta de algo mejor, aplica ciega- creen encontrar su interés se oponen a la puesta en marcha de los
mente sólo los criterios de beneficio inmediato, teniendo en cuenta el medios necesarios para una inteligibilidad de los procesos en curso;
hecho de que, como no se piensa la síntesis retencional, los saberes están
- a la inversa, un cierta pereza del pensamiento y una instalación en
hoy en dcsherencia, a falta de una capacidad para producir una inteligi-
la denuncia que es también un fondo de comercio en ocasiones ba~tan­
bilidad general de los procesos en curso.
le provechoso constituyen la coartada que proporciona el pensamle~to
Puede parecer muy ingenuo formular así una causa posible del para afrontar su verdadero objetivo y que refuerza en su mezqumo
malestar generalizado y de la indiferencia ontológICa en la que se des- ,
plinto de vista la venalidad ,
ambiente, en e f'ecto mas
• vu 1gar Slll
in duda
u a de
pliega esta "cuestión del malestar". Sin embargo es la única manera lo que nunca lo ha sido.

254 255
El esfuerzo requerido es tanto más duro cuanto que la cuestión de
la orientación escolar como selección se plantea también como conse-
;\lOTAS
cuencia de todo lo que precede: al ser la cuestión de la transmisión la de
la retención, es inevitablemente la de la selección. Esta cuestión de la
selección que se plantea en la escuela es la traducción de los hechos que 1. Habíamos cxpuc~to esta teoría en "Las teorías de la evolución técnica", El
cuestionan una sociedad cuya fuente es de derecho la escuela, si no de pecado de Epimaeo, op. cii., cap. 1.
hecho -derecho de la escuela cuestionado a través del hecho de la mte- 2. ef más arriba el capítulo IJI.
gración industrial de la transmisión y que se declina en la mayoría de
.). Como tc~timonia un llamamiento a proposiciones de la Comisión Europea,
los dominios recnocienríficos-. y ahí está efectivamente la desorientación, anunciado el19 de septiembre de 2000 en Bruselas, en el curso de una jornada de
Sólo a partir de un análisis sociológ-ico, económico o incluso político se información sobre una CPA (Cross Program Action), extraliamente titulado "Siste-
puede responder al desafío de pensar la selección en el sistema educativo. llla~ dc info-movilidad y de informaciones geográfica, inteligentes y omnipre~en­
A partir de un pensamiento de la selección como centro de la cuestión pri- rc," Yo mismo he desarrollado esta problemática en un informe remitido al secre-
mordía! de la retención y, por lo tanto, a partir de una reevaluación epistl- tanado general del gobierno francés e131 de marzo de 2000, Nolrepenpeaioe sur l'¿-
mica general (lo que aquí lLamamos una nueva crítica) se puede y debe ].'OIUtlO11 des e011ditions d'am¿nagement du terálnire daTls le C(J11lerte de la sociit¿ de l'in-

plantear la cuestión de la sdeccion en la escuela. formati011a dans le domaine mlrurd, disponible en la siguiente dirección electróni-
Cd: [wwwpm.mric.gouvfr]
Tratamos de aprehender los dispositivos rctencionales en general y
4. El pecado de Epimeteo, up. cil., p. 95.
aquellos en los que consisten también las ciencias en particular a partir
de lo que para nosotros constituye el gran logro del pensamiento filosó- 5. (;f sobre esre punto G, Simondon, Du mode d'o:!steTl<e des objets teehniques.
op, cit., p. 50 Y stes. y El pecado de Eoímctco, op. cít., pp. 119-122.
fico, pasando especialmente por Kant, Husserl, Heidegger y Simondon.
Pero planteamos que estos grandes pensamientos no han podido llevar 6. lo mismo he examinado estos obJetus especialmente en un artículo del Gra11
a término la comprensión de los dispositivos retencionalcs, llamados Laroussc anual, "Réalit<' virtudle
ct ph<'nom<'nologic" ¡"Realidad virtual y fenome-
nología"]. 1994.
también síntesis, cuando finalmente no los han ignorado pura y sim-
plemente -Jacques Derrida ocupa un lugar decisivo que trataremos de 7. Cf más arriba el capítulo l l, parágrafos 9, 10 Y sobre todo, el 12.
precisar en Símbolos y diablos. Por esta razón, en el momento en que R, Pero que no se confunda: esta "territorialiaación" no es en absoluto una
nuestra cuestión central es la orientación y su cnteno, debemos examinar inversión de tcndencia sino un cnri'-juecimiento dc la tendencia a la dcsterrironali-
ahora los análisis heideggerianos de la espacialidad y las críticas (y cri- zación. Como he escrito en La deson'entadó11. un territorio se constituye en su exten-
terios) gue éstos plantean a la cuestión kantiana de la orientación en el siÓn y su enriquecimiento por multiplicación de sus puntos de contacto interno, y
<:xterno~, v desde este punto de vista sólo hay rerrrrorializ.ación, es decir, incremen-
pensamiento surgido de un gran debate entre los Aufkliirer.
to de la toma de habitación sobre su espacio, en la medida en que también hay y con
el rnismc movimiento territorialización, cs dccir, ~mancipación en relación a las

256 257
determinaciones locales actuales. Es muy precisamente lo qu~ se produce con]o que 18. Cf G. Grancl.l--e Sens du temps et fa percept",n <"hez Ednu",d Husserl. Galh-
aquí llamo rcrcrritorializ.ación. Ill"rd. 1968.
9. Es además por esa raz"o por la que Se considera e! atribuir un número de I':J. Kant, Critique de la mison pure, op. cit., 1" 174.
usuario definitivo y universal, y suprimir los números d~ abonados atrihuidos hasta
entonces a la.' tomas de aparatos (sedentarios) O a [?s aparatos mismos (mÍ>viles), lo
20. ts.. ibid., p. 40.

que evitaría la multiplicidad de los números de llamada y facilitaría e! georderen_ 21. En La técnica y d tiemp.o, vol. I\; de pr"xima aparición.
ciamiento de! usuario Como doto. 22. La desorientación, op. cit., capítulo JII.
10. Cf El pecado de Epimeteo, op. cii., pp. 119-122, 23. Éste es lugar para disipar un malentendido. 1 Iablamm ,--k modernidad cn un
sentido distinto de! que sacábamos de nuestros análisis de la revolución indu~trial en
] 1, David Lande" L' fleure qu 'il est, la mesure da temps et faformatíon du monde
el tercer parágrafo del capítulo tres. La modernidad de la que hahlamo~ aquí, carac-
moderne, París, Gallimanl, ] 987, p. 43.
tenstica de una época de la filosofía, condiciona [a aparieióo de la modernidad indus-
1. N. de la T.: hay aquí Un juego de palabra> que se pierde LIl castellano: "ser trial, pero no es la realidad histórica, social, económica y política de e~ta modernidad
puntual" en fral1cé~ se dice are ii I'heU/·e. que consiste en un nuevo proceso de adopción. Es a este respecto 'Iue Jean-Fran~ois
12. Kant, Qu'cst-ce qw: s'oricntcr dans la penscc? op, elt., 1'_ 77. Lvotard ha podido hablar de "postmodernidad". Porque la "postmodernidad" sólo es
un avatar de la modernidad industrial-una época deceptiva de la mmkrnidad en la
n. :\l. de la T: "mapa" en francés se dice carteo
que el devenir industrial invierte su signo porque lo que proyecta el No",tms ya no
B. Christian faeob, L'Empire des canes, A1bin Michel, 1992, p. 50. cs el progreso. Pero más valdría hablar de hipermodernidad o de ullramodernidad en
la medida en que, lejos de entrar en una pretendida sociedad "po>tiodustrial" cono-
14. H<: tratado de d",arrollar unas con'ecuencias fenomcnológicas de esto, aná-
cemos la época d<: la hiperindustrialización, es decir, de la sumisión de todos los dis-
Ji,i> de [acob en ~Étfe la-bas', Alter, nO 4, Espaee et imagination, 1996.
positivo, n:tLIleionaks, biológicos incluidos, a la explotación industrial y, por tanto,
15. CI M. Heidegger. Les problem~s fondamentaux de la phénornénologie, traduc- la sumi,i6n de lo~ tiempos de conciencias y de sus sopones carnales a lo, nuevos
ción [al francés] J.-E Courtine, Gallimard, 1985, p. 314 Y.Ites. [Traducción al ceste- mercado, a¡'ierto~ por estos avances tecnccientíticos. Decretar una po>tmodernidad
lIaoo, Los probl~mllS Jundarne"tal~s de la Jetwmenología, Trotta, 200l.J que scría la _,alida de la modernidad es sobrevaluar la definición de la modcrnidad
16.l.,a desorientación, op. cu., capítulo 1, pp. 68-76, Ycapítulo IV, pp. 361·369. por la l'eriodizaC1(¡n de la historia de [a filosofía y sub-evaluar el inmeo~o cfCcto de
ruptura 'Iue eo"'tituye la revolución industrial. La distancia entre ROIl~'eau y Marx
17. Como lo bizo Cérard Grane! en uo curso impartido en la universidad de e-s infinitamente mayur que [a distancia entre Nietzsche y nosotros. Esta oh~ervación
Toulouse en 1980 y consagrado a Fedro y a Fedán bajo e! título de "L'invenuon de no ~ignifica que la "postrnodernidad'' sea un concepto vado: La condición postmo-
raroe" ["La invención de! a[mo"] dalla fuc un libro importante. Sin embargo, es necesario situar preei,amente el inte-
IIJ . .'\l. de la T: otro juego de palabras: Sli<:g[erdice pro-duit commc on "pwdu¡,n n's y e! sentido de época dcccpuoa de la modernidad.
une piice dcuant un tribunal: en francé> esta expresión significa '·pre~Lntar pruebas 24. Sobre [a compleja aniwlaeióo eotre i"'truceión e industrialización, en la
ante un tribunal'". 'Iu~ é,ta parece haber frenado en mucho, caso~, al menos en un primer momento,

2IR 259
la alfabetización, el Fran~ois Furet y [acques Ozouf L.re a Éoire, volumen 1,
Minuit, 1977, 1'1'. 2')9-269.
25. t«, ibid., pp. 275-276.
26. Cf especialmente Kant, Réfl~x;ons sur Nducation, rr. [al francés] A. Phila-
nenko. Vrin, 1967.
27. La cual supone una institución quc suscita un problema de epistemología
jurídica, retomando la expresión de Cathcrine Kintzler, CondorCeI, l';nslructÍon
pubfiqu~ ~I la naissana du atoyen, Gallimard, colección "Folio", 1984, p. 32.

1\: N.
de la T.: los "profesores agregados" equivalen a Ins profesores de ense-
Capítulo cinco
ñanza secundaria de nuestro sistema de enseñanza pública.
211. Induso por un mark~ting especializado, en cierto lJlodo un melamarket;ng, en
el que el político se encarga menos de concdnr "el cambio" que de oendcrio.
HACER LA DIFERENCIA
29. Friedcrich Nietzsche, Sur l'av~n;r d~ nos ¿Iablissements d'enseignements, tra-
ducción lal francó] J. L. Backer, M. Haar y M. B. de Launay, en Oellllres Cnmpll:tes,
t. r, vol. Il. Galfunard, 1975, p. 96. [Traducción al castellano, Sobr~ el porv~nir de
nuestras escuelaspúbLicas, 'Iusqucts, 19110.1
30. Respecte a la relación entn: ciencia y medios de comunicación, Nietzsche
escribe tambi.:'n lo siguiente: "Alcanzarnos ahora el punto en el que el hombre de
ciencia en tanto que tal ya no tiene en absoluto la palabra en todas la:; cuestiones
generales de naturaleza seria y, sobre todo, en los problemas filosóficos más eleva-
dos; en cambio, esta capa de cola viscosa que se ha deslizado actualmente entre las
ciencia:;, el periodismo, cree cumplir ahí su cometido y lo realiza conforme a su
naturaleza, es decir, como su nombre indica, como un cometido de jornalero, perió-
dico. El periódico sustituye a la cultura y quien todavía aspira a la cultura, aunque
sea a título de sabio, se basa habirualmenre en esta capa de cola viscosa que Cemen-
ta las junturas entre todas la formas de vida, rodas las clases sociales, todos los artes,
todas las ciencias. En el periódico es donde culmina el designio particular que nues-
tro tiempo tiene sobre la cultura: el periodismo, maestro del instante, ha ocupado el
lugar del gran genio, del guía establecido para siempre, de aquel 'lue libera del ins-
tante".]J, ¡bid.
261
260
1. La espacialidad del ser-en-el-mundo y
el «paso absolutamente desapercibido"

En sus análisis de la espacialidad Sein und Zeit objeta a Kant el olvi-


do dc la ruundaneidad -el In-der-Welt-Sein- de lo que da testimonio el
razonamiento de ¿Qué es orientarse [orientiercn] en el pensamiento?
Escc pasaje de Sem und Zeít, cuyo análisis ya habíamos Iniciado en
ELpecado de Epimeteo' nos Interesa tanto más cuanto que también con-
Cierne a la radiodifusión que entonces está empezando a nacer.
En 1926 la radiodifusión civil de programas sólo existe desde hace
algunos años -apcnas cinco años. Herrz descubrió las ondas electro--
magnéticas en 1888, once años después de la invención del fonógrafo
por Edison y tres años antes de la aparición de la Filosofía de la aritmá-
tica de Husserl. En 1895 Marconi explota el descubrimiento de Hertz e
inventa los principios de la radiodifusión, cinco años después del ero-
nofotógrafo de Marey, un año después de la cámara de los hermanos
Lumiere, que también es una aparato de proyección, y seis años antes
de la publicación de las Inoesdgaciones Lógicas. El trfodo es puesto a
punto en Estados Unidos por Lee de Forest en 1912, mientras que Hus-
serl dicta sus cursos sobre los objetos temporales y un año antes de la
publicación de las Ideas relativas a una fenomenología pura y a una filo-
sofíafenomenológica. Los amplificadores de tubos electrónicos se desarro-
llan durante la primera Guerra Mundial mientras Heidegger redacta su

263
Tratado de las [ategoría," y del significado en Duns Scot v Husserl retoma Lo haremos demostrando que la analítica existencial no sabe esta-
sus investigaciones sobre el tiempo. Las primeras estaciones de radio blecer que la mandancídad, a partir de la cual solamente puede ser pensa-
empiezan a emitir sobre todo a partir de 1923. un año antes de la con- do el espacio, es de entrada retenciones y la necesidad de orientarse ahí, antes
ferencia El concepto del tiempo. de toda distribución ya sea temporal o espacial de este estado de hecho
Hitler da entonces sus primeros pasos en política. cn dispositivos calendarios y cardinales como substratos de la espacialidad y
de la temporalidad originarias de! Dasein: como ya hemos subrayado
Heidegger evoca la necesidad existencia! de la radio a partir de lo
varias veces, una retención terciaria es a la vez e irreductiblemente espa-
que Sein und Zeit llama e! a-leja miento (Ent-fánung) que con la orien-
CIal y temporal -un "espaciamiento de! tiempo" y una "tempor{al)iza-
tación (Ausrichtung) es el concepto existencial de la espacialidad del
Dasein. Ahora bien, siendo consciente de que e! sentido de esta muy rión del espacio", es decir, una diferancia.
reciente innovación técnica es "todavía dIfícil de dominar con la mirada", El análisis de la orientación en e! espacio en que consiste el pará-
olvida la vocación pro-gramática de la radio, es decir, su función reten- grafo que se titula "La espacialidad de! ser-en-el-mundo" plantea en
cíanal a la vez cardinal y calcndaria, primer lugar que el Dasein sólo puede ser efeaado por la espacializacion
Además, mientras está estableciendo con Edith Stein las Lecciones del ser-en-el-mundo porque él mismo es originariamente espacial en el
para una fenomenología de la conciencia íntima del tiempo de Husserl', a sentido de que "inmediatamente y la mayoría de las veces" es "a-lejan-
quien dedica Sein und Zeit "con ocasión de! 8 de abril de 1926" , es decir, le", es decir, que tiende a acercar lo que está lejano, "a-leja" 10 que está
por su sexagésimo séptimo aniversario, parece que se le escapa total- alelado, tiene
mente el carácter temporal de los objetos que la radiodifusión difunde y una tendencia esencial a la proximidad. Todos los modos de
encadena. Se nos podría objetar que aquí, en el parágrafo VIgésimo ter- crecimiento de la velocidad en los que hoy nos vemos más o
cero de Sein und Zeit dedicado a la espacialidad, la cuestión no es el menos obligados a participar tiene por objetivo la superación
tiempo. Pero, aparte de que este argumento sería muy discutible, como del ser-alejado. Por ejemplo, con la "radiodifusión" el Dasein
vamos a ver y como sin duda habría subrayado el propio Heidegger para lleva a cabo un a_1cjamiento del "mundo" todavía dificil de
quien el espacio sólo puede ser pensado a partir del tiempo, no se hace dominar con la mirada por lo que se refiere a su sentido exis-
mención alguna de la radiofonía en los análisis de la temporalidad' tcncial: este a-lejamiento reviste la forma de una extensión
-mcluido 10 que Scin und Zai llama la inrratemporalidad es decir la del mundo ambiente cotidiano.'
temporalidad técnica de la "preocupación" y de la medida del
tiemp~. Así pues, con e! a-lejamiento se articulan unas prótesis, de las que la
Por esta razón la crítica en contra de Kant sobre la que descansa e! radio sólo es un caso lo mismo que las gafas o incluso la calle -aunque
análisis de la espacialidad en Sein und Zeit se puede volver contra su singularmente "difícil de dominar con la mirada por lo que se refiere a
autor: es lo que vamos a hacer aquí. su sentido existencial". Ahora bien, en su conjunto estas prótesis a-

264 265
iejanres, "inmediatamente y la mayoría de la,' veces" ,'L
sc oloidaun esencia I_
V ficidad de las "conciencias de imágenes" y otras retenciones sintéticas
mente: escapa, y por una necesidad que él mismo describe aquí sin ver sin
. ~ embargo lo que describe, a [a mirada a-lejantc que Heidegger dirige
Si 1
" " y el oído llevan lejos no es sobre.la.hasclJCsu
la vista
a. canee ~atural, sino porque el Dasein, en tanto que a- sobre el Dasein y su ipseidad. Volvemos a insistir aquí porque sus con-
¡tl a.m e ~sta en,dloS,de manera preponderante. Por ejemplo, secuencias son decisivas respecto a la cuestión de la onentación, que
para quien lle~a gafas, que Sin embargu están tan cerca de él sigue a la del a_lejamiento;y respecto a la crítica de ¿Qué es orientarse en
por la distancia a la yue están "en la nariz" en I ' I el pensamiento? -por consiguiente, respecto a la cuestión del principio
do ambi , ... esenoue
m un o ~mhlcnte esta herramienta utilizada está más alejada mbjetivo de la dIferenciación.
que un cuadro colgado de la pared de enfrente. Esta herra-
mienta tiene tan puca proximidad que con frecuencia inclu- Porque Heidegger denuncia la "pura construcción de! espíritu" que
su pasa absolutamente desapercibida de inmediato, La herra- sería este principio puramente subjetivo de diferenciación entre la dere-
mienta para ve~,. e igualm~nt.e la herramienta para oír, por cha y la izquierda del que Kant hace el principio a prion de orientación
~Jempl() el auricular telefónico, se caracteriza por la 00- del sujeto en e! espacio. Para Heidegger esta aprioridad de la orienta-
Imposición del ente inmediatamcnte al-alcance-de-Ia-mano (Ión es menos un principio de diferenciación (entre la izquierda y la
L~ que tam~i~n vale, por ejemplo, para la calle -Ia herra~ derecha) que la espacialidad mIsma del Dasein como modo de su ser-en-
mienta para Ir.'
el-mundo, es decir, la existencialidad de este ser-en-el mundo o, en otras
. Pero ,este "paso absolutamente desapercibido" no COnCierne . sólo y palabras, el hecho de que el Dasein está de entrada, siempre ya y nece-
pn.mordlalmefl~e al carácter naturalizado de las prótesis que son los sanamente fuera de él. Este principio a príon sólo es una manera "pSI-
objetos en '" inmensa maY(lrí~, la cuchara como herramienta para cclcgizante" de na ver la mundaneidad a prion del Dasein -que veremos
comer, el dinero como herramienta para intercambiar la rop' que se constituye en el saber originario de una diferencia ontológica.
herra . , como
rruenta para protegerse del calor o del frío, esconder la desnudez y La preocupación de Kant por despejar un a priori a partir de la
;ostrarse, to~~ lo qu~, Heidegger llama "el complejo de herramientas orientación desde e! sentimiento de la derecha y de la Izquierda sólo
e un mun~o . También concierne y sobre todo al olvido de los dispasi-
pone en evidencia el ya-ahí del mundo al tiempo que se le escapa -y por
tlV~S retencíonaies que soporta este mundo de herramientas ellas m'
olvidadas com h . d. .. umas esta razón Heidegger se vale de este texto como un caso ejemplar de
. o crramicntas, ¡SPOSltIVOS retencionales que constituyen ceguera metafísica ante jo que ocurre en relación al ser de este ser-ahí
precisamente
., este mundo
. como mundo' y po r meUIOfio d e cuya uuenon-
.
que somos nosotros mismos, en tanto que originariamente situados en,
zacton vemos, sentimos, nos movemos y pensamos, etc.
por y como este ahí. Lo que es dado no es ni la izquierda ni la derecha,
Esto es cierto en particular y en un sentido espedfico de la escritura afirma Heidegger, sino el mundo. Ahora bien, nos parece importante
del documento
, .
y de los apoyos

rctencionales. del ya-ahíI propiamente
. ' señalar aquí que en su razonamiento "psicologízante" lo que Kant des-
mnemoteclllCOS. Ya hemos demostrado ampliamente' por qué la especi- cuida es precisamente la memoria:
266 267
Si tengo que onentarme, el "simple sentimiento de la dife- constituir un día un sistema decimal materializado que una enseñanza
renCIa" entre mis dos lados no me sirve entonces absoluta-
permite mentalizar sobre la base de gestos repetidos.
mente para nada mientras no se capte un objeto determina-
do, del que además Kant dice incidcntalmenn- "que me Pero también se podría demostrar que en Kant y el problema de la
acuerdo de su emplazamiento"," metafisica Heidegger radicaliza la oposición que de ahí se deduce entre
Alexis Philonenko comenta la objeción insistiendo en la remcm- Imagen y esquema, y que lo que él reprocha a Kant en Scin und Zcir. él
hranza que sustenta el objeto: lo mantiene en otra parte sin percibir las consecuencias de ello. El fra-
caso de Heidegger en pensar la retención terciana bajo el nombre dado
Se puede concebir fácilmente qué grave crítica del kantismo
puede añadirsc a esta observación. Este "recuerdo" al que por él de Weltgeschichtlichkeit, que es también su puro y simple olvido de
Kant concede tan poca importancia es en realidad la mani- pensar el carácter existencial de la enseñanza, es su fracaso en pensar la
festaciún delln-der-lVelt_Sein, del ser en el mundo; significa csquematización, es decir, la imaginación trascendental, es decir, la
-por lo que concreme a la orientación- que sólo me oriento temporalidad misma de! Dasein, según sus propios análisis en la obra
en el mundo y a partir del mundo. Si se reflexiona bien sobre (lue se acaba de citar.
dlo,.el análisIs kantiano encierra un absurdo: trata de dar un
scntidn a ~a orientación haciendo abstracción del mundo y de Porque lo que él reprocha aquí a Kant significa que e! ser-en-el-
hacer posible una orientación en el mundo sin el mundo. Y mundo es un ser-en-la-"historicidad-mundana" del recuerdo del
esta contradicción se revela en el fracaso kantiano en fundar mundo, etn in-der-Weltgeschichtligkeit-sein, un ser en el mundo donde el
una orientación en un principio puramente subjetivo.' mundo es memoria de objetos y objetos de memoria, más allá del "comple-
, Pero si tengo que coger un objeto y entonces me acuerdo de su POSI- JO de herramientas" y de sus "remisiones" : un tejido de retenciones ter-
Clan, este objeto es él mismo un "ayuda-memo-in" que no tiene nada de ciarias que son la condición de las retenciones primarias y secundarias,
slm~lemente púcológl co: en un sentido úngular es un "substrato" del sentí- como demuestra Sein und Zcit: sólo son posibles, nos dice la analítica
d~ Interno, una pcrmencncia en el transcurso de un flujo, como habría existencial, a partir de la facticidad de un ya-ahí.
dicho Kant.
Expulsando él mismo este tejido retenciona! de la constitución ori-
Se, ~o.dría reprochar a Kant el cometer aquí el mismo olvido que en ginaria del tiempo, de lo que él llama el "tiempo propio" del Dasein por
su análisis del esquematismo, llevado a través del caso de la numeración oposición al "tiempo de la preocupación" del Se Impersonal, bajo pre-
de los números 5 y 1000 como resultado de un método de abstracción texto de que la retención terciaria es también el soporte material del cál-
del que creemos haber demostrado que hace abstracción de los disposi- culo y de la medida del tiempo, Heidegger se prohíbe así una verdade-
tiVOS concretos de có~puto y de abstraCCión -la bola de arcilla, imagen- ra crítica, tanto de Kant como de Husserl: hace precisamente lo mismo
obJeto y represcntacron material-abstracta del rebaño- que permiten que aquí le reprocha a Kant.
268
269
Si Kant no ha podido descubrir esta contradiccicn, por medio de la poralidad sea ella misma mundana en un sentido diferente de! que Hei-
cual pide ayuda al mundo para socorrer un principio a priori, y que es degger concede a este calificativo cuando habla de la temporalidad
su contradicción -lo quc demuestra que a ningún flujo de conciencia, ni "intramundana", pero que pasa por esta "intrarnundaneidad'', para que
siquiera al de Kant, le es posible respetar sus principios unificadores, la mundaneidad de la temporalidad del Dasein como tener-que-ser su
siquiera cuando han sido formalizados por esta misma conciencia- es, tiempo trame a ésta (la temporalidad del Dascin's como lo que condiciona
comenta también Philonenko, SIl síntesis.

