El Hornero V4n1

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EL HORNERO REVISTA ¡¡ireetor

ROBERTO

DE LA SOCIEDAD Presidente

de la RevisLa

DABBENE

ORNITOLOGICA

PEDRO

Vol. IV

DEL

de la Sociedad

PLATA

Secretario

SERIÉ

ALFREDO

BUENOS AIRES, DICIEMBRE

B. STEULLET No 1

DE 1927

SUMARIO LAMINAI. - A:lgunas aves de la costa Atlántica. C. H. SMYTB.- Descripción de una colección de huevos de aves argentinas (Lámina II). . . .. pág. J. TREMOLERAB. - Adiciones y correcciones a la Lista de aves uruguayasot. . . . . . . . . . . . . . J. A. PEREYRA.- Segunda lista de aves colectadas en la reg. ribereña de la Prov. de Bs. As. R. DABBENE.-Distintas laces de color. del plumaje de la M""ganetta (N. Arg.) (Lms. III y IV) R. O. ARAVENA.- Notas sobre la alimentación de las aves............................ S. MAZZA.E. DEAUTIER.A. STEuLLET.-Invest. de hemoparásitos en algunas aves de Misiones (Lámina V. en color) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . W. H. HUDSON.- Los ñandúes de la Argentina (3 Igs.)................................ A. B. MATA.- Notas sobre dos rapaces de la Provincia de Buenos Aires................. J. B. DAGUERRE.- Apuntes sobre algunas aves de la Provincia de Buenos Aires.......... A. POZZI.:- Sobre una costumbre poco conocida de la perdiz chica N othura maeulosa. . . . . . . J. MOGENSEN.- Nota sobre el parasitismo del erespln. Tapera naevia............... .. .. P. L. COMI.- Voracidad de la perdiz colorada................ A. RENARD.- Acerca del vuelo de la avutarda Chloephaga hybrida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. BONINI. - Observaciones sobre algunas aves de Buenos Aires. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11:

A.' CASTELLANOS.

-

Observacionesornitológicas.......................................

C. B. DE PEREYRA.- Observaciones sobre algunas aves de Zelaya (Prov. de Buenos Aires) . . M. D. DE SAEz.-Una curiosa relación consto en el esqueleto apendicular de los eslenlscidos J. A. PEREYRA.-Notas sobre.los nidos de Synallaxis spixi y Paehyrhamphus polyehropterus J. A. PEREYRA.- Notas ornitol6gicas B. L. SANMARTIN.- Nidificaci6n del siete cuchillas (Phloeocryptes melanops . . . . . . . . . . . . . . A. CARCELLES. - N otas sobre algunas aves antárticas (2 Igs.) .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . MOVIMIENTO

SOCIAL.

. . . . . . . . . . . . . •. . . . . . . . . . . . . . . . . •. . •. . . . . •. . . . . •. •. . . . . . •. . . . . . .

INFORMACIONES (7 Igs.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . BIBLIOGRAFIA ORNITOLOGICA por el DR. HANSSECKT. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ~i

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DESCRIPCION

__

1 16 23 34 .38 49 52 60 64 66 68 70 71 73

75 77 79 80 81 82 84 92 110

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DE UNA COLECCION

74

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DE HUEVOS

DE AVES ARGENTINAS POR

C. H.

SMYTH

El autor desea hacer constar que las descripciones que aparecen en este artículo se refieren solamente a los huevos que forman la colección de su propiedad. Los huevos, coleccionados por él mismo, han sido cuidadosamente identificados y son los que provienen de la8 regiones de Cacharí (Prov. de Buenos Aires) y Santa Elena (Entre Ríos). Los ejemplares procedentes -de otras regiones han sido obtenidos en la siguiente forma: de Islas Malvinas, por canje con el señor Jack Gordon, de Wigtownshire, Escocia. de Minas Geraes, por canje con el señor K. L. Skinner, de Weybridge, Inglaterra. de Tucumán y Stgo. del Estero, comprados al señor Pablo Girard.


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En el catálogo particular de la colección están anotadas las medidas de cada ejemplar por separado, pero no se considera necesario publicar tan minucioso detalle. En cambio, y a efectos de hacer una comparación interesante, doy las medidas citadas por el British Museum (convertidas de pulgadas a milímetros) y por Hartert et Venturi, en las publicaciones «Catalogue of Birds' Eggs ~ y «Novitates Zoologicae~, respectivamente.

Orden RHEIFORMES Familia Rheidae

1. Rhea americana Rothschildi. - Los huevos del ñandú son de forma ovalada y' algo lustrosos. El color es blanco, la cáscara lisa y la textura granulada. Dimensiones: 130 - 137 X 92 - 95. 2 ejemplares:

17-X-22. Santa Elena, E. R.

Orden TINAMIFORMES

Familia Tinamidae

2. Nothura maculosa. - Los huevos de la perdiz chica varían desde una forma bicónica hasta un oval ancho y obtuso. Son muy satinados y de un color marrón chocolate intenso. Dimensiones: 39 - 45 X 30 ~ - 34. British Museum, Vol. 1, p. 13: 39 - 47 X 29 - 34. Hartert et Venturi: 40 - 46 X 30 - 33. 5: ll-X -20. Cacharí, F. C. S. 5: 14-XI-22. Santa Elena, E. R. 3. Rhynchotus rufescens. - Los huevos de la martineta, o perdiz colorada, son de forma bicónica, ovalada ancha u ovalada alargada, e intensamente satinados. El color es marrón liláceo o purpúreo, palideciendo a lila bajo la acción de la luz. Dimensiones: 61- 65 X 43 ~ - 47!. British Hartert 4: 3:

Museum, Vol. 1, p. 12: 58 - 66 X 40 - 46. et Venturi: 54 - 62 X 40 - 48. 15-XI-17. Cacharí, F. C. S. 13-XI-22. Santa Elena, E. R.

4. Calopezus ele~ans. - Los cinco huevos de la copetona son de contorno ovalado y muy lustrosos. El color es verde amarillento intenso. Dimensiones: 53 ~ - 55 ~ X 39 - 41 ~.


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C. H. Smyth:

Descripción de una colección de huevos de aves arg.

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British Museum, Vol. 1, p. 14: 51- 57 X 38 - 40. 40. Hartert et Venturi: 48 - 55 X 36 5: 21-XI-20. Cacharí, F. C. S.

t-

5. Crypturus tataupa. - Dos huevos de la Perdiz del monte son de forma ovalada obtusa, bastante satinados y de un color gris rosado. Dimensiones: 38 X 28 - 29. Hartert et Venturi: 40 - 44 X 30 - 32. 2: mayo de 1920. Minas Geraes, Brasil.

Orden COL UMBIFORMES Familia Columbidae

6. Leptoptila ochroptera chloroauchenia. - Dos huevos de la Paloma montaraz son de forma ovalada, color blanco crema y ligeramente satinados. 29 X 20 t - 21 Dimensiones: 27

t-

t

t.

Hartert et Venturi: 27 - 34 X 22 - 24 2: 22-1-23. Manchalá, Tucumán.

t.

7. Picazurus picazuro. - Un huevo de la Paloma turca es de forma ovalada, la cáscara es de color blanco, lisa y ligeramente satinada. Dimensiones: 38 X 28.

t

1: 24-1-25. Santa Elena, E. R. Familia

Claraviidae

8. Zenaida a uricula ta. - Los huevos de la Paloma torcaza son de forma ovalada, color blanco o blanco-crema y sin lustre. 22 Dimensiones: 28 t - 31 X 20

t

British Hartert 1: 2: 1:

t-

t.

Museum, Vol. 1, p. 93: 28 - 32 X 22 - 24. et Venturi: 27 - 32 X 20 t - 24 ~. 25-XII-17. Tigre, F. C. C. A. 16-X -16. Cacharí, F. C. S. lO-XI -23. Santa Elena, E. R.

9. Columbina picui. - Los huevos de la Palomita varían en forma desde ovalada ordinaria hasta ovalada ancha, pero dos son parecidos en forma a un torpedo. Son de color blanco, de cáscara lisa y sin lustre. Dimensiones: 22 - 26 X 16 - 20. British Museum, Vol. 1, p. 101: 23 - 25 X 16 -18. Hartert et Venturi: 21-26 X 16t-18~.


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2: 1: 1: 1: 1: 2: 2: 1:

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18-X -16. Cacharí, F. C. S. 31-XII-20. id. 3-XI -21. Santa Elena, E.R. 16-X -22. id. 24-1 -25. id. 2-X -26. id. 2-X -26. id. 17-X -26. id. Orden RALLIFORMES Familia Rallidae

10. Gallinula galeata. - Los huevos de la Gallareta pollona son de forma ovalada ancha. Tienen fondo pardo amarillento salpicado y manchado de marrón claro y obscuro y gris purpúreo. Dimensiones: 44 ~ - 48 X 32 - 32 1.

43 X 32. 5: 5-XII-21. Manchalá, Tucumán.

Hartert et Venturi:

11. Fulica leucoptera. - Los huevos de la Gallareta de alas blancas son de contorno ovalado y sin lustre. El fondo es de color crema o pardo amarillento, salpicado y manchado de marrón claro, marrón obscuro y púrpura. Dimensiones: 43 - 50 X 29- 32. British Museum, Vol. 3., p. 132: 43 - 47 X 31 - 33. Hartert et Venturi: 49 X 34. 5: 12-XI-20. Cacharí, F. C. S. 3: 20-XI-23. Santa Elena, E. R. 12. Fulica rufifrons. - Los cinco huevos de la Gallareta grande son de forma ovalada ancha y ligeramente satinados. Tienen fondo marrón amarillento, manchado y borroneado de púrpura pálida, y marrón negruzco. 54 X 37- 38 ! . Dimensiones: 52

1-

British Museum, Vol. 1, p. 130: 51- 56! Hartert et Venturi: 53 - 54 5: 12-XI-20. Cacharí, F. C. S.

X X

35-37. 36-37.

13. Fulica armillata. - Cinco huevos de esta Gallareta son de forma ovalada alargada y ligeramente lustrosos. El fondo es de color crema amarillento, salpicado y borroneado de marrón, marrón negruzco y púrpura. Dimensiones: 55 - 58 X 33 ! - 40.

British Museum, Vol. 1, p. 131: 54- 62 X 34- 41. Hartert et Venturi: 54- 58 X 39-40. 5: 19-XI-20. Cacharí, F. C. S.


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Descripción de una colección de huevos de aves arg.

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14. Porphyriops melanops. - Los huevos de esta Gallineta son de contorno ovalado obtuso y ligeramente satinados. El fondo es color crema amarillento o pardo amarillento, manchado y borroneado de marrón, chocolate obscuro y púrpura pálida. La mayoría tiene la mayor parte de las manchas hacia el polo grande y dos ejemplares tienen unas cuantas rayas color chocolate. Dimensiones: 35 - 39 X 25 ~ - 28. British Museum, Vol. 1, p. 125: 38 - 43 5: 9-XI-20. Cacharí, F. C. S. 2: 1l-XI-23. Santa Elena, E. R.

X

28 - 29.

15. PardiraIlus maculatus. - Tres huevos de la Gallineta overa son de forma ovalada obtusa y ligeramente lustrosos, siendo el fondo color crema o crema amarillento, levemen~e manchado de marrón amarillento, marrón obscuro y púrpura muy pálida. Las manchas son más numerosas en el polo grande. Dimensiones: 36 - 40 X 26 ~ - 28

!.

Hartert et Venturi: 36 ~ - 38 X 29. 2: 8-XII-20. Cacharí, F. C. S. 1: 22-1 -23. Manchalá, Tucumán.

Orden PODICIPEDIFORMES Familia Podicipedidae

16. Podiceps americanus. - El Macacito está representado en la colección por dos huevos frescos y cinco de incubación avanzada. Los primeros son de forma ovalada obtusa y color blanco verdoso. Los de incubación avanzada son de forma bicónica y color pardo amarillento. Todos son de textura lisa pero sin lustre. Dimensiones: 38 - 46 X 27 - 33. British Museum, Vol. 1, p. 135: 39 ~ - 47 4: 15-XI-20. Cacharí, F. C. S. 1: 31-X -21. ~ 2: 7-X -23. Islas Malvinas.

X

27 - 31.

Orden LARIFOIWES Familia 8ternidae

17. Sternula superciliaris. Los huevos de este pequeño Gaviotín varían de contorno ovalado ordinario a ovalado muy ancho y todos tienen el polo inferior puntiagudo. El fondo es color crema tirando a moreno, sal-


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picado con varios matices de marrón y unas máculas y manchas primarias de color lila y púrpura pálida. Dimensiones: 31- 35 X 23 ! - 26. X 23-24. British Museum, Vol. 1, p. 195: 30-31! Hartert et Venturi: X 24-25. 30-44 5: 19-IX-26. Santa Elena, E. R.

10:

3-X -26.

18. Phaetusa chloropoda. - Los huevos de este Gaviotín varían de forma ovalada alargada a ovalada ancha. El fondo es blanco, crema, gris o pardo amarillento, salpicado y manchado de pardo amarillento, marrón y púrpura pálida. Pocos ejemplares muestran manchas grandes y la mayoría tienen las manchas distribuidas en toda la superficie. Dimensiones: 45 - 52 ~ X 32 ~ - 37~. British Museum, Vol. 1, p. 176: 44 - 50 X 34 - 36. Hartert et Venturi: 46 - 51 ~ X 35 - 37. 4: 15-X-22. Santa Elena, E. R. » 3: 19-X-26 » 42: 3-X-26. Familia Laridae

19. Larus dominicanus. - Los huevos de la Gaviota cocinera son de contorno ovalado ancho y puntiagudo y de textura ligeramente granulada. El fondo es color marrón oliváceo, manchado y salpicado en toda la superficie de pardo amarillento, marrón obscuro, negro y púrpura pálida. Dimensiones: 70 - 73 X 49 ~. British Museum, Vol. 1, p. 212: 62 - 79 X 46 - 52. Hartert et Venturi: 67 - 77 X 49 - 50 ~. 3: 5-XII-23. Islas Malvinas. 20. Larus maculipennis. - Dos huevos de la Gaviota de cabeza parda son de forma ovalada ordinaria. El fondo de uno es gris verdoso pálido, intensamente manchado y salpicado de pardo amarillento, marrón obscuro, gris y púrpura pálida. El otro huevo tiene el fondo marrón oliváceo y está marcado con menos intensidad, siendo las manchas y máculas de color pardo amarillento, marrón y púrpura pálido. 37. Dimensiones: 49! - 50! X 36

t-

British Mus€um, Vol. 1, p. 207: 48 - 56 X 35 - 38. 2: 18-XI-20 Cacharí, F. C. S.


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Familia Rhynchopidae

21. Rhynehops in tereedens. - Los huevos del Rayador varían desde la forma ovalada alargada a la ovalada ancha, siendo la mayoría puntiagudos en el polo inferior. El fondo es principalmente de color blanco crema, pero a veces pardo oliváceo pálido. Un huevo con fondo blanco tiene 4 manchas pardo amarillentas y varias de color púrpura muy pálida. Los demás están salpicados y manchados, o borroneados, con variada intensidad, de marrón pálido, pardo amarillento, marrón obscuro, lila y púrpura pálida. Dimensiones: 41- 50 X 31!- 35!. Hartert et Venturi: 45 - 46! X 30 - 34. 4: 21-X -22. Santa Elena, E. R. 7: 17-XI-22. » 8: 19-IX-26. » 52: 3-X -26. »» Familia Stercorariidae

22. Catharaeta skua antaretica.-Dos huevos de la Gaviota parda son de forma ovalada ancha y de textura ligeramente granulada. Uno tiene el fondo pardo oliváceo pálido y el otro más obscuro. Las marcas en los dos ejemplares consisten en un gran número de 'manchas y máculas color pardo amarillento y una menor cantidad de color marrón obscuro y púrpura intensa y pálida. Dimensiones: 67 - 68 X 49 - 50. British Museum, Vol. 1, p. 226: 66 - 77! X 49! - 56. 2: 3-XII-23. Islas Malvinas.

Orden CHARADRIIFORMES Familia Charadriidae

23. Charadrius eollaris. - Los huevos del Chorlito de collar son piriformes y sin lustre. El fondo pardo amarillento está salpicado en toda la superficie de marrón obscuro o negro y púrpura pálida. Dimensiones: 27! - 29 X 21. Bristish Hartert 1: 1: 3:

Museum, Vol. 11, p. 27: 27-28 et Venturi: 28 - 30 E.R. 16-X-22. Santa Elena, 21-X-25. 3-X-26.

24. Aegialitis falklandieus.

X X

20-21 21 -- 22.

- Dos huevos del Angelito son de contorno


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piriforme y sin lustre. El fondo es pardo amarillento, manchado y borroneado, mayormente en el polo obtuso, de marrón obscuro, negro y púrpura pálida. Dimensiones: 41 X 27 ~ - 28. British Museum, Vol. 11, p. 28: 35 - 39 X 26 - 27! 2: l-X-23. Islas Malvinas. 25. Belonopterus chilensis lampronotus. - Los huevos del Tero-Tero son piriformes y sin lustre. El fondo es de color pardo oliváceo, manchado y salpicado con regular intensidad de negro, marrón obscuro y púrpura pálida. Dimensiones: 44 - 50 X 32 - 34 ~ . British Hartert 3: 3: 3:

Museum, Vol. 11, p. 14: 41 - 50 et Venturi: 45 - 48 2-X-19. Cacharí, F. C. S. 17-X-20. » 21-1 -23. Santa Elena, E. R.

X X

28 ~ - 36. 32 - 34.

Familia Haematopodidae

26. Haematopus leucopus. - Dos huevos·del Ostrero overo tienen el fondo marrón oliváceo, manchado y borroneado con varios matices de marrón y negro y manchas primarias púrpura pálida. Uno es de forma ovalada ancha y el otro ovalada puntiaguda, sin lustre. Dimensiones: 58 X 39 ~ - 41 ~. British Museum, Vol. 11, p. 6: 56 - 62 2: 16-X-23. Islas Malvinas.

X

38 - 42.

27. Haematopus a'ter. - Dos huevos del Ostrero negro tienen fondo pardo amarillento pálido, manchado y rayado en toda la superficie con varios matices de marrón y negro y manchas primarias púrpura pálida. Este último color es más evidente en estos huevos que en los de H. leucopus y las manchas son más chicas y mejor definidas. El contorno de los huevos es ovalado ancho. N o tienen lustre. Dimensiones: 59 ~ - 60 X 42 - 43. British Museum, Vol. 11, p. 8: 58 ~ - 69 X 38 - 43. 2: 5-XI-23. Islas Malvinas. Familia Scolopacidae

28. Nycticryphes semicollaris. - Los cuatro huevos de esta Becasina de la colección son de dimensiones muy uniformes. Son de forma ovalada obsta lIy textura lisa, sin lustre. El fondo es color crema amarillento o pardo uamariento, intensamente manchado y borroneado de marrón castaño obs-


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curo. La mayoría de las manchas son confluentes en el polo grande, donde se observa muy poco el color del fondo. Dimensiones: 33 - 33 ~ X 24. British Museum, Vol. n, p. 69: 34 ~ - 36 ~ X 24 - 25. Hartert et Venturi: 34-37 X 23-24~. 2: 13-XI-16. Cacharí, F. C. S. 2: 5-XI-24. » 29. Capella paraguaiae. - Los huevos de esta Becasina son piriformes y ligeramente satinados. El fondo es pardo amarillento, manchado y borroneado con varios matices de marrón y púrpura pálida, principalmente en el polo obtuso donde las manchas forman una capa, en la que se notan unas rayitas marrón obscuro. Dimensiones: 40 ~ - 42 X 28 - 28 ~. British Museum, Vol. n, p. 63: 42 ~ - 46 X 28 - 33. Hartert et Venturi: 37 ~ - 42 X 27 - 30. 2: 8-X -22. Manchalá, Tucumán. 3: ll-XI-26. Santa Elena, E. R. Familia

J acanidae

30. Jacana jacana. - Los huevos de esta Gallineta son de forma ovalada y ligeramente lustrosos. ,El fondo es de color marrón amarillento, marcado con abundantes rayas y manchas negras en toda la superficie. Se notan también unas cuantas máculas de color púrpura pálido. Dimensiones: 30 - 31 ! X 23 - 23!. British Museum, Vol. n, p. 360: 25 t - 31 X 20 t - 24. Hartert et Venturi: 28 - 32 X 21 - 23. 3: 17-XII-20. Manchalá, Tucumán.

Orden GRUIFORMES Familia Aramidae

31. Aramus scolopaceus carau. - Los huevos del Carau o Viuda loca, son de forma bicónica con excepción de uno que presenta un contorno ovalado muy ancho. El fondo es color crema intenso o pardo amarillento pálido, manchado y salpicado de marrón amarillento pálido y lila o púrpura grisáceo. En un ejemplar el color lila predomina y en otro se notan manchas y rayas confusas, de un marrón castaño en el polo grande. Dimensiones: 57! - 62 X 42 - 46. British Museum, Vol. Hartert et Venturi':

n, p.

96:

62 - 65 59 - 71

X X

41 ! - 44. 43 - 47.


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1: 11-XI-20. Cacharí, F. C. S. 3: 12-XI-21. Santa Elena, E. R. Familia

Cariamidae

32. Cariama cristata. - Cuatro huevos de la Chuña presentan un contorno ovalado ancho y son ligeramente lustrosos. Tienen el fondo blanco opaco con dos o tres manchas marrón amarillento y otras pocas de color púrpura muy pálido, casi imperceptibles. Dimensiones: 65 - 70 X 49 - 50. British Museum, Vol. Il, p. 97: 58-72 l X 46- 47 l. Hartert et Venturi: 62 X 46. 2: 16-XIl-24. Santa Elena, E. R. (en cautividad). 2: 14-XI -26. Santa Elena E. R. (en cautividad).

Orden ARDEIFORMES Familia Ardeidae

33. Ardea cocoi. - Los huevos de la Garza mora son de contorno ovalado ordinario o puntiagudo, sin lustre y de color azul verdoso pálido. Algunos ejemplares tienen en la superficie una apariencia gredosa. Dimensiones: 63- 69 X 45 - 49. British Museum, Vol. Il, p. 113: 69 X 46. 3: 4-X -22. Simora, Tucumán. 2: 5-XI-23. Santa Elena, E. R.

1: ll-XI-23.

»

34. Butorides striata. - Un huevo de la Garcita azulada es de forma ovalada obtusa y es muy parecido en color y textura a los huevos de Ardea cocm. Dimensiones: 35 X 27. British Museum, Vol. Il, p. 126: 34l-38 X 27. Hartert et Venturi: 35 - 41 X 26l - 30l. 1: 11-XI-23. Santa Elena, E. R. 35. Ixobrychus involucris. - Los huevos de la Garcita amarilla son de color amarillo verdoso que cambia a verde bajo la acción de la luz. El contorno es ovalado obtuso y la textura lisa sin lustre. Es conveniente notar que ninguno de los huevos de esta colección llega al largo mínimo registrado por el British Museum. Dimensiones: 31- 36 X 25 - 26. British Museum, Vol. Il, p. 132: 37 - 39 X 24- 25l. Hartert et Venturi: 33- 35 X 23l - 25.


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C. H. Smyth:

1: 1: 2: 1: 3:

Descripción de una colección de huevos de aves arg.

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19-XI -20. Cacharí, F. C. S. 14-XI -18. 16-XI -23. 25-XI -24. » 16-XII-25.

36. Nycticorax naevius. - Los huevos del Perro de agua o Bruja, son de contorno ovalado puntiagudo, ovalado obtuso u ovalado ancho, siendo la superficie lisa, sin lustre y el color azul verdoso pálido. 54! X 36 - 39!. Dimensiones: 48

i-

British Museum, Vol. 11, p. 124: 52!-56 X 38~-42. Hartert et Venturi: 54 X 34. 1: 27-X -15. Cacharí, F. C. S. 8: 14-XI-23. Santa Elena, E. R. Familia Ciconiidae

37. Euxenura galatea. - Tres huevos del Tuyango, o Clguena, son de forma ovalada, textura lisa, sin lustre y color blanco opaco. Dimensiones: 83 - 84 ~ - X 55- 56. British Museum, Vol. 11, p. 106: 70 - 80 X 46 - 54. 3: IO-XI-23. Santa Elena, E. R. 38. Mycteria americana. - Dos huevos del Tuyuyú de la colección son -de forma ovalada ancha y obtusa. La superficie es lisa, sin lustre y de color blanco gredoso. Los huevos catalogados por el British Museum proceden de Norte América y miden mucho menos que los dos arriba descriptos. Dimensiones: 72- 73 X 53- 54. British Museum, Vol. I1, p. 374: 67! X 46 - 48. 2: 16-XI-23. Santa Elena, E. R. Familia Threskiornithidae

39. Plegadis guarauna. - Los huevos de esta Bandurria, o Cuervo de -eañada, son de forma ovalada puntiaguda u ovalada ordinaria, sin lustre, y de color azul verdoso intenso. Dimensiones: 51! - 55 X 34! - 37 {. British Museum, Vol. 11, p. 102: 43 - 54! X 33 - 39!. 1: l-XI -16. Ajó, F. C. S. 5: 4-XII-24. Cacharí, F. C. S.


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Vol. IV.,

HORNERO

Orden ANSERIFORMES Familia Anatidae

40. Tachyeres cinereus. - Una nidada de seis huevos del Pato vapor' presentan una forma ovalada ancha. Son de un color crema intenso y ligera mente satinados. Dimensiones: 80 ! - 85! X 54 ~ - 56. British Museum, Vol. I1, p. 184: 79 - 87 X 54 - 58!. 6: 15-X-23. Islas Malvinas. 41. Erismatura vittata. - Un huevo de este Pato zambullidor es de forma ovalada ancha. El color es crema blanquizco y la textura de la cáscara es granulada. Dimensiones: 63 X 46 !. British Museum, Vol. I1, p. 194: 60 -73 1: 22-XII-25. Cacharí, F. C. S.

X 46 -

53.

42. Poecilonetta spinicauda. - Los huevos del pato barcino son de forma ovalada ancha, sin lustre y de color crema pardusco. Dimensiones: 50! - 54 ~ X 37 ! - 40. British Museum, Vol. I1, p. 173: 51 - 54 Hartert et Venturi: 49-53 1: 6-X -19. Cacharí, F. C. S. 7: 28-XI-21. ,.

j X 37 1-40 !. X

35-37.

43. Lophonetta cristata. Los cinco huevos del Pato crestudo son deforma ovalada ancha, ligeramente satinado s y de color blanco crema. Dimensiones: 63 - 71 X 44 ! - 46 ~. British Museum, Vol. n, p. 165: 58! - 70 X 39 Hartert et Venturi: 62 X 44. 5: 15-X-23. Islas Malvinas.

!-

48.

44. Nettium flavirostre. - Tres huevos del Pato franciscano son de distintas formas, a saber: ovalada ancha, ovalada ordinaria y ovalada alargada. No tienen lustre y el color es crema amarillento, ligeramente teñidode rosado pálido en un lado de la cáscara. Dimensiones: 50! - 54 X 33 ! - 36. British Museum, Vol. n, p. 171: 48! - 57 X 34l3: 10-VI-19. Cacharí, F. C. S.

39~.

Estos huevos fueron encontrados mientras cazaba en pleno invierno.


EL HORNERO

(Vol.

IV -

1927)

LAMINA

2

3 Foto. de C. H. Smyth. l.-Nido y huevos de perdiz chica (Nothura macu/osa). maca/a tus). 2. - Nido y huevos de gallineta overa (Pardírallus 3.-Nido y huevos de gaviotin (Phaetusa ch/oropodaJ, sobre un bllnco de arena, en el Río Paraná.

11


~927

C. H. Smyth:

13

Descripción de una colección de huevos de aves arg.

Orden P ALAMEDEIFORMES Familia Palamedeidae

45. Chauna torquata. - Los huevos del Chajá son de contorno ovalado :alargado, sin lustre y de color blanco crema. Dimensiones: 83 - 85 X 55 - 57~. British Museum, Vol. Il, p. 135: 83 - 93 Hartert et Venturi: 77 - 87 3: 14-XI-19. Cacharí, F. C. S.

X X

56 - 60. 54 - 57.

Orden PELECANIFORMES

Familia Phalacrocoracidae

46. Phalacrocorax magellanicus. - Tres huevos de este Viguá son de forma ovalada alargada, siendo dos de ellos puntiagudos en el polo inferior. :Son de un bonito color azul celeste y sin lustre. Dimensiones: 58 - 60 X 37 - 38!. British Museum, Vol. Il, p. 204: 58 - 63 X 36 - 39. 3: 25-XI-23. Islas Malvinas. 47. Phalacrocorax albiventer. - Tres huevos del Shag son idénticos en forma, colorido y textura a los de la especie precedente, pero son un poco más grandes. Dimensiones: 60 - 61! X 40 - 40!. British Museum, Vol. Il, p. 204: 59 - 67 Hartert et Venturi: 61 3: 25-XI-23. Islas Malvinas.

!

37 - 42. X 39.

X

Orden SPHENISCIFORMES Familia Spheniscidae

48. Spheniscus magellanicus. - Dos huevos de este Pingüín son de forma ·ovalada ancha, tirando a piriforme, y sin lustre. El color es blanco ligeramente ,azulado. Dimensiones: 70 - 71 X 55 56 t.

!-

British Museum, Vol. 1, p. 146: 68-76 Hartert et Venturi: 70-80 2: 20-X-23. Islas Malvinas.

51-56

t.

X 53-56

J..

X


EL

14

HORNERO

Vol. IV.

Orden CATHARTIDIFORMES Familia Cathartidae

49. Coragyps atratus brasiliensis. - Dos nídadas de los huevos del Cuervo de cabeza negra dífíeren consíderablemente en forma y colorido, síendo una de forma ovalada alargada y la otra ovalada ordínaría. En la prímera el fondo es blanco crema, levemente manchado y borroneado de marrón amaríllento pálído. En la segunda el fondo es blanco grísáceo, manchado y borroneado, mayormente en el polo obtuso, de marrón-chocolate íntenso, marrón castaño y púrpura pálída. Dímensíones: 67! - 73 X 46 - 49

!.

Britísh Museum, Vol. n, p. 221: 67!-78 X 48 - 54. Hartert et Venturí: 71 - 74 X 49 - 51 !. 2: 31-VII-23. Manchalá, Tucumán. 2: ll-XI-23.

Orden ACCIPITRIFORMES Familia Falconidae

50. Polyborus plancus. - Los huevos del Carancho son de forma ovalada obtusa. El fondo es rojízo con manchas y ronchas de varíos matíces de marrón rojízo y rojo obscuro. Dímensíones: 60 - 65! X 45 ! - 48 ~. Brítísh Hartert 1: 2: 2:

Museum, Vol. II, p. 232: 52 - 64 X 43 - 49!. et Venturí: 56 ! - 62 X 45 - 46. 2-XII-17. Cacharí, F. C. S. 8-XI -22. Santa Elena, E. R. lO-XI -22. Santa Elena, E. R.

51. Milvago chimango. - La forma de los huevos del Chímango varía entre elíptica y ovalada. El fondo es color crema y las marcas varían mucho en densídad y color, habíendo desde máculas marrón rojízo hasta manchas grandes de rojo íntenso. Dímensíones: 43! - 46 X 33! - ~6!. Brítísh Museum, Vol. II, p. 234: 39!-47 36-46 Hartert et Venturi: 2: 1l-X -20. Cacharí, F. C. S. 1: 4-XI-20. ~ ~

X31-37. X 33-35.

52. Heterospizias meridionalis aust~alis. - Un huevo del Aguila colorada de la coleccíón es de forma elíptíca, teníendo la superfícíe una aparíencía gredosa y de color blanco lígeramente ázulado.


1927

C. H. Smyth:

Dimensiones:

56

Descripción de una colección de huevos de aves arg. X

15

48.

Hartert et Venturi: 57 - 64 X 47 - 48. 1 : 9-X-22. Manchalá, Tucumán. 53. Urubitinga urubitinga. - Un huevo del Aguila Negra es de forma ovalada obtusa. El fondo es blanco grisáceo, levemente borroneado, rayado y salpicado de marrón amarillento pálido y púrpura palida. Dimensiones: 61 X 50 !. 1:

ll-X-22. Manchalá, Tucumán.

54. Cerchneis sparverius australis. - Dos huevos del Halconcito son de forma ovalada ancha, sin lustre. El fondo es color crema, libremente salpicado de marrón pálido, marrón amarillento y marrón rojizo en toda la superficie. Dimensiones: 34 X 26 ! - 27. British Museum, Vol. Il, p. 314: 34 - 36 X 28 - 30. Hartert et Venturi: 29 - 35 X 25 - 28. 2: 5-XIl-21. Santa Elena, E. R. 55. Rostrihamus sociabilis. - Un huevo del Halcón caracolero presenta una forma ovalada obtusa y es ligeramente lustroso. El fondo blanco es borroneado y manchado con varios matices de marrón mayormente en el polo grande, donde las marcas son confluentes. Dimensiones: 46! X 36!. British Museum, Vol. Il, p. 290: 47! 1: 16-X1-15. Ajó, F. C. S.

X

34!.

56. Circus cinereus. - Los huevos de este Gavilán son de forma ovalada obtusa y ancha, sin lustre. El fondo es blanco, salpicado y manchado con varios matices de marrón en toda la superficie. Los huevos catalogados por el British Museum son descriptos como de color «blanco azulado pálido », mientras Hudson (1) dice: «los huevos son de fondo blanco borroneado de rojo intenso. » Dimensiones: 42 - 45 X 34 - 36

!.

British Museum, Vol. Il, p. 236: 43! - 44! X 33! - 36. 2: 6-1 -22. Santa Elena, E. R. 2: 15-XIl-25. Cacharí, F. C. S. 1: 23-XIl-25. Santa Elena, E. R.

(1) Birds of La Plata, vol. II p. 43-44.


EL

16

HORNERO

Vol. IV.

Orden STRIGIFORMES Familia Strigidae

57. Speotyto cunicularia. - Los huevos de la Lechucita varían desde una forma ovalada alargada hasta esférica. Son blancos, sin manchas y algo satinados. Dimensiones: 33 - 38 X 26 - 28.

t

British Museum, Vol. 11, p. 337: 28! - 34 X 26 - 30. Hartert et Venturi: 31- 37 X 26 - 28. 5: l1-X -20. Cacharí, F. C. S.

2: 14-XI -21. ~ ~ 5: 3-XII-25. Santa Elena, E .. R. (Oollcluináj

ADICIONES

Y CORRECCIONES

A LA "LISTA DE AVES URUGUAYAS"

(1)

POR

JUAN

TREMOLERAS

Desde la aparición de mi « Lista ~ tuve la intención de ir publicando los nuevos datos sobre nuestra avifauna que pudiera adquirir, ya personalmente, ya por intermedio de otros observadores, tomando en cuenta al mismo tiempo, las modificaciones taxonómicas expuestas en las publicaciones que fueran apareciendo. Mi objeto era, pues, «mantener al día ~ la citada Lista, mediante las adiciones y correcciones prometidas en el proemio de la misma, promesa que recién hoy puedo cumplir. Durante los siete años transcurridos desde entonces nuestro país ha sido visitado por dos misiones científicas. Una fué encomendada al doctor Alexander Wetmore por el «Biological Survey ~ del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, con el objeto de reunir observaciones sobre las aves que en invierno emigran de aquel país, especialmente las de ribera, y que pasan a la región austral de la América del Sur. Dicho viajero recorrió nuestra República durante los meses de Enero y Febrero de 1921, reuniendo una importante colección (1) El Hornero, Vol.

Ir,

nO

1, 1920,

p.

10-25.


1927

J.

Tremoleras:

Adic. y correcc. a la «Lista

de aves uruguayas»

17

de aves cazadas personalmente y haciendo numerosas observaciones, las que ha dado a conocer en una publicación titulada« Observations on the Birds of Argentina, Paraguay, Uruguay, and Chile» (U. S. National Museum, Bulletin 133; Washington, 1926. Con 20 láminas). Como verá el lector, he tomado de esta fuente todas las citas que presenta de aves nuevas para nuestra fauna. La otra misión la ha llevado a cabo Mr. C. C. Sanborn, del «Field Museum of Natural History" de Chicago (Estados Unidos), viajando desde Octubre de 1926 hasta Febrero del corriente año por varios de nuestros departamentos y obteÍlÍendo una buena colección de aves, a pesar de que su programa no era exclusivamente ornitológico. Tengo entendido que los materiales recogidos en esta expedición, en lo que a aves se refiere, serán estudiados y publicados por el eximio ornitólogo doctor C. E. Hellmayr, del citado «Field Museum", quien ha continuado la obra iniciada por C. B. Cory, « Catalogue of Birds of the Americas ", de la cual han aparecido, desde la publicación de mi « Lista" en 1920, las Partes 1, n, nI, IV y V y que, naturalmente, he tenido en cuenta al redactar el presente opúsculo. Antes de entrar en materia debo manifestar que, como en otros casos, he contado con la amable ayuda del doctor Roberto Dabbene, a quien me complazco en presentar mis agradecimientos por la revisión de las líneas que siguen, así como por haberme facilitado parte de la bibliografía necesaria para terminarlas. ADICIONES. Nothura maculosa savannarum Wetmore, Journ. Washington Acad. Sciences, Vol. 11 (1921), p. 435. - Bul!. 133, U. S. Nat. Museum, p. 35 (1926). El ejemplar típico de esta subespecie fué cazado cerca de San Vicente, Departamento de Rocha, el 27 de Enero de 1921. Odontophorus capueira (Spix). «Urú". - Departamento de Tacuarembó. No tengo un conocimiento autóptico de individuos de esta especie capturados en nuestro territorio, pero la incluyo aquí por haberme asegurado una persona de mi relación, digna de todo crédito, que la había cazado en el Departamento de Tucuarembó, en campos de su propiedad. Eudyptes chrysocome nigrivestis Gould. - De este pingüin suele aparecer uno que otro ejemplar durante el invierno (mediados de Junio a fines de Agosto) en la costa de Montevideo, habiendo sido ya señalado en la de la provincia de Buenos Aires (Cf. Dabbene, EL HORNERO, n, p. 8, 1920). Puffinus gravis (O' Reilly). - Wetmore (1. c., p. 51) halló un ejemplar muerto de este pufino en la costa de la Paloma, Departamento de Rocha, €l 23 de Enero de 1921. Phalacrocorax albiventer (Less.). - He tenido oportunidad de exami-


18

EL

HORNERO

Vol. IV.

nar un individuo de esta especie capturado en Carrasca, cerca de la ciudad de Montevideo, el 20 de Agosto de 1926. Cathartes urubitinga Pelzeln. - Esta especie fué observada por Wetmore (1. c., p. 87) en Lazcano, Departamento de Rocha, el 8 dé Febrero de 1921. Rupornis magnirostris Pucherani (J. et E. Verreaux). - Una hembra adulta (San Vicente, Rocha, 31 de Enero de 1921) y una hembra inmatura (Río Negro, 15 de Febrero) han sido capturadas por Wetmore, fuera de otros ejemplares observados en los mismos parajes por dicho autor (1. c., pp. 111, 112). Accipiter erythronemius (Kaup). - Río Negro, 19 de Febrero de 1921. Dos ejemplares capturados (Wetmore, 1. c., p. 115). Gelochelidon nilotica (Gmelin). - Varios individuos de esta especie, que estaban en compañía de otros de Thalasseus maximus (Bodd.) fueron observados en Carrasca, cerca de Montevideo, en Enero de 1921, por Wetmore (1. c., p. 136). Capella braziliensis (Swains.). - Según Wetmore esta especie era común en los bañados entre Lazcano y el río Cebollatí, desde el 7 al 9 de Febrero de 1921. También durante los días 16, 17 Y 18 del mismo mes observó en Río Negro ejemplares de una becasina que juzga pertenezcan a la misma especie. Thinocorus rumicivorus Eschscholtz. - «Uruguay~. (Cf. Wetmore, 1. c., p. 172). Coccyzus melacoryphus (Vieill.). - «Cerca de Río Negro, Uruguay, observé del 14 al 19 de Febrero estas aves, que tenían sus lugares de reproducción en el tupido matorral que orlaba las corrientes de ~gua ..... El 15 de Febrero ví una llevando alimento a los pichones, y el 18 cogí dos en plumaje de cría, completamente desarrolladas. Los machos adultos capturados el 15 y 19 de Febrero y las hembras cazadas el 14 y el 18 del mismo mes están en pleno plumaje nupcial. Los dos pichones (macho y hembra) obtenidos el 18 de Febrero son, superiormente, de un pardo algo má,s apagado que los adultos y tienen las manchas claras de la cola difusas y no netamente delineadas. Aparentemente los pichones mudan las rectrices antes de la próxima estación de cría ~ (Wetmore, 1. c., p. 190). Coccyzus americanus (L.). - Una hembra adulta, capturada cerca de Río Negro el 15 de Febrero de 1921. (Wetmore). Glaucidium brasilianum (Gm.). - Debido al extravío de la ficha correspondiente omití enumerar esta especie en mi «Lista~. En Diciembre de 1891 cacé dos ejemplares de este caburé en el monte de la orilla derecha del Arroyo Grande, no lejos de su confluencia con el Río Negro (Departamento de Flores). Wetmore capturó una hembra adulta cerca de Lazcano, Departamento de Rocha, el 5 de Febrero de 1921. También, no hace mucho, he tenido en mis manos un ejemplar cazado en el Departamento de Minas.


