Informe Pericial
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<strong>Pericial</strong> relativa a<br />
la Fundación Joxemi Zumalabe<br />
y su relación con los movimientos<br />
sociales<br />
en el País Vasco<br />
Junio 2005
ÍNDICE<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
1. OBJETO, ESTRUCTURA Y FUENTES DEL INFORME PERICIAL......................... 2<br />
2. INTRODUCCIÓN. PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO ALTERNATIVO .............. 3<br />
3. ELEMENTOS ACIENTÍFICOS DE LA PERICIAL POLICIAL ............................... 6<br />
3.1. Confusión de roles .............................................................................. 6<br />
3.2. Confusión de planos de conocimiento en el análisis de la realidad. ............. 7<br />
3.3. Confusión metodológica....................................................................... 7<br />
4. DISCUSIÓN DE LAS HIPÓTESIS Y ARGUMENTOS DE LOS INFORMES<br />
POLICIALES........................................................................................... 9<br />
4.1. En cuanto a la constitución de los movimientos o de las redes de<br />
movimientos sociales .............................................................................. 9<br />
4.2. En cuanto a la acción de los movimientos sociales en un sistema político<br />
democrático......................................................................................... 11<br />
4.3. En cuanto a la identidad de los movimientos sociales y populares en el País<br />
Vasco ................................................................................................. 12<br />
4.4. En cuanto a las relaciones entre movilización social y ETA ...................... 13<br />
5. LA ESTRATEGIA ORGANIZATIVA DEL MLNV, LA FUNDACIÓN JOXEMI<br />
ZUMALABE Y ASK.................................................................................... 21<br />
5.1. Origen, estructura jurídica, gestión y economía de la Fundación Joxemi<br />
Zumalabe............................................................................................ 22<br />
5.2. Fines y filosofía de la Fundación Joxemi Zumalabe................................. 23<br />
5.3. Actividades principales de la Fundación................................................ 23<br />
5.4. Caracterización de ASK: estructura y funcionamiento. Análisis comparativo<br />
con la Fundación Joxemi Zumalabe. ........................................................ 26<br />
6. LA FUNDACIÓN JOXEMI ZUMALABE Y LA DESOBEDIENCIA CIVIL................ 31<br />
6.1. En cuanto a la desobediencia civil, en general....................................... 31<br />
6.2. Contexto de la Desobediencia Civil en el País Vasco............................... 31<br />
6.3. Actividades concretas de la Fundación Joxemi Zumalabe en relación a la<br />
Desobediencia Civil............................................................................... 33<br />
6.4. Interpretación pericial de las actividades de la Fundación en relación a la<br />
cuestión de la complementariedad entre la Desobediencia Civil y la violencia al<br />
servicio de objetivos políticos ................................................................. 39<br />
1
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
7 EN RELACIÓN CON LA PONENCIA PIZTU .................................................. 44<br />
7.1. El instrumento metodológico: análisis de marcos .................................. 45<br />
7.2. El discurso de “Piztu” ........................................................................ 46<br />
7.3. El discurso y enmarque de ETA........................................................... 51<br />
8. CONCLUSIONES DEL INFORME PERICIAL................................................ 54<br />
8.1. Sobre La Fundación Joxemi Zumalabe, el MLNV y ETA ........................... 54<br />
8.2. Sobre la Fundación Joxemi Zumalabe y la Desobediencia Civil................. 55<br />
8.3. Sobre el Documento Piztu.................................................................. 56<br />
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................ 57<br />
CURRICULA DE LOS PERITOS. .................................................................. 57<br />
1
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
1.Objeto, estructura y fuentes del informe pericial<br />
El presente informe pericial sociológico ha sido elaborado con la finalidad de<br />
analizar la naturaleza, estructura y funcionamiento de algunas de las realidades<br />
sociales encausadas en el sumario 18/98. Especialmente, se trataría de describir<br />
la complejidad del ciclo de protesta vasco iniciado en los años sesenta del pasado<br />
siglo, deslindando los diversos ámbitos sociales y organizacionales implicados en<br />
dicho ciclo.<br />
Con este objetivo, en primera instancia, el informe propone un conjunto de<br />
premisas metodológicas indispensables para alcanzar un conocimiento cabal de<br />
la realidad socio-política que nos ocupa, arrumbando acercamientos analíticos<br />
que pudieran ser definidos como apresurados, cuando no sesgados o<br />
peligrosamente generalizadores.<br />
En segunda instancia, partiendo del estudio de la naturaleza íntima del<br />
denominado movimiento de liberación nacional vasco (MLNV), el informe tratará<br />
de definir y comparar la estructura y funcionamiento de organizaciones como<br />
ASK y la Fundación Joxemi Zumalabe, en orden a destacar su distinta<br />
naturaleza.<br />
Seguidamente se realizará un estudio pormenorizado de las actividades de la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe, especialmente las relacionadas con la cuestión de<br />
la Desobediencia civil. En este sentido, se caracterizarán las campañas de<br />
movilización que conforme a tal título se han desarrollado en el País Vasco en los<br />
últimos años, con la finalidad de comprender el contexto teórico y práctico en el<br />
que se han desarrollado las actividades de la Fundación Joxemi Zumalabe<br />
relacionadas con la desobediencia civil.<br />
Finalmente, al hilo de esta última cuestión, se efectuará un análisis profundo del<br />
documento o ponencia “Piztu”, destacando su filosofía de base, perfectamente<br />
acorde con la tradición y parámetros de la desobediencia civil clásica, entendida<br />
como una forma de acción política no violenta.<br />
Con este fin, se ha adoptado el instrumental propio del estudio científico de los<br />
movimientos sociales, disciplina sociológica en la que los peritos pueden<br />
considerarse expertos. Del mismo modo, el análisis de las cuestiones relativas a<br />
la Desobediencia civil será enriquecido por perspectivas periciales<br />
complementarias, como la criminológica o la relativa al análisis del discurso.<br />
En cuanto a las fuentes de investigación utilizadas en este informe, partimos del<br />
profundo conocimiento que estos peritos sociólogos tienen de la realidad<br />
movimentista vasca, tal y como puede fácilmente comprobarse atendiendo a su<br />
amplio recorrido académico e investigador en la materia.<br />
En todo caso, las investigaciones a las que hacemos referencia han combinado<br />
el análisis documental y bibliográfico con testimonios directos de<br />
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<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
decenas de militantes de los movimientos sociales vascos obtenidos a<br />
través de entrevistas en profundidad realizadas ad hoc.<br />
Además, en lo que se refiere concretamente al contenido de este informe, los<br />
peritos han podido analizar fuentes documentales directas provenientes de<br />
organizaciones como ASK o KAS, y la mencionada Fundación Joxemi Zumalabe.<br />
En esta labor, se han utilizado tanto los documentos citados por los informes<br />
policiales como otros que han sido preteridos por aquellos, con la finalidad de<br />
obtener una visión más integral de las organizaciones y actividades encausadas<br />
en este juicio.<br />
2
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
2. Introducción. Planteamiento metodológico<br />
alternativo<br />
Las graves acusaciones que están en la base del proceso abierto contra la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe se fundamentan esencialmente en sendos informes<br />
elaborados por el Servicio de Información de la Guardia Civil y la Unidad Central<br />
Información de la Policía Nacional en los que más allá de la consignación de<br />
hechos concretos, como exigiría su carácter de atestado, se realizan<br />
interpretaciones sociológicas de la realidad conforme a metodologías y criterios<br />
que, pretendiendo serlo, son poco o nada sociológicos.<br />
Quienes suscribimos el presente informe pericial, profesionales de la Sociología y<br />
de la Ciencia Política con un extenso curriculum docente e investigador,<br />
afirmamos que la pretensión de hacer pasar dichos informes policiales por<br />
informes periciales de carácter sociológico y politológico es claramente abusiva.<br />
Como intentaremos aclarar en las páginas siguientes, dichos informes no reúnen<br />
las características exigibles a un trabajo sociológico. Frente a lo sostenido por<br />
ellos, nos proponemos aproximarnos a los mismos hechos en ellos abordados<br />
desde una metodología conforme a las reglas de las Ciencias Sociales.<br />
La sociología y la ciencia política son disciplinas científicas en el sentido de que<br />
implican métodos de investigación sistemáticos, el análisis de datos, y el examen<br />
de teorías a la luz de la evidencia y de la discusión lógica. El hecho de estudiar<br />
los seres humanos, es diferente de observar los sucesos del mundo físico, por lo<br />
que ni el marco lógico ni los descubrimientos de la sociología o la Ciencia política<br />
pueden entenderse adecuadamente desde las comparaciones con la vida natural.<br />
La principal diferencia puede ser formulada así: “Al investigar la vida social<br />
tratamos con actividades significativas para las personas que se dedican a ellas.<br />
A diferencia de los objetos de la naturaleza, los seres humanos son seres<br />
autoconscientes que confieren sentido y finalidad a lo que hacen”. 1<br />
Es esta una cuestión clave para la práctica de las ciencias sociales en general, y<br />
para el caso que en estos momentos nos ocupa en particular.<br />
El análisis científico de la realidad social debe tener en cuenta no sólo los hechos<br />
–lo que la gente hace– sino también los significados que la gente confiere a sus<br />
comportamientos. Y ello por dos razones:<br />
a) Porque tales significados son parte de la realidad social y desconocerlos<br />
supone desconocer una parte de esa realidad.<br />
b) Y, sobre todo, porque no tener en cuenta "el sentido mentado y subjetivo<br />
de los sujetos de la acción" (Max Weber) entraña el riesgo de imponer<br />
nuestra propia interpretación de los hechos que analizamos,<br />
incluso en contra del significado que los propios sujetos en<br />
cuestión confieren a sus acciones y comportamientos.<br />
1 GIDDENS Anthony (1991), Sociología, Alianza, Madrid, p. 55.<br />
3
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
No hace falta decir que el significado que las personas otorgan a sus<br />
comportamientos no se desprende tan sólo de lo que éstas dicen de sí mismas.<br />
Comprender no significa aceptar acríticamente el sentido que los actores dicen<br />
conferir a sus acciones. Comprender significa, sencillamente, permitir que el<br />
significado que las personas dan a sus actos aflore con la mayor nitidez posible,<br />
a partir de los hechos de los que se tiene constancia, sin verse oscurecido por la<br />
interpretación que el analista hace de esos mismos actos.<br />
Cabe sostener que esta actitud, que el analista debe mantener escrupulosamente<br />
cuando se enfrenta a los comportamientos de otros seres humanos, representa<br />
la primera regla del análisis científico de los hechos sociales.<br />
Y es aquí precisamente donde encontramos la primera y fundamental quiebra<br />
en los informes policiales relativos a la Fundación Joxemi Zumalabe2 :<br />
1) En ningún momento se recoge y se clarifica el sentido que las personas<br />
que componen dicha Fundación confieren a su propia acción para<br />
contrastarlo con los hechos. Y ello a pesar de que, como veremos más<br />
adelante, todas las actuaciones de la Fundación Joxemi Zumalabe se han<br />
desarrollado en el ámbito público, y todas ellas han ido acompañadas de<br />
una abundante reflexión y explicación por parte de sus promotores.<br />
2) Al no tener en cuenta la interpretación que los sujetos en cuestión otorgan<br />
a sus acciones, desde el principio se ha impuesto una interpretación<br />
exterior a los propios sujetos actuantes, sin preocuparse por el hecho<br />
de que el sentido explícito que los actores daban a sus acciones explicaba<br />
éstas de modo notablemente más coherente. De modo que la realidad de<br />
los hechos probados se entiende de forma más plausible atendiendo a lo<br />
que los propios actores afirman acerca de su actividad que partiendo de la<br />
interpretación contenida en los informes policiales.<br />
Frente a esta interpretación abusiva, absolutamente inaceptable desde la<br />
perspectiva de la metodología de las ciencias sociales, este equipo de peritos<br />
compuesto por expertos en el análisis sociológico y politológico de la realidad<br />
considera fundamental reconocer, como punto de partida para el análisis,<br />
que la Fundación Joxemi Zumalabe es lo que de sus documentos y actos<br />
se deduce que es, y no lo que desde una interpretación abusiva, por impuesta<br />
exteriormente, se dice que es.<br />
Por supuesto, la Fundación Joxemi Zumalabe puede ser lo que dicen sus papeles<br />
o puede no serlo; puede ser lo que dicen otros actores de ella (partidos políticos,<br />
otras organizaciones sociales o fundaciones, los servicios de información de la<br />
Guardia Civil o, incluso, la propia ETA) o puede no serlo. Por eso es fundamental<br />
un análisis riguroso de las actividades que desarrolla, de los colectivos con que<br />
tiene relación de actividad documentada, y de los textos que dan cuenta de esas<br />
relaciones. Lo que diga un partido político, otra fundación o una organización<br />
como ETA de la Fundación Joxemi Zumalabe no puede ser la base exclusiva que<br />
nos sirva para caracterizar su identidad. El análisis de sus documentos, de sus<br />
actividades internas y externas, de sus relaciones, de las redes en las que<br />
desarrolla su trabajo, de sus discursos ideológicos, etc. nos dará cuenta de su<br />
perfil real, que es lo que nos interesa; y no sólo de cómo es vista por otros<br />
2 Los informes policiales a los que se hace aquí referencia son los elaborados a lo largo de la instrucción en<br />
relación con la Fundación Joxemi Zumalabe, La desobediencia civil y los movimientos sociales y populares por<br />
la Unidad Central de Información (UCI) de la Comisaría General de Información de la Policía nacional y del<br />
servicio de Información de la Guardia Civil<br />
4
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
actores u organizaciones ajenos a sus actividades fundamentales, que<br />
normalmente tienden a tener una visión limitada o parcial, cuando no interesada<br />
o deformada.<br />
5
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
3. Elementos acientíficos de la pericial policial<br />
Teniendo muy presente todo lo anteriormente dicho, en este apartado nos<br />
proponemos profundizar en los elementos acientíficos que, desde nuestro punto<br />
de vista, existen en los informes periciales sobre la Fundación Joxemi Zumalabe.<br />
En concreto, nos centraremos en tres confusiones que de ninguna manera<br />
pueden ser dadas por buenas:<br />
-Una confusión de roles<br />
-Una confusión metodológica<br />
-Una confusión de planos de conocimiento en el análisis de la realidad<br />
3.1) Confusión de roles<br />
Desde un punto de vista académico es difícil sostener que un informe elaborado<br />
por servicios policiales sobre la realidad de los movimientos sociales y sus<br />
diferentes organizaciones, familias y redes represente una visión meramente<br />
técnica y objetivable.<br />
Cualquier analista profesional de los sistemas políticos y de los diferentes actores<br />
que concurren en ellos en interacción, considera a los cuerpos policiales un actor<br />
más en ese ámbito que debe ser objeto de estudio, ya que tiende a establecer<br />
relaciones de conflicto con unos actores y de colaboración con otros (policying of<br />
the social protest).<br />
Como señala Donatella della Porta, 3 el contexto político o estructura de<br />
oportunidad política en el que se desenvuelve la acción colectiva de los<br />
movimientos sociales está condicionado por un conjunto de variables entre las<br />
cuales destaca la propia estructura institucional del Estado, las estrategias de los<br />
agentes gubernamentales y las de los agentes sociales o políticos que pueden ser<br />
considerados aliados del movimiento. Las dos primeras variables constituyen el<br />
denominado “sistema de conflicto” del movimiento social, en la medida en que<br />
muestran las características tanto estructurales como estratégicas de sus<br />
oponentes. En efecto, aunque en ocasiones el Estado puede ser un aliado de<br />
determinados movimientos sociales, normalmente aparece como un adversario<br />
de la protesta social. En el ámbito del estudio científico de la actuación<br />
gubernamental respecto de los movimientos sociales, el análisis de la policying o<br />
respuesta policial a la protesta –lo que en terminología movimentista se<br />
denominaría “represión policial de la protesta”– es una de las líneas de<br />
investigación más prometedoras en orden a definir el contexto político del<br />
movimiento. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, a modo de primer<br />
nivel burocrático, en la calle (street-level burocrats), y convertidos en los<br />
3 DELLA PORTA Donatella (1999), “Movimientos sociales y Estado: algunas ideas en torno a la represión<br />
policial de la protesta”, en D. McAdam, J. D. Mcarthy, Mayer N. Zald. (eds): Movimientos sociales. Perspectivas<br />
comparadas, Istmo, Madrid.<br />
6
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
representantes más directos de la acción gubernamental frente a la sociedad civil<br />
que protesta, están directamente inmiscuidos en esa interacción, son parte<br />
implicada y activa, nunca neutral o desinteresada.<br />
La legítima investigación policial sobre hechos que podrían convertirse en indicios<br />
que sustentaren un proceso penal no debería confundirse –y degradarse en tal<br />
confusión– con una investigación pseudo-sociológica que pretende convertir a su<br />
autora, la policía, en un perito imposible, y a su contenido, mera hipótesis<br />
sociológica, en pretendido indicio penal, devenido, por ende, en inconsistente e<br />
irrelevante.<br />
3.2. Confusión metodológica<br />
Tiene que ver con lo que hemos expuesto en la Introducción metodológica.<br />
La investigación sociológica es la base de la acusación, sin embargo la<br />
metodología utilizada es claramente limitada e inadecuada. Las herramientas<br />
técnicas y metodológicas necesarias para recabar información válida y fiable<br />
sobre un determinado fenómeno y los actores que lo protagonizan, deben servir<br />
para exponer datos contrastados sobre episodios de la realidad que han acaecido<br />
de una determinada manera y que nos dan pie a inducir una caracterización del<br />
fenómeno y de los actores protagonistas. Es por ello que, por un lado, la<br />
ausencia de datos objetivables y la ausencia de contraste de la información<br />
aportada con sujetos que podrían ratificar o no ratificar esa información; así<br />
como la ausencia de un análisis de contenido debidamente referenciado y<br />
comparado de los documentos escritos que se aluden como prueba para<br />
establecer relaciones y conexiones, hacen que desde el punto de vista técnico y<br />
metodológico la debilidad de los informes policiales sea manifiesta.<br />
3.3. Confusión de planos de conocimiento en el análisis de la<br />
realidad<br />
En el informe de la pericial policial la realidad penal se pretende asentar sobre<br />
una realidad sociológica que, como luego veremos, ha sido construida de forma<br />
arbitraria ya que se basa en inferencias erróneas que no prueban científicamente<br />
ningún hecho. Pero un conjunto de argumentos verosímiles no constituyen una<br />
inferencia causal, el menos desde los parámetros científicos. Es decir, sobre un<br />
análisis de la realidad sociológica de los movimientos sociales en el País Vasco<br />
que es manifiestamente simplificador y tergiversador, se pretende poner base<br />
definitoria de una acusación penal, lo cual, por sus consecuencias es<br />
especialmente grave. La confusión de planos aplicables a la realidad social es<br />
evidente; lo que es cierto penalmente debe serlo también<br />
sociológicamente, pero lo que no es cierto sociológicamente es<br />
imposible que lo sea penalmente.<br />
Esa confusión de planos en los informes de la pericial policial, aún siendo la más<br />
grave, no es la única; ya que en un análisis mínimamente riguroso los planos<br />
teóricos, hipotéticos y empíricos deben ser claramente diferenciados y puestos<br />
en relación con un mínimo de consistencia y fidelidad a la realidad. Tal y como<br />
7
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
veremos más adelante, los informes policiales mezclan planteamientos<br />
apriorísticos que pretenden poner base a hipótesis que presuntamente quedan<br />
probadas en la realidad de los hechos, sin embargo, ni los hechos relatados<br />
permiten confirmar las hipótesis, ni éstas están sólidamente planteadas; lo cual<br />
lleva a una lectura de la realidad descontextualizada e incompleta, y por lo tanto<br />
errónea.<br />
A continuación profundizaremos en este punto.<br />
8
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico /<br />
4. Discusión de las hipótesis y argumentos de los<br />
informes policiales<br />
4.1. En cuanto a la constitución de los movimientos o de las<br />
redes de movimientos sociales<br />
Habría que empezar diciendo que no todo lo que se mueve en la sociedad puede,<br />
automáticamente, considerarse “movimiento social”. En nuestras sociedades,<br />
afortunadamente, abundan los movimientos, las movilizaciones y hasta las<br />
“movidas”, sin que se constituyan en movimiento social (ni tengan por qué<br />
hacerlo).<br />
Una definición muy genérica de movimiento social podría ser la siguiente: un<br />
movimiento social es un actor colectivo que interviene en el proceso de cambio<br />
social. 4 A pesar de su generalidad, esta primera aproximación ya nos ofrece<br />
algunos criterios para iniciar un desbroce del terreno sobre el que vamos a<br />
caminar en este apartado.<br />
Un movimiento social no es, según esto, un simple “medio” para el cambio<br />
social, sino un actor colectivo, un conjunto de individuos ligados entre sí con el<br />
fin de influir sobre los procesos sociales. Ciertamente, caben muy distintas<br />
formas de organización, pero el movimiento es más que su propia organización.<br />
En segundo lugar, aunque no se exige que los movimientos sean<br />
“revolucionarios”, sí se está diciendo que su orientación fundamental se dirige a<br />
la acción, buscando provocar o impedir cambios sociales. Recurriendo a una<br />
expresión muy socorrida, con los movimientos sociales ocurre como con las<br />
bicicletas: en el momento en que se deja de pedalear, se caen.<br />
Sin modificarla sustancialmente, el propio Raschke complementa esta definición:<br />
Un movimiento social es un actor colectivo movilizador que, con cierta<br />
continuidad y sobre las bases de una alta integración simbólica y una escasa<br />
especificación de su papel, persigue una meta consistente en llevar a cabo, evitar<br />
o anular cambios sociales fundamentales, utilizando para ello formas<br />
organizativas y de acción variables. Según esto, las características de un<br />
movimiento social son las siguientes:<br />
- una orientación fundamental hacia la acción, lo que lo diferencia de la pura<br />
crítica;<br />
- una cierta continuidad en el tiempo, lo que lo diferencia de los simples<br />
episodios de movilización;<br />
- un elevado sentimiento de pertenencia, un “nosotros” que permite diferenciar<br />
entre quienes pertenecen al movimiento y quienes no;<br />
- una escasa formalización de sus roles organizativos que permite múltiples y<br />
cambiantes formas de participación, lo que lo diferencia de organizaciones<br />
formales como los partidos;<br />
- una orientación hacia la transformación social.<br />
4 RASCHKE Joachim (1994), “Sobre el concepto de movimiento social”, en Zona Abierta, nº 69, p. 122.<br />
9
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 10<br />
Pero estamos hablando de movimientos sociales alternativos, lo que aún nos<br />
complica más su caracterización. Los movimientos sociales que aquí nos van a<br />
interesar son aquellos que se plantean su lucha en relación con elementos<br />
fundamentales de la estructura social actual. Alberto Melucci nos ofrece una<br />
caracterización sencilla pero que recoge las dimensiones fundamentales de un<br />
movimiento social alternativo:<br />
a) Se trata de una forma de acción colectiva que implica la existencia de<br />
solidaridad entre sus componentes, esto es, de un reconocimiento mutuo entre<br />
los actores en cuanto que se sienten parte de una unidad social.<br />
b) Esta implicado en un conflicto y, de esta manera, se encuentra en oposición a<br />
un adversario que hace valer su derecho por los mismos bienes o valores.<br />
c) Sus objetivos rompen los límites de compatibilidad de un sistema, presionando<br />
sobre sus límites de tolerancia y empujando al sistema más allá del nivel de<br />
cambios que podría aceptar sin alterar su estructura. 5<br />
Hemos acotado en alguna medida el espacio de los movimientos sociales,<br />
diferenciándolos de otras variadas formas de movilización colectiva en las<br />
sociedades industriales avanzadas, pero aún es un espacio excesivamente<br />
abierto. La cuestión es: ¿podemos concretar más el concepto de movimiento<br />
social alternativo, con el fin de poder utilizarlo en la práctica de manera<br />
inequívoca?<br />
En esta tarea, resulta sugerente el planteamiento de Ann Swidler según el cual<br />
conviene concebir a los movimientos sociales como una trama más o menos<br />
estructurada de redes y organizaciones que se encuentran inmersas en<br />
persistentes subculturas activistas, capaces de mantener vivas las tradiciones<br />
emancipatorias necesarias para mantener y revitalizar el activismo a pesar de los<br />
periodos de inactividad que a menudo sufren los movimientos. Estas subculturas<br />
emancipatorias funcionan como auténticas cajas de herramientas, como reservas<br />
de elementos culturales a los que las sucesivas generaciones de activistas<br />
pueden recurrir para poner en marcha sus movimientos en cada momento<br />
histórico.<br />
La mayoría de los análisis sobre los movimientos sociales prescinden de tomar en<br />
consideración esta perspectiva “subterránea”, la única que nos permite descubrir<br />
el hilo rojo (o roji-verdi-lila) que relaciona entre sí iniciativas y movilizaciones<br />
procedentes de estructuras organizativas diversas. Así mismo, sólo desde esta<br />
perspectiva podemos superar las visiones coyunturales e inmediatistas de la<br />
movilización social, incapaces de percibir otra cosa que los "picos" de<br />
movilización, que los momentos de explosión movilizadora, sin caer en la cuenta<br />
de que tales momentos de acción son el resultado "objetivado" (en ocasiones,<br />
además, objetivado a través de su reflejo en los medios de comunicación) de<br />
toda una auténtica fábrica de relaciones y significados, de un proceso interactivo<br />
que es la base de la acción visible. 6<br />
De lo dicho cabe sostener dos afirmaciones, fundamentales para el caso que<br />
estamos abordando:<br />
5 MELUCCI Alberto (1989), Nomads of the Present. Social Movements and Individual Needs in<br />
Contemporary Society, Temple University Press, Philadelphia.<br />
6 MELUCCI Alberto (1994), "¿Qué hay de nuevo en los nuevos movimientos sociales?", en E. Laraña y J.<br />
Gusfield (eds.), Los nuevos movimientos sociales. De la ideología a la identidad, CIS, Madrid.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 11<br />
a) Un movimiento social concreto puede, desde la perspectiva del analista, ser<br />
considerada como parte de un complejo de acción o de reivindicación más<br />
amplio. Desde esta perspectiva, el analista puede, desde fuera del<br />
movimiento, plantear como hipótesis la pertenencia de un movimiento o de una<br />
organización social en concreto a una red más amplia de reivindicaciones,<br />
acciones o fines.<br />
b) Pero lo que no puede hacer el analista es confundir esta perspectiva ad extra<br />
con lo que el movimiento o la organización piensan y dicen de sí mismos. No<br />
cabe la pertenencia implícita o inconsciente. No cabe adjudicar desde fuera<br />
identidades, objetivos o fines que el propio movimiento no afirma como suyos.<br />
Ni caben, como se sostiene en las conclusiones definitivas del Servicio<br />
de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de San Sebastián<br />
