La operación de tráfico de facturas falsas
usadas para justificar giras fantasma en la Secretaría de Salud
quedó al descubierto mediante un trabajo de investigación de EL HERALDO.
El lunes 7 de abril la Unidad Investigativa de este rotativo publicó una serie de reportajes en los que puso al descubierto la descarada falsificación de documentos.
Los hechos involucran a empleados del Programa Nacional del Dengue
que, entre 2011 y 2012, conformaron una red de corrupción para cometer el ilícito.
En ese período la directora del Programa Nacional del Dengue era Roxana Araujo, quien luego, entre 2012 y 2013, se convirtió en ministra de Salud en el gobierno pasado.
El nombre de Roxana Araujo
figura en decenas de recibos.
Despilfarro
Los empleados implicados tramitaban los viáticos de las giras para acciones de combate al dengue con las órdenes de viaje que emitía la Dirección General de Promoción de la Salud.
Por cada viaje los empleados podrían recibir de 4,000 a 7,000 lempiras dependiendo del tiempo de la gira y el puesto de la persona.
La gira no se realizaba, pero los funcionarios del Programa Nacional del Dengue
obtenían facturas falsas de hoteles que se llenaban a mano.
Posteriormente se elaboraba un comprobante de gastos de viaje y un resumen de la gira, documentos que se adjuntaban con la factura falsa para legalizar el pago de los viáticos y hospedaje.
Los reportes indicaban que las giras se realizarían en distintas partes del país, como Olancho, Choluteca, Cortés, Lempira, Colón, entre otros departamentos, para revisar operativos sanitarios a fin de evitar la proliferación del mosquito Aedes aegipty, transmisor del dengue.
Estos documentos fueron obtenidos por EL HERALDO.
Burda mentira
Pero EL HERALDO descubrió la mentira al indagar en los hoteles si los funcionarios del Programa Nacional de Dengue
se habían hospedado en esos sitios en las fechas que se indicaba en las facturas y se descubrió que no.
Personal de los hoteles mostró a EL HERALDO los libros de registro de huéspedes para probar que los empleados de esa dependencia de Salud nunca durmieron en sus cuartos en las fechas colocadas en los recibos.
Fue así que la trama se desmoronó y un nuevo acto de corrupción gubernamental quedó al descubierto.
En Salud se venden
No obstante, EL HERALDO pudo llegar a la fuente que suministraba las facturas.
Los recibos eran vendidos en una caseta de seguridad
de un parqueo de la Secretaría de Salud, en el centro de la capital, a pocos metros de la sede principal de ese ministerio.
Cada boleta se vendía a 50 lempiras
y a cualquier persona que las deseara.
Un equipo de EL HERALDO se hizo pasar por empleados de Salud
para poder comprar facturas en ese lugar y así se obtuvieron las pruebas irrefutables de este escandaloso hecho irregular.
Un guardia de seguridad era el encargado de entregar las facturas
en el interior de la garita y estaba abastecido de una enorme cantidad de recibos de decenas de hoteles.
El vigilante, empleado de una empresa de seguridad privada que presta servicio a Salud, guardaba los recibos dentro de una maleta que tenía escondida en un reducido cubículo ubicado en el fondo de la caseta.
Luego de que se revelara el sitio donde se vendían las facturas, EL HERALDO conoció que la compañía de seguridad procedió a despedir al traficante, según fuentes de la Secretaría de Salud.
La empresa de seguridad dio muestras de actuar de inmediato para sancionar a sus empleados.
Por su parte, la ministra de Salud, Yolani Batres, dijo que prefería que los órganos contralores culminaran una investigación
para tomar medidas.
Pero ahora el Tribunal Superior de Cuentas
confirmó las irregularidades en el uso de facturas falsas por parte de empleados de la Secretaría de Salud.
El ente contralor constató que nombres que figuran en las facturas no se encuentran en la bitácora de los hoteles en los que se suponía se habían hospedado.
La ministra Batres recibió copia del informe del TSC
para que tomara las medidas administrativas pertinentes.
