Cobertura de la Conferencia General: La Conferencia General diferida de 2020 se llevará a cabo del 23 de abril al 4 de mayo.

Iglesia y Sociedad

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Finanzas fijas en la fe

Todos los sistemas económicos están bajo el juicio de Dios no menos que otras facetas del orden creado. El dinero es una parte integral de la economía actual. La forma en que utilizamos nuestros recursos financieros — como individuos, instituciones y comunidades — es un reflejo de nuestros valores.

Los presupuestos nacionales son documentos de carácter moral. Son un testimonio de las prioridades nacionales.

— Libro de Resoluciones, 6126

Entendemos, como cristianos, nuestra responsabilidad de ser fieles administradores de lo que Dios ha confiado a nuestro cuidado y de usar nuestros recursos en formas que construyen la comunidad amada.

La desigualdad económica y la pobreza persistente contrastan fuertemente con nuestra fiel visión de justicia y abundancia. Los presupuestos nacionales — que son documentos morales — con demasiada frecuencia desvían recursos hacia la guerra a expensas de los programas que apoyan el bien común. Y mientras que los sistemas de crédito y finanzas han traído eficiencias y beneficios para el consumidor, estos desarrollos también han dado lugar a comportamientos abusivos y depredadores que desafían la conciencia de los cristianos.

A medida que la iglesia busca modelar el uso fiel de nuestros propios recursos, continuaremos abogando por políticas y prácticas que reflejen nuestros valores de mayordomía, suficiencia y justicia.

Lo que dicen la Biblia y la Iglesia Metodista Unida:

Dios nos ordena que seamos prudentes con el uso de los recursos, incluyendo los recursos financieros. La Biblia incluye advertencias particulares contra la explotación financiera — de los trabajadores, de los prestatarios, de los pobres.

“Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses.” (Éxodo 22:25-26) Y consistentemente, los recursos no son vistos como un tesoro que debe ser almacenado para beneficio personal, sino como regalos que deben ser usados para el bien común. "Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad." (Jeremías 29:7)

Desde su enojo contra los cambistas en el templo (Mateo 21:12-13) hasta sus advertencias de los peligros de la codicia y la riqueza (Lucas 6:24-25), Jesús nos enseña que la vida no debe ser medida por las posesiones, sino por el amor demostrado unos a otros en comunidad.

Reconocemos la responsabilidad de los gobiernos de desarrollar y aplicar políticas fiscales y monetarias sensatas.

— Principios Sociales, ¶163

En las Reglas Generales, John Wesley advirtió a los metodistas contra los comportamientos codiciosos o autoindulgentes, particularmente con respecto al uso del dinero. (Libro de Disciplina, ¶104)

Hoy, la Iglesia Metodista Unida ofrece principios sobre préstamos, inversiones y presupuestos fieles para guiar nuestra vida personal, institucional y cívica. Estos principios tienen en común la corresponsabilidad, la comunidad, la protección de los pobres y vulnerables y la justicia.

La Iglesia Metodista Unida afirma que "los presupuestos nacionales son documentos morales. Son un testimonio de las prioridades nacionales. Que sea que tales presupuestos inviertan en prioridades que dan y mantienen la vida, de hecho las cosas que hacen la paz". (Traducción del Libro de Resoluciones, 6129)

La Iglesia también comprende la importancia de utilizar sabiamente sus propios recursos e "insta a todas sus instituciones miembros a invertir de manera sostenible y socialmente responsable". (Traducción del Libro de Resoluciones, 4071)

Tres cosas que puedes hacer:

  • Examina tus hábitos personales de gastos, los presupuestos de la iglesia y las decisiones de inversión para ver si reflejan tus valores y nuestro compromiso común con la comunidad.

  • Infórmate sobre las decisiones de tu gobierno en materia de impuestos y gastos y pónte en contacto con tus funcionarios electos para recordarles que los presupuestos son documentos morales y deben elevar el bien común, apoyar a los pobres y vulnerables y construir la paz en la comunidad y entre las naciones.

  • Aboga por políticas justas que exijan transparencia y limiten las tasas de interés y los cargos por usura. En los Estados Unidos, conéctate con las campañas actuales a través del Center for Responsible Lending.

Otros recursos financieros en inglés:

Este artículo originalmente fue publicado en inglés por la Junta General de Iglesia y Sociedad. Traducción por Pablo Sarria Quezada. 

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