respecto de la Fundación Joxemi Zumalabe, “vinculaciones genéricas” de<br />
una organización social concreta con un entramado movimentista más<br />
amplio.<br />
Cualquier afirmación de este tipo sólo puede ser, en el mejor de los casos, una<br />
hipótesis de trabajo que habrá de ser sometida a un riguroso proceso de<br />
verificación mediante la aplicación de las reglas del método científico. Y no hay<br />
que olvidar que, como hemos señalado al principio de estas páginas, un<br />
elemento imprescindible para la verificación (o no) de este tipo de hipótesis es la<br />
interpretación que los propios actores sociales hacen, explícitamente, de su<br />
naturaleza y su práctica social, sin que pueda aceptarse, como punto de partida,<br />
la imposición desde fuera de cualquier otra interpretación.<br />
4.2. En cuanto a la acción de los movimientos sociales en un<br />
sistema político democrático<br />
Cuando hablamos de movimientos sociales o movimientos populares estamos<br />
hablando de un tipo específico de acción colectiva que se caracteriza<br />
precisamente por problematizar y cuestionar normas, valores y pautas de<br />
actuación vigentes en la sociedad y en el sistema político, expresando disidencia<br />
y conflicto respecto a esos valores y pautas establecidos. En muchos casos esa<br />
disidencia se lleva hasta el punto de desafiar la legitimidad del orden<br />
establecido, ya que definen unos objetivos que van más allá de lo contemplado<br />
en el orden jurídico (históricamente, el caso de las luchas por el derecho a voto<br />
de las mujeres en el movimiento sufragista o, más recientemente, la insumisión<br />
al servicio militar obligatorio). Tal y como puede apreciarse en ambos ejemplos,<br />
el derecho a voto de las mujeres es ya una realidad y también la abolición del<br />
servicio militar obligatorio, de forma que en las democracias occidentales la<br />
pluralidad ideológica y la disidencia política expresada con reivindicaciones que<br />
van más allá de lo recogido en el marco juridico-político vigente, es considerado<br />
un síntoma de vitalidad democrática y dinamismo político.<br />
Por todo ello, aseverar, como lo hace el informe pericial policial, que “el<br />
mero enfrentamiento al estado.... les asimila, acerca e integra en el<br />
MLNV y en ETA”, es algo totalmente fuera de lugar cuando estamos<br />
hablando de la forma de acción colectiva denominada movimientos<br />
sociales.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 12<br />
4.3. En cuanto a la identidad de los movimientos sociales y<br />
populares en el País Vasco<br />
La tesis central de la pericial policial es que tanto la Fundación Joxemi Zumalabe,<br />
como otras iniciativas y organizaciones que trabajan en el ámbito de los<br />
movimientos sociales en el País Vasco (como ABK, ENA, EUDIMA; MALATXA; BAI<br />
EUSKAL HERRIARI; SAE; ESAIT; UEMA; EHE; A-8 Doan y Santi Brouard Taldea)<br />
plantean sus reivindicaciones específicas y desarrollan su labor social de forma<br />
totalmente supeditada a la dirección de ETA. No sólo eso: además de todas esas<br />
organizaciones e iniciativas tan variadas, según la pericial policial, es todo el<br />
ámbito de los movimientos sociales críticos en el País Vasco el que está<br />
supeditado a ETA; todo lo planea ETA, todo lo coordina ETA, todo lo dinamiza<br />
ETA y todo lo controla ETA.<br />
No estamos exagerando, aunque lo parezca. ¿Cómo se puede sostener que ETA<br />
está en el origen de cualquier forma de movilización crítica, transformadora,<br />
alternativa, en el País Vasco? Evidentemente, se trata de una caricatura de la<br />
realidad, pero es una caricatura derivada de los planteamientos y las<br />
conclusiones de la pericial policial, que convierte a toda práctica de confrontación<br />
social con cualquier elemento de la legalidad vigente en “prueba inequívoca” de<br />
relación con la banda terrorista ETA.<br />
Más adelante, en un apartado específico, profundizaremos en los graves errores<br />
que el informe pericial policial comete cuando se refiere a la estrategia y a las<br />
prácticas de desobediencia civil.<br />
En cualquier caso, los profesionales que llevamos años dedicándonos al análisis<br />
riguroso y contrastado de la realidad de los movimientos sociales en las<br />
democracias occidentales y específicamente en el País Vasco, trabajando en<br />
grupos interdisciplinares y coordinados con expertos de otras universidades<br />
europeas y norteamericanas, no podemos menos que escandalizarnos ante un<br />
planteamiento tan simplista y tan poco acorde a la realidad.<br />
Cualquier analista de la realidad de los movimientos sociales, en cualquiera de<br />
los diversos enfoques teórico-empíricos que se han desarrollado profusamente<br />
en los últimos 30 años en las universidades y centros de investigación de toda<br />
Europa y América, sabe y da cuenta de la variedad y pluralidad de movimientos,<br />
organizaciones, redes y familias de movimientos que atesoran orientaciones<br />
ideológicas, formas organizativas y repertorios de acción muy diversos. Es,<br />
precisamente, esa pluralidad y complejidad lo que define el ámbito de las<br />
organizaciones y movimientos sociales; eso y su carácter dinámico y cambiante:<br />
no todo es lo mismo, ni organizativa ni temporalmente, los movimientos se<br />
definen como realidad dinámica precisamente por sus modos de organización<br />
informales, horizontales y descentralizados. 7<br />
Las investigaciones al respecto realizadas en el País Vasco no sólo<br />
ratifican esos rasgos comunes sino que dan cuenta de una realidad<br />
movimentística especialmente plural y diversificada. 8 Caracterizada<br />
7 McADAM Dough, McCARTHY John D. y ZALD, Mayer N., eds. (1999), Movimientos sociales. Perspectivas<br />
comparadas, Istmo, Madrid.<br />
8 BÁRCENA Iñaki (2001), “Euskal gizarte zibilaren bilakaera historikoa”, en XV Congreso de Estudios<br />
Vascos. Sección 3, Eusko Ikaskuntza, Donostia; BÁRCENA Iñaki, IBARRA Pedro, ZUBIAGA Mario (1995),
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 13<br />
adecuadamente como una sociedad de movimientos, la sociedad civil vasca se<br />
caracteriza tanto por elementos de permanencia y continuidad como por otros de<br />
cambio y hasta de ruptura. Su grado de politización y, en particular, su<br />
orientación ideológica; su capacidad de influencia sobre las administraciones<br />
públicas y los partidos políticos; los objetivos concretos de sus reivindicaciones;<br />
su capacidad de movilización; etc. Todo esto ha ido cambiando, dando lugar a<br />
diversos ciclos de protesta, en absoluto subsumibles unos en otros.<br />
Las familias de movimientos sociales, los movimientos y las<br />
organizaciones de los movimientos, 9 así como sus relaciones con otros<br />
agentes u organizaciones políticas y sociales deben por ello distinguirse,<br />
habida cuenta de que el repertorio de acción que cada uno utiliza es<br />
definitorio de su identidad, y no permite englobar genéricamente a todo<br />
el sector “movimiento social vasco” en una misma identidad colectiva,<br />
pretendidamente definida además por la identidad y características de<br />
una sola organización, ETA, que por sus características de radicalidad,<br />
clandestinidad y práctica violenta en ningún caso puede nuclear un<br />
sector social tan amplio, variado y complejo. Profundizaremos en la<br />
cuestión en el siguiente apartado.<br />
4.4. En cuanto a las relaciones entre movilización social y ETA<br />
Nos referimos, en concreto, a las preconclusiones 1ª, 2ª, 3ª y 4ª del Servicio de<br />
Información de la Guardia Civil (en adelante SIGC). El objetivo de las mismas es<br />
el de hacer ver que el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV)<br />
es un todo indiferenciado, una realidad orgánica, en la que pueden distinguirse<br />
funciones distintas, pero al servicio de un solo cuerpo institucional, cuya cabeza<br />
es ETA.<br />
Las principales afirmaciones del SIGC a este respecto son las siguientes:<br />
ETA se autodefine como vanguardia y acontecimiento fundador del MLNV,<br />
ejerciendo la dirección política del mismo.<br />
El MLNV engloba en el múltiple MLNV a organizaciones diversas, incluidos<br />
los que la propia ETA denomina movimientos populares, de masas o<br />
sociales.<br />
Nacionalismo y ecología. Conflicto e institucionalización en el movimiento ecologista vasco, Los libros de la<br />
catarata, Madrid; BÁRCENA Iñaki, IBARRA Pedro, ZUBIAGA Mario (1998), “Movimientos sociales y democracia<br />
en Euskadi. Insumisión y ecologismo”, en P. Ibarra y B. Tejerina (eds.), Los movimientos sociales.<br />
Transformaciones políticas y cambio cultural, Trotta, Madrid; CASQUETTE Jesús (2001), Acción colectiva y<br />
sociedad de movimientos. El movimiento antimilitarista contemporáneo en el País Vasco-Navarro, Cuadernos<br />
Sociológicos Vascos, nº 7, Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz; FERNÁNDEZ SOBRADO José Manuel, ANTOLÍN José<br />
Enrique (2000), “Estructura organizativa de los nuevos movimientos sociales en el País Vasco: claves para su<br />
comprensión”, en Política y Sociedad, nº 35; TEJERINA Benjamín, FERNÁNDEZ SOBRADO José Manuel, AIERDI<br />
Xabier (1995), Sociedad civil, protesta y movimientos sociales en el País Vasco, Gobierno Vasco, Vitoria-<br />
Gasteiz; URRUTIA Víctor (1986), El movimiento vecinal en el área metropolitana de Bilbao, Instituto Vasco de<br />
Administración Pública, Oñati; URRUTIA Victor (1987), “Los movimientos sociales urbanos: la democracia está<br />
al fondo”, en Inguruak, nº 3; ZUBERO Imanol (1998), “Movilización social y realidad política en el País Vasco”,<br />
en Cuadernos de Alzate, nº 18; ZUBIAGA Mario (2001), “Euskal gizarte zibilaren ahotsa eta egungo<br />
ezaugarriak”, en XV Congreso de Estudios Vascos. Sección 3, Eusko Ikaskuntza, Donostia.<br />
9 La pretensión terminológica en cuanto al objeto de análisis brilla por su ausencia en los informes<br />
policiales: se confunden sin ningún empacho movimientos, familias de movimientos y organizaciones de<br />
movimientos. Para un adecuado tratamiento de la cuestión ver, entre otros: McCARTHY, John D. & ZALD, Mayer<br />
(1977), “Social Movements un organizational society”, American Journal of Sociology, n. 82.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 14<br />
La integración o pertenencia al MLNV, siempre según ETA, puede ser<br />
consciente (asumiendo y aplicando los principios y directrices emanados<br />
de ETA) o inconsciente (manifestando reivindicaciones abertzales o<br />
planteando estrategias de confrontación con el Estado).<br />
ETA ha utilizado a KAS como instrumento de coordinación y codirección del<br />
MLNV.<br />
¿Qué podemos decir a este respecto?<br />
o Sobre el ciclo de protesta vasco: el MLNV y la pertenencia al<br />
mismo: ¿Qúe es el MLNV?<br />
En la teoría de los movimientos sociales, el ciclo de protesta se refiere a una fase<br />
de intensificación de los conflictos y la confrontación en el sistema social que<br />
incluye una rápida difusión de la acción colectiva de los sectores más movilizados<br />
a los menos movilizados; un ritmo de innovación acelerado en las formas de<br />
confrontación; marcos nuevos para la acción colectiva; una combinación de<br />
participación organizada y no organizada; y unas secuencias de interacción<br />
intensificada entre disidentes y autoridades que pueden terminar en la reforma,<br />
la represión, y, a veces, la revolución. 10<br />
En el ciclo de protesta vasco, iniciado a finales de los años sesenta del pasado<br />
siglo, el autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco o MLNV es<br />
un conglomerado de organizaciones sociales fundamental. Una familia de<br />
movimientos, en la terminología de Donatella della Porta y Dieter Rucht, que<br />
sobre la base de una sintonía ideológica y reivindicativa evidentes –liberación<br />
nacional y social de Euskal Herria– desarrolla un conjunto diverso y a veces<br />
contradictorio de acciones colectivas de protesta.<br />
El informe policial, sobre la base de unas presuntas opiniones de ETA,<br />
define los límites de la familia de movimientos “MLNV” de modo, cuando<br />
menos, curioso: el MLNV se conformaría por una combinación de<br />
integración consciente, si se siguen las instrucciones de ETA, o<br />
inconsciente, si se comparten sus objetivos últimos.<br />
Este punto es especialmente relevante.<br />
La definición que del MLNV y de la hipotética relación existente entre ETA y los<br />
movimientos sociales vascos, en general, y el MLNV, en particular, hacen los<br />
peritos policiales proviene aparentemente del análisis de un documento atribuido<br />
a ETA y denominado “Reflexiones sobre la actual coyuntura en Euskal Herria”. 11<br />
Analizado dicho texto, el grupo de peritos ha podido constatar las siguientes<br />
circunstancias:<br />
a) En primera instancia, no consta a estos peritos que sea ETA la autora del<br />
10 TARROW Sidney (1997), El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política,<br />
Alianza Editorial, Madrid.<br />
11 Consta en el <strong>Informe</strong> ampliatorio de 19 de octubre de 2000, elaborado por el servicio de información de la<br />
G.C.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 15<br />
documento. Es más, se puede afirmar sin ningún género de dudas que la<br />
fuente documental que maneja la policía procede de un conocido colectivo<br />
universitario de reflexión denominado J. Agirre. El más superficial cotejo<br />
del texto aportado por la Guardia Civil (“Reflexiones…”) y el artículo<br />
publicado por tal colectivo en el número 134 de la revista de análisis<br />
socio-político “Herria 2000 Eliza”, revela claramente tal coincidencia. 12<br />
b) El conocimiento cercano de las tesis de ese colectivo, vertidas en el<br />
artículo mencionado, así como la lectura atenta del documento<br />
“Reflexiones…” nos permite afirmar que la interpretación que de lo<br />
contenido en este texto ha realizado la policía es parcial y sesgada. Frente<br />
a la lectura que tiende a identificar todo el MLNV con ETA, cabría afirmar<br />
otra muy distinta en la que de deslindan ambas realidades, basándonos en<br />
otros fragmentos del texto que han sido ignorados o malinterpretados por<br />
la pericial policial.<br />
Para ilustrar tal aseveración entresacamos tanto un fragmento del texto<br />
“Reflexiones…”, como su referencia original en el artículo ya mencionado:<br />
“Aunque muchos grupos, organizaciones, componentes o miembros del<br />
múltiple MLNV no se reclamen o reconozcan abierta o directamente de él,<br />
en cuanto constituyan lugares de expresión y acogida de reivindicaciones<br />
nacionales y populares, eso mismo es lo que les enfrenta al Estado y a las<br />
actuales instituciones”. (“Reflexiones…”.Pág. 36)<br />
“Aunque muchos componentes del múltiple MLNV no se reclamen o<br />
reconozcan abiertamente o directamente de él, aunque no existan lazos<br />
orgánicos de vinculación entre sus miembros, aunque su fidelidad<br />
al acontecimiento fundador (ETA) aparezca lejana o difusa, en<br />
cuanto constituyen lugares de expresión y acogida de reivindicaciones<br />
nacionales y populares, aparecen enfrentados inexorablemente al Estaio y<br />
a las actuales instituciones. Ese enfrentamiento es la prueba auténtica de<br />
pertenencia al MLNV”. (Artículo de J. Agirre en Herria 2000 Eliza, pág 29)<br />
Como es fácil de observar, además de la evidente identidad de ambos<br />
textos que oscurece notablemente la presunta autoría de ETA, la tesis de<br />
los verdaderos autores, el colectivo J . Agirre, es tan inmaterial que coloca<br />
en el seno del MLNV a cualquier iniciativa que, “sin lazos orgánicos y con<br />
fidelidad (¿) lejana o difusa a ETA” sea “lugar de expresión de<br />
reivindicaciones nacionales o populares”. Tal indefinición sociológica –toda<br />
la sociedad vasca es o puede ser parte del MLNV– no es de recibo desde<br />
un punto de vista sociológico, pero resulta aún más chocante la pretensión<br />
de convertirla en fundamento de un informe presentado en un<br />
procedimiento judicial penal.<br />
Por tanto, en todo caso, si como aquí afirmamos, el texto “Reflexiones…” tiene su<br />
origen en una mera elucubración teórica sobre la realidad sociológica del MLNV,<br />
como tal debe tratarse13 . Es decir, como una posible –pero muy improbable–<br />
12 Monográfico“Nueva política para nuevos tiempos”. Colectivo J. Agirre. En concreto, el artículo: “MLNV e<br />
Izquierda Abertzale” (28-32). Herria2000Eliza. Nº 132. 1994.<br />
13 No en vano la reflexión académica de J.Agirre no es sino una interpretación de los oscuros argumentos del<br />
filósofo francés Badiou, poco sospechoso de pertenencia a ETA. Transcribimos, el texto del que trae causa la<br />
aparentemente tan relevante definición del MLNV como “múltiple infinito”. Es un extracto de la obra<br />
"Manifiesto por la filosofía". Alain Badiou. Nueva Visión 1990. Buenos Aires:
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 16<br />
interpretación de la realidad desde un punto de vista académico, ajena a la<br />
propia ETA, y no por tanto, como un ejercicio de autodefinición que tuviera<br />
efectos constituyentes, y, por ende, caracterizadores de la relación ETA-MLNV a<br />
efectos penales.<br />
En efecto, el colectivo J. Agirre lleva una docena larga de años haciendo públicas<br />
sus reflexiones en diversos medios, especialmente en el diario Egin14 y en la<br />
revista Herria 2000 Eliza. Es precisamente en esta publicación donde J. Agirre ha<br />
desarrollado su particular reflexión sobre las relaciones que, en su opinión,<br />
existen entre ETA y el denominado MLNV. 15 En este artículo, tras definir a ETA<br />
como el “acontecimiento-encuentro” constituyente del proyecto de liberación<br />
nacional de Euskal Herria (en el artículo, E.H.), realizan la siguiente formulación:<br />
“ETA [...] señala el inicio, aquello excedentario a la situación histórica del<br />
momento que se caracterizaba por la imposición del principio nacional<br />
español. ETA, además, es el nombre propio de un sujeto colectivo,<br />
subjetividad militante creadora de conciencia nacional, en su ininterrumpida<br />
y sacrificada lucha político-militar que da coherencia, unifica y sostiene<br />
el movimiento global de liberación de E.H.” (p. 22).<br />
A partir de esta caracterización, J. Agirre formula la que denominan “ley interna<br />
del sujeto” según la cual la irrupción de ETA en la historia, concebida como ese<br />
acontecimiento-fundador, generaría el “imperativo ético” de “continuar en el<br />
proceso político de liberación nacional”:<br />
“Continúo porque un acontecimiento general (nacimiento de ETA) y sus<br />
consecuencias (nuevos acontecimientos, pequeños o mayores, generados por<br />
él) me ha incorporado a la política como militante (de una organización, de un<br />
movimiento popular, de cualquier colectivo nacional)” (p. 23).<br />
Así es como J. Agirre ve las cosas. Pero se trata más de un análisis preformativo<br />
(quieren, desean que las cosas sean así) que de un análisis descriptivo (las<br />
cosas, ¿son realmente así? ¿qué tiene que ver un presunto “imperativo ético” de<br />
seguidismo respecto de ETA con una vinculación organizativa?).<br />
[[En el orden del matema, este acontecimiento lo constituye el trayecto que va de Cantor a Paul Cohen*. Funda<br />
la paradoja central de la teoría de lo múltiple y lo articula, por primera vez de manera íntegramente<br />
demostrativa, en un concepto discernible de lo que es una multiplicidad indiscernible. Resuelve, en un sentido<br />
opuesto al que proponía Leibniz, la cuestión de saber si un pensamiento racional del ser-en-tanto-que-ser se<br />
pliega o no a la soberanía de la lengua. Hoy sabemos que no es así y que, al contrario, sólo es teniendo en<br />
cuenta la existencia de multiplicidades cualesquiera, innombrables, genéricas, multiplicidades que no delimita<br />
ninguna propiedad de la lengua, como resulta posible acercarse a la verdad de ser de un múltiple dado. Si la<br />
verdad hace agujero en el saber, si no hay pues saber de la verdad sino solamente producción de verdades, es<br />
porque, pensada matemáticamente en su ser -como multiplicidad pura-, una verdad es genérica, está sustraída<br />
a toda designación exacta, es excedente con respecto a lo que ésta permite discernir. El precio de esta certeza<br />
es que la cantidad de un múltiple soporta una indeterminación, una especie de falla disyuntiva, que constituye<br />
todo lo real del ser mismo: resulta en verdad imposible pensar la relación cuantitativa entre el "número" de<br />
elementos de un múltiple infinito y el número de partes. Esta relación tiene sólo la forma de un exceso<br />
errante: se sabe que las partes son más numerosas que los elementos (teorema de Cantor), pero ninguna<br />
medida de ese "más" se deja establecer. …]<br />
14 Entre otros, destacamos los siguientes artículos: “Revisión y recomienzo del marxismo” (24-1-92); “La<br />
contradicción principal de nuestros días” (18-11-92); “¿Qué es el MLNV?” (24-11-92); “Los movimientos<br />
populares” (4-11-94); “Democracia formal/democracia participativa (I)” (8-4-94); “Democracia<br />
formal/democracia participativa (II)” (9-4-94).<br />
15 Nos referimos al artículo: “Ética, moral y MLNV”, Herria 2000 Eliza, nº 142, 1993, pp. 7-26.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 17<br />
Una prueba relevante de que las opiniones de J. Agirre son eso, opiniones mejor<br />
o peor fundadas, pero opiniones particulares y no doctrina de ETA o del<br />
denominado MLNV, es la posición que, al hilo de un reciente debate suscitado por<br />
un artículo a ellos atribuido, algunos destacados miembros de ese colectivo han<br />
adoptado y vertido en el artículo “opinar es casi delito”. 16 En él se define<br />
claramente la verdadera pretensión del colectivo J. Agirre: ser un colectivo<br />
universitario que propone un nuevo pensamiento político de base marxista, un<br />
grupo de reflexión que no pertenece a organización alguna y actúa públicamente.<br />
Es más, aun aceptando como mera hipótesis que ETA sea la autora de esa<br />
teorización acerca de la pertenencia consciente/inconsciente al MLNV, según<br />
nuestro parecer técnico, ETA se equivocaría y probablemente confundiría sus<br />
deseos con la realidad. Esta intencionada confusión es muy habitual en los<br />
actores sociales, puesto que es parte de su necesariamente optimista estrategia<br />
discursiva. 17<br />
Un informe pericial riguroso no puede confundir los ambiciosos, incluso fatuos,<br />
deseos de cualquier actor social con la realidad, por muy conveniente que ello<br />
sea desde el punto de vista de la persecución del delito. Parece que en algunos<br />
casos interesa creer lo que ETA dice y en otros no se cree nada de lo que dice.<br />
Respecto a la integración consciente, no entramos en cuestiones que deben<br />
dilucidarse en el ámbito penal, aunque parece evidente que sólo la existencia de<br />
instrucciones criminales de ETA asumidas fehacientemente por los procesados<br />
puede convertirse en fundamento incriminatorio.<br />
Ahora bien, desde un punto de vista sociológico la cuestión es meridianamente<br />
clara: existen decenas de grupos sociales que han manifestado y siguen<br />
manifestando su pertenencia al MLNV, sin que obviamente ello suponga<br />
su pertenencia consciente, y mucho menos inconsciente, a ETA.<br />
Independientemente de sus opiniones acerca de la actividad de ETA, esta última<br />
pertenencia es la que “conscientemente” niegan todos los grupos sociales que<br />
pertenecen al MLNV y que estos peritos han investigado a lo largo de los últimos<br />
veinte años. Como se deriva de los cientos de entrevistas en profundidad<br />
realizados en múltiples investigaciones, los militantes de estas organizaciones<br />
sociales son muy “conscientes” de que ellos, por el hecho de participar en tales<br />
organizaciones del MLNV, no son miembros o militantes de ETA, y que militar<br />
conscientemente en Eguzki, Gestoras o Egizan, por ejemplo, no es “ser“ de ETA.<br />
En cuanto a la pertenencia inconsciente, no pasa de ser una humorada. Los<br />
actores colectivos son actores racionales que no pueden ser parte<br />
“inconsciente” de nada. Las actividades que ubicarían a los grupos sociales en<br />
tal “integración inconsciente” son actividades compartidas por espacios sociales<br />
mucho más amplios que el propio MLNV. De asumirse tal planteamiento se<br />
seguiría una integración en el MLNV, y, según el informe policial, por ende, en<br />
ETA, de todo el espacio simbólico, social y político que en el País Vasco se<br />
considera afín al nacionalismo vasco. Lo cual nos conduce al absurdo sociológico<br />
más absoluto.<br />
No cabe integración o pertenencia inconsciente a un movimiento social o<br />
a un conglomerado de movimientos sociales.<br />
16 En el ejemplar del diario Gara correspondiente al 6 de junio de 2005.<br />
17 Los aspectos teóricos relativos a la estrategia discursiva de los actores colectivos y la importancia del<br />
“marco de pronóstico” están recogidos en el apartado dedicado al análisis del documento “Piztu”.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 18<br />
En este sentido, ¿basta con mantener reivindicaciones “abertzales” (al margen<br />
de cómo se expresen estas reivindicaciones o de qué medios se utilicen para<br />
ello) o con sostener estrategias de enfrentamiento al Estado (sean estas<br />
motivadas por cuestiones socioeconómicas, culturales, políticas, religiosas, etc.,<br />
pues ejemplos de todas ellas podemos encontrar en los últimos años de la<br />
historia de España), para poder sostener la asimilación, acercamiento o<br />
integración en el MLNV?<br />
Es más, no se puede hablar genéricamente de que esa presumible comunión<br />
ideológica los “Asimila, acerca e integra al MLNV y ETA”, porque la relevancia de<br />
tal vínculo en este caso es esencial, ¿o es “acercar” e “integrar” la misma cosa?<br />
No al menos en la sociología de los movimientos sociales. En este caso, el rigor<br />
en el análisis sociológico de las relaciones ente los grupos sociales supera<br />
paradójicamente al exigible en un análisis que se supone quiere utilizarse como<br />
base de un procedimiento jurídico-penal.<br />
Afirmar la univocidad, la homogeneidad del llamado MLNV, y hacerlo<br />
siguiendo miméticamente las consideraciones de algunos autores o<br />
incluso de ETA al respecto, no sirve, desde una perspectiva técnica, para<br />
demostrar dicha homogeneidad. En nuestra opinión, la complejidad y<br />
diversidad de todo lo que el SIGC pretende englobar bajo la<br />
denominación MLNV es un hecho constatable y, en cada caso, la mayor o<br />
menor asimilación, acercamiento o integración en el mismo es algo que<br />
no queda en absoluto demostrado, básicamente porque nos da la<br />
impresión de que en ningún momento de busca tal demostración:<br />
simplemente, amparándose en la justificada repulsión social mayoritaria<br />
frente a ETA, se confía en que la referencia a esta organización sea<br />
suficiente para contaminar a toda aquella institución u organización<br />
pretendidamente relacionada con ella.<br />
Al margen de responsabilidades individuales, no cabe hablar en ningún caso de<br />
vinculaciones genéricas entre organismos sociales que pueden acabar<br />
englobando en un totum revolutum al MLNV y ETA.<br />
o Sobre la presunta dirección del MLNV por parte de ETA y/o<br />
KAS: ¿Quién manda en el MLNV?<br />
El análisis sociológico de las realidades movimentistas muestra que las<br />
organizaciones que se autodenominan como “vanguardia” precisan construir un<br />
discurso autojustificativo, tautológico, para poder presentarse como tal. Aunque<br />
ello pueda sea cierto en parte, “autodefine” no equivale a que lo sea, de forma<br />
que su pretensión de totalidad no se compadece al hecho. Es más,<br />
¿Autodefinirse como vanguardia supone una dirección orgánica, un<br />
control organizativo, un referente programático o una mera posición<br />
simbólica? ¿definir a ETA como acontecimiento fundador implica que a<br />
partir de su fundación todo el MLNV es ETA? No puede establecerse a<br />
priori tal cosa.<br />
La generalización del conflicto en un ciclo de protesta se produce cuando se<br />
abren oportunidades políticas para [movimientos] “madrugadores” bien situados<br />
que plantean exigencias que encuentran eco en las de otros (…) Es el efecto
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 19<br />
expansivo de la acción colectiva de un pequeño grupo de “madrugadores” que<br />
desencadena una variedad de procesos de difusión, extensión, imitación y<br />
reacción entre grupos normalmente aquiescentes… [Pero] la difusión de la acción<br />
colectiva desde los “madrugadores” a posteriores participantes y el<br />
desplazamiento de las oportunidades políticas de los disidentes a sus aliados, y<br />
después, a las elites, incrementa el número de interacciones y proyecta a los<br />
ciclos en direcciones divergentes.<br />
En el asunto que nos ocupa, es indudable que la organización ETA, en la medida<br />
en que surge a finales de los años sesenta del pasado siglo como expresión<br />
radical de un preexistente tejido social de resistencia al régimen franquista,<br />
puede definirse como grupo “madrugador” en el desarrollo del ciclo de protesta<br />
vasco. Ahora bien, como señala Tarrow, su carácter “madrugador” no presupone<br />