1927

J. Tremoleras:

Lidie. y eorreee. a la «Lista

de aves uruguayas»

l~

Cranioleuca sulphurifera (Burm.). - Siptornis sulphurifera Wetmore. C., p. 264. Común en las proximidades del Río Cebollatí, cerca de Lazcano, del 5 al 9 de Febrero de 1921 (Wetmore). Asthenes Baeri (Berlepsch). - Paysandú (Gibson); «Uruguay ~ (Sclater). Asthenes maluroides (Lafr. et d'Orb.). - Maldonado (Gould). Empidonax Euleri (Cabanis). - Rocha (San Vicente, 31 de Enero; Lazcano, 8 de Febrero); Río Negro (14 de Febrero). Wetmore, 1. C., p. 335. Myiarchus Swainsoni Cabo et Reine = Myiarchus sordidu8 Todd. (1) - Wetmore cazó cerca de San Vicente (Rocha) un macho adulto que cree correspOlida a esta especie. Empidonomus aurantio-atro-cristatus (d'Orb. et Lafr.). - Un macho cazado en Río Negro el 17 de Febrero de 1921. (Wetmore, 1. c., p. 337). Phytotoma rutila Vieill. - Un ejemplar cazado el 13 de Mayo de 1922 en Rincón de Latorre (Departamento de San José) por el doctor K. Wolffhüge1. En nombre de este consocio lo remití a la S. O. P. en cuyas colecciones figura. Anthus furcatus d'Orb. et Lafr. - Río Negro; Rocha (Bañado de India Muerta, 12 millas al S. de Lazcano; San Vicente). Cf. Wetmore, 1. C., pp. 1.

360-361.

Vireo chivi (Vieill.). - Cuatro machos adultos (San Vicente: 28 y 29 de Febrero) y un casal de Río Cebollatí, cerca de Lazcano (6 de Febrero) capturados por Wetmore, quien dice (1.c., p. 367) que esta especie era c0I9-ún en los densos matorrales del último paraje durante los días 6-8 de Febrero. Basileuterus auricapillus (Swains.). - Rocha: Río Cebollatí, cerca de ·Lazcano. (Wetmore, 1. c., p. 368). Basileuterus leucoblepharides (Vieill.). - Rocha: San Vicente, Lazcano. - Río Negro. (Wetmore, 1. c., p. 369). Pseudoleistes guirahuro (Vieill.). - Recuerdo haber cazado esta especie, hace años, a unas 2 o 3 leguas al Norte de Pando, Departamento de Canelones. Wetmore la ha observado cerca de Lazcano y de Río Negro, habiendo cazado un ejemplar en la última localidad. Poospiza assimilis Cabo - Según Wetmore (1. c., p. 422) esta Poospiza era bastante común en San Vicente, del 28 al 30 de Enero, habiéndola observado también en Lazcano, a lo largo del Río Cebollatí (7-8 de Febrero) y en Río Negro (17-18 de Febrero). Obtuvo ejemplares de la primera y de la última de las localidades citadas.

(1) \Vetmore,

loco cit., p. 336.


EL

20

HORNERO

Vol. IV.

CORRECCIONES.

Pág. 10, N°

, ,

»» 13, Pág.»N°14, 12, No

»»

»

»» » Pág.

Pág. 15, N° »

»

»

(*) Las páginas

ros a (1) (2) (3)

1 (*) Rhea americana Rothschildi Brab. et Chubb = Rhea americana intermedia Rothsch. et Chubb. Según Wetmore (1) esta es la subespecie que habita la República O. del Uruguay y sur del Brasil. - R. a Rothschildi cae en sinonimia de R. a. albescens Lynch Arribálzaga et Holmberg (2), teniendo este último nombre la prioridad. La distribución geográfica de las tres formas de Rhea sería la siguiente: Rhea americana americana (L.)- NE. del Brasil (localidad típica: Sergipe). Rhea americana albescens Lynch Arr. et Holmb.República Argentina (localidad típica: Carhué, Provincia de Buenos Aires). Rhea americana intermedia Rothsch. et Chubb - Sur del Brasil y República O. del Uruguay (localidad típica: Barra del San Juan, Departamento de Colonia). 20. Podiceps americanus Garn. = Podiceps chilensis Less. 23. Podilymbus podiceps (L.) = Podilymbus podiceps antarcticus (Less.) 29. Petrella capensis (L.) = Daption capensis (L.). 30. Heteroprion desolatus Banksi (Smith) = Heteroprion Belcheri Mathews. (3) 43. Belonopterus cayennensis grisescens (Prazak) = Belonopterus chilensis lampronotus (Wagler). 46. Aegialitis collaris (Vieill.) = Charadrius collaris Vieill. 47. Leucopolius (Pernettyva) falklandica (Lath.) = Charadrius falklandicus Lath. 56. Calidris alb2 (PalIas) = Crocethia alba (PalIas). 57. Pisobia maculata (Vieill.) = Pisobia melanotus (Vieill.). 59. Gallinago paraguaiae (Vieill.) = Capella parag,uaiae (Vieill.). 61. Rostratula semicollaris (Vieill.) = Nycticryphes semicollaris (Vieill.). 71. Butorides striata (L.) = Butorides striatus cyanurus (Vieill.). 88. Nettiumflavirostris (Vieill.) = Nettion flavirostre (Vieill.). 89. Nettium brasiliensis (Gm) = Nettion brasiliense (Gm.).

se refieren a las los de las respectivas especies l. c., p. 26. El Naturalista Argentino, Vol. Cf. DABBENE, El Hornero, Vol.

de EL HORNERO de esta última.

donde apareció

1 (1878), p. 101. III (1923), pp. 131-132 Y 135.

mi

<

Lista.

y los núme-


J.

1927

90. 98. 110.

Pág. 15, Pág. 16, Pág. 17, »

Pág.

»

Pág. »

»

Pág. »

»

Pág.

Tremoleras:

Adic. y COI"recc.a la «Lista

de aves uru,guayas»

Nettiumtorquatum (Vieill.) = Nettionleucophrys (Vieill.). Oxyura vittata (Phil.) = Erismatura vittata Phil. Buteo erythronotus (King) = Buteo polyosoma (Quoy

et Gaimard). 122. Aratinga acuticaudata (Vieill.) = Thectocercus acutícaudatus (Vieill.). 18, N° 125. Pyrrhura vittata chiripepe (Vieill.) = Pirrhura frontalis chiripepe (Vieill.). » » 128. Streptoceryle torquata cyanea (Vieill.) = Me~aceryle torquata eyanea (Vieill.). » » 135. Chlorostilbon aureoventris egregius Heine = Chlorostilbon aureoventris (d'Orb. et Lafr.). 19, N° 142. Chloronerpes aurulentus (Temm.) = Piculus aurulentus (Temm.). (1) » » 143. Chrysoptilus melanolaemus (Malh.). - El «carpintero que he citado en mi «Lista» bajo este nombre es el Chrysoptilus melanochlorus cristatus (Vieill.). » 149 y 150. Erionotus caerulescens (Vieill. = Erionotus gilvigastcr (Pelz.) = Thamnophilus ~ilvi~aster Pelz. »151. Rhopochares ruficapillus (VieilU = Thamnophilus ruficapillus Vieill. »156. Phloeocryptes melanops (Vieil1.) = Phleocryptes melanops. 20, N° 162. Asthenes striaticeps heterocerca (Berl. et Leverk.) = Cranioleuca pyrrhophia pyrrhophia (Vieill.). » 163. Asthenes anthoides Hudsoni (Sel.) = Asthenes Hudsoni (Sel.). » » 165. Thryolegus curvirostris (Gould) = Limnornis curvirostris Gould. 25,(sin número). Limnornis rectirostris Gould = Limnoctites rectirostris (Gould.). 20, N° 166. Phaceloscenus striaticollis (Lafr. et Orb.) = Phacellodomus striaticollis (Lafr. et d'Orb.). » » 168. Xenicopsis rufosuperciliatus oleagineus Sel. = Xenoctistes rufosuperciliatus acritus (Oberh.). (3) » » 169. Picolaptes angustirostris (Vieiil.) = Lepidocolaptes an~ustírostris praedatus (Cherrie). 170. Drymornis Bridgesi (Eyton) = Drymornis Brid~esii (Eyton), »

»

:>

(:2)

Pág. »

»

21

(1) Of.

OllERHOLSER,

(2) Of. HEI,I,MAYR, (3) Of. HEI,LMA YR,

Proc. Hiol. Soco 'Washington, Vol. 36 (19:23),p. 201. O"t. Birds of the Americas, IV (1925), p. 54. loco cit., pp. 188, 189 - 190.


"

» »» » »» 177. 175. 173. 195. 185. »N° 193. 178. 174. 200. 182. 190. 209. 233. 244. 251. 199. 240. 22 207. 172. 218. 239. 184. 171. 24, N° » »

Pág. Pág. 21, 22, »»» 23, »»» Pág. »»»»

»»

EL

202.

HORNERO

Vol. IV.

»

Pág. 20,

Myiotheretes

rufiventris

(Vieill.) = Neoxolmis

rufiven-

tris (Vieill.). Taenioptera cinerea (Vieill.) = Xolmis cinerea (Vieill.). Taenioptera coronata (Vieill.) = Xolmis corona ta (Vieill.), Taenioptera dominicana (Vieill.) = Xolmis dominica-

na (Vieill.). Taenioptera irupero (Vieill.) = Xolmis irupero (Vieill.). Atectrurus risorius (Vieill.) = Yetapa risora (Vieill.). SiSOpyg1:S icterophrys (VielI.) = Satrapa icterophrys

(Vieill.). Lessonia nigra (Bodd.) Hapalocercus flaviventris

= Lessonia rufa (Gm.).

(Lafr. et Orb.) = Pseudoco(d'Orb. et Lafr.). Polystictus pectoralis minima (Gould) = Habrura pectoralis (Vieill.). Empidagra suiriri (Vieill.) = ~uiriri suiriri (Vieill.). Myiophobus fasciatus (P. L. S. Müll.) = Myiophobus fasciatus fJammiceps (Temm,). Myiarchus ferox ferocior Cabo = Myiarchus Pelzelni ferocior Cab. Planesticus amaurochalinus (Cab.) = Turdus amaurochalinus Cabo Planesticus rujiventris (Vieill.) = Turdus rufiventris Vieill. Mimus modulator (Gould) = Mimus saturninus modulator (Gould). Geothlypis aequinoctialis cucullata (Lath.) = Geothlypis aequinoctialis velata (Vieill). Tachycineta leucorrhoa (Vieill.) = Iridoprocne leucorrhoa (Vieill.). Stephanophorus diadematus (Mikan) = Stephanophorus diadema tus (Temminck). (1) Myospizahumeralis (Bosc) = Myospiza humeralis dorsalis (Ridgw.). Cacicus chrysopterus (Vig.) = Archiplanus albirostris (Vieill.)(~) Amblycercus solitarius (Vieill.) = Archiplanus solitarius (Vieill.). Agelaius thilius chrysocarpus (Vig.) = Agelaius thilius chrysopterus (VieilU. Xanthornus pyrrhopterus (Vieill.) = Icterus pyrrhopterus (Vieill.). lopteryx flaviventris

(1) Cf. WE'I'MORE, (2)

Ot. MU,LER,

l. e., p.

394.

The Auk, 19'24, pp. 463 - 465.


23

1927

SEGUNDA LISTA DE AVES COLECTADAS EN LA REGION DE LA PROVINCIA

RIBEREÑA

DE BUENOS

AIRES

(1)

POR

.JOSE A. PEREYRA

En la primera lista, publicada en Diciembre de 1923, menciono 158 especies de aves capturadas en la misma región. A ellas debo agregar ahora otras 49 especies, que enumero en la presente lista, lo cual forma un total de 207 especies para el área señalada. Las colectadas en otras regiones de la Argentina, de las que doy también una lista suplementaria a continuación de la que acabo de mencionar, suman 98 especies.

Orden RALLIFORMES Familia Rallidae.

Porzana spiloptera (Durnf.), Gallineta enana o de los alfalfares. - Dos machos.' Zelaya (F. C. C. A.), X, 1924 y XI, 1925. Anidan en la región, en los espartillares en terreno de bañado. Abundan aunque son difíciles de cazar. Gallinula galeata (Licht.). -Macho. Zelaya, V, 1924. Gallineta que se asemeja mucho al tipo de las gallaretas, pero no tiene los pies lobados como éstas. Abundantes, anidan entre los juncales. Ionornis martinica (Linn.). Gallineta azul. - Macho. Zelaya, XI, 1926. Vive en los juncales.

Orden PODICIPEDIFORMES Familia Podicipedidae

Podilymbus podiceps antarcticus Anidan en la región.

(1) Ver El

H01"ne1'O,

vol. III, p. 159.

(Less.). -

Joven. Zelaya, V, 1925.


24

EL

HORNERO

Vol. IV.

Orden LARIFORMES Familia Laridae

Rynchops nigra intercedens Saunders. Rayador O pico de tijera.Macho. VI, 1924, Río Luján, al norte de Escobar (F. C. C. A). Escaso.

Orden CHARADRIIFORMES Familia Attagidae

Thinocorys rumicivorus Esch. Agachona. - Macho. Zelaya, VII, 1924.. Hembra. IV, 1926, en los bañados del río Luján. Andan en bandadas en ciertas épocas. Familia Charadriidae

Charadrius dominicus P. L. S. Müll. Chorlo pampa. - Hembra. Zelaya, X, 1923. Ahora escaso. Suelen encontrarse en distinta coloración. Limosa haemastica (Linn.). Macho y joven. - Maipú (F.C.S.), VI, 1925. Micropalama himantopus (Bp,). - Dos hembras. Zelaya, 12, X, 1927 y Rosas (F. C. S.), 23, X, 1927. Van en bandaditas de 4 o 5 individuos junto con el Totanus jlavipes. Actitis macularia (Linn.). Chorlito. - Hembra. Zelaya, IV, 1926. Orillas del río Luján. Nada y zambulle perfectamente; muy escaso; únicamente fué cazado otro ejemplar por el doctor A. Wetmore en: el cabo San Antonio (Bs. As.). Pisobia fuscicollis (Vieill.). - Hembra. Zelaya, IX, 1924. Entre las bandadas del P. melanotus (VieilU se encuentran ejemplares. Capella braziliensis (Swains,). Becasina. - Hembra. Zelaya, VII, 1924. Anidan. Nycticryphes semicollaris (Vieill.). - Pichón. Zelaya, IX, 1924. Esta y la anterior anidan muy temprano. He encontrado huevos en el mes de Agosto.

Orden ARDEIFORMES Familia Ardeidae

Botaurus pinnatus (Wagl.). Garza mirasol, Hocó o Bramador por el grito que produce en la época del celo.- Hembra. Zelaya, X, 1923. En los juncales. Familia Ciconiidae

Tantalus americanus (Linn.). Cigüeña tuyuyú de frente calva.Macho. Zelaya, XI, 1925. Ave muy útil, como todas las de esta familia. Come mucha langosta tucura.


1927

J. A.

Pereyra:

Segunda lista de aves de la reg. ribo de la Prov. de Es. As. 25

Familia

Plataleidae

Ajaja ajaja (Linn.). Espátula, por la forma del pico. - Macho. Zelaya,. X, 1925

Orden ANSERIFORMES Familia Anatidae

Dendrocygna viduata (Linn.). Pato silbón de cara blanca. - Hembra. Zelaya, IV, 1924. Dafila spinicauda (Vieill.). Pato barcino grande. - Macho. Zelaya, IV, 1924. Querquedula cyanoptera (Vieill.). Pato colorado. - Dos machos. Zelaya ,V, 1924. Heteronetta atricapilla (Merrem.). Pato negro. - Macho. Zelaya, X, 1923. Erismatura vittata (Phil.). Pato zambullidor, pato toro. - Hembra. Zelaya, IV, 1924.

Orden PHOENICOPTERIFORMES Familia

Phoenicopterus IX, 1924.

chilensis

Phoenicopteridae

(Mal.) Flamenco. - Macho

joven. Zelaya.

Orden P ALAMEDEIFORMES Familia

Palamedeidae

Chauna torquata (Oken). Chajá. -

Pichón. Islas del río Luján, 1924.

Orden ACCIPITRIFORMES Familia

Falconidae

Circus cinereus (Vieill.). Gavilán. - Macho. Zelaya, IX, 1924. Parabuteo unicinctus (Temm.). Gavilán. - Macho. Zelaya, V, 1924 y Conhelo, 29, XI, 1927. Suelen acercarse a las casas de campo para llevarse algún pollo cuando no encuentran otro alimento.

Orden STRIGIFORMES Familia

Asionidae

Asio clamator midas Schl. Hermoso lechuzón de las islas. - Mach() Islas del río Luján al norte de Escobar, X, 1925.


26

EL

HORNERO

Vol. IV.

Glaucidium nanum (King.). Caburé. - Macho. Zelaya, IV, 1924. He cazado varios ejemplares de esta especie, algunos de los cuales fueron donados al Museo Nacional. Pasaban todo el año en la quinta y han dado lugar a muchas observaciones interesantes, referentes a su alimentación y costumbres, que se publican más adelante en esta misma entrega de EL HORNERO.

Orden CORACIIFORMES Familia Halcyonidae

Megaceryle torquata (Linn.). Martín pescador grande. - Hembra. laya, costa del río Luján, II, 1924.

Z(,-

Orden CUCULIFORMES Familia Cuculidae

Micrococcyx cinereus Vieill. Urraca chica.-Macho. Zelaya, XII, 1923. De ojos colorados y, como todos los cucúlidos, se esconde entre el follaje tupido.

Orden

PASSERIFORMES

Familia Furnariidae

Certhiaxis cinnamomea russeola (Vieill.). - Macho. Zelaya, IX, 1925. En los terraplenes con cicuta de la vía del F. C. C. A. Cranioleuca sulphuriphera (Burm.). - San Isidro, IV, 1926. Otro macho, id VIII, 1926. Es sedentario y suele andar entre las pajas cortaderas. Xenoctistes rufosuperciliatus acritus (Oberh.) - Macho. Islas del río Luján, XII, 1923. Anida entre las pajas. Cranioleuca pyrrhophia pyrrhophia (Vieill.). - Escobar, XI, 1926. Familia Dendrocolaptidae

Lepidocolaptes angustirostris Dique Luján, II, 1924.

praedatus

(Cherrie).-Macho

y hembra.

Familia Tyrannidae

Fluvicola albiventer (Spix). - Macho. Zelaya, IV, 1926. Escasa. Xolmis irupero (Vieill.). - Zelaya, IX, 1925. Escasa. A fines de Junio se suelen ver algunos ejemplares aislados. Knipolegus cyanirostris (Vieill.). - Macho. San Isidro, III, 1926. Todo negro con ojos de color rojo vivo. Muscisaxicola mac10viana mentalis (Lafr. et Orb.). - Hembra. Zelaya, IV, 1926. Elaenia parvirostris Pelz. - Hembra. Zelaya, XI, 1924.


1927 J. Á. Pereyra:

Segttnda lista de aves de la reg. ribo de la Prov. de Bs. Ás. 27

Empidonax Euleri argentinus (Cab.). - Zelaya, V, 1926. Escaso. Myiarchus ferox australis (Hellm.). - Hembra. Dique Luján, II, 1924. Otros dos machos fueron cazados en Pueblo Brugo (Entre Ríos), XII, 1925. Familia Hirundinidae

Pygochelidon ya, X, 1925.

Cyanoleuca

patagonica

(Lafr. et Orb.). - Hembra. Zda-

Familia Tangaridae

Stephanophorus diadematus (Temm.). Cardenal azul. - Macho y hembra. Conchitas (F. C. S.), IV, 1924. Macho. Punta Lara, VIII, 1924. Pipraeidea melanonota (Vieill.). - Hembra. Moreno (F. C. O.), VII, 1924. Come los frutos del Asparrugus sprengeri y para cazarlo se puso de esos frutos en una trampa; al verse encerrado. de rabia, se quitaba las plumas, Pyranga nava (Vieill.). - Macho. Islas del río Luján, al norte de Escobar, VIII, 1926. Come frutas y también abejas que busca de preferencia. Familia Fringillidae

Sporophila

hypoxantha

Cabo Corbatita colorada. - Macho. Zelaya, II, de las corbatitas

1925. Escasa. Muy cantora y su canto es fuerte. Es una

más chicas. Poospiza melanoleuca (Lafr. et Orb.). - Dos machos y una hembra. Escobar (F. C. C. A.), « Talar del Cazador ", X, 1924. En bandaditas . Familia Icteridae

Gnorimopsar chopi chopi (Vieill.). Charrúa. - Macho. Zelaya, XI, 1923. En bandadas; comen semillas de junco. Familia Corvidae

Cyanocorax chrysops (Vieill.). Urraca azul. - Macho. Zelaya, 1, 1924. En bandadas de 10 a 12 en la costa del río Luján, sobre un sauce. NOTA: - En el « Elenco sistemático de la fauna de la provincia de Buenos Aires" por Carlos A. Marelli, no se mencionan las siguientes especies que he colectado y menciono en la lista: Actitis macularia (Linn.), Asio clamator midas Schl., Glaucidium nanum (King), Synallaxis cinnamomea russeola (Vieill.), Asthenes sordida flavigularis Gould, Knipolegus aterrimus hudsoni (Scl.), Tachyphonus coronatus (Vieill.), Pyranga flava (Vieill.), Sporophila hypoxantha Cab., Poospiza ornata Landb., Cyanocorax chrysops (Vieill.).


EL

28

HORNERO

Vol. IV ..

LISTA DE AVES COLECTADAS EN OTRAS REGIONES ( Continuación)

Orden TINAMIFORMES Familia

Tinamidae

Crypturus tataupa (Temm.). - Macho. Córdoba, IX, 1926. Nothoprocta cinerascens (Burm.). Perdiz de monte. - Macho. Conhelo, F. C. O. (Pampa Central), VI, 1926. Nothura Darwini mendozensis Chubb. - Macho. San Rafael (Mendoza), IX, 1926.

Orden COL UMBIFORMES Familia Columbidae

Notioenas maculosa (Temm.). Paloma de monte. - Macho. San Rafael (Mendoza), V, 1924. Contenía uvas en el buche. Otro ejemplar macho, de Conhelo, F. C. O., 111, 1925, contenía arena y semillas. Familia Peristeridae

Zenaida auriculata (Des Murs). Paloma torcaz. - Macho. San Rafael (Mendoza), VII, 1926. De color más subido que la subespecie de la Prov. de· Buenos Aires.

Orden CHARADRIIFORMES Familia Charadriidae

Belonopterus chilensis (Mol.). - Macho. San Rafael (Mendoza), X, 1925. Obsequiado al Museo de H. Natural. Aegialitis collaris (Vieill.). - Macho. San Rafael (Mendoza), IX, 1925. Dos ejemplares más fueron cazados en Octubre de 1925 a orillas del Río Diamante. Es el más bonito de los chorlitos. Calidris arenaria (Linn.). Chorlito blanco. - Macho. Río Diamante, San Rafael (Mendoza), V, 1925

Orden GRUIFORMES Familia Cariamidae

Cariama cristata (Linn.) Chuña. - Macho. Jelin, F. C. O. (Pampa Central) , VII, 1924. Anida en la misma región que la otra especie Chunga Burmeisieri.


1927

J. A.

Pereyra:

Segunda lista de aves de la 'reg. ribo de la Prov. de Bs. As. 29

Orden ACCIPITRIFORMES Familia Falconidae

Buteo polyosoma (Q. et G.). Aguilucho. - Hembra. Conhelo, F. C. O '(Pampa Central), VII, 1925. Cuando fué cazada estaba comiendo una Taenioptera coronata. Otro ejemplar hembra, joven, o en otro plumaje, fué Qbtenido en la misma localidad el 5 de abril de 1926. Spiziapteryx circumcinctus Kaup. Halconcito. - Macho. Conhelo, Pampa 'Central, II, 1925. El estómago contenía langosta tucura y coleópteros escarabajos. Otro ejemplar macho fué cazado en Septiembre de 1926. Escasos. Muy abundante en la región es el Cerchneis sparverius australis. Tinnunculus sparverius australis (Ridgway). - Pichón de un mes. ·Conhelo, XI, 1927. Se encontraba, conjuntamente con otros tres en un nido ubicado en un agujero de un caldén, Los otros tres pichones los he criado dándoles de comer carne picada; al mes adquirieron el plumaje del adulto. Se crían muy mansitos y tienen la particularidad del caburé que Julio Koslowsky describió ~l), es decir que las plumas de la parte posterior de la cabeza presentan dibujos que asemejan una cara de lechuza; pero en el halconcito esta figura existe también a cada lado de la ·cabeza, de manera que, en vez de una, son tres las caras que imita.

Orden STRIGIFORMES Familia Asionidae

Syrnium rufipes chacoensis Cherrie et Reinchenberger. - Macho y hembra. Conhelo (Pampa), IV, 1925. La hembra fué donada al Museo Na· cional. Especie muy escasa. El estómago contenía lauchas y langostas tucuras. Familia Tytonidae

Tyto alba tuidara (Gray). Lechuza bodeguera. - Dos pichones con plumón traídos de San Rafael (Mendoza), V, 1926.

Orden PSITTACIFORMES Familia Psittacidae

Amoropsittaca ay mara (Orb.). Catita de las sierras. - Hembra. Valle Hermoso, Córdoba, VIII, 1924. - Macho. San Rafael (Mendoza), VII, 1926.

(1) El Homero,

t.

l,

p.

229-235.


EL

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HORNERO

Vol. IV.

Orden CORACIFORMES Familia Caprimulgidae

Hydropsalis furdfera (Vieill.). - Dos machos y una hembra. Conhelo, Pampa, III, 1924 Y II, 1925. Anidan en la región. Stenopsis longirostris (Bp.). - Hembra. Conhelo, Pampa, III, 1924. Macho, id., II, 1925. Como la anterior, muy abundante. Familia Cypselidae

Micropus andecolus Dinellii Hart. Golondrina de alas largas. - San Rafael, costa del río Atuel (Mendoza), X, 1925. Anidan en las barrancas de piedra. Difíciles de cazar por su vuelo muy rápido. Familia Trochilidae

Petasophora

serrirostris

(Vieill.). Picaflor. - Tucumán.

Orden PICIFORMES Familia

Rhamphastos Rhamphastos

Ramphastidae

toco (Müll.). Tuc¡jn. - Chaco, VII, 1924. dicolorus (Linn.). - Macho. Misiones, IX, Familia

Trichopicus cactorum (Entre Ríos), 1, 1926

1926.

Picidae

(Lafr. et Orb.). - Dos hembras.

Pueblo Brugo,

Orden P ASSERIFORMES Familia Hylactidae

Rhinocrypta lanceolata (Is. Geoffr. et Orb.). Gallito del cerco. - Macho. Valle Hermoso (Córdoba), VII, 1924. Otro, San Rafael (Mendoza), X, 1925. Familia

Formicariidae

Taraba major (Vieill). - Dos machos y dos hembras. Pueblo (Entre Ríos), VIII, 1925.

Brugo

Familia Furnaridae

Geositta rufipennis fasciata (Phil. et Landb.). «Barranqueras., porque andan en las barrancas de los arroyos en las sierras. - San Rafael (Mendosa), IX, 1926. Fué cazado a 12 leguas de San Rafael en el paraje denominado «Los Reyunos', lugar muy pobre en fauna y flora, de suelo pedregoso, donde sólo se encuentran cactus que alcanzan a medir hasta un metro y medio de alto y 40 centímetros de diámetro.


1927

J. A.

Pereyra:

Segunda l'ista de aves de la reg. ribo de la Prov. de Bs. As. 31

Geositta antarctica Landbeck - San Rafael (Mendoza), en el río Diamante, VI, 1926. Upucerthia dumetoria Darwini Scott. - Hembra. Valle Hermoso (Córdoba), VIII, 1924. Otras dos de San Rafael (Mendoza), VII, 1926 Y IX, 1926. Leptasthenura aegithaloides pallida Dabb. - Macho y hembra. San Rafael (Mendoza), VI, 1926. Leptasthenura fuliginiceps paranensis (Scl.). - San Rafael (Mendoza), VIII, 1926. Schoeniophylax phryganophila (Vieill.). - Macho y hembra. Pueblo Brugo (Entre Ríos), IX, 1925 Asthenes D'Orbignyi (Reichenb.) - Dos machos. Conhelo (Pampa), II, 1925. Su canto se asemeja al del Leñatero (Anumbius). Cranioleuca pyrrhophia (Viei1l.) - Macho y hembra. Conhelo, III, 1924. Andan por las ramas de los «Caldenes »trepados como los carpinteritos. Asthenes pyrrholeuca affinis (Berl.) - Macho. Valle Hermoso (Córdoba) ,VIII, 1924 Hermosa especie que presenta una mancha amarilla en la garganta y debajo de ella una faja negra. Asthenes pyrrholeuca sordida (Less.). - San Rafael (Mendoza), X, 1925. Asthenes modesta australis Hellm. - San Rafael (Mendoza), VII, 1926. Phacellodomus ruber (Vieill.). - Macho. Pueblo Brugo (Entre Ríos), VIII, 1925. Phacellodomus sincipitalis. (Cab.) - Macho y hembra. Pueblo Brugo (Entre Ríos), VIII, 1925. Lepidocolaptes angustirostris (Vieill.). - San Rafael (Mendoza), X, 1926. Drymornis Bridgesii (Eyton).-Dos hembras. Conhelo (Pampa), III, 1924. Pseudoseisura gutturalis (D' Orb. et Lafr.). - San Rafael (Mendoza) X,1926. Familia Cotingidae

Xenopsaris albinucha (Burm.). - Macho (Entre Ríos), 1, 1926. Escaso.

y pichón. Pueblo Brugo

Familia Tyrannidae

Agriornis microptera Gould. - Macho. Conhelo (Pampa), III, 1924; V, 1924. Otro, de San Rafael (Mendoza), VII, 1926. El primero contenía langostas tucuras en el estómago. Xolmis murina (Orb. et Lafr.). - Macho y hembra. Valle Hermoso (Córdoba), VIII, 1924. Otra, de San Rafael (Mendoza), VII, 1926, donde le llaman «Tile» . Xolmis rubetra (Burm.) - Hembra. Conhelo, II, 1925. Van en bandadas sobre los campos arados. Dos especímenes machos, de San· Rafael, (Mendoza), IX, 1925 Y IX, 1926.


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Muscisaxicola

EL

HORNERO

maculirostris

Orb. et Lafr. -

Vol. IV.

Macho.

San Rafael

'(Mendoza) IX, 1925. Euscarthmornis margaritaceiventer (Lafr. et Orb.). - Macho y hembra. Pueblo Brugo (Entre Ríos), IX, 1925. Spizitornis flavirostris (Scl. et Salv.). - Macho y hembra. San Rafael (Mendoza), VI, 1926. Euscarthmus meloryphus Wied. - Macho. Pueblo Brugo (Entre Ríos), 1, 1926. Serpophaga munda Berl. - Macho. Pueblo Brugo (Entre Ríos), V, 1926. Otro, de San Rafael (Mendoza), X, 1925. Elaenia albiceps (Lafr. et Orb.).-Macho. San Rafael (Mendoza), X, 1925. Suiriri suiriri (Vieill.). - Macho y un joven. Conhelo (Pampa), "In, 1924, donde anidan y abundan. Sublegatus modestus (Wied). Dos hembras. Conhelo (Pampa), In, 1924 y n, 1925. Empidonomus aurantio-atro-cristatus (Lafr. et Orb.). -Hemb~a. Conhelo (Pampa), nI, 1924. Macho; id. II, 1925. Muy abundantes y anidan en la región. Hembra joven, II, 1925. Stigmatura budytoidcs flavocinerea (Burm.). - Macho y hembra. Conhelo, Pampa, XI, 1927. Familia Hirundinidae

Progne furcata Baird. - Macho y hembra. Conhelo, III, 1925. Anidan y pernoctan en los aleros y corredores de las casas durante la estación. Hirundo erythrogastra Bodd. - Santa Fe, XII, 1925. Alopochelidon fucata (Temm.). - San Rafael (Mendoza), IX. 1925. Iridoprocne Meyeni (Cab.). - San Rafael (Mendoza), X, 1926. Familia Troglodytidae

Troglodytes musculus mageIlanicus Gould. - Macho. San Rafael, VI, 1\:126. Troglodytes musculus chilensis Less.. - San Rafael (Mendoza), VIII, 1926. Cistothorus platensis (Lath.).-San Rafael (Mendoza), X, 1925y X, 1926. Familia Tu'rdidae

Planesticus anthracinus (Burm.). Zorzal negro con pico y patas amarillas. - Macho y hembra. San Rafael (Mendoza), V, 1924. 'l'enía uvas en el buche Familia

Mimidae

Mimus patagonicus tricosus Wetmore et Peters - Dos machos. San Rafael (Mendoza), VI, 1925 y VII, 1926.


1927

J. A.

Pereyra:

Segunda lista de aves de la reg. ribo de la Prov. de Bs. As. 33

Familia Motacillidae

Anthus lutescens lutescens Pucho - CachirJa que tiene la particularidad de tener la uña del pulgar derecho mucho más larga que la otra .-especie.Hembra. San Rafael (Mendoza), VII, 1926. Anthus correndera chilensis (Less.). - Macho. San Rafael (Men,doza), IX, 1926. Familia Tangaridae

Thl'aupis sayaca ~bscura Naum. - Macho. Pueblo Brugo (Entre Ríos), IV, 1925. Tangara seledon (Müll.) Tangaré. - Dos machos. Misiones. Tangara pretios!l (Cab.). - Macho. Misiones. Tanagra cyanocephala (Vieill.). - Misiones. Tanagra violacea aurantiicollis (Bertoni). - Macho. Misiones. Familia Fringillidae

Saltator caerulescens Vieill. - Macho y hembra. Pueblo Brugo (Entre Ríos), VIII, 1925. Catamenia analis (Orb. et Lafr.). - Macho. San Rafael (Mendoza), X, 1925. Hembra; id, VI, 1926. Sicalis flaveola Linn. - Botón de oro. - Misiones. Brachyspiza capensis chloraules Wetmore et Peters. - Conhelo (Pampa), VIII, 1926. Brachyspiza capensis canica pilla (Gould.). - Macho. San Rafael (Men,doza), VI, 1926 Y VIII, 1926. Aimophila strigiceps (Gould.) - Hembra. Pueblo Brugo (Entre Ríos), IX, 1925. Phrygilus caniceps Burm. - Macho. San Rafael (Mendoza), IX, 1925 Phrygilus plebeius Cabo- Macho y hembra. San Rafael (Mendoza), VIII, 1926. Phrygilus Aldunatii Gay. - Hembra. San Rafael (Mendoza), VII, 1926.. Dos machos y una hembra de San Rafael (Mendoza), VII, 1926 Poospiza torquata (Orb. et Lafr.). - Macho. Conhelo (Pampa), 111, 1924. Escaso. Embernagra olivascens Gossei (Chubb). Verdona, Pico de hueso.San Rafael (Mendoza), V, 1925 Y IX, 1926. Diuca diuca (Mol.). - San Rafael (Mendoza), VII, 192.6. Diuca minor Bp. - Dos machos. Conhelo, F. C. O. (Pampa), XI, 1923. Muy abundantes Familia Icteridae

Archiplanus albirostris ,Chaco santafesillo.

(Vieill.). Boyerito de alas amarillas. - Macho.


EL

34

HORNERO

Vol. IV.

Trupialis militaris (Linn.). Pecho colorado grandó. - Dos machos. Conhelo (Pampa), VIII, 1922. Sedentario, muy abundante y muy cantor. NOTA:- En la lista de «Aves Mendocinas' por Renato Sanzin, publicada en el vol. I de EL HORNERO, no figuran las siguientes especies que he coleccionado y menciono en mi lista: Nothura darwini mendozensis Chubb, Thinocoryx rumicivorus Esch., CrocetMa alba (Pall.), Micropus andecolus Dinellii Hart" Geositta rufipennis fasáata (Phil. et Landb.), Geositta antarctica Landbeck, Leptasthepatagonica Orb., Lepidocolaptes annura platensis Reichemb., Siptornis gustirostris (Vieill.), Tachycineta Meyeni (Bp.), Mimus patagonicus (Orbet Lafr.) Anthus correndera chilensis (Less.), Anthus lutescens. Puch., Brachyspiza plecapensis canicapilla (Gould), Phrygilus caniceps Burm., Phrygilus beius Cabo En la lista de aves de Entre Ríos, «Aves de Santa Elena ., por P. Serié y C. H. Smyth (EL HORNERO, vol. III, pp. 37-54) y en la publicada anteriormente por Holland, no figuran las siguientes especies que he colectado y menciono en mi lista: Phacellodomus striaticollis Orb. et Lafr., Phacellodomus rubt3r (Vieill.), Phacellodomus sincipitalis (Cab.), Melanerpes cactorum (Lafr. et Orb.), Xenopsaris albinucha (Burm.), Serpophaga munda Berl., Hapalocercus flaviventris (Orb. et Lafr.), Euscarthmus margaritaceiventris (Lafr. et Orb.), AimopMla strigiceps (Gould).

DISTINTAS FASES DE COLORACION DEL PLUMAJE EN LA

MERGANETTA

DEL NOROESTE

DE LA ARGENTINA

POR

ROBERTO

DABBENE

En 1~94 el conde Hans von Berlepsch (1) ha descripto la especie Merganetta Garleppi sobre un ejemplar macho, al parecer adulto, obtenido en Cocotal, Bolivia. Posteriormente el mismo autor, con motivo de una visita que hizo al museo de Berlín, pudo observar otro ejemplar obtenido en la provincia de Tucumán, el que encontró idéntico al ejemplar típico. \1) Ornith. Monatsber., vol. 2, p. 110 (1894).


1927

R. Dabbene:

La Merganetia

del Noroeste

de la Argentina

35

En 1909, el doctor Hartert (1) al estudiar en el Museo de Tring la colección adquirida al señor Santiago Venturi, encontró dos ejemplares, macho y hembra, de estos interesantes patos, procedentes también de Tucumán. El macho, muy diferente del que describió Berlepsch, sirvió al doctor Hartert para fundar la nueva especie, M erganetta Berlepschi. Lo que distingue a primer aspecto los machos de estas dos especies, M. Garleppi y M. Berlepschi, es la coloración diferente del pecho y de los costados. Según la descripción original de Berlepsch, la del Catálogo del Museo Británico y la que se encuentra en la reciente obra de Phillips, A Natural History of the Ducks, así como en la hermosa lámina en color que acompaña la descripción, el macho de M erganetta Garleppi tiene el pecho y sus costados de un blanquizco grisáceo estriado longitudinalmente de negruzco. En el ejemplar adulto del mismo sexo, descripto por Hartert con el nombre de M erganetta Berlepschi, las partes indicadas son negras casi como en M. Turneri del Perú. Los ejemplares de Merganetta del Noroeste de la Argentina y de Bolivia son, al parecer, escasos en los Museos; el plumaje del joven, los diferentes estadios de coloración por los que pasa el ave hasta llegar a ser completamente adulta, no han sido aún descriptos y este es el objeto de la presente nota. Para el estudio he tenido a mi disposición nueve ejemplares machos de diferentes edades y dos hembras, todas procedentes del noroeste de la República Argentina. Ocho de ellos pertenecen a la colección del Museo Nacional de Historia Natural y los otros tres me han sido gentilmente prestados por mi estimado colega, el doctor Miguel Lillo, de Tucumán, y forman parte de su colección particular. Desgraciadamente, no he tenido a mano ningún ejemplar típico de M erganetta Garleppi, de Bolivia, para la comparación, y para esto sólo he podido servirme de la excelente lámina de la obra citada de Phillips y de las descripciones publicadas. Las láminas que acompañan estas notas, representan la serie de ejemplares machos que he observado. El N° 1 representa al joven, posiblemente en el primer estadio de coloración del plumaje. La frente, la parte superior de la cabeza y posterior del cuello son pardo negruzcas; los lados de la cara y del cuello, blancos salpicados de pequeñas manchas o puntos negruzcos; el dorso y las escapulares son negros, con los bordes laterales de las plumas blanco grisáceos, por lo que estas partes presentan un aspecto fuertemente estriado. La rabadilla, las cobijas superiores de la cola y los lados del abdomen son negruzcos, cruzados transversalmente por líneas blancas, las que son más anchas sobre los flancos. Todas las partes inferiores desde la barba a las subcaudales son de un blanco puro. Las plumas del ala son de un gris pardo y el especulum verde metálico está encerrado entre dos pequeñas fajas blancas formadas por las extremidades de las cobijas mayores y de (1) Novitates

Zool., vol. XVI, p. 244 (1909).


