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Tesis jurisprudencial 1a./J.

33/2005:
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN SENTENCIAS DICTADAS EN AMPARO
CONTRA LEYES. ALCANCE DE ESTOS PRINCIPIOS.
Los principios de congruencia y exhaustividad que rigen las sentencias en amparo contra leyes y
que se desprenden de los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo, están referidos a que éstas no sólo
sean congruentes consigo mismas, sino también con la litis y con la demanda de amparo,
apreciando las pruebas conducentes y resolviendo sin omitir nada, ni añadir cuestiones no hechas
valer, ni expresar consideraciones contrarias entre sí o con los puntos resolutivos, lo que obliga al
juzgador, a pronunciarse sobre todas y cada una de las pretensiones de los quejosos, analizando, en
su caso, la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los preceptos legales reclamados. (Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXI, Abril de 2005, Materia(s): Común,
Página: 108, Época: Novena Época, Registro: 178783, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia).

SUSPENSIÓN PROVISIONAL EN EL AMPARO. LA OBSERVANCIA DE LOS


PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD NO IMPLICA LA OBLIGACIÓN
DE PRONUNCIARSE SOBRE CADA UNO DE LOS ARGUMENTOS EXPUESTOS POR
EL QUEJOSO RESPECTO DE LA PROCEDENCIA DE ESA MEDIDA CAUTELAR.
El principio de completitud en la impartición de justicia inserto en los artículos 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 74 de la Ley de Amparo y 222 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a esta última, de donde derivan los
principios de congruencia y exhaustividad, debe entenderse en el sentido de analizar de manera
acuciosa la litis planteada. Ahora bien, tratándose de la suspensión en el juicio de amparo, debe
atenderse a la técnica que atañe al caso propuesto, que implica el análisis ordenado de los requisitos
naturales, legales y de efectividad en el orden establecido por la práctica y la propia legislación, por
lo que no existe obligación de estudiar todos los argumentos sometidos a consideración del
juzgador, si se llega a la conclusión de que no se cumple con uno de los supuestos de concesión,
pues a ningún fin práctico conduciría el examen en ese sentido. Dicho en otras palabras, si no se
cumple con alguno de los requisitos tanto naturales, como legales y ello conlleva la negativa de la
suspensión, no resulta práctico el análisis de todos los puntos que se aleguen en la demanda, si no
desvirtúan la razón toral de la negativa decretada. En ese tenor, si bien el Juez se encuentra obligado
a observar todos los tópicos que le son propuestos para resolver acerca de la suspensión en el juicio
de amparo, ello no significa que deba contestarse cada punto que se proponga aunque pudiera
resultar infructuoso, pues esa decisión conduciría a resolver acerca de temas que no superan el
incumplimiento de los requisitos a que aluden los artículos 107, fracción X, párrafo primero,
constitucional, así como 128, 130, 138, párrafo primero, 139, 140, 146 y 147 de la Ley de Amparo,
además de que el respeto a la impartición de justicia completa se refiere únicamente a que los
aspectos debatidos se resuelvan en su integridad, de manera que sólo deben examinarse y
solucionarse las cuestiones controvertidas que sean necesarias para emitir la decisión
correspondiente.

SENTENCIAS DE AMPARO. SU CUMPLIMIENTO DEBE SER TOTAL, ATENTO A LOS


PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y DE EXHAUSTIVIDAD.
Acorde al nuevo sistema en materia de cumplimiento de sentencias de amparo, establecido por el
legislador en la Ley de Amparo vigente a partir del 3 de abril de 2013, dicho cumplimiento debe ser
total, sin excesos o defectos; por tanto, tratándose del pronunciamiento de sentencias o laudos, éstos
deben contener la declaración de la autoridad en relación con la solución integral del conflicto
conforme a los principios de congruencia y de exhaustividad, que obligan a dirimir todas las
cuestiones litigiosas, entre las que se encuentran tanto las que son materia de ejecución de la
sentencia de amparo, como las que quedaron definidas o intocadas por la propia ejecutoria; de ahí
que la autoridad debe reiterarlas en la sentencia o laudo que cumplimente.

ACUMULACIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. PARA EL DICTADO DE LA


SENTENCIA, EL JUEZ DE DISTRITO DEBE ANALIZAR TANTO LAS PRETENSIONES
COINCIDENTES, COMO LAS DIFERENTES O PARTICULARES DE CADA
EXPEDIENTE ACUMULADO.
Los artículos 57 a 63 de la Ley de Amparo vigente hasta el 2 de abril de 2013, regulan la
acumulación en el juicio de amparo; figura procesal respecto de la cual esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha determinado que su existencia obedece a razones de economía procesal y a
la necesidad y conveniencia de evitar que, de seguirse separadamente los diversos procesos,
pudieran dictarse sentencias contradictorias; sin embargo, la circunstancia de decretar la
acumulación y emitir una sola sentencia no se traduce en que el Juez pueda dejar de respetar la
independencia o individualidad de los expedientes acumulados, o de pronunciarse respecto de todos
los argumentos expuestos por las partes, ya que en atención a los principios
de exhaustividad y congruencia que rigen en la emisión de toda sentencia, debe analizar tanto las
pretensiones coincidentes como las diferentes o particulares, y armonizarlas de forma que una sola
sentencia se ocupe de todos los planteamientos de los autos acumulados.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN AMPARO INDIRECTO. NO BASTA LA MERA


AFIRMACIÓN DE QUE UNO DE ELLOS RESULTA FUNDADO PARA OMITIR EL
ESTUDIO DE LOS RESTANTES, SINO QUE DEBE ANALIZARSE SI ÉSTE ES EL QUE
OTORGA MAYORES BENEFICIOS JURÍDICOS AL QUEJOSO (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA P./J. 3/2005).
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de jurisprudencia P./J. 3/2005,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI,
febrero de 2005, página 5, de rubro: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN AMPARO DIRECTO.
EL ESTUDIO DE LOS QUE DETERMINEN SU CONCESIÓN DEBE ATENDER AL
PRINCIPIO DE MAYOR BENEFICIO, PUDIÉNDOSE OMITIR EL DE AQUELLOS QUE
AUNQUE RESULTEN FUNDADOS, NO MEJOREN LO YA ALCANZADO POR EL
QUEJOSO, INCLUSIVE LOS QUE SE REFIEREN A CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES."
estableció el principio de mayor beneficio en el juicio de amparo directo a fin de privilegiar el
derecho contenido en el artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, consistente en garantizar a los ciudadanos el acceso real, completo y efectivo a
la administración de justicia. Asimismo, por identidad de razón y para cumplir con la congruencia y
exhaustividad de las sentencias conforme a los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo, dicho
principio debe observarse también en amparo indirecto, dado que en él eventualmente pueden
plantearse conceptos de violación de diversa índole, como los formales o de fondo, o bien, varios
argumentos de cada una de esas clases, lo cual ameritará la valoración de las consecuencias que
pudiere traer la concesión de la protección federal en el caso de que se declararan fundados y así
privilegiar aquellos que conlleven a un mayor beneficio jurídico, como sucede cuando se prefiere el
análisis de las cuestiones de fondo que pueden tener como resultado destruir totalmente los efectos
del acto reclamado o determinar la imposibilidad de que la autoridad responsable dicte uno nuevo,
frente al examen de los argumentos relacionados únicamente con violaciones formales. Por tanto,
en la sentencia de amparo indirecto no basta la mera afirmación de que un concepto de violación
resulta fundado para omitir el estudio de los restantes, sino que debe analizarse si éste es el que
otorga mayores beneficios jurídicos al quejoso.

PRINCIPIO DE MAYOR BENEFICIO EN EL AMPARO. SI EN EL RECURSO DE


REVISIÓN SE ADUCE QUE NO FUE OBSERVADO, EL TRIBUNAL COLEGIADO DE
CIRCUITO PUEDE EXAMINAR LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN CUYO ESTUDIO
SE OMITIÓ.
El principio de mayor beneficio debe observarse en el juicio de amparo indirecto a fin de privilegiar
el derecho contenido en el artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, consistente en garantizar a los ciudadanos el acceso real, completo y efectivo a
la administración de justicia, y también para cumplir con la congruencia y exhaustividad de las
sentencias conforme a los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo. Por tanto, si en el recurso de
revisión se aduce como agravio que el Juez de Distrito omitió el estudio del concepto de violación
que podía conducir a que el quejoso obtuviera mayores beneficios jurídicos, el Tribunal Colegiado
de Circuito deberá determinar los alcances de éste frente a las consecuencias de la sentencia
recurrida para deducir si el estudio de aquél puede conducir a un fallo con efectos más benéficos; y,
si lo anterior es de esa forma, procederá a examinar el concepto de violación y calificarlo -salvo en
los casos proscritos por la jurisprudencia-, debido a que en el recurso de revisión no existe el
reenvío.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. PARA BRINDAR MAYOR CERTEZA JURÍDICA EN