que a lo largo de casi cuarenta años de protesta ese grupo haya mantenido un<br />
control sobre el ciclo reivindicativo nacionalista radical nucleado en torno al<br />
MLNV. Es más, la complejización progresiva de la protesta (incremento del<br />
número de interacciones) hace que ese control o instrumentalización sean<br />
imposibles.<br />
Como en todas las familias de movimientos la coincidencia simbólico-ideológica,<br />
o simplemente teleológica, suple la falta de coordinación/subordinación<br />
organizativas, difícilmente aplicables en un espacio social caracterizado por<br />
planteamientos anti-autoritarios y anti-jerárquicos.<br />
Sin embargo, ignorando esta realidad sociológica, el SIGC opta por una<br />
interpretación forzada mediante la que episódicos periodos de mayor confluencia<br />
entre las organizaciones que pudieran enmarcarse en el seno del MLNV se<br />
pretenden convertir sin ningún tipo de fundamento en constantes históricas del<br />
devenir del propio MNLV. De este modo se pretende colocar a ETA y KAS en la<br />
cúspide de un MLNV vertical y jerarquizado desde los primeros setenta hasta el<br />
nuevo milenio.<br />
Nada más lejano a la realidad histórica. 18 Abandonados en los años ochenta los<br />
modelos frentistas clásicos del marxismo-leninismo, la asunción progresiva por<br />
parte del MLNV de los parámetros ideológicos de los Nuevos Movimientos<br />
Sociales exigió una adaptación organizativa en la que no cabía hablar de<br />
direcciones verticales, o vanguardistas. La estructura de las familias o redes de<br />
NMS –como es el caso del MLNV– no pueden funcionar ni teórica ni<br />
prácticamente como estructuras verticales de dirección de tipo leninista.<br />
Como decíamos en el apartado anterior, ello no impide que los distintos<br />
nodos de la red de movimientos participen en un ciclo de protesta<br />
denominado por el propio movimiento como “proceso revolucionario<br />
vasco o de liberación nacional” en una sintonía ideológica evidente.<br />
Suponer que tal sintonía ideológica conlleva una dirección estratégica unificada y<br />
continuada en el tiempo no es razonable.<br />
En este mismo sentido, el concepto de instrumentalización, constantemente<br />
18 No es objeto de esta pericia la investigación de la realidad histórica. Tan sólo se trata de contrastar las<br />
características empíricas de los movimientos sociales vascos del último cuarto de siglo con las hipótesis<br />
policiales, poco acordes con la realidad sociológica. El análisis de las eventuales relaciones entre KAS y ETA<br />
correspondería a una pericial histórica.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 20<br />
repetido en los informes policiales (SIGC: Preconclusiones, 5ª, 6ª, 8ª), es una<br />
simplificación de la realidad poco acorde con la teoría y la práctica de los<br />
Movimientos sociales. Instrumentalizar supondría utilizar un movimiento social<br />
como instrumento, es decir objeto pasivo de uso y manipulación. El estudio<br />
profundo de la realidad social movimentista nos muestra que es lo<br />
suficientemente amplia, compleja, difusa y consciente como para poder ser<br />
objeto pasivo de manipulación.<br />
Por supuesto, la referencia a la cadena de instrumentalizaciones (Preconclusión<br />
8ª) es aún más absurda, por inconsistente. Los informes policiales definen a ASK<br />
como “instrumento del instrumento”, se supone que de KAS, por lo que si KAS es<br />
un instrumento de ETA (Preconclusión 6ª) y la Fundación lo es de Ekin, supuesta<br />
sucesora de KAS, nos encontraríamos con que la Fundación Joxemi Zumalabe<br />
sería “el instrumento del instrumento del instrumento de ETA”. El salto en el<br />
vacío es temerario.<br />
Por otro lado, el estudio de la realidad del MLNV a lo largo de los años nos lleva a<br />
corroborar que las estructuras de los movimientos sociales no son susceptibles<br />
de instrumentalización, control y dirección por parte de una sola organización.<br />
Dadas sus relaciones características y su filosofía no es posible establecer<br />
relaciones organizativas instrumentales en el seno de una familia de<br />
movimientos sociales. Tales redes sociales son tanto más eficaces en sus<br />
objetivos de cambio social cuanto sean autónomas en el desarrollo de su acción<br />
colectiva. La supuesta cadena de instrumentalizaciones es imposible, como la<br />
propia KAS reconoció en su proceso de autodisolución.<br />
Es muy posible que los miembros de KAS que en una época desearon controlar el<br />
conjunto del MLNV asumieran que valía más una acción social eficaz dirigida a un<br />
proceso de cambio social y político en el País Vasco sólo relativamente acorde a<br />
sus objetivos finales, que unos movimientos sociales disciplinados, sujetos a una<br />
estrategia definida externamente e instrumentalizados por una vanguardia, pero<br />
sin la pujanza social que a los movimientos otorga su autonomía de acción.<br />
No es posible que nadie, ni KAS, ni, por supuesto ETA, “en última<br />
instancia dirijan y dinamicen” un espacio social tan complejo como el<br />
MLNV a lo largo de casi cuarenta años.<br />
En el mismo sentido, y siguiendo en este punto la argumentación del informe de<br />
la UCI de la Policía Nacional que sustituye el concepto-fetiche de<br />
“instrumentalización “ por el de “maquillaje” no queda sino corroborar la tesis<br />
anterior. Apelamos a las mismas fuentes documentales –una supuesta reflexión<br />
de KAS de 1993– que la policía adjunta sobre la cuestión: “los movimientos<br />
sociales no son propiedad de nadie y no debemos buscar ningún alineamiento<br />
político…”. Si supuestamente KAS reconoce en 1993 que no debe buscarse ni<br />
siquiera el alineamiento político de los movimientos populares, ¿cómo se puede<br />
afirmar que éstos son instrumentos de una organización armada?<br />
Por tanto, no nos encontramos ante una estrategia de maquillaje que ocultaría<br />
un control férreo inexistente, para alcanzar mejor unos objetivos<br />
predeterminados o escapar a la acción policial, sino, en todo caso, ante la crónica<br />
de un control imposible. Más allá de la incapacidad o del cálculo, dada la<br />
naturaleza del fenómeno social que nos ocupa, no resulta posible disciplinar<br />
estratégicamente al conjunto de actores sociales que constituyen el movimiento<br />
popular vasco. Esta es la vía correcta de acercamiento analítico a la realidad del<br />
MLNV en los últimos 15 años.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 21<br />
Por eso, para conocer la realidad, el presupuesto sociológico lógico es el que<br />
acude a enfoques horizontalistas, de redes, que partiendo de una sintonía<br />
ideológica de base muestran espacios de interacción e influencia entre<br />
organismos o referencias sociales convertidos en nodos que varían su posición en<br />
la red de movimientos a lo largo del tiempo, de forma que el que hoy ocupa una<br />
posición de ascendiente ideológico o condicionante estratégico mañana puede<br />
variar su posición relativa en el seno de la red. Redes de influencia que a día de<br />
hoy no permiten establecer fronteras definidas a la “realidad social MLNV”. Redes<br />
en las que el control y dirección por un único nodo son virtualmente imposibles.<br />
KAS ha sido un espacio de encuentro entre las diversas organizaciones de<br />
movimientos sociales que conformaban un MLNV difuso, capilar en la sociedad<br />
vasca, sin fronteras claras o predefinidas. Un “espacio KAS” con tanto menor<br />
contacto con las organizaciones sociales cuanto el desarrollo de una cada vez<br />
más extendida cultura de la movilización social en Euskadi sólo fue posible<br />
mediante la autonomización (implícita o explícita) de los movimientos respecto<br />
de una lectura vertical y jerárquica de la realidad.<br />
Como resumen de lo manifestado podemos afirmar que el MLNV como tal<br />
no ha estado en ningún momento bajo la dirección y control de KAS, ni,<br />
por supuesto, de ETA. El MLNV en su conjunto no es un instrumento de<br />
una organización, cualquiera que sea su naturaleza, sino una familia de<br />
movimientos en sintonía ideológica.<br />
Por tanto, es aún menos creíble que ETA o KAS hayan controlado, ni controlen a los<br />
“movimientos sociales, populares o de masas” vascos, categoría ésta más amplia incluso<br />
que el propio MLNV.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 22<br />
5. La estrategia organizativa del MLNV, la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe y ASK<br />
Nos referimos a las preconclusiones 5ª, 6ª, 7ª, 8ª y 9ª del SIGC y a las<br />
conclusiones I, II, III, IV, V y VI de la Unidad Central de Inteligencia de la<br />
Dirección General de la Policía (en adelante UCI). Lo que se pretende es dar un<br />
paso más y justificar la afirmación de que el entramado orgánico denominado<br />
MLNV, dirigido por ETA, desarrolla una estrategia de funcionamiento basada en<br />
la acumulación de fuerzas, en la proliferación de organizaciones y entidades<br />
sociales sólo aparentemente desvinculadas del propio MLNV y, por lo mismo, de<br />
ETA. En el marco de esta estrategia, tanto el SIGC como la UCI narran una<br />
historia de encadenamientos de diversos órganos decisorios que van desde KAS<br />
y ASK hasta EKIN y, finalmente, la Fundación Joxemi Zumalabe, como<br />
continuadora de ASK. Según las preconclusiones y conclusiones citadas, el paso<br />
de los años habría servido para “camuflar” mejor la verdadera naturaleza de<br />
estas organizaciones (de manera que la Fundación aparentaría ser menos MLNV<br />
que KAS o ASK), pero sin que dicha naturaleza se viera realmente transformada.<br />
En definitiva, lo que se pretende es afirmar la continuidad entre todas esas<br />
organizaciones, y en concreto la de la Fundación Joxemi Zumalabe respecto de<br />
ASK.<br />
¿Cómo se puede pensar que la Fundación Joxemi Zumalabe, con una “apariencia<br />
de pluralidad y un maquillaje”, pretende engañar no ya a la policía sino a unos<br />
movimientos populares vascos, claramente imbricados en la sociedad vasca y<br />
conocedores de su realidad?<br />
Ante esta lectura inadecuada de la realidad de la Fundación Joxemi Zumalabe no<br />
queda sino acercarnos a los discursos y actividades concretas que la propia<br />
policía atribuye a la Fundación, ninguna de ellas distinta a las recogidas a lo<br />
largo de la exhaustiva investigación policial, y que constituyen la base fáctica de<br />
la acusación.<br />
El único modo razonable de dilucidar si la Fundación Joxemi Zumalabe es<br />
o no continuadora de ASK es acudir a un análisis comparativo de la<br />
naturaleza de ambas entidades.<br />
En primer lugar es preciso destacar la ya habitual distorsión epistemológica del<br />
informe policial. Los informes de ambas instituciones dicen diversas cosas sobre<br />
la Fundación, mezclando sin discernimiento materiales y fuentes de origen muy<br />
distinto, dando por hecho que, por “haber probado ya” que todo lo que se<br />
considere MLNV es lo mismo, esa mezcla de fuentes resulta aceptable. Pero no<br />
es así. Sólo desde un prejuicio no probado puede considerarse técnicamente<br />
justificable (hablamos de técnica de análisis social), por ejemplo, utilizar la<br />
referencia que en la ponencia PIZTU se hace a la “legalidad burguesa” (UCI,<br />
conclusión IV) como “prueba” del uso instrumental por parte de ETA-MLNV de<br />
organizaciones con estatuto absolutamente legal, como sería el caso de la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe.<br />
Lo mínimo que cabría pedir es, lo venimos diciendo desde el comienzo de estas<br />
páginas, dejar que la propia Fundación se manifieste. Que sea ella misma la que,
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 23<br />
a través de las palabras y de los hechos que han constituido su actividad a lo<br />
largo de los años, y partiendo en todo momento de los datos que constan en la<br />
propia instrucción, dé cuenta de su naturaleza, sus objetivos y sus prácticas.<br />
Esto es algo exigible si de lo que se trata es, verdaderamente, de alcanzar un<br />
conocimiento lo más riguroso posible de esta institución y de su auténtico papel<br />
en el espacio de los movimientos sociales en el País Vasco. Esto es lo que nos<br />
proponemos hacer, brevemente, a continuación. 19<br />
5.1. Origen, estructura jurídica, gestión y economía de la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe<br />
Como cualquiera que se aproxime a los correspondientes documentos públicos<br />
puede comprobar, la Fundación Joxemi Zumalabe tiene su origen en una<br />
herencia de una cierta importancia económica cuyo titular, Fernando Olalde<br />
Arbide, decide dedicar a la constitución de una fundación privada que apoye a los<br />
movimientos sociales y populares de Euskal Herria.<br />
Esta Fundación se constituye legalmente el 27 de diciembre de 1995 ante el<br />
notario José María Segura Zurbano, figurando como fundadores y miembros del<br />
primer órgano de gobierno (patronato) de la misma Carlos Trénor Dicenta<br />
(presidente), Fernando Olalde Arbide (secretario), José Ignacio Uruñuela Nájera,<br />
Ignacio María O’Shea Artiñano y Sabino Ormazabal Elola (vocales). Cada una de<br />
estas personas realiza una aportación inicial de cien mil (100.000). Las cinco<br />
personas, de absoluta confianza del titular de la herencia que se va a donar,<br />
están unidas por una vieja amistad, además de por su larga implicación en<br />
diversos movimientos sociales, particularmente en los movimientos obrero,<br />
ecologista y vecinal. El 29 de diciembre de 1995, dos días después de la<br />
constitución y ante el mismo notario, el patrimonio mencionado es donado a la<br />
Fundación.<br />
La Fundación será registrada en el Registro de Fundaciones del País Vasco, por<br />
Orden del entonces Consejero de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad Social<br />
del País Vasco, D. Ramón Jauregui Atondo, de fecha 11 de diciembre de 1996,<br />
notificada el 27 de enero de 1997 y publicada en el Boletín Oficial del País Vasco<br />
de 17 de enero de 1997, nº 11.<br />
Junto con el del Patronato inicial, la estructura organizativa de la Fundación se<br />
completa con un Consejo asesor (que, en la práctica, apenas ha podido funcionar<br />
por diversas razones) y un representante legal, responsable de la Fundación a<br />
efectos administrativos.<br />
La dinamización cotidiana de la Fundación es llevada a cabo por empleados<br />
contratados laboralmente. Desde el inicio hasta la fecha han sido varias las<br />
personas que han desempeñado este papel. Durante los nueve años de actividad<br />
y por término medio ha habido una persona contratada a tiempo completo y otra<br />
a media jornada.<br />
En cuanto a la dimensión económica de la Fundación, sólo diremos está al<br />
corriente en sus obligaciones administrativas con la Hacienda Foral de Gipuzkoa,<br />
el I.N.S.S., y el Registro de Fundaciones del País Vasco en el que se legalizan los<br />
19 Las fuentes analizadas para caracterizar la naturaleza de la Fundación Joxemi Zumalabe, son sus estatutos y<br />
la totalidad de actas de las reuniones de su Patronato y Consejo, a las que han tenido acceso los peritos<br />
sociólogos.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 24<br />
libros de contabilidad y se depositan las cuentas anuales, la memoria y el<br />
presupuesto de cada ejercicio.<br />
5.2. Fines y filosofía de la Fundación Joxemi Zumalabe<br />
La Fundación Joxemi Zumalabe tiene como fines los recogidos en sus estatutos<br />
fundacionales (artículo 7), entre los que destacan los siguientes:<br />
a.- Contribuir a la mejora del funcionamiento el denominado movimiento<br />
popular, mediante servicios tales como soportes informáticos, asesoría legal,<br />
ayuda a la gestión de subvenciones, etc.<br />
b.- Ayudar a la formación de los interesados en el movimiento popular, mediante<br />
la organización de cursos, seminarios, encuentros, jornadas de debate, etc.<br />
c.- Desarrollar marcos de comunicación entre los diferentes movimientos y entre<br />
estos y la sociedad.<br />
d.- Impulsar la investigación en el campo del movimiento popular, concediendo<br />
becas y otras ayudas destinadas a tal.<br />
e.- Editar y distribuir publicaciones y material audiovisual e informático cuyos<br />
contenidos coincidan con los fines de la Fundación.<br />
Nos parece importante destacar que la relación de la Fundación con los<br />
movimientos sociales se caracteriza por ser la respuesta a una demanda<br />
previa de esos mismos movimientos. La Fundación sólo trata de dar<br />
respuesta a las preocupaciones instaladas en la sociedad civil vasca. Todo lo<br />
que la Fundación trata o elabora está ya ahí, presente en sectores<br />
activos y significativos de la sociedad vasca.<br />
Como prueba de lo que decimos no habría más que tomar en consideración dos<br />
características esenciales del trabajo de la Fundación Joxemi Zumalaba, a saber:<br />
a) la transparencia de su funcionamiento, como puede comprobar cualquiera<br />
que consulte las actas de las reuniones del Consejo de la Fundación;<br />
b) la libertad, en todos los sentidos, con la que han participado en sus<br />
iniciativas los diversos grupos que han trabajado con la Fundación en los<br />
últimos años.<br />
Vamos a desarrollar estas cuestiones aproximándonos a las principales<br />
actividades desarrolladas por la Fundación.<br />
5.3. Actividades principales de la Fundación<br />
La presentación pública de la Fundación se realizó a través de ruedas de prensa,<br />
artículos en algún medio de comunicación y contactos directos con numerosos<br />
grupos de los movimientos sociales.<br />
Desde el inicio, el local de la Fundación ha estado abierto a su utilización por los<br />
diversos grupos sociales, bien para realizar reuniones y asambleas, bien para<br />
cursos de fin de semana, bien para trabajos de oficina en momentos de<br />
necesidad, bien para la utilización de las infraestructuras informáticas, de<br />
teléfono, etc.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 25<br />
Una política de transparencia informativa y de puertas abiertas ha sido, por<br />
tanto, seña de identidad de la Fundación desde sus primeros pasos.<br />
En cuanto a las líneas estables de trabajo en las que la Fundación ha centrado<br />
sus esfuerzos a lo largo de sus nueve años de existencia, son las siguientes:<br />
BOLETÍN MENSUAL “Fite!”: Desde enero de 1997 se ha publicado y distribuido<br />
gratuitamente a unos 1.700 grupos y personas, como instrumento de<br />
intercambio de los propios grupos.<br />
JORNADAS DE DEBATE: Valiéndose del espacio de encuentro que constituye<br />
la Fundación, los movimientos sociales de diversa índole, en respuesta a las<br />
necesidades que ellos mismos han ido viendo, han organizado numerosas<br />
jornadas de debate, con pluralidad de temas y enfoques: Desobediencia Civil<br />
(abril de 1997), Consumo alternativo (mayo de 1997), El papel de la<br />
izquierda (febrero de 1998), Participación institucional (junio de 1998),<br />
Planificación territorial (noviembre de 1999) y Modelos de desarrollo (abril de<br />
2000).<br />
MÓDULOS DE FORMACIÓN: En coordinación con organismos que imparten<br />
cursos de formación no reglada, se han ofrecido cursos que abarcan gran<br />
variedad de temas: perfeccionamiento en el euskara escrito, prevención<br />
comunitaria de drogodependencias, ofimática y telemática, historia,<br />
sociología, dinámica de grupos, programación de actividades, educación<br />
sexual, etc.<br />
GUÍA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES (Euskal Herriko Herri Mugimenduen<br />
Gida, Joxemi Zumalabe Fundazioa, Arabera-Gure Liburuak, 1999): Concebida<br />
como censo de movimientos sociales de Euskal Herria y de los recursos<br />
disponibles para su quehacer.<br />
COLABORACIÓN EN EL XV CONGRESO DE ESTUDIOS VASCOS: Organizado<br />
por EUSKO IKASKUNTZA-SOCIEDAD DE ESTUDIOS VASCOS y con el<br />
patrocinio del Gobierno Vasco, Kutxa (Caja de Gipuzkoa), Ayuntamiento de<br />
San Sebastián, etc., en Donostia-San Sebastián a lo largo de noviembre y<br />
diciembre de 2001, la Fundación ha coordinado los grupos de trabajo del<br />
sexto grupo temático dedicado a la "INVESTIGACIÓN/DIAGNÓSTICO DE LA<br />
SOCIEDAD CIVIL VASCA". Los materiales de trabajo correspondientes ha sido<br />
publicados por la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza.<br />
ENCUENTROS DE MOVIMIENTOS SOCIALES: Nos referiremos a ellos en el<br />
apartado 6.3 de este informe. Sin embargo, por su relevancia, son<br />
destacables las labores de coordinación que con subvención pública ha<br />
realizado la Fundación Joxemi Zumalabe en dos encuentros de organismos<br />
sociales:<br />
En primer lugar, el I FORO SOCIAL DE EUSKAL HERRIA. Este foro, celebrado<br />
en Vitoria-Gasteiz a semejanza de otros foros de parecidas características<br />
celebrados en todo el mundo, ha reunido en Junio de 2003 a más de 1000<br />
personas, encuadradas en más de 65 grupos sociales procedentes de los más<br />
variopintos nichos ideológicos, con la finalidad de debatir acerca de los retos<br />
de la globalización. A la sazón se prepara la celebración de un segundo Foro<br />
Social, cuya coordinación ha sido solicitada también a la Fundación por los<br />
grupos que tomaron parte en el primer Foro.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 26<br />
El ENCUENTRO DENOMINADO “MUNDUA EUSKAL KULTURAN-EL MUNDO EN<br />
LA CULTURA VASCA” celebrado en noviembre de 2003, en torno a la<br />
aportación cultural de la nueva inmigración y las posibilidades de intercambio<br />
cultural que se abren en el futuro.<br />
OTRAS PUBLICACIONES: En este momento, abril de 2005, se encuentra en<br />
imprenta el primer volumen de una historia de los movimientos sociales<br />
vascos, dedicado a la Cultura popular. Como fruto de la colaboración con<br />
diversos grupos feministas, está en proceso de elaboración un segundo<br />
volumen dedicado al movimiento feminista vasco.<br />
En conclusión:<br />
El análisis de las actividades desarrolladas por la Fundación Joxemi Zumalabe en<br />
su relación con la sociedad civil vasca nos lleva a caracterizar su quehacer, desde<br />
su constitución hasta nuestros días, como el típico de una organización que nace<br />
con vocación de incidir sobre los marcos culturales de la sociedad a la que toma<br />
como referencia. Las actividades de la Fundación son la mejor expresión de sus<br />
fines estatutarios de fomento y ayuda a los movimientos sociales.<br />
Concretamente, de la experiencia académica y de contacto directo que estos<br />
peritos tienen con las actividades de la Fundación Joxemi Zumalabe, por haber<br />
participado como expertos en alguna de sus iniciativas, cabe deducir que ésta<br />
nace con la vocación de servir a los movimientos sociales vascos. Siendo sus<br />
objetivos principales, por un lado, la profundización en el análisis de las redes<br />
sociales en Euskal Herria, y, por otro, el impulso de esas mismas redes a través<br />
del conocimiento mutuo y la facilitación del trabajo en común entre todos<br />
aquellos grupos que conforman la sociedad civil vasca. Pese a las dificultades<br />
derivadas del hecho de verse incursa en un procedimiento penal, la Fundación<br />
Joxemi Zumalabe ha seguido trabajando en los mismos parámetros desde su<br />
constitución hasta nuestros días. Su trayectoria es, en este sentido, clara, nítida<br />
e irreprochable.<br />
En especial, además de insistir en esa filosofía por medio de instrumentos como<br />
la Guía del Movimiento Popular Vasco, la página web y su agenda telemática o la<br />
revista periódica “Fite”, a partir de Marzo de 1998, la actividad se concreta aun<br />
más en torno a dos demandas planteadas a la Fundación desde su órgano<br />
social, el Consejo, así como desde los grupos con los que se ha venido<br />
relacionando desde el inicio de su actividad20 :<br />
1) El déficit de formación. La Fundación trata de coadyuvar a la<br />
superación de las carencias que en materia de formación tienen los<br />
grupos sociales. En pos de este objetivo se subvencionan diversos<br />
módulos de formación.<br />
2) La necesidad de una reflexión ligada a las necesidades reales de los<br />
movimientos sociales. El objetivo en este caso es ofrecer un espacio<br />
para la reflexión abierta y pública acerca de los retos transversales<br />
a toda la red de movimientos populares vascos: desde la<br />
participación institucional hasta el análisis de instrumentos de movilización<br />
alternativos, como la desobediencia civil; desde la defensa de la tierra a<br />
los retos de la globalización, desde las dificultades para una conexión<br />
directa con las demandas sociales a los retos de un espacio comunicativo<br />
cada vez más competitivo.<br />
20 Actas de la reunión del primer Consejo de la Fundación Joxemi Zumalabe, celebrado en Urrugne en 1997
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 27<br />
En este sentido, la relación de la Fundación con los movimientos sociales no ha<br />
hecho sino responder a una demanda previa de esos mismos movimientos. La<br />
Fundación sólo trata de dar respuesta a las preocupaciones instaladas en la<br />
sociedad civil vasca. No se inventa nada. Todo lo que la Fundación trata o<br />
elabora está ya ahí, presente en la sociedad vasca. La Fundación es, desde esta<br />
perspectiva, un think tank o grupo de debate y promoción de ideas al servicio del<br />
movimiento popular.<br />
5.4. Caracterización de ASK: estructura y funcionamiento. Análisis<br />
comparativo con la Fundación Joxemi Zumalabe<br />
Analizadas las características estatutarias y funcionales de la Fundación Joxemi<br />
Zumalabe y la perfecta coincidencia entre ambas dimensiones, no parece<br />
apropiado aproximarse a las actividades de la Fundación desde un paradigma<br />
dirigista, disciplinario y controlador de los grupos y organizaciones sociales.<br />
Frente a lo que se sostiene en los informes periciales elaborados por la Policía<br />
Nacional y la Guardia Civil, la Fundación Joxemi Zumalabe no reproduce en lo<br />
que en su momento pudo representar la organización ASK, por lo que de ninguna<br />
manera puede considerarse como heredera de esta. Al contrario, ambas<br />
instituciones representan dos formas antagónicas de entender la dinámica de la<br />
sociedad civil.<br />
Como ya hemos señalado anteriormente y sin entrar a valorar lo que en su<br />
momento pudo representar la organización ASK, la actividad que se le imputa a<br />
la Fundación y la que realmente desarrolla, son dos formas antagónicas de<br />
entender la dinámica de la sociedad civil. La Fundación no hace, ni quiere hacer,<br />
lo que se dice que ASK quiso hacer.<br />
Para corroborar tal aserto no queda sino atender a la naturaleza de ASK y destacar<br />
su divergencia respecto de la Fundación Joxemi Zumalabe. Como veremos<br />
seguidamente, ambas realidades organizativas son totalmente diferentes:<br />
A) Por su definición y estructura organizativa. Tanto la definición de la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe (consultar el artículo 7 de sus Estatutos, recogido<br />
textualmente con anterioridad) como su práctica suponen un claro contraste con<br />
la definición de ASK contenida en la ponencia KAS-BLOQUE DIRIGENTE y<br />
recogida en los mismos informes policiales, que aquí transcribimos literalmente:<br />
“Los ASK se configuran como la organización revolucionaria de KAS para el<br />
movimiento popular. Por su pertenencia al Bloque desarrollará la tarea<br />
coordinadora, globalizadora e integradora de todas las organizaciones<br />
populares (Gestoras pro-amnistía, Comités antinucleares, Asociaciones de<br />
vecinos, EHE, AEK, etc) manteniendo vivas y desarrollando las asambleas<br />
populares en todos los barrios y pueblos y estableciendo los lazos de<br />
coordinación que permitan la incidencia de las estructuras locales de Herri<br />
Batasuna que sustentan la lucha institucional, dotándolas de la orientación<br />
de KAS”.<br />
Al margen de la valoración que ASK pueda merecer, la mera referencia al<br />
“movimiento popular” en el quehacer de ambas realidades no puede entenderse<br />
como conexión suficiente para deducir que la FJMZ y ASK son la misma cosa, o<br />
que la primera sucede a la segunda. Y ello porque las relaciones que ASK y la
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 28<br />
FJMZ establecen con los movimientos populares no son en absoluto comparables.<br />
La definición de la actividad de ASK tal y como se recoge en sus textos es la de:<br />
“Ser vanguardia del movimiento popular… agrupando a todos los<br />
luchadores de ideología KAS en los barrios y pueblos…”. Como se afirma<br />
en sus estatutos, ASK es “una organización revolucionaria… marxista… que<br />
se fundamenta… en la acción colectiva de su militancia”, con “una<br />
estructura estricta y militante, con una fuerte conexión y homogeneización<br />
interna, sin concesiones a actividades fraccionarias en su seno…”. 21<br />
En este sentido, la estructura de ASK era clandestina, a-legal, amplia y<br />
compleja.<br />
Era clandestina y a-legal porque no se constituyó legalmente como asociación y<br />
no trabajó directa y públicamente en la sociedad civil, sino a través de sus<br />
militantes presentes en otras organizaciones del movimiento popular.<br />
Era amplia y compleja porque pretendía integrar a los militantes de todos los<br />
