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ESTUDIO DE ESTADO 2
Vol. II
VOL.
ESTUDIO DE ESTADO 2
Vol. II
Iconografía:
1Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Jorge Cerón Ruiz
D.R. © 2019 Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Liga Periférico-Insurgentes Sur 4903 Parques del
Pedregal, Tlalpan, C.P. 14010, Ciudad de México, http://www.conabio.gob.mx.
Salvo en aquellas contribuciones que reflejan el trabajo y quehacer de las instituciones y organizaciones participantes, el contenido de
las contribuciones es de exclusiva responsabilidad de los autores.
Mensaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
5. DIVERSIDAD DE ESPECIES
Resumen ejecutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
Diversidad del pasado: invertebrados y mamíferos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
EC: Los caballos fósiles en los municipios Charo, Cuitzeo del Porvenir y La Piedad de Cabadas . . . . . . .31
EC: El Mixotoxodon michoacano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35
Enterobacterias de los cuerpos de agua michoacanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Diversidad de hongos micorrízicos arbusculares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47
Hongos macromicetos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53
EC: Conocimiento etnomicológico de los macromicetos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
EC: Trufas y seudotrufas: hongos que crecen debajo de la tierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67
Algas adheridas a sustrato en ecosistemas acuáticos (perifiton) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .71
El plancton de agua dulce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
EC: Zooplancton de los lagos cráter michoacanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
La diversidad del plancton marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
EC: Dinoflagelados planctónicos formadores de mareas rojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
EC: El zooplancton gelatinoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Macroalgas bentónicas marinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
EC: Uso potencial de las algas verdes (Chlorophyta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
EC: Asociaciones de macroalgas bentónicas y dinoflagelados epífitos causantes de ciguatera . . . . . . . 129
Líquenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
EC: El fraile Arsène y su histórica contribución al conocimiento de los líquenes . . . . . . . . . . . . . . 151
EC: Líquenes con potencial tintóreo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
EC: Líquenes indicadores de calidad del aire . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
EC: Propiedades antibióticas de los líquenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Briofitas: taxonomía, diversidad e importancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Hepáticas talosas y foliosas (Marchantiophyta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
Musgos (Bryophyta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
EC: Aprovechamiento comercial de musgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
EC: Musgos y hepáticas como indicadores de calidad ambiental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Antocerotes (Anthocerotophyta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Helechos y plantas afines (Pteridophyta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Gimnospermas: ahuehuetes, pinos, cedros y cícadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
EC: Cambio climático: una amenaza para la conservación de Pinus pseudostrobus . . . . . . . . . . . . 225
Angiospermas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
EC: La familia Convolvulaceae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
EC: La familia Lamiaceae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241
EC: El género Eryngium (Apiaceae) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
categorías principales y varias subcategorías incluyentes: lo mismo ocurre con los peces dulceacuícolas, reptiles
1) reino, 2) phylum (para animales) o división (para plan- y anfibios (Sarukhán et al. 2017).
tas), 3) clase, 4) orden, 5) familia, 6) género y 7) especie.
La ventaja de este sistema es que se evitan confusiones al
utilizar nombres comunes, ya que éstos pueden variar de LA BIODIVERSIDAD EN MICHOACÁN
acuerdo con el lugar, la cultura y el idioma.
Linneo realizó un trabajo extraordinario al describir, En 2005 se reportaron 9 509 especies para Michoacán a
catalogar y clasificar más de 500 especies vegetales y partir de información generada por investigadores de ins-
4 000 animales mediante este sistema. Fue el primero en tituciones estatales (Villaseñor 2005). En la presente obra
asignar al ser humano el nombre científico Homo sapiens los autores aportaron tanto la nomenclatura científica
e incluirlo entre los primates (Ramírez-Clavijo 2007). (sistema binomial), como el nombre común de más de
12 900 especies, con el fin de facilitar la identificación
de los organismos a los lectores no familiarizados con
¿POR QUÉ MÉXICO POSEE TANTA textos técnicos. Como base se utilizaron los registros del
DIVERSIDAD BIOLÓGICA? Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad de
México (snib) de la conabio; sin embargo, la principal
México es uno de los países con mayor diversidad bio- fuente de información fue el conjunto de datos recaba-
lógica y cultural, esto puede explicarse por su gran dos por los investigadores de las diferentes instituciones
complejidad fisiográfica y su historia geológica y climá- que colaboraron en la presente obra, lo que conjunta
tica que propician una infinidad de hábitats. Para el país especies de diversos grupos biológicos (cuadros 1 y 2);
no sólo se reporta un elevado número de especies, sino todos los registros aportados fueron revisados y valida-
también una alta riqueza de endemismos (especies que dos mediante EncicloVida, una plataforma digital que
se distribuyen sólo en México), entre las que destacan integra bases de datos producto de la participación de
las plantas, con un poco más de la mitad de especies investigadores mexicanos de diversas instituciones, en
vegetales registradas que sólo se encuentran en México, proyectos de la conabio desde 1992.
Subphyllum Vertebrata
Clase Magnoliopsida Amphibia
Subclase Dilleniidae
Orden Ebenales Caudata
Familia Ebenaceae Ambystomidae
Género Diospyros Ambystoma
Especie Diospyros xolocotzii Ambystoma dumerilii
Autoridad taxonómica Madrigal & Rzed. 1988 Dugès 1870
*En la nomenclatura botánica moderna la división Magnoliophyta se refiere como Tracheophyta; mientras que las clases Liliopsida y Magnoliopsida
se incluyen en Equisetopsida.
Figura 1. Clasificación taxonómica de dos especies que sólo se distribuyen en Michoacán: el zapote prieto distribuido en el
Sistema Volcánico Transversal con menos de 70 individuos y enlistado en la categoría en peligro de extinción de la
nom-059-semarnat-2010; el achoque o ajolote de Pátzcuaro (Ambystoma dumerilii) endémico del territorio michoacano
y bajo la categoría de protección especial en la norma mexicana. Fotos: Ignacio Torres García (a), Iván Montes de Oca (b).
Cuadro 1. Comparativo de la diversidad de algunos grupos presentes respecto al total nacional reportado para la entidad.
Michoacán
Michoacán
Grupo México Michoacán1 Michoacán3 respecto al total
20052
nacional (%)
Hongos 6 500* nd 671 740 11
Briofitas (musgos y
1 601* nd 278 431 27
hepáticas)
Helechos y plantas
1 0671 220 207 296 28
afines (Pteridofitas)
Gimnospermas 191 63 30 16
Angiospermas 21 0151 1 885 4 512 5 018 24
Artrópodos 36 2091 2 029 1 036 2 309** 6
Peces 2 763* 10 129 508 18
Anfibios 399* 53 56 59 15
Reptiles 908* 138 222 165 18
Aves 1 150* 429 547 562 49
Mamíferos 564* 163 193 163 29
Fuente: elaboración propia a partir de los apéndices de esta obra correspondientes a cada grupo biológico.
1 15 5
9 7
45
2
2 21
60
9
4 16 6
26 10
27 52
57
12
En esta compilación se obtuvo información impor- vol. i: Conocimiento actual de la biodiversidad. conabio,
tante sobre las especies que están reportadas en la México, pp. 283-322.
Norma Oficial Mexicana (semarnat 2010). En total se Mayr, E. 1942. Systematics and the origin of species from the
contabilizaron 415 especies (figura 2), lo que corres- viewpoint of a zoologist. Columbia University Press,
Nueva York.
ponde a 3.2% del total en el estado, las aves y los rep- Mayden, R.L. 1997. A hierarchy of species concepts: the
tiles son los grupos biológicos con más especies denouement in the saga of the species problem. En: Spe-
enlistadas bajo alguna categoría de protección. cies: the units of biodiversity. M.F. Hawah y M.R. Wilson
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Villaseñor G., L.E. 2005. La biodiversidad en Michoacán: Estu-
conocimiento de la biota. En: Capital natural de México,
dio de Estado. conabio/suma /umsnh, México.
que aporta al país. La revisión de la riqueza de cada de los registros de macromicetos se concentra en el Sis-
uno de los grupos biológicos se presenta en 33 capítu- tema Volcánico Transversal, región en la cual predominan
los y 44 estudios de caso. los bosques templados. Los hongos micorrízicos arbuscu-
Se inicia con una revisión de los registros fósiles de lares forman asociaciones mutualistas con las raíces de las
invertebrados marinos y grandes mamíferos, ya que son plantas; en Michoacán se han determinado 55 especies de
los dos grupos más abundantes y con mayor distribu- 14 géneros que se restringen básicamente a las zonas tem-
ción, por lo que son los más estudiados; en casi todo pladas de Michoacán, siendo Acaulospora el género que
el estado se encuentran yacimientos fosilíferos, aunque el presenta más especies.
mayor número de sitios se localiza en la Depresión del Los líquenes son un tipo de organismos simbióticos
Balsas-Tepalcatepec y en el Sistema Volcánico Trans- poco estudiados, están integrados por un componente
versal. Los principales yacimientos de invertebrados fúngico, principalmente del grupo de los Ascomycetes, y
marinos correspondientes al periodo cretácico de la era uno o más componentes fotosintéticos representados por
mesozoica se registran en la región Huetamo- algas verdes y cianobacterias. La riqueza en Michoacán
San Lucas, con 156 especies reportadas. Por su parte, para este grupo es de 413 taxa, que corresponden a
los yacimientos de mamíferos correspondientes a la era 400 especies y 44 infraespecies. Las especies de líque-
cenozoica del plioceno/pleistoceno se encuentran en la nes representan casi 30% de las registradas para México,
cuenca lacustre de Cuitzeo, dentro del Sistema Volcá- de tal modo que en este nuevo reporte prácticamente se
nico Transversal, con 16 especies. duplica la cantidad de especies del estudio de 2005. Los
Los fósiles son una parte no renovable del patri- líquenes registrados se distribuyen principalmente en el
monio natural, permiten entender la distribución de los Sistema Volcánico Transversal y en la Altiplanicie, sobre
organismos en el pasado, los cambios geológicos ocu- todo en bosque templado, matorral subtropical y vegeta-
rridos, así como los procesos evolutivos de las especies. ción secundaria.
Los principales problemas a que se enfrenta su estudio Por otro lado, el plancton es una agrupación de
son que muchos yacimientos fosilíferos son saqueados vegetales (fitoplancton) y animales microscópicos (zoo-
por personas ajenas al ámbito científico, además de plancton) que se encuentran suspendidos en el agua, ya
que el cambio de uso del suelo, la urbanización, el sea epicontinental o marina. En este grupo de microor-
intemperismo y la erosión afectan el material e impiden ganismos se incorporan tanto a las algas del fitoplanc-
las investigaciones, por ello se requiere generar progra- ton como al zooplancton, que está conformado por
mas que permitan resguardar el material paleontológico protistas, rotíferos, crustáceos y larvas de peces e insec-
del estado, así como recabar nuevos datos sobre las tos. Para un mejor entendimiento, estos grupos se divi-
poblaciones fósiles, a la par de desarrollar programas de dieron en el plancton de agua dulce y plancton marino.
conservación y protección. En Michoacán se reportan 916 especies de plancton
Se presenta por primera vez una revisión de la dulceacuícola identificadas en diversas presas, lagos,
diversidad de enterobacterias, grupo heterogéneo de lagunas y ríos, de las cuales 798 corresponden al fito-
microorganismos considerado uno de los más numero- plancton y 118 al zooplancton. La mayor diversidad
sos en el planeta y que ha colonizado exitosamente de plancton dulceacuícola se encuentra en la Depre-
cada nicho ecológico posible. Estos organismos tienen sión del Balsas-Tepalcatepec.
un importante papel para el funcionamiento de los eco- En cuanto al plancton marino se registran 330 espe-
sistemas, además de que muchas de estas especies pue- cies de fitoplancton y 173 especies de zooplancton.
den ser de riesgo potencial para la salud de animales y Tanto el plancton marino como el dulceacuícola pue-
humanos. Aunque no se tiene un inventario completo, den ser considerados indicadores biológicos de la cali-
en este estudio se reportan al menos 20 especies dad de agua y ser usados para el tratamiento de aguas
de enterobacterias para algunos cuerpos de agua de residuales, entre otras aplicaciones.
Michoacán, por lo que se considera que se podrían A otro grupo de organismos que incluye algas, bac-
encontrar muchas especies más. terias, hongos y animales que se encuentran adheridos a
Los hongos, un grupo único de organismos heteró- algún tipo de sustrato, natural o artificial, en el fondo de
trofos, por sus características se han separado de animales los ecosistemas acuáticos, se le conoce como perifiton;
y plantas, incluyen desde las levaduras hasta los hongos que en Michoacán está integrado por 630 especies (561
más complejos. Para los hongos macromicetos se repor- identificadas) de agua dulce. Las macroalgas marinas son
tan 716 especies (688 identificadas) que representan apro- organismos fotosintetizadores que carecen de raíz, tallo
ximadamente 15% de las reportadas para México. En este y hojas verdaderas e incluyen a tres grupos: algas rojas
estudio se registran 68 especies más que las reportadas en (Rhodophyta), algas pardas (Phaeophyceae) y algas verdes
el de 2005, de las cuales Neotremella guzmanii y Xylaria (Chlorophyta). Para Michoacán se han registrado 162
michoacana son endémicas para Michoacán, reportadas especies de macroalgas que representan 36.48% de la
en Coalcomán y Pátzcuaro, respectivamente. La mayoría diversidad reportada para el Pacífico Tropical Mexicano.
Las plantas terrestres no vasculares incluyen a los angiospermas se distribuye en el Sistema Volcánico
musgos, hepáticas y antocerotes, y se conocen como Transversal, aunque la mayor cantidad de endemismos,
briofitas. En el primer estudio de estado se habían principalmente de la familia Burseraceae con los géne-
reportado 279 especies, en la presente obra la cifra ros Beiselia (una especie) y Bursera (42 especies), se
asciende a 431. Aunque el número de especies registra- concentran sobre todo en la Depresión del Balsas-
das para Michoacán representa cerca del 25% de las Tepalcatepec, en particular en los alrededores de la
reportadas para México, la evidencia muestra que la presa Infiernillo, en la región de Apatzingán y en la Sie-
información sobre este grupo en Michoacán y en rra Madre del Sur, en la sierra de Aquila-Coalcomán.
México es aún escasa. Desafortunadamente, la deforestación y el cambio de
Las pteridofitas son un grupo de plantas vascula- uso del suelo en el estado han reducido dramática-
res, comúnmente conocidas como helechos, que se mente la cobertura forestal, a tal grado que la
caracterizan por vivir en ambientes húmedos, pueden nom-059-semarnat-2010 reporta 99 especies en alguna
ser terrestres o epífitas y en general son muy vulnera- de las categorías de protección (46 amenazadas, 40
bles a los cambios en el ambiente. La pteridoflora sujetas a protección especial y 13 en peligro de extin-
michoacana está compuesta por 331 pteridofitas dife- ción) y otras 20 especies de árboles más se incluyen en
rentes (296 especies identificadas), de las cuales 22 per- la lista de la Unión Internacional para la Conservación
tenecen a Lycophyta y 309 a Monilophyta y representan de la Naturaleza (uicn).
32.3% de las especies reportadas para el país, lo que La vegetación acuática o hidrófita está confor-
muestra un incremento de casi 60% a lo registrado en mada por diversas especies vegetales, tanto herbáceas
2005 para Michoacán. La mayor parte de las pteridofi- como arbustivas y arbóreas, que pertenecen a distintos
tas se concentra en los trópicos y en México la mayor grupos taxonómicos y crecen a la orilla de ríos, lagos,
riqueza se concentra en el Sistema Volcánico Transver- embalses y humedales. Para Michoacán se registran
sal, asociada a bosques mesófilos, selvas y bosques de 318 especies, las más representativas son los pastos de
pino-encino. Pese a su importancia ecológica y medici- agua, los tules y los sauces. Los principales cuerpos
nal, sólo seis especies presentes en Michoacán se de agua que han sido estudiados para obtener informa-
encuentran incluidas en la nom-059-semarnat-2010 en ción sobre este tipo de vegetación se encuentran en el
alguna categoría de riesgo, tres de ellas en la categoría Sistema Volcánico Transversal y en la Llanura Costera.
de peligro de extinción (Selaginella porphyrospora, Las malezas nativas e introducidas han sido estu-
Cyathea costaricensis y Nephrolepis cordifolia), una diadas ampliamente. En total se reportan 965 especies
sujeta a protección especial (Alsophila firma) y dos e infraespecies que se distribuyen en todo el estado y
especies amenazadas (Polypodium triseriale y abundan en zonas agropecuarias, urbanas, a orilla de
Campyloneurum phyllitidis). caminos, alrededor de zonas habitacionales y en cual-
Las gimnospermas, junto con las angiospermas, quier zona perturbada por la actividad antropogénica.
difieren de las otras plantas en la producción de semi- Las malezas introducidas que causan daños económi-
llas. Las primeras están conformadas por los ahuehue- cos o ambientales son llamadas invasoras, entre las más
tes, pinos, cedros y cícadas. En Michoacán se han nocivas se encuentran el zacate Johnson, los pastos
registrado 26 especies nativas, 11 variedades y una Kikuyo y el lirio acuático.
forma; así como 22 especies introducidas de las cuales En esta obra se incluye información sobre vegeta-
13 son nativas de México y 10 de otras partes del ción urbana. Se registran 98 especies (95 identificadas)
mundo. Sólo Pinus rzedowskii es endémica para de árboles urbanos, así como un estudio de caso sobre
Michoacán y cinco se encuentran en alguna situación los árboles de los camellones de Morelia y la vegetación
de riesgo. Las gimnospermas en la entidad se distribu- de la vía verde en la región de La Huacana. Las especies
yen sobre todo en la provincia del Sistema Volcánico de árboles más comunes en la ciudad de Morelia son
Transversal, en donde se registra el mayor número de principalmente exóticas, destacando jacaranda, euca-
especies nativas, mientras que en la Llanura Costera lipto, trueno, galeana y laurel de la India, mientras que la
sólo se registra una especie conocida como palmiche o única especie nativa registrada como común es el fresno.
palmilla (Zamia loddigesii). Con respecto a la fauna, hay información abundante
Las angiospermas o plantas con flores son las sobre la diversidad de especies de invertebrados y verte-
plantas más conspicuas, diversas y abundantes en el brados. Se reportan 642 especies (619 identificadas) de
mundo, se encuentran en todos los hábitats y ecosiste- invertebrados marinos, de las 8 255 registradas en el país.
mas terrestres y acuáticos. Michoacán es una región De los moluscos sólo la lapa (Scutellastra mexicana) es
privilegiada florísticamente, ya que con sus 5 133 (4 928 endémica a Michoacán, mientras que dos especies de
identificadas) especies reportadas, de las cuales 200 esponjas (Acarnus sp. y Stoeba sp.) son nuevos hallazgos
son endémicas al estado, ocupa el séptimo lugar nacio- para la ciencia y podrían también ser endémicas para el
nal en diversidad de este grupo. La mayor diversidad de estado.
Los macroinvertebrados de agua dulce representan sentan 17.5% de las especies registradas para el país,
un grupo de alto interés ecológico y económico, ya que con 509 especies, de las cuales 485 son nativas, 22
tienen un papel fundamental en la estructura y funciona- introducidas y ocho endémicas al estado. Los peces
miento de los ecosistemas acuáticos, son indicadores de dulceacuícolas cuentan con 82 especies, los estuarinos
la salud de los ecosistemas dulceacuícolas y representan con 89 y las especies marinas ascienden a 412, repre-
una fuente sustancial de ingresos económicos para las sentando éstas últimas 33.7% de las registradas para el
poblaciones locales. Este grupo cuenta con 323 especies Pacífico Tropical Oriental. Desafortunadamente, a
de las cuales 246 están identificadas para Michoacán y pesar de ser organismos clave para las redes tróficas y
está integrado por esponjas, gusanos planos, lombrices representar una importante fuente de alimento e ingre-
de tierra, sanguijuelas, moluscos, arácnidos e insectos. sos para las sociedades humanas, 29 especies se
Aunque es evidente que aún existen vacíos importantes encuentran en alguna categoría de riesgo dentro de la
sobre la diversidad de este grupo, este segundo estudio nom-059-semarnat-2010 o de la uicn, y nueve de ellas
permitió incrementar en 176% el número de especies de son consideradas especies en peligro de extinción.
invertebrados acuáticos conocidos para el estado. Como consecuencia de las actividades humanas
Los invertebrados terrestres, por su importancia, muchas especies dulceacuícolas han desaparecido
diversidad y complejidad son estudiados de manera localmente y con ello también se ha perdido de manera
independiente. En este estudio se abordaron tres gru- alarmante la diversidad genética. Es importante desta-
pos: quilópodos, insectos y arácnidos. Los primeros, car que el conocimiento de los peces michoacanos se
conocidos comúnmente como ciempiés, están repre- ha incrementado, de modo que en el presente estudio
sentados en Michoacán por 13 especies de las 180 se han registrado 136 especies nuevas en relación con
registradas en México. A pesar de contar con un el primer estudio de biodiversidad.
número moderado de especies, se destaca su nivel de A pesar de sus diferencias, los anfibios y reptiles
endemismo, ya que nueve de las 13 son exclusivas son los únicos tetrápodos ectotérmicos que ocupan
de Michoacán; su distribución se limita a la Depresión hábitats y microhábitats similares y son altamente vul-
del Balsas-Tepalcatepec, a la Altiplanicie y al Sistema nerables a la modificación del hábitat. En el caso de la
Volcánico Transversal, siendo esta última provincia la herpetofauna, la información presentada indica que en
que presenta el mayor número de especies. Michoacán se han registrado 59 de las 376 especies de
Los insectos representan un grupo altamente anfibios reportadas para México, mientras que para los
diverso, cuyas especies pueden encontrarse en casi reptiles se encuentran 165 de las 864 especies existen-
todos los ambientes y presentar casi todas las estrategias tes en el país. Estas cifras representan 18.14% de diver-
de vida conocidas. Los grupos mejor representados son sidad de anfibios y reptiles registradas en el país. En el
las mariposas, polillas, escarabajos, chinches, hormigas, caso de los anfibios, 33 especies son endémicas a
avispas, abejas, libélulas y caballitos del diablo. En total México y nueve a Michoacán, mientras que 97 especies
se han registrado para el estado 1 887 especies de las de reptiles son nativas al país y 12 lo son para el estado.
47 853 reportadas para el país. La mayor cantidad se De la herpetofauna, las serpientes presentan la mayor
encuentra en la Depresión del Balsas-Tepalcatepec y en riqueza, con 100 especies (60.6%), seguida por las
el Sistema Volcánico Transversal. Sólo tres especies se lagartijas con 55 (33.3%) y los anuros con 49 (29.7%).
encuentran en alguna situación de riesgo, el tábano de Las aves constituyen el grupo de animales verte-
las dunas (Brennania belkini) en peligro de extinción, la brados terrestres más numeroso que existe, su distribu-
mariposa conocida como llamadora (Papilio esperanza) ción abarca todos los ambientes. La avifauna del estado
en estatus de amenazada y la mariposa monarca (Danaus se encuentra entre las más ricas del país, con 563 espe-
plexippus), sujeta a protección especial. cies pertenecientes a 80 familias que colocan a Michoa-
Los arácnidos incluyen a los ácaros, arañas, escor- cán en el quinto lugar nacional con mayor diversidad
piones y alacranes, entre otras especies menos conoci- avifaunística. No existen especies endémicas exclusi-
das. En Michoacán, sin considerar a los ácaros que vas, sin embargo, 101 de las 190 especies que presen-
normalmente se estudian como un grupo separado, se tan algún nivel de endemismo en México se encuentran
cuenta con 314 especies (163 identificadas), de las cua- en territorio michoacano; este tipo de endemismos se
les la tarántula Brachypelma auratum es endémica para presentan sobre todo en las zonas serranas del Sistema
el estado y seis alacranes que lo son para la Depresión Volcánico Transversal y en la Sierra Madre del Sur. Desa
del Balsas-Tepalcatepec; la provincia con mayor número fortunadamente, 97 especies (17.1%) se encuentran en
de registros es el Sistema Volcánico Transversal. la nom-059-semarnat-2010 bajo alguna categoría de
Dentro de los vertebrados se registran los cinco riesgo, con una especie extinta (el carpintero imperial;
grupos existentes y se distribuyen a lo largo de las Campephilus imperialis), 16 en peligro de extinción,
cinco provincias fisiográficas en que se divide el estado. 28 en categoría de amenazadas y 52 sujetas a protec-
Los peces, tanto de agua dulce como marinos, repre- ción especial. Además, 26 especies michoacanas están
incluidas en la lista roja de la uicn en categorías de alta el jaguaroundi (Puma yagouaroundi), la nutria de río
protección, debido a factores como sobreexplotación (Lontra longicaudis), el zorrillo pigmeo (Spilogale
por cacería, destrucción y modificación de los hábitats. pygmaea) y el puerco espín (Coendou mexicanus).
Por último, en esta sección se describe la diversi- En general, las principales amenazas que afectan
dad de mamíferos terrestres en la entidad. Sin incluir a a la biodiversidad michoacana son similares a las que
los mamíferos marinos se reportan nueve órdenes, se describen a nivel global, entre ellas destacan la
24 familias, 92 géneros y 163 especies de mamíferos introducción de especies exóticas, la explotación
silvestres para Michoacán, que incluyen a 39 especies comercial, el cambio de uso del suelo, la contamina-
endémicas a México y tres endémicas para el estado: el ción ambiental, el cambio climático global y las enfer-
murciélago amarillo de Infiernillo, la tuza michoacana y medades infecciosas. El efecto de estos factores varía
el ratón sagaz. El Sistema Volcánico Transversal es la de acuerdo con los diferentes grupos y regiones geo-
provincia fisiográfica que presenta mayor riqueza de gráficas. Desafortunadamente, el nivel de transforma-
especies (120), mientras que la Altiplanicie es donde se ción de los hábitats nativos de Michoacán hacia la
encuentra el menor número de registros (64). agricultura y la ganadería, el desarrollo urbano y la
A pesar de ser organismos clave en la dinámica de extracción forestal es dramático, con una disminución
los ecosistemas y de ser una importante fuente de ali- de la cobertura de bosques templados y tropicales de
mento, vestido y transporte, seis especies de mamíferos 0.45 a 0.65% anual (de 1976 al 2000), por lo tanto, el
silvestres, el oso hormiguero (Tamandua mexicana), el registro actualizado de las especies del estado, así
murciélago platanero (Musonycteris harrisoni), el jaguar como la información sobre su distribución y estado de
(Panthera onca), la tuza michoacana (Zygogeomys conservación, son esenciales como punto de partida
trichopus), el tigrillo (Leopardus wiedii) y el ocelote en la búsqueda de estrategias de conservación eficien-
(L. pardalis) se encuentran actualmente considerados en tes que contrarresten los efectos de la destrucción y
peligro de extinción. Además, se registran poblaciones degradación de los hábitats que afectan la gran biodi-
de 12 especies como amenazadas, incluyendo el mur- versidad de Michoacán.
ciélago trompudo mexicano (Choeronycteris mexicana),
INTRODUCCIÓN
Durante millones de años (Ma), la Tierra ha estado habitada por seres
vivos, muchos de ellos han dejado en las rocas rastros perceptibles de
su existencia, estos rastros o también llamados fósiles permiten, en el
presente, estudiar la vida desde sus inicios (McAlester 1973, Laporte
1974).
México cuenta con localidades fosilíferas, como Caborca, en Sonora
(Cevallos-Ferriz et al. 1981) que comprenden edades desde el precámbrico,
con una antigüedad aproximada de 650-570 Ma (Cevallos-Ferriz et al.
1988) o como Cedral, en San Luis Potosí, con una edad que va del
pleistoceno hasta inicios del holoceno reciente, hace 10 mil años (Arroyo-
Cabrales et al. 2008, Pérez-Crespo et al. 2009). Dichos depósitos se encuen-
tran en todo el territorio nacional, aunque en algunas regiones se concentran
los de algunas edades en particular.
En este capítulo se presentan registros fósiles de invertebrados marinos
y mamíferos, ya que son los grupos más abundantes y con mayor distribu-
ción en el estado, por lo que son los más estudiados.
Los yacimientos fosilíferos de la entidad se encuentran distribuidos en
casi todas sus provincias fisiográficas, aunque el mayor número de sitios se
localiza en la Depresión del Balsas-Tepalcatepec y en el Sistema Volcánico
Transversal (Antaramián y Correa 2003).
Los yacimientos de invertebrados marinos corresponden al periodo
cretácico de la era mesozoica, con una antigüedad de alrededor de 110 Ma,
y se encuentran en la región Huetamo-San Lucas, localizada al sureste, en
la provincia fisiográfica Depresión del Balsas-Tepalcatepec, así como en la
sierra de Coalcomán, ubicada al suroeste, en la provincia Sierra Madre del
Sur (Antaramián y Correa 2003).
Los yacimientos de mamíferos pertenecen a la era cenozoica del plio-
ceno/pleistoceno, con una antigüedad de 3.6 Ma (Carranza-Castañeda
1992), y del pleistoceno tardío, alrededor de 10 mil años (García-Zepeda
2006). Se encuentran en la cuenca lacustre de Cuitzeo, ubicada en la parte
norte del estado, dentro de la provincia fisiográfica Sistema Volcánico
Transversal que tuvo su origen en el mioceno, aproximadamente hace
García-Zepeda, M.L., B.E. Buitrón 23 Ma; en esa zona se desarrollaron las condiciones propicias para la fosi-
y J. Arroyo-Cabrales. 2019. Diversidad lización y conservación de restos de mamíferos como caballos, camellos,
del pasado: invertebrados y mamíferos.
bisontes y mamuts (García-Zepeda 2006).
En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio,
México, pp. 23-30.
FÓSILES DE INVERTEBRADOS das 18 especies (apéndice 9), entre las que se encuen-
MARINOS tran esponjas perforadoras de la especie Entobia
cretacea, foraminíferos (organismos unicelulares que
Esos fósiles son importantes ya que proporcionan datos generan un esqueleto calcáreo) como Orbitolina
sobre la distribución primitiva en ríos, lagos y mares morelensis, moluscos bivalvos (con dos conchas o val-
profundos y someros. Las conchas fósiles de los molus- vas unidas por bisagras y ligamentos) como Coalcomana
cos (grupo numeroso de invertebrados, tanto terrestres ramosa, Chondrodonta sp., Toucasia sp. y 10 especies de
como marinos), son la evidencia directa de su existen- gasterópodos (moluscos que, en la mayoría de las espe-
cia sobre la Tierra (Laporte 1974, Raup y Stanley 1978, cies, presentan cabeza, un pie musculoso ventral y una
Buitrón et al. 2010). concha dorsal) pertenecientes a las familias Turritellidae,
El territorio nacional, y particularmente Michoacán, Cerithidae, Naticidae, Nerineidae y Orthostomidae
estuvo invadido durante millones de años por el mar de (figura 1, apéndice 9; Padilla-López 2011).
Tetis, esas condiciones facilitaron la fosilización de los La región de Huetamo-San Lucas, al surponiente
organismos invertebrados que vivieron en grandes plata- de Michoacán, entre las coordenadas 18° 20’-18° 45’ N,
formas y que fueron contenidos luego en rocas sedimen- 100° 30’-100° 55’ O, ubicada dentro de los municipios
tarias del jurásico y del cretácico (González et al. 1986). del mismo nombre (provincia Depresión del Balsas-
Tepaltepec), presenta estratos fosilíferos que correspon-
den a la edad del cretácico temprano (aptiano-albiano;
Diversidad Buitrón y Rivera-Carranco 1985). Para esta región se
En la región de Coalcomán, en el municipio del mismo reportan 156 especies de invertebrados marinos perte-
nombre (18º 47’ N, 103º 10’ O; inegi 1985), en la provin- necientes a los grupos: Protozoa (grupo de organismos
cia Sierra Madre del Sur se encuentra un yacimiento de unicelulares), Porifera (invertebrados acuáticos sésiles
fósiles de invertebrados sobre rocas cretácicas sedimen- que carecen de auténticos tejidos), Annelida (inverte-
tarias y volcano-sedimentarias de la formación encino, brados con forma de gusano cuyo cuerpo está segmen-
cuya edad está comprendida entre el aptiano tardío tado por anillos), Cnidaria (grupo de animales acuáticos
(115 Ma) y albiano temprano (110 Ma; Pantoja-Alor y que se caracterizan por poseer células urticantes en sus
Estrada Barraza 1986, Alencáster y Pantoja-Alor 1986, tentáculos), Mollusca (invertebrados de cuerpo blando,
Buitrón 1986). En estos afloramientos se tienen registra- desnudo o protegido por una concha) y Echinodermata
a b
c d e
Figura 1. Fósiles de moluscos gasterópodos: a) Natica conradi, b) Lunatia pedernalis, c) Nerinea azteca, d) Tylostoma aguilerai,
e) Peruviella gerthi. Fuente: modificadas de Padilla-López 2011.
(invertebrados marinos, su cuerpo está cubierto de un (López-García 2008). En la zona sur de dicha cuenca se
esqueleto formado por placas calcáreas), especies de encuentran secuencias lacustres desde el mioceno supe-
estrellas de mar y erizos (cuadro 1, apéndice 9). Los rior hasta el pleistoceno tardío. La fauna registrada para
moluscos son el grupo que presenta el mayor número esta zona pertenece al blancano (3.6 Ma), incluyendo
de especies (79). proboscidios (mamíferos placentarios emparentados con
Las especies de invertebrados marinos de la región los elefantes) como Rhynchoterium falconeri (Carranza-
de Coalcomán y Huetamo-San Lucas también se distri- Castañeda 1976) y Rhynchoterium sp. (García-Zepeda
buyen en otras regiones del mundo, como al sur de 2006, López-García 2008); una especie de ardilla gigante
Estados Unidos de América (Texas, Arizona y Nuevo de tierra, Paenemarmota barbouri (Repenning 1962); un
México), España y Francia (Buitrón y Gómez 2003). camello, Megalotypus sp. (López-García 2008); caballos
primitivos como Nannipus cf. moctezuma (Arellano y
Azcón 1949) y Equus (Dolichohippus) simplicidens
FÓSILES DE MAMÍFEROS (Carranza-Castañeda 1992).
Cabe mencionar que en los estratos superiores de
Los mamíferos son un grupo predominante de la era estas secuencias se colectó material considerado como
cenozoica y uno de los mejor documentados por la índice estratigráfico del pleistoceno, perteneciente a
paleontología, incluyendo sus aspectos biológicos y un mamut (Mammuthus sp.) y a un caballo (E. cf.
ecológicos. conversidens; Carranza-Castañeda 1992).
Su estudio es indispensable para comprender los En las provincias fisiográficas Sistema Volcánico
procesos evolutivos, así como las relaciones entre Transversal y Altiplanicie existen cuatro localidades
los organismos y la dinámica climática de los ambientes donde se encuentra fauna perteneciente al pleistoceno
a lo largo de las eras geológicas (Arroyo-Cabrales et al. tardío (rancholabreano): 1) La Cinta, ubicada en la
2008). En México, durante el pleistoceno tardío (ran- parte norte de la cuenca de Cuitzeo (20°05’ N,
cholabreano) se han reportado al menos 13 órdenes, 44 101°09’ O; García-Zepeda 2006); 2) La Piedad de Ca-
familias, 146 géneros y 280 especies de mamíferos badas, municipio del mismo nombre (20°23’- 20°19’ N,
terrestres (Ferrusquía-Villafranca et al. 2010). 102°02’-101°54’ O; Marín-Leyva 2011); 3) depresión de
Zaragoza, municipio de Contepec (19°52’ N, 100°7’ O;
García-Zepeda y Garduño-Monroy 2006); y 4) la por-
Diversidad ción oriental del lago de Pátzcuaro, municipio de Tzin
En el estado se reportan 16 especies (apéndice 10), la tzuntzan (19°35’ N, 101°35’ O; Robles-Camacho et al.
mayoría distribuidas en la provincia Sistema Volcánico 2010).
Transversal, en donde se localiza la cuenca de Cuitzeo Los taxa encontrados son: mamut (Mammuthus
(19º 46’ N, 101º 04’ O), ubicada en el municipio de Charo columbi, figura 2), venado cola blanca (Odocoileus cf.
virginianus), bisonte (Bison sp.), camello (Camelops sp., orden Notoungulata (Polaco et al. 2004; véase Estudio
figura 3), conejo (Lepus sp.), rata (Neotoma cf. tlapaco- de caso. El Mixotoxodon michoacano, en esta obra). En
yana), caballos (Equus sp.; véase Estudio de caso. Los México sólo existen otros sitios con presencia de este
caballos fósiles, en esta obra) y gonfoterios (parientes género en Veracruz (Polaco et al. 2004, Rodríguez-de la
de los elefantes) como Cuvieronius sp. (figura 4; García- Rosa et al. 2011), y en Estados Unidos de América se
Zepeda y Garduño-Monroy 2006, García-Zepeda tienen reportes en Texas (Lundelius et al. 2013).
2006) y C. hyodon (Robles-Camacho et al. 2010; apén- En las cuencas lacustres y fluviolacustres de la
dice 10). entidad michoacana, como es Cuitzeo, Pátzcuaro y
En la localidad de Hihuitlán, municipio de Chini- Zaragoza (Sistema Volcánico Transversal; Antaramián
cuila (18° 52’ N, 103° 24’ O), en la provincia fisiográfica y Correa 2003), se han reportado mamíferos en sedi-
Sierra Madre del Sur, se registró por primera vez, en mentos del blancano, que va de 4.6 a 1.35 Ma, y del
Norteamérica, la presencia del Mixotoxodon sp., del pleistoceno tardío (rancholabreano) con un lapso de
Figura 4. Gonfoterio de Cuvier (Cuvieronius tropicus; Cope, 1884). Distribuido en el norte, centro y
sur de América, hasta su extinción hace 10 mil años. Fuente: Sergio de la Rosa/Banco de Imágenes
conabio.
entre 160 y 10.5 Ka (mil años). La cuenca de Cuitzeo AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN
es la que presenta el mayor registro fósil, en ésta se ha
registrado la acumulación de más de 200 m de sedi- Actualmente, los yacimientos fosilíferos de la entidad
mentos fluviolacustres y volcánicos (Garduño- están siendo saqueados por personas sin conocimiento
Monroy et al. 1999). científico como coleccionistas particulares y comer-
ciantes (Arroyo-Cabrales 2005, 2010); aunado a esto, el
cambio de uso del suelo, la urbanización y los procesos
IMPORTANCIA ECOLÓGICA, geológicos (intemperismo y erosión) están provocando
ECONÓMICA Y CULTURAL una rápida alteración y disgregación del material fósil
(Garduño-Monroy 2007, 2010). Además, tanto en el
Los fósiles son una parte no renovable del patrimonio estado como en el país, todavía se cuenta con un
natural, su registro se extiende desde hace 3 500 Ma y número insuficiente de especialistas y escasos recursos
aporta información sobre el origen y evolución de los para la investigación paleontológica.
seres vivos e historia de la Tierra (Benton y Harper 2009).
Por ejemplo, los fósiles de invertebrados marinos
encontrados en Michoacán a gran altura, sobre el nivel ACCIONES DE CONSERVACIÓN
del mar, son prueba de los diversos cambios geológicos
(subducción, intemperismo y erosión) y biológicos (evo- En la entidad no existen programas de preservación de
lución, extinción) que han ocurrido en el estado y en el los yacimientos fosilíferos que contemple el rescate, la
país (Buitrón y Gómez 2003). conservación y la protección; sin embargo, debe seña-
El estudio de los mamíferos fósiles es importante larse que existe una declaratoria presidencial, desde
para comprender los procesos evolutivos, su modo de 1986, que protege el patrimonio paleontológico de
vida (dieta y hábitat), las causas de extinción, los efec- todo el país, además de que la institución que actual-
tos de las variaciones climáticas, y para desarrollar mente está a cargo de su protección, el inah, ya inició
modelos predictivos de ambientes futuros (Arroyo- el registro legal de las colecciones paleontológicas
Cabrales et al. 2008, Benton y Harper 2009). (Aguilar y Porras-Múzquiz 2009). En ese sentido es
En el aspecto económico algunos grupos de fora- prioritario establecer un sistema que promueva el res-
miníferos resultan importantes porque son indicadores guardo del material y recabar nuevos datos sobre las
de reservas de petróleo; su valor comercial puede poblaciones fósiles en el estado. Asimismo, es impor-
reducirse o aumentar dependiendo del tipo de forami- tante realizar un programa de conservación y protec-
nífero (Benton y Harper 2009). ción del registro fósil en Michoacán, con el fin de
Por su parte, las diatomeas juegan un papel alentar a los coleccionistas, tanto aficionados como
importante en la exploración y explotación de recursos comerciantes, instituciones y académicos, a recolectar
minerales. de manera responsable y gestionar las colecciones de
tal manera que sean útiles para las generaciones futu- Debido al proceso de fosilización de los organis-
ras. Con esto se pretende aumentar el interés público mos en el pasado no es posible evaluar la diversidad
hacia el patrimonio fósil del estado y promover este real de la fauna, aunque con su estudio se logra dar
recurso con fines científicos, educativos y recreativos. impulso a las exploraciones paleontológicas, así como
En la entidad ya hay interés por formar un museo mejorar técnicas para la recuperación de restos fósiles
de paleontología con el fin de divulgar la importancia de de tamaño pequeño, y con ello poder hacer una apro-
los fósiles como vestigios de la vida prehistórica, así ximación más confiable en la evaluación de la diversi-
como salvaguardar ese importante patrimonio, promo- dad fósil.
viendo su conservación, estudio científico y educación,
lo que permitirá conocer más sobre las especies que
vivieron en Michoacán hace miles o millones de años. REFERENCIAS
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les, ya que existe interés en tratar de establecer eviden- Álvarez, T. y J.J. Hernández Chávez. 1994. Estudio de los res-
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cálida que fue dominada por los gasterópodos y por la (inah). Comunicación personal, febrero.
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como cuatro y tres dedos funcionales en las patas ceno (entre 24-23 a 2.5 Ma), en el Nuevo y Viejo
delanteras y traseras, respectivamente, que le servían Mundo, y hasta el pleistoceno medio (cerca de 1 Ma o
para desplazarse entre la hojarasca y el suelo blando. quizá más) en África.
En Europa el primer representante conocido es La tribu Equini (caballos de un solo dedo funcio-
Hyracotherium (Froehlich 2002, Alberdi y Prado 2004, nal, con el protocono fusionado al protolofo; figura 2)
MacFadden 2005, Secord et al. 2012). tuvo representantes con un alto grado de diversifica-
Los caballos tuvieron su máxima radiación adap- ción durante el mioceno medio y superior (entre 20 y
tativa (rápida especiación biológica de un solo ances- 3-2.5 Ma) en Norteamérica, y migraron a Eurasia donde
tro que deriva en muchos taxones; Simpson 1953), en se extinguieron, sobre todo durante el final de la última
el mioceno medio; es decir, hace unos 25 Ma en Nor- era glacial (hace más de 10 mil años; en el límite del
teamérica, cuando los cambios ambientales que ocu- pleistoceno-holoceno) quedando algunas poblaciones
rrían en ese momento modificaron el paisaje y dieron residuales en Asia y África (MacFadden 1984, 2005;
lugar al desarrollo de amplios pastizales o biomas Alberdi y Prado 2004).
abiertos y favorecieron el desarrollo de équidos con
dientes hipsodontos (con coronas altas; figura 1),
con una alimentación más abrasiva y extremidades REGISTRO FÓSIL EN EL ESTADO
adaptadas a la carrera (MacFadden 2005), los cuales
pertenecen a la subfamilia Equinae (tribus Equini e El registro fósil mundial detalla con claridad la evolu-
Hipparionini). ción de los caballos. En México existen fósiles impor-
Existen dos hipótesis que tratan de explicar el ori- tantes de este proceso. En la entidad se tiene evidencia
gen de esa subfamilia, la primera es de Simpson (1951) de dos géneros de caballos, uno perteneciente a la tribu
que menciona que las dos tribus provienen a su vez de Hipparionini (Nannippus; Matthew, 1924) y otro a la
dos linajes de Merychippus, y la de MacFadden (1992) Equini (Equus; Linnaeus, 1758), descubiertos en tres
que argumenta que la subfamilia Equinae y el género yacimientos fosilíferos: uno en la zona sur (La Goleta,
Merychippus tienen un ancestro común. municipio de Charo), otro al norte del actual lago Cuit-
La tribu Hipparionini (caballos de tres dedos), se zeo (La Cinta-Portalitos, municipios de Cuitzeo del Por-
caracteriza por tener el protocono (cúspide lingual prin- venir, Michoacán y Moroleón, Guanajuato) y el tercero
cipal, en los molares de la mandíbula superior de los en la parte baja del río Lerma (municipios La Piedad de
mamíferos) aislado del protolofo (cresta transversal Cabadas, Michoacán y Pénjamo, Guanajuato), todos
anterior de los molariformes, en la mandíbula superior forman parte de la provincia fisiográfica Sistema Volcá-
de los mamíferos, y que une el protocono y el para- nico Transversal.
cono; figura 2). Ese género vivió en el mioceno y plio-
a
b
Figura 2. a) Vista oclusal (superficie superior) de un segundo molar (M2) superior de Hipparion, b) vista oclusal de un segundo
molar (M2) superior de Equus. Fuente: elaboración propia, modificado de Strömberg 2006.
Figura 3. Reconstrucción de un caballo Nannippus sp. Fuente: elaborado por el Laboratorio de Paleontología de la umsnh.
El caballo Nannippus (figura 3) es uno de los últi- En el estado, dentro del municipio de Charo se
mos representantes de la tribu Hipparionini en Nortea- han encontrado restos fósiles de Equus simplicidens
mérica, donde se encuentra desde el mioceno tardío o (Cope 1892), el primer caballo (tal y como los conoce-
hemfiliano, hasta el plio-pleistoceno o blancano (entre mos en tiempos recientes) de la edad del blancano
8 y 2 Ma). Este caballo se caracterizaba por su pequeño (figura 4). También se tienen registros de tres especies
tamaño, masa corporal de aproximadamente 63 kg, de Equus rancholabreanas (0.16-0.01 Ma), con caracte-
dientes molares con una corona muy desarrollada, con rísticas de talla y masa corporal diferentes, halladas en
una dieta pastadora o mixta y una amplia distribución un yacimiento cercano a los municipios Cuitzeo del
en América central y el sur de Norteamérica (Mac Porvenir y otro en La Piedad de Cabadas (Carranza-
Fadden et al. 1999). En la entidad los restos de este Castañeda 1991, Alberdi y Prado 2004, Bell et al. 2004,
caballo datan de la edad del blancano y han sido Marín-Leyva 2011).
encontrados en el rancho La Goleta, cerca del munici- El conocimiento que se tiene en el estado sobre
pio de Charo (Arellano y Azcón 1949, MacFadden los caballos aporta información valiosa acerca de la
1984, Alberdi y Prado 2004, Bell et al. 2004). evolución de esta familia en México. Actualmente se
En el estado el representante fósil de la tribu Equini hacen investigaciones para inferir la dieta y el hábitat de
es el género Equus, que incluye a los caballos moder- las especies pleistocénicas, lo cual aportará datos más
nos, domésticos y salvajes. MacFadden (2005) los claros sobre la interacción de estas especies con otras
separa en tres grandes grupos de acuerdo con sus que se encontraban en la región, así como del paleoam-
características morfológicas: caballinos (E. ferus), cebras biente en el que vivían, lo que ayudará a resolver dudas
(tres especies reconocidas) y asnos, burros y especies específicas sobre ¿cómo afectaban los cambios ambien-
relacionadas. Equus se originó en el plioceno o blan- tales de finales del pleistoceno a la fauna? y ¿cuáles fue-
cano de Norteamérica, se dispersó por casi todo el ron las causas de extinción de la megafauna donde
mundo, con excepción de Australia y la Antártida, y se estos équidos desaparecieron?
extinguió a finales del pleistoceno, hace aproximada-
mente 10 mil años. Las especies de este género tenían
un tamaño y masa corporal variable, dientes hipsodon-
tos, dieta pastadora o mixta (MacFadden 2005, Pérez-
Crespo et al. 2009).
Figura 4. Reconstrucción de un caballo, Equus simplicidens. Fuente: elaborado por el Laboratorio de Paleontología de la
umsnh.
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DESCRIPCIÓN
Las bacterias son un grupo de organismos microscópicos relativamente
simples que se distinguen por ser unicelulares y carecer de núcleo verda-
dero, razón por la cual se denominan procariotas. La mayoría de las bac-
terias conocidas presentan forma esférica (cocos) o cilíndrica (bacilos) y
pueden existir como células individuales, pero se asocian también en
agrupaciones características que son útiles para identificarlas (Prescott et
al. 2008; figura 1).
La familia Enterobacteriaceae constituye un grupo grande y heterogé-
neo de bacterias Gram negativas, llamadas así por la reacción negativa que
presentan a la tinción de Gram con cristal violeta, debido a las característi-
cas de su pared celular que hace que se tiñan de color rosa (figura 1a).
Se les denomina bacterias entéricas por su localización habitual como
saprófitos (es decir, organismos que obtienen su energía de materia orgá-
nica en descomposición) en el tubo digestivo de mamíferos, incluido el ser
humano, aunque se trata de gérmenes ubicuos que se encuentran de forma
general en el suelo, el agua y la vegetación. La enterobacteria Escherichia
coli es el microorganismo más prevalente de esta familia (Puerta-García y
Mateos-Rodríguez 2010).
Son anaerobias facultativas, lo que les confiere la capacidad de vivir y
realizar sus funciones tanto en presencia como en ausencia de oxígeno, no
forman esporas como la mayoría de las demás bacterias, fermentan la glu-
cosa, reducen nitratos a nitritos y las especies móviles se desplazan
mediante flagelos de distribución peritrica (alrededor de su superficie).
Existen dos grupos de enterobacterias, de acuerdo con los productos
de fermentación de sus azúcares. Géneros como Escherichia, Proteus,
Salmonella y Shigella, llevan a cabo una fermentación mixta que produce
ácidos y genera gas CO2:H2, en una proporción 1:1. Se denomina mixta
porque mediante ella se forman los ácidos acético, láctico, succínico y
fórmico, dependiendo de la especie y de las condiciones de cultivo, y dan
positivo en la prueba rojo de metilo (Prescott et al. 2008). En contraste, los
géneros Enterobacter, Serratia, Erwinia y Klebsiella realizan una fermenta-
ción butanodiólica y producen como subproductos butanodiol, etanol,
Martínez-Trujillo, M., Y. Carreón-Abud lactato, succinato, acetato y gas CO2:H2, en proporciones 5:1; aunque las
y M.A. Beltrán-Nambo. 2019. cantidades de ácido producidas son insuficientes para dar positivo en la
Enterobacterias de los cuerpos de agua
prueba rojo de metilo, dan positivo en la de Voges Proskauer (Merino y
michoacanos. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. Losch 2010).
conabio, México, pp. 39-45.
a b
Figura 1. Formas y agrupaciones bacterianas: a) Klebsiella pneumoniae (bacilos Gram negativos), b) Staphylococcus aureus
(cocos Gram positivos), c) diferentes formas y agrupaciones bacterianas.
DIVERSIDAD Y DISTRIBUCIÓN
algunas especies del género Erwinia, que causan pudri-
Las bacterias son los organismos más numerosos que ción de cultivos importantes en el país y en el estado,
existen en el planeta y han colonizado con éxito cada como maíz (Zea mays), tomate (Lycopersicon esculentum),
nicho ecológico posible. Se encuentran prácticamente papa (Solanum tuberosum), mango (Mangifera indica) y
en todas las regiones del planeta, desde los polos, en plátano (Musa sp.; Leclerc et al. 2001).
ambientes debajo del punto de congelación y muy Sin embargo, aún no se tienen registros precisos
secos, hasta los trópicos con temperaturas altas y con del número de especies de enterobacterias en el país,
elevada precipitación pluvial. entre otros factores debido a que, para este grupo de
En el mundo la familia Enterobacteriaceae con- organismos son pocos los estudios que se han realizado
tiene 44 géneros, algunos de los cuales son patógenos en cuerpos de agua y plantas de interés agrícola y los
de animales y humanos, razón por la cual son impor- reportes clínicos no siempre son accesibles. Algunos
tantes desde el punto de vista clínico (Prescott et al. estudios en los cuerpos de agua analizados en México
2008; cuadro 1). Destacan patógenos muy importantes muestran que los principales géneros son: Enterobacter,
como: E. coli, Shigella dysenteriae, Salmonella tiphy, Salmonella, Shigella, Klebsiella, Escherichia, Citrobacter,
Klebsiella pneumoniae, K. oxytoca y K. rinoescleronatis Serratia, Proteus y Yersinia (Rivera-Tapia y Cedillo-
los cuales pueden causar, entre otros padecimientos, Ramírez 2005, Gutiérrez-Villa 2006, Hurtado 2006,
infecciones intestinales y diarreas severas, muy comu- Vargas-Juárez 2011, Barrera-Escorcia et al. 2013).
nes en nuestro país y en el estado (Arriaga-Alba et al. Para conocer la diversidad de enterobacterias en
1996). Michoacán se realizaron colectas en los cuerpos de
Aunque el nombre de la familia sugiere que son agua de dos localidades ubicadas en la provincia fisio-
bacterias asociadas de manera exclusiva con animales, gráfica Sistema Volcánico Transversal, en las regiones
incluyen también varios patógenos de plantas, como hidrográficas norte y centro del estado: 1) el río Lerma
Cuadro 1. Algunos géneros de enterobacterias importantes a nivel mundial y nacional, desde el punto de vista clínico.
Plesiomonas shigelloides
en el meandro del municipio de La Piedad (20º 21’ N y ecosistemas, por lo que el conocimiento de su diversi-
102º 02’ O, a una altitud de 1 680 msnm), en el 2010 dad es de suma importancia, tanto para evitar proble-
y 2) en los canales de riego de Uruétaro, municipio de mas de salud en la población como por ser una
Tarímbaro (19º 35’ 20’’ N y 101º 45’ 25’’ O, a una altitud herramienta potencial para el adecuado manejo y con-
de 1 830 msnm), en el 2007 (figura 2). servación de los recursos forestales, acuáticos y de
En la entidad se determinaron 12 géneros pertene- las diversas poblaciones de organismos asociados a
cientes a seis familias y 20 especies (18 identificadas; ellas (Hurtado 2006).
apéndice 11). Serratia, Pseudomonas y Klebsiella son los El que determinados grupos bacterianos puedan
que tuvieron mayor riqueza de especies (cuadro 2). actuar como indicadores se debe al bajo grado de tole-
En trabajos realizados recientemente, además de rancia que presentan ante pequeñas alteraciones del
los aquí reportados, en la entidad se encontraron ente- ambiente. La importancia en torno a su identificación
robacterias de los géneros Citrobacter y Salmonella, en es notable, ya que su presencia define cualitativamente
los lagos de Pátzcuaro y Zirahuén, así como Proteus, el medio en el que viven. Así, en aguas muy contamina-
Providencia y Yersinia, en cuerpos de agua del Estado das debido a las descargas de tipo doméstico, el grupo
de México e Hidalgo; mientras que en el río Alseseca, de las enterobacterias es el que domina esos cuerpos de
en el estado de Puebla, se reportaron cuatro de los agua.
géneros identificados en el presente trabajo (Rivera- Los miembros de la familia Enterobacteriaceae son
Tapia y Cedillo-Ramírez 2005). tan comunes e importantes que probablemente sean
los más estudiados en la mayoría de los laboratorios.
Sin duda alguna, Escherichia coli, una especie reportada
IMPORTANCIA ECOLÓGICA, para la entidad, es el microorganismo de experimenta-
ECONÓMICA Y CULTURAL ción preferido por los investigadores para realizar prue-
bas moleculares, debido a sus cortos tiempos de
La presencia y actividad de las bacterias es esencial duplicación poblacional; además, es un importante
para la salud y adecuado funcionamiento de todos los residente del colon de los seres humanos y de otros
Cuadro 2. Especies de enterobacterias asociadas a cuerpos si el medio contiene un suministro adecuado de esos
de agua. elementos, y las condiciones ambientales son favora-
bles, las poblaciones bacterianas pueden duplicarse en
Especie Localidad cuestión de minutos. Por tanto, gran parte de la materia
Aeromonas hydrophila 1 orgánica originalmente presente en el agua residual
Burkholderia cepacia 1, 2 puede convertirse muy rápido en materia celular viva
Chromobacterium violaceum 2
(Álvarez 2002). Algunas especies como Serratia
liquefaciens, S. plymuthica y S. rubidaea, también repor-
Enterobacter aerogenes 1
tadas en el estado, pueden tener propiedades antifúngi-
E. cloacae 2 cas en la rizósfera de las plantas y además secretar
Escherichia coli 1, 2 hormonas como el ácido indolacético, que promueve
Ewingella americana 1 el crecimiento de las raíces (Kalbe et al. 1996).
Klebsiella oxytoca 2 Desde el punto de vista médico las especies que
K. pneumoniae 1
provocan infecciones gastrointestinales y pulmonares,
pueden ser de importancia si no se les atiende de
K. terrigena 2
manera oportuna y además son transmitidas fácilmente
Pseudomonas fluorescens 2 por agua y alimentos contaminados. En los últimos años
P. luteola 1, 2 la proporción de bacterias resistentes a múltiples anti-
P. oryzihabitans 1 bióticos ha aumentado de forma ininterrumpida, lo que
Pantoea sp. 1 desde el punto de vista económico ha tenido repercu-
Serratia liquefaciens 1
siones importantes en el país (Puerta-García y
Mateos-Rodríguez 2010).
S. marcescens 1
S. plymuthica 1
S. rubidaea 1 AMENAZAS Y ACCIONES
Shigella sp. 2 PARA SU CONSERVACIÓN
Stenotrophomonas maltophilia 1
La mezcla y el flujo de nutrientes, el oxígeno y los pro-
1. Río Lerma, La Piedad, Michoacán; 2. canales de Uruétaro,
ductos residuales que se producen en los cuerpos de
Michoacán.
Fuente: Armenta 2007, Vargas 2010. agua dulce son los principales factores que controlan
las comunidades microbianas.
La disponibilidad de nutrientes en esos ambientes
mamíferos, por lo que resulta bastante útil para deter- varía dependiendo de las características de los cuerpos
minar si existe contaminación fecal en lagos, ríos u de agua, de manera que los cambios en los niveles de
otros cuerpos de agua, lo que permite implementar los mismos influirán en la proporción de microorganis-
medidas para la conservación de esos ecosistemas mos presentes. Cuando se añaden nutrientes en el agua
(Prescott et al. 2008). (eutrofización), el crecimiento de bacterias aumenta y,
En los ecosistemas la función principal de las ente- si se incorpora demasiada materia orgánica el agua
robacterias es transformar sustancias orgánicas a inor- puede perder oxígeno y volverse anaeróbica. Así, en
gánicas y viceversa, por lo que géneros como ambientes contaminados y plantas de tratamiento de
Escherichia, Shigella, Klebsiella, Enterobacter y residuos las poblaciones bacterianas se ven alteradas,
Pseudomonas son utilizados en diferentes técnicas de depu- modificándose la dinámica de las poblaciones origina-
ración natural de aguas residuales, ya que intervienen en les y favoreciendo el desarrollo de otras, que en muchas
los procesos de fermentación para degradar la materia ocasiones son patógenos de humanos (géneros como
orgánica. Desde el punto de vista económico este Salmonella, Klebsiella, Shigella y Escherichia (Prescott et
grupo de bacterias es importante por los procesos de al. 2008).
fermentación que realizan y que las lleva a ser utiliza- La entidad cuenta con importantes recursos hídri-
das en la producción de diferentes ácidos y alcoholes. cos, tanto superficiales como subterráneos, que en
Además, las bacterias producen compuestos quí- buena medida son factor determinante para el desarro-
micos de naturaleza proteica, las llamadas enzimas, llo socioeconómico; sin embargo, los principales cuer-
cuya misión es atacar o digerir tipos específicos de ali- pos de agua del estado presentan signos de
mentos; por ejemplo, algunas enzimas se emplean en la contaminación con una tendencia al agotamiento,
digestión de grasas, otras en la de proteínas o carbohi- debido a procesos de eutrofización. Parte de ese pro-
dratos, etc. Las bacterias producen esas enzimas y blema se debe a la falta de tratamiento de aguas resi-
absorben los nutrientes de la disolución en la que viven; duales, lo que se empalma con la deficiente
administración del agua entubada para el consumo de Zacapu, la presa Sabaneta y el lago de Pátzcuaro
humano (cdsma 2013). (Ramírez 1990, Beltrán 1993, Valadés 1993, Martínez
En ese contexto, la principal acción que se debe 1994, Santos 1995, Ferreira 1995, Cortés 1996).
realizar es promover el tratamiento de las aguas resi- Aunque en esos años algunos de estos cuerpos de
duales antes de descargarlas a los cuerpos de agua agua no presentaron evidencias de contaminación o
naturales (Gobierno del Estado 2013). bien esos valores eran muy bajos, recientemente algu-
Existen diversas técnicas tradicionales de recupera- nos análisis realizados en las aguas de riego de la región
ción de acuíferos contaminados, entre las que se de Uruétaro, la laguna de Umécuaro y el río Lerma, en
encuentra: bombeo del agua contaminada y posterior la región de La Piedad (regiones ii y iii, pertenecientes
tratamiento en superficie mediante el uso de microorga- a la provincia fisiográfica Sistema Volcánico Transver-
nismos como las bacterias, que degradan sustancias quí- sal) mostraron un aumento en la contaminación de ori-
micas dañinas; inyección de soluciones acuosas con gen fecal (Armenta-Medina 2007, Vargas-Juárez 2011).
reactivos oxidantes como el permanganato de potasio u El crecimiento de la población y, por consiguiente,
oxígeno; inyección de aire para eliminar sustancias volá- el aumento de descargas de aguas residuales en estos
tiles, como el dióxido de carbono y el amoniaco; uso de sistemas acuíferos hace necesario realizar estudios para
especies vegetales como el junco (Juncus arcticus) y la actualizar la información en la entidad y conocer el
lentejilla acuática (Lemna sp.), que utilizan contaminan- estado actual de esos ecosistemas e implementar progra-
tes como nutrientes y aceleran el metabolismo de mas específicos de saneamiento. Además, aún falta ana-
microorganismos (Pseudomonas y Enterobacter) apo- lizar las aguas que componen al sistema hídrico del sur.
yando en la transformación y degradación de contami-
nantes. Ese último método se denomina biorrecuperación
(Hazen 1997) y consiste en el uso de las denominadas CONCLUSIONES
lagunas facultativas, que son aquellas que poseen una
zona aerobia y una anaerobia, situadas en superficie y Los estudios bacteriológicos en los ecosistemas natura-
fondo, respectivamente; el objetivo de esas lagunas es les son necesarios para entender la dinámica de esos
obtener un efluente de la mayor calidad posible, en el organismos en el agua y en el suelo, y a partir de ellos
que se haya alcanzado una elevada estabilización de la planear acciones útiles para la conservación de los eco-
materia orgánica y una reducción en el contenido de sistemas y de los organismos que en ellos habitan. Así,
nutrientes y bacterias coliformes (Dinges 1982). en los sitios de la entidad donde existe una alteración y
crecimiento de bacterias patógenas es necesario aplicar
medidas de prevención y educación de la población.
VACÍOS DE INFORMACIÓN Las técnicas de biorrecuperación de acuíferos son
una alternativa a las clásicas técnicas de recuperación de
El reconocimiento y cuantificación de las poblaciones acuíferos contaminados por residuos orgánicos, colifor-
bacterianas se ha enfocado sobre todo a grupos indica- mes y metales pesados, dada la capacidad de numerosos
dores de contaminantes de origen fecal, para tomar las microorganismos de transformar sustancias inorgánicas y
medidas necesarias para la prevención de infecciones orgánicas (Arauzo et al. 2005). La aplicación de técnicas
en humanos; sin embargo, la información que se tiene in situ para metales pesados está poco desarrollada y es
sobre los ecosistemas en los que se desarrollan estos necesario profundizar en el conocimiento del comporta-
microorganismos aún es muy escasa, debido principal- miento de los diversos tipos de metales en el subsuelo,
mente al alto costo de las técnicas necesarias para su en la dinámica de los sistemas y en las reacciones meta-
identificación. bólicas que rigen los procesos de biotransformación
En Michoacán se presenta una red fluvial dividida (Álvarez 2002, López et al. 2002). Sin duda, la aplicación
en tres grandes sistemas hidrográficos denominados por de microorganismos especializados, inocuos para el sis-
su posición geográfica (norte, centro y sur), además del tema, abre un nuevo horizonte de investigación en el
sistema fluvial costero (inafed 2010). Durante la década campo de la ingeniería genética.
de los noventa se realizaron análisis de calidad del agua
en diferentes lugares de la provincia fisiográfica Sis-
tema Volcánico Transversal y de los sistemas norte y REFERENCIAS
centro del estado (regiones ii, iii, vi y vii; inafed 2010): Álvarez, F. 2002. Filtros verdes. Un sistema de depuración
ecológico. Ingeniería hidráulica y ambiental 23(1):25-28.
distrito 020 del valle de Queréndaro-Morelia, la sub-
Antaramián, H.E. y G. Correa. 2003. Fisiografía. En: Atlas Geo-
cuenca este del lago de Cuitzeo, las lagunas aireadas gráfico de Michoacán. sep Michoacán/umsnh/eddisa,
para tratamiento de aguas residuales en Uruapan, el México.
lago de Zirahuén, la presa Mintzita y río Grande de Arauzo, M., M. Valladolid, O. Cedenilla y C. Noreña. 2005.
Morelia, la laguna de Naranja de Tapia y la laguna Eficiencia del lagunaje profundo como tratamiento para la
DESCRIPCIÓN
El término micorriza fue establecido en 1885 por Albert Bernard Frank y
está constituido por dos raíces griegas: mikes (hongo) y rhiza (raíz; Siever-
ding 1991). Esta palabra alude a la asociación mutualista entre hongos de
distintos grupos taxonómicos y las raíces de entre 90 y 95% de las plantas
estudiadas del mundo (Krishna 2005).
La micorriza arbuscular (ma) constituye una estructura fisiológica-
mente funcional que se origina por la asociación de las raíces de las plantas
con el grupo fúngico de los Glomeromycetes, y conforman los llamados
hongos micorrízicos arbusculares (hma).
Esos microorganismos dependen de dicha asociación para obtener su
alimento (compuestos de carbono), por lo que se les conoce como biotrófos
obligados, ya que, a diferencia de otros grupos de hongos, no son capaces
de obtener alimento por medio de compuestos extracelulares como las
enzimas (Smith y Read 2008).
Los hma pueden ser benéficos en el crecimiento de las plantas, y ade-
más son importantes en la formación y estabilidad de agregados del suelo
ante agentes de erosión, apoyan asimismo en la diminución del estrés de las
plantas causado por factores bióticos y abióticos (Smith y Read 2008).
Las ma se desarrollan tanto dentro de las raíces de las plantas (figura 1)
como en el suelo. En la zona interna de la raíz se forman unas estructuras
intracelulares llamadas arbúsculos, en las cuales se produce el intercambio
de nutrientes entre la planta y el hongo (figura 1; Smith y Read 2008).
Una vez realizado el contacto hongo-raíz, el primero coloniza la cor-
teza de la raíz (tejido interno), llegando incluso a ser parte de dicha estruc-
tura, y se desarrolla un extenso micelio externo conformado por una red de
hifas (hifa: unidad básica vegetativa) que actúa como un sistema radical
complementario y muy efectivo que ayuda a la planta a adquirir del suelo
nutrientes minerales y agua, lo que ocurre al interactuar en los ciclos bio-
geoquímicos de los elementos (Hause et al. 2007, Lerat et al. 2003).
Sobre ese micelio externo se forman grandes esporas que van madu-
rando; determinadas especies también forman esporocarpos (estructura
que guarda las esporas). Las esporas producidas por el hongo son asexuales
Carreón-Abud, Y., M.E. Gavito, y se forman a partir de la diferenciación de hifas vegetativas (Sylvia 1999) y
M.A. Beltrán-Nambo y M. se pueden diferenciar, tanto en el suelo como en las raíces en algunos géne-
Martínez-Trujillo. 2019. Diversidad de ros (invam 2011). Las esporas son una herramienta importante para la clasi-
hongos micorrízicos arbusculares. En:
ficación taxonómica de este grupo de organismos, ya que permiten observar
La biodiversidad en Michoacán. Estudio
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, diferencias entre géneros y especies (figura 2).
pp. 47-52.
a b
Figura 1. Raíces de plantas de maíz micorrizadas: a) vesículas (1), arbúsculos (2) e hifas intrarradicales (3), b) acercamiento de
arbúsculo. Fotos: Laboratorio de Génetica y Microbiología, umsnh.
a b c
Figura 2. Esporas de diferentes especies de hongos micorrízicos: a) Funneliformis geosporum, b) Rhizophagus aff. intraradices,
c) esporocarpo de Sclerocystis rubiformis. Fotos: Laboratorio de Génetica y Microbiología, umsnh.
De las siete referencias que se usaron para generar el orgánico sean de altos insumos, las prácticas de
el apéndice 12, cinco localidades fueron de la diversi- manejo orgánico ayudan a generar mayor riqueza
dad de hongos micorrízicos en huertas de aguacate de hma en las huertas.
(Bárcenas-Ortega et al. 2011). Dos estudiaron la diversi-
dad de bosques templados y dos más la diversidad en
parcelas o agroecosistemas de cultivo de maíz. Veinti- IMPORTANCIA ECOLÓGICA
cuatro especies se localizaron en parcelas de maíz, 25
en bosques de pino y pino-encino y 48 en huertas de Su importancia radica sobre todo en que los hma:
aguacate. 1) son especies cosmopolitas, ya que se asocian con
El hecho de que las huertas de aguacate presenten cerca de 80% de las especies vegetales de todos los
casi el doble de especies reportadas se infiere porque el biomas terrestres, incluso con algunas plantas acuáticas
esfuerzo de muestreo y el área muestreada han sido (Brundrett 2009); 2) aportan múltiples beneficios a las
considerablemente mayores en esta cobertura vegetal plantas al mejorar el aprovechamiento de agua y
que en las otras dos. nutrientes, sobre todo del fósforo –cuando éste es limi-
De las 55 especies, 17 se encontraron en las tres tado–, lo que se traduce en mayor capacidad de adap-
coberturas vegetales estudiadas, entre las que se pue- tación, establecimiento y crecimiento (Alarcón 2007);
den mencionar Acaulospora denticulata, A. laevis, 3) participan en la movilización de carbono y nutrientes
A. scrobiculata, A. spinosa, Gigaspora albida, Racocetra minerales que se da en los ecosistemas y; 4) contribu-
gregaria, Pacispora coralloidea, Funneliformis geosporus, yen de manera importante a la agregación del suelo, lo
entre otras. que permite la infiltración y el almacenamiento de
Lo anterior apoya los resultados de González- agua, aire y materia orgánica.
Cortés et al. (2012) que reportaron que las comunidades Así, la contribución de los hma a la nutrición y al
de bosques, huertas de aguacate y parcelas de maíz, crecimiento de las plantas los ubica como uno de los
incluso comparando zonas distintas en suelos y climas, organismos que se consideran biofertilizantes y que se
compartían más de la mitad de las especies, mientras han buscado introducir o manejar en la producción
que las tres coberturas dentro de la misma región com- agrícola para reducir el uso de insumos químicos. Por
partían arriba de 70% de las especies (figura 3). Esos su capacidad de contribuir de forma significativa a
resultados, que surgieron de muestreos similares y com- mejorar el desarrollo de las plantas se ha impulsado su
parables, sugieren que las comunidades de hma son comercialización, aunque ahora incipiente, de inocu-
resilientes al cambio de uso del suelo y al manejo agro- lantes a base de hma, sobre todo en México y en
nómico en los sitios productivos, por tanto, esas espe- Michoacán, pero desafortunadamente los resultados no
cies se pueden considerar como generalistas y ser un han sido muy favorables ya que la mayoría de dichos
recurso potencial para ser consideradas como inocu- inoculantes contiene hongos aislados de otros países y
lantes biológicos, eso en los tres tipos de cultivo. de otros contextos ecológicos distintos a los locales.
Las huertas de aguacate no sólo conservan una Cabe anotar además, que las especies de hma
gran riqueza de especies de hma (Bárcenas-Ortega et pueden contribuir a la funcionalidad de los agroecosis-
al. 2011), sino que mantienen una composición más temas como una importante fuente de germoplasma;
parecida a la de los bosques que la que hay en parcelas sin embargo, es importante el establecimiento de regu-
cultivadas con maíz (Vega 2011, González-Cortés et al. laciones y estrategias de gestión para su uso como ino-
2012). Esto se debe probablemente a la gran cantidad culantes en agroecosistemas, ecosistemas y reservas
de especies herbáceas que cubren el suelo entre los naturales, buscando conservar la diversidad vegetal y
árboles de aguacate y que brindan espacio a muchas fúngica natural, ya que los hma de los mencionados sis-
plantas hospederas potenciales para alimentar a esos temas son especies que crecen bajo ciertas condiciones
hongos; dado que ocurre una simbiosis entre planta ambientales y tienen una funcionalidad ecológica espe-
y hongo, es de esperarse que la biodiversidad derivada cífica, sus propias ventajas y un potencial de uso bio-
esté muy relacionada. tecnológico también específico (Alarcón et al. 2012).
Caso contrario se da en las parcelas agrícolas, en
donde el uso de herbicidas y métodos mecánicos de
control de malezas reduce de manera significativa las SITUACIÓN Y ESTADO
opciones de plantas con las que los hma pueden aso- DE CONSERVACIÓN
ciarse; además, el uso excesivo de fertilizantes reduce
la generación de esa simbiosis. La información presentada resalta la importancia de
Rodríguez (2012) encontró que el manejo agronó- explorar y conservar la diversidad de hma en Michoa-
mico de las huertas influye en la riqueza de las espe- cán, con el fin de conocerlos y preservarlos para utilizar
cies, y que, aunque tanto el manejo convencional como de manera más eficiente este recurso genético micro-
a b c
d e f
g h i
j k l
Figura 3. Esporas de diferentes especies de hma: a) Acaulospora mellea, b) A. denticulata, c) A. scrobiculata, d) Gigaspora
decipiens, e) Racocetra gregaria y f) Gigaspora gigantea (flechas indican detalles de hifa globosa característica de este género),
g) Scutellospora scutata y h) S. calospora (las flechas señalan el escudo y la hifa globosa características de este género), i)
Sclerocystis sinuosa y j) Funneliformis mosseae (la flechas señalan detalles de la hifa), k) Rhizophagus aff. intraradices, l)
Sclerocystis rubiformis. Fotos: Laboratorio de Génetica y Microbiología, umsnh.
biano, útil para la inoculación de plantas y cultivos riqueza referida en los escasos y limitados estudios rea-
comerciales importantes, pero a través de un inóculo lizados a la fecha.
micorrízico ecológicamente adaptado a regiones y cul- La diversidad de hma en la entidad puede ser supe-
tivos específicos. rior a la reportada, y es probable que algunas especies
A la fecha, este grupo de hongos no se ha logrado sean exclusivas de la microbiota mexicana. En ese sen-
propagar y multiplicar en medios de cultivos conven- tido es importante impulsar el establecimiento de colec-
cionales de laboratorio (Sylvia y Jarstfer 1994), de ahí ciones, acervos de germoplasma y caracterizaciones
que el principal reto para la conservación y la propaga- moleculares, además de morfológicas, para complemen-
ción de estos hongos sea finalmente la existencia y con- tar los registros y poder entender patrones de distribu-
servación de los hábitats en los que se desarrollan. ción y biogeografía de esos hongos, que a la fecha están
poco representados (en el país y en zonas tropicales) en
las bases de datos mundiales (Opik et al. 2010).
AMENAZAS La escasez de reportes publicados sobre este
grupo de hongos puede ser resultado de la dificultad
Entre los factores que afectan de forma negativa la aso- para identificar a esos organismos, lo cual se hace por
ciación micorrízica se encuentran las prácticas intensi- medio de los caracteres morfológicos de sus esporas (ya
vas de manejo agrícola (Bethlenfalvay 1992), ya que el que el micelio y otras estructuras de esas especies no
uso excesivo de fertilizantes y agroquímicos inhibe son distinguibles) y por técnicas moleculares; sin
el establecimiento de la simbiosis y la efectividad de los embargo, ambos métodos requieren de experiencia y
hma en la planta (Baum y Makeschin 2000, Kjöller y ninguno garantiza la correcta identificación.
Rosendahl 2000). Asimismo, la excesiva mecanización Además, la clasificación de este grupo mediante
agrícola para labranza destruye las redes de micelio en reconocimiento de su morfología requiere de material
el suelo y además el tránsito pesado lo compacta. Por lo en muy buenas condiciones y aún así los caracteres son
tanto, la labranza y la ausencia de cobertura vegetal, en ambiguos y altamente variables dentro de las especies,
campos arados que se dejan meses sin cultivo, favorece lo que lleva a discrepancias incluso entre los expertos y
la erosión del suelo suelto y desprotegido y, en conse- a continuos reacomodos en la clasificación.
cuencia, reduce el número de propágulos (estructuras Por su parte, los métodos moleculares también
de reproducción y propagación biológica), la biodiver- requieren de material fresco y bien conservado, y pre-
sidad y la funcionalidad de dichos simbiontes (Barea y sentan, en comparación con los de otros organismos,
Jeffries 1995); asimismo, la compactación provoca pro- muchas complicaciones ya que no se ha encontrado
blemas de infiltración de agua, aire y materia orgánica una región del material genético que resuelva de modo
que empobrecen más el suelo y reducen el desarrollo adecuado la caracterización de todas las especies.
de los hma. Todas esas dificultades hacen que a la fecha se
hayan descrito apenas un poco más de 200 especies en
todo el mundo, cuando se estima que puede haber
ACCIONES DE CONSERVACIÓN miles, eso aunado al hecho de que existen muy pocos
Y VACÍOS DE INFORMACIÓN especialistas en la taxonomía de este grupo, en México
y en el mundo.
Al explorar la relación entre riqueza, composición de Otro factor que dificulta aún más su estudio es
especies de hma y propiedades de los suelos de bosques, que su cuantificación sólo es posible en biomasa,
huertas de aguacate y parcelas de maíz, en dos regiones ya que por estar formados de una red de micelio no hay
de Michoacán (apéndice 12), se concluye que la región manera de diferenciar un individuo de otro. El no poder
geográfica influye en la separación de grupos de espe- distinguir individuos invalida la aplicación de la mayo-
cies más que la cobertura vegetal o las propiedades de ría de los métodos convencionales de estudio de la bio-
los suelos (González-Cortés et al. 2012). Las zonas o diversidad, por lo que sólo se pueden usar estimadores
regiones difieren en sus características bióticas y abióti- basados en presencia/ausencia de las especies.
cas y hacen difícil entender las causas específicas de la
diferenciación observada en las comunidades de hma.
