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DIAGNOSTICO AMBIENTAL
Y FORESTAL DEL ESTADO
DE CHIAPAS
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES
FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN CONSERVACIÓN Y
MEJORAMIENTO DE ECOSISTEMAS FORESTALES
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL GOLFO CENTRO
DIAGNOSTICO AMBIENTAL Y
FORESTAL DEL ESTADO DE
CHIAPAS
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DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL
ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
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DIAGNOSTICO AMBIENTAL Y
FORESTAL DEL ESTADO DE
CHIAPAS
Carlos Mallén Rivera
Coordinador
Redacción
Jesús Daniel Castillo Flores
Edición
Tania Mayela Vite Garín
Carlos Mallén Rivera
Colaboradores
Nubia Elsa Núñez Vivas
Arazazu Barrena Alba
Martha Garay Hernández
Miguel Ángel Sánchez Hernández
Agradecimientos
Al Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Conservación y
Mejoramiento de Ecosistemas Forestales, INIFAP por apoyar en la
realización de la investigación a través de la Biblioteca Nacional Forestal
y el personal de la misma. Al Colegio de Postgraduado, la Universidad
Autónoma Chapingo y la Universidad Nacional Autónoma de México al
poner a disposición sus valiosos acervos documentales y bibliográficos.
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PREFACIO
Las últimas cuatro décadas han manifestando una crisis ambiental sin precedentes y de
magnitud global, de la cual México no es ajeno en sus causas, pero sobre todo en sus
consecuencias. A esta crisis, el país ha respondido generando una base institucional, un
conjunto de políticas públicas y una conciencia ciudadana para enfrentar le reto sustentable,
el cual atañe directamente a los problemas del crecimiento económico, la desigualdad
social, la salud pública, el empleo, la educación y la calidad de vida. No es posible un
crecimiento al tiempo que se dilapida el capital natural nacional debido a que el cálculo
económico no permite dar su justo valor al patrimonio de recursos naturales e internalizar
sus costos y beneficios dentro de las políticas sectoriales. 1
El proceso de desarrollo seguido por el país ha significado una pérdida importante de su
“capital natural”. México, reconocido como uno de los cinco países megadiversos del
mundo, ha perdido ya el 95% de sus bosques tropicales, la deforestación avanzó en la
última década del siglo XX a una tasa promedio de 400 mil hectáreas anuales. Por su parte
el 75% del territorio presenta diferentes grados de erosión con la consecuente pérdida de
biodiversidad. Los procesos de salinización, contaminación de los suelos y mantos freáticos
significan una pérdida importante de la fertilidad y del potencial productivo de las tierras.
El agua, otrora recurso abundante y gratuito, se ha convertido en un recurso escaso. 2
Si bien México ha venido cumpliendo con sus compromisos con la agenda ambiental
global, ratificando las convenciones y protocolos globales (cambio climático, bioseguridad,
etc.), y aplicándose incluso en el cumplimiento de metas mundiales (Vgr. Desarrollo del
Milenio que incluye la sustentabilidad ambiental), las políticas públicas nacionales no han
alcanzado la escala de acuerdos y acciones que requiere el país para asegurar un desarrollo
sustentable. Problemáticas ambientales globales, como la creciente escasez de agua, la
deforestación, la erosión y la contaminación de las ciudades, adquieren dimensiones críticas
para el país y deben atenderse sin dilación. La sustentabilidad ambiental es un asunto que
atañe a la seguridad nacional, a la gobernabilidad democrática y al alivio de la pobreza.
La estrategia de desarrollo sustentable debe integrar las políticas nacionales y las
internacionales complementando dos frentes estratégicos: por una parte analizar las
1
Si bien ha llegado a calcularse que el costo económico del deterioro ambiental, incluyendo los desastres
“naturales” representaron un promedio anual equivalente al 10% del PIB para el periodo 1996-2003, lo cual
no dejaría de ser significativo, este cálculo económico ciertamente no incluye los costos extraeconómicos de
la destrucción ecológica y sus costos sociales, culturales y humanos. Los fenómenos meteorológicos
(ciclones, huracanes, tormentas) cobraron alrededor de 700 vidas humanas y costaron cerca de 700 millones
de dólares anuales entre 1980 y 1999, según datos de INEGI y CENAPRED (cit. en CONABIO, 2006)
2
La disponibilidad promedio de agua en México es de 4,500 m3 por habitante por año, con grandes
diferencias en su distribución regional, que hace que el Valle de México cuente con tan sólo 188 m3, muy por
debajo del umbral de escasez de 1,700 m3 por habitante por año. De los 653 acuíferos del país, 104 estás
sobreexplotados y 73% de los cuerpos de agua están contaminados (CNA, Estadísticas del Agua en México,
cit en CONABIO, 2006).
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oportunidades que ofrecen los mecanismos globales y las fuentes de financiamiento
disponibles para valorizar la conservación forestal, la base de recursos naturales y de los
bienes ambientales del país. Por otra parte, la política nacional deberá promover estrategias
locales de conservación y uso múltiple, integrado y sustentable de los recursos naturales
para fortalecer las economías locales, y aprovechar las oportunidades del mercado
internacional para la venta de productos orgánicos, en los que México cuenta con
experiencias exitosas (Leff, 2007).
La sustentabilidad no es un tema sectorial. Si bien México ha avanzado significativamente
en el establecimiento de un Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la
sustentabilidad de la economía y de la base de recursos naturales del país, enfrenta el reto
de llevar los principios de la sustentabilidad a todos los sectores productivos del país, a
ampliar las unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre y a implementar
nuevos esquemas de manejo sustentable de los recursos naturales. Para ello ha sido
importante el establecimiento de normas ambientales, así como de un régimen jurídico que
haga cumplir la legislación ambiental del país. Más allá de la obligatoriedad de realizar
estudios de impacto ambiental de las grandes obras y proyectos de desarrollo, todos los
sectores deben incorporar los criterios de sustentabilidad en sus políticas públicas, que
permitan valorizar e internalizar los costos y beneficios ambientales de los proyectos de
desarrollo. La valorización y conservación del capital natural, así como el uso sustentable
del patrimonio natural del país se ha convertido en una condición de todas las demás
esferas y prioridades del desarrollo socio-económico. Más allá de los esquemas de
extracción y comercialización de los recursos del país, la crisis ambiental obliga a generar
nuevas estrategias de valorización y aprovechamiento sustentable de las riquezas naturales
de México, que junto con los recursos minerales y energéticos, hoy en día incluyen a la
biodiversidad y sus potenciales basados en la oferta de bienes y servicios ambientales (Leff,
2007).
Dentro de tierras ejidales y comunales se encuentra el 80% de lo que resta de los bosques
templados y húmedos tropicales en México (UNOFOC 1997), contexto en el que resalta la
importancia de las formas colectivas de aproximarse a la sustentabilidad en los paisajes
rurales. Entre los factores que explican por qué algunas comunidades conservan el uso de
suelo forestal y otras cedan a la presión del cambio están la viabilidad económica del uso
forestal, el control de las comunidades sobre sus recursos naturales y el convencimiento en
las comunidades de que el bosque es un recurso natural renovable que vale la pena manejar
apropiadamente (Merino 1997).
La mayoría de estas comunidades obtienen beneficios económicos sustanciales cuando
cuentan con planes de manejo forestal y los implementan. Los bosques proveen a sus
propietarios bienes y servicios ecológicos valiosos como manantiales, leña, materiales de
construcción y productos comestibles y medicinales. Beneficios que, por si mismos, no
parecen ser la razón por la que las comunidades manejan y mantienen estos ambientes. El
ingreso directo a través de productos forestales es el principal impulso para su conservación
y manejo. Por tanto, el aislamiento de las áreas protegidas no garantiza su conservación si
6
esto significa que los propietarios colectivos de los bosques no pueden utilizar parte
sustancial del capital natural para producir con viabilidad económica y mercados estables.
Los planes de manejo forestal son un aspecto definitorio para el uso adecuado del bosque,
pero en ocasiones se trazan para cumplir con la regulación. Un plan bien concebido e
implementado requiere que miembros de la comunidad adquieran capacidades técnicas para
el manejo forestal a través de la educación y la asesoría. Se necesitan recursos naturales y
humanos en cantidad y calidad suficientes para justificar la inversión necesaria para el buen
manejo forestal (Semarnat, 2006).
Un obstáculo adicional que enfrentan las comunidades que manejan sus bosques para
obtener ingresos atractivos y estables es la falta de incentivos para el buen manejo forestal.
Paradójicamente, los altos niveles de diversidad biológica presentes en la mayoría de los
sitios estudiados ofrecen pocos beneficios económicos directos a sus propietarios. Como lo
señala Merino (1997), es muy difícil generar demanda de productos forestales más allá de
aquellos pocos que ya tienen un mercado establecido, como las maderas de pino, cedro rojo
y caoba. Además, la oferta de productos que no internalizan los costos ambientales de la
extracción, impone severas limitaciones a la investigación e inversión para la utilización de
muchos más componentes de la biodiversidad forestal.
Para lograr la inversión necesaria se necesita una tasa de retorno suficiente a partir de una
gama de recursos. Esto requiere múltiples integraciones verticales intermedias que incluyan
productos forestales maderables y no maderables que tienen valores ambientales y sociales
que deben ser capitalizados o protegidos por derechos de propiedad intelectual suave.
Recursos biológicos como las mieles silvestres, la vainilla o la pita cultivada a la sombra
del dosel y canastas de bejucos, entre otros, son candidatos a una protección mayor o
diferenciación que una certificación orgánica, o sustentabilidad. Algunos de ellos deberían
estar identificados por marcas colectivas y, sí cumplen con los requisitos, con indicaciones
geográficas como las denominaciones de origen u otras similares (Leff et. al., 2002). En
México, como en otros países con población rural dispersa que posee y depende de los
recursos naturales para su subsistencia, el enfoque «improductivo» de la conservación de la
biodiversidad es importante pero limitado (Sarukhán et al. 1996). Los procesos de
extracción y producción sustentable y diversificada son alternativas necesarias para la
conservación de los paisajes rurales de México y el mundo (Cfr. Freese, 1997).
Tampoco se puede afirmar que los sistemas colectivos de tenencia de la tierra constituyen
por sí mismos modelos de uso racional de los recursos naturales. De hecho, muchos
ejemplos muestran el caso contrario: regímenes «colectivos» de tenencia de la tierra que se
mantienen formalmente pero que han sido alienados por fuerzas políticas, sociales y
económicas internas o externas que destruyen la organización social de las comunidades y
que han provocado dependencia hacia burocracias agrarias, políticas y económicas, poco
afectas a las implicaciones autonómicas del buen uso ecológico y social de los recursos
comunes. Esta insensibilidad o ignorancia se observa dolorosa y frecuentemente en los
planes gubernamentales de desarrollo. Durante la segunda mitad del siglo XX perdimos
cerca del 90% de las áreas forestales tropicales húmedas como resultado de la
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deforestación, la fragmentación generalizada de selvas húmedas para el establecimiento de
ganaderías y agroindustrias extensivas e improductivas. En teoría, las modificaciones a los
regímenes de tenencia de la tierra en México permitirán a los ejidos y comunidades usar sus
tierras como garantías para créditos, resolviendo así el problema que han enfrentado para
capitalizar proyectos productivos sustentables. Sin embargo, las condiciones sociales y
económicas en las cuales tuvieron lugar estas modificaciones no contribuyen a construir
una visión positiva de las posibilidades futuras. Los cambios de 1992 en el artículo 27
constitucional alteran el régimen social de tenencia de la tierra, constituyendo una amenaza
potencial para un sistema rural de organización social que ha demostrado en muchos casos
ser exitoso para brindar sustento y desarrollo a sus miembros con un impacto reducido en
los recursos naturales. Alcorn y Toledo (1997) «estos cambios recientes tienen el potencial
de socavar al sector comunal y expandir los derechos de propiedad individual minando los
recursos en las áreas económicamente frágiles, en lugar de buscar formas de apoyar a los
sistemas agrícolas ecológicamente sustentables». La entrega gradual pero sistemática de
certificados de derecho agrario profundiza la parcelización de comunidades agrarias y
territorios.
Estos cambios jurídicos no atendieron algunos de los problemas cruciales asociados con el
deterioro de los ecosistemas: la erosión, la contaminación de ríos, lagos y aguas dulces y la
pérdida de biodiversidad. Por así decirlo, el artículo 27 constitucional está caduco en su
contenido biológico y es superficial en su perspectiva de los paisajes rurales. De hecho,
México cuenta con legislación derivada del este artículo sobre silvicultura, caza, pesca,
vida silvestre, equilibrio ecológico y protección ambiental, pero no tiene una ley de
agricultura. La Ley agraria se enfoca a modelos sociales de organización y tenencia de la
tierra, respecto de los cuales hemos señalado que si bien son clave para la conservación de
los recursos naturales también han sido un mecanismo burocrático. Esta situación deja al
México rural en ausencia de alguna política sectorial legal o formal en la agricultura que
pudiera ayudar a reducir los efectos ambientales y patrimoniales negativos de la reforma.
Ni la conservación de la diversidad biológica ni la cuestión de la sustentabilidad fueron
consideradas durante la reforma al artículo 27. Entre 1997 y 1999 hubo discusiones e
iniciativas para regular el acceso a los recursos genéticos bajo esquemas de distribución de
beneficios y bioseguridad, esta última aprobada recientemente. Contamos desde el año
2000 con una Ley de desarrollo rural sustentable. La reforma constitucional estuvo
inspirada en la hipótesis de que la «eficiencia» y la «productividad» serían el resultado de
modelos más «corporativos» de tenencia y manejo. Quienes promovieron la reforma
razonaron equivocadamente bajo el supuesto de que el paisaje mexicano era similar a la
homogeneidad de la franja maícera de los Estados Unidos de América. Nuestra realidad es
otra y las amenazas a la diversidad biológica de las tierras comunales y ejidales del México
rural son obvias (Leff, 2004).
Existe abundante literatura acerca de las ventajas y desventajas del sistema comunal versus
el privado o el corporativo de propiedad de la tierra (ej. Netting 1993, Pimentel y Pimentel
1979, Toledo et al. 1985 y Wilken 1987). Desde la perspectiva de la sustentabilidad, es
8
claro que los sistemas de producción colectiva o de pequeñas propiedades manejadas
coordinadamente y que utilizan insumos agrícolas externos moderados o bajos (por
ejemplo, fertilizantes, pesticidas, semillas mejoradas, maquinaria e irrigación) son más
eficientes que las grandes concentraciones de tierra apoyadas con subsidios e insumos de
alto costo energético y ambiental. Históricamente, las experiencias de eficiencia y
racionalidad ecológica y social rara vez producen cambios en las políticas de fomento y
regulación porque, entre otros rasgos, son modelos de producción «marginales» en lo
económico y opuestos a los poderes centrales en lo político.
Las decisiones que eventualmente definen qué sistemas de producción rural son
promovidos por países inmersos en procesos de globalización deberían sustentarse en una
concepción estructurada con visión de largo plazo acerca de lo que las poblaciones rurales y
urbanas de una sociedad quieren para su país. Hasta ahora los centros de decisión no han
considerado quién va a pagar los costos ecológicos y sociales involucrados en los modos de
producción favorecidos por las políticas públicas, de ahí que los recursos naturales, la
biodiversidad, los recursos biológicos y genéticos deben constituirse en ejes de la reforma
del Estado en materia de medio ambiente y desarrollo rural (Garcia et. al., 1991).
Comunidades indígenas y campesinas en sus diversas formas de organización social,
política y productiva representan un capital humano que ha sido olvidado o considerado
una carga ingobernable para el desarrollo «moderno» de México. Las movilizaciones
sociales del México rural en los 90 y primeros años del siglo XXI son ejemplo directo y
relevante de esta situación. Puestos en una situación extrema, esta es una decisión que debe
involucrar no sólo la idea de productividad, sino también la viabilidad misma, más allá de
la sustentabilidad de las sociedades rurales. Las consideraciones sociales deben ser tan
importantes como las económicas y ecológicas (Aguilar et. al, 2002).
Los sectores forestal, agrícola y pecuario con carácter industrial son parte del mosaico del
paisaje rural. Este sector es depositario de importantes componentes para el desarrollo
económico en tanto que puede producir muchos de los alimentos, materias primas, servicios
y productos que un México predominantemente urbano demanda crecientemente en este
nuevo siglo. Esta demanda está siendo satisfecha básicamente a través de importaciones.
Sin embargo, incorporar al sector social del México rural dentro del proyecto de desarrollo
debe ser una prioridad si vamos a resolver efectivamente problemas sociales ancestrales,
diversificar nuestra oferta alimentaria abrir más oportunidades para la conservación
biológica en este país megadiverso y contribuir así a mejorar nuestra calidad de vida como
sociedad.
En aquellos lugares donde la organización social es activa y mantiene vivas las tradiciones,
la exclusión de los «oportunistas» no es siempre el fundamental a escala local. Cuando hay
tejido social todos en la comunidad suelen beneficiarse de los «comunes». El reto a
enfrentar es consolidar la capacidad de las comunidades para mantener los beneficios en un
nivel estable, predecible y justo, cuestión relacionada con problemas cuya racionalidad y
atención suele definirse en escalas temporales y espaciales distintas. La tragedia de los
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bienes comunes a escala local no es un asunto fundamental para México cuando la
organización social que aún existe disminuye sus efectos (Martinez-Alier y Roca, 2000).
