El legado de la familia Betancourt
Aliciente académico, patrimonial y turístico en Tenerife
Edición
Prólogo
Isidoro Sánchez García
Introducción
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Estudios
Rebeca Antolín Prieto
Daniel Díez Martínez
Pablo Miguel De Souza Sánchez
Elena Rodríguez Naveiras
Elena Pérez González
José Leoncio González Martín
María Mercedes Sánchez de Armas
Juan Cullen Salazar
Francisco Santos Miñón
Alberto Relancio Menéndez
Manuel Jesús Hernández González
Germán F. Rodríguez Cabrera
Eduardo Zalba González
Rubén Sánchez López
El legado de la familia Betancourt
Aliciente académico, patrimonial y turístico en Tenerife
Fotografías
Juan Alejandro Lorenzo [pp. 27, 28, 60, 74, 76,
79]; Elena Rodríguez/Pablo De Souza [pp. 30, 38,
41]; Mercedes Sánchez [pp. 68, 69]; FUNDORO
[pp. 82, 91, 92]; Manuel J. Hernández [pp. 107];
Germán F. Rodríguez [pp. 118, 120, 124, 131, 132,
134, 136, 139]; Rubén Sánchez [pp. 159, 167, 175,
176, 177]: FEDAC, Gran Canaria [pp. 115]; Archivo
Municipal Puerto de la Cruz [pp. 147, 148, 151].
Gestión editorial
LeCanarien Ediciones
Coordinación editorial
Pablo Miguel De Souza Sánchez
Elena Rodríguez Naveiras
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Corrección de pruebas
Daniel Díez Martínez
María Mercedes Sánchez de Armas
Edición
Universidad Europea de Canarias
Gobierno de Canarias
Colaboración en la edición
Ayuntamiento de La Orotava
Ayuntamiento de Los Realejos
Ayuntamiento de Puerto de la Cruz
© de los textos, sus autores
© de las fotografías, sus autores y propietarios
ISBN: 978-84-947964-0-1
Depósito Legal: TF 1314-2017
Imagen de la cubierta
Hacienda y paisaje de La Rambla de Castro, Los
Realejos
Foto: Isidro Felipe Acosta
Agradecimientos
Silvia Alonso Pérez
Enrique Carrasco Molina
Juan Cullen Salazar
Isidoro Sánchez García
Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de
Tenerife
Archivo Municipal de Puerto de la Cruz
Alianza Francesa de Santa Cruz de Tenerife
Ayuntamiento de La Orotava
Ayuntamiento de Los Realejos
Ayuntamiento de Puerto de la Cruz
Ayuntamiento de La Laguna
Ayuntamiento de Tegueste
Fundación Canaria Orotava de Historia de la
Ciencia
Fundación Cultural Canaria de Ingeniería y
Arquitectura Betancourt y Molina
Instituto de Estudios Canarios
Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias
Real Sociedad Económica de Amigos del País
de Tenerife
Centro de Historia y Cultura Militar de
Canarias
Cultania. Gestión integral de la Cultura y el
Patrimonio Histórico
Colegio Casa Azul
Villa de La Orotava
2018
Índice
Presentaciones ................................................................................................................................
11
Agustín de Betancourt. La importancia de recordar ............................................................
15
Isidoro Sánchez García
Introducción
19
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Estudio 1 .............................................................................................................................................
Investigación, docencia, turismo y patrimonio cultural
Ensayo sobre el alcance del proyecto de investigación 2016/UEM21
25
Rebeca Antolín Prieto · Daniel Díez Martínez
Estudio 2 ............................................................................................................................................
Aliciente académico del proyecto de investigación: actividades y resultados
37
Elena Rodríguez Naveiras · Pablo Miguel De Souza Sánchez
Estudio 3 ............................................................................................................................................
Ensayo sobre los recursos patrimoniales y turísticos de la familia Betancourt
51
Elena María Pérez González
Estudio 4 ............................................................................................................................................
Acciones formativas del proyecto de investigación y metodología ABP.
Un ejemplo de aplicación práctica en el aula
63
José Leoncio González Martín · María Mercedes Sánchez de Armas
Estudio 5 ............................................................................................................................................
Crónica del archivo histórico Betancourt y Castro
73
Juan Cullen Salazar
Estudio 6 ............................................................................................................................................
Proyecto digital Agustín de Betancourt [FUNDORO]. Cronología de un proyecto
de investigación y divulgación
81
Alberto Relancio Menéndez
Estudio 7 ............................................................................................................................................
El legado que pervive: Fundación Cultural Canaria de Ingeniería y Arquitectura
Agustín de Betancourt y Molina
93
Francisco Santos Miñón
Estudio 8 ............................................................................................................................................ 103
El mayorazgo de Castro. Establecimiento y primera relación genealógica
Manuel Jesús Hernández González
Estudio 9 ............................................................................................................................................
Los Castro y sus tierras. Las haciendas de Zamora y El Miradero
117
Germán Francisco Rodríguez Cabrera
Estudio 10 ..........................................................................................................................................
Memoria contemporánea de Agustín de Betancourt en el Puerto de la Cruz
141
Eduardo Zalba González
Estudio 11 ............................................................................................................................................ 157
La traza del tabernáculo de San Juan del Farrobo. Su restauración como
aliciente para el estudio interdisciplinar
Rubén Sánchez López
Siglas .................................................................................................................................................. 179
Bibliografía ........................................................................................................................................
181
P
ara la Universidad Europea de Canarias la edición de este volumen
que recoge los resultados del proyecto de investigación Los hermanos José y Agustín de Betancourt. Recuperación de su obra gráfica en los
inicios de la época Contemporánea. Aliciente académico, patrimonial y
turístico [2016/UEM21] es un hito significativo, dada la joven trayectoria de nuestra institución educativa.
Tras valorar los 6 años de existencia de esta universidad y el apoyo
brindado por la Oficina de Transferencia de la Investigación [OTRI]
de la Universidad Europea y la Escuela de Investigación, me gustaría destacar algunos logros que la Universidad Europea de Canarias
ha conseguido al respecto. Hasta el momento hemos publicado más
de 108 artículos de investigación en revistas científicas internacionales de referencia con un factor de impacto acumulado que supera los
150 puntos. Empezamos a liderar grupos de investigación nacionales
y proyectos de investigación con financiación del grupo Universidad
Europea, y además contamos con la presentación de la primera patente de la Universidad Europea de Canarias en el área de Arquitectura.
En ese contexto, este proyecto de investigación es el primer
proyecto consolidado que cumple sobradamente sus objetivos de investigación y ha permitido una integración enriquecedora del claustro
multidisciplinar de profesores, haciendo de dicha característica una
seña de identidad que impregna también la experiencia de aprendizaje
de nuestros alumnos.
La Universidad Europea de Canarias tiene como finalidad contribuir al desarrollo económico, cultural y social de Canarias respetando
y enalteciendo la idiosincrasia canaria, y nos orgullece que esta publicación sea un reflejo de ese propósito tan significativo de nuestra
institución. A día de hoy, no se entiende nuestra universidad sólo
como un centro de formación, sino como una institución que genera
conocimiento y dinamiza el tejido productivo y cultural.
11
De acuerdo a esos fines, este proyecto de investigación ha rescatado
la figura histórica de Agustín de Betancourt y sus hermanos insistiendo en una premisa básica para nuestro tiempo: dar valor de presente a
sucesos y personajes del pasado y enaltecer, reconocer y revitalizar la
representación histórica de las bases culturales que han construido la
sociedad canaria. A fin de cuentas, la familia Betancourt y sus logros
científicos son un estímulo e inspiración para los hombres y mujeres
del Archipiélago, ya que convirtieron su experiencia profesional e investigadora en un desafío constante. Agustín de Betancourt, nuestro
ingeniero universal, hizo de sus adversidades un reto continuo; y por
eso mismo, su trayectoria personal y laboral está tocada de un matiz internacional que solo se entiende en una sociedad global donde
Betancourt fue pionero.
Estas circunstancias entroncan con el ADN de nuestra institución:
la internacionalidad, la investigación aplicada, la vinculación con la
práctica profesional y, en definitiva, la superación del marco convencional del trabajo. Este proyecto ha permitido ahondar en la relación
de la universidad con la empresa y el marco institucional de nuestro entorno. En este sentido, agradezco la colaboración puntual de los
ayuntamientos de La Orotava, Puerto de la Cruz y Los Realejos, así
como el apoyo decisivo de la vicepresidencia del Gobierno de Canarias
para la edición en papel de este volumen.
Cristiana Pereira Teixeira de Oliveira
Rectora de la Universidad Europea de Canarias
E
l trabajo que se presenta aquí es un compendio de los resultados
obtenidos en el proyecto de investigación Los hermanos José y
Agustín de Betancourt. Recuperación de su obra gráfica en los inicios de
la época Contemporánea. Aliciente académico, patrimonial y turístico
[2016/UEM21], realizado gracias al apoyo económico e institucional
de la Universidad Europea de Canarias. Para ello fue seleccionado en
la convocatoria nacional de proyectos de investigación con financiación interna, correspondientes a la Universidad Europea durante el
curso 2016-2017.
Como investigadora principal de este proyecto, en el que coordiné
las labores de investigación de los miembros del equipo, he de agradecer la altruista labor de un excelente equipo de profesionales docentes
de la Universidad Europea de Canarias. En primer lugar destaco a Pablo
Miguel De Souza Sánchez, doctor arquitecto, coordinador de las titulaciones de la Escuela de Arquitectura y del grado en Comunicación
Publicitaria, quien convocó a un equipo de docentes para investigar en
torno a la figura de Agustín de Betancourt [1758-1824]. Su labor fue
determinante a la hora de construir un proyecto de investigación multidisciplinar, que fuera capaz de aportar un valor teórico, histórico y
práctico de la investigación, enfocado hacia su aplicación docente y la
utilidad para repercutir como producto patrimonial y turístico.
Agradezco también a Juan Alejandro Lorenzo Lima, doctor en
Historia del Arte, por su incansable actividad divulgadora de los resultados parciales del proyecto, ya que sin su concurso el tomo dedicado al
inventario de grabados y dibujos no habría sido posible; y a Elena María
Pérez González, doctora en Historia, que ha sabido encontrar en la vida
y en las andanzas de la familia Betancourt un recurso patrimonial que
puede ser aprovechado como producto turístico. Finalmente agradezco
a Daniel Díez Martínez, doctor arquitecto; a Rebeca Antolín Prieto, doctora en Comunicación Publicitaria; a Cristina Rebolo Iglesias, arquitecta;
y a Mercedes Sánchez De Armas, licenciada en Publicidad, Relaciones
Públicas y Periodismo, por sus aportaciones multidisciplinares, tanto en
12
13
AgustÍn de BetAncourt. LA importAnciA de recordAr
el transcurso de esta investigación como en la edición y maquetación
final de los documentos que aquí se presentan. Gracias a todos por su
excelente dedicación, disponibilidad e interés en este proyecto.
Asimismo, quiero reconocer el buen trabajo realizado por nuestro alumno Juan Luis Bermejo Gómez, becario del programa TOP de la
Universidad Europea y miembro del equipo de trabajo convocado al efecto. Hacemos extensible la gratitud a Silvia Alonso Pérez, doctora en Física,
responsable de investigación en la UEC que atendió todas las consultas y
peticiones que ha alentado nuestra labor durante los últimos meses.
El proyecto tampoco habría sido posible realizarlo sin la participación de investigadores y colaboradores externos a la Universidad
Europea que no solo han facilitado los contactos necesarios, sino que
también han apoyado con su labor desinteresada la ejecución y publicación de la investigación acometida durante los últimos meses.
A Juan Cullen Salazar, investigador y depositario del Archivo
Betancourt y Castro. Sin su apoyo y su delicada e intensa labor de salvaguarda de los documentos familiares no habría sido posible realizar
esta investigación.
A Francisco José Santos Miñón, presidente de la Fundación Cultural
Canaria de Ingeniería y Arquitectura Betancourt y Molina, quien nos
ha acogido y brindado su ayuda para la publicación de este documento y la coordinación de los actos de celebración del 260 aniversario del
nacimiento de la insigne figura de nuestro ingeniero.
A Isidoro Sánchez García, investigador e incansable divulgador de
la trayectoria de Betancourt y otros canarios ilustres del pasado.
A Miguel Ángel González Expósito, Presidente de la Fundación
Canaria Orotava de Historia de la Ciencia.
A Ana María Delgado Marante, secretaria de la Fundación Canaria
Orotava de Historia de la Ciencia.
A David D. Estévez Durey, responsable de la publicación digital del
Proyecto Betancourt de la Fundación Canaria Orotava de Historia de
la Ciencia.
Elena Rodríguez Naveiras
Docente e investigadora. Universidad Europea de Canarias
14
R
ecordar es volver a vivir y por ello no es de extrañar que la memoria sea una función y un proceso del cerebro que nos permite
codificar, almacenar y recuperar la información. Es lo que nos ha sucedido a la hora de evocar a don Agustín de Betancourt y Molina. Ya
lo dijeron los expertos en psicología: la memoria surge como resultado de las conexiones entre neuronas y permite retener experiencias
vividas, los recuerdos son la expresión de que ha ocurrido un aprendizaje y entonces aparecen las emociones. Es lo que nos pasa cuando
paseamos por el Puerto de la Cruz, La Orotava y Los Realejos y recordamos a don Agustín; o al viajar a Rusia, ya sea a San Petersburgo o a
Moscú, para conocer, disfrutar y aprender de la obra del ilustre ingeniero canario.
Entiendo que la fecha del 1 de febrero de 2018, efeméride del 260
aniversario del natalicio de don Agustín de Betancourt y Molina, es
una buena justificación para aprovechar el cumplimiento de los objetivos de la Decisión 2017 / 864, del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 17 de mayo de 2017, relativa a un año europeo del Patrimonio
Cultural, el 2018. La declaración del Año Europeo del Patrimonio
Cultural es una forma eficaz de concienciar al público, difundir información sobre nuevas prácticas, promover el debate político, la
investigación y la innovación, entre otras cuestiones. Asimismo, el
Patrimonio Cultural también es un campo de intervención en varios
programas de las relaciones culturales exteriores. Es lo que sucede con
la figura del ingeniero canario Agustín de Betancourt y Molina, cuya
vida y obra pueden ser todo un referente para una estrategia de la
Unión Europea en materia de relaciones culturales internacionales.
No hay que olvidar que estamos hablando de un ciudadano europeo nacido en el Puerto de la Cruz, Tenerife, el 1 de febrero de 1758,
al pie del volcán Teide, en la costa del océano Atlántico. El segundo
hijo de una aristocrática y larga familia, entre José y María. Me lo imagino correteando por las playas del Puerto de la Cruz, por las fincas
agrícolas de la familia en Los Realejos, junto a la costa y en la zona de
15
papas en Icod el Alto; también paseando por La Orotava camino del
complejo de Santo Domingo, donde los dominicos tenían su iglesia y
convento, y además de impartir el magisterio del conocimiento podían
controlar los canales y repartidores de las aguas que bajaban de los
montes de Aguamansa.
Antes de marcharse a Madrid para continuar sus estudios, el joven
Agustín participó con su padre en las Tertulias de Nava y en la Real
Sociedad Económica de La Laguna, donde conocería a Alonso de Nava
y Grimón, marqués de Villanueva del Prado. También compartió con
su hermana María experiencias juveniles e inventivas en la Rambla
de Castro, como la máquina para hilar seda. En 1778 se marchó para
la capital de España, donde estudió en el colegio de San Isidro y la
Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se movía con cautela
en los círculos intelectuales de Madrid bien asesorado por amigos y
parientes. Además de inventarse la elevación de un globo aerostático
en Aranjuez, le encargan misiones importantes en asuntos técnicos,
como fueron los casos del canal imperial de Aragón y las minas de
mercurio en Almadén, que le sirvieron de paso para redactar informes
técnicos que convencieron al conde de Floridablanca para enviarlo
becado a Francia, a finales de 1784, donde permaneció hasta 1788.
Los puentes y las calzadas fueron objeto de su atención, así como el
interés por las revoluciones, la industrial en Inglaterra y la política
en Francia, que le permitieron conocer en París al relojero suizo
Breguet y al mecánico mexicano Lanz, para luego viajar a Inglaterra
con el propósito de conocer en Birminghan y Londres la máquina de
vapor. Sin embargo, la inhibición y tozudez industrial de Watt se lo
impidieron. Regresó a Madrid, diseñó el telégrafo óptico y viajaría
de nuevo a París donde contrajo matrimonio con la británica Ana
Jourdan, en 1790.
Corren los años de 1788 a 1808, una época en la que el Jardín
Botánico de La Orotava arrancaba de la mano de Alonso de Nava
y Grimón por orden de Carlos III. Se notaba también el interés de
Cuba por las máquinas de vapor para los centrales azucareros de la
sacarocracia colonial. Al ingeniero Betancourt le encargaron liderar
técnicamente la expedición de Guantánamo en 1797, pero la acción de
la armada británica en las costas gallegas le impidió viajar al Caribe.
Regresa a Madrid y en 1799 conoció al naturalista prusiano Alejandro
16
de Humboldt antes de tomar rumbos distintos. Agustín marchó para
Rusia, contratado por el zar Alejandro I después de dirigir el Gabinete
de Máquinas, de crear la Escuela de Ingenieros Civiles, en Madrid, y
de llevar a cabo la corrección hidrológica forestal del rio Genil, en una
finca de Granada cuya titularidad era del valido real Manuel Godoy.
Alejandro de Humboldt consiguió el salvoconducto oficial para iniciar
su «viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente», que
incluía el paso por Canarias y la subida al Teide.
Entre la presión napoleónica y la actitud de Godoy, Agustín de
Betancourt se vio obligado a exiliarse voluntariamente y en 1808 se
trasladó, a los cincuenta años de edad y con su familia, a Rusia, donde
realizó una labor encomiable en los ámbitos de la ciencia y la técnica.
Se notaba que Betancourt era inventivo, ingenioso y creativo. Fue
nombrado Mayor General y por órdenes del zar le encargaron misiones
especiales en el departamento de Vías y Comunicaciones. Comenzó
a trabajar en San Petersburgo y gracias a las labores técnicas del
ingeniero canario se convirtió en uno de los puertos más importantes
del mar Báltico. Consiguió la autorización para crear el Cuerpo de
Ingenieros de Vías y Comunicaciones en la universidad rusa inspirado
en L’Ecole de Ponts et Chaussées de París y la Escuela de Caminos de
Madrid; proyectó la modernización de la fábrica de cañones en Tula
y propuso una potente draga de vapor para la limpieza del puerto de
Kronstad. Su primer proyecto, el acueducto de la Fuente, recreado por
una muchacha con una jarra, está situado en el parque Catalina en
las afueras de la ciudad Pushkin, la aldea de los zares y Patrimonio
Mundial de la UNESCO.
Betancourt compartió su labor pedagógica con la ingeniería civil y
en 1814 instaló la máquina de vapor en la fábrica de Tula. En 1816 trabajó
en el montaje de una nueva fábrica de papel moneda que permitió
cambiar en 1820 los billetes que circulaban en Rusia. Participó en la
creación del Comité de Construcciones y Obras Hidráulicas de San
Petesburgo que se ocupó del urbanismo y del ornato de la ciudad, de
la mejora del trazado de las calles, de la urbanización de los suburbios,
del cuidado de los canales y de la construcción de nuevos puentes.
Con el arquitecto francés Montferrand reconstruyeron la catedral de
San Isaac y diseñaron la columna de granito dedicada a perpetuar al
zar Alejandro I junto al Ermitage. En ambas obras, los andamiajes y los
17
artilugios mecánicos diseñados por Betancourt fueron todo un ejemplo
de arte constructivo. Compartió con el zar el diseño de la ordenación
de la Feria Comercial de Nizhny Novgorod a orillas del río Volga y
la construcción de la sala El Picadero en Moscú junto al Kremlim.
Fueron los años finales de la década de 1810 y es cuando se incorporan
a su equipo cuatro personajes españoles: Rafael Bauzá, José Sureda,
su sobrino Agustín Monteverde Betancourt y Miguel Espejo, quien
acabaría casando con su hija Carolina.
Los últimos años de su vida los dedicó Agustín, en cuerpo y
alma, a finalizar el complejo ferial de Nizhny Novgorod. Gracias a la
gestión del gerente de la Fundación Pushkin de España, Alexander
Chernovistov, responsable de las expediciones españolas a Rusia, tuve
la oportunidad de conocer en San Petersburgo, en julio de 1999, a los
175 años del aniversario de la muerte de Agustín de Betancourt, al
presidente de la Fundación Regional y Social de Nizhny Novgorod por
la popularización de la vida y la actividad de Agustín Agustinovich
Betancourt, señor Máximo L. Yudash.
El ingeniero canario-ruso falleció en 1824 en San Petersburgo,
rodeado de su familia, y ha sido recordado como una persona que
entregó su vida al servicio de España y Rusia, combinando sus
conocimientos teóricos con la aplicación práctica de los mismos.
Cuando uno revisa la obra, tanto técnica como científica, de don
Agustín de Betancourt y Molina, así como su legado cultural, donde
no falta la correspondencia epistolar con su familia canaria, ni los
vinos de uva malvasía que recibió de su isla tinerfeña, nos sentimos
orgullosos del paisanaje, del ingenio, de la inventiva y de la pedagogía
de este personaje, mitad profesor y mitad ingeniero. De ahí el interés
en mantener vivo su espíritu y su memoria a través de la cultura de
la ingeniería, tal como lo ha decidido, con la edición de este libro, la
Universidad Europea de Canarias, establecida en La Orotava, la villa
canaria íntimamente relacionada con la familia Betancourt y Molina.
Isidoro Sánchez García
Puerto de la Cruz, julio de 2018
18
introducción
U
no de los rasgos que caracterizó la trayectoria de los hermanos
Betancourt cuando finalizaba el Antiguo Régimen fue su carácter emprendedor, algo que se tradujo en la variedad de acciones que
protagonizaron entonces y siguen despertando un interés notable en
nuestro tiempo. Ahora, más dos siglos después, recuperamos el ánimo
que singularizó sus actividades y recogemos en este volumen varios
estudios con el fin de responder al espíritu multidisciplinar que es consustancial a su legado científico y cultural. Lo contenido en las páginas
que siguen es resultado del proyecto de investigación desarrollado en
el seno de la Universidad Europea de Canarias [2016/UEM21], como ya
es sabido. Sin embargo, más que ofrecer una exposición fría y objetiva
de conclusiones, los autores que firman los 11 ensayos que conforman esta edición aspiran a demostrar la actualidad de sus objetos de
análisis, revelando de paso la utilidad de una investigación acorde a
modernas exigencias metodológicas en los ámbitos educativo, patrimonial y turístico. Esa visión plural, a la vez específica e integradora,
es un primer logro de este libro colectivo y de la dinámica surgida por
diversos profesionales en torno a él. Así lo dejan entrever los textos introductorios de Cristiana Oliveira, Elena Rodríguez Naveiras e Isidoro
Sánchez, si bien el último, siempre activo en la divulgación de la trayectoria de Agustín de Betancourt, pone el acento en la conveniencia
de conmemorar el bicentenario de su nacimiento durante 2018.
El carácter multidisplinar se presenta como una seña de identidad en los actuales equipos de trabajo, así como de la labor docente
que acometemos a diario en la Universidad Europea de Canarias. Por
eso mismo, los cuatro primeros estudios de la publicación se dedican
a valorar los logros alcanzados con el proyecto de investigación que
desarrollamos el curso anterior. Rebeca Antolín y Daniel Díez, compañeros y docentes, glosan en un primer ensayo los objetivos y acciones
que derivaron de dicho proyecto incidiendo en sus puntos fuertes: el
carácter diverso de las propuestas de trabajo, las actividades desarrolladas a partir de él y las ventajas obtenidas dentro y fuera del aula,
claves para una institución donde los profesionales que integran su
19
claustro comenzamos a diversificar nuestra labor investigadora. De
ello también se hacen eco Pablo Miguel De Souza y Elena Rodríguez
en un segundo ensayo, poniendo de relieve la necesidad de incidir
en la formación preuniversitaria para fomentar inquietudes científicas y, dado el alcance de nuestra propuesta, conocer en mayor medida
la trayectoria de un personaje clave como Agustín de Betancourt.
Su ejemplo sirvió de estímulo para que alumnos de diversa edad y
formación desarrollaran varias actividades, gracias a las cuales se obtuvieron unos datos necesarios de cara a la redacción de conclusiones
que alentó una unidad didáctica de fácil comprensión.
Por su parte, Elena Pérez, también docente e investigadora, nos
propone en el estudio tercero un ensayo sobre la potencialidad que
tienen los testigos patrimoniales que a día de hoy guardan relación
con los Betancourt. De ahí que aluda al patrimonio tangible e intangible que poseemos sobre la trayectoria de esta familia de científicos
y personajes de cultura, rememorando a través de parcelas urbanas,
edificios, obras religiosas e instituciones ya inexistentes una ruta por
el centro de La Orotava que pone en valor el patrimonio histórico con
afán turístico y cultural. Acorde en todo a directrices que dinamizan
el uso de nuestros recursos patrimoniales, su propuesta insiste en las
tesis repetidas una y otra vez de conocer para valorar, valorar para
conservar y, por consiguiente, conservar para transmitir dichos bienes
en mejores condiciones a los próximos usufructuarios.
Para los estudiantes de ese futuro inmediato metodologías que
aplicamos ahora como novedad serán cotidianas, porque, de acuerdo
a la renovación que experimenta la formación secundaria y universitaria en nuestro tiempo, quienes guardan relación con la docencia
más innovadora no son ajenos a los logros que procura el Aprendizaje
Basado en Proyectos [ABP]. La Universidad Europea de Canarias ha
hecho de su acomodo en el trabajo cotidiano de alumnos, profesores y entidades colaboradoras una seña distintiva, tal y como ponen
de relieve José Leoncio González y Mercedes Sánchez en el cuarto
ensayo. En él dan buena cuenta de esa dinámica, amparándose siempre en el marco legal que compete al Espacio Europeo de Educación
Superior y a nuestra realidad próxima. El desarrollo de acciones con
dicha metodología aplicada al caso práctico que conllevaría el acto
de presentación pública de este libro, no previsto entonces, sirvió de
20
excusa para que los alumnos que cursaron el tercer año del grado de
Comunicación Publicitaria en 2016-2017 se vincularan a nuestro proyecto. En el estudio pertinente se explica ese proceder, así como sus
resultados, los logros de la planificación y las competencias alcanzadas
con esta actividad concreta.
La difusión del legado de los Betancourt es una labor que implica
a particulares y a organismos de todo tipo, quienes vienen trabajando
en ello desde hace mucho tiempo. Por esa razón creímos conveniente dar cabida en nuestro volumen a varios autores que describieran el
alcance de las acciones desarrolladas por último, contando con el aliciente de que algunos de los firmantes figuraron en el proyecto como
investigadores externos. Citado ya Isidoro Sánchez, a Juan Cullen
correspondió la redacción de un pequeño ensayo donde describe lo
acontecido en torno al archivo familiar que custodia en su domicilio
de La Orotava. Gracias a su amabilidad hemos podido inventariar los
dibujos y grabados que lo integran a día de hoy, además de reconstruir
la biblioteca familiar gracias a un registro del que damos noticia en el
volumen complementario a este libro. En su estudio Cullen describe
el archivo como un lugar clave para el conocimiento de la trayectoria
de los Betancourt, enumerando los documentos más significativos del
mismo y quienes se han interesado por él con fines de investigación.
Entre los divulgadores de algunos documentos y dibujos de dicha
colección se encuentra la Fundación Canaria Orotava de Historia de
la Ciencia [FUNDORO], cuyos dirigentes iniciaron años atrás el proyecto de digitalizar y publicar en red el material de mayor interés que
incumbiera a Agustín de Betancourt. De esa labor, siempre encomiable
por su utilidad, se ocupa Alberto Relancio en un texto forzadamente
breve que enumera el material escaneado y recopilado desde 2002, así
como las acciones derivadas de ello. Por su parte, como presidente de
la Fundación Cultural Canaria de Ingeniería y Arquitectura Betancourt
y Molina, Francisco Santos presenta en otro estudio los fines de dicho
organismo y un recorrido sintético por las actividades que sus miembros han desarrollado desde la institución de dicho colectivo en 2002.
Entre dichos actos ha jugado un papel clave el recuerdo de Agustín de
Betancourt, cuyas conmemoraciones periódicas ha organizado junto a
organismos públicos del Archipiélago, Madrid y Rusia.
21
Las acciones previas de difusión y docencia no se podrían desarrollar sin el trabajo de familiares, investigadores y eruditos que con
diverso criterio han publicado noticias sobre los hermanos Betancourt,
sin descuidar, claro está, el entorno físico y sus posesiones materiales. Por eso mismo, el compañero Manuel Jesús Hernández recrea
en el octavo ensayo la relación histórica y genealógica de los Castro
durante el siglo XVI. Su estudio es oportuno por poner al día la información contenida en el ya clásico Nobiliario de Canarias, al igual que
por hacer comprensible el origen de las posesiones que disfrutaron
los Betancourt y Castro luego, siempre a partir de un mayorazgo instituido como tal en 1535. Las alianzas familiares y la vinculación de
otras tierras a los bienes iniciales de La Rambla y La Pared centran el
siguiente ensayo, el dedicado por Germán F. Rodríguez a las haciendas de Zamora y El Miradero. Dichos complejos, dotados antes de que
finalizara el siglo XVIII con buena arquitectura y amplias zonas de
cultivo, se agregaron al mayorazgo de la familia para acrecentar su
valor productivo, territorial y económico. De ahí que no resulten arbitrarios sus comentarios a la hora de reivindicar el carácter ajardianado
de estos espacios y de El Paseo del Realejo Bajo, donde subyace una
inquietud innegable por la adecuación del medio a las necesidades de
cada tiempo: agropecuarias primero y las complementarias de recreo
o deleite más tarde.
Esta recopilación de trabajos y estudios es la forma que tenemos
de homenajear a Agustín de Betancourt en el 260 aniversario de su
natalicio, recurriendo para ello a amigos, compañeros y otros investigadores que aceptaron generosamente la invitación a participar en
este volumen coordinado desde la Universidad Europea de Canarias.
Es cierto que no están todos los que deberían ser ni el libro contiene
todos lo que previmos al principio, pero lo recogido en las páginas de
este volumen es buen testimonio del quehacer de un grupo de profesionales que persigue el mismo propósito: hacer ciencia con amplitud
de miras y fin divulgador, centrando nuestro objeto de análisis en unos
personajes lejanos en el tiempo y cercanos en lo educativo. Ojalá la
humilde contribución que editamos ahora ayude a acercar su legado
a una ciudadanía que parece haberlo olvidado, porque, al margen de
las inquietudes con que se afronte su lectura, este libro nos aproxima a
los miembros de esa familia sin renunciar al sentido académico, patrimonial y turístico con que fue previsto al amparo de nuestro proyecto
de investigación. Una vez más, gracias a todos por su colaboración y
enhorabuena por el resultado conseguido en un volumen con materiales tan diversos.
Juan Alejandro Lorenzo Lima
La Orotava, julio de 2018
Eduardo Zalba nos aproxima en el décimo ensayo a la memoria de
Agustín de Betancourt en el Puerto de la Cruz, localidad donde nació
el 1 de febrero de 1758. Su estudio recopila los actos que han motivado
últimas efemérides betancurianas, así como el protagonismo conferido al busto de nuestro ingeniero que modeló Jesús María Perdigón y
se planificó ya en 1958 para conmemorar el segundo centenario de su
nacimiento. Cierra el volumen un ensayo de Rubén Sánchez, dedicado a uno de los dibujos más notables de José de Betancourt y Castro:
la traza del tabernáculo de la parroquia de San Juan Bautista en La
Orotava, conocida desde mucho antes pero que en 2008 estudiamos
con nueva perspectiva. Nuestra propuesta inicial de estudio es continuada por este conservador de bienes culturales, quien se adentra en
las condiciones materiales del dibujo propiamente dicho, explica sus
pormenores técnicos, lo data de modo completo el 29 de diciembre de
1783 y, sobre todo, describe el proceso de restauración que le practicó
con éxito en 2011.
22
23
estudio i
investigAción, docenciA, turismo y pAtrimonio cuLturAL. ensAyo
soBre eL ALcAnce deL proyecto de investigAción 2016/uem21
Rebeca Antolín Prieto
Daniel Díez Martínez
universidAd europeA de cAnAriAs
E
l apellido Betancourt es sinónimo de la Ilustración en Canarias.
Por ese motivo nuestro grupo multidisciplinar de trabajo1 ha
querido dar respuesta a una investigación con componentes históricos que prestara atención a tres objetivos específicos diferenciados,
a la vez complementarios y enriquecedores, que nos han llevado a
alcanzar unos hitos relevantes para la historia y el patrimonio de
Tenerife, y más concretamente del Valle de La Orotava. Aspiramos
a que este ensayo sea un recorrido sintético de esa aventura formativa e integradora y que sirva para demostrar la necesidad de seguir
apoyando investigaciones del mismo tipo, ya que generan conciencia de protección del legado cultural y porque, a fin de cuentas, es
obligado ponerlo en valor y promocionarlo adecuadamente. Los objetivos que se marcaron consistieron, en primer lugar, en catalogar
e inventariar al inicio del proyecto, pasando después a realizar propiamente la parte de actividad docente y así, finalmente, proceder a
reflexionar sobre el potencial de los bienes preservados como producto cultural turístico.
1
Integrado por Elena Rodríguez Naveiras [investigadora principal]; Pablo Miguel de Souza
Sánchez, Juan Alejandro Lorenzo Lima, Elena María Pérez González, Daniel Díez Martínez,
Mercedes Sánchez de Armas, Rebeca Antolín Prieto y Cristina Rebolo [investigadores adscritos
a la UEC en diverso tiempo]; Juan Luis Bermejo González [alumno de la UEC, becario]; y Juan
Cullen Salazar, Francisco José Santos Miñón, Isidoro Sánchez García, Miguel Ángel González
Expósito, Ana María Delgado Marante y David D. Estévez Durey [investigadores externos].
25
investigAción
Para dar respuesta al primer objetivo marcado, acerca de la catalogación y de elaborar un inventario, se siguieron tres líneas de acción
principales: una primera línea de investigación y catalogación, seguida de la divulgación del trabajo y de los primeros hallazgos, y por
último, una tarea de producción de publicaciones científicas.
La primera línea de acción recayó en el inventario de los grabados
y dibujos que contiene el archivo de la familia Betancourt, preservado en un domicilio particular de La Orotava. Gran parte del material
disponible se encontraba inédito y desperdigado en las cajas, legajos
y otras carpetas del archivo, de modo que para su conformación se
tuvieron que revisar más de 150 unidades de documentación y dispositivos anexos. Nuestro trabajo ha contribuido a concluir la labor
iniciada por sus depositarios años atrás, de modo que, al término de
la propuesta de catalogación que realizamos, lo sustancial del archivo
quede clasificado, ordenado y catalogado [estudio V]. Se han podido
inventariar cerca de 90 grabados y 25 dibujos.
El trabajo cotidiano en el Archivo Betancourt hizo que se valorara
la posibilidad de dar cabida en el inventario a varios dibujos que integran otros organismos de las Islas, principalmente de Tenerife y Gran
Canaria, con el fin de brindar una visión panorámica del legado dejado por esta familia en lo que se refiere a dibujos antiguos. Su análisis
fue posible gracias a noticias recopiladas durante los últimos meses
en el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de
Madrid, el Archivo Histórico Nacional de Madrid, el Archivo Histórico
Diocesano de La Laguna, el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz
de Tenerife, el Archivo de la Catedral de Santa Ana de Las Palmas de
Gran Canaria, el Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Tenerife, el Archivo Municipal de La Laguna, el Archivo
Municipal de La Orotava, la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de
Tenerife y la Biblioteca Universitaria de La Laguna [fig. 1].
El trabajo acometido en el archivo familiar nos reveló inmediatamente que la labor de inventariado de dibujos y grabados no podía
eludir otra actividad notable en el mismo sentido: reconstruir la biblioteca que la familia, y particularmente José de Betancourt, pudo reunir
en Tenerife antes de su muerte en abril de 1816. La localización de un
26
inventario de bienes que fue redactado poco después de ese acontecimiento es clave para ello, ya que se registró libro a libro su colección
bibliográfica. Este hecho es excepcional, dada la cantidad de ejemplares reunida y su extrema riqueza, variedad y procedencia. Nos hemos
propuesto la reconstrucción de esta biblioteca en base a dicho documento, identificando cada libro o registro con ediciones coetáneas y
con los pocos ejemplares conservados entre sus descendientes, algo
insólito para el patrimonio cultural de Canarias. Esta medida constituye otro de los grandes hitos del proyecto y con ella se cumple una
de las aspiraciones de nuestra propuesta: conocer, estudiar, ordenar y
preservar [fig. 2].
Fig. 1. Dibujo inventariado del archivo
Betancourt, AHBC
Fig. 2. Investigación documental y
bibliográfica, AHBC
La segunda línea de acción para lograr el primer objetivo del proyecto alentó la divulgación del trabajo realizado y de los primeros
hallazgos del mismo, siempre novedosos. La labor acometida en el
Archivo Betancourt y otros centros de la isla de Tenerife repercutió
en acciones que previmos desde un primer momento para dar a conocer la iniciativa con el fin de obtener resultados y colaboraciones
puntuales. Además, estas actuaciones nos han permitido divulgar el
proyecto y las tareas de investigación que acometemos a raíz de él en
la UEC, un aspecto clave para la consolidación del proyecto educativo
en Canarias2 [fig. 3].
Hemos participado en diversos foros científicos y congresos, organizados por la Fundación
Canaria Orotava de Historia de la Ciencia, La Orotava [abril de 2016]; la Real Sociedad Económica
de Amigos del País de Tenerife, La Laguna [abril de 2016]; Museo Militar Almeyda, Santa Cruz
2
27
aniversario del nacimiento de Agustín de Betancourt en 2018 nos ha
brindado la posibilidad de editar estos volúmenes en papel, gracias a
los fondos que generó el propio proyecto y al respaldo indispensable
del Gobierno de Canarias.
ActividAd AcAdémicA
Fig. 3. Conferencia impartida sobre
los hermanos Betancourt
En cuanto a la tercera y última línea de acción del objetivo de
investigación y catalogación, en lo que refiere propiamente a las publicaciones científicas, debemos subrayar que, al haber sido invitados
por otras entidades culturales del Archipiélago, durante los últimos
meses impartimos conferencias y defendimos comunicaciones en congresos internacionales3. A ello se suman publicaciones científicas en
varias revistas4, así como publicaciones propias que hemos financiado
en parte con recursos asignados al proyecto.
Es relevante subrayar que el trabajo acometido otorga viabilidad
a la publicación de dos volúmenes para dar a conocer los resultados
del proyecto de investigación, ya que se consideró necesario diferenciar entre los contenidos heterogéneos que iba generando el trabajo
cotidiano de los miembros del proyecto. Por esta razón, en un volumen independiente publicaremos el inventario de libros, dibujos y
grabados; y un segundo, el que nos ocupa, contiene ensayos derivados
de la investigación académica y patrimonial. Se consiguieron fondos
para la viabilidad de la publicación de sendos libros con una colaboración puntual de las concejalías de cultura de los Ayuntamientos de La
Orotava, Los Realejos y Puerto de la Cruz, cumpliendo de esta manera
el objetivo de obtener financiación externa y fortalecer así el vínculo
de la UEC con su entorno más inmediato. La conmemoración del 260
de Tenerife [mayo de 2016 y junio de 2017]; Casa de Colón, Las Palmas de Gran Canaria [octubre
de 2016]; Ayuntamiento de Tegueste, Tegueste [mayo de 2017]; Ayuntamiento de La Orotava, La
Orotava [mayo de 2017]; Universidad de La Laguna, La Laguna [mayo de 2017]; Ayuntamiento
de Los Realejos, Los Realejos [mayo de 2017]; e Instituto de Estudios Canarios/Ayuntamiento de
La Laguna, La Laguna [noviembre de 2017].
3
Cfr. Lorenzo Lima [2018].
4
Esencialmente Lorenzo Lima [2017a]: 455-492 y Lorenzo Lima [2017b]:189-225.
28
El segundo objetivo que contemplaba el proyecto de investigación
nos condujo a la docencia, planteando una actividad formativa con
alumnos de secundaria y bachiller y el desarrollo de una acción con
metodología Aprendizaje Basado en Proyectos [ABP] con alumnos de
la Universidad Europea de Canarias.
En cuanto a la actividad formativa con alumnos de secundaria y
bachiller, cabe destacar que el planteamiento de los talleres educativos tiene su base en un estudio piloto que se realizó durante el curso
académico 2014-2015, cuyo objetivo principal consistía en despertar
vocaciones científicas entre el alumnado de primaria y secundaria en
los centros escolares. Ese proyecto piloto se planteó aplicando metodologías docentes dinámicas con el fin de mejorar la participación activa
para perfeccionar la motivación del alumnado a la hora de formarse
y adquirir conocimientos históricos, artísticos y técnicos. Para ello se
llevaron a cabo cuatro talleres en el Colegio Casa Azul del Puerto de la
Cruz y se trabajó con un total de 84 alumnos distribuidos en dos grupos de diferentes niveles educativos: dos grupos pertenecientes a 1º
de la ESO y otros dos pertenecientes a 1º de bachiller. El procedimiento del proyecto se estableció en dos fases: en la primera se compartió
con los alumnos vía mail el primer capítulo del cómic Agustín de
Betancourt. Un ingeniero canario universal, publicado por el Cabildo
Insular de Tenerife en 2011; y en la segunda fase se realizó un taller
estructurado en tres partes que comenzaba con un cuestionario para
saber su conocimiento acerca de Agustín Betancourt. Posteriormente
se les pidió una reflexión sobre el personaje y se concluyó con un
collage creativo en grupos de dos y tres para plasmar mensajes e inspiraciones de la figura de Betancourt [fig. 4].
Partiendo de ese modelo inicial de trabajo y teniendo en cuenta
las orientaciones aportadas en la valoración realizada al proyecto, el
29
Fig. 4. Collage de las actividades académicas
desarrolladas
Fig. 5. Workshop con alumnos
de secundaria y bachiller
workshop que se planteó en el curso académico 2016-2017 no se limitó
solamente a su implementación en centros educativos, sino que también estuvo presente en distintos foros, jornadas y reuniones en las
que el alumnado pudiese aprender y disfrutar de este tipo de actividades enmarcadas en otros contextos distintos al del aula tradicional. Por
ese motivo, como ya se ha señalado, las actividades propuestas consistieron en el desarrollo de workshops en jornadas específicas y la puesta
en valor de una actividad práctica en el contexto de universidad con la
implementación de la metodología ABP [estudio II].
Teniendo en cuenta esta planificación, en mayo de 2016 la
Universidad Europea de Canarias estuvo presente en las Jornadas
de Agustín de Betancourt en Tenerife, celebradas en el Museo Militar
de Almeida de Santa Cruz de Tenerife. En dichas jornadas se llevaron a cabo dos workshops de dos horas de duración cada uno con los
alumnos de dos centros educativos de la zona metropolitana de Santa
Cruz de Tenerife. En estas jornadas se acercaba al alumnado a conocer la figura de Agustín de Betancourt, a través de una amplia gama
de actividades desarrolladas a lo largo de veinte días: talleres, ciclo de
conferencias y cine científico [fig. 5].
En cuanto a la actividad formativa con alumnos de universidad,
se planteó llevar a cabo una actividad utilizando la metodología ABP
en la asignatura Gestión de eventos y protocolo empresarial, una circunstancia que permitió a los estudiantes de tercer curso del grado
30
en Comunicación Publicitaria que la cursaban participar en nuestro
proyecto. La propuesta que se planteó a los estudiantes tenía como
finalidad la organización de un evento concreto: la presentación de
los dos libros que iba a generar el trabajo desarrollado anteriormente.
Se pretendió que idearan un evento en el seno de la universidad pero
con la ambición de traspasar su alcance y que llegara a la sociedad, no
únicamente de La Orotava, sino también de Tenerife en general. Esta
estrategia permite vincular la universidad a su entorno con una labor
que enriquece su acervo cultural y, por otro lado, se comunican los
trabajos de investigación que se realizan en la institución logrando
mayor notoriedad y repercusión social. El ABP constó de siete sesiones de trabajo, tal y como se explica en el capítulo correspondiente
[estudio IV].
difusión pAtrimoniAL
La labor acometida entre 2016 y 2107 termina con el tercer y último
objetivo, que se centra en estudiar el potencial de los bienes asociados
a la familia Betancourt como producto cultural y turístico. Para ello
partimos de la idea de que las Islas Canarias son un destino turístico
maduro que necesita de la diversificación de productos para mantener
su atractivo y competitividad, y que los recursos culturales y el patrimonio cultural son una buena opción para ello, dado el aumento del
turismo cultural en las últimas décadas.
El Plan Estratégico Promocional de las Islas Canarias 2012-2016
consideró que la cultura de las Islas sería un elemento de contraste
y diversificación dentro de la oferta existente. Así, lejos de estimarla
como un recurso que realmente pudiese ser un atractivo por sí mismo, la considera dentro de las actividades lúdicas y siempre dentro del
medio natural, aunque reconoce que, en comparación con nuestros
competidores, existe un escaso desarrollo de productos especializados
basados en la cultura. Sin embargo, la posible relación entre turismo
y cultura es un asunto que aún no se ha abordado como se debería, ya
que la cultura canaria casi siempre queda al margen de los paquetes
turísticos vacacionales que se ofrecen actualmente. Los productos culturales, así como la presencia continua de la marca «cultura canaria»
en todos los programas de turoperadores, resultan necesarios para di31
versificar la oferta turística, combinando el turismo de sol y playa con
el turismo de cultura.
una excusa el eje físico trazado en el municipio para exponer e interpretar la intangibilidad de la familia.
Atendiendo a ese razonamiento, con el proyecto nos propusimos
valorar los recursos potenciales asociados a la figura y la obra de los
Betancourt con el fin de evaluar las posibilidades reales de generar
productos culturales y productos turísticos culturales. De ahí que
reconocer el patrimonio de los bienes identificados suponga un proceso clave para su utilización dentro de las actividades culturales y
turísticas. En el desarrollo de nuestra propuesta constatamos que, en
general, los conjuntos de bienes asociados a la familia Betancourt no
poseían un nivel de adecuación para la visita in situ, pero sobre todo
que existía una ausencia de accesibilidad cultural que ha generado la
poca patrimonialización del recurso. Consideramos que sin esa fase
previa de reconocimiento y puesta en valor de su identidad por parte
de la población local, difícilmente podríamos trabajar en el diseño de
un producto turístico cultural [estudio III].
Además de los hitos históricos, representados siempre por la familia Betancourt para nuestro interés, la Villa de la Orotava posee otros
bienes a los que hay que hacer mención y que pueden ponerse en relación con el producto planteado. No debemos olvidar que el núcleo
fundacional de la ciudad fue declarado Conjunto Histórico Artístico
en 1976 y su perímetro de protección fue delimitado en 2005. En la actualidad existen diversos inmuebles que están protegidos como Bien
de Interés Cultural [BIC], lo que no hace sino reforzar la importancia de las manifestaciones culturales existentes en esta localidad. En
efecto, actualmente existen en la Villa cuatro museos o productos culturales: Museo de las Alfombras [abierto desde 2007], Museo Sacro de
la Concepción [abierto desde 2007], el Museo Etnográfico de Pinolere
[abierto desde 2002] y el Museo Iberoamericano de Artesanía [abierto
desde 1991]. Estas cuatro instituciones forman parte de la infraestructura urbana del municipio y se ofertan tanto para la población
residente como para los turistas. Además de su papel como potenciadores de la identidad cultural y como dinamizadores sociales y
económicos, estos espacios impulsan, con toda probabilidad de manera indirecta, la patrimonialización de elementos culturales que hasta
ese momento permanecían poco definidos o incluso inidentificados
por la población que los alberga.
Las rutas culturales son un vehículo de educación patrimonial muy
importante para que los propios productos se desarrollen con éxito y
con el menor impacto posible en la población local que las acoge. La
idea de generar una ruta cultural está orientada a complementar estos
talleres, de manera que se contribuya a generar patrimonio en torno al
legado de la familia Betancourt. Al mismo tiempo, estas estrategias de
ocio cultural repercutirán en la creación de acciones de carácter más
comercial y/o turístico en el municipio, una vez que la población se
identifique con este patrimonio aún oculto o poco visibilizado. El contexto social y económico de La Orotava durante el período que vivió la
familia Betancourt, así como el legado material e inmaterial asociado
a sus vidas familiares y profesionales, puede contribuir a esta diversificación. Por ello se ha trabajado, como producto final de este estudio,
en una propuesta de ruta cultural urbana que permita interpretar,
dar a conocer, educar y disfrutar de la vida de esta parte de la isla de
Tenerife en el siglo XVIII y principios del XIX. Los Betancourt son en
La Orotava reflejo de conocimiento, modernidad, ciencia, creatividad,
arquitectura y evolución de los tipos cotidianos hacia una sociedad
que se apoya en la investigación para avanzar. Con mayor o menor relevancia, hemos decidido apostar por el patrimonio inmaterial, siendo
32
Por ello, si bien en la actualidad no existen propuestas, planes
o proyectos en materia turística respecto al aprovechamiento en
materia de ocio o turismo asociados a la familia Betancourt, las posibilidades de asociar este recurso a los ya existentes manifiestan una
estrategia que ayudaría a consolidar la imagen del municipio como
un destino cultural. De este modo, las acciones en torno al impulso del expediente para que este municipio sea declarado Patrimonio
Mundial lo consolidarían como un destino patrimonial. Sin ninguna
duda, la figura de la familia Betancourt ayudaría a consolidar el destino innovando con productos sencillos y complementarios en torno a
la familia y su presencia e impacto en la historia reciente de Tenerife
y su proyección.
No obstante, identificar y determinar el valor de los bienes y patrimonios asociados a la familia Betancourt es una tarea no exenta de
33
complejidad. Nos hemos decantado por incluir todas las evidencias
tangibles e identificables en inmuebles del municipio. Así, y dada la
importancia de la familia en La Orotava, se han elegido una serie de
recursos que permitan cumplir en tiempo, espacio y contenidos nuestro objetivo: un total de seis inmuebles en apenas un kilómetro de
recorrido. La adecuación de un plan turístico del municipio sería fundamental, por lo que se recomienda que las valoraciones realizadas en
este proyecto sean consideradas en proyectos de planificación del municipio, con el fin de que puedan ser identificados entre la población y
profundizar en su uso turístico [canales de gestión turística]. También
se deberían identificar y definir los principales agentes del micro entorno, que son los agentes cercanos al producto que influyen en la
capacidad de estar pendiente de los clientes. Esto encuadra al propio
producto potencial, los proveedores del mismo, los intermediarios de
marketing, los clientes que dispondría, los competidores y los posibles
grupos de interés.
del alumnado, así como el haber hecho de la multidisciplinariedad del
claustro de profesores e investigadores que guardan relación con la
UEC un valor común a la hora de trabajar y compartir metodologías o
planes de acción. No olvidemos en ese sentido el logro de haber convertido el desarrollo final de este proyecto en un futuro ABP, aunque
de otro ya se hicieron eco los alumnos con actividades en el aula. Nos
resta materializar la aspiración ya varias veces sugerida de instaurar el
Premio Betancourt de la UEC, idóneo para reconocer al estudiante que
presente el mejor proyecto fin de carrera del grado de Fundamentos de
la Arquitectura. Pese a ello, con todo lo realizado en el proyecto creemos haber contribuido a fortalecer la presencia de la UEC en el medio
regional, siendo un hecho diferenciador y notable que sirve de estímulo para sinergias positivas reseñables. Tal particularidad no debe ser
tratada como un hecho aislado, sino que se convierte en una prueba
más de la consolidación y los múltiples beneficios que conlleva el apoyar el mundo investigador enmarcado en un escenario global.
Por lo tanto, las acciones de evaluación antes, durante y una vez
experimentada la ruta cultural son fundamentales para logar la patrimonialización de los bienes asociados a la familia Betancourt. Además,
y aunque el motivo principal de la investigación no era el establecimiento de un plan de dinamización turística, sí hemos querido iniciar
una aproximación al diagnóstico de los bienes culturales, materiales
e inmateriales asociados a la familia Betancourt que nos permitiese
valorar si son o no atractivos culturales y turísticos para este municipio y, por consiguiente, plantear el producto que más se adecuase a la
oferta existente y sus posibilidades. En ambos casos creemos que nos
hemos aproximado a estos propósitos con un resultado objetivo y necesario para dar el siguiente paso para la comercialización por la vía
del turismo cultural del patrimonio de la familia Betancourt.
concLusión
Para terminar con esta panorámica del total del proyecto de investigación, concluimos que con las acciones descritas hemos superado
con éxito sus fases y objetivos. Queremos subrayar varios hitos en ese
sentido, como son el haber iniciado actividades de investigación que
sirvan de aliciente académico y fomento para la participación activa
34
35
estudio ii
ALiciente AcAdémico deL proyecto de investigAción:
ActividAdes y resuLtAdos
Elena Rodríguez-Naveiras
Pablo Miguel De Souza Sánchez
universidAd europeA de cAnAriAs
U
no de los objetivos que se plantearon en el proyecto de investigación desarrollado en la Universidad Europea de Canarias [2016/
UEM21], era promover actividades educativas y talleres en centros escolares con los propósitos de difundir la trayectoria de los Betancourt
y del material investigado en la fase inicial del proyecto de investigación; y despertar vocaciones científicas y emprendedoras entre
los alumnos, al tiempo que incidir en el carácter multidisciplinar e
integrador que el currículum de enseñanza primaria y secundaria
manifiesta respecto a la Historia y la Ciencia con un carácter genérico. Para ello, se plantearon dos actividades diferentes: una actividad
formativa con alumnos de secundaria y bachiller y una actividad formativa con alumnos de universidad, que se planteará en otro capítulo
de este volumen [estudio IV].
ActividAd formAtivA con ALumnos de secundAriA y BAchiLLer
Cabe destacar que el planteamiento de los talleres educativos tiene su base en un estudio piloto, realizado durante el curso académico
2014-2015 por la Universidad Europea de Canarias. Este estudio tenía como objetivo principal despertar las vocaciones científicas en el
alumnado de primaria y secundaria en los centros escolares.
Este proyecto piloto se planteó aplicando metodologías docentes
dinámicas, con el objetivo de mejorar la participación activa del alumnado para perfeccionar la motivación de los estudiantes para formarse
y adquirir conocimientos históricos, artísticos y técnicos. Para ello, se
37
llevaron a cabo cuatro talleres en el Colegio Casa Azul del Puerto de la
Cruz, participando un total de 84 alumnos distribuidos en dos grupos
de diferentes niveles educativos. Dos grupos pertenecientes a 1º de la
ESO y otros dos pertenecientes a 1º de Bachiller.
El procedimiento del proyecto piloto se estableció en dos fases:
Primera fase. Se compartió a los alumnos vía mail el primer capí-
tulo del cómic Agustín de Betancourt. Un ingeniero canario universal,
publicado por el Cabildo Insular de Tenerife en 2011.
Segunda fase. Se realizó un taller estructurado en tres partes:
1. Realización de un cuestionario de conocimiento inicial adaptado
a cada nivel educativo con el objetivo de detectar qué conocimientos tienen los alumnos acerca de la figura de Agustín de
Betancourt y, en caso de conocerlo, cuáles son sus talentos reconocidos, vocaciones y aspiraciones profesionales.
2. Reflexión sobre el cuestionario y puesta en común de los hitos
más destacados de la vida y obras de Agustín de Betancourt.
3. Realización de un collage de textos e imágenes extraídas de
internet por los propios alumnos relacionadas con la vida y
obra del personaje. Para este ejercicio creativo en grupos de
dos y tres miembros, los alumnos no solo desarrollaron competencias transversales de negociación, trabajo en grupo y
creatividad, sino también fueron capaces de plasmar en mensajes su visión y opinión sobre la capacidad de inspiración de
la figura de Agustín de Betancourt en las generaciones actuales [figs. 1-2].
A continuación comentaremos los resultados más destacados de
los talleres:
Alumnos de 1º de Educación Secundaria Obligatoria [ESO]
Participantes: 47 alumnos. Edad: 12 años
Alumnos de 1º de Bachiller
Participantes: 37 alumnos. Edad: 16-17 años
Materiales: El instrumento ad hoc creado por el equipo de investiga-
ción recogía 4 preguntas abiertas que se muestran a continuación:
1. ¿Qué conoces de Agustín de Betancourt y Molina?
2. ¿Qué es para ti un proyecto científico?
3. ¿Consideras que tienes talento? ¿en qué destacas?
4. ¿En qué profesión te gustaría formarte?
AnáLisis de Los dAtos
Se llevó a cabo un análisis cualitativo de las preguntas realizadas a
los dos grupos de alumnos.
Resultados en alumnos de 1º de Educación Secundaria Obligatoria
[ESO]
¿Qué conoces de Agustín de Betancourt y Molina?
- Persona inteligente. Estudió francés.
- Científico, inventor que trabajó con el zar de Rusia.
- Nació en el Puerto de la Cruz y no volvió a Tenerife.
¿Consideras que tienes talento? ¿En qué destacas?
- El 48 % destacan en el ámbito de las ciencias [matemáticas, medicina y biología].
- El 63 % consideran que destacan en los deportes.
- El 27% consideran que destacan en temas del arte [bailar, dibujar y música].
- El 6 % consideran que destacan en los idiomas.
Fig. 1 y 2. Collage de las actividades académicas desarrolladas
38
39
Resultados en alumnos de 1º de bachiller
¿Qué conoces de Agustín de Betancourt y Molina?
Persona talentosa, ingeniero, científico que trabajó de mariscal con
el zar. Los alumnos de bachiller aportan datos sobre las obras como
que construyó la máquina de vapor o que entre sus inventos se encuentra el telégrafo óptico.
¿Qué es para ti un proyecto científico?
Se investiga, búsqueda, exploración, innovación.
Nos llamó la atención la frase de un alumno: «Aprender algo nuevo
nos hace estar vivos».
desarrollo del proyecto en el contexto de universidad con la implementación de la metodología Aprendizaje Basado en Proyectos1.
Teniendo en cuenta esto, en el mes de mayo del curso académico
2015-2016 la Universidad Europea de Canarias estuvo presente en las
Jornadas de Agustín de Betancourt en Tenerife, celebradas en el Museo
Militar de Almeida de Santa Cruz de Tenerife. En dichas jornadas se llevaron a cabo dos workshops, de 2 horas de duración cada uno, con los
alumnos de dos centros educativos de la zona metropolitana de Santa
Cruz de Tenerife, titulados Despertando Vocaciones. Talento, Inspiración
y Creación Técnica en la figura de Agustín de Betancourt [figs. 3-4]. En
el marco de estas jornadas, el alumnado pudo conocer la trayectoria de
Agustín de Betancourt gracias a una amplia gama de actividades a lo
largo de 20 días: talleres, ciclo de conferencias y cine científico.
¿Consideras que tienes talento? ¿En qué destacas?
- El 35 % de los alumnos considera que tienen talento artístico
[música, danza, pintura y dibujo].
- El 21 % de alumnos estima que destacan en el ámbito de las
ciencias [matemáticas, medicina y biología].
- El 18 % de alumnos considera que son buenos en: deportes, fútbol, baloncesto, tenis y surf.
- El 16 % tiene talento para relacionarse con los otros, el trabajo
con los demás, de ayuda y de apoyo.
- Al 8 % que se les da bien la escritura.
Fig. 3. Workshop con alumnos de secundaria
y bachiller
El workshop que planteamos entonces constaba de tres fases:
¿En qué profesión te gustaría formarte?
- Ciencias de la Salud: 32 %.
- Artes escénicas, visuales y comunicación: 24 %.
- Ingenierías y Arquitectura: 16 %.
- Otras carreras: 32 %.
Partiendo de ese modelo inicial de trabajo, el workshop que
previmos para el curso académico 2016-2017 no se limitó a su implementación en centros educativos, sino también a estar presente en
distintos foros, jornadas y reuniones en las que el alumnado pudiese
aprender y disfrutar de este tipo de actividades, enmarcadas en otros
contextos distintos al del aula tradicional. Así, las actividades propuestas han sido: desarrollo de workshops en jornadas específicas, y
40
Fig. 4. Workshop con alumnos de secundaria
y bachiller
1. En la primera de ellas los alumnos cumplimentaban un cuestionario inicial donde se les preguntaban cuestiones relativas a la
figura de Agustín de Betancourt, a través de distintas preguntas
abiertas y cerradas. El objetivo era conocer los conocimientos
previos que tenían de dicho personaje, los intereses científicos
y profesionales que manifestaban de su futuro académico y laboral, y cómo éstos se modificaban gracias a la realización de
los talleres.
Para conocer la implementación de esta metodología en nuestro entorno educativo, véase el
estudio IV. De ella se han ocupado Fallows/Steven [2000]; Jones/Rasmussen/Moffitt [1997] y
Martínez Caro/Cegarra Navarro [2012], entre otros.
1
41
2. En la segunda fase se daba una breve explicación sobre la vida y
obra de Betancourt, mostrada como modelo y ejemplo a seguir
en el desarrollo de las vocaciones científicas.
3. Por último, la tercera fase del taller consistía en trabajar por
equipos las vocaciones científicas a través de distintos collages
en los que plasmaban que era para ellos la ciencia y Agustín de
Betancourt como referente científico más cercano.
En estos talleres participaron 40 alumnos de Educación Secundaria
Obligatoria [ESO]. Se llevaron a cabo dos talleres de 20 alumnos
cada uno, con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años. A
continuación, se pasan a detallar los resultados obtenidos tras la implementación de los cuestionarios.
¿Qué conoces de Agustín de Betancourt y Molina?
- El 40% de los alumnos dice que Agustín de Betancourt era un
militar de Canarias.
- El 37,5% de los alumnos dice que Agustín de Betancourt era
científico.
- El 17,5% de los alumnos no dice nada, es decir, no conocían la
figura de Agustín de Betancourt.
- El 22,5% de los alumnos dice que Agustín de Betancourt conquistó las Islas Canarias.
¿Qué es para ti un proyecto científico?
- El 40% de los alumnos dice que en un proyecto científico se
investiga sobre algo.
- El 27,5% de los alumnos considera que en un proyecto científico se tienen que desarrollar una serie de pasos: objetivos,
hipótesis, recogida de información, etc.
- El 22,5% de los alumnos dice que en un proyecto científico se
investiga en el ámbito de las ciencias.
- El 10% de los alumnos considera que en un proyecto científico
se trabaja en equipo.
¿Consideras que tienes talento?
42
- El 92,5% del total de alumnos consideran que tienen talento, el
resto [7,5%] considera que no.
¿En qué destacas?
- El 25% de los alumnos destaca en deporte.
- El 22,5% de los alumnos destaca en capacidades sociales [psicología, ayuda al otro].
- El 20% de los alumnos destaca en arte y creatividad.
- El 10% de los alumnos destaca en el cálculo e informática.
- El 7,5% de los alumnos dice destacar en literatura y lengua.
- El 2,5% de los alumnos destaca en historia.
¿En qué profesión te gustaría formarte?
- Al 17,5% de los alumnos les gustaría ser médicos.
- Al 17,5% de los alumnos les gustaría dedicarse a las Ciencias
Sociales [abogacía, empresa, periodismo].
- Al 17,5% de los alumnos les gustaría dedicarse a las ciencias
[matemáticas, física, química].
- Al 15% de los alumnos les gustaría ser militar o policía.
- Al 10% de los alumnos les gustaría ser psicólogos.
- Al 7,5% de los alumnos les gustaría ser arquitectos.
- Al 5% de los alumnos les gustaría dedicarse al ámbito de la salud [fisioterapia, enfermería, veterinaria].
Conclusiones generales de los talleres
Tras la implementación de los talleres educativos en los cursos académicos 2014-2015 y 2015-2016, se pasan a detallar las conclusiones
más destacadas:
- En general, no hay un conocimiento consensuado y sólido de
la figura de Agustín de Betancourt.
- En el caso de tener información sobre Agustín de Betancourt,
esta no se ajusta a la realidad de su vida y su obra.
- Los alumnos están interesados por las vocaciones científicas.
- Los alumnos consideran, en su gran mayoría, que tiene algún
tipo de talento.
- Hay una gran variabilidad a la hora de considerar en qué destacan y a qué les gustaría dedicarse en un futuro.
43
- Partiendo de estas dos experiencias educativas, se plantea la
unidad didáctica que tiene como objetivos: dar a conocer la figura de los hermanos Betancourt; despertar vocaciones científicas;
conocer los intereses profesionales de los alumnos; y, conocer la
capacidad del alumnado para interpretar los elementos haciendo uso de un producto turístico cultural.
ActividAd formAtivA con ALumnos de secundAriA y BAchiLLer
Para divulgar el trabajo realizado y futuras actividades centradas
en la familia Betancourt, adjuntamos la unidad didáctica que podría
ayudar en su desarrollo:
unidAd didácticA
Los hermanos Agustín y José de Betancourt: Despertando
vocaciones científicas
Objetivos generales del taller:
Dar a conocer la figura de los hermanos Betancourt.
Despertar las vocaciones científicas.
Conocer los intereses profesionales de los alumnos.
Destinatarios: Alumnos de secundaria
La unidad didáctica se desarrollará en dos fases:
FASE 1: Aula del centro escolar.
FASE 2: Producto turístico.
desArroLLo de LA fAse 1
Actividad 1: ¿Quién es Agustín de Betancourt? ¿Qué es un proyecto
científico? ¿Cuáles son mis intereses?
Objetivo: Conocer que ideas preconcebidas se tienen acerca de Agustín
de Betancourt; conocer cuáles son los intereses profesionales y científicos de los alumnos.
Actividad: Se comenzará el taller enmarcando el mismo en el grupo de
trabajo de la Universidad Europea de Canarias que lidera la investigación sobre Agustín y José de Betancourt. A continuación, se pedirá a
cada alumno que se presente y diga algo sobre sí mismo con la idea de
crear un clima adecuado de trabajo en el grupo. A partir de aquí dará
comienzo el taller con la primera actividad en la cual se entregará a
cada alumno un breve cuestionario con las siguientes preguntas: ¿qué
conoces de Agustín de Betancourt y Molina?; ¿qué es para ti un proyecto científico?; ¿consideras que tienes talento?; ¿en qué destacas?;
¿en qué te gustaría formarte? Cada uno de los alumnos contestará el
cuestionario en silencio y una vez hayan terminado, se hará una puesta en común para conocer las opiniones cada una de las preguntas
realizadas. En todo momento el profesor del taller irá dando feedback
a las distintas respuestas del cuestionario.
Indicadores:
◦ Que los alumnos se presenten y digan lo que quieran sobre sí
mismos.
◦ Que los alumnos contesten al cuestionario.
◦ Que los alumnos comenten en gran grupo lo que han escrito
en cada una de las preguntas.
Material: cuestionario, bolígrafos, folios.
Tiempo estimado: 20-25 minutos.
44
45
Actividad 2: Los hermanos Betancourt
Objetivo: Conocer la figura de Agustín de Betancourt.
Actividad: Una vez se ha llevado a cabo la dinámica inicial, el profe-
sor del taller procederá a exponer un recorrido sobre la vida y obra de
los hermanos Betancourt. La exposición irá acompañada de soporte
visual en el que se presentará a los alumnos las obras más destacadas,
descubrimientos y el material inédito que ha sido descubierto en el
transcurso del desarrollo del proyecto de investigación. A medida que
se vayan presentando las láminas, dibujos y obras arquitectónicas de
los hermanos Betancourt, el profesor animará al grupo a que comenten sus impresiones sobre la obra expuesta.
Indicadores:
◦ Que los alumnos permanezcan en silencio a medida que el
profesor expone los contenidos más relevantes de los hermanos
Betancourt.
◦ Que los alumnos participen en la dinámica creada por el
profesor.
Material: proyector.
Tiempo estimado: 30 minutos.
Actividad 3: ¿Qué es un proyecto científico?
Objetivo: Conocer las fases del método científico.
Actividad: El profesor comenzará la actividad planteando al grupo que
es para ellos un proyecto científico. Este irá anotando en una pizarra
toda la información que vayan dando los alumnos. A continuación,
dará una explicación sobre lo que es ciencia y cómo se puede desarrollar un proyecto científico. Para poder hacer ciencia es imprescindible
hacer uso del método científico, esto es, una serie de pasos ordenados
que garantizan de forma sistemática y rigurosa el desarrollo de una investigación. Para ello será importante elegir la metodología adecuada
para cada proyecto de investigación.
46
Indicadores:
◦ Que los alumnos comenten que es un proyecto científico.
◦ Que los alumnos permanezcan en silencio durante la explicación del profesor.
Material: pizarra, rotuladores.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Actividad 4: Hacemos un collage
Objetivo: Trabajar por equipos las vocaciones científicas a través de
distintos collages en los que plasmen qué es para ellos la ciencia y
Agustín de Betancourt como referente científico más cercano.
Actividad: El profesor pedirá que se hagan equipos de 5-6 personas
para la realización de un collage. A cada equipo le entregará el material necesario para la realización del collage: cartulina, recortables de
Agustín de Betancourt, rotuladores, tijeras, pegamento. Deberán plasmar que es para ellos la ciencia y la figura de Agustín de Betancourt
partiendo de toda la información aportada por el profesor. Una vez
terminen la actividad, se hará una puesta en común en la que cada
equipo mostrará al resto el trabajo realizado y su visión de la ciencia y
de Agustín de Betancourt.
Indicadores:
◦ Que los alumnos formen equipos de 5-6 personas.
◦ Que los alumnos realicen el collage.
◦ Que los alumnos enseñen a sus compañeros el collage realizado.
Material: cartulina, recortables de Agustín de Betancourt, rotuladores,
tijeras, pegamento.
Tiempo estimado: 20 minutos.
47
desArroLLo de LA fAse 2
Una vez desarrollada la primera fase educativa en el aula, se propone el desarrollo de la fase 2. El objetivo fundamental de esta fase
es comprobar la incidencia, el impacto de los talleres educativos realizados en el contexto de enseñanza-aprendizaje. Interesa conocer la
capacidad del alumnado para interpretar los elementos haciendo uso
de un producto turístico cultural. Partiendo de esta idea, se hace necesario enmarcar la importancia de la educación patrimonial dentro de
este contexto educativo.
La educación patrimonial se realiza en ámbitos formales e informales. Un ámbito informal es, por ejemplo, el turismo o las actividades
de ocio, mientras que la educación formal es aquella que se realiza por
medios reglados.
Puesto que los bienes culturales sólo se convierten en patrimonio
cuando la sociedad ha decidido, con su voluntad [la cual se traduce, por
ejemplo, en la protección jurídica de un bien], que esos bienes deben
conservarse porque forman parte de su identidad, este debe ser un paso
previo y fundamental para poner en valor un recurso o bien cultural.
Las actividades de ocio pueden afectar de modo negativo a los bienes, pero también puede beneficiarles, en tanto y en cuanto su uso
debe pasar por unas fases previas de investigación y protección.
Puesto que uno de los objetivos del proyecto es poner en valor
el patrimonio material e inmaterial asociado a la familia Betancourt,
constatar que la sociedad aprecia y conoce ese legado es prioritario
para nosotros.
Las acciones didácticas a llevar a cabo atienden a la conceptualización del patrimonio cultural en torno a la familia. Pero además, el
patrimonio, o lo que es lo mismo, la memoria de las poblaciones, debe
ser accesible para toda la población y es un derecho. A través de la educación patrimonial se pueden desarrollar bases sólidas y enriquecer el
desarrollo de identidades individuales y colectivas en la isla de Tenerife,
en general, y en particular en la ciudad de La Orotava [estudio III].
Las acciones didácticas en este proyecto están orientadas, por tanto, a proteger y conservar el patrimonio de los Betancourt por medio
48
de la educación patrimonial. Con los indicadores registrados y comentados de los cuestionarios aplicados en los talleres, el siguiente paso
sería comprobar y contrastar el impacto de las acciones de educación,
experimentando in situ, observando y complementando lo transmitido en aquellos lugares físicos, allí donde aún es visible la huella del
legado de la familia.
Para ello, se propone utilizar la ruta que se plantea en uno de los
capítulos de este libro. De esta manera, se quiere dar continuidad
temporal al proyecto para obtener más indicadores que ayuden a identificar la eficacia de estas estrategias educativas y la metodología que
se desarrolla en este proyecto en torno al patrimonio.
Algunas de las directrices planteadas, durante y para corroborar,
son aquellas relacionadas con las estrategias que ayuden a comprender y valorar el patrimonio de la familia Betancourt, el respeto y
conocimiento del mismo, y los recursos de difusión más adecuados
para seguir indagando en la educación del patrimonio.
La educación en un ámbito informal, como la implementación de
una ruta, ayudará a comprender y analizar este ámbito; mejorar las
herramientas didácticas y generar sinergias entre los prestadores de
los servicios de ocio y turismo [en nuestro caso sería la empresa de las
rutas], y los contenidos educativos más formales.
En este producto cultural se quiere comprobar, además, cuáles han
sido las destrezas y sensibilidades que hayamos podido despertar con
nuestra experiencia, así como el conocimiento e interés por las vocaciones científicas. Queremos que con la implementación de la ruta
con el alumnado que recibió los talleres, podamos trabajar además, la
conciencia en la gestión del patrimonio y que sean conscientes de la
importancia de un proceso ordenado donde la investigación es fundamental, a la hora de crear un producto cultural accesible para todas
las personas.
Por ese motivo, la ruta, como producto cultural, servirá de canal
para ello, de entorno de educación patrimonial informal. Aspiramos
a obtener resultados que puedan ser reconocidos y valorados por los
agentes con responsabilidades en la tutela del patrimonio, y generar
conciencias de protección y conservación, de ayudar a equilibrar su
gestión y mercantilización.
49
estudio iii
ensAyo soBre Los recursos pAtrimoniALes y turÍsticos de LA
fAmiLiA BetAncourt
Elena María Pérez González
universidAd europeA de cAnAriAs
«Sólo podremos usar el pasado con éxito si nos damos cuenta de
que heredar también es transformar. Lo que nuestros predecesores
nos han dejado merece respeto, pero un patrimonio que tan solo
se conserva, se convierte en una carga insoportable, […] su sitio
no está solo allá atrás, en un país separado y extraño, sino que
está asimilado en nosotros mismos y resucita en un presente en
constante cambio»1.
E
l patrimonio cultural ha adquirido una notable función social
en las últimas décadas. En la actualidad, los bienes culturales se
perciben como parte de la identidad de un pueblo o una comunidad,
perduran a lo largo del tiempo y pueden ser mostrados para su reconocimiento, valoración y disfrute por todas las personas.
La creación y puesta en marcha de proyectos, centros e instituciones, tanto públicas como privadas, que se encargan de la difusión de
los bienes culturales, no han dejado de crecer en los últimos años. La
configuración de nuestros paisajes, la creación de normas o la forma
en la que incorporamos o aislamos el patrimonio cultural —y el natural— en el diseño de nuestras ciudades, en nuestra cotidianeidad, son
pruebas de todo ello. Pero el valor de nuestras expresiones culturales,
tangibles e intangibles, no siempre es inherente a ellas y no siempre es
visible para todas las personas. Lowenthal afirmó que la relación que
mantenemos con nuestro pasado no es lo suficientemente íntima que
debiera ser y ello nos ha impedido trabajar con los bienes culturales
1
Lowenthal [1998]: 573.
51
con creatividad. Los admiramos y queremos mantenerlos, pero no inspiran nuestros actos y trabajos2.
El ocio y el turismo han supuesto una oportunidad para utilizar
nuestro patrimonio cultural e imaginar cómo puede ser mostrado a
todas aquellas personas que quieren conocerlo. El deseo de vivir experiencias ha generado multitud de productos y las ciudades, destinos
turísticos o no, han empezado a transformar su vida cotidiana para
ofrecerla a turistas o a ciudadanos provisionales3. Como consecuencia,
los inconvenientes y tensiones entre el uso turístico de nuestro patrimonio cultural y su conservación, se debaten en múltiples y diversos
foros, en los que se analizan y se estudian fórmulas para generar estrategias de gestión más efectivas para la preservación de la cultura y
del patrimonio cultural.