En ese contexto, es evidente la necesidad de no CONCLUSIONES
sólo generar inventarios, sino también realizar más
estudios ecológicos y biogeográficos con este grupo de En la entidad, a pesar de la carencia de estudios, al
organismos para conocer su distribución y los factores menos en las zonas que se han estudiado, en el Sistema
que puedan contribuir a mantener o amenazar su Volcánico Transversal, existe una alta riqueza de espe-
riqueza. Sólo con información será posible diseñar cies de hma. Debido a que es un grupo que participa en
estrategias de manejo y conservación para preservar la diversas funciones ecosistémicas y que tiene potencial
DESCRIPCIÓN
Los hongos son un grupo único debido a sus características, por lo que se
sitúan en el reino Fungi, separado de las plantas y de los animales. Son
organismos heterótrofos (que absorben los nutrientes del medio ambiente),
con células alargadas eucarióticas (con núcleo celular delimitado). El talo
(cuerpo del hongo) en la mayoría de los casos está formado por hifas (filas
de células alargadas) con crecimiento apical, rodeadas por una pared
rígida, compuesta principalmente por quitina (sustancia formada por un
conjunto de formas simples de azúcar, que además de estar presente en
los hongos es parte del exoesqueleto de insectos y crustáceos). La repro-
ducción de los hongos es sexual o asexual, lo que implica la presencia de
gran número de estructuras especializadas para la producción de esporas
(Deacon 2006).
Los hongos que producen estructuras reproductoras (cuerpos fructífe-
ros) macroscópicas que son visibles a simple vista se definen como macro-
micetos y pertenecen sobre todo a los phyla Ascomycota y Basidiomycota;
en estos grupos se encuentran hongos comestibles como los champiñones
(Agaricus spp.) y las setas (Pleurotus spp.), entre muchos otros.
DIVERSIDAD
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g h i
j k l
Figura 1. Muestra de la riqueza de macromicetos del estado: a) Helvella crispa (gachupín, Xiráta anhantsi), b) Hypomyces
lactifluorum (trompa de puerco, Chalámaxi), c) Morchella rufobrunnea, d) Pithya cupressina, e) Amanita muscaria, f) A.
rubescens, g) Chroogomphus rutilus, h) Hericium erinaceus, i) Laccaria proxima (hongo de lima, Tsítipikua), j) Lactarius indigo,
k) Pleurotus dryinus, l) Xeromphalina campanella. Fotos: Víctor Manuel Gómez Reyes.
colección de macromicetos del Herbario de la Facultad considerando las 4 800 especies reportadas en México
de Biología (ebum), de la Universidad Michoacana de de acuerdo con Guzmán (1998).
San Nicolás de Hidalgo (umsnh), se presentan a conti- Para el estado se reportan 96 taxones de ascomi-
nuación los registros contabilizados para el estado. cetos que corresponden a ocho órdenes, 19 familias,
Se registraron 688 especies de macromicetos 43 géneros, 93 especies y tres taxa infraespecíficos, de
(apéndice 13), clasificados en ascomicetos (Ascomy- los cuales destaca el género Helvella con 13 especies.
cota) y basidiomicetos (Basidiomycota, figura 1). De Por su parte, los basidiomicetos se encuentran repre-
ellos, 30 presentan una categoría infraespecífica, el sentados por 620 taxones que corresponden a 19
resto se ubica sólo a nivel de especie (cuadro 1) y repre- órdenes, 63 familias, 196 géneros, 594 especies y 27
sentan 14.3% de los macromicetos citados para el país, taxa infraespecíficos, de los cuales destacan los géneros
Eurotiales 1 1 3
Geoglossales 1 1 3 2
Helotiales nd 2 3
Hypocreales 3 4 7
Ascomycota
Leotiales 2 2 3
Pezizales 10 25 58
Rhytismatales 1 2 3
Xylariales 1 6 13 1
Agaricales 20 70 281 15
Auriculariales 1 3 5
Boletales 11 28 92 3
Cantharellales 4 6 13 2
Corticiales 1 1 1
Dacrymycetales 1 4 9
Geastrales 1 2 7
Gloeophyllales 1 3 4
Gomphales 2 4 22 6
Basidiomycota
Hymenochaetales 1 8 14
Hysterangiales 1 1 1
Phallales 1 1 1
Polyporales 6 36 63
Russulales 6 15 52 1
Sebacinales 1 2 2
Thelephorales 2 6 17
Tremellales 2 5 9
Ustilaginales 1 1 1
Especie no determinada nd 1 1
nd:no determinado.
Fuente: elaboración propia.
Amanita y Boletus, con 42 y 33 taxones, respectiva- Como especies endémicas (aquellas que son nati-
mente. El arreglo sistemático de los taxones sigue la cla- vas o se encuentran restringidas a cierta área geográ-
sificación propuesta por Hawksworth et al. (1995), con fica, aunque dicho efecto puede deberse a que se trata
algunas modificaciones según lo planteado por Kirk et de especies nuevas para la ciencia o que no han
al. (2008). Para las autoridades taxonómicas y nombres sido reportadas en otras localidades), se encuentran:
actuales de los taxones se consultó el Index fungorum Neotremella guzmanii y Xylaria michoacana, reportadas
(www.indexfungorum.org); cuando existió controversia para los municipios de Coalcomán (Sierra Madre del
en el nombre actual se decidió por el nombre pro- Sur) y Pátzcuaro (Sistema Volcánico Transversal), res-
puesto en esa publicación. pectivamente.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Culturalmente, los macromicetos tienen un papel gos en ceremonias y además conocían las propiedades
relevante en la gastronomía y en la lingüística, y se con- tóxicas de A. muscaria. Para el resto de la entidad no
sidera un recurso que otorga identidad a las comunida- existen referencias bibliográficas del uso de los hongos
des indígenas del estado. Con base en una revisión alucinógenos con fines ceremoniales.
bibliográfica, Ruiz-Quintana (2012) recopiló 241 nom-
bres comunes en español, 99 en mazahua y 64 en
purépecha, correspondientes a 122 especies de macro- SITUACIÓN Y ESTADO
micetos (véase Estudio de caso. Conocimiento etnomi- DE CONSERVACIÓN
cológico de los macromicetos, en esta obra).
Por otro lado, Mapes et al. (1981) mencionan que De acuerdo con la nom-059-semarnat-2010 (semarnat
es probable que se haya perdido el uso de los hongos 2010), 21 especies se encuentran bajo alguna categoría
alucinógenos con fines ceremoniales, y resaltan el de protección (cuadro 2), 18 en la categoría de amena-
hallazgo de una pieza labrada en piedra proveniente de zada y tres bajo protección especial. De éstas, 10 son
Las Yácatas, municipio de Tzintzuntzan, que representa especies sujetas a explotación con fines de comerciali-
en una de sus caras la fase juvenil de Amanita muscaria zación, como el caso del hongo blanco de ocote
y por el lado opuesto se identifica la cabeza de una (Tricholoma magnivelare) que se encuentra en los muni-
calavera. cipios de Angangueo, Charo, Hidalgo, Senguio y Zina-
Con este hallazgo, la interpretación de los autores pécuaro.
es que es probable que los purépechas utilizaran hon-
Hygrophorus russula A
Leccinum aurantiacum A
Morchella angusticeps A
M. costata A
M. elata A
M. esculenta A
M. rufobrunnea A
Psathyrella spadicea A
Psilocybe aztecorum A
P. caerulescens A
P. cordispora Pr
P. hoogshagenii A
P. mexicana A
P. yungensis A
P. zapotecorum A
1Mapes et al. 1981, 2Gómez et al. 1999, 3Gómez et al. 2005. *Sinonimia de Gomphidius rutilus. A: Amenazada, Pr: sujeta a protección especial.
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Los grupos étnicos representan 3.5% de la población mientras que los purépechas la nombran tiripiti terekua,
estatal. De acuerdo con el número de personas que es decir, hongo amarillo (Mapes et al. 1981).
hablan una lengua indígena, y con el porcentaje El uso de contracciones en su lengua es una prác-
que representan del total de esta población, el grupo tica muy común en los grupos étnicos; por ejemplo, los
mejor representado es el purépecha (83.1%), seguido jóvenes mazahuas usan el término cje, probablemente
por el nahua (6.5%) y el mazahua (3.9%; inegi 2009). En como una contracción de cjoójó (hongo), como en el
estos grupos existe un acervo de conocimientos relacio- caso del hongo azul (Lactarius indigo) llamado
nado con los recursos naturales, entre ellos los hongos. cjeb’atsiji, y Ramaria spp. llamado cjenguatssi’l (hongo
El conocimiento etnomicológico en el estado ha sido patas de pájaro; Farfán et al. 2007).
documentado por los purépechas (Mapes et al. 1981, En algunos casos se ha perdido la nomenclatura
Díaz-Barriga 1992, Zamora 2006, Torres 2008) y los binomial y los nombres se están transformando a nomi-
mazahuas (Aniceto 1985, Gómez-Reyes et al. 2005, nales; en la meseta purépecha las personas mayores
Farfán et al. 2007, Cruz 2009), mientras que para los nombran a Amanita caesarea, kukúchikua terékua,
nahuas no hay información al respecto (cuadro 1). mientras que los jóvenes la llaman kukuchicua
Los purépechas definen a los hongos como echeri (Gómez-Reyes 2014). Por otra parte, tanto los purépe-
uetsikuaro enganaka (nacido de la tierra o flor de tierra), chas que aún conservan su lengua, como los mestizos
afín al significado de fungi en latín (Mapes et al. 1981), de zonas purépechas y los mazahuas reconocen (en su
y los consideran un grupo distinto a las plantas y anima- lengua o castellanizados) las diferentes partes de los
les (terékuicha, en plural; terékua, en singular). Los hon- macromicetos más comunes, de acuerdo con la figura 1.
gos que no son útiles o que se consideran tóxicos se En relación al conocimiento de especies útiles,
denominan jerámbterékua, que significa hongos malos. destaca el que se tiene sobre las especies comestibles.
Para los mazahuas los hongos también constituyen un Con base en diferentes investigaciones, Ruiz-Quintana
reino: Cjoójó, término utilizado para hongo (Farfán et (2012) registró 122 especies de uso comestible en el
al. 2007). estado, entre las que se pueden mencionar las trompas
La nomenclatura purépecha y mazahua es bino- de puerco (Hypomyces lactifluorum) y huachas
minal, así como la científica. Por ejemplo: Amanita (Lyophyllum spp.), además se registra la riqueza lingüís-
caesarea en mazahua es conocida como kishimo cjoójó, tica, con 241 nombres comunes en español, 99 en
que significa hongo de jitomate (Farfán et al. 2007), mazahua y 64 en purépecha (figura 2).
Torres-Gómez, M., M. Gómez-Peralta, V. Zamora-Equihua y V.M. Gómez-Reyes. 2019. Conocimiento etnomicológico de los
macromicetos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 63-65.
Píleo Escamas
Contexto Cutícula
(E) sombrilla, sombrero basuritas, parchesito (E)
(P) jatálakua+ passri°, sskuíri+ (P)
(P) kájtskua*°, Kúpalakua+ passijukantssn°, yótakoro+ (P)
(M) Zicuero Kjets (M)
(M) Trjunts, ii Nitroli (M)
Esporas
Estípite
Anillo (P) t'upúri°, sunúpalakua*,
(E) Patita chamazito Láminas
ruedita (E) jiuákua+
(P) jantsiri*, jantsiri°, ch'eti°, costillas, librito (E)
Sskuíri°, tepákua+ (P) (M) Bipzi
jantú kutini anapu+ jurikatan*, arhákurhikua°, kétsik
Dedste (M)
(M) Trakji Trjää (M)
Volva
(E) bolsita, zapatito, patita
(P) terékuarijiuakua°, tazuntulikua+ Micelio
(M) xixmuru raíz, semilla (E)
ssránguaa+ (P)
Dientes
Poros (M) ts, ibi
Hoyitos (E)
jueíkatan° (P)
Ishillo (M)
Figura 1. Nombres de las estructuras de los hongos. En primer lugar se menciona el término técnico, seguido de los nombres
comunes: en español (E) según Zamora (2006); en purépecha (P) según (*) Mapes et al. (1981), (°) Díaz-Barriga (1992), (+) Torres
(2008); y en mazahua (M) según Cruz (2009). Fuente: elaborada por Mario Gómez Narváez.
a b
Figura 2. Comercialización: a) trompas de puerco (Hypomyces lactifluorum), b) huachas (Lyophyllum spp.) en los mercados
locales de Paracho y Patamban, respectivamente. Fotos: Marlene Gómez Peralta y Víctor Manuel Gómez Reyes.
El uso medicinal de los hongos ha sido poco docu- Acerca del uso ritual, Mapes et al. (1981) hacen
mentado en la entidad (cuadro 1). En la cuenca del lago mención de un hongo de piedra encontrado en la zona
de Pátzcuaro, Mapes et al. (1981), señalan que el huitla- arqueológica de Tzintzuntzan, que representa un botón
coche (Ustilago maydis) o t’ukuru, en purépecha, es útil (fase juvenil) de Amanita muscaria, que sugiere un uso
para combatir granos, rozaduras y quemaduras, mien- similar al documentado para los mayas y grupos cultu-
tras que Calvatia cyathiformis o patarata, en purépecha, rales europeos y asiáticos, en los que esta especie fue
se utiliza como cicatrizante (figura 3). un elemento ritual importante.
Figura 3. El hongo Calvatia cyathiformis o patarata era utilizado por los purépechas como
cicatrizante. Foto: Víctor Manuel Gómez Reyes.
Las trufas y seudotrufas son hongos hipogeos; es decir, R. subcaerulescens), recolectadas en los municipios
que desarrollan sus estructuras reproductoras (cuerpos de Hidalgo y Uruapan (Trappe y Guzmán 1971, Hos-
fructíferos) entre la hojarasca, cerca de la superficie del ford y Trappe 1980), tres especies de Elaphomyces
suelo o de manera subterránea (Pegler et al. 1993, Maser (E. aculeatus, E. maculatus y E. muricatus) en los muni-
et al. 2008, Hosaka et al. 2008, Trappe et al. 2009). cipios de Uruapan, Morelia y Quiroga (Gómez-Reyes
Estos hongos juegan un rol importante dentro del et al. 2012), Hysterangium latisporum recolectada en
equilibrio dinámico de los ecosistemas forestales, el municipio de Hidalgo (Guevara et al. 2008a) y más
debido a que forman parte de la dieta de gran número recientemente se reportó Mattirolomyces spinosus en
de animales. Cuando maduran las esporas, los cuerpos el municipio de Aquila, en la región de la Sierra Madre
fructíferos emiten olores que son detectados por anima- del Sur (Kovács et al. 2011).
les como ardillas, ratones, tlacuaches y venados, entre Es poco el conocimiento de los hongos hipogeos
otros, quienes consumen esas estructuras y posterior- en el estado, por tal motivo y con la finalidad de incre-
mente dispersan las esporas a través de la defecación mentarlo, el Herbario de la Facultad de Biología de la
(Fogel y Trappe 1978, Maser et al. 2008). Además, la umsnh, en colaboración con el Instituto Tecnológico
mayoría de los hongos hipogeos forman micorrizas, de Ciudad Victoria iniciaron el estudio de ese grupo.
asociación presente en gran número de plantas gimnos- Hasta el momento se ha trabajado en los municipios de
permas y angiospermas, incluyendo las orquídeas, Morelia, Quiroga y Uruapan, y en los últimos cuatro
donde los organismos asociados reciben beneficios años se han recolectados 18 taxones, ocho correspon-
(Ouanphanivanh et al. 2008, Shefferson et al. 2008). dientes al phylum Ascomycota y 10 al Basidiomycota
Las trufas pertenecen al phylum Ascomycota, (datos sin publicar), de ellos los géneros mejor repre-
mientras que las seudotrufas a los phyla Basidiomycota, sentados, en términos de riqueza de especies, son
Glomeromycota y Zygomycota. La diversidad del grupo Rhizopogon y Elaphomyces (figuras 1 y 2).
se calcula entre 4 500 y 5 500 especies en el mundo, y
se reportan 1 200 sólo para Norteamérica (Trappe et al.
2009). En México aún es escaso el conocimiento que se
tiene acerca del grupo y, de acuerdo con Guzmán
(2008), se han reportado cerca de 40 especies.
Entre los géneros de hongos hipogeos citados
para la micobiota mexicana se encuentran: Endogone
(Zigomycota), Glomus (Glomeromycota), Elaphomyces,
Genea, Geopora, Gilkeya, Hydnobolites, Mattirolomyces,
Pachyphloeus y Tuber (Ascomycota), Gautieria,
Hydnangium, Hymenogaster, Hysterangium,
Leucogaster, Melanogaster, Octavianina, Radiigera,
Rhizopogon y Schenella (Basidiomycota; Trappe y
Guzmán 1971, Trappe et al. 1979, Hosford y Trappe
1980, Cázares et al. 1992, Smith et al. 2006, Trappe y
Cázares 2006, Cázares et al. 2008, Guevara-Guerrero
et al. 2008a, b; Healy et al. 2009, Trappe et al. 2009, Figura 1. Rhizopogon rubescens var. ochraceus. Foto: Víctor
Kovács et al. 2011, Castellano et al. 2012). Manuel Gómez Reyes.
Hasta hace algunos años se tenían registradas
ocho especies de estos hongos para la entidad: en la
provincia fisiográfica del Sistema Volcánico Transver- Así, en la entidad se han recolectado 12 géneros
sal se reportan tres que corresponden al género pertenecientes a ocho familias (cuadro 1). Los munici-
Rhizopogon (R. michoacanicus, R. ochraceorubens y pios mejor representados, en orden de mayor a menor
Gómez-Reyes, V.M. y G. Guevara-Guerrero. 2019. Trufas y seudotrufas: hongos que crecen debajo de la tierra. En: La
biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 67-69.
número de registros son: Uruapan, Morelia, Quiroga, Carpinus, Pinus, Quercus, Ficus, Enterolobium y
Hidalgo, Nahuátzen y Aquila. Los tipos de vegetación Acacia.
que se han explorado son los bosques de pino-encino, Hasta el momento no hay registro de usos de esas
encinares, bosque mesófilo de montaña, que en su especies en la entidad, sin embargo, existen reportes de
mayoría se distribuyen en el Sistema Volcánico Trans- uso ceremonial y medicinal de especies del género
versal, y en el bosque tropical caducifolio que se Elaphomyces para el Estado de México y Oaxaca (Tra-
encuentra en la Sierra Madre del Sur. Los taxones ppe y Guzmán 1971, Trappe et al. 1979).
recolectados se han hallado en posible asociación con Es importante destacar el papel que juegan estos
especies de árboles de los géneros: Abies, Clethra, hongos en los ecosistemas y el escaso conocimiento
Genea*
Pyronemataceae
Genebea*
Ascomycota Hydnobolites*
Pezizales
Pezizaceae Pachyphloeus*
Tuberaceae Tuber*
Aroramyces*
Hysterangiales Hysterangiaceae
Hysterangium Guevara et al. 2008a
Basidiomycota
Trappe y Guzmán 1971, Hosford y
Boletales Rhizopogonaceae Rhizopogon
Trappe 1980
*Estos taxa no se incluyen en el apéndice 13 debido a que se encuentran en proceso de revisión para su posterior publicación.
que se tiene de ellos, por lo que es necesario continuar Hosaka, K., M.A. Castellano y J.W. Spatafora. 2008. Biogeo-
con los inventarios y extender la exploración del grupo graphy of Hysterangiales (Phallomycetidae, Basidiomy-
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hacia otros municipios, regiones fisiográficas y tipos de
Hosford, D.R. y J.M. Trappe. 1980. Taxonomic studies on the
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Healy, R.A., G. Bonito y G. Guevara. 2009. The truffle genus ecology, and conservation of truffle fungi in forests of the
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sis and a new species. Mycotaxon 107:61-71. vice, Pacific Northwest Research Station. eua.
DESCRIPCIÓN
Las algas que viven adheridas a algún sustrato en el Cuadro 1. La riqueza especifica mundial (Guiry 2013) y en
litoral pueden llegar a formar un tapete o cubierta fan- Michoacán.
gosa de color obscuro, y se utiliza el término de acuerdo
al sustrato sobre el cual se desarrollan: 1) epifiton que Especies Especies en
División
viven sobre macrofitas acuáticas; 2) epixilon viven sobre en el mundo Michoacán
madera sumergida; 3) epiliton, organismos que viven Cyanobacteria 3 665 96
sobre rocas, guijarros o cantos rodados; 4) episámico
Euglenozoa 1 211 35
viven adheridos a los sedimentos finos principalmente
conformados por lodos o arena y; 5) epipelon organis- Cryptophyta 165 1
mos adheridos al sedimento fino (Darley 1987 y Wetzel Miozoa 3 031 4
2001). Las algas que componen al perifiton incluyen gran Bacillariophyta 13 585 207
diversidad de organismos que varían de tamaño, carecen
Ochrophyta 3 804 7
de hojas, raíces y tallos (talofitas) y no cuenta con tejidos de
conducción (xilema y floema) por lo que se consideran Haptophyta 389 1
no vasculares (Darley 1987). Chlorophyta 4 904 148
Charophyta 34 482 62
Cuadro 2. Riqueza taxonómica del perifiton en diversos cuerpos de agua del estado.
Cuerpo de agua División Clase Orden Familia Género Especie Var. Referencias
250
200
Número de especies
150
100
50
oa
oa
a
a
a
a
a
ria
t
yt
yt
t
t
oz
hy
hy
hy
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M
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lo
ch
Ch
Eu
lla
Ch
H
Cr
O
an
ci
Cy
Ba
Figura 2. Número de especies por división del perifiton. Fuente: elaboración propia con datos de Arredondo Ojeda 2008,
Martínez García 2009, Ortega Murillo et al. 2009, 2010; Vásquez Jarquín 2012, Aguilar Gómez 2012, Martínez Martínez 2013,
Morales Guido 2013.
lagos cráter alberca de Teremendo y de los Espinos en forma de cojín, pedúnculo o tubo gelatinoso, como
(ubicados en la provincia Sistema Volcánico Transver- muchas diatomeas pennadas (Navicula, Nitzschia,
sal; cuadro 2). Gomphonema, entre otras; Round et al. 2000).
En el apéndice 14 se muestran los resultados taxo- La distribución depende, en primer término, del
nómicos obtenidos de las especies en siete cuerpos de sustrato a colonizar, pero también del ambiente, con-
agua, en los que se determinaron 630 especies de las siderando la intensidad de la luz, el flujo de la
cuales 561 están identificadas, correspondientes a 235 corriente, la temperatura y los nutrimentos (fosfatos),
géneros, 103 familias, 52 órdenes, 19 clases, nueve divi- además de los aspectos biológicos como el ramoneo
siones y 22 infraespecies. de los organismos herbívoros y la competencia entre
La mayor riqueza de especies de algas se encon- las especies, entre otros (Darley 1987).
tró dentro de la división Bacillariophyta (figura 2, cua- Michoacán cuenta con cinco provincias fisiográfi-
dro 1), con 207 especies, en este taxón se encuentran cas y solamente se han efectuado estudios en la Depre-
las diatomeas (clase Bacillariophyceae), que sobresa- sión del Balsas-Tepalcatepec (río Cupatitzio y lago
len en la mayoría de los cuerpos de agua y en una gran cráter alberca de Tacámbaro) y en el Sistema Volcánico
variedad de hábitats (rocas, vegetación acuática, plás- Transversal (lagos de Pátzcuaro y de Cuitzeo, lagos crá-
tico, madera muerta, vidrio, así como unisel), mientras ter alberca de los Espinos y de Teremendo, y en la
que las divisiones de menor diversidad de especies laguna de Zacapu); faltan aún por estudiar tres provin-
fueron Cryptophyta (criptomónidos) y Haptophyta cias.
(cocolitofóridos). En el apéndice 14 se presentan las especies regis-
tradas en cada cuerpo de agua y provincia estudiados
en el Laboratorio de Biología Acuática J. Javier Alva-
DISTRIBUCIÓN rado Díaz. En la Depresión del Balsas-Tepalcatepec se
identificaron 290 especies, mientras que en el Sistema
Darley (1987) comenta que la comunidad de algas Volcánico Transversal fueron identificadas 417 espe-
perifíticas se localiza en áreas donde los movimientos cies.
del agua pueden ser fuertes o lentos, en la parte del En el cuadro 3 se muestra la distribución de las
litoral principalmente, y que dichos organismos desa- microalgas adheridas en los diferentes sustratos en los
rrollan varios mecanismos de fijación: (i) filamentos cuerpos de agua. El lago de Cuitzeo presentó la mayo-
postrados que soportan a su vez filamentos erectos ría de los sustratos (8), mientras que en el lago de Pátz-
ramificados (Stigeoclonium); (ii) extensiones rizoidales cuaro y lago cráter alberca de Teremendo se presentan
(Cladophora); (iii) pie de fijación indiferenciado no los valores más bajos (5).
ramificado (Ulothrix y Oedogonium); (iv) secreciones
Cuadro 3. Distribución de las algas del perifiton en los diferentes sustratos y cuerpos de agua.
Cuerpo de agua Planta Algas Madera Roca Plástico Unisel Vidrio Aluminio Tela Referencias
Alberca de
● ● ● ● ● Vásquez Jarquín 2012
Teremendo
Fuente: elaboración propia con datos de Ortega Murillo 2002, Arredondo Ojeda 2008, Martínez García 2009, Ortega Murillo et al. 2009,
Vázquez Jarquín 2012, Aguilar Gómez 2012, Martínez Martínez 2013, Morales Guido 2013.
para conocer el estado trófico de los sistemas acuáticos deben ser analizadas de manera conjunta con otras de
(Allan 1995). tipo físicoquímicas, microbiológicas y morfométricas,
En el cuadro 4 se muestran las especies de algas para conocer la calidad del agua del sistema acuático.
encontradas en los estudios realizados en los cuerpos Cabe mencionar que la Norma Oficial Mexicana
de agua de Michoacán, y que son indicadoras de la (nom-059-semarnat-2010) no incluye especies del
calidad del agua. perifiton en alguna de las categorías de riesgo de extin-
Las cianobacterias, aunque cosmopolitas son de ción. Sin embargo, De Fabricius (2000), Pedroche et al.
ambiente extremo debido a su amplia capacidad (2009), así como Novelo y Tavera (2011), llaman la aten-
de almacenar sustancias de reserva, además soportan ción para que se hagan más esfuerzos hacia la pro
sistemas acuáticos con valores altos de alcalinidad, tección y conservación de los ambientes acuáticos, y a
altos contenidos de nitrógeno y fósforo, así como largos que los estudios estén enfocados en obtener el estatus
periodos de luz durante el día (Darley 1987, Scagel et al. ecológico de cada especie algal perifítica, lo que a su
1987), todas ellas características que presentan los vez proveerá información sobre la salud biológica del
cuerpos de agua estudiados. Esas algas se localizaron sistema acuático, ya que cuanto mayor sea la diversidad
en seis cuerpos de agua del estado (cuadro 4), y su pre- de especies y poca la abundancia en un cuerpo de
sencia se atribuye a las condiciones ambientales exis- agua, esas aguas serán de mayor calidad.
tentes cuando se realizó el muestreo. En el estado existen zonas que han sido declaradas
En el caso de Ochrophyta, donde se agrupan las áreas naturales protegidas (anp; suma 2003, 2005,
diatomeas, Scagel et al. (1987), Wetzel (2001) y Round 2009) y que incluyen algunos cuerpos de agua, tal es el
et al. (2000) mencionan que dicho grupo está amplia- caso de la barranca del Cupatitzio, donde se localiza
mente distribuido en diversos sustratos y ocurre con las el Parque Nacional, sitio en el que además de proteger
diatomeas rafiadas (con fisura longitudinal de la célula). a las especies y su hábitat se cuenta con personal dedi-
Por su parte, Sellaphora pupula es indicadora de cado al manejo de dicha área, debido a que se trata de
contaminación orgánica, mientras que Aulacoseira una zona turística; sin embargo, los estudios de las algas
granulata vive en lugares turbios o con muchos sólidos adheridas han sido escasos y falta realizar análisis de los
disueltos, condiciones que prevalecen en los cuerpos manantiales que existen en dicho sistema lacustre.
estudiados. Por otro lado, Nitzschia palea es una especie Por su parte, en los lagos de Cuitzeo y Pátzcuaro
oportunista que se adapta a cualquier ambiente. los humedales son considerados anp o sitios Ramsar. Al
Desde la época prehispánica ya se conocía a las lago de Pátzcuaro se le da manejo a través de los hume-
algas, aunque se les nombraba de diferentes formas, dales (Cucuchucho, Erongaricuaro y Santa Fe) ya que se
por ejemplo, los aztecas consumían el tecuitlatl, que utilizan para regresar el agua al lago con una mejor cali-
era un especie de limo que se localiza en algunos sitios dad (Ayala Ramírez et al. 2008), mientras que el lago de
del lago de Texcoco; se colectaba con redes o se api- Cuitzeo, desde 1994 ha sido considerado zona Ramsar
laba con palas y era vendido en los mercados de esa con humedales, y es destinado para realizar investiga-
época; ese limo estaba constituido de dos tipos de ción y conservación de aves migratorias; ello antecede
organismos: Oscillatoria (género de cianobacterias) y a la propuesta de un acuerdo del Congreso de la Unión
Poligasta (de diatomeas). donde se le declaró área de restauración ecológica
De las presas de Zumpango, Texcoco y Tláhuac se (Villaseñor Gómez 1994, Chacón Torres et al. 2007).
obtenía y consumía el amoxtle (Nostoc commune), Con respecto a los lagos cráter albercas de los
junto con el cocolín (Phormidiun tenue). Del Estado de Espinos y de Tacámbaro, aunque son consideradas anp
México, Tlaxcala, Jalisco y Michoacán se obtenía el no se conoce plan de manejo o acciones de conserva-
tizatlalli, que se refería a los caparazones de las diato- ción implementadas en ellos (Rendón et al. 2007, Marín
meas y eran usados como medicina (Ortega et al. 1995). Togo y Blanco García 2009).
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trito Federal, México, pp. 55-69. con el carácter de zona de preservación ecológica, el lugar
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Scagel, R.F., R.J., Bandoni, J.R. Maze et al. 1987. El reino vege-
tal. Omega, Barcelona.
DESCRIPCIÓN
El zooplancton (figura 2), está integrado por con- verde; Eucariota, individuos con verdadero núcleo y a
sumidores primarios (heterótrofos), eslabón importante su vez comprende tres reinos: Protista (con el phylum
en la red trófica de la columna de agua, ya que alimenta Euglenophyta), Chromista (con los phyla Cryptophyta,
a niveles tróficos superiores, en específico a consumi- Miozoa, Bacillariophyta, Ochrophyta, Haptophyta) y
dores terciarios, como la ictiofauna (peces; Margalef Plantae (con los phyla Charophyta, Chlorophyta, Glau-
1983, Wetzel 2001). El grupo está integrado por gran- cophyta, Rhodophyta).
des grupos taxonómicos como protozoarios, rotíferos Se han descrito alrededor de 15 mil especies de
(Eurotatoria), artrópodos (Cladocera, Copepoda y algas, agrupadas en ocho divisiones o phylum (cuadro 1;
Ostracoda) y algunos estadios larvales de peces e insec- Bold y Wynne 1985, Graham y Wilcox 2000, Guiry 2013).
tos (Margalef 1983, Martínez y Gutiérrez 1985, Wetzel
2001).
Los protozoarios son organismos sobre todo uni- Cuadro 1. Diversidad de fitoplancton y zooplancton de agua
celulares y heterótrofos, su tamaño oscila entre 10 µm a dulce y marina en el mundo.
3 mm de longitud, y pueden llegar a formar colonias.
Los rotíferos son metazoarios microscópicos cubiertos Plancton División/Phylum Especies
con una cutícula elástica, con un sistema vibrátil para Cyanoprokaryota 3 366
desplazarse (Margalef 1983). Los crustáceos de agua
dulce están representados por dos grupos: los cladóce- Cryptophyta 165
ros y los copépodos (Wetzel 1981); los primeros son de
Euglenophyta 1 211
tamaño pequeño (1 a 3 mm), pueden ser transparentes
o de color, dominan las hembras ya que a través de la Miozoa 3 036
reproducción asexual (partenogénesis) dan más origen
Fitoplancton Bacillariophyta 13 583
a ese género. Los copépodos son organismos de vida
libre que han colonizado los océanos, así como Ochrophyta 3 804
ambientes acuáticos epicontinentales e incluso hábitats
semiterrestres (Elías Gutiérrez et al. 2008). Haptophyta 528
Chlorophyta 5 405
Charophyta 4190
Protozoos 83 000
Rotifera 2 200
Zooplancton*
Cladocera 400
Copepoda 12 000
de organismos que pueden vivir tanto en agua dulce, Cuadro 2. Componente taxonómico del plancton de agua
marina o en lugares húmedos; algunos pueden ser de dulce.
vida libre y otros parásitos; se conocen alrededor
de 123 200 (cuadro 1), de los cuales 38 mil pertenecen Categoría taxonómica Fitoplancton Zooplancton
a crustáceos (Kudo 1969, Martínez y Gutiérrez 1985, Clases 19 11*
Aladro Lubel 2009).
Órdenes 58 17
En la entidad, en el Laboratorio de Biología Acuá-
tica J. Javier Alvarado Díaz, de la umsnh, se han reali- Familias 116 40
zado estudios sobre las comunidades de plancton en Géneros 264 70
diferentes sistemas lacustres, registrándose un total de Especies 798 (32) 118 (11)
916 especies identificadas, agrupadas en 334 géneros,
Variedad 59 12
156 familias, 75 órdenes y 30 clases (apéndice 15). En el
cuadro 2 se presenta el conocimiento que se tiene * Se incluye una clase no determinada para la única especie de
sobre el fitoplancton y zooplancton de agua dulce en la Gastrotricha. Entre paréntesis se muestran especies no determinadas.
Fuente: elaboración propia con datos de tesis realizadas en el
entidad.
Laboratorio de Biología Acuática J. Javier Alvarado Díaz.
Cuerpo de agua División Clase Orden Familia Género Especie Variedad Forma Estudios
Fuente: elaboración propia con datos de estudios realizados en el Laboratorio de Biología Acuática J. Javier Alvarado Díaz.
Charophyta Cyanobacteria
13.7% 14.7%
Cryptophyta
Euglenozoa 0.3%
6.6%
Miozoa
2.5%
Chlorophyta
21.8%
Bacillariophyta
38.2%
Ochrophyta
2.3%
Figura 3. Porcentaje de especies dentro de las divisiones de algas en la entidad. Fuente: elaboración propia con datos de tesis
de fitoplancton realizadas en el Laboratorio de Biología Acuática J. Javier Alvarado Díaz.
Zooplancton
Sobre este gremio han sido escasos los estudios en el En la entidad, la diversidad específica del zoo-
estado (cuadro 5). Cabe mencionar que en el Laborato- plancton para el agua dulce se reporta en 118 espe-
rio de Biología Acuática J. Javier Alvarado Díaz se han cies identificadas (apéndice 15). El grupo de los
realizado trabajos en los siguientes cuerpos de agua: rotíferos (Rotifera) presenta 69 especies, mientras
lagos de Zirahuén y de Pátzcuaro, alberca de Tacám- que los gastrotricos (Gastrotricha) sólo tienen una
baro, presas El Cueramal, Sabaneta y Zicuirán, laguna (figura 4).
de Naranja de Tapia y parque La Zarcita.
Cuadro 5. Estudios y distribución de grupos de zooplancton encontrados en diferentes cuerpos de agua del estado.
Fuente: elaboración propia con datos de tesis elaboradas en el Laboratorio de Biología Acuática.
80
70
60
50
Número de especies
40
30
20
10
Figura 4. Número de especies de zooplancton. Sólo existe registro de una especie de Gastrotrichia y su identificación
taxonómica es a nivel de género. Fuente: Brehm 1932, 1942; Uéno 1939, Rioja 1940, Osorio Tafall 1942, Chacón Torres y
Múzquiz Iribe 1991, Bárcenas Flores 1995, Álvarez Torres 1995, Martínez Alvarado 1999, Arévalo Navarro 1999, Hernández et
al. 2010, Alvarado et al. 2010a y Ramos et al. 2012.
Presa Laguna Larga Oligotrófico a mesotrófico Fitoplancton 102 García Barrera 1989
Fuente: elaboración propia con datos de los trabajos de tesis realizados en el Laboratorio de Biología Acuática.
verdes desempeñan un papel importante (Lindig-Cisneros la última etapa (cuadro 6), es decir, en un estado eutró-
y Zedler 2005, Lindig-Cisneros y Zambrano 2007). fico (cuando existe un aumento progresivo de nutrien-
En la industria, las diatomeas son utilizadas para la tes que causan el enriquecimiento del cuerpo de agua,
elaboración de pastas dentífricas, como fertilizantes, provocando aumentos algales y disminuyendo la diver-
como filtros de decantación y como antifuego, por el sidad de las especies) o hipertrófico (relacionado con el
aislamiento que provocan. También tienen gran utilidad último estado de declinación e inestabilidad en los eco-
en el área de paleoecología, ya que se puede conocer sistemas acuáticos, en el cual las fluctuaciones de la
el origen de los cuerpos de agua y sus etapas evolutivas, calidad del agua son extremas y provocan disminución
mientras que en la medicina forense y legal sirven para de la diversidad de especies), un ejemplo de lo anterior
determinar la mortandad de las personas (Scagel et al. es el lago de Cuitzeo (Chacón Torres et al. 2000, Ortega
1987, Round et al. 2000, Rennella 2004). Murillo et al. 2010a).
Desde el punto de vista económico muchos países Además, en el Laboratorio de Biología Acuática se
han mostrado interés por el cultivo masivo de microal- ha trabajado con el sistema acuático, utilizándose indica-
gas para la producción de alimento para consumo dores del estado trófico y manejando a los diferentes gru-
humano, como forrajes, para la elaboración de pigmen- pos de algas (Martínez Díaz 2012, Pérez Reyes 2013).
tos y para la síntesis de algunos fármacos como antibióti- Cabe mencionar que dentro de los copépodos
cos y complementos vitamínicos (Lara Villa et al. 1996). planctónicos existen particularidades en su distribución,
Además, gran cantidad de especies se emplean ya que algunas especies son consideradas endémicas,
para la extracción de materia prima, como lípidos, gli- con ámbitos ecológicos o geográficos restringidos, y
cerol, hidrocoloides, hidrocarburos y compuestos bio- donde la contaminación de los mantos freáticos y el
lógicamente activos, como toxinas e inhibidores incremento en la presión para el uso de las aguas conti-
enzimáticos, y también en la producción de biodiesel nentales representa una seria amenaza (Elías et al. 2008).
para obtener energía (Ramos y Salazar 1990). En algunos de estos sistemas la actividad humana
En la acuicultura se realizan cultivos de microalgas ha deteriorado la calidad del agua, lo cual ha incremen-
en forma masiva para alimento de rotíferos, larvas de tado la mineralización (consecuencia de la deforesta-
camarones, abulón y otras especies de alto valor ción, que a su vez provoca azolvamiento de las cuencas
comestible para el ser humano (Lara Villa et al. 1996). y disminución de la profundidad del espejo acuático
En lo cultural se cuenta con el trabajo de Ortega et debido al arrastre de suelos) y la carga sapróbica
al. (1995), quienes señalan que los aztecas tuvieron (aumento de la materia orgánica), como ocurre en el
conocimiento de las algas e hicieron manejo de ellas, caso de los lagos de Pátzcuaro y Cuitzeo (Chacón
como el cocolin o tecuitlatl, constituido por Phormidiun Torres et al. 2000, Ortega Murillo et al. 2010c, Pérez
tenue, alga extraída del primitivo lago de México (Tex- Reyes 2013).
coco). Esos autores mencionan que en el Códice Esos factores que pueden acelerar la evolución de
Florentino, de Bernardino de Sahagún, se muestran los los lagos por actividad antropogénica (eutrofización cul-
detalles de la obtención de dicha alga, así como su uso tural), afectan la diversidad planctónica y permiten la
en forma de tributo para los grandes personajes aztecas. dominancia de algunas especies, como ejemplo se pue-
Se conoce poco sobre la situación y el estatus de den mencionar superficies como: lago de Cuitzeo (Cha-
conservación del plancton de agua dulce. Novelo y cón Torres et al. 2000, Ortega Murillo et al. 2010a-c), lago
Tavera (2011) mencionan que las microalgas han sido de Pátzcuaro (Pérez Reyes 2013), lagos cratéricos (los
objeto de algunos estudios. Es el único grupo que ha Espinos, Tácambaro y Teremendo) donde se han encon-
sido domesticado y cultivado, sin embargo, el recono- trado florecimientos algales y ha cambiado la diversidad
cimiento y descripción de las especies data de 1843, es (Hernández Morales 2008 y 2011), laguna de Zacapu
decir, ha sido lento. Para México se han descrito 3 256 (Valadés Ramírez 2004, Ortega Murillo et al. 2006 a, b),
especies de las 28 478 reportadas en todo el mundo, lo lago de Zirahuén (Alvarado Villanueva 1996 y 2003).
que hace evidente la necesidad de profundizar en el Lo anterior se ve reflejado en la disminución de la
estudio del plancton y los cuerpos de agua en los que profundidad y en la desecación de esos cuerpos de
se encuentra. agua. Por ejemplo, en los lagos de Cuitzeo y de Pátz-
cuaro se ha observado que el agua se ha recorrido
dejando la mayor parte del litoral descubierto (Chacón
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN Torres 1993, Chacón Torres et al. 2000, Bernal 2002,
Ortega Murillo et al. 2010a-c). Por su parte, el río de La
En la entidad, las investigaciones relacionadas con el Piedad vierte una gran cantidad de contaminación
plancton se han realizado en cuerpos de agua perma- doméstica, porcina e industrial al río Lerma, en donde
nentes (lagos, ríos y presas). Cabe mencionar que la se observó que hay sitios muy contaminados y por lo
mayoría de estos se encuentran evolutivamente en tanto la diversidad es baja, aunque la abundancia de
especies sea alta (Ortega Murillo et al. 2011). Las aguas la biodiversidad hay un grave deterioro ambiental que se
del río Cupatitzio se han utilizado para la construcción ve reflejado en el paisaje del cuerpo de agua. Es impor-
de presas con fines acuaculturales (Calzontzin y Cupa- tante impulsar proyectos que integren a las comuni-
titzio) o para extracción de energía (Cupatitzio y Jica- dades que habitan en las inmediaciones de esos cuerpos
lán), ello por parte de la Comisión Federal de Electricidad de agua.
(cfe), aunque también son utilizadas en la agricultura
(Barranca Honda y Charapendo), o como en Zupimito,
en donde sus aguas se utilizan para la generación de CONCLUSIONES
electricidad y son además el vertedero de desechos
líquidos de la ciudad de Uruapan. De los 16 cuerpos de agua estudiados en el Laboratorio
En todos esos sitios ha disminuido la diversidad de de Biología Acuática, el río de Cupatitizio es el que pre-
especies y aumentado la abundancia de algunas algas senta mayor diversidad de fitoplancton, mientras que la
azul verde y diatomeas, como Staurosira coustrens, diversidad de zooplancton se registra en el lago de
Ulnaria ulna y Cyclotella meneghiniana (Ortega Murillo Pátzcuaro.
et al. 2012). Los estudios del plancton permiten evaluar el
Otros problemas poco estudiados en la entidad estado de eutrofización de los cuerpos de agua (Gonzá-
son el deterioro y la sobreexplotación del manto acuí- lez de Infante 1988). A partir de los estudios realizados
fero, el efecto del crecimiento de la mancha urbana, así se concluye que la mayoría de los cuerpos de agua
como la deforestación de las cuencas (Vargas-Uribe et dulce presentan una baja diversidad de especies, indi-
al. 2000), que son las principales causas de los cambios cando que se encuentran en estado eutrófico. En ese
del estado trófico en los cuerpos de agua, generando sentido se detectó que la actividad antropogénica es la
como consecuencia la disminución de la diversidad principal causa de eutrofización y por consiguiente de
biológica. la disminución de la diversidad del plancton, como
sucede con las Dinophyta (dinoflagelados) y las algas
verdes o Chlorophyta, en los lagos de Cuitzeo y Pátz-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN cuaro (Ortega Murillo et al. 2010a, Camarena 2003).
Es necesario realizar estudios en las provincias
Algunos sistemas lacustres del estado se encuentran en fisiográficas Llanura Costera, Sierra Madre del Sur y
anp (suma 2003, 2005, 2009), y en ellas se están reali- Altiplanicie, que están expuestas a una constante activi-
zando acciones concretas de conservación y recupera- dad antropogénica y para las cuales no se cuenta con
ción de sus cuerpos de agua. Por ejemplo, en el lago de información. Se sugiere que en el futuro cercano se
Pátzcuaro se establecieron humedales (Chacón Torres continúen los trabajos para aumentar el conocimiento
et al. 2004, Lindig-Cisneros y Zambrano 2007) para el sobre la diversidad del plancton y conocer la importan-
manejo de la calidad del agua. Las albercas de Tacám- cia de sus interacciones ecológicas.
baro y de Villa Jiménez se encuentran resguardadas
dentro de un polígono de un anp, la de Tacámbaro
en Cerro Hueco-La Alberca y el de Villa Jiménez en REFERENCIAS
alberca de los Espinos. Este último sitio también cono- Aladro Lubel, M.A. 2009. Caracterización de los protozoos.
cido como alberca Santa Teresa es un paraje de espar- En: Manual de prácticas de Laboratorio de protozoos.
M.A. Aladro Lubel, M. Reyes Santos, R. Mayén Estrada et
cimiento y recreación en donde las actividades que se al. (eds.). unam, México.
pueden realizar son pesca controlada, senderismo, Alvarado Villanueva, R. 1996. Análisis espacio-temporal del
contemplación, paseo en lancha y nado libre (suma fitoplancton en el lago de Zirahuén, Michoacán, México.
2003, 2005; Marín Togo y Blanco García 2009). Tesis de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh,
El lago cráter alberca de Teremendo se declaró Morelia.
. 2003. Dinámica estacional y circadiana del fitoplancton
zona ecoturística, maneja un proyecto que incluye en el lago de Zirahuén, Michoacán, México. Tesis de
cabañas, sanitarios ecológicos y ofrece paseo a caballo, maestría en conservación y manejo de los recursos natu-
ciclismo, visitas guiadas y escolares, área gastronómica rales (especialidad recursos acuáticos). umsnh, Morelia.
y estacionamiento, entre otros servicios (Herrera 2009); Alvarado Villanueva, R., J. Neremy, N. Gratiot et al. 2010a. Dis-
sin embargo, no se han realizado acciones concretas de tribución vertical del fitoplancton durante la época de llu-
vias en la presa de Cointzio. En: Memorias de la i Reunión
protección del área. de la Sociedad Mexicana de Ficología y vi Congreso Mexi-
Es necesario desarrollar y ejecutar programas de cano de Ficología. Sociedad Mexicana de Ficología,
manejo que eviten la pérdida de especies, como sucedió Michoacán.
en los lagos de Cuitzeo y de Pátzcuaro (Chacón Torres Alvarado Villanueva, R., M.R. Ortega Murillo, N. Salles et al.
1993, Chacón Torres et al. 2000, Bernal 2002, Ortega 2010b. Distribución horizontal del fitoplancton durante la
Murillo et al. 2010c), en donde además de la pérdida de
época estival en la presa de Cointzio, Michoacán, México. García Barrera, R.M. 1989. Contribución al estudio fitoplanctónico
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Osorio-Tafall, B. 1942. Diaptomus (Microdiaptomus) cokeri, municipio de Tacámbaro, Michoacán de Ocampo. Publi-
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1 200
1 000
Abundancia (organismo/litro)
800
600
400
200
0
o
e
sto
zo
e
o
re
lio
o
ril
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ub
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m
Ju
M
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Ag
M
ct
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Fe
pt
ov
ic
Se
70
60
50
40
Especies (%)
30
20
10
0
Excepcional Rara Escasa Presente Frecuente
Frecuencia
Figura 3. Frecuencia de aparición de las especies del zooplancton en los lagos cráter. Fuente: Ramos 2013.
Por otro lado, durante el ciclo anual se presenta sistemas acuáticos y que son reservorio biológico de
una sucesión de grupos en los lagos cráter de Michoa- alto valor taxonómico.
cán, y de acuerdo con su frecuencia de aparición las
especies son poco persistentes. En este análisis se
reporta que 3% de las especies son frecuentes, 9% REFERENCIAS
están presentes y 61% son organismos con una ocu- Alvarado, V.R., A.A. Muñoz G., M.R. Ortega M. et al. 2010.
rrencia excepcional (figura 3), lo que indica que la Distribución vertical del zooplancton durante la época de
lluvias en la presa de Cointzio, Michoacán, México. En:
mayoría de los individuos planctónicos heterótrofos Memorias del v Congreso Mexicano de Limnología. Aso-
presentan susceptibilidad a los cambios ambientales y ciación Mexicana de Limnología, A.C., Michoacán.
fisicoquímicos que se puedan presentar en los cráteres, Álvarez, T.E. 1995. Análisis de la composición y distribución
factor que la hace una comunidad vulnerable al mal del zooplancton en la presa Sabaneta, municipio de
manejo del recurso acuático (Ramos 2013). Hidalgo, Michoacán, México. Tesis de licenciatura. Facul-
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Bárcenas F., J.L. 1995. Contribución al estudio del zooplanc-
ton de la laguna de Naranja de Tapia, municipio de
A pesar de que los lagos cráter de los municipios de Zacapu, Michoacán, México. Tesis de licenciatura. Facul-
Tacámbaro y Villa Jiménez se encuentran protegidos tad de Biología-umsnh, Morelia.
dentro de un polígono de área natural protegida, el de Brehm, V. 1932. Notizen zur swasserfauna Guatemalas un
Tacámbaro en Cerro Hueco-La Alberca, y el de Villa Mexikos. Zoologischer Anzeiger 114:63-66.
. 1942. Plancton del lago de Pátzcuaro. Revista de la
Jiménez en alberca de los Espinos. Las actividades
Sociedad Mexicana de Historia Natural 3:81-85.
antrópicas han deteriorado la calidad del agua (suma Chacón-Torres, A., M.R. Pérez y E. Musquiz I. 1991. Síntesis
2003, 2005), lo cual ha incrementado el nivel trófico limnológica del lago de Pátzcuaro, Michoacán, México.
generando lagos más mineralizados y con cargas sapró- umsnh, Michoacán.
bicas crecientes, factores que afectan a las comunida- Hernández, M.R. 2009. Organismos sobresalientes del planc-
des planctónicas y restringen la diversidad de las ton de los lagos cráter de Michoacán, México, durante
agosto del 2009. En: Memorias del ix Foro de movilidad
mismas (Hernández 2011). Por ejemplo, en alberca de académica de la Facultad de Biología de la umsnh. umsnh,
los Espinos continúa el saqueo de materiales pétreos, Michoacán.
actividad que podría colapsar algunas de las laderas del . 2011. Fitoplancton de los lagos cráter de Michoacán,
cono volcánico al incrementar su desecación y provo- México. Tesis de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh,
car su posterior eutrofización (Hernández 2011). Morelia.
Hernández, M.R., V. Atilano G., R. Alvarado V. et al. 2010.
En los cráteres aún se llevan a cabo actividades de Variación estacional del zooplancton en el lago de Pátz-
agricultura con temporadas de agostadero, época en cuaro. En: Memorias del v Congreso Mexicano de Limno-
donde el ganado pastorea en las laderas del cráter, logía. Asociación Mexicana de Limnología, A.C.,
eventos que erosionan los conos volcánicos y los eutro- Michoacán.
fizan. En lo que respecta al lago cráter alberca de Tere- Martínez, A.E. 1999. Análisis zooplanctónico de la presa Zicui-
rán, municipio de La Huacana, Michoacán, México. Tesis
mendo, presenta un vertedero de agua residual de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
doméstica, la cual incrementa los niveles de sales, sóli- Martínez, M.M. 2013. Las microalgas perifíticas del litoral del
dos, material orgánico y organismos microbiológicos lago cráter alberca de Tacámbaro, Michoacán, México.
patógenos (Hernández 2011). Tesis de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh,
En el contexto hídrico, la sobreexplotación del Morelia.
Morales, G.S. 2014. Estudio del perifiton y determinación del
manto freático en los alrededores de la mancha urbana nivel trófico en el lago cráter alberca de los Espinos,
de Morelia, así como la creación de fraccionamientos Michoacán, México. Tesis de licenciatura. Facultad de
en zonas de recarga, limitan que el agua subterránea Biología-umsnh, Morelia.
mantenga el nivel superficial del agua del cráter, ya que Osorio-Tafall, B. 1942. Diaptomus (Microdiaptomus) cokeri,
esos sistemas no dependen del agua vertida por preci- nuevo subgénero y especie de diaptómido de las cuevas
de la región de Valles, San Luis Potosí, México. (Copee.
pitación, sino de la recarga del acuífero. Por ello, para Calan.). Ciencia 3:206-210.
conservar estos ecosistemas es necesario respetar los Ramos N., M.G., R. Hernández M. y M.R. Ortega M. 2012.
órdenes territoriales y regular la extracción del agua del Composición taxonómica del zooplancton del lago cráter
subsuelo, así como de la superficial, de otra forma las alberca de Tacámbaro, Michoacán, México. En: Memorias
comunidades biológicas que estos ambientes lénticos del vii Congreso Estatal de Ciencia, Tecnología e Innova-
ción y Primer Encuentro de Tesistas y Beneficiarios del
contienen desaparecerán por la alteración y desecación Programa de Becas-Tesis. conacyt-cecti, Morelia.
del ambiente natural, perdiéndose con ello microrganis- Ramos-Núñez, M.G., R. Hernández-Morales, M.R. Ortega M.
mos que han evolucionado de manera aislada de otros y R. Alvarado-Villanueva. 2012. Riqueza específica del
zooplancton en el lago cráter alberca de Tacámbaro, cado en el municipio de Jiménez, Michoacán. Publicado
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tología, A.C., Quintana Roo. municipio de Tacámbaro, Michoacán de Ocampo. Publi-
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Decreto administrativo. Se declara Área Natural Prote- Wetzel, R.G. 2001. Limnology. Academic Press, California.
gida, con el carácter de Zona de Preservación Ecológica,
el lugar conocido como “La Alberca de los Espinos”, ubi-
DESCRIPCIÓN
Se entiende como plancton a la agrupación compuesta por organismos
que se encuentran en la superficie del agua, flotando libremente, los cuales
no son capaces de contrarrestar los movimientos del líquido y presentan
cierto desplazamiento que juega un papel significativo en la alimentación.
Este gremio comprende representantes de casi todos los grupos de
algas y animales microscópicos; se distribuye tanto en la provincia nerítica (en
el agua situada sobre la plataforma continental), como en la oceánica (agua
de mar abierto, alejado de la plataforma continental).
La división más importante del plancton se refiere a la naturaleza de
los organismos: el fitoplancton agrupa sobre todo a microalgas fotosinteti-
zadoras y el zooplancton está constituido por microorganismos animales
heterótrofos (Cifuentes et al. 1987).
DIVERSIDAD
50
45
40
35
30
Porcentaje (%)
25
20
15
10
0
s
os
s
os
s
os
do
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D
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Figura 2. Distribución porcentual de los principales grupos fitoplanctónicos de la costa michoacana. Fuente: elaboración
propia con datos del apéndice 16.
Cuadro 1. Especies fitoplanctónicas de mayor dominancia, por grupos taxonómicos, registradas en Michoacán.
Grupos Especies
Fuente: elaboración propia con datos de Ceballos 1988, 2006; Cardoso 2001, Tovar 2001, Vargas 2004, Herrera 2009, Mejía 2011, Ahuja 2012.
40
35
30
25
Porcentaje (%)
20
15
10
0
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Figura 3. Distribución porcentual de los principales grupos zooplanctónicos reportados para el estado. Fuente: elaboración
propia con datos del apéndice 17.
Otro ciliado de importancia ecológica, componente Para el caso de los tunicados, la salpa, Pegea
del zooplancton, es Mesodinium rubrum (figura 4), el cual confoederata, se considera de gran importancia debido
también origina mareas rojas, pero no tóxicas. Aunque a sus hábitos depredadores sobre el fitoplancton, en
este organismo está asociado al descenso del oxígeno particular de dinoflagelados como Pyrodinium
disuelto, debido a su actividad metabólica se considera bahamense var. compressum. Esta relación alimentaria
también un productor primario, ya que adquiere cloro- al parecer causó en noviembre de 1996 y 2010 la intoxi-
plastos a partir de la ingesta de microalgas y a su vez es cación de la tortuga negra (Chelonia mydas), principal
alimento de otros organismos filtradores, como ostiones, depredador de salpas y medusas en la costa michoa-
almejas y larvas de peces (Cortés-Lara 2002). cana (Alvarado y Ceballos 1997, Delgado et al. 2012).
Con relación al ictioplancton, las únicas observa-
ciones que se han realizado frente a la costa michoa-
cana son las de 1981 (Acal 1991), en donde se
reportaron 19 especies (apéndice 17), entre las que des-
taca la familia Myctophidae por su abundancia y por su
distribución (figura 5).
La especie Bregmaceros bathymaster (bacalete del
pacífico), es la que domina por su abundancia y distri-
bución, ya que se encontró desde Boca de Apiza, en la
desembocadura del río Coahuayana, hasta Boca de San
Francisco, desembocadura del río Balsas.
Otras especies importantes son Vinciguerria lucetia
(portalinterna) y Diogenichthys laternatus (linternilla),
ambas bien representadas en el litoral. Las especies de
Figura 4. El ciliado Mesodinium rubrum, productor de ma- atunes de importancia comercial corresponden a la
reas rojas no tóxicas. Foto: J. Gerardo A. Ceballos Corona. familia Scombridae, que se distribuye de forma amplia
35
30
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Porcentaje (%)
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Figura 5. Distribución porcentual de las principales familias del ictioplancton de la costa michoacana. Fuente: elaboración
propia con datos del apéndice 17.
SITUACIÓN Y ESTADO importancia por ser de los grupos más abundantes del
DE CONSERVACIÓN plancton marino, así como por su función en la transfe-
rencia del carbono. Por su parte, las larvas de camarón
Los estudios del plancton en la costa michoacana son poseen importancia comercial, pero no han sido aprove-
pocos y discontinuos, la mayoría enfocados en los aspec- chadas por falta de información sobre la presencia o
tos taxonómicos, florísticos y faunísticos. Los primeros ausencia de este grupo en la costa michoacana.
registros fueron realizados por Gómez (1972), quien exa- En el caso del ictioplancton destaca el hecho de
minó sólo el área de la desembocadura del río Balsas, que no existen actualizaciones acerca del conocimiento
mientras que un estudio más reciente se enfocó al análi- del grupo en la entidad (Acal 1991) aún cuando se han
sis morfológico, merístico y ecológico del zooplancton hecho recomendaciones para su estudio por el posible
gelatinoso (Gamero 2012). En general, el análisis del impacto que las descargas de aguas contaminadas del
plancton se ha dirigido a las particularidades morfológi- puerto de Lázaro Cárdenas pueden tener sobre esta
cas, complementándose más recientemente con atribu- comunidad (Salas 1985).
tos morfométricos y ecológicos, mientras que los
aspectos de biología molecular no se han abordado,
cuando menos para el caso de la costa michoacana. CONCLUSIONES
Si bien existe alto número de registros del fitoplancton
AMENAZAS PARA LA CONSERVACIÓN en la costa michoacana, solamente abarcan los grupos
con especies mayores de 20 µm (micrómetros), como
Las amenazas para la conservación del plancton están son los dinoflagelados, diatomeas y silicoflagelados, en
vinculadas a la preservación de los sistemas acuáticos tanto que los grupos con especies menores a 10 µm y
marinos, los cuales cada día se ven más afectados por de mayor importancia ecológica por la transferencia del
el derramamiento de aguas contaminadas provenientes carbono en los ecosistemas marinos, como es el caso
de la parte continental a través de las descargas de los de los cocolitofóridos, aún no se han estudiado.
ríos. Si bien esta situación está focalizada en la costa Esta situación es preocupante considerando los
michoacana, no queda exenta de incrementarse a efectos de acidificación marina como consecuencia del
medida que avanzan los programas de desarrollo de la cambio climático global, lo cual puede manifestarse
zona costera, que se han caracterizado por no presen- como una cadena de efectos no predecible, que podría
tar un manejo integral. Aunque la extensión de la costa iniciar con los cocolitofóridos y su transferencia energé-
michoacana alcanza cerca de 204 km, la información tica al eslabón inmediato, los copépodos.
que existe sobre la calidad de sus aguas es mínima, lo El caso del zooplancton es todavía más dramá-
cual conlleva una evaluación poco acertada de las con- tico, ya que se han descuidado los estudios de casi
diciones de estas zonas (ine 2000a, b; cimares 2010). todos los grupos que lo integran. No existen datos
actualizados sobre las poblaciones de copépodos,
eufáusidos, larvas de camarón e ictioplancton, a pesar
ACCIONES DE CONSERVACIÓN de que estos dos últimos grupos tienen implicaciones de
tipo comercial.
La costa michoacana tiene tres santuarios para la protec- Es necesario realizar estudios integrales sobre
ción de las tortugas marinas: en las playas de Mexiquillo, plancton marino y la calidad de las aguas costeras, lo
Maruata y Colola (semarnat 2002); sin embargo, al igual cual resulta urgente para el área de la desembocadura
que para las macroalgas, estas áreas naturales protegidas del río Balsas, ya que se desconoce la afectación que
no contemplan bajo su resguardo las aguas que contie- puedan estar provocando las descargas de aguas conta-
nen el plancton, convirtiéndose en sitios muy degrada- minadas, especialmente en la comunidad del ictioplanc-
dos por las actividades humanas, por el vertido al mar de ton. Asimismo, es conveniente llevar a cabo una
aguas residuales sin tratamiento o por la incorporación evaluación de las condiciones en que se encuentran las
de altas concentraciones de sedimentos a través de los comunidades de copépodos, considerando que estos
ríos debido a la evidente deforestación de las selvas. son el eslabón entre productores primarios y consumido-
res secundarios, como los peces y, finalmente, evaluar la
posible presencia de larvas de camarón.
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Cuadro 1. Niveles máximos permisibles para toxinas y densidad celular de dinoflagelados en fase de
precontingencia y contingencia.
ppm: partes por millón, ur: unidades ratón. *Para que inicie la fase de precontingencia o contingencia se requiere
que cuando menos una muestra rebase los niveles de concentración indicados. En el caso de la densidad celular del
fitoplancton se deben tener al menos tres muestras diferentes que rebasen los niveles de concentración indicados.
Fuente: ss 2001.
Cuadro 2. Eventos de florecimientos algales nocivos (fan) a partir de 1995 hasta el 2011 en la costa michoacana (ptm).
Figura 1. Sitios donde se han registrado fan a partir de 1995. Fuente: elaboración propia.
107
La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2. Vol. ii
Ceratium divaricatum var. balechii No tóxica pero sí nociva Muerte por anoxia
psp:intoxicación paralítica por consumo de mariscos, dst: intoxicación diarreica por consumo de moluscos.
Fuente: elaboración propia con datos de Faust y Gulledge 2002, Stewart 2005, Ceballos 2006.
En 1995 se presentaron los sucesos más noci- yeron decesos humanos por el consumo de moluscos
vos, asociados al fenómeno de los fan, de los que se bivalvos (ostiones) contaminados con saxitoxina;
tiene registro en las costas del ptm. A lo largo del además de la mortandad de la tortuga negra, ocu-
tiempo hubo un cambio en la comunidad de dinofla- rrida desde Guerrero hasta Michoacán (Alvarado y
gelados tóxicos a partir de los primeros reconoci- Ceballos 1997).
mientos sistemáticos realizados, donde Pyrodinium Posteriormente, P. bahemense var. compressum
bahemense var. compressum, resultó la especie más desapareció y se registró a Cochlodinium polykrikoides
letal que se haya presentado, no sólo en las costas y Gymnodinium catenatum (figura 2), durante el
michoacanas, sino a lo largo del ptm (desde Michoa- periodo comprendido entre abril de 1996 a mayo de
cán hasta Chiapas), pues la proliferación de esta 2010. No obstante, entre los meses de octubre y
especie tuvo consecuencias lamentables que inclu- noviembre del 2010 se volvió a registrar la presencia
marea roja y otros florecimientos algales nocivos, así Blooms. 2001. Global ecology and oceanography of har-
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El zooplancton gelatinoso
EDGAR GAMERO MORA, JOSÉ GERARDO ALEJANDRO CEBALLOS CORONA Y ALEJANDRO RAFAEL MORALES BLAKE
El zooplancton gelatinoso está compuesto por inverte- Cuadro 1. Especies de zooplancton gelatinoso, por grupos,
brados que carecen de esqueletos calcáreos o silíceos; para la costa michoacana.
estos organismos tienen una consistencia gelatinosa y
presentan cuerpos compuestos de 95% o más de agua, Phylum Especies
además de un contenido de carbono que representa
Calycopsis simplex, Sphaerocoryne bedoti,
entre 10 y 35% de su peso seco (Raskoff et al. 2003). Su
Porpita porpita, Solmundella bitentaculata,
cuerpo está formado por una sustancia acelular de con-
Cunina octonaria, Abylopsis eschscholtzi,
sistencia similar a la gelatina llamada mesoglea, la cual
A. tetragona, Chelophyes contorta, Diphyes
es capaz de retener una gran cantidad de agua, lo que
bojani, D. dispar, Eudoxoides mitra,
permite al animal conservar la forma e integridad de sus Cnidaria
Muggiaea atlantica, Hippopodius hippopus,
tejidos; también es la responsable de la flotabilidad y la
Sphaeronectes irregularis, Agalma elegans,
transparencia que caracteriza a este grupo (Failla 2010).
Liriope tetraphylla, Aglaura hemistoma,
Esta comunidad está integrada en su mayoría por
Rhopalonema velatum, Vogtia glabra,
medusas (Cnidaria: Medusozoa), además de ctenóforos
Lychnagalma utricularia, Pelagia noctiluca
(Ctenophora) y tunicados (Thaliacea). Estos organismos
tienen un alto valor ecológico y económico, son magní- Ctenophora Pleurobrachia pileus, Beroe cucumis
fico material para el estudio de movimiento de masas
Thalia democratica, Iasis cylindrica,
de agua debido a su escasa movilidad (Fagetti 1973), Chordata
Dolioletta gegenbauri, Doliolum nationalis
además, juegan un papel importante en el ciclo del car-
bono y la transferencia de energía en los ecosistemas Fuente: elaboración propia con datos del apéndice 17.
(Bailey et al. 1995).
Sin embargo, es poco lo que se conoce sobre la
composición y distribución del zooplancton gelatinoso Hay una notoria dominancia de las medusas (Cni-
en el Pacífico tropical mexicano (ptm). Económica- daria, figura 1) seguidas de los tunicados (Chordata) y
mente, son importantes debido a sus hábitos alimenti- los ctenóforos (Ctenophora). Es importante destacar
cios, ya que las especies de medusas más grandes son que aproximadamente 15% de las especies reportadas
depredadoras de peces considerados de importancia corresponden a registros raros; la mayoría se registró en
económica, así como por el impacto turístico que lle- la zona de Maruata.
gan a ocasionar en las playas, ya que cuando se encuen- Con relación a la abundancia relativa de las espe-
tran en aguas cercanas a esas zonas o sobre la arena cies (figura 2), el tunicado Dolioletta gegenbauri (figura
pueden ocasionar serías urticaciones en la piel. El estu- 3) alcanzó los valores más altos; mientras que los cnida-
dio de las medusas es imprescindible desde el aspecto rios Solmundella bitentaculata y Cunina octonaria
médico, puesto que pueden ocasionar graves daños a la (figura 4), fueron las especies de menor abundancia
salud del ser humano, incluso la muerte (Lira et al. relativa.
1989). Una de las especies más importantes en el zoo-
En la primavera de 2011 se realizó la campaña plancton gelatinoso es el cnidario Pelagia noctiluca;
oceanográfica Marea R-iii a bordo del b/o El Puma, en aun cuando se considera oceánica se le ha detectado
el ptm, frente a los estados de Jalisco, Colima, Michoa- con abundancias elevadas (155 org/1 000 m3) en zonas
cán y Guerrero. Se registraron un total de 33 especies, cercanas a la provincia nerítica, área ubicada sobre la
de las cuales 27 se observaron en las zonas correspon- plataforma continental, aproximadamente a 11 km de
dientes a Maruata y Lázaro Cárdenas, presentándose en la línea de costa (Gamero 2012). Esta especie está rela-
la costa michoacana la mayor riqueza específica para el cionada con la producción de sustancias neurotóxicas,
ptm, 81.82%, seguida por las ubicadas en Colima, hemolíticas y citolíticas (Mariottini et al. 2008, Sánchez-
Jalisco, finalmente Guerrero (cuadro 1). Rodríguez y Lucio-Martínez 2011), que pueden produ-
Gamero-Mora, E., J.G.A. Ceballos-Corona y A. Morales-Blake. 2019. El zooplancton gelatinoso. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 111-114.
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Figura 4. Los cnidarios: a) Solmundella bitentaculata, b) Cunina octonaria (Hydrozoa) fueron las especies menos abundantes
en la costa michoacana. Fotos: Édgar Gamero Mora.
cir desde una simple urticaria hasta paros cardiorespira- de diversidad (H’=1.7) para el ptm se reporta para Cabo
torios en el humano, dependiendo de la sensibilidad a Corrientes, en Jalisco (Gamero 2012).
las toxinas y la cantidad inoculada. El análisis de las variables fisicoquímicas y biológi-
La aparición de esta especie en zonas costeras cas indican que la distribución de las especies de zoo-
tiene relación con varios factores, como el incremento plancton gelatinoso está asociada a la temperatura, al
de nutrientes nitrogenados y fosfatados provenientes de oxígeno disuelto, a la salinidad y a la fluorescencia,
fertilizantes y aguas negras vertidas a los océanos; la teniendo mayor afinidad por la temperatura y la con-
disminución de los depredadores, como es el caso de ductividad eléctrica.
las tortugas marinas; el incremento de la temperatura, Por lo anterior, es necesario seguir estudiando la
que favorece su ciclo vital; y la disminución del aporte distribución de estos organismos con respecto a las
de agua dulce por ríos y arroyos a consecuencia del variables fisicoquímicas y biológicas, de tal manera que
incremento de periodos de sequía, aspecto que daña la se puedan conocer las condiciones oceanográficas
hialoclina, barrera salina que mantiene a las medusas que favorecen su proliferación.
en la parte oceánica (Mariottini et al. 2008).
Reportes realizados a principios del verano del
2013 describieron una abundancia extraordinaria de REFERENCIAS
P. noctiluca, sobre todo en las playas de Maruata, Faro Bailey, T.G., M.J. Youngbluth y G.P. Owen. 1995. Chemical
de Bucerías, El Zapote de Madero y La Majahuita, en el composition and metabolic rates of gelatinous zooplank-
ton from midwater and benthic boundary layer environ-
municipio de Aquila, donde afectó a los turistas causán- ments off Cape Hatteras, North Carolina, eua. Marine
doles urticaria en la piel; esta especie presenta el ecology progress series 122:121-134.
máximo valor de importancia en el ptm. Fagetti, E. 1973. Medusas de aguas chilenas. Revista de Biolo-
Cabe mencionar que la diversidad del zooplanc- gía Marina 15(1):52-75.
ton gelatinoso se incrementa siguiendo un patrón latitu- Failla, S.G. 2010. Conociendo al plancton gelatinoso de Uru-
guay: medusas y peines de mar. Almanaque 2010. Labora-
dinal, de norte a sur, desde Cabo Corrientes, en Jalisco, torio de Zoología de Invertebrados, Departamento de
hacia Maruata, en Michoacán, área donde alcanza su Biología Animal. Facultad de Ciencias-Universidad de la
máximo valor (H’=2.21); por su parte, el valor mínimo República.
Gamero M., E. 2012. Análisis de la composición y distribución Raskoff, K.A., F.A. Sommer, W.M. Hamner y K.M. Cross.
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DESCRIPCIÓN
Las algas se consideran un conjunto de individuos fotosintetizadores que
carecen de raíz, tallo y hojas verdaderas, debido a lo anterior a su cuerpo
se le llama talo (Dawes 1986). Las macroalgas se pueden observar a simple
vista, ya que sus dimensiones van de unos cuantos centímetros a varios
metros. En el medio marino este conjunto incluye a tres grupos: Rhodophyta
(algas rojas), Phaeophyceae (algas pardas) y Chlorophyta (algas verdes); la
mayoría de ellas se distribuye de manera amplia, siempre asociadas a dife-
rentes sustratos, sobre todo el rocoso (Scagel et al. 1987). Las algas, morfo-
lógicamente varían desde unicelulares, multicelulares formando colonias,
filamentos simples, hasta talos más voluminosos y relativamente complejos
de formas cilíndricas y laminares (simples o ramificadas) o formando costras
sobre las rocas y corales; en aguas tropicales son de menor tamaño, pero
más diversas (Dawes 1986, Scagel et al. 1987).
DIVERSIDAD
60
50
40
Especies (%)
30
20
10
0
Oaxaca Jalisco Guerrero Colima Michoacán Chiapas
Figura 1. Distribución porcentual de las especies, por estados del ptm. Fuente: elaboración propia con datos de Pedroche y
Sentíes 2003.
Ochtodes searlesii y Pyropia raulaguilarii (Mendoza- que sucede en las regiones templadas y frías; la misma
González et al. 2011, Mateo-Cid et al. 2012), pertene- situación se observa en las algas pardas (Phaeophyceae)
cientes a las algas rojas (Rhodophyta). y las verdes (Chlorophyta; Dawes 1986, Scagel et al.
Las familias mejor representadas por el número de 1987).
especies son: Rhodomelaceae (17), Corallinaceae (17), Considerando los índices de distribución biogeo-
Ceramiaceae (10) y Halymeniaceae (seis) para las algas gráfica de las algas de Feldmann (1937), r /p: número de
rojas; Dictyotaceae (14) para algas pardas y Cladopho- especies de algas rojas entre el número de especies
raceae (11) para las algas verdes. Los géneros que pre- de algas pardas y Cheney (1977), r+c /p: número de
sentan mayor cantidad de especies corresponden a: especies de algas rojas más el número de especies
Ceramium, Laurencia y Grateloupia para algas rojas; de algas verdes, entre el número de especies de algas
Dictyota y Padina para algas pardas y Cladophora, Ulva pardas, la ficoflora, es decir, el conjunto de especies de
y Codium para las algas verdes (apéndice 18). algas de la costa michoacana, corresponde a un tipo
tropical (Núñez 2006, Álvarez 2010), con numerosos
elementos como Amphiroa beauvoisii, A. misakiensis,
DISTRIBUCIÓN Neogoniolithon trichotomum, Izziella orientalis, Dictyota
crenulata, Ectocarpus siliculosus, Chaetomorpha
Hasta 2014 en el ptm el grupo que presenta mayor antennina y Ulva lobata.
número de especies es el de las algas rojas, que com- En la figura 3 se muestra el total de especies repor-
prenden 55.55% del total, mientras que las de menor tadas para las localidades mencionadas, considerando
representación son las cianobacterias con 4.93% (apén- los grupos de algas rojas, pardas y verdes, sin incluir a
dice 18, figura 2). las cianobacterias debido a que solamente se registran
En términos generales esta distribución es con- para Caletilla. Los sitios con estudios más detallados
gruente con el patrón generalizado, según el cual en las corresponden a las playas de Las Peñas, La Soledad y
regiones tropicales las algas rojas se encuentran mejor Caletilla, en el municipio de Lázaro Cárdenas, además
representadas, aunque las especies se caracterizan más de Maruata y Faro de Bucerías, en el municipio de
por presentar individuos pequeños, a diferencia de lo Aquila (figura 4).
100
90
80
70
Número y porcentaje de especies
60
50
40
30
20
10
0
Cyanophyta Rhodophyta Ochrophyta Chlorophyta
Especies Porcentaje
Figura 2. Número de especies y distribución de porcentajes, por grupos, de macroalgas del ptm. Fuente: elaboración propia
con datos del apéndice 18.
60
50
40
Número de especies
30
20
10
0
Las Peñas La Soledad Caletilla Maruata Faro de Bucerías
Figura 3. Distribución del número de especies de macroalgas por localidad. Fuente: elaboración propia con datos de Ceballos
2000, Núñez 2006, Álvarez 2010.
Figura 4. Sitios muestreados para macroalgas de la costa de Michoacán. Fuente: J. Gerardo A. Ceballos-Corona.
118
Sección 5. Diversidad de especies
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Figura 7. Plataformas rocosas de El Zapote de Madero, municipio de Aquila. Foto: J. Gerardo A. Ceballos-Corona.
Jalisco y termina en la zona limítrofe de Guerrero con También pueden formar tapetes francamente
Oaxaca. Se caracteriza por presentar ambientes de plata- expuestos al oleaje, como es el caso del alga parda
formas rocosas y cantos rodados (rocas sueltas de forma Sargassum howellii (figura 14).
redondeada por acción del oleaje), así como canales de
corriente y zonas de acantilados, ambientes que favore-
cen la colonización de macroalgas y constituyen hábitats
intermareales de gran diversidad y con una alta heteroge-
neidad, la mayoría expuestos directamente al oleaje.
En estos ambientes los tapetes de macroalgas
representan un componente fundamental; se forman en
áreas que no se encuentran directamente expuestas al
oleaje, y muchas veces dominan una o dos especies de
algas, sobre todo algas pardas como Ulva rigida (figura
8), Padina mexicana (figura 9) y algas verdes como
Caulerpa racemosa (figura 10).
Estos organismos conforman conjuntos algales a
manera de césped, como es el caso de Amphiroa
beauvoisii (figura 11), Palisada perforata y Laurencia
clarionensis (figura 12) e Hypnea johnstonii (figura 13), Figura 10. Tapetes de Caulerpa racemosa. Foto: J. Gerardo
en áreas semiexpuestas al oleaje. A. Ceballos-Corona.
Figura 8. Tapetes algales de Ulva rigida (Chlorophyta). Figura 11. Tapetes de Amphiroa beauvoisii (Rhodophyta).
Foto: J. Gerardo A. Ceballos-Corona. Foto: J. Gerardo A. Ceballos-Corona.
Figura 9. Tapetes de Padina mexicana (Phaeophyceae). Figura 12. Tapetes de Palisada perforata y Laurencia
Foto: J. Gerardo Ceballos-Corona. clarionensis (Rhodophyta). Foto: J. Gerardo A. Ceballos-
Corona.
Figura 13. Tapetes de Hypnea johnstonii (Rhodophyta); matas erectas de color verde por arriba de la línea de agua.
Foto: J. Gerardo A. Ceballos-Corona.
de jitomate y como complementos alimentarios para macroalgas en peligro de extinción, sino más bien que
gallinas ponedoras; por otra parte, en la acuicultura se no se han realizado estudios que demuestren las dimen-
utilizan como suplemento nutricional para camarones siones de la pérdida de esas especies a lo largo del
(Huerta 1961, Guzmán del Proo 1986, Zertuche 1993, tiempo. Ese problema se magnifica debido a que los
Casas-Valdez et al. 1996, Cruz-Suárez et al. 2000). estudios poblacionales de las macroalgas son complica-
dos debido a la característica gregaria que dificulta
decidir dónde comienza y termina un individuo
AMENAZAS PARA LA CONSERVACIÓN (Espinoza-Ávalos 2005).
