el comportamiento del impuesto sobre sucesiones y donaciones ...
el comportamiento del impuesto sobre sucesiones y donaciones ...
el comportamiento del impuesto sobre sucesiones y donaciones ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
EL COMPORTAMIENTO DEL<br />
IMPUESTO SOBRE SUCESIONES<br />
Y DONACIONES ANTE<br />
LOS PRINCIPIOS BÁSICOS<br />
DE LA IMPOSICIÓN<br />
Migu<strong>el</strong> Áng<strong>el</strong> Barberán Lahuerta<br />
Universidad de Zaragoza<br />
El objetivo de este artículo consiste en examinar algunos aspectos<br />
d<strong>el</strong> entorno económico en <strong>el</strong> que se aplica <strong>el</strong> Impuesto <strong>sobre</strong><br />
Sucesiones y Donaciones, <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> que en la actualidad existe un<br />
intenso debate que trasciende <strong>el</strong> ámbito puramente teórico. Se<br />
pretende analizar de forma sucinta su funcionalidad real y <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />
que desempeña en nuestro sistema tributario en la actualidad,<br />
tanto como <strong>el</strong>emento de financiación de las haciendas subcentrales<br />
como complemento y cierre a otras figuras impositivas. Para<br />
<strong>el</strong>lo se intenta contrastar <strong>el</strong> grado de cumplimiento respecto a<br />
aqu<strong>el</strong>los principios impositivos que justifican su existencia en los<br />
modernos sistemas fiscales. En concreto, abordamos un análisis<br />
en torno a la capacidad económica, generalidad, flexibilidad, eficiencia<br />
y redistribución, valorando <strong>el</strong> impacto que los intensos<br />
cambios normativos realizados en los últimos tiempos ha supuesto<br />
en sus macromagnitudes básicas y, por tanto, en los fundamentos<br />
que sirven de soporte al <strong>impuesto</strong> en la actualidad. Las<br />
reflexiones que <strong>sobre</strong> estos temas se van a ir esbozando pretenden<br />
proporcionar argumentos que contribuyan al debate que en<br />
la actualidad existe en torno a la oportunidad de este <strong>impuesto</strong>,<br />
<strong>sobre</strong> <strong>el</strong> que se ha propuesto, abiertamente, por diversos sectores<br />
de la sociedad la posibilidad de su supresión.<br />
Palabras clave: sistema fiscal óptimo, financiación territorial, neutralidad<br />
fiscal, flexibilidad, patrimonio familiar, redistribución de<br />
la riqueza.<br />
95
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
1. INTRODUCCIÓN<br />
En los últimos tiempos se viene desarrollando tanto a niv<strong>el</strong> político<br />
como económico un intenso debate respecto al Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones<br />
y Donaciones (en ad<strong>el</strong>ante ISSD). Los planteamientos parecen haberse<br />
polarizado en torno a dos posiciones excluyentes: su supresión o su<br />
mantenimiento como parte integrante en los modernos sistemas fiscales.<br />
Las razones que esgrimen sus detractores para justificar su postura cuestionan<br />
no sólo la actual configuración d<strong>el</strong> tributo sino también su propia<br />
razón de ser, utilizando argumentos ya tradicionales que hoy renacen con<br />
más fuerza. El Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones y Donaciones, al amparo de la<br />
LOFCA de 1980, se cedió a las CCAA con la finalidad de ser un importante<br />
instrumento de financiación, afectando tan sólo a los rendimientos en<br />
un primer momento, si bien las Leyes 14/1996 y 21/2001 han otorgado a<br />
estos entes amplias competencias en materia normativa. Esta situación, si<br />
bien supone un fuerte respaldo por <strong>el</strong> legislador estatal a los principios de<br />
autonomía y corresponsabilidad fiscal, trae aparejados otros problemas,<br />
entre los que podríamos señalar la situación generalizada de competencia<br />
fiscal entre territorios motivada por la ausencia de criterios de armonización<br />
respecto al uso de esas competencias normativas. De hecho, las<br />
reformas que recientemente se han emprendido <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> vigente Impuesto<br />
<strong>sobre</strong> Sucesiones y Donaciones no han hecho sino empeorar su situación,<br />
limitando su aplicación a determinados tipos de riqueza, otorgando<br />
múltiples exenciones y tratos de favor que han restringido su ámbito de<br />
aplicación y han erosionado su credibilidad ante los contribuyentes 1 .<br />
Pues bien, <strong>sobre</strong> esa problemática en la que se mueve este tributo, la<br />
pretensión d<strong>el</strong> presente trabajo consiste en realizar una serie de consideraciones<br />
en torno a su funcionabilidad real en la escena económica de<br />
nuestro país, así como valorar su adecuación respecto a los modernos<br />
principios tributarios. De este modo, la estructura que se presenta corresponde<br />
a un análisis en torno a principios tales como generalidad, flexibilidad,<br />
eficiencia y redistribución. Todo <strong>el</strong>lo nos permitirá poner de manifiesto<br />
algunas de las principales deficiencias que desde <strong>el</strong> plano económico<br />
tiene la actual estructura d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> en España.<br />
2. CAPACIDAD ECONÓMICA Y GENERALIDAD EN EL IMPUESTO SOBRE<br />
SUCESIONES Y DONACIONES<br />
2.1. El pap<strong>el</strong> d<strong>el</strong> ISSD en <strong>el</strong> sistema tributario actual<br />
En España los <strong>impuesto</strong>s <strong>sobre</strong> las transmisiones gratuitas cuentan<br />
con una extensa tradición, estando presentes desde mediados d<strong>el</strong><br />
(1) Véase en este sentido Barberán (2003), pp. 74-76, donde se muestran las diversas técnicas<br />
de <strong>el</strong>usión impositiva que pueden darse en este tributo y se advierte de los perniciosos<br />
efectos que <strong>el</strong>lo puede acarrear al conjunto d<strong>el</strong> sistema fiscal.<br />
96
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
siglo XIX. En la actualidad, <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> se regula por la Ley 29/1987 de<br />
18 de diciembre, adoptando la modalidad de un Impuesto <strong>sobre</strong> las<br />
Porciones Hereditarias. Con esta normativa se intentó dar una estructura<br />
más moderna y aliviar la fiscalidad que soportaban este tipo de<br />
transmisiones, al tiempo que se disponía a esta figura tributaria como<br />
uno de los <strong>impuesto</strong>s susceptibles de ser cedidos a las CCAA, proceso<br />
que comenzó en 1980 y que ha avanzado considerablemente en los<br />
últimos años.<br />
Este tributo grava tanto las transmisiones lucrativas “inter vivos”<br />
como aqu<strong>el</strong>las “mortis causa”, si bien estas últimas soportan una fiscalidad<br />
más beneficiosa como consecuencia, entre otras razones, de las<br />
reducciones de la base imponible que se aplican en las transmisiones<br />
entre parientes cercanos 2 . En ambos casos quedan gravados los incrementos<br />
patrimoniales a título lucrativo, los cuales constituyen en la actualidad<br />
un <strong>el</strong>emento determinante en la capacidad de pago 3 , máxime si<br />
tenemos en cuenta su consideración como “ganancias sin esfuerzo”,<br />
<strong>sobre</strong> las que existe suficiente consenso en torno a que deben estar gravadas<br />
de forma sustancial y diferenciada.<br />
En cualquier caso, <strong>el</strong> actual Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones y Donaciones<br />
español fue diseñado con la intención de que sirviera de <strong>impuesto</strong> complementario<br />
dentro de la estructura tributaria, desempeñando una función<br />
de cierre d<strong>el</strong> sistema al tiempo que suministra una valiosa información en<br />
la gestión de otros tributos. No obstante, con <strong>el</strong> fin de precisar <strong>el</strong> sentido y<br />
alcance de esta figura, sería conveniente acotar su posición dentro d<strong>el</strong> sistema<br />
tributario. En primer lugar, deberemos referirnos al Impuesto <strong>sobre</strong><br />
la renta, <strong>el</strong> cual tiende a no gravar suficientemente <strong>el</strong> conjunto de rentas<br />
derivadas d<strong>el</strong> capital, por lo que los <strong>impuesto</strong>s <strong>sobre</strong> las transmisiones<br />
gratuitas (con índices de progresividad y un mínimo exento razonable-<br />
(2) En <strong>el</strong> texto se menciona como diferencia más importante <strong>el</strong> caso de las reducciones personales<br />
que tan sólo se aplicarían en las transmisiones “mortis causa”, sin embargo <strong>el</strong><br />
tratamiento fiscal entre <strong>donaciones</strong> y <strong>sucesiones</strong> es muy distinto e incluso discriminatorio.<br />
A título de ejemplo podemos referirnos a la no aplicación de algunas reducciones<br />
objetivas como la de la empresa y/o negocio familiar y la de la vivienda familiar, las cuales<br />
no dan derecho a reducción alguna en la donación “inter vivos” y sí, con ciertos límites<br />
y condiciones, en la transmisión “mortis causa”. Pero es que, además, las diferencias<br />
exceden d<strong>el</strong> ámbito de este tributo, afectando a los incrementos de patrimonio originados<br />
por las <strong>donaciones</strong> en <strong>el</strong> IRPF ya que, mientras <strong>sobre</strong> quien transmite puede recaer<br />
la obligación de tributar si de una transmisión “inter vivos” se trata no sucederá lo<br />
mismo si es <strong>el</strong> caso de una transmisión “mortis causa”, pues desde la Ley 48/1985 de<br />
reforma parcial d<strong>el</strong> IRPF se abolió la denominada “plusvalía d<strong>el</strong> muerto”.<br />
(3) Fuentes Quintana (1990), p. 312: “Aunque hoy la renta es <strong>el</strong> principal indicador de la<br />
capacidad de pago en los sistemas tributarios, la riqueza confiere a sus titulares seguridad,<br />
influencia, poder social, independencia, menor necesidad de ahorrar y acceso a<br />
mejores oportunidades, de modo que aquéllos en quienes concurran estas circunstancias<br />
están en mejor predisposición de pagar <strong>impuesto</strong>s. En <strong>el</strong> mismo sentido se argumenta<br />
en <strong>el</strong> Informe Meade, (1980), p. 119, destacando las posibilidades en torno a una<br />
vida de ocio que da <strong>el</strong> patrimonio, afirmando que “por muy bien que se establezca un<br />
sistema de imposición <strong>sobre</strong> la renta o <strong>el</strong> consumo, la equidad requiere que <strong>el</strong> patrimonio<br />
en sí se incluya en la base de la imposición progresiva.”<br />
97
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
mente alto) podría corregir esta situación sometiendo a tributación las<br />
fuentes de las que se originan las rentas de capital. La conexión con este<br />
<strong>impuesto</strong> se realiza a través de declarar no sujetos al mismo los incrementos<br />
de patrimonio que están dentro d<strong>el</strong> ámbito de aplicación d<strong>el</strong><br />
<strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> las <strong>sucesiones</strong> y las <strong>donaciones</strong>. Además, las adquisiciones<br />
lucrativas producidas en favor de las personas jurídicas están sujetas<br />
al <strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> las sociedades. En segundo lugar, respecto a su conexión<br />
con <strong>el</strong> Impuesto <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> Patrimonio, mientras éste grava <strong>el</strong> patrimonio<br />
en función de su titular, es decir, en su dimensión estática, <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong><br />
sucesorio somete a gravamen su dimensión dinámica, o sea, la transmisión<br />
gratuita de los <strong>el</strong>ementos que componen ese patrimonio o <strong>el</strong><br />
conjunto de todos <strong>el</strong>los. Finalmente, por lo que se refiere al Impuesto<br />
<strong>sobre</strong> Transmisiones Patrimoniales Onerosas, la d<strong>el</strong>imitación está, precisamente,<br />
en <strong>el</strong> carácter oneroso o gratuito de la transmisión.<br />
2.2. Generalidad y corresponsabilidad fiscal por los entes territoriales<br />
El ISSD se integra en la actualidad dentro d<strong>el</strong> bloque de <strong>impuesto</strong>s cedidos<br />
a las Comunidades Autónomas <strong>sobre</strong> los que <strong>el</strong> Estado no sólo ha<br />
transferido sus rendimientos sino que ha ido otorgando facultades normativas<br />
y de gestión. Este proceso se ha consolidado plenamente a partir de<br />
las leyes 14/1996 de Cesión de Tributos d<strong>el</strong> Estado a las Comunidades Autónomas<br />
y Medidas Fiscales Complementarias y 21/2001, de regulación d<strong>el</strong><br />
nuevo sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, las cuales<br />
han permitido que estos entes sean competentes para diseñar <strong>el</strong> tributo en<br />
sus territorios, otorgando amplia capacidad para modificar tarifas, reducciones<br />
u otros <strong>el</strong>ementos de su estructura. De este modo, la fiscalidad española,<br />
aunque parte de un mismo tronco común, puede ofrecer diferencias<br />
en <strong>el</strong> tratamiento de estas transmisiones entre distintos territorios. Este<br />
marco legal, si bien ahonda en <strong>el</strong> principio de autonomía financiera, entraña<br />
algunos p<strong>el</strong>igros evidentes desde la óptica tributaria, <strong>el</strong> principal, sin<br />
duda, que se generalicen situaciones de falta de equidad o de discriminación<br />
de ciudadanos simplemente por razón d<strong>el</strong> territorio cuando entre <strong>el</strong>los<br />
concurren una capacidad de pago similar 4 , circunstancia que puede afectar<br />
al principio de equidad y al de generalidad en la contribución a las necesidades<br />
financieras de las administraciones públicas.<br />
Al margen d<strong>el</strong> diseño normativo actual, también su importancia r<strong>el</strong>ativa<br />
como instrumento de financiación para las Comunidades Autónomas ofrece<br />
contrastes muy diversos dependiendo de la óptica desde la que lo analice-<br />
(4) García y Barberán (2003), p. 257: “Aún así, existen otros riesgos que han empezado a ser<br />
evidentes en los últimos años. El principal es, sin duda, que se generalicen situaciones<br />
de falta de equidad o de discriminación de ciudadanos simplemente por razón d<strong>el</strong> territorio<br />
cuando entre <strong>el</strong>los concurren una capacidad de pago similar. Este debate se produce,<br />
además, justo en un momento en <strong>el</strong> que los países de la Unión Europea consideran<br />
prioritaria la armonización de sus sistemas fiscales. De hecho, la Comisión Europea<br />
ha hecho llegar ya al gobierno sus quejas por la gradual divergencia en la presión fiscal<br />
dentro de España, advirtiendo d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de que esa situación pueda dar lugar a políticas<br />
de dumping fiscal que afecten a otros países comunitarios”.<br />
98
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
mos o de la recaudación por territorios. Aunque, las cifras globales en <strong>el</strong> año<br />
2002 suponen la nada despreciable cifra de 1.328 millones de euros a las<br />
arcas de los territorios autónomos, su importancia se va diluyendo si lo analizamos<br />
desde una visión comparada. El cuadro 1, destaca lo exiguo de las<br />
cifras recaudatorias si lo analizamos desde un punto de vista r<strong>el</strong>ativo, manteniéndose<br />
en niv<strong>el</strong>es casi testimoniales en torno al 1% <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> total de<br />
recaudaciones y al 2% <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> resto de <strong>impuesto</strong>s directos.<br />
Cuadro 1<br />
RECAUDACIÓN DEL ISSD RESPECTO A IMPUESTOS DIRECTOS<br />
E INDIRECTOS (MILES DE EUROS)<br />
(1) (2)<br />
Impuestos Impuestos (3) (4) 4/3 4/1 Recaud.<br />
Año directos indirectos Total ISSD % s/ total % s/ direct ISSD/PIB<br />
1998 20.919.903 20.891.127 41.811.030 283.563 0,68 1,36 0,107<br />
1989 27.703.785 22.592.580 50.296.365 317.292 0,63 1,15 0,107<br />
1990 29.685.154 24.021.390 53.706.544 421.892 0,79 1,42 0,128<br />
1991 32.844.446 25.359.592 58.204.038 460.808 0,79 1,40 0,127<br />
1992 35.504.045 28.939.280 64.443.325 480.863 0,75 1,35 0,125<br />
1993 34.743.260 26.874.689 61.617.949 533.788 0,87 1,54 0,135<br />
1994 35.472.738 30.356.184 65.828.922 752.990 1,14 2,12 0,178<br />
1995 38.505.337 32.353.720 70.859.057 708.515 1,00 1,84 0,155<br />
1996 39.822.984 34.598.308 74.421.292 746.667 1,00 1,87 0,153<br />
1997 45.796.894 37.431.070 83.227.964 921.315 1,11 2,01 0,179<br />
1998 43.884.738 41.768.911 85.653.649 981.002 1,15 2,24 0,166<br />
1999 45.271.682 47.453.416 92.725.098 1.117.750 1,21 2,47 0,217<br />
2000 50.688.814 50.964.297 101.653.111 1.224.135 1,20 2,42 0,207<br />
2001 54.072.445 52.804.508 106.876.953 1.348.479 1,26 2,49 0,231<br />
2002 54.386.037 37.750.471 92.136.508 1.328.000 1,44 2,44 0,225<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de Recaudación y Estadísticas de la Reforma Tributaria<br />
1988-1998.<br />
Los datos expuestos si bien expresan un incremento de la recaudación<br />
en r<strong>el</strong>ación al PIB, debemos considerarlo como insuficiente, máxime<br />
si tenemos en cuenta <strong>el</strong> incremento d<strong>el</strong> stock de riqueza existente en<br />
España (véase cuadro 3). Al ser éste un gravamen que recae <strong>sobre</strong> la<br />
transmisión de la riqueza es lógico pensar que, si se incrementa su objeto<br />
imponible, sus rendimientos lo tendrían que hacer más que proporcionalmente<br />
conforme se va sucediendo <strong>el</strong> r<strong>el</strong>evo intergeneracional y, con<br />
<strong>el</strong>lo, la aplicación d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong>. No obstante, muestra una cierta tendencia<br />
evolutiva, lógica por otro lado dada la alta progresividad teórica con<br />
que se estructuran sus tarifas, lo cual permite que mantenga sus posiciones<br />
e incluso cobre más importancia respecto a la recaudación total por<br />
<strong>impuesto</strong>s y respecto al grupo de <strong>impuesto</strong>s directos.<br />
En cualquier caso, si su aportación a la suficiencia d<strong>el</strong> sistema tributario<br />
es más bien modesta su pap<strong>el</strong> como instrumento de financiación territorial<br />
todavía es más confuso. Un examen exhaustivo de sus rendimientos<br />
evidencia importantes asimetrías, al tiempo que proporciona recau-<br />
99
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
daciones r<strong>el</strong>ativas muy distintas entre territorios. Aqu<strong>el</strong>las comunidades<br />
con menores índices de riqueza recaudan muy poco por este concepto y,<br />
por tanto, supone un porcentaje muy pequeño respecto a su financiación<br />
total. En otros casos, <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de transmisiones y la cuantía de éstas será<br />
superior, traduciéndose en mayores rendimientos para estos entes con<br />
una estimación porcentual respecto al total de recursos financieros disponibles<br />
incluso d<strong>el</strong> 5 y <strong>el</strong> 6%, que es <strong>el</strong> caso de aqu<strong>el</strong>las comunidades<br />
más ricas y densamente pobladas. Las cifras que proporciona <strong>el</strong> cuadro 2<br />
son suficientemente <strong>el</strong>ocuentes, dando lugar a un amplio abanico en <strong>el</strong><br />
que <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> representa desde 0,62% de la financiación total en Andalucia<br />
hasta 6,24% que supone en Madrid.<br />
100<br />
Cuadro 2<br />
RECAUDACIÓN POR ISSD Y FINANCIACIÓN TOTAL POR CCAA<br />
Recaudación total Recaudación por<br />
CCAA 1999 ISSD 1999 % de ISSD / PIB per capita (*)<br />
CCAA (miles de euros) (miles de euros) financiac. total. (euros)<br />
Andalucia 15.508.390 95.885 0,62% 9.458<br />
Aragón 1.667.804 59.734 3,58% 13.890<br />
Asturias 847.371 35.609 4,20% 11.161<br />
Baleares 799.658 38.032 4,76% 14.322<br />
Canarias 3.159.863 20.813 0,66% 11.744<br />
Cantabria 771.921 25.236 3,27% 12.185<br />
Castilla-León 2.886.971 81.196 2,81% 10.452<br />
Castilla-Mancha 2.291.672 29.004 1,27% 12.210<br />
Cataluña 12.738.842 263.934 2,07% 15.513<br />
Extremadura 1.381.308 12.873 0,93% 8.330<br />
Galicia 5.929.746 71.953 1,21% 10.361<br />
Madrid 4.070.107 253.933 6,24% 16.897<br />
Murcia 1.040.181 13.113 1,26% 10.486<br />
Navarra 1.721.181 8.907 0,52% 16.255<br />
País Vasco 4.760.403 30.026 0,63% 15.563<br />
La Rioja 370.563 14.304 3,86% 14.726<br />
Valencia 7.559.329 99.124 1,31% 12.021<br />
TOTAL 76.683.519 1.311.465 1,71% 12.751<br />
Nota: (*) media anual d<strong>el</strong> período 1995-2000.<br />
Fuente: AEAT, “Informe mensual de recaudación tributaria”, “Resumen informativo de<br />
recaudación por tributos cedidos y concertados” e “Informe mensual La Caixa” (Sept.<br />
2002).<br />
Analizando <strong>el</strong> detalle de cifras que nos ofrece <strong>el</strong> cuadro 2 podemos<br />
apreciar que, <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> tiene una importancia r<strong>el</strong>ativa muy poco<br />
homogénea, demostrando <strong>el</strong> desigual pap<strong>el</strong> que ya en <strong>el</strong> año 1999 tenía<br />
este recurso en la financiación autonómica. Hemos de tener en cuenta<br />
que todavía en este momento existía cierta uniformidad normativa en<br />
cuanto a los <strong>el</strong>ementos esenciales d<strong>el</strong> tributo. En la actualidad la amplia<br />
atribución de competencias realizada respeto a este <strong>impuesto</strong> puede utilizarse<br />
para modificar las tarifas o reducciones de la base u otros <strong>el</strong>ementos<br />
5 , por lo que las diferencias podrán aumentar o disminuir, si bien,
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
en este último caso, a costa de un esfuerzo fiscal desigual por parte de<br />
los habitantes de las comunidades más pobres. Esta circunstancia determina<br />
<strong>el</strong> cumplimiento d<strong>el</strong> principio de generalidad <strong>el</strong> cual quedará condicionado<br />
al marco normativo de cada territorio, con una legislación más<br />
o menos exigente en función de su niv<strong>el</strong> de riqueza o de su carácter de<br />
comunidad foral o, incluso, de comunidad limítrofe a éstas.<br />
En definitiva, de los datos que hemos ido examinando parece desprenderse<br />
que <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> no ha cobrado la importancia recaudatoria que<br />
podría esperarse a lo largo d<strong>el</strong> tiempo. Si bien en términos absolutos pueden<br />
tener alguna r<strong>el</strong>evancia, un análisis comparativo demuestra la ralentización<br />
de sus rendimientos, así como un pap<strong>el</strong> muy desigual a la hora<br />
de contribuir a la suficiencia de las haciendas territoriales. Sus escasas<br />
estadísticas pueden ser reflejo de la insuficiente consideración de que ha<br />
sido acreedor en los últimos tiempos, lo cual ha originado un deterioro de<br />
su efectividad práctica y lo ha alejado de las posibilidades teóricas que<br />
tendría en un contexto de mayor riqueza y dinamismo como <strong>el</strong> que ha<br />
acontecido en la economía española durante los últimos años.<br />
3. ANÁLISIS DE LA FLEXIBILIDAD DEL IMPUESTO EN RELACIÓN A SU<br />
OBJETO IMPONIBLE<br />
Otro aspecto importante al que <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> debería dar cumplimiento<br />
es <strong>el</strong> de ser flexible respecto al objeto imponible que pretende someter a<br />
gravamen. Así, según Neumark (1994), p. 304 en cuanto que se hace tributar<br />
la transmisión patrimonial gratuita, las recaudaciones obtenidas<br />
deberían ajustarse a los distintos indicadores que miden la evolución de<br />
la riqueza en nuestro país.<br />
A la hora de contrastar la evolución de los rendimientos una referencia<br />
obligada ha de ser la que los r<strong>el</strong>aciona con <strong>el</strong> Producto Interior Bruto. No obstante,<br />
esta magnitud nos indicará <strong>el</strong> crecimiento de la economía, que puede<br />
ir encaminado a incrementar <strong>el</strong> consumo o bien los niv<strong>el</strong>es de ahorro, circunstancia<br />
que condicionará sin duda los resultados que obtengamos. Por<br />
<strong>el</strong>lo, hemos de acudir a algún otro indicador más preciso que indique en que<br />
medida <strong>el</strong> patrimonio de los sujetos que posteriormente va a transmitirse ha<br />
evolucionado durante los últimos años. En este sentido podrían ser especialmente<br />
oportunos la información que pudiera proporcionar <strong>el</strong> Impuesto<br />
<strong>sobre</strong> Patrimonio a niv<strong>el</strong> agregado, sin embargo la insuficiencia de los datos<br />
que las autoridades hacen públicos al respecto desaconsejan la utilización de<br />
este índice. Además, los datos no contemplarían <strong>el</strong> patrimonio de aqu<strong>el</strong>los<br />
contribuyentes que se situaran por debajo d<strong>el</strong> mínimo exento, lo cual dejaría<br />
fuera la mayor parte de los sujetos. No obstante, es posible superar estos<br />
inconvenientes utilizando otros datos de carácter patrimonial, en concreto<br />
(5) En este sentido han hecho un amplio uso comunidades limítrofes a los territorios forales<br />
como es <strong>el</strong> caso de Cantabria, La Rioja o Aragón, casos en los que, para evitar la fuga de contribuyentes,<br />
se ha reducido considerablemente la fiscalidad <strong>sobre</strong> este tipo de transmisiones.<br />
101
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
los que ofrecen Naredo y Carpintero (2002) <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> patrimonio total de los<br />
hogares durante <strong>el</strong> período 1984-1998. Si bien es cierto que las cifras obtenidas<br />
como patrimonio imputado a los hogares pueden estar condicionadas<br />
por aspectos como la distribución dominical dentro d<strong>el</strong> hogar o d<strong>el</strong> régimen<br />
económico matrimonial, los valores globales que nos ofrece su evolución<br />
suponen una referencia muy próxima al objeto gravable en este tributo y, por<br />
tanto, (sin ánimo de ser exhaustivos) un índice adecuado para valorar la <strong>el</strong>asticidad<br />
d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> respecto a indicadores patrimoniales.<br />
Los datos que nos proporciona <strong>el</strong> cuadro 3 nos permiten calcular la<br />
evolución en términos de tasa anual acumulativa. Así, r<strong>el</strong>acionando la<br />
recaudación d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> con <strong>el</strong> PIB a precios de mercado y con <strong>el</strong> patrimonio<br />
de los hogares obtenemos lo siguiente;<br />
102<br />
Cuadro 3<br />
RECAUDACION DEL ISSD, PIB PM Y PATRIMONIO TOTAL<br />
DE LOS HOGARES (1975-2000)<br />
Patrimonio<br />
Patrimonio<br />
Rec ISSD PIB a pm hogares Rec ISSD PIB a pm hogares<br />
AÑOS Millones euros corrientes Millones euros constantes<br />
1975 56,25 37.950 412,69 278.494<br />
1976 55,65 45.668 350,66 287.696<br />
1977 69 57.939 352,4 295.864<br />
1978 81,2 70.926 343,63 300.194<br />
1979 87,63 82.970 317,16 300.324<br />
1980 90,15 95.334 287,65 304.223<br />
1981 114,97 106.967 326,53 303.820<br />
1982 126,71 123.010 316,85 307.607<br />
1983 166,53 140.065 372,21 313.052<br />
1984 188,44 158.054 585.506 379,92 318.639 1.121.244<br />
1985 204,78 175.624 648.011 380,14 326.036 1.140.500<br />
1986 240,4 201.065 799.647 402,48 336.643 1.291.429<br />
1987 307,33 224.833 1.012.225 485,67 355.317 1.555.789<br />
1988 417,43 250.313 1.234.900 622,75 373.418 1.810.363<br />
1989 439,48 280.491 1.499.946 613,29 391.443 2.057.926<br />
1990 534 312.424 1.586.792 694,32 406.245 2.040.615<br />
1991 410,73 342.597 1.934.177 499,43 416.588 2.348.091<br />
1992 509,44 368.985 1.948.181 580,49 420.459 2.232.615<br />
1993 555,87 381.748 2.042.299 605,92 416.122 2.238.360<br />
1994 772,83 406.010 2.154.749 810,94 426.039 2.256.022<br />
1995 732,51 437.786 2.315.880 732,51 437.792 2.315.880<br />
1996 768,99 464.250 2.441.972 742,84 448.456 2.332.084<br />
1997 949,58 494.137 2.612.479 896,51 466.513 2.382.581<br />
1998 1021,38 527.953 2.925.006 941,62 486.742 2.550.605<br />
1999 1167,57 565.483 1046,49 506.849<br />
2000 1283,83 608.787 1112,6 527.613<br />
Año base de la serie de PIB a precios constantes 1988.<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de Naredo y Carpintero (2002) e INE.
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
Cuadro 4a<br />
FLEXIBILIDAD DE LOS RENDIMIENTOS DEL ISSD RESPECTO AL PIB<br />
Y AL PATRIMONIO FAMILIAR EN MONEDA CORRIENTE<br />
TASAS DE EVOLUCIÓN. Millones de euros (en moneda corriente)<br />
Período 1975 - 2000 Período 1984 - 1998<br />
Tasa anual<br />
Tasa anual<br />
Indicador acumulativa Elasticidad Indicador acumulativa Elasticidad<br />
dT/T 13,33 1,108 dT/T 12,83 1,4256<br />
dY/Y 12,03 dY/Y 9,00 1,0542<br />
dPf/Pf 12,17<br />
Cuadro 4b<br />
FLEXIBILIDAD DE LOS RENDIMIENTOS DEL ISSD RESPECTO AL PIB<br />
Y AL PATRIMONIO FAMILIAR EN MONEDA CONSTANTE DE 1995<br />
TASAS DE EVOLUCIÓN. Millones de euros (en moneda constante de 1995)<br />
Período 1975 - 2000 Período 1984 - 1998<br />
Tasa anual<br />
Tasa anual<br />
Indicador acumulativa Elasticidad Indicador acumulativa Elasticidad<br />
dT/T 4,05 1,5637 dT/T 6,70 2,1824<br />
dY/Y 2,59 dY/Y 3,07 1,1038<br />
dPf/Pf 6,07<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de Naredo y Carpintero (2002) e INE.<br />
Como puede apreciarse, considerando todo <strong>el</strong> período, los indicadores<br />
<strong>sobre</strong> la flexibilidad d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> ofrecen índices positivos incluso<br />
si no tenemos en cuenta <strong>el</strong> fenómeno monetario, es decir, si utilizamos<br />
euros corrientes. No obstante, los resultados que acabamos de<br />
describir se amplifican si tomamos en consideración <strong>el</strong> fenómeno<br />
monetario. En este caso, al convertir las cifras obtenidas en moneda<br />
constante de 1995 obtendremos niv<strong>el</strong>es de <strong>el</strong>asticidad superiores que<br />
llegan hasta <strong>el</strong> 1,5637 y 2,1824 para <strong>el</strong> PIB y de un 1,1038 en cuanto al<br />
patrimonio familiar. En todos los casos la idea que subyace confirma lo<br />
visto hasta este momento y es la de que estaríamos ante un <strong>impuesto</strong><br />
flexible con respecto al crecimiento d<strong>el</strong> PIB o al patrimonio de las familias,<br />
ofreciendo niv<strong>el</strong>es de crecimiento más intensos que los de estos<br />
indicadores.<br />
Sin embargo, los resultados obtenidos en esta primera aproximación<br />
nos pueden llevar a una idea que no se correspondería con la evolución<br />
real de este tributo. Y es que, si bien <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> muestra con respecto a<br />
todo este largo período indicadores razonables y positivos, un análisis en<br />
detalle de la tendencia evolutiva de cada uno de los ejercicios desv<strong>el</strong>a la<br />
103
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
gran erraticidad con la que se mueve <strong>el</strong> tributo 6 . La representación gráfica<br />
que adjuntamos atestigua esta idea. Así, mientras la referencia d<strong>el</strong> PIB<br />
indica una tendencia de incrementos suaves y constantes, la recaudación<br />
d<strong>el</strong> ISSD combina fases de crecimiento intenso con otras de r<strong>el</strong>ajación<br />
donde sus rendimientos incluso descienden. Fácilmente podremos advertir<br />
que son dos los momentos en que esto sucede, en 1990 y 1996. El primero<br />
de <strong>el</strong>los coincidió con <strong>el</strong> período en que se generalizó la cesión d<strong>el</strong><br />
<strong>impuesto</strong> a las Comunidades Autónomas, entes que en este primer<br />
momento quizás no contaban ni con los medios ni con la experiencia<br />
necesaria para una inspección rigurosa d<strong>el</strong> tributo, lo cual pudo traducirse<br />
en una merma en sus resultados. Por otro lado, durante 1996 se produjo<br />
una intensa reforma que se tradujo en un incremento de las reducciones<br />
de la base que r<strong>el</strong>ajaban la presión fiscal d<strong>el</strong> tributo.<br />
Gráfico 1<br />
FLEXIBILIDAD DEL ISSD RESPECTO AL PIB Y AL PATRIMONIO<br />
FAMILIAR. EUROS CONSTANTES<br />
Incremento patrimonio familiar a euros de 1995<br />
Incremento recaud ISSD a euros de 1995<br />
Incremento d<strong>el</strong> PIB a euros constantes<br />
160<br />
140<br />
120<br />
% incremento<br />
100<br />
80<br />
60<br />
40<br />
20<br />
0<br />
1984<br />
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997<br />
1998<br />
Años<br />
(6) Al margen de otras cuestiones existen aspectos que podrían ayudar a explicar estas disfunciones.<br />
Éste es <strong>el</strong> caso de la integración en la base imponible d<strong>el</strong> llamado ajuar<br />
doméstico que como presunción legal se estima en un 3% d<strong>el</strong> caudal r<strong>el</strong>icto y que integraría<br />
la mayor parte de bienes muebles domésticos que tienen en la actualidad un valor<br />
muy alto. Por otro lado <strong>el</strong> criterio utilizado en la transmisión de bienes y derechos como<br />
<strong>el</strong> “valor real”, sin ninguna regla en su determinación y que en muchas ocasiones termina<br />
estimándose como un porcentaje de otros valores estimados por la administración,<br />
como <strong>el</strong> valor catastral.<br />
104
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
En cualquier caso, <strong>el</strong> gráfico pone de manifiesto la irregularidad con la<br />
que se mueve <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong>, coincidiendo las oscilaciones de sus rendimientos<br />
con los cambios estructurales acaecidos en torno a su marco jurídico<br />
y la intensificación de las labores inspectoras con respecto a las<br />
situaciones sujetas a tributación.<br />
4. EFICIENCIA ECONÓMICA Y FISCALIDAD SOBRE HERENCIAS Y DONACIONES<br />
Son numerosos los autores que plantean, entre las exigencias que en la<br />
actualidad ha de cumplir cualquier <strong>impuesto</strong>, la de ser neutral respecto a la<br />
asignación originaria de recursos 7 . Así, un <strong>impuesto</strong> óptimo no ha de causar<br />
otras interferencias respecto a las decisiones de los particulares que aquéllas<br />
que, al utilizarlo como instrumento de política económica, sean pretendidas<br />
d<strong>el</strong>iberadamente por las autoridades. Esta máxima exigiría que <strong>el</strong> exceso de<br />
gravamen a que pueda dar lugar la modificación de los hábitos de <strong>comportamiento</strong><br />
de los sujetos para <strong>el</strong>udir <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> ha de ser lo más reducido<br />
posible. Desde esta perspectiva pretendemos abordar dos cuestiones; por un<br />
lado, realizar un seguimiento d<strong>el</strong> patrimonio de las familias, verificando si las<br />
reformas legislativas han originado alteraciones en sus niv<strong>el</strong>es brutos de<br />
ahorro y, por otro lado, comprobar si los cambios que se han sucedido en la<br />
normativa han supuesto alguna modificación respecto a los dos activos<br />
patrimoniales cuya transmisión resultó incentivada: vivienda habitual y<br />
empresa familiar. En ambos casos tomaremos como referencia las medidas<br />
introducidas en <strong>el</strong> tributo por <strong>el</strong> Real Decreto-Ley 7/1996, observando la tendencia<br />
de los distintos indicadores antes y después de ese momento 8 .<br />
4.1. Efectos <strong>sobre</strong> los niv<strong>el</strong>es de ahorro<br />
Según Atkinson (1985) p. 198, los condicionantes que pueden llevar a una<br />
persona a acumular un patrimonio son muy variados. En una primera hipótesis<br />
se puede admitir que ese atesoramiento se producirá con la intención<br />
de que beneficie al propio ahorrador, bien en forma de consumo futuro o bien<br />
como fuente generadora de rentas que complementen al resto de las que se<br />
perciben. De acuerdo con este planteamiento la transmisión hereditaria de<br />
ese capital se produciría porque su titular muere antes de lo previsto de modo<br />
que los herederos no esperarían esa transmisión. Precisamente, <strong>el</strong> carácter<br />
no previsible de esa herencia haría que la tendencia hacia <strong>el</strong> ahorro d<strong>el</strong> cau-<br />
(7) Albi (1992), p. 253; Fuentes Quintana (1986), p. 42; Neumark (1974), p. 240 y Musgrave y<br />
Musgrave (1980), p. 262, entre otros.<br />
(8) Son diversos los activos patrimoniales <strong>sobre</strong> los que podíamos centrar nuestra atención<br />
y que, de un modo u otro, podrían resultar incentivados por <strong>el</strong> tratamiento que les otorga<br />
<strong>el</strong> tributo. Tal sería <strong>el</strong> caso de los seguros de vida y/o muerte, las propiedades agrícolas,<br />
los Planes de Pensiones, Bienes de Interés Cultural o incluso, a efectos de IRPF, la<br />
donación de títulos valores y su posterior transmisión por <strong>el</strong> donatario, <strong>el</strong> cual puede<br />
recuperar <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> pagado vía compensación en renta. Sobre todos <strong>el</strong>los <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong><br />
ejercerá algún tipo de influencia, sin embargo, hemos <strong>el</strong>egido vivienda y empresa<br />
familiar por <strong>el</strong> cambio en su tratamiento que se produce a partir de 1996, lo cual nos permite<br />
valorar si ha habido un cambio de <strong>comportamiento</strong> en la tenencia de este tipo de<br />
bienes antes y después de la citada reforma.<br />
105
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
sante y de los beneficiarios permanecería inalterada, resultando nula la<br />
influencia d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> sucesorio respecto a la acumulación patrimonial 9 .<br />
No obstante, en muchas otras ocasiones <strong>el</strong> esfuerzo de atesoramiento<br />
tiene como fin acumular un patrimonio que pueda ser dejado en herencia<br />
a los parientes próximos. Así, podemos suponer que una persona deja<br />
sus propiedades en herencia a sus familiares con <strong>el</strong> objeto de aumentar<br />
la utilidad de aquéllos a cambio de disminuir la suya propia. Este es <strong>el</strong><br />
planteamiento de los mod<strong>el</strong>os puramente altruistas. En estos casos podríamos<br />
pensar que <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> disminuye la utilidad percibida por los herederos,<br />
lo cual ocasionaría un desincentivo al ahorro. Sin embargo, en un<br />
análisis en profundidad, podría concluirse que <strong>el</strong> bienestar social en su<br />
conjunto no tiene por qué alterarse, resultando <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> cuando<br />
menos inocuo o incluso favorable respecto al ahorro. La explicación pasaría<br />
por considerar también <strong>el</strong> <strong>comportamiento</strong> de los herederos, los cuales<br />
al tener la certeza de la transmisión hereditaria pueden tener un incentivo<br />
para aumentar <strong>el</strong> consumo presente frente al ahorro, operando <strong>el</strong><br />
<strong>impuesto</strong> sucesorio como un instrumento útil para reducir esa distorsión<br />
que compensaría la posible merma en la utilidad d<strong>el</strong> transmitente.<br />
Lo cierto es que es muy difícil en la práctica contrastar la intensidad de<br />
estos efectos, máxime si tenemos en cuenta que en los años analizados no<br />
ha habido un cambio de grandes dimensiones en la estructura o en las tarifas<br />
estatales d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong>. Aún así, teniendo en cuenta la ya referida reforma<br />
aprobada en 1996 y la información que proporciona <strong>el</strong> cuadro 5, no<br />
podemos establecer ninguna r<strong>el</strong>ación consistente entre ambos indicadores.<br />
Es más, los datos ponen de manifiesto un <strong>comportamiento</strong> que no sería <strong>el</strong><br />
esperado tras la reforma de 1996 dado que ni se incrementa la tasa de ahorro<br />
de las familias ni hay una variación importante d<strong>el</strong> patrimonio familiar.<br />
Con todo, nuestra impresión es que las variaciones en los niv<strong>el</strong>es de ahorro<br />
no se deberían a razones fiscales dada la imprevisibilidad d<strong>el</strong> hecho<br />
imponible y la ausencia de modificaciones de verdadera entidad en la normativa<br />
estatal hasta ese momento, lo cual cuestionaría las inter<strong>el</strong>aciones de<br />
ambos indicadores en <strong>el</strong> corto plazo. Mas bien nos inclinaríamos por factores<br />
extrafiscales y de orden económico tales como <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de empleo, las<br />
expectativas empresariales o la incertidumbre <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> futuro como los verdaderos<br />
determinantes d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de ahorro de los individuos.<br />
No obstante lo anterior, algunos aspectos en la estructura d<strong>el</strong> actual<br />
<strong>impuesto</strong> parece que operarían como un desincentivo al ahorro. Tal es <strong>el</strong><br />
caso de los coeficientes multiplicadores por la existencia en <strong>el</strong> heredero de<br />
un patrimonio preexistente de cierta cuantía, que pueden <strong>el</strong>evar los tipos<br />
teóricos hasta niv<strong>el</strong>es desorbitados. Esos coeficientes, cuya aplicación<br />
suponía ensalzar <strong>el</strong> carácter progresivo y, por tanto, redistributivo d<strong>el</strong> tributo,<br />
además de no tener aplicación práctica r<strong>el</strong>evante 10 suponen un efec-<br />
(9) Véase <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o propuesto en Kotlikoff y Summers (1981), pp. 706 a 732.<br />
(10) Los trabajos realizados por Barberán (2004) <strong>sobre</strong> una base amplia de contribuyentes señalan<br />
la escasa incidencia práctica que tienen este tipo de coeficientes ya que aqu<strong>el</strong>los sujetos<br />
con mayor niv<strong>el</strong> patrimonial encuentran mecanismos para evitar su aplicación como<br />
consecuencia de las amplias posibilidades de planificación fiscal que ofrece este tributo.<br />
106
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
to perverso d<strong>el</strong> tributo en r<strong>el</strong>ación al ahorro, dando lugar a lo que se conoce<br />
como la “paradoja de la prodigalidad” 11 , según la cual entre dos herederos<br />
que parten de una misma situación patrimonial resultará penalizado<br />
aquél que mantuvo su patrimonio o incluso lo aumentó frente a aquél que<br />
no lo incrementó o no hizo un esfuerzo suficiente en mantenerlo. Ciertamente,<br />
aunque la contrastación empírica de su influencia práctica se nos<br />
antoja muy complicada, es indudable que su mantenimiento contribuye a<br />
crear una expectativa de mayor gravamen que, o bien provocará un desincentivo<br />
al ahorro, o bien originará estrategias por parte de los contribuyentes<br />
para evitarlo, alterando sus decisiones originales en torno al modo<br />
de transmitir la riqueza o las condiciones para recibirla.<br />
Cuadro 5<br />
AHORRO DE LAS FAMILIAS Y RECAUDACIÓN DEL ISSD EN<br />
TÉRMINOS DEL PIB.<br />
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998<br />
Rec. ISSD en %<br />
d<strong>el</strong> PIB 0,171 0,159 0,147 0,146 0,141 0,149 0,197 0,172 0,171 0,199 0,196<br />
Ahorro de las<br />
familias (% PIB) 7,5 6 8 8,2 7,8 10 7,5 8,9 7,9 7,3 7,1<br />
Patrimonio de las<br />
familias (% PIB) 4,93 5,34 5,07 5,64 5,27 5,34 5,30 5,28 5,26 5,28 5,54<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de González Páramo y Badenes (2000).<br />
4.2. Efectos en la composición de los activos patrimoniales<br />
A continuación, centraremos nuestra atención en contrastar los cambios<br />
habidos en la inversión en vivienda familiar y en empresas familiares<br />
tras la reforma d<strong>el</strong> Real Decreto-Ley 7/1996. A partir d<strong>el</strong> cumplimiento de<br />
algunos requisitos se establecen reducciones de hasta un 95% en la tributación<br />
de ambos tipos de bienes 12 , lo cual ha supuesto la práctica liberación<br />
d<strong>el</strong> gravamen sucesorio en gran parte de estos activos patrimoniales.<br />
En lo que se refiere a la vivienda familiar encontramos bastantes dificultades<br />
para contrastar la influencia práctica que ha tenido esta reforma.<br />
Si lo que se pretendía era ganar en equidad favoreciendo a aqu<strong>el</strong>los des-<br />
(11) Véase en este sentido las consideraciones que hacen Checa (1996), p. 76 y Alonso<br />
(2001), p. 72.<br />
(12) En <strong>el</strong> caso de la vivienda habitual d<strong>el</strong> fallecido, a favor d<strong>el</strong> cónyuge, ascendiente, descendiente<br />
o pariente colateral mayor de 65 años, que hubiese convivido con él los dos<br />
años anteriores, se aplica una reducción d<strong>el</strong> 95% d<strong>el</strong> valor de la misma con un límite de<br />
veinte millones de pesetas. Por otro lado, respecto a los incentivos para la empresa<br />
familiar se establece una reducción en la base imponible d<strong>el</strong> 95% d<strong>el</strong> valor de esos activos<br />
empresariales, con la sola condición de que los herederos d<strong>el</strong> causante o donatarios<br />
mantengan la adquisición durante los 10 años siguientes.<br />
107
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
cendientes que habrían convivido con los causantes, la vaguedad de los<br />
requisitos para aplicarla y la inexistencia de exigencias en este sentido<br />
hace que se convierta en una reducción generalizada que discrimina a otras<br />
fuentes de riqueza. En otro caso, si <strong>el</strong> objetivo era un trato favorable que<br />
permitiese la adquisición de vivienda en propiedad, parece que tampoco se<br />
ha conseguido si tenemos en cuenta los datos que ofrece <strong>el</strong> cuadro 6. Más<br />
bien, su verdadero sentido parece ser la disminución de la alta progresividad<br />
teórica d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> a partir de la exención d<strong>el</strong> principal de los activos<br />
de las familias españolas, la inversión inmobiliaria en propiedad.<br />
Como puede apreciarse, la inversión en vivienda ha crecido de forma<br />
acusada, aunque lo ha hecho al tiempo que también se ha incrementado<br />
<strong>el</strong> patrimonio total de los hogares. Así lo demuestra <strong>el</strong> hecho de que su<br />
porcentaje respecto a ese indicador se mantiene o disminuye ligeramente<br />
desde 1996, momento en <strong>el</strong> que entró en vigor la reducción. Donde si hay<br />
incrementos intensos es en <strong>el</strong> valor de las nuevas construcciones, si bien<br />
pensamos que esto se debe al boom inmobiliario que tuvo lugar a finales<br />
de los 90 y al proceso de inversión por la transición hacia la nueva moneda.<br />
Por otro lado, no parece observarse a partir de 1996 ningún cambio de<br />
tendencia que nos lleve a pensar que la nueva normativa d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> ha<br />
supuesto algún incentivo en cuanto a reasignar recursos hacia un sector<br />
inmobiliario ya de por sí en constante expansión.<br />
Cuadro 6<br />
INVERSIÓN EN PATRIMONIO INMOBILIARIO URBANO DE LOS<br />
HOGARES (1995-2000).<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
Patrimonio total inmuebles<br />
urbanos (billones de pesetas) 283,97 291,98 306,72 336,92 388,94 455,60<br />
Tasa de variación<br />
porcentaje 5,99 2,82 5,05 9,60 15,70 17,1<br />
Estructura porcentual<br />
respecto al patrimonio 66,55 64,68 62,93 61,70 61,67 64,38<br />
Nuevas construcciones<br />
(billones de pesetas) 5,31 7,12 6,32 7,06 9,08 12,41<br />
Fuente: Naredo y Carpintero (2002).<br />
El segundo de los activos a examinar es <strong>el</strong> que constituyen las denominadas<br />
empresas familiares. Los cambios habidos a partir d<strong>el</strong> citado<br />
Real Decreto-Ley se insertan en un entramado de normas fiscales dirigido<br />
a proteger y asegurar la pervivencia presente y futura de las pequeñas<br />
empresas o empresas familiares, dado <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> clave que tienen en la consolidación<br />
d<strong>el</strong> tejido empresarial y en la generación de empleo y riqueza.<br />
La pregunta en este ámbito debería ser la siguiente: ¿realmente este tipo<br />
de incentivos fiscales ha contribuido a la preservación d<strong>el</strong> tejido empresarial<br />
familiar?<br />
108
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
Dar una respuesta precisa a esta pregunta resulta de nuevo extraordinariamente<br />
complejo en cuanto que, en la práctica, la cuestión de la sucesión<br />
en la empresa es tan sólo uno de tantos condicionantes que son decisivos<br />
a la hora de mantener la pervivencia de una empresa familiar. En<br />
cualquier caso, la aplicación de estas reducciones a partir de 1996, debería<br />
traducirse en una disminución o una ralentización d<strong>el</strong> número de empresas<br />
disu<strong>el</strong>tas. No obstante, los datos obtenidos a partir d<strong>el</strong> INE y que informan<br />
<strong>sobre</strong> <strong>el</strong> número de sociedades mercantiles disu<strong>el</strong>tas por causas<br />
voluntarias ofrece un constante crecimiento de destrucción de empresas<br />
antes y después de la entrada en vigor d<strong>el</strong> Real-Decreto Ley. En consecuencia,<br />
en lo que respecta a las empresas familiares de tipo societario, la<br />
aplicación de la reducción ha tenido escasa incidencia, tal y como queda<br />
reflejado en la evolución d<strong>el</strong> gráfico 2, que mostramos a continuación.<br />
Gráfico 2<br />
EMPRESAS DISUELTAS Y PATRIMONIO EMPRESARIAL FAMILIAR<br />
Crecimiento PIB<br />
Soc mercantiles disu<strong>el</strong>tas. Causa voluntaria.<br />
Acciones no cotizadas <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> total activos<br />
%/total activos-crecim. PIB<br />
8<br />
7<br />
6<br />
5<br />
4<br />
3<br />
2<br />
1<br />
0<br />
-1<br />
-2<br />
7000<br />
6000<br />
5000<br />
4000<br />
3000<br />
2000<br />
1000<br />
Empresas disu<strong>el</strong>tas<br />
-3<br />
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001<br />
Años<br />
0<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de INE.<br />
En su conjunto, las r<strong>el</strong>aciones entre las distintas variables que ponemos<br />
en r<strong>el</strong>ación son contrarias a lo que podría esperarse. Por un lado, a<br />
partir de 1996 sigue creciendo <strong>el</strong> número de empresas que se destruyen<br />
por causas voluntarias, r<strong>el</strong>ajándose este porcentaje únicamente en <strong>el</strong> ejercicio<br />
1999. Por otro, salvo en un primer momento, <strong>el</strong> incremento de la<br />
actividad económica a partir d<strong>el</strong> PIB coincide, paradójicamente, con un<br />
aumento de las empresas disu<strong>el</strong>tas por razones voluntarias y cuando éste<br />
se ralentiza también lo hace <strong>el</strong> ritmo de destrucción de empresas. No obs-<br />
109
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
tante, la perspectiva puede cambiar si tomamos en consideración <strong>el</strong> porcentaje<br />
que las empresas familiares (consideradas como empresas no<br />
cotizadas en mercados secundarios) representan respecto al total de activos<br />
familiares. Aquí si que ha habido un sustancial aumento de la proporción<br />
d<strong>el</strong> patrimonio familiar dedicado a estos activos cuya transmisión<br />
queda incentivada, tanto que en <strong>el</strong> ejercicio 1999 llegó a situarse cerca de<br />
un 7,1% respecto al total de activos en poder de las familias.<br />
Como conclusión, podemos mantener que la reducción no ha conseguido<br />
<strong>el</strong> objetivo con <strong>el</strong> que se planteó. No ha servido para consolidar un<br />
tejido empresarial inestable y frágil en cuanto que <strong>el</strong> ritmo de destrucción<br />
de empresas se ha mantenido vivo y, sin embargo, sí que se ha utilizado<br />
para que parte de la riqueza de las familias se convirtiese en activos<br />
empresariales, los cuales encuentran suma facilidad para evitar <strong>el</strong><br />
<strong>impuesto</strong> en su transmisión aplicando las referidas reducciones.<br />
La idea que subyace de lo anterior advierte d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro que desde <strong>el</strong><br />
punto de vista de la eficiencia puede suponer la proliferación de reducciones<br />
de la base, situación que puede agudizarse si nos fijamos en los<br />
distintos escenarios a los que pueden dar lugar las leyes 14/96 y 7/01, de<br />
las cuales ya ha empezado a haber un amplio desarrollo normativo. La<br />
libertad que otorgan las citadas normas en la configuración d<strong>el</strong> tributo<br />
prácticamente abre la puerta a la existencia de numerosas y variadas<br />
reducciones, que pueden ser establecidas de acuerdo con los intereses<br />
que sustenten al grupo político en <strong>el</strong> poder y no desde un planteamiento<br />
exclusivamente económico.<br />
5. CONTRIBUCIÓN DEL IMPUESTO AL OBJETIVO DE LA REDISTRIBUCIÓN DE<br />
LA RIQUEZA<br />
Dos cuestiones deberíamos de tener en cuenta a la hora examinar<br />
cualquier aspecto r<strong>el</strong>acionado con la aportación de este <strong>impuesto</strong> al objetivo<br />
de la redistribución de la riqueza. En primer lugar, frente a <strong>impuesto</strong>s<br />
<strong>sobre</strong> <strong>el</strong> patrimonio o <strong>el</strong> propio Impuesto <strong>sobre</strong> la Renta, los <strong>impuesto</strong>s<br />
<strong>sobre</strong> transmisiones gratuitas no gravan a su objeto imponible de una<br />
forma amplia y general, sino solamente a aqu<strong>el</strong>la parte de la riqueza que<br />
se pone de manifiesto con motivo de su transmisión de una forma gratuita.<br />
Así, su aplicación tendrá efectos tan sólo respecto a una parte muy<br />
reducida de la materia imponible dado que deja fuera de análisis la riqueza<br />
transferida de una forma onerosa y, <strong>sobre</strong> todo, <strong>el</strong> bloque más importante<br />
que constituye aquélla que no se pone de manifiesto con motivo de<br />
su transmisión. Además, <strong>el</strong> impacto redistributivo se ceñirá exclusivamente<br />
a aqu<strong>el</strong>los individuos que se vean involucrados en operaciones de<br />
este tipo, los cuales suponen, por lo general, un porcentaje pequeño de la<br />
población. Esto supone que la mayor parte de la riqueza que poseen los<br />
sujetos, es decir, la que no se transmite por no corresponder <strong>el</strong> r<strong>el</strong>evo<br />
generacional que suponen herencias y <strong>donaciones</strong>, queda al margen de<br />
este <strong>impuesto</strong>, lo cual limita notablemente la intensidad d<strong>el</strong> impacto<br />
redistributivo <strong>sobre</strong> su objeto imponible.<br />
110
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
En segundo lugar, hemos de referirnos a la insuficiencia de los datos<br />
que se hacen públicos respecto al <strong>impuesto</strong>. Un análisis riguroso exigiría<br />
conocer la situación patrimonial de los distintos perceptores antes de que<br />
se integrasen las correspondientes herencias o <strong>donaciones</strong>, lo cual nos permitiría<br />
valorar la desigualdad existente antes y después de aplicado <strong>el</strong> tributo<br />
respecto al patrimonio total de los sujetos. Dado que no disponemos<br />
de esta información de carácter global, la aplicación de los diversos índices<br />
estadísticos nos mostrarán la intensidad en que se ha reducido la desigualdad<br />
entre estas transmisiones pero no <strong>el</strong> impacto redistributivo global en<br />
los patrimonios. En cualquier caso, si <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> consigue una reducción<br />
de la desigualdad entre herencias y <strong>donaciones</strong> hemos de entenderlo como<br />
un indicio, más o menos fiable, de su contribución al objetivo de la redistribución,<br />
si bien no nos informa con absoluta certeza de la intensidad con<br />
que modifica la distribución d<strong>el</strong> fondo de riqueza, por cuanto que este análisis<br />
se realiza tan sólo respecto a una parte d<strong>el</strong> patrimonio de los sujetos.<br />
Como ya se ha puesto de manifiesto, no se han hecho públicos datos<br />
<strong>sobre</strong> <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> que nos permitan realizar esta aplicación, por lo que<br />
para cualquier aproximación a este objetivo ha sido imprescindible la <strong>el</strong>aboración<br />
de un pan<strong>el</strong> de datos propio en <strong>el</strong> que se reflejase información de<br />
los principales <strong>el</strong>ementos esenciales d<strong>el</strong> tributo, suficientemente ambicioso<br />
y con una extensión temporal adecuada 13 . En consecuencia, los datos<br />
que utilizamos en esta parte de nuestro trabajo corresponden a un número<br />
determinado de liquidaciones y autoliquidaciones procedentes de la<br />
Comunidad Autónoma de Aragón, concretamente se refiere a expedientes<br />
que <strong>sobre</strong> este <strong>impuesto</strong> se han gestionado en la Oficina Liquidadora de<br />
Tributos de la Diputación General de Aragón en la ciudad de Zaragoza.<br />
5.1. Efecto redistributivo global d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> <strong>sucesiones</strong><br />
El punto de partida a la hora de analizar la redistribución efectiva que<br />
opera en <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> lo constituye la obtención de índices globales, también<br />
conocidos como índices de progresión efectiva 14 . Tal y como se<br />
expresa más ad<strong>el</strong>ante, los índices de Gini de las bases imponibles (GBI)<br />
confirman una notable desigualdad en las transmisiones en todos los<br />
años analizados, si bien se incrementa al referirnos a los índices de concentración<br />
d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> (C Cliq), con cifras en torno al 0,80. Si r<strong>el</strong>aciona-<br />
(13) La muestra obtenida se compone de un total de 1.439 liquidaciones y 203 autoliquidaciones<br />
de Impuesto <strong>sobre</strong> Donaciones y 9.188 liquidaciones y 2.032 autoliquidaciones<br />
de Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones, correspondientes a los ejercicios 1998, 1999 y 2000.<br />
Todo <strong>el</strong>lo procede de un número de expedientes que en <strong>el</strong> caso de las autoliquidaciones<br />
llegan hasta los 696 en lo referente a <strong>sucesiones</strong> y 149 en cuanto a las <strong>donaciones</strong>. En<br />
<strong>el</strong> caso de las liquidaciones no podemos precisar <strong>el</strong> número de expedientes d<strong>el</strong> que proceden<br />
ya que ese dato no nos ha sido proporcionado, sin embargo, dado que la media<br />
de declaraciones por expediente se sitúa en 2,91 para <strong>sucesiones</strong> y 1,4 para <strong>donaciones</strong>,<br />
podemos pensar que los datos que manejamos <strong>sobre</strong> liquidaciones se extienden hasta<br />
unos 3.150 expedientes sucesorios y unos 1.050 <strong>sobre</strong> <strong>donaciones</strong>.<br />
(14) Esta metodología ha sido empleada para valorar <strong>el</strong> impacto redistributivo d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong><br />
<strong>sobre</strong> la renta. Véase en este sentido Badenes, N., López Laborda, J., Onrubia, J. y Ruiz-<br />
Huerta, J. (1997), pp. 393-402.<br />
111
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
mos GBI y CCliq obtendremos <strong>el</strong> índice de Kakwani (∏Kakwani), que<br />
muestra <strong>el</strong> grado de progresividad real d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong>, con resultados satisfactorios<br />
en todos los casos y cuyos índices rondan los 0,21. Con <strong>el</strong> fin de<br />
complementar <strong>el</strong> índice anterior se incluye <strong>el</strong> propuesto por Suits<br />
(∏Suits), que mide la concentración d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> pagado con respecto a<br />
la base imponible declarada por los contribuyentes. Como puede observarse,<br />
en ∏Suits la tendencia también es positiva, situándose en torno al<br />
0,30, por lo que podemos afirmar que también desde este punto de vista<br />
<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> demuestra gran progresividad.<br />
112<br />
Cuadro 7<br />
IMPUESTO SOBRE SUCESIONES. EFECTO REDISTRIBUTIVO GLOBAL<br />
SUCESIONES 1998 SUCESIONES 1999 SUCESIONES 2000<br />
G BI 0,636366 0,613721 0,574504<br />
G BI - C liq 0,606255 0,578116 0,540306<br />
∏RS 0,030109 0,035605 0,034198<br />
C Cliq 0,814447 0,844401 0,794024<br />
∏Kakwani 0,178081 0,230617 0,219520<br />
∏Suits 0,291041 0,398617 0,335303<br />
tm 18,04 19,23 16,86<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de los datos obtenidos.<br />
Sin embargo, la medición de la intensidad d<strong>el</strong> efecto redistributivo<br />
tiene lugar a partir d<strong>el</strong> índice de Reynolds-Smolensky, (∏RS), mediante <strong>el</strong><br />
que compararemos los grados de desigualdad de las transmisiones hereditarias<br />
antes y después d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> (GBI y GBI-Cliq). Pues bien, en<br />
todos los casos se observa un ∏RS positivo con una tendencia similar,<br />
que en los tres años de la muestra se sitúa en torno al 0,03.<br />
En definitiva, las transmisiones hereditarias muestran una desigualdad<br />
notable en su cuantía, mientras que <strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> <strong>sucesiones</strong><br />
manifiesta un potencial de progresividad nada despreciable confirmado<br />
por ∏Kakwani y de ∏Suits positivos en todos los casos. Además, la disminución<br />
de la desigualdad entre transmisiones medida a partir de ∏RS<br />
rev<strong>el</strong>a que su efecto redistributivo global es aceptable en todos los años<br />
analizados y en todos los niv<strong>el</strong>es de la tarifa.<br />
5.2. Efecto redistributivo global d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> <strong>donaciones</strong><br />
De los datos que se recogen en <strong>el</strong> cuadro 8 podemos advertir que en<br />
<strong>el</strong> caso de las <strong>donaciones</strong> los índices de GBI dan a entender una mayor<br />
desigualdad respecto a la riqueza transmitida que en <strong>el</strong> caso de las <strong>sucesiones</strong>.<br />
En estas transmisiones, al no operar muchas reducciones de la<br />
base que se aplican en las <strong>sucesiones</strong>, <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de desigualdad es mayor<br />
que en <strong>el</strong> caso anterior (en <strong>el</strong> año 1999, alcanza un 0,82), lo que refleja que<br />
la muestra se polariza entre un gran número de <strong>donaciones</strong> de escasa<br />
cuantía con algunas otras de gran importe.
