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La diversidad y belleza que esconden las profundidades del mar a través de la fotografía submarina

Conozca los mares del mundo de la mano de un buzo profesional colombiano que invita a proteger el medio ambiente y a enamorarse de la vida submarina y el maravilloso mundo que se esconde bajo la superficie del Océano.

La pasión y el entusiasmo con los que Juan David Valencia asume la vida y cada experiencia que trae, los transmite a través de sus fotografías. Es médico de profesión y desde hace varios años se desempeña como ortopedista oncólogo, pero su afición por el mar, la vida marina y la fotografía subacuática empiezan a manifestarse desde muy temprano en su vida, hasta convertirse hoy en su más grande pasión y motor de vida. Él mismo se define como “ortopedista oncólogo de vocación y submarinista de corazón”, y hoy en día alterna su tiempo entre estos dos campos.

Desde su primera inmersión a los 12 años de edad, Valencia estableció una conexión profunda con el mundo marino, y la vida lo ha llevado a conocer muchos de los destinos predilectos, y algunos de los rincones más recónditos, para bucear y fotografiar la magnifica vida que esconden las profundidades del mar, además de tener la oportunidad de relacionarse con una amplia variedad de especies micro y macroscópicas. Desde su lente captura la diversidad y riqueza de estos ecosistemas, plasmando los colores vibrantes y las formas exóticas de la fauna y flora marina, que en cada inmersión lo hipnotizan con su belleza. Y parte de lo que busca conseguir a través de su fotografía -además de visibilizar y difundir estos escenarios y especies que mucha gente no puede experimentar en carne propia- es hacer que las personas se enamoren de ellos así como le pasó a él, como parte de una campaña de sensibilización e invitación a cuidar uno de los ecosistemas más amenazados del planeta –que además es el más importante para el equilibrio y bienestar del mismo-: los océanos. Es inevitable no emocionarse y contagiarse con el entusiasmo con el que “Juancho” habla sus aventuras en el mar como buzo y fotógrafo. EXCLAMA habló en exclusiva con el autor de estas fotografías vibrantes y cautivadoras. Esto fue lo que nos contó:

Sabemos que además de fotografiar la vida submarina usted se desempeña desde hace varios años como ortopedista oncólogo, ¿cómo y cuándo se inició en la fotografía submarina?

Así es, yo me definiría como ortopedista oncólogo de vocación y submarinista de corazón. Soy buzo desde los 12 años de edad. Cuando terminé la Universidad, en un viaje de conexión por Panamá (2001), encontré la carcasa (Housing) de mi cámara Sony y la compré con la ilusión inmensa de empezar a fotografiar lo que veía bajo el agua. Inicialmente el propósito de la fotografía era para que otras personas, no buzos, se enamoraran también del mundo submarino. Posteriormente se fue convirtiendo en una afición por no llamarla adicción, la cual sostengo hasta ahora. Con los años, me certifiqué como fotógrafo PADI submarino y tomé cursos de fotografía submarina en Filipinas y en Galápagos, conseguí mejores equipos, mejoré la técnica, la iluminación y la composición de mis fotografías.

¿Qué destino de Colombia recomendaría para bucear e iniciarse en el mundo de la vida submarina? ¿Y del mundo?

En Colombia hay lugares espectaculares y llenos de magia para disfrutar de buceo recreativo, admirar la biodiversidad inmensa que tenemos y por supuesto, aprovechar las circunstancias para tomar muy buenas fotos. Para los principiantes en fotografía submarina, recomendaría aguas tranquilas, con poca corriente y buena visibilidad como es San Andrés y Providencia y las Islas de San Bernardo del Viento. Para fotógrafos con más experiencia y más arriesgados, definitivamente el santuario de Malpelo y la Isla Gorgona serían mis principales recomendaciones.

Para los amantes de la fotografía Macro (pequeñas especies como Nudibranquios y camarones diminutos), sin duda les sugeriría por cantidad de especies, colores y escenas, las aguas del Indo-Pacífico.

«Existe algo fundamental en la naturaleza, y es el contacto visual. Cuando tú logras establecer ese contacto con la especie, siempre habrá una conexión profunda que es recíproca. Yo los miro y ellos me miran».


Cuéntenos de la fotografía submarina más memorable que haya hecho, y de la que aún no haya hecho pero que sueñe con hacer algún día.