en función de su concepción de! espacio que él concibe como En resume, "el verdadero a priori, como demuestra la necesidad del
e! marco en e! que e! mundo se va a disponer; en otras pala- recuerdo de la posición de un objeto, no es el espacio en e! sentido Kan-
bras, e! sujeto kantiano no es originariamente en relación a tiano, es el ser-en-el-mundo", es decir, el tiempo como herencia [transmi-
un mundo, sino sólo a un espacio: es originariamente sujeto- sián y adopción) de retenciones terciarias; y tal como éstas son a la vez
sin-mundo; porque posee un espaCio podrá poseer un
espacialesy temporales, es decir, a fin de cuentas preceden (como diferan-
mundo y no porque posee un mundo posee un espacio. A
cia] a la diferencia entre espacio y tiempo. Es en estos términos como
partir de este momento, SI el espacIO precede lógicamente al
mundo y condiciona sus dimensiones, el principio que per- hay que plantear la actualidad de la cuestión de la cardinalidad y, por
mite operar una distinción en el espacio a priori -el senti- tanto, de la espacialidad (de la espacialidad como mundo y no como
miento de la izquierda y la derecha- también deberá permi- espacio): la cuestión de la cardinalidad se plantea indisolublemente
tirme operar a posterion unas distinciones en el mundo. Así como cuestión de la calendariedad.
pues, se ve lo LJue funda el análisis kantiano al mismo tiem-
po que su contradicción; lo que se vuelve a cuestionar por la
crítica del principio kantiano de orientación en el espacio es
la a prioridad del espacio y nada menos que esta a prioridad.
El verdadero a priori, como muestra la necesidad de! recuer-
2. El sentido "existencial" de la educación
do de la posición de un objeto, no es el espacio en e! sentido
kantiano, es el ser-en-el-mundo.'
La cuestión de la cardinalidad se plantea indisolublemente como
Pero, de hecho, poseer un mundo sólo puede ser la espacialidad del cuestión de la calcndariedad, pero Heidegger asimila ésta a la inrratern-
Dasein porque esta mundaneidad es ella misma la mundaneidad de la poralidad, es decir, a la medida del tiempo, que compete a la "concep-
temporalidad que es el Dasein. La espacialidad es la mundancidad del ción vulgar del tiempo". La inrratcmporalidad, es decir, también la
Dasein. Ahora bien, la mundaneidad del Dasein es también y en primer calcndariedad, es lo que en Seín und Zeit, como tiempo de la medida a
lugar, como ya-ahí, su temporalidad. Por consiguiente, la espacialidad del la vez común y calculahle, oculta el fenómeno de la temporalidad origi-
Dasein es su temporalidad. En otras palabras, es necesario que la tem- naria que es el tiempo "propio" del ser-para-la-muerte, es decir, el nem-

270 271
po de la indetermmación radical del futuro del Dasein -que recordamos lización de las posibilidades de la herencia facticia que constituye el
aquí demasiado brevemente que en cierto modo está pre-afectado por la pasado de este Dasein como historia. A todas luces esta herencia sólo es
indeterminación radical del momento delfi'nal del Dasein. Indetermi- ella misma accesible como sistema de retenciones terciarias constituti-
nación del futuro del Dasein significa indeterminación del "desenlace" vas de un mundo. Así pues resulta Imposible separar claramente tiem-
de este flujo temporal que es una conciencia, que es también el Dasein po propio y tiempo de cálculo, diacronía de lo indeterminado y del
heideggeriano, y que está completamente vuelto, originariamente y en "tener-que-ser" y sincronía determinante, Dasein y Se Impersonal. La
permanencia, aunque de un modo también originariamente ocultado, proyectividad cinemato-gráfica de este flujo retencional que es el tiem-
hacia el momento de su propio fin, su deceso. po no lo permite.
En Sein und Zeit la intratemporalidad es lo que pone en marcha Al plantear Heidegger previamente la necesidad de esta separación,
unos medios de determinación de este mdeterminado, es decir, de huida al rechazar al mismo tiempo el cine de la adopción y el proceso ro el que ella
del Dasein ame su "tener-que-ser", es decir, que éste huye de la singu- consiste más ampliamente, ro especial como modernidad, asimila docu-
laridad irreductible de su destino, en el reparto un tiempo común, de mentos y huellas a la intraremporalidad y se le escapa el sentido de la cues-
una sincronía, que Heidegger llama el tiempo de la pre-oeupación. non de la educación como sistema retencionat.
Evidentemente este tiempo común también es él un destino para todo eCuál es el sentido "existencial" de la educación en sentido amplio?
Dasan , pero, afirma Heidegger, es dcrivado, no es el tiempo originario:
eQué análisis hay que hacer de esta modalidad específica de lo que se
es el velamiento de lo que es el tiempo y la fuente de la inautenticidad
llama la instrucción, que constituye una época de puesta en marcha
y de la impropiedad en la que el Dasein se convierte en el Se imperso-
pública y masiva de la mnemotécnica constitutiva ella misma del espa-
nal.
cio público de la metafísica -donde se puede hacer uso de la razón, por
Ésta es la razón por la que Seín und Zeit acaba por excluir la Wélt- medio de signos o de señales, utilizando la mnemotécnica literal "ante
geschichtlichkeit: el documento y la huella, las antigüedades son asimi- el conjunto del público que lee"?
ladas al dominio óntico e intrarcmporal <es lo que resulta de lo que
El sentido de la instrucción pública concebida así, además de una
habíamos visto en el parágrafo anterior- aun cuando parezca que para
modalidad de proceso de adopción entre muchos otros, es muy precisa-
Heidegger se deben distinguir estos elementos retencionales de las sim-
mente la intenorización de un principio subjetivo de diferenciación, lo que
ples remisiones cardinales que son los "signos", que él asimila pura y
quiere decir: unos substratos que permiten llevar a cabo este principio,
simplemente a las señales." Pero creemos haber demostrado que los
que no es nada sin ellos -pero que no son nada sin él. La síntesis literal
dispositivos terciarios, de los que forma parte la calendariedad en gene-
es el medio retencional que hace posibles estos substratos.
ral, aun siendo, en efecto, sincronizantes son también las condiciones de
acceso al ya-ahí y, por tanto, a lo indeterminado, puesw que Sein und Lo que se le escapa a Heidegger es que la confusión entre la mne-
Zeit demuestra muy claramente que éste nunca es otra cosa que la rea- motécnica y la tecnología es lo que acontece esencialmente con la tec-

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nología contemporánea como "realización" de la metafísica moderna de En la actual confusión mnemo-tecno-lógica, calendariedad y cardi-
la subjetividad. El Cestell como dominio planetario de esta metafísica es nalidad se integran, mientras que la intensificación de los contactes
(a globalización de la "comprensión que el ser-ahí tiene de su ser" y esto entre los grupos humanos acentúa de manera decisiva la permeabilidad
sobre el modo de lo que llamamos la época del malestar. El sentido de gencral al cumplimiento de las tendencias técnicas y, por lo tanto, el
esta evolución no es verdaderamente percibido por Heidegger porque le proceso de adopción de modos de vida siempre nuevos y más amplia-
ciegan su falta de atención respecto a los procesos retencionales y e! pen- mente compartidos, y la confusión resultante de estos grupos en el mer-
sar los procesos de adopción. Esto es así porque subestima el aconteci- cado que se ha convertido un verdadero medio mnemo-tecno-geogréfi-
miento colosal en que consiste la confusión mncmo-iccno-lágica que la
co que anula el espacio público en el espacio de los intercambios mer-
cuestión de la escuela no se le puede plantear -ya que esta institución
cantiles para un Nosotros planetario en sufrimiento y cuya unidad, como
de programa y de masa es además y por excelencia el índice de la demo-
siempre, es totalmente ilusoria. Como siempre, pero en un sentido
cracia, en relación a la cual él duda que ella pueda hacer frente a los
lluevo y que está cada vez más atomizado y correlativamente sentido
desafíos ontológicos que constituye la tecnocicncia.
como amenazante.
Este nuevo horizonte ilusorio abre la era de un formidable señuelo,
es decir, sin lugar a dudas, de un nuevo tipo de cinemato-grafia para un,
3. La inciencia. Resumen y reinterpretacián de lo que precede "Nosotros" más enigmático que nunca.
Este "Nosotros" es el de la industria mundialmente integrada de la
Es e! momento de recapitular el camino recorrido en los dos capítu- transmisión en la que cardinalidad y calendariedad, que siempre son
los anteriores. también unos dispositivos de contracción del espacio y del tiempo (el
El sistema técnico convertido en planetario es también y en primer espacio del mapa contracta el espacio del territorio como los tiempos de
lugar un sistema mnemotécnico mundial. Ahora bien, hemos visto que la película o de! calendario contraen los tiempos que miden, celebran o
las mnemotecnias siempre sobredetcrminan las condiciones del ajuste narran), son en adelante los instrumentos muy profanos, comerciales,
entre sistemas que articula el devenir social, en el que el sistema técni- industriales y mundiales llamados a sohredeterminar según los cánones
co es e! factor primordial del desajuste: las mnemotécnicas proporcio- de la nueva industria de los dispositivos retencionales los substratos de
nan o condicionan los criterios de selecciones retencionales para los flu- síntesis de los transcursos del sentido interno y de Las oriemaciones de
jos de conciencias inscritos en los procesos de adopción por medio de los recorrido de los sentidos externos que se manifiestan ahí -dado que
cuales son a la vez conciencias de un Yo y conciencias de un Nosotros -y, siempre hay unos dispositivos rerencionales que sustentan las síntesis
a decir verdad, de varios Nosotras simultáneamente. donde la conciencia se unifica como flujo.
275
La imposibilidad para el pensamiento filosófico moderno de pensar Al mismo tiempo que la conciencia en su curso, lo que se cuestiona
los dispositivos calendarios y cardinales COmo organización del espacie por medio de la transformación del sistema técnico en sistema mnemo-
y del tiempo del Nosotros y, más generalmemc, lo impensado de los dis, técnico industrial y planetario de retención es este sistema educativo,
positivos retencionales, son un obstáculo para la posibilidad de analizar dispositivo de interiorización de las prótesis constitutivas de la histeria
este nuevo comercio y en particular esta novedad absolutamente inaudita de los saberes y, por tanto, del Nosotros en tanto que conciencia univer-
que representa la globalización mercantil de la educación. Este bloqueo sal que se desprende de historias nacionales. Se cuestiona tanto en la
hace impensables los propios sistemas educativos como lugares de definición de sus programas como en la organización concreta de sus
adquisición y de interiorización a la vez de los dispositivos calendarios cursos y, por último, en todas sus misiones.
y cardinales, y de los substratos constitutivos de sus fundamentos (prin- De este modo, las industrias internacionales de programas tienden a
cipio de comradicción, JUiCIOS sintéticos, saberes analíticos, saberes sustituir a las instituciones nacionales de programas. Este intento, que
experimentales, ete.) en la medida en el que juicio sintético a priori está se exhibió en Vancouver en mavo de 2000 y que está a la orden del día
siempre sustentado por una síntesis protética "a priori". Ahora bien, esta de las futuras discusiones de la 'aMe en el marco de la preparación del
protericidad significa que la sfntcsis industrial de [a finitud retcncional Acuerdo general sobre el comercio de los servicios es la declaración de
cuestiona directamente la conciencia en tanto que tal, como surgida de una nueva guerra de los espíritus.
la época de la filosofía de la subjetividad concebida en su oposición a la
Un desenlace absolutamente negativo de esta guerra sería una catás~
objetividad y que también se llama la filosofía moderna.
trofe inconcebible. Lo que hemos llamado la época del malestar es la
Este "cuestionarnienm" es posible porque el flujo de la conciencia expresión de esta posibilidad y, al mismo tiempo, de una especie de
sólo tiene vigencia, curso, según los substratos que dibujan las posibili- ceguera ante la realidad de lo que está en juego en el teatro de opera-
dades de su curso -de la puesta en flujo rcrencional en que ella consis- crones de lo que hay que llamar, en el sentido completamente literal de
te. La conciencia que empieza a ser pensada en el siglo XVII como Yo estas palabras, una polémica espiritual planetaria, con innumerables
pienso adquiere su curso masivamente a partir del siglo XIX mientras ramificaciones y consecuencias totalmente incalculables.
que sus substratos son súbita y obligatoriamente interiorizados con la Pero, ¿a qué llamamos aquí "un desenlace absolutamente negaü-
escolarización precisamente durante los CUrsos que son impartidos por va";' Ésta es precisamente nuestra pregunta, para la que se impone la
el maestro y después por el profesor a las jóvenes conciencias en función mayor paCienCIa.
de programas oficiales. Es la organizacuin de la proyección nacional lite- El sistema educativo actual debe ser profundamente repensado en la
ral y de un uso público de la razón ante un público constituido al mismo medida en que ha surgido de una época en la que el sistema mnemo-
tiempo como esencialmente lector, constitutivo del nuevo espacio públi- técnico no estaba integrado en el sistema técnico, el cual no era él
ca de la democracia moderna e industrial CUya institución es la escuela. mismo ni mundial ni estaba sumergido en el mercado, que no había
276 277
anulado el espacIO público. La polémica política entre el este y el oeste hace mucho, que éste no tiene estrictamente nada que ver con un proceso
que dominó la postguerra ocultaba los retos reales de la polémica espi- de adaptación. La adaptación es el hecho de animales o de hombres ani-
ritual que ya se estaba preparando, como hemos visto en el capítulo III. malizados -es decir, de esclavos. Ni la escuela ni los dispositivos de
Mientras que en el curso de este período aparecieron las industrias de transmisión son parques, establos o, como habría dicho Gillcs Charetee,
programas audiovisuales que vinieron finalmente a contestarla como pocilgas."
institución de programas, la escuela asumió hasta hace muy poco la Este malestar en la educación procede de una crisis de los saberes de
función de orientación asegurando la interiorización de las bases del unas dimensiones y de una radicalidad completamente desconocidas,
proceso de adopción y de los instrumentos retencionales que permiten que quizá es incluso más que una crisis" y que se debe a la singularidad
la instalación del dispositivo de proyección de un futuro nacional --es absoluta de la temocienCla en relación a las posibilidadesfilosóficas de pen-
decir, de contracción de la historia nacional, de situación de su lugar en sarla. Ahí está el carácter primordial de la desorientación reinante. Nos-
la historia universal y en el espacio geográfico, y de acceso formal a su otros afirmamos que esta situación casi-catastrófica procede de una
espíritu moral, literario, artístico y científico. En tanto que discurso carencia de criterios de análisis v de teoremas sintéticos que permiten
sobre el curso universal de las cosas este sistema de orientación en la his- constituir un dispositivo epistémico de retenciones apropiado, ahí
toria del Nosotros intelectivo era al mismo tiempo el lugar de interiori- donde se trata precisamente de dar cuenta de las consecuencias de la apa-
zación de la formalización de las modalidades de constitución del flujo rición de nuevas tecnologías rcrencionales sobre la Ciencia, la técnica y
del VA Y de la formación de este Yo en tanto que flujo coherente, es decir, la tecnología y, por tanto, de la inversión, y sobre su acercamiento a par-
conociente. tir de ahora definitivo, que induce lo que llamamos la confusión
Programa de restitución de una síntesis literal de los flujos de las mnemo-tecno-Iógica.
conciencias pasadas a través del juego de los substratos de la conciencia, La teorización de los procesos de ruptura aparecidos en las tecnolo-
no es seguro que este sistema educativo heredado del proceso revolu- gías retencionales de las mnemotécnicas en el curso de las últimas déca-
cionario de las Luces y después de la revolución industrial, pueda das es una tarea inmediata del pensamiento y que no se puede llevar en
transmitir todavía los principios forjados en la cultura republicana de lo 1<1 ignorancia profunda del curso de la historia espiritual y filosófica que
escrito que constituyen los fundamentos del proceso de adopción en un ha abierto la posibilidad de estas evoluciones. El principal reto de la
país llamado "democrático" y "moderno". No admitirlo sería perfecta- orientación y del dispositivo de adopción que ella sustenta -més gene-
mente cobarde. ralrnente llamado educación- es a los ojos de toda filosofía el imperati-
Pero sería completamente vano admitirlo si no se fuera capaz de 1'0 de transmisión de la diferencia y de la conjunción entre saber y no-saber,

decir teórica y prácticamente en qué ya no permite satisfacer este sistema diferencia que hemos asimilado al principio subjetivo de diferenciación,
las exigenCias del proceso de adopción, del que aquí debemos precisar como condición de posibilidad de la adopción-interiorización de todo critc-
enseguida, como esperamos que el lector ya haya comprendido desde 1"/0. Kant afirma la legitimidad y la necesidad de este principio, y el sís-

279
278
En este caso, la crítica consistirá en primer lugar en saber designar
tema educatil'o se aSigna como tarea el hacerlo crecer practicándolo, para . nto esta inciencia como su necesidad. A continuación consistirá SIO
llevarlo a escena y en cierto modo hacer interpretar su guión a las jóve- ra ·d"'·bL"
duda en definir los medios de orientarse en eiLa como espacio e tinte as
nes almas que forman sus conciencias.
Comienza aquí la necesidad de una vuelta atrás al origen de la
Los avances de la analítica existencial de Sein und Zeit son esencia- modernidad -y a través de .él, al origen del proyecto escolar ~,odern.o-:
les para la áspera y urgente investigación en estas cuestiones que impo- que en particular nos permitirá preCisar aquello que llamamos ciencia
ne la situación engendrada por la aceleración de los procesos aquí des- c rrccnociencia".
critos. Sin embargo, estos análisis, que ignoran todo, y por razones que
nada tienen de un olvido, de la cuestión de La educación como cuestión de
la adopción, no permiten pensar La herencia como transmisión y adopción
de una diferencia por medio de La intarioneacián de retenciones terciarias. 4. Hacer la diferencia en el desierto 1
a la ucz espaciales y temporales, que preceden a La diferencia entre espacio y
tiempo y que constituyen las superficies de proyección de un principio de
Con Descartes v los tiempos modernos en filosofía se establecen en
diferenciación que es también una formuLación prc-cxistenciai de La "dife-
un único y mism; gesto un nuevo pensamient~ d.e .la técnica: como'
rencia ontoLógica".
poder de dominio, y una oposición entre una subjetiVidad constituyen-
Por consiguiente, la cuestión que debemos analizar ahora es saber te y una objetividad constituida, que se va a mantener al menos hasta
qué significa hoy el principio subjetivo de diferenciación. Y debemos Kant.
preguntarnos qué relación es susceptible de mantener este principio con Desde principios del siglo XX muchos filósofos tratan de no pensar
lo que Heidegger llama la "diferencia ontológica". En este escarpado va en estas categorías, especialmente en lo que éstas hacen de mconce-
camino queremos tener un panorama del centro de la crisis de los sabe- í,¡ble lo que ocurre con lo que se denomina tecnología. realidad efecti-
res y, por tanto, de los dispositivos de transmisión, en particular del sis- va de lo que engendra la modernidad -pues la tecnología no designa
tema educativo, que afecta de incicncia a la época de la industria inte- simplemente la técnica.
grada de la transmisión como desorientación frente a los nuevos dispo-
Incluso en su noción más común, la tecnología se resiste a encon-
sitivos retencinnaies. Precisemos que en ningún caso podemos negarnos
trarse reducida simplemente al estatuto de pura objetividad. Cualquie-
a examinar la hipótesis de que esta incicncia, que sólo puede ser una ra se hace un día u otro sensible a su dimensión a la vez sistémica y
carencia de criterio, incluso una carencia como criterio, sea a fin de dinámica --de modo que la categoría del objeto ya parece no bast~r para
cuentas tan necesaria e inevitable como el fantasma de la unidad de un pensarla. Si la técnica puede ser considerada objetiva en el sentido de
Nosotros. Incluso hacemos de esto nuestra principal hipótesis.
281

"0
que parece estar (sin razón) esencialmente constituida por objetos, y subjetividad planteada por la filosofía com~ suelo de_ certidum~re, es
objetos reales, manejables, que [uncjonan y que por este motivo son, decir, como fundamento, significa que el. sujeto es la tuente .autonoma
como todo lo que en general se llama el material técnico, "objetivables" .. . y a bsolutamenre pura de sus objetos, que ella constituye y, por
cngmana ~ .
y Controlables a partir de los métodos científicos de la física (cálculo de
1o •can to , controla , domina y quiere sin que éstos la constituyan a cam-
resistencia de los materiales, de corrosión, tribolog-ía, mecánica de los
bio.
fluidos, aerodinámica, térmica, ete.) , es más difícil reducir la tecnología
a una realidad que el sujeto maestro, es decir, cartesiano, podría darse El lugar que hemos ot~rgado a las retenciones terciarias es exclusivo
en su fuerza constituyente como se da y se ocupa metódicamente de la de esta manera de pensar. Eslas retenciones forman un med:o .re.tenelo-
objetividad: es evidente que en la tecnología hay una fuerza heterogé- na I que es un maaterial
~"J obiaioable• aunque la categoría de objetividad no
nca que se está tentado de llamar una tecno-Iógica, pote ocia extraña y baste para pensarlo, y que, por tanto, es industrializabl~: puede ser so~e­
casi extranjera, aunque completamente humana, como sobrehumana, tirlo al cálculo. Ahora bien, esta calculabilidad, que tiende a .reduclr al
cada vez más difícil de controlar y cuyo dmamismo entra en aparente estatuto d e o bi[e tirva. bit lo qU'1iusramenre no puede ser reducido a dio,
oposición con la subjetividad de una manera diferente de la aparente es lo que parece ser a la vez:
oposición entre el sujeto y su objeto.
-lo que no sólo está permitido, sino que es hecho neeesa~o por la mate-
Este sentimiento de extrañeza da miedo y como su objeto no está deli- nalidad de las retenciones que es tam b len• su Pe rmanenaa , es decir" que
mitado, este miedo no es simplemente un miedo: es una angustia, la le confiere el estatuto de substratos de los flujos temporales;
angustia que siempre provoca la posibilidad de un mal no identificado.
-lo que es Incompatible y, por lo tanto, contradictorio, si.es .p~esta .~n
Expresada como talo disimulada por medio de una gran variedad de
marcha sin límite y por ella misma, co~ l~s .procesos ~e tndIV1~u~:tn
comportamientos neurálgicos y de discursos de negación, esta angustia
-de "suhjerivación"-. que sustenta en pnnClplO un medio retencio ,
es un rasgo característico del actual malestar.
-lo que, por constgtucntc, puede engendrar una entropía generalizada.
Pero después parece que de hecho es la técnica, y no sólo la tecnolo-
gía, la que no puede ser aprehendida desde la categoría de la objetivi- La cuestión es entonces saber en qué términos se puede pensar toda-
dad. La objetividad sólo se determina como tal en su oposicion y su vía una diferencia, que serviría de regla para toda forma ~e cálculo, ano
sumisión a lo que no es objetivable, a saber, la subjetividad como con- podría ser ella misma el objeto de un cálculo, y sm la cual ya
quena d' d eno
dición de toda obietívacíon, o incluso: lo objerivante. Ahora bien, nosotros habría criterio de orientación posible en este me 10 en evemr ,qu d
mantenemos que la técnICa -como permanencia de un SOporte reten- fuerae 1·1 '" , que no fuera el crecimiento de la entropía -o e
cacu lo , es~ decir
cional- es consnuaioa de la objetivación en tanto que consideraCión de lo que Nietzsche llama el desierto. . .,
todo objeto -por ejemplo, como proceso de idealización, en el sentido .
Esta diferencia de entropía negatIVa, ía oues
que no sena pue una .oposrcion,
I
geométrico-husserliana del término, y más allá, de toda ideación. La es una relación en la que se integran los términos de la relación y en a
282
"3
que la relación desaparecería si se confundieran los términos. Esta rela- ción V de la singularidad de la situación actual es en primer lugar una
ción necesariamente dinámica es lo que traba la composición sin confu- com~rensión de la modernidad como siendo su fuente.
sión del ¿quién? y del ¿qué?, de lo probable y de lo improbable, de la sin-
cronía y de la diacronía, del cálculo y de lo Indeterminado, de la per-
cepción y la imaginación, de! Yo y e! Nosotras, de! pasado y el futuro, del
futuro y el devenir. 5. La diferencia como invención
Pensamos y queremos que esta diferencia siga siendo irreductible,
que se mantenga más allá del abandono de la relación opositiva y de los El Inculo histórico entre técnica y objetividad se establece con Des-
" Vl .,
términos metafísicos que en ella se encuentran. Esta diferencia es la que 0 " .a partir
cartcs que, a l peno; <u " de entonces en términos de representacron,

está amenazada en lo que Adorno y Horkheimcr llaman reificación constituye el sujeto como poder de control de la naturaleza por,medlO
(pero que ellos no pueden pensar, precisamente porque permanecen en l una o bjctivación cuya mathesis universalis es. el saber como metodo
(e hí '1
y
la oposición] --o en lo que Marx llama alineación. cuvo instrumento es la técnica: este saber es un poder. Pero a I so o
pu'ede haber control precisamente porque el inst~u~ento es él m~s~o
Si planteamos que pensamos y queremos que esta diferencia siga
objetivable -lo que significa que no podría s~r objetivantc: no paruCIp.~
siendo irreductibLe de derecho y que reine este derecho, es que no Lo es de
en la constitución del ego. Todos Jos pcnsanuenros que de Marx a Hei-
hecho y que, por Lo tanto, hay que HACERLA de derecho. Es ella la que nos
degger y más allá, pasando por Nietzsche, se opusieron a este ~unto de
parece que está amenazada cuando el marketing mercantiliza La con-
vista inaugural de los tiempos modernos, es decir, al pensam~e~to en
ciencia -si se nos permite crear el verbo mercantilizar sobre e! modelo de
términos de subjetividad, pusieron en duda el discurso del dominio y de
merchandismg. Esta indiferenciación es la continuación lógica de la la posesión que, como voluntad del amo, se expresa de Descartes a
transformación del bipolo sujeto/objeto en pareja consumidor/produc-
Hegel.
tor -en la que el productor cae en el olvido.
Husserl ocupa una posición singular en esta larga cadena, que evi-
Esta indiferenciación procede de la modernidad definida a la vez dentemente no está tan netamente marcada por la ruptura que acaba-
como movimiento Iniciado por la filosofía moderna que plantea la defe- mos de evocar (en muchos aspectos Marx pertenece todavía a la figura
rencia entre el sujeto y el objeto y como proceso de transformación del control aun cuando él quiera librarse de la subjetividad para pen-
social emprendido por la revolución industrial, ella misma hecha posi- ,
sarla). Al desmarcarse . '
de la naciente pSICO locf . ental
ogla expenm . cuando
.
ble por el nacimienr¿ de la subjetividad como época de la conciencia . .
esboza las lnvesflgacwnes '".
OglcaS, cree ya que h ay que resistir. a una crer-,
que se piensa como tal, pero que invierte este punto de partida e indife- t a "tecnoo,.,.
l cización'' de las intuiciones originarias de Grena, lo que
d ., d 1el
rencia el sujeto y el objeto. Por lo tanto, una comprensión de esta evolu- hará explícito en La crisis de Las conciencias europeas: la cuesuon e a

