LA CABEZA DEL RECIEN NACIDO - Escuela de Osteopatia de Madrid

CABEZA DEL RECIEN NACIDO 

LA CABEZA DEL RECIEN NACIDO 

Distinguimos dos tipos de osificación del cráneo, la membranosa en 

la cual el mesénquima pasa directamente a hueso como es el caso de 

al calota que hasta los 8 años tiene una capa y después se forma la 

tabla externa, díploe y tabla interna; y la endocondral en la cual el 

mesénquima que pasa a cartílago y luego a hueso como son los 

huesos de la base del cráneo y el macizo facial. 

Se describen seis fontanelas, puntos de inserción entre las suturas, 

presentes en el nacimiento que se denominan anterior, posterior, dos 

pares anterolaterales y otro par posterolateral. 

Las suturas se denominan metópica, sagital, coronal, lambdoidea y 

otras menores, temporoescamosa, frontonasal y frontoesfenoidal. 

Durante el primer año de vida el ce rebro triplica su talla y continúa 

creciendo rápidamente hasta los seis o siete años de edad. 

El crecimiento del cerebro desplaza la cubierta frontal, parietal y 

occipital en presencia de las suturas abiertas. De modo que éste 

estímulo remodela la bóveda y fosa craneana. 

El crecimiento y remodelación de la cara sigue un gradiente 

craneocaudal, avanzando desde la infancia tardía a la adolescencia. 

Comienza en la región superior de la cara, pasando por la zona 

media de la misma hasta la mandíbula. 

El recién nacido de término tiene un peso promedio de 3200 gramos 

a las 40 semanas de gestación, que varía entre 2500 a 4000 gramos. 

La talla promedio es de 50 centímetros, con un rango entre 48 a 53 

cm. El perímetro Cráneo de 35 centímetros, puede ser menor 

después del nacimiento, a causa del amoldamiento que sufre la 

cabeza durante el paso por el canal del parto, cuando este es vía 

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vaginal. El contorno es normal entre el segundo y tercer día. 

Se espera que al mes aumente 600 gramos de peso, 4 centímetros de 

longitud y 2 de perímetro craneal. 

PERÍMETRO CEFÁLICO 

En el recién nacido es de aproximadamente 35cm. 

- A los 6 meses de 44 cm. 

- A los 12 meses de 47 cm. 

- A los 5 años de 50 cm. 

I - FONTANELAS 

Las fontanelas son las "partes blandas" de la cabeza d el recién 

nacido que están en el sitio donde las placas que forman el cráneo 

todavía no se han unido. Los niños menores de un año tienen estas 

"partes blandas", las cuales pueden verse y palparse en la parte 

superior y posterior de la cabeza. Las fontanela s que son 

anormalmente grandes pueden indicar la presencia de una condición 

médica. 

Son los espacios existentes entre los 

huesos craneales y que son parte del 

desarrollo normal. Las fontanelas 

anterior, posterior, esfenoidal y 

mastoidea son aberturas que se cierran 

solas durante el crecimiento normal. 

Las suturas craneales son el tejido fibroso 

que conecta los huesos del cráneo. 

En los sitios donde se encuentran tres o cuatro huesos de la bóveda 

las suturas se ensanchan para formar las fontanelas, de las cuales 

algunas son constantes y otras inconstantes. 


Entre las constantes tenemos: 


1- Fontanela Anterior o Bregmática de forma cuadrangular, situada 

entre los dos parietales y las dos mitades del frontal. 

2 - Fontanela Lambdoidea que ocupa el espacio triangular entre los 

parietales y la concha del occipital. 

3 - Otras fontanelas constantes son la ptérica o anterolateral y la 

astérica o posterolateral. 

Las fontanelas son zonas donde contactan más de 2 huesos, como la 

osificación craneal es membranosa, se produce sobre un tejido 

fibroso y no finaliza hasta después del nacimiento. 

Estos puntos, las fontanelas, son los últimos en cerrarse y son: 

Bregma, es la frontal, biparietal. Cierra entre 1 -3 años. (Hay 

ocasiones en que es bifrontal pues el 10% de la población tiene 

sutura intrafrontal o metóptica) . 