Tengo dos fotografías que aprecio mucho por la oportunidad única, la sensación de alegría y fascinación al tomarlas y por haber tenido en ese justo momento el lente con los ajustes correctos en mi cámara. La primera es de una tortuga verde en Galápagos, en la Isla de Darwin, que encontré de repente pasando a pocos centímetros de mi objetivo; tenía los ajustes perfectos del lente gran angular para un solo disparo en donde quedaría plasmada esa imagen casi en 3D, con un fondo lleno de sombras de peces y una diagonal rocosa perfecta.

La segunda fue un encuentro fenomenal y prácticamente indescriptible, con un una ballena Jorobada en Isla Gorgona, en donde logré captar las rocas tapizadas de corales y en el fondo la silueta de ese gran gigante del mar en toda su expresión de libertad y Armonía.

Existe una especie endémica de la costa arrecifal de Australia, familiar del caballito de mar, que se llama el Dragón de Mar. Poder lograr varias fotografías de este sujeto, es mi sueño.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se ha enfrentado a la hora de hacer fotografía submarina?

Los grandes desafíos siempre serán la visibilidad, las corrientes y el comportamiento de los habitantes del mar que muchas veces por su velocidad o actitudes propias no se prestan para lograr tus intenciones. Se debe tener muy presente que no podemos interferir con el comportamiento natural de las especies, no está permitido “forzar” las posiciones de nuestros sujetos a fotografiar ni muchos menos tocarlos o cambiarlos de posición para lograr la composición que tenemos en mente. Uno de mis profesores me decía: “Si Usted no es capaz de recordar alguna fotografía que dejó pasar porque las circunstancias del momento no se lo permitían, está haciendo las cosas mal”.

¿Y los aprendizajes más valiosos que le deja cada experiencia bajo el mar?

Infortunadamente, con el paso de los años, cada vez veo más basura en los océanos, menos cantidad de especies y corales más enfermos y con deterioro progresivo. Diría que el mayor aprendizaje debe ser en retrospectiva y debe ser encaminado a intentar cambiar el rumbo de un mar contaminado y con pérdida de las especies, pues del mar y sus manglares obtenemos la mayor cantidad de oxígeno para el planeta.

¿Tiene alguna especie favorita para fotografiar? ¿Siente más afinidad con unas que con otras?

Mi especie favorita definitivamente son los Nudibranquios (pequeñas babosas de mar) ya que por su forma lenta y parsimoniosa de desplazarse, te permiten fotografiarlos desde varios ángulos, jugar con la distancia focal, la iluminación y la composición para lograr fotos fenomenales. Además que su variedad de formas y colores son hipnotizantes. Existe algo fundamental en la naturaleza, y es el contacto visual. Cuando tú logras establecer ese contacto con la especie, siempre habrá una conexión profunda que es recíproca. Yo los miro y ellos me miran.

¿Qué no puede faltar en su maleta a la hora de emprender una nueva aventura?

Lo más importante es la seguridad en el buceo. No me puede faltar un radio GPS, luces de avistamiento, dispositivos de sonido de alarma como el dive-alert, inflador o chorizo reflectivo. Una vez tengo todo lo de seguridad, me aseguro de viajar lo más ligero posible ya que los equipos pesan mucho. Llevo un dispositivo de flotación versátil y los lentes y la cámara con sus accesorios en una maleta especial de mano.  No me puede faltar el computador, baterías de repuesto y varias memorias de la cámara en caso de pérdida o daño de alguna. Y lo más importante, el espíritu aventurero y el corazón bombeando alegría por todas las criaturas y experiencias a descubrir.

¿Cuáles son los mensajes de conservación del medio ambiente y del cuidado de los océanos que transmite a través de sus fotos?

Me encanta esta pregunta. La fotografía siempre ha sido un medio visual perfecto que invita a la conservación del medio ambiente y de las especies. Conocer la belleza del mundo submarino, la tranquilidad, paz y Armonía de este lugar, sólo invitan a admirar y proteger con respeto la vida del planeta. Existen varios proyectos y buceos con propósito, del cual formo parte, que tienen como objetivo la conservación, estudio y protección de los corales. Debemos saber que el mar comienza por casa, el adecuado desecho de productos, el uso de materiales bio-sostenibles y la abstención de la utilización de materiales de un solo uso, colaborarán para que el futuro de nuestros mares se vea menos afectado y podamos seguir disfrutando y aprovechando su riqueza.

Conozca más de las fotografías de Juan David Valencia: @fotografiasubmarina

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