De manera particular los estudios de macroalgas
Una de las principales amenazas que enfrentan las en la costa michoacana son escasos y puntuales, la
macroalgas en México es la contaminación del agua, mayoría se han enfocado en los aspectos taxonómicos
problemática que cada día es mayor y que se ve agra- y florísticos. Chávez-Barrera (1980) realizó los primeros
vada ya que en el país sólo 20% de las aguas recibe registros para el caso de algas pardas: Padina crispata,
algún tipo de tratamiento, lo que tiene como conse- P. durvillaei y P. mexicana, en Caleta de Campos y Las
cuencia que la mayor cantidad se vierta directamente a Peñas; otros estudios realizados para el litoral michoa-
las playas. Ante este panorama, la conservación de cano se muestran en el cuadro 1.
ambientes acuáticos costeros poco contaminados es En general, los estudios de las macroalgas marinas
urgente para mantenerlos como reservorio de la biodi- se han enfocado a las particularidades morfológicas,
versidad de macroalgas (Pedroche y Sentíes 2003). aunque se han complementado más recientemente con
Si bien la costa michoacana en su mayor parte se aspectos morfométricos y ecológicos; mientras que los
encuentra poco contaminada y aún existen áreas que de biología molecular se iniciaron apenas a principios
pueden ser consideradas vírgenes, prevalece el riesgo del siglo xxi. El principal problema que enfrentan los
de que sean afectadas a medida que avanzan los pro- ficólogos en México tiene que ver con el estado que
gramas de desarrollo de la zona costera, los cuales guardan los registros de los nombres de las especies, ya
hasta el momento se han caracterizado por no presen- que muchos de ellos son sinónimos y cuando menos
tar un manejo integral de las aguas que utilizan. 30% no están documentados de forma adecuada, ya
que no presentan una descripción morfológica, ilustra-
ciones de los caracteres diagnósticos precisos, des
ACCIONES DE CONSERVACIÓN cripción de las condiciones ecológicas o referencias de
una colección donde se hayan depositado los ejempla-
En lo que respecta a áreas para la conservación, la costa res preservados; toda esa información es necesaria para
michoacana sólo cuenta con tres santuarios para la pro- complementar cualquier estudio sobre la calidad y uso
tección de las tortugas marinas: en las playas de Mexiqui- del agua (Pedroche et al. 2009).
llo, Maruata y Colola (semarnat 2002). Sin embargo, estas
áreas naturales protegidas no contemplan bajo su res-
guardo a las macroalgas, mucho menos las zonas rocosas CONCLUSIONES
que son el sustrato más amplio para el establecimiento de
los tapetes macroalgales. Más aún, las áreas de parches Es necesario incrementar el estudio de las macroalgas
coralinos y arrecifes rocosos donde se encuentra la mayor en la costa michoacana, ya que estos corresponden
diversidad de macroalgas en el estado están fuera de las sólo a 10% del litoral del estado. Por otra parte, es con-
zonas declaradas como santuarios, convirtiéndose así en veniente que se establezcan estudios complementarios
sitios altamente degradables por actividades humanas, sobre las variables ambientales que permitan confor-
como la construcción de carreteras, descarga de aguas mar una visión más clara del entorno donde se desarro-
residuales, actividades turísticas y de pesca indiscrimi- llan las macroalgas; ello representaría una contribución
nada, entre otras; y esas áreas no están sujetas a plan importante para identificar sus posibilidades de uso y
alguno de manejo sustentable. aprovechamiento sustentable, incluyendo su potencial
para cultivo.
Asimismo, es urgente considerar la posibilidad de
VACÍOS DE INFORMACIÓN declarar más áreas de la costa como zonas naturales
de protección, en especial aquellas donde se encuentran
La información que existe sobre el estado que guardan parches coralinos y arrecifes rocosos, sustratos donde
las especies de algas es escasa o nula, ya que no ha sido existe la mayor abundancia y diversidad de macroalgas.
del interés de los tomadores de decisiones y, por lo El uso sustentable y protección de estos recursos
tanto, no aparecen en las listas rojas internacionales ni puede llevarse a cabo a través del diseño e implemen-
nacionales, lo cual no significa que no haya especies de tación de un programa de manejo integral de la zona
costera, el cual incluya alternativas de ingresos econó- y K. Dreckmann (eds.). uam /Universidad Autónoma de
micos para las comunidades costeras, como es el caso Baja California (uabc). México, pp. 139-171.
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las algas macroscópicas marinas de la zona rocosa en la
a
Las algas marinas son un recurso natural que ha sido apro-
vechado por los países de oriente como China, Japón y
Corea, sobre todo para dietas alimentarias; actualmente la
explotación de las algas marinas se lleva a cabo de manera
especial en la industria de alimentos, cosméticos y más
reciente con usos en biotecnología (Bourgougnon et al.
2011). Sin embargo, este potencial en México se desco-
noce o se aprovecha de manera mínima: un par de ejem-
plos son la producción del agar, carragenina y alginatos en
la península de Baja California, eso a partir de algas como
Gelidium robustum, Chondracanthus canaliculatus y
Macrocystis pyrifera; y el establecimiento de cultivo de
algas que se llevan a cabo en Tamaulipas.
En Michoacán no existe tradición de consumo de
b
algas marinas, aunque se han hecho intentos para el
aprovechamiento de las algas verdes, en particular de la
lechuga de mar (Ulva sp.) como complemento de ensa-
ladas y ceviches, sobre todo en playas importantes para
el turismo, como La Soledad y Maruata, pero aún no ha
sido bien aceptado el consumo.
El litoral michoacano cuenta con un amplio
recurso de algas, y aunque su biomasa no es lo suficien-
temente abundante para permitir el establecimiento de
industrias que las aprovechen, se puede incorporar
como una alternativa alimentaria y terapéutica, al
menos de manera local.
Las algas en general presentan altos contenidos de
vitamina A y β-caroteno, lo cual supera las cantidades
promedio encontradas en la zanahoria y mucho más a
las contenidas en vegetales de consumo habitual como
brócoli, espinaca, calabaza, repollo y acelga; incluso c
contienen vitamina B12 en una proporción significativa,
a diferencia de las plantas terrestres en las cuales no está
presente. Todo eso permite considerarlas un alimento
integral nutricional y útil para la elaboración de suminis-
tros capaces de prevenir enfermedades. También son una
fuente potencial de agentes con actividad antibiótica
(Hernández 1993) y los productos derivados de las
macroalgas poseen una amplia gama de actividades bio-
lógicas: son antibacterianos, antifúngicos, antivirales,
antineoplásicos, anticoagulantes, antitumorales, antipa-
lúdicos, antihelmínticos, antiinflamatorios, desparasitan-
tes e inmunosupresores (Bourgougnon y Stiger-Pouvreau Figura 1. Las lechugas de mar: a) Ulva lactuca, b) U. compressa,
2012) y anticoagulantes (Ganesh et al. 2009). c) U. rigida. Fotos: J. Gerardo A. Ceballos-Corona.
Sotelo-Cuevas, F., J.G.A. Ceballos-Corona y S.F. Andrade-Hernández. 2019. Uso potencial de las algas verdes (Chlorophyta).
En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 125-127.
Las algas verdes marinas tienen alto contenido de Cuadro 1. Uso potencial de las algas verdes (Chlorophyta)
fierro, proteínas y lípidos, parecidos a los encontrados de la costa de Michoacán.
en legumbres como lentejas, frijoles y chícharos, y
semejantes a los contenidos en cereales y semillas Uso potencial
(Ortiz 2011). Las algas rojas presentan las mejores Especies
ah aa um bt
características nutricionales por su riqueza proteica y
por el alto contenido de carbohidratos y minerales; Ulva compressa ● ●
además contienen una mínima cantidad de lípidos,
U. lactuca ● ● ● ●
altos valores de vitamina E y contribuyen a la estabili-
dad de los ácidos grasos poliinsaturados, previniendo U. intestinalis ● ●
la formación de radicales libres (Quitral et al. 2012).
U. flexuosa ● ●
En la costa michoacana se han registrado 34 espe-
cies de algas verdes (apéndice 18; Stout y Dreckmann U. rigida ●
1993, Bucio y Dreckmann 1997, Núñez 2006, Álvarez
Cladophora albida ●
2010), de las cuales 14 cuentan con algún uso potencial
(cuadro 1). Destacan las lechugas de mar: Ulva lactuca C. sericea
(figura 1a), U. compressa (figura 1b), U. flexuosa y U.
C. columbiana ●
rigida (figura 1c) por su biomasa, la cual se incrementa
hacia finales de la primavera y principios del verano, Chaetomorpha antennina ● ● ●
seguida de Chaetomorpha antennina (figura 2).
C. linum ● ●
De las lechugas de mar, U. lactuca es la que pre-
senta mayor utilidad, ya que está considerada dentro Bryopsis hypnoides ● ●
de la alimentación humana, tiene además uso pecua-
Caulerpa peltata ●
rio, medicinal y es empleada para la obtención de bio-
gás y biodiesel; C. antennina tiene usos potenciales en C. racemosa ● ●
alimentación humana, medicinal y es terapéutica, asi-
mismo es usada para la producción de biodiesel y bio- Halimeda discoidea ●
gás (Bruton et al. 2009, Romagnoli 2010).
ah: alimento para el ser humano, aa: alimento para ganado y aves,
Es importante mencionar que el uso de estas um: uso terapéutico y medicinal, bt: biotecnología.
algas para el consumo humano o pecuario depende Fuente: elaboración propia con datos del apéndice 18, Vargas
et al. 2004, Pacheco-Ruiz et al. 2008.
de las características químicas y biológicas asociadas
a los lugares donde crecen, ya que la presencia de
descargas de aguas residuales aumenta las concentra-
ciones de nutrientes favoreciendo el incremento de la REFERENCIAS
biomasa de las algas verdes y su utilización, no obs- Álvarez, M.F. 2010. Estudio ficoflorístico de playa Caletilla,
tante, debido al alto contenido de bacterias fecales y municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, México. Tesis
de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
totales de esas aguas, el consumo de las algas debe Bourgougnon, N., G. Bedoux, A. Sangiardi y V. Stiger-
evitarse. Pouvreau. 2011. Las algas: potencial nutritivo y aplicacio-
Así, la opción que solucionaría tanto el problema nes cosméticas. En: Las algas como recurso. Valorización.
de sustentabilidad como el sanitario está en el cultivo, Aplicaciones industriales y tendencias. Centro Tecnoló-
actividad que a su vez permitiría ofrecer una alternativa gico del Mar-Fundación (cetmar), pp. 81-94. En: <http://
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una alta calidad sanitaria. Además, el biogás y el bio- Bourgougnon, N. y V. Stiger-Pouvreau. 2012. Red and brown
diesel serían una de las posibilidades energéticas que macroalgae along the French coasts, Metropole and over-
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Los dinoflagelados son organismos eucariontes, unice- gelación no tienen efecto sobre la estructura y activi-
lulares, algunos con distribución cosmopolita; se pue- dad de estas toxinas.
den encontrar tanto en ambientes marinos como En lo que respecta a la presencia de estos organis-
dulceacuícolas, flotando de manera libre o en asocia- mos en la entidad, en el arrecife rocoso El Zapote de
ciones epífitas sobre macroalgas y pastos marinos, o en Madero y la plataforma rocosa La Majahuita, en el
los espacios intersticiales del sedimento (Faust 1994). municipio de Aquila (figura 1), se han detectado ocho
De las cerca de dos mil especies descritas en el mundo, dinoflagelados asociados a algunas especies de macro-
185 tienen la capacidad de producir toxinas u otras sus- algas de los géneros Padina, Dictyota, Sargassum, Ulva
tancias bioactivas que pueden causar envenenamientos y Grateloupia (cuadro 1; apéndice 18), que se conside-
en la vida marina y humana, de manera directa o indi- ran potencialmente tóxicos (cuadro 1).
recta por el consumo de las especies marinas que las Las especies de dinoflagelados Ostreopsis ovata
bioacumulan (Yasumoto et al. 1977, Morton et al. 1998, (figura 2a), Prorocentrum lima (figura 2b) son las que se
Smayda y Reynolds 2003). han detectado con mayor abundancia y frecuencia,
Aunque la mayoría de los dinoflagelados tóxicos mientras que Gambierdiscus toxicus (figura 3) es una
son planctónicos, existen también formas sésiles pro- especie ocasional (apéndice 16).
ductoras de ciguatera (también conocida por sus siglas Es importante mencionar que los registros de estos
en inglés: cfp, ciguatera fish poisoning), que se asocian dinoflagelados para el estado sólo abarcan la zona
a diversas macroalgas. mesolitoral, en especial dos localidades donde la pesca
La cfp es un padecimiento común en las regiones no es la actividad más importante. Los signos y sínto-
subtropicales y tropicales, que se relaciona con la mas de esta intoxicación en humanos pueden llegar a
ingestión de toxinas marinas producidas por distintos confundirse con enfermedades gastrointestinales, como
dinoflagelados epífitos, sobre todo de los géneros diarrea abundante y vómitos, que muy rápido pueden
Gambierdiscus, Ostreopsis, Coolia y Prorocentrum llevar a la deshidratación y choque anafiláctico, así
(Tindall et al. 1984, Yasumoto et al. 1987). Las toxinas como hipersalivación, náusea y dolor abdominal.
implicadas son: ciguatoxinas (ctx) y maitotoxinas (mtx; Arcila-Herrera et al. (1998) mencionan para el caso de
Yasumoto et al. 1977, Yasumoto y Satake 1996), que al Yucatán:
ser consumidas por peces ramoneadores de macroal-
gas, como pargo (Lutjanus spp.), lora (Scarus spp.), ...lo que es distintivo en esta entidad son las manifesta-
cabrilla (Epinephelus labriformis), lisa (Mugil curema) y ciones neurológicas, especialmente la hipersensibilidad
jurel (Caranx spp.), viajan a través de las redes tróficas al frío y la inversión de las sensibilidades calor/frío. Pue-
hasta los peces depredadores (Núñez-Vázquez et al. den existir sensación de hormigueo o entumecimiento y
2008). Se ha comprobado que la mayor cantidad de percepción anormal del dolor en las extremidades y en
estas toxinas se acumulan en el hígado, el cerebro y los labios, cefalea, mareos, vértigos, ataxia, temblores,
las gónadas, también en los huevos, en una propor- rigidez del cuello, sensación de dientes flojos, hipersen-
ción 100 veces mayor que en otros tejidos de los sibilidad en pezones, que solamente ha sido consignada
peces; asimismo, la toxicidad es proporcional al en mujeres, depresión, artralgias y mialgias. Estas mani-
tamaño del pez. festaciones pueden ser tempranas y habitualmente
En el humano la cfp puede producir numerosos siguen, en un tiempo inmediato, a las manifestaciones
síntomas neurológicos, cardiovasculares y desórdenes gastrointestinales.
gastrointestinales (Álvarez et al. 1990, Stommel et al.
1991); incluso se ha reportado que la cocción y la con-
Casillas-Sánchez, J.I., J.G.A. Ceballos-Corona, M.C. Rodríguez-Palacio, S.F. Andrade-Hernández y X. Madrigal-Guridi. 2019.
Asociaciones de macroalgas bentónicas y dinoflagelados epífitos causantes de ciguatera. En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 129-132.
Figura 1. Ubicación del arrecife rocoso a) El Zapote de Madero y b) plataforma rocosa de La Majahuita, sitios en donde se han registrado
dinoflagelados que provocan ciguatera. Fotos: J. Gerardo A. Ceballos-Corona. Fuente: elaboración propia.
130
Sección 5. Diversidad de especies
DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
Parmeliaceae 25 130 2
Physaceae 8 32 3
Caliciaceae 6 29 2
Lecanoraceae 3 24 11
Cladoniaceae 1 21 5
Teloschistaceae 8 18 2
Ramalinaceae 5 16 0
Lobariaceae 5 14 1
Cuadro 2. Continuación.
Cuadro 2. Continuación.
de encino y el pastizal secundario; en la Llanura Cos- Los líquenes forman parte de la costra biológica del
tera, en el bosque tropical caducifolio, bosque tropical suelo (cbs), comunidad biótica formada por la íntima aso-
subperennifolio y asociación de dunas costeras; en la ciación entre partículas del suelo, cianobacterias, algas,
Sierra Madre del Sur en el bosque de encino y bosque hongos, líquenes, hepáticas y briófitas; están amplia-
tropical caducifolio; y en la Depresión del Balsas- mente distribuidos en muchos tipos de suelo y en casi
Tepalcatepec en el bosque tropical caducifolio (infor- todas las comunidades vegetales donde la luz alcanza la
mación obtenida de la base de datos de la colección de superficie (Castillo-Monroy y Maestre 2011). Un ejemplo
líquenes del ebum; así como de las diversas fuentes de líquenes que forman parte de esta comunidad es
consultadas para esta contribución). Peltula michoacanensis, especie clave en los ciclos del
carbono y del nitrógeno, así como indispensable en la
estabilidad del suelo (Jiménez-Aguilar 2005).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA Otras especies reportadas en el estado con funcio-
nes benéficas hacia la calidad del suelo son: Peltigera
Considerando que debido a sus adaptaciones para polydactylon y Leptogium phyllocarpum var. phyllocarpum
colonizar rocas, a su resistencia a la desecación y a (figura 4), los que destacan por su importancia como
temperaturas extremas, a su longevidad y baja tasa de fijadoras de nitrógeno y por la presencia de cianobacte-
crecimiento y a su capacidad para adherirse, penetrar y rias como parte del componente fotobionte (Millbank
digerir los minerales de las rocas, los líquenes juegan un 1976, Tovar 1993).
papel importante en la formación del suelo (Topham
1977), por lo que se sugiere que las especies saxícolas:
Candelina mexicana (figura 3), Rhizocarpon grande,
Usnea halei y Xanthoparmelia subramigera, característi-
cas de los pedregales del estado (Base de datos de la
colección de líquenes del ebum) sean consideradas
como especies clave en la sucesión ecológica de los
ambientes en la entidad. Algunas especies de
Xanthoparmelia son mencionadas por Woolhouse et al.
(1985) como representantes de estadios sucesionales,
tanto iniciales como avanzados, mientras que Rhizocarpon
grande está representado en los estadios sucesionales
avanzados.
IMPORTANCIA ECONÓMICA
Figura 11. Xanthoria sp., liquen costroso que crece sobre edificios históricos. Foto: Marlene Gómez Peralta.
por los sustratos donde se desarrollan: t’sakapu ts’ipata: (cuadro 4) se pueden considerar amenazados y son, en
flor de piedra y anatapu ts’ipata: flor de árbol (Mapes et su mayoría, de las colectas de Arsène, y Buellia triseptata
al. 1981a). También los utilizan como plantas medicina- y Caloplaca floridana de las colectas en Morelia de
les, por ejemplo, Flavoparmelia caperata, Pseudevernia Martínez Solorzano en 1913 (Gómez-Peralta 2012,
intensa, Ramalina ecklonii y Usnea strigosa, remedios Colección histórica del ebum). Por lo anterior, 253 de
tradicionales contra golpes de pecho; también se utili- los 413 taxones de líquenes en Michoacán (61.25%)
zan hervidos con sal y cal (Mapes et al. 1981b). podrían encontrarse en alguna categoría de riesgo.
Cuadro 3. Especies de líquenes que podrían ser incluidas en alguna categoría de la uicn.
Especie 1 2 3 4 5 6
Alyxoria varia cr lc nt
Amandinea extenuata en
Athallia holocarpa lc lc
Bacidia laurocerasi nt lc re
B. phacodes lc
B. rubella cr lc vu
Blastenia ferruginea dd re
Bulbothrix coronata cr
Buellia aethalea lc lc
B. disciformis lc vu
B. spuria dd dd
B. stellulata cr lc
B. subdisciformis cr lc
Calicium hyperelloides vu cr
Candelaria concolor lc
Candelina mexicana vu
C. submexicana en
Canomaculina subtinctoria en
Chrysothrix candelaris lc vu
Cladonia bacillaris cr
C. chlorophaea lc lc
C. coniocraea lc
C. cenotea lc
C. coccifera lc
C. decorticata vu re
C. fimbriata lc lc
C. furcata lc
C. incrassata nt nt cr
C. macilenta lc lc
C. ochrochlora lc lc
C. pyxidata lc lc
C. subulata lc lc
Dermatocarpon luridum dd lc vu
Diploschistes actinostomus cr
D. scruposus lc lc
Diplotomma alboatrum lc nt
Dirinaria aegialita cr
D. confusa cr
Endocarpon pallidum dd
Flavoparmelia caperata en en
Flavopunctelia flaventior vu
Graphis scripta vu lc vu
Gyalolechia flavorubescens cr re
G. flavovirescens cr lc nt
Cuadro 3. Continuación.
Especie 1 2 3 4 5 6
Heterodermia leucomelos vu
H. speciosa cr
H. syncolla en
Hypotrachyna laevigata lc
H. revoluta lc cr
Imshaugia aleurites vu
Lasallia pustulata vu lc nt
Lecania naegelii lc nt
Lecanora achroa cr
L. albella en
L. chlarotera cr lc lc
L. conizaeoides f. conizaeoides lc
L. saligna lc
L. strobilina vu cr
L. subcarnea en
Lecidea mutabilis cr
Lecidella carpathica lc
Leptogium austroamericanum cr
L. burgessii vu
L. cyanescens vu dd nt cr
Lepraria caesioalba lc
L. incana en lc lc
Marfloraea ophtalmiza dd cr
Nephroma resupinatum en cr
Ochrolechia pallescens cr
Opegrapha herbarum dd lc
Pannaria conoplea nt re
P. rubiginosa cr re
Parmotrema arnoldii dd
P. crinitum nt re
P. hababianum cr
P. perforatum nt
P. reticulatum en lc
P. stuppeum re
Peltigera canina lc vu
P. neckeri lc vu
P. polydactylon vu en
P. rufescens lc nt
Pertusaria hymenea lc en
P. leioplaca cr lc vu
P. pertusa lc en
P. tuberculifera cr
Phaeophyscia constipata cr
Physcia aipolia lc en
P. caesia lc lc
P. stellaris cr lc vu
Cuadro 3. Continuación.
Especie 1 2 3 4 5 6
P. tribacia var. tribacia vu lc vu
Pleopsidium chlorophanum vu
Punctelia perreticulata re lc vu
Pyxine sorediata vu
Ramalina complanata vu
R. farinacea lc vu
Rhizocarpon grande vu
Rusavskia sorediata vu en
Stereocaulon condensatum vu nt vu
S. tomentosum re
Sticta fuliginosa vu cr
Usnea andina nt
U. arbusculiformis cr
U. brasiliensis cr
U. ceratina lc re
U. cirrosa en
U. cornuta lc re
U. glabrata cr dd re
U. horrida cr
U. intermedia cr cr
U. mollis cr
U. moreliana vu
U. rubicunda lc
U. spinulifera en
U. strigosa cr
U. subfloridana lc en
U. sulcata vu
Verrucaria fuscella lc vu
Xanthoparmelia conspersa lc lc
Xanthoria elegans cr lc lc
7 especies marcadas en rojo no son colectadas desde hace 100 años. En negrillas se señalan las especies
3
comunes. Lista de categorías uicn (2001, 2003): cr: en peligro crítico, EN: alto riesgo de extinción, NT: casi
amenazado, VU: vulnerable, LC: preocupación menor, DD: datos deficientes, RE: regionalmente extinto.
Fuente: elaboración propia con datos de Atienza y Segarra 2000, Aguirre y Rangel 2007, Liska et al. 2008,
Randlane et al. 2008, Woods 2010, Woods y Coppins 2012.
Especie Especie
Acarospora mexicana A. moreliiense
A. moreliana Aspicilia albomarginata
A. tersa A. cinereoglauca
Anzia taeniata A. testaceorubra
Arctomia fascicularis Bacidia moreliiensis
Arthonia brouardii Bilimbia flavidosulphurea
Arthopyrenia nigrofurfuracea Blastenia erythroleucodes
Arthothelium azulense B. moreliiensis
A. dendriticum B. ochraceoferruginea
Cuadro 4. Continuación.
Especie Especie
Buellia arsenii L. subcontinuior
B. cinereocaesia L. submutabilis
B. cinereorufescens L. tessellata var. mexicana
B. fuscoatroides L. tessellina
B. indissimilis Leptogium chloromelum var. laevius
B. lesdainii L. cochleatum
B. morelliensis L. diaphanum
B. punctiformis L. hildenbrandii
B. subaethalea L. papillosum
B. subdisciformis var. meiosperma L. phyllocarpum var. macrocarpum
B. subpunctiformis L. dissecta
B. triseptata L. subdissecta
B. zapotensis Megalospora carneoroseola
Calicium curtum var. denigratum M. versicolor var. incondita
C. cinnabarina var. opaca Nephroma helveticum
C. floridana N. saxicola
C. hueana Nephromopsis fendleri
C. moreliensis Oropogon loxensis
Candelaria concolor var. substellata Parmelinopsis horrescens
Catillaria brouardii Parmotrema moreliense
C. pseudoleptocheila P. ultralucens
Cetraria urceolata Peltigera canina f. leucorrhiza
Cladonia dactylota P. canina f. rufescens
C. didyma var. muscigena P. dolichorrhiza f. dolichorrihiza
C. pityrea var. zwackii Peltula michoacanensis
Coccocarpia erythroxyli Pertusaria arsenii
C. glaucophthalmum P. azulensis
Dermatocarpon miniatum var. complicatum P. leioplaca var. octospora
D. muhlenbergii P. mariae
Fulgogasparrea brouardii P. moreliensis
Haematomma subpuniceum var. dolichosporum Physcia alba var. obsessa
H. subpuniceum P. mexicana
Hyperphyscia adglutinata var. pyrithrocardia P. substellaris
Hypotrachyna americana Placopsis brachyloba
H. physcioidea Protoparmelia nashii
Lecanora albella var. arsenei Psora nigrorufa
L. amabilis P. parvifolia var. corallina
L. atra f. americana Pyxine petricola
L. atra var. dolichospora Ramalina yemensis
L. azulensis Ramboldia russula
L. caesiorugosa Rinodina azulensis
L. campestris subsp. campestris R. mexicana
L. cinereocarnea R. suboreina
L. conizaea var. americana Sarea resinae
L. pallidofusca Staurothele moreliiensis
L. subfusca f. allophana S. polygonia
L. subfusca var. subgranulata Sticta lenormandii
L. viriduloflava S. sinuosa f. cephalodiophora
Lecidea fuscoatrata S. sinuosa
L. goniophila S. tomentosa
L. goniophila var. minor Tephromela atra var. atra
L. moreliiensis Toninia caeruleonigricans
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Arsène Gustave Joseph Brouard (1867-1938), un fraile de Morelia, Charo y Salvador Escalante. El mayor
francés que radicó en México de 1906 a 1914 destaca número de ejemplares corresponde al sur de Morelia,
como uno de los primeros colectores de líquenes. Se principalmente en Cerro Azul, Cerro San Miguel, Loma
incorporó como docente al Instituto de los Hermanos de Santa María, Jesús del Monte, Rincón, Carindapaz
de las Escuelas Cristianas (lasallistas), en el Colegio de (Carrindapaz) y Campanario. De acuerdo con el
San Pedro y San Pablo, en Puebla; de 1909 a 1912 fue decreto de división territorial de Michoacán, las tres
maestro del Instituto Científico del Sagrado Corazón, en últimas localidades antes mencionadas, corresponden
Morelia; en 1913 fue profesor de la Escuela de Agricul- a la hacienda El Rincón y a dos de los ranchos anexos a
tura San Borja en la Ciudad de México, y en 1914 del la misma (Gobierno del Estado 1909).
Liceo Católico de Querétaro (Grahmann 2012). Bouly de Lesdain determinó 304 taxones a partir
A partir de 1915 fue asignado a colegios lasallistas de las colectas de Arsène en Michoacán. De estos, 211
de eua como docente de biología, física, química, espa- se reportan en la primera publicación (Bouly de Les-
ñol y francés, en diferentes estados del país. En 1930 su dain 1914); 65 en la segunda (Bouly de Lesdain 1922); y
nombre se puso en la lista de colaboradores del Musèe siete en la tercera (Bouly de Lesdain 1929). Aunque en
d’Histoire Naturelle de París; el mismo honor le fue con- esa tercera publicación se presentan las colectas reali-
cedido por la Academia Mexicana de Ciencias Natura- zadas por Amable para el Estado de México, Hidalgo y
les. En 1933 fue enviado al St. Michael’s College en Puebla, también se incluyen algunas de Arsène en
Santa Fe, Nuevo México, donde permaneció hasta su Michoacán. Finalmente, en la última publicación (Bouly
muerte, a la edad de 71 años (Grahmann 2012). de Lesdain 1933), se registran las colectas de Arsène y
Durante su estancia en México recolectó líquenes, Amable, y se incluyen 21 taxones de los alrededores de
briofitas y plantas vasculares con los frailes Nicolás, Morelia.
Amable y León. Específicamente recolectó líquenes en Algunos de los ejemplares tipo de las especies
Michoacán, Puebla, Querétaro y en los alrededores de colectadas por Arsène en Michoacán –la mayoría des-
lo que antes era el Distrito Federal. Junto con Amable critas por Bouly de Lesdain– se encuentran depositados
realizó colectas en el Estado de México, Morelos y en diferentes herbarios: el de la Universidad de Duke,
áreas limítrofes del Distrito Federal. Por su parte, el Estados Unidos de América (23 ejemplares); en el del
fraile Nicolás recolectó líquenes en Puebla, el fraile Instituto de Botánica de Komarov, Rusia (duke 2012, le
Amable en Acatzingo, Puebla, Estado de México e 2012); así como en el del Museo de Historia Natural del
Hidalgo, y el fraile León en Coahuila (Bouly de Lesdain Instituto Smithsoniano (US); en el del Museo Nacional
1914, 1922, 1929, 1933). de Ciencias, Tsukuba, Japón (TNS); en el del Museo de
Arsène destaca por el gran número de ejemplares Historia Natural de Upsala, Universidad de Upsala,
de líquenes recolectados (más de 1 400), mismos que Suecia (ups); en el de la Universidad de Colorado,
fueron determinados por Bouly de Lesdain. Cuando se (colo; Hale y Wirth 1971); en el del Museo de Historia
vio obligado a salir de México dejó varias de sus colec- Natural de Los Ángeles (LAM; Herrera Campos et al.
tas botánicas, que cuatro años más tarde, gracias a 1998); en el de la Universidad Maria Curie-Sklodowska,
William Maxon del Instituto Smithsoniano, pudo recu- Polonia (LBL) y en el de la Universidad de Wisconsin
perar y donó al Herbario Nacional de Washington (SUWS; Herrera Campos et al. 2001).
(Brouard 1922). Sin duda el aporte de Arsène como colector, y de
De acuerdo con la información presentada por Bouly de Lesdain como determinador de 237 taxa y
Bouly de Lesdain, en cuatro publicaciones (1914, 1922, autor de 67 nuevos taxa para la ciencia, que reúne 304
1929, 1933), las colectas de líquenes de Arsène en taxa de líquenes de Michoacán, es el más importante
Michoacán (en altitudes entre los 1 900 y 2 600 msnm) 100 años después, a pesar de que corresponde sólo a
fueron realizadas en 32 localidades de los municipios cuatro municipios del Sistema Volcánico Transversal en
Gómez-Peralta, M. 2019. El fraile Arsène y su histórica contribución al conocimiento de los líquenes. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 151-152.
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2 de diciembre de 2012.
Los líquenes son organismos productores de colorantes especies, como Letharia vulpina y Vulpicida pinastri,
naturales debido a la presencia de sustancias liquénicas que producen pigmentos amarillos como los ácidos
(ácidos liquénicos), que también son utilizadas para la vulpínico y pinástrico. La técnica consiste en hervir los
determinación taxonómica. Los colorantes se pueden líquenes por varias horas junto con el material a teñir,
extraer por dos técnicas: la primera es utilizada para obteniéndose colores cafés y amarillos. La segunda téc-
especies que contienen ácidos incoloros como el stic- nica es por fermentación y consiste en mezclar líquenes
tico (Xanthoparmelia conspersa, X. cumberlandia, que producen ácido girofórico (Lasallia pustulata) y
Usnea rubicunda), salazínico (Ramalina farinacea) y lecanórico (Roccella gracilis), principalmente en una
norstictico (U. glabrata, X. cumberlandia), así como para fuente de amoniaco (orina o amoniaco puro) y esperar
Compuesto liquénico
Especie Distribución en Michoacán Color
responsable del color
Urceolaria scruposa
Ácido lecanórico (Brodo et
(Diploschistes scruposus Sistema Volcánico Transversal ni
al. 2001)
Mairet 2007)
Parmelia caperata (Flavoparmelia Sistema Volcánico Transver- Café, limón-naranja, amarillo
ni
caperata Mairet 2007) sal, Altiplanicie (Mairet 2007)
Lasallia pustulata (Wisniak Ácido girofórico (Brodo et al.
Sistema Volcánico Transversal ni
2004) 2001)
Pannaria rubiginosa (Cedano Naranja (Cedano y Villaseñor
Sistema Volcánico Transversal ni
y Villaseñor 2006) 2006)
Ramalina farinacea (Mairet Ácido salazínico (Brodo et
Sistema Volcánico Transversal ni
2007) al. 2001)
Rocella babingtonii Combinación de los colores
(R. gracilis Rhichardson 1988, Orcina (Cedano y Villaseñor púrpura, rosa, lila, fucsia, rojo
Gómez-Peralta et al. 1994, Llanura Costera 2006); ácido lecanórico (Bro- (Cedano y Villaseñor 2006);
Brodo 2001, Cedano y Villa- do et al. 2001) morado intenso, beige inten-
señor 2006) so (Gómez-Peralta et al. 1994)
Ácido norstictico (Brodo et
Usnea glabrata (Trueba 2009) Sistema Volcánico Transversal Café (Trueba 2009)
al. 2001)
U. rubicunda (Cedano y Villa- Ácido stictico (Brodo et al. Naranja (Cedano y Villaseñor
Sistema Volcánico Transversal
señor 2006) 2001) 2006)
Parmelia conspersa
Sistema Volcánico Transver- Ácido stictico (Brodo et al.
(Xanthoparmelia conspersa ni
sal, Altiplanicie 2001)
Mairet 2007)
Xanthoparmelia cumberlandia
Ácido stictico y norstictico Amarillo-naranja (Estrada y
(Estrada-Torres y Aroche Sistema Volcánico Transversal
(Brodo et al. 2001) Arroche 1987)
1987)
Xanthoria elegans (Bohman
Sistema Volcánico Transversal Xanthorina (Bohman 1969) Naranja (Bohman 1969)
1969)
Los nombres de las especies se indican como se reportaron en la literatura (los nombres modificados aparecen entre paréntesis).
NI: no identificado.
Gómez-Peralta, M. y M. Ruíz-Contreras. 2019. Líquenes con potencial tintóreo. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de
Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 153-154.
varias semanas hasta que se produzca el color. Los pansa, utilizado en el teñido de textiles en la costa
colores que se obtienen son rojos y púrpuras, o cafés si michoacana, ya que entre la gama de colores que se
se exponen a la luz (Brodo et al. 2001). obtienen se encuentra el color púrpura.
La referencia más antigua del uso tintóreo de los Con la finalidad de evitar un impacto negativo en
líquenes aparece en la Biblia: “De lino fino bordado de las poblaciones de R. gracilis, susceptibles de ser utiliza-
Egipto era tu vela para que te sirviera de distintivo; das, es necesario realizar estudios demográficos de esta
de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón” especie para determinar la viabilidad de su uso tintóreo.
(Ezekiel 27:7). Se cree que el pasaje hace referencia a
alguna de las islas del Mediterráneo oriental o del mar
Egeo, en donde Roccella tinctoria es abundante (Wis- REFERENCIAS
niak 2004). Álvarez, I.L., Guzmán-Dávalos y G. Guzmán. 1988. Líquenes.
En América del Norte los pueblos aborígenes de Su distribución e importancia en Jalisco. Tiempos de Cien-
cia. Revista de Difusión Científica de la Universidad de
Nuevo México utilizaban colorantes obtenidos de líque- Guadalajara, México, pp. 35-38.
nes para la elaboración de mantas, trajes, y en general Bohman, G. 1969. Chemical studies on lichens: anthraquiones
para confeccionar su indumentaria e incluso como pin- from the lichen Lasallia papulosa var. rubiginosa and the
tura corporal (Brodo et al. 2001). fungus Valsaria rubricosa. Acta Chemica Scandinavica
Castello (1988) incluye a los líquenes entre los 23:2241-2244.
Brodo, I.M., S. Duran-Sharnoff y S. Sharnoff. 2001. Lichens of
colorantes naturales empleados por algunos grupos North America. Yale University Press, New Haven y Lon-
étnicos de México, siendo los más usados las barbas de dres.
viejo (Usnea spp.) y la orchilla (R. tinctoria) de la penín- Castello I., T. 1988. Colorantes naturales de México. Industrias
sula de Baja California. En este mismo sentido, Álvarez Resistol, C.A., México.
et al. (1988) mencionan que R. tinctoria fue objeto de Cedano, M.M. y L. Villaseñor. 2006. Colorantes orgánicos de
hongos y líquenes. Scientia 8:141-161.
gran explotación en la península de Baja California, y Estrada-Torres, A. y R.M. Aroche. 1987. Acervo etnomi-
en el Estado de México se tiene conocimiento del uso cológico en tres localidades del municipio de Acambay
de Xanthoparmelia cumberlandia o pellejo de las pie- del Estado de México. Revista Mexicana de Micología
dras, con el que se tiñe la fibra del ixtle (Estrada-Torres 3:109-131.
y Aroche 1987). Gómez-Peralta, M., P. Silva S. y F. Hernández V. 1994. Diseño
de una técnica para la obtención de un colorante natural
En el estado no se cuenta con referencias del uso a partir de Roccella babingtoni Mont. Memorias del v
de los líquenes como tintóreos, aunque de acuerdo con Congreso Nacional de Micología. Sociedad Mexicana de
la literatura consultada se tienen 11 especies con ese Micología y Universidad de Guanajuato, México.
potencial (cuadro 1; Bohman 1969, Estrada y Aroche Mairet, E.M. 2007. The lichen dyes. En: Vegetable dyes being
1987, Richardson 1988, Gómez-Peralta et al. 1994, a book of recipes and other information useful to the dyer.
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Brodo et al. 2001, Wisniak 2004, Cedano y Villaseñor dres, pp. 15-19.
2006, Mairet 2007, Trueba 2009). Richardson, D.H. 1988. Medicinal and other economic
Se ha sugerido que Roccella gracilis (R. babingtonii), aspects of lichens. En: Handbook of lichenology, Vol. iii.
presente en la región de la costa, es una fuente poten- M. Galun (ed.). crc Press, Inc. Boca Ratón, Florida,
cial para obtener un colorante natural que alcanza pp. 106-107.
Trueba S., S. 2009. Plantas tintóreas utilizadas en artesanías
desde el color beige hasta el morado intenso textiles de lana de Soledad Atzompa, Veracruz. Consejo
(Gómez-Peralta et al. 1994, Cedano y Villaseñor 2006). Veracruzano de Arte Popular, Veracruz.
Esta especie podría ser utilizada para la obtención de Wisniak, J. 2004. Dyes from antiquity to synthesis. Indian Jour-
tintes similares a los que produce el caracol Plicopurpura nal of History of Science 39(1):75-100.
Dentro de las experiencias en el uso de organismos En la entidad existen dos casos en los que se han
indicadores de contaminación atmosférica, los líquenes utilizado líquenes como indicadores de calidad del aire.
cortícolas (que crecen sobre cortezas de árboles) se El primero se realizó en el campo geotérmico Los Azu-
catalogan como los mejores indicadores biológicos fres, en el Sistema Volcánico Transversal, en los munici-
(Gómez-Peralta y Gómez-Reyes 2007). pios de Zinapécuaro e Hidalgo, como parte de un
Su extenso uso como biondicadores se debe a que convenio entre la cfe y la umsnh, y tuvo como objetivo
son de distribución amplia y a que son organismos determinar el impacto del vapor geotérmico sobre los
perennes, por lo que permanecen expuestos a los con- líquenes cercanos a pozos en evaluación (en los que el
taminantes por largos periodos de tiempo; además, ya vapor se vertía directamente a la atmósfera).
que no poseen cutícula protectora absorben nutrimen- Se determinaron las especies sensibles (las que
tos y contaminantes en gran parte de su superficie; se ha mostraron síntomas como clorosis o blanqueo, cambios
reconocido al dióxido de azufre como el contaminante de coloración, desintegración del talo, pérdida de adhe-
principal que influencia el crecimiento, distribución y rencia al sustrato y muerte o necrosis), las especies
salud de estos organismos (Hawksworth et al. 2005). resistentes (las que no muestran ningún síntoma; cuadro
Otra de las razones de su uso es que además de que son 1) y las que desaparecen del sitio (especies de los géne-
longevos y pueden ser muestreados durante todo el año ros Leptogium, Sticta y Peltigera). Diez años después se
(Hawksworth et al. 2005), los métodos de estudio son visitaron los mismos sitios cuando los pozos estaban en
accesibles y económicamente bajos (Espitia-Cabrera y producción (cuando no hay emisiones de vapor o si las
Gómez-Peralta 1998). hay el vapor es tratado para eliminar los agentes conta-
Desde hace más de un siglo en diferentes partes minantes), y se registró la recolonización de las espe-
del mundo han sido utilizados como bioindicadores en cies de líquenes que habían desaparecido en las etapas
zonas urbanas e industriales. Nylander (1866) sugirió de evaluación geotérmica (Gómez-Peralta y Chá-
que la ausencia de líquenes en los jardines de Luxem- vez-Carmona 1995).
burgo era causada por la contaminación del aire, a par- El segundo estudio se realizó en la ciudad de
tir de entonces, tomando como base las frecuencias de Morelia. El objetivo fue utilizar a los líquenes y musgos
los líquenes cortícolas, se han desarrollado sistemas que crecen sobre cortezas de árboles de algunas aveni-
de monitoreo que establecen índices o escalas de das de la ciudad (Madero oriente y poniente, Cameli-
pureza atmosférica (Skye 1968, Hawksworth y Rose nas, Héroes de Nocupétaro), así como en carreteras del
1970, Le Blanc y De Sloover 1970, De Wit 1976, Loppi área suburbana (caminos Santa María-Jesús del Monte y
y Nascimbene 1998, Kumer et al. 1991, Santoni y Lijte- La Mintzita-Cointzio, y carretera Morelia-Ciudad Indus-
roff 2006). Otros autores se han basado en la abundan- trial), como indicadores de la calidad del aire
cia de líquenes, presencia de síntomas de contaminación (Gómez-Peralta 2008). En la mayoría de las avenidas se
(Orsi y Glenn 1991) y valores de diversidad liquénica encontró que la frecuencia y cobertura de líquenes dis-
(Loppi et al. 2002), y concluyen que una mayor abun- minuye con la presencia de vías de comunicación e
dancia y una alta diversidad de estos organismos indi- industrias. Los líquenes presentaron síntomas de conta-
can buena calidad del aire. minación como: clorosis, crecimiento detenido, dese-
En una zona aledaña a la Ciudad de México se cación, cambios de coloración y erosión de la superficie
utilizaron líquenes como indicadores de la contamina- superior del liquen (este síntoma registrado en algunos
ción ambiental por plomo (Cantoral 1986). Asimismo, ejemplares de Morelia como Punctelia perreticulata no
se ha relacionado la estructura y diversidad de las se ha reportado en la literatura); esos síntomas aumen-
comunidades liquénicas con la contaminación del aire taron en los líquenes de las cercanías de cruces de via-
en dos parques nacionales de la misma Ciudad de lidades e industrias. Con los datos de frecuencia de las
México, encontrando menores porcentajes de cober- poblaciones de líquenes se determinó el índice de
tura y diversidad de este grupo en el área cercana a la pureza atmosférica (ipa) y se elaboró un mapa de cali-
ciudad (Zambrano-García et al. 2000). dad del aire para la ciudad de Morelia.
Gómez-Peralta, M. y M.R. Gregorio-Cipriano. 2019. Líquenes indicadores de calidad del aire. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 155-157.
Flavoparmelia caperata R R
Lecanora sp. R R
Lecidea sp. R R
Pertusaria sp. R
Physcia biziana R
s:sensible, r: resistente. *Los síntomas indicados corresponden a la especie que fue registrada como sensible.
Fuente: Gómez-Peralta y Chávez-Carmona 1995, Gómez-Peralta 2008.
Figura 2. Canoparmelia crozalsiana con cambio de Figura 3. Physcia biziana, especie resistente a la
coloración, especie sensible a la contaminación ambiental. contaminación ambiental. Foto: María del Rosario Gregorio
Foto: Eloísa Prado Banda. Cipriano.
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Figura 2. Usnea sp. Los integrantes de ese género son líquenes fruticosos (en forma de pequeños arbustos) de color gris claro o
blancuzco, crecen generalmente sobre cortezas de árboles en hábitats bien conservados y se trata de las especies más
utilizadas en la medicina tradicional en el mundo. Foto: María del Rosario Gregorio Cipriano.
sustancias liquénicas con antibióticos de uso común. cán para determinar el verdadero potencial de los
Agboke y Esimone (2011) lograron incrementar el líquenes como fuentes de sustancias antibióticas, y así
espectro de acción de la ampicilina al combinarla con enfocarse a la producción de estas sustancias de manera
sustancias obtenidas del liquen Ramalina farinacea. comercial, aprovechando los avances tecnológicos con
En Michoacán, al igual que en todo México, los los que se cuenta hoy en día.
estudios para determinar las propiedades antibióticas Algunas especies de líquenes (Cetralia islandica,
de las sustancias liquénicas no existen. No obstante, Usnea sp., Parmotrema perlatum) o sus extractos (ácido
con las investigaciones que se han hecho en otros paí- úsnico) son la base o forman parte de los componentes
ses se puede tener una idea del alto potencial que se de diversos productos utilizados en medicina, perfume-
tiene en el estado. ría o cosmética y que se comercializan sobre todo en el
De acuerdo con los estudios revisados se han mercado europeo, y en menor medida en algunos paí-
reportado 109 especies de líquenes con propiedades ses asiáticos (China, India) y Estados Unidos de América
antibióticas alrededor del mundo, de las cuales 48 han (Illana-Esteban 2012). Entre estos productos se encuen-
sido registradas en México en distintos trabajos florísti- tran: pastillas contra la tos o antiinflamatorios, cremas
cos (Brizuela y Guzmán 1971, Dávalos de Guzmán et para tratar infecciones vaginales, cremas de belleza,
al. 1972, González de la Rosa y Guzmán 1976, Nash champús para el cabello, pasta dentífrica (dental),
et al. 2002, 2004, 2007). En Michoacán se presentan 24 enjuagues bucales, desodorantes y hasta suplementos
especies de líquenes que contienen sustancias activas nutricionales (Brodo et al. 2001, Illana-Esteban 2012).
contra 13 bacterias diferentes (cuadro 1). Esta cifra Esto demuestra que la utilización de productos farma-
representa 6% del total de especies presentes en el céuticos a base de líquenes es algo factible y puede
estado, por lo tanto, existe la necesidad de realizar estu- aportar importantes beneficios, tanto a la medicina
dios que incluyan más especies distribuidas en Michoa- como a la economía estatal y nacional.
Cuadro 1. Líquenes con propiedades antibióticas. Se muestran también los nombres de las especies de bacterias que son
susceptibles a su acción antimicrobiana.
NM: No se mencionan. Bacterias susceptibles: Alcaligenes faecalis (1), Bacillus cereus (2), Bacillus subtilis (3), Bacillus mycoides (4), Bacillus
vulgatus (5), Enterobacter cloacae (6), Enterococcus faecalis (7), Escherichia coli (8), Klebsiella pneumoniae (9), Micrococcus lysodeikticus (10),
Proteus vulgaris (11), Pseudomonas aeruginosa (12), Staphylococcus aureus (13).
Fuente: elaboración propia.
REFERENCIAS
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DESCRIPCIÓN
FASE FASE
GAMETOFÍTICA ESPOROFÍTICA
Figura 1. Ciclo de vida diplobionte presente en musgos, hepáticas y antocerotes. De arriba hacia abajo se muestran las fases
gametofíticas y esporofíticas de un antocerote, un musgo y una hepática foliosa. Fotos: Deneb García-Avila.
Tracheophyta
Anthocerotophyta
Bryophyta
Marchantiophyta
Charophyta
Figura 2. Posición filogenética de Marchantiophyta (hepáticas), Bryophyta (musgos) y Anthocerotophyta (antocerotes) en las
plantas verdes. Fuente: filogenia resumen elaborada a partir de los resultados de Qiu et al. 2006. Fotos: Deneb García-Ávila y
para Charophyta de Gustavo Alberto Montejano Zurita/Banco de Imágenes conabio.
a b c
Figura 1. Diversidad de hepáticas: a) talosa compleja, b) talosa simple, c) foliosa. Fotos: Deneb García-Avila.
a b
Figura 2. a) Copas de dispersión de la hepática talosa Marchantia polymorpha que crece sobre suelo, b) otra M. polymorpha
que crece en el lecho de un arroyo. Fotos: Deneb García-Avila.
Pelliales* Pelliaceae*
Pelliidae
Fossombroniales 3 5
Pallavicinales 2 5
Metzgeriidae Pleuroziales Pleuroziaceae
Metzgeriales* 4 (Metzgeriaceae*)
3
7 (Frullaniaceae*, Lejeuneaceae,
Porellales*
Jungermaniopsida Porellaceae, Radulaceae)
(talosas simples y
foliosas) Ptilidiales 1 3
35 (Cephaloziaceae*,
Cephaloziellaceae, Jamesoniellaceae,
Jungermanniidae
Scapaniaceae, Acrobolbaceae,
Arnelliaceae, Gymnomitriaceae,
Jungermanniales* 4 Jungermanniaceae,
Solenostomataceae,
Herbertaceae, Lepidoziaceae,
Lophocoleaceae, Plagiochilaceae,
Pseudolepicoleaceae)
Cephaloziineae 4 8 13 1
Jungerman-
Jungermannineae 5 5 9
niales
Jungerman- Lophocoleineae 5 6 25 1
nidae Jubulineae 2 12 33
Jungermanniopsida
Porellales Porellineae 1 1 6
Radulineae 1 1 3
Metzgeriidae Metzgeriales 1 1 3 1
Pelliidae Pelliales 1 1 1
Marchantiopsida Marchantiidae Marchantiales 5 5 8
Total 25 40 101 2 1
Fuente: elaboración propia con datos de este estudio y de Fulford y Sharp 1990, Delgadillo-Moya 2003, bases de los herbarios ny, mo, goet y mexu.
25
20
15
Número
10
ae
ae
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Ja
Ce
eu
Ju
So
Ps
Géneros Especies Subespecies Variedades
Figura 3. Diversidad de especies de hepáticas, por familias. Fuente: elaboración propia con datos compilados para este
estudio.
numerosos son Porellales y Jungermanniales. Es necesa- goet. The bryophyte herbarium at Göttingen, Alemania. En:
rio realizar estudios sobre la especificidad de los hospe- <https://www.uni-goettingen.de/de/the-bryophyte-her-
barium-at-g%C3%B6ttingen-goet/157037.html>, última
deros en el caso de las hepáticas foliosas epífitas, ya
consulta: 9 de febrero de 2013.
que se ha visto que una misma especie de foliosa puede mexu. Herbario Nacional. Unidad de Informática para la Bio-
vivir en más de 40 especies de árboles diferentes (Equi- diversidad (unibio). Instituto de Biología, unam. En:
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DESCRIPCIÓN
Los musgos son el grupo hermano de los antocerotes y las plantas vascula-
res (Shaw y Renzaglia 2004, Renzaglia et al. 2007). Se estima que el grupo
se originó hace aproximadamente 380 millones de años (Newton et al.
2009). Es un grupo diverso en su morfología y en las características de sus
gametofitos y esporofitos. El gametofito puede tener un crecimiento erecto,
postrado o colgante (figura 1).
b c
Dentro de los musgos, dependiendo de la posi- pueden distinguir fácilmente de las hepáticas foliosas
ción del esporofito en el gametofito, se reconocen dos por el arreglo de las hojas en el tallo, ya que los musgos
grandes grupos (figura 2): acrocárpicos (el esporofito es suelen tener un arreglo en espiral mientras que las
apical en el tallo principal) y pleurocárpicos (el esporo- hepáticas foliosas no lo presentan (Delgadillo-Moya y
fito es lateral en el tallo principal; Schofield 1985). Cárdenas 1990).
Las características del esporofito son básicas para Los musgos son diversos en cuanto a tamaño y
diferenciar entre clases, órdenes, familias y especies forma: pueden medir desde unos milímetros hasta
(Delgadillo-Moya y Cárdenas 1990, Goffinet et al. 30 cm de largo, aunque son muy pocas las especies que
2009, Delgadillo-Moya 2012). Los musgos, a diferencia alcanzan esas dimensiones (Glime 2007). Se pueden
de las hepáticas, no poseen eláteres en el esporofito, encontrar en diferentes sustratos: suelo, rocas, troncos
pero sí presentan estomas en la cápsula del mismo, de árboles y en materia orgánica en descomposición.
característica que comparten con los antocerotes. Se Algunas especies crecen en zonas inundables o incluso
sumergidas, pero siempre en agua dulce. Se les puede
hallar desde el Ártico hasta las zonas tropicales y áridas
a
(Goffinet et al. 2009, Glime 2007).
DIVERSIDAD
Archidiales* Archidiaceae*
Dicranidae*
13 (Bruchiaceae, Dicranaceae, Ditri-
Dicranales* chaceae, Fissidentaceae, Leucobrya-
ceae, Rhabdoweisiaceae)*
Splachnales* 2 (Splachnaceae)*
v
Bryales* 7 (Bryaceae, Mniaceae)*
Bryopsida Bartramiales* Bartramiaceae*
Bryanae*
Orthotrichales* Orthotrichaceae*
Hedwigiales* 3 (Hedwigiaceae, Helicophyllaceae)*
Rhizogoniales 3
Hypnodendrales* 4 (Racopilaceae)*
Ptychomniales Ptychomniaceae
Hookeriales* 7 (Daltoniaceae, Pilotrichaceae)*
Bryidae*
42 (Amblystegiaceae, Anomodonta-
ceae, Brachytheciaceae, Calliergo-
naceae, Cryphaeaceae, Entodonta-
Hypnanae* ceae, Fabroniaceae, Hylocomiaceae,
Hypnaceae, Lembophyllaceae, Les-
Hypnales* keaceae, Leucodontaceae, Meteoria-
ceae, Neckeraceae, Plagiotheciaceae,
Prionodontaceae, Pterobryaceae,
Pylaisiadelphaceae, Regmatodonta-
ceae, Sematophyllaceae, Stereophy-
llaceae, Thuidiaceae)*
Cuadro 2. Resumen, por órdenes, familias, géneros, especies, subespecies y variedades de musgos.
Sub
Clase Subclase Superorden Órdenes Familias Géneros Especies Variedades
especies
Andreaeopsida Andreaeales 1 1 1
Polytrichopsida Polytrichales 1 4 8 1
Archidiales 1 1 5
Dicranales 7 20 48 1 2
Dicranidae
Grimmiales 2 4 10
Pottiales 2 30 54 15
Encalyptales 1 1 1
Funariidae
Funariales 1 2 6 2
Bartramiales 1 6 17 1
Bryopsida
Bryales 2 9 41
Bryanae Hedwigiales 2 4 5
Orthotrichales 1 5 17 2 1
Bryidae
Splachnales 1 1 1
Hookeriales 2 2 5
Hypnanae Hypnodendrales 1 1 1
Hypnales 22 64 108 13
Total 48 155 328 4 34
Fuente: elaboración propia con datos de Sharp et al. 1994, Delgadillo-Moya 2003, Goffinet et al. 2009.
Fuente: elaboración propia con datos recabados para este trabajo y de Sharp et al. 1994,
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Cuadro 1. Musgos que se colectan para su comercialización dentro y fuera del estado.
Nombre común
Especie
Oriente Michoacán Sur de Morelia
Braunia sp. Cáscara o flor de piedra
Bryum procerum Pashle Gusano
Hypnum amabile Pashle Plumilla
Mironia ehrenbergiana Pashle Gusano
Thuidium delicatulum var. delicatulum Pashle Palmilla
Fuente: elaboración propia con datos de Gómez-Peralta y Wolf 2001, Gómez-Peralta y Angón-Torres 2004.
APROVECHAMIENTO EN EL ORIENTE
Este aprovechamiento fue documentado en 1996 Para expandirlo se acomoda en pacas (figuras 3 y 4) de
(Gómez-Peralta 1998, Gómez-Peralta y Wolf 2001) y 0.05m3 y 7.84 kg (218.96 kg en promedio al día y
realizado de noviembre a diciembre por un grupo de 10 285.7 m3 en promedio por temporada), que se transpor-
a 15 personas, originarios del ejido La Mesa, municipio tan a la Central de Abastos de la Ciudad de México para
San José del Rincón (en el Estado de México), en los su venta a un precio de seis pesos cada una (figura 5).
municipios de Angangueo, Ocampo, Senguio, Tlalpu-
jahua (en Michoacán) e incluso en San Felipe del Pro-
greso (Estado de México). Los sitios en Michoacán están
ubicados en la provincia del Sistema Volcánico Trans-
versal y presentaban matorral de ciprés (Juniperus
monticola), bosque de oyamel (Abies religiosa) y bosque
de oyamel-pino (Abies religiosa-Pinus pseudostrobus), en
altitudes que van de los 3 180 a los 3 382 msnm, con
pendientes de 3° a 27°. Se colectaron los musgos del
suelo en manchones de 67.11 cm2 en promedio, el por-
centaje de extracción por sitio fue menor al 10% con
respecto a una hectárea (figura 2).
El musgo es más cotizado si se incluye a la herbá-
cea conocida como centavito u ombliguito (Sibthorpia
repens), debido tal vez a que los compradores aprecian Figura 3. Niño cargando pacas de musgo en campo.
la presencia de otro elemento del bosque entre el musgo. Foto: Marlene Gómez Peralta.
Figura 2. Manchón de extracción de musgo. Foto: Zirahuén Figura 4. Pacas de musgo después del aprovechamiento de
Ortega Varela. un sitio. Foto: Marlene Gómez Peralta.
APROVECHAMIENTO
EN EL SUR DE MORELIA
Figura 7. Puesto de musgos en el mercado Independencia de
Este aprovechamiento fue documentado por Gómez- Morelia. Foto: Marlene Gómez Peralta.
Peralta y Angón-Torres (2004). La recolección se realiza
en localidades del municipio de Morelia y Villa Madero
(Sistema Volcánico Transversal), en bosques de pino CONCLUSIONES
(Pinus) y de pino-encino (Pinus-Quercus), con elemen-
tos del bosque mesófilo de montaña, en altitudes que Es necesario tomar medidas legales para evitar la sobre-
van de los 1 865 a los 2 240 msnm y con pendientes explotación de los bosques templados, debido a la
desde los 6° a los 35°. importancia ecológica de los musgos que ahí se distri-
Se aprovechan cinco especies que crecen sobre el buyen. El primer paso es implementar y dar seguimiento
suelo y sobre rocas (cuadro 1). En esta actividad partici- a la vigilancia de los aprovechamientos por parte de las
pan unas 30 familias, tanto de localidades del munici- dependencias encargadas.
pio de Morelia como de San Miguel y Jesús del Monte, En este sentido es importante que se realice una
y de caseríos cercanos a esas localidades, y consiste en revisión y modificación de la norma oficial que regula
retirar capas de musgo del suelo o rocas y colocarlas en el aprovechamiento. Al respecto, en 2012 se participó,
mantas o costales. El volumen calculado por manta o junto con investigadoras de distintas universidades y
costal es de 0.378 m3. La actividad dura 20 días, entre organizaciones civiles, en el envío de propuestas de
los meses de noviembre y diciembre. Las familias que manejo al Comité Consultivo Nacional de Normaliza-
cuentan con transporte propio extraen de 20 a 25 cos- ción de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con
tales al día, y las que no, extraen de dos a tres (figura 6). motivo de la expedición del Proyecto de Norma Oficial
Los centros de comercialización son los mercados de Mexicana proy-nom-005-semarnat-2012. En él se esta-
Morelia (figura 7), en donde se entregan a los revende- blecen los criterios para realizar el aprovechamiento
dores a un precio de 100 pesos el costal. sustentable de los recursos forestales no maderables.
Las propuestas relacionadas con el aprovecha- Hallingbäck, T. y N. Hodgetts. 2000. Mosses, liverworts, and
miento del musgo fueron: hornworts. Status survey and conservation. Action plan
for bryophytes. iucn/ssc Bryophyte Specialist Group,
• Incluir la regulación para todas las especies
Suiza y Reino Unido.
que se aprovechan en México, ya que la inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografia. 2003.
norma sólo habla de las especies del género Anuario Estadístico Michoacán de Ocampo. Permisos
Polytrichum otorgados y volumen de aprovechamiento forestal no
• Reducir las dimensiones y el porcentaje de maderable. En: <www.inegi.org.mx/est/contenidos/
espanol/sistemas/aee05/.../c16_12.xls>, última consulta:
extracción por sitio, cuando menos a la mitad,
21 de febrero de 2014.
ya que los que propone la norma (dos metros . 2004. Anuario Estadístico Michoacán de Ocampo. Per-
de ancho como máximo y porcentaje de misos otorgados y volumen de aprovechamiento forestal
aprovechamiento por sitio de 50%) son exce- no maderable. <www.inegi.org.mx/est/contenidos/
sivos espanol/sistemas/aee05/.../c16_12.xls>, última consulta: 5
de febrero de 2014.
• Incluir en la prevención de impactos negati- . 2010. Sistema para la consulta del Anuario Estadístico de
vos: evitar llevarse, entre el musgo, semillas y Michoacán. Permisos otorgados y volumen de aprove-
plántulas de especies forestales chamiento forestal no maderable. En: <www.inegi.org.
• Prohibir la extracción en pendientes mayores mx/est/contenidos/espanol/sistemas/.../mich/c16_13.xls>,
a 20°, ya que los suelos con esas pendientes última consulta: 5 de febrero de 2014.
. 2011. Sistema para la consulta del Anuario Estadístico de
son susceptibles a la erosión
Michoacán. Permisos otorgados y volumen de aprove-
chamiento forestal no maderable. En: <www.inegi.org.
Hasta la fecha no se ha publicado la norma pro- mx/est/contenidos/espanol/sistemas/.../mich/c16_14.xls>,
puesta para el aprovechamiento de los recursos foresta- última consulta: 21 febrero de 2014.
les no maderables, por lo tanto, no se sabe si las semarnat. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales
y Pesca. 1996. Norma Oficial Mexicana nom-011-
sugerencias al proyecto, para el caso de los musgos,
semarnat-1996. Que establece los procedimientos, crite-
serán contempladas. rios y especificaciones para realizar el aprovechamiento,
transporte y almacenamiento de musgo, heno y doradilla.
Publicado el 23 de abril de 2003 en el dof. Última
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forestales no maderables aprovechados en Morelia. suma / semarnat, México.
umsnh /uach, México.
Los musgos y hepáticas se encuentran entre los organis- urbana y suburbana de la ciudad. En dicho estudio las
mos vegetales más sensibles a los cambios en el especies Fabronia ciliaris var. polycarpa y Bryum
ambiente, ya que debido a la carencia de un sistema argenteum fueron las más frecuentes y presentaron clo-
vascular, obtienen los nutrimentos directo del sustrato o rosis, es decir, blanqueo relacionado con contamina-
de la humedad ambiental; son perennes y de lento cre- ción atmosférica por dióxido de azufre (Gilbert 1968,
cimiento (Govindapyari et al. 2010, Chakrabortty y Govindapyari et al. 2010) y desecación, sobre todo en
Paraktar 2006). las cercanías al cruce de vialidades e industrias. En la
Han sido utilizados como indicadores de tipos de mayoría de los sitios de estudio se encontró una rela-
bosques, ya que hay especies características de bos- ción inversamente proporcional entre las frecuencias y
ques viejos y de sitios conservados (Hallingbäck y Hod- coberturas registradas con el tránsito vehicular y la pre-
getts 2000, Glime 2007). sencia de industrias.
En el suelo indican la presencia de minerales, con- Por su parte, Prado-Banda (2009) registró siete
diciones de acidez, drenaje y altos niveles de nitrógeno, especies de musgos y una hepática (Frullania sp.) pre-
ya que participan en la fijación de ese elemento. En sentes en el arbolado de la ciudad. Los musgos, Fabronia
asociación con cianobacterias (Jun y Rozé 2005, Glime ciliaris var. polycarpa y Bryum argenteum, registraron
2007) y por su carácter de colonizadores son útiles para las mayores frecuencias y se propusieron como espe-
el control de la erosión y para determinar los regímenes cies resistentes a condiciones de contaminación
climáticos e hidrológicos históricos, eso se logra anali- ambiental, el resto de las especies obtuvieron frecuen-
zando la composición de las comunidades (Glime cias muy bajas (en orden decreciente: Frullania sp.,
2007). También son indicadores de contaminación Platygyriella pringlei, Leskea angustata, Bryum erythroloma)
atmosférica y de la calidad del agua, además de utili- y todas, con excepción de la hepática Frullania sp.,
zarse en el tratamiento de residuos tóxicos en efluentes mostraron clorosis.
industriales (Gilbert 1968, Daly 1970, Genoni et al. Aunque en general ambos grupos han sido poco
2000, Fernández y Carballeira 2001, Jun y Rozé 2005, estudiados en México y en Michoacán, en otros países
Vukojević et al. 2006, Glime 2007, Dymytrova 2009, existen gran cantidad de trabajos teniendo en cuenta su
Govindapyari et al. 2010, Blagnyté y Paliulis 2010, Har- uso como indicadores ambientales, sobre todo de con-
mens 2010, Čučulović et al. 2011). taminación atmosférica.
En México son pocos los trabajos al respecto, De las briofitas registradas para la entidad, de
Árciga-Pedraza (2010) evaluó la depositación de nitró- acuerdo con los listados correspondientes a estos gru-
geno atmosférico proveniente de la Ciudad de México en pos incluidos en esta obra, tres géneros y 14 especies
individuos de las especies Leptodontium pungens y de musgos, así como un género y una especie de hepá-
Braunia secunda, y propone a esta última como indicador tica, han sido registrados en estudios realizados en
adecuado para detectar la contaminación atmosférica. otros países como indicadores ambientales (cuadro 1).
En la entidad sólo se han realizado dos estudios Por lo anterior, es de considerar la importancia de
sobre la respuesta de musgos y hepáticas ante condi- estos organismos como indicadores de calidad ambien-
ciones de antropización. En Morelia, Gómez-Peralta y tal y es necesario profundizar en la investigación de
Gómez-Reyes (2007) registraron síntomas de contami- estos grupos como sujetos de estudio para el monitoreo
nación en líquenes y musgos que se desarrollan sobre de los cambios en el ambiente, sobre todo en la conta-
las cortezas del arbolado, en función del tránsito vehi- minación atmosférica y el cambio climático, aspectos
cular y la presencia de industrias registrados en el área que hoy son relevantes.
Gómez-Peralta, M. y V. Cortés-Hernández. 2019. Musgos y hepáticas como indicadores de calidad ambiental. En: La
biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 185-187.
Cuadro 1. Musgos y hepáticas presentes en la entidad que han sido utilizados como indicadores de calidad ambiental.
Contaminación atmosférica en
Hepáticas
general y de dióxido de azufre Gilbert 1968, Glime 2007, Govindapyari
Marchantiaceae Marchantia polymorpha*
y lluvia ácida; metales pesados, et al. 2010
plomo, cobre y zinc
Se ha estimado que esta división tuvo su origen hace 300 millones de años
(Villarreal y Renner 2013). Los antocerotes son el grupo hermano de las
plantas vasculares y es el menos diverso de los tres grupos de briofitas (Ren-
zaglia et al. 2007).
Sus talos y esporofitos son diferentes a los de las hepáticas talosas.
Tienen características distintivas: su gametofito es un talo que puede ser
muy delgado, ligeramente esponjoso, liso o en forma de roseta. Las células
del talo son muy grandes y normalmente sólo tienen un cloroplasto por
célula. Algunos géneros presentan cavidades llenas de mucílago (sustancia
espesa y viscosa) y pueden estar en asociación con bacterias del género
Nostoc. Estas agrupaciones pueden distinguirse de manera fácil dado que
se observan como puntos negros en el talo (Renzaglia et al. 2009).
Los anteridios se desarrollan en cámaras anteridiales sumergidas en el
talo. El esporofito, al igual que en el resto de las briofitas, tiene tres partes
principales: la porción basal o pie es la sección que une el esporofito con el
gametofito, el involucro que rodea la base del esporofito, y la parte más
conspicua es la cápsula (figura 1).
Esporofito
Involucro
Gametofito
Figura 2. Esporas y pseudoeláteres de un antocerote indicando la marca trilete de la espora, la ornamentación, así como las
estructuras denominadas pseudoeláteres. Foto: Deneb García-Avila.
Anthoceros*, Folioceros,
Anthocerotidae Antocerotales Anthocerotaceae
Sphaerosporoceros
Nothotylas, Phaeoceros,
Notothylatidae Notothyladales Notothyladaceae Notothyladoideae Paraphymatoceros,
Hattorioceros, Mesoceros
Anthocerotopsida
Phymatocerales Phymatocerotaceae Phymatoceros
Dendroceros, Megaceros*,
Dendrocerotidae Dendrocerotoideae
Dendrocerotales Dendrocerotaceae Nothoceros
Phaeomegacerotoideae Phaeomegaceros
Fuente. elaboración propia con datos de las bases de datos de mexu y ny.
DESCRIPCIÓN
1Los helechos afines, o plantas afines, son un grupo primitivo de plantas vasculares; se
Silva-Sáenz, P. 2019. Helechos y
plantas afines (Pteridophyta). En: La dice son las primeras que invadieron el ambiente terrestre, que se reproducen por
biodiversidad en Michoacán. Estudio esporas y que se pueden ubicar en la escala evolutiva entre los musgos y las plantas
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, con semillas. Han existido en el planeta desde el periodo devónico, hace 370 millones
pp. 193-201. de años (Prada 2004, Nabors 2006).
a b c d
e f g h
i j k
m n o
q r s t
Figura 1. Diversidad de helechos y plantas afines*. Fotos: Carlos Zavala Álvarez (a-c, f, g, i, o, r-t); Patricia Silva-Sáenz (d, e, h,
j-n, p, q). *La relación de los nombres de las especies se incluye en el cuadro 1.
y una con los helechos verdaderos (Polypodiophyta; Cuadro 2. Géneros con mayor número de especies.
Cronquist 1986). Sin embargo, en estudios recientes
para establecer los orígenes y relaciones entre los gru-
Género Especies Infraespecies Total
pos, basados en morfología comparada y datos molecu-
lares, las plantas vasculares se separan en: Lycophytas, Asplenium 23 3 variedades 25
que incluyen a las pteridofitas más antiguas con hojas y
Elaphoglossum 23 1 variedad 24
con una sola nervadura (micrófilas) como los licopodios
y doradillas (Selaginella) que son menos de 1% de las Polypodium 15 2 variedades 17
plantas vasculares vivientes (figuras 1a, h, j, k; cuadro Selaginella 15 15
1); y las Euphyllophytas, que presentan hojas megáfilas
Pleopeltis 14 3 variedades 17
(con más de una nervadura) o que las perdieron.
Las Euphyllophytas comprenden dos clados (con- Adiantum 14 14
junto de especies emparentadas): las Monilophytas, es Thelypteris 13 7 variedades 19
decir, los helechos verdaderos (alrededor de nueve mil
Gaga 9 9
especies; figuras 1b-g, i, m-t) y al resto de los afines
(incluyendo la llamada cola de caballo, del género Myriopteris 9 9
Equisetum, figuras 1g, h); el otro grupo son las Esperma- Notholaena 8 1 variedad 9
tophytas, plantas con semilla que se cuentan en 260 mil Dryopteris 8 8
especies (Smith et al. 2006, Imaichi 2008).
Pellaea 8 1 subespecie 8
Anemia 7 3 variedades 9
DIVERSIDAD DE ESPECIES Blechnum 7 9*
De acuerdo con Martínez-Salas y Ramos (2014), la pteri- *Se incluyen dos híbridos.
Fuente: Díaz y Palacios-Ríos 1992, Mickel y Smith 2004, CONABIO
doflora mexicana está compuesta por cerca de 124 géne- 2009, EBUM 2012, inecol 2013, SNIB 2013.
ros que incluyen 1 024 especies y taxa infraespecíficos
(que corresponde a 11% de la riqueza mundial estimada;
Mickel y Smith 2004) lo cual representa 75% de los géne- caducifolia, los matorrales xerófilos y la vegetación
ros reportados para América y 5% de las especies de plan- acuática (Riba 1998, uam 2009).
tas vasculares en el país (Lira y Riba 1993, Riba 1998). Se han registrado especies de pteridofitas en los
Se reportan 186 endémicas de México (18.1% del bosques de pino-encino, de Abies, mesófilo, tropical
total), de las cuales 38 se encuentran en Michoacán y caducifolio, y en menor proporción en malpaís y mato-
no se distinguieron endémicas del estado. Para Michoa- rral subtropical. Habitan principalmente en cañadas
cán existen 71 géneros (57.25% del total nacional), de húmedas, terrenos inundados, laderas de cerros, sobre
los cuales los mejor representados son: Asplenium y rocas, laderas rocosas y a orilla de arroyos, entre otros
Elaphoglossum, con más de 20 especies cada uno (cua- sitios (ebum 2012, Instituto de Ecología, A.C. 2013).
dro 2), el resto de los géneros presentan de una a 15 De las provincias fisiográficas en las que se divide
especies (apéndices 22 y 23). En total se registran 27 el estado, la mayor riqueza de especies se registró en el
familias, con 71 géneros y 331 pteridofitas diferentes Sistema Volcánico Transversal, donde se han reportado
(que incluyen 296 especies, 35 variedades, dos subes- 252 taxa (apéndice 22, cuadro 3).
pecies y tres híbridos), de las cuales 22 pertenecen a
licofitas y 309 a monilofitas (apéndice 22). Cuadro 3. Diversidad de pteridofitas por provincias
fisiográficas.
Municipio Especies
Morelia 129
Zinapécuaro 100
Pátzcuaro 70
Uruapan 59
Salvador Escalante 56
Hidalgo 55
Zitácuaro 52
Tancítaro 45
Erongarícuaro 43
Aquila 40
Nuevo Parangaricutiro 39
Contepec 34
Acuitzio, Ario, Huaniqueo y Zacapu 30 cada uno
Tzintzuntzan 29
Nahuatzen, Queréndaro y Los Reyes 27 cada uno
Cherán 26
Angangueo 25
Madero 24
Charo y Quiroga 23 cada uno
Coalcomán de Vázquez Pallares 21
Huiramba, Senguio y Tingambato 20 cada uno
Paracho 19
Coeneo, Epitacio Huerta, Lázaro Cárdenas y Tlalpujahua 16 cada uno
La Huacana 15
Ocampo 14
Chilchota y Jiménez 13 cada uno
Jiquilpan y Maravatío 11
Arteaga, Penjamillo, Tacámbaro y Tarímbaro 10 cada uno
Tuxpan 9
Charapan 8
Aguililla 7
Coahuayana, Cotija, Lagunillas, Nuevo Urecho y Ziracuaretiro 6 cada uno
Puruándiro y Tzitzio 5 cada uno
Zamora, Taretan, Huandacareo y Gabriel Zamora 4 cada uno
La Piedad, Jungapeo y Cuitzeo 3 cada uno
Tlazazalca, Tangancícuaro, Susupuato, Indaparapeo, Huetamo, Chucándiro, Buenavista, Aporo y Apatzingán 2 cada uno
Zináparo, Tumbascatío, Sahuayo, Cojumatlán de Régules, Múgica, Morelos y Chinicuila 1 cada uno
Fuente: Díaz y Palacios-Ríos 1992, Mickel y Smith 2004, conabio 2009, ebum 2012, Instituto de Ecología, A.C. 2013, snib 2013.
Fuente: Silva-Sáenz 1996 y observación directa en mercados de las ciudades de Morelia y Pátzcuaro, de la comunidad de Cherán y de la
localidad de Capácuaro, municipio de Uruapan.
Osmunda (figura 1s), Botrychium, Ctenitis, Cheiloplecton, lo anterior, las esporas que germinan son presa fácil de
Anemia, Ophioglossum, Masillea, Azolla, Onocleopsis, los depredadores.
Hypolepis, Lygodium y Pellaea (figura 1t), debido al También debe considerarse que la sobrevivencia
escaso conocimiento del grupo; por ello, es necesario de las especies está ligada a los daños que sufre su hábi-
investigar sus poblaciones para definir si también se tat, tales como: cambio de uso del suelo (impulsado por
incluyen en la norma de protección. la expansión de la frontera agropecuaria y urbana),
deforestación, pérdida de vegetación, crecimiento
demográfico, construcción de infraestructura (carrete-
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN ras, redes eléctricas y represas), introducción de espe-
cies invasoras, incendios forestales, sobreexplotación
La sobrevivencia de una especie depende de su capaci- de los recursos naturales, aprovechamiento ilegal y,
dad de adaptación a diversos ambientes, incluyendo la más recientemente, cambio climático global, siendo
posibilidad de reproducción. En este sentido, las pterido- este último (ahora y en el futuro) uno de los factores de
fitas están en desventaja con las demás plantas vascula- presión más importantes para la persistencia de los eco-
res ya que carecen de una fase de vida latente, porque sistemas y sus especies, incluyendo a las pteridofitas.
no producen semillas. Si bien la espora es el elemento de Se prevé que los efectos del cambio climático pro-
resistencia en su ciclo de vida, por lo menos en la gran vocarán alteraciones en la distribución de muchas espe-
mayoría de las especies, en el momento en que la espora cies de plantas y animales, a una tasa que, en muchos
germina deja de ser elemento de resistencia para conver- casos, superará su capacidad de adaptación, lo que las
tirse en la fase más vulnerable del ciclo de vida de estas llevará de forma irremediable a su extinción (semarnat
plantas (uam 2009). 2007). En este contexto las plantas deberán migrar de
Si se toma en consideración que la hoja de un manera sincronizada con el cambio que se perfila y tener
helecho de mediano tamaño puede formar y liberar la suficiente plasticidad genética para sobrevivivir, evolu-
varios millones de esporas, sorprende el hecho de que cionar genéticamente o bien extinguirse (Huntley 1991,
estos organismos no sean abundantes en los ecosiste- Jackson y Overpeck 2000, Jump y Peñuelas 2005).
mas. Esto se debe sobre todo a que de entre las miles
o millones de esporas generadas por una planta, sólo
unas pocas formarán plantas adultas al cabo del tiem- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
po (en algunos años o en unos cuantos casos en algu-
nos meses), ya que no todas son viables o los sitios en Todas las acciones encaminadas a regular el cambio de
los que se depositan no cuentan con las características uso del suelo, evitar la deforestación y la pérdida de la
ideales (luz, humedad) para su germinación. Aunado a vegetación (principalmente en el bosque mesófilo de
Gómez S., G. y M. de la L. Arreguín S. 2004. Clave genérica Pinzón, B., P.J. Argel, R. Montenegro et al. 1990. Control quí-
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DESCRIPCIÓN
Las gimnospermas (del griego gimnos: desnudo y sperma: semilla) junto
con las angiospermas (plantas con flor) difieren de las otras plantas en la
producción de semillas. Están diferenciadas porque sus óvulos y semillas
jóvenes están expuestos al aire, y los granos de polen pueden ser transpor-
tados con facilidad, tanto por el viento como por polinizadores (Cronquist
1986, Madrigal-Sánchez y Chávez 1992, Izco 2004).
Como grupo presentan las siguientes características: 1) traqueidas;1
2) las flores están reducidas a sacos2 que contienen los granos de polen,3 y
los óvulos4 generalmente están dispuestos en estróbilos;5 3) la mayoría pre-
sentan canales resiníferos; 4) en su mayoría son árboles grandes de hoja
perenne; 5) son plantas heterospóricas, es decir, que su ciclo de vida se
caracteriza por producir dos tipos de esporas: las megasporas (femeninas)6
y las microsporas (masculinas; Cronquist 1986, Madrigal-Sánchez y Chávez
1992, Stevenson 1992, Izco 2004).