Para que exista un mínimo de gobernabilidad a nivel local tiene que haber un proyecto de
vida viable. Si reconocemos valores comunes, entonces requerimos políticas comerciales
social y ambientalmente sensatas que ofrezcan medios prácticos a los consumidores para
identificar en el mercado global los productos que los pueblos indígenas y campesinos
obtienen de sistemas social y ecológicamente sustentables, reconociendo el derecho de
aquellos pueblos y comunidades a una participación justa del valor económico de sus
recursos y productos. En palabras de Alcorn (1991), «los humanos del futuro alimentarán
estos sistemas [de conservación] si tienen un compromiso moral tanto con la biodiversidad
como con el prójimo».
Si la biosfera y su diversidad son bienes comunes globales, entonces instituciones
multilaterales como la Convención sobre Diversidad Biológica, la Organización Mundial
de Comercio, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y
la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual deben reconocer que una biosfera
saludable la constituyen millones de micro ambientes locales en buen estado. Las
organizaciones nacionales e internacionales deben tender puentes entre estas dos
dimensiones para contribuir a la construcción de la sustentabilidad de lo local a lo regional,
de lo nacional a lo global y viceversa. Muchas experiencias de uso sustentable de recursos
biológicos social y culturalmente valiosos se desarrollan a escala local en muchas partes del
mundo. Los modelos mexicanos de manejo campesino de recursos naturales tienen mucho
que aportar y uno de los pasos siguientes es consolidar la capacidad de dichas comunidades
y organizaciones para participar en los mercados regionales y nacionales como sustento
para su participación en mercados globales (PNUMA, 2002).
Las indicaciones geográficas juegan un papel en este proceso porque son figuras de
propiedad intelectual colectivas y territorializadas. El viejo lema «actúa localmente, piensa
globalmente» aún es válido, pero es necesario que las instituciones globales y nacionales
complementen esto actuando globalmente con el pensamiento puesto en las comunidades
locales indígenas y campesinas y en la identidad, origen y sustentabilidad de sus recursos
biológicos y los productos que de ellos derivan.
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DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL
ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
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INTRODUCCIÓN
México ocupa el primer lugar del mundo en el manejo comunitario de los bosques como
son los casos de Quitana Roo y Oaxaca. Esas experiencias deben ampliarse a otros
productos y prácticas silvícolas. Lo anterior plantea la necesidad de aprovechar nuevas
oportunidades y explorar un conjunto de estrategias alternativas y vías conjugadas para el
manejo sustentable de los recursos, que incluyan las siguientes consideraciones:
c) México debe emprender una campaña nacional para la recuperación del campo y el
fortalecimiento de las economías locales a través de un programa nacional de
capacitación de las comunidades indígenas y campesinas para la conservación de la
biodiversidad y el uso sustentable de los recursos naturales, promoviendo un
aprovechamiento ecológico de sus riquezas naturales que redunde en beneficio de
las propias comunidades, al alivio de la pobreza y a su soberanía alimentaria,
ofreciendo empleos en el campo y mejorando la calidad de vida de campesinos
pobres.
12
e) México debe fomentar un programa nacional de investigación, innovación y
adaptación tecnológica que abra el camino hacia una transición energética hacia el
uso de fuentes alternativas de energías limpias y renovables.
La sustentabilidad se convierte así en uno de los mayores desafíos para las políticas
públicas de México. Un desafío y una responsabilidad insoslayable e impostergable para el
gobierno federal, los gobiernos estatales y locales, para los órganos legislativos, los grupos
empresariales, la comunidad científica y para la sociedad mexicana en su conjunto.
13
CHIAPAS
14
ÍNDICE GENERAL
PÁGINA
AGRADECIMIENTOS 3
PREFACIO 4
INTRODUCCIÓN 11
INDICE GENERAL 14
INDICE DE FIGURAS 16
INDICE DE CUADROS 18
ÁREA DE ESTUDIO 19
DIVISIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA 20
CLIMA 22
OROGRAFÍA 24
GEOLOGÍA 27
HIDROLOGÍA 29
VEGETACIÓN 31
Selva Alta Perennifolia 31
Selva Alta Subcaducifolia 31
Selva Baja Caducifolia 33
Sabanas 33
Palmares 34
Manglares 34
Agrupaciones Hidrófilas 36
Selva Baja Perennifolia 36
Bosque Caducifolio 36
Bosque Aciculifolio 36
Bosque Esclerófilo Perennifolio 37
Bosque Aciculiesclerófilo 37
FAUNA 39
Insectos 39
Peces 40
Mamíferos 40
Aves 41
POTENCIAL PECUARIO 42
POTENCIAL AGRÍCOLA 42
RESEÑA HISTÓRICA 46
GRUPOS ÉTNICOS 48
Choles 53
Lacandones 55
Mames 58
Mochos 60
Tojolobales 62
Tzotziles y Tzetzales 66
15
Zoques 69
TENENCIA DE LA TIERRA 69
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS 69
Parque Nacional Cañón del Sumidero 72
Parque Nacional Palenque 74
Parque Nacional Lagunas de Montebello 74
Reserva de la Biosfera El Ocote 76
Reserva de la Biosfera El Triunfo 76
Reserva de la Biosfera La Encrucijada 78
Reserva de la Biosfera La Sepultura 79
Reserva de la Biosfera Lacan-tun 79
Reserva Integral de la Biosfera Montes Azules 81
Reserva Privada Asignada a PRONATURA Cerro Huitepec 81
Reserva Estatal Cerro Mactumatzá 82
Reserva Estatal La Lluvia 82
Área de Protección de Flora y Fauna Cascadas de Agua Azul 83
Área de Protección de Flora y Fauna Chan – Kin 83
Área Natural y Típica Pinares de Chanal 83
Área Natural y Típica La Concordia Zaragoza 84
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Laguna Bélgica 84
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Grutas de San Cristóbal 85
(Rancho Nuevo)
Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Canelar 86
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Nahá 86
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Metzabok 86
Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Recreo 87
Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Cabildo Amatal 87
Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Gancho Murillo 87
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Volcán Tacaná 88
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Pico de Loro El Paxtal 88
Zona Sujeta a Conservación Ecológica Santa Ana 89
Zona de Protección Forestal La Frailescaza 89
Zona de Protección Forestal Huizapa-Sesecapa 90
Zona de Protección Forestal Vedada Villa de Allende 90
Zona de Protección de la Tortuga Marina Playa de Puerto Arista 90
Centro Ecológico Recreativo El Zapotal 91
Monumento Natural Bonampak 91
Monumento Natural Yaxchilán 92
Monumento Arqueológico Toniná 93
Refugio de Vida Silvestre Los Bordos 94
Sesenta y siete Parques Urbanos de Control Municipal 94
DEMOGRAFÍA 95
16
ECONOMÍA 95
MIGRACIÓN 96
BIBLIOGRAFÍA 98
ANEXOS 102
17
ÍNDICE DE FIGURAS
18
37 Fauna de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada 79
38 Fauna de la Reserva de la Biosfera La Sepultura 80
39 Reserva de la Biosfera Lacan-tun 80
40 Reserva Integral de la Biosfera Montes Azules 81
41 Flora del Cerro Huitepec 82
42 Cascadas de Agua Azul 83
43 Zona Sujeta a Conservación Ecológica Laguna Bélgica 84
44 Grutas de San Cristóbal (Rancho Nuevo) 85
45 Grutas de San Cristóbal (Rancho Nuevo) 85
46 Laguna Nahá 86
47 Lagunas de Metzabok 87
48 Volcán Tacaná 88
49 Zona Sujeta a Conservación Ecológica Pico el Loro de Paxtal 89
50 Playa Puerto Arista 90
51 Bonampak 92
52 Yaxchilán 93
53 Toniná 94
54 Población total por sexo, 1970-2000 95
Distribución porcentual de la población de 5 y más años
55 96
inmigrante1 por causas de la migración y sexo, 2000.
19
ÍNDICE DE CUADROS
20
Área de estudio
21
División política y económica
Chiapas está integrado territorialmente por 119 municipios, agrupados en nueve regiones
económicas que son: I) Centro, II) Altos, III) Fronteriza, IV) Frailesca, V) Norte, VI) Selva,
VII) Sierra, VIII) Soconusco e IX) Istmo – Costa (Cuadro 1 y figura 2).
22
Figura 2. Regiones económicas y municipios de Chiapas. Fuente: Programa de
Ordenamiento Territorial del Estado De Chiapas (2007)
23
Clima
La topografía del estado origina diversos climas que van desde cálidos hasta templados,
predominando los tipos Calido subhúmedo y húmedo, ambos con lluvias en verano, que se
distribuyen en cerca del 60% de la superficie de la entidad, mientras que el menos común
es el Templado con lluvias todo el año que apenas abarca el 0.15% del territorio. (Cuadro
2). La distribución de los climas se detalla en la figura 3.
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Figura 3. Climas de Chiapas. Fuente: Gobierno del estado de Chiapas, 2007.
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Orografía
El INEGI (2007) menciona que Chiapas comprende tres provincias fisiográficas (Figura
3) que son:
Llanura Costera del Golfo Sur: Comprende las regiones costeras de los estados de
Veracruz y Tabasco en las que abundan suelos aluviales profundos, ya que en esta
zona los mayores ríos de México tienen su desembocadura al Golfo de México, por
ejemplo el sistema Grijalva-Usumacinta, el Coatzacoalcos y el Papaloapan. En
Veracruz el terreno se escalona hacia la costa formando cuestas, pero hacia el sur y
en Tabasco se torna cada vez más plano. Al oriente de Tabasco se tiene una gran
zona inundable con abundancia de pantanos permanentes hasta cerca de la Laguna
de Términos, la cual se haya semiaislada del mar por una gran barra. Una
importante discontinuidad fisiográfica, la de la sierra volcánica de los Tuxtlas,
interrumpe a esta provincia sobre la costa. En ella, aparte de numerosos aparatos
volcánicos pequeños, se levantan los volcanes de San Martín, con 1 658 metros de
altura y Vigía de Santiago, con 800 m/s.n.m. El Lago de Catemaco, con 9 a 10 km
de diámetro es la mayor caldera volcánica del país. Cubre la parte norte de Chiapas
por medio de la subprovincia Llanura y Pantanos Tabasqueños.
Sierras de Chiapas y Guatemala: Se ubica en el norte del estado y en Guatemala. En
territorio mexicano las partes más bajas tocan una pequeña parte del sur de
Tabasco. Incluyen a las sierras del noroeste y noreste de Chiapas y la altiplanicie
del sur. Están integradas por rocas calizas semejantes a las de la Sierra Madre
Oriental. En su extremo noroeste se encuentra el imponente Cañón del Sumidero
por donde fluye el río Grijalva. En esta provincia se encuentra la depresión central
de Chiapas, que se localiza en el centro del estado, conformada por grandes llanuras
irrigadas por el río Chiapa y sus afluentes, en uno de los cuales se ubica la gran
presa de La Angostura.
Cordillera Centroamericana: Esta provincia abarca mayor territorio en los países
septentrionales de la América Central, pero tiene una importante extensión en el
territorio nacinal. Es predominantemente volcánica, siendo el Tacaná, sobre la
frontera México-Guatemala el último de sus volcanes hacia el norte, pues a
excepción de éste, su origen es de roca granítica, no volcánica. Hay dos
discontinuidades fisiográficas, la Llanura del Istmo con sus grandes lagunas de
litoral y la delgada Llanura costera de Chiapas en el Océano Pacífico.
El relieve de Ciapas varía en altitudes. Sus elevaciones más importantes son El Volcán del
Tacaná que alcanza los 4,060 m, la Mesa Central de Chiapas con un rango que va de los
1,200 a los 2,858 m en el cerro Tzontehuitz cerca de San Cristóbal de las Casas.Con
respecto a las partes más bajas del estado destaca la Depresión Central de Chiapas, con
altitudes que oscila entre los 420 y los 800 msnm. (Figura 5) (PROFEPA, 2007).
27
Figura 4. Fisiografía de Chiapas. Fuente: INEGI.
28
Figura 5. Relieve del estado de Chiapas. Fuente: (PROFEPA, 2007)
29
Geología
30
Figura 6. Geología de Chiapas. Fuente: INEGI. 2007
31
Hidrología
32
Cuadro 3. Regiones y cuencas hidrológicas de Chiapas
Región Hidrológica Cuenca Río
Mar Muerto Azteca, Tiltepec, Zanatenco
Pijijiapan y otros Agua dulce, Urbina, Pijijiapan,
Margaritas
Costa de Chiapas Huixtla y otros Novillero, San Nicolás,
Cacalutla, Vado Ancho, Huixtla,
Fortuna
Suchiate y otros Cuicuilco, Coatán, Cahuacán,
Suchiate, Huehuetan
Grijalva-La Concordia Grijalva, cajeta, Jaltenango,
Cuxtepec, Blanco, Dorado, San
Juan
Grijalva-Tuxtla Gutiérrez Santo domingo, Sachiapa, La
Venta, El Tablón, Los Amates
Grijalva-Villahermosa Tzim-Bac, Platanar, Mezcaalapa,
Grijalva-Usumacinta Tecpate, Tacotalpa, Tulijá,
Nuevo Mundo, Camoapa,
Ostuacán, Escalón
Usumacinta Usumacinta, Santo Domingo,
Chancalá, Chiniquijá, Chuyipa
Chixoy Chixoy, Delicias, cruz
Lacantún Lacantún, Jataté, Perlas,
Tzaconeja, Chiapas, Lacanjá, El
Bravo
Fuente: Comisión Nacional del Agua. Gerencia Regional Frontera Sur, 2007
33
Figura 7. Cuencas hidrológicas del estado de Chiapas. Fuente: Gobierno del estado de Chiapas, 2007
34
Vegetación
La vegetación de Chiapas es muy variada, debido a la presencia de diferentes climas que
muestran una inmensa gradación de temperatura y humedad, ubicándolo entre los estados
de mayor biodiversidad, con más de 8,248 especies registradas entre las que se encuentran
el 80% de los árboles tropicales de México.
Los elementos que componen la flora de Chiapas, pertenecen a las dos grandes
regiones florísticas: La neártica, que abarca zonas áridas, semiáridas y frías del norte y
centro del país, de donde provienen plantas como los encinos (Quercus spp.) o pinos (Pinus
spp.); y la región neotropical que incluye las tierras bajas cálido-húmedo de la América
Tropical y a la que pertenecen vegetales como los cedros (Cedrela spp.) y la Caoba
(Swietenia macrophylla). Algunos elementos Andinos, de la región Paleoceánica, que
comprenden los Andes, América Austral, Sur de Africa, de Australia y Nueva Zelanda,
como el chusnito (Podocarpus) o la capa de pobre (Gunnera) forman también parte de la
flora de Chiapas (Villegas Durán et al., 2000).
Villegas Durán et al., en el 2000 describe para Chiapas los siguientes tipos de vegetación
que a continuación se describen (Figura 15):
35
en las faldas de la Sierra Madre y Serranías del norte, también se encuentran en terrenos
planos y vegas de ríos de la llanura costera y ocupa una superficie total de 261 mil ha.
Deben considerarse como transición entre los climas húmedos de las selvas altas siempre
verdes y los climas relativamente secos de las selvas bajas caducifolias o de sabanas. El
clima dominante en este tipo de vegetación es transicional entre el cálido subhúmedo con
lluvias en verano y el cálido húmedo con lluvias en verano, se presenta en altitudes de 30 m
en la costa hasta 1,250 msnm en la sierra y serranías del Norte de Chiapas; entre sus
principales componentes podemos mencionar: Platymiscium dimorphandrum (hormiguillo
colorado), Licania arborea (totoposte), Calycophyllum candidissimum (canelo),
Enterolobium cyclocarpum (guanacastle), Brosimum alicastrum (mujú), Cedrela mexicana
(cedro), Ficus cotinifolia (amate), Tabebuia pentaphylla (matilishuate), Sideroxylon
tempisque (tempisque), Cybistax donnell-smithii (primavera) y Hymenaea courbaril
(guapinol) (Figura 9).
36
Figura 9. Selva Alta Subcaducifolia. Fuente: Villegas Durán, 2000
Este tipo de vegetación se distribuye principalmente en la Depresión Central entre los 750 y
los 1,250 metros, ocupa una superficie de 889,000 ha (Figura 10). El clima dominante en
este tipo de vegetación es el cálido subhúmedo con lluvias en verano, en las zonas donde la
cantidad anual de lluvias es inferior a 1,200 mm. Entre los principales componentes
arbóreos que caracterizan este tipo de vegetación sobresalen: Heliocarpus reticulatus
(guypó), Fraxinus purpusi (aciquete), Lysiloma desmostachys (tepeguaje), Haematoxylon
brasiletto (brasil), Ceiba acuminata (mosmot), Cochlospermum vitifolium (pomposhuti),
mulato (Bursera simaruba), Bucida macrostachya (cacho de toro), Guaiacum sanctum
(guayacán), Piptadenia flava (espino negro), Sideroxylon tempisque (tempisque),
Poeppigia procera (corazón bonito) y Alvaradoa amorphoides (camarón).
Sabanas
Esta comunidad vegetal ocupa una superficie de 525 mil ha. y se distribuye en varias
porciones de formas irregulares, la que se encuentra en la Costa al norte de Arriaga, en la
Depresión Central y en el norte del Estado en el Municipio de Palenque; se encuentra en
altitudes diversas, 40 metros en la Costa y Palenque y 600 metros en la Depresión Central.