movimientos que desarrollaban su labor en cada pueblo o barrio, por lo que<br />
necesariamente debía adoptar una estructura mixta, –territorial y sectorial–, que<br />
abarcara, en principio, toda “Euskadi sur”. La complejidad de la organización,<br />
con, al menos ocho niveles territoriales –talde de barrio o pueblo, asamblea de<br />
eskualde, asamblea, coordinadora y comité de herrialde, asamblea nacional y<br />
comité nacional22 –, y otros cinco sectoriales –coordinadora y permanente<br />
sectorial de herrialde, permanente sectorial nacional, asamblea sectorial de<br />
herrialde y nacional23 –, era manifiesta.<br />
Una organización que, como consta en los informes elaborados al efecto,<br />
realmente funcionaba según sus estatutos, llegando a reunir a mediados de los<br />
años ochenta a más de 350 militantes y 50 agrupaciones o taldes. 24<br />
Así las cosas, ASK era una organización “de masas”, con militancia propia, que<br />
se constituía mediante mecanismos de control ideológico como la pre-militancia,<br />
en tanto en cuanto era indispensable garantizar su coherencia interna. En la<br />
misma línea, ASK se dotaba de un control disciplinario estricto y su financiación<br />
estaba basada en las cuotas de los militantes y las aportaciones de<br />
simpatizantes. La relevancia dada a estas cuestiones organizativas en su<br />
estatutos es, en este sentido, sintomática.<br />
Por su parte, la Fundación Joxemi Zumalabe en ningún caso se define como<br />
vanguardia sino, en todo caso, como espacio de reflexión y debate. En<br />
terminología al uso, es un think tank al servicio y para el fomento de los<br />
movimientos sociales.<br />
Por ello, la estructura de la Fundación Joxemi Zumalabe es pública, legal,<br />
mínima y simple.<br />
21 Citas literales recogidas en los siguientes documentos de ASK: “JOTAKE, Irailak 82. 4. Zenbakia” y “ASKren<br />
Asanblada Nazionala, 1982eko Maiatza”, pág 22. Así como en los Estatutos de ASK, Araba, 2 de Octubre de<br />
1983, pág 50 y ss.<br />
22 Estatutos de ASK, art 27 y ss. pág 53<br />
23 Estatutos de ASK, art 36 y ss. pág 59<br />
24 Como ejemplo del tamaño de ASK citamos el balance autocrítico recogido en el “Barne Agerkaria de 12 de<br />
mayo de 1983”, boletín interno en el que se valora negativamente una asamblea –“asistencia mínima”– por el<br />
hecho de que se reunieron “sólo” más de 100 personas (108). Pág 5.op.cit. Asimismo, es interesante consultar<br />
el balance real de funcionamiento contenido en el “Barne Agerkaria Abenduak 86. Herri Batzarrak”
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 29<br />
Como hemos podido señalar en el apartado dedicado a la caracterización de la<br />
Fundación, además de ser una institución legalizada al amparo de la ley<br />
reguladora de las Fundaciones sin ánimo de lucro, en ella no existe ningún tipo<br />
de militancia más allá de los miembros de su patronato, una docena de<br />
personas, y su Consejo, que ha reunido, en dos ocasiones en el lapso de diez<br />
años, a una cincuentena de personas representativas de los más amplios<br />
sectores de la sociedad civil vasca. No existe más estructura organizativa que la<br />
mencionada, y como ha quedado claro en el apartado anterior, su financiación<br />
procede del capital inicial, sus réditos y las subvenciones públicas a las que ha podido<br />
acceder por su actividad al servicio de la sociedad civil vasca.<br />
No es sensato pensar que con tales mimbres pudiera la Fundación “suceder” a ASK en<br />
sus actividades de “integración y coordinación del movimiento popular vasco”.<br />
B) Por su perspectiva ideológica. El más somero análisis de los textos<br />
constitutivos de ASK25 , revela un considerable peso de la dimensión ideológica:<br />
[ASK…] “Basa su teoría y práctica revolucionaria en el marxismo”, “partimos del<br />
hecho de que la base en la que se fundamenta el sistema capitalista es la<br />
explotación económica de la clase obrera y de que ésta está llamada a ser la<br />
vanguardia del proceso revolucionario vasco” “conseguir el poder obrero y<br />
popular”, “alianza de la clase obrera y las clases populares”, etc.<br />
Las propuestas ideológicas son, en el caso de ASK, muy claras y marcadas: la<br />
lectura de la realidad es de corte marxista revolucionario clásico.<br />
Frente a la considerable gravitación ideológica en la definición y praxis de ASK, la<br />
Fundación Joxemi Zumalabe adopta como elementos caracterizadoras valores<br />
genéricos como “el conocimiento mutuo y el trabajo en común” en el seno de los<br />
movimientos populares. Valores despojados de ropaje ideológico concreto y que<br />
apelan, sobre todo, a la autonomía de los movimientos sociales y al necesario<br />
protagonismo de la ciudadanía en todo proceso social y político.<br />
C) Por su praxis social y comunicativa. ASK trata de disciplinar el<br />
movimiento popular vasco según sus parámetros ideológicos por la vía de<br />
integrar a su militancia en los distintos organismos sectoriales: ecologistas,<br />
feministas, vecinales, etc. Los militantes de ASK actúan políticamente a través de<br />
su militancia en los organismos populares a los que tratan de arrastrar a sus<br />
posiciones. Su órgano de expresión –Jotake– es el instrumento que permite<br />
definir la línea adecuada a cada coyuntura. 26 Se trata de una revista/guía<br />
ideológica, con una media de 30 páginas, en la que al inevitable análisis de<br />
coyuntura se suman dossieres, colaboraciones, entrevistas etc.<br />
La Fundación Joxemi Zumalabe, sin embargo, basa su praxis en el ofrecimiento a<br />
los movimientos de espacios de encuentro, debate, reflexión y trabajo en común.<br />
Su trabajo de dinamización se plasma en los Encuentros o Topagunes, Foros y<br />
Jornadas que ha ayudado a organizar desde su constitución. Su aportación<br />
autónoma ha consistido en dotar de instrumentos de conocimiento y formación al<br />
movimiento popular vasco: cursillos, diagnóstico participativo, guía de<br />
movimientos, base de datos de los organismos sociales vascos y de los recursos<br />
disponibles, coordinación de obras históricas, etc.<br />
25 Sus Estatutos y el documento denominado “Oinarri ideologikoak”, elaborado por su Asamblea Nacional circa<br />
1986.<br />
26 Estos peritos han podido consultar, al menos, tres números de dicho órgano de expresión, correspondientes<br />
a los meses de Febrero, marzo y octubre de 1987, 1988 y 1989, respectivamente.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 30<br />
Finalmente el órgano de expresión de la Fundación –Fite– es un tríptico/agenda<br />
que no hace sino recoger las convocatorias que se remiten desde los<br />
movimientos, sin que se contenga ningún tipo de directriz, línea a seguir o guía<br />
de coyuntura. La Fundación no deja de estar al servicio del movimiento popular,<br />
de sus carencias, proyectos e ilusiones.<br />
Frente a los supuestos intentos de control verticalista por parte de KAS o ASK<br />
tanto del MLNV como de la totalidad de movimientos sociales vascos si algo ha<br />
demostrado a lo largo de su historia la Fundación Joxemi Zumalabe,<br />
especialmente con la celebración de sus diversos Encuentros o Topagunes, ha<br />
sido una importante capacidad de extensión horizontal, convocando a una amplia<br />
y plural representación de organizaciones sociales, reunidas para combatir el<br />
modelo neoliberal de sociedad “con las únicas armas de la inteligencia, la<br />
sabiduría, la experiencia y la lucidez popular” 27<br />
Resumimos las reflexiones precedentes en el siguiente cuadro sinóptico:<br />
Definición Estructura y<br />
organización<br />
ASK Vanguardia<br />
revolucionaria<br />
Fundación<br />
Joxemi<br />
Zumalabe<br />
Función<br />
integradora<br />
del<br />
movimiento<br />
popular<br />
Think tank<br />
Apoyo al<br />
movimiento<br />
popular<br />
Clandestina<br />
A-legal<br />
Amplia (Cientos de<br />
personas)<br />
Compleja<br />
Militancia disciplinada<br />
Financiación por cuotas y<br />
aportaciones de<br />
simpatizantes<br />
Pública<br />
Legal<br />
Mínima (8/10 personas)<br />
Simple<br />
Sin militancia<br />
Financiación de origen<br />
transparente y<br />
subvención pública<br />
Ideología Praxis<br />
Disciplina<br />
ideológica<br />
Marxismo<br />
Anticapitalismo<br />
Apertura<br />
ideológica<br />
Valores<br />
genéricos:<br />
participación,<br />
autonomía y<br />
protagonismo<br />
social..<br />
Activismo<br />
social directo<br />
en los<br />
movimientos<br />
Disciplinación<br />
de los<br />
movimientos<br />
en sus<br />
parámetros<br />
ideológicos<br />
Encuentros<br />
de debate<br />
Formación y<br />
Reflexión<br />
teórica:<br />
diagnosis<br />
Dinamización<br />
de iniciativas<br />
sociales<br />
autónomas<br />
27 Manifiesto aprobado por el Plenario del I. Topagunea, celebrado en Donostia-San Sebastián, el 15-5-99.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 31<br />
Por tanto, analizada la actividad de la Fundación, es evidente que no ha sucedido<br />
a ASK, ni su labor ha consistido en transmitir, trasladar o hacer cumplir ninguna<br />
clase de orden o instrucción disciplinadora a los movimientos sociales vascos.<br />
No cabe pues filosofía más alejada de esa “actividad de disciplina, teledirección o<br />
control” de los grupos sociales que se pretende imputar a la Fundación, como<br />
presunta heredera de lo que en un tiempo pudo ser la coordinadora ASK. Nada<br />
más alejado de la realidad.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 32<br />
6. La Fundación Joxemi Zumalabe y la<br />
Desobediencia civil<br />
6.1.En cuanto a la desobediencia civil, en general<br />
En un apartado anterior de este informe han quedado expuestas las dificultades<br />
insalvables que encontraría cualquier intento de ETA por controlar los<br />
movimientos sociales, habida cuenta de las formas de organización y la<br />
heterogeneidad que les son características. Daremos ahora un paso más,<br />
afirmando que las mismas no son casuales ni neutras en el orden de los valores.<br />
Responden a una forma de entender la participación ciudadana que, en toda<br />
Europa, y el País Vasco no ha sido en este sentido ninguna excepción, resulta<br />
difícilmente compatible con la práctica de la violencia con fines políticos. Y, sin<br />
duda, uno de los factores que en mayor medida han contribuido a poner de<br />
manifiesto la incompatibilidad entre ambas ha sido el proceso de reflexión teórica<br />
y de práctica política emprendido entre los movimientos sociales vascos en torno<br />
a la Desobediencia Civil (en adelante DC) a lo largo de los últimos veinte años.<br />
Nos proponemos por tanto informar ahora sobre la concreta significación social y<br />
política de los comportamientos de DC que se atribuyen a los acusados en el<br />
presente procedimiento. Estructuraremos nuestro análisis en torno a tres líneas<br />
que hemos tenido ocasión de estudiar a lo largo de nuestras investigaciones<br />
desde hace veinte años:<br />
1. En primer lugar, el contexto y los valores desde los que surgen las campañas<br />
de DC en Euskadi, así como su impacto político entre los movimientos<br />
sociales vascos.<br />
2. En segundo lugar, la aplicabilidad a las conductas con las que se relaciona a<br />
los acusados de las características que llevan a conceptualizar una iniciativa<br />
política como DC<br />
3. Por último, la interacción entre los medios y fines de dichas iniciativas y el<br />
papel que ETA pretende jugar en la escena política vasca, con particular<br />
énfasis en la cuestión de la complementariedad.<br />
Al desarrollar cada uno de estos aspectos, iremos indicando cuáles son los puntos<br />
que harían referencia a los mismos en las conclusiones presentadas por la Guardia<br />
Civil (GC) y la UCI de la Dirección General de la Policía. Pretendemos con ello<br />
discutir razonadamente las partes del informe pericial presentado por la acusación<br />
que, más allá de la mera exposición de hechos, se adentran en el terreno del<br />
análisis socio-político desde una perspectiva que, en nuestro criterio, parece más<br />
basada en ideas preconcebidas que en la observación rigurosa y desapasionada de<br />
la realidad.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 33<br />
6.2. Contexto de la Desobediencia Civil en el País Vasco<br />
Las conductas que son objeto de enjuiciamiento se inscriben en un amplio<br />
conjunto de iniciativas surgidas en el País Vasco en torno a la DC desde<br />
principios de la década de los ochenta, cuyos valores y reivindicaciones han<br />
venido siendo ajenos e incluso contrarios al mayor o menor interés que ETA, en<br />
momentos determinados, haya podido mostrar por esta forma de participación<br />
política.<br />
En efecto, de la observación de las iniciativas políticas que en Euskadi han<br />
propugnado en los últimos veinte años la DC, cabe afirmar con toda claridad que<br />
la misma no surge en el País Vasco gracias a ETA, sino a su pesar. Al decir esto,<br />
no sólo nos referimos al uso de la DC como medio de movilización social en<br />
abstracto, sino también a su utilización al servicio del objetivo concreto de<br />
cambio del marco jurídico-político, aspiración que no es en modo alguno<br />
exclusivo de dicha organización ni de quienes pudieran situarse en su órbita de<br />
acción. Ya desde los primeros años de la transición, y conforme el estado de<br />
derecho iba ofreciendo vías de participación política, se puso de manifiesto la<br />
insatisfacción que las mismas generaban en una parte significativa de los por<br />
entonces incipientes movimientos sociales. Surgen así, tanto en el ámbito del<br />
movimiento pacifista como en el del vecinal, ecologista, feminista o en el de la<br />
reivindicación de diversos aspectos del hecho nacional vasco (lengua, cultura y<br />
sistema educativo, medios de comunicación, etc.) multitud de iniciativas que, en<br />
vez de optar en exclusiva por la vía institucional para canalizar sus<br />
reivindicaciones, las planteaban como desafío a un sistema que entendían<br />
diseñado para negarlas en lo sustancial. Sin embargo, este carácter radical de su<br />
actividad política no impidió que, ya desde un primer momento, se observara en<br />
Euskadi un choque entre los valores y la dinámica de trabajo propia de tales<br />
movimientos y la acción de una organización armada, ETA, que se autoatribuía<br />
la función de vanguardia del “movimiento popular”.<br />
Es significativo que fuera en el contexto de dicho enfrentamiento donde surgen<br />
las primeras campañas de DC. Podemos situar su comienzo a principios de los<br />
años ochenta, con ocasión de las iniciativas pacifistas que recurrieron toda<br />
Europa a raíz del despliegue de los euromisiles, y que en nuestro país tuvieron<br />
continuidad en torno a dos temas centrales: por un lado, la controversia sobre la<br />
pertenencia a la OTAN, objeto del referéndum de Marzo de 1986; por otro, el<br />
rechazo a la ley reguladora de la Objeción de Conciencia de Diciembre de 1984,<br />
que daría lugar a la insumisión.<br />
Más tarde nos referiremos a ésta última. De momento, entendemos imprescindible<br />
reseñar que ambas campañas conllevan llamamientos explícitos a la desobediencia,<br />
y que de su formulación, surgida de diversos debates teóricos que hemos tenido<br />
ocasión de estudiar a partir de 1983, cabe extraer algunas de las características<br />
esenciales que se observan también en las que se imputan a los acusados:<br />
Por un lado, frente al modelo tradicional de “acumulación de fuerzas” en torno<br />
a una vanguardia revolucionaria, a la espera del triunfo definitivo tras la<br />
“lucha final”, la desobediencia fue preconizada por el movimiento<br />
antimilitarista vasco como vía para ir abriendo espacios autónomos en que<br />
disfrutar ya de espacios de libertad, ya sea mediante la infracción deliberada<br />
de normas, ya mediante la creación de espacios autogestionados.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 34<br />
Por otro, para los movimientos que en Euskadi llamaron a la desobediencia<br />
civil “anti sistema” en el contexto de las campañas mencionadas, no había<br />
lugar para una vanguardia armada, ni desde el punto de vista de los<br />
principios ni desde una perspectiva práctica. Resulta fundamental en este<br />
sentido comprender el contenido que los movimientos sociales que<br />
practicaban la desobediencia atribuían a su opción por la no-violencia, y que<br />
va más allá de una cuestión meramente instrumental, para afectar de lleno a<br />
la concepción misma de la transformación social radical que preconizaban, tal<br />
como veremos más adelante en detalle.<br />
El impacto de la DC fue amplio entre los movimientos sociales vascos, que la<br />
pusieron en práctica tanto en el ámbito antimilitarista como en el ecologista o<br />
feminista. Como no podía ser de otro modo, KAS manifestó desde un primer<br />
momento su desconfianza ante unas campañas basadas en un discurso y una<br />
práctica tan contradictorias con los que le eran propios, pasando de la inicial<br />
desorientación a su rechazo explícito.<br />
En cualquier caso, dicho enfrentamiento no impidió que, desde un primer<br />
momento, y ya fuera por falta de capacidad de análisis de la realidad que<br />
representaban los movimientos sociales, por interés político o por ambas cosas a<br />
la vez, toda campaña de DC llevada a cabo en Euskadi fuera tildada<br />
sistemáticamente de filoterrorista desde ámbitos gubernamentales y policiales. El<br />
fenómeno, aparentemente paradójico, está sin embargo suficientemente<br />
documentado y teorizado por la doctrina, entre la que destacan las reflexiones<br />
que al respecto formula Jürgen Habermas.<br />
Tras defender la DC como forma de profundización en la democracia frente a las<br />
disfunciones de los sistemas representativos formales, denuncia el autor alemán<br />
su criminalización por parte de ciertas visiones conservadoras, para las cuales<br />
todo intento de deslegitimación del marco jurídico-político, aún por medios<br />
rigurosamente no violentos, sitúa a sus responsables en el entorno de los<br />
enemigos del sistema democrático. 28 Sólo desde este punto de vista acertamos a<br />
comprender cómo es posible que el informe pericial policial atribuya a los<br />
acusados el desarrollo, bajo el control de KAS, de un proyecto diseñado,<br />
coordinado, dirigido y dinamizado por ETA y desde ETA, cuando los<br />
comportamientos de DC que se les imputan se basan en conceptos<br />
expresamente rechazados por KAS y elaborados y puestos en práctica en el<br />
ámbito de los movimientos sociales vascos desde quince años antes de que,<br />
según el propio informe, ETA ideara la DC como uno de los ejes de su línea<br />
política (UCI, Conclusiones VII, VIII, X, XII y XV; GC, Preconclusiones 10ª, 11ª y<br />
12ª) .<br />
6.3. Actividades concretas de la Fundación Joxemi Zumalabe en<br />
relación a la Desobediencia Civil<br />
Desde el punto de vista de la ciencia política, las acciones y campañas cuya<br />
promoción se imputa a los acusados vienen claramente orientadas desde<br />
los principios de la Desobediencia Civil.<br />
28 HABERMAS, J. (1985), “Derecho y violencia: un trauma alemán”, en AFD, pp. 19-32.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 35<br />
En ningún momento perdemos de vista que los actos desarrollados por los<br />
encausados no son objeto del presente procedimiento en lo que, aisladamente<br />
considerados, pudieran haber tenido de delictivo en sí mismos, sino más bien en<br />
la medida en que, puestos en la perspectiva en que los sitúa el informe pericial<br />
de la acusación, representaran una forma de colaboración o de cumplimiento de<br />
instrucciones de ETA. Por ello, y porque en modo alguno es nuestra función, no<br />
haremos referencia en este punto al debate, ya clásico, en torno a la justificación<br />
jurídica de los actos particulares que revistan las características de la DC. Nos<br />
centraremos más bien en la crítica razonada de los graves errores en que incurre<br />
la pericia policial cada vez que, excediendo los límites de la mera exposición de<br />
hechos, trata de fundamentar dicha perspectiva por medio de la reflexión teórica<br />
o de la inferencia lógica. Dos aspectos resultan particularmente significativos a<br />
este respecto:<br />
a) Al pretender delimitar teóricamente el ámbito de la DC “clásica” de modo<br />
que no acoja los hechos que se imputan a los acusados (GC Preconclusión<br />
11ª), el informe pericial de la acusación evidencia un sorprendente<br />
desconocimiento de las más elementales reflexiones doctrinales<br />
elaboradas al respecto, llegando a confundir ésta con otras figuras<br />
afines, en particular la Objeción de Conciencia, además de cometer<br />
el error metodológico de tomar como punto de partida del<br />
razonamiento aquello que debiera quedar probado como<br />
b)<br />
consecuencia del mismo, esto es, la caracterización de la conducta<br />
de los acusados como uno más de los tipos de lucha diseñados por<br />
ETA al servicio de sus fines.<br />
Del mismo defecto adolecen algunos de los razonamientos en que pretende<br />
basar su tesis de la presunta ilicitud de las conductas de los acusados, (GC<br />
Conclusión Definitiva 1ªa y b), mientras que los restantes incurren, según<br />
se argumentará a continuación, en la simple tautología (GC Conclusión<br />
Definitiva 1ªc y d).<br />
A fin de sustentar esta crítica, así como de fundamentar nuestra opinión<br />
contraria, daremos cuenta en este apartado de los puntos básicos de consenso<br />
que la ciencia política ha alcanzado sobre cuáles sean los rasgos definitorios de la<br />
DC, para acabar haciendo referencia al modo en que dichos rasgos, tal como ya<br />
hemos adelantado, son observables en las campañas de DC en torno a las<br />
cuales la Fundación Zumalabe promovió la reflexión teórica, deteniéndonos en<br />
particular en la influencia ejercida, tanto en sus medios como en sus fines, por<br />
uno de ellos en particular: la opción por la no-violencia.<br />
Los “requisitos” clásicos que se supone debe reunir una iniciativa política para ser<br />
calificada como desobediencia civil (D.C.) resultan conocidos 29 : se trataría de una<br />
infracción de la ley consciente, abierta, pública, simbólica y no-violenta, que apela al<br />
propio sentido de justicia de la comunidad en la que tiene lugar, con el fin de lograr<br />
un cambio en la ley o en los programas del gobierno.<br />
En primer lugar, hablamos de actos no conformes a la legalidad, que<br />
pueden consistir tanto en comportamientos activos (hacer lo<br />
prohibido) como pasivos (no hacer lo ordenado). Es decir, un acto de<br />
29 Por todos, BEDAU, H.A. (1961), “On Civil Disobedience”, The Journal of Philosophy, vol. 58, 21, pp.<br />
653-665.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 36<br />
DC no “se hace” simplemente, sino que “se comete”. 30 Sin embargo, esto no<br />
significa que la conducta en cuestión no pueda verse amparada por una causa<br />
de justificación, o que no puedan existir circunstancias que, en última<br />
instancia, impidan imputársela personalmente a quien la ha llevado a cabo.<br />
Del mismo modo, nada impide que este tipo de protesta se vea acompañada<br />
de consideraciones sobre la validez legal de la norma desobedecida. Es decir,<br />
puede que el acto ilegal se realice en violación de una ley cuya legalidad, a su<br />
vez, resulte cuestionable, y que eventualmente pueda acabar siendo<br />
declarada nula. No deja de tratarse de DC si, al mismo tiempo que se infringe<br />
deliberadamente una norma en particular, se apela a la contradicción entre<br />
ésta y una norma superior, que podría concretarse en principios<br />
constitucionales reguladores de la convivencia. Así, muchas de las acciones<br />
de DC en contra de la segregación racial en USA en la década de los 60<br />
apelaban expresamente a la contradicción entre ésta y los derechos recogidos<br />
en la constitución. Y lo mismo se observa en gran parte de las<br />
reivindicaciones sostenidas por las campañas de DC llevadas a cabo en el País<br />
Vasco, que han venido acompañadas de demandas en los tribunales contra la<br />
misma legislación que se desobedecía, ya fuera en el ámbito ecologista o en<br />
el soberanista.<br />
En segundo lugar, debe tratarse de actos públicos y abiertos. Resulta<br />
comprensible que así deba ser, si tenemos en cuenta que el objetivo ha de<br />
ser llegar a los más amplios estratos de la sociedad. Ha de intentarse que la<br />
mayoría reconsidere sus posiciones. Por tanto, hay que posibilitar el<br />
conocimiento de las razones de los disidentes, y al tiempo mantener abiertos<br />
los canales de negociación. Por otra parte, con ello se subraya la convicción<br />
moral de quien realiza en acto de DC, que somete sus principios de justicia a<br />
la consideración del resto de sus conciudadanos. 31 Como más tarde<br />
señalaremos, en esto residió una de las claves del éxito de las primeras<br />
campañas de DC llevadas a cabo en Euskadi, así como uno de sus principales<br />
atractivos de cara a su extensión a otros ámbitos de reivindicación política.<br />
En tercer lugar, los actos de DC son voluntarios y conscientes. El sujeto,<br />
de haberlo querido, los hubiera podido evitar. La persona sabe que está<br />
infringiendo un mandato que le afecta, y opta por hacerlo en ejercicio de su<br />
libertad, a consecuencia de la incompatibilidad entre sus convicciones y la<br />
norma desobedecida. Por otra parte, la actuación tiene un carácter moral: se<br />
realiza exclusivamente sobre la base de lo que el sujeto considera que es su<br />
deber, y no buscando satisfacer sus intereses o inclinaciones. En este sentido,<br />
suele aludirse a la disposición a aceptar el castigo como muestra de que su<br />
actuación es “en conciencia”.<br />
A primera vista, este requisito parece consustancial a la DC, a la que<br />
distinguiría de determinadas manifestaciones de delincuencia convencional<br />
basada en el incumplimiento de un deber. Así, a través de él, cabría<br />
diferenciar la figura del objetor fiscal de la del defraudador de impuestos, o la<br />
del insumiso del desertor que sólo busca verse eximido del servicio a título<br />
particular.<br />
30 UGARTEMENDIA ECEIZABARRENA, J.A. (1999), La desobediencia civil en el estado constitucional<br />
democrático, Marcial Pons, Madrid, p. 126.<br />
31 GARZON VALDÉS, E. (1981), “Acerca de la desobediencia civil”, Sistema, 42, p. 83.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 37<br />
Sin embargo, son varias las matizaciones que es necesario introducir en este<br />
planteamiento. Ciertamente, existe una actuación “en conciencia”, una ética<br />
principialista a partir de la cual el desobediente define y pone en practica su<br />
iniciativa política, y que condicionará tanto sus fines como sus medios, así<br />
como la necesaria coherencia entre éstos y aquellos. Pero conviene insistir en<br />
que lo que caracteriza a dicha ética no es el hecho de que sus adherentes<br />
estén ciegamente convencidos de la verdad de sus posiciones, sino la libertad<br />
en el proceso de formación de esa conciencia, así como el entronque de la<br />
misma en valores de justicia. 32 A lo largo de la segunda mitad del siglo XX,<br />
dichos valores se han venido asimilando sin dificultad con los Derechos<br />
Humanos. Sin perder esa perspectiva, cada vez con más fuerza en los últimos<br />
tiempos, y ya se trate de iniciativas antimilitaristas, feministas, ecologistas o<br />
por los derechos civiles, un referente del contenido ético que debe conllevar la<br />
DC viene siendo el efecto de fortalecimiento o “empoderamiento” social<br />
(social empowerment) que está llamada a producir, y por el que la sociedad<br />
civil ejercita y adquiere conciencia de su poder frente a las disfunciones<br />
democráticas de los sistemas representativos formales. 33 Volveremos más<br />
tarde sobre este aspecto, por el que muestran un especial interés las<br />
expresiones de DC que han tenido lugar en Euskadi.<br />
Por último, y como corolario del requisito tercero, se exige a los actos de DC que no<br />
se basen en una conciencia particular, sino que apelen al sentido de justicia de la<br />
comunidad sobre la que pretenden influir. Se distinguirían así los desobedientes<br />
civiles de los objetores de conciencia, cuya acción, en principio, no necesitaría<br />
basarse en las creencias comunes, sino precisamente en el hecho de que existe una<br />
diferencia entre éstas y las que ellos profesan. 34<br />
El desobediente buscaría convencer a través del diálogo racional basado en la<br />
apelación a criterios comunes, mientras que el objetor, cuando acude a la sociedad<br />
en demanda de tolerancia para poder comportarse de acuerdo con sus ideas, se<br />
basa más bien en el hecho de que está sinceramente convencido de las mismas, de<br />
manera que le sería imposible actuar de otro modo sin que su dignidad resultara<br />
violentada. Pues bien, en una sociedad democrática, para que la desobediencia a la<br />
ley, además de resultar moral, consiga apelar a las bases en que se sostiene la<br />
convivencia, es necesario que dicho código moral entre en una perspectiva<br />
unificante con los Derechos Humanos. En la medida en que sea así, la conciencia de<br />
la que parte el desobediente no se basará en una ética de la convicción que<br />