A diferencia de otras plantas heterospóricas (como algunos helechos),
la reproducción no depende del agua, ya que las partes femeninas de las
plantas con semilla se encuentran de forma permanente sobre la planta y
los granos de polen llegan transportados por el viento, y a veces por polini-
zadores, a los estróbilos femeninos para liberar los anterozoides y realizar
la fecundación. El embrión (la nueva planta) empieza su crecimiento cuando
aún se encuentra sobre la planta madre (el árbol). El óvulo fecundado y
maduro es la semilla y se encuentra envuelto por capas protectoras llama-
das tegumentos (Mertens y Stevenson 1983).
o esporas masculinas.
3Granos de polen: llamados microsporas y dan origen a gametos masculinos.
4Óvulos: técnicamente se nombran megasporangios; son órganos productores de
En: La biodiversidad en Michoacán. eje terminal, alrededor del cual se despliegan hojas reproductivas con una disposi-
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, ción generalmente helicoidal o espiralada.
México, pp. 203-223. 6Megasporas: que dan origen a gametofitos femeninos.
a b c
d e f
Figura 1. Variedad de formas de hojas en las familias de gimnospermas: a) hojas compuestas del chamal (Dioon edule,
Zamiaceae); b) hojas escamosas del enebro (Juniperus flaccida, Cupressaceae) con conos femeninos, en Las Palmitas o Puerto
La Cantera, municipio Tuxpan; c) hojas lanceoladas del olivo (Podocarpus reichei, Podocarpaceae), árbol del atrio de la iglesia
de Tingambato del mismo municipio; d) hojas en forma de aguja (aciculares) de pino u ocote chino (Pinus oocarpa, Pinaceae),
con un cono femenino inmaduro, bosque de pino en la localidad de San Ángel Zurumucapio, municipio de Ziracuaretiro;
e) hojas lineares de oyamel (Abies religiosa, Pinaceae), bosque de oyamel cerca de Llano de La Papas, municipio de
Angangueo; f) hojas lineares de ahuehuete (Taxodium mucronatum, Cupressaceae, de acuerdo con Gernandt y Pérez-de la
Rosa 2014), bosque de galería, carretera Charo-Zurumbeneo, municipio de Charo. Fotos: Philip Jhon Brewster/Banco de
Imágenes conabio (a); Patricia Silva-Sáenz (b, c, e, f); Dagoberto Valentín-Martínez (d).
a b c d
e f g h
i j k l
Figura 2. Algunas especies de pinos michoacanos: a) árbol del ayacahuite o acalocote (Pinus ayacahuite) en bosque de
pino-encino de la cañada El Cinabrio, de La Providencia, municipio de Epitacio Huerta; b) cono femenino; c) ejemplar de pino
lacio u ocote blanco (P. montezumae) en bosque de pino-encino de la localidad El Ranchito, ejido Potrerillos del municipio de
Morelia; d) cono femenino de la misma localidad; e) árbol de pino apárikua u ortiguillo (P. lawsonii) en el bosque de pino-
encino del ejido Túmbisca, municipio de Morelia; f) cono femenino; g) árbol del pino lacio (Pinus devoniana, sinónimo P.
michoacana) en bosque de pino-encino en el rancho La Yerbabuena, municipio de Morelia; h) cono femenino del pino lacio
(Pinus devoniana) en bosque de pino cerca de Túmbisca, municipio de Morelia; i) árbol del pino coyote u ocote (P.
durangensis, sinónimo P. martinezii) en bosque de pino-encino en el rancho Huertitas, municipio de Morelia; j) cono
femenino; k) árbol de pino trompillo u ocote chino (P. oocarpa) en bosque de pino-encino en el rancho La Yerbabuena,
municipio de Morelia; l) cono femenino. Fotos: Xavier Madrigal-Sánchez (a-g, j-l); Patricia Silva-Sáenz (h, i).
a b
Figura 3. a) Hojas del palmiche (Zamia loddigesii), la planta puede medir hasta un metro de altura; b) conos femeninos de
forma cilíndrica a ovoide, miden cerca de 11 cm de largo y 3.5 a 4.5 cm de diámetro. Fotos: Philip Jhon Brewster/Banco de
Imágenes conabio.
Por el hecho de ser principalmente árboles, tienen duela, parquet,12 leña, carbón y durmientes, así como
un importante papel en el desarrollo de estudios bio- para la elaboración de juguetes, artesanías y en la industria
geográficos y son un grupo indicador para la selección del papel (Bermejo y Pontones 1994, Madrigal-Sánchez
de áreas prioritarias de conservación (Rzedowski 1978, 1997, Madrigal-Sánchez et al. 2001, Sánchez-González
1991, Wendt 1993, Ibarra-Manríquez et al. 2002, San- 2008, semarnat 2011).
tiago et al. 2002, Villaseñor 2003, Carranza 2005). Michoacán ocupó el tercer lugar en producción de
En México, la madera de Pinus spp. (el primer lugar madera en 2011, con 8.7% de la producción total del
en producción maderable) se destina para construcción de país (478 535 m3, de los cuales 385 432 fueron de pino,
viviendas, escuadría,8 celulósicos, papel, muebles, puer- 45 228 de oyamel y 3 304 de otras coníferas), y el primer
tas, chapa,9 triplay, postes, pilotes y morillos,10 lambrín,11 lugar en producción de resina con 15 290 t, con las cua-
les aportó 90.2% del total nacional (semarnat 2011). En
la industria forestal la madera de coníferas de mayor
8Escuadría: madera rolliza destinada a la producción de tablas importancia comercial, en México y en el estado
y tablones, vigas, material de empaque y cuadrados para (excepto Picea y Pseudotsuga, géneros que no se distri-
herramienta, principalmente. buyen de manera natural en Michoacán), proviene de
9Chapa: lámina delgada de madera de dimensiones variables
tas y ranuras, se utiliza generalmente para recubrimientos de 12Parquet:productos que tengan (antes de su colocación) una
muros interiores y exteriores. capa superior de madera maciza de al menos 2.5 mm.
Cuadro 3. Continuación.
Cuadro 3. Continuación.
Cuadro 3. Continuación.
Cuadro 3. Continuación.
Cuadro 3. Continuación.
Económica: las especies de Juniperus, aunque son de cortas dimensiones tienen madera fuerte
y durable. Se usan para postes y construcciones rústicas, además de proporcionar protección a
la fauna silvestre (Madrigal-Sánchez 1997). En algunos lugares de la Altiplanicie, en ocasiones
se obtienen del cedro negro o sabino (J. deppeana var. deppeana) postes para cercas o para
Juniperus construcción de viviendas rústicas. La madera del cedro o enebro (J. flaccida var. flaccida) es de
muy buena calidad, por lo que es usada en la fabricación de muebles finos; también resiste la
putrefacción, característica por la que con frecuencia se emplea en la construcción de casas de
madera y los troncos se utilizan como postes (Zamudio y Carranza 1994)
Ecológica: es útil para la restauración de suelos y para el establecimiento de cortinas rompe-
vientos (Madrigal-Sánchez et al. 2001)
Económica: la madera se emplea para hacer tejamaniles, viguetas, jirones, escudría, celulósicos,
postes, pilotes y morillos, leña y carbón, etc., y también para la fabricación de papel. La tremen-
tina de los árboles jóvenes, llamada aceite de abeto, trementina de oyamel o aceite de palo, se
emplea en medicina como bálsamo y en la fabricación de barnices
Abies
Cultural: los bosques donde se localizan los oyameles son apreciados por ser lugares de re-
creación (Martínez 1953, Madrigal-Sánchez 1997, semarnat 2011). Abies religiosa es apreciado
como árbol de navidad. Artesanalmente es usada para fondo y costillas de guitarras clásica y
popular de tipo español (Madrigal-Sánchez et al. 2001); la emplean para hacer muebles y cu-
charas sin ningún decorado, para uso doméstico (Guridi 1980)
Económica: de las especies de pino en el país, 60% tienen importancia comercial y 80% de
los productos forestales se obtienen de los bosques de pino-encino (Ruelas y Dávalos 1999).
En el ámbito local son explotados como leña, para postes, construcción de casas y muebles
(Madrigal-Sánchez et al. 2001). Prácticamente de todas las especies del género Pinus se ob-
tienen productos maderables que se comercializan en forma de madera en rollo, de la cual se
obtiene madera aserrada que es utilizada como cimbra para la construcción, muebles y otros
productos. De las más usadas son: Pinus duranguensis (ocote o pino lacio), P. devoniana (pino
Pinus
lacio), P. maximinoi (pino canís), P. oocarpa (ocote chino), P. montezumae (ocote blanco o
pino de Montezuma) y P. pseudostrobus (pino blanco o cantzimbo). En la producción de ob-
tención de celulosa y papel destacan: P. devoniana y P. pseudostrobus. Para la elaboración de
chapas: P. montezumae, P. pseudostrobus, P. teocote (pino colorado o pino rosillo) y P. pringlei
(ocote o pino rojo; Bermejo y Pontones 1994). Un producto secundario importante es la resina
(se obtiene sobre todo de los pinos duros), que es la materia prima para la elaboración de agua-
rrás y otros productos
Cuadro 4. Continuación.
Esta industria en Michoacán constituye una importante fuente de ingresos y son especies re-
sinosas en la entidad: Pinus oocarpa, P. leiophylla (pino chino), P. lawsoni (pino ortiguillo),
P. teocote, P. herrerae (ocote o pino chino), P. maximinoi, P. montezumae y P. pringlei (Madrigal-
Sánchez et al. 2001, Arias y Chávez López 2006) considerándose a Pinus teocote como mejor
productor de resina en el Sistema Volcánico Transversal, debido a que es más manejable por no
endurecerse (Silva 2005)
Cultural: artesanalmente se usa pino cantzimbo o canís (Pinus douglasiana) para hacer bateas,
P. lawsonii (pino ortiguillo) para baúles, Pinus leiophylla (pino chino) para marcos y cuadros
grabados, figuras talladas a mano, Pinus devoniana (pino lacio) para columnas talladas a mano,
servilleteros, botaneros, prendedores, máscaras y alhajeros, fondo y tapa de guitarra popular y
violines, Pinus pseudostrobus (pino cantzimbo) para servilleteros y otras manualidades en ma-
dera y varias especies se utilizan para elaborar alhajeros con hojas, figuras talladas en corteza,
figuras decorativas de conos pequeños (Guridi 1980)
En el uso ceremonial, las hojas o acículas de Pinus son utilizadas para elaborar “gusanos”
Pinus
decorativos, en diferentes festividades (o arreglos artesanales), incluyendo las religiosas. Los
conos de Pinus unidos con un cordel, se usan para elaborar coronas para decoración o en
eventos religiosos; la industria de los árboles de navidad produce gran cantidad de árboles,
entre ellos del género Pinus (Madrigal-Sánchez 2001)
Ecológica: a menudo son el componente dominante de la vegetación, influyen en los procesos
funcionales del ecosistema tales como los ciclos biogeoquímicos, hidrológicos, los regímenes de
fuego, y son hábitat y fuente de alimento para la fauna silvestre. Tienen un alto valor económico,
ya que son fuente de madera, leña, pulpa, resinas, semillas comestibles y otros productos (Sánchez
2008). Ofrecen importantes servicios ambientales (agua, oxígeno, recreación, captura de carbono)
e influyen en el clima regional. Hay varias especies nativas que se emplean para la restauración
de suelos y para el establecimiento de cortinas rompevientos: Pinus montezumae, P. devoniana, P.
douglasiana (ocote o pino lacio), P. pseudostrobus y Juniperus spp. (Madrigal-Sánchez et al. 2001).
En su medio natural, las semillas de Pinus, además de servir para la regeneración natural, son
alimento para algunos mamíferos silvestres, lo cual se puede observar en conos inmaduros roídos
Cultural: Zamudio (2002) menciona que la madera del olivo (Podocarpus reichei) es de buena
calidad y en Michoacán se emplea esporádicamente en la fabricación de artículos artesanales.
Aunque también cita que, el árbol es tan escaso que su uso no se ha generalizado. El receptáculo
Podocarpus maduro destaca por su color rojo brillante, además de ser carnoso, de sabor dulce y comestible,
según lo afirman las personas de la región. Produce madera valiosa y a veces se plantan como or-
namentales. En el municipio de Tingambato, se localizan un par de ejemplares de este género (uno
masculino y otro femenino) a uno y otro lado de la entrada al atrio de la Iglesia y, según comentan
algunos pobladores, son individuos que fueron plantados por Vasco de Quiroga
Cultural: el ahuehuete o sabino es, sin duda, el árbol más popular de la flora mexicana, por su
aspecto majestuoso, sus dimensiones, a veces colosales, y por su larga vida (algunos ejemplares
se han datado con cientos de años de vida). Es el árbol nacional de México, por votación po-
pular efectuada en 1921, convocada por la Escuela Nacional Forestal (Martínez 1953). Además,
del ahuehuete o sabino, a la resina, hojas y corteza se les atribuyen buen número de propieda-
des medicinales: contra enfermedades de la piel, dolores reumáticos, problemas renales, gota,
Taxodium
favorece la cicatrización de heridas, etc. La madera de ahuehuete es de buena calidad para
artesanías (Madrigal-Sánchez 2001)
Económica: la madera es usada en construcción (principalmente vigas y postes) o en la fabrica-
ción de canoas (Carranza 1992)
Ecológica: la vegetación que constituye es importante para proteger de la erosión el suelo, so-
bre todo cuando hay corrientes de caudal abundante, así como de refugio para fauna silvestre
(Madrigal-Sánchez 1997)
Cuadro 4. Continuación.
Económica: la madera del cedro blanco es blanca, levemente amarillenta, de buena calidad, se
emplea en la construcción, para la fabricación de muebles, ebanistería y en la elaboración de papel.
Cultural: es un árbol de rápido crecimiento, muy apreciado en la jardinería por su figura ele-
gante y su follaje siempre verde, por lo que es común encontrarle en los jardines y calles de las
ciudades o pueblos (Zamudio y Carranza 1994, Madrigal-Sánchez 1997). Artesanalmente se
Callitropsis (Cupressus) utiliza exclusivamente en el fondo y costillas de las guitarras clásica y popular de tipo español
lusitanica (Guridi 1980) y se puede usar para tejamanil y cucharas, y ceremonialmente las ramas del cedro
blanco, se utilizan para arreglos florales, sobre todo en diversas celebraciones (navidad, 10 de
mayo, día de muertos; Madrigal-Sánchez et al. 2001)
Ecológica: también se le emplea con mucha frecuencia en áreas de reforestación por su re-
sistencia a diferentes condiciones climáticas y edáficas (Zamudio y Carranza 1994, Madrigal-
Sánchez 1997) y es útil para la restauración de suelos y para el establecimiento de cortinas
rompevientos (Madrigal-Sánchez et al. 2001)
En la entidad es casi nula la información sobre la especie. Sin embargo, Vovides (2008) men-
ciona que el chamal (Dioon edule) es una herbácea que ocupa el estrato medio de los bosques
y, al igual que todas las cícadas, fija el nitrógeno atmosférico por medios de cianobacterias
en las raíces apogeotrópicas (es decir, crecen paralelas y sobresaliendo del sustrato, sirviendo
como medio para el intercambio gaseoso) formando masas coralloides a nivel del suelo; como
Dioon edule
las plantas vasculares. Forma simbiosis con hongos micorrícicos arbusculares (Vovides 2008).
Es hospedera de la mariposa Eumaeus spp., que al parecer es específica a las hojas de cícadas
durante las etapas larvales (Castillo-Guevara 2007). Vovides (1999) reporta que las semillas se
registran como comestibles, aunque aparentemente sólo se consumen en épocas de gran esca-
sez de otros alimentos. Por otro lado, las hojas tiernas son venenosas para el ganado, por lo que
en muchos agostaderos las plantas se eliminan de manera sistemática
Para el estado no se encontraron reportes de uso. Vovides (1983) reporta que es usada para fines
Zamia loddigesii
ornamentales, como planta sembrada en macetas; y medicinales, la raíz es utilizada en partos
a b
a b
Figura 5. El cedro blanco (Callitropsis lusitanica) es común que se utilice como planta ornamental: a) cedro blanco cultivado
en la entrada del Parque Nacional Insurgente José María Morelos, municipio de Charo; b) ramilla con conos femeninos de los
jardines de Ciudad Universitaria de la umsnh. Fotos: Patricia Silva-Sáenz.
a c
Figura 6. a) Árbol de cedro negro (Juniperus deppeana) cerca de Tlalpujahua, donde al ser la especie dominante forma
un bosque (bosque de tázcate); b) ramilla con conos femeninos de 8 a 20 mm de diámetro que se forman con seis
escamas; c) bosque de enebro o cedro (Juniperus flaccida) en Las Palmitas, municipio de Tuxpan; d) árbol de alrededor de
cuatro metros de altura; e) ramilla con conos femeninos. Fotos: Xavier Madrigal-Sánchez (a, b); Patricia Silva-Sáenz (c, d);
Noé Joel Barajas Lemus (e).
a c
Figura 7. Los ahuehuetes son árboles de grandes dimensiones y longevidad que se distribuyen en lugares con alta humedad,
por lo que crecen a orilla de ríos, manantiales o arroyos: a) ahuehuete en el Parque Nacional Lago de Camécuaro, municipio
de Tangancícuaro; b) conos femeninos; c) estróbilos masculinos, ambos cerca de La Goleta, municipio de Charo.
Fotos: Patricia Silva-Sáenz.
Algunas especies de coníferas también son usadas tas), P. devoniana (P. michoacana, 1 245 000), P. leiophylla
para artesanías, por ejemplo, la madera de Pinus (410 mil), Callitropsis lindleyi (385 mil), Abies religiosa
douglasiana para hacer marcos, cuadros y bateas; con P. (310 mil), Pinus greggii (275 mil), P. lawsonii (185 mil), P.
lawsonii se elaboran marcos y cuadros grabados y entin- ayacahuite (260 mil), P. oocarpa (200 mil), P. lawsonii
tados, armazones de “guarecitas” en Zirahuén; Pinus (185 mil) y P. pringlei (10 mil), siendo éstas las más solici-
devoniana se utiliza para tallar figuras a mano, cucharas, tadas por los dueños o poseedores del recurso forestal y
molinillos, entre otros utensilios (Guridi 1980). se entregan en donación a quien lo solicita (Moreno
Otras son utilizadas como alimento (las semillas de 2013, Olivares 2014).
los pinos piñoneros o los conos de varias especies son
consumidos por la fauna silvestre), ornamentales (ejem-
plares de cícadas, ahuehuete, olivo, cedro blanco) y en ESTADO DE CONSERVACIÓN
aspectos culturales (las hojas de Pinus spp. sirven para
confeccionar “gusanos” que adornan festividades reli- En México se reporta que 38% de las especies de gim-
giosas de varias localidades de la entidad). Además, las nospermas son endémicas (Ricker y Hernández 2010). El
semillas de los pinos constituyen la materia prima para género Pinus destaca con 55% de taxa endémicos para
los programas de producción de plantas destinadas a el país y al menos 20 que están en alguna categoría de
labores de reforestación y forestación, así como para el riesgo (Sánchez-González 2008). La especie endémica
establecimiento de plantaciones forestales comerciales para la entidad es Pinus rzedowskii (apéndice 24). Las
de alto rendimiento (Silva 2005). especies nativas de gimnospermas con alguna situación
En la entidad, la principales especies que ha produ- de riesgo son cinco (semarnat 2010), de entre 23 espe-
cido la Comisión Forestal en los últimos tres años son, en cies y cuatro variedades (uicn 2013; cuadro 5) y las especies
orden descendente: Pinus pseudostrobus (2 267 000 plan- introducidas se pueden ver en el apéndice 25.
Cuadro 5. Especies de gimnospermas nativas con alguna situación de riesgo para su conservación.
Cuadro 5. Continuación.
En la entidad la comercialización se realiza sobre mía del grupo y sobre su distribución, además de
todo en viveros (la venta ambulante es mínima), los cua- estudios respecto a procesos de hibridación (meca-
les son inspeccionados por la Procuraduría Federal de nismo de especiación mediante la cruza de dos espe-
Protección al Ambiente (profepa) y donde se reporta cies diferentes).
decomiso de especies en un 5% de las visitas; la gran
mayoría de las plantas provienen de lugares autorizados
y cuentan con la documentación que acredita su legal ACCIONES DE CONSERVACIÓN
procedencia. También existen unidades de manejo para
Dioon edule (figura 8), que se reproduce por semilla, en El nivel de conocimiento que se tiene de este grupo es
Monte Oscuro, municipio de Emiliano Zapata, Veracruz todavía deficiente, por lo que es importante divulgar,
(Cambrón 2014). Sin embargo, se considera que es insu- fomentar y estimular su conocimiento y estudio, para
ficiente la información sobre la situación de conserva- utilizarlo y conservarlo mejor (Madrigal-Sánchez et al.
ción, uso y condición actual del ambiente en donde 2001). Deben realizarse inventarios florísticos, así como
habitan cícadas para el estado. estudios autoecológicos enfocados a la biología de la
conservación, que incluyan proyectos de modelación
de nicho ecológico y modelaje de la distribución poten-
VACÍOS DE INFORMACIÓN cial, elementos que pueden ser potencialmente impor-
tantes para la conservación de las comunidades
Solamente se registran gimnospermas en 65 de los naturales de gimnospermas (Peterson y Robins 2003,
113 municipios del estado (apéndice 24), aunque no Graham et al. 2004, Martínez-Meyer 2005, Cué-Bär et
debe descartarse su presencia en otros sitios. Es nece- al. 2006, Elith et al. 2011).
sario realizar investigaciones referentes a la taxono-
a c
Figura 8. a) Planta de chamal (Dioon edule), sus hojas miden de 80 cm a 1.3 m de largo, como todas las zamiáceas es
perenne, con aspecto de palma y dioica, es decir, los sexos están en plantas diferentes; b) cono femenino de forma ovoide, con
abundante pubescencia lanosa; c) estróbilo masculino. Fotos: Carlos Gerardo Velazco Macías/Banco de Imágenes conabio.
Asi también, se requieren evaluaciones de produc- cada área que se destine al manejo; 4) promover las
ción de planta en vivero, de plantaciones de algunas reformas necesarias para que los programas de manejo
especies con propósitos específicos, tales como comercia- forestal sean desarrollados por grupos interdisciplina-
lización de especies, conocimiento sobre germinación rios (ecólogos, botánicos, sociólogos y forestales, entre
de semillas, programas de mejoramiento genético, otros); 5) obtener un buen funcionamiento al establecer
caracterización de las principales plagas, entre otros, y o manejar las áreas naturales protegidas, incluyendo a
con esa información emprender un plan de acción de los propietarios, comunidades y autoridades locales,
recuperación, manejo y conservación, que deberá for- para que no se perciba este programa como una impo-
mular las recomendaciones apropiadas para cada caso sición, es decir, realizar acciones de manejo participa-
y área en particular (Muñoz et al. 2009, uicn 2003). tivo o de rehabilitación eficientes (con programas de
Es importante destinar recursos al monitoreo de las reforestación convenientes); 6) apoyar proyectos que
zonas forestales y al desarrollo y mejoramiento de técni- impliquen la gestión sostenible o recuperación de las
cas para la extracción y transporte de madera, así como especies amenazadas, sobre todo en las zonas de
planear los programas públicos enfocados a promover el amortiguamiento de las reservas de la biosfera y otras
desarrollo y la ubicación de la población, considerando áreas de conservación; finalmente 7) seleccionar las
la superficie boscosa. Asimismo, promover las plantacio- especies adecuadas para cada ambiente, usando plan-
nes forestales comerciales, ya que se consideran una tas nativas de las zonas forestales.
alternativa para disminuir la presión que se ha ejercido
sobre los bosques naturales, factor detonante del des-
equilibrio ecológico (Arteaga y Pérez 2001). REFERENCIAS
Algunas especies pueden ser utilizadas en la recu- Aguilera, A. 2012. Durante los últimos 20 años se han perdido
peración de suelos y control de la erosión (Eguiluz-Piedra un millón de hectáreas de bosques: cofom. En: <http://
www.lajornadamichoacan.com.mx/2012/07/06/durante-
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Gómez-Romero et al. (2012) recomiendan una planta- reas-de-bosques-cofom-2/>, última consulta: 7 de junio de
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sólo en pendiente >30°) para su restauración. Aguirre F., D. 2004. Demografía y genética de poblaciones de
En general, se recomienda reforestar con especies Zamia loddigesii Miq. (Zamiaceae) en el centro de Vera-
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arbóreas nativas (de la misma zona) o de rápido creci- dad Veracruzana, Veracruz.
miento que permitan el reclutamiento natural de otras Arias Toledo, A.A. y A. Chávez López. 2006. Resina: entre la
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pp. 225-228.
21
20
19
estrés progresivo en las poblaciones naturales, debili- rar la composición actual de las comunidades vegeta-
tando a los individuos y haciéndolos más susceptibles les, en el sentido de que los individuos plantados
al daño por plagas y enfermedades (Sturrock et al. podrían competir con mayor éxito (por estar mejor
2011), lo que eventualmente causará su muerte. Aún si adaptados al nuevo clima), que los miembros de la co-
sobreviviera un número reducido de individuos en cada munidad original (que gradualmente estarán cada vez
población, a largo plazo causaría endogamia (consan- más desadaptados); por ejemplo, una opción sería
guinidad), lo cual tiene efectos de severa depresión del empezar la migración asistida plantando en sitios per-
crecimiento de los árboles de la especie (Ledig 2012). turbados por deforestación, cambio de uso del suelo u
Las condiciones de estrés por calor y la menor precipi- otras causas.
tación también inducirán depresión del crecimiento, lo En Nuevo San Juan Parangaricutiro se han obser-
que impactará de forma negativa las posibilidades vado sitios, en la parte baja de la distribución altitudinal
maderables de las áreas bajo aprovechamiento comer- de P. pseudostrobus, en donde numerosos individuos de
cial, como son las de Nuevo San Juan Parangaricutiro. la especie presentan signos de decaimiento (severa
defoliación, ramas muertas), incluso algunos árboles ya
están muertos.
RECOMENDACIONES La recomendación sería ya no reforestar con P.
pseudostrobus, sino con la especie de conífera que se
Una de las alternativas de manejo para la conservación distribuye a una altitud inmediata inferior, que es Pinus
de la especie es realizar la migración asistida, mediante devoniana. El remplazo de especies y poblaciones loca-
la colecta de semilla en las poblaciones actuales y pro- les por otras no locales (originadas a menor altitud)
ducir planta en vivero con el objeto de reforestar a implica un cambio importante en el paradigma de la
mayor altitud. restauración ecológica: “lo local es lo mejor” (Hobbs et
Para la región de Nuevo San Juan Parangaricutiro al. 2009), también implica cambios en las actuales polí-
se ha estimado que es necesario favorecer la migración ticas de manejo de la cofom, la conafor y la Comisión
de las poblaciones a 300 m más de elevación (Sáenz- Nacional de Áreas Naturales Protegidas (conanp).
Romero et al. 2012b). Esto, desde luego, implicaría alte-
DESCRIPCIÓN
IMPORTANCIA
DIVERSIDAD
Espinosa-Garduño y Rodríguez Jiménez 1995, 1996), y registrado en el estado, o bien a especies nuevas que
con base en la literatura especializada sobre el tema y la aún no se han descubierto. Es muy probable que con
revisión de ejemplares de los principales herbarios una colecta de mayor intensidad en las diferentes regio-
mexicanos, se ha compilado una lista de las angiosper- nes del estado, la lista se incremente a una cifra que se
mas y gimnospermas de Michoacán. Tal esfuerzo dio calcula entre seis y siete mil especies, que es lo espe-
como resultado el registro de 182 familias botánicas, rado tomando en cuenta lo conocido para otras entida-
1 198 géneros y 4 659 especies. des de la vertiente del Pacífico Mexicano, o para
Este recuento es de inestimable valor, pero aún se aquellos estados del país que tienen en su territorio cos-
considera preliminar, pues desafortunadamente se inclu- tas y cadenas montañosas, lo que ocasiona una com-
yeron en él algunos nombres que son sinónimos, así pleja distribución de los climas y de la vegetación
como plantas cultivadas o exóticas (provenientes de (cuadro 1).
otros países e introducidas a México, ya sea intencional
o accidentalmente), y además se incorporó una impor-
tante fracción de identificaciones imprecisas, tentativas o Cuadro 1. Diversidad florística de algunos estados del país
equivocadas. con territorios que presentan costas y montañas.
Para elaborar el listado que aquí se presenta, se
han tomado como base las listas existentes, además de Número de
Estado Referencias
recabar la información disponible en la literatura espe- especies
cializada, sobre todo de revistas en que se publican las Oaxaca 8 903 García Mendoza y Meave 2011
nuevas especies y los fascículos publicados de la Flora
Veracruz 7 690 Sosa y Gómez-Pompa 1994
del Bajío y de regiones adyacentes (Rzedowski y Calde-
rón 1991-2016), así como en los tomos publicados de la Chiapas 7 018 Breedlove 1986
Flora Novogaliciana (MacVaugh 1974, 1983, 1984, Jalisco 6 734 Ramírez Delgadillo et al. 2010
1985, 1987, 1989, 1992, 1993, 2001); además, se con- Guerrero 6 500 Diego 1990
sultó la base de datos del herbario del Centro Regional
Sinaloa 5 000 Vega 1990
del Bajío del Instituto de Ecología, A.C.
La lista obtenida se presenta en el apéndice 26, Michoacán 4 928 Este trabajo
ordenada de acuerdo con el sistema de clasificación de
Fuente: elaboración propia con datos del apéndice 26.
Cronquist (1981) e incluye sólo las plantas silvestres
nativas de México (se excluyeron las plantas cultivadas
e introducidas). Los nombres fueron revisados y la lista
fue depurada para evitar en lo posible la ocurrencia de Michoacán se encuentra entre las entidades más
sinónimos; también se registra la presencia de las espe- diversas de México y debe considerarse una región pri-
cies por provincia fisiográfica. vilegiada florísticamente, aunque por debajo de Chia-
Hasta el momento se ha confirmado la presencia pas, Oaxaca y Veracruz (Rzedowski 2003), pero con
de 4 928 especies, 118 subespecies, 406 variedades y una riqueza florística comparable a la de Guerrero y
tres formas de angiospermas, incluidas en 1 288 géne- Jalisco, estados vecinos con los que comparte muchos
ros y 189 familias (apéndice 26). Estas cifras correspon- de los rasgos geográficos y una porción importante de
den a cerca de la cuarta parte del valor estimado para su flora (cuadro 1).
la flora fanerogámica de todo el país, e incrementa la Las 10 familias más diversas en el estado son Aste-
lista presentada por Rodríguez-Jiménez y Espinosa- raceae, Fabaceae, Poaceae, Orchidaceae, Euphorbia-
Garduño (1995, 1996a, 1996b) y Espinosa-Garduño y ceae, Malvaceae, Convolvulaceae, Cyperaceae,
Rodríguez Jiménez (1995, 1996), en 90 géneros y 269 Solanaceae y Lamiaceae; cada una representada por
especies. más de 100 especies, y que en conjunto reúnen 43.2%
Además, supera las expectativas de Rzedowski de los géneros y 53.8% de las especies (cuadro 2).
(2003) y Carranza (2005), quienes estimaron que la lista Entre los géneros que aportan 30 o más especies
completa de angiospermas presentes en el estado a la flora de Michoacán se pueden mencionar
podría ascender a unas cinco mil especies, incluidas en Ipomoea (79), Euphorbia (65), Salvia (64), Cyperus (49),
un poco más de mil géneros. Solanum (49), Desmodium (46), Bursera (42), Tillandsia
A pesar de lo anterior, la lista debe considerarse (40), Ageratina (39), Muhlenbergia (37), Quercus (34),
preliminar, ya que faltan muchas regiones del estado Stevia (34), Acalypha (32), Verbesina (32), Dalea (31) y
por explorar y colectar sistemáticamente. De acuerdo con Paspalum (30); ellos reúnen 703 especies, lo que
Rzedowski (2003), todavía queda por registrar o descu- representa cerca de 14% del total registrado para el
brir cerca de 20% de la flora de la entidad, que corres- estado (cuadro 3).
ponde a plantas ya descritas pero que no se han
Euphorbiaceae 19 157
Cuadro 4. Riqueza de especies de plantas con flores por
Malvaceae 44 139 provincia fisiográfica.
Convolvulaceae 11 132
Provincia Superficie Número de
Cyperaceae 14 116 fisiográfica (km2) especies
Solanaceae 19 112 Llanura Costera 782 704
Lamiaceae 15 112 Sierra Madre del Sur 13 929 1 776
Hymenocallis concinna p
Amaryllidaceae
H. leavenworthii a
Brahea nitida Pr
Chamaedorea pochutlensis a
Orbignya guacuyule Pr
Sabal pumos Pr
Dahlia scapigera var. scapigera Pr
Asteraceae D. tenuicaulis Pr
Zinnia violacea a
Carpinus caroliniana a
Betulaceae
Ostrya virginiana Pr
Handroanthus impetiginosus* a
Bignoniaceae
Tabebuia chrysantha a
Amoreuxia palmatifida Pr
Bixaceae
A. wrightii p
Tillandsia pueblensis a
Bromeliaceae T. roland-gosselinii a
T. seleriana a
Bursera arborea a
Burseraceae
B. coyucensis Pr
Cabombaceae Brasenia schreberi a
Backebergia militaris Pr
Cactaceae Peniocereus cuixmalensis Pr
P. tepalcatepecanus Pr
Calochortaceae Calochortus foliosus Pr
Caprifoliaceae Valeriana pratensis Pr
Celastraceae Zinowiewia concinna p
Conocarpus erectus a
Combretaceae
Laguncularia racemosa a
Cuadro 6. Continuación.
Diospyros conzattii p
Ebenaceae
D. xolocotzii p
Acosmium panamense a
Dalbergia congestiflora p
Fabaceae
D. granadillo p
Platymiscium lasiocarpum p
Gentiana caliculata Pr
Gentianaceae
G. spathacea Pr
Iridaceae Tigridia flammea Pr
Juglans major a
Juglandaceae
J. pyriformis a
Magnolia iltisiana a
Magnoliaceae
M. schiedeana a
Hibiscus spiralis a
Nymphaeaceae N. mexicana a
Barkeria scandens Pr
B. shoemakeri Pr
B. strophinx a
Brachystele sarcoglossa Pr
Clowesia glaucoglossa Pr
Orchidaceae
C. rosea a
Cuitlauzina pendula a
Cypripedium irapeanum a
Encyclia adenocaula a
E. pollardiana Pr
Cuadro 6. Continuación.
Laelia speciosa Pr
Oncidium ensatum Pr
O. tigrinum a
Orchidaceae O. unguiculatum a
Prosthechea citrina Pr
Rhynchostele cervantesii a
Rossioglossum insleayi a
Potamogeton amplifolius p
Potamogetonaceae
P. natans Pr
Rhizophoraceae Rhizophora mangle a
Balmea stormiae Pr
Rubiaceae
Bouvardia rosei Pr
Salicaceae Populus simaroa Pr
Sideroxylon capiri subsp. tempisque a
Sapotaceae
S. cartilagineum p
Guaiacum coulteri a
Zygophyllaceae
G. sanctum a
*Sinónimo: Tabebuia palmeri. a: amenazada, p: en peligro de extinción, Pr: sujeta a protección especial.
Fuente: semarnat 2010.
ción en la vegetación secundaria. Es claro que en la urgente encaminar acciones para preservar los pocos
situación actual no tienen ninguna posibilidad de repro- individuos sobrevivientes (Torres y Arizaga 2014).
ducirse, por lo que se consideran muy vulnerables y Otro caso interesante es el de la orquídea terrestre
podrían desaparecer en un futuro cercano (Madrigal- Cypripedium irapeanum, llamada comúnmente picho-
Sánchez y Rzedowski 1988, Sánchez-Atanacio 2009, huastle, que tiene flores grandes de color amarillo y es
Torres y Arizaga 2014). muy apreciada por los coleccionistas y aficionados al
El anterior hecho atrajo la atención de agrónomos cultivo de orquídeas. Esta especie fue descrita original-
y ecólogos, quienes iniciaron diversos estudios para mente por los botánicos mexicanos Pablo de la Llave y
encontrar la forma de reproducir el árbol en vivero y Juan Lexarza, en 1825, basados en una colecta de las
acelerar su regeneración; a la par, se ha tratado de con- montañas de Irapeo, que entonces era una hacienda y
servar el paraje y se hicieron exploraciones en busca de ahora permanece como una población cercana a More-
nuevas localidades en ambientes mejor conservados. lia. La planta crece sobre suelos arcillosos, en cañadas
Así, se encontraron tres localidades más que incluyen húmedas, entre el bosque de pino-encino y aún se
un árbol masculino en Santa María de Guido, cinco puede encontrar en las montañas cercanas a Morelia y
individuos en Santiago Undameo y una población Uruapan. Debido a que su cultivo no es fácil, no se ha
mayor en una cañada de Guanajuato, en las inmedia- reproducido en invernadero, por lo que desde hace
ciones del lago de Cuitzeo, compuesta por alrededor tiempo sus poblaciones silvestres han sido saqueadas,
de 1 500 individuos. Sin embargo, en las observaciones año tras año, para ser vendidas en el comercio ilegal.
en campo no se encontraron plántulas que evidencia- Este hecho, aunado a la destrucción de los bosques en
ran su regeneración. Las poblaciones registradas de que vive por la tala ilegal y recientemente por el esta-
Michoacán están prácticamente extintas, por lo que es blecimiento de huertos de aguacate, está transformando
de forma drástica su hábitat y causando la declinación
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Por lo anterior, es importante realizar estudios taxonomía, distribución geográfica y ecológica, usos y
sobre las interacciones entre estas plantas y sus polini- conservación. Tesis de maestría en conservación y manejo
de recursos naturales. umsnh, Michoacán.
zadores, así como entre ellas y el hombre, puesto que . 2001. Contribución al conocimiento de las plantas del
es muy diversa la población humana asentada en la género Ipomoea L. (Convolvulaceae) en el estado de Gua-
entidad y se carece de información al respecto, sobre najuato, México. Flora del Bajío y de regiones adyacentes.
todo si se considera que los aspectos cultural y econó- Fascículo complementario 18.
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(Convolvulaceae) en el estado de Michoacán, México.
vechamiento de los recursos naturales. Flora del Bajío y de regiones adyacentes. Fascículo com-
Finalmente, para enriquecer el conocimiento de plementario 23.
estas plantas en el territorio estatal, se deben llevar a . 2015. La familia Convolvulaceae en el estado de Michoa-
cabo más exploraciones en las áreas menos conocidas. cán. México (inédito).
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La familia Lamiaceae
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Y GABRIELA DOMÍNGUEZ VÁZQUEZ
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país (Lara-Cabrera et al. 2016). Si bien las labiadas en González-Gallegos, J.G., A. Castro-Castro, V. Quintero-
general son resistentes a la perturbación, se ha obser- Fuentes et al. 2014. Revisión taxonómica de Lamiaceae
del occidente de México. Ibugana 7:3-545.
vado un recambio de especies en sitios perturbados que
Lara-Cabrera, S.I., B.Y. Bedolla-García, S. Zamudio y G.
lleva a la reducción de la diversidad de esas plantas. Ante Domínguez-Vásquez. 2016. Diversidad de Lamiaceae en
dicha situación es urgente redoblar los esfuerzos para el estado de Michoacán, México. Acta Botanica Mexicana
evaluar la situación de las poblaciones, sobre todo de las 116:107-149.
especies de distribución restringida o de aquellas que Martínez-Gordillo, M., I. Fragoso-Martínez, M.R. García-Peña
y O. Montiel. 2013. Géneros de Lamiaceae de México,
habitan en ambientes muy particulares. Una solución
diversidad y endemismo. Revista Mexicana de Biodiversi-
podría ser incrementar las áreas naturales protegidas en dad 84:30-86.
el estado, además del cultivo de la familia Lamiaceae en Medina, C. y L.S. Rodríguez. 1993. Estudio florístico de la
invernaderos y jardines botánicos, ya que muchas pue- cuenca del río Chiquito de Morelia, Michoacán, México.
den tener potencial como plantas ornamentales. Flora del Bajío y de regiones adyacentes. Fascículo com-
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logía-unam, México.
a b c
2 4
2
3 2
4 1
3
3
1
1
4
5
d e f
3 2
3
1
1 2 2
1
Figura 1. Rasgos morfológicos de algunas especies de Eryngium. a) Inflorescencia de E. phyteumae: 1. bráctea, 2. coma,
3. estilos, 4. pedúnculo de la inflorescencia; b) inflorescencia de E. serratum: 1. bráctea, 2. coma poco conspicua, 3. flor,
4. estambres, 5. pedúnculo; c) fruto de E. beecheyanum: 1. bractéola, 2. sépalos, 3. ovario con papilas, 4. estilos; d) hojas
basales de E. alternatum: 1. hojas de venación paralela y con espinas, 2. tallo floral; e) E. subacaule: 1. hojas de nervación
reticulada, 2. pecíolo, 3. inflorescencia sin coma; f) E. carlinae: 1. hojas postradas setoso-aserradas a pinnatífidas,
2. pedúnculo de la inflorescencia, 3. inflorescencia con coma. Fotos: Ignacio García.
García-Ruiz, I. 2019. El género Eryngium (Apiaceae). En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio,
México, pp. 245-248.
a b c
d e f
g h i
E. mexiae ● ● ●
E. mexicanum ● ● ●
E. monocephalum ● ● ● ●
E. phyteumae ● ● ●
E. proteaeflorum ● ● ● ●
E. serratum ● ● ●
E. sparganophyllum ● ● ● ●
E. spiculosum ● ● ● ●
E. subacaule ● ● ●
INTRODUCCIÓN
Cuerpos de Provincia
Familias Géneros Especies Referencias
agua (municipios)
Sistema Volcánico
Transversal (Santa Ana Maya,
Cuitzeo, Huandacareo,
Cuitzeo 40 70 92 Rojas y Novelo 1995
Chucándiro, Copándaro,
Álvaro Obregón y
Zinapécuaro)
Sistema Volcánico Transver-
Zirahuén 35 55 93 Madrigal et al. 2004
sal (Salvador Escalante)
Sistema Volcánico Transver-
Lot y Novelo 1988, Huerto y
Pátzcuaro sal (Quiroga, Erongarícuaro, 25 41 49
Amador 2011
Pátzcuaro y Tzintzuntzan)
Ecosistemas costeros:
esteros El Caimán, El
Pichi, Michaito, Ma- Llanura Costera (Coahua-
quilí y Mezcala; arro- yana, Aquila y Lázaro Cár- 23 32 33 Chávez 1995
yo Las Peñas; playas denas)
La Llorona y Motín del
oro; río Aquila
Amador (2011), no se encontraron registros de especies Cuadro 2. Número y porcentaje de hidrófitas reportadas en
endémicas en Michoacán. las diferentes provincias fisiográficas.
Pese a ello, los lagos del estado destacan como
los ecosistemas más diversos en hidrófitas; el que pre- Especies
senta mayor riqueza florística es el de Zirahuén, Provincia fisiográfica e infraespecies
seguido por el de Cuitzeo y Pátzcuaro. En esos ecosis-
Número %
temas las ninfas, con tres especies registradas
(Nymphaea odorata, N. mexicana y N. gracilis) presen- Llanura Costera 36 11.3
tan una distribución restringida a zonas protegidas de
Sierra Madre del Sur 0 0.0
los vientos y el oleaje.
El cuadro 1 muestra el número de familias, géne- Depresión del Balsas-Tepalcatepec 3 0.9
ros y especies de hidrófitas registradas en los principa-
Sistema Volcánico Transversal 299 94.0
les cuerpos de agua del estado. Se indica la provincia
fisiográfica a la que pertenecen, así como los munici- Altiplanicie 40 12.6
pios en los cuales se ubican los ecosistemas; en el caso
de los ecosistemas costeros los registros corresponden Fuente: elaborado a partir de Lot y Novelo 1988, Chávez 1995,
Rojas y Novelo 1995, Novelo 2001, Madrigal et al. 2004,
a nueve sitios ubicados a lo largo de la costa del estado, Huerto y Amador 2011.
que incluyen estuarios y áreas de inundación.
Cuadro 3. Especies representativas de los diferentes tipos de hidrófitas presentes en algunos ecosistemas acuáticos.
Enraizada sumergida Pastos de agua (Potamogeton illinoensis y P. pectinatus) Lot y Novelo 1988
Enraizada de hojas flo- Ninfa (Nymphaea mexicana), en manchones puros en zo-
Lot y Novelo 1988
tantes nas someras del sureste y suroeste del lago
Pátzcuaro
Lentejillas de agua (Lemna gibba, Spirodela polyrrhiza,
Lot y Novelo 1988
Wolffia brasiliensis y Wolffiella lingulata) al sur del lago, y el
Libremente flotadoras
lirio (Eichhornia crassipes) que cubre grandes extensiones y
puede formar islas flotantes o “camalotes”
El bosque de galería se desarrolla a lo largo de las con menor grado de inundación (Chávez 1995, Rze-
corrientes de agua y presenta una composición florística dowski 2003). La vegetación de manglar se encuentra
y estructura definida en función de las especies que lo presente en pequeños manchones a la orilla de los este-
constituyen, así como en relación con las formas de vida ros y lagunas costeras de toda la costa, siendo el man-
de las hidrófitas. Los árboles más característicos son el gle rojo (R. mangle) la especie más abundante; sin
sauce (Salix spp.), el aile (Alnus spp.), el sabino (T. embargo, sólo en la laguna costera El Caimán, munici-
mucronatum) y el fresno (Fraxinus uhdei; Rzedowski pio de Lázaro Cárdenas, el ecosistema estuarino de
2003). mayor extensión en el estado, es posible observar
En la región de la Llanura Costera, el manglar con- extensiones importantes de este tipo de vegetación
forma un matorral siempre verde y denso (figura 2), (García y Madrigal 2005).
próximo al litoral y a orillas de lagunas costeras y este-
ros. La especie dominante y a veces exclusiva en algu-
nos ecosistemas es el mangle rojo (Rhizophora mangle), IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
característico por sus raíces leñosas que sobresalen de ECONÓMICA Y CULTURAL
la superficie del agua. Otro componente es el mangle
blanco (Laguncularia racemosa), mientras que el negro Las hidrófitas conforman una de las comunidades vege-
(Avicennia germinans) forma masas puras en lugares tales de mayor importancia en los ecosistemas acuáti-
Figura 2. Mangle rojo (Rhizophora mangle) y ninfa (Nymphaea gracilis) en la laguna costera El Caimán. Foto: José Antonio
Ramírez.
cos, ya que de manera conjunta con las macroalgas y el como forraje, mientras que los tubérculos de la ninfa
fitoplancton son los productores primarios de estos (N. gracilis) y los berros (Berula erecta y Rorippa
ecosistemas. Además, estabilizan los sedimentos, oxi- nasturtium-aquaticum) son consumidos por los pobla-
genan el agua e influyen en su movimiento, intervienen dores (Rojas y Novelo 1995).
en la dinámica de nutrimentos, sus hojas son un sus- Las hidrófitas se usan en el tratamiento de aguas
trato para el desarrollo y protección de otros organis- residuales con humedales artificiales que usan medios
mos y son fuente de alimento (Lot y Novelo 2004). Por filtrantes de gravas y arenas sobre los que se desarrolla el
otra parte, desde tiempos prehispánicos son un impor- tule (Typha spp.) para fijar y retener los contaminantes
tante recurso para los pobladores de asentamientos (Urquiza et al. 2006; véase Estudio de caso. Humedales
ribereños, ya que se han utilizado como material para la artificiales: opción para el tratamiento de aguas residua-
construcción de techos de viviendas, en la construcción les, en esta obra). Además, el tule al ser podado periódi-
de chinampas, como abono para mejorar la calidad de camente como parte del programa de mantenimiento del
las tierras de cultivo, como forraje, como plantas medi- humedal, proporciona a los habitantes de la zona mate-
cinales y como alimento (Lot y Novelo 2004). ria prima para la realización de artesanías.
Destaca el uso de tules o chuspatas (Typha spp.), en
las riberas de los lagos de Pátzcuaro y Cuitzeo, en donde
se utilizan para la elaboración de diversas artesanías y SITUACIÓN Y ESTADO DE
utensilios de carácter doméstico, como muebles, som- CONSERVACIÓN
breros, canastas, petates y sopladores (figura 3). También
es empleado el tule (S. californicus) para la elaboración No existen datos históricos ni actuales sobre tendencias
de cortinas, y el carrizo (P. australis) se utiliza en la cons- poblacionales de las hidrófitas en el estado; sin
trucción de puertas y cañas de pescar. embargo, en diversos cuerpos de agua se ha registrado
En Cuitzeo algunas plantas acuáticas y subacuáti- la presencia de malezas acuáticas como el lirio (E.
cas de menor talla, como el quelite (Amaranthus crassipes; figura 4) y la elodea (Egeria densa). Estas espe-
hybridus), el lirio (E. crassipes), así como las especies de cies son consideradas plaga y podrían estar despla-
los géneros Cyperus y Eleocharis son aprovechadas zando a las especies nativas, aunque no se ha reportado
Figura 3. Exposición y venta de utensilios realizados con hojas de tule (Typha spp.) en la Casa de las Artesanías de Morelia.
Foto: Xavier Madrigal-Guridi.
la presencia de especies endémicas para el estado (véase mas acuáticos y que han impactado negativamente, de
Estudio de caso. Malezas acuáticas: una amenaza para la manera directa o indirecta, a las comunidades de hidró-
conservación de los lagos, en esta obra); sin embargo, las fitas en el estado (figura 5).
ninfas (N. mexicana, N. gracilis y N. odorata) así como la En Michoacán es posible observar un problema
flecha de agua (S. macrophylla) se encuentran en la cate- similar al que describen Lot y Novelo (2004) para la
goría de amenazadas de acuerdo con la nom-059- vegetación acuática del Valle de México; por ejemplo,
semarnat-2010, mientras que los pastos de agua P. en el lago de Cuitzeo el crecimiento de los asentamien-
amplifolius y P. natans están en peligro de extinción y tos humanos, el proceso de deforestación y erosión de la
sujetos a protección especial, respectivamente. cuenca, así como el incremento en la demanda de agua
En la Llanura Costera destaca la presencia de man- provocan pérdida en la profundidad y extensión de
glares de poca extensión que, de acuerdo con la la zona de inundación, con la consecuente reducción del
nom-022-semarnat-2003, deberán preservarse como hábitat en las riberas del lago, debido a periodos prolon-
comunidad vegetal dada su importancia como provee- gados de desecación que afectan el desarrollo de la
dores de servicios ambientales y su importante papel vegetación acuática y subacuática (Rojas y Novelo 1995).
en diversos procesos ecológicos; pese a ello, cada vez En el lago de Pátzcuaro el aumento de material
existe mayor presión sobre estos ecosistemas, resultado sedimentario en suspensión incrementa la turbidez del
del crecimiento urbano y el vertido de contaminantes. agua, mientras que los nutrientes eutrofizan el cuerpo
de agua y con ello favorecen la sustitución de las hidró-
fitas naturales del lago, como los pastos de agua
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN (P. illinoensis y P. pectinatus), por especies invasoras
como el lirio (E. crassipes; Lot y Novelo 1988).
Existen diferentes factores, sobre todo de origen antro- Asimismo, en el lago de Zirahuén, Madrigal et al.
pogénico, responsables del deterioro de los ecosiste- (2004) reportan que, como consecuencia de las activi-
Figura 4. Lirio (Eichhornia crassipes) a orillas del lago de Pátzcuaro, donde se ha convertido en una maleza ampliamente
distribuida. Foto: Xavier Madrigal-Guridi.
Figura 5. Actividades industriales, agrícolas y presencia de elodea (Egeria densa) como maleza acuática en el manantial de La
Mintzita. Foto: Xavier Madrigal-Guridi.
dades antropogénicas ocurre un proceso de erosión y conservación de los ecosistemas acuáticos, reforzaría
eutrofización que ha disminuido la transparencia del las actividades de control y erradicación mecánica de
agua. Eso limita el desarrollo de las hidrófitas enraiza- malezas acuáticas.
das sumergidas, como el pasto de agua (P. illinoensis) y Por otro lado, es urgente elaborar y aplicar el orde-
las algas (N. opaca y C. excelsa), al reducir la cantidad namiento ecológico del territorio en los municipios que
de luz disponible y favorecer la acumulación de sedi- integran las cuencas de los principales ecosistemas
mentos sobre sus hojas. acuáticos, como el caso de la región Pátzcuaro-
Zirahuén, que hasta 2017 se hallaba en etapa de propuesta.
Esta aportación busca ser una referencia actuali-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN zada, ya que en el anterior Estudio de Estado (conabio
2005) se abordó de manera muy breve y sin considerar
En la entidad no se han desarrollado programas de con- aspectos como la conservación de las hidrófitas. Los
servación dirigidos particularmente a este grupo; sin datos aquí presentados pueden ser de utilidad para rea-
embargo, la creación de áreas naturales protegidas y lizar comparaciones objetivas sobre el número de espe-
sitios Ramsar, como los humedales del lago de Pátz- cies registradas y su distribución en el estado, lo cual
cuaro o la laguna costera El Caimán, han contribuido a permitirá ampliar el conocimiento de este grupo de
su protección, ya que dada su extensión presentan estudio.
diversos hábitats donde se desarrollan numerosas espe-
cies de hidrófitas.
A pesar de ello, esos ecosistemas enfrentan nume- REFERENCIAS
rosos problemas, sobre todo como resultado de las acti- Borges, A.M., M. Gómez-Higuera, A. Gutiérrez et al. 1984.
vidades antropogénicas (Chacón et al. 2004, García y Macrófitas acuáticas en el lago de Chapala, Jalisco. Servi-
cio Social. uam-Unidad Iztapalapa, México.
Madrigal 2005); por lo anterior, se requieren iniciativas Chacón, A., G. Ayala, M. Rendón et al. 2004. Ficha Informa-
para evitar que continúe el aporte de contaminantes a tiva de los humedales de Ramsar. Humedales del Lago de
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Una especie exótica es aquella que se encuentran fuera tat, sobre todo por el proceso de eutrofización
de su área de distribución natural, ya sea que haya sido (especialmente aumento en la concentración de nutri-
introducido de manera intencional o accidental. mentos en el agua como resultado del vertido de con-
Cuando esta especie llega a adaptarse a su nuevo taminantes). En hábitats perturbados es frecuente que
ambiente, sus poblaciones crecen y pueden presentar sustituya a la flora nativa y se extienda en la superficie
un comportamiento invasivo (Pineda et al. 2011). del agua, lo que entorpece la navegación, eleva los
Las malezas son plantas exóticas que crecen en índices de evaporación e impide la penetración de la
lugares no deseados, presentan una elevada tasa de luz (Miranda y Lot 1999). Lo anterior ocasiona que se
crecimiento, son persistentes, abundantes, con gran pierda más agua del ecosistema por este medio y se
capacidad de dispersión y colonización; particular- limite el desarrollo de las hidrófitas enraizadas sumergi-
mente ocurren en lugares alterados por el ser humano das y de las comunidades bentónicas propias de la
(Smith y Smith 2001). Pueden desplazar a la flora nativa zona litoral (Engel 1990). Su presencia es particular-
y modificar la estructura trófica del ecosistema, al punto mente marcada en la porción este del lago de Cuitzeo
que se considera que la introducción de especies es y sur del lago de Pátzcuaro (Rojas y Novelo 1988, Lot y
la principal causa de pérdida de la biodiversidad en la Novelo 1995). En diversos cuerpos de agua se han rea-
actualidad (Martínez 2011). En Michoacán, las malezas lizado esfuerzos para su eliminación mediante extrac-
acuáticas más difundidas son el lirio (Eichhornia crassipes), ción mecánica, sin que estos sean capaces de resolver
la elodea (Egeria densa) y en menor grado el carrizo el problema de forma definitiva, eso a pesar de su cons-
(Arundo donax). tante remoción (figura 1).
El lirio acuático (E. crassipes) es una especie intro- La especie Egeria densa, comúnmente llamada
ducida que se ve favorecida por la alteración del hábi- elodea, fue introducida a México como planta de
Figura 1. Canal de navegación en el sur del lago de Pátzcuaro donde el lirio (E. crassipes), a
pesar de su constante remoción, obstaculiza el tráfico de las embarcaciones. Foto: Xavier
Madrigal-Guridi.
Madrigal-Guridi, X. 2019. Malezas acuáticas: amenaza para la conservación de los lagos. En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 259-261.
Figura 2. Área infestada por Egeria densa en el manantial La Mintzita. Foto: Xavier Madrigal-Guridi.
ornato, ya que es muy apreciada por los acuaristas (Lot cies son responsables de la disminución de la
y Novelo 2004). biodiversidad en los ecosistemas en los que se encuen-
Destaca por su abundancia en el humedal de La tran, modifican los patrones de circulación de las masas
Mintzita, donde ha infestado por completo algunas de agua, reducen los niveles de oxígeno disuelto, gene-
zonas a pesar de los esfuerzos locales que han inten- ran mortandad de peces, favorecen el desarrollo de
tado controlarla mediante extracción (figura 2). fauna nociva (como los mosquitos) y deterioran
En esas zonas la especie impide el proceso de cir- de manera general los ecosistemas (Engel 1990, March
culación del agua y el desarrollo de las hidrófitas nati- y Martínez 2007, Martínez 2011).
vas, además de propiciar el desarrollo de mosquitos, Por lo anterior, es urgente implementar programas
cuyas larvas no pueden ser depredadas por los peces para su control, que incluyan acciones adicionales a la
pues no es posible penetrar la densa vegetación. extracción mecánica de las malezas, por ejemplo, redu-
El carrizo (Arundo donax; figura 3) a pesar de ser cir el vertido de contaminantes que favorecen su desa-
una especie exótica e invasora en muchos ecosistemas rrollo en los cuerpos de agua, fomentar su uso
no es percibido como un problema por los pobladores, controlado como forrajes y abonos orgánicos, regular
dada su utilidad en la elaboración de diversos utensi- su comercialización y realizar campañas de informa-
lios; sin embargo, dicha especie tiene la capacidad de ción sobre los efectos nocivos que causan a los habitan-
sustituir de manera eficiente a la flora acuática nativa y tes de las comunidades próximas a los cuerpos de agua
alterar de manera dramática los procesos de sucesión donde se encuentran (Engel 1990, March y Martínez
ecológica en los ambientes riparios, ello con una con- 2007).
secuente reducción de la diversidad (Bell 1997). Se considera que mediante la concientización
En la entidad no se han realizado estudios sufi- sobre sus efectos se podría regular su introducción y
cientes para determinar la distribución, la abundancia propagación, disminuyendo los efectos negativos que
ni los efectos negativos que pueden tener estas male- generan en los ecosistemas acuáticos del estado.
zas; sin embargo, se ha documentado que estas espe-
Figura 3. Canal de navegación en el sur del lago de Pátzcuaro, donde el carrizo (A. donax) domina la comunidad de hidrófitas
a orillas del lago; también es posible observar, aunque en menor proporción, tules (Typha spp.) y lirio acuático (E. crassipes).
Foto: Xavier Madrigal-Guridi.
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impacto a la biodiversidad. Prioridades en México. imta /
conabio/geci /Aridamerica, A.C./The Nature Conservan
cy, México.
La calidad del agua en el lago de Pátzcuaro se ha dete- de sistemas mecanizados convencionales de alto costo
riorado de manera importante en las últimas décadas para el tratamiento de las aguas residuales, así como la
(Chacón 1993), principalmente por el aumento de la capacitación y pago de personal especializado para su
población en su cuenca y el consecuente incremento operación (Rivas et al. 1999). Ante esa problemática, y
de descargas de aguas residuales domésticas y agrope- en el marco del Programa para la recuperación ambien-
cuarias. Debido a que éstas no reciben tratamiento tal de la cuenca del lago de Pátzcuaro, que han llevado
antes de ser vertidas al lago aportan contaminantes a cabo desde 2002 el Instituto Mexicano de Tecnología
orgánicos e inorgánicos, nutrientes, compuestos tóxi- del Agua (imta), la Secretaría de Medio Ambiente del
cos, microorganismos patógenos, residuos de fertilizan- Gobierno de Michoacán, la Secretaría del Medio
tes y plaguicidas, que se han concentrado en el cuerpo Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal
de agua (figura 1; imta 2007). (semarnat), la Fundación Gonzalo Río Arronte, A.C. y
La falta de recursos económicos en el estado ha la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
dificultado la construcción, operación y mantenimiento (umsnh), en coordinación con los gobiernos municipa-
Figura 1. Vertido de aguas residuales sin tratamiento en el lago de Pátzcuaro, municipio de Erongarícuaro. Foto: Xavier
Madrigal-Guridi.
Urquiza-Marín, E., C. Domínguez Sánchez y X. Madrigal-Guridi. 2019. Humedales artificiales: opción para el tratamiento de
aguas residuales. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 263-265.
Cuadro 1. Sistema de unidades que conforman los humedales artificiales creados en comunidades rurales de la ribera del lago
de Pátzcuaro.
Especies de hidrófitas
Unidad Características Función
representativas
Eliminación de basura y sóli-
Pre-tratamiento Filtro mecánico Ninguna
dos
Primera unidad de tratamiento con Tratamiento de los lodos resul-
Humedal de lodos Phragmites australis
hidrófitas tado de la sedimentación
Schoenoplectus californicus y
Eliminación de microorganis-
Humedal de trata- Conforma la unidad de mayor exten- Typha spp.
mos y retención de nutrientes
miento sión superficial
y minerales
Los humedales artificiales, por ser sistemas basa- (Myriophyllum aquaticum), en el tratamiento de aguas
dos en procesos naturales para el tratamiento de aguas residuales de un rastro.
residuales, demandan menores costos de operación y Así, la eficiencia de las hidrófitas en el tratamiento
nivel de capacitación para sus operadores, en compara- de aguas residuales ha sido demostrada para mitigar el
ción con los sistemas mecánicos; por consiguiente, vertido de contaminantes al medio acuático y evitar
representan una alternativa viable para la conservación el deterioro de la calidad del agua de los ecosistemas,
y recuperación, no sólo del lago de Pátzcuaro, sino de con la consecuente pérdida de la biodiversidad en ellos,
otros lagos con el mismo problema. Además de estos y la ventaja adicional de tener bajo costo y reducir de
beneficios, el agua tratada proveniente de los humeda- manera significativa el consumo de energía y, por con-
les se ha empleado con fines agrícolas y acuícolas, siguiente, la emisión de gases de efecto invernadero.
mientras que la vegetación utilizada en esos ecosiste-
mas ha generado materia prima como el tule, carrizo y
junco (P. australis y Juncus spp.) para la elaboración de REFERENCIAS
artesanías y utensilios domésticos (Urquiza et al. 2006). Chacón, T.A. 1993. Pátzcuaro un lago amenazado. umsnh,
Sin embargo, para que los humedales artificiales México.
imta. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. 2007. Pro-
de tratamiento funcionen de manera adecuada se grama de recuperación ambiental de la cuenca del lago
requiere de una topografía apropiada caracterizada por de Pátzcuaro. En: <https://www.imta.gob.mx/gaceta/
áreas abiertas de pendiente suave y de un clima ade- anteriores/g25-05-2009/gaceta-imta-25.pdf>, última con-
cuado para el desarrollo de las especies de hidrófitas sulta: 18 de octubre de 2013.
. 2014. Programas para la recuperación del lago de Pátz-
seleccionadas; se recomienda que las especies sean
cuaro. En: <http://www.imta.gob.mx/index.php/pro-
nativas de la región y tolerantes a altas concentraciones gramas-para-la-recuperacion-del-lago-de-patzcuaro>,
de contaminantes, así como a plagas y enfermedades última consulta: 15 de abril de 2014.
(Rivas et al. 1999). Israde, I., A. Chacón, V. Segura et al. 2010. Invertebrados ben-
Las experiencias obtenidas en el lago de Pátzcuaro tónicos como bioidicadores de la calidad del agua, en el
podrían ser base para llevar a cabo acciones en otros lago de Zirahuén, Michoacán, México. En: Espejo de los
dioses: estudios sobre ambiente y desarrollo en la cuenca
cuerpos de agua del estado, como el lago de Zirahuén, del lago de Zirahuén. C.F. Ortiz y M.B. Rendón (eds.).
el cual de acuerdo con Israde et al. (2010), registra valo- umsnh /Instituto de Investigaciones Económicas y Empre-
res altos de materia orgánica en sus sedimentos y la pre- sariales, México, pp. 153-176.
sencia de organismos bentónicos indicadores de aguas Pérez-López, M.E., M.S. González-Elizondo, C. López-
contaminadas, como larvas de mosquitos de la familia González et al. 2009. Tolerancia de macrófitas acuáticas a
aguas residuales domésticas y su eficiencia en humedales
Chironomidae y gusanos de la familia Tubificidae. artificiales en condiciones de invernadero. Hidrobiológica
Especies de chuspatas (Typha spp.) y carrizo (P. 19(3):233-244.
australis) también podrían ser empleadas para el trata- Rivas, H.A., A. Ramírez, J. Balderas y J.G. García. 1999.
miento de aguas residuales. Pérez-López et al. (2009) Diseño y diagnóstico de sistemas de tratamiento de aguas
han demostrado la eficiencia de especies de tules residuales mediante humedales (wetlands). imta, México.
Romero-Ortiz, L., F. Ramírez-Vives, C. Álvarez-Silva y M.G.
(Schoenoplectus spp.) y del jaboncillo (Eleocharis Miranda-Arce. 2011. Uso de hidrófitas y un sistema anae-
densa) para propagarse de manera satisfactoria bajo robio para el tratamiento de agua residual de rastro. Poli-
condiciones de invernadero y remover eficientemente botánica 31:157-167.
el fósforo y el nitrógeno, ambos nutrimentos abundan- Urquiza, E., R. Guzmán, S.T. Sánchez et al. 2006. Los humeda-
tes en aguas residuales. les artificiales; una alternativa viable para el tratamiento de
aguas residuales en comunidades rurales de Michoacán.
De igual forma, Romero-Ortiz et al. (2011) han Publicación del 2° Foro Académico Nacional de Ingenie-
probado la eficiencia del lirio (Eichhornia crassipes), la rías y Arquitectura, Morelia.
lentejilla de agua (Lemna gibba) y la cola de caballo
DESCRIPCIÓN
Las plantas silvestres que prosperan en los ambientes alterados por huma-
nos han sido llamadas de muchas maneras: malezas, jehuites o acahuales
(náhuatl), takari (purépecha) o malas hierbas. Hay otras maneras de llamar-
las de acuerdo con el tipo de ambiente que invaden: arvenses, si prosperan
en campos de cultivo (Espinosa-García y Sarukhán 1997); ruderales, si cre-
cen a orilla de caminos, lotes baldíos o alrededor de habitaciones humanas
(véase Estudio de caso. Diversidad y distribución de la vegetación ruderal
en función de la temperatura en Morelia, en esta obra); y malezas ambien-
tales, si invaden ecosistemas sin influencia humana intensiva, los llamados
ecosistemas naturales (Sánchez-Blanco et al. 2012).
El término maleza, definido como “planta que crece donde no se le
desea” (Villaseñor y Espinosa-García 1998), es el que se usará en este tra-
bajo, pues es el más conocido para denominar a las plantas arvenses, rude-
rales o malezas ambientales. Otra razón para usar ese término es que
muchas especies pueden comportarse como arvenses, ruderales o ambien-
tales y muy pocas colonizan sólo un tipo de ambiente perturbado.
Las malezas pueden clasificarse de acuerdo con su origen geográfico.
Se conocen como nativas aquellas que evolucionaron originalmente en
México, y como introducidas aquellas que se han adaptado en otras partes
del mundo y que los humanos han transportado a otras regiones (Villaseñor
y Espinosa-García 2004). Las malezas introducidas nocivas que causan daños
económicos o ambientales son llamadas invasoras (Espinosa-García 2003).
La mayoría de las malezas se caracterizan por su gran capacidad
reproductiva, su reproducción temprana, la formación de bancos de semi-
llas permanentes en el suelo, polinización por viento o insectos, capacidad
de adaptarse a condiciones ambientales muy variadas y alta capacidad para
diseminarse (Espinosa-García y Sarukhán 1997). En general son herbáceas
anuales, aunque las herbáceas perennes, arbustos y árboles son frecuentes.
Se piensa que las malezas se originaron de especies colonizadoras de
ambientes perturbados naturalmente; muchas de esas especies prosperaron
y se adaptaron a los ambientes perturbados por humanos, incluso algunas
fueron domesticadas y se convirtieron en fuente de alimento para la huma-
nidad; por ejemplo, maíz, trigo, sorgo, frijol y otras más (Espinosa-García y
Sarukhán 1997).
El objetivo de este estudio fue compilar una lista de especies de male-
zas para el estado, con las pocas fuentes disponibles y, dada la escasez de
Espinosa-García, F.J., J. Sánchez- literatura sobre malezas en el estado, resaltar su importancia potencial para
Blanco, N.P. Reyes M. y F. Guevara- los ecosistemas naturales y manejados de la entidad, ello con base en infor-
Féfer. 2019. Malezas. En: La
mación de otros países o estados de México.
biodiversidad en Michoacán. Estudio
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, La compilación se realizó mediante la consulta del Catálogo de male-
pp. 267-273. zas de México (Villaseñor y Espinosa-García 1998), del folleto de Malezas
del valle de Apatzingán, Michoacán (Vargas Gómez et cientes a 427 géneros y 91 familias (apéndice 28); este
al. 1994), de la Guía para la identificación de malezas número representa casi un tercio de las cerca de tres
asociadas al cultivo de zarzamora en Los Reyes, Michoa- mil especies registradas para México (Villaseñor y
cán (Fuentes-Chávez et al. 2010), el artículo sobre Espinosa-García 1998, Espinosa-García et al. 2009,
arvenses de la ribera de Cuitzeo (Sánchez-Blanco y Villaseñor 2013). Una revisión exhaustiva de la florística
Guevara-Féfer 2013) y otras obras sobre malezas de de malezas de Michoacán posiblemente agregará otras
zonas adyacentes al estado. 50 especies (Guevara-Féfer 2013). Del total de especies,
La nomenclatura de las especies se ajusta al Catá- 181 corresponden a subespecies o variedades; en rela-
logo de malezas de México en la mayoría de los casos; ción a su origen, 11% son introducidas (107) y 89% son
la determinación del estatus nativo o introducido de las nativas (858).
especies se realizó de acuerdo con Villaseñor y Espinosa- Las familias de malezas con mayor número de
García (2004) y Espinosa-García et al. (2009). especies y géneros son: Asteraceae, Poaceae, Legumi-
nosae y Solanaceae (cuadro 1). Los géneros de malezas
con 10 especies o más son: Euphorbia, Ipomoea, Solanum,
DIVERSIDAD Cyperus, Pseudognaphalium, Melampodium, Bidens,
Melampodium, Montanoa y Paspalum (cuadro 2). En
La diversidad de malezas en Michoacán es muy alta: se todos esos géneros predominan las especies nativas.
han registrado 965 especies e infraespecies pertene-
DISTRIBUCIÓN
CONCLUSIONES
nal Manejo de la maleza: situación actual y perspectivas, Medina-Pitalúa, J.L. y J.A. Domínguez-Valenzuela. 2001.
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Guevara-Féfer, F. 2013. Laboratorio de sinecología, Facultad
de Biología-umsnh. Comunicación personal, agosto.
En la actualidad, las ciudades y áreas metropolitanas el efecto de icu en la ciudad de Morelia, Michoacán
representan la transformación más importante sobre (Gómez-Bermejo 2015). Además, dado que la flora de
ambientes naturales (Angel et al. 2011). En los ambientes malezas ruderales no se conocía para Morelia, este estu-
urbanos, los nutrientes, el espacio, el agua y los regíme- dio también planteó describir la diversidad taxonómica
nes de perturbación tienen una distribución y abundan- de las malezas ruderales presentes en esta ciudad.
cia muy contrastante con respecto a cualquier otro tipo Puesto que las malezas ruderales frecuentemente
de ecosistema; además, las estructuras y materiales que se comportan como arvenses (que crecen en los sem-
componen la ciudad conducen el calor más rápida- bradíos) o ambientales (que crecen en ambientes sin
mente, por lo que muchas áreas experimentan elevadas influencia humana; Villaseñor y Espinosa-García 1998),
temperaturas en comparación con el entorno rural ale- este estudio puede contribuir a entender la respuesta de
daño. La diferencia de temperatura entre las ciudades y las malezas a la temperatura y al papel de las ciudades
su entorno rural se denomina efecto de isla de calor como fuente de propágulos que colonicen ambientes
urbano (icu; Arnfield 2003). rurales o naturales en escenarios de cambio global con
Las condiciones que prevalecen en las ciudades temperaturas elevadas.
limitan a la biota tolerante o adaptada a esos ambientes, En las etapas iniciales del estudio, Gómez-
como es el caso de algunas especies de flora y fauna nati- Bermejo et al. (2011) identificaron que la icu no se pre-
vas o introducidas (Rapoport et al. 1983). Ya que la tem- senta en Morelia debido a las características topográficas
peratura y su variación son determinantes en el de la zona urbana y sus alrededores, aunque sí se detec-
establecimiento y sobrevivencia de muchas especies, se taron áreas con distintos regímenes térmicos (cuadro 1).
ha postulado que las ciudades (a través del efecto icu) Se determinó si las zonas urbanas de Morelia con
podrían servir de refugio a malezas propias de áreas más diferentes regímenes térmicos (rt) albergaban distintas
cálidas que las circundantes a las ciudades (Vibrans 2011). floras de malezas, ya que se consideró que las malezas
El presente estudio de caso tuvo por objetivo cono- ruderales presentes en diferentes ciudades del país pue-
cer si la distribución y diversidad de malezas ruderales den pertenecer a diversas familias florísticas y provenir
urbanas (véase Malezas, en esta obra) tenían relación con de distintos orígenes geográficos (cuadro 2).
Gómez-Bermejo, R.J., J. Sánchez-Blanco, M.I. Ramírez y F.J. Espinosa-García. 2019. Diversidad y distribución de la vegetación
ruderal en función de la temperatura en Morelia. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio,
México, pp. 275-278.
Categoría Morelia, Michoacán1 Malinalco, Estado de México2 Ciudad de México3 Ciudad de México4
Familias 28 100 42 61
Terrenos baldíos,
Terrenos baldíos y Terrenos baldíos, cepos de
Sitios banquetas, grietas y Terrenos baldíos
orillas de caminos árboles y orillas de camino
parques
En la ciudad de Morelia se reportan 135 especies cies) y Bidens (cuatro especies), para el resto se
ruderales agrupadas en 60 géneros pertenecientes a 28 encontraron menos de tres especies. En otros estudios
familias, 26% de estas especies son exóticas. Las fami- se registraron otros géneros diferentes como los más
lias más importantes por el número de especies fueron importantes (cuadro 4), posiblemente debido al tamaño
Poaceae y Asteraceae, las cuales conforman 46.6% de y las condiciones macroclimáticas de otras ciudades.
las especies registradas, eso coincide con otros estudios En Morelia las 10 especies más frecuentes (en 30%
de vegetación urbana ruderal del país, donde ambas de los sitios muestreados) fueron: cuisique (Lepidium
familias son las más importantes (cuadro 3; Gómez- virginicum), huinare (Sida haenckeana), carretero
Bermejo 2015). El resto de las familias fueron poco fre- (Melinis repens), higuerilla (Ricinus communis), cha-
cuentes, raras u ocasionales; no llegaban a más de siete camu (Cynodon dactylon), aceitilla (Bidens pilosa), que-
especies en el área de estudio. lite (Amaranthus hybridus), escobilla (Dyssodia
En cuanto a géneros, los mejor representados fue- tagetiflora), chicalote (Argemone ochoroleuca) y abrojo
ron: Paspalum (seis especies), Euphorbia (cinco espe- (Helminthotheca echioides; Gómez-Bermejo 2015).
Malinalco, Estado de
Familia Morelia, Michoacán1 Ciudad de Méxicol3 Ciudad de México4
México2
Los valores entre paréntesis indican el porcentaje con respecto al total de especies en la ciudad estudiada.
Fuente: 1Gómez-Bermejo 2015, 2Martínez 2010, 3Vibrans 1998, 4Díaz-Betancourt 1999.
Malinalco, Estado de
Género Morelia, Michoacán1 Ciudad de México3 Ciudad de México4
México2
Los valores entre paréntesis indican el porcentaje con respecto al total de especies en la ciudad estudiada.
Fuente: 1Gómez-Bermejo 2015, 2Martínez 2010, 3Vibrans 1998, 4Díaz-Betancourt 1999.
Las 10 especies con mayor cobertura fueron: M. son las familias mejor representadas y que las especies
repens, R. communis, C. dactylon, L. virginicum, S. nativas son la mayoría en estos ambientes perturbados.
haenckeana, D. tagetiflora, B. pilosa, Tithonia tubiformis Estos resultados coinciden con lo reportado para More-
(chotol), H. echioides y A. hybridus (Gómez-Bermejo lia (Gómez-Bermejo 2015). Esta situación contrasta con
2015). respecto a ciudades europeas templadas, como Roma y
En Morelia, los rt no presentaron diferencia entre Estambul (Celesti-Grapow et al. 2006, Altay et al. 2010),
el centro de la ciudad y las zonas rurales aledañas, por donde el porcentaje de especies introducidas es mayor
lo que se considera que no hay efecto de icu, sino un que en ciudades en América (Vibrans 1998, Díaz-
mosaico de áreas con distintas temperaturas. Se identi- Betancourt 1999).
ficaron tres zonas con distintos rt en el área urbana de La vegetación ruderal de Morelia resultó diversa y
Morelia: la zona cálida se ubicó al noreste; la zona con un porcentaje de especies exóticas comparable al
media abarcó el centro histórico y la zona fría se encon- de los baldíos de la Ciudad de México (cuadro 2). Esto
tró al sur de la ciudad (Gómez-Bermejo et al. 2011). En va de acuerdo con la idea de que las ciudades podrían
cuanto a la relación de los rt y las especies de maleza servir como fuente de inóculo de especies exóticas, si
no se encontraron diferencias en la diversidad de espe- hay cambios en los regímenes de perturbación o tem-
cies entre las zonas cálida y fría, pero sí de ambas con peratura en las zonas aledañas a las ciudades (Ricotta et
respecto a la zona media; la incidencia y cobertura de al. 2009).
malezas en zonas con distinto rt fueron similares. La función de reservorio de malezas aplica para
Aunque la diversidad y cobertura de especies las especies exóticas y también nativas. Por ejemplo, se
ruderales no son explicadas por el régimen térmico, encontró en este estudio a garañona (Aldama dentata) y
existieron diferentes curvas de rango de abundancia a manzanillo (Calypotocarpus vialis), especies de climas
de las especies en las zonas con distinto rt, lo que cálidos que se están expandiendo hacia zonas templa-
sugiere que la estructura de la vegetación ruderal varía das (Calderón de Rzedowski y Rzedowski 2004).
según el valor de rt (figura 1), eso indica que las espe-
cies dominantes fueron diferentes entre los sitios; por
ejemplo, la escoba de arroyo (Conyza bonarensis), el CONCLUSIONES
castillo (Leonotis nepetifolia) y la hierba del golpe
(Oenothera rosea) fueron más abundantes en la zona Los resultados presentados en este estudio de caso
fría, mientras que el mezquite (Prosopis laevigata) y contribuyen a reconocer el papel de las ciudades
Tithonia tubiformis lo fueron en la zona cálida; la como sitios con capacidad de albergar, establecer y
curva para la zona cálida tiene menor pendiente, lo propagar especies ruderales. Las condiciones climáti-
que sugiere que hay más especies dominantes que en cas y de alta perturbación presentes permiten que
las otras zonas (figura 1). especies nativas y exóticas persistan en ambientes
En la mayoría de los trabajos sobre vegetación urbanos, que podrían funcionar como fuente de pro-
ruderal, se buscan patrones o relaciones de estableci- págulos que colonizarían ambientes nuevos. La inves-
miento, principalmente en términos de su taxonomía tigación sobre malezas en ambientes urbanos permite
(Vibrans 1998), en la proporción de abundancia de detectar, contener y controlar de forma oportuna
especies nativas y exóticas (Martínez 2010) y de su especies potencialmente nocivas que ponen en riesgo
manejo o uso del suelo (Bigirimana et al. 2011). En estos la biodiversidad de los ambientes naturales y el manejo
trabajos se ha encontrado que Poaceae y Asteraceae eficiente de los campos agrícolas.
