Medio ambiente

La Plataforma por el Monte Andaluz se opone al uso de químicos contra la lagarta peluda en Los Alcornocales

  • El colectivo advierte que el Dimilín "no está permitido" y pone en peligro a fauna y población

  • Abogan por las trampas de feromonas y el tratamiento con bacterias, además de invertir más

Varios ejemplares de la lagarta peluda.

Varios ejemplares de la lagarta peluda. / Erasmo Fenoy

La Plataforma por el Monte Andaluz se ha manifestado en contra de fumigar con Dimilín (diflubenzurón) en el Parque Natural de Los Alcornocales para combatir la plaga de la lagarta peluda (Lymantria dispar). El colectivo se opone ya que considera que trata un insecticida que "no está permitido, que no aparece en la Lista Comunitaria de sustancias activas aprobadas del Ministerio de Agricultura (recientemente actualizada) y que puede provocar daños a la fauna en general y a la población humana, provocando desajustes en los ecosistemas de graves consecuencias".

La plataforma ha expresado que valora el trabajo de los técnicos que llevan a cabo el plan de lucha contra la lagarta, incluidos los Agentes de Medio Ambiente que están a pie de campo y aportan información de primera mano, y apuesta por la mejora de los recursos destinados a ese plan de lucha y control biológico.

"Abogamos por la utilización de trampas de feromonas para capturas masivas de adultos y por el tratamiento con Bacillus thuringiensis, bacteria que habita en el suelo y que se utiliza comúnmente como una alternativa biológica a los plaguicidas durante la aparición de los primeros estados larvarios, que es cuando el insecto es más sensible", añade la Plataforma.

La dinámica poblacional de esta mariposa (Lymantria dispar), explica la plataforma, "se caracteriza por alternar varios años sin apenas individuos, en una fase inofensiva de unos siete años de duración, con otros en los que se produce una explosión del número de insectos que suele durar tres años. Las orugas de la lagarta peluda tienen unos pelos que le permiten desplazarse con el viento y varios pares de tubérculos en la parte superior de color azul y rojo. La escasa movilidad de las mariposas hembras hace que, en teoría, la plaga sea relativamente fácil de controlar, si antes claro, se han hecho los estudios de campo mediante trampas testigos y se han detectado los posibles focos a tratar".

"Si bien es cierto que hay años en que el ataque a los alcornoques es muy fuerte y se produce una defoliación severa, no es frecuente que los árboles mueran, aunque cuando coinciden circunstancias adversas como la sequía actual, la situación es más complicada. No obstante, la lagarta peluda tiene enemigos naturales que ayudan a controlar la población dentro de unos límites", detallan desde el colectivo por el Monte Andaluz.

"Lo más grave de todo esto, continua la plataforma, es que en la nueva Adecuación del Plan Forestal Andaluz, todavía en estudio y sin que se tengan noticias al respecto, el Programa de Control y Seguimiento de plagas, enfermedades y agentes nocivos para las masas forestales no está suficientemente valorado y la inversión prevista para el período 2022-2026 es de tan sólo 29,34 millones de euros, a todas luces insuficiente para ayudar al mantenimiento del equilibrio biológico de nuestros bosques y dehesas", advierte el colectivo.

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