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ómo hablamos los dominicanos - Grupo Leon Jimenes

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OrlandoAlbaCÓMO HABLAMOSLOS DOMINICANOSUn enfoque sociolingüístico


|15|Introducción|Capítulo 1Introducción11|1 ObjetivoEl propósito central de este libro es ofrecer algunas ideas sobre la identidadde la atractiva modalidad lingüística hispánica que se habla en la RepúblicaDominicana, con la esperanza de que el lector obtenga una visiónde conjunto del habla del país desde una perspectiva sociolingüística. Podríadecirse que el objetivo final consiste en responder de forma sencillaunas preguntas que muchos, callada o expresamente, se han hecho algunavez: ¿Existe un español, o un modo de hablar el español, típicamente dominicano?¿Es la lengua hablada en el país exactamente la misma que se habla en otros paíseshispánicos o tiene unas características peculiares que la distinguen? O, formulandola cuestión de manera más directa, ¿cómo <strong>hablamos</strong> <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>?1|2 Caracterización global del español dominicanoParece evidente que, en lo fundamental, el español dominicano es igualal de todas partes. Utiliza, básicamente, las mismas estructuras sintácticas,el mismo sistema de sonidos y comparte con <strong>los</strong> demás la mayorparte de su vocabulario. Esto hace posible que miles de personas a todolo largo y ancho del territorio de la nación disfruten de telenovelasrealizadas en México o en Venezuela, así como de programas informativos,de entretenimiento, de debates, difundidos vía satélite desdeMadrid, Miami, y otros lugares. Por otro lado, no surgen conflictos mayoresde comunicación cuando un ciudadano dominicano, en su paíso en el extranjero, entabla una conversación con un argentino, un colombiano,un salvadoreño, un español o un chileno.Sin embargo, el español hablado por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> también manifiestaunos rasgos superficiales que permiten diferenciarlo de <strong>los</strong> demásy que, por así decir, le confieren una fisonomía propia. Es un hechoque perciben con claridad y del que continuamente dan testimonio <strong>los</strong>nativos del resto de <strong>los</strong> países hispanohablantes cuando entran en contactocon algún dominicano.En pocas palabras, puede decirse que en la lengua dominicana convivendos tendencias antagónicas: una conservadora, que explica el mantenimientode ciertos elementos antiguos y el apego a las formas tradicionales,y otra innovadora, que se manifiesta en avanzados fenómenosde reducción fonética, en distintos patrones de entonación, en algunosesquemas sintácticos, o en la adopción y creación de palabrasnuevas.Son ejemp<strong>los</strong> de la primera, la conservación de unidades léxicas casiolvidadas en otros lugares, como boto (‘sin filo’), bregar (‘trabajar conafán, ajetrearse’), mata (‘planta de cualquier tipo, yerba, árbol’), pela(‘golpes, paliza’). En el ámbito sintáctico, en una parte del país muchosmantienen el uso del elemento ello como sujeto impersonal en oracionesdel tipo Ello no hay arroz. En lo morfológico hay ejemp<strong>los</strong> comodesapartar, por apartar. En el terreno fonético, el conservadurismo puedeilustrarse con el uso de formas como cocote, por cogote, y con <strong>los</strong> modestosíndices de eliminación de la /d/ colocada entre vocales (cansao,en vez de cansado) que se registran en el habla culta dominicana, encomparación con lo sucedido en otras zonas, especialmente en España,donde el fenómeno es mucho más común y tolerado.La fuerza innovadora, a su vez, queda corroborada por <strong>los</strong> enormesporcentajes de eliminación de la /s/ final de sílaba que se producen variablementeen <strong>los</strong> diversos sectores socioculturales del país (ecuela, porescuela; má, por más). Este estado tan avanzado del proceso de desgastede la /s/ sitúa al dialecto dominicano como el mejor exponente del radicalismoconsonántico por el que se caracteriza el español de las denominadastierras bajas americanas.Como reacción a la pérdida muy frecuente de la /s/, a veces surgen enel habla popular formas ultracorrectas como yos, por yo, fisno, en lugarde fino, en un intento infructuoso de algunos hablantes por elevar sunivel de corrección delante de personas desconocidas o que conside-


Capítulo 1|Introducción|16||17|Introducción|Capítulo 1ran pertenecientes a un grupo social más alto que el suyo. Sucede enestos casos que el hablante interpreta como incorrecta una forma correctay la sustituye por la que él considera normal.También se refleja el dinamismo del habla dominicana en el abandonode formas léxicas envejecidas, que ahora se encuentran fuera de la circulacióngeneral, como chalina (‘corbata’), terina (‘vasija usada para bañarsela cara y las manos’), túnico (‘vestido de mujer’), yico (‘huraño,arisco’); y especialmente en la fácil adopción de términos nuevos de diversoorigen, como ha sucedido con bipear (‘enviar una señal por beeper’),celular (‘teléfono móvil’), estrés, figureo (‘exhibicionismo pretencioso’),lonchera (‘caja o recipiente en el que <strong>los</strong> niños llevan su meriendaa la escuela’), matatán (‘persona que demuestra gran habilidad para algoo que se considera lo máximo en cierto oficio’), motoconcho (‘motocicletaque se utiliza como transporte individual de pasajeros’), viejevo(‘adulto que se comporta o realiza actividades propias de jóvenes’).Esta gran movilidad del léxico se puede ilustrar también con el término‘patilla’, que poco a poco ha ido cediendo terreno a favor de sandía,la forma de uso más general del español que hace unos años era prácticamentedesconocida por <strong>los</strong> estratos medio y bajo de la población.Desde el punto de vista subjetivo de las actitudes, parece estar presenteuna especie de complejo de inferioridad lingüística en la concienciade muchos <strong>dominicanos</strong>, que consideran que su forma de hablar espeor o menos correcta que la de <strong>los</strong> hablantes de países como Colombia,Costa Rica, España. Este sentimiento, que probablemente es un reflejodel pesimismo que las circunstancias históricas, políticas y económicasdel país han creado en la mente de <strong>los</strong> ciudadanos, es mantenidoincluso por personas de alto nivel intelectual. La creencia de que loextranjero es superior a lo nativo se expresa de diversas formas y podríaser una de muchas razones por las que tantos <strong>dominicanos</strong>, segúnse revela en una encuesta publicada recientemente por un diario vespertinolocal, confiesan que preferirían vivir fuera del país.1|3 Origen del español dominicanoLa mayoría de <strong>los</strong> investigadores está de acuerdo en que no solo el españoldominicano, sino el de toda la zona del Caribe, tiene sus raícesen la modalidad lingüística andaluza y canaria. Una larga lista de fenómenosilustra el notable paralelismo que existe entre esos dialectos españolesmeridionales o ‘atlánticos’ y <strong>los</strong> que se hablan al otro extremodel océano en las tres Antillas hispánicas. En el campo de la pronunciación,se pueden citar casos como el uso de la ‘ye’ en vez de la ‘elle’; elrelajamiento de la articulación de varias consonantes, en especial cuandoestán situadas en posición final de sílaba y de palabra: con frecuenciala /s/ se pierde o se convierte en un sonido aspirado parecido a una‘jota’ (laj tre, por las tres); la /r/ y la /l/ se confunden (talde, por tarde;arto, en vez de alto); la /n/ final se articula moviendo la lengua hacia elfondo de la boca; la ‘jota’ queda convertida en un soplo de aire que rozala pared de la faringe al salir por el canal bucal abierto. En el aspectosintáctico, por su parte, es común el uso del pronombre ustedes enlugar de vosotros. Se mantiene la distinción entre el pronombre lo, parala función de objeto directo masculino de persona (Lo quiere mucho), yle, para el indirecto (Le regaló un reloj); y se prefiere la forma -ito para eldiminutivo (arbolito). En cuanto al léxico también hay semejanzas importantes,como el uso de ciertos términos marineros que han adquiridoun sentido general (botar, halar) o la conservación de palabras desaparecidasdel habla del norte de España (candela, mondar).Las coincidencias anteriores y otras no mencionadas aquí, unidas al hechohistórico de que en <strong>los</strong> primeros años del Descubrimiento la mayoríade <strong>los</strong> españoles llegados al Nuevo Mundo eran andaluces, llevana muchos a pensar que esa variedad lingüística de España constituyó lafuente original que sirvió de base para la formación del español dominicano.Lógicamente, esto no quiere decir que el último sea una réplicaexacta de la primera. Hay que tomar en cuenta que a través de <strong>los</strong>sig<strong>los</strong>, la evolución que experimenta un fenómeno en un lugar puedeser distinta de la que se produce en otro por diversas razones. En el casode la República Dominicana, un factor de relevancia fue el relativoaislamiento en que se desenvolvió la vida del país durante muchotiempo.Por otra parte, un elemento que sin duda contribuyó a la peculiar conformacióndel español en Santo Domingo fue la influencia de las lenguasafricanas habladas por <strong>los</strong> miles de esclavos traídos a la isla desdemuy temprano. Esa huella es más visible en el vocabulario, donde pervivenformas como cachimbo, fucú, guineo, macuto. Pero no se debe des-


Capítulo 1|Introducción|18||19|Introducción|Capítulo 1cartar que ahí esté una de las causas de la tendencia a la nasalizacióndel español dominicano, revelada, entre otras cosas, en formas como ñamar(‘llamar’). También es posible que dichas lenguas hayan ejercidouna acción impulsora de procesos fonéticos ya en marcha, como laconfusión de /r/ y /l/, o el desgaste frecuente de la /s/ final de sílaba.En la sintaxis, parece tener raíz africana el uso de la doble negación(Ella no fue no).Otro ingrediente ligado a la identidad lingüística dominicana es, naturalmente,el de la herencia indígena, manifestada en el vocabulario entérminos como batata, caoba, cazabe, hamaca.En este libro solamente se describen <strong>los</strong> hechos que en la actualidadson más notables y que en conjunto contribuyen a definir la identidadlingüística dominicana en el período que comprende las décadas finalesdel siglo XX y <strong>los</strong> primeros años del XXI. Como se observará, casitodos <strong>los</strong> fenómenos comentados aparecen también en otros países,pero tal vez en ninguno se producen con la misma frecuencia, ni formanigual combinación con las demás características del modo de hablarde <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>.Pero antes de entrar en materia, conviene aclarar algunos conceptosfundamentales.1|4 La variación lingüísticaLa variación es un rasgo esencial, necesario, de la estructura de todosistema lingüístico. La finalidad de las lenguas consiste en permitir elintercambio de información entre las personas. Son instrumentos decomunicación que están al servicio de la gente y, por eso, el hecho deque las lenguas cambian no es un asunto accidental, o producto de lacasualidad. Para poder cumplir con su función y justificar su existencia,las lenguas tienen que cambiar, porque las necesidades de <strong>los</strong> usuarioscambian continuamente.Las exigencias de comunicación de un médico no son las de un zapatero;las de un hablante de hoy no son iguales a las que tenía uno quevivió hace más de cien años; ni las de un habitante de una isla caribeñason las mismas que las de uno del cono suramericano. Si una lenguano cambiara, sería como una camisa de acero, rígida, incapaz deamoldarse al cuerpo y a <strong>los</strong> movimientos de quien la llevara puesta. Lógicamente,por ser inflexible, sería una camisa inútil que nadie podríausar, es decir, no sería una verdadera camisa: a lo sumo valdría como caricaturao como una escultura de una camisa.Dentro de este marco, conviene puntualizar que las variaciones observadasen una lengua a través del tiempo, del espacio geográfico o deacuerdo con el nivel social de sus hablantes, no significan en absolutoque haya degenerado o que se esté deteriorando, como creen algunos,sino todo lo contrario. Las lenguas no se corrompen, simplementecambian, evolucionan, para poder cumplir con su misión, ajustándosea las necesidades y a <strong>los</strong> gustos de las personas.Y ahí está precisamentesu belleza y su inestimable valor.Existen varios tipos de variación lingüística: la que se da a través deltiempo o de la historia, que se llama diacrónica; la que se produce a travésdel espacio geográfico, de una región a otra donde se habla la lengua,llamada diatópica; la que ocurre a través de la estructura social dela comunidad, entre <strong>los</strong> miembros de <strong>los</strong> diversos grupos que la componen,denominada diastrática; la que se revela a través de las cambiantessituaciones en las que se realiza el acto de habla, de acuerdo con lascircunstancias concretas en que se encuentra el hablante, la diafásica.Cualquiera de estos tipos de variación puede manifestarse en <strong>los</strong> diversosniveles de análisis lingüístico, es decir, en el campo de la pronunciación,en el de las estructuras morfosintácticas y en el léxico.1|5 Variación diacrónica o temporalIgual que cualquier otro fenómeno social, las lenguas cambian paulatinamentea través de la historia. Algunos ejemp<strong>los</strong> de carácter fonéticoson la conversión de /p, t, k/ en /b, d, g/, respectivamente, cuando estabansituadas entre vocales (la forma lupu se transformó en lobo, latuen lado, lacu en lago); la diptongación de ciertas vocales acentuadas (terrase hizo tierra,y porta pasó a puerta); el cambio de la f- inicial de palabra(filu se convirtió en hilo, facere en hacer).En el nivel sintáctico puede citarse la eliminación del artículo delantedel adjetivo posesivo (antes se decía la tu casa en vez de tu casa) o cambiosen cuanto al orden de las palabras (como me se olvidó, que actualmentese dice se me olvidó).En cuanto al léxico y la semántica existen numerosos ejemp<strong>los</strong> de re-


Capítulo 1|Introducción|20||21|Introducción|Capítulo 1novación del vocabulario, lo que ha conducido al desuso de algunaspalabras, llamadas arcaísmos, como asaz (‘bastante’), aguaitar (‘mirar’),y a la introducción de términos nuevos, <strong>los</strong> neologismos, del tipo cristalizar,eslogan.También hay casos de ampliación de significado, comosucedió con cosa, derivada de causa, y con dinero, de denario, que era unamoneda con un valor específico. A la inversa, se han producido fenómenosde restricción de significado, como guisar, que antes significaba‘preparar cualquier cosa’, no solamente la comida, y como labrar, queno significaba ‘trabajar la tierra’ como ahora, sino ‘trabajar’ en general.En otras ocasiones, la evolución ha dado como resultado dobles léxicoscon etimología común. Existen ahora dos palabras derivadas de unamisma base. De ellas, una es culta y conserva casi la misma forma de suorigen, y otra se considera popular, porque ha experimentado cambiosa través de <strong>los</strong> años. Ejemp<strong>los</strong> de lo anterior son las parejas acre y agrio,afiliado y ahijado, colocar y colgar, delicado y delgado, directo y derecho, duplicary doblar, frígido y frío, íntegro y entero, pleno y lleno, rápido y raudo, solitarioy soltero.1|6 Variación diatópica o espacialResulta muy comprensible que una lengua como el español, habladapor aproximadamente 400 millones de personas en más de una veintenade países en <strong>los</strong> que ha tenido historias diferentes, presente diversidadde formas en su pronunciación, en su sintaxis y en su vocabulario.Es normal que las distancias geográficas hagan difícil la comunicaciónentre personas que viven en regiones alejadas unas de otras. Esafalta de contacto contribuye a la diferenciación lingüística.Con respecto a la pronunciación es bien conocido el caso de la /r/ finalde sílaba, por ejemplo, que en muchos lugares se convierte en una/l/ (puelta por puerta); en otras zonas, sin embargo, puede transformarseen i (pueita); en otras se mantiene.Variaciones semejantes se encuentrancon relación a sonidos como la consonante ‘ye’, en mayo, porejemplo, que puede ser pronunciada con mayor o menor grado deabertura y de tensión articulatoria, o la ‘jota’, que es articulada en unossitios de forma áspera y fuerte, y en otros se relaja pronunciándose comouna simple aspiración de aire.Todo el mundo sabe, además, que enuna amplia zona de España se pronuncia el sonido interdental ‘zeta’, enpalabras como zapato, cena, pero que en <strong>los</strong> países hispanoamericanoses general el seseo, es decir, la pronunciación de una ‘ese’ en lugar dela ‘zeta’, de forma que las palabras anteriores se pronuncian sapato y sena,respectivamente.Una distinción muy citada en Hispanoamérica es la que se produceentre las llamadas tierras altas y las tierras bajas, que algunos han caracterizado,de forma jocosa, según su régimen alimenticio: las tierras altasse comen las vocales y las bajas se comen las consonantes. De esta manera, enBogotá, en La Paz, en la ciudad de México o en Quito se puede escucharla palabra entonces bajo la forma de [entóns’s], con una /s/ finalmuy tensa pero sin la /e/; en cambio, en Santiago de Chile, en Caracas,en La Habana o en Santo Domingo, es común oír [entónse], conretención de la /e/ pero eliminando la /s/ final.En el campo morfosintáctico, en unos países se dice tú comes y en otros,vos comés; en gran parte de España es normal vosotros cantáis o le besé en lafrente, pero en América lo común es ustedes cantan o lo besé en la frente.En cuanto al léxico, la diversidad es mayor. Dependiendo de la región,una misma realidad es llamada auto, carro o coche; frijoles, habichuelas o porotos;acera, andén, banqueta o calzada.Los siguientes ejemp<strong>los</strong> ilustran algunas de las preferencias léxicas quedistinguen el español hablado en España del que se habla en varios paíseshispanoamericanos:ESPAÑAatarcochechaquetaecharenfadadolevantarsemarcharsepatatapisoAMÉRICA (varios países)amarrarcarrosacobotarbravopararseirsepapaapartamento


Capítulo 1|Introducción|22||23|Introducción|Capítulo 11|7 Variación diastrática o socialEs fácil comprobar que dentro de la sociedad no hablan igual, generalmente,el abogado y el mensajero, el ingeniero y el obrero de la construcción,ni la maestra y la empleada de la limpieza en la escuela.Y esnatural que sea así, porque cada una de esas personas se desenvuelve enambientes distintos, desempeña diferentes funciones y tiene necesidadesdiferentes.Puede decirse que cada grupo sociocultural se distingue de <strong>los</strong> otrosen su forma de hablar. Ese modo particular que caracteriza el habla decada grupo, que revela el nivel sociocultural del individuo y ayuda a sabercómo es esa persona, se llama sociolecto. En ese sentido, a veces sehabla de sociolecto alto, sociolecto bajo, o se utilizan denominaciones comohabla culta, lengua popular, lenguaje de la clase media.Para ilustrar las variaciones que se dan entre <strong>los</strong> diversos grupos sociales,en el nivel fonético-fonológico vale citar la diferente proporcióncon que se produce el proceso de eliminación de la /s/ en la RepúblicaDominicana, donde todo el mundo se come las eses, pero laspersonas de <strong>los</strong> niveles socioculturales bajos lo hacen con mayor frecuenciaque las que tienen educación superior, por ejemplo. Algo similarsucede con relación a otros fenómenos, como el mantenimientoen el habla de <strong>los</strong> grupos bajos del sonido aspirado de la ‘hache’procedente de una ‘efe’ latina inicial de palabra, que lleva a decir jambreen vez de hambre, jierro por hierro; o como el cambio de posiciónde sonidos en algunas palabras que convierte a nadie en naide, pobre enprobe.En el terreno morfosintáctico, es propio de <strong>los</strong> sociolectos bajos decirsemos, en vez de somos,o yo no ha comido en vez de yo no he comido.También parece una característica de <strong>los</strong> hablantes de clase baja la mayorfrecuencia con que usan ciertos diminutivos, como azuquita, chiquiningo.En el nivel léxico-semántico hay diferencias cuantitativas entre <strong>los</strong> grupos.Está comprobado que el inventario léxico es más extenso en el sociolectoalto que en el bajo. Por otra parte, es normal el uso de palabrasdistintas para determinadas denominaciones, según el nivel socialde la persona: colgar/guindar, erupción/rasquiña, jactancioso/alabancioso, pelar/mondar.1|8 Variación diafásica o situacionalAsí como sucede con el vestido, que se cambia según las circunstancias,la manera de hablar también se ajusta a las diversas situaciones enque se encuentre la persona. Nadie habla igual en privado con sus hijos,por ejemplo, que con el director de la escuela en medio de unareunión de padres y maestros.El modo de hablar que usan <strong>los</strong> individuos para adaptarse a la situación,es decir, a lo que están haciendo en un momento dado, es el estiloo el registro. A esa variedad lingüística hacen referencia designacionescomo estilo espontáneo, estilo coloquial, estilo informal, habla formal, hablafamiliar, lenguaje solemne.En cuanto a la pronunciación, sirve para ilustrar estas variaciones la diptongaciónque suele hacerse de combinaciones de vocales en casos comopasear, convertido en pasiar en el habla coloquial. Resulta claro, además,que la frecuencia con que ocurren algunos procesos, como la eliminaciónde la -d- situada entre vocales y después del acento (deo pordedo), aumenta en la medida en que la persona le pone menos atencióna su forma de hablar y, en consecuencia, el estilo se hace menos formal.Como fenómenos morfosintácticos asociados con el estilo informalpueden citarse el mayor empleo del diminutivo (cafecito, tempranito), lasoraciones inconclusas, las repeticiones.Finalmente, en el nivel léxico se manifiesta una alternancia entre palabrasnormales en el estilo formal y semiformal, y otras empleadas espontáneamenteen situaciones informales o familiares. Algunos ejemp<strong>los</strong>del español dominicano son <strong>los</strong> siguientes:EN ESTILOFORMAL Y NEUTROcentavoborracherahomosexualpocoprecozprostitutaEN ESTILOCOLOQUIALchelejumomaricón o pájarochinagentaocuero


Capítulo 1|Introducción|24||25|Introducción|Capítulo 11|9 Factores socialesDe lo expuesto anteriormente se desprende que el comportamientolingüístico de las personas está condicionado por una serie de factoressociales. Dicho de otra manera, las cambios que se producen en la lenguadependen en buena parte de la influencia de variables como el sexo,la edad, el nivel sociocultural de <strong>los</strong> hablantes.A veces se tiende a creer que el hablante es libre de decir lo que quieray como quiera.Y esto no es completamente verdad. En cierta forma,<strong>los</strong> individuos no son libres, sino que al momento de seleccionarlas formas lingüísticas que van a usar, están condicionados por la edad,por el sexo, por la condición social y por la relación que <strong>los</strong> une a suinterlocutor. Así, por ejemplo, cuando un joven empleado se dirige asu jefa, de edad avanzada, probablemente no usa el tratamiento tú, sinousted, y procura también cuidar el vocabulario y la pronunciación. Algomuy distinto haría si se encontrara en un bar departiendo con susamigos de infancia.En cuanto a la influencia del factor sexual, varias investigaciones hanmostrado que las mujeres son, en general, más sensibles que <strong>los</strong> hombresa la presión social y por eso tienden a usar con mayor frecuencialas formas consideradas correctas. Este comportamiento lingüístico másconservador es coherente con la mayor atención prestada por ellas, porejemplo, al maquillaje y al vestido. Se ha verificado, entre otros aspectos,que eliminan las eses con menor frecuencia que <strong>los</strong> hombres. Encuanto al vocabulario, no es difícil percibir que <strong>los</strong> hombres se permitendecir algunas palabras duras o fuertes que las mujeres generalmenteno usan. En cambio, ciertas expresiones, como ¡Qué lindo!, puedentener connotación femenina.Pero de todos <strong>los</strong> factores externos, el que produce un efecto más notablesobre la actuación lingüística es el sociocultural. En la RepúblicaDominicana, es marcada la diferencia que establece este factor tantoen la pronunciación, como en la sintaxis, y en el léxico. Si se compara,por ejemplo, el habla de un abogado de nivel socioeconómicoalto con la de un obrero no alfabetizado, se comprueba que el primeroelimina las eres y las eses finales de sílaba y de palabra con menosfrecuencia, usa un vocabulario más variado y una sintaxis más complejaque el segundo.1|10 Factores lingüísticosComo es lógico suponer, la variación también está condicionada porfactores lingüísticos. Pero no solamente eso, sino que estos factores,que suelen llamarse internos, tienen prioridad sobre <strong>los</strong> externos o sociales,en el sentido de que <strong>los</strong> últimos solo pueden producir un efectodonde la lengua lo permite. Por ejemplo, en la región norte dominicanaactúa con fuerza el elemento social para crear una notable diferenciaentre la pronunciación de <strong>los</strong> hablantes de nivel bajo, que confrecuencia convierten la /l/ y la /r/ en una i (dicen aito, por alto, taide,en vez de tarde), y <strong>los</strong> del nivel alto que no lo hacen o lo hacen conmuy baja frecuencia y solo en esti<strong>los</strong> informales. Sin embargo, esaoposición, creada por el factor sociocultural, solo se manifiesta cuandola consonante objeto del cambio está situada en posición final desílaba. Si la /l/ o la /r/ se encuentran al comienzo de una sílaba, comoen las palabras palo y paro, entonces la diferencia de nivel socioculturalno tiene consecuencias y tanto <strong>los</strong> muy educados como <strong>los</strong>que no poseen instrucción dicen palo y paro. Resultaría sumamenteextraña y sorprendente, por no decir imposible, una pronunciacióncomo paio, en vez de palo. Esto significa que el factor sociocultural estásubordinado al factor lingüístico, que en este caso es la posicióndentro de la sílaba.Otro hecho digno de mención es la sustitución de la terminación verbal-mos, que marca la primera persona del plural, por la forma -nos enel pasado imperfecto. En tanto <strong>los</strong> hablantes de determinados nivelessociales dicen con frecuencia, por ejemplo, hablábanos por hablábamos,otros no producen el cambio. Pero ni <strong>los</strong> unos ni <strong>los</strong> otros realizannunca la sustitución en las formas verbales del presente y del futuro delindicativo: <strong>hablamos</strong> y hablaremos. La razón es que estas palabras no sonesdrújulas y no inducen a la confusión con el imperativo esdrújulo háblanos,que es, además, el que contiene la terminación -nos.De nuevose demuestra que <strong>los</strong> factores sociales solamente tienen acceso a las zonasde la lengua autorizadas por el sistema.También condicionan la variación, factores como el sonido siguiente,el tipo de palabra, el acento y otros más. En el español dominicano estácomprobado, por ejemplo, que la /s/ final de <strong>los</strong> artícu<strong>los</strong> colocadosdelante de una palabra que comience con vocal acentuada se mantie-


Capítulo 1|Introducción|26||27|Introducción|Capítulo 1ne de forma categórica (lasuña, <strong>los</strong>otro) en todos <strong>los</strong> niveles sociales, perosi la /s/ final pertenece a un adjetivo, un sustantivo o un verbo, entonceses eliminada con una frecuencia variable según la condición socialy el estilo empleado por el hablante (limoneagrio,‘limones agrios’).1|11 La conciencia lingüísticaDe manera semejante a como existe la conciencia moral, que capacitaa una persona para distinguir entre el bien y el mal, también existe unaconciencia lingüística o sociolingüística que le permite al hablante sabercuáles formas son aceptables y cuáles no, o cuándo un uso es o noes apropiado. Por ejemplo, <strong>los</strong> hablantes que reducen la preposición paraa pa, generalmente tienen conciencia, es decir, saben que esa formano es adecuada en ciertas ocasiones y que si quieren hablar ‘mejor’, debendecir para. De igual modo, un hablante nativo del Caribe normalmentesabe que si se dirige a una persona desconocida y de mayor edadque él, resulta más apropiado llamarla de usted y no de tú.De acuerdo con las ideas anteriores, tener conciencia lingüística consisteen saber que existen dos o más posibilidades para realizar un fenómeno,y que por lo general la sociedad prefiere una a la otra. Si unhablante no sabe que existen dos formas para expresar el diminutivode la palabra gato (por ejemplo, gatico y gatito), entonces se dice que notiene conciencia de ese fenómeno y lógicamente no puede estar enteradode que en su comunidad la primera es considerada más coloquialque la segunda.Como puede entenderse, este conocimiento es adquirido y el hablantelo obtiene a través de la educación, de sus experiencias con las personascon las que se relaciona, etcétera. Por eso, es normal que el gradode conciencia varíe de un individuo a otro. En este sentido, algunosestudios han encontrado que <strong>los</strong> hablantes de sociolectos bajossuelen tener un grado de conciencia lingüística menor que <strong>los</strong> de <strong>los</strong>altos. Un ejemplo apropiado para mostrar esto es la forma haya, delpresente de subjuntivo del verbo haber. En diferentes países del mundohispánico, en su lugar es frecuente el uso de la variante haiga entre <strong>los</strong>hablantes de nivel social bajo. Muchos de esos hablantes no alternanambas palabras, sino que usan exclusivamente haiga, porque a pesar deque comprenden la forma haya cuando la escuchan, no disponen activamentede ella para usarla como hablantes. En este caso particular, notienen conciencia de que haiga es una solución mal vista en ambientessociales medios y altos.Por tratarse de un conocimiento adquirido, también de un lugar a otropuede haber diferencias en cuanto a la conciencia que se tiene de ciertosfenómenos.Así como por razones religiosas el beber café es ‘malo’para unos y no lo es para otros, un mismo hecho lingüístico puede serevaluado positivamente en una comunidad y negativamente en otra.En la zona del Caribe, la pronunciación aspirada de la /s/, parecida auna jota, en frases como laejcuela (‘la escuela’), sonlajcuatro (‘son las cuatro’),es una opción aceptada como válida por la comunidad culta, y seescucha en la televisión, en discursos formales de políticos. En otros lugaresno sucede lo mismo. De igual manera ocurre con el uso del voseo(vos querés, en vez de tú quieres), que en Argentina es valorado muchomás que en países como Ecuador o El Salvador.1|12 Prestigio y estigmaCon relación al tema de la conciencia lingüística, es necesario hacer referenciaa <strong>los</strong> conceptos de prestigio y de estigma. Si la comunidad valoray aprecia un fenómeno lingüístico, se concluye que tiene prestigio,es decir, estimación, buena reputación. Cuando lo rechaza, recibe el estigmay se suele decir que está estigmatizado.Generalmente se reconoce que un hecho tiene prestigio, si su frecuenciaaumenta en <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> formales, si es común en el habla de las personaseducadas, y se toma como modelo en la enseñanza escolar. Alcontrario, se sabe que está estigmatizado si es más usual en el habla de<strong>los</strong> grupos bajos que en la de <strong>los</strong> altos de la sociedad, su frecuencia disminuyeen la medida en que el estilo se hace más formal y suele ser objetode corrección en la escuela. Como ejemplo para ilustrar las ideasanteriores puede pensarse en estas dos versiones de la misma oración:1|Hace mucho calor. 2| Jace mucha calor.Resulta evidente que la primera es aceptada y reconocida como correctaen cualquier ambiente.Así podría decir una persona educada enuna situación formal. Pero la segunda versión se asocia enseguida conun hablante rural, de baja escolaridad. Dos rasgos propios del hablacampesina, que se encuentran fuertemente estigmatizados, invalidan la


Capítulo 1|Introducción|28||29|Introducción|Capítulo 1forma de esa oración como una opción de la expresión culta: la pronunciaciónde la hache inicial como ‘jota’ en hacer (jace) y la asignaciónde género femenino al sustantivo calor (mucha calor).Cuando un fenómeno lingüístico carece de prestigio, a veces se producenerrores, casos de ultracorrección, que demuestran la existenciadel estigma. Es lo que pasa cuando algunas personas dicen acerte, en lugarde aceite, intentando evitar una pronunciación no deseada, porquecreen erróneamente que la /i/ del diptongo /ei/ en aceite, procede deuna /r/. Esta equivocación es un reflejo claro de que en la RepúblicaDominicana lo prestigioso es pronunciar la /r/ como ere. Su transformaciónen /i/, en cambio, es un hecho estigmatizado.1|13 Inseguridad lingüísticaUna noción relacionada también con la de conciencia es la de inseguridadlingüística, que se manifiesta cuando el hablante piensa que su modode hablar no es correcto, es decir, cuando hay una diferencia entrelas formas que él considera adecuadas o válidas y las que en realidad utilizaen su habla espontánea. Este sentimiento conduce a la persona acreer que <strong>los</strong> otros hablan mejor y puede originar una especie de complejode inferioridad lingüística. En contraposición, existe seguridad lingüísticacuando se piensa que las formas utilizadas son correctas, independientementede que en realidad lo sean o no lo sean.A este respecto,a pesar de que muchos <strong>dominicanos</strong> muestran un grado de inseguridadgeneral cuando opinan que hablan peor que <strong>los</strong> hispanos de otrospaíses, revelan una gran seguridad en el uso de ciertos fenómenos, comola pluralización del verbo haber impersonal (habían problemas, habemossiete). En el país, un alto porcentaje de personas de todos <strong>los</strong> grupossociales está completamente convencido de que esas formas, que la mayoríautiliza con tanta frecuencia, son correctas.Si <strong>los</strong> hablantes que tienen inseguridad lingüística piensan que su modode hablar es inferior al de otros grupos o al de otros lugares, es lógicoesperar que traten de abandonar las formas propias para reemplazarlaspor las ajenas. Aunque es cierto que ese sentimiento actúa a vecescomo motor del cambio lingüístico, no es eso lo que ocurre conmás frecuencia.Las personas que piensan que su modo de hablar es incorrecto o inferiora otro, no por ello lo cambian automáticamente por el que evalúanmejor. Por lo general siguen hablando igual, porque no hay queolvidar que el habla funciona como un acto de identidad que realiza elhablante, no solo desde el punto de vista individual, sino también comomiembro de un grupo social, como residente en una región y comociudadano de una nación.Todos <strong>los</strong> hablantes desarrollan un sentimientode lealtad lingüística que <strong>los</strong> ata a su comunidad de habla. Renunciara su propia forma de hablar para adoptar la de otros, se entiendenormalmente como un acto de negación de su identidad y de traicióna su grupo, a su región, a su país. La reacción natural de <strong>los</strong> amigos,<strong>los</strong> compañeros de trabajo y <strong>los</strong> demás miembros del grupo frentea la deslealtad lingüística es, por lo general, de rechazo y de burla.Yese es un precio social muy alto que no todos están dispuestos a pagar.1|14 Lengua, dialecto, sociolecto y estiloA menudo se entiende la noción de dialecto desde un punto de vistagenético. Según ello, toda lengua es un dialecto con respecto a aquellade la cual procede. Así, el español, el francés, el italiano, el portugués,el catalán, son dialectos del latín. A su vez, el andaluz o el canario sondialectos del español.Pero cuando se dice que el español es una lengua, la perspectiva no esgenética, sino que se toman en cuenta, tradicionalmente, otros factores,como el que está fuertemente diferenciada de otros sistemas, quetiene un alto grado de nivelación, que está estandarizada, que sirve comoexpresión de una larga tradición literaria.Desde el punto de vista teórico, una lengua es un sistema de comunicaciónabstracto, no realizable de manera directa.Toda lengua encierraun amplio conjunto de posibilidades que no están circunscritas o delimitadasen lo temporal, lo espacial ni lo social. Es español tanto lo quehabló Cervantes hace sig<strong>los</strong>, como lo que habla en la actualidad el ReyJuan Car<strong>los</strong> I; lo que habla un argentino o un panameño, un profesoruniversitario o un campesino analfabeto. Podría decirse, en sentido estricto,que nadie habla la lengua, porque lo que cada persona utiliza cadavez que habla es una modalidad particular de la lengua, pero no lalengua en su totalidad. Por eso sería más apropiado decir que alguienhabla en español, pero no el español. Es sencillamente imposible que en


Capítulo 1|Introducción|30||31|Introducción|Capítulo 1un acto de habla, un hablante agote las múltiples posibilidades queofrece la lengua. En el momento de hablar, toda persona se enfrentacon un conjunto de opciones entre las que tiene que elegir, y ya se sabeque elegir implica renunciar. Quien dice se fue, no puede decir almismo tiempo se marchó; el que utiliza tuviese, deja atrás la forma tuviera;<strong>los</strong> que pronuncian una jota relajada y suave, en ese momento noarticulan la variante tensa y áspera, y así sucesivamente. Pero resulta queel español contiene todas esas posibilidades y muchas más.En esencia, un dialecto no se diferencia de una lengua, ya que tambiénes un ‘modo de hablar’ irrealizable de forma inmediata en su totalidad,aunque representa un grado menor de abstracción. La diferencia principalse encuentra en el ámbito más limitado del dialecto, que está circunscritoen el tiempo y en el espacio. Un dialecto es, por tanto, unmodo de hablar enmarcado o incluido en otro más amplio, que es una lengua.Esta, en cambio, no está supeditada a un sistema superior y puede ser consideradacomo la suma de sus dialectos. Pero a pesar de que el dialectoes una entidad incluida dentro del sistema de la lengua, la noción deespañol de América, de cubano, de cibaeño, e incluso de español deSantiago, todavía hace referencia a unos conjuntos complejos y abstractos.Ni <strong>los</strong> cibaeños ni <strong>los</strong> santiagueros hablan todos de la misma manera.Por pequeña que sea una comunidad, es muy difícil que presentehomogeneidad lingüística, y mucho menos uniformidad, porquesiempre habrá quienes realicen unos oficios y <strong>los</strong> que desempeñenotras labores, habrá jóvenes y adultos, mujeres y hombres.Un dialecto podría definirse como la modalidad que adopta una lenguaen una zona geográfica determinada, independientemente de lacondición social de las personas que lo hablen.Tan dialecto es la variedadusada por la gente con mucha educación de <strong>los</strong> sectores de la altasociedad urbana, como la que usan <strong>los</strong> campesinos o <strong>los</strong> obreros queno saben leer ni escribir. Lo que sí es diferente es la valoración socialque se asigna a cada una. Por lo general, la modalidad de <strong>los</strong> primerosdisfruta de aprecio y aceptación por parte de la sociedad en general, ysobre la otra cae el estigma o el rechazo social. Pero es completamenteinaceptable la vieja idea de que la gente educada habla la lengua, entanto que la gente sin mucha instrucción de <strong>los</strong> sectores populares delas ciudades y sobre todo del campo habla un dialecto, entendido antescomo variante incorrecta o desviada del modelo lingüístico cultoenseñado en las escuelas.Como es obvio, la modalidad llamada dialecto admite subdivisiones internas,variedades, que son <strong>los</strong> sociolectos. Un sociolecto, según se indicóantes, es la modalidad lingüística propia de un grupo social más omenos homogéneo, como <strong>los</strong> hablantes de clase alta con estudios superiores,las mujeres de clase media, las personas de muy bajos ingresosresidentes en un barrio marginado. Este modo de hablar representaun grado menor de abstracción que el dialecto, pero tampoco es unaunidad simple ejecutable o realizable de forma directa, ya que salvo algunasexcepciones, como podrían ser <strong>los</strong> niños de corta edad y ciertoshablantes extranjeros, no existen personas de estilo único. Es decir, todos<strong>los</strong> hablantes normalmente tienen la capacidad de variar su manerade hablar según las circunstancias. Por tanto, dentro de un mismo sociolectoes posible distinguir diversos modos de actuación lingüística:<strong>los</strong> esti<strong>los</strong>.El estilo o registro, como fue descrito ligeramente con anterioridad, esla modalidad lingüística concreta que utiliza el hablante en un momentoparticular y en una circunstancia determinada. Alguien ha dichoque así como el sociolecto indica quién es o cómo es una persona,el estilo revela lo que el hablante está haciendo en un momento específico.En conclusión, <strong>los</strong> conceptos de lengua, dialecto, sociolecto y estilo no secontraponen, sino que coexisten integrados en una relación de inclusión.De manera que cuando un individuo habla, lo hace en una lengua(español, francés, inglés), en un dialecto de esa lengua (español chileno,francés canadiense, inglés norteamericano o tejano, español dominicano,cibaeño o capitaleño), dentro de un sociolecto determinado deese dialecto (culto, medio, bajo), en un estilo particular de su sociolecto(formal, informal, íntimo).


|33|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 22Rasgos fonéticos: la pronunciaciónCAVIDAD NASALBOCAFARINGELARINGETRÁQUEABRONQUIOSPULMONESDIAFRAGMA2|1 Producción y organización de <strong>los</strong> sonidosUna lengua es un sistema de comunicación oral, es decir, un mecanismoque utiliza el sonido como materia prima y vehículo natural parala transmisión de la información.Para pronunciar <strong>los</strong> sonidos lingüísticos son necesarios determinadosmovimientos de diversos múscu<strong>los</strong>. Los órganos que intervienen en larealización de ese proceso constituyen el aparato fonador.También sonllamados órganos de fonación, aunque en realidad todos o casi todos tienenotras funciones primarias, como la respiración y la alimentación.Incluyen, entre otros, <strong>los</strong> pulmones, la laringe, la boca, la cavidad nasal,según se ilustra en la figura 2.1.Producir <strong>los</strong> sonidos de una lengua consiste básicamente en utilizar elaparato fonador para realizar un proceso que tiene tres etapas:1| el aire contenido en <strong>los</strong> pulmones debe salir (subir), pasando por<strong>los</strong> bronquios y la tráquea;2| las cuerdas vocales, situadas en el interior de la laringe, deben unirseo separarse para que el aire que pasa las ponga o no las ponga en vibración;3| la corriente de aire, en su camino hacia el exterior, debe pasar condistinto grado de dificultad por la nariz o por la boca. Estas cavidadesestarán más o menos cerradas para servir como un filtro que produciráen el aire un efecto modulador similar al que ejerce la caja de la guitarraen la onda creada por la vibración de las cuerdas.Como el mecanismo de producción de <strong>los</strong> sonidos lingüísticos es únicoy universal, no es sorprendente que existan semejanzas entre las lenguas.Así,por ejemplo, en todos <strong>los</strong> sistemas fónicos del mundo aparecela vocal /a/, en casi todos existe la /i/ y la /u/, pero en muy pocaslenguas se encuentra la /u/ que tiene, por ejemplo, el francés en palabrascomo ‘rue’,‘tu’.El estudio del componente fónico de las lenguas es realizado por la Fonéticay la Fonología. La encargada de estudiar la producción de <strong>los</strong> sonidospor parte del hablante y de explicar por qué unos sonidos aparecen conmás frecuencia que otros y algunos simplemente son imposibles dadas lascaracterísticas del aparato fonador humano, se llama fonética articulatoria.Está claro que ciertos sonidos requieren para su producción menos esfuerzomuscular que otros. Piénsese, por ejemplo, en la consonante españolavibrante simple /r/ (ere), en cuya pronunciación la lengua se muevecon menos tensión y está más floja que en la articulación de la múltiple/rr/ (erre), para la cual lo hace con mayor energía y rigidez. Los sonidosque requieren menos esfuerzo no solo aparecen en un mayor númerode lenguas, sino que también son aprendidos más temprano que <strong>los</strong>otros en el proceso de adquisición de la lengua por parte de <strong>los</strong> niños.Además, la particular configuración fisiológica del aparato fonador humanopermite entender con gran facilidad por qué no existen, porejemplo, sonidos que se pronuncien acercando o uniendo <strong>los</strong> labios altecho de la boca, ni que requieran un contacto de <strong>los</strong> dientes con laparte posterior de la boca.FIGURA 2.1Los órganosde fonación


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|34||35|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2Otras ramas de la Fonética se encargan de estudiar las propiedades físicasde <strong>los</strong> sonidos (la acústica) y el proceso de percepción de dichossonidos (la auditiva o perceptiva).La Fonología, en cambio, se define como el estudio de <strong>los</strong> sistemas desonidos, es decir, el análisis de cómo <strong>los</strong> sonidos se organizan, se estructurany funcionan en las lenguas. Su punto de vista es funcional: estudia<strong>los</strong> elementos fónicos como unidades capaces de distinguir el significadode las palabras (peso/piso, mar/mal) y las reglas según las cualesesos elementos se combinan para formar las palabras.Las personas poseen un conocimiento intuitivo de las posibilidades decombinación que ofrece la lengua. Ese conocimiento es lo que explicael hecho de que el hablante común tenga un sentido de lo que ‘suena’como una palabra nativa y de lo que ‘no suena’ como tal.Por ejemplo, blanco es una palabra corriente y conocida por todos <strong>los</strong>hablantes. La forma branco es igualmente aceptable, porque está bienformada fonológicamente, pero resulta que no es una palabra española,no está presente en el léxico.A pesar de que no existe, sin embargo,dicha combinación ‘suena’ normal y podría existir. En cambio, lbancoconstituye una secuencia de sonidos que es imposible, está prohibida,en español. No es aceptable porque su estructura fónica está mal formada.Obsérvese que el sonido l (ele) puede ser el primer elemento deuna palabra solamente si aparece seguido de forma inmediata por unavocal, como en lado, lento. Por razones semejantes, tampoco están bienformadas, y cualquier hablante las reconocería enseguida como inaceptables,secuencias del tipo banrco o conabr.2|2 Vocales y consonantesLa distinción entre vocal y consonante está basada en una serie de razonesfonéticas. En primer lugar, el sonido vocálico se pronuncia conmayor abertura del canal bucal que el consonántico, porque en su producciónactúan <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> depresores, que hacen descender el maxilarinferior. En la articulación de las consonantes intervienen <strong>los</strong>múscu<strong>los</strong> elevadores, que tienden a subir el maxilar. Por otra parte, enla pronunciación de las vocales hay mayor tensión de las cuerdas vocales,lo que les da un tono más alto que el que caracteriza a las consonantes.Desde el punto de vista de su funcionamiento, en español las vocalesson <strong>los</strong> únicos sonidos que tienen la capacidad de actuar como centroo núcleo de sílaba. Las consonantes solo pueden aparecer acompañandoa las vocales en las posiciones marginales, antes o después delnúcleo.En español hay cinco vocales que se clasifican de la siguiente manera:|Altas o cerradas:/i, u/| En su pronunciación, la lengua se eleva yse acerca al paladar, al cielo o techo de la boca. La distancia entre <strong>los</strong>dientes incisivos es de unos 4 mm.PALABRAS ‘PALABRAS’REALES INEXISTENTESbien formadas blanco brancomal formadaslbanco|Medias:/e, o/| Con relación a las altas, la lengua desciende y sesepara más del techo de la cavidad bucal. La abertura entre <strong>los</strong> incisivoses de unos 6 mm.|Baja o abierta:/a/| La lengua se sitúa en una posición de máximoalejamiento con relación al techo de la boca. La distancia entre <strong>los</strong> dientesincisivos es de unos 10 mm.FIGURA 2.2Esquemaarticulatoriode la /a/FIGURA 2.3Esquemaarticulatoriode la /e/


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|36||37|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2FIGURA 2.4Esquemaarticulatoriode la /p/FIGURA 2.5Esquemaarticulatoriode la /s/Según se puede apreciar en las figuras 2.2 y 2.3, que ilustran la articulaciónde /a/ y de /e/, la cavidad bucal se encuentra bastante abierta,de modo que el aire que sube desde <strong>los</strong> pulmones puede salir con muchafacilidad.Sin embargo, las consonantes son sonidos producidos con un cierrecompleto o con un gran estrechamiento del canal de la boca, comopermiten ver las figuras 2.4 y 2.5, que representan la posición de <strong>los</strong>órganos para la articulación de la /p/ y de la /s/. Como es lógico suponer,en estos casos la corriente de aire no sale con facilidad, ya quetiene que vencer un obstáculo. Cuando hay un cierre completo, comoen la /p/, el aire retenido por un instante produce una ligera exp<strong>los</strong>iónal salir de golpe una vez se deshace la unión de <strong>los</strong> órganos. Si el cierrees parcial, como sucede con la /s/, el aire se desliza y sale rozandolas paredes de <strong>los</strong> órganos articulatorios.2|3 La sílabaLos sonidos se organizan y se combinan con otros para formar sílabas.Tradicionalmente se ha definido la sílaba como la menor unidad de impulsoespiratorio y muscular en que se divide el acto de hablar. Durante larespiración normal, el aire espirado sale de manera continua; pero alhablar, sale en pequeños sop<strong>los</strong> o impulsos espiratorios que coincidencon unos movimientos o impulsos musculares de <strong>los</strong> órganos articulatorios.Aldecir cabeza, por ejemplo, se realiza un impulso espiratorioy muscular, pero es posible dividir ese impulso mayor en una serie deimpulsos menores que son como pequeñas descargas de aliento correspondientesa unos movimientos o exp<strong>los</strong>iones de actividad muscular:ca - be - za. Estas pequeñas unidades correspondientes a impulsosmínimos son las llamadas sílabas. A partir de estos impulsos mínimos,ya no es posible dividir el acto de habla o la voz de manera natural,en impulsos menores. Es cierto que la sílaba puede dividirse ensonidos o fonemas, pero un fonema solo no constituye necesariamenteuna unidad de impulso espiratorio, es decir, dentro de cada una deestas exp<strong>los</strong>iones de aliento, pueden ser articulados dos, tres o más sonidossucesivos.Es oportuno señalar que desde el punto de vista sicológico, la sílaba esuna unidad de la que <strong>los</strong> hablantes tienen conciencia. Intuitivamente,las personas, no importa si se trata de un niño o de un adulto, de unprofesional o de un obrero sin instrucción, a menudo recurren a la divisiónen sílabas cuando quieren resaltar una idea y especialmentecuando repiten una palabra que ha sido percibida equivocadamente ydesean asegurarse de que sea entendida de forma adecuada. En tales situaciones,tienden a pronunciar con mayor lentitud, como si masticarancada sílaba: an-to-jo (antojo), li-bre-ta (libreta). Pero lo hacen correctamente,respetando las fronteras silábicas, y no se les ocurre dividir, porejemplo, la palabra libreta así: lib-re-ta. Este hecho parece confirmar laexistencia de la sílaba como unidad lingüística en la conciencia del hablante.Fisiológicamente, la sílaba se puede definir como una unidad fonéticacaracterizada por una tensión creciente de <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> articulatoriosal principio y decreciente hacia el final. Su estructura está compuestade tres fases sucesivas:1| una fase inicial, comúnmente llamada exp<strong>los</strong>iva;2| una fase central o culminante, llamada núcleo o cima, que es el ejey el sostén de la sílaba;3| una fase final, denominada imp<strong>los</strong>iva.Gráficamente, se puede representar esa estructura en español de formapiramidal, como se ilustra a continuación.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|38||39|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2(CC) V (CC)De manera escueta, vale decir que una sílaba no es más que un núcleovocálico susceptible de ir acompañado por márgenes consonánticos. Elnúcleo es obligatorio, necesario, y está constituido siempre por una vocal.Los márgenes inicial y final son ambos posibles pero no necesarios,es decir, constituyen posiciones que pueden quedar desocupadas. Poresa razón, en la representación anterior aparecen entre paréntesis las(CC), que simbolizan las consonantes. Estas posiciones marginales, antesy después del núcleo, son las únicas donde pueden aparecer las consonantes.De las vocales, solo son posibles en esos lugares las cerradas oaltas /i, u/, cuando participan en la formación de diptongos y triptongos:bueno = bue - no, baile = bai - le, Higüey = i - guei.Cada lado de la sílaba puede contener un máximo de dos consonantes.En tales casos, la segunda consonante tiene que ser /r/ o /l/ en laposición inicial, delante de la vocal:gracias: gra - ciashablar: ha - blarEn la posición final, detrás de la vocal, la segunda debe ser una /s/:instalar: ins - ta - larperspectiva: pers - pec - ti - vaEjemp<strong>los</strong> de sílabas sin márgenes son O-Í-A, oía. Otros tipos se encuentranen palabras como ca - mi - sa, es - pe - jo, abs - trac - to, res -pon - der. Para ilustrar el esquema silábico de forma más clara, se presentael análisis de la palabra pregunta:MARGENMARGENINICIAL NÚCLEO FINAL(posición exp<strong>los</strong>iva) V (posición imp<strong>los</strong>iva)preg u ntaAunque son posibles muchos tipos de sílaba, según se ha indicado, resultaevidente que el español muestra una notable preferencia por lasque comienzan con una consonante y terminan con una vocal, es decir,las que no tienen consonante al final y se ajustan al modelo CV.Aeste respecto es significativo el hecho de que todas las consonantes españolaspueden comenzar la sílaba, colocándose delante de la vocal. Sinembargo, hay consonantes que nunca aparecen al final de la sílaba, comola eñe, la ye, la che.Las sílabas que acaban con vocal, llamadas abiertas, constituyen unamayoría de alrededor del 80%, lo cual es fácil de comprobar si se analizanpalabras comunes, como estas:comida: co - mi - da = CV - CV - CVzapato: za - pa - to = CV - CV - CVamarillo: a - ma - ri - llo = V - CV - CV - CVAl llegar a este punto, es oportuno indicar que la fuerte tendenciaque muestra el español popular dominicano a eliminar muchos sonidos,puede entenderse como un desarrollo de esta preferencia generaldel español, llevada casi hasta el extremo. Obsérvese el ejemplo siguiente:¿Cómo tú estás?Esa pregunta normalmente es pronunciada así:¿Cómo tú tá?De ese modo, la secuencia de sílabascó-mo-tú-es-tás =CV - CV - CV - VC - CVCqueda convertida encó-mo-tú-tá =CV - CV - CV - CVEl sonido que funciona como centro silábico se distingue de <strong>los</strong> situadosen <strong>los</strong> márgenes porque presenta un grado mayor de abertura, deintensidad, de sonoridad y de perceptibilidad.Los que se sitúan en el margen inicial presentan una abertura gradualde <strong>los</strong> órganos desde un mínimo hasta el máximo que caracteriza alnúcleo y un aumento progresivo de la tensión muscular hasta alcanzarun máximo en el núcleo.Los que se colocan en el margen final se caracterizan por un cierregradual de <strong>los</strong> órganos articulatorios y una disminución de la tensiónmuscular.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|42||43|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2por i+i, que se encuentra, por ejemplo, en <strong>los</strong> diminutivos de <strong>los</strong> términosrío y tío: riito, tiito. En ambos casos, la presencia del acento y probablementela circunstancia morfológica de que la primera /i/ pertenecea la raíz de la palabra y la segunda corresponde al sufijo ito, sonfactores que favorecen la pronunciación doble de i+i, haciendo menosprobable la reducción a una vocal. De suceder la simplificación, además,se produciría una coincidencia con el sustantivo rito y con elnombre propio de carácter afectivo Tito.En <strong>los</strong> casos constituidos por la secuencia e+e, la posición del acentoes muy importante. Si el acento recae sobre la primera /e/, son muyfrecuentes el mantenimiento de dos articulaciones vocálicas separadasy la emisión de una vocal alargada. En este contexto ocurre menos lareducción a una sola vocal breve:lée o lé: Cada mañana, antes de salir para su trabajo, ella lee la prensa.pasée o pase: El niño solo quiere que yo lo pasee y se pone a llorar cuandome siento.Si el acento cae sobre la segunda /e/, suelen mantenerse las dos vocalesen las formas de infinitivo (leer: le-ér, proveer: pro-ve-ér), y en palabrascomo rehén: re-hén. En cambio, en las formas verbales de primerapersona del pretérito (yo golpeé, yo paseé), lo más común en el estilo espontáneode las personas de <strong>los</strong> distintos niveles sociales, es la diptongación,para lo cual se hace más cerrada la /e/ inacentuada que se convierteentonces en una /i/:golpié Lo golpié con lo primero que encontré.pasié Cuando fui a Nueva York, pasié tanto que se me hincharon <strong>los</strong> pies.Esta misma tendencia del habla espontánea a la diptongación, conocidacomo sinéresis, es también normal cuando las vocales que formanel hiato dentro de la palabra son diferentes. Por eso, en el español dominicano,al igual que en el de <strong>los</strong> demás países hispánicos, se escuchancon tanta frecuencia formas como pasiar y tualla, en vez de pasear y toalla.Obsérvese que se produce en ambos casos una simplificación: tressílabas (pa-se-ar) se convierten en dos (pa-siar).Este fenómeno se produce particularmente en las palabras de usomuy frecuente, sobre todo si no están aisladas, sino que se encuentrancolocadas dentro de la cadena sintáctica. Así, en secuencias como elpoeta nacional y María Luisa, <strong>los</strong> hiatos de po-e-ta y Ma-rí-a, tienden adesaparecer y ambas vocales se pronuncian en una sola sílaba: poe-ta,Ma-ria.Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que en las combinaciones devocales no altas eo, ea, oe, oa, si la primera de las dos es acentuada, semantiene normalmente la separación:pelea = pe-le-areo = re-ocoa = co-aCuando la primera de las dos vocales es una /a/, sucede de modo similara lo señalado para las combinaciones anteriores. Suele ser muchomás frecuente el mantenimiento del hiato que la fusión en una sola sílaba,especialmente si una de las vocales tiene acento:bacalao = ba-ca-la-opaella = pa-e-llaCibao = Ci-ba-ocae = ca-ecaoba = ca-o-baPero cuando no hay acento sobre ninguna de las vocales, se facilita muchomás la sinéresis, de forma que:aeropuerto puede sonar a menudo ae-ro-puér-to, pero aéreo normalmentese dice a-é-reo.ahorrante tiende a decirse ao-rrán-te, frente a ahorro, que suele pronunciarsea-ó-rro.|Entre palabra y palabra|La integración o fusión del sonido finalde una palabra con el inicial de la siguiente es una característica muyimportante de la pronunciación española. Por eso es tan abundante enel habla natural la sinalefa, que consiste en pronunciar en una sola sílaba,las vocales que entran en contacto al combinarse una palabra conotra dentro de la frase. Algunos ejemp<strong>los</strong> son:mi amigo miamígolo ama loámaesa empresa ésaemprésaLas combinaciones vocálicas que se convierten en sinalefa son muy diversas.Aunquelo más frecuente es el encuentro de dos vocales, el enlacefonético puede producirse entre tres, cuatro y hasta cinco vocales,como en:


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|44||45|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2vino a estudiar vínoaestudiársalió a esperarlo salióa esperárloSi la sinalefa se realiza entre dos vocales solamente, estas pueden ser dediferente o de igual abertura, acentuadas o inacentuadas. Algunosejemp<strong>los</strong> son:sonido agudo sonídoagúdollegué a tiempo lleguéatiempono entiendes nóentiéndesese idiota éseidiotala utopía lautopíaEn la medida en que el estilo se hace más informal y aumenta la velocidaddel habla, es mayor la posibilidad de que se realice el diptongo. Conese fin, cuando las vocales medias /e, o/ son el primer elemento de lacombinación, se convierten en las cerradas /i, u/, respectivamente:ese hombre se pronuncia ésiómbreotro amigo se convierte en ótruamígoCuando la primera vocal es la /a/, especialmente si corresponde a palabrasmuy frecuentes, como <strong>los</strong> artícu<strong>los</strong> la y una, es muy común sudesaparición en el habla familiar. Hay que notar que para que se produzcael cambio, la segunda vocal debe ser inacentuada, ya que de locontrario suelen mantenerse las dos. Este fenómeno, aunque ocurrecon mayor frecuencia en <strong>los</strong> sociolectos bajos, también aparece en elestilo informal de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> de todos <strong>los</strong> niveles sociales.la ensalada se convierte en lensaladauna iglesia se pronuncia uniglesiala oreja suele decirse lorejaPero, si la segunda vocal es acentuada, ambas se conservan.a la una aparece como alaúna y no como *alunauna obra se dice unaóbra y no *unobraA veces sucede que las dos vocales que concurren son iguales. En estoscasos, lo normal en el habla espontánea es que las dos se fusioneny se pronuncie una sola vocal. Ejemp<strong>los</strong>:casi imposible cásimposíblela amiga lamígalo obliga loblígaComo consecuencia de esta reducción vocálica, resultan a veces enunciadoshomófonos (que suenan iguales), pero que encierran distintosvalores significativos. Ejemp<strong>los</strong>:lavenida equivale tanto a la venida como a la avenidalavena vale por la vena y por la avenaDebe advertirse, sin embargo, que el acento puede crear un efecto importante.Si la segunda vocal es inacentuada, independientemente decómo sea la primera, entonces el resultado regular es una sola vocalnormal, igual que en <strong>los</strong> casos anteriores. Ejemp<strong>los</strong>:carta abierta cartabiertaestá alegre estálegregente educada genteducadallegó Ofelia llegófeliaPero si la segunda vocal recibe el acento, es frecuente que la solución seauna vocal larga, prolongada, especialmente en esti<strong>los</strong> formales, cuando lapronunciación es más lenta. Por ese motivo se explica que cuando se encuentranla preposición de y el pronombre él, no se produce la contracción.Ejemp<strong>los</strong> de este tipo, en <strong>los</strong> que se indica el alargamiento de la vocalcolocando a su derecha el signo de dos puntos (:), son <strong>los</strong> siguientes:mi hijo mí:joganó otro ganó:troniña alta níñá:ltala agria naranja lá:grianaránjaCon relación a este fenómeno, parece oportuno señalar el caso de <strong>los</strong>sustantivos femeninos comenzados con /á/ acentuada que, como se sabe,no admiten la anteposición del artículo la, y requieren la forma el.De manera que lo correcto es el águila, el alma, el habla, el área. No setrata, como se ha dicho a veces, de que se utilice el artículo masculinopor razón de eufonía, para evitar el encuentro de dos /a/. En estos casos,el es una forma del artículo femenino que, igual que la, deriva delantiguo ela, del latín illa: ela agua.Resulta ilustrativo a este respecto lo que sucede en la pronunciaciónpopular espontánea, tanto en la República Dominicana como en otrospaíses, en la que con frecuencia se realiza la secuencia el agua como lagua,reafirmando el género femenino de la palabra.También se ha generalizado el uso de la forma correspondiente al masculinocon el artículo indefinido: un alma, un arpa.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|46||47|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2Ahora bien, cuando entre el artículo y el sustantivo aparece otra palabra,se usa la forma habitual del artículo femenino: la negra águila, la granárea.Conviene recordar, además, que la práctica de usar la forma el del artículodelante de la /á/ acentuada no se aplica a <strong>los</strong> siguientes casos:a| <strong>los</strong> nombres de las letras del alfabeto: la a, la hache.b| <strong>los</strong> sustantivos que solo distinguen el género por medio del artículo:la árabe frente a el árabe.c| <strong>los</strong> adjetivos: la árida llanura, la alta montaña.Por otra parte, en un aparente intento de lograr mayor corrección, muchaspersonas de niveles sociales medios y altos de la República Dominicanay de otros países extienden erróneamente el modelo ‘el agua’a otros contextos. Así, emplean la forma masculina de <strong>los</strong> demostrativosdelante de sustantivos que comienzan con /á/ tónica:este agua, en lugar de esta agua;aquel área, por aquella área.Dicho uso no representa la norma académica y es considerado incorrecto.Cuando el fenómeno de la sinalefa envuelve más de dos sonidos, puedeincluir, entre otras combinaciones, vocales de abertura distinta (eau,iao), dos de igual abertura con otra u otras más o menos cerradas (ioe,oae, ioae, ioau), e incluso vocales iguales (aaa).Algunos ejemp<strong>los</strong> de combinaciones de tres o más vocales que formansinalefa son <strong>los</strong> siguientes:/eau/: de Aurora: deauróra/eao/: quiere a otro: quiére aotro/eai/: sale aire: sáleáire/iea/: nadie atiende: nádieatiénde/oao/: debo ahorrar: déboaorrár/uao/: lengua olvidada: lénguaolvidáda/ioau/: cambio automático: cámbioautomático/ioai/: escribió a Isabel: escribióaisabel/ioaeu/: envidio a Eugenia: envídioaeugéniaLa condición que favorece la realización de la sinalefa en estos casosdonde concurren tres o más vocales, es que no haya una vocal más cerradaen medio de otras más abiertas, como sería el ejemplo de habla yescribe, en el que se encuentran [a i e]. Esta secuencia vocálica no puedeser pronunciada en una sola sílaba porque existe una frontera natural delantede la vocal más cerrada. La división silábica del ejemplo anterior es:há - bla - ies - crí - be. Esto es así a causa de la estructura piramidal dela sílaba, descrita anteriormente, que sigue una progresión de menor amayor abertura antes del centro y de mayor a menor después del centro.Precisamente por la razón anterior, la formación de <strong>los</strong> triptongos enespañol requiere como condición necesaria que haya una vocal abiertao una media, /a, e, o/, situada entre dos cerradas, /i, u/: Paraguay(uai), miau (iau), hioides (ioi).Todos <strong>los</strong> fenómenos anteriores, relativos a la pronunciación de las secuenciasvocálicas, son también conocidos en el resto de <strong>los</strong> países hispanohablantes.Yen todas partes actúa como factor condicionante el estilode habla, de forma que las fusiones y las reducciones de <strong>los</strong> grupos de vocalesaumentan en la medida en que desciende la formalidad del habla.2|6 Fenómenos vocálicos popularesEn el habla popular, especialmente campesina, se producen algunas variacionesfonéticas relacionadas con las vocales que por lo común reproducenejemp<strong>los</strong> de la pronunciación española antigua. Casi siemprese trata de fenómenos estigmatizados, es decir, de formas que la sociedadconsidera inapropiadas para el uso culto de la lengua.Aquí solo sehará una mención escueta de varios de esos procesos, algunos de <strong>los</strong>cuales serán tratados en otro apartado.Entre <strong>los</strong> casos más frecuentes se encuentran aquel<strong>los</strong> en <strong>los</strong> que la vocalacentuada de la palabra es igual que la vocal de la sílaba anterior,como en escribir, medicina, molinillo, después, coyuntura. Para evitar la repeticiónde esa vocal dentro de la palabra, la primera cambia, produciendoel fenómeno llamado disimilación:escribir se pronuncia escrebir (ecrebí)medicina medecinamolinillo molenillo (‘instrumento para batir jugos, el chocolate, etc.’)después dispués (dipué)coyuntura coyonturaEntre <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> anteriores hay uno que se diferencia de <strong>los</strong> otros. Setrata de molenillo, que se ha integrado así al vocabulario dominicano y