3.5
2.5
Rango de abundancia
1.5
1
Fría
Intermedia
0.5
Cálida
0
TiTu
BiPi
BiPi
AmHy
AmHy
RiCu
RiCu
RiCu
SiHa
SiHa
SiHa
DyTa
DyTa
LeVi
LeVi
LeVi
CyDa
CyDa
CyDa
MeRe
PiEch
MeRe
PiEch
MeRe
LeNe
ArOch
ArOch
OnRo
ProLae
CoBo
Figura 1. Rango de abundancia para especies en distinto régimen térmico (rt). Para la zona fría destacan: Leonotis nepetifolia
(LeNe), Conyza bonarensis (CoBo) y Oenothera rosea (OnRo). Para la cálida: Prosopis laevigata (ProLae) y Tithonia tubiformis
(TiTu). El resto de especies se encuentran indistintamente en todas las áreas con distintos rt: Lepidium virginicum (LeVi) Sida
haenckeana (SiHa), Melinis repens (MeRe), Ricinus communis (RiCu), Cynodon dactylon (CyDa), Bidens pilosa (BiPi),
Amaranthus hybridus (AmHy), Dyssodia tagetiflora (DyTa), Argemone ochoroleuca (ArOch), Helminthotheca echioides (PiEch).
Fuente: Gómez-Bermejo 2015.
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DESCRIPCIÓN
costos de mantenimiento disminuyen y la supervivencia importantes de dichas ciudades; cabe señalar que este
aumenta; además, comúnmente favorecen el abrigo y ejercicio no buscó compilar un listado florístico deta-
alimentación de la fauna silvestre nativa, entre otros llado, sino proporcionar un panorama general sobre las
beneficios (Alanís 2005). especies arbóreas más conspicuas y comunes de cada
Las especies introducidas o exóticas pueden ayu- ciudad.
dar a disminuir o combatir algunos aspectos como Durante los recorridos se contabilizaron 98 espe
reducción de ruido, mejora de calidad de aire, conser- cies (95 identificadas) pertenecientes a 42 familias
vación de energía, disminución de corriente pluvial, (apéndice 29), siendo Leguminosae y Moraceae las
entre otros; sin embargo, no son las más recomenda- mejor representadas (nueve y ocho especies, respecti-
das para la reforestación de las ciudades ya que ade- vamente).
más de que conforman ecosistemas urbanos con Del total de especies registradas, 49 son nativas a
menos similitud a la vegetación rural adyacente a la México y 49 introducidas (exóticas). Cabe destacar
ciudad, pueden potencialmente convertirse en espe- que Uruapan fue la ciudad con mayor riqueza de
cies invasoras y desplazar a los elementos nativos especies arbóreas (48), seguida por Morelia (42), Apat-
(Vázquez et al. 2005). zingán (40), Zamora y Lázaro Cárdenas (ambas con
Algunas de las propiedades que deberían tener las 37), mientras que en Ciudad Hidalgo se registró el
especies establecidas de manera intencional para pro- menor número de especies (31). Las ciudades con
veer beneficios ambientales en las ciudades se mencio- mayor número de especies exóticas fueron Uruapan y
nan en el cuadro 1. Zamora (figura 1).
El caso de la flora urbana de Ciudad Hidalgo es
preocupante, ya que además de su plaza principal difí-
DIVERSIDAD cilmente se localizan otras áreas verdes, hecho que
puede explicar la baja riqueza arbórea de dicha ciudad.
Con la finalidad de tener una idea sobre la composición Eso pone de manifiesto la necesidad de crear y mante-
general del arbolado urbano en Michoacán, se llevó a ner más áreas verdes, y de mayor tamaño, para conser-
cabo el presente estudio en el que se seleccionaron seis var la flora local y mejorar la provisión de servicios
de las ciudades más pobladas del estado (Morelia, ambientales en las ciudades.
Uruapan, Ciudad Hidalgo, Zamora, Apatzingán, Lázaro En relación con las especies más abundantes, en
Cárdenas; inegi 2010) para realizar recorridos que per- Lázaro Cárdenas se registró rosa morada (Tabebuia
mitieran registrar las especies arbóreas que se encuen- rosea) y palmera real (Roystonea regia; figura 2), mien-
tran en los camellones, bulevares y plazas más tras que en Apatzingán fue cóbano (Swietenia humilis).
50
40 17
Número de especies
20 11
30 20
17
12
20
31
26
22
10 20 20 19
0
Uruapan Morelia Apatzingán Zamora Lázaro Cárdenas Ciudad Hidalgo
Exóticas Nativas
Figura 1. Número de especies arbóreas nativas y exóticas en seis ciudades del estado. Fuente: elaboración propia con datos
del apéndice 29.
Figura 2. Arbolado urbano de Lázaro Cárdenas como centro de recreación y paseo; resalta a la izquierda una especie
de rosa morada o roble (Tabebuia rosea), a la derecha un almendro (Terminalia catappa) y al centro, aunque con
pequeñas dimensiones un ficus (Ficus benjamina). Foto: Aglaen Carbajal Navarro.
Morelia
Ciudad Hidalgo
Ciudades
templadas
Uruapan
Zamora
0 50 100
Figura 3. Dendrograma de similitud de especies de flora urbana, en seis ciudades de Michoacán. Fuente: elaboración propia.
El resultado del análisis de similitud, el cual agrupa mexicana) presente en Zamora y Apatzingán, y capire
las ciudades estudiadas por la cantidad de especies que (Sideroxylon capiri) en Apatzingán (figuras 4 y 5). Cabe
comparten, muestra un conjunto de ciudades tropicales destacar que estas especies se encuentran en las cate-
y otro de ciudades templadas. El primero conformado gorías sujeta a protección especial, en peligro de extin-
por Lázaro Cárdenas y Apatzingán, y en el segundo se ción y amenazada, respectivamente, de acuerdo con la
encuentran Morelia, Ciudad Hidalgo, Uruapan y nom-059 (semarnat 2010).
Zamora (figura 3).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
DISTRIBUCIÓN ECONÓMICA Y CULTURAL
Se encontraron especies ampliamente distribuidas en La vegetación urbana, principalmente sus árboles, ofre-
todas las ciudades, como palma de abanico (Washingtonia cen una amplia gama de servicios ecosistémicos: mejo-
robusta), galeana (Spathodea campanulata), ficus (Ficus ran la calidad del aire; regulan la temperatura; conservan
benjamina), laurel de la India (Ficus microcarpa) y euca- la energía y el agua; controlan la radiación solar; prote-
lipto (Eucalyptus camaldulensis). Otras especies sólo se gen al suelo contra la erosión; disminuyen la escorrentía
registraron en una de las seis ciudades; es decir, son pluvial y, por tanto, reducen el riesgo de inundaciones;
especies poco utilizadas en la reforestación de zonas aminoran los niveles de ruido; funcionan como pantalla
urbanas (33 del total de especies registradas). Por otro protectora contra el viento y además representan el
lado, sólo seis especies fueron registradas en cinco de hábitat potencial para una gran cantidad de especies de
las seis ciudades: mango (Mangifera indica), palma vida silvestre (Nowak et al. 1997, McKinney 2008, Mac-
cubana (Roystonea regia), jacaranda (Jacaranda mimosifolia), Gregor-Fors et al. 2009).
níspero (Eriobotrya japonica), pinzán o guamúchil Aunque la vegetación urbana aislada, o árboles
(Pithecellobium dulce) y guayaba (Psidium guajava). solitarios, juegan diversos papeles importantes (ecoló-
Aún cuando las especies nativas del país represen- gico, social, cultural), la agregación de vegetación urbana
taron cerca de la mitad de la riqueza arbórea de las en áreas verdes como parques, jardines y campos depor-
ciudades michoacanas, éstas suelen encontrarse en tivos, amplía sus beneficios (Romero et al. 2001).
bajas densidades, con excepción del fresno presente Además de los innumerables beneficios ambienta-
en las ciudades templadas (Morelia, Uruapan y Zamora), les de las áreas verdes en las ciudades, la vegetación
así como de las especies primavera, rosa morada (figura urbana también juega un papel social importante (Hong
2) y cóbano, presentes en ciudades tropicales (Apatzin- et al. 2008). Las zonas rodeadas por áreas verdes urbanas
gán y Lázaro Cárdenas). El resto de las especies nativas y el arbolado urbano disperso son un soporte básico para
de México fueron registradas con bajo número de indi- el esparcimiento y la recreación humana (Soleki y Welch
viduos y resalta el caso de nogalillo (Cedrela odorata) 1995), y generalmente son concebidas por la gente como
registrado en Morelia, sirimo (Tilia americana var. sitios óptimos para vivir, trabajar o pasar el tiempo libre
Figura 4. Jardín Azteca en Morelia, una plaza pequeña con especies nativas en su mayoría,
incluyendo dos especies incluidas en la nom-059-semarnat-2010: al centro y sin follaje sirimo (Tilia
americana var. mexicana) y a la derecha nogalillo (Cedrela odorata), además se puede apreciar
Taxodium mucronatum al centro con follaje y Yucca filifera del lado izquierdo. Foto: Aglaen
Carbajal Navarro.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Debido a la importancia que tiene la vegetación urbana,
algunas de las grandes ciudades del mundo han tomado
cartas en el asunto; por ejemplo, el Plan Regional de
Nueva York postuló que se requieren 11 m2 de espacios
verdes por habitante, mientras que el Plan del Condado
de Londres calculaba 16 m2 y el de Extensión de París
consideraba apropiada una superficie de 17 m2 (Meza y
Moncada 2010).
Aunque en México no se cuenta con estudios que
permitan establecer la cantidad de área verde que sería
apropiada por habitante en las diferentes regiones del
país, existen algunos trabajos que la han cuantificado
para grandes ciudades (Zamudio 2001, Chacalo 2009).
En el área metropolitana de Monterrey existe un prome-
Figura 5. Bulevard en Zamora; se observa al centro de la dio de 3.9 m2 de área verde por habitante, eso como
imagen el nogalillo (Cedrela odorata), especie nativa y bajo resultado de un programa pionero para aumentar la
protección especial. Foto: Aglaen Carbajal Navarro. cobertura de árboles con especies nativas en la ciudad,
lo cual ha tenido implicaciones positivas, tanto ecológi- distribución restringida o en algún estatus de protección
cas como sociales; cabe destacar que la diversidad han recibido acciones de conservación de manera
arbórea del área metropolitana de Monterrey es de 115 urgente.
especies, de 73 géneros y 37 familias (Alanís 2005). Entre las pocas iniciativas de conservación de
Para el caso específico de la ciudad de Morelia, se estas especies destacan esfuerzos aislados de académi-
han realizado dos estudios previos en relación con su cos de la Facultad de Biología de la umsnh, del Instituto
arbolado. En el primero, Guerrero (1997) registró un de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de
total de 136 especies de árboles, arbustos y especies la unam campus Morelia (iies), y los de instituciones
trepadoras a lo largo y ancho de la ciudad; en el gubernamentales como el Parque Estatal Cerro Pun-
segundo, Madrigal-Sánchez y Gómez-Peralta (2007) huato y la Comisión Forestal de Michoacán (cofom), en
identificaron 67 especies de árboles ubicados dentro de donde se han propagado varias especies arbóreas nati-
la ciudad y sus alrededores, de las cuales 35 son intro- vas del estado (algunas bajo categoría de riesgo en la
ducidas (exóticas) y 32 son nativas de México. De nom-059) con fines de restauración ecológica y reintro-
acuerdo con Madrigal-Sánchez y Gómez-Peralta ducción al medio natural, pero que también han sido
(2007), la edad de los árboles de la ciudad de Morelia usadas en menor medida para reforestación urbana
oscila entre cinco y 25 años, y las especies de árboles (véase Restauración ecológica, en esta obra).
registradas como comunes son principalmente exóti-
cas: jacaranda (Jacaranda mimosifolia), eucalipto
(Eucalyptus camaldulensis), trueno (Ligustrum japonicum), VACÍOS DE INFORMACIÓN
galeana (Spathodea campanulata), laurel de la India
(Ficus retusa), ficus benjamina (Ficus benjamina), orquí- La principal limitación para el uso de especies nativas
dea de primavera (Bahuinia variegata) y casuarina en la reforestación urbana es el escaso conocimiento
(Casuarina equisetifolia); la única especie nativa regis- que se tiene en México sobre las especies con potencial
trada como común fue fresno (Fraxinus uhdei). para este propósito, además del desconocimiento de
sus requerimientos ambientales y su tolerancia para
dicho fin. En el estado son escasas las listas de especies
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN nativas susceptibles de ser usadas en reforestación
urbana (García Ruiz y Linares Linares 2012).
En la flora urbana del estado, las especies exóticas (no La reforestación con especies nativas debe partir
nativas al país) no tienen amenazas para su conserva- de una investigación regionalizada acerca de sus pro-
ción ya que aunque se encuentran fuera de su área de piedades, para decidir si son favorables para campañas
distribución han sido ampliamente propagadas. Algu- de mejoramiento de suelos degradados, reforestación y
nas especies nativas de uso frecuente en varias ciuda- restauración de hábitats. En la etapa de selección de
des del país son: fresno (Fraxinus uhdei), primavera especies es importante el conocimiento tradicional
(Tabebuia donell-smithii), rosa morada (Tabebuia rosea) de la flora por parte de las comunidades humanas loca-
y cóbano (Swietenia humilis), por lo que su estado de les. Asimismo, con la finalidad de dar seguimiento a
conservación no se encuentra comprometido. esas actividades se requiere generar líneas de investiga-
Situación distinta registran las especies nativas de ción para realizar estudios científicos permanentes de
distribución restringida o en algún estatus de protección las especies propuestas, como son los ensayos de pro-
oficial, ya que su presencia en las ciudades michoaca- cedencias, estudios sobre resistencia a los cambios cli-
nas es escasa, al igual que en los hábitats naturales máticos, al estrés hídrico, a plagas y enfermedades,
donde se encuentran. Tal es el caso de nogalillo (Cedrela tolerancia a la contaminación ambiental, etc. Final-
odorata), sirimo (Tilia americana var. mexicana) y capire mente, es indispensable que las plantaciones urbanas
(Sideroxylon capiri), tres especies nativas que se se establezcan siempre a través de agrupaciones o aso-
encuentran en alguna categoría de protección en la ciaciones multidisciplinarias que propongan soluciones
nom-059 (semarnat 2010; apéndice 29). urbanísticas, estéticas y ecológicas (García Ruiz y Lina-
res Linares 2012).
ACCIONES DE CONSERVACIÓN
CONCLUSIONES
Son escasas las acciones de conservación enfocadas
hacia el grupo de los árboles urbanos, ya que se trata de El establecimiento de áreas verdes urbanas no consiste
una agrupación artificial de especies con el fin de obte- solamente en plantar árboles, se requiere de análisis
ner diversos servicios ambientales, principalmente esté- detallados de las condiciones del suelo, infraestructura
ticos, y sólo la fracción de especies nativas de urbana adyacente, tamaño del sitio, así como conoci-
semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre del 2010 en la ciudad de Linares, Nuevo León. Tesis de maestría en
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zalco. Arbórea 7:25-29.
Zamudio, C.E. 2001. Análisis del comportamiento del arbo-
lado urbano público durante el periodo de 1995 a 1999 en
Los árboles ubicados en los camellones y banquetas especies relacionadas con ese daño a la infraestructura
urbanas desempeñan diversas e importantes funciones urbana sobresalieron: el diámetro a la altura del pecho
ecológicas, climáticas, económicas y sociales (Dwyer (dap), la distancia entre los árboles y la infraestructura
et al. 1992, Solecki y Welch 1995, McPherson et al. urbana en cuestión.
1999, Nowak 2006, Grimm et al. 2008). Sin embargo, Por un lado, el dap de los árboles mostró una rela-
los árboles ubicados fuera de áreas verdes pueden oca- ción positiva con el nivel de daño a la infraestructura
sionar daños a la infraestructura urbana (Cullen 2005), urbana, mientras que la distancia entre los árboles y la
entre los cuales destaca la ruptura de camellones, infraestructura urbana en cuestión mostraron una rela-
banquetas y calles causada por el crecimiento de sus ción negativa (Conejo-Gutiérrez 2011); es decir, entre
raíces (Čermák et al. 2000, Randrup et al. 2001, Prax y más grandes los troncos de los árboles mayor el daño a
Čermák 2004, Gilman 2006). Debido a lo anterior, es la infraestructura, y entre mayor la distancia del arbo-
importante estudiar y conocer las especies de árboles lado a la infraestructura menor el daño a la misma. Eso
que son plantadas en esos espacios de las ciudades, así concuerda con estudios anteriores que han reportado
como reconocer sus características e historia natural más efectos negativos sobre la infraestructura en aque-
con la finalidad de aprovechar sus beneficios y reducir llas zonas urbanas donde los árboles fueron plantados
los daños. en espacios limitados (Zohn 1995, Randrup et al. 2001,
Para conocer las especies de árboles existentes en Jim 2003, Prax y Čermák 2004).
los camellones y banquetas de las principales vialida-
des de la ciudad de Morelia, se identificaron los especí-
menes en: 1) calzada La Huerta-avenida Francisco I.
Madero; 2) avenida Solidaridad; 3) avenida Camelinas;
4) avenida Pedregal y 5) bulevard García de León.
Todas las especies fueron identificadas con base en
ejemplares colectados in situ y depositados posterior-
mente en el herbario del Laboratorio de Botánica de la
Facultad de Biología de la umsnh.
Se identificaron un total de 33 especies de árboles
en las cinco vialidades estudiadas. Las especies más
abundantes, con más de 50 individuos registrados, fue-
ron: ficus (Ficus benjamina), fresno (Fraxinus uhdei),
eucalipto (Eucalyptus spp.), álamo (Populus tremuloides),
casuarina (Casuarina equisetifolia), jacaranda
(Jacaranda mimosifolia) y laurel de la India (Ficus retusa).
De éstas, sólo el fresno y el álamo son nativas del país.
Asimismo, se identificaron un número limitado de indi-
viduos (cinco o menos) para la mayoría de las especies
(19), 42% de las cuales son nativas al país. Tal fue el caso
del pino piñonero (Pinus cembroides), álamo blanco
(Populus alba), guayabo (Psidium guajava), aguacate
(Persea americana), zapote blanco (Casimiroa
edulis), colorín (Erythrina americana), pino (Pinus
leiophylla) y capulín blanco (Ehretia latifolia).
Es relevante mencionar que se registraron más Figura 1. Levantamiento de una banqueta debido a la plan-
daños en las banquetas que en los camellones donde tación de un fresno (Fraxinus uhdei) en un espacio reducido.
crecían árboles (figura 1). Entre las características de las Foto: Aglaen Carbajal Navarro.
MacGregor-Fors, I. y M. Conejo Gutiérrez. 2019. Árboles en camellones y banquetas de Morelia. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 287-288.
México, Michoacán y en particular la región del bajo de que los caminos federales, estatales, municipales y
Balsas-Infiernillo, son un extenso medio natural con vecinales deriven en un mejoramiento del medio y del
una alta biodiversidad de plantas y animales, donde paisaje, desde hace algunos años a través de la Facultad
abundan los bosques y las selvas (Rzedowski 1978, de Biología de la umsnh se implementó, en el municipio de
Ponce et al. 2004, Burgos, et al. 2010b, conanp 2014); La Huacana –situado en la Depresión del Balsas-
sin embargo, los recursos vegetales silvestres de la Tepalcatepec, en plena Tierra Caliente– un programa
región de Tierra Caliente michoacana han sido mal que consiste en la forestación de carreteras con especies
manejados o destruidos, sobre todo por cambios de uso de plantas nativas; es decir, aquellas que son parte de la
del suelo para agricultura y ganadería, y en función del vegetación natural de la región.
escaso valor económico directo que se considera tie- En 1990, en el municipio citado se realizaron
nen para las comunidades (Burgos et al. 2010a). algunas actividades de reforestación con plantas recu-
Una alternativa para compensar lo anterior es peradas de los viveros comunitarios y con la participa-
revalorar tanto los usos tradicionales como los diversos ción de diversas escuelas de la cabecera municipal. En
servicios que estos recursos prestan a nivel hidrológico, los años siguientes se continuó con acciones similares,
pecuario, como hábitat de la vida silvestre y como tanto en la zona urbana y suburbana de La Huacana,
conexión entre áreas de vegetación nativa, entre otros. como en Churumuco y Buena Vista Tomatlán, siempre
En ese sentido, para incidir sobre todo en el aspecto bajo la coordinación del Laboratorio de Educación
educativo y de cultura ambiental, como una posibilidad Ambiental de la Facultad de Biología de la umsnh.
Figura 1. Vía verde en la carretera Cuatro Caminos-La Huacana. Foto: Aglaen Carbajal Navarro.
Romero Tinoco, M. y A. Blanco-García. 2019. La vía verde de la región de La Huacana. En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 289-290.
INTRODUCCIÓN
Como invertebrados marinos se conoce a los organismos metazoarios (for-
mados por múltiples células agrupadas en tejidos y que se alimentan de otros
organismos; se mueven) carecen de columna vertebral y habitan en el mar,
como esponjas, estrellas de mar, almejas y cangrejos, entre otros. Este grupo
alcanza gran variedad de formas, tamaños y adaptaciones a todos los modos
de vida en el océano, se distribuye desde las zonas intermareales hasta las
profundidades abisales (Brusca y Brusca 2003), en donde gran parte de su
diversidad ha permanecido oculta. Se trata de las especies más antiguas y
numerosas del reino animal. Los registros fósiles confirman su existencia
desde hace 600 millones de años. Algunos de esos grupos de invertebrados
permanecen entre las criaturas modernas que pueblan los mares, incluidos
moluscos, poliquetos, equinodermos, cnidarios y esponjas (Brusca y Brusca
2003). Actualmente, hay entre 200 y 230 mil especies descritas, que consti-
tuyen 75% de la fauna marina y se cree que pudieran existir un total de dos
millones (Bouchet 2006, Mora et al. 2011).
DIVERSIDAD
SITUACIÓN Y ESTADO DE
IMPORTANCIA ECOLÓGICA, CONSERVACIÓN
ECONÓMICA Y CULTURAL
Los invertebrados marinos de las regiones tropicales
La importancia ecológica de los invertebrados marinos son probablemente uno de los grupos menos atendidos
es evidente: contribuyen a la biomasa de su hábitat y son por la comunidad científica, debido en parte a la diver-
parte esencial de las redes tróficas del océano, además sidad de especies existentes en estas latitudes y al sub-
de participar en el reciclaje de nutrimentos y en la des- desarrollo de la ciencia básica en esas regiones (Kemp
composición de la materia orgánica. Las esponjas mari- et al. 2011). Derivado de lo anterior existen problemas
nas y los pepinos de mar mientras se alimentan ayudan a en su taxonomía, ya que muchas especies son poco
mantener la calidad ambiental mediante la depuración conocidas y difíciles de identificar. A pesar de esas limi-
de grandes cantidades de agua y sedimento (Reiswig taciones a nivel mundial la lista de invertebrados mari-
1974, Moberg y Folke 1999, Burke y Maidens 2004). nos que son considerados en riesgo ha incrementado.
Asimismo, la participación de algunos invertebra- Según la Unión Internacional para la Conservación de
dos en la construcción y transformación de hábitats que la Naturaleza (iucn, por sus siglas en inglés) 1 306 espe-
sostienen alta diversidad biológica es reconocida, algu- cies de invertebrados marinos se encuentran actual-
nos ejemplos son los grandes arrecifes de coral de los mente en la lista roja de especies bajo algún nivel de
mares tropicales, los inmensos campos de esponjas silí- amenaza.
a b
Figura 1. Interacciones ecológicas de algunos organismos marinos: a) competencia por el espacio entre distintas especies de
esponjas marinas como Mycale (Carmia) cecilia, Callyspongia californica y Haliclona (Soestella) caerulea, b) los erizos de mar
(Diadema mexicanum) son herbívoros importantes que mantienen controladas las poblaciones de algas. Fotos: Héctor Nava.
cos; Webster 2007). Otras funciones relevantes inclu- siglas en inglés), y en el World Polychaeta Database
yen su participación en la estabilización del sustrato, (WoRMS, por sus siglas en inglés).
uniendo fragmentos de rocas, conchas y corales. Algu- En total se registran 47 especies (43 identificadas)
nas especies son importantes competidores por el sus- en las costas del estado, de las cuales los hidrozoos y
trato y agentes biológicos de destrucción de materiales los antozoos albergan el mayor número, con 28 y 17,
calcáreos, función relevante para el reciclaje del carbo- respectivamente (apéndice 31). Cabe destacar que a
nato y la modificación de las estructuras arrecifales de partir de esta revisión se ha descartado al hidrozoo
todo el mundo (Carballo et al. 2008). Sulculeolaria angusta, reportado en el Estudio de Estado
de 2005 (Fuentes-Farías et al. 2005) debido a que dicha
especie actualmente se considera inválida.
CNIDARIOS
a
manera amplia en el océano, su historia evolutiva se
remonta al periodo cámbrico, hace unos 570 a
530 millones de años, y cuentan con un registro fósil de
35 mil especies.
Diversidad
En la actualidad se tienen descritas 85 mil especies de
moluscos en el mundo, pero se estima que pudieran
existir hasta 200 mil (Böhm et al. 2012). México posee
una línea costera, con cerca de 10 mil kilómetros, lo
que supone una gran diversidad de moluscos; de
acuerdo con Llorente y Ocegueda (2008) en el país
se tienen registradas 4 100 especies. La colección de
b
invertebrados de la umsnh cuenta con un registro
de 287 especies (280 identificadas) de moluscos, (7%
del total de registros en el país), las cuales se distribuyen
en cuatro clases, 80 familias y 182 géneros, según el
listado elaborado por las doctoras María Doralisa Villa-
roel Melo y Alma Lilia Fuentes Farías (cuadro 1, apén-
dice 32).
c Bivalvia 24 68 103
Polyplacophora 4 5 6
Cephalopoda 1 1 2
Total 80 182 287
Fuente: María Doralisa Villaroel Melo y Alma Lilia Fuente Farías, con
datos de la colección de invertebrados de la umsnh.
Importancia
Muchas especies de moluscos, como la lapa, el caracol
púrpura, la almeja y el mejillón, se han explotado de
forma tradicional para el consumo humano. Algunas
Figura 2. Detalle de los corales: a) Pocillopora verrucosa, son objeto de pesquería comercial y representan una
b) Porites panamensis, c) Pavona gigantea. Fotos: Héctor Nava. importante fuente de ingreso para las comunidades
costeras, tal es el caso del ostión Striostrea prismatica
(sinonimia: Ostrea iridescens) y los pulpos Octopus
MOLUSCOS bimaculatus y O. bimaculoides, cuya explotación anual
para el estado, en 2011, fue de 42 y 13 t, respectiva-
Los miembros del phylum Mollusca (del latín molluscum: mente (conapesca 2011).
blando) poseen como característica distintiva un cuerpo Otras especies como la almeja (de los géneros
suave, del cual deriva su nombre, y a menudo una con- Anadara, Argopecten, Glycymeris, Spondylus y
cha externa o interna (Hickman et al. 2006). En este Pinctada, entre otros), el quitón (género Chiton), el callo
grupo se encuentran organismos muy diferentes exter- de hacha (géneros Pinna y Atrina) y varias especies de
namente, como los caracoles, almejas, calamares, pul- caracol (géneros Triplofusus, Oliva, Olivella y Conus),
pos y babosas de mar, lo que refleja su enorme son parte importante de la dieta y materia prima para la
diversidad. Los moluscos marinos se distribuyen de elaboración de artesanías por los habitantes de la costa
Cuadro 2. Especies de moluscos de importancia económica enlistadas en la nom-059 bajo la categoría sujeta a protección
especial (Pr).
tros son de aguas profundas (más de 200 m), así como nas más diversas, como arrecifes coralinos, playas roco-
los trabajos sobre poliquetos pelágicos de Fernández- sas, lagunas costeras y manglares permitirá que se
Álamo (1983, 2002, 2004) y sobre serpúlidos como el conserven la mayoría de las especies de poliquetos, así
de Bastida-Zavala et al. (2016). como las relaciones tróficas que hay entre ellos y los
Los poliquetos son un grupo de gusanos pobre- demás integrantes de las comunidades marinas.
mente estudiados; casi no hay registros en la zona lito-
ral, situación que debería cambiar para conocer la
diversidad de este grupo y su posible uso en la farma- CRUSTÁCEOS
cología marina. Es notable que ningún trabajo se enfo-
que en estudiar la fauna de poliquetos litorales; si se El subphylum Crustacea (término derivado del latín
considera que en Oaxaca recientemente fueron regis- crusta: costra y aceum: relación o la naturaleza de algo)
tradas 221 especies (Bastida-Zavala et al. 2013), se se ubica en el grupo de los artrópodos (que significa
podría pensar que en la entidad es necesario un gran “patas articuladas”) e incluye a especies tan conocidas
esfuerzo para conocer la fauna poliquetológica de sus como los camarones, las langostas y los cangrejos. Es
litorales. un grupo muy diverso, con más de 67 mil especies
Hasta el momento ningún poliqueto está en la conocidas en el mundo, por ello se les considera el
norma nom-059; no obstante, proteger las zonas mari- equivalente marino de los insectos, arácnidos y miriá-
podos; tal diversidad es posible gracias a la gran plasti- cial que no poseen ningún registro formal en la litera-
cidad genética que poseen (presencia de genes Hox), tura y otras que han sido tradicionalmente explotadas
entre otros caracteres, lo cual facilita su transformación sin estudios previos que indiquen su potencial o susten-
morfológica y con ello su adaptación a múltiples tabilidad a largo plazo, esto ha repercutido en el
ambientes (Brusca y Brusca 2003, García-Madrigal et detrimento de las poblaciones de crustáceos (Briones-
al. 2012). Lo anterior les ha permitido sobresalir entre Fourzán 1995, Pérez-González et al. 2002).
los invertebrados marinos; además son un componente
importante en las redes tróficas, donde intervienen
como depredadores o presas de otros animales. Importancia
De acuerdo con Hendrickx (1995a, b, c), en la entidad
se encuentran especies con importancia comercial; sin
Diversidad embargo, no se hallaron registros formales en la litera-
Aunque el estudio de los crustáceos marinos en la enti- tura, al menos para los camarones de la familia
dad se inició hace más de un siglo con Hansen (1912), Penaeidae: Farfantepenaeus brevirostris, F. californiensis,
quien registró por primera vez a los camarones eufási- Litopenaeus vannamei y L. stylirostris. Por otro lado,
dos: Euphausia distinguenda, Siriella gracilis y S. aequiremis, para especies explotadas históricamente, de manera
el estudio de ese grupo está rezagado, sobre todo si se artesanal e incidental, se desconoce el estado de sus
considera que la entidad cuenta con diversos ambientes poblaciones (a pesar de representar una fuente de
costeros propicios para el establecimiento de sus po- ingreso económico para muchas comunidades coste-
blaciones, como lagunas costeras, zonas de litoral y ras), tal es el caso de langostas: Panulirus inflatus (lan-
nerítica. gosta azul), P. gracilis (langosta verde) y Evibacus
El desconocimiento se debe también a que la lite- princeps (langosta zapatera; Briones-Fourzán y
ratura especializada está dispersa, y en algunos casos es Lozano-Álvarez 2000, Pérez-González et al. 2002).
de difícil acceso, además de que no hay especialistas Para consumo local también se utilizan otros
(carcinólogos) trabajando en la costa de la entidad. crustáceos obtenidos de la pesca (obs. pers.), lo que
Así, el estudio de los crustáceos ha sido en cierta apoya la subsistencia de las comunidades costeras con
forma incidental, no sistemático, y los artículos publica- alimentos de alto valor proteico (Gunalan et al. 2013).
dos en revistas arbitradas podrían enmarcarse en dos Entre esos recursos están las jaibas (Callinectes arcuatus,
épocas. La primera que incluye documentos monográ- C. toxotes, Portunus asper, P. affinis y P. xantusii) y
ficos realizados por extranjeros que hicieron muestreos también otras especies como chiquilique (Emerita
puntuales, como los de Hansen (1912), Wilson (1950), rathbunae), cangrejo fantasma o señorita (Ocypode
Hurley (1956), Luke (1977) y Pérez-Farfante y Boothe occidentalis), cangrejo azul (Cardisoma crassum), can-
(1981, 1986). La segunda época la constituyen trabajos grejo morado (Gecarcinus quadratus), cangrejo rojo
más recientes, de 1990 a la fecha, lo que ha aumentado (Johngarthia planata) y cangrejo de roca (Grapsus
significativamente el número de registros de crustáceos grapsus; Hendrix 1995a, b, c; obs. pers.).
para la entidad, entre los que destacan: Barnard e Es importante que en regiones tropicales con alta
Ingram (1990), Suárez-Morales y Zurita-Gutiérrez diversidad, como es Michoacán, se sistematice el estu-
(1991), Román-Contreras (1993), Hendrickx (1990, dio de los crustáceos con el objetivo de realizar un con-
1996), García-Madrigal (2000), Espinosa-Pérez y Hen- sumo racional y sustentable de las especies actualmente
drickx (2001, 2002), Corona y Raz-Guzmán (2003), explotadas o con potencial.
Campos y Hernández-Ávila (2010), entre otros. La importancia de los crustáceos radica en su inci-
A la fecha, el número de registros de crustáceos dencia en las redes tróficas, en donde juegan un impor-
marinos es de 176 especies (165 identificadas) pertene- tante papel como consumidores primarios, lo que
cientes a 128 géneros, 71 familias y 11 órdenes (apén- permite la conversión de materia orgánica en biomasa
dice 34), reportados en 32 artículos y monografías. animal (Cordell 2007); también como consumidores
Cabe resaltar que no se contabiliza en las cifras anterio- secundarios que sostienen a los consumidores tercia-
res la llamada literatura gris, como tesis, informes técni- rios, como peces, aves, ballenas (Chapman 2007), por
cos u otras fuentes informales. lo que cualquier efecto sobre estos eslabones repercu-
Es importante mencionar que la entidad se tirá en los niveles tróficos superiores. Así, el desconoci-
encuentra en el Pacífico central mexicano y posee miento de los crustáceos puede tener efectos no
características topográficas y oceanográficas propicias calculados en muchos de los productos marinos consu-
para ambientes costeros diversos; sin embargo, en la midos por el ser humano.
costa el conocimiento del grupo es heterogéneo, para En la entidad se han explotado algunas especies
algunas áreas la información es escasa y para otras es de crustáceos sin conocimiento de su biología, por lo
nula. Además, existen especies de importancia comer- que se tiene un doble efecto negativo hacia este recurso:
a b c
d e f
g h i
j k l
Figura 4. Equinodermos de Faro de Bucerías: a) Phataria unifascialis, b) Ophioderma sp., c) Ophiocoma alexandri,
d) Ophionereis sp., e) Ophiothrix rudis, f) Eucidaris thouarsii, g) Diadema mexicanum, h) Toxopneustes roseus, i) Lissothuria
ornata, j) Neothyone gibber, k) Holothuria (Cystipus) rigida, l) Pseudocnus californicus. Fotos: Yuri Hooker.
células cancerosas. Además, actúan directamente sobre conocer de manera certera la situación de sus poblacio-
las células de la sangre y del sistema nervioso central de nes; existe el dato de que se exportan cerca
muchos animales vertebrados, por lo que se están de 1 200 toneladas métricas al año (en peso húmedo) de
investigando en diversos laboratorios del mundo, sobre pepinos de mar a diferentes países de Asia, principal-
todo de Europa y Asia (Purcell et al. 2012). mente a China, donde son utilizadas para el consumo
Son pocos los equinodermos que se encuentran humano (Purcell et al. 2012). En la costa del estado no
bajo alguna categoría de protección; la única especie sólo se comercializa I. fuscus, sino también otras espe-
considerada en la categoría sujeta a protección especial cies de pepinos de mar que la acompañan en su hábi-
en la nom-059 (semarnat 2010) y en peligro en la uicn, tat; muchas de ellas, como el género Holothuria, son
es el pepino de mar Isostichopus fuscus habitante de las utilizadas en otros países como materia prima para el
costas de Michoacán, que también está incluido en el desarrollo de productos químicos que ya elaborados
catálogo de la Convention on International Trade in alcanzan altos precios en el mercado (Purcell et al.
Endangered Species of Wild Flora and Fauna (cites); sin 2010). Es importante realizar estudios ecológicos de
embargo, no existen estudios científicos que permitan este grupo, ya que ese conocimiento podría generar
normas de explotación y sustentabilidad hacia solucio- tipos de sustratos y ecosistemas. Son presa de otros orga-
nes al fenómeno de devastación que algunas especies nismos, como erizos de mar y peces, y también están
del grupo están sufriendo en la entidad. sujetos a la competencia y el crecimiento excesivo de las
esponjas, algas y tunicados (Fernández-Álamo y Rivas
2007). Este grupo se distribuye en todos los mares y
BRIOZOOS océanos de las regiones polares hasta las ecuatoriales, en
la zona intermareal y hasta profundidades de más de
Los ectoproctos (ektos: fuera y proctos: ano) o briozoos ocho mil metros (Fernández-Álamo y Rivas 2007),
(animales “musgo”) son el phylum más diversificado de incluso se han encontrado en cuevas submarinas que
lofoforados (organismos con una corona de tentáculos van de los cero a 30 m (Arko-Pijevac et al. 2001).
que sirve para su alimentación, en el caso de los brio-
zoos rodea a la boca) con más de 5 900 especies recien-
tes descritas en todo el mundo (Appeltans et al. 2012). Diversidad
Se han descrito unas 10 mil especies fósiles que se En los trabajos más relevantes sobre taxonomía de brio-
remontan al periodo ordovícico inferior, hace aproxima- zoos en México, Steibeck y Ricketts (1941), Soule y
damente 500 millones de años (Moyano 2009). En su Soule (1964), Brusca (1980) y Fernández-Álamo y Rivas
mayoría forman colonias, salvo las especies del género (2007) han reportado para el golfo de California alta
intersticial Monobriozoon (Fernández-Álamo y Rivas densidad y diversidad de estos organismos en la zona
2007). Se conocen tres clases: Phylactolaemata, restrin- intermareal e infralitoral que asciende a 160 especies, y
gida al agua dulce; Gymnolaemata con la mayoría de las se han elaborado claves y guías ilustradas con descrip-
especies actuales y fundamentalmente marinas (el orden ciones taxonómicas para la correcta identificación del
Cheilostomata es el más diverso en cuanto a especies); y grupo a nivel de familia, género y especie, para los
Stenolaemata con pocas especies actuales, pero el grupo organismos tanto en su estado juvenil como adulto.
con más especies fósiles (Ruppert y Barnes 1996). Álvarez-León y Banta (1984) publicaron un estudio
Los individuos se llaman zooides, cada uno de sobre briozoos de tres esteros adyacentes a Mazatlán,
cerca de 0.5 mm de longitud y están formados por un en la costa noreste de México, siendo el primer reporte
esqueleto protector que recibe el nombre de zoecio. El de esta zona para las especies Amathia distans, A.
conjunto de zooides que forman una colonia se llama semiconvoluta, Anguinella palmata, Bugula neritina,
zoario. La mayoría de las colonias se fija a los sustratos Membranipora tuberculata, Thalamoporelta gothica y
mediante discos basales o rizoides, mientras que las Zoobotryon verticillatum. A esto se agrega la especie
colonias que se cementan a sustratos duros están adhe- publicada por Sosa-Yañez et al. (2015) Abditoporella
ridas mediante toda la cara basal del zoario (Moyano dimorpha, teniendo como localidad tipo Faro de Buce-
2009). Las partes blandas, como el lofóforo, las góna- rías, Michoacán. Para la entidad se han reportado 34
das, el tracto digestivo y los músculos constituyen el especies (27 identificadas) para las costas de Aquila y
polípido (Brusca y Brusca 2005). Lázaro Cárdenas (figura 5), repartidas en un orden
En las clases Gymnolaemata y Stenolaemata se (Cheilostomatida), 24 familias y 28 géneros (Jiménez-Rico
presenta polimorfismo, por lo tanto, en una colonia 2004, Sosa Yáñez 2011; apéndice 36).
se pueden encontrar individuos con diferentes carac-
terísticas. Por ejemplo, los encargados de la alimenta-
ción son denominados autozooides y son los más Importancia
comunes, constituyendo la mayor parte de la colonia; Este grupo es de interés económico aunque causan pro-
los zooides reducidos o modificados realizan otro tipo blemas severos en las instalaciones industriales que uti-
de funciones como la alimentación, la reproducción o lizan agua en sus procesos de enfriamiento, como en
el movimiento, se conocen como heterozooides las plantas hidroeléctricas y nucleares, así como en las
(Moyano 2009). En la mayoría de los casos cada colo- instalaciones petroleras; el problema que ocasionan es
nia procede de la reproducción asexual de un único la obstrucción de las tuberías que conducen agua, oca-
individuo denominado ancéstrula, que a su vez se ha sionando grandes pérdidas monetarias; también contri-
originado por reproducción sexual. El mecanismo por buyen de manera considerable en la formación de
el cual la ancéstrula origina una colonia se conoce placas de incrustaciones calcáreas (fouling) en objetos
como astogenia (Liuzzi 2010). sumergidos en los muelles, las bahías y el mar abierto,
Los briozoos son de los grupos epibiontes (organis- así como en los cascos de los barcos, propiciando su
mos que crecen adheridos sobre otros animales) más deterioro, corrosión y aumento considerable en el peso
importantes en los ambientes marinos. Tanto su éxito total. Lo anterior lleva a un gasto de combustible, lo que
como colonizadores, sus adaptaciones morfológicas y su implica recursos económicos para su control (Ryland
elevada tolerancia los ha llevado a habitar diferentes 1970 en Fernández-Álamo et al. 2007).
a b
c d
e f
g h
i j
Figura 5. Fotografías electrónicas de barrido con detalle 100x de las especies: a) Jellyella
tuberculata, b) Biflustra denticulata, c) Retevirgula tubulata, d) Osburnea biscuta, e) Akatopora
tincta, f) Cradoscrupocellaria tenuirostris*, g) Puellina flabellifera*, h) Parasmittina crosslandi,
i) Primavelans mexicana, j) Pleuromucrum gorgonensis. Fotos: Berenit Mendoza Garfías y
Armando Sosa Yañez. *Estas especies no se incluyen en el apéndice del grupo biológico.
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Figura 3. Colonia de coral Pocillopora verrucosa (al centro). Figura 5. Amphimedon texotli, una llamativa esponja
Los corales del género Pocillopora aún permanecen en el asociada a ambientes de arrecifes de coral en el Pacífico
arrecife, sin embargo, son muy escasos. Foto: Héctor Nava. mexicano. Especie fotografiada durante el muestreo en la
localidad, aunque no se ha reportado en ningún trabajo
previo. Foto: Héctor Nava.
Figura 6. Aún con signos de deterioro, los remanentes de la estructura arrecifal de la localidad de El Zapote Madero
mantienen alta diversidad de organismos; en la imagen se puede apreciar un cardumen de peces cirujanos. Foto: Héctor Nava.
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a b
Figura 2. a) Tejido con punto de cruz de hilo teñido con caracol púrpura, b) telar de cintura comúnmente utilizado en la
elaboración de textiles en la costa. Foto: Circe Isabel Torres-Torres.
INTRODUCCIÓN
DIVERSIDAD
DISTRIBUCIÓN PORIFERA
Poco se sabe de la distribución geográfica de los Las esponjas se distinguen por tener su cuerpo lleno
macroinvertebrados dulceacuícolas en el estado, por de poros y canales por donde circula una corriente
ser organismos pocos estudiados. De las especies que continua de agua. Estos organismos viven exclusiva-
se tiene información, gran parte fueron colectadas en mente en ambientes acuáticos, son en su mayoría
la región del Sistema Volcánico Transversal (apéndice marinos y sólo 1.5% de las especies son dulceacuíco-
37). Sin embargo, sin considerar a los decápodos, las (Manconi y Pronzato 2008). Son especies bentóni-
cuya distribución ha sido mejor estudiada, la informa- cas y sésiles, es decir, están fijados a algún sustrato. En
ción disponible sobre la localización de los registros ambientes dulceacuícolas, sobre la superficie de las
de los macroinvertebrados dulceacuícolas refleja un piedras, tienen el aspecto de una costra blanda de
esfuerzo de colecta mayor en algunas regiones, más color café a blanco verdoso, lo que les da la aparien-
que un posible patrón específico de distribución de cia de moho.
estas especies. En el cuadro 1 se presenta el número
de especies de macroinvertebrados, por grupos,
encontrados en el estado (apéndice 37). Diversidad y distribución
A continuación, se presenta una breve descrip- En México se ha reportado la presencia de 10 especies,
ción de especies que constituyen el grupo de los de las cuales dos están presentes en la entidad:
macroinvertebrados dulceacuícolas y su estado de Ephydatia fluviatilis (figura 1) y Heteromeyenia repens,
conocimiento en la entidad (figuras 1 a 5). No se inclu- halladas en el lago de Pátzcuaro (Rioja 1940, 1942;
yeron los phyla Nematomorpha, Nemertea, Nematoda, apéndice 37, cuadro 1).
ni las clases Branchiopoda, Ostracoda y Maxillopoda
del phylum Arthropoda, ya que generalmente son
organismos inferiores a 0.5 mm o endoparásitos de
otros invertebrados.
Figura 1. Ephydatia fluviatilis (Porifera), una de las dos especies de esponjas presentes en la entidad, específicamente en el
lago de Pátzcuaro. Foto: Patrick Steinmann.
Cnidaria 26 2 (7.7) 0
Tricladida 1 303 ? 1
Platyhelminthes Turbellaria
Temnocephalida nd nd 1
Haplotaxida 1 100 ? nd
Arthropoda Hymenoptera nd nd 1
Entomobryomorpha 43 1 (2.3) 0
Los conteos para Michoacán incluyen taxa no identificados. 1Especies que tienen una parte o la totalidad de su ciclo de vida en ambientes
acuáticos. 2Especies presentes en México y porcentaje con respecto a las especies reportadas a nivel mundial. 3Especies presentes en el estado y
porcentaje sobre el total de especies reportadas en México. 4Especies de vida libre. 5Número de especies registradas en México que pertenecen
a las familias Blepharoceridae, Ceratopogonidae, Chaoboridae, Chironomidae, Corethrellidae, Culicidae, Dixidae, Simuliidae y porcentaje de
estas especies presentes en México sobre el número de especies de estas familias (17 267) reportadas a nivel mundial. nd: no determinada.
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Kondratieff 2004, Escalera-Gallardo et al. 2005, Ponce 2005, Bogan 2008, Deharveng et al. 2008, De Moor e Ivanov 2008, Di Sabatino et al.
2008, Fochetti y Tierno de Figueroa 2008, Manconi y Pronzato 2008, Martin et al. 2008, Rocha et al. 2008, Schockaert et al. 2008, Sket y Trontelj 2008,
Strong et al. 2008, Thompson 2008, Väinölä et al. 2008, Villalobos-Hiriart y Álvarez 2008, Wilson 2008, Coronado-Mercado y Pérez-Munguía
2009, Rocha-Ramírez et al. 2009, Bueno-Soria 2010, Mathuriau y Herrejón 2010, Alonso-EguíaLis et al. 2011, Arce-Pérez y Morón 2011,
McCafferty 2011, Casas-Martínez et al. 2012, conabio 2012, Adler y Crosskey 2014, Bond et al. 2014, Oceguera-Figueroa y León-Régagnon 2014,
Bowles 2015.
PLATYHELMINTHES ANNELIDA
Los platelmintos o gusanos planos tienen el cuerpo Los anélidos, representados sobre todo por las lombri-
aplanado dorsoventralmente y no poseen apéndices ces de tierra y las sanguijuelas, son animales de cuerpo
locomotores, al igual que los anélidos (Beaumont y blando, cilíndrico y segmentado, con una simetría bila-
Cassier 1981). De las cuatro clases que comprende el teral (Beaumont y Cassier 1981). Están conformados por
phylum, tres agrupan organismos parásitos y una, Tur- varios grupos de los cuales la clase Clitellata abarca la
bellaria, reúne especies de vida libre y acuática (Schoc- mayor parte de las especies de agua dulce. Esta clase
kaert et al. 2008). La mayoría de los turbelarios acuáticos comprende los órdenes Rhynchobdellida, Arhynchob-
son marinos, pero 20% de las especies viven en agua dellida y Haplotaxida.
dulce en el fondo del agua, debajo de las piedras, en la Los hirudíneos (Rhynchobdellida y Arhynchobde-
hojarasca y en ambientes húmedos (Schockaert et al. llida) se conocen como sanguijuelas, tienen el cuerpo
2008). Estos organismos son principalmente depreda- aplanado dorsoventralmente y con pliegues cutáneos,
dores, aunque también se alimentan de animales muer- no poseen quetas o cerdas en el cuerpo, tienen vento-
tos y de algas (Schockaert et al. 2008). sas, una anterior bucal y una posterior con la cual se
desplazan y se alimentan (Sket y Trontelj 2008). En la
época reproductiva se forma una estructura denomi-
Diversidad y distribución nada clitelio, que es el capullo en el que se almacenan
Se conocen 1 303 especies dulceacuícolas en el mundo y se desarrollan los huevos (Sket y Trontelj 2008). La
(Schockaert et al. 2008). Sin embargo, en Michoacán se mayoría de las especies de sanguijuelas (70%) viven en
han reportado sólo dos especies: Dugesia sp. (figura 2) agua dulce y las demás son marinas o terrestres (Sket y
y Temnocephala mexicana (Benazzi 1972, conabio Trontelj 2008). Muchas son parásitos hematófagos y
2012), las cuales se distribuyen en el lago de Pátzcuaro otras se alimentan de moluscos, crustáceos, renacuajos,
y en la laguna de Camécuaro. alevines e insectos.
Los Haplotaxida u oligoquetos se conocen como
lombrices de tierra o de agua, tienen el cuerpo cilín-
drico, segmentado y poseen algunas quetas o cerdas. Al
igual que los hirudíneos poseen clitelio (Beaumont y
Cassier 1981). La mayoría son terrestres, 22% viven en
agua dulce y algunas pocas son marinas (Martin et al.
2008). Las especies dulceacuícolas se alimentan de
desechos vegetales o bien de materia orgánica.
Diversidad y distribución
Se conocen 482 especies de hirudíneos en el mundo
(Sket y Trontelj 2008); nueve especies de vida libre se
encuentran en Michoacán (Oceguera-Figueroa y
León-Régagnon 2014; apéndice 37, cuadro 1), sobre todo
en los lagos de Pátzcuaro y de Zirahuén, y en Zitácuaro.
Figura 2. Dugesia sp., especie de gusano plano. Foto. Ondřej En la región Neártica se han reportado 79 especies y
Machač. 104 en la región Neotropical (Sket y Trontelj 2008), lo
que sugiere que existen aún especies por encontrar.
En cuanto a los oligoquetos se conocen
En México, y en particular en Michoacán, la mayor 1 100 especies en el mundo (Martín et al. 2008). En
parte de los trabajos taxonómicos se han realizado Michoacán se ha reportado la presencia de varios orga-
sobre los platelmintos parásitos, importantes por causar nismos en ríos de la cuenca de Cuitzeo; sin embargo,
enfermedades a diferentes hospederos vertebrados, aún no han sido identificados y se desconoce el número
incluyendo al ser humano. La falta de registros sobre de especies (reportadas como nd* y no contabilizados
platelmintos libres también se puede atribuir a la difi- en el total de organismos macroinvertebrados dulce
cultad para encontrarlos, en este sentido las especies acuícolas del apéndice 37) en la entidad (Mathuriau et
más conocidas pertenecen al grupo de los planarios, al. 2011). En la región Neártica se han reportado 238
que son especies grandes, sin embargo, existe gran especies y en la región Neotropical 178 (Martin et al.
diversidad de especies de menor tamaño que pasan 2008), lo que sugiere que en el país se puede hallar por
desapercibidas en los muestreos. lo menos 200 especies de oligoquetos.
ARTHROPODA
Diversidad y distribución
Se estima que en el mundo existen 103 especies vincu-
ladas al medio acuático (Deharveng et al. 2008). En
México se reportan 16 y en Michoacán se registra la
presencia de una especie: Sminthurides hyogramme
(Palacios-Vargas et al. 2000, conabio 2012). Cabe men-
cionar que los colémbolos terrestres han sido relativa-
mente bien estudiados con respecto a las especies
acuáticas (véase Estado del conocimiento de la diversi-
dad de insectos (Hexapoda), en esta obra).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Figura 5. Representantes del orden Trichoptera, familia
Leptoceridae; en este orden sólo los estadios inmaduros son Los macroinvertebrados acuáticos tienen un papel
acuáticos. Foto: José Andrés Posada García. importante en la estructura y funcionamiento de los
ecosistemas acuáticos. Controlan la productividad pri-
maria (Huryn 1998), descomponen la hojarasca que
Diversidad y distribución proviene de zonas ribereñas, participando en la minera-
Para México se conocen 3% de las especies de insectos lización de la materia orgánica (Webster y Benfield
acuáticos del mundo, y en Michoacán se reportan al 1986) y son fuente de alimentos para peces (Power
menos 408 especies (cuadro 1). En el estado el grupo 1990), aves (Gray 1993) y murciélagos (Sullivan et al.
más diverso es el de los odonatos, con 138 especies 1993); por otra parte, los langostinos y camarones de
(apéndice 38; veáse Libélulas, en esta obra), seguidos agua dulce, moluscos y algunas larvas de coleópteros,
por los dípteros (122), coleópteros (51), tricópteros (51), odonatos y adultos de hemípteros son consumidos en
hemípteros (24) y efemerópteros (12); los demás grupos México (Ramos-Elorduy y Pino-Moreno 2004) y pue-
están representados por menos de 10 especies (apén- den ser fuente de ingreso sustancial para las poblacio-
dice 37). nes locales.
La alta diversidad de odonatos, con respecto a En el ámbito de la investigación biológica, el
otros grupos, tiene que ver con el esfuerzo de mues- género Dugesia (Platyhelminthes y Turbellaria) es un
treo y el interés de este grupo por los especialistas. De excelente modelo de estudio para indagar procesos de
las 122 especies reportadas de dípteros, la mitad per- regeneración celular para la aplicación con bioterapia
tenece a las familias Culicidae y Simuliidae (apéndice celular (Saló et al. 2009).
37). Los dípteros, coleópteros y tricópteros son los En el sector salud varias especies de las familias
insectos más diversos en el mundo, y se esperaría, Culicidae y Simuliidae (Diptera), son considerados una
dado la diversidad de ambientes acuáticos en la enti- plaga para el ser humano; las larvas de mosquitos son
dad, tener mayor número de especies de estos grupos acuáticas y son vectores de enfermedades graves, como
en el estado. el dengue, la fiebre amarilla, el paludismo, la oncocer-
cosis o ceguera de río, la chikunguña y la fiebre de Zika
(Alfaro-Toloza et al. 2015, Harwood y James 1993,
Clase Collembola Rodríguez-Morales 2015).
Los colémbolos son hexápodos (del griego hexa: seis y También son importantes algunos artrópodos
podos: patas) pequeños sin alas, que miden entre acuáticos, como los ácaros y otros depredadores
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INTRODUCCIÓN
DESCRIPCIÓN
Al igual que los demás insectos, las libélulas presentan el cuerpo dividido
en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen. La cabeza contiene básica-
mente las partes bucales que emplean para su alimentación; las larvas
poseen un labio retráctil que utilizan para atrapar presas y llevarlas a la
boca, también en esta región se encuentran los órganos de los sentidos,
tales como las antenas, los ojos compuestos y los ojos simples u ocelos,
tanto en larvas como adultos (Suhling y Martens 2007).
Las libélulas destacan por poseer grandes ojos compuestos en estado
adulto. En los adultos el tórax es robusto, ya que contiene la potente mus-
culatura que mueve a los dos pares de alas membranosas bien desarrolladas
que poseen, y a tres pares de patas que sólo les sirven para posarse y sujetar
a sus presas; mientras que en las larvas los músculos torácicos sólo mueven
los tres pares de patas.
El abdomen contiene las vísceras; en algunas larvas, al final del abdo-
men se encuentran láminas o sacos llamadas traqueobranquias o agallas
(figura 1), que funcionan como órganos respiratorios dentro del agua, en
tanto que las que carecen de ellas (figura 2), introducen el agua por la aber-
tura anal, la cual baña a una red de tráqueas del recto que funcionan como
branquias. En los adultos, el abdomen contiene también los apéndices
copulatorios, en el macho, y los empleados para la oviposición, en la hem-
Novelo-Gutiérrez, R. 2019. Libélulas.
bra (Dunkle 1989).
En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio,
México, pp. 325-329.
Figura 1. Vista dorsal de la larva de Hetaerina capitalis Figura 2. Vista dorsal de la larva de Erpetogomphus cophias
(suborden Zygoptera, familia Calopterygidae); al final del (suborden Anisoptera, familia Gomphidae); al final del
abdomen se aprecian las traqueobranquias. Foto: Rodolfo abdomen se aprecian tres apéndices agudos que rodean la
Novelo-Gutiérrez. abertura anal. Foto: Rodolfo Novelo-Gutiérrez.
Las libélulas adultas exhiben un rango de talla para cada estado del país, lo que proporcionó la cifra
muy amplio que va de 2 a 15 cm de longitud del cuerpo de 38 especies para Michoacán. Posteriormente,
(Silsby 2001). De igual manera, la variación en colores y Ponce (2005) reportó 59 especies, mientras que
combinaciones de éstos sólo se equipara al de las mari- González-Soriano y Novelo-Gutiérrez (2007) actuali-
posas y los peces. zaron la cifra a 54 especies. En un estudio basado en
colectas sistemáticas, Novelo-Gutiérrez y Gómez-
Anaya (2009) reportaron un total de 116 especies para
DIVERSIDAD ocho localidades situadas en un transecto altitudinal
sobre la sierra de Coalcomán (cuadro 1), elevando la
Actualmente, se conocen 6 300 especies en el mundo cifra a 138 especies en 52 géneros y nueve familias
(Schorr y Paulson 2019), pero se calcula que pudiera (apéndice 38; véase Estado del conocimiento de la
haber alrededor de 7 mil especies (Kalkman et al. 2008) diversidad de insectos (Hexapoda), en esta obra). En
repartidas sobre todo en dos subórdenes: Zygoptera resumen, en un lapso de 17 años (1996-2013) ha
(figura 3) y Anisoptera (figura 4). Un tercer suborden, habido un incremento neto de 270% en el conoci-
Anisozygoptera, se considera relictual y restringido a miento de las especies de odonatos para este estado.
escasas localidades de la región oriental. En México se Uno de los hallazgos más sobresalientes ha sido el
han registrado 355 especies de libélulas (González- del género Ophiogomphus y la descripción de O.
Soriano y Novelo-Gutiérrez 2014). purepecha (figura 5) de la localidad de Los Azufres
En Michoacán el conocimiento de su odonato- (González-Soriano y Villeda-Callejas 2000). A la fecha,
fauna ha crecido notablemente en los últimos años. éste ha sido el primer y único registro del género para
González-Soriano y Novelo-Gutiérrez (1996) hicieron México y la especie es al parecer endémica de Michoa-
un recuento de las especies de odonatos registradas cán. Otros hallazgos interesantes son las especies nue-
Figura 3. Macho adulto de Argia extranea (Zygoptera: Figura 4. Macho adulto de Perithemis intensa (Anisoptera:
Coenagrionidae). Foto: Rodolfo Novelo-Gutiérrez Libellulidae). Foto: Rodolfo Novelo-Gutiérrez
Número
Región
Localidad Municipio de Ejemplos
fisiográfica
especies
Hetaerina titia, Neoerythromma cultellatum, Telebasis
Ticuiz Coahuayana Llanura Costera 66 levis, Anax junius, Brachymesia furcata, Tholymis
citrina
Argia harknessi, Leptobasis candelaria, Gynacantha
Depresión del Balsas-
California Apatzingán 42 nervosa, Phyllocycla elongata, Cannaphila insularis,
Tepalcatepec
Micrathyria debilis
Argia mayi, Coryphaeschna diapyra, Erpetogomphus
Estanzuela Aquila Sierra Madre del Sur 38 bothrops, Anatya guttata, Brechmorhoga nubecula,
Orthemis levis
Argia funcki, Enallagma semicirculare, Rhionaeschna
Depresión del
Pinolapa Tepalcatepec 51 psilus, Progomphus marcelae, Erythemis plebeja,
Balsas-Tepalcatepec
Tramea abdominalis
Mecistogaster ornata, Protoneura rojiza, Phyllogomphoides
Villa Victoria Chinicuila Sierra Madre del Sur 50 danieli, Progomphus mexicanus, Macrothemis inacuta,
Pantala hymenaea
Palaemnema domina, Anax walsinghami,
Aguililla Aguililla Sierra Madre del Sur 40 Phyllogomphoides luisi, Dythemis maya, Pseudoleon
superbus, Tramea onusta
Argia lacrimans, Aeshna williamsoniana,
Colorín Chinicuila Sierra Madre del Sur 28 Erpetogomphus cophias, Brechmorhoga tepeaca,
Macrothemis ultima, Paltothemis cyanosoma
Apanisagrion lais, Enallagma praevarum, Progomphus
Chichihua Coalcomán Sierra Madre del Sur 39 lambertoi, P. zonatus, Brechmorhoga rapax, Dythemis
nigra
vas descritas recientemente con material proveniente en La Chichihua, Coalcomán (Novelo-Gutiérrez 2007b);
de varias localidades de la entidad, entre las que desta- Telebasis levis, en El Ticuiz, Coahuayana (Garrison
can Progomphus marcelae, en río Pinolapa, Tepalcate- 2009); y Argia mayi, en río Pinolapa, Tepalcatepec
pec (Novelo-Gutiérrez 2007a); Progomphus lambertoi, (González-Soriano 2012).
Figura 5. Macho adulto de Ophiogomphus purepecha (Anisoptera: Gomphidae). Foto: Rodolfo Novelo-Gutiérrez.
DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
En México este grupo está representado por las familias Dytiscidae, Noteridae,
Haliplidae y Gyrinidae (figura 1). Su conocimiento se basa en trabajos regiona-
les de eua, revisiones para Norteamérica y México, y sólo en tres trabajos se
hacen referencias específicas para México (Leech 1948, Clark 1862, Sharp
1882, 1887). En total se han registrado 36 géneros y 238 especies (Arce-Pérez
y Roughley 1999). Hasta el momento no se conoce ningún inventario sobre
los coleópteros hidradéfagos de Michoacán, pero se tienen registros de
15 géneros y 28 especies e infraespecies que representan 42 y 12%, respec
tivamente, del total nacional (Dugés 1901, Arce-Pérez y Roughley 1999, Von-
del y Spangler 2008). El género mejor representado es Laccophilus, con 10
especies y cuatro infraespecies, seguido por Rhantus y Cybister, cada
uno con dos especies, y los 12 restantes con una sola especie (apéndice 39).
Esta cifra no revela una diversidad baja en comparación con otros estados, es
evidencia de la falta de colectas y estudios faunísticos en todos los ambientes
Arce-Pérez, R. y M.A. Morón. 2019. acuáticos característicos de la entidad. Es posible que cuando menos existan
Escarabajos acuáticos (Hydradephaga).
representantes de otras 105 especies que se han citado de los estados de
En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero, ade-
México, pp. 331-334. más de otras hasta ahora no descubiertas para el centro del país.
a b c d
Figura 1. Vista dorsal de las familias de coleópteros Hydradephaga. Se muestra la forma hidrodinámica del cuerpo y las patas
como remos para la natación: a) Dytiscidae, b) Noteridae, c) Haliplidae, d) Gyrinidae. Fotos: Roberto Arce.
DISTRIBUCIÓN
(Leech y Chandler 1956). Además, junto con otros gru-
Las especies de coleópteros Hydradephaga son cos- pos de insectos, se utilizan como indicadores de la
mopolitas, con numerosas especies en los charcos calidad del agua (Ribera y Foster 1993, Alonso-
helados de las tundras y las regiones circumpolares, EguíaLis et al. 2011). En muchos países de América,
sin embargo, su mayor abundancia y distribución se África, Asia y Oceanía algunas especies de coleópte-
localiza en las regiones tropicales del mundo. La gran ros acuáticos se consumen como alimento, lo que se
mayoría viven dentro o a la orilla de los cuerpos de conoce como coleopterofagia. En México, los escara-
agua dulce y limpia, junto a hidrófitas y plantas vascu- bajos de la familia Dytiscidae son los de mayor con-
lares, otros viven en aguas estancadas y algunos son sumo, fundamentalmente de los géneros Cybister
comunes en microambientes, como el agua que se (consumidos en Michoacán), Dytiscus, Laccophilus,
detiene en los tocones, huecos de los árboles, en las Megadytes, Thermonectus y Rhantus, y en la familia
axilas de plantas como bromeliáceas y marantáceas, e Noteridae el género Suphisellus (consumidos en
incluso algunos viven en cavernas (Spangler 1982, Michoacán; Ramos-Elorduy y Pino-Moreno 2004).
1986; Roughley 2001a, b, c; Roughley y Larson 2001).
Arce-Pérez y Roughley (1999) actualizaron la informa-
ción taxonómica y de distribución de las especies de AMENAZAS
Hydradephaga de México, y desde entonces es el
único trabajo recopilatorio de este grupo de coleópte- En todo el país la principal amenaza para los insectos
ros acuáticos. acuáticos en general, y los coleópteros Hydradephaga,
es la destrucción progresiva de la vegetación que
reduce la capacidad de captación y retención del agua
IMPORTANCIA en la superficie del suelo; le siguen la modificación y
destrucción de los cuerpos de agua, el desvío de las
Los adultos y las larvas de Dytiscus marginalis, Dineutus corrientes de ríos y arroyos, el entubamiento y almace-
longimanus, Thermonectus circunscripta y Agabus sp. naje artificial para uso agrícola, ganadero y humano
(especies no registradas para el estado) han sido referi- (Gómez-Anaya et al. 2004).
dos como depredadores de larvas de mosquitos trans-
misores de enfermedades para los humanos, como el
dengue, fiebre amarilla y malaria (Leech y Chandler SITUACIÓN Y ESTADO DE
1956, Nelson 1977, Metcalf y Flint 1981, Santamarina CONSERVACIÓN
1987, Lundkvist et al. 2003). Asimismo, regulan pobla-
ciones de otros invertebrados como crustáceos, insec- En la actualidad no se puede precisar qué áreas necesi-
tos y protozoarios, además de formas juveniles de tan ser atendidas con prontitud, ya que se carece de un
peces y anfibios, y sirven como alimento a peces, anfi- inventario completo de los coleópteros hidradéfagos de
bios, reptiles, aves y mamíferos acuáticos y terrestres la entidad, por lo que se sugiere conservar representan-
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INTRODUCCIÓN
Los Hexapoda, que incluyen artrópodos como los insectos, colémbolos y
dipluros, son el grupo de animales más diverso en el planeta, con más de
un millón de especies descritas (organizadas dentro de 33 órdenes recono-
cidos) y con el mayor éxito evolutivo. Pueden encontrarse en casi todos los
ambientes del planeta, aunque sólo un pequeño número de especies se ha
adaptado a la vida en los océanos. Los insectos presentan todas las estrate-
gias de vida conocidas para los animales, y son los de mayor abundancia en
los ecosistemas, por lo tanto, se considera el grupo de mayor importancia
en el soporte de las redes tróficas de las que forman parte.
DESCRIPCIÓN
Los coleópteros son bien reconocibles por sus dos Biología de la umsnh (cifbum), ya que sirvieron para
alas anteriores modificadas (endurecidas y llamadas éli- cotejar la determinación de las especies.
tros) que forman una especie de caja protectora para el Además, se hizo uso de otros documentos de tra-
cuerpo del animal adulto (Morón 2004). Las primeras bajo, como la lista electrónica de especies de maripo-
fases de desarrollo la pasan en forma de larvas, con o sas del estado (base de datos de cifbum). Para tener un
sin patas, que en algunos casos son plagas de plantas listado completo también se incluye información ya
económicamente importantes, como el maíz, frijol, publicada en La biodiversidad en Michoacán. Estudio
papa, etc., por ejemplo, la gallina ciega o los gorgojos de Estado (Villaseñor 2005); en este esfuerzo se presen-
que infestan productos almacenados como granos, fru- tan actualizaciones de aquellos grupos en los que se ha
tas secas, etcétera (Metcalf y Flint 1962). realizado trabajo taxonómico reciente (Acosta Gutié-
Otro grupo de insectos muy conocido y abun- rrez et al. 2007, Salinas-Gutiérrez et al. 2005). Adicio-
dante es el de las chinches (véase Estudio de caso. nalmente, se incluye a Collembola como una clase
Conocimiento y diversidad de chinches (Insecta: distinta a Insecta, ello en función de que aún no hay
Heteroptera), en esta obra), las moscas y mosquitos consenso al respecto sobre su pertenencia al grupo de
(Diptera) y las libélulas y caballitos del diablo (Odonata). los insectos (Bitsch y Bitsch 2004).
Del resto de los grupos de insectos, como Blattaria, En la entidad actualmente se registran 1 740 taxa
Neuroptera, Orthoptera, Siphonaptera, a pesar de tener de hexápodos distribuidos en 27 órdenes, de las cuales
gran abundancia y diversidad falta mucho trabajo espe- 412 se consideran morfoespecies (nd; cuadro 1;
cífico por hacer. Por ejemplo, el estudio de los insectos figura 1). Es importante mencionar que el cuadro 1
acuáticos y sus asociaciones requiere contar con proce- incluye una columna que reporta un número de espe-
dimientos eficaces de diagnóstico y monitoreo acerca cies previamente registradas (Villaseñor 2005) para
de los efectos de contaminación y modificaciones pro- algunos de los órdenes (Hymenoptera, Diptera, Neu-
vocadas por actividades humanas en ríos, manantiales roptera, Thysanoptera, Siphonaptera y Raphidioptera),
y, en general, en los sistemas acuáticos lóticos. esos datos se incluyeron sólo como referencia, ya que
para la presente contribución no se tuvo acceso a los
archivos que se citan como fuentes de dichos datos (base
DIVERSIDAD de datos 1996-2002 usada para elaborar los anexos
4.25-4.31 en Villaseñor 2005).
En el mundo hay aproximadamente 165 mil especies de La clase Collembola está representada en Michoa-
lepidópteros, 200 mil especies de himenópteros, 375 cán por tres órdenes, 10 familias y 19 especies (14 iden-
mil de coleópteros, 84 500 de hemípteros (chinches, tificadas); mientras que para Insecta se presenta
chicharritas y pulgones), 150 mil de dípteros y 6 500 información para 24 órdenes, 243 familias y 1 713 espe-
especies de odonatos (Hoell et al. 1998, Arnett 2000, cies (1 306 identificadas; apéndice 40, cuadro 1).
Triplehorn et al. 2005). En México se ha reportado un En lo concerniente a diversidad de especies, los
total de 47 853 especies de insectos, lo que representa lepidópteros son los mejor representados: cuentan con
5.23% del total mundial (snib-conabio 2014). 15 familias y 747 especies (735 identificadas) registradas
Para la elaboración del inventario de los insectos en todas las regiones fisiográficas incluidas en este tra-
en Michoacán se hicieron revisiones bibliográficas (Bal- bajo; la familia Hesperiidae (hespéridos) contiene el
cázar 1988, Acuña 1990, 1991; Jurado y Ponce 1991, mayor número de géneros y especies (cuadro 2) y
Arteaga 1991, Llorente-Bousquets et al. 1997, Luis- la mariposa Pyrgus oileus es uno de los lepidópteros
Martínez et al. 2003, Escalante 2006, González-Soriano con mayor presencia en el estado.
y Novelo Gutiérrez 2007, Castillo 2008, Novelo- El orden Coleoptera contiene 48 familias y 188
Gutiérrez y Gómez-Anaya 2009, Báez-Santacruz 2013), especies (76 identificadas, cuadro 3; véase Estudio de
además de obtener información de diferentes bases de caso. Los Scarabaeoidae, en esta obra).
datos proporcionadas por la conabio, como las de Los heterópteros (Hemiptera) se registran con 26
coleópteros (Morón 1998, 2000; Navarrete-Heredia y familias y 288 especies (240 identificadas), en donde
Fierros-López 2000), himenópteros (González 1998, destacan las familias Lygaeidae y Pentatomidae por su
Luis-Martínez 2001), colémbolos (Palacios 1997), lepi- representatividad en el estado (cuadro 4). Para el orden
dópteros (De la Maza y De la Maza 1987, Luis-Martínez Hymenoptera se reportan 177 especies (64 identifica-
2000) y los proyectos de conabio que se enfocan a los das) en 37 familias, entre las que destacan las hormi-
papiliónidos de Michoacán (Luis-Martínez 1998, Luis gas (Formicidae) y las abejas (Apidae) por su riqueza
Martínez et al. 2000). También son referencia impor- de especies (cuadro 5). En el caso del orden Diptera se
tante el Atlas de los escarabajos de México (Morón et al. registran 50 familias con 69 especies (nueve identifica-
1997, Morón 2003); así como los especímenes que for- das) en el estado (cuadro 6). El último orden que se
man parte de la colección de insectos de la Facultad de considera bien representado es Odonata, con un total
Cuadro 1. Familias, géneros y especies de Collembola e Insecta registradas. Se presentan el número de géneros y especies no
determinadas (nd).
Especies
Géneros Especies Total de
Clase Órdenes Familias Géneros Especies (Villaseñor
nd nd1 taxa2
2005)3
Poduromorpha 5 9 2 11 2 13
Collembola Symphypleona 3 1 3 1 3 4
Entomobryomorpha 2 2 2 2
Subtotal 3 10 12 5 14 5 19 0
Lepidoptera 15 364 3 735 12 751
Hemiptera 26 183 7 240 48 290
Coleoptera 48 118 34 76 112 188
Hymenoptera 37 120 30 64 113 177 351
Odonata 9 52 140 8 148
Diptera 50 23 45 9 60 69 119
Orthoptera 10 18 6 14 12 26
Siphonaptera 5 9 2 15 2 18 27
Neuroptera 6 3 5 2 6 8 39
Dermaptera 4 2 3 2 3 5
Mecoptera 1 1 1 4 5
Megaloptera 2 2 2 3 2 5
Insecta Psocoptera 5 5 5 5
Homoptera 3 3 3 3
Isoptera 2 1 2 3 3
Thysanoptera 3 1 2 1 2 3 40
Blattodea 2 2 2 2
Phthiraptera 2 2 2 2
Trichoptera 2 1 1 1 1 2
Ephemeroptera 1 1 1 1
Mantodea 1 1 1 1
Phasmida 1 1 1 1
Raphidioptera 1 1 1 1 2
Zygentoma 1 1 1 1
No determinado 6 6 6 6
Subtotal 24 243 898 166 1 306 407 1 721 578
Total 27 253 910 171 1 320 412 1 740 578
1Para evitar una sobreestimación errónea de la diversidad, aquellos registros que están determinados sólo a familia, siendo ésta la misma
familia, se considera como un solo registro con un solo género No determinado (nd) y por consiguiente una sola especie no determinada. Por
ejemplo: se tienen 15 registros identificados hasta familia (Acrididae) para diferentes municipios; se consideran todos los registros en cuanto a su
distribución, pero en el conteo de taxones se considera como una familia, con un género y una especie (no determinados), puesto que no se
sabe si es o no el mismo género y por tanto la misma especie o no. Se aplica el mismo criterio para los géneros y especies, excepto en aquellos
registros en que las especies no determinadas para un mismo género son diferenciadas como sp1, sp2, sp3, etcétera (en géneros de Formicidae).
2Estos conteos incluyen infraespecies. 3Reportadas por Ponce 2005a y Villaseñor 2005. Se incluyen las especies reportadas para ciertos grupos
en el primer Estudio de Estado. El número de especies es superior al reportado aquí. Para evitar una sobreestimación de número de especies,
estos registros no fueron considerados en el conteo final de especies, puesto que no se tuvo acceso a todas las bases de datos.
Fuente: elaboración propia con datos de Villaseñor 2005, cifbum 2014.
800
700
600
500
Número
400
300
200
100
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Si hop a
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Familias Especies
Figura 1. Número de familias y especies, por orden de insectos, representados en el estado. Se incluyen especies no
determinadas. Fuente: elaboración propia con datos de Villaseñor 2005, cifbum 2014.
nd: no determinado.
Anobiidae 1 1 Lampyridae 1 1 2
Anthicidae 1 1 2 Languriidae 1 1 1 1
Anthribidae 1 1 Lathridiidae 1 1
Bostrichidae 1 1 Leiodidae 1 1
Brentidae 1 3 1 Lycidae 1 1 1
Bruchidae 8 1 12 2 Meloidae 4 1 1 5
Buprestidae 1 1 1 1 Melyridae 4 2 2
Cantharidae 2 1 3 Mordellidae 1 1 2
Carabidae 5 1 2 4 Mycetophagidae 1 1
Cerambycidae 4 1 5 Nitidulidae 2 1 2 1
Chrysomelidae 27 18 20 Oedemeridae 1 1
Cicindellidae 1 1 Pedilidae 1 1
Cleridae 1 1 1 1 Phalacridae 1 1
Coccinellidae 10 1 8 8 Pselaphidae 1 1
Corylophidae 1 1 Rhizophagidae 1 1
Cucujidae 3 1 3 2 Rhysodidae 1 1
Curculionidae 16 1 3 16 Scolytidae 2 1 2 2
Dermestidae 1 1 Scydmaenidae 1 1
Dryophthoridae 1 1 Silphidae 3 5
Dryopidae 1 1 Sphaeriidae 1 1
Dytiscidae 1 1 Staphylinidae 4 1 4 3
Elateridae 1 1 2 Telegeusidae 1 1
Endomychidae 1 1 Tenebrionidae 5 1 4 4
Histeridae 2 2 Total 118 34 76 112
Lagriidae 1 1 nd: no determinado.