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EL

HORNERO

Vol. IV.

las secundarias. La cola tiene los mástiles de las rectrices gastados en la pun:ta por el uso y ambas barbas son parduzcas. Las tapadas internas del ala son de este último color, cruzadas por fajas y puntos blanquizcos. El espolón del ala está ya desarrollado. El iris era negruzco, el pico rojizo obscuro y los tarsos negruzcos. Este ejemplar ha sido obtenido en la Ciénaga, alto 2.000 metros, provincia de Tucumán, en Abril de 1904 por el señor Luis Dinelli. El N° 2 es un ejemplar ya adulto y posiblemente en un tercer estadio de coloración del plumaje. La cabeza, cuello, dorso y el abdomen tienen ya la coloración definitiva del ave; pero el pecho es casi del mismo color del abdomen, gris blanquizco con ligero baño de rojizo e igualmente estriado de negruzco. El color negro sin embargo se nota que empieza a aparecer sobre la base anterior del cuello en forma de un tinte obscuro que se va confundiendo poco a poco con las estrías negruzcas que salpican el fondo gris blanquizco de la parte superior del pecho. Las partes superiores y las alas son casi iguales a las de M. armata, pero los bordes blancos de las plumas son más angostos y la disposición de las líneas negras en la cabeza es idéntica a la que se observa en M. Garleppi de Bolivia. El pico es rojo con el culmen negro, los tarsos y dedos rojos y la membrana negruzca. Este ejemplar ha sido obtenido en el Aconquija, provincia de Tucumán,' el 3 de Agosto de 1927 por el señor Juan Mogensen. En el ejemplar N° 3, el tinte obscuro de la base del cuello aparece más intenso y forma una especie de anillo negro de un par de centímetros df3ancho que se va esfumando y fundiendo con el color gris rojizo del pecho y con las estrías negruzcas más tupidas en esa parte. El resto de las partes inferiores presentan el mismo aspecto estriado del ejemplar anterior, pero la coloración del fondo es más rojiza. Ha sido obtenido en Las Pavas, provincia de Tucumán, en Junio de 1910, por el señor Juan Mogensen El ejemplar N° 4 es casi igual al N° 3 y difiere únicamente en la mayor anchura del anillo negro. Procede del Aconquija, en donde lo cazó en el mes de Agosto el señor Juan Mogensen. En el espécimen quinto, el negro del anillo se ha extendido sobre la parte superior del pecho y sobre el costado. En lo demás no hay casi diferencia cOn los ejemplares 3° y 4°. Las manchas blanquizcas que aparecen en la lámina son debidas a los claros que han dejado muchas plumas caídas con motivo 4el mal estado de conservación del ejemplar y han dejado descubierto el plumón blanco. Ha sido cazado en el Aconquija en Septiembre de 1911 por el señor Juan Mogensen. El N° 6, de la misma procedencia y obtenido en Agosto, yel N° 7 cazado en la sierra del Cajón a 3.250 metros, provincia de Salta, por Fr. M. Rodríguez, son casi iguales en coloración. En estos ejemplares, toda la parte superior del pecho y los costados son muy negros y este color tiende a extenderse más abajo, gradualmente, pues en algunos puntos se ve el color gris bh.nquizco de los bordes de las plumas que tiende a obscurecerse.


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LAMINA

(Vol. IV - 1927)

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R. Dabbene:

La Merganetta

del Noroeste

de la Argentina

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Los ejemplares N° 8 Y 9, en fin, proceden respectivamente de Ancajulj, provincia de Tucumán, altitud 1.500 metros, y del Aconquija y han sido obtenidos en Julio y Agosto por los señores Emilio Budin y Juan Mogensen. En ambos ejemplares, la coloración del plumaje parece haber llegado al estadio definitivo. Todo el pecho y los costados son completamente de un negro intenso y el resto de las partes inferiores grisáceo rojizo más o menos obscuro con las estrías bien marcadas. Como se puede ver, la graduación en la extensión e intensidad q~e ofrece la coloración negra del pecho en los ejemplares examinados debe considerarse como debida a la edad, y esas partes son siempre más obscuras a medida que el ave va adquiriendo su plumaje difinitivo. Merganelta Berlepschi de Tucumán ha sido entonces descripta sobre un ejemplar con este último plumaje. Evidentemente, entre el ejemplar N° 1 Y el ejemplar N° 2, deben haber otros que presentan estadios intermedios de coloración del plumaje por el que pasa el ave y en los que el blanco del pecho y del abdomen del joven se va cambiando en grisáceo y rojizo pálido, mientras que sobre estas partes van apareciendo gradualmente las estrías longitudinales obscuras. En uno de estos estadios intermedios y cuando el tinte obscuro en la base del cuello que muestra 1;'1 ejemplar N° 2, no ha aún aparecido, el ave ha de tener una coloración igual a la de M. Garleppi, como ha sido descripta por Berlepsch y como está representada en la lámina de la obra de Phillips. Si se probase que esa es la coloración definitiva del plumaje en la especie que acabo de mencionar, entonces la Merganetta de Tucumán sería efectivamente bien distinta y sólo pasaría por una fase de coloración en la que el plumaje es igual al de M. Garleppi, de Bolivia. y bien podría ser que en ese estadio se encontrase el ave de Tucumán que Berlepsch vió en el Museo de Berlín y que le pareció idéntica a la especie de Bolivia por él descripta. Si, por el contrario, lo que me parece más probable, se llegase a probar que los ejemplares completamente adultos de M. Garleppi adquieren, también con la edad, una coloración negra en el pecho, entonces no podrán ser, por lo menos específicamente, separables de los de Tucumán. Para aclarar convenientemente este punto, sería necesario el examen de una buena serie de M. Garleppi de Bolivia, en diferentes edades y en comparación con iguales series de M. Berlepschi de Tucumán. A mi modo de ver, las Merganetta de Bolivia y de Tucumán representan una sola especie o cuando más, dos formas muy afines entre sí, intermediarias entre M. Turneri del Perú y el grupo de M. armata y M. jrenata;. del extremo sur del continente americano. Con la primera especie, (Merganelta Garleppi), las Merganelta de Tucumán concuerdan en la disposición de las líneas negras de la cabeza y en la coloración de las partes inferiores, y con M. armata en la coloración general con excepción de la disposición de las líneas negras de la cabeza. Las hembras de M. Turneri, M. Garleppi, M. Berlepschi y M. armata no ofrecen diferencias muy apreciables en la coloración.


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Las citaciones de M. armata en el Noroeste de la Argentina, se refieren todas a la especie descripta por Hartert como M. Berlepschi, y M. armata no parece extender su habitat más al norte de Mendoza. Según Mogensen, quien recientemente ha examinado el contenido del estómago de varios ejemplares que ha cazado en el Aconquija, estos patos no se alimentan de peces, sino de larvas de insectos.

NOTAS SOBRE LA ALIMENT ACION DE LAS AVES POR

REYNALDO

PRIMERA

O. ARA VENA

PARTE

Al publicar estas observaciones no pretendemos dar a conocer a nuestros lectores el estudio completo y acabado de un problema ornitológico de tanta importancia, como lo es el de los regímenes alimenticios de las aves. Estudio es este que exigirá muchos esfuerzos y muchos años de dedicación, no sólo por las dificultades con que se tropieza en la investigación corriente de un ave, sino también por la interpretación difícil de los hechos observados que nos conducen la mayoría de las veces a emitir juicios erróneos con el consiguiente perjuicio, pues sabida es la estrecha vinculación de la vida de las aves con determinadas actividades del hombre. El estudio de la alimentación de las aves es un problema bastante costoso de resolver, en primer lugar por la gran extensión de nuestro país y en segundo por la carencia absoluta del material indispensable para poder proceder a la determinación del alimento de las diversas especies que componen la avifauna argentina. Son muy pocos los aficionados a estudios ornitológicos y los que existen, salvo algunas excepciones, no han encarado aún el estudio de la alimentación. De aquí que en nuestro país sean esacasos los trabajos que se refieren a este asunto y los pocos que existen son incompletos por falta de observaciones de otros puntos del territorio, pues ya se ha dicho: no hay que conformarse con una especie localizándola sino que hay que generalizarla por todo el suelo en que ella habita para poder así sacar conclusiones más precisas sobre su utilidad. A todas estas dificultades inherentes a la investigación hay que agregar las que provienen de las aves mismas y que son una consecuencia de su extraordinaria sensibilidad a las variaciones del medio físico y biológico.


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R. Aravena:

Notas

sobre la alimentación

de las aves

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No vamos a encarar el estudio de la alimentación de las aves desde un punto diremos casi utilitario, puesto que no vamos a referir nuestras observaciones a los beneficios que reportan las aves para la agricultura y sus anexos. N o indicaremos en nuestra lista si un ave es o no útil, sino que nos contentaremos con enumerar lo que hemos observado en su estómago y en su buche, pues por las razones expuestas anteriormente no se puede aún emitir juicios categóricos. Creemos que la revisión del buche y del estómago es la manera más indicada para saber con exactitud lo que el ave consume para su alimentación. Naturalmente no basta la observación del contenido digestivo de las aves en cada una de las épocas del año, pues puede ser que por causas accidentales el ave tenga que modificar en parte su régimen alimenticio debido como ya lo hicimos notar a la sensibilidad de estos seres al medio exterior. Por otra parte juzgamos conveniente la confección de listas minuciosas, en las que se encuentren detallados los contenidos del buche y del estómago de las diversas especies de aves regionales, con observaciones hechas en diversas épocas y años y con la enumeración de las substancias halladas en cada caso para que al fin se pueda llegar a un resumen, cuyo resultado inmediato sería dar el grado de utilidad de las aves. Los aficionados a estudios ornitológicos que residen en el interior y que están más en contacto con la naturaleza, es a quienes corresponde confeccionar estas listas o sino encargar de ello a una comisión formada por miembros de la S. O. P., la cual elevaría por períodos los informes de su cometido. Antes de entrar a considerar los contenidos estomacales analizados, consideraremos el asunto bajo la faz económica o utilitaria. La gran mayoría de las aves es considerada como benefactora a la agricultura y a las ramas que de ella se derivan, por ser destructoras de insectos y plantas dañinas que viven en nuestro territorio. La observación directa de las aves ha permitido hacer notar que muchas de ellas, al destruir determinadas especies de larvas o insectos, perjudican los sembrados, malogrando en parte los esfuerzos del agricultor. Pongamos un ejemplo: Un ave gusta de las larvas que viven en los campos sembrados y para buscadas necesita escarbar y al proceder así saca a flor de tierra la semilla, la cual debido al solo a otras aves granívoras se pierde. Durante la primavera del año 1924 he tenido oportunidad de observar en Arano (F. C. S.) el hecho referido. Durante ese año la isoca (Colias) hizo verdaderos estragos en los sembrados de lino, tanto que se perdió parte de la cosecha; pues bien, durante los meses de Septiembre y Octubre las urracas (Guira) hicieron gran consumo de dichas larvas, pues en un solo estómago hallé a las once de la mañ,ana 80 larvas. Ahora bien, como éstas estaban en un campo recién sembrado escarbaban con facilidad la tierra para obtenerlas, dejando así gran parte de las semillas en descubierto. Pero comparando ambas destrucciones se ve que era mayor la de isocas y que, si bien es cierto se perdía bastante semilla, el beneficio


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era mayor, pues al destruir las larvas eliminaba un peligroso enemigo de! agricultor. N o solamente sucede esto con la especie indicada sinó con grannúmero de ellas. Pues bien, es a este grupo de aves al cual debe dirigirse la observación," investigando si el daño que produce es proporcional al beneficio que re-o porta pues podría darse el caso que las larvas o insectos de los cuales se alimenta sean útiles a la agricultura y por lo tanto ser el ave doblemente' perjudicial. Es por esto que debe procederse con mucho tino y no generali~ zar con pocos casos para evitar la destrucción de una especie de ave útil O' semi-útil. No se crea, sin embargo, que las aves son capaces de "eliminar una plaga cuando ésta se presenta en proporciones alarmantes; si bien es cierto que' son capaces de hacerla mermar, nunca se alcanzarán resultados favorables' sino se recurre a otros medios ideados por el hombre. Tal sucede con la plaga del gorgojo (Dacnirotatu8 Bruch1:), que ataca a los eucaliptus, como sucede en el bosque de La Plata, siendo las aves impotentes para consumir los millares de ejemplares que nacen a diario. De aquí la necesidad de no abandonarlas a si mismas, sino que hay quefacilitarles la tarea, destruyendo el hombre con los medios que están a su alcance, las plagas que azotan los sembrados. El doctor E. Holmberg, en esta revista (Vol. II, N.ol) nos refirió que en Hungría, el gorrión destruía los sembrados, malogrando las cosechas, tanto que dió origen a una ley, por la cual se favorecía la destrucción del gorrión y que dió por resultado la casi exterminación de él; al año siguiente las cosechas se perdían debido a los insectos. ¿ N o sucederá lo mismo con algunas aves nuestras cuya destrucción se" acrecienta cada vez más? En general la variedad del alimento no es muy grande en las aves y en particular cada grupo, cada familia, podríamos decir, tiene una alimentaJ ción casi uniforme. Pero a pesar de esta circunstancia vamos a asignarle a cada ave una clase determinada de régimen alimenticio. Para ello recurriJ remos en primer lugar a los datos que nos proporcionan los porcentajes de substancias halladas en los estómagos y en segundo término al análisis detallado de ese contenido. En lo que se refiere a la clasificación de las aves por su sistema alimenticio, soy de opinión que no existe una determinada y fija para ellas, pues ya se ha hecho notar la sensibilidad de las mismas al medio ambiente, desde que la adaptación predomina en ellas. Es natural que no se puede hacer pasar a un ave, cuya alimentación sea puramente animal, a una contraria, pero sí puede adaptarse momentáneamente, principalmente en las aves cuya alimentación es grano-insectívora. A mi parecer, podemos clasificar las aves en dos grandes grupos: zoófagas y fitófagas según se alimenten de animales o vegetales. Entre las fitófagas podemos distinguir los grupos: a) herbívoras, b) granívoras, e) frugívoras.


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R. Aravena:

Notas

sob re la alimentación

de las aves

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Entre las zoófagas, distinguiremos: a) carnívoras, si el alimento consisteen presas vivas o cadáveres, b) insectívoras, e) piscívoras, a las que se alimentan de peces. Esta clasificación es aceptable hasta cierto punto, pues hay aves que participan de los caracteres de las fitógafas y zoófagas, pero· para hacerla más práctica consideraremos a un ave herbívora, frugívorar, insectívora etc., cuando el porcentaje del contenido estomacal sea de un 60 % aproximadamente. He aquí resumida la clasificación anterior:

Fitófagas Aves Zoófagas

herbívoras granívoras frugívoras carnívoras insectívoras piscívoras

Hemos adoptado en la mayoría de los casos el temperamento del señor C. Marelli, dividiendo las substancias en animales, vegetales y minerales por las causas que él explica en su lista publicada en el número 4, Vol. 1, de la revista EL HORNERO. N o obstante, al tratar las substancias animales procederemos clasificando sistemáticamente los insectos por especies cuando los casos lo permitan, valiéndonos para ello de nuestra colección entomológica. Las demás especies de animales han sido clasificadas de acuerdo a las colecciones del Museo Nacional de H. Natural y a las indicaciones de los especialistas en los diversos órdenes. En cuanto a los elementos de origen vegetal no nos ha sido posible en muchos casos determinarlos por carecer de colecciones adecuadas y de los conocimientos necesarios para ello. El presente trabajo fué comenzado el 19 de Julio de 1924 por el subscripto y por el malogrado consocio Antonio B. Mata, con el cual efectué numerosos análisis. No habiéndolo terminado hasta su muerte, ésta ha retardado la aparición en razón de tener repartida la tarea y el material. Todos los estómagos aquí detallados se encuentran en mi poder y a disposi"ión de los interesados los que podrán realizar cualquier investigación y comprobar en cualquier época del año los datos consignados en el presente trabajo. Debo dejar constancia del interés que se ha tomado la Dirección del Museo, pues parte del material me ha sido facilitado por el personal de esta Institución, razón por la cual les quedo sumamente agradecido, así como a os señores J. Fortuna de esta capital y Angel y Alejo Serantes por su desinteresada cooperación. Antes de terminar séame permitido recordar la memoria de mi amigo Antonio B. Mata, quién colaboró en todo momento en mis estudios y con-


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HORNERO

tribuyó a que nuestra colección ornitológica aumentara gradualmente su valor científico. Durante su corta vida se mostró una gran promesa para la ciencia, pues a más de ser un observador perspicaz tenía también la virtud de encarar el asuntó bajo una faz puramente científica, siendo siempre la verdad la que guió todos sus trabajos. SEGUNDA

PARTE

Orden TINAMIFORMES Familia

Tinamidae

1. Nothura maculosa (Temm.). «Perdiz chica».-15 de Junio de 1924, José C. Paz (Prov. Buenos Aires). En la mencionada localidad hemos obtenido varios ejemplares de esta perdiz, habiendo analizado 9 estómagos y buches hallando en ellos lo que a continuación se expone: Ejemplar a). Gran cantidad de hormigas negras (Atta lundi); patas, élitros, cabezas, etc., de carábidos no determinables. Numerosas hojas de trébol del género Oxalis Gran cantidad de semillas de abrojo y de gramíneas Se notan también granitos de arena y tierra. Porcentaje: Vegetales 70 %. Animales 28 %. Minerales 2 %. Ejemplar b). Gran cantidad de hormigas negras; restos de coleópteros: crisomélidos (Diabrotiea speeiosa), numerosos curculiónidos (Listroderes, etc.) y otros indeterminables. Vegetales, como el anterior. Porcentaje: Veg. 73%. Anim. 25 %. Min. 2 %. Ejemplar e). Como el anterior. Porc.: Veg. 78 %. Anim. 20 %. Min. 2 %. Ejemplar d). Además de lo que tienen los anteriores se notan coleópteros: larvas y restos del carábido Anysodaetylus eupripennis. Porc: Veg. 76 %. Anim. 22 %. Min. 2 %. Ejemplar e). Además de la Atta lundi, se observa en este estómago otra especie de hormiga nutridamente representada;, contiene también trocitos de vidrio y arena. Porc.: Veg. 80 %. Anim. 18 % Min. 2 %. Ejemplar f). Idem al a). Porc.: Veg. 76 %. Anim. 22 %. Min. 2 %. Ejemplar (1). Idem al a). Porc.: Veg. 76 %. Anim. 22 %. Min. 2 %. Ejemplar h). Idem al a). Porc.: Veg. 76 % Anim. 22 %. Min. 2 %. Ejemplar i). Además de lo que se observó en a) hay que agregar un coleóptero cásido (Chaelimorpha). Porc.: Veg. 74 %. Anim. 24 %. Min. 2 %. El porcentaje de las diversas substancias en los 9 estómagos examinados, puede calcularse por término medio: vegetales 76 %; animales 22 %; minerales 2 %. El examen de otros 5 ejemplares cazados en Arano (Prov. de Buenos Aires) el 20 de Septiembre de 1924, arrojó el siguiente resultado: Ejemplar a). Buche: 2 ninfas de lepidóptero y 8 larvas del género Colias; coleópteros: 6 histéridos, 1 curculiónido, 3 Halticinae (Haltiea), 1 coc-


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N atas sobre la alimentación

de las aves

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cinélido; además existía una pupa, algunas semillas y piedritas. Estómago: contiene restos de coleópteros Halticinae e histéridos, algunas semillas y piedritas. Porc.: Veg. 9 %. Anim. 90 %. Min. 1 %. Ejemplar b). Buche: Contiene 10 larvas de lepidóptero (Colias); diversos coleópteros: 1 histérido, 1 carábido, 1 escarabeido, 1 HaltlCinae; un hemíptero (chinche); semillas de cebada, avena y trigo. Estómago: 6 larvas de lepidóptero (Colias); numerosos élitros e insectos coleópteros del género Haltica, tarso s y élitro s de histéridos; un hemíptero (chinche), algunas semillas y piedritas. Porc.: Veg. 49 % Anim. 50 %. Min. 1 %. Ejemplar e). Buche: Semillas de trigo y piedritas. Estómago: Semillas de trigo enteras y disueltas; coleópteros (1 curculiónido y una larva) y un hemíptero (chinche). Porc.: Veg. 90 %. Anim. 5 %. Min. 5 %. Ejemplar d'. Buche: Semillas de trigo, avena y otras indeterminables, 1 coleóptero (curculiónido) y algunas piedritas. Estómago: Restos de vegetales ya disueltos. Porc.: Veg. 90 %. Anim. 1 %. Min. 9 %. Ejemplar e). Estómago: Contiene restos de coleópteros (curculiónidos e histéridos). Numerosas semillas de trigo y avena, algunas semillas disueltas y algunas piedritas. Porc.: Veg. 90 %. Anim. 9 %. Min. 1 %. De Chascomús, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 15 de Febrero de 1926, el señor Pedro Serié me envió dos estómagos cuyo análisis es el siguiente: Ejemplar a). Estómago: Contiene en abundancia semillas de alfalfa CM edicago sativa), cardo de Castilla (Cynara cardunculus) y flechilla. Los insectos están representados por un coleóptero curculiónido perteneciente al género Naupactus y un ortóptero (tucura). Porc.: Veg. 98 %. Anim. 2 %. Ejemplar b). Contiene a igual que el anterior, semillas de alfalfa y cardo; restos de coleópteros curculiónidos y algunos de ortópteros (tucura). Porc: Veg. 95 %. Anim. 5 %. 2. Calopezus elegans (Orbigny et Geoffroy). « Perdiz copetona o martineta >. - Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 11 de Agosto de 1924. El buche contiene gran cantidad de hojitas de trébol, restos de ortópteros (tucura) y una piedrita. El estómago contiene innumerable cantidad de piedritas, semillas, restos de insectos, algunas cerdas y un trocito de pluma. Porc.: Veg. 60 %. Anim. 20 %. Min. 20 %. El examen del buche y estómago de 6 ejemplares cazados en la localidad citada, el 20 de Septiembre de 1924, dió por resultado lo siguiente: Ejemplar a). Buche: Contiene 2 tucuras, semillas de trigo y avena, hojas de alfalfa, semillas de meloncito del campo (Solanum elaeagnifolium). Estómago: Contiene semillas ya disueltas de trigo y avena, 2 larvas de coleópteros, 1 Haltica, una isoca y muchas piedritas. Porc.: Veg. 80 %. Anim. 2 %. Min. 18 %. Ejemplar b). Estómago: Contiene semillas de trigo y avena en estado de disolución (algunas enteras); coleópteros (1 histérido y otros restos) y piedritas. Porc.: Veg. 80 %. Anim. 8 %. Min. 12 %.


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Ejemplar e). Se notan puramente semillas de trigo y avena, además· hojas de alfalfa y una isoca. Estómago: Contiene semillas de trigo y cebada además de otras de plantas silvestres. Hay también algunas piedritas. Porc.: Veg. 95 %. Anim. 1 %. Min. 4 % Ejemplar d). Estómago: Contiene semillas de trigo, cebada y hojas de alfalfa. Porc.: Veg. 100 %. Ejemplar e). Buche: Contiene semillas de trigo y hojas de alfalfa. Estómago: Semillas de trigo y otras de plantas silvestres. No hay restos animales. Porc.: Veg. 100 %. Ejemplar f). Estómago: Contiene solamente restos vegetales y piedritas. Porc.: Veg. 90 %. Min. 10 %. En otro ejemplar, cazado el 28 de Marzo de 1926 en la misma localidad, el buche estaba completamente lleno de hojas de flechilla; trébol (Oxalis), meloncito de campo; había además 2 himenópteros (hormigas), una crisálida y algunas cerdas. El estómago contenía restos de vegetales ya disueltos, muchas piedritas y algunos tarsos de coleópteros. Porc.: Veg. 79 %. Anim. 2 %. Min. 19 %. 3. Rhynchotus rufescens (Temm.). «Perdiz colorada« o «martineta". Ejemplar a). Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 28 de Julio de 1926. El buche contiene abundantes semillas de trigo y cebada. Substancias animales no existe. El estómago contiene semillas de trigo y cebada, la mayoría semi disueltas y algunos trocitos de vidrio. Porc.: Veg.. 97 %. Min.

3%. Ejemplar b). Yutuyaco, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), l"de Agosto de 1926. Se nota en el estómago mezclado entre una buena cantidad de arena, semillas de trigo, algunas piedritas y escasos restos de coleópteros. Porc.: Veg. 80 %. Anim. 1 %. Min. 19 % Ejemplar e). Salliqueló, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 7 de Agosto de 1926. El estómago contiene puramente semillas de trigo y cebada, habiendo muchas que se hallan ya disueltas; se notan también algunas piedritas. Porc.: Veg. 90 %. Min. 10 %.

Orden COLUMBIFORMES Familia Claraviidae

4. Zenaida auriculata (Des Murs).-Ejemplar a). Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), Septiembre 24 de 1924. El estómago contiene granos de trigo semi disueltos, algunas semillas de plantas silvestres, una pluma y algunas piedritas. Porc.: Veg. 98 %. Min. 2 %. Ejemplar b). Tigre, F. C. C. A. (Prov. de Buenos Aires), Septiembre 27 de 1924. El buche completamente lleno de granos de trigo; el estómago contiene restos del mismo cereal. Porc.: Veg. 100 %.


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sobre la alimentación

de las aves

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Ejemplar e). O'Higgins , F. C. P. (Prov. de Buenos Aires), Diciembre '22 de 1924. Estómago: Contiene granos de trigo, algunos ya disueltos. Se notan también algunas piedritas. Porc.: Veg. 99%. Min. 1%. Ejemplar d). Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 28 de Marzo de 1926. Buche: Contiene granos de maíz blanco, trigo y alfalfa, 2 bichos de bolita y una plumita. Estómago: Contiene semillas de maíz ya disueltas. Porc.: Veg. 100% 5. Columbina picui (Temm.). «Torcacita~. - Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), Septiembre 10 de 1924. El estómago contiene semillitas ·de diferentes especies de plantas silvestres. Porc.: Veg. 100%.

Orden RALLIFORMES Familia Rallidae

6. Fulica armillata Vieill. «Gallareta >. - O'Higgins, F. C. P. (Prov. ,de Buenos Aires), Diciembre 19 de 1924. Se encontró en su estómago una masa de arena, algas y gramíneas. Mezclados en ella se notan algunas hormigas y coleópteros (escarabeidos). Porc.: Veg. 25 %. Anim. 5 %. ~in. 70 %. 7. Fulica rufifrons Philippi et Landbeck. - O'Higgins, F. C. P. (Prov. de Buenos Aires), Diciembre 23 de 1924. El estómago contiene gran canti·dad de arenilla, semillitas y musgo. Pare.: Veg. 60 %. Min. 40 %. 8. Fulica leuc,lptera Vieill. « Gallareta ~. - O'Higgins, F. C. P. (Prov. de Buenos Aires), Diciembre 24 de 1924. Igual que la anterior, contiene .arenilla, semillitas y musgo. Pare.: Veg. 60 %. Min. 40 %.

Orden PODICIPEDIFORMES Familia Podicipedidae

10. Podiceps chilensis Less. «Macacito >. Ejemplar a). Tigre, F. C. C. A. (Prov. de Buenos Aires), Mayo 4 de 1924. En el estómago de .este macacito se encontraron restos de coleópteros curculiónidos (N aupactus) y otro posiblemente del género Listroderes. Numerosos fragmentos de 'ortópteros (Iocústidos). Algunas larvas acuáticas de libelúlidos, semillas de una gramínea, otros restos vegetales y pelos. Paré.: Veg. 45 %. Anim. 55 %. Ejemplar b). O'Higgins, F. C. P. (Prov. de Buenos Aires), Diciembre 18 de 1924. En el estómago se han encontrado numerosos restos de coleóp-


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teros acúaticos: Dytiscidae (Rhantus varius) e Hydrophilidae (Hydrochares medius, Berosus y otro género no clasificable). Numerosos hemípteros (Notonecta variabilis, etc.). Todo el contenido gástrico formaba una masa apelotonada por las plumas del mismo animal. Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar e). O'Higgins, F. C. P. (Prov. de Buenos Aires), Diciembre 21 de 1924. Contiene restos de coleópteros escarabeidos, algunas cerdas, plumitas y sedimentos vegetales. Porc.: Anim. 60 %. Veg. 40 %. Ejemplar d). Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), 23 de Marzo de 1926. El estómago contiene una especie de limo en el que se encuentran pequeños restos de insectos. Porc.: Veg. 90 %. Anim. 10 %.

Orden LARIFORMES Familia Laridae

11. Larus maculipennis Licht. «Gaviota de cabeza negra~. - Ejemplar a). Arano, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), Agosto 17 de 1924. Contiene restos de larvas de coleópteros y larvas de lepidóptero (Colias). Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar b). Arano, F. C. S., Agosto 18 de 1924. Estómago: Contiene restos de coleópteros, principalmente carábidos y escarabeidos (Aphodio), un hemíptero (chinche), una pupa y algunas larvas, de lepidópteros. Contiene además algunas piedritas. Porc.: Anim. 95 %. Min. 5 %. Ejemplar e). Rivera, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), Septiembre 15 de 1924. Se encuentran en el estómago 5 larvas de coleópteros, de las cuales 3 son del torito (Diloboderus), trocitos de élitros de Phanaeus splendidulus y 8 larvas de lepidóptero (Colias). No se encuentran restos vegetales. Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar d). Thames, F. C. S. (Prov. de Buenos Aires), Septiembre 15 de 1924. Se notan algunos restos indeterminables, principalmente tarsos, de coleópteros. Otros se encuentran ya diluidos. Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar e). Arano, F. C. S., 19 de Octubre de 1924. En el estómago se observaron coleópteros (uno del género Discinetus, una larva y otros restos indeterminables), una pupa y un arácnido. Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar f). Arano, F. C. S., 19 de Octubre de 1924. En el estómago observé: 3 larvas de coleópteros, una de las cuales pertenecía al género Di loboderus, restos de carábidos, 20 larvas de Colias lesbia, 4 ninfas de lepidópteros y 2 escorpiones. Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar g). Arano F. C. S., 19 de Octubre de 1924. El estómago con-, tenía 2 larvas de Colias, una larva de coleóptero, una crisálida y restos de coleópteros. Porc.: Anim. 'l00 %. Ejemplar h). O'Higgins, F. C. P., Diciembre 18 de 1924. Esta gaviota tenía en su estómago numerosos restos de coleópteros, Gromphas Lacordai-


1927

R. Aravena:

Notas

sobre

la alimentación

de las aves

47

rei y Phanaeus splendidulus; ejemplares enteros del dinastino Dyscinetus gagates, restos de Cyclocephala esp? y de carábidos, posiblemente del género Calosoma. Porc.: Anim. 100 %.

Ejemplar i). Arana, F. C. S., 19 de Junio de 1926. Elestó mago contiene 6 larvas de torito (Diloboderus), restos de otros coleópteros, una lombriz, y tres meloncitos de campo (Solanum). Porc.: Anim. 90 %. Veg. 10 %. 12. Larus cirrhocephalus

Vieill.

«

Gaviota de cabeza gris

». -

Ejemplar

a). Arano, F. C. S., Agosto 17 de 1924. Estómago casi vacío. Poquísimos e

indeterminables restos de coleópteros. Porc.: Anim, 100 %. Ejemplar b). Arano, F. C. S., Agosto 18 de 1924. Contiene barro y algunos coleópteros (Aphodios) Pare.: Anim. 90 %. Min. 10 %.

Orden CHARADRIIFORMES Familia Charadriidae 13. Belonopterus chilensis lampronotus. (Wagler). «Tero ». - Ejemplar a). Tigre, I!'.C. C. A., Mayo 10 de 1923. Se encontraron muy pocos restos vegetales en el estómago, casi todo era animal. Había varias hormigas negras, escarabajos, carábidos y curculiónidos, entre los que hemos clasificado al Listroderes cotirrostris. Porc.: Veg. 3 %. Anim. 96 %. Min. 1 %. Ejemplar b). Ti~re, F. C. C. A., Mayo 4 de 1924. En el estómago de esta ave se encontró gran cantidad de ejemplares del curculiónido Listroderes cotirrostris, constituyendo solamente este insecto el 85 % del total del contenido. Contenía también otros coleópteros: larvas y restos de un escarabeido dinastino, así como numerosos trocitos vegetales y pedazos de graillÍneas. Pare.: Veg. 4 %. Anim. 96 %. Ejemplar e). Pacheco, F. C. C. A. (Prov. de Buenos Aires), 4 de Mayo de 1924. Se encontraron en el estómago varios ejemplares de «tucura », larvas y restos de un lepidóptero adulto (C. lesbia); restos de coleópteros: larvas, varios trozos de un carábido indeterminable y de otros escarabeidos y gran cantidad de curculiónidos pertenecientes a la especie cotirrostris y a otras no determinadas. Los vegetales estaban representados por trozos de gramínea s, raicillas y pedazos del fruto del abrojo (Xanthium macrocarpum). Pare.: Veg. 25 %. Anim.74 %. Min. 1 %. Ejemplar d). Arano, F. C. S. Agosto 12 de 1924. S"l encuentran numerosos restos de coleópteros (carábidos), 4 chinches (Edessa), trocitos de piedras, una plumita y larvas de Colias. Porc.: Anim. 90 %. Min. 10 %. Ejemplar e). Chacabuco, F. C. P., Diciembre 15 de 1924. Contiene numerosos restos de hormigas y del grillo topo, (Scapteriscus dydactilus),. gran cantidad de coleópteros: numerosos ejemplares casi completos del curculiónido Sphenophorus crassus y de otros no determinables, restos de un crisomélido (Haltica), larvas y un ejemplar completo de Aphodius esp.? Porc.: Anim. 100 %. Listroderes


48

EL

HORNERO

Vol. IV.

14. Neoglottis flavipes (Gm.). «Chorlo patas amarillas ». -Ejemplar a). ·Chacabuco, F. C. P., Diciembre 15 de 1924. El estómago contiene numerosos ejemplares de coleópteros (aphodios, histéridos y crisomélidos). Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar b). Chacabuco, F. C. P., Diciembre 15 de 1924. El estómago .contiene restos de coleópteros (aphodios, crisomélidos, curculiónidos) y fragmentos del díptero Lucilia esp. ? Porc.: Anim. 100 %. Ejemplar e). Chacabuco, F. C. P., Diciembre 16 de 1924. El estómago .contiene algunos hemípteros (notonéctidos), restos de coleópteros: hidrofílidos (Hidrochares medius), pequeños ditíscidos inclasificables, curculiónidos, coccinélidos y restos de carábidos. Además se nota una mosca del ,género Sarcophaga y un arácnido. Porc.: Anim. 100 %. 15. Pisobia melanotus (Vieill.). «Chorlito ». - Ejemplar a). Chacabuco, F. C. P., Diciembre 10 de 1924. El estómago contiene restos de coleópteros (Sphenophorus esp.?, ditíscidos y crisomélidos indeterminables); semillas .silvestres, entre las que se encuentra la de alfalfa. Porc.: Anim. 82 %. Veg. 18 %. Ejemplar b). Chascomús, F. C. S., Febrero 16 de 1926. Contiene solamente un insecto hidrofílido. Porc.: Anim. 100 %. 16. Pisobia fuscicollis Vieill. « Chorlo ». - O'Higgins, F. C. P., Diciem.bre 17 de 1924. Contiene numerosos ejemplares de coleópteros (M etriona . tenella), algunos restos de hormigas y semillitas. Porc.: Veg. 6 %. Anim.94 %. 17. Himantopus melanurus (Vieill.). «Tero Real ». - Ejemplar a). O'Higgins, F. C. P., Diciembre 18 de 1924. Se ha observado en el conteni,do estomacal de este tero varios arácnidos; coleópteros curculiónidos (Sphenophorus crassus y otros no determinables), carábidos (Platima y otros) y larvas. Los minerales están representados por 4 terroncitos de tosca de color gris apizarrado. Porc.: Anim. 99 %. Min. 1 %. Ejemplar b). O'Higgins, F. C. P., Diciembre 19 de 1924. El estómago estaba repleto de coleópteros: entre los curculiónidos notamos los mismos que en el anterior; entre los carábidos el Scarites anthracinus, Platima esp-? y tres o cuatro especies más que no se pudieron determinar, los escarabeidos estaban representados por una gran cantidad de Aphodius esp. ?; había también un estafilínido. Se notaban también restos de arácnidos. Los minerales estaban representados por dos terrones de tosca color gris pizarra. Porc.: Anim. 99,5 %. Min. 0,5 %. 18. Capella paraguaiae (Vieill.). «Becasina ». - Ejemplar a). Tigre, F. C. C. A., Mayo 4 de 1924. En el estómago de esta becasina encontramos: jJarvas de díptero s y lepidópteros, restos de curculiónidos, id. de un molusco


1927

31azza, Deautier

y Steullet:

Hemoparásitos

el1

49

at'es

(Ampullaria), numerosos restos de vegetales y semillas. Porc.: Veg. 55 %. Anim. 44 %. Min. 1 %. Ejemplar·b). Tigre, F. C. C. A., Mayo 4 de 1924. La investigación del contenido estomacal dió por resultado: larvas de coleópteros, algunas eran de hidrofílidos, restos de coleópteros acuáticos (H1Jlochares), chinches de y trocitos de gramíneas. Porc.: agua, moluscos acuáticos (Ampullaria) Veg. 18 %. Anim. 79 %. Min. 3 %.

19. Nycticryphes semicollaris (Vieill.). «Agachona». - Arano, F. C. S., 1~ de Agosto de 1924. Este ejemplar fué cazado a la madrugada razón por la cual el estómago estaba completamente vacío. (Oonduird).

INVESTIGACION DE HEMOPARASITOS EN ALGUNAS

AVES DE MISIONES

(1)

POR EL

DR. SALVADOR MAZZA y

LOS

PROFS.ENRIQUE DEAUTIER y ALFREDO STEULLET (Adscritos

al Museo Bernardino

Rivadavia)

No obstante el interés doctrinario y biológico, además del de las aplica-eiones a la patología humana, que pudiera desprenderse del estudio de los hemoparásitos de las aves, son pocos los investigadores que hayan prestado atención en el país, a tan atrayente capítulo de la parasitología comparada. Con el objeto de arraigar entre nosotros tales investigaciones, iniciamos, con éS'ta, una serie de notas, aprovechando parte del material ornitológico, recogido durante un viaje por el territorio de Misiones, realizado en misión del Museo Bernardino Rivadavia. De los múltiples animales capturados, sólo nos fué posible recoger sangre en condiciones, de veinte ejemplares de aves, correspondientes a diez y seis especies diferentes. (1) Esta comunicación fué presentada a la tercera reunión de la Sociedad Argentina de Pa.tologia Regional del Norte, realizada en Tucumán, en Julio de 1927.


EL

50

HORNERO

Vol. IV.

Sólo en dos de éstas comprobamos la presencia de parásitos en la sangre: una microfilaria en un caso y un tripanosoma en el otro. MICROFILARIA

El ave que la presentaba, del orden Accipitrijormes, familia Falconidae, una Ictinia plumbea (Gmelin), fué cazada en Colonia Azara, Misiones. Las microfilarias, regularmente abundantes en frotes y gotas gruesas de sangre, son de dimensiones muy uniformes, oscilando el largo alrededor de 168 micrones, como término medio, por 2 a 2 1/2 micrones de ancho. El cuerpo casi siempre extendido o formando curvas muy amplias, presenta una extremidad cefálica roma, a cuya continuación se dispone una apretada serie de núcleos redondeados que llegan hasta la punta misma de la cola, la cual es también redondeada y de ancho muy ligeramente inferior al del resto del embrión. Tres manchas principales de aspecto y situación muy constante se observan en este embrión: la primera ovalada y hacia un costado del cuerpo en el 42 por ciento del largo, a contar de la cabeza; la segunda anular y en el 70 por ciento de longitud, y la tercera en el 94 por ciento, anular y muy ancha, y a cuyo nivel suele torcerse la cola de la microfilaria, como se ve en la figura 2 de la adjunta lámina. Las dimensiones de las microfilarias en ésta dibujadas, son: Número

Primera mancha. Segunda mancha Tercera mancha Largo total Ancho ....