Lambda, es la occipito parietal. Cierra a los 6 meses. 

Pterion, es la frontal-parietal-esfenoidal-temporal. Cierra a los 6 

meses. 

Asterion, es la tempora-parietal-occipital. Cierra al año. 

Las fontanelas inconstantes son la glabelar, metópica, cerebelosa y 

la parietal de Gerdy. 

Pueden aparecer huesos en los lugares donde había fontanelas, son 

los huesos supernumerarios, suturales o wormianos. Es común en 

pterion. Los incas solían tener un hueso sutural en lambda, de ahí 

que se llame hueso inca. 



Las fontanelas son importantes para conocer mediante su palpación 

el estado de la presión intracraneal. Ellas permiten hacer una 

valoración del crecimiento del cráneo y su cierre prematuro 

constituye uno de los signos a tener presente en el diagnóstico de las 

craniosinostosis. La forma correcta de examinarlas es con el niño en 

posición semi-sentada entre las piernas y los brazos de la madre, 

normalmente está deprimida y late. 

La anterior o bregmática debe cerrar entre los 14 y 22 meses, la 

posterior entre el segundo y tercer mes de la vida , la ptérica o 

anterolateral alrededor de los tres meses y la astérica o posterolateral 

en el segundo año. 

El cráneo presenta un crecimiento pasivo y secundari o al 

crecimiento encefálico, con una curva de crecimiento rápido de 85% 

en los primeros 3 años. 

Las suturas no tienen un crecimiento activo y sólo mantienen los 

huesos unidos pero a la vez separados durante este proceso. Sólo 

existe crecimiento real a la manera de cartílago de crecimiento en 

las sincondrosis de la base del cráneo. 

Los huesos del cráneo permanecen separados hasta los 12 a 18 

meses de edad aproximadamente, luego se fusionan y permanecen 

así durante la vida adulta. 

Las fibras (suturas) y espacios que se encuentran entre los huesos 

del cráneo (fontanelas) son necesarias para el desarrollo y el 

crecimiento del cerebro del recién nacido. Durante el parto, la 

flexibilidad de estas fibras permite que los huesos superpongan sus 

bordes, para facilitar el paso de la cabeza a través del canal de parto, 

evitando que el cerebro del recién nacido se comprima y se lesione. 



Durante la 

infancia y la 

niñez, la 

flexibilidad de las 

fibras permite que 

el cerebro crezca 

rápidamente sin 

constricción, al 

tiempo que lo 

protege de los 

impactos menores que recibe la cabeza cuando el recién nacido está 

aprendiendo a levantarla, a voltearse o a sentarse. Si las suturas y las 

fontanelas no fueran flexibles, el cerebro del recién nacido se 

comprimiría dentro de los huesos craneales, no se podría desarrollar 

de una manera adecuada y se ocasionarían lesiones cerebrales. 

La palpación de las suturas y de las fontanelas craneales es una de 

las técnicas utilizada para determinar el crecimiento y el desarrollo 

de los niños, se pueden evaluar la presión intracerebral palpando la 

tensión de las fontanelas, las cuales deben ser planas y firmes. Las 

fontanelas abultadas son indicadoras de un aumento en la presión 

intracraneal, caso en el cual se requieren TAC o IRM y puede ser 

necesaria la cirugía para aliviar el incremento en la presión. Por el 

contrario, las fontanelas hundidas y deprimidas son indicadoras de 

deshidratación. 

Los huesos del cráneo, en especial los de la bóveda craneal, se 

desarrollan en el espesor del tejido conectivo, presentando centros 

de osificación desde los cuales el proceso de formación ósea irradia 

en todas direcciones. Estos centros de osificación quedan 

representados por prominencias óseas. Así, podemos reconocer las 

eminencias frontales, las eminencias parietales, la eminencia 

occipital externa. Estas eminencias óseas son fácilmente 

identificables en el recién nacido, pudiendo ser detectadas in útero 


mediante ecografía. 