LAS SENTENCIAS DE AMPARO Y CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD, ES CONVENIENTE QUE EL TRIBUNAL
COLEGIADO DE CIRCUITO TRANSCRIBA AQUELLOS ARGUMENTOS ESGRIMIDOS
POR EL QUEJOSO.
De los artículos 77 y 78 de la Ley de Amparo se desprenden los principios de congruencia y
exhaustividad que rigen las sentencias de amparo, y en observancia a ellos las resoluciones no sólo
deben ser congruentes consigo mismas, sino también con la litis constitucional, para lo cual deben
apreciar las pruebas conducentes y resolver sin omitir nada, y no deben añadir cuestiones no hechas
valer ni expresar consideraciones contrarias entre sí o con los puntos resolutivos. Lo anterior obliga
al juzgador de amparo a pronunciarse sobre todas y cada una de las pretensiones del quejoso,
analizando, en su caso, la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto reclamado, a la luz de
las consideraciones en que se apoyó la autoridad responsable para la emisión de la resolución que se
impugna, en confrontación directa con los conceptos de violación expresados por el quejoso, salvo
los supuestos en los que, conforme al artículo 76 Bis de la ley de la materia y a la jurisprudencia de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sea factible analizar la constitucionalidad del acto de
autoridad aun ante la ausencia de conceptos de violación o agravios. Consecuentemente, si bien es
cierto que aquellos preceptos legales no imponen como obligación del Tribunal Colegiado de
Circuito que en la sentencia de amparo se transcriban los conceptos de violación que deben ser
examinados por el órgano revisor en términos del artículo 91, fracción I, de la Ley de Amparo, en
los casos en los que el Juez de Distrito haya omitido su estudio, también lo es que por tratarse de
una resolución terminal, a efecto de brindar mayor certeza jurídica y para la debida observancia de
los principios referidos, es conveniente la transcripción de los argumentos esgrimidos por el
quejoso, pues de esta manera se puede constatar si en la sentencia respectiva se hizo la debida
apreciación del acto reclamado y si su constitucionalidad fue examinada de acuerdo con los
argumentos planteados para ese efecto por el quejoso, y con ello reflejar si se cumple o no con los
principios de congruencia y exhaustividad.

DERECHO DE PETICIÓN. EL EFECTO DE LA CONCESIÓN DEL AMPARO EN UN


JUICIO EN EL QUE SE EXAMINÓ SU VIOLACIÓN, NO PUEDE QUEDAR EN LA
SIMPLE EXIGENCIA DE UNA RESPUESTA, SINO QUE REQUIERE QUE ÉSTA SEA
CONGRUENTE, COMPLETA, RÁPIDA Y, SOBRE TODO, FUNDADA Y MOTIVADA
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE 2013).

El derecho de petición, que es una prerrogativa gestada y promovida en el seno del Estado
democrático -en el cual es concebible la posibilidad de participación activa de las personas en la
vida pública-, se respeta sólo si la autoridad proporciona en su respuesta a la solicitud del particular
la suficiente información para que éste pueda conocer plenamente su sentido y alcance, así como
para manifestar su conformidad o inconformidad con ella y, en su caso, impugnarla. Por ende, si la
información no existe o es insuficiente, el derecho de petición se quebranta, porque de nada sirve al
particular que su planteamiento sea contestado, aun con pulcritud lógica, es decir, respondiendo con
la debida congruencia formal a lo solicitado, pero sin proporcionarle la información que le permita
conocer cabalmente el acto, decisión o resolución de la autoridad. Lo anterior, en virtud de que la
congruencia formal de la respuesta a una petición no es suficiente para ser acorde con el actual
sistema jurídico mexicano, porque no satisface las exigencias previstas en el artículo 8o., en
relación con el numeral 1o., en sus primeros tres párrafos, ambos de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que manda el respeto del ejercicio del derecho de petición, siempre que
ésta se formule por escrito, de manera pacífica, respetuosa y conforme al principio de
progresividad, que evoca la necesidad de avance en la defensa de los derechos humanos en general.
Por otra parte, la entrada en vigor de la Ley de Amparo, el 3 de abril de 2013, en aras de una justicia
pronta y completa, tratándose de este derecho, pretende evitar prácticas dilatorias, como son la
omisión de respuesta, lo incongruente, falso, equívoco o carente de fundamentos y motivos de ésta
o su incorrección en cuanto al fondo, para lo cual proporciona herramientas que efectivizan el
respeto a los derechos humanos a la seguridad jurídica y a la tutela judicial efectiva, para hacer
posible que esos vicios se reparen en un mismo juicio; tal es el caso de la oportunidad de ampliar la
demanda a que se refiere el numeral 111 del citado ordenamiento y de la exigencia para la
responsable, tratándose de actos materialmente administrativos, de complementar en su informe
justificado la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación del acto reclamado cuando se
aduzca en la demanda, contenida en el artículo 117, último párrafo, de la propia ley. Por tanto, el
efecto de la concesión del amparo en un juicio en el que se examinó la transgresión al artículo 8o.
constitucional no puede quedar en la simple exigencia de respuesta, sino que debe buscar que ésta
sea congruente, completa, rápida y, sobre todo, fundada y motivada; de otro modo, no obstante el
nuevo sistema jurídico, el juzgador obligaría al gobernado a una nueva instancia para obtener una
solución de fondo, con el consiguiente retraso en la satisfacción de la reparación del derecho
violado.

