Universitarias

Facultad de Artes vuelve con más de 250 cursos presenciales

Todos los cursos ofrecidos tienen distintos niveles y contarán con una serie de adecuaciones para permitir el retorno seguro a las aulas.

Para las artes la virtualidad ha sido difícil y el regreso a espacios físicos, aunque sea parcialmente, representa algo más que solo el avance académico. Este segundo ciclo, “tanto estudiantes como personal docente, en una interacción muy cercana y con empatía, tendrán nuevamente la oportunidad de expresarse, con diversas formas y materiales, pero sobre todo de lograr un proceso formativo más sólido y humano”, asegura José Ángel Vargas Vargas, Vicerrector de Docencia de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La decana de la Facultad de Artes, María Clara Vargas Cullel, considera que, aunque la pandemia por la COVID-19 “nos ha dado oportunidad de mostrar la capacidad de innovación que tenemos como docentes, las carreras cuentan con cursos y actividades que requieren contacto entre docente y estudiantado, y también entre ellos y ellas, puesto que se trabaja con emociones, con calidad de sonido, con el manejo del espacio, entre otros. Ese saber hacer requiere siempre una retroalimentación con el profesorado”.

¿Quién vuelve y quién no? El impacto positivo y los riesgos se sopesaron entre la decana, las personas a cargo de las direcciones de las escuelas de Artes Dramáticas, Musicales, Plásticas, el Instituto de Investigaciones en Arte y el posgrado en Artes. Todos los cursos teóricos continúan virtuales y los prácticos como talleres de grabado o de escultura, los ensambles y cursos de actuación volverán a las aulas de manera bimodal, con distintos grados de asistencia.

El Camisetatón que se realizó en marzo de 2019 demostró que era posible practicar serigrafía en espacios fuera de las aulas. La Escuela de Artes Plásticas aprovechó la experiencia para diseñar cursos virtuales. (Foto: Anel Kenjekeeva).

Emociones a flor de piel

Para el estudiantado “durante este último año y medio de pandemia se han presentado grandes dificultades. Tomar cursos como banda, orquesta, música de cámara o los cursos de ensambles se torna complicado y estresante, esto debido a la falta de herramientas para poder generar contenidos audiovisuales de calidad, o en algunos casos, la falta de instrumentación”, afirma Hazel Jiménez Montenegro, alumna de tercer año de la carrera de Música con énfasis en ejecución del clarinete.

Esas limitaciones también sucedían en las clases individuales de instrumento, ya que las prácticas debían ser grabadas en diferido con el software y equipo tecnológico que pudieran tener en sus hogares.

Por ello, la oportunidad de retornar genera muchas emociones, como indica el director de la Escuela de Artes Musicales, Ernesto Montero Rodríguez: “he visto compañeros llorando cuando se meten al escenario a cantar, muy sensibles, es una sensación muy intensa. La misma sensación que tenía al principio de la carrera.”

Esta Unidad Académica cuenta con una ventaja, ya que en diciembre de 2019 recibió su nuevo edificio, y ahora podrán estrenarlo y sacar el mayor provecho. La amplitud y variedad de los espacios permitirá los ensayos de los cursos de talleres o ensambles.

Por ejemplo, la orquesta avanzada, que normalmente se compone de 70 personas, podrá volver a prácticas: una semana irán 35 personas, y la siguiente semana irán las restantes. Así, experimentarán el sonido en tiempo real, el ritmo y muchos otros aspectos que en la virtualidad son casi imposibles, ya que no existe un programa que permita grabar en vivo a todos los alumnos desde diferentes puntos, y los micrófonos filtran de distintas maneras los armónicos altos, medios y bajos.

El arte de la presencialidad

“El teatro es presencial, la magia está en compartir la energía con las personas que están en escena, y nada virtual se puede comparar a eso”, expresa Mariana Bolaños Carvajal, alumna de teatro de segundo año. Juan Carlos Calderón Gómez, director de la Escuela de Artes Dramáticas, agrega que “muchos de los problemas emocionales de los docentes son por el hacinamiento en las viviendas y el poco contacto físico. En materias como teatro y danza la presencialidad es la quintaesencia en el arte”.

Calderón explica que el docente registra la energía de la clase para saber si los estudiantes están interesados o no, y si hay algún problema, así como el actor o la actriz reconoce conscientemente lo que su cuerpo siente en un escenario. “Ese tipo de registros en la virtualidad es imposible, a lo que más le tiene miedo un docente es a una cámara apagada”.

Las nuevas dinámicas han generado también nuevas destrezas en el estudiantado que ha tenido que “practicar” y hacer sus tareas frente a una pantalla. “Con solo el teatro no nos alcanza, tenemos que expandirnos. Hay una comisión que está trabajando en el nuevo plan de estudios”, comenta Calderón. La idea es reforzar los cursos de actuación para la cámara, locución, doblaje y producción audiovisual.

Hecho en casa

Una de las limitaciones y retos en la Escuela de Artes Plásticas es la diversidad de insumos con los que trabajan. “Mucha gente no tiene el acceso a ciertos materiales o espacios en sus hogares, que a grandes rasgos es algo que puede limitar la producción, la experimentación y, por ende, la motivación”, señala Celeste Rodríguez, estudiante de cuarto año de Diseño Plástico.

Esta Unidad Académica ha tratado de llevar el taller al domicilio de cada joven. Por ejemplo, en Cerámica les llevan un torno pequeño, en serigrafía “tenemos la ventaja de que se pueden hacer paquetes y las personas lo utilizan en sus casas, con poquito ya pueden iniciar un taller. No se les puede llevar una prensa, pero se les pueden dar indicaciones para emular y que puedan estampar serigrafía o metal”, indicó Ólger Arias Rodríguez, director de la escuela.

Él apunta a “reestructurar los cursos de forma que el equipo especializado o se pueda compartir o no se vuelva indispensable, y que el artista empiece a formar su propio taller. Como no todo se puede adaptar, la idea es que el estudiante recoja un equipo de materiales y ocasionalmente vaya a la Universidad”.


Pruebas de admisión

Artes Musicales desea mantener las audiciones en línea, ya que democratiza las pruebas de admisión. Artes Dramáticas tuvo su mejor audición el año pasado, atendiendo virtualmente a más de 200 estudiantes para las pruebas, y quieren repetir la experiencia con las nuevas generaciones. Artes Plásticas, por su parte, lanzará un piloto de su prueba de admisión en setiembre, una mucho más estandarizada


 

Suscríbase al boletín

Ir al contenido