El diámetro biparietal mide en el feto de término 9,5 cm. y el 

diámetro occipitofrontal mide 11,5 cm. 

Los huesos del cráneo neonatal están unidos por tejido conectivo, 

existiendo amplios espacios en las zonas donde convergen tres o 

más huesos conocidos como fontanelas. La fontanela anterior o 

bregmática está limitada por los dos hemifrontales y los parietales, 

tiene forma de rombo con una diagonal de 2,5 a 3 cm., es la de 

mayor magnitud y la más tardía en cerrarse, hecho que ocurre 

después del segundo año de vida. La fontanela posterior o 

lamboidea está limitada por los parietales y el occipital, de forma 

triangular, es la primera en cerrarse, a los tres meses de edad. La 

fontanela esfenoidal está limitada por el frontal, parietal, temporal y 

el ala mayor del esfenoides, su cierre ocurre a los seis meses. La 

fontanela mastoidea, está limitada por el temporal, parietal y el 

occipital, cerrándose a los 18 meses de edad. 

La FONTANELA ANTERIOR, también denominada 

Bregmática, se cierra habitualmente antes de cu mplir el 

segundo año. 

La FONTANELA POSTERIOR, o Lambdoidea, suele estar 

cerrada a los dos meses y no siempre es claramente palpable (ni 

siquiera al nacimiento). 

El tamaño (mínimo o excesivo), así como el nivel (elevado o 

deprimido) de las fontanelas, pueden ser indicativos de patología 

muy variada. Lo mismo puede decirse del tamaño del cráneo 

(microcefalia, macrocefalia) o de su forma. 


II – LAS SUTURAS. 


La sutura es una delgada capa de tejido de tipo conjuntivo 

intermedio que se origina entre los huesos y en el cráneo existen dos 

tipos: sindermosis que ocurre en la bóveda y sincondrosis en la base. 

Al nacer las suturas uniformes a tipo solapo no se forman aún con 

bisel interno para la parte ósea y bisel externo para la otra par te que 

se le enfrenta, como se presentan sobre los cráneos secos de adulto, 

en período neonatal los bordes de las suturas son rectilíneos, muy 

débilmente mineralizados, a veces invisibles. A partir de 2 meses, 



los bordes se vuelven netos y comienzan a h acerse muescas en, la 

regular anchura es de cerca de 3 mm., luego de 2 mm a un año. 

Las suturas impares van a convertirse en suturas a muescas: las 

digitalizaciones del sagital, si ellas comienzan a formarse, no 

aparecen realmente imbricadas unas en las otras. Esta coincidencia 

solo aparece a partir de 3 a 6 meses. Las espículas comienzan a 

dibujarse en función de la madurez ósea del cráneo y a dirigirse 

unas hacia las otras. 

Las suturas se palpan como ligeras depresiones hasta que el niño 

tiene en torno a los seis meses de edad. 

Al nacer, la muesca siendo muy poco pronunciada o incluso casi 

inexistentes, las suturas centrales, al igual que las suturas uniformes, 

pueden sufrir dificultades mecánicas, presiones pre o per nativos, o 

incluso postnatales, más concretamente en el prematuros que van a 

producir uno o más solapos. Estos solapos sobre suturas uniformes 

son observables clínicamente en el primer año de vida, son visibles 

sobre los escáneres. 

Al nacimiento las suturas están separad as por tejido conjuntivo de 

tipo mesenquimatoso y entre los seis meses y el año se produce una 

identación, los bordes irregulares se interdigitan quedan 

yuxtapuestos pero no se fusionan . 

Evolutivamente el tejido conjuntivo se va sustituyendo y hacia los 

10 a 13 años las suturas son ocupadas funcionalmente por tejido 

fibroso por lo que se dice que se han cerrado; pero la verdadera 

osificación no ocurre hasta la cuarta o quinta década de la vida. 

En total existen 37 suturas craneales, 7 de ellas son inco nstantes y 

las que son clínicamente significativas se disponen de la siguiente 

forma: 



Cuando no existe solapo o coincidencia, las sutur as son separadas 

por unas amplias zonas membranosas de tamaño variable. 

