GRAN VIAJE

Los mejores baños turcos donde sumergirte en Estambul

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Hacer turismo en Estambul apasiona y agota por igual. Lo sabemos. Por eso te proponemos que, después de días descubriendo sus tesoros hasta la extenuación y antes de regresar a la cotidianeidad, te regales una última experiencia que perdurará en tu cuerpo y tu alma.

El hamam turco tiene una función de purificación del cuerpo y otra de encuentro social. SHUTTERSTOCK

La antigua capital otomana está repleta de baños turcos o hamanes, monumentos en sí donde se puede sentir el peso de la historia en las manos de masajistas cincelados por la tradición familiar y donde el agua es protagonista. Por sus estancias marmoladas han pasado aristócratas, comerciantes y correveidiles. Los baños turcos, herencia directa de las termas romanas, eran algo más que un lugar donde cumplir con el precepto islámico de la purificación del cuerpo, eran el piñón en el que engranaba la sociedad otomana.

Ambas funciones han sobrevivido hasta nuestros días en los hamán de barrio. Son los más genuinos, aunque también los más maltratados por el paso del tiempo. Por contra, otras instalaciones más suntuosas y próximas al turista han perdido originalidad, pero han ganado en belleza, atención al cliente y oferta de servicios. Los primeros son asequibles; los segundos, un pequeño lujo. La mayoría, con segregación por sexos.

1. Ayasofya Hürrem Sultan

Hürrem Sultan o Roxelana, mujer de Solimán el Magnífico y una de las mujeres más poderosas que conoció el imperio otomano, se hizo construir un hamán a su altura en 1557. El edificio se construyó sobre los baños romanos de Zeuxippos, frente a Santa Sofía. El hamán funcionó hasta 1910, pero una gran restauración los recuperó un siglo después. Es el más caro, turístico y menos social de nuestra selección, pero la experiencia merece cada una de las liras turcas invertidas. La atención que brindan sus empleados al visitante es cordial, las instalaciones son pulcras y el ambiente de relajación es de agradecer en la bulliciosa Estambul. Recomendamos el masaje con aceite de esencia de árbol de judas. Querrán llevarse un bote a casa.

DÓNDE: Plaza de Santa Sofía, 2. Distrito de Fatih. Precio: desde 55 euros.

2. Mihrimah Sultan

He aquí una versión mucho más barata e igualmente gratificante. El arquitecto imperial Mimar Sinan que construyó Ayasofya Hürrem Sultan también fue el encargado de levantar unos baños para la única hija de Roxelana, Mihrimah Sultan. Se construyó junto a una mezquita homónima, cerca de las antiguas murallas. Con segregación arquitectónica por sexos, la sección de mujeres es hoy algo menos lucida que la de hombres. Ofrece únicamente el ritual clásico, pero a manos de turcos muy duchos en la materia. Una propina motivará un masaje aún más efectivo. Es uno de los más populares entre la población local. Mejor evitar las horas de la tarde (la salida del trabajo).

DÓNDE: Fevzipasa, 333. Distrito de Fatih. Precio: 9 euros (servicio clásico).

3. Cagaloglu

He aquí otro hamán turístico , aunque capaz de preservar la esencia del baño turco. El de Cagaloglu es el más joven de los grandes hamanes de la ciudad pero, a la vez, es uno de los que ha funcionado ininterrumpidamente durante más tiempo. Se finalizó en 1741, durante el reinado de Mahmut I. Abdullah Aga firma una obra que mantiene los esquemas arquitectónicos originales, pero añade detalles barrocos y cristaleras. Su origen es curioso. Se trataba de un hamán público destinado a mantener, con sus ganancias, la librería que el Sultán hizo construir dentro de la mezquita de Santa Sofía. Son distinguidos, ofrecen experiencias para cortar el hipo. Tanto como para haber sido elección preferente de celebrities mundiales cuando han querido sentirse sultanas.

DÓNDE: Profesor Kazim Ismail Gürkan, 24. Distrito de Fatih. Precio: desde 30 euros.

4. Çemberlitas

Otro baño del gran Mimar Sinan para la Corte. En 1584, cuatro años antes de morir a los 98, apostó por una arquitectura simple, pero efectiva, para honrar a Nurbanu Sultan, mujer de Selim II y madre de su sucesor, Murad III. De nuevo, el propósito de su funcionamiento era dar vida a un proyecto imperial, en este caso una beneficencia. Pegado al Gran Bazar, su servicio básico sólo puede competir con los baños turcos de alrededor en precio, algo inferior a la media. Si bien el tellak no se esmera frotando con el kese, el masajista que incluye el servicio completo es más que recomendable. No será una experiencia inolvidable, pero tampoco será recordada como un timo al turista.

DÓNDE: Vezirhan, 8. Distrito de Fatih. Precio: desde 23 euros.