1

68.37 M o sea a 41.40 por ciento de la extremidad cefálica. 118.03 M o sea a 70.00 154.80 M o sea a 92.00 167.37 M 2M Número 2

Primera mancha. Segunda mancha Tercera mancha Largo total . Ancho.

76.45 M o sea a 44 por ciento de la extensión cefálica. 119.97 M o sea a 70 158.97 M o sea a 96 170.92 M 2.52 M

Como se ve, estos embriones no tienen vaina y, además de las tres manchas constantes, presentan algunos ejemplares, como el número dos, claros lineares, ya en la mitad anterior, ya en la posterior del cuerpo. Por su forma y dimensiones, nuestra microfilaria difiere de la única de aves descrita en el país por Biglieri (l) en el Turdus leucomelas del norte (Charchalero

ROMIRIO, Microfllaria hallada en la sangre de un pájaro el «Turdu8 leucomela8' pecho blanco), en «Revista del Instituto bacteriológico del Departamentó nacional

de higiene',

numero 4, página 483, agosto 1918.

(1)

BIGLIERI


. 10

, 2

t

~--

-o! AO

:"0(..,

E. Franke.

1

J ~, MicrojUaria

Rojasi, n. sp. de lctinia plumbea de Misiones. 3 y 4, r"ypal!osoma Dabbe1tei, forma grande de Chamaeza brevicauda de Misiones, 5, el mismo, formas j6venes

n. sp.


1927

M azza, DeauNer y 8teullet:

H emoparásitos

51

en aves

argentino y que han vuelto a encontrar Mühlens y sus colaboradores en la misma región (l). En igual especie de aves no se consignan observaciones de filarias en otros países de América del sur (Carini, Migone, Leger). No hemos encontrado los adultos, padres de estos embriones. En otro ejemplar de Ictinia plumbea, cazado en el arroyo Chimiray, no encontramos parásitos. Proponemos designar este parásito como Microfilaria Rojasi n. sp., en honor del Rector de la Universidad de Buenos Aires, doctor Ricardo Rojas. TRIP ANOSOMA

Fueron encontrados tripanosomas abundantes en preparados extendidos y en gota gruesa de sangre de un ejemplar de Chamaeza brevicauda brevicauda (Vieillot), cazado en Colonia Azara. Del orden Passeriformes, pertenece esta ave a la familia de las Formicariidae. Se presentan estos tripanosomas en dos formas y tamaños: una grande de 40 a 45 micrones de largo por 4 a 7 micrones de ancho, de extremidad posterior abultada, con aspecto ictiomorfo, sobre todo acentuado por la disposición de la membrana ondulante, insertada linearmente en el cuerpo y formando escasas y amplias ondas en su borde libre. Son poco visibles y muchas veces no apreciables núcleo y blefaroplasto, y la parte libre del flagelo es sumamente corta, reducida a 1 o 2 micrones. Otros tripanosomas, los más abundantes, y de los cuales, por crecimiento, parecen derivar los primeros, tienen de 20 a 26 micrones de largo por 1 '/2 a 2 micrones de ancho y presentan, en pequeño, análogo aspecto ictiomorfo, siendo apreciables con mayor frecuencia en ellos, el núcleo y el blefaroplasto, cuyas respectivas posiciones nos las dan las siguientes medidas medias: Extremidad posterior blefaroplasto . Blefaroplasto a borde posterior núcleo. Núc1eo .. . . . . . . . . . . . . Borde anterior núcleo a raíz del flagelo libre Flagelo libre Largo total . El,

Ancho

De este último tipo dan una mina, así como de los grandes, los ejemplares más típicos. No sangre. Los tripanosomas observados

2.18 9.65 1.24 9.72 1.00 23.79 1.86

idea los seis dibujos del número 5 de la lálos números 3 y 4 de la misma representan hemos visto formas de multiplicación en la en 1916 por Carini y Maciel

(2)

en sangre

(1) MÜHLENS, etc., Estudios 80bre paludismo y hematologia en et norte argentino, en • Revista. del Instituto bacteriológico del Departamento nacional de higiene., volumen IV, número 3, página 334, Diciembre 1925. (2) CAR1NI y MACIEL, Quelque8 hémopara8ite8 du Bré8íl, en • Bulletin de la Société de pathologie exotique ", tomo IX, página 255, 1916.


EL

52

Vol. IV.

HORNERO

de una Chamaeza brevicauda del Brasil, difieren completamente de los nuestros. Dichos autores vieron también dos formas, pero una era delgada y larga, y otra ancha y corta. El protoplasma era finamente aereolar y con vacuolas, mientras en nuestro caso el protoplasma es homogéneo e intensamente basófilo en los ejemplares grandes. La presencia de un blefaroplasto voluminoso de un flagelo muy fino y de una membrana apenas perceptible, alejan por completo el parásito observado por Carini y Maciel, del encontrado por nosotros en igual especie de ave argentina. Por estas razones y por considerar muy característico el aspecto del tripanosoma por nosotros visto y diferente al de los descriptos hasta ahora en aves, proponemos individualizarlo, clasificándolo como Trypanosoma Dabbenei n. sp., en honor del doctor Roberto Dabbene, eminente ornitólogo de nuestro país.

LOS RANDUES DE LA ARGENTINA POR

WILLIAM

HEXRY

TRADUCIDO

HUDSON

Y AKOTADO

PUR

ALFREDO

STEULLET

y ENRIQUE

DEAUTIER

Los avestruces, ñandúes, emús, casuares y kivis constituyen un grupo de aves inaptas para el vuelo, que ha sido designado con el nombre de Rátidas o Corredoras. Son peculiares solamente del hemisferio austral y se caracterizan especialmente por la regresión de las alas, la carencia de quilla en el esternón, la atrofia de las clavículas, la fusión de los coracoides con las escápulas, el tipo primitivo de paladar (Dromaeognate), la atrofia del pigostilo, la existencia de una incisura isquiática que separa el íleon del isquion en toda su parte posterior (1), y la ausencia de glándula uropigia. Pertenecen asimismo a esta subclase dos órdenes extinguidos: Dinornis o Moa y Aepyornis, de Nueva Zelandia y Madagascar respectivamente. Como eran aves de apreciables dimensiones - algunas especies alcanzaban a medir cuatro y aún cinco metros de altura - e inaptas para el vuelo, fueron fácilmente exterminadas por los naturales de esas islas. Antes se incluía a los ñandúes en el mismo orden - Estrucioniformes (2) - que los avestruces; pero, aunque externamente se asemejan bastante, los primeros difieren de los segundos por su talla menor, la falta de cola y, especialmente, por la presencia de tres dedos en las patas, en vez de dos como en la especie africana. Las diferencias anatómicas son muy importantes y ellas determinaron la separación de estas aves, creándose el orden Reiformes para las rátidas americanas. En éstas, contrariamente a lo (1) Sin embargo, en los ñandúes, emús y casuares adultos la incisura isquiática se cierra en su extremidad posterior por la unión del íleon con el isquion. (2)

Escribimos

así este término,

porque creemos conveniente,

en un trabajo dr divulgación

como el presente, dar forma castellana a los términos latinos que designan órdenes y familias.


W. H. Hudson:

1927

Los ñandúes

[;3

de la Argentina

que ocurre en los avestruces, los maxilo palatinos son grandes, fenestrados y no tocan el vómer, el cual se articula con los palatinos y pterigoideos; la siringe tráqueo-bronquial posee un par de músculos siríngeos y la pelvis presenta una sínfisis isquiática dorsal, debajo de la columna vertebral, constituída por la unión de los dos isquiones - en los avestruces no hay tal sínfisis, pero, en cambio, los pubis se encorvan fuertemente hacia abajo, formando una especie de gancho, y se sueldan por su extremidad posterior. Los ñandúes son aves exclusivamente sudamericanas y se encuentran distribuí dos desde el N. E. del Brasil (latitud de Pernambuco) hasta el Estrecho de Magallanes, hacia el sud, y hasta Chile y parte de Perú hacia el oeste. Han sido agrupados en una sola familia, Reídeas, que comprende dos géneros, Rhea y Pterocnemia, y seis especies y subespecies. Las formas pertenecientes al primero de los géneros nombrados se caracterizan por los tarsos d~snudos en toda su longitud y cubiertos en la parte anterior por escudos transversales anchos; en cambio,-las formas incluídas en el segundo género presentan los tarsos emplumados cerca de la coyuntura con la tibia, y los escudos transversales sólo existen en la porción distal de la parte anterior (1). En la Argentina se hallan las tres formas siguientes: Rhea americana albescens, Pterocnemia pennata y Pter.ocnemia tampacensi.~ Garleppi. Aparte de las diferencias de coloración que las separan, estas dos últimas especies distínguense una de otra por el número de escudos transversales de los tarsos que, en la P. pennata es de 16 a 18, ~ientras que en la P. tampacensis varía entre 8 y 10 (2). La Rhea americana albescens habita las llanuras que se ext.ienden desde las fronteras con Paraguay y Brasil hasta el río Negro, al sud del cual- hasta el Estrecho de Magallanes - encuéntrase la P. pennata; la tercera forma vive en las áridas regiones de la puna, al N. O., así como en las mesetas de Bolivia. Las costumbres de la primera de las especies nombradas fueron prolijamente descriptas por Francisco Javier Muñiz en la notable monografía que, bajo el título de El ñandú o avestruz americano, se encuentra en el volumen de sus Escritos Cientijicos, reeditado, en 1916, por la « La Cultura Argentina ». El trabajo que, sobre este mismo sujeto, publicó Hudson en la obra Argentine Omithology (1889), si bien no es tan acabado y minucioso como el anterior, no carece, sin embargo, de mérito ni está desprovisto de interés, pues los detalles y las reflexiones que contiene puede decirse que completan, en ciertos aspectos, la magistral monografía de Muñiz. En un viaje realizado al Río Negro, en 1871, Hudson se preocupó de reunir toda clase de informaciones acerca de los hábitos de la P. pennata, que hasta entonces eran muy poco conocidos de los naturalistas. Los datos que recogió al respecto fueron materia de una comunicación que envió a la Royal Society de Londres y fué publicada en los Pro-ceedings de esa Sociedad correspondientes al año 1872; este artículo fué reproducido, con ligeras modificaciones, en la obra Argenline Ornithology que, en colaboración con P. L. Sclater, publicó en 1889. Con las versiones que damos a continuación, comenzamos la traducción de la importante obra ornitológica de Hudson, referente a nuestra avifauna, que continuaremos en las entregas sucesivas de EL HORNERO. (Nota de los tmductores). RHEA

AMERICANA

ALBESCENS

Lynch et Holmberg.

Esta especie -llamada ñandú por los guaraníes, choique por los indios pampas y avestruz por los europeos - encuéntrase en la Argentina, (1) R. (2) R.

DAHBENE, DABBE'lE,

Los ñandú" loco cit.

de la República

A"gentina,

en el EL

HORNERO,

vol.

n, pp.

81-64.


54

EL

Vol. IV.

HORNERO.

desde el norte hasta el río Negro, en Patagonia, y aún, SI bien disminuyendo gradualmente en número, hasta considerable distancia al sud de este río. Poco tiempo atrás era muy abundante en las pampas y recuerdo todavía la época en que era fácil hallarla a cuarenta millas de Buenos Aires. Pero actualmente se está volviendo rara y los que quieren tomar parte en la exterminación de esta especie deben recorrer una distancia de 300 a 400 millas de la Capital antes de poder dar con un solo ejemplar. El ñandú está singularmente bien adaptado en tamaño, color, facultades y hábitos, a las condiciones de la región, llana y desprovista de bosques, que habita. La elevada estatura, que le permite ver desde lejos,

Foto José B. Llanos

Ejemplar albino de Rhea americana albe8cens. - Posición de postura.

excedía, antes de la aparición de los cazadores europeos montados, la de cualquiera de sus enemigos; el plumaje gris obscuro, semejante al color de la niebla, el largo y sutil cuello y el abultado cuerpo - muy próximo al nivel de los altos pastos -lo hacían casi invisible desde lejos, al par que la velocidad de su carrera superaba la de todos los otros animales


W. H. Hudson:

1927

Los ñandúes

de la Argentina

55

de la misma comarca. Observando atentamente la caza de avestruces en los desiertos pampeanos, donde abundan las grandes yerbas, se me ocurrió que esta manera de cazarlos a caballo había puesto en evidencia una debilidad del ave - un punto en que la correspondencia entre el animal y su medio no es perfecta. El ñandú corre fácilmente, pero cuando

Foto J<.'sé B. Llano!

Ejemplares albinos de Rhea americana albescens.

Hembra

en el momento

de poner,

mientras

el macho

incuba.

tropieza con altas matas de hierbas entrelazadas, como sucede a menudo, con delgadas plantas enredadores, el ave, fortuitamente enredada, cae postrada y, antes que consiga desasirse, el cazador ha llegado a tiro y puede arrojarle las boleadoras que, golpeando fuertemente al ave, se arrollan alrededor del cuello, alas y patas, impidiendo la huída. Interrogué acerca de este punto a los cazadores de avestruces y ellos me respondieron que, efectivamente, era exacto que el ñandú amenudo cae cuando corre tenazmente perseguido a través de las altas hierbas, mientras que, por el contrario, el ciervo (Blastocerus campestris) nunca cae porque salta por encima de las grandes matas y de todos los obstáculos semejantes (1). Esta pequeña (L) A este resl)ecto, ereemos conveniente eitar la autorizada opinión de Francisco .J aViBl' ~Iuñiz: Si encuentran (los ñandúes) algún obstáculo elevado detienen la earrpra; pero si C~ Una enramarla o ('creo débil, forcejea por vencerle, mediante l'Ppetidos empujones a pechugadas. Si el impedinH?nto es resistent,e y bajo y no advierte, siendo la impulsión 'y peso del cuer4:

po tan considerables, -se fractura

los tarsos chocando contra él. En su nlareha ordinaria o

tranquila1 un vallado o cerca de una vara de alto lo detiene lo mismo que una zanja do cua~ t.ro o seis cuartaR de boca j pero si lo acosan, salva esos óbiceR con gran facilidad~. Los arro· yos y ríos, siempre que no sean de considerable anchura o caudalosof:i, tampoco detienen al ñandú, pues cste animal nada fácilmente. - Nota de los traductore".

,


56

EL

HORNERO

Vol. IV.

imperfecci6n del ñandú no hubiera sin embargo obrado excesivamentecontra él, si se hubiese observado cierta moderaci6n en la caza, o si el Gobierno argentino hubiese creído conveniente protegerlo; pero en el Plata, como en Norte América y Sud Africa, la licencia para cazar que todos poseen, es empleada con tanto entusiasmo y furor que, en el término de muy pocos años más, el tipo más noble de las grandes aves del continente será tan desconocido en la tierra como el « Moa > y el Aepyornis. Los ñandúes viven en cuadrillas de 3 6 4, y aún de 20 6 30 individuos. Donde no son perseguidos, no muestran temor al hombre, andan alrededor de las casas y son tan familiares y mansos como los animales domésticos. A veces llegan a ser muy familiares. Recuerdo que en una estancia, un macho viejo constantemente iba a comer solo cerca de la puerta, y tenía una animosidad tan grande contra las mujeres que éstas no podían salir de la casa, sea a pie o a caballo, sin un hombre que las defendiese de los ataques del animal. Los pichones, cuando son sustraídos a los padres, llegan a ser, como acertadamente dice Azara, «domésticos desde el primer día> y seguirán como un perro alrededor de su dueño. Es esta natural sumisi6n, así como la majestad y singular gracia de su antiguo porte que hace la destrucci6n del ñandú tan penosa de concebir. Cuando son perseguidos adquieren pronto hábitos recelosos y huyen corriendo casi antes que el enemigo los haya percibido, o bien se agazapan para ocultarse en los altos pastos haciéndose entonces difícil dar con ellos, pues permanecen como pegados a tierra y no se levantan sino cuando se está casi encima de ellos. Su velocidad y resistencia son tan grandes que con una pequeña ventaja a su favor es imposible darles alcance, aún cuando el cazador esté bien montado. Al correr, las alas cuelgan como si el ave estuviese herida, pero generalmente, por una raz6n imposible de explicar, levanta un ala y la despliega como una gran vela. Si es tenazmente perseguido, el ñandú corre en zizás, y, si el caballo del perseguidor no ha sido bien adiestrado a seguirlo sin perder terreno, en todas esas repentinas vueltas, el ave pronto lo deja muy atrás. En el mes de Julio comienza la época de la reproducci6n y entonces los machos emiten curiosos sonidos ventrílocuos que imitan mugidos, rugidos y silbidos. Los machos viejos atacan y ahuyentan de la cuadrilla a los j6venes, y cuando hay dos machos viejos, ambos se pelean para obtener las hembras. Los combatientes proceden de una manera algo curiosa: entrelazan sus largos cuellos, que semejan un par de serpientes, y después muérdense, mejor que picotéanse, recíprocamente la cabeza; al mismo tiempo dan contínuas vueltas en círculo apisonando la tierra con las patas, de modo que, cuando el suelo está húmedo o es blando, trazan con sus pisadas un surco que limita un espacio circular. Las hembras de una manada se reunen en una depresión natural del suelo, sin que nada la oculte a las miradas, y cada


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de la Argentina

hembra pone una docena de huevos y aún más (1). Es común hallar 30 ó 60 huevos en un mismo nido, pero a veces se encuentra mayor cantidad, y he sabido de uno que contenía, al ser hallado, 120 huevos. Si las hembras son numerosas, el macho generalmente se vuelve clueco antes que ellas terminen de poner y, entonces, las expulsa furiosamente y empieza a incubar. Las hembras depositan entonces los huevos por los alrededores, en la llanura; a juzgar por el gran número de huevos dispersos hallados parece probable que sean más los puestos fuera del nido que los que se hallan en él. El huevo fresco es de un bonito amarillo dorado, pero este

l"oto Antonio

Avestruz

petizo

Pozzi

(Pte)'ocnem,ia pennata'.

color día a día se hace más pálido hasta que finalmente se esfuma en un blanco apergaminado. Una vez salidos del cascarón, los pichones son asíduamente asistidos y vigilados por el macho y es entonces peligroso acercársele a caballo, pues el ave, con el cuello tendido horizontalmente y las alas desplegadas, forma una figura tan desmesurada y grotesca y acomete tan de improviso que aterroriza al caballo que, por manso que sea, resulta ingobernable. (1) Generalmente, el ñandú no busca una depresión natural del suelo para df>positar 1m; huevos, sino que el macho de la. cuadrilla, antes que las hembras comiencen a poneI'~ cons_ ruyo el nido que es una simple excavación hecha en el suelo, revestida <.le pajas y hojas eecas. Para construirlo busca un sitio despejado desde el cual pueda vigilar fácilmente los alr8l1edores y evitar las sorpresas de sus enemigos. - ]{ota de l08 tra.ductores.


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EL

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Las águilas y los caranchos son los enemigos más temidos por los ñandúes, cuando los jóvenes son todavía pequeños; a la vista de uno que vuele encima de ellos, se agazapan y lanzan un fuerte y ronco grito, a cuya señal los jóvenes dispersos corren aterrorizados a refugiarse bajo las alas del padre. PTEROCNEMIA PENNATA(D' Orbigny). Los indios designan a esta especie con el nombre d~ molochoique, pequeño o enano choique, y los españoles la llaman avestruz petizo. Habita la región comprendida entre el río Negro y el estrecho de Magallanes, aunque se halla también, pero en escasísimo número, al norte de ese río. Antiguamente abundaban extraordinariamente a lo largo del Río Negro, pero, desgraciadamente, algunos años atrás las plumas alcanzaron un precio exhorbitante y los gauchos e indios hallaron, en la caza de avestruces, la más lucrativa ocupación; en consecuencia, estas nobles aves fueron perseguidas sin descanso y sacrificadas en tales cantidades que casi han sido exterminadas por doquiera la naturaleza del suelo permite darles caza. Hallábame en el río Negro cuando, deseoso de obtener ejemplares de esta especie, empeñé a varios indios para que me cazasen algunos con la promesa de una liberal recompensa, pero no lograron capturar ni un solo ejemplar adulto. Referiré aquí, solamente, los más interesantes datos que pude recoger acerca de los hábitos de esta ave que, por otra parte, son muy imperfectamente conocidos. Perseguida, intenta frecuentemente eludir la persecución con repentinas sentadas entre los arbustos que cubren la comarca, y cuando yace entre ellos, pegada a tierra, fácilmente pasa desapercibida, pues el color grisáceo de las hojas se asemeja al del plumaje. Cuando es tenazmente acosada, ofrece la misma costumbre que la R. americana de levantar las alas alternadamente y mantenerlas verticalmente, y también como esa; especie, huye en zizás para escapar de los perseguidores. Corre más velozmente que la Rhea americana, pero en cambio el animal se cansa más pronto. Durante la carrera, la Rhea americana mantiene el pescuezo erguido o ligeramente inclinado hacia adelante, mientras que la Pterocnemia pennata, a la inversa, lo tiende hacia adelante, casi horizontalmente, por lo que el ave parece más baja que la especie afín - de ahí, según se dice, deriva el nombre vulgar de avestruz petizo (í). Se las halla en manadas de 3 ó 4 y hasta de 30 o más individuos. Comienzan a poner a fines de Julio, o sea un mes antes que la Rhea americana. Varias hembras ponen en un único nido que no es otra cosa que (1) Las dimensiones de la P. pennata longitud de la primera (desde el pico segunda alcanza a 1,32 m.; en cuanto 30 cm. respectivamente. - Nota de los

son realmente menores que las de la R. a. albe.,cens. La a la rabadilla) es de unos 91 cms., mientras que en la a los tarsos, el largo es. término medio, de 27,5 cm. y traductores.


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w.

H. Hudson:

Los 'ñandúes de la Argentina

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una leve depresión del suelo revestida con pequeños escombros secos; a veces se hallan hasta 50 huevos en un solo nido. Muchísimos huevos abandonados o guacho s como se les llama, hállanse también lejos del nido. He examinado cierta cantidad de huevos traídos por los cazadores y los encontré variadísimos en forma, tamaño y color. El promedio de las dimensiones de los huevos es el mismo que en los de la Rhea americana; la forma es más o menos elíptica y apenas si encontré dos exactamente iguales. La cáscara presenta un delicado lustre y, cuando recién puestos, los huevos son brillantes y de color verde obscuro. Sin embargo, pronto se decoloran y del lado expuesto al sol toman primero un tinte verde opaco manchado, que se torna amarillento y después azul de añil pálido, para volverse finalmente casi blanco. La « edad» relativa de cada uno de los huevos que se halla en el nido puede determinarse por el color de la cáscara. El macho incuba y cría a los pichones; los hábitos de procreación parecen ser completamente semejantes a los de la Rhea americana. Los pequeños nacen con los tarsos emplumados hasta los dedos; estas plumas tarsales no se caen, sino que se gastan gradualmente, a medida que el ave envejece, por el contínuo roce contra la ruda y achaparrada vegetación en medio de la cual viven. En los adultos generalmente persisten algunas de 6stas plumas, a menudo reducidas a simples púas, pero los cazadores me informaron que, a veces, se cazan adultos con los tarsos enteramente emplumados y, agregaban, que estos especímenes frecuentan llanuras donde sólo hay poquísimos arbustos. El plumaje de los jóvenes es gris obscuro, sin plumas blancas o negras. Al año mudan de plumaje y adquieren el del adulto, pero no alcanzan su mayor tamaño hasta el tercer año


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EL

HORNERO

Vol. lV.

NOTAS

NOTAS SOBRE DOS RAPACES DE LA PROV. DE BUENOS AIRES

(1)

Puédese observar, en la parte central de la provincia de Buenos Aires, algunas especies de aves que son particularmente abundantes, abundancia que las transforma en factor de acción eficaz sobre el medio biológico, acción que es singularmente benéfica sobre la agricultura, por lo que se las debe proteger y facilitar su reproducción, ya que en esta provincia la agricultura es la principal fuente de riqueza. Pero a pesar de la influencia por demás evidente que en el desarrollo normal de la agricultura tienen ciertas especies, se ignora el beneficio que reportan a los campos de labor, porque no se les concede importancia o no se les presta la debida atención, porque son casi desconocidas sus costum-bres y su alimentación y hasta se las destruye por creérselas perjudiciales. Nadie discutirá el valor del hornero (Furnarius rufus) ni de las gaviotas (Larus) ni del cuervillo (Plegadis guarauna), que son abundantísimos a la vez que útiles en esta región, pero pondrán en duda, sin ningún motivo, la acción benéfica de otras, y particularmente dos que son abundantes como las nombradas, opinión que es hija del desconocimiento casi absoluto de la acción de estas aves. Tales son la lechucita de las vizcacheras (Speotyto cunicularia) y el chimango (Milvago ch~mango) He observado en mi breve excursión ornitológica al partido de Chacabuco un número verdaderamente insólito de chimangos y una apreciable abundancia de lechucitas de las vizcacheras, por lo cual decidí estudiar atentamente ambas especies desde el punto de vista de su utilidad. Y para llevar a cabo un estudio de esta naturaleza con pretensiones de completo, creí conveniente, mejor dicho necesario, estudiar las costumbres de estas aves al lado de sus regímenes alimenticios. Estos últimos los he estudiado por dos métodos: 10 observando al ave directamente; 20 investigando su contenido en los reservorios digestivos. (1) Esta nota póstuma que dejó inconclusa su autor, nuestro malogrado consocio, Antonio B. l\fata, fué entregada después de su muerte al Director del Museo, Prof. M. Doello-Jurado, quien tuvo la deferencia de cederla a EL HORNERO. Se trata de unos párrafos del trabajo que había iniciado en colaboración con el señor R. Aravena sobre biología de aves, en la partecorrespondiente a la lechuza y el chimango, no habiendo podido ocuparse síno de la primera. -- N. de la D.


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Debo hacer notar que los datos que daré en este pequeño trabajo, sobre régimen alimenticio, figurarán en un trabajo extenso sobre alimentación de las aves de Buenos Aires que en colaboración con el señor Reynaldo O. Aravena publicaremos más tarde. Tanto la lechucita como el chimango no son mirados con buenos ojos por la gente de campo, y hasta creen que el chimango es muy perjudicial. Pero estas apreciaciones no tienen su fundamento en la observación cotidiana del ave, como esa gente tiene oportunidad de hacerlo, sino en sentimientos de antipatía hacia estos seres, que por no poseer la inmaculada blancura de las gaviotas ni la esbeltez hierática del flamenco, se les considera como bichos devastadores e inútiles. Además, el agricultor no ve, mejor dicho no quiere ver, qué reglmen SIguen estas especies en su alimentación, y atribuye el beneficio que ellas reportan a su campo a otras aves, más simpáticas, aunque menos útiles, o aumenta exageradamente el valor de la gaviota, por que sin trabajo ha visto, desde el arado, la enorme destrucción que estas aves hacen de insectos o de sus larvas. He oído decir a un chacarero que no pagaría ni con diez mil pesos el trabajo que las gaviotas hicieron en contra de la langosta; recorri'lndo su campo pude observar que allí había un verdadero ejército de .chimangos. Posteriormente, encontré numerosas langostas en un estómago de chimango cazado en la chacra antedicha. La mayor parte de las observaciones que más abajo siguen han sido efectuadas en la estancia «San Miguel., del señor G. Tormey, en el partido de Chacabuco, en Diciembre del año pasado, época bien a propósito para estudiar la acción de ciertas especies de aves en relación con la lucha contra la langosta que invadió la provincia, aunque sin causar daños dado lo reducido de las mangas que llegaron. Las dos especies que a continuación estudiaré han contribuido, junto con la gaviota a la destrucción de la langosta voladora, así como la mosquita que a mediados de Diciembre aparecía. No me extenderé ahora en consideraciones filosóficas sobre la despreocupación por parte del hombre hacia estas especies que le son tan útiles; sólo diré que muy recompenflado quedaría si este trabajito, contribuyera a disipar un poco las antipatías hacia estas dos aves, artísticamente tan poco dotadas por la naturaleza, pero tan beneficiosas para el hombre. En fin, para que no se me considere tan utilitarista, quisiera excusarme ante las personas que por sus inquietudes artísticas, consideren una ofensa a la estética, esta ardiente apología a dos bichos tan feos... SPEOTYTO

CUNICULARIA

(MOL.)

Las lechucitas de las vizcacneras son bastante numerosas en esta reglOn encontrándoselas en cualquier campo, paradas sobre algún montículo o acei-· dente del terreno, en el suelo o en los postes del alambrado o en la cumhre


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de los cardos solitarios. Una gran parte del año mientras no crían se las puede observar paradas en el suelo o en los postes, acechando siempre el alimento cotidiano constituido en su mayor parte por batracio s (sapos y ranas) y ratas, cayendo de vez en 'Cuando bajo sus garras alguna culebra verde. Son más bien mansas y emiten a modo de canto, un chirrido triste, que impresiona y sobrecoje al campesino tan amigo de fantasear escapándosele de sus trémulos labios, un «cruz diablo », como para conjurar el maleficio que anuncia el nocturno rapaz. Ese canto se diferencia bastante bien del chirriar altanero de sus épocas de crías. En esas épocas véselas comúnmente cerca de los excrementos de vacunos muy atentas, esperando la llegada o la salida de alguna eatanga (Phanaeus splendidulus Fab.) que va a depositar sus huevos debajo del excremento, o a ejercitar sus hábitos coprófagos. También se las ve sobre los postes vigilando sus dominios, o sobre el curioso montículo que a modo de reservorio de restos de festines, rodea la entrada de su cueva. En las épocas de cría y principalmente cuando tienen pichones se tornan más desconfiadas y muy valientes; cuando alguno se acerca a un nido de lechucitas la pareja lanza un breve chillido, los pichones se introducen rá pidamente a la cueva, atropellándose, y luego vuelan los padres hacia el in-truso haciendo rápidos giros sobre su cabeza y en elegantes planeo s descienden airadas al suelo, lanzando siempre su vibrante: chi, chi, chi, chist, chit, para remontarse repetidas veces como desafiando al curioso que se les ha acercado. Son también en esta época sumamente audaces y demuestran siempre tener una gran tenacidad. Un ejemplo de esa gran tenacidad es el caso que me ha relatado el mayordomo de la estancia «San Miguel» en O'Higgins, señor S. G. Sullivan, fino gentleman a quien debo agradecer por la ayuda prestada para facilitar mi tarea, quien observó a una de estas lechucitas luchar afanosamente para llevarse a una perdiz muerta, cuyo peso sería más del doble que el del tenaz estrígido, perdiz que seguramente se mató al chocar contra el alambrado de púa cerca del cual estaba. Como tenía que ir al pueblo, distante una legua y media, dejó a la lechucita entregada a su trabajo, pero cuando regresaba por el mismo camino, inspeccionó el lugar donde había visto la curiosa escena pero el tenaz protagonista, ya había desaparecido junto con su presa, una Nothura maculosa. Seguramente la lechucita habría consegu~do arrastrar a la perdiz hasta su nido para que sus pichones participaran del festín, tan trabajosamente alcanzado. Estos animales son poco sociables, siempre andan solos o cuando más formando parejas en las épocas de cría y alguna vez, tres o cuatro, generalmente pichones, que de noche van a curiosear por las ventanas de las casas, no habiéndose visto nunca bandadas de lechucitas; son pues amantes de la vida solitaria. Sin embargo, se ha observado grandes aglomeraciones de estas lechucitas; una de esas observaciones, quizás única, la efectuó en


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el año 1899 el doctor C. Spegazzini (EL HORNERO, Vol. II, N o 2) llamando a esa bandada « congreso de lechuzas» por los curiosos actos, verdaderamente propios de una cámara de diputados, de que eran protagonistas algunas lechuzas. He tenido oportunidad de observar una reunión de Speotyto cunicularia, estando en el campo antes mencionado. El 24 de Diciembre del año pasado, ya entrada la noche, al volver de una cacería y mientras mi acompañante fué a buscar la llave de las tranqueras que debíamos franquear, pude observar cerca de dichas tranqueras una gran cantidad de lechucitas, calculo en 400 su número, paradas en dos hileras en el primer y segundo hilo del alambrado y ocupando una extensión que aprecié en más de media cuadra. ,En el alambre superior eran más numerosas y más regularmente dispuestas, separadas unas de otras por espacios de unos 20 centímetros, en el inferior más ralas y más irregularmente distribuidas. Permanecieron así inmóviles y silenciosas, hasta que al abrir la tranquera empezaron a chirriar, descendieron casi todas a tierra y de allí emprendieron vuelo en sentido contrario al de nuestras cabalgaduras, chirriando enérgicamente. Nidifica en casi todos los campos, prefiriendo los de pastoreo por una razón fácil de' comprender si se tiene en cuenta como nidifica; entre los de pastoreo siempre elige el terreno alto, de fácil desagüe; nunca se verán nidos de Speotyto en los terrenos bajos o próximos a las lagunas. Escogen para habitación las vizcacheras o cualquier guarida subterránea que luego modifica y arregla a su gusto, presentando casi todos los nidos de lechucitas los mismos caracteres: una profundidad de 0,80 m. a 1 m., un diámetro de 18 a 25 cm., oblicuamente descendente s formando con la horizontal un ángulo de 15 a 20 grados, el fondo más amplio y algo abovedado. En este fondo colocan generalmente plumas y pajas secas para formar nido; he visto un caso curioso sobre este punto: en un nido encontré el fondo alfombrado con un trozo de piel de liebre, que servía de acolchado a la prole lechucesca. Rodeando la entrada de la cueva que conduce al nido se encuentra como ya dije, una especie de montículo compuesto por los numerosos restos del cotidiano « menú» de los pichones y sus padres. Por lo tanto se puede formar idea aproximada del régimen alimenticio de estas aves observando atentamente esas especies de despensas, o mejor dicho de recolectoras de residuos alimenticios. He aquí dos análisis de otras tantas muestras de residuos recogidas en esos montículos; 1.o Restos de un montículo en nido de Speotyto cunicularia - 18 de Diciembre de 1924 - O'Higgins: Había numerosos restos de catangas - Phanaeus splendidulus Fab.; nuuna gran cantidad de langosta voladora - Schistocerca paranensis; merosos desperdicios que correspondían a ejemplares de Gromphas Lacordairei, Ciclocephala signaticollis, Ciclocephala sp? N aupactus sp.?, Disci-


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rugifrons, Platima sp? Anisodactylus cupripennis y varios carábidos que no pude clasificar; se encontraban también una buena cantidad de huesos y esqueletos correspondientes a sapos - Bufo marinus, a ranas Leptodactylus ocellatus, Hyla raddiana - y un ofidio colubriforme que debe ser el Leimadophis poecilogyrus - dada la abundancia de ese reptil en esos lugares. Encontré también huesos de mamíferos que corresponderían sin duda a un ratón. 2. o Restos de otro montículo. - O'Higgins - Diciembre 23 de 1924. Hallado en un terreno sumamente diferente del anterior, alto y cerca de una laguna. Había numerosos restos de Scarabeidae: las catangas Phanaeus splendidulus y Gromphas Lacordairei, los escarabajos Scaptorestos de car~philus dasypleurus, Phileurus vervex, Discinetus rugifrons; bidos: Calosoma sp.? Platima sp.? y otro que no pude determinar y un tenebrionido muy interesante que tampoco pude determinar. Se encontraban numerosos restos de locústidos (Tucura) y de langosta voladora: Schistocerca paranensis. Numerosos huesos y esqueletos de sapos Bufo ma.rinus, ranas Leptodactylus ocellatus y ratones de campo. netus

ANTONIO

B.

MATA.

APUNTES SOBRE ALGUNAS AVES DE LA PROV. DE BUENOS AIRES

La observación atenta de las costumbres de las aves, proporciona al afi·cionado sorpresas agradables porque puede verificar a menudo hechos interesantes, que ponen en evidencia los esfuerzos inteligentes que contínuamente realizan para adaptarse a las circunstancias, o vencer dificultades. El objeto de estas líneas es dar a conocer algunas de esas sorpresas que yo he experimentado. El leñatero (Anumbius anumb1") es un dendrocoláptido que se está haciendo sumamente abundante en esta localidad, y que no solamente nidifica en árboles, sino en cualquier lugar donde pueda armar su voluminoso e interesante nido. Los he visto en aleros de ranchos y galpones, en palos de jagüeles y alambrados, entre cardos, matorrales de yuyos, máquinas agrícolas, etc. Es de forma ovalada en sentido oblícuo, de tamaño variable, de 30 o 40 ·cms. de ancho, por 50 o 60 de alto; algunos son más pequeños. Suelen verse nidos muy voluminosos; pero es debido a que sobre uno viejo se ha construído otro nuevo y a veces hasta tres nidos superpuestos. Está construído con ramitas, raíces, trozos de alambre y diversos restos; y formado por la cámara de incubación y el tubo más o menos curvo, o -en espiral, que da acceso a ella.


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Es un nido confortable, codiciado por muchas especies de aves, notable por su forma y en algunos casos por la perfección de la obra, dado los materiales empleados. Al hacer el nido, el leñatero va rellenando todos los intersticios con palitos puestos de punta cuidando que los extremos que dan a la cámara y al tubo, queden parejos. Luego forra la cámara y la parte inferior del tubo con pajas finas, plumas, pelos, etc. Es entonces cuando el leñatero busca en los alrededores del nido un objeto de color llamativo y lo coloca a un costado de la puerta, o sobre ella, como los albañiles, que cuando colocan el último andamio adornan con ramas y ramos los extremos de la obra, en virtud de no sé que rito y que quizás ellos también lo ignoran. Es una manifestación de estética que hay que observarla cuando el nido está recién construido, pues según creo, ello es señal de su terminación y la intemperie casi siempre lo destruye prontamente. He visto nidos con marca de lana de colores, con trozos de tela punzó, papeles de color vivo, discos de lata de rótulos, y en tres nidos distintos una misma clase de objeto: el bonito pompón de pelos, color blanco con una lista negra que forma el rabo de la liebre al sacarle el cuero. A continuación anoto dos observaciones sobre este laborioso pájaro como demostración de adaptabilidad e inteligencia. En Febrero de este año, una pareja pretendía hacer su nido en el cierre de una tranquera, entre el extremo de ésta y dos postes muy próximos, de manera que cuando pasaba un transeunte y abría la tranquera, les destruía la obra. Como los pájaros, al aproximarse una persona, se retiraban, no podían comprobar la causa de la destrución y creo, por la actitud posterior de ellos, que la atribuyeron a defectos del material que empleaban. Como si se hubiesen puesto de acuerdo, cambiaron la calidad de éste, reemplazando las ramitas por palitos lisos y largos de duraznillo, que acarreaban de una lagunita próxima, y que con admirable habilidad introducían de punta en las barrenaduras de los postes formando la trabazón. Como también fuese destruído, probaron colocar raíces muy fibrosas y finalmente un material que fué la primera y única vez que ví emplear a éstos pájaros. Colocaron en dicho sitio las ramitas verdes de yuyos que corta el ganado con el pisoteo, y que al marchitarse se adherían al lugar, pero como tampoco lograron éxito con ésta tentativa, abandonaron la obra. Otra observación, interesante a mi modo de ver, es la que paso a relatar y que demuestra previsión y cálculo. En Enero, una pareja eligió para hacer su nido el caballete de adobes de césped de una carpa de chapas de tanque australiano, recientemente armada para unos alambradores, en pleno campo y alejada más de un kilómetro del monte y poblado más próximo. Solamente en el mojinete posterior sobresalía como 80 cms. el extremo de un parante de álamo.


