Alexa Soto tuvo que hacer fiestas a beneficio para pagar los $6.000.000 que cuesta la operación de reasignación sexual. Fotografías por Sofía Norman.

Ser transgénero en Chile cuesta

En nuestro país, solo seis hospitales públicos de 220 están capacitados para dar una atención integral a la comunidad transgénero. Si una persona quiere someterse a una cirugía de reasignación de sexo en el sistema público, tiene que esperar hasta 2024. Quienes lo hacen de forma particular deben costear el tratamiento completo: psicólogos, hormonas y cirugías. Actualmente, el monto para hacer la transición de género completa es cercano a $6.500.000.

kmcero
Kmcero
Published in
5 min readJun 10, 2018

--

Por Banessa Blanco A.

Christopher González tenía 18 años cuando comenzó su proceso de transición. Era 2014 y recién había entrado a estudiar Construcción Civil en la Universidad Católica de Chile. Todas las semanas, durante 12 meses, Dania –como se llamaba hasta la fecha– visitó a un psicólogo y a un psiquiatra para que le otorgaran el certificado que avalara lo que se denomina como disforia de género. El documento era clave para llevar a cabo algo que esperaba hace años: comenzar su proceso hormonal. Él nunca se sintió mujer, desde niño le gustaba usar el pelo corto, jugar con autos y le incomodaba usar vestidos. Para recetarle las hormonas que necesitaba, su médico le exigía el documento. Lo mismo le pidieron en el registro civil para el cambio de nombre y sexo registral.

Christopher González, almumno de Construcción Civil en la UC, vendió números de rifa para pagar su operación de reasignación de sexo.

El segundo paso fue conseguir el dinero necesario, tanto para las hormonas como para la mastectomía a la que se sometió en febrero. “Hice una rifa de 1.000 números por Youtube e Instagram y trabajé en lo que pude para juntar $1.400.000, que es el pie que hay que pagar para realizarse la operación”, dice. En ese entonces, la operación tenía un costo de $2.500.000, precio que actualmente asciende a $3.100.000. En cuanto a las hormonas, su valor en una farmacia tradicional ronda los $100.000, costo trimestral que toda persona trans debe pagar de por vida, ya que al iniciar el cambio hormonal, no debería detenerse. Si lo hacen, el efecto logrado se revierte.

Camino a la identidad

“Como si una transición fuera algo tan simple como convertirse en algo. La identidad se siente, no se elige. Y no es un proceso que puedas hacer solo”, cuenta Alexa Soto, estilista profesional y mujer transgénero que comenzó su transición en 2015. En 2016 y luego de cumplir un año de terapia hormonal, ingresó al Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso y se sometió a la cirugía de reasignación de sexo. La operación tuvo un costo de $6.000.000. Para pagarlo, organizó varias fiestas a beneficio y aspira a que en un futuro no muy lejano no tengan que hacer eventos o bingos para recaudar fondos para las necesidades de la comunidad trans. “Es necesario que se haga cargo el Estado de dar una salud de calidad. En otros países el gobierno les paga la operación”, comenta Alexa.

“La identidad se siente, no se elige. Y no es un proceso que puedas hacer solo”, cuenta Alexa Soto.

Argentina, Canadá, España, Estados Unidos y otros 28 países más tienen programas médicos que costean los tratamientos y cirugías a las que se deben someter las personas transgénero. Los programas se inspiraron en los 29 Principios de Yogyakarta redactados por la ONU. En ellos, se sugiere a los Estados garantizar centros médicos que faciliten el acceso a tratamientos, cuidados y apoyo no discriminatorio a personas que busquen modificaciones corporales de reasignación de género. Como Chile no ha adoptado estos principios, las personas transgénero aún no tienen acceso a una canasta de prestaciones en el sistema de salud pública.

Hoy existen solo seis hospitales públicos que atienden a personas trans, lo que equivale al 2,7% a nivel nacional. Estos son el Hospital Dr. Leonardo Guzmán de Antofagasta, el Hospital de La Serena, el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, el Hospital Las Higüeras de Talcahuano, el Hospital Base San José de Osorno y el Hospital Sótero del Río de Santiago.

El Hospital Carlos Van Buren ha acogido a la población trans desde 1976 para realizar cirugías de reasignación de sexo. A partir de estas prestaciones, el centro de salud decidió ofrecer un abordaje integral que contempla tanto las cirugías, como el acompañamiento psicológico y seguimiento del tratamiento hormonal. Por esta razón, se inició un proyecto piloto denominado Policlínico de identidad de género en 2015. La iniciativa está formada por un equipo multidisciplinario, compuesto por la ginecóloga Nataly Cabellos, la psicóloga Patricia Casanova y el urólogo Guillermo MacMillan. Desde su inicio, el programa ha acogido a más de 150 personas en el área psicológica, 100 en el área hormonal y cuenta con una lista de espera para re-asignación de sexo de 75 personas. Como el hospital puede operar a una persona por mes, el último en lista de espera se operaría en seis años más.

La guía desconocida

El vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, junto con la División de Prevención y Control de Enfermedades (DIPRECE) del Ministerio de Salud, impulsaron la política pública llamada Vía Clínica, que tiene como objetivo guiar a los hospitales públicos que atienden a la población transgénero. Dada la falta de información y conocimiento de las necesidades trans por parte de los profesionales de la salud en consultorios, este documento regula todo el proceso de reasignación sexual como servicios de salud mental, adecuación corporal hormonal y cirugía de reafirmación de género. Sin embargo, según Jiménez, los profesionales no tienen conocimiento de este protocolo. “En general hay mucha desinformación (por parte del equipo médico). No saben a quién ni dónde derivar a una persona trans cuando llega a pedir ayuda”, afirma.

Jiménez menciona que han conversado con el Ministerio de Salud para poner la información, tanto de la Vía Clínica como de las listas de espera, en línea para facilitar su acceso. Además, cuenta que falta instalar en FONASA las necesidades de salud de la comunidad trans para que sean evaluadas en términos económicos y se incluyan en el presupuesto anual del Minsal. “Nos reunimos con el ministro de salud, Emilio Santelices, y se comprometió a avanzar en esto”, finaliza Jiménez

Sobre la autora: Banessa Blanco es estudiante de Periodismo y escribió este reportaje en el Taller de Prensa. Los datos de la investigación fueron verificados por Josefa Castillo en su práctica interna de fact checking. El reportaje fue editado por Trinidad Rojas en el Taller de Edición en Prensa.

--

--

kmcero
Kmcero
Editor for

Periodismo universitario, reporteado y escrito por estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la UC. www.kilometrocero.cl