Los climas son el cálido subhúmedo con lluvias en verano y precipitaciones de 900 a 1,200
mm y cálido húmedo con lluvias en verano y precipitación superior a los 2,000 mm, aunque
37
con algunos suelos arcillosos como en el Norte del Estado son excesivamente húmedos, a
veces casi encharcados, pues el nivel del agua, a causa de la dificultad que tiene para
filtrarse, se halla muy cerca de la superficie. Entre las principales especies arbóreas, que
representan esta comunidad podemos mencionar: Curatella americana (hojaman),
Byrsonima crassifolia (nanché), Acacia pennatula (espino blanco), Crescentia cujete
(marro o jícara) y C. Alata (huacal), entre otros (Figura 11).
38
Figura 11. Sabana en Chiapas. Fuente: Villegas Durán, 2000
Palmares
Esta comunidad vegetal se encuentra distribuida en varias regiones del Estado de las cuales
se localizan varios manchones a lo largo de la Llanura Costera, en la Depresión Central y al
oriente de la entidad en la Zona del Marqués de Comillas y a orillas del río Usumacinta;
ocupa una superficie de 219,000 ha. Los elementos de esta vegetación se desarrollan sobre
las altitudes siguientes; 20 msnm en la Planicie Costera, 60 msnm en el oriente y 500 msnm
en la Depresión Central; el clima comprende el cálido subhúmedo y cálido húmedo con
lluvias en verano y escasas en invierno; existen diferentes tipos de palmares según las
especies de que están formadas, entre los que podemos mencionar: Sabal mexicana (palma
real), Scheelea lundellii (corozo), S. Preussii (macana), Acrocomia mexicana (palma de
coyol) y otros como la Cryosophila nana (palma escoba) y Brahea prominens (palma de
pishan) (Figura 12).
Manglares
39
km en las más anchas (Figura 13). El mangle se desarrolla a lo largo de la costa, pero no
invade las playas arenosas del mar abierto, más bien prospera en las orillas fangosas de las
lagunas, esteros o en aguas salobres situadas por detrás del cordón litoral, en mar muerto; el
mangle vive enraizado en el lodo de las orillas, cubierto por lo común de una capa de agua
de profundidad variable, pero nunca mayor de unos 2 m. Ocupa una superficie de 110,000
ha. Las especies que lo caracterizan son: Rhizophora mangle (mangle colorado),
Laguncularia racemosa (mangle blanco) y Conocarpus erecta (mangle prieto).
40
Figura 13. Manglares chiapanecos. Fuente: Villegas Durán, 2000
Agrupaciones Hidrófilas
Se localiza en dos porciones al norte de Chiapas en los márgenes de tierras bajas de los ríos
Usumacinta y Grijalva colindando con el estado de Tabasco; en alturas menores de 20 m
sobre el nivel del mar, el clima es el cálido húmedo con abundantes lluvias en verano.
Ocupa una superficie de 60,000 ha, son varias las asociaciones vegetales que se desarrollan
en esta zona pero entre las principales podemos mencionar: los popales, tasitales, palmares,
tintales, tulares, apompales y hasta elementos de selva baja espinosa subperennifolia.
Se localiza en diferentes porciones en las montañas norte del Estado y en la Sierra Madre.
Ocupa una superficie de 95,000 ha. Los climas presentes en este tipo de vegetación son
templados húmedos con abundantes lluvias en verano, con nublados frecuentes y con
precipitaciones que se pueden presentar en cualquier época del año; la precipitación media
anual es de 2,560 mm; generalmente se localiza en terrenos quebrados de la sierra en
altitudes que varían de 1,200 a 2,300 msnm. Entre los componentes arbóreos que
caracterizan este tipo de vegetación, sobresalen: Clethra suaveolens (coshosté), Oreoponax
sanderianus (coletillo), Matudaea trinervia (guayabillo), Inga micheliana (caspirol de
montaña), Saurauia villosa (barba de toro) y Chiranthodendron pentadactylon (mano de
león).
41
Bosque Caducifolio
Este tipo de vegetación ocupa zonas más expuestas a los vientos del norte; esta situado
especialmente en los declives septentrionales de las Serranías del norte del macizo Central
de Chiapas y en la Sierra Madre, además de otra porción que se encuentra en la zona de los
Lagos de Montebello. Ocupa una superficie de 160,000 ha, las áreas que ocupan este tipo
vegetativo se localizan en altitudes de 800 a 2,200 msnm, el clima es cálido húmedo y
semicálido húmedo con abundantes lluvias en verano, con precipitación anual superior a
1,200 mm y con mayor frecuencia alrededor de los 2,000 mm. Las principales especies que
caracterizan esta comunidad vegetal son: Liquidambar styraciflua (liquidambar), Quercus
acatenangensis (chiquinib), Cornus disciflora (canelo de pueblo nuevo), Carpinus
coroliniana (tzucacamay), Clethra suaveolens (coshosté) y Quercus candicans (tzaquioco).
Bosque Aciculifolio
42
Bosque Esclerófilo Perennifolio
Este bosque comprende sitios bien diferenciados y distribuidos en varias porciones en las
serranías del norte, en el oriente en cerros de la Altiplanicie y en su falda, así como en la
Depresión Central y de la Sierra Madre. Ocupa una superficie de 311,000 ha, la altitud en la
que se encuentra varía desde los 700 msnm en la Depresión, hasta los 2,300 msnm en la
Altiplanicie de la Mesa Central y de la Sierra Madre. La precipitación anual de las zonas de
encinares puede ser superior o inferior a los 1,200 mm. Los encinares dominantes son
roblares comúnmente llamados: Quercus peduncularis (yashté), Q. polymorpha (shinil), Q.
corrugata (tzacui blanco), Q. oocarpa (cantulan colorado) y Q. conspersa.
Bosque Aciculiesclerófilo
43
Figura 15. Tipos de vegetación de Chiapas. Fuente: Gobierno del estado de Chiapas,
2007
44
FAUNA
El estado de Chiapas presenta una alta diversidad faunística, la cual es descrita por grupos
continuación.
Insectos
45
Peces
En México existen más de 600 especies de peces continentales, muchas de las cuales
representan importantes recursos para la alimentación humana y el desarrollo económico
del país (Rodiles Hernández, 2005). La riqueza de peces continentales en Chiapas está
representada por 205 especies distribuidas por lo menos en 107 géneros correspondientes a
44 familias y 19 órdenes. Todas son nativas, excepto nueve especies introducidas en la
región pertenecientes a las familias Cyprinidae, Salmonidae y Centrarchidae). Actualmente
seis especies de la familia Cichlidae están genéricamente asignadas a “Cichlasoma”
debido a que la familia se encuentra en revisión para Centro y Norteamérica (Kullander,
2003).
Entre las familias marinas que destacan por su número de especies están:
Carangidae (pámpanos, 11.5%), que penetran a los esteros y sistemas lagunares; Sciaenidae
(corvinas o roncadores, 10.6%), con una especie vicaria (Aplodinotus grunniens)que se
localiza en los ríos de la vertiente atlántica; Ariidae (bagres marinos tropicales y
subtropicales, 5%)también con una especie vicaria (Potamarius Nelson), endémica de la
región del Grijalva-Usumacinta; Centropomidae (robalos, 5%), representada por un único
género (Centropomus) endémicos de los litorales neotropicales. Destacan cinco familias de
peces dulceacuícolas primarios dos de ellas neárticas: Catostomidae e Ictaluridae, y tres
neotropicales: Characidae, Heptapteridae y la nueva familia del bagrede Chiapas (Rodiles-
Hernández et al. 2000, R. Rodiles-Hernández, datos no publicados). Dos familias
dulceacuícolas secundarias representan mas del 30% del total de las especies: Cichlidae
(19%) y Poeciliidae (13%) (Rodiles Hernández, 2005). La lista de peces presentes en
Chiapas se presenta en el anexo 2.
Mamíferos
46
distribución de los mamíferos en Chiapas obedecen a la historia evolutiva de las especies,
su biomasa corporal, sus hábitos alimentarios y conductuales, su requerimiento de hábitat y
los efectos de la actividad humana, entre otros factores. El incremento de la población
humana y sus actividades han producido cambios importantes en la distribución y
abundancia de las poblaciones y especies de mamíferos. Entre las principales consecuencias
destacan la pérdida y fragmentación del hábitat, la cacería no sustentable, el tráfico ilegal y
la introducción de especies exóticas (Naranjo Piñera, et al., 2005).
Los grupos de mamíferos mejor representados en Chiapas son los quirópteros, los
roedores y los carnívoros (Retana y Lorenzo 2002). El orden Chiroptera (murciélagos)
registra el mayor número de especies (106) y género (57), los cuáles representan el 51.7% y
48.7% de la diversidad de mamíferos de Chiapas, respectivamente; en seguida se encuentra
el orden Rodentia (roedores) con 48 especies y 22 géneros que constituyen 23.4% y 18.8%
de la riqueza estatal. En tercer lugar se ubica el orden carnívora (carnívoros) con 19
especies y 17 géneros que equivalen a 9.3% y 14.5% de la mastofauna chiapaneca. Cada
uno de los restantes 8 ordenes de mamíferos presentes en Chiapas están representados por
menos de 10 especies: Insectívora (musaraña, 9 especies), Didelphimorphia (tlacuaches, 8),
Xenarthra (armadillos y hormigueros, 4) Artiodactyla (venados y pecaris, 4), primates
(monos, 3), Lagomorpha (conejos, 2), Sirenia (manatí, 1) y Perissodactula (tapir, 1).
47
Aves
La avifauna de Chiapas es una de las mas particulares y diversas de México. Ésto se debe a
la compleja topografía que le confieren las dos cadenas montañosas (La Sierra Madre de
Chiapas y Los centro y norte de Chiapas), a la localización geográfica del estado y a la
variedad de culturas humanas que han influido en la distribución y abundancia de las aves y
sus ambientes. Las dos cadenas montañosas van del Istmo de Tehuantepec hasta la parte
central de Guatemala, limitan al este con las tierras bajas de El Petén al norte de la Planicie
Costera del Gofo de México, al centro con la Depresión Central de Chiapas, y al sur con la
Planicie Costera del Pacifico. Adicionalmente a su orografía, la localización geográfica del
estado establece ciertas características avifaunisticas particulares (Rangel Salazar et al.,
2005).
En Chiapas existen 10 especies que son endémicas del país y nueve cuasiendemicas
(se distribuyen también en Guatemala), las cuales representan el 18.3% de las especies
endémicas reportadas a nivel nacional. De las 10 especies de aves endémicas del país que
se distribuyen en Chiapas solamente cinco presentan distribución muy restringida; estas
son: Campylopterus curvipennis (excellens), Hylorchilus navai, Campylorhynchus
rufinucha, Aimophila sumicherasti y Passerina rositae. En el anexo 4 se muestra la lista de
aves presentes en Chiapas (Rangel Salazar et al., 2005).
POTENCIAL PECUARIO
El estado de Chiapas presenta, en la mitad de su territorio un gran potencial para la
utilización pecuaria; los terrenos sobresalientes pertenecen a la clase tierras aptas para el
desarrollo de praderas cultivadas, con un porcentaje de 10.83%, se localizan a lo largo de la
costa, con mayor concentración en el municipio de Tapachula y, en menor medida, el de
Cintalapa, Socoltenango, Tzimol y Ocosingo, entre otros. Los terrenos aptos para el
aprovechamiento de la vegetación de pastizal son poco significativos, con 0.16%, asentados
en el municipio de Acala; caso totalmente opuesto a los que poseen potencial para el
aprovechamiento de la vegetación natural diferente del pastizal, que ocupan la mayor
extensión del territorio chiapaneco, con 47.29% y distribuidos indistintamente por todo el
estado. Las tierras de la clase aprovechamiento de la vegetación natural únicamente por el
ganado caprino tienen una representación de 14.94% e involucran a muchos municipios,
entre otros: Arriaga, Cintalapa, Ocosingo, El Bosque, Chanal y Huixtán. Finalmente, los
48
terrenos considerados como tierras no aptas se concentran en las porciones centro-norte,
centro y sureste del estado, con 26.78%; Siltepec, Motozintla y Cintalapa son algunos de
los municipios más representativos de esta clase. La figura 17 muestra las posibilidades de
uso pecuario presentes en Chiapas (INEGI, 2007).
POTENCIAL AGRÍCOLA
Chiapas presenta más de la mitad de su superficie total con aptitud para la utilización
agrícola, en el caso de la agricultura mecanizada continua existe un porcentaje de
18.1%, localizado a lo largo de la línea de costa, al igual que en los municipios de
Cintalapa, Socoltenango, Tzimol y Ocosingo entre otros. La agricultura mecanizada
estacional comprende 0.2%, se encuentra ubicada en el municipio de Catazajá;
mientras que la de tracción animal continua cubre 10.8% y se distribuye entre los
municipios de Escuintla, Las Margaritas y Salto de Agua principalmente. La
agricultura de tracción animal estacional con 1.6%, se encuentra en la mayor parte de
los municipios de Chiapa de Corzo, Acala y Las Rosas. El 23.3% de la superficie del
estado es apta para la agricultura manual continua, casi una cuarta parte del territorio;
se ubica en la parte central y norte, además en los municipios de Las Margaritas, La
Independencia y La Trinitaria al oriente del estado. La agricultura manual estacional
abarca 6.8%, en la región central que va de sureste a noroeste de la entidad y por
último se tienen los terrenos no aptos para esta actividad, con 39.2% del total del
estado, la figura 18 ilustra el potencia agrícola presente en el Estado (INEGI, 2007).
49
Figura 17. Potencial Pecuario en Chiapas. Fuente INEGI, 2007.
50
Figura 18. Potencial agrícola en Chiapas. Fuente: INEGI, 2007
DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL
ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
51
RESEÑA HISTÓRICA
En tiempos muy remotos llegaron al Tepetchía (peñón izquierdo del Cañón del Sumidero)
tribus de guerreros chiapanecas, guiados por el viejo cacique Nandalumí, procedentes de
Nicoya, Nicaragua, y fundaron el pueblo de Nandiumé. Desde allí comenzaron a someter a
los zoques, tzotziles, tzeltales y mames, para convertirlos en tributarios. Posteriormente, en
1486 los aztecas invaden el pueblo y le cambian el nombre de Nandiumé por el de
Teochiapan.
Después del señalado triunfo de los hispanos, en el que jugó importante papel el
capitán Bernal Díaz del Castillo, encomendero del pueblo de Chamula, surgieron las
diferencias entre los conquistadores españoles, por las inconformidades en el reparto del
botín, estas diferencias y el reducido número de soldados hicieron imposible la
colonización de Chiapas, misma que tuvo que esperar cuatro años más. En tanto, la
provincia del Soconusco ya había sido sometida, en 1524, por el capitán Pedro de
Alvarado.
52
Consolidada la conquista de los zoques, chiapanecas, tzeltales y tzotziles, en 1528
comienzan las primeras incursiones para someter a los otros grupos lingüísticos de Chiapas:
choles, tojolobales y lacandones. En el primer enfrentamiento con los lacandones, los
soldados españoles fueron derrotados en 1529.
Por otra parte, Baltazar Guerra de la Vega, encomendero de Chiapa de los Indios,
aumentó el tributo a los chiapanecas, por lo que éstos huyen y se esconden en unas cuevas
del Cañón del Sumidero en 1531, desde donde emprenden el levantamiento contra el
encomendero. Ésto constituyó la primera sublevación indígena, misma que fue sofocada
por el propio Baltazar Guerra. Sin embargo, los chiapanecas no se dieron por vencidos y
durante tres años estuvieron rebelándose hasta que finalmente fueron derrotados en 1534
en la memorable batalla del Tepetchía, que dio lugar a una de las versiones de la histórica
leyenda del Cañón del Sumidero plasmada en el escudo de Chiapas (Mundochiapas,
2007).
53
De 1810 a 1821, Centroamérica fue espectadora del movimiento independentista de
Nueva España. Fray Matías de Córdoba, originario de Tapachula, fue el impulsor del
movimiento independentista de Chiapas, movimiento que terminó con la proclamación de
la Independencia, el 28 de agosto de 1821, de la ciudad de Comitán de la Corona Española,
y al mismo tiempo adoptó el sistema de gobierno imperial de México.
Al día siguiente, el acta fue publicada en bando solemne, cuyas copias fueron
remitidas al jefe del Ejército Imperial, al Intendente de la Provincia y a los principales
Ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real, capital de las Chiapas, quien proclamó su
independencia el 3 de septiembre del mismo año; la villa de Tuxtla, el 4; el pueblo de
Chiapa, el 7; la villa de Tapachula, el 23 de octubre; y así sucesivamente lo fueron haciendo
los demás municipios. A invitación expresa de Fray Matías de Córdoba, Guatemala
proclamó su independencia el 15 de septiembre de 1821.Un año después, el 16 de enero de
1822, la Regencia del Imperio Mexicano decretó la incorporación de Chiapas a México.
Fue así como llegó a celebrarse el histórico plebiscito en que la mayoría del
pueblo chiapaneco votó por continuar formando parte de México. Los resultados
revelados por el escrutinio, realizado el 12 de septiembre de 1824, fueron los siguientes:
96 mil 829 votos a favor de la federación de Chiapas a México; 60 mil 400 votos por la
unión a Guatemala y 15 mil 724 abstenciones. Dos días después, el 14 de septiembre, se
escribió la memorable fecha, en que el pueblo chiapaneco decidió libre, independiente y
soberanamente su destino, al unirse en forma definitiva a México (Mundochiapas, 2007).