El estudio radiológico pone de manifiesto que al nacer el tamaño de 

las zonas suturales de la lambdoidea varía entre 1,5 y 11 mm.; 

puede alcanzar hasta 17 mm. A partir del primer mes las suturas 

comienzan su cierre de manera progresiva. 

- A dos meses, la anchura sutural puede representar 3 mm o menos. 

- A tres años la anchura sutural e de 2 mm. 

- Antes de la edad de 3 a 5 años, todo cierre prematuro es raro. Es 

potencialmente portadora de deformaciones significativas y a que el 

desarrollo cerebral solo representa un 80% del cerebro de 

importancia adulto. 

A - METÓPICA. 

Se borra a 18 meses. Es muy frecuente que una de las dos porciones 

de la escama del frontal coincide con otra. En la primípara cuando 

el feto tiene una cabeza pronunciada en el último trimestre, esta 

adaptación es muy frecuente. 

En este caso el hemifrontal inferior parece a menudo más pequeño, 

no es la realidad. Está sobre todo inferior, posterior y volviendo a 

entrar con relación con su homólogo del lado opuesto. 

Generalmente el pterión homolateral presenta un grado de solapo 

más importante que el pterión opuesto. Estos fenómenos van a 

menudo a dar la impresión que el ala esfenoidal mayor , aún muy 

membranoso, podría tener poco lugar para expandirse 

posteriormente en función de las dificultades más importantes por 

una parte con relación al otro. 

B - SAGITAL. 

Está unida hacia 2 años. Como en la metópica, un parietal puede 

pasar debajo del otro, en el asinclitismo. En caso de paro de 

progresión en el estrecho medio, la mano obstétrica puede aumentar 



este solapo para obtener una reducción del diámetro contratado. 

Este fenómeno puede producirse en la instalación de fórceps. 

Puede también existir una inversión de solapo entre la parte y el 

frente. 

Se puede encontrar, bastante raramente, una cresta sagital sobre la 

totalidad o parte de la sutura. Los dos bordes suturales se orientan 

hacia el exterior. Esta cresta no es perfectamente simétrica y un 

parietal aparece cubrir ligeramente más que el otro. 

C - CORONAL. 

Está unida hacia 3 años. Existe grandes variaciones, entre dos 

recién nacidos a la misma edad gestacional. Esta variación puede 

también observarse clínicamente entre la coronal derecha y la 

coronal izquierda sobre el mismo paciente. 

El parietal puede cubrir sobre 1/3 a 2/3 de la coronal lateral, a partir 

del pterión. La longitud de las zonas cubiertas y la importancia del 

solapo parecen depender del grado de compresión aplicado a la zona 

epiptérica y a la escama frontal homolateral, en función de las 

fuerzas ejercidas ante o intraparto. 

No es posible probar la movilidad que la parte lateral de la coronal, 

parietal cubriendo el frontal, la parte medial es completamente 

membranosa y corresponde a la fontanela bregmática. La 

membrana sutural, osificándose progresivamente bajo la extensión 

de los frentes osteogénicos de los hemi frontales, va progresivamente 

a cubrir los parietales sobre su parte interna. 

Más tarde el eje estefanión/asterión podría tener direcciones muy 

fluctuantes en función del solapo existente al nacer vinculado a las 

distintas dificultades sufridas por las zonas craneales específicas. 

El estefanión es un punto craneométrico que no está descrito en el 

recién nacido. En los estudios anatómicos de cráneos adultos, es a 

menudo constatado a este nivel un hueso wormiano. 



Problemas planteados por la frontoesfenoidal y la 

esfenotemporal. 

Toda esta parte es en gran medida membranosa, difícil a estudiar a 

parte en algunos recién nacidos . La escama temporal no está 

desarrollada, el ala mayor del esfenoides parece desaparecer bajo el 

frontal y parietal vecinos. El método de organización del pterión va 

a determinar el tipo de solapo óseo de los 4 huesos: parietal, 

frontal, esfenoides y temporal. 