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|48||49|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2es utilizado sin distinción por <strong>los</strong> diversos sectores sociales. Su relacióncon molinillo parece haberse perdido en la conciencia de <strong>los</strong> hablantesque probablemente lo asocian más con la forma fonética de moler.Tresde <strong>los</strong> casos que aparecen citados (escrebir, medecina, dispués) constituyenuna ilustración de la pronunciación campesina y popular, y son negativamenteevaluados por la norma culta del país. En cambio, coyonturano resulta tan rechazada y aparece a veces en el habla de personas instruidasque tal vez no están conscientes del cambio (coyuntura > coyontura)por tratarse de una palabra menos frecuente.En otras ocasiones, sucede lo contrario y una vocal se hace igual a otradentro de la palabra, como en el nombre Félix, que en el habla campesinasuele convertirse en Fele. En este caso influye probablemente el hechode haber tan pocas palabras españolas que terminan con una /i/ inacentuada.Tambiénse añaden sonidos al principio de ciertas palabras, comoen <strong>los</strong> verbos rascar, empujar, prestar y recostarse, que en el habla popular seconvierten en arrascar, arrempujar, emprestar y arrecostarse, respectivamente.En cuanto a la pronunciación de algunas secuencias de vocales que noforman diptongo, se escuchan en el habla campesina formas ocasionalesen las que el acento se traslada de una vocal a la otra. Ilustran estefenómeno raíz, convertida a veces en rái,y maíz en mái. La última tambiénadopta la variante mají. De modo similar ocurre con las palabrasamoníaco, cardíaco, policíaco, período, pronunciadas a veces con diptongoen el habla popular: amoniaco, cardiaco, policiaco, periodo. Es pertinente señalarque en <strong>los</strong> grupos sociales medios y altos de la sociedad dominicanase prefiere en todos estos casos el mantenimiento del hiato (amoníaco,cardíaco, policíaco, período), a diferencia de la práctica común enotros países hispanoamericanos.Con el adverbio ahí, en la construcción por ahí, sucede el mismo fenómenode la diptongación. Sin embargo, en este caso el cambio está muchomás generalizado en el habla espontánea de todos <strong>los</strong> niveles sociales.Así, es normal escuchar porái, en lugar de poraí.2|7 Las consonantesEl español dominicano utiliza un conjunto de diecisiete consonantes:b:be,p:pe,d:de,t:te,g: gue, k: ka, ch: che, f: efe, s: ese, y:ye,j: jota,m: eme, n: ene, ñ: eñe, l: ele, r:ere,rr:erre.La enumeración anterior deja en claro que ni la zeta (z) ni la elle (ll)forman parte del sistema de sonidos empleado por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>.Igual que en el resto de <strong>los</strong> países hispanoamericanos, en la RepúblicaDominicana es general el seseo, que consiste en pronunciar /s/ en lugarde la zeta. El sonido interdental zeta, que se representa normalmenteen la ortografía con la letra c ante las vocales e, i (cena, cinco), y conz en <strong>los</strong> demás contextos (zapato, pozo, zumo, luz), se articula introduciendosuavemente la punta de la lengua entre <strong>los</strong> bordes de <strong>los</strong> dientesincisivos. Su pronunciación solo se conserva de manera regular enel habla de una parte de España, no en todo su territorio. En Hispanoaméricase ha establecido como normal en cualquier estilo de hablael seseo, que no solo es un hecho aceptado social y académicamente, sinoque constituye un rasgo importante de la identidad lingüística ycultural de más de 300 millones de hablantes que considerarían afectadoy cursi el empleo de la zeta.En este sentido, conviene aludir a la práctica ridícula de ciertos intelectuales<strong>dominicanos</strong>, especialmente políticos y abogados, que en situacionesmuy formales de discursos solemnes, tratan de pronunciar lazeta.Al intentarlo, muestran una actitud alienante que posiblemente seael resultado de un estado de inseguridad lingüística y de ignorancia desu propia identidad cultural.Y para colmo, lo hacen incoherentemente,porque unas veces las pronuncian, otras no y en ciertas ocasiones lascolocan donde no corresponde.Algo similar podría comentarse también con respecto a <strong>los</strong> esfuerzosque realizan algunas personas, sobre todo en <strong>los</strong> medios de comunicacióny en el ámbito escolar, por pronunciar como labiodental la v conque se escribe, por ejemplo, la palabra vaca. Desde hace varios sig<strong>los</strong>, yasí lo suscribe la Real Academia Española, esta letra representa el mismosonido que simboliza la b. Por tanto, en español resulta artificial insistiren esta pronunciación labiodental que sí tienen el francés, el italiano,el inglés y otras lenguas. Lo que motiva dicho fenómeno es, sinduda, el peso de la conciencia ortográfica en personas con cierto nivelde instrucción que procuran refinar su modo de hablar tomando comomodelo la forma escrita de las palabras. Pero cuando esos mismoshablantes dejan de poner atención a su pronunciación, regresan a la articulaciónnatural, bilabial, de la ve como be.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|50||51|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2En el habla de algunas personas se percibe, además, una tendencia a esapronunciación labiodental, incluso en casos donde la ortografía tieneb, con una intención aparentemente enfática.Así, se puede escuchar enboca de gente de diversa procedencia social, que una frase como ¡Québello!, suene ¡Qué vello! De esta forma parece buscarse una intensificaciónexpresiva, que no se logra con la pronunciación bilabial usual. Siesta explicación es válida, se estaría ante la aparición de un nuevo elementofuncional que se añade al sistema de sonidos del español dominicano.Por otra parte, todo el mundo sabe que el yeísmo es absolutamente generalen el país. Este fenómeno consiste en pronunciar ye en lugar deelle, de forma que no se distingue la realización fonética de se cayó (decaerse) de la de se calló (de callarse). En esto el país coincide con ampliaszonas de España y con muchos países hispanoamericanos. La distinciónentre la ye y la elle solamente se conserva en zonas de España y en regionesde varios países de América del Sur.En general, la pronunciación de la consonante ye no presenta variacionesde consideración en la República Dominicana. En todos <strong>los</strong> nivelessociales a través del país entero, predomina la articulación normal delespañol estándar. No se llega al grado de tensión ni al ensordecimientoque tiene, por ejemplo, en zonas argentinas, donde amarillo suena amarisho,ni al debilitamiento que se da en países de América Central y otrasregiones, donde calle puede convertirse en caie y hasta en cae.Según se indicó antes, la mayoría de las variaciones consonánticas ocurrenal final de la sílaba. Sin embargo, en ocasiones suceden cambios enposición prevocálica, como en el caso de la /d/ cuando aparece colocadainmediatamente después del acento (apretado > apretao) o de la jota,cuya pronunciación se describe brevemente a continuación.2|7|1 La jotaLa consonante jota se representa ortográficamente por la letra ‘j’ delantede cualquiera de las vocales (jamás, jefe, jinete, joven, juventud ) y por‘g’ delante de e, i (gente, gigante). En la República Dominicana, comoen el resto de las Antillas hispánicas, este sonido se pronuncia de formarelajada, aspirada, más parecido a la [h] de la palabra inglesa hot, que ala articulación tensa y áspera que caracteriza la pronunciación de <strong>los</strong>habitantes de la región centro-norte de España cuando dicen, porejemplo, el sonido inicial del término jamón. La realización suave y relajadaconstituye la opción considerada normal en <strong>los</strong> distintos nivelessociales del país, aun en <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> más cuidadosos. De esta manera, sien una situación formal, un dominicano intentara pronunciar la jotadura a la manera española, probablemente provocaría una reacción derechazo de parte de sus interlocutores.En el único vocablo del léxico usual de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> donde se encuentrauna jota en posición final de palabra, la misma desaparece enla pronunciación ordinaria: reloj se convierte normalmente en reló.Laconsonante reaparece en la forma plural del término. En ese caso seencuentra situada al inicio de una sílaba: re-lo-je(s).Aparte de la región del Caribe, el fenómeno de la pronunciación aspiradafloja de la jota se produce también en la costa de Colombia y deEcuador, en Venezuela, en <strong>los</strong> distintos países centroamericanos, en Andalucía.2|7|2 Pronunciación de la ‘h’ como jotaEn el habla popular espontánea, sobre todo en las zonas rurales, se conservael sonido aspirado de la “hache”, pronunciado como la jota relajadaanteriormente descrita, en muchas palabras que antiguamente lotenían proveniente de /f/ en latín o de otro origen.Algunos ejemp<strong>los</strong> frecuentes son <strong>los</strong> siguientes:jablador (‘hablador’)jallar (‘hallar’)jambre (‘hambre’)jaragán (‘haragán’)jartura (‘hartura’)jeder (‘heder’)jembra (‘hembra’)jierro (‘hierro’)jinchar (‘hinchar’)jocico (‘hocico’)jondo (‘hondo’)joyo (‘hoyo’)ajogarse (‘ahogarse’)


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|52||53|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2En determinadas palabras, como en jacer (‘hacer’) o en jijo (‘hijo’), elmantenimiento del sonido aspirado inicial tiene una fuerte connotaciónrústica. Pero en otros casos, esa pronunciación se ha generalizado,como en mojo (‘moho’), vajo (‘vaho’), y casi se considera normal, aunqueno tanto como en <strong>los</strong> que ya se ha integrado por completo a laspalabras y forma parte de la pronunciación culta.Tal es la situación de<strong>los</strong> indigenismos jicotea y jobo, y de <strong>los</strong> topónimos, también de origenindígena, Haina y Dajabón.En cambio, la aspiración generalmente no se produce en las palabrashebilla, hermoso y hoja. Es difícil determinar la causa de este fenómeno.Sin embargo, en el caso de la primera, un dato que quizá tenga algúnvalor es el hecho de tratarse de una unidad léxica menos frecuente quelas otras. En la palabra hoja, probablemente influye la presencia inmediatade dos sonidos posteriores, la o y la jota de la sílaba siguiente, queactúan como elemento inhibidor para evitar la repetición.Un ejemplo interesante de lexicalización se ha producido con <strong>los</strong> términoshablador, harina y humo, que adquieren un sentido distinto al originalcuando se pronuncian con la aspiración inicial. Surgen así tres nuevas palabras:jablador, que en el habla familiar espontánea quiere decir mentiroso,frente a hablador (‘que habla mucho, parlanchín’); jarina, que en el hablapopular campesina significa llovizna, lluvia fina, frente a harina (‘polvo queresulta de moler ciertos granos’); y jumo, que se emplea en esti<strong>los</strong> informalespara indicar embriaguez o borrachera, distinto de humo (‘vapor, gas’).Algo similar ocurre con la palabra alcoholado, que bajo la forma aicojolao,designa en el Cibao el fruto (la fruta) que se encuentra a medio madurar.También vale citar el valor enfático y afectivo que a veces tiene la pronunciaciónde la ‘h’ en determinadas palabras. Cualquier <strong>dominicanos</strong>abe que no encierra la misma fuerza expresiva decir:Ese ruido me tiene harto que Ese ruido me tiene jarto.A mí me hierve la sangre que A mí me jierve la sangre.El mismo fenómeno se puede ejemplificar con la pareja hambre / jambre.2|7|3 La /d/ intervocálicaEn el español dominicano se da, como en todas partes, la desapariciónde la /d/ cuando está situada entre dos vocales y a continuación de lasílaba acentuada, en palabras como estas:dedo deonada napelado pelaotodo toPero este proceso ocurre de forma moderada si se compara con <strong>los</strong> índicesmás elevados que se registran en España, donde una forma comoterminao, en vez de terminado, es más frecuente y llega a ser más o menostolerada socialmente.En la gráfica 2.1 se puede observar que la pérdida no alcanza una cuartaparte de las /d/ en ninguna de las ciudades americanas: Panamá (Cedergren1979), San Juan de Puerto Rico (López Morales 1983), Santiago(Alba 1999). Por el contrario, en Las Palmas de Gran Canaria(Samper 1996) y en Córdoba, Andalucía, (Bidaurrazaga 1994), se realizaen la tercera parte o más de <strong>los</strong> casos. En estos lugares, además, ocurrecon relativa frecuencia en el habla culta.0 5 10 15 20 25 30 35 40CÓRDOBALAS PALMASSANTIAGOSAN JUANPANAMÁLa gráfica 2.2 indica que el grupo social bajo supera al alto en cuantoa la frecuencia con que suprime la /d/ en una proporción mayor detres a uno. Estos resultados parecen certificar la idea de que la eliminaciónabundante de la /d/ es fenómeno sin prestigio, que se percibe comosíntoma de escasa educación. La diferencia tan notable en la frecuenciacon que el cambio es producido por ambos grupos, lo con-GRÁFICA 2.1Índice depérdida de la /d/intervocálicaen varias ciudades


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|54||55|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2GRÁFICA 2.2Porcentajede eliminaciónde la /d/intervocálicaen conversacioneslibres segúnel nivel social35302520151050vierte en un hecho que identifica a quienes más lo practican: <strong>los</strong> hablantesdel nivel social bajo.Como ilustración se presentan dos fragmentos: el primero correspondea una mujer de clase alta y el segundo a un obrero de clase baja. Segúnse observa, en el primer texto aparecen ocho /d/ intervocálicas,todas conservadas. En cambio, en el segundo, la mitad de las /d/ sonelididas.1|‘Al regresar, nunca trabajé, pero siempre me han gustado todas esas otras actividades,eso de las Damas Amigas de la Universidad, que el Patronato del Hospitalde Niños, el Voluntariado ahora en el hospital. Eso siempre me ha gustadoy lo he seguido y entonces ahora, desde enero, estoy yendo a la veterinaria de tarde,porque también sucede que la cuñada mía, Marta, está encinta y entonces, ala hora que dé a luz, soy yo la que me voy a quedar allá, así es que ...’2|‘Yo no tengo má na, má nada absolutamente.Tengo un hijo que etá en laecuela, y son cincuentamí cosa. El papá mío y la mamá y la mamá mía tán ahígrupo social alto9%grupo social bajo33%también, que hay que etarlo viendo. En siendo cosita que se mueva, tengo yo quesaber de todo.Adió, yo tengo, que <strong>los</strong> viejo mío me lo traje, vedá, ... su comidano le falta, pero aunque quede pasao, porque to lo mese tengo que quedá pasao.’La diferencia de nivel sociocultural es un factor que arroja resultadossimilares en otros lugares, donde <strong>los</strong> hablantes del grupo bajo producensistemáticamente un mayor porcentaje de eliminaciones que <strong>los</strong>demás. Así sucede en Puerto Rico (López Morales 1983), en Caracas(D’Introno y Sosa 1986), en Panamá (Cedergren 1979), en Lima (Caravedo1990), en Córdoba (Bidaurrazaga 1994), y en Las Palmas (Alvar1972, Samper 1996).El cuadro 2.1 presenta una comparación según el nivel sociocultural envarios dialectos.NIVELSOCIAL CARACAS LIMA LAS PALMAS SANTIAGOAlto 8% 16% 14% 9%Bajo 18% 33% 47% 33%Según se observa, la importancia del factor sociocultural es mayor enLas Palmas y en Santiago, donde <strong>los</strong> hablantes del grupo bajo producenmás de tres eliminaciones por cada una que realiza el grupo alto.En las otras dos ciudades, la proporción es solo de poco más de dos auna.En ciertas palabras, sin embargo, la supresión de la /d/ se ha hechonormal en el habla de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> de <strong>los</strong> distintos grupos sociales.Algunos ejemp<strong>los</strong> en <strong>los</strong> que sucede este proceso de lexicalizacióndonde la eliminación de la /d/ forma parte integral de la palabrason:asopao (‘sopa espesa con carne y arroz’)caballá (en estilo coloquial,‘tontería, cosa sin importancia’)gandío (en estilo coloquial,‘glotón’)jalao (‘un tipo de dulce de coco’)melao (‘especie de jugo espeso de caña’)perico ripiao (‘música típica dominicana’ y ‘conjunto que la toca’)salao (en estilo coloquial,‘persona graciosa, atractiva’; se aplica especialmentea niños)Pronunciar la /d/ en esos casos diciendo asopado o melado, por ejemplo,sonaría afectado y ridículo a la mayoría de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. Inversamente,en el habla popular se dan a veces casos de ultracorrecciónen <strong>los</strong> que se añade la -d-, y resulta cacado (por cacao) y Cibado(por Cibao).CUADRO 2.1Eliminaciónde la /d/intervocálicasegún el nivelsocioculturalen varios dialectos


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|56||57|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2|Eliminación de la /d/ y el contexto fonético|Un condicionantelingüístico de la caída de la /d/ es el contexto fonético, en el quese incluye tanto la vocal antepuesta como la pospuesta al segmentoanalizado. Las cifras ofrecidas en el cuadro 2.2 revelan que es altamentesignificativa la variación creada por este factor.Los dos contextos que favorecen con más fuerza el proceso son -adoy -oda, con unos porcentajes que sobrepasan una tercera parte del total.También se destacan por su alto índice de elisión <strong>los</strong> contextos-ada,-ido,-odo. Sin embargo, otros contextos dificultan y, en algunoscasos, parece que evitan la desaparición de la /d/ intervocálica.A pesarde que el número de /d/ en estas posiciones es muy reducido, loque impide conceder un valor absoluto a <strong>los</strong> resultados, llama la atenciónel 0% de elisión que se obtiene en <strong>los</strong> contextos -ade,-eda,-ide,-uda, -ude. Constituyen también un freno del proceso <strong>los</strong> entornos-ede,-edo, ida.Los resultados anteriores confirman un patrón de comportamientoque tiene alcance panhispánico, como permite ver el cuadro 2.3. EnCaracas, Panamá y Las Palmas, -ado y -oda son, igual que en Santiago,<strong>los</strong> contextos que favorecen más la eliminación. Uno de <strong>los</strong> quemenos la favorece es -ida en Caracas, en Las Palmas y en Santiago.CONTEXTO LAS PALMAS PANAMÁ CARACAS SANTIAGOado 55% 52% 19% 34%oda 53% 35% 10% 36%ido 37% 25% 4% 29%odo 36% 16% 9% 28%ada 27% 12% 6% 30%ida 14% – 3% 6%CUADRO 2.3Porcentajesde eliminaciónde la /d/intervocálicasegún algunoscontextosen varias ciudadesCUADRO 2.2Eliminaciónde la /d/según elcontextofonéticoCONTEXTO % NADA 30 64/211ADE 0 0/28ADO 34 77/226EDA 0 0/15EDE 7 7/101EDO 6 2/33IDA 6 6/98IDE 0 0/12IDO 29 31/107ODA 36 17/47ODE – –ODO 28 46/166UDA 0 0/17UDE 0 0/13UDO – –302520151050A E I O U30%30%6%17%0%Si <strong>los</strong> resultados obtenidos según el contexto se dividen atendiendo soloa una de las dos vocales que rodean a la /d/, la anterior o la posterior,se producen las cifras que recogen las gráficas 2.3 y 2.4.Cuando la vocal antepuesta es una a- (salado, cada), o una o- (todo, lodo),la supresión representa aproximadamente una tercera parte del totalde casos posibles. Sin embargo, la frecuencia del fenómeno des-GRÁFICA 2.3Porcentajede eliminaciónde la /d/intervocálicasegún la vocalantepuesta


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|60||61|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2grupo eliminan una de cada tres /d/ postónicas (el 32.65%). Por tanto,una condición para que el segmento /d/ se pierda variablementecon mayor o con menor frecuencia, es que esté colocado inmediatamentedespués de la vocal acentuada e inmediatamente antes del últimonúcleo silábico de la palabra. Esta puede terminar con vocal o consonante:nada, puede(n), todo(s).De acuerdo con las observaciones anteriores, se excluyen del análisispalabras como nadie o radio, donde el elemento siguiente no es el núcleode la sílaba, y otras como deuda, en la que hay una /u/ entre la vocalacentuada precedente y la /d/ siguiente. Naturalmente, quedantambién fuera de consideración las palabras esdrújulas, donde el procesode elisión no solo es muy poco común, sino que, de hecho, podríaconsiderarse inexistente. Dado que las palabras esdrújulas son poco frecuentesen español, son limitados <strong>los</strong> casos de /d/ intervocálica en estetipo de palabra. En el corpus de la investigación se encuentran 15:cómodo (2 veces); crédito (3); médico (5), periódico (1) y sábado (4). La /d/se conserva en todos <strong>los</strong> casos.Dentro de estos casos hay palabras como médico, donde la /d/ correspondea la penúltima, no a la última sílaba de la palabra, y otras comosábado y cómodo, en las que la /d/ se encuentra entre vocales en la sílabafinal, pero no está inmediatamente precedida por el acento. Lógicamente,tampoco se consideran las palabras con /d/ intervocálica en lasque el acento recae en la misma sílaba donde aparece la /d/, como esel caso de comedor, quedamos, acueducto.Al final de la palabra, como ocurre en la mayor parte del mundo hispánico,lo normal es la desaparición de la /d/ en el habla espontáneade todos <strong>los</strong> sectores sociales: ciudá (ciudad), libertá (libertad), usté (usted),verdá (verdad). El elemento eliminado reaparece, colocado en posicióninicial de sílaba, en la forma plural de la palabra: ciudá: ciudade(s),u(s)té: u(s)tede(s).|Eliminación de la /d/ y el tipo de palabra|Si se analiza el efectoque tiene en el proceso de eliminación de la /d/ la categoría gramaticalde la palabra donde está la consonante, se descubren <strong>los</strong> datosreunidos en la gráfica 2.5.La diferencia que produce en <strong>los</strong> resultados esta variable es significativa.El participio sobresale con una frecuencia superior al 40%, seguido50403020100por el adjetivo con 28%; sin embargo, el sustantivo y el verbo apenastoleran un 8% y 5%, respectivamente.También en este punto el español dominicano muestra un firme paralelismocon el de otras zonas. Aunque <strong>los</strong> porcentajes varían, se mantienela misma jerarquía (1. participio, 2. adjetivo, 3. sustantivo, 4. verbo)en Las Palmas de Gran Canaria (Samper 1996). Asimismo sucedeen Caracas (D’Introno y Sosa 1986) y en Cuba (Strong 1996).Aunque sus resultados no son categóricos, el estudio de Strong muestraque la frecuencia de las palabras es un factor relevante que no deberíaser ignorado a la hora de explicar el proceso de desaparición dela /d/ intervocálica. Al comparar individualmente <strong>los</strong> porcentajes desupresión con la frecuencia de las palabras con /d/ intervocálica en <strong>los</strong>materiales de la norma culta de La Habana, el autor descubre que nuevede las veinte palabras más frecuentes presentan una tasa de eliminaciónsuperior al promedio, que es de 15.45%.adjetivo participio sustantivo verbo28%41%Precisamente esa podría ser una de las causas que explican <strong>los</strong> altos índicesde pérdida alcanzados en el español dominicano de Santiago porlas palabras nada y todo-a, que se repiten con tanta frecuencia en el discurso.Los resultados se muestran en el cuadro 2.5.8%5%GRÁFICA 2.5Porcentajede eliminaciónde la /d/según el tipode palabra


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|62||63|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2CUADRO 2.5Eliminaciónde la /d/intervocálicaen nada y todo-aPALABRA % NNADA 40 53/131TODO-A 30 63/210Como se puede observar, la caída de la /d/ en la palabra nada alcanzaun índice de 40% (ocurre 53 veces de un total de 131 posibilidades),igual que <strong>los</strong> participios, la categoría que más favorece la pérdida de la/d/ intervocálica. Por su parte, en la forma todo-a el fenómeno se producecon una frecuencia de 30% (aparece en 63 de las 210 ocasionesposibles incluidas en el corpus analizado).Estos altos porcentajes manifiestan el probable efecto, en el proceso deelisión consonántica, de la frecuencia de la palabra, que en algunos casospodría ser tan o más importante que el que ejercen la categoría léxicao el contexto fonológico.Así se explicaría el mayor índice de supresiónde la consonante en el primero de <strong>los</strong> miembros de cada unode estos pares de palabras:1|a lado (frecuentemente pronunciada lao)1|b grado (rara vez convertida en grao)2|a toda (frecuentemente pronunciada toa)2|b moda (rara vez convertida en moa)La misma razón del desgaste por el uso repetido puede estar relacionadacon la pérdida de la /d/ en la preposición de cuando aparece precedidapor una vocal en frases nominales. Es un hecho conocido queen el habla popular espontánea, construcciones como:mano de trapocasa de maderamata de cocodulce de lechese convierten generalmente en:manoetrapocasemaderamatecocodulceleche2|7|4 La /s/ final de sílaba y de palabraSin duda, una de las características más notables de la pronunciacióndominicana es la elevada frecuencia con que se elimina la /s/ final desílaba y de palabra, lo que genera formas como ete, por este,o do, en vezde dos. Esta relajación tiene su origen en una disminución de la energíaarticulatoria, reflejada en un descenso de la intensidad, que caracterizala pronunciación de todo sonido colocado al final de la sílaba,como se expuso oportunamente. Obsérvese que la pérdida no ocurresi la /s/ está al inicio de sílaba, como en silla o en peso. Son frecuentescasos como dede por desde y lune en vez de lunes, pero resultaría extrañoescuchar opa por sopa o beo por beso.Para ilustrar el fenómeno de la desaparición de la /s/, se presenta el siguientefragmento, producido por un chofer del concho de Santo Domingoal expresarle su opinión a un periodista de la televisión sobre elaumento de precio de la gasolina anunciado en esos días por el Gobierno:‘Eto tá demasiado malo. Mira, eta é la hora que yo no me he desayunao. Etoydede la sei de la mañana sentado en ete volante aquí, en ete guía, y nada máhe picao ciento cincuenta peso.Y ete carro é de ga. ¿Y tú sabe cuánto se chupa?Ciento treinta peso al día. No hay má que hablar.’Según se puede observar, el hablante ha eliminado las dieciocho /s/ situadasen posición final de sílaba y de palabra en el texto: eto (esto), tá(está), eta (esta), é (es), etoy (estoy), dede (desde), la (las), sei (seis), ete (este),ete (este), má (más), peso (pesos), ete (este), é (es), ga (gas), sabe (sabes),peso (pesos), má (más).|El factor sociocultural|Aunque puede haber casos excepcionales,como en cualquier otro campo, es válido afirmar que todos <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>eliminan las /s/ en determinadas circunstancias. Pero, como eslógico, existen diferencias en cuanto a la proporción en que lo hacenunos y otros. En este sentido, tiene una gran importancia el elementosociocultural, en especial, el nivel de educación de la persona.El proceso de reducción llega a ser casi sistemático en el nivel socialbajo, que suprime 9 de cada 10 /s/ finales, como indica la gráfica 2.6.Este hecho sugiere la idea de que la supresión tan repetida de esta consonantees un fenómeno rechazado socialmente.Así lo indica tambiénel descenso de la pérdida de la /s/ cuando se pasa del estilo espontá-


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|64||65|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2eliminaciónjota «j»ese «s»GRÁFICA 2.6Variantes de /s/final de sílabaen conversacioneslibres en el gruposocial bajoneo a otro más formal, o cuando habla una persona de nivel social alto.Según señala la gráfica 2.7, <strong>los</strong> hablantes con educación superiortambién eliminan las /s/, pero lo hacen mucho menos: en 4 de cada10 ocasiones.Los elevados porcentajes de eliminación de la /s/ por parte de <strong>los</strong> hablantesdel nivel social bajo, junto a <strong>los</strong> casos de ultracorrección quedescubre en sus entrevistas (yos, por yo, plástano, en vez de plátano), hacenpensar a Terrell (1986) que el habla popular dominicana se caracterizapor un léxico sin /s/ final de sílaba y de palabra. Según su hipótesis,las palabras costura y lunes, por ejemplo, se encuentran ‘registradas’en la memoria de esos hablantes bajo las formas cotura y lune, respectivamente.Considera que resulta más simple la inserción de una cantidadreducida de /s/ en lugar de postular la existencia de una regla queelimine ese sonido de manera casi constante.Así, el componente fonológicodel español popular dominicano carecería de /s/ final de sílaba3% 7%90%a nivel profundo y las escasas apariciones de esta consonante en el hablaserían explicadas por una regla de inserción condicionada por elfactor estilístico. De acuerdo con este análisis extremista, el sociolectobajo de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> se diferenciaría tajantemente de <strong>los</strong> demásdialectos hispánicos que eliminan este mismo segmento de manera variable.Una de las principales debilidades del planteamiento del investigadornorteamericano consiste en que se fundamenta en la conveniencia teóricade la simplicidad y no en la realidad en cuanto tal. Basta que decada cien usos de una palabra, la /s/ se conserve una sola vez para quesea inadmisible la hipótesis de la inexistencia del segmento a nivel subyacente.En su estudio sobre la /s/ final dominicana, López Morales (1990)rechaza contundentemente la radical interpretación de Terrell. Susdatos, obtenidos mediante dos entrevistas a cada uno de sus informantes,le permiten comprobar que el cambio de estilo conlleva unadisminución muy importante de las eliminaciones. Al expresarse enel estilo espontáneo, <strong>los</strong> hablantes analfabetos o semianalfabetos suprimieronlas /s/ finales en el 92% de las ocasiones; <strong>los</strong> que teníaneducación primaria lo hicieron en el 89%; y <strong>los</strong> que habían cursadoestudios secundarios, en el 87%. Sin embargo, esas cifras descendierona 68%, 64% y 60%, respectivamente, en el estilo más cuidadoso.Estos hechos revelan, lógicamente, la existencia de la /s/ final en laconciencia de <strong>los</strong> hablantes. Por otra parte, las reposiciones de /s/producidas al emplear el estilo más formal, en su gran mayoría resultaroncorrectas, es decir, <strong>los</strong> casos de ultracorrecciones (yusca, por yuca)fueron insignificantes (1.3% para <strong>los</strong> analfabetos y menos de 1%para <strong>los</strong> demás). Estos resultados permiten a López Morales llegar ala conclusión de que igual que todos <strong>los</strong> sociolectos hispánicos, el españolpopular dominicano posee un segmento fonológico subyacente/s/, por lo cual resulta innecesario introducir extrañas reglas de inserciónde /s/ que romperían la base común de todos <strong>los</strong> dialectosespañoles.Con respecto al tema de las ultracorrecciones, que es uno de <strong>los</strong> argumentosen <strong>los</strong> que se apoya la hipótesis de Terrell, es oportuno señalarque <strong>los</strong> datos de esta investigación no solamente corroboran <strong>los</strong> de LópezMorales, sino que son aun más determinantes. En un conjunto de35 conversaciones libres de aproximadamente 20 minutos de duracióncada una, no se registra ni un solo caso de /s/ antigramatical. Esto inducea pensar que el fenómeno de la ultracorrección tiene un carácteranecdótico, carente de la importancia cuantitativa que le atribuye Terrell,y que, además, solamente es producido por ciertos hablantes. En-


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|66||67|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2eliminaciónjota «j»ese «s»GRÁFICA 2.7Variantes de /s/final de sílabaen conversacioneslibres en el gruposocial altotre <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> que cita el autor hay algunos como dostol (doctor), doces(doce). Otros constituyen incluso violaciones a la estructura combinatoriadel español que, salvo muy contados casos, como bíceps o tórax -tóraks-,rechaza <strong>los</strong> grupos de dos consonantes al final de la palabra.Al investigadorle pareció oír secuencias tan sorprendentes como al finals (alfinal), lo dulcito que sobrans (<strong>los</strong> dulcitos que sobran).En lo que respecta a la realización aspirada de la /s/, resulta claro quese trata de una variante de prestigio, apreciada por la sociedad. Estapronunciación, que consiste en una especie de soplo de aire que alsalir roza el fondo de la boca, es similar a una jota: lojamígo, en vez de<strong>los</strong> amigos; laíjla, por la isla, medálomíjmo, en lugar de me da lo mismo.Es la variante mayoritaria en el habla del grupo social alto, como ilustrala gráfica 2.7. Representa aproximadamente la mitad del total de/s/ colocadas al final de sílaba en el interior de la palabra. El dato autorizaa pensar que esta forma de pronunciación de la /s/ constituye41%11%48%una variante aceptada y reconocida como propia del habla culta dominicana.Obsérvese el siguiente ejemplo que corresponde a un comentario realizadoen una entrevista de televisión por un reconocido economista ypolítico del país:‘Loj aranceles de loj productoj terminadoj, que van a competir con la indutrianacional, que en promedio pagan un treinta o un veinte porciento, lo que paganun treinta van a ser rebajado a un diez, y lo que pagan un veinte van aser rebajado a un diez. En cambio, la materia prima que usa la indujtria, quegeneralmente ejtá gravada con muy poco, con un tre, y con un cinco porciento,va a ser aumentada a un diez. El que pagaba un trej porciento va a pagar undiej porciento, e decir, le van a triplicar <strong>los</strong> impuejtoj a la materia prima.’De <strong>los</strong> veintidós casos que incluye el comentario, solo en cinco (23%)se mantiene la /s/ plena, diez (45%) se convierten en variantes aspiradasy siete (32%) son eliminados. Estos datos del estilo formal confirmanel carácter prestigioso de la aspiración (el sonido similar a unajota).Esta aspiración y subsiguiente supresión de la /s/ se da en muchos países,en especial en lugares de Suramérica, como en Argentina y en Chile;en el Caribe, incluyendo a Venezuela; y en la región sur de España.En la República Dominicana, lógicamente, la conservación de la /s/en forma plena tiene prestigio, pero su frecuencia en el habla naturaldebe mantenerse dentro de ciertas proporciones. Rebasar esos límites,pronunciando todas las /s/, puede resultar cursi, rebuscado, aun dentrode la norma culta del país. Podría decirse que el español estándar dominicanono juzga natural ni apropiada la retención sistemática de la/s/, porque se le concede un espacio importante a la aspiración, comose vio antes, y otro menor a la supresión. La conservación constante deeste segmento en todos <strong>los</strong> contextos, suele considerarse afectada ypuede percibirse como pretenciosa. En una encuesta realizada hace pocoentre estudiantes universitarios, 3 de cada 4 expresaron que les ‘suenararo y rebuscado’ un compañero que al hablar pronuncia todas las/s/ finales de sílaba. Algunos incluso comentaron que al hablar así, sucompañero podría parecer afeminado.|El factor sexual|La apreciación anterior, que puede sonar caprichosa,cuenta con apoyo objetivo. Muchos estudios sobre el español yotras lenguas revelan un hecho muy generalizado: las mujeres tiendena mostrar un comportamiento más conservador, más apegado a las formascorrectas y de prestigio, que <strong>los</strong> hombres. Ellas ponen más atenciónen la apariencia, materializada en este caso en su actuación lingüística,porque a través de ella manifiestan su estatus social. Por el contrario,la masculinidad se relaciona a menudo con una conducta menos


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|68|s|69|Rasgos fonéticos: la pronunciacióncuidadosa, por lo que <strong>los</strong> hombres son, en general, más propensos aluso de las formas estigmatizadas.Con respecto a la pronunciación de la /s/, esta actitud se expresa conla mayor retención de dicho segmento, tanto en forma de ese como dejota, por parte de las mujeres que de <strong>los</strong> hombres, según ilustra la gráfica2.8. Resulta comprensible, en ese sentido, que la conservaciónconstante de la /s/ se asocie a la idea de feminidad, como confirmanmuchas comedias y chistes populares al reproducir el habla afeminadacon una notable corrección, manteniendo todos <strong>los</strong> sonidos.|El acento|Un factor lingüístico que desempeña un papel muy importanteen el proceso de debilitamiento de la /s/ es el acento. Esto sepuede comprobar tanto con la /s/ al final de la palabra (<strong>los</strong> otros) comoal final de sílaba dentro de la palabra (pasta).En cuanto al primer caso, es sistemática la conservación de la /s/ finalde palabras sin acento si el término siguiente comienza con vocalPuede observarse que en <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> anteriores se requiere como condiciónnecesaria para la conservación de la consonante, la presencia dedos factores: que la /s/ pertenezca a una palabra inacentuada y que lapalabra siguiente comience con una vocal acentuada. Si falta uno de estosdos elementos, entonces <strong>los</strong> resultados son variables, es decir, la /s/no se mantiene de forma regular.De esa manera, en enunciados del tipo mis amigos, <strong>los</strong> hermanos, las naranjas,la /s/ de mis, <strong>los</strong> y las (que son palabras inacentuadas) no se conservacon tanta frecuencia como la de <strong>los</strong> en <strong>los</strong>otros, porque no está delantede una vocal acentuada.Tampoco es constante el mantenimiento de la /s/ final, aunque estédelante de una vocal con acento, si pertenece a palabras como <strong>los</strong> sustantivos,<strong>los</strong> adjetivos, <strong>los</strong> verbos y <strong>los</strong> adverbios, que por ser acentuadastienen autonomía fonética. Es normal, en este sentido, escuchar frasescomo:80conservación aspiración eliminación71%100conservación de «s»98%eliminación706051%mujeres8050604034%3025%hombres40201015%4%202%00GRÁFICA 2.8Variantes de /s/según el sexoen Santiagoacentuada. Efectivamente, aun en el habla de personas sin ninguna instrucciónescolar, en secuencias como lasocho, mishijo, lasuña, <strong>los</strong>otro,susala, la /s/ del artículo y del posesivo se mantiene categóricamente.El carácter regular y sistemático de la conservación de la /s/ en estaposición se revela en <strong>los</strong> datos de la gráfica 2.9, según <strong>los</strong> cuales solamentedos de cada cien /s/ no se mantienen intactas.media docena de naranja agriayo no quiero que tú pierda esa oportunidaddepué hizo un cursoeso e otra cosaEn <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> anteriores,desaparece la /s/ final de naranjas,pierdas,despuésy es, a pesar de que la próxima palabra comienza con vocal acentuada:GRÁFICA 2.9Conservación,en conversaciones,de la /s/ finalen palabras sinacento antevocal acentuada


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|70||71|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2naranja(s) agriapierda(s) esa oportunidaddepué(s) hizoe(s) otraEn el contexto que se comenta (/s/ final de palabra acentuada+vocalacentuada), la /s/ se pierde en el 60% de las ocasiones y se conserva enel 40%, según se ilustra en la gráfica 2.10.Convendría preguntarse por qué la /s/ del artículo <strong>los</strong>, en <strong>los</strong> otros,seconserva de manera constante y la del verbo es, en es otro, se pierde conrelativa frecuencia en el español dominicano. La explicación de estoshechos hay que buscarla en el carácter proclítico de <strong>los</strong> determinantes(artícu<strong>los</strong>, posesivos) que, por su falta de acento, no tienen independenciafonética y necesitan el apoyo de una palabra acentuada para poderformar con ella una unidad de pronunciación. La unión de las dos palabrases favorecida poderosamente por la presencia de la vocal acen-El hecho de que el enlace no sea tan estrecho cuando ambas palabrasson acentuadas, revela que el acento da a ese tipo de términos ciertogrado de autonomía fonética dentro de la frase, lo cual se manifiesta através de unos límites léxicos bien marcados. Por eso tampoco se realizala sinalefa en estos casos. Ejemp<strong>los</strong>: es otra = é ótra, dos uvas = dóúva.En su conservación categórica de la /s/ de <strong>los</strong> determinantes cuandose encuentran delante de vocal acentuada, el español dominicano sedistingue de otros dialectos hispánicos. En Chile y en Andalucía, porsolo citar dos casos, se producen enunciados como lajocho, y a veces inclusolaocho, en lugar de lasocho, que es lo normal en la República Dominicana.En cambio, esta ligazón tan estrecha que hace el español dominicanode la /s/ final de <strong>los</strong> determinantes con la vocal acentuada inicial de lapróxima palabra, guarda cierto paralelismo con el comportamiento del6050conservacióneliminación60%8070sílaba acentuadasílaba inacentuada68%ese «s»604040%5047%23%jota «j»304020309%10201012%41%pérdida00GRÁFICA 2.10Conservacióny eliminación dela /s/ final enpalabras conacento delantede vocal acentuadatuada siguiente, que atrae hacia sí la /s/ precedente. Se produce de esamanera un reajuste silábico que transforma la secuencia <strong>los</strong> ojos en <strong>los</strong>o-jo,desplazando a la /s/ de su original posición final de la sílaba y colocándolaal inicio de la sílaba siguiente. En consecuencia, esa /s/ nose ve afectada ahora por la tendencia al relajamiento que caracteriza <strong>los</strong>sonidos situados al fin de la sílaba.francés. La /s/ francesa final de palabra se pierde, pero se mantienecuando la palabra siguiente comienza con vocal, según ilustran estosejemp<strong>los</strong>: les garçons [legarsõ] (<strong>los</strong> muchachos), frente a les hommes [lezóm](<strong>los</strong> hombres).La importancia del acento en la pronunciación de la /s/ se manifiestatambién en el interior de la palabra. Cuando la sílaba que contiene laGRÁFICA 2.11Variantes de /s/según el acentodentro dela palabra


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|72||73|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2/s/ recibe el acento, como en mismo, avispa o pasta, la eliminación alcanzael 47% de <strong>los</strong> casos. Pero si la /s/ se encuentra en una sílaba sinacento, como en esposo, usted o esperanza, el proceso de desgaste aumentay afecta al 68% de las /s/. De manera inversa, la conservación(tanto de la [s] plena como del sonido aspirado similar a una jota) esmayor si la consonante final corresponde a la sílaba acentuada. Deacuerdo con <strong>los</strong> datos que aparecen recogidos en la gráfica 2.11, la sílabaacentuada aventaja a la inacentuada en una proporción aproximadade tres a dos en cuanto a la conservación considerada de maneraglobal: 53% (12+41) frente a 32% (9+23).Los resultados anteriores son fácilmente comprensibles si se recuerdaque la sílaba tónica en español se caracteriza por recibir un aumentodel tono, de la duración y de la intensidad que actúa como un frenodel proceso de debilitamiento que conduce a la pérdida completa delsonido.|La consonante siguiente|Otro factor lingüístico muy importanteque condiciona el proceso de relajamiento de la /s/ en el español dominicanoes el tipo de consonante que la sigue. A menudo las personasgeneralizan y afirman sin más que <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> se comen laseses. Sin embargo, cuando se observa el fenómeno con cuidado, se descubreque dentro de la palabra, por ejemplo, es notable la diferenciaque provoca el hecho de que la consonante que sigue a continuaciónde la /s/ sea una nasal, como la /m/ (desmayo), la /n/ (desnudo), o unano nasal, como la /p/ (hospital), la /b/ (resbalar), la /t/ (pista), la /d/(desde), la /k/ (rascar), la /g/ (disgusto), la /f/ (desfile), etcétera.Para <strong>los</strong> fines de este trabajo fueron analizadas poco más de 2,000 palabrasen cuyo interior hay una /s/ al final de sílaba. En la mayoría deellas, la /s/ se encuentra delante de una consonante diferente de /n/ yde /m/: 1,883 casos aparecen delante de consonante no nasal y 134 seencuentran delante de nasal.De acuerdo con las cifras mostradas en la gráfica 2.12, cuando la consonantesiguiente es una nasal, el índice de desaparición de la /s/ apenasllega al 25% del total. Pero cuando la consonante no es nasal, entoncesel proceso de desgaste total se eleva al 64%. Inversamente, delantede una /m/ o de una /n/, la solución más frecuente es la pronunciaciónaspirada, como jota, que alcanza un 65% del total.80706050403020100De acuerdo con <strong>los</strong> resultados presentados aquí, en tanto que palabrascomo esposo, susto, desfile y cáscara tienden a ser pronunciadas eposo, suto,defile y cácara, respectivamente, otras como mismo y desnudarse aparecencon más probabilidad bajo las formas mijmo y dejnudarse, que comomimo y denudarse.2|7|5 Pronunciación de la /s/ en las noticias de televisiónPor considerarlo de gran interés, se realizó un análisis de una pequeñamuestra de la lengua utilizada en la televisión, específicamente en <strong>los</strong>programas de noticias. En el corpus estudiado aparece un total de2,656 casos de /s/ en posición final de sílaba, situados tanto en el interiorcomo al fin de la palabra. La proporción correspondiente a cadavariante se ofrece en la gráfica 2.13.Según se desprende de estos datos, no cabe duda de que la realización de/s/ preferida para la emisión de las noticias de televisión en la Repúbli-25%delante de m, n, ñ65%10%64%delante de otras26%10%ca Dominicana es la sibilante, la /s/, que aparece en casi dos terceras partesde las ocasiones posibles. Por el contrario, la eliminación solo representauna décima parte del total y, vale la pena aclararlo, esa proporciónpodría ser aun menor si de <strong>los</strong> materiales analizados aquí se descontarantres cortas entrevistas, realizadas en la calle a personas de clase social baja.En breves intervenciones de varios segundos cada una, algunos choeliminaciónde «s»aspiración «j»retención de «s»GRÁFICA 2.12Variantes de/s/ segúnla consonantesiguiente


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|74||75|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2feres de carros públicos, distribuidores de gas propano y amas de casa deextracción popular, producen el 38% (105 de un total de 275) de lassupresiones de /s/ contenidas en las grabaciones completas.Si se deducen esos datos, la elisión desciende a poco más del 6%, unacifra realmente insignificante para un país considerado por muchoscomo el más radical, el abanderado en el proceso de desgaste fonéticoque experimenta el segmento /s/ en el mundo hispanohablante.La variante aspirada, semejante a una ‘jota’ (dejde por desde), ocupa unrespetable segundo lugar, con un índice que supera una cuarta parte dela totalidad.|Español de las noticias y español conversacional|Al relacionarlas cifras anteriores con datos provenientes de conversaciones libres, puedenotarse que la proporcionalidad existente entre las variantes extremas(la sibilante y la elidida) literalmente se invierte, como permite ver lacomparación de las gráficas 2.13 y 2.14. En las noticias de televisión, laUna primera observación, basada en <strong>los</strong> hechos representados en lasgráficas aludidas, es que existe una diferencia radical entre la pronunciacióndel español que se practica en televisión y la que corresponde aesti<strong>los</strong> conversacionales de la comunidad en general.Tal comprobación,por supuesto, no tiene nada de sorprendente. Simplemente viene a confirmarlo que podría llamarse un presupuesto intuitivo aceptado por laconciencia colectiva: <strong>los</strong> medios de comunicación requieren y empleanuna modalidad lingüística más conservadora, más formal, que la utilizadapor la comunidad en las situaciones ordinarias y cotidianas de la vida.VARIANTE DATOS GENERALES GRUPO SOCIALALTOconservación: s 11% 11%aspiración: j 22% 48%eliminación 67% 41%CUADRO 2.6Variantes de /s/imp<strong>los</strong>iva enel españolde Santiagoeliminacióneliminación10.35% 63.25%22.35% 66.91%jota «j»jota «j»26.40%10.74%ese «s»ese «s»GRÁFICA 2.13Variantes de /s/final de sílabay de palabraen las noticiasde televisióndominicanaconservación de la /s/ se sitúa a un nivel del 63.25%, y la elisión apenasalcanza un 10.35%; en cambio, en las conversaciones libres, la conservaciónde la /s/ desciende al 10.74% y la desaparición se eleva hasta un66.91%. La aspiración permanece a un nivel relativamente similar enambos casos: de un 22.35% en las conversaciones libres, sube ligeramentea un 26.40% en las noticias de televisión.Sin embargo, para que la comparación resulte más justa y adecuada,habría que enfrentar <strong>los</strong> resultados de las noticias de televisión condatos más afines, como serían <strong>los</strong> de las conversaciones correspondientesal grupo social alto, el que goza de mayor prestigio dentro dela sociedad, y no con <strong>los</strong> resultados generales considerados en su totalidad.GRÁFICA 2.14Variantes de /s/final de sílabaen el españolconversacionalde Santiago, R.D.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|76||77|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2eliminaciónjota «j»ese «s»GRÁFICA 2.15Variantes de /s/final de sílaba enconversacionesdel grupo socialalto de SantiagoEl cotejo de las gráficas 2.13 y 2.15 permite lograr una rápida visiónde conjunto. Como se puede observar, lo que en realidad caracteriza alsociolecto alto en relación con la sociedad en general, cuyos datos serecogen en el cuadro 2.6, es su marcada preferencia por el uso de la varianteaspirada, que asciende de forma notable a un 48%, en menoscabo,lógicamente, de la eliminación, que en este caso se reduce en másde un 26%, para situarse al nivel del 40%.La comparación de <strong>los</strong> datos parece llevar de nuevo a la conclusión deque la diferencia entre las dos modalidades lingüísticas es todavía muygrande. La presencia de la /s/ es casi seis veces mayor en la televisiónque en las conversaciones del grupo social alto; en cambio, la eliminaciónes cuatro veces más frecuente en las conversaciones que en la televisión.La diferencia es menos dramática en el caso de la aspiración,en el que la variedad conversacional o natural supera a la televisiva enuna proporción de aproximadamente dos a uno. Una situación similar41%11%48%se presenta en varios países de América, donde la /s/ final de sílabaofrece menos variación en <strong>los</strong> noticiarios televisivos que en el hablamás culta de <strong>los</strong> respectivos países.No hay que olvidar, sin embargo, que se trata de dos formas de actuaciónlingüística muy heterogéneas. Aunque ambas puedan ser enmarcadasdentro de lo que suele llamarse la norma culta, o la variedad deprestigio, realmente representan o corresponden a versiones estilísticasdiferentes. Las conversaciones libres constituyen, en cierto sentido, manifestacionesprivadas, llevadas a cabo entre el entrevistado y el entrevistadorsobre temas de interés personal o familiar.A pesar de haber sidograbadas y, en consecuencia, no representar mode<strong>los</strong> de habla familiarno observada, al menos pueden ser consideradas casi informales,porque, de hecho, muestran un grado bastante alto de espontaneidad yde naturalidad.Por su parte, el conocimiento de que se está ante las cámaras de la televisión,obviamente activa la conciencia lingüística del hablante, imponiendoasí un alto índice de formalidad y de cuidado a una actuaciónque tiene implicaciones y propósitos públicos. Quien se manifiestaa través de la televisión sabe que sus palabras serán escuchadas poruna gran cantidad de personas.Todo esto sin contar con el hecho deque una porción considerable de las noticias difundidas por televisión,es ofrecida en forma de lectura, y el presentador o la presentadora selimita a repetir unos textos prefabricados, elaborados por otro en lenguaescrita.Las consideraciones anteriores permiten entender por qué el españolutilizado en las noticias televisivas se caracteriza por un índice mayorde retención y menor de elisión de /s/ que el empleado por <strong>los</strong> hablantesde clase alta en estilo conversacional.|Mercado lingüístico o estilo de habla|Un factor digno de sertomado en consideración cuando se analiza el español de la televisión,es el llamado mercado lingüístico, que procura explicar el hechode que <strong>los</strong> hablantes que desempeñan ciertas ocupaciones tienden ausar una forma de lengua más correcta, más estándar, que otras personasde idénticas o muy parecidas características sociales y económicas.Resulta comprensible en ese sentido que actores, locutores,maestros, recepcionistas, dispensen por lo general mayor cuidado a suactuación lingüística que administradores, ingenieros, economistas omédicos, cuyas ocupaciones no requieren ni se asocian necesariamentecon una habilidad comunicativa especial.Valdría decir que eluso cuidadoso del lenguaje determina en gran medida el éxito de lafunción de <strong>los</strong> primeros, pero no la eficacia del trabajo de <strong>los</strong> segundos.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|78||79|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 280706050403020100ese «s» jota «j» eliminaciónEn <strong>los</strong> materiales analizados en este estudio se encuentran con frecuenciaejemp<strong>los</strong> que parecen corroborar esta tendencia. El locutor quepresenta la noticia afirma:‘La principal motivación de las autoridades monetarias ha sido el descenso delas recaudaciones por el diferencial de la gasolina debido al incremento del preciodel petróleo en el mercado internacional. De acuerdo con el gobernador delBanco Central, se busca poder cubrir el pago de la deuda externa sin necesidadde recurrir a emisiones de dinero sin respaldo.’En otro momento, un alto funcionario del área económica del Gobiernoresponde:‘Porque lo que se persigue ej que el gobierno dijponga lo recursoj necesarioj parahacer frente a suj obligacionej, tanto externas como internas.’Es notorio que la pronunciación plena de la /s/ se mantiene en todosy cada uno de <strong>los</strong> nueve ejemp<strong>los</strong> de /s/ final de sílaba que aparecenen el primer fragmento. En cambio, de las diez /s/ que contiene el segundotrozo, solo tres se conservan en forma completa, seis se manifiestancon la aspirada y una desaparece (la de <strong>los</strong>, delante de vibrantemúltiple: lo recursoj).Conviene advertir, sin embargo, que esta diferencia de comportamientopodría depender, no tanto del tipo de ocupación que desempeñan<strong>los</strong> hablantes, como del hecho de que el periodista parece estar leyendoo, al menos, expresando un comentario preparado de antemano. Elfuncionario oficial, en cambio, produce un texto improvisado, más espontáneo.La selección léxica que hace cada uno de el<strong>los</strong> apoya esta hipótesis.En tanto el último utiliza términos comunes, como se persigue,gobierno, hacer frente, obligaciones, el periodista se esmera utilizando palabrasmenos populares: motivación, autoridades monetarias, recaudaciones, diferencial,incremento, recurrir, emisiones de dinero sin respaldo.Con <strong>los</strong> materiales disponibles no es posible determinar con precisiónsi la diferencia se debe al distinto estilo de habla que utilizan o al tipode ocupación que desempeñan <strong>los</strong> participantes en la noticia. Pero resultabastante claro que muchos reporteros de noticias emplean sistemáticamenteun registro estereotipado, dentro de una especie de esquemauniforme, que se refleja también en una entonación de inflexionesfijas, monótonas, con unos patrones melódicos muy diferentesa <strong>los</strong> característicos del español hablado en el país.Y habría que preguntarsehasta qué punto esta forma artificial de habla es inducida precisamentepor su condición profesional, lo que confirmaría la hipótesisde la importancia de la ocupación en la constante utilización de formaslingüísticas prestigiosas.En otro orden, una conclusión que se puede extraer de <strong>los</strong> resultadosanteriores es que, si bien la variante de mayor estatus es la [s], tambiénla manifestación aspirada cuenta con el beneplácito de la colectividaddominicana. Así se deduce del hecho de que no solamente es la soluciónmás frecuente en el habla del sociolecto alto, sino que en las noticiasde la televisión, su presencia sobrepasa una cuarta parte del totalposible.Y resulta, incluso, mucho más abundante si en el estudio de lavariación de la /s/ se analiza por separado la participación de <strong>los</strong> personajesde la vida política y económica del país, realizadores de <strong>los</strong>acontecimientos que constituyen noticias. Según se ha indicado ya, <strong>los</strong>protagonistas de <strong>los</strong> hechos noticiosos aspiran la /s/ con mayor frecuenciaque <strong>los</strong> comunicadores o divulgadores de las informaciones,quienes mantienen la /s/ plena con gran regularidad.|Variación de /s/ en las noticias de TV y posición de la palabra|La /s/ final de sílaba es más abundante al final (tres) que en el interior de lapalabra (estar). De cada cuatro casos estudiados aquí, tres aparecen al final ysolamente uno es interno. Como ilustración, se ofrece este fragmento:internafinalGRÁFICA 2.16Variantes de /s/final de sílaba enlas noticias de TVdominicana segúnla posiciónen la palabra


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|80||81|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2807060ese «s» jota «j» eliminacióninterna‘El país entero está a la expectativa y no es para menos.Aparte de <strong>los</strong> contactoscon diversos sectores de la vida nacional, el presidente <strong>Leon</strong>el Fernández, endos comparecencias públicas por televisión, ha expuesto la situación económicadel país. En ellas ha explicado a <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, que el gobierno requiere derecursos para impulsar el desarrollo sostenible de la República.’La gráfica 2.16 expresa con gran claridad el efecto que produce en lavariación de la /s/ este factor lingüístico.La posición interna, donde la /s/ final de sílaba aparece de manera necesariaen un contexto preconsonántico, favorece el debilitamiento, bajola forma de la aspiración, con una frecuencia mayor en 11 puntosque la producida en posición final (34.67% frente a 23.46%). A la inversa,la posición final facilita más el mantenimiento de la /s/, que alcanzaun índice precisamente 11 puntos más elevado que el obtenidoen el interior de la palabra (65.88% frente a 55.83%). En lo que conciernea la eliminación, sin embargo, no se produce ningún efecto sigqueen ambas situaciones, la posición interna favorece la aspiración, y lafinal facilita más las soluciones extremas: la conservación plena y la supresión.Lo único que varía es la proporción con que se manifiestan lasdiferencias, especialmente en cuanto a la elisión, que en posición finalresulta mucho más favorecida en conversaciones que en la televisión.VARIANTE INTERNA FINALs 55.83% 65.88%j 34.67% 23.46%ø 9.50% 10.66%N: 2,656 695 1,961VARIANTE INTERNA FINALs 9.05% 12.48%j 66.01% 41.54%ø 24.94% 45.98%N: 1,627 409 1,218CUADRO 2.7Variantes de /s/en las noticias deTV dominicanasegún la posiciónen la palabraCUADRO 2.8Variantes de /s/en grupo socialalto de Santiagosegún la posición5040302010GRÁFICA 2.17Variantes de /s/final de sílaba enel grupo socialalto de Santiagosegún la posiciónen la palabra0nificativo motivado por la posición donde se ubique la /s/ en la palabra.La reducción completa es solo ligeramente más frecuente al finalque en el interior.El efecto de la posición sobre la variación de la /s/ en textos conversacionaleses relativamente similar al que se manifiesta en las noticias detelevisión. La confrontación de las gráficas 2.16 y 2.17 permite notarfinalEstos resultados son coherentes con <strong>los</strong> de otros dialectos hispánicosque muestran el mismo patrón en cuanto al efecto de la posición. Elcontexto interior propicia la aspiración, en tanto que la retención plenay la elisión de la /s/ son más frecuentes en la posición final que enla interna de palabra. Así lo confirman trabajos realizados en Panamá,en Puerto Rico y en otros lugares.|Variación de /s/ en las noticias de TV y segmento siguiente|La/s/ final de sílaba no solamente es mucho más frecuente en posiciónfinal que en la interior de palabra, sino que también se distribuyeen una mayor variedad de contextos.Además de poder situarse delantede una consonante ( C: las manos), el único contexto posible parala interna de palabra (mismo, hasta), puede aparecer también seguidapor una vocal ( V: <strong>los</strong> ojos) y por una pausa ( P: gracias, adiós). La gráfica2.18 ofrece <strong>los</strong> resultados según este factor.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|82||83|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2100Uno de <strong>los</strong> datos más llamativos que presenta esta gráfica es el poderosísimoefecto que ejerce en favor de la conservación de la /s/ la presenciade una pausa siguiente. Como se puede apreciar, casi el 90% de<strong>los</strong> 561 casos que se encontraron ante pausa, fueron pronunciados íntegramente.Delante de vocal, el índice de retención desciende al 70%y delante de consonante, la /s/ solo se mantiene en el 50% de las ocasiones.Por su parte, la consonante siguiente permite casi un 34% de aspiracionesy un 16% de eliminaciones. Esos porcientos descienden progresivamentecuando la /s/ final se encuentra situada delante de vocal y, especialmente,delante de pausa.El alto porcentaje de retención favorecido por el contexto prevocálicopuede entenderse como una consecuencia del reajuste silábico que serealiza al encontrarse dos palabras en la cadena sintáctica. La /s/ finalde palabra pasa a ocupar la posición inicial de la sílaba siguiente, como_C _V _Pese «s»acompañada de un posible incremento de la atención que el hablantededica a su actividad lingüística al acercarse el momento de realizar unapausa o un corte del acto de fonación.En las diversas muestras utilizadas para esta investigación, se encuentrannumerosos ejemp<strong>los</strong> ilustrativos de lo que se está señalando. Uno deesos ejemp<strong>los</strong> es producido en un comentario por un alto ejecutivo dela empresa televisiva. Las /s/ presentes en el texto, que es reproducidoa continuación, se transcriben exactamente como fueron emitidas: s(sibilante), j (aspirada). La raya vertical | indica la realización de unapausa en ese lugar.‘Graciaj, ...; graciaj, amablej televidentes.| Todo el paíj ya conoce en sentidogeneral el paquete económico propuejto por el gobierno al congreso y al país.|Paquete que contiene medidas| que se están aplicando de forma inmediata, comola unificación cambiaria y el alza de loj combujtibles| y otraj que dependende la aprobación legijlativa. Unaj implican una mejoría para el ciudadanocomún, como ej la reducción de <strong>los</strong> aranceles,| el aumento de las exencionej enel impuejto sobre la renta y el descenso de la tasa; mientras| otras implicannuevaj cargas,| como el aumento de la tasa del itebis,| o el selectivo al consumopara <strong>los</strong> cigarril<strong>los</strong>| y <strong>los</strong> alcoholes.’|806040200GRÁFICA 2.18Variantes de /s/final segúnel segmentosiguiente enlas noticias detelevisióndominicanase ilustra en estos enunciados: <strong>los</strong>aranceles, otrasimplican. De este modo,al situarse en la posición silábica inicial, la consonante queda parcialmenteliberada de la tendencia al desgaste.La explicación de por qué el contexto prepausal propicia tanto la conservaciónplena de la consonante hay que buscarla en otros factores.Talvez el hecho esté relacionado con una reducción del tempo del habla,jota «j»eliminaciónCONTEXTO S J Ø NDelante de consonante 50% 34% 16% 970Delante de vocal 70% 23% 7% 430Delante de pausa 89% 6% 5% 561El fragmento mostrado contiene 25 casos de /s/ en posición final depalabra. Es realmente significativo que <strong>los</strong> diez que se encuentran antepausa, se mantienen absolutamente todos; de <strong>los</strong> siete ejemp<strong>los</strong> colocadosante vocal, en cuatro se conserva la /s/ y en tres aparece la varianteaspirada; y, finalmente, de <strong>los</strong> ocho situados delante de consonante,uno se realiza como /s/ y <strong>los</strong> demás se reducen a aspiradas.|Posición en la palabra y segmento siguiente|Es posible analizarla interrelación que existe entre la posición dentro de la palabra yel segmento siguiente. Para ello se hace necesario comparar <strong>los</strong> resultadosde la /s/ final de palabra delante de consonante con <strong>los</strong> de la /s/CUADRO 2.9Variantes de /s/final de palabrasegún el segmentosiguiente enlas noticiasde televisióndominicana


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|84||85|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 26050403020100GRÁFICA 2.19Variantes de /s/delante deconsonante segúnla posición internao final de palabraen las noticias deTV dominicanainterna de palabra, que aparece siempre delante de consonante. Portanto, en <strong>los</strong> dos casos el segmento siguiente es el mismo. Solo varía laposición del segmento en la palabra. La relación queda ilustrada en lagráfica 2.19.De acuerdo con <strong>los</strong> datos, la supresión es más frecuente al final que enel interior de la palabra. En cambio, el índice de retención consonántica,tanto en forma de /s/ plena como de aspirada, es ligeramente superioren posición interna. Estos resultados confirman el valor de laposición del segmento en la palabra como un factor independiente ymás poderoso que el tipo de sonido que sigue. Es decir, la presencia ola ausencia de una frontera léxica a continuación de la /s/ determinauna diferencia en <strong>los</strong> resultados, aunque se mantenga el mismo contexto(delante de consonante) en ambos casos.El hecho de que el contexto final preconsonántico se muestre más favorableal desgaste fonético que la posición interna, parece respondereliminación jota «j» ese «s»15.77%9.5%50.41% 55.83%33.82% 34.67%de manera coherente a la regla de la fonología española que impone alas consonantes mayores restricciones de aparición al final que en el interiorde la palabra. Como es bien sabido, el número de consonantesque el sistema fonológico del español permite al fin de palabra es inferioral que puede aparecer en posición final se sílaba interna de palabra.finalinterna2|7|6 La /r/ y la /l/ finales de sílaba y de palabraDesde hace mucho tiempo, la pronunciación de las consonantes /l/ y/r/ colocadas en posición final de sílaba viene experimentando una seriede cambios en el español hablado a ambos lados del Atlántico. Unade las realizaciones más extendidas geográficamente consiste en la confusióno alternancia de ambos sonidos que se manifiesta en el habla popularde varias regiones de España y de América.Así, son relativamentefrecuentes variaciones como parte - palte, falda - farda, papel - paper,jugar - jugal. Estas variantes pueden escucharse, entre otros lugares, enzonas de Murcia, de Andalucía, y en diversas áreas de Colombia, deEcuador, de Venezuela, de Cuba, de Puerto Rico. Otros procesos queafectan a estas consonantes en diferentes zonas del mundo hispánicoson la igualación a la consonante siguiente (vedde por verde, caddo porcaldo), el cambio a una /i/ (comei en lugar de comer, aito en vez de alto),la eliminación total (gozá por gozar, poque por porque).En el español de la República Dominicana, las variaciones que presentanestas dos consonantes son una de las características más típicas de lapronunciación espontánea que, por lo demás, tienen una función identificadorade la procedencia geográfica de <strong>los</strong> hablantes. Los <strong>dominicanos</strong>pueden reconocer generalmente si un conciudadano es de la regiónsuroeste, de la zona este, del Cibao o de La Capital, según pronuncieargo, aggo, aigo (algo), o puelta (puerta), respectivamente.Estos procesos de igualación de las consonantes /r/ y /l/ en posiciónfinal de sílaba y de palabra son frecuentes particularmente en el hablade las personas de <strong>los</strong> niveles sociales bajos y sobre todo cuando hablanen estilo espontáneo. El cambio se manifiesta de diferentes formas segúnlas regiones, lo cual permite dividir el territorio nacional en variaszonas dialectales, como indica el mapa tomado de la obra de JiménezSabater (1975).La confusión se presenta principalmente en forma de:|[l] en La Capital y en algunas zonas de la región oriental, donde muchospronuncian puelta, por puerta; comel, por comer.Este fenómeno, llamado lambdacismo, es común también en el habla deotros países, como Puerto Rico.|[r] en el Suroeste, donde no es raro escuchar úrtimo, por último; paper,por papel. Comer se mantiene comer.


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|86||87|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2El cambio de /l/ a /r/ se conoce como rotacismo y es muy frecuenteen Andalucía.|igualación a la consonante que sigue, en el Este, donde se oye puetta,por puerta; fadda, por falda. Sucede esta asimilación, en mayor o en menormedida, en Cuba.|una vocal [i] en el Norte, donde en el habla popular y sobre todocampesina, se dice con frecuencia pueita, por puerta; faida, por falda; mai,por mar o mal.Este cambio, llamado vocalización, es, sin duda, el rasgo fonético mástípico y peculiar del español en la República Dominicana, ya que nose produce, al menos con la misma vitalidad, en ningún otro país delmundo hispánico. Aunque el origen del fenómeno es todavía temade discusión, muchos investigadores lo relacionan con el español de<strong>los</strong> inmigrantes canarios que llegaron al país durante la época colonial.La observación del mapa anterior puede dejar la falsa impresión de queen cada región existe una gran uniformidad lingüística, de manera quealguien podría pensar que en el Cibao todos dicen pueita en lugar depuerta, y en el suroeste, úrtimo por último. En primer lugar, es necesariorecordar que no hablan igual todos <strong>los</strong> integrantes de la sociedad. Elmodo de hablar de <strong>los</strong> miembros de un grupo sociocultural suele serdiferente del de <strong>los</strong> otros grupos. Por otra parte, las soluciones citadasno son las únicas empleadas por un mismo hablante.Todas alternan conotras, porque las lenguas son esencialmente variables. Un resultadomuy frecuente es la eliminación de la consonante (poque, jugá), que alcanzaincluso a la /r/ inicial de sílaba de la preposición para, reducidaa pa.También se produce el mantenimiento de la /r/ y de la /l/ conmayor o menor frecuencia. Pero ninguna de las variantes de /r/ y de/l/ presentadas en el mapa pertenece al nivel culto y formal del españolhablado en el país.6050ele final de palabra51%ere final de infinitivo46%41%conservación403032%vocalización2017%13%eliminación100LÍNEASLÍNEAS VERTICALES: r l (puelta)LÍNEAS OBLICUAS: r, l i (pueita);LÍNEAS HORIZONTALES: asimilación (puetta);EN BLANCO: l r (farda)(Tomado de Jiménez Sabater 1975)|La /r/ frente a la /l/|Antes de abundar en el análisis, es precisoaclarar que la variación que afecta a la /r/ y a la /l/ es bastante desigualdesde el punto de vista cuantitativo.Tal como se ha comprobadoen otras zonas del mundo hispánico, la /l/ se muestra más resistente alcambio que la /r/. Si se observan las cifras que ofrece la gráfica 2.20,correspondientes a hablantes de nivel sociocultural bajo de Santiago, seGRÁFICA 2.20Variantes de /l/y de /r/ al finalde palabra enel gruposocioculturalbajo de Santiago


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|88||89|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2comprueba que la /r/ final de <strong>los</strong> infinitivos, como en comer, jugar,eseliminada con una frecuencia dos veces mayor que la /l/ final de palabra,como en papel, árbol. En tanto la última solo desaparece en el 17%de <strong>los</strong> casos, la primera lo hace en el 41%. Inversamente, <strong>los</strong> hablantesdel nivel social bajo únicamente conservan la /r/ final de <strong>los</strong> verbos enel 13% de las ocasiones (aproximadamene 1 de cada 8), pero mantienenla /l/ en el 32% de <strong>los</strong> casos (más o menos 1 de cada 3).Estos resultados sugieren que es sensata la idea compartida por muchoslingüistas de que la /l/ posee un grado mayor de fuerza que la /r/ enespañol. Así parece indicarlo también el efecto que producen ambasconsonantes al situarse, por ejemplo, delante de una /d/ en el interiorde una palabra. Cuando la /d/ es precedida por una /r/, como en tarde,su articulación es floja, débil, suave. En cambio, cuando la que antecedea la /d/ es la /l/, como en falda, la /d/ se pronuncia con mástensión. La lengua se apoya con fuerza contra <strong>los</strong> dientes y por un momentocierra completamente la salida del aire.|Variación de la /r/ en Santo Domingo|De acuerdo con la visióngeneral presentada en el mapa, en Santo Domingo la solución preferidaes el cambio de la /r/ en una /l/: carta se convierte en calta.La/l/, por su parte, se conserva: alto de mantiene alto.Sin embargo, como se puntualizó anteriormente, <strong>los</strong> fenómenos lingüísticosse manifiestan de manera variable, por lo que la conversiónen /l/ no es la única pronunciación posible de la /r/ en Santo Domingo.De acuerdo con un estudio realizado por González (1987), nisiquiera en el habla del grupo sociocultural bajo es la solución mayoritaria,como sugieren las observaciones de Jiménez Sabater. En elcuadro 2.10 se puede apreciar que entre <strong>los</strong> hablantes del grupo bajo,el resultado más frecuente es la eliminación completa de la /r/ (muetopor muerto, comé por comer), con un 43%. Esta misma solución ocupael segundo lugar de preferencia en el habla de <strong>los</strong> miembros de <strong>los</strong>grupos medio y alto, después de la conservación de la /r/, que es claramentela variante seleccionada como la versión culta y de prestigio.Nótese que la conservación sobrepasa ligeramente la mitad de <strong>los</strong> casosen el grupo medio, y en el alto ocurre en 3 de cada 4 eres finalesde sílaba.GRUPO GRUPO GRUPOBAJO MEDIO ALTOconservación: jugar 27% 54% 75%lateralización: jugal 30% 16% 6%eliminación: jugá 43% 30% 19%En cuanto a la lateralización (muelto, comel), se observa que representapoco menos de la tercera parte de las eres en el grupo social bajo. Conrelación a ese punto (30%), el grupo medio reduce la frecuencia del fenómenoa la mitad (16%) y el alto a una quinta parte (6%). Estas cifrasdenuncian que en La Capital existe un bajo nivel de aceptación socialpara el cambio de la /r/ en /l/. El hecho se manifiesta también al reducirsela frecuencia del proceso en la medida en que el estilo se hacemás formal, como ha mostrado Núñez Cedeño (1980).|Variación de /l/ y de /r/ en Santiago|A pesar de que la variantevocalizada [i] de /r/ y de /l/ se ha convertido en un estereotipode la pronunciación en la región del Cibao, existen varias posibilidadesde realización de estas dos consonantes.Las cifras del cuadro 2.11, que presenta <strong>los</strong> resultados de la variaciónde la /l/ interna de palabra, revelan que el grupo bajo convierte la mitadde las eles en [i], elimina aproximadamente tres de cada diez y mantieneuna de cada cinco.CONSERVACIÓN VOCALIZACIÓN ELIMINACIÓNAlto 96% 4%Medio 73% 2% 25%Bajo 18% 52% 30%Los hablantes de <strong>los</strong> otros grupos, sin embargo, se distancian notablementede <strong>los</strong> del nivel social bajo, especialmente en lo que se refiere ala transformación de la /l/ en una [i]. Los hablantes del grupo alto noutilizan el cambio a la vocalización en las conversaciones grabadas quesirven de base a estos análisis y mantienen la /l/ en un altísimo 96%.CUADRO 2.10Variantes de /r/en SantoDomingosegún el nivelsociocultural(González 1987)CUADRO 2.11Variantes de la /l/interna de palabrasegún el nivelde escolaridad(N=417 casos)


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|90||91|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2Con respecto a la /r/, la situación es parcialmente diferente en lo relativoa la conservación. De acuerdo con <strong>los</strong> datos de la gráfica 2.21, laretención de la /r/ de infinitivo desciende drásticamente con respectoa la de la /l/ interna de la palabra. En el habla del grupo social alto, elmantenimiento baja en más de un 20%, en la del grupo medio, un 16%y en la del bajo, 11%. Concomitantemente, la eliminación sube de maneravisible, especialmente en el grupo alto, que suprime las eres finalesde <strong>los</strong> infinitivos cinco veces más que las eles (20% para la /r/ frentea 4% para la /l/). En cuanto a este proceso, <strong>los</strong> grupos medio y bajocasi no se diferencian.La conversión de la /r/ a una [i] mantiene aproximadamente el mismopatrón mostrado para la /l/. En las conversaciones grabadas, el fenómenode la vocalización es realizado casi de forma exclusiva por <strong>los</strong>hablantes del nivel social bajo, que lo hacen con una frecuencia queoscila alrededor del 50%. La presencia tan asidua del fenómeno en elto podría condicionar la no aparición del cambio de /r/ y de /l/ auna [i] en la producción lingüística de <strong>los</strong> individuos del grupo alto,quienes al expresarse de manera totalmente informal, cuando no estánsiendo observados, podrían mostrar índices modestos de vocalización.Los escasos ejemp<strong>los</strong> de lateralización de la /r/ (conversión a ele) seprodujeron todos delante del pronombre enclítico iniciado por /l/: hablarle- hablalle, conocerlo - conocello, verla - vella. Se trata, por tanto, de casosde asimilación o igualación a la consonante siguiente, tan comunesen todo el mundo hispánico.En el caso particular de la conjunción causal porque, la /r/ es eliminadacon una altísima frecuencia por <strong>los</strong> hablantes de todos <strong>los</strong> grupossociales. Es muy probable que influyan en este comportamiento dosfactores: el carácter inacentuado de esa palabra y la elevada frecuenciacon que ese elemento de relación se repite en el discurso. En cualquier80grupo alto grupo medio grupo bajo100grupo alto grupo medio grupo bajo7074%conservaciónconservación60504030201057%46%41%38%20%6%7%4%1%6%vocalizacióneliminaciónlateralización8060402083%78%70%29%22%13%1%4%vocalizacióneliminación00GRÁFICA 2.21Variantes de la /r/final de infinitivosegún el nivelde escolaridadsociolecto bajo y su ausencia en el alto indican con mucha claridadque la vocalización no cuenta con la aceptación de la sociedad cultacibaeña.Conviene recordar que <strong>los</strong> textos analizados aquí consisten en conversacioneslibres grabadas en presencia del encuestador. Por esa razón,el estilo de habla empleado no es completamente informal y escaso,el hecho es que la forma normal o habitual de la palabra porqueen el español de <strong>los</strong> santiagueros no es porque, ni tampoco poique,comotiende a creer mucha gente, sino poque.Los materiales analizados aquí contienen un total de 386 casos de lapalabra porque. En ese conjunto, la desaparición total de la /r/ (poque)alcanza un 78% en el habla del grupo social alto, 70% en la del medioGRÁFICA 2.22Variantes de /r/en la palabraporque segúnel nivelde escolaridad


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|92||93|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 21008060y 83% en la del bajo. Esto quiere decir que la desaparición de la consonanteen este caso no tiene un valor estratificador de <strong>los</strong> hablantes.Sin embargo, no ocurre igual con la conservación de la /r/ y con latransformación en [i]. El mantenimiento (porque) opone a <strong>los</strong> hablantesde <strong>los</strong> grupos medio y alto, de un lado, a <strong>los</strong> del grupo bajo, que casino conservan la consonante. Inversamente, la vocalización (poique)permite distinguir a <strong>los</strong> sujetos de baja escolaridad, que utilizan esa formaen el 13% de <strong>los</strong> casos, de <strong>los</strong> de escolaridad alta y media, que nolo hacen o apenas lo hacen en el 1% de las ocasiones.«calta»82%«caita»2|7|7 Valoración social relativa de las formas fonéticasEl hecho de que muchas de las variantes mencionadas (puelta, pueita,puetta) se produzcan con mayor frecuencia en el habla de <strong>los</strong> grupossociales bajos que en la de <strong>los</strong> altos, y que sean más abundantes en elestilo informal, revela que se trata de formas estigmatizadas, no aprerespondieron138 estudiantes universitarios de Santiago y de SantoDomingo. Se les pidió que expresaran su acuerdo o su desacuerdo con elsiguiente enunciado: Si yo tuviera que elegir entre calta y caita, como formasde pronunciar la palabra carta, preferiría la primera, porque calta no seoye tan mal como caita. Como se puede observar, el 82% manifestó estarde acuerdo con lo dicho, lo que indica que es mayor el rechazo dadoa la vocalización (caita) que el que tiene la lateralización (calta).De hecho, más de la mitad de la muestra (el 57%) afirma que está muyde acuerdo con preferir la forma calta sobre caita.Tal resultado parece lógicosi se tiene en cuenta la preponderancia de La Capital con relacióna las ciudades del interior del país, no solo demográficamente, sinotambién desde el punto de vista económico, histórico, político y social.Como es natural, esto le transfiere cierto grado de prestigio a la formade hablar de sus habitantes.Podría pensarse que la reacción de preferencia por la variante calta sobrecaita sucede de manera predominante en Santo Domingo y no enSantiago. Sin embargo, aunque el porcentaje de aprobación recibidopor el enunciado fue mayor en La Capital, la diferencia solo asciendea 9 puntos: 87% frente a 78%. Estas cifras revelan que también en Santiagoes muy intenso el rechazo existente hacia la vocalización: situadosante la hipotética disyuntiva de tener que elegir entre las formascalta o caita, más de 3 de cada 4 estudiantes santiagueros dicen que preferiríanusar la primera y no la típica del habla popular de su región.GRÁFICA 2.23Preferencia dela pronunciacióncalta a la de caita,como realizaciónde la palabracarta.4020018%ciadas por la sociedad en general. Sin embargo, existen diferencias encuanto al grado de rechazo que se asigna a cada una de ellas. Por ejemplo,la pronunciación capitaleña (puelta) disfruta de cierta tolerancia social,en claro contraste con la repulsa que suelen suscitar las variantespopulares propias de las otras regiones.En la gráfica 2.23 aparecen <strong>los</strong> resultados de un sondeo de opinión que2|7|8 El prestigio encubierto de fenómenos popularesEl rechazo social que recibe la vocalización se revela explícitamente devarias maneras en diversas partes del territorio de la República. Para <strong>los</strong><strong>dominicanos</strong> de otras regiones, el modo de ‘hablar con la [i]’ que caracterizaa muchos habitantes de la zona norte del país es motivo deburla y de risa. Por otra parte, no es raro que algunos cibaeños, intentandoevitar el uso del fenómeno cuando hablan en situaciones formales,incurran en ultracorrecciones del tipo relna, en lugar de reina,o Licer,en vez de Licey.En principio, ese estado de cosas revela la existencia de un fenómenolingüístico socialmente estigmatizado, cuya vigencia estaría llamada adisminuir paulatinamente a lo largo del tiempo. Sin embargo, según se


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|94||95|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2ha mostrado mediante un análisis cuantitativo, en la actualidad el fenómenose mantiene con relativa persistencia en <strong>los</strong> niveles bajos de la escalasocial y aflora ligeramente en <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> menos formales de otrosgrupos.Para entender mejor esta aparente contradicción entre la condición estigmatizadadel fenómeno y su vigencia relativamente sostenida, hayque acudir al concepto de prestigio encubierto, como ha hecho PérezGuerra (1991).Aunque frecuentemente se ha asociado la idea del prestigiolingüístico al habla de <strong>los</strong> estratos sociales más elevados y de mayorpoder económico, en ciertas ocasiones la sociedad atribuye algunosvalores, de manera implícita, a formas lingüísticas que son más frecuentesen <strong>los</strong> estratos sociales bajos. Estos usos propios de hablantes denivel bajo adquieren una función simbólica de rasgos como la masculinidad,la rudeza.Así, el uso de la vocalización puede manifestarse aunentre hablantes de estrato social alto si se encuentran en situaciones informalesque tienden a relacionarse con la hombría, como serían laparticipación activa como jugadores en un partido de béisbol, la ingestiónde bebidas alcohólicas, una discusión en medio de una pelea degal<strong>los</strong>. Lo mismo se aplica también al fenómeno de la eliminación dela /s/ final de sílaba y de la /d/ intervocálica.Además, no hay que desconocer el valor de la vocalización de /r/ y/l/, así como de la elisión frecuente de la /s/ y de la /d/ intervocálica,como elementos capaces de expresar el sentimiento de lealtad y desolidaridad con <strong>los</strong> miembros del mismo grupo. Por tanto,‘hablar conla i’ o ‘comerse las eses’ se puede convertir en un símbolo de identidadindividual, grupal y regional.2|7|9 La pronunciación de /r/, /l/, /s/ y /d/en el merenguePrecisamente ese valor del habla popular como medio para expresar lapertenencia a un grupo o a una región es lo que explica la pronunciaciónrelajada (‘estigmatizada’) que generalmente se manifiesta en la interpretacióndel merengue tradicional. Es indudable que si <strong>los</strong> cantantesde esas creaciones musicales exhibieran una articulación correcta,pronunciando plenamente las eses, las des, las eles y las eres de las canciones,ese tipo de merengue no tendría el sabor dominicano, cibaeñoo de tierra adentro que lo caracteriza. Por esta razón, a nadie le parecemal que el intérprete pronuncie apretao, en vez de apretado; fieta, en lugarde fiesta; comei, por comer. Al contrario, eso es lo que se espera quehaga. Si no lo hiciera así, la pronunciación se consideraría desfasada,más apropiada para una balada romántica o para un bolero que para elmerengue, el ritmo típico del país.Aunque el origen del merengue es popular, en la actualidad el gustopor ese ritmo trasciende las barreras sociales y funciona como un lazointegrador de todos <strong>los</strong> ciudadanos del país en un mismo núcleo cultural,en un solo pueblo, en una sola nación.Y así como su música y subaile se han difundido por todos <strong>los</strong> estratos de la sociedad, la interpretaciónde sus versos contribuye a elevar de rango, y a otorgar ciertogrado de estimación social, a la modalidad lingüística que caracteriza ydistingue el habla popular de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>.Permiten ilustrar lo dicho, algunos ejemp<strong>los</strong> muy conocidos que sepresentan a continuación tratando de reproducir gráficamente la pronunciaciónque normalmente realiza el intérprete.En el primero, aparecen dos estrofas del merengue Fiesta y serrucho,enlas que es constante la realización de varios cambios:1| eliminación de las /s/ finales de sílaba (vamo -vamos, eta -esta, fieta -fiesta, tiene -tienes);2| eliminación de la /r/ (hacé -hacer, pa -para);3| vocalización de la /r/ y la /l/ finales (amanecei -amanecer, bebei -beber,ei el);4| fusión y reducción de vocales en sinalefa (vamoacé -vamos a hacer).Vamoacé un serrucho, (Vamos a hacer un serrucho,)que noay qué bebei. (que no hay qué beber.)En eta fieta, muchacho, (En esta fiesta, muchacho,)tú tiene queamanecei. (tú tienes que amanecer.)Vamoacé un serrucho, (Vamos a hacer un serrucho,)que seacabóei ron. (que se acabó el ron.)Yo sigo la fieta (Yo sigo la fiesta)y mi vacilón. (y mi vacilón.)Yo me voy con mi negra, (Yo me voy con mi negra,)pa mi vacilón. (para mi vacilón.)Por lo general, la utilización de esos rasgos de la pronunciación popular


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|96||97|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2guarda coherencia con <strong>los</strong> temas folclóricos que frecuentemente exponenlas composiciones.A veces, también funcionan como respuesta a lasexigencias de la rima, como es el caso en esta estrofa de Giro y canelo:Se lo dije a mi compay,que no fuera a la gallera,ese gallo sin topai,se lo iban a matai.Por su parte, en algunos casos se realizan selectivamente ciertos fenómenosde reducción fonética, pero otros sonidos se pronuncian segúnla norma estándar. Por ejemplo, en el célebre merengue El Negrito delBatey, una de las estrofas ejemplifica espléndidamente la caída de la /d/intervocálica (apambichao, lao, apretao). Sin embargo, se mantienen deforma muy tensa las eses y las eres, entre otros sonidos:A mí me llaman el Negrito del Batey,porque el trabajo para mí es un enemigo.El trabajar yo se lo dejo todo al buey,porque el trabajo lo hizo Dios como castigo.A mí me gusta el merengue apambichao,con una negra retrechera y buenamoza.A mí me gusta bailar de medio lao,y bailar medio apretao, con una negra bien sabrosa.Un caso similar al anterior, en el que además se da un poco de la variabilidadque caracteriza el habla natural en cuanto a la realización dela /s/, se produce en la interpretación del moderno e internacionalmenteconocido merengue Ojalá que llueva café. El artista pronuncia pa(para), to lo niño (todos <strong>los</strong> niños), pero mantiene la /s/ de este en oiganeste canto.Ojalá que llueva café en el campo,pa que en el conuco no se sufra tanto.Ojalá que llueva café en el campo,pa que en Lo Montone oigan este canto.Ojalá que llueva café en el campo,pa que to lo niño canten en el campo.En otros merengues, se utiliza una pronunciación culta, muy cuidadosa,con escasa variación.Así sucede, entre otros, en Si tú te vas y en Santiagoen coche, de <strong>los</strong> que se citan algunos versos:807060504030201001|Si tú te vas, mi corazón se morirá.Eres, vida mía, todo lo que tengo:el mar que me baña, la luz que me guía.Eres la morada que habito.Y si tú te vas, ya no me queda nada.2|La primera vez que yo fui a Santiago,nunca olvidaré lo que allí gozamos,desde que llegué se me hizo de noche,y me fui a pasear por Santiago montado en un coche.La Restauración, me dijo el cochero,es la calle que nos conduce al cielo,debemos subir hasta el monumentopara contemplar desde arriba todo el firmamento.1%ante consonante ante vocal ante pausa48% 49%14%42%44%6%70%24%conservaciónde lavarianteestándar2|7|10 La /n/ final de palabraEs muy común en todos <strong>los</strong> niveles sociales y en cualquier estilo de habla,la pronunciación relajada de la /n/ final de palabra. De esta forma,la última consonante del término pan, por ejemplo, se pronuncia conla lengua situada hacia el fondo de la boca, como se hace al decir la /n/de mango, y no como se coloca al articular la /n/ de nada. Esta varian-velarizaciónrelajamientoeliminaciónde la «n»y lanasalizaciónde la vocalGRÁFICA 2.24Variantes de la /n/final de palabrasegún el contextoen Santiago


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|98||99|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2te de la /n/ es normal también en otros lugares, como en Andalucía,en América Central y en el Caribe.Según se puede observar en la gráfica 2.24, elaborada con datos de lainvestigación de Haché de Yunén (1982), la forma predominante es lapronunciada con la lengua colocada hacia el fondo de la boca, la llamadavelarizada. Se produce así especialmente cuando sigue un silencio(70%), pero incluso delante de una vocal alcanza más de un 40%.Es también frecuente la eliminación de la /n/ con la subsecuente modificaciónde la vocal anterior, que se pronuncia entonces dejando escaparel aire por la nariz.2|7|11 Posteriorización de las consonantesfinales de sílabaEn muchos lugares de Hispanoamérica, es notable la tendencia a pronunciarlas consonantes situadas al final de sílaba colocando la lenguahacia el fondo de la boca.Ya se ha indicado que la variante aspirada dela /s/ (lojamigo, en vez de <strong>los</strong> amigos) y la velarizada de la /n/ constituyenejemp<strong>los</strong> de esta tendencia promovida probablemente por el relajamientoarticulatorio. Pero a esos casos se añaden otros, como <strong>los</strong> dela pronunciación de las consonantes /p, b, t, d/ cuando están al final dela sílaba.Aunque quizá no represente un fenómeno generalizado en todala población, se escucha a veces a algunas personas decir concekto,envez de concepto, akjetivo por adjetivo.Una posible explicación del fenómeno comentado, que también se daen otros países, es el relajamiento articulatorio y la tendencia a la simplificaciónen un contexto de por sí restringido, donde aparecen pocasconsonantes. Desde ese punto de vista, tiene sentido reducir el conjuntode seis (p, b, t, d, k, g) a una sola (k). Pero también podría pensarse,al menos como hipótesis, en una redistribución del espacio para buscarun equilibrio en el uso de las zonas bucales.La gráfica 2.25 permite notar que 12 de las 19 consonantes del español,el 63%, se articulan en la zona anterior de la boca, entre <strong>los</strong> labiosy <strong>los</strong> alvéo<strong>los</strong>. El resto del espacio, más de dos terceras partes de la cavidadbucal, según muestra la figura 2.6, se utiliza apenas en la producciónde siete consonantes. Esto significa que en español la región anteriorde la boca está recargada y la posterior permanece subutilizada.543210De manera que trasladar hacia esa zona la articulación de algunas consonantes,como <strong>los</strong> casos de la aspiración de la /s/, la velarización de la/n/, y la conversión en /k/ de consonantes como la /p/ y la /d/ finalesde sílaba, es un movimiento que descongestiona la parte anterior dela boca y logra una utilización más equilibrada del espacio.2|7|12 <strong>Grupo</strong>s consonánticos cultosCuando una sílaba termina con consonante dentro de una palabra, lapróxima sílaba tiene que comenzar también con consonante. Ejemp<strong>los</strong>:car-pin-te-ro (carpintero), dis-cul-par (disculpar). En este contextofinal, las consonantes que aparecen con mayor regularidad son la/s/, la /n/, la /l/ y la /r/. Además, son posibles en esa posición de lasílaba, aunque con menos frecuencia, otras consonantes, como la pe(ap-to), la te (rit-mo), la ka (pac-to), la be (ob-je-to), la de (ad-verbio),la gue (dog-ma). Estas combinaciones menos frecuentes de p+t,bilabial3labiodental1 1interdentaldental alveolar palatal velar52t+m, b+j, etc., constituyen lo que se ha llamado grupos consonánticoscultos.Desde un punto de vista funcional, las consonantes /p, t, k/ se diferenciande sus compañeras /b, d, g/ solamente cuando están en posicióninicial de la sílaba, como muestran estos ejemp<strong>los</strong>: peso/beso, nata/nada,manco/mango. Sin embargo, al final de la sílaba, las parejas p/b,43GRÁFICA 2.25Número deconsonantessegún el lugarde articulación


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|100||101|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2FIGURA 2.6División dela cavidad oralt/d, k/g pierden su valor diferenciador y no permiten distinguir unapalabra de otra.Como consecuencia de dicho fenómeno, la pronunciación de estos sonidoscuando aparecen al final de sílaba puede corresponder a cualquierade <strong>los</strong> miembros de la pareja. La palabra ritmo, por ejemplo, puedeser pronunciada como rítmo, pero también como rídmo, sustituyendola /t/ por la /d/. En contraposición, la /d/ puede manifestarse como/t/, de manera que una palabra como adjetivo podría ser pronunciadaadjetivo o atjetivo. Lo mismo se aplica a las demás parejas. La palabraapto puede decirse abto o apto; obtener: optener u obtener; actor: agtoro aktor; signo: sikno o signo.En estos casos, lo que determina la selección de una u otra variante noes el contexto fonético, sino el grado de formalidad de la conversacióno ciertas preferencias individuales. En general, lo común en el habla espontáneaes la realización floja: agtor, signo, ridmo. Pero en esti<strong>los</strong> forma-les o cuando la pronunciación es más enfática, aparece la forma tensa:aktor, sikno, ritmo.En el habla popular dominicana, lo más común es que la primera consonantedel grupo se elimine (ojeto en lugar de objeto, otubre en vez de octubre).Otras veces se realiza con la forma con que se resuelve a menudola pronunciación de la /l/ o la /r/ en cada región (aceito por acepto).Con relación a la combinación de las consonantes /t/ y /l/, hay queobservar que se pronuncian unidas en un grupo inicial de sílaba, delmismo modo como sucede con las secuencias de /tr/, /pl/, etcétera.Al igual que en la mayor parte de Hispanoamérica, una palabra comoatleta se dice en la República Dominicana a-tle-ta, y no at-le-ta, comoocurre en España, por ejemplo.2|8 Procesos fonéticosAl hablar, no se pronuncian <strong>los</strong> sonidos de manera aislada, separándo<strong>los</strong>por medio de silencios entre uno y otro. Al contrario, el hablanteforma cadenas de segmentos que se unen estrechamente entre sí. Comoresultado de esto, surgen modificaciones en la articulación de <strong>los</strong>sonidos, porque la contigüidad provoca que la pronunciación de unosafecte la de otros.Los cambios que experimentan <strong>los</strong> sonidos al combinarse con otrospara formar palabras o cuando aparecen dentro de la cadena habladareciben el nombre de procesos fonéticos.Algunos procesos pueden ser llamados cuantitativos, porque consistenen un cambio que arroja como resultado un aumento o una reducciónde la cantidad de <strong>los</strong> sonidos que componen una palabra. Estos cambiosreciben nombres diferentes según el lugar donde se realicen dentrode la palabra.A menudo, sin embargo, a <strong>los</strong> procesos de eliminaciónse les da el nombre genérico de elisión, sin importar la posición dondese produzcan.Existen tres fenómenos de reducción (aféresis, síncopa y apócope) y tresde adición (prótesis, epéntesis y paragoge).La aféresis consiste en la eliminación de uno o de varios sonidos al principiode la palabra.Algunos ejemp<strong>los</strong> son: manito (hermanito), Colá (Nicolás),tá (está).La síncopa es la eliminación de uno o de varios sonidos en el interiorde la palabra. Un caso del español general es la palabra navidad (de natividad).Tambiénilustran el fenómeno ejemp<strong>los</strong> como labrar (de laborar),deo (dedo), indino (indigno).La apócope, a su vez, se manifiesta como la eliminación de uno o de variossonidos al final de la palabra. Algunos ejemp<strong>los</strong> son: buen (de bueno),seño (de señorita), profe (de profesor).


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|102||103|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2La prótesis consiste en la adición de uno o más sonidos al inicio de la palabra,como sucede con estrés, del inglés stress, y con bostezar y empujar, queen el habla popular se convierten a menudo en abostezar y arrempujar.Enpalabras iniciadas con <strong>los</strong> diptongos ua, ue, <strong>los</strong> sociolectos bajos anteponena veces una /g/: guacal (huacal), güérfano (huérfano), güeso (hueso).La epéntesis es la adición de uno o de más sonidos en el interior de lapalabra. Es lo que pasa cuando algunos hablantes dicen biságara, en vezde bisagra,o alcagüete, por alcahuete. En el país es interesante lo que ocurrecon la palabra tigre que, en sus derivados tigueraje y tiguerito, añadeuna /e/ entre la /g/ y la /r/.Finalmente, la paragoge consiste en la adición de uno o de más sonidosal final de la palabra.Se puede ejemplificar este fenómeno con el término sánduiche (desandwich) o con una forma como fuistes, por fuiste.Entre esos cambios cuantitativos, el más importante en español es laapócope. Además de su abundancia, sobre todo en el lenguaje familiar,en el que se encuentran casos como na (nada), bici (bicicleta), tele (televisión),la apócope es un proceso muy activo que la lengua utiliza enalgunos casos de manera obligatoria según la posición que ocupe la palabraen la cadena sintáctica. Cualquier hablante nativo advierte la diferenciaen ejemp<strong>los</strong> como:Pasó un momento malo, frente a Pasó un mal momento;Juan es un santo, frente a El día 24 de junio se celebra la fiesta de san Juan.En sentido general, se podría decir que la solución más frecuente sueleser la que da como resultado una simplificación, eliminando algún sonido.Se sabe que el ser humano tiende de forma natural a actuar guiadopor la ley del menor esfuerzo, a buscar lo más fácil. Pero a veces, añadirun elemento puede ser muy conveniente y hasta necesario para lograrun ajuste de la forma de una palabra a la estructura establecida por la lengua.De esta manera debe entenderse la prótesis o adición de la vocal inicialen las palabras de origen inglés esprín (de spring, ‘resorte’) o eslogan(de slogan). La introducción de la /e/ resuelve el conflicto que representaen español la presencia de una /s/ al inicio de palabra, seguida inmediatamentepor otra consonante. La /s/ puede comenzar palabra solo siva seguida por una vocal. Lo mismo puede decirse de la paragoge o adiciónde la vocal final en las palabras cloche (de clutch) y suiche (de switch).Al agregar la /e/ final a las palabras inglesas, se les confiere a esas unidadesléxicas una forma aceptable, ya que en español no se admite la presenciade la consonante che como último sonido de una palabra.Otros procesos fonéticos no tienen el carácter cuantitativo señalado en<strong>los</strong> casos anteriores y, en cambio, podrían ser considerados cualitativos,en cuanto que generalmente implican un cambio en la naturaleza delsonido afectado. Entre estos procesos fonéticos están la asimilación, elmás frecuente e importante de todos, la disimilación, la diptongación y lametátesis.La asimilación consiste en que un sonido adquiere rasgos propios deotro y, en consecuencia, se hace más parecido o semejante al otro. Unejemplo puede ser la adaptación que experimenta la articulación de la/n/ a la forma de la consonante siguiente en cuanto a la posición dela lengua y de <strong>los</strong> labios. Por eso, muchos hablantes pronuncian como/m/ la /n/ de la palabra un en la frase un beso = /umbeso/.Se distinguen varios tipos de asimilación según el lugar que ocupe elsonido afectado frente al productor de la acción. Pero la más común esla regresiva o anticipadora, que ocurre cuando el cambio se da en el sonidocolocado primero, influido por la articulación del siguiente: umbeso.Es la asimilación más frecuente porque resulta económico y naturalque <strong>los</strong> órganos articulatorios inicien su movimiento de preparaciónpara el sonido siguiente incluso antes de haber completado la realizacióndel sonido anterior.En la región oriental del país se produce este tipo de proceso con lasconsonantes /l/ y /r/ colocadas al final de la sílaba, dando como resultadopronunciaciones como puetta, por puerta, fadda, por falda,y puecco,por puerco.El proceso inverso a la asimilación se llama disimilación. Ocurre cuandoun sonido se hace diferente o menos parecido a otro al que era igualo muy semejante. En el habla espontánea se oyen con frecuencia casoscomo pasié, en lugar de paseé.Y especialmente entre las personas de nivelsociocultural bajo, es común oír basudero, por basurero; medecina,envez de medicina. Estos cambios pueden servir para evitar la repeticiónmolesta de dos sonidos idénticos o para realizar un reajuste silábico, deforma que un hiato (dos sílabas: pa-se-ar) se convierte en un diptongo(una sílaba: pa-siar).


Capítulo 2|Rasgos fonéticos: la pronunciación|104||105|Rasgos fonéticos: la pronunciación|Capítulo 2La diptongación se da, como puede adivinarse, cuando una vocal o un hiatose convierte en diptongo: poder / puedo, toalla / tualla. En la morfologíaespañola, este proceso es muy frecuente y está relacionado con elacento. Por ejemplo, en las palabras perder y morder, la primera vocal setransforma en diptongo cuando recibe el acento: pierdo / perdí; muerde /mordía. Ese mismo cambio afecta a muchísimas palabras españolas, comodiente / dental, puerta / portero, quiero / queremos, ruedan / rodaban. En algunoscasos, probablemente a causa del poco uso de la palabra, muchos<strong>dominicanos</strong> se muestran vacilantes en la aplicación de la diptongación.Sucede así, por ejemplo, con el verbo nevar, que a veces aparece conjugadoerróneamente sin la diptongación correspondiente cuando la /e/recibe el acento:‘Aquí nunca neva’, en lugar de ‘Aquí nunca nieva’.La metátesis, por su lado, se realiza cuando un sonido cambia de posicióndentro de la palabra. Este fenómeno, común sobre todo en la lenguainfantil y en el habla popular, se expresa en formas como ajolá (ojalá),estógamo (estómago), Grabiel (Gabriel), pocigla (pocilga), probe (pobre). Enciertos casos, la lengua consagra como correctas, palabras en las que seha producido la metátesis en algún momento de la historia. Así sucede,entre otras, con entre (del latín inter) y con palabra (del latín parabola),que sin la metátesis hubieran sido énter y parabla, respectivamente.Una causa que explica a veces la ocurrencia de algunos de <strong>los</strong> procesosmencionados es la analogía, que consiste en el cambio mediante el cual lapalabra acomoda su forma fonética a la de otra con la que guarda una relaciónmuy estrecha, ya sea desde el punto de vista morfológico, léxico osemántico. De esa manera, se hace resaltar la semejanza o analogía real osupuesta que hay entre las dos palabras. Esa es la razón por la que algunoshablantes colocan una /s/ al final de las formas verbales de pretérito en lasegunda persona singular: llegastes. Si las demás formas que correspondenal pronombre tú terminan con /s/ (llegas, llegabas, llegarás), al hablante leparece lógico que suceda igual con tú llegaste.También tiene motivaciónanalógica el cambio que convierte a molinillo en molenillo, probablementepor la influencia de moler, y el que transforma a enjuagar en enjaguar, porla asociación de sentido que se percibe con el término agua.Un ejemplo muy interesante de analogía se encuentra en <strong>los</strong> nombresde <strong>los</strong> días de la semana. En latín se empleaba la palabra dies (día) seguidadel nombre del planeta al que estaba dedicado:dies Lunae (día de la Luna): lunesdies Martis (día de Marte): martesdies Mercurii (día de Mercurio): miércolesdies Jovis (día de Júpiter): juevesdies Veneris (día de Venus): viernesEs fácil advertir que ni el primero ni el tercero (lunae, mercurii) terminancon /s/ en latín. En español la han añadido por la analogía con <strong>los</strong>demás nombres con <strong>los</strong> que forman una serie léxica muy compacta.En el caso de mercurii (con acento sobre la u) la semejanza con <strong>los</strong> otrosnombres no solo se buscó con la /s/ final, sino también colocando elacento sobre la primera sílaba de la palabra, donde lo llevan <strong>los</strong> otroscuatro.Otro fenómeno, relacionado con la analogía, es la etimología popular, queconsiste en un cruce de palabras causado por un error de interpretaciónrespecto de una de ellas. Los hablantes creen que entre ellas hay una relaciónetimológica y ajustan la forma fonética de la palabra nueva a lade otra ya conocida. Por esa razón, la palabra vagabundo es pronunciadaa veces vagamundo, al ser interpretada como «el que vaga por el mundo».También ocurre a veces en el habla popular la ultracorrección cuando elhablante interpreta como incorrecta una forma correcta y, en un intentode elevar su nivel de formalidad, la sustituye por la que él consideranormal. Así se explica, por ejemplo, en el habla de personas queeliminan la /s/ final, la /d/ intervocálica, o que cambian la /r/ y la /l/por una i, la aparición de yos, por yo; fisno, por fino; Cibado, por Cibao;bacalado, por bacalao; Licer, por Licey; pelne, por peine.2|9 Consonantes iguales que se encuentranentre palabra y palabraA menudo aparecen en la secuencia fonética dos consonantes iguales, homólogas,una que termina una palabra y la otra que inicia la siguiente. Loscasos más comunes en español incluyen a la /s/, la /d/, la /n/ y la /l/.En resumen, se puede afirmar que:a|el encuentro de dos eses o dos des da como resultado la pronunciaciónde una sola consonante:/s/ + /s/ = s las salas = lasalas; tres sillas = tresillas/d/ + /d/ = d usted dirá = ustedirá; ciudad de Moca = ciudadeMoca


|109|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 33Rasgos morfosintácticos: La formade las palabras y de las oraciones3|1 Morfología y SintaxisLa disciplina lingüística que se ocupa de estudiar las palabras desde elpunto de vista de su forma, de su constitución interna y de su construcciónse llama Morfología.Un análisis morfológico de la palabra incansables, por ejemplo, estableceque está constituida por estos formantes:in- (prefijo con sentido negativo);cans- (raíz o base que expresa el sentido fundamental de la palabra);-a- (vocal indicadora de que la raíz cans- procede de un verbo de la primeraconjugación, terminado en -ar; si la base correspondiera a un verbode otra conjugación, la vocal sería -i-, como en in-venc-i-ble-s, devencer);-ble (sufijo para formar adjetivos, que expresa capacidad o aptitud paraalguna cosa);-s (señal que indica la pluralidad).La Sintaxis, por su parte, es la encargada de analizar la organización ylas funciones de las palabras en la oración. En un enunciado como Elabuelo besó cariñosamente a su nieta, se distingue el sujeto (el abuelo) delpredicado (besó cariñosamente a su nieta). Dentro de este, se descubre, entreotras cosas, que la unidad su nieta, introducida por la preposición aporque se refiere a una persona, realiza la función modificadora de objetodirecto del verbo besó.Las estructuras morfosintácticas son como el esqueleto o la columnavertebral de la lengua. Por eso suelen tener mayor estabilidad que lasformas fonéticas y, sobre todo, que el inventario abierto formado porlas unidades léxicas, el vocabulario.Al ser menos susceptibles a la variación,no debe resultar extraño que <strong>los</strong> rasgos descritos a continuaciónpocas veces sean exclusivos del español hablado en la República Dominicana.En realidad, casi todos se encuentran difundidos en todos oal menos en varios países hispánicos. Por otra parte, conviene recordarque el nivel morfosintáctico ha sido tradicionalmente menos estudiadoque <strong>los</strong> otros y, en consecuencia, no es mucho lo que se conoce sobrediversos fenómenos en este terreno de la lengua.3|2 Formación de las palabrasLos recursos que las lenguas utilizan para la formación de nuevas palabrasson diversos. Uno de el<strong>los</strong>, aunque no sea el más productivo, es laonomatopeya. Este procedimiento consiste en la designación de una realidadmediante la imitación de <strong>los</strong> sonidos que dicha realidad representao ejemplifica.Así se explica el surgimiento en el español general depalabras como tictac, para nombrar el sonido del reloj, y de piopío, quesimboliza la voz o el grito de <strong>los</strong> pollitos. En el país, es producto de estemecanismo el término yunyún, con el que muchos <strong>dominicanos</strong> serefieren al ‘hielo raspado, mezclado con refresco’, que se conoce tambiéncon el nombre de friofrío.También hay que mencionar en este terreno la adopción de palabrasde otros idiomas, <strong>los</strong> préstamos, que casi siempre vienen a llenar un vacíoy enriquecen el inventario léxico, porque consisten, por lo general,en términos que la lengua receptora no tenía antes.En el español de la República Dominicana circulan préstamos léxicosde diversa procedencia. Para solo citar <strong>los</strong> casos extremos según la épocade entrada, se pueden ejemplificar aquí <strong>los</strong> indigenismos (palabrasprovenientes de las lenguas habladas por <strong>los</strong> indios), que se incorporanprincipalmente durante <strong>los</strong> años infantiles de la lengua del país, y <strong>los</strong>anglicismos (palabras de origen inglés), que han llegado más recientementey continúan llegando en la actualidad. Entre <strong>los</strong> primeros se encuentranpalabras como chichigua, sabana, yuca. Los segundos son muchomás numerosos e incluyen voces como basketbol, escáner, estrés, surfing.Pero lo más importante es la adaptación que hace la lengua de estasformas, convirtiéndolas en punto de origen de nuevas palabras me-


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |110| |111|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3diante la aplicación de recursos propios. De esa manera, surgen términoscomo, chichigüita (de chichigua), sabanero (de sabana), yucal (de yuca),basketbolista (de basketbol), escanear (de escáner), estresante (de estrés),surfear (de surfing).Hay que observar que cuando se habla de préstamo lingüístico se utilizael término en sentido figurado, aproximado, sin las implicacionesque tiene en el mundo de <strong>los</strong> negocios. Existen por lo menos tres condicionespropias del ‘préstamo real’ que no se cumplen en el caso de lalengua. En primer lugar, el que presta da su aprobación, consciente enceder algo a otro. En segundo lugar, ningún préstamo es permanente,sino que tiene una fecha límite de expiración, y el prestatario se comprometea devolver lo que tomó prestado al cumplirse el plazo.Tercero,al menos durante el período del préstamo, el prestamista se priva deuna parte de sus bienes para ‘cedérse<strong>los</strong>’ al prestatario a cambio del pagode unos intereses.Cuando el español tomó la palabra líder, por ejemplo, como ‘préstamo’del inglés: 1. no buscó ni necesitó una aprobación previa, 2. no se obligóa devolver esa palabra después de usarla durante cierto tiempo, 3. elinglés nunca se ha desprendido de su término leader, y ha seguido utilizándoloigual que antes de que se produjera el ‘préstamo’.Pero mucho más productivos que la onomatopeya y que <strong>los</strong> préstamospara la formación de las palabras, son <strong>los</strong> recursos de la composición y laderivación, que constituyen dos mecanismos morfológicos que combinanelementos ya existentes en la lengua.3|2|1 ComposiciónEn la composición se unen dos o más unidades léxicas que puedenfuncionar de forma separada, independiente, como sucede con las palabrastelaraña (tela y araña), malcriado (mal y criado), mandamás (manday más). Los términos de este tipo que surgen con mayor frecuencia son<strong>los</strong> compuestos de verbo + sustantivo. Pero también hay combinacionesde sustantivo + adjetivo, sustantivo + sustantivo, verbo + verbo, etcétera.Estos son algunos ejemp<strong>los</strong> usados por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>:brincacharco (‘pantalón que le queda corto a una persona y no le llega a<strong>los</strong> tobil<strong>los</strong>’)comecheques (‘despectivo referido al empleado al que solo le importa eldinero que cobra’)lengualarga (‘mentiroso, indiscreto’)matahambre (‘tipo de dulce’;‘también es el nombre de un popu<strong>los</strong>o sectorde Santo Domingo’)morisoñando (‘bebida hecha con la mezcla de jugo de naranja y leche’)moriviví (‘sensitiva’,‘planta que dobla y cierra las hojas al ser tocada’)pasadía (‘día de diversión en el campo, en la playa, o de visita en casade alguna persona’)roquiquierda -rosca izquierda- (‘persona que le lleva la contraria a <strong>los</strong> demás,de difícil trato’)saltapatrás (‘despectivo aplicado a una persona considerada inferior oincapaz de algo’)saltacocote (‘especie de lagarto’)tumbapolvo (‘adulador, persona que alaba a otra, regularmente buscandoalgún favor’)viralata (‘se aplica al perro de raza indefinida, de poco valor, que deambulapor las calles’)vuelacerca (‘en béisbol, batazo que envía la pelota por el aire fuera delcampo, jonrón’)Existen compuestos menos unidos o compactos que <strong>los</strong> anteriores enla escritura, que suelen separarse mediante un guion. Entre estos secuentan algunos como domínico-americano, falda-pantalón, hombre-rana,sofá-cama.Y también se pueden considerar palabras compuestas las unidadesléxicas complejas (formadas por varias palabras simples) que funcionanunitariamente y que <strong>los</strong> hablantes tienen memorizadas comoun solo vocablo.Así, al estilo de ‘casa de cambio’ o de ‘juego de comedor’,se utilizan unidades como:agua de coco (‘líquido refrescante que se encuentra en el interior delcoco’)a la rueda, rueda (‘juego infantil’)arroz con pollo (‘plato muy popular que combina arroz con carne depollo’)brinca la tablita (‘canción infantil’)centro comercial


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |112| |113|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3el que apara batea (‘juego en el que recibe el derecho de batear, el queatrapa la pelota’)habichuelas con dulce (‘plato hecho con la crema de <strong>los</strong> frijoles, azúcar yotros ingredientes’)olla de presiónrelacionador públicoAparte de <strong>los</strong> casos anteriores, debe tomarse en cuenta un tipo decompuesto abreviado, las siglas, que consisten en palabras formadas porla primera letra o letras de un nombre compuesto, como ONU, que esuna abreviatura de Organización de las Naciones Unidas.Hay siglas de dos tipos:A|Deletreadas (se pronuncia el nombre de cada letra)ADP = adepé (Asociación Dominicana de Profesores)BHD = behachedé (Banco Hipotecario Dominicano)IAD = íadé (Instituto Agrario Dominicano)PLD = peeledé (Partido de la Liberación Dominicana)PRD = peerredé (Partido Revolucionario Dominicano)B|Secuenciales (se pronuncian de corrido como si fueran una palabramás)CODETEL = codetel (Compañía Dominicana de Teléfonos)CONANI = conani (Consejo Nacional de la Niñez)INAPA = inapa (Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados)INTEC = intec (Instituto Tecnológico de Santo Domingo)PEME = peme (Programa Eventual Mínimo de Empleo)UASD = uasd (Universidad Autónoma de Santo Domingo)UNPHU = unfu (Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña)UTESA = utesa (Universidad Tecnológica de Santiago)En muchas ocasiones, las siglas también se convierten en el punto departida para continuar la formación de otras palabras, según ocurre conPRD y PLD, de las que surgen perredeísmo, perredeísta, peledeísmo, peledeísta,como fruto del uso del recurso llamado derivación.3|2|2 DerivaciónLa derivación consiste en producir unidades nuevas añadiendo a palabrasexistentes unos afijos o elementos inseparables, que no funcionan deforma independiente. Estos afijos pueden colocarse antes de la base ala que se añaden y entonces se llaman prefijos, como en descortés, incorrecto.Cuando se colocan al final de la palabra, se llaman sufijos, comoen amoroso, conversación, jugador, cristianismo.Entre <strong>los</strong> prefijos más productivos del español se encuentran DES-,presente en desafinado, descargar, desobedecer; IN-, con el que se formaninmaduro, inacción, ingrato; PRE-, que se encuentra en predominio, previsible,predecir; RE-, que aparece en recaer, reformar.El prefijo negativo IN- ofrece la peculiaridad de que cambia su formadependiendo del contexto en el que aparezca. Si se encuentra delantede una /p/ o de una /b/, la /n/ se acomoda a la pronunciación de laconsonante bilabial y se manifiesta como IM-: imposible, imborrable.Cuando va delante de una ele o de una erre, entonces la /n/ desaparecey queda solo la I-: ilegal, irreal. En este caso, no hay que dejarse confundirpor la ortografía y creer que a la palabra real se le ha añadidoIR-. Aunque la palabra se escribe con ‘r’ inicial, el sonido que esta letrarepresenta cuando está al inicio de la palabra es el de una erre, queal quedar entre dos vocales después de la colocación del prefijo I-, debeescribirse con ‘rr’, como en perro o en carro. En el resto de <strong>los</strong> casos,cuando el prefijo negativo no está delante de pe, de be, de ele ni de erre,mantiene su forma original IN-: inanimado, indefinido, infiel, inseguro,intolerable.En el español dominicano se da un caso interesante con la palabra desinquieto,en la que hay una doble negación. Como puede observarse,la lengua no siempre funciona con <strong>los</strong> criterios de la lógica, según <strong>los</strong>cuales una negación seguida por otra equivale a una afirmación. Sucedeaquí al contrario: el valor negativo del prefijo IN- se refuerza e intensificaal anteponérsele otro prefijo negativo: DES-.Los sufijos, por su parte, son mucho más productivos y abundantesque <strong>los</strong> prefijos en la creación de nuevas palabras. A una misma baseléxica pueden agregarse diferentes tipos, como sucede con hablar, dela que derivan habladera, hablador, habladuría, hablante, hablista. Unospermiten formar sustantivos (realismo, vagancia, contaminación); otros,adjetivos (partidista, gracioso, enfermizo); otros, verbos (regalar, escasear,anochecer).Además, <strong>los</strong> sufijos suelen tener varios valores de significado. Por ejem-


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |114| |115|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3plo, -ISTA expresa la idea de ‘simpatizante o seguidor de un equipo,partido, doctrina, persona’ en palabras como liceísta, perredeísta, balaguerista,socialista. Pero indica la noción de ‘oficio o profesión’ en periodista,trompetista, masajista. Asimismo sucede con -ERO, que designa ‘eloficio que realiza la persona’ en casos como cocinero, chinero (‘vendedorde chinas o naranjas’), platanero, cajero; sin embargo, en basurero y en gallineroexpresa ‘lugar’, en tanto que en florero y en cenicero se refiere al‘recipiente en el que se coloca’ la cosa expresada por la raíz.Sobre el tema de la formación de palabras en el español dominicano,ha reunido un copioso material Pedro Henríquez Ureña (1940). Tomandosu obra como punto de partida inicial, aquí se citan apenas algunosde <strong>los</strong> sufijos del español general utilizados con más frecuenciaen el país.Uno de esos sufijos comunes es -ADA, que en el habla familiar pierdela /d/ y se reduce a -A. Encierra la idea de ‘acción’ en palabras comoinsultada (‘¡Le di una insultá!’), mojada, pelada; de ‘golpe’ en nalgada, patada,trompada; de ‘algo con características propias de lo expresado porla raíz, casi siempre con tono despectivo,’ en burrada, dominicanada, mejicanada,mariconada, muchachada, pendejada.La forma -ADO, convertida en -AO en el habla espontánea, aparececon frecuencia en la formación de adjetivos como arrancado (‘se aplicaa quien no tiene dinero’) y arrimado (‘el que vive en casa ajena’). Estetipo de adjetivo se transforma a veces en sustantivo, como se observaen ‘un asopao sabroso’,‘un conversao interesante’. Es usado mucho conbases a las que también se añade un prefijo, como puede notarse en <strong>los</strong>ejemp<strong>los</strong> siguientes: agentado (‘precoz’), encelerado (‘embelesado’), enchonclado(‘arrinconado’), amemado (‘tonto, distraído’), entripado (‘mojado’),entrotado (‘entusiasmado’).Otras terminaciones utilizadas son -AL, para indicar un ‘lugar sembradode cierta planta’, como batatal, cafetal, maizal, platanal, rosal, yucal;-AZO, que expresa ‘golpe’ en batazo (‘golpe dado con el bate a la pelotaen el juego de béisbol, y fuera del juego, a cualquier otra cosa’), cocotazo(‘golpe dado en la cabeza con <strong>los</strong> nudil<strong>los</strong>’), correazo, fundazo(‘aunque literalmente se entiende ‘golpe dado con una funda’, se usaen sentido figurado para referirse a otros golpes, como puñetazo, balazo’),vejigazo (‘golpe con la vejiga o globo usado en carnaval’), yaguazo(‘golpe fuerte con cualquier objeto’); o que intensifica el valor delsustantivo o el adjetivo, como en buenazo, carrazo, hombrazo; -ERO,usado para formar adjetivos y sustantivos, como billetero, canero (‘personaa quien le gusta la diversión’), cochero (‘conductor del coche tiradopor cabal<strong>los</strong> que se usa como medio de transporte urbano en Santiagoy otras ciudades del país’), chiripero (‘que realiza trabajos pequeñosy ocasionales’), dulcero (‘persona a quien le gustan mucho <strong>los</strong> dulces’y ‘la que <strong>los</strong> vende’), parejero (‘presumido, vanidoso, que sin poderpretende ponerse a la par de otros’); -ÓN, intensificador de sustantivosy adjetivos, como en cabezón, embromón (‘fastidioso, molestoso’), hembrón(‘mujer considerada atractiva’), matón, refunfuñón (‘que muestra sudesagrado hablando entre dientes, quejoso’); -OSO, en la creación deadjetivos del tipo alabancioso (‘jactancioso’), fañoso (‘que habla con resonancianasal’), labioso (‘con capacidad de convencer, y empalagoso’),molestoso (‘que causa molestia’), plagoso (‘que pide de manera inoportunay constante’), resabioso (‘que muestra su enojo y su mal humor porcualquier motivo, con facilidad’), sabichoso (‘astuto, listo’).3|3 Los gentiliciosLos gentilicios son <strong>los</strong> adjetivos y sustantivos con <strong>los</strong> que se indica lanacionalidad y el origen geográfico de las personas: alemán, argentino,canadiense, colombiano, dominicano, español, francés, puertorriqueño. Este tipode palabra, además de aludir al país, puede expresar también la procedencialocal, como el pueblo, la provincia o la región de origen de laspersonas: habanero, madrileño, vegano.Los sufijos más usados para formar <strong>los</strong> gentilicios <strong>dominicanos</strong> son <strong>los</strong>siguientes:-ANO: azuano (de Azua), cotuisano (de Cotuí), higüeyano (de Higüey),liceyano (de Licey), macorisano (de Macorís, San Francisco o San Pedro),mocano (de Moca), seibano (de El Seibo), vegano (de La Vega)-ENSE: romanense (de La Romana), salcedense (de Salcedo), samanense(de Samaná), sancristobalense (de San Cristóbal)-EÑO: capitaleño (de La Capital), cibaeño (del Cibao), maeño (de Mao),montecristeño (de Montecristy), ocoeño (de Ocoa, San José de), puertoplateño(de Puerto Plata), tamborileño (de Tamboril)-ERO: baitoero (de Baitoa), barahonero (de Barahona), bayaguanero (de


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |116| |117|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3Bayaguana), dajabonero (de Dajabón), hainero (de Haina), neibero (deNeiba), sanjuanero (de San Juan de la Maguana), santiaguero (de Santiago)Otras terminaciones son menos frecuentes, como -EJO en banilejo (deBaní), y en otros casos simplemente no existe o es poco usual el gentilicio,como en Gaspar Hernández, La Descubierta, Restauración,VillaGonzález.Como se sabe, hasta hace muy poco tiempo, la Real Academia Españolahabía registrado <strong>los</strong> siguientes gentilicios para muchas de las ciudadesque en el mundo hispánico llevan el nombre de Santiago: santiaguense(de Santiago de <strong>los</strong> Caballeros), santiagueño (de Santiago delEstero, en Argentina, o de Santiago de Veraguas, en Panamá), santiaguero(de Santiago de Cuba), santiagués (de Santiago de Compostela, enEspaña, donde alterna con compostelano), santiaguino (de Santiago deChile).Sin embargo, en la vigésima segunda edición, se elimina la denominaciónsantiaguense y se agregan a santiaguero las acepciones ‘natural deSantiago, provincia de la República Dominicana’, y ‘natural de Santiagode <strong>los</strong> Caballeros, capital de la provincia de Santiago, en la RepúblicaDominicana’. La enmienda era necesaria porque a pesar de que a<strong>los</strong> santiagueros se les había asignado oficialmente el nombre de santiaguenses,la mayoría de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, tanto <strong>los</strong> de Santiago como <strong>los</strong>del resto del país, siguieron utilizando santiagueros.El cambio oficial de nombre resultaba inútil desde el punto de vistapráctico. Un término de uso tan arraigado y generalizado en la sociedaddominicana como el de santiaguero, difícilmente podía ser desplazadopor otro, impuesto de forma artificial desde fuera, no surgido internamentedel uso mayoritario de <strong>los</strong> propios miembros de la comunidad.La variante santiaguense nunca se popularizó, y apenas aparece enla lengua formal de reducidos sectores de la alta sociedad y de <strong>los</strong> mediosde comunicación, que también utilizan ocasionalmente el gentiliciosantiagués.Por lo demás, la coincidencia de nombres, la homonimia, es un fenómenocompletamente normal en las lenguas. No tiene nada de extrañoni de nocivo que se llame santiagueros a <strong>los</strong> de Cuba y a <strong>los</strong> de laRepública Dominicana. Si cada vez que apareciera una forma fonéticacon más de un valor semántico, se intentara hacer una modificaciónpara que a cada uno de <strong>los</strong> sentidos correspondiera un vocablo distinto,se caería en el cuento de nunca acabar. Habría que comenzar evitandoque se repita el nombre mismo de las ciudades, para que solo hubieraun Santiago. El argumento de que así se impide la confusión noes aceptable por varias razones. No es cierto que en situaciones concretasde comunicación el riesgo sea real. Por otra parte, para ser coherenteshabría que aplicar el razonamiento a todos <strong>los</strong> casos en <strong>los</strong> quese sospecha que puede haber ambigüedad y no solamente a algunos.3|4 El superlativoLos adjetivos españoles admiten una forma especial, que se llama superlativa,para intensificar o expresar la cualidad en alto grado. El sufijonormalmente encargado de cumplir esa función es -ísimo: altísimo, chulísimo,finísimo, inteligentísimo, malísimo, riquísimo.En algunos casos, existe una terminación especial diferente, -érrimo,que aparece en palabras como celebérrimo (de célebre), libérrimo (de libre),paupérrimo (de pobre). Pero estas formas, igual que en la mayoríade <strong>los</strong> países hispanohablantes, no son populares ni usuales en el habladominicana. En lugar de paupérrimo, por ejemplo, lo normal es el empleode pobrísimo. De modo semejante ocurre con las formas cultas deltipo amicísimo, bonísimo, crudelísimo, fortísimo, frigidísimo, recentísimo,que son prácticamente desconocidas en la lengua regular. En su lugarse usan corrientemente las más populares, derivadas de la base de <strong>los</strong>adjetivos españoles: amiguísimo, buenísimo, cruelísimo, fuertísimo, friísimo,recientísimo, respectivamente.En estos ejemp<strong>los</strong>, como puede observarse, no se mantiene la alternanciade una forma con vocal inacentuada y la otra con diptongoacentuado, al estilo de forzar / fuerte, dental / diente. El hecho de quese diga buenísimo, fuertísimo, y no bonísimo, fortísimo, indica que laformación del superlativo por parte de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> es el resultadode un proceso natural muy activo, que toma como punto de partidalas palabras corrientes (bueno, frío, fuerte), y no es el producto deuna adquisición artificial, libresca o escolar, que enseña a decir amicísimoo frigidísimo.Con relación a <strong>los</strong> superlativos especiales máximo (de grande), mínimo


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |118| |119|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3(de pequeño), óptimo (de bueno), pésimo (de malo), debe anotarse queencierran un sentido más intenso y expresivo que sus correspondientesnormales grandísimo, pequeñísimo, buenísimo y malísimo. De ahí quetanto en la República Dominicana como en cualquier otro país delmundo hispánico, no signifique lo mismo decir que alguien ‘ha hechoun esfuerzo grandísimo’ (el esfuerzo podría ser aun mayor), que ‘ha hechoun esfuerzo máximo’ (el esfuerzo no puede ser mayor, porque la personaha llegado al límite de su capacidad).La función aumentativa que realizan <strong>los</strong> sufijos superlativos puede serdesempeñada también por formas prefijadas que realzan e intensificanel significado de la palabra a la que se agregan. Entre esos prefijos sedestaca super, que permite construir superbueno, supercaro, superestrella, superfácil,superministro.En el caso de supermercado, parece haberse perdido la conciencia delsentido intensificador del prefijo, y el término se aplica a veces a establecimientospequeños que no tienen nada de super, pero que quizápor encontrarse ubicados en zonas urbanas, no se les quieren asignar lasdenominaciones de colmado o pulpería, que tienen cierta connotaciónrural. En ese sentido, no es extraño que supermercado haya perdido partede su fuerza expresiva.Y probablemente por eso ha surgido ocasionalmentela opción de hipermercado.Recientemente, se ha hecho muy popular, sobre todo en <strong>los</strong> medios decomunicación, el empleo del intensificador mega, antepuesto especialmentea sustantivos. Muy probablemente, el uso de este ‘prefijo’ es unefecto impulsado por el influjo del inglés. Abundan ejemp<strong>los</strong> del tipomegaproyecto, megapuerto, megaestrella, megadiva. Naturalmente, la gentesigue utilizando también el prefijo más tradicional re-, a veces reforzadoen requete-, (rebueno, requetebién) y la forma que podría llamarse analíticacon el adverbio bien: bien bonito, bien chévere, bien chulo.3|5 El diminutivoEn español es posible agregar sufijos diminutivos a ciertas bases léxicasy de esta manera crear palabras con un nuevo matiz significativo quese agrega al de la raíz.Algunos ejemp<strong>los</strong> son: cafecito, muchachito, gatico.Las formas que permiten expresar el valor de diminutivo son varias:-it-: arbolito-ill-: potrillo-ic-: momentico-ín: pequeñín-uel-: pollueloAlgunas de estas variantes pueden adoptar una forma más o menos largadependiendo de la naturaleza fonética de la raíz o la base a la quese añaden.Así, en tanto las palabras no agudas suelen aceptar la varianteoriginal (librito, platanito), las que reciben el acento en la última sílabafrecuentemente requieren un alargamiento, especialmente notablecuando se trata de palabras de una sola sílaba (mujercita, corazoncito, florecita,pancito o panecillo).Como sucede en otros lugares del Caribe y de Centroamérica, porejemplo, el español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> usa preferentemente la formade diminutivo -ito (caminito, papelito, chiquito), que alterna con -ico (ratico,matica). Sin embargo, esa alternancia no ocurre de manera libre ycaprichosa. Un ligero examen morfológico y fonético de <strong>los</strong> diminutivosutilizados por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> permite descubrir que la variante-ico solamente aparece cuando la última consonante de la base a la quese le coloca el sufijo es una /t/. En el resto de <strong>los</strong> casos, se utiliza -ito,que debe ser considerada la forma normal del diminutivo en el españoldominicano.Así, son frecuentes palabras como gatico, momentico, latica,pero no lo son y resultarían completamente extrañas, formas comoarbolico, librico o camioncico. La alternancia de las dos variantes quedamuy bien ilustrada en la palabra chiquitico, en la que se duplica el diminutivo:al adjetivo chico, que casi nunca se utiliza en el país en su formaprimitiva, se le agrega la variante normal -ito (chiquito), porque suúltima consonante no es una /t/, pero sobre esta se coloca -ico (chiquitico),a causa de la /t/. La presencia de la /t/ en la parte final de la palabra,pone en acción una fuerza diferenciadora para que no se repitaese sonido.Esta tendencia a evitar la repetición del mismo sonido es muy normaly se pone de manifiesto en otros casos, como en el término peregrina,que muchos pronuncian pelegrina, cambiando la primera de las dos /r/por una /l/. En ciertas palabras, el cambio ha quedado establecido através de la historia y hoy pasa desapercibido, como en árbol, que debióser árbor (del latín arbore, de donde también deriva la palabra culta


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |120| |121|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3arbóreo), o en español, en la que de no haberse producido la disimilaciónse hubiera llegado a la forma españón (del latín hispanione).La fuerza disimiladora no impide, sin embargo, que en el habla dominicanaaparezca el sufijo -ito después de una /t/. Ocurre que en talcontexto el uso de la terminación -ito (ratito, zapatito, gatito) se percibecomo más formal, más elegante y refinado que -ico, precisamentepor ser mucho menos frecuente. Incluso puede llegar a sonar afectadosi se utiliza en situaciones informales. Esto demuestra que se ha creadouna sutil pero efectiva oposición de carácter sociolingüístico entre lasdos formas del diminutivo dominicano: -ito / -ico.La alternancia descrita es producida por <strong>los</strong> hablantes de todos <strong>los</strong> nivelessociales. Sin embargo, en sentido general, el uso frecuente de <strong>los</strong>diminutivos constituye una característica más notoria de <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> informalesy del habla de <strong>los</strong> grupos sociales bajos.Al igual que en otros países hispánicos, el diminutivo no solamente seaplica a sustantivos y adjetivos. Aparece también con adverbios del tipoahorita (que tiene el sentido de ‘dentro de un rato’ o de ‘hace un rato’,y no de ‘ahora mismo’, como en México y en otros países), cerquita(a veces reforzado en cerquitica y cerquininga), despacito, tempranito.Parece oportuno señalar aquí que el gentilicio informal que se les asignaa <strong>los</strong> costarricenses, llamándo<strong>los</strong> ‘ticos’ por su uso de la forma de diminutivo-ico a continuación de la /t/, bien podría aplicarse por lasmismas razones a <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> y a otros hispanoamericanos.En cuanto al significado, es preciso aclarar que el valor disminuidor noes el único ni el más importante del sufijo diminutivo. Según han observadovarios lingüistas, tanto en la lengua oral como en la escrita, lafunción disminuidora es con mucho la menos frecuente. Su valor másimportante es, sin duda, el de servir como una expresión de afecto. Deesta manera, cuando un hablante dice, por ejemplo, Maridalia cumplemañana un añito,o ¿Te tomas un cafecito?, intenta manifestar el cariño quesiente por la niña que cumple su primer año de vida o por la personaa la que amablemente ofrece un café.Otro valor del diminutivo es el despectivo, como cuando se menospreciay subestima la capacidad de un médico o la actuación de un equipode béisbol, por ejemplo, llamándo<strong>los</strong> mediquito y equipito, respectivamente.Tambiéncabe señalar la posibilidad de manifestar ironía. Si alguienexclama ¡Mira el carrito que se compró!, por ejemplo, puede sugerirque aunque se trate de un carro normal en cuanto al tamaño, loconsidera un carrazo por su costo y su calidad. La intensificación es otraposibilidad. Decir que La camisa está limpiecita, equivale a enfatizar queestá muy limpia. Por último, se podría mencionar el valor activo del diminutivoque conlleva la intención de influir o conmover al oyente, encasos como Deme una limosnita.La expresión de estos valores de significado normalmente es reforzadapor una especial entonación, que se caracteriza por unas curvas melódicasmás variadas y prominentes que las que acompañan la enunciaciónregular.Para terminar estas anotaciones, conviene indicar que a veces la formadiminutiva se lexicaliza con un sentido distinto del que tiene la palabraque le ha servido de base: banderín no significa exactamente ‘banderapequeña’; una casilla no es una casita. Lo mismo puede decirse demaletín (de maleta), pantaloncillo (de pantalón), pañuelo (de paño), pasillo(de paso). En algunos casos, se ha creado con el tiempo un distanciamientosemántico tan grande, que muy pocos perciben la relaciónmorfológica existente entre las dos formas, como pasa con bonito,diminutivode bueno.3|6 -mos / -nosDe manera semejante a como sucede en muchos países hispánicos, seproduce en <strong>los</strong> sectores sociales bajos de la sociedad dominicana, y ocasionalmenteen <strong>los</strong> medios, la alternancia -mos/-nos en las formas verbalesesdrújulas de la primera persona plural del imperfecto de indicativoy de subjuntivo (hablábamos/hablábanos, íbamos/íbanos, pudiéramos/pudiéranos,teníamos/teníanos).El proceso no ocurre con la primera persona del plural de otros tiemposverbales, como el presente del indicativo (<strong>hablamos</strong>), el pretérito(comimos), el futuro (iremos), o el presente del subjuntivo (cantemos).Como se puede percibir, las formas anteriores constituyen palabras llanas:el acento cae sobre la penúltima sílaba. Esto permite inducir queprobablemente el cambio de -mos en -nos se realiza por analogía con<strong>los</strong> imperativos acompañados del pronombre enclítico -nos (escríbenos,háblanos), que representan precisamente palabras esdrújulas (el acento


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |122| |123|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3está en la sílaba anterior a la penúltima), como la primera persona pluraldel imperfecto de indicativo y de subjuntivo, en la que se produceel cambio. Como es lógico, del imperativo no deriva una palabra esdrújulasi la forma verbal es monosílaba. En ese caso el enclítico la convierteen llana (dinos).Por lo general, como suele suceder en estos casos, muchos de <strong>los</strong> hablantesque practican el fenómeno no tienen conciencia de que colocanla variante -nos en lugar de -mos, diciendo íbanos en vez de íbamos.Pero quienes no lo utilizan, al escucharlo lo perciben enseguida comosíntoma de bajo nivel de educación. No hay dudas de que se trata deun uso no aceptado por el habla culta dominicana y que carece deprestigio social. Está completamente ausente de la actuación lingüísticade <strong>los</strong> hablantes pertenecientes a <strong>los</strong> niveles socioculturales altos.3|7 Formación del pluralOtro fenómeno que no pertenece al habla culta formal, pero que circulaparticularmente en la popular, es la formación de plurales con lamarca -se en palabras terminadas en vocal acentuada. La forma estándar-es, propia de este contexto cuando la vocal final es /i/ o /u/, está prácticamentereservada para el estilo formal de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> de nivelessociales medios y altos. En el habla espontánea, es poco frecuente inclusoen <strong>los</strong> grupos sociales más educados.Así, en vez de ajíes (plural de ají)es común la forma ajise. Lo mismo sucede con maní: manise, rebú: rebuse.En este comportamiento tal vez haya influido una generalización delpatrón seguido en palabras del tipo cruz, feliz y luz. En estos casos el pluralse forma añadiendo -es: cruces, felices, luces. Pero como la pronunciaciónusual de las formas singulares es crú, felí, lú, y sus plurales respectivosquedan también reducidos a cruce, felice y luce, el hablante puede pensarque ha formado <strong>los</strong> plurales agregando -se: [lú - lúse].En algunos lugares de la zona suroeste del país, entre <strong>los</strong> hablantes denivel social bajo, este empleo se extiende a palabras llanas femeninas,como muchacha: mucháchase.3|8 Oposición de géneroNormalmente, el género gramatical no afecta el sentido fundamentalde la raíz léxica. En la palabra niño, por ejemplo, el cambio de género(niña) deja intacta la idea contenida en la base niñ. Sin embargo, enciertos casos referentes a seres inanimados, la diferencia de género conllevaen español una distinción de significado. Unas veces la diferenciaes dimensional y la oposición de género marca un cambio en el tamañoo la forma de la realidad designada. Es el caso de las parejas barco ybarca, canasto y canasta, jarro y jarra, manto y manta, en las que unas veceses el masculino y otras el femenino el que designa el referente de mayortamaño.En otros casos, el cambio de género expresa la distinción entre el árbol,designado por el masculino, y el fruto, por el femenino. Son propiasdel español general las oposiciones siguientes:el cerezo/la cereza, el naranjo/la naranja, el guayabo/la guayaba. Sin embargo,podría decirse que en el español dominicano no se utiliza esta distinción,excepto tal vez entre personas muy cultas. En lugar de la formamasculina para designar el árbol, lo que caracteriza el uso espontáneode la mayoría de la población es la versión analítica o perifrásticaque agrupa todo bajo el género mata. Desde una yerba que apenas selevanta del suelo, hasta <strong>los</strong> árboles más gigantes, como la palma o elmango, que pueden alcanzar más de 20 metros de altura, todo es matade: mata de verdolaga, mata de yuca, mata de naranja, mata de mango, matade coco, mata de laurel.Por último, es también común en el país el empleo de ciertos sustantivoscon el género opuesto al que tienen en el español general. Entre<strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> más destacados, presentes en el habla de todos <strong>los</strong> grupossociales, están azúcar como femenino (mucha azúcar) y sartén como masculino(el sartén). En <strong>los</strong> sociolectos bajos, especialmente rurales, se daa veces el uso de ‘la calor’.3|9 Presencia del pronombre sujeto frente al verboIgual que en el resto del Caribe, en el habla dominicana se produce eluso abundante de sujetos pronominales que acompañan a <strong>los</strong> verbos.En las conversaciones que sirven parcialmente de fuentes de informaciónde estos análisis, se repiten ejemp<strong>los</strong> como <strong>los</strong> siguientes:esa hoja que tú traes ...; ya tú sabes ...;su papá era médico y él quería que su hijo fuera médico.Este uso no es habitual en otras zonas hispánicas, donde <strong>los</strong> pronom-


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |124| |125|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3bres sujeto generalmente se omiten, porque la información de personase encuentra presente en la terminación de <strong>los</strong> verbos: (yo) canto,(tú) cantas, (él) canta, (nosotros) cantamos, (ustedes/el<strong>los</strong>) cantan. Por talmotivo, en el español de esos lugares, la inclusión del pronombre suelereservarse para el desempeño de una función estilística o enfática, segúnpermiten apreciar estos ejemp<strong>los</strong>:Eres responsable de lo que pasó, frente a Tú eres responsable de lo que pasó.Se lo dije ayer, en oposición a Yo se lo dije ayer.En la República Dominicana, la posibilidad de esa oposición en granmedida ha desaparecido, y se escuchan con mucha frecuencia, sin ningunaintención enfática, oraciones del tipoCuando tú viene(s) a ver, se hace de noche, por Cuando vienes a ver, se hacede noche.Yo supe que tú te vas, en vez de Supe que te vas.Una de las razones de este uso, común en todos <strong>los</strong> niveles sociales y<strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. La pérdida frecuente de la /s/ final en las formas verbalesde segunda persona no provoca, por tanto, ningún peligro deconfusión para el oyente, ya que la misma información es expresadapor el pronombre: tú canta - él canta.Es conveniente precisar que la aparición del pronombre no resultaequivalente en las distintas personas del discurso. De acuerdo con <strong>los</strong>datos mostrados en la gráfica 3.1, la forma pronominal tú se encuentrapresente delante del verbo en el 96% de las ocasiones. En cambio, deun total de 849 formas verbales terminadas en /s/ en las que la informaciónde persona y de número no depende de la /s/ (en la primeradel plural -amamos, tenemos, fuimos- y en las irregulares es y eres), el pronombresolamente acompaña al verbo en el 31% de <strong>los</strong> casos.Tal comportamientopermite sospechar que el abundante empleo de <strong>los</strong> pronombresen el español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> está condicionado, al menosparcialmente, por factores funcionales. En otras palabras, su uso au-100tú96%otros pronombres100aprobacióndesaprobación808083%60604031%40202017%00GRÁFICA 3.1Presenciadel pronombreante verbos queterminan con /s/según la personaverbalaceptado por la norma culta del país, podría ser la búsqueda de un ajustedel sistema para compensar la desaparición de la /s/ final, que borrala marca de la segunda persona singular.En realidad, podría decirse que la presencia del pronombre se ha convertidoen una expresión sistemática y constante, especialmente en elcaso de tú, de las nociones de persona y de número en el español dementa precisamente cuando se hace necesario como recurso compensatorio:en aquel<strong>los</strong> casos en <strong>los</strong> que la información está contenida enla /s/ que, al ser eliminada de la pronunciación, puede crear una confusión.El siguiente es un trozo extraído de la conversación sostenidapor una mujer de clase social alta con la entrevistadora:‘Quizás tú tan joven no te des cuenta, pero cuando tú tengas mi edad, que ten-GRÁFICA 3.2“Consideroaceptable ynormal que unapersona culta diga:Si tú quieres, yo tellamo mañana”


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |126| |127|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3go setenta y cuatro años, tú comprenderás lo que yo hoy te digo. Yo tengo habilidades,muchísimas. Oh sí, yo pertenezco a un club de costura, que nos reunimos<strong>los</strong> lunes, desde las dos hasta las seis. Se prolonga hasta las siete muchasveces. Somos diecinueve.’La presencia frecuente del pronombre delante del verbo es evaluada demanera positiva por <strong>los</strong> hablantes. Los datos que recoge la gráfica 3.2indican una situación claramente definida.Una mayoría aplastante del 83% de la muestra de 138 estudiantes encuestadosaprueba el fenómeno como un rasgo legítimo del habla cultay expresa que está de acuerdo con que es aceptable y normal queuna persona educada diga Si tú quieres, yo te llamo mañana.Muchos hablantes no son conscientes siquiera de que existe otra forma,que es precisamente la estándar en la mayor parte del mundo hispánico:Si quieres, te llamo mañana. Parece que no eligen entre dos alternativas,sino que la única opción que tienen disponible a la hora de hablares la que incluye el pronombre.Dentro de este esquema sintáctico se encuentran algunas frases muyusuales en la conversación espontánea y familiar, que funcionan comomuletillas o como formas de enlace dentro de la cadena del discurso.Una de ellas la utilizan <strong>los</strong> interlocutores para iniciar sus intervencionesen una conversación: Yo quiero que tú sepas; y la otra para finalizarlaso como forma de conexión entre una y otra parte del discurso: ¿Túve(s)?Un informante del grupo social alto le comenta a su interlocutor lo siguiente:Yo he estado aquí muchísimas veces, porque yo era gerente en La Vega, ¿túve(s)?, pero preferí venir a Santiago, porque construí mi casa ...|Sujeto antepuesto al infinitivo|También es muy común en elhabla de todos <strong>los</strong> niveles sociales <strong>dominicanos</strong>, la anteposición de sujeto,generalmente pronominal, en construcciones verbales de infinitivo.En un diálogo con el entrevistador, una señora de clase media expresa:Antes de tú entrar en ese salón, tú tienes que marcar el número de tu tarjeta.Otros ejemp<strong>los</strong> que ilustran el mismo fenómeno son:Al yo pasar por la puerta, se me manchó la camisa.Por Antonio ser tan rápido, pudo llegar a tiempo.En estos casos, si se desea o se requiere utilizar el sujeto del infinitivo,la norma académica del español general muestra una clara preferenciapor la posposición:Al llegar ella, comenzó la reunión.Por no tener yo corbata, me impidieron entrar al salón.Esta tendencia a anteponer el pronombre a la forma del infinitivo noes peculiar del español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, sino que se extiende portoda la región caribeña.|Ello hay|Dentro de este mismo marco general de la anteposición delsujeto al verbo dentro de la estructura de la oración, se sitúa un fenómenoque sí tiene carácter restringido desde el punto de vista de sudistribución geográfica. Se trata del empleo del pronombre ello comosujeto de verbos impersonales, especialmente de haber. Estas estructurasno forman parte de la sintaxis del español del resto del Caribe nide ninguno de <strong>los</strong> otros países del mundo hispanohablante. Se produ-LÍNEAS VERTICALESzonas que usan ello ante el verbo haberLÍNEAS CRUZADASzona donde el uso de ello decaeEN BLANCOzonas donde no se usa el ello ante haber(Tomado de Jiménez Sabater)


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |128| |129|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3cen en amplias zonas del norte de la República Dominicana, especialmenteen el habla campesina, en la urbana popular y en la espontáneade otros sectores sociales.El fenómeno se manifiesta en oraciones como:Ello no hay agua.Ello estaba lloviendo.Es una forma de uso muy antiguo que no pertenece a la norma lingüísticaculta dominicana.Como puede verse en el mapa, tomado de la investigación de JiménezSabater, el uso del ello ante el verbo haber se extiende por toda la regióndel Cibao, con la excepción de la península de Samaná, y alcanzauna pequeña parte de las regiones del Este y del Centro Sur.El empleo sistemático de <strong>los</strong> pronombres delante de <strong>los</strong> verbos, incluyendoel ello antepuesto al verbo impersonal en la zona norte dominicana,podría ser el resultado de una tendencia del español del Caribe,como ha sugerido Morales (1986) en sus análisis sobre el español dePuerto Rico, a mantener de forma explícita en la superficie la estructurasujeto-verbo-objeto. El apego estricto a este orden llamado SVOllevaría a <strong>los</strong> hablantes del Caribe a introducir <strong>los</strong> pronombres en contextosen <strong>los</strong> que otros dialectos no <strong>los</strong> usan.3|10 No inversión del orden sujeto-verboen las interrogacionesEn las interrogaciones, el sujeto suele mantenerse colocado delante delverbo y no pospuesto, como prefiere la norma general del español. Deeste modo, en lugar de las oraciones interrogativas típicas del español,según el modelo de ¿Cuándo llegó Ana? o ¿Qué quieres (tú)?, en el españoldominicano es normal escuchar:¿Cuándo Ana llegó?¿Qué tú quieres?En vez de ¿Cómo estás (tú)?, por ejemplo, la pregunta se expresa diciendo¿Cómo tú estás? Y, como es lógico suponer, esta fórmula, quese ha convertido en el saludo informal preferido de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>,se manifiesta de la manera siguiente en el habla espontánea:¿Cómo tú tá?Este orden de palabras, que también se encuentra extendido en el españolde <strong>los</strong> demás países del Caribe, no ofrece mayores variaciones sociolingüísticasy caracteriza por igual el habla de <strong>los</strong> diferentes grupossociales <strong>dominicanos</strong>.3|11 Los pronombres personales inacentuadosLos pronombres, al igual que <strong>los</strong> nombres o sustantivos a <strong>los</strong> que sustituyen,desempeñan diferentes funciones sintácticas en la oración: sujeto,objeto directo, objeto indirecto, etc. Sin embargo, a diferencia de<strong>los</strong> sustantivos, <strong>los</strong> pronombres varían de forma dependiendo de la funciónque desempeñen. Por ejemplo, si el pronombre de primera personasingular es el sujeto de la oración, aparecerá bajo la forma yo: Yoquiero a María. Pero si el pronombre es objeto, no se dirá María quiere ayo, sino María me quiere. La forma me, que desempeña el papel de objetodirecto, no tiene acento y se pronuncia apoyada en el verbo quesigue, formando con él una sola unidad de pronunciación: mequiere.Esteenlace fonético, necesario por el carácter inacentuado y parásito delpronombre objeto, puede apreciarse mejor cuando la variante pronominalaparece a la derecha del verbo, porque en ese caso la ortografía<strong>los</strong> presenta como una palabra: quiéreme.Las formas inacentuadas de <strong>los</strong> pronombres personales de tercera personaen español son: lo(s), la(s), le(s), se. En la República Dominicana,como en el resto de Hispanoamérica, el uso actual les asigna las siguientesfunciones:lo(s) se refiere al objeto directo masculino (Estaba(n) sentado(s) cuandolo(s) vi);la(s) representa el objeto directo femenino (Pedro la(s) besó);le(s) designa el objeto indirecto, tanto masculino como femenino (Le(s)concedieron la beca).Cuando la forma le(s) aparece delante de las demás (lo-s, la-s), se transformaobligatoriamente en se, que vale tanto para singular como paraplural (Se la concedieron puede interpretarse Le concedieron la beca (a él oa ella) o también Les concedieron la beca (a el<strong>los</strong> o a ellas).Con relación al empleo de esos pronombres inacentuados en el españoldominicano, conviene señalar que se encuentra muy generalizadala pérdida de la relación de concordancia entre el pronombre objetoindirecto plural inacentuado les y su antecedente, es decir, el nombre al


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |130| |131|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3que hace referencia. Por ese motivo son frecuentes oraciones en las quele se refiere a un complemento plural, como enEl profesor le mandó una carta a sus estudiantes.En este caso, la ausencia de /s/ en le no parece ser consecuencia de unaeliminación fonética, sino de la falta de conciencia por parte de la persona,de la relación sintáctica existente entre el pronombre y el sustantivoestudiantes. Muchos hablantes están completamente convencidosde que le, y no les, es la forma correcta en este contexto.De manera similar, se confunden a veces las funciones de objeto directoy de objeto indirecto cuando están representadas por una forma inacentuadade pronombre. Como consecuencia de esto, en sustitución deoraciones comoYo les conté un chiste a <strong>los</strong> niños,se producen versiones comoYo se <strong>los</strong> conté (en vez de Yo se lo conté).En dicha oración, el objeto directo de conté, es decir,‘lo contado’, es unchiste (masculino y singular) que debe ser reemplazado por el pronombremasculino y singular lo y no por el plural <strong>los</strong>. Sin embargo, comoen la oración inicial existe un complemento en plural (a <strong>los</strong> niños), pareceque <strong>los</strong> hablantes sienten la necesidad de indicar de algún modoesa noción en la oración derivada. En vista de que la forma se (que sustituyea les y consecuentemente a <strong>los</strong> niños) es invariable y no admiteuna marca de plural, la colocan en la variante lo, que se transforma asíen <strong>los</strong>.Ambos fenómenos se encuentran difundidos, quizá de manera especial,en <strong>los</strong> grupos sociales más altos de la sociedad dominicana. Aparecentambién en el habla culta de muchos países del mundo hispánico.Por otra parte, en la lengua hablada natural se mantiene la distinciónetimológica entre las formas lo (objeto directo: Lo invité a cenar) y le(objeto indirecto: Le dije que sí). Por eso, no se consideran normales, esdecir, no suenan a español dominicano, oraciones como las siguientes,completamente regulares en el centro y norte de España:Anoche le vi en el cine.Juan aún recuerda el día en que su novia le besó por primera vez.Sin embargo, existe en la actualidad una tendencia, más fuerte en lalengua escrita que en la hablada, a adoptar el leísmo (la sustitución de lo100806040200por le) en algunos contextos particulares, como fórmulas de saludo:Encantado de conocerle.Su empleo podría ser favorecido por la ventaja de no tener que señalarla diferencia de género: conocerlo / conocerla. Pero, además, a la formale se le asigna mayor distinción que al uso tradicional, lo que podría daruna explicación a la progresiva aparición en cartas y en otros documentosde expresiones como las siguientes:Les quiere mucho ...Le saluda atentamente ...Se puede observar la misma tendencia en la lengua hablada formal dela radio y de la televisión. Hace algunos años, un alto funcionario delgobierno, en declaraciones a <strong>los</strong> periodistas, afirmaba ante las cámarasde la televisión:Bueno, yo les invito a que realmente se esperen <strong>los</strong> resultados de las medidas.Los resultados hablarán por sí so<strong>los</strong>.aprobación91%desaprobaciónTampoco es raro escuchar a locutores de radio que dicen:Ahora les dejo en la grata compañía de mi colega ...La creencia de que la forma leísta es más elegante que la tradicional queutiliza lo y la para la función de objeto directo, se revela en las opinionessubjetivas de <strong>los</strong> hablantes. Con respecto a la oración Considero máselegante y formal terminar una carta dirigida al administrador de una empresa9%GRÁFICA 3.3“Considero máselegante y formalterminar unacarta dirigida aladministrador deuna empresa conla frase “Le saludaatentamente, quecon Lo saludaatentamente”


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |132| |133|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3con la frase Le saluda atentamente, que con Lo saluda atentamente, el 91% de<strong>los</strong> encuestados manifestó su aprobación, según revela la gráfica 3.3. Deese total, el 23% respondió que estaba de acuerdo, y el 68%, muy de acuerdocon lo expresado por el enunciado.3|12 Repercusión de la pérdida de la /s/Como consecuencia de la eliminación muy frecuente de la /s/ final depalabra, algunos autores han denunciado el peligro de confusión que suponela ausencia de esa marca de distinción entre singular y plural (niñaniñas),y entre la segunda y la tercera persona del singular de <strong>los</strong> verbos(cantas-canta). Es oportuno indicar que en el uso real de la lengua, tal peligrodesaparece porque la oposición se manifiesta por otros medios.En el caso de la persona verbal, ya se ha comentado la presencia continuadel pronombre, lo que evita cualquier riesgo de ambigüedad entrela segunda y la tercera personas: tú quiere se diferencia inequívocamentede él quiere. En este aspecto, el español dominicano ha adoptadouna solución similar a la que utilizan lenguas como el francés y elinglés, en las que el pronombre sujeto acompaña al verbo de maneraobligatoria para marcar la distinción entre las personas del discurso:je travaille, tu travailles, il travaille;I work, you work, he works;yo trabajo, tú trabajas, él trabaja.Con respecto a la oposición singular-plural de <strong>los</strong> sustantivos y <strong>los</strong> adjetivos,el español dispone de múltiples recursos, además de la /s/, queproveen la información de pluralidad. Como resultado de esto, aunquela /s/ esté ausente, generalmente la información se mantiene y no existeningún peligro real de confusión. Por otra parte, la situación en quese producen <strong>los</strong> actos de habla desempeña un importante papel clarificador.Los mecanismos complementarios empleados por el español para expresarla pluralidad son de diferente tipo:a|morfológicosYo no tengo la facilidade que tú tiene.Todo depende de lo padre de familia.b|sintácticosEsa muchacha bailan bien.Ella trabaja lavando plato.c|léxicos y semánticosSe compró un par de zapato.Solamente tiene cuatro silla.En todos <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> anteriores, a pesar de que no aparece la marcaregular de plural, la -s, la información está garantizada de alguna manera:a|la vocal -e final de la palabra facilidade, permite diferenciarla de laforma del singular facilidad, y la estructura fonética del artículo lo, distinguelo padre del singular el padre.b|la forma plural de bailan revela que el sujeto (esa muchacha) está tambiénen plural; y plato se interpreta claramente como plural porque notiene determinante antepuesto.c|el sentido de las palabras par y cuatro indica sin lugar a dudas que zapatoy silla deben entenderse como zapatos y sillas, respectivamente.3|13 Sobre <strong>los</strong> posesivosEn la República Dominicana, especialmente en el habla espontánea de<strong>los</strong> grupos sociales medios y bajos, es muy frecuente el empleo del posesivoacentuado después del nombre, en vez del inacentuado delantedel sustantivo. Así, son mucho más comunes frases nominales comola mamá mía,el hermano tuyo,el equipo de nosotros,que sus correspondientesmi mamá,tu hermano,nuestro equipo.Este es un uso conocido también en otros países hispánicos, que podríaobedecer a una generalización de la preferencia de la lengua españolapor la colocación de <strong>los</strong> modificadores adjetivales después del sustantivo.En el habla de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, las variantes que anteponen elposesivo inacentuado al sustantivo (tu hermano, nuestro equipo), se percibennormalmente como propias de esti<strong>los</strong> formales o del habla de personasde nivel social elevado.De manera paralela, podría considerarse prácticamente inexistente en


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |134| |135|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3el uso oral de la lengua dominicana el pronombre relativo posesivo cuyo,que en español culto aparece en oraciones como:Acabo de leer una novela cuyo protagonista es un traficante de drogas arrepentido.La policía está interrogando al hombre cuya casa se incendió.Como en el habla corriente de muchos dialectos hispánicos, el elementosubordinante cuyo se sustituye casi siempre en el país por las formasanalíticas que su:Acabo de leer una novela que su protagonista es un traficante de drogas arrepentido.La policía está interrogando al hombre que su casa se incendió.El relativo cuyo no solamente puede ser considerado un recurso exclusivode la lengua culta formal, sino que incluso en esa variedad su presenciaes muy escasa. Una joven universitaria que forma parte de lamuestra de <strong>dominicanos</strong> entrevistados para esta investigación afirma ensu conversación: Yo oí hablar de un muchacho que su papá era médico.Y comoese, se repiten una y otra vez <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong>. El cambio se encuentraextendido también en la lengua escrita y llega hasta <strong>los</strong> medios de comunicación,lo que atestigua su amplia difusión social.3|14 Haber y hacer en pluralComo ocurre en <strong>los</strong> demás países de América, es general en todos <strong>los</strong>niveles sociales de la República Dominicana el uso en plural de <strong>los</strong>verbos impersonales haber y hacer, para poner<strong>los</strong> a concordar con el sustantivoobjeto directo, que se percibe como sujeto. Son muy frecuentesejemp<strong>los</strong> como estos:En el cumpleaños, habían rega<strong>los</strong> para todos <strong>los</strong> niños. (En vez de ... habíarega<strong>los</strong> ...)Ya hacen diez años que ella se fue para Nueva York. (En lugar de Ya hacediez años ...)En la oficina habemos cinco empleados. (Por En la oficina hay cinco ...)A pesar de <strong>los</strong> esfuerzos de la escuela por corregir su uso, estas formasestán muy extendidas y arraigadas aun en <strong>los</strong> círcu<strong>los</strong> intelectuales <strong>dominicanos</strong>.Podría decirse que pertenecen a la norma culta prestigiosadel país.Uno de <strong>los</strong> sujetos de esta investigación, con educación universitaria,gerente de un banco, afirma: Anteriormente, cuando yo entré aquí, éramosveintiséis.Ya habemos ochenta.Asimismo, en un reciente programa de variedades en la televisión, elanimador prometía con gran entusiasmo a su audiencia:Todas las semanas habrán premios valorados en más de cien mil pesos.Y en un diario vespertino del país, hace poco tiempo el articulista escribíalo siguiente:El caso es diferente, porque en 1492 no habían expediciones de norteamericanos.Una razón que podría explicar el empleo tan generalizado de estosverbos impersonales en plural es que <strong>los</strong> hablantes no perciben la mismarelación de verbo-objeto entre había y rega<strong>los</strong>, que la que hay, porejemplo, entre escribió y una carta, en la oración La niña escribió una carta.En este caso, resulta claro que carta es el objeto y el resultado de lafuerza de un verbo activo: escribir. En había rega<strong>los</strong>, al contrario, no se veclaramente que rega<strong>los</strong> sea el objeto, porque no es el resultado de unaacción verbal. El verbo haber tiene una transitividad tan débil y opacaque a muchos hablantes les resulta invisible. El sustantivo rega<strong>los</strong> se interpretaentonces como sujeto porque el enunciado se considera semejanteen su sentido a algo así como ‘existían rega<strong>los</strong>’.3|15 Valor focalizador del verbo serExisten diversas construcciones en las que se introduce el verbo ser, generalmenteseguido por el nexo que, para centrar la atención o destacarel elemento siguiente.En su estudio sobre el habla de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, Jiménez Sabater(1975) describe estructuras como las siguientes:a|‘Fue aquí que Juan murió’.b|‘Era sudando que estaba’.c|‘Es cansado que vengo’.En <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> anteriores se puede percibir claramente el relieve añadidopor el verbo ser a la palabra que le sigue.Al comparar Fue aquí queJuan murió con Juan murió aquí, se ve que en la primera se ha puesto sobrela palabra aquí un énfasis que no tiene en la segunda. Lo mismopuede observarse con relación a la palabra sudando en Era sudando queestaba, frente a la normal Estaba sudando, y también con respecto a cansadoen Es cansado que vengo, en comparación con Vengo cansado.


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |136| |137|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3En ciertos casos, el verbo ser aparece colocado en el interior de la oracióny entonces no parece tener la misma capacidad expresiva o focalizadoraque cuando se sitúa al principio.Así sucede, por ejemplo, en laoración Él bajó fue por aquí, en vez de Él bajó por aquí.3|16 Tiempos verbalesEl español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> se identifica con las demás modalidadesde Hispanoamérica en una serie de preferencias en cuanto al uso de<strong>los</strong> tiempos verbales.|El pretérito simple y el compuesto|Igual que en el resto delContinente, en todos <strong>los</strong> niveles sociales del país es notoria la tendenciaal uso del pretérito simple (llegó, comiste) en contextos en <strong>los</strong> que elespañol peninsular selecciona el compuesto (ha llegado, has comido).Frente a la pregunta ¿Has dormido bien?, que haría un español a alguienque acaba de levantarse, lo que se le ocurre decir espontáneamente aun dominicano es ¿Dormiste bien? En este contexto, el empleo delcompuesto parecería rebuscado o artificial desde la perspectiva de lasintaxis dominicana.Lo anterior no significa que el tiempo compuesto del pasado seadesconocido por <strong>los</strong> hablantes <strong>dominicanos</strong>. En varios contextos esaforma constituye incluso la opción obligatoria, como en las oracionesen las que la acción iniciada en el pasado se mantiene y continúadurante el momento en que el hablante la dice. Así, por ejemplo,al referirse a alguien que todavía no ha despertado, se podría decir:La niña ha dormido mucho hoy, pero no *La niña durmió mucho hoy.La última versión solo es aceptable si la persona ya ha terminado dedormir.Lo mismo sucede con oraciones negativas tan comunes comoTodavía no he terminado de hacer la tarea.Como Pedrito nunca en su vida ha ido a la playa, lo llevaré de vacaciones aPunta Cana.Está claro que resultan inaceptables las secuencias siguientes:|Todavía no terminé de hacer la tarea.|Como Pedrito nunca en su vida fue a la playa, lo llevaré de vacaciones a PuntaCana.|Imperfecto del subjuntivo en -ra y en -se|Con respecto a lasformas del pasado imperfecto del subjuntivo, se sabe que el españolofrece dos alternativas: una termina en -ra y otra en -se: cantara / cantase.Así como en zonas de España la forma preferida es la que terminaen -se, no hay dudas de que en la República Dominicana y en el restode Hispanoamérica existe una clara predilección por la terminadaen -ra. A cualquier dominicano, no importa su nivel social, le pareceríanatural una oración como:Ella quería que yo la llevara al cine,pero no le sonaría tan normal la siguiente:Ella quería que yo la llevase al cine.Puede decirse que en el español dominicano, la forma verbal terminadaen -se del imperfecto del subjuntivo se encuentra circunscrita, yde manera muy esporádica, a textos escritos por autores que probablementela consideran más refinada, por ser inusual, que la que acabaen -ra.|El futuro sintético y el futuro analítico|También existe una dobleposibilidad entre el futuro de indicativo llamado sintético (jugaré,jugarán), y el analítico o perifrástico, que se construye con ir a (voy a jugar,van a jugar). Según esto, es posible decir:Esta noche cenaremos a las nueve, y también Esta noche vamos a cenar alas nueve.Otra vez puede afirmarse que el dialecto dominicano, como sus homólogoshispanoamericanos, muestra una marcada preferencia por unade las opciones, la segunda. En efecto, el uso del futuro perifrástico superaampliamente el del sintético. La tendencia natural de <strong>los</strong> hablantes<strong>los</strong> lleva a decir espontáneamente, por ejemplo:Este año, las Águilas van a jugar sin refuerzos.Cuando yo sea grande, voy a estudiar Medicina, como papá.con mayor frecuencia que:Este año, las Águilas jugarán sin refuerzos.Cuando yo sea grande, estudiaré Medicina, como papá.El uso de la forma sintética (jugarán), precisamente por ser menos común,ha adquirido cierta connotación de formalidad y de eleganciaque no tiene la analítica (van a jugar), considerada más coloquial y familiar.


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |138| |139|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3|Condicional -ra / -ría frente a -ra / -ra|Finalmente, es tambiénmuy conocida la simplificación que se produce en Hispanoamérica en eluso de <strong>los</strong> tiempos verbales que intervienen en las oraciones condicionales.En estas estructuras, la parte subordinada, que comienza con la conjunciónsi, expresa la condición que debe cumplirse para la realización dealgo, y la otra parte de la oración, la principal, manifiesta el resultado quese obtiene al cumplirse la condición: Si no estás conmigo, hay tristeza.En español general, cuando la condición se expresa en subjuntivo, elverbo de la parte principal de la oración suele ir en la forma terminadaen -ría, llamada potencial:Si yo fuera rico, compraría un carro nuevo.Sin embargo, en el español de la República Dominicana como en elde otros países hispánicos, lo más común es el empleo de la forma terminadaen -ra, del imperfecto del subjuntivo, tanto en la primera comoen la segunda parte de la oración:Si yo fuera rico, comprara un carro nuevo.Este uso es general en la lengua hablada de todos <strong>los</strong> niveles sociales ypenetra también la formalidad de la lengua escrita, incluso en textos decarácter literario, como <strong>los</strong> siguientes versos de una hermosa cancióndominicana:‘Ay, si la luna conversara,cuántas cosas te contara,de este pobre corazón.’‘Ay, si Dios quisiera que un día,te antojaras de mi vida,cuánto quisiera yo a Dios.’3|17 Queísmo y DequeísmoSe llama queísmo el fenómeno que consiste en eliminar la preposiciónque aparece delante del elemento subordinante que en construccionesverbales que requieren la presencia de alguna preposición, como ocurreen acordarse de que, estar seguro de que, estar de acuerdo con que, insistiren que, y otras semejantes. En todo el mundo hispánico se produce conrelativa frecuencia la pérdida de la preposición en ese contexto y <strong>los</strong>ejemp<strong>los</strong> anteriores quedan convertidos en <strong>los</strong> siguientes: acordarse que,estar seguro que, estar de acuerdo que, insistir que.En la República Dominicana surgen a menudo oraciones como las siguientes:¿Tú no te acuerdas que mañana es el cumpleaños de Miriam?Yo estoy seguro que todo va a salir bien.Ella no está de acuerdo que tú te quedes solo.El fenómeno citado se encuentra difundido en <strong>los</strong> distintos niveles socialesdel país, no solo en la lengua hablada natural, sino que tambiénalcanza el uso de <strong>los</strong> medios de comunicación oral y hasta de la prensaescrita, como ha mostrado Rodríguez Molina (1984).Algo similar sucede con el cambio contrario, el dequeísmo, que no esotra cosa que introducir la preposición de delante del subordinanteque, en contextos en <strong>los</strong> que no se requiere la presencia de la preposición.Muchos verbos del español pueden llevar a su derecha una construcciónsubordinada encabezada directamente por el elemento que:(Yo) pienso que es mejor dejar la cosa así.Nos dijeron que no van a hacer la carretera.Eso significa que el<strong>los</strong> lo sabían.El funcionario señaló que no hay dinero para subir <strong>los</strong> sueldos.(Yo) creo que ella no está diciendo la verdad.Sin embargo, hay hablantes <strong>dominicanos</strong> y de otros países hispanos quecolocan la preposición de delante de que y dicen:Yo pienso de que es mejor dejar la cosa así.Nos dijeron de que no van a hacer la carretera.Eso significa de que el<strong>los</strong> lo sabían.El funcionario señaló de que no hay dinero para subir <strong>los</strong> sueldos.Yo creo de que ella no está diciendo la verdad.Algunos lingüistas consideran que al introducir la preposición de, el hablantele quita fuerza a lo expresado en la subordinada y se muestra pocoidentificado con el enunciado. Por ejemplo, quien dice Yo pienso deque es mejor dejar la cosa así estaría sugiriendo que no está totalmenteconvencido de que es mejor dejar la cosa así. Si estuviera seguro diría Yopienso que es mejor...En realidad, resulta muy difícil determinar la certeza de esa explicación.Pero sea cual sea la razón, el fenómeno parece ir en aumento enel habla dominicana, en especial en la de <strong>los</strong> grupos sociales medio y


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |140| |141|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3alto. Es muy probable que sea considerado como un rasgo lingüísticoprestigioso por algunos.Así induce a pensar el hecho de que se utilicecon mayor frecuencia en esti<strong>los</strong> formales y de que aparezca en presentacionesrealizadas por radio y televisión.3|18 Eliminación de la preposición ‘a’Se ha convertido en un fenómeno bastante generalizado en <strong>los</strong> diversossociolectos <strong>dominicanos</strong> la pérdida de la preposición a, en ciertoscasos, delante del objeto directo personal y también del indirecto. Algunosejemp<strong>los</strong> que ilustran la ausencia de la a frente al objeto directoson estos:Llevaba el niño en <strong>los</strong> brazos (por Llevaba al niño en <strong>los</strong> brazos).La universidad contrató un nuevo Director de Prensa (en vez de ... contratóa un nuevo ...).En el español estándar, este proceso de supresión de la preposición pareceestar condicionado por diversos factores, como la estructura sintácticade la oración y la naturaleza semántica del verbo. Por ejemplo,cuando aparecen consecutivamente el objeto directo y el indirecto,pueden producirse situaciones ambiguas como la siguiente:David presentó a su novia a Lisa.Aunque generalmente se entiende que el elemento más cercano al verboes el objeto directo y el más alejado es el indirecto, es posible laconfusión. La oración se podría interpretar de dos maneras: 1. la presentadafue la novia a Lisa; 2. la presentada fue Lisa a la novia. Para evitarla ambivalencia, es normal que se suprima la preposición a delantedel objeto directo personal:David presentó su novia a Lisa.También es posible establecer una oposición entre oraciones comoSe busca secretaria.y Se busca a la secretaria.La presencia de la preposición a en el segundo caso parece estar condicionadapor la función identificadora del artículo. La indeterminaciónexpresada por la ausencia del artículo en el primer ejemplo impidela aparición de la a.El español dominicano tiende a veces a suprimir la preposición aundelante del artículo, como puede observarse en Llevaba el niño en <strong>los</strong>brazos. Sin embargo, si el grado de identificación que se asocia al sustantivoobjeto directo es mayor, la preposición se mantiene. Por eso lasupresión no se da cuando el objeto es un nombre propio, que expresala identificación individual máxima.Llevo a David en <strong>los</strong> brazos.La universidad contrató a Pedro como Director de Prensa.Llamé a Miguel por teléfono.Resultarían agramaticales y sin duda muy extrañas, oraciones como|Llevo David en <strong>los</strong> brazos.|La universidad contrató Pedro como Director de Prensa.|Llamé Miguel por teléfono.La eliminación de la preposición se manifiesta, además, con relativa frecuenciaante el objeto indirecto en casos comoMi amigo no le gusta que lo corrijan. (en lugar de A mi amigo no le gustaque lo corrijan.)El hecho ocurre también cuando el objeto indirecto es un pronombre.Pero en este caso resulta más perceptible la omisión de la a, por el cambiode la forma pronominal, y entonces el fenómeno es menos aceptadopor la norma lingüística culta del país. Una oración como la siguiente:Yo me parece que las Estrellas van a ganar el campeonato este año.en lugar deA mí me parece que las Estrellas van a ganar el campeonato este año.se considera menos aceptable y es menos frecuente que Mi amigo no legusta que lo corrijan entre <strong>los</strong> hablantes de <strong>los</strong> niveles socioculturales medioy alto del país.3|19 Media enfermaAlgunas palabras, como bastante, demasiado, medio, pueden desempeñarfunciones de adjetivo o de adverbio, según el contexto en el que se encuentren.Cuando acompañan a un sustantivo, como en demasiado calor,demasiadas piñas, medio galón, media libra, son adjetivos que tienen que ajustarsea la forma de género y de número del sustantivo. Cuando acompañana un adjetivo, como en demasiado difícil, medio tonto, son adverbios.A diferencia de <strong>los</strong> adjetivos, <strong>los</strong> adverbios no ajustan su forma a la deltérmino al que modifican. En otras palabras, <strong>los</strong> adverbios no están sujetosa la concordancia. De acuerdo con lo anterior, si la palabra medioaparece junto al adjetivo enferma, entonces es un adverbio, y no debe


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |142| |143|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3variar o ajustar su forma. De ahí que la solución culta sea medio enferma,no media enferma.La ‘invariabilidad’ del adverbio puede comprobarse al comparar, porejemplo, las oracionesMaría está bien. y Nosotros estamos bien.En ambos casos, el adverbio bien permanece igual a pesar de que en elprimero modifica a está y en el segundo a estamos.Es un hecho conocido, sin embargo, que muchos <strong>dominicanos</strong> tiendena construir enunciados en <strong>los</strong> que ponen a concordar estas palabras quetienen función de adverbios como si fueran adjetivos. Son comunes entodos <strong>los</strong> sectores sociales, secuencias como Ella está media enferma, Latuerca quedó demasiada floja.Este comportamiento, en el que <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> no están so<strong>los</strong> yaque se produce también en <strong>los</strong> demás países hispánicos, podría seruna consecuencia del parentesco existente entre las categorías sintácticasdel adjetivo y del adverbio. La proximidad de ambos tipos de palabrasse manifiesta además en contextos en <strong>los</strong> que la confusión seda a la inversa, y algunos hablantes no están seguros de si deben decirBebió demasiado leche o Bebió demasiada leche, estableciendo la debidaconcordancia entre demasiada, que en este caso es adjetivo, y elsustantivo leche.3|20 Adjetivos - adverbiosSegún se indicó en el apartado anterior, hay una estrecha relación entre<strong>los</strong> adjetivos y <strong>los</strong> adverbios, no solo en español, sino en todas laslenguas. Por esa razón, en todas partes aparecen con frecuencia adjetivosen función adverbial, sobre todo cuando el estilo es informal. Algunosejemp<strong>los</strong> que ilustran este uso son:Tuvo que trabajar duro para conseguirlo, en vez deTuvo que trabajar duramente para conseguirlo.No hables tan fuerte, por No hables tan fuertemente.Ella cocina bueno, en lugar de Ella cocina bien.Una señora de nivel social alto de Santiago le comenta lo siguiente ala joven estudiante que la entrevistaba:Yo creo que sí, que <strong>los</strong> muchachos jóvenes de ahora aceptan eso más fácil quelo que lo acepta la generación anterior.Con respecto a <strong>los</strong> adverbios que se forman agregando la terminación-mente a <strong>los</strong> adjetivos, (estupendamente, lamentablemente), hay que señalarque son muy escasos en la lengua espontánea e informal. En el hablapopular esa escasez se acrecienta aun más y apenas aparecen algunoscasos, que curiosamente proceden de formaciones redundantes en lasque se añade el sufijo -mente a un adverbio. Es el caso de mal: malmente,y de casi: casimente.En <strong>los</strong> sectores sociales medios y altos, se percibe una tendencia a emplear<strong>los</strong> adverbios que terminan en -mente (definitivamente, sinceramente)como marcadores de estilo formal o de estatus social. Sucede así demanera especial con algunos, como realmente, que a veces se repiten,con más valor enfático que coherencia y propiedad desde el punto devista semántico:¿Pudo realmente venir?No me parece, realmente, que lo vayan a admitir en la universidad.3|21 La doble negaciónUna construcción sintáctica que tiene un gran valor identificador delespañol dominicano, ya que no se ha documentado en ningún otro paísde habla hispánica, es el enunciado que contiene un marcador negativoantepuesto y otro pospuesto al verbo, como se puede apreciar en lassiguientes oraciones:Yo no sé decirle no.Por aquí casi nunca lo usan así no.Nosotro(s) no queremo(s) no.A este fenómeno, típico fundamentalmente del estilo conversacionalde <strong>los</strong> estratos sociales bajos, hace una breve referencia Jiménez Sabater(1975). Comenta el autor que este esquema sintáctico puede ser útilpara distinguir una oración afirmativa como Nosotros nos vamos, que sepronuncia Nosotro no vamo en el habla popular, de la construcción negativadominicana Nosotro no vamo no. Considera que la primera se siguepercibiendo como afirmativa porque se opone a la segunda con ladoble negación.Habría que precisar señalando un detalle que se le escapa al autor: la doblenegación refuerza una distinción que nunca se ha perdido, porquela naturaleza inacentuada del ‘no’ procedente del pronombre ‘nos’ en la


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |144||145|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3oración afirmativa (Nosotro no vamo), lo hace inconfundible con el adverbionegativo ‘no’, que es palabra acentuada (Nosotro nó vamo nó).Más recientemente, Schwegler (1996) ha realizado un estudio minuciosode estas estructuras.Algunos de <strong>los</strong> aspectos más importantes destacadospor el lingüista son <strong>los</strong> siguientes:1|El uso de la construcción con doble negación no enfática es comúnen <strong>los</strong> sectores sociales bajos y está marcadamente estigmatizadoen el país.2|La negación postverbal dominicana se integra dentro del enunciado,formando una sola unidad de entonación, es decir, no se trata de lapartícula negativa del español general que se repite fuera del resto dela oración, con carácter enfático (No me gustó, no).3|La doble negación se emplea para contradecir o refutar informacioneso presuposiciones contenidas en el discurso anterior. Así, ante laafirmación, hecha por el investigador,‘¡Ahora sí vamos a comer aguacates!’,un informante dominicano le responde:‘Aquí no hay aguacates no. No esla temporada.’ Es posible notar que ante la suposición del investigadorde que en ese lugar había aguacates, el hablante siente la necesidad decorregir esa falsa implicación y lo hace con la doble negación. Con ellacomunica que no hay aguacates y, además, que la presuposición del interlocutorde que aquí hay aguacates es falsa. Pero, en la frase siguiente,‘No es latemporada’, el hablante utiliza la negación simple, preverbal, porque eneste caso su intención no es la de rechazar o reformar una falsa presuposición,sino la de informar, simplemente, que ahora no es la temporadade <strong>los</strong> aguacates.4|Aunque el uso del fenómeno es una característica de <strong>los</strong> hablantesde <strong>los</strong> grupos sociales inferiores, esto no significa que el<strong>los</strong> no recurrantambién al uso de la negación simple y que esta sea de uso exclusivode <strong>los</strong> hablantes cultos. Los hablantes de sociolectos bajos que utilizanestas estructuras tienen a su disposición dos construcciones negativas,la simple y la doble, que utilizan de acuerdo con una serie de factorespragmáticos, como la presencia o ausencia de presuposiciones en eldiscurso previo.5|La doble negación dominicana puede atribuirse a la influencia africana.Hay indicios de que el origen de estas estructuras está vinculadocon un primitivo código afroportugués.Esta construcción sintáctica se encuentra muy extendida en el hablapopular espontánea y, como sucede con otros fenómenos estigmatizados,<strong>los</strong> hablantes la utilizan de forma natural, sin tener conciencia a vecesde que lo están haciendo.3|22 Formas de tratamientoSe llaman formas de tratamiento <strong>los</strong> términos utilizados por el hablantepara dirigirse o llamar a la persona con quien se está comunicando, comotú, usted, vos, excelencia, señora, don. Según se observa, algunas de esaspalabras son pronombres (tú, usted, vos), y otras son sustantivos (compadre,excelencia, doctor, don, señora, etc.).Como se sabe, en toda el área del Caribe Hispánico se utilizan las formaspronominales tú y usted para dirigirse a la segunda persona, al interlocutor,y se desconoce por completo el uso del pronombre vos paraeste fin. En este aspecto, el español antillano se diferencia del de muchospaíses de Centro y Suramérica donde se emplea el voseo, con diferentegrado de aceptación social según la región, en alguna de susformas (vos querés, vos quieres, etc.).En la República Dominicana, como en otros países donde se alterna eluso de tú y de usted, normalmente el primero caracteriza el estilo informaly vale para situaciones de confianza y de cercanía o familiaridad;el segundo, en cambio, es apropiado para la expresión deferente,formal, y se asocia con la idea de respeto o de distancia entre <strong>los</strong> interlocutores.Según esto, dos amigos suelen tratarse de tú, pero la secretariageneralmente se dirige a su jefe diciéndole usted.Sin embargo, a pesar de que <strong>los</strong> hablantes nativos saben intuitivamentecuándo emplear una u otra, el funcionamiento de estas fórmulas esbastante complejo y se encuentra condicionado por una variedad defactores: la edad, el sexo, el hecho de que <strong>los</strong> interlocutores se conozcano de que estén hablando por primera vez, el tipo de relación personalo de trabajo que exista entre las personas. El más poderoso deesos factores parece ser la edad, que supera incluso el rango de superioridadsocial o laboral. Esto se encuentra estrechamente relacionado,como es lógico, con el respeto que la sociedad concede a <strong>los</strong> mayores.En este sentido, un joven dueño de empresa que se dirige a un empleadode mayor edad, o un abogado que al salir de su oficina se de-


Capítulo 3|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones |146||147|Rasgos morfosintácticos: la forma de las palabras y de las oraciones|Capítulo 3tiene en la calle para darle unas monedas a la anciana que cada día esperasu limosna, probablemente tiendan a utilizar usted y no tú, a pesarde que en ambos casos <strong>los</strong> participantes en el acto comunicativo se conoceny el que desempeña el papel de hablante tiene mayor jerarquíade poder y estatura social que el oyente. Inversamente, si un señor deedad madura anda buscando una dirección y decide preguntarle a unjoven estudiante a quien no conoce, es muy posible que se dirija a éldiciéndole tú. El joven, a su vez, probablemente le responderá utilizandousted.En ciertas circunstancias, el grado de contribución que ejercen <strong>los</strong> factoresmencionados puede cambiar. De esta forma, la intimidad de la relaciónafectiva puede tener un efecto superior al que produce la diferenciade edad entre dos personas. Por ejemplo, es más que probableque la esposa trate de tú al marido, aunque este tenga veinte o veinticincoaños más que ella. Por otra parte, también sucede que una personade mayor edad y rango que otra a veces utiliza la forma usted,envez de la esperable tú en este caso, para establecer distancia, para mostraruna actitud seria y severa o para expresar disgusto. Es lo que sucedecuando la maestra le dice usted al alumno de diez años, o cuando lamadre recrimina a su hijo:‘Usted sabe que antes de ver televisión tiene quehacer la tarea’.Conviene puntualizar que el uso de estas fórmulas pronominales haexperimentado ciertos cambios en el habla dominicana a lo largo de<strong>los</strong> años. Hace varias décadas, especialmente en ambientes tradicionalesy rurales, era de rigor que <strong>los</strong> hijos utilizaran usted para dirigirse asus papás; ahora, sin embargo, se ha generalizado mucho el empleo detú incluso con <strong>los</strong> abue<strong>los</strong>. La causa de este hecho no radica necesariamenteen una pérdida del respeto a <strong>los</strong> padres o a <strong>los</strong> mayores, comopodría creerse desde una perspectiva negativa, sino tal vez en un acercamiento,en un aumento de la confianza en las relaciones entre padrese hijos.Otra expresión de tratamiento respetuoso que debe mencionarse es laforma compuesta su merced, a la que Pérez Guerra (1990) dedica un extensoestudio. Su valor más extendido consiste en la expresión de respetoentre compadres y de un inferior a un superior.A pesar de la opinióngeneral con respecto al carácter rural, estigmatizado y en desusode esta fórmula en el español dominicano, la autora concluye que seusa en todo el país, incluso en zonas urbanas, en grupos de avanzadaedad de <strong>los</strong> niveles sociales medios, medio-bajos y bajos.Tal como sucedecon otros temas, sería conveniente contar con más investigacionescuantitativas que contribuyan a precisar la visión del estado actualde esta fórmula pronominal en la República Dominicana.Con respecto al tratamiento don hay que anotar que, como ocurre enla mayor parte del mundo hispánico, esta forma encierra un alto valorde respeto, de deferencia y de admiración entre <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. Poreso no se le asigna a cualquiera, sino que su uso generalmente se reservapara referirse o dirigirse a personas respetables por su edad, por sucondición social y económica, por determinados méritos intelectualeso morales.


|149|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 44Rasgos léxicos: el vocabulario4|1 Lexicología y SemánticaLa Lexicología es la rama de la Lingüística que estudia todo lo relacionadocon el vocabulario, como las conexiones de significado entreunas palabras y otras, o <strong>los</strong> campos léxicos que forman <strong>los</strong> términosemparentados en cuanto al sentido, como abuelo, padre, hijo, nieto, etc.Se distingue de la Lexicografía, que es la ciencia encargada de la confecciónde diccionarios. La Semántica, estrechamente relacionada con ellas,se ocupa en general de analizar el significado lingüístico, tanto de laspalabras individuales, como de <strong>los</strong> enunciados, de las oraciones.Así, porejemplo, además de indicar la relación de implicación mutua que hayentre comprar y vender, o el carácter inclusivo de fruta con respecto a piña,intenta explicar la anomalía que presenta una oración como *Se bebiótodo el pan, donde se produce la incompatibilidad entre el sentidodel verbo beber, que requiere un objeto directo referido a una cosa líquida,y el sustantivo pan, que alude a una realidad sólida.Algunos de <strong>los</strong> problemas tradicionales que se estudian en este terrenoson <strong>los</strong> relativos a la coincidencia o semejanza de significado (sinonimia),como en delgado y flaco; a la contrariedad de sentido (antonimia,complementariedad, inversión), como en caliente y frío, en vivo y muerto,en discípulo y maestro; la igualdad fonética (homonimia) entre dos palabrascon sentidos distintos, como en vino (bebida alcohólica) y vino(forma del pasado del verbo venir).4|2 Palabras con valor identificadorCuando se estudia el vocabulario de una lengua o de un dialecto, sepueden adoptar dos puntos de vista distintos. En otras palabras, existendos métodos para analizar el léxico de la lengua en una región determinada.Como indica Haensch (1986), uno podría ser llamado integral,y consiste en describir todas las palabras conocidas o usadas en un país,independientemente de si son exclusivas de ese lugar, o son empleadastambién en otras zonas. El segundo método es el contrastivo, que buscaidentificar únicamente las palabras que tienen un valor discriminadordel lugar estudiado, porque son de uso exclusivo de esa región o áreageográfica.En las descripciones dialectales del español, lo tradicional ha sido laadopción del último enfoque. Se han elaborado listas más o menosextensas de palabras, que se supone caracterizan de manera distintivael habla de un lugar y son desconocidas en el resto de <strong>los</strong> territoriosque comparten la lengua. Pero como puede imaginarse, esta empresano siempre es fácil. Se requiere que el investigador conozca a fondola realidad lingüística, no solamente del país que está describiendo,sino también la de <strong>los</strong> demás países.Y esto resulta a menudo imposible.Aquí se hará una presentación del componente léxico dominicanocombinando ambos enfoques. En ocasiones se destacarán <strong>los</strong> elementosque parecen tener carácter exclusivo, y en otras se ofrece una visióngeneral o integral. Pero sin perder de vista nunca que el españolde la República Dominicana comparte una amplia base léxica con lasdemás variedades del español, lo que les permite a <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> comunicarsesin mayores problemas con <strong>los</strong> hispanohablantes del restodel mundo. Las unidades peculiares que llaman tanto la atención, comoconcho, chin o mangú, constituyen en realidad una porción muy pequeñadel conjunto global de su vocabulario.Para comenzar, se presentan a continuación algunas palabras de diversosorígenes y que son de uso común en el habla de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>.No todas son privativas del país y a veces lo exclusivo es simplementeque se utilizan con un sentido distinto del que tienen en otros lugares.aguajero (‘fanfarrón, que habla mucho y hace poco’; otros términos dela misma familia léxica son - aguaje, aguajear)


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |150| |151|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4allantoso (‘que trata de impresionar a <strong>los</strong> demás’; sinónimo de aguajero;- allante, allantar)bola (‘autoestop, forma de transporte gratuito’)bonche (‘diversión, fiesta’)bufear (‘burlarse de alguien, engañarlo’; - bufeo)calimete (‘paja para sorber líquidos’)can (‘diversión, fiesta’; - canear, canero)carpeta (‘molestia’; -carpetoso)comparón (‘engreído, orgul<strong>los</strong>o’; - comparancia)concón (‘arroz que se pega al fondo de la olla o la paila’)concho (‘carro de transporte público urbano’; - conchar; también se utiliza,igual que en otras partes, como eufemismo de ‘coño’)cuarto (‘dinero’; - cuartal)cuquear (‘incitar, provocar’)chele (‘centavo’; - chelear, chelero)chepa (‘casualidad’; - chepazo, cheposo)chercha (‘fiesta, can, bonche’; - cherchar)chichigua (‘cometa, papalote’)chin (‘poquito’)chiripero (‘persona que hace trabajos ocasionales’; - chiripa, chiripear)chiva (‘mujer fácil y muy coqueta’; - chivear)chivatear (‘delatar’; - chivateo, chivato)chivo (‘escrito que lleva un estudiante para copiarlo disimuladamenteen el examen’;‘parte de algo que por descuido o inexperiencia se dejasin pintar, limpiar, cortar, etc.’)chivo (‘como adjetivo, se emplea en el sentido de ‘rece<strong>los</strong>o’, ‘desconfiado’)chopa (‘despectivamente, mujer de vida alegre y a veces también, sirvienta’;- chopero)chulo (‘como adjetivo, equivale a bueno, chévere, interesante’)figurear (‘mostrarse pretenciosamente en público para atraer la atención’;- figureo, figurero)fracatán (‘gran cantidad de personas o de cosas’)frisa (‘manta usada para abrigarse en la cama’)funda (‘bolsa, recipiente flexible de papel, de plástico, de tela’; - enfundar)fuñir (‘molestar’; - fuñenda, fuñón)guapo (‘valiente’; - guapear)macuteo (‘exigencia de dinero a cambio de la exención de algún trámiteo responsabilidad’; - macutear, macutero)mangú (‘comida consistente en plátano verde cocido y amasado’)marchanta (‘vendedora ambulante de verduras’)matatán (‘persona muy habilidosa para algo, a quien se considera expertaen un oficio’)moro (‘comida en que se mezcla arroz con habichuelas o guandules’; elplato principal de todos <strong>los</strong> días, compuesto de arroz blanco, habichuelasy carne, se llama la bandera)motoconcho (‘motocicleta utilizada para el transporte individual de pasajeros’;- motoconchista)pariguayo (‘persona muy tímida, que tiene poca habilidad, tonta’; - pariguayar)pique (‘coraje, enojo’)quipe (‘comida de origen árabe, especie de croqueta de trigo rellena decarne’; - quipero)rebú (‘desorden, reyerta’; - rebusero)san (‘juego en el que <strong>los</strong> participantes aportan periódicamente una sumade dinero, y el total corresponde a cada uno, por turno, según elnúmero que se le haya asignado’)tajalán (‘muchacho muy crecido’)tollo (‘desorden, mezcolanza; cosa mal hecha’; - tol<strong>los</strong>o)tostón (‘rodaja frita de plátano verde’; también se llama frito verde, o simplementefrito’)yeyo (‘mareo, desmayo’)yipeta (‘vehículo deportivo, todoterreno’)yunyún (‘hielo raspado, mezclado con un refresco; un sinónimo es friofrío’;- yunyunero)zafacón (‘cubo de la basura’)Muchas de las palabras anteriores son propias del habla popular o delestilo informal de otros grupos socioculturales: aguajero, allantoso, bola,bonche, bufear, can, carpeta, comparón, cuarto, cuquear, chele, chepa, chercha,chin, chiripero, chiva, chivatear, chivo, chopa, chulo, figurear, fracatán, fuñir, guapo,macuteo, matatán, pariguayo, pique, rebú, tajalán, tollo, yeyo. Las otras son


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |152| |153|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4neutras en cuanto al estilo y pueden ser utilizadas en distintas situaciones:calimete, concón, concho, chichigua, frisa, funda, mangú, marchanta, moro,motoconcho, quipe, san, tostón, yipeta, yunyún, zafacón.Sucede a veces que ciertos hablantes consideran inapropiadas algunasde ellas en cualquier circunstancia. Por eso, prefieren sustituirlas por susequivalentes generales e incluso corrigen a otros para que digan pocoen vez de chin; sorbete, por calimete; frito verde, en lugar de tostón.Por su parte, otros ejemp<strong>los</strong> crean una distinción geográfica, y la mismacosa se llama con más frecuencia de una manera en unos lugaresdel país y de otra en otros, como es el caso de caldero y paila, china y naranja,quenepa y limoncillo.Finalmente, como en todas partes, son peculiares algunas palabras tabuizadasy malsonantes, en especial las referentes a contenidos sexuales,que solamente se utilizan en situaciones muy informales, como singar(‘realizar el acto sexual’), grano (‘testículo’), güevo (‘pene’), toto (‘órganosexual femenino’). Con menor carga de vulgaridad que las anteriores,es de uso muy frecuente en el habla informal el término vaina,sobre todo en expresiones con valor exclamativo de disgusto o desaprobación:¡Qué vaina! ¡Mira esa vaina! ¡Déjate de vaina!4|3 Los arcaísmosEn reiteradas ocasiones se ha señalado el matiz antiguo de una partedel vocabulario usado por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. Entre las palabras que sepueden poner como ejemplo están boto (‘sin punta ni filo’), bravo (‘enojado’),bregar (‘trabajar’), dilatarse (‘demorarse’), escampar (‘dejar de llover’),frisa (‘manta’), guayar (‘rallar’), mata (‘planta de cualquier tipo,hierba o árbol’), mondar (‘pelar una fruta’), musaraña (‘gesticulaciónburlesca’), prieto (‘negro, de color oscuro’).El hispanista Pedro Henríquez Ureña (1940) estaba convencido de queen ningún país de habla española podría formarse un vocabulario depalabras obsoletas que igualara en número al de Santo Domingo. Estaidea central de su obra ha trascendido el tiempo y el espacio llegandoa convertirse en un lugar común todavía repetido por las más diversasobras de la dialectología hispánica.A este respecto, conviene realizar algunas precisiones.Ante todo es necesariodefinir qué se entiende por arcaísmo. Según algunos lingüistas,se considera arcaica toda forma lingüística (fonética, gramatical o léxica)que habiendo perdido su papel en el lenguaje ordinario, se mantienemás o menos envejecida entre alguna clase de personas. Como puedenotarse, se trata de una noción relativa, que supone la comparacióncon otros dialectos o sociolectos. Si, por ejemplo, en el habla de las personascultas ha dejado de emplearse una palabra que se mantiene vigenteen el habla de <strong>los</strong> grupos socioculturales bajos, entonces se diceque esa palabra es arcaica. Obsérvese, sin embargo, que es arcaica solamentepara quienes ya no la utilizan. Los que continúan usándola disponende ella como una palabra regular y actual, semejante a cualquierotra de su vocabulario.Lo mismo se aplica en sentido geográfico. Ha sido común tomar comopunto de referencia el ‘español general de España’, de forma que siun término vigente en América ha desaparecido de esa modalidad lingüísticapeninsular, entonces se considera arcaico. Pero obviamente,afirmar que en América o específicamente en la República Dominicanase usan, por ejemplo, <strong>los</strong> arcaísmos arandelas (‘adornos, encajes colocadosen blusas y camisas finas’), dizque (‘se dice que’), pararse (‘ponersede pie’), implica incurrir en una contradicción terminológica, porquesi en realidad esas palabras se mantienen vigentes, entonces no sonarcaísmos. Podrán serlo en España, si allí no se utilizan, pero no en <strong>los</strong>territorios americanos donde son corrientes en el habla espontánea de<strong>los</strong> diversos sectores de la sociedad. Lo que sucede es que a menudo elanálisis de la realidad de la lengua en Hispanoamérica no se ha realizadodesde dentro, considerándola en sí misma, sino que se ha hecho desdefuera, adoptando la perspectiva española.Y esto no parece lo másapropiado.En segundo lugar, habría que confirmar que están fuera de uso enotros lugares las palabras citadas por Henríquez Ureña. Aunque undiccionario como el académico no es el instrumento más idóneo paradilucidar la cuestión, resulta revelador el hecho de que del total de259 términos recogidos por el autor, solo 16 no figuran en el referidodiccionario.Y con relación a las palabras registradas no se hace ningunaobservación acerca de su posible carácter arcaico. Muchas deellas son de uso corriente en Castilla, como sucede con prenda (‘joya’),vaguear (‘vagar, holgazanear’), zoquete (‘tonto’).Y con algunas excep-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |154| |155|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ciones, <strong>los</strong> términos reunidos en esas listas son conocidos también enPuerto Rico y en otros lugares de Hispanoamérica. En ese sentido, <strong>los</strong>supuestos arcaísmos no constituyen un rasgo distintivo del españoldominicano.En tercer lugar, y esto es lo más importante, hay que advertir que en laactualidad muchos de <strong>los</strong> términos en cuestión no forman parte siquieradel vocabulario pasivo de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. Una encuesta respondidahace unos años por 40 estudiantes universitarios arrojó comoresultado que el 50% de las palabras señaladas por Henríquez Ureña nohabían sido oídas ni una sola vez por ninguno de <strong>los</strong> sujetos. Por tanto,esas palabras sí constituyen auténticos arcaísmos en el español delpaís, justamente porque ya no forman parte del vocabulario disponiblede la gente.Adviértase que por ser realmente arcaicas, esas formas léxicas ya nopueden ser citadas como elementos caracterizadores del vocabulariodominicano. Entre ellas figuran alifafes (‘achaques’), anabolena (‘entrometida’),arriate (‘cantero’), ballestilla (‘arco de violín’), cecina (‘carne saladade vaca’), corcusir (‘zurcir con puntadas mal hechas’), cuesco (‘caparazónde crustáceo’), escofieta (‘especie de gorro o red para recoger elpelo de <strong>los</strong> niños’), mantuano (‘de familia patricia’), monifato (‘figura ridícula’),pateta (‘el diablo’), tollina (‘azotaina, paliza’). Otras que habíansido oídas y eran conocidas no pertenecen al léxico activo de <strong>los</strong> hablantesencuestados.Algunas corresponden a sociolectos bajos y su presenciaes cada vez menos frecuente; otras tienen una fuerte connotaciónrústica: asuntar (‘poner atención’), bastimento (‘vegetales’), cicatero(‘avaro, mezquino’), furnia (‘cavidad muy profunda en la tierra’), mocato(‘se aplica a la fruta o comida descompuesta, pasada’), pollera (‘falda’),soponcio (‘desmayo’), toparse (‘encontrarse’).En conclusión, se puede afirmar que en la actualidad el ‘arcaísmo’ no parececonstituir un rasgo significativo ni tampoco exclusivo del vocabulariode <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>.Aunque es cierto que se mantiene en uso undeterminado número de términos de este tipo, ese léxico no tiene mayorimportancia cuantitativa que la que puede tener en cualquier otropaís hispánico.4|4 Los marinerismosUno de <strong>los</strong> rasgos que caracterizan el léxico del español de América esla presencia de términos de origen náutico transformados en palabrascomunes. Así lo atestiguan varios autores que subrayan la importanciacuantitativa de esos elementos léxicos que en el Nuevo Mundo adquierensentidos no marineros. Algunos ejemp<strong>los</strong> son abarrotar (‘atestar’),amarrar (‘atar’), bandazo (‘vaivén, tumbo’), botar (‘echar fuera, arrojaruna cosa’), boyar (‘flotar’), guindar (‘colgar’), soga (‘cuerda’), zafar(‘soltar’). En ambientes rurales <strong>dominicanos</strong>, por ejemplo, se puedenescuchar frases como ‘La peca ta mala’ (la pesca está mala), o ‘¿Cómo tala peca?’, donde el término pesca tiene el sentido general de ‘la situación’,‘lacosa’.La incorporación de estas palabras al léxico común americano consus correspondientes cambios de significado resulta muy comprensiblesi se tienen en cuenta las circunstancias históricas del Descubrimiento.Como se sabe, muchos de <strong>los</strong> primeros pobladores eranhombres de mar que tuvieron que pasar meses en largas travesías marítimas.Amado Alonso (1967) expresa que la experiencia que tenían todos <strong>los</strong>pasajeros de pasar cuarenta o más días en el mar, determinaba el rumbode su idioma, y por eso desde México a la Argentina tienen tan extensouso <strong>los</strong> que podrían llamarse marinerismos en tierra. En el mismosentido, Alvar (1972) comenta que el tiempo pasado en Sevilla, ellargo viaje y el primer contacto con las costas americanas, provocaronque el español de <strong>los</strong> primeros colonizadores estuviera condicionadopor la vida de aquel<strong>los</strong> marineros.En resumen, existen dos causas principales que explican el fenómenode la conversión de ciertos términos marineros en palabras comunes: elorigen marinero de muchos colonizadores y el contacto prolongado de<strong>los</strong> demás colonizadores con las tripulaciones y el ambiente marítimo.Varios investigadores han destacado la abundancia de este vocabularioen el español americano. Así, en diversas obras se encuentran afirmacionescomo estas:Centenares de términos náuticos se aplican hoy en América, por extensión desu significado, a actividades de tierra.Muy importante es la huella de las navegaciones en el léxico hispanoamericano.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |156| |157|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Los marinerismos son una parte muy destacada del léxico característicamenteamericano.El tema, sin embargo, no ha recibido un tratamiento bibliográfico proporcionala la importancia que se le asigna dentro del vocabulario hispanoamericano.No son abundantes <strong>los</strong> estudios de alcance continental,regional ni nacional que se dedican a profundizar en el conocimientopormenorizado del asunto.Dentro de la zona del Caribe son muy escasos <strong>los</strong> trabajos dedicadosexclusivamente al problema. Para Puerto Rico, por ejemplo, ÁlvarezNazario (1972) consigna en su obra de carácter general varios casos demarinerismos comunes a Canarias y Puerto Rico; Navarro Tomas(1974) también enumera unas decenas de palabras resaltando que esconsiderable la huella marinera en el léxico de la isla. Aunque no sededica a analizar <strong>los</strong> ‘marinerismos en tierra’, sino el vocabulario marítimocomo tal, es decir, el léxico propio de <strong>los</strong> pescadores, es oportunocitar aquí el estudio de Vaquero de Ramírez (1986): Léxico marinerode Puerto Rico.En la República Dominicana, donde por razones obvias, el léxico deberíaser uno de <strong>los</strong> más favorecidos de América por este aporte marinero,Henríquez Ureña (1940) le dedica alguna atención. Se limita aenumerar de manera muy desigual una lista de voces usuales, según él,en todas las clases del país: unas aparecen con definición; a otras les dedicaligeros comentarios diatópicos o diafásicos; unas aparecen acompañadaspor un simple sinónimo; otras, en fin, aparecen aisladas sin ningúntipo de información. Recientemente, De Granda (1999) se haocupado también de <strong>los</strong> elementos léxicos de origen marinero en elespañol dominicano.A finales de <strong>los</strong> años ochenta, se realizó un estudio con dos objetivosfundamentales: precisar la vigencia real en el español hablado en Santiagode <strong>los</strong> términos de origen marino recogidos por Henríquez Ureñay analizar la posible significación sociolingüística de esas unidadesléxicas de acuerdo con tres variables: el nivel de escolaridad, el sexo yel estilo.Se partió de un inventario base compuesto por 54 unidades léxicasreunidas por Henríquez Ureña (1940) bajo la denominación de ‘expresionesde origen marino’. Como el objetivo central de la investigaciónconsistía en describir sincrónicamente la vigencia y el valor sociolingüísticode tales unidades, no se discute lo referente a su verdadera procedenciaetimológica. Sin embargo, en algunos casos el origen marinerono parece muy seguro, a juzgar por la información suministrada porel Diccionario de la Real Academia y por Corominas en su Diccionarioetimológico: cerrazón, hondear(se), luyir (ludir), maromas y soga. Porotra parte, tampoco se quiso modificar el corpus original recogido porHenríquez Ureña añadiéndole algún término ausente, como fletar, niotros de aparente pero no comprobada procedencia marinera, como cachucha(‘gorra’), chinchorro (‘colmado pequeño’), quilla (‘adorno de vestido’).La lista se utilizó como material para la redacción de un cuestionarioen el que para cada palabra el sujeto encuestado debía responder lo siguiente:1|¿La conoce?: sí: ..., no: ... Si responde que sí, entonces,2|¿En qué sentido la conoce?: ...3|¿La usa?: sí: ..., no: ... Si responde que sí, entonces,4|¿En qué circunstancia o situación la usa?: ...El cuestionario fue contestado oralmente en presencia del encuestador,quien anotaba las respuestas obtenidas para cada pregunta.Dentro de la zona urbana de Santiago se seleccionó una muestra empíricade 100 informantes distribuidos por cuotas en <strong>los</strong> dos extremosde la escala de escolaridad: profesionales y obreros con estudios comprendidosentre 0 y 6º de primaria. Por razones de tiempo, para el presenteinforme se seleccionó, entre <strong>los</strong> 100, una submuestra de 40 sujetosdistribuidos por cuotas fijas según las variables sexo y nivel de escolaridad:10 hombres profesionales, 10 hombres obreros, 10 mujeresprofesionales, 10 mujeres obreras.Todos son residentes en Santiago y <strong>los</strong> que no nacieron en la ciudad,llegaron a ella antes de cumplir 10 años. Sus edades están comprendidasentre 20 años (una obrera doméstica) y 66 años (un profesional administradorde empresa).


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |158| |159|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.1Marinerismossegún el porcientode hablantesque <strong>los</strong> conoceI (1-20%) II (21-50%) III (51-80%) IV (81-99%) V (100%)1|cerrazón 1|amainar 1|abarrotar 1| aferrarse 1|amarrar2|chicote 2|arribar 2|atrincar 2| andullo 2|bandeárselas3|obenque 3|atagallar 3|garete 3| atesar 3|botar4|varar 4|babor 4|luyir 4| bandazo 4|broma5|desarbolear 5|rasqueta 5| boyar5|desamarrar6|trinquete6| crujía 6|guindar7|viento 7| chusma 7|halaren popa8| desguindar 8|largarse9| embicar 9|mazamorra10| gaviar 10|soga11| hondear 11|zafar(se)12| maromas13| rabiza14| singar15| tolete16| virar17| virarseDe las 54 palabras que componen el cuestionario, 10, es decir, el18.51%, resultaron completamente desconocidas para la totalidad de lamuestra encuestada: andariveles (‘adornos’), aportar (‘presentarse’), atracarse(... a pelear’), bergantín (‘moretón, mancha morada en la piel’), cabrestante(‘cable’), calma chicha (‘persona muy calmosa’), morralla (‘gentuza’),vira (‘carta que sirve para triunfar en el juego de naipes’), zafacoca(‘riña’), zafarrancho (‘disturbio’). Las formas aportar y atracarse fueronconocidas por el 95% y el 35% de <strong>los</strong> sujetos, respectivamente, perosolo en el sentido correspondiente a sus homónimas aportar (‘dar,proporcionar’) y atracarse (‘hartarse de comida’).Esas palabras, naturalmente, fueron eliminadas para <strong>los</strong> fines del análisisposterior. Las restantes 44 se clasificaron en 5 grupos de acuerdo conel porciento de informantes que las identificó, según muestra el cuadro4.1.Según se observa, 4 palabras son conocidas apenas por el 20% o menosde <strong>los</strong> informantes y 5 del 21% al 50%. Las 9 fueron también excluidasdel inventario ya que para considerar un vocablo como pertenecientea la nómina general del léxico pasivo de la comunidad se requirióque el mismo fuera conocido al menos por el 50% más 1 de lamuestra.El inventario general queda reducido a 35 unidades conocidas por másdel 50% de <strong>los</strong> sujetos. Esa cantidad representa el 64.81% de las 54 vocesincluidas en el listado base de la investigación.Conviene consignar que de esas palabras, dos son conocidas con unaforma fonética distinta a la estándar. Se trata de luyir, conocida comodiluyir (‘gastarse la tela por el uso, el frotamiento’), y hondear(se) (‘lanzaro lanzarse’), que se pronuncia normalmente jondearse en el sociolectobajo: la aspiración de la ‘h’ inicial se encuentra lexicalizada.En cuanto al significado, si se toma como referencia el registrado porHenríquez Ureña, hay que concluir que algunos de esos términos hanevolucionado semánticamente. Ese es el caso de:arribar, solo conocido como ‘llegar’ en general, y no como ‘mejorar de salud’.chicote, conocido como ‘punta y pedazo pequeño de alguna cosa’, no como‘látigo’.embicar, conocido como ‘tomar un líquido a pico de botella’.mazamorra, conocido como ‘puré de auyama’ y como ‘hongo entre <strong>los</strong> dedosde <strong>los</strong> pies’, no como ‘plato hecho de maíz’.tolete, que además de ‘garrote’y ‘peso’ (la moneda nacional), designa ‘penede gran tamaño’.virarse, además de ‘volver la cara’, para varios sujetos significa ‘convertirseen homosexual’.Además del puro conocimiento, que en principio revela el léxico pasivode <strong>los</strong> hablantes, interesaba conocer el porciento de uso de esasunidades, lo que proporciona datos sobre el léxico activo de la comunidadsantiaguera.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |160| |161|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.2Porciento generalde conocimientoy de uso de <strong>los</strong>marinerismosComo es lógico, en circunstancias normales, <strong>los</strong> hablantes solo utilizanpalabras que conocen. Por ese motivo, el porciento de uso de cadatérmino fue calculado sobre el total de informantes que lo conocierony no sobre el total de la muestra. De ahí que sean posibles tressituaciones:1|El porciento de uso es menor que el de conocimiento.Un ejemplo lo constituye abarrotar, conocida por 27 de <strong>los</strong> 40 informantes(68%), y usada por 15 de <strong>los</strong> 27 que la conocen (56%).2|Ambos porcientos coinciden.Ejemplo: amarrar, conocida y usada por <strong>los</strong> 40 (100%) informantes.3|El porciento de uso es mayor que el de conocimiento.Ejemplo: luyir -diluyir-, conocida por 26 de <strong>los</strong> 40 informantes (65%),pero usada por 19 de <strong>los</strong> 26 que la conocen (73%).CONOCIMIENTO USO(EN %) (EN %)1|abarrotar (‘llenar, atestar’) 68 562|aferrarse (‘obstinarse’) 90 753|amarrar (‘atar’) 100 1004|andullo (‘hojas de tabaco prensadas’) 93 685|atesar (‘poner tenso, apretar’) 83 766|atrincar (‘apretar’) 68 567|bandazo (‘tumbo’) 88 868|bandeárselas (‘arreglárselas, desenvolverse’) 100 789|botar (‘echar, tirar’) 100 10010|boyar (‘flotar’) 95 9711|broma (‘chanza’) 100 9812|crujía (pasar crujía:‘pasarlo mal’) 93 8413|chusma (‘populacho, gentuza’) 93 6514|desamarrar (‘desatar’) 100 9515|desguindar (‘descolgar’) 93 8116|embicar (‘beber a pico de botella’) 88 5717|garete (al garete:‘sin orden, sin control’) 63 68CONOCIMIENTO USO(EN %) (EN %)18|gaviar (‘trepar’) 98 6419| guindar (‘colgar’) 100 8820|halar (‘tirar hacia sí’) 100 10021|hondear(se) (‘lanzar o lanzarse’) 90 6122|largarse (‘irse’) 100 7523|luyir (diluyir) (‘gastarse la tela’) 65 7324|maromas (‘juegos gimnásticos’) 95 8925|mazamorra (‘puré de auyama’ y ‘hongo’) 100 8526|rabiza (‘punta, extremo’) 90 8327|rasqueta (‘especie de peine’) 53 10028|singar (‘realizar el acto sexual’) 98 4629|soga (‘cualquier clase de cuerda’) 100 9530|tolete (‘garrote’,‘pene’) 95 6331|trinquete (‘estar como un ...:‘muy saludable’) 73 6632|viento en popa (‘con éxito’) 53 7133|virar (‘volver’) 98 8234|virarse (‘volverse’; y ‘hacerse homosexual’) 98 7935|zafar (‘soltar’) 100 100Conviene destacar la situación privilegiada en el habla de Santiago de4 términos contenidos en el cuadro 4.2: amarrar, botar, halar y zafar.Esoscuatro verbos obtuvieron el porcentaje máximo de conocimiento y deuso (100%), lo que les confiere el carácter de palabras absolutamentegenerales. Parecido es el estatus de boyar, broma, desamarrar y soga, cuyosíndices de conocimiento y de uso sobrepasan el 90%.En otros casos se percibe una enorme brecha entre un elevado porcientode conocimiento y un modesto índice de uso. El cuadro 4.2permite observar el fenómeno particularmente en las voces andullo,bandeárselas, chusma, embicar, gaviar, hondear(se), largarse, singar y tolete.Una de las explicaciones del referido fenómeno se encuentra, sin du-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |162| |163|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4da, en el hecho de que varias de esas palabras están circunscritas a esti<strong>los</strong>muy espontáneos y familiares, como se verá más adelante.Algunaes percibida como anticuada (gaviar) y dos de ellas (singar y tolete) recibenel peso del tabú sexual, por lo que son consideradas vulgares. Delas dos, singar (‘realizar el acto sexual’) alcanza el más alto grado de tabuización.Asílo sugiere el hecho de que presente la mayor diferenciaentre el porciento de conocimiento y el de uso: un altísimo 51%. Laconoce prácticamente la totalidad de la muestra, pero menos de la mitaddeclara que la utiliza.Algunos investigadores prefieren incluir en las nóminas léxicas soloaquel<strong>los</strong> términos conocidos y usados por más del 50% de <strong>los</strong> informantes.Taldecisión (requerir más de 50% de uso) pudiera no resultaracertada en algún caso, como el de singar, por ejemplo, cuyo índice deconocimiento alcanza casi el 100% mientras que el de uso apenas llegaal 46%. Este bajo porcentaje de uso no significa necesariamenteque la palabra no forma parte del léxico de la comunidad, sino que,por estar fuertemente tabuizada, muchos hablantes no la emplean, osolo lo hacen si se encuentran en circunstancias superinformales muyparticulares.|La escolaridad|Ya se ha señalado que algunos marinerismos sonabsolutamente generales, es decir, que alcanzan un porciento de conocimientoy de uso muy cercano al 100% de la muestra global encuestada.Así, términos como amarrar, botar, halar, zafar, boyar, soga, carecende valor discriminatorio desde el punto de vista sociolingüístico.No sucede igual con otras palabras que actúan como índices de diferenciaciónde <strong>los</strong> sociolectos alto y bajo. Dentro del corpus de esta investigación,dieciséis unidades léxicas cumplen con esa función. Unasson más frecuentes entre profesionales y otras entre obreros. En estegrupo se han incluido cinco palabras que no pertenecen a la normageneral por no alcanzar el 50% de conocimiento en la muestra total.Sin embargo, son conocidas por más del 50% de <strong>los</strong> sujetos de uno de<strong>los</strong> dos grupos. Se decidió considerar como discriminadoras sociolingüísticamenteaquellas palabras que de un sociolecto a otro exhibenuna diferencia en conocimiento o en uso de más de un 20%.Según se aprecia en el cuadro 4.3, seis unidades léxicas caracterizan alsociolecto alto y diez al bajo. De las seis del sociolecto alto, las que ejercenun mayor poder diferenciador son arribar y viento en popa, literalmenteausentes del vocabulario del sociolecto bajo; les siguen abarrotary aferrarse, que tanto en conocimiento como en uso ofrecen un porcentajeque sobrepasa en 20% o más al obtenido entre <strong>los</strong> obreros; finalmenteestán amainar y bandazo, que solo presentan una diferenciasignificativa en cuanto al porciento de conocimiento.Son igualmente dos las palabras que más inequívocamente caracterizanal sociolecto bajo frente al alto: atagallar y babor (‘naranja de babor’).Otras dos (desarbolear y diluyir) muestran una frecuencia significativamentesuperior tanto en conocimiento como en uso; en el caso de andullo,atestar, atrincar, bandeárselas, embicar y trinquete, el sociolecto bajosolo supera al alto en el índice de uso.PROFESIONALESOBREROSCONOCIMIENTO USO CONOCIMIENTO USO(%) (%) (%) (%)1|abarrotar 100 65 35 292|aferrarse 100 85 80 633|amainar 75 47 15 334|andullo 95 53 90 835|arribar 95 63 0 06|atagallar 10 0 55 827|atesar 80 56 85 948|atrincar 60 42 75 679|babor (naranja de ...) 5 0 55 9110|bandazo 100 90 75 8011|bandeárselas 100 65 100 9012|desarbolear 40 63 60 8313|embicar 85 35 90 7814|luyir (diluyir) 50 20 80 9415|trinquete 75 53 70 7914|viento en popa 95 79 10 0CUADRO 4.3Porcentaje deconocimientoy uso de <strong>los</strong>marinerismossegún el nivelsociocultural


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |164| |165|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.4Porcentaje deconocimientoy uso de <strong>los</strong>marinerismossegún el sexo|El sexo|El cuadro siguiente, 4.4, recoge <strong>los</strong> resultados del análisis deacuerdo con el factor sexual. Al igual que con el nivel sociocultural, serequirió una diferencia porcentual entre un sexo y otro, igual o superiora 20% en conocimiento o en uso para incluir el término en la lista.HOMBRESMUJERESCONOCIMIENTO USO CONOCIMIENTO USO(%) (%) (%) (%)1|abarrotar 65 77 70 362|aferrarse 85 65 95 893|amainar 55 54 35 294|atrincar 50 30 85 715|crujía 95 95 90 726|desarbolear 40 63 60 837|desguindar 90 94 95 688|embicar 80 69 95 479|garete (al ...) 50 60 75 7310|guindar 100 95 100 7011|hondear (se) 90 72 90 5012|largarse 100 85 100 6513|rabiza 95 95 85 7114|singar 100 65 95 2615|tolete 100 80 90 44En tanto <strong>los</strong> hombres favorecen significativamente el uso de once palabras,las mujeres solo propician el de tres. En lenguaje ordinario se diríaque son preferentemente palabras de hombres abarrotar, amainar, crujía,desguindar, embicar, guindar, hondear(se), largarse, rabiza, singar y tolete.En cambio, caracterizan el vocabulario de las mujeres: aferrarse, atrincary desarbolear.No resulta extraño que <strong>los</strong> dos términos tabuizados (singar y tolete),<strong>los</strong> cuales presentan un índice de conocimiento muy similar en ambossexos, sean usados casi por un 40% más de hombres que de mujeres.Este hecho es coherente con <strong>los</strong> resultados de varias investigacionesque destacan el comportamiento lingüístico más conservadorde las mujeres que de <strong>los</strong> hombres, lo que equivale a decir que ensentido general las mujeres utilizan menos formas estigmatizadas que<strong>los</strong> hombres.|El estilo|Uno de <strong>los</strong> objetivos del trabajo consistió en descubrir lasdiferentes marcas o valores estilísticos asignados por <strong>los</strong> hablantes a <strong>los</strong>marinerismos. Se comprobó, en efecto, que en el interior de este componentedel léxico dominicano se manifiesta claramente una variaciónsegún la situación de habla en que se encuentre la persona, como indicael cuadro 4.5.Los verbos abarrotar y aferrarse, cuyo uso es mayor entre profesionalesque entre obreros, quedan normalmente reservados para situacionesformales.Otros marinerismos carecen de restricciones estilísticas particulares yse utilizan en cualquier situación. Son generales o neutros desde elpunto de vista diafásico. En esta categoría se encuentran amarrar, botar,boyar, broma, halar, zafar, entre otros. Son más numerosos <strong>los</strong> que se utilizanordinariamente en esti<strong>los</strong> informales.PROFESIONALESatrincarbandazobandeárselascrujíadesguindarembicargaretegaviarguindarhondear(se)largarsemazamorraOBREROSatagallaratrincarbandeárselasdesarbolearembicargaretegaviarguindarhondear(se)largarseCUADRO 4.5Marinerismosusados en estiloinformal según elnivel sociocultural


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |166| |167|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4PROFESIONALESrabizasingartoletetrinquetevirarseOBREROSsingartoletetrinqueteEl dato más revelador del cuadro 4.5 lo constituye la presencia en elestilo informal del sociolecto alto de seis unidades (bandazo, crujía, desguindar,mazamorra, rabiza y virarse) que en el sociolecto bajo son palabrasde uso general, neutras desde el punto de vista diafásico. Por unlado, se manifiesta con ello la gran importancia sociolingüística de lavariación estilística que permite diferenciar dos sociolectos sobre la basede las mismas unidades de inventario. Por otro lado, el hecho lleva apensar en lo que parece ya un hecho incontrovertible: la mayor riquezaléxica de <strong>los</strong> sociolectos altos. No resulta difícil advertir que el hablanteque restringe, por ejemplo, el uso de pasar crujía y desguindar alestilo espontáneo y familiar, lo hace porque dispone para otros esti<strong>los</strong>de alternativas como pasarlo mal y descolgar, respectivamente.Con respecto a atagallar y a desarbolear, la situación es distinta. Mientraslas seis palabras citadas anteriormente son utilizadas, en esti<strong>los</strong> diferentes,por un porcentaje considerable de <strong>los</strong> hablantes de ambos sociolectos,las últimas dos no son usadas en ningún estilo por <strong>los</strong> hablantes deescolaridad universitaria. Se trata, por así decir, de términos inexistentesen el léxico de este grupo, <strong>los</strong> cuales generan, como consecuencia,una diferencia sociolectal de tipo cualitativo.Si después de conocer <strong>los</strong> resultados aquí expuestos se relee la afirmaciónde Henríquez Ureña en el sentido de que ‘es peculiar, en todas lasclases, la abundancia de expresiones de origen marino’, parece sensatoconcluir que actualmente la misma no describe <strong>los</strong> hechos con fidelidadni precisión y requiere varias puntualizaciones.Del total de 54 términos reunidos por el investigador dominicano, solo35 (el 65%) pertenecen al vocabulario conocido y usado por <strong>los</strong> hablantes.Talescifras sugieren más cautela, o si se quiere, menos entusiasmo,ante la idea de abundancia de marinerismos expresada por HenríquezUreña para Santo Domingo.Por otra parte, ha quedado suficientemente subrayado que entre <strong>los</strong> hablantesexisten diferencias significativas en cuanto al índice de conocimientoy de uso de <strong>los</strong> marinerismos y que tales diferencias están relacionadasbásicamente con tres variables: la escolaridad, el sexo y el estilode habla. Se ha establecido, en ese sentido, que dentro del corpusléxico analizado: 1|unas palabras son más frecuentes entre hablantescon educación superior y otras entre obreros de escolaridad inferior;2|unas son más usuales y conocidas entre hombres, mientras otras <strong>los</strong>on entre mujeres; 3|unas son de uso general, sin restricciones estilísticas,y otras están limitadas a situaciones muy informales, mostrandoen algún caso un alto grado de tabuización.En suma, se puede afirmar con fundamento que el componente léxicode origen marinero usado en el español santiaguero y en el dominicanoen general, es modesto cuantitativamente considerado, pero sumamentevalioso e importante desde el punto de vista de la significaciónsocial de muchas de sus unidades.4|5 Los indigenismosEn la actualidad, la mayoría de <strong>los</strong> estudiosos concuerda en que la influenciade las lenguas indígenas sobre el español americano es insignificantetanto en la pronunciación como en el terreno de las estructurasmorfosintácticas.Tal situación, válida en general para toda Hispanoamérica,es aun más obvia para Santo Domingo. Como se sabe, pordiversas razones, a mediados del siglo XVI el taíno se encontraba envías de extinción y <strong>los</strong> pocos indios supervivientes hablaban ya español.Lógicamente, en esas condiciones no podía ser notoria la influenciaindígena sobre el español dominicano.El componente léxico, sin embargo, recibió una determinada cantidadde términos indígenas de conocimiento general, como es el caso deaguacate, auyama (‘calabaza’), cajuil (‘marañón’), canoa (‘pequeña embarcaciónmovida a remo’), cazabe (‘torta hecha de la yuca’), cuyaya (‘tipode ave de rapiña’), chichigua (‘cometa, papalote’), chocolate, guanábana(‘fruta de corteza erizada y pulpa blanca’), hamaca (‘red que colgadahorizontalmente sirve de cama y columpio’), huracán, Licey (‘nombre


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |168| |169|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4de pueblo, río y equipo de béisbol’), locrio (‘plato de arroz con carne’),maíz, tiburón, yuca (‘planta de raíz comestible, mandioca’).Varios autores se han ocupado del asunto en la República Dominicana.Entre el<strong>los</strong> se destacan Emiliano Tejera y Pedro Henríquez Ureña.El primero publica en 1935 la obra Palabras Indígenas de la Isla de SantoDomingo. El segundo escribe sus Palabras antillanas en el Diccionario dela Academia, también en 1935. Poco tiempo después publica Para la historiade <strong>los</strong> indigenismos (1938) y más tarde dedica al tema el capítulo VIIde El Español en Santo Domingo (1940).Estos y otros trabajos de menor envergadura ofrecen extensas listas depalabras que dan la impresión al lector común de que el aporte indígenaal léxico del español dominicano es enorme. Tal impresión, sinembargo, es errónea. Muchos de esos indigenismos carecen de vitalidad.En otras palabras, la cantidad de elementos léxicos presentados endiccionarios y en otras obras filológicas es notablemente mayor que lautilizada de hecho en la lengua hablada. Es obvio que se ha exageradosu significación cuantitativa.En ese sentido, Morínigo (1964) ha señalado que <strong>los</strong> diccionarios deamericanismos actuales se empeñan en incluir el mayor número de indigenismos,se usen o no se usen en el español americano, y de esa formadistorsionan la realidad lingüística y confunden a <strong>los</strong> estudiosos.¿Cuál es la causa de este fenómeno, de esta sobrestimación numéricade <strong>los</strong> indigenismos?Según observa con respecto al español cubano López Morales (1971),la explicación principal consiste en que ninguno de <strong>los</strong> lexicógrafoshizo uso sistemático de información oral. Ciertamente, <strong>los</strong> investigadores<strong>dominicanos</strong> (Henríquez Ureña,Tejera) no reunieron sus datos pormedio de encuestas, sino que se nutrían de fuentes bibliográficas de diversasépocas.Morínigo (1964) ve las razones del hecho en: a) el afán de erudicióndel compilador que quiere demostrar así su conocimiento de la historiay de las lenguas indias; b) la incorporación al lenguaje científico delvocabulario vernáculo referente a la fauna y la flora (<strong>los</strong> libros empiezana llamar ananás a la piña, puma al león, jaguar al tigre); c) el augeen la literatura de las doctrinas del romanticismo y, sobre todo, del realismoy el naturalismo.En efecto, la literatura dominicana del siglo XIX recogió un gran númerode indigenismos ya olvidados, si es que alguna vez fueron conocidos.En el país surgió en esa época, de manera similar al siboneyismocubano, un movimiento literario indianista, entre cuyos representantesprincipales se encuentran Félix María del Monte, José Joaquín Pérez yGastón F. Deligne. No sería absurdo suponer que la avalancha de términosindígenas revividos librescamente influyera en <strong>los</strong> autores deobras filológicas que, como se señaló anteriormente, se servían casi exclusivamentede fuentes escritas.De esta manera, resulta comprensible que <strong>los</strong> repertorios de indigenismos<strong>dominicanos</strong> incluyan, junto a palabras de uso corriente, comoarepa, bohío, cacao, hamaca y tomate, una gran cantidad de verdaderosfósiles léxicos, como baría, bihao, cibucán, jagüey, yayama y muchosotros completamente desconocidos por la población. Además de esacircunstancia que podría considerarse de tipo cuantitativo y externo,hay otras de carácter cualitativo e interno que reducen aun más laimportancia y la funcionalidad del léxico de origen indígena en elespañol dominicano. Semánticamente consideradas, la inmensa mayoríade esas palabras se concentran en apenas dos campos léxicos:vegetales y animales. Desde el punto de vista morfosintáctico, casi todaspertenecen a una sola categoría gramatical, la del sustantivo, ydentro de esta a la subcategoría de <strong>los</strong> nombres concretos: batata, cuyaya,canoa, maní.Ante tal situación, resulta muy conveniente tomar en cuenta la recomendaciónde Lope Blanch (1968), que considera necesario indicar lavitalidad de cada uno de <strong>los</strong> indigenismos recogidos en <strong>los</strong> distintospaíses, ya que en muchas obras se reúnen, sin ninguna observación sobresu extensión geográfica ni cultural, decenas de palabras indígenascompletamente desconocidas por la mayoría y a veces por la totalidadde <strong>los</strong> habitantes del país.Hace ya varios años, como proyecto de una clase sobre el español dominicanoimpartida en la Pontificia Universidad Católica Madre yMaestra, se llevó a cabo una investigación de campo cuyo objetivoconsistía en contribuir al establecimiento de cuáles indigenismos léxicoseran conocidos por cada estrato sociocultural y por la comunidaden general en la ciudad de Santiago, República Dominicana.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |170||171|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Se tomó como base el inventario de palabras que Pedro HenríquezUreña presenta en el capítulo VII de su obra El Español en Santo Domingo(1940).Aunque en esos materiales predominan <strong>los</strong> antillanismos,se incluyen también numerosos elementos léxicos de diversa procedenciadialectal. El propósito del ilustre filólogo fue presentar todos <strong>los</strong>indigenismos (arahuaquismos, caribismos, nahuatlatismos, quechuismos,guaranismos, etc.) usados en Santo Domingo. Pareció prudente,sin embargo, añadir cuatro entradas ausentes en la obra que, aparentemente,podían pertenecer al léxico conocido en Santiago. Se trata delas palabras guayo (del arahuaco), chapapote y chicle (del nahua) y jarana(del quechua).Como la lista de Henríquez Ureña excluye topónimos (nombres delugares) y antropónimos (nombres de personas), solo fue preciso eliminar<strong>los</strong> gentilicios (nombres que indican la procedencia geográfica o lanacionalidad de las personas) y aquel<strong>los</strong> términos que de acuerdo conla opinión de Joan Corominas, no parecen ser indigenismos. Esos términosfueron batea, boniato, búcaro, fotuto, guarapo, hule, maco, macuto, tabacoy tusa.El próximo paso fue la definición de cada término por medio de unaserie de rasgos de significado, para lo cual se hizo necesario recurrira Emiliano Tejera (Palabras indígenas de la Isla de Santo Domingo), FranciscoSantamaría (Diccionario General de Americanismos) y Real AcademiaEspañola (Diccionario de la Lengua Española). En <strong>los</strong> casos dediferentes sentidos para una misma palabra, se abrió una entrada paracada significado en el inventario base. Así, mico (1):‘animado, monopequeño; mico (2): ‘animado (persona), endeble, muy pequeño yflaco’.A cada palabra de la lista se le agregó su definición. Por ejemplo,burén:‘inanimado, vasija de barro o hierro, se usa para cocer el cazabe’.Una vez preparado el listado de palabras se procedió a su clasificaciónpor áreas semánticas. La división fue hecha partiendo de <strong>los</strong> veintiúncampos del cuestionario léxico elaborado por el PILEI (Programa Interamericanode Lingüística y Enseñanza de Idiomas). Se juzgó convenientehacer ligeras modificaciones a las áreas originales. El inventarioquedó así dividido en catorce campos, cada uno de el<strong>los</strong> con un númerode entradas que variaba desde 152 hasta 1.ÁREAS SEMÁNTICASNÚMERO DE ENTRADAS1|Vegetales 1522|Animales 673|Alimentación 144|El terreno 155|La casa 136|Vestuario 27|Vida social - Diversiones 68|Transporte 39|Instituciones - La enseñanza 310|Meteorología 211|El comercio 112|Política nacional 113|El cuerpo humano 114|Cualidades personales 12TOTAL 292Fueron entrevistados 45 sujetos.Todos eran residentes de la zona urbanade Santiago y <strong>los</strong> que no eran nativos de la ciudad, llevaban allí másde 15 años. Se exigió una edad mínima de 25 años. Por otra parte, lamuestra fue clasificada en tres niveles socioculturales: nivel alto, nivelmedio y nivel bajo. Esos niveles se delimitaron de acuerdo con dos parámetros:el ingreso mensual y el grado de escolaridad. La distribuciónpor estratos fue la siguiente: nivel alto, 12 sujetos; nivel medio, 15; nivelbajo, 18.Al carecer de estadísticas que proporcionaran el porcientode habitantes por estrato, se decidió hacer una distribución arbitraria,asignando cantidades mayores a <strong>los</strong> niveles socioculturales inferiores,evidentemente más numerosos. En la selección de la muestra se aprovechóla división de la ciudad en zonas hecha por el Ayuntamiento.Así,para escoger <strong>los</strong> informantes del nivel alto fueron visitados <strong>los</strong> sectoresde La Esmeralda, Rincón Largo, La Trinitaria, Reparto Panorama; parael nivel medio, El Retiro, Las Colinas, El Ensueño, Los Jardines; yCUADRO 4.6Número deindigenismossegún el camposemántico


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |172||173|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4para el grupo bajo, Cuesta Colorada, Los Salados, La Joya, Los Ciruelitosy Los Platanitos. En cada sector se escogía la calle y la casa completamenteal azar.Al llegar a la casa seleccionada, si el sujeto (hombreo mujer, según el caso) se mostraba dispuesto y reunía las característicaspropias de su nivel, se le administraba la encuesta.El inventario base fue presentado palabra por palabra a cada sujeto,quien debía dar en su respuesta alguna indicación de que conocía lapalabra. De lo contrario, el término se marcaba como no reconocido.Por fin, se procedió a la tabulación de <strong>los</strong> resultados. Fueron eliminados<strong>los</strong> elementos identificados por menos del 66% de <strong>los</strong> informantes.Así, para que una palabra fuera incluida en la norma de cada gruposociocultural, se exigía que fuera reconocida por un mínimo de 8sujetos en el nivel alto, 10 en el medio y 12 en el bajo. La norma generalquedó constituida por <strong>los</strong> elementos comunes a las normas de <strong>los</strong>tres estratos. En otras palabras, para que la palabra fuera considerada comointegrante legítima del vocabulario del español de Santiago, se requeríaque fuera reconocida por un mínimo de 30 de <strong>los</strong> 45 sujetosencuestados.1|VEGETALESaguacateajíanamúanónapasoteauyamabaitoabatatabejucobijacabuyacacaocaimitocajuilcaobacayucoceibajobomaízmameymanímapueymatemayapapapatillatayotatomatetuatúatunayaguayaguacilyautíayucazapotelambíloromicomimeniguapajuiltiburónyaguasa3|ALIMENTACIÓNarepacatibíacazabechiclechocolatelocriomabí6|VESTUARIOenagua7|VIDA SOCIAL-DIVERSIONESchichiguagüiramaracatúbano8|TRANSPORTEcanoa9|INSTITUCIONES-LA ENSEÑANZAbutacamacanatizaciguacupeyguácimaguamaguanábanaguanoguatapanáguayabaguayacánguazábaragüirohenequénhigüerojabajaguajícara2|ANIMALEScaimáncareycariteciguaciguapacocuyocomejéncurícuyayaguaraguaoiguanajaibajejénjicotea4|EL TERRENObateycanchaconucosabanatotuma5|LA CASAbarbacoabohíocoaguacalguayohamacahigüera10|METEOROLOGÍAcaribe (sol ...)huracán11|EL COMERCIOñapa12|POLÍTICA NACIONAL13|EL CUERPO HUMANOtotuma14|CUALIDADESPERSONALESjibaromico


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |174| |175|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.7Porciento deindigenismospertenecientesa la norma generalÁREAS # DE PALABRAS EN # DE PALABRASSEMÁNTICAS LA LISTA BÁSICA CONOCIDAS %Vegetales 152 51 34Animales 67 22 33Alimentación 14 7 50El terreno 15 5 33La casa 13 7 54Vestuario 2 1 50Vida social-Diversiones 6 4 67Transporte 3 1 33Instituciones-La enseñanza 3 3 100Meteorología 2 2 100El comercio 1 1 100Política nacional 1 - 0El cuerpo humano 1 1 100Cualidades personales 12 2 17TOTALES 292 107 37Se realizó también una clasificación de <strong>los</strong> indigenismos del españolde Santiago atendiendo a su procedencia dialectal. Pero, lógicamente,esta clasificación tiene carácter provisional ya que nadie ignora lainsalvable dificultad que implica la realización de tal propósito debidoa que las lenguas prehispánicas habladas en las Antillas constituyenen gran parte un mundo desconocido. Esta distribución por etimologíasfue establecida de acuerdo con las opiniones de HenríquezUreña (1940), Emiliano Tejera (1935), López Morales (1971) y Corominas(1971).Como es natural, la mayoría de <strong>los</strong> indigenismos conocidos en el paísproceden del arahuaco (lengua hablada por <strong>los</strong> indios en las Antillas):ají, batata, batey, bohío, cabuya, cacique, caoba, cazabe, cigua, comején, conuco,guano, guanábana, güira, hamaca, higüero, jaiba, jobo, maíz, maní, sabana.Perotambién circulan nahuatlatismos (del nahua, lengua indígena habladaen México y América Central), como aguacate, apasote, cacao, chicle,chichigua, chocolate, guacal, guacamole, jícara, petaca, tayota, tiza, tomate, zapote;y quechuismos (del quechua, lengua hablada en Perú y otros paísesde América del Sur) como cancha, cóndor, locrio, mate, ñapa, pajuil, papa,puma.A modo de conclusión, el estudio realizado permite observar que:1|El grupo que alcanzó el más alto grado de reconocimiento de palabras,ni siquiera llegó al 50% del inventario presentado. Por tanto, másde la mitad de <strong>los</strong> elementos léxicos indígenas recogidos por HenríquezUreña se encuentran ya caducos y no hay derecho para incluir<strong>los</strong>hoy en un diccionario del habla dominicana actual. En esa situaciónestán, para citar solo una muestra, palabras como ácana, achiote, arabo,baiguá, baría, bihao, carapa, cibucán, guariquitén, huachinango, ipecacuana,jagüey, morrocoyo, nopal, petunia. De esta manera, el español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>muestra la misma tendencia comprobada por Lope Blanch(1979) para México, López Morales (1971) para Cuba y Vaquero deRamírez (1986) para Puerto Rico, según la cual muchos de <strong>los</strong> indigenismosrecogidos en diferentes obras lexicográficas pertenecen ya alpasado.2|Si se tiene en cuenta la procedencia dialectal de <strong>los</strong> términos conocidos,se comprueba que el léxico indígena actúa como indicador deestratificación social en el español de Santiago. Palabras exclusivas delnivel social bajo son <strong>los</strong> antillanismos amacey, anaiboa, cabilma, caguasa,caimoní, capá, cepú, córbano, guabá, guabina, guaconejo, guásara, jina, quibey,ozúa. Al contrario, caracterizan de forma privativa el léxico del gruposocial alto, <strong>los</strong> quechuismos alpaca, pampa, puma, vicuña; <strong>los</strong> nahuatlatismosguacamole, papalote, tamal; <strong>los</strong> caribismos caníbal, manatí, piragua.Algunosde estos vocab<strong>los</strong> exclusivos del estrato alto penetraron en el paísa través de libros, como sugiere Henríquez Ureña. No hay que descartar,sin embargo, la influencia que hayan podido tener <strong>los</strong> viajes, las relacionesculturales, comerciales, en fin, el contacto cada vez más intensoentre la República Dominicana y el resto del Continente hispanohablante.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |176||177|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 44|6 Los afronegrismosPor razones históricas conocidas, es natural que tanto en la RepúblicaDominicana como en el resto de <strong>los</strong> países del Caribe hayan quedadomuestras que revelan la herencia lingüística africana, especialmente enel vocabulario. En el español dominicano se encuentran en uso africanismoscomo cocolo (‘negro de las islas inglesas’), féferes (‘utensilios, trastos’),fucú (‘mala suerte’), guineo (‘banana, tipo de plátano’), macuto (‘cesto,saco de palma o de cabuya’), mangulina (‘tipo de canto y baile’), ñáñara(‘llaga’).Pero también aquí se impone una revisión de las unidades léxicas recogidasen diccionarios y otras obras. Una rápida ojeada a <strong>los</strong> resultadosgenerales de varias investigaciones realizadas sobre la vitalidad de<strong>los</strong> afronegrismos en el Caribe permite apreciar que la presencia africanaen el léxico antillano es mucho menos visible que la indígena,tanto en términos absolutos como relativos. El porcentaje de elementospertenecientes al uso colectivo manifiesta que el índice de mortandaden el caso de <strong>los</strong> afronegrismos ha sido más elevado que en el de<strong>los</strong> indigenismos.En Puerto Rico, López Morales realizó una investigación similar a lallevada a cabo con <strong>los</strong> indigenismos. De un total de 131 palabras quecomponían el cuestionario sobre afronegrismos, solo 35, es decir, el27%, resultaron conocidas por más del 60% de <strong>los</strong> sujetos encuestados.De forma muy semejante, en la República Dominicana se elaboró uncuestionario compuesto por 171 entradas de palabras de origen africanoregistradas en diversas obras. De ese total, 51, (el 30%), fueron reconocidaspor el 60% o más de las personas integrantes de la muestra. Estoquiere decir que la inmensa mayoría de las palabras incluidas en <strong>los</strong>recuentos bibliográficos de afronegrismos ya no pertenecen al vocabularioutilizado en el Caribe. Muchas de ellas tienen una frecuencia 0,es decir, no fueron conocidas por ninguno de <strong>los</strong> sujetos entrevistados.Así sucede con calindá, candungué, cua, cunyá, danuá, macuenco, mariandá,matungo, miñana, yubá.En el dialecto dominicano, que muestra un índice de vigencia ligeramentemás alto que <strong>los</strong> demás del Caribe, hay que tomar en consideraciónque 8 de las 51 palabras conocidas por más del 60% de <strong>los</strong> sujetos,presentan un nivel de uso inferior al 60%.Tales palabras, en con-secuencia, solo pertenecen a la competencia pasiva de la mayoría de <strong>los</strong>hablantes, es decir, son unidades que se entienden al ser escuchadas oleídas, pero que normalmente no se utilizan. Esto las sitúa a medio caminoen el proceso hacia la muerte léxica. Se trata de <strong>los</strong> términosañingotarse (‘ponerse en cuclillas’), bongó (‘nombre de un tipo de tambora’),chininingo (‘muy pequeño’), mandinga (‘tipo de negro africano’;‘cosa en mal estado’), ñáñara (‘llaga’), taita (‘papá’), y vudú (‘baile ritual’).Esos mismos elementos léxicos, junto a desmandingar (‘desbaratar’),macaco (‘mono’;‘muchacho feo’), marimba (‘instrumento musical’),motete (‘paquete’, ‘lío’), quimbamba (‘lugar lejano e impreciso’) y tutú(‘cabeza’), muestran una frecuencia muy inferior entre <strong>los</strong> jóvenes queentre <strong>los</strong> mayores de 50 años. Es un hecho que reafirma o denuncia sutendencia hacia la caducidad o la mortandad léxica.Las 51 palabras de origen africano que fueron reconocidas por el 60%o más de la muestra se presentan en el cuadro 4.8.Un detalle digno de comentarse es la diferencia estilística que puedeestablecerse con el uso de las palabras africanas. En tanto algunas sonpropias de esti<strong>los</strong> informales, como sucede con bachata, bembe, chininingo,féferes, fucú, ñáñara, ñeñeñé, tutú, otras son utilizables en cualquier situación,como dengue, guarapo, guineo, mofongo, vudú.Algunos de <strong>los</strong> afronegrismos son comunes a dos de las Antillas. En estecaso existe mayor afinidad entre Puerto Rico y República Dominicanaque entre Cuba y República Dominicana. Los dos primeros paísescomparten 14 unidades, <strong>los</strong> segundos 8 y Cuba y Puerto Rico apenas2. El cuadro 4.9 ofrece esos resultados.abombarseañingotarsebachatabanana(‘empezar a corromperse algo’)(‘acuclillarse’,‘acobardarse’)(‘fiesta, jolgorio’)(‘tipo de plátano’,‘guineo’)bembe o bemba (‘labio grueso y abultado’)bongócachimbo(‘nombre de un tipo de tambora’)(‘pipa’)CUADRO 4.8Afronegrismosde conocimientocolectivo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |178| |179|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4canchachacháchampolachéverechimpancéchininingococoloconcóncongadenguedesmandingarféferesfuafucúfurufaguandulguarapoguineaguineomacacomacutomalaguetamambomandingamangúmangulinamarimbamerengue(‘reunión alegre de personas’)(‘tipo de ritmo musical y baile’)(‘refresco de pulpa de guanábana’)(‘interesante, divertido, chulo’)(‘tipo de mono’)(‘muy pequeño’)(‘negro de las Antillas Menores’)(‘arroz pegado al fondo de la olla’)(‘baile popular y su música’)(‘enfermedad contagiosa’)(‘desbaratarse’)(‘trastos, objetos de poco valor’)(‘expresión para aludir a algo que desaparecerápidamente, como la luz’)(‘mala suerte, fatalidad’)(‘mujer de mal aspecto y reputación’)(‘grano comestible, tipo de frijol’)(‘jugo de la caña de azúcar’)(‘tipo de ave’)(‘banana, tipo de plátano dulce’)(‘mono’,‘muchacho feo’)(‘bolsa o envase tejido de guano’)(‘especie de pimienta’)(‘tipo de baile cubano’)(‘negro’,‘cosa en mal estado’)(‘plátano verde cocido y amasado’)(‘música y baile dominicano’)(‘instrumento musical’)(‘música y baile dominicano’)mofongomondongomotetemusúñameñáñarañecoñeñeñépachangaquimbambasambataitatitingótostóntutúvudú(‘plátano molido con chicharrones’)(‘intestinos, tripas’)(‘lío, algo atado’)(‘muñeco para espantar <strong>los</strong> pájaros’)(‘tubérculo comestible’)(‘llaga’)(‘persona con una mano deformada o falto de ella’)(‘ñoñería, tontería’)(‘fiesta, baile’)(‘lugar lejano e impreciso’)(‘tipo de baile brasileño’)(‘papá, padre’)(‘escándalo, desorden’)(‘rodaje frita de plátano verde’)(‘cabeza’)(‘baile ritual’)PUERTO RICO CUBA CUBADOMINICANA DOMINICANA PUERTO RICOabombarse banana malangaañingotarse cachimbo quimbombóchachachácongachéverechampoladenguechimpancégandul (guandul)guarapomacacoguineoñáñaramalaguetaquimbambaCUADRO 4.9Afronegrismoscomunes a dosde las Antillas


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |180| |181|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4PUERTO RICO CUBA CUBADOMINICANA DOMINICANA PUERTO RICOmerenguemofongomotetesambatostónAlgunos términos son compartidos por las tres islas, como bachata, bemba(e),bongó, guinea, mambo, ñame. Sin embargo, otros afronegrismos vigentesen un país ya no se conocen, han desaparecido o están en víasde hacerlo en otro, y a la inversa.Así sucede con biyaya, cheche, cundango,fufú, jelengue, jubo, sanaco, sirimba, yaya, entre otros, usados en Cubapero ajenos a la norma general puertorriqueña o dominicana. Lo mismopuede decirse de Puerto Rico con respecto a candungo, chango, cocolía,funche, gongolí, monga. En República Dominicana, por su parte,perviven burundanga (pronunciada a menudo burrundanga), can, concón,fucú, mangú, musú, ñeco, ñeñeñé, entre otros.Una forma léxica muy conocida en todo el país y que por su contenidosemántico no suele incluirse en las listas lexicográficas sobre el españoldominicano es toto (‘órgano sexual femenino, vulva’). Germánde Granda (1991) sostiene que deriva de la lengua africana mandinka.Es una palabra muy tabuizada, considerada vulgar, propia de esti<strong>los</strong> sumamentecoloquiales. Como es natural, su uso se restringe a situacionescomunicativas de gran familiaridad.Sobre el tema de <strong>los</strong> elementos africanos en el español dominicano haescrito en varias ocasiones Pérez Guerra (1985, 1988).En resumen, se puede afirmar que el afronegrismo actúa más como unfactor fraccionador que como un lazo unificador desde el punto devista dialectal en el Caribe Hispánico. Este hecho es particularmentenotable en el caso del español cubano que emplea con exclusividad el60% de sus afronegrismos. En una situación intermedia se encuentra laRepública Dominicana con un 46% de términos privativos y finalmenteestá Puerto Rico con un 31%.4|7 La influencia haitianaUn fenómeno que todavía no ha sido estudiado con el debido rigor esel relacionado con el contacto lingüístico domínico-haitiano. Los escasostrabajos publicados sobre el tema han sido realizados principalmentepor aficionados que se limitan a enumerar palabras de origenhaitiano utilizadas en ciertas regiones del país (Ortea 1899; LarrazábalBlanco 1945; Rodríguez Demorizi 1975). Entre <strong>los</strong> términos que suelencitarse como producto de esta influencia se encuentran <strong>los</strong> siguientes:baché (‘recipiente, usado principalmente en las cárceles, en el que seechan <strong>los</strong> excrementos’), baquiní (‘velorio de niños’), carabiné (‘bailecampesino’), congrí (‘comida que consiste en arroz mezclado con habichuelas’),mañé (‘haitiano’), papá bocó (‘brujo’; ‘persona que tiene muchaautoridad e influencia’).Es indudable que se trata de un asunto de gran interés y de muchacomplejidad. Por un lado, la inmigración haitiana en el país parece seguiraumentando cada día. Por el otro, una parte considerable de la poblacióndominicana no oculta su prejuicio racial, de tal modo que muchosciudadanos manifiestan de diversas formas una actitud de rechazoa <strong>los</strong> haitianos. Esta situación, lógicamente, no propicia en nadacualquier posibilidad de integración.Hace unos años, Pérez Guerra (1999) planteaba algunas de las tareasque a su juicio debería llevar a cabo una investigación exhaustiva sobreel tema:1|Realizar un censo de la población haitiana y de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> deascendencia haitiana.2|Investigar el uso y el nivel de aprendizaje que tiene esa poblacióndel español y del créole para determinar cuál es primera lengua, cuáles segunda o si ambas son aprendidas conjuntamente.3|Descubrir la situación de estatus social de ambas lenguas, y determinarsi se ha originado la formación de una lengua mixta. En caso deque el español sea el código para el uso más formal, habría que verificarcon qué tipo de variedad geográfica y social dominicana entra encontacto el créole haitiano.4|Establecer <strong>los</strong> diferentes tipos de contacto lingüístico que hayan podidosurgir, dando origen a diversas variedades posibles: fronteriza, rural,urbana, etc.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |182| |183|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 45|Recopilar datos sobre <strong>los</strong> diferentes niveles de análisis lingüístico en<strong>los</strong> que el contacto haya tenido influencia.6|Establecer <strong>los</strong> tipos de comunidades de habla bilingüe de acuerdocon el grado de bilingüismo existente: hablantes fuidos, cuasipasivosfluidos, etc.7|Determinar si se producen préstamos o calcos, interferencias morfológicas,sintácticas y semánticas de la lengua A sobre la B, y viceversa.8|Investigar en qué niveles de la lengua se han producido influenciasde una lengua sobre la otra.9|Averiguar en qué medida ha influido o influye el elemento haitianoen la conformación histórica y sociolingüística del español dominicano.10|Establecer si existe un español haitianizado o un créole hispanizado.Para responder estos interrogantes, de momento queda esperar que futurosestudios realizados con rigor científico arrojen luz sobre la realsituación del contacto lingüístico domínico-haitiano.4|8 Los anglicismosUno de <strong>los</strong> rasgos más notables del español dominicano actual y, sinduda, del español contemporáneo en general, es la creciente afluenciade anglicismos (palabras procedentes del inglés) a su componente léxico.Son de uso común en la República Dominicana términos comobrasier, panties, poloché, en el campo de la indumentaria; batear, hit, donqueo,softbol, en el deporte; cachú, greifrú, sandwich, en la alimentación; clóset,freezer, suiche, en la casa; clip, fólder, lonchera, en la escuela; chatear,email, escanear, fax, en el mundo de la tecnología; bómper, cloche, yipeta,en el transporte.El fenómeno ha sido estudiado por numerosos investigadores, aunquecon muy diferentes enfoques y metodologías. En ocasiones, el examende <strong>los</strong> anglicismos ha sido realizado desde posiciones prescriptivas quecombaten la ‘corrupción’ que esos elementos léxicos implican para elespañol, según sus autores. En ese sentido, Lope Blanch (1968) señalaque muchos autores adoptan, al enfrentarse con este tema, una actitudpurista, de corrección y de reprensión.Algunos estudios analizan textos escritos, otros se basan en muestrasorales; unos toman en consideración el factor de las áreas semánticas alas que pertenecen <strong>los</strong> préstamos, otros se limitan a reunir extensos listadossin mayores preocupaciones clasificatorias.En el caso dominicano, la situación del anglicismo constituye un terrenomuy poco conocido. Entre las contadas publicaciones que estudianel fenómeno están las de Alvar (1986), González Tirado (1987), Germosén(1989) y Alba (1995 y 2000).En un análisis basado en 25 conversaciones libres, se manejaron 49,045unidades léxicas de las cuales 4,862 eran palabras diferentes. De estas,24 eran anglicismos.# DE PALABRAS # DE ANGLICISMOS DENSIDAD4,862 24 0.49%Según permite observar el cuadro 4.10, la densidad del anglicismo enconversaciones libres es notoriamente baja en el español dominicano.Apenas representa el 0.49%. Esto significa que de cada 202 palabrasdiferentes presentes en el texto, solo 1 constituye un anglicismo.Ahora bien, para obtener una visión más precisa del peso específicode esas unidades dentro del léxico de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, es necesarioexaminar su frecuencia de aparición en comparación con la de las palabrashispánicas. El cuadro 4.11 muestra que de <strong>los</strong> 24 anglicismos,10 tienen una frecuencia mínima de 1; otros 5 aparecen 2 veces entodo el corpus y solo 5 tienen una frecuencia de 5 apariciones o más.Tales cifras no parecen indicar un alto valor funcional de esas unidadesléxicas dentro del uso ordinario, conversacional, del español dominicano.Una rápida comparación de <strong>los</strong> datos anteriores con <strong>los</strong> correspondientesa una muestra de sustantivos y de verbos hispánicos pone enevidencia la enorme superioridad funcional de las palabras patrimoniales:hay (230 apariciones); tiene (203); está (202); casa (176); digo (169);va (148); tengo (147); cosas (127); son (110); día (109); hacer (105); dice(103); tiempo (90); puede (88); trabajar (88); están (77); años (76); hombres(76); cosa ( 76); estoy (74); mamá (74); hijos (72); gente (69); mujer (66).CUADRO 4.10Densidad generalde anglicismosen conversacioneslibres


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |184|s|185|Rasgos fonéticos: la pronunciaciónCUADRO 4.11Frecuenciade anglicismosen conversacioneslibresCUADRO 4.12Densidad deanglicismos enconversacionessegún el nivelsocioculturalANGLICISMO FRECUENCIA ANGLICISMO FRECUENCIAclub 15 ron 2tests 8 softbol 2mami 7 clóset 1play 5 coctel 1test 5 colines 1colín 3 chequeando 1chance 3 chequearlo 1hobby 3 frisados 1rockandroll 3 jean 1cheques 2 pijama 1okey 2 sanduichitos 1paires 2 team 1Cuando se examinan <strong>los</strong> resultados de acuerdo con el nivel socioculturalde <strong>los</strong> hablantes, se observan diferencias significativas. Dentro dela baja densidad que caracteriza al anglicismo en este tipo de actuaciónlingüística, el grupo alto aventaja al bajo en una proporción de 3 a 1,según indican las cifras del cuadro 4.12. En el habla del sociolecto altoaparece un anglicismo por cada 138 palabras y en la del bajo surgeuno por cada 395 términos utilizados.# DE # DEPALABRAS ANGLICISMOS DENSIDADgrupo alto 2,490 18 0.72%grupo bajo 2,372 6 0.25%El hecho de que el grupo de mayor estatus social sea el más permeabley propenso al préstamo es un indicio de que el empleo de anglicismosconstituye un fenómeno prestigioso en el español dominicano.Dentro del corpus analizado, algunos términos cumplen una funcióncaracterizadora del habla del grupo social alto: coctel, hobby, jean, test.Naturalmente, <strong>los</strong> resultados anteriores no deben llevar a una conclusióndefinitiva sobre la densidad de <strong>los</strong> anglicismos en el español de laRepública Dominicana. Un corpus de 49,045 palabras no es suficientepara ofrecer una visión representativa de la realidad total de un dialecto.Sería necesario recoger materiales mucho más extensos entrevistandoa un mayor número de personas que produzcan conversacionesmás prolongadas. Sin embargo, estos datos son al menos una indicación,basada en textos orales reales y naturales, de que la importanciaobjetiva y efectiva del anglicismo en el habla espontánea probablementeno alcanza la magnitud que muchos suponen y lamentan.En otro trabajo se realizó un análisis cuantitativo para descubrir la densidadde <strong>los</strong> anglicismos en el léxico disponible de la República Dominicana.Cuando se habla de la densidad léxica, se entiende la proporciónque representa el vocabulario estudiado con relación al totalde palabras. En el caso tratado aquí, la densidad de <strong>los</strong> anglicismos enel léxico disponible quiere decir el porciento de palabras de origen inglésque vienen a la mente del hablante cuando tiene que referirse aun tema específico. Se toman como base de la investigación, <strong>los</strong> listadosdel léxico disponible dominicano (Alba 1995).Además de la densidadgeneral de <strong>los</strong> anglicismos de acuerdo con <strong>los</strong> centros de interés,se analiza la correlación de la densidad del anglicismo en el léxico disponiblecon las diferencias de nivel sociocultural y de sexo.Una ventaja de usar el corpus de léxico disponible y no un cuestionariodiseñado especialmente con el propósito de estudiar <strong>los</strong> anglicismos,consiste en que se obtienen datos espontáneos, elementos léxicos convitalidad, listos para ser usados por el hablante en la situación oportuna.No son muchos <strong>los</strong> estudios sobre anglicismos que toman como base<strong>los</strong> inventarios de vocab<strong>los</strong> disponibles en una comunidad determinada.Por otra parte, a menudo <strong>los</strong> investigadores se encuentran con elproblema de que <strong>los</strong> resultados de estudios similares sobre el mismo temaen diferentes países no pueden ser comparados adecuadamenteporque manejan un concepto distinto de anglicismo. Sin pretender resolveresa situación, pero al menos para aliviarla parcialmente, en estecaso se ha adoptado una noción amplia de anglicismo, semejante a laconcepción expuesta por López Morales (1991), en su estudio sobreSan Juan de Puerto Rico, y (1999) sobre <strong>los</strong> anglicismos en el léxico


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |186||187|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4disponible de Puerto Rico, y también, en mayor o menor medida, a laque utilizan Contreras (1988) para Santiago de Chile y Benítez (1993)para Madrid. Se consideran anglicismos todos <strong>los</strong> términos de procedenciainglesa, tanto <strong>los</strong> aceptados por la Academia, como bisté, club,suéter, como <strong>los</strong> no aceptados aún, como clóset, jeep.|Aspectos metodológicos|La muestra del estudio está constituidapor un total de 347 estudiantes <strong>dominicanos</strong> procedentes de once universidades.En cada recinto educativo fue seleccionado un grupo de laclase de Español Básico, de aproximadamente 30 estudiantes, del primeraño universitario. Los 347 informantes que componen la muestrafueron postestratificados de acuerdo con el sexo y con el nivel sociocultural(alto, medio y bajo). En la determinación del nivel socioculturalse tomaron en consideración <strong>los</strong> tres parámetros que generalmentese utilizan para esos fines: la profesión u oficio de <strong>los</strong> padres, el ingresofamiliar y el grado de educación de <strong>los</strong> padres.Los datos fueron recogidos mediante la técnica de asociación de palabrascon un tiempo fijo de 2 minutos para cada centro de interés. Losinformantes escribían durante ese tiempo las palabras que acudían a sumente relacionadas o asociadas con el tema sugerido en cada caso.La noción de disponibilidad léxica hace referencia a la aparición oafluencia espontánea a la memoria del hablante de las palabras pertenecientesa un campo semántico o a un centro de interés. La limitacióndel tiempo de respuesta se justifica por el hecho de que el objetivoconsistía en obtener de <strong>los</strong> informantes la formulación o expresiónde las palabras realmente disponibles. Si no se establece un límitede tiempo, el sujeto es capaz de pensar y rebuscar en la memoria palabrasque no están inmediatamente disponibles, sino que requieren unesfuerzo de rastreo o de exploración mental.Los centros de interés utilizados representan áreas semánticas concretasbastante universales. Esos centros de interés, que a partir de <strong>los</strong> años setentahan sido utilizados por muchos autores en diferentes lenguas, son<strong>los</strong> siguientes: las partes del cuerpo humano, el vestido, la casa, <strong>los</strong> muebles dela casa, alimentos, objetos colocados sobre la mesa para la comida, la cocina ysus utensilios, la escuela, iluminación y aire acondicionado, la ciudad, el campo,medios de transporte, trabajos del campo y del jardín, animales, juegos y diversiones,profesiones y oficios.|Resultados generales|La cantidad total de elementos léxicos recogidosfue de 88,079, de <strong>los</strong> cuales, 6,393 son vocab<strong>los</strong> o palabras diferentes.Estos vocab<strong>los</strong>, distribuidos en <strong>los</strong> 16 centros de interés, arrojanun promedio de 400 palabras por centro. El centro que reúne la mayorcantidad de palabras es el campo, con 724 unidades diferentes; el menosnutrido es medios de transporte, que solo tiene 169.Los resultados globales, presentados en el cuadro 4.13, indican que el5.72% de <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> disponibles en la República Dominicana son anglicismos,una cantidad menor que el 8.1% que obtiene López Morales(1999) en Puerto Rico, pero superior al 4.29% de Madrid, según<strong>los</strong> datos de Benítez (1993). Conviene señalar que el concepto de anglicismoadoptado en la investigación puertorriqueña, aunque similar,es menos restrictivo que el empleado aquí. El autor considera anglicismosno solo <strong>los</strong> términos de procedencia inglesa, aceptados por la Academia,como bisté y nailon, o no aceptados, como clóset y fólder, sinotambién palabras cuyo étimo mediato procede de otras lenguas peroque han entrado al español a través del inglés, como cafetería, mocasín,televisión.También distingue entre préstamos propiamente dichos, calcosy extranjerismos. Esto, lógicamente, obliga a tomar la comparacióncon cierta prudencia.TOTALLUGAR DE VOCABLOS ANGLICISMOS DENSIDADRep. Dominicana 6393 366 5.72%Puerto Rico 5449 444 8.10%Madrid 7243 311 4.29%CUADRO 4.13Densidad generalde anglicismosen el léxicodisponible deRep. Dominicana,Puerto Ricoy Madrid


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |188| |189|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ANGLICISMOS EN EL LÉXICO DISPONIBLE DE CADA CENTRO DE INTERÉS EN LA REPÚBLICADOMINICANA1|PARTES DEL CUERPO2|EL VESTIDOPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD6. panties .4939. brasier .41611. poloché .27314. suéter .19815. tenis .19819. short .12738. mediapanties .05241. jacket .04843. jeans .04647. t-shirt .04048. piyama .04055. pantyhose .02756. jonsuit .02564. bléizer .02067. esmoking .01871. bikini .01780. overol .01288. yompa .010104. blumen .006106. estraple .006120. polo shirt .004122. jersey .003135. babydoll .003145. media sport .002148. suera .002149. top .002157. flu .002164. coat .002170. polo .002173. levi .002181. pámper .001197. espánder .001POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD222. blusa unisex .001234. sopa de coctel .001237. zíper .001245. frac .0013|LA CASAPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD15. clóset .16316. block .13983. pantry .01284. suiche .01291. bar .010125. breaker .005150. toilet .003154. cocina pantry .003186. hall .002188. jacuzzi .002207. escrín .001221. dog house .001229. laundry .0014|LOS MUEBLES DE LA CASAPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD36. video .03337. seibó .03045. freezer .02552. estéreo .02153. bar .02069. nintendo .01271. chaiselong .01273. vhs .01198. biuro .006106. otomán .005141. suape .003145. box spring .003POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD148. sanduichera .003167. set de comedor .002174. set de dormitorio.002180. cama sandwich .002184. set de baño .002188. blower .002201. sideboard .002216. componente .001estéreo226. sleeping bag .001245. vcr video .001246. vhs video .001247. video cassette .001260. vcr .001280. atari .001294. escrín .001297. mesa parson .001302. cd player .001308. biscuí .001310. jacuzzi .0015|ALIMENTOSPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD64. hot dog .04167. hamburger .03873. sandwich .03596. corn flakes .025108. catchup .021132. bisté .015168. pancake .008182. greifrú .007184. brownie .006254. fruit punch .002262. blueberrie .002306. pop corn .001POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD311. chop suey .001321. tuna fish .001329. rosbif .001344. french .001347. pie crema .001354. pudín de pan .001355. ron .001399. maíz chiz .0006|OBJETOS PARA LA COMIDAPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD15. paire .10381. bowl .004200. waflera .001233. camby .0007|LA COCINAPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD19. microonda .09821. paire .07923. freezer .06669. sanduichera .01596. ponchera .007141. suape .004173. bowl .003202. coctelera .002261. waflera .002278. set de cantina .001318. seibó .001327. microwave .001347. clóset de comida.001374. pantry .0018|LA ESCUELAPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD33. fólder .05538. carpeta .04546. liquid paper .03160. crayón .02062. clip. 01974. crayola .01282. lonchera .009114. tape .004128. récord .003166. papel bond .002206. bola de volibol .001242. récord de notas .001246. trapper keeper .001263. téster .001264. video .001278. intercom .001283. hcl .001301. lócker .001307. masking tape .0009|ILUMINACIÓNPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD6. suiche .20227. breaker .03241. gasoil .02152. suichemachete .01367. flash .00986. watt .006131. on .003141. láser .003148. off .003170. blower .002192. cool .002POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD203. caja de breaker .002204. cooler .002210. tubo pvc .002264. hot .001268. normally c<strong>los</strong>ed .001287. normally open .001291. suiche de encen..001309. rayo láser .001319. tape .001325. freezer .001329. relay .001350. cheque .00010|LA CIUDADPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD3. carro .36526. club .07264. bar .03280. smog .020110. rascacie<strong>los</strong> .012134. condominio .009164. pasola .007175. car wash .006187. night club .006221. motel .005280. gasoil .003301. cheque .003304. estrés .003322. gift shop .003336. basquetbol .002378. yipeta .002385. softbol .002402. rent a car .002422. vhs .002


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |190| |191|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD428. dealer .002427. decorauto .002496. play .002500. campo de golf .001501. choque .001503. confort .001556. casa de block .001561. dólar .001614. pop .001651. autocentro .001655. cancha de .001basquetbol657. carro de hot dog.001669. cancha de volibol.00111|EL CAMPOPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD140. club .011155. bar .009157. carro .009192. play .007212. colín .006290. motel .003515. jeep .002560. greifrú .00112|MEDIOS DE TRANSPORTEPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD1. carro .87113. pasola .19624. yate .06525. yipeta .06427. skateboard .05930. jet .05832. jeep .056POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD44. carro público .02859. yumbo .01368. gredar .01069. tráiler .01072. jetski .00977. subway .00983. concord. 00787. vanette .00690. three wheel .00594. carro privado .00595. four wheel .00599. ferry .004107. go cart .003115. miniván .002125. tanque .002131. carro de concho .002132. windsurf .002134. pasoleta .002139. carro eléctrico .001145. ninja .001146. carro deportivo .001154. uniciclo .001156. carro de cabal<strong>los</strong>.001162. batimóvil .001167. surfing .00113|TRABAJOS DEL CAMPO14|ANIMALESPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD188. poni .003257. alf .001305. dóberman .00115|JUEGOS Y DIVERSIONESPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD1. volibol .4232. basquetbol .4184. tenis .3405. béisbol .3156. fútbol .27212. parché .17013. ping pong .14722. softbol .08329. golf .05831. boxeo .05533. nintendo .05137. póker .04544. atari .03958. hockey .02860. polo .02767. clue .02573. sóccer .02178. raquetbol .02179. tenis de mesa .02186. parché chino .019107. carro chocón .014118. skateboard .013119. jazz .012120. stop .012121. surfing .012129. polo acuático .011134. motocross .010136. surf .010137. club .010138. rugby .009158. sega .008160. jack .008161. life .008POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD172. surfear .007176. video .006182. risk .006184. scrable .006197. jetski .005204. barbie .005221. bar .004223. black jack .004225. picnic .004226. kickball .004229. ir al club .004230. fútbol americano.004267. ir al bar .003275. bridge .003277. tenis de campo .003285. tenis de pared .003286. tour .003292. carro .003296. camping .003300. windsurf .003304. block locker .003307. corrida de carros.003309. squash .003313. block jade .003317. murder .003323. rally .003335. memory .002342. apple .002344. battle .002358. tic tac toe .002394. bádminton .002412. pinball .002413. poni .002436. tenderball .002POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD438. cartismo .002444. battleship .002449. fútbol acuático .002451. lacross .002455. pacman .002468. enterprise .002477. water polo .002499. montar carro .001501. taniboy .001502. twister .001504. jogging .001508. come on .001512. el ponchao .001513. escuchar jazz .001515. parché indio .001524. boxear .001536. camán ahí .001539. chécker .001555. yatismo .001556. arcade .001557. backgammon .001561. crocket .001565. fuck .001569. rock .001572. windsurfing .001587. go cart .001593. ráquet .001598. easy money .001603. h q .001604. ir al play .001606. juego de video .001607. jugar con pc .001608. róquet .001POSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD609. strawberrycard .001game610. súperman .001611. bageman .001621. pum .001622. robot .001623. romi .001628. candy .001635. tae kwon do .001637. freewi .001640. x & o .001649. cross country .001662. scuba .001671. puzzle .00016|PROFESIONES Y OFICIOSPOSICIÓN ANGLICISMO DISPONIBILIDAD202. suapeadora .006203. barténder .006315. reportero .003339. basquetbolista .002415. disc jockey .002417. chequeador .002451. suapeador .001470. boxeador .001478. futbolista .001486. reportera .001498. manager .001504. bloquero .001535. bell boy .001562. detective .001568. tanquero .001576. guachimán .001615. zanky panky .001621. jocky .001


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |192||193|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.14Densidadde anglicismossegún <strong>los</strong> centrosde interés en elléxico disponiblede la RepúblicaDominicanaCuando se analizan <strong>los</strong> datos de acuerdo con <strong>los</strong> centros de interés,se compruebala importancia que tiene este factor en el estudio de <strong>los</strong> anglicismos.Los resultados generales distribuidos por centros aparecen en el cuadro 4.14.Tres centros de interés son particularmente ricos en anglicismos: mediosde transporte, juegos y diversiones y el vestido. La densidad de <strong>los</strong> préstamosdel inglés en cada uno de esos campos es, respectivamente,18.93%, 16.79% y 14.45%. El área de <strong>los</strong> muebles de la casa ocupa elcuarto lugar, y a partir de ahí la densidad comienza a descender gradualmentehasta llegar a 0 en <strong>los</strong> centros las partes del cuerpo humano ytrabajos del campo.CENTRODE INTERÉS VOCABLOS ANGLICISMOS DENSIDADTransporte 169 32 18.93%Juegos y diversiones 673 113 16.79%El vestido 249 36 14.45%Muebles de la casa 316 31 9.81%Iluminación 354 23 6.50%La escuela 307 19 6.19%Alimentos 400 20 5.00%La ciudad 724 32 4.42%La casa 293 13 4.44%La cocina 396 14 3.54%Profesiones y oficios 644 18 2.80%Objetos para la comida 235 4 1.70%El campo 735 8 1.09%Animales 330 3 0.91%El cuerpo humano 246 0 0%Trabajos del campo 322 0 0%TOTALES 6393 366 5.73%Los resultados parecen lógicos si se piensa que <strong>los</strong> centros más influidospor el inglés constituyen áreas semánticas abiertas que se refieren aactividades sociales o de comunicación en las que el dominio y el prestigioang<strong>los</strong>ajón son indiscutibles. En cambio, <strong>los</strong> centros que permanecenexentos de elementos extranjeros constituyen inventarios léxicoslimitados y cerrados. Es posible inventar o crear nuevos juegos ymodernos medios de transporte o prendas de vestir, pero no se puede hacerlo mismo con las partes del cuerpo ni con <strong>los</strong> animales.El paralelismo de estos datos <strong>dominicanos</strong> con <strong>los</strong> de Madrid es bastanteconsiderable. Dentro de la mayor densidad global de anglicismosen el léxico de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> con relación al de Madrid, es notoriala correspondencia existente en <strong>los</strong> extremos: ambos lugares coinciden,tanto en <strong>los</strong> centros con densidad más alta (medios de transporte, juegosy diversiones, el vestido) como en <strong>los</strong> de densidad nula, <strong>los</strong> que no contienenningún anglicismo (el cuerpo humano y trabajos del campo).Este paralelismo, sin embargo, no oculta la ventaja numérica de <strong>los</strong>préstamos en el español dominicano en varios campos, como juegos-diversiones,<strong>los</strong> muebles de la casa y transporte. Una nota discordante la ofrecen<strong>los</strong> centros de alimentos, la ciudad, objetos colocados sobre la mesa parala comida, el campo y animales, en <strong>los</strong> que la densidad de <strong>los</strong> anglicismoses superior en Madrid que en la República Dominicana.Los datos <strong>dominicanos</strong> son también semejantes a <strong>los</strong> puertorriqueños.De acuerdo con <strong>los</strong> resultados de López Morales, <strong>los</strong> campos más nutridosde anglicismos son juegos y distracciones, la cuidad, <strong>los</strong> alimentos, <strong>los</strong>medios de transporte, el vestido, iluminación y aire acondicionado. Similaresson igualmente <strong>los</strong> resultados encontrados por Huyke (1978) en SanJuan: 20% en medios de comunicación y 16.50% en transportes y viajes.En Santiago de Chile la situación es análoga: medios de entretención, elvestuario, medios de comunicación y el transporte se encuentran entre <strong>los</strong>campos de mayor densidad de anglicismos, según la investigación ya citadade Contreras (1988). Lo mismo sucede en Caracas, donde justamentelas diversiones, el transporte y el vestuario ocupan <strong>los</strong> tres primeroslugares, de acuerdo con el estudio de Pérez González (1984).Conviene señalar que no siempre existe correlación entre la densidaddel anglicismo y el índice de cohesión de cada centro de interés. El índicede cohesión permite conocer si el centro es compacto o difuso.Este índice se obtiene dividiendo el promedio de respuestas por sujetoen cada centro de interés por el número de palabras diferentes re-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |194||195|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4GRÁFICA 4.1Centros de mayordensidad deanglicismos enla RepúblicaDominicana20151050cogidas en ese mismo centro. El resultado de esta operación sería 1 enel caso hipotético en que todos <strong>los</strong> sujetos de la muestra hubieran respondidoexactamente con las mismas palabras. Por el contrario, en lamedida en que varíen las respuestas, el valor obtenido se alejará de 1,lo que equivale a decir que el índice de cohesión será menor.En la República Dominicana, el centro de mayor cohesión es el cuerpohumano, seguido de cerca por medios de transporte y por el vestido. En cambio,la escuela y <strong>los</strong> muebles de la casa son campos más abiertos o difusos,aunque no alcanzan el extremo de dispersión donde se sitúan juegos-diversionesy profesiones-oficios, que ostentan el índice de cohesión más bajo.Al comparar el grado de cohesión con el grado de densidad de anglicismosde <strong>los</strong> centros, se descubre que en unos casos hay coincidenciay en otros hay una total contradicción.a|Centros de alto grado de cohesión:el cuerpo humano, medios de transporte, el vestido18.93%transporte juegos vestido muebles16.79%14.45%b|Centros de alta densidad de anglicismos:juegos y diversiones, medios de transporte, el vestidoc|Centros de bajo grado de cohesión:juegos y diversiones, profesiones y oficios, el campod|Centros de baja densidad de anglicismos:el cuerpo humano, trabajos del campo, el campo9.81%El análisis presentado hasta ahora toma en consideración el total de palabrasdentro de cada centro de interés. Como se sabe, dentro de esteconjunto, unas palabras poseen un alto grado de disponibilidad y otras,en cambio, son muy poco disponibles, es decir, la probabilidad de quesean utilizadas en una situación comunicativa dada es muy baja. Para determinarla densidad del anglicismo entre las palabras verdaderamentedisponibles, resulta conveniente considerar las primeras cien palabras enorden decreciente de disponibilidad. En teoría cabe la posibilidad de queen un centro de interés haya una alta densidad de anglicismos pero queestos pertenezcan al grupo de las palabras muy poco disponibles. En esecaso habría que concluir que su vitalidad o su funcionalidad es escasa.La comparación presentada en el cuadro 4.15 revela que en <strong>los</strong> centrosde más alta densidad de anglicismos, estos son elementos léxicos de altogrado de disponibilidad, es decir, son palabras de gran rentabilidad.DENSIDAD ENCENTRO DENSIDAD PRIMERASDE INTERÉS GENERAL CIEN PALABRASTransporte 32/169=18.93% 19%Juegos-diversiones 113/673=16.79% 20%El vestido 36/249=14.45% 18%Los muebles 31/316=9.81% 9%Iluminación 23/354=6.50% 6%La escuela 19/307=6.19% 7%Alimentos 20/400=5.00% 4%La ciudad 32/724=4.42% 4%La casa 13/293=4.44% 5%La cocina 14/396=3.54% 5%Profesiones-oficios 18/644=2.80% 0%Objetos-comida 4/235=1.70% 2%El campo 8/735=1.09% 0%Animales 3/330=0.91% 0%El cuerpo 0/246=0.00% 0%Trabajos-campo 0/322=0.00% 0%TOTALES 5.73% 6.19%CUADRO 4.15Densidad deanglicismosdentro de <strong>los</strong> cienprimeros vocab<strong>los</strong>disponibles


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |196||197|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Algunos ejemp<strong>los</strong> de esos anglicismos que aparecen en las primerasposiciones de las listas de disponibilidad son:a|en el transporte: carro (posición 1), pasola (13), yate (24), yipeta (25)b|en juegos: volibol (posición 1), basquetbol (2), tenis (4), beisbol (5)c|en el vestido: panties (posición 6), brasier (9), poloché (11)Cuando se consideran las cien primeras palabras disponibles en <strong>los</strong> trescentros de mayor concentración de anglicismos, se comprueba que ladensidad se mantiene aproximadamente igual en el primero, pero aumentaen <strong>los</strong> próximos dos.Las pocas ocasiones en las que la densidad desciende de manera relativamentesignificativa se manifiestan en <strong>los</strong> centros de profesiones y oficios,el campo y animales, donde del 2.80%, 1.09% y 0.90%, respectivamente,en el total de vocab<strong>los</strong> de esos campos, pasa al 0% en las primerascien palabras. Esto parece indicar que <strong>los</strong> anglicismos de esas áreassemánticas no tienen mucha vitalidad y su importancia funcional esmuy escasa dentro de sus respectivos campos léxicos.Algunos ejemp<strong>los</strong> de esos anglicismos que aparecen tarde en las listasde disponibilidad son:a|en profesiones y oficios: barténder (posición 203), reportero (pos. 315),basquetbolista (339), futbolista (478)b|en el campo: club (140), bar (155), play (192), colín (212)c|en animales: poni (188), dóberman (305)Es oportuno señalar que la densidad del anglicismo en listas de disponibilidadléxica tiende a ser siempre más elevada que en textosconversacionales, producidos de manera natural. En las páginas anterioresse presentaron <strong>los</strong> resultados del análisis de un corpus de 25conversaciones libres de aproximadamente 15 minutos de duracióncada una. Esos materiales arrojaron un total de 49,045 palabras, de lascuales 4,862 eran diferentes. El número de anglicismos encontradosen esos textos fue de 24, lo que representa una densidad de apenas el0.49%.No hay que olvidar que las palabras disponibles no son necesariamentefrecuentes, ya que su utilización está condicionada por el tema deldiscurso. Son palabras concretas que solo se emplean cuando la conversaciónhace referencia a la realidad designada por esas palabras. Deahí que sea posible mantener extensas conversaciones o diálogos demuchas horas sin que las palabras de determinados campos léxicos haganaparición, no porque <strong>los</strong> hablantes las desconozcan, sino porquelas circunstancias del discurso no las requieren.|El factor sociocultural|A pesar de que en la investigación sobreel léxico disponible que sirve de base a este estudio se trabajó con tresniveles socioculturales, en esta ocasión solo se han tomado en cuenta<strong>los</strong> datos correspondientes a <strong>los</strong> niveles extremos, el alto y el bajo.Además, el análisis se concentra ahora en las primeras cien palabrasdisponibles de cada centro de interés, que en la mayoría de <strong>los</strong> casosrepresentan entre el 91% y el 98% de la frecuencia acumulada por eltotal de vocab<strong>los</strong> de cada campo. En este sentido, no cabe duda de queesas primeras cien palabras son las más importantes para cualquier estudioque intente describir el vocabulario vigente, el léxico realmentedisponible.CENTRO NIVEL NIVELDE INTERÉS ALTO BAJOJuegos y diversiones 23% 19%El vestido 16% 19%Medios de transporte 19% 13%Los muebles de la casa 13% 6%Iluminación 6% 5%La escuela 7% 5%La cocina 5% 4%La casa 4% 4%Alimentos 5% 1%La ciudad 6% 3%Objetos para la comida 2% 1%El campo 0% 3%El cuerpo 0% 0%Trabajos del campo 0% 0%Animales 0% 0%Profesiones y oficios 0% 0%TOTALES: 6.63% 5.19%CUADRO 4.16Densidadde anglicismosen <strong>los</strong> primeros100 vocab<strong>los</strong>disponiblessegún el nivelsociocultural


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |198||199|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4GRÁFICA 4.2Número deanglicismos enlas primeras 100palabras de todos<strong>los</strong> centros deinterés, según elnivel sociocultural100806040200El cuadro 4.16 indica que <strong>los</strong> informantes del nivel sociocultural altoaventajan a <strong>los</strong> del bajo en la posesión de anglicismos. Los primerosmuestran una densidad general del 6.63% frente a un 5.19% de <strong>los</strong> segundos.Esas cifras se presentan en términos absolutos en la gráfica 4.2.De acuerdo con <strong>los</strong> datos recogidos en el cuadro 4.16, <strong>los</strong> mayores porcentajesde anglicismos disponibles por parte de <strong>los</strong> hablantes del nivelalto se producen en muchos centros, pero de manera especial en juegosy diversiones, medios de transporte, <strong>los</strong> muebles de la casa y alimentos. Solo endos casos se invierte la situación: el vestido y el campo. En cuatro áreasninguno de <strong>los</strong> grupos socioculturales presenta anglicismos dentro delas primeras cien palabras producidas: el cuerpo humano, trabajos del campo,animales y profesiones y oficios.Algunas palabras tienen un valor diferenciador. Por ejemplo, subway y ferryson anglicismos incluidos dentro de las cien primeras palabras disponiblesdel grupo alto en medios de transporte, pero no producidas por el bajo.grupo social alto106grupo social bajoLa influencia del factor sociocultural en el español madrileño es ligeramentedistinta a la que se observa en el dominicano. En la capital española,el grupo bajo aventaja al alto en la producción de anglicismosen centros como el vestido, alimentos y medios de transporte. El grupo altosupera al bajo en la ciudad, juegos y diversiones, profesiones y oficios. Según<strong>los</strong> resultados obtenidos por Benítez, el grupo bajo alcanza un839.57% en el vestido, 5.27% en alimentos, 12.5% en transporte, 5.92% en laciudad, 10.24% en juegos y diversiones, 2.39% en profesiones y oficios.Porsu parte, el grupo alto presenta en esos mismos centros, respectivamente,8.27%, 4.97%, 10.81%, 7.69%, 11.42% y 3.03%.|El factor sexual|De acuerdo con <strong>los</strong> datos ofrecidos en el cuadro4.17, la diferencia de sexo no parece constituir un factor de importanciaen lo que concierne al empleo de anglicismos. Solamente en elcampo de juegos y diversiones, donde <strong>los</strong> hombres sobrepasan a las mujerescon un 4% (23% frente a 19%), se produce una diferencia dignade ser tomada en consideración. Con diferencias muy ligeras, hay tambiénuna ventaja masculina en <strong>los</strong> muebles de la casa, iluminación y la ciudad.Por su parte, las mujeres superan discretamente a <strong>los</strong> hombres enmedios de transporte, la escuela, la cocina y la casa.CENTRODE INTERÉS MUJERES HOMBRESJuegos y diversiones 19% 23%El vestido 18% 18%Medios de transporte 17% 15%Los muebles de la casa 9% 10%La escuela 8% 6%Iluminación 5% 6%La cocina 5% 4%Alimentos 4% 4%La casa 4% 3%La ciudad 4% 5%Objetos para la comida 1% 2%El campo 1% 0%El cuerpo 0% 0%Trabajos del campo 0% 0%Animales 0% 0%Profesiones y oficios 0% 0%TOTALES 5.94% 6.00%CUADRO 4.17Densidadde anglicismosen <strong>los</strong> primeros100 vocab<strong>los</strong>disponiblessegún el sexo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |200||201|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Una vez más, aquí <strong>los</strong> resultados <strong>dominicanos</strong> se diferencian, aunqueno marcadamente, de <strong>los</strong> de Madrid, donde <strong>los</strong> hombres presentan unadensidad general de anglicismos del 4.88% y las mujeres del 3.88%. Elmayor porcentaje de anglicismos de parte de <strong>los</strong> varones madrileños semanifiesta en once de <strong>los</strong> centros de interés, en tanto que las muchachassolo llevan la delantera en dos: la cocina y el campo.En conclusión, el análisis cuantitativo presentado en este estudio indicaque de las variables sociales consideradas, solamente el nivel socioculturalde <strong>los</strong> hablantes ejerce un efecto más o menos significativoen <strong>los</strong> resultados. Los jóvenes del grupo alto producen, en la mayoríade <strong>los</strong> centros de interés, unos porcentajes de anglicismos máselevados que <strong>los</strong> que realizan <strong>los</strong> del nivel bajo. Esta circunstancia, naturalmente,tiene una clara implicación sociolingüística: existe unaprobabilidad muy alta de que el anglicismo sea un fenómeno prestigiosoen el español dominicano. Por su parte, la diferencia de sexo nocontribuye a discriminar de manera efectiva el uso de <strong>los</strong> anglicismos.Los resultados revelan que la variable más importante en el estudio deltema es la diferencia de campos léxicos. Los centros de interés constituyenun elemento fuertemente discriminador del anglicismo. Podríadecirse que así como unas áreas semánticas favorecen el ingreso de <strong>los</strong>préstamos, otras apenas <strong>los</strong> toleran y otras literalmente le niegan la entradaa su territorio. De acuerdo con el criterio de la densidad del anglicismoen las distintas áreas, se podría realizar la siguiente clasificaciónde <strong>los</strong> centros de interés:a|centros de alta densidad (entre 18% y 9.81%):el transporte, juegos y diversiones, el vestido, <strong>los</strong> muebles.b|centros de densidad intermedia (desde 6.50% hasta 3.54%):iluminación, la escuela, alimentos, la ciudad, la casa, la cocina.c|centros de baja densidad (promedios inferiores a 3%):profesiones y oficios, objetos colocados sobre la mesa, el campo, animales.d|centros de densidad nula (0%):el cuerpo humano, trabajos del campo.La gran diferencia de permeabilidad frente al anglicismo que presentanunos centros de interés con respecto a otros parece constituir unrasgo universal del léxico hispánico, determinado, entre otras razones,por la naturaleza semántica del campo. Existen áreas de la realidad queson productos culturales abiertos a la creación y a las modificaciones,como <strong>los</strong> juegos, el vestido, <strong>los</strong> medios de transporte y <strong>los</strong> muebles.Otras, en cambio, constituyen entidades naturales inamovibles, comolas partes del cuerpo y <strong>los</strong> animales. En consecuencia, no tiene nada desorprendente el hecho de que sean precisamente las primeras las quepresenten el mayor nivel de densidad de anglicismos, en tanto las segundasse mantienen inmunes a la influencia extranjera.La comparación con investigaciones similares llevadas a cabo en otraszonas del mundo hispanohablante, confirma el hecho de que no solamente<strong>los</strong> campos más susceptibles, sino también <strong>los</strong> más reacios a lainfluencia del inglés son, en todas partes, <strong>los</strong> mismos.Finalmente, resulta interesante examinar el proceso de adaptación alque son sometidas las palabras prestadas de otros idiomas. Después decierto tiempo, se acoplan por completo a la lengua que las recibe. Entoncesno son percibidas como extranjeras y, en cierta manera, dejande serlo. Este ajuste se produce tanto en la forma fonética como en lamorfológica del préstamo. Un buen ejemplo es el del término lunch,que muchos convierten en lonche, con terminación hispánica, géneromasculino, y que se toma como base para derivar, con sufijos del español,las palabras lonchar y lonchera, la que a su vez permite decir loncherita.4|9 El léxico de la pelotaSe presentan aquí <strong>los</strong> resultados preliminares, y muy parciales, de unproyecto de investigación en marcha que desde hace unos años he estadodesarrollando sobre el español usado en el deporte que apasionaa la mayoría de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>: el béisbol o beisbol, como suele pronunciarla gente, y que en el país normalmente es llamado con la formahispánica ‘la pelota’.La información en que se basa la investigación procede de tres fuentesdiferentes: 1. varias transmisiones radiales y televisivas; 2. un test asociativoque recoge el léxico disponible en ese centro de interés; 3. finalmente,un cuestionario dirigido. En el primer caso, fueron grabadas encinta magnetofónica diez horas de transmisiones directas de varios partidosde béisbol dominicano. En el segundo, se utilizó una muestra de


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |202||203|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4138 jóvenes universitarios de Santo Domingo y de Santiago que durante2 minutos enumeraron las palabras relacionadas con el juego depelota que afluían a su memoria. La información procedente de la aplicaciónde un cuestionario dirigido aún no ha sido recolectada. Ese instrumentoconsistirá en definiciones, descripciones e ilustraciones paraque <strong>los</strong> sujetos produzcan el término correspondiente.El trabajo está todavía en proceso, por lo que aquí no se ofrecen resultadosfinales, sino una pequeña muestra de <strong>los</strong> datos recogidos y de <strong>los</strong>procedimientos utilizados para obtener<strong>los</strong>.Parece evidente que en un estudio sobre la lengua del béisbol, el aspectomás productivo e interesante es el del léxico y dentro de este, eltema de <strong>los</strong> anglicismos.A continuación se muestra un corto fragmentode la transmisión radial de un partido de pelota de hace unos años.En la presentación se reproducen las variantes que manifiesta la /s/,unas veces mantenida plenamente, otras realizada con un sonido similara la jota y otras eliminada por completo.También se destaca la presenciade <strong>los</strong> anglicismos, cuya pronunciación se transcribe entre paréntesisal lado de la forma ortográfica de la palabra. Dentro del textode la narración aparecen entre corchetes, precedidas por un número 3,las observaciones del comentarista. Asimismo se incluye, pero no esconsiderada en el análisis, la participación del locutor comercial precedidapor un número 2 y en letra cursiva.‘Es el cuarto hit (jit) que le conectan a Winston.Arias dio sencillo en elprimer episodio.Tiene promedio ahora de trej treinta y tres, diecisietehits (jit) en cincuenta y un turnos. Polonia comienza a adelantar en primera.Lijto Winston, aquí viene, strike (estrái) cantado, primero paraAlex Arias. Detráj, Miguel Tejada, ejtá en el círculo de ejpera Codetel._[Comunicación sin límites para servirle.] Entrando al box (bóks) de nuevoel zurdo Darryl Winston, aquí viene, conecta un rolling (rólin), bound(báun) alto por tercera, bueno para doble play (doblepléi), a segunda, hayuno, a primera, out (áo), doble play (doblepléi). Cinco, cuatro, tres. De Belliarda Matos a Dovac, hay dos outs (áo). _[Doble es el efecto de Refridol,el antigripal que nunca falla. Refridol, de venta en su farmacia favorita.] Al bate,Miguel Tejada, el segunda base. Bateador de turno Presidente, la mejorcerveza, el verdadero sabor. Ahí sale Tony Peña, el manager (mánecher)de las Águilas. Ejtá conversando con el Chief (chíf).Tejada conectórolling (rólin) a segunda, para force out (fórseáo), donde el intermedijtacometió error, luego anotó carrera. Afuera el lanzamiento, primeramala para Miguel Tejada.Tejada tiene promedio de uno sesenta y siete,cuatro hits (jit) en veinticuatro turnos. Hay dos outs (áo), basej limpias,aquí viene, strike (ejtrái) tirándole. Se nivela la cuenta, una bola, un strike(etrái). _[Ante la emergencia, Movimet, un servicio a la vida. Llame al cincotres cinco diez ochenta, o al cinco tres dos cero cero cero cero, Movimet.] Detráj,TonyBatista, ejtá en el círculo de ejpera Codetel. _[Comunicación sinlímites para servirle.] Alto el lanzamiento, doj bolas, un strike (ejtrái), paraMiguel Tejada. _[Mañana juegan aquí Licey y Escogido. El Licey es homeclub (jómklób) en el partido de mañana.] Lijto el pitcher (pícher), aquíviene, foul (fául) atrás. Dos y doj, cuenta nivelada para Miguel Tejada._[No se ponche, tome ponche Crema de Oro, el auténtico sabor de nuestra tradición.Ponche Crema de Oro.] Las Ejtrella ganan ahora, dos por una, al Ejcogidoen la parte final del segundo inning (ínin). _[Y mira, ya se llenarontodo loj palcos.] Sí. _[Ya el bleacher (blíchel) de la derecha ejtá full(fúl).Y si te daj cuenta, el bleacher (blíchel) de la izquierda ya tiene fanáticojparadoj en todoj loj pasilloj. En el pasillo principal ej una masacompacta aquí en el lateral ijquierdo, igualmente, y así mijmo ya ejtá elbleacher (blícher) de la derecha. O sea que la asistencia hoy aquí, vamoja ejperar cuando la canten.] Rolling (rólin) por tercera, de frente la tieneBelliard, el tiro a primera, de piconazo, levantó bien el inicialijta Dovac,y lo pone out (áo). Buena jugada combinada aquí de Belliard y Dovac,terminando la entrada. _[Casa Tonos, distribuidor exclusivo de <strong>los</strong> relojesOrient, el arte de dominar el tiempo, te informa el resumen de la entrada.]Cero carreras, un hit (jit), ningún error, un doble play (doblepléi), nadiequedado. Primera del tercero, la pizarra de la Ferretería Americana, quetiene de todo y mucho más, les informa: Águilaj, dos; Licey, cero.’Un ligero examen del texto anterior revela la presencia de 17 anglicismosdiferentes, algunos de <strong>los</strong> cuales se repiten tres y hasta cuatro veces,sumando un total de 32 casos: hit (4), strike (4), box (1), rolling (3),bound (1), doble play (3), out (4), manager (1), chief (1), force out (1), homeclub (1), pitcher (1), foul (1), inning (1), bleacher (3), full (1), piconazo (1).Esta gran cantidad de unidades corrobora la idea de que una de lasprincipales características del léxico de las transmisiones de béisbol essu alta densidad de anglicismos.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |204||205|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Con respecto a esas palabras, es digna de señalar la adaptación fonéticaque se realiza en la mayoría de las ocasiones, llegando a veces a integrarrasgos de la pronunciación dominicana, como son la aspiración yla eliminación de la /s/, la conversión de la /r/ en una /l/: estrai, ejtrai,etrai; dosao (dos outs); blícher, blíchel. Un ejemplo curioso, cuyo origenno está muy claro, es el del término rolling, para referirse a la pelota queal ser bateada va rodando por el suelo. En la terminología inglesa, paraexpresar ese concepto se utiliza la forma grounder o ground ball. La palabrainglesa roller, de donde podría derivar rolling con una confusiónen la terminación, es utilizada en el vocabulario inglés del béisbol paradesignar un ‘rodado lento, sin mucha fuerza’.Por otra parte, en la narración se manifiesta un fenómeno muy comúnen el léxico de la pelota, que es el de la extensión semántica. Se empleala denominación de una posición en el campo de juego para referirseal jugador que la defiende: el segunda base, el tercera base. Es interesantetambién la variación o el uso alternativo del anglicismo y suequivalente español, como ocurre con inning y entrada o episodio, pitchery lanzador, manager y dirigente.Otra fuente de información utilizada, como se indicó antes, fue la aplicaciónde un test asociativo de palabras. Se pidió a varios grupos de estudiantesuniversitarios que enunciaran las palabras relacionadas con elbéisbol que acudían a su memoria. En esta ocasión, solo se presentan<strong>los</strong> resultados obtenidos con este procedimiento correspondientes a lasprimeras diez palabras producidas por 50 sujetos de Santo Domingo yde Santiago.PRIMERAS 10 PALABRAS DISPONIBLES PARA 50 SUJETOS EN EL CAMPO LÉXICO DEL BÉISBOLbate (45)guante (44)pelota (42)pitcher (24)uniforme (21)base (18)gorra (16)estadio (15)play (13)bateador (11)catcher (11)jugador (11)jonrón (10)out (9)público (9)bola (8)manager (8)lanzador (5)primera base (5)ampáyar (5)ganchos (4)fanático (4)pelotero (4)right field (4)segunda base (4)silla (4)almohadilla (3)campo (3)careta (3)center field (3)coach (3)foul (3)jardinero (3)left field (3)jugada (2)mascotín (2)pantalón (2)pechera (2)tenis (2)aficionado (2)asientobanca de apuestasbase por bolasboletacambiocamisetacampeonatocanchacomidacorrercuadrogradasjardinero derecholigalocutorlucesmallamáscaranarradorpapas fritasparedpartidopersonaspicheopizarraplatoponcheposiciónstrike (8)rodillera (3)curvaprospectoárbitro (6)safe (3)dirigenteprotectorguantilla (6)tercera base (3)doble playreceptorcarrera (6)zapatilla (3)doblerectacasco (5)clavos (2)escánda<strong>los</strong>eñasequipo (5)copa (2)fanssudorhit (5)entrenador (2)fieldtriplehome (5)grama (2)firmazapatos


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |206||207|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Junto a cada palabra de la lista anterior aparece un número entre paréntesispara indicar la cantidad de estudiantes que la mencionó. Unarápida ojeada a esos materiales permite comprobar que fueron producidas500 formas (50 x 10), de las cuales 100 son vocab<strong>los</strong> o palabrasdiferentes. Entre esas 100 unidades léxicas, 23 son anglicismos: bate, pitcher,play, bateador, catcher, jonrón, out, manager, strike, hit, home, ampáyar,right field, center field, coach, foul, left field, safe, doble play, fans, field, picheo,ponche. Esto quiere decir que de cada cuatro palabras que se presentana la memoria de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> cuando hablan de béisbol, una es deorigen inglés.De nuevo resulta muy interesante la presencia de dobles léxicos encompetencia, es decir, de pares de palabras equivalentes, una de las cualeses un anglicismo y la otra no lo es. En varios casos, el anglicismoaparece como la primera opción de la que disponen <strong>los</strong> hablantes. Ostentauna frecuencia más alta que su competidor hispánico en <strong>los</strong> siguientesejemp<strong>los</strong>: pitcher (24) / lanzador (5), catcher (11) / receptor (1),manager (8) / dirigente (1), coach (3) / entrenador (2). En otras ocasiones,sucede lo contrario: estadio (15) / play (13), árbitro (6) / ampáyar (4),campo (3) / field (1). Existen también casos de unidades sin competencia,en <strong>los</strong> que normalmente el hablante solo tiene una alternativa.Asíocurre con <strong>los</strong> anglicismos strike, out, foul, safe, y <strong>los</strong> hispanismos gorra,carrera, pelotero, careta, pechera. Sin embargo, aunque no aparecen en elconjunto de datos recogidos en esta encuesta, conviene precisar queocasionalmente se utilizan <strong>los</strong> términos fuera, como equivalente de out,y quieto por safe.Con respecto a la adaptación fonética y morfológica que experimentan<strong>los</strong> anglicismos, pueden ser ilustrativas las palabras pitcher y strike.Enel habla espontánea, la primera se convierte en piche, con pérdida de la/r/ final, haciendo pasar al préstamo por el mismo proceso de reducciónque experimentan en el estilo familiar las palabras llanas terminadasen /r/, como azúcar, que suele pronunciarse azuca. Emparentadascon pícher están pichar, picheo, pichecito.El caso de strike es interesante. En su forma singular se acomoda fonéticamenteañadiendo al principio una /e/ (estraik, estrai o etrai), comosuele suceder con cualquier palabra extranjera que contenga esacombinación inicial (stress: estrés, spaghetti: espagueti). Así, la secuenciaprohibida en español de una /s/ seguida por otra consonante al principiode palabra, se convierte en una forma aceptable. Ahora bien,cuando en el estilo informal un cibaeño quiere usar esa palabra enplural, para expresar, por ejemplo, que el bateador tiene una bola y dos..., no dice etraye, que sería lo regular según el modelo de las palabrasagudas terminadas en diptongo con i final (ley-leye(s), batey-bateye(s)),sino que utiliza etrale, cambiando la /i/ final por la /l/. Se trata de unejemplo de ultracorrección, que consiste en corregir un error inexistente,motivado tal vez por la analogía con otras palabras. El hablanteasocia probablemente la forma etrai con algunas palabras agudas terminadasen /l/ que él emplea sustituyendo la /l/ por la [i], como canai(canal) o panai (panal), cuyos plurales respectivos son canale(s) y panale(s).De esta manera, el razonamiento resulta lógico y sencillo: sietrai es una variante popular de etral, como canai lo es de canal, el pluraldebe ser etrale(s).Una prueba de que la pelota es un deporte profundamente arraigadoen la cultura dominicana es que parte de su terminología ha dado lugara la creación de expresiones metafóricas utilizadas en el lenguajecorriente por la población. Como ejemp<strong>los</strong>, pueden citarse estas construcciones:dar un palo (‘batear un jonrón’), para expresar la idea de una decisión oun negocio muy exitosos; estar a tiro de hit, que se emplea para referirsea algo que está a punto de ser concluido o de completarse; jugar lasdos bases, para describir a alguien considerado bisexual; ser un flai al catcher,para aludir a una cosa fácil de hacer, o a una persona sencilla, inofensiva,fácil de tratar.Finalmente, con fines puramente ilustrativos del otro procedimientoque se utilizará para la búsqueda de la información, se presenta a continuaciónuna muestra de las preguntas que componen el cuestionario.Junto a cada descripción, se espera que <strong>los</strong> sujetos ofrezcan el términoque expresa esa noción.____________(automático)Nombre del primer strike cantado a un bateadorcuando ya tiene tres bolas en su cuenta.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |208| |209|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4____________ Tipo de reja o malla que se coloca detrás del home(backstop) para proteger a <strong>los</strong> aficionados de las pelotas que se leescapan al catcher o que son bateadas de foul en esadirección.____________ Golpear la pelota con el bate.(batear)____________ Cada uno de <strong>los</strong> nueve actos sucesivos en que se(inning, entrada) divide un juego de béisbol.____________ Batazo de hit, generalmente elevado que sale fuera del(jonrón) campo, y que permite al bateador-corredor recorrerlas cuatro bases.____________ Jugador a la defensiva encargado de lanzar la pelota al(pítcher, lanzador) bateador de turno.____________ Acción de conectar la pelota suavemente con el fin de(toque) hacer avanzar a un corredor embasado, a riesgo de queel bateador sea out en primera base.____________ Descenso prolongado en el rendimiento ofensivo de(slump) un jugador o de un equipo.____________(swing)____________(wind up)Movimiento que hace el bateador al tratar de conectarla pelota lanzada por el pítcher.Movimientos coordinados reglamentarios que hace elpítcher antes de lanzar la pelota.4|10 El léxico disponible: Santo Domingofrente a SantiagoEl léxico disponible es el vocabulario utilizable en una situación comunicativadeterminada, es decir, el conjunto de palabras que surgenen torno a un centro de interés cuando la conversación se refiere a esetema. Según esto, un término se considera disponible si en una situa-ción particular acude o se presenta fácilmente y de forma inmediata ala mente del hablante.Hace unos años, tuve ocasión de realizar una investigación sobre estetema utilizando una muestra de 347 estudiantes universitarios de diferentesinstituciones. Los datos fueron recogidos mediante el procedimientode asociación de palabras. Los sujetos escribían durante dos minutos<strong>los</strong> términos que acudían a su mente relacionados con el temasugerido en cada caso.El cálculo de la disponibilidad, que varía de 1 a 0, fue realizado por mediode un programa computacional que toma en consideración la frecuenciade aparición y el lugar que ocupa la palabra en las listas. Es obvioque las palabras que acuden primero a la memoria, las que aparecenen <strong>los</strong> primeros lugares de las listas, están más disponibles que lasotras.Aunque en la investigación se trabajó con 16 centros de interés, en laspáginas siguientes solo serán presentadas las listas de las primeras 100palabras disponibles en 12 de esas áreas. Por razón de espacio, no se incluyen<strong>los</strong> datos de <strong>los</strong> campos siguientes: las partes del cuerpo humano,<strong>los</strong> muebles de la casa, la iluminación y aire acondicionado, el campo.Al realizar una comparación entre Santo Domingo y Santiago basadaen esos materiales, se observa que las dos principales ciudades del paísexhiben una notable homogeneidad léxica. Es verdaderamente minúsculala variedad desde el punto de vista geográfico, al menos en lo querespecta a <strong>los</strong> campos léxicos analizados aquí.En algunas áreas semánticas, sin embargo, se manifiestan pequeños detallesde interés. En alimentos, por ejemplo, se confirma que <strong>los</strong> capitaleñosalternan <strong>los</strong> sinónimos naranja (en la posición 22) y china (en laposición 49). En cambio, para <strong>los</strong> santiagueros, el término naranja (enla posición 8) no parece tener competencia, ya que china no figura entresus primeras 100 palabras disponibles. Esto no quiere decir, por supuesto,que no la conozcan o no la usen. Pero sí está fuera de duda queel grado de disponibilidad de esa palabra es muy bajo y, en consecuencia,las posibilidades de que sea utilizada son escasas.En el centro de la cocina y sus utensilios se revela una situación similarcon respecto a <strong>los</strong> términos caldero y paila. Queda corroborada la ideageneralizada en el país de que en Santo Domingo la variante preferi-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |210||211|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4da es caldero (en la posición 9), y que la palabra paila (en la posición 25)representa una opción secundaria. En cambio, en Santiago sucedeexactamente a la inversa: paila ocupa la posición 3 y caldero la 17.Un dato muy explicable en el campo semántico de la ciudad es la presenciaen el vocabulario disponible capitaleño de las palabras smog,malecón y túnel. En razón de la realidad ambiental y física de la ciudad,es natural que para un santiaguero esas unidades no tengan unalto grado de disponibilidad, porque en la capital cibaeña sencillamenteno hay túneles ni malecón, y el smog es un problema menor queen La Capital.En cuanto a juegos y diversiones, dentro de las primeras 100 palabras sepuede señalar en el léxico de Santiago la presencia de las unidades laminga, el paralizado, la cuica, que no figuran en la lista capitaleña. Por otraparte, en Santo Domingo se denomina trúcamelo, el juego infantil queen Santiago se llama pelegrina y, ocasionalmente, muñeco (‘similar al juegoque en otros lugares se llama coxcojita o rayuela’). De forma coherente,en el campo de <strong>los</strong> oficios, la lista capitaleña incluye en la posición45 el término chinero (‘vendedor de chinas’), que no forma parte de lalista santiaguera.El lector interesado puede recorrer <strong>los</strong> listados y verificar por sí mismolas coincidencias y las discrepancias léxicas que existen entre <strong>los</strong>dos grupos comparados.EL VESTIDOSANTO DOMINGOVOCABLODISPONIBILIDAD1 pantalón 0.8092 camisa 0.7723 media 0.5414 zapato 0.5415 falda 0.5046 panties 0.4817 blusa 0.4428 vestido 0.3489 brasier 0.34810 corbata 0.26011 pantaloncillo0.25912 polocher 0.25213 tenis 0.23414 correa 0.21415 suéter 0.19116 abrigo 0.18317 short 0.18218 saco 0.17619 camiseta 0.164EL VESTIDOSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDAD1 pantalón 0.8072 camisa 0.7153 falda 0.5524 media 0.5365 panties 0.5076 blusa 0.4977 brasier 0.4538 zapato 0.4399 vestido 0.37910 pantaloncillo0.32611 polocher 0.32112 camiseta 0.26013 tenis 0.18314 abrigo 0.16515 correa 0.16216 calzoncillo 0.15717 camisilla 0.14918 corbata 0.13819 pantalóncorto 0.126EL VESTIDOSANTO DOMINGOVOCABLODISPONIBILIDAD26 sombrero 0.09827 trajede baño 0.09228 t-shirt 0.08829 camisilla 0.08530 cinturón 0.08531 bufanda 0.08332 mediofondo 0.07833 chaleco 0.07434 chacabana 0.07335 traje 0.07136 chancleta 0.07137 minifalda 0.06638 jeans 0.06639 chaqueta 0.06340 reloj 0.05841 jacket 0.05642 piyama 0.05543 cadena 0.05444 bata 0.051EL VESTIDOSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDAD26 trajede baño 0.07827 mediaspanties 0.07228 chaqueta 0.07029 sombrero 0.06630 zapatilla 0.06531 chaleco 0.06432 short 0.06333 minifalda 0.05434 bufanda 0.05235 anillo 0.04736 chancleta 0.04337 collar 0.04338 cadena 0.04239 jacket 0.04240 cinturón 0.03941 cintillo 0.03742 jeans 0.03643 pañuelo 0.03444 refajo 0.03420 franela 0.15820 suéter 0.12345 pantyhose 0.05145 guante 0.03421 bermudas 0.14522 calzoncillo 0.12421 arete 0.12222 mediofondo 0.11046 ropainterior 0.04947 cartera 0.04846 chacabana 0.03347 franela 0.03323 arete 0.11923 saco 0.10248 sostén 0.04848 bata 0.03224 pañuelo 0.11124 bermudas 0.09249 guante 0.04249 camisón 0.03225 pantalóncorto 0.10025 reloj 0.08250 refajo 0.04050 cartera 0.030


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |212||213|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4EL VESTIDOSANTO DOMINGOEL VESTIDOSANTIAGOEL VESTIDOSANTO DOMINGOEL VESTIDOSANTIAGOLA CASASANTO DOMINGOLA CASASANTIAGOLA CASASANTO DOMINGOLA CASASANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 sandalia 0.04051 traje 0.02876 tanga 0.01976 gancho 0.0121 ventana 0.5801 baño 0.47226 varilla 0.08826 escalera 0.07452 anillo 0.04053 calzón 0.03854 faja 0.03855 taco 0.03556 bota 0.03357 palazo 0.03158 smoking 0.03059 cintillo 0.02960 gancho 0.02661 calipso 0.02362 faldapantalón 0.02363 camisón 0.02352 faldapantalón 0.02753 pantalónlargo 0.02754 tanga 0.02755 faja 0.02756 jonsuit 0.02757 piyama 0.02658 sostén 0.02559 pulsa 0.02560 enagua 0.02261 t-shirt 0.02262 pulsera 0.02263 pantaleta 0.01977 gorra 0.01878 mocasín 0.01779 lazo 0.01680 bretel 0.01681 pantaleta 0.01582 collar 0.01583 pancho 0.01384 falda larga 0.01385 sobretodo 0.01386 braga 0.01387 batade dormir 0.01288 enagua 0.01277 lazo 0.01178 alpargata 0.01179 botón 0.01080 estraple 0.01081 bikini 0.01082 bota 0.00983 smoking 0.00984 calcetín 0.00985 pantaloncito0.00886 yompa 0.00887 faldalarga 0.00888 batade dormir 0.0072 pared 0.5453 puerta 0.5414 techo 0.4465 baño 0.4416 cocina 0.4397 sala 0.4078 piso 0.3889 patio 0.34910 comedor 0.31511 habitación 0.29012 terraza 0.26513 lavamanos 0.18714 clóset 0.18015 marquesina 0.1782 ventana 0.4723 cocina 0.4444 pared 0.4435 puerta 0.4186 sala 0.3727 comedor 0.2708 patio 0.2709 habitación 0.26210 techo 0.26011 piso 0.24612 terraza 0.19413 cuarto 0.18614 galería 0.18115 block 0.15627 <strong>los</strong>eta 0.08828 cemento 0.08829 dormitorio 0.08230 fregadero 0.07631 cuarto 0.07532 sótano 0.07333 gabinete 0.07334 pasillo 0.07335 aposento 0.07236 ducha 0.06937 sanitario 0.06138 cisterna 0.05639 ladrillo 0.05240 bombillo 0.05227 fregadero 0.06928 bañera 0.06429 persiana 0.06230 bombillo 0.06131 sanitario 0.05532 madera 0.05333 garage 0.04934 pintura 0.04935 dormitorio 0.04736 columna 0.04737 gabinete 0.04538 mosaico 0.04439 verja 0.04340 pasillo 0.04364 zapatilla 0.02264 guillo 0.01889 corsé 0.01289 capa 0.00716 galería 0.17316 clóset 0.15341 llave 0.05041 recibidor 0.04165 guillo 0.02265 pisapelo 0.01890 gorro 0.01290 gabardina 0.00717 jardín 0.16817 cemento 0.12942 mosaico 0.04842 cerradura 0.03966 bikini 0.02266 gorra 0.01891 lente 0.01291 calipso 0.00718 bañera 0.15218 marquesina 0.11943 garage 0.04843 sótano 0.03767 pulsera 0.02268 licra 0.02169 mediaspanties 0.02170 alpargata 0.02171 pantalónlargo 0.02072 calcetín 0.02073 jonsuit 0.01967 sandalia 0.01768 calzón 0.01769 overol 0.01570 blusón 0.01571 taco 0.01472 conjunto 0.01273 lente 0.01292 botón 0.01193 conjunto 0.01194 hombrera 0.01195 pañal 0.01096 polo-shirt 0.01097 justillo 0.01098 blusón 0.01092 pantalónchicle 0.00793 sacón 0.00694 blumen 0.00695 cachucha 0.00696 colectivo 0.00697 uniforme 0.00698 trajede noche 0.00619 block 0.14920 balcón 0.14221 lavadero 0.12922 verja 0.12323 inodoro 0.10524 columna 0.09625 escalera 0.08919 zinc 0.11620 varilla 0.11321 lavamanos 0.10922 balcón 0.09423 lavadero 0.08824 jardín 0.08025 inodoro 0.07844 azotea 0.04845 meseta 0.04846 enchufe 0.04747 cuartode servicio 0.04748 pintura 0.04449 madera 0.04450 piscina 0.04244 enchufe 0.03545 antesala 0.03446 salade estar 0.03047 aposento 0.03048 callejón 0.02949 ladrillo 0.02750 vidrio 0.02774 cordón 0.01974 pantyhose 0.01299 mameluco 0.01099 chalina 0.00675 bleizer 0.01975 cordón 0.012100 disfraz 0.010100 guantilla 0.006


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |214||215|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA CASASANTO DOMINGOLA CASASANTIAGOLA CASASANTO DOMINGOLA CASASANTIAGOALIMENTOSSANTO DOMINGOALIMENTOSSANTIAGOALIMENTOSSANTO DOMINGOALIMENTOSSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 viga 0.03951 <strong>los</strong>eta 0.02676 manubrio 0.01776 lámpara 0.0121 arroz 0.7351 arroz 0.72426 azúcar 0.12826 piña 0.12252 cerradura 0.03852 pestillo 0.02677 zinc 0.01677 tubería 0.0112 habichuela 0.5852 habichuela 0.57527 piña 0.12727 guandul 0.12153 antesala 0.03653 tabla 0.02678 cerrojo 0.01678 oficina 0.0113 carne 0.5183 carne 0.51728 repollo 0.12328 jamón 0.12054 zapata 0.03354 biblioteca 0.02579 luz 0.01579 suelo 0.0114 pan 0.3824 plátano 0.40529 chocolate 0.12329 agua 0.11855 biblioteca 0.03355 chimenea 0.02480 vidrio 0.01580 suiche 0.0115 leche 0.3605 leche 0.37630 aguacate 0.12330 berenjena 0.11556 persiana 0.03357 pantry 0.03358 estudio 0.03259 despensa 0.03260 zócalo 0.03161 marco 0.03062 recibidor 0.02963 salade estar 0.02764 chimenea 0.02665 bidé 0.02566 toldo 0.02267 suiche 0.02168 bar 0.02169 botiquín 0.02156 plato 0.02357 zócalo 0.02158 estar 0.02159 zapata 0.02060 marco 0.01961 escalón 0.01962 clavo 0.01963 seto 0.01964 muro 0.01865 meseta 0.01766 cuartode baño 0.01667 piscina 0.01668 pluma 0.01569 cuartode música 0.01581 tomacorriente0.01582 teja 0.01583 desayunador0.01484 plato 0.01485 cristal 0.01486 cielo raso 0.01387 hierro 0.01388 pestillo 0.01389 parqueo 0.01390 desagüe 0.01391 cerámica 0.01292 salade espera 0.01293 estar 0.01294 cuartode baño 0.01281 bidé 0.01082 pañete 0.01083 pasamano 0.01084 vestidor 0.01085 cerámica 0.01086 portón 0.01087 alambre 0.01088 hierro 0.00989 dintel 0.00990 cisterna 0.00991 solar 0.00992 frente 0.00893 desayunador0.00894 gravilla 0.0086 plátano 0.3207 queso 0.2858 huevo 0.2669 tomate 0.25910 manzana 0.23511 yuca 0.22712 pescado 0.22413 pollo 0.21814 guineo 0.21015 papa 0.20916 zanahoria 0.18917 jamón 0.17518 maíz 0.17419 espagueti 0.16420 lechuga 0.16121 pera 0.1576 yuca 0.2617 jugo 0.2548 naranja 0.2479 pan 0.23910 guineo 0.23211 huevo 0.23112 queso 0.23113 manzana 0.22614 zanahoria 0.19615 batata 0.18616 tomate 0.16517 papa 0.16318 espagueti 0.15919 mango 0.15620 maíz 0.14521 pescado 0.14431 uva 0.12232 guandul 0.11433 jugo 0.11234 mango 0.10535 remolacha 0.10236 ají 0.09837 limón 0.09438 lechosa 0.08739 dulce 0.08640 bizcocho 0.08641 verdura 0.08542 hot-dog 0.08543 melón 0.08344 galleta 0.08145 harina 0.07946 guayaba 0.07631 uva 0.11332 sopa 0.11033 limón 0.10734 melón 0.09835 salami 0.09636 lechosa 0.09637 remolacha 0.09338 auyama 0.08939 cebolla 0.07940 aguacate 0.07941 guayaba 0.07842 mantequilla 0.07543 galleta 0.07444 cereza 0.07345 ají 0.06646 trigo 0.06570 tubería 0.02170 azotea 0.01595 grama 0.01195 teja 0.00822 naranja 0.15122 lechuga 0.14447 sopa 0.07547 bizcocho 0.06571 muro 0.02071 bisagra 0.01596 arena 0.01196 tejado 0.00823 batata 0.14823 pera 0.13948 trigo 0.07448 ensalada 0.06572 armario 0.01972 llave 0.01597 desván 0.01197 calzada 0.00724 mantequilla 0.13424 pollo 0.13149 china 0.07149 harina 0.06173 ático 0.01874 recámara 0.01773 estudio 0.01474 cuartode servicio 0.01498 salónde música 0.01099 portón 0.01098 alfombra 0.00799 luz 0.00725 cebolla 0.12925 repollo 0.12350 pizza 0.07150 ñame 0.05975 timbre 0.01775 ducha 0.013100 tubo 0.010100 patioespañol 0.007


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |216||217|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ALIMENTOSSANTO DOMINGOALIMENTOSSANTIAGOALIMENTOSSANTO DOMINGOALIMENTOSSANTIAGOOBJETOS EN LA MESASANTO DOMINGOOBJETOS EN LA MESASANTIAGOOBJETOS EN LA MESASANTO DOMINGOOBJETOS EN LA MESASANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD1 hamburger 0.06951 salchicha 0.05876 carne de res 0.04476 lasaña 0.0271 cuchara 0.7311 plato 0.78829 candelabro 0.02829 olla 0.01452 salchicha 0.06852 refresco 0.05677 salchichón 0.04277 aceite 0.0272 cuchillo 0.7202 cuchara 0.75030 dulcera 0.02530 dulcera 0.01253 cerdo 0.06853 azúcar 0.05478 refresco 0.04278 sandwich 0.0263 plato 0.6883 cuchillo 0.68631 sartén 0.02331 platito 0.01254 vegetal 0.06654 helado 0.05179 salami 0.04179 tamarindo 0.0264 tenedor 0.6474 vaso 0.56732 florero 0.02332 pote de agua0.01255 ñame 0.06555 chuleta 0.04880 apio 0.04180 apio 0.0265 mantel 0.5805 tenedor 0.55433 cucharita 0.02233 tazón 0.01256 chivo 0.06356 pepino 0.04881 mayonesa 0.04181 vaca 0.0256 vaso 0.5446 servilleta 0.48534 jarrón de agua0.02234 paño 0.01157 berenjena 0.06058 yautía 0.06059 ensalada 0.05860 fruta 0.05761 chuleta 0.05762 pepino 0.05763 pavo 0.05564 cereza 0.05565 auyama 0.05257 fresa 0.04758 chocolate 0.04659 pizza 0.04460 vegetal 0.04261 puerco 0.04062 avena 0.04063 fruta 0.03964 yautía 0.03765 moro 0.03782 pasta 0.04083 empanada 0.03984 sardina 0.03785 cereal 0.03786 melocotón 0.03687 avena 0.03688 garbanzo 0.03689 mandarina 0.03690 corn flakes 0.03582 camarón 0.02583 zapote 0.02584 marisco 0.02585 corn flakes 0.02486 verdura 0.02487 bacalao 0.02488 café 0.02489 legumbre 0.02490 salchichón 0.0247 servilleta 0.5048 copa 0.2079 cubierto 0.18710 jarrón 0.14911 taza 0.14812 salero 0.14013 bandeja 0.13414 cucharón 0.12115 plato hondo 0.1147 mantel 0.3868 cubierto 0.2619 sopera 0.13910 jarrón 0.13811 cucharón 0.13712 copa 0.13413 taza 0.11614 paire 0.10415 individual 0.09035 cucharade servir 0.02036 cafetera 0.01937 mantelindividual 0.01938 cacerola 0.01839 jarro 0.01840 portavasos 0.01741 cucharade postre 0.01735 vajilla 0.01136 vasija 0.01137 servilletero 0.01138 vinagrera 0.01039 portavasos 0.01040 impermeable0.01041 servidor 0.01066 aceite 0.05066 tayota 0.03791 tayota 0.03491 asopao 0.02316 paire 0.10416 palillo 0.08642 tazón 0.01742 jarra de agua0.00967 sandwich 0.05067 cereal 0.03792 chofán 0.03492 carne de res 0.02317 palillo 0.09317 bandeja 0.06643 azucarera 0.01743 ensaladera 0.00968 langosta 0.05068 sancocho 0.03493 lasaña 0.03393 chivo 0.02318 sopera 0.09118 plato hondo 0.04744 aceitera 0.01744 caldero 0.00869 café 0.04969 dulce 0.03394 legumbre 0.03394 maní 0.02319 plato llano 0.08319 salero 0.04445 juguera 0.01745 mantequillera0.00870 vaca 0.04971 frijol 0.04772 ajo 0.04573 sal 0.04574 camarón 0.04575 toronja 0.04570 macarrón 0.03271 cacao 0.03172 guanábana 0.03073 haba 0.02774 molondrón 0.02875 ajo 0.02795 agua 0.03296 helado 0.03297 puerco 0.03198 catchup 0.03099 moro 0.028100 fresa 0.02895 carnede vaca 0.02396 limoncillo 0.02397 coco 0.02298 yogur 0.02199 rulo 0.021100 catchup 0.02120 mantelito 0.07521 platillo 0.07422 individual 0.07023 fuente 0.05424 olla 0.04825 jarra 0.04626 vinagrera 0.03927 botella 0.03328 platón 0.02820 platillo 0.04321 jarro 0.03922 jarra 0.03123 fuente 0.02424 platón 0.02325 plato llano 0.02126 jarrón de agua0.01527 cucharade servir 0.01428 espátula 0.01446 vasija 0.01647 espátula 0.01648 aceitero 0.01649 vajilla 0.01550 platode ensalada 0.01451 vinagrero 0.01452 platode postre 0.01453 jarra de agua 0.01446 cuchara gde.0.00847 cuchara peq. 0.00848 cucharade postre 0.00849 cubremesa 0.00750 portaservilletas0.00751 cafetera 0.00652 mantelito 0.00653 pañuelo 0.006


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |218||219|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4OBJETOS EN LA MESASANTO DOMINGOOBJETOS EN LA MESASANTIAGOOBJETOS EN LA MESASANTO DOMINGOOBJETOS EN LA MESASANTIAGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTO DOMINGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTIAGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTO DOMINGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD54 flor 0.01454 destapador 0.00677 aceite 0.00777 pañoleta 0.0041 estufa 0.7001 estufa 0.64526 pilón 0.06226 batidora 0.05655 vela 0.01356 taza de café 0.01357 pozuelo 0.01358 pimentero 0.01359 mantequillera0.01260 bowl 0.01261 servilletade papel 0.01162 cucharagrande 0.01163 plato grande 0.01064 cuchillopara carne 0.00965 taparroscas 0.00966 serv. de tela 0.00967 servidor 0.00968 plato peq. 0.00969 copa de vino0.00970 recipiente 0.00871 caldero 0.00872 cantina 0.00873 panera 0.00874 recipientede agua 0.00775 platito 0.00755 canastadel pan 0.00556 serv. de tela 0.00557 platode servir 0.00558 cucharita 0.00559 florero 0.00560 palangana 0.00561 cucharade arroz 0.00562 tenedorde postre 0.00563 palillera 0.00564 cuchara dehabichuelas 0.00465 parrilla 0.00466 tapa 0.00467 vela 0.00468 agarrador 0.00469 candelabro 0.00470 ensaladero 0.00471 platode postre 0.00472 serv. de papel0.00473 tarro 0.00474 adorno 0.00475 fuente deservir arroz 0.00478 plato de arroz0.00779 servilletero 0.00780 sopero 0.00781 paño 0.00782 mantel plást.0.00683 plato de sopa0.00684 ensaladera 0.00685 cucharóndel arroz 0.00686 pozuelo de ens. 0.00687 cucharónde la carne 0.00588 hielera 0.00589 jarrón de jugo 0.00590 platillopara postre 0.00591 cucharapequeña 0.00592 cucharón dehabichuelas 0.00593 quesera 0.00594 ten. de plato 0.00595 cucharade arroz 0.00596 tenedor de ens. 0.00497 cubiertode plata 0.00498 cubremesa 0.00478 plato chiq. 0.00479 plato de arroz 0.00480 porta manteq. 0.00481 recipiente 0.00482 anillo de serv. 0.00383 botella 0.00384 bot. de vino 0.00385 carrode agua 0.00386 envase 0.00387 fuente de servirhabichuelas 0.00388 frascode aceite 0.00389 frutera 0.00390 fuente deservir carne 0.00391 platillopara postre 0.00392 platitode postre 0.00393 cantina 0.00394 colcha 0.00395 empuñador 0.00396 frasco vinagre0.00397 galón 0.00398 sacador 0.0032 nevera 0.5583 olla 0.4914 cuchara 0.3885 cuchillo 0.3806 sartén 0.3557 plato 0.3478 licuadora 0.3089 caldero 0.30010 horno 0.26611 tenedor 0.23612 cucharón 0.22613 vaso 0.20914 tostadora 0.18415 fregadero 0.17916 microonda 0.17217 batidora 0.15818 gabinete 0.12719 cubierto 0.11720 paño 0.09921 lavaplatos 0.09522 olla depresión 0.09023 freezer 0.08824 paire 0.08125 paila 0.0772 nevera 0.5163 paila 0.4634 cuchara 0.3645 cuchillo 0.3346 plato 0.3227 cucharón 0.3108 olla 0.2429 fregadero 0.20110 licuadora 0.19611 sartén 0.19012 tenedor 0.17213 vaso 0.16914 horno 0.16115 gabinete 0.14716 tostadora 0.13717 caldero 0.09518 cubierto 0.08319 paire 0.08120 despensa 0.07621 jarro 0.07122 microonda 0.06023 mesa 0.06024 meseta 0.05925 freezer 0.05827 jarrón 0.06028 bandeja 0.06029 taza 0.05530 despensa 0.05431 colador 0.05132 exprimidor 0.05033 escurridor 0.04734 cafetera 0.04635 salero 0.04236 tapa 0.03937 servilleta 0.03638 refrigerador 0.03639 fósforo 0.03540 jarro 0.03541 destapador 0.03442 meseta 0.03343 jabón 0.03244 greca 0.03145 copa 0.03046 gas 0.03047 lavadero 0.03048 hornilla 0.02949 espátula 0.02950 anafe 0.02827 tapa 0.05228 anafe 0.04629 jarrón 0.03930 jabón 0.03631 escurridor 0.03532 taza 0.03533 colador 0.03434 olla depresión 0.03335 gas 0.03336 lavadero 0.03337 hornilla 0.03138 paño 0.03139 servilleta 0.03040 guayo 0.02841 sopera 0.02642 fósforo 0.02543 pilón 0.02344 mantel 0.02145 silla 0.02046 cafetera 0.02047 toalla 0.01948 brillo 0.01949 agarra paila 0.01950 gaveta 0.01876 cremera 0.00776 galónde agua 0.00499 galón 0.004100 mantel gde. 0.00499 sobre plato 0.003100 pinza 0.002


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |220||221|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA COCINA Y UTENSILIOSSANTO DOMINGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTIAGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTO DOMINGOLA COCINA Y UTENSILIOSSANTIAGOLA ESCUELASANTO DOMINGOLA ESCUELASANTIAGOLA ESCUELASANTO DOMINGOLA ESCUELASANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 abrelatas 0.02851 armario 0.01776 microonda 0.01576 agarra olla 0.0101 lápiz 0.6231 butaca 0.71126 felpa 0.07526 marcador 0.06952 guayo 0.02852 lavaplatos 0.01777 tazón 0.01477 pluma 0.0102 tiza 0.5812 lápiz 0.60727 goma 0.07327 transportador 0.06453 mesa 0.02753 vitrina 0.01778 detergente 0.01478 delantal 0.0093 butaca 0.5413 pizarra 0.59828 marcador 0.07028 bulto 0.06254 armario 0.02654 bandeja 0.01779 trituradora 0.01479 cacerola 0.0094 pizarra 0.5384 tiza 0.55829 carpeta 0.07029 mapa 0.06155 estante 0.02555 procesadora 0.01780 tostador 0.01380 frasco 0.0095 escritorio 0.5175 escritorio 0.50030 calculadora 0.06830 bandera 0.05856 extractor 0.02457 vasija 0.02458 platillo 0.02359 gaveta 0.02360 jarra 0.02261 brillo 0.02262 vajilla 0.02163 cacerola 0.02064 sanduichera 0.02065 agarrador 0.02056 tanquede gas 0.01757 exprimidor 0.01658 molenillo 0.01659 estante 0.01660 trapo 0.01561 zafacón 0.01562 copa 0.01563 detergente 0.01564 hornomicroonda 0.01565 extractorde grasa 0.01481 taza de medir0.01382 pinza 0.01383 esponja 0.01284 reloj 0.01285 majador 0.01286 procesador 0.01287 moledorade carne 0.01288 procesadorde alimentos0.01289 abridor de lata0.01290 plato hondo 0.01281 galón 0.00882 cantina 0.00883 cuchillode mesa 0.00884 cubeta 0.00885 guante 0.00886 gavetero 0.00887 paleta 0.00788 congelador 0.00789 jarra de agua0.00790 dulcera 0.0076 libro 0.5057 borrador 0.4618 silla 0.4179 lapicero 0.36610 cuaderno 0.35611 pupitre 0.32012 regla 0.23913 mascota 0.22914 mesa 0.20515 borra 0.20316 pizarrón 0.19917 sacapuntas 0.1956 lapicero 0.4897 libro 0.4738 silla 0.3719 cuaderno 0.33010 borrante 0.30111 borrador 0.27412 regla 0.19813 mascota 0.19014 mochila 0.18815 sacapuntas 0.18016 mesa 0.13917 pupitre 0.13831 libreta 0.06232 cartabón 0.06033 estuche 0.06034 abanico 0.05935 mapa 0.05736 uniforme 0.05537 archivo 0.05338 corrector 0.05039 máquinade escribir 0.04640 transportador 0.04331 lápizde color 0.05332 cuadro 0.05133 liquid paper 0.04134 calculadora 0.03735 fólder 0.03536 libreta 0.03437 máquinade escribir 0.03338 folleto 0.03139 fotocopiadora 0.03140 calendario 0.03066 azucarera 0.01966 envase 0.01491 mezclador 0.01191 frutero 0.00618 mochila 0.18118 mural 0.13041 portaminas 0.04341 máquina 0.03067 mantel 0.01967 clóset 0.01492 guante 0.01192 cedazo 0.00619 papel 0.16319 pizarrón 0.11642 folleto 0.04242 carpeta 0.02968 lavamanos 0.01968 salero 0.01493 agarraolla 0.01193 fogón 0.00620 bulto 0.13220 armario 0.11543 fotocopiadora0.04043 lámpara 0.02869 molde 0.01870 zafacón 0.01771 molenillo 0.01772 tanquede gas 0.01673 envase 0.01574 fuente 0.01575 exprimidorde china 0.01569 agarrador 0.01470 freidor 0.01271 sanduichera 0.01272 vajilla 0.01273 abrelatas 0.01174 molde 0.01175 asador 0.01094 cantina 0.01195 cuchilloeléctrico 0.01196 mezcladora 0.01097 pote 0.01098 olla eléctrica 0.01099 exprimidorde limón 0.010100 cucharita 0.01094 lavadorade plato 0.00695 plumade agua 0.00696 ponchera 0.00697 esponja 0.00698 filtro 0.00699 platillo 0.006100 portaplatos 0.00621 hoja 0.11522 compás 0.10623 bolígrafo 0.10524 fólder 0.08525 lápizde color 0.07621 papel 0.10222 zafacón 0.09423 compás 0.09324 hoja 0.08625 estuche 0.07444 cuadro 0.03945 zafacón 0.03846 sillón 0.03847 banco 0.03748 laboratorio 0.03649 liquid paper 0.03650 color 0.03544 cartulina 0.02845 color 0.02746 diccionario 0.02647 estante 0.02348 crucifijo 0.02149 teléfono 0.02150 hojade máquina 0.020


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |222||223|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA ESCUELASANTO DOMINGOLA ESCUELASANTIAGOLA ESCUELASANTO DOMINGOLA ESCUELASANTIAGOLA CIUDADSANTO DOMINGOLA CIUDADSANTIAGOLA CIUDADSANTO DOMINGOLA CIUDADSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 cartulina 0.03451 tinta 0.02076 proyector 0.01576 lámina 0.0081 edificio 0.5541 edificio 0.49726 motor 0.07826 librería 0.07352 lámpara 0.03352 banco 0.01977 diccionario 0.01477 goma 0.0082 carro 0.4932 tienda 0.46527 puente 0.07627 puente 0.07253 masilla 0.03253 uniforme 0.01778 copiadora 0.01378 alcancía 0.0083 calle 0.4733 calle 0.45528 contén 0.07428 pizzería 0.06954 mural 0.03255 crayón 0.03156 clip 0.03157 grapadora 0.03058 máquina 0.03059 biblioteca 0.02860 enciclopedia 0.02861 pluma 0.02862 chinógrafo 0.02763 computadora 0.02664 examen 0.02454 grapadora 0.01755 computadora 0.01656 biblioteca 0.01657 escudo 0.01658 corrector 0.01259 sillón 0.01260 pisapapel 0.01261 mueble 0.01162 masilla 0.01163 crayola 0.01164 registro 0.01179 ega 0.01380 teléfono 0.01381 registro 0.01382 tape 0.01283 crayola 0.01284 cátedra 0.01285 escuadra 0.01286 reloj 0.01287 hojaen blanco 0.01079 librode dibujo 0.00780 cátedra 0.00681 pluma 0.00682 tijeras 0.00683 pelota 0.00684 libro deregistro 0.00685 sofá 0.00686 grapa 0.00687 felpa 0.0064 casa 0.3225 discoteca 0.2316 tienda 0.2217 cine 0.2058 avenida 0.1949 parque 0.17510 restaurante 0.16811 universidad 0.15812 hotel 0.14213 acera 0.14114 ruido 0.1394 carro 0.3855 avenida 0.3156 casa 0.2857 parque 0.2578 restaurante 0.2369 cine 0.20310 discoteca 0.19511 colegio 0.16612 banco 0.16213 hotel 0.15414 hospital 0.15429 hospital 0.07330 luz 0.06731 guagua 0.06532 monumento 0.06333 teatro 0.06234 apartamento 0.06235 carretera 0.06236 barrio 0.06137 oficina 0.05938 policía 0.05839 camión 0.05729 club 0.06830 iglesia 0.06431 apartamento 0.06132 teatro 0.05833 fábrica 0.05534 oficina 0.05435 urbanización 0.05036 biblioteca 0.04937 piscina 0.04638 farmacia 0.04539 electricidad 0.04565 timbre 0.02466 lonchera 0.02267 estante 0.01868 portafolio 0.01869 aireacondicionado0.01870 librero 0.01771 maletín 0.01772 tijeras 0.01773 microscopio 0.01674 acuarela 0.01575 gomade borrar 0.01565 clip 0.01166 borra 0.01167 cuadernillo 0.01168 timbre 0.01069 crayón 0.01070 bolígrafo 0.00971 revista 0.00972 portaminas 0.00973 microscopio 0.00974 librero 0.00875 archivo 0.00888 armario 0.01089 lámina 0.01090 pelota 0.01091 pega 0.00992 récord 0.00993 nota 0.00894 regla-t 0.00895 chivo 0.00896 microonda 0.00897 cartera 0.00898 grapa 0.00888 hoja detrabajo 0.00589 plantaeléctrica 0.00590 portafolio 0.00591 botiquín 0.00592 enciclopedia 0.00593 examen 0.00594 lista 0.00595 mimeógrafo 0.00596 tape 0.00597 cartel 0.00598 gabinete 0.00515 banco 0.12816 escuela 0.12517 contaminación0.11818 supermercado0.11619 industria 0.10920 semáforo 0.10521 basura 0.09522 colegio 0.08923 fábrica 0.08424 plaza 0.07925 club 0.07815 heladería 0.15016 semáforo 0.14217 escuela 0.13518 universidad 0.13419 monumento 0.13220 carretera 0.12221 clínica 0.11822 supermercado0.11423 motor 0.09224 luz 0.08525 postede luz 0.07540 gente 0.05541 bicicleta 0.05142 iglesia 0.05043 aeropuerto 0.05044 droga 0.04945 clínica 0.04846 urbanización 0.04747 árbol 0.04748 smog 0.04749 colmado 0.04650 empresa 0.04540 calzada 0.04541 teléfono 0.04342 aeropuerto 0.04243 árbol 0.04144 empresa 0.04045 guagua 0.04046 centrocomercial 0.03447 comercio 0.03348 playa 0.03249 ruido 0.03250 mercado 0.03199 lista 0.00899 frasco 0.005100 mesade dibujo 0.007100 nevera 0.005


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |224||225|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA CIUDADSANTO DOMINGOLA CIUDADSANTIAGOLA CIUDADSANTO DOMINGOLA CIUDADSANTIAGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTO DOMINGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTIAGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTO DOMINGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 heladería 0.04451 boutique 0.03076 rascacie<strong>los</strong> 0.02476 estadio 0.0181 carro 0.8281 carro 0.88826 patineta 0.09726 carreta 0.04752 autobús 0.04252 barrio 0.03077 desarrollo 0.02377 bicicleta 0.0182 bicicleta 0.6662 avión 0.69527 lancha 0.06827 yate 0.04553 pizzería 0.04053 almacén 0.02978 automóvil 0.02278 vendedor 0.0183 motor 0.5853 barco 0.55828 carro público0.06728 yipeta 0.04454 bar 0.04054 letrero 0.02979 institución 0.02179 luz eléctrica 0.0184 avión 0.5394 motor 0.54129 jeep 0.06029 patana 0.04255 humo 0.04055 acueducto 0.02880 estadio 0.02180 instituto 0.0175 guagua 0.4315 bicicleta 0.53930 velocípedo 0.05830 lancha 0.04156 comercio 0.04056 contaminación0.02881 casino 0.02181 agua 0.0176 barco 0.3876 camión 0.38331 cuquita 0.05831 concho 0.04157 malecón 0.03957 ferretería 0.02882 café 0.02082 callejón 0.0177 camión 0.3597 guagua 0.34832 yate 0.05632 patineta 0.04058 piscina 0.03858 zafacón 0.02683 civilización 0.02083 gente 0.0168 caballo 0.3338 camioneta 0.30533 velero 0.05533 jeep 0.03759 centrocomercial 0.03760 zafacón 0.03561 museo 0.03562 electricidad 0.03463 poste de luz 0.03364 autopista 0.03265 televisión 0.03266 sucio 0.03167 trabajo 0.03068 música 0.03069 farmacia 0.02970 playa 0.02871 progreso 0.02872 diversión 0.02773 teléfono 0.02774 acueducto 0.02575 avión 0.02559 automóvil 0.02660 camioneta 0.02461 estatua 0.02462 camión 0.02463 plaza 0.02364 vehículo 0.02365 correo 0.02366 bar 0.02367 museo 0.02268 casa grande 0.02269 cancha 0.02170 acera 0.02171 colmado 0.02172 autobús 0.02073 zapatería 0.02074 cafetería 0.01975 parqueo 0.01984 palacionacional 0.02085 ladrón 0.01986 túnel 0.01987 ensanche 0.01988 zapatería 0.01989 pobreza 0.01990 gasolinera 0.01891 librería 0.01892 huelga 0.01793 transporte 0.01794 palo de luz 0.01795 centroolímpico 0.01796 escándalo 0.01797 negocio 0.01798 avance 0.01799 alcantarilla 0.016100 acuario 0.01684 gasolinera 0.01685 asfalto 0.01686 industria 0.01687 bullicio 0.01588 computadora 0.01589 panadería 0.01490 civilización 0.01491 liceo 0.01492 autopista 0.01493 televisión 0.01494 contén 0.01395 palacio de<strong>los</strong> deportes 0.01396 transporte 0.01397 cementerio 0.01398 policía 0.01399 construcción0.013100 joyería 0.0139 tren 0.32410 camioneta 0.26211 carreta 0.23812 patín 0.23413 burro 0.23214 triciclo 0.19715 autobús 0.19516 yola 0.18217 a pie 0.17818 avioneta 0.16619 pasola 0.15120 helicóptero 0.15121 coche 0.12722 skateboard 0.11523 motoneta 0.10824 motoconcho 0.10225 bote 0.1009 caballo 0.26810 tren 0.24911 helicóptero 0.24412 burro 0.23313 yola 0.17214 pasola 0.15915 avioneta 0.14616 coche 0.12917 submarino 0.12018 autobús 0.10219 jet 0.08020 bote 0.08021 cohete 0.07722 patín 0.07723 triciclo 0.06324 motocicleta 0.05425 a pie 0.05234 jet 0.05235 cohete 0.05236 submarino 0.05037 trasatlántico 0.04838 motocicleta 0.04839 patana 0.04740 yipeta 0.04041 banderita 0.03642 tractor 0.03343 mulo 0.03244 automóvil 0.03245 teleférico 0.03146 buque 0.03047 taxi 0.02848 minibús 0.02749 voladora 0.02550 camello 0.02434 carretilla 0.03635 minibús 0.03436 velocípedo 0.03137 canoa 0.03038 taxi 0.02939 volteo 0.02840 mulo 0.02841 skateboard 0.02642 yegua 0.01943 velero 0.01844 yumbo 0.01645 furgón 0.01646 motoneta 0.01647 mula 0.01548 carroza 0.01549 aeroplano 0.01450 globo 0.014


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |226||227|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4MEDIOS DE TRANSPORTESANTO DOMINGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTIAGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTO DOMINGOMEDIOS DE TRANSPORTESANTIAGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTO DOMINGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTIAGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTO DOMINGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 nave espacial0.02452 subway 0.02453 ferrocarril 0.02454 trailer 0.02355 auto 0.02256 bajaj 0.02257 canoa 0.02158 concho 0.02159 tranvía 0.02060 aeroplano 0.02061 nave 0.01962 carretilla 0.01863 metro 0.01864 crucero 0.01765 jetski 0.01666 yegua 0.01567 barca 0.01568 monociclo 0.01469 carro privado0.01470 vanette 0.01471 transbordador0.01472 carroza 0.01473 concord 0.01374 portavión 0.01375 planeador 0.01151 tractor 0.01452 camello 0.01353 balsa 0.01254 nave 0.01255 crucero 0.01256 trimotor 0.01157 cuatrimotor 0.01158 buque 0.01059 limusina 0.01060 carro público0.00961 three wheel 0.00962 jetski 0.00963 ferrocarril 0.00964 metro 0.00865 planeador 0.00866 voladora 0.00867 motoconcho 0.00768 nave espacial0.00769 esquí 0.00770 auto 0.00771 teleférico 0.00772 four wheel 0.00673 asno 0.00574 concord 0.00575 vela 0.00576 mula 0.01177 locomotora 0.01178 funicular 0.01079 trimotor 0.01080 cucarachita 0.01081 ambulancia 0.01082 trineo 0.01083 globo 0.00984 grúa 0.00985 pie 0.00986 globode helio 0.00987 dirigible 0.00888 onatrate 0.00889 diligencia 0.00890 navío 0.00891 vaca 0.00892 carruaje 0.00893 globode aire 0.00794 four wheel 0.00795 colectivo 0.00796 greda 0.00797 ferry 0.00698 limusina 0.00699 palaautomática 0.006100 volador 0.00676 cepillo 0.00577 biplano 0.00478 bus 0.00479 transbordador0.00480 trasatlántico 0.00481 carguero 0.00382 grúa 0.00383 carruaje 0.00384 fogata 0.00385 portavión 0.00386 bajaj 0.00387 ferry 0.00388 vanette 0.00389 ómnibus 0.00390 ascensor 0.00291 ninja 0.00292 go car 0.00293 automóvil 0.00294 carriola 0.00295 rodillo 0.00296 carrode Fernando 0.00297 greda 0.00298 trensubterráneo 0.00299 bimotor 0.001100 bote de pedal 0.0011 sembrar 0.6992 cosechar 0.4263 arar 0.4084 podar 0.3655 regar 0.3106 ordeñar 0.2407 cultivar 0.2188 abonar 0.2039 limpiar 0.15410 desyerbar 0.15411 recolectar 0.13512 cortar 0.12013 fumigar 0.10714 plantar 0.08815 recoger 0.08116 criaranimales 0.06317 chapear 0.05118 injertar 0.04719 cortar grama0.04520 descosechar 0.04221 trasplantar 0.04022 criar 0.03623 cuidar 0.03224 fertilizar 0.03025 cortarcésped 0.0301 sembrar 0.6682 arar 0.3603 podar 0.2804 cosechar 0.2545 regar 0.2246 cortar 0.2217 abonar 0.1898 desyerbar 0.1879 cultivar 0.15710 mojar 0.15611 limpiar 0.11512 ordeñar 0.10213 recoger 0.06414 cuidar 0.05615 chapear 0.04716 fumigar 0.04717 recolectar 0.04018 cortar flores 0.03519 plantar 0.03220 cortar grama0.03021 echar agua 0.03022 labrar 0.02923 injertar 0.02824 barrer 0.02625 recogercosecha 0.02026 rociar 0.02927 forestar 0.02928 agricultura 0.02929 echar agua 0.02830 arrancar 0.02531 desforestar 0.02432 barrer 0.02333 cortar hierba0.02234 ganadería 0.02135 cuidaranimales 0.01936 arrear 0.01937 picar 0.01838 cazar 0.01839 alimentar 0.01840 reforestar 0.01841 cortar flores 0.01742 talar 0.01743 labrar 0.01744 mojar 0.01745 cortar caña 0.01646 alimentaranimales 0.01647 rastrillar 0.01548 surcar 0.01549 cavar 0.01450 lavar 0.01426 criaranimales 0.02027 criar 0.01828 mojarlas flores 0.01829 alimentar 0.01730 recortar 0.01731 arrancar 0.01632 fertilizar 0.01633 irrigar 0.01434 remover 0.01335 cavar 0.01236 cortar árboles 0.01237 cortar caña 0.01238 rociar 0.01139 enterrar 0.01140 removertierra 0.01041 plantarárboles 0.01042 recoger basura 0.0143 arreglar 0.00944 cortar césped 0.00945 trasplantar 0.00946 recogerfrutas 0.00847 reforestar 0.00848 cortar la flora 0.00849 cortar leña 0.00850 hoyar 0.008


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |228||229|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4TRABAJOS DEL CAMPOSANTO DOMINGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTIAGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTO DOMINGOTRABAJOS DEL CAMPOSANTIAGOANIMALESSANTO DOMINGOANIMALESSANTIAGOANIMALESSANTO DOMINGOANIMALESSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 cuidar plantas 0.01351 plantar flores 0.00876 buscar agua 0.00776 capar 0.0051 perro 0.8011 perro 0.75526 cebra 0.13726 culebra 0.14452 echar abono 0.01252 rastrillar 0.00777 recoger leña 0.00777 criar cabal<strong>los</strong> 0.0052 gato 0.6802 gato 0.71427 puerco 0.13427 lagarto 0.14253 buscar leña 0.01253 cuidar ganado0.00778 regar las flores0.00778 descosechar 0.0053 vaca 0.6383 vaca 0.52228 hipopótamo 0.12928 cotorra 0.14254 cocinar 0.01154 replantar 0.00779 remojar 0.00779 desenterrar 0.0054 caballo 0.5194 caballo 0.51529 lagarto 0.12629 hipopótamo 0.12355 cortar frutas 0.01055 cortar hierba 0.00680 rociar agua 0.00780 echar tierra 0.0055 gallina 0.3815 burro 0.47330 oso 0.12230 rinoceronte 0.12356 excavar 0.01057 hoyar 0.01058 criar ganado 0.00959 recoger frutos0.00960 envenenar 0.00961 regar lasplantas 0.00962 replantar 0.00956 cortarplátanos 0.00657 cuidar flores 0.00658 ornamentar 0.00659 quemar 0.00660 cuidaranimales 0.00661 proteger 0.00662 machetear 0.00681 mataranimales 0.00782 recogerhuevos 0.00783 cargar 0.00784 hacer carbón 0.00785 agrimensura 0.00686 cuidar el jardin0.00687 domesticaranimales 0.00681 producir 0.00582 recogerla siembra 0.00583 reproducir 0.00584 sacar hierba 0.00585 sacar yuca 0.00586 transportar 0.00587 desinfectar 0.0046 burro 0.3567 chivo 0.3488 león 0.3289 tigre 0.29410 elefante 0.29011 tiburón 0.23312 ratón 0.23113 mono 0.22314 ballena 0.2206 gallina 0.4027 chivo 0.3858 león 0.3379 tigre 0.33610 pez 0.29711 mono 0.27412 elefante 0.25713 conejo 0.24414 puerco 0.22931 paloma 0.11832 mosquito 0.11633 buey 0.11334 rinoceronte 0.11235 pollo 0.11036 sapo 0.11037 mosca 0.10838 camello 0.10039 águila 0.09831 buey 0.11932 pavo 0.11133 cucaracha 0.10634 avestruz 0.10435 oso 0.10236 serpiente 0.10137 mosca 0.09338 oveja 0.09239 ganso 0.08963 cortar árboles 0.00964 desinfectar 0.00965 recolectarfrutos 0.00966 labrar la tierra 0.00867 vender 0.00868 apalear 0.00869 remover 0.00870 recortar 0.00871 echarinsecticida 0.00872 arreglar flores 0.00773 desenterrar 0.00774 recoger frutas 0.00775 segar 0.00763 apalear 0.00564 arreglar flores 0.00565 cortarmatas 0.00566 criar vacas 0.00567 cuidar lasfrutas 0.00568 hacer canteros0.00569 limpiar la tierra0.00570 recoger frutos0.00571 recogertabaco 0.00572 pescar 0.00573 regar semilla 0.00574 cercar 0.00575 amarrar tabaco0.00588 mojar lasflores 0.00689 pastar 0.00690 podarcésped 0.00691 talar árboles 0.00692 vacunar 0.00693 moler 0.00694 pelar 0.00695 domar 0.00696 remover tierra0.00697 bañar animales0.00698 criar gallinas 0.00699 cuidar hortaliza0.006100 dar de comer 0.00688 criargallinas 0.00489 criar pol<strong>los</strong> 0.00490 domesticarsanimales 0.00491 echar fertiliz. 0.00492 echar veneno 0.00493 lavar 0.00494 mojar plantas 0.00495 prod. aliment. 0.00496 regar siembra 0.00497 sembrar yuca 0.00498 surcar 0.00499 atender cult. 0.003100 cargar agua 0.00315 culebra 0.21216 jirafa 0.20917 gallo 0.18818 toro 0.17919 cotorra 0.17820 pez 0.17021 pato 0.15422 cucaracha 0.14723 conejo 0.14224 cocodrilo 0.14025 cerdo 0.13815 toro 0.22816 gallo 0.22717 ballena 0.22118 tiburón 0.21619 ratón 0.20720 pato 0.19921 cocodrilo 0.17622 jirafa 0.17023 paloma 0.16824 pollo 0.16525 yegua 0.16340 pavo 0.09441 ganso 0.09242 hormiga 0.08943 avestruz 0.08644 pájaro 0.08545 leopardo 0.08046 delfín 0.07747 guinea 0.07548 yegua 0.06549 cabra 0.06450 abeja 0.06340 mosquito 0.08841 araña 0.08242 cebra 0.08243 hormiga 0.08144 cerdo 0.07845 sapo 0.07646 pájaro 0.06547 aguila 0.06448 camello 0.06349 lombriz 0.06250 becerro 0.061


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |230||231|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ANIMALESSANTO DOMINGOANIMALESSANTIAGOANIMALESSANTO DOMINGOANIMALESSANTIAGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTO DOMINGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTIAGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTO DOMINGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 serpiente 0.06251 tortuga 0.05876 codorniz 0.03576 gorila 0.0341 tenis 0.4291 basquetbol 0.43426 casino 0.06626 boxeo 0.06252 lechuza 0.06252 pantera 0.05877 flamenco 0.03577 curí 0.0342 basquetbol 0.4272 pelota 0.41027 ruleta 0.06527 cine 0.06053 loro 0.06253 cabra 0.05778 camarón 0.03578 lobo 0.0333 volibol 0.3923 volibol 0.40628 póker 0.06528 muñeca 0.05754 tortuga 0.06054 delfín 0.05579 búfalo 0.03579 codorniz 0.0334 béisbol 0.3784 béisbol 0.28029 muñeca 0.06429 belluga 0.05755 oveja 0.05655 abeja 0.05180 ovejo 0.03480 jabalí 0.0335 fútbol 0.3005 fútbol 0.27130 ver televisión 0.06330 casino 0.05556 pantera 0.05556 ardilla 0.05181 gusano 0.03381 cacata 0.0326 ajedrez 0.2976 tenis 0.24631 damas 0.06231 golf 0.05357 búho 0.05457 mariposa 0.05082 mula 0.03382 ciempiés 0.0327 natación 0.2777 la minga 0.22032 bingo 0.06232 nadar 0.05358 caimán 0.05158 cigua 0.04983 dinosaurio 0.03383 dinosaurio 0.0318 pelota 0.2738 dominó 0.19033 esquiar 0.06133 damas 0.05259 araña 0.05159 cigueña 0.04884 murciélago 0.03384 salamandra 0.0309 bailar 0.2539 bailar 0.18034 hockey 0.06134 atari 0.05260 cangrejo 0.04960 rana 0.04885 jaguar 0.03385 mula 0.02710 baraja 0.19410 baraja 0.17635 equitación 0.05935 carrera 0.04561 perico 0.04961 perico 0.04786 lobo 0.03286 hiena 0.02611 pingpong 0.17511 la escondida 0.17636 boxeo 0.05636 bicicleta 0.04362 foca 0.04962 mulo 0.04587 camaleón 0.03287 avispa 0.02412 dominó 0.17212 ajedrez 0.17237 balonazo 0.05437 el topao 0.04363 ciempiés 0.04963 guinea 0.04488 langosta 0.03288 colibrí 0.02313 correr 0.17113 natación 0.14738 ir a la playa 0.05438 balontiro 0.04164 iguana 0.04764 ave 0.04489 jurón 0.03189 grillo 0.02314 parché 0.16914 monopolio 0.13639 golf 0.05439 saltar 0.04165 ardilla 0.04665 caimán 0.04390 pulpo 0.03090 cuyaya 0.02215 baloncesto 0.13515 parché 0.13040 el escondido 0.05340 capitolio 0.04066 becerro 0.04666 canguro 0.04391 venado 0.03091 ovejo 0.02216 monopolio 0.11216 baloncesto 0.11741 cine 0.05141 cartas 0.04067 gaviota 0.04667 garza 0.04292 chimpancé 0.03092 carpintero 0.02117 nadar 0.11217 pingpong 0.10242 saltar 0.05142 karate 0.04068 lombriz 0.04668 gusano 0.04193 canguro 0.03093 canario 0.02118 ir al cine 0.11118 bingo 0.08843 playa 0.05043 la botella 0.03969 halcón 0.04569 tórtola 0.04094 rata 0.02994 pingüino 0.02119 el topao 0.10619 nintendo 0.08544 gimnasia 0.05044 oír música 0.03970 carpintero 0.04370 leopardo 0.04095 rana 0.02995 buitre 0.02120 cartas 0.10020 correr 0.08245 oír música 0.04645 atletismo 0.03871 ave 0.04372 mulo 0.04273 mariposa 0.03974 colibrí 0.03775 cigua 0.03671 loro 0.03672 iguana 0.03673 cuervo 0.03574 lechuza 0.03575 cangrejo 0.03496 buitre 0.02897 puma 0.02698 pingüino 0.02699 grillo 0.025100 hiena 0.02596 búfalo 0.02097 camarón 0.02098 búho 0.02099 puma 0.019100 halcón 0.01921 ir a ladiscoteca 0.07922 discoteca 0.07523 billar 0.07224 softbol 0.07025 cantar 0.06821 softbol 0.07922 el paralizado 0.07323 columpio 0.07124 billar 0.06525 la cuica 0.06546 comer 0.04647 baile 0.04548 caminar 0.04349 patinar 0.04250 raquetbol 0.04246 la estrella 0.03647 patín 0.03548 discoteca 0.03349 la vaca 0.03150 playa 0.031


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |232||233|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4JUEGOS Y DIVERSIONESSANTO DOMINGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTIAGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTO DOMINGOJUEGOS Y DIVERSIONESSANTIAGOPROFESIONES Y OFICIOSSANTO DOMINGOPROFESIONES Y OFICIOSSANTIAGOPROFESIONES Y OFICIOSSANTO DOMINGOPROFESIONES Y OFICIOSSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD51 leer 0.04252 bicicleta 0.04253 nintendo 0.04154 ir al teatro 0.04055 carrera 0.04056 tenis de mesa 0.03857 polo 0.03758 clue 0.03759 montarbicicleta 0.03760 arroz conleche 0.03661 viajar 0.03562 fiesta 0.03463 pintar 0.03464 parque 0.03365 boliche 0.03266 televisión 0.03267 aeróbico 0.03268 escondido 0.03169 patín 0.03070 ciclismo 0.03071 dados 0.02972 atari 0.02973 sóccer 0.02974 vitilla 0.02851 el agachado 0.02952 dados 0.02953 televisión 0.02754 ciclismo 0.02655 clue 0.02556 adivinanza 0.02557 la silla 0.02458 póker 0.02359 sube y baja 0.02260 leer 0.02161 sóccer 0.02062 skateboard 0.02063 placa 0.02064 pelegrina 0.01965 el perroayudante 0.01966 el gallo 0.01867 el gato yel ratón 0.01868 carrito 0.01869 cantar 0.01870 montarbicicleta 0.01871 dardos 0.01872 polo 0.01773 stop 0.01774 silla voladora 0.01776 bola 0.02877 columpio 0.02778 la botella 0.02779 teatro 0.02780 caballito 0.02781 parché chino 0.02682 rugby 0.02683 atletismo 0.02684 esquí 0.02685 lotería 0.02586 guitarra 0.02487 surfing 0.02388 piscina 0.02389 pasear 0.02390 el loco 0.02391 danza 0.02392 dibujar 0.02393 lucha 0.02294 ir a la piscina 0.02295 surf 0.02196 música 0.02097 judo 0.01998 el burro 0.01999 trúcamelo 0.019100 caraca 0.01976 montañarusa 0.01777 gimnasia 0.01778 música 0.01779 carro chocón 0.01680 patinar 0.01681 pescar 0.01682 ir a la playa 0.01583 brincar 0.01584 pasear 0.01585 equitación 0.01586 jazz 0.01487 polo acuático 0.01488 pesca 0.01489 hamaca 0.01490 risk 0.01491 ver televisión 0.01492 cazar 0.01393 feria 0.01394 río 0.01395 el fosforito 0.01296 la ronda 0.01297 la cortinadel palacio 0.01298 el esqueleto 0.01299 ir al cine 0.012100 la cortina 0.0121 ingeniero 0.4872 médico 0.4613 arquitecto 0.4524 abogado 0.4425 administrador 0.3176 publicista 0.2447 secretaria 0.2368 profesor 0.2149 contable 0.19410 economista 0.18911 doctor 0.18412 comerciante 0.17313 vendedor 0.16014 hotelero 0.15915 ingenierocivil 0.14716 sicólogo 0.13517 ingenierode sistemas 0.13218 diseñador 0.13019 mecánico 0.12720 odontólogo 0.12121 albañil 0.11322 carpintero 0.10923 ingenieroindustrial 0.10524 mercadólogo 0.10025 electricista 0.0991 abogado 0.5082 ingeniero 0.4743 médico 0.3484 arquitecto 0.3475 secretaria 0.3276 doctor 0.3237 profesor 0.3218 administrador 0.1849 contable 0.18310 maestro 0.18311 vendedor 0.13512 comerciante 0.13013 dentista 0.12714 enfermera 0.12315 albañil 0.12216 mecánico 0.11317 lavandera 0.10018 ama de casa 0.09819 licenciado 0.09420 carpintero 0.09421 agricultor 0.08622 electricista 0.08223 limpiabotas 0.07624 policía 0.07425 barrendero 0.06926 pintor 0.09827 banquero 0.09828 chofer 0.09429 administradorde empresas 0.09030 maestro 0.08731 ingenieroeléctrico 0.08632 gerente 0.08133 ama de casa 0.07634 ingenieromecánico 0.07535 dentista 0.07536 enfermera 0.07437 agrónomo 0.07238 zapatero 0.06639 licenciado 0.06640 jardinero 0.06641 contador 0.06342 plomero 0.06243 cocinero 0.05844 cantante 0.05645 chinero 0.05546 empresario 0.05247 pediatra 0.05048 ebanista 0.04849 dibujante 0.04450 bailarín 0.04426 sicólogo 0.06927 pintor 0.06428 estomatólogo 0.06029 presidente 0.05930 pediatra 0.05931 chofer 0.05732 agrónomo 0.05633 sirvienta 0.05634 gerente 0.05535 juez 0.05436 planchadora 0.05237 estudiante 0.05138 jardinero 0.04939 veterinario 0.04940 cocinera 0.04941 fregadora 0.04942 economista 0.04843 banquero 0.04644 plomero 0.04445 ingeniero civil 0.04446 odontólogo 0.04347 cocinero 0.04348 diseñador 0.04349 empresario 0.04350 locutor 0.04175 karate 0.02875 himalaya 0.017


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |234||235|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4PROFESIONES Y OFICIOSSANTO DOMINGOVOCABLODISPONIBILIDAD51 químico 0.04352 policía 0.04253 limpiabotas 0.04254 piloto 0.04255 escultor 0.04156 sociólogo 0.03957 recepcionista 0.03858 chiripero 0.03759 barrendero 0.03660 estudiante 0.03661 bombero 0.03662 escritor 0.03663 veterinario 0.03564 mercadotécnico0.03465 lavandera 0.03466 mesero 0.03467 agente deturismo 0.03468 camarero 0.03369 cirujano 0.03270 amolador 0.03271 adm. hotelero 0.03272 farmacéutico 0.03273 obrero 0.03174 presidente 0.031PROFESIONES Y OFICIOSSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDAD51 cajero 0.04152 botellero 0.03953 obrero 0.03954 piloto 0.03755 farmacéutico0.03456 ingenierode cómputos0.03357 hotelero 0.03358 director 0.03259 ingeniero encomputadoras0.03260 zapatero 0.03161 cobrador 0.03062 ingenieroindustrial 0.03063 constructor 0.02964 cantante 0.02965 ebanista 0.02766 escritor 0.02667 militar 0.02668 publicista 0.02469 ing. de sistem.0.02470 trabajador 0.02471 pulpero 0.02472 cirujano 0.02473 platanero 0.02474 educador 0.023PROFESIONES Y OFICIOSSANTO DOMINGOVOCABLODISPONIBILIDAD76 físico 0.03177 constructor 0.03178 periodista 0.02979 prostituta 0.02980 azafata 0.02881 cajero 0.02882 ginecólogo 0.02783 platanero 0.02684 carbonero 0.02685 actor 0.02686 contralor 0.02587 agricultor 0.02588 juez 0.02589 programador 0.02490 enfermero 0.02491 político 0.02492 científico 0.02393 ejecutivo 0.02394 industrial 0.02395 ladrón 0.02396 técnico 0.02397 locutor 0.02398 peluquero 0.02299 sastre 0.021100 decorador 0.021PROFESIONES Y OFICIOSSANTIAGOVOCABLODISPONIBILIDAD76 administradorde empresas 0.02277 supervisor 0.02278 artista 0.02279 costurera 0.02280 músico 0.02181 actor 0.02182 ganadero 0.02183 senador 0.02184 buhonero 0.02085 contador 0.02086 diputado 0.02087 recepcionista 0.02088 periodista 0.01989 bombero 0.01990 científico 0.01991 trapeadora 0.01992 chiripero 0.01993 pelotero 0.01894 químico 0.01895 ginecólogo 0.01796 secretario 0.01797 sastre 0.01698 carbonero 0.01699 suapeadora 0.016100 decorador 0.0154|11 El léxico disponible: grupo social alto frente agrupo social bajoUno de <strong>los</strong> factores considerados en el análisis fue el nivel socioculturalde <strong>los</strong> sujetos. Como era esperable, y de manera coherente con <strong>los</strong> resultadosde trabajos realizados en otros países, este factor tiene mucha importanciaen la disponibilidad léxica de <strong>los</strong> hablantes. Existe una relaciónproporcional entre el nivel social y el grado de disponibilidad léxica, segúnindica el cuadro 4.18. El promedio de palabras diferentes producidaspor <strong>los</strong> hablantes del nivel alto fue de 290 (18 por cada centro de interés;<strong>los</strong> del nivel medio promediaron 264 (16.5 por cada centro); <strong>los</strong> delnivel bajo alcanzaron en conjunto 214, lo que significa un promedio de13 palabras. Si se comparan <strong>los</strong> dos extremos del espectro, se compruebaque el grupo alto aventaja al bajo en una proporción de 4 a 3: por cada4 palabras disponibles en el sociolecto alto, el bajo solo cuenta con 3.NIVEL NIVEL NIVELCENTRO DE INTERÉS ALTO MEDIO BAJO1|El cuerpo humano 25 24 202|El vestido 20 19 163|La casa 18 17 124|Los muebles de la casa 16 14 125|Alimentos 27 25 206|Objetos sobre la mesa para la comida 13 12 97|La cocina y sus utensilios 15 15 128|La escuela 19 16 139|Iluminación y aire acondicionado 10 9 710|La ciudad 19 17 1411|El campo 17 15 1212|Medios de transporte 16 15 1313|Trabajos del campo y del jardín 9 8 614|Animales 28 25 2115|Juegos y diversiones 17 15 1216|Profesiones y oficios 21 18 15TOTALES 290 264 214CUADRO 4.18Promediode palabrasdisponibles porsujeto según elnivel sociocultural75 panadero 0.03175 cartero 0.022


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |236||237|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Como se puede apreciar, las diferencias son más notables en unos centrosde interés que en otros. En tanto áreas como la cocina y trabajos delcampo apenas permiten distinguir entre <strong>los</strong> grupos, la distancia se hacemayor en <strong>los</strong> campos de animales y alimentos.También es notoria la diferenciaobservada en <strong>los</strong> oficios, la escuela, el vestido, la ciudad, el campo, lasdiversiones.Aunque desde el punto de vista cualitativo resaltan también varias diferenciasentre <strong>los</strong> dos grupos, es indudable que la inmensa mayoría delvocabulario es común a todos. En el centro del vestido, puede señalarsecomo distinguidora la forma smoking, que aparece en la posición 70del grupo alto y no figura en la lista de las primeras cien palabras disponiblesdel grupo bajo. A la inversa, en esta lista ocupa el lugar 84 lapalabra flu (‘saco, chaqueta’), que no se incluye en la primera y quetampoco parece formar parte ya del vocabulario activo actual de <strong>los</strong><strong>dominicanos</strong>.En el campo de <strong>los</strong> alimentos, <strong>los</strong> datos de la investigación confirman lacomposición básica del plato diario de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, llamado la bandera,que incluye arroz, habichuela y carne. En ambos grupos sociales, esaspalabras en ese orden preciso, son las primeras que vienen a la mente detodos cuando piensan en el tema de la comida. Las tres forman ya unaserie léxica en la que cada unidad está íntimamente unida a la otra.Sin embargo, surgen algunas diferencias que reflejan distintas oportunidades,diversos hábitos o experiencias de alimentación que a menudoson producto de la condición económica. El grupo alto tiene a sudisposición palabras como hot dog, hamburger, lasaña, corn flakes, melocotón,taco, langosta, dona, que sin duda son conocidas por <strong>los</strong> hablantes delsociolecto bajo, pero que para el<strong>los</strong> no tienen el mismo grado de disponibilidad.Ocurre justamente lo contrario con <strong>los</strong> términos arenque,asopao, maicena, molondrón.En cuanto a la cocina, se reafirma la preferencia del término nevera porparte de todos <strong>los</strong> hablantes <strong>dominicanos</strong>. Sin embargo, <strong>los</strong> del nivelsocial alto disponen, además, de la palabra refrigerador, que aparece en laposición 28, y no se encuentra en la lista de las primeras cien palabrasdel sociolecto bajo.A la inversa, <strong>los</strong> sujetos del estrato alto no mencionanla palabra fogón (‘sitio donde se cocina’) que se incluye entre las delnivel social bajo en la posición 54.En el transporte se revela una notable uniformidad del léxico hasta laposición 11.Todos coinciden en citar, aunque no en el mismo orden,estas palabras: carro, bicicleta, motor, avión, barco, guagua, camión, caballo, camioneta,tren y burro. Marca una leve diferencia el término funicular, ausentede la lista del nivel bajo y presente en la posición 82 en el sociolectoalto.Algunas divergencias en el campo semántico de <strong>los</strong> animales se manifiestancon la presencia de palabras como gaviota, búho, flamenco, rata, hiena,jaguar en el léxico disponible del grupo alto. En contraposición, elsociolecto bajo incluye términos como jurón, cacata, chincha, maco.Las profesiones y <strong>los</strong> oficios ofrecen también algunos resultados de interés.Aunqueson muy escasos <strong>los</strong> elementos exclusivos de un grupo, semanifiestan ciertas tendencias con palabras que parecen designar oficiosmás populares para unos que para otros. Por ejemplo, para el grupoalto, el término diseñador aparece temprano en la lista, en la posición15. Sin embargo, en el conjunto del sociolecto bajo esa palabra ocupael lugar 51. Lo mismo pasa con economista y con dentista, situadas en <strong>los</strong>lugares 10 y 16 para <strong>los</strong> hablantes del nivel alto, pero en las posiciones31 y 36 para <strong>los</strong> del bajo. La situación es completamente al revés conlas palabras mecánico, vendedor, chofer y cocinero.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |238||239|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4EL VESTIDONIVEL SOCIAL ALTOEL VESTIDONIVEL SOCIAL BAJOEL VESTIDONIVEL SOCIAL ALTOEL VESTIDONIVEL SOCIAL BAJOEL VESTIDONIVEL SOCIAL ALTOEL VESTIDONIVEL SOCIAL BAJOEL VESTIDONIVEL SOCIAL ALTOEL VESTIDONIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD1 pantalón 0.7492 camisa 0.7343 falda 0.5824 media 0.5105 blusa 0.4716 panties 0.4697 zapato 0.4698 brasier 0.3549 vestido 0.34110 pantaloncillo 0.25411 polocher 0.22612 tenis 0.22513 short 0.20914 corbata 0.20715 calzoncillo 0.19516 camiseta 0.18017 abrigo 0.17618 saco 0.16919 correa 0.16620 suéter 0.16621 camisilla 0.16322 pantalóncorto 0.13223 sombrero 0.11624 bermudas 0.10625 bufanda 0.10526 traje debaño 0.0981 pantalón 0.8382 camisa 0.7723 media 0.5664 falda 0.5425 vestido 0.4876 blusa 0.4867 zapato 0.4678 panties 0.4479 brasier 0.42210 pantaloncillo 0.38011 polocher 0.28012 camiseta 0.23213 suéter 0.21514 correa 0.19715 corbata 0.18216 abrigo 0.14717 tenis 0.14218 mediofondo 0.13219 franela 0.12920 arete 0.11921 bermudas 0.10522 pantalóncorto 0.07723 chaqueta 0.07524 minifalda 0.06825 calzoncillo 0.06726 saco 0.06727 t-shirt 0.09828 arete 0.09829 chancleta 0.08930 chaleco 0.08631 cinturón 0.08532 medio fondo 0.07133 jeans 0.06834 pantyhose 0.06735 chaqueta 0.06636 guante 0.06637 chacabana 0.06538 piyama 0.06439 minifalda 0.06340 bata 0.05941 pañuelo 0.05942 refajo 0.05443 franela 0.05344 jacket 0.05345 pantalónlargo 0.05146 sostén 0.05047 ropa interior 0.05048 traje 0.04949 cintillo 0.04850 reloj 0.04751 cartera 0.04452 collar 0.04027 reloj 0.06628 zapatilla 0.06429 short 0.06430 camisilla 0.06331 cadena 0.05632 anillo 0.05233 bata 0.05134 traje de baño0.05035 mediaspanties 0.04836 pañuelo 0.04737 traje 0.04738 chaleco 0.04639 chacabana 0.04440 sombrero 0.04441 bléizer 0.04042 bufanda 0.03743 jacket 0.03744 collar 0.03445 cartera 0.03346 jonsuit 0.03247 cinturón 0.02948 refajo 0.02749 cintillo 0.02750 pulsera 0.02551 piyama 0.02552 gancho 0.02453 faldapantalón 0.03954 bota 0.03955 mediaspanties 0.03856 calzón 0.03757 anillo 0.03758 faja 0.03559 sandalia 0.03160 taco 0.03061 zapatilla 0.03062 pulsera 0.02963 camisón 0.02864 cadena 0.02865 lazo 0.02666 palazo 0.02267 gancho 0.02268 pañal 0.02069 blusón 0.02070 smoking 0.01971 guillo 0.01972 lente 0.01873 bikini 0.01774 jonsuit 0.01775 calcetín 0.01776 enagua 0.01777 sobretodo 0.01653 yompa 0.02454 sandalia 0.02455 gorra 0.02356 camisón 0.02357 jeans 0.02258 pisapelo 0.02059 faldapantalón 0.01960 pulsa 0.01961 tanga 0.01762 chancleta 0.01663 lazo 0.01664 bretel 0.01565 guillo 0.01566 guante 0.01567 calipso 0.01468 enagua 0.01269 sostén 0.01270 blusón 0.01171 pantaleta 0.01072 calcetín 0.01073 overol 0.00974 paño 0.00975 trajede novia 0.00876 t-shirt 0.00877 traje de salir 0.00878 gorra 0.01679 disfraz 0.01680 calipso 0.01681 corpiño 0.01582 hombrera 0.01483 licra 0.01484 falda larga 0.01385 justillo 0.01386 tela 0.01387 corbatín 0.01388 camisamanga corta 0.01289 prenda 0.01290 conjunto 0.01291 bata dedormir 0.01292 pamela 0.01193 pantalónchicle 0.01194 polo shirt 0.01195 pantufla 0.01196 pancho 0.01197 tanga 0.01198 alpargata 0.01099 bretel 0.010100 braga 0.01078 estraple 0.00879 colectivo 0.00780 taco 0.00781 palazo 0.00782 lente 0.00783 cretona 0.00784 flu 0.00785 pintalabio 0.00786 prendedor 0.00687 cordón 0.00688 chalina 0.00689 pañoleta 0.00690 cachucha 0.00691 pantalónlargo 0.00692 ropa interior 0.00693 trajede noche 0.00694 brazalete 0.00595 levi 0.00596 licra 0.00597 pantaloncito 0.00598 pantyhose 0.00599 gafas 0.005100 batade dormir 0.005


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |240||241|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA CASANIVEL SOCIAL ALTOLA CASANIVEL SOCIAL BAJOLA CASANIVEL SOCIAL ALTOLA CASANIVEL SOCIAL BAJOLA CASANIVEL SOCIAL ALTOLA CASANIVEL SOCIAL BAJOLA CASANIVEL SOCIAL ALTOLA CASANIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD1 ventana 0.5491 baño 0.51829 fregadero 0.06429 tabla 0.05255 despensa 0.03355 cielo raso 0.01981 ventanal 0.01781 toilet 0.0072 pared 0.4972 cocina 0.48730 pasillo 0.06330 madera 0.05256 zócalo 0.03356 bisagra 0.01882 zinc 0.01782 alto 0.0073 puerta 0.4723 sala 0.45831 sanitario 0.06131 pintura 0.04957 cerradura 0.03157 llave 0.01783 teja 0.01683 barbacoa 0.0074 cocina 0.4634 pared 0.44132 cuarto 0.06132 plafón 0.04658 pantry 0.02958 recibidor 0.01784 toldo 0.01684 breaker 0.0075 baño 0.4625 comedor 0.39033 estudio 0.05933 lavamanos 0.04559 piscina 0.02859 biblioteca 0.01785 tubería 0.01685 desván 0.0076 sala 0.4087 techo 0.3798 comedor 0.3379 piso 0.32510 habitación 0.32011 patio 0.31612 terraza 0.25313 clóset 0.21614 galería 0.18815 marquesina 0.18816 lavamanos 0.17217 block 0.15818 jardín 0.14319 lavadero 0.14120 bañera 0.13821 inodoro 0.13722 columna 0.12523 balcón 0.12024 escalera 0.11925 verja 0.10626 cemento 0.1036 puerta 0.3887 ventana 0.3478 habitación 0.2729 piso 0.26710 techo 0.26411 patio 0.25912 galería 0.25013 terraza 0.23714 persiana 0.19715 zinc 0.18016 marquesina 0.17117 cuarto 0.15218 clóset 0.13319 block 0.12920 balcón 0.10921 aposento 0.10622 antesala 0.10023 cemento 0.09624 jardín 0.09225 dormitorio 0.07726 lavadero 0.07534 aposento 0.05635 mosaico 0.05636 <strong>los</strong>eta 0.05537 biblioteca 0.05438 gabinete 0.05139 dormitorio 0.04840 zapata 0.04641 viga 0.04642 bombillo 0.04543 enchufe 0.04444 cuartode servicio 0.04445 llave 0.04346 madera 0.04247 ladrillo 0.04148 recibidor 0.03949 chimenea 0.03950 cisterna 0.03851 garaje 0.03652 ducha 0.03534 salade estar 0.04535 bombillo 0.04136 meseta 0.04037 mosaico 0.03938 pasillo 0.03739 gabinete 0.03640 inodoro 0.03341 verja 0.03342 cerradura 0.03143 piscina 0.03044 escalera 0.03045 sótano 0.02846 fregadero 0.02747 bañera 0.02348 chimenea 0.02349 ladrillo 0.02350 azotea 0.02251 sanitario 0.02252 cuartode baño 0.02160 patioespañol 0.02861 ático 0.02762 azotea 0.02563 recámara 0.02564 pestillo 0.02465 bidé 0.02466 escalón 0.02467 suiche 0.02468 portón 0.02269 cuartode música 0.02270 cerámica 0.02271 meseta 0.02072 cerrojo 0.01973 antesala 0.01974 desayunador0.01975 luz 0.01876 tubo 0.01877 muro 0.01878 pañete 0.01760 pestillo 0.01661 marco 0.01562 seto 0.01463 salomónica 0.01464 zapata 0.01465 callejón 0.01366 cuartode servicio 0.01367 columna 0.01368 lámpara 0.01369 plato 0.01170 jardinera 0.01171 ducha 0.01072 ventilador 0.01073 instalación 0.01074 alacena 0.01075 enchufe 0.01076 terreno 0.00977 estudio 0.00878 vestidor 0.00886 reja 0.01587 pasamano 0.01588 callejón 0.01589 parqueo 0.01590 estar 0.01491 mesa 0.01292 botiquín 0.01293 salónde música 0.01294 cuartode lavado 0.01195 tornillo 0.01196 kiosko 0.01097 alberca 0.01098 tuerca 0.01099 manubrio 0.010100 hormigón 0.00986 desagüe 0.00787 zócalo 0.00788 cornisa 0.00789 cortina 0.00790 frente 0.00791 muro 0.00792 pozo 0.00793 vitral 0.00794 ventanilla 0.00795 armario 0.00696 hierro 0.00697 oficina 0.00698 suelo 0.00699 tubería 0.006100 casadel perro 0.00627 varilla 0.09527 varilla 0.06753 pintura 0.03453 calzada 0.02179 sala de estar 0.01779 caballete 0.00828 sótano 0.07128 garaje 0.05954 marco 0.03354 clavo 0.02180 vidrio 0.01780 cristal 0.008


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |242||243|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ALIMENTOSNIVEL SOCIAL ALTOALIMENTOSNIVEL SOCIAL BAJOALIMENTOSNIVEL SOCIAL ALTOALIMENTOSNIVEL SOCIAL BAJOALIMENTOSNIVEL SOCIAL ALTOALIMENTOSNIVEL SOCIAL BAJOALIMENTOSNIVEL SOCIAL ALTOALIMENTOSNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD1 arroz 0.7012 habichuela 0.5903 carne 0.5024 leche 0.3725 queso 0.3096 pan 0.3007 manzana 0.2928 plátano 0.2789 tomate 0.25510 pescado 0.24711 lechuga 0.24512 maíz 0.24213 huevo 0.24114 pollo 0.23215 zanahoria 0.20916 jamón 0.20917 naranja 0.18918 yuca 0.18419 espagueti 0.1801 arroz 0.7892 habichuela 0.6153 carne 0.5544 plátano 0.4305 leche 0.4106 pan 0.2917 yuca 0.2838 naranja 0.2559 huevo 0.23910 queso 0.23711 guineo 0.22912 batata 0.22113 jugo 0.21714 zanahoria 0.20815 pescado 0.16516 papa 0.16017 guandul 0.15618 tomate 0.15319 mango 0.12729 chocolate 0.11530 bizcocho 0.10531 remolacha 0.10332 hot dog 0.10133 aguacate 0.09734 lechosa 0.09735 hamburger 0.09736 agua 0.09637 salchicha 0.09438 berenjena 0.09139 sopa 0.08740 piña 0.08641 melón 0.08442 pizza 0.08343 fruta 0.08144 carne de res 0.08145 limón 0.08046 azúcar 0.08047 ají 0.07829 pera 0.10230 auyama 0.09431 berenjena 0.09032 repollo 0.09033 jamón 0.08834 azúcar 0.08735 trigo 0.08436 lechuga 0.08337 ñame 0.07838 guayaba 0.07839 limón 0.07740 melón 0.07441 lechosa 0.06842 yautía 0.06643 verdura 0.06644 avena 0.06645 cereza 0.06446 chuleta 0.06347 sopa 0.06257 lasaña 0.06058 harina 0.05659 ñame 0.05660 yautía 0.05461 cereza 0.05362 cerdo 0.05163 corn flakes 0.05164 puerco 0.05165 camarón 0.04966 salami 0.04867 apio 0.04768 mayonesa 0.04769 sal 0.04670 vegetal 0.04571 guayaba 0.04572 cereal 0.04473 helado 0.04374 tayota 0.04275 salchichón 0.04257 vegetal 0.04758 bacalao 0.04659 fruta 0.04560 ensalada 0.04361 legumbre 0.04262 cebolla 0.04263 cereal 0.04064 dulce 0.03865 tayota 0.03866 aceite 0.03567 pizza 0.03268 guanábana 0.02869 salchicha 0.02770 sandwich 0.02771 salsa 0.02672 frijol 0.02573 zapote 0.02574 fideo 0.02575 helado 0.02483 pavo 0.04084 empanada 0.03985 chivo 0.03786 batida 0.03787 pasta 0.03788 taco 0.03789 filete 0.03690 langosta 0.03591 macarrón 0.03492 berro 0.03193 avena 0.03094 frijol 0.03095 refresco 0.02996 verdura 0.02997 ajo 0.02998 dona 0.02799 café 0.027100 espinaca 0.02783 carnede pollo 0.02284 bizcocho 0.02285 vainita 0.02186 macarrón 0.02087 molondrón 0.02088 tamarindo 0.02089 rulo 0.01990 asopao 0.01991 garbanzo 0.01992 jamoneta 0.01893 sardina 0.01894 salchichón 0.01895 puerco 0.01896 chivo 0.01897 pasta 0.01898 limoncillo 0.01899 marisco 0.017100 café 0.01720 guineo 0.17621 papa 0.17522 repollo 0.15723 uva 0.14524 pera 0.13225 mantequilla 0.13026 cebolla 0.13027 jugo 0.12220 maíz 0.12721 espagueti 0.12722 remolacha 0.12623 salami 0.12524 mantequilla 0.12525 harina 0.12026 piña 0.11027 aguacate 0.11048 mango 0.07549 galleta 0.07450 trigo 0.06751 sandwich 0.06752 pepino 0.06753 guandul 0.06654 auyama 0.06455 dulce 0.06348 pepino 0.06049 pollo 0.05850 chocolate 0.05551 galleta 0.05252 ají 0.05253 refresco 0.05154 arenque 0.05155 uva 0.05076 carnede pollo 0.04277 melocotón 0.04278 ensalada 0.04179 catchup 0.04180 canelón 0.04081 garbanzo 0.04082 rábano 0.04076 níspero 0.02477 coco 0.02378 vaca 0.02379 chinola 0.02380 fresa 0.02281 hígado 0.02282 maicena 0.02228 batata 0.11828 manzana 0.11056 chuleta 0.06056 agua 0.049


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |244||245|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4OBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD1 cuchara 0.7632 cuchillo 0.7573 plato 0.6994 tenedor 0.6875 mantel 0.5756 vaso 0.5697 servilleta 0.5018 copa 0.2329 taza 0.15810 jarrón 0.13511 paire 0.13112 sopera 0.13113 plato hondo 0.12814 salero 0.10515 bandeja 0.10416 cucharón 0.10117 cubierto 0.10018 individual 0.08319 jarra 0.06220 plato llano 0.05921 cucharade servir 0.05522 mantelito 0.05423 platillo 0.04624 platón 0.04625 palillo 0.04426 olla 0.03727 cucharade postre 0.0341 plato 0.7882 cuchara 0.7443 cuchillo 0.6164 vaso 0.5285 servilleta 0.4996 tenedor 0.4307 mantel 0.3438 cubierto 0.3229 palillo 0.17910 jarrón 0.12011 cucharón 0.11212 sopera 0.09313 copa 0.08214 taza 0.08015 bandeja 0.08016 paire 0.06817 platillo 0.06518 fuente 0.04319 salero 0.04220 individual 0.04221 vajilla 0.03122 jarro 0.02823 jarra 0.02624 plato llano 0.02325 plato hondo 0.02026 tazón 0.01927 florero 0.01628 fuente 0.03329 botella 0.03330 dulcera 0.03231 vinagrera 0.03132 jarrade agua 0.02933 jarro 0.02734 mantequillera0.02735 jarrónde agua 0.02436 servilletade tela 0.02337 espátula 0.02238 ensaladera 0.02239 mantelindividual 0.02140 cacerola 0.02141 aceitero 0.02042 platode postre 0.01943 servilletade papel 0.01944 servidor 0.01845 vasija 0.01746 cafetera 0.01747 azucarera 0.01748 cuchillopara carne 0.01728 platón 0.01629 sartén 0.01530 pañuelo 0.01431 tapa 0.01332 vinagrera 0.01233 portaservilletas 0.01034 vela 0.01035 panera 0.00836 cafetera 0.00837 candelabro 0.00738 adorno 0.00739 cacerola 0.00640 cucharóndel arroz 0.00641 pozuelo 0.00642 termo 0.00643 caldero 0.00644 cucharónde la carne 0.00645 flor 0.00646 servilletero 0.00647 cucharón dehabichuelas 0.00548 olla 0.00549 platode servir 0.01650 portavasos 0.01651 candelabro 0.01652 cucharita 0.01553 servilletero 0.01454 recipiente 0.01455 recipientepara agua 0.01356 cubremesa 0.01257 impermeable0.01258 paño 0.01259 cremera 0.01160 plato deensalada 0.01161 sartén 0.01162 mantelplástico 0.01063 platode sopa 0.01064 copa de vino0.00965 taza de café 0.00966 tenedorde postre 0.00967 vajilla 0.00968 palillero 0.00949 parrilla 0.00550 cubremesa 0.00451 dulcera 0.00452 paño 0.00453 platode postre 0.00454 azucarero 0.00455 canastadel pan 0.00456 cucharade servicio 0.00457 fuente deservir arroz 0.00458 galónde agua 0.00459 paila 0.00460 portasal 0.00461 recipiente 0.00462 azucarera 0.00463 botellade vino 0.00464 calimete 0.00465 carrode agua 0.00466 copade vino 0.00467 cuchillogrande 0.00468 espátula 0.00469 quesera 0.00870 taparroscas 0.00871 tenedorde plato 0.00872 juguera 0.00873 bowl 0.00874 cubiertode plata 0.00775 tarro 0.00776 portaservilletas 0.00777 salvamantel 0.00778 cubiertopara servir 0.00779 envase 0.00780 platochiquito 0.00781 portacaliente 0.00782 portamantequilla 0.00783 colador 0.00784 canastadel pan 0.00685 pimentera 0.00686 agarradorde platocaliente 0.00687 soporte 0.00669 fuente de servirhabichuelas 0.00470 plato grande 0.00471 tazade café 0.00472 vinera 0.00473 cucharagrande 0.00374 envase parala ensalada 0.00375 fuente deservir carne 0.00376 impermeable0.00377 juguera 0.00378 mantelito 0.00379 sacador 0.00380 envase parahabichuelas 0.00381 platillo parapostre 0.00382 envase parael arroz 0.00283 pimentero 0.00284 vinagrero 0.00285 aceitero 0.00286 cucharade servir 0.00287 frutera 0.002


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |246||247|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4OBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL ALTOOBJETOS EN LA MESAPARA LA COMIDANIVEL SOCIAL BAJOLA COCINANIVEL SOCIAL ALTOLA COCINANIVEL SOCIAL BAJOLA COCINANIVEL SOCIAL ALTOLA COCINANIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD88 trinchador 0.00689 hielera 0.00690 cucharapequeña 0.00591 divisor 0.00592 frascode aceite 0.00593 jarrónde jugo 0.00594 panera 0.00595 platitode postre 0.00596 recipientepara lacomida 0.00597 separador 0.00598 tazade leche 0.00599 aceitera 0.005100 agarrador 0.00588 cubiertopequeño 0.00289 hielera 0.00290 botella 0.00191 soperón 0.00192 cucharita 0.00193 palillera 0.0011 estufa 0.7152 nevera 0.6193 cuchillo 0.3864 olla 0.3855 sartén 0.3836 cuchara 0.3677 licuadora 0.2918 paila 0.2659 fregadero 0.25710 plato 0.23211 horno 0.22412 cucharón 0.21513 microonda 0.21014 tenedor 0.20815 tostadora 0.19516 vaso 0.19017 batidora 0.18318 freezer 0.17719 despensa 0.1131 estufa 0.6172 cuchara 0.4053 cuchillo 0.3654 plato 0.3645 olla 0.3466 cucharón 0.3437 nevera 0.3428 caldero 0.3289 paila 0.28710 vaso 0.21711 licuadora 0.19412 sartén 0.19013 tenedor 0.15314 jarro 0.15015 tostadora 0.15016 cubierto 0.11317 horno 0.11218 fregadero 0.10519 anafe 0.08129 ollade presión 0.05830 guayo 0.05131 destapador 0.04932 abrelatas 0.04833 cafetera 0.04634 gas 0.04535 meseta 0.04536 bandeja 0.04537 armario 0.04438 lavadero 0.04339 estante 0.04340 cacerola 0.04241 fósforo 0.04242 cubierto 0.04243 mesa 0.04144 escurridor 0.03845 molde 0.03329 paire 0.03730 greca 0.03431 sopera 0.03332 escurridor 0.03333 exprimidor 0.03134 colador 0.03035 fuente 0.03036 ollade presión 0.02937 vajilla 0.02838 fósforo 0.02839 guayo 0.02740 paño 0.02441 tanquede gas 0.02342 salero 0.02243 molenillo 0.01944 vitrina 0.01845 brillo 0.01820 caldero 0.10520 gabinete 0.07646 paño 0.03346 servilleta 0.01821 lavaplatos 0.10421 mesa 0.06947 mantel 0.03247 jabón 0.01822 gabinete 0.09022 jarrón 0.06848 copa 0.03148 cafetera 0.01723 exprimidor 0.08723 tapa 0.05149 salero 0.02949 batidora 0.01724 paire 0.08524 pilón 0.04350 espátula 0.02850 toalla 0.01725 colador 0.07125 bandeja 0.04351 molenillo 0.02651 galón 0.01726 pilón 0.06626 gas 0.04352 lavamanos 0.02552 ponchera 0.01527 jarrón 0.06028 refrigerador 0.05927 taza 0.04228 meseta 0.04053 extractorde grasa 0.02453 silla 0.015


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |248||249|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA COCINANIVEL SOCIAL ALTOLA COCINANIVEL SOCIAL BAJOLA COCINANIVEL SOCIAL ALTOLA COCINANIVEL SOCIAL BAJOLA ESCUELANIVEL SOCIAL ALTOLA ESCUELANIVEL SOCIAL BAJOLA ESCUELANIVEL SOCIAL ALTOLA ESCUELANIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD54 toalla 0.02454 fogón 0.01579 brillo 0.01579 lavadero 0.0081 escritorio 0.6291 butaca 0.66028 bulto 0.09728 diccionario 0.04955 silla 0.02355 cubo 0.01480 sopera 0.01480 sacador 0.0082 lápiz 0.6262 tiza 0.61529 zafacón 0.09129 máquina 0.04856 paleta 0.02256 parrilla 0.01481 moledor 0.01481 tanque 0.0083 butaca 0.6213 pizarra 0.60230 calculadora 0.08530 libreta 0.04657 jabón 0.02258 jarro 0.02259 taza 0.02260 guante 0.02161 gaveta 0.02162 procesadora 0.02163 freidor 0.02064 hornilla 0.02065 jarra 0.01966 agarrapaila 0.01967 clóset 0.01968 hornomicroonda 0.01969 sanduichera 0.01970 extractor 0.01871 exprimidorde chinas 0.01772 pinza 0.01773 procesadorde alimentos0.01674 detergente 0.01675 servilleta 0.01676 taza de medir0.01677 cuchillode mesa 0.01678 vajilla 0.01557 cacerola 0.01458 carbón 0.01359 asador 0.01360 jarra 0.01361 delantal 0.01362 lavamanos 0.01263 agarraolla 0.01164 suape 0.01165 termo 0.01166 copa 0.01167 trapo 0.01168 lata 0.01169 mantel 0.01070 platillo 0.01071 vasija 0.01072 cantina 0.00973 exprimidorde toronjas 0.00974 gaveta 0.00975 mesita 0.00976 mezclador 0.00977 pica hielo 0.00978 exprimidorde limones 0.00882 envaseplástico 0.01483 sacacorchos 0.01484 moledorade carne 0.01485 zafacón 0.01486 greca 0.01387 gavetero 0.01388 triturador 0.01389 estufaeléctrica 0.01390 asador 0.01291 botellón 0.01292 jarrade agua 0.01293 pailade arroz 0.01294 servidor 0.01295 filtro 0.01296 cedazo 0.01197 plato hondo 0.01198 plumade agua 0.01199 trapo 0.011100 bowl 0.01182 microonda 0.00883 freezer 0.00784 gas licuado 0.00785 pote 0.00786 sanduichera 0.00787 armario 0.00788 azucarera 0.00789 lavaplatos 0.00790 escoba 0.00791 plumade agua 0.00792 tenedorgrande 0.00793 batidorade huevos 0.00794 galónde agua 0.00795 agarracaldero0.00696 espátula 0.00697 loza 0.00698 manode pilón 0.00699 pluma 0.006100 tostadorade pan 0.0064 pizarra 0.5505 tiza 0.5446 libro 0.4847 silla 0.4668 lapicero 0.4289 cuaderno 0.40310 regla 0.32611 borrador 0.32112 pupitre 0.26413 sacapuntas 0.22914 mesa 0.19615 mascota 0.19516 pizarrón 0.18117 compás 0.16918 mochila 0.16819 hoja 0.14320 papel 0.14121 borrante 0.13922 mural 0.13423 marcador 0.12324 estuche 0.11925 borra 0.11726 transportador0.10327 bolígrafo 0.1024 lápiz 0.5595 libro 0.5186 escritorio 0.4437 borrador 0.4228 lapicero 0.3939 silla 0.29010 pupitre 0.26811 mascota 0.23512 cuaderno 0.22513 mesa 0.20814 mochila 0.17615 regla 0.16316 pizarrón 0.16117 sacapuntas 0.15418 borrante 0.10319 mapa 0.09620 papel 0.07921 borra 0.07422 cuadro 0.05823 hoja 0.05724 máquina deescribir 0.05325 bulto 0.05326 zafacón 0.05127 compás 0.05131 goma 0.08032 armario 0.07833 libreta 0.07434 lápizde color 0.07235 cuadro 0.07236 bandera 0.06837 liquid paper 0.06238 fólder 0.06139 abanico 0.06040 color 0.05641 uniforme 0.05442 portaminas 0.05343 carpeta 0.04844 banco 0.04645 felpa 0.04546 corrector 0.04447 fotocopiadora 0.04248 computadora 0.04149 grapadora 0.04150 laboratorio 0.04051 crayón 0.03752 máquina 0.03753 cartabón 0.03731 bolígrafo 0.04432 cartulina 0.04333 goma 0.04334 lápizde color 0.04335 lámpara 0.03436 marcador 0.03237 archivo 0.03138 transportador0.03039 biblioteca 0.02840 fotocopiadora 0.02841 teléfono 0.02842 banco 0.02643 fólder 0.02644 folleto 0.02445 calculadora 0.02346 carpeta 0.02247 corrector 0.02048 calendario 0.02049 armario 0.02050 lámina 0.01951 enciclopedia 0.01952 bandera 0.01953 mural 0.017


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |250||251|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA ESCUELANIVEL SOCIAL ALTOLA ESCUELANIVEL SOCIAL BAJOLA ESCUELANIVEL SOCIAL ALTOLA ESCUELANIVEL SOCIAL BAJOLA CIUDADNIVEL SOCIAL ALTOLA CIUDADNIVEL SOCIAL BAJOLA CIUDADNIVEL SOCIAL ALTOLA CIUDADNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD54 clip 0.03754 crayón 0.01679 microscopio 0.01579 copiadora 0.0071 edificio 0.6201 calle 0.51029 ruido 0.07829 urbanización 0.06055 mapa 0.03456 tijeras 0.03157 timbre 0.03058 cartulina 0.02959 biblioteca 0.02860 enciclopedia 0.02761 crucifijo 0.02762 masilla 0.02763 estante 0.02664 portafolio 0.02465 aireacondicionado0.02466 folleto 0.02467 sillón 0.02368 crayola 0.02269 librero 0.02270 escudo 0.02171 chinógrafo 0.02172 pluma 0.02073 lámpara 0.01974 calendario 0.01975 máquinade escribir 0.01876 examen 0.01777 gomade borrar 0.01678 diccionario 0.01555 sillón 0.01456 felpa 0.01457 portaminas 0.01458 timbre 0.01459 laboratorio 0.01360 libro de texto 0.01361 tinta 0.01362 sello 0.01263 cátedra 0.01264 grapadora 0.01165 registro 0.01166 cuadernillo 0.01067 bola 0.01068 vitrina 0.01069 reloj 0.00970 computadora 0.00971 hoja demáquina 0.00972 ficha 0.00973 uniforme 0.00974 pelota 0.00975 masilla 0.00876 gaveta 0.00877 libro deregistro 0.00878 nevera 0.00880 hoja demáquina 0.01481 chivo 0.01382 microonda 0.01383 mesa dedibujo 0.01284 reloj 0.01285 resaltador 0.01286 alcancía 0.01187 grapa 0.01088 fórmula 0.01089 ega 0.01090 tinta 0.01091 escultura 0.01092 archivo 0.01093 tablaperiódica 0.00994 borradorde pizarra 0.00995 audiovisual 0.00996 banqueta 0.00997 estuchede lápiz 0.00998 lonchera 0.00999 florero 0.009100 frasco 0.00980 clip 0.00781 cartabón 0.00782 colorante 0.00783 microscopio 0.00784 color 0.00685 hoja deescribir 0.00686 portalápices 0.00687 documento 0.00588 grapa 0.00589 hoja blanca 0.00590 proyector 0.00591 guía 0.00592 químico 0.00593 tinta china 0.00594 escuadra 0.00595 crayola 0.00596 papel crepé 0.00597 papelera 0.00598 tablaperiódica 0.00599 esqueleto 0.004100 globoterráqueo 0.0042 calle 0.5703 carro 0.4754 casa 0.3845 tienda 0.3056 avenida 0.2627 restaurante 0.2308 parque 0.2189 cine 0.20710 discoteca 0.19411 banco 0.18512 hotel 0.17513 semáforo 0.15214 escuela 0.15015 universidad 0.14716 supermercado 0.14017 colegio 0.11818 acera 0.11519 carretera 0.11120 oficina 0.11121 industria 0.10422 club 0.10323 motor 0.10224 apartamento 0.10125 puente 0.09826 hospital 0.09727 monumento 0.08528 plaza 0.0852 tienda 0.3913 cine 0.3234 discoteca 0.3155 parque 0.3036 edificio 0.2847 universidad 0.2328 avenida 0.2229 carro 0.18110 banco 0.14711 hospital 0.13512 restaurante 0.13113 clínica 0.13014 escuela 0.12915 casa 0.12816 farmacia 0.12717 semáforo 0.11318 colegio 0.11219 mercado 0.11120 monumento 0.10421 heladería 0.09422 supermercado 0.09423 hotel 0.09124 puente 0.07125 teatro 0.07026 iglesia 0.06627 librería 0.06628 electricidad 0.06130 iglesia 0.07731 guagua 0.07432 teatro 0.07233 centrocomercial 0.07234 contén 0.06935 heladería 0.06836 clínica 0.06537 pizzería 0.06438 fábrica 0.06339 aeropuerto 0.06240 museo 0.06241 luz 0.06042 barrio 0.06043 contaminación 0.05644 poste de luz 0.05545 policía 0.04446 malecón 0.04447 basura 0.04348 zafacón 0.04349 árbol 0.04350 bicicleta 0.04251 bar 0.04152 autobús 0.03953 biblioteca 0.03754 urbanización 0.03755 acueducto 0.03730 playa 0.05931 boutique 0.05932 industria 0.05933 ferretería 0.05834 cafetería 0.05835 fábrica 0.05836 almacén 0.05437 luz 0.05438 estadio 0.04839 acera 0.04740 oficina 0.04641 pizzería 0.04442 contén 0.04243 teléfono 0.04244 barrio 0.04145 zapatería 0.04046 club 0.03847 biblioteca 0.03848 colmado 0.03849 carretera 0.03650 bar 0.03651 comercio 0.03552 basura 0.03553 malecón 0.03554 aeropuerto 0.03355 liceo 0.030


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |252||253|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4LA CIUDADNIVEL SOCIAL ALTOLA CIUDADNIVEL SOCIAL BAJOLA CIUDADNIVEL SOCIAL ALTOLA CIUDADNIVEL SOCIAL BAJOTRANSPORTENIVEL SOCIAL ALTOTRANSPORTENIVEL SOCIAL BAJOTRANSPORTENIVEL SOCIAL ALTOTRANSPORTENIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD56 smog 0.03757 calzada 0.03558 camión 0.03559 empresa 0.03560 comercio 0.03561 túnel 0.03462 casino 0.03363 piscina 0.03264 electricidad 0.03065 letrero 0.02966 palo de luz 0.02867 librería 0.02868 bullicio 0.02869 música 0.02770 cafetería 0.02771 rascacie<strong>los</strong> 0.02672 gasolinera 0.02673 colmado 0.02674 autopista 0.02575 desarrollo 0.02576 gente 0.02577 café 0.02478 zapatería 0.02379 condominio 0.02380 estadio 0.02281 vehículo 0.02282 correo 0.02156 piscina 0.03057 taller 0.02958 ruido 0.02959 cancha 0.02760 autopista 0.02761 mueblería 0.02762 gente 0.02663 puerto 0.02564 museo 0.02465 árbol 0.02366 repostería 0.02167 ayuntamiento 0.02068 empresa 0.02069 comedor 0.01970 catedral 0.01971 panadería 0.01972 vehículo 0.01973 fortaleza 0.01874 policía 0.01875 instituto 0.01876 civilización 0.01877 poste de luz 0.01878 gasolinera 0.01879 camión 0.01780 juguetería 0.01781 canal detelevisión 0.01782 limpieza 0.01683 casa decemento 0.02084 cementerio 0.02085 humo 0.02086 teléfono 0.01987 peatón 0.01988 escándalo 0.01989 hoyo 0.01990 esquina 0.01891 alcantarilla 0.01892 taller 0.01893 farmacia 0.01894 señal detránsito 0.01895 avión 0.01896 educación 0.01897 ropa 0.01798 night club 0.01799 playa 0.017100 badén 0.01783 contaminación 0.01684 agua 0.01685 tránsito 0.01686 piedra 0.01687 palacio de <strong>los</strong>deportes 0.01688 avión 0.01689 guagua 0.01690 salón 0.01591 autobús 0.01592 progreso 0.01593 televisión 0.01594 calzada 0.01595 camioneta 0.01496 vendedor 0.01497 teleférico 0.01498 automóvil 0.01499 iluminación 0.014100 calzado 0.0131 carro 0.8602 bicicleta 0.5783 motor 0.5704 avión 0.5405 barco 0.4216 guagua 0.3457 camión 0.3418 caballo 0.2999 camioneta 0.27510 tren 0.24611 burro 0.22412 patín 0.21913 yola 0.21614 helicóptero 0.19415 avioneta 0.18416 carreta 0.16217 a pie 0.15218 coche 0.14819 triciclo 0.14220 autobús 0.13821 skateboard 0.11522 jet 0.10123 pasola 0.09824 submarino 0.08925 motoconcho 0.08426 bote 0.07927 jeep 0.07728 patineta 0.0771 carro 0.8522 bicicleta 0.6023 motor 0.5504 avión 0.5205 guagua 0.4656 camión 0.4227 barco 0.3868 camioneta 0.3159 caballo 0.30610 burro 0.26011 tren 0.23712 pasola 0.14913 helicóptero 0.14114 coche 0.12615 yola 0.10316 a pie 0.09217 avioneta 0.08418 yipeta 0.08019 patana 0.07020 autobús 0.06521 carreta 0.06422 triciclo 0.05923 motocicleta 0.05324 bote 0.05025 yate 0.04526 tractor 0.04527 patín 0.03928 submarino 0.03829 motoneta 0.07630 velocípedo 0.06731 yate 0.06132 cohete 0.06033 carropúblico 0.05134 concho 0.04835 motocicleta 0.04636 yipeta 0.04437 patana 0.04238 velero 0.04239 tractor 0.03840 carroza 0.03741 taxi 0.03542 banderita 0.03543 bajel 0.03444 cuquita 0.03345 mulo 0.03146 aeroplano 0.02947 automóvil 0.02748 teleférico 0.02649 lancha 0.02650 naveespacial 0.02651 minibús 0.02652 yumbo 0.02453 canoa 0.02454 vanette 0.02229 jeep 0.03730 minibús 0.03531 velocípedo 0.03132 carretilla 0.02933 ferrocarril 0.02934 volteo 0.02535 taxi 0.02436 jet 0.02437 camello 0.02338 patineta 0.02039 cuquita 0.01340 skateboard 0.01241 greda 0.01242 metro 0.01243 canoa 0.01244 lancha 0.01145 concho 0.01146 mulo 0.01147 teleférico 0.01148 ómnibus 0.01049 tranvía 0.01050 motoneta 0.00951 auto 0.00952 globo 0.00953 trasatlántico 0.00954 cohete 0.009


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |254||255|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4TRANSPORTENIVEL SOCIAL ALTOTRANSPORTENIVEL SOCIAL BAJOTRANSPORTENIVEL SOCIAL ALTOTRANSPORTENIVEL SOCIAL BAJOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL ALTOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL BAJOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL ALTOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD55 mula 0.02255 carroza 0.00880 volador 0.01080 carruaje 0.0031 sembrar 0.7741 sembrar 0.67029 surcar 0.02129 trabajar machete0.02056 voladora 0.02156 cepillo 0.00881 cuatrimotor 0.01081 saltamontes 0.0032 arar 0.4772 desyerbar 0.29430 echar agua 0.02030 cortar plátanos 0.02057 subway 0.02058 nave 0.01959 trasatlántico 0.01960 three wheel 0.01961 tranvía 0.01862 jetski 0.01763 camello 0.01764 planeador 0.01765 ferrocarril 0.01666 limusina 0.01667 volteo 0.01668 buque 0.01669 globo dehelio 0.01370 carruaje 0.01371 carretilla 0.01372 tráiler 0.01273 crucero 0.01274 four wheel 0.01275 ferry 0.01276 navío 0.01277 colectivo 0.01178 portaviones 0.01057 velero 0.00758 locomotora 0.00759 nave 0.00760 deportivo 0.00661 yumbo 0.00662 aeroplano 0.00663 furgón 0.00664 diligencia 0.00665 palamecánica 0.00666 crucero 0.00567 trineo 0.00568 grúa 0.00469 voladora 0.00470 rodillo 0.00471 dirigible 0.00472 ONATRATE 0.00473 ambulancia 0.00374 carroprivado 0.00375 fragata 0.00376 portaviones 0.00377 esquí 0.00378 naveespacial 0.00382 funicular 0.00983 vela 0.00984 go cart 0.00985 globo deaire 0.00886 globo 0.00887 biplano 0.00888 yegua 0.00889 ambulancia 0.00790 cóncord 0.00791 balsa 0.00692 bus 0.00693 esquí 0.00694 platillovolador 0.00695 windsurf 0.00696 hidroavión 0.00697 monocípedo 0.00598 satélite 0.00599 microbús 0.005100 motoracuático 0.00582 limusina 0.00283 monociclo 0.00284 motoconcho 0.00285 buque 0.00286 cayuco 0.00287 cóncord 0.00288 transbordador 0.00289 bus 0.00290 esquíacuático 0.00291 mula 0.00292 subway 0.00293 uniciclo 0.00294 motor deagua 0.00195 reno 0.00196 paracaídas 0.00197 surfing 0.0013 cosechar 0.3544 podar 0.3505 regar 0.2956 ordeñar 0.2667 abonar 0.2398 cultivar 0.1889 cortar 0.18210 recolectar 0.16311 desyerbar 0.15812 limpiar 0.15313 mojar 0.11014 fumigar 0.08915 recoger 0.08516 criar animales 0.08117 criar 0.05418 barrer 0.04819 chapear 0.04620 plantar 0.04221 cortar grama 0.03522 cuidar 0.03223 cortar árboles 0.02824 cortar hierba0.02525 mojar lasflores 0.02526 forestar 0.0253 podar 0.2734 cosechar 0.2425 arar 0.2326 ordeñar 0.1737 regar 0.1588 limpiar 0.1459 cortar 0.12710 cultivar 0.12411 abonar 0.10612 mojar 0.10513 chapear 0.06814 fumigar 0.05415 plantar 0.05316 descosechar 0.04717 cuidar 0.04418 recoger 0.04319 cortar flores 0.04220 cortar leña 0.03421 injertar 0.03122 recolectar 0.02723 trasplantar 0.02624 achicar 0.02525 labrar 0.02426 echar agua 0.02431 trasplantar 0.02032 fertilizar 0.01933 buscar leña 0.01934 alimentar 0.01835 cavar 0.01736 cortar frutas 0.01737 recoger lasiembra 0.01738 reforestar 0.01639 apalear 0.01640 criar ganado 0.01641 lavar 0.01542 rastrillar 0.01543 alimentaranimales 0.01544 arreglar 0.01545 recoger cosecha0.01546 remover 0.01447 proteger 0.01448 arrancar 0.01449 cortar la flora 0.01350 vender 0.01351 moler 0.01352 cocinar 0.01331 cuidaranimales 0.01832 arrear vacas 0.01833 fertilizar 0.01834 rociar 0.01535 trabajar lahierba 0.01536 criar animales 0.01437 cortarárboles 0.01438 cortar grama 0.01439 criar ganado 0.01440 deshojar 0.01441 echar día 0.01442 cortar césped 0.01343 cuidarganado 0.01344 arrancar 0.01345 coger café 0.01346 fabricar 0.01247 cazar 0.01248 pescar 0.01149 cortar arroz 0.01050 cortar caña 0.01051 talar 0.01052 arrancar hierba0.00979 trineo 0.01079 silla deruedas 0.00327 buscar agua 0.02128 injertar 0.02127 replantar 0.02228 recortar 0.02153 recortar 0.01354 recoger frutas 0.01253 cargar agua 0.00954 cortar madera 0.009


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |256||257|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4TRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL ALTOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL BAJOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL ALTOTRABAJOS CAMPONIVEL SOCIAL BAJOANIMALESNIVEL SOCIAL ALTOANIMALESNIVEL SOCIAL BAJOANIMALESNIVEL SOCIAL ALTOANIMALESNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD55 achicar 0.01256 arrear 0.01257 cortar césped 0.01258 labrar 0.01259 recoger leña 0.01260 recolectarfrutos 0.01261 regar lasflores 0.01262 remojar 0.01255 emparejar lasflores 0.00956 irrigar 0.00957 labrar la tierra 0.00958 plantar flores 0.00959 quitar hierba 0.00960 trabajar 0.00961 trabajar latierra 0.00962 buscar leña 0.00978 criargallinas 0.00979 dar de comer 0.00980 plantar árboles 0.00981 quemar 0.00982 regar lasplantas 0.00983 reproducir 0.00984 sacar hierba 0.00985 transportar 0.00978 recogerfrutos 0.00779 trapear 0.00780 achicar vacas 0.00681 destroncar 0.00682 hacercarbón 0.00683 picar leña 0.00684 producir 0.00685 arreglar eljardín 0.0051 perro 0.8402 gato 0.7613 vaca 0.5664 caballo 0.4855 gallina 0.4296 burro 0.3407 chivo 0.3148 tigre 0.3119 león 0.28710 elefante 0.2781 vaca 0.5972 perro 0.5733 caballo 0.5034 burro 0.4925 gato 0.4916 gallina 0.4757 chivo 0.4748 elefante 0.2819 león 0.26310 tigre 0.26129 rinoceronte 0.12730 sapo 0.12631 cebra 0.12632 pájaro 0.12233 pollo 0.12234 mosquito 0.12035 yegua 0.11336 paloma 0.11237 camello 0.11238 cucaracha 0.11129 hipopótamo 0.10730 avestruz 0.10331 cigua 0.09832 guinea 0.09333 toro 0.09134 rinoceronte 0.08935 ganso 0.08936 garza 0.08537 cabra 0.08538 camello 0.08363 matar animales0.01264 recoger huevos0.01265 rociar 0.01266 cuidaranimales 0.01167 arrear vacas 0.01168 picar 0.01169 arreglarflores 0.01063 picar 0.00964 cargar leña 0.00865 cortar hierba 0.00866 cuidarflores 0.00867 plantar árboles 0.00868 quemarárboles 0.00869 trabajarconuco 0.00886 resembrar 0.00987 cortar leña 0.00888 domesticaranimales 0.00889 irrigar 0.00890 mojar lasplantas 0.00891 castrar 0.00792 criarpuercos 0.00786 atenderanimales 0.00587 barrer 0.00588 coger arroz 0.00589 criar 0.00590 criar pol<strong>los</strong> 0.00591 dar aguaa las vacas 0.00592 dar comidaa puercos 0.00511 jirafa 0.23812 tiburón 0.23513 mono 0.23514 pez 0.23115 toro 0.21916 ratón 0.21117 gallo 0.21018 cocodrilo 0.20519 ballena 0.20411 puerco 0.24412 pato 0.23413 mono 0.22514 pez 0.19215 conejo 0.18816 gallo 0.18217 paloma 0.17518 culebra 0.17219 pavo 0.16539 buey 0.10940 ganso 0.10741 águila 0.10742 mosca 0.10143 delfín 0.09644 oveja 0.09545 avestruz 0.09146 araña 0.08547 pavo 0.08239 cucaracha 0.08140 lagarto 0.08041 cebra 0.07842 hormiga 0.07843 sapo 0.07744 mosquito 0.07745 mosca 0.07046 serpiente 0.06747 buey 0.06770 cortar flores 0.01070 echar abono 0.00893 cuidar plantas 0.00793 lavar 0.00520 cotorra 0.19620 jirafa 0.15548 leopardo 0.08048 ovejo 0.06071 cuidar el jardín 0.01071 buscar agua 0.00894 echar abono 0.00794 mochar 0.00521 conejo 0.19421 tiburón 0.14449 abeja 0.07849 bestia 0.05472 limpiar la tierra0.01072 cavar 0.00895 pelar 0.00795 recoger frutas 0.00522 puerco 0.18822 ballena 0.14350 serpiente 0.07750 abeja 0.05373 podar césped 0.01073 cargar 0.00796 pelar pol<strong>los</strong> 0.00796 reforestar 0.00523 culebra 0.17623 ratón 0.13351 pantera 0.07351 rana 0.04674 vacunar 0.01075 remover tierra 0.01076 domar 0.01077 bañaranimales 0.00974 criargallinas 0.00775 apalear 0.00776 cortar ramas 0.00777 hacercanteros 0.00797 recogerplátanos 0.00798 regar semilla0.00799 sacar yuca 0.007100 alimentarganado 0.00697 tumbarárboles 0.00598 vender 0.00599 vender frutas 0.005100 mantener 0.00524 hipopótamo 0.14725 pato 0.14626 lagarto 0.13927 cerdo 0.13028 oso 0.12724 pollo 0.12325 cotorra 0.11126 cerdo 0.11127 yegua 0.10928 cocodrilo 0.10852 ardilla 0.07053 hormiga 0.06754 tortuga 0.06355 loro 0.06156 cangrejo 0.06052 mariposa 0.04653 leopardo 0.04654 lombriz 0.04655 carpintero 0.04656 oveja 0.045


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |258||259|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4ANIMALESNIVEL SOCIAL ALTOANIMALESNIVEL SOCIAL BAJOANIMALESNIVEL SOCIAL ALTOANIMALESNIVEL SOCIAL BAJOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL ALTOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL BAJOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL ALTOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD57 guinea 0.05957 oso 0.04485 hiena 0.03085 pantera 0.0201 basquetbol 0.4041 pelota 0.39528 billar 0.08028 atletismo 0.04558 perico 0.05558 gusano 0.04486 salamandra 0.03086 codorniz 0.0192 volibol 0.4012 volibol 0.38029 nintendo 0.07829 la escondida 0.04459 dinosaurio 0.05359 águila 0.04387 halcón 0.02987 pavo real 0.0193 tenis 0.3603 basquetbol 0.36030 la minga 0.07730 boxeo 0.04160 iguana 0.05060 caimán 0.04288 gusano 0.02888 delfín 0.0194 pelota 0.3604 béisbol 0.27431 saltar 0.07131 ir a la playa 0.03961 gaviota 0.05061 mulo 0.04189 gorila 0.02889 picaflor 0.0195 béisbol 0.3385 dominó 0.24932 discoteca 0.07032 playa 0.03962 mulo 0.04962 tórtola 0.04090 jabalí 0.02790 colibrí 0.0196 fútbol 0.3116 tenis 0.24833 muñeca 0.07033 la botella 0.03963 pulpo 0.04863 ave 0.03891 buitre 0.02791 chincha 0.0187 ajedrez 0.2597 ajedrez 0.23034 bingo 0.06834 golf 0.03564 lechuza 0.04664 araña 0.03792 cigüeña 0.02692 jicotea 0.0188 parché 0.2448 bailar 0.20235 equitación 0.06535 ver televisión 0.03465 ciempiés 0.04565 lechuza 0.03693 lobo 0.02593 búfalo 0.0189 natación 0.2429 baraja 0.18036 gimnasia 0.06436 cantar 0.03466 rana 0.04566 ciempiés 0.03494 jaguar 0.02594 canguro 0.01810 bailar 0.24010 fútbol 0.17637 bicicleta 0.06337 cartas 0.03367 puma 0.04367 curí 0.03295 curío 0.02595 gorila 0.01811 dominó 0.22311 baloncesto 0.14738 cine 0.06238 monopolio 0.03268 becerro 0.04368 ruiseñor 0.03096 colibrí 0.02496 pájaro 0.01812 pingpong 0.20512 parché 0.12839 televisión 0.06139 lucha 0.03169 cigua 0.04269 becerro 0.02997 codorniz 0.02497 cuyaya 0.01813 monopolio 0.20413 natación 0.12540 hockey 0.06140 belluga 0.03170 búho 0.04270 cangrejo 0.02998 murciélago 0.02398 grillo 0.01714 baraja 0.19214 discoteca 0.11741 raquetbol 0.05541 columpio 0.03171 avispa 0.04071 cigüeña 0.02899 golondrina 0.02399 cisne 0.01715 correr 0.11215 bingo 0.10642 atari 0.05542 silla voladora0.03072 lombriz 0.03972 asno 0.027100 ruiseñor 0.020100 maco 0.01716 cartas 0.11116 la minga 0.10543 el paralizado 0.05343 saltar 0.03073 chimpancé 0.03873 jurón 0.02617 ir al cine 0.09617 correr 0.10444 ver televisión 0.05144 carrera 0.02874 foca 0.03874 camarón 0.02418 golf 0.09218 casino 0.09945 clue 0.05045 patinar 0.02775 cabra 0.03775 tortuga 0.02419 cantar 0.09119 pingpong 0.08846 patín 0.04946 la vaca 0.02676 ave 0.03776 loro 0.02320 nadar 0.08920 billar 0.08447 póker 0.04847 brincar 0.02577 caimán 0.03677 perico 0.02321 baloncesto 0.08821 softbol 0.08148 el agachado 0.04648 judo 0.02578 langosta 0.03578 murciélago 0.02222 casino 0.08722 cine 0.07949 polo 0.04249 balonmano 0.02579 cuervo 0.03479 avispa 0.02223 damas 0.08723 muñeca 0.05750 teatro 0.04150 atari 0.02380 mariposa 0.03480 iguana 0.02124 softbol 0.08424 nadar 0.05451 el escondido 0.04051 música 0.02381 flamenco 0.03381 cacata 0.02125 el topao 0.08425 karate 0.05352 oír música 0.04052 televisión 0.02382 venado 0.03282 ardilla 0.02026 la escondida 0.08326 dados 0.04853 sóccer 0.03953 rifa 0.02383 camarón 0.03284 rata 0.03183 halcón 0.02084 pincha 0.02027 ir a ladiscoteca 0.08227 ir al cine 0.04754 baile 0.03955 carrera 0.03954 jabalina 0.02355 boliche 0.022


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |260||261|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4JUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL ALTOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL BAJOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL ALTOJUEGOS Y DIVERSIONESNIVEL SOCIAL BAJOPROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL ALTOPROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL BAJOPROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL ALTOPROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDADVOCABLODISPONIBILIDAD56 ciclismo 0.03856 caballito 0.02279 piscina 0.02479 comer 0.0131 ingeniero 0.5561 abogado 0.56928 sicólogo 0.09628 pintor 0.06457 atletismo 0.03758 esquiar 0.03759 columpio 0.03760 comer 0.03561 boliche 0.03462 tiro alblanco 0.03463 balonazo 0.03364 surfing 0.03265 poloacuático 0.03066 montarbicicleta 0.03057 el gallo 0.02258 parque 0.02159 sube y baja 0.02160 ir al parque 0.02061 lotería 0.02062 tablero 0.02063 la ronda 0.01964 ir a la disco 0.01865 póker 0.01866 leer 0.01780 a la ruedarueda 0.02481 dardos 0.02382 escucharmúsica 0.02283 esquí 0.02284 pintar 0.02285 ballet 0.02286 parchéchino 0.02287 radio 0.02188 patinar 0.02189 dados 0.02180 pesca 0.01381 ciclismo 0.01382 el esqueleto 0.01383 hockey 0.01384 cuerda 0.01385 skateboard 0.01386 el gato yel ratón 0.01287 el topao 0.01288 aro 0.01289 sóccer 0.0122 arquitecto 0.5023 médico 0.4614 abogado 0.4575 administrador 0.3336 profesor 0.3197 secretaria 0.2708 doctor 0.2469 contable 0.18610 economista 0.18411 hotelero 0.16812 publicista 0.16613 comerciante 0.1572 ingeniero 0.4423 contable 0.3714 secretaria 0.3675 arquitecto 0.3306 médico 0.3157 profesor 0.2828 doctor 0.2739 administrador 0.22310 mecánico 0.15011 agrónomo 0.14312 carpintero 0.13113 albañil 0.13129 gerente 0.09530 ingenieroindustrial 0.09431 policía 0.08832 pintor 0.08433 contador 0.08334 vendedor 0.08235 ingeniero desistemas 0.08236 empresario 0.07637 odontólogo 0.07338 estudiante 0.07329 ama decasa 0.06430 ingenierode sistemas 0.06431 economista 0.06132 zapatero 0.06033 plomero 0.05834 publicista 0.05735 planchadora 0.05736 dentista 0.05537 veterinario 0.05438 ingeniero civil 0.05267 ruleta 0.02968 lotería 0.02969 playa 0.02870 aeróbico 0.02871 caballito 0.02872 viajar 0.02773 carrito 0.02774 tenis demesa 0.02775 skateboard 0.02676 parque 0.02577 lucha libre 0.02578 balontiro 0.02467 tenis demesa 0.01768 canasta 0.01769 montarbicicleta 0.01670 caminar 0.01671 adivinanza 0.01672 nintendo 0.01573 pelegrina 0.01574 pasear 0.01575 hamaca 0.01476 la estrella 0.01477 gimnasia 0.01478 me caí enun pozo 0.01390 ir al parque 0.02191 lucha 0.02192 bote 0.02193 sube y baja 0.02094 sega 0.02095 pasear 0.01996 carrera decarros 0.01997 video 0.01998 clavado 0.01999 la estrella 0.018100 pesca 0.01890 bicicleta 0.01291 mamá y papá 0.01192 oír música 0.01193 bola 0.01194 capitolio 0.01195 la viejitaciega 0.01196 jazz 0.01197 piscina 0.01198 montarcaballo 0.01199 esquiar 0.011100 club 0.01014 albañil 0.14115 diseñador 0.13216 dentista 0.12617 carpintero 0.12018 jardinero 0.11919 banquero 0.11820 mecánico 0.11121 electricista 0.10722 enfermera 0.10623 agrónomo 0.10424 maestro 0.10225 ingenierocivil 0.09726 ama decasa 0.09727 chofer 0.09614 enfermera 0.11915 maestro 0.11816 agricultor 0.11717 odontólogo 0.11518 vendedor 0.10619 chofer 0.09020 licenciado 0.08321 lavandera 0.08322 electricista 0.07423 ingeniero encomputadoras 0.07324 sicólogo 0.07125 comerciante 0.06826 cocinera 0.06727 cocinero 0.06439 escritor 0.07240 mercadólogo 0.07141 lavandera 0.07042 plomero 0.06843 veterinario 0.06544 cocinero 0.06145 ingenieromecánico 0.06146 barrendero 0.05947 zapatero 0.05848 licenciado 0.05749 pediatra 0.05450 director 0.05351 cajero 0.05252 escultor 0.05239 limpiabotas 0.05140 ebanista 0.05141 juez 0.04942 hotelero 0.04843 bioanalista 0.04844 obrero 0.04745 fregadora 0.04346 pediatra 0.04247 estudiante 0.04248 barrendero 0.04249 trapeadora 0.04150 sastre 0.03951 diseñador 0.03752 mecanógrafo 0.037


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |262||263|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4PROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL ALTOVOCABLODISPONIBILIDAD53 piloto 0.05254 presidente 0.05055 limpiabotas 0.05056 juez 0.05057 mesero 0.04758 bailarín 0.04759 obrero 0.04760 cantante 0.04761 ingenieroeléctrico 0.04662 agricultor 0.04563 administradorde empresas 0.04364 periodista 0.04365 constructor 0.04266 político 0.04167 recepcionista 0.03968 sirvienta 0.03869 sociólogo 0.03870 actor 0.03871 industrial 0.03872 buhonero 0.03873 científico 0.03274 mozo 0.03275 ebanista 0.03276 químico 0.03277 cartero 0.031PROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDAD53 modista 0.03654 recepcionista 0.03555 policía 0.03556 administradorde empresas 0.03457 farmacéutico 0.03258 contador 0.03259 cajero 0.03060 ingenierode cómputos 0.03061 gerente 0.02662 periodista 0.02663 laboratorista 0.02664 estomatólogo 0.02665 cajera 0.02566 agrimensor 0.02467 jardinero 0.02468 mecanógrafa 0.02369 químico 0.02270 archivista 0.02271 constructor 0.02272 electromecánico0.02273 doméstica 0.02274 comunicador 0.02275 cantante 0.02176 presidente 0.02177 camarero 0.021PROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL ALTOVOCABLO DISPONIBILIDAD78 militar 0.03179 amolador 0.03080 chiripero 0.02981 bombero 0.02882 azafata 0.02883 cocinera 0.02884 ginecólogo 0.02885 biólogo 0.02886 decorador 0.02787 dibujante 0.02588 secretario 0.02489 guardia 0.02490 heladero 0.02391 pelotero 0.02292 maestra 0.02293 profesora 0.02294 laboratorista 0.02195 panadero 0.02196 pulpero 0.02197 educador 0.02198 oficinista 0.02199 mucama 0.020100 joyero 0.020PROFESIONES - OFICIOSNIVEL SOCIAL BAJOVOCABLODISPONIBILIDAD78 dibujante 0.02179 conductor 0.02180 trabajador 0.02081 educador 0.02082 oficinista 0.02083 diputado 0.02084 costurera 0.01985 banquero 0.01886 estilista 0.01887 siquiatra 0.01888 tesorero 0.01789 locutor 0.01790 decorador 0.01691 piloto 0.01692 ingenieromecánico 0.01693 militar 0.01694 vigilante 0.01695 cirujano 0.01696 escritor 0.01597 mensajero 0.01598 físico 0.01599 técnico 0.015100 presentador 0.0144|12 Comparación léxica entre República Dominicana yotros países|Preámbulo|La noción de variable lingüística, empleada por <strong>los</strong> sociolingüistas,se define como un conjunto de expresiones externas equivalentesde un mismo elemento subyacente. En otras palabras, una variablees una unidad lingüística abstracta como, por ejemplo, el diminutivo,que se expresa concretamente en el nivel superficial por medio dedos o más variantes (ico, ito, illo).Según Labov (1984), una variable lingüística digna de constituirse enel centro de atención de un estudio debe ser: a. frecuente, b. estructural(integrada a un sistema mayor) y c. estratificada (con una distribuciónque permita establecer diferencias).Aunque la selección de variablescon tales rasgos resulte más fácil en el terreno fonológico, pareceindudable que también es posible descubrirlas y utilizarlas en análisisde carácter léxico. Por más que se cuestione la existencia de la sinonimiapura, sin mucha dificultad pueden encontrarse en el terreno léxico‘conjuntos de equivalencia’, es decir, dos o más formas o variantesque se asocian a un mismo sentido, como ilustran parejas del tipo siguiente:subir/ascender, honesto/honrado. En ocasiones, estas variantes léxicaspodrían motivar la discusión de si en verdad se trata de unidadesequivalentes, porque una puede ser interpretada como más informal omás o menos culta que la otra, por ejemplo, con lo que su valor estilísticoo social sería distinto. Estas dificultades que envuelve la variableléxica en estudios sociolingüísticos puntuales, pueden reducirse o quedareliminadas en el caso de análisis que realizan comparaciones interdialectales.No hay dudas de que dos o más dialectos utilizan a vecesformas léxicas diferentes para designar exactamente el mismo referenteen iguales circunstancias estilísticas. Es lo que pasa con ciertos nombresde medios de transporte, como auto-coche-carro; de frutos, auyamacalabaza;de prendas de vestir, chaqueta-saco.Algunos investigadores han preferido evitar el uso de la variable léxicaen el establecimiento de comparaciones dialectales por considerar queel léxico es poco sistemático. Así lo hizo Rona (1964), quien justificasu selección de rasgos (el yeísmo, el z˘eísmo, el voseo y la forma verbalque acompaña al vos) para el establecimiento de zonas dialectales americanas,argumentando que se trata de cuatro fenómenos sistemáticos,


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |264||265|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4con exclusión de unidades léxicas, que son mucho menos sistemáticasdentro de la estructura de la lengua. Dentro de la misma corriente deopinión se sitúan Zamora Munné y Guitart (1982), cuando consideranque las distinciones léxicas son demasiado locales y además no tienencarácter sistemático. Por su parte, Lope Blanch (1989) sostiene quela variabilidad propia del léxico impide concederle mucha importanciaa las diferencias que en él se presentan entre unas regiones y otras.Por eso, no es muy recomendable establecer delimitaciones dialectalescon bases lexicográficas.La posición anterior no parece coherente ni defendible si se aplica sindistinción a toda comparación dialectal. Si <strong>los</strong> dialectos son sistemascompletos desde el punto de vista fónico, gramatical y léxico, comosostiene Coseriu (1982), entonces no se justifica la exclusión de la variableléxica en las comparaciones dialectales. Muy al contrario, su utilizaciónse hace indispensable para lograr una caracterización verdaderamenteválida y adecuada de la realidad de <strong>los</strong> dialectos estudiados. Elhecho de que el vocabulario sea considerado un elemento inestable,asistemático o superficial dentro de la lengua, no lo descarta comocomponente imprescindible de todo sistema lingüístico, de todo dialecto.En consecuencia, no solo es lícito, sino también necesario incluirloen las descripciones o comparaciones dialectales. El problemaquizá no es tanto el carácter asistemático del léxico, sino de la metodologíacon que este componente ha sido tratado. Por supuesto que elanálisis no puede basarse en una, en tres, ni en cinco unidades. Ese esel problema del estudio de Philippe Cahuzac (1980) al esbozar una divisióndialectal del español americano utilizando como punto de apoyolas denominaciones dadas a <strong>los</strong> hombres del campo. La extensión yla heterogeneidad del componente léxico exige trabajar con unidadesnumerosas y organizadas dentro de <strong>los</strong> subsistemas o campos léxicos a<strong>los</strong> que pertenecen.|Aspectos metodológicos|En una reciente investigación se estableceuna comparación entre cinco dialectos del español utilizando comovariables de análisis las unidades léxicas de más alto grado de disponibilidaden tres centros de interés: el cuerpo humano, <strong>los</strong> medios detransporte y <strong>los</strong> alimentos. Para ello se utilizan <strong>los</strong> datos de las investigacionessobre el léxico disponible de Chile, la República Dominicana,Puerto Rico, Madrid y México, que fueron realizadas sobre una basemetodológica objetiva similar. La investigación sobre el léxico disponibledominicano produjo <strong>los</strong> resultados que fueron publicados comolibro en 1995, El léxico disponible de la República Dominicana; la de la ciudadde México fue dirigida por López Chávez y publicada en 1993,en varios tomos (en el presente estudio se utiliza el tomo correspondienteal sexto grado, el nivel escolar más alto de la serie); la de PuertoRico, Léxico disponible de Puerto Rico, fue llevada a cabo por LópezMorales (1999) y la de Madrid por Benítez (en este caso me baso endatos recogidos en versión electrónica). En Chile, el estudio fue realizadopor Alba Valencia y Max Echeverría (1999). En cada investigación,la muestra estuvo constituida por un mínimo de 300 informantes.La información léxica fue recogida por centros de interés y procesadacon un programa que calcula el índice de disponibilidad tomandoen consideración la frecuencia de aparición y el lugar que ocupan<strong>los</strong> términos dentro de las listas producidas por cada informante. EnMadrid, Chile, Puerto Rico y la República Dominicana, <strong>los</strong> informantesque componen la muestra son jóvenes del primer año universitario;en cambio, en México son alumnos del sexto grado de primaria.Se decidió realizar las comparaciones con las primeras 50 palabras delas listas de disponibilidad que, evidentemente, constituyen el léxicomás representativo dentro de cada centro de interés. Esto se manifiestaen el hecho de que en el campo medios de transporte las cincuenta palabrascon el más alto índice de disponibilidad representan una frecuenciaacumulada de más del 90% dentro del total de vocab<strong>los</strong> recogidosen ese centro (169 en el estudio dominicano); en el caso del cuerpohumano, esas primeras cincuenta palabras alcanzan una frecuenciasuperior al 85% (dentro de un conjunto de 246 vocab<strong>los</strong> en RepúblicaDominicana); y en alimentos, por encima de 70% (de un total de 400palabras diferentes).Los listados de las primeras cincuenta palabras de cada centro de interésen <strong>los</strong> cinco dialectos estudiados fueron procesados computacionalmenteutilizando el programa Wordcruncher.|Estudios relacionados|No son numerosos <strong>los</strong> estudios con base objetivay estadística que se proponen establecer comparaciones léxicas decarácter panhispánico o interdialectal. Uno de el<strong>los</strong>, muy similar a esta in-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |266||267|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4vestigación, es el estudio realizado por López Chávez (1995), en el que secompara estadísticamente la totalidad de <strong>los</strong> léxicos disponibles de la RepúblicaDominicana,Puerto Rico,Las Palmas de Gran Canaria y Madrid.Aparte de <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> referentes a las partes del cuerpo humano, quetambién son analizados por separado, la comparación se establece globalmentecon todos <strong>los</strong> centros de interés. El autor destaca que el grado decompatibilidad del léxico disponible entre <strong>los</strong> diferentes dialectos es muybajo. El porcentaje de vocab<strong>los</strong> comunes apenas asciende a 24.18% entrela República Dominicana y Puerto Rico; a 23.70% entre la RepúblicaDominicana y Las Palmas de Gran Canaria; a 17.21% entre la RepúblicaDominicana y Madrid; a 22.02% entre Las Palmas y Madrid; a 18.97%entre Puerto Rico y Las Palmas; a 14.80% entre Puerto Rico y Madrid.El propio autor sospecha que la discrepancia tan alta podría estar motivadapor la presencia de muchos compuestos y frases, como traje sastre, lámparade mesa de noche, zumo de naranja, que hace mucho más difícil o menosprobable la coincidencia de las respuestas. Pero posiblemente la causamás importante de tal distanciamiento es el hecho de que se ha comparadoel total de las palabras o vocab<strong>los</strong> recogidos en cada centro de interés,lo que da entrada a elementos totalmente ocasionales, producidospor unos pocos sujetos, a veces por un solo informante. En un campo comoel de alimentos,el total de vocab<strong>los</strong> sobrepasa las 400 entradas;en otros,como juegos, suman más de 600. Sin embargo, después de cierto punto,que puede variar de centro a centro, pero que no suele exceder la posiciónnúmero cien, las palabras tienen una frecuencia bajísima y representanocurrencias individuales de uno o de muy pocos sujetos. Por eso, suvalor dentro del dialecto debe ser medido con mucha cautela.En un reciente estudio, Samper (1999) realiza una comparación entrePuerto Rico y Gran Canaria con <strong>los</strong> datos del léxico disponible, tomandoen cuenta la circunstancia descrita anteriormente. Solo utilizalas palabras incluidas bajo el 75% de índice acumulado y concluye quelas discrepancias son moderadas, muy inferiores a las encontradas porLópez Chávez.Otro trabajo que analiza de manera objetiva las relaciones entre variosdialectos hispánicos es el que escribe López Morales (1991) precisamentesobre el léxico relativo al cuerpo humano. En su comparaciónde <strong>los</strong> dialectos del Caribe, el autor se basa en <strong>los</strong> materiales recogidospor medio del cuestionario del Estudio coordinado de la norma lingüísticaculta de las principales ciudades del mundo hispánico. En ese sentido, ni lametodología ni <strong>los</strong> datos mismos son completamente comparables con<strong>los</strong> utilizados aquí. En el estudio se ponen en relación tres ciudades caribeñas:San Juan de Puerto Rico, La Habana y Santiago de <strong>los</strong> Caballeros.Del total de 331 entradas del cuestionario, se obtuvieron lexemascomunes a las tres Antillas en 302 (el 91.2%).Asimismo, Ueda (1996) también realiza una comparación léxica panhispánica,aunque con bases metodológicas muy diferentes. Utiliza un cuestionariode 219 preguntas divididas en 7 campos semánticos. Sus datos lollevan a la conclusión de que las catorce ciudades estudiadas puedenagruparse en cinco zonas: Norte (México y Panamá), Andina (Bogotá,Quito, Caracas, Lima), Cono Sur (Santiago de Chile, Montevideo, BuenosAires,Tucumán), Mar Caribe (La Habana, San Juan), España (Madrid,Barcelona).Algunas de las palabras más generales, empleadas en las cinco53% 47%zonas son: suéter, camiseta, abrigo, falda, pantuflas, gafas, maletín, bolso, mochila,sacapuntas, bolígrafo, bocadillo, encendedor, fósforo, taquilla, acera, azafata.|Resultados generales|La comparación global de las 150 palabrasde cada dialecto arroja una compatibilidad léxica general entre <strong>los</strong> cincodialectos de 47%, como se observa en la gráfica 4.3.Estos resultados no implican que el 53% de palabras no comunes a <strong>los</strong>COMPATIBILIDAD TOTALCOMPATIBILIDAD PARCIALGRÁFICA 4.3Compatibilidadléxica generalentre <strong>los</strong> cincodialectos


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |268||269|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4cinco países constituyan elementos diferenciadores de unos dialectos yotros. Muchos términos que solo son compartidos por cuatro o portres lugares, también son conocidos en <strong>los</strong> otros, pero aparecen en posicionessuperiores a la 50, que es el límite de aparición requerido enel análisis llevado a cabo en la presente investigación.Si la comparación se realiza con las primeras 100 palabras de cada centro(300 términos por país), la compatibilidad general desciende a 41%.|El cuerpo humano|Como era de esperar, el centro de interés máscompacto manifiesta el más alto grado de compatibilidad léxica interdialectal.Las 250 palabras relativas al cuerpo humano (las primeras 50en cada dialecto) arrojan un total de 69 vocab<strong>los</strong> o unidades léxicas diferentes.Cada dialecto comparte 35 vocab<strong>los</strong> con <strong>los</strong> otros cuatro, loque representa un 70% de compatibilidad. En el área del cuerpo humano,por tanto, el léxico panhispánico es significativamente abundante.Esos elementos comunes son <strong>los</strong> siguientes:boca corazón hombro oído piernabrazo cuello intestino ojo pulmóncabeza dedo lengua oreja riñóncara diente mano pecho rodillaceja espalda muñeca pelo tobillocerebro estómago muslo pestaña uñacodo hígado nariz pie venaEvidentemente, no hay que pensar que las otras 15 palabras de cadaconjunto diferencian de forma cualitativa a unos dialectos de otros. Elexamen de esos elementos revela que todos están presentes en <strong>los</strong> cincodialectos, es decir, ninguno es exclusivo de unos ni desconocido porotros. Lo que varía es su posición en la escala de disponibilidad. Porejemplo, el término sangre aparece en la posición 44 en México, peroen la 53 en Chile, en la 65 en la República Dominicana, en la 75 enPuerto Rico y en la 101 en Madrid.Por otra parte, debe destacarse que además de <strong>los</strong> 35 vocab<strong>los</strong> compartidospor todos <strong>los</strong> dialectos, otros seis son comunes a cuatro lugares (cabello,cadera, hueso, labio, pene y tronco) y siete lo son a tres (abdomen, antebrazo,esófago, garganta, músculo, páncreas y tórax). Los que aparecen entre <strong>los</strong>primeros 50 solo en uno de <strong>los</strong> dialectos estudiados son: célula, columna,costilla,nalga,omoplato,peroné,sangre,seno,testículo,tibia,tripa.Como se puedeobservar, no hay ni un solo caso que permita establecer una diferenciacióncualitativa entre <strong>los</strong> dialectos. Se trata de palabras generales, loque obliga a concluir que el léxico relativo al cuerpo humano no constituyeuna variable con valor discriminador de <strong>los</strong> dialectos hispánicos.La notable compatibilidad del léxico referente al cuerpo humano a travésdel mundo hispánico se confirma de manera más rotunda cuandose comparan únicamente las primeras diez palabras disponibles en cadapaís, que se presentan a continuación.CHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANAcabeza ojo ojo ojo ojobrazo nariz nariz brazo cabezapierna brazo boca cabeza narizmano cabeza mano mano bocaojo dedo pie pierna brazodedo oreja cabeza nariz piepie pierna pierna dedo piernanariz mano dedo boca dedoboca boca corazón pie manooreja pie brazo oreja orejaLa coincidencia es casi total. La simetría perfecta solo se rompe por lapresencia, en el caso de México, del término corazón y la no apariciónde la palabra oreja, que ocupa la posición 13 en la lista mejicana.|Medios de transporte|En este campo, el total de 250 palabras contiene102 vocab<strong>los</strong> o términos diferentes. Dentro de las primeras 50 palabrasdisponibles en <strong>los</strong> cinco dialectos estudiados,21 están presentes en todos.Según esto, el 42% del léxico de mayor disponibilidad relativo altransporte es común o compartido. Conviene señalar que no se ha con-


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |270||271|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4siderado común el término ‘camión’, presente en <strong>los</strong> cinco dialectos comparadosaquí, pero que en México tiene el sentido de ‘autobús’ y no el de‘vehículo grande para el transporte de mercancías y otras cosas’,con el quese conoce en <strong>los</strong> demás lugares. Ese léxico panhispánico está constituidopor <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> siguientes:a pie bicicleta helicóptero patineta (patinete en Madrid)autobús burro jet submarinoavión caballo lancha taxiavioneta carreta motocicleta trenbarco cohete patín tricicloyateA esas palabras habría que añadir otras que se encuentran dentro de lasprimeras 50 en tres o cuatro de <strong>los</strong> dialectos, y en <strong>los</strong> otros han quedadomuy cerca de esa frontera, en posiciones comprendidas entre la 51 y la59. Esas palabras son: aeroplano, que aparece en todos, pero en el RepúblicaDominicana ocupa la posición 58; automóvil, presente en todos <strong>los</strong> dialectosdentro de las primeras 50, excepto en la República Dominicanadonde aparece en la posición 57; camello, ausente en el listado de México;canoa, que en Chile se encuentra en el lugar 55 y en México en el 52;mula, en México es la número 51 y en Chile la 63; velero, que está en todos,menos en Madrid, donde ocupa la posición 67; y coche, que en PuertoRico se ubica en el lugar 56 y en la República Dominicana, aunqueocupa la posición 16, no corresponde o no es una variante de automóvilo carro, sino que designa un medio de transporte urbano arrastrado porcabal<strong>los</strong>. Otros vocab<strong>los</strong> también tienen una gran difusión, como bote, queaparece en las primeras 50 posiciones en todos <strong>los</strong> países, menos en México,donde ocupa la número 64; camioneta, incluida en todos, menos enPuerto Rico, donde se ubica en la posición 64; jeep, que está en todos exceptoen México. Otros casos de palabras no coincidentes dentro de lasprimeras 50, pero conocidas en todas partes son estas: auto, buque, ferrocarril,globo, nave, teleférico, tractor, transbordador, tranvía, velocípedo.Ahora bien, a diferencia de lo que ocurre con las palabras relacionadascon el cuerpo humano, en el centro medios de transporte, existen varios elementosléxicos que tienen valor discriminador. Así, por ejemplo, sondistintivas de Chile las palabras carretón, colectivo, micro; de México, avalancha,camión (autobús), combi, pesero; de Madrid, apisonadora y furgoneta;de Puerto Rico, troly; de la República Dominicana, concho, yipeta, motoconcho,pasola, patana, volteo.Si solo se consideran las primeras diez palabras disponibles, se destacanalgunas convergencias y divergencias regionales de interés. Los cincopaíses coinciden en cuatro elementos léxicos: avión, barco, bicicleta y tren.México concuerda con <strong>los</strong> países del Caribe en la denominación carro,que se opone a coche en Madrid, y a auto en Chile. Madrid y PuertoRico coinciden en motora, y Puerto Rico y República Dominicanacomparten el término guagua. Son elementos exclusivos de Chile, busy micro, así como de México lo es camión, con el sentido de autobús.Las primeras diez palabras en cada dialecto son las siguientes:CHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANAauto coche camión carro carroavión avión avión avión bicicletabicicleta autobús barco bicicleta motorbus barco carro guagua aviónmicro tren bicicleta barco barcobarco bicicleta coche tren guaguatren motora metro motora camióncamión motocicleta taxi caballo caballomoto carro tren helicóptero camionetacamioneta camión lancha patines tren|Alimentos|De manera comprensible, en este campo léxico lascoincidencias son menores. A las 250 unidades corresponden 125 vocab<strong>los</strong>diferentes. Solo 14 de las primeras 50 palabras son comunes a <strong>los</strong>cinco dialectos, lo que representa el 28% de compatibilidad léxica general:


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |272||273|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4arroz jamón manzana plátano tomatecarne leche pan pollo zanahoriahuevo lechuga pescado quesoSin embargo, también aquí hay que considerar que no todas las otraspalabras de cada conjunto diferencian de forma cualitativa a unos dialectosde otros.A <strong>los</strong> 14 vocab<strong>los</strong> comunes se unen otros ocho que aparecenen cuatro de <strong>los</strong> dialectos dentro de las primeras 50 palabras demayor disponibilidad: agua, espagueti, limón, mantequilla, naranja, papa, pera,sopa. Dentro de estos, el término papa no alcanza la difusión óptima,porque, como se sabe, la palabra correspondiente en Madrid es patata,que opone en conjunto <strong>los</strong> dialectos de América al castellano madrileño.Otras palabras que tienen valor diferenciador son betarraga, durazno, poroto,zapallo, que pertenecen al léxico disponible de Chile, pero no seencuentran en el inventario de <strong>los</strong> otros dialectos; asimismo, jitomate espalabra propia del español mexicano, en tanto que lechosa (el nombreque se da a la papaya) lo es del dominicano.Muchas palabras que no logran la condición de ser compartidas portodos <strong>los</strong> dialectos dentro de las 50 de mayor disponibilidad, son, sinembargo, generales y conocidas en todas partes. Piénsese en albóndiga,anís, azúcar, café, cebolla, cereza, cerveza, chocolate, ensalada, filete, fruta, galleta,harina, jugo, langosta, melón, paella, pizza, repollo, sal, trigo, uva, vino.Las primeras diez palabras del campo alimentos en cada dialecto son lassiguientes:CHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANApan agua refresco arroz arrozcarne vino carne habichuela habichuelaarroz whisky agua jugo carnemanzana coca cola leche carne lechepapa naranja pescado leche plátanoCHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANAleche pan huevo pollo panporoto leche pollo agua quesofideo cerveza zanahoria ron yucalechuga ron plátano refresco huevolenteja lenteja sopa chuleta guineoEl análisis de las primeras diez palabras disponibles permite destacar lamenor compatibilidad léxica existente entre unos países y otros en elcampo de <strong>los</strong> alimentos. La única coincidencia general se establece conla palabra leche. Sin embargo, conviene notar que algunas diferenciasprobablemente se deban a la falta de uniformidad en el procedimientoutilizado para la recogida de <strong>los</strong> datos. En Madrid, el campo alimentosfue presentado a <strong>los</strong> informantes bajo la designación de comidas ybebidas, lo que podría explicar el que de las primeras cinco palabras,cuatro se refieran a bebidas, y de ellas, dos a bebidas alcohólicas (vino,whisky).De todas maneras, aparte de algunos elementos particulares de un país,como poroto en Chile y guineo en República Dominicana, se revelanciertas afinidades, como el término habichuela, que enlaza a Puerto Ricoy la República Dominicana, y lenteja, que relaciona a Chile con Madrid.A continuación se describe particularmente la compatibilidad léxicaexistente entre la República Dominicana y cada uno de <strong>los</strong> otros países.República Dominicana - Puerto Rico|Compatibilidad global: 67% [100/150]|Dentro del conjunto de<strong>los</strong> tres centros de interés analizados, la República Dominicana y PuertoRico comparten 100 de <strong>los</strong> 150 vocab<strong>los</strong> de más alto índice de disponibilidad,lo que equivale a una compatibilidad general de 67%, comose muestra en la gráfica 4.4.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |274||275|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4República Dominicana- Puerto RicoCompatibilidad global:67% [100/150]GRÁFICA 4.4Compatibilidadglobal P.R.-R.D.compatibilidadglobalCompatibilidadpor centros de interés:Puerto Rico - República Dominicana67%MEDIOS DE TRANSPORTE: 64% [32/50]a pie caballo ferrocarril skateboardautobús camello guagua submarinoavión camión helicóptero taxiavioneta canoa jeep trenbarco carreta jet triciclobicicleta carro lancha velerobote carro público motocicleta velocípedoburro cohete patineta yatePARTES DEL CUERPO HUMANO: 84% [42/50]abdomen cuello lengua pestañaantebrazo dedo mano pieboca diente muñeca piernabrazo espalda muslo pulmóncabello estómago nariz riñóncabeza garganta oído rodillacara hígado ojo tobilloceja hombro oreja uñacerebro hueso pecho venacodo intestino pelocorazón labio peneALIMENTOS: 52% [26/50]agua huevo manzana quesoarroz jamón pan sopacarne jugo papa tomateespagueti leche pera uvagalleta lechuga pescado zanahoriaguineo maíz plátanohabichuela mantequilla pollo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |276||277|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4República Dominicana- MéxicoCompatibilidad global:62% [93/150]GRÁFICA 4.5CompatibilidadglobalMéxico - R.D.compatibilidadglobal62%MEDIOS DE TRANSPORTE: 56% [28/50]a pie caballo ferrocarril patinetaautobús camión helicóptero submarinoavión camioneta jet taxiavioneta carreta lancha trenbarco carro minibús triciclobicicleta coche motocicleta veleroburro cohete patín yateCompatibilidadpor centros de interésRepública Dominicana - MéxicoPARTES DEL CUERPO HUMANO: 80% [40/50]boca dedo lengua pestañabrazo diente mano piecabello esófago muñeca piernacabeza espalda muslo pulmóncara estómago nariz riñónceja garganta oído rodillacerebro hígado ojo tobillocodo hombro oreja troncocráneo hueso pecho uñacuello intestino pelo venaALIMENTOS: 50% [25/50]agua jamón mango quesoarroz jugo manzana sopaazúcar leche naranja tomatecarne lechuga pepino zanahoriachocolate pan pescadoespagueti limón plátanohuevo papa pollo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |278||279|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4República Dominicana- ChileCompatibilidad global:69% [103/150]GRÁFICA 4.6CompatibilidadglobalChile.-R.D.compatibilidadglobalCompatibilidadpor centros de interésRepública Dominicana - Chile69%MEDIOS DE TRANSPORTE: 64% [32/50]a pie caballo helicóptero skateboardautobús camello jeep submarinoavión camión jet taxiavioneta camioneta lancha tractorbarco carreta motocicleta trenbicicleta carretilla motoneta triciclobote coche patín veleroburro cohete patineta yatePARTES DEL CUERPO HUMANO: 88% [44/50]abdomen dedo mano pestañaboca diente muñeca piebrazo espalda muslo piernacