La otra daga de la tijera son los políticos corruptos que tomaron por asalto los partidos políticos que otrora supieron representar al pueblo, y luego el Poder, para manotear los tesoros públicos, e inventariarlos como sus bienes personales. El emblema de la hora es el ex gobernador de la provincia Gustavo Bordet, quién pretende justificar su, imposible de creer, fortuna personal, argumentando sus años como cadete del estudio contable de su papa. O el fracasado candidato a gobernador, Adán H. Bahl, quien al igual que Bordet ubicaron a sus cónyuges en cargos legislativos y a sus hijos en cargos remunerados con insultantes cifras, en la legislatura. Sueldos groseros que venían cobrando sin siquiera conocerse su destino laboral concreto y mucho menos sus obligaciones como empleados del Estado. Una tarea que pondrá a prueba al STJER, cuyo recientemente nombrado presidente, Leonardo Portela, tendrá la oportunidad de mostrar si finalmente honrará su cargo y su legado personal, hundiendo el cuchillo hasta el fondo de la corrupción política institucional, sobre todo ahora que la SCJN le acaba de devolver la que quizás sea la causa más representativa de la inmoralidad de nuestra casta política, la de los ‘contratos truchos’ con la que diputados y senadores vienen robando decenas de millones de dólares al Tesoro provincial , delito que continúa en abierta ejecución, en esta, una de las provincias más ricas del país, pero que aloja dos de la diez ciudades con mayor pobreza y miseria de la Nación.

EN UNO DE LOS PAÍSES EN LOS QUE MENOS IMPUESTOS SE PAGAN, LOS EMPRESARION MIENTEN: “LA INSOPORTABLE CARGA IMPOSITIVA QUE LOS ASFIXIA”

Mientras el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman (el trepador concordiense), reclama a los intendentes de todo el país que achiquen sus gastos, de modo que “permita una reducción de la presión impositiva a las empresas”. Mostrando el salvajismo inmoral de la clase económico/social que ha tomado el poder en argentina, los datos de la realidad lo contradicen flagrantemente, pero esa información jamás se escuchará en La Nación /LN tv/Clarín/Infobae, etc. Como decían las tías viejas cuando escuchaban algún púber hablar de ‘coger’. “de eso no se habla, nene”.

Nos hemos cansado de publicar estadísticas, como las que constan el cuadro precedente, usando diferentes fuentes de información, para evitar que ‘maten al mensajero’ como habitualmente hacen los ‘medios serios’ de opinión pública, ya mencionados.

Como bien aclara la investigadora Magdalena Rua[i]: En Argentina, la presión fiscal está por debajo del promedio de la OCDE, incluso por debajo de países como Brasil, en donde llegó al 31,6%. Aquí, en 2021, para los que no se acuerden, el presidente era Alberto ‘el bueno’ se redujo aún más y alcanzó apenas un 28,8%. Y eso que se supone, que al igual que Bordet, gobernaba en ‘nombre del pueblo’ (SIC).

Esta información dura, que acabamos de mostrar, habla a las claras de la insoportable miseria moral de nuestra clase dirigente. Y también, que, si en nuestro país se tributara, como en los países con mejores estándares de vida del planeta, aquí sobraría plata para mejorar la salud, la educación, los servicios públicos, los haberes jubilatorios y las retribuciones en general de todos los asalariados.

Y LO PEOR DE TODO: AQUÍ QUIEREN PAGAR TODAVÍA MENOS, PARA FUGARLA A LOS PARAÍSOS FISCALES, NO PARA AUMENTAR LA INVERSIÓN PRODUCTIVA.

Las mentiras, ahora es el turno que las vomite Grinman, pero seamos claros, no solo son del presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, sino de todos los integrantes de la verdadera ‘casta’ que saquea este país.

Como decíamos, la ‘casta’ que asfixia y hunde este país, no quiere pagar impuestos para invertir localmente, sino, y tal demuestran las estadísticas de la fuga de capitales del último medio siglo, para fugarla los paraísos fiscales donde esconden sus exorbitantes ganancias, donde tienen escondido, y esta vez si es en serio, nada menos que un PIB. Algo así como quinientos mil millones de dólares.

Pero mientras tanto en los medios de información que controlan, martillan cotidianamente la conciencia de los sumergidos, a quienes espanta escuchar repetir que “no podemos gastar lo que no tenemos” como miente Grinman, y todos los Grinman que manejan esta arrasada y en vías de disolución territorial, Patria de los Argentinos.