ACTOS RECLAMADOS EN EL AMPARO INDIRECTO. EL ESTUDIO INDEBIDO


DEL JUEZ DE DISTRITO SOBRE SU EXISTENCIA, ES UN ASPECTO QUE
DEBE SER SUBSANADO, DE OFICIO, POR EL TRIBUNAL REVISOR.
De las jurisprudencias P./J. 3/95 y 2a./J. 58/99, así como de la tesis aislada 2a.
CXLVII/2007, del Pleno y de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, respectivamente, se advierte que la fijación y estudio correctos de los actos
reclamados por el Juez de Distrito en la sentencia recurrida en revisión, así como su
pronunciamiento sobre la existencia de los reclamos, constituyen aspectos fundamentales
que deben ser controlados de oficio por el tribunal revisor, aunque no existan agravios al
respecto; esto, porque dichos elementos son trascendentes, a grado tal, que determinan,
tanto el apropiado contenido de la sentencia como la congruencia del fallo con la litis
constitucional. Por tanto, si el Juez de Distrito, al pronunciarse sobre la existencia de los
actos reclamados en el amparo indirecto, realiza un estudio indebido -tomando como
ciertos actos que en realidad no lo son o viceversa- lo que en ocasiones ocurre por valorar
en su literalidad el contenido de los informes justificados (cuando una valoración lógica y
crítica del contexto podría llevar a resultados diversos), dichas consideraciones deben ser
analizadas y, cuando sean erróneas, corregidas y subsanadas por el Tribunal Colegiado de
Circuito, en sustitución del Juez de amparo, al no ser dable el reenvío; todo lo cual persigue
el objetivo de evitar fallos incongruentes.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 112/2011. Exprab Co, S.A. de C.V. 5 de julio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Emmanuel G.
Rosales Guerrero. Secretario: Enrique Orozco Moles.

Nota: Las tesis de jurisprudencia P./J. 3/95, 2a./J. 58/99 y aislada 2a. CXLVII/2007 citadas, aparecen publicadas en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 86-2, febrero de 1995, página 10, con el rubro:
"ACTO RECLAMADO. LA OMISIÓN O EL INDEBIDO ESTUDIO DE SU INCONSTITUCIONALIDAD A LA LUZ
DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, PUEDE SER SUBSANADA POR EL TRIBUNAL REVISOR."; Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IX, junio de 1999, página 35, con el rubro: "ACTOS
RECLAMADOS. LA OMISIÓN DE SU ESTUDIO EN LA SENTENCIA RECURRIDA DEBE SER REPARADA POR
EL TRIBUNAL REVISOR, A PESAR DE QUE SOBRE EL PARTICULAR NO SE HAYA EXPUESTO AGRAVIO
ALGUNO EN LA REVISIÓN.", y Tomo XXVI, octubre de 2007, página 439, con el rubro: "ACTO RECLAMADO. LA
OMISIÓN DEL JUZGADOR DE AMPARO DE PRONUNCIARSE SOBRE SU EXISTENCIA, DEBE REPARARLA
OFICIOSAMENTE EL TRIBUNAL REVISOR.", respectivamente.

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