2'4 285
tecnología concierne de entrada a la fenomenologra. El concepto prin- Husserl tiende a excluir la retención terciaria de la esfera constituyente
cipal de Husserl, que se injerta en el que le debe a Brentano (la inren- de la temporalidad porque la posibilidad del reparto empírico-trascenden-
cionalidad] y que será el incentivo cn su lucha contra 10 que él conside- tal depende de ello. Y en él esta posibilidad descansa en el privilegio
ra ser el olvido de las intuiciones originarias de la ciencia, es la expe- exclusivo de la experienCia-vivida, es decir, del presente vivo.
riencia-oioiaa, La experiencia-vivida de la conciencia es la carne consti- Heidegger parece introducir en lo constituyente lo que a los ojos de
tuyente de los procesos de ideación y de idea'lización y, con ello, de los Husserl sería lo cOl1Stituid~ porque el Dasein no es otra cosa que un pro-
objetos mismos. ceso de herencia: el Dasein está precedido por un pasado ya-ahí que él
Heidegger es el primero en deconstruir explícita, sistemática y no ha vivido, que tiene que ser y hacer suyo, es decir, que "adoptar". Sin
pacientemente la metafísica de la representación, es decir, la oposición embargo, este reparto empírico-trascendental se mantiene finalmente
entre la subjetividad y la objetividad, y lo hace en un discurso sobre el en $ein urJd Zeit a pesar de lo que hubiera impuesto una plena asunción
tiempo que revoluciona toda ontología. A sus propios ojos este gesto es del parágrafo 6: es la distancia ante la cuestión de la Weltgeschicht{¡chkeit
la culminación de la fenomenología al tiempo que una ruptura con ella: en los parágrafos 73-75, en los que Heidegger finalmente excluye de la
hereda de Husserl alejándose de él muy precisamente en esta cuestión esfer-a originaria de la temporalidad los dispositivos retencionalcs que
de la experiencia-vivida. Porque al término de la fencmenologfa parece constituyen las huellas objetivas del pasado con sus modalidades hisró-
absolutamente necesario (inevitable) introducir la "experiencia-na-vivi- rico-técnicas, es decir, empíricas -negando al mismo tiempo que la heren-'
da" en la subjetividad, resplandece el concepto mismo de subjetividad ria sea una adopción.
en tanto que tal: en tanto que concepto filosófico, la subjetividad es
Negándose a conceder una constitutividad a los soportes amovibles
aurofundadoru, yesto es lo que arruina la eomtitutividad de La experien-
del pasado no vivido que hacen a esta experiencia-no-vivida accesible a
cia-no-vivida que abre el pensamiento de lo existencial, es decir, de lo
la experiencia-vivida, lo que llamamos los dispositivos retencionales,
que ex-siste, es decir también: de 10 que essá originariamente fuera de sí.
Heidegger trata de salvar lo trascendental que él llama aquí lo origi n a-
Ésta es la razón por la que en El pecado de Epimcteo sostuve que Sein no, lo propio y lo ontológico, de lo empírico que ahí se ha convertido.a
und Zeit es un comentario crítico de las Lecciones para una fenomenolo- la vez en lo óntico, el cálculo, la intratemporalidad y con ello, la tecnr-
gía de la conciencia íntima del tiempo: planteando en el parágrafo 6 que cidad en todas sus formas, los cuales para él son sólo unos casos de ins-
"el pasado no sigue al Dasein sino que lo ha precedido siempre" y afir- trumentos o de conductas de medida del tiempo -mientras que el tiem-
mando -corolano- que el privilegio del futuro en esta temporalidad en po es lo indeterminado que no puede ser calculado. Y pierde una parte
la que están el presente como tal y con él la presencia del sujeto los cua- esencial del terreno ganado por este "vuelco existencial".
les se desmoronan, Heidegger transgrede el enunciado fundamental de
las Lecciones, a saber, que la constitución originaria. de la temporalidad Sin embargo, Heidegger es también el primer filósofo que per~i~e
exige una diferenciación radical entre las tres formas de retenciones. pensar el objeto, es decir, el objeto técnico, sin referencia a la objetivt-

287
286
dad. En su vocabulario lo objetivo se llama lo Vórhandenes. Lo que hace debe ser inventado, es decir, exhumado de este ¿qUIén? y por él en el
"inmediatamente y la mayoría de las veces" frente al Dasein, que por curso de una exteriorización que necesita una interiorización.
esta misma razón no es un sujeto, es lo Zuhandenes. En lo Zuhandenn. La dificultad se debe sobre todo al hecho de que este extraño juego, y
que siempre remite a otros objetos, lo que se constituye es la rnunds- aunque sea el juego de un después, sin embargo no es una sucaion de
neidad del mundo, mundaneidad que es esencial al Dasein, Por ello el momentos: la interiorización no sigue evidentemente a la exterioriza-
Dasein no es un sujeto: mientras que éste constituye la objetividad que ción, ella es la exterionzadón y es efectivamente exhumando el princi-
le debe todo y a la que él no debe nada, el Scin de este Da-sein sólo es 4 pIOde contradicción, es decir, inventándolo, como éste se (re)constituyc
para verse afectado originariamente por su mundaneidad, cuya verdad después en principio. Sin embargo el principio ya-ahí no precede a su
como herencia es el ya-ahí como pasado que él no ha vivido y que le ha formalización, que sin embargo sólo es posible porquc él estaba ya-ahí
precedido siempre. "de derecho". En esta estructura fabularia y preformetiva todo sucede
como cuando Jefferson inventa al buen pueblo estadounidense firman-
Este objeto que no es "objetivo" es el qué. El Dasein que se mantie-
do por él, en su nombre y retroactivamente. Ahora bien, veremos que
ne frente a él, originariamente afectado por él en tanto que es su exre-
esta dimensión fabulo-performativa opera en permanencia en la tecno-
nor; ea tanto que pone a este Dasein fuera de sí que no es, por lo tanto, ciencia y en la gramática como reto de la guerra espiritual que es la
"subjetivo" es el ¿quién? Contrariamente a Heidegger y sin embargo a modernidad que nace en el siglo XIX, la cual constituye el teatro en el
partir de su analítica planteamos que lo que relaciona el ¿quién? con el que se inventa como fundamento lo que para Wiugestein sólo es la pri-
qué es una relación tensa, pero en ningún caso una oposición cuyo fiel mera persona del singular y que marca el tnunfo de la tipografía.
de balanza se llamarla Veifallen (t'contrafuertc' o "decadencia"). Esta
Esta estructura fabularía no significa en absoluto que el principio de
relación es la pro-teticidad. Pro-tesis quiere decir puesto delante y a la
contradicción sea una fábula o una invención en este sentido. Significa
vez puesto por adelantado. Esta relación transductiva, ea la que uno se
que su legalidad es ideal y fundadora de un derecho e indecidible de
mantiene constitutivamente en composición con el otro, es una nego.-
hecho, y que el salto del hecho al derecho es tan inevitable como irre-
ciación.
ductible es el abismo que se abre entre dios -lo que es una re/ación abis-
Ahora bien, esta negociación del équién? con el qué supone una críte- mal.
nolog{a del ¿quiEn? que está precisamente constituida por el qué. Ésta es Este juego extraño que atraviesa y constituye lógica, tecnociencia y
la dificultad. Esta dificultad significa que este criterio es retencional en el gramática es también y en primer lugar el de la adopción de un devenir.
sentido de que es la interiorización de un principio de diferenciación qut: Planteando que el Yo aparece en el siglo XVII en el mundo tipográfico
sólo es tnteriorieablc porque a la vez: mantenemos que constituye una adopción por parte del Nosotros del
- está ya en el ¿quién? proceso de devenir en el nuevo dispositivo retencional que se produce

289
como espacio público de las letras impresas que el siglo siguiente llama... sin invención es el fracaso y el señuelo que engendran decepciones y
rá "república de las letras". Esto significa que la adopción no es una sim , malestar. Es decir, reacciones que compensan una carenera de acción,
pIe adaptaáón al devenir, sino precisamente su transformacián proyeetiva
El hecho del devenir es hoy esencialmente el hecho tecnológico.
en futuro posible, es decir, como puesta en marcha de un criterio
Desde la hominización el devenir siempre tiene que ver con el hecho
"inventado" en el sentido de que es proyectado en las pantallas reten-
cionales que constituyen la maquinaria de' su tiempo y donde toma técnico que precedió la denva genética, y más antiguamcnte aún la
forma como puesta en marcha de un principio de difarcnciacuni que esta- génesis cósmica. Si se admite que el devenir consiste en una serie de
ba ya ahí "en el interior" y que, sin embargo, sólo es efectivo de derecho cambios de estados relacionados entre sí por unas relaciones de causa a
si en cierto modo se vuelve del exterior. Esta última afirmación que electo, no hay ninguna duda de que la suma de los cambios de estados
sigue siendo enigmática se aclarará en lo que viene a continuación. sensibles a escala de los "entes que somos nosotros mismos" en nuestra época
c stá amplia y manifiestamentesobredeterminada por los cambios de esta-
dos tecnológicos. Si el devenir no es el futuro, no hay futuro sin devenir
y hay devenir sin futuro.
6. Devenir, [uture, indiferencia El devenir sin futuro se llama la mecánica. Lo que confunde devenir
y futuro se llama el mecanismo.

Aquí hablamos de la adopción como un proceso de interiorización El devenir, que en sus grandes tendencias hoyes el hecho de la tec-
prolelforme, en el que puedo adoptar/interiorizar afcctíoarncntc a un nología, está adherido a la tecnociencia en tanto que actividad que con-
gato, a un mño o a un padre, moralmente una máxima, religiosamente cibe en relación cada vez más estrecha con el marketing la eooíucion de
una creencia, técnicamente una herramienta, socialmente un modo de I;¡ tecnología -al tiempo que, como veremos, está sometida a las dimen-
vida, políticamente la idea de un Nosotros, epistémicamente la compre- sienes sistémicas propias de la tecnología, en tanto que ésta pertenece a
hensión de una regla <adoprar/interiorizar sIgnifica aquí e inmediata- un sistema técnico convertido en mnemotécnico.
mente exteriorizar: mi scntimienro, mi comportamiento moral, mis prác-
Este devenir es lo que, hoy, no es pensado no sólo porque la técnica
ticas religiosas, mi gesto técnico, mi manera de vivir, mi convicción v mi
como proceso dinámico de indioidoacián sigue siendo ampliamente igno-
acción, la puesta en práctica de una regla como concepto que sint;tiza
rada (a pe~ar de los trabajos decisivos cuyas enseñanzas hemos tratado
un diverso.
de sacar en los dos primeros volúmenes de La técnica y el tiempo) sino
El devenir no es el futuro, decíamos respecto a esta cuestión de la porque la tecnociencia no lo es ella misma, MIENTRAS QUE ELLA ES LA
adopción que es también fabulación necesaria. Esto qtnere decir qlle la INSTAl\/CIA DE PUESTA EN PRÁCTICA J:FECTWA DE CRITERIOS
adopción no es una adaptación porque es una invención Una adopción Rl:"TENCIONAI"ES.
290
291
Este im-pensado no es un Impensado no identificado en el sentido En resumen, este "nosotros" es el que se vuelve sordo a la "diferen-
de que una cosa olvidada no es pensada: es muy ampliamente pensado y cia ontológica", pero que siempre QUIERE y que sufre POR NO PODER
sentido impensable y en tanto que tal forma el nudo de la angustia y del NO QUERER, mientras que NO SABE LO QUE QUIERE.
malestar, lo que cierra las perspectivas a los saberes al tiempo que los
encierra en los saber-hacer agitados de una te{;nología mal-pensada.

La oposición entre tecnología y subjetividad sigue siendo todavía


7. Real y posible entre Kant y Heidegger
hoy el marco banal en el que se expresan la angustia y el malestar bajo
la forma de una palabrería cada vez más invasora y angustiosa. Sólo se
puede pensar más allá, lo que pasa por Husserl y Hcidegger en su difi- La diferencia ontológica es aquello en lo que se puede constituir una
cil relación con Kant, al tiempo que nos lleva lentamente hacia Nietzs- "cuestión del ser" para un ente singular, gue Heidegger no llama el
che. Porque, más allá de la representación concebida desde Descartes y hombre sino "el ente gue somos nosotros mismos". El malestar de
la oposición banal y pobre a la objetividad, y que hay que SUperar, en "nosotros" es la indiferencia ontológica. Llamamos indiferencia ontoló-
"subjetividad" entendemos la ooíuntad de la que dependemos más-allá gica a lo que realiza un proceso hegemónico de selecciones por medio
de dicha subjetividad. de cálculos que anulan la diferencia ontológica en tanto que ésta signi-
fica en primer lugar que "el ser no es el ente". Lo que quiere decir:
Rompiendo con el discurso del control, ninguno de los filósofos
nombrados abandona sin embargo la cuestión del querer -pero se abre 1. Que no es pensable desde el ente oorñanden, es decir, "bajo-la-
un abismo entre saber y poder en el que la susodicha tecnocienc¡a, como mano" en e! sentido de "calculable, objctivable y objetivado".
instancia realización de los criterios retencional es, permanece del lado 2. Que es esencialmente un saber original (vuna cornprehensión
de este poder incipiente. El gran interrogador del poder, mientras que el ordinaria y vaga del ser es un hecho") que es también un no-saber origi-
p~der técnico se conviene en industria capitalista y tecnología, es nal, es decir, una cuestión (sin respuesta dltima, e.s decir; probable).
NIetzsche cuando pregunta: equé queremos "nosotros"? Este "nosotros" 3. Que esta cuestión es aquello de lo que el Dasein responde, aquello
entre comillas es cuestionado por la pregunta misma. Y sufre por ello: es de lo que se encarga en tanto que un ente singular, que no es calculable,
puesto ante la cuestión de su malestar por su "inciencia'' -Ilarnamos ni objerivable ni objetivado, aun cuando pueda sumirse en su reificación
incicnre a lo que debe decidir sin saber- que oculta esta "cuestión de! ser" y su autonegación, es decir, en la dctcrmmaaán de su indeterminidad o
que Heidegger nos dice que constituye la existcncialidad misma del de su singularidad como Se Impersonal.
Dasein en su más vasta generalidad y después el hilo conductor de "la 4. Que esta cuestión de la que responde el Dasein, la cuestión del ser,
historia del ser".
es lo que constituye la temporalidad de este Dasein.
292 293
5. Que el ser es épocas, epokhalidad, es decir, suspensiones, interrup., "posibilidades" desde "su posibilidad más extrema", a saber, su propio
crones, rupturas. fin como "tener que ser".
A través de las épocas de! ser el Dasein es el ente que responde del Incluso ahí donde se trata no de una experiencia óntica, sino
ser respondiendo de su tener-que-ser, el ente libre como ente abierto a de una comprensión ontológica, la exphcitación del ser toma
la indeterminación del futuro que, a través de su futuro, no es sólo el inmediatamente su orientación en el ser del ente intramun-
suyo, sino lo que responde del futuro del ser, es decir, de la libertad del dano. A causa de esto, el ser del ente inmediatamente al-
alcance-de-la-mano es fallido y el ente se concibe en primer
ser en la diferencia ontológica: lo que es libre de no ser el ente.
lugar como complejo cósico bajo-la-~ano (res). El ser recibe
Es decir, también de no ser Lo reaL, por hablar como Valé r y l3 , sino el sentido de la realidad. La dctarminidad fundamental de! ser
antes Lo posible. se convierte en la suóstanciaiidad, Conforme a este desplaza-
rruento de la comprensión de ser, el comprender ontológico
Ser antes Lo posibLe que Lo reaL es una estructura de proyección que es del lJasem entra él también en el horizonte de este concepto
muestra de lo que llamamos cine y que "opone la imag-en al hecho". del ser. El Dasein, corno cualquier otro ente, está real.mente
bajo-la-mano. Así es e! ser en general quien toma el sentido de
Esta libertad, que es una "voluntad" en un sentido no subjetivo, que
la realidad. Como consecuencia el concepto de realidad va .a
Heideg-ger llama una "resolución" (EntschLossenheit), supone un criterio,
obtener una primacía especifica en la problemática ontoióg~­
es decir, un principio de diferenciación, Es lo que tanto de Kant como de ca. Ésta cierra e! camino de una analítica existenCial auténti-
Heidegger tienen por objetivo en la cuestión de la orientación. Pero el ca del Dasein e incluso obstaculiza ya toda mirada sobre el ser
principio de dljerenciación de Heidegger es una inversión del que trata de del ente lOmediatamente al-alcance-de-la-mano en el rnte-
formular Kant en primer lugar en que ahí está invertido Lo que ordena la rior del mundo. Por último, arrastra a la problemática o.nto-
relación de Lo posibLe con lo real. lógica en general hacia una dirección abcrr~nte. A parnr de
este momento [os demás modos del ser estan determlnad~s
En Kant lo posible se ordena a lo real que es la objetividad como negativamente y privativamente en relación a la sola reali-
substancialidad. Desde luego la objetividad es lo que e! sujeto constitu- dad.
ye en la unidad de su apercepción, pero esta unidad es lo que es con-
Por esta razón no sólo la analítica del Dasein, SlOO también la
forme a la realidad como unidad de! todos los fenómenos posibles en elaboración de la cuestión de! sentido del ser en general debe
tanto que fundados "en la existencia de un ser soberanamente real ser separada de esta orientación unilateral sohre el ser en el
(supremo)", a saber, DIOS. sentido de la realidad. Se debe mostrar ante todo una cosa: la
realidad no es sólo IIn modo de ser entre otros sino que per-
En Heidegger, que en cierto modo prosigue así el giro copernicano
manece ontológICa mente en una cierta conexión de deriva-
hasta lo que parece ser su extremo ulterior, lo real es lo que se ordena ción con el Dasein; el mundo y el ser-al-alcanee-de-la-
sobre lo posible que es e! Dasein él mismo, en tanto que éste "es" sus mano.

295
Esta derivación es una derivación a partir de! ser-para-Ia-muerte un modo derivado: no es su modo originario. A este modo derivado es a
como "posibilidad más extrema" de! Dasein: lo que se llama "objetividad" de la "realidad". Ésta es la razón por la
que el pensamiento de la subjetividad hace impensable el ente euhan-
den.
La muerte, ella, es una posibilidad de ser que el Dasein tiene
que asumir él mismo cada vez. Con la muerte el Dasein se 1 Ieidegger censura a Kant e! no ver que es el horizonte de la mu n-
pre~e~~ a sí mismo en su poder-ser el más propio. En esta daneidad e! que puede darse un criterio de orientación del que vamos a
posibilidad para el Dasein se trata pura y simplemente de su demostrar que tanto en Kant como en Heidegger es una pregunta -Ia
ser-en-el-mundo. Su muerte es la posibilidad de poder-no-
pregunta de una diferencia ontológica tal como HAY QUE HACERLA,
estar-ya-ah]. Mientras que él se pre-ced- como esta posibili-
porque es lo que quiere decir "responder a ello".
dad de él mismo, el Dasein está completamente asignado a su
poder-ser más propio. Por esta pre-cedencia se disuelven Pero hemos visto que Heidegger, al descuidar a su vez completa-
'[ ,
pa:a e to~as las relaciones con otros Dasein. Esta posibilidad mente la constirutividad de los procesos retencionales, es decir, su re-
mas propia, absuluta, es al mismo tiempo la posibilidad constitutividad originaria, que en nuestro análisis de la síntesis de reco-
extrema. En tanto que poder-ser, el Dasein nunca puede
nocimienro habíamos llamado también la repro-ducibihdad, él mismo
superar la posibilidad de la muerte. La muerte es la posibili-
dad de la pura y simple Imposibilidad del Dasein, Así la no va hasta el final de su propia crítica, ni al extremo ulterior de la,
~uerte se desvela como la posihilidad más propia. absoluta. Inversión, ni al mismo uampo al extremo de la PREGUNTA DEL
Insuperable. Cumo tal, es una pre-cedencia inSIgne... "HACER" que pregunta la dijercncia, ella mISma fundada en la inversión
de las relaciones entre real y posible, es decir, también de la pregunta de lo
Sin embargu, su posibilidad más propia, absoluta, insupera-
que quiere decir hacer más allá de este hacer empobrecido --y Sin embargo
ble, no se la procura el Dasein después y ocasionalmente en
el curso de su ser. Por el contrario, SI el Dasein existe es tam- mllY respetable- que es la pre-ocupación. Así es como la crítica de la sub-
bién y ya arrojado a esta pusibilidad. lO ' jetividad kantiana se vuelve contra la analítica existencial.