54
GRUPOS ÉTNICOS
Chiapas es uno de los estados con mayor diversidad cultural debido a los grupos étnicos
que están presentes en el estado (Figura 19). En la siguiente figura se muestra en el primer
mapa a la lengua más utilizada mientras que en el otro se señala la segunda más importante
para los mismos municipios (Programa De Ordenamiento Territorial Del Estado De
Chiapas, 2007).
Choles
Los choles son los winik, del vocablo maya que significa "hombre, varón"; son "los
milperos", los hombres creados del maíz que viven y explican su existencia en torno al
maíz, alimento sagrado otorgado por los dioses, principio y fin de la vida, y eje central de
su concepción del mundo (Figura 20). Se ubican en la parte noroeste del estado de Chiapas;
colinda al norte y al noroeste con el estado de Tabasco y con el municipio de Catazajá,
Chiapas; al sur con los municipios de Simojovel, Yajalón y Chilón; al este con el municipio
de La Libertad; y al oeste con el municipio de Huitiupán. Habitan principalmente en los
municipios de Tila, Tumbalá, Sabanilla, Catazajá, La Libertad, Salto de Agua, Palenque,
Ocosingo, Yajalón, Huitiupán y Chilón. La región que habitan consta de tres zonas: la
primera es montañosa y comprende parte de los municipios de Tila, Tumbalá y Sabanilla;
la segunda comprende el lado este de la serranía central, donde se encuentra el valle de
Tulijá y los valles de Limar y Cinal; la tercera zona comprende parte de la serranía que se
extiende desde el municipio de Palenque hasta el fin de las llanuras que limitan el
municipio de Ocosingo. De las montañas en el territorio chol se forma el sistema hidráulico
de la región, los principales ríos son el Tulijá, y el Puxcatán, el primero nace en la sierra
central y el segundo en los cerros ubicados al sureste de Petalcingo y de Sabanilla y
desemboca en el río Tulijá. Los ríos de menor caudal en esta región son: Bascán, lxtialjá,
Chinal, Pulpitillo, Sabanilla, Agua Blanca, Yaská, Chamula, Chientijá, San Nicolás y
Jolpauchil. El régimen pluvial de la región oscila entre los 3,000 y 5,000 mm; se registran
lluvias todo el año, la máxima precipitación se da entre julio y enero. El clima
predominante es esta región es el cálido y húmedo, con temperaturas medias anuales que
fluctúan entre los 24 y los 26° C; en las tierras bajas y en el valle de Sabanilla el clima es
cálido-húmedo con lluvias en verano y una temperatura media anual de 22° C; en el
extremo sur de Sabanilla, en el este de Tumbalá y en Salto de Agua, hay un clima
semicálido-húmedo con una temperatura media anual superior a los 18° C. El tipo de
vegetación es de selva subperennifolia (CDI, 2007).
55
espín, tamborcillos, tejones, tlacuaches, venados, tigrillos, ardillas, zorros, gavilanes,
loros, pericos y garzas. En el área destinada para el ganado hay por lo menos ocho
variedades de pasto. Debido a la caza practicada por los mestizos, muchas especies
mayores de animales están en peligro de extinción. A causa de la escasez de tierras, hay
una creciente migración, ya sea porque tienen terrenos muy pequeños o porque no
cuentan con ellos.
56
DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL
Figura 19. Grupos
ADAPTADO AL étnicos
TROPICO de Chiapas. Fuente: Programa De Ordenamiento Territorial del
DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
estado de Chiapas (2007).
57
En su cosmogonía creen que Ch'ujtiat, el señor del Cielo, creó la Tierra,
Tumbalá es el yutbal-lum, el ombligo, el lugar donde se formó nuestro planeta; después
creó los 12 chuntie winik parecidos a los hombres, para cargarla, y cuando ellos se
cansan y quieren cambiar de hombro, la Tierra se mueve y hay temblores; también creó
a los primeros hombres, parecidos a los chuntie winik, pero no inmortales, quienes
vivieron y fueron ingratos con Ch'ujtiat, el cual envió un diluvio para matarlos a todos;
cuando cesó la lluvia vio que había algunos chuntie winik vivos y los convirtió en
monos, que de tanto miedo se subieron a los árboles. A los niños que habían muerto sin
culpa en el diluvio los mandó al cielo como estrellas. Después del cataclismo todo
estaba triste y muerto, pero de pronto nació niox pimel, la primera planta, de la que
después nació mucha vegetación. Ch'ujtíat se animó a crear a los dos tiomi yem alob,
otros primeros hombres y los hizo con cierta inteligencia pero tenían que aprender y
usar la experiencia. Ellos crecieron, recorrían la tierra y al llegar a una enorme cueva
encontraron piedras en forma de tigres; uno de los niños entró y acarició un pequeño
tigre, logrando que viviera; el otro niño, celoso, mató a su hermano, pero el tigre lo
volvió a la vida. "El niño llamó wuj al tigre y el tigre llamó Xun'Ok al niño". Llegado el
momento, Ch'ujtiat entregó lxik a Xun'Ok como esposa; fue así como comenzó la nueva
generación, Xun'Ok e lxik son los primeros padres, los na'al. Después de un tiempo
apareció sobre la tierra Ch'ujnia con su hijo Askun; ambos tenían poderes especiales.
Askun tuvo un hermanito, Ijtzin igual que él sin padre, al ver que el niño tenía mejor
pensamiento y mejor corazón que él, le tuvo mucha envidia y quería matarlo, invitó a
Ijtzin a comer miel, subió a un árbol y en lugar de darle miel le tiró 12 bolitas de cera,
Ijtzin formó 12 tuzas con la cera y éstas comenzaron a comer las raíces del árbol donde
estaba Askun, quien cayó en mil pedazos, con los cuales Ijtzin creó a los animales.
Chu'jnia se entristeció mucho por la muerte de su hijo hasta que Ijtzin le regaló un gran
conejo para consolarla; madre e hijo brincaron juntos al cielo, Ijtzin se hizo sol y
Ch'ujnia se volvió luna. Una vez que los hombres conocían ya los frutos y los animales,
Ch'ujtiat consideró que había llegado el momento de que conocieran el alimento más
sabroso, el ixim, el "maíz". Los hombres vivieron felices sólo por un tiempo, pues a los
xibaj les gustaba comerse a los hombres. Ch'ujtiat envió nuevamente a su hijo a la
Tierra, quien los dominó y los encerró en una cueva, pero no todos quedaron ahí, pues
algunos hicieron pacto con los hombres, y por eso muchos hombres tienen xibaj. En el
mundo subterráneo, en Wits Ch'en, reina la paz, no hay dolor ni maldad. Ch'ujtiat pobló
el mundo subterráneo con varios wots ch'en (espíritus juguetones, benéficos),
mediadores entre el mundo celeste y el mundo terrestre (CDI, 2007).
58
ritos para la siembra (fiesta de la santa Cruz), relacionados con las lluvias y la fertilidad
agrícola. Finalmente, las ceremonias dedicadas a la cosecha del maíz (fiesta de santa
Rosa, el 30 de agosto), siendo estas fiestas de carácter comunitario y generalmente las
celebraciones empiezan en la víspera de la festividad; las misas celebradas en los
templos por los sacerdotes son precedidas y/o sucedidas por ritos realizados en la casa
de los mayordomos. Los tatuches y los mayordomos dirigen estos ritos y se hacen
acompañar por los músicos; las mujeres llevan a la fiesta alimentos y bebidas. Tila es
uno de los centros religiosos más importantes de la región chol; ahí se encuentra el
Cristo Moreno, el Cristo curanderoal que se le festeja el 15 de enero (señor de
Esquipulas), el 3 de mayo (santa Cruz), en Semana Santa (Cristo en el Monte Calvario)
y del 14 al 18 de junio (Corpus Christi). En Tumbalá las principales fiestas son: la
Candelaria, el 2 de febrero; señor del Pozo, el 23 de marzo; san Miguel Arcángel, el 8
de marzo; la santa Cruz, el 3 de mayo. En Palenque, la fiesta del patrono es del 1° al 5
de agosto; san Francisco de Asís, el 5 de octubre; Virgen de Guadalupe, el 12
diciembre. En Sabanilla se festeja al señor de Esquipulas del 1° al 5 de enero; señor de
la Misericordia, el 25 de junio; san Miguel Arcángel, el 8 de marzo. En Salto de Agua,
la Trinidad, el 1° de junio; virgen de la Concepción, el 8 de diciembre; Virgen de
Guadalupe, el 12 de diciembre; sagrada Familia, el 31 de diciembre. Otra fiesta
importante es la del Carnaval; en Tumbalá se hace entre el 2 y el 8 de febrero, y se
presenta la danza del Tigre.
59
Figura 20. Chol de Chiapas. Fuente: CDI, 2007.
Lacandones
Los lacandones se llaman a sí mismos hach winik, que significa "verdaderos hombres"
(Figura 21). Se piensa que originalmente el vocablo lacandón se refería a un grupo hablante
de chortí el cual, en tiempos de la conquista, habitaba en una pequeña isla en el río
Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se autodenominaban "los del Lacantún", que
significa en chortí "gran peñón" o "piedra erecta" y al ser españolizado se convirtió en
lacandón o lacandones. Habitan la zona selvática del estado que es conocida con el nombre
de Selva Lacandona y cuyos límites son: al este el río Usumacinta y Salinas; al sur la
frontera internacional con el vecino país de Guatemala; al norte la vía férrea del sureste; al
noroeste la carretera Ocosingo-Palenque y al suroeste el océano Pacífico. Los lacandones se
dividen en dos grupos denominados los del norte, que habitan principalmente en las
localidades de Nahá y Metzaboc, y los del sur, ubicados en la localidad de Lacan ha Chan
Sayab. El territorio ocupado por los lacandones tiene una extensión aproximada de 662,000
ha, en un medio selvático que representa para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales.
El clima que predomina en el territorio lacandón es el cálido-húmedo (de 23 a 27° C).
Llueve todo el año, excepto los meses de marzo y abril en los que el ritmo de precipitación
pluvial disminuye en cierta medida. Existen numerosas corrientes fluviales destacando el
río Usumacinta que provee a la selva de un rico sistema hidrográfico mediante una vasta
red de ríos y de arroyos. También hay una considerable cantidad de estanques y de lagunas
que conforman pequeñas depresiones cuyo nivel varía de acuerdo con el volumen de lluvia
registrado a lo largo del año. La vegetación se compone de bosque tropical en el norte y de
selva baja en el sur. Los principales tipos de madera son el cedro, la caoba y otras coníferas
en las partes más altas. El patrón tradicional de subsistencia se basa en el uso múltiple de la
tierra en la que aprovechan varias zonas ecológicas: la milpa, la selva, el acahual (zona de
transición entre la selva y el campo agrícola) y las zonas acuáticas y semiacuáticas. El uso
combinado de estas diversas áreas proporciona a los lacandones la posibilidad de
60
aprovechar una extensa variedad de productos, animales, vegetales y minerales. La
explotación agrícola se fundamenta en el sistema de roza, tumba y quema (CDI, 2007).
Los lacandones consideran que en los tiempos míticos, los dioses supremos
habitaron la tierra y que sus moradas eran los grandes centros arqueológicos asentados en la
región, como son Palenque, Yaxchilán y probablemente Piedras Negras. Dentro del
contexto mítico, se dice que después de crear el inframundo los dioses subieron al cielo, a
excepción de algunas deidades intermedias y de todas las menores que tienen sus moradas
en cuevas, montículos, lagos y ruinas menores, ubicadas también en la selva. Al igual que
el resto de los mayas, los lacandones practican el culto a las divinidades solares y lunares, y
a partir de éstas se establece un ordenamiento jerárquico que desciende hasta los dioses
secundarios. Tienen además una concepción cíclica del tiempo; es decir, la creencia en eras
sucesivas. Tanto los dioses principales como las divinidades y seres menores se definen
como propiciadores y sustentadores del orden cósmico. Cada divinidad mantiene un
carácter dicotómico que impone a los hombres una intensa interacción ritual. A partir de la
década de los cincuenta empezaron a penetrar misioneros protestantes norteamericanos en
las comunidades lacandonas. Los primeros en llegar fueron los presbiterianos quienes
lograron convertir a algunos habitantes de Nahá y a casi todos los del sur. En la década de
los setenta tocó a Metzaboc ser blanco de la predicación del culto adventista; aquí también
lograron su objetivo con una buena cantidad de sus habitantes. Casi todos los lacandones
convertidos han emigrado a Lacanha Chan Sayab. La influencia del protestantismo ha
originado la desaparición de muchas prácticas rituales entre los conversos, aunque algunas
61
de ellas sólo se han modificado ya que los lacandones han adaptado el discurso protestante
a su propia cosmogonía.
Mames
El mam es un grupo maya que habita en el sureste de México y en Guatemala (Figura 22).
El vocablo mame se deriva del quiché mam que significa padre, abuelo o ancestro. Tanto
en Guatemala como en Belice se llaman así a las deidades de la montaña que riegan los
cultivos. En México habitan en los estados de Campeche, Quintana Roo y Chiapas; en este
último se localizan en el sureste en la zona fronteriza con Guatemala, principalmente en la
región de la Sierra Madre de Chiapas, en los municipios de Amatenango de la Frontera,
62
Bejucal de Ocampo, Bella Vista, La Grandeza, Mazapa de Madero, Motozintla, El Porvenir
y Siltepec; en la región Soconusco, en los municipios de Acacoyagua, Cacahoatán, Frontera
Hidalgo, Tuxtla Chico, Tuzantán, Unión Juárez, Huehuetán, Tapachula y Escuintla; y en la
región fronteriza, en los municipios de Chicomuselo, La Trinitaria y Frontera Comalapa.
Así como en los municipios Juárez y Reforma de la región norte, y en el de Ixtapa, de la
región centro. En el hábitat de los mames predominan los climas semicálido húmedo,
templado húmedo y cálido subhúmedo con lluvias en verano. El área se conforma por tres
zonas: la Sierra Madre de Chiapas, la Depresión Central y la región Costa de Chiapas-
Soconusco. En las zonas altas las características del relieve obligan a sembrar en laderas
con pendientes muy pronunciadas incrementándose así el proceso de erosión; en el
municipio de Unión Juárez se encuentra el punto más alto de todo el estado, el volcán
Tacaná que está a 4,110 msnm. En la Depresión Central de Chiapas el paisaje es de bosque
con sabana, los suelos son delgados, negros, con cierta calcificación; en la Llanura Costera
del Pacífico predominan los suelos muy profundos y amarillos. La región Costa de
Chiapas-Soconusco localizada en el extremo sur del Estado, posee una exuberante
vegetación y tierras muy fértiles; la agricultura es altamente tecnificada, y sus principales
inversionistas son extranjeros. El Soconusco constituye la zona económicamente más
importante de Chiapas por su producción agrícola de café, cacao, algodón y plátano. Sus
fincas absorben la fuerza de trabajo de los jornaleros indígenas provenientes de los Altos,
de la Sierra Madre de Chiapas; del estado de Oaxaca y de Guatemala. Los habitantes de
esta zona cultivan principalmente maíz y frijol; en menor proporción siembran ajonjolí,
cacahuate, tomate, haba, cebolla y árboles frutales como naranja, guayaba, limón y plátano,
muy pocos tienen cafetos; la producción de maíz, frijol y cacao se obtiene mediante una
tecnología simple. Tienen algunas cabezas de ganado porcino, vacuno y mular. Los ríos
más importantes de la región son el Motozintla, el Zacualpa, el Huixtla, el Huehuetán,
Cuilco, el Siltepec, y el Coapan. Los mames de la sierra se dedican al cultivo de la papa, y
suelen intercambiar parte de su producción por maíz y frijol, sólo levantan una cosecha al
año; en cantidades menores siembran trigo, hortalizas y yerbas aromáticas. El cultivo se
hace con herramientas manuales, una muy antigua y rústica es el bastón plantador con
punta de metal. Tienen árboles frutales de durazno y manzana, crían ovejas de las que
aprovechan la lana. En algunas localidades suelen recolectar flores silvestres para venderlas
cada 15 días en Tapachula, donde compran frijol y harina de maíz; las escasas tierras que
poseen son cultivadas dos años y después las dejan sin sembrar por cuatro o cinco años. En
la faja costera, el maíz es el principal producto agrícola; levantan dos cosechas al año, ya
que sus terrenos son fértiles; los municipios de Tuzantán, Huixtla, Huehuetán y Tuxtla
Chico poseen los terrenos con mayor humedad de la región; en forma limitada practican la
agricultura comercial y no escapan a los especuladores y acaparadores. La emigración
temporal se realiza en los meses de octubre a enero, tiempo de cosecha en las fincas
cafetaleras; durante este periodo sólo permanecen en sus comunidades ancianos, mujeres y
niños. De mayo a septiembre, en un porcentaje menor, se contratan en la limpia del café;
otros van a trabajar en las plantaciones de algodón de la costa. La tenencia de la tierra es
ejidal. De la superficie total la mayor parte está destinada a la agricultura, el 34% a pasto y
63
el 17% comprende bosques. Con la reforma agraria se expropiaron parte de las propiedades
dedicadas al cultivo de café y algunas pasaron a manos de indígenas, formándose así ejidos
cafetaleros (CDI, 2007).