demanda tolerancia, sino que se asentará más bien sobre una ética de la<br />
responsabilidad, desde la cual las razones que impulsan al desobediente<br />
representan elementos de una relación dialogada entre éste y la sociedad ante la<br />
que intenta influir.<br />
Las campañas de desobediencia practicadas en Euskadi hicieron referencia explícita<br />
desde un primer momento a este aspecto, conscientes de que en él reside gran<br />
parte del potencial transformador de este tipo de disidencia. Es en este contexto en<br />
32 ESTEVEZ ARAUJO, J.A. (1994), La Constitución como proceso y la desobediencia civil, Trotta, Madrid,<br />
p. 31.<br />
33 RANDLE, M. (1994), Civil Resistance, Fontana Press, Londres, p. 179.<br />
34 FALCON TELLA, M.J. (2000), La desobediencia civil, Marcial Pons, Madrid, p. 76.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 38<br />
el que ha de entenderse la aceptación del castigo, 35 requisito tradicional de la DC<br />
que, en el caso de la practicada en el País Vasco, ha de ser matizado en el sentido<br />
de que no ha sido presentada por los desobedientes civiles como prueba de la<br />
sinceridad o del carácter moral de su gesto desobediente, sino más bien como<br />
resultado de una criminalización cuestionada en su legitimidad.<br />
Ello la convierte, ante todo, en factor de escándalo social, susceptible de ser<br />
utilizada políticamente para agudizar esa deslegitimación. En estas condiciones, las<br />
campañas de DC en el País Vasco siempre han buscado que su aceptación, cuanto<br />
más pública mejor, constituyera un reto de los desobedientes al poder.<br />
Un cuarto requisito relaciona tradicionalmente la DC con el carácter no-violento y<br />
simbólico de la acción. Efectivamente, la no-violencia aparece como parte<br />
consustancial de la teoría y la práctica de las manifestaciones de DC más notorias<br />
que se han dado a lo largo de la historia, y la relevancia que ha adquirido en<br />
Euskadi con respecto a la cuestión de la compatibilidad de la DC con el uso de la<br />
violencia para fines políticos nos hace dedicarle una atención pormenorizada, que<br />
desarrollaremos en el tercer punto.<br />
Hasta aquí los requisitos cuyo cumplimiento permite atribuir a una determinada<br />
campaña o iniciativa política el carácter de DC, y que caracterizan las campañas de<br />
DC que hemos tenido ocasión de estudiar en el País Vasco. Y no es casual que sean<br />
los movimientos sociales –ya sean por la paz, ecologistas, feministas, de solidaridad<br />
con inmigrantes o antiglobalización y, en el País Vasco, también los movimientos<br />
soberanistas- los que de hecho la vienen practicando, si tenemos en cuenta los<br />
problemas ético-morales concretos y la legitimidad de las situaciones políticas a las<br />
que, de hecho, se enfrentan todos ellos.<br />
Se trataría, en palabras de Habermas, de ámbitos en que la participación de los<br />
ciudadanos, estando teóricamente abierta, puede encontrar sin embargo especiales<br />
dificultades para influir en la práctica sobre las decisiones reales del gobierno. 36 Los<br />
ciudadanos se limitarían a aprobar o rechazar en bloque los hechos consumados,<br />
hasta dimitir de su papel para convertirse en clientes del Estado. De ahí el carácter<br />
de “piedra de toque del Estado Democrático de Derecho” que el reciente premio<br />
Príncipe de Asturias atribuye a la DC, la cual contribuiría desde este punto de vista a<br />
configurar de modo no convencional la voluntad política colectiva de forma<br />
realmente dialogada con el poder, pues ofrece vías para establecer un diálogo<br />
racional y libre entre el desobediente y la sociedad a cuyo sentido de la justicia éste<br />
apela.<br />
En nuestra opinión, nada más incompatible con esta forma de entender la<br />
participación política que la que busca influir sobre la opinión pública por<br />
medio de la violencia. En cualquier caso, no pretendemos pronunciarnos sobre lo<br />
acertado de la teoría política expuesta sino, frente a la desorientación que<br />
producen las inaceptables simplificaciones contenidas al respecto en los<br />
informes periciales de la acusación, dejar constancia de cuál es su formulación<br />
tal como la comparte la comunidad científica más solvente, y tal como se encuentra<br />
en la base de la amplia controversia existente en torno a las vías de posible<br />
justificación jurídica de conductas particulares que reúnan las características<br />
35 COHEN, M. (1969), “Civil Disobedience in a Constitutional State”, The Massachusetts Review, 10, p.<br />
211.<br />
36 HABERMAS, J. (1983), “Ziviler Ungehorsam, Testfall für den demokratischen Rechtsstaat. Wider den<br />
autoritären Legalismus in der Bundesrepublik”, en P. Glotz (ed.) Ziviler Ungehorsam im Rechtsstaat, Suhrkamp,<br />
Frankfurt am Main, pp. 29-53.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 39<br />
señaladas, materia conocida sin duda para el juzgador y en la que este informe no<br />
debe entrar.<br />
De lo que sí podemos dejar constancia es del interés que la materia ha<br />
venido suscitando entre los movimientos sociales vascos, cuya guía fue<br />
elaborada por la Fundación Zumalabe a lo largo del año 1998. La<br />
presentación de dicha guía tuvo lugar en un acto público celebrado el 20 de febrero<br />
de 1999, acto en el cual los representantes de algunos de los grupos asistentes,<br />
entre los que se encontraban ecologistas, asociaciones vecinales, antimilitaristas,<br />
sindicatos agrarios, radios libres y movimiento gay, además del Consejo de la<br />
Juventud del País Vasco, pusieron de manifiesto la necesidad de unos encuentros de<br />
reflexión teórica sobre estos y otros temas, y decidieron constituir para promoverlos<br />
el grupo Herria Mugi!<br />
Su labor cristalizó tres meses después en el Primer Encuentro o Topagune, que<br />
se desarrolló, con carácter absolutamente abierto y convocado a través de los<br />
medios de comunicación, en la Casa Municipal de Cultura del barrio de Eguía en San<br />
Sebastián. El encuentro contó con el apoyo de la Fundación Zumalabe en forma de<br />
un dinamizador y de una aportación económica.<br />
Más de cuarenta grupos tomaron parte en el mismo, con la diversidad de temas y<br />
enfoques que es característica de los movimientos sociales, organizados en torno a<br />
cuatro ejes temáticos: Pluralismo, Comunicación, Ordenación del Territorio y<br />
Desobediencia Civil. En cuanto a éste último, cuyos debates tuvimos ocasión de<br />
analizar, se presentaron dos ponencias: la del grupo Autodeterminazioaren<br />
Biltzarrak (ABK), en que se daba cuenta de sus actividades públicas y pacíficas a lo<br />
largo de los últimos años, y la que presentó Mikel Zuloaga con el nombre de “Piztu”.<br />
En vista del éxito cosechado por los talleres de Ordenación del Territorio y de<br />
Desobediencia Civil, la plataforma Herria Mugi! decide darles continuidad, lo que se<br />
concreta, en cuanto al primero de los temas, en una jornada celebrada en Abril de<br />
2000 sobre Modelos de Desarrollo y Defensa de la Tierra; en cuanto al segundo, en<br />
el compromiso que adquiere Herria Mugi! de dedicarle en exclusiva toda una jornada<br />
en el marco del Segundo Topagune promovido por dicha plataforma, y celebrado en<br />
Febrero de 2000 en el albergue Monte Albertia de Zarauz.<br />
Estos Segundos Encuentros del Movimiento Popular y Social de Euskal<br />
Herria presentan las mismas características de publicidad, apertura y pluralidad de<br />
enfoques del primer Topagune, ampliando su espectro a más de sesenta grupos,<br />
que presentan un total de 25 ponencias en torno a dos grandes líneas de debate:<br />
durante la primera jornada, el diagnóstico de la situación socio-política vasca;<br />
durante la segunda, el análisis de los problemas teóricos y prácticos de la<br />
desobediencia civil como instrumento de transformación social. Una vez más, la<br />
Fundación Zumalabe, a solicitud de Herria Mugi!, aportó una ayuda económica para<br />
sufragar parte de los gastos del encuentro, el resto de los cuales corrieron por<br />
cuenta de los grupos sociales allí presentes.<br />
Las líneas temáticas a través de las que se desarrollan los debates dan lugar al<br />
nacimiento de cinco grupos de trabajo, mediante los que las personas allí presentes<br />
deciden dar continuidad a la labor iniciada en este Topagune: Un primer grupo se<br />
encarga de analizar las necesidades de formación de las personas que forman parte<br />
de los movimientos sociales, proponiendo cursos y listas de recursos que sirvan<br />
para paliar las carencias al respecto; el segundo grupo trabaja sobre vías<br />
alternativas de comunicación al servicio de las redes sociales; un tercer grupo,<br />
llamado de diagnosis, surge para analizar el contexto socio-político en que los<br />
movimientos sociales vascos llevan a cabo su labor; en cuarto lugar, un grupo de<br />
personas trabajan de modo permanente en torno a los procesos de globalización; Y
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 40<br />
por último, se constituye un grupo de trabajo sobre Desobediencia Civil.<br />
No se trata de un grupo que lleve a cabo ni promueva directamente<br />
acciones de DC, sino de un ámbito de reflexión teórica y de fomento del<br />
debate público en torno a la historia y las potencialidades de esta forma de<br />
acción política. Al hilo de las distintas ponencias que se presentaron a la segunda<br />
jornada del Topagune II, este grupo de trabajo pretende abordar aspectos muy<br />
diversos de la DC, que van desde alternativas prácticas al dinero mediante el<br />
trueque , hasta la resistencia frente a determinadas concepciones de la medicina y<br />
la salud. Del análisis de sus actas se desprende que, como uno más de estos<br />
aspectos, el papel de la DC es tratado también en relación a la idea de construcción<br />
nacional, con especial atención al contenido social y pluralista del concepto de<br />
soberanía, tema en el que insistiremos más adelante. 37<br />
El debate así suscitado, que tuvimos ocasión de seguir y analizar a través de las<br />
actas de sus talleres, gira en torno a los contenidos y los modos con que cambiar<br />
una sociedad que se percibe como injusta, así como las vías a través de las que<br />
cabe a la ciudadanía resistirse a aceptar, incluso cuestionando radicalmente,<br />
algunos de sus fundamentos. Sin embargo, tanto el carácter público, abierto y<br />
plural del mismo, como el sentido profundamente democrático que las<br />
animaba, sitúa las iniciativas allí propuestas en las antípodas de una<br />
imposición de temas o enfoques como la que sugiere el informe policial. Por<br />
el contrario, su razón de ser queda evidenciada mucho más<br />
satisfactoriamente a través del paradigma definido por las características<br />
que hemos señalado más arriba como propias de la desobediencia civil. No<br />
es casualidad, en este sentido, que, incluso cuando se habla de aspectos<br />
directamente relacionados con la soberanía, se llegara, entre otras, a las siguientes<br />
conclusiones:<br />
“La necesaria aportación del movimiento popular vasco al proceso político que<br />
se abre en Euskal Herria con el acuerdo de Lizarra-Garazi no debe poner en<br />
peligro su autonomía respecto a los actores políticos; se rechazan desde los<br />
movimientos sociales ciertas formas de lucha, y se plantea la necesidad de<br />
buscar alternativas de resistencia como la desobediencia civil.”<br />
6.4. Interpretación pericial de las actividades de la Fundación en relación<br />
a la cuestión de la complementariedad entre la Desobediencia Civil y<br />
la violencia al servicio de objetivos políticos<br />
De lo hasta aquí expuesto se deduce que el hecho de que los fines últimos de las<br />
campañas de DC llevadas a cabo en el País Vasco vengan formulados en términos<br />
de transformación radical de la realidad no las sitúa necesariamente en una<br />
perspectiva unificante, ni con los medios, ni tampoco con los fines de ETA. Al<br />
contrario, la dinámica de movilización social que les es propia no interactúa con la<br />
actividad terrorista en clave de complementariedad sino de alternativa, no sólo en el<br />
plano instrumental sino también en el teleológico, y ello con independencia de<br />
cuáles puedan ser los deseos o las manifestaciones de ETA al respecto.<br />
37 Actas del II Topagune del Movimiento popular vasco, Febrero de 2000.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 41<br />
Desde finales de la década de los ochenta, también los movimientos activos en el<br />
ámbito de la reivindicación soberanista comienzan la reflexión en torno a las<br />
características organizativas y los valores que hemos asociado a la DC, cuyo<br />
potencial transformador de la realidad, fundamentalmente a raíz del incontestable<br />
éxito cosechado por la insumisión al servicio militar, contrastaba con la creciente<br />
deslegitimación social de toda iniciativa política que pretendiera ser compatible con<br />
el uso de la violencia. Para sectores cada vez más amplios, se hace evidente que la<br />
violencia con fines políticos se muestra incapaz de generar sinergias con otras<br />
formas de lucha que pretenden la transformación social. Y no sólo porque vías con<br />
tan distinto grado de legitimidad social se obstaculizan mutuamente sino, ante todo,<br />
porque los rasgos que, según hemos visto, definen la DC, la convierten en una<br />
alternativa ética, teórica y práctica, cuya importancia se cifra en su proyección más<br />
allá del rechazo de las vías violentas.<br />
Es ésta profunda dimensión transformadora la que provoca el interés por la DC<br />
entre los movimientos soberanistas, contrariamente a lo que afirma el análisis sociopolítico<br />
policial (GC PRECONCLUSIONES 1ºª, 12ª Y 13ª Y Conclusión, 3ª), y al<br />
margen de cuál fuera la reflexión teórica que ETA hiciera en torno al particular. Del<br />
mismo modo que hay reivindicaciones en el ámbito laboral, ecologista,<br />
educativo o de la justicia social en general que ETA dice hacer suyas, pero<br />
es incapaz de condicionar porque cuentan con actores y dinámicas sociales<br />
con entidad propia, tampoco tiene posibilidades reales de condicionar –<br />
mucho menos de “diseñar” ni potenciar”- el contenido de conceptos como<br />
“transformación social” o “construcción nacional”, especialmente cuando<br />
las iniciativas políticas que los tienen por objetivo reúnen, como es el aquí<br />
el caso, las características vistas en el punto anterior. De entre tales<br />
características, la opción por la no-violencia juega un papel especialmente relevante<br />
en este sentido, por lo que merece ser expuesta con algún detenimiento.<br />
Del estudio de las campañas de DC en el País Vasco se deduce que su vinculación a<br />
la no-violencia debe ser analizada desde una triple vertiente 38 : en primer lugar,<br />
como herramienta de diagnóstico-análisis; en segundo lugar, como identidad, en la<br />
medida en que permite estructurar el día a día de su lucha de acuerdo con los<br />
mismos valores que se dice defender; en tercer lugar, como medio de actuación en<br />
la confrontación con el poder con mayor potencial transformador que las vías de<br />
lucha no institucional mediante la violencia, a causa de la capacidad persuasiva de<br />
que dota al discurso la coherencia entre fines y medios.<br />
a) En cuanto al primer aspecto, las primeras campañas de DC en Euskadi partían<br />
de un concepto de violencia estructural asimilado con las injusticias<br />
generadas por la guerra y la militarización. En este sentido, y ampliando el<br />
espectro en el resto de campañas, violencia sería, siguiendo a Galtung, 39 la<br />
causa de la diferencia evitable entre lo potencial y lo efectivo, en términos de<br />
reparto de recursos y de acceso a las vías efectivas de decisión. La acción noviolenta<br />
fue entendida desde entonces, por lo que se refiere a este primer<br />
aspecto, como aquélla que se opone a esa situación de violencia relacionada<br />
con la injusticia, y que se concibe como proceso de lucha por la justicia en el<br />
que el conflicto no ha de ser evitado, sino que ha de hacerse aflorar mediante<br />
38 SAINZ DE ROZAS BEDIALAUNETA, R. (2001), “Análisis crítico de los rasgos de la desbediencia civil en<br />
Euskadi”, en Etxeberria, X. (ed.), Enfoques de la desobediencia civil, Universidad de Deusto, Bilbao, pp. 55 ss.<br />
39 GALTUNG, J. (1981), “Contribución específica de la irenología al estudio de la violencia: tipología”, en<br />
La violencia y sus causas, Editorial de la UNESCO, p. 95.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 42<br />
la denuncia, la no cooperación con las situaciones de violencia y la<br />
formulación de alternativas en clave constructiva.<br />
b) Por lo que se refiere al segundo aspecto, la no-violencia se presentaba como<br />
una opción ética y programática que contribuía de forma decisiva a configurar<br />
el discurso desobediente de forma coherente. Desde este punto de vista, su<br />
opción por la no-violencia se formulaba a partir de la idea de que utilizar la<br />
violencia contra otra persona para alcanzar los propios objetivos es una forma<br />
de instrumentalizarla. Se relacionaba así con el imperativo ético kantiano que<br />
exige tratar a las demás personas como fines en sí mismos, y no como<br />
medios, y a partir del cual las iniciativas de DC en Euskadi han buscado que la<br />
acción no lesione la integridad de las personas ni impida el ejercicio de sus<br />
derechos básicos, con particular énfasis en la necesidad de respetar y<br />
potenciar las condiciones que permiten a la persona expresar libremente sus<br />
ideas y actuar conforme a las mismas. Por la misma razón, se entendían<br />
contrarias a la filosofía de la DC aquellas acciones que, con independencia de<br />
su mayor o menor grado de destructividad, pudieran responder a una<br />
estrategia calculada con el fin de llevar el temor a la población o dificultar la<br />
formación libre de la voluntad democrática.<br />
Y todo ello, tanto por lo que se refiere a los objetivos específicos de aquéllas<br />
campañas, como cuando las mismas planteaban, en otros ámbitos, alternativas<br />
de organización de la convivencia que superasen la noción amplia de violencia a<br />
la que antes hacíamos referencia. De ahí que la apelación a la no-violencia por<br />
parte de los desobedientes no se agotara en la prevención de ataques contra<br />
determinados bienes jurídicos, sino que adquiriera su dimensión más importante<br />
a través de la identidad que proporcionaba al movimiento desobediente, al exigir<br />
coherencia entre los fines que éste asumía como propios y los medios de los que<br />
se dotaba para lograrlos.<br />
Esta importancia que la perspectiva no-violenta atribuye al modo en que fines y<br />
medios se condicionan mutuamente tuvo una doble consecuencia en las<br />
campañas de DC en Euskadi: por un lado, de cara al movimiento mismo, la noviolencia<br />
se proyectaba en formas organizativas que fomentaran la<br />
corresponsabilidad en el acceso a la información y en la asunción de<br />
compromisos, impidieran o al menos sirvieran para sacar a la luz el sexismo en<br />
las relaciones y el modo de funcionar, y posibilitaran sistemas de participación y<br />
toma de decisiones que tendían más al asamblearismo que a la estructura<br />
jerárquica. Por otro lado, y de cara al exterior, no cabe duda de que la capacidad<br />
de propuesta por parte del movimiento se veía favorecida por la coherencia de la<br />
que dota la no-violencia a la combinación de elementos identitarios y de la<br />
acción, a través de la cual la campaña de DC se proyectaba ante la sociedad.<br />
c) En tercer lugar, y en relación con este último aspecto, cabe analizar la noviolencia<br />
desde su dimensión de herramienta más eficaz para el logro de<br />
objetivos políticos a través de la DC. En este sentido, la opción de los<br />
desobedientes civiles vascos por la no-violencia no partía de una ingenua<br />
confianza en la naturaleza humana, sino de ser consciente de que el adversario,<br />
aunque no se “convierta”, necesita justificar sus acciones, lo que hace mostrarse<br />
sensible al impacto que el conflicto pueda tener en la opinión pública. Esto es, la<br />
actitud desobediente asumía que los objetivos, los medios y la propia viabilidad<br />
de una iniciativa de enfrentamiento al poder dependerían de la legitimidad que<br />
ostente quien lo ejerza, así como de las muy diversas razones que pueden estar<br />
en la base de la obediencia que lo sustenta. A partir de esta constatación, la<br />
apuesta por la no violencia propia de las campañas de DC obedeció, también, a
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 43<br />
consideraciones pragmáticas, vitales para cualquiera que se enfrente a un<br />
gobierno democrático en una lucha de legitimidades: en la medida en que el<br />
sistema esté más o menos legitimado democráticamente, la superioridad ética de<br />
los medios con los que se expresa la disidencia acaba siendo determinante. 40<br />
Cuanto venimos diciendo ha estado presente en la teorización sobre DC<br />
realizada o fomentada por los movimientos sociales que acudían a los<br />
talleres o grupos de trabajo, según hemos tenido ocasión de exponer<br />
pormenorizadamente más arriba. Buena muestra de ello es la labor de<br />
reflexión emprendida por el “Grupo de Trabajo sobre Desobediencia Civil”,<br />
que tuvimos ocasión de seguir a partir de su surgimiento en el II encuentro de<br />
movimientos sociales organizado por la Fundación Zumalabe en febrero de 2000, y<br />
que viene recogida en un documento cuya elaboración, aún en fase de borrador,<br />
fue interrumpida por la intervención judicial.<br />
Basten unos extractos tanto de las actas de aquel taller como del citado borrador<br />
para contrastar el contenido real de dicho Grupo de Trabajo con la imagen que de<br />
él proyecta el informe pericial de la acusación:<br />
“Hablamos por tanto de una desobediencia engarzada con un modelo social<br />
alternativo, concepto mucho más amplio que la denominada construcción<br />
nacional, y entendida siempre como instrumento no violento de cambio,<br />
dotado por ello de una superior justificación ética, y contradictorio tanto con la<br />
práctica política convencional, reducida al voto, como con la lucha armada”.<br />
(Borrador de Documento para el debate)<br />
“Organizar un espacio para un modelo social alternativo”, “poder visualizar un<br />
modelo social alternativo”, “día de la desobediencia con cursillos, mesasredondas…”,<br />
”Recogida de experiencias prácticas de todos” (Acta del taller<br />
6/4/2000)<br />
“Construir un modelo alternativo”, “lugares de debate y reflexión”, ”Garantizar<br />
la participación de la gente con mesas-redondas”, Impulsar lo que nos une”,<br />
“Exposiciones, seminarios, intercambio de experiencias”, “Reuniendo a los<br />
que estamos por un modelo social alternativo y los que simplemente<br />
quieren hacer algunos cambios en el sistema… equilibrio, evitando los<br />
extremos”, “asegurar la posibilidad de recoger las aportaciones de los<br />
demás” (Acta del taller 24/5/2000)<br />
“Hay que reforzar la reivindicación de la democracia y a partir de ese punto,<br />
trabajar el papel que la desobediencia puede jugar en los conflictos entre el<br />
poder de pueblo y el de las autoridades… Se trataría de trabajar en torno a la<br />
desobediencia bajo el paraguas democrático”, ”llegar a la mayor cantidad de<br />
gente” (Acta del taller 14/6/2000)<br />
La pluralidad de discursos y la apertura de miras en su tratamiento, así como la<br />
consiguiente relevancia dada al debate entre posturas diversas, la necesidad de<br />
“evitar los extremos y reunir a los que simplemente desean algún cambio en el<br />
sistema”, la insistencia en la alternatividad, la importancia concedida al paraguas<br />
democrático, la oposición a los medios “convencionales” (voto/violencia) de hacer<br />
política… Ubica a los Topagunes y al taller de Desobediencia organizados bajo los<br />
auspicios de la Fundación en parámetros que nada tienen que ver con los designios<br />
40 SHARP, G. (1973), The Politics of Nonviolent Action, Porter Sargent Publishers, Boston, p. 495 ss.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 44<br />
estratégicos de ETA. La Fundación Joxemi Zumalabe, como tal, aunque comparte<br />
los valores de fondo que la sustentan, no tiene opinión propia sobre la<br />
Desobediencia Civil, del mismo modo que no la tiene sobre la planificación<br />
territorial o el comercio justo, pero es que ni siquiera la labor de los grupos de<br />
trabajo que surgen en los Topagunes en los que la Fundación colabora puede ser<br />
ubicada en un lugar distinto que en la antípoda de la lectura propuesta por las<br />
periciales policiales.<br />
Es simplemente absurdo pretender que grupos de trabajo (talleres)<br />
basados en semejante filosofía puedan constituir una estructura ad hoc<br />
creada por la Fundación Joxemi Zumalabe para implementar la orden de<br />
ETA de trabajar la Desobediencia Civil como complemento a la lucha<br />
armada en el marco de un proceso compartido de construcción nacional<br />
(UCI Conclusión VIII).<br />
Finalmente, a mayor abundamiento, de una observación atenta de las actividades<br />
de los movimientos sociales que asistían a talleres y Topagunes que valore en<br />
perspectiva su interacción con el resto de actores de la escena política vasca y<br />
cuente con las herramientas propias de un análisis socio-político riguroso, tal como<br />
ha tratado de hacer el presente informe, se desprende la conclusión de que el<br />
debate acerca de la complementariedad en los repertorios para la acción colectiva<br />
debe separar cuatro ámbitos distintos, que el informe policial confunde<br />
sistemáticamente. A saber:<br />
a) Complementariedad en cuanto a la filosofía política subyacente a los<br />
repertorios de acción utilizados. Las distintas formas de acción colectiva que<br />
aquí se promueven no se encuentran en un continuum en el que en un<br />
extremo se encontraría la no-violencia y en el otro la acción violenta. La<br />
acción política no-violenta, cuando así queda definida en el discurso del<br />
movimiento (al calificar el actor tal actividad como desobediencia civil), se<br />
asienta en un sustrato filosófico inmiscible con el que sustenta una acción<br />
colectiva de carácter violento. Existe una cesura filosófica en tal continuum.<br />
En este sentido, no existe complementariedad filosófica entre la DC y la<br />
violencia política.<br />
b) Complementariedad en cuanto a la (im)posibilidad de que un mismo actor<br />
colectivo actúe conforme a filosofías políticas contradictorias. Los actores<br />
colectivos construyen su identidad por medio de sus acciones y los discursos<br />
con ellas conectados. Un actor colectivo que comparte la filosofía<br />
desobediente y actúa conforme a ella no puede desarrollarse, como tal<br />
sujeto colectivo, conforme a un repertorio de acción enmarcado en una<br />
filosofía política que defienda la violencia política. Más allá de las<br />
actuaciones de sus miembros individuales, la DC y la violencia no son<br />
complementarias, en el sentido de compatibles, en el seno del mismo sujeto<br />
colectivo.<br />
c) Complementariedad de los repertorios de acción en cuanto al objetivo o<br />
reivindicación que anima a la acción colectiva. En ningún caso puede<br />
argumentarse que, en la medida en que existe una relativa comunión de<br />
fines (En la literalidad de los informes de la acusación, “construcción<br />
nacional de Euskal Herria”) entre actores colectivos diversos, tal comunión<br />
suponga complementariedad filosófica y, por ende, orgánica entre tales<br />
actores colectivos. Supuesta la coincidencia de fines, ello no supone
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 45<br />
coincidencia en los medios ni, por supuesto, coincidencia en un mismo<br />
ámbito organizativo.<br />
d) Es más, cuando el contraste se produce, no entre cualquier clase de<br />
repertorio de acción, sino entre la DC y la acción violenta, la contradicción<br />
filosófica hace que la presunción funcione, en todo caso, sensu contrario: en<br />
principio, los actores colectivos que se reivindican de la DC y los que lo<br />
hacen de la violencia, son absolutamente ajenos. Hasta el punto de que,<br />
como veremos, la posible conjunción de fines se convierte en asunto<br />
discutible, pues los medios conforman el fin: así, el hecho de que diversas<br />
expresiones de la reivindicación soberanista encauzaran su actuación política<br />
por estas vías no sólo contribuyó a la deslegitimación del uso de la violencia<br />
con fines políticos, sino que condicionó además el contenido mismo de la<br />
idea de “construcción nacional”, en el sentido de abogar por un<br />
fortalecimiento de la sociedad civil a través de un ejercicio en libertad,<br />
activo, crítico y coherente de la ciudadanía y la participación política, lo que<br />
no puede sino tener un efecto beneficioso sobre los valores fundamentales<br />
en que se asienta la convivencia democrática.<br />
Así nos permite afirmarlo el conocimiento que tenemos del modo en que<br />
surgió y se desarrolló el proceso de movilización y reflexión que hemos<br />
descrito, y todo ello con independencia de lo que ETA haya podido llegar a<br />
pensar o decir en un momento u otro.