La mundaneidad donde se puede encontrar el ente vorhanden es


decir, objetivable, pertenece al Dasein en primer lugar como e! mundo
del en~e zu~anden, es decir, el mundo del ente de sus propias posfbilida-
d.e,s exIStenCIales, abordado desde entonces y orientado por la pre-OCUpa-
Clan en l~ que el mortal se sume por anticipado y que pre-cede a todos
sus obJetiVOs sobre el ente. El ente sólo es oorhanden para el Dasein de

296 297
objetivo para conformar su juicio a un objeto de su intuición. Hay
muchos casos de este tipo, afirma Kant, que por regla general son com-
pletamente especiosos, que conciernen a lo posible y no a lo real y que
en absoluto interesan a la razón más que a título de curiosidades que
8. El objetivo de Kant a través del principio subjetivo sólo conducen a ensoñaciones que a fin de cuentas le son perjudiciales:
de diferenciación. Necesidad de creer Como los objetos de lus sentidos no agotan todo el [ampo de
lo posible se pueden concebir muchos objetos su prasensjbles
sin que la razón experimente la menor necesidad de elevarse
J:lemos visto por. qué Heidegger rechaza e! análisis-alegoría por a dios y menos aún de admitir su existencia ...[...1 Más bien
medio de! cual Kant introduce un principio subjetivo de diferenciación se atentará contra el uso de la razún por medio de alguna
como criterio de orientación: este principio subjetivo es precisamente lo suposición de este tipo. Así pues, el dedicarse a estas investi-
que p.ro~íbe pensar la diferencia ontológica porque disimula que en la gaciones o jugar con ficciones de este tipo en absoluto es una
espacialidad está ya la rnundaneidad -v nosotros añadimos: la reten- necesidad: es sólo una pura y simple curiosidad, que no lleva
ción. y esto quiere decir que descansa sobre el privilegio de la substan- más quc a unas ensoñaciona"
cialidad.
En cambio hay un caso parecido en el que la razón no puede no juz-
Sin embargo, no sabemos todavía cual es e! objetivo de Kant a través gar. Es aquel en que debe juzgar cosassuprasensibles que constituyen un
de este principio, ni sobre todo por qué es necesario para la orientación "espacio" de "tinieblas" en el seno de las cuales ella afirma sin embargo
del suj~to en el pensamiento, más allá l) de las ideas de la razón que uni- poder orientarse simple y precisamente porque constitutivamente tiene
fica, bajo unos principios el uso de las calegorías de! entendimiento, 2) necesidad de ello:
~e eSlas que subsumen bajo sus conceptos las intuiciones de la scnsibi- Ocurre de otra manera con el concepto del pnmero de los
lidad y 3) de las tres síntesi.'i que producen estos conceptos. seres a la vez como inteligencia suprema y bicn soberano.
Porque nuestra razón no se contenta con experimentar la
'~'ratando de comprenderlo quid podremos empezar a cernir los
necesidad de poner al principio del concepto de todos los
~otIVOS por los cuales la tccnocicncia, que sigue Siendo estnicturalmente seres limitados el conccpto del ser SlO límites. Esta necesidad
¡m-pensable en ei marco kantiano, necesita el análisis de la pro-yectividad la lleva hasta a admitir su existencia."
es decir, de la .pos¡:bilidaddel [utum, como montaje rctcncional, que exige:
como tecno'Clenna-F/CC/6N, la problematizaáón de un criterio. "Según qué criterio la razón puede entonces orientarse en su juicio.
a falta de poder referirse a un objeto real, entendido aquí como tempo-
El principio dt: diferenCiación es e! crieeno que necesita la razón en ral, espacial, dado a la intuición y que la razón no puede darse a sí
los casos de inciencie en los que ella debe juzgar Sin disponer de un saber
misma al no ser intuitus originariusi
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299
Muy audazmente Kant plantea que este criterio es esta necesidad de la Porque la razón, porque es la de un ser sensible encerra~o e~ un
propia razón: su necesidad de juzgar en estas materias y su necesidad de principio y un fin, debe poder arriesgarse a prolongar la cxpenencra en
"ser satisfecha". La razón puede aquí Juzgar por el hecho mismo de que cierto modo hacia arriba y hacia abajo, y por medio de una espeCie de
tiene necesidad de ello. Esta necesidad, que sólo es un criterio en la capacidad de proyección, digamos de cine, sin ningún dato objetivo ni
medida en que es efectivamente el de la razón y no el de las inclinacio- real en sentido de sensible. Hacia arriba, debe poder arriesgarse a con-
nes de la sensibilidad, es un sentimiento aunque la razón no sienta; "La cebir el origen. Hacia abajo, debe poder arriesgarse a concebir el fin. Y
razón no siente"; capta su insuficiencia y por medio de la tendencia al en ambos casos encuentra lo mismo: Dios, como pasado absoluto en el
conocimiento produce el sentimiento de una necesidad" .'9 Este senti- que se contempla el futuro absoluto del fin de todo.
miento es el de una insuficiencia, es decir, de una carencia inductora de Dios en tanto que el origen es lo real suprasensible como totalidad de
una "tendencia al conocimiento", si no de una curiosidad por las ficcio- las posibilidades. Es una necesidad de la razón "de plantear la existen-
ncs. Este sentimiento no sensible es un afecto, un amor al saber o un (la de un ser soberanamente real (supremo) como fundamento de toda
deseo de la razón -que no puede ser planteado como principio, pero que poúbilidad"" o también de plantear como "única posibilida.d l...] la de!
es bien regulador, es decir, conforme a la vocación de la razón en gene- Ser ilimitado, en tanto que principio originario, y de considerar todas
ral. Por ello podemos confiar en él. Debemos confiar en el deseo y en el las demás cosas como derivadas". Lo real de donde deriva aquí todo
amor al saber sin saber. posible es tanto más real (supremo) cuanto que la razón necesita pro-
Hay que confiar en esta carencia, afirma Kant; podemos hacerlo vectarlo o retrovisarlo, proyectarlo hacia atrás como lo que pre-cede a
porque es necesario. Esta carencia es necesaria, irrenunciable. Diotimo, ~oda posibilidad. Esta realidad suprasensible es la condi.ción ~e posibili-
en El banquete, se lo dice ya a Sócrates y a su manera, que vamos a exa- dad de toda realidad sensible existente o futura, es decir, posible.
minar. Hace falta esta carencia, tenemos necesidad de ella, es, como Más adelante veremos que este ongen es también el del pasado abso-
límite, un poder de razonar y al mismo tiempo hay que confiar en ella: luto y paternal tal como tiene necesidad de retencio~es. terciaria~" a pro-
nos da el deseo y e! amor, y nos da la razón misma, a saber, su motu-o, pósito de las cuales Kant dice que si primero --a pnon- no .tuv.lera~os
lo que la pone en mooimicnto, este "móvil" que le dice: "imoror!" como el principio de necesidad de la razón, estas retenciones no slgn~f1canan
un gran director. Por ello Alexis Philonenko tiene razón cuando man- nada: éste es el objeto de la polémica con Wizcnmann para qUien la fe
tiene contra Reininger que esta necesidad no es un atributo de la razón, sólo es posible por medio de una "revelación externa", es decir, u~ tes-
que la razón no tiene esta necesidad sino que lo es. timonio del Texto -el Testamento, dispositivo retencíonal muy smgu-
La razón es lo que se hace carencia. La razón es una carencia irre- lar">, al que Kant responde que esta revelación sólo es posible para
nunciable. quien posee ya un principio de diferenciación subjetivo.
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300
Dios en tanto que el fin es el orden en la Naturaleza, la finalidad que Nosotros. Ésta no puede plantear este criterio como brújula de sus accio-
es testimonio de una inteligencia suprema de la que la razón no puede nes, ella que tiene que decidir sin cesar. La necesidad de la razón en su
prescindir. '1\ menos de admitir un creador inteligente", es decir, que uso práctico "está condicionada y en esto ya no estamos obligados a
este pasado absoluto gue es el ongen es reflejo de! futuro absoluto (nou- suponer la existencia de Dios 'si' queremos juzgar, sino porque 'debe-
menal} de los fenómenos, el orden y el curso de las cosas en su causali- mos' juzgar" .2'
dad incondicionada, "no se podría [...[ dar la"menor razón inteligible
Ahora bien, en la época' de la tccnocicncia esta división entre teoría y
[de este orden y de esta finalidad en la naturaleza] sin caer en puros
práctica es muy problemática, mientras que e! imperativo de orientarse
absurdos"." Sin embargo, no se puede probar esta hipótesis, por muy
según un principio de diferenciación en estas regiones tenebrosas en las
racional que sea, por medio de un juicio determinante. Dios es impro-
que la razón especula y [icciona necesariamente se encuentra reafirmada
bable, como la finalidad en general, que sólo puede ser el objetivo de
en un sentido propiamente COKMocrONANTE.
una reflexión, un Juicio que reflexiona, lo que aquí quiere decir literal-
mente: especular, proyectado por un efecto de espejo. Por lo tanto debe- Para demostrarlo resumiremos primero el conjunto del recorrido de
mos creer en ello porque la creencia es "el asentimiento que satisface ¿Qué es orientarse en el pensamiento?
subjetivamente, pero objetivamente vinculado a la conciencia de su El sentido de la alegoría de la cámara oscura es permitir el paso de
insuficiencia" . una orientación e~~ el espacio matemático de la experiencia fundada
La razón es una carencia irrenunciable, una capacidad de ser emo- sobre un principio subjetivo de diferenciación en los fenómenos a una
cionado, puesto en movimiento, una pasibilidad, como sin duda hubie- orientación en el espacio lógico del pensamiento a partir de un princi-
ra dicho Lyotard, que puede y debe ser movida por lo que en otro tiem- pio subjetivo de diferenciación en los noumenos.
po se hubiera llamado un primer motor inmóvil, es decir, impasible, SI Se tratará de una función de la razón pura: la que regula su
no un pasado absoluto. De un modo u otro, la razón necesita creer en la uso cuando partiendo de unos objetos conocidos <de la expe-
unidad del flujo de los fenómenos. en SIl montaje, en los encadenamientos, riencia- la razón trata de elevarse por encima de todos los
necesita creer en ello a falta de saber -afirmación que escandaliza a límites de la experiencia,"
Hegel, quien quiere que la filosofía "deponga su nombre de amor por Para hacerlo la razón, que no dispone de ninguna "máxima positi-
el saber para convertirse en saber efecrivarnente real"." La razón necesi- va", está obligada a'lo'basarse en un principio subjetivo de diferenciación
ta creer en ello para ser capaz de proyectarlos, es decir, de ordenarlos según r... 1 e! sentimiento de la necesidad inherente a la razón" ¿Qué necesi-
este proceso de unificación altamente improbable que es la apercepción y dad es ésta? La razón la encuentra
que afecta tanto al Yo como al Nosotros.
cuando no depende de nosotros querer o no querer juzgar
Lo que para la razón teórica sólo es una hipótesis se convierte en un (cuando por una parte es una necesidad real y como tal inhe-
postulado para la razón práctica -que es precisamente la razón del rente a la razón que nos fuerza a juzgar, pero que también

302 303
por otra parte, la insuficiencia de nuestro saber nos limita en Mientras que la razón kantiana no tiene tiempo que perder en enso-
relación a los elementos eXlgidos para emitir un juicio] naciones, para Valéry el espíritu del hombre, o el Espíritu como habi-
y que, para juzgar, la razón, que "quiere ser satisfecha" pero que a tando al hombre -que no es ciertamente la razón y menos aún la razón
este nivel no tiene tal como la concibe precisamente Kant- es cscnciairnerue ensoñación. Y
técnica y guerra, como veremos.
mnguna intuición de un objeto, ni siquiera nada que se
parezca a un objeto [... 1 no nos queda más que examinar Si lo que para uno es esencialmente ensoñación para el otro es curio-
bien en primer lugar el concepto... para ver si no encrerra sidad vana, en ambos casos se trata deficcioneJ. Ahora bien, Kant plan-
alguna contradicción. Después debemos [... 1 someter a los tea que hay una ficción (respecto a una estricta subjetividad) tal que no
conceptos puros del entendimiento la relación de este objeto se puede hacer otra cosa que plantearla como el origen y el fin de todo
con los objetos de la experiencia. fenómeno y, por lo tanto, como lo real supremo, fuente de todos los
Esta necesidad "que nos obliga a juzgar" a pesar de la insuficiencia posibles. El principio subjetivo de diferenciación permite poner orden
de nuestro saber, éno tiene algo que ver con aquello de lo que hablaba entre unas ficciones para orientarse hacia y desde un supremo real literal-
Valéry? La razón está privada de sí misma, de su completud, de su aca- mente ficeional, una aparición, lo que llamábamos una proyección ncce-
bamiento, ella se hace carencia y "quiere ser satisfecha" más allá de las seria e inevitable que permite la unificación de un flujo, el de un Nosotros
en cierto modo delegado por lo universal y que adquiere aquí un sentido'
satisfacciones empíricas como
muy amplio: el flujo de la unidad de la totalidad de IOJ [anomcnos en
el hombre [...] contiene lo que es necesario para estar des- general.
contento de lo que le contentaba. A cada momento es una
cosa diferente dc lo que él es. No forma un sistema formado Nosotros que escribimos y leemos estas líneas vivimos en una época
de necesidades y de satisfacción de sus necesidades. Obtiene en la que "el orden y la finalidad" en la naturaleza se han convertido en
de la satisfacción no sé qué exceso de poder que tira abajo su unos conceptos an-objetivos, en unas "curiosidades culturales" de antes
contento. Apcnas su cuerpo y su apetito están saciados, algo de la "muerte de Dios", en unas fantasías residuales de la metafísica en
se agita en lo más profundo de él, lo atormenta, lo ilumina, las ciencias y las conciencias: Vivimos después de Lamarck, Paley, Dar-
lo dirige, lo aguijonea, lo manipula secretamente. Y es el win y las máquinas de secuenciar el genoma, y todos estos sabios de la
Espíritu, el Espíritu armado con todas sus cuestiones inago-
biología molecular que han demostrado que este orden y este desorden
tables ...
que interesa tanto a Valéry como a Kant, aunque Valéry, que llega des-
[El hombre] es [... j lo que no es y el instrumento de lo que no es. Él pués de la termodinámica que él conocía, da a estas palabras un senti-
es finalmente, es sobre todo, el misterioso autor de estos sueños de 105 do completamente nuevo y actual, son unos fenómenos estadísticos en
que les hablaba." los que juegan unas con otras y contra las demás unas tendencias que

304 305
engendran Unas dmámicas entrópicas y de entropía negativa que no tienen
necesidad alguna de "admitir un creador inteligente".
NOTAS
Ciertamente se podría demostrar que no es tan fácil desembarazar-
se de estas cuestiones que conciernen a lo incondicionado en Kant y
1. Op. cil., p. 3M\.
recordar que este texto, ¿Qué es orientarse en el-pensamiento", es exotéri-
co y es muestra de la filosofía popular, ya que su lectura debe ser en el 2. Las editará en 1928.
mejor de los casos preparatoria para la de la Crítica de la facultad de JUZ- 3. En cambio se hará una referencia a la radio nueve afias más tarde, en la Inlro-
gar, ahí donde en primer lugar se plantea que ducá6n a la metafiuca. Volveremos sohre eJlo en el último capftulo de esta ohr¡¡.

si el concepto que determina la causalidad es un concepto 4. M. }kidegger, ttre et temps, traducóón [al francúl E. Martineau, Authenti-
natural, los principios son técnicamente prácticos, pero si es ca, parágrafo 23. [Existen varias traducciones al castellano de esta obra; la última,
un concepto de la libertad, son moralmente prácticos." Ser y tiempo, 'Iecnos, 1003.]

5. Id., ibid. El subrayado es mío.


Pero dejemos esto.
6. En El pecado de Epimeleo, op. cit., segunda parte, capítulos B y Hl.
Porque, no obstante, queremos poner aquí en evidencia que el repar-
to neto y claro entre lo teórico y lo práctico que Kant plantea previamente 7, M. Heidegger, Etre a temps, op. cit., p. 96.
y opera en toda certidumbre es la expresión de una concepción de la CIencia 8. A. Philonenko, introducción a Qu'e>t-ce que s'"rienter dans la penséc? op, cit.,
completamente caduca hoy. Tanto la filosofía como la ciencia contempo- p.69.
ráneas, es decir, el saber en general a fin de cuentas, y tras él la política, 9. Id., ibid., p. 69.
deberán efectivamente acabar por sacar las perturbadoras conclusiones 10. ef :'vI. Heidegger, Étre et tcmps, op. át., p. 77.
de ello. Porque mucho más allá de este punto de historia de la filosofía
11. Mientras daba el último repaso al manuscrito de esta obra antes de confiar-
se trata del centro mismo del malestar en la época tecnocientífica. Para lo a la editorial Galik'e, recibí un libro de mi amigo Philippe Choulet, coautor con
desarrollar este punto deberemos evocar en primer lugar la phronesis Philippe Riviere, La Bonne Écote. J. Pemer técote dans la aoitinuíon indUitriclle,
aristotélica expuesta en la Ética a Nicómaco, en el capítulo IV del sexto Champ Vallan, 2001. Creo que comparto muchas de la~ propu<:stas enunciadas en
libro en el que Aristóteles cita este verso de Agathon: esta obra llena de promesas, pero cuya lectura no he tenido tiemp" de acabar en el
momento de redactar esta nota. En cambio, me sorprendió encontrar ahí un discur-
La techné ama a la tijé ttachncn tíjcn esterxe) como la tljé ama so de la adaptación poco conforme a lo que creo conocer de las afinidades nierzs-
a la techné (kai tijen technen)
chianas de Philippe Coulct: "La adaptación funcional a lo real industriales la única
«Qué significa esta cita? condici6o de un verdadero Renacimiento del saber" (p. 14). Los autores piensan
que "el término va a ,orprender", pero hablan del término "funcional". Ahora bien,
lo que me parece problemático a'-luí no es desde luego la necesidadfimeional, sino
306 307
el programa adaptativo. Ojalá que el trabajo propuesto aquí pueda ofrecemos, a el instrumento de lo que no e,. Finalmente es. es ~obre todo, el misterioso autor de
Philipl'e Choulct, a Philippe Rivihe y a mí mismo, la oportunidad y la oca~ión de estos sueños de los que les hablaba" {La Crúe de í'esprit, op. cit. j.
discutir estas cuestiones en el nivel de calidad de esta excelente obra.
14. Kant, Qu'est-te que s'oricnter dans la pt:nsée:J, op, cit., p. SO, n. a. Cf nuestro
12. "Una crisis e~ el paso de determinado régimen de funcionamiento a otro; eometario más abajo.
pa~o que hacen sen~iblc unos signos o unos síntomas. Durante una crisis el tiempo
15. M. HeideggLr, Etre et le;npS, op., cil., p.l2.
pan",e cambiar de naturalcza, la duración ya no se percibe como el estado ordina-
rio de la~ cosas; en vez d" medir la permanencia, mide la variación. Toda crisis 16. u; ibid., p. 185.
implica la intervención de "cau~as" nuevas que perturban un equilibrio móvil o 17. Kant, Qu'ot-ce que s'oriemer dam la pemét:?, op. cit., p. 79. El ,ubrayado es
inmóvil quc cxi~tía. ¿Cómo ajustar la idea de crisis que se acaba de recordar en unas
mío.
palabras a la noción de inteligencia;". P. Valéy, Propos sur l'intellígence. op. cit., p.
1041. 1S. u, ibid., p. 80.

Estas palabras confirman el programa d" <:ue~tiones funcionales que proponen 19. ld.. ibid., 1" 71. Citado por A. Philonenko. El subrayado", mío.
Choulct y Rivihe. Pero, hómo no notar que la cri~i~ que perturba el espíritu de 20. u; ioíd., p. 80, n. a.
Valéry, sobre la que él se intLrroga en 1925, que ya en 1919 cuestionaba y de la que
2L A. Philonenk", introducción a Qu'nt-ce que s'oriemer dans la pensü?, op, cit.,
Nietzsche habla también en 1872 a propósito de "nuestros e~tablecimientosde ense-
ñan7.a", cómo no notar que, por Lo tanto, esta crisis viene durando al menos ciento 1" 46.
veinte años? En otras palabras, éno está la cuestión en la inversión de las relaciones 22. Kant, Qu'esl-ce que s'oricnter dans la pensét:?, op, ell., p. SO.
entre permanencia y variación de modo que hay que hacer entrar en crisis el amcep_
2,~. G. \\-: F. Hegel, Prefacio a La I'hénoménologie de {"espril, op. cit.
to mismo de crisú' Ahí estaría además la cuestión que se deb"ría objetar previamen-
te a toda "nueva crítica"' y, por consiguiente, a toda reivindicación crireriológica. Y 24. Kant, Qu'est-ce que soricntcr dans la pensée?, op, cu., p. SI.
esta es la raz"n por la 'lue, vamos a verlo a continuación, el objeto de e~ta nueva crí- 25. u, '-b,d., p. 78.
tica es en primer lugar 13 posibilidad misma de una inversión y de una inversión del
concepto mismo de "posihilidad" y, con ello, del concepto d" "causa", operado a par- 26. P. Valéry, La en'sede t'esprit, op. cit., pp. 1001-1002.
tir de una mutación retencional. 27. Kant, Critique de la faCIlIté dejuger, Vrin, 1979, p. 22.
l. N de la t.: Fa,re La dijffrence equivale en (rancé~ al castellano "diferenciar",
pero hemos mantenido la estructura francesa por la relevancia que en el original
tiene el verbo "hacer", tanto en esta estructura como en otras, como el ya mencio-
nado faire défaUl, "faltar".

1J. "Opone el pasado al presente, el futuro al pasado, lo posible a lo real, la ima-


gen al hecho. E~ a la vez lo 'lue adelanta y lo que retrasa, lo que construye y lo que
destruye: lo que es azar y lo que calcula; por tanto es efectivamen\"e lo que no e~ y

308 309
Capítulo seis

TECNOCIENCIA
y REPRODUCCIÓN

311
1. De lo real a lo posible: la conmoción tecnocientífica

Technen tuchcn estcrxc kai luchen technen

Por medio de esta cita de Agatón Aristóteles plantea que la técnica


pertenece al dominio de la contingencia, al que se opone la necesidad
de la ciencia. Evidentemente, este punto de vista es incompatible con la
noción misma de tecnocicncia, cuyo nombre implica la colusión entre
técnica y ciencia. Así pues, la recnociencia opera una conmoción del
orden de las cosa, respecto a las relaciones entre necesario y contingen-
te --es decir, lo vamos a ver, también entre real y posible, y entre ser y
devenir.
Veremos también cómo el pensamiento moderno se aleja a la vez del
punto de vista antiguo y, sin embargo, mantiene este juego de oposicio-
nes, que hace pura y simplemente imposible un pensamiento de la tec-
nociencia, el cual sólo puede parecer a partir de entonces como una ver-
dadera monstmosidad alumbrada por el espíritu.
Aristóteles designa lo contingente por medio de la expresión "so
endechomenon alias echein" que Pierre Auhenque traduce como "lo que
puede ser distinto de como es".
Actuar y producir es en cierto modo Insertarse en el orden del
mundo para modificarlo; por consiguiente, es suponer que
puesto que ofrece esta libertad comporta cieno juego, cierta
indeterminación, cierra falta de acabamienro. El objeto de la

313
acción y el objeto de la producción pertenecen por lo tanto al técnicas por Leroi-Gourhan y de los sistemas técnicos por Bertrand Gille.
dominio de Jo que puede ser de otro modo. Ahora hien, si la
El proceso de concretización, que da cuenta de la morfogénesis de los
disposición a producir acompañada de reglas se llama el arte
objetos técnicos industriales, no gobierna sólo el devenir del objeto: diri-
(teehné), la disposición a actuar (praxis) acompañada de
reglas se llama la prudencia.' ge los conjuntos técnicos -y finalmente, a partir de ahora, como describí-
amos en un capítulo anterior, el sistema mnemc-tecnico mundial. Es
y
, P~r jo tanto, acción de la praxis (moral) producción de la poiesis decir, el medio retencional de espíritu.
(técnica] son Juntas muestra del dominio de "lo que puede ser distinto
Así pues, la revolución industrial hace aparecer una dinámica espe-
de como es"; ni una, la praxis, ni otra, la techllé, pueden ser ciencias. La
cífica de los entes técnicos y de 10 que habíamos llamado el reino de lo
teehné, que como toda la tradición, Aubenque traduce desafortunada-
inurgánico organizado. Esta dinámica sólo se hace sensible a partir de
mente por la palabra "arte", pero que nosotros queremos entender aquí
este momento por dos razones:
en primer lugar como su nombre la da a entender inmediatamente
como técnica y sin que haya necesidad de contorsión alguna, la techné - por un lado, la arqueología y la paleontología empiezan a poner en
evidencia que los objetos más antiguos se inscriben en unos linajes en
concierne sIempre a un devenir y aplicarse a un arte [es decir,
a una techné] es considerar la manera de inducirlo a ser una los que evolucionan sus formas según unas reglas que se pueden com-
de estas cosas que pueden ser u no ser y cuyo principio rcsr- parar con las evoluciones del ser vivo constatadas a partir de esqueletos
de en el productor y no en la cosa producida. fósiles.