D - LAMBDOIDEA. 

En el estudio de la fontanela lambdoidea o fontanela menor, los 

distintos métodos de adaptación del hueso inter parietal se hace 

sobre o bajo los parietales. Clásicamente, está descrito que la punta 

occipital viene a cubrir los parietales. La mecánica obstétrica y la 

observación clínica ponen de manifiesto que este solapo puede a 

menudo invertirse. 

E - SUTURA DE MENDOSA. 

Cuando el hueso de Keckring pasa bajo los parietales, puede 

producirse una plicadura en la sutura de Mendosa. Allí aún, puede 

existir una posibilidad de formar otro hueso wormiano, el hueso 

apicis. Será independiente del supraoccipucio y parece tener un 

bisel occipital externo en las 2 lambdoideas. Las partes 

lambdoideas corresponsales del parietales tendrán un bisel interno. 

Si el solapo invertido es unilateral, existirá un hueso lambdoideo 

(wormiano) al cambio de bisel entre el hueso interparietal y el 

supraoccipucio del lado donde el hueso interparietal está colocado 

bajo el parietal homolateral. 

F - OCCIPITOPARIETAL. 



Clásicamente, está descrito que la escama occipital y supraoccipital, 

van a cubrir los dos parietales, excepto en su parte inferior donde la 

porción mastoides viene a cubrir el ángulo parietal posteroexterna, 

en su desarrollo postnatal. 

La observación clínica puede evidenciar un solapo occipital de 

varios milímetros al nacer, pero el occipucio no es]siempre superior. 

Al igual que la lambdoica , el supraoccipital puede pasar bajo el 

parietal, sobre toda la longitud de la lambdoidea y de la 

occipitoparietal, de manera o unilateral o bilateral. Puede entonces 

existir una inversión completa del solapo. En este caso, existe 

frecuentemente un hueso wormiano en el asterión. 

A la parte inferior, la sutura parietomastoidea no existe aún al nacer. 

Corresponde a la fontanela asterisca y es la lámina mastoidea que 

vendrá a cubrir el parietal. 

G - PARIETOESCAMOSA. 

La parte membranosa de la escama se extiende sobre una amplia 

zona parietal. Normalmente, la escama cubre el parietal sobre la 

mayoría de la longitud de la sutura. 

Uno de los primeros signos clínicos de orientación hacia una 

patología cerebral prenatal es la presencia de una cresta acuminada 

sobre la sutura parietoescamosa a partir del nacer Este cojín 

escamoso puede aparecer más tarde en el primer mes. Si esta cresta 

es presente precozmente, firma con el palacio ojival y el pulgar 

adductus un sufrimiento fetal. 

Las partes dístales de la parietoescamosa están en relación directa 

con el asterión y el pterión hacia delante, al nacer estas zonas son 

normalmente enteramente membranosas. No es posible prever las 

inversiones de bisel que van a definirse durante el desarrollo 

postnatal y en los primeros años en las zonas asterisc a y epiptérica. 

H - SUTURA ESFENOESCAMOSA. 



La presencia de la fontanela epiptérica no permite definir en el nacer 

lo que será de la articulación entre el ala mayor esfenoidal y la 

escama temporal . 

III - PRESIONES QUE RECIBE LA CABEZA 

FETAL. 

Durante el parto la cabeza fetal va a sufrir presiones 

aproximadamente de 17 a 23 kg de fuerzas a las cuales se añaden las 

resistencias impuestas por la apertura progresiva del cuello y por el 

canal óseo. 

A estas fuerzas se añade, según los tipos de empujes, o no, la 

resistencia del diafragma pélvico y perineo. 

El eje de empuje transmitido por el raquis, mediante los condílos 

occipitales, a la cabeza fetal va a ser más o menos eficaz. 

En la expulsión en OP, el empuje, según un eje central, transmite 

biomecánicamente la fuerza hacia los condílos colocados 

anteriormente (2 anteriores) o posteriormente (2 posteriores).

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