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Cuando ví que los leñateros habían elegido para nidificar el extremo del caballete, junto al palo, no creí que les fuera posible asegurar el nido, ya que siempre los había visto en horquetas, entre ramas o apoyados en varias partes y pensé que el primer viento fuerte daría con él en tierra. Pero los pájaros, buenos ingenieros, habían hecho sus cálculos y tenían fe en su arte de constructores. Hicieron la cámara aplicada al ángulo que forma el caballete y el palo y luego prolongaron el tubo en forma espiral, abrazando el palo y permaneciendo el nido sólidamente adherido a éste; y yo, como es de imaginarse, quedé curado de mi incredulidad. Para terminar anotaré una observación rara, pues se trata de una aberración moral con tendencia al parasitismo, quizás un caso individual, de un hornero (Furnarius rufus) que tiene el hábito del robo de materiales a sus congéneres. Al finalizar el invierno pasado, dos parejas de horneros iniciaron al mismo tiempo la construcción de sus hornos; una en el poste de una tranquera y la otra en un sauce, como a 30 ms. del anterior. La pareja del poste usaba el barro que se formaba alrededor de una bomba próxima, y la otra el de un bebedero distante como 80 ms. en sentido opuesto. Una mañana ví con sorpresa que uno de los horneros del sauce sacaba a picotazos el material fresco recién puesto en el nido del poste y lo llevaba al suyo para emplearlo en él; mientras tanto la pareja propietaria estaba ocupada en la bomba preparando material. Pero sucedió que el delincuente, descubierto y en una ocasión sorprendido infraganti por los dueños, fué capturado; pues, lo apresaron con las uñas y cayeron al suelo, donde a picotazo s y aletazos le dieron el condigno castigo. Después, ví que la pareja del poste vigilaba el nido y no permitía aproximarse a los otros horneros, causas por las cuales terminaron el nido varios días después que la pareja ladrona. Dejo la consecuencia de estos casos al criterio de mis estimados lectores. JUAN

SOBRE UNA COSTUMBRE

B.

DAGUERRE.

POCO CONOCIDA DE LA PERDIZ CHICA

NOTHURA

MACULOSA

En el año 1917 tuve oportunidad de pasar una larga temporada en la estancia « Los Ingleses ~ en la rinconada de Ajó, partido de General Lavalle, y recordando algunas incidencias de esa estadía, le narraba a mi amigo y compañero de tareas en aquel tiempo, don Pedro Serié, lo difícil que me había resultado enseñar a cazar a un cachorro «pointer", de siete meses, que había llevado conmigo.


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El mencionado caballero creyó que el hecho en sí era por demás interesante, razón por lo cual pidióme, en reiteradas ocasiones, que redactase una nota para nuestra revista a lo que accedo hoy gustoso, pues me anima el propósito de corroborar las aseveraciones de nuestro consocio señor J. B. Daguerre hechas en su escrito «Una costumbre poco conocida de la perdiz chica" publicado en el último número de la revista EL HORNERO. En efecto; óyese con frecuencia decir a los aficionados a la caza que algunos cachorros, aún de las mejores razas, tienen miedo a las detonaciones de escopeta; en cambio no parece tan común el hecho de que las perdices (Nothura maculosa) los asusten tanto al levantar el vuelo, inconveniente éste mucho más difícil de vencer que el antes señalado, en el adiestramiento de un perro. El instinto de estos animales los lleva, desde la primera vez que salen al campo, a seguir el rastro de las perdices con preferencia a cualquier otro, aunque nunca las hayan visto; de modo que en el presente caso no tuve mucho que andar para darme por advertido cuando el cachorro tomó uno de esos rastros. Animándolo sin precipitación, llegó a aproximarse tanto, que la perdiz con su acostumbrada estridencia se levantó a un metro de distancia. En el breve espacio de tiempo transcurrido en hacer puntería y producirse el disparo, el perro salvó un trecho del camino de regreso a la estancia resultando inútil todos mis esfuerzos para que volviese donde me encontraba. Como el mismo caso se repitiera en otras oportunidades, resolví ence-" rrarlo en una pequeña habitación que no se utilizaba, dándole por compañera una perdiz que había cazado viva, tratando de conseguir por ese medio que perdiese el miedo a tan grande enemigo. Lejos estaba de sospechar por cierto, que al disponer así las cosas se me brindaría la oportunidad de observar, durante algunos días, las escenas más ridículas a la vez que pintorescas. Dispuse en el centro de la habitación dos recipientes, uno con agua y otro con algunos trozos de carne cocida y diseminé en el piso cierta cantidad de alpiste y maíz triturado. Al anochecer del primer día resolví libertar al perro durante algunos instantes, dentro del recinto cercado de esa parte de la casa, y no me sorprendió mayormente el hecho de hallarlo encaramado sobre el eláliltico metálico de una cama vieja cuando penetré en la habitación. Cuando abrí la puerta que comunicaba con el exterior se aproximó con tanta cautela y mirando tan fijo debajo de un estante cuya primera división se hallaba a unos" veinte centímetros del suelo, que no tuve la menor duda de que la perdiz debía hallarse ahí escondida. Llamóme la atención al segundo día el hecho de que el perro no comiese, pero pensé que bien podría atribuirse a la mortificación de verse continuamente encerrado.


EL

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HORNERO

Al tercer día ya me preocupó verlo, como dicen los paisanos, más delgado que una cimbra; y como en las horas de la tarde resultase demasiado molesto con sus aullidos, determiné aplicarle un correctivo: dirigíme con toda cautela hasta una pequeña ventana de la habitación a objeto de sorprenderlo y conseguir que la lección surtiera sus efectos. Cuando desde la misma observé el interior de la habitación tuve que abandonar los propósitos que allí me habían llevado ante el cuadro que se presentó a mi vista: acosado por el hambre y la sed, y jugándose su último resto de coraje, el pobre perro se resolvía a abandonar la cama con toda clase de precauciones. Mas ni bien llegó al suelo, desde su escondite salió' la perdiz como una exhalación, con las plumas erizadas hasta abultarla media vez más su tamaño; el cogote recogido hasta dejar la cabeza entre el nacimiento de las alas que sacudía con violencia, y golpeando los tarso s sobre las tablas del piso, quedó convertida en un ser verdaderamente extraño y diabólico. De no haber tenido el perro un refugio tan seguro como el que la cama le ofrecía, creo que la perdiz hubiese llegado a picotearlo en sus arremetidas, tan segura estaba el ave de ser dueña de la situación. Así las cosas no podían prolongarse por mucho tiempo y fuí en ayuda del perro; poco a poco, a fuerza de azuzarlo reteniéndolo con una mano del collar y a la perdiz con la otra, que simulaba estar muerta, concluyó por convencerse de que, en efecto, no era tan bravo el león como lo pintan. AN'fONIO POZZI.

NOTA SOBRE EL PARASITISMO

DEL"

CRESPIN"

(T APERA NAEVIA)

Hace varios años tuve oportunidad de cazar una hembra del « crespín " la que al morir dejó caer un huevo. Desgraciadamente, el huevo se deshizo al caer por lo que no me fué posible medirlo. No obstante, pude comprobar que era de un color blanco puro y a punto de ser puesto. Conseguí hace algún tiempo otro huevo de esta misma especie, encontrado en el abdomen de una hembra. Era blanco también y las dimensiones eran de 15 X 20 mm. Resulta así que siendo el huevo del crespín de un color común, se hace muy difícil distinguirlo cuando está mezclado con los similares de otras especies, como los de varios Dendrocoláptidos, de los géneros Furnarius, Upucerthia, Cinclodes, Synallaxis, Cranioleuca, Phacellodomus y muchas otras en cuyos nidos efectúa su postura el crespín. Esta observación, confirmada por el profesor Carlos Fiebrig O), hace más (1) Aves del Paraguay,

en EL

HORNERO,

vol.

n, p.

212.


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Notas

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interesante el estudio referente a los padres adoptivos de esta ave parásita. Tal estudio aparece sin duda algo difícil y obliga a ser un tanto despiadado, pues es imposible revisar los nidos de las aves huéspedes sin destruidos. Se sabe que están hechos con palitos y ramas espinosas en general, dispuestos de un modo bastante ingenioso y artístico por cierto. Están completamente cerrados por todos lados, salvo la entrada que tiene la forma de un tubo o túnel de tamaño variab1.e. Estas aves colocan preferentemente los palitos espinosos en la parte externa, como para proteger el contenido contra los ataques de otros animales. En cuanto al interior, está forrado con materiales blandos (lana, plumas, pelecho de vacunos, pieles de serpientes, etc.). Los lugares elegidos para nidificar son muy variables. Los hay que hacen el nido en el pasto, otros, como los llamados en Tucumán « leñateros> (Phaeellodomus), en los arbustos o en las puntas de las ramas de árboles altos. Los nidos de esta ave, muy abundantes, dan un aspecto particular al paisaje en ciertas regiones de esta provincia, llamando mucho la atención del viajero esos numerosos bultos de palitos secos colgados de la punta de las ramas. Como casi siempre se hallan a una regular altura, resulta imposible examinados sin bajados por lo que el contenido queda a menudo ignorado. Estos nidos son los que el crespín suele parasitar más a menudo. Hace poco, tuve oportunidad de revisar un nido de leñatero (Ph. rufifrons) en el que encontré un pichón de crespín. Estaba solo en el nido que tal vez había sido abandonado por los pichones del leñatero ya criados, aunque el joven crespín, muy voraz, suele aca¡parar para sí todo el alimento que traen los padres adoptivos. Comen insectos, sobre todo langostas, pequeñas pero enteras, y otros restos que no pude identificar. Los leñateros nunca se alejan mucho del nido, el que siguen ocupando todo el año, pero recién en Noviembre tiene lugar la postura, siendo los huevos idénticos a los del crespín. La postura es de cuatro huevos, pero en general no nacen más que dos o tres pichones. A veces queda todo destruído y abandonado, siendo ocupado el nido por el tordo músico (M. badius) el que ensancha algo la entrada. Cuando los pichones empiezan a emplumarse, los adultos inician la construcción de otro nido encima del primero, sobre la misma rama, destinado a la segunda postura; así crece el bulto leñoso hasta que, a veces, por el peso excesivo, todo se viene al suelo. Es frecuente también que se instalen avispas en algunos de estos nidos viejos, en los del piso bajo, lo que no es obstáculo para que todos sigan viviendo en buena armonía. Hasta el mes de Abril tienen pichones y hasta la misma fecha suelen verse también jóvenes del crespín los que emigran hacia el Narte mucho más tarde que los adultos. Es probable que el crespín, criado por leñateros, vuelva al año siguiente


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para depositar sus huevos en el mismo nido, recordando el camino y la morada nativa. Los leñatEros demuestran agitación cuando el crespín se acerca al nido, pero no huyen, a pesar de que es indudable que el crespín come también huevos y pichones de otros pájaros. Otra especie de leñatero (Ph. ruber) suele ser también padre adoptivo del crespín. He visto a una pareja que alimentaba a ·un pichón recién salido del nido, pero que ya volaba. El nido vacío estaba próximo a un cerco vivo. Esta especie no construye su nido con tanto esmero como Ph. rufifrons y trata de ocultarlo en arbustos bajos. A mi parecer, el crespín vuelve al mismo lugar cada año, en la época de la reproducción y elig-etambién los mismos padres adoptivos. JUAN MOGENSEN.

VORACIDAD DE LA PERDIZ COLORADA

En el número 3, volumen lIl, de EL HORNEROel señor Renard publicó una interesante observación sobre la voracidad de la perdiz colorada (Rhynchotus rufescens), y hace notar que no sabe si se trata de un caso excepcional encontrar en la molleja una laucha (Mus musculus). Pues bien, creo que no se trata de un c,aso de excepción, sino común, y si no hice antes esta observación es porque creí se trataba de un asunto conocido y bien establecido. Supongo que habrá pasado desapercibido por la sencilla razón de que los cazadores envían las aves desprovistas de vísceras y que, en las que han sido abiertas por los estudiosos, la casualidad quizo que no se presentara el caso, tal vez por tratarse de aves cazadas en parajes donde abundan los granos, ajo macho, macachines, etc. He observado que el caso se presenta en las perdices coloradas que viven en los cañadones, muy distantes de los maizales, y siempre se trata de aves muy flacas, lo que me induce a pensar que sólo comen lauchas cuando les falta otro alimento. Durante el mes de Julio de 1925 debí trasladarme a Colonia Seré (F. C. O.) por asuntos particulares, y aproveché la oportunidad para llevar mi escopeta. Iba en compañía del señor Diego Moodie, alto empleado de la _Cervecería Quilmes, gran aficionado a la caza y como tal, hombre muy conocedor de las costumbres, alimentación, etc. de las aves de caza. De Colonia Seré debimos trasladarnos a Drysdale (F. C. C. G. B. A.) y para ello es necesario atravesar unos cañadones inmensos que quedan entre Carlos Tejedor (F. C. O.) y Drysdale. En el camino vimos muchas «coloradas» y el señor Moodie sólo mató


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Notas

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5 o 6, porque eran flacas y no le agradan las perdices de cañadÓn. Luego, en unas pajas coloradas, cerca de un maizal cazó 15 o 20. Nos conducía el señor Pedro Badano, fuerte comerciante de C. Seré, de quien éramos huéspedes, y nos ofreció hacer preparar un plato de mollejas de «coloradas ~ que nos prometió delicioso. Con gran asombro nuestro el famoso plato no se preparó a causa de haber encontrado la cocinera en dos mollejas sendos ratones. La señora, dueña de casa, llena de repugnancia nos hizo mostrar, como algo extraordinario, las mollejas y una de ellas presentaba un aspecto muy parecido al de la fotografía publicada en EL HORNERO.Naturalmente, se comentó el asunto y el señor Moodie afirmó que en muchas oportunidades había encontrado eso en las perdices coloradas cazadas en los cañadones por cuyo motivo a él no le gustaba y no cazaba allí. Un peón del señor Badano, antiguo cazador profesional, hizo la misma observación como si se tratara del caso más común. Por mi parte ya había visto unos años antes, un caso, en unas perdices que había cazado en Santa Inés (F. C. O.). Sólo por casualidad observé esto y ha sido por la circunstancia de que el peón que las limpiaba, guardaba las mollejas para guisarlas, y mientras miraba cómo las abría apareció en una de ellas una lauchita, a medio digerir. Me aseguró el hombre, ante el asombro mío, que él había encontrado en otras oportunidades perdices con lauchas en el buche y en la molleja. PEDROL. COMI.

ACERCA

DEL VUELO DE LA AVUT ARDA CHLOEPHAGA

HYBRIDA

Durante los días comprendidos entre el 20 y el 31 de Agosto se tuvo oportunidad de observar, desde los acorazados que pertenecen a la División de instrucción, varias bandadas de la avutarda Chloephaga hybrida en vuelo de migración hacia el Sur. La mayor cantidad de estas aves fué vista al entrar en el golfo San Jorge .entre el Sud y el Sud-Este de la isla Rasa (lat. S. 45°06', long. W. 65°25'), de la cual se pasaba a 7 millas (13 kilómetros), el 20 de Agosto hacia las 10 de la mañana. Aparentemente, las 15 bandadas que se contaron allí en una hora procedían de la misma isla Rasa, que es un islote bajo, de piedra, sin vegetación y muy poco accesible, refugio de los lobos de un pelo (Otaria byronia) y aves marinas. El número de individuos que constituía cada bandada era muy variable, entre 15 y cerca de 100; notábase mayor cantidad de machos, pues su plumaje de color blanco los diferenciaba claramente de las hembras que son pardas con rayas. Volaban batiendo las alas continuamente.


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Cada bandada, cualquiera que fuese el número de sus componentes, formaba un ángulo cuyo vértice estaba dirigido en el sentido del avance, y conservaba constantemente, por lo menos durante todo el tiempo que estuvieron a la vista, una misma altura entre 3 o 4 metros hasta unos 40 del nivel del mar. En esas circunstancias reinaba viento oeste de 5 metros por segundo y llamaba la atención el hecho de que todas esas bandadas volasen con un rumbo tal que, contando con el abatimiento producido por dicho viento, debían pasar muy cerca de Cabo Blanco, límite austral del Golfo. Las bandadas que por su posición debían encontrarse cerca de uno de los buques, se esforzaban en pasar por delante, lo que permitió apreciar ese día que su velocidad de vuelo era un poco superior a la de los buques, que marchaban a la sazón a 15 millas (7,70 metros por segundo), sin poderse afirmar su valor a causa del rumbo diferente que aves y buque llevaban, lo que,redujo la observación al momento del paso. No se pudieron hacer observaciones continuadas durante el día, pero mientras se navegó hasta Comodoro Rivadavia siguieron pasando bandadas, que se oyeron aún durante la noche mientras los buques estaban fondeados en aquel puerto. La salida del Golfo, hecha de noche no permitió mayores observaciones, así como la nl,lvegación posterior practicada lejos de la costa durante el día. Mientras la DivisiÓn trabajó en el Rincón, se vieron pasar diariamente algunas pocas bandadas y el día 29 se pudo obtener una estimación bastante aproximada de la velocidad de su vuelo. Esa tarde uno de los buques navegaba rumbo sur a 16 millas de velocidad con viento de proa de 5 metros por segundo. El avance efectivo del buque era de 8 metros por segundo, de modo que, para volar a la misma velocidad,. un ave tenía que avanzar a razón de 13 metros por segundo, con respecto al aire que la sustentaba, Una bandada que se aproximó siguiendo un rumbo convergente en unos 10° con respecto al del buque, se empeñó en cruzarle por la proa, lo que le costó 20 minutos de tentativas infructuosas, pues su velocidad era muy poco superior, de modo que, volando paralelamente conseguía avanzar hasta la altura de la proa, pero tan pronto como giraba un poco para pasar, el abatimiento la traía cerca del palo militar cuya proximidad producía una confusión completa en el orden perfecto con que mantenía cada individuo su posición en el ángulo de caza; pero simultáneamente se alejaban un poco y lo formaban inmediatamente para intentar otro cruce. Al fin pudieron realizar su propósito, pero pasando "bastante cerca a proa del palo. De ello se deduce que la velocidad a que pueden volar estas aves, en sus migraciones, no excede los 14 o 15 metros por segundo. ABEL RENARD.


Notas

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OBSERVACIONES

SOBRE

ALGUNAS

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AVES DE BUENOS AIRES

O)

De los excrementos de los pichones. - Una de las mayores preocupaciones del pájaro que está criando es la de ocultar el nido y todo lo que pueda revelar su existencia, como los excrementos y las cáscaras de huevos. Por lo que se refiere a los excrementos, además de los dos procedimientos opuestos conocidos - el que emplean 18,spalomas, consistente en depositarIos de modo uniforme alrededor del nido, y el que se observa entre los pájaros insectívoros, en los cuales los padres los llevan lejos del nido - existirán seguramente otros mixtos, intermedios y no ha de faltar tampoco el de que los excrementos, en parte o en totalidad, sean ingeridos por los padres sea en el nido mismo o durante el transporte. La paloma, tan confiada generalmente, piensa, sin embargo, que no es cosa prudente dejar cáscaras de huevos en la proximidad del nido; pero ella no se preocupa de los excrementos. Son los pichones que lo hacen. Estos, para sus evacuaciones, dan un cuarto o un medio cuarto de vuelta a su cuerpo, logrando así dos objetivos: el de no ensuciarse al contacto de las deyecciones, todavía frescas de las emisiones anteriores, y el de concurrir a formar en el nido esa corona de excrementos secos que no les ocasiona la menor molestia. Algo muy distinto ocurre entre los pájaros insectívoros. Al querer ensuciar, los pichones deben alcanzar la entrada del nido con su extremo posterior para depositar allí los excrementos que van a ser llevados por los padres, lo que parece facilitado por la forma globular y la consistencia especial del excremento, debido probablemente' al régimen alimenticio. Del nido del benteveo. -- He observado que para buscar el sitio apropiado para ubicar el nido, el benteveo parece precaverse de las asechanzas de sus dos peores enemigos: el niño destructor de nidos y el gato. Con ese objeto elige generalmente una rama que se desprende horizontalmente del tronco de un árbol, el álamo blanco comúnmente; en esa rama, en un punto situado lo más lejos posible del tronco, construye el nido. Viveza del benteveo. - Posado en la rama de un árbol, a poca altura, un benteveo observa a una gallina madre, que rodeada de sus pollitos está escarbando con el mayor empeño en una tierra negra y gorda. En cuanto aparece una lombriz, uno de los pollitos la agarra y con el pescuezo estirado corre apurado en busca de un lugar tranquilo para comérsela. El benteveo (1) Nuestro consocio, señor José Bonini, residente en Chacabuco (F. O. P.)l nos ha enviado por intermedio del doctor Guido Oasale, estas notas breves sobre costumbres de aves que ha. observado en esa localidad. - N. de la D.


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HORNERO

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que ha visto la escena, baja y, volando a ras del suelo, sigue al pollito hasta quitarle la lombriz que come enseguida para volver luego a su observatorio, desde donde espera la oportunidad para repetir la hazaña. El benteveo diseminador de semillas? - He comprobado en uno de nuestros montes de sauces y álam'w, muy concurrido por los benteveos desde hace más de cincuenta años, que han brotado tantas plantas de laurel, ligustrum y magnolia que casi sin interrupción han podido ser objeto de venta, a pesar de no haber sido nunca sembradas, lo que atribuyo a la intervención de estas aves, que quizás varían su régimen insectívoro con la ingestión de semillas arbóreas. ¿

Una treta de las palomas. - Consiste ella en que la madre con cría simula estar herida para distraer la atención del enemigo. Parece ser muy poco usada por las palomitas, pero lo es casi constantemente por la paloma torcaza. Recuerdo que, con mis hermanos, siendo niños, y familiarizados con esta constumbre de la especie, hemos logrado muchas veces capturar así a la paloma madre. Astucias de la urraca. - Cuando advierte algún peligro para sus pichones, la urraca, desde lo más alto del árbol en que está el nido, les da la voz de alarma con desaforados y persistentes gritos. Casi inmediatamente el nido queda vacío, porque los pichones, al oir esta señal, valiéndose de alas y patas se han arrastrado fuera del nido y ganando las ramas más lejanas - cosa imposible para otro pichón - han ido a buscar un refugio más seguro. •T OSE

OBSERVACIONES

BONINI.

ORNITOLOGICAS

La costumbre de ver que lo normal en la paloma doméstica (CoZumba livia) es poner dos huevos en cada puesta, hace que esto se generalice para todas las especies de palomas. En distintos puntos de las sierras cordobesas, he observado siempre en los nidos de la torcaza (Notioenas maculosa), un solo pichón o bien un solo huevo. En el año 1917 ya me había dado cuenta de este detalle y le hablé de él al doctor Adolfo Doering, quien me dijo que no estaba seguro si es que ponía dos huevos y empollaba uno, o su puesta era de un huevo solo. Sin duda alguna la persona que podía decirme la realidad del hecho, era el ornitófilo Federico Schultz que ha coleccionado, viajado y observado mucho y a quien la bibliografía ornitológica argentina no po-


Notas

1927

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día olvidar. Conversé acerca del asunto con esta persona y me aseguróBn base a sus observaciones - que, siempre la especie en cuestión, no pone más que un solo huevo. Otra creencia popular entre la gente de esas sierras, es que los hijos de una puesta son macho y hembra y forman un nuevo casal. Para {lerciorarme de la exactitud de este aserto, me dediqué a averiguarlo en todo nido que encontraba con pichones de la especie llamada « Palomita de la Virgen» o «Tortolita» (Columbina picui) que era la más abundante en la región. El procedimiento bárbaro que usé, se podría calificar de infanticidio; no me dió resultado, dado que el estado de los órganos genitales no desarrollados totalmente, no me permitían distinguir los sexos, entonces me puse a criarlos. La primera y única pareja que pude hacerlo, resultó de acuerdo con la creencia popular, macho y hembra. Pero, junto con ellos había un macho de otro nido al que prefería la hembra que crié. No obstante las manifiestas inclinaciones de ella, hice que por falta de otro, aceptase el formar casal con su propio hermano. Varias veces hicieron nidos y pusieron, ora uno ora dos huevos por postura, se enclocaron pero nunca los empollaron. En Enero del año 1925, en un viaje que hice a General Pinto y localidades vecinas, por atención del señor Marcial García propietario de la región, tuve la oportunidad de observar en las lagunas, una cantidad de gaviotas (Larus) muertas o enfermas que no podían volar. La enfermedad parecía ser una fuerte diarrea que les paralizaba todo el tren posterior, pudiendo mover libremente la cabeza y el cuello y muy poco las alas. En este estado parecían durar muchos días, su peso disminuía notablemente, al extremo de apreciarse al ser levantadas. Los hombres de campo mil explicaron la causa, cuando les interrogué, diciéndome que era debido a que comían mucha langosta «tucura » que ese año hubo en cantidad extraordinaria. ALBERTO CASTELLANOS.

OBSERVACIONES

SOBRE ALGUNAS AVES DE ZELA YA

(PROV. DE BUENOS AIRES)

El caburé destructor de aves. - Según afirman algunos autores, esta diminuta rapaz del género Glaucidium, no persigue ni se alimenta de otras .aves, y el doctor E. L. Holmberg así lo consignó también en el « Censo» y en «Viaje a Misiones» afirmando no haber encontrado nunca vestigios de aves en los estómagos que examinó. Habiendo recogido algunas observaciones personales que contradicen -estas afirmaciones, he creído oportuno darlas a conocer.


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En Septiembre de 1924 un casal de caburé (G. nanum) se había instalado en nuestra propiedad de Zelaya. En el estómago de la hembra, cazada para nuest'ra colección, se encontraron plumas que parecían ser de mixta (Sicalis). El macho permaneció allí durante un año. Al principio se le tenía cariño por su mansedumbre; había elegido como morada habitual un nido. de hornero situado en la cornisa de la casa, y de allí no salía aunque se le golpeara el horno desde afuera. Su grito se asemejaba al ladrido de un perrito, y, habiendo luna, gritaba toda la noche, lo que a veces hacía también de día. Los pájaros, sobre todo las calandrias (Mimus), le perseguían mucho. Era curioso ver el modo como le acometían especialmente cuando veían que posado en una rama, y sosteniendo con una pata a una avecita, se disponía a devorar a la víctima. Pero él no se inmutaba mayormente, aunque esa algazara le obligaba a interrumpir su festín. Por eso creo que prefirió hospedarse en el horno, donde podía comer en paz, y allí le veíamos entrar con presas, que eran generalmente chingolos, mixtos y palomitas, una de las cuales se le alcanzó a quitar aún con vida. En el horno se le encontró parte del esqueleto de una hornera. Ya hacía un año que estaba allí solo, cuando apareció una hembra, siendo entonces tan grande el estrago que hacían que resolvimos cazarlos. Cuando así se hizo tenían apresado un chingolo, al que habían cortado la cabeza. Todos, víctima y victimarios, fueron luego llevados al Museo Nacional. Alimentación de la urraca o pirincho. - He observado que otra de nuestras aves, la urraca común (Guira guira) , cuando tiene pichones, destruye muchas aves para alimentar a su prole. Los gorriones suelen ser las víctimas más frecuentes. Cuando las ven llegar y recorrer árbol por árbol buscando los nidos, se alborotan y las persiguen gritando por temor de que les lleven sus hijuelos. He visto a una que por llevar un pichón de tijereta era perseguida por unas quince de éstas. Otro día, viajando en automóvil, vi una urraca que se llevaba un pichón de tijereta y la pobre madre desesperada la acometía briosamente, lo que se pudo observar bien porque volaban a la par del auto. Las urracas se alimentan también de ofidios y batracios. Observé que una llevaba en el pico una rana de zarzal (Hyla) a sus pichones, que en número de seis la esperaban en un árbol bajo del jardín. Pero solamente a uno de ellos le tocó la rana con gran disgusto de sus hermanos, que abrían el pico desesperadamente. La parte interna del pico de los pichones de urraca es muy singular poI' su coloración. Es de un rosado vivo con ribetes blancos alrededor de los conductos nasales, formando éstos con la garganta una extraña figura. Avecitas que persiguen a las rapaces. - Entre las pequeñas aves que persiguen tenazmente a toda ave de rapiña se destacan dos tiránidos: la tijereta (M. tyrannus) y el suirirí (T. melancholicus).


Notas

1927

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He observado también que la tijereta suele ser muy abundante, pues en -el mes de Marzo en la estación Conhelo (Pampa Central), me llamó la atención la gran cantidad de éstas que al atardecer semejaban bandadas de golondrinas •cazando insectos crepusculares. Higiene de los nidos. - Otra observación que deseo consignar se refiere al procedimiento que emplean los pájaros para conservar limpios los nidos durante la cría. Mientras los pichones son pequeños y hasta alcanzar unos diez o quince días de vida, tiempo necesario para que puedan hacerlo solos fuera del nido, los padres extraen las deyecciones con el pico; así se explica que el nido del boyero, con ser tan hondo, se conserve siempre tan limpio Lo mismo acontece con casi todos los nidos, ya estén en árboles, en cuevas o en tierra. En cuanto a las palomas, se sabe que los pichones no evacúan fuera del nido sino alrededor de éste, por lo que queda inutilizable cuando lo abandonan los pichones. CELIA

UN A CURIOSA

RELACION

APENDICULAR

CONSTANTE

B.

DE PEREYRA.

EN EL ESQUELETO

DE LOS ESFENISCIDOS

Es ya sabido que actualmente se clasifica a las aves por caracteres externos tales como el plumaje, forma del pico, etc., pero esto naturalmente no se puede extender a los fósiles en donde faltan estos elementos. Resultaría, pues, de la mayor importancia cualquier dato que nos permitiese averiguar a qué grupo pertenece talo cual ejemplar. Revisando el material de Esfeníscidos (pingüinos) fósiles que existe en .el Museo de La Pata he hallado una serie de tarsometatarsianos y algunos calcos de estos huesos. Estos tarsometatarsianos fueron determinados por Don Florentino Ameghino, quién estableció varios géneros y especies. De una de la sespecies, Palaeospheniscus robuslus, describe el húmero, además del tarsometatarsiano correspondiente. Ahora bien, tenemos a nuestro alcance cierta cantidad de húmeros. ¿ Cómo asignamos a cada tarsometatarsiano su húmero correspondiente? Esta dificultad, seguramente se les habría presentado a Moreno y Mercerat (1) quienes no dan razón ni explican el porqué de las especies que forman, en qué caracteres se fundan y cuál método han seguido para establecer que tal tarsometatarsiano corresponde al húmero, al radio y al fémur, etc. de (1) MOltENO y MERcERA'r,

del ]JIus. La Plata.

Catálogo de los pájaro,

fósiles

de la República

Al'gentina,

en

An.


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EL

Vol. IV.

HORNERO

una misma especie. Tanto es así que hemos hallado cuatro húmeros, dos de ellos completos, y dos incompletos; entre los primeros hay una marcada diferencia, y entre los últimos tampoco hay identidad, ni entre ellos, ni con los anteriores. A pesar de esto, los cuatro húmeros son atribuido!! a Palaeospheniscus M enzbieri (Moreno y Mercera t). Esto mismo ocurrió con los Estereornites orden en el cual Moreno y Mercerat formaban numerosas especies, todas las cuales, en algunos casos, se reducían a una sola. Examinando los restos fósiles de Esfeníscidos hemos creído hallar una relación que probablemente debe existir entre todas las piezas de un mismo esqueleto, y aún dentro de una misma especie, relación que es constante tanto en los grupos vivientes como en los fósiles. El objeto de esta nota es única y exclusivamente la de hacer constar que existen relaciones de tamaño entre los huesos del esqueleto de las aves de este orden. Al describir el húmero anteriormente citado (Pal. robustus), Ameghino O) da una longitud máxima de 90 mm. y una longitud máxima para el tarsometatarsiano del mismo ejemplar de 39 mm. Midiendo el húmero de Spheniscus magellanicus obtenemos una longitud máxima de 73 mm. y el tarsometatarsiano del mismo tiene 31 mm. como diámetro longitud máxima. Hallando los cocientes de la división del H. y TMt. en ambos casos obtengo 23 mm. lo cual me induce a creer que es una constante. En posesión de esta constante y con los tarsometatarsianos ya determinados por Ameghino (1906) obtengo la longitud que debiera tener el húmero en las distintas especies. 73 79.6 38.2 89.7 88 76

siano

species icus . . . nis .

I II I I

34 39 32 31

78 I

Húmero

Tarsometatar-

I

I

MATHILDE (1) AMEGHINO

F.,

1906, Enumeración

en An. Mus. Nac. B. A., Ser. 3, T. 6.

de los Impennes

fósiles de Patagonia

D.

DE SAEZ.

y de la isla

8eymond,


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Notas

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NOT AS SOBRE LOS NIDOS DE SYNALLAXIS SPIXI y PACHYRHAMPHUS POLYCHROPTERUS

El 8 de Diciembre, en el bajo de San Isidro y en un sauzal cuyo terreno está cruzado de zanjas para desagües y cubierto de vegetación silvestre, con pajas cortaderas, etc., en un tronco de sauce, a una altura de 40 centímetros del suelo se encontraba el nido de ,este dendrocoláptido construído con palitos entrecruzados, de forma cilíndrica, colocado oblicuamente con la boca mirando al Narte. Tiene 28 centímetros de largo y 13 de diámetro, reducido en la entrada a 3 centímetros. Interiormente sólo contenía hojas de membrillo frescas y puestas con la c~ra inferior hacia arriba. Tenía 3 huevos del Synallaxis spixi, todos blancos, con un ligero tinte verdoso, el tamaño proporcionado al ave, y con un polo bastante agudo; además, había otro de tordo, Molothrus bonariensis, de color blanco. Hubiera sido interesante observar a esta ave parásita en el acto de poner pues dado su tamaño desproporcionado con el nido es probable que lo dejase a la entrada. Estuve largo rato observando al casal: el macho siempre iba cantando de un lado a otro a una distancia no mayor de 15 o 20 metros y la hembra se deslizaba con mucho sigilo por entre las malezas hasta el nido. Para ver' el interior y creyendo que fuera un nido viejo, tuve que ensachar la boca; cuando se acercó la hembra recorrió el nido, miraba a todos lados con desconfianza, bajaba al suelo, volvía a subir como diciendo: «alguien ha andado en mi casita ». Como hay otra especie bastante parecida (Synallaxisfrontalis) que frecuenta esos lugares, no tuve más remedio que cazarla para poder identificar la especie. En el mismo lugar, a pocos metros, casi en la punta de un sauce, a unos 7 metros de altura, encontré el nido que creo poco conocido del cotíngido Pachyrhamphus polychropterus, construído sobre una rama vertical, de forma globular, parecido a simple vista al de Benteveo, fabricado con pajas. Pude ver a la hembra posarse sobre él y al macho emitir su canto triste desde árboles cercanos. Creyendo que tendría ya huevos y no pudiendo subir para alcanzarlo, por ser la rama y el árbol algo débiles para resistir mi peso, después de intentarlo dos veces resolví cortar la rama, con el pesar consiguiente al encontrar el nido vacío y aún no del todo terminado. Espero en otra ocasión tener más suerte para poder describir los huevos de este cotíngido no muy común, que suele visitar a fines de la primavera y durante el verano los lugares húmedos y solitarios, algo boscosos, para nidificar. Estos dos nidos han sido obsequiados al Museo Nacional de Historia Natural.

J OSE

A.

PEREYRA.


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EL

HORNERO

Vol. IV.

NOTAS ORNITOLOGICAS El nido de la golondrina (Pygochelidon c. patagonica). - A fines de Febrero de este año encontré en Zelaya (Prov. de Buenos Aires) el ni.do de esta pequeña golondrina, bastante rara en la región. Estaba situado en una cueva de la barranca del río Luján, a un metro sobre el nivel del agua y a unos 20 centímetros del borde de la barranca. La cueva había sido hecha probablemente por la «caminera' (Geositta cunicularia), que frecuenta también, si bien es escasa, esos parajes. La entrada era de forma circular ,con un diámetro de 3 centímetros, luego seguía en forma de tubo hacia abajo, unos 30 centímetros, terminando en un hueco de unos 10 centímetros de ancho. En el nido, compuesto de gramíneas y plumas blancas, se hallaban cinco pichones ya listos para volar. Capturé dos y dejé los demás, per~ uno de éstos tomó el vuelo, de modo que sólo dos quedaron en el nido a donde volvieron los padres muy alborotados después que nos alejamos. Por lo visto esta especie pone hasta 5 huevos. Venturi señaló 3 huevos en un nido, pero tal vez se trataba de una postura incompleta. Pichón de cuervo (Cathartes atratus brasiliensis). - Este pichón de cuervo o jote, me fué enviado vivo de Conhelo (Pampa Central). Habiendo sido sacado muy chico del nido empezó a criarse muy manso, pero por haberse enfermado de las patas hubo que sacrificarlo y figura en mi colección. Tendría cerca de un mes de edad, todo el plumón es de un blanco grisáceo con las primeras plumas del ala y de la cola que comenzaban a asomar. El nido fué encontrado a unas 7 leguas al norte de la Estación, encima de un chañar, cerca de unos médanos. El nido era bastante grande, casi plano, hecho con ramas de este mismo árbol, debajo del cual en el suelo hallábanse muchos despojos de aves. Según me han informado, estos cuervos negros se crían fácilmente en cautividad, aunque no conviene tenerlos junto a las aves de corral de las que son muy golosos. Captura dél chorlito (Tryngites subruficollis). - En la misma fecha y lugar, observé en una playa arenosa del río Luján una bandada 'como de 50 o más chorlos (Tryngites subruficollis), especie que no suele ser muy común. Entre estos se encontraban 3 o 4 individuos de otra especie próxima (Aegialitis falklandicus). Sólo pude cazar un ejemplar macho del primero, pues desapareció la bandada al sonar el primer tiro.

J OSE

A. PEREYRA.


1927

NIDIFICACION

Notas

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DEL SIETE CUCHILLAS (PHLOEOCRYPTES

MELANOPS)

El nido de esta especie - que es bastante abundante en las lagunas y pajonales - es, como se sabe, de los más interesantes. Su resisteIlília y comodidad iguala casi al del hornero, no obstante su ubicación temeraria, enlazado a los juncos movedizos a poca altura sobre el nivel del agua. Está construído con pajas o juncos entrelazados, y frecuentemente reforzado y revocado con barro. Más alto que ancho y muy cerrado, tiene su entrada pequeña en un costado cerca del borde superior, el que se prolonga sobre ésta formando ·como un techito o marquesina que lo protege contra la intemperie. Se encuentran a veces varios nidos juntos o superpuestos. Habiendo solicitado hace algún tiempo de nuestro consocio señor B. L. San Martín, de Balcarce, algunos datos sobre el modo como inicia el Siete cuchillas la construcción de su «ranchito ., nos ha trasmitido la siguiente observación: « Durante el mes de Octubre próximo pasado he recorrido varias veces las lagunas con el fin de ver como empieza su nido el Siete cuchillas, pero con poco éxito, pues al aproximarme a los lugares de nidificación, las avecillas se alborotaban y no se acercaban a los nidos. Sin embargo, aun cuando no haya podido verlos trabajar directamente creo que proceden así: Hacia la mitad de la altura de los juncos, en donde están más cerca entre sí, o se cruzan, envuelven varios juncos sin mayor prolijidad, con algunas pajas o juncos, como para formar un principio de nido o techo provisorio. Debajo de éste, a unos 20 centímetros, empieza la construcción verdadera, sólida y arquitectónica, que se eleva hasta alcanzar los primeros lazos colocados « El propósito de los constructores al unir previamente los juncos elegidos para sostener el nido, es evidentemente el de evitar la oscilación de los mismos que, de otro modo, les molestaría en su tarea. « El material que emplean para hacer el nido verd¡tdero no consiste solamente en pajas, como el techo primitivo, pues le dan consistencia con barro y otros residuos de laguna, incrustando todo en el nido a fuerza de pico, como lo hacen los horneros Hasta la terminación del nido se mantiene húmedo el interior, y ello me induce a creer que el techito provisorio tenga también por objeto amortiguar los rayos solares que, secando prematuramente la parte interna, no la dejad:;, adquirir la solidez conocida ». «

«

B. L.

SAN MARTIN.


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HORNERO

NOTAS SOBRE ALGUNAS

AVES ANTARTICAS

(1)

He podido observar aves tan sólo en tres lugares. En los alrededores de la latitud 59° S., longitud 50°00' W., la especie más abundante era el Damero del cabo (Daption capensis) que en gran cantidad andaban siempre al costado del buque ballenero para comer los desperdicios de las ballenas faenadas. Otra especie de ave muy mansa que con frecuencia se posaba sobre los palos del buque, en bandadas de 20 a 30 individuos, era la hermosa paloma de mar (Chionis alba). Pude ver también unos cuatro o cinco ejempla-

Palomas de mar

(Chionis

alba),

posadas sobre una embarcación.

res jóvenes de la gaviota dominicana o cocinera (Larus dominicanus), con su plumaje blanco y gris. Por último las aves más pequeñas que ví en esa región fueron el elegante gaviotín (Sterna hirundinacea) y el pequeño petrel de las tormentas (Oceanites oceanicus). En los alrededores de las Orcadas, y en una isla próxima, Signy Sorlle Island, he visto en gran número ejemplares de la paloma antártica (Chio(1) Con motivo del viaje que efectuó a los mares del Sur nuestro consocio señor Alberto Carcelles, comhionado por el Museo Nacional para coleccionar ejemplares de cetáceos y otros animales marinos, ha tenido oportunidad de hacer alg-unas observaciones sobre aves de aquellas latitudes, las que tuvo a bien extraer de su diario de viaje para EL HORNERO Y que reproducimos. El señor Carcelles permaneció a bordo del buque-usina noruego « Lancing >, el que operó siempre en alta mar, durante los meses de Octubre de 1926a Marzo de 1927.- N. de la D.