En El pecado de Epimeteo ya habíamos comentado estas últimas - por otro lado, y sobre todo, la colusión que se opera desde esta
palabras o más bien su equivalente en la Física, significa que para Aris- época entre técnica y ciencia, y da la tecnología industrial, abre la era de
t~tel~s no haY,n.ingun~ dinámica específica de la técnica, no más que para la innovación permanente en cuyo seno la evolución de los objetos téc-
rungun metafísico -lll, por 10 tanto, para Kant: éste es su rasgo común. nicos, que se acelera súbitamente, se hace patente como modernidad, y
plantea precisamente el problema de la adopción de nuevos productos
Por el contrario, a partir de la revolución industrial el devenir técni-
industriales.
c~ pondrá cada vez más en evidencia su dimensión sistdmica, que en
Cierto modo se hará visible a simple vista y para un ojo sensible a los Así pues, 10 que hace sensible a los cuerpos y a las almas la dinámi-
cuerpos ~ a ~as ~lmas heridos por el universo infernal de las máquinas. ca inherente de la tecnología es la ca-operación entre la técnica y la
El devenir recruce hará aparecer una lógICa eooíutíoa específica de este ciencia en beneficio de la industria.
sistema dinámico, al poner la época tecnocientífica en evidencia un pro- Es lo que es Impensable para un filósofo griego. Lo que "puede ser
ceso de indioiduacion técnico en sentido estricto, que Simondon llamará o no ser" es la contingencia, que "se debe entender no como una región
el proceso de concretización, y completar la teorización de las tendencias del ser, SIllO como cierta propiedad negativa que afecta a los procesos
JI4 _~15
naturales".' Todo esto quiere decir que la técnica es lo que, ontológica- Lamarck, sin la cual estas palabras serían muy discutibles, en particular
rnenn- y, por lo tamo, primordialmente, se opone a la ciencia como si se admite que la biología es una ciencia.
saber-hacer inciente que Se opone al saber apodíctico;
Lo que aquí hemos llamado tecnología que, en efecto, se concibe
~a intención ?e Aristóteles no es opuner [la techné) al empi- comúnmente como ciencia aplicada por medio de métodos técnicos,
nsmo dubitativo y azaroso sino por el contrario a la ciencia autoriza un punto de vista invertido y que calificamos aquí de conmocio-
de la que Aristóteles acaba de recordar que se refiere a lo qce
nante, en el que es la ciencia la que se convierte en tecnología aplicada y no
no puede ser de otra manera. r...] En un mundu perfecta-
la tecnología en ciencia aplicada. La ciencia como tecnología a-plicada
mente, transparente a la ciencia, es decir, en el que se esta-
blecena que nada puede ser de manera distinta de como es produce unos resultados formalizados que se hacen du-plicables, es
no habría lugar para el arte [la técnica] ni, de manera gene~ decir, reproducibles, generalmente por unos automatismos, y que por tanto
ral, para la acción humana.' ponen en marcha un universo específico de reproducibilidad automática,
mientras que ya no es en absoluto evidente que la ciencia contemporá-
Por esta razón" technen ruchen cstcrxe kai tuchen tcchncn": la técnica
nea, como tecnociencia. se contente con segUir unas series causales; las
ama el azar. Y como señala Aubenque,
utiliza, es decir, las desvía como se explota la fuerza de un curso de
para comprender esta evolución del pensamiento evidente- agua, modificando este curso en su caudal, en su trazado y en la com-
mente hay que lib~rarse de la mentalidad moderna', que tien- posición de sus aguas, generalmente consumidas bastante rápido.
de a ver en la técnicn una aplicación de la ciencia
Como ya habíamos subrayado en La desorientación, la biología
-y e,~ lo que distingue a Kant de Aristóteles. Esta "mentalidad puede crear nuevas series causales modificando la causalidad existente,
moderna, que se ha hecho posible desde Descartes sólo tiene sentido incluso reformándola a cierta escala de pertenencia o, más precisamen-
según Aubenque "
te, perturbando el juego de las leyes definitorias de algunos seres vivos,
porque la ciencia moderna se contenta con seguir en la natu- o definitorias de condiciones de reproducción de estos seres vivos, cuya
ral.eza unas series causales múltiples cuya pluralidad misma principal característica es precúamente la rcproducibiíidad, y no hay nada
deja ~n.a parte a la contingencia y, por lo tanto, un campo a de azaroso en que sea sobre este punto sobre lo que la tecnociencia
la actividad humana:
resulta ser más "conrnocionante": se trata ya de una retención y de un
.Si n ~mbargo, sería muy aventurado sostener semejante afirmación si género completamente particular.
se identificara la ciencia moderna con la ciencia contemporánea _ y la cuestión de la reproducción (es decir, necesariamente también de la
,. d . . como
e~plnt~s . emasiado Impacientes tendrían la tentación de hacer. Con- retención), en el más vasto de sus sentidos y como condición primera de la
viene limitar la ciencia moderna a la época cuyo eje es Newtcn, que mdustr¡(llización, es efecuoamente la que dirige la lógica de lo que aquí IÚl-
abren Galileo y Descartes y que cierran Kant, Lavoisier, Voha, Camot o mamos la "conmoción", Veremos en particular que, a diferencia de los pan-
316 317
samtcruos antiguo y moderno, la CIencia contemporánea puede prescindir de impensable para Aristóteles, porque "para un griego la ciencia es una
este gran reproductor no reproducido que es Dios, llamado igualmente ser explicación total y, por tanto, sólo puede desarrollarse eliminando la
soberanamente real (supremo) y fuente de toda posibilidad. contingencia'", ahí donde la recnociencia abre, por el contrario, la
Habíamos mantenido que éste es específicamente el caso cuando el inmensidad de un nuevo jllego de decisión henchido de tinieblas, que no es
programa genético se convierte en un dominio cuyas posibilidades pue- el de las luces teoremáticas sino del HACER hipotético-técnico, único apto
den ser tecno-lógicamente exploradas por la combinación de las tecno- para modificar unos procesos, y donde hay que orientarse en la diversi-
logías de secuenciación del genoma y de la intervención en las secuen- dad de las posibilidades sobrcabundantcs que busca precisamente esta
cias por los instrumentos de la cirugía genética <singularmente las enzi- t·XPLORAC¡ÓN SISTEMÁTICA DE L4S TlNIEBL4S.
mas de restricción. No cabe entonces duda alguna de que una serie cau- Esta exploración ya se ha emprendido cuando a finales del siglo
sal existente, que condicionaría la impermeabilidad de lo genético (ger- XVIII el empresario inglés Boulton conoce a Watt. En El pecado de Epi-
men) a lo epigenético (soma), impermeabilidad característica de los seres maco habíamos mantenido que su asociación inaugura la revolución
vivos sexuados que constituía una ley causal de la reproducción y de la industrial definida como disponibilidad de capitales, al hacerse éstos
evolución de las especies, está pura y simplemente suspendida por la cada vez más móviles y desterritorializados, y partir a la conquista de
invención tecnocientífica de una nueva forma de vida. oportunidades de inversiones cada vez más variadas que hace que la
Esto es lo que llamamos la CONMOCIÓN TECNO-CIENTÍFICA. investigación pare~ca acabada.
Ciertamente se podría objetar que la ciencia biológ-ica es particular y Desde luego, sólo a principios del siglo XX estará verdaderamente
que la delimitación de su cientificidad nunca ha sido simple. Pero, éno organizada sistemáticamente, especialmente con Holst y la empresa
es esto cierto de toda ciencia desde el momento en que se integra en la Philips. entonces se llamará investigación-desarrollo. Pero es desde el
instrumentalidad tecnocientífica e intcrioriea con ello los criterios de su principio del maquinismo cuando se instala este proceso de innooación
eficiencia? permanente que aquí hemos llamado modernidad y que el investigador
ya no duda en suscitar a la vez por medio del marketing y de la org-ani-
zación de la investigación-desarrollo, que explora sistemáticamente los
posibles y lo real pasa a un seg-undo plano.
2. Orientarse en las tinieblas de los posibles tecnodentíficos
La ciencia ya no es entonces este tras lo cual invierte la industria,
sino lo que está comanditado por la industria para abrir nuevas posibili-
La com-posición de la ciencia y de la técnrca en la época industrial', dades de inversión y de beneficios. Porque invertir es anticipar, en esta
que rompe con su o-posición y después con su confusión en la actual situación la realidad pertenece ya al pasado. La conjug-ación de la técni-
recnociencia productora de tecnologías, es muy precisamente lo que es ca, la ciencia y la movilidad de capitales dirige la apertura de un futuro

318 319
sistemáticamente explorado por la experimentación. Esta ciencia con- Ahora bien, podría ser que la carencia sea aquí y en tanto que tal una
vertida en tecnociencia es menos lo que desen'be lo real que lo que lo des- razón, es decir, a la vez un motivo y una necesidad -en este caso el moti-
estabiliza radicalmente. La ciencia técnica ya no dice lo que es (la "ley" vo y la necesidad de lo incalculable, incluido de la muerte, como lo que
de la vida): crea una nueva realidad. Es una ciencia del devenir -y como determina ti Dasein y que es una GRAN CARENCIA del M:T vivo, pero
demostrarán lIya Prigogine e Isabcllc Stengers, de lo irrcucniblc:' Es lo que es precisamente también la posibilidad de la vida como principio de
que vamos a examinar ahora más de cerca. ,- un inmenso proceso de individuación que se llama la "evolución".
Para orientarse eTI las tinieblas de los posibles tecnocientificos sisremáti- Por medio de esta doble alternativa, que no es nccesanamente dis-
camente investigados por la inversión, existen al menos dos posibilida- yuntiva (es lo que llamamos la composición, ley de la adopción, ella
des criteriológicas evidentemente relacionadas: misma ley de la transmisión) aquí no hacemos más que introducir pro-
gramáticamente una reflexión futura sobre la necesidad de una carencia,
l. La primera posibilidad criteriológica es la de una eficiencia concebi-
sobre el fantasma de la perfección que querría eliminarla, sobre los diablos
da como probabilidad de un beneficio, de la que la cuestión es saber qué
engendrados así por los símbolos y que ocupará lo esencial de las obras
significa bene:
futuras.
- ces el bien de Nosotros, esto es, de esta serie cronológica que integra
en el infinito el futuro absolutizable de este Nosotros,
- o es el bien en el sentido del producto industrial, bien de consumo que
produce un beneficio concebido en términos de provechabilidad respecto 3. La práctica en la filosofía crítica
a inversiones que pueden ser amortizadas en un plazo razonable?
2. La segunda posibilidad cn'fenológica es la de hacer que se pueda Las inmensas cuestiones que se nos imponen así son totalmente
interpretar también de dos maneras: inconcebibles para la filosofía antigua y moderna: tal es la necesidad de
- una es la FACTIBILIDAD, es decir, el cálculo de la relación cos- una "nueva crítica". Para Aristóteles, el desarrollo del saber apodíctico
tes/ventajas, pero que plantea la cuestión de aquello que se llama debería ser la eliminación tendencia] del saber técnico:
"coste" y de aquello que se llama "ventaja", Así [la técnica1 no progresa en el mismo sentido que la expli-
-la otra es la DIFERENCIA QUE HAY QUE HACER y, por lo tanto, e! cación científica: más bien desaparecería a medida que ésta
progresa."
otro sentido de! verbo "hacer" que ella apela y que no podría estar condi-
cionada por la eficiencia y la provechahilidad, porque esta diferencia, Esto también es cierto de Kant. Sin embargo hay una profunda dife-
que es una ficción, sólo puede apelar a una im-probabilidad radical y a rencia entre Aristóteles y Kant en este mismo punto: para el primero, la
una carencia de la razón. técnica pertenece al dominio de la contingencia y de unafalta de acaba-

320 321
miento de La naturaLeza, mientras que para Kant, pertenece al dominio vivo", pero todavía como medio de producciání, cuando al acercarse
de una falta de acabamiento de La ciencia: Ciencia y técnica su confusión lleva a la tecnociencia en la que el deve-
Uno se contentaría con reírse de un mecánico empírico o de nir tecnológ-ico se acelera de pronto hasta el punto de invertir su signo y
un artillero que qUISIeran criticar, el uno la mecánica en suscitar un scntimiento de amenaza o de destrucción.
general, el otro la teoría matemática dc los proyectiles dicien-
do que quizá se ha concebido finalmente la teoría de éstos, Mientras que la revolución industrial había comenzado como nuevo
pero que en la práctica no vale absolutamente porque, al proceso de adopción bajo el signo de una promesa de emancipación y de
aplicarla, la experiencia proporCiona unos resultados com- progreso, las actuales tccnocicncias, que esencialmente son puestas en
pletamente distintos a los de la teoría (porque si se añadiera marcha de nuevos procesos de retención, de reproducibilidad y de trans-
a la primera la teoría del frote y a la segunda la de la resis-
misión, están cada vez más confrontadas a riesgo de un rechazo de la
tencra del aire, es decir, de manera general, un suplemento de
teoría, entonces estarían completamente de acuerdo con la adopción percibido como una amenaza de regresión bajo el efecto de injer-
experiencia)". tos que minan toda posibilidad de unificación de un Nosotros y provo-
can, a falta de un criterio proyectable al infinito, es decir, idcalizablc, rcac-
Aquí la técnica es efectivamente ciencia aplicada: no tiene ninguna
ciones de defensa Inmunitaria -es una dimensión, lo que llamamos el
opacidad de derecho, sólo puede permanecer en la sombra de la razón de
malestar como decepción.
hecho -debido a la falta de acabamiento de la ciencia. Tanto para Kant
como para Aristóteles, La CIencia es lo que enuncia y fonnaLiza lo real en Ahora bien, este criterio sigue siendo inencontrable en un contexto
tanto que lo que no puede ser de otra manera. A este respecto, la ciencia es tecnocientffico no criticado en el que se han invertido las relaciones
ciencia del ser y desde luego lo es constativamente. entre real y posible, en el que lo real se convierte en una modalidad de lo
Además, al pensar ambos la técnica como un medio para un produc- posible y en el que, por esta misma razón, se invalida la división kantia-
tor que es su fin, ninguno de los dos ve la dinámica sistémica que sus- na entre teoría y prdcuca.
tenta la evolución técnica, porque para estos pensamientos no hay evoLu- En efecto, a diferencia de Aristóteles, en Kant el saber se distribuye
cián técnica en sentido estricto. Pero para Aristóteles ésta sería más bien en dos dominios cuya confusión procede de la metafísica, cuyas tres Crí-
una involución, es decir, lo que está llamado a eliminarse de derecho (si ticas deben prevenir la razón: el dominio teórico y el dominio práctico.
no de hecho), mientras que para Kant la evolución aparentemente téc-
Sin embargo, este reparto constitutivo del criticismo y que siempre es
ruca es de hecho una evolución científica.
arriesgado cuestionar es lo que obstaculiza un pensamiento renovado de
Hemos visto que la evolución propiamente técnica se hace patente la técnica en la época de la tecnología y de las recnociencias -es decir,
(y empieza a ser pensada por Marx, que apela claramente a una teoría que constituye un obstáculo para la posibilidad de una economía políti-
de la evolución técnica inspirada en la que forjó Darwin para el ser ca de la adopción.
J22 323
Al interrogar la causalidad Kant neutraliza la que en el dominio teó- la medida en que llamamos aquí invención no ya simplemente a lo que
rico resulta de los fenómenos de la voluntad y de hecho una cuestión antes designábamos como proceso de interionzación/exteriorización, en el
práctica en su sentido, es decir, vinculada al reino de losfines bajo la ley sentido de "la invención de la Santa Cruz", sino a lo que constituye el
moral, como si no existieran los actos técnicos y no plantearan cuestiones primer término de lo que Simondon llama linaje técnico cuya génesis es
frente a las cuales es menos evidente la posibilidad de separar lo teórico precisamente irreductible a una pura y simple explicación física y que es
de lo práctico. muestra de un tipo de ind'ividuación particular: el proceso de omcrat-
Como a sus ojos la técnica es de derecho homogénea a la teoría, no eacián,
comporta mnguna dimensión práctica: esto es lo que significa el ejem- Si, en efecto, se admite que estos linajes sólo son posibles por medio
plo del artillero que sólo por ignorancia de la teoría de la resistencia del de la invención de posibles que ya no están contenidos en lo real o, para
aire puede oponer su práctica a la teoría balística y que, por lo tanto, no hablar como Simondon, si no se da por anticipado al individuo para
tiene práctica en sentido estricto. En Kant sólo hay práctica si hay liber- explicar la individuación, porque ésta es [Oda la cuestión, hay que vol-
tad realizada por una voluntad. ver a cuestionar la distribución de los papeles entre las dos fuentes de
A! examinar la relación entre una representación sintética y sus obje- conocimientos que son la intuición y el entendimiento. ¿Es todavía
tos, el parágrafo 14 de la "Deducción trascendental" excluye ig-ualmen- posible decir que "la mayor extensión de los conceptos más allá de nues-
te que la voluntad pueda producir causalmcnrc su objeto "respecto a la tra intuición sensible no nos sirve de nada"" desde el momento en que
existencia"!', precisamente porque la práctica técnica no tiene lugar de la imaginación como facultad de invención se muestra, precisamente en
ser: sólo es una consecuencia sacada de la teoría y de la cual la voluntad su época tecno-científica, susceptible de hacer intuitivo lo que no lo era
no es aquí ni la causa ni el efecto, sino el ténnino medio. en el momento de su representación y de lo que se puede llamar su con-
cepción y que consistía en primer lugar en lo que hoy se llaman qUImeras,
es decir, en ficciones surgidas de las especulaciones de la razón?
¿Qué ocurre entre el entendimiento, la intuición, la Imaginación y
4. El criticismo como negación de la invención
las ideas de la razón cuando estas quimeras, por ejemplo, pueden con-
vertirse en producciones técnicas de serie, se convierten al mismo tiem-
El problema es que este análisis no deja posibilidad alguna de dar po en reproducibles, induso en reproductoras, son puestas en el merca-
cuenta de lo que ocurre en el caso de la invención. En efecto, a una nega- do e introducidas en el proceso de adopción por la industria de las bio-
ción de la invención es a lo que inevitablemente lleva el parágrafo 23 de tecnologías, de la agroalimentaria a la de la procreación artificial pasan-
la misma "Deducción trascendental" el cual expone la inutilidad de do por la fabricación industrial de prótesis vivas como injertos eransgé-
nuestros conceptos sin intuición sensible correspondiente. Negación en nicos? O también: équé es un esquema en la época de la simulación

324 325
generalizada como método de investigación? Y equé es una simula- tecnogeográfico que evidentemente incluye también la geografía huma-
ción? na.
El hecho de que el pensamiento kantiano no conozca ruptura de El desarrollo de objetos industriales aquí es en sí una experimenta-
derecho entre teoría y práctica técnica y que para este pensamiento la ción y una exploración de nuevos posibles y, por lo tanto, e! mundo coti-
técnica sólo sea, al contrario del punto de vrsta de Aristóteles, ciencia diano es un laboratorio permanente (veremos que esto es especialmen-
aplicada, aun cuando permanezca inexplicada, este hccho es la conse- te cierto de la red IP). Ahora bien, en los dos primeros volúmenes de La
cucncia de esta concepción dc un entendimiento encerrado en la intui- técnica y el tiempo habíamos demostrado que la posibilidad de la antici-
ción, que niega necesarramerire la posibilidad de la invención definida pación está ella misma condicionada y sobredeterminada por las posibi-
como lo que abre un nuevo Linaje técnico: es la negación de los procesos lidades de retenciones terciarias, es decir, por el medio técnico del espí-
de individuación técnica': en los que las relaciones transductioas engen- ritu. Así pues, lejos de ser reducible a la [Isica. la técnica es un medio que
dran unas morfogénesis que llevan a unassobredeterminacionesfunciona- condiciona la temporalidad de la "razón práctica", es decir, la voluntad, y
les y en los que no se puede reducir la materia que [unciona a la sola eje- que a cambio está atravesada por una causalidad práctica. sometida ella
cución de las leyes de la física, sino que es muestra de 10 que habíamos misma evidentemente a las coacciones dc la causalidad física. Pero ésta
llamado el reino de lo morgánzco organizado al que ahora se añade lo sigue siendo una noción completamente abstracta mientras no se le
orgánico desorganizado. objete el problema dc las condiciones de su localizaCión, es decir, de los
fenómenos de equilibrios locales y metaestables, es decir, de los desequili-
Al estudiar la génesis de lo que él llama los medios asociados, que
bríos potenciales que frecuentan la física desde el principio de este siglo.
llevan a un espacio inextricablemente recrio-geográfico en el que la
individuación tecno-Iógica interviene evidentemente en las dinámicas Lo que llamamos la condición cuando decimos que la técnica condi-
geofísicas como factor de perturbación, Si mondan introduce en la géne- ciona la temporalidad de quien quiere, no es evidentemente una deter-
SIS técnica la necesidad de la anticipación, la cual debe dar cuenta de las minación y por esa razón la condición técnica no es una negación de la
enseñanzas de la materia que funciona como rcoclacián de carencias di:fun- libertad práctica.
cionamiento que pueden inoeriir sus SignOS (tal es el caso del auroencen- Pero, por una parte en cierto modo se truta de una libertad condicio-
dido del motor Lenoir que se convierte en principio del motor Diesel} y nada aunque sea incondicionada en relación al me01nismo y, por otra, esta
esto como experiencia práctica que precisamente no se puede reducir a capacidad de anticipación técnicamente sobredeterminada por el juego
una pura y simple aplicación de la teoría física de la materia porque la de dispositivos retencionales y proyectada en las posibilidades irreducti-
materia que funciona nunca es solamente la puesta en marcha de un bles a la sola realidad flsica de la materia que funciona, hace caduca la
funcionamiento JÚICO, sino precisamente un complejo organizatlVo aun- exclusión de "la causalidad por medio de la voluntad" en lo que concierne
que no sea orgánzco en sentido estricto. Esto es lo que Significa el medio a la relación entre una representación sintética y su objeto.

326 327
Ahí donde en Kant la técnica sólo es la ciencia aplicada porque sólo cisamente el objeto de la denegación de los poderes contemporáneos los
es el desarrollo analítico de los conceptos del entendimiento que cono- cuales ostentan tanto más escandalosamente sus veleidades cuanto que
ce los. datos de la intuición, nosotros plameamos quc la técnica es lo que no cesan de tropezarse con el hecho de su impotencia -y no hablamos
permite la constitución de esquemas, prácticos incluidos. Por lo tanto se sólo de los poderes pebíícos-, mientras que cada uno sabe profunda-
deb~n ca.mbiar por completo sus relaciones con la teoría y su lugar e~ la mente que a partir de ahora la incicncia dicta la ley.
tcorta. SI se le puede dar forma al ladrillo por medio de la mano del
Esta contradicción, que en Francia se ha analizado como una pérdi-
moldeador es porque está guiada por un concepto de la arcilla que sólo
da de crédito de las "éhtcs", es un factor principal de agravamiento del
se ha podido adquirir en la frecuentación gestual de ésta: en el último
vo.lumen veremos que el análisis hilemórfico que sustenta el razona- malestar. Es particularmente corrosiva para la autoridad de los cuerpos
docentes: el sistema educativo, que es lo que debe proporcionar una
~l~nto de Ka.~t, despu.és d: Aristóteles y en conformidad con él, y que
dlTlge la ~elaclOn entre intuición y entendimiento es precisamente aque- inteligibilidad de la situación del Nosotros, parece al contrario como lo
llo que Slmondon recusa en El individuo y su géneSIS [Isico-biolágica. que hace este Nosotros propiamente incomprensible y, por tanto, iluso-
rio: ahí está lafuente de la incivilidad que unos espíritus rústicos prefe-
A la inversa, la tecnicidad originaria tanto de la teoría como de la
rirían limitar a unas causas menos complejas y más fáciles de recuperar
práctica y la cuestión específica de la práctica trcnoaeruífica resultante de
por su cuenta.
ello sl.gnifica que la "libertad" causal a cuya cuestión la tecnología nos
conrruna hoy de manera expresa no es en nada una habilidad: por un lado Para Kant sólo en el dominio moral "la libertad puede superar todo
~orque. ~s una libertad condicional en la medida en que la libertad, límite asignado l...) donde la razón humana demuestra una verdadera
incondicionada en consideración a las causalidades mecánicas está causalidad y donde las ideas se convierten en unas causas eficientes (de
condicionada por las posibilidades que ofrecen los dispositivos retencio- unas acciones y de sus objetos)"." La ideas técnicas no son causas efi-
n~l~s de constitui.r unos flujos de conciencia y, por otra parte, porque las cientes sino conceptos teóricos: en ausencia de toda cuestión práctica
dinámicas evolutivas de los sistemas técnicos son unos datos sistémicos concerniente al dominio de la técnica, de la tecnología y de la tecno-
con los que se las debe arreglar la práctica tecnocientífica. Ciencia, en el criticismo, u\ CUESTIÓN DEL FUTURO TODAVÍA NO
SE HA HECHO CARGO, POR LO TANTO, DE LA DEL DEVE1"\IR en la
En ~sto la modernidad tccnocienrffica es aquello que despide a la
modernidad filosófica, cuyas figuras inaugural y terminal son Kant v que desde luego no debe pararse, sino por la cual sólo puede pasar PARA
Descartes. Y en 1969 Alexis Philonenko predecía la agonía del kantism~ I IACER AHÍ LA. DIFERENCIA.
en la época en la que "a partir de ahora la suerte de la razón [está] estre- Ahora bien, hemos tratado de demostrar que el devenir es precisa-
chamente vinculada a la máquina" y en la que parece que "el kantismo mente este dominio práctico de la técnica, como posibilidad del artifi-
descansa en una ciencia y en una comprensión de la ciencia que ya no cio, que es muestra tanto de la naturaleza como de la libertad y en el que
son actuales"." Pero esta caducidad del discurso de la habilidad es Prc- se plantea plenamente la cuestión de lo que hay que hacer (como diferen-