En el año 2012, durante la Conferencia Mundial sobre Turismo y
Cultura de la OMT y la UNESCO, se debatió sobre las relaciones entre
lo cultural y el turismo. Este maridaje ha demostrado «su capacidad
de incrementar la competitividad, crear oportunidades de empleo, frenar el éxodo rural, generar ingresos para invertir en conservación y
cultivar un sentimiento de orgullo y autoestima entre las comunidades
receptora»4. No obstante, fue unánime la idea de que era fundamental
aplicar una gestión sostenible que involucre la participación activa de
las comunidades receptoras, de los visitantes y de los sectores públicos y privados.
En este sentido, la Declaración de Hangzhou que surgió del Congreso
Internacional sobre la cultura: clave para el desarrollo sostenible, invitó a
trabajar para que se tuvieran en consideración las siguientes acciones:
«integrar la cultura en todos los programas y políticas de desarrollo
[…], movilizar la cultura y el entendimiento mutuo para fomentar la
paz y la reconciliación […], así como garantizar unos derechos culturales para todos, a fin de promover el desarrollo social incluyente»5.
A pesar de este marco conceptual internacional, el Plan Estratégico
Promocional de las Islas Canarias 2012-20166, si bien consideró que la
cultura sería un elemento diferenciador dentro de la oferta turística
existente, las instituciones canarias han sido poco ágiles al tener en
cuenta los bienes culturales dentro de las actividades de ocio y turismo, y son pocos los productos basados en la cultura y el patrimonio
cultural disponibles en la actualidad.
Lo cierto es que a lo largo de la geografía de las Islas Canarias existe una importante presencia de recursos culturales y patrimoniales
que los municipios están promocionando y, en consecuencia, generando una diversificación en la oferta de las actividades de ocio y turismo
de nuestro archipiélago. Estos destinos locales están creando una base
fundamental para la planificación turística, en la que la población local
se está incorporando a su diseño e implementación. Este es el caso de
la Villa de La Orotava.
En los últimos años, algunas páginas de turismo oficiales ofertan
recorridos culturales asociados a numerosos enclaves del municipio.
El turista que visita La Orotava lo hace, sin lugar a dudas, por un interés cultural y patrimonial [al que se añaden otros tipos de intereses
como el gastronómico, por ejemplo]. Esta tendencia se está manifestando con el auge de actividades como las rutas urbanas7—o itinerarios
culturales—, y con la promoción de sus principales museos, del patrimonio arquitectónico y artístico protegido y de sus festividades.
Con este escenario de partida, el proyecto de investigación Los hermanos José y Agustín de Betancourt. Recuperación de su obra gráfica en
los inicios de la época contemporánea. Aliciente académico, patrimonial
y turístico [2016/UEM21], ha permitido que reflexionemos sobre el valor como recurso patrimonial, de ocio y de turismo, de la huella de la
familia Betancourt en el municipio y, sobre todo, profundizar en una
Promotur [2016].
La ruta de los molinos se oferta en la web del Ayuntamiento y consiste en un recorrido por los
diez de los doce molinos que existieron en este municipio. Tal y como se indica en la propia web,
«los molinos de gofio, establecidos desde el siglo XVI por las grandes familias terratenientes,
constituyeron una de las señas de identidad más representativas de La Orotava. Gran parte de los
molinos que hoy se conservan presentan arquería de mampostería, ya que a partir de finales de
XVIII y durante el siglo XIX se comenzó a reemplazar la madera por este material». http://www.
laorotava.es/ [consulta: octubre 2017].
6
7
Lowenthal [1998]: 19.
Richards [2017].
4
OMT [2015].
5
ICOMOS [2013].
2
3
52
53
cuestión interesantísima al plantearnos cómo afrontar la viabilidad, o
no, a la hora de considerar este legado en la oferta de ocio y turismo
del municipio. Se trata de recuperar un pasado formado por numerosos bienes materiales e inmateriales y convertirlo en un escenario
actual y vivo por medio de la interpretación patrimonial; ¿para qué?,
para estrechar la relación y el grado de intimidad entre la población
actual y el pasado de la familia de Betancourt. El pasado de la propia
población de La Orotava.
Durante años, la investigación sobre la familia Betancourt ha puesto
de manifiesto la diversidad de evidencias que existen y su importancia
para la historia, el arte y la ciencia de la isla de Tenerife de los siglos
XVIII y XIX. La familia Betancourt se desenvolvió en un contexto internacional de viajes y conocimiento que acabó envolviendo a varios
de los miembros de esta familia: Agustín de Betancourt [1758-1824]8, el
miembro más conocido de esta familia tinerfeña, su hermano José de
Betancourt [1757-1816] y su hermana María de Betancourt [1758-1824].
Si bien la figura de Agustín es la más reconocida9, lo cierto es
que las actividades de sus hermanos José y María del Carmen fueron
muy representativas para la historia científica y artística de la isla de
Tenerife, siendo la huella de ambos más reconocible en la Villa de La
Orotava que la del propio Agustín10. No obstante, el legado inmaterial
que los tres nos han dejado para comprender el mundo del conocimiento en esa época de la isla, para conocer la vida cultural, social y
económica del siglo XVIII y principios del siglo XIX es, sin lugar a dudas, el patrimonio más importante.
En efecto, María de Betancourt, según recoge la historiadora
Perdomo Reyes, a partir del legado documental de Juan Cullen sobre
Tal y como se recoge en la Real Sociedad de Amigos del País de Tenerife: «Ingeniero de excepcionales cualidades y prestigio europeo. Desempeñó los cargos de inspector general de Puertos y
Caminos y de director de la Escuela de Caminos. Creó, asimismo el Real Gabinete de Máquinas del
Palacio del BuenRetiro, del que fue primer director. Intendente del Rey Carlos IV. Residió en Francia
e Inglaterra, dedicado a los estudios de ingeniería, y fue miembro correspondiente de la Academia
de Ciencias de París; trasladándose más tarde a Rusia, de cuya Corte fue uno de los personajes más
prestigiosos e influyentes. Turístico y de honor de la Asociación Española de Carreteras. Socio de
honor, en agradecimiento a los valiosos servicios prestados en favor y mejora de las Obras Públicas
de esta provincia y a esta Real Institución». http://www.rseapt.es/es/[consulta: octubre 2017].
9
La historiografía actual sobre este personaje está en torno a los trescientos títulos. Cfr.
Gouzévitch [2008].
10
Cfr. Rodríguez Mesa [1988].
8
54
la familia Betancourt «María del Carmen de Bethencourt y Molina
[1758-1824], vive en la casa familiar, implicada directamente en los
problemas que generaba la industria de las manufacturas sederas y
los intentos de mejorar la calidad y producción de esta práctica. Fue,
sin lugar a dudas, una destacada mujer de la sociedad tinerfeña de
su época. Su contribución con la elaboración de sus recetas de tintes
y su papel de impulsora de la construcción de la máquina epicilíndrica de Agustín de Betancourt, su hermano, el gran ingeniero, sólo
han sido reconocidas en fechas muy recientes. El documento titulado
Método económico para tintes de carmesí fino incluye dos recetas de
tintes para la seda ideadas por María de Bethencourt y enviadas a la
Sociedad Económica en 1779 junto con unas muestras de tejido teñido
siguiendo las indicaciones de la receta. Las cartas y los documentos
depositados en la RSEAPT, dan evidencia de ambas contribuciones»11.
Sin duda, María del Carmen de Betancourt aparece como una de las
pioneras de la investigación científica en las Islas Canarias, un discurso interesantísimo para reivindicar y difundir en la actualidad.
Por su parte, José de Betancourt, además de sus trabajos de ingeniería realizó numerosos proyectos de arquitectura que aún hoy son
evidentes en la isla. Pero, además, la familia hizo acopio de pinturas y
otros bienes que representaron una de las colecciones artísticas más
interesantes de la época y de gran interés histórico y artístico. Prueba
de ello es el inventario documental que se ha realizado como parte del
proyecto de investigación mencionado y que aparece descrito en un
volumen complementario a esta publicación. Por todo ello, la vida, la
formación y la actividad profesional de estos personajes históricos,
Agustín, José y María del Carmen, son un interesantísimo bien inmaterial que debe ser explorado para su difusión. Los lugares donde se
desarrolló su infancia y su faceta profesional son un fabuloso legado
de los modos de vida en Tenerife durante la segunda mitad del siglo
XVIII y principios del siglo XIX12.
Perdomo [2012].
Paisaje protegido de la Rambla de Castro [Los Realejos]. Hacienda de la familia Betancourt y
Castro. Fortín de San Fernando [Agustín de Betancourt, 1808]. Se incluyen diversos tipos de patrimonio cultural y natural. Escultura de Agustín de Betancourt [Puerto de La Cruz]. Año 2008.
Real Sociedad Económica de Amigos [San Cristóbal de La Laguna]. Fondos de diversa naturaleza
de los miembros de la familia Betancourt: José, María y Agustín. Bienes muebles. Nuestra Señora
de la Peña de Francia [Puerto de La Cruz]. Lugar del bautizo de José de Betancourt. Casa natal.
11
12
55
La familia Betancourt ha sido reivindicada tradicionalmente en
sectores académicos y científicos, quedando relegada al resto del
conjunto de la población. Esta tendencia, no obstante, se ha querido
cambiar con las acciones como las llevadas a cabo por la Fundación
Canaria Orotava de la Historia de la Ciencia. Así, en 2010 se inició el
proyecto denominado Proyecto digital Agustín de Betancourt. Centrado
en la figura de Agustín, esta iniciativa tuvo como objetivo recuperar,
digitalizar y hacer accesible vía Internet toda la documentación del
ingeniero que se conserva en forma de manuscritos, dibujos, planos,
informes o cartas [estudio VI]. Más recientemente, la misma fundación ha implementado unas rutas basadas en la historia y ciencia
desarrollada en la localidad bajo los títulos de La Orotava y las expediciones científicas de los siglos XVIII y XIX y La Orotava y los latidos del
agua13. Se han realizado en colaboración con la Oficina Municipal de
Información Turística del municipio y están financiadas por diversos
organismos públicos.
Estas acciones, junto a otras que ya realiza la misma fundación
son fortalezas para nuestra reflexión, pues esta institución también
ha realizado numerosas actividades de didáctica para alumnado de
bachillerato y ambas iniciativas, de difusión y pedagógicas, sin duda
deberían repercutir en un reconocimiento y estimación por el pasado,
por nuestra historia.
A pesar de todo ello, lo cierto es que existe poco conocimiento en
torno a la figura de la familia Betancourt, al margen del personaje
más divulgado, Agustín de Betancourt, lo que nos llevó a insistir en
la creación de acciones pedagógicas14 y de difusión dentro de nuestro proyecto de investigación, por medio del diseño de un producto
cultural orientado, en principio, a la población local y alumnado de
bachillerato. Educar para patrimonializar, por medio del ocio cultural,
es una acción que permite ayudar a comprender y asimilar la realidad
y su devenir de todo lo que nos rodea. Fontal explica que todo aquello
que tenga que ser conservado y valorado como patrimonio necesita
de las técnicas de la educación pues ello permitirá un mejor acceso al
Actual Hotel Monopol [Puerto de La Cruz].
http://www.fundacionorotava.org/ [consulta: septiembre de 2017].
14
Dentro de nuestro proyecto de se plantearon talleres de didáctica como parte de los objetivos
específicos, descritos en otro capítulo de este volumen. Véanse estudios I y II.
patrimonio, de modo colectivo que, en esencia, es lo que significa ser
patrimonio15. Por todo lo expuesto, durante el desarrollo de nuestro
proyecto se ha planteado una ruta cultural basada en los recursos visibles e invisibles de la familia Betancourt.
rutA en LA orotAvA
Las rutas culturales permiten aunar una misma temática en base a
recursos de naturaleza diferente. En nuestro caso, nos interesaba destacar la inmaterialidad del patrimonio que se quería poner en valor.
Identificar y determinar el valor de los bienes y patrimonios asociados
a la familia Betancourt es una tarea no exenta de complejidad, toda vez
que la valoración es una acción subjetiva y hay que tener en cuenta
aspectos que van desde los valores más científicos, hasta los valores
añadidos a lo largo del tiempo, así como los de uso y gestión actuales.
Todos y cada uno de los bienes asociados a esta familia son, además de
numerosos, de naturaleza muy diversa, así como su titularidad y ubicación, pues se encuentran localizados en diferentes municipios de la isla;
sin contar con la presencia de la figura de Agustín de Betancourt fuera
del Archipiélago. Por ello, y para alcanzar nuestros objetivos, a modo de
estudio exploratorio, nos decidimos por incluir solo las evidencias tangibles e identificables en el territorio del centro histórico de La Orotava.
En efecto, los testimonios de la familia Betancourt en el municipio de La Orotava están representados por elementos inmuebles,
principalmente, bienes muebles como su obra gráfica e inmateriales
asociados a la vida de la familia. En esta primera aproximación enumeramos los recursos potenciales y las características que los vinculan
a la historia de la familia, al margen del importantísimo y reconocido
legado de Agustín de Betancourt, el más conocido miembro de la familia por el impacto de su actividad —y el más reivindicado— fuera de
la isla de Tenerife.
En este sentido podemos encontrar numerosas evidencias actuales
que hacen referencia a la persona de Agustín, como en los nombres
de calles, placas, esculturas o premios. No obstante, y a pesar del valor
13
56
15
Fontal Merillas [2003].
57
patrimonial reconocido de este personaje nos centramos en identificar
un discurso basado en aquellas evidencias intangibles que muestran otros vínculos históricos, artísticos y científicos en el proceso de
construcción social de la isla, como son el movimiento ilustrado y las
expresiones artísticas expresadas en ese momento histórico.
De este modo, nuestro recorrido identificado abarca, en apenas un
kilómetro de superficie, seis inmuebles y un solar abandonado [fig. 1],
capaces de revelar y arrojar luz sobre uno de los episodios históricos
más interesantes en la isla de Tenerife16. Dado el alto desnivel del municipio, la ruta se plantea, además, desde la cota más alta, hasta la más
baja, en un descenso que permite interpretar, no solo las características del municipio y su evolución, sino también, cómo fue la vida de los
hermanos Betancourt en ella y qué significan las huellas de sus trabajos en la Villa, así como su importancia y valor científico e impactos
que tuvieron para el devenir de la historia en Canarias.
Punto 1: Iglesia de San Juan [La Orotava]. C/ San Juan, s/n. Este inmueble se enmarca entre los
siglos XVII y XVIII. El tabernáculo fue diseñado por José de Betancourt en 1783. Su traza o diseño fuerestaurado recientemente [ver estudio XI] y es conservado en la propia iglesia. En su interior
se encuentra la Virgen de Gloria, escultura de José Luján Pérez [1756-1815] que la tradición señala
que fue realizada en la propia casa de los Betancourt.
Punto 2: Iglesia de San Francisco [La Orotava]. C/San Francisco, 21. Originaria del siglo XVI, ha
sufrido diversas remodelaciones hasta el siglo XIX. La tumba de José Betancourt se encuentra en
este templo conventual, pues allí fue sepultado en 1816. Falleció a los 59 años de edad.
Punto 3: Iglesia de Santo Domingo [La Orotava]. C/Tomás Zerolo. José de Betancourt diseñó su
tabernáculo en 1811, del cual solo quedan algunas evidencias [fig. 3].
Punto 4: Museo Iberoamericano [La Orotava]. C/Tomás Zerolo, 34. Antiguo Convento de San
Benito. Convento donde se formaron Agustín y José de Betancourt
Punto 5: Iglesia de La Concepción [La Orotava]. El tabernáculo fue inspirado en los diseños de
José de Betancourt.
Punto 6: Elementos arquitectónicos C/Carrera [La Orotava]. Diseño de las fachadas de las casas
son de José de Betancourt. Casa Benítez de Lugo Viña [fig. 2].
Punto 7: Solar. C/Tomás Zerolo. Ubicación de la casa principal de la familia Betancourt. Esta
antigua vivienda desapareció a raíz de un incendio producido a finales del siglo XIX. Los
historiadores han interpretado que aquí debieron realizarse muchas tertulias y gran parte de
los contactos con los artistas y personajes más ilustres de la época e incluso llegaron a ubicarse
algunas de las obras pictóricas más importantes de las Islas Canarias. Se encuentra ubicada
junto al actual Museo de Artesanía Iberoamericana, el cual fue el centro conventual donde se
formaron en primer lugar los hermanos Betancourt. Los vínculos de la familia con la religiosidad
del municipio son muy evidentes en las obras que encargaron a importantes escultores como
Fernando Estévez. En efecto, la familia ocupó un papel importantísimo en el desarrollo de la
Ilustración en Tenerife, la relación con escultores y pintores de renombre internacional, o el
significado e impronta en la arquitectura, escultura y ciencia de las Islas Canarias, así como su
proyección en el ámbito internacional, lo demuestran. Figuras como el marqués de Villanueva
del Prado, fundador del Jardín Botánico [antiguo jardín de aclimatación de La Orotava], Tomás
de Iriarte o José Luján Pérez, entre otros, formaron parte del quehacer cotidiano de la familia.
16
58
Fig. 1. Propuesta de recorrido para ruta en La Orotava. Elaboración propia a
partir de google maps
La propuesta incluye elementos con categorías de protección, de
propiedad privada y pública, y algunos pertenecientes a la Iglesia
[figs. 2-3]. En general, los conjuntos de bienes asociados a la familia
no poseen un nivel de adecuación para la visita in situ, como resultado de una carencia de interpretación patrimonial basada en la familia
Betancourt. La limitación para ello no se encuentra en su accesibilidad
espacial o temporal, por ejemplo. Se centra en la ausencia de accesibilidad cultural, de una ruptura con el conocimiento y divulgación del
significado histórico de la familia Betancourt, que solo ha sido interpretado, hasta el momento, a partir de la figura de Agustín. Transmitir
y educar en todos y cada uno de los valores de toda la familia es fundamental en nuestra concepción de la ruta.
Al margen de la dispersión municipal o de la complejidad al acceso
cultural de algunos de los bienes asociados a la familia Betancourt, la
proyección principal que destacamos es el patrimonio inmaterial existente en torno a todos ellos, tal y como hemos expresado anteriormente.
59
la UNESCO su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial. La dimensión cultural de este municipio, su salvaguarda, debería ser, por tanto,
incluida en toda la política cultural y turística municipal, así como
en sus programas de sostenibilidad ambiental. El impacto de nuestro
uso en el territorio, en nuestros inmuebles o incluso en su «no uso»,
nos ha distanciado de nuestro pasado; cómo podemos reintegrarlo
en nuestra vida cotidiana—y no solo en la de los eruditos— debería
ser una prioridad para toda la sociedad y esa circunstancia podría revertirse promoviendo acciones como la ruta pensada. Volver a hacer
visible lo invisible.
Fig. 2. Arquitectura residencial. Calle de la Carrera, La Orotava
Fig. 3. Iglesia y exconvento de San Benito, La Orotava
Los activos patrimoniales pueden y deben ponerse en valor, coordinando diferentes agentes que propicien la articulación de iniciativas
y acciones, en armonía con la estructura urbanística del municipio, de
sus usos y funciones. Reflexionar sobre ello brinda una oportunidad
de mejorar la calidad del ambiente urbano del municipio, desde una
mirada inclusiva de todos los miembros de la familia Betancourt y de
los actores de la población actual. Preservando estos bienes con su dinamización se podría, además, mejorar el rendimiento económico y
aumentar la competitividad del municipio respecto a otros de la isla
con una oferta de ocio y educativa.
La Orotava cuenta con un rico y diverso patrimonio cultural que
ha motivado que se esté trabajando en el expediente para solicitar a
60
La Villa de La Orotava es un municipio cuya historia queda relacionada con el fabuloso patrimonio artístico y arquitectónico, los jardines
y las tradiciones que han configurado su trazado urbanístico. Estos
atractivos, aunque de diversas tipologías, tienen su máximo exponente
en la figura de protección aplicada como Conjunto Histórico-Artístico,
desde 1976, y en el hecho de que gran parte del Parque Nacional del
Teide ocupe un alto porcentaje de la superficie en este municipio, en
el que, además, existen numerosos yacimientos arqueológicos y bienes etnográficos. Esta diversidad sin duda confiere a La Orotava una
posición privilegiada para generar productos de ocio y de turismo cultural. La propuesta de una ruta basada en la familia Betancourt no es
inocente; supone una pieza esencial para la puesta en valor de uso social y económico de un patrimonio directamente relacionado con la
historia de Tenerife.
Potenciar el sentido de identidad a la vez que la autoestima de las
poblaciones es, sin duda, un camino a explorar para reactivar el interés de los habitantes por su cultura y patrimonio17. La inmaterialidad
de la familia Betancourt, a través de su materialidad, podría volver
a conectar La Orotava con su pasado, lo que permitiría ser menos
conservacionistas y más flexibles con la gestión de su patrimonio, poniéndolo al servicio y uso de la ciudadanía. El pasado nos sustenta
y nos permite avanzar, porque, tal y como afirmó Lowenthal, «solo
podemos usar el pasado con éxito si nos damos cuenta que heredar
también es transformar»18.
17
18
Orduna/Urpí [2010]
Lowenthal [1998]: 573.
61
estudio iv
Acciones formAtivAs deL proyecto de investigAción y
metodoLogÍA ABp.
un ejempLo de ApLicAción prácticA en eL AuLA
José Leoncio González Martín
María Mercedes Sánchez de Armas
universidAd europeA de cAnAriAs
L
a llegada, con el inicio del nuevo siglo, del tan esperado Espacio
Europeo de Educación Superior [EEES] no sólo se tradujo como
una situación de cambio radical en todo el concepto cultural de
Educación Superior. Las siglas EEES, antes conocidas e identificadas
con el genérico Plan Bolonia1, comenzaban a formar parte de la realidad académica diaria. Sin embargo, las reticencias no se hicieron
esperar, y el rechazo se manifestó, en la mayor parte de ocasiones,
como una resistencia a ese cambio2 que proponía determinadas adaptaciones en pro de homogeneizar las propuestas de las universidades3.
Estas transformaciones, leídas en los presupuestos de aquella iniciativa, nacida en la ciudad de Bolonia en 1999, casi 18 años después
resultan familiares en el entorno de la Educación Superior: homogeneizar los títulos ofrecidos en las universidades europeas, coincidir
en el sistema de créditos, renovar y promover la educación superior a
través de metodologías comparables y la promoción de la movilidad
de los estudiantes en dicho espacio. Algunos años más tarde de ese
inicio, la propuesta de mínimos empezó a mejorarse y complicarse en
aspectos como mejorar el aprendizaje continuo, la solicitud a las universidades a participar en esos proyectos de unificación, la puesta en
marcha del seguimiento de la «calidad» en los procesos, etcétera; y así
se fue conduciendo a la verdadera propuesta: conseguir una renovación completa de la Educación Superior en el ámbito europeo. Dicha
Bustillo [2015].
Sampedro [2014]; Pascual [2010]; Hernández [2009].
3
Benito/Cruz [2007].
1
2
63
aspiración vendría dada no sólo por esos presupuestos teóricos, sino
por la aplicación real de un cambio establecido quizás en el alma de
este proceso: la formación en competencias.
Parecería también el título de una obra teatral, pero esta afirmación
sólo indica que el EEES abría la puerta a una nueva forma de enseñar-aprender que se basaba en treinta competencias básicas, en treinta
formas de asimilar los conocimientos, entre las cuales quedaban atrás
aquellas de «atención y repetición» como vías exclusivas para asimilar los conocimientos. Es a partir del año 2010 cuando este cambio se
aplica sin solución de continuidad. Por fin en Europa se podía asegurar
que el nuevo paradigma había empezado a funcionar. La revolución
estaba en marcha, y todas las universidades ya hablaban —o lo intentaban— en el mismo idioma4.
Con todo lo que se avecinaba en la nueva Europa de la universidad unificada, el EEES arrastró a las aulas una nueva perspectiva de
trabajo que comenzaba a desterrar metodologías docentes tradicionales. Éstas venían diseñadas e implantadas, casi siempre, en función
de observar la materia susceptible de ser enseñada como el centro
del objetivo didáctico. De esta manera, los contenidos tenían que ser
«enseñados» y el estudiante poco podía hacer más que recibir aquel
caudal de información, la mayoría de veces inmutable, y asimilarlo
para en su momento trasladarlo a las pruebas objetivas de conocimiento que iban dando pasos hacia la obtención del título. El resumen
de estas metodologías tradicionales puede convertirse en una lista de
repeticiones si hiciéramos un análisis cuantitativo de ellas.
Desde los tiempos de la Grecia Antigua, la clase magistral ha sido
el método más usado por la Academia. Muchos son los defensores
de la misma, no en vano cientos de años y egresados universitarios
la usaron. Sin embargo, de acuerdo con este periodo renovador, vemos como la antigua lección magistral adolece de errores graves en
el proceso: el alumno es casi un ser pasivo frente al profesor y los
conocimientos, el docente sólo desarrolla una función, la de «leer»
o «dictar», las fuentes se reducen enormemente a las propuestas por
el dictante, no existe un seguimiento en el aprendizaje y al final solo
se alimenta el ego del profesor, encumbrado en una suerte de comu4
Menéndez Varela [2009]: 5-41.
64
nicación unidireccional e incuestionable5. ¿Significa esta apreciación
que debemos desterrar este método de raíz? La respuesta afirmativa
conduciría al mismo error propuesto. No se puede desterrar ningún
método, sólo que los procesos deben ser mejorados en función de esas
carencias identificadas.
Hay que decir que esas competencias propuestas en inicio por el
proyecto Tuning6 y que alimentaron la consolidación del EEES abrían
las posibilidades a desarrollar nuevas metodologías en las que el estudiante, realmente, fuera el centro del proceso, y que el docente
trabajara continuamente en enseñar a aprender, por encima del solo
hecho de transmitir contenidos. La propuesta podría resumirse en
una frase harto sencilla: el fin último de un estudiante universitario
es que «la adquisición efectiva de las numerosas competencias que
definen cada titulación, requiere que el alumno aprenda haciendo»7.
Es por ello que para motivar este proceso se deben dar ciertas peculiaridades en los procesos en los que irremediablemente el alumno
debe ser protagonista. Los docentes de este nuevo espacio que las propias universidades han querido compartir, «no han de limitarse sólo a
transmitir conocimientos, sino que han de organizar las tareas, seminarios, evaluaciones continuas y exámenes con el fin de fomentar en
el estudiante la adquisición de conocimientos, capacidades y destrezas
que le permitan responder adecuadamente a las futuras demandas de
su desempeño profesional y progresar humana y académicamente»8.
Ahora bien, sería hasta una reducción al absurdo proponer tamaño cambio en las realidades universitarias y abogar por la sustitución
de aquel método clásico por un método nuevo que se basara sólo en
las mismas mecánicas y herramientas. De esta forma sólo estaríamos
volviendo al punto de origen, diferente sí, pero viciado desde su nacimiento. Ya lo apuntábamos más arriba: no se trata de eliminar, borrar
o desterrar aquello que la cultura académica, superada ya afortunadamente, o no según análisis y puntos de vista9 ha repetido durante
siglos, sino usar las partes válidas, que por supuesto son muchas, e
Rodríguez Sánchez [2011].
Bravo Salinas [2007].
7
Benito/Cruz [2007].
8
Rodríguez Sánchez [2011]: 83-103.
9
Garicano [2015].
5
6
65
implementar unas nuevas. Las cuales deben ser variadas en función
de muchos factores: la naturaleza de lo que se enseñará, el perfil del
propio alumnado y, por supuesto, las competencias bien identificadas,
que debemos trabajar10.
Es por ello que la Universidad Europea de Canarias ha apostado
claramente desde sus inicios por una formación basada en las competencias. Entre los años 2012 y 2016 se han impartido los primeros
cuatro años en la historia de esta universidad. Durante ese lapso de
tiempo se ha puesto en práctica la implantación real de la metodología
de aprendizaje basado en proyectos en diferentes asignaturas, grados
y cursos de los cinco propuestos hasta ese momento en el catálogo de
formación de la Universidad Europea de Canarias.
«El Aprendizaje Basado en Proyectos [ABP] implica formar
equipos conformados por personas con perfiles diferentes, áreas disciplinares, profesiones, idiomas y culturas que trabajan juntos para
realizar proyectos con el propósito de solucionar problemas reales»,
indica Maldonado11, claves que se han aplicado en la UEC y en sus
proyectos. Estas competencias a desarrollar ya las indicaban otros autores en la primera década de los 200012 e incluso mucho antes13. «Se
concluye que la aplicación de las herramientas de aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje entre iguales es
factible en una variedad de asignaturas, tanto en las sesiones prácticas o de laboratorio como en las sesiones de teoría»14, conclusión que
en su momento se tuvo en cuenta, de modo fundamental a la hora de
combinar asignaturas para diseñar estas actividades.
Por último, apuntar que en todo este proceso ha sido fundamental
reforzar los procesos formativos de los docentes en este campo, procesos que se citan en las propias memorias en las que se reza que la
propia Universidad tiene un «compromiso con la mejora continua» y
la «innovación docente» a través del desarrollo de cinco grandes áreas:
Bayón/Grau/Mateos/Ruiz/ Suárez [2009]: 12.
Maldonado Pérez [2007]: 263-278
12
Zañartu Correa [2003]: 1-12.
13
Bonwell/Eison [1991]: 1-6.
14
García-Almiñana/Amante García [2006].
1] Incorporación de las metodologías activas en la docencia.
2] Desarrollo de competencias en los estudiantes.
3] Métodos alternativos de evaluación de los aprendizajes.
4] Investigación educativa.
5] Aplicación de las TIC para la mejora del aprendizaje.
Este plan se caracteriza por ser «obligatorio, modular, continuo y
dirigido a todo el profesorado de la UEC»15.
un ejempLo práctico pArA eL proyecto de investigAción:
eL ABp de Los hermAnos BetAncourt
Con la excusa que nos brindaba el proyecto de investigación sobre
los hermanos José y Agustín de Betancourt y, concretamente, dentro
del objetivo dedicado a la divulgación de la valía de estos personajes
para Canarias y el ámbito internacional, no podíamos dejar pasar la
oportunidad de realizar un ABP en el seno de la Universidad Europea
de Canarias. Como una de las profesoras vinculadas a esta investigación, Mercedes Sánchez, imparte la asignatura Gestión de eventos y
protocolo empresarial en el tercer curso del grado de Comunicación
Publicitaria, se dio el marco perfecto para infundir un aprendizaje práctico y posibilitar que nuestros estudiantes colaboraran en el
proyecto16.
La propuesta parte de que el resultado último del mismo proyecto
iban a ser dos publicaciones que recogen el producto de varios meses
de trabajo e investigación. El ABP que se planteó a los estudiantes tenía como finalidad la organización de la presentación de ambos libros,
un evento propio de la universidad pero con la pretensión de traspasar sus paredes y que llegara a la sociedad, no sólo de La Orotava,
sino también de Tenerife en general. Con esto conseguimos vincular la Universidad Europea a su entorno con una labor que enriquece
su acervo cultural y, por otro lado, comunicamos los trabajos de in-
10
11
66
UEC [2013a].
Los alumnos participantes fueron Ana Ascanio, Alberto Correa, Carla Crespo, Sonia Febles,
Carlos González, Pablo Guerrero, Sara López, Álvaro López, Ainhoa Marrero, Noelia Melián,
Sara Montesinos, Silvia Picken, Mery San Román, Yesenia Sanfiel y Carlos Solís.
15
16
67
vestigación que se realizan en nuestra institución, logrando mayor
notoriedad y repercusión social.
El ABP se llevó a cabo a lo largo de siete sesiones de trabajo:
Primera sesión. Exposición por parte de Elena Rodríguez-Naveiras,
IP del proyecto, del objetivo divulgativo y su proceso de trabajo hasta
la realización del diseño de unidades didácticas.
Lima. La jornada culminó con las opiniones y valoraciones que todos
ellos ofrecieron a los alumnos a modo de feedback desde su experiencia en este campo. También actuaron como tribunal a la hora de
calificar los resultados de la actividad ABP y su posible aplicación
práctica [fig. 2].
Segunda sesión. Exposiciones de Elena Pérez González sobre la
investigación relacionada con la propuesta de un recurso y producto cultural y turístico, basado en la familia Betancourt; y de Juan
Alejandro Lorenzo Lima acerca de su trabajo en la catalogación, análisis y digitalización de la obra gráfica de los Betancourt [fig. 1].
Con estas dos sesiones se pretendía acercar a los estudiantes a la
figura de los hermanos Betancourt y brindarles toda la información
necesaria para realizar el evento, una base fundamental para comenzar a trabajar.
Fig. 2. Séptima sesión de trabajo. Exposición pública de las propuestas
Para conseguir esos resultados a los alumnos se les entregó la siguiente ficha de trabajo:
ABP Hermanos Betancourt
Tipo de evento: Presentación de las dos publicaciones resultantes
del proyecto de investigación sobre los hermanos Betancourt.
Objetivo de la actividad: Aplicar lo aprendido en la asignatura en la
elaboración de un proyecto a preparar para un cliente real.
Fig. 1. Segunda sesión de trabajo. Primeras explicaciones en el aula
Tercera, cuarta, quinta y sexta sesión. Se dedicaron al trabajo por
grupos en tres propuestas diferentes de presentación de las publicaciones en base a los contenidos de la asignatura.
Séptima sesión. Presentación por parte de los estudiantes de
sus propuestas al cliente, representado por los investigadores Elena
Rodríguez-Naveiras, Elena Pérez González y Juan Alejandro Lorenzo
68
- Desarrollar las últimas tendencias en gestión, desarrollo
y ejecución de eventos empresariales, cuidando la transmisión de mensajes orientados a la consecución de los
objetivos generales del cliente y a la concesión de valor
añadido para la marca.
- Diseño de calendarios, organización, desarrollo y conclusión de los actos.
- Aplicación del protocolo adecuado en este tipo de actos.
69
Las competencias que se trabajan en este ABP son:
CB1: Que los estudiantes hayan demostrado poseer y comprender
conocimientos en un área de estudio que parte de la base de la
educación secundaria general, y se suele encontrar a un nivel
que, si bien se apoya en libros de texto avanzados, incluye también algunos aspectos que implican conocimientos procedentes
de la vanguardia de su campo de estudio.
CB2: Que los estudiantes sepan aplicar sus conocimientos a su
trabajo o vocación de una forma profesional y posean las competencias que suelen demostrarse por medio de la elaboración y
defensa de argumentos y la resolución de problemas dentro de
su área de estudio.
CB4: Que los estudiantes puedan transmitir información, ideas,
problemas y soluciones a un público tanto especializado como
no especializado.
CT1: Responsabilidad: Que el estudiante sea capaz de asumir las
consecuencias de las acciones que realiza y responder de sus
propios actos.
CT4: Habilidades comunicativas: Que el alumno sea capaz de
expresar conceptos e ideas de forma efectiva, incluyendo la capacidad de comunicar por escrito con concisión y claridad, así
como hablar en público de manera eficaz.
CT7: Trabajo en equipo: Que el alumno sea capaz de participar
de una forma activa en la consecución de un objetivo común,
escuchando, respetando y valorando las ideas y propuestas del
resto de miembros de su equipo.
CT9: Planificación: Que el estudiante sea capaz de determinar
eficazmente sus metas y prioridades definiendo las acciones,
plazos y recursos óptimos requeridos para alcanzar tales metas.
CT10: Innovación-Creatividad: Que el estudiante sea capaz de
idear soluciones nuevas y diferentes a problemas que aporten
valor a problemas que se le plantean.
CE8: Capacidad y habilidad para ejercer como profesional que
se encarga de la atención al cliente de la agencia/empresa/
70
organismo, asistiéndole de manera continuada antes, durante
y después de la realización de sus acciones de comunicación,
prestando asesoramiento en temas de comunicación y
marketing, así como en temas relacionados con la creatividad
y la expresión de la comunicación publicitaria, asegurándose su
fidelización a través de su capacidad de relación e interacción
fluida y competente.
CE10: Capacidad y habilidad para hacer planteamientos estratégicos que ofrezcan soluciones de comunicación eficaces en el
largo plazo, con el objetivo de conseguir el desarrollo sostenido
de una marca.
Ficha de trabajo:
1.- Briefing
Público objetivo
Objetivos del evento
Mensaje y toda la información que consideren importante incluir
en el briefing para la elaboración del evento.
2.- Organización del evento
Eje argumental
Planificación del desarrollo del evento
Lugar y fecha de celebración
Número de asistentes
Diseño de la imagen del evento
Logística [parte técnica]
Comunicación [pre, durante y post evento]
Presupuesto: 2.000€
3.- Evaluación del evento
Invitados a tener en cuenta para el protocolo:
Presidente del Gobierno de Canarias [presidente honorífico de la
Fundación Betancourt]
Juan Cullen y familiares
71
Presidente de la Fundación de Agustín de Betancourt
Gerente del Consorcio del Puerto de la Cruz
Alcalde de La Orotava, alcalde del Puerto de la Cruz, alcalde de Los
Realejos
Mesa presidencial: Rectora de la Universidad Europea, Cristiana
Oliveira, Elena Rodríguez [investigadora principal], Elena Pérez
González y Juan Alejandro Lorenzo Lima.
Se presentaron tres proyectos completamente diferentes, pero todos los equipos de trabajo cumplieron los objetivos planteados en la
actividad. Resolvieron de forma profesional el problema y lo expusieron al cliente, tal y como corresponde a una situación real. Para los
alumnos fue una experiencia enriquecedora por la posibilidad de enfrentarse a las dificultades que conllevan este tipo de trabajos.
estudio v
crónicA deL Archivo histórico BetAncourt y cAstro
Juan Cullen Salazar
fundAción cuLturAL cAnAriA de ingenierÍA y ArquitecturA BetAncourt y moLinA
E
l fondo documental de la familia Betancourt se hallaba depositado en la casa solariega de los Betancourt y Castro situada en La
Orotava, en la calle del Agua [hoy Tomás Zerolo], junto a la iglesia de
Santo Domingo, la cual sufrió un pavoroso incendio a finales del siglo
XIX que la destruyó totalmente1. Al igual que gran parte de los cuadros de destacados pintores que la decoraban, dicho fondo fue salvado
de las llamas y se trasladó más adelante a un edificio de dos plantas
sito en la misma población, en la calle Rodapalla número 2, que fue
propiedad de Fernando Salazar Bethencourt. A principios de 1960, con
motivo de destinarse dicho inmueble a vivienda, el fondo sería reubicado en las cocheras de la familia situadas al otro lado de la calle, en
los números 1 y 3.
