Hart@s de ser una colonia interior del capitalismo español

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Hart@s de ser una colonia interior del capitalismo español

Los embalses de la cabecera del Tajo almacenan ahora mismo poco más de 600 hectómetros cúbicos de agua. El embalse de Entrepeñas (el principal en Guadalajara) se encuentra a menos de una tercera parte de su capacidad, y otros de la misma cuenca no superan la cuarta parte, según la Confederación Hidrográfica del Tajo. En los últimos 44 años, desde que empezó a funcionar el trasvase del Tajo-Segura, se han desviado del Sur de Castilla hasta 13.800 hectómetros cúbicos, lo que equivale a 25 veces la cantidad de agua que alberga el murciano Mar Menor. Por establecer otra referencia que revela la magnitud de esa cantidad, en toda la Comunidad de Madrid se consumen cada año algo menos de 500 hectómetros cúbicos.

El Régimen franquista fue una herramienta clave para profundizar en la política de colonización interior de Castilla. Una de las expresiones más dramáticas para nuestro pueblo de las políticas de la dictadura, sostenida después por el Régimen del 78, fue precisamente el trasvase Tajo-Segura.

El 25 de abril de 1953 el Gobierno dio una orden que garantizaba el inicio del proceso de construcción del trasvase Tajo-Segura, autorizando la ampliación de la superficie de los regadíos en la cuenca hidrográfica del Segura en 12.500 hectáreas. El General Franco, a la sazón Jefe del Estado español, fue asesorado por los ingenieros Rafael Cochoud, Florentino Briones y José María Pliego para que diera el visto bueno a esa operación de nuevo expolio de Castilla, con la que se enriquecería a otros territorios del Estado.

En 1967 se aprobó el anteproyecto general de aprovechamiento conjunto de los recursos hidráulicos del centro y sureste de España, que daba ya forma jurídica al trasvase Tajo-Segura. Finalmente, este fue aprobado en Consejo de Ministros el 13 de septiembre de 1968, siendo ministro de Obras Públicas Federico Silva Muñoz. El trasvase quedó inaugurado en 1979. 

La normativa europea exige que los ríos cuenten con un caudal ecológico, que supone el mínimo que debe garantizarse para su supervivencia. Hasta ahora, la única excepción a esta normativa era la del río Tajo.

Vemos como todas aquellas normas, reglamentos o legislaciones que proceden del franquismo se van derogando, como si estuvieran apestadas por su origen. Curiosamente en esta ocasión tal cosa no sucede. Cuando le dan vueltas, mareando la perdiz, al asunto del “reto demográfico” y a las causas de la despoblación en Castilla, pretenden ignorar que el franquismo fue una herramienta clave, en contra de la creencia común de sectores de la opinión pública -especialmente entre la de otros pueblos del Estado-, para avanzar en el proceso de colonización de Castilla. La Transición no hizo más que intensificar ese proceso, y actualmente hay sectores que pretenden reforzar esa misma línea, entre los que destaca particularmente Vox. Estos, que se presentan como defensores de los intereses de la agricultura y la ganadería castellanas, son en realidad -además de un partido profascista- un partido profundamente anticastellano.

Nos oponemos radicalmente a la ampliación de la cantidad de agua trasvasada al Segura y exigimos que no se desvíen las aguas del Tajo fuera de su cuenca hidrográfica. Pero no solamente es el Tajo el que está en peligro: el Guadiana, a su paso por Castilla y muy especialmente en las Tablas de Daimiel, afronta desde hace años serios problemas para su supervivencia. La defensa de nuestro patrimonio hidrológico -y de todo lo que de él depende- debería ser una obligación para l@s castellan@s. En ese sentido, apoyamos la manifestación convocada para el sábado, que discurrirá entre los Ojos del Guadiana hasta el Centro de Interpretación de las Tablas de Daimiel, así como cualquier otra movilización en defensa de nuestra riqueza hidrológica, hoy expoliada.

No nos es en absoluto indiferente el futuro de la agricultura de regadío del Sudeste peninsular, pero esta no se puede mantener a base de liquidar el futuro de nuestra tierra. Habrá que buscar otras alternativas, para las que actualmente la tecnología disponible se muestra competente.

Izquierda Castellana, 12 de enero de 2023

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