Reliquias, reyes y alianzas : Aquitania y Aragón en la primera mitad del siglo XI

En enero de 1086, el infante Pedro, heredero del rey de Aragón, Sancho Ramírez, contrajo matri¬ monio con Inés, hija de Gui-Geoffroi, duque de Aquitania, confirmando de este modo la existencia de una sólida alianza entre ambos linajes \ La coyuntura en que tuvo lugar este enlace es particu¬ larmente destacable y merece ser resaltada, tomando como referencia tanto lo que sucedía en el reino aragonés como en Castilla y León.

Pocos meses antes, Alfonso VI de Castilla-León se había apoderado de Toledo y se había conver¬ tido en el líder indiscutible de los dirigentes cristianos y musulmanes de la Península Ibérica. De hecho, la preeminencia del monarca leonés orientaba también parte de las directrices políticas de algunos grandes principados feudales de Francia al menos desde una década antes 2. Sus relaciones con Aquitania, Borgoña y Cluny han sido muy debatidas desde los trabajos de Charles J. Bishko 3, y, aunque están todavía insuficientemente estudiadas, parece evidente que los años finales de la década de los setenta y primeros ochenta fueron decisivos en la orientación esas relaciones. En efecto, Alfonso VI, seducido seguramente por el impacto de la presencia de Gui-Geoffroi en Barbastro en 1064, había elegido como esposa a una hija del duque aquitano, también llamada Inés (hermanastra de la del infante Pedro, citada anteriormente), y si bien la fecha del compromiso no está clara, es anterior a 1073 4. Pero la falta de herederos y, quizá, una inclinación más decidida hacia Cluny, incitaron al monarca a repudiarla en el verano de 1077 y a concluir un acuerdo con Eudes, duque de Borgoña, para que le entregase una mujer de su familia, Constanza, en matrimonio (otoño-invierno de 1079) 5.