Investigadores encuentran una nueva forma de controlar imanes

Investigadores del MIT han desarrollado un método que podría marcar el comienzo de una nueva era de lógica en los dispositivos de almacenamiento de datos. Los imanes son la base de la mayoría de este tipo de dispositivos en el mundo de alta tecnología de hoy, pero hasta el momento no se hallaba la forma de utilizar materiales ferrimagnéticos, más rápidos y eficaces que los ferroimanes. Según los autores, este descubrimiento podría marcar el comienzo de una nueva era de lógica ferrimagnética.

Imanes basados en materiales ferrimagnéticos

La mayoría de los imanes están hechos de materiales ferromagnéticos y sus átomos están alineados en dirección norte-sur, por lo que su fuerza colectiva es lo suficientemente fuerte como para producir una atracción significativa. Menos comunes son los imanes basados en materiales ferrimagnéticos. En estos casos, algunos de los átomos están alineados en una dirección y otros de la manera opuesta.

Como resultado, el campo magnético general que producen depende del equilibrio entre los dos tipos: si hay más átomos apuntando en una dirección que en la otra, esa diferencia produce un campo magnético neto en esa dirección.

En principio, debido a que sus propiedades magnéticas están fuertemente influenciadas por fuerzas externas, los materiales ferrimagnéticos son más rápidos y eficaces que los ferroimanes convencionales de hoy en día.

Pero hasta ahora no se había encontrado una forma simple, rápida y confiable de cambiar la orientación de estos imanes, para pasar de un 0 a un 1 en un dispositivo de almacenamiento de datos.

Los investigadores del MIT lo lograron y desarrollaron una forma de cambiar rápidamente la polaridad magnética de un ferriimán de 180 grados, aplicando un pequeño voltaje.

El descubrimiento podría marcar el comienzo de una nueva era de lógica ferrimagnética, en particular en los dispositivos de almacenamiento de datos, dicen los investigadores.

Colaboradores e investigadores de todas partes del mundo

El equipo de trabajo incluyó investigadores de todo el mundo; de la Universidad de Minnesota, EE. UU, de la Fuente de Luz Sincrotrón ALBA de Barcelona, España, de la Universidad Tecnológica de Chemnitz, Leibnitz IFW de Alemania y el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Yonsei, en Seúl, Corea.

El trabajo fue apoyado por la Fundación Nacional de Ciencias, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, el Centro de Materiales Espintrónicos para Tecnologías Avanzadas de la Información, el Instituto coreano de Ciencia y Tecnología, la Fundación Alemana para la Ciencia, el Programa de Becarios Kavanaugh en el Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales del MIT y el Ministerio de Economía y Competitividad de España.

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