7. En relación con la ponencia PIZTU<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 46<br />
A continuación haremos un breve análisis de los referentes culturales en los que<br />
se enmarcan las concretas propuestas del documento “Piztu Eukalherria”. Con<br />
este análisis trataremos de demostrar que la ”visión del mundo” dentro de la se<br />
que orienta la propuesta de desobediencia civil de “Piztu”, nada tiene que ver<br />
con la de ETA.<br />
En este sentido, no es verosímil la interpretación que del documento “Piztu”<br />
realiza la Unidad Central de Inteligencia de la Dirección General de la Policía<br />
cuando afirma literalemente que “Este documento, por su contenido, por sus<br />
propuestas y por las formas expresivas utilizadas es evidente que no está<br />
dirigido a estructura distinta que el aparato político de ETA, habla de la lucha<br />
armada en primera persona, es plenamente concordante con la filosofía de<br />
“complementariedad” entre las distintas formas de lucha característica de la<br />
estrategia político-militar de E.T.A.-K.A.S y se encuadra dentro de la línea de<br />
actuación “desobediente” establecida en 1995 y difundida a través de su<br />
publicación ZUTABE nª72”.(<strong>Informe</strong> sobre la autoría del documento PIZTU. UCI)<br />
Probaremos en este sentido que la desconexión entre los redactores (o<br />
redactor) del citado documento y ETA no solo es orgánica y funcional, sino<br />
también cultural. Ambos sujetos construyen su discurso desde concepciones e<br />
interpretaciones de la realidad, radicalmente diferentes. PIZTU, en sus diferentes<br />
versiones, no puede ser considerado como un documento “de” ETA.<br />
7.1. El instrumento metodológico: análisis de marcos<br />
Para valorar los discursos utilizaremos la herramienta metodológica del “Análisis<br />
de marcos“, dado que esta forma de estudiar los referentes culturales en los que<br />
se inserta un discurso, ha demostrado ser especialmente adecuada para<br />
entender las propuestas de los movimientos sociales. 41<br />
41 Los autores mas relevantes en el Análisis de Marcos (Frame Analysis) son: DELLA PORTA, D.; DIANI,<br />
M. (1997), I movimenti sociali, Roma, La nuova Italia scientifica, capítulo 3. DIANI, M. (1996) “Linking<br />
mobilization frames and political opportunities: insights from regional populism in Italy”, American Sociological<br />
Review, vol. 61. EDER, K. (1996), The social construction of nature, London, Sage. GAMSON, W.A. (1990),<br />
The Strategy of Social Protest, Belmont, Wadsworth Pub. GERHARDS, J. (1995), Framing dimensions and<br />
framing strategies: contrastig ideal and real-types frames, Social Science Information, n. 34. GOFFMAN, E.<br />
(1974) Frame analysis, New York, Harper and Row. HUNT, S., BENFORD, R., SNOW, D. (1994) "Marcos de<br />
accion colectiva y campos deidentidad en la construccion social de los movimientos", en Laraña E. y Gusfield J.<br />
(eds.), Los nuevos movimientos sociales: de la ideologia a la identidad, Madrid, CIS. IBARRA. P. (2002), “The<br />
social movements: from Promotors to Protagonists of Democracy”, en Ibarra, P. (ed. ) (2002), Social<br />
movements and Democracy. New York, Palgrave / St. Martin’s Press. IBARRA, P. y MORENO, C. (2002), “Los<br />
nuevos sujetos de la izquierda radical frente el neoliberalismo global”, en J. Anton ( coord.), Las ideas<br />
políticas del S. XXI, Barcelona, Ariel. LARAÑA, E. (1999) La construcción de los movimientos sociales, Alianza,<br />
Madrid. McADAM., D., McCARTHY, J.D., ZALD, M.N. (eds.) (1999) Movimientos sociales. Perspectivas<br />
comparadas, Madrid, Istmo (capítulos 11 a 15 ). McADAM, D., TARROW, S. and TILLY, Ch. (2001) Dynamics of<br />
Contention, Cambridge, Cambridge University Press. RIVAS, A. (1998), “El análisis de marcos: una metodología<br />
para el estudio de los movimientos sociales”, en Ibarra P. Tejerina B. (eds.) Movimientos sociales,<br />
transformaciones politicas y cambio cultural, Madrid, Trotta. RUCHT, D. (1998), “The Structure and Culture of<br />
Collective Protest in Germay since 1950”, en Meyer, D.S. and Tarrow, S. (eds.) The social movement society,<br />
Rowman and Littlefield, Lanham,Maryland. SNOW, D.A. Y BENFORD, R.D. (1992) “Master Frames and Cycles of<br />
Protest”, en A.D. Morris y C.M. Mueller, Frontiers in Social Movement Theory, New Haven, Yale University.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 47<br />
Cuando hablamos de marcos a lo que nos referimos es al esquema mental con el<br />
que un sujeto interpreta y orienta los acontecimientos; a una especie de<br />
plantilla/ marco preexistente por donde -y a través de la que- ese sujeto filtra la<br />
realidad exterior. La ordena y clasifica; la hace inteligible.<br />
Así por ejemplo y como veremos, el sujeto ( cualquier sujeto/todos lo sujetos;<br />
los individuales y los colectivos) tiene un determinado marco de diagnostico.<br />
Interpretan lo que esta ocurriendo en el mundo social y político exterior a partir<br />
de un previo y sencillo marco analítico en el que establecen cuales son el eje y<br />
los principales polos del conflicto; y quienes son siempre los responsable de la<br />
injusticias expresadas en ese conflicto. Imaginemos un sujeto que entiende el<br />
mundo y se mueve en él, usando un marco de diagnostico de corte socialista<br />
“clásico”, de confrontación capital/ trabajo. Para él todo lo que ocurre en el<br />
mundo, solo es explicable, solo adquiere sentido, enmarcando los<br />
acontecimientos en esa confrontación. Y por otro lado entenderá que los<br />
culpables de las consecuencias perversas de esa oposición son siempre los<br />
capitalistas. 42<br />
Como también veremos estos marcos de interpretación de la realidad y también<br />
impulsores de la acción, operan en tres direcciones:<br />
Marco de diagnóstico. Cual es problema, el conflicto central y los<br />
responsables/culpables del mismo que explica los acontecimientos.<br />
Marco de pronóstico. Cual es el escenario social / político en el que se<br />
insertan y bajo el cual adquieren sentido las concretas propuestas de<br />
resolución del conflicto<br />
Marco de motivación. Cuales son los sujetos llamados a protagonizar la<br />
solución de ese conflicto. Y por que son capaces de hacerlo en cuanto que<br />
presentan marcos de legitimación.<br />
Por otro lado resulta característico de los movimientos sociales el uso este<br />
formato discursivo. Los movimientos sociales son formas de acción colectiva<br />
dinámicas, vivas. Ello les exige referentes justificadores para sus propuestas de<br />
acción, también dinámicos, también adaptables. Por eso los movimientos<br />
sociales a la hora de definir la realidad sociopolítica y de presentarla como “<br />
naturalmente” provocadora de su acción colectiva, rara vez utilizan el discurso<br />
ideológico por considerarlo pesado, “antiguo”. Usando los marcos, no solo los<br />
movimientos construyen mas eficazmente su propia identidad, su propia forma<br />
de definir el mundo y como estar en él, sino que se conectan mejor con aquellos<br />
que quieren movilizar a su favor. Hoy en día, en los sistemas de creencias, en los<br />
referentes culturales, tienen mas presencia los marcos ( mas simples, mas<br />
flexibles, mas usables ) que las ideologías ( mas exigentes, mas rígidas, mas<br />
“lejanas” de la realidad ). Y así los movimientos tratan de hacer resonar a su<br />
favor esos marcos sociales generales/dominantes a la hora de hacer sus<br />
SNOW, D.A., CRESS, D.M., DOWNE, L. and JONES, A.W. (1998) “Disrupting the “Quotidian”: Reconceptualizing<br />
the Relationship between Breakdown and the Emergence of Collective Action”, Mobilization, 3 (1).<br />
42 Hemos utilizado un ejemplo excesivamente abstracto. Los marcos -insistimos- son miradas mas<br />
sencillas. Mas simples. Ciertamente son sedimentos de complejos procesos y cruces ideológicos, pero en la<br />
práctica se presentan como estereotipos bastante elementales; como manifestaciones de (se supone obvio)<br />
sentido común. Así, volviendo a nuestro ejemplo, definir el marco como confrontación capital / trabajo resulta<br />
quizás demasiado sofisticado Al margen de cuales sean los antecedentes ideológicos del sujeto en cuestión, el<br />
marco sería algo así como “pasa lo que pasa (el acontecimiento concreto que se enmarca ) por que siempre los<br />
ricos/ poderosos se benefician del trabajo de lo pobres/ débiles”.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 48<br />
especificas propuestas. El movimiento correspondiente interpretará los<br />
acontecimientos de acuerdo con sus marcos que a su vez se construyen<br />
teniendo en cuenta los marcos generales (comunes) existentes en una<br />
sociedad determinada.<br />
7.2. El discurso de “Piztu<br />
El texto “Piztu Eukalherria” ejemplifica cómo un movimiento social<br />
enmarca/interpreta el mundo, y como tal interpretación busca conectar con los<br />
sistemas de enmarcamiento dominantes en la sociedad.<br />
1) Marco de diagnóstico<br />
Para el movimiento de desobediencia civil representado en el documento “Piztu”,<br />
el conflicto básico que tiñe todos los acontecimientos de la vida social y política y<br />
bajo el cual esos acontecimientos deben ser interpretados, se presenta como un<br />
conflicto social de perfiles -polos de confrontación- bastante genéricos y con<br />
una asignación de procesos de causalidad y eventuales culpables, algo<br />
imprecisa, algo difusa. Reproducimos algunas frases de texto (las negritas son<br />
nuestras):<br />
“Borrar del mapa la injusticia y recuperar los elementos básicos de las<br />
relaciones humanas, la solidaridad de los pueblos y la lucha por la<br />
tierra, de su cultura e idioma”.<br />
“El Sistema tiene la habilidad de proveerse de sibilinos métodos que no<br />
son evidentes de injusticia. Va alterando la tierra envolviendo de<br />
celofanes modernistas la injusticia y entramos en el rebaño sin<br />
enterarnos. Esta claro que es injusticia la tortura, pero no esta tan claro<br />
que la implantación de cientos de hipermercados sea objeto de injusticia<br />
o que un Tren de Alta Velocidad atente los derechos humanos”.<br />
“Una nueva cultura política que ataque al Sistema desde la lucidez<br />
popular”.<br />
¿Cual es el marco de diagnostico? Por un lado el enemigo es el Sistema (con<br />
mayúsculas). Este Sistema es el que provoca la injusticia, pero como lo hace de<br />
forma “sibilina” es una injusticia que no se percibe. El enemigo es pues<br />
deliberadamente impreciso; su combinación entre omnipresencia e invisibilidad<br />
(o disfraz) lo hace especialmente poderoso.<br />
No se nos dice quienes son los componentes de este Sistema, pero por la<br />
indicación de los espacios en donde impone su injusticia, se deduce que<br />
el Sistema lo constituyen todos aquellos que tienen capacidad de ejercer<br />
poder, de modificar en su favor y de forma unilateral las conductas<br />
humanas” naturalmente“ positivas. Son los que impiden la solidaridad<br />
entre individuos y pueblos por que tal solidaridad va en contra de sus<br />
designios egoístas. Son los que, en despiadada competición, destruyen<br />
la tierra, la naturaleza, imponiendo grandes obras e infraestructuras. Lo<br />
que a ellos les da mas poder y riqueza, empobrece física y moralmente a
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 49<br />
la gente normal y corriente. A la gente que lo que lo único que quiere es<br />
vivir en paz y solidaridad con sus vecinos, en armonía con su entorno<br />
natural y de acuerdo con sus tradiciones culturales y lingüísticas.<br />
El Sistema se presenta como un enemigo bifronte y en cierto modo ambivalente.<br />
Por un lado la palabra “Sistema” evoca una estructura férrea, poderosa,<br />
implacable, conformada por un entrelazado y coordinado conjunto de<br />
instituciones de poder económico, político mediático, etc. Una estructura situada<br />
por encima de la sociedad. Pero por otro tal como se contextualiza y describe el<br />
Sistema, este mas bien parece plasmarse como en una especie de tejido reticular<br />
presente en todos los espacios e intersticios de la vida. Es el poder dentro de la<br />
cotidianidad. Son todos los Otros que (de hecho o de derecho) mandan y al<br />
hacerlo apestan la tierra. Todas las tierras y todos los deseos de las buenas<br />
gentes. Políticos, burócratas, ejecutivos, banqueros, patriarcas, santones,<br />
reeducadores, policías , etc. Todos ellos son el Sistema. Coraza y al tiempo red.<br />
Estructura perfectamente articulada y también flujos y reflujos sociales de<br />
inercias, de rutinas impositivas<br />
Por otro lado, enfrente, en el otro polo del conflicto, está el pueblo. Pero en<br />
este marco, en esta polarización, el concepto “pueblo“ tiene una connotación<br />
mucho mas social que política. No es el pueblo Nacional o el pueblo<br />
Soberano, o el pueblo destinado a hacer la Revolución. Es un pueblo<br />
definido estrictamente por el conjunto de individuos, de ciudadanos que<br />
quieren vivir en paz, que quieren vivir estableciendo entre si lazos de solidaridad,<br />
que quieren vivir de forma sencilla, armónica con la naturaleza, que quieren que<br />
se respete su identidad y sus tradiciones comunitarias. Es un pueblo definido<br />
por compartir (o por querer compartir) un estilo de vida y no por afirmar<br />
una voluntad constitutiva de poder alternativo.<br />
Lo que define en síntesis el marco de diagnostico es el conflicto central entre por<br />
un lado una estructura de poder (de poderes) artificial, depredadora, competitiva<br />
que trata injustamente a los individuos y por otro lado diversos conjuntos<br />
sociales que pretenden que se les respete su practica y deseo de llevar a cabo<br />
un vida digna y solidaria.<br />
Al margen de cuales sean las confluencias y transformaciones ideológicas que<br />
hayan desembocado en este marco, el mismo, 43 como apuntábamos, opera en la<br />
práctica como una especie de pensamiento/afirmación de (se supone que obvio)<br />
sentido común. En este caso si reflejásemos en términos coloquiales el marco<br />
analizado, este sería, mas o menos, así:<br />
“Pasa lo que pasa (el concreto hecho/ acontecimiento que se analiza y<br />
enmarca) por que a los que mandan lo único que les interesa es<br />
beneficiarse -en poder, en dinero, en prestigio- a cuenta de la gente sin<br />
pretensiones ni arrogancias que lo que quiere es organizarse la vida en<br />
paz”.<br />
43 El texto analizado hace referencia al “letargo neoliberal” por lo que podría considerarse que quizás el<br />
mismo articula la defensa de la desobediencia civil dentro no tanto de un marco sino de la ideología<br />
“antineoliberal”. Al margen de que sea dudosa la existencia de tal ideología (IBARRA Y MORENO 2002) está<br />
claro que en la conformación del marco de diagnostico, entran y confluyen retazos de esta pseudoideología<br />
antineoliberal, retazos de otras ideologías (antiguas como la libertarias y mas nuevas como el indigenismo y<br />
ecologismo), y retazos de transformaciones ideológicas como las derivadas de socialismo. Un marco es como<br />
un sedimento destilado de varios recorridos y cruces ideológicos, pensado y expresado en el lenguaje del<br />
“sentido común”.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 50<br />
Una precisión: Este marco de diagnóstico se formula mas bien como un deseo<br />
que como una realidad. Que el pueblo sea suficientemente lúcido como para<br />
darse cuenta de quién es el enemigo y cuáles son los termino de la<br />
confrontación, no quiere decir que siempre actúe en consecuencia. Así el marco<br />
aparece mas como lo que debería ser (el pueblo debería darse cuenta de cuales<br />
son sus verdaderos valores e intereses) que como un estatus ya logrado.<br />
Volveremos sobre este punto al hablar del marco de pronóstico.<br />
Para finalizar, recordar cómo al principio decíamos que el marco de diagnóstico,<br />
en el que se inserta la propuesta de desobediencia civil, se presenta de forma un<br />
tanto difusa. No hay un enemigo claramente identificado (“con nombre y<br />
apellidos”) sino un conjunto de actores (el Sistema) del que tampoco se sabe<br />
muy bien cuáles son sus concretas estrategias para beneficiarse de los otros;<br />
del sencillo y siempre perjudicado pueblo. La confrontación aparece este sentido<br />
como un desigual choque sobre todo moral entre dos fuerzas, 44 como un<br />
conflicto entre dos conjuntos de valores sobre como entender la vida y el mundo.<br />
El genérico y “naturalmente” perverso del Sistema, del Poder, y el genérico y<br />
“naturalmente” benéfico detentado por las buenas, pero no estúpidas, gentes,<br />
que conforman el pueblo<br />
2) Marco de pronóstico<br />
Con el enmarque de pronóstico el sujeto establece las líneas generales por donde<br />
debe insertase la específica propuesta de solución al problema definido en el<br />
marco de diagnóstico. Se establecen en este sentido los grandes referentes<br />
estratégicos a través de lo cuales el problema (cualquier problema) debe ser<br />
resuelto . Vemos en el texto algunas indicaciones sobre este marco:<br />
“Subvirtiendo los moldes del Sistema …..crear una cultura popular, una<br />
nueva educación democrática que alejada de los moldes consumistas y<br />
alienantes, acentúa el cambio gradual del pueblo”.<br />
“ Piztu no pretende tomar la Bastilla, solo quiere crear zonas liberadas<br />
en amplias capas de la población para que los que ostenten el Poder<br />
tengan que gobernar bajo la presión de practicas que desde la bases ya<br />
están “legisladas”.<br />
“Tenemos que ir poco a apoco impregnando de una cultura diferente<br />
consiguiendo además que de un pueblo euskaldún, seamos un pueblo libre<br />
solidario ecológico antipatriarcal”.<br />
“Pequeños actos que te arrastran poco a poco a formar una sociedad<br />
diferente a la que están creando lo poderosos”.<br />
“Desobedecer en la cotidianidad, en la vida, en las costumbres, en lo<br />
personal para que la práctica diaria cambien el sistema construyendo uno<br />
nuevo.<br />
“Desobedecemos para construir, para cambiar las conductas”.<br />
44 Como literalmente dice el texto: “El poder es sabido que actúa con fuerza, riqueza y conocimiento. Las<br />
opciones populares siempre en desventaja solo nos podemos blandir con el conocimiento, la sabiduría, la<br />
inteligencia…”.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 51<br />
Como era previsible el pronostico encaja con el diagnostico. De acuerdo como<br />
definíamos a los actores, el conflicto es básicamente cultural. Lo que está en<br />
juego es una confrontación de valores, de conductas, de actitudes.<br />
Así no se trata de articular un enfrentamiento abierto entre una comunidad, un<br />
pueblo, contra un determinado poder político y buscar de conquistarlo. No es<br />
una lucha por obtener el poder. Es una lucha por transformar de tal forma los<br />
hábitos de conducta social que, de alguna forma, el Poder resulte innecesario. El<br />
poder deja de existir en cuanto que la sociedad genera unas practicas de vida<br />
social sustentadas en valores alternativos a los que legitiman al poder, a<br />
los valores que ( se le critique o no ) lo hacen necesario.<br />
La estrategia propuesta, la idea marco que debe guiar la acción colectiva,<br />
consiste en que la sociedad debe insertarse en la capilaridad del Sistema;<br />
consiste en combatir las manifestaciones del Poder en todos los espacios de la<br />
vida Y es también (quizás sobre todo) transformar en el seno del propio<br />
pueblo aquellas costumbres, y actitudes favorables a la lógica del poder que<br />
hacen posible que los Otros, los realmente poderosos, introduzcan sus valores en<br />
el seno de la sociedad, en el pueblo.<br />
El objetivo es, pues, sustituir la capacidad de imposición del Sistema ( con<br />
mayúsculas ) con la puesta en pié de un sistema ( con minúsculas ) de vida<br />
“anti-impositivo”, libre y solidario .<br />
Si como en el caso anterior tendríamos que definir en una frase coloquial el<br />
marco de diagnóstico, esta sería ( también mas o menos) así:<br />
“Eliminaremos esta injusticia cuando nosotros mismos cambiemos; cuando<br />
sepamos vivir con normas de conducta distintas, alternativas, a las<br />
establecidas por los que mandan”.<br />
3) Marco de motivación / sujeto<br />
El tercer marco es el de motivación. Nos dirá quién es el sujeto que debe<br />
protagonizar ese cambio esa transformación liberadora y por que se cree que tal<br />
sujeto tiene motivos para hacerlo. Y también cuales deberían de ser lo motivos<br />
que le impulsasen a hacerlo. Veamos los textos:<br />
“No encorsetar la desobediencia con una norma sino dejarla libre para que<br />
en cada lugar tome los rumbos que requiera…”<br />
“…Podemos no comprar alimentos transgénicos individualmente y esta<br />
bien, pero la verdadera dimensión de la propuesta es que nadie compre<br />
“…Resistencia civil cuando al apagar la televisión sientas que miles de<br />
personas están haciendo lo mismo…<br />
“…Cada uno en su trabajo, en la casa, en la calle, hace el esfuerzo de<br />
hacer algo en contracorriente de lo establecido<br />
…Avanzando en positivo como persona…”<br />
“La desobediencia que practicamos es una desobediencia libre y nadie<br />
censura a nadie, solo tu propia conciencia… serán la únicas pautas a<br />
seguir
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 52<br />
“Las opciones populares siempre en desventaja solo nos podemos blandir<br />
con el conocimiento, la sabiduría, la inteligencia…”<br />
El sujeto llamado al cambio es todo menos una comunidad objetiva y<br />
predestinada. Es, en primer lugar, cada individuo ejerciendo su libertad,<br />
renunciando a ser “un borrego”. Y en segundo termino se afirma que<br />
cuanto mas individuos se incorporen a la lucha, mejor. El concepto<br />
“pueblo” tiene en este discurso una connotación cuantitativa. Es idéntico<br />
al de sociedad de ciudadanos. Es el conjunto de individuos que -sin<br />
mas- se reclaman como portadores de dignidad, que se resisten a ser<br />
manipulados. Aquí no existe ningún pueblo nacional ni soberano, ni<br />
ningún pueblo destinado a hacer nada especial<br />
El sujeto es el individuo (o el conjunto de individuos) que lucha motivado por su<br />
espíritu de rebeldía, de rechazo a lo establecido. El individuo que es capaz de<br />
recurrir a su conciencia para plantarse frente a la situación y, con los suyos,<br />
combatirla.<br />
El llamamiento añade que junto a la conciencia rebelde, el pueblo cuenta con la<br />
natural inteligencia de los que están abajo. Los que obedecen, aunque no lo<br />
parezca, son siempre mas capaces, mas sabios que los que mandan<br />
Nuevamente, si tuviéramos que expresar simplificadamente este marco<br />
interpretativo, la frase sería aproximadamente así:<br />
“Nosotros, los que nunca hemos mandado, somos los llamados al cambiar<br />
las cosas por que mantenemos nuestra capacidad de rebelarnos y por que<br />
somos mas listos que Ellos”.<br />
7.3. El discurso y enmarque de ETA<br />
ETA en su Zutabe nº 72 (paginas 39, 40 y 41) también habla de desobediencia<br />
civil y también enmarca la misma a través del diagnóstico, pronóstico y<br />
motivación.<br />
Los enmarques son muy sencillos en la medida que ETA en nada innova tanto<br />
sus tradicionales referentes ideológicos y propuestas estratégicas. En cualquier<br />
caso es un enmarque no solo diametralmente distinto, sino opuesto al<br />
presentado en el documento “ Piztu”. Veamos sucintamente cual es la lógica de<br />
estos enmarques.<br />
El diagnóstico es contundente. El enfrentamiento se da entre el Estado Español y<br />
el Pueblo Vasco, definido este como el conjunto de personas que solo aceptan<br />
“ser “ vascos y luchan para serlo. Por supuesto el culpable de la opresión, de la<br />
injusticia es el Estado Español en general y su Ejercito en particular.<br />
Así leemos literalmente: “... maneras de enfrentarnos a los Estados que nos<br />
oprimen … la función opresora de Ejercito se extiende a toda la geografía de<br />
Euskal Herria…el ciudadano vasco debe enfrentarse al ser español…”.<br />
De acuerdo con lo anterior el pronóstico es igualmente simple y se deduce de los<br />
textos que acabamos de citar. Cualquier propuesta de lucha debe enmarcase en
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 53<br />
la única solución posible. Aquella en la que los verdaderos vascos se sacuden el<br />
yugo del Estado Español opresor, mediante su derrota. Así leemos: “... pasos<br />
concretos y sin retorno en la construcción de Euskal Herria”.<br />
El sujeto llamado a protagonizar esta lucha, este cambio, no son conjuntos de<br />
individuos mas o menos conscientes. El sujeto es el verdadero Pueblo Vasco. Y<br />
como era previsible quien mejor representa a ese pueblo histórico es el<br />
nacionalismo radical. Leemos: “La izquierda abertzale tiene un gran reto a la<br />
hora de encauzar la desobediencia civil”.<br />
En síntesis, el enmarque que hace ETA a la desobediencia civil consiste<br />
simplemente en reproducir sus estereotipos nacionalistas y militares.<br />
Esquemáticamente sería algo así como: “Solo los verdaderos vascos pueden<br />
luchar y derrotar al Estado Español y a su ejercito de ocupación”.<br />
Resumimos este planteamiento ene el cuadro siguiente:<br />
PIZTU CONFLICTO ENTRE<br />
“PUEBLO” y “SISTEMA”<br />
ETA CONFLICTO ENTRE<br />
“PUEBLO VASCO” y<br />
ESTADOS ESPAÑOL Y<br />
FRANCÉS.<br />
Diagnóstico Pronóstico Motivación<br />
CAMBIAR LA CULTURA<br />
POPULAR; GENERAR<br />
VALORES Y<br />
CONDUCTAS<br />
ALTERNATIVAS EN LA<br />
SOCIEDAD<br />
IMPULSAR EL<br />
ENFRENTAMIENTO DE<br />
LOS VASCOS CONTRA<br />
EL ESTADO ESPAÑOL<br />
LLAMAMIENTO A<br />
LA CONCIENCIA Y<br />
A LA LIBERTAD<br />
INDIVIDUAL<br />
LLAMAMIENTO A<br />
LA TRADICIÓN DE<br />
LUCHA DE LA<br />
IZQUIERDA<br />
ABERTZALE<br />
Aunque las diferencias y oposiciones se deducen por si solas, no resulta ocioso<br />
recordarlas aunque de forma muy sintética:<br />
a) Mientras que el discurso de “Piztu” se enmarca en un conflicto de valores y<br />
prácticas sociales, entre conjuntos de ciudadanos indeterminados y unidos<br />
por su deseo de vivir de un forma mas digna; de una forma distinta,<br />
alternativa a la dominante; el discurso de ETA establece una confrontación<br />
político/nacional entre el Estado y el pueblo vasco consciente, liderado por<br />
su parte mas comprometida y que busca la liberación nacional de ese<br />
pueblo. Nada que ver, pues, una cultura con otra.<br />
b) En cuanto a la pretendida defensa de la “complementariedad” de formas<br />
de lucha, el documento PIZTU sólo hace referencia a la necesidad de<br />
combinar la lucha institucional y la popular o de masas, término éste<br />
último que en todos los textos originales de los actores implicados hace<br />
referencia a la movilización colectiva y nunca a la actividad armada.<br />
c) En ningún caso existen referencias “en primera persona” a ETA, sino a la<br />
coyuntura de tregua que una organización ajena al autor o autores del<br />
documento, ha propiciado y que coloca en una situación ambivalente<br />
(“dualidad de perspectivas”) a los sectores sociales más activos en la
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 54<br />
sociedad vasca: por un lado las “brisas de paz” se consideran “brillantes”,<br />
pero, por otro, las oportunidades renovadas de trabajo institucional<br />
pueden conducir a una “integración en el sistema capitalista”. En este<br />
documento, ETA no es sino un agente externo propiciador de una nueva<br />
coyuntura política, quizás favorable a la construcción nacional pero<br />
inquietante para los sectores sociales más alternativos.<br />
d) En este sentido, el documento PIZTU “sólo pide” y “sugiere pautas” para<br />
que se active “una lucha de masas” que “haga la revolución”, de modo tal<br />
que la apelación se realiza a la conciencia militante de un “pueblo” definido<br />
genéricamente. De esta manera se hace hincapié no tanto en los sectores<br />
sociales que históricamente se han movilizado en parámetros abertzales<br />
(pueblo vasco-nación vasca) sino en aquellos que más allá de un<br />
planteamiento nacionalista, se encuadran en posiciones alternativas al<br />
“sistema capitalista”. Estos parámetros alternativos no son los<br />
característicos del discurso de ETA, menos aún en la última fase, la<br />
denominada de “construcción nacional”.<br />
Por todo ello, resulta inadecuada la interpretación que del documento PIZTU se<br />
realiza en el informe elaborado por la UCI de la Dirección General de Policía.<br />
Interpretación sobre la que se pretende sustentar la supuesta vinculación entre<br />
el documento PIZTU y ETA.