m 329
cta] ahí donde hace falta La carencia que se convierte ahí en un criterio indisociablemcnte teóricos y prácticos. Desde e! momento en que se
donde la experiencia no lOS, desde luego, "lo que proporciona la regla"; sitúan las cuestiones prácticas en la intersección de los dominios prácti-
Respecto a la naturaleza, la experiencia es la que proporcio- cos y teóricos, es decir, de la naturaleza y la libertad, que confieren a las
na la regla y la que es la fuente de la verdad; pero respecto a ideas técnicas una causalidad eficiente, lo que entra en crisis es la tota-
las leyes morales, l~ experiencia es (ipm.desgracial) la que e$ lidad de! dominio teórico.
la madre de la apanencra y es un intento altamente condena_
ble el querer sacar de lo que se hace las leyes de lo que debo Esta cuestión se plantea singularmente en el dominio de! ser vivo tal
hacer o querer reducirlas a ello"." como, al convertirse en un material para e! sistema biológico industrial,
constituye un nuevo díspositioo de retenciones terciarias, en cuyo seno se
Si. nuest~as anteriores observaciones críticas respecto a la negación
puede tomar un control sobre los procesos de retenciones a través de los
de la lOv~nclón ~or el criticismo son fundadas, lo que aquí se dice de la
criterios que no tienen nada de científico ni de teórico y que permiten
a~anencla concierne también a la causalidad eficiente de la razón no
producir en serie quimeras, clones y otros materiales transgénicos.
s?lo.como dominio moral (y político) SIllO como domimo técnico. Y esto
slgll1fic~ que una política debe ser una poLítica de La técnica, es decir, un Pero la cuestión se plantea también con la multiplicación de los nue-
pensamiento práctico deL devenir capaz de proporcionar una idea que pro- vos tipos de medios asociados, tecnogeográficos y comerciales, que han
yecte eL futuro del que este devenir es portador, donde nada es más "conde- surgido de la hiperindustrialización numérica y de la performatividad
nable T".querer sa~~r de lo que se hac~ L~s leyes de Lo que debo hacer o que- generalizada que se despliega ahí. Esta hipenndustn"alización, como des-
rer reduc:rias.a eiLo , Lo que se llama cmssmo y renuncia, y que es eí discur- arrollo de industrias integradas de la transmisión, donde se fusionan tec-
so del mimetiSmo y de la adaptación que consideramos condenabLe en que nologías de producción y mnemotécnicas, es también una hiperrepro-
sirve de coartada para los hechos contra los derechos. ductibilidad técnica que tiene en común con Las blOtecnologías el instaurar
Una política de la técnica debería poder elaborar unas ideas prácticas nuevas condiciones de la reproducción en todas sus [orrnas -y en particular
capa~e~ de ~la.ntear y de regular la cuestión de lo que hay que hacer en el de la reproducción de los saberes.
dor~I1Olo practico tal como es muestra conjuntamente de La naturaleza y de Nos planteábamos la cuestión de saber en qué consistiría un princi-
la libertad. Pero e! ~ue entonces plantea un problema es e! concepto de pio de diferenciación subjetiva en la época de las tecncciencias. Ahora
naturaleza. Es precisamente este concepto, como totalidad de los fenó- comprendemos que, como necesidad de la razón que se legitima ella
menos, e! qu~ está completamente condicionado, tanto en Kant como misma para orientarse en las tinieblas de las cosas suprasensibles, con-
en e! pensaml~nt.o común, por e! orden que somete los posibles a lo real sistiría en una facultad de juzgar de la cualidad de ficciones tccnocicnufi-
de la substanclaltdad. Ahora bien, este ordenamiento está alterado por caso A falta de semejante criterio, es precisamente en esta cuestión donde
la actividad tecnocientífica. Por esta razón las cuestiones vinculadas a la crisis encuentra su foco y revela su inmensidad como consecuencia y
las prácticas actuales surgidas de la teoría biolÓgIca son unos problemas reto de La inversión industrial en los procesos retencionales, al no poder ape-
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lar ya la necesidad de la razón a un ser supremo soberanamente real Ahí es, efectivamente, donde hay que situar la extremidad de la nove-
como fundamento de toda posibilidad dad de este registro, que además es completamente indisociable de los
nuevos dispositivos retencionales y sume en el desasosiego al sistema
educativo como dispositivo de transmisión y de reproducción de los
saberes hasta el punto de amenazar de desmoronamiento, al ser esta
5. ¿Qué queremos? Actualidad del principio recno-cicncia-ficción una revolución absoluta de la cuestión de la trans-
misión, es decir, de la reproducción: esta tecno-ciencia-ficción es una
subjetivo de diferenciación
industria de la reproducción como [iccián, lo que algunos calificarán de
reproducción ficticia, es decir, no sólo de producción de monstruos, sino
La cuestión de Kant es saber cómo y por qué la razón puede ser de producción de seres diabólicos que amenazan al mundo como el Dia-
guiada y orientarse "en el pensamiento" cuando ya no puede recurrir a la blo, o como la venganza contra la posibilidad del Diablo. Volveremos
experiencia. Es la cuestión de Dios y de unafe racional ~que se plantea desde luego sobre este inmenso riesgo de demomaacioncs de todo tipo.
ante la inminencia del deceso de Federico el Grande, en el temor de una La "razón" recnocientífica estaría en ciento modo obligada e ficcío-
vuelta de la censura y en el contexto de un conflicto entre Mendelsschn nar, pero debería ficcionar racionalmente: una razón que ficcione un
y [acobi que es una verdadera crisis del Aulk-'ifrung. Además del hecho final de todas las cosas, como la razón kantiana que debe orientarse en
de que vamos a volver sobre la cuestión de la fe, de la fidelidad, de la las cosas suprasensibles, debe ficcionar racionalmente un final de la
creencia y del Padre Eterno, este "Padre de todos los padres" que en el naturaleza -a saber, la perfección de Dios, que sólo puede ser una hipó-
monoteísmo hay que adoptar como todo padre debe adoptar para ser tesis improbable o una promesa según la misma estructura que la idea-
adoptado, lo que nos interesa aquí es la cuestión de un pensamiento lidad en general. "Nunca podría l...) presentarse ningún objeto adecua-
racional sin experiencia actual posible y que se encuentra, por lo tanto, do a la idea trascendental. [... ] La idea, como concepto de un máximo,
obligado a ficáonar. nunca puede ser dada de manera adecuada"," en cierto modo siempre
l
falta -al tiempo que hace la diferencia:faltar es aquí hacer la d¡ferencia.
Esta cuestión, que en Kant es la de una necesidad para la razón teó-
rica y de un deber para la razón práctica, nos interesa en el momento en Esta ficción que se impone en 10 que concierne a las cosas supra-
que planteamos que al haberse convertido la ciencia en tecnociencia, sensibles, responde a una necesidad de la razón. La razón es esta necesi-
revela ser también una tecnocicnciafíccuin que plantea en un regútro com- dad: ella se hace carencia, nunca se basta, como dice Valéry: en resumen,
pletamente nuevo la cuestión del final de todas las cosas. Es decir, que es no es más que una interminable proyección de su unidad que no existe y
inmediatamente práctica y no sólo teórica: vuelve a cuestionar la distin- toda la cuestión es la de la relación entre la peifección que se tiene por
rión kantiana -lo que tan lamentablemente manifiestan los "comités de objetivo y la carencia que hace falta para poder tenerla por objetivo en una
ética" Yotros "consejos ciudadanos". época en la que ya no es posible plantear un real supremo como patrón

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criterios: tal es la condición de la adopción. Nos pide lo que queremos
de todos los posibles -patrón, es decir, genitor, pero genitor sin genitor, es
frente a las inmensas posibilidades que ella abre Irresistiblemente. He
decir, Padre Eterno y Pasado Absoluto, es decir, primer y último repro-
aquí lo que espanta al saber actual, completamente desorientado: ú¡]tan
ductor. En una palabra: Creador.
los criterios demandados y debemos confesar que no sabemos lo que que-
¿En qué condiciones es posible una promesa de perfección, es decir, remos, mientras que, como comprendió tan bien Nietzsche, no podemos
un deseo de la unidad del Nosotros, como deseo de conocimiento en par- no querer. Esto es lo que significan malestar e indiferencia ontológica.
ticular? Respuesta: a condición de que se preserve la carencia de la
Sólo podemos progresar en estas cuestiones a condición de intentar
razón, es decir, su necesidad en tanto que prmcipio de diferenciación. A
una crítica de la tecnocienCla, es decir, un discernimiento de la conmo-
partir de entonces la cuestión es saber en qué condiciones se puede pre-
ción en la que ella consiste. Lejos de expresar las modalidades posibles
servar esta necesidad, es decir, esta carencia, que ciertamente no se
de lo real, la tecnociencia explora unas necesidades de las que lo real
reproduce espontáneamente cada ocho horas como un hueco en el estó-
sólo es una concretización transitoria, un éxtasis momentáneo en un
mago de un ser humano de buena salud -y a partir de entonces se trata de
proceso y que no deja de devenir para transformarse. Esto era lo ~u.e
saber si puede estar amenazado y, en caso afirmativo. por qué puede estarlo.
queríamos decir cuando planteábamos que ahí donde en la edad clási-
Pero esta necesidad de la razón teórica que es un deber de la razón ca la regla era la estabilidad y el cambio la excepción, hoy, época de la
práctica, para la cual "ya no estamos obligados a suponer la existencia permanente innovación, es la estabilidad la que se ha convertido "'
de Dios 'si' queremos juzgar sino porque 'debemos' juzgar" significa excepción y el cambio en regla. Una de las innumerables consecuencias
que la cuestión de este criterio necesariamente se presenta en la época de esto es que el ser vivo parece a la industria biotecnológica un estado
de la tecnociencia como conjugaCIón de una necesidad y de un deber, es de cosasposibles en un momento de la evolución, estado que nada prohí-
decir, como perteneciente al dominio de una voluntad. La cuestión que be modificar para proseguir esta evolución a través de nuevos medios, los
nos requiere expresamente la tecnociencia, que requiere expresamente cuales son dados precisamente POI" el control de los dispositIVos reuncio-
que tengamos por objetivo la posibilidad y la necesidad de un Nosotros nalas, matenal genético incluido.
para que podamos proyectarnos como Yo es; ¿qué queremos?
La recnociencia nos requiere expresamente la cuestión de saber qué
queremos porque la ficción que la razón estaría boy obbgada a proyec-
tar, como tecnociencia, se convierte en la ficción de una ciencia que ya no
es lo que dice lo real sino lo que INVENTA lo posible. Es todavía y siempre
la cuestión de la invención (y por esta razón los tecnocientfficcs están a
partir de ahora más interesados en las patentes que en los descubri-
mientos) y de la posibilidad de su adopción. Esta ficción nos pide unos
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brimicnto que constituye un ideal de constatividad pu:a. Es d~ci:, .d.e
. ' d e lo real"
pura descrtpcton . Descartes define esta esencial dcscripribili-
dad como objetividad.
Por el contrario la técnica es la inscripción en el ser de un posible. Este
6. De lo posible a lo real: performatioídad posible no es científico m!entras no está some~i?o a las leyes del s~r
de la tecnodenda-ficdón (hecho compatible con el ser en tanto que estabilidad). Qu~da ~n acci-
den e. E n Kant este accidente se llama una ignorancia de la ciencia: para
ibl '1
'
él la técfilca sólo es ciencia aplicada, lo que significa que lo pOSI e so o
La tecnología es simultáneamente una época de la técnica y una modalidad de lo real. En Aristóteles este accidente es e! índice de
esuna d'd
época de la ciencia: la época de la tecnociencia en la que técnica y cien- una contingencia. Pero esta contingencia está llamada a verse re UCl a
cia establecen una nueva relación. La tecnociencia designa a la vez un por e! episteme.
nuevo modo de ser de la ciencia y un nuevo modo de ser de la técnica A partir de! sigla XIX mientras que el can:'bio se convierte en ~a regla
cuyo resultado se llama tecnología. La tecnociencia es la ciencia puesta al al hacerse incierta la estabilidad, parece posible que la te~nologta, sur-
servicio del desarrollo de la tecnología, pero, al mismo tiempo invertida en gida de la técnica asociada a la ciencia, se revele mcompatlble con el ser.
su concepto. Como posibilidad de devemr, puede volverse monstruosa en el plan.o
Llamamos tecnología a la técnica que integra funcionalmente en ella ontológico y, con ello, adquirir un carácter diabólico: es lo ~ue ~alll­
el saber científico, el cual ya no está en conflicto con ella. Ciencia y téc- fiesta el mito de Fausto, pero más generalmente y mucho mas a~~lgua­
nica se habían definido de entrada, en la tradición antigua, por su opo- mente, toda denunCia de la hibris que no es otra que la confusiO.n del
sición. Los tiempos modernos redujeron la técnica a ser sólo una aplica- accidente con la esencia y cuyo sentimiento acabará por generalizarse
ción de la ciencia. La tecnociencia es la composición de la ciencia y de la en e! siglo XX.
tecnología, es decir, que la ciencia se somete ahí a las obligaciones del Esta posibilidad de! ser es contradiClOri~ con la ~ey ?e1 ~:r: es un no-
devenir de la tecnología que forman las condiciones sistémicas de su ser en el ser, una nada, una potencia ilusoria de amquuaclOn qu~ siem-
evolución. pre acabará por revelarse impotente -la del apr~ndiz de brujo que,
La oposición tradicional entre Ciencia y técnica descansa en un pos- como Epimeteo, constata, aunque siempre demasiado tarde, las conse-
tulado ontológico en el que la ciencia describe lo real en su estabilidad, cuencias prejormativas e incontrolables de sus actos.
es decir, el ser, que también se dice physis y después natura. La ciencia Al contrario del ideal de constatividad pura de la ciencia .d~sica, la
describe la naturaleza como suelo de estabilidad de lo real, o como iden- esencia de la tecnología que produce la recnociencia, cuyo ob~e~1Vo es la
tidad ideal de lo real: como esencia. A este título su objetivo es el dcscu- mvenóón, siempre es, en efecto, performarivo. Lejos de describir lo que
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es, es decir, lo real, la invención tecnocientí(¡ca, cuya adopción es lla- También este posible es lo que ocupa los sueños del hombre de
mada la innovación, en tanto que hace aparecer uno nuevo que trans- Valéry que habita e! Espíritu -y que pone este espíritu en crisis.
forma cI ser es la inscripción. de un posible que tiene lugar en exceso en el
La sumisión de lo posible a lo real es una permanencia del pensa-
ser, es decir, en la descripción de la realidad del ser: es heterónoma en
miento metafísico, es decir, de la relación oposiriva que éste instaura
relación a la ontología -por esta razón pu~de ser aprehendida como
entre ser y devenir y que la carucrenza. Esta oposición metafísica tiene
accidentalidad pura.
como correlato una sumisión de lo posible a la autoridad de lo supre-
La realidad interesa a la tecnociencia sólo secundariamente como mamente real. Es lo que ilustra, por ejemplo, la posición actual del Vati-
trampolín para acceder a nuevas posibilidades. ' cano sobre la procreación.
Mientras que la ciencia sIgue siendo clásica aprehende la heteronimia También por esta razón en Kant lo posible es una modalidad de lo
técnica como apariencia provisional de transformación dcl ser. Para la real. Esto es lo que discute Heidegger, pero aquí exploramos por qué no
ciencia clásica esta alteración es ilusoria y se mantiene así mientras la puede ir hasta el final de esta discusión. También es lo que discute
Ciencia no ha enriquecido la descripción de la permanencia del ser, con Nietzsche, con los conceptos de voluntad de poder y de creación de
objeto de integrar lo posible técnico como simple modalidad del ser, al valores. De todo esto se Impone la siguiente conclusión: tomar la medi-
borrar con ello su novedad y llevarla al seno de la conformidad con la da de lo que ocurre con lo que llamamos tecnocicncia exige la crítica de
identidad ideal de lo real que dice e! discurso científico de! ser separan- la determinación metafísica de lo posible --es decir, el análisis crítico de los
do lo esencial de lo accidental. Aquí resulta entonces que lo posible apa- mecanismos de la proyección y de sus condiciones retencionales.
rentemente nuevo, revelado por la invención técnica, en realidad ya esta- Ya habíamos explorado el caso de la síntesis biotccnológica de la fini-
ba contenido en lo real. Es el discurso antes citado de Kant. tud rctcncional en la que, cuando un genético interviene hoy en una
Cuando la ciencia ya no es clásica, se reducen sus pretensiones de secuencia molecular con el objetivo de "descubrir" el funcionamiento
mantenerse en un ideal de pura constatividad: en tanto que recnocren- del ser vivo, se da con dio los medios de fingir este mismo funciona-
cia, ella misma se hace performariva. Lo que es una modalidad de lo real miento reproduciéndolo de otra manera, de inventar otro funciona-
ya no es lo posible. Lo real es lo que se vuelve un punto de vista provi- miento posible y de reivindicar... la propiedad de una patente.
sional (actual) sobre lo posible. Ahí lo posible rompe con lo real. La Ahora bien, ahí hay una paradoja considerable en la que se borra la
ciencia explora todos los posibles sin cargarse ya con la idealidad del ser. diferencia entre constatividad descriptiva y performatividad inscriptioa. Si
Es lo que descrihen Nietzsche, como estadio nihilista de la voluntad de los logros teóricos de la biología molecular son efectivamente los que
poder, Husserl, como crisis de las ciencias, y Heidegger como Zeit des han permitido poner a punto las técnicas de secuencÍación y manipula-
rM:ltbildes, época de las imágenes de! mundo y Gestell, "arrazonamienro" ción del "genoma'', la realización de estas técnicas también es la discu-
o, más literalmente, dispositivo. sión más radical de estas teorías, si es cierto que Francois Jacob estaba

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autorizado a escribir que el descubrimiento de la estructura del ADN inventiva y fabricadora) -la cual, al menos desde la aparición de las pri-
permitió establecer definitivamente el darwimsmo contra el lamarckis- meras herramientas de piedra hace cuatro millones de años, ha hecho
mo demostrando que "el programa g-enético no recibe lecciones de la vacilar siempre ya el postulado ontológ-ico: es lo que hemos tratado de
experiencia" -en otras palabras, que la ley de la vida de los seres supe- exponer en los dos pnmeros volúmenes de La técnica y el tiempo.
riores no es otra cosa que la estanquidad principia! enue germcn y soma, Con el proceso de exteriorizaClón se instala una nueva forma de
entre memoria genética de la especie y memoria nerviosa y cultural de memoria, que ya no puede inscribirse en la división neodarwiniana. El
los individuos." Ahora bien, cuando el genético manipula una secuen- ser vivo animal es una capacidad de reproducción por medio de la artIcu-
cia genética crea un acontecimiento genético de nuevo tipo, en el que la lación de dos memorias que no comunican: la memoria g-enética, el "pro-
memoria somática de un ser vivo superior entra en la memoria germi- grama" de la especie, y la memoria nerviosa individual. S.í n.o. hay
nal. A este respecto, respecto a la "Iey" de la vida de los seres superiores, herencia de los caracteres adquiridos es porque cuando el individuo
está fuera de la ley. Fuera-de-la-ley-del-ser: en un posible sin freno del animal muere, su memoria individual se borra cn el momento en que él
que una ontología sólo puede predecir que no anuncia más que una se apag-a. No se conserva ni se transmite ni se acumul.a. A.ho~a ~ien, la
sene de accidentes. técnica abre la posibilidad de transmisión de la eXpenenCla individual
y esto significa también que e! descubrimiento de lo real se ha con- más allá de la vida del individuo: ella sustenta un tercer nivel de memo-
vertido en una invención que invalida este rea/. Porque este genético ya ria, lo mismo que hemos estudiado aquí con el nombre de dispositivos
no describe lo real de! ser vivo: inscribe ahí un nuevo posible, un posi- de retenciones terciarias. Heredar una herramienta y adoptarla es here-
ble que antes no estaba contenido ahí y que, por lo tanto, no es una dar una parte de la experiencia de aquel que la ha legado, es ado~t~r
"modalidad de lo real". esta experiencia: es hacer de ésta su pasado, aunque éste no se haya VIVI-
do sino, en cierto modo, por delegación retroactiva.
A reserva de precisar que este posible estaba ya ahí en la cspccrc del hom-
La herramienta es ya una pantalla de proyección porque la adopción
bre ticnico. Pero entonces este posible técnico impone a la teoría del ser
de este pasado es inmediatamente una capacidad de proyección de un
VIVO que la técnica mtervcnga en la vida como instancia no viva que
futuro. Esta adopción es una "interiorización" al mismo tiempo que
participa en un fenómeno vital y sea formalizada en tanto que tal. Es
una "exteriorización", que necesita aprendizajes y prácticas por medio
decir, como soporte epifilogenétlco de retenciones tercianas que hacen POSI-
de los cuales se forja la coherencia inventiva (y no adaptativa) de una
bles descubrimientos e Invenciones.
individuación a la vez física y colectiva. Hemos llamado epifilogenética
El análisis de la situación crítica de la recnociencia, el establecí- a esta tercera memoria. Que la memoria se conserve más allá de los
miento de una critenología para juzgar la cualidad de sus funciones, la cuerpos -por medio de la organización de lo inorgánico. porque una
elaboración de la cuestión de saber lo que queremos, todo esto necesita herramienta, una escritura, una huella técnica no son otra cosa que un
una reconsideración de lo que es la oída técnica ella misma (es decir, ente inorgámco y sin embargo organizado, hasta que suceda la actual

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desorganización y reorganización de lo orgánico, pasando por la g-anadería La tecnociencia no es ciencia aplicada y menos aún, explicada: es
que emerge en el neolítico y acentúa la transformación de las condicio- ciencia implicada. A la vez implicada por ser comandirada , y cuestiona-
nes de la "presión de la se1ección"-es ya la suspensión de lo axiomáttco de da y bajo acusación por su implicación que parece una complicidad.
la biología molecular. Así pues, volver a poner en marcha la cuestión de Los científicos harían bien en pensárselo dos veces antes de barrer de
lo posible sería rccvaluar pnmero la tecnicidad originaria de la vida Ul1 manotazo la angustia que suscita lo impensado contemporáneo,
humana -y más allá. como algunos, evidentemente los más mediatizados, hacen a veces con
mucha alranerfa. No queremos decir que los científicos tengan que vol-
Ha llegado el momento de tomar la medida de la nueva situación
ver a una ciencia clásica y explicativa -lo que evidentemente no sería
creada para la ciencia y el saber que designa la expresión "recnocicncra",
posible ni interesante, mientras que la recnociencia es con mucho igual
como cuestionamicnro radical del postulado ontológico según el cual lo
de interesante que la ciencia-, ni desde luego que sean culpables de
posible sería uI!a modalidad de lo real. Si se debe consagrar una "mora-
cuanto ocurra. Mantenemos que la ocultación de la novedad de la situa-
toria" de principio en materia de investigación biológica a hacer la prue-
ción debe cesar imperativamente, por muy difícil, delicado, austero y
ba de este cuestiona miento, tiene un sentido. Si como es manifiesta-
largo que pueda parece semejante eJ;:plicitación. Difícil, delicado, auste-
mente el caso consiste por el contrario en aplazar para más adelante esta
ro y largo, este proyecto es también excitante --cuando menos tanto como
cuestión, es tanto más perjudicial cuanto que es imposible hacerlo res-
petar y cuanto que, por consiguiente, constituye un señuelo, una men- la ciencia y la propia tecnociencia.
tira política y una mala película. una fantasía" para las Jóvenes concien-
cias que sólo piden comprender y preguntarse.
La manera como está actualmente asfixiado el debate <teniendo en 7. El pueblo menos metafísico
cuenta intereses industriales a muy corto plazo, es decir, muy mal com-
prendidos- indina a pensar que se ha hecho todo para enterrar esta
cuestión que es tanto más urgente cuanto que no concierne sólo a la Heidegger no ve la vocación calendana y cardinal de la radio. No
biología molecular, ni siquiera solamente a la ciencia. La sociedad en su entrevé su carácter retcncional que de manera general no existe más
conjunto ha entrado en la era de una performatividad generalizada que para él que para Kant. Este carácter no lo ha olvidado simplemente, lo
afecta a la estructura de todo tipo de acontecimientos, como hemos explo- ha apartado y por una razón de fondo: la retención de síntesis es lo que
rado ampliamente a través de nuestros análisis del devenir de las indus- sustenta el cálculo, ella es la que hace pantalla a la temporalidad autén-
trias culturales" y con ellas de la propia conciencia. Esta cuestión des- tica, o propia, como lo que en tanto que "preocupación" trata y permi-
cuidada es lo que contamina toda actividad educativa, que al mismo te "determinar lo indeterminado". La retención, cree Heidegger, hace
tiempo parece vana, decadente, "séptica" y fuente de mcivilidad. pantalla a la proyección (al proyecto) cuyo momento crítico, el elemen-
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to principal o lo que en un proyector sería su cruz de Malta, es la la que sentimos que está en juego una IrreversibLe desaparición al mismo
Entschlossenheit (la "resoluCión"). tiempo que y como la aparición de una novedad extrema. Dogmatizada,
La retención de síntesis es en ciento modo la pantalla de la provee- esta problemática constituye incluso un dispositivo de bloqueo particu-
n,ón. Ella le hace pantalla, afirma Heideg-ger quien además siempre ha larmente retorcido.
dicho que como la physis kmptestai phi/á, el saher de la diferencia onto- Respecto al pensamiento heideggeriano de la "historia del ser" que
lógica es un saber que se retira, al cual originariamente le es "hecha desde principios de los afias treinta sustituye a la analítica existencia,
pantalla", incluso el cual se hace pantalla. hace propiamente impensable el episodio contemporáneo de la guerra de
Nosotros decimos prácticamente lo mismo, pero en absoluto lo deci- Los espíritus que se juega en Estados Unidos, país que para la Introducción
mos de la misma manera, lo que supone, hace, una enorme diferencia: a La metafísica sólo constituye tino de losfrenos que apneta Alemania -lo
en esta lengua tan poco filosófica a sus oídos, el francés, seguramente no que para Heidegger es también una nueva ocasión de volver a hablar de
entendemos lo que significa esta extraña y bella expresión "hacer p'n- la radio y de una manera singularmente actual:
ta 11 a " romo podría entenderlo Heidegger. Esta diferencia' de manera Desde el punto de vista metafísico Rusia y Estados Unidos
invien- completamente el punto de vista: nosotros planteamos que la son ambos lo mismo: el rrusrno frenesí siniestro de la técrucu
pantalla es en todos los aspectos [a condición de la proyección. Plantea- desencadenada y de la organización sin raíces del hombre
mos que la proyección, lo que Heidegger llama la pnmacía del futuro, normalizado. En una época en la que el último rinconcito
es necesariamente ilusoria y descansa en un dispositivo de selecciones del globo terrestre ha sido sometido a la dominación de la
retencionales: ahí está el sentido la adopción del devenir como futuro y técnica y se ha hecho explotable económicamente, en la que
esto es lo que se desvela con la modernidad que cumple su pleno des~ cualquier circunstancia que se quiera, en cualquier lugar
que se quiera, en cualquier momento que se quiera se ha
arrollo al otro lado del Atlántico para la reorganización del mundo ente-
ro. hecho accesible tan rápido comu se quiera. y en la que se
puede vivir simultáneamente el atentado contra un rey en
Esto es lo que ahí se desvela, aun cuando este "desvelamiento" sea Francia y un concierto sinfónico en Tokio, en la que el tiem-
negativo: también es un ocultamiento o lo que nos parece así, a saber, po ya es sólo velocidad, instantaneidad y simultaneidad, y
que en adelante el devenir se nos presenta como posible anulación pura que el tiempo comu procedenCIa [Ceschichtel ha dcsapareci-
y simple de un devenir, de una "dia-cronía". do del ser-Ahí de todos los pueblos, cuando el boxeador es
considerado el gran hombre de un pueblo y el reunir a millo-
F~ente a esta situación de desvelamiento en cierto modo cegador se nes de hombres en masas constituye un triunfo, entonces, en
r~qUlere una "nueva crítica", que la analítica existencia hace posible en semejante época, la cuestión "é Con qué fin' -¿dónde
Ciertos aspectos. Por ello una problemática heideggeriana de la "técnica vamos' -cv a continuación équé?" está verdaderamente pre-
moderna" no permite aprehender estas características de una época en sente y atraviesa toda esta brujería como un espectro.