Allí estuvo en precarias condiciones hasta 1974 en que nuevamente se trasladó, esta vez a la casa de la calle Inocencio García número 1,
actual sede de la Universidad Europea de Canarias, y cuya titularidad
era de Juan Antonio y Pilar Salazar Méndez. Tres años más tarde, en
1977, la familia Salazar Méndez acordó confiar el depósito y la conservación de dicho archivo a Juan Cullen Salazar, quien lo reubicó en
su domicilio de la calle Hermano Apolinar donde se encuentra hoy en
día. Sorprendentemente, la documentación se encontró en aceptable
estado de conservación, aunque carecía de ordenación. En ese tiempo
los documentos estaban dispersos y sin clasificación alguna, heredando un desorden que motivó tanto cambio de emplazamiento durante
las últimas décadas [fig. 1].
1
72
Cfr. Rodríguez Mesa [1988].
73
Castro y García, y cuadernos escolares de 1856, cuya catalogación y
descripción como tal no se ha producido aún.
Fig. 1. Archivo Herederos de Betancourt, La Orotava
El fondo Betancourt lo integran documentos fechados a partir del
11 de octubre de 1535, fecha en que se instituyó como tal el mayorazgo de Castro2, e incluye documentos generados hasta el matrimonio
de Fernando Salazar y Bethencourt y Magdalena Méndez de Lugo, que
tuvo lugar en La Orotava el 23 de agosto de 19113. Posteriormente
se incorporaron al fondo documentos que atañen al matrimonio de
los citados Fernando y Magdalena y tienen un interés notable, ya que
dicho miembro de la familia fue el último descendiente que llevó el
apellido Betancourt o Bethencourt.
Los documentos del archivo se enumeran a partir del legajo o signatura número 9001 y abarca hasta el 9980, siendo dicha referencia el
último registro incorporado. Sin embargo, además de los documentos
clasificados con ese criterio numérico, existen varias cajas y archivadores con libros de cuentas de la familia Castro, encuadernados en
pergamino y datados en 1663, 1725 y 1791. A ellos se unen documentos contables que guardan relación con Jose de Betancourt-Castro y
Lugo, otros sobre censos desarrollados en la isla de La Palma, puntillas
y recetas de cocina, registros contables de las señoritas de Betancourt-
2
AHBC: Sign. 9101. Escritura otorgada por Rodrigo Jussar de Castro ante el fedatario de La
Orotava Ruiz García de Estrada, 11/10/1535.
3
AHBC: Sign. 9748. Certificación del párroco de Nuestra Señora de la Concepción de La Orotava,
Inocencio García Feo, con la firma del cura ecónomo [22/10/1912].
74
Antes de su actual clasificación, y por tanto en condiciones difíciles para la consulta y la investigación, el fondo fue conocido
por autores de prestigio como Sebastián Padrón Acosta, Alejandro
Cionarescu o Antonio Rumeu de Armas, quienes, entre otros, utilizaron algunos documentos del archivo familiar para fundamentar
sus monografías y primeros estudios sobre el ingeniero Agustín de
Betancourt y Molina4. Más tarde, en 1988, Manuel Rodríguez Mesa
preparaba una excelente obra titulada Un canario al servicio de Carlos
III: Jose de Betancourt y Castro, para la cual utilizó documentación inédita procedente del fondo familiar5.
En 2008 tuve el placer de publicar el libro La familia de Agustín
de Betancourt y Molina. Correspondencia íntima, que contó con prólogo de Antonio Béthencourt Massieu y el patrocinio de la Consejería
de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de
Canarias. En este volumen quise dar a conocer parte de la correspondencia de José y Agustín de Betancourt y Molina que hasta entonces
era desconocida para muchos estudiosos del célebre ingeniero y de su
hermano primogénito, además de colaborar en las jornadas organizadas con ocasión del 250 aniversario del nacimiento de Agustín de
Betancourt y Molina en el Puerto de la Cruz6 [fig. 2].
La aparición de este libro sobre la correspondencia familiar contribuyó a revalorizar el fondo Betancourt, ya que desde entonces se
han sucedido acciones muy diversas en torno a él. Además, recientemente ha crecido el interés por los documentos relacionados con
María del Carmen de Betancourt y Molina [1758-1824], hermana de
Agustín y José, por ser hoy una figura en alza dada su labor investigadora en el siglo XVIII, y su condición de mujer entonces injustamente
infravalorada.
En este repaso de iniciativas llevadas a cabo durante los últimos
años debemos hacer constar que la Fundación Canaria Orotava de
Historia de la Ciencia [FUNDORO] escaneó todos los documentos de
Cfr. Padrón Acosta [1958]; Cioranescu [1965]; Rumeu de Armas [1980].
Rodríguez Mesa [1988].
6
Cfr. Cullen Salazar [2008].
4
5
75
la autoría de Agustín de Betancourt y Molina obrantes en el archivo
familiar, publicándolos luego en su portal web para procurarles mayor
divulgación y un conocimiento general del público [estudio VI].
Universidad Politécnica de Paris en 2006 y, entre otros, el doctor Dimitri
Nikolski, catedrático de la misma Universidad Vías de Comunicación
de San Petersburgo en 2004 y 2005. Asimismo, se han acercado a él
alumnos y doctorandos de diversas universidades, embajadores, cónsules, militares, etc.
También son numerosas las autoridades españolas que han frecuentado el archivo, que no citamos para evitar omisiones involuntarias. A
ellas se suman personas a título individual de toda índole y preparación, interesadas en la ingente obra de nuestros paisanos. Destacamos
en ese sentido a arquitectos e ingenieros de las distintas especialidades, cuya presencia ha sido particularmente grata durante las últimas
décadas.
Fig. 2. Monografía sobre la correspondencia familiar, 2008
La primera vez que algunos documentos de este archivo fueron
exhibidos con un criterio moderno fue con ocasión de la exposición
sobre la obra de Agustín de Betancourt y Molina, organizada por el
Ministerio de Fomento [CEDEX-CEHOPU]. Esa muestra pudo verse
en Tenerife a partir de junio de 1996, al quedar instalada en el Centro
de Congresos Parque Taoro del Puerto de la Cruz. Gracias a ella pudo
reunirse documentación valiosísima procedente de España, Francia,
Rusia y Tenerife.
El archivo ha sido visitado en numerosas ocasiones por autoridades académicas rusas, entre las que citamos al rector y al vicerrector
de la Universidad Vías de Comunicación de San Petersburgo en 2017;
los doctores Irina Gouzevich y Dimitri Gouzevich, profesores de la
76
En este somero repaso de actividades vinculadas con nuestro legado
queremos destacar de modo expreso la labor divulgativa de la familia
que realiza la Fundación Cultural Canaria de Ingeniería y Arquitectura
Betancourt y Molina, presidida por Francisco Santos Miñón. A sus
desvelos se debe la creación de la citada fundación, constituida el 21
de noviembre de 2002 ante el notario de Santa Cruz de Tenerife Jose
María Delgado Bello, y de la que forman parte como socios fundadores
además del citado Santos Miñón los colegios oficiales de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, de Ingenieros Industriales de Canarias,
de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Santa Cruz de Tenerife,
de Ingenieros técnicos Industriales, de Ingenieros técnicos de Obras
Publicas, de Ingenieros de Montes y de Arquitectos de Canarias.
Según los estatutos fundacionales, «el objetivo primordial de la
fundación es la realización de actividades culturales, ligadas al estudio
histórico de la arquitectura y la ingeniería en Canarias y las actividades culturales de exposición, investigación, difusión, promoción y
mantenimiento en cualquiera de sus facetas a ella ligadas». Además
de los socios fundadores ya descritos, los estatutos consideran como
miembros honoríficos a Juan Cullen Salazar, descendiente de la familia Betancourt y Molina, y al Excelentísimo Ayuntamiento del Puerto
de la Cruz [Tenerife] por ser el lugar de nacimiento y residencia de la
citada familia [estudio VII].
En los últimos años el doctor Juan Alejandro Lorenzo Lima ha publicado diversos trabajos y monografías basadas en documentos del
77
archivo, centrando su atención en los libros, estampas y dibujos de
la colección Betancourt que dará a conocer de forma conjunta en un
volumen complementario al que nos ocupa. Su trabajo se enmarca en
el proyecto de investigación de la Universidad Europea de Canarias
[2016/UEM 21] y será de gran interés para los estudiosos de los hermanos Betancourt gracias al conocimiento de la biblioteca de José
Betancourt-Castro y Molina, según inventario notarial de 18 de mayo
de 1816 que recoge cerca de 450 títulos7 .
Por último queremos indicar que, según documentos del archivo familiar, el apellido Betancourt se utilizó con esta grafía desde los tiempos
de Juan Verde de Betancourt [1650] y que posteriormente esa variante la emplearon muchos miembros de la familia. Sin embargo, José de
Bethencourt-Castro Lugo [1801-1867], utilizó el apellido Bethencourt
en lugar de Betancourt por una moda afrancesada del mismo, lo que
ha provocado errores en la atribución de la autoría de documentos del
archivo. En esta acepción le siguieron los últimos descendientes de la
familia hasta la desaparición del apellido, lo que aumentó la confusión.
Sobre esta alteración del apellido Alfonso de Betancourt y Jourdain,
único hijo varón de Agustín de Betancourt, le indicaba en 1856 con
una amable cortesía a su primo Jose de Bethencourt: «firmo mi nombre como lo hacía mi padre, pero convengo es más regular escribirlo
como tú, Bethencourt»8.
Grabado de un invento de Agustín de Betancourt dedicado al
Príncipe de la Paz Manuel Godoy, de una máquina para limpiar los
ríos y canales navegables, premiado en 1795 por la Sociedad de Artes
Manufacturas y Comercio de Londres10.
Proyecto de una fábrica de motonería para la isla de León [Cádiz],
obra de José de Betancourt y Castro en 178911.
Dibujo de una cabeza de hombre, presentado al concurso de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, sin fecha y firma,
por haberse cortado el papel, siendo idénticas sus características al dibujo de una cabeza de mujer fechada el 6 de diciembre de 177912.
Dibujo de una cabeza de mujer, para el concurso de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, con fecha de 6 de diciembre de 177913 [fig. 3].
A modo de muestrA
Con la finalidad de dar a conocer algunos documentos existentes
en el fondo documental y su importancia excepcional enumeramos los
siguientes:
Memoire sur un nouveau systeme de navigation interieu, trabajo de
1807 con el que Agustín de Betancourt ingresó en el Instituto Nacional
de Francia, con sede en Paris9.
Inventario de los bienes quedados al fallecimiento del coronel don Jose Betancourt Castro, redactado el 18 de mayo de 1816, por don Domingo Gonzalez Regalado, escribano publico de La
Orotava. AHBC: Sign. 9380, ff. 15-39.
8
Carta de Alfonso de Betancourt y Jourdain de 8 de abril de 1856 a su primo José, desde San
Petersburgo. AHBC: Sign. 9479.
9
AHBC: Sign. 9353.
Fig. 3. Dibujo académico [Agustín de Betancourt, 1779], AHBC
Fig. 4. Retrato de Agustín de Betancourt [Adelina de Betancourt, 1814], AHBC
7
78
AHBC: Sign. 9818.
AHBC: Sign. 1789.
12
AHBC: Sign. 9698.
13
AHBC: Sign. 9697.
10
11
79
Nota manuscrita por el zar Alejandro I en San Petersburgo el 25 de
febrero de 1811 y dirigida a Agustín de Betancourt y Molina14.
estudio vi
Plano de Puente sobre el Rio Neva de San Petersburgo, proyectado
por Agustín de Betancourt en 181115.
Retrato a lápiz de Agustín de Betancourt, dibujado por su hija
Adelina y remitido por carta a su hermano José el 15 de septiembre de
181416 [fig. 4].
proyecto digitAL AgustÍn de BetAncourt.
cronoLogÍA de un proyecto de investigAción y divuLgAción
Alberto Relancio Menéndez
fundAción cAnAriA orotAvA de historiA de LA cienciA
Carta de Agustín de Betancourt a su hermano José con fecha 15 de
septiembre de 1814, en la que narra los sucesos que le obligaron a salir
de España y trasladarse a Rusia17.
Noticias biográficas de D. Agustín de Bethencourt y Molina, escritas
por su sobrino carnal José de Bethencourt y Castro, en 184018.
AHBC: Sign. 9370.
AHBC: Sign. 9815 y 9821.
16
AHBC: Sign. 9368.
17
AHBC: Sign. 9370.
18
AHBC: Sign. 9434.
14
15
80
Años 2002 y 2003
Y
a en los años 2002 y 2003 en la Fundación Canaria Orotava de
Historia de la Ciencia [FUNDORO] comienza un interés creciente
por Agustín de Betancourt como parte indispensable de la historia de
la ciencia en Canarias. El por entonces secretario de FUNDORO José
Luis Prieto Pérez y el coordinador de didáctica y divulgación Miguel
Hernández González, contactaron, a través de Joaquín Fernández Pérez,
con el Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo
[CEHOPU], y en particular con algunos de sus investigadores como
Ignacio González Tascón, con la idea de traer desde Madrid al convento
de Santo Domingo de La Orotava [donde Betancourt estudió], sede del
Museo de Artesanía Iberoamericana, una selección de la exposición
Betancourt. Los inicios de la Ingeniería Moderna en Europa [cuyo
comisario había sido Ignacio González Tascón, y que había sido
organizada por la Escuela Superior de Ingenieros de Caminos de Madrid
y el Colegio de Ingenieros de dicha ciudad, y la Universidad Estatal de
Vías de Comunicación de San Petersburgo], a la que se unirían fondos
de particulares canarios, como los del Archivo Betancourt y Castro,
preservado por el abogado Juan Cullen Salazar [estudio V].
Coincidiendo con la exposición citada, se presentó un libro que editaba por vez primera en español la memoria de Agustín de Betancourt
Un nuevo sistema de navegación interior [que éste había presentado en la
Academia de Francia en su día con la finalidad de mejorar el transporte
fluvial de mercancías y pasajeros] precedido por una Noticias biográficas de don Agustín de Betancourt y Molina por su sobrino carnal José de
81
Betancourt y Castro. Esta obra fue editada por nuestra fundación como
parte de la colección de Materiales de Historia de la Ciencia [dirigida
por Miguel Hernández y que hacía el nº 5], y cuenta con un texto previo de Juan Cullen «Agustín de Betancourt y sus hermanos. Algunos
aspectos de su personalidad», un estudio introductorio de José Luis
Prieto titulado «Agustín de Betancourt y su tiempo», y un estudio más
técnico a cargo del ingeniero de caminos, y especialista en Betancourt,
Fernando Sáenz Ridruejo, con el título «La esclusa de émbolo buzo en
el contexto de la Ingeniería Hidráulica de su tiempo» [fig. 1].
político-administrativos, el proyecto quedó en suspenso, a pesar de
llegar a realizarse un preconvenio de colaboración.
El Proyecto Betancourt pretendía por entonces recuperar la obra del
genial ingeniero canario Agustín de Betancourt y Molina, que estaba
diseminada por varios países extranjeros –Rusia, Francia, Inglaterra—
y diversos lugares de España. El objetivo era digitalizar sus trabajos
manuscritos e impresos, planos y material gráfico, sus maquetas de
máquinas y otros materiales preservados en el archivo familiar.
En la primera mitad del año 2005 el grupo digital de FUNDORO
conseguía, por fin, poner en marcha de nuevo el Proyecto Agustín
de Betancourt que se había paralizado desde 2003, teniendo como
coordinadores a Miguel Hernández González, que estaba a cargo por
entonces de la coordinación de didáctica y divulgación de la fundación, y a Alberto Relancio Menéndez, que coordinaba el grupo digital
de la misma.
Se puso en marcha un proyecto de trabajo para llevar a cabo una
serie de digitalizaciones en Tenerife y en Madrid. En el primer caso, el
de Tenerife, se trataba del archivo familiar ubicado en una casa particular en la Villa de La Orotava, de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País de la ciudad de La Laguna y de la Biblioteca Pública
Municipal de Santa Cruz de Tenerife. En el caso de Madrid, las digitalizaciones se iban a realizar en la Fundación Juanelo Turriano, en
la Calcografía Nacional, en la Biblioteca del Ateneo de Madrid, en
la Biblioteca Nacional y, por último, en la colección privada de don
Antonio Bonet Correa.
Fig. 1. Materiales de Historia de la Ciencia, nº 5. FUNDORO
Desde el año 2003 la Fundación Canaria Orotava de Historia
de la Ciencia tenía previsto realizar un convenio de colaboración con el CEHOPU, integrado en el CEDEX [Centro de Estudios
y Experimentación de Obras Públicas], dependientes del Ministerio
de Fomento, para realizar un proyecto digital denominado Proyecto
Betancourt, al cual se sumaría el Colegio Estatal de Vías de
Comunicación de San Petersburgo, en lo referente a la importante
obra realizada por Agustín de Betancourt en Rusia. Debido a cambios
82
Año 2006
En la primera semana de julio de 2006 Miguel Hernández y Alberto
Relancio se trasladaron a Madrid para tener una entrevista con la
nueva gerente del CEHOPU, perteneciente al CEDEX [Ministerio de
Fomento], para aprovechar sus fondos digitalizados y crear un sitio web sobre la figura del ilustrado canario Agustín de Betancourt.
La propuesta fue bien acogida y meses después se firmaría un convenio de colaboración con nuestra fundación, una vez obtenidos los
permisos de las diferentes instituciones de las que el CEHOPU tiene
83
digitalizados fondos para su uso en Internet, al ser un requisito previo
que ellos propusieron. Se estuvo trabajando por entonces en conseguir
las autorizaciones de dichas instituciones en Madrid, así como en los
contactos con las instituciones en Tenerife que albergaban fondos de
Agustín de Betancourt. Unos meses más tarde se firmaría un contrato
entre ambas entidades.
En el anexo II de dicho contrato se señalaba que en una primera
fase se centraría en la documentación científica [memorias e informes
manuscritos o impresos, planos y material gráfico] y en parte de la
correspondencia familiar de más fácil acceso. De toda esta documentación disponíamos de un listado inicial en el que aparecía el título
de la obra, el número de páginas y el lugar en el que se encontraba
localizada. Durante el primer año se procedería a la digitalización del
material reseñado, así como al proceso de postproducción correspondiente para acabar confeccionando una página web desde la que se
posibilitaría el acceso libre y gratuito a todo el material que se fuera
incorporando.
Año 2007
Tres miembros del grupo digital de FUNDORO se trasladaron
en el mes de abril de 2007 a la capital de España para digitalizar
documentos relativos al proyecto Agustín de Betancourt, trabajando allí durante un periodo de dos semanas. Se estuvo digitalizando
en la Fundación Juanelo Turriano, en el Ateneo de Madrid y en
la Calcografía Nacional, y se tuvo que dejar para otra ocasión el
Archivo Histórico Nacional –que se visitó— y la colección privada
de don Antonio Bonet, que no pudo hacerse por problemas de fechas de última hora. Se digitalizaron varios documentos importantes
como el Ensayo sobre la composición de las máquinas en su versión
inglesa y francesa, memorias, informes y un buen número de planchas con ilustraciones.
Desde estos meses la Fundación Juanelo Turriano de Madrid pasó a
ser integrante efectivo, junto al CEHOPU y la FUNDORO, del proyecto digital Agustín de Betancourt. Asimismo, en junio-julio de 2007 se
solicitaron algunos documentos de importancia a la reprografía de la
84
Biblioteca Nacional. En ese periodo se digitalizaron en La Orotava las
siguientes memorias manuscritas de Agustín de Betancourt:
1. Primera memoria sobre las aguas existentes en las Reales
Minas de Almadén. Ms. 10427.
2. Segunda memoria sobre las máquinas que usan en las
Minas del Almadén… Ms. 10428.
3. Tercera Memoria sobre todas las operaciones que se hacen
dentro del Cerco en que están los hornos de fundición del
Almadén. Ms. 10429.
Y los siguientes documentos:
Archivo Herederos Betancourt y Castro, La Orotava
1. Árbol genealógico ascendente de Agustín de Betancourt y
Molina. 4 páginas.
2. Noticias biográficas de Don Agustín de Bethencourt
y Molina escritas por su sobrino carnal Don José de
Bethencourt y Castro, 1840. 16 páginas.
3. Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure,
présenté a l’Institut national de France, par M. de Betancourt.
60 páginas.
4. Correspondencia. 55 cartas, 197 páginas.
5. Dibujos, grabados, retratos, rectilíneos, instrumentos, elementos arquitectónicos, bustos, etc. 16 archivos.
Biblioteca Pública Municipal de Santa Cruz de Tenerife
Descripción de la Caverna que se halla en la Isla de Tenerife a
una milla hacia el Norte del Lugar de Icod, examinada el 14
de Noviembre de 1776 por D. José y D. Agustín Betencourt y
Castro, Cristóbal Afonso y otros. Total archivos: 15, 13 páginas + 2 planos
85
Fundación Juanelo Turriano
1. Mémoire sur la force expansive de la vapeur de l’eau, lu a
l’Academie Royale des Sciences, par M. de Betancourt. Paris,
chez Laurent, ¿1790? Total archivos: 60, 9 páginas iniciales +
8 páginas «extrait» + 38 páginas texto + 3 tablas + 2 láminas
2. Analytical essay on the construction of machines. Translated
from the French of M. Lanz & Betancourt. London, R.
Ackerman, 1820. Total archivos: 199 16 páginas iniciales +
6 páginas «address & contents» + 164 páginas texto + 13
láminas
3. Essai sur la composition des machines, par M. Lanz et
Betancourt. Programme ducours élémentaire des machines
pour l’an 1808 par M. Hachette. Paris, Imprimerie Impériale,
1808. Total archivos: 157. 13 páginas iniciales + 12 páginas
«programme» + 120 páginas texto + 12 láminas
Total de páginas digitalizadas : 724
Año 2008
En 2008 se cumplió el 250 aniversario del nacimiento de Agustín
de Betancourt y Molina, paradigma de hombre de la Ilustración y
canario universal. Su labor en España y diversos países europeos,
fundamentalmente Rusia, lo hacen merecedor de un lugar privilegiado
en el panteón de hombres de ciencia de Canarias y, en particular,
de unos conocimientos científicos aplicados a la construcción de
máquinas, de edificios, de vías de comunicación y de inventos que de
una u otra forma mejoraron el trabajo e hicieran progresar la vida de
las sociedades para las que éste realizó su labor.
El grupo digital de FUNDORO dedicó gran parte de su labor
durante 2008 a localizar y digitalizar obras de Agustín de Betancourt
en diferentes lugares [Tenerife, Madrid, Paris], a la construcción de una
página web [la única web específica que se ha hecho sobre Betancourt,
que sepamos] y a la divulgación en diferentes foros de este trabajo
que se estaba realizando [San Petersburgo, París, Granada] con la idea
86
de convertir la web y sus materiales en lugar de visita obligada para
cualquier estudioso de la obra del ingeniero canario de cualquier país
del mundo.
Se citan a continuación los principales hitos en este trabajo:
1. Presentación en San Petersburgo, en el marco de un
Congreso Internacional sobre la obra de Agustín de
Betancourt, con ocasión de su 250 aniversario de su nacimiento, del proyecto de elaboración de una página web
sobre el ingeniero canario. Últimos días de enero, primeros
días de febrero.
2. Entre febrero y junio de 2008 se va construyendo la estructura de la página web, a la que fue incorporándose material
ya digitalizado años anteriores.
3. A mediados de junio de 2008 se celebró en París un congreso internacional organizado por la especialista rusa Irina
Gouzevitch, al que asistió un miembro del grupo digital de
FUNDORO, Michael Breen, para presentar la primera versión de la web sobre Betancourt.
4. Uno de los coordinadores del proyecto digital Betancourt,
Miguel Hernández, presentó en julio de 2008 en Almuñécar,
Granada, la página web sobre Betancourt en un curso de
verano titulado En torno a Betancourt. La ingeniería entre la
Ilustración y la Revolución Industrial, dirigido a ingenieros
y especialistas en el ilustrado canario.
5. Firma de un convenio de colaboración entre l’École
Nationale des Ponts et Chaussées de París y FUNDORO
en septiembre de 2008, para digitalizar fondos de la institución francesa.
6. Dos miembros del equipo digital, David Estévez y Michael
Breen, se trasladan a París en septiembre de 2008 para digitalizar documentos de Betancourt en l’École Nationale des
Ponts et Chaussées.
7. Se digitaliza el fondo Allan del Instituto de Estudios
Canarios, integrado principalmente por documentos privados de Agustín de Betancourt.
87
8. Postproducción del material digitalizado en París. Cambios
e incorporaciones a la web: se reestructuró la sección
«materiales de referencia», se construyó la subsección de
maquetas, se rehizo la biografía de Betancourt, etc.
Años 2009 y 2010
En 2009 se consiguió culminar por fin la última fase del proyecto
digital sobre Agustín de Betancourt, después de años de intentos para
conseguir las autorizaciones y poder fijar una fecha para realizar un
viaje a la ciudad de San Petersburgo. Pudieron digitalizarse in situ
importantes documentos que faltaban para completar la colección
reunida en años previos en Canarias, distintos lugares de la Península
y París. Asimismo, se realizaron también reportajes fotográficos sobre
las obras de ingeniería y arquitectura del inventor canario.
El trabajo de digitalización en Rusia fue realizado por David Estévez
Durey, ingeniero informático por entonces de FUNDORO, y por
Michael Breen Honey, experto en Betancourt y antiguo investigador
de FUNDORO. El viaje se inició el 5 de julio y concluyó el 20 de
julio de 2009, aunque el mayor problema práctico fue el transporte
del equipo de digitalización: ordenadores, escáneres, trípode, focos,
software. Las digitalizaciones se iniciaron en la Universidad Estatal
de Vías de Comunicación de San Petersburgo, tras la visita de cortesía
al rector Valery Kovalev, con quien se había negociado previamente
la autorización. Las digitalizaciones continuaron en el Museo Central
del Transporte Ferroviario, con cuya directora, Galina Zakrevskaya, se
habían mantenido conversaciones previas sobre el trabajo a realizar,
quedando sólo pendiente la determinación de la cuantía del pago por
los derechos de digitalización. Finalizadas las labores previstas, se
llevaron a cabo los reportajes fotográficos sobre la obra de Betancourt.
Desde septiembre de 2009 y en los primeros meses de 2010
se estuvo trabajando en la postproducción de las imágenes
digitalizadas en Rusia que fueron incorporadas en cuanto fue
técnicamente posible a la página web Agustín de Betancourt
digital [http://fundacionorotava.es/betancourt/], dentro del sitio
88
en red de FUNDORO: http://fundacionorotava.org/proyectos/
proyecto-agustin-de-betancourt-digital/.
Digitalizaciones efectuadas en la Biblioteca de la Universidad
Estatal de Vías de Comunicación de San Petersburgo
1. Description de la Salle d’Exercice de Moscou [1819].
Betancourt y Molina, Agustín de [obra impresa, 12 páginas
y 7 láminas].
2. Puente Kamennoostrovsky. Betancourt y Molina, Agustín
de [2 láminas].
3. Rapport sur diffèrents sujets relatifs aux voies de communication en Russie [1820]. Betancourt y Molina, Agustín de
[manuscrito, 46 páginas].
4. Fábrica de Tula. Betancourt y Molina, Agustín de [8
láminas].
5. Colección de acuarelas. Betancourt y Molina, Agustín de [1
nota manuscrita y 17 láminas].
6. Informes y cartas de Betancourt enviadas al emperador
Alejandro I, Betancourt y Molina, Agustín de [28 cartas,
96 páginas].
7. Église Cathédrale de Saint-Isaac. Description architecturale, pittoresque et historique de ce monument [1845].
Montferrand, A. R. de. [2 páginas y 4 láminas].
8. Journal de voies de communication. Varios autores[3 artículos, 66 páginas]
Digitalizaciones realizadas en el Museo Central del Transporte
Ferroviario de San Petersburgo
1. 3 láminas con retratos de Agustín de Betancourt y Molina.
2. 1 pintura con el retrato de Agustín de Betancourt y Molina.
3. Reportaje fotográfico de una serie de maquetas: máquina
cortadora de hierbas [46 fotos], modelo de geometría descriptiva [17 fotos], picadero de Moscú [48 fotos], pontón
[45 fotos], puente Kamennoostrovsky [48 fotos], máquina
89
para hilar la seda [31 fotos], 4 cabrestantes diferentes [22 +
40 + 34 + 28 = 124 fotos].
en obras de ingeniería en canales, presas, caminos, puertos, minas,
puentes, construcciones de edificios, de máquinas, planificación
urbanística, organización de ciudades feriales, etc.
Reportajes fotográficos de monumentos, edificios y lugares en
Rusia relacionados con Agustín de Betancourt o con sus colaboradores
En San Petersburgo: catedral de San Isaac [105 fotos]; busto de
Agustín de Betancourt en la Universidad de Vías de Comunicación [5
fotos]; columna de Alejandro [12 fotos]; Goznak [10 fotos]; una serie
de puentes de la ciudad de San Petersburgo [100 fotos]; la casa donde
murió Agustín de Betancourt [29 fotos]; y la tumba de Agustín de
Betancourt [59 fotos].
En Tsárskoye Seló: baños y jardines del palacio de Catalina [171
fotos].
En Moscú: el Picadero [42 fotos].
Se fue completando, igualmente, la traducción al inglés que se había
iniciado años atrás de la web sobre Betancourt, que ha sido realizada
por Michael Breen Honey. La traducción al ruso fue realizada por Olga
Egórova, experta betancuriana y profesora del departamento de Teoría
de Mecanismos y Máquinas de la Universidad Estatal de Moscú.
Fig. 2. Portal web sobre Betancourt, FUNDORO
Año 2017
Lo que tenemos hoy en día, después de años de un largo trabajo
de investigación en bibliografías y otras fuentes sobre Agustín de
Betancourt y Molina, y de una indagación metódica en archivos,
bibliotecas y distintas instituciones españolas, francesas, inglesas
y de la federación rusa, es un sitio web único en su género: http://
fundacionorotava.es/betancourt/ [fig. 2], que reúne una biblioteca
digital con las principales obras del genial ingeniero canario: cartas
familiares, manuscritos, obras editadas, obra gráfica [acuarelas,
dibujos, esbozos]; a lo que se han unido maquetas, recreación de
algunas de sus máquinas, de su viaje de inspección por Rusia, etc.
Junto con una cuidada biografía de su vida y su trabajo, que rompe
con las etapas tópicas al uso para intentar reflejar los numerosos viajes
entre España, Francia e Inglaterra, y finalmente, Rusia, de una mente
inquieta por aprender y aplicar todo lo que sabía e iba inventando
90
Fig. 3. Portal web sobre Betancourt, FUNDORO
91
estudio vii
eL LegAdo que pervive:
fundAción cuLturAL cAnAriA de ingenierÍA y ArquitecturA
AgustÍn de BetAncourt y moLinA
Francisco Santos Miñón
fundAción cuLturAL cAnAriA de ingenierÍA y ArquitecturA BetAncourt y moLinA
Fig. 4. Portal web sobre Betancourt, FUNDORO
La pagina web, que tiene la notable peculiaridad de estar en español,
inglés y ruso casi en su totalidad, reúne biografías de sus principales
colaboradores, un contexto histórico y científico de los siglos XVIII
y XIX, referencias sobre libros y artículos, y algunos materiales
audiovisuales. Además, desde el portal de Historia de la Ciencia
digital [http://fundacionorotava.es/portal/], web de la fundación que
complementa el sitio matriz, se puede acceder a las bases de datos de
obras y de imágenes de forma rápida y sintética. Basta con entrar en
cualquiera de ellas y pinchar en búsqueda avanzada y luego escoger
en el campo «proyecto» el Betancourt; al pichar en «buscar» se
tendrá de forma inmediata un listado de todas las obras del ingeniero
digitalizadas o bien un listado de todas las imágenes extractadas de
ellas. Sólo resta pinchar en cualquiera y ver su ficha, y desde aquí abrir
la obra correspondiente [fig. 3-4].
92
L
a Fundación Cultural Canaria de Ingeniería y Arquitectura
Betancourt y Molina, con identificación fiscal G38735908 y registrada en el registro de fundaciones canarias con el numero 180, es
un fundación privada de interés público, de carácter cultural [art. 1,
título I]. Los estatutos de la misma recogen las condiciones y el régimen jurídico en que se desenvuelve su labor, aunque cuenta con un
carácter exclusivamente cultural y queda exenta de fines lucrativos,
teniendo como objetivo primordial la realización de actividades culturales ligadas al estudio histórico de la arquitectura y la ingeniería
en Canarias. De ahí que fomente toda clase de actividades culturales,
investigación, difusión, promoción y mantenimiento en cualquiera de
sus facetas a ellas ligadas, así como el estudio y la difusión de la trayectoria de Agustín de Betancourt y Molina y su familia. A ello se
suman en menor medida cuestiones relativas al medio ambiente, las
energías renovables y el aprovechamiento de residuos [art. 6, título II].
La fundación, instituida como tal en 2002, es integrada desde entonces por tres tipos de miembros: fundadores, adheridos y colaboradores.
Sus competencias están recogidas en el reglamento estatuario, aunque
desde un principio tuvo el incentivo de dar cabida a los representantes de los Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales de Tenerife; de
Caminos, Canales y Puertos; de Montes; los Ingenieros Técnicos de
Obras Publicas, Industriales, y Aparejadores; y Arquitectos Técnicos
[art. 12, título III]. Posteriormente se adhirió el Colegio de Arquitectos
de Canarias, en su demarcación de Tenerife, aunque ello no supuso cambios en otras acciones acometidas bajo nuestra presidencia.
Además, la fundación cuenta con dos socios honoríficos desde su ins93
tauración como tal: Juan Cullen Salazar, abogado con residencia en
La Orotava por ser descendiente colateral de los Betancourt y depositario del archivo familiar, y el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz,
lugar de nacimiento de Agustín de Betancourt. También tuvo y tiene
un presidente honorario en la figura de los presidentes autonómicos
Adán Martín y Fernando Clavijo, aunque años atrás se concedió una
medalla de oro a Antonio Castro Cordobés, entonces consejero de
Infraestructuras del Gobierno de Canarias, por su respaldo a actividades programadas por la fundación.
De gran significación fue el convenio firmado con la Confederación
Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife [CEOE] en febrero de 2004, previsto para incrementar sus relaciones de colaboración
institucional y difundir la ingeniería, la arquitectura y las nuevas tecnologías entre empresas asociadas, así como potenciar el compromiso
empresarial con el desarrollo sostenible y las nuevas tecnologías. Sin
embargo, no ha existido el tipo de colaboración prevista en el convenio.
No se materializó la esperanza de que alguna de las empresas asociadas
ejerciera un patronazgo sobre la fundación, al modo de lo sucedido en
países como Estados Unidos. La realidad es que a día de hoy no existe en nuestro país una ley de patronazgo que incite a las empresas a
ejercer esta función, de modo que nuestra fundación ha desarrollado
una actividad acorde a sus posibilidades económicas y a los fondos que
organismos públicos han brindado para ello. A modo de sumario recogeremos lo más notable de esta labor en los epígrafes siguientes.
Los primeros Años y eL Auge de jornAdAs, conferenciAs y otrAs
Acciones divuLgAtivAs [2002-2007]
La fundación inició su actividad pública en noviembre de 2002,
con la organización del I simposio de Ingeniería y Arquitectura, celebrado en el Real Casino de Tenerife. Intervinieron en él el presidente
de la fundación y los representantes de los colegios profesionales
que entonces formaban parte de ella, cerrando el acto el arquitecto Juan Julio Fernández. Cada uno de los conferenciantes expuso el
campo de actuación de sus técnicas, con una importante asistencia
de público.
94
En 2003, gracias a la consejería de Educación del gobierno autonómico, se difundió entre los centros educativos la convocatoria del
premio de periodismo de bachillerato sobre Betancourt, dotado con
600 euros y que finalmente quedó vacante. Igualmente se tenía previsto firmar convenios de colaboración con las universidades de La
Laguna y Las Palmas de Gran Canaria para la convocatoria de becas de
investigación, aunque llegaron a enviarse cartas de presentación a los
cabildos insulares, a algunos ayuntamientos e instituciones culturales, quedando pendiente de puntualizar las colaboraciones oportunas.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, en su demarcación de
Tenerife, se incorporó como socio fundador el 3 de marzo de 2003.
El 14 de enero de 2004 se firmó finalmente el convenio de colaboración con la Universidad de La Laguna para dotar una beca de
investigación; y el 5 de febrero pudo validarse otro convenio con la
Universidad de Las Palmas con igual propósito. Al día siguiente tuvo
lugar la firma del convenio citado con la CEOE de Tenerife y un acto
protocolario en el salón de plenos del Ayuntamiento del Puerto de
la Cruz para designar a esta institución, representada entonces por
el alcalde Marcos Brito, como socio honorario. Días después se desarrollarían en Real Casino de Tenerife unas jornadas sobre energías
renovables con participantes de prestigiosas empresas en el sector
como ENDESA y DRAGADOS, junto a los directores del Instituto
Tecnológico de Energías Renovables [ITER] y del Instituto Tecnológico
de Canarias [ITC].
Más tarde, en el mes de abril, el salón de actos del Colegio Oficial de
Ingenieros Industriales de Tenerife acogió unas jornadas históricas internacionales sobre Agustín de Betancourt y su familia, de acuerdo con
un programa que tuvo como ponentes a José Marcelo Rodríguez, Juan
Cullen Salazar, Pedro Rodríguez Benito, Irina Gouzevich y Dimitry
Nicolsky; y a finales de noviembre se celebraron en el Real Casino de
Tenerife otras jornadas que versaron sobre la arquitectura y la ingeniería de Canarias durante el siglo XVI, contando con la participación
de Juan Julio Fernández, Juan Manuel Bello León, Sebastián Matías
Delgado, Juan Carrillo de Albornoz, José Manuel Padilla Barrera y
Domenico Luis Yánez Polo.
2005 tuvo como acto relevante la organización de un ciclo de
conferencias sobre nuevas tecnologías de aplicación en Canarias, de95
sarrollado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Canarias,
demarcación de Tenerife, durante los días 13 y 16 de junio. Gracias
a ello pudo contarse con la intervención de Manuel Barreto Avero,
Pedro Abellán Cuesta, Pilar Alejos y Martas Sánchez, así como una
importante mesa redonda en la que tomaron la palabra como invitados Javier Quijada por la Universidad de La Laguna, Gabino Padrón
Morales por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Manuel
Cendagorta por el ITER y Gonzalo Piernavieja Izquierdo por el ITC,
actuando de moderador el que suscribe como presidente de la fundación. Entre noviembre y diciembre de ese año, el temporal Delta que
asoló el Archipiélago obligó a reprogramar un ciclo de conferencias
sobre la ingeniería y arquitectura en Canarias en el siglo XVII, con
el fin de dar continuidad al previsto inicialmente. Esta convocatoria
tuvo lugar gracias a la participación de José Padilla Gómez, Fernando
Ojeda Pérez y Sebastián López García. Para finalizar los actos previstos entonces se impuso la primera ―y actualmente única― medalla
de oro de la fundación al consejero de Infraestructuras, Transportes
y Vivienda del Gobierno Canario Antonio Ángel Castro Cordobés,
por su comprensión y apoyo a las actividades de nuestro organismo.
Gracias a una subvención nominada que incluyó en sus presupuestos,
no continuada por su sucesor en el cargo, pudimos traer conferenciantes de fuera de Tenerife y organizar actividades complementarias en
Gran Canaria y La Palma.
En mayo de 2006, con un presupuesto más limitado, las sedes
colegiales de arquitectos de Canarias de Tenerife y Gran Canaria fueron sede para unas jornadas sobre el aprovechamiento de energías
renovables. Con apertura por parte de los consejeros de Industria y
Medio Ambiente, las ponencias de este certamen corrieron a cargo de
Antonio Lucena Bonny, Adrian Beyebach, Araceli Reymundo Izard y
Benito Anula Alameda, concluyendo con la mesa redonda oportuna.
Como era habitual desde años precedentes, a finales de diciembre se
celebraron en la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de
Tenerife unas jornadas históricas sobre arquitectura e ingeniería en
Canarias durante el siglo XVIII que contaron con la participación efectiva de Sebastián López García, Carlos Soler Liceras, Fernando Ojeda
Pérez y José Manuel Padilla Barrera. Para no olvidar uno de los fines
de la fundación, los días 13 y 14 de diciembre se celebraron unas jorna-
96
das internacionales sobre Agustín de Betancourt en el salón de plenos
del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, disertando entonces Edelmiro
Rua Álvarez sobre la estancia en la España y Dimitry Nicolsky acerca
de las relaciones de Agustín de Betancourt con los zares de Rusia.
Estas acciones que perseguían el fin de divulgar la trayectoria
del ingeniero que da nombre a nuestra fundación continuaron con
unas jornadas internacionales sobre Agustín de Betancourt en octubre de 2007. Participaron entonces Amílcar Martín Medina, Maxime
Gouzevich e Irina Gouzevich, reflexionando la última sobre los descendientes de Agustín de Betancourt que por diversas causas no han
llegado hasta nosotros. Un mes más tarde se celebraron en las sedes
de Tenerife y Las Palmas del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales
unas jornadas técnicas sobre desarrollo sostenible, medio urbano y
compromiso de sostenibilidad con programa que dio cabida a las intervenciones de Faustino García Márquez y diversos representantes
políticos implicados en el tema.
un Año de AniversArio
2008 fue un año marcado por la conmemoración del 250 aniversario
del nacimiento de Agustín de Betancourt, aunque nuestra fundación
inició su actividad en enero con la convocatoria en las sedes colegiales de Ingenieros Industriales de las IV jornadas históricas sobre la
ingeniería y arquitectura en Canarias, dedicadas esta vez al siglo XIX.
La organización contempló una conferencia de los ponentes ya tradicionales Fernando Ojeda López, José Manuel Padilla Barrera, Juan
Sebastián López y Jesús García Serrera. Meses más adelante, a finales
de marzo, se celebró en el municipio de Santa Úrsula la I conferencia de ciudades y pueblos sostenibles, en base a un programa que dio
cabida a nuestra participación con el tema genérico de «contribuciones de la ingeniería y la arquitectura al desarrollo sostenible» por
medio de Araceli Reymundo Yzard, Carmen Luisa Suárez Sánchez y
Guillermo Galván.
Con motivo del aniversario betancuriano una importante delegación académica de Rusia, constituida en su mayoría por ingenieros y
profesores del centro de Vías de Comunicación de San Petersburgo,
97
visitó Tenerife entre el 17 y el 21 de febrero. Para sus integrantes hubo
un encuentro en la Universidad de La Laguna con la consejera de
Educación del gobierno regional, una recepción oficial en el salón de
plenos del Cabildo y otra en el Puerto de la Cruz, tras la cual se inauguró el pedestal del busto existente en esa localidad con ofrenda floral
[estudio X] y fue descubierta una placa donada por el Colegio Oficial
de Ingenieros de Caminos en la fachada de su casa natal, actual Hotel
Monopol. El mismo 19 de febrero, por la tarde, el salón de actos de la
presidencia del Gobierno de Canarias acogió la presentación del libro sobre la correspondencia de Agustín de Betancourt y su familia
que preparó Juan Cullen Salazar. Al día siguiente tuvo lugar la despedida que esta fundación brindó a la delegación en el Real Casino de
Tenerife.
El alcalde del Puerto de la Cruz, Marcos Brito, afirmaba que «para
el Puerto de la Cruz es un motivo de orgullo y satisfacción poder albergar por unos días la exposición sobre la vida y la obra del ilustre
ingeniero y militar portuense Agustín de Betancourt […]. Podremos
acercar este personaje al pueblo que lo vio nacer y así le podremos
transmitir nuestro agradecimiento por haber proyectado el nombre
del Puerto de la Cruz y de Tenerife por todos los rincones del mundo»;
y el entonces presidente del Cabildo de Tenerife, luego presidente del
Gobierno de Canarias y presidente honorario de nuestra fundación,
Adán Martín Menis expresaba que «Agustín de Betancourt es un patrimonio que debemos seguir recuperando, después de haber estado
sumido en largos años de olvido».
eL devenir posterior
El 29 de enero del 2009 se celebraron en el Colegio Oficial de
Ingenieros Industriales de Canarias, en su sede de Tenerife que llevaba
la secretaria de la fundación, las V jornadas históricas sobre ingeniería y la arquitectura en Canarias durante el siglo XX, dedicadas en
esta ocasión al estudio de la ingeniería de caminos, canales y puertos.
Contaron con la presentación preceptiva del presidente de la fundación y del presidente del Parlamento de Canarias, quienes precedieron
a los ponentes Carlos Soler Liceras, José María Senante Mascareño y
Juan Antonio Afonso Mosegue. Recogiendo el testigo de lo sucedido
98
meses antes, el 30 de abril se instaló en el Museo Militar Regional en
Almeyda una reproducción del retrato de Agustín de Betancourt de
Marcos Baeza [1858-1915], cuyo original se encuentra en el Museo
de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. Fue costeado por nuestra fundación y colgado junto a una vitrina con objetos personales de
Agustín y otros alusivos a la época, cedidos en su mayoría por Juan
Cullen Salazar. A final de año se celebraron en el Colegio de Ingenieros
Industriales de Canarias, las VI jornadas históricas sobre ingeniería y
arquitectura industrial en Canarias durante el siglo XX, lo que propició conferencias de Manuel Ravina Méndez y Fernando Ojeda Pérez.
2010 permitió que colaboráramos con la Obra Social de
CajaCanarias, conmemorando su centenario, para celebrar unas jornadas técnicas sobre Medio Ambiente en Canarias. Tuvieron lugar
en los salones de dicha institución con un programa que dio cabida a Carmen Luisa Suárez Sánchez, José Manuel Padilla Barrera,
Manuel Montaño, Araceli Reymundo Izard y Manuel Cendagorta
Galarza López. En octubre, gracias al marco de colaboración con el
Parlamento de Canarias, se inauguró una exposición del pintor tinerfeño José Luis Fernández García Lanzarán; y al mismo tiempo,
con respaldo del Centro de Historia y Cultura Militar Regional de
Almeyda, se presentó el libro editado por esta Fundacion: La ingeniería y la arquitectura en el siglo XVI, correspondiente con las jornadas
celebradas en el Real Casino de Tenerife en diciembre del 2004. Juan
Cullen Salazar disertó el 21 de octubre sobre los hermanos de Agustín
de Betancourt José [1757-1816] y María del Carmen [1758-1824]. El
acto terminó con la proyección del documental sobre la vida de nuestro ingeniero, dirigido por la periodista Desiré Hernández Hormiga.
Con algo de retraso según lo previsto y en colaboración con el
Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, en junio de 2011 se celebraron las jornadas técnicas de ingeniería y arquitectura en el siglo
XX, dedicadas en este caso a la ingeniería de montes. Participaron en
ellas Juan Carlos Santamaría Cerezal, Isidoro Sánchez García, Jorge
Naranjo Borges y Humberto Gutiérrez Domínguez, concluyendo con
la mesa redonda acostumbrada. Meses después, en octubre se instaló
en la sala de exposiciones del Parlamento de Canarias una muestra
de pinturas realizadas por el colaborador de la fundación José Luís
Fernández García, Lanzarán.
99
En noviembre de 2012, la consejería de Empleo, Industria y
Comercio del Gobierno de Canarias organizó unas jornadas técnicas, celebradas en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de la Laguna
primero y en el Museo Elder de Las Palmas luego sobre innovación
tecnológica, tomando como modelo de innovación a Agustín de
Betancourt. Por ese motivo nuestra fundación presentó dos proyectos
y su presidente intervino en el comité técnico, siendo responsable de
la elección del material a exponer. Dicha actividad tuvo como fin una
representación debida a la compañía de teatro de Helena Turbo: El hilo
de Betancourt, con textos de Francisco Monge y la dirección de Helena
Romero Campos.
Días después se celebraron de nuevo en el Colegio Oficial de
Ingenieros Técnicos las jornadas técnicas de Ingeniería y Arquitectura
durante el siglo XX, dedicadas en esta ocasión a la ingeniería técnica industrial y con un programa que posibilitó la participación de
Antonio Miguel Rodríguez Hernández y José Antonio Galdón Ruiz.
Las jornadas terminaron con la inauguración de una exposición fotográfica que tuvo gran afluencia de público.
En junio de 2013 se convocó una nueva edición de las mismas jornadas, contando como tema específico la Ingeniería Técnica de Obras
Publicas. Antes del coloquio final intervinieron Pablo Oromi Fragoso
y Carlos Quintana González de Chaves. Justo un año después, en junio de 2014, el Parlamento promovió la convocatoria de otras jornadas
técnicas dedicadas a los aparejadores, arquitectos técnicos e ingenieros de la edificación, cerrando de esa forma el estudio de las distintas
especialidades que conforman la fundación. Se invitó como ponente
para ellas a Walkirio González Carrillo y a Eduardo Pérez de Ascanio
y Gutiérrez de Salamanca
A final de ese año se contempló la posibilidad de organizar un congreso internacional sobre Agustín de Betancourt, pero, al no lograrse
de inmediato, los objetivos fueron otros. Así, en colaboración con el
Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, el Colegio Oficial
de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Canarias, el Museo
Elder de la Ciencia y Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria, la
Universidad Europea de Canarias y la periodista Desiré Hernández,
autora del documental sobre la vida y obra de Betancourt, la fundación lo organizó en junio de 2015 con medios limitados. No pudieron
100
traerse la exposición del CEHOPU ni investigadores europeos, aunque
sí contó con la participación de Juan Cullen Salazar, Joaquín Soriano y
Benítez de Lugo, Pablo De Souza Sánchez, Sebastián Matías Delgado,
Juan Alfredo Amigó Bethencourt y Amílcar Martín Medina, terminando con la proyección del documental ya citado.
Un año después, en febrero, pudo recibirse a una delegación de
la Universidad de Vías de Comunicación de San Petersburgo. Dicha
comitiva se trasladó a Santa Cruz de Tenerife para informar sobre
el desarrollo del programa Legado de Betancourt, así como de los
preparativos y las actividades previstas para la celebración del 260
aniversario del nacimiento de Agustín de Betancourt en 2018. Gran
interés adquirió la información facilitada sobre el proyecto internacional, científico y educativo El patrimonio de Betancourt, iniciado por las
Universidades de Transportes Emperador Alexander I, la Politécnica
de Madrid y la Escuela Nacional de Puentes y Pavimentos de Paris
con el objetivo de incentivar las relaciones científicas, académicas y
culturales entre las universidades citadas. La delegación rusa estaba compuesta por el rector Alexander Panychev, el vicerrector Igor
Kisilev y el presidente de la Fundación de la Educación y Cultura de
San Petersburgo Guennadly Chemosvitov, acompañados como intérprete por el director de la Fundacion Pushkin de Madrid Alexander
Chemosvitov.
Fue recibida por el alcalde del Puerto de la Cruz, el rector de la
Universidad de La Laguna, el viceconsejero de Educación del Gobierno
de Canarias y Juan Cullen Salazar, quienes quedaron al corriente de
la voluntad de aunar esfuerzos en lo académico y lo empresarial para
conmemorar el próximo aniversario.
Para ir preparando esa efeméride, en mayo de 2016 se celebraron
en Almeyda unas jornadas divulgativas sobre el legado de Agustín de
Betancourt, con el fin de potenciar las vocaciones científicas entre los
jóvenes y dar a conocer la investigación que se realiza en las Islas. Bajo
la dirección de Alicia Boto Castro, en ellas participaron Juan Cullen
Salazar y Juan Alejandro Lorenzo Lima. Al evento asistió un gran número de alumnos de ESO y Bachillerato, para quienes se prepararon
diversas actividades y dinámicas que tuteló en parte la Universidad
Europea de Canarias [ver estudio II].
101
Para evidenciar el alcance de nuestra fundación, el 27 de septiembre de 2016 le fue entregado al presidente del gobierno autonómico un
pergamino del pintor Juan Galarza que hacía referencia al nombramiento de quien ostentara dicho cargo como presidente honorario de
la fundación. El año terminó con reuniones mantenidas en presidencia
del Gobierno, el Cabildo de Tenerife y el Consorcio del Puerto de la
Cruz para preparar los actos conmemorativos del 260 aniversario. A
partir de entonces se han celebrado diversas reuniones de trabajo con
ese fin, en las que han intervenido diversos miembros de la fundación
y los centros asociados, además de representantes de la asociación cultural Tu Santa Cruz y las universidades de La Laguna y Europea de
Canarias. Testimonio de ese trabajo es la publicación que nos ocupa,
así como otros actos, algunos sin confirmar aún, que se prevén para
2018 por parte de los organismos recurridos para ello. Ojalá esta celebración revitalice el conocimiento de la obra de Agustín de Betancourt
en Canarias, así como de la fundación que presido y divulga su trayectoria en nuestro entorno.
estudio viii
eL mAyorAzgo de cAstro.
estABLecimiento y primerA reLAción geneALógicA
Manuel Jesús Hernández González
instituto de estudios cAnArios
T
ras la conquista militar de Canarias se inició el proceso de colonización en los nuevos territorios, cuyo desarrollo estuvo
condicionado por la necesidad de atraer a los futuros pobladores. En
este sentido, el reparto de tierras, llevado a cabo por el Adelantado,
conllevó el establecimiento de familias procedentes del continente europeo, en su mayor parte de la Península —Baja Andalucía, Castilla y
Portugal—, Flandes e Italia1. A ellas se debió en gran medida la configuraron de una sociedad nueva, heredera de un legado cultural que
irán introduciendo poco a poco en los emplazamientos residenciales.
De ahí que numerosas prácticas sociales y religiosas de índole cristiano, provenientes de la España peninsular, comiencen a instaurarse
en las Islas durante la etapa colonizadora2. Asimismo, la arquitectura
que se comenzará a levantar en el Archipiélago, adaptada siempre a
los materiales existentes en el entorno, depende de los planteamientos
procedentes del exterior. En menor medida, los oficios artísticos y sus
manufacturas comienzan a citarse durante el siglo XVI. La llegada de
oficiales, maestros de cantería, carpinteros, escultores, plateros, pintores o bordadores propicia los encargos, si bien las importaciones desde
los centros artísticos peninsulares y europeos siguen siendo constantes, teniendo como ejemplo el legado de obras procedentes de Flandes
por citar algunos.
Las familias beneficiarias de tierras durante los repartimientos
comenzarán a establecer una serie de instrumentos jurídicos que pu1
2
102
González Zalacaín [2005]: 19-44.
Para profundizar sobre este aspecto Aznar Vallejo [1990]: 217-245.
103
dieran perpetuar sus posesiones a lo largo del tiempo. La mayor parte
de ellas son de carácter inmobiliario, aunque no dejan de citarse bienes muebles y obras de arte, además de prebendas y tributos, que
también constituyen parte de legados testamentarios. Para ello, con
los vínculos de mayorazgo el patrimonio quedaba sumido en un estado de permanencia sin poder venderlo ni enajenarlo, siendo heredado
según la línea generacional estipulada en la escritura fundacional. Por
tanto, garantizaban la permanencia de sus propiedades en línea hereditaria. A estos instrumentos jurídicos se le asocian otros relacionados
con la tenencia y adquisición de patrimonio como son las dotes, herencias directas y compras, todas ellas destinadas al crecimiento de
los bienes patrimoniales como a la demostración del poder económico que poseían. En este sentido, las dotes eran una de las acciones de
mayor consideración en el entramado social del momento y aluden
directamente a la solvencia en el patrimonio familiar, sobre todo las
de cuantía extraordinaria o las de mayor cantidad de bienes. Gracias
a ello, las familias van adquiriendo el ascenso social tan en boga durante la época Moderna, porque documentos como los citados eran
signos de prestigio y una vía que condujo irremediablemente hacia el
ennoblecimiento. Adolfo Arbelo recuerda que en la sociedad canaria
del Antiguo Régimen casa, familia, linaje y apellidos están intrínsecamente conectados, constituyendo una prueba de la importancia que
adquiere lo heredado y la perpetuación en el tiempo, en un ansia lógica de eternizarse que prevalece en la mentalidad barroca3.
Volviendo a ese aspecto, el deseo de ascenso social tan predominante durante la época utiliza al arte y a la religión como herramientas
de alcance. De ahí que veamos la construcción de arquitecturas nobles, las edificaciones religiosas y el mecenazgo artístico derivado en
la adquisición de obras de arte como estímulo para los más destacados
artífices del momento y la fundación de capellanías. Ello queda relacionado con la intención, ya citada, de garantizar la sucesión de bienes
en los que no sólo las tierras formaban parte sino también casas, haciendas con sus edificios anejos destinados a diversas labores [lagares,
bodegas, ingenios, etc], así como ermitas, capillas de iglesias parroquiales o conventuales, patrimonio mueble y fundaciones cultuales,
ya sean capellanías o mandas de misas y procesiones. Todo ello respondía a las legítimas consideraciones de una religiosidad basada en
la devoción particular, el patronato y la preparación de su lugar tras
su muerte, pensamiento el último inculcado desde la propia Iglesia4.
El resultado de esa dinámica no fue otro que una religiosidad sustentada en el fervor religioso y la piedad popular, promovida por los
estamentos eclesiásticos y alentada desde el seno familiar en el contexto de la vida cotidiana, con la pertenencia de objetos piadosos,
imágenes escultóricas o representaciones pictóricas de índole sacro
entre los bienes de muchos hogares. Además, ese sentimiento se acrecienta con las fundaciones ya mentadas de capillas, oratorios y ermitas,
o la adquisición de obras devocionales para recintos que estuvieran
bajo su patronato. Relacionadas con ellas se encuentran la dotación de
celebraciones religiosas y la fundación de capellanías, algunas de las
realizadas durante su vida y otras incluidas en testamentos y codicilos
que garantizaban un establecimiento post mortem. Refiriéndonos en
concreto a las capellanías, se inscriben dentro de fundaciones perpetuas donde quedan sujetas la obligación de celebrar un determinado
número de misas y cargas espirituales por parte del clérigo poseedor y
beneficiario, al tiempo que el fundador estipulaba una serie de bienes,
pertenecientes a su patrimonio, como pago al mismo. Era una práctica
relacionada con el carácter beneficial de la Iglesia, donde el oficio eclesiástico estuvo sometido económicamente a estas rentas e ingresos5.
En esta enumeración de consideraciones sobre aspectos de la
mentalidad religiosa, la pertenencia a cofradías y hermandades supuso para la sociedad del momento una forma habitual de practicar
la caridad. Estas instituciones, al margen de su finalidad cultual y
devocional, se fundaron con la finalidad asistencial y caritativa, especialmente el atendimiento a los pobres. La pertenencia a algunas
de ellas se consideraba de cierto estatus si además se copaban cargos
de responsabilidad, como el caso de los priostes, quienes gobernaban
durante un año los designios de la corporación. Estos deberes estaban
vinculados a personajes de cierto posicionamiento social, con poder
económico y relacionado con un estatus privilegiado6.
Fraga González [2007]: 457-492.
Castro Pérez/Calvo Cruz/Granado Suárez [2007]: 335-347.
6
Alloza Moreno/Rodríguez Mesa [1984]: 143.
4
5
3
Arbelo García [2007]: 233-321.
104
105
eL mAyorAzgo de cAstro
A tenor del contexto señalado, el fin de este estudio es aportar
nuevas noticias a la saga familiar de los Castro. Su trayectoria podría
resumir los aspectos enumerados hasta ahora, ejemplificando una conformación familiar surgida a mediados del siglo XVI que experimenta
a finales de la centuria y durante toda la siguiente un despegue económico y social, gracias a dos factores diferenciados: por un lado, la
producción de sus haciendas, vinculadas al mayorazgo fundado en 1535
por Rodrigo de Júsar y Castro7; y por otro, a los diferentes enlaces conyugales establecidos entre sus miembros, propiciando nuevas ramas
familiares y el engrosamiento de la fortuna y los bienes quze fueron
agregándose al mayorazgo inicial, junto a otros que acabarían instituyendo a posteriori [fig. 1]. Para aproximarnos al origen familiar que
nos ocupa es necesario remontarnos hasta finales del siglo XV, fecha de
la posible llegada a la isla de Hernando de Castro el viejo o el mayor, natural de Portugal8, descendiente del condestable Álvar Pérez de Castro.
Recibió datas en pago de las cuantiosas sumas adeudadas por Alonso
Fernández de Lugo, concretamente en el Traslatadere o Rambla de los
Caballos e Icod9 —refiriéndose al territorio del antiguo menceyato de
Ycode—, aunque las últimas quedan localizadas dentro del actual municipio de Los Realejos, concretamente en Icod el Alto y El Cuchillo10.
Con posterioridad adquiere nuevas posesiones en diferentes localizaciones y le son concedidas otras tierras como los «seis cahices en
las lomadas de Ycode linde la Rambla de los Caballos»11. Estas partes
de sus propiedades estuvieron en litigio por la reformación y el ruidoso pleito entre Alonso Fernández de Lugo y Fernando del Hoyo por la
tierras de la Rambla en la conocida como data de la discordia12. Entre
ellas estaba su heredamiento de «arbolado y parrales» con molino,
casa de habitación y otras dependencias, hoy conocido como Rambla
El documento fue protocolizado ante Ruy Díaz Estrada, escribano de La Orotava, el 11 de octubre
de 1535. El pésimo estado de conservación de la documentación nos impide conocer los bienes
vinculados, términos y vía hereditaria con los que se constituyó este mayorazgo. Instrumentos
posteriores nos dan pistas sobre su contenido hasta poder localizar alguna copia o extracto.
8
Nobiliario [1952-1967]: III, 644.
9
Guimerá López [1993]: 37-38.
10
Mesa León [2002]: 112-156.
11
Guimerá López [1993]: 36.
12
Guimerá López [1993].
7
106
de Castro. No llegó a fundar mayorazgo, aunque dejó sus bienes raíces
a sus hijos Leonor de Castro, Luis de Castro, Diego de Castro, Jorge de
Castro y Rodrigo Jusar, siendo el último quien vincula todos los bienes de su padre y establece el mayorazgo, antes de trasladarse a Indias
donde fue conquistador del Rio de la Plata13. Dejó como heredero a su
sobrino Fernando de Castro, hijo de su hermana Leonor y de Rodrigo
Yanes de Évora. La línea familiar que se establece a partir de entonces configura el tema de estudio de este trabajo, desarrollando un arco
cronológico que abarca lo sucedido a finales del siglo XVI y toda la
centuria siguiente. En ese periodo concurren tres generaciones que
mantienen el apellido familiar.
Fig. 1. Armas de la familia Betancourt, Castro, Molina y Briones, AHPT
El primer poseedor del mayorazgo, como ya hemos citado, fue
Fernando de Castro, fiel ejecutor de la isla, mayordomo de la iglesia
parroquial de Nuestra Señora de la Concepción del Realejo Bajo donde
obtuvo licencia para construir una capilla «para su sepultura y la de
sus familiares», según mandato del obispo fray Juan de Alzolarás en
1570. Entre las disposiciones episcopales para su edificación se obliga
que sea el lugar donde se coloque la pila bautismal, sirva de enterra-
13
El mayorazgo lo establece en testamento fechado en La Orotava el 11 de octubre de 1535 ante
Ruiz García de Estrada. Cioranescu [1992]: I, 165.
107
miento familiar y pueda tener asiento él junto a su mujer e hijos14,
gracia que concede por los favores obtenidos por su labor como administrador de la fábrica15. Fue fundador de la cofradía de Nuestra Señora
del Rosario y primer prioste16, devoción a la que estaba muy unido17
haciendo donación de su primitiva imagen18. En el Realejo contó con
varias casas en la calle Real19, otras que construyó según sabemos por
el concierto con el aserrador Gonzalo Pérez Gallego con el que estipulaba toda la obra de carpintería de una vivienda «del grandor que
os pareciere y tubieredes de solar»20. Aparte de sus posesiones correspondientes al mayorazgo, tuvo propiedades en otros enclaves de la
isla, como Vilaflor de Chasna al atestiguarlo en este caso la venta de
unas «casas e graneles altas e baxas de teja e paja» a Juan Delgado en
156521. Fue administrador de la hacienda del Adelantado en tiempos de
Alonso Luis el Lindo, cuando se concluye con el pleito sobre las tierras
y aguas iniciado tiempo atrás con Fernando del Hoyo y sus herederos,
donde Hernando de Castro interviene22.
155925 y casada con Gaspar Luis Ponce26, con quien tuvo
a un solo hijo: Lorenzo. Dictó su testamento en 1598 ante
Marcos Rodríguez. Dispone ser enterrada en la sepultura
de sus padres, dejando varias mandas para el convento de
San Francisco de La Orotava, las ermitas del término y una
capellanía de misas en el citado cenobio, sobre unas tierras
en Zamora junto al camino real que va a la ciudad que había heredado de su padre27.
2. Francisca Jusar de Castro, bautizada en el mismo templo
en 156028 y unida en matrimonio con Juan González del
Álamo29, del que tuvieron como única hija a Emerencia,
quien casó con el capitán Álvaro Machado de Cala30.
3. Catalina de Castro, que recibió las aguas bautismales en el
Realejo Bajo en 156531 y casó en su templo parroquial con
Juan López de Azoca y Hoyo.
4. Fernando o Hernando, bautizado en 156732.
Casó con Catalina González Navarro, hija de Pedro González y
de Isabel González Navarro, dejando de su matrimonio diez hijos de
los que derivan las diferentes ramas de la saga. Catalina dictó testamento ante Juan Sáez de Gordejuela en mayo de 1611 para distribuir
sus bienes, especialmente entre sus hijos Pedro y Juan Bautista23. Fue
camarera de Nuestra Señora del Rosario en el templo parroquial del
Realejo Bajo por mandato de visita de 1590, al haber su marido donado
la imagen de la Virgen24.
5. Pedro de Castro Navarro, nacido en 156933 y casado con
Inés de Viera, con quien no tuvo descendencia. Estuvo
dedicado al comercio, especialmente entre el puerto de
Sevilla y Canarias34. Fue prioste de la cofradía de la Sangre
radicada en el convento agustino de La Laguna, donde costeó junto con Juan Colombo las obras de la capilla, como
así lo reconoce en su testamento fechado en dicha ciudad
en 161835.Construyó en sus tierras de la Rambla la ermita del Apóstol San Pedro junto al camino real «a do[nde]
disen la cruz de Castro». El eremitorio venía a suplir la
1. Juana María de Castro, bautizada en la parroquia de
Nuestra Señora de la Concepción del Realejo de Abajo en
El derecho de asiento en la capilla originó un pleito constante entre los beneficiados y los sucesores de este privilegio durante siglos, que llegó incluso a instancias superiores como la Real
Audiencia de Canarias. AHPLP: Audiencia. Legajo 11918.
15
De Millán Hernández [2015]: 178-179.
16
AHDLL: FPCRB. Libro 1 cofradía de Nuestra Señora del Rosario, f. 1v.
17
Impuso varias misas cantadas y rezadas a esta advocación. AHDLL: FPCRB. Libro 49. Relación
de mandas de misas, f. 15r.
18
Hernández González [2014]: 294-295.
19
AHPT: PN. Legajo 3383, f. 209r. Agradezco este dato a Cristobalina Mesa León.
20
AHPT: PN. Legajo 3383, f. 192v.
21
AHPT: PN. Legajo 3383, ff. 387r-388v.
22
Camacho y Pérez Galdós [1943]: 12; Guimerá López [1993].
23
AHPT: PN. Legajo 3408, ff. 257r-294v.
24
AHDLL: FPCRB. Libro 44. Libro de fundación y origen de la parroquia, f. 219v.
14
108
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 82v.
Así lo cita en el testamento de Catalina González Navarro. AHPT: PN. Legajo 3408,ff. 257r-294v,
31/5/1611.
27
AHDLL: FPSRA. Libro 68. Libro de testamentos y cumplimento de estos, f. 33r.
28
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 91v.
29
Cfr. Gaviño de Franchy [2014a]: 331-332.
30
Luque Hernández [2011], p. 152.
31
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 125r.
32
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 134r.
33
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 146r.
34
Rodríguez Morales [2000]: 1472-1481.
35
Rodríguez Morales [2014]: 51.
25
26
109
pérdida de la ermita que bajo este título fundó Juan Ruiz en
el margen del barranco de los Caballos, desaparecida por
una venida de agua. La nueva obra tuvo «lisensia que para
ello dio el reverendísimo destas yslas que fue don Antonio
Corrorionero», estando concluida en fecha incierta de las
dos primeras décadas del siglo XVII36. Junto a su mujer estableció una capellanía de misas en la parroquia de Nuestra
Señora de los Remedios en la capilla de San Cristóbal37, entre otras mandas pías.
de infantería de Icod y su partido42. Falleció en 1664. De
su matrimonio nacen cuatro hijos:
a. Fernando de Castro Heredia, sin descendencia.
Fundó en la parroquia del Realejo Bajo para perpetuidad la función de la octava del Corpus Christi43.
b. Catalina de Santa Mónica, fue monja del convento de
San Bernardo en Icod de los Vinos con una dote de
1000 ducados de sus padres, impuestos sobre sus tierras de Zamora44.
6. Lucrecia de Castro, bautizada en 157038.
c. María de San Fernando Castro, profesó como su hermana en la orden bernarda donde recibió dote de su
padre y su cuñado Simón Bethencourt en 166345.
7. Juan Bautista de Castro Navarro nacido en 157239, fue
capitán y pasó a Indias en fecha cercana a 1598, concretamente a la ciudad de Huamanga en el virreinato de Perú.
Fue heredero del mayorazgo de Castro a la muerte de su
hermano Pedro. Casó con Inés de Heredia y Salvatierra,
con quien tuvo cuatro hijos como veremos a continuación.
Trasladados a Tenerife, la tradición mantiene que en sus
tierras de Icod el Alto se plantaron las primeras papas traídas desde el país andino40.
d. Andrea Jacinta de Castro, heredera del mayorazgo
de su familia. Casó con Simón de Bethencourt46 en
la parroquial de San Marcos de Icod de los Vinos el
22 de noviembre de 1659. Ambos fallecieron en el
Realejo de Abajo, donde dictaron testamento. De su
unión tuvieron cuatro hijos:
- Marcos Bethencourt y Castro, heredero del mayorazgo47. Obtuvo carta de nobleza de los Reyes de Armas de
su Majestad Felipe V, siendo el predecesor de la saga
familiar de los Bethencourt o Betancourt y Castro48.
- Fernando Bethencourt y Castro
- Juan Antonio Bethencourt y Castro
- Ana Andrea Bethencourt y Castro
A. Capitán Fernando Castro Heredia casó con Ana María
de Gallegos y Montiel, vecina de Icod de los Vinos. Fue
sucesor del mayorazgo de la casa de Castro, incluyendo su patrocinio religioso en espacios vinculados con la
familia, como la ermita de San Pedro donde fundó una
capellanía de misas «con la obligación de los capellanes
de decir todos las misas rezadas de todas las fiestas del
año para siempre jamás que se ha de entender que ha de
decir quitados los domingos del año, las demás fiestas de
mandas en la dicha ermita»41. Ostentó el cargo de capitán
B. El sargento mayor Juan Bautista de Castro Heredia y
Salvatierra que estuvo casado con Ana Machado Fiesco.
Estableció perpetuamente las salves de Cuaresma en
42
AHPT: ARM. Caja 116.
Mesa Martín [2008]: s/p.
44
AHPT: Contaduría de Hipotecas y Censos, La Laguna, 4, f. 74.
45
AHPT: Contaduría de Hipotecas y Censos, La Laguna, 4, f. 63.
46
Natural de Los Silos, fue capitán de una compañía del tercio de Garachico. AHPT: ARM. Caja
116.
47
Dada la extensión del trabajo invitamos al lector a la consulta más extensa de la rama
Bethencourt y Castro en Nobiliario [1952-1967]: III, 645-653.
48
Cfr. Gaviño de Franchy [2014a].
43
Hernández González [2008].
AHDLL: FHD. Legajo 311, documento 7.
38
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 155r.
39
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 174r.
40
Cioranescu [1992]: I, 444.
41
AHDLL: FHD. Legajo 126, documento 10, f. 9r.
36
37
110
111
de los Santos el 19 octubre 1678, donde, entre otras
mandas y donaciones, deja a la parroquial del Realejo
Bajo un lienzo de Nuestra Señora de la Antigua con su
velo y guarnición57. Fundó vínculo de mayorazgo de los
bienes de su padre, junto a su marido y sus hermanos
Pedro y Juan Agustín en el Realejo Bajo ante Miguel de
Melo en 167458.
la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción del
Realejo, que debían celebrarse «el primer sábado de
la primera dominica»49. Entre sus obras pías instituyó
en 1666 una fiesta a Nuestra Señora del Carmen en el
convento agustino de Los Realejos, «de quien soy muy
devoto», con gran aparato ceremonial y de ornato50.
C. Jacobina de San Bartolomé, abadesa del convento de
San Bernardo de Icod.
b. Pedro Castro Navarro, fue capitán de caballos y corazas españolas de Flandes59.
D. María de Santa Florentina, monja profesa en el mismo
cenobio51.
c. Francisco Castro Navarro.
d. Margarita Castro Navarro.
8. Francisco de Castro, bautizado en el Realejo Bajo en 157452.
Fue capitán y alcalde del lugar, citado en continuas ocasiones por diferentes documentos como el vinculante con la
cofradía de Nuestra Señora del Rosario para la fábrica de
su capilla por el pedrero Manuel Penedo y la ejecución del
retablo de su capilla por Juan González Puga y las labores
de dorado por Ana Francisca53. Asimismo fue prioste de la
fiesta de Santa Ana en el año 1630, dato que conocemos
por el concierto que establece con Francisco Sardo para hacer comedias para la celebración54. De su matrimonio con
Juana Morán Encinoso Barbosa de Caldas tuvo varios hijos como siguen. Testó en marzo de 1641 ante Juan Alonso
Romero, dictando codicilo tiempo después.
e. María Castro Navarro casó con su primo hermano Gaspar Acevedo y Castro, hijo de su tía Luisa de
Castro y Lázaro de Acevedo, como veremos.
f. Catalina Castro Navarro casó en el Realejo Bajo con
Francisco Jorba Calderón en noviembre de 163260. Fue
fundadora de la ermita de San Miguel Arcángel en las
Hoyas de Jaimes en Buenavista del Norte, donde tenía su hacienda61. De su matrimonio tuvieron varios
hijos, entre ellos el sargento Francisco Jorba Calderón
y el capitán de milicias Miguel Jorba Calderón.
g. Fernando de Castro Navarro.
h. Juan Agustín de Castro Navarro, licenciado y abogado de la Real Audiencia de las islas62.
a. Ana Castro Navarro contrajo matrimonio con el regidor
Fernando Pardo del Castillo, jurado perpetuo y regidor
de la isla, en 164455 sin tener descendencia. Fueron protectores y mecenas de la cofradía de la Misericordia del
Realejo Bajo, como así lo corrobora sus continuas dadivas a la institución56. Hizo testamento ante Juan Carlos
AHPT: PN. Legajo 3609, ff. 160r-162r, 18/2/1665.
Mesa Martín [2013]: 320.
51
Nobiliario [1952-1967]: III, 645-646.
52
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 190r.
53
AHDLL: FPCRB. Libro 1 cofradía de Nuestra Señora del Rosario, ff. 27v, 48v.
54
AHPT: PN. Legajo 3595, ff. 52v-53v, 1/3/1630.
55
AHDLL: FPCRB. Libro 2 de matrimonios, f. 54v.
56
Mesa Martín [2008]: s/p.
49
50
112
9. Isabel de Castro en 157863.
Camacho y Pérez Galdós [1983]: 33. La pintura se ha vinculado a la producción del pintor
Gaspar de Quevedo. Cfr. López Plasencia [2002]: 36-39.
58
AHPLP: Audiencia. Legajo 8081, ff. 9r-36v.
59
AHPLP: Audiencia. Legajo 8081, f. 17r.
60
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de matrimonios, f. 36v.
61
Hernández González [2012]: 834.
62
AHPLP: Audiencia. Legajo 8081, f. 17r.
63
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 216r.
57
113
10. Rodrigo de Jusar y Castro, pasó a Indias donde figura en
1596 como vecino de Guatemala64.
11. Luisa de Castro bautizada en 158065 en la parroquia del
Realejo Bajo y casada en el mismo templo con Lázaro de
Acevedo el 14 de abril de 160866. Fundó capellanía de misas todos los terceros domingos del mes al Santísimo
Sacramento en Santa Ana de Garachico67. Tuvo intención
de construir una ermita a Nuestra Señora de la Candelaria
en su «heredad de Icod», sin que a su muerte se llegara a
cumplir el propósito que continuó su hijo fundando incluso
capellanía68.
que eran el límite natural de sus propiedades [fig. 2]. En aquel paraje se plantaron cañas73 y viñas74 en llanos y longueras, aprovechando
los riscos y las fajanas, se descubrieron caleras, había baluartes de cañas y andenes, conformando diversas suertes de tierras. En Icod el
Alto las tierras con sus eras y cercados, lindaban con el barranco de
los Caballos, con el camino real que transcurría hasta la Fuente de la
Guancha, las cabezadas, el pinar y las montañas. En Zamora varias
decenas de fanegas de tierras propiciaron la construcción de infraestructuras para su explotación cercana al camino real que iba a la ciudad
y las tierras productivas de La Gorvorana [estudio IX].
a. Gaspar de Acevedo y Castro, casado con su prima
María Castro Navarro. Hizo vínculo de mayorazgo en
Garachico en junio de 1644, dejando todos sus bienes
a su única hija Luisa69.
12. Leonor de Castro casada en primeras nupcias con Manuel
Martín en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción
del Realejo Bajo en 159170 y por segundo matrimonio con
el escribano Bartolomé de Cabrejas. Estableció en su testamento fechado en 1595, la celebración de una fiesta a
Nuestra Señora de la Encarnación en el citado templo71.
Entre las posesiones del mayorazgo se encontraban «las tierras de
las lomadas de Ycoden», las del «malpays de Castro», y de Zamora a
las que se fueron añadiendo otras con las compras sucesivas y vínculos familiares72. Las ubicadas en el llamado malpaís o rambla fueron
las que conformaron el heredamiento principal junto con las aguas,
pues allí levantaron sus molinos, lagares, casa principal, portadas, acequias, corrales y hornos de pan, todo ello sobre «los riscos de la mar»
Cioranescu [1992]: II, 165.
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de bautismo, f. 225r.
66
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de matrimonios, f. 12v.
67
AHDLL: FHD. Legajo 435, documento 5.
68
AHDLL: FHD. Legajo 525, documento 44.
69
AMG: AFLC. Sign. 13/55.
70
AHDLL: FPCRB. Libro 1 de matrimonios, f. 4r.
71
AHDLL: FPCRB. Libro 49. Relación de mandas de misas, f. 11r.
72
AHPT: PN. Legajo 478, ff. 185r-205r.
Fig. 2. Hacienda de La Rambla, Los Realejos
64
65
114
En las tierras de Castro y Hoyo en la Rambla habían plantadas cañas en 1502. Rivero Suárez
[1990], pp. 69-75.
74
En 1529 Rodrigo Yanes de Évora como tutor de los hijos de Hernando de Castro el viejo declara
que las tierras estaban plantadas de viña. Marrero Rodríguez [1992], pp. 73-74.
73
115
estudio iX
Los cAstro y sus tierrAs. LAs hAciendAs de zAmorA
y eL mirAdero
Germán F. Rodríguez Cabrera
instituto de estudios cAnArios
E
n este artículo pretendemos analizar y poner en valor algunas de
las haciendas que a lo largo de los siglos se fueron sumando al mayorazgo creado por Rodrigo Júsar de Castro en 1535. Se trata de tierras
ubicadas en Los Realejos e Icod de los Vinos, que han llegado hasta
nuestros días vinculadas a la familia Betancourt y Castro. Las posesiones fundacionales fueron descritas como «una viña con un molino con
el agua que cae dentro y que linda con tierras de doña María y con los
riscos de la mar»; y «un pedazo de tierras y fuentes que en él nacen y
caen sobre la hacienda de Jorge Simón». Identificamos la última con
la hacienda de La Pared en Icod el Alto, la cual posee fuente propia y
extensas tierras que lindan con las de Jorge Grimón, no Simón. El vínculo se fue completando con varias agregaciones al documento inicial
por generaciones posteriores, que configuraron un grueso de propiedades repartidas por el norte de la isla [fig. 1].
Las aguas propias se localizaban en la fuente de La Azadilla, pero,
como explicó más tarde José de Betancourt y Llarena, fueron permutadas por Rodrigo de Castro por las ahora llamadas de la Madre del
Agua en la Rambla, cerca del lugar de uso. Se evitaba con ello el encausamiento y el traslado a la haciendas de la costa, proceso que iba
a originar problemas con la población del lugar y otros propietarios1.
No sucedía así con los terrenos de secano, destinados mayormente
a las sementeras de grano, que completaban el panorama productivo
de las Islas. La Pared, nombre que recibe la hacienda de los altos realejeros, fue el lugar donde la tradición asegura que pudieron cultivarse
1
AHBC: Sign. 9238.
117
Junto a intervenciones arquitectónicas en la portada de acceso, ahora
tapiada, y reformas internas en el magnífico edificio de tres plantas4,
destacando su trabajo en el campo de la agricultura. Tal y como recoge Rodríguez Mesa en una monografía sobre el autor, los desvelos que
manifestó por mejorar la productividad de las tierras de su propiedad
―y en especial las cosechas del trigo― se sitúan en un momento de
limitaciones para el comercio. Así, entre los años 1778 y 1782 desarrolló una serie de investigaciones sobre los abonos y la productividad
de los granos en función de ellos, resultados de los que informaba
anualmente a la Real Sociedad de Amigos del País de Tenerife con el
fin de compartir sus «logros agrícolas» y hacerlos extensibles al resto
de la isla5.
Fig. 1. Protocolo del vínculo y escrituras de tributos del mayorazgo de la casa de Castro
las primeras papas de la isla, traídas desde Perú por Juan Bautista de
Castro en 1622. El dato lo aporta el arcediano de Fuerteventura en
su historia natural de las Islas2, aunque estudios posteriores contradicen esta noticia3. Además de las papas, en él se sigue cultivando
trigo por ser zona idónea, hasta el punto de que el pago o vecindario
llegó a conocerse un tiempo como Icod de los Trigos. En otras de sus
fincas realejeras el cultivo de la seda y su procesamiento parece que
centraron gran parte de los esfuerzos de la familia Castro, sumando intentonas fracasadas como el cultivo del algodón en 1783. José
de Betancourt-Castro Molina, protagonista de algunos estudios de
este volumen, desarrolla una ingente labor en las tierras de La Pared.
2
3
Viera y Clavijo [2004].
Marrero [2006].
118
De las propiedades que fueron incrementando el mayorazgo de
los Castro, las más antiguas corresponden con las agregadas por
Hernando de Castro, primer llamado a detentarlo. La viña y casa del
Realejo Bajo que sus descendientes poseyeron hasta la posguerra del
siglo XX en un claro ejemplo de esa dinámica, tras ser adquirida a
Francisco de Oramas en 15526 e incorporada al vínculo. Era un espacio lindante con el casco histórico y carente de pago de tributos a la
hacienda del Adelantado7. Denominada posteriormente como El Paseo
por estar centrada de un paso que articulaba la explotación agrícola,
quedó enmarcada por una rica y variada cantidad de especies vegetales, ornamentales y de consumo8. El camino transcurría en tramos
Interesante edificio que se alza al pie del barranco de Ruíz, que controla y divisa desde su posición. La vivienda es de tres plantas y fue levantada en el siglo XVII. Destina la primera planta
para gañanías, la segunda para la vivienda de los mayordomos y la tercera para los propietarios.
Destaca la cocina de la misma, ubicada en la parte más alta. Cuenta aún con suelos de losa chasnera y una chimenea que la dota de singularidad, al dominar el paisaje. El conjunto se completa
en torno al patio con otras dependencias agrícolas, una vivienda menor y la bodega de dos alturas, aprovechando el desnivel del terreno. También es destacable la era, ubicada frente a la parte
baja de la bodega. A día de hoy es la única conservada de varias que existieron en Icod el Alto.
Actualmente la hacienda de La Pared presenta un lamentable estado de conservación.
5
Rodríguez Mesa [1988]: 111.
6
Fue vendida después de la muerte de las señoritas de Castro al matrimonio formado por José
Hernández y Clotilde Bethencourt. En la actualidad la finca ha sido objeto de destrozo, bajo la ampliación de la urbanización de un tramo de la hacienda de Los Príncipes, Su trazado nos ha privado
de un tránsito cómodo entre el casco histórico del Realejo Bajo y la nueva expansión urbanística.
7
Era parte de las tierras entregadas a los colonos de Gran Canaria por el Adelantado, en agradecimiento por ayudarle a levantar el ingenio de su hacienda de Realejo Bajo.
8
Gracias a María Candelaria Hernández García, una de las nietas de Francisco Hernández y Ana
María Pérez Yanes que se encargaron de la misma en tiempos de las señoritas de Castro, sabemos
4
119
bajo parrales hasta llegar al final del mismo donde se alzaba una cruz,
alrededor de la cual acabó conformándose un punto de encuentro. En
la actualidad ha desaparecido el total del espacio ajardinado, salvo la
portada y la casa terrera junto a la bodega que se alzan en el lugar desde el siglo XVI [fig. 2].
Fig. 2. Casa y portada de El Paseo, Los Realejos
sus familiares en el lugar donde se encontraba la pila bautismal10. Esa
sepultura y el asiento los siguieron usando las generaciones posteriores, no sin problemas derivados de su titularidad [estudio VIII].
Las propiedades de los Castro fueron incrementándose con el paso
de las generaciones. Llegaron a su punto «estructural» durante la vida
de Andrea Jacinta de Castro Navarro y Gallegos, quien, tras llegar a detentarlo, consolida el vínculo siendo la tercera hermana por la soltería
de su hermano Fernando y la renuncia al siglo de su hermana María11.
Así pues, Andrea toma el control del mayorazgo de Castro y las propiedades heredadas por línea materna. Las tierras ahora trabajadas
forman parte de ese legado que ella y sucesores suyos, en especial su
hijo Marcos de Betancourt, aumentan en extensión con repetidas compras. En el testamento redactado en 167612, Andrea Jacinta de Castro,
esposa de Simón Betancourt del Álamo y Botello desde 1652, reparte
entre sus tres hijos las diversas propiedades, pero beneficia al mayor
como costumbre inalterable en el tiempo. A él, al primogénito, le lega
las ya sujetas al mayorazgo creado por Rodrigo Júsar de Castro con
dos bienes referenciales como la Rambla de Castro y la hacienda de La
Pared, que, al igual que otras, fueron aumentado y disminuyendo en
sus límites hasta avanzado el siglo XVII.
La consolidación del mayorazgo y la proyección de la familia en una
sociedad como la del Antiguo Régimen, donde la separación IglesiaEstado era difusa, propiciaron la creación de una capilla familiar en
la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción del Realejo Bajo. La
llegada a sus tierras de la Rambla de fray Alonso de Espinosa, acogido
por Hernando de Castro, consolida el naciente culto a la advocación
del Rosario en ella con la institución de su cofradía en mayo de 15909.
La misma se asienta en un primer momento en la capilla levantada por
Hernando con permiso del obispo fray Juan de Alzolarás, quien en su
visita de 1570 le autoriza a alzar capilla con sepultura y asiento para
Andrea Jacinta, pues, suma al vínculo las tierras llegadas a sus manos por herencia materna en Icod de Los Vinos y las de Zamora en
Los Realejos. Entrega a Marcos de Castro Betancourt, como cita el
documento notarial, «una heredad de viña con su lagar y bodega con
cuatro días de agua de riego […], que tengo en el paseo de Zamora
que linda por arriba camino Real y por abajo las viñas del heredamiento de La Gorvorana que es notoria y conocida». Del origen de la
misma nos dice que las había heredado de su madre Ana de Gallegos
y que había hecho por ellas más que sus antepasados. Añade que a las
tierras que le pertenecieron, ya descritas, sumó por compra a la misma propiedad las pertenecientes a su hermano el capitán Fernando de
Castro. Esta actitud nos transmite su idea de concentrar gran cantidad de terrenos en Zamora y otras partes del norte de la isla, con el
que allí cultivaban café, pumas rosa, mangos, aguacates, papayas, naranjos, limoneros, parchitas, higueras, malangas, chirimoyas, ciruelas, peras, pitangas [blancas y rojas], altramuces,
ñames y piña tropical, junto a flores ornamentales.
9
Poggio Capote [2009]: 107-111.
De Millán Hernández [2015]: 175-178.
María de Castro toma los hábitos de la orden de San Bernardo en el convento que sus antepasados habían fundado en Icod de los Vinos.
12
AHDLL: FPCRB. Legajo 19.
120
10
11
121
fin de afianzar el ideal de «notoriedad» que subyace en sus mandas
testamentarias. Las aguas de riego con que contaba deben de ser las
provenientes de la venta desarrolla por la hacienda de Los Príncipes
en 1642 para librarse de los excesos que le eran improductivos13. La
Zamora y el mayorazgo de La Gorvorana fueron los principales beneficiarios de la venta, aumentando la producción de unas tierras que
hasta entonces eran de secano.
A las propiedades del valle de Taoro se suman las de los Gallego
en Icod. La hacienda de referencia en ese lugar era El Miradero, descrita como «bodega y lagar que tengo en el lugar de Icod donde
llaman El Miradero con su güerta, que es notoria y conocida que heredé del maestre de campo don Salvador Afonso Gallegos y de doña
María de Soto, su mujer y mis abuelos»14. Ambas quedaron vinculadas al mayorazgo que recibió como sucesor a Marcos de Castro
Betancourt. La relación con Icod y Los Realejos se plasman en el terreno devocional, manteniendo los cultos impuestos sobre la capilla
familiar en la parroquial del Realejo Bajo por los Castro Navarro y
otras nuevas como la instituida a San Andrés Apóstol en la ermita de
San Pedro en la Rambla «o en otra que se fabricase», siendo celebración perpetua que debían oficiar los beneficiados del Realejo Bajo.
De igual manera, en la parroquia de San Marcos de Icod de los Vinos
imponen fiesta a Nuestra Señora de la Luz con misa cantada, responso, procesión y sermón, sobre una viña que era de su propiedad en
El Malpaís de Icod15.
Todo ello quedó en manos de Marcos Betancourt-Castro y Llerena
[1663-1725], hijo de la anterior, notable personaje para la vida social y militar de la isla. Fue el primer portador del apellido unificado,
condición habitual entre los que podrían disfrutar de mayorazgos en
el marco de la sociedad estamental de su tiempo. A pesar de ello, y
como muchos de los varones de las élites, Marcos de Betancourt desarrolló una loable carrera militar en Canarias, Madrid y el Nuevo
Mundo. Antes de ello, en 1701 es admitido como caballero de la orden
de Alcántara16. Su paso por la capitanía de Venezuela [1716-1720] fue
Camacho y Pérez- Galdós [1943]: 31.
AHDLL: FPCRB. Legajo 19.
15
AHDLL: FPCRB. Legajo 19.
16
Fernández Sánchez [1985]: 77 - 107
cuanto menos problemático, dado que las cuentas de su gobierno no
cuadraron al final del mandato y ello le obligó a mantenerse en prisión hasta que logró retornar a las Islas17. En cualquier caso, Marcos
de Castro no fue el primero de la familia en viajar a América. Su abuelo materno, Fernando de Castro, era natural de Huamanga en el Perú,
desde donde llegó a las Islas con ocho años. A esa estancia en el reino
andino se debe la llegada a Tenerife de las papas que se sembraron el
la hacienda de la Pared, ya aludidas18.
Como hicieron muchos canarios antes de su paso al nuevo continente, Marcos de Betancourt-Castro otorgó testamento en el Puerto de
la Orotava, donde dispuso la sucesión en el mayorazgo en la persona
de su hijo José Antonio de Betancourt-Castro Llarena. En el documento aporta nuevas referencias en lo relativo a compras de tierras
en Zamora y El Miradero, «así mismo en una heredad de viña donde llaman Zamora de abajo que [h]e rematado por causas del censo
que se me paga y compras a X[ristó]bal [de] Francis y Lorenzo Donis,
que linda por abajo con viña de Hernando Yanes y La Gorvorana y
por el naciente […] Mesa y por arriba viña de Joseph Valeriana, Juan
de las Nieves y don Juan Briel, y por el poniente callejón». De esta
manera nos aclara los linderos de la misma y a quién compró tierras
para aumentar su dominio en esta zona de Los Realejos, presentándose como uno de los principales propietarios del lugar de Zamora. En
el Miradero plantea una misma política de aumento de los linderos de
las tierras matrices «que compró a Miguel Francisco de Aguilar, por
el poniente tierras que fueron de Salvador Luis Navarro y hoy posee
don Mateo de Molina y otros y por arriba la Montaña y otros herederos por abajo»19. A ello se suman las tierras que hereda en la zona
de su hermano el agustino fray Simón de Betancourt, que quedan vinculadas al mayorazgo de Castro. Las agregaciones de patrimonio al
mayorazgo y otras mejoras que beneficiarían a su hijo mayor las describe ante notario en 171320.
Hernández González [2008].
Viera y Clavijo [2004].
19
AHPT: PN. Legajo 3809, f. 59.
20
Cullen Salazar [2008].
13
17
14
18
122
123
eL cuAdro murAdo
A la vuelta del continente americano, como buen indiano, Marcos
de Castro traería una serie de especies y semillas que pudieron crear
o aumentar el llamado cuadro murado. Junto a la construcción de un
segundo lagar en fecha imprecisa bajo una misma estructura lignaria,
ese espacio completa la primitiva visión del patio de la hacienda de
Zamora antes de las reformas de los siglos XIX y XX. Es un jardín murado que singularizó a la hacienda de Zamora de Castro frente a otras
de la isla de Tenerife. No en vano, ese nombre de cuadro murado es la
denominación con que se conoce al espacio que domina la parte norte
del conjunto residencial, que permanece aislado del resto de la extensa propiedad porque, al igual que todo el conjunto, se halla totalmente
amurallado. Configura un perímetro almenado, abierto a los habitantes del conjunto principal y vedado a los trabajadores. Tras los muros
se articula el trazado en base a un paseo central y dos paralelos, que
crean seis parterres espaciosos. Si lo comparamos en plano, representa
casi la mitad del perímetro residencial y se presenta como el espacio
ajardinado más antiguo de la propiedad [fig. 3].
Esa estructuración resulta similar a la señalada por Pérez Morera
para el jardín de la casa de Sotomayor en el Llano de Argual en La
Palma, en cuyo interior daba cabida a «toda clase de árboles frutales,
morales y moreras destinadas a la sericultura; olivos, viñas y parras.
Con ellos se mezclaban árboles de sombra [laureles, cipreses, palmeras- mimbres y papiros], flores y especies aromáticas, exóticas o
tropicales formando como se definía al de Sotomayor un cuadro encantado»21. Esta descripción la hemos contrastado y refrendado entre
diversos descendientes de antiguos encargados de la finca Zamora,
cuyo relato nos permite advertir que la estructuración de dicho cuadro
se asemejaba a los jardines cerrados diseñados desde el Renacimiento
y que en España tuvieron gran difusión durante los siglos XVI y
XVII. Eran jardines privados que funcionarían como los gabinetes de
maravillas del Manierismo, donde se guardaban conchas, animales disecados, minerales y demás objetos curiosos.
Esas modas siguen los pasos de la corte de los Austrias, donde el
monarca y sus principales marcaban la pauta, ya que tal diseño de
jardinería emana de los criterios renacentistas que permiten al hombre moldear la naturaleza. Si bien la gama de especies vegetales que
se podían usar en las capitales europeas eran más limitadas, las Islas
Canarias, situadas en una latitud climática más generosa, permitían la
dotación de jardines y de colecciones botánicas que reflejaban la riqueza del reino vegetal del Viejo y el Nuevo Mundo. A ello debemos
sumar la posibilidad de que fuera creado, o más bien enriquecido, por
el capitán Marcos Betancourt-Castro y Salvatierra tras su paso por
América. Desde allí pudo traer muchas de las especies que lo ornaron,
como ya adelantamos.
El acceso al espacio ajardinado, al igual que sucedía en el conjunto
palmero, era posible por una portada hacia el patio interior en el lado
sur, al que se suma otra hacia el norte en el caso realejero. El cuidado de los jardines era destinado a personal elegido para esa labor, ya
que Vicente González Rodríguez fue el último labriego que se ocupó
de ellos antes de que mediara el siglo pasado22. Por esos motivos, el
Fig. 3. Cuadro murado. Hacienda Zamora, Los Realejos
Pérez Morera [2005]: 75 -115.
Debo de agradecer a su nieta y bisnieta la información facilitada, pues la tradición oral de gente
que habitó en la hacienda resulta de mucha ayuda para completar y dar vida a los datos y elementos conservados.
21
22
124
125
cuadro murado debemos ponerlo en relación con otros jardines ya alterados del municipio, entre ellos los existentes en la hacienda de Los
Príncipes o los desmantelados de la hacienda del mayorazgo o Rambla
de Castro, los espacios ajardinados de El Paseo recientemente destruidos y el cronológicamente posterior de El Bosque, en La Gorvorana.
Los Realejos, lugar de haciendas y de casas de campo, cuenta
con descripciones tempranas de los jardines de la hacienda de Los
Príncipes, de la bonanza de las aguas que la regaban y de lo productivo
de sus tierras. De ahí que, por ejemplo, el mercader inglés Marmaduke
Rawdon que la arrendó entre 1648-1655 afirmara que «el riachuelo
podía conducirse a donde se quisiera, a los jardines, a los huertos y
muchas veces cuando invitaban a sus amigos a festines, se sacaban
las mesas españolas al huerto, bajo los naranjos, con los que tenían
el agua corriente cerca de ellos mientras comían». Esta visión barroquizante de los jardines debió prevalecer durante siglos, ya que en el
Ochocientos los viajeros y los gustos románticos aportaron descripciones que consagraron a tales espacios como lugar de visita. Así, en
1878 René Vernau nos describe una hacienda que experimentaba cierta decadencia:
«viví varios meses en la antigua residencia del primer adelantado. Esta propiedad, que tiene el nombre de Los Príncipes, había sido
puesta graciosamente a mi disposición por su dueño actual, el señor
Camacho. Un poco abandonada en esa época, no producía sino lo que
se podía atender. Con la cantidad de agua que tiene y que es suficiente
para hacer mover dos molinos, se le sacaría un beneficio considerable. Allí crece todo maravillosamente: el naranjo, el cafeto, así como
el trigo, el millo, el tabaco y el arrurruz. Los muros que mantienen las
tierras están cubiertos de ranúnculos y cinerarias. Los conductos por
donde corre el agua están enramados de colocasias y culantrillos. En
la parte alta de la finca, que se extiende casi hasta la cumbre, crecen
manzanos, perales y castañeros, mientras que, en la parte que da al
mar, los dragos, las palmeras, los guayabos y las plataneras sombrean
todos los pasos»23 .
Lo descrito dota de mayor valor a lo conservado, si consideramos
la desaparición o modificación de los jardines de Franchy en la Villa
23
Hernández García [1981]: 217.
126
de la Orotava, como consecuencia del cambio de gusto y reformas sucesivas de la casa principal. En ese tiempo se modificarían también
los jardines trazados por el francés Jean Louis Ledrú para los marqueses de Villanueva del Prado en el centro de La Laguna, desaparecidos
igualmente y que conocemos por un dibujo que el prebendado Pereira
Pacheco trazó de ellos24.
eL devenir posterior
El discurrir de las generaciones permitió que se consolidara la
propiedad de las tierras agrupadas bajo el apellido Castro. Plantíos,
casonas y jardines se asocian a la familia y al imaginario colectivo,
porque, con todo lo que tenía de ventajas y retos para su mantenimiento, el mayorazgo pasó del capitán indiano Marcos Betancourt-Castro y
Salvatierra a su hijo José Antonio Betancourt–Castro y Llarena. Luego
estuvo bajo la titularidad de su nieto Agustín Betancourt–Castro y
Jacques de Mesa y de su bisnieto José Betancourt–Castro y Molina, antes aludido. El último permaneció tiempo en la corte, además de haber
sido educado en sus primeros años en el ambiente ilustrado del Puerto
de la Cruz y el convento dominico de la Villa, pasando gran parte de
su vida insular entre Los Realejos e Icod de los Vinos. Gracias a su
estancia fuera de las Islas adquiere una serie de conocimientos y un
bagaje que le permiten enfrentar la gestión de las tierras con decisión,
experiencia y un pensamiento práctico. Además, fue autor de varias
viviendas en la Villa de la Orotava y de diseños de mobiliario para algunas parroquias del norte de Tenerife25.
Tras la muerte de José de Betancourt las tierras pasan a manos de
su hijo mayor José de Betancourt-Castro y Lugo, asumiendo el control
sobre la totalidad de los bienes vinculados en mayorazgo y su importantísima colección de obras de arte. De ahí que la propiedad de las
haciendas de Zamora y de Castro o Jardín de Castro permaneciera en
manos de sus descendientes hasta los años cuarenta del pasado siglo
XX, cuando se divide entre los hermanos Fernando y Rosario Salazar
24
Lo reproduce por último Sánchez Rodríguez [2017].
En el presente volumen se estudia una de sus trazas por el restaurador Rubén Sánchez, al igual
que su labor como dibujante o proyectista. Realidad, la del dibujo, que queda aún por desarrollar
y estudiar en las Islas [estudio XI].
25
127
y Betancourt-Castro. Luego las heredaron varias mujeres de la casa y
sus descendientes, miembros ya de la casa Ponte-Méndez Fernández
de Lugo26.
zAmorA
Las soluciones ajardinadas dentro de las fincas parecen ser una
seña de identidad que diferencia a esta familia de otras sagas isleñas.
Bien por el interés hacia la botánica o por poseer una visión diferente de la explotación agraria, en ellos sobresalió un gusto por el
recreo y una sensibilidad no muy frecuente hacia el entorno natural.
Testimonio de esa dinámica son las crónicas de viajeros a su paso por
la hacienda de La Rambla a lo largo del siglo XIX. El francés PégotOgie en 1869 la describía así:
«La Rambla, en francés, Remblais, residencia de verano de Los
Castro. ¡Qué sorpresa más encantadora! La casa en sí es corrientita,
pero está situada de un modo atrevido: en la base de la montaña que
la domina desde arriba, y ella misma da sobre el profundo barranco
que se abre a sus pies, precipitándose vertiginosamente. Cuando el
barranco llega al final de su cauce, abre el risco en forma de abanico, antes de llegar al mar, que está como máximo a cien metros. En
las dos orillas de ese barranco, que son casi perpendiculares, el marqués de Castro, a base de paciencia, ingeniosidad y dinero, ha hecho
un jardín que está lleno de flores, y un parque con hermosos árboles.
Todas las tierras que se ha ido adosando al risco hubo que mantenerlas con paredes de piedras basálticas, sacadas del mismo risco a pie
de obra. La muralla de caliza gris está al lado. Como dichas calizas se
desmoronan al contacto, dejan al descubierto con una perfección increíble, dibujos fósiles de hojas y también helechos y conchas de mar
en perfecto estado de conservación. El marqués de Castro trazó una
veredita que lleva desde la casa hasta del fondo de la hoya. Este camino está rodeado de magníficos árboles, cuyas raíces se hunden en más
de veinte pies de tierra de jardín traída expresamente, y que como es26
La hacienda fue estudiada por el que firma el presente trabajo en el año 2012, con el fin de redactar un informe que la declarase Bien de Interés Cultural, que permitiera la conservación de
sus diversos elementos y valores paisajísticos.
128
tán regados por el agua que por allí discurre, crecen muy rápido. Los
parterres están llenos de flores.
En la punta, una cascada natural ha ido horadando la roca, de forma que se ha creado una hondonada por la que se puede bajar, gracias
a unos senderos trazados con mucho tacto. Se atraviesa el torrente
por un rústico puente. Las aguas quedan retenidas en embalse, y en
cuanto se abre la compuerta, cual si fuera un mantel de agua, se despliega una cascada que anima el paisaje con su rumor y movimiento.
Torcemos a la izquierda, atravesando un ancho puente de madera y,
ante nosotros, otro magnífico paseo plantado de impresionantes palmeras, que nos lleva al otro lado del barranco. Un camino horizontal
trazado en la ladera basáltica del risco nos conduce, a través de unos
recodos pintorescos, al castillo. No deja de ser atrevido este camino
cuyo trazado se asemeja al de Eaux-Boones, en el Pirineo. Sobre la cabeza del paseante se alza la montaña, como una pared vertical, y a sus
pies, perpendicularmente, ruge el mar […]. Es desde el final de este
paseo de donde hay que contemplar La Rambla, sus jardines, la casa,
y esa especie de puertito que han ido horadando el mar y las aguas
del torrente con sus furias combinadas. Las olas redondean los guijarros de basalto negro; los mismos de los que está sembrada la playa de
Funchal en Madeira»27.
Figura clave en la familia fue el noveno poseedor del mayorazgo:
José de Betancourt-Castro y Molina [1757-1816]. La enfermedad y la
posterior muerte de su padre Agustín de Betancourt-Castro, propiciaron su retorno a las Islas durante la década de 1790. Entonces estuvo
obligado a administrar el mayorazgo de la casa de Castro y representarla, como han documentado varios autores28. Si nos centramos en la
presencia de José de Betancourt-Castro y Molina en las propiedades de
Los Realejos e Icod, su trabajo se plasma en algunos de los elementos
que sobreviven en ellas y pudo renovar su hijo. Así, en el conjunto de la
hacienda de Zamora, el espacio residencial se compone de diversos elementos que corresponden a los modelos más completos de conjuntos
agropecuarios llegados a nuestros días. Comunicada hacia el Camino
Real que une a Los Realejos con la Villa, la hacienda de El Jardín o
27
28
Pégot-Ogier [2009]: 219-222.
Rodríguez Mesa [1988]; Cullen Salazar [2008].
129
Fig. 4. Portada. Hacienda Zamora, Los Realejos
Zamora se halla cerrada hacia la calle por una portada almenada29 [fig.
4]. En torno al patio existen las antiguas bodegas; y al lado opuesto de
ellas, al poniente, se encuentra la ermita de San Ildefonso bendecida en
185230, cubierta por techumbre a cuatro aguas en el exterior y ochavada en el interior. Destaca en ella el retablo principal de tres calles, dos
hornacinas y hueco central para el lienzo de la Imposición de la casulla
a San Ildefonso que la presidia31. Se comunica con la parte residencial
por una tribuna de patronato para los propietarios, portalón adintelado
y cerrado sobre el antepecho por celosías. Es, junto a la ventana abierta
desde el salón principal hacia el oratorio de la hacienda de la Coronela,
el único ejemplo de esa naturaleza conservado en el municipio. Se accede a la ermita desde el patio por un arco de medio punto que corona
una ventana superior, sobre el que fue dispuesta una espadaña. Poseía
acceso directo desde la calle, ahora tapiado32.
29
La portada, en otro tiempo con un escudo de armas de la familia ahora desaparecido, posee la
rareza de tener cinco almenas en lugar de las tres habituales.
30
Fuentes Pérez/Rodríguez González [1996]: 168 - 174.
31
Ahora la misma se encuentra vacía de imágenes y objetos de culto. Sí conserva el retablo, que parece seguir los postulados del barroco pero reinterpretados en los años cuarenta del pasado siglo XX.
32
El aspecto actual corresponde a la misma intervención de «renovación» de parte de la propiedad que se realizaron en el siglo XX. La catalogamos en los años cuarenta como las desarrolladas
en el interior, pensando en una intervención de Tomás Machado, arquitecto que desarrolló la
intervención en la cercana hacienda de Poggio y en la levantada en la parte norte de la hacien-
130
Fig. 5. Casa principal. Hacienda Zamora, Los Realejos
A su lado encontramos la casa principal de dos plantas, con cubierta
de teja árabe y corredor de madera hacia el patio, presentando reformas
del siglo XX, sobre todo en la parte norte del edificio donde algunas cubiertas muestran teja francesa [fig. 5]. Destaca el corredor de madera
sobre pilares de igual material, abierto al este, dotado de antepecho con
casetones, balaustres y cerrado por ventanales. Tiene el primer tramo,
como tránsito entre la ermita y la casa de dos alturas, una sola planta y
es abierto en galería acristalada hacia el patio principal. Se organiza al
lado oeste por medio de ventanas simétricamente dispuestas en torno a
un portalón abierto hacia un pequeño espacio ajardinado, que comunica, a su vez, con la casa de las canales. Esta primera parte de la vivienda
se completa con todo el área de servicio, las cocinas y las alhacenas que
nos retrotraen a una época de gustos victorianos. A la parte alta de la
casa, la más antigua, se accede por una escalera de madera del siglo
XVIII; y sus techos, ahora cubiertos, dejan entrever las techumbres de
armar y los almizates decorados con lacería.
La llamada casa de las canales completa el conjunto residencial de
la hacienda [fig. 6]. Este edificio parece ser el más antiguo del lugar,
da Zamora como conjunto de casa y ermita que edificio Fernando Salazar y Betancourt-Castro.
131
porque en su fachada se encuentra inscrita la fecha de 1503. Ese año
no debe corresponder a la construcción, sino con la data de entrega
de la tierra. Sirvió de habitación de los mayordomos y encargados de
la finca hasta principios del siglo XXI. Su nombre popular, las canales, deriva del paso de las atarjeas sobre pilones o sustentos, ahora de
hormigón, que desde el naciente de Las Furnias bajaban hasta la finca
y seguían su paso natural hasta la hacienda vecina de La Gorvorana.
El edificio se compone de dos plantas con techumbre a cuatro aguas,
cubierta la superior con teja árabe. Al oeste se encuentra la bodega de
una sola planta, con puerta al camino. La unidad de habitación conserva un vistoso balcón, con antepecho de tablazón liso y hacia el mar
otro de mampostería, al que se llega por una interesante escalera de
piedra que recorre dos lados de la fachada. De este inmueble destaca la
portada de entrada, adintelada y sin almenas, con tapajuntas de diseño
neoclásico que atribuimos a José de Betancourt-Castro. Al otro lado de
la portada, en el frente de la vivienda descrita, se sitúan dependencias
domésticas de una sola planta y una gañanía33.
Fig. 6. Casa de las canales. Hacienda Zamora, Los Realejos
33
En la actualidad presentan un lamentable estado de conservación, ante la mirada pasiva de los
propietarios y del consistorio realejero.
132
En la parte norte del conjunto amurallado se ubican dos lagares pareados [fig. 8] y frente a ellos se abre el acceso al cuadro murado [fig.
3]. Desde el patio, todo empedrado, se accede a la explotación por un
portalón sin dintel y con puertas de diseño clásico, no tradicional, lo
que nos habla de una intervención más moderna y próxima a los gustos de José de Betancourt34. Hemos recabado algunos datos sobre el
conjunto de la vivienda y sus bodegas en una carta de 1812 escrita por
Betancourt a su hijo y heredero, entonces residente en Londres. Le relataba no haber ido a una pelea de gallos por «tener muchos oficiales en
Zamora reparándome aquella casa y bodega, lo que todo quedará tan
decente como dejaba de estarlo»35 . Este dato justificaría el interés de la
familia por mantener la propiedad, remozarla y mejorarla conforme a
los dictados del gusto neoclásico que están presentes en toda la hacienda. La plasmación de esas ideas ilustradas, recogidas durante los años
de formación en la corte, dota al conjunto de Zamora de un interés mayor si cabe en el panorama cultural de Los Realejos y de Canarias.
El conjunto de jardines se extiende más allá de las murallas del patio, prolongando los espacios de recreo entre plantíos. El paseo grande
y el de los arrayanes comunican este espacio residencial con la actual
casa de Poggio, ubicada al naciente. En fecha cercana al siglo XIX,
posiblemente a raíz de las obras descritas por Betancourt-Castro en
1812, se trazó un conjunto de jardines que podemos dividir en dos. El
paseo de los arrayanes es simétrico al portalón abierto desde el patio
a la finca y queda enmarcado por dos palmeras canarias [phoemix canariensis] y dos jacarandas [jacaranda mimosifolia] hacia el lado este,
teniendo suelo de tierra batida y parterres delimitados por hileras de
losetas de barro cocido. Se conserva parte de la vegetación del seto
junto a los arrayanes [mirtus communis], especie muy usada en la jardinería de la cual quedan algunos tramos en el paseo realejero [fig. 7].
A una distancia más cercana al barranquillo de Zamora y la hacienda de Poggio se alza sobre el camino un alpendre dotado de bancos
de mampostería en sus laterales, que permiten el descanso. Es un elemento de planta cuadrangular y estructura a cuatro aguas, que se halla
realizado en madera, forrado por varillas que permiten el trepar de las
34
35
Similar solución presentaba el portón de acceso a la hacienda de la Pared en Icod el Alto, ahora tapiado.
Cullen Salazar [2008].
133
enredaderas36. Al pie de la misma se ubica una palmera canaria, que
marca su ubicación dentro de la extensión. Antes de cruzar el barranquillo por un puente de mampostería hacia la finca colindante, se sitúan
otras dos palmeras que indican los límites. Atribuimos el diseño del
paseo de los arrayanes a José de Betancourt, conocedor de los nuevos
modos de jardinería en Europa donde la idea latente de paseo o alameda se implanta siguiendo los parámetros estéticos del Neoclasicismo.
La Ilustración propició interesantes ejemplos que, como El Capricho
levantado por los duques de Ossuna en Madrid, permitían una vida
distraída en el campo, alejada de la ciudad. Eran espacios donde pasear, contemplar la naturaleza y disfrutar de unos entornos creados a
posta para ese fin. Así pues, salvando las distancias geográficas y materiales, parecen aplicarse las mismas ideas ilustradas en la hacienda
de Zamora, con la creación de sendos paseos que conserva la hacienda.
Fig. 7. Paseo de los arrayanes y alpendre. Hacienda Zamora, Los Realejos
Los alpendres y los paseos se repiten en La Rambla, donde en jardines cercanos a la casona se alza un ejemplo similar. En la hacienda
La Rambla de Castro conserva en el jardín más próximo a la casona un alpendre de similares
características constructivas, aunque de menor tamaño.
36
134
costera sobrevive el paseo de las palmeras que, previo al cruce del puente sobre el barranco, lleva hasta el fortín de San Fernando que José de
Betancourt y Castro levantó en 1808. En el caso de la finca El Paseo, ya
citada en las inmediaciones del casco de Realejo Bajo, el entramado de
parrales y flora ornamental acababa en una cruz que, rodeada de bancos de mampostería, servía de sacro final al espacio de recreo.
Otros de los paseos que circundan la hacienda de Zamora es el
llamado paseo grande. Salva el espacio de dos huertas o bancales, sembradas de naranjos anteriormente. Queda situado en comunicación con
la casa de Poggio, y se inicia en el extremo norte del conjunto principal
de la casa. Producto de una intervención posterior parecen los jardines
ubicados en el entorno inmediato de la casa, articulado entre el ángulo de la vivienda y el muro de cerramiento a la vía pública. Dominado
por un estanque en el límite sur de planta ovalada, se trazan en planta
cuadrangular cuatro parterres y pasos intermedios, desde donde nacen
varios paseos hacia el este. Destacan en esta zona las plantas de pequeño porte como integrantes de una composición que recuerda modelos
tardobarrocos, muy simplificados y cercanos al siglo XX.
Zamora completa su infraestructura arquitectónica con otros elementos de destacado valor etnográfico. Dentro del patio, al lado norte,
se encuentran dos lagares tradicionales, juntos uno al lado del otro
y cubiertos por una misma estructura lignaria de cuatro aguas y teja
árabe sobre pilares de tea37 [fig. 8]. Se trata de un elemento singular
que recuerda el pasado vitivinícola de la hacienda, que tiene el valor
de ser uno de los pocos lagares conservados sin descontextualizar en
Los Realejos38. Ello los dota de un valor notable, porque en el tránsito
de los siglos XVIII y XIX desaparecieron los siete lagares que la hacienda de Los Príncipes poseyó en su núcleo de Realejo Bajo. En otro
contexto, la hacienda de El Miradero en Icod de los Vinos cuenta con
un lagar, muy cerca de la portada de acceso y, al igual que los conserAparecen relacionados por Manuel Rodríguez Mesa [1988], con las obras desarrolladas en el
conjunto por José de Betancourt. Tendemos a pensar en una mayor antigüedad, porque ya en el
testamento de Andrea Jacinta de Castro se cita uno de ellos.
38
La hacienda de la Rambla de Castro poseía otros tres ubicados en la parta baja de la casa, al
lado norte, y fueron desbaratados para el aprovechamiento de la madera de tea en las labores de
carpintería de la casa de Fernando Salazar en la hacienda de Zamora, obra del arquitecto Tomás
Machado. Debo esta información de Felipe Siverio, último guardián del paraje y magnífico cronista de la hacienda.
37
135
vados en Zamora, su viga se remata por una cruz39. Además, aparece
representado en una acuarela de Alfred Diston del sitio.
Fig. 8. Lagares. Hacienda Zamora, Los Realejos
Paralela a la calle el Jardín se sitúa la era, hoy cubierta por maleza
y documentada en la primera inscripción del registro de la propiedad
en los años cuarenta. Se trata del lugar destinado a la trilla de granos, que se ha conservado inalterada a cota tan baja. Es de las pocas
conservadas, aunque no fue la única. La hacienda de Los Príncipes en
Realejo Bajo poseía varias en el entorno de las casas principales, de
las que perduran escasos restos en la actualidad40. De las plantaciones
perviven de manera residual cafetos, morales y moreras, cuya valía
testimonial es innegable porque los últimos recuerdan la desaparecida
industria de la seda en Tenerife.
Gracias a la distribución jerárquica del terreno, las dependencias de
trabajadores y gañanías en el centro de la extensión se sitúan por debajo de la casa principal. Según tradición oral se denominaba gañanía
39
Uso de protección que pudo ser común a otros lagares. A día de hoy es donde únicamente la
hemos constatado en el Valle de la Orotava.
40
Referencias de ellas quedan en la fotografía histórica del lugar y subsisten restos de dos en el
cercado de El Medio, muy cerca del barranquillo de Barroso.
136
grande. En el eje del camino que se abre en el conjunto de las canales se
sitúa una gañanía de planta cuadrangular y cubierta a dos aguas con
teja francesa, la más antigua del lugar41. El uso del agua puede estudiarse por medio de estanques y canales de hormigón, de igual modo
que arquetas para la distribución del agua, lavaderos y la tranquilla
como punto de recogida para usos domésticos. Debemos sumar a ello
los pesaderos de agua o arquetas de control en el este de la propiedad,
lindantes ya con el barranquillo42.
Las tierras de Zamora fueron destinadas preferentemente a la
vid, pero debemos recordar la industria sedera que tuvo en la familia
Betancourt a uno de sus principales impulsores. La cantidad de morales que aún sobreviven en el territorio lo avalan, ya que ocupaban
los espacios menos aprovechables del terreno para el cultivo y eran
pieza fundamental para el desarrollo de un manufactura boyante hasta el Setecientos. No olvidemos que dicha industria encontró en Los
Realejos a uno de sus principales centros productores, porque, aunque
el trabajo de la misma está documentado desde el siglo XVI en las Islas
de La Palma y Tenerife, es en esta localidad donde se registra al primer
maestro sedero: «según costa en los documentos de la Económica de
La Laguna, el primer maestro sedero de quien hay noticias en Tenerife
se llamó Domingo González Cabrera y trabajó en Los Realejos entre
1680 y 1690. Tuvo varios discípulos, que pusieron tienda, con lo que la
industria progresó»43.
Testimonio de esa realidad son los vestigios y las referencias documentales que se custodian en la Real Sociedad de Amigos del País,
donde se muestran la riqueza y el nivel de las piezas elaboradas por la
industria local. El trabajo se producía en obradores locales que mantuvieron a la sociedad insular y que solo la Revolución Industrial hizo
desaparecer en la segunda mitad del siglo XIX44. En este sentido, la
41
El abandono de las prácticas agropecuarias tradicionales, aunque la agricultura ecológica pretende una vuelta a ciertas prácticas antiguas. Lo cierto es que los nuevos modos de cultivo y el
mercado de consumo han dejado en desuso dichas prácticas, lo que ha provocado el abandono
de estas edificaciones o su transformación en espacios alojativos. Por todo ello las gañanías de
Zamora adquieren mayor importancia.
42
Muchas de ellas en desuso por el abandono del riego a manta o por inundación que ha sido sustituido por el riego a goteo, lo que permite un aprovechamiento mayor de las aguas.
43
Sánchez [1996]: 18.
44
Rodríguez Cabrera [2015]: 65
137
hacienda de Zamora acogió labores vinculadas a la seda como testimonia el francés Eugéne Pégot-Ogier en 1869: «pasamos delante de la
marquesa de Castro, donde entramos a ver un telar de una antigüedad
difícil de calcular, y un molino de muela que usaban los guanches, es
un molino de mano muy simple de la finca, una ermita o capilla que
no ofrece mayor interés»45.
eL mirAdero
El Miradero es otra de las haciendas donde se advierte una acción
hábil de José Betancourt-Castro y Molina. Ya sabemos que se emplaza
en tierras de sus antepasados icodenses, los Gallego, que aún conserva
la denominación tradicional de Castro. Ubicada en un extremo del actual barrio de Santa Bárbara, la propiedad mantiene el núcleo central,
la casa principal, las casas de colonos, el aljibe, el lagar y la portada
almenada. Sobre un promontorio se encuentra la casa de trazado rectangular de dos plantas y torre en el cuerpo central, a modo de granero.
Se accede a ella por un escalera doble al poniente. Las labores de carpintería son sencillas, se abre balcón sobre canes y sin volado en la cara
sur. Debajo del balcón se conserva un tondo repintado al menos en dos
ocasiones, a modo de remate de canapé, con la siguiente inscripción:
«Año / 1810». Esa fecha nos indica la realización de obras emprendidas dos años antes de las realizadas en Zamora. Los entornos de la casa
conservan restos de vegetación ornamental y algunos canapés o bancos de piedra, para el solaz y el disfrute de las amplias vistas del lugar.
En el extremo sur de la loma se alza una portada almenada [fig. 9],
al pie del camino que va a la cumbre. Cerca de ella hay un lagar, de tea
y sin techo. En su contorno sobreviven plantíos de vides y morales.
Estos árboles sustentarían a los talleres icodenses, los civiles y los de
clausura de las monjas bernardas del lugar, tan vinculadas a la familia.
Los telares de Icod de los Vinos y los Realejos46, fueron los últimos en
parar su producción de la isla, solo sobreviviendo en la actualidad en
la isla de La Palma.
Pégot-Ogier [2009]: 217 - 218.
Rodríguez Cabrera [2015]. La seda y Los Realejos es un trabajo en el que en ando inmerso. Su
legado incluye trabajos como el citado.
45
46
138
Fig. 9. Portada. Hacienda El Miradero, Icod de los Vinos
concLusiones
La jardinería en el Valle de La Orotava durante el Antiguo Régimen
ha sido poco estudiada, como en general la de las Islas47. Trabajos recientes, redactados por Arnoldo Santos y Pérez Morera, permiten
profundizar sobre la visión de la jardinería y su importancia en un territorio fragmentado como el Archipiélago48. Lo efímero de la misma,
lo personal de su creación, las necesidades de su mantenimiento y los
espacios privados donde se plasman, entre otras cuestiones, crean dificultades para su estudio y conservación. Esa jardinería histórica ha
sido afectada por el cambio de los ciclos económicos, el abandono de
los campos por la población y sus propietarios, y la urbanización desmedida del territorio, provocando en no pocos casos la desaparición y
la ruina de muchos testimonios con atractivo. Los Betancourt-Castro
se perfilan como unos de los más interesantes ejemplos de intervención en el territorio y del uso que de sus terrenos daban, desde el
sentido de productividad hasta el de recreo, como he intentado plasmar en este trabajo.
47
No sucede lo mismo con las propiedades relacionadas con los comerciantes extranjeros asentados en la isla o con propiedades de nueva planta, como El Robado en el Puerto de la Cruz.
48
Trabajos presentados en varios números de la revista Rincones del Atlántico.
139
De ese pasado esplendoroso contemplamos a día de hoy el ocaso
de unos valores, oscurecidos por las políticas hereditarias y la presión
urbanística. Ocaso en parte remediable si el aprecio por el agro fuera
en aumento y se establecieran medidas para rescatar estos jardines y
espacios de recreo que tanta fama dieron al Archipiélago en un pasado no muy lejano. De entre ellas, por lo público de su titularidad, la
Rambla de Castro se perfila como un lugar idóneo para la puesta en
valor y el rescate de ese legado. Atrás quedaron los valores botánicos
descritos por viajeros y eruditos locales que cantaron las cualidades
del lugar, pero esa estima podría recuperarse con un sentido renovado.
Con las palabras dedicadas por Leclerq en 1880 a la Rambla de Castro
ponemos fin a nuestro relato:
«La Rambla, propiedad del marqués Bethencourt de Castro, debe
su nombre a estos lechos por donde corren las aguas fluviales. Este un
jardín tropical, suspendido en las rocosas laderas que dominan el mar.
Nada tan atrevido como estos escalones montados unos sobre otros, y
apoyados en muros de sostén construidos con grandes esfuerzos. Los
caminos discurren horizontalmente, en medio de una frondosa vegetación. Las aguas, claras como diamantes fundidos, caen en cascadas.
Hay senderos que pasan bajo una cúpula de verdor, rocas cubiertas
de musgo, riachuelos cruzados por rústicas pasarelas, grutas que despiertan los recuerdos clásicos de la isla de Calipso, barrancos llenos de
frescor en los que florecen enormes ñameras en medio de las aguas, y,
sobre todo, una avenida bordeada por una doble columnata de palmas
datileras que me ha hecho soñar con la célebre avenida de las palmeras de Río de Janeiro. También está el Castillo, fortaleza en miniatura,
artillada con viejos y oxidados cañones, dominando las negras rocas
basálticas en los que se estrellan las espumeantes olas del Océano. En
los muros del Castillo, he leído estos versos: En medio de estos jardines
y paseos y cascadas, pasa la vida veloz»49.
49
Leclerq [1990]: 110-113.
140
estudio X
memoriA contemporáneA de AgustÍn de BetAncourt
en eL puerto de LA cruz
Eduardo Zalba González
instituto de estudios hispánicos de cAnAriAs
U
n buen termómetro para conocer el recuerdo que una ciudad tiene
de los «hijos ilustres» que nacieron o desplegaron una actividad
notable en ella es buscar las huellas que han dejado en la nomenclatura de las calles, los monumentos dedicados a sus logros y otras
manifestaciones artísticas que derivan de tales personajes. Es evidente
que no siempre ocurre así, como se lleva advirtiendo desde hace mucho tiempo acerca del reconocimiento que el Puerto de la Cruz tributa
al malogrado José Agustín Álvarez Rixo [1796-1883], quien fue cronista y alcalde constitucional. En este caso su memoria se advierte en
una calle próxima al cementerio católico que, por la configuración de
la misma y el carácter secundario, no tiene acceso a ninguna vivienda, de modo que su denominación se ha ido difuminando con el paso
de los años. Una segunda actividad que mantenía vivo el recuerdo del
historiador era el premio de investigación histórica que desde 1980
convocaba el consistorio y llevaba su nombre, pero desgraciadamente 2002 fue el último año en que se promovió su edición. Mejor suerte
ha corrido la remembranza de Agustín de Betancourt y Molina [17581824], personaje que centra en gran medida esta publicación. Aunque
no conocemos testimonios contemporáneos a su muerte acaecida en
Rusia, su ciudad natal debió sentir la pérdida de quien ya era en vida
«uno de los hijos más ilustres que ha dado este Puerto»1.
1
Álvarez Rixo [2003]: 162-163.
141
unA cALLe, un centro educAtivo y un monumento púBLico
El primer testimonio que hemos localizado en un intento de perpetuar su memoria en el Puerto de la Cruz aconteció 77 años después de
su fallecimiento. Se trata de una iniciativa promovida desde el consistorio para rotular algunas calles del núcleo histórico de la ciudad con los
nombres de personajes ilustres nacidos en ella durante los siglos XVII,
XVIII y XIX. Los munícipes de esa época consideraron oportuno tener
un recuerdo para Agustín de Betancourt [fig. 1], a quien reservaron la
hasta entonces calle de la Oposición por creerse que allí estuvo ubicada la casa familiar del ingeniero, suposición que, como analizaremos
más tarde, se extendió hasta prácticamente el último cuarto del siglo
XX2. Al margen de esa nueva denominación, otras «vías principales»
fueron dedicadas a las familias Blanco, Iriarte, Nieves Ravelo, Cólogan,
al pintor Luis de la Cruz, al párroco Manuel Esquivel, a José de Viera y
Clavijo, y a Benito Pérez Galdós, correspondientes con las antiguas calles de Las Cabezas, Venus, Castaño, Soledad, Iglesia, Independencia, y
las plazas de Martiánez y de Mequinez.
Fig. 1. Antigua placa de la calle Agustín de Betancourt, 1901
Medio siglo más tarde, un decreto de 4 de agosto de 1952 autorizaba
la creación de un centro de Enseñanza Media y Profesional en el Puerto
de la Cruz, orientado a las especialidades agrícola, ganadera y marítima3. A pesar de lo beneficioso de esta iniciativa, el instituto no fue
2
3
AMPC: Libro de actas de plenos [1901-1902], ff. 23r-25r [sesión 26/12/1901].
Cfr. Sebastián Bedoya/Fernández Hernández/Paradinas Fuentes [2006]: 21
142
creado hasta el 25 de enero de 1955. Con algo de retraso, comenzó su
andadura el 1 de octubre de ese mismo año en un inmueble habilitado
de la antigua calle del Norte. Las pretensiones inmediatas eran la construcción de un recinto propio siguiendo un proyecto del arquitecto Luis
Cabrera y Sánchez-Real4, aunque finalmente esa aspiración quedó sin
materializar y hasta 1979 sus alumnos no acudieron al edificio actual de
El Tejar. Desde su creación se sintió un interés especial por denominar
el centro educativo con el nombre del prolífico ingeniero, tal y como se
advierte en una propuesta elevada entonces por el alcalde y presidente del patronato local de Enseñanza Media y Profesional Isidoro Luz
Cárpenter. El regidor propuso en enero de 1956 que el instituto laboral
fuera dedicado a Betancourt, dado el carácter técnico y profesional de
las enseñanzas que allí se impartían. Su petición sería ratificada por el
Ministerio meses después, el 6 de marzo del mismo año5. Esto permitió
que a lo largo de más de medio siglo miles de estudiantes de la localidad
y de municipios cercanos hayan tenido presente la figura del ingeniero
portuense, puesto que gracias a él a día de hoy su memoria sigue perpetuándose entre los jóvenes de la comarca.
Los años siguientes a la rotulación del centro académico vinieron
marcados por la celebración del segundo centenario de su nacimiento
[1758-1958]. Ello motivó que el sacerdote y polígrafo Sebastián Padrón
Acosta [1900-1953] escribiera uno de los primeros trabajos monográficos existentes sobre el ingeniero portuense, esfuerzos que dieron
su fruto en una publicación que promovió el Instituto de Estudios
Canarios6. Pero, sin duda, la iniciativa que se encargaría de perpetuar
la memoria entre los habitantes de la localidad fue la colocación de un
busto en la vía pública, el primero de cuantos han podido erigirse en
sus calles. La iniciativa partió del ayuntamiento que presidía Isidoro
Luz Cárpenter, tal y como se desprende de la documentación conservada sobre el tema7. Gracias a ella constatamos ahora la recepción
de un telegrama remitido desde el Hogar Canario de Madrid el 3 de
mayo de 1958 donde su presidente, Esteban Pérez González, comuni-
4
AMPC: Libro de actas de plenos [1955-1958], ff. 129r, 146v-147r [sesiones de 28/12/1956 y
21/5/1957].
5
Sebastián Bedoya/Fernández Hernández/Paradinas Fuentes [2006]: 24.
6
Padrón Acosta [1958].
7
AMPC: Legajo 836.
143
caba la noticia del desvelamiento de una placa en honor a Agustín de
Betancourt con motivo del bicentenario a celebrar allí8.
Luz Cárpenter aprovechó la conmemoración para materializar el
«propósito reiterado de varios ayuntamientos de esta ciudad el encargar a un escultor el busto del insigne hijo de esta ciudad don Agustín
de Bethencourt». El artista elegido para ejecutarlo fue el orotavense
Jesús María Perdigón Hernández [1888-1970], domiciliado en la calle
Alcalá de Madrid y afincado en la capital desde principios de la centuria, a tenor de la concesión de una beca de estudios que ganó en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando9. En ello influiría que unas
décadas antes, en 1927, realizó con éxito el busto de José de Viera y
Clavijo [1731-1813] que sigue conservándose en la plaza de la parroquia
de Santiago Apóstol del Realejo Alto, localidad natal de dicho literato10.
Las razones de Perdigón para vincularse con la empresa del Puerto de
la Cruz quedan claras a raíz de una carta remitida por él mismo en febrero de 1958, donde manifestaba a Luz Cárpenter su lástima por no
pertenecer a la comisión que el Cabildo Insular convocó para organizar
el bicentenario en ciernes. Su descontento fue tal que llegó a expresarle con desazón que «lo merezco más que ningún otro tinerfeño». Las
razones que esgrime para ello son la difusión que hizo en Madrid de
la trayectoria de Betancourt por medio de artículos biográficos y otras
acciones, además de haber ganado el favor municipal para rotular una
calle del distrito de Tetuán en honor suyo. De entre los actos a realizar
entonces, Perdigón consideraba indispensable la inauguración de un
busto proyectado con anterioridad, porque, a tenor del acuerdo plenario
ya aludido, su ejecución pudo negociarse en fecha previa. En la misiva,
el artista añade la propuesta de que el Cabildo colabore con los costos
de su elaboración, indicando que, sin interés de lucro, «le agradaría hacer el busto de don Agustín, personaje que siempre me fue simpático
por su interesante vida dedicada a múltiples actividades».
La afinidad que manifiesta hacia la trayectoria de Betancourt es
producto de su formación en la niñez, pues ahora sabemos que en
1909 Perdigón ya poseía en su taller de La Orotava un retrato al óleo
AMPC: Libro de actas de plenos [1958-1961], f. 36r [sesión 6/5/1958].
Un completo estudio para conocer la vida y obra de este artista en Gaviño de Franchy [2014b]:
574-591.
10
Gaviño de Franchy [2014b]: 587-590, con bibliografía precedente.
del ingeniero portuense. Se trata de una obra elaborada por él mismo
con «insuperable maestría», aunque para la figuración se basó en «un
grabado antiguo»11. Resulta innegable que la elección de ese artista
fue un aval para la ciudad por la calidad que había alcanzado su obra
escultórica en Madrid, al tiempo que servía de estímulo para quien
superaba ya los 70 años de edad. Como suele ocurrir, el tiempo debió
echarse encima y la iniciativa del Hogar Canario alentó a que el regidor municipal retomara la negociación pendiente.
En mayo de 1958 Luz Cárpenter escribió de nuevo a Perdigón, pidiéndole que a mediados de julio de ese mismo año diera término al
busto para proceder a su inauguración con motivo de «las fiestas tradicionales del Gran Poder de Dios». El artista se lamentó pronto de
la celeridad del encargo, ya que apenas un mes y medio para su ejecución era un plazo inviable a todas luces. Tal y como comunicó en
una carta de respuesta firmada en Madrid días más tarde, necesitaría
al menos «dos meses largos». El silencio transcurrido entre los meses de febrero y mayo fue entendido por el escultor como un motivo
de que se había desistido de la idea, pero, al ser consciente de la falta de tiempo para «modelar el busto y fundir la escultura», solicitó a
los munícipes que la obra fuera entregada a finales de agosto. Viendo
Isidoro Luz la premura del encargo, en carta posterior le indicó que el
busto podría inaugurarse en las próximas fiestas de la Hispanidad, por
lo que Perdigón disponía de un margen de tiempo más que suficiente
para materializar al encargo adecuadamente. Sin embargo, el busto no
se colocó finalmente en esa jornada conmemorativa.
En abril de 1959 la comisión municipal permanente solicitó al
Cabildo Insular la cantidad de 25000 pesetas para la confección del
pedestal, pues «se hacía imprescindible proceder a la instalación del
busto confeccionado por el insigne escultor»12. El presidente de la
institución isleña indicó a la corporación su deseo de colaborar en la
empresa, al tiempo que solicitó la cuantía total del proyecto para resolver lo procedente. Junto al importe global de la obra de 75000 pesetas,
el ayuntamiento remitió un boceto donde se explicaba la apariencia
que debía tener el basamento en relación al busto. Finalmente, tras
8
9
144
El País, 27/9/1909, p. 1.
AMPC: Libro de actas de la comisión municipal permanente [1959-1961], ff. 5r-5v [sesión 21/
IV/1959].
11
12
145
acuerdo adoptado el 22 de julio de 1959, la corporación insular correspondió con el importe asignado en un principio de 25000 pesetas.
Meses después, en noviembre de 1959 Jesús María Perdigón recibió
dos pagos por parte del Ayuntamiento, uno primero de 25000 pesetas
y otro después de 5000 más. Sobreentendemos que estas cantidades
cubrían exclusivamente los costes de ejecución, porque, como se había
estipulado desde un primer momento, el artista eximió los honorarios
que le correspondían por el modelado.
Álvarez Rixo13. Por ese motivo, el ingeniero quedó representado como
un hombre de avanzada edad, que viste el uniforme acorde a su dignidad militar.
A juzgar por la cuantía abonada entonces, se deduce que las otras
45000 pesetas del total dado al Cabildo correspondieron a la confección
del basamento. Gracias a un dibujo que conserva el archivo municipal
de autoría anónima y cuya grafía no parece corresponderse con la de
Perdigón, conocemos la idea primigenia para emplazar el retrato de
bronce. Se trata de una base de piedra gris de un metro de ancho por
dos de alto, en cuyo frente debería colocarse «una chapa de mármol
negro con la biografía del inventor y en cuyo lateral debía consignarse
algún fragmento de las primeras máquinas de vapor, en bronce, para
comprender los valores del busto» [fig. 2]. No existen más datos acerca de las gestiones para la colocación del monumento, aunque por las
fechas en que se abonaron las partidas económicas se deduce que su
instalación en la plaza de la Iglesia de la Peña de Francia tuvo lugar a
principios de la década de 1960.
La falta de testimonios gráficos impide conocer con detalle esta
primera solución de basamento, ya que apenas nos han llegado dos
fotografías de época en la que el Betancourt que retrató Perdigón
aparece circunstancialmente [fig. 3]. En ambas se aprecia un monolito de considerable altura de piedra gris con una placa de bronce en
su frente, sobre el cual se ubica el busto broncíneo. Su recreación es
algo idealizada, aunque parte de los retratos conocidos del ingeniero
portuense: esencialmente de los conservados en Rusia y del pintado
tardíamente por Marcos Baeza Carrillo [1858-1915], a buen seguro copia de las ilustraciones que el siglo XIX perpetuó a partir de grabados,
dibujos y otras efigies que han configurado su imagen distintiva. De
hecho, cabe la posibilidad de que el origen de su propuesta figurativa
—y por añadidura de la recreación que el mismo Perdigón llevó a cabo
antes de 1909, ya citada― se fundamente en sendos dibujos que realizaron el prebendado Antonio Pereira Pacheco y Ruiz [1790-1858] y
146
Fig. 2. Monumento Agustín de Betancourt [boceto]
Fig. 3. Vendedoras de flores en la plaza de la Iglesia [postal, c. 1965]
13
Vega de la Rosa [1992]: 32-33, con bibliografía precedente.
147
El monumento, colocado en el costado norte de la citada plaza,
permaneció aproximadamente una década y media sin variar en su
aspecto primigenio, ya que en 1974 —y con motivo de la conmemoración del 150 aniversario de su fallecimiento― el ayuntamiento decidió
acometer una profunda remodelación del basamento, ubicando el busto broncíneo sobre un nuevo pedestal de hormigón visto [fig. 4]. El
diseño, de considerable modernidad para ese tiempo, se configuraba al
modo de un prisma con cuatro caras y cantos en bisel, donde jugaba
un interesante papel la textura del encofrado y la integración de maderas en el propio vaciado. En su cara central se ubicaba una escueta
placa de bronce de pequeñas dimensiones donde constaba la siguiente leyenda: «Al ingeniero / Agustín de Betancourt / El Ayuntamiento
de su / ciudad natal». Las obras fueron ejecutadas en el mes de julio
de 1974, apenas unos días antes de que se procediera a su inauguración por parte del entonces alcalde Felipe Machado González de
Chávez, importando la cantidad total de 75792,92 pesetas. La contrata
correspondió a la empresa local de construcciones Domingo Méndez
Martín y en ella trabajaron con diversa implicación Gregorio Lorenzo,
Jeremías Rodríguez, Nicolás Mesa, Domingo Martín García, Domingo
Martín Morales, Candelario Ramón, Filiberto Llanos, Manuel Cruz,
Domingo Yumar y Manuel Viera14.
Llama la atención que esta nueva base haya permanecido con la
apariencia inicial tan poco tiempo, ya que en 1980 aparece fotografiada
en prensa la que sería una tercera solución de cuantas ha tenido [fig.
5]. Se trata de una reinterpretación de la solución prevista en 1974,
que aprovecha la misma estructura modificando el acabado y alterando su configuración. En el frente tuvo cabida una placa de bronce de
considerables dimensiones, cuya comparación con los testimonios de
la década de los sesenta no deja duda de que se trata de la misma placa.
Por razones que se desconocen, una propuesta que creemos emanada
del seno consistorial reconfiguró el aspecto que no llegó a permanecer
más de seis años, porque, aunque se no se tiene constancia del año de
modificación, al menos en 1980 presentaba ya la apariencia indicada.
Sorprende esta segunda solución plástica, motivada quizá por la propuesta de quien o quienes consideraban oportuno restituir la placa
primitiva. En ella se contenía información detallada acerca de los méritos del personaje efigiado, como puede comprobarse en el texto que
recogemos al pie15.
En 2008, en el marco del programa de recuperación del patrimonio artístico municipal I [PROART 1], el monumento dedicado a la
memoria de Agustín de Betancourt volvió a conocer una nueva y última reforma, gracias a la cual adquirió su apariencia actual [fig. 6].
La iniciativa consistió en sustituir el pedestal de hormigón por una
piedra del sur de Tenerife sin labrar en exceso, a la que se impuso un
corte en el lateral izquierdo para grabar allí el dibujo de la máquina
de vapor que sus herederos conservan en el archivo familiar de La
Orotava. Sin conocerlo, esta propuesta entronca con la alusión inicial a la máquina de vapor, si bien esta vez solucionado por medio de
una representación gráfica. Además, al frente se colocó una placa de
bronce donde consta escuetamente la siguiente leyenda: «Agustín de
«Al ingeniero Agustín de Betancourt / El Ayuntamiento de su ciudad natal / Fundador y primer director de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Inspector General de Caminos
y Canales de España. Constructor del telégrafo óptico de Madrid a Cádiz. Fundador del Real
Gabinete de Máquinas de Madrid. Inventor de la máquina de vapor de doble efecto de la draga
y de la esclusa de embolo buzo. Caballero de la Orden de Santiago. Miembro de honor de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando. Director General de Puentes y Calzadas del imperio
ruso bajo el Zar Alejandro I. Fundador de la Escuela de Puentes y Calzadas de Rusia. Teniente general de los ejércitos del Zar. Constructor del Picadero de Moscú y de la Feria de Nijni Novgorod.
Caballero de la orden imperial rusa de San Alejandro Newski. Nació en 1758 en el Puerto de la
Cruz. Murió en San Petersburgo en 1824».
15
Fig. 4. Reinauguración del monumento de Agustín de Betancourt, 1974
14
AMPC: Legajo 1973, expediente 11.
148
149
Betancourt y Molina / Puerto de la Cruz 1758 / San Petersburgo 1824 /
El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz». Esta cuarta solución puso en
valor la primera escultura que se colocó en la vía pública portuense,
aunque es una lástima que no se conserve la anterior placa para reubicarla en alguna dependencia consistorial o en el propio instituto que
lleva su nombre, elemento que, a pesar de las indagaciones realizadas,
no hemos podido localizar por último.
la siguiente inscripción: «En esta casa nació el 1º de febrero de 1758 el
insigne ingeniero Don Agustín de Betancourt»16. Fue una de los acciones previstas para conmemorar el 150 aniversario de su fallecimiento,
aunque entre ellas destacó sobremanera la convocatoria del Premio
Nacional Agustín de Betancourt17, una ofrenda floral ante su busto,
una eucaristía oficiada en la parroquia donde tuvo lugar su bautizo
en 1758, las actuaciones de los Chin Canayros y del Orfeón La Paz, un
concurso provincial de redacción escolar, y las conferencias pronunciadas por Antonio Rumeu de Armas y Pedro García Ormaechea18.
Fig. 7. Descubrimiento de placa conmemorativa, 1974
Fig. 5. Tercera solución de basamento
[c. 1980-2008]
Fig. 6. Cuarta solución del basamento [2008]
otros homenAjes y Acciones cuLturALes
A pesar de que la rotulación de la calle, el centro educativo y el
busto de la céntrica plaza de la Iglesia constituyen los homenajes principales tributados por el Puerto de la Cruz a Agustín de Betancourt,
durante la segunda mitad del siglo XX y lo transcurrido del XXI se
datan otras iniciativas que persiguieron el mismo objetivo. Uno de los
actos principales a destacar en ese aspecto fue el recuerdo promovido
durante las Fiestas de Julio de 1974 en la que se creía que había sido su
casa natal: la actual sede de la Cruz Roja local en la calle dedicada a él
por ello [fig. 7]. En su exterior se desveló una lápida de mármol con
150
De igual manera, tras la colocación del busto se han sucedido continuos homenajes ante él, siendo uno de los más antiguos la ofrenda
floral tributada por los asambleístas de la VI semana de la carretera,
organizada por la Asociación Española de la Carretera y que pudo celebrarse en el Archipiélago en mayo de 197019. En 1974 se realizó una
acción similar por miembros de la corporación para conmemorar el
16
Una vez corregido el error y entendiendo que su casa natal es el actual Hotel Monopol, en
1988 se ubicó en el mismo lugar una placa de bronce indicando que ese había sido el lugar de
nacimiento del pintor portuense Luis de la Cruz y Ríos, dato que a día de hoy tampoco ha podido
contrastarse con seguridad.
17
El Eco de Canarias, 12/6/1970.
18
AMPC: Legajo 1973, expediente 11.
19
El Eco de Canarias, 15/5/1970, p. 11.
151
150 aniversario de su fallecimiento, como ya se ha comentado. Tal
reconocimiento institucional se repitió del mismo modo en al menos
199620 y 199921.
Mención especial merecen los congresos, simposios y jornadas
de investigación y divulgación científica, que han promovido diversos colectivos y entidades culturales en la ciudad. Entre ellos destaca
una iniciativa debida a la asociación canaria para la enseñanza de las
ciencias Viera y Clavijo, que organizó en abril de 1991 el IV Simposio
de Enseñanza e Historia de las Ciencias en homenaje a Agustín de
Betancourt. En él participaron Antonio Rumeu de Armas, Enrique
Romeu Palazuelos, Alejandro Cioranescu, Manuel Rodríguez Mesa y
otros investigadores procedentes de Rusia, Brasil, Francia, Inglaterra,
Italia y Estados Unidos22. En abril de 2004, la recién creada Fundación
General Canaria de Ingeniería y Arquitectura Agustín de Betancourt
organizó unas jornadas históricas internacionales sobre la familia
Betancourt que, aunque se desarrollaron en Santa Cruz de Tenerife,
tuvieron a bien proceder al nombramiento de socio de honor al
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, en un acto que tuvo lugar en el
salón de plenos durante el mes de febrero23 [estudio VII].
Otro capítulo importante lo conforman las exposiciones que difundieron con éxito la vida y obra de Betancourt, destacando en ese
sentido la desarrollada en el centro de congresos del Parque Taoro
entre el 13 de julio y el 11 de agosto de 1996 y que llevó por título
Betancourt. Los inicios de la ingeniería moderna en Europa. Fue una
propuesta expositiva procedente de Madrid y organizada desde el
Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, que en
su edición insular coordinó el Cabildo de Tenerife, con la colaboración del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, el Centro de Estudios
Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, el Ministerio de Fomento
y la Universidad de San Petersburgo. Estaba conformada por paneles,
planos, gráficos y 36 maquetas de madera, algunas de ellas con movimiento eléctrico24.
El Día, 14/7/1996.
El Día,15/5/1999; El Día, 15/7/1999.
22
El Día, 3/4/1991; Jornada, 3/4/1991.
23
El Día, 20/4/2004; El Día, 9/2/2004.
24
Diario de Avisos, 12/7/1996.
En 1999, y con motivo del 175 aniversario de su nacimiento, el
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz en pleno aprobó un crédito extraordinario de 1200000 pesetas para sufragar parte de la restauración
de la reja de la tumba de Agustín de Betancourt en el cementerio del
monasterio de San Alejandro Nevski, gestiones en donde fue crucial
la mediación de la Fundación Alexander Pushkin25. Se trata de un proyecto firmado por el arquitecto Nikitin que incluía la fabricación de
los moldes y el diseño de la valla, la confección de la misma con una
longitud de 12 metros, la creación del borde de granito, el transporte
y la instalación.
Fig. 8. Homenaje a Agustín de Betancourt, 2007
2007 volvió a ser un año importante para el recuerdo de Agustín
de Betancourt, ya que entonces la Real Academia de Ingeniería le
rindió un homenaje por coincidir con el 200 aniversario de su emigración a Rusia [1807-2007]26. A lo largo de dos días se sucedió una
serie de actos, entre los que destaca la inauguración en el antiguo
20
21
152
25
Documentación facilitada por Isidoro Sánchez García, concejal delegado del área de turismo
y relaciones institucionales de la corporación municipal en ese mandato. Acuerdo en la sesión
plenaria de 27 de mayo de 1999.
26
El Día, 24/4/2007.
153
convento dominico de un altorrelieve titulado Homenaje a Agustín
de Betancourt, del que es autor Nicomedes Díaz Piquero [1936-2017]
[fig. 8]. Además, a finales de ese año el ayuntamiento creó una comisión integrada por responsables políticos, técnicos municipales,
representantes de la Fundación Alexander Pushkin, la Fundación
General Canaria de Ingeniería y Arquitectura Agustín de Betancourt,
el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias y la Fundación Canaria
Orotava Historia de la Ciencia27.
En una primera reunión se adoptó el acuerdo de elaborar un programa de actos con el que celebrar adecuadamente el 250 aniversario
de su nacimiento, así como declarar 2008 Año Agustín de Betancourt.
Por ese motivo, en enero de 2008 el equipo de gobierno presentó una
propuesta al pleno de la corporación con esta petición28. Junto a esa iniciativa se pretendía también sustituir en el callejero e instituciones de
la localidad el apellido erróneo de Bethencourt por Betancourt, rotular con el nombre de avenida Familia Betancourt y Molina la entonces
avenida del Generalísimo y la creación de un comité de honor. Tras la
votación pertinente, todas las propuestas presentadas se aprobaron por
mayoría, siendo la más trascendente la del cambio de denominación de
la avenida por cuestiones vinculadas con la política del momento. El
año Agustín de Betancourt contó con otras iniciativas destacables en
el Puerto de la Cruz, entre ellas la creación de un matasellos conmemorativo29, el curso Ciencia e Ilustración en el siglo XVIII en el centro
educativo que lleva su nombre30 y el descubrimiento de una placa en el
exterior de su casa natal, hoy sede del Hotel Monopol, a iniciativa del
Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos [fig. 9].
han sido numerosos los homenajes realizados en otras localidades del
Archipiélago y en las grandes ciudades de San Petersburgo31, Moscú,
París y Madrid. Dichas iniciativas han perseguido aquello que honra
la memoria de nuestros «hijos ilustres», los mismos que el Puerto de
la Cruz evoca en las personas de los hermanos Iriarte, el pintor Luis
de la Cruz y Ríos, y José, María del Carmen y Agustín de Betancourt
como personajes de mayor renombre. Esperamos que esta memoria
haya servido para perpetuar los actos honoríficos acontecidos durante
la época contemporánea y, a su vez, sea un homenaje a todos aquellos
políticos, científicos, artistas y amantes de la cultura que con su esfuerzo han contribuido para que el recuerdo de Agustín de Betancourt
siga vivo, como una llama encendida que nunca conocerá su ocaso32.
A punto de conmemorar el 260 aniversario del nacimiento de
Agustín de Betancourt, son varias las instituciones que trabajan de
forma coordinada para no dejar pasar por alto esta efeméride. Sus
acciones recordarán de nuevo la figura del portuense más universal,
como así ha ocurrido desde el siglo XIX; y a buen seguro no serán sólo
iniciativas de ámbito local, porque, aunque esta memoria contemporánea se ha centrado en las actividades con sede en su pueblo natal,
Fig. 9. Placa conmemorativa, 2008
El 27 de mayo de 1996 se tomó el acuerdo por unanimidad de todos los grupos políticos de
realizar un hermanamiento con San Petersburgo. Cfr. AMPC: Caja 43. Libro de actas de plenos
[2007-2008], sesión 25/1/2008.