De acuerdo con la cosmogonía de los mames, hay una serie de seres sobrenaturales
que provocan o alivian enfermedades, y les ayudan en sus actividades como la siembra y la
cacería; éstos habitan en lugares apartados. Conservan muchas creencias de origen
prehispánico, realizan ceremonias agrícolas propiciatorias que ofrecen a las deidades
nativas llamadas tajawil, entre ellas el "dueño del cerro", que es un duende chaparro y
gordo, conocido también como el "sombrerón". Actualmente, los chamanes mayas
(chimanes) son los herederos de los antiguos naguales, y tienen el don de adivinar, de curar
enfermedades naturales y sobrenaturales o provocarlas, así como la capacidad de alojar su
espíritu en el cuerpo de un animal o de un fenómeno meteorológico; pueden visitar regiones
sagradas como el interior de las montañas, el inframundo y el cielo. Los mames llaman a
los nahuales waxés, los más poderosos son el rayo, el viento, la centella, el torbellino y el
tigre. El catolicismo que impera entre los mames muestra varios elementos de sincretismo
con antiguas tradiciones como el culto a figurillas prehispánicas que comparten el altar con
los santos católicos. Algunas fiestas religiosas del grupo mam coinciden con las ferias
64
comerciales; el protestantismo se ha extendido en detrimento del credo católico por lo que
la feria tiene un carácter más que nada comercial (CDI, 2007).
65
Figura 22. Name de Chiapas. Fuente: CDI, 2007.
Mochos
66
2.9% del territorio del estado. La historia de la región está íntimamente relacionada con los
cultivos de café y cacao, que siempre fue un cultivo muy importante desde la época
prehispánica, hasta que el café lo relegó a un segundo término en el siglo pasado (CDI,
2007).
Entre los mochós existe una clasificación binaria a partir de la cual identifican a su
mundo, su vida cotidiana, sus divinidades. Las cuales diferencian en aquellas que los
protegen de las que son maléficas; a los hombres, en hombres especiales y hombres
comunes; a las palabras, "en palabras frescas" y "palabras calientes". En la concepción
mochó, las divinidades tradicionales juegan un papel importante, para ellos existe un
donador (Dios) superior a la divinidad católica. La relación que se da entre las divinidades
tradicionales y los hombres parte de un sistema de reciprocidad, el cual, bajo un acuerdo
inicial, es necesario respetar por ambas partes (hombre-divinidad; divinidad-hombre); el
incumplimiento por alguna de las partes convierte a los aliados en antagonistas. En las
cumbres de las montañas más altas se sitúan las divinidades, como son: santo Rayito
('Ahwafo:m), santo Nubarrón (Musan), santo Viento (Ka:h'q'), divinidades donadoras de
los "buenos aires" que protegen a los hombres y dan agua para los cultivos. En los cerros
bajos existen las divinidades calificadas como negativas, porque mantienen relaciones con
el inframundo: el "sombrerón" ('Ahwalo:m'ila1), el "cadejo" (Et winaq) y la "llorona"
(O'hin). La función que se les atribuye es la de provocar "los malos aires", que afectan
negativamente y producen las enfermedades y toda clase de calamidades. Por otro lado,
dentro de su mundo, el maíz cumple un papel de vital importancia; por su origen divino,
posee un papel de emisario privilegiado del mensaje de los dioses, se dice que antes de la
siembra se requería de nueve días de abstinencia sexual; la semilla debía ser tocada por
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aquellos que estaban "limpios", pues en caso contrario el espíritu del maíz alojado en cada
familia se alejaría (CDI, 2007).
68
Tojolobales
69
La Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas menciona que el
universo tojolobal se concibe como integrado por tres niveles: el satk'inal o "cielo", el
lumk'inal o "espacio terrestre" y el k'ik'inal o "inframundo", cada uno está habitado por
seres cuya intervención puede influir tanto en la armonía comunal como en la individual. A
lo largo de su vida, el indígena procura mantener el equilibrio entre las distintas fuerzas que
pueblan el universo; una manera de mantenerlo es mediante la observancia de los rituales
tradicionales que mezclan elementos cristianos con otros de origen prehispánico. Tal es el
caso del carnaval comunitario o ta'an k'oy. Tanto los mitos como las consejas de la
tradición oral hablan de cómo el abandono de los rituales y "la costumbre" pueden provocar
trastornos al individuo y a la comunidad.
70
Figura 24. Mujer tojolobal del estado de Chiapas. Fuente: CDI, 2007.
Tzotziles y Tzetzales
Los tzotziles y los tzeltales son dos grupos mayenses emparentados entre sí que, junto con
los tojolabales, habitan la región de los Altos de Chiapas y algunos municipios del área
colindante. Los tzotziles se llaman a sí mismos batsiI winik'otik, "hombres verdaderos" y
los tzeltales se refieren a sí mismos como winik atel, "hombres trabajadores"; ambos hablan
el batsil k'op, o lengua verdadera o legítima (Figura 25). El vocablo tzotzil deriva de sots'il
winik, que significa "hombre murciélago". Se cuenta que los antepasados de los
zinacantecos hallaron un murciélago en aquella vega y lo tomaron por dios. El tradicional
territorio tzotzil se encuentra al noroeste y suroeste de la ciudad de San Cristóbal, el tzotzil
se habla en las comunidades de El Bosque, Chalchihuitán, Chamula, Chenalhó, Huixtán,
Mitontic, Zinacantán, Larráinzar, Pantelhó, Huitiupán, Simojovel de Allende, Totolapa,
Jitotol, Pueblo Nuevo Solistahuacán, Bochil, Ixhuatán, Soyaló, Venustiano Carranza,
Ixtapa, Teopisca y San Cristóbal de Las Casas. El tradicional territorio tzetzal se encuentra
al noreste y sureste de la ciudad de San Cristóbal y abarca los municipios de San Juan
Cancuc, Chanal, Oxchuc, Tenejapa y Altamirano; hacia el norte: Sitalá, Socoltenango,
Yajalón, Chilón, Ocosingo, Amatenango del Valle y Aguacatenango (municipio de Villa de
las Rosas) hacia el sur. A partir de la década de los cincuenta, tzeltales y tzotziles de los
Altos empezaron a colonizar la Selva Lacandona en busca de tierra, por lo que su territorio
se ha expandido notablemente. El tradicional territorio tzotzil colinda al oriente con los
tzeltales, al norte con los choles y los zoques y con estos últimos al oeste; en cambio, los
tzeltales limitan al este con los tzotziles, al noroeste con los choles y al sureste con los
71
tojolabales. En el territorio colonizado en la selva conviven tzotziles, tzeltales, choles,
tojolabales y zoques. La región de los Altos de Chiapas se ubica en la cadena montañosa
central que se eleva hacia el sureste desde el valle del río Grijalva., ésta es básicamente una
elevación de piedra caliza atravesada por formaciones volcánicas extintas, como los cerros
Huitepec y Tzontehuitz. El clima de la región alteña se divide en dos épocas: la de secas,
que inicia en noviembre para concluir en mayo, y la de lluvias, que comienza a fines de
mayo o principios de junio hasta fines de octubre. La temperatura media anual es de 20° C
para las tierras templadas con una altura entre los 800 y 1,550 msnm. Las tierras frías,
ubicadas por encima de los 1,500 msnm, cuentan con una temperatura media anual que va
de 12 a 15° C, con una precipitación de alrededor de 1,250 mm anuales. La mayor parte del
territorio alteño tiene un clima templado húmedo. En las tierras templadas y frías hay
bosques de coníferas con diferentes variedades de pino, encino y roble. A partir del
gobierno cardenista se distribuyeron entre comuneros y ejidatarios latifundios
pertenecientes a extranjeros norteamericanos; actualmente, estas tierras se encuentran muy
fraccionadas y son de mala calidad. Los minifundistas indígenas llegan a usufructuar
parcelas de un cuarto, un medio, tres cuartos, una o dos hectáreas, cultivo que no satisface
las necesidades alimentarias de una familia. El maíz absorbe el trabajo de casi todo el año;
los campos se cultivan mediante la técnica de la tumba, roza y quema, y éstos se preparan
para la siembra a fines de invierno y durante la primavera; la siembra se efectúa antes o a
principios de las lluvias de mayo, y el maíz se cosecha en el otoño o a principios del
invierno. Debido a la escasez de tierras cultivables, los indígenas alteños emigran
temporalmente para alquilarse como peones en las fincas cafetaleras del Soconusco o en las
fincas ganaderas de la depresión central. Otra alternativa es el arrendamiento de tierras en
la depresión central (CDI, 2007).
72
religiosa se compone del ayuntamiento constitucional, el ayuntamiento regional y los
principales. El ayuntamiento constitucional es la única organización administrativa
reconocida por el Estado y para ella son nombradas personas que hablen, lean y escriben
en español. El ayuntamiento regional consta de puestos políticos distribuidos en cinco
niveles: mayores, síndicos, regidores, alcaldes y gobernadores; esta institución administra
las contribuciones, los impuestos, las prestaciones y el trabajo colectivo de la comunidad,
quien acepta un cargo deja su paraje y su milpa durante un año para residir
temporalmente en la cabecera municipal. Ésto significará el endeudamiento para subsistir
durante ese tiempo y para sufragar los gastos que el cargo le acarreara. Los cargos
religiosos son de mayordomos y alféreces y su número depende del número de santos
patronos de la comunidad. Los "pasaros" forman el cuerpo de principales, porque ellos
han cumplido con el servicio a la comunidad a través del desempeño de cargos en la
jerarquía político-religiosa y han obtenido el reconocimiento general. Ellos son la
autoridad suprema. Desde los años sesenta la jerarquía de cargos no puede absorber a
todos los hombres de una comunidad dado el crecimiento demográfico. Este proceso se
acentúa con la conversión de tzotziles y tzeltales a religiones "evangélicas" que han
tenido gran expansión en la zona (CDI, 2007).
73
riquezas y fortuna a un individuo, también necesita trabajadores a su servicio por lo que el
ch'ulel de un individuo puede ser vendido. El concepto de vaxakmen aparentemente hace
referencia al dios creador del mundo. A estas deidades se asocian una serie de símbolos
sagrados, como la cruz, concebida como puerta que lleva hacia los dioses. Desde 1944,
misioneras del Instituto Lingüístico de Verano se establecieron en la comunidad tzeltzal de
Yochib para convertir a la población nativa, pero después de cinco años fueron expulsadas
de la comunidad y se establecieron en Corralito, municipio de Oxchuc, desde donde el
protestantismo se difundió a todo el municipio. A partir de la década de los setenta las
religiones evangélicas penetraron en las comunidades tzotziles serranas. A partir de un
movimiento de oposición a los caciques tradicionales de la comunidad de Chamula, los
disidentes fueron expulsados del territorio municipal por las autoridades, quienes los
acusaron de pertenecer a otra religión y con ello faltar a la costumbre; desde entonces
Chamula, considerada como una de las comunidades más tradicionales, se volvió un
semillero de conversión a las nuevas religiones. Alrededor de 30,000 chamulas expulsados
han fundado colonias en los barrios marginales de San Cristóbal de Las Casas y en parajes
próximos a la carretera internacional en el vecino municipio de Teopisca. En el exilio, ellos
han comprado terrenos que luego dividen y lotifican entre los adeptos, nombran sus
autoridades civiles y religiosas y han formado una organización que lucha contra el
atropello de las autoridades tradicionales para que permitan su regreso a Chamula. Las
religiones evangélicas han tenido gran aceptación entre los tzotzil-tzeltales y la conversión
religiosa ha generado un nuevo liderazgo indígena opuesto a los intereses de los caciques
tradicionales y ha creado esquemas paralelos de autoridad, tanto en el ámbito civil como en
el religioso. La vida ceremonial comunitaria se organiza en torno a los santos. Las fiestas,
organizadas por los mayordomos y sus alfereces, conforman el ciclo anual ritual de la
comunidad. A lo largo del año se celebran fiestas patronales en los municipios tzeltales y
tzotziles de Mitontic, Chamula, Chenalhó, Chalchihuitán, Zinacantán, San Cristóbal,
Teopisca, Huixtán, Pantelhó, Larráinzar, Venustiano Carranza, Huitiupán, Simojovel,
Tenejapa, Oxchuc, Altamirano, Amatenango del Valle, Chanal, Las Rosas, Socoltenango y
Yajalón. Destaca el carnaval tzotzil de Chamula, y el tzeltal de Tenejapa, pero su fecha es
movible.
74
Tenejapa, Chalchihuitán y Mitontic. Dentro del mercado regional, cada comunidad tiene
una especialidad en la manufactura de artesanías. Los chamulas fabrican muebles de
madera, los de Larráinzar tejen bolsas de red, los zinacantecos son comerciantes de sal, los
amatenangueros fabrican objetos de cerámica y las mujeres de Aguacatenango elaboran
primorosos bordados (CDI, 2007).
De entre las artesanías destaca la elaboración de tejidos en telar de cintura con diseños
tradicionales mayas, en el que las mujeres elaboran huipiles, camisas y servilletas para uso
propio o para su venta. Sobresalen los textiles de Tenejapa, Pantelhó, Larráinzar y
Chenalhó. En Chamula, las mujeres elaboran chamarros de lana y en Zinacantán ponchos
de hilo primorosamente bordados (CDI, 2007).
Figura 25. Tzotziles y Tzetzales del estado de Chiapas. Fuente: CDI, 2007.
Zoques
La Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas menciona que los zoques,
tzoque, soque o zoc se llaman a sí mismos o' de püt que significa "gente de idioma",
"palabra de hombre" o, en otros términos, "verdadero", "auténtico" (Figura 26). El actual
territorio de los zoques en el estado de Chiapas está comprendido en tres zonas específicas:
la vertiente del Golfo, la Sierra y la Depresión Central, aunque debido a la movilidad
geográfica del grupo esta localización no puede tomarse como definitiva. En la vertiente del
Golfo de México los indígenas zoques se concentran en los municipios de Amatán,
Chapultenango, Francisco León, Ixhuatán, Ixtacomitán, Ostuacán, Solosuchiapa y Tapilula;
75
en la Depresión Central se encuentran los de Copainalá, Chicoasén, Ocozocoautla y
Tecpatán; y, finalmente, en la sierra Madre de Chiapas en los municipios de Coapilla,
Ocotepec, Pantepec, Rayón y Tapalapa. En la región habitada por los zoques encontramos
tres diferentes zonas ecológicas: la vertiente del Golfo, la sierra y la depresión central.; la
primera y la segunda zonas corresponden a las llamadas montañas del norte, con altitudes
que superan los 2,000 msnm. El clima predominante oscila entre tropical-húmedo y
templado. La vegetación original de la sierra estuvo formada por selvas y bosques
tropicales, así como bosques de pino-encino-liquidámbar; el paisaje actual se compone de
milpas, cafetales, sierras en barbecho, pastizales y tierras inaprovechables como acantilados
rocosos y páramos. La propiedad de la tierra en los municipios serranos es privada y ejidal.
En la primera impera la ganadería extensiva mientras que en los ejidos se practica la
ganadería, el cultivo del café y la agricultura de subsistencia. La depresión central se
caracteriza por altitudes entre 500 y 800 msnm, la vegetación es variable aunque
predominan las acacias y los nances en los alrededores de Tuxtla Gutiérrez y los valles de
Ocozocuautla y Jiquipilas. Al norte, ya en plena selva de Malpaso, la vegetación
corresponde al clima de tipo lluvioso con árboles de más de 40 m de altura. El Grijalva es
el gran río que atraviesa la zona y en el que a lo largo de su curso se han construido las
presas hidroeléctricas de Chicoasén y Malpaso, aquí la mayor parte de la tierra es de
propiedad privada y está dedicada a la ganadería, siendo los campesinos de la zona son
fundamentalmente agricultores de subsistencia. Los zoques que habitan en las ciudades de
Tuxtla Gutiérrez y Ocozocoautla desempeñan trabajos por su cuenta como mecánicos,
herreros, comerciantes o empleados a sueldo en el sector de los servicios. En la vertiente
del Golfo, la zona está cubierta de pastizales para la cría de ganado, propiedad de mestizos.
En esta zona se descubrieron grandes yacimientos petroleros que ahora están explotando
Petróleos Mexicanos, lo que trajo como consecuencia que la población campesina haya
sido desplazada de varios lugares y muchos se han tenido que ocupar como peones en las
compañías perforadoras.
Los zoques son un grupo heterogéneo, aunque en todos los municipios la religión
sigue siendo elemento importante de cohesión social, ésta ya no ejerce ningún papel en la
administración civil de los municipios. Aproximadamente hasta 1940, el sistema de cargos
civil-religioso seguía vigente en la mayoría de los municipios del área; sin embargo, la
integración de la región a la vida nacional ha propiciado la diferenciación social en el
interior de las comunidades, y los sistemas de autoridades tradicionales han dejado de tener
injerencia en la vida política de estos pueblos. El ciclo ceremonial tradicional de los
pueblos zoques sigue en manos de los sistemas de cargo, de los cuales destacan los
mayordomos, priostes, albaceas, rompedores, alférez y fiscales (CDI, 2007).
76
evitar su ira. Así, por ejemplo, cualquier caída al suelo se interpreta como un intento del
"dueño de la tierra" por apoderarse del alma de la persona; o bien, deben protegerse durante
el sueño, ya que en este estado el alma del zoque vagabundea libremente, y el espíritu de la
noche está al acecho con el fin de "robársela", dejando al cuerpo sin alma. El diablo,
aunque es una entidad católica, se asocia con distintos espíritus del mal que encarnan en
animales. Encontramos tres grupos religiosos entre los zoques: los católicos, los adventistas
o protestantes y los que se reconocen como "costumbreros". Existe un rechazo y una falta
de reconocimiento de unos a otros, lo que propicia conflictos por la obtención de poder. Es
importante señalar que entre los costumbreros, a pesar de no reconocer al sacerdote católico
como la máxima autoridad, admiten y celebran a los santos católicos; llevan a cabo fiestas
tradicionales, danzas y sacrificios rituales. Para estas celebraciones existe un complejo
sistema de organización cuya jerarquía se basa en la edad de los participantes: los más
ancianos ocupan los cargos más importantes y los jóvenes los de auxiliares. Tienen como
lugares sagrados, además de las ermitas y las casas de los "cargueros", las cuevas y las
montañas del territorio. Las fiestas tradicionales de los zoques se mantienen y llevan a cabo
con mayor suntuosidad y organización en las áreas urbanas (como Tuxtla Gutiérrez y
Ocozocoautla) que en las rurales, ésto se debe a que en el contexto urbano la celebración de
la fiesta ha alcanzado un estatus más alto que en otras localidades, además de que existen
mayores recursos económicos para realizarla. Cada localidad celebra al santo de su
advocación y algunas otras fiestas católicas de importancia, como el día de la Candelaria (2
de febrero), de los Santos Reyes (6 de enero) y el Carnaval cuya fecha varía y puede durar
hasta una semana. En todas ellas hay danzas, bailes, música, misas y procesiones
efectuadas por los propios habitantes de la localidad o por grupos especializados, como el
del barrio de Santa Ana, Copainalá que lleva a cabo presentaciones dentro y fuera del
municipio tanto en ocasiones rituales como en festivales de danza folclórica.
77
de los municipios de Rayón, Pantepec y Tapalapa son habitados y usufructuados en común,
sin que se hayan presentado dificultades que se puedan atribuir a diferencias étnicas. Por el
contrario, los zoques de Pantepec prefieren acudir a los médicos tradicionales tzotziles que
a los de su propio grupo. En las localidades de Tapalapa y Ocuilapa se elabora alfarería; en
Ocotepec se hacen las wacas (canastas de bejuco para lavar los granos de café y cacao), que
tienen una gran tradición y se comercializan a través de la Casa de las Artesanías de
Chiapas (CDI, 2007).
TENENCIA DE LA TIERRA
En Chiapas, desde 1920 hasta 1984 se han entregado casi 3 millones de hectáreas a 144,000
solicitantes mediante la ejecución de 1,845 acciones agrarias. De éstas, la que más peso ha
tenido es la dotación ejidal, ya que se entregaron 1,000,900 ha; le siguen las ampliaciones,
con 630,000 (campesinos que ya poseían tierras) y los bienes comunales que en total suman
259,000 hectáreas. Estas cifras hacen evidente la importancia del reparto agrario en la
entidad durante un largo período, y uno de los temas centrales de los conflictos entre el
gobierno estatal y los campesinos indígenas (Reyes Ramos, 1992).
Los 58 municipios con mayoría indígena ocupan aproximadamente 3,400,000 ha, es
decir, el 46% del territorio estatal (7,421,000 ha). Estos municipios poseen una superficie,
en ejidos y comunidades agrarias, de 2,500,000 ha lo que equivale al 62% del total de los
ejidos en el estado, que asciende a 4,066,000 ha. De estos y de comunidades agrarias que
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están en manos de los indígenas, el 50.3% están parcelados, mientras el 49.7% es de bienes
comunales (1,233,297 ha) y colectivo (14,345 ha) (Diagnóstico de los pueblos indígenas de
Chiapas, 2007).
Dada la riqueza biológica con la que se cuenta en el territorio estatal, se han decretado 32
áreas naturales protegidas en una superficie de 1, 276, 858 ha (figura 27), que representa el
16.89% de la superficie total de del Estado. De estas reservas, 17 son de competencia
federal (7 reservas de la biosfera, 3 parques nacionales, un santuario para la protección y
conservación de la tortuga marina, 2 monumentos naturales y 4 áreas de protección de flora
y fauna), con una superficie de 1, 300, 642 ha; las restantes 15 son de carácter estatal (2
áreas naturales y típicas, 9 zonas sujetas a conservación ecológica, un centro ecológico
recreativo y 3 reservas estatales), con una superficie de 273, 216 ha. Dentro de este sistema
de Áreas Naturales Protegidas, cabe señalar que tan sólo en la Selva Lacandona existen 7
de ellas, cubriendo una superficie de 419, 093 ha, principalmente de selvas altas y medianas
perennifolias y, aunque en menor cantidad, también existen bosques mesófilos de montaña.
Sobresalen en esta región la Reserva de la Biosfera Montes Azules y la Reserva Comunal
Sierra La Cojolita, establecida por acuerdo general de la Comunidad Lacandona, para
proteger una cordillera de cerca de 35, 410 ha de selva alta al norte del poblado Lacanjá
Chanzayab (PROFEPA, 2007). A continuación se describen las 32 áreas naturales
protegidas de Chiapas.
79
Figura 27. Áreas Naturales Protegidas de Chiapas. Fuente: Programa De Ordenamiento
Territorial Del Estado De Chiapas (2007)
80
Parque Nacional Cañón del Sumidero
Se localiza entre dos regiones fisiográficas del Estado: donde finaliza la Depresión Central y
donde inicia el Altiplano Central. Abarca los municipios de Chiapa de Corzo, Chicoasén,
Osumacinta, San Fernando, Soyaló, Tuxtla Gutiérrez y tiene una extensión de 21 790.00 ha.
Sus coordenadas geográficas son: 16°44’ y 16°56’ de latitud Norte; 93°00’ y 93°11’ de
longitud Oeste. Los tipos de vegetación presentes en esta zona son: selva baja caducifolia,
mediana subcaducifolia, vegetación xerófila y secundaria. El cañón es un lugar de gran
belleza natural el cual reúne condiciones singulares por su variedad de flora y fauna silvestre,
microclimas, topografía y el alto valor geológico que representa. En sus paredes más
elevadas, alcanza una altura de 900-1,000 m. Se considera contemporáneo en edad geológica
al Cañón del Colorado, habiéndose originado en el Plioceno, hace aproximadamente 12
millones de años. Este Parque Nacional es atravesado por el Río Grijalva y es administrado
por el CONANP (SEGOB, 2007) (Figuras 28 y 29).
81
Figura 29. Cañón del Sumidero. Fuente: Sz.euv-frankfurt-o,
82
Parque Nacional Palenque
Se localiza al norte del estado y está situado sobre las últimas estribaciones de las Montañas
del Norte y los límites de la Planicie Costera del Golfo, en el municipio de Palenque. Su
extensión territorial abarca las 1, 381.00 ha, sus coordenadas geográficas son: 17°25'52’’ y
17°30’10’’ de latitud Norte y 92°01'48’’ y 92°05’04’’ de longitud Oeste. La selva alta
perennifolia que circunda esta área es un ecosistema considerado en peligro de desaparecer,
existen además numerosas especies animales en peligro de extinción; en este sitio se
encuentra la zona arqueológica representante del Clásico Maya, donde el máximo
espectáculo es el Templo de las Inscripciones y el palacio con una torre de cuatro pisos; el
parque es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la administración está
a cargo del CONANP-INAH (SEGOB, 2007) (Figura 30).
Se localiza en la zona fronteriza, en la región fisiográfica del Altiplano Central, dentro de los
municipios: La Independencia y La Trinitaria; sus coordenadas son: 16°04’30’’ y 16°09’45’’
latitud Norte y 91°38'04’’ y 91°43'00’’ de longitud Oeste; cuenta con una extensión
territorial de 7, 371.00 ha. Está formada por 68 lagos de distintos tamaños y colores,
formando parte de la llamada Cuenca Endorreica de Comitán; destacan por su belleza
Tziscao, Montebello, Pojoj, Bosque Azul, San Lorenzo, La Esmeralda, Ensueño y San José.
Comprende parte de la Zona Arqueológica Maya Chinkultic y las Cavernas del Puente de
Dios. La vegetación predominante consiste en bosques mixtos de pino, pino-encino y pino-
encino-liquidámbar; existe una importante abundancia de orquídeas y fauna silvestre; selva
alta perennifolia, selva de galería, vegetación xerófila y secundaria. La administración del
parque está a cargo del CONANP (SEGOB, 2007) (Figura 31 y 32).
83
Figura 31. Parque Nacional Lagunas de Montebello. Fuente: Operadoratramuntana, 2007.
84
Figura 32. Parque Nacional Lagunas de Montebello. Fuente: Imacmexico.org, 2007
Se localiza en el noroeste del Estado en la región fisiográfica de las Montañas del Norte y los
límites de la Sierra Madre del Sur; abarca los municipios de Ocozocoautla de Espinosa,
Cintalapa y Tecpatán; su extensión territorial es de 101, 288.15 ha; sus coordenadas
geográficas son: 16°52'24’’ y 17°08'52’’ de latitud Norte y 93°00’09’’ y 93°48'33’’ de
longitud Oeste. Esta Reserva presenta una topografía accidentada y protege una selva
primaria kárstica en sus zonas vírgenes. En la zona existen varios tipos de vegetación: selva
alta perennifolia, selva alta o mediana subperennifolia, selva mediana o baja perennifolia,
selva mediana subcaducifolia. La fauna silvestre y la flora se caracterizan por su diversidad y
abundancia, por lo que es posible encontrar especies raras o en peligro de extinción, a su vez
esta zona ha sido considerada como uno de los macizos forestales más importantes de
Mesoamérica. Los arroyos que aquí nacen alimentan al segundo embalse más grande del
país: la Presa Malpaso. En esta región se encuentra el Cañón del Río La Venta, importante
zona espeleológica, al cual se le ha considerado como uno de los complejos cavernarios más
importantes del mundo. Esta Reserva se encuentra administrada por el CONANP (SEGOB,
2007) (Figura 33).
85
Figura 33. Reserva de la Biosfera El Ocote. Fuente: The Nature Conservancy, 2007.
86
Figura 34. Reserva de la Biosfera El Triunfo. Fuente: The Nature Conservancy, 2007.
87
Reserva de la Biosfera La Encrucijada
Esta Reserva se localiza al sureste del estado, en la región fisiográfica Llanura Costera del
Pacífico, en los municipios de Acapetahua, Huixtla, Mapastepec, Mazatán, Pijijiapan, Villa
Comaltitlán, su extensión territorial es de 144, 868.15 ha; sus coordenadas geográficas son:
14°43’ y 15°40’ latitud Norte y 92°26’ y 93°20’ longitud Oeste (SEGOB, 2007). Es
considerado el sistema de humedales de mayor relevancia en el país debido a su extensión,
estructura y productividad; es la única área que protege los ecosistemas y las especies de flora
y fauna existentes en los humedales en la costa de Chiapas, además de contar con manglares
de hasta 35 m de altura considerados como los más altos del Pacífico mexicano, se
caracteriza por contener la única comunidad en México de selva baja de zapotón (Pachira
acuatica), así como palmeras de Sabal mexicana. Se pueden observar grandes y complejos
macizos forestales de manglar, entre los que destacan: mangle rojo (Rhozophora mangle),
que es el más abundante; mangle negro o botoncillo (Conocarpues erectus); mangle blanco
(Angucario racemosa); mangle amarillo (Rizofora harissonii) y madre sal (Avicennia
germinans). También grandes zonas de Tulares con especies como el tule (Typha
dominguenesìs) Cyperrus sp y Scirpus validus. Así como es común encontrar en el
sotobosque el helecho, la piñuela y el lirio, platanillo y especies de Heliconia sp, entre otros.
También se encuentran relictos importantes de selva mediana Subperennifolia, donde se
encuentran especies comunes, tal es el caso del chico zapote (Minilkara zapota), cedro
(Cedrela odorata), amates (Ficus spp), guanacaste, palma real, col, chocohuite, castaño,
ceiba, caobilla, entre otras. En la selva baja caducifolia, podemos encontrar especies comunes
como el mezquite, guamuchil, acacia farnesiana, croton sp, entre los más importantes. En
cuanto a fauna se refiere, destacan más de 90 especies de aves migratorias, como la cerceta
azul, pelicano blanco, fragata magnifica, el sanquilargo, entre otros; así como aves raras que
utilizan el área como sitio de anidación, entre las que destacan la espátula rosada, la garza
cándida y el cigleñón; además una de las especies de aves única en el estado, la matraca
chupahuevo. De las 45 especies de reptiles encontramos al caimán, cocodrilo de río, la iguana
verde, tortuga laúd, parmalama, carey, golfina, así como tortugas de agua dulce como tortuga
crucilla o cuzalluchi, tortuga sabanera, tortuga negra y la casquito amarillo. Esta área
constituye unos de los refugios más importantes para el jaguar, el mono araña, venado cola
blanca, ocelote, leoncillo, nutria, tepescuintle, murcielago pescador, coati o tejón, oso
hormiguero, mapache, etc. (Vargas Márquez, 1997). Considerada como sitio RAMSAR, la
administración está a cargo del CONANP (SEGOB, 2007) (Figuras 36 y 37).
88
Figura 36. Reserva de la Biosfera La Encrucijada. Fuente: The Nature Conservancy, 2007.
89
subcaducifolia, selva baja caducifolia y vegetación secundaria. Su importancia radica en
proteger especies de flora y fauna endémicas, raras, amenazadas y en peligro de
extinción; además, La Sepultura contribuye al mantenimiento de los ciclos hidrológicos,
al captar gran parte del agua necesaria para el desarrollo de las actividades agrícolas y
ganaderas. La administración está a cargo del CONANP (SEGOB, 2007) (Figura 38).
90
Figura 39. Reserva de la Biosfera Lacan-tun. Fuente: Naolinco.igeofcu.com, 2007.
91
Figura 40. Reserva Integral de la Biosfera Montes Azules. Fuente: Ecoportal.net,
2007.
(Figura 41).
92
Figura 41. Flora del Cerro Huitepec. Fuente: Borderland-tours, 2007.
93
Se localiza en las Montañas del Norte, en el municipio de Tumbalá, su extención territorial
es de 2, 580.00 ha. Sus coordenadas geográficas son: 17°20' 40’’ latitud Norte y 92°06'45’’
longitud Oeste. Su flora es de selva alta perennifolia, pino-encino, liquidámbar y
vegetación secundaria, posee bellos paisajes, formados por una serie de cascadas que tienen
un intenso color azul, alimentadas por los Ríos Shumuljá y Tulijá. La administración está a
cargo del CONANP (SEGOB, 2007) (Figura 42).
94
Área Natural y Típica Pinares de Chanal
Se localiza al noroeste del estado de Chiapas, en la región fisiográfica Montañas del Norte,
en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, presenta una extensión territorial de 42.00
ha; sus coordenadas geográficas son: 16°52'00’’ y 16°53'00’’ de la latitud Norte y los
meridianos 93°26'30’’ y 93°27'30’’ de longitud Oeste. La Laguna Bélgica es la primera y
única área en el país considerada como Parque Educativo; es una zona de gran importancia
ya que se considera una isla de vegetación a donde los grupos escolares acuden para
reafirmar sus estudios de ciencias naturales. Los tipos de vegetación son: selva alta
perennifolia, selva mediana perennifolia, selva mediana subperennifolia, bosque de pino-
encino y vegetación secundaria; presenta una gran diversidad de aves, reptiles y mamíferos.
Esta Zona es administrada por el IHNE (SEGOB, 2007) (Figura 43).
95
Figura 43. Zona Sujeta a Conservación Ecológica Laguna Bélgica. Fuente: Redescolar,
2007.
96
Figura. 44. Grutas de San Cristóbal (Rancho Nuevo). Fuente: Colegio México Sur,
2007.
Figura 45. Grutas de San Cristóbal (Rancho Nuevo). Fuente: Colegio México Sur, 2007.
97
Zona Sujeta a Conservación Ecológica El Canelar
98
bosque mesófilo de montaña, áreas de vegetación secundaria con diversos grados de
desarrollo. La administración está a cargo de CONANP y SEMARNAT-IHNE (SEGOB,
2007) (Figura 47).
99
de conservación es un sitio de reproducción y anidación de especies avícolas y marinas; se
encuentra regularizada por el INHE (SEGOB, 2007).
100
Figura 48. Volcán Tacaná. Fuente: Hasta la cumbre, 2007.
101
Figura 49. Zona Sujeta a Conservación Ecológica Pico el Loro de Paxtal. Fuente:
Certimexsc, 2007.
102
contribuyendo con ello a la conservación de más de la mitad de la Sierra Madre de Chiapas
(SEGOB, 2007).
103
C Figura 50. Playa Puerto Arista. Fuente: Secretaría de Gobernación, 2007.
e
ntro Ecológico Recreativo El Zapotal
104
Figura 51. Bonampak. Fuente: Alovelyworld, 2007.
105
Figura 52. Yaxchilán. Fuente: Gomaya, 2007.
106
Figura. 53. Toniná. Fuente: Fredfred, 2007.
107
DEMOGRAFÍA
Entre 1900 y en el año 2000 la población de Chiapas se multiplicó casi diez veces, al pasar
de 400 mil personas a 3.9 millones. La tendencia de su crecimiento fue ascendente,
(excepto entre 1910 y 1921) aunque con una dinámica distinta, pues se tiene que entre 1921
y 1980, el ritmo de crecimiento se mantuvo en 2.7%, en promedio. Entre 1980 y 1990 se
presenta el nivel de crecimiento más alto, con 4.5%, el cual se reduce significativamente en
la última década, ubicándose en 2.0% promedio anual (INEGI, 2005). La Figura 54 muestra
el crecimiento poblacional del estado de 1970 al año 2000.
Figura 54. Población total por sexo, 1970-2000 Fuente: INEGI, 2005
ECONOMÍA
108
tres de ellas. Las ocupaciones donde se registra poca participación, tanto de mujeres como
de hombres son operadores de maquinaria agropecuaria, administradores agropecuarios y
mayorales agropecuarios, si bien son ocupaciones que desempeñan fundamentalmente los
hombres, hay algunas mujeres también (INEGI, 2005). El cuadro 6 muestra la población
por sexo y su ocupación principal.
MIGRACIÓN
NOTA: Las causas laborales comprenden: cambio y búsqueda de trabajo; las familiares, reunirse con la
familia, por matrimonio o unión.
1
Población que cambió de entidad de residencia entre 1995 y 2000. No suma 100% porque no está
considerado el no especificado, que representa 36% para el total; 35.3 hombres y 36.7% mujeres.
1
Figura 55.Distribución
DOCUMENTO porcentual de la población
DEL COMPONENTE: de 5 y más
EVALUACION DELaños inmigrante
MANEJO por
FORESTAL
ADAPTADOcausasAL
de TROPICO
la migraciónDE
y sexo, 2000. Fuente: INEGI, 2000.
MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
109
Cuadro 4. Población ocupada por grupos de ocupación principal y sexo, 2000
Hombres Mujeres
Grupos de ocupación principal
Total Porcentaje Total Porcentaje
Chiapas 920, 594 100.0 286,027 100.0
Profesionales 15,867 1.7 6,476 2.3
Técnicos y personal especializado 16,014 1.7 8,756 3.1
Maestros y afines 27,286 3.0 22,204 7.8
Trabajadores del arte 3,825 0.4 632 0.2
Funcionarios públicos y gerentes del sector privado 8,515 0.9 2,839 1.0
Administradores agropecuarios 498 0.1 41 NS
Oficinistas 32,856 3.6 28,639 10.0
Comerciantes, vendedores y dependientes 50,488 5.5 47,761 16.7
Vendedores ambulantes 13,511 1.5 10,371 3.6
DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
110
NS: No significativo.
DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO FORESTAL ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
111
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DOCUMENTO DEL COMPONENTE: EVALUACION DEL MANEJO
FORESTAL ADAPTADO AL TROPICO DE MEXICO
Primera Reunión del Comité Directivo del Proyecto PD 351/05 Rev.1 (F). Año 2006
116
ANEXO 1. Número de especies registradas por orden y familia para la insecta de
Chiapas.
117
Mydidae 3
Psychodidae 26
118
Continuación Anexo 1
Orden Familia Especies
Sarcophagidae 3
Simulidae 36
Tabanidae 40
Tachiinidae 2
Tephritidae 2
Tipulidae 107
Embrioptera NF 7
Ephemeroptera NF 25
Hemiptera Coreidae 3
Largidae 2
Lygaeidae 71
Pentatomidae 32
Pyrrhocoridae 2
Rhopalidae 1
Homoptera Veliidae 1
Hymenoptera NF 2
Reduviidae 20
NF 50
Apoidea 197
Braconidae 27
Proctotrupoidea 21
Chalcidoidea 23
Encyrtidae 30
Formicidae 83
Halictidae 3
Ichneumonidae 4
Mutillidae 1
Pelecinidae 1
Pompiloidea 36
Sphecoidea 40
Vespidae 42
Isoptera NF 6
Lepidoptera Arctiidae 155
Castniidae 3
Epiplemidae 1
Geometridae 47
Lasiocampidae 1
Libytheidae 1
Noctuidae 20
Oxytenidae 1
Papilionidae 43
119
Continuación Anexo 1
Orden Familia Especies
Pieridae 70
Nymphalidae 379
Lycaenidae 333
Hesperiidae 462
Saturniidae 81
Sphingidae 126
Thyatiridae 1
Tioinoidea 4
Tortricidae 4
Uraniidae 1
Megaloptera NF 8
Neuroptera NF 70
Odonata NF 158
Plecoptera NF 8
Psocoptera NF 185
Raphidioptera NF 1
Siphonaptera NF 22
Thysanoptera NF 65
120
ANEXO 2. Especies de peces continentales en Chiapas.
Familia Especie
ACHIRIDAE Achirus mazatlanus
Achirus zebrinus
Symphurus elongatus
Trinectes fimbriatus
Trinectes fonsecensis
ANABLEPIDAE Anableps dowi
ANGUILLIDAE Anguilla rostrata
APLOCHEILIDAE Rivulus temis
ARIIDAE Ariopsis kessleri
Ariopsis seemani
Bagre panamensis
Carhorops aguadulce
Cathorops fuerthi
Cathorops spixi
Potamarius nelsoni
ATHERIDIDAE Atherinella guatemalensis
Atherinella sallei
Atherinella schultzi
Atherinella sp.
BATRACHOIDIDAE Batrachoides goldmani
BELONIDAE Strongylura hubbsi
Tylosurus exilis
CARANGIDAE Carangoides vinctus
Caranx hippos
Caranx sexfasciatus
Chloroscombrus orqueta
Gnathanodon speciosus
Hemicaranx leucurus
Hemicaranx zelotes
Oligoplites altus
Oligoplites saurus
Selene brevoorti
Selene peruviana
Trachinotus paitensis
CATOSTOMIDAE Ictiobus meridionalis
CENTRARCHIDAE Micropterus salmoides*
CENTROPOMIDAE Centropomus armatus
Centropomus mexicanus
Centropomus nigrescens
Centropomus parallelus
Centropomus poeyi
121
Centropomus robalito
Centropomus undecimalis
Centropomus unionenses
CHANDIDAE Chanos chanos
CHARACIDAE Astyanax armandoi
Continuación Anexo 2
Familia Especie
Astyanax cf. Aeneus
Astyanax mexicanus
Bramocharax baileyi
Bramocharax dorioni
Bramocharax sp.
Brycon guatemalensis
Huphessobrycon compressus
Roeboides bouchellei
Romboides guatemalensis
CICHLIDAE “Cichlasoma”grammodes
“Cichlasoma” octofasciatum
“Cichlasoma” salvini
“Cichlasoma” trimaculatum
“Cichlasoma” urophthalmus
“Cichlasoma” sp.nov
Amphilophus macracanthus
Amphilophus nourissati
Amphilophus robertsoni
Oreochromis aureus*
Oreochromis niloticus*
Oreochromis mossambicus*
Parachromis cf. managüense
Parachromis friedrichsthalii
Parachromis managüense*
Paraneetroplus gibbiceps
Petenia splendida
Theraps coeruleus
Theraps irregularis
Theraps lentiginosus
Thorichthys affinis
Thorichthys helleri
Thorichthys meeki
Thorichthys pasionis
Thorichthys socolofi
Tilapia zillii*
Vieja argentea
Vieja bifasciata
Vieja breihdohri
122
Vieja cf. guttulata
Vieja guttulata
Vieja hartwegi
Vieja heterospila
Vieja intermedia
Vieja pearse
Vieja synspila
Vieja ufermanni
Vieja zonata
Continuación Anexo 2
Familia Especie
CLUPEIDAE Dorosoma anale
Dorosoma petenense
Harengula thrissina
Lile gracilis
Opisthonema libertate
CYPRINIDAE Ctenopharyngodon idella*
Cyprinus Carpio*
DACTYLOSCOPIDAE Dactyloscopus amnis
ELEOCTRIDAE Dormitator latifrons
Eleotris picta
Gobiomorus dormitor
Gobiomurus maculatus
ELOPIDAE Elops affinis
ENGRAULIDAE Anchoa curta
Anchoa mitchilli
Anchoa walkeri
Anchovia macrolepidota
EPHIPPIDAE Chaetodipterus zonatus
Parapsettus panamensis
GERREIDAE Diapterus peruvianis
Eucinostomus dovi
Eucinostomus gracilis
Eugerres axillaris
Eugerres lineatus
Eugerres mexicanus
Gerres cinereus
GOBIDAE Barbulifer mexicanus
Ctenogobius sagittula
Gobionellus microdon
Sicydium multipunctatum
GYMNOTIDAE Gymnotus maculosus
Conodon serrifer
Haemulopsis elongatus
Haemulopsis nitidus
Pomadasys bayanus
123
Pomadasys macracanthus
Pomadasys panamensis
HEMIRAMPHIDAE Hyporhamphus mexicanus
ICTALURIDAE Ictalurus meridionalis
LEPISOSTEIDAE Atractosteus tropicus
LUTJANIDAE Lutjanus argentiventris
Lutjanus colorado
MEGALOPIDAE Megalops atlanticus
MICRODESMIDAE Microdesmus dorsipunctatus
MUGILIDAE Agonostomus monticola
Joturus pichardi
Mugil cephalus
Mugil curema
Continuación Anexo 2
Familia Especie
Mugil hospes
Mugil liza
PARALICHTHYDAE Cyclopsetta panamensis
Cytharichthys Gilberto
Syacium latifrons
PIMELODIDAE Rhamdia guatemalensis
(HEPTAPTERIDAE)
Rhamdia laluchensis
Rhamdia laticauda
POECILIDAE Belonesox belizanus
Brachyrhaphis harwegi
Carlhhubsia kidderi
Gambusia eurystoma
Gambusia sexradiata
Gambusia yucatana
Hterandria bimaculata
Heterophallus echeagarayi
Heterophallus milleri
Phallichthys fairweatheri
Poecilia butleri
Poecilia Mexicana
Poecilia orri
Poecilia petenensis
Poecilia sphenops
Poecilia sulphuraria
Poeciliopsis fascista
Poeciliopsis gracilis
Poeciliopsis hnilickai
Poeciliopsis pleurospilus
Poeciliopsis turrubarensis
Priapella compressa
124
Xenodexia ctenolepis
Xiphophorus alvarezi
Xiphophorus helleri
Xiphophorus maculaters
PROFUNDULIDAE Profundulus candalarius
Profundulushildebrandi
Profundulus libialis
Profundulus punctatus
SALMONIDAE Oncorhynchus mykiss *
SCIAENIDAE Aplodinotus grunniens
Bairdiella icistia
Cynoscion albus
Cynoscionxanthulus
Cynoscion Stolzmanni
Elattarchus archidium
Menthicirrhus panamensis
Continuación Anexo 2
Familia Especie
Micropogonias altipinnis
Micropogonias megalops
Nebris occidentalis
Paralonchurus goodie
SERRANIDAE Dermatolepis dermatolepis
Siluriformes “Fam. Gen. Sp. Nov.”
SYNBRANCHIDAE Ophisternon aenigmaticum
Synbranchus marmoratus
SYNGNATHINAE Pseudophallus starksi
TETRAODONTIDAE Sphoeroides annulatus
Total 205
125
ANEXO 3. Especies de mamíferos en Chiapas.
ORDEN DIDELPHIMORPHIA
FAMILIA MARMOSIDAE
SUBFAMILIA MARMOSINAE
Marmosa canescens
Marmosa mexicana
FAMILIA CALUROMYIDAE
SUBFAMILIA CALUROMYINAE
Caluromys derbianus
FAMILIA DIDELPHIDAE
SUBFAMILIA DIDELPHINAE
Chironectes minimus
Didelphis marsupialis
Didelphis virginiana
Metachirus nudicaudatus
Philander opossum
ORDEN XENAETHRA
FAMILIA DASYPODIDAE
SUBFAMILIA DASYPODINAE
Cabassous centralis
Dasypus novemcinctus
FAMILIA MYRMECOPHAGIDAE
Cyclopes didactylus
Tamandua mexicana
ORDEN INSECTIVORA
FAMILIA SORICIDAE
SUBFAMILIA SORICINAE
Cryptotis goldmani
Cryptotis goodwini
Cryptotis merriami
Cryptotis mexicana
Cryptotis parva
Sorex saussurei
Sorex sclateri
Sorex stizodon
Sorex veraepacis
ORDEN CHIROPTERA
FAMILIA EMBALLONURIDAE
SUBFAMILIA EMBALLONURINAE
Balantiopteryx io
Balantiopteryx alicata
Centronycteris maximiliani
Diclidurus albus
Peropteryx kappleri
Peropteryx macrotes
126
Rhynchonycteris naso
Saccopteryx bilineata
Saccopteryx lectura
Continuación Anexo 3
FAMILIA NOCTILIONIDAE
Noctilio albiventris
Noctilio leporinus
Centurio senex
Chiroderma salvini
Chiroderma villosum
Dermanura azteca
Echisthenes hartii
Platurrhinus helleri
Sturnira lilium
Sturnira ludovici
Uroderma bilobatum
Uroderma magnirostrum
Vampyressa pusilla
Vampyrodes caraccioli
FAMILIA NATALIDAE
Natalus stramineus
FAMILIA THYROPTERIDAE
Thyroptera tricolor
Eptesicus brasiliensis
Eptesicus furinalis
Eptesicus fuscus
Lasiurus blossevillii
Lasiurus cinereus
Lasiurus ega
Lasiurus intermedius
Myotis albescens
Myotis californica
Myotis elegans
Myotis fortidens
Myotis keaysi
Myotis nigricans
Myotis thysanodes
Myotis velifera
Pipistrellus subflavus
Rhogeessa genowaysi
Rhogeessa gracilis
Rhogeessa parvula
Rhogeessa tumida
FAMILIA MOLOSSIDAE
SUBFAMILIA MOLOSSINAE
127
Eumops auripendulus
Eumops bonariensis
Eumops glaucinus
Eumops hansae
Eumops underwoodi
Molossops greenhalli
Molossus aztecus
Molossus coibensis
Continuación Anexo 3
Molossus molossus
Molossus rufus
Molossus sinaloae
Promops centralis
SUBFAMILIA TADARINAE
Nyctinomops laticaudatus
Nyctinomops macrotis
Tadarida brasiliensis
ORDEN PRIMATES
FAMILIA CEBIDAE
SUBFAMILIA ALOUATTINAE
Allouatta palliata
Allouatta pigra
SUBFAMILIA ATELINAE
Ateles geoffroyi
ORDEN CARNIVORA
FAMILIA CANIDAE
Canis latrans
Urocyon cinereoargenteus
Leopardus pardalis
Leopardus wieddi
Puma concolor
SUBFAMILIA PANTHERINAE
Panthera onca
FAMILIA MUSTELIDAE
SUBFAMILIA LUTRINAE
Contra longicaudis
SUBFAMILIA MEPHITINAE
Conepatus mesoleucus
Conepatus semistriatus
Mephitis macroura
Spilogale putorius
SUBFAMILIA MUSTELINAE
Eira barbara
Galictis vittata
Mustela frenata
128
FAMILIA PROCYONIDAE
SUBFAMILIA POTOSINAE
Potos flavus
SUBFAMILIA PROCYONINAE
Brassariscus sumichrasti
Nasua narica
Procyon lotor
ORDEN PERISSODACTYLA
FAMILIA TAPIRIDAE
Tapirus bairdii
ORDEN ARTIODACTYLA
FAMILIA TAYASSUIDAE
Pecari tajacu
Continuación Anexo 3
Tayassu pecari
FAMILIA CERVIDAE
SUBFAMILIA ODOCOILEINAE
Mazama americana
Odocoileus virginianus
ORDEN RODENTIA
SUBORDEN SCIUROGNATHI
FAMILIA SCIURINAE
Sciurus aureogaster
Sciurus deppei
Sciurus variegatoides
Sciurus yucatanenses
SUBFAMILIA PETAURISTINAE
Glaucomas volans
FAMILIA GEOMYIDAE
Orthogeomys grandis
Orthogeomys hispidus
FAMILIA HETEROMYIDAE
SUBFAMILIA HETEROMYINAE
Liomys salvini
FAMILIA MURIDAE
SUBFAMILIA ARVICOLINAE
Microtus guatemalensis
SUBFAMILIA SIGMODONTINAE
Baiomys musculus
Habromys lophurus
Neotoma mexicana
Nyctomys simuchrasti
Oligoryzomys fulvescens
Oryzomys alfaroi
Oryzomys couesi
129
Oryzomys rhabdops
Oryzomys rostratus
Oryzomys saturatior
Ototylomys phyllotis
Peromyscus aztecus
Peromyscus guatemalensis
Peromyscus gymnotis
Peromyscus levipes
Peromyscus melanophrys
Peromyscus mexicanus
Peromyscus zarhynchus
Reithrodontomys fulvescens
Reithrodontomys gracilis
Reithrodontomys megalotis
Reithrodontomys mexicanus
Reithrodontomys microdon
Reithrodontomys sumichrasti
Reithrodontomys tenuirostris
Continuación Anexo 3
Rheomys thomasi
Scotinomys teguina
Sigmodon hispidus
Sigmodon mascotensis
Tylomys bullaris
Tylomys nudicaudus
Tylomys tumbalensis
SUBORDEN HISTRICOGNATHI
FAMILIA ERENTHIZONTIDAE
Coendou mexicanus
FAMILIA DASYPROCTIDAE
Dasyprocta mexicana
Dasyprota punctata
FAMILIA AGOUTIDAE
Agouti paca
ORDEN LAGOMORPHA
FAMILIA LEPORIDAE
SUBFAMILIA LEPORINAE
Sylvilagus brasiliensis
Sylvilagus floridanus
Fuente: Naranjo Piñera, et al., 2005
130
ANEXO 4. Lista de las aves registradas en Chiapas
131
ARDEIDAE Lepidoclaptes souleyetii
Botaurus pinnatus Lepidocolaptes affinis
Botaurus lentiginosus THAMNOPHILIDAE
Izobrychus exilis Taraba major
Trigrisoma lineatum Thamnophilus doliatus
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Trigrisoma mexicanum Thamnistes anabatinus
Ardea herodias Dysithamnus mentalis
Ardea alba Myrmotherula schisticolor
Egretta thula Microrhopias quizensis
Egretta caerulea Cercomacra tyrannia
Egretta rufescens Grillaria guatimalensis
Bubulcus ibis TYRANNIDAE
Butorides virescens Ximmerius villissimus
Agamia agami Ornithion semiflavum
Nycticorax nycticorax Ornithion semiflavum
Nyctanassa violacea Camptostoma imberbe
Cochlearius cochlearius Myiopagis viridicata
THRESKIORNITHIDAE Elaenia flavogaster
Eudocimus albus Miocenectes oleaginous
Plegadis falcinellus Leptopogon amaurocephalus
Plegadis chichi Oncostomacinereigulare
Platalea ajaja Poecilotriccus Sylvia
CICONIIDAE Todirostrum cinereum
Jabiru mycteria Rhynchocuclus brevirostris
Mycteria americana Tolmomyias sulphurescens
FALCINIFORMES Platytinchus cancrominus
CATHARTIDAE Onychorhynchus coronatus
Coragyps atratus Terenotriccus erythryrys
Cathartes aura Myiobius sulphureipygius
Cathartes burrovianus Zenotriccus callizonus
Anser albifrons Mirephanes phaeocercus
Chen caerulescens Contopus cooperi
Branta canadensis Contopus pertinaz
Cairina moschata Contopus sordidulus
Anas crecca Contopus virens
Anas acuta Contopus cinereus
Anas discors Empidonax flaviventris
Anas cyanoptera Empidonax virescens
Anas Clypeata Empidonax alnorum
Anas strepera Empidonax traillii
Anas americana Empidonax albigularis
Aythya valisineria Empidonax minimus
Aythya americana Empidonax hammondii
132
Aythya collares Empidonax affinis
Aythya affinis Empidonax diffici8lis
Nomonyx dominicus Empidonax occidentales
Oxyura jamaicensis Empidonax flavescens
FALCONIFORMES Empidonax fulvifrons
ACCIPITRIDAE Sayornis nigricans
Pandion haliaetus Sayornis phoebe
Leptodon cayanensis Sayornis saya
Chondroihieraxuncinatus Pyrocephalus rubinus
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Elanoides forficatus Attila spadiceus
Elanus lecucurus Rhytipterna holeryhtra
Rostrhamus sociabilis Myiarchus holerythra
Harpagus bidentatus Myiarchus tuberculifer
Quitina mississippiensis Myiarchus cinerascens
Quitina plumbea Myiarchus nuttingi
Busarellus nigricollis Myiarchus crinitus
Circus cyaneus Myiarchus tyrannulus
Accipiter striatus Deltarhynchus pitangua
Accipiter striatus (chionogaster) Myiozetetes similes
Accipiter bicolor Myiodynastes luteiverntris
Accipiter cooperii Legatus leucophaius
Geranospiza caerulescens Tyrannus melancholicus
Leucopternis albicollis Tyrannus couchii
Asturina nitida Tyrannus vociferans
Buteogallus anthracinus Tyrannus crassirostris
Buteogallus subtilis Pachyramphus poluchopterus
Buteogallus urubitinga ridgwayi Pachyramhjus major
Parabuteo unicinctus Pachyramphus alaiae
Harpyhaliaetus solitarius Tityra semifasciata
Buteo magnirostris Tityra inquisitor
Buteo platypterus Lipaugus unirufus
Buteo brachyurus Schifformis turdinus
Buteo swainsoni Laniocera rufescens
Buteo albicaudatus COTINGIDAE
Buteo albonotatus Cotinga amabilis
Buteo jamaicensis PIPRIDAE
Harpia harpyja Manacuscandei
Spizastur melanoleucus Chiroxiphia linearis
Spizaetus tyrannus Pipra mentalis
Spizaetus orgatus LANIIDAE
FALCONIDAE Lanius ludovicianus
Daptrius americanus VIREONIDAE
133
Caracara plancus Vireo griseus
Herpetotheres cachinnans Vireo pallens
Micrasustur ruficollis Vireo bellii
Micrastur semitorquatus Vireo solitarius
Falco sparverius Vireo plumbeus
Falco columbarius Vireo flavifrons
CRACIDAE Vireo huttoni
Ortalis vetula Vireo hypochryseus
Ortalis poliocephala Vireo gilvus
Ortalis leucogastra Vireo leucophrys
Peulopina nigra Vireo philadelphicus
Penélope purpurascens Vireo olivaceus
Oreophasis debianus Vireo flavoviridis
Crax rubra Hylophilus ochraceiceps
PHASIANIDAE Hylophilus decurtatus
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Meleagris ocellata Vireolanius meliophrys
ODONTOPHORIDAE Vireolanius pulchellus
Dendrortyx leucophrys Cyclarhis gujanensis
Odontophorus guttatus CORVIDAE
Dactylortys thoracicus Cyanocitta stelleri
Cyrtonus ocellatus Calo9citta Formosa
Colinus virginianus Cyanocorax yncas
GRUIFORMES Cyanocorax morio
RALLIDAE Cyanocorax
Laterallus rubber Yucatanicus
Rallus limicola Cyanolyca cucullata
Aramides cajanea Cyanolyca pulmilo
Aramides axillaries Aphelocoma unicolor
Amaurolimnas concolor Corvus corax
Porxna Carolina HIRUNDIDAE
Porxana flaviventer Progne subis
Pardirallus msculatus Progne sinaloae
Porphyrula martinica Progne chalybea
Gallinula chloropus Tachycineta bicolour
Áulica Americana Tachycineta albilinea
HELIORNITHIDAE Tachycineta thalassina
Heliornis áulica Pygochelidon cyanoleuca
EURYPYDIGAE Notiochelidonpileata
Eurypyga helias Stelgidopteryx serripennis
ARAMIDAE Stelgidopterux serripennis (ridwayi)
Aramos guarauna Riparia riparia
CHARADRIIFORMES Hirundo rustica
BURHINIDAE Petrochelidon pyrrhonota
134
Burhinus bistriatus Petrochelidon fulva
CHARADRIIDAE Campylorhynchus zonatus
Pluviales squatarola Campylorhynchus chiapensis
Pluviales dominica Campylorhynchus rufinucha
Charadrius collares Salpinctes obsoletus
Charadrius alexandrinus Hylorchilus navai
Charadrius wilsonia Thryothorus maculipectus
Charadrius vociferus Thryothorus rufalbus
HAEMATOPODIDAE Thryothorus pleurostictus
Jaematopus palliatus Thryothorus modestus
RECURVIROSTRIDAE Troglodytes aedon (musculus)
Himantopus mexicanus Troglodytes rufociliatus
Recurvirostra mericana Cistothorus platensis
JACANIDAE Uropsila leucogastra
Jacana spinosa Henicorhina leucosticte
SCOLOPACIDAE Microcerculus philomela
Tringa melanoleuca CINCLIDAE
Tringa flavipes Cinclus mexicanus
Tringa solitaria REGULIDAE
Catoptrophorus semipalmatus Regulus satrapa
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Heteroscelus incanus Regulus calendula
Actitis macularia SYLVIIDAE
Bartramia longicauda Ramphocaenus malanurus
Aprisa virgata Polioptila caerulea
Calidris canutus Polioptila albiloris
Calidris alba Polioptila plumbea
Calidris pusilla TURDIDAE
Calidris mauri Sialia sialis
Calidris minutilla Myadestes occidentales
Calidris fuscicollis Myadestes unicolor
Calidris bairdii Catharus aurantiirostris
Calidris melanotos Catharus frantzii
Calidris alpine Catharus mexicanus
Calidris himantopus Catharus dryas
Tryngites subruficollis Catharus fuscescens
Limnodromus griseus Catharus minimus
Limnodromus scolopacus Catharus ustulatus
Gallinago gallinago Catharus guttatus
Phalaropus tricolor Hylocichla mustelina
Phalaropus lobatus Turdus infuscatus
Phalaropus fulicaria Turdus plebejus
Stercorarius pomarinus Turdus grayi
Stercorarius parasiticus Turdus assimilis
135
Stercorarius longicaudus Turdus rufopalliatus
LARIDAE Turdus rufitorques
Larus atricilla Zoothera pinicola
Larus philadelphia MIMIDAE
Larus delawarensis Dumetella carolinensis
Larus argentatus Mimus polyglottos
Zema sobini Mimus givus
Sterna nilotica Melanosis hypoleucus
Sterna caspia MOTACILLIDAE
Sterna caspia Anthus rubescens
Sterna maxima BOMBYCILLIDAE
Sterna elegans Bombycilla cedrorum
Sterna sandvicensis PTILOGONATIDAE
Sterna hirundo Ptilogonys cinereus
Sterna paradisaea PEUCEDRAMIDAE
Sterna forsteri Peucedramus taeniatus
Sterna antillarum Vermivora ruficapilla
Sterna fuscata Vermivora virginiae
Hilidonias Níger Parula americana
Rynchops Níger Parula pitiayumi
COLUMBIFORMES Parula sopercillosa
COLUMBIDAE Dendroica petechia aestiva
Columba livia Dendroica petechia (erithachorides)
Columba cayennensis Dendoica pensylvanica
Columba speciosa Dendroica magnolia
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Columba flavirostris Dendroica tigrina
Columba fascista Dendroica caerulescens
Columba nigrirostris Dendroica coronata (coronata)
Zenaida asiatica Dendroica coronata (auduboni)
Zenaida macroura Dendroica coronata (goldman)
Columbina inca Dendroica townsendi
Columbina passerina Dendroica occidentales
Columbina minuta Dendroica virens
Columbina talpacoti Dendroica chrysoparia
Claravis pretiosa Dendroica fusca
Claravis mondetoura Dendroica dominica
Leptotila rufazilla (plumbeiceps) Dendroica graciae
Leptotila cassinii Dendroica palmarum
Geotrygon albifacies Dendroica castanea
Geotrygon montana Dendroica cerulea
PSITTACIFORMES Mniotilta varia
PSITTACIADAE Setophaga rutinilla
Aratinga holochlora Protonotaria citrea
136
Aatinga stremma Helmitheros vermivorus
Aratinga nana (astec) Limnothlypis swainsonii
Aratinga canicularis Seiurus aurocapillus
Ara militaris Seiurus noveboracensis
Ara macao Seiurus motacilla
Bolborhyncus lineola Oporornis famosus
Brotogeris jugularis Oporornis philadelphia
Pionopsitta haematotis Oporornis tolmiei
Pionus senilis Geothlypis trinchas
Amazona albifrons Geothlypis poliocephala
Amazona finschi Wilsonia citrina
Amazona autumnales Wilsonia pusilla
Amazona farinose Wilsonia Canadensis
Amazona oratrix Cardellina rubrifrons
Amazona auropalliata Ergaticus versicolor
CUCULIFORMES Myioborus pictus
CUCULIDAE Myioborus miniatus
Coccyzus erythrophalmus Euthlypis lachrymosa
Coccyzus amercanus Basileuterus culicivorus
Coccyzus minor Basileuterus rufifrons
Piaya cayana Basileuterus rufifrons (delatrii)
Tapera naevia Basileuterus belli
Dromococcyz phasianellus Icteria virens
Morococcyz erythropygus Granatellus venustus
Geococcyz velox Granatellus sallaei
Crotophaga sulcirostris COEREBIDAE
STRIGIFORMES Coereba flaveola
TYTONIDAE THRAUPIDAE
Otus flammeolus Chlorospingus ophthalmicus
Otus cooperi Ramphocelus passerinii
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Otus trichopsis Ramphocelus sanguinolentus
Otus gustemalae Piranga flava
Megalops barbarus Piranga rubra
Lophostrix cristata Piranga alivacea
Pulssatrix perspicillata Habia rubica
Bubo virginianus Habia fuscicauda
Glaucidium gnoma Lanio aurantitus
Glaucidium griseiceps Eucomentis penicillata
Glaucidium brasilianumç Eucometis penicillata
Atiene cunicularia Thraupis episcopus
Ciccaba virgata Thraupis abbas
Ciccaba nigrolineata Euphonia affinis
Strix fulvescens Euphonia hirundinacea
137
Asio stygius Euphonia elegantissima
Pseudoscops clamator Euphonia gouldi
Aegolius ridwayi Euphonia minuta
CAPRIMULGIFORMES Chlorophonia occipitales
CAPRIMULGIDAE Cyanerpes lucidus
Lurocalis semitorquatus Cyanerpes cyaneus
Chordeiles acutipnnis Chlorophanes spiza
Chordeiles minor Tangara cobanisi
Nyctidromus albicollis Tangara larvata
Caprimulgus carolinensis EMBERIZIDAE
Caprimulgus salvini Volatina jacarina
Caprimulgus ridgwayi Sporophila americana
Caprimulgus vociferus Sporophila torquola morelleti
Caprimulgus vociferus (arizonae) Sporophila minuta
Caprimulgus maculicaudus Oryxoborus funereus
NYCTIBIIDAE Amaurospiza concolor
Nyctibius grandis Nyctibius jamaicensis Tiaris olivacea
APODIFORMES Haplospiza rustica
APODIIDAE Diglosia barbulla
Cypseloides niger Sicalis huteola
Cypseloides cruptus Atlapetes albimucha
Streptoprogne rutila Atlapetes albinucha (gutturalis)
Streptoprogne zonaris Buarremon brunninucha
Streptoprogne semicollaris Arremon aurantiirostris
Chaetura pelagica Arremonops rufivirgatus
Chaetura vauxi Arremonops chloronotus
Aeronauter saxatalis Melozone biarcuatum
Panyptila cayennensis Melozone leucotis
Panyptila santihieronymi Pipilo maculates
TROCHILIDAE Aimophila ruficauda
Phaethornis superciliosus Aimophila sumichrasti
Phaethornis longuemareus Aimophila botterii
Phaeochroa cuvierii Aimophila botterii (petenica)
Campylopterus cruvipennis Aimophila rufescens
Campylopterus cruvipennis (excellens) Spizella passerine
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Campylopterus rufus Spizella pallida
Campylopterus hemileucurus Pooecetes gramineus
Florisuga mellivora Chondestes grammacus
Colibrí thalassinus Passerculus sandwichensis
Antharacothorax prevostii Ammadramus savannarum
Abeillia abeillei Melospiza lincolnii
Lophornis helenae Zonotrichia capensis
Chlorostilbon canivetii CARDINALDIDAE
138
Chlorstilbon caniverii (salvini) Saltator coerulescens
Cynanthus latirostris (doubledayi) Saltator maximus
Hylocharis eliciae Saltator atriceps
Hylocharis leucotis Caryothraustes poliogaster
Amaxilia candida Cardinalis cardinalis
Amaxilia cyanocephala Pheucticus chrysopeplus
Amaxilia berullina Passerina cyanea
Amaxilia cuanura Passerina versicolor
Amaxilia tzacatl Passerina leclancherii
Amaxiliayucatanensis Passerina ciris
Amaxilia rutila Spiza Americana
Amaxilia viridifrons ICTIRIDAE
Eupherussa eximia Agelaius phoeniceus
Lampornis viridipallens Sturnella magna
Lampornis amethystinus Zanthocephalus zanthcephalus
Lampornis clemenciae Dives dives
Laprolaima rhami Euphagus cyanocephalus
Eugenes fulgens Quiscalus mexicanus
Heliothryx barroti Molothrus aeneus
Heliomaster longirostris Molothrus ater
Heliomaster constantii Scaphidura oryxicora
Doricha enicura Icterus dominicensis prosthemelas
Tilmatura dupontii Icterus wagleri
Calothorax pulcher Icterus maculiatatus
ARchilochus colubris Icterus spurius
Atthis heloisa Icterus spurius (fuertesi)
Atthis ellioti Icterus cucullatus
Selasphorus platycercus Icterus chrysater
Selasphorus rufus Icterus mesomelas
TROGONIFORMES Icterus pustulatus
TROGONIDAE Icterus pectorales
Trogon melanocephalus Icterus gularis
Trogon citreolus Icterus graduacauda
Trogon violaceus Icterus galbula
Trogon mexicanus Icterus bullockii
Trogon collaris Amblycercus holosericeus
Trogon massena Cacicas melanicterus
Pharomachrus mocinno Psarocolius wagleri
CORACIIFORMES Psarocolius montezuma
MOMOTIDAE FRINFILLIDAE
Continuación Anexo 4
Nombre Científico Nombre Científico
Hylomanes momotula Carpodacus mexicanus
Aspatha gularis Loxia curvirostra
Momotus momota Carduelis pinus perplexus
139
Momotus mexicanus Carduelis atriceps
Electro carinatum Carduelis psaltria
Eumomota superciliosa Coccothraustes abeillei
ALCEDINIDAE PASSERIDAE
Ceryle torquita Passer domesticus
Ceryle alción
Chloroceryle amazona
Chlorocerule americana
Chlorocerule aenea
Fuente: Rangel Salazar et al., 2005
140