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
Cuadro 8<br />
IMPUESTO SOBRE DONACIONES EFECTO REDISTRIBUTIVO GLOBAL.<br />
DONACIONES 1998 DONACIONES 1999 DONACIONES 2000<br />
G BI 0,776194 0,826055 0,674233<br />
G BI - C liq 0,762153 0,796788 0,645120<br />
∏RS 0,014041 0,029267 0,029112<br />
C C liq 0,895007 0,922448 0,82244<br />
∏Kakwani 0,118013 0,096392 0,148206<br />
∏Suits 0,259228 0,260067 0,284398<br />
tm 21,22 23,21 18,97<br />
Fuente: <strong>el</strong>aboración propia a partir de los datos obtenidos.<br />
Como era de esperar, la CCliq confirma esa desigualdad y se incrementa<br />
con la progresividad d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong>, lo que da lugar a un ∏Kakwani<br />
positivo (en torno a 0,10), aunque con valores inferiores a los que hemos<br />
visto en <strong>sucesiones</strong>. En ∏Suits, también positivo, confirma valores más<br />
reducidos de progresividad real d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> de <strong>donaciones</strong>, así al r<strong>el</strong>acionar<br />
<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> pagado con respecto a la base imponible declarada<br />
por los contribuyentes obtenemos valores <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> 0,25. La disminución<br />
de la progresividad real d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> de <strong>donaciones</strong> nos lleva a un ∏RS<br />
más modesto, que llega hasta 0,029 durante 1999 y 2000. Es posible que<br />
esta menor redistribución se corresponda con una premeditada estrategia<br />
de los contribuyentes que intentarán limitar la cuantía de las <strong>donaciones</strong><br />
repartiéndolas en <strong>el</strong> tiempo para escapar de la progresividad de la tarifa.<br />
Solamente en los casos de bienes que sean indivisibles y difícilmente<br />
ocultables, tales como inmuebles o empresas, las <strong>donaciones</strong> tendrán un<br />
mayor valor posibilitando la actuación de la tarifa de este tributo.<br />
En resumen, las <strong>donaciones</strong> ofrecen índices de desigualdad muy<br />
altos, polarizándose en un gran número de pequeñas y otras de gran<br />
cuantía las cuales, probablemente, corresponderán a bienes inmuebles o<br />
empresas. Los índices que miden la progresividad real se muestran positivos<br />
pero con valores más reducidos que en las transmisiones hereditarias.<br />
Esto se explicaría por cuanto que mayoritariamente las <strong>donaciones</strong><br />
se realizan a personas d<strong>el</strong> grupo 1 y 2 <strong>sobre</strong> los que los coeficientes multiplicadores<br />
apenas tienen incidencia, además de ser de una cuantía muy<br />
escasa. En su conjunto <strong>el</strong> ∏RS, aunque más modesto, es positivo, operando<br />
<strong>el</strong> efecto redistributivo en todos los niv<strong>el</strong>es de materia imponible.<br />
6. CONCLUSIONES<br />
El objetivo de este trabajo ha sido analizar la funcionalidad real d<strong>el</strong><br />
Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones y Donaciones de acuerdo con principios<br />
impositivos de amplia aceptación como capacidad económica, flexibilidad,<br />
eficiencia y redistribución. A partir de la revisión realizada encontramos<br />
suficientes argumentos que desde <strong>el</strong> punto de vista teórico avalarían<br />
su mantenimiento en los modernos sistemas impositivos. Así, su contri-<br />
113
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
bución a la redistribución de la riqueza, la adecuación al objeto imponible,<br />
<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de cierre que tiene asignado en <strong>el</strong> sistema o su aportación en<br />
cuanto recurso financiero de los entes autonómicos son argumentos suficientes<br />
que avalan su presencia en la actualidad. Además, tal y como se<br />
pone de manifiesto, su posible desaparición debería acompañarse de una<br />
profunda y minuciosa reestructuración d<strong>el</strong> sistema impositivo en su integridad,<br />
algo que en lo inmediato no parece que vaya a producirse.<br />
No obstante lo anterior, debemos señalar algunos aspectos que en la<br />
práctica suponen importantes disfunciones que dificultan <strong>el</strong> cumplimiento<br />
d<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> que tiene asignado, como sería deseable, al tiempo que alientan<br />
<strong>el</strong> rechazo que <strong>el</strong> tributo despierta en su concepción actual. Tal es <strong>el</strong> caso de<br />
su progresiva pérdida de r<strong>el</strong>evancia en <strong>el</strong> panorama impositivo español que<br />
condiciona cualquier objetivo recaudatorio y de redistribución. Las variadas<br />
técnicas de planificación fiscal que <strong>el</strong> entramado normativo permite así<br />
como la constante erosión que de la materia sometida a gravamen suponen<br />
las reducciones de la base estarían entre las razones de esta pérdida de<br />
presencia. Su actual marco regulador, excesivamente casuístico y disperso,<br />
con notoria falta de equidad y amplias posibilidades de evasión fiscal, han<br />
postergado a esta figura tributaria a un niv<strong>el</strong> secundario. Esto provoca una<br />
pérdida de eficiencia al modificar la asignación de recursos originaria y vulnera<br />
<strong>el</strong> principio de neutralidad impositiva al condicionar decisiones de los<br />
particulares tales como los activos en los que localizar su riqueza.<br />
En cualquier caso, en lo inmediato se hace imprescindible una revisión<br />
de algunos de sus <strong>el</strong>ementos esenciales. La tarifa demanda una reducción<br />
d<strong>el</strong> gravamen en todos los tramos que debería acompañarse de medidas<br />
que permitiesen un ensanchamiento de la base imponible tales como la<br />
minoración de las reducciones u otras referentes a una correcta valoración<br />
de los activos sometidos al tributo. También tendríamos que reconsiderar<br />
<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de los coeficientes multiplicadores por patrimonio previo d<strong>el</strong> heredero.<br />
Estos <strong>el</strong>ementos deberían suprimirse ya que no tienen incidencia<br />
práctica r<strong>el</strong>evante e incorporan <strong>el</strong>ementos ajenos a la naturaleza de estas<br />
transmisiones que ya quedan reflejados fiscalmente en otros tributos.<br />
Incluso <strong>el</strong> coeficiente multiplicador por parentesco nos parece excesivo e<br />
inadecuado, vestigio de una época pasada, en la que los lazos de sangre<br />
cumplían una función integradora propia de una sociedad que está evolucionando<br />
hacia patrones sociológicos de otro corte.<br />
Por otro lado, las reformas que se han emprendido recientemente y<br />
que afectan a este tributo conllevan riesgos importantes desde la óptica<br />
tributaria. Así, la distribución de competencias que permiten las leyes<br />
14/1996 y 7/2001, si bien profundizan en la autonomía financiera de los<br />
entes territoriales, pueden provocar un proceso de competencia fiscal<br />
entre jurisdicciones con la consiguiente merma en su efectividad y su<br />
capacidad para generar recursos para estos entes. Además, la ausencia<br />
de criterios armonizadores en su exigencia supone que pueda haber<br />
<strong>impuesto</strong>s muy diferentes dependiendo d<strong>el</strong> grado de riqueza y de la<br />
población de cada territorio, lo cual puede afectar a los principios de<br />
generalidad y equidad impositiva.<br />
De acuerdo con todo lo expuesto hasta aquí resulta evidente que la<br />
imposición <strong>sobre</strong> las herencias requiere con urgencia una profunda revi-<br />
114
REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 32 2005<br />
sión de su regulación actual, la cual debería estar inspirada en la adecuación<br />
d<strong>el</strong> <strong>impuesto</strong> a la nueva realidad tributaria y territorial de nuestro<br />
país. De llevarse a cabo, conseguiríamos la dignificación de un <strong>impuesto</strong><br />
fundamental por <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> que está llamado a tener en pro de una mejor<br />
distribución y más eficiente utilización de la riqueza.<br />
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />
Albi, E. (1992): Teoría de la Hacienda Pública, Ed. Ari<strong>el</strong> Economía, Barc<strong>el</strong>ona.<br />
Alonso, L. M. (2001): La inconstitucionalidad d<strong>el</strong> Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones<br />
y Donaciones, Instituto de Estudios Económicos, Madrid.<br />
Arnáiz, G. y Ferrari, I. (1987): “Impuesto <strong>sobre</strong> <strong>sucesiones</strong>: Datos para un<br />
informe”, Pap<strong>el</strong>es de Economía Española, nº 30-31, pp. 249-264.<br />
Atkinson, A. (1981): La economía de la desigualdad, Ed. Crítica S.A., Barc<strong>el</strong>ona.<br />
Badenes, N.; López Laborda, J.; Onrubia, J. y Ruiz-Huerta, J. (1997):<br />
“Reforma d<strong>el</strong> IRPF y distribución de la renta: simulación de algunas<br />
alternativas con datos de pan<strong>el</strong>”, Hacienda Pública Española, nº<br />
141/142, pp. 393-402.<br />
Barberán, M.A. (2003): “Presente y futuro d<strong>el</strong> Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones y<br />
Donaciones”, Cuadernos de Información Económica, nº 173, pp. 73-85.<br />
Barberán, M.A. (2004): La imposición <strong>sobre</strong> las herencias: situación actual,<br />
panorama comparado y perspectivas de reforma, Ed. Comares, Granada,<br />
en prensa.<br />
Checa, C. (1996): La supresión d<strong>el</strong> Impuesto <strong>sobre</strong> Sucesiones y Donaciones;<br />
materiales para la reflexión, Ed. Marcial Pons, Madrid.<br />
Fuentes Quintana, E. (1990): Hacienda Pública: principios y estructura de<br />
la imposición, Madrid.<br />
García, A. y Barberán, M.A. (2003): “El <strong>impuesto</strong> <strong>sobre</strong> Sucesiones y<br />
Donaciones desde la perspectiva autonómica. Competencias normativas<br />
y corresponsabilidad fiscal”, Revista Aragonesa de Administración<br />
Pública, nº 22, pp 231-257.<br />
González-Páramo, J.M. y Badenes, N. (2000): Los <strong>impuesto</strong>s y las decisiones<br />
de ahorro e inversión de las familias, Estudios de la Fundación de<br />
las Cajas de Ahorros Confederadas, Madrid.<br />
INFORME MEADE (1980): Estructura y Reforma de la imposición directa, Instituto<br />
de Estudios Fiscales, Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid.<br />
Kotlikoff, L. y Summers, L. (1981): “The Role of Intergenerational Transfers<br />
in Aggregate Capital Acumulation”, Journal of Political Economy, vol.<br />
89, nº 4, pp 706-732.<br />
Musgrave, R. y Musgrave, P. (1980): Hacienda Pública; teórica y aplicada,<br />
Instituto de estudios Fiscales, Ministerio de Economía y Hacienda,<br />
Madrid.<br />
115
MIGUEL ÁNGEL BARBERÁN LAHUERTA. EL COMPORTAMIENTO DEL IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES...<br />
Naredo, J.M. y Carpintero, O. (2002): El balance nacional de la economía<br />
española 1984-2000, Estudios de la Fundación de las Cajas de Ahorros<br />
Confederadas, Madrid.<br />
Neumark, F. (1974): Principios de la imposición, Instituto de Estudios Fiscales,<br />
Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid (original de 1970,<br />
Grundsätze gerechter und ökonomisch rationaler Steuerpolitik, trad. J.<br />
Zamit Ferrer).<br />
ABSTRACT<br />
The aim of this article is to examine some aspects of the economic<br />
environment in which Inheritance Tax is applied. There is an<br />
on-going intense debate about this, but noneth<strong>el</strong>ess it is one that<br />
transcends the bounds of theory. We seek to analyse succinctly its<br />
behaviour with regard to the basic principles of imposition and<br />
the role that it plays at present in our tax system, both as a way of<br />
financing the tax offices and as a complement and final point to<br />
other tax considerations. To do so we try to contrast the degree to<br />
which those tax principles that justify its existence in modern fiscal<br />
systems are fulfilled. In short, we analyse economic capacity,<br />
generality, flexibility, efficiency and redistribution, valuing the<br />
impact that the basic intense large-scale changes in regulations in<br />
recent times have made and, therefore, their impact on the bases<br />
that currently support the tax. Resulting from this discussion, we<br />
offer contributions to the current debate on the appropriateness<br />
of this tax, whose suppression has been openly proposed by<br />
diverse sectors of society.<br />
Key words: optimal fiscal system, local financing, fiscal neutrality,<br />
flexibility, family wealth, redistribution of wealth.<br />
116