Fuente: elaboración propia con datos de Villaseñor 2005, cifbum 2014.
de 148 especies (140 identificadas) en 9 familias (cua- cada orden, puesto que no se cuenta con sus listados
dro 7), donde destacan Libellulidae y Coenagrionidae correspondientes. Es importante señalar que el número
por su riqueza de especies; ejemplares del género de especies que se reporta en esta obra, para cada
Argia son comunes alrededor de grandes cuerpos de orden, corresponde a registros de los que se tiene distri-
agua (véase Libélulas, en esta obra). bución y fuente, y cuyos nombres aparecen en el apén-
El resto de los órdenes registrados (18) presentan dice 40.
menos de 30 especies (apéndice 40). El cuadro 1 Aproximadamente 24% (412) del total de las espe-
incluye una columna con el encabezado “Especies cies reportadas se identificaron sólo a nivel genérico o
(Villaseñor 2005)” para los grupos: Hymenoptera, de familia (cuadro 1), por lo que en los cuadros y anexos
Diptera, Siphonaptera, Neuroptera, Thysanoptera y se consideran con una sola especie (marcados como nd
Raphidioptera, cuyo número es mayor al reportado en el apéndice correspondiente). Es de esperar que al
para estos grupos en el presente trabajo; sin embargo, identificarse este material aumentará en mucho el
estas especies no se consideraron en el conteo total de conocimiento de los grupos poco estudiados.
Aleyrodidae 1 1 Miridae 20 3 17
Alydidae 7 8 Nabidae 4 4
Anthocoridae 2 3 Pentatomidae 35 63
Aphididae 1 1 Phylloxeridae 1 1
Berytidae 3 6 Piesmatidae 1 1
Ceratocombidae 1 1 Psyllidae 1 1
Cicadellidae 1 1 Pyrrhocoridae 1 2
Cixiidae 1 1 Reduviidae 15 13 5
Coccidae 1 1 Rhopalidae 5 6 1
Coreidae 22 38 2 Scutelleridae 5 4 1
Cydnidae 8 11 2 Thyreocoridae 2 1 1
Enicocephalidae 1 1 Tingidae 9 3 7
Largidae 3 4 1 Total 183 7 240 48
Lygaeidae 39 68 4 nd: no determinado.
Fuente: elaboración propia con datos de Báez-Santacruz 2011, 2013,
cifbum 2014.
Especies
Familia Géneros Géneros nd Especies Especies nd
(Villaseñor 2005)
Andrenidae 2 1 2 1
Anthophoridae 1 1
Aphelinidae 2 2
Apidae 11 1 23 2
Bethylidae 6 6
Braconidae 5 1 5 1 9
Chalcididae 2 1 2 2
Chrysididae 1 1 2
Colletidae 1 1 1 1
Crabronidae 1 1
Cynipidae 1 1 2
Diapriidae 1 1
Dryinidae 1 1
Encyrtidae 1 1
Eulophidae 4 1 5
Eupelmidae 1 1
Eurytomidae 1 1
Evaniidae 1 1
Figitidae 1 1
Formicidae 50 8 48
Cuadro 5. Continuación.
Especies
Familia Géneros Géneros nd Especies Especies nd
(Villaseñor 2005)
Halictidae 1 1
Ichneumonidae 12 1 5 8
Leucospidae 1 1
Megachilidae 7 1 13 1
Mutillidae 1 1
Mymaridae 1 1
Perilampidae 1 1
Platygastridae 5 1 1 5
Pompilidae 1 1 2
Pteromalidae 2 1 1 2
Scelionidae 4 4
Scoliidae 1 1
Sphecidae 1 1
Tiphiidae 1 1
Torymidae 1 1 2 1
Vespidae 1 1 33
Xyphydriidae 1 1
Total 120 30 64 113
nd:no determinado.
Fuente: elaboración propia con base en cifbum 2014.
Especies
Familia Géneros Géneros nd Especies Especies nd
(Villaseñor 2005)*
Agromyzidae 2 1 1
Anisopodidae 1 1
Asilidae 1 1
Bibionidae 1 1
Bombyliidae 1 1
Calliphoridae 1 1
Cecidomyiidae 2 1 1 2
Ceratopogonidae 1 1 4
Chaoboridae 1 1 2
Chironomidae 4 1 5
Chloropidae 2 1 2 1
Conopidae 1 1
Culicidae 1 1 46
Curtonotidae 1 1
Cuterebridae 1 1
Cuadro 6. Continuación.
Especies
Familia Géneros Géneros nd Especies Especies nd
(Villaseñor 2005)*
Dixidae 1 1
Dolichopodidae 2 1 3
Drosophilidae 1 1
Empididae 1 1
Ephydridae 1 1
Heleomyzidae 1 1
Hybotidae 1 1
Lauxaniidae 1 1
Lonchaeidae 1 1
Micropezidae 1 1
Muscidae 1 1 1 1
Mycetophilidae 1 1
Mydidae 1 1 6
Otitidae 1 1
Phoridae 1 1
Piophilidae 1 1
Pipunculidae 1 1
Psychodidae 1 1 7
Ropalomeridae 1 1
Sarcophagidae 1 1 2
Scatopsidae 1 1
Sciaridae 1 1
Sciomyzidae 1 1
Sepsidae 1 1 2
Simuliidae 1 1 24
Sphaeroceridae 1 1
Stratiomyidae 1 1
Syrphidae 1 1 1 1
Tabanidae 1 1
Tachinidae 1 1
Tanypezidae 1 1
Tephritidae 2 1 2 2 12
Tipulidae 1 1 18
Ulidiidae 1 1
Xylophagidae 1 1
Total 23 45 9 60
*Estas especies fueron reportadas en el primer Estudio de Estado, no aparecen en el apéndice y no se consideraron en el conteo final.
nd: no determinado.
Fuente: elaboración propia con base en cifbum 2014.
Cuadro 7. Número de géneros y especies de Odonata. conservación de los ecosistemas que habitan y que
pueden ser buenos indicadores sobre el efecto de las
Familia Géneros Especies Especies nd alteraciones ambientales, además que ayudan a preve-
Aeshnidae 8 17 nir daños mayores, incluso son herramienta para nor-
mar el manejo de las áreas no sujetas a producción y
Calopterygidae 1 6
que sirven como hábitat natural de muchas poblaciones
Coenagrionidae 10 40 2
de insectos polinizadores necesarios para la produc-
Cordulegastridae 1 1 ción agrícola (Ponce 2005b).
Gomphidae 6 18 1 Por ejemplo, desde hace algunos años se ha reco-
nocido la importancia de las mariposas como indicado-
Lestidae 2 2
res de perturbación ambiental, ya que son sensibles a
Libellulidae 22 54 5
las modificaciones en su ambiente (Llorente-Bousquets
Platystictidae 1 1 et al. 1996). Lo mismo puede aplicarse a otros insectos
Pseudostigmatidae 1 1 como los coleópteros (escarabajos y similares), hime-
nópteros (abejas y avispas) y más recientemente a los
Total 52 140 8
hemípteros (chinches).
nd:no determinado Su abundancia y riqueza específica, en todos los
Fuente: Villaseñor 2005, cifbum 2014.
sistemas terrestres y acuáticos, fueron características
poco favorables para utilizarlos como organismos indi-
cadores de condiciones ambientales; sin embargo,
Finalmente, es preciso indicar que no hay infor- poco a poco se han establecido como grupos impor-
mación confiable sobre endemismos para el estado. tantes para el monitoreo ambiental debido a su alta
diversidad específica, a su alto grado de especialización
y, sobre todo, por las ventajas prácticas que dan para
DISTRIBUCIÓN obtener información rápida y confiable sobre los cam-
bios que ocurren en los ecosistemas, debido principal-
Los insectos son cosmopolitas y se encuentran casi en mente a su ciclo de vida corto, a que se trata de
cualquier lugar (Triplehorn et al. 2005). Los grupos más poblaciones grandes y a que habitan en casi todos los
grandes se tienen registrados desde las zonas costeras ambientes (Llorente-Bousquets et al. 1996). Los inventa-
hasta altas elevaciones de los diferentes sistemas mon- rios de estos insectos y los estudios posteriores sobre la
tañosos que el estado presenta. estructura de sus comunidades darán valiosa informa-
Las provincias fisiográficas Depresión del Balsas- ción para el manejo de las áreas protegidas.
Tepalcatepec y Sistema Volcánico Transversal son las Actualmente, se reconoce que en la mayoría de los
que presentan el mayor número de registros, con 606 y sistemas terrestres y acuáticos (de agua dulce), los insec-
1 261 taxa, respectivamente. En cambio, la provincia tos son el grupo soporte para su biodiversidad; sin
con menor número de registros es la Altiplanicie (216). embargo, aún falta mucho por conocer sobre cuáles son
Es de resaltar que en el Sistema Volcánico Transversal las especies y cómo participan en el flujo de energía y el
hay un registro elevado de colémbolos, en compara- mantenimiento de las poblaciones en cada sistema.
ción con el resto de las provincias fisiográficas de la
entidad (figura 2).
Con respecto a los insectos, como se aprecia en la SITUACIÓN Y ESTADO DE
figura 3, las mariposas (Lepidoptera) son el grupo mejor CONSERVACIÓN
reportado y registrado en el estado, eso para todas las
provincias fisiográficas, seguido de Hymenoptera y Es escasa la información respecto del estado de conserva-
Hemiptera. ción de los insectos, lo que se sabe es que cada tipo parti-
cular de ecosistema soporta una comunidad de insectos
distinta, y que el efecto de las modificaciones antropogé-
IMPORTANCIA nicas provoca cambios importantes en la estructura de
estas comunidades (Báez-Santacruz 2013); para conservar
Debido a su pequeño tamaño o a sus hábitats particula- a los insectos habría que diseñar políticas de conservación
res es difícil establecer una relación directa de los de los ecosistemas en que habitan.
insectos con el ser humano, pero debe considerarse la En México, sólo tres especies se encuentran den-
importancia ecológica que tienen y las diversas interac- tro de la Norma Oficial Mexicana nom-059-
ciones en las que se encuentran involucrados. Cada vez semarnat-2010. Una de ellas es la mariposa monarca
es más evidente que su existencia es importante en la (Danaus plexippus) incluida en la categoría sujeta a pro-
16
14
12
Número 10
0
I II III IV V
Provincias fisiográficas
Figura 2. Registro de colémbolos, por provincias fisiográficas. I: Llanura Costera, II: Sierra Madre del Sur, III: Depresión del
Balsas-Tepalcatepec, IV: Sistema Volcánico Transversal, V: Altiplanicie. Fuente: elaboración propia con datos compilados en la
presente contribución.
600
500
400
Número
300
200
100
0
I II III IV V
Provincias fisiográficas
Figura 3. Órdenes de insectos mejor representados en las cinco provincias fisiográficas. I: Llanura Costera, II: Sierra Madre del
Sur, III: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, IV: Sistema Volcánico Transversal, V: Altiplanicie. Fuente: elaboración propia con
datos compilados en la presente contribución.
tección especial y cuyas espectaculares concentracio- Chorros del Varal, municipio de Los Reyes, Michoacán.
nes invernales en los bosques de Michoacán y del Tesis de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
Ayala, V.M. 2005. Estudio faunístico de Coleoptera: Lamelli-
Estado de México se encuentran en riesgo. Luna y cornia (Trogidae: Scarabaeidae) del gradiente altitudinal
Dumroese (2013) señalan entre las principales causas la Santa Fe de la laguna Cerro Tzirate, municipio de Quiroga,
pérdida de bosque en las zonas de hibernación y la pér- Michoacán. Tesis de licenciatura. Facultad de Biología-
dida de hábitat de las plantas de alimentación, conoci- umsnh, Morelia.
das comúnmente como algodoncillo (Asclepia sp.), Baéz-Santacruz, J. 2011. Hemiptera: Heteroptera de Las Flo-
res, municipio de Morelia, Michoacán. Tesis de licencia-
sobre todo en Estados Unidos de América, debido al tura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
mayor uso de cultivos resistentes a los herbicidas y la . 2013. Utilidad de las comunidades de Hemiptera:
conversión de tierras agrícolas. Heteroptera como indicadores de perturbación en bos-
Otras especies son la mosca Brennania belkini o que tropical caducifolio de la cuenca de Cuitzeo. Tesis de
tábano de las dunas, a la que se le considera en peligro maestría en ciencias biológicas. umsnh, Michoacán.
Balcázar Lara, M.A. 1988. Fauna de mariposas de Pedernales,
de extinción, y otra mariposa de la familia Papilionidae municipio de Tacámbaro, Michoacán. Lepidoptera:
(Papilio esperanza) conocida como llamadora, califi- Papilionoidea y Hesperioidea. Tesis de licenciatura. Facul-
cada con estatus de amenazada. tad de Biología-umsnh, Morelia.
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poblaciones y modificaciones en la estructura de las Bitsch, C. y J. Bitsch. 2004. Phylogenetic relationships of basal
hexapods among the mandibulate arthropods: a cladistics
mismas; y esto es la principal amenaza para la biodiver- analysis based on comparative morphological characters.
sidad de los insectos. Por otro lado, las prácticas agríco- Zoologica Scripta 33(6):511-550.
las y el abuso de los agroquímicos son otra clara fuente Borror, D., C. Triplehorn y N. Johnson. 1989. An introduction
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Brusca, R.C. y G.J. Brusca. 2005. Invertebrados. McGraw-Hill
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de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
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territorio poco estudiado y con bajo conocimiento taxo- Coeneo, Michoacán. Tesis de licenciatura. Facultad
de Biología-umsnh, Morelia.
nómico y biogeográfico, con respecto a otros grupos de cifbum. Colección de Insectos de la Facultad de Biología, Univer-
fauna nacional, quedando pendiente una gran labor por sidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2014. Base de
realizar. Aunque en los últimos años se han publicado datos de la colección de insectos de la cifbum, Michoacán.
algunos artículos de entomología, se necesitan especia- De la Maza, R.R. y J. de la Maza E. 1987. Mariposas mexica-
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blema para entender y proponer estrategias de conser- de Biología-umsnh, Morelia.
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contrastantes, en el municipio de Tarímbaro, Michoacán.
Tesis de maestría en conservación y manejo de recursos
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INTRODUCCIÓN vez listados de estas familias para cada uno de los esta-
dos, incluyendo a Michoacán. El segundo es el de
El orden Hemiptera comprende dos subórdenes: Mayorga (2002) quien publicó una revisión a nivel
Homoptera y Heteroptera. Los integrantes de este de género para la familia Cydnidae en México, en
orden presentan metamorfosis gradual, la mayoría con donde se incluyó un listado de especies con registros
alas bien desarrolladas, tienen partes bucales de tipo para cada estado. Existen algunos trabajos realizados
picador-chupador que forman un pico largo (Borror et en la Universidad Michoacana de San Nicolás de
al. 1989). Los dos subórdenes son parecidos, pero difie- Hidalgo acerca de la hemipterofauna de Michoacán
ren principalmente en la estructura de las alas anterio- que incluyen numerosos registros (Báez 2011, 2013). En
res (hemiélitros) y en la localización del pico (Slater y estos trabajos se han reportado para el estado gran
Baranowski 1978). La mayoría de los hemípteros se ali- diversidad de chinches en diferentes tipos de vegeta-
menta de plantas y ciertas especies llegan a ser plagas ción, como bosque tropical seco, bosque de encino y
en cultivos agrícolas, mientras que algunos son depre- matorral subtropical; también se han incluido las aso-
dadores de otros invertebrados; además, algunas espe- ciaciones con las épocas del año (lluvias y secas), así
cies son transmisoras de enfermedades a humanos como el daño a las poblaciones ocasionado por la
(Borror y White 1970). extracción de leña y la presencia de ganado sobre
la vegetación del bosque tropical seco.
ANTECEDENTES
DIVERSIDAD Y DISTRIBUCIÓN
Aunque la diversidad de chinches (Hemiptera: Heteroptera)
en México es muy amplia, ha sido poco estudiada a En el presente estudio se hizo una síntesis de todo lo
nivel faunístico. Los trabajos clásicos más importantes reportado hasta hoy para hemípteros, haciendo notar
son los de Stål (1862), quien con material colectado que se trata de un trabajo preliminar y que es necesario
también por Victor Signoret, publicó Hemiptera realizar más colectas e identificar todo el material que
mexicana; sin embargo, esta obra carece de datos de aún se tiene en las colecciones. Hasta el momento se
localidades. Treinta años después, en el proyecto de los cuenta con un listado de 282 especies (246 identifica-
ingleses Frederick Godman y Osbert Salvin, es William das), en 20 familias, entre las que destacan Pentatomidae
Distant quien describió la fauna de Heteroptera en Bio- (35 géneros y 63 especies), Coreidae (22 géneros y 40
logia Centrali-Americana, entre los años 1880 y 1893. especies), Lygaeidae (39 géneros y 72 especies; cuadro 1,
Esta obra es de gran valor, ya que se incluyen las locali- figura 1, apéndice 41). La mayoría de los registros que
dades exactas y la mayoría de las especies se ilustran en se tienen para el estado corresponden a la provincia
láminas a color. fisiográfica Sistema Volcánico Transversal.
Posteriormente, el estudio general de los hemípte-
ros en México disminuye y no cobra importancia hasta
principios de los años setenta, cuando Harry Brailovsky ASOCIACIONES CON PLANTAS
(1976, 1977, 1978) retoma el estudio de la hemiptero-
fauna mexicana. Para el 2000 se elaboró una síntesis Las chinches utilizan con éxito varios hábitats, explotan
del conocimiento de la fauna de artrópodos de México, diversas fuentes de alimento; alrededor de 60% de
eso en los dos volúmenes de Biodiversidad, taxonomía todas las especies son fitófagas (algunas con gran
y biogeografía de artrópodos de México (Llorente et al. importancia económica) y el resto son depredadoras o
2000). En esa obra se publicaron dos trabajos importan- ectoparásitas (Brambila y Hodges 2008). En una misma
tes sobre la fauna Heteroptera en el país. El primero es familia se pueden encontrar diferentes hábitos; por
de Slater y Brailovsky (2000) sobre la familia Lygaeidae ejemplo, la mayoría de los míridos (Miridae; figura 2)
y es realmente en esta obra donde se citan por primera son chinches que se nutren de plantas (hábitos fitófa-
gos), algunas se alimentan de varias especies de plantas La mayoría de las especies de la familia Rhyparo-
(polífagas) y otras mantienen asociaciones específicas chromidae (figura 3) son de hábitos fitófagos y mantie-
formando una interacción con plantas hospederas. De nen asociaciones con plantas hospederas. Por ejemplo,
estas especies, algunas son de importancia económica la tribu Lethaeini tiene asociaciones con diversas espe-
significativa, ya que se alimentan de partes en creci- cies de plantas del género Ficus (Moraceae), y especies
miento como flores, frutos o follaje nuevo, mientras que de las tribus Myodochini y Ozophorini se asocian a
otros míridos son depredadores de artrópodos peque- semillas (Cervantes et al. 2004). El género Rhinacloa
ños (Cervantes y Gámez-Virues 2005). (Miridae) se ha registrado en Michoacán y tiene como
plantas hospederas algunas solanáceas y leguminosas.
80
70
60
50
Número
40
30
20
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En
Géneros Especies
Figura 2. Ninfas y adultos del género Prepops (Miridae), Figura 3. Chinche del género Pseudopamera (Rhyparo-
míridos fitófagos en Opuntia sp. (Cactaceae) registrados en el chromidae); estos insectos se alimentan sobre todo de
cerro El Águila, municipio de Morelia. Foto: Jezabel Báez semillas. Foto: Luis Manuel Cervantes Peredo.
Santacruz.
Los Scarabaeoidea
MARÍA CRISTINA ZAMORA VUELVAS, ARISTEO CUAUHTÉMOC DELOYA LÓPEZ, JAVIER PONCE SAAVEDRA, GUSTAVO
AGUIRRE LEÓN Y HÉCTOR JAIME GASCA ÁLVAREZ
Zamora-Vuelvas, M.C., C. Deloya, J. Ponce-Saavedra, G. Aguirre-León y H.J. Gasca-Álvarez. 2019. Los Scarabaeoidea. En: La
biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 353-361.
Cuadro 1. Continuación.
Ceratotrupes fronticornis.
Foto: M.C. Zamora-Vuelvas.
Cuadro 1. Continuación.
Cuadro 2. Familias y especies de Coleoptera Lamellicornia citados por H.W. Bates (1887-1890).
Passalidae 8 4 8
Trogidae 3 2 3
Geotrupidea 11 10
Ochodaeidae 2
Hybosoridae 1
Lucanidae 1 2
Trogidae 2 3
Hybosoridae 1 1
Passalidae 6 8
Geotrupidae 6 10
Scarabaeidae 52 183
Ochodaeidae 1 2
Ceratocantidae
Total 69 206
en el caso de las especies de la familia Ochodaeidae Es de notar que 20.7% de las especies registradas
sólo se registraron las morfoespecies (sp.1 y sp.2) y el se encontraron sin datos específicos sobre la localidad,
registro de la familia Geotrupidae cambió de 11 a 10, esto es, se encontraron reportadas sólo para Michoa-
debido a la existencia de una sinonimia entre dos de las cán, lo que otorga poca información sobre sus actuales
especies reportadas en el primer Estudio de Estado. y posibles áreas de distribución. Además, varios de los
Destacan tres especies de la familia Passalidae dis- registros obtenidos en los trabajos faunísticos y en los
tribuidas en Michoacán: Spurius depressifrons, una ordenamientos ecológicos territoriales sólo pudieron
especie rara que habita en los bosques húmedos mixtos determinarse a nivel de familia y en algunos registros
de pino-encino y pino situados en el Sistema Volcánico sólo se reporta hasta nivel de género, lo cual recuerda
Transversal; Petrejoides michoacanae es considerada la necesidad de realizar más trabajos taxonómicos para
como muy rara, ya que sólo se conoce el holotipo una correcta identificación y así incrementar el conoci-
macho y hasta el momento su distribución es restrin- miento de la diversidad de este grupo en el estado.
gida a la localidad de Coalcomán, ubicada en la provin-
cia fisiográfica Sierra Madre del Sur; y la especie
Odontotaenius cuspidatus es considerada como endé- IMPORTANCIA
mica del estado y se registra en el municipio de Hue-
tamo, que se ubica en las provincias fisiográficas de Es un grupo muy heterogéneo en cuanto a sus ciclos de
Depresión del Balsas-Tepalcatepec y Sistema Volcánico vida y hábitos alimenticios, ya que los hay fitófagos (que
Transversal (Reyes-Castillo y Boucher 2003). comen follaje, como las especies de los géneros
A la fecha, de las ocho familias de Scarabaeoidea Macrodactylus y Phyllophaga, especies de la familia
con presencia en México, Ceratocantidae no ha presen- Scarabaeidae; figuras 1 y 2), saprófagos (materia orgá-
tado registro alguno en el estado; sin embargo, ello no nica), xilófagos o saproxilófagos (madera o madera en
significa que no esté presente, ya que Howden (2003) descomposición, como las especies de la familia Passa-
reporta que se encuentra distribuida desde el sur de lidae; figura 3), coprófagos (excremento de aves, reptiles
Ontario, Canadá hasta Argentina. Esta ausencia podría y mamíferos, como las especies pertenecientes la fami-
atribuirse a la falta de muestreo en el territorio estatal.
DISTRIBUCIÓN
Figura 2. Mayate (Phyllophaga vetula), escarabajo Figura 4. Escarabajos peloteros (Canthon humectus,
fitófago de la familia Scarabaeidae ocultándose bajo la miembros coprófagos de la familia Scarabaeidae) rodeando
hojarasca de un bosque de pino-encino. excremento de zorrito para formar sus bolas-nido. Foto: M.C.
Foto: M.C. Zamora-Vuelvas. Zamora-Vuelvas.
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2004). rivera este del lago de Cuitzeo. Morelia, Michoacán. Tesis
Los escarabajos coprófagos son benéficos para la de licenciatura. Facultad de Biología-umsnh, Morelia.
ganadería ya que eliminan masas de estiércol que impi- Kohlmann, B. y M.A. Morón. 2003. Análisis histórico de la
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relieves que conllevan a una gran variedad de climas bajos de México. Vol. ii. M.A. Morón (ed.). Argania Editio,
que se manifiestan en la variada vegetación y fauna. Barcelona, pp. 1129-113.
Aunque el número actual de especies registradas de . 2004. Escarabajos, 200 millones de años de evolución.
Scarabaeoidea (203) es considerable, tomando en Instituto de Ecología, A.C./Sociedad Entomológica Arago-
cuenta que en el 2005 se reportaron únicamente 115 nesa, Xalapa.
Morón, M.A., B. Ratcliffe y C. Deloya. 1997. Atlas de los esca-
especies, sólo representa 11.9% de lo reportado para rabajos de México. Coleoptera: Lamellicornia. Vol i, Fami-
México. Esto apunta la necesidad de realizar más estu- lia Melolonthidae. conabio/Sociedad Mexicana de
dios taxonómicos y faunísticos a fin de conocer con Entomología, A.C., México.
mayor precisión la biodiversidad y distribución fisiográ- Morón, M.A. y J. Márquez. 2012. Nuevos registros estatales y
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DESCRIPCIÓN
Los arácnidos (clase Arachnida del griego arachne: araña) son un grupo de
artrópodos perteneciente a los quelicerados, animales en los cuales los pri-
meros apéndices, anteriores a la boca, son estructuras para alimentarse,
modificados como colmillos o pinzas y denominados quelíceros (Ubick et
al. 2005, Platnick 2012), a diferencia de otros artrópodos, como insectos,
miriápodos y crustáceos, en los que este primer par de apéndices son sen-
soriales y comúnmente se les llaman antenas.
La clase incluye 11 órdenes: Acari (ácaros), Amblypygi (tendarapos o
tenanches), Araneae (arañas), Opiliones (arañas patonas), Palpigradi (palpí-
grados), Pseudoscorpionida (pseudoescorpiones), Ricinulei (ricinúlidos),
Shizomida (esquizómidos), Scorpiones (escorpiones y alacranes), Solifugae
(arañas sol) y Thelyphonida (uropígidos o vinagrillos; Francke 2011).
Todos se caracterizan por tener dos segmentos corporales, prosoma
y opistosoma (abdomen), y apéndices que pueden ser quelíceros, pedipal-
pos y cuatro pares de patas (en algunos casos sólo tres son funcionales
para caminar, porque el primero se ha modificado para funcionar a manera
de antena, como en los tendarapos, vinagrillos y solífugos), todos estos
apéndices son unirrámeos y multiarticulados (Brusca y Brusca 1990, Bec-
caloni 2010).
Hay gran diversidad morfológica en el grupo y se puede apreciar en la
apariencia de una araña (figura 1) comparada con la de un alacrán (figura 2)
o un vinagrillo (figura 3). Las diferencias al interior del grupo no sólo son
morfológicas sino también en aspectos biológicos, como sus ciclos e histo-
rias de vida. Dentro de la clase existe la oviparidad, es decir, que ponen
huevos, los cuales protegen en capullos como las arañas; o la viviparidad,
como ocurre con los alacranes y los tendarapos (Amblypygi) que tienen a
sus crías casi completamente desarrolladas y luego las cuidan cargándolas
en su espalda (Brusca y Brusca 1990; figura 4).
Todos los arácnidos presentan un proceso de muda para crecer; con-
siste en deshacerse de su cubierta corporal dura o exoesqueleto para per-
mitir que el organismo crezca y luego se forme y endurezca una nueva
cubierta (Brusca y Brusca 1990; figura 5). Esta muda se realiza de manera
repetida hasta alcanzar el estado adulto, luego del cual generalmente ya no
mudan, aunque se sabe que las tarántulas continúan mudando aún siendo
adultas. El tiempo necesario para llegar a la madurez sexual es muy varia-
ble, y así como muchas arañas pueden requerir sólo de un año, e incluso
Ponce-Saavedra, J., A. Valdez- una temporada del año, las tarántulas y algunos alacranes requieren de
Mondragón, C.E. Santibáñez-López y varios más (Brusca y Brusca 1990).
J.A. Cruz-López. 2019. Los arácnidos.
La mayoría de los arácnidos son depredadores activos (figura 6), ya sea
En: La biodiversidad en Michoacán.
Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, de hábitos diurnos o nocturnos, y dependen por tanto de la disponibilidad de
México, pp. 363-368. presas, sobre todo insectos y otros pequeños invertebrados, razón por la
Figura 1. Nephila clavipes, araña reportada en Uruapan, Figura 5. Centruroides ornatus de la cuenca de Cuitzeo
Zinapécuaro y Los Reyes. Foto: Ana Quijano-Ravell. mudando en cautiverio. Foto: Ana Quijano-Ravell.
DIVERSIDAD
a b
c d
e f
g h
Figura 7. Representantes de ocho órdenes de arácnidos presentes en el estado: a) Acanthophrynus coronatus (Amblypygi:
Phrynidae) de Carácuaro; b) Leiobonum sp. (Opiliones: Sclerosomatidae) de Morelia; c) pseudoscorpiones de la familia
Chernetidae de San Juan Nuevo, Uruapan; d) Solifugae de la familia Ammotrechidae del cerro El Águila de Morelia;
e) Mastigoproctus giganteus (Telyphonida: Telyphonidae) de Uruapan; f) Latrodectus mactans (Araneae: Theridiidae) de
Morelia, g) Centruroides balsasensis (Scorpiones: Buthidae), h) familia Trombidiidae (Acari). Fotos: Ana Quijano-Ravell (a, b, d,
e, h); Javier Ponce-Saavedra (c, f, g).
regiones que han despertado mayor interés en los inves- (casi 70%), sin duda debido a la ubicación de la Facul-
tigadores (p.e. las penínsulas de Baja California y Yuca- tad de Biología de la umsnh y a dos grandes proyectos
tán); sin embargo, el estudio de los arácnidos es aún de inventario florístico y faunístico realizados reciente-
escaso para la mayoría de los órdenes menores, como mente, uno en la zona de la cuenca del Lerma-Santiago
los amblypígidos, solífugos y escorpiones (véase Estudio y otro en la microcuenca del río Cupatitzio. La Depre-
de caso. Otros arácnidos: amblipygidos, opiliones, pseu- sión del Balsas-Tepalcatepec y la zona de la Altiplanicie
doescorpiones y alacranes, en esta obra; figura 7). tienen menor cantidad de registros, al igual que la Lla-
Para Michoacán se tiene registro formal de ocho nura Costera.
órdenes: a) Amblypygi; b) Opiliones; c) Thelyphonida
(=Uropygi); d) Solifugae; e) Pseudoscorpiones; f) Ara-
neae; g) Scorpiones; h) Acari (Hoffmann 1976, Jiménez IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
1996, Beutelspacher 2000, Ponce-Saavedra y Beutels- ECONÓMICA Y CULTURAL
pacher 2001, Ponce-Saavedra 2005).
Sin considerar los ácaros, ya que en general se les Los arácnidos en su mayoría son depredadores activos,
trabaja por separado (véase apéndice 43 en Ácaros forman parte importante de las diferentes redes tróficas
(Arachnida: Acari), en esta obra), en Michoacán se tie- en los sistemas ecológicos, pero también son presas
nen registros para 54 familias, 184 géneros y 314 espe- potenciales para una variada gama de pequeños mamí-
cies de arácnidos (incluyendo 150 especies de arañas y feros, reptiles y aves (Brusca y Brusca 2005).
una de opiliones que esperan ser descritas; apéndices Desde el punto de vista económico hay dos ver-
44 y 45 de estudios de caso Diversidad de arañas y tientes de interés. La primera es médica, e incluye algu-
Otros arácnidos, respectivamente). nas arañas y alacranes de importancia en problemas de
El orden con mayor número de especies es Ara- salud pública, como el aracnoidismo y el alacranismo.
neae, con 261 (150 no determinadas), 158 géneros (seis La segunda es la comercialización, ya que algunas ara-
no determinados) correspondientes a 41 familias, según ñas, como las tarántulas (Brachypelma spp.), y algunos
lo recopilado por Valdez Mondragón en su contribu- alacranes son vendidos como mascotas. Culturalmente
ción sobre el orden Araneae incluida en esta obra los arácnidos forman parte de la historia humana, lo
(apéndice 44). cual se refleja en diversas formas que van desde repre-
Los endemismos son relativos, ya que de forma sentaciones artísticas hasta religiosas. Es común que
constante se están registrando nuevas localidades y este grupo cause miedo (aracnofobia: miedo irracional
áreas en las que se encuentran las especies. Sin a los arácnidos), pero se debe al poco conocimiento
embargo, se pueden resaltar endemismos para la tarán- que de ellos se tiene.
tula Brachypelma auratum para Michoacán, y los ala-
cranes Centruroides balsasensis, Kuarapu purhepecha,
Balsateres cisnerosi, Konetontli kuarapu, Diplocentrus SITUACIÓN Y ESTADO DE
churumuco y Kolotl poncei para la Depresión del CONSERVACIÓN
Balsas-Tepalcatepec (Ponce-Saavedra 2005, Francke y
Ponce-Saavedra 2010, Santibáñez-López et al. 2014, Hay poca información que soporte el estado de conser-
González-Santillán y Prendini 2014; véase Otros arácni- vación de los diferentes tipos de arácnidos. Aunque de
dos, en esta obra). las tarántulas se tiene mayor información debido al uso
comercial que se les da, no hay fundamentos, por ejem-
plo, para considerar a todo el género Brachypelma
DISTRIBUCIÓN como en riesgo o incluso en peligro de extinción (véase
Estudio de caso. Arañas araneomorfas y migalomorfas
Los arácnidos son animales que pueden encontrarse en (Arachnida: Araneae), en esta obra), ya que hay varias
diversos hábitats, por lo que geográficamente se pue- especies con distribución amplia y poblaciones abun-
den considerar cosmopolitas. En México se tiene infor- dantes en la entidad (Mendoza 2012).
mación sobre la distribución geográfica de alacranes y
arañas como los grupos mejor conocidos de la clase
Arachnida. Los climas tropicales, subtropicales y AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN
ambientes desérticos tienen diversidad de arácnidos
conocidos (Ubick et al. 2005). Los arácnidos dependen en gran medida de las condi-
En la entidad se encuentra un sesgo en las diferen- ciones en que se encuentren los ecosistemas en los que
tes provincias fisiográficas representadas en los trabajos habitan, debido a las estrechas relaciones que estable-
de inventario o colecciones, ya que el Sistema Volcá- cen con sus presas, refugios y sitios de anidación (Polis
nico Transversal reúne la mayor cantidad de registros 1990, Foelix 1996). Por lo anterior, deberán conside-
rarse como amenazas primarias, para el grupo, las mos que puedan participar en la solución del problema,
modificaciones, transformaciones y destrucción que a pesar de que México es considerado megadiverso
ocurren en su hábitat. (Jiménez 1996).
La comercialización de las tarántulas (Brachypelma) De los arácnidos sólo se conocen 5% del total
y algunas especies de alacranes es una actividad que mundial (Francke 2011); hace falta conocer un gran
afecta y disminuye de forma importante sus poblacio- número de las especies actualmente reportadas.
nes silvestres, con el impacto que esto significa en los
ambientes en que habitan.
Aunado a lo anterior, los arácnidos son un grupo CONCLUSIONES
que en general no goza de simpatía entre los humanos
y su presencia generalmente no es tolerada, a pesar de El grupo de los arácnidos es uno de los menos conoci-
que la gran mayoría no son peligrosos. dos, no sólo en el estado, sino en el país, y quizás en la
mayor parte del mundo. Las arañas son el grupo mejor
conocido seguido por los alacranes; sin embargo, hay
ACCIONES DE CONSERVACIÓN otros grupos que se han trabajado muy poco, como los
opiliónidos, amblipígidos (tendarapos o teneches), teli-
Aunque los arácnidos en general no son especies fónidos (vinagrillos), solífugos y esquizómidos, por
emblemáticas que se utilicen para programas de con- mencionar los de mayor tamaño.
servación, las tarántulas son las más conocidas en este Muchas especies de arácnidos tienen una interac-
sentido y se les ha protegido incluyéndolas en las nor- ción estrecha con el humano (sinantrópicas), sin
mas oficiales, combatiendo su comercio ilegal y regu- embargo, el conocimiento sobre su diversidad, hábitos
lando su comercio legal. En la entidad, la existencia de y ciclos de vida no está en proporción a la importancia
la Reserva de la Biosfera Zicuirán-Infiernillo, representa que eso representa. Se debe dedicar mayor atención a
una acción concreta que disminuye la captura y comer- especies de importancia médica.
cio de estos animales, aunque es evidente que no fue-
ron las tarántulas el objetivo primario de su decreto.
De otros órdenes, como los solífugos, amblipígi- REFERENCIAS
dos u opiliones, incluso se desconoce su existencia, o Beccaloni, J. 2010. Arachnids. Natural History Museum,
bien no se consideran como especies a conservar, Cromwell Road, Londres.
Beutelspacher, C.R. 2000. Catálogo de los alacranes de
como es el caso de los alacranes. México. umsnh, México.
Los arácnidos se conservarán en la medida en que Brusca, R.C. y G.J. Brusca. 2005. Invertebrados. McGraw-Hill
los ecosistemas sean protegidos con programas especí- Interamericana de España S.L., España.
ficos para ello, tanto en áreas relativamente pequeñas Foelix, R.F. 1996. Biology of Spiders. Oxford University Press.
como las reservas decretadas en el estado que preten- Oxford.
Francke B., O.F. 2010. Especies de escorpiones en México. Insti-
den conservar grandes ecosistemas. tuto de Biología-unam. En: <http://www.ibiologia.unam.mx/
html/mexico.html>, última consulta: 12 de octubre de 2012.
. 2011. La aracnología en México: pasado, presente y
VACÍOS DE INFORMACIÓN futuro. En: Memorias y resúmenes del iii Congreso Latinoa-
mericano de Aracnología. Quindío, Colombia, pp. 43-50.
Francke, O.F. y J. Ponce-Saavedra. 2005. A new Vaejovis
El conocimiento de los arácnidos es pobre con respecto (Scorpiones: Vaejovidae) with a subaculear tooth from
a la diversidad que se estima existe. En alacranes se tie- Michoacan, Mexico. Revista Ibérica de Aracnología
nen al menos ocho especies por describir, mientras que 12:63-68.
en arañas hay 12 familias, con el registro de una sola . 2010. A new genus and species of scorpion (Scorpiones:
especie y al menos ocho géneros y 130 especies que Vaejovidae) from Michoacan, Mexico. Boletín de la Socie-
dad Entomológica Aragonesa 46:51-57.
deben describirse. Los opiliones también tienen regis- González-Santillán, E. y L. Prendini. 2013. Redefinition and
tros con al menos un género y ocho especies nuevas generic revision of the North American vaejovid scorpion
que deben ser descritas. subfamily Syntropinae Kraepelin, 1905, with descriptions
La falta de interés por incentivar la investigación of six new genera. Bulletin of The American Museum of
básica enfocada hacia el conocimiento de la biodiversi- Natural History 382:1-71.
Hoffmann, A. 1976. Relación bibliográfica preliminar de las
dad en los diferentes ecosistemas se refleja en la escasa arañas de México (Arachnida: Araneae). Instituto de Bio-
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invertebrados en general, y de los arácnidos en particu- Jiménez, M.L. 1996. Araneae. En: Biodiversidad, taxonomía y
lar. Como consecuencia, los centros e instituciones biogeografía de artrópodos de México: hacia una síntesis
encaminados al conocimiento de la biodiversidad no de su conocimiento. E. Llorente-Bousquets, A.N. García-
desarrollan este tipo de trabajos y no forman taxóno-
Aldrete y E. González-Soriano (eds.). Vol. i. ibunam /cona- Polis, G.A. 1990. The biology of scorpions. Standford Univer-
bio/Facultad de Ciencias-unam, México, pp. 83-102. sity Press, eua.
Mendoza, J.I. 2012. Unidad de manejo para la conservación y Ponce-Saavedra, J. 2005. Insectos y arácnidos. En: La biodiver-
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investigación en tarántulas. En: <http://www.arachnida. (ed.). conabio/suma /umsnh, México, pp. 90-94.
com.mx/>, última consulta: 10 de mayo de 2013. Ponce-Saavedra, J. y C.R. Beutelspacher. 2001. Alacranes de
Monjaraz-Ruedas, R. 2012. Catálogo de esquizómidos (Arach- Michoacán. umsnh/Ediciones Michoacanas, México.
nida: Schizomida) de la Colección Nacional de Arácnidos Santibáñez-López, C.E., O.F. Francke y L. Prendini. 2014.
(cnan), unam, con la descripción de una nueva especie Kolotl, n. gen. (Scorpiones, Diplocentridae), a new scor-
de Stenochrus Chamberlin, 1922 (Schizomida: Hubbardi- pion genus from Mexico. American Museum Novitates
idae) de México. Tesis de licenciatura en biología. Facul- 3815.
tad de Ciencias-unam, México. Ubick, D., P. Paquin, P.E. Cushing y V. Roth. 2005. Spiders of
Platnick, N. 2012. The world spider catalog, version 13.0. North America: an identification manual. Ed. American
American Museum of Natural History. En: <http:// Arachnological Society, eua.
research.amnh.org/iz/spiders/catalog>, última consulta:
10 de mayo de 2013.
INTRODUCCIÓN
DESCRIPCIÓN
Los ácaros están formados por dos tagmas o regiones del cuerpo: gnatosoma
(cabeza) e idiosoma (cuerpo) y como todos los quelicerados poseen un par
de quelíceros (apéndices con los que se alimenta), un par de pedipalpos
(apéndices como patas al servicio de la boca) y cuatro pares de patas, a
excepción de las larvas que sólo presentan tres pares (Krantz y Walter 2009).
El idiosoma que conforma el cuerpo de los ácaros tiene gran variedad de
formas, en la parte dorsal puede presentar sitios más esclerosados en forma
de placas o escudos que pueden estar ornamentadas, en algunos grupos
estas placas cubren todo el cuerpo y en otros no existen. Las patas están
formadas por siete artejos: coxa, trocánter, fémur, genua, tibia, tarso y pre-
tarso. Algunas estructuras, como el epistoma (membrana que cubre la parte
dorsal del gnatosoma) y las sedas (número, forma y tamaño), son importantes
desde el punto de vista taxonómico para la identificación de las especies.
Los ácaros, al igual que todos los arácnidos, tienen cuatro pares de patas
cuando son adultos y ninfas, y pueden variar, ya que la larva sólo presenta
tres pares, a excepción de la familia Eriophydae que tienen dos pares.
DIVERSIDAD
Vargas-Sandoval, M. 2019. Ácaros
(Arachnida: Acari). En: La biodiversidad
en Michoacán. Estudio de Estado 2, Los ácaros constituyen el grupo más numeroso y biológicamente más
vol. ii. conabio, México, pp. 369-375. diverso dentro de los arácnidos (cerca de 55 mil especies descritas a
Figura 1. Número de especies de ácaros registradas por municipio. Fuente: elaboración propia, modificado de inegi.
370
Sección 5. Diversidad de especies
nivel mundial), además de que es uno de los grupos fauna y algunos procesos evolutivos que le ligan estre-
zoológicos que se ha adaptado a todos los ambientes chamente al huésped con el que se asocian. Algunos
del planeta. Es importante resaltar que en una esti- ejemplos son las familias Macronyssidae y Spinturnici-
mación conservadora se conocen cerca de 10% de dae (figura 2), asociados a murciélagos y otros a roedo-
las especies que potencialmente habitan el planeta res como los de la familia Laelapidae, Myobiidae y
(Walter y Proctor 2013). En México se han registrado Trombiculidae (figuras 3a-c).
alrededor de 2 700 especies, apenas 4.8% de las
especies conocidas en todo el mundo, lo que se con-
a
sidera una cifra muy pequeña tomando en cuenta la
biodiversidad del país (conabio 2008, Pérez et al.
2013).
En la literatura y en la colección de ácaros de la
Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto
Politécnico Nacional, para la entidad se tienen 171
registros, pertenecientes a 45 familias, 96 géneros y 116
especies; cinco pudieron determinarse sólo hasta fami-
lia y 39 sólo hasta género, particularmente para Leptus
y Rhaphignatus se sabe que existen varias especies, sin
indicar la identificación.
De las especies registradas para el estado, 18 tie-
nen importancia médica y veterinaria y 34 relevancia
agrícola, ya sea como plagas o como posibles controla-
dores de plagas (apéndice 43).
b
DISTRIBUCIÓN Y REGISTROS
DE LAS ESPECIES
a b
a b
c d
Figura 4. Garrapatas de importancia médica y veterinaria: a) Amblyomma cajenense (macho), b) Ixodes sp., c) Rhipicephalus
microplus, d) R. sanguineus. Fotos: Margarita Vargas.
a b
Figura 5. Ácaros en aguacate: a) Oligonychus punicae sobre el haz de la hoja (macho y hembra), b) O. perseae sobre el envés
(dos huevos y un macho). Fotos: Margarita Vargas.
Otras especies como Sarcoptes scabiei causan ganado bovino, y también se produce carne de cerdo y
enfermedades epidérmicas, como la sarna en humanos de aves (Ferreiro y Rivas-Tovar 2005). Es fundamental
y en cerdos (S. scabiei var. suis). para Michoacán, siendo un importante productor
En México se conocen varias especies de ácaros agrícola, conocer los ácaros que representan plagas
que actúan como plagas y que llegan a causar daños para sus cultivos. Del aguacate se conocen los ácaros
invaluables en la economía del país (Hoffmann y que han llegado a causar daños graves, por ejemplo, el
López-Campos 2000), especialmente en lo que se ácaro café del aguacate (Oligonychus punicae; figura
refiere a la actividad agrícola. En ese contexto, el cono- 5a) y el ácaro cristalino (O. perseae; figura 5b). Otro
cimiento del acervo de especies de ácaros y su papel ejemplo es la araña roja (Tetranychus urticae), plaga de
como plagas en cultivos y causantes de enfermedades la fresa que ha causado estragos en Zamora. Cabe men-
es de suma importancia. cionar que para los ácaros plaga, si se hace un diagnós-
La economía del estado es agropecuaria por exce- tico adecuado, se pueden proponer alternativas al
lencia, es el primer productor nacional de aguacate control químico utilizando insectos y otros ácaros
(sagarpa 2011, siap 2015), tercero en garbanzo y limón, como una forma de control biológico (Estrada-Venegas
y cuarto en ajonjolí y sorgo; en cuanto al valor de la et al. 2002, Coria-Ávalos 2008, Alfaro-Zaragoza 2012).
producción de fresa es el número uno en México (siap Otros productos en los que también se reportan
2015). La ganadería es otra de las actividades importan- daños por este grupo de arácnidos son el maíz, los cítri-
tes en el estado, ya que junto con Veracruz y Jalisco, cos, etc. (Rodríguez-Navarro y Estébanes-González
Michoacán es uno de los principales productores de 1998). El primero se ve afectado por ácaros de la familia
a b
Figura 6. Ácaros de la familia Phytoseidae utilizados para control biológico: a) sobre la hoja de aguacate, b)
hembra con huevo en el interior. Fotos: Margarita Vargas.
Ponce-Saavedra, J., O.F. Francke. 2019. Alacranes del género Centruroides y su importancia médica. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 377-383.
60
50
Número de especies
40
30
20
10
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Figura 1. Número de especies de alacranes, por entidad federativa. Fuente: elaboración propia con datos de los autores.
Cuadro 1. Especies de alacranes registradas. que presentan un color uniforme y los “rayados” que
presentan líneas pigmentadas a lo largo del cuerpo.
Familia Especie En la categoría de “no rayados” se incluyen espe-
cies como Centruroides bertholdii (figura 2a); son de
Centruroides balsasensis
color pardo amarillento a marrón, sin bandas negras
C. bertholdii
sobre el dorso. Esta especie fue descrita en una locali-
C. infamatus
dad del estado de Jalisco y reportada por Hoffmann
C. limpidus
Buthidae (1932). Desde entonces, tanto en el catálogo de alacra-
C. nigrescens
nes de México (Beutelspacher 2000) como en el catá-
C. ornatus
logo de alacranes del mundo (Fet et al. 2000), sólo se
C. tecomanus
registra para Jalisco; sin embargo, se han recolectado
C. ruana
ejemplares en las regiones de Uruapan y Tepalcatepec,
Diplocentrus churumuco en Michoacán.
Diplocentridae D. silanesi Centruroides nigrescens (figura 2b) es otra especie
Kolotl poncei de coloración negro uniforme. Son animales de tamaño
grande (entre 8 y 11 cm de longitud corporal) que habi-
Balsateres cisnerosi
tan en áreas costeras y de montaña de la vertiente del
Konetontli kuarapu
Pacífico, desde Michoacán hasta Oaxaca. Es común en
Kuarapu purhepecha
áreas pobladas y se adapta con facilidad a vivir en el
Mesovaejovis occidentalis
interior de casas y construcciones, además de en su
M. variegatus
hábitat natural, por lo que podría considerarse una
Thorellius atrox
especie sinantrópica.
T. cristimanus
Vaejovidae Las seis especies que se consideran de importan-
T. intrepidus
cia médica pertenecen a la categoría de “rayados” y se
Vaejovis granulatus
describen a profundidad en el cuadro 2 (excepto C.
V. coalcoman
ruana); la coloración del carapacho es útil para diferen-
V. monticola
ciar estas especies (figura 3). Los alacranes de esta cate-
V. morelia
goría se dividen en dos grupos, de acuerdo con el
V. nigrescens
patrón de pigmentación de su carapacho: a) “infamatus”,
V. pusillus
que presentan el carapacho con pigmentación obscura
Fuente: elaboración propia con datos de los autores y de las fuentes cubriendo la mayor parte del mismo, ya sea de manera
consultadas. difusa o intensa, dando la apariencia de que es obscuro
(figuras 3c y 4); y b) “elegans”, que tienen cuatro líneas
a b
A. Alacranes “rayados” del grupo “infamatus” (animales que característicamente presentan el carapacho con pigmentación
obscura cubriendo la mayor parte del mismo, ya sea de manera difusa o intensa, dando la apariencia de que el carapacho
es obscuro; figura 3c)
1) Centruroides infamatus
Conocido como alacrán de Michoacán en la descripción que hace Hoffmann (1932) de las poblaciones del estado (figura
4a), incluye también a la subespecie C. infamatus ornatus, reconocida como C. ornatus, especie actualmente válida. Son
animales con un tamaño de 5-6 cm, de coloración general amarilla a ocre, con el carapacho obscurecido en la parte ante-
rior y media y difuso hacia los lados, dejando áreas claras en las zonas laterales. En el mesosoma las bandas longitudinales
medias son relativamente delgadas y aparentan ser del mismo ancho o más anchas que la banda clara mesal; en general con
21-23 dientes en las hembras y 23-25 en machos. Son animales comunes en zonas templadas y cálidas. Se reconoce su pre-
sencia desde Uruapan hasta Tierra Caliente y en las zonas cálidas de la cuenca del lago de Pátzcuaro
De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud del Estado de Michoacán, en estas zonas del estado, en 2011 y 2012,
se presentó un valor alto de morbilidad, sobre todo para el área de Uruapan (23 y 18%, respectivamente), mientras que para
la jurisdicción sanitaria de Pátzcuaro fue de 11 a 12% de un total aproximado de 55 mil casos de alacranismo registrados en
ese periodo (figura 5). También se tienen registros de esta especie en Guanajuato, Querétaro, Colima, Nayarit y Jalisco
2) Centruroides ornatus
Son animales que presentan coloración que va desde amarillo claro hasta ocre e incluso rojiza. Similares pero más pequeños
que C. infamatus (4-4.5 cm), su carapacho está obscurecido y sólo deja pequeñas áreas laterales sin pigmento (figura 4b); las
bandas longitudinales del mesosoma son claramente más anchas que la banda mesal, en ocasiones dándole apariencia muy
obscura (figura 4b); sus peines tienen 17-19 dientes en las hembras y 20-21 en los machos. Sus poblaciones son muy abun-
dantes en el centro y norte de Michoacán, así como en la región de Zamora-La Piedad, ubicadas en la provincia fisiográfica
Altiplanicie, en donde es muy probable sean los responsables del 15% de los casos de picadura registrados en esas zonas
durante 2011 y 2012 (figura 5). Aunque son animales a los que en general se les ubica dentro del grupo de alacranes de toxi-
cidad media, se tiene registro de una persona adulta fallecida en La Piedad en 2011 (de siete casos mortales) y tres niños (de
cuatro casos) en el área de Morelia-Cuitzeo, en 2012, a consecuencia de picadura de alacrán. Esta especie es la más común
en áreas templadas e incluso templado-frías del centro, norte y oriente del estado, en altitudes de hasta 2 450 msnm en el
valle de Morelia, a diferencia de C. infamatus, que es una especie morfológicamente semejante que prefiere condiciones más
cálidas, como la mayoría de las especies del género Centruroides
Cuadro 2. Continuación.
3) Centruroides ruana
Animales similares a C. infamatus; la especie es endémica de la región de Apatzingán y Felipe Carrillo Puerto (La Ruana), de
donde toma su nombre (Quijano-Ravell y Ponce-Saavedra 2016)
B. Alacranes “rayados” del grupo “limpidus-elegans” (animales que como característica presentan cuatro líneas longitudi-
nales obscuras sobre el carapacho, dejando la mayor parte del mismo sin pigmento, dando la apariencia de que el carapacho
es de color claro y sólo las líneas y el área ocular presentan pigmento en él; figura 2a)
4) Centruroides limpidus
Conocido como “alacrán de Iguala” o “alacrán de Guerrero”; se encuentra ampliamente distribuido en este estado, pero tam-
bién es común en Puebla, Estado de México, Morelos, Querétaro y Michoacán, además de algunos registros por confirmar
en Oaxaca y Jalisco. Son alacranes que miden de 4 a 5 cm, con sus cuatro líneas del carapacho bien definidas, peines con
20 a 23 dientes en las hembras (en general 23) y 22 a 26 en los machos. Típicamente su vesícula presenta un tubérculo suba-
culear o espina poco o muy poco desarrollada, por lo que a veces es difícil de ver o sólo se encuentra representado por un
gránulo. Se distribuye en diferentes zonas del sureste de la Depresión del Balsas-Tepalcatepec, generalmente por arriba de los
600 msnm, en donde puede ser simpátrica con poblaciones de C. balsasensis, en partes de municipios como La Huacana,
Mújica o Nuevo Urecho. Hacia zonas más altas es la especie dominante en municipios como Nocupétaro, La Huacana y Villa
Madero (en este caso capturados en altitudes cercanas a los 2 000 msnm). En estos tres últimos municipios se han registrado
casos de muerte por picadura de alacrán en 2011 y 2012. En Zitácuaro, Benito Juárez y Tuzantla son alacranes comunes en
campo y casas habitación, alcanzando el municipio de Tzitzio, en los límites con Morelia, sobre el Sistema Volcánico Trans-
versal en altitudes que van de 500 hasta los 1 800 msnm
5) Centruroides tecomanus
Este alacrán es nombrado por Hoffmann (1932) alacrán de Manzanillo o alacrán de Colima (figura 6). Es una de las especies
mexicanas de mayor toxicidad y, como su nombre lo indica, se encuentra en Colima y fue descrita de la zona de Tecomán.
En Michoacán se registra a lo largo de la costa llegando hasta los límites con Guerrero. Recientemente se han registrado
poblaciones de esta especie en localidades colindantes de Michoacán y Guerrero, en el municipio de La Unión (Quijano-
Ravell et al. 2010). Antes reconocida como una subespecie de Centruroides limpidus fue registrada por Beutelspacher (2000)
para Michoacán, aunque Fet et al. (2000) en el Catálogo de los Alacranes del Mundo sólo lo registran para Colima. Ponce-
Saavedra y Beutelspacher (2001) corrigen algunas determinaciones y dejan 10 localidades ubicadas sobre las provincias fi-
siográficas Depresión del Balsas-Tepalcatepec y Llanura Costera, persistiendo algunas malas determinaciones. Después, este
problema fue retomado por Ponce-Saavedra y Francke (2004) terminando con la descripción de Centruroides balsasensis,
especie endémica de la cuenca del Balsas-Tepalcatepec. Recientemente Ponce et al. (2009) presentaron evidencias morfoló-
gicas y moleculares que validan como especie a C. tecomanus, separándole de forma definitiva de C. limpidus. Morfológica-
mente no se reconocen diferencias en el conteo de dientes pectíneos (20 a 24 en hembras y 20 a 24 para machos) pero sí en
el tubérculo subaculear cónico, dirigido hacia la punta del aguijón y siempre bien desarrollado de esta especie; con pigmento
marrón-rojizo en los extremos de los segmentos caudales y los de los pedipalpos incluyendo los dedos, además de la base
de peines que es distinta en forma, tanto en hembras como en machos
6) Centruroides balsasensis
Aunque el patrón de líneas no es tan claro como en las especies anteriores, debido a que las dos líneas medias y las dos
externas en la parte anterior del carapacho están bien definidas, en la parte posterior las líneas medias están poco definidas
y las externas están engrosadas hacia el centro, otorgándole una apariencia más obscura a esta parte del carapacho (figura
3b), lo que explica que antes se le identificara como C. infamatus. Son alacranes que miden de 5 a 6 cm (figura 7), con conteo
de dientes pectíneos relativamente alto (22 a 25 en hembras y 24 a 28 en machos). Descrito de localidades de la Depresión
del Balsas-Tepalcatepec, en específico en la zona conocida como el Bajo Balsas; actualmente, se le encuentra además de en
Michoacán, en localidades de Guerrero, México, Morelos y Puebla, siempre en la Cuenca del Balsas, aunque hay un registro
muy probable de un ejemplar introducido en la Ciudad de México
a b c
Figura 3. Diferentes patrones de pigmentación del carapacho en las especies “rayadas”: a) Centruroides tecomanus,
b) C. balsasensis, c) C. infamatus. Fotos: Javier Ponce-Saavedra.
a
b
Figura 4. Especies del grupo “suffusus-infamatus”: a) Centruroides infamatus, b) C. ornatus. Fotos: Javier Ponce-Saavedra.
25
20
Número de casos
15
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Lá
2011 2012
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mayor parte del mismo sin pigmento, dando la aparien- Armas, L.F., E. Martín-Frías y J. Estévez-Ramírez. 2003. Lista
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El piquete de alacrán, cuya relevancia se relaciona Baldazo-Monsiváiz, J. Ponce-Saavedra y M. Flores-Moreno.
con el veneno que inoculan y sus efectos, tiene una 2013. Una especie nueva de alacrán del género Centruroides
función biológica importante para el alacrán, la de de importancia médica (Scorpiones: Buthidae) del estado de
matar presas de tamaños grandes que no pueda domi- Guerrero, México. Revista Mexicana de Biodiversidad
nar con sus pedipalpos, es un sistema de defensa contra 84:100-116.
Figura 7. Centruroides balsasensis, especie endémica de la cuenca del Balsas-Tepalcatepec. Foto: Javier Ponce-Saavedra
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diversos hábitats y microhábitats. y Levi 1991). Después del grupo de los ácaros, las ara-
Las arañas son depredadores activos, alimentán- ñas son los arácnidos con mayor diversidad, con un
dose sobre todo de insectos y de pequeños vertebrados total de 114 familias, 3 960 géneros y 45 662 especies
como lagartijas, pequeñas serpientes y hasta aves y reportadas en el mundo, siendo los animales más diver-
ratones, dependiendo del tamaño de la araña (Codding sos en el planeta (World Spider Catalog 2015). En
ton y Levi 1991). México existen 2 334 especies de arañas pertenecientes
Se conocen como arañas errantes a las que no a 492 géneros y 66 familias, lo cual representa 5.5% de
necesitan su telaraña para capturar o depredar a sus pre- la diversidad de arañas en el mundo (Francke 2011).
sas, como las llamadas arañas lobo (familia Lycosidae) o Jiménez (1996) reporta que la mayor diversidad en
las saltarinas (familia Salticidae), ya que son cazadoras México se encuentra en Veracruz (374 especies), Baja
activas y la mayor parte del tiempo están en busca de California y Baja California Sur (371), Guerrero y Chia-
presas para alimentarse; por su parte, las arañas tejedo- pas (281 cada uno), Tamaulipas (277), Tabasco (264) y
ras esperan en su tela y dependen de ella para la captura San Luis Potosí (221).
de sus presas y así alimentarse, tal es el caso de las redes Para Michoacán, hasta 1976 se reportaban 39
orbiculares o geométricas comúnmente encontradas en especies de arañas (Hoffmann 1976). Posteriormente,
los jardines. La telaraña también es utilizada para otras en 1996 aumentó a 83 especies registradas (Jiménez
funciones, como la reproducción (cortejo, construcción 1996), y en 2005 Ponce-Saavedra reportó 17 familias y
de telas espermáticas y sacos de huevos; figura 3) y en la 81 especies.
elaboración de refugios (protección durante la muda y A partir de investigaciones realizadas por el autor
contra depredadores; Foelix 1996). de este trabajo, los registros para el estado han aumen-
tado en los últimos años y ya se encuentran registradas
un total de 261 especies (incluyendo 150 que aún no
DIVERSIDAD están descritas) y 158 géneros (seis no descritos) agrupa-
dos en 41 familias (figura 5; apéndice 44), lo que repre-
Entre los artrópodos, el orden Araneae ocupa el sép- senta 11.2% de la diversidad conocida de arañas en
timo lugar en diversidad global, después de los cinco México. Para el total de especies registradas en el
órdenes más diversos de insectos (Coleoptera, Hyme- estado, las familias más diversas son Araneidae
50
45
40
35
30
Número
25
Géneros
20
Especies
15
10
0
ro rid e
O phi idae
Sc op ae
D len ae
D ueti ae
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Se romidae
Li rinn dae
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Familias
Figura 5. Diversidad de géneros y especies de arañas registradas, por familia. Fuente: elaboración propia.
20
18
16
14
Registros (%)
12
10
O hili ae
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D etid e
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Familias
Th
Figura 6. Porcentaje de especies de arañas registradas por familia. Fuente: elaboración propia.
(46 especies), Salticidae (32), Theridiidae (23) y Lycosidae Por otra parte, el tipo de vegetación predominante
(21; figura 5), con 18, 12, 9 y 8%, respectivamente, ade- en la Depresión del Balsas-Tepalcatepec es bosque
más de 12 familias con sólo una especie, lo cual repre- seco tropical o selva baja caducifolia, y la transición
senta 5% del total de especies (figura 6). Hasta ahora entre dicha provincia y los bosques templados de mon-
para el estado se reporta una especie endémica, la taña de la Sierra Madre del Sur la hacen una de las
tarántula de rodillas de fuego (Brachypelma auratum; regiones más biodiversas para el estado, por lo que se
figura 4). espera una diversidad alta de arañas, lo cual aún
requiere ser comprobado mediante estudios regionales
enfocados a este grupo.
DISTRIBUCIÓN Y REGISTROS
parda o araña violinista (Loxosceles); una especie de les. Su conservación es pieza clave para estudios futu-
viuda negra o capulina (Latrodectus; figura 2) y una ros en diferentes campos de la investigación, que sin
araña del saco (Cheirachantium). duda alguna generan beneficios de diversa índole en el
ser humano.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
CONCLUSIONES
Entre los grupos de animales invertebrados que se trafi-
can ilegalmente se puede mencionar a las tarántulas. A pesar del gran número de trabajos publicados e
Esas grandes arañas de la familia Theraphosidae están investigación realizada por aracnólogos, tanto naciona-
representadas en México por alrededor de 72 especies, les como extranjeros, el grupo de arañas en México
lo que ubica al país como el más diverso a nivel mun- puede considerarse como poco estudiado y conocido.
dial, sólo después de Brasil. Desafortunadamente, espe- Hay regiones en el país, como Michoacán, donde aún
cies mexicanas como B. smithi, B. auratum (endémica se necesitan muestreos y trabajo de campo que permi-
de Michoacán; figura 4) y B. emilia, entre otras especies tan tener mayor conocimiento de la aracnofauna.
del género Brachypelma, son vendidas como mascotas En ese sentido, los listados faunísticos y los traba-
exóticas, incluso son populares en algunos países de jos taxonómicos son piezas clave para el conocimiento
Europa donde se pagan hasta 140 euros por cada ejem- y uso de la diversidad de arañas en México, ya que per-
plar (obs. pers.). Debido a lo anterior, las 21 especies de miten conocer la diversidad de una región y forman
ese género, incluyendo las cuatro especies identificadas parte primordial en programas de manejo y de conser-
para Michoacán (B. boehmei, B. baumgarteni, B. hamorii vación, tanto a nivel regional como estatal.
y B. auratum), hoy se encuentran en el Apéndice ii de la Michoacán, al presentar distintas provincias fisio-
Convención sobre el Comercio Internacional de Espe- gráficas y tipos de vegetación, da como resultado un
cies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (cites por lugar biológicamente interesante y diverso en muchos
sus siglas en inglés; 2014). grupos de artrópodos. Aunque se tiene una idea de la
Afortunadamente, existen programas para un mayor diversidad de arañas para el estado, falta conocer
conocimiento y conservación de las poblaciones natura- la diversidad real, ya que regiones como la Depresión
les de tarántulas en el país (Mendoza 2012, Orozco del Balsas-Tepalcatepec y la Sierra Madre del Sur care-
2012), que incluyen desde talleres informativos, cursos y cen de estudios profundos aun cuando representan
exposiciones, hasta reproducción en cautiverio, progra- regiones potenciales para estudios, no sólo del grupo
mas de reintroducción y venta legal de especies. de las arañas, sino de otros grupos de arácnidos.
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La diversidad descrita dentro de la clase Arachnida, Los opiliones o arañas patonas miden de 1 a 20 mm;
para 2002, era de 97 682 especies (Harvey 2002, Dun- poseen glándulas que producen sustancias repelentes
lop et al. 2008), sin embargo, una cifra más reciente la para ahuyentar a sus depredadores; los machos presen-
sitúa en 102 mil especies y con una estimación cercana tan pene y las hembras un ovipositor. Se les confunde
a las 600 mil (Chapman 2009). con las arañas (llamadas también patonas) de la familia
Para Michoacán, además de las arañas, los escor- Pholcidae, por sus extremidades largas, pero a diferen-
piones conocidos como alacranes son el orden más estu- cia de las arañas verdaderas la división del cuerpo en
diado (Ponce-Saavedra y Beutelspacher 2001), seguido cefalotórax y abdomen de los opiliones no es distingui-
por los opiliones (Kury y Cokendolpher 2000). En este ble a simple vista (Brusca y Brusca 2005).
estudio se presenta una caracterización de seis órdenes En el mundo se conocen cerca de 6 485 especies
de arácnidos (Amblypygi, Opiliones, Pseudoscorpiones, en 1 650 géneros y 46 familias, que se distribuyen
Scorpiones, Solifugae y Thelyphonidae) distribuidos en el desde zonas templadas a húmedas cálidas (Kury 2011,
estado (apéndice 45) y que no son tan conocidos como Hedin et al. 2012). La diversidad de opiliones en México
los ácaros (Acari) y las arañas (Araneae). es poco conocida y se registran cuatro subórdenes con
235 especies (3.62% de la diversidad total; Kury y
Cokendolpher 2000, Cruz-López y Francke 2012,
ORDEN AMBLYPYGI Hedin et al. 2012). Para Michoacán se conocen 20
especies y una no determinada (apéndice 45), ubicadas
Comúnmente llamadas arañas corazón o arañas látigo, en 11 géneros y cuatro familias.
y en Michoacán tendarapos o tenanches. Los amblipígi- Las provincias fisiográficas Sistema Volcánico
dos son arácnidos poco conocidos que van desde los Transversal y Depresión del Balsas-Tepalcatepec son
5 mm (tamaño del cuerpo, sin contar el largo de las las mejor representadas, aunque para algunas especies
patas) a los 45 mm, siendo Acanthophrynus coronatus sólo se tiene el registro para el estado, sin localidad
la especie más grande del mundo, distribuida en la específica (apéndice 45). Este grupo de arácnidos, al
costa del Pacífico, desde el sur de Jalisco hasta Oaxaca; igual que los ácaros, tiene un amplio rango alimenticio,
en Michoacán se encuentran en la Llanura Costera y en por lo que son de importancia en el ecosistema como
la Depresión del Balsas-Tepalcatepec, principalmente. organismos depredadores y degradadores de la mate-
Se distinguen del resto de los arácnidos por poseer ria orgánica (Brusca y Brusca 2005).
palpos raptoriales con espinas (modificados para atrapar
a sus presas), el primer par de patas modificado para fun-
ciones sensoriales (muy alargado y parecido a un látigo) ORDEN PSEUDOSCORPIONES
y no poseer glándulas de veneno (Ponce-Saavedra 2005).
Son depredadores nocturnos que habitan en pare- Los llamados falsos escorpiones son pequeños arácni-
des de roca o en grietas, debajo de piedras o cualquier dos que miden de 0.7 a 12 mm de longitud. Se les
otro refugio, se alimentan de insectos, aunque existen conoce así ya que morfológicamente semejan a los ver-
algunos reportes sobre depredación de pequeños repti- daderos escorpiones, salvo que carecen de un meta-
les y anfibios (Brusca y Brusca 2005). soma o cola y no tienen telson ni aguijón. Poseen
En el mundo se conocen cerca de cinco familias y glándulas en los quelíceros para producir seda y ade-
17 géneros que suman 170 especies de amblipígidos más producen veneno en los pedipalpos. Son depreda-
(Prendini 2011a). En México está presente una familia, dores de algunos ácaros e insectos. Se les ha colectado
tres géneros y 16 especies (Harvey 2002, Ballesteros- debajo de corteza, bajo piedras (lugares húmedos) y en
Chávez 2006, 2009); para Michoacán se tienen repor- cuevas (Brusca y Brusca 2005).
tadas tres especies en dos géneros (apéndice 45).
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Harvey (2011) menciona una diversidad mundial encuentran en la parte ventral del último par de patas.
cercana a 3 406 especies en 426 géneros y 24 familias. Como cualquier otro arácnido son depredadores de
Para México se tienen registradas cerca de 158 especies hábitos nocturnos, tienden a ser territoriales y, a dife-
en 66 géneros y 18 familias (Harvey 2009). En Michoa- rencia del resto de los arácnidos, son voraces y no
cán se tiene reportada una especie (Garyops ferrisi) sin temen enfrentarse a sus enemigos naturales (Brusca y
localidad específica, aunque en varias colecciones hay Brusca 2005).
especies no identificadas recolectadas en diversas loca- En el mundo se conocen cerca de 1 115 especies
lidades. en 12 familias y 140 géneros (Prendini 2011c). En
México se reconocen cerca de 83 especies en 12 géne-
ros y dos familias (Ballesteros-Chávez 2006). En
ORDEN SCORPIONES Michoacán se les conoce como madres de alacrán y se
tienen reportadas dos especies, en dos géneros y dos
En este orden se incluyen alacranes y escorpiones, su familias (apéndice 45).
tamaño va de los 3 a los 21 cm. Se caracterizan por
poseer el opistosoma dividido en dos segmentos (meso-
soma y metasoma), un telson donde se encuentran las ORDEN THELYPHONIDA
glándulas que producen el veneno y un aguijón por el
cual lo inyectan. En la parte ventral del mesosoma Los llamados vinagrillos son de talla grande y alcanzan
poseen órganos llamados peines que son usados como poco más de 8 cm de longitud. Se reconocen por la
quimiorreceptores (Polis 1990). presencia de un flagelo terminal, largo y multiarticu-
Debido a controversias en la clasificación en los lado, así como pedipalpos (pinzas) robustos y armados
escorpiones, hay diferencias en el número de familias y de fuertes espinas. Estos organismos usan como medio
géneros. Prendini (2011b) indica que hay en el mundo de defensa la expulsión de ácido acético (de ahí el nom-
23 familias, aproximadamente 144 géneros y cerca de bre de vinagrillos). A pesar de su aspecto impresionante
1 927 especies. Sin embargo, la clasificación más acep- son animales inofensivos (Harvey 2002, Ballesteros-
tada reconoce 18 familias con 2 408 especies (Rein Chávez 2006). Son depredadores de la fauna del suelo
2018). Para México se han reportado alrededor de 242 y se ha reportado depredación de animales relativa-
especies en 26 géneros y siete familias (Francke 2010), mente grandes en comparación a su tamaño, desde
aunque actualmente se cuentan 289 especies (Ponce- reptiles y anfibios hasta pequeños mamíferos e incluso
Saavedra et al. 2016). huevos de reptiles. Además, existen reportes de que
Ponce-Saavedra y Beutelspacher (2001) reportaron son presa de diversos vertebrados, así como de hormi-
17 especies, modificando el listado propuesto por Beutel gas (Armas et al. 2009).
spacher (2000). Actualmente se reportan 23 especies en Actualmente, se conocen 103 especies, agrupadas
nueve géneros y tres familias (apéndice 45); no obstante, en 16 géneros, cuatro subfamilias y una familia (Harvey
a pesar de que los alacranes son bien conocidos para 2002, Prendini 2011d). En México se conoce la presen-
Michoacán hacen falta estudios que permitan profundi- cia del género Mastigoproctus, con dos especies:
zar en el conocimiento de su diversidad. M. giganteus, la especie de talla más grande del orden,
De las especies para México, una docena es con- distribuida desde el sur de eua hasta Oaxaca y
siderada de importancia médica (por la toxicidad de su M. lacandonensis, endémica de Chiapas (Ballesteros-
veneno), todas de la familia Buthidae (Ponce y Francke Chávez y Francke 2006). Para Michoacán se tienen
2013) que se distribuyen en el oeste del país, desde registros de colección sobre la presencia de M. giganteus
Sonora hasta Oaxaca (Ponce-Saavedra y Moreno- en Uruapan, Tacámbaro y Nocupétaro (del Sistema Vol-
Barajas 2005); el resto de las especies (más de 80%) son cánico Transversal).
importantes en los ecosistemas como depredadores
nocturnos.
CONCLUSIONES
DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
Armendáriz, G., F. Álvarez y J.L. El grupo de los crustáceos es muy diverso a nivel mundial, cuenta con más
Villalobos-Hiriart. 2019. Crustáceos
de 67 mil especies organizadas en cinco clases, 1 003 familias y 9 522 géne-
dulceacuícolas. En: La biodiversidad en
Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. ros (Ahyong et al. 2011). En México la diversidad de crustáceos dulce
conabio, México, pp. 395-400. acuícolas es alta (Elías-Gutiérrez et al. 2008, Villalobos y Álvarez 2008,
Número de especies
En Michoacán se encuentran los principales gru- 6
pos de crustáceos de México: copépodos, cladóceros, 5
argúlidos, anfípodos, isópodos y decápodos (acociles, 4
um
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la Colección Nacional de Crustáceos del Instituto
hi
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Po
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de Biología (cncr) de la unam, muestra que en Michoa-
oc
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Ca
do
Pr
ac
eu
cán se distribuyen 43 especies (42 identificadas) de
Ps
crustáceos dulceacuícolas representadas en tres clases, Géneros
ocho órdenes, 15 familias y 29 géneros (apéndice 46). Figura 2. Número de especies, por género, del orden
El orden con mayor cantidad de géneros (6) y Decapoda. Fuente: Colección Nacional de Crustáceos.
especies (17) es Decapoda (clase Malacostraca; figura
1) y representa 40% de las especies del estado. El
género Macrobrachium presenta cinco especies de En contraste, las especies de langostinos que se
camarones de agua dulce (figura 2); lo anterior destaca registran en Michoacán, como Macrobrachium
la importancia de este grupo debido a su abundancia y tenellum, M. americanum y M. occidentale, son indivi-
riqueza específica, pero también sugiere que otros gru- duos con amplia distribución latitudinal, que va de
pos de crustáceos de menor interés no han sido estudia- Sonora y Baja California, a través de Centroamérica,
dos regionalmente. hasta el norte de Sudamérica (Mejía y Álvarez 2010);
aunque en México hay especies del género Macrobra-
1 (2%) 1 (2%) chium con desarrollo abreviado, ninguna se encuentra
1 (2%)
en Michoacán.
Por otra parte, los cladóceros y copépodos (clase
Branchiopoda y Maxillopoda) se encuentran entre los
2 (5%)
Decapoda representantes más importantes del zooplancton dul-
2 (5%)
Diplostraca ceacuícola de México. Los primeros están representa-
1 (40%) Cyclopoida dos por 150 especies, 14 en Michoacán, integradas en
7 (16%)
Anostraca seis familias y 11 géneros (apéndice 46; Elías-Gutiérrez
Calanoida et al. 2008). En cuanto a los copépodos, a nivel mundial
Amphipoda existen cerca de dos mil especies dulceacuícolas, la
12 (28%)
Isopoda mayoría con distribuciones restringidas, por lo que la
Arguloida tasa de endemismo es alta (Elías-Gutiérrez et al. 2008).
En México se tienen registradas 100 especies dulcea-
cuícolas, de las cuales nueve se encuentran en Michoa-
cán y están integradas en las familias Diaptomidae
Figura 1. Número de especies (y su correspondiente porcen- y Cyclopidae, en nueve géneros (Suárez-Morales y
taje) en cada orden de crustáceos de agua dulce. Fuente: Elías-Gutiérrez 2003).
Colección Nacional de Crustáceos, Elías-Gutiérrez et al. 2008.
DISTRIBUCIÓN
Prácticamente todas las especies de acociles de la
familia Cambaridae y de los cangrejos de la familia Los crustáceos dulceacuícolas se distribuyen a lo largo
Pseudothelphusidae distribuidos en México son endé- de las cinco provincias fisiográficas de la entidad (Anta-
micas y presentan áreas de distribución muy reducidas, ramián y Correa 2003). La Llanura Costera es la que
lo cual ocurre también en Michoacán, donde hay tres tiene mayor cantidad de registros (12 especies de
especies de acociles (Cambarellus patzcuarensis, decápodos, de los cuales 11 son camarones y uno es
Procambarus bouvieri y P. digueti) y una de cangrejo cangrejo). En esta provincia se pueden encontrar todas
(Pseudothelphusa belliana), endémicas para el estado; las especies del langostino del género Macrobrachium
incluso hay un copépodo (Skistodiaptomus oregonensis), reportadas para Michoacán (M. americanum, M.
que es la única especie de ese género distribuida en digueti, M. hobbsi, M. michoacanus, M. occidentale,
México. M. olfersii y M. tenellum); y camarones de la familia
Atyidae, géneros Atya (A. crassa, A. margaritacea y A. La Depresión del Balsas-Tepalcatepec y la parte
ortmannioides; Villalobos 1956) y Potimirim (P. alta de la cordillera costera del sur (Sierra Madre del
glabra; figura 3), habitando desde las zonas de desem- Sur) podrían ser zonas de transición entre la fauna típica
bocadura de los ríos hasta los 800 m de altitud (Villalo- de la Altiplanicie y la Llanura Costera, por lo que depen-
bos 1956). En la Depresión del Balsas-Tepalcatepec se diendo del estrato altitudinal que se trate es el tipo de
distribuye únicamente la especie de acocil Cambarellus especies que se distribuyen; precisamente tanto la
montezumae. 24 especies no pudieron ser reportadas Depresión del Balsas-Tepalcatepec como la Sierra
para una provincia específica, debido a que en la publi- Madre del Sur no se han muestreado, por lo que en la
cación original no se hace referencia a la localidad. Colección Nacional de Crustáceos no se encontraron
datos de especies dulceacuícolas para la zona; en la
figura 5 y en el apéndice 47 se muestra la distribución
de los crustáceos de agua dulce en el estado.
IMPORTANCIA
Figura 5. Localidades en las que se han muestreado crustáceos de agua dulce. Fuente: elaboración propia con datos de la Colección Nacional de Crustáceos.