8. Conclusiones del informe pericial<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 55<br />
8.1. Sobre La Fundación Joxemi Zumalabe, el MLNV y ETA<br />
A) No cabe integración o pertenencia inconsciente a un movimiento social o a<br />
un conglomerado de movimientos sociales. No cabe adjudicar desde fuera<br />
identidades, objetivos o fines, sin tener en cuenta que los que el propio<br />
movimiento afirma como suyos abonan, a la luz de los hechos de los que se tiene<br />
constancia, una hipótesis notablemente más sólida. Tampoco cabe establecer<br />
“vinculaciones genéricas” de una organización social concreta con un entramado<br />
movimentista más amplio sin un análisis riguroso de los datos que arroja la<br />
instrucción en torno a sus documentos, sus actividades internas y externas, sus<br />
relaciones, las redes en las que desarrolla su trabajo y sus discursos ideológicos.<br />
B) Las familias de movimientos sociales, los movimientos y las organizaciones<br />
de los movimientos, así como sus relaciones con otros agentes u organizaciones<br />
políticas y sociales deben por ello distinguirse, habida cuenta de que el repertorio<br />
de acción que cada uno utiliza es definitorio de su identidad, y no permite<br />
englobar genéricamente a todo el sector “movimiento social vasco” en una<br />
misma identidad colectiva, pretendidamente definida además por la identidad y<br />
características de una sola organización, ETA, que por sus características de<br />
radicalidad, clandestinidad y práctica violenta en ningún caso puede nuclear un<br />
sector social tan amplio, variado y complejo.<br />
C) El MLNV en su conjunto no es un instrumento de una organización,<br />
cualquiera que sea su naturaleza, sino una familia de movimientos en sintonía<br />
ideológica. El MLNV como tal no ha estado en ningún momento bajo la dirección<br />
y control de KAS, ni, por supuesto, de ETA.<br />
D) El estudio de la realidad de los movimientos sociales, en general, y el<br />
MLNV, en particular, a lo largo de los años nos lleva a corroborar que las<br />
estructuras de los movimientos sociales no son susceptibles de<br />
instrumentalización, control y dirección por parte de una sola organización.<br />
Dadas sus relaciones características y su filosofía no es posible establecer<br />
relaciones organizativas instrumentales en el seno de las familias de<br />
movimientos sociales.<br />
E) La relación de la Fundación Joxemi Zumalabe con los movimientos sociales<br />
no ha hecho sino responder a una demanda previa de esos mismos movimientos,<br />
básicamente en los ámbitos de la formación, la reflexión teórica o el debate<br />
público. La Fundación joxemi Zumalabe no responde a los parámetros de<br />
vanguardia socio-política que pudiera haber tenido la organización ASK, por lo<br />
que en ningún caso puede ser su heredera.<br />
F) Asi las cosas, analizada la actividad que de la Fundación consta en este<br />
sumario, así como su estructura y funcionamiento interno, es evidente que su<br />
actividad no ha consistido en transmitir, trasladar o hacer cumplir ninguna clase<br />
de orden o instrucción disciplinadora a los movimientos sociales vascos.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 56<br />
8.2. Sobre la Fundación Joxemi Zumalabe y la Desobediencia Civil<br />
A) Las conductas que son objeto de enjuiciamiento se inscriben en un amplio<br />
conjunto de iniciativas surgidas en el País Vasco en torno a la Desobediencia civil<br />
desde principios de la década de los ochenta, cuyos valores y reivindicaciones<br />
han venido siendo ajenos e incluso contrarios al mayor o menor interés que ETA,<br />
en momentos determinados, haya podido mostrar por esta forma de<br />
participación política.<br />
B) Desde el punto de vista de la ciencia política, las acciones y campañas<br />
cuya promoción se imputa a los acusados relacionados con la Fundación Joxemi<br />
Zumalabe vienen claramente orientadas desde los principios de la Desobediencia<br />
Civil: son actividades públicas, consecuentes y no violentas.<br />
C) Aunque habida cuenta de que la actividad de la Fundación está<br />
simplemente dirigida a fomentar el debate sobre la cuestión, dicha actividad ni<br />
siquiera puede caracterizarse como desobediencia civil, al no tratarse de<br />
comportamientos ilegales en sí mismo considerados. No se trata de un grupo que<br />
lleve a cabo ni promueva directamente acciones de DC, sino de un ámbito de<br />
reflexión teórica y de fomento del debate público en torno a la historia y las<br />
potencialidades de esta forma de acción política.<br />
D) El hecho de que los fines últimos de las campañas de DC llevadas a cabo<br />
en el País Vasco vengan formulados en términos de transformación radical de la<br />
realidad, incluso desde una perspectiva soberanista, no las sitúa necesariamente<br />
en una perspectiva unificante, ni con los medios, ni tampoco con los fines de<br />
ETA. Al contrario, la dinámica de movilización social que les es propia no<br />
interactúa con la actividad violenta en clave de complementariedad sino de<br />
alternativa, no sólo en el plano instrumental sino también en el teleológico, y ello<br />
con independencia de cuáles puedan ser los deseos o las manifestaciones de ETA<br />
al respecto.<br />
E) Del mismo modo que hay reivindicaciones en el ámbito laboral, ecologista,<br />
educativo o de la justicia social en general que ETA dice hacer suyas, pero es<br />
incapaz de condicionar porque cuentan con actores y dinámicas sociales con<br />
entidad propia, tampoco tiene posibilidades reales de condicionar –mucho menos<br />
de “diseñar” ni potenciar”- el contenido de conceptos como “transformación<br />
social” o “construcción nacional”, especialmente cuando las iniciativas políticas<br />
que los tienen por objetivo reúnen, como es el aquí el caso, las características<br />
propias de la desobediencia civil.<br />
F) Cuanto venimos diciendo ha estado presente en la teorización sobre DC<br />
realizada o fomentada por los acusados, por ello, no es creíble que la Fundación<br />
Joxemi Zumalabe haya podido ser un instrumento de ETA para implementar la<br />
orden de trabajar la DC como complemento a la lucha armada en el marco de un<br />
proceso compartido de construcción nacional.
8.3. Sobre el Documento Piztu<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 57<br />
A) Mientras que el discurso de “Piztu” se enmarca en un conflicto de valores y<br />
prácticas sociales, entre conjuntos de ciudadanos indeterminados y unidos por su<br />
deseo de vivir de un forma mas digna; de una forma distinta, alternativa a la<br />
dominante; el discurso de ETA establece una confrontación político/nacional<br />
entre el Estado y el pueblo vasco consciente, liderado por su parte mas<br />
comprometida y que busca la liberación nacional de ese pueblo. Las culturas<br />
políticas subyacentes a PIZTU y ETA no son coincidentes.<br />
B) En cuanto a la pretendida defensa de la “complementariedad” de formas<br />
de lucha, el documento PIZTU sólo hace referencia a la necesidad de combinar la<br />
lucha institucional y la popular o de masas, término éste último que en todos los<br />
textos originales de los actores implicados hace referencia a la movilización<br />
colectiva y nunca a la actividad armada.<br />
C) En ningún caso existen referencias “en primera persona” a ETA. En este<br />
documento, ETA no es sino un agente externo propiciador de una nueva<br />
coyuntura política, la tregua, quizás favorable a la construcción nacional pero<br />
inquietante para los sectores sociales más alternativos.<br />
D) En este sentido, en el documento PIZTU la apelación se realiza a la<br />
conciencia militante de un “pueblo” definido genéricamente. De esta manera se<br />
hace hincapié no tanto en los sectores sociales que históricamente se han<br />
movilizado en parámetros abertzales (pueblo vasco-nación vasca) sino en<br />
aquellos que más allá de un planteamiento nacionalista, se encuadran en<br />
posiciones alternativas al “sistema capitalista”. Estos parámetros alternativos no<br />
son los característicos del discurso de ETA, menos aún en la última fase, la<br />
denominada de “construcción nacional”.<br />
E) Por todo ello, la desconexión entre los redactores (o redactor) del citado<br />
documento y ETA no solo es orgánica y funcional, sino también discursiva.<br />
Ambos sujetos construyen su discurso desde concepciones e interpretaciones de<br />
la realidad, radicalmente diferentes. PIZTU, en sus diferentes versiones, no<br />
puede ser considerado como un documento “de” ETA ni, específicamente, “para”<br />
ETA.
1. BIBLIOGRAFIA<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 58<br />
COHEN, M., “Civil Disobedience in a Constitutional State”, The Massachusetts<br />
Review, 10, 1969<br />
ESTEVEZ ARAUJO, J.A., La Constitución como proceso y la desobediencia civil,<br />
Trotta, Madrid, 1994<br />
FALCON TELLA, M.J., La desobediencia civil, Marcial Pons, Madrid, 2000<br />
GALTUNG, J., “Contribución específica de la irenología al estudio de la violencia:<br />
tipología”, en La violencia y sus causas, Editorial de la<br />
UNESCO, 1981, p. 95<br />
GARZON VALDÉS, E., “Acerca de la desobediencia civil”, Sistema, 42, 1981<br />
HABERMAS, J.,<br />
- “Derecho y violencia: un trauma alemán”, en AFD, 1985, pp. 19-<br />
32<br />
- “Ziviler Ungehorsam, Testfall für den demokratischen Rechtsstaat.<br />
Wider den autoritären Legalismus in der Bundesrepublik”, en P.<br />
GLOTZ (ed.) Ziviler Ungehorsam im Rechtsstaat, Suhrkamp,<br />
Frankfurt am Main, 1983 pp29-53.<br />
BEDAU, H.A., “On Civil Disobedience”, The Journal of Philosophy, vol. 58, 21,<br />
1961, pp 653-665.<br />
SAINZ DE ROZAS BEDIALAUNETA, R., “Análisis crítico de los rasgos de la<br />
desbediencia civil en Euskadi”, en ETXEBERRIA, X. (ed.), Enfoques de la<br />
desobediencia civil, Universidad de Deusto, Bilbao, 2001, pp. 55 ss<br />
SHARP,G., The Politics of Nonviolent Action, Porter Sargent Publishers, Boston<br />
1973<br />
RANDLE, M., Civil Resistance, Fontana Press, Londres, 1994<br />
UGARTEMENDIA ECEIZABARRENA, J.A., La desobediencia civil en el estado<br />
constitucional democrático, Marcial Pons, Madrid, 1999
2. CURRICULA DE LOS PERITOS<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 59<br />
En cuanto a los curricula de los peritos principales sólo se hará mención de<br />
aquellos aspectos curriculares relacionados con la pericia relevante en el proceso.<br />
1. Pedro Ibarra Güell.<br />
FECHA DE NACIMIENTO: 4-7-1942<br />
DIRECCION PARTICULAR: Caserío Betikoa, Mendiola, 42<br />
LOCALIDAD: Abadiño CODIGO POSTAL: 4882<br />
Vizcaya (Basque Country)<br />
Spain. TELEFONO: (94) 6203132<br />
Email: zipibgup@lg.ehu.es<br />
FORMACION ACADEMICA<br />
1965: Licenciatura en Derecho por la Universidad de Deusto<br />
11-2-1986: Doctorado en Ciencias de la Información por la Universidad del País<br />
Vasco. Director de tesis : Manuel Tuñón de Lara.<br />
SITUACION PROFESIONAL ACTUAL<br />
Catedrático (a tiempo completo) desde Febrero 1999<br />
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea<br />
Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación<br />
Departamento: Ciencia Política y de la Administración<br />
DIRECCION académica: Campus de Leioa/Leioako Campusa. Apartado 644<br />
Kutxatila, 48940 Leioa (Bizkaia)<br />
TELEFONO: (94) 6013000 Ext.522 email:<br />
TESIS DOCTORALES DIRIGIDAS<br />
-Iñaki Bárcena Hinojal Los movimientos pacifistas en Europa en la década de los<br />
80: La experiencia del E.N.D. Año: 1990 .Fac. Ciencias Sociales y de la<br />
Comunicación. UPV/EHU<br />
Nereida Lopez Vidales El discurso político del MLNV: (evolución, mantenimiento y<br />
reproducción del discurso político del nacionalismo vasco radical ). 1997 Fac.<br />
Ciencias sociales y de la Comunicación UPV/EHU<br />
-Rafael Ajangiz "La paradoja del éxito en los movimientos sociales ; el caso del<br />
movimiento antimilitarista" Año 2000. Fac. Ciencias sociales y de la<br />
Comunicación UPV/EHU<br />
-Alberto de la Peña. "Evolucion del paradigma cultural en la izquierda política<br />
del Pais Vasco" Año 2000. Fac. Ciencias sociales y de la Comunicación UPV/EHU
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 60<br />
-Jokin Alberdi “La incidencia del Justicia comunitaria en las relaciones entre<br />
sociedad y Estado: el caso sudafricano ( 1990-2000)” Año 2001. Fac. Ciencias<br />
Sociales y de la Comunicación UPV/EHU<br />
OTROS MERITOS<br />
-Director del Departamento de Ciencia Política y de la Administración del<br />
Universidad del Pais Vasco durante los años 1996 y 1997<br />
-Miembro del Consejo Revista ZER ; Revista de estudios de Comunicación.<br />
Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. UPV/EHU<br />
-Miembro de la AECPA ( Asociacion Española de Ciencia Política y del<br />
Administracion)<br />
-Miembro de la ASEN (The Association for the Study of Ethnicithy and<br />
Nationalism)<br />
-Miembro de la IPSA ( International Political Science Association )<br />
-Miembro de la ISA (International Sociological Association ) ; adscrito a los<br />
Research Committes 47 y 48<br />
-Miembro (como miembro del Departamento de Ciencia Política y del<br />
Administración de la UPV/EHU) de la ECPR (European Consortium for Political<br />
Researc<br />
-Director del Instituto Universitario de Investigación de Paises en Desarrollo<br />
“Hegoa¨”<br />
-Director del Grupo de la UPV/EHU “Partehartuz”; grupo de investigación,<br />
docencia y asesoramiento en procesos ( locales y supramunicipales ) de<br />
democracia participativa<br />
-Director del Postgrado "Especialista Universitario en dinamización de<br />
procesos y metodologías para la democracia participativa".<br />
DOCENCIA<br />
-Inicio docencia en la UPV / EHU: 1982<br />
-Cursos regulares en la Licenciatura de Ciencias Políticas ,<br />
-Doctorado de Ciencia política en la UPV/ EHU (todos los cursos) y en la UAB<br />
(2001)<br />
-Licenciatura de Ciencias de la Comunicacion<br />
-En los últimos años, Cursos sobre: Teoría política, Teoría sobre la democracia,<br />
Ideologías políticas, Comportamiento político, Conflicto político, Política vasca,<br />
Partidos políticos, Movimientos sociales<br />
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN RECIENTES<br />
-PROJECT TITLE. " Changing interests and identities in European border regions:<br />
EU policies, ethnic minorities and socio-political transformation in member states<br />
and accession countries<br />
ENTIDAD FINANCIADORA. Comision Europea.<br />
DURACION.2004/2006<br />
40.000 euros para equipo UPV/EHU
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 61<br />
INVESTIGADOR PRINCIPAL Pedro Ibarra por la UPV/EHU, investigación<br />
internacional. 8 universidades europeas e institutos de investigación<br />
-PROJECT TITLE " Organized Civil Society and European Governance.<br />
ENTIDAD FINANCIADORA. Comision Europea; Research proyect IHP-KAI-2001-1<br />
100.<br />
DURACION.2002-2005.<br />
60.000 euros para equipo UPV/EHU<br />
INVESTIGADORES PRINCIPALES Pedro Ibarra, Iñaki Barcena. (equipo UPV/EHU),<br />
Investigación internacional .12 Universidades europeas e Institutos de<br />
Investigación<br />
-TITULO DEL PROYECTO. Participación ciudadana en el ámbito local<br />
ENTIDAD FINANCIADORA. UPV/EHU; proyecto 9/UPV 00110.323-14589/2002<br />
DURACION. 2002 / 2005<br />
45.000euros<br />
INVESTIGADOR PRINCIPAL Pedro Ibarra<br />
TITULO DEL PROYECTO. Evolución y cambio en el comportamiento político, de los<br />
movimientos sociales al nuevo voluntariado<br />
ENTIDAD FINANCIADORA. UPV/EHU; proyecto nº 110.323-HB060/98<br />
DURACIÓN 1998/2000<br />
10.000euros<br />
INVESTIGADOR PRINCIPAL Pedro Ibarra ,<br />
-PROJECT TITLE. "The transformation of environmental activism in Europe"<br />
ENTIDAD FINANCIADORA. Comision Europea; Research proyect Nº ENV 4-CT97-<br />
0514<br />
DURACION.1998-2000,<br />
30.000 euros para equipo UPV/EHU<br />
INVESTIGADORES PRINCIPALES Pedro Ibarra, Iñaki Barcena. (equipo UPV/EHU),<br />
Investigacion internacional 7 Universidades europeas y 1 Instituto de Investigación,<br />
PUBLICACIONES MAS IMPORTANTES DE LOS ÚLTIMOS OCHO AÑOS<br />
IBARRA, P (2004) Nacionalismo: Razón y pasión . Barcelona . Ariel ( en prensa)<br />
IBARRA, P. y DOUGLASS W.(2004)<br />
“A Basque Referendum: Resolution of Political Conflict or the Promised Land Of<br />
Error “<br />
en Universality; Ethnicity, Violence. Reno (USA) University of Nevada Press (en<br />
prensa )<br />
IBARRA, P y de la PEÑA A (2004) De la confrontación militante a la cooperación<br />
pragmática. Madrid. La Catarata<br />
IBARRA, P (2004): Prologo, en AHEDO, I El movimiento Demo y la nueva cocina<br />
vasca (Desobediente), Irun: Alberdania<br />
IBARRA, Pedro & AHEDO, Igor (2004): "The political systems of the<br />
Basque Country: Is a non-polarized scenario possible in the future?, en
Nationalism & Ethnic Politics, 10:1-32, 2004.<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 62<br />
IBARRA, Pedro & AHEDO, Igor (2004): "Los sistemas políticos de Euskal<br />
Herria", en Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, Vol.<br />
3, n. 1, 2004.<br />
IBARRA, Pedro & AHEDO, Igor (2004): "De la centralidad a los márgenes:<br />
una viaje en la historia de ETA", en VVAA (2004): Enciclopedia<br />
Histórica de Euskal Herria", Irun: Lur (en prensa )<br />
IBARRA, P. y MARTI S.(2003) Los movimientos antiglobalización en M. J. Funes<br />
y R Adell. M. 7 ( eds.) Movimientos sociales: cambio social y participación.<br />
Madrid. UNED. CL<br />
IBARRA, P. ALBERDI, J. DE LA PEÑA A. (2003) Una reflexión sobre la acción<br />
colectiva “ NIMBY”: el caso Hontza Revista Inguruak nº33<br />
IBARRA, P. BARCENA, I. GUARROTXENA E. y TORRE, J. (2003) ) "Ten years of<br />
Environmental Protest in the Basque Country: From Nationalism to Localism" en<br />
Ch. Rootes (coord) The Tranformation of the environmental activism in seven<br />
european states Oxford. Oxford University Press<br />
IBARRA, P (2002) ¿Novedades en la acción colectiva? en M. Traugott, Protesta<br />
Social. Barcelona. Hacer. Prólogo<br />
IBARRA, P (Editor.) (2002) Social movements and Democracy. N. York. Palgrave<br />
/St. Martin’s Press.<br />
IBARRA. P. (2002) “The social movements: from Promotors to Protagonists of<br />
Democracy” en Ibarra, P. (ed. ) (2002) Social movements and Democracy. N.<br />
York. Palgrave / St. Martin’s Press. CL<br />
IBARRA. P. et al. (2002) Participation, Publics Policies and Democracy<br />
(International Solidarity and Antimilitarism in Basque Country and Catalonia ) en<br />
Ibarra, P. (ed. ) Social movements and Democracy. N. York. Palgrave / St.<br />
Martin’s Press. CL<br />
IBARRA, P, Marti S. Goma. R (Eds.) ( 2002.) Creadores de democracia radical;<br />
movimientos sociales y redes de políticas públicas. Barcelona. Icaria<br />
IBARRA, P, Marti S. Goma. R ( 2002 ) “Redes de accion colectiva e impactos<br />
políticos “ en Ibarra P, Marti S. Goma. R ed.. Creadores de democracia radical;<br />
movimientos sociales y redes de políticas públicas. Barcelona. Icaria.<br />
IBARRA, P, Marti S. Goma. R ( 2002) Creadores de incertidumbre; insensatos y<br />
además... impredecibles en Ibarra, P, Marti S. Goma. R ed.. Creadores de<br />
democracia radical; movimientos sociales y redes de políticas públicas.<br />
Barcelona. Icaria<br />
IBARRA P. et al (2002) Xarxes critiques a Catalunya i Euskadi; antimilitarisme y<br />
okupació. Barcelona
Fundació Jaume Bofill (Ed)<br />
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 63<br />
IBARRA P. et al (2002) Xarxes critiques a Catalunya i Euskadi ;solidaritat<br />
internacional i antiracisme. Barcelona. Fundació Jaume Bofill. (Ed)<br />
IBARRA P., MORENO C. (2002) Los nuevos sujetos de la izquierda radical frente<br />
el neoliberalismo global en J. Anton (coord.) Las ideas políticas del S.XXI,<br />
Barcelona. Ariel<br />
IBARRA, Pedro ( 2002) “ Solución” a la violencia de persecución”. Revista Bake<br />
Hitzak nº46<br />
IBARRA, P. GOMÁ R. y MARTI, S. (2002) ¿Vale la pena moverse? Movimientos<br />
sociales como redes de de acción colectiva critica en la red de “governance” y<br />
sus impacto en las políticas. En JM Robles ( comp. ) El reto de la participación.<br />
Madrid. Antonio Machado .<br />
IBARRA P (2001) “Nationalisme et valeurs de gauche.” en Revista Les Temps<br />
Modernes. Nº614<br />
IBARRA, P. (2001 ) "La participación política" en Unceta, K y Ibarra, P. Ensayos<br />
sobre Desarrollo Humano, Icaria. Barcelona<br />
IBARRA, P. , BARCENA, I. (2001) “Itoiz ¿ Un conflicto local, nacional o global? en<br />
Revista Inguruak nº 31 Diciembre<br />
IBARRA, P. (edit.) (2001). Inmigración, diferencia, ciudadania, Instituto<br />
Universitario Hegoa. Bilbao (E)<br />
IBARRA, P. (2000 )Los estudios sobre movimientos sociales; estado de la<br />
cuestión . Revista Española de Ciencia Política. Vol . 1 nº 1 (A)<br />
IBARRA, P. ZALLO, R. (2000) Izquierda y nacionalismo; un reflexión teórica desde el<br />
conflicto vasco. Madrid. Libros de la Catarata. ( CL)<br />
IBARRA P. ( 2000) “El futuro del nacionalismo vasco; reflexiones entorno a la<br />
bibliografía mas reciente “Revista Internacional de Estudios Vascos nº45, 2 Julio-<br />
Diciembre 2000<br />
IBARRA, P. MORENO. C (2000) " L'actualizació dels drets historics i la política del<br />
reconeixement al Pais Basc " en Ferran Requejo ( ed. ) Democracia i<br />
gobernabilitat en Estats Plurinacionals. Ed. Proa . Barcelona.<br />
IBARRA, P., BARCENA, I. (2000)" Evolution of the ecologist Movemennt in the<br />
Basque Country en Klaus Eder y Maria Kousis ( eds.) Environmental Movements,<br />
Discourses and Policies in Southern Europe Kluwer Academic Publishers,<br />
Dordrecht
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 64<br />
IBARRA., P. (2000) "El desarrollo sostenible en Euskadi" en P. Ibarra , I.<br />
Barcena, M. Zubiaga ( eds.) Desarrollo sostenible , un concepto polémico<br />
Servicio Editorial UPV / EHU<br />
IBARRA, P (2000) (Director de volumen ) Obra "Ciencias sociales" en<br />
Enciclopedia Temática Editorial Lur : San Sebastian (<br />
IBARRA, P (1999) “Sobre el discurso nacionalista” en G Uranga, M. Lasagabaster, I.<br />
Letamendia, F. Zallo , R. (coords. ) (1999). Propuestas para un nuevo escenario :<br />
democracia, cultura y cohesión social en Euskal Herria. Bilbao Manu Robles-Arangiz<br />
Institutua,<br />
IBARRA, P. (1999) Los movimientos por la solidaridad ; ¿Un nuevo modelo de<br />
accion colectiva? Revista Española de Investigaciones Sociologicas nº 88<br />
IBARRA, P. MORENO. C. (1999) "Der nationale Konflickt im Baskeland; Soziale<br />
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soziale Bewegung vol.12, nº2<br />
IBARRA; P: (1999) " M. Jesus Funes. La salida del silencio; movilizaciones por<br />
la paz en Euskadi 1986-1996" Revista Española de Investigaciones Sociologicas<br />
nº85" (Reseña)<br />
IBARRA, P. (1998) "El ciclo de la insumisión" en Ibarra, P. Aguirre X. Ajanguiz, R.<br />
Sainz de Rozas, R. La insumision; un singular ciclo histórico de desobediencia<br />
civil. Madrid. Tecnos.<br />
IBARRA, P. y TEJERINA, B. (1998) Editores. Movimientos sociales,<br />
transformaciones politicas y cambio cultural . Madrid. Trotta (<br />
IBARRA, P. BARCENA, I, ZUBIAGA, M.(1998) "Movimientos sociales y<br />
democracia en Euskadi, en Ibarra P. y Tejerina B. (eds.) Movimientos sociales,<br />
transformaciones politicas y cambio cultural . Madrid Trotta<br />
IBARRA, P. LETAMENDIA, F. (1998) "Los Movimientos Sociales" en Caminal M.<br />
(ed. ) Manual de Ciencia Politica. Madrid. Tecnos<br />
IBARRA, P. IDOYAGA, J.V. (1998) Racionalidad democrática, transmision<br />
ideologica y medios de comunicacion; Revista Zer. nº 4<br />
IBARRA, P. BARCENA, I. ANTOLIN, E. (1998) "Transporte e identidad urbana del<br />
Bilbao metropolitano" en Barcena. I. ( ed. ) Bilbo , nora zoaz? Bilbao Editorial<br />
Bakeaz<br />
IBARRA, P. (1998) " La razón nacionalista " revista Viento Sur nº 39<br />