1927

Notas

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nis alba), del Damero (Daption capensis) y del gaviotín (Sterna hirundinacea). Allí había también unas cuantas gaviotas pardas skúas (Megalestris antarctica), que comían restos descompuestos de cetáceos, y una bandada de unos treinta cormoranes o Shag (Phalacrocorax albiventris). So-

bre una altura de unos treinta metros, observé unos siete u ocho petreles

Grupo de dameros del cabo (Dal'tion capensis), cerca de la isla Inaccesible.

gigantes (Macronectes giganteus) en sus nidos, los que están hechos en la misma roca, con pedregullo, Son de forma discoidal y miden unos 40 centímetros de ancho por 7 de profundidad. En las islas Georgia he comprobado la presencia de muchos individuos de D. capensis, S. hirundinacea, y del gran albatros Diomedea exulans, pero no ví ejemplares de Larus ni de Chionis. ALBERTO CARCELLES.


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MOVIMIENTO

SOCIAL

Nuevos miembros activos. - Desde la publicación de la entrega última han sido aceptados los siguientes: Señorita Julia M. Busnelli, Rafael 1. Cordini, Mateo P. Gómez, doctor Salvador Mazza, señora Yolanda E. de Terrani. Interior. - Carlos Albino, Mortero (F. C. C. C.); Alejandro Barontini, Mar del Plata; Santiago Corti, Coronel Vidal (F. C. S.); Diego Ferguson, Eldorado (Alto Paraná); doctor Hugo Ferrando, La Plata; Pablo Gaggero, La Plata; señorita Angela Junyent, Córdoba; Félix Nattkemper, Trelew (Chubut); Eduardo G. Paul, San Rafael (F. C. P.); señorita Isabel E. Petit, Rosario (Santa Fe); John Charles Philpott, Arias (F. C. C. A.); Roberto J. Stirling, Santa Elena (E. Ríos); Tomás S. Sympson, Monte Buey (F. C. C. A.); señora Josefina E. de Webster, Monte Buey (F. C. C. A.). Capital. -

Exterior. -

Augusto Teisseire, Colonia (R. O. del Uruguay).

Museo Nacional de Historia Natural « Bernardino Rivadavia»; Colegio San José, Villa del Rosario (F. C. C. A.); Museo Escolar Central, Paraná (E. Ríos).

Instituciones. -

Asamblea ordinaria de la S. O. P. - El 17 de Diciembre del año próximo pasado se verificó en el local social, la asamblea ordinaria convocada para considerar la marcha de la Sociedad y renovar la Comisión Directiva. El presidente, doctor Roberto Dabbene, dió cuenta de la obra desarrollada por la S. O. P., durante los dos últimos años, y a continuación se dió lectura de los informes de secretaría y del balance de tesorería, los que fueron aprobados. Se procedió a la elección de la nueva Comisión Directiva, para el período 1926-1928, la que quedó constituída de la siguiente manera: Presidente, Prof. Pedro Serié; secretario, Prof. Alfredo Steullet; tesorero administrador, doctor José A. Pereyra; vocales, Prof. M. Doello-Jurado, doctor Roberto Dabbene, Contralmirante Abel Renard, Alberto T. Cowel, Andrés M. Wilson, Prof. Enrique Deautier, doctor Alberto Castellanos, doctor Jorge Casares. Informe

del

presidente

de

la S.

O. P. correspondiente al periodo 1924-1926. -

Señores: La tardanza en la convocatoria de esta Asamblea que debió verificarse en Agosto, fué debida a que la Comisión Directiva tuvo el propósito de que ella coincidiese con la aparición de la Revista. Pero, la actitud remisa de la casa editora en cumplir con la palabra empeñada hizo dilatar la convocatoria de día en día hasta que, visto que este estado de cosas amenazaba continuar indefinidamente, se resolvió retirarle la composición de EL HORNEROY enviarla a otra imprenta, que en menos de un mes 'entregó la tirada completa que acaba de distribuirse entre los señores consocios. A excepción de la precitada incidencia con la imprenta, la Comisión Directiva desenvolvió normalmente su cometido, aunque se vió privada del estimable concurso del señor Capitán de Navío Pedro S. Casal, quien, a causa de sus tareas profesionales que le mantuvieron alejado de la Capital, renunció en Abril de 1925 al cargo de vocal.


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Comisión

Directiva de la S. O. P. para el periodo 1926-1928.

De izquierda a derecha: Sr. Alberto T. Cowell. Dr. José A. Pereyra, Dr. Alberto Castellanos, Prof. Alfredo B. Steullet, Dr. Roberto Dabbene, Prof. Pedro Serié. Prof. Martin Doello Jurado, Sr. Andrés M. 'Yilson, Contralmirante Abel Renard, Prof. Enrique A. Deautier, Dr. Jorge Casares.

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1927

Jf ovi7niento social

85

En general, durante estos dos últimos años, los progresos de la Sociedad han sido satisfactorios, sea por el ingreso de nuevos socios, como por la labor realizada. Lo que es lamentable es la escasez de colaboradores y sería de desear que el ejemplo de los señores Andrés S. Wilson, Ju~ Daguerre, José Pereyra y algunos más, cundiera entre los asociados, pues ellos son los únicos que en el país envían siempre notas y observaciones sobre aves, para lo cual no se requiere ser ornit610go. Un hecho interesante lo constituye el VI Congreso Internacional de Ornitología realizado en Copenhague en Mayo de 1926 y en el cual nuestra Sociedad estuvo representada por el doctor Jorge Casares, quien desempeñ6 brillantemente la misi6n que se le confiara y que él; gentilmente, aceptara. Prueba del prestigio adquirido por nuestra Sociedad, lo constituyen los diversos pedidos de informes requeridos por Ministerio y reparticiones nacionales, como asimismo por el Honorable Concejo Deliberante. Así, el Ministerio de Agricultura solicit6 la cooperaci6n de la S. O. P. a los efectos de determinar el grado de utilidad de las diferentes especies animales del país y los medios adecuados para proteger a las especies útiles; el de Justicia e Instrucci6n Pública pidi6 informes respecto a la conveniencia de que la República estuviese representada en el VI Congreso de Ornitología y solicit6 el nombramiento de un delegado que representase a la S. O. P. ante la Comisi6n pro Parques Naturales, a cuyo requirimiento la C. D. design6 con este objeto al señor Pedro Serié; el jefe de Policía sanitaria, doctor José Serres, requiri6 nuestra opini6n acerca del proyecto de aclimataci6n de una especie de Sturnido, Acridotheres tristis, como poderoso auxiliar en la lucha contra la langosta; el presidente de la comisi6n de Higiene del H. Concejo Deliberante, solicit6 informes respecto a un proyecto de resoluci6n por el cual se pediría a la H. Cámara de Diputados de la Naci6n se sancionara una ley que prohiba la exportaci6n de los productos de caza. El día 14 de Noviembre del año pr6ximo pasado, a iniciativa del señor Enrique Udaondo, Director del Museo Colonial e Hist6rico de Luján, se celebr6 en esa localidad el « Día del pájaro ». En dicha fiesta la S. O. P. estuvo representada por el señor Pedro Serié, quien pronunci6 una aplaudida conferencia sobre la vida y costumbres de las aves en general y la necesidad de protegerlas. El Director del Museo de Historia Natural, ProL Mart.ín Doello Jurado, organiz6, en el local de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, una serie de disertaciones públicas sobre temas de Ciencias Naturales y Arqueología. Estas conferencias se realizaron los sábados, a partir del 28 de Agosto hasta el 30 de Octubre de 1926, y dos de ellas fueron consagradas a la ornitología estando a ·cargo de los señores Pedro Serié y Roberto Dabbene, quienes disertaron sobre Aves raras y en vías de extinci6n • y «El origen de las aves» respectivamente. Como el Congreso Panamericano celebrado en Lima en Diciembre de 1924 sancionó un voto por el cual se solicitaba la adhesi6n de los gobiernos para la sanci6n de un convenio entre los países sudamericanos destinado a proteger los animales silvestres, el Ministerio de Agricultura designó a los señores José León Suárez, Frank Soler, Hugo Salom6n, Fernando Lahille, Pérez Mendoza, Luciano Valette y al Presidente de la S. O. P. para que, constituí dos en comisi6n, estudien el asunto y proyecten las bases destinadas a hacer efectivo ese pensamiento. Con el propósito de llevar a feliz término la proyectada exposición de ornitología, la C. D. solicitó un subsidio del H. Concejo Deliberante, el cual acord6 la suma de $ 2000, que ha ingresado ya a tesorería, y con la cual se podrán iniciar los trabajos preliminares. «

Balance social. - Damos a continuación un resumen del informe presentado a la asamblea ordinaria del 17 de Diciembre de 1926, acerca del movimiento habido en la Secretaría y Tesorería de la S. O. P., desde ellO de Septiembre de 1924 hasta el 2 de Diciembre de 1926.


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SECRETARIA

Miembros activos ingresados Miembros correspondientes.

33 2

. . . . . . . . . . . .

Miembros activos egresados, por renuncia Miembros activos egresados por fallecimiento Miembros activos cesantes por C. D .. Instituciones cesantes, por renuncia

7 .

C. D.

»

Total de miembros activos e instituciones Reuniones de la C. D. Notas remitidas Circulares id, .

35

adheridas

Notas recibidas. Libros. . . . . Folletos . . . . Aves preparadas en cuero Aves frescas. Nidos . Huevos ...

6 18 2 2

35

269 16 165 250

415

220 4 31 6 37 4 4 TESORERIA

Sa'do recibido del ex-tesorero, En:radas: Por cuotas sociales . . . . Por venta de la revista . . Subvención Municipal para

$ 2522.65

señor Alberto Carcelles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . la exposición de ornitología.

$ 2740.00 316.60 »

2000.00

$ 5056.60 $ 7579.25

Sa'idas: Pagado por clichés, láminas e impresión del N° 3 (Vol. nI) 15 de la reyista. . . . . . . . . . . . . . . $ 791.75 104.60 42.90 empleado de Secretaría, desde Septiembre de 364.00 ". 174.15 945.00 1924 a Noviembre de 1926 inclusive . » poner título a 143 diplomas . . . . . artículos· de escritorios, estampillas, tarjetas, fichas, etc. , . . . . . . . . . . . » comisión del 10 % al cobrador , . . , » la composición del N° 4 (Vol. nI) de la revista » adhesión al Congreso de C. Naturales de La Plata . . . . . . . . . . . . . . . . . . » una lámina de aves y adhesión al Congreso Internacional de Luxemburgo para la protección 9.70 a las aves 80.00 » dos acuarelas de aves . . . . . . . . . . . . 24.00 » 200 tubos de cartón . . . . . . . . . . . . » adhesión al Congreso internacional de Ornitolo12.50 gía de Copenhague . . . . . . . . 216.75 » clichés y láminas para el N° 4 (Vol. In)

$ 2780.35 Saldo efectivo, en caja

. . . . . . . . . . . .

»

4798.90

$ 7579.25


1927

Movimiento

social

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Reunión general. - El 6 de mayo del corriente año se realizó en el local social una reunión general de comunicaciones, bajo la presidencia del señor Pedro Serié, a la que asistieron los socios: Juan C. Amadeo, Horacio Arditi, Jorge Casares, Alberto Castellanos, Pedro L. Comi, Roberto Dabbene, Ernesto DalIas, Enrique A. Deautier, Martín Doello Jurado, Nicolás Gazzano, Juan W. Gez, Mateo P. Gómez, señora Celia B. de Pereyra, José A. Pereyra, Angel L. Radice, Humberto Rolleri, Alfredo B. Steullet, Osvaldo Strassberger y Angel Zotta. El presidente expresó que el objeto de la reunión era el de informar directamente a los señores consocios acerca de las novedades que tuvieran atingencia con la marcha de la S. O. P, entre las cuales se destacaba el VI Congreso de Ornitología, así como recoger las iniciativas que surgieran en la reunión. El Dr. Jorge Casares, que asistió en representación de la S. O. P. a las reuniones del precitado Congreso, realizado en Copenhague, en mayo del año próximo pasado, explicó enseguida la ·orma en que se desarrollaron las reuniones, los temas tratados, las incidencias que se suscitaron y las conclusiones aprobadas. La exposición del Dr. Casares fué seguida con interés por los presentes, quienes expresaron el deseo de que se publique en EL HORNEROel informe pertinente, lo que haremos en la próx'ma entrega. El Director del Museo, ProL Martín Doello Jurado, presentó un nido de Phacellodomus striaticollis, cuya descripción fué acompañada del ave correspondiente, de los huevos de la misma y de una fotografía tomada in situ. El presidente informó acerca de la marcha general de la S. O. P., cuyas actividades fueron estimuladas en todo sentido por la Dirección del Museo quien ha cedido a la Sociedad una de las habitaciones del Museo para el archivo y biblioteca. A continuación, después de enumerar las últimas colecciones de aves ingresadas al Museo, se refirió a la publicación en la revista popular ilustrada, de esta Capital, Caras y Caretas, de una serie de láminas en color de las principales aves argentinas, cuyo detalIe se da en otra parte de esta misma entrega. Expuso los trabajos realizados para llevar a término la proyectada exposición orni.tológica y mostró, al efecto, diversas fotografías de aves y nidos tomadas del natural por los señores Antonio Pozzi y Carlos Bruch, las que formar:á¡nparte de la eección fotografía anexa a la mencionada exposición. El señor José .Pereyra presentó un pichón del buitre llamado jote o cuervo, capturado vivo en La Pampa, con el plumón vistoso y característico de los primeros meses. A continuación los presentes tuvieron oportunidad de examinar las colecciones de aves efectuadas en Misiones, Entre Ríos, Nueva Palmira y Neuquén por el personal del Museo y algunos consocios. Finalmente se dió cuenta de la suscripción pro monumento a Hudson, de la que informamos detalladamente en otra parte.

EXCURSIONES Durante el año transcurrido fueron numerosas las efectuadas por miembros de la S. O. P. y personal científico y técnico del Museo. Señalamos aquí, tan sólo las más importantes, desde el punto de vista ornitológico y sus resultados globales, pues sería muy extensa la enumeración de las especies colectadas. En « Los Talas» (Prov. de Buenos aires). - El señor Antonio Pozzi realizó varias uexcrsiones en Diciembre de 1926 y Enero de 1927, a fin de observar y fotografiar en su


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ambiente, varias especies de aves, en la época de incubación y cría. Esta tarea ofrece, como se sabe, muchas dificultades, debido especialmente a la ubicación poco accesible de los nidos, generalmente con luz desfavorable para fotografiarlos, y más cuando se desea sorprender a los padres incubando o alimentando a los pichones. No obstante, el señor Pozzi ha conseguido ya algunos resultados apreciables, como se ha podido ver en la entrega anterior (pág. 421) donde se reproduce una de sus primeras fotografías obtenidas en Los Talas, en la que figura el nido y los pichones del cucúlido Coccyzus melanocoryphus. Este año ha logrado en el mismo lugar, fotografías muy nítidas de los nidos con huevos y pichones de varias otras especies, entre las cuales el fringílido Cyanocompsa cyanea, el zorzal Planesticus rujiventris y la paloma Zenaida auriculata, que reproduciremos en las próximas entregas.

En Misiones. - El preparador del Museo señor Angel Zotta y los adscriptos de ornitología señores Alfredo Steullet y Enrique Deautier, efectuaron una excursión comisionados por este Establecimiento, la que se prolongó del 3 al 27 de Febrero de 1927. Recorrieron los alrededores de Barra Concepción y San Javier, sobre el río Uruguay, para pasar después a Puerto Gisela, sobre el río Paraná. Entre las colecciones efectuadas en esas regiones figuran 66 ejemplares de aves, que comprenden 45 especies, con sus respectivos estómagos cuyo contenido ha sido objeto de un estudio especial que se publicará más adelante. De las especies capturadas se conservaron, además, muestras de sangre cuyo estudio, desde el punto de vista parasitológico, ha sido realizado y se publica en otra parte de la presente entrega. En Tandil (Prov. de Buenos Aires). - El señor José Yepes, hizo una excursión por las sierras, a principios de Febrero. Entre los ejemplares de vertebrados recogidos figuran 12 aves que representan 7 especies. En Gualeguaychú (Prov. de Entre Ríos). - El preparador Juan B. Serié, enviado por el Museo, permaneció en los alrededores de la desembocadura del río Gualeguaychú, desde el 16 de Febrero al 5 de Marzo. Obtuvo 52 ejemplares que incluyen 40 especies, aumentando así las colecciones hechas anteriormente en el mismo lugar. En Nueva Palmira (R. O. del Uruguay). - Durante la excursión paleontológica organizada por el Museo, en la que intervinieron el profesor M. Doello-Jurado, D. Lucas Kraglievich, D. Angel Zotta, profesor Augusto Teisseire y varios miembros de la Sociedad Arqueológica del Uruguay, se obtuvo a la vez una buena serie de aves. Entre los días 10 a 18 de Abril, fueron coleccionados en los alrededores de Nueva Palmira, Dolores y Soriano, 63 ejemplares con 36 especies. En el río Uruguay medio. - La excursión organizada por el Museo y real zada conjuntamente con el Museo Escolar Central de Paraná, abarcó los alrededores de Concepción, Colón, Concordia, Puerto Yeruá, etc., desde el 13 de Mayo al 13 de Junio. Participaron nuestros consocios señores Emilio Agustí, Antonio Serrano y los señores E. de CarIes, Aurelio Pozzi, y Julio Migoya. Entre las piezas colectadas figuran 54 aves con 40 especies diferentes. En las lagunas de Chascomús. - El Director del Museo, profesor M. Doello-Jurado y el preparador Juan B. Serié realizaron dos breves excursiones por esas lagunas. En Octubre 23 y 24, recorriendo la de Vitel (Gándara), coleccionaron 21 especímenes de aves acuáticas, que comprenden 13 especies. En Noviembre 27, de paso por los alrede-


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dores de Chascomús, coleccionaron 12 aves con 8 especies y sacaron numerosas fotografías del ambiente y nidificación, que, con los datos anotados servirán para la preparación de grupos naturales a exhibirse en las nuevas salas del Museo. En Rosas (Prov. de Buenos Aires). - El señor Juan B. Daguerre ha continuado realizando frecuentes excursiones en los alrededores de esa localidad, especialmente por las lagunas y canales de desagües. El año anterior pudo observar allí la nidificación en colonias del gaviotín (Sterna Trudeaui), pero durante la presente estación no encontró un sólo nido en el mismo lugar. En cambio pudo obtener numerosos ejemplares de varias especies de chorlos, algunas de las cuales raras y otras que no había 'conseguido hasta ahora, como Micropalama himantopus, Pisobia juscicollis, y otras indeterminadas, que han sido presentadas a estudio del doctor Dabbene. En Conhel0 (Pampa), Zelaya, Escobar y San Isidro. - Nuestro consocio ~eñor José A. Pereyra ha realizado durante el año, numerosas excursiones en los alrededores de Buenos Aires y una en la Pampa Central. Se dedica ahora, preferentemente a los nidos y huevos, pues su colección particular de aves incluye casi todas las especies de Buenos Aires. Durante su estada en Conhelo, del 1 al 16 de Noviembre último ha podido colectar unos 40 ejemplares de aves, entre las cuales algunas especies interesantes, como el estrígido Syrnium rujipes, el caprimúlgido Stenopsis longirostris, los tiránidos Stigmatura jlavocinerea, Leptasthenura platensis, y otros. Recogió también los nidos y huevos de las especies siguientes: Colaptes agricola, platensis, Pseudoseisura lophotes, IridoXolmis coronata, X. irupero, Leptasthenura procne leucorrhoa, Stenopsis longirostris, Phytotoma rutila, Poospiza ornata. Ha conservado los estómagos de todos los ejemplares cuyo contenido será estudiado oportunamente. Hizo también numerosas observaciones y sacó fotografías que dará a conocer en la revista.

REVISTAS DE ORNITOLOGIA

y

OTRAS PUBLICACIONES RECIBIDAS

Aquila, XXXIII (1926). The Auk, 4 (1926); 1, 2, 3, 4 (1927). Beitrdge zur Fortpjlanzungsbiologie der Vagel mit Berucksichtigung

der Oologie, 6

(1926); 1, 2, 3, 4, 5 (1927). Bird-Lore, 4, 5 (1926); 1, 2, 3, 4, 5 (1927). Berichte des «Vereins Schlesischer Ornithologen», XII, 2 (1926); XIII, 1 (1927). The Condor, 5, 6, (1926); 1, 2, 3, 4, 5 (1927). Danske-Fugle, 1, 2 (1927). The Emu, XXVI, 1, 2 (1926), 4 (1927); XXVII, 1, 2 (1927). Le Gerjaut, 11, 111, IV (1926) The Ibis, 4 (1926); 1, 2, 3, 4, suplemento (1927). Journal jiir Ornithologie, 4 (1926); 1,2,3 (1927). Norsk Ornithologisk Tidsskrijt, Serie 11, 7 (2) (1926-27). L'Oiseau, 1,2,3,4,5,6,7,9,10,11,12 (1926); 1,2,3,4,5,6,7,8,910 (1927). The Oologist's Record, 4 (1926); 2, 3, 4 (1927). Ornis Fennica, 3, 4 (1926); 1, 2, 4, suplemento (1927). Revue Franl}aise d'Ornithologie, 207 a 212 (1926); 213 a 221 (1927). Rivista Italiana de Ornitologia, 2 (1923); 3, 4, (1924). Verhandlungen d. Ornithologischen ges. in Bayern, XVII, 1, 2 (1926).


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OTRAS PUBLICACIONES

DE CIENCIAS NATURALES

Annales Zoologici Musei Polonici, IV, 1,2, 3, (1925); V, 3, 4, (1926); VI, 1, 2 (1927). Boletin de la Universidad de Tucumán, 1 a 8. Bulletin de la Societé Zoologique de Géneve, III, 6 (1927). Mitteilungen Zoologischen Museum in Berlin, XII, 2 (1926), XIII, 1 (1927). Natura, XVII, 2, 4 (1926); XVIII, 1,2,3 (1927). Natural History, 4, 6 (1926); 2, 3, 4 (1927). Physis, 30 (1926), 31 (1927). Revista de la Facultad de Agronomia y Veterinaria, VI, 1 (1927). New York Zoological Society Bulletin, 4, 5, 6 (1926); 1, 4, 5 (1927). Revista de la Sociedad EntomolfJgica Argentina, 2 (1926); 3 (1927).

NECROLOGIA Doctor José M. de la Rúa. - Falleció en la capital en Septiembre de 1925. Pertenecía a la S. O. P. desde el año de su fundación (1916) y seguía con interés sus progresos. Naturalista distinguido, actuó con eficacia en la enseñanza de las ciencias naturales y desempeñó varios cargos oficiales importantes, entre los cuales el de Inspector de enseñanza secundaria y normal. Emilio Agusti. - Falleció el 23 de Junio de 1927, después de breve enfermedad, este estimado consocio, que ocupaba un puesto técnico en el Museo Nacional de Historia Natural. Ingresado a la S. O. P. en el año de su fundación, 1916, se alejó después, en 1919, para reincorporarse en 1926. Taxidermista hábil y estudioso, conocedor de las costumbres de la avifauna del país - cuyas diversas regiones había recorrido - había formado anteriormente, siendo empleado del Ministerio de Agricultura, colecciones especiales de zoología para los gabinetes de las escuelas de esa dependencia. Apreciando sus aptitudes la Comisión Directiva de la S. O. P. le había encargado la preparación de algunos grupos biológicos de aves de Buenos Aires, cazadas por él mismo, destinados a figurar en la exposición ornitológica proyectada, varios de los cuales dejó casi terminados y que ilustrarán en breve las páginas de EL HORNERO.La C. D. se proponía confiarle también las tareas de la organización de dicho certamen para el cual su concurso hubiera sido muy eficaz. Arturo Aberg Cobo. - Falleció en la capital en Febrero de 1927.S. O. P. en Marzo de 1918.

Ingresó a la

J. B. Hinchliff. - Falleció en Sancti Spiritu (F. C. C. A.) en Abril de 1926. Había ingresado a la S. O. P. en Diciembre de 1922. Tristán M. González. Diciembre de 1922.

Falleció este año en esta Capital. Era socio activo desde


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social

!H

HOMENAJE AL DR. EDUARDO L. HOLMBERG Con motivo del 75° aniversario del natalicio de este sabio naturalista, un núcleo de eolegas, discípulos·y amigos, convocados por el profesor M. Doello-Jurado, resolvieron tributarle un homenaje, el que se realizó el 27 de Junio último. Se adhirieron varias instituciones oficiales y entidades científicas particulares, entre las cuales la S. O. P., cuyo Presidente señor Pedro Serié fué designado como su delegado y formó parte de la junta de homenaje constituí da al efecto en el Museo bajo la presidencia del decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Ing. Eduardo Huergo y como Secretario el doctor Alberto Castellanos. Se resolvió hacer entrega al doctor Holmberg de un pergamino firmado por todos los adherentes y una medalla de oro con su efigie, lo que se efectuó en su domicilio en la fecha indicada en una reunión íntima a la que concurrió una delegación de la junta y un numeroso grupo de personas vinculadas al obsequiado. En el mismo acto recibió de manos del Ministro doctor Angel Gallardo el diploma de Presidente Honorario de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, el de benefactor del Museo Nacional, que le entregó el Director, ProL M. Doello-Jurado, el de Miembro Honorario de la Sociedad Argentina de Estudio Geográficos, por intermedio del doctor C. H. Hicken, el de Presidente Honorario de la S. O. P. que le entregó el señor Pedro Serié. El Concejo Deliberante resolvió, en su sesión del 27 de Junio, por iniciativa del doctor A. M. Giménez, asociándose al homenaje, instituir un premio anual con el nombre del sabio, para el mejor trabajo sobre ciencias naturales que se publique en el país. Consistirá en un diploma, medalla de oro y $ 2.000 moneda nacional, el que será organizado y discernido por la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La Comisión de homenaje ha resuelto proseguir con la recolección de fondos destinados a la reimpresión de trozos selectos de las obras del doctor Holmberg y solicitar el apoyo del Congreso a fin de que sea reiterado el proyecto presentado por el diputado doctor G. Sullivan, quien propuso la publicación de las obras completas del eximio naturalista.


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INFORMACIONES

UN

LAS AVES INSPIRADORAS DEL VUELO MECANICO PRECURSOR SUDAMERICANO, EN 1762, IGNORADO

Nuestro consocio doctor Fernando Lahille nos ha facilitado amablemente para. EL HORNEROun interesante folleto, de 128 páginas y 8 láminas - descubierto casualmente por él durante su estada en Santiago de Chile, en 1910 - Y cuyo título puede leerse en la portada que reproducimos. Como se verá por el prólogo de Ricardo Palma, que transcribimos íntegro a título de curiosidad, eonservando su ortografía, se trata de un verdadero precursor de la aviación inspirado exclusivamente en el vuelo de las aves veloces, quien, hace más de un siglo y medio, concebía la posibilidad de trasladarse por los aires desde el Perú a España en tres días ... ! En la próxima entrega de EL HORNEROpublicaremos algunos capítulos. del folleto donde el autor consigna sus observaciones sobre las aves y los fundamentos: de su ingeniosa teoría del vuelo humano.- NOTADE LA DIRECCIÓN. SANTIAGO VOLADOR 1 UN LIBROIDEM.(1) UN HOMBRE ESTRAVAGANTE

Difícilmente se encontrará limeño que, en su infancia, por lo ménos, no haya concurrido a funciones de títeres (marionettes). Fué una española, doña Leonor de Goromar, la primera que, en 1693 solicitó i obtuvo licencia del virei, conde de la Monclova, para establecer un espectáculo, que ha sido, es i será la delicia infantil, i que ha inmortalizado los nombres de ño Panchon, ño Manuelito i ño Valdivieso, el mas eximio titiritero de nuestros días. Entre los muñecos de títeres, los que de mas popularidad disfrutan son ño Silverio, ña Jerundia, Chocolatito, Mochuelo, Piticalzon, Perote i Santiago Volador. Los primeros son tipos caprichosos; pero lo que es el último, fué individuo tan de carne i hueso· como los que hoi comemos pan. 1 no fué tampoco un quidam sino un hombre de injenio; i la prueba está en que escribió un orijinalísimo libro que, inédito, se encuentra en la Biblioteca Nacional, i del que poseo una copia. Este manuscrito, en el que la tinta con el trascurso de los años ha tomado color entre blanco i rubio, ántes de ser propiedad del entendido bibliófilo don Manuel de Odriozola, quien lo ha cedido al establecimiento público de que es Director, debió haber pasado por muchas aduanas i corrido recios temporales; pues no solo carece de sus últimas pájinas sino, lo que es verdaderamente de sentir, que algun travieso le arrancó varias de las láminas, dibujadas a pluma i que, segun colijo por la lectura del testo, debieron ser quince. Titúlase la obra: - Nuevo sistema de navegar por los aires, por Santiago de Cárdenas, natural de Lima, en el Perú. (1) El manuscrito de esta obra ha sido obsequiado por don RICARDO PAI,>lA al Editor, el cual se complace en dar público testimonio de gratitud al distinguido escritor peruano.


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Informaciones

Por el estilo se ve que, en materia de letras, era el autor hombre mui a la pata la llana, ·circunstancia que él confiesa con injenuidad. Hijo de padres pobrísimos, aprendió a leer no mui de corrido i a escribir signos, que así son letras como garabatos para apurar la paciencia de un paleógrafo. En 1736 contaba Santiago de Cárdenas diez años de edad, i embarcóse en calidad de pilotin en un navío mercante que hacía la carrera entre el Callao i Valparaiso. El vuelo de una ave marina, que él llama tijereta, despertó en Santiago la idea de que el hombre podia tambien enseñorearse del espacio, ayudado por un aparato que reu.niese las condiciones que en su libro designa. NUE"\TO SISTEM:& DE

NAVEGAR

POR LOS AIRES,

SACADO DE LAS OBSERVACIONES DE LA NATURALEZA VOLÁTIL POR

SANTIAGO DE CARDENAS NI.'l'URAL DE LIMA EN EL PERÚ, EL CUAL LO DEDICA A SU AMADA PATRIA.

1762

SANTIAGO DE CHILE-

Rafael J,over, Editor. , CALLE ANGOSTA, NÚM.o 7

f.

1878 Diez años pasó navegando, i su preocupacion constante era estudiar el vuelo de las -aves..Al fin, i por consecuencia del cataclismo de 1746 en que se fué a pique la nave en que él servia, tuvo que establecerse en Lima, donde se ocupó en oficios mecánicos, en los que, segun él mismo cuenta, era mui hábil; pues llegó a hacer de una pieza guantes, bonetes de clérigo i escarpines de vicuña, con la circunstancia de que el paño mas fino

i

no alcanza a la delicadeza de mis obras, que en varias artes entro salgo con la misma destreza que si las hubiera aprendido por reglas; pero desgraciadamente las medras las he gastado sin medrar,

Siempre que Santiago lograba ver juntos algunos reales, desaparecia de Lima e iba ;a vivir en los cerros de Amancaes, San Jerónimo o San Cristóbal, que están a pocas


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HORNERO

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millas de la ciudad. Allí se ocupaba en comtemplar el vuelo de los pájaros, cazarlos i estudiar su organismo. Sobre este particular hai en su libro mui curiosas observaciones. Despues de doce años de andar subiendo i bajando cerros i de perseguir a los cóndores i a todo bicho volátil, sin esclusión ni de las moscas, creyó Santiago haber alcanzado el término de sus fatigas i gritó Eureka En noviembre de 1761 presentó un memorial al excelentísimo señor virei don Manuel Amat i Juniet, en el que decia: que por medio de un aparato o máquina que habia inventado, pero para cuya construcción le faltaban recursos pecuniarios, era el volar, cosa más fácil que sorberse un huevo fresco, i de ménos peligro que el persignarse. Otro sí, impetraba del virei una audiencia para esplicarle su teoría. Probable es que su excelencia se prestara a oirlo, i que se quedara despues de las esplicaciones, tan a oscuras como ántes. Lo que sí aparece del libro, es que Amat puso la solicitud en conocimiento de la Real Audiencia, segun lo comprueba este decreto:

i

!

i

Lima noviembre 6 de 1761. - Remítase al doctor don Cosme Bueno, catedrático de Prima de Matemáticas, para que oyendo al suplicante le ministre el auxilio correspondienuna rúbrica. te. - Tres jirmas

i

Miéntras don Cosme Bueno, el hombre de mas ciencia que, por entónces, poseía el Perú, formulaba su informe, era este asunto el tema obligado de las tertulias; i en la mañana del 22 de noviembre, un ocioso o mal intencionado esparció la voz de que a las cuatro de la tarde, iba Cárdenas a volar, por vía de ensayo, desde el cerro de San Cristóbal a la Plaza Mayor. Oigamos al mismo Santiago relatar las consecuencias del embuste: - « En el jenio « del pais tan novelero i ciego de ver cosas que parecen prodijiosas, no quedó noble ni «plebeyo que no se aproximase al cerro u ocupase los balcones, azoteas de las casas i to« rres de las iglesias. Cuando se desengañaron de que yo no habia ofrecido a nadie vo« lar, en semejante oportunidad, desató Dios su ira, i el pueblo me rodeó en el átrio de «la Catedral, diciéndome: - o vuelas o te matamos a pedradas. « Apercibido de lo que ocurria, el señor virei mandó una escolta de tropa que me de«fendiese, i rodeado de ella fuí conducido a Palacio, libertándome así de los agravios de « la muchedumbre. ».


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In f ormacioncs

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Desde ese dia nuestro hombre se puso de moda. Todos olvidaron que se llamaba Santiago de Cárdenas para decirle Santiago Volador, apodo que el infeliz soportaba resignado, pues de incomodarse habría habido compromiso por sus costillas. Hasta el Santo Oficio de la Inquisición tuvo que tomar cartas en protección de Santiago, prohibiendo por un edicto, que se cantase la Pava, cancioncilla indecente de la plebe, en la que Cárdenas servia de pretesto para herir la honra del prójimo. Escuso copiar las cuatro estrofas de la Pava, que hasta a mí han llegado, porque contienen palabras i conceptos estremadamente obscenos. Para muestra basta un botón: Cuando voló una marquesa Un fraile tambien voló, Pues recibieron lecciones De Santiago Volador. Miren qué pava para el marqués! Miren qué pava para los tres! Al fin don Cosme Bueno espidió su informe con el título: - Disertaci6n sobre el arte de volar. Dividiólo en dos partes. En la primera apoya la posibilidad de volar; pero en la segunda destruye ésta con sérios argumentos.

La disertación del doctor Bueno corre impresa, i honra la erudición i talento del informante. Sin embargo de serIe desfavorable el informe, Santiago de Cárdenas no se dió por vencido. - « Dejé pasar un año (dice) i presenté mi segundo memorial. Las noveda• des de la guerra con el inglés i las nuevas que de Buenos Aires llegaban, me parecieron « oportunidad para ver realizado mi proyecto ». Algunos comerciantes, acaso por burlarse del volador, le ofrecieron la suma necesaria para que construyese el aparato, siempre que el gobierno le autorizase para volar. Santiago se comprometia a servir de correo entre Lima i Buenos Aires, i aun si era preciso, iría hasta Madrid, viaje que él calculaba hacer en tres jornadas, en este órden: - un dia para volar de Lima a Portobelo, otro dia de Portobelo a la Habana, i el tercero de


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Vol. IV.

HORNERO

la Habana a Madrid. Añade: - «todavía es mucho tiempo; pues si alcanzo a volar {lomoel cóndor (ochenta leguas por hora) me bastará ménos de un dia para ir a Europa >. « Este memorial, dice Cárdenas, no causó en Lima la admiracion i alboroto del pri«mero, i confieso que con la sagacidad de que me dotó el cielo, habia ya conseguido -c partidarios para mi proyecto ". Aquí es el caso de decir con el refran, un loco hace « ciento. En cuanto al virei Amat, con fecha 6 de febrero de 1763, puso a la solicitud el siguiente decreto - N o ha lugar. Otro ménos perseverante que Santiago habria abandonado el proyecto; pero mi paisano, que aspiraba a ser émulo de Colon en la constancia, se puso entónces a escribir su libro con el propósito de remitirlo al rei con un memorial, cuyo tenor copia en el proemio de su abultado manuscrito. Parece tambien que el duque de San Cárlos se habia constituido protector del Icaro limeño, i ofrecídole solamente hacer llegar el libro a manos del monarca; pero en 1766, cuando Cárdenas terminó de escribir, el duque se habia ausentado del Perú. Pocos meses despues, el espíritu de Santiago Cárdenas emprendia el vuelo al mundo -donde cuerdos i locos son medidos por un rasero. La obra de Cárdenas es incuestionablemente injeniosa, i contiene observaciones que sorprenden, por ser fruto espontáneo de una intelijencia sin cultivo. Pocos términos científicos emplea; pero el hombre se hace entender. Despues de desarrollar largamente su teoría, se encarga de responder a treinta i siete {)bjeciones; i tiene el candor de tomar por lo sério i dar respuesta a muchas que le fueron hechas con reconocida intención de burla. Yo no atinaré a dar una opinion sobre sí la navegación aérea es paradoja que solo tiene cabida en cerebros que están fuera de su caja, o si es hacedero que el hombre domine el espacio cruzado por las aves. Pero lo que sí creo con toda sinceridad, es que Santiago de Cárdenas no fué un charlatan embaucador, sino un hombre convencido i de grandísimo injenio. Si Santiago de Cárdenas fué un loco, preciso es convenir en que su locura ha sido contajiosa. Hoi mismo, mas de un siglo despues de su muerte, existe en Lima quien, desde hace veinte años persigue la idea de entrar en competencia con las águilas. Don Pedro Ruiz es de aquellos seres que tienen la fé de los inspirados i de los mártires: la fé de que habló Cristo i que hace mover los montes. Una observación. Don Pedro Ruiz no ha podido conocer el manuscrito de que me he {)cupado i i particular coincidencia! su punto de partida i las condiciones del aparato son, en buen análisis, las mismas que imajinó el infeliz protejido del duque de San ·Cárlos. Concluyamos. Santiago de Cárdenas aspiró a inmortalizarse, realizando acaso el mas portentoso de los descubrimientos, i! miseria humana! su nombre vive solo en los fastos titiriteros de Lima. Hasta despues de muerto le persigue la rechifla popular. El destino tiene ironías atroces. RICARDO

PALMA.

Lima, agosto 2 de 1877.

ADVERTENCIA

Aunque al imprimir el orijinal de este curioso libro, ha habido que hacer en él algunas correcciones, imperiosamente exijidas por la claridad del sentido; se han respetado siempre el lenguaje i el estilo del autor.


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1nforrttaeiones

1927

LA ORNITOLOGIA

EN LAS

DISERTACIONES

PUBLICAS

DEL MUSEO NACIONAL

Conmemorando el aniversario de la muerte de Ameghino, el Museo organizó el año pasado una serie de conferencias sobre diversos temas, algunos de los cuales versaron sobre ornitología, y estuvieron a cargo de nuestros consocios, Prof. Doello-Jurado, Dabbene y Serié. En el corriente año fueron reanudadas esas disertaciones, habiéndose dedicado las del 24 de septiembre último exclusivamente a ornitología, participando como conferenciantes los profesores Alfredo B. Steullet y Pedro Serié. El 12 de Noviembre último la S. O. P. organizó, bajo los auspicios del Museo, su primera conferencia pública, en la que disertaron el profesor Enrique A. Deautier y el doctor José A. Pereyra. Estas reuniones se realizaron en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Perú 222), con la asistencia de muchos consocios quienes fueron especialmente invitados. Hasta tanto puedan publicarse in extenso en EL HORNEROalgunas de estas disertaciones, creemos oportuno reproducir aquí los resúmenes de las mismas que fueron ;facilitados por los autores y la Secretaría del Museo, habiéndose publicado amplias informaciones respecto de las\p.lismas en los diarios de la Capital. PEDROSERIÉ. - Las aves raras o en vías de extinción Museo. - (Disertaci6n del 25 de Septiembre de 1926).

de las colecciones del

Inició su exposición presentando especímenes de algunas aves raras o interesantes -existentes en las colecciones del Museo, y una serie de especies en vías de extinción. Entre los primeros presentó un curioso patito del Iguazú, provisto de copete y dientes, con el pico afilado, que no figura en ningún otro museo, y que ha motivado el viaje a Misiones de naturalistas norteamericanos para tratar de obtenerlo, lo que no consiguieron. Luego se ocupó del «Hoatzín)} - del que mostró un ejemplar adulto, un esqueleto y un pichón - ave singular de las regiones tropicales, que forma un orden y familia aparte, próxima a las gallináceas, que ofrece en su anatomía - especialmente el pichóncaracteres semejantes a las aves primitivas, como el Areheornis y el Areheopteryx, cuyas reconstrucciones en láminas proyectó, así como la del Dronte o Dodo. Al ocuparse de las aves en vías de extinción, estudió especialmente un chorlo migratorio del género Numenius, muy parecido al batitú, y que no ha sido observado más en la Argentina desde hace unos diez años. Luego habló del «kiwi)} o Apteryx, ave singular de Nueva Zelandia, que se extin'gue rápidamente; del gran loro-lechuza (Strin(J0ps), papagayo de hábitos nocturnos, que ya no vuela y del que se conservan muy escasos sobrevivientes en las lejanas y de' siertas regiones de Nueva Zelandia; de la paloma migratoria (Eetopistes), de los Estl.. dos Unidos, que cuarenta años antes pululaba en bandadas de millones de individuos que obscurecían la luz del sol y que en la actualidad está totalmente extinguida, así -como de un pequeño loro o ara vistoso de la Florida (Conuropsis), antes abundante, y que ahora apenas tiene algún representante en las regiones apartadas de ese Estado. Refiriéndose a la avifauna de la Argentina, recordó que la escasez de algunas especies, sobre todo las de caza (perdices y chorlos), así como las vistosas (garzas y mirasoles), era un hecho evidente y hace tiempo comprobado, y no tardará en producirse 1a extinción total si no se toman medidas protectoras eficaces, como lo aconsejó en va.rias oportunidades la « Sociedad Ornitológica del Plata».


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EL

HORNERO

M. DOELLO-JuRADO. - El interés del estudio de las aves y la acción particular. - (Disertación del 23 de Octubre de 1926).

Vol. IV.

colectiva

Esta reunión del Museo fué efectuada conjuntamente con la S. O. P. Comenzó el disertante exponiendo algunas ideas sobre el notable interés que ofrece el estudio de las aves u ornitología, pues al puramente científico y zoológico, se unen las consideraciones estéticas y hasta sentimentales. Hizo resaltar el hecho de que, si bien para el naturalista, todos los grupos de seres vivientes tienen el mismo interés, algunos de ellos son susceptibles de interesar también a un núcleo mayor de personas, adquiriendo así un carácter popular, que lejos de ser desdeñado, es muy digno de ser estimulado. Se ha dicho de la botánica que es la «ciencia amable .: lo mismo podría agregarse también, entre otras ramas biológicas, de la entomología y de la ornitología. Plantas, insectos y aves constituyen, por decirlo así, los tres grupos privilegiados de la naturaleza y aquéllos de los cuales más fáciles y útiles enseñanzas pueden sacarse para la niñez. Sin desconocer el interés ni la importancia de las otras clases u órdenes de organismos, expresó que aquellos son los más indicados para reunir a su alrededor a los especialistas, a los «amateurs' y coleccionistas o a los simples aficionados, y la prueba es que en nuestro país, - para no citar los europeos de viejas culturas, - ya existen y están consolidadas además de una Sociedad de Ciencias Naturales, que cuenta quince años de existencia, una Sociedad Ornitológica fundada hace ya 10 años, y últimamente la Sociedad de Estudios Geográficos y la Sociedad Entomológica, a la que se refirió en la anterior disertación. Todas estas sociedades tienen sus revistas propias, dirigidas por especialistas pero con la colaboración de aficionados de la capital y de las más remotas localidades del interior. Hizo referencia a la formación de los naturalistas en los centros científicos oficiales, mencionando su insuficiencia y la necesidad de que, aparte de la enseñanza técnica, las ciencias naturales conserven su libertad y su «autodocencia.. Recordando anteriores consideraciones, agregó: « Las ciencias naturales han constituido siempre, dentro de las ciencias positivas, el conjunto, por decirlo así, más democrático, y esto por razones bien claras: la accesibilidad de los objetos y fenómenos de cuyo estudio se ocupan; la multiplicidad de las ocasiones de observarlos; las impresiones estéticas que la mayor parte de ellas su"scitan; la idea de causalidad a que fácilmente inclinan al espíritu humano, desde el más primitivo salvaje hasta el sabio más eminente... A todo esto se debe, probablemente, que hayan sido las ciencias naturales las que más han contribuido, en los tiempos modernos, a la formación de las ideas filosóficas. Creo que no debemos, sobre todo en países como el nuestro, en que esas ciencias están aún poco avanzadas, dejarles perder aquel carácter, que les da uno de sus mayores atractivos y una fuerza y vida propias, llenas de fecundas y sanas enseñanzas. «De estas ligeras reflexiones se deduce, y era esto lo que principalmente deseaba poner de relieve en esta ocasión, que es necesario la existencia de instituciones de carácter privado, fruto de esfuerzos colectivos, que vinculen de un modo eficaz a los que trabajan dentro de la universidad y de los grandes museos y gozando de las facilidades que ellos proporcionan con los que fuera de ellos dedican su energía y su entusiasmo a la historia natural, pero en general con escasos medios y expuestos a verse esterilizados o desviados por sendas equivocadas. « He aquí, pues, una de las principales funciones de las sociedades científicas, como ésta, que teniendo su asiento material y moral dentro de una institución oficial poseen, sin embargo, una completa libertad de acción para la prosecución de sus fines. «·Llevando a los estudiosos de todo el país los resultados de los trabajos que se reali-


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Informaciones

zan en las instituciones científicas de la Capi\al Federal, y reflejando para ellos, por medio de sus publicaciones, el movimiento científico extranjero, establecen aquella vinculación necesaria y sirven, a su vez, de vehículo a las ideas y observaciones de los investigadores extrauniversitarios ». Se ocupó después en particular de la obra de la Sociedad Ornitológica que publica la excelente revista EL HORNERO,puesta así bajo la advocación del ave familiar. El Museo Nacional se complace, pues, en auspiciar públicamente a esta simpática sociedad, lo inismo que ha hecho con la Sociedad Entomológica Argentina, sintiendo viva satisfacción de que sus grandes colecciones y su rica biblioteca puedan servir a un número mayor de hombres de estudio y de trabajo que los que constituyen el reducido personal del museo. ROBERTODABBENE.-

El origen de las aves. -

(Disertación

del 23 de OetulYre

de 1926).

Si bien son muy notables los contrastes - comenzó diciendo - que existen entre las aves y los reptiles, tanto que a primera vista no se sospecharía la existencia de un parentesco entre estas dos clases de vertebrados, los estudios paleontológicos, embriológicos y anatómicos han puesto de manifiesto numerosas afinidades morfológicas que demuestran que las aves y los reptiles actuales constituyen dos ramas originadas en un tronco común. Los puntos de semejanza son peculiaridades ancestrales que han persistido a pesar de todos los cambios de hábitos; las diferencias son debidas a la adaptación del animal a condiciones de vida distintas. En los depósitos de piedra litográfica del Jurásico, en Baviera, se hallaron los restos fósiles de dos animales (Areheopteryx y Areheornis), del tamaño de una gallina, que presentaban caracteres osteológicosnetamente de reptil - la cabeza es igual a la de un lagarto, con mandíbulas armadas de dientes - pero cuyo cuerpo estaba cubierto de plumas y cuyos miembros anteriores estaban transformados en alas. Posteriormente, en el cretáceo del Kansas se encontraron otros restos fósiles que pueden considerarse como intermediarios entre esos reptiles alados y las aves actuales. Esos reptiles primitivos han sido formas que se han visto obligadas, posiblemente, a adaptarse a la vida arbórea, y este género de vida ha determinado la transformación paulatina de los miembros, del tegumento y de los demás órganos hasta determinar las profundas diferencias que existen entre los reptiles y las aves actuales. ALFREDOB. STEULLET.- Las

aves

corredoras. -

(Disertación

del 24 de

Sep-

tiembre de 1927):

Después de una breve introducción acerca del significado morfológico que encierra la pérdida de la aptitud para el vuelo, que caracteriza a las aves corredoras o rátidas, explicó la influencia que la vida exclusivamente terrícola, a que se adaptaron estos animales, ejerció en la organización general del cuerpo y en la formación de los hábitos. Al estudiar en seguida la anatomía de estos animales, enumeró los caracteres osteológicos fundamentales que los caracterizan y las causas probables que determinaron las modificaciones en la, estructura interna de esas aves. Después de enumerar los órdenes en que se divide la subclase de las rátidas, entró de lleno en el estudio particular de cada uno de ellos, estableciendo sus semejanzas y diferencias, para explayarse enseguida sobre el avestruz africano, ñandú, emú, casuar y kivi, cuya distribución geográfica, alimentación, costumbres y reproducción detalló e ilustró con proyecciones de láminas, fotografías y con la exhibición de los ejemplares correspondientes. Terminado el estudio de las rátidas vivientes, se ocupó de las extinguidas, Moa y Aepyornis, y enumeró las características de estas aves, algunas de las cuales. Aepyor-


EL

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Vol. IV.

HORNERO

nis maximus, alcanzaban a una altura de cuatro metros. Finalmente, hizo notar lo singular de la dispersión geográfica de estas aves y su probable evolución, llegando a la conclusión de que las rátidas constituyen un grupo de aves cuya semejanza morfológica no implica unidad de origen y que; seguramente, debieron desprenderse de una forma primitiva común también a las actuales carenadas.

PEDROSERIÉ.- Nidos y nidificación de las aves pequeñas. - (Disertación del 24 de Septiembre

de 1927).

Empezó diciendo que el orden de los pájaros, subdividido antes en cinco grandes grupos o familias, se divide ahora, según la clasificación moderna, en unas 24 familias, una de las cuales, los tiránidos, insectívoros muy útiles, incluye numerosas especies, y es exclusiva del continente americano .. La ornitología biológica, tan atrayente, a la par que de finalidad práctica está aún poco cultivada entre nosotros, por lo que poco se conoce acerca de las costumbres y modo de reproduccióD de muchas especies de nuestras aves. No obstante, en los últimos años, el Museo Nacional y la Sociedad Ornitológica del Plata han aoumulado una cantidad apreciable de material y de observaciones relativas a muchas especies propias de las distintas regiones del país, como las que publicaron en EL HORNEROlos señores R. Dabbene, A. S. Wilson, J. A. Daguerre, J. A. Pereyra, L. Dinelli, A. Castellanos, A. Renard, G. Casale yotros. El conferenciante se ocupó después de la nidificación en general, condicionada por el ambiente, el clima y la alimentación, y de la adaptación al medio y las modificaciones de los hábitos primitivos, como el empleo de materiales nuevos o extraños en las construcciones, las variaciones de'formas, etcétera. Citó casos curiosos de aberración y desaparición del instinto de nidificación, la apropiación de nidos ajenos, el parasitismo parcial u ocasional de algunas especies, y completo en otras, como el crespín y el tordo. Presentó un nido raro e interesante con los huevos del más pequeño troquílido, pájaro mosca o picaflor, Chaetocercus burmeisteri, del Noroeste argentino, cuyo aspecto ofrece exteriormente un mimetismo perfecto con la rama que lo sostiene. Mostró una serie de nidos seleccionados de las colecciones del Museo de H'storia Natural, y describió sus particularidades. Proyectó fotografías de otros, entre los cuales había varios exóticos de formas curiosas y poco conocidas. ENRIQUEA. DEAUTIER.-

Las golondrinas. -

(Disertación

del 12 de Noviembre

de 1927).

Esta primera reunión de la S. O. P. fué efectuada bajo los auspicios del Museo Nacional. Abrió el acto el presidente actual de la sociedad, D. Pedro Serié, quien se refirió a las anteriores disertaciones ornitológicas efectuadas por el Museo, en las que participaron varios miembros de la institución, y presentó luego a los disertantes D. Enrique A. Deautier, profesor graduado en el Instituto Nacional del Profesorado, adscripto honorario a la sección ornitología del Museo, y D. José A. Pereyra, 'destacado coleccionista y cooperador del Museo, autor de varios estudios sobre las aves de Buenos Aires. El Sr. Deautier comenzó su disertación estableciendo la posición sistemática del grupo de las golondrinas dentro de la clase de las aves y del orden de los passeriformes, para explicar después, detenidamente, las relaciones que existen entre la organización general de las hirundináceas y la clase de vida que llevan, como asimismo las concordancias que hay entre el poder del vuelo y el desarrollo de las extremidades y de órganos internos, tales como los músculos, corazón, pulmones, etcétera.


19;27

Informaciones

Casitas para pรกjaros.

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1nformaciones

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Se ocupó después de las migraciones, a cuyo efecto analizó las diferentes teorías que tratan de explicarlas y la influencia que ejercen en la formación de los hábitos de sociabilidad y de ayuda mutua, característicos de estas aves. Por último se extendió sobre las esp!"ciesargentinas de golondrinas cuya distribución geográfica, costumbres, nidificación y reproducción explicó detenidamente. El señor Deautier ilustró su disertación con una serie de fotografías y láminas proyectadas y presentó algunos ejemplares naturales de las colecciones del Museo. JosÉ A. PEREYRA.- El mundo alado. - (Disertaci6n del 12 de Noviembre de 1927). El señor Pereyra se refirió primeramente a la satisfacción que se experimenta al estudiar la vida de las aves, que siempre han cautivado al hombre por la belleza del plumaje, la armonía del canto y la gracia de sus movimientos. En seguida señaló la forma especial y constante con que cada especie construye el nido, las manifestaciones externas que se observan en las aves al acercarse la época de la reproducción y el afán con que incuban primero, y crían, después, a los pichones. Más adelante, explicando las relaciones que existen entre las aves y el medio en que viven, se refirió a la importancia que tiene el estud"o de sus regímenes alimenticios, como único medio de poder apreciar el grado de utilidad de cada especie. A continuación se extendió acerca de la necesidad de proteger a las aves, finalizando su disertación con la presentación de algunos ejemplares de aves y huevos raros e interesantes. Publicaciones de la Sociedad « Luz» sobre ornitología.-La Sociedad {(Luz» (Universidad Popular) de la Capital, que dirige el Dr. Angel M. Giménez, ha incluído entre la serie de los folletos de divulgación científica que ha editado durante el año 1926, tres opúsculos dedicados a las aves, los que contienen los siguientes artículos de los cuales dos han sido reproducidos de EL HORNEROcon sus correspondientes figuras. Los nidos de las aves, por Roberto Dabbene (publicado en el Boletín de la Sociedad Protectora de Niños, Pájaros y Plantas) con 7 figuras. Número 53, del tomo tercero de las publicaciones de la Universidad Popular. Importancia de las aves para el hombre, por James Buckland; N.O 54. Nociones sobre preparaci6n y conservaci6n de aves. Recolecci6n de nidos y huevos, por Pedro Serié, con 8 figuras; N. ° 55. Estos folletos están en venta en el Local de la Sociedad Luz, calle Suárez 1301. Colocación de casitas para pájaros. - La práctica de esta clase de iniciativas, muy frecuente en Norte América, tiene también sus cultores entre nosotros, como lo atestiguan las fotografías que nos complacemos en reproducir. Las tres primeras fueron publicadas por la popular revista Billiken e ilustran acerca del acto realizado, en esta Capital, por los alumnos del 5.° grado de la escuela N.o 20 del Consejo Escolar XV, durante la visita que realizaron al Jardín Botánico. La última fotografía representa a un grupo de alumnos de la escuela N. ° 79 de Tolosa (provincia de Buenos Aires) que concurrió al J ardín Zoológico de La Plata con el objeto de hacer entrega a la Dirección de ese Establecimiento, de una serie de casitas construídas por los mismos alumnos y destinadas a servir de albergue a las avecillas. Ilustraciones en color de aves argentinas. - La revista Caras 11 Caretas publicó durante el año transcurrido una serie de láminas en colores de aves argentinas cuyas acuarelas originales le fueron facilitadas por la Dirección del Museo Nacional contribuyendo así a difundir el conocimiento de un apreciable número de especies de aves silvestres del país, con sus respectivos nombres vulgares, científicos y distribución geográfica.


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EL

HORNERO

Vol. IV.

Estas láminas, ejecutadas en tricromía en los talleres de dicha revista, aparecieron a razón de una por entrega semanal, desde la del 29 de Enero hasta la del 23 de Junio del año corriente, formando un total de 21 láminas, las que incluyen 133 ejemplarcs de aves representadas por unas 110 especies, de las cuales 23 figuran con el macho y la hembra por ser de plumaje diferente. Corresponden 47 ejemplares al grupo de las aves acuáticas (entre cisnes, gansos, patos, avutardas), 6 a los trogónidos, 4 tucanos, 29 aras y loros, 6 martín pescadores, 2 chuñas, 1 carao, 9 gallináceas y pavas del monte, 20 palomas, 6 perdices y 3 córvidos (urracas azules). Estas acuarelas fueron pintadas del natural sobre ejemplares del Museo, según las indicaciones del doctor Dabbene siendo en su mayoría obra del dibujante especialista Pablo Matzel, fallecido trágicamente el año pasado, y algunas (las últimas publicadas) fueron hechas por los dibujantes, señores Rodolfo Wacha y Manuel J. Laval. La Dirección del Museo ha resuelto proseguir la confección de estas láminas hasta completar la serie de las especies de aves argentinas más características. La Prensa y la S. O. P. - En la edición dominical del 24 de Julio último, dedicó La Prensa una página entera del suplemento ilustrado a la S. O. P., cuyas actividades

creyó oportuno dar a conocer a sus numerosos lectores. En el texto, que ocupa cerca de una columna, figura una reseñ.a bastante completa, aunque sucinta, del desarrollo de la Sociedad desde su fundación hasta el presente: sus fines, origen, nómina de los fundadores, número y clases de socios, datos sobre EL HORNERO,iniciativas varias de la Sociedad, protección de las aves, reuniones y conferencias de divulgación, vinculación con el Museo Nacional, proyectos en vía de realización, C. D. actual, etc. Las fotografías que acompañan el texto representan: los miembros de la actual C. D. (que va reproducida aquí), 16 aves raras, vistosas o recientemente preparadas en el Museo y 2 nidos, que incluyen seis aves de paraíso, dos cóndores, un gallo japonés, un quetzal, un loro lechuza, un buho gigantesco, un patito del Iguazú, un kivi o Apteryx, una paloma migratoria, un siete cuchillas con su nido y un nido seccionado de hornero, todos con sus respectivas leyendas explicativas. Sociedad Entomo1ógica Argentina. - Esta asociación, que tiene también su sede en el Museo Nacional, sigue progresando rápidamente y desarrollando una intensa actividad, como lo demuestra el contenido de su revista, cuya entrega, que incluye los números 4-5 del volumen 1, acaba de aparecer. Contiene ésta una serie de trabajos interesantes sobre insectull argentinos, presentados por los socios y colaboradores en las reuniones mensuales que celebra eiJ.el Museo. La Sociedad cuenta actualmente con 125 socios titulares, además de 29 correspondientes y 5 honorarios. Integran la C. D. actual, los señores Alberto Breyer, presidente; José Yepes, vicepresidente; Ricardo N. Orfila, Enrique A. Deautier y Carlos Barzizza, secretarios; Adolfo Breyer, tesorero; José de CarIo, bibliotecario; Eduardo del Ponte, Horacio Arditi, P. Koehler y Francisco Nosswitz, vocales. Comisión honoraria de Reservas y Parques Naturales. - Esta Comisión, fundada por resolución del Ministerio de Justicia e Instrucción Pl1blica el 6 de Noviembre de 1924, tiene por objeto el de estudiar y proyectar un plan de exploraciones y una ley de expropiación de sitios para reservas y parques naturales. Forman parte de la misma, los delegados de varias reparticiones oficiales y de varias Instituciones particulares designados por el Ministerio, siendo su constitución actual la siguiente: Presidente, Prof. M. Doello-Jurado, por el Museo Nacional de Historia Natural; Secretario, señor Pedro Serié, por la Sociedad Ornitológica del Plata; Vocales, delegados


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Informaciones

Casihts para

pรกjul'oยก;;,

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Informaciones

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del Instituto Geográfico Militar, teniente coronel Belisario Ahumada; de la Direcci6n General de Navegaci6n y Puertos, Ing. Juan J. Carabelli; de los Ferro Carriles del Estado, Ing. T. Alt Cuthbert; de la Direcci6n General de Tierras y Colonias, Ing. Gustavo A. Eppens; del Servicio Hidrográfico del Ministerio de Marina, Cap tán de Navío Joaquín Arnaut; del Instituto Geográfico Argentino, Coronel Manuel J. Guerrero; de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos «Gaea », Ing. Federico Wernicke; de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, Ing. Agr. Lorenzo R. Parodi; de la Sociedad Forestal Argentina, - Ing. Alfredo Bonino. La Comisi6n, cuya sede está en el Museo Nacional, ha estudiado especialmente las condiciones favorables que ofrecen algunos sitios para reservas, entre otros la isla de Martín García y los alrededores de San Francisco del Monte de Oro (Prov. de San Luis), acerca de los cuales ha informado ampliamente al Ministerio .

Museo Escolar Central de Paraná. - Esta instituci6n, fundada en el año 1924 y dirigida por nuestro consocio ProL Antonio Serrano, sigue acentuando su progreso inicial y cumpliendo eficazmente su tarea de divulgaci6n de las ciencias naturales, por medio de conferencias, publicaci6n de folletos, y envío de materiales a las escuelas de la provincia. Efectúa también exposiciones peri6dicas de los elementos que recibe de las escuelas para ser clasificados y del material recogido por el personal del Museo, el que cuenta con un experto coleccionista y taxidermista Antonio De Carli. Son especialmente interesantes sus colecciones paleontologicas, clasificadas por especialistas, y exhibidas en forma adecuada por secciones separadas. La colecci6n de aves incluye easi todas las especies típicas de Entre Ríos y un buen número del territorio de Misiones. Sociedad Argentina de Ciencias Naturales. - La C. D. de esta Asociaci6n para el paríodo 1927-28 ha quedado constituida en la forma siguiente, después de la elecci6n efectuada en su última asamblea general: Presidente, señor José F. Molfino (reelecto); vice id., Ing. Agr. Lorenzo R. Parodi (reelecto); Secretarios, doctora Clotilde Molle e Ing. Enrique C. Clos; Secretario de la revista, ProL Francisco A. Saez; Tesorero, Ing. Tomás Marini; Administrador, doctora Angela Chiarelli; Bibliotecario, señor E. Riggi Ortiz; Vocales, Ing. Carlos A. Lizer y Trelles y doctor José Yepes (reelecto). La última entrega de la revista Physis 6rgano de la Sociedad, correspondiente al número 31 que finaliza el t. VIII y que apareci6 en el mes de noviembre último, contiene un importante y variado material, incluído en más de 300 páginas de texto con abundantes ilustraciones. Disertación ornitológica en la Sociedad de Ciencias Naturales. - En la reuni6n de comunicaciones efectuada por la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales el 11 de Diciembre de 1926, bajo la presidencia del señor José F. Molfino, fué entregado al doctor Dabbene el diploma de miembro correspondiente de la Asociaci6n. Con este motivo el doctor Dabbene, después de agradecer la distinci6n, pas6 a ocuparse de los albatros de las costas argentinas a base de la colecci6n existente en el Museo Nacional de Historia Natural. Después de exponer los caracteres que distinguen los cinco géneros de esas grandes aves present6 dos especies nuevas para la avifauna argentina: una la Diomedella -cauta Platei, encontrada en la latitud sur 35°44' y longitud oeste 530, muy poco común -en el Atlántico, y la otra la Diomedea epomophora o albatros real, el mayor de todos los de su clase, s610conocido en los mares de Nueva Zelandia. Fueron cazados numerosos ejemplares por la tripulaci6n del vapor "Undine », en la misma latitud y longitud que el anterior. Por último, present6 el autor una nueva forma de Diomedea chionoptera, que denomina Alexanderi y que, probablemente, es el albatros que nidifica en la isla Inaccesible, del grupode Tristán da Cunha; tres ejemplares de la colecci6n del Museo


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han sido obtenidos por el crucero de la Armada argentina, Patria, a unas doscientas" millas de la costa de la Provincia de Buenos Aires. Nociones sobre preparación y conservación de aves. - Las notas que bajo este título y con siete ilustraciones publicó el señor Pedro Serié en EL HORNERO(vol. I, p._ 168-177), han sido reproducidas también por el Museo Escolar Central de Paraná, impresas en un folleto especial, con sus correspondientes dibujos, el que fué ampliamente distribuído en las escuelas de Entre Ríos. semanario ilustrado El Hogar ha publicado en su «El Hogar» y la S. O. p.-El edición del 23 de diciembre último, el resultado de una entrevista efectuada por uno de sus redactores con el Presidente de la S. O. P., de quien reprodujo el retrato, así como algunas fotografías de aves y nidos de las colecciones del Museo Nacional. Cltmsigna algunos datos biográficos y anécdotas relacionadas con el modo como se practicaban unos 30 años atrás las excursiones ornitológicas en la costa del río y alrededores, de la Capital. Termina señalando la utilidad de la obra que realiza en el país la S. O. P. Protección a las especies animales migratorias. - En el tercer Congreso Científico Panamericano, realizado en Lima, en diciembre de 1924, se aprobó una moción presentada por nuestro consocio doctor José León Suárez, referente a la protección a las especies animales migratorias, cuyo texto transcribimos a continuación: « Considerando que la población y cultivo de las tierras americanas, así como el ejer-cicio desorganizado de la caza, amenazan extinguir muchas especies que sólo podrían protegerse eficazmente por medio de legislaciones internacionales y de legislaciones. nacionales concordantes con aquellas»: EL TERCERCONGRESO CIENTIFICOPANAMERICANO, RESUELVE: « 1.0 Que cada país americano reglamente inmediatamente la caza estableciendoépocas de veda, según especies y regiones, prohibiciones temporarias locales y sanciones contra el comercio de pieles o productos provenientes de caza ilícita. » 2.° Que se ajusten convenciones internacionales tendientes a proteger las especies migratorias, cuya conservación esté consagrada como útil, adaptándose para este caso las fórmulas que están en vigor entre varios países de América. »3.0 Que las autoridades técnicas designadas por cada Gobiel'no y las sociedades. zoológicas y ornitológicas para estudiar o proteger los animales, constituyan en cada país, dominio o colonia, una Comisión Central, cuya presidencia designará el Gobierno, encargada del estudio de los anim,ales nacionales, especialmente los de costumbres migratorias, y presente, antes del 1° de Octubre de 1925, una memoria sobre las especies que deben ser objeto de protección inmediata internacional. » 4. ° Que los Gobiernos Americanos ajusten convenciones internacionales de protección de las especies migratorias, con cláusulas abiertas a la accesión de los demás • • 5.0 Que periódicamente se revise la lista de aves y otros animales incluidos en las conven'ciones para agregar las especies omitidas o suprimir algunas de las incluidas. » 6.0 Que en la oportunidad que se determine, y cuando se hayan ajustado convenciones internacionales entre diez países, tanto del Norte como del Sud de América se reuna una Conferencia técnica con el propósito de sentar las bases de una reglamentación Panamericana ». A efectos de que «estudien y provean a lo dispuesto' en esta resolución, el Poder Ejecutivo nacional, por decreto del 28 de Octubre de 1926, designó a los señores José León Suárez, Hugo Salomón, J. Pérez Mendoza, Roberto Dabbene, Frank Soler, Fernando Lahille, M. Doello Jurado y Luciano H. Valette, quienes se constituyeron inme-


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Bibliografía

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ornitológica

,,Jiatamente en comisión bajo la presidencia del segundo de los nombrados. Después de un largo y detenido estudio, esta comisión se ha expedido formulando un anteproyecto de decreto - que ha sido presentado a consideración del Ministerio de Agricultura - por el cual se trata de hacer efectiva la protección a las especies animales cuya conservación debe asegurarse. Suscripción pro monumento a Hudson. - Como lo anunciáramos en la entrega anterior, ha quedado abierta una suscripción pública cuyo producto se destinará a la erec.ción de un monumento al naturalista y eximio escritor, William Henry Hudson. Los antecedentes de este asunto son ya conocidos de nuestros lectores, por cuanto fueron publicados en el precitado número de EL HORNERO.Damos a continuación la nómina ,de las personas que hasta ahora han enviado donaciones: R. B. Cunninghame Graham. Pedro Serié . Alfredo Steullet. . . . José Pereyra y señora. Enrique Deautier. . Nicolás A. Gazzano . Mateo P. Gómez . Alberto Castellanos Humberto Rolleri. Ernesto Dalias . . Pedro L. Comi. . Roberto Dabbene . Abel Renard . . Cecilia Grierson. . James L. Peters . M. Doello Jurado

Libras 50

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5 5 5 » » » » » » »

10 10 10 10 10 10 10

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Los que desean adherirse a este proyectado homedaie pueden enviar las donaciones ,a la Secretaría de la Sociedad Ornitológica del Plata, Perú 208, Buenos Aires.


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HORNERO

BIBLIOGRAFIA

Vol. IV.

ORNITOLOGICA

DE 1922

BOR EL

DR. HANS SECKT

(Continuación

de la página

445 del vol.

In)

201. KURODA,NAGAMICHI: Remarks on the Japanese Petrel s of the Genus Oceanodroma. - Te Ibis (Londres), IV, N° 2, 1922, p. 309-314. 202. KURODA, NAGAMICHI:Additional Notes on the Japanese - Te Ibis, IV, N° 3, 1922, p. 437-440

species of Oceanodroma.

203. KURODA, NAGAMICHI: On a Collection of Birds from Hainan. (Zoological Magazine), 1921, p. 389-393.

-

Dobs. Zasshi

204. KURODA, NAGAMICHI: Description of four New Birds frcm the Islands and Formosa. - Annot. Zool. Japonenses; X, 1922, p. 115-118.

of Japan

205. KURODA,NAGAMICHI. and MORI, TAMEZO: On some New and Rare Birds from Corea. - The Auk (Lancaster~ Pa.), 39, No 3, 1922, p. 364-366. Descripción de Dryobates major seoulensis subsp. nov., de Dryobates major brevirostris (Reichenbach) y dio Tetrastes bonasia coreensis subsp. nov., observadas todas en Corea y Manchuria. 206.

KURODA,NAGAMICHI:Notes on the Birds of Tsushima The Ibis (Londres), IV, N° 1, 1922, p. 75-105.

207. KURODA, NAGAMICHI: Birds in the Vicinity N° 12, 13, 1922, con fotografías y un mapa.

and Iki Islands, Japan.

of Shizuura,

Suruga. -

-

Tori, IlI,

208. KURODA,NAGAMICHI:Véase TAKATSUKASA 209. KURODA, NAGAMICHI:Véase MOMIYAMA. 210. KUTCHlN, VICTOR:,What Birds have done with me. - A Bird Lover. - Boston, Richard G. Badger, The Gorham Press, 1922, p. 1-274. En forma amena, especialmente destinada para lectores infantiles, el autor trata de la vida de las aves. En su amor por los animales emplumados, el autor llega desgraciadamente a un punto de vista que en bien de la ciencia no podemos menos que condenar severamente: la crítica absolutamente anticientífica del estudio del contenido de los estómagos de las aves; pues desconoce el autor del todo que precisamente tal estudio ha dado la base de todas aquellas leyes, por las cuales se ha arreglado y garantido en los países de alta cultura la protección y conservación de las aves útiles. 211. DE LACGER, F.: Le Roulroul 1922, N° 1, p. 26-30.

(Rollulus

roulroul

Scop.). -

L'Oiseau

(París),

212. LA TOUCHE"J. D.: On the Birds of the Province The Ibis (Londres), IV, N° 3, 1922, p. 445-471.

of Hupeh in Central

213. LAuBMANN, A.:

zum

Nachtrage

und Berichtigungen

«Nomenklator.

IlI,

China.der Vogel


Bibliografía

ornitológica

111

Bayerns ". - Erstes Supplement. - Verh. d. Ornithol. Ges. i. Bayern, 15, 2, 1922, p. 187-227. Notas suplementarias al « Nomenclador de las aves de Baviera », tratando en primer lugar las especies cuya existencia en Baviera consta con seguridad, luego aquéllas cuya existencia se ha afirmado, pero de la cual faltan todavía las pruebas exactas y fidedignas, y por fin los nombres genéricos con indicación de los genotipos. 214. LAVAUDEN, LOUIS:Description d' une nouvelle espece méditerranée du genre Falco. - Rev. Franc. d'Ornithol., 14, N° 154, p. 209-216, con 1 lámina; N° 155, p. 226-234, con 1 lámina y 3 figuras. Descripción de una nueva especie de Halcón de Túnez: Falco blancheti 215. LEGENDRE,MARCEL:Le Torcol et son élevage. N° 1, p. 8-13.

L'Oiseau, (París), III, 1922,

216. LEGENDRE,MARCEL:Notes sur l'élevage et les maladies de nos oiseaux captifs.L'Oiseau (París), III, 1922, N° 2, p. 51-55; N° 4, p. 84-88. Según el autor, es posible mantener y criar toda clase de aves en cautiverio, pero no siempre es fácil, y requiere mucha atención y observaciones contínuas, para adquirir la experiencia necesaria; pues los animales quieren ser tratados muy individualmente. La cuestión que reclama mayor cuidado es la nutrición; más a menudo de lo que se cree generalmente, varía la nutrición entre los representantes de una misma familia, y es, de veras, en general la alimentación el factor más importante, para guardar en buena salud a los pequeños presos. Además hay que tomar en consideración que muy a menudo el ave enjaulada come demasiado. Aves delicadas no deben mantenerse en pajareras junto con muchas otras especies, pues allí escapan demasiado fácilmente a la observación individual tan indispensable. En otros casos conviene un asislamiento más o meno estricto, por otras razones: en algunas aves los machos deben ser separados a causa de su temperamento agresivo; otras exigen la soledad, para dejar oir su canto, pues no encontrándose en un ambiente tranquilo, no cantan, etc. No obstante el cuidado más escrupuloso, las aves enjauladas casi sin excepción están sujetas a enfermedades, cuyas más peligrosas son: la apoplejía, a la cual están especialmente predispuestas las aves demasiado bien nutridas y demasiado engrosadas, por cuyo motivo conviene reducir por una dieta meditada, el exceso de alimentación; la diarrea, y, ante todo, las inflamaciones intestinales. Bastante frecuentes son las crisis nerviosas en los pájaros, originadas por diferentes causas. Una de éstas que muy a menudo se desatiende, consiste en la mala calidad de las varillas de la jaula: si éstas son demasiado delgadas, el pájaro debe hacer un esfuerzo constante de contracción muscular de sus dedos, para mantenerse bien en su sitio, lo que le da motivo a crisis nerviosas; cambiando las varillas impropias por otras más gruesas, aquéllas dejan de repetirse. Una mala costumbre de muchos pajareros es la de sustituir la arena de la jaula por musgo húmedo, que en muchos casos es causa de reumatismo de las aves. Otras enfermedades son la consecuencia de resfrías; pero también una temperatura muy elevada puede ser funesta para las aves, especialmente cuando se trata de especies que provienen de países más fríos. La enfermedad que causa mayor número de víctimas entre las aves de jaula, es la inflamación intestinal, producida generalmente por nutrición impropia, insuficientemente variada, o hecha únicamente a base de alimentos conservados o pastas artificiales. Sus primeros síntomas se manifiestan en que se pierde el brillo del plumaje que queda desordenado; en que el ave deja caer las alas, deja de volar moviéndose solamente a saltos; en un hambre insaciable; en una defecación penosa de excrementos duros y de


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color amarillo sucio que evidentemente causa dolores al animal, dando motivo las masas -{ecalesa una irritación perpetua que produce inflamaciones y abscesos en la mucosa intestinal cuya consecuencia es la muerte del ave, después de largos padecimientos. Las aves insectívoras son las que más fácil y más frecuentemente son atacadas por la enfermedad, especialmente cuando se encuentran en la época de la muda. Una cura de la enfermedad es posible, sólo si ésta se reconoce a tiempo, y solamente por un régimen alimenticio estricto. Hay que tener presente que las aves, como todos los animales, en estado de libertad saben encontrar entre-las plantas los remedios más naturales contra sus males, y que son precisamente éstas las que les suelen faltar en su cautiverio. Hasta también ciertos insectos les sirven en la naturaleza como medios curativos. Además hay que tener en cuenta que las pastas artificiales que a menudo se dan a comer a las aves, son alimentos privados de vitaminas y deben ser completados por eso por materias vivas, como frutas, ensalada, chauchas verdes, zanahoria rallada, y otras. El autor recomienda además, dar a las aves, aún sanas, a lo menos dos veces por semana, --aguaque contenga bicarbonato de sodio disuelto, a razón de 3 grs. por litro, como profiláctico contra la constipación. El ave enferma debe ser puesta inmediatamente en una pequeña jaula aislada, en un -lugar tranquilo, cálido y claro; el alimento debe contener una buena cantidad de zanahoria rallada y abundante verdura, y como nutrición animal, gusanitos hundidos en -'aceite o ninfas de hormigas (<< huevos de hormigas»), frescas o, cuando secas, remojadas en leche; como bebida hay que dársele agua de zanahoria hervida, o agua que -contenga disuelto un poco de sulfato de sodio. Varias veces al día hay que lavar el ano del pájaro con agua tibia, para impedir que queden pegados excrementos al plumaje, obstruyendo e irritando el orificio intestinal. Si fuera necesario, habría que cortar las plumas. En casos ya adelantados de la enfermedad, y cuando el estreñimiento es muy tenaz, hay que darle al ave una inyección de aceite en el recto, y, como último recurso, hacerle :tragar aceite, introducido en el pico con una pequeña jeringa. Otro malestar de muchas aves de jaula, que significa una gran molestia para ellas y hasta puede llegar a ser un serio peligro, es el producido por sabandijas, piojos, ácaros, ~tc., siendo necesario dedicar especial atención en este sentido a las aves recién adquiTinas. Combátese el mal con un buen polvo insecticida, espolvoreándose al ave por debajo de las plumas, y limpiándose la jaula cuidadosamente con un líquido antiséptico, procedimiento que en todo caso conviene aplicar a las jaulas, a lo menos dos veces al año. _217.LEGENDRE,MARCEL: Le Jaseur d'Europe (Bombycilla garrula L.). (París), IlI, 1922, N° 10, p. 215-219. -218. LEGENDRE,MARCEL:La Huppe et son élevage. N° 154, 1922, p. 219-222; N° 156, p. 251-254.

L'Oiseau

Rev. Fran~. d'Ornithol., 14,

219. LE SOUEF,A. S.: Notes on Sea Birds between Sydney and England. --The Emu (Melbourne), 22, N° 1, 1922, p. 52-54. Observaciones ornitológicas hechas por el autor en un viaje de Australia a Inglaterra. -220. LEWIS, HARRISONF.: Notes on some lLabrador Birds. -The Auk (Lancaster, Pa.), 39, 1922, N° 4, p. 507-516, con 1 lámina fotográfica. El autor publica las observaciones biológicas hechas en la costa meridional de la gran península de Labrador (Dominion of Canada), en 31 especies de aves, añadiendo 5 especies más del Victoria Memorial Museum de Ottawa. _221. LEWIS, HARRISONF.: Bonaventure Island and Percé Rock. York), 24, N° 3, 1922, p. 125-127,con 2 fotografías.

Bird-Lore (New


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Bibliografía

ornitológica

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Las dos islas citadas en el título, situadas en el este del Canadá, en cada primavera son visitadas por millares de aves· marinas que ponen allí sus huevos. El autor hace algunas observaciones sobre las islas y su avifauna, sobre todo con el objeto de despertar el interés de los ornitólogos. 222. LINCOLN,FREDERICKC.: Trapping Ducks for Banding Purposes. - With an Account of the Results from one Water-Fowl Station. - The Auk (Lancaster, Pa.), 39, N° 3, 1922, p. 322-334, con 1 mapa y 4 láminas fotográficas. Descripción de trampas para patos, y resultados de los procedimientos para marcar las aves con anillos,para conocer las fechas de las migraciones. 223. LINDNER,FR.: Die Wiederauffindung der Bartmeise als Brutvogel Pommerns nach vierundachtzigjahriger Verschollenheit, und ihr Vorkommen im übrigen. Deutschland. - Abhandl. u. Ber. d. Pomm. Naturforsch. Gesellsch., Stettin, II 1921, p.43-55. El Paro barbado, Panurus biarmicus Koch, durante más de 80 años había desaparecido de la provincia prusiana de Pomerania, situada al margen del Mar Báltico. El autor refiere en el presente artículo, que en los últimos dos años ha podido observar repetidas veces individuos jóvenes y adultos en aquella región, hecho que prueba que el pájaro, raro en Alemania, debe haber extendido su área de dispersión, volviendo a sitios que por razones desconocidas había abandonado. 224. LONNBERG,EINAR: Bidrag till kannedomen om ormvrakens naringsvanor.Svensk JiigarefOrb. Tidskr., 59, 1921, p. 257-263, con 4 figuras fotogr,Uicas. El autor se refiere a las costumbres de Buteo buteo en su modo de alimentarse. Las fotografías que acompañan el artículo, demuestran algunas variaciones en el plumaje que el autor ha observado en Buteos suecos. 225. LONNBERG, EINAR,and RENDARL,HJALMAR:A Contribution to the Ornithology of Ecuador. - Ark. lool. Stockholm, T. XIV, N° 25, 1922, p. 1-87. El presente trabajo contiene una lista de más de 400 aves, coleccionadas por el Consul sueco en Quito, señor L. Soderstroni, con noticias muy exactas acerca de la distribución y biología. Diez formas se describen como nuevas: Nothocercus plumbeiceps, Odontophorus S6derstromii, M omotus Lessoni Gualeae, Oreotrochilus chimborazo Soderst1'omii, Heliothrix auritus major, Pseudocolaptes J ohnsoni, Tityra nigriceps Gualeae, Iridophanes pulcherrima Gualeae y Pyranga rubriceps rufistigmata.

En la introducción a la obra discuten los autores detenidamente la cuestión de la distribución zonal de las aves, haciendo comparaciones con los resultados obtenidos por Chapman en Colombia y el Perú, y dejan constancia muy especial de las grandes diferencias entre las faunas del oeste y este de la Cordillera. 226. LÜNNBERG,EINAR: Knipstammen bür vardas och holker uppsattas. - Upsala, 1922, 14 páginas, con 3 figuras en el texto. 227. LOWE,PERCYR.: A Reminiscence of the Last Great Flight of the Passenger Pigeon (Ectopistes migratorius) in Canada. - The Ibis (Londres), IV, N° 1, 1922, p. 137-141. 228. LOWE,PERCYR.: Species and Subspecies. -The p. 179-185.

Ibis (Londres), IV, N° 1, 1922,

229. LOWE,PERCYR.: On the Significance of Certain Characters in some Charadriine Genera, with a Provisional Classification of the Order Charadriiformes.The Ibis (Londres), IV, N° 3, 1922, p. 475-495, con 1 lámina y 3 figuras en el texto.


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HORNERO

230. LOWE,PERCYR.: A Note on Acquired or Somatic Variations. -The 1922, p. 712-715.

Ibis, IV, N04,

231. LOYER,MAURICE:La collection d'oiseaux exotiques de Cleres. - L' Oiseau (París), III, 1922, N° 1, p. 3-8.

Relato en forma de conversación, de una visita al castillo de Cleres, en la Normandía, en donde el renombrado ornitólogo francés, señor Jean Delacour, ha instalado sus ricas colecciones de aves exóticas, que en parte viven en jaulas, en parte en plena libertad en el viejo parque que rodea el castillo. 232. Me ATEE, W. L.: Community Bird Dept. Agr., 1921, p. .1-14.

Refuges. -

Farmers' Bulletin 1239, U. S.

233. Me ATEE,W. L.: Notes on Food Habits of the Shoveller or Spoonbill Duck (Spatula clypeata).- The Auk (Lancaster, Pa.), 39, N° 3, 1922, p. 380-386.

El autor examinando el contenido estomacal de 70 patos espátulas de diferente proveniencia comprobó que en un 65,76% es de naturaleza vegetal, y en un 34,24% de substancia animal. Las masas vegetales consistían en hojas, tallos, semillas, musgos, algas etc.; las animales en insectos acuáticos de toda clase, larvas, gusanos, crustáceos, moluscos, por lo que deduce que la Espátula es muy útil para la destrucción de muchos insectos dañinos a la piscicultura. 234. Me CLELLAND, W. C.: Notes on the Birds of the Vicinity of Washington, Pa.American Midland Naturalist, VII, 1922, p. 35-38. 235. Me GAFFEY,ERNEsT:Valley Quail and Road-Runners. 24, N° 6, 1922, p. 335-337.

Bird-Lore (New York),

236. Me GREGOR,RICHARD:Birds of Antigua Province, Panay, Philippine Islands.Philippine Journ. of Scienc., T. XVIII, 1921, p. 537-553, con 2 mapas.

La « Provincia Antigua» es una zona estrecha situada a lo largo de la región occidental de la isla de Panay (Islas Filipinas), limitada por altas montañas cubiertas de bosques que reciben muchas lluvias durante la época de los monzones del Sudeste. Se mencionan unas noventa especies de aves de la citada región, entre las cuales más () menos 20 hasta ahora no se habían citado como propias de la isla de Panay. El autor trata de la biología y taxonomía de las especies enumeradas, y describe sus nidos y huevos, encontrándose descritos muchos de ellos por primera vez en el presente trabajo. '237. Me GREGOR,RICHARD:New or Noteworthy Philippine Birds. - Philippine Journ. of Science, 19, 1921, p. 691-703, con 4 láminas y 3 figuras en el texto.

El presente artículo contiene algunos datos sobre varias especies raras de aves de las islas Filipinas. La especie Francolinus pintadeanus (sinón. de Fr. chinensis) parece ha ber sido introducida y haberse establecido en Luzon, cerca de Manila, habiendo recibido el autor tanto un nido con huevos, como el ave adulta de allí. Otras noticias se refieren al águila Pithecophaga Jejjeryi; a la CipsélidaChaetura picina Tweed., especie que por 20 años no ha sido observada en las Filipinas, y que ahora se ha descubierto de nuevo; a Malindangia Macgregori Mearns, especie muy rara, que fué descubierta por Mearns en el Monte Malindang en Mindanao. El autor opina que será posible hacer muchos nuevos descubrimientos más en el Archipiélago de las Filipinas. 238. Me GREGOR, RICHARD, and MARSHALL, ELIZABETH J.: Philippine Birds for Boys and

Girls; with illustrations by Macario Ligaya. - Manila (Bureau of Printing), 1922, 138 páginas, con 32 ilustraciones en colores y negras. Descripción infantil de la vida de treinta aves de las islas Filipinas, todas representadas por buenas figuras en colores. Conforme al carácter del libro, los nombres usa-


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Bibliogmfía

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ornitológica

dos en el texto son los vulgares, pero en un apéndice los autores -científicos de las especies tratadas.

enumeran

los nombres

239. MACKWORTH-PRAED,C. W.: A Short Systematic Review of the African Francolins. - The Ibis (Londres), IV, N° 1, 1922, p. 105-136. 240. MAILLIARD, J.: Notes on Fox-Sparrows (Passerella iliaca) in California in the Autumn of 1921. - The Condor, Berkeley, Calif.), 24, N° 2, 1922, p. 48-53 . .241. MAILLIARD, JOSEPH: Notes on the Birds and Mammals of Siskiyou County, California. - Proc. Calif. Acad. Sciences, XI, N°5, 1921, p. 73-94. El autor da una lista de todas las especies de aves observadas en siete localidades de .Siskiyou County en el norte de California, lo que constituye Ull!~ valiosa contribución .al conocimiento de la avifauna de dicho país . .242. MAILLIARD, JOSEPH: Eggs of the Aleutian Rosy Finch. - The Condor (Berkeley, Calif.) 24, N° 3, 1922, p. 92-93, con 1 fotografía. Observaciones sobre variaciones en forma y coloración de los huevos de Leucosticte griseonucha, de las islas del archipiélago de las Aleutas. 243. MAILLIARD,JOSEPH: Státus of the Crested Jays on the Northwestern Coast of California. - The Condor (Berkeley, Calif.), 24, N° 4, 1922, p. 127-133, con 1 mapa. Estudios sobre la distribución de las diferentes razas del Grajo califórnico (Cyanoci.tta stelleri). . 244. MARSDEN, J.- W.: Quelques notes sur les variétés sea u (París), 111, 1922, N° 2, p. 44-46.

de la Perruche

ondulée. -

L'Oi-

245. MARSHALL,ELIZABETHJ.: Véase Mc GREGOR. 246. MATHEWS, GREGORYM.: The Birds of Australia. - T. IX, Parte 4a, 1921, p. 145 -192, con 7 láminas. - Londres (Witherby), 4°. Se estudian los géneros Orthonyx, Macrothonyx, Cinclosoma, Lalage (tricolor), Karua (leucomela, separada por el autor del género Lalage), y Sphecotheres; contiene el trabajo muchos datos acerca de la biología y distribución geográfica de las especies descritas. '247. MATHEWS, GREGORYM.: The Birds of Australia. - T. IX, Partes 5a y 6a, 1921 y 1922, p. 193-304, con 12 láminas. - Londres (Witherby), 4°. En la 5a Parte de esta gran obra se estudian 7 especies muy interesantes de los géneros Cinclosoma, Samuela, Drymodes, Pycnoptilus e Hylacola; en la 6a Corvu8 olivaceu8, Pomatorhinu8, Morganorni8, Turdu8 frivolus, Calamanthu8 (con el nuevo subgénero Eremianthus) y Cinclorhamphus. 248. MATHEWS, GREGORYM.: The Birds of Australia. - T. IX, Parte 72, 1922, p. 305 -360, con 6 láminas. - Londres (Witherby), 4°. Continuación del género Cinclorhamphus; siguen los géneros Oreocincla, Ephthianum, Parephthianura, Aurephthianura y Leachena. 249. MATHEWS, GREGORYM.: The Birds of Australia. - T. IX, Parte 8a, 1922, p. 361 -416. con 7 láminas; Parte 9a, 1922, p. 417-518. - Londres (Witherby), 4°. Comprende los géneros Cisticola, Poodytes, Dulciornis, Origmella, Chthonicola, Acanthiza y Pyrrholaemu8. 250. MATHEWS;G. M.: Additions and Corrections to the List of the Birds of Australia, 1913, and to the Check-List, pt. 1, 1920. -Austral Avian Record, IV, N° 6, 1921. 251. MATSUDAIRA,VISCOUNTY.: On the Moulting of Gulls. -

Tori, 111, N° 12-13, 1922.

252. MEINERTZHAGEN,R.: Notes on some Birds from the Near East and from Tropi-


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cal East Africa. - Con 7 figuras en el texto. - The Ibis (Londres), IV, N° 1922, p. 1-74. (Continuaci6n de Ibis, 1921, p. 671.) 253. MENEGAUX, A.: Absence de xénie dans les oeufs d' Autruche. nithol., 14, N° 154, 1922, p. 217-219.

1,

Rev. Franc. d' Or-

En botánica se llama «xenia» (de la palabra griega «xénos» = ajeno) la influencia de un polen ajeno (de otra especie) en la forma o coloraci6n del híbrido, por las cuales éste varía en mayor o menor grado del tipo normal de la especie de cuyos 6vulos ha nacido. En zoología, especialmente por cruzamiento de aves de diferente epecie, ocasionalmente también se han hecho observaciones de tales xenias, pero generalmente el resultado no era muy seguro, y la discusi6n de los casos respectivos no aceptaba las pruebas como convincentes. El autor del presente artículo trata este tema, a base de estudios hechos por el profesor Duerden en Grootfontein (Colonia del Cabo). Se habían cruzado avestruces del norte de Africa (Struthio eamelus L.) con la variedad del sud (Struthio australis Gurney). Los huevos de ambas formas se distinguen bastante uno del otro en la forma y en la consistencia de la cáscara, siendo los de aquélla más grandes ~ de forma casi esférica, y teniendo ellos una cáscara lisa, como pulida, y brillante; los de ésta en cambio de contorno ovalado y su concha poco brillante y provista de numerosos poros. Fueron cruzados machos de Str. eamelus con hembras de Str. australis, y se comprob6 que el cruzamiento no influy6 en nada en la fQrma de los huevos ni en la consistencia de su cáscara. Puede tenerse por seguro, por consiguiente, que el esperma masculino no modifica de ninguna manera los caracteres exteriores del huevo, ni siquiera su tamaño que depende en primer lugar de la cantidad de albúmina que contiene, sino única y exclusivamente los caracteres del embri6n que del vitelo se d1'lsarrolla.En el híbrido naturalmente se hace notar la influencia del padre. Interesante es que los huevos puestos por los híbridos presentan ciertos caracteres intermediarios entre los huevos. de ambas formas paternas, si bien suelen predominar los de la forma Str. australis. A.: Du róle des graviers et des grains de sable absorbés par 254. MENEGAUX, seaux. - Rev. Franc. d'Ornithol,. 14, N° 157, 1922, p. 263-265.

les oi-

Es sabido que las avesgranívoras tragan a menudo partículas de arena, piedritas y otras materias inorgánicas, las cuales indudablemente ejercen una acci6n mecánica en el est6mago, triturando las cáscaras de los granos comidos y facilitando así la digesti6n de éstos. Pero el rol de aquellas substancias no se limita solamente a este efecto mecánico, sino que también son de importancia química en los procesos de la digesti6n, suministrando sales alcalinas y otras al organismo, indispensables, como lo ha probado experimentalmente el autor, para la evoluci6n de los pichones y para una marcha normal de los procesos de la muda en los adultos. Como las plumas contienen a más de carbono, nitr6geno, oxígeno e hidr6geno. cantidades considerables de silicio, calcio. ácido fosf6rico y azufre, materias que evidentemente son indispensables para el desarrollo del plumaje, puede suponerse que quizá el organismo del ave no las ganará solamente de los alimentos orgánicos, sino que sacará también cierto provecho en este sentido de las materias minetales que ingiere. 255. MENEGAUX, A.: Véase D'ABADIE. 256. MERITEEDouARD:Cages et Perchoirs. Leur histoire, leur architecture. - L'Oiseau (París), III, 1922. N° 5, p. 89-96; No 6, p. 127-136; N° 7, p. 157-163; con

ilustraciones. El autor se ocupa de jaulas y el diferente uso que se les ha dado en las distintas épocas y pueblos.


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Bibliografía

ornitológiea

117

257. MICHAEL,CHARLESW., and MICHAELENID: An Adventure with a Pair of Harle· quin Ducks in the Yosemite Valley. - The Auk (Lancaster, PA:), 39, 1922, N° 1, p. 14-23, con 2 láminas fotográficas. Observaciones biológicas sobre una pareja de patos, su modo de nadar, de hundirse en el agua, de alimentarse y sobre sus voces. 258. MILLER,LOYE:Fossil Birds from the Pleistocene of Mckittrick, California.The Condor (Berkeley, Calif.), 24, N° 4, 1922, p. 122-125. Nota preliminar sobre los resultados ornitológicos obtenidos en excavaciones de capas de asfalto pleistocénico en Mckittrick, California, y comparación con los hallazgos en los yacimientos del « Rancho La Brea» de los Angeles. 259. MILLER,WALDRON DE WITT,and GRISCOM, LUDLOW:Descriptions of Proposed New Birds from Central America, With Notes on other Little- known Forms. - Amer. Mus. Novit. New York, N° 25, 1921, p. 1-13. Descripción preliminar de algunas nuevas formas, coleccionadas por los autores en Nicaragua. Trátase de las siguientes especies y formas: Ortalis cinereiceps saturatus, Creciscus ruberrimus, Gallinula chloropus centralis, Asturina plumbea vagans y Aramides plumbeieollis paeijieus.

plagiata

mierus,

lctinia

260. MILLET-HoRSIN:Souvenir di un naturaliste en Afrique Occidentale fran~aise. L' Oiseau (París), III, 1922, N° 2, p. 35-42; N° 3, p. 61-67; N° 5, p. 105-116 N° 6, p. 139-148; N° 7, p. 163-166; N° 8, p. 178-184; N° 9, p. 191-194; N° 10, p. 220 -224; N° 11, p. 236-239; N° 12, p. 254-255; con varias ilustraciones. Descripciones de un buen número de aves africanas, cuya vida y costumbres el autor, médico del ejército colonial francés, ha tenido ocasión de observar. 261. MILLET-HoRSIN:Guide de l'amateur d'oiseaux débarquant sur la terre d'Afrique. - Rev. Fran~. di Ornithol., 14, N° 157, 1922, p. 265-269. 262. MILLET-HoRSIN:Déplacement de l'est a l'ouest d'especes africaines. - Rev. Franc. d/Ornithol., 14, N° 159, 1922, p. 294-295. Colecciones de aves hechas en Africa occidental han dado el interesante y sorprendente resultado de que varias formas de aves que hasta ahora se suponían como especies exclusivamente del este, han extendido su área de dispersión geográfica al otro lado del continente. Las razones de tal cambio de su habitat hasta ahora son del todo desconocidas 263. MILLS, S. R.: My Neighbors, the Nighthawks. - Bird-Lore (New York), 24, N° 4, 1922, p. 200-202, con 2 fotografías. Algunas observaciones biológicas sobre el Caprimulgus. 264. MOMIYAMA, T.: Notes on some Birds from Hachijo Island. -- Tori, (Tokio, Japón) III, N° 12-13, 1922 265. MOMIYAMA, TOKUTARO, and KURODA,NAGAMICHI: Birds of Micronesia. - A List of the Birds of the Micronesian Group, with Descriptions of two New Forms. Tokio (Orn. Soco Japan), 1922, texto inglés páginas 1-31, texto japonés páginas 1-339, con 1 mapa, 3 láminas en colores y 3 negras Lista de 152 especies y subespecies de aves de Micronesia, de los archipiélagos de las Marianas, las Carolinas y las Palaos. 266. MORGAN,A. M.: Observations on Birds in North-Western Australia. - South Australian Ornithologist, VI N° 5, 1922. 267. MORGAN,A. M.: A Trip to the Baudin Rocks. - South Australian Ornithologist, VI, N° 6, 1922.


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268. MORI,TAMEZO;Véase KURODA,NAGAMICHI. 269. MULLENS,W. H., SWANN,H. KIRKE,and JOURDAIN,F. C. R.: A Geographical Bibliography of British Ornithology. - Londres (Wheldon and Wesley), 1920,8°. 270. MORSE,F. C.: Birds of the Moree District. - The Emu (Melbourne), 22, N°l, 1922, p. 24-38, con 8 láminas fotográficas. El distrito de Moree está situado en el norte de Nueva Gales del Sur (Australia). Comprende un área de 6870 millas cuadradas, y es un territorio llano, cruzado por numerosas corrientes de agua y en parte muy pantanoso. La vegetaci6n consiste tanto en vastas praderas de gramíneas, como en bosques, a veces muy densos, de casuarinas y otros árboles. La avifauna es rica y variada; el autor que la ha estudiado en largos años, describe en el presente artículo 216 especies distintas, pero admite qué este número quizás podrá ser aumentado considerablemente por estudios continuados. De cada especie indica las localidades donde se encuentra preferentemente, donde y en que época del año nidifica y se reproduce. 271. MÜLLER,ADOLF:Ornithologische Beobachtungen zwischen Aibling und dem Wendelstein. - Verh. d. Ornithol. Gesellsch. i. Bayern, 15, 1922, 2, p. 79-98. Observaciones ornitol6gicas de los Alpes de Baviera. 272. MUNRO,J. A.: The Band-tailed Pigeon in British-Columbia. - Canadian FieldNaturalist, 36, N° 1, 1922. 273. MURPHY,ROBERTCUSHMAN: The Sea-coast and Islands of Peru. - Parts 4-7. Brooklyn Museum Quaterly for 1921, p. 1-28, 35-55, 91-105, 106-153, con numerosas fotografías; Parts 8-9: 1922 (Brookl. Mus. Quart., NoS 1 y 2). Descripci6n de los viajes que el autor ha hecho a las costas del Perú. Las excelentes fotografías que adornan el trabajo, dan una buena idea de la abundancia de la avifauna en esas regiones y sobre el océano. 274. MURPHY,ROBERTCUSHMAN,and HARPER, FRANCIS:A Revision of the Diving Petrels. - Bull. Amer. Mus. Nat. Hist., 44, 1921, p. 495-554. Los autores de la presente monografía llegan al resultado de que las aves en cuesti6n pertenecen todas a un sologénero: Pelecanoides, el cual puede ser subdividido en 4 'subgéneros: Puffinuria, Porthmarnis, Pelagodytes y Pelecanoides propiamente dicho. Cada uno de los tres subgéneros primeros comprenden una sola especie sin subespecie alguna; el cuarto las dos especies urinathrix y exsul¡ de la primera de las cuales pueden distinguirse 5 razas geográficas. 275. MURPHY,ROBERTCUSHMAN: Notes on Tubinares, including Records which affect the American Ornithologists' Union Check-listo- The Auk, (Lancaster, P. A.),39, 1922, p. 58-65. Se trata de tres Petreles de aguas norteamericanas: Thalassarche chlororhynchus Gmelin Calonectris Kuhlii Kuhlii Boie y Oceanodroma Hornbyi Gray sin6nimo de Procellaria coUaris Phil. Esta última forma fué descrita por Philippi en 1895, encontrada cerca de Taltal (Chile) a una altura considerable, donde se le suponía nidificando. El autor pone en duda la existencia de esta especie en aguas norteamericanas. 276. NELsoN, EDwARDW.: Lower California and its Natural Resources. - Bureau of . Biological Survey, United States Department of Agriculture. Memoirs Nat. Acad. Sci., Vol. 16, First Memoir. 1921, p. 1-194, con 35 láminas y 1 mapa, 4°. 277. NEuMANN,OSCAR:Neue Formen aus dem papuanischen und polynesischen Inselreich. - Verh. d. Ornithol. Ges. i. Bayern, 15, 2, 1922, p. 234-237. Descripci6n de 11 nuevas subespecies de aves de las islas de Papúa (al noroeste de Nueva Guinea) y de otras islas del reino polinésico.


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Bibliografía

ornitol6gica

119

278. NIBE, J.: Anomalies of Egg-marking. - Tori, IU, N° 12-13, 1922. 279. NICE, MARGARET MORSE:A Study of the Nesting of Mourning Doves. - The Auk (Lancaster, Pa.), 39, 1922, N° 4, p. 457-474, con 1 lámina fotográfica. Estudios sobre la construcción del nido, de la incubación y de los pichones de la paloma Zenaidura

macroura marginella.

280. NICoLL,M. J.: On a Collection of Birds made in the Sudan by Major S. S. Flower, in December 1920 and January and February 1921; and some Remarks on « A List of the Birds of the Anglo-Egyptian Sudan» by W. L. Sclater and C. Mackworth Praed. - The Ibis (Londres), IV, N° 4, 1922, p. 688-701. 281. NORToN,S. P. W.: Bird Notes from Boree (New England Plateau). -¡The Emu (Melbourne), 22, N°l, 1922, p. 39-44. Lista de 93 especies de aves que la autora ha observado en el « New England Plateau » en Nueva Gales del Sur (Australia), tres de ellas (Passer domesticus, Carduelis carduelis y Sturnus vulgaris) introducidas. 282. OBERHOLSER,HARRY: Glimpses of Desert Bir-life in the Great Basin. - Smithsonian Report for 1919, 1921, p. 355-360. El « Great Basin » es la regió'n de California situada al pie de la cordillera occidental y de la Sierra Nevada, de carácter casi desierto, y con muchas salinas (la más grande es la de Utah). El autor describe en el presente artículo la avifauna de estas salinas y lagunas, en forma amena. 283.0BERHOLSER,HARRYC., and CHAPMAN, FRANKM.: On the Migrations and Plumages of the Red-winged Blackbirds (Agelaeus). - Bird-Lore, 24, N° 2, 1922, con 1 lámina en colores. 284.0BERHOLSER,HARRYC.: Notes on North American Birds. XI.-The Auk (Lancaster, Pa.), 39, 1922, p. 72-78. El autor informa sobre varias aves norteamericanas de las familias Charadriidae Bubonidae, Laniidae y Vireonidae. Las especiestratadas son: Charadrius nivosus (Cassin), Cryptoglaux junerea magna (Buturlin), Asio otus wilsonianus (Lesson), Scotiaptex nebulosa nebulosa (Forster), Lanius ludovicianus mearnsi Ridgway, Vireo huttoni obscurus Anthony y Vireo huttoni insularis Rhoad.~. 285. OBERHOLSER, HARRYC.: Seventh Annual List of Proposed Changes in the American Ornithologists' Union Check-list of North American Birds. - The Auk (Lancaster, Pa.), 39, N°2, 1922, p. 243-249. Lista de nombres cambiados de aves norteamericanas. 286.0BERHOLSER.HARRYC.: Notes on the Nomenclature of the Genus Crypturus Illiger. - Proc. Bio!. Soco Washington, 35, 1922, p. 73-76. 287. OBERHOLSER, HARRYC.: The Migration of North American Birds. - Bird-Lore (New York), 24, N° 2, 1922, p. 85-88; N° 4, p. 204; No 6, p. 339-341. Noticias sobre las migraciones de las aves en Norteamérica. 288. OLIVER,W. R. B.: The Birds of Little Barrier Island, N. Z. - The Emu (Melbourne), 22, N° 1, 1922, p. 45-51, con 3 láminas fotográficas. El gobierno de Nueva Zelandia, con el objeto de conservar la avifauna primitiva de las islas, ha reservado tres pequeñas islas, montañosas y cubiertas de bosques densos, en las cuales, debido a tan sabia medida, se encuentran muchas especies que de las· islas principales del Dominio han desaparecido, ya hace mucho. El autor cita y describe en el presente artículo más de 40 especies que en uno de los tres islotes nidifican, muchas de las cuales, como es natural ~on aves marinas.


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289. OLLIVRY,G.: La Colombe Diamant (Geopelia cuneata Lath.). III, 1922, No 1, p. 18-20, con 1 lámina fotográfica.

L'Oiseau (París),.

290. VAN OORDT,G. J.: Ornithological Notes from Spitsbergen and Northern Scandinavia 1921. - Ardea. X, 1921, p. 129-170,con varias fotografías. Lista de 27 especies' de aves, coleccionadas por el autor en Spizberga, con observa-o vaciones sobre su nidificaci6n y otras particularidades de vida. 291. VAN OORT,E. D.; Ornithologia Neerlandica. - De Vogels van Nederland.'s Gravenhage (Nijhoff), 1920-1921, 4°. AfI. 5-9, p. 121-152, con 50 láminsa; AfI. 10-12, con 30 láminas, 1922; AfI. 13-14, con 20 láminas. 292. VAN OORT,E. D.: Address on Bird-migration and Bird-ringing; also Recent Results of the Bird-ringing in Holland. - Ardea, X, 1921. 293. PALMER,T. S.: Thirty-ninth Srated Meeting of American Ornithologists' Union.The Auk (Lancaster, Pa.), 39, 1922, N° 1, p. 85-94. 294. PALMER,T. S.: Game as a National Resource. - Unit. Stat. Dept. Agric. Bulletin, 1049, 1922, p. 1-48. 295. PASSLER,R.: In der Umgebung Coronels (Chile) beobachtete VogeI. Beschreibung der Nester und Eier der BrutvijgeI. - Journ. f. OrnithoI. (Leipzig), 70,_ N° 4, 1922, p. 430-482. El autor del presente trabajo, quien como comandante de un vapor alemán durante la guerra éuropea estuvo cuatro afios internado en Chile, ha hecho allí muchos estudios ornitol6gicos e interesantes observaciones biol6gicas sobre la avifauna de los alrededores de Coronel cuyos resultados publica en este artículo, citando casi 80 especies. diferentes. 296. PAUWELS,ROBERT:Le mouvement ornithologique en Belgique. rís), III, 1922, N° 9, p. 187-191.

L'Oiseau (Pa-

297. PEMBERTON, J. R.: The Reddish Egrets of Cameron County, Texas. - The Condor (Berkeley, Calif.), 24, N° 1, 1922, p. 3-12, con 9 fotografías. El autor del presente artículo describe los resultados de sus observaciones hechas. en una excursi6n ornitol6gica a la Isla Verde, cerca de la desembocadura del río Grande del Norte en el Golfo de México (frontera entre México y el estado de Texas, E. U.), sitio en que nidifican muchas aves acuáticas, entre ellas la Garza Dichromanassa rufescens, cuya biología ha sido estudiada especialmente por el autor. 298. PEMBERTON, J. R.: A Large Tern Colony in Texas. - The Condor (Berkeley,. Calif.), 24, N° 2, 1922, p. 37-48, con 11 fotografías. Informe sobre algunas observaciones ornito16gicasen la regi6n del delta de Río Grande entre México y Texas, referente especialmente a la vida de las grandes colonias de va-rias especies de Sterna que anidan allí. 299. PENARD,Thomas E.: Véase BANGS. 300. PENARD,TROMASEDwARD:A New Humming-Bird from Surinam. - Proc. New England ZooI. Club. VIII, 1922, p. 27-28. Descripci6n de una nueva especie de picaflor de Surinam: Heteroglaucis philippinae_ 301. PETERS,JA\I<lES L.: Véase WETMORE. 302. PETRONIEVICS, BRANISLAV: Ueber das Becken, den Schultergiirtel und Clmgeandere Teile der Londoner Archaeopteryx. - Ginebra, 1921, con 2 láminas. El autor ha hecho estudios anat6micos en la famosa Archaeopteryx del Museo de Londres, especialmente sobre los detalles de la estructura de la cintura torácica y de la pel-


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Bibliografía

ornitológica

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vis. De los resultados de sus investigaciones merece mencionarse que el coracoide es corto y ancho, en su forma bastante parecido al coracoide de los reptiles. Los huesos pelvianos están separados por suturas; la larga sínfisis del pubis se asemeja mucho a la de ciertos Dinosaurios. La única ave viva que posee una sínfisis pubiana, es el avestruz; pero la forma que afecta la sínfisis en ésta, es muy diferente de la que se observa ,en Archaeopteryx.

El autor, comparando el ave del Museo londinense con la del Museo de Berlín, generalmente conocida con el nombre de Archaeopteryx Siemensii Dames, llega a la conclu,sión de que ambas aves representan diferentes géneros: Archaeopteryx (Londres) y Ar,chaeornis (Berlín), y hasta tal vez pertenecen a distintas familias. A base de sus estudios comparativos llega el autor a las siguientes conclusiones: 1.° Las aves derivan indudablemente de los reptiles. 2°. Las formas predecesoras de las aves deben buscarse entre los Lacertilia, o a lo .menos ambas, aves y Lacertilia, han tenido una forma de origen común; se basa esta conclusión principalmente en la estructura del coracoide. 3.° La semejanza entre las aves y los Dinosaurios se debe a convergencia. 4.° Archaeopteryx es más primitiva que Archaeornis, en la estructura de su pelvis .y cintura torácica. 5.° Archaeopteryx o está más cercano al tipo general de ave, del cual ambas, Carinatae y Ratitae, derivan, o representa directamente este tipo, pues posee, por un lado, las alas desarrolladas de las Carinatae, por otro lado el coracoide primitivo y probablemente el esternón no carenado de las Ratitae. 6.° La separación de los dos grupos, Carinatae y Ratitae, ya ha tenido lugar en tiempos jurásicos. .303. PHILLIPS,J. C.: A Further Report on Species Crosses in Birds. - « Genetics " Baltimore, VI, 1921, p. 366-383, con 5 figuras. El autor refiere experimentos de cruzamiento realizados entre aves de diferente clase, especialmente entre patos y faisanes, y llega a la conclusión de que la descendencia sigue las reglas de Mendel, cuando las formas que se cruzan son de un parentesco cercano; pero que, tratándose de aves de diferentes géneros o, morfológicamente, muy separadas los cruzamientos se obtienen con dificultad, y, cuando obtenidos, los híbridos en muchos casos son estériles. Los descendientes de tales cruzamientos muestran en la coloración y los dibujos de su plumaje generalmente caracteres intermedios. '304. PHILLIPS,John C.: Conservation of Our Mammals and Birds. - Harvard Graduates' Magazine, 1921, p. 36-51. 305. PITMAN,C. R. S.: Oological Notes on some of the Breeding Birds of Palestine. The Oologist' s Record, (London) n, N° 3, 1922, p. 49-57. Observaciones oológicas sobre varias especies de aves que en Palestina nidifican; se refiere a cuatro especies del género Emberiza, dos de Lanius y una de M elanocorypha, Calandrella, Ammomanes, Galerida y Parus, respectivamente. 306. PITMAN,C. R. S.: What Effect does the Advance of Civilization have on the Breeding Habits of Birds? - The Oologist' s Record (London), n, N° 3, 1922, p. 58-61. En general rige la opinion de que los progresos de la civilización hacen desaparecer "muchas especies de aves. El autor del presente artículo, en cambio, ha hecho muchas 'observaciones que prueban que esta regla que indudablemente en muchos casos es cierta, no debe ser generalizada, pues no solamente numerosos pájaros buscan los par'ques y paseos públicos de nuestras ciudades, sino también muchas formas grandes y hasta aves rapaces construyen sus nidos sobre los árboles, entre los arbustos de nues.tras plantaciones donde encuentran tan fácilmente lugares apropiados, donde en-


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-cuentran fácilmente alimentos (que para ellos muchas veces serán precisamente los pájaros), y donde en general están mucho más seguras contra peligros a los cuales estarían expuestas en la naturaleza libre, faltando muchos de sus enemigos, etc. En regiones en que, por una irrigaci6n artificial, territorios más o menos secos y semi·desiertos han sido transformados en plantaciones de árboles frutales, parrales o bos·ques, generalmente muy pronto se puede comprobar un aUmento notable de todas, o a lo menos de muchas de las especies de la avifauna de la regi6n y de las regiones limítrofes. ·307. PLOCQ,E.: Les Sternes en captivité. -L' 178, con 1 ilustraci6n.

Oiseau (París), III, 1922, N° 8, p. 176-

El autor relata algunas observaciones hechas en Golondrinas marinas (Hydrocheli·,don nigra), en cautiverio . . 308. POHLMAN, A. G.: Have Birds an Acute Sense of Sound Location? 6, 1921.

Science, May

El Gallus inauris ·309. PRADO,ULDARICIO:

(Caste1l6).- Juicio crítico. - Anal. de Zoología aplicada (Santiago de Chile), IX, 1922, p. 7-26. Hace algunos años, el profesor de avicultura español, Don Salvador Caste1l6 y Carreras, al estudiar én Chile las razas de gallinas, hizo ciertas observaciones sobre caracteres epeciales de estos animales, por lo que lleg6 a la conclusi6n de que la gallina de ·'Chile, «por las particularidades distintivas de no tener cola,' llevar pendientes de plumas y poner un huevo con cáscara azuleja, no podía ser una representante pura de la . especiede gallina doméstica europea, sino el producto de un cruzamiento entre ésta, introducida por los españoles, y una raza doméstica aut6ctona americana, que poseía las particularidades indicadas, transmitidas por herencia a la raza criolla., considerando el 'señor Caste1l6 este tipo de gallina como nuevo y designándolo con el nombre de « Gallus ·inauris ».

El autor del presente trabajo, a base de un estudio prolijo, prueba que el señor Castell6 ha incurrido en una lamentable confusi6n «estimando las tres particularidades o características: falta de apéndice caudal (gallina francolina), presencia de pendientes (gallina inauris o con aretes) y postura de huevos con cáscara azuleja, como reunidas ·-en un mismo sujeto, en lo que funda la base de su clasificaci6n, cuando en realidad estos caracteres son enteramente independientes en la naturaleza y s610 por ~l artificio humano, auxiliándose con la selecci6n, la herencia y la reproducci6n, suelen a ve· · ces verse reunidos en un mism'o sujeto >. Rechaza el autor del todo la idea de un origen de la gallina chilena por cruzamiento . con alguna especie aut6ctona o indígena de América, no pudiendo comprobarse de ningún modo la existencia en América, antes de la Conquista, de la gallina doméstica, « ni nada que se le parezca en especie, sino de especies muy diferentes por sus caracteres zoo16gicos,que nadie en los primeros siglos del descubrimiento describi6 científicamente, .y si se les design6 con el nombre general de gallinas, fué solamente por el parecido a veces remoto en formas y en otras más estrecho, a la especie europea doméstica >. Basa el autor sus afirmaciones en argumentos hist6ricos y filo16gicos que prueban ·-evidentemente lo contrario de aquella opini6n. En cuanto a los caracteres morfo16gicosespeciales (secundarios) de las gallinas chilenas: presencia de areta y postura de huevos de cáscara azulada, tampoco pueden interpretarse como caracteres heredados de formas primitivas aut6ctonas, sino que según el autor han nacido por mutaci6n. Las mutaciones, o sea la aparici6n de caracteres nuevos en algunos individuos y completamente desconocidos en su línea ancestral, son un fen6meno que precisamente entre .las gallinas no es raro (y Chile es como menciona el autor, un país «favorecido como


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Bibliografía

ornitológica

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ninguno, por la manifestación de caracteres variados por mutación », no solamente en cuanto a las aves domésticas, sino también al ganlj,do vacuno y ovino, a los caballos, perros ,etc.). Merecen ser citados, como ejemplos: la polidactilía¡ el nanismo; la ausencia de cresta; la falta de plumas en la región del cuello¡ la formación de plumas crespas o de plumas sedosas; la falta de vértebras coxígeas (gallinas sin cola), y otros más. También en la formación de « pendientes» o «aretes', y lo mismo en la coloracón azulada de la cáscara de los huevos, muy probablemente deberán verse mutaciones. «Todos estos caracteres « bruscos », una vez manifestados en presencia, son en su mayor parte dominantes, hereditariamente observados, y se amoldan perfectamente con las leyes Mendelianas¡ de aquí su fácil propagación. » En lo que a la coloración azulada de la cáscara del huevo se refiere, según el autor parece que esta particularidad no apareció antes del siglo 19° y probablemente no se conoció todavía en el siglo 18° .No obstante, ciertos datos históricos «hacen creer que su importación a Chile no procede de España ni del Perú, sino llegada a las costas de Arauco, en los bajeles de los corsarios holandeses, al principio de 1600 » ..• En esta suposición el carácter (la coloración azulada del huevo) «ha demorado en manifestarse sus largos doscientos años, y algo paarecido habrá pasado con la particularidad de los aretes. » Según el autor, la particularidad del « huevo azul » se propagó rápidamente en la última década, y parece probable que fué la gallina «sin cola» la manifestadora del carácter, del cual dice el autor expresadamente que «está ligado a la coloración cenizo-plomo o azul del plumaje de la gallina; sólo ponen huevos así coloreados las hembras dotadas de este color, o sus derivados por el cruzamiento, entre los cuales suelen notarse algunas negruzcas, bataraes (castellano nuestro) y aún amarillo claro, pero con plumas que acusan la descendencia con individuos de color azulejo ». El carácter «pendiente o arete» no puede decirse si nació con la postura azul, pero en todo caso, en sus manifestaciones hereditarias, se muestra como independiente. A base de todos sus estudios muy prolijos y detenidos, el autor llega a la conclusión de que la nomenclatura zootécnica avícola debe aceptar esta característica como variaciones de la raza Gallus domesticus europaeus, y formar con ella las variedades: Ga llus domesticus - varo inauris (Castelló), y Gallus domesticus - varo ovi testa coeruleus (Castelló), variedades originarias de Chile, Sud América. 310. PROUVE,J.: Une nichée d'oiseaux clarinettes (Myadestes L' Oiseau (París), lII, 1922, N° 7, p. 166-168.

toumsendi

Aud.).

,311. QUENTIN,J.: Sur la mise en peau des oiseaux. - Rev. Franc. d' Ornithol., 14, N° 154, 1922, p. 222-224; N° 156, p. 254-256¡ N° 160-161, p. 328-330; N° 162, p. 349-350. :312. RASPAIL,XAVIER:La nocuité de la Hulotte Chat-Huant (Syrnium aluco L.).Rev. Franc. d' Ornithol., 14, N° 156, p. 249-251. :313. REED, CARLOSSAMUEL: Las aves de caza de la provincia de Mendoza. - Rev. Chil. Hist. Nat., XXV, 1923, p. 203-220, con 7 láminas. La avifauna mendocina es relativamente rica en aves de caza, perteneciendo la ma:yoría de ellas también a la fauna de Chile. El presente catálogo contiene 68 especies. '314. REICHENBERGER, E. B.: Véase CHERRIE. :315. RENDAHL,HJALMAR: Véase LONNBERG Indice del volumen 111. - Ha sido distribuido oportunamente a nuestros consocios el índice analítico del volumen tercero, que forma cuatro pliegos, o sea 64 .páginas de texto.


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