398
Sección 5. Diversidad de especies
ros carnívoros, que afecta al ser humano en regiones locales que deben ser estudiadas, porque es probable
tropicales y subtropicales. Estos gusanos se adquieren al existan nuevas especies (Villalobos-Hiriart 2005).
consumir crustáceos (langostinos y cangrejos) crudos o Dentro de los registros de la Colección Nacional
mal cocidos, contaminados con larvas enquistadas de Crustáceos (cncr) se destaca el registro de Argulus
(envueltas en una cubierta muy resistente llamada quiste) sp., la única especie de argúlido reportada en el estado
del parásito (Williams y Jones 1994). A nivel mundial el parasitando al ajolote Ambystoma andersoni, especie
género Paragonimus está representado por 20 especies, endémica de la laguna de Zacapu. Los argúlidos son
no obstante, en México sólo se distribuye P. mexicanus crustáceos ectoparásitos especializados en fijarse a la
en Colima, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Estado de piel de ranas, ajolotes y branquias de peces. Ambystoma
México, Ciudad de México y Michoacán. En el estado se andersoni está considerada en la categoría de protec-
han encontrado registros en los municipios de Taretan y ción especial dentro de la nom-059-semarnat-2010,
Jungapeo, en el Sistema Volcánico Transversal, y se mientras que la uicn la ha decretado en peligro crítico.
encuentran depositados en la Colección Nacional de En el 2005 esta especie estuvo considerada como alta-
Helmintos (cnhe, del Instituto de Biología-unam). mente vulnerable, pero aún presente dentro de la laguna
de Zacapu (Aguilar-Miguel 2005). El ajolote se consume
localmente, lo que genera presión de pesca y también
se captura para su venta en el mercado local (Huacuz
2001); lo anterior podría generar una situación en la que
si la especie hospedera desaparece también lo harán sus
especies asociadas, como simbiontes o parásitos; a este
proceso se le ha llamado coextinción (Dunn et al. 2009)
y debe tomarse en cuenta para el manejo integral de
especies amenazadas.
Figura 6. Acocil Cambarellus montezumae. Foto: Fernando
Álvarez.
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN
DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
Cupul-Magaña, F.G., A.L. Escalante- En México se han contabilizado 180 especies de ciempiés incluidas en cuatro
Jiménez y J. Bueno-Villegas. 2019. órdenes y 16 familias (Cupul-Magaña 2013): Scutigeromorpha (Pselliodidae y
Ciempiés: Chilopoda. En: La
Scutigeridae), Lithobiomorpha (Lithobiidae y Henicopidae), Scolopendro-
biodiversidad en Michoacán. Estudio
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, morpha (Scolopendridae, Cryptopidae y Scolopocryptopidae) y Geophilo-
pp. 401-405. morpha (Neogeophilidae, Eriphantidae, Oryidae, Linotaeniidae, Geophilidae,
Ballophilidae, Mecistocephalidae, Schendylidae e estado. Las cuatro especies restantes (no endémicas) se
Himantariidae). distribuyen hacia eua o Centroamérica. Es importante
Por su parte, para Michoacán se han registrado 13 notar que para las especies Scutigera tancitarona,
especies de ciempiés incluidas en cuatro familias (apén- Cerrobius tancitarus, Garrina michoacana, Friobius
dice 48; Chamberlin 1942, 1943; Foddai et al. 2000, She- zitacuarus, Labrobius bolivari, Lithobius michoacanus,
lley 2002, Cupul-Magaña 2007, 2010b, 2013; Edgecombe Vulcanbius pedrigalus, Scolopendra chlora y S. michoacana,
y Cupul-Magaña 2008): Dendrothereua linceci (figura sólo se conocen entre uno y nueve ejemplares por
1a), Scutigera tancitarona, Cerrobius tancitarus, Friobius especie, seguramente debido al esfuerzo de colecta a
zitacuarus, Garrina michoacana, Labrobius bolivari, nivel nacional y a que actualmente sólo dos mexicanos
Lithobius michoacanus, Vulcanbius pedrigalus, investigan de forma activa el grupo.
Scolopendra chlora, S. michoacana, S. polymorpha (figura
1b), S. viridis (figura 1c) y Rhysida longipes (figura 1d).
De acuerdo con Mundel (1981), la descripción DISTRIBUCIÓN
realizada por Chamberlin (1942), cuando erigió la espe-
cie V. pedrigalus, no corresponde con lo que se puede En México la clase Chilopoda se presenta en todo el
observar en el ejemplar tipo depositado en el Museo territorio nacional e incluso en varias de sus islas, en
Smithsoniano de Historia Natural en Washington, desiertos, bosques tropicales y templados (Chamberlin
eua; por lo que es probable no corresponda a esta espe- 1943, Cupul-Magaña 2013). La distribución del grupo
cie. Sin embargo, se requiere de estudios más detalla- dentro de Michoacán se limita a las localidades de Apat-
dos para resolver esta dificultad taxonómica. Por su zingán (provincia Depresión del Balsas-Tepalcatepec),
parte, Edgecombe y Cupul-Magaña (2008) mencionan Centro Ecoturístico Pantzingo, Pico (cerro) de Tancítaro,
que puede ser que S. tancitarona sea una sinonimia de Landero (municipio Benito Juárez), Tolcayuca, Tingam-
D. linceci (es decir, la misma especie pero con nombre bato, Villa Madero, Zitácuaro (región del Sistema Volcá-
diferente); en esta contribución se considera a nico Transversal) y Maravatío (provincia Atiplanicie;
V. pedrigalus y a S. tancitarona como especies válidas. figura 2; apéndice 48). Cabe mencionar que cinco de las
especies fueron descritas por Chamberlin (1942), a partir
de ejemplares provenientes del Pico de Tancítaro, lo que
ENDEMISMOS lo ubica como un importante centro de diversidad bioló-
gica de ciempiés para el estado y el país.
Nueve de las 13 especies registradas para Michoacán Por provincias fisiográficas se puede mencionar
son endémicas de México y siete de ellas exclusivas del que la región del Sistema Volcánico Transversal es la
a b c
Figura 1. Cuatro especies de ciempiés con distribución en Michoacán: a) Dendrothereua linceci, b) Scolopendra polymorpha,
c) S. viridis, d) Rhysida longipes. Fotos: Fabio Cupul.
que presenta el mayor número de registros y de espe- Junco 2004), el indiscriminado cambio en el uso del
cies, con 14 y 12, respectivamente; mientras que en suelo ha mermado las poblaciones de insectos y otras
Depresión del Balsas-Tepalcatepec y Altiplanicie se presas de los ciempiés, lo que puede ocasionar la
registró una sola especie; además, dentro del territorio reducción o desaparición de las poblaciones de quiló-
michoacano no hay registros documentados para ciem- podos.
piés en la Llanura Costera y la Sierra Madre del Sur.
CONCLUSIONES
IMPORTANCIA ECOLÓGICA
Y ECONÓMICA La carencia de información sobre los ciempiés de
Michoacán hace necesario efectuar estudios para eva-
De manera general, los ciempiés forman parte impor- luar su diversidad y abundancia, lo cual contribuirá a
tante de la dieta de varias especies de mamíferos terres- conocer el papel que juegan dentro de los ecosistemas
tres, aves y reptiles (Leopold y McCabe 1957, Sanabria del estado. Los ciempiés (junto con los milpiés y escor-
et al. 1995, Taylor 2001, Cantú-Salazar et al. 2005). En piones) son componentes útiles al momento de evaluar
México se tienen estudios que los incluyen como una la diversidad de una región, en virtud de que son longe-
fracción significativa de la fauna del suelo y la hojarasca vos, de relativa baja movilidad, presentan un amplio
del bosque seco (Palacios-Vargas et al. 2007). intervalo de tamaños y pueden ser determinados por
Este grupo se considera importante en salud expertos hasta nivel de especie. Estos atributos pueden
pública porque tienen la capacidad de infligir mordedu- contribuir a considerarlos como indicadores de la diver-
ras venenosas (Shelley 2002) que afectan las membra- sidad de invertebrados no voladores del suelo (Druce et
nas de las células nerviosas y musculares (Gutiérrez et al. 2004). Asimismo, la composición de la macrofauna
al. 2003); sin embargo, las toxinas del veneno de los del suelo puede ser indicador de la “salud” de este
ciempiés no han sido muy estudiadas. A partir del poco ambiente (Bautista et al. 2009). El conocimiento total de
conocimiento que se tiene, se ha establecido que es la diversidad de ciempiés en el estado puede llevar al
posible desarrollar productos farmacéuticos inyectables descubrimiento de nuevas especies con venenos que
que permitan la fácil dispersión de un medicamento en pueden ser potencialmente útiles para la elaboración
el cuerpo humano para calmar dolores o combatir de fármacos que permitan aliviar enfermedades en los
tumores (Muñoz-Andrade et al. 2005, Muñoz-Andrade humanos, así como profundizar en el conocimiento de
2006); en México se están realizando investigaciones su papel como controladores de otros invertebrados
encaminadas a conseguir este objetivo. que pueden convertirse en plagas importantes.
No existen registros sobre la importancia cultural
del ciempiés en Michoacán.
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estatus de protección, por lo que éste puede ser defi- 267:283-289.
nido como incierto. Sin embargo, la amplia diversidad Chamberlin, R.V. 1942. On ten new centipedes from México
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DESCRIPCIÓN
Los peces (fauna íctica) son organismos de sangre fría (no regulan su tempe-
ratura interna) que viven en el agua y se caracterizan por poseer vértebras,
branquias y como extremidades aletas, en caso de presentarlas. Se agrupan
en peces cartilaginosos (Chondrichthyes) y peces óseos (Actinopterygii;
Nelson 2006).
Este grupo ha logrado adaptarse a casi cualquier lugar donde se
encuentre agua en estado líquido, independientemente de sus característi-
cas químicas, por lo que son un grupo ubicuo y cosmopolita. Se han adaptado
a la vida en profundidades abisales (hasta casi 11 000 m de profundidad),
en los abruptos ríos y fríos lagos de alta montaña (hasta 5 200 msnm), en los
caudalosos ríos de las selvas tropicales, en manantiales termales (hasta
45 °C), en los congelados polos (hasta -2 °C), en los someros y efímeros
pantanos (en donde existen especies que ponen huevos de resistencia que
pueden durar latentes por años), en los productivos manglares, en los oasis
del desierto y hasta en aguas subterráneas en donde habitan especies total-
mente cavernícolas (Doadrio y Domínguez-Domínguez 2012).
DISTRIBUCIÓN
Figura 3. Al centro, y con la aleta caudal amarilla, machin (Prionurus punctatus) y alrededor arcoíris de Cortés (Thalassoma
lucasanum) sobre un arrecife rocoso. Foto: Omar Domínguez-Domínguez.
Cuadro 1. Especies de peces registradas en las provincias fisiográficas y regiones biogeográficas de Michoacán.
Provincia Regiones
n ee er me tn t i Total Et Ex Total
fisiográfica biogeográficas
La suma de ciertas columnas no coincide debido a que algunas especies aparecen en más de una región. n: nativa, ee: endémicas al estado,
er: endémicas a la región biogeográfica, me: microendémicas a una porción de la región biogeográfica, tn: total nativas, T: traslocadas,
I: introducidas, Et: extirpada, Ex: extinta, svt: Sistema Volcánico Transversal, sms: Sierra Madre del Sur, a: Altiplanicie, dbt: Depresión del
Balsas-Tepalcatepec, llc: Llanura Costera.
Fuente: Colección de Peces de la umsnh.
Esta zona es igualmente heterogénea, con gran Atherinopsidos (Bloom et al. 2009), algunos pecílidos
variedad de ambientes (veáse Ecosistemas acuáticos, en (Agorreta et al. 2013) y peces marinos (Robertson y
esta obra), lo que permite que Michoacán tenga el Allen 2008, Torres-Hernández et al. 2016).
potencial, aún poco explorado, de albergar una alta
riqueza de especies marinas (figura 3).
En el apéndice 49 se presenta el listado de espe- DIVERSIDAD
cies de peces del estado, adoptando las regiones bio-
geográficas propuestas por Domínguez-Domínguez et En México se tienen reportadas 2 763 especies de
al. (2006a): Alto, Medio y Bajo Lerma, Zacapu, Cuitzeo, peces, cifra que representa 9.8% del total de especies
Pátzcuaro, Chapala, Zirahuén, Balsas, Coahuayana y registradas en el mundo, las cuales están agrupadas en
Humedales de Cotija, con la inclusión de la Zona 265 familias y 967 géneros (51.4 y 21.5% del total mun-
Marina y la Llanura Costera; en esta última se toman en dial, respectivamente; Espinosa-Pérez 2014).
cuenta las especies distribuidas en los estuarios de los En Michoacán se tienen registradas 486 especies
ríos Balsas y Coahuayana. nativas (apéndice 49), lo cual representa aproximada-
De esa forma se pretende representar la distribu- mente 17.5% del total del país, distribuidas en 105 fami-
ción natural de los peces, tomando en cuenta la historia lias y 275 géneros (40 y 28% del total del país,
biogeográfica de las especies y regiones donde se distri- respectivamente). Además, el estado cuenta con
buyen, esto como resultado de procesos evolutivos 22 especies introducidas repartidas en siete familias y
relacionados con la historia geológica, climática y fisio- 16 géneros. De éstas, tres familias y 13 géneros no tie-
gráfica del paisaje. Por otra parte, el arreglo sistemático nen representantes nativos en el estado, mientras que
sigue lo establecido en Nelson (2006); sin embargo, en las especies nativas, como los charales, pescado blanco
los siguientes grupos el epíteto específico sigue a dife- y ciprínidos, han sido traslocadas (especies autóctonas
rentes autores: peces de agua dulce (Miller et al. 2009), que son tomadas de su localidad e introducidas a otros
familia Goodeidae (Doadrio y Domínguez 2004), cuerpos de agua dentro de su área de distribución) de
sus cuerpos de agua nativos a cuerpos de agua aleda- Bajo y Medio Lerma, consideradas bajo la categoría de
ños. Entonces, el total de especies registradas en el peligro crítico y amenazada, respectivamente, en la
estado es de 508, repartidas en 108 familias y 288 géne- uicn (2013) y en peligro de extinción en la Norma
ros (cuadro 2). Mexicana (semarnat 2010; apéndice 49).
Un grupo importante, por el número de especies,
abundancia y características únicas de reproducción
PECES DULCEACUÍCOLAS (viviparidad) y nutrición embrionaria (matrotrofia) es la
subfamilia Goodeinae (tiros y chehuas), endémica al
En los cuerpos de agua dulce se tienen registradas centro de México. Para esta subfamilia el registro consta
82 especies, 60 nativas y 22 introducidas distribuidas de 20 especies en el estado (correspondiente a 50% del
en 14 familias nativas y tres introducidas, así como 29 total de especies de la subfamilia), siete de ellas
géneros nativos y 13 introducidos (cuadro 2), que habi- microendémicas a una pequeña porción de la región
tan las diferentes provincias fisiográficas y regiones biogeográfica donde habitan (Domínguez-Domínguez
biogeográficas del estado. El listado de las 60 especies et al. 2005; apéndice 49; figura 4).
nativas, obtenido a partir de la información que se
encuentra en la base de datos de la Colección ictioló-
gica de la umsnh, representa 12.4% con respecto a las
505 especies de agua dulce mencionadas por Espinosa
(2014).
Por otro lado, en el río Lerma, que comprende las
regiones biogeográficas del Alto, Medio y Bajo Lerma
se reporta la presencia de 48 especies nativas, de las
cuales dos son endémicas: Lampetra geminis y Notropis
marhabatiensis, esta última microendémica a los
manantiales alrededor de Maravatío, en el Alto Lerma
(apéndice 49). Otros casos de endemismo se presentan
en los humedales de Zacapu, con dos especies microen-
démicas recientemente descubiertas: Notropis grandis
y Allotoca zacapuensis, y el lago de Pátzcuaro con tres Figura 4. Chorumo del Balsas (Neoophorus regalis) especie
especies endémicas: Algansea lacustris, Allotoca diazi y microendémica y en peligro de extinción (semarnat 2010) de
Chirostoma patzcuaro. la parte alta del río Itzícuaro, en la zona de Cotija y Los
La riqueza e importancia de los peces de agua Reyes, cuenca del río Balsas. Foto: Juan Carlos Merino.
dulce no solo está dada por el número de especies y
endemismos, ya que también se encuentran grupos
muy antiguos considerados grupos relicto, como es el Otro grupo con presencia importante son los
caso de las llamadas lampreas. Una de ellas es parásita miembros de la familia Atherinopsidae, endémica a
de otros peces (Lampetra spadicea) y la otra es de vida México, donde se ubican los pescados blancos y chara-
libre (L. geminis), distribuidas en Cuitzeo, Chapala, el les (Bloom et al. 2009). Se reportan cuatro especies del
nom-059 19 2 5 24 0 24 204
uicn 10 1 21 31 0 31
*La suma en la columna total de nativas no coincide debido a que algunas especies aparecen en más de una zona, **Espinosa 2014, ***Nelson
2006, semarnat 2010, uicn 2013.
Fuente: Colección de Peces de la umsnh.
PECES ESTUARINOS
PECES MARINOS
Los peces cartilaginosos están representados por Se han realizado algunos trabajos en torno a los
siete familias, 23 géneros y 39 especies, entre los que se peces marinos en las costas del estado (Galván 1989,
puede mencionar el tiburón toro (Carcharhinus leucas; Amezcua-Linares 1996, Domínguez-Domínguez 1998,
figura 12), el tiburón blanco (Carcharodon carcharias) y Madrid et al. 1998, González-Luna 2000, Madrigal-
el pez sierra (Pristis pristis), especies de importancia Guridi 2006, Sandoval-Huerta 2011, Torres-Hernández
ecológica y de conservación, ya que están catalogadas 2011, Salazar-Araujo 2012, Palacios-Morales 2012); sin
en la nom-059-semarnat-2010 y en la uicn en alguna embargo, aún faltan estudios de tipo taxonómico para
categoría de riesgo (véase Estado de conservación y conocer la diversidad real de este grupo de organismos.
amenazas a los peces, en esta obra).
El grupo de peces óseos está representado por 93
familias, 264 géneros y 467 especies, en donde las cor-
vinas y verrugatas (Sciaenidae) cuentan con el mayor
número de especies, con 31 ubicadas en 12 géneros;
seguida de los jureles, pámpanos, cocineros y palome-
tas (Carangidae), con 26 especies incluidas en 13 géne-
ros; los roncos y burros (Haemulidae; figura 13) con 24
especies en nueve géneros y los meros, cabrillas y cher-
nas (Serranidae; figuras 14 y 15) con 22 especies en 11
géneros.
IMPORTANCIA
Figura 13. Cardumen de Haemulon maculicauda o burro rasposo, especie capturada para autoconsumo. Foto: Omar
Domínguez-Domínguez.
Figura 14. Alphestes immaculatus o cabrilla, que en Figura 15. Cephalopholis panamensis o cabrilla enjambre,
ocasiones se usa para autoconsumo. Foto: Omar Domínguez- especie utilizada para autoconsumo. Foto: Omar
Domínguez. Domínguez-Domínguez.
Figura 16. Stegastes acapulcoensis o jaqueta acapulqueña, una de las especies dominantes que habitan los arrecifes, como
consumidor primario es un eslabón importante en la trama trófica. Foto: Omar Domínguez-Domínguez.
En cuanto a la importancia económica, por mucho como los jureles, las lisas (Mugil spp., figura 8e), los par-
tiempo la pesquería de especies nativas en los lagos de gos (Lutjanus spp., figura 8f) y las mojarras, son explota-
la entidad ha sido reconocida a nivel mundial, por lo das para autoconsumo debido a su abundancia
que una gran cantidad de turistas nacionales e interna- numérica, biomasa y calidad como fuente de alimento;
cionales visitan las riberas de los lagos dejando una sin embargo, muchas especies aun no utilizadas pre-
importante derrama económica (Bernal-Brooks 2012, sentan potencial para uso comercial (Medina 2003).
Gaspar-Dillanes y Hernández-Montaño 2013). Desafor-
tunadamente, los volúmenes de captura de especies
nativas han disminuido a lo largo del tiempo
(conapesca 2012), dicha escasez fomenta la introduc-
ción de especies exóticas como alternativa pesquera
(véase Peces introducidos: una amenaza potencial
para la diversidad de peces nativos, en esta obra), como
la tilapia (Oreochromis spp.), la carpa (Cyprinus carpio;
figura 17) y la lobina (Micropterus salmoides).
Los pobladores de la franja costera utilizan los
recursos pesqueros como medio de subsistencia y auto-
consumo. Por ejemplo, para 2010 la actividad pesquera
de tipo artesanal, con 53 agrupaciones de pescadores,
capturó cerca de 11 mil toneladas en peso fresco Figura 17. Venta de pescado seco del género Chirostoma o
(sagarpa 2010; véase Causas de la disminución de charales (izquierda), Goodea atripinnis o tiro (centro) y
poblaciones de peces: el caso del pez blanco (Chirostoma Cyprinus carpio o carpa (derecha) en el mercado municipal
estor) de Pátzcuaro, en esta obra). Algunas especies de Pátzcuaro. Foto: Kees de Jong.
Figura 19. Hubbsina turneri o cherehuita, actualmente considerada en peligro de extinción por la nom-059-semarnat-2010, es
una de las especies de goodeidos más apreciada en el acuarismo internacional. Foto: Juan Carlos Merino.
categorías de riesgo en la nom-059-semarnat-2010, de cherehuita (Hubbsina turneri; figura 19) está extirpada
las cuales 19 son dulceacuícolas y cinco marinas, dos del Medio Lerma y Cuitzeo (Soto-Galera et al. 1998,
de éstas también colectadas en los esteros. De estas Lyons et al. 2000, Domínguez-Domínguez et al. 2005).
especies nueve están bajo la categoría de peligro de Para algunas especies de peces marinos la situa-
extinción, nueve amenazadas y seis sujetas a protec- ción de conservación es igualmente crítica. De las
ción especial. Por su parte, la uicn (2013) enlista 31 cinco especies de peces marinos que están en la
especies en alguna de las categorías de riesgo (apéndice nom-059-semarnat-2010, en alguna categoría de
49; véase Peces crípticos, en esta obra). riesgo, dos son peces cartilaginosos (tiburones) y tres
El panorama para los peces de agua dulce es deso- peces óseos, entre ellos se encuentra el caballito de mar
lador, ya que la mayoría de las especies han desapare- (Hippocampus ingens); mientras que, de las 21 especies
cido en muchas de las localidades donde se tenían catalogadas en la uicn (2013), 19 son tiburones y dos
registros históricos (véase Estado de conservación y son peces óseos. En estas dos listas de especies amena-
amenazas a los peces nativos, en esta obra). La diversi- zadas (apéndice 49), se comparten tres: los tiburones
dad genética se ha reducido de manera alarmante por blanco y sierra (Carcharodon carcharias y Pristis pristis)
efecto de las actividades humanas, lo que aumenta el y el caballito de mar. En el caso de los tiburones, se
riesgo de extinción (véase Pérdida de diversidad gené- trata de los predadores tope de las redes tróficas; son de
tica en el pez Zoogoneticus quitzeoensis asociada a crecimiento relativamente lento, tardan varios años en
perturbaciones humanas, en esta obra), por lo que la alcanzar la madurez sexual y tienen pocas crías, por lo
gran mayoría de las especies de peces dulceacuícolas que la recuperación de las poblaciones es muy lenta.
deberían ser consideradas en alguna categoría de En la costa de Michoacán los tiburones y rayas son
riesgo. Esto se torna más crítico si se considera que 11 especies de bajo valor comercial, únicamente los orga-
especies son endémicas a una región biogeográfica nismos menores a 3 kg de peso presentan algún tipo de
como Ictalurus balsanus o bagre del balsas; nueve endé- mercado, o bien solo las aletas de tiburón y algunas
micas al estado como Lampetra geminis o lamprea; y rayas. Romero-Gallardo (2013) reportó una abundante
10 microendémicas a una porción de la región donde captura de hembras grávidas de algunas especies de
habitan, como Notropis grandis o carpita de Zacapu tiburón, entre ellas el tiburón martillo, catalogado como
(figura 20; apéndice 49; cuadro 1). Algunas de ellas, en peligro de extinción de acuerdo con la uicn (2013),
como Allotoca zacapuensis o chorumo de Zacapu, y enlistado en el Apéndice ii de la cites (especies cuyo
cuentan con poblaciones muy reducidas o bien están comercio está regulado por permisos especiales). A las
restringidas a un pequeño manantial como es el caso de hembras de esta especie se les cortan las aletas y se les
Notropis marhabatiensis o carpa de Maravatío. extraen los neonatos para luego ser tiradas de regreso al
En cuanto al número de especies extintas se puede mar, lo que sin duda afecta a sus poblaciones. Se
mencionar el caso del charal tarasco (Chirostoma reportó también la captura del tiburón sierra, una espe-
charari), especie endémica de la cuenca de Cuitzeo. cie amenazada (semarnat 2010) y en peligro crítico de
Para el caso de la popocha (Algansea popoche) se con- acuerdo con la uicn (2013), además de estar catalogada
sidera extirpada o posiblemente extinta; mientras que la en el Apéndice i de la cites (especies cuyo comercio
Figura 20. Notropis grandis o carpita de Zacapu, especie endémica de la laguna de Zacapu. Foto: Omar Domínguez-
Domínguez.
está prohibido). Esta pesquería se realiza de forma clan- físicos del agua, afectando las redes tróficas y la sobre-
destina a pesar de contar con legislación al respecto, vivencia de las especies, a largo plazo, además de la
como es la nom-059-semarnat-2010 y nom-029- destrucción o cambio de hábitat para algunas de ellas.
pesc-2006 para la pesca responsable de tiburones y Otra actividad indirecta es la introducción accidental
rayas, la cual define periodos de veda o regulaciones de de especies exóticas debido a los escapes de granjas o
las operaciones de captura en áreas geográficas especí- incluso a la liberación de peces de acuario en ambien-
ficas con el fin de evitar la posible pesca incidental. tes naturales, como es el caso del pez diablo
Pese a ello, en el litoral michoacano existe desconoci- (Pterygoplichthys disjunctivus; véase El bagre armado
miento o falta de voluntad para llevar a cabo la aplica- (P. disjunctivus), una especie invasora en la Reserva de
ción de la ley y con ello iniciar acciones que protejan a la Biosfera Zicuirán-Infiernillo, en esta obra) en la
estos organismos (Romero-Gallardo 2013). cuenca del Balsas y Coahuayana.
Por su parte, el caballito de mar es comercializado Por si fuera poco, la introducción de especies exó-
como artesanía que se vende seca en las playas turísti- ticas genera la introducción de parásitos, como el
cas del estado, a pesar de estar catalogada como una gusano ancla (Lernea sp.), el piojo y la tenia de la carpa
especie sujeta a protección especial en la nom-059, (Argulus sp. y Bothriocephalus acheilognathi, respecti-
como vulnerable en la uicn y estar enlistada en el vamente), los dos primeros causan graves daños a la
Apéndice ii de la cites. ictiofauna nativa de muchos cuerpos de agua, como los
de Pátzcuaro y Zacapu.
Los peces también son afectados por la introduc-
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN ción de plantas exóticas, como es el caso del lirio acuá-
tico (Eichhornia crassipes), especie que causa graves
Las actividades humanas cotidianas afectan, directa o consecuencias al impedir la entrada de luz y el inter-
indirectamente, a los peces y su hábitat, alterando de cambio de oxígeno entre la interfase agua-aire (Soto-
manera drástica el equilibrio y mantenimiento de los Galera et al. 1998, Zambrano et al. 1999, Lyons et al.
sistemas acuáticos. Entre ellas se encuentra la pesca 2000, Contreras-Balderas et al. 2003, De la Vega-
excesiva, por ejemplo, de algunos peces blancos, Salazar et al. 2003, Mercado-Silva et al. 2006,
bagres, tiburones y meros; la introducción o trasloca- Domínguez-Domínguez et al. 2008).
ción de especies exóticas con fines de acuicultura o
control biológico, como la lobina, carpa, tilapia, pez
diablo, peces blancos y poecílidos (véase Peces intro- PRIORIDADES DE CONSERVACIÓN
ducidos: una amenaza potencial para la diversidad de
peces nativos, en esta obra), introducciones que han Los problemas que enfrentan las especies de peces nati-
causado la desaparición de especies nativas, como lo vos requieren atención inmediata. Para ambientes dul-
sucedido con la lobina en Zirahuén y Camécuaro, que ceacuícolas y marinos existe una legislación, pero el
causó la desaparición de las poblaciones de goodeidos primer paso es hacerla cumplir. Hay leyes en materia de
nativos, incluso algunos endémicos del vaso lacustre. pesca y acuicultura (Ley General de Pesca y Acuacul-
Otra actividad amenazante es la contaminación tura Sustentables, nom-009-pesc-1993, nom-017-pesc-1994,
de los cuerpos de agua por desechos urbanos, agríco- nom-027-pesc-2000, nom-032-pesc-2003, nom-029-
las, industriales y mineros, cuyo ejemplo más claro es el pesc-2006, nom-036-pesc-2007), fauna silvestre (Ley
río Grande de Morelia, en el cual se tiene el registro de General de Fauna Silvestre), especies amenazadas
al menos siete especies nativas y una endémica, todas (nom-059-semarnat-2010), preservación y restauración
ellas extirpadas de su hábitat natural; además se tiene la del equilibrio ecológico (Ley General del Equilibrio
extracción excesiva de agua, la desecación de cuerpos Ecológico), uso y contaminación del agua (Ley de Aguas
de agua y el entubamiento o lapidación de manantiales Nacionales, nom-001-semarnat-1996, nom-002-
con la subsecuente pérdida de estos como hábitat dis- semarnat-1996, nom-011- conagua-2000), ganadería
ponible para los peces (Soto-Galera et al. 1998, Zam- (nom-020-recnat-2001), agricultura (nom-062-ecol-
brano et al. 1999, Lyons et al. 1995, 1998, 2000; De la 1994), forestal (Ley General de Desarrollo Forestal Sus-
Vega-Salazar et al. 2003, Domínguez-Domínguez et al. tentable, nom-060-ecol-1994; nom-152-semarnat-
2005, 2006b, 2007, 2008; Mercado-Silva et al. 2006). 2006) y minería (nom-120-semarnat-2011), entre mu-
Las actividades humanas indirectas son, por ejem- chas otras.
plo, la deforestación de cuencas, lo que genera un aca- La legislación en materia ambiental de México
rreo excesivo de terrígenos y materia orgánica quizá sea una de las más completas y estrictas que exis-
(eutrofización) hacia los cuerpos de agua, sobre todo en ten, pero se requiere de la voluntad política en la apli-
los periodos de lluvia. Eso puede generar consecuen- cación de esas leyes y normas, lo cual al menos
cias graves en la composición química y en los atributos mejoraría la problemática al respecto.
A la fecha muchas políticas se contraponen, como agua, de ahí la importancia de revisar y actualizar los
ejemplo está la prohibición o regulación en la introduc- polígonos de dichas anp.
ción de especies exóticas por algunas dependencias Ante ese panorama es evidente que se requiere
como se marca en la Estrategia nacional sobre especies una revisión de los objetivos y de las actividades de las
invasoras en México (conabio 2010) y la promoción anp, donde se incluya a las comunidades de peces nati-
para su cultivo e introducción por parte de dependen- vos de la entidad como parte sustancial de los planes de
cias como la sagarpa, las secretarías y algunas comisio- conservación.
nes de pesca estatales. En resumen, y con base en las principales activida-
Por otro lado, la conagua (2013) reconoce que, des antrópicas que amenazan al grupo en el estado, es
de acuerdo con el indicador de demanda bioquímica de importante considerar los siguientes aspectos para la
oxígeno (dbo5) para la cuenca del Balsas-Tepalcatepec, implementación de acciones específicas de protección
19.3% de los sitios monitoreados por esta comisión y conservación:
presentan agua entre contaminada y fuertemente con- • Implementar reglamentos que permitan detener la
taminada, mientras que de acuerdo con la demanda sobrepesca y la extracción de especies sensibles,
química de oxígeno (dqo) el porcentaje asciende a como tiburones, rayas y meros, además de hacer
35.5%. cumplir la ley en torno a la prohibición de prácti-
Para la cuenca Lerma-Chapala este porcentaje es cas de pesca poco sustentables (corte de aletas)
de 20.7% para la dbo5 y 52.6% para la dqo (conagua • Frenar la destrucción y contaminación de las
2013), sin embargo, otros datos sugieren que ese por- zonas estuarinas y los bosques de mangle, que son
centaje es mucho mayor, ya que Cotler et al. (2006) consideradas guarderías de especies de importan-
reportan valores de 66% para dbo5 y 71% para dqo. cia comercial y para las cuales existe la Norma
Otro aspecto que muestra el grado de presión sobre los Oficial Mexicana que regula su uso, conservación
sistemas acuáticos es el número de acuíferos sobreex- y restauración (nom-022-semarnat-2003)
plotados, por ejemplo, para la cuenca del Balsas-Tepal- • Detener la introducción de especies exóticas
catepec se reportan dos de 46, y para el Lerma-Chapala (como la lobina y la carpa) en los cuerpos de
31 de 129 (conagua 2012). Esos datos dan una idea del agua dulce, que se hace sin visión de los impac-
estado ambiental y de la necesidad de establecer siste- tos potenciales y sin cumplir las leyes respecti-
mas de tratamiento de aguas residuales, y cuando ya vas en la materia
existan ponerlos en funcionamiento en forma adecuada • En las áreas de la Llanura Costera y zona marina,
y eficiente. es importante hacer una planeación adecuada
Así, es importante establecer acciones encamina- del territorio a fin de que el desarrollo residen-
das a la rehabilitación de las riberas deforestadas o cial, hotelero e industrial sea acorde con el sos-
dañadas, así como el mantenimiento de la forma tenimiento de esos ecosistemas; es necesario
geométrica natural de los cauces (geomorfología), ele- ubicar zonas de reserva o exclusión pesquera,
mentos vitales para el buen funcionamiento de los ríos, que sirvan de semillero para áreas de pesca y
asimismo para las poblaciones de peces que viven en resguarden del colapso a especies de importan-
ellos. cia comercial, como pargos y meros
Cabe resaltar que de las 57 anp decretadas en el
estado (umsnh y sagarpa 2012, conanp 2013) sólo 31%
posee un plan de manejo, cuando por ley toda anp VACÍOS DE INFORMACIÓN
debe tenerlo. Al revisar los objetivos de dichos planes
de manejo se observa que en ninguno se establecen A pesar de que los peces son el grupo de vertebrados
actividades encaminadas a la conservación de pobla- más diverso del planeta, es por mucho el menos estu-
ciones de peces, y en algunos casos sólo son menciona- diado. En ese grupo aún quedan muchos aspectos que
das de forma indirecta. Incluso existen trabajos que estudiar para profundizar en su conocimiento y poder
dejan de manifiesto que la mayor diversidad de espe- sentar bases para llevar a cabo acciones para su conser-
cies de peces de la familia Goodeidae y sus vación. Quizá la inconsistencia más grande en la legis-
endemismos no son protegidos por estas anp (Domínguez- lación radica en que, aquellas especies de peces que no
Domínguez et al. 2006). Cabe señalar que en las pocas son parte de la nom-059 son reguladas por la Ley de
anp que protegen los sistemas acuáticos (laguna de Pesca (sagarpa 2007) y no por la Ley General de Vida
Zacapu y La Mintzita), sus polígonos se establecieron a Silvestre (semarnat 2010), lo que deja de manifiesto
partir de la línea de costa, sin considerar el área de que los peces son vistos oficialmente como un recurso
recarga del acuífero, siendo que esta área de recarga se pesquero que puede ser explotado, y no como parte
encuentra en las partes altas de las cuencas y alimenta de la diversidad nativa que tiene que ser conservada de
a los manantiales que mantienen a esos dos cuerpos de forma sustentable.
Asimismo, se requiere llenar los vacíos de infor- La implementación de zonas de exclusión pes-
mación en la zona marina y región costera, donde poco quera en la zona marina, además de promover la con-
se sabe de la diversidad de peces que ahí habitan y del servación de la fauna marina serviría de semillero y
impacto de las pesquerías en las poblaciones de peces ayudaría a mantener las pesquerías de las especies más
que están siendo explotadas. Es indispensable el apoyo explotadas, como los huachinangos y meros. Asimismo,
para la realización de proyectos de investigación en promover programas de ecoturismo en aquellas zonas
torno a la ecología de poblaciones y de comunidades, que sean susceptibles para ello, coadyuvaría a conside-
conocimiento fundamental para el planteamiento de rar a los peces como lo que son: un recurso valioso para
propuestas de conservación o manejo. También es el estado.
necesario apoyar proyectos sobre acuicultura para la Finalmente, es importante implementar programas
conservación y cultivo comercial de especies nativas, de educación ambiental a nivel estatal que ayuden a
así como evaluar el riesgo de extinción de todas las percibir a los peces y su entorno como parte de la fauna
especies de peces de la entidad. nativa y un componente esencial del ecosistema.
En los planteamientos actuales tendientes a la con-
servación de la diversidad biológica es indispensable
incluir la diversidad genética, lo que asegure la conser- REFERENCIAS
vación del potencial evolutivo y adaptativo de las espe- Agorreta, A., O. Domínguez-Domínguez, R.G. Reina et al.
cies de peces, información que es prácticamente 2013. Phylogenetic relationships and biogeography of
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sido evaluadas en torno a su estado de conservación y cán. Gobierno del estado de Michoacán/sagarpa,
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publicada el 19 de marzo de 2014 en el dof.
Figura 1. Estuario Motín del Oro, municipio de Aquila. Foto: Adrián García.
García-Meraz, A. 2019. Peces de los ecosistemas estuarinos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii.
conabio, México, pp. 423-428.
Figura 2. Juveniles de pargo prieto (Lutjanus novemfasciatus) alimentándose en el estuario. Foto: Adrián García.
a b
c d
Figura 3. Especies representativas de las familias: a) Eleotridae, b) Carangidae, c) Gobiidae, d) Achiridae, e) Gerreidae.
Fotos: Adrián García Meraz.
Figura 4. La lisa (Mugil curema) es la especie más Figura 6. El salmiche (Gobiomorus maculatus) está ubicado
representativa de los ecosistemas estuarinos del estado. Foto: entre las especies estuarinas más frecuentes. Foto: Adrián
Adrián García Meraz. García Meraz.
Figura 5. La mojarrita (Eucinostomus currani) es una especie Figura 7. El jurel u ojo de perro (Caranx sexfasciatus) es una
muy común de los estuarios de Michoacán. Foto: Salvador especie eurihalina del componente marino. Foto: Adrián
Romero. García Meraz.
Cuadro 2. Familias mejor representadas en número de especies y frecuencia de aparición en los ecosistemas estuarinos.
Figura 8. La guavina (Eleotris picta) es una especie residente Figura 9. La trucha de montaña (Agonostomus monticola) es
permanente del estuario. Foto: Adrián García Maraz. una especie catádroma. Foto: Adrián García Meraz.
Cuadro 3. Clasificación ecológica de las especies de peces registradas en los estuarios, de acuerdo con la tolerancia a la
salinidad.
Proporción
Especies Características
(%)
Peces crípticos
ELOÍSA TORRES HERNÁNDEZ
INTRODUCCIÓN
DESCRIPCIÓN
Figura 1. Los cardenales (Apogon retrosella, Apogonidae)
Los peces crípticos son un grupo integrado por nueve permanecen ocultos durante el día. Foto: Omar Domínguez-
familias (cuadro 1), que pueden variar según el autor Domínguez.
revisado, y que reúnen características en su etapa
adulta, por ejemplo, son de pequeño tamaño (máximo
10 cm) y generalmente presentan una coloración mimé-
tica de colores traslúcidos o llamativos, según el entorno
que los rodea. Los individuos de estas especies perma-
necen ocultos casi todo el tiempo, su desplazamiento
espacial es mínimo, con una marcada afinidad al sitio
donde habitan y una relación con el microhábitat muy
estrecha (Viesca-Lobatón 2005). Dentro de este grupo
también se encuentran especies nocturnas que durante
el día permanecen totalmente ocultas, como los carde-
nales, miembros de la familia Apogonidae (figura 1).
Sin embargo, como casi todo en la naturaleza,
existen excepciones a la regla, y dentro de este grupo
críptico hay especies que no cumplen estrictamente
con todas las características antes descritas, tal es el
caso de las especies de peces roca o escorpión
(Antennariidae o Scorpaenidae; figura 2), que pueden Figura 2. El pez roca (Scorpaena mystes, Scorpaenidae) es
llegar a medir hasta 50 centímetros. una especie críptica de gran tamaño. Foto: Omar Domínguez-
Las condiciones de cripticidad en los peces los Domínguez.
hace un grupo difícil de estudiar, por ello han sido esca-
samente abordados en trabajos científicos, incluso algu-
nos pobladores de la zona costera no saben de su riqueza ha sido subestimada cuantitativa y cualitativa-
existencia, a pesar de que se considera que 50% de las mente o han sido identificados de forma errónea (Willis
especies en los arrecifes son crípticas. Por lo anterior, su 2001, Ackerman y Bellwood 2002).
Torres-Hernández, E. 2019. Peces crípticos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México,
pp. 429-432.
Figura 3. El trambollo pintado (Malacoctenus tetranemus, Figura 4. El tripterígido carmín (Axoclinus storeyae,
Labrisomidae) es la especie críptica arrecifal más abundante. Tripterygiidae) es uno de los nuevos registros. Foto: Salvador
Foto: Georgina Palacios Morales. Romero Gallardo.
Figura 5. Peces tubícolas (Acanthemblemaria macrospilus, Figura 6. Gobio cabeza roja (Elacatinus puncticulatus,
Chaenopsidae), hembra (derecha) y macho (izquierda), Gobiidae), se le ve frecuentemente cerca de erizos de mar.
habitan en tubos vacíos de poliquetos. Foto: Georgina Foto: Salvador Romero Gallardo.
Palacios Morales.
mar (Diadema mexicanum), el cual puede brindar pro- man y Bellwood 2000), características que en conjunto
tección contra depredadores (Torres-Hernández 2011). les permite desempeñar un papel relevante en la red
trófica. Por ejemplo, en algunos casos más de 25% del
flujo de energía que pasa por la ictiofauna arrecifal
IMPORTANCIA corresponde a especies crípticas (Ackerman et al.
2004); son importantes consumidores de algas y detri-
Los peces crípticos desempeñan una importante fun- tus, lo que permite un enlace con la productividad pri-
ción en los ambientes arrecifales. Las historias de vida maria; también son consumidores de microcrustáceos,
de estos peces se encuentran caracterizadas por tasas fungiendo como importantes carnívoros. Por otra parte,
elevadas de reproducción y mortalidad, vidas cortas, las especies crípticas son presa de piscívoros más gran-
crecimiento rápido (Kritzer 2002, Depczynski y des, como algunos lábridos o serrandos (Labridae y
Bellwood 2003, 2006) y elevado metabolismo (Acker- Serranidae; Depczynski y Bellwood 2003).
Salazar-Araujo, P. y A. Ramírez-Valdez. 2019. Los peces de las pozas de marea. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de
Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 433-439.
Figura 7. Morena pinta (Muraena lentiginosa, Muraenidae), especie visitante ocasional. Foto: Paloma Salazar.
Figura 8. Litoral michoacano ubicado en la provincia biogeográfica Pacífico Mexicana, delimitada al norte por la provincia de Cortez y al sur por la provincia
Panámica, en el Pacífico Oriental Tropical. Fuente: elaboración propia, modificado de Hastings 2000.
436
Sección 5. Diversidad de especies
Cuadro 1. Especies registradas en las pozas de marea de la costa de Michoacán y su afinidad espacio-temporal (et). Se indican
los nuevos registros por región.
Abudefduf declivifrons RP
Pomacentridae
A. troschelii RP ●
Entomacrodus chiostictus RP
Blenniidae
Ophioblennius steindachneri RP
Chaenomugil proboscideus RE
Mugilidae
Mugil curema RE
Halichoeres notospilus RE ●
Labridae
Thalassoma lucasanum RE
Uropterygius macrocephalus VO ● ●
Enchelycore octaviana VO ● ● ●
Muraenidae Echidna nocturna VO ● ●
Gymnothorax castaneus VO ●
Muraena lentiginosa VO
Anchoa nasus VO ● ● ●
Engraulidae
A. argentivittata VO ● ● ●
Harengula thrissina VO ● ● ●
Clupeidae
Opisthonema medirastre VO ● ● ●
Atherinopsidae Atherinella eriarcha VO ●
Serranidae Rypticus bicolor VO ● ● ●
Apogonidae Apogon retrosella VO ●
Trachinotus rhodopus VO ● ●
Carangidae Chloroscombrus orqueta VO ● ● ●
Caranx caballus VO ● ● ●
Lutjanus argentiventris VO ● ●
Lutjanidae
L. novemfasciatus VO ●
Gerreidae Eucinostomus currani VO ● ● ●
Chaetodon humeralis VO
Chaetodontidae
Johnrandallia nigrirostris VO ●
Cirrhitidae Cirrhitus rivulatus VO
Cuadro 1. Continuación.
Stegastes flavilatus VO
Pomacentridae
S. rectifraenum VO
Axoclinus storeyae VO ● ● ●
Tripterygiidae
Enneanectes macrops VO ● ● ●
Labrisomus striatus VO ● ● ●
Labrisomidae Malacoctenus tetranemus VO ● ● ●
Paraclinus mexicanus VO ● ●
Arcos erythrops VO ● ● ●
Gobiesocidae
Tomicodon sp. VO
mich: Michoacán, pm: Pacífico Mexicano, po: Pacífico Oriental Tropical, rp: residente permanente, re: residente estacional,
vo:visitante ocasional.
Fuente: Salazar-Araujo 2012.
adulta. Esto evidencia la importancia del hábitat inter- de peces que habitan en la zona intermareal del pm,
mareal como guardería de muchas especies, inclu- principalmente de las regiones del Pacífico central y
yendo a las de interés comercial y ornamental (p.e. Pacífico sur de México, en las que se desconoce casi
pomacéntridos, chaetodóntidos, carángidos y acantúri- por completo la composición de los elencos, la diná-
dos), que encuentran en este sistema no sólo una fuente mica y el funcionamiento de sus sistemas. En relación
de alimento disponible, sino también una ventaja adi- a la zona intermareal de Michoacán, sólo se cuenta
cional al reducir el riesgo de depredación que implica con dos estudios dirigidos a su ictiofauna (Aguirre-
habitar en la zona submareal adyacente a la franja inter- Villaseñor 1991, Salazar-Araujo 2012), por lo que es
mareal que se encuentra permanentemente sumergida estrictamente necesario el desarrollo de más proyec-
en el océano. tos de investigación que permitan conocer cómo fun-
La banda intermareal se caracteriza por ser una ciona este hábitat, cuáles son las comunidades que lo
zona de fácil acceso, lo que hace a las comunidades de integran y qué acciones deben tomarse para asegurar
peces intermareales altamente vulnerables al impacto la protección y conservación de las especies que lo
ambiental de origen antropogénico (contaminación, habitan.
sedimentación, extracción de especies, entre otras).
Además, estas especies son muy sensibles a las altera-
ciones o modificaciones naturales de su hábitat, por lo REFERENCIAS
que su capacidad de movilidad limitada les impide Aguirre-Villaseñor, H. 1991. Ecología de las comunidades de
migrar, provocando la pérdida total o parcial de sus peces de la zona intermareal de Caleta de Campos,
Michoacán. Tesis de licenciatura en biología. Facultad de
poblaciones (Ramírez-Valdez 2005). Esto ha originado Ciencias-unam, México.
que los peces intermareales sean propuestos como Barjau-González, E., A.K. Romo-Piñeda, J.M. López-Vivas et
bioindicadores de la salud del ecosistema (Horn et al. al. 2017. Variation of the structure of the intertidal fish
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Algansea popoche E
A. tincella N
Cyprinidae
Notropis calientis* N A
N. sallei* N
Yuriria alta N
Chirostoma contrerasi1 N
C. consocium N
C. chapalae E
Atherinopsidae C. jordani N
C. labarcae N
C. lucius N
C. promelas E
A
C. sphyraena E
Allotoca dugesii* N A
Alloophorus robustus* N
Chapalichthys encaustus N
Goodea atripinnis N
S. lermae* N A
S. multipunctata* N
Xenotoca variata* N
Zoogoneticus quitzeoensis* N A
*Especies que no se han capturado a partir de 1990. 1Especie no reportada para Michoacán,
por lo que no se incluye en el apéndice correspondiente al grupo. Categorías de riesgo de
acuerdo con la nom-059-semarnat-2010: P: en peligro de extinción, A: amenazada.
Fuente: Moncayo-Estrada y Buelna-Osben 2001.
En la década de los setenta el ibi fue “bueno” y eso uso en diferentes actividades, principalmente la agri-
respondió a que la totalidad de las especies nativas cultura, a lo largo de la cuenca Lerma-Chapala
estuvieron presentes. En la década de los ochenta man- 2.
La sobreexplotación pesquera, que a partir de un
tuvo el mismo estatus, pero con una disminución en el máximo histórico de producción de 17 700 t, en 1981,
valor como resultado de la reducción en el número de para el 2012 sólo se capturaron 2 500 t, siete veces
especies sensibles y carnívoras (Lampetra spadiceus y menos, incluso con una caída durante los últimos tres
Moxostoma austrinum), y el incremento en la biomasa años (sagarpa 2013a)
de las especies introducidas, particularmente la carpa 3. La baja calidad del agua, resultado, entre otros facto-
común (Cyprinus carpio) y la reciente introducción de la res, de la contaminación orgánica (hasta 29.2 mg de
tilapia (Oreochromis aureus). En la década de los nitrógeno total por litro, 6.78 mg de fósforo total por
noventa pasó al nivel de “regular”, debido a que tres litro y 52.1 mg de carbono orgánico total por litro;
especies nativas (Notropis sallei, Ictalurus ochoterenai y Dávalos-Lind et al. 2013)
Skiffia multipunctata; figura 3) no se reportaron; incluso 4. La introducción de especies que tuvo lugar desde la
en esa década la captura de casi todas las especies en década de los veinte, con la carpa común (Cyprinus
la pesquería, a excepción de la tilapia, se redujo a la carpio), la lobina negra (Micropterus salmoides) y, pos-
mitad, aún sin reducir el esfuerzo, dando síntomas de teriormente en 1970 con la tilapia (Oreochromis
sobreexplotación. Finalmente, en el año 2000 llegó al aureus), cuyas poblaciones se siguen manteniendo a
nivel de “muy pobre” y desde entonces se dio el colapso través de siembras regulares de crías, lo que ocasiona
de la pesca en el lago, en donde 11 especies nativas no que continúen dominando la pesquería (Moncayo-
se han encontrado, incluyendo una carpa (Notropis Estrada et al. 2012, sagarpa 2013b)
calientis; figura 4) un charal (Chirostoma arge) y varios
goodeidos (Allotoca dugesii, las tres especies del género
Skiffia y Zoogoneticus quitzeoensis; Moncayo-Estrada
et al. 2012). Sin embargo, permanecen en el lago espe-
cies nativas tolerantes como Chapalichthys encaustus
(figura 5).
Las causas de esa crítica tendencia están relaciona-
das con la combinación de varios elementos:
1. Pérdida de volumen del lago, relacionada a procesos
naturales de años secos o con pocas lluvias (cea 2010)
y aspectos antrópicos como la retención del agua y su
Figura 3. Skiffia multipunctata. Foto: Ivette Marai Villa
Villaseñor.
Excelente
80
70 Bueno
60
Número de especies
50 Regular
40
30 Pobre
Figura 4. Notropis calientis. Foto: Omar Domínguez.
20
10 Muy pobre
0
1970 1980 1990 2000
Décadas
Cuadro 2. Estrategias y propuestas derivadas del Plan interestatal para la sustentabilidad de la cuenca del lago de Chapala.
Estrategias Propuestas
Programa de auditoría ambiental “Campo limpio, cuenca limpia e industria limpia”, la ela-
Normatividad boración de manuales de procedimiento, reglamento y normas ambientales municipales,
entre otros
Programas para manejo, monitoreo y uso eficiente del agua, capacitación sobre gestión y
Cultura ambiental y del agua
manejo integral de residuos y fortalecimiento de la gestión ambiental municipal
Conservación y restauración Restauración productiva, reforestación y establecimiento de viveros, así como obras de
ambiental restauración y conservación de suelos
Pedraza-Marrón, C. del R. y G. Palacios-Morales. 2019. Estado de conservación y amenazas a los peces nativos. En: La
biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 447-457.
Cuadro 1. Estatus de conservación de la ictiofauna amenazada o en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la nom-059-
semarnat-2010.
Cuadro 2. Estatus de conservación de la ictiofauna amenazada o en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Dulceacuícolas
Cuadro 2. Continuación.
Marinos
cr:en peligro crítico, en: en peligro, vu: vulnerable, nt: casi amenazada.
Fuente: uicn 2014.
Figura 3. Regiones y localidades utilizadas en el estudio de Pedraza-Marrón (2011), corresponden a las regiones biogeográficas propuestas por Domínguez-
Domínguez et al. (2006b) y a las del presente estudio. Fuente: elaboración propia con datos de Pedraza-Marrón 2011.
450
DISTRIBUCIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Sección 5. Diversidad de especies
Figura 4. Hidrología y localidades muestreadas en el estudio de Pedraza-Marrón (2011). Fuente: elaboración propia.
451
La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2. Vol. ii
Figura 5. Manantial Los Bañitos, municipio de Maravatío. La modificación del hábitat con fines
recreativos pone en riesgo a las poblaciones de peces de agua dulce. Foto: Omar Domínguez-
Domínguez.
Cuadro 3. Tasa de permanencia, registros previos y actuales de peces en Michoacán y del centro del país.
Cuadro 3. Continuación.
tp: tasa de permanencia, Rp: registros previos, Ra: registros actuales, ne: especies no extintas, pe: especies parcialmente extintas, Ex: especies
extintas.
Fuente: Pedraza-Marrón 2011.
De forma indirecta, el cambio de uso del suelo y Como ejemplo se puede mencionar la introduc-
la deforestación provocan el arrastre de azolve a los ción de la lobina (Micropterus salmoides) en el lago de
cuerpos de agua, disminuyendo su profundidad y cau- Zirahuén (municipio Salvador Escalante) y de Camé-
sando problemas en la calidad del líquido, además de cuaro (municipio de Tangancícuaro), sitios en los que se
mermar la recarga de los mantos freáticos que alimen- reportaban siete y nueve especies nativas, respectiva-
tan los manantiales, recargas que mantienen la salud de mente (Pedraza-Marrón 2011). En el lago de Zirahuén
muchos sistemas; así es como los humedales de Zacapu se han perdido las cinco especies de goodeidos que se
y La Mintzita han sido afectados (Contreras-Balderas et tenían registradas para el vaso lacustre (Pedraza-
al. 2003, Domínguez-Domínguez et al. 2006a). Marrón 2011).
Por otro lado, la sobreexplotación de algunas En Manantial de Opopeo, único sitio donde algu-
especies de alto valor comercial, como el pez blanco y nas especies se refugiaban (figura 6), incluyendo la
los charales (Chirostoma spp.; Orbe-Mendoza et al. endémica tiro de Zirahuén (A. meeki; figura 2), en los
2002), es otra fuente de amenaza constante (véase Cau- últimos años fue sembrado con lobina, poniendo en
sas de la disminución de poblaciones de peces: el caso grave riesgo de extinción a esta especie endémica.
del pez blanco (Chirostoma estor) del lago de Pátz- En el lago de Camécuaro quedan tres especies
cuaro, en esta obra). nativas (Pedraza-Marrón 2011), e irónicamente la lobina
Otro factor que ha propiciado la disminución de es protegida por la administración del parque, lo que
poblaciones de especies nativas es la introducción deja de manifiesto que, si bien la actual política pes-
de especies exóticas y sus parásitos, considerada una de quera de introducción de especies tiene como principal
las principales causas de extinción en el mundo (Zam- objetivo solventar los problemas de hambre y pobreza,
brano y Macías-García 2000, Tapia y Zambrano 2003, en algunos casos ha provocado la pérdida de diversidad
Aguilar 2005; veáse Peces introducidos, en esta obra). nativa y el subsecuente colapso ambiental.
Figura 7. Individuos de raya látigo (Dasyatis longus) y crías de la cornuda común (Sphyrna lewini), en peligro de extinción de
acuerdo con la uicn (2014). A las hembras de la cornuda común se les cortan las aletas y son desechadas al mar de Caleta
de Campos, municipio de Lázaro Cárdenas. Foto: Salvador Romero Gallardo.
AMENAZAS
Medina-Nava, M., D. Hernández M. y J.P. Ramírez-Herrejón. 2019. Causas de la disminución de poblaciones de peces: el caso
del pez blanco (Chirostoma estor) del lago de Pátzcuaro. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii.
conabio, México, pp. 459-462.
estructura en la organización de pescadores puede aso- disminución de las poblaciones de esa especie.
ciarse con los cambios en la composición de la captura Tomando como ejemplo a Medina-Nava (2003a), quien
comercial, ya que después de depender culturalmente menciona que en el sitio cercano a la isla de Uranden
de las especies nativas ahora han incorporado especies (isla interior del lago de Pátzcuaro) se recolectó un total
exóticas con el potencial de afectar a los peces nativos, de 200 individuos en dos épocas (lluvia y secas), y ocho
incluso propiciar cambios en la distribución y abundan- años después Mar (2011) registró la recolecta de un sólo
cia, incluyendo la del pez blanco (Berlanga-Robles et al. individuo en seis sitios (zona centro, norte y sur) del
1997, Lyons et al. 2000, Berlanga-Robles et al. 2002). En lago, durante un ciclo anual, es válido pensar en la dis-
ese sentido, se ha documentado la depredación de crías minución de las poblaciones de esa especie.
y juveniles del pez blanco por la llamada trucha de Por otra parte, es importante mencionar que han
Pátzcuaro (Micropterus salmoides; García de León ocurrido diversos eventos de orden social y de organi-
1984), y la posible depredación de los huevecillos por zación de los pescadores con las instancias guberna-
parte de la carpa (Rojas y Sasso 2005). mentales. Al ocurrir la primera caída de la pesquería,
entre 1990 y 1994 (figura 1), en la cual el mayor volu-
men provenía de la captura con redes de cerco (arte de
AMENAZAS Y ESTADO pesca no selectivo), la Secretaría de Pesca a través del
DE CONSERVACIÓN Centro Regional de Investigaciones Pesqueras (crip)
concilió con los pescadores la posibilidad de disminuir
En los últimos años, el aprovechamiento del pez blanco en cantidad las redes de cerco hasta su vida útil. Se
ha disminuido de manera importante y se cree que eso logró firmar un acuerdo, sin embargo, no tuvo el
está ligado a la disponibilidad del recurso y a la falta de impacto deseado y los pescadores comenzaron a dejar
registro en las capturas oficiales. Los datos de las dife- de declarar la captura. Un segundo evento ocurrió entre
rentes dependencias oficiales, en relación a su captura, 1996 y 1999, cuando la entonces semarnap publicó un
a partir de 1981 indican que se ha precipitado; por periodo de veda para la captura del pez blanco del lago
ejemplo, conapesca (2010) reporta para 1990 la cap- de Pátzcuaro (Orbe-Mendoza et al. 2002, Rojas y Sasso
tura de 42 t, para 1994 de nueve y que los años siguien- 2005, García Villanueva 2007), lo cual provocó la
tes continuaron a la baja hasta obtener un registro de inconformidad por parte del sector pesquero y, en con-
cero para el año 2003 (figura 1). De acuerdo con esos secuencia, una fractura con la oficina de pesca de Pátz-
registros se puede argumentar el colapso de la pesque- cuaro. Desde entonces, de las 26 uniones de pescadores
ría (sagarpa 2006). Esos datos coinciden con lo repor- sólo cuatro se encuentran vigentes, incluso en tiempos
tado por diversas investigaciones, como las de Lyons et recientes no existen pobladores cuya actividad econó-
al. (2000), Berlanga-Robles et al. (2002), Rojas y Sasso mica principal sea la pesca (Ramírez-Herrejón et al.
(2005) y Ramírez-Herrejón et al. (2014) en cuanto a la 2014). Ese aspecto ha conducido a tomar con reservas
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Años
Figura 1. Captura de pez blanco (Chirostoma estor) en el lago de Pátzcuaro. Fuente: conapesca 2010.
las estadísticas o tendencias que se presentan como aclare que la pesquería de pez blanco ha colapsado y
datos oficiales en las diferentes instituciones guberna- que es necesario evitarla ya que es un problema tam-
mentales; pese a ello, hay concordancia entre esos bién a nivel poblacional.
datos y los que aportan diferentes investigadores, más Además, es imperativo conocer las zonas del lago
aún, se tienen los testimonios de los pescadores, como de Pátzcuaro donde hoy se localizan poblaciones gené-
lo presentó Vásquez (2003). ticamente sanas y desarrollar propuestas para su manejo
Los usuarios del recurso pesquero, y particular- y conservación. En ese sentido, es urgente incentivar la
mente los que capturan a esta especie, que provienen investigación científica que permita desarrollar estrate-
de diferentes localidades asentadas en la zona lacustre, gias de rehabilitación de las zonas de litoral del lago de
mencionan una disminución en abundancia, talla y Pátzcuaro que representan hábitats clave para la recu-
peso de la especie; además de la problemática al intro- peración de las poblaciones de pez blanco.
ducir especies exóticas como la carpa y la lobina negra. Finalmente, es inaplazable que los tomadores de
Ello coincide con datos de publicaciones en diferentes decisiones del gobierno mexicano pidan la opinión
décadas que han aportado información con respecto a de los académicos que han desarrollado investigacio-
la disminución en abundancia y talla del pez blanco nes en el lago. Ese hecho permitirá implementar acciones
(Berlanga-Robles et al. 1997, Lyons et al. 2000, Berlanga- correctas para conservar los procesos ecológicos,
Robles et al. 2002, Orbe et al. 2002, Mar 2011, Ramírez de los cuales depende no solo el pez blanco sino
et al. 2014). todos los grupos biológicos del lago de Pátzcuaro.
Tomando en consideración lo anterior, se llega a la
conclusión de que debe incluirse en alguna categoría
de riesgo de acuerdo a la nom-059-semarnat-2010, sin REFERENCIAS
embargo, eso no ha resultado así. Considerar clasifi- Alarcón-Chaires, P. 2013. Etnoecología de los indígenas
carla en alguna categoría tiene consecuencias de orden P´urhépecha. Una guía para el análisis de la apropiación
de la naturaleza. conacyt, Morelia.
social y económico, ya que restringe su uso comercial; Barbour, C.D. 1973. The systematics and evolution of the
ejemplo de lo que puede ocurrir es lo que sucedió genus Chirostoma Swainson (Pisces, Atherinidae). Tulane
cuando se propuso veda en 1996-1999, ocurriendo un Studies in Zoology and Botany 18:97-143.
movimiento social de los usuarios en contra de las Berlanga-Robles, C., A. Ruiz, M.R. Nepita y J. Madrid. 1997.
medidas reglamentarias. Estabilidad y diversidad de la composición de peces del
lago de Pátzcuaro, Michoacán, México. Revista de Biolo-
gía Tropical 45(4):1553-1558.
Berlanga-Robles, C., V.J. Madrid y A. Ruiz. 2002. Fish abun-
CONCLUSIONES dance and trophic structure from the commercial catch in
Lake Pátzcuaro, Mexico. Hydrobiologia 467:117-122.
Bernal-Brooks, F.W., T.R. Gómez y J. Alcocer. 2002. Lake
En resumen, las posibles causas que se atribuyen a la
Pátzcuaro (Mexico): a controversy about the ecosystem
disminución de pescado blanco y otras especies water regimen approached by field references, climatic
nativas de importancia económica son: la sobrepesca; variables, and gis. Hydrobiologia 467:187-197.
la introducción de especies invasoras; el cambio en la Bloom, D.D., K.R. Piller, J. Lyons et al. 2009. Systematics and
calidad del agua y la disponibilidad de hábitat, debido biogeography of the silverside tribe Menidiini (Teleostomi:
principalmente a las actividades antrópicas que se lle- Atherinopsidae) based on the mitochondrial nd2 gene.
Copeia 2009:408-417.
van a cabo en toda la cuenca (Israde 2006, Ramírez conapesca. Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca. 2010.
et al. 2014). Anuario estadístico de Acuacultura y Pesca. En: <http://
Esas causas están relacionadas directa o indirecta- w w w.conap esca.sagarpa.gob.mx /wb/cona/anua-
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creando una sinergia con los disturbios (impactos) Esteva, J. y J. Reyes. 2006. Obstáculos para la sustentabilidad
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antrópicos, lo que ha resultado en la pérdida de ese desde lo global hasta lo local. G.P. Ávila (coord.). Gobierno
valioso recurso biótico en el lago. A pesar del conoci- del Estado de Michoacán, México, pp. 227-242.
miento que tiene la cultura purépecha respecto del uso García de León, F.J. 1984. Ecología pesquera, alimentación y
de sus recursos naturales (Alarcón-Chaires 2013), los ciclo gonádico de Chirostoma estor Jordan y Micropterus
pobladores de la ribera del lago de Pátzcuaro se han salmoides Lacépede, en el lago de Pátzcuaro, Michoacán,
México. Tesis de licenciatura en biología. Universidad
visto forzados a la búsqueda de alternativas económi- Autónoma de Nuevo León (uanl), Nuevo León.
cas, que no necesariamente son sustentables debido a García de León, F.J., y Pérez-Velázquez, H. 1996. Aspectos
la falta de percepción de la problemática real de la poblacionales de Chirostoma estor Jordan (pescado
cuenca (Esteva y Reyes 2006, Vargas 2006). blanco) y Micropterus salmoides Lacépede (lobina negra)
Por lo anterior, es necesario realizar talleres que en el lago de Pátzcuaro, Michoacán. Cuadernos Mexica-
nos de Zoología 2:31-39.
involucren la participación de la población local y de
representantes de los tres niveles de gobierno, donde se
García-De-León, F.J., J.P. Ramírez-Herrejón, R. García-Ortega peces en la cuenca Lerma-Chapala en Michoacán. Tesis
y D.A. Hendrickson. 2014. Foraging patterns of four sym- de maestría institucional en ciencias biológicas. umsnh,
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Palacios-Morales, G. y S. Romero-Gallardo. 2019. Importancia y aprovechamiento de los peces marinos. En: La biodiversidad
en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 463-468.
Cuadro 1. Especies agrupadas en las diferentes categorías, de acuerdo con su uso y aprovechamiento en el litoral de
Michoacán.
Destacan Coryphaena hippurus y Nematistius pectoralis dentro de las categorías primera calidad y pesca deportiva.
Fuente: Palacios-Morales 2012, Romero-Gallardo 2014.
a b
c d
Figura 2. Especies de alto valor comercial en la pesca artesanal de la costa y en la pesca deportiva: a) pez dorado
(Coryphaena hippurus), b) gallo (Nematistius pectoralis), c) y d) huachinangos o pargos (Lutjanus spp.)
Fotos: Salvador Romero Gallardo.
no obstante, en regiones de la costa del Pacífico, como ques (Astroscopus zephyreus) y el pez globo (Sphoeroides
en la costa de Ecuador, Panamá, El Salvador, y en algu- annulatus), se utilizan para autoconsumo, mientras que
nos estados de la costa mexicana, presentan un valor las sardinas (Engraulidae) son usadas para carnada. Sin
comercial considerable (Romero-Gallardo 2014). embargo, aproximadamente 48 especies de las consi-
Las especies que no tienen valor comercial y que deradas de captura incidental (11.73%) son desechadas
son capturadas de manera incidental como fauna sin aprovechamiento alguno, como es el caso de man-
acompañante se agrupan en otra categoría. Está confor- tas (Myliobatidae y Rhinopteridae), globos o botetes
mada por 72 especies (17.6% respecto al total) que pue- (Diodontidae y Tetraodontidae), rayas (Urotrygonidae),
den ser utilizadas de diferentes formas, por ejemplo, lagartos (Synodontidae), además de morenas y culebras
el cirujano machín (Prionurus punctatus; figura 6), el to- (Muraenidae y Ophichthidae).
Figura 8. Mariposa tres bandas (Chaetodon humeralis), especie que se captura para su venta en acuarios. Foto: Omar
Domínguez-Domínguez.
Figura 9. Raya moteada (Urobatis concentricus), una de las especies de mayor importancia médica en la costa. Foto: Omar
Domínguez-Domínguez.
Domínguez-Domínguez, O. 2019. Programa de conservación ex situ de goodeinos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 469-473.
Colección
Especie D20052 nom2 J20082 uicn2 P20082
umshn1
Alloophorus robustus v 53
Allotoca diazi me p p p cr 0
A. dugesii re p p p 80
A. meeki me pc p 50
A. catarinae me v p v 0
A. zacapuensis me pc p 0
Neoophorus regalis me pc p p 50
Chapalichthys encaustus v v 31
C. pardalis me pc p 50
C. peraticus me pc p 0
Girardinichthys multirradiatus re p vu 35
Goodea atripinnis lc 19
Hubbsina turneri re pc p p cr 67
Neotoca bilineata re pc p p 59
Skiffia lermae p a p 55
S. multipunctata re p a p 95
Xenotoca variata 54
Zoogoneticus quitzeoensis p a a 43
Z. purhepechus p*
Ilyodon whitei v v cr 15
me: microendémica, re: restringida por la desaparición de poblaciones, vu: vulnerable, lc: preocupación menor, cr: en peligro crítico.
En la columna P2008 se reporta la pérdida de poblaciones históricamente registradas en el país de acuerdo con Domínguez-
Domínguez et al. (2008a), Pedraza-Marrón (2011).
Fuente: 1umsnh 2014, 2Domínguez-Domínguez et al. 2005 (D2005), Jelks et al. 2008 (J2008), semarnat 2010, uicn 2013.
tura y equipamiento requerido para mantener, a Para algunas especies se han logrado mantener
mediano plazo, un banco viable de germoplasma de las poblaciones mayores que las estimadas en su hábitat
especies conservadas en cautiverio. En la actualidad se natural, tal es el caso de Allotoca zacapuensis o tiro de
cuenta con 80 peceras, 15 estanques de concreto y Zacapu (figuras 1a y b) y Hubbsina turneri o mexclapi-
cuatro estanques rústicos, en estos últimos se mantie- que de Cuitzeo (Moncayo-Estrada 1996). La primera es
nen en condiciones de semicautiverio poblaciones una especie microendémica a una porción del humedal
grandes y saludables de especies ya extintas, o de aque- de Zacapu (municipio de Zacapu, región biogeográfica
llas cuya extinción es altamente probable, esto con la del mismo nombre en el Sistema Volcánico Transver-
finalidad de que se adapten a condiciones seminatura- sal). La segunda tenía una distribución en las regiones
les e iniciar planes de reintroducción a su hábitat natu- de Cuitzeo y Lerma medio (del Sistema Volcánico
ral, lo que puede ser viable solamente cuando las Transversal), sin embargo, actualmente está restringida
condiciones del hábitat permitan la sobrevivencia y al humedal de Zacapu.
establecimiento de las poblaciones de peces extirpa- Asimismo, se mantienen y reproducen, tanto en
das, lo que a su vez conllevaría a realizar acciones de acuarios como en estanques, otras especies restringidas
recuperación y conservación de estos sitios. o microendémicas que están amenazadas o en peligro
a f
crítico de desaparecer (cuadro 1), como Allotoca Además de constituir un banco de germoplasma y
catarinae o tiro catarina, A. meeki o tiro de Zirahuén (figu- una zona de resguardo de especies extintas, la colec-
ras 1c y d), A. diazi o chorumo, A. dugesii o tiro chato ción viva ha servido para realizar investigaciones en
(figuras 1e y f), Chapalichthys pardalis o pintito de diversos campos de la biología, fisiología, evolución,
Tocumbo (figuras 1g y h), Neoophorus regalis o chorumo genética, reproducción, conservación y toxicología,
del Balsas (figuras 1i y j) y N. bilineata o tiro de dos rayas. entre otros (Uribe-Aranzabal y Grier 2005, 2010;
with description of a new species. Revista Mexicana de Pedraza-Marrón, C.R. 2011. Cambios en la distribución de los
Biodiversidad 79:373-383. peces de agua dulce del centro de México y sus posibles
Groombridge, B. y M. Jenkins. 1998. Freshwater biodiversity: causas antropogénicas. Tesis de licenciatura. Facultad de
a preliminary global assessment. World Conservation Biología-umsnh, Morelia.
Monitoring Centre/World Conservation Press, Reino semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natura-
Unido. les. 2010. Norma Oficial Mexicana nom-059-
Jelks, H.L., S.J. Walsh, N.M. Burkhead et al. 2008. Conserva- semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre de 2010 en
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Mercado-Silva, N., M.R. Helmus y M.J. Vander-Zanden. 2008. leza. 2013. En: <http://www.iucnredlist.org/>, última con-
The effects of impoundment and non-native species on a sulta: 22 de febrero de 2013.
river food web in Mexico’s Central Plateau. River Research Uribe-Aranzabal, M.C. y H. Grier. 2005. Viviparous fishes i.
and Applications 25:1090-1108. New Life Publications, eua.
Moncayo-Estrada, R. 1996. Estructura y función de la comuni- . 2010. Viviparous fishes ii. New Life Publications, Florida.
dad de peces de la laguna de Zacapu, Michoacán, México.
Tesis de maestría en manejo de recursos marinos. Instituto
Politécnico Nacional, La Paz.
DESCRIPCIÓN
especies con determinación sexual dependiente de la biofauna mundial, y los reptiles michoacanos entre
temperatura (algunas especies de tortugas y todas las 1.68% (9 834 especies; Flores-Villela y García-Vázquez
especies de cocodrilos) podrán sufrir alteraciones en las 2014) y 1.52% (10 793 especies; The Reptile Database
proporciones sexuales naturales y, por tanto, en la demo- 2018) de los reptiles del mundo.
grafía poblacional (Janzen y Morjan 2001). De las 224 especies de anfibios y reptiles recono-
cidas para el estado, 33 especies de anfibios son endé-
micas (nativas) a México, nueve endémicas para el
DIVERSIDAD estado, 16 no nativas al país y una es invasora (cuadro
1). En el caso de los reptiles, 97 especies son nativas a
Michoacán ocupa el sexto lugar a nivel nacional en México, 12 endémicas para el estado, 53 no son nativas
riqueza de anfibios y reptiles (Ochoa-Ochoa y Flores- al país y tres son invasoras (cuadro 2).
Villela 2006). Actualmente se registran 59 especies de El grupo de las serpientes (suborden Serpentes) pre-
anfibios (apéndice 50) de las 376 especies (Parra-Olea senta la mayor riqueza con 100 especies (60.6%), segui-
et al. 2014) y 165 (apéndice 51) de las 864 especies de das por las lagartijas (suborden Sauria) con
reptiles mexicanos (Flores-Villela y García- 55 (33.3%), los anuros (orden Anura) con 49 (29.7%), las
Vázquez 2014). El número de especies de anfibios y salamandras (orden Caudata) con nueve (5.5%), las tortu-
reptiles que ocurren en Michoacán representa 18.1% de gas (orden Testudines) con ocho (4.8%) y los co-
la herpetofauna mexicana total, integrada por 1 240 codrilos y cecílidos (ordenes Crocodylia y Gymnophiona,
especies (Flores-Villela y García-Vázquez 2014, Parra- respectivamente) con una sola especie en cada grupo
Olea et al. 2014). Los anfibios michoacanos representan (0.6%; Alvarado-Díaz et al. 2013). De la figura 1 a la 5 se
entre 0.82% (7 187 especies; Parra-Olea et al. 2014) y muestra una especie representante de las principales
0.74% (7 941 especies; AmphibiaWeb 2018) de la anfi- familias de anfibios y reptiles registrados para el estado.
Cuadro 1. Distribución y endemismo de las especies de anfibios, por provincias fisiográficas y estatus de conservación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
Anura
Bufonidae
I. occidentalis em iii, iv lc
Craugastoridae
C. hobartsmithi em iv en
C. occidentalis em iv dd
Eleutherodactylidae
Eleutherodactylus angustidigitorum ee iv vu Pr
E. colimotl em i, iii ne
E. erendirae em iv ne
Cuadro 1. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
E. floresvillelai ee iv ne
E. maurus em ii dd Pr
E. modestus em iii vu Pr
E. nietoi ee iii ne
E. nivicolimae em iii vu
E. rufescens ee iii cr Pr
Hylidae
Diaglena spatulata i, ii lc
D. eximius em iv, v lc
D. plicatus em iv lc a
S. fodiens ii, v lc
Trachycephalus typhonius i lc
Leptodactylidae
Microhylidae
Hypopachus ustus i lc Pr
Phyllomedusidae
Ranidae
Lithobates berlandieri ii lc Pr
L. catesbeianus nn iv lc
L. dunni ee iv en Pr
L. magnaocularis em ii lc
L. megapoda em iv, v vu Pr
L. montezumae em iv, v lc Pr
Cuadro 1. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
L. spectabilis em iv lc
Rhinophrynidae
Rhinophrynus dorsalis ii lc Pr
Scapiopodidae
Caudata
Ambystomatidae
Ambystoma amblycephalum ee iv cr Pr
A. andersoni ee iv cr Pr
A. dumerilii ee iv cr Pr
A. ordinarium em iv en Pr
A. rivulare em iv dd a
A. velasci em iv lc Pr
Plethodontidae
Isthmura bellii em iv vu a
Pseudoeurycea leprosa em iv vu a
P. longicauda em iv en Pr
Gymnophiona
Dermophiidae
Dermophis oaxacae em i, iv dd Pr
Provincias fisiográficas: i: Llanura Costera, ii: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, iii: Sierra Madre del Sur, iv: Sistema Volcánico Transversal,
v: Altiplanicie. Endemismo: ee: endémica al estado, em: endémica a México, ne: no endémica al estado o país, nn: no nativa. Categorización
uicn. cr: en peligro crítico, en: en peligro, vu: vulnerable, nt: casi amenazada, lc: preocupación menor, dd: deficiencia de datos, ne: no
evaluada. nom-059-semarnat-2010. a: amenazada, Pr: sujeta a protección especial.
Fuente: elaboración propia.
Cuadro 2. Distribución y endemismo de las especies de reptiles, por provincias fisiográficas y estatus de conservación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
Crocodylia
Crocodylidae
Crocodylus acutus i vu Pr
Squamata
Bipedidae
Bipes canaliculatus em ii lc Pr
Anguidae
Abronia deppii em iv en a
Barisia imbricata em iv lc Pr
B. rudicollis em iv en p
Gerrhonotus liocephalus em iv lc Pr
Corytophanidae
Dactyloidae
Eublepharidae
Coleonyx elegans i, ii lc a
Gekkonidae
Helodermatidae
Iguanidae
Ctenosaura clarki em ii vu a
Phrynosomatidae
P. orbiculare em iv lc a
Sceloporus aeneus em iv lc
S. dugesii em iv, v lc
Cuadro 2. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
S. gadoviae em ii, iii lc
S. grammicus iv lc Pr
S. heterolepis em iii, iv lc
S. insignis em iii lc Pr
S. scalaris iv, v lc
S. siniferus i, iii lc
S. spinosus em iv, v lc
S. torquatus em iv, v lc
Phyllodactylidae
Phyllodactylus davisi em i lc a
P. homolepidurus em i lc Pr
P. paucituberculatus ee ii dd a
Scincidae
Marisora brachypoda i, ii lc
P. copei em iv lc Pr
P. dugesii em iv vu Pr
P. indubitus em iii, iv
P. parvulus em i dd
Teiidae
Cuadro 2. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
A. deppei i, ii, iii lc
A. gularis iv, v lc
A. sacki em ii lc
Xantusiidae
Lepidophyma tarascae em i, ii dd a
Boidae
Colubridae
C. taeniatus iv, v lc
Conopsis biserialis em iv lc a
C. lineata em iv, v lc
C. nasus em iv lc
Geagras redimitus em i dd Pr
Gyalopion canum iv lc
Lampropeltis polyzona em iv ne a
L. ruthveni em iv nt a
P. lineaticollis iii, iv lc
Cuadro 2. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
Symphimus leucostomus em i lc Pr
Tantilla bocourti em iv lc
T. cascadae ee iv dd a
Dipsadidae
Clelia scytalina i lc
C. melanocephalus em iv dd
C. michoacanensis ee i ne
C. piceivittis i lc
C. sarae ee iii dd
Diadophis punctatus iv lc
E. oligostichus em i dd Pr
Geophis bicolor em iv dd Pr
G. dugesii em iv lc
G. incomptus ee iii dd Pr
G. maculiferus ee iv dd Pr
G. nigrocinctus em iii dd Pr
G. petersii em iii, iv dd Pr
G. pyburni ee iii dd Pr
G. sieboldi em iii dd Pr
G. tarascae em iv dd Pr
Imantodes gemmistratus ii ne Pr
L. nigrofasciata i lc
L. septentrionalis ii ne
Cuadro 2. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
L. splendida em ii, iii, iv lc
L. uribei em i lc Pr
Manolepis putnami em i, ii lc
R. laureata em iv lc
R. taeniata em iv lc
T. fasciata em iii ne
T. philippii em i, iii lc Pr
Elapidae
M. laticollaris em ii lc Pr
M. tener iv lc
Pelamis platura i lc
Leptotyphlopidae
Rena bressoni ee ii dd Pr
R. humilis ii lc
R. maxima em ii lc
Loxocemidae
Natricidae
Adelophis copei em v vu Pr
T. eques iv, v lc a
T. melanogaster em iv en a
T. postremus ee ii lc
T. proximus i lc a
T. pulchrilatus em iv lc
T. scalaris em iv lc a
Cuadro 2. Continuación.