IBARRA P. BARCENA,I y ZUBIAGA M. (1997) The evolution of relationship<br />
between ecologism and nationalism en Redclift M. & Woodgate G. (eds)<br />
International Handbook of Environmental Sociology. Cheltenham U.K. Edward<br />
Elgar Publishing Limited
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IBARRA P. (1997) El nacionalismo, una perspectiva critica, en PAPELES (CIP) nº<br />
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IBARRA, P. (1996) "Nationalist Rivalary" en Contemporary Sociology: vol.25, nº<br />
3 May 1996 ( R)<br />
IBARRA , P., RIVAS, A (1996), "Environmental Public discourse in the Basque<br />
Country: The conflict of the Leizaran motorway", en Comparative Social<br />
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IBARRA, P. (1996) "Nationalism and social movements: Estonia, Slovenia and<br />
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the Institute for Political Sciences of the Hungarian Academy of Sciences,<br />
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IBARRA, P. (1995) "Guia bilbliográfica sobre ETA" L'Avenc, revista d' Historia;<br />
nº191. Abril1995 ®<br />
IBARRA, P., BARCENA, I., ZUBIAGA, M., (1995). El discurso y la estructura de<br />
oportunidad política de la insumisión, el ecologismo y el pacifismo vascos",<br />
Revista Mientras Tanto, páginas 91-124.<br />
IBARRA P., (1995) "Nuevas formas de comportamiento político: Los Nuevos<br />
Movimientos Sociales", Inguruak, Revista de Sociología y Ciencia Política del País<br />
Vasco.<br />
IBARRA,P., BARCENA, I., ZUBIAGA, M., (1995) Nacionalismo y ecología. Conflicto<br />
e institucionalización en el movimiento ecologista vasco. Editorial Libros de la<br />
Catarata.<br />
IBARRA, P., (1994) "The evolution of radical basque nationalism: Changing<br />
discourse paterns", en Nationalis in Europe, Past and present. (J.G. Beramendi,<br />
R. Maiz, X. Núñez, editores), Universidad de Santiago.<br />
-PROFESOR VISITANTE:<br />
Instituto Universitario Europeo (Florencia ) Octubre 1990-Abril 1991<br />
Universidad Autónoma Barcelona . Noviembre 2000- Marzo2001<br />
University of Nevada ( Reno ) Marzo 2001/ Julio 2001<br />
Institut des Etudes Politiques/ Universite de Bordeaux ( Marzo 2003)<br />
-PONENCIAS EN CONGRESOS (ÚLTIMOS AÑOS):<br />
-P. Ibarra “Movimientos sociales y políticas públicas: un modelo de impacto”<br />
Congreso AECPA Barcelona 2003<br />
-W. A. Douglass (University of Nevada ) and P. Ibarra (UPV/EHU)<br />
“A Basque Referendum: Resolution of Political Conflict or the Promised Land Of<br />
Error “ En Conference “ Universality; Ethnicity , Violence ; University of Nevada ,<br />
Reno. April 2002
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 66<br />
- P. Ibarra: Sociedad civil en la resolución de conflictos Cursos de Verano<br />
UPV/EHU. Septiembre 2002<br />
- P. Ibarra “Cuestión indígena y desarrollo humano” en Jornadas sobre La<br />
Cuestión Indígena : U. Salamanca. Diciembre 2002<br />
- P. Ibarra, P. & R. Goma<br />
“Emerging Social Movements and Their Policy Impacts. A comparative analysis<br />
of four critical networks in Catalonia and the Basque Country”.<br />
ECPR Edinburgh, March , 2003).<br />
2. RAFAEL SAINZ DE ROZAS BEDIALAUNETA.<br />
Eroso-Ugarte, 13 (48390 Bizkaia)<br />
Tel. +34 946314290<br />
E-mail: sderozas@euskalnet.net<br />
FORMACIÓN ACEDEMÍCA<br />
-Universidad de Deusto (Bilbao)<br />
Licenciatura en Derecho<br />
-Universidad de Deusto (Bilbao)<br />
Diplomatura Especialidad Jurídico-Económica<br />
-Colegio de Abogados de Bizkaia<br />
Curso sobre Terminología Jurídica y Usos del Euskera<br />
-Colegio de Abogados de Bizkaia<br />
Curso de Derecho Policial<br />
-Colegio de Abogados de Bizkaia<br />
Curso práctico sobre Asistencia al Detenido<br />
-Euskal Herriko Unibertsitatea<br />
Idazkuntza 1. Técnicas de comunicación y redacción especializada<br />
Idazkuntza 2. Cassanyren irakatsia euskarari aplikatuz: perpausetik testura<br />
-Euskara testuen bidez hobetzeko ikastaroa<br />
Euskal Herriko Unibertsitatea<br />
Euskaltzaindiaren araugintza berriari buruzko ikastaroa<br />
-Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñate<br />
Curso de Derecho para alumnos de tercer ciclo y profesores en formación<br />
-Euskal Herriko Unibertsitatea<br />
Irakaskuntzarako baliabideak eta gaitasuna<br />
-Universidad Pompeu Fabra (Barcelona)<br />
Jornadas internacionales sobre "Presente y futuro de la dogmática penal<br />
europea. La aportación alemana"<br />
-Departamento de Derecho Público. Universidad del País Vasco<br />
Cursos de Doctorado: "Problemas penales, procesales y financieros en relación<br />
con las actuaciones de la Administración Pública"<br />
-Universidad de Bremen (Alemania)<br />
Estancia científica de dos meses como investigador invitado<br />
-Centro de Investigación por la Paz Gernika Gogoratuz<br />
Curso de Formación y entrenamiento sobre transformación de conflictos<br />
EXPERIENCIA PROFESIONAL
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 67<br />
-Universidad del País Vasco.<br />
Facultad de Derecho. Profesor Asociado de Derecho Penal. Plaza Bilingüe<br />
euskera-castellano. Dedicación a tiempo completo.<br />
-Escuela de Práctica Jurídica. Colegio de Abogados de Bizkaia.<br />
Profesor de Derecho Procesal Penal. Línea en euskera. Dedicación a tiempo<br />
parcial.<br />
-Universidad de Deusto (Bilbao)<br />
Facultad de Derecho. Profesor de Derecho Penal. Dedicación a tiempo parcial.<br />
-Ejercicio profesional de la abogacía.<br />
PUBLICACIONES<br />
-Objeción de Conciencia al Servicio Militar, en J.R. CAPELLA (Ed.),<br />
-Las sombras del sistema constitucional español, Trotta, Madrid, 2003, pgs. 249-<br />
293.<br />
-Tratamiento jurídico de la desobediencia civil, en X. ETXEBERRIA (Ed.),<br />
Enfoques de la desobediencia civil, Univ. Deusto, Bilbao 2001, pgs. 53-65.<br />
-X. AGIRRE, R. AJANGIZ, P. IBARRA, R. SAINZ DE ROZAS, La insumisión: un<br />
singular ciclo histórico de desobediencia civil, Tecnos, Madrid 1998.<br />
-Los delitos de desobediencia y de denegación de cooperación o auxilio, en<br />
"Delitos contra la Administración Pública" (A. ASUA ed.). I.V.A.P., Bilbao, 1997,<br />
pgs. 335-351.<br />
-Obxeción de conciencia e insubmisión, en "Construir a paz. Cultura para a paz"<br />
(X. JARES ed.), Ed. Xerais de Galicia, Vigo, 1996, pgs. 228-234.<br />
-El marco legislativo específico para el tercer grado penitenciario en régimen<br />
abierto, en "Régimen abierto en las prisiones" (A. ASUA coord.), Serv.<br />
Publicaciones Gobierno Vasco, Gasteiz 1992, pgs. 47-79.<br />
-La respuesta a la desobediencia: las leyes reguladoras de la objeción de<br />
conciencia / El ámbito internacional de la objeción de conciencia, en "Objeción e<br />
insumisión; claves ideológicas y sociales", (P. IBARRA ed.), Fundamentos,<br />
Madrid, 1992, pgs. 67-83 / pgs. 105-150.<br />
-"The work of the European Committee for the Prevention of Torture regarding<br />
torture and ill-treatment in Spain", en Mediterranean Journal of Human<br />
Rights,Foundation for International Studies, University of Malta, 1998.<br />
-"Violencia en Euskadi y Movimiento por la Paz", en Papeles de Cuestiones<br />
Internacionales, Centro de Investigaciones por la Paz, Madrid, Julio de 1997.<br />
-"La reacción estatal ante el fenómeno social de la Objeción de Conciencia.<br />
Regulación de derechos y política criminal", en Panóptico nº 0, Bilbao 1996.<br />
-"Objeción de conciencia e insumisión como fenómeno social",en Padres de<br />
Alumnos, Rev. de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres<br />
de Alumnos nº 42, Madrid, 1996, pgs. 18-20.<br />
-"Razones y vivencias del objetor y el insumiso", en Papeles de Cuestiones<br />
Internacionales nº 54, Centro de Investigaciones para la Paz, Madrid 1995, pgs.<br />
37-45.<br />
-"Las leyes reguladoras de la objeción de conciencia", "Aspectos internacionales<br />
de la objeción de conciencia" en Papeles para la Paz nº 38, Centro de<br />
Investigaciones para la Paz, Madrid, 1990, pgs. 67-87 y 143-187.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 68<br />
-"Los servicios sociales ante la Ley de Objeción de Conciencia", en Zerbitzuan<br />
nº6, Consejo Vasco de Bienestar Social, Gasteiz 1988, pgs. 79-89.<br />
-"Europa, un mosaico de leyes", en Entre jóvenes nº 7, Barcelona, 1985, pgs.<br />
32-37<br />
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN<br />
-Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco<br />
Criminalidad organizada. Análisis transversal de problemas específicos<br />
Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco<br />
-La construcción de la imagen social del delito. Repercusiones en la previsión y el<br />
tratamiento de la delincuencia<br />
Universidad de Deusto- Instituto Vasco de Administración Pública<br />
-Asesoramiento y supervisión técnica de la traducción al euskara del Código<br />
Penal (1ª y 2ª eds.) y de la Ley Penal del Menor<br />
Departamento de Cultura y Turismo. Gobierno Vasco.<br />
-"Objeción de Conciencia e insumisión: la Juventud vasca ante el Servicio Militar<br />
y el ejército".<br />
Departamento de Justicia. Gobierno Vasco.<br />
-"Estudio sociológico sobre el proceso de transferencias en materia penitenciaria<br />
para la Comunidad Autónoma Vasca".<br />
PONENCIAS EN CURSOS, JORNADAS Y SEMINARIOS<br />
-"Tratamiento jurídico de la desobediencia civil". Curso sobre Cultura de Paz.<br />
Centro UNESCO del País Vasco. Bilbao, Marzo de 2002.<br />
-"Desobedientzia Zibila: garapen historikoa eta ondorio juridikoak". Curso de la<br />
Udako Euskal Unibertsitatea. Iruñea, Julio de 2001<br />
-"El conflicto vasco: análisis y propuestas de transformación desde el Movimiento<br />
por la Paz". Curso sobre paz y conflictos en el mundo actual. Instituto de la paz y<br />
los conflictos de la Universidad de Granada. Granada, Abril de 2001.<br />
-"Tratamiento jurídico de la desobediencia civil". El debate sobre la<br />
Desobediencia Civil. Ciclo de conferencias organizado por el Aula de Etica de la<br />
Universidad de Deusto. Bilbao, Marzo de 2001<br />
-"La asunción de las competencias en materia penitenciaria por parte de la<br />
Comunidad Autónoma Vasca. Los modelos posibles". Jornadas penitenciarias.<br />
Universidad de Deusto. Bilbao, Abril de 2000.<br />
-"El papel de la Universidad ante la situación penitenciaria". Jornadas<br />
penitenciarias. Universidad de Deusto. Bilbao, Marzo de 1999.<br />
-"Comparative analysis of the Implementation of the CPT's Recommendations:<br />
Report on Spain". Seminar on the Prevention of Torture in Southern Europe.<br />
Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñati. Oñati, Abril 1997.<br />
-"Delitos de apología del terrorismo y de colaboración con banda armada".<br />
Seminario de estudio sobre legislación antiterrorista. Facultad de Derecho de la<br />
Universidad de Deusto. Bilbao, Diciembre de 1997.<br />
-"Conflict resolution and international criminal courts". International Conference<br />
for the Establishment of a Permanent International Criminal Court. University of<br />
Malta.Valetta, Septiembre 1997.<br />
-"Comentarios sobre aspectos del nuevo Reglamento Penitenciario". Jornadas<br />
sobre legislación penitenciaria organizadas por el Colegio de Abogados de Alava.<br />
Gasteiz, Abril de 1997.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 69<br />
-"Las penas de inhabilitación de los arts. 527 y 604 del nuevo Código Penal".<br />
Jornadas sobre desobediencia civil organizadas por el Aula de Culturade Getxo.<br />
Getxo, Marzo de 1997.<br />
Co-dirección del Seminario sobre Desobediencia Civil. Patronat "Sud-Nord.<br />
Solidaritat i Cultura" de la Universidad de Valencia. Valencia, Marzo de 1996.<br />
-"Los delitos de desobediencia y denegación de auxilio a la Justicia". La tutela<br />
penal del correcto funcionamiento de la Administración. Delitos de Funcionarios.<br />
Curso organizado por el I.V.A.P. e impartido a funcionarios de las<br />
administraciones vascas. Gasteiz y Bilbao, Febrero de1996.<br />
-"Los tribunales ante las modificaciones legislativas en materia de insumisión al<br />
Servicio Militar". Jornadas sobre desobediencia civil. Facultad de Derecho de la<br />
Universidad de Valencia. Valencia, Diciembre de 1995.<br />
-"Aspectos ideológicos de la Objeción de Conciencia". Servicio Militar, Objeción<br />
de Conciencia e Insumisión: un encuentro para la reflexión y el debate.<br />
Consejode la Juventud del Principado de Asturias.Avilés, Diciembre de 1995.<br />
-"El nuevo tratamiento penal de la desobediencia civil al Servicio Militar".<br />
Jornadas sobre Objeción de Conciencia y nueva legislación. Consejo de la<br />
Juventud de Galicia. A Coruña, Noviembre de 1995.<br />
-"Tolerancia y límites legales a la desobediencia a las leyes". Curso sobre la<br />
tolerancia en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco. Donostia,<br />
Agosto de 1995<br />
-"Resoluciones internacionales y análisis comparado de la legislación europea y<br />
española sobre la Objeción de Conciencia". Jornadas sobre Objeción de<br />
Conciencia. Ayuntamiento de Donostia. Donostia, Abril de 1995.<br />
-"Las razones de los objetores e insumisos". Simposio sobre la objeción de<br />
conciencia y la insumisión como nuevos retos sociales. Instituto Fe y Secularidad<br />
y Fundación Friedrich Ebert. Madrid, Febrero 1995.<br />
-"Kontzientzia Eragozpenari buruzko arauen garapena". Udako Euskal<br />
Unibertsitatea. Iruñea, Julio 1993.<br />
Co-dirección de los cursos de Derecho Penal impartidos por el Area de Educación<br />
Social de la Escuela de Educadores de Euskadi. Bilbao, cursos 199-92 y 1992-93.<br />
-"Legislación sobre objeción de conciencia e insumisión". Jornadas Nacionales<br />
sobre Asesorías Jurídicas para Jóvenes. Dirección General de Juventud del<br />
Gobierno de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, Abril de 1991.<br />
-"Situación actual del derecho a la objeción de conciencia". III Jornadas de<br />
participación juvenil". Consejo de la Juventud de Córdoba. Córdoba, Diciembre<br />
de 1990.<br />
-"Legislation and treatment of conscientious objectors in Europe". International<br />
seminar of the European Christian Democratic Youth. La Haya (Países Bajos),<br />
Octubre 1990.<br />
-"Conscientious Objection and Social Defence". International Seminar on<br />
Nonviolent Struggle and Social Defence. War Resisters' International y<br />
Departamento de Estudios sobre la Paz de la Universidad de Bradford. Bradford<br />
(Gran Bretaña), Abril 1990.<br />
-"The International Conscientious Objectors' Meetings: current challenges and<br />
common thinking". Congreso de la Lega Obiettori di Coscienza. Pisa (Italia),<br />
Octubre de 1989.<br />
Co-director del Seminario sobre el Derecho como herramienta de transformación<br />
social, dirigido a alumnos de la facultad de Derecho de la Universidad de Deusto.<br />
Bilbao, Octubre de 1988.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 70<br />
Coordinación de sendos seminarios de trabajo en el I y II Encuentros sobre<br />
Marginación en Euskadi. Escuela Diocesana de Educadores. Bilbao, 1986 y 1988.<br />
-"The implementation of a European common legislation on Conscientious<br />
Objection: Claims and analysis from Spain". International Conference on<br />
Conscientious Objection. European Youth Council. Estrasburgo (Francia),<br />
Noviembre de 1984.<br />
ACTIVIDADES EN LA COMUNIDAD<br />
-Movimiento de Objeción de Conciencia de Euskadi. Miembro desde 1981 hasta<br />
1997. Principales áreas de trabajo: Defensa y asesoramiento jurídicos y<br />
representación del movimiento en foros internacionales. Elegido miembro del<br />
Consejo de la Internacional de Resistentes a la Guerra en el período 1991-1994.<br />
-Salhaketa (Asociación de apoyo a presos y presas). Miembro desde 1985 hasta<br />
2000. Estudios sobre la condición penitenciaria y la exclusión social, promoción<br />
de los derechos de las personas presas.<br />
-Revista En Pie de Paz. Publicación trimestral sobre temas de paz, resolución de<br />
conflictos, exclusión social, cuestiones de género, intervención civil, educación<br />
por la paz. Miembro de su Consejo de Redacción desde 1986 hasta la actualidad.<br />
-Unesco Etxea. Centro Unesco del País Vasco. Miembro de su grupo de trabajo<br />
sobre Cultura de Paz.<br />
3. IMANOL ZUBERO BEASKOETXEA<br />
FORMACIÓN ACADÉMICA.<br />
Doctor en Sociología por la Universidad de Deusto (1991). Profesor Titular de<br />
Sociología en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (desde<br />
1996).<br />
Especializado en Sociología del Trabajo, ha dirigido cinco tesis doctorales y ha<br />
realizado diversas investigaciones sobre cuestiones relacionadas con esta<br />
temática. Esta tarea investigadora ha sido positivamente evaluada por la<br />
Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora, en dos sexenios:<br />
1º) años 1989/1996; 2º 1987/2002.<br />
PUBLICACIONES.<br />
Entre sus publicaciones destacamos, por su relación con los contenidos de este<br />
peritaje, las siguientes:<br />
“Transformaciones en las pautas de movilización social”, en J.<br />
Agirreazkuenaga (dir. y coord.), Historia de Euskal Herria. Historia general<br />
de los vascos, Lur, Bilbao 2005 [Tomo VI, págs. 380-386]<br />
“El compromiso solidario”, en Varios Autores, Tercer Sector y<br />
administraciones públicas. Sinergias para la solidaridad, Desclée de<br />
Brouwer/Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao 2004.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 71<br />
“Ciudadanía y participación democrática”, en Trabajo Social (Revista<br />
editada por el Colegio oficial de Diplomados en Trabajo Social y AA.SS de<br />
Madrid), nº 41, Primer cuatrimestre 2004.<br />
“Conocer para hacer: la tarea cultural de los movimientos sociales”, en<br />
Victor Mari Sáez (coord.), La Red es de todos. Cuando los movimientos<br />
sociales se apropian de la Red, Editorial Popular, Madrid 2004.<br />
“¿Quién soy yo sin un nosotros? Sobre las relaciones entre identidad y<br />
nacionalismo”, en Diálogo filosófico, nº 56, mayo/agosto 2003.<br />
“Presente y futuro del Estatuto”, en Cuadernos de Reflexiones Sociales, nº<br />
1, Fundación Fernando Buesa Blanco, Vitoria-Gasteiz 2002.<br />
“El debate sobre el derecho de autodeterminación en Euskadi”, en X.<br />
Etxeberria, F. Gómez, E.J. Ruiz, T. Vicente e I. Zubero, Derecho de<br />
autodeterminación y realidad vasca, Servicio Central de Publicaciones del<br />
Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz 2002.<br />
“Ciudadanía, movilización contra el terrorismo y construcción social de<br />
Euskadi”, en El Noticiero de las Ideas, nº 12, octubre 2002.<br />
“Estado, nación y nacionalismo”, en Claves de Razón Práctica, nº 119,<br />
Enero/Febrero 2002.<br />
“Transformaciones en la movilización social en Euskadi. De los<br />
movimientos por la paz a los movimientos por la libertad”, en Bake Hitzak,<br />
nº 45, enero 2002.<br />
“Movimientos sociales y alternativas de sociedad”, en J.A. ZAMORA<br />
(Coord.), Radicalizar la democracia, EVD, Estella 2001.<br />
Columnas Vertebradas. Escritos sobre violencia, política y sociedad en el<br />
País Vasco, Ed. Hiria, San Sebastián 2000.<br />
“Civilizar la situación vasca”, en J. Elzo y G. Bizcarrondo (eds.), La<br />
convivencia en la sociedad vasca, Universidad de Deusto, Bilbao 2000.<br />
“Hacer las paces para hacer la paz”, en P. Ortega (coord.), Educación para<br />
la paz, Cajamurcia, Murcia 2000.<br />
“Política y violencia en Euskal Herria”, en A. Arteta, D. Velasco e I. Zubero,<br />
Razones contra la violencia, vol. II, Bakeaz, Bilbao 1998.<br />
“Descubriendo oportunidades para la intervención social: resituando<br />
nuestros espacios de participación”, en Documentación Social, nº 111,<br />
Madrid, Abril-Junio 1998.<br />
Movimientos sociales y alternativas de sociedad, en Ed. Hoac, Madrid<br />
1996.<br />
OTRAS CONSIDERACIONES<br />
Miembro del Comité Científico Técnico del Observatorio de Procesos de<br />
Exclusión e Incorporación Social (Sartu / Gobierno Vasco).<br />
Miembro del Comité de Redacción de la Revista INGURUAK.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 72<br />
Miembro del Consejo de Redacción de la revista SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO.<br />
Miembro del Consejo Asesor de LAN HARREMANAK - Revista de Relaciones<br />
Laborales.<br />
Miembro del Consejo de Redacción de la revista DOCUMENTACIÓN SOCIAL.<br />
Miembro del Consejo de Redacción de EL VALOR DE LA PALABRA/ HITZAREN<br />
BALIOA, editada por la Fundación Fernando Buesa Blanco.<br />
4. XABIER AIERDI URRAZA<br />
Zeberio. Bizkaia. 1957<br />
FORMACIÓN ACADÉMICA<br />
• Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad de Deusto<br />
(1980) y en Periodismo (1984) Universidad del País Vasco/EHU.<br />
• Doctor en Sociología, por la Universidad de Deusto. 1991<br />
• Profesor Titular de Sociología en la Universidad del País Vasco. 1994<br />
• Ha sido Director del Departamento de Sociología de la UPV/EHU. 1996-99.<br />
• Responsable desde hace varios años de su Programa de Doctorado.<br />
• Presidente de la Asociación Vasca de Sociología, desde 1996 a 2001.<br />
• Vicepresidente de la Federación Española de Sociología. 2001-2004.<br />
• Director de la Revista Inguruak. Revista Vasca de Sociología y Ciencia<br />
Política.<br />
• Desde marzo de 2004, junto con Cristina Blanco, codirige IKUSPEGI.<br />
Observatorio Vasco de la Inmigración.<br />
PUBLICACIONES (sólo las relacionadas con el tema)<br />
• La inmigración en el espacio social vasco, Universidad del País Vasco,<br />
Serie Tesis Doctorales, Bilbao, 1993.<br />
• Sociedad civil, protesta y movimientos sociales en el País Vasco,<br />
Gabinete de Presidencia del Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz, 1995 (Con B.<br />
Tejerina y J.M. Fernández Sobrado).<br />
• “Entramado organizativo del movimiento feminista en el País Vasco”, REIS,<br />
80, Madrid, 1997, págs 183-201 (En colaboración con J.M. Fernández<br />
Sobrado).<br />
• <strong>Informe</strong> sobre la violencia y política en la Comunidad Autónoma<br />
Vasca y Navarra, 1997-98, Universidad del País Vasco, Bilbao 1993.<br />
• "De las emergencias ciudadanas", El valor de la palabra, núm 2, Fundación<br />
F. Buesa, Vitoria, 2002<br />
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN (Sobre redes y movimientos sociales)<br />
• Ámbitos y redes de asociación en Bilbao. 1988-89<br />
Ayto de Bilbao<br />
Dirección: V. Urrutia
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 73<br />
• Redes sociales, participación ciudadana y descentralización local. Los casos<br />
de Salvador de Bahía y Buenos Aires. 1990-92<br />
DIGCYT. Proyecto: AME90-0044-C03-01<br />
Dirección: V. Urrutia<br />
• Observatorio permanente sobre violencia y política en el País Vasco y<br />
Navarra.<br />
Universidad del País Vasco<br />
Dirección: V. Urrutia<br />
• Declive industrial e identidad obrera. El caso de la margen izquierda.<br />
Universidad del País Vasco<br />
Dirección: J.M. Fernández Sobrado<br />
• El espíritu de Ermua. La lucha por la interpretación.<br />
Universidad del País Vasco<br />
Dirección: Xabier Aierdi<br />
• Nacionalismo y protesta social en el País Vasco (1996-2002).<br />
Universidad del País Vasco<br />
Dirección: Jesús Casquette.<br />
• Investigación reciente: relacionada con el Observatorio Vasco de la<br />
Inmigración.
<strong>Pericial</strong> sociológico-politológico / 74<br />
Los que suscriben declaran que son ciertos los datos que figuran en estos<br />
currícula, asumiendo en caso contrario las responsabilidades que pudieran<br />
derivarse de las inexactitudes que consten en los mismos.<br />
Pedro Ibarra Güell.<br />
Catedrático de Ciencia Política en la UPV/EHU.<br />
Imanol Zubero Beaskoetxea<br />
Profesor titular de Sociología en la UPV/EHU.<br />
Rafael Sainz de Rozas<br />
Profesor de Derecho Penal en la UPV/EHU.<br />
Xabier Aierdi Urraza<br />
Profesor titular de Sociología en la UPV/EHU<br />
Leioa, 22 de junio de 2005.