acreedor, en tal caso, para compeler a que cumpla con lo adeudado (ejecución forzada) o para procurar satisfacer su interés mediante la intervención de un tercero (ejecución por otro), se denominan, genéricamente, ejecución específica.
La ejecución específica, es cualquiera de esas dos posibles
manifestaciones, se inscribe dentro de los modos de la tutela satisfactiva del crédito, en cuanto conduce a dar plenitud al interés del acreedor por una vía distinta del cumplimiento voluntario en sentido estricto. Actúa como un mecanismo sucedáneo y sustitutivo del cumplimiento.
•Ejecución forzada o directa:
Frente a la insatisfacción del crédito, la primera medida de
reacción está dirigida a obtener el comportamiento en forma específica, esto es, de la misma forma en que debió ser realizado (y no fue) por el obligado.
En la ejecución forzada o directa de la obligación, las
acciones legales que brinda el ordenamiento jurídico están orientadas a alcanzar la satisfacción del interés del acreedor a través de la realización compulsiva de la prestación debida. Las obligaciones son susceptibles de coerción, sin embargo, el bien que constituye el objeto de la obligación puede ser obtenido compulsivamente, con el auxilio de la justicia y de la fuerza pública. De allí que la sentencia que declara el derecho del acreedor sea susceptible de ser cumplida y que, ante la renuencia del deudor, proceda la ejecución forzada, ámbito en el cual la fuerza pública actúa para tomar operativo el derecho declarado.
La doble justificación:
El poder del acreedor se materializa a través de una acción
judicial de cumplimiento. Es una acción de condena y entraría la pretensión formulada por el acreedor ante el órgano jurisdiccional de que le sea impuesto al deudor coactivamente el comportamiento debido. Recién luego de la pronunciación judicial que admite el reclamo, el acreedor podrá iniciar los mecanismos de ejecución para hacer cumplir la condena. Ello es una garantía para el deudor. El acreedor no puede desplegar su poder coactivo, conforme a un proceso judicial previo, en el cual resulte adecuadamente respetado el derecho de defensa de ambas partes. La ejecución forzosa requiere de una justificación sustancial y otra procesal.