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1..• 1 menos metafísico, pero también el más portador de cuestiones filosóficas
para la tradición del pensamiento crítico surgido de la metafísica, por-
Estamos atrapados en el freno. Como se encuentra en medio,
gue es el más equipado tecnológicamente, políticamente, culruralmen-
nuestro pueblo sufre la presión más violenta del freno, él que
es el pueblo más rico cn vecinos y también el que está más en te y económicamente para el control de los dispositivos retencionales
peligro, y con todo ello el pueblu metafísico." contemporáneos. Estados Unidos es el país que ha conducido la sínte-
sis industrial, como puesta en marcha coordinada de las síntesis analó-
Es sorprendente constatar a la vez;
gICa, digital y a partir de ahora biológica que convergen todas en un solo
- lo cruelmente fácil que sería burlarse de este texto; y único sistema retcncional industrial y constituyen el sistema mnemo-
-lo "elocuente" que es, a pesar de todo; tecnológico mundial que coincide con el sistema técnico de producción
de bienes de consumo porque las máquinas, robots, secuenciadores bio-
- y de qué ceguera respecto a lo que sucede al otro lado del Atlánti- lógicos, prótesis nanotccnológicas y otros autómatas de la producción se
co es rescirnonio por la manera como se despacha limpiamente este tema han hecho dios mismos digitales.
-econ el pretexto de que la técnica "allí" se desencadena frenéticamente,
Esta convergencia, que se concretiza especialmente por medio del
porque "allí" se trata de la "organización sin raíces del hombre norma-
acercamiento entre las industrias de programas y las tecnologías de la
liz.ado", es decir, la organización de la adopción.
información, cámaras, aparatos de fotos, magnetofones, teléfonos y telc-
La misma ceguera perdurará hasta Tiempo y ser donde la técnica visores que a su vez se hacen digitales, es decir, compatibles con los
contemporánea, que Heidegger decididamente no distingue de lo que ordenadores y interoperablcs uta las redes, combina los procesos de dele-
él llama la "técnica moderna", es aprehendida exclusivamente como gaciones retencionales del sistema nervioso y de la Imaginación, de
proyecto cibernético en el que la lógica se ha convertido en logística y modo que los que pasan bajo el control industrial son a la vez el enten-
cálculo, mientras que la total falta de atención a lo que hemos llamado dimiento y el esquematismo -esperando la sumisión de los substratos
los substratos de la apercepción y a la síntesis prorérica que condiciona somáticos y germinales."
el reconocimiento tiene como consecuencia el que siquiera parecen ser
Sin embargo, la toma de control de los procesos rcrencionales es en
percibidos la metrópolis del esquematismo industrial, la organización
primer lugar la de las tecnologías del espíritu en la medida en que se trata
mnemotecnológica en industrias de programas que sincronizan unos
a la vez de sobrcdeterminar los procesos de decisión, de dotarse de las
flUJOS de conciencias y la convergencia entre el sistema técnico y la mnc-
herramientas de concepción necesarias para la tecnociencia y de neu-
motecnología quc, sin embargo, es el elemento fundamental del "Gcs- tralizar las resistencias de adopción. La influencia de Estados Unidos y
utr. de las ideas que ahí dominan sobre el resto del mundo es menos el
Estados Unidos, que desde lueg-o no es lo mismo quc Rusia, y desde hecho de un lobby poderoso y sistemático, que a todas luces existe, que
luego esto es más fácil decirlo ahora que en 1935, es sin duda el pueblo el de los enormes medios de los que disponen los "misioneros" esta-

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dounidenscs de todas las categorías a través de sus tecnologías de! espí-
ritu, que se imponen a todas las demás civilizaciones facrualmenre y por
e! mero juego del mercado.
Enunciamos aquí la necesidad de una nueva crítica, capaz de dar
8. La integración de los dispositivos retencionales
cuenta de este estado de hecho, pero también dc oponerle alternativas
posibles, no porque seamos por principio hostiles al imperio estadouni- ampliada al ser vivo
dense, el cual es un hecho, sino porque pensamos que la política que
lleva a cabo este imperio es peligrosa tanto para las culturas que tiende
A partir de ahora la digitalización se concretiza a gran vel.ocidad.
a dominar y a absorber como para él mismo y para su equilibrio, es
decir, en resumidas cuentas, para nuestro equilibno, nosotros que en
.
E. sto qUiere ecH que.....
deci la exteriorización del entendimiento. unificador
.
cierto modo nos hemos convertido todos en estadounidenses -desde de la apercepción por las tecnologías del cáleulo y del t~atamle~t~ lll~~r­
luego no en ciudadanos estadounidenses, quizá no del todo en sUJetos de rnarivo, y la exteriorización de la imaginación por la llldu.stnahz~clOn
Estados Unidos, SIOO indudablemente dependientes, en efecto, de todo del esquematismo se unen en el acercamiento entre estudl~s de c~n.e y
cuanto allí ocurre, es decir, "americanizados" para lo bueno y para lo de televisión de Hollywood por un lado, empresarios de la informática,
malo. de las redes v de los servidores por otra, y ello con un objetivo planeta-
El peligro de esta política, tanto más eficaz y amenazante cuanto no. Esto es l~ que, por las razones que hemos examinado ~n .Ios ~apítu­
que descansa en una comprensión sin Igual del devenir, si no del futu- los precedentes, parece la posibilidad creciente, por no decir mrrunente,
ro, se debe a los fenómenos cntrópicos que engendra necesariamente la de hacer que el Yo y el Nosotros que se fusionan se conviertan en un ~e
industrialización del control de los flujos. Se debe a la destrucción ten- impersonal, y que el quién se convierta en un qué, o tienda a convertir-
dencial de las diacronías, lo que engendra una pérdida de eficacia Simbó- se en un qué, esto es, afuncionar más que a comportarse, lo que Adorno
lica de las sincronías que ya no forman el cuerpo rítmico de aconteci- llama la reificación.
mientos excepcionales centrípetos y, al mismo tiempo, un aumento de
Esta industria ve el desarrollo de inmensos grupos mundiales de
eficacia diabólica, es decir, centrífuga, de los símbolos industriales. La
comunicación (edición, prensa, radio, televisión, cinc, multimedia, tele-
atomización del "Vosotros es a todas luces una amenaza cotidianamente
sentida, cada día de manera más neta, ordinaria, acuciante y concreta comunicaciones, publicidad, consejo) porque se convierte tambim, y, a
-lo que es universalmente enunciado y Vivido como un constante decir verdad, en primer lugar en un sector editorial integrado, es decl~, en
empeoramiento de la inseguridad. un dispositivo de edición y de publicación tal que se ace~ca~ sensible-
mente el objeto escrito y el objeto temporal audiovisual, digltahzados.
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La reproducibilidad digital de estos objetos implica su "compresión" drada por las industrias de programas en las que e! Yo se confunde con
V su indexación, es decir, como volveremos a ver" unas nuevas formali- el Nosotros. En otras palabras, lo que parece el principal resultado del
zaciones gramaticales (tanto para las lenguas, cuya "gramaticalización" desarrollo de las industrias de programas que tratan de apropiarse del
se prosigue tanto por medio de las "industrias de la lengua"", como para mercado educativo está en completa contradicción con e! ideal de urta
los objetos audiovisuales discreriaados", por eje~lplo, a través de! grupo educación nacional de vocación universal: formar un Nosotros en la
internacional de normalización MPEG 7), que permiten su almacena- intensificación de lo que confiere al Yo, gracias a lo que este Nosotros
miento en bancos de datos, su difusión por medio de las nuevas redes o representa de saberes transmisibles y formalizados, su diferencia smgu-
en soportes ópticos, y la formalización de sistemas adaptados de asis- lar está en y en relación a este Nosotros que antes se llamaba su libre arbi-
tencia a la navegación, lo que constituye una revolución principal de la
trio.
cardinalidad.
La industria de las bictecnologfas es e! equivalente de estas nuevas
Existe una guerra encarnizada entre los grupos industriales para industrias de programas. La planetarización de! sistema técnico conver-
apropiarse de la; cxctcnaos reccncionaíes que son los catálogos de obras tido en sistema mnemotécmco mundial lleva al control integral de todas
audiovisuales, musicales, literarias, cuyos derechos de reproducción y de fasformas de retenciones por la combinación de las diversas tecnologías
explotación se trata de adquirir, lo mismo que otras industrias tratan de de síntesis industria! de la finitud retencional, biotecnologías incluidas:
apropiarse del control molecular del ser vivo apropiándose de su des- las moléculas secuenciadas que se convierten en materias de Inversión y
cnpción. de explotación son ellas mismas rercianzadas: las identificaciones mole-
En la medida en que la educación escolar y universitaria descansa culares que resultan del mapa del genoma, las enzimas de restricción
necesariamente en el dispositivo editorial que abre el acceso a la memoria que permiten la "cirugía genética", hacen manipulables las secuencias
de las disciplinas y constituye ella misma una institución de ayuda para que transmiten los caracteres genéticos, manipulabilidad que es la
"navegar" en los saberes, es evidente que la mutación tecnológica de las característica de las retenciones terciarias. Son estas retenciones biológi-
industrias editoriales, las cuales constituyen el medio retencional inme- cas terciarizadas las que constituyen la materia prima de la industria del
diato que proporciona el material de base de los sistemas educativos, no ser VIVO.
puede no llevar a una evolución muy profunda y rápida del propio sis-
En otras palabras, si junto con los objetos temporales industriales las
tema educativo: estos sistemas cada ve" estarán más integrados en las
conciencias se han convertido en un mercado para las industrias de pro-
industrias de programas.
gramas, llamado a ampliarse a partir de ahora a las jóvenes conciencias
Ahora bien, la indiferenciación (actual entre e! quién y el qué (donde de estudiantes como a la muy salvable e indispensable formación profe-
el quién pasa bajo el control del dispositivo retencional mecánico") se sional requerida por la innovación permanente, los substratos biológi-
percibe como el estadio más avanzado de la situación entrópica engen- cos de estas conciencias constituyen a su vez un mercado, precedido en

350 :1Sl
ello por los substratos biológicos alimentarioc- maíz, soja, corderos, reproducida. Lo que hace la materia de la película es precisamente la
bovinos y otros cerdos, caros al llorado Gilles Cháreier. película, el soporte material, en tanto que es manipulable y duplicable
En resumen: COII la integración de la transmisión bajo todas sus formas a voluntad, porque de entrada es reproducción: la película se produce por
en el seno de este único y mismo disposisioo tecnológico, que en todas partes la manipulación de lo reproducible. Esta reproducibilidad también es
pone en marcha los mismos "criterios" de selección; se impone una inmensa precisamente lo que permite hacer de ella un objeto temporal, como
CUESTIÓN DE LA REPRODUCCIÓN, que sería muy superficial y peli- creemos que ha hecho evidente nuestro primer capítulo.
groso limitar solamente a las cuestiones llamadas "éticas" que plantea la Esta pro-ducción que es originariamente reproducción, es decir, pro-
tecnología del ser vivo. Consag-raremos las últimas páginas de este capí- ducción de serie S/n original, es lo que yo llamo la rcpro-ducibilidad,
tulo a explorarlo, analizando en primer lugar lo que llamaremos la hipe-
Pero lo que es cierto del cine lo es de manera mucho más general y
rrcproducibiiidad industrial" engendrada por la digitalización. el cine es la revelación de una necesidad que lo engloba: en toda repro-
ducción hay un elemento de rcpro-ducibilidad que supera lo que como
producto original, si es que lo hay, es "reproducido". Desde este punto
de vista Adorno tiene razón al ver cierta debilidad en el análisis de Ben-
9. Hiperindustrializadón, hiperreprodudhilidad jamín cuando éste parece oponer un período pre-reproductivo, en cier-
y performatividad generalizada to modo, y un período de reproducibilidad.
En efecto, tras citar a Valéry, comentar después a Marx y en particu-
lar las relaciones die-crónicas entre infraestructura y superestructura,
La reproducibilidad analógica es lo que permite e! nacimiento de las
Benjamín empieza diciendo que en el arte siempre ha habido repro-
industrias culturales, de la fotografía, de! cine, del disco y de la radiodi-
ducción: "Pertenece al principio de la obra de arte el haber sido siempre
fusión. Tuvo inmensas consecuencias en las artes, la "vida de los parla-
reproducible"." Pero además de que se trata de analizar los efectos de la
mentos", los espacios públicos y políticos en general, y en las condicio-
reproducción mecanizada, Benjamin tiende mucho más generalmente a
nes de difusión de las obras de! espíritu y los modos de vida de los públi-
atenuar el alcance de estas palabras introductorias, a medida que avan-
cos.
za su razonamiento, a forzar el rasgo de la oposición entre dos épocas,
Ella permitió la industrialización de la cultura en la medida en que una de la praducción manual, aun cuando de un modo u otro siempre
autorizaba una producción en serie, es decir, una producción que es origi- esté acompañada de reproducciones, y otra de la repraducibilidad mecá-
nariamente una raproduccion -una producción sin original, como subra- nica, en la que el original acaba por desaparecer, como con el cine o la
yó Benjamin a propósito del cine. En efecto, en e! cine la reproducción fotografía.
es primero: no existe primero una producción que a continuación sería Por ello Adorno tiene razón al objetarle que
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la objetwación del dibuJo de la caverna respectoa lo inmediata- libro no han dejado de ponerlo en evidencia. Indiquemos ahora que es
mente visto contiene ya el putenClal del procedimiento técnico también aquello en lo que consiste la vida.
que produce el desapego del aeta subjetivo de la visión. En tanto
que destinada a una pluralidad toda obra es ya, según >U La vida es originariamente una capacidad de reproducción y no de
idea, su reproducción. El hecho de que Benjamin, en su producción, también es de hecho una reproducción sin producción pri-
dicotomía entre la obra de arte aurática y la-obra de arte tec- mera, una repro-ducción -¡l no ser que se admita que el Creador, Padre
nológica reprima este momento de unidad en beneficio de la Eterno, Primer Reproductor, genitor incngendrado. Pasado Absoluto,
diferencia, sería efectivamente la crítica de la dialéctica de su no es propiamente re-productor sino productor absoluto, es decir, tam-
teoría."
bién mtuitus origmarius.
Citando a Burkhardt Linder, esta vez contra Adorno, habíamos visto Para Aristóteles la técnica no tiene autonomía porque no tiene capa-
a la inversa que, contrariamente a las apancncias, lo que Benjamín cidad originaria de reproducción en sí misma, sino en aquel que la pro-
llama la rcproducibihdad lejos de ser una simple copia de lo real, le duce: "Ninguna cosa fabricada tiene en sí el principio de su fabrica-
añade algo que ella constituye. Esta consritutividad de la técnica de ción"."
reproducción, desarrollada por lo que Adomo llamará a continuación la
La capacidad de reproducción del ser vivo es una fuente proliferan-
industria cultural, la cual, según Benjamin, confiere al cinc, por ejem-
te de diversidad precisamente porque la reproducción nunca es la sim-
plo, su fuerza analítica, es decir, su capacidad de ampliación de la aper-
pie copia sino la trans-formación de lo reproducido. Pero lo mismo oc~­
cepcián" y no sólo su poder de alineación.
rre cada vez con toda reproducción según modalidades propias. Técni-
Pero habíamos añadido que también es lo que permite a Hollywood
ca incluida.
convenirse en la capital del esquematismo, es decir, modificar la sínte-
Ahora bien, al menos por cuatro razones hay que hablar a partir de
sis de la imaginación en la medida en que la síntesis de reconocimiento
ahora de hiperreproducibilidad a propósito de la situación actual:
es esencialmente una síntesis de reproducción que, por consiguiente,
apela a los substratos protéticos de una cuarta síntesis: la de las reten- 1. La tecnología digital permite reproducir cualquier tipo de dato sin
crones terciarias que forman el medio de la reproducibilidad técnica en degradación de señal con unos medios técnicos que se convierten ellos
general. No existe reproducción que no trans-forme lo que ella re-pro- mismos en bienes ordinarios de gran consumo: la reproducción digital
duce y que, por tanto, no sea una producción nueva, esto es, lo que nosotros se convierte en una práctica social intensa que alimenta las redes mun-
llamamos una repro-ducción. diales porque es simplemente la condición de la posibilidad de! sistema
La desorientación ya había subrayado las consecuencias de este aná- mnemotécnico mundial.
lisis a propósito de la escritura, sobre las que vamos a volver, y todas 2. Esta reproducibilidad digital permite efectuar unos tratamientos y
nuestras investigaciones sobre el objeto temporal al principio de este unos cálculos invisibles sobre lo reproducido, que abren unas posióiii-

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da~es de simulaciones, de manipulaciones, de explotaciones, de experimen- de ellas, de los procesos. La tecnología digital es, en efecto, plurifuncio-
taaones y de proyecciones completamente nuevas.
nal en la medida en que la codificación binaria constituye un nuevo
3. Estas características del mundo informativo son también las del "equivalente general", retomando la expresión de Dcminique Boullier,
mundo biotecnológico, como posibilidades de replicaciones artificiales, de Este "equivalente general" es lo que permite una integración sin prece-
clonaclO~es, de producciones de quimeras y de transgenesis que sustituyen dentes, sistemática, sometida a las mismas reglas de cálculo y de control
pura y SImplemente a las condiciones llamadas naturales de reproducción de las actividades económicas, culturales y sociales.
de! ser VIVO.
La red y sus terminales y servicios interoperables sirven tanto para
4. Es~a biperreprodccibílldad que es también una interoperabilidad difundir la información como para distribuir obras, administrar bienes,
afecta e Integra en sus efectos todas las formas de reproducción en un pilotar aparatos o cadenas de aparatos, y para dar órdenes de compra, es
inmens~ sistema de duplicaciones/replicaciones de retenciones CUya comple- decir, para realizar actos económicos. Aquí llamamos hiperreproduciblc
mentaneda~ de las explotaciones no tardará en aparecer, lo que es una a lo que gracias a esta equivalencia general da un acceso casi ilimitado a
consecuencia del desarrollo de la transmisión industrialmtegrada sur- los medios de reproducción de las retenciones, con unos costes muy
gida de la fusión entre e! sistema técnico mundial v la mnemotecnoto- bajos y sin pérdida de señal, al tiempo que permiten la articulación
gía. ' automática de estas retenciones y de los cálculos que se pueden efectuar
sobre ellas con unos dispositivos de teleacción: teleproducción, comer-
La hiperreproducibilidad, que resulta de la generalización de las tec-
cio electrónico, infogística, etc.
nologías numéricas", constituye al mismo tiempo una hiperindustnali-
zación de la cultura, es decir, una integración industrial de todas las for- La hiperreproducibilidad del equivalente general digital hace posi-
mas de actividades humanas en torno a las industrias de programas, ble la hiperidustrializ ación en la medida en que un proceso se puede
encargadas de promover los "servicios" que forman la realidad econó- llamar industrial cuando existe movilización de la innovaci6n tecnoló-
mica específica de esta época hiperindustrial, en la que lo que antes era gica surgida del acercamiento entre la técnica y la ciencia, inversiones
e! hecho ya sea de servicios públicos, de iniciativag económicas inde- en las máquinas y procedimientos surgidos de estas investigaciones tec-
pendientes o el hecho de actividades domésticas es sistemáticamente nológicas con unos fondos especulativos para la investigaci6n de los
invertido por "el mercado". mejores rendimientos financieros posibles, amortización de la inversión
y liberación de una plusvalía por medio de una prodUCCión de masas, es
Llamamos aquí "cultura" a lo que constituye la carne de un mundo decir; una producción en serie que lleva a cabo una re-producibilidad de los
COmo modos de vida. Este dispositivo de integración de servicies en procedimientos y de los métodos de[abricaci-m tal que los costes de esta pro-
torno a unos flujos de programas producidos por las industrias cultura- dUCCIón disminuyen rápidamente por e! efecto de economías de escala y de
les es lo que lleva de! receptor de televisión al órgano de teleacción y lo competencia entre los diferentes procedimientos disponibles. En otras pala-
que hace posible la codificación binaria de las informaciones y a través bras, la industna es en pnmer lugar lo que permite la reproducción en
J56
357
serie de saber-hacer por medio de la movilización conjunta de los saberes también, y cada vez más, contaminaciones mentales e informativas,
cient~ficos y metodológicos (de saberes de mgenieros) y Su transferencia como atestigua en el seno mismo de las empresas el problema de la cog-
a unidades más o menos automaÚzabies que constituyen ellas mismas nitive overflow syndrom, la sociedad no es "pustindustrial" en nada.
unos dispositivos retcncionales, que Marx llama "1; fuerza de sabe
objetivada". r La hipcrindustrializ.ación, sociedad de servicios hecha posible por el
equivalente general digital" donde las industrias de programas se con-
Esta reproducihilidad está hoy multiplicada ,v elevada a un nilve I vierten en el elemento clave de una guerra económica que también es
muy superior de automatización debido a la dig-italización. Las tecno- una guerra de los espíritus por la conquista de las conciencias, es decir,
logías digitales SOn unos dispositivos de reproducción extremadamente por la adopción de los productos, modos de vida y representaciones sur-
económicos, que permiten Una transferencia de saberes en los auróma- gidos de esta hiperindustria, la hiperindustriaiización, pues, desemboca
tas, una nueva "intermediación" que sUpnme muchos gastos denomi- en lo que más arriba designábamos como medio tecnogeográfico en el
nados improductivos, al cortocircuitar las redes tradicionales de distri- que se disuelve la diferencia entre medios interiores y exteriores, en el
bución y acelerar exponencialmente los bucles de retornos sobre mvcr- espacio de un nuevo comercio que es de cabo a rabo un mercado sin pie-
sienes y de retornos de usos. dad III gracia" -sin el gasto improductivo y la gratuidad ideal (que quizá
La red lp, ejemplar a este respecto, constituye un medio de innova- sólo es un cine, una fantasía, pero un cine necesario) que siempre pare-
~ión i~conmensurablemente más rápido que todas las tecnologías ce ser el atributo de las cosas elementales: estrellas, viento, belleza,
llldustr.la~e.s que la han precedido precisamente en razón de la hiperrc- potlach, ideas, amor por el saber, espíritu...
prodUC.lbllidad que está en el principio de su funcionamiento. [ean- El proceso planetario que aquí describimos con el nombre de hipe-
Francois Abramatic subraya así que la enorme aceleración de la innova- rreproducibilidad, en tanto que ésta caracteriza el sistema mnemotécni-
ción engendrada por esta infraestructura proviene del hecho de que es co mundial que se fusionó con el sistema técnico de producción de toda
un SOporte de servicios y, a la vez, un laboratorio permanente que al mercancía, es el resultado concreto y, a la vez, la condición del desarro-
acercar desarrollo y despliegue "acorta el bucle que une ideas, proton., llo de la recnocienc¡a, tal como la analizábamos antes como exploración
pos, productos y servicios"." Esto significa que el usuario de la red IP se sistemática de todos los posibles: la performatividad tccnocientifica es
~~nvierte en una función del SIstema, como el agua que hace funcionar la homogénea con la dimensión repro-ductiva de la reproducibilidad.
fabrica maremotnz es plurifuncional y está asociada al funcionamiento
de la turbina Guimbal.

Contrariamente a una leyenda difundida por unos sociólogos fran-


ceses, a~nque haya menos humos, o humos menos visibles, aunque las
contammaclOnes sean más discretas y ya no sean solamente flsicas sino
358
359
y esto significa una salida del pensamiento del objeto, es decir, de lo
real, y una entrada en la exploración de los posibles que Bachelard
llama el proyecto;
Por encima del sujeto, más allá del objeto inmediato, la cien-
10. La física de los posibles cia moderna se funda en el proyecto. En el pensamiento cien-
tífico la meditación del objeto por parte del sujeto siempre
toma' la forma del proyecto."
De manera general, analizar un problema consiste en reproducirlo Esto quiere decir que el fenómeno es construido por una fenome-
formalmente, es decir, en describirlo en una terminología, definida por
notécmca:
medio de un cuerpo teoremático, que apela él mismo a un cuerpo axio-
Por Lo tanto, la verdadera fenomenología científica es muy
mático. Un análisis científico es ya una reproducción formal del fenó-
esencialmente una renomenoecníce. Ella refuerza lo que se
meno analizado y por medio de un protocolo puede materializarse en transparenta detrás de lo que aparece. Es instruida por lo que
una experimentación "fenomenorécnica" que permitirá hacer valer ella construye. La razón taumaturga dibuja sus marcos sobr~
unos parámetros y afinar la descripción del fenómeno, es decir, su com- el esquema de sus milagros. La ciencia SUSCita un mundo...
prensión.
La geometría euclidiana se convierte en una posibilidad de la pan-
La reproducibilidad es siempre un elemento de trans-formación de geometría de Lobatchevski, de la que es un ~caSo particular?", co~o la
lo que reproduce. Si actualmente se plantea que describir es reproducir, astronomía de Newton es un caso particular de la panastronorrua de
la consecuencia es que una descripción siempre es también una trans- Einstein."
formación. Lo que quiere decir que nunca hay constatividad pura y En la física relativista el observador es un dato de sistema observa-
que, en cieno modo, siempre hay performatividad. do relatividad que le obliga a "[ncorporar [su) experiencia en [su] con-
Estas son las cuestiones planteadas por los análisis bachelardianos cep, rualización". A partir de entonces "no se mantiene el carácter
.. ,primi-
del relativismo einsreiniano. De manera general lo que Bachelard llama tivo de la idea pura; la idea simple sólo se conoce en cornposicion, por
. "40
el "nuevo espíritu científico" pone en evidencia la inversión de las rela- su papel en los compuestos en los que se integra .
ciones entre lo real y lo posible que evocábamos más arriba, }; a la vez, La noción de medida única del tiempo, es decir, de una
la perforrnatividad de la actividad CIentífica. De ello resulta simultaneidad independiente del sistema de referencia, sólo
debe su apariencia de ~implicidad y de inmediata realidad a
una especie de generalización polémica que hace pasar la
razón de! por qué al por qué no," un defecto de análisis."
361
360
Escribe Brunschvicg; en las relaciones de Heisenberg donde la expe- Recordemos que se llama performativo a un enunciado cuya enuncia-
riencia de investigación de un objeto minúsculo "desplaza al objeto" ción crea una situación que no existía antes que él. En este sentido la
"por lo tanto, la experiencia hace cuerpo con la definición del Ser"." Y repro-ducibilidad es preformativa. Pero la experiencia científica tal
finalmente, lo que se convierte en un caso particular de lo posible es lo como es descrita aquí lo es igualmente. Se llama constatativo a un
real: enunciado que da cuenta de una situación preexistente sin transformar-
la. Aquí extendemos estas .nociones a la experimentación y a la repro-
De esta organización matemática de las posibilidades expen-
mentales se vuelve entonces a la experiencia por medio de ducción como enunciaciones formales concretizadas, materializadas y
unas vías más estrechas. Se encuentra lo real como un caso con ello, funcionalizadas -aliado de lo que Buchelard llama las "biblio-
particular de lo posible." menas"- donde la física contemporánea conoce una crisis de la consta-
tatividad que hay que inscribir y analizar en el marco de lo que [ean-
La sustancia química, objetivación substancial por excelencia, "ape-
Hugues Barthélémy llama una situación "excepcionalmente hermenéu-
nas es ya una oportunidad de reacción"" en la "ley de los grandes núme-
tica".'!
ros", lo mismo que
La performatividad tccnocientffica es reforzada considerablemente
la onda es un tablero de juegos, el corpúsculo es una oportu-
nidad." por la puesta en marcha masiva de tecnologías de reproducción, es decir,
de retenciones terciarias hipcrreproducibles (); por lo tanto, hipercalcu-
Respecto al determinismo científico, éste es un ordenamiento técni- lables) en la instrumentación científica en general.
co de la Naturaleza;
Ya habíamos recordado" que Husserl denuncia en la algebratización
El Determinismo parte de opciones y de abstracciones y l...] de la geometría una instrumentación en la que
poco a poco se convrerte en una verdadera técnica. El deter-
minismo científico se demuestra sobre fenómenos simplifica- se da por hecho que la significación geométrica se relega a un
dos y solidificados: el causalismo es solidario del cosismo]...]. segundu plano e incluso que se la deja simplemente de lado;
Debemos surprendernos del carácter técnico del determinis- se calcula y sólo al final se recuerda que los números deberí-
mo científico. El verdadero orden de la Naturaleza es el an significar magnitudes. Además, no se calcula "mecánica-
orden ljue introducimo- técnicamente en la Naturaleza," mente" como en un cálculo numérico habitual, se piensa, se
inventa, se hacen eventualmente grandes descubrimientos,
A su vez, la física de Eisenberg "absorbe la física determinisrn':" pero con un desplazamiento inadvertido de sentidu, que
como un caso particular de lo posible. hace de éste un sentido "simbólico".'"'

Prot~colo de re-producción explicitanre de "el Ser" en primer lugar, Para Husserl la tecnificación de la ciencia es una pérdida del senti-
la experiencia es a fin de cuentas su repro-ducción en el interior de un do mismo de la actividad científica, un olvido de sus cuestiones propias,
campo de posibles. Una dimensión preformariva lo habita siempre ya. en beneficio de unos objetivos e imperativos de eficiencia tecnológica, es

362 363
decir, de resultado tecnocientffico. Para él esta situación constituye lo Pero también afecta a todos los saberes productores, es decir: reproduc-
que habíamos denominado una "ceguera eidética" de la ciencia te~nifi­ tores: después de la pérdida de individuación de los saber-hacer de los
cada. obreros, reducidos al estatuto de proletarios al servicio de las máquinas,
Sin embargo, también ahí planteamos que lo que Husserl denuncia esta repro-ducibilidad es también lo que viene a sustituir a las condi-
en el giro galileano estaba ya ahí antes que él y lo hacía a priori posible ciones hasta entonces en vigor en el mundo de la agricultura, donde la
y necesario: siempre hay un substrato retencional para toda actividad producción suponía que el productor controlaba la reproducción.
del entendimiento y de la razón, para toda teorización, así como para El culto, momento excepcional de sincronía del Nosotros, es también
toda experimentación, y lo que la época galileana generaliza sólo es la el de su reproducción: esta raíz se entiende todavía en la cultura y en la
extensión de las consecuencias de este dato primario a una época en la agricultura porque ellas son un cuidado aportado a la transmisión y a la
que aparece una nueva técnica de rcproduccián en la especie de la impren- reproducción. Industrialización de la cultura y de la agricuhura plante-
ta, mientras que se multiplican los instrumentos (de visión a distancia) an fundamentalmente la misma cuestión: la de la modificación de las
que son ya "fuerza de saber objetivada", es decir, teoría concretizada en condiciones de reproducción y de la cuestión del cuidado. Es decir, tam-
funcionamiento. bién de la enfermedad y de la salud.
Lo que se ve afectado y expropiado es la reproducción en tanto que
ésta se encuentra en el centro de todo proceso de mdioiduactán, En Francia
el agricultor José Bové se ha hecho célebre en especial llamando "mala-
11. Las nuevas condiciones patrimoniales de la adopción
comida" al conjunto de las consecuencias agroalimentarias nefastas de
este estado de hecho -expresión substancialmente primera de lo que
En otras palabras, la repro-ducibilidad opera desde la "protogcome- aquí llamamos el "malestar" y específicamente expresiva de la angustia
tría": es una consecuencia de lo que analizábamos de manera más gene- ambiente por unas razones que da Plantón en un pasaje del Próragoras"
ral en toda síntesis de reconocimiento. que ya hemos citado.
La pcrformarividad de la hiperreproducibilidad contemporánea, que A este respecto, la gravedad y la novedad de la puesta en circulación
tiene un efecto directo sobre las síntesis constitmivas de los flujos de de organismos genéricamente modificados se debe menos a la alteración
conciencia, afecta a esta síntesis recognitiva de la apercepción de las que representa en las condiciones de evolución del ser vivo --es decir,
conciencias que son el objetivo del mercado de las industrias de progra- también de los alimentos, porque aunque esta cuestión es considerable,
mas, así como a la síntesis recogniriva de la apercepción de las concien- no es nueva- que a la amenaza que representa de expropiación radical de
aas tecnocientificas en el trabajo -evidenremenre una orgamzación espe- los reproductores-seleccionadores agrícolas en beneficio de grupos indus-
cifica de este trabajo está inducida por esta hiperreproducibilidad. rriales además monopolfsricos, cuyas consecuencias uniformadoras

364 365
podrían revelarse económicamente catastróficas y que, evidentemente, vida, arquitecturas, paisajes, ctc., de los patrimonios familiares y de los
también ahí consiste en una toma de control de los dispositivos reten- patrimonios bio-genéticos.
cionales -y de los criterios de selección.
Todos estos patrimonios son reducidos en e! sentido que esta pala-
Este es el objetivo de la semilla "Terminator" de! grupo Monsanto, bra tiene en economía cuando designa un conjunto industrial de activos
además de la integración sistémica entre industria química de los her- y de pasivos sobre los que se efectúan unos cálculos de amortización y
bicidas, los pesticidas y los abonos, e industria biotecnológica de las de productividad, cuya propiedad colectiva se vuelve anónima, princi-
semillas; esta hiperindustrialización de la agricultura, como toma de palmente disponible a la venta, cuyo precIO es, por lo tanto, e! objeto del
control sobre un dispositivo rerencional germinal, se ha hecho posible cálculo permanente de los inversores y que a partir de ese momento es
por el control informático-rerencional del análisis genético -por medio susceptible de ser adquirido en cualquier momento en el mercado bur-
de la hiperreproducibilidad digital. sátil internacional.
La expropiación del agricultor es también el reto de las transforma- Desde luego podemos preguntarnos en qué medida este patrimonio
ciones de la reproducción animal y humana, es decir, de la evolución del es asible en semejantes condiciones al tiempo que sigue siendo adopta-
ser vivo en general y, más específicamente, de la filiación, lo que consti- ble, cómo evaluar la indemnización y la remuneración de esta cesión y,
tuye una nueva conmoción de las condiciones de la adopción, no sólo a más generalmente, en qué medida los procesos de individuaciones de
nivel del Nosotros constitutivo de todo agrupamiento humano, sino a toda naturaleza no pueden ser perturbados radicalmente por unas
nivel del Nosotros que designa un nombre propio, cuya transmisión es la modificaciones tan generales, enormes y brutales de las condiciones de
huella de una historia familiar en sus dimensiones tanto genéticas como adopción.
más ampliamente patrimoniales, al ser esto un correlato de la conmo-
ción tecnocientífica tal que cambia completamente la figura del genitor
inengendrado.
Así pucs, la toma de control de la epifilogénesi , por las tecnologías
12. El derecho de reproducir
de la transmisión es una nueva época de la reproducción de todas las
formas de patrimonios. Se trata tanto de los patrimonios llamados sabe- La toma de control de los patrimonios, es decir, de las retenciones
res, es decir, del entendimiento y de la razón exhumados en sus princi- lega bies, sean cuales sean sus formas, relaciona unos acontecimientos
pios por la historia de la filosofía y de la ciencia occidentales, como de tan diferentes en apariencia como el cuestiona miento del derecho de
los patrimonios económicos, es decir, de las posesiones socializadas de autor, la privación de la capacidad de reproducción del agricultor-gana-
riquezas naturales o artificiales de producción de bienes, de los parri- dero (que se convierte en un rrubajador a destajo), la compra de catálo-
momos culturales, lenguas y literaturas, saber-hacer artísticos, modos de gas de programas audiovisuales y de agencias de imágenes, la procreá-

366 367
rica, la patente de las secuencias moleculares, las fusiones-adquisiciones dades de producción de diferencias en un contexto de hiperreproducibili-
industriales, la estructuración digital en red de los territorios, la puesta dad;
en órbita de satélites de observación o el control de la atribución de
_ si ésta es una acentuación de la sincronización industrial (incluido
"nombres de dominios" en la world Wide Web por el ICA:-JN, nueva
como puesta en marcha integrada y unilateral de la diferenciación por
instancia estadounidense de control mundial de I.¡ cardinalidad.
la repro-ducción} ya iniciada por las industrias de programas tradicio-
En todos los casos se trata de crear las condiciones que permitirán nales (analógicas);
definir nuevas modalidades de la reproducción, en el seno de un proce-
- y si en el caso de que no haya simplemente aumento de la sincro-
so de hiperindustrilización permitido por la ineeroperabihdad y la hipe-
nización ni, por tanto, confirmación de la entropía por este sesgo, las
rreprodueibilidad de la tecnología digital y ello, en la medida en que la
diferencias que se podrían producir serían susceptibles de constituir un
cuestión que se plantea a la industria siempre es hacer reproducible un
fenómeno, llamado prototipo, después de estabilizar y optimizar las devenir adoptable, es decir, un futuro.
condiciones de su reproducción para finalmente reproducirlo en serie, Ahora bien, la escritura, principal medio rctcncional en e! que se
efectuar economías de escala y aleanzar unos mercados de masas. constituyó occidente, sistema mnemotécnico excepcionalmente estable
La toma de control sistemático de los patrimonios significa que a respecto a la evolución de los sistemas técnicos de transformación de la
partir de ahora esta lógica se aplica a todos los dominios de la vida materia y principal dispositivo de reproducción de las retenciones ter-
humana, que constituyen otros tantos nuevos mercados para continuar ciarias constitutivas de la racionalidad y de los saberes occidentales,
con e! desarrollo tecno-industrial, lo que se denomina a veces la "nueva conoció en el seno de esta estabilidad global un período de acentuación
economía", donde la cuestión se convierte evidenumente en la de saber muy sensible de su reproducibilidad, que en su época hubiera podido
quién detenta el derecho de reproducir, y con él, de definir los modelos de ser calificado de hiperreproducibilidad en relación a la situación que le
los procesos de reproducción como los modelos que hay que reproducir. había precedido. Y constituyó una política del espíritu que normalizó
La cuestión es: "e Quién selecciona y con qué criterios?" un derecho de reproducción menos a través de los derechos de! autor y
Pero si es justo plantear que esta situación resulta de la inversión de! de! editor que a través de la sincronización ortográfica, tipográfICa y gra-
orden de lo real y de lo posible por la conmoción recno-cientffica, donde matical de la diacronía de los patrimonios idiomáticos.
se trata de dotarse de criterios de diferenciación para efectuar unas Alinicio del próximo volumen volveremos sobre este episodio cru-
selecciones entre unos posibles, lo principal del problema sería en pri- cial de la historia de las mnemotécnicas que fue la imprenta para obser-
mer lugar: var, con Sylvain Auroux cómo con ella se inventó una historia del len-
- saber qué significa aquí la repro-ducción que siempre comporta guaje que fue también la teoría del sujeto. Veremos cómo con la impren-
toda re-producción y en qué medida se pueden instalar nuevas capaci- ta se definió una relación entre lo sincrónico y 10 diacrónico que fue a

368 .369
la vez una política de la lengua y una guerra de los espíritus, al inaugu- vaá6n de la filosofía de las ciencias, cf L' [die de reiativité philosophique chez Simon-
rar una nueva era de la diferenciación idiomática. don, 01" cit
15. 1" 265.

16. Kant, Critique de la rUiSUn purc, op. cit., p. 265.

17. Id.. ¡bid., p. 270.


1. N, de la T.: juego de palabras entre/aire de/"ut, "(altar~, y/aire la differena,
.'lOTAS
"hacer, estabkccr la diferencia; di(erenciar~.

18. Cuando se hace experimental, se da unos inSTrumentos que quizá, ya, vie-
l. P. Aubenque, La Prudcncr chez Arislo!e, op. át., p. 66. nen a "comprometer" su pureza. pero entonces ella no tiene conciencia.
2. u, ibid., p. 66. 19. Este punto de vista lo he (k,arrollado más ampliamente en ["a desorienta-
3.ld., ibid., p. 68. ,ión, op. cít, 228 y stcs.

4. ld, ibid., p.69. 11. 1\. de la T.. mauoaís cinema m el original. De nuevo se emplea el término
cmema en el sentido de "fantasía".
5. El pnado dr Epimctco, voL 1, op. cít., capítulo 1.
20 La dcsarícntacián va había comenzado el análisis de esta cuestión. Sobre este
rema leeremos con gran ~rovecho C/i() de 5 a 7, Les Aetualitésfilmées de la Libéra-
6. P. Aubenque, La P,."dr,¡ce e/u'z Aristotr, op. cit., p. 69.

7. Ilya Pngoginc e Isahelle Stengers, La ,VouL'elte Alliance, Gallimard, 1979. /ion: archives du /II/Ur, de Sylvie Lindcpcrg, CNRS ÉditiuIls, 2000.
8. P. Aubenquc, La PmdelUe chez Anslote, op. cit.. p. 69. 21. 1\-1. Heidegger, Introduaíon ala mttaphysiqll(, op. át., p. 49.
9. Kant, Sur le liell commlln: il se peul que ce soit ju.<te en /h¿orie, mau en practi- 22. Esta última posibilidad es lo '-jue recientemente denunciaba William Joy,
que cela ne uaut non, en Thipne et Practiqur, Fiammarion, colección "GF", 1994, p. director del desarrollo de la empresa estadounidense Sun .\-licrosptems, cf. Le
46. [Traducción al castellano, Teoría y práctica, Tccnos, 1986.1 Monde, 5 de julio de 2000.
10. Karl Marx, Le Capital, libro 1, Gallimard, col. "La Pléiade'', 1963, p. 915. n. En La thn;ca y el tiempo, voL IV, de próxima aparición.
¡ L Kant, Criuqur de la raisOll pure, op. cil., p. 104. 24. CJ: Sylva¡n Auroux, "Ven la troisieme révol1l1ion techno-Iinguistiquc", en
12. ld.. ibld., p. 126. El subrayado es de Kant. 1-'" Révo/lltion technotogiquc de la grammatlsalion. Mardaga, 1994, p. 155.
13. Los habíamos examinad" en El pecado de Ep;meu:o y volveremos sobre ello 25. ef capítulo IU, parágrafo 13 en La Ihnica y el tiempo, vol. IV, de próxima
en el último volumen. aparición.
14. A. Philonenko, L'Oelwre dr Kant, Vrin, 1972, p. 3.34. [ean-Hugucs Barthé- - es una oplmllzaclOn
26. Adema, . . ., 1ogUllea
" °
d e 1 que quizá Piare Legendre lIa-
lémy cita este pasaje en su trabajo que promete brillantemente una auténtica reno- maría el censor.

370 371
27. Ella es, por lo tanto, la explotación industrial de lo que yo había llamado la )7. Id., ibid., p. 17.
hiperreproducibilidad de la síntesis de reconocimiento (capítulo JI, parágrafo 6). La .38. Id., ibid., 1'.31.
hiperreproducibilidad industrial saca partido de la mnemotécnica digital en la que
39. Id., ibid., p.46.
tiende a ser nulo el coste de la reproducción.
40. Id., ibid., p. 48.
28. \\: Benjamin, ¡;Oellvre a'an a l'áe de sa reprod,u-riéilit¿ machmiqlle, op. cn.,
p.88. 41. Id., ibid., loc. cit.
29. T. Adorno, Théorie esth¿tique, traducción [al francés] [iménez, Klincksieck, 42. [d., ibid., loco at.
1974, pp. 51-52.
43. u.. ibid., p. 62.
30. \\: Benjamín, L'Oeuvre d'art arae de la reprodllCfibilitl madnnique, op. cit. 44. Ié., ibid., p. 85.
31. Aristóteles, Física, libro Ir.
45. u. ibid. p. 10L
32. La digitalización e, algo distinto de lo que en 1977 Simon Nora y Alain 46. Id., ibid., p. 111. El subrayado es de Rachelard.
Minc llamaron la informatización: un aparato digital, como Un aparato fotog-ráJlco,
no es necesariamente un ordenador, aun cuando pueda ser compatible con un orde- 47. Id., lbid., p. 125.
nador -y sobre todo con la red de redes que une ~ los ordenadores entre sí. La digi- 48. Donde "la intuición sensible ya no puede completar su formalismo para
talización es precisamente el desarrollo conjunto de la informática, de las teleco- darle un sentido [... 1 [ya que] este úlrimo [es] en consecuencia resultado de una
municaciones y de lo audiovisual-y más allá, de todo tipo de sectore, "comunican- interpretación" (¡;Idée de relativitl philosophique chez Simondon, op. át.) Y para la
tes" de lo electrodoméstico, del automóvil, de los objetos "nómadas", ere. La nove- cual Simondon p<:emite pensar la física relativista como una física de la relación
dad del fenómeno Se debe precisamente a esta conjunción por medio de la cual se transductiva, cuyos elementos son los individuos, mientras que la individuación es
desarrolla un sistema complejo que sustenta mil actividades y cuyo di.'positivo cen- pensada como "salto cuántico".
tral de producción y difusión lo constituirán mañana las industrias culturales y de
49. En El pecado de Epimaeo, op. cn., p. 16.
programas.
50. E. Husserl, La,Crise des scicnca ellropéennes et la phlnom¿nolugie trascmden-
33. J-F. Abramatic, D¿ve!oppement tedwlque de !'intemet, op. rit., p. !O.
tale, rraducción [al francésl G. Granel, Gallimard, 1976, p. 52. [Traducción al caS-
34. Un mercado sano y rico debería ser la base misma de la educación, de la tellano, La crisis de las cienáas europeas y la fenomenología trascendental, Crítica,
urbanidad y del refinamiento graciosos, siempre en vista de lo 'untuoso que no 1990·1
cuenta O que sólo cuenta para gastar más de lo razonable, para dar sin reciprocidad
51. G'f más arriba, capítulo n, p~rágrafo 2.
como lo hace entender la raíz COmÚn marees y maás. IN. de la T.. ambas en el on-
g-en de la palabra francesa que significa en castellano "merced, gracia, piedad"]

35. Ga.,ton Bachelard, Le IlíOlwel Esprit <cie"tijiqlle, PUF, 1978, p. 10.

36. u, ibid., p. 15.


373
372
ÍNDICE

Capítulo primero. EL TIEMPO DEL CINE, 7

1. El deseo de historias, 9
2. El aburrimiento, 11
3. Los dos principios fundamentales del cine, 13
4. La conciencia de "la ilusión cinematográfica", 15
5, "El efecto Kculechov", 17
6. Selecciones, criterios y registros, 21
7. La revelación fonográfica, 27
8. Vuelta a la lntcruista, 29
9. América, América, 33
10. La repetición y el inconsciente, 35
11. Las prorcnciones de Four o'dock, 39
12. El eclipse, 42
13. El tiempo del otro, 44
14. La televisión, 46

Capítulo dos. EL CINE DE LA CONCIENCIA, 53

1. Siniestro espiritual, 55
2. De la imagen objeto a la imaginación trascendental, 56
3. Hollywood, capital del esquematismo industrial, 58
4. La obsesión común de Husserl, Horkheimer y Adorno,
y la economía política de la conciencia, 60
...

5. La "triple síntesis" en la Cruica de la razón pura, 63 6. Excepciones y decepción, 158


6. La confusión de Kant, 65 7. "1 had a draam", La política estadounidense de la adopción. 1912, 166
7. La síntesis de reconocimiento como unificación del flujo 8. Mundovision. La cornu nión del 21 de julio de 1969, 171
de conciencia reproducible, 69 9. Aterradora fragilidad de lo maravilloso, 175
8. Las Jos ediciones de la conciencia de Kant "ante e.J conjunto 10. Adopción e invención. El país en el que todo es posible.
del público que lec", 71 1866-1776-1915,180
9. El medio del yo como material de proyección, 74 11. Calcnduriedad y cardinalidad en la época del "bmadaau", 12 de
10. Imágenes y esquemas: el entendimiento como poder julio de 1998, 190
de sincronización de los sentidos interno y externo, 77 12. Archiflujos y parrillas de programación, 192
11. El medio de la conciencia como sistema general de las 13. El giro decisivo de 1997: la época de la hiperindustrialización
retenciones terciarias y los gestos del pensamiento, 84 de la cultura. Del emisor al servidor, 197
12. Paralogismos e inadecuaciones en el flujo. Resumen del
capítulo y cuestión de la adopción, 88 Capítulo cuatro. EL MALESTAR EN NUESTROS
13. Elash-back: lo que anima el eme husserliana, 97 ESTABLECIMIENTOS DE ENSEÑANZA, 217
14. Las muletas de la aperccpción, 106
15. La sincronización de los flujos y la constitución del mercado 1. El sistema mnemotécnico mundial, 219
de las conciencias. Del "sepricismo", 112 2. La reproducción digital de los territorios y la geo-información, 225
16. La paradoja del nuevo proceso protencional y la desbandada 3. Industrias de la transmisión y sistemas educativos
del deseo, 114 a) Conciencies y substratos: evocaciones y desarrollos, 230
17. El futuro del espíritu, 117 4. Industrias de la transmisión y sistemas educativos
b) Orientación y rctcncián, 242
Capítulo tres. YO Y NOSOTROS. LA POLÍTICA 5. 1ndusrrias de la transmisión y sistemas educativos
ESTADOUNIDENSE DE LA ADOPCIÓN, 129 c) Disgregación de los saberes y denegación de los no-saberes, 248

1. "Proceso de exteriorización" y geopolítica del espíritu, 131 Capítulo cinco. HACER LA DIFERENCIA, 261
2. La televisión de Pierre Bourdieu, 135
3. Metrópolis. La adopción como condición de la unificación 1. La espacialidad del ser-en-el-mundo y el "paso
del Nosotros, 142 absolutamente desapercihido", 263
4. La modernidad como organización de la adopción, 148 2. El sentido "existencial" de la educación, 271
5. Yo y Nosotros. Aparición de la cuestión del malestar, 152 3. La inciencia. Resumen y reinterpretación de 10 que precede, 274
4. Hacer la diferencia en el desiertu, 281
5. La diferencia como invención, 285
6. Devenir, futuro, indiferencia, 290
7. Real y posible entre Kant y Heidegger, 293
8. El objetivo de Kant a través del principio subjetivo de diferenciacIón.
Necesidad de creer, 298

Capítulo seis. TECNOCIENClA y REPRODUCCIÓN, 31J

l. De lo real a lo posible: la conmoción tccnocientífica, 313


2. Orientarse en las tinieblas de los posibles tccnocienrfficos, 318
3. La práctica en la filosofía crítica, 32J
4. El criticismo como negación de la invención, 324
5. ¿Qué queremos? Actualidad del principio subjetivo
de diferenciación, 332
6. De lo posible a lo real: performatividad de la tecnociencificación, 336
7. El pueblo menos metaffsico, _H3
8. La integración dc los dispositivos retencionales ampliado al ser vivo, 349
9. Hiperindustnalización, hiperrcprcducibilidad y performarividad
generalizada, 352
10. La física de los pusihles, 360
JI. Las nuevas condiciones patrimoniales de la adopción, 364
12. El derecho de reproducir, 367

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