5. Tarihi Kocamustafapasa

El hamán del bullicio tenue, el de los tellak que aprendieron el oficio de sus padres, aquel en el que oirás turco y nada más, el barato: el más genuino. Kocamustafapasa, en uno de los barrios del viejo Estambul, ofrece una experiencia asequible, efectiva y auténtica. Situado cerca de la mezquita dedicada al líder espiritual local Sümbül Efendi, el hamán cumple su función de lugar de purificación de fieles. No ser un sitio acostumbrado a los turistas extranjeros, no es impedimento para que sus tellak dirijan amablemente al cliente a través de todos los rituales clásicos que tienen lugar en el hamán. Sus empleados se esforzarán para que esta experiencia resulte altamente satisfactoria. No es un spa. Es un baño turco, de los de verdad. Más de 500 años de vida lo avalan.

DÓNDE: Kocamustafapasa, 185. Distrito de Fatih. Precio: 8 euros el servicio clásico.

6. Çinili

Aunque la mayoría de hamanes históricos se encuentran en la orilla europea de Estambul, la asiática también ofrece baños gratificantes. No es fácil alcanzar el hamán de Çinili, en el barrio conservador de Üsküdar, pero su precio y el buen hacer de sus tellak bien lo merecen. Kösem Sultan, consorte de Ahmed I, fue la influyente líder otomana que ordenó construir estos baños, finalizados en 1640. Murió habiendo visto sólo terminada la zona para mujeres. Ambas funcionan hoy, en un elegante complejo histórico de estilo otomano clásico que ofrece, al igual que los baños turcos de Kocamustafapasa, una experiencia tradicional y barata. Aparte, sólo para mujeres, hay un servicio de masaje con aceites esenciales.

DÓNDE: Çavusdere, 204. Distrito de Üsküdar. Precio: 9,50 euros el servicio clásico.

7. Tarihi Galatasaray

Entre tantas experiencias posibles, aquellas que no son ni excesivamente caras o completas, ni excesivamente clásicas o económicas, no sobresalen. Pero no por ello deberían ser desmerecidas. Un ejemplo de este nivel intermedio es el hamán de Galatasaray, en el corazón del Estambul europeo. A un puñado de metros de la comercial calle Istiklal se encuentra este establecimiento histórico (siglo XV). Antaño, los baños turcos de Galatasaray fueron lugar de reunión al servicio de generales, jueces religiosos, grandes visires y sultanes; hoy, sus clientes preferentes son turistas, dispuestos a emular a sus antecesores en una experiencia tradicional y relajante por igual. Su carta de servicios es amplia, e incluye -por un precio algo desorbitado- la posibilidad de realizar fiestas y reuniones familiares.

DÓNDE: Turnacibasi, 24. Distrito de Beyoglu. Precio: desde 16 euros.

8. Kiliç Ali Pasa

Otra experiencia premium en un hamán restaurado. El legendario almirante de origen calabrés Kiliç Ali Pasa, uno de los contendientes de la batalla de Lepanto (Cervantes se refiere a él como Uchali en el Quijote), encomendó este baño a Mimar Sinan, para destinarlo al disfrute de los levend, soldados que nutrían la Marina otomana. El baño se remató en 1583. Tras años en el olvido, el imponente edificio, cuya cúpula sobresale en el viejo barrio de Tophane, reabrió en 2012 con unas instalaciones dedicadas al placer del cliente más adinerado. Es un lugar donde regalarse o regalar un broche de lujo para un viaje a Turquía. A diferencia de la mayoría, este no es un hamán doble, con salones separados para mujeres y hombres, sino que ofrece un servicio matutino para ellas y uno vespertino para ellos.

DÓNDE: Hamam, 1. Distrito de Beyoglu. Precio: a partir de 45 euros.

9. Süleymaniye

Al ser mixto, muchas parejas que desean compartir la experiencia del baño turco lo apreciarán. Además, el hamán de Süleymaniye, junto a una de sus mezquitas más impresionantes de Estambul, es uno de los históricos. Cerca de su entrada, el visitante podrá contemplar una de las panorámicas más imponentes de la ciudad. Con estos mimbres, imaginamos que ya saben quién ideó la obra. En efecto: Mimar Sinan. En su interior todavía se halla, en uso, la estancia personal del sultán Solimán el Magnífico. Los baños dejaron de usarse en 1924 para reabrir, restaurados, en 2004. No son los más suntuosos ni los peor tratados por los años. Tampoco los que ofrecen más servicios. Pero la opción mixta y el buen hacer de sus tellak son puntos fuertes a tener en cuenta.

DÓNDE: Mimar Sinan, 20. Distrito de Fatih. Precio: 40 euros el servicio más básico.

10. Aga

Sin despuntar en nada, el hamán Aga garantiza un rato placentero en un entorno elegante e histórico. El edificio que acoge las instalaciones es uno de los más bellos y también el más antiguo. Lo ordenó construir en 1454 el sultán Mehmed el Conquistador: cuando este baño empezó a usarse, todo alrededor eran bosques. Era, originalmente, una cabaña de cazadores. Tras sucesivas renovaciones y un uso que pasó de ser exclusivo para la nobleza a popular en el último siglo, los baños de Aga se presentan hoy como una opción suficiente tanto en servicios como en resultado. Otro aspecto positivo es su localización, cerca de la zona más comercial de Estambul. En resumen, un buen sitio, pero sin alardes.

DÓNDE: Turnacibasi, 48. Distrito de Beyoglu. Precio: a partir de 20 euros.

EL RITUAL

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