Provincia
Taxa Endemismo uicn nom-059
fisiográfica
T. scaliger em iv, v vu a
T. validus em i lc
Typhlopidae
Viperidae
Crotalus aquilus em iv lc Pr
C. armstrongi em iv ne
C. culminatus em ii ne
C. molossus iv lc Pr
C. polystictus em iv lc Pr
C. pusillus em iii, iv en a
C. tancitarensis ee iv dd
C. tlaloci em iv ne
C. triseriatus em iv lc
Porthidium hespere em i dd Pr
Testudines
Cheloniidae
Chelonia mydas i en p
Lepidochelys olivacea i vu p
Dermochelyidae
Dermochelys coriacea i vu p
Emydidae
Trachemys ornata nn i ne
Geoemydidae
Rhinoclemmys pulcherrima i ne a
Kinosternidae
Provincias fisiográficas: i: Llanura Costera, ii: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, iii: Sierra Madre del Sur, iv: Sistema Volcánico Transversal,
v: Altiplanicie. Endemismo: ee: endémica al estado, em: endémica a México, nn: no nativa. Categorización uicn. cr: en peligro crítico, en: en
peligro, vu: vulnerable, nt: casi amenazada, lc: preocupación menor, dd: deficiencia de datos, ne: no evaluada. nom-059-semarnat-2010.
a: amenazada, p: en peligro de extinción, Pr: sujeta a protección especial.
Fuente: elaboración propia.
a b c
d e f
g h i
j k l
Figura 1. Especies representantes de cada una de las familias de anfibios que habitan en Michoacán: a) Anaxyrus compactilis
(Bufonidae), b) Craugastor occidentalis (Craugastoridae), c) Eleutherodactylus modestus (Eleutherodactylidae), d) Trachycephalus
typhonius (Hylidae), e) Leptodactylus melanonotus (Leptodactylidae), f) Hypopachus variolosus (Microhylidae), g) Lithobates
forreri (Ranidae), h) Rhinophrynus dorsalis (Rhinophrynidae), i) Spea multiplicata (Scaphiopodidae), j) Ambystoma ordinarium
(Ambystomatidae), k) Isthmura bellii (Pletodontidae), l) Dermophis oaxacae (Caeciliidae). Fotos: Óscar Medina Aguilar (a-g, i-k);
Martín Cervantes López (h); Chris Grünwald (l).
a b c
d e f
g h i
j k l
m n o
Figura 2. Especies representantes de cada una de las familias de lagartijas (suborden Sauria) que habitan en Michoacán:
a) Bipes canaliculatus (Bipedidae), b) Abronia deppii (Anguidae), c) Basiliscus vittatus (Corytophanidae), d) Anolis nebulosus
(Dactyloidae), e) Coleonyx elegans (Eublepharidae), f) Hemidactylus frenatus (Gekkonidae), g) Heloderma horridum
(Helodermatidae), h) Ctenosaura pectinata (Iguanidae), i) Marisora brachypoda (Mabuyidae), j) Sceloporus melanorhinus
(Phrynosomatidae), k) Phyllodactylus duellmani (Phyllodactylidae), l) Mesoscincus altamirani (Scincidae), m) Sphenomorphus
assatus (Sphenomorphidae), n) Aspidoscelis calidipes (Teiidae), o) Lepidophyma sp. (Xantusiidae).
Fotos: Óscar Medina Aguilar (a-d, f-h, l-n); Javier Alvarado Díaz (e, i-k); Luis Canseco/Banco de Imágenes CONABIO (o).
a b
c d
e f
g h
i j
a b
c d
Figura 4. Especies representantes de algunas de las familias de tortugas (Testudines) que habitan en Michoacán:
a) Chelonia mydas (Chelonidae), b) Dermochelys coriacea (Dermochelydae), c) Rhinoclemmys pulcherrima (Geomydidae),
d) Kinosternon hirtipes (Kinosternidae). Fotos: Elí García Padilla (a); Eduardo Lugo Cabrera/Banco de Imágenes CONABIO (b);
Horacio Barcenas (c); Ricardo Valencia Vargas (d).
dades como serpientes (Quetzalcóatl) y anfibios (Axo- dros 1 y 2; un resumen por familia se presenta en los
lotl). En Michoacán el achoque de Pátzcuaro cuadros 3 y 4).
(Ambystoma dumerilii) ha sido utilizado y comerciali- Las especies clasificadas en peligro crítico son
zado desde la época prehispánica con fines alimenti- cuatro anfibios (Eleutherodactylus rufescens, Ambystoma
cios y para uso medicinal (Bartra 2011). amblycephalum, A. andersoni y A. dumerilii).
Bufonidae 6 6
Craugastoridae 5 5
Eleutherodactylidae 10 4 6
Hylidae 10 3 10
Leptodactylidae 2 2
Microhylidae 2 1 2
Phyllomedusidae 1 1
Ranidae 11 7 10
Rhinophrynidae 1 1 1
Scaphiopodidae 1 1
Ambystomatidae 6 6 6
Plethodontidae 3 3 3
Dermophiidae 1 1 1
Total 59 26 54
Crocodylidae 1 1 1
Bipedidae 1 1 1
Anguidae 5 5 5
Corytophanidae 1
Dactyloidae 2 1 2
Eublepharidae 1 1 1
Gekkonidae 1 1
Helodermatidae 1 1 1
Iguanidae 3 3 1
Phrynosomatidae 19 5 19
Phyllodactylidae 5 4 5
Scincidae 8 4 7
Teiidae 8 4 8
Xantusiidae 1 1 1
Boidae 1 1
Colubridae 29 12 25
Dipsadidae 37 18 30
Elapidae 4 2 4
Leptotyphlopidae 4 1 3
Loxocemidae 1 1 1
Natricidae 11 7 11
Typhlopidae 1
Viperidae 12 7 9
Cheloniidae 2 2 2
Dermochelyidae 1 1 1
Geoemydidae 2 2 1
Kinosternidae 2 2 2
Emydidae 1
en los lagos y arroyos del Sistema Volcánico Transver- cuencia de la depredación, competencia y transferencia
sal, representan un riesgo para las poblaciones de de patógenos o parásitos (Soto-Rojas 2012, Herrejón-
Ambystoma (género en categoría de riesgo, a nivel nacio- García 2013). La explotación comercial es otro factor
nal y global) que habitan estos lugares, como conse- que ha mermado algunas poblaciones de anfibios y
reptiles. La falta de información sobre la dinámica duos de A. amblycephalum en una charca temporal
poblacional de algunas especies ha dificultado determi- denominada El Frijolito, ubicada en la parte oeste de la
nar niveles sostenibles de cosecha y si la extracción ciudad de Morelia (Herrejón-García 2013). Ante el
comercial de organismos, como es el caso de la rana redescubrimiento de la especie, en dicho laboratorio
Lithobates megapoda (considerada en categoría de iniciaron acciones encaminadas a evaluar el estatus
riesgo a nivel nacional y global) en el lago de Cuitzeo, poblacional de la especie, así como el estudio de
es un riesgo importante para la sobrevivencia de dicha aspectos de su biología, ello con el fin de implementar
población. En esa situación también se encuentran dos acciones de conservación.
especies de iguana (Iguana iguana y Ctenosaura pecti-
nata), de la Depresión del Balsas-Tepalcatepec y de la
Llanura Costera (Alvarado-Díaz et al. 2013). ACCIONES DE CONSERVACIÓN
Por otra parte, amenazas como el cambio de uso
del suelo, que incluye la modificación, fragmentación y El número de especies endémicas de anfibios y reptiles,
destrucción del hábitat, son las principales causas de ya sea a México o al estado, es elevada (131 son endé-
reducción de la biodiversidad a nivel global (Vitousek micas al país y 21 especies son endémicas al estado) y
et al. 1997). La conversión de los hábitats nativos de representa 69.09% de las 220 especies nativas registra-
Michoacán hacia la agricultura, ganadería, desarrollo das para el estado y 20.4% del total de especies endé-
urbano y extracción forestal es dramática, con disminu- micas registradas para el país, por lo que los esfuerzos
ciones de cobertura de bosques templados y tropicales de conservación para la herpetofauna michoacana
de 0.45 a 0.65% anual (de 1976 al 2000; Mas et al. deben ser prioritarios.
2005). El efecto negativo de estos cambios probable- Michoacán contiene un considerable número de
mente es mayor en las especies raras de anfibios y rep- áreas naturales protegidas, por lo que es urgente una
tiles (especialistas de hábitat, poblaciones pequeñas y evaluación detallada del nivel de protección que
de distribución restringida), es decir, en las especies ofrecen dichas áreas a la herpetofauna michoacana, así
nativas en riesgo. Un ejemplo dramático es el caso de como la detección de nuevas zonas prioritarias para
Ambystoma ambycephalum, conocido como salaman- conservar tanto especies endémicas como altos niveles
dra de cabeza chata o de Tacícuaro. Esta especie es de diversidad (véase Estudio de caso. Análisis de las
microendémica a la región de Tacícuaro, municipio de características de la información disponible para descri-
Morelia, fue descubierta por Taylor (1939) y hay escasa bir los patrones de distribución de la herpetofauna, en
información sobre ella. esta obra).
Aguilar-Miguel (2005) reporta, de acuerdo con Considerando que la agricultura, la tala y el pasto-
registros que van entre 1949 y 1966, que la distribución reo son factores primarios que conducen a la elimina-
de esta especie comprende cuatro estados (cuatro loca- ción de los ecosistemas y de sus especies residentes, y
lidades para Michoacán, dos para Jalisco, una en Gue- que los paisajes modificados por el ser humano son los
rrero y una en Guanajuato), lo cierto es que desde 1966 dominantes en el estado, el potencial de protección
no existe un registro confiable para la salamandra de para estas nuevas áreas requiere ser evaluado (Alvarado-
cabeza chata. Díaz et al. 2013). Asimismo, deben ser diseñadas estra-
De acuerdo con este autor, la localidad tipo ubi- tegias de manejo que permitan que la mayor cantidad
cada originalmente en Michoacán ya no existe como de especies sobrevivan y permanezcan en estos paisa-
hábitat natural y ahora es un desagüe y basurero del jes alterados, por ejemplo, garantizar la permanencia
pueblo; en las otras tres localidades reportadas para el de parches remanentes de vegetación primaria, de tal
estado tampoco se registra su hábitat natural, por lo que manera que se mantengan las condiciones de tempera-
se piensa que la distribución de la especie es más redu- tura y humedad asociadas con doseles cerrados y
cida que la histórica (Aguilar-Miguel 2005). cobertura de hojarasca (Suazo-Ortuño et al. 2008);
En intensos esfuerzos de captura realizados hace mantener hábitats riparios en buen estado de conserva-
una década por Huacuz (2001), no se obtuvo ningún ción, en los paisajes agrícolas incrementar la interco-
ejemplar, por lo que el último registro que se tenía de la nectividad entre los parches de vegetación
salamandra de cabeza chata fue el reportado por Sha- (Suazo-Ortuño et al. 2011) y fomentar el cultivo ex situ
ffer en 1984, quien realizó un estudio sobre la filogenia de especies en peligro de extinción.
del género que muchos autores consideraban casi Por último, los esfuerzos de conservación deben ir
extinto. acompañados por programas de educación ambiental
Afortunadamente, en un muestreo de campo rea- dirigidos a todos los grupos de personas, especialmente
lizado el 14 de junio del 2010 por personal del Labora- niños y jóvenes, de tal manera que se involucre a la
torio de Herpetología del Instituto de Investigaciones gente local en la implementación de las estrategias de
sobre los Recursos Naturales, se localizaron 25 indivi- conservación.
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natura- Taylor, E.H. 1939. New salamanders from Mexico with a discu-
les. 2010. Norma Oficial Mexicana nom-059- ssion of certain know forms. Science Bulletin 12:407-439.
semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre de 2010 en uicn. Unión Internacional para la Conservación de la Natura-
el dof. Texto vigente. leza. 2014. The iucn Red List of Threatened Species. En:
Semlitsch, R.D. y T.J. Ryan. 1998. Migration, amphibian. En: <http://www.iucnredlist.org/>, última consulta: 13 de
The encyclopedia of reproduction, vol. 3. E. Knobil y J.D. septiembre de 2014.
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Shaffer, H.B. 1984. Evolution in a paedomorphic lineage. 1. www.reptile-database.org>, última consulta: 15 de sep-
An electrophoretic analysis of the Mexican ambystomatid tiembre de 2014.
salamanders. Evolution 38:1194-1206. Vitousek, P.M., H.A. Mooney, J. Lubchenco y J.M. Melillo.
Soto-Rojas, C. 2012. Uso y selección del microhábitat de la 1997. Human domination of Earth’s ecosystems. Science
salamandra de montaña Ambystoma ordinarium. Tesis de 277:494-499.
maestría. Facultad de Biología-umsnh, Morelia. Vitt, L.J., J.P. Caldwell, H.M. Wilbur y D.C. Smith. 1990.
Suazo-Ortuño, I., J. Alvarado-Díaz y M. Martínez-Ramos. Amphibians as harbingers of decay. BioScience 40:418.
2008. Effects of conversion of dry tropical forest to agri- Wells, K.D. 2007. The ecology and behavior of amphibians.
cultural mosaic on herpetofaunal assemblalges. Conserva- The University of Chicago Press, Chicago.
tion Biology 22:362-374.
. 2011. Riparian areas and conservation of herpetofauna in
a tropical dry forest in western Mexico. Biotropica
43(2):237-245.
Reyes-Mata, G., E. Albavera-Padilla, G. Zambrano Cabrera, R.E. Sandoval Perea y O. Chassin-Noria. 2019. Arribadas y rastreo
satelital de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) en Ixtapilla. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii.
conabio, México, pp. 495-498.
Figura 1. Arribada de tortuga golfina (L. olivacea) en la playa Ixtapilla. Fotos: Gustavo
Zambrano-Cabrera.
Los análisis genéticos también son una herra- se colocaron transmisores a dos hembras anidadoras en
mienta útil para identificar los movimientos migratorios la playa La Escobilla (Tonameca, Oaxaca), ambas se
de las tortugas marinas, permitiendo inferir los procesos dirigieron al sureste; una llegó a Puerto Arista (Tonalá,
de colonización global de estos organismos (Bowen y Chiapas) y ahí se mantuvo hasta que el aparato dejó de
Karl 2007). Particularmente en las poblaciones de transmitir, la segunda llegó a los límites de Guatemala y
L. olivacea del Pacífico mexicano se ha identificado una El Salvador (Vasconcelos et al. 2004).
población panmíctica (con apareamiento al azar y no Otro transmisor fue puesto a una hembra apareán-
dividida en subpoblaciones; Bowen et al. 1998, dose a 198 km de la costa, frente a los límites de Michoa-
López-Castro y Rocha-Olivares 2005), imposibilitando cán y Guerrero, esta tortuga realizó un viaje de 618 km
la identificación de poblaciones discretas con caracte- hasta La Escobilla, en Oaxaca (Kopitzky et al. 2002).
rísticas que sugieran el origen de las tortugas que ani-
dan en Ixtapilla.
Otro método es el uso de transmisores satelitales, RASTREO SATELITAL EN IXTAPILLA
que permite el registro de movimientos migratorios en
tortugas marinas y con esfuerzos importantes en cuanto Con el objetivo de inferir el origen de la población anida-
al número de dispositivos empleados es posible hacer dora de Ixtapilla, el 18 de noviembre de 2010, durante
inferencias sobre la demografía y estrategias de forrajeo una arribada, se seleccionó una hembra con buen estado
de las tortugas (Peckham et al. 2011). Ese método ha físico para adherirle un transmisor satelital spot 5 Wild-
sido empleado en L. olivacea del Pacífico mexicano life Computers, con el objetivo de seguir su movimiento,
para identificar sus movimientos migratorios; en 1999 determinar su origen e identificar si en todas las localida-
Figura 2. Movimiento postanidatorio de una hembra rastreada con un transmisor satelital. Fuente: elaboración propia.
497
La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2. Vol. ii
Más de un tercio de las especies de anfibios se Habitan en lagos, lagunas, ríos perennes e inter-
encuentran amenazadas o en peligro de extinción mitentes y zonas terrestres, en donde predomina la
(Stuart et al. 2004). Los esfuerzos para entender este humedad. Todos los ajolotes presentes en Michoacán
alarmante declive se han centrado sobre todo en los se ubican en el Sistema Volcánico Transversal. Las
anuros (sapos y ranas) y se ha puesto poca atención especies que habitan estrictamente cuerpos de agua
sobre las especies de salamandras (Rovito et al. 2009), lénticos son Ambystoma andersoni (figura 1b), en el
posiblemente debido a que estos organismos son más lago de Zacapu, y A. dumerilii, en el lago de Pátzcuaro
difíciles de observar. (figura 1c), y se consideran organismos paedomórficos
estrictos, es decir, han perdido su capacidad para trans-
formarse y salir al medio terrestre. A. amblycephalum
DESCRIPCIÓN (figura 1a) habita en la región de Tacícuaro, en Morelia,
A. ordinarium (figura 1d) en los arroyos de montaña del
Los ajolotes, también llamados achoques, achoqui o Sistema Volcánico Transversal, A. rivulare (figura 1e)
achójki, por el pueblo purépecha (Velarde 2011), son habita en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca y
conocidos por su morfología peculiar, ya que tienen A. velasci en el Bajío michoacano (figura 1f); todas ellas
branquias externas y ramificadas que salen hacia atrás viven en cuerpos de agua lóticos perennes o intermi-
de la base de la cabeza, en su estado larvario, y pierden tentes, además pueden sufrir metamorfosis y perder las
esas branquias cuando sufren metamorfosis (figura 1). branquias (paedomórficos facultativos), lo que les per-
En general su piel es lisa, en casi todo el cuerpo, y pre- mite salir del medio acuático e invadir el medio terres-
sentan pliegues de cada lado; tienen una cabeza tre (Duellman y Trueb 1994).
robusta, ancha y plana que contrasta con el resto del En la entidad, A. ordinarium, A. rivulare y A. velasci
cuerpo que es más alargado, sus ojos son pequeños y son endémicas a México, mientras que A. dumerilii, A.
no tienen párpados. El periodo de reproducción andersoni y A. amblycephalum, son microendémicos al
y puesta de huevos de esta familia es variable, pero en estado, lo que significa que solo están presentes en
general depositan sus huevecillos en la temporada estos sitios y no se encuentran en ninguna otra parte del
invernal (Huacuz 2002, Soto-Rojas 2012). mundo (Shaffer 1989).
En México se han registrado 137 especies de salaman- La importancia biológica de estos organismos endé-
dras pertenecientes a cuatro familias: Ambystomatidae micos se suma a su riqueza cultural, ya que son ani-
(ajolotes), Plethodontidae (salamandras sin pulmones), males enigmáticos y sorprendentes que han formado
Salamandridae (salamandras) y Sirenidae (sirenios), de parte de la cultura mexicana, como deidades, ali-
las cuales 87 especies se encuentran en alguna catego- mento y medicina, desde antes de la Conquista hasta
ría de riesgo en la nom-059-semarnat-2010. De las la actualidad.
cuatro familias de salamandras mexicanas, en Michoa- Estos organismos forman parte de diversos mitos,
cán únicamente se encuentran representadas dos: entre los cuales se puede mencionar que los aztecas
Plethodontidae que presenta salamandras apulmonadas consideraban que el axólotl era la encarnación de un
y está constituida por tres especies: Isthmura belli, dios prehispánico que le tiene miedo a la muerte y quiere
P. leprosa y P. longicauda; y Ambystomatidae integrada escapar de ella mediante sus poderes de transformación;
por seis especies de ajolotes. Las seis especies de en algunas leyendas nahuas se cuenta que había un dios
ambystomas presentes en Michoacán se encuentran malvado que presumía y hacía cosas malas a los hom-
incluidas en alguna categoría de conservación de la bres y a los dioses, entonces los dioses decidieron desha-
uicn y la nom-059-semarnat-2010 (cuadro 1; figura 1). cerse de él y enviarlo al inframundo, para que de ahí no
Soto-Rojas, C. e I. Suazo-Ortuño. 2019. Los ajolotes michoacanos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2,
vol. ii. conabio, México, pp. 499-502.
a b
c d
e f
pudiera salir, pero sin que se dieran cuenta el dios mal- medades respiratorias y «la tristeza» (Velarde 2011). Los
vado los escuchó y decidió esconderse en el lago de ambystomas son considerados depredadores importan-
Pátzcuaro para que no lo encontraran, entonces fue tes y consumidores generalistas, ya que pueden alimen-
como surgió el achoque (Velarde 2011). tarse de casi cualquier presa que puedan atrapar y
Asimismo, a pesar de que no se han comprobado engullir (Shaffer 1989), desde pequeños peces, artrópo-
sus efectos, los ajolotes se utilizan para curar diversas dos acuáticos y terrestres, hasta larvas de moscos, ara-
afecciones, en particular las relacionadas con las enfer- ñas, grillos, lombrices, huevos y larvas de otros anfibios
Estado de conservación
Especie Nombre común Endemismo
uicn
nom-059-semarnat-2010
(2014)
A. velasci México lc Pr
a: amenazada, Pr: sujeta a protección especial, cr: en peligro crítico, en: en peligro, dd: deficiencia de datos.
Fuente: elaboración propia.
uicn. Unión Internacional para la Conservación de la Natura- Velarde, M.T. 2011. Importancia ecológica y cultural de una
leza. 2014. Red List of Threatened Species. Version 2013. especie endémica de ajolote (Ambystoma dumerilii) del
En: <http://www.iucnredlist.org/>, última consulta: 21 de lago de Pátzcuaro, Michoacán. Tesis de licenciatura.
abril de 2013. Facultad de Ciencias-unam, México.
Los crotalinos
LAURA ANGÉLICA BRISEÑO CÁZARES
Briseño Cázares, L.A. 2019. Los crotalinos. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México,
pp. 503-506.
Agkistrodon bilineatus ● ● ●
Crotalus aquilus ● ● ●
C. armstrongi ● ●
C. basiliscus ● ● ● ●
C. culminatus ● ● ●
C. molossus ●
C. polystictus ● ● ●
C. pusillus ● ● ●
C. tancitarensis ● ● ●
C. tlaloci ● ●
C. triseriatus ● ●
Porthidium hespere ● ●
Provincias fisiográficas: llc: Llanura Costera, sms: Sierra Madre del Sur, dbt: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, svt: Sistema Volcánico
Transversal, a: Altiplanicie, ee: endemismo estatal, en: endemismo nacional.
Fuente: Armstrong y Murphy 1979, Huacuz 1995, Briseño 2004, Alvarado et al. 2013, Bryson et al. 2014.
mentan principalmente de roedores, por lo que desem- antiinflamatorias e inhibitorias del crecimiento de célu-
peñan también un papel importante en el control de las cancerígenas (Escoubas y King 2009, Selistre-
estas poblaciones (Greene 1997). de-Araujo et al. 2010).
En la historia de México existen diversas manifesta-
ciones del culto y admiración hacia los crotalinos, tal es
el caso de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, una de SITUACIÓN Y ESTADO DE
las máximas deidades para los toltecas, olmecas, mixte- CONSERVACIÓN
cas y aztecas, conocido también por los mayas como
Kukulkán (Florescano 2004). En el escudo nacional mexi- Ocho de las 12 especies de crotalinos distribuidas
cano se encuentra a un águila devorando a una serpiente en Michoacán se encuentran en la lista de especies en
sobre un nopal, señal que siguieron los aztecas al salir de riesgo de la nom-059-semarnat-2010, de las cuales una
Aztlán para fundar su nueva ciudad (Uchmany 1978). corresponde a la categoría amenazada, seis a la de
Tradicionalmente, en algunas comunidades rura- sujetas a protección especial y siete no han sido evalua-
les ciertas especies de víboras de cascabel se consu- das (semarnat 2010; cuadro 2). De acuerdo con la uicn,
men como alimento; la piel también es muy apreciada cinco especies están catalogadas como preocupación
para elaborar artículos diversos y existe la creencia de menor, una especie considerada casi amenazada, una
que la carne de víbora de cascabel, seca o en cápsulas, especie en peligro, dos con datos insuficientes y cinco
posee propiedades medicinales. Sin embargo, el verda- como especie no evaluada (uicn 2014; cuadro 2).
dero potencial biomédico de estos ejemplares radica en
su veneno, del cual se han aislado componentes con
propiedades anticoagulantes que son utilizados para el AMENAZAS Y ACCIONES
tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Actual- PARA SU CONSERVACIÓN
mente, se realizan investigaciones sobre las propieda-
des de ciertas proteínas y enzimas del veneno de La mayor amenaza para las poblaciones de crotalinos
vipéridos, encontrando en ellas funciones analgésicas, es la pérdida de hábitat por cambio de uso del suelo
sión, actualización y problemática actual. Gaceta Médica Selistre-de Araujo H., S., C.L. Pontes, C.F. Montenegro y A.C.
de México 147:195-208. Martin. 2010. Snake venom disintegrins and cell migra-
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Rubio, M. 2010. Rattlesnakes of the United States and Canada. measure. Amphibian & Reptiles Conservation 7(1):1-47.
Eco Herpetological Publishing and Distribution, eua.
INTRODUCCIÓN
bases de datos provenientes de instituciones naciona-
Uno de los atributos más distintivos y característicos de les, como Sistema Nacional de Información Biológica
una especie es su patrón de distribución geográfico, ya (snib) de la conabio, Colección de Anfibios y Reptiles
que es reflejo de la interacción de procesos evolutivos, del Laboratorio de Herpetología del Instituto de Investi-
interacciones ecológicas e incluso del impacto humano gaciones sobre los Recursos Naturales (lh-inirena) de
(Silva-López y Abarca 2009, Mwambo 2010). El conoci- la umsnh, Departamento de Zoología del Instituto
miento de este patrón es fundamental para realizar dife- de Biología de la unam, Departamento de Zoología de
rentes estudios que van desde los teóricos y la Escuela Nacional del ipn, Museo de Zoología de la
conceptuales (p.e. análisis biogeográficos y macroeco- Facultad de Ciencias, Centro de Investigaciones Bioló-
lógicos) hasta los aplicados (evaluaciones del estado de gicas de la Universidad Autónoma del Estado de
conservación). Dada la larga historia de los trabajos Hidalgo, e instituciones internacionales como Amphi-
enfocados a realizar inventarios biológicos (González- biaWeb, Global Biological Information Facility (gbif),
Romero y Álvarez-Cárdenas 1989, Townsend et al. Herpetological Network (Herpnet), Museo de Historia
2004, Medina-Aguilar et al. 2011), es posible suponer Natural de Gran Bretaña, Museo de la Universidad de
que existe información suficiente para describir con Michigan, Museo de la Universidad de Texas, Departa-
fidelidad los patrones de distribución de la mayoría de mento de Herpetología del Museo Americano de His-
las especies. Sin embargo, la evidencia indica que la toria Natural. Además, se consultaron tesis, reportes y
información disponible es fragmentada y con un fuerte artículos científicos. Cabe destacar que se encontró
sesgo hacia algunos grupos biológicos y ecosistemas repetición de la información contenida en las distintas
(De Giovanni et al. 2012). bases de datos, siendo las más completas las prove-
En particular, la información existente para las nientes del snib de la conabio y de la Colección de
regiones tropicales es escasa, a pesar de que Anfibios y Reptiles del lh-inirena. Por lo tanto, este
estas zonas son las más biodiversas y amenazadas por estudio se concentra en la información derivada de
las actividades humanas. Por otra parte, entre los gru- esas dos bases de datos.
pos taxonómicos donde la ausencia de información es
particularmente marcada destaca la herpetofauna
(Cayuela et al. 2009). CONSTRUCCIÓN DE BASES DE DATOS
Como parte de un proyecto más amplio encami- DE REGISTROS DE HERPETOFAUNA
nado a describir los patrones de distribución potencial
de la herpetofauna en Michoacán, se realizó un trabajo de Se recopilaron un total de 6 201 registros de presencia
recopilación y análisis de los registros de distribución de herpetofauna, 1 025 correspondientes a anfibios y
de la herpetofauna en el estado. 5 176 a reptiles. De esos registros, 84% provino del snib
y 16% del LH-inirena. Dado que el objetivo de esta
base de datos es utilizarla para generar modelos de dis-
FUENTES DE ORIGEN DE LOS tribución potencial de las especies, los registros se
REGISTROS sometieron a un proceso de revisión para asegurar que
pueden ser utilizados posteriormente con dicho fin. Ese
Se realizó una búsqueda amplia de todas las posibles proceso de revisión se describe a continuación.
fuentes de información sobre registros de presencia de El total de los registros provenientes del snib con-
herpetofauna en Michoacán. La búsqueda incluyó taron con georreferencia, mientras que 60% de los
registros del lh-inirena carecieron de ésta. El vacío de Si bien existe un número relativamente alto de
información limita la utilidad de ciertos registros en registros de herpetofauna para Michoacán, un análisis
estudios donde es necesario conocer con precisión detallado revela que gran parte de esa información
en dónde han sido registradas las especies. Si bien es tiene características que pueden limitar su uso para el
posible utilizar algunos programas para tratar de obte- modelado de distribución de especies. Existe, además,
ner la georreferencia a partir de información de las variación en la disponibilidad de registros entre grupos
localidades cercanas a donde se obtuvo el registro, (anfibios contra reptiles) y entre especies dentro de gru-
existe el riesgo que la precisión de la georreferencia pos. Por ejemplo, en el caso de los reptiles la especie
obtenida sea menor a la de las capas de información que presentó el mayor número de registros fue
utilizadas en el modelado (generalmente 1 km2). Sceloporus grammicus (especie de lagartos también
Una proporción importante de los registros prove- conocidos como roños) con 350, mientras que de los
nientes del SNIB (56%) tuvieron una fecha de colecta anfibios la especie con mayor cantidad de registros fue
previa al año 1950, lo que disminuyó su utilidad en el Hyla eximia (ranita verde) con tan sólo 36 (figura 3). En
modelado de distribución de especies, ya que las varia- contraste, gran número de especies presentan muy
bles climáticas que de manera estándar se utilizan en bajos registros, por ejemplo, en los reptiles la especie
ese proceso fueron creadas utilizando datos climatoló- Sceloporus grammicus tuvo 350 registros, mientras que
gicos del periodo 1950-2000 (Hijimans et al. 2005). Los en los anfibios la especie Craugastor pygmaeus pre-
registros del LH-inirena no presentaron problemas en sentó un registro (figura 3). En general se encontró que
ese sentido, ya que fueron colectados en su totalidad a el número promedio de registros por especie fue bajo
partir de 1993. Por otra parte, 21% de los registros del (ocho en anfibios y 16 en reptiles).
snib requirieron que su nomenclatura taxonómica fuera Existen casos donde la escasez de registros puede
revisada o actualizada, lo que no fue necesario en el interpretarse porque las especies son naturalmente
caso de los datos provenientes del lh-inirena, ya que raras o de distribución muy restringida; sin embargo, se
en ese caso la nomenclatura está sujeta a revisión sabe que algunas especies de las que existe poca infor-
periódica. mación son de distribución relativamente amplia dentro
Como resultado de la depuración de la informa- del estado, ello permite suponer que hay carencia de
ción se obtuvo una base de datos de 1 661 registros trabajo de campo que documente su presencia
(figura 1). Esto representa 27% de los datos recabados (Ramírez-Bautista et al. 2009).
originalmente, sin embargo, aún incluye 72% de las Por otra parte, es evidente que los esfuerzos para
especies de anfibios y 63% de las de reptiles reportadas colectar información sobre la presencia de herpeto-
para el estado. fauna han estado influidos por aspectos como la acce-
La provincia fisiográfica donde se concentró el sibilidad a los sitios de muestreo, eso resulta evidente
mayor número de registros (80%) fue el Sistema Volcá- por el hecho de que la mayor proporción de registros
nico Transversal (cuadro 1). Por otra parte, 58% se loca- de la herpetofauna está muy próxima a las carreteras.
lizó dentro de algunas de las anp existentes en el estado, Otro aspecto en el que se manifiesta la variación en la
siendo la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca la disponibilidad de registros es en relación a su distribu-
que concentró el mayor número (37%, figura 1). Por ción dentro de las distintas provincias fisiográficas y
otra parte, se observó gran concentración de registros anp. Es probable que parte de esa variabilidad sea
de la herpetofauna cerca de las principales vías de reflejo de una afinidad diferencial de las especies por
comunicación del estado, ya que 92% de los registros distintos ambientes; sin embargo, también pueden estar
estuvieron localizados a una distancia máxima de afectados por sesgos en la intensidad de muestreo
3.5 km de los caminos principales (figura 2). (mayor muestreo en anp).
Sierra
Depresión del Sistema Volcánico Llanura
Grupo Altiplanicie Madre Total
Balsas-Tepalcatepec Transversal Costera
del Sur
Reptiles 12 (0.7%) 153 (9.2%) 1 070 (64.4%) 23 (1.4%) 57 (3.4%) 1 315 (79.2%)
Total 17 (1.0%) 177 (10.7%) 1 332 (80.2%) 33 (2.0%) 102 (6.1%) 1 661 (100%)
Figura 1. Distribución de los registros revisados de la herpetofauna en Michoacán. Fuente: elaboración propia.
509
DISTRIBUCIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2. Vol. ii
Figura 2. Distribución de registros de presencia de herpetofauna, con respecto a carreteras principales del estado. Fuente: elaboración propia.
510
DISTRIBUCIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Figura 3. Distribución de los registros de presencia para dos especies (con más y menos datos) de anfibios y reptiles, respectivamente.
Sección 5. Diversidad de especies
511
La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2. Vol. ii
CONCLUSIONES REFERENCIAS
Cayuela, L., D.J. Golicher, A.C. Newton et al. 2009. Species
distribution modeling in the tropics: problems, potentiali-
Si bien han surgido una serie de técnicas que en princi-
ties, and the role of biological data for effective species
pio permiten lidiar con la escasez de información, la conservation. Tropical Conservation Science 2(3):319 -352.
heterogeneidad en el esfuerzo de muestreo y el sesgo De Giovanni, R., L.C. Bernacci, M.F. De Siqueira y F.S. Rocha.
en la colecta de datos al momento de generar modelos 2012. The real task of selecting records for ecological
de distribución de las especies, persiste la necesidad de niche modelling. Natureza & Conservação 10(2):139 -144.
realizar muestreos sistemáticos y estandarizados de la Hijimans, R.J., S.E. Cameron, J.L. Parra et al. 2005. Very high
resolution interpolated climate surfaces for global land
diversidad herpetofaunística en el estado. areas. International Journal of Climatology 25:1965-1978.
El análisis de la información de registros de pre- Medina-Aguilar, O., J. Alvarado-Díaz e I. Suazo-Ortuño. 2011.
sencia que se presenta en este estudio busca ser una Herpetofauna de Tacámbaro, Michoacán, México. Revista
base para el desarrollo posterior de modelos de distri- Mexicana de Biodiversidad 82:1194-1202.
bución potencial de la herpetofauna presente en Mwambo, F.M. 2010. Human and climatic change impact
modelling on the habitat suitaibility for the chimpanzee
Michoacán. Dichos modelos podrían permitir, en una (Pan troglodytes ellioti). Case study: the proposed Mount
etapa posterior, identificar áreas en donde es necesario Cameroon National Park. Tesis de maestría en ciencias en
realizar más trabajo de campo o donde se concentra la tecnologías geoespaciales. Universidade Nova de Lisboa/
mayor diversidad de especies para el grupo, lo cual Universitat Jaume i/Westfälische Wilhelms Universität,
puede ayudar a definir nuevas áreas de conservación. Lisboa.
Ramírez-Bautista, A., U. Hernández-Salinas, U.O. García-
Finalmente, contar con más información sobre los Vázquez et al. 2009. Herpetofauna del Valle de México:
patrones de distribución de la herpetofauna en Michoa- diversidad y conservación. Universidad Autónoma del
cán permitiría disponer de una base científica más Estado de Hidalgo/conabio, México.
sólida para su manejo y conservación. Silva-López, G. y L.G. Abarca Arenas. 2009. Distribución geo-
gráfica de las especies animales. En: <http://www.uv.mx/
cienciahombre/revistae/vol22num3/articulos/distribu-
cion/>, última consulta: 10 de diciembre de 2013.
DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
Orden 26 24 92.3
Cuadro 2. Continuación.
Número
Familia Nombres comunes*
de especies
Parulidae Chipe, parula, mascarita y pavito 43
Tyrannidae Mosquero, mosquerito, papamosca, luis y tirano 38
Emberizidae Rascador, zacatonero, gorrión y junco 30
Scolopacidae Patamarilla, playero, zarapito, picopando, vuelvepiedras, costurero, agachona y falaropo 26
Accipitridae Gavilán, milano, aguililla y águila 24
Trochilidae Colibrí, zumbador, esmeralda y zafiro 22
Anatidae Pijije, ganso, pato, cerceta y mergo 22
Cardinalidae Piranga, granatelo, cardenal, picogordo, colorín y arrocero 21
Laridae Gaviota, charrán y rayador 20
Icteridae Tordo, pradero, zanate, calandria y cacique 19
Strigidae Tecolote y búho 17
Picidae Carpintero 17
Troglodytidae Matraca y saltaparedes 15
Ardeidae Avetoro, garza, garcita y garceta 14
Turdidae Azulejo, clarín jilguero, zorzal y mirlo 13
Vireonidae Vireo y vireón 12
Rallidae Polluela, rascón, gallineta y gallareta 11
Columbidae Paloma, tortolita y huilota 11
Fringillidae Eufonia, pinzón, picotuerto, jilguerito y picogrueso 10
Hirundinidae Golondrina 10
Falconidae Halcón, caracara y cernícalo 9
Apodidae Vencejo 9
Procellariidae Fulmar y pardela 8
Cuculidae Cuclillo, correcaminos y garrapatero pijuy 8
Corvidae Chara, urraca y cuervo 8
Charadriidae Chorlo 7
Psittacidae Perico, loro, cotorra y guacamaya verde 7
Caprimulgidae Chotacabras y tapacaminos 6
Thraupidae Semillero, picochueco y picurero 6
Podicipedidae Zambullidor y achichilique 5
Odontophoridae Codorniz 4
Phasianidae Gallo, faisán y guajolote 4
Hydrobatidae Paíño 4
Sulidae Bobo 4
Stercorariidae Págalo sureño y salteador 4
Trogonidae Coa y quetzal orejón 4
Alcedinidae Martín pescador 4
Mimidae Maullador gris, cenzontle, cuicacoche y mulato azul 4
Threskiornithidae Ibis y espátula rosada 3
Cathartidae Zopilote 3
Furnariidae Trepatroncos 3
Tityridae Titira puerquito y cabezón 3
Cuadro 3. Continuación.
Número
Familia Nombres comunes*
de especies
Polioptilidae Perlita 3
Motacillidae Bisbita 3
Cracidae Chachalaca y pava cojolita 2
Phalacrocoracidae Cormorán 2
Pelecanidae Pelícano 2
Recurvirostridae Monjita y avoceta 2
Paridae Carbonero 2
Sittidae Bajapalos 2
Regulidae Reyezuelo 2
Ptiliogonatidae Capulinero 2
Tinamidae Tinamú canelo 1
Gaviidae Colimbo común 1
Phaethontidae Rabijunco pico rojo 1
Ciconiidae Cigüeña americana 1
Fregatidae Fragata tijereta 1
Anhingidae Anhinga americana 1
Pandionidae Águila pescadora 1
Gruidae Grulla gris 1
Haematopodidae Ostrero americano 1
Jacanidae Jacana norteña 1
Alcidae Alquita oscura 1
Tytonidae Lechuza de campanario 1
Nyctibiidae Pájaro estaca norteño 1
Momotidae Momoto corona canela 1
Ramphastidae Tucancillo verde 1
Psittaculidae Periquito australiano 1
Grallaridae Hormiguero cholino escamoso 1
Laniidae Verdugo americano 1
Alaudidae Alondra cornuda 1
Aegithalidae Sastrecillo 1
Certhiidae Trepadorcito americano 1
Cinclidae Mirlo acuático norteamericano 1
Sturnidae Estornino pinto 1
Bombycillidae Chinito 1
Peucedramidae Ocotero enmascarado 1
Calcariidae Escribano de McCown 1
Incertae sedis Tángara pecho rosa 1
Passeridae Gorrión casero 1
Total 562
Visitantes de verano 4
Transitorias 14
Accidentales 33
Visitantes invernales/Transitorios 14
Visitantes invernales/Accidentales 1
Visitantes de verano/Transitorios 4
Subtotal 56 9.96
svt
sms
dbt
llc
Figura 2. Dendrograma de similitud de las especies de aves en las provincias fisiográficas de Michoacán. a: Altiplanicie,
svt: Sistema Volcánico Transversal, dbt: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, sms: Sierra Madre del Sur, llc: Llanura Costera.
uicn
Peligro crítico 1 0 1 0 0
En peligro 2 1 0 0 0
Vulnerable 1 0 2 0 3
Casi amenazada 3 1 1 0 10
Datos insuficientes 1 0 0 0 0
nom-059-semarnat-2010
Extinta 1 0 0 0 0
Amenazada 6* 1 2 0 18
En peligro de extinción 6 1 2 2 7
cites
Apéndice i 2 1 0 0 2
Apéndice ii 6 0 10 0 61
Apéndice iii 0 0 0 0 0
Cuadro 6. Estacionalidad de las especies de aves y riqueza en las provincias fisiográficas de Michoacán.
Cuadro 6. Continuación.
Residente permanente/
1 1 0 1 1 1 Myiarchus tyrannulus (papamoscas gritón)
Visitante de verano
a:Altiplanicie, svt: Sistema Volcánico Transversal, dbt: Depresión del Balsas-Tepalcatepec, sms: Sierra Madre del Sur, llc: Llanura Costera.
Fuente: Villaseñor-Gómez y Villaseñor-Gómez 2018.
sms 51.2
Figura 4. Piranga cabeza roja (Piranga erythrocephala), especie residente de tierras altas en Michoacán, endémica del
occidente y sur de México. Foto: Juan Carlos Pérez Magaña.
Figura 5. Junco ojos de lumbre (Junco phaeonotus), gorrión Figura 6. Calandria dorso negro (Icterus cucullatus), especie
residente y cuasiendémico de México, característico de semiendémica y visitante de invierno en México. Foto: Juan
zonas abiertas de bosques templados. Foto: Juan Carlos Carlos Pérez Magaña.
Pérez Magaña.
mente, distribuidas en ambientes naturales semejantes Para una comparación más puntual se presenta el lis-
en otros estados del occidente de México. A escala tado de las 103 especies que presentan algún nivel de
regional, Michoacán cuenta con más de la mitad endemismo y que se han registrado en Michoacán.
(64.3%) de las 157 especies endémicas (García-Trejo y
Navarro-Sigüenza 2004) reportadas para el occidente
de México, región que abarca desde el norte de Sonora Especies protegidas
al sureste de Chiapas, y que se reconoce como una de La Norma Oficial Mexicana nom-059-semarnat-2010
las principales áreas de endemismo de aves en es el documento en el que se determinan las especies
Mesoamérica (Peterson y Navarro-Sigüenza 2000). nativas de flora y fauna de México que se encuentran
en riesgo. De acuerdo con esta norma, 96 especies de objeto promover el desarrollo de proyectos para la con-
la avifauna michoacana (17.1%) se encuentran bajo servación y recuperación de especies en riesgo, y con
alguna categoría de riesgo: una está extinta, 16 se con- ello la de ecosistemas, hábitats y especies asociadas.
sideran en peligro de extinción, 27 en la categoría de Incluye 104 especies de aves a nivel nacional, de las
amenazadas y 52 están sujetas a protección especial. cuales 42 (7.5%) se encuentran en Michoacán.
Las rapaces diurnas de las familias Cathartidae, Otro instrumento de política ambiental impor-
Accipitridae y Falconidae son los grupos que en mayor tante son las Áreas de Importancia para la Conserva-
número se encuentran enlistados en la norma oficial, ya ción de las Aves (aicas), que surgieron en México con
que 23 de las 36 especies que han sido registradas para el propósito de contar con una red regional de áreas
la entidad se encuentran reconocidas bajo algún tipo de importantes para la conservación, como herramienta
riesgo. Le siguen otras cuatro familias: Rallidae (polluelas para la toma de decisiones y normar criterios para
y rascones acuáticos), Psittacidae (guacamayas y loros) y priorizar y asignar recursos para la conservación
Strigidae (tecolotes y búhos) con seis especies cada una, (Ceballos et al. 2002). En Michoacán existen ocho
y Turdidae (clarines, zorzales y mirlo) con tres. áreas ubicadas en las cinco provincias fisiográficas del
Las especies incluidas en categorías altas de pro- estado (Arizmendi y Márquez-Valdelamar 2000): Cuit-
tección en la Lista Roja de la uicn son 26; se enlistan en zeo (aica C-02), Pátzcuaro (aica C-03), Tumbiscatío
la categoría de peligro crítico la pardela de isla Revilla- (aica C-04), Tancítaro (aica C-05), Cuenca Baja del
gigedo (Puffinus auricularis) y el carpintero imperial Balsas (aica C-28), Coalcomán-Pómaro (aica C-30),
(Campephilus imperialis), esta última es una de las Sierra Chincua (aica C-42) y Tacámbaro (aica C-63).
11 especies que se consideran extintas en México desde Estas regiones han sido utilizadas como elemento
1990, el último reporte confirmado fue realizado en básico en las estrategias de planificación y conserva-
1956 y en la nom-059-semarnat-2010 se considera ción en Michoacán, ya que coinciden con diferentes
como extinta. Las causas principales por las que se propuestas de áreas prioritarias para la conservación:
extirpó fueron la sobreexplotación a través de la cacería 1) esquema basado en la riqueza y diversidad de las
(Tanner 1964), la destrucción y modificación de hábitat aves (Villaseñor y Villaseñor 1997), 2) regiones terres-
(Collar et al. 1992). tres prioritarias (Arriaga et al. 2000) y 3) Sistema de
Áreas de Conservación del Estado de Michoacán-
sacem (Velázquez-Montes et al. 2005).
AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN Una de las acciones más importantes derivada de
la priorización de áreas es la declaratoria como
De acuerdo con el Worldwatch Institute (2003), muchas Reserva de la Biosfera Zicuirán-Infiernillo (semarnat
poblaciones de aves están disminuyendo en todo el 2007, conanp 2014), de la región conocida como
mundo y podrían desaparecer las 1 200 especies en cuenca baja del Balsas o Infiernillo. En esta reserva
peligro de extinción durante el siglo xxi. Las razones predomina la selva seca, que presenta un aislamiento
principales de este problema son la modificación y pér- geográfico y ecológico que la ha convertido en un
dida de hábitat, caza excesiva, mortalidad accidental reservorio de especies endémicas y en muchos casos
debido a las colisiones estructurales, captura inciden centro de origen de algunos grupos de plantas y ani-
tal durante actividades pesqueras, contaminación, males; estas selvas secas apenas están conectadas con
depredación por gatos domésticos, derrames de petró- las selvas tropicales húmedas más sureñas del país
leo, uso de pesticidas y cambio climático. Particular- (Ceballos y Valenzuela 2010). Otro aspecto relevante
mente para el oeste de México, y para el estado de de la reserva es la baja representatividad que las selvas
Michoacán, las altas tasas de deforestación de la vege- secas tienen en los sistemas de áreas protegidas en
tación natural constituyen la principal amenaza (Céspedes- América Latina, de ahí la importancia de considerarse
Flores y Moreno-Sánchez 2010). en los esquemas de conservación (De la Maza et al.
2003).
ACCIONES DE CONSERVACIÓN
VACÍOS DE INFORMACIÓN
Hasta ahora no existen programas para la conservación
de especies particulares, aunque algunas merecerían Los inventarios biológicos constituyen la información
esa consideración, como es el caso de las guacamayas, básica en la que se sustenta y justifica la toma de decisio-
loros y pericos de la familia Psittacidae. Sin embargo, nes sobre acciones de conservación y administración del
algunas están consideradas en la lista de especies y capital natural de los ecosistemas. Se puede considerar
poblaciones prioritarias para la conservación publicada que el grupo de las aves es uno de los mejor conocidos
recientemente (semarnat 2014). Esa lista tiene por en Michoacán; sin embargo, es necesario complementar
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DESCRIPCIÓN
DIVERSIDAD
Monterrubio-Rico, T.C., J.F. Charre- La estimación sobre riqueza y diversidad de mamíferos en el estado ha sido
Medellín y L. León-Paniagua. 2019. modificada en los últimos 30 años como resultado de cambios taxonómi-
Mamíferos terrestres. En: La
cos y del incremento de estudios regionales y locales. En la primera mitad
biodiversidad en Michoacán. Estudio
de Estado 2, vol. ii. conabio, México, del siglo xx se estimó una riqueza de 85 especies (Hall y Villa 1949), poste-
pp. 527-534. riormente Hall (1981) proporcionó la cifra de 141, y por último Núñez
(2005) reportó 161 especies, incluyendo roedores intro- micas a México y tres especies endémicas a Michoacán:
ducidos como el ratón común (Mus musculus), la rata el murciélago amarillo de infiernillo (Rhogeessa mira), la
noruega (Rattus norvegicus) y la rata negra o casera (R. tuza michoacana (Zygogeomys trichopus) y el ratón
rattus), por lo que la cifra precisa de especies silvestres sagaz (Peromyscus sagax; apéndice 54).
fue de 158. Ese mismo año, en el primer estudio exhaus- El orden con el mayor número de especies es Chi-
tivo sobre la biodiversidad de la entidad se presentó un roptera con 75, representando 46% de las especies del
listado con 163 especies (Villaseñor 2005). estado, lo sigue Rodentia con 53 (32%) y Carnivora con
El conocimiento de los mamíferos para el estado 18 (11%). Los seis órdenes restantes presentan menos
es disperso, por lo que el objetivo de la presente contri- de 10 especies (apéndice 54).
bución es proporcionar una cifra actualizada y confia-
ble sobre su riqueza taxonómica y su distribución
regional. Para lograrlo se requirió revisar publicaciones DISTRIBUCIÓN
históricas, artículos de investigación y tesis de licencia-
tura y posgrado. La región del estado con la riqueza de especies más alta,
Para el listado taxonómico de los mamíferos de quizás debido a un mayor esfuerzo de muestreo, es el
Michoacán se utilizó como catálogo nomenclatural base Sistema Volcánico Transversal con 120 especies, seguido
a Wilson y Reeder (2008), considerando también los de la Llanura Costera con 95. Por el contrario, la región
cambios recientes a grupos de mamíferos específicos, con el menor número es la Altiplanicie con 64 especies
como en musarañas (Rodentia; Carraway 2007). Se revi- (cuadro 2). Menos de 15% de los registros se localizan
saron diversos registros de mamíferos terrestres disponi- dentro de algún área natural protegida del estado.
bles en bases de datos de la conabio, la cual dispone de En términos biogeográficos, para el oso hormi-
9 186 registros, principalmente de Rodentia y Chiroptera, guero (Tamandua mexicana; figura 1), el puerco espín
obtenidos en 10 proyectos que han contado con el (Coendou mexicanus) también conocido como
apoyo de conabio. Destacan los proyectos P020 Biodi- Sphiggurus mexicanus, y el mico de noche (Potos flavus),
versidad de los mamíferos en el estado de Michoacán que son mamíferos de talla mediana y con amplia dis-
(Álvarez-Solórzano y López- Vidal 1998), T009 Actuali- tribución en el neotrópico, presentan como límite más
zación de la base de datos del Atlas Mastozoológico de septentrional por el Pacífico al estado. Estas poblacio-
México (Ceballos 2002) y P130 Base de datos de mamí- nes son consideradas relevantes para la conservación
feros de México depositados en colecciones de Estados en el escenario de cambio climático, al presentar dis-
Unidos de América y Canadá (López-Wilchis 1998). tribuciones bajo condiciones ecológicas extremas
Además, se revisaron las bases de datos de pro- (Monterrubio-Rico et al. 2010, Monterrubio-Rico et al.
yectos de investigación en los que ha participado el 2013a).
Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios de la
Facultad de Biología de la umsnh. Principalmente datos
de los proyectos de fondos mixtos conacyt-Estado de IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
Michoacán: Diagnóstico y propuestas sobre el poten- ECONÓMICA Y CULTURAL
cial de manejo de la fauna silvestre en el bajo Balsas,
Saneamiento, restauración y conservación de la sub- El papel ecológico de los mamíferos silvestres es funda-
cuenca del río Cupatitzio y Restauración de la ribera mental en la dinámica de los ecosistemas, ya que parti-
del lago de Cuitzeo; asimismo, de registros obtenidos cipan en la dispersión de semillas, polinización y el
en tesis de posgrado y licenciatura durante los últimos control biológico de insectos. Además, los carnívoros
años (Castro-Vázquez 2012, Colín-Soto 2012, Charre- depredadores como los felinos, mustélidos y cánidos
Medellín 2012, 2009; Guido-Lemus 2012, Mejía- regulan las poblaciones de pequeños vertebrados e
Ángeles 2012, Flores-Hernández 2013). invertebrados (Altrichter 1999). Por otra parte, los
Para el listado final se analizaron las especies regis- mamíferos han sido fuente de alimento, vestido y trans-
tradas por las distintas fuentes, comparándolas con la porte. En varias regiones del estado, como la Llanura
relación de mamíferos de México (Ceballos y Oliva 2005). Costera, la Sierra Madre del Sur y la Depresión del Balsas-
En quirópteros se consultó a Wang et al. 2003. Para eva- Tepalcatepec, los mamíferos nativos han sido la única
luar la distribución a nivel regional, se sobrepusieron los fuente de proteína animal para habitantes de zonas en
registros georreferenciados sobre las regiones fisiográficas pobreza extrema. La cacería tradicional o de subsisten-
de Michoacán propuestas por conabio (1997). cia es una fuente adicional de proteínas en determina-
La riqueza y diversidad de mamíferos de la entidad das temporadas del año, sin embargo, usualmente no se
(sin incluir mamíferos marinos) está integrada por nueve encuentra regulada. La gama de especies útiles es muy
órdenes, 24 familias, 92 géneros y 163 especies de amplia e incluye caza mayor del venado cola blanca
mamíferos silvestres, que incluyen a 39 especies endé- (Odocoileus virginianus) y pecarí (Dicotyles angulatus;
Cuadro 1. Registros existentes de distintos grupos de mamíferos en bases de datos de conabio y en el Laboratorio de
Vertebrados Terrestres Prioritarios de la Facultad de Biología, umsnh.
Clave
Fuente/ Quirópte- Otros Registros
y nombre Referencia Roedores
Financiamiento ros órdenes totales
de proyecto
P020.
Biodiversidad de los ma- Álvarez-Solórzano y
conabio 3 696 2 536 305 6 537
míferos en el estado de López-Vidal 1998
Michoacán
T009.
Actualización de la base de
conabio Ceballos 2002 817 254 197 1 268
datos del Atlas Mastozoo-
lógico de México
P130.
Base de datos de mamífe-
ros de México depositados
conabio López-Wilchis 1998 704 95 155 954
en colecciones de Estados
Unidos de América y Ca-
nadá
figura 2); hay además otras especies utilizadas en la Para todas las especies listadas en riesgo se han
cacería de subsistencia, como conejos (Sylvilagus ubicado sus poblaciones, confirmando así su presencia
floridanus), tejones (Nasua narica), ardillas (Sciurus en distintas partes del estado (Charre-Medellín 2012,
aureogaster) y armadillos (Dasypus novemcinctus). Colín-Soto 2012, Flores-Hernández 2013), exceptuando
a la tuza michoacana, de la que no se tienen registros
recientes.
SITUACIÓN Y ESTADO También se registran poblaciones de 12 especies
DE CONSERVACIÓN listadas como amenazadas, incluyendo murciélago
trompudo mexicano (Choeronycteris mexicana), jagua-
En el estado se presentan especies de mamíferos terres- roundi (Puma yagouaroundi), nutria de río (Lontra
tres listados en categorías de riesgo para el país. Se longicaudis), zorrillo pigmeo (Spilogale pygmaea) y
encontraron seis en peligro de extinción, como oso hor- puerco espín (Coendou mexicanus; semarnat 2010),
miguero (Tamandua mexicana), murciélago platanero para las cuales se disponen de registros más recientes
(Musonycteris harrisoni), jaguar (Panthera onca), tuza que permiten delimitar mejor su distribución en el estado
michoacana (Zygogeomys trichopus), tigrillo (Leopardus (Monterrubio-Rico et al. 2010, 2012; Charre-Medellín
wiedii; figura 3) y ocelote (L. pardalis; semarnat 2010). 2012, Guido-Lemus 2012).
Cuadro 2. Diversidad de mamíferos, por regiones del estado, a partir de registros georreferenciados disponibles.
Órdenes 9 9 9 8 7
Familias 24 21 21 19 17
Especies 95 83 93 120 64
Figura 1. El oso hormiguero (Tamandua mexicana), presenta su población más norteña por el Pacífico. Foto: Banco de
Imágenes del Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios.
Son diez especies las que actualmente se encuen- AMENAZAS PARA SU CONSERVACIÓN
tran listadas en la categoría de protección especial,
destacando mico de noche (Potos flavus), cuyos nue- En México existe el problema de pérdida de fauna
vos registros permiten establecer su límite más nor- (defaunación) que afecta profundamente la estructura,
teño en el continente, por el Pacífico (Monterrubio-Rico dinámica y diversidad de los bosques y selvas tropicales
et al. 2013a) y la ardilla de Peter (Sciurus oculatus), que (Dirzo y Gutiérrez 2006). La cacería y la pérdida del
es endémica y no aparecía listada para Michoacán en hábitat representan un impacto antropogénico de cre-
documentos anteriores (Villaseñor 2005); durante los ciente intensidad, la evidencia sugiere que la defauna-
últimos tres años se obtuvieron nuevos registros de ción es diferencial: los mamíferos medianos y grandes
esta ardilla en bosques de encino de la cuenca del son los más afectados, mientras que los pequeños roe-
lago de Cuitzeo, en la Altiplanicie (Monterrubio-Rico dores son poco afectados o incluso algunas especies
et al. 2013b). son favorecidas (Dirzo et al. 2007). Otro factor que
Figura 2 El pecarí (Dicotyles angulatus), también conocido en el medio rural como jabalí, es un importante recurso cinegético
que afortunadamente todavía presenta poblaciones abundantes en la Sierra Madre del Sur y la costa michoacana. Foto: Banco
de Imágenes del Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios.
debe tomarse en cuenta es que en zonas de importan- Ante la escasa superficie protegida en algunas
cia para los mamíferos no se ha efectuado un análisis de regiones, y la reducción potencial del hábitat y distribu-
vacíos o discrepancias donde se evalúe la disponibili- ción de los mamíferos, no se debe descartar la probable
dad de superficie protegida de que dispone la masto- extinción de poblaciones de mamíferos en el estado.
fauna de cada región. Asimismo, un efecto adicional será la baja disponi-
Por último, otra amenaza potencial importante es bilidad de agua en el trópico seco, asociada a una
el cambio climático. Los mamíferos pueden verse afec- menor precipitación; a menor precipitación el agua dis-
tados de diversas formas al modificarse la vegetación ponible en los manantiales, recursos clave para los
en su distribución, como se predice ocurrirá en la vege- mamíferos, podría ser aún más escasa, afectando la dis-
tación de México (Gómez-Mendoza y Arriaga 2007, tribución y abundancia poblacional de los mamíferos
Rehfeldt et al. 2012). medianos y grandes (Charre-Medellín et al. 2010,
Se ha sugerido que las áreas con vegetación tem- Charre-Medellín 2012).
plada se reducirán al incrementarse la temperatura, así Por su ubicación en el límite entre las regiones
como la posible desaparición de los bosques tropicales Neártica y Neotropical, existiendo amplias áreas con
subcaducifolios (selva mediana), lo que afectaría el ecotonos entre ecosistemas de afinidad templada y tro-
hábitat de muchas especies de mamíferos, tanto los pical, la distribución de las especies en Michoacán
que habitan bosques tropicales como los que lo hacen podría experimentar cambios y nuevas interacciones
en bosques templados (Gómez-Mendoza y Arriaga ecológicas posiblemente surjan, desconociéndose su
2007, Rehfeldt et al. 2012). efecto en los mamíferos.
Figura 3. Tigrillo (Leopardus wiedii) en su madriguera, el felino más pequeño y especializado a la vida arbórea. Foto: Banco de
Imágenes del Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios.
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A partir de 2007, en el Laboratorio de Vertebrados siete se encuentran en alguna categoría de riesgo, según
Terrestres Prioritarios de la Facultad de Biología de la la nom-059-semarnat-2010 (cuadro 1).
umsnh se iniciaron investigaciones enfocadas a cono-
cer la distribución, abundancia, patrones de actividad y
características de las comunidades de mamíferos, OBTENCIÓN DE FOTOGRAFÍAS
medianos y grandes, mediante el uso de trampas foto-
gráficas que cuentan con sensores de movimiento Las trampas cámara son colocadas sobre senderos y
(Charre-Medellín 2009, 2012). Estas trampas son siste- manantiales, y están programadas para disparar des-
mas integrados por cámaras provistas de un sensor pués de un minuto y tomar tres fotografías cada vez que
infrarrojo, que activan el disparo automáticamente al el sensor es activado. Las trampas cámara son revisadas
paso de cualquier organismo que atraviesa un determi- cada 40 días aproximadamente para cambiarles pilas y
nado ángulo de detección, instrumentos ideales para tarjetas de memoria.
registros e identificación de especies terrestres de natu- Debido a la importancia que representa el agua en
raleza sigilosa, como los felinos (Swann et al. 2011). el desarrollo de la vida, es fundamental estudiarla y
Existen dos tipos de trampas cámara: análogas y monitorearla como un recurso clave para la fauna silves-
digitales. Las primeras se limitan a tomar 36 fotografías, tre. En particular, el uso de los manantiales en algunas
no toman video y el costo de operación a largo plazo es regiones representa la única fuente de agua disponible
mayor (pilas, rollos, revelado), sin embargo, la calidad para la fauna silvestre y también para los seres huma-
de las imágenes es muy buena. Por el contrario, en las nos. Con base en la información obtenida por medio de
cámaras digitales la calidad de las imágenes depende trampas cámara se pudo confirmar la presencia de las
de su resolución. Pueden tomar más de dos mil fotogra- seis especies de felinos reportadas para México en
fías, además de video, y el costo de operación a largo Michoacán, incluyendo la primera población de jaguar,
plazo es menor (pilas, tarjetas de memoria, etc.).
COLECCIÓN CIENTÍFICA
Monterrubio-Rico, T.C. y J.F. Charre-Medellín. 2019. Colección científica de fotocolectas del Laboratorio de Vertebrados
Terrestres Prioritarios. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2, vol. ii. conabio, México, pp. 535-538.
nom-059-
Orden Familia Nombre científico Nombre común Registros
semarnat-2010
L. wiedii Tigrillo 43 p
P. yagouaroundi Jaguaroundi 9 a
Carnivora
Zorrillo de
Conepatus leuconotus 3
espalda blanca
Total 3 898
especie cuya presencia no había sido confirmada (figura al ser la más abundante, con 2 250 registros (figura 2).
1) y que se encuentra en la categoría de en peligro de Otras especies abundantes son el venado (Odocoileus
extinción (semarnat 2010). De entre las 25 especies virginianus) y el pecarí (Dicotyles angulatus), aunque
de mamíferos registradas mediante trampas cámara, el existen nueve especies para las cuales se cuenta con un
coatí o tejón (Nasua narica) es la especie que sobresale, número reducido de registros (menos de 5; cuadro 1).
Figura 2. Fotografía con 13 individuos de coatí en el municipio de Arteaga. Foto: Banco de Imágenes del
Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios.
CONCLUSIONES
En este apéndice se agrupan las observaciones taxonómicas no parece haber carácter que distinga a las variedades. Mickel
que se detectaron durante la formulación del listado de es- y Smith (2004) no encuentran distinción clara entre las varie-
pecies de pteridofitas del estado. Hubo conflictos para tomar dades californicum o cyclosorum del oeste de eua, pero hasta
la decisión de incluir o no algunas especies, por lo que se que las relaciones de las especies norteamericanas y europeas
presenta la información que fue útil para tomar la decisión de se entiendan, se prefiere usar el nombre más antiguo de Mé-
inclusión o exclusión y la construcción de la base de datos, in- xico para este taxón. Por lo anterior, se optó por manejarla
formación que puede ser de utilidad a los usuarios con interés como A. bourgeaui.
en este grupo de vegetales.
Elaphoglossum latifolium. Se reporta un registro en la base
Durante la revisión de los nombres de los autores de los taxa, de datos del snib, pero su presencia en México se encuen-
aquellos que no se localizaron en conabio (2008) fueron revi- tra en duda. Mickel y Smith (2004) mencionan que es muy
sados y agregados de acuerdo con Mickel y Smith (2004); la cercano a E. sartorii, pero es probable sea diferente, ya que
clasificación de familia, orden y clase se basó en Smith et al. E. latifolium es del oeste de la India y ambas representan el
(2006); también se incluye la división, clase, orden, familia y complejo con más dificultad en el género, ya que presentan
subfamilia, siguiendo a Christenhusz et al. (2011); se agrega una gran variación en varios caracteres (tamaño de la hoja
además la división según Cronquist (1986) y la familia y su- o fronda, forma de la lámina, color de las escamas de rizo-
bfamilia propuesta por Mickel y Smith (2004). La mayoría de ma, entre otras). Por estas razones se excluyó del listado del
las especies comentadas en este apéndice no se encontraron apéndice 22.
en conabio (2008) y Mickel y Smith (2004) no las consideran
presentes en México. Elaphoglossum pachecoanum. Se reporta un registro en la
base de datos del herbario del Inecol. De acuerdo con uni-
Athyrium filix-femina. Se encontraron 40 registros en el bio (2010), se encuentran depositados cinco ejemplares en el
snib, sin embargo, no se localizó en conabio (2008). Mickel y herbario nacional del Instituto de Biología de la unam (por sus
Smith (2004) mencionan que en Smith (1981) y Stolze (1981), siglas mexu), clasificada como Polypodiaceae, donde se indica
A. bourgeaui fue referida a las especies de zonas templadas que la planta proviene de la “ladera norte del volcán Con-
del norte, en un sentido amplio como A. filix-femina, la cual re- cepción, isla Ometepec, de Nicaragua”. Sin embargo, no se
quiere de un trabajo de taxonomía moderna (monografía). En encontró más información sobre la especie. Se reporta para el
The plant list (2010) se incluyen 25 sinónimos para Athyrium municipio de Coalcomán en Michoacán.
filix-femina. Se describe como una especie cosmopolita que
no ha sido bien estudiada. En México hay dos extremos de Terpsichore heteromorpha. Especie reportada en Díaz y
este complejo: A. bourgeaui y A. arcuatum, ambas considera- Palacios-Ríos (1992) como Grammitis heteromorpha, con un
das especies distintas por Mickel y Beitel (1988). registro. Está incluido un registro en el snib (apéndice 22), pero
no se reporta por conabio (2008). Mickel y Smith (2004) tam-
Los organismos de A. arcuatum son plantas grandes con lámi- poco la reportan y mencionan que G. heteromorpha es una
nas deltadas1 y pinnas basales2 más grandes, arqueadas hacia especie restringida a los Andes, ocurriendo desde Colombia
arriba en su extremo distal; A. bourgeaui es aplicado a plantas hasta Perú, y la distinguen de especímenes de T. heteromorpha,
con láminas al menos ligeramente más pequeñas proximal- la cual presenta caracteres diferentes a las especies mexi-
mente (figura 1); sin embargo, parece que no hay otros carac- canas. En The plant list (2010) se menciona que el nombre
teres que los distingan aparte de la forma de las hojas y sí hay aceptado es T. heteromorpha y que tiene como sinónimo a
especímenes intermedios. Se considera que los especímenes Polypodium heteromorphum, sin embargo, en ese sitio web,
del noroeste de México, con bases de las láminas reducidas, y en otros, se encuentra que el epíteto de Polypodium que
pueden ser el mismo que A. filix-femina var. californicum o var. se incluye es heteromorphum; el ejemplar tipo es oriundo de
cyclosorum o ser la misma especie que A. bourgeaui, ya que Ecuador y en ipni (2005) se puede localizar el registro histórico
de los cambios taxonómicos de la especie.
1Lámina deltada: porción verde y aplanada de la hoja, en forma de Elaphoglossum muelleri. Aceptada y presentada en el apén-
triángulo equilátero, que capta luz solar para la fotosíntesis. dice 22. De acuerdo con Mickel y Smith (2004) es bastante
2Pinnas basales: en una hoja dividida (compuesta), son los segmentos
variable en escamas y tamaño de la planta; se distingue de
o porciones inferiores.
Silva-Sáenz, P. 2019. Helechos y plantas afines (Pteridophyta). Apéndice 23. Consideraciones taxonómicas en especies de
pteridofitas. En: La biodiversidad en Michoacán. Estudio de Estado 2 (digital), vol. ii. conabio, México, pp. 543-545.
a b
Figura 1. Se puede apreciar la diferencia entre las pinas basales de las especies: a) Athyrium arcuatum y b) A. bourgeaui. Ejemplares del
herbario del Instituto de Ecología, A.C. (ieb). Fotos: Dagoberto Valentín Martínez 2014.
E. petiolatum y de E. gratum por las escamas color naranja The plant list (2010) considera P. aureum, pero con bajo nivel
del rizoma. Es abundante en México y dudosa en el sur de de confianza e incluye como sinónimos: Pleopeltis aurea (L.)
Guatemala. Ha sido tratada bajo el nombre de E. pilosum (el C. Presl 1836, Chrysopteris aurea (L.) Link 1841, Polypodium
cual tiene el tipo en Venezuela), aunque es más estrecho, con aureum L. 1753, Polypodium leucatomos Poir. 1804.
escamas no ciliadas en el rizoma y la base del estipe. Reportes
de E. pilosum pueden aplicarse a E. muelleri, E. petiolatum, Polypodium virginianum. Es una especie sólo reportada por el
E. potosianum o E. rzedowskii. Mickel y Smith (2004) no regis- snib (2013). No es reconocida en conabio (2008) ni en Mickel y
tran E. muelleri, pero sí E. petiolatum. Smith (2004); The plant list (2010) y Tropicos (2013) la incluyen.
Se ha agregado aquí, no descartando la posibilidad de su pre-
Astrolepis sinuata. Es el nombre (y sinonimias) que se conside- sencia dada la falta de exploraciones y revisiones necesarias.
ró basándose en Mickel y Smith (2004). inecol (2013) reporta
Notholaena sinuata para los municipios de Puruándiro, Eron- La información expuesta muestra la necesidad de investigacio-
garícuaro, Morelia y Zinapécuaro. Los mismos Mickel y Smith nes que ayuden a aclarar las inconsistencias taxonómicas en
(2004) consideran N. sinuata como sinónimo de A. sinuata. este grupo de plantas, especialmente las especies de dudosa
conabio (2008) las separa como especies diferentes y se presencia, de especies raras, que han sido poco colectadas o
mencionan los siguientes sinónimos para Acrostichum sinuata de las que no hay un acuerdo o consenso entre los especialis-
(Lag. ex Sw.) D.M. Benham y Windham, 1992: Acrostichum tas sobre su presencia en México.
sinuatum Lag. ex Sw, 1806, Astrolepis sinuata subsp. mexica-
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no se reporta en la conabio (2008) ni en Mickel y Smith (2004).
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Subfamilia Apodinae
Género Aeronautes Hartert, 1892
Aeronautes saxatalis (Woodhouse, 1853) Vencejo pecho blanco, White-throated Swift
Subespecie: saxatalis (Woodhouse, 1853)
Género Panyptila Canabis, 1847
Panyptila sanctihieronymi Salvin, 1863 Vencejo tijereta mayor, Great Swallow-tailed Swift
Familia Trochilidae Vigors, 1825. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . géneros: 14, especies: 22
Subfamilia Phaethornithinae
Género Phaethornis Swainson, 1827
Phaethornis mexicanus Hartert, 1897 Colibrí ermitaño mexicano, Mexican Hermit
Sinónimo: Phaethornis superciliosus (Linnaeus, 1766)
Subespecie: griseoventer Phillips, 1962
Subfamilia Trochilinae
Género Colibri Spix, 1824
Colibri thalassinus (Swainson, 1827) Colibrí orejas violetas, Green Violetear
Subespecie: thalassinus (Swainson, 1827)
Género Eugenes Gould, 1856
Eugenes fulgens (Swainson, 1827) Colibrí magnífico, Magnificent Hummingbird
Subespecie: fulgens (Swainson, 1827)
Género Heliomaster Bonaparte, 1850
Heliomaster constantii (DeLattre, 1843) Colibrí picudo occidental, Plain-capped Starthroat
Subespecie: leocadiae (Bourcier & Mulsant, 1852)
Género Lampornis Swainson, 1827
Lampornis amethystinus Swainson, 1827 Colibrí garganta amatista, Amethyst-throated Hummingbird
Subespecies: amethystinus Swainson, 1827; margaritae (Salvin & Godman, 1889)
L. clemenciae (Lesson, 1829) Colibrí garganta azul, Blue-throated Hummingbird
Género Tilmatura Reichenbach, 1855
Tilmatura dupontii (Lesson, 1832) Colibrí cola pinta, Sparkling-tailed Hummingbird
Género Calothorax Gray, 1840
Calothorax lucifer (Swainson, 1827) Colibrí lucifer, Lucifer Hummingbird
Género Archilochus Reichenbach, 1854
Archilochus colubris (Linnaeus, 1758) Colibrí garganta rubí, Ruby-throated Hummingbird
A. alexandri (Bourcier & Mulsant, 1846) Colibrí barba negra, Black-chinned Hummingbird
Género Atthis Reichenbach, 1854
Atthis heloisa (DeLattre & Lesson, 1839) Zumbador mexicano, Bumblebee Hummingbird
Subespecie: margarethae Moore, 1937
Género Selasphorus Swainson, 1832
Selasphorus platycercus (Swainson, 1827) Zumbador cola ancha, Broad-tailed Hummingbird
S. rufus (Gmelin, 1788) Zumbador canelo, Rufous Hummingbird
S. sasin (Lesson, 1829) Zumbador de Allen, Allen’s Hummingbird
Subespecie: sasin Lesson, 1829
S. calliope (Gould, 1847) Zumbador garganta rayada, Calliope Hummingbird
Sinónimo: Stellula calliope (Gould, 1847)
Género Chlorostilbon Gould, 1853
Chlorostilbon auriceps (Gould, 1852) Esmeralda occidental, Golden-crowned Emerald
Género Cynanthus Swainson, 1827
Cynanthus sordidus (Gould, 1859) Colibrí opaco, Dusky Hummingbird
C. latirostris Swainson, 1827 Colibrí pico ancho, Broad-billed Hummingbird
Subespecies: doubledayi (Bourcier, 1847); propinquus Moore, 1939
Género Amazilia Lesson, 1843
Amazilia beryllina (Deppe, 1830) Colibrí berilo, Berylline Hummingbird
Subespecie: viola (Miller, 1905)
A. rutila (DeLattre, 1843) Colibrí canelo, Cinnamon Hummingbird
Subespecie: rutila (DeLattre, 1843)
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Anexo
Fotográfico
Grillo de la familia Gryllidae. Foto: Renato Silvio Dos Santos/Banco de Imágenes conabio.
Hongo del género Ramaria. Foto: Mariano Torres Gómez/Banco de Imágenes CONABIO.
Bosque tropical caducifolio en Tacámbaro. Foto: José Julián Martínez Tapia/Banco de Imágenes CONABIO.
Microtus mexicanus única especie representativa del género en la entidad. Foto: Leopoldo Quiñonez Ramos/
Banco de Imágenes CONABIO.
Colibrí garganta amatista (Lampornis amethystinus). Foto: Gerardo Eusebio Valdes/Banco de Imágenes CONABIO.
Pelícano blanco americano (Pelecanus erythrorhynchos) en costas michoacanas. Foto: Simbad Farys Muñiz/Banco
de Imágenes CONABIO.
Escarabajo rinoceronte (Golofa globulicornis). Foto: Josue Hernández Bejarano/Banco de Imágenes CONABIO.
Libélula rayadora (Libellula croceipennis). Foto: Marina Quintanar Martínez/Banco de Imágenes CONABIO.
VOLUMEN I
Contexto físico-geográfico: Dr. Gerardo Bocco1 y Dr. Thomas Josef Ihl.2
Sociedad, economía y desarrollo: Dr. Dante Ariel Ayala Ortiz3 y Dra. Katia Beatriz Villafán Vidales.3
Dimensión socio-ambiental de la biodiversidad: avances y perspectivas: Dra. Adriana Margarita Guzmán,4
Dra. Flor Cecilia Barajas López5 y M. en C. Aidé Pineda Ambriz.6
Diversidad de ecosistemas: Dra. Ireri Suazo Ortuño3 y Dra. Isela Zermeño Hernández.3
VOLUMEN II
Diversidad de especies: Dra. Ireri Suazo Ortuño3 y Dra. Isela Zermeño Hernández.3
VOLUMEN III
Diversidad genética: Dra. Ireri Suazo Ortuño3 y Dra. Isela Zermeño Hernández.3
Conservación y restauración: Dr. Diego Pérez Salicrup,1 M. en C. Karla Carolina Nájera Cordero7 y M. en C.
Mariana Cantú Fernández.1
Aprovechamiento: Dr. Diego Pérez Salicrup,1 M. en C. Karla Carolina Nájera Cordero7 y M. en C. Mariana Cantú
Fernández.1
Factores de presión: Dr. Diego Pérez Salicrup,1 M. en C. Karla Carolina Nájera Cordero7 y M. en C. Mariana
Cantú Fernández.1
1Universidad Nacional Autónoma de México, 2Universidad Martín-Lutero Halle-Wittenberg, 3Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, 4Presidencia de la República, 5Museo de Historia Natural-umsnh, 6Secundaria Técnica núm. 150, 7 Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
Versión digital