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33/2005:
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN SENTENCIAS DICTADAS EN AMPARO
CONTRA LEYES. ALCANCE DE ESTOS PRINCIPIOS.
Los principios de congruencia y exhaustividad que rigen las sentencias en amparo contra leyes y
que se desprenden de los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo, están referidos a que éstas no sólo
sean congruentes consigo mismas, sino también con la litis y con la demanda de amparo,
apreciando las pruebas conducentes y resolviendo sin omitir nada, ni añadir cuestiones no hechas
valer, ni expresar consideraciones contrarias entre sí o con los puntos resolutivos, lo que obliga al
juzgador, a pronunciarse sobre todas y cada una de las pretensiones de los quejosos, analizando, en
su caso, la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los preceptos legales reclamados. (Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXI, Abril de 2005, Materia(s): Común,
Página: 108, Época: Novena Época, Registro: 178783, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia).
El derecho de petición, que es una prerrogativa gestada y promovida en el seno del Estado
democrático -en el cual es concebible la posibilidad de participación activa de las personas en la
vida pública-, se respeta sólo si la autoridad proporciona en su respuesta a la solicitud del particular
la suficiente información para que éste pueda conocer plenamente su sentido y alcance, así como
para manifestar su conformidad o inconformidad con ella y, en su caso, impugnarla. Por ende, si la
información no existe o es insuficiente, el derecho de petición se quebranta, porque de nada sirve al
particular que su planteamiento sea contestado, aun con pulcritud lógica, es decir, respondiendo con
la debida congruencia formal a lo solicitado, pero sin proporcionarle la información que le permita
conocer cabalmente el acto, decisión o resolución de la autoridad. Lo anterior, en virtud de que la
congruencia formal de la respuesta a una petición no es suficiente para ser acorde con el actual
sistema jurídico mexicano, porque no satisface las exigencias previstas en el artículo 8o., en
relación con el numeral 1o., en sus primeros tres párrafos, ambos de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que manda el respeto del ejercicio del derecho de petición, siempre que
ésta se formule por escrito, de manera pacífica, respetuosa y conforme al principio de
progresividad, que evoca la necesidad de avance en la defensa de los derechos humanos en general.
Por otra parte, la entrada en vigor de la Ley de Amparo, el 3 de abril de 2013, en aras de una justicia
pronta y completa, tratándose de este derecho, pretende evitar prácticas dilatorias, como son la
omisión de respuesta, lo incongruente, falso, equívoco o carente de fundamentos y motivos de ésta
o su incorrección en cuanto al fondo, para lo cual proporciona herramientas que efectivizan el
respeto a los derechos humanos a la seguridad jurídica y a la tutela judicial efectiva, para hacer
posible que esos vicios se reparen en un mismo juicio; tal es el caso de la oportunidad de ampliar la
demanda a que se refiere el numeral 111 del citado ordenamiento y de la exigencia para la
responsable, tratándose de actos materialmente administrativos, de complementar en su informe
justificado la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación del acto reclamado cuando se
aduzca en la demanda, contenida en el artículo 117, último párrafo, de la propia ley. Por tanto, el
efecto de la concesión del amparo en un juicio en el que se examinó la transgresión al artículo 8o.
constitucional no puede quedar en la simple exigencia de respuesta, sino que debe buscar que ésta
sea congruente, completa, rápida y, sobre todo, fundada y motivada; de otro modo, no obstante el
nuevo sistema jurídico, el juzgador obligaría al gobernado a una nueva instancia para obtener una
solución de fondo, con el consiguiente retraso en la satisfacción de la reparación del derecho
violado.
Amparo en revisión 112/2011. Exprab Co, S.A. de C.V. 5 de julio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Emmanuel G.
Rosales Guerrero. Secretario: Enrique Orozco Moles.
Nota: Las tesis de jurisprudencia P./J. 3/95, 2a./J. 58/99 y aislada 2a. CXLVII/2007 citadas, aparecen publicadas en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 86-2, febrero de 1995, página 10, con el rubro:
"ACTO RECLAMADO. LA OMISIÓN O EL INDEBIDO ESTUDIO DE SU INCONSTITUCIONALIDAD A LA LUZ
DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, PUEDE SER SUBSANADA POR EL TRIBUNAL REVISOR."; Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IX, junio de 1999, página 35, con el rubro: "ACTOS
RECLAMADOS. LA OMISIÓN DE SU ESTUDIO EN LA SENTENCIA RECURRIDA DEBE SER REPARADA POR
EL TRIBUNAL REVISOR, A PESAR DE QUE SOBRE EL PARTICULAR NO SE HAYA EXPUESTO AGRAVIO
ALGUNO EN LA REVISIÓN.", y Tomo XXVI, octubre de 2007, página 439, con el rubro: "ACTO RECLAMADO. LA
OMISIÓN DEL JUZGADOR DE AMPARO DE PRONUNCIARSE SOBRE SU EXISTENCIA, DEBE REPARARLA
OFICIOSAMENTE EL TRIBUNAL REVISOR.", respectivamente.