32
Agradecemos la información facilitada para redactar este ensayo a Emilio Zamora González,
Pedro Pacheco Quintero, Juan Cullen Salazar, Isidoro Sánchez García y personal del Archivo
Municipal del Puerto de la Cruz.
31
La Gaceta, 17/12/2007.
AMPC: Caja 43. Libro de actas de plenos [2007-2008], ff. 154r-161v [sesión 25/1/2008].
29
En 2003 también se realizó un matasellos conmemorativo.
30
El Día, 23/4/2008.
27
28
154
155
estudio Xi
LA trAzA deL tABernácuLo de sAn juAn deL fArroBo.
su restAurAción como ALiciente pArA eL estudio
interdiscipLinAr
Rubén Sánchez López
greco. gABinete de restAurAción y conservAción
E
l presente estudio responde a la necesidad de dar cobertura interdisciplinar al proyecto de investigación que la UEC dedicó a
los hermanos Betancourt [UEM 2016/21]. Nuestra intervención sobre
una obra autógrafa del arquitecto José de Betancourt y Castro [17571816] contribuye no sólo a la efectiva puesta en valor de la misma,
sino que intenta arrojar luz sobre las constantes de sus manufacturas
gráficas. Al mismo tiempo pretende orientar acerca de la metodología
restauradora con que pueden ejecutarse futuras acciones curativas sobre piezas análogas del autor. Este último punto resulta trascendental
según los imperativos de preservación y transmisión del legado de
Betancourt que promueve el citado proyecto [estudio I].
Sobre todo lo expuesto defendemos obviamente la puesta en valor
del documento intervenido, cuyas claves interpretativas para el contexto geográfico y cronológico que nos ocupa se ven impulsadas ahora
a tenor del restablecimiento de su óptima legibilidad y la recuperación
de sus valores estéticos iniciales. Esta intervención ya fue defendida
en el ciclo que, sobre restauración patrimonial, impartimos en la sede
de la Real Sociedad de Amigos del País de Tenerife entre abril y julio
de 2016. La comunicación fue precedida por una introducción histórica de Juan Alejandro Lorenzo Lima, por lo que esa acción posibilitó el
primer abordaje de la praxis restauradora de los diseños de quien fuera
nombrado académico honorario de San Fernando en 1792.
157
tomA de contActo
La presencia de un diseño o traza procedente del archivo Betancourt
en la parroquia de la Villa de Arriba es consecuencia de una donación
particular, promovida tras mediar el siglo XX. Durante un tiempo estuvo depositado en el archivo parroquial pero finalmente fue adaptado
para su exhibición permanente en la sacristía, pues al dorso del marco una etiqueta identificaba a los autores de su primera guarnición:
«Antonio y Arnoldo Rodríguez / CARPINTERÍA Y EBANISTERÍA /
7-7-1982». El elevado peso de los dispositivos de exposición integrados motivó que en junio de 2011 surgiera la aspiración de sustituir el
enmarcado por otro de mayor ligereza, aprovechando esa ocasión para
valorar el estado de conservación del dibujo.
Comprobamos entonces que la devaluación sensible del documento reclamaba una intervención que hiciera de la instancia en la que se
pretendía mejorar las condiciones expositivas una acción presuntamente definitiva, que previniera alteraciones futuras y permitiese su
exhibición con garantías plenas de conservación [fig. 1].
identificAción
La metodología profesional establece una instancia de reconocimiento previa a cualquier maniobra sobre la pieza a intervenir.
Consiste en un estudio pormenorizado de todos los aspectos formales
y materiales relativos a la obra concreta, pues de él dependerán los
tratamientos a seguir sobre ella. En este caso, la prevalencia de una
connotación expositiva frente a la gestión del bien como cualquier
otro elemento archivístico más, resultó capital a la hora de establecer
los criterios aptos de actuación.
En lo relativo al análisis apuntaremos únicamente aspectos técnicos que ayudan a definir unas constantes en la producción gráfica del
autor, y aquellos pormenores que dan singularidad al dibujo restaurado respecto a la misma. El diseño que nos ocupa de José de Betancourt
[1757-1816] ya lo habían estudiado Hernández Perera y Rodríguez
Mesa, pero revelan mayor precisión las informaciones vertidas por
Lorenzo Lima. Su primera ficha catalográfica confirmó que a partir de
esta «traza» se levantó el tabernáculo que preside el templo, forman158
Fig. 1. Estado previo a la restauración
159
do parte de los planes de reforma ejecutados entre 1781 y 1787 bajo el
curato de Francisco Frías.
El soporte celulósico se atiene a un formato rectangular de 125 x
48 cm, con los vértices superiores seccionados a bisel, y compuesto de
tres retales del mismo papel artesanal pegados longitudinalmente por
solapado de los bordes de encuentro. Las tres hojas, de dimensiones
dispares, se pegan con adhesivo natural [colágeno], siendo los empalmes de 1 cm de ancho. Las láminas extremas se superponen al papel
intermedio sin practicar rebajes de espesor en ninguno de sus bordes
de unión. El examen organoléptico deduce del soporte celulósico que
se trata de un papel de trapos sin satinar, impronta de la forma papelera bien visible: fibra muy fina y espesor medio.
La luz transmitida permite visualizar la verjura del papel artesanal
y una filigrana limitada a caracteres alfabéticos. Gracias a este examen
organoléptico establecimos la disposición de los tres retales respecto
a la forma papelera, donde los corondeles pasan horizontalmente a lo
ancho de nuestro formato y la filigrana asume una posición perpendicular centrada en la hoja inferior. Ese elemento, llamado también
«marca de agua» es la identificación de origen fabril que el molino papelero realiza en el propio producto1. En el papel usado por Betancourt
la filigrana reproduce el texto siguiente: «D & C BLAW», por lo que
deriva de la actividad de una dinastía de papeleros holandeses establecida en la localidad de Zaanstreek, cuya producción gozó de amplia
demanda a ambos lados del Atlántico2.
El examen global por fluorescencia UV permitió establecer
el origen orgánico de adhesivos pretéritos y originales, localizar
restos metabólicos sobre el papel, descartar retoques sucesivos,
y evidenciar los grafismos de interpretación dudosa, como así
ocurre con algún arrepentimiento de trazos a grafito o algún caracter de los textos integrados. El último aspecto resultó capital
para establecer la fecha exacta de la conclusión de la traza. A
Muñoz Viñas [2010]: 53.
El molino fundado por Dirk y Corneh Blaw en 1621, se mantiene activo durante cerca de 250
años con alguna variación nominativa. Parece que a partir de 1822 la fábrica introduce la filigrana «DEDB» [De Erven de Blaw]. Cfr. http://nga.gov.au/Whistler/details/DeErven.cfm
1
2
160
simple vista se leía solo «[…] de Diciembre de 1783» en la bisectriz del margen inferior, pero la luz ultravioleta reveló los dígitos
«29», dándonos el día concreto de entrega o término de la obra.
De acuerdo a ello, el conjunto lignario pudo ejecutarse entre esa
fecha y 1787, de modo que la mazonería y el policromado no se
dilataron por más de cuatro años.
Respecto al elemento representado, no hay sino que remitirse
al propio título que el autor dispuso en el dibujo para su identificación con el Tabernaculo de Sn. Juan Bta. en la villa de la Orotava
[al frente del altar] y a la correspondencia casi literal con el tabernáculo levantado en el presbiterio de la parroquia villera,
para percibir que se trata de un diseño de proyecto o «traza» de
la estructura leñosa que la preside. Dispuestos en dirección vertical y en orden descendente se dibujan tanto el frente como la
planta con ciertos criterios de ordenamiento espacial y sistemas
gráficos que remiten al academicismo. Se da prioridad al alzado,
que ocupa las 4/5 partes del formato, ya que es en esta imagen
donde se integra el discurso iconográfico y la prestancia estética
que los fieles contemplarán desde la nave de la iglesia. La planta
se resuelve con un trazado geométrico sumario en total proporción con el frente gracias a extensión discontinua de las líneas
maestras de composición.
Cualquier comparación con el tabernáculo materializado habla en
favor de la destreza de los artífices locales para adaptarse, no ya sólo
a ciertos lenguajes renovadores, sino también a las dificultades técnicas implicadas por la proporción y presencia de elementos voladizos
nada normalizados en la retablística insular. Atendiendo a la biografía de José de Betancourt, Lorenzo Lima deduce que no pudo haberla
proyectado en París o en Madrid, sino que se encontraba residiendo
en Tenerife y sus avances en el sentido arquitectónico, más que en la
plástica, deben derivar de las fuentes gráficas con que nutrió su biblioteca privada, pues nunca antes se vio algo parecido en Canarias. De
ahí que en este caso resulte evidente el influjo de láminas impresas
por Jacques Cherau sobre diseños de Neufforge que grabó Babel, con-
161
servadas aún por sus herederos3. Los débitos formales en cuanto al
diseño parecen cobrar mucho peso, aunque los sistemas de representación ya están bien normalizados en los focos académicos europeos.
No en vano, trazas retablísticas de «gusto moderno» conservadas en la
Biblioteca de la Universidad de La Laguna, sobre las que Lorenzo Lima
sugiere ya alguna posibilidad de atribución a Betancourt4, obedecen a
los mismos registros y similares estilemas, aunque en la mayoría de
estos casos se manifiesta un sensible avance cronológico a propósito
de una menor deuda barroquista. Las técnicas de ejecución resultan
ser prácticamente las mismas que la del ejemplar de La Orotava.
AnáLisis formAL y mAteriAL
Antes de detenernos en el aspecto material, estimamos de interés
una serie de conclusiones derivadas de la comparación del documento
restaurado con algunos otros exponentes de la producción de José de
Betancourt. Este análisis formal se limita a los rasgos gráficos del autor,
delegando el aspecto figurativo a los especialistas que están investigando su dimensión académica de una manera global. Asumimos la
competencia de definir razonadamente las cuestiones fabriles en tanto
en cuanto los análisis practicados sobre la traza de nuestro tabernáculo arrojan datos relativos, difíciles de inferir de la mera observación
sumaria. Aludimos antes a la técnica de este dibujo, interpretada en la
línea de las habituales tintas y aguadas, pero nunca antes se ha hecho
una descripción pormenorizada de sus fases de ejecución concretas.
El autor parte de unas líneas generales a grafito, valiéndose de
regla y compás. En esta parte inicial del proceso se trazan todas las
líneas, independientemente de que luego vayan a ser representadas
o no como parte del dibujo definitivo. Así pues, tenemos la suerte de
verificar los sistemas de representación, sencillas reglas de proporcionalidad que pueden ser estudiadas desde la geometría descriptiva
más elemental [uso de cuadrantes donde se inscriben los fustes de las
columnas, isometrías a compás, etc]. A título de curiosidad merece
destacarse la existencia de arrepentimientos, no ya sólo la corrección
3
4
Lorenzo Lima [2008]: 73.
Lorenzo Lima [2013]: 81-83.
162
de alguna línea por error de cálculo, sino que en el caso de las columnas situadas al frente, se verifica un retranqueo respecto al diseño
definitivo [más adelantado], o bien la supresión de una de las columnas de un cuerpo originalmente pareado. Sea como fuere, esas líneas
trazadas en seco quedaron como una expresión de replanteamientos
del diseño durante la propia confección del trazado. Igual de interesante nos parece el apunte perspectívico a grafito que hace del desarrollo
interno de la mitad izquierda de la urna o fanal del sagrario, aunque la
asimetría supuesta para la armonía del dibujo definitivo permitió que
Betancourt evadiera su repaso a tinta.
Sobre las líneas maestras se definen, también con grafito, elementos a mano alzada tales como detalles ornamentales, definiendo ya en
este nivel la mayor parte de la información final. Betancourt repasa el
diseño con tinta sepia a mano alzada en unos casos y asistido con regla
en las líneas de mayor longitud. Llama la atención la pericia a la hora
de delinear las curvas, pues todo apunta a que se ejecutan sin compás.
En este nivel se concluye la planta, concebida con un sentido más abstracto que el alzado del frente, donde se da participación a los aspectos
figurativos para dar plasticidad y mayor atención descriptiva al efecto
buscado en su materialización tridimensional.
Al dibujo ya repasado con tinta estable, el tracista va aplicando,
sólo en el alzado, algunas indicaciones sobre el claroscuro en la misma
técnica y en forma de sutiles trazos paralelos. Simultanea el tratamiento netamente geométrico de líneas puras con la concesión de valores
gestuales en los detalles figurativos. Se ultima el tratamiento del frente con una sugerencia del claroscuro identificada hasta ahora como
aguada, aunque se trata en realidad de un concepto que aquí merece
matizarse habida cuenta de la verdadera técnica utilizada: la acuarela o
«gouache», siendo la aguada una tinta china rebajada con incremento
de agua o la humectación de un dibujo previamente esbozado con carboncillo. Pese al sentido descriptivo del alzado el tratamiento no es del
todo naturalista; aunque se percibe una obvia colocación de la fuente
de luz a la izquierda [iluminación de los fustes], muchos detalles se
adaptan al acomodo de un arbitrario efecto óptico para su mejor interpretación del volumen en el medio bidimensional. Pese a que la tinta
pretende un efecto monocromo se observa que oscila dentro de una limitada gama de grises, no tanto determinados por el juego de dilución
163
del color en agua sino también por la participación de pigmento blanco.
No hay ninguna tinta negra pura, sino que se va modificando su saturación entre el blanco dado por transparencia del papel y por la creta
añadida en la propia acuarela, lo que hace que tendamos a contemplarlo como un dibujo al «gouache». Las líneas a sepia siguen estando bien
visibles de manera que participan en el efecto final con una agradable
modulación cálida de las tintas frías de gouache translúcido.
Esta misma dinámica de trazado en seco y/o en sepia ultimada con
gouache para dotarlo de efecto tridimensional la observamos en dibujos como el de la sede del Real Consulado de las Islas Canarias,
ejecutado en Madrid en 1792. Conviene apuntar lo mismo para los
referidos proyectos retablísticos de la Biblioteca Universitaria de La
Laguna, por el momento anónimos, aunque introducen colorido local
en las plantas [planos rojos y rosados], ya que esta observación puede
contribuir a pronunciar atribuciones fundadas.
Sobre el uso del compás, algo inherente a la ingeniería, da también
testimonio el proyecto de planta de un presbiterio, donde repite las mismas líneas continuas y discontinuas según su función de «forma real
o imaginaria». En el plano del tabernáculo de la catedral de La Laguna
pasa exactamente lo mismo. Lo volvemos a encontrar en el rico diseño
de un sagrario-manifestador, esta vez limitado al arco de medio punto
y a al viril de la custodia. Paralelamente se ejecuta con el mismo sentido descriptivo, e idéntico lenguaje plástico que la traza de San Juan con
cresterías, rocallas y perfiles mixtilíneos. Interesa saber asimismo que
la participación del perfilado a sepia asume tanta presencia como en
esta última, pudiendo tratarse de diseños contemporáneos. Evidencias
de corrección —o más bien de representación simultánea de distintas
soluciones— también aparecen en otros dibujos del autor. Véase por
ejemplo uno de los planos para fachada de los llamados «manieristas»
por los investigadores de Betancourt, donde insiste en replantear la altura de uno de los vanos rematado en arco de medio punto.
La técnica no supone en absoluto ningún avance, ya que reitera
una tradición alentada desde el Renacimiento. Además, otros proyectistas canarios como Diego Nicolás Eduardo [1733-1798] recurren a las
mismas soluciones gráficas, de modo que cualquier reconsideración
sobre la autoría de algunas piezas anónimas a favor de Betancourt
deberá atender a cuestiones tanto técnicas como estilísticas, picto164
gráficas y grafológicas. En este sentido parece bastante alentadora la
manera de articular las escalas, la particularidades del trazo a mano
alzada en la descripción de detalles y la equivalencia caligráfica de
los textos incluidos entre algunos de los dibujos antedichos, porque
en lo que respecta a ciertas pautas técnicas descritas [dibujo a tinta y
«aguada»] no hacemos sino insistir en recursos normalizados dentro
del ambiente académico europeo. Baste recordar lo que poco después
harán Diego Nicolás Eduardo o José Luján Pérez [1756-1815] para la
catedral de Santa Ana5.
diAgnóstico
El estado general de conservación que la obra manifiesta a la hora
de acometer la restauración acusa ciertas incidencias fabriles y de uso
ya en época de Betancourt, así como el devenir de las condiciones de
almacenamiento en el archivo familiar, un depósito posterior en el archivo parroquial y su definitiva exhibición en la sacristía. Tal dinámica
influye con dispar magnitud en el aspecto que hoy denota el dibujo, y cómo no, determina las decisiones tomadas para su tratamiento
profesional. Daremos una crónica sinóptica de lo que todo el espesor
histórico y vicisitudes recientes suponen para la integridad de la lámina. Renunciamos a la clásica distinción entre elementos sustentantes
[papel] y sustentados [grafismos] por simplificar el discurso del presente artículo:
Incidencias de manufactura y adaptaciones físicas del documento por
imperativos prácticos
Ya durante la creación misma del objeto tienen lugar una serie de
incidencias que se alejan sensiblemente de la casuística común. El soporte acusaba un par de perforaciones con pérdida de material y fue
reparado mediante parcheo, presuntamente por el autor antes de trazar el diseño. Las razones que nos mueven a defender esta hipótesis
radican en el hecho de que la reparación se efectúa con pequeños recortes del mismo papel, aunque con una orientación arbitraria a tenor
5
AA VV [2015]: 263-274.
165
de la disposición de su verjura6. El adhesivo fue el mismo que empleó
para obtener el formato compuesto mediante adhesión de hojas en
sus márgenes coincidentes con dispersión coloidal de colágeno, seguramente una cola de huesos rebajada a tenor de su sensibilidad al
agua, pardeamiento y cristalización típicas. Los parches se colocaron
con un excedente variable que oscila en torno al centímetro y fueron
colocados en la cara que iba a ser destinada como dorso del dibujo, es
decir se deliberó dibujar en la superficie dónde la presencia del postizo
suponía una menor impronta. En el anverso el escalonamiento de dos
soportes superpuestos se limita a las lagunas y asume un menor diámetro. El trazo en estas localizaciones reparadas no difiere del original
y obedece completamente a la continuidad del ritmo, descarga de tintas y color. Sólo puede explicarse de otro modo sino es suponiendo la
participación temprana de Betancourt [fig. 2].
Paralelamente existen signos obvios de adaptación del formato original como si se tratara de una carpeta. Para proceder con tal objetivo
plegó la lámina horizontalmente en dos alturas distintas, a una distancia similar, recortó los vértices superiores a bisel para que este extremo
funcionara de solapa de cierre, y por último aplicó un cierre con hilo
a través de los pespuntes que aparecen duplicados en dos localizaciones distintas: el «pico» de la solapa sobre la imagen de San Juanito y
el margen inferior en su bisectriz. El hilo, con o sin broche, ha desparecido no sin antes inducir unas pequeñas fisuras convergentes desde
los puntos de costura.
6
La hoja de papel se conforma en una retícula metálica tendida sobre un bastidor rectangular
de madera. Este útil recibe tradicionalmente la denominación de «forma». Los alambres más
pequeños y apretados son los puntizones, mientras que los más gruesos y espaciados son los
corondeles. El agua es desalojada y la pulpa papelera queda retenida en la malla. Los papeles
artesanos tienden a reproducir con mayor o menor intensidad la estructura de esta especie de
molde, porque hay una mayor deposición de fibras en los intersticios definidos entre los alambres. Dicha impronta se llama «verjura». Algunos papeles industriales tratan de imitar estas
texturas para dotarlo de «grano» y prestancia según el uso al que vaya destinado, denominándose papel «verjurado».
166
Fig. 2. Detalle dorsal de un parcheo
La impronta de múltiples dobleces horizontales a lo largo del formato resulta de origen heterogéneo, pero si se miden las distancias de
las más señaladas verificamos la correspondencia con este sistema de
optimización para su presunto transporte y archivado. Sobre las motivaciones de esta modificación pueden esgrimirse las deducidas por
su naturaleza proyectista, así como la necesidad de reducir el tamaño
a la hora de facilitar su almacenamiento. Sea como fuere, algunas de
las manchas y otras incidencias parecen responder a la misma época.
Baste citar algunos borrones de tinta y salpicaduras de sustancias filmógenas no coloreadas, que bien pueden ser ocasionadas por la visita
en obra durante el ensamblado del tabernáculo, posibilidad bastante
coherente. En todo caso estas transformaciones son suficientemente
inmediatas a la manufactura de la traza, esto es, tuvieron que operarse en vida del arquitecto. Otros orificios no se contemplan como
alteraciones sino que son incidencias de manufactura; se trata de las
inserciones de la aguja del compás en el eje de aquellas circunferencias
que definen la planta de las columnas del tabernáculo. Por su parte, la
presión de la mina del compás provocó una impronta coincidente con
el trazo, perfectamente visible bajo luz rasante.
167
Almacenaje en el archivo Betancourt
Ignoramos casi todo a este respecto, aunque el dibujo fue donado a la parroquia en su estuche original: un cartucho o cilindro que
albergaba el papel enrollado sobre sí mismo. El cierre debía estar desajustado o debió de existir alguna apertura en el cartucho, ya que no
impidió el acceso de vectores biológicos como señalaremos a continuación. Además, la deformación del soporte celulósico y la creación
espontanea de segmentos convexos entre las mismas son una consecuencia inequívoca de su enrollamiento, porque la contención de esta
forma se mantuvo durante mucho tiempo y bien pudo haberse hecho efectiva mediante su confinamiento en el estuche. Ahora bien, la
prueba más elocuente de esta circunstancia fue la pérdida de material
marginal en el lado izquierdo. Lo singular del caso es que se distribuye a lo largo de todo este borde según un ritmo regular y con alcance
progresivo en sentido ascendente. Las lagunas de soporte asumen la
forma de ondulaciones del mismo ancho, aunque la profundidad de las
faltas se incrementa en el segundo y tercer quinto del formato. Este
fenómeno tiene una explicación muy sencilla. El cartucho permitía el
acceso de artrópodos, entre los cuales destacamos las cucarachas, cuyo
hábito reproductivo suele implicar la masticación de material celulósico para proteger sus ootecas con pasta regurgitada. Estas condiciones
de conservación explicarían también las profusas deyecciones de insectos dípteros y dictiópetros, distribuidas regularmente por todo el
anverso. Paralelamente, la presunta abertura del estuche permitió el
acceso de depósitos de partículas sólidas de polvo en superficie, relativamente fijados por la humedad ambiental, como consecuencia de
desatender el aseo del archivo durante largas temporadas. El amarillamiento local del ¼ superior del formato también parece responder
a este estadio, pues coincide con la parte más expuesta al ambiente
mientras se conservó enrollado.
Ingreso en parroquia y aplicación de condiciones expositivas
El depósito del plano en la parroquia trajo consigo su exhibición
permanente, aunque los sistemas expositivos aplicados no tuvieron
un impacto muy relevante sobre el dibujo. La enmarcación previa integraba una infrecuente estratificación de elementos dispares: la trasera
168
de cartón, ondulada por la humedad y precintada con cinta americana en su unión con el dorso del marco, ocultaba una plancha de
vidrio de 3 mm de diámetro, partida en 3 localizaciones. Sobre este
cristal fracturado se tiende una lámina continua de «guaflex» negro,
que al recibir directamente el documento centrado hace las veces de
«passepartout». Aparte de la precariedad impuesta por la presencia
de cristales rotos, debemos destacar el hecho de que el dibujo estuviera en contacto directo al vidrio de cierre frontal, bajo la presión del
conjunto estratificado. Afortunadamente no han tenido lugar fenómenos de condensación hídrica bajo el cristal, del mismo espesor que el
dorsal, lo que habría ocasionado en el mejor de los casos, disolución
parcial de tintas con los consiguientes sangrados, cercos, etc.
Antes de proceder al cierre del conjunto se llegaron a practicar
algunas reparaciones puntuales de las roturas del papel en zonas perimetrales, inducidas por las dobleces de encarpetado o posterior
manipulación histórica. Estos retoques se limitaron a la adición de cinta autoadhesiva de pH neutro a lo largo de las fisuras, detalle este de la
elección del material que celebramos a tenor del predominante empleo
de cintas ácidas que se acusa en nuestros días. Durante las casi tres
décadas que estuvo bajo estas condiciones de exposición, el soporte
relajó su tendencia al enrollamiento, dada la relativa presión a la que
fue sometida entre el estratificado. Asociado a estas condiciones de
exposición y al régimen de humedad relativa, verificamos la presencia moderada de «foxing» [manchas pardas] regularmente distribuida
por la superficie. Pero el pormenor más alarmante vino de la mano de
los restos de micelio que acusaba fundamentalmente el reverso de este
material industrial.
El régimen de humedad relativa elevada permite que en materiales orgánicos poco ventilados puedan aparecer comunidades fúngicas,
especialmente si los papeles son enriquecidos con aprestos de cola o
almidón, o si hay adhesivos naturales. Afortunadamente este ataque
biológico se encontraba inactivo y no traspasó aparentemente la cara
frontal plastificada del material que simula piel curtida. Otro aspecto
que sí afectó visiblemente al original fue la aplicación o transferencia
de adhesivo de cianoacrilato en algunos puntos del reverso. Coinciden
con las esquinas, el remate biselado y alguna localización central, que
tuvo como objetivo la estabilización del dibujo sobre el «guaflex». En
169
cualquier caso la deposición de pegamento sintético fue discreta y
absorbida parcialmente por ambas superficies, de modo que en el momento de separar ambos elementos no fue necesario ejercer ningún
esfuerzo mecánico significativo ni proceder a medios químicos.
Redundan en la devaluación de los elementos sustentados alteraciones tales como:
- Los residuos de las cintas autoadhesivas ácidas que se han
transferido al anverso de modo que comprometen a ciertas partes concretas de la figuración. Se perciben como un
notable amarillamiento reproduciendo la forma de la cinta
posterior. Estos residuos son muy persistentes una vez han
penetrado en la fibra del papel y aportan una elevada acidez local. Comprometen especialmente a la figura de San
Juan en el ático.
- Las manchas de «foxing», derrames, y cercos de humedad,
que parten del reverso en su mayoría, pero tienden a transferirse con cierto impacto para la figuración.
- Las pequeñas lesiones del soporte [arrugas, orificios y roturas] que implican la pérdida puntual de las tintas aplicadas.
- Las abrasiones inducidas por la actividad reproductora de
las cucarachas, sin comprometer a todo el espesor del papel.
A tenor del reconocimiento y análisis científico, emitimos un diagnóstico del estado del documento para articular una propuesta de
tratamientos, que estará regulada por criterios deontológicos de restauración al uso: mínima intervención, estabilidad, compatibilidad,
reversibilidad y legibilidad.
Ejecución de los tratamientos
La intervención acometida en el dibujo de Betancourt estuvo condicionada por el deseo de mantener su exhibición pública, aunque
pronto llegamos a la conclusión de que tal medida era beneficiosa
para la obra por múltiples razones: valor documental, estima artística
y conservación en la misma parroquia, junto a la obra que reproduce.
De este modo, y pese a lo controvertido de la maniobra dentro de los
170
foros profesionales, se estimó imprescindible aplicar tratamientos de
blanqueo que favorecieran su uso expositivo y la legibilidad de figuración/texto junto a su prestancia estética. Los tratamientos de blanqueo
suponen asumir riesgos considerables7, pero resulta ineludible aplicar
medidas de prevención si puede llevarse a cabo con suficientes garantías8. Generalmente está tipificada una sucesión de maniobras en el
orden siguiente: desacidificación, blanqueo, neutralización aclarado y
reserva alcalina, alternando las pertinentes fases de inmersión, prensado entre secantes y oreo.
También bajo este discurso se acoge la propuesta de presentación
del documento como entidad plástica bidimensional, en virtud de la
cual decidimos restablecer la integridad primitiva del formato. Dicha
intención no contradirá nunca el espesor histórico expresado en las
modificaciones practicadas presuntamente por el autor [encarpetado],
ya que los criterios de legibilidad permiten interpretar estas adiciones
con perfecta identificación adjunta al original sin que, por otra parte,
supongan una interferencia determinante en su unicidad al compatibilizarlos con imperativos armonizadores.
Las dimensiones y el formato harían necesario, ya desde su confección, un papel de mayor gramaje, de modo que tras ciertas operaciones
bastante expeditivas el papel no debería prescindir de un refuerzo que
garantizara sus prestaciones mecánicas. Contemplamos, pues, la laminación del dibujo como sistema de preservación y prevención de
incidencias asociadas a la humedad [deformaciones y separación de
injertos o empalmes]. Ese último aspecto es importante teniendo en
cuenta que el dibujo no podrá pegarse al estratificado de la enmarcación sino con sistemas reversibles y en los puntos imprescindibles,
normalmente en los vértices, de manera que quedase tendido o suspendido de su perímetro por el «passepartout».
A continuación resumimos los tratamientos aplicados, haciendo
especial mención en los aspectos revalorizadores que suponen para
el original.
7
8
Muñoz Viñas [2010]: 221-223.
Crespo/Viñas [1984]: 68-69.
171
Embalaje y transporte a taller: encarpetado rígido interponiendo
«remay» [protección exenta, entramado no tejido de fibra de polietileno] en lo sucesivo casi todos los procesos se ejecutan envolviendo el
documento en una carpeta de «remay».
Documentación fotográfica: labor continua durante todo el pro-
ceso, usando equipo fotográfico y de iluminación así como soportes
mecánicos.
Análisis científico: para diagnosis y medición de pH con papel de tor-
nasol registrando valores que oscilan entre 4-5 [acidez]; fluorescencia
UV [identificación de restos metabólicos y visualización de grafismos
dudosos como arrepentimientos y detalles de texto más devaluado].
Saneamiento superficial de frente y dorso: por cepillado con paleti-
nas suaves [anverso] y aspiración.
Sustracción de cintas autoadhesivas: con medios mecánicos.
Eliminación de restos adhesivos sintéticos: por métodos mixtos
[químico-mecánicos]; 1º: impregnación a hisopo con disolvente previas catas de solubilidad [nitrocelulósico]; 2º: retirada a bisturí de
restos reblandecidos; 3: apurado de limpieza por tamponación con hisopos del mismo disolvente; ejecución sobre papel secante para evitar
promoción de cercos.
Fijado preventivo de tintas: [para prevenir disolución de tintas
durante maniobras acuosas, especialmente el blanqueo] mediante impregnación a pincel con solución de etil y metil-acrilatos [paraloid
B-72 al 10% en acetona], aplicación general.
Separación de parches y empalmes entre retales: con medio mecánico-acuoso: 1º: hidratación de colas naturales por transferencia de
humedad con hisopos desde el reverso; 2º: separación mecánica de
solapas de unión, asistido con pinzas quirúrgicas y espátulas; 3º: clasificación de los parches; 4º: secado local entre papeles secantes para
evitar cercos.
Limpieza de restos de encolado [retales y parches]: método mixto;
1º: hidratación de cola fuerte por tamponación con hisopos impregnados en agua templada, 2º: retirada a bisturí; 3º secado puntual entre
papeles secantes.
172
Desacidificación preventiva del soporte: [previene degradaciones inducidas por la fuerte oxidación de la celulosa implicada en el
blanqueo] 1º por inmersión previa envoltura con «remay» en una disolución acuosa saturada de hidróxido cálcico; tiempo de inmersión 5
min; repetición sucesiva del tratamiento dos veces más hasta alcanzar
una medición de 10 puntos de pH; 2º: retirada parcial de humedad
por compresión manual entre secantes; 3º: oreo en condiciones ambientales naturales; cada fragmento se baña confinado en «remay»
individualmente.
Blanqueo global del papel: 1º: por inmersión [durante tiempo variable según evolución] en solución blanqueante-hipoclorito sódico
[agente de blanqueo] al 2% + tiosulfato [neutralizador] al 2% en agua
envuelto en «remay» y exposición solar moderada [indirecta]; 2º:
retirada parcial de humedad entre secantes; 3º oreo en condiciones
ambientales naturales.
Blanqueo puntual del papel: en zonas más tenaces mediante tamponación con hisopos impregnados en solución blanqueante.
Eliminación de agentes blanqueantes integrados en el papel:
previene la futura acción degradante de los químicos empleados; procedimiento: 1º: aclarado en agua destilada por inmersión [5 min]; 2º:
retirada parcial de humedad entre papeles secantes; 3º: oreo en condiciones naturales.
Desacidificación del soporte documental y reserva alcalina: [para
evitar futuros procesos de acidificación una vez restaurado] 1º: impregnado a rodillo por ambos frentes con una disolución acuosa
saturada de hidróxido cálcico; repetición sucesiva del tratamiento
dos veces más hasta alcanzar una medición de 9-10 puntos de pH; 2º:
retirada parcial de humedad entre papeles secantes; 3º: oreo en condiciones ambientales naturales.
Consolidación del soporte documental: impregnando por anverso y
reverso con solución acuosa de metil-celulosa a rodillo; dos aplicaciones hasta verificación de propiedades cohesivas.
Unión de injertos y retales: con objeto de la devolución de su unidad
material y formal; 1º: rebaje de las solapas de adhesión para prevenir
improntas en el anverso, máxime cuando se procederá a la laminación, consiste en reducir las superficies de adhesión de ambas partes
173
mediante bisturí hasta alcanzar la mitad del espesor del papel original, de tal modo que al quedar unidas por superposición su grosor sea
exactamente la continuidad del soporte sin cambios de rasante; 2º: adhesión de los injertos y retales con metil-celulosa aplicada en solapas
de unión; 3º: aceleración del secado con espátula térmica.
Injertado de soporte documental: con papel japonés de espesor y
densidad compatible, tono en clave baja; 1º: pegado mediante metil-celulosa a pincel; 2º: aceleración el secado con espátula caliente;
3º: recorte de márgenes excedentes a bisturí según formato original;
auxiliado por negatoscopio para trabajar con luz transmitida; no sólo
se atienden las lagunas por degradación [perforaciones, desgarros
perimetrales, etc.] sino que también se estima oportuno recuperar el
formato original por las razones ya aducidas, de manera que se aplican
injertos que restituyen los vértices superiores [fig. 3].
Laminado de la estampa: aplicación de un refuerzo dorsal continuo
mediante adhesión de una lámina de papel de pH neutro; 1º: aplicación de una mezcla de metil-celulosa + cola de encuadernar al 50%
sobre la lámina de refuerzo sobredimensionada al formato original; 2º:
colocación del dibujo sobre la lámina de refuerzo y presión manual,
previniendo arrugas, plegamientos y retenciones de aire [bolsas], tarea asistida con plegadera; 3º: curado bajo prensa y entre secantes
para evitar deformaciones; 4º: recorte de excedentes con «cutter» y
guiado por regla metálica respetando el formato rectangular antes de
la conversión del formato en una carpeta o sobre.
Reintegración de elementos sustentados: bajo lupa estereoscópica
y con lápices acuarelables, aplicando criterios discernibles [«rigatino»] en aquellas localizaciones de figuración más comprometidas; los
caracteres alfabéticos no suelen restablecerse en la restauración de
material de archivo, pero hay que prevenir que no se han perdido y tan
sólo se refuerza la intensidad del grafismo allí donde no hubiera continuidad de las calidades primitivas; se estima oportuno recuperar los
dígitos decolorados de la fecha, «29», por obedecer la unidad de criterios y tratarse de un hito documental de primer orden, que en rigor
nunca desapareció aunque no estuviera visible; la correspondencia de
las calidades respecto a su estado primitivo está garantizada gracias a
la pormenorizada documentación fotográfica previa a la restauración
[figs. 4-5].
Encarpetado de conservación: confeccionada en cartulina de pH
neutro; medida que solo sirve para su transporte hacia el taller enmarcación, pues dicha maniobra resultará inmediata.
Tras nuestra intervención se procede a enmarcar el dibujo en el
taller Arte Drago, reutilizando el marco de caoba confeccionado en
1982. Para ello fue aligerado el peso, aunque se tuvo especial cuidado
en prepararlo con materiales óptimos para su preservación y colgado
con dos puntos para conferirle estabilidad [cartón pluma, cintas de papel japonés autoadhesivas, «passepartout», «cristal museo», apliques
metálicos inoxidables, etc]9.
Fig. 3. Proceso de reintegración
174
No queremos omitir nuestro agradecimiento al párroco Pedro Jorge Benítez y a Francisco
Delgado González por su determinación a la hora de impulsar esta oportuna restauración.
9
175
Fig. 4. Estado definitivo
Fig. 5. Estado definitivo [pormenor]
176
sigLAs
AFLC: Archivo Familiar Lorenzo-Cáceres [depositado en AMG]
AHBC: Archivo Herederos Betancourt y Castro, La Orotava
AHDLL: Archivo Histórico Diocesano de La Laguna, La Laguna
AHDLP: Archivo Histórico Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria,
Las Palmas de Gran Canaria
AHN: Archivo Histórico Nacional, Madrid
AHPT: Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna
AHPLP: Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria, Las
Palmas de Gran Canaria
AMG: Archivo Municipal de Garachico, Garachico
AMPC: Archivo Municipal del Puerto de la Cruz, Puerto de la Cruz
ARM: Archivo Rodríguez Mesa [depositado en AHPT]
ARSEAPT: Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
Tenerife, La Laguna
BNE: Biblioteca Nacional de España, Madrid
BULL: Biblioteca Universitaria de La Laguna, La Laguna
FHD: Fondo Histórico Diocesano [AHDLL]
FPRA: Fondo Parroquial Santiago Apóstol, Realejo Alto [depositado en
AHDLL]
FPCRB: Fondo Parroquial Nuestra Señora de la Concepción, Realejo Bajo
[depositado en AHDLL]
PN: Sección Histórica de Protocolos Notariales
Ms: manuscrito
e. p.: escribano público
ed.: edición
Sign.: signatura
p./pp.: página/páginas
s/f.: sin foliar
s/p.: sin paginar
t.: tomo
v.: volumen
f./ff.: folio/folios
179
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Este libro, que lleva por título
El legado de la familia Betancourt.
Aliciente académico, patrimonial y turístico en Tenerife,
se ha editado para conmemorar el
260 aniversario del nacimiento de
Agustín de Betancourt y Molina
[1758-1824]
Se acabó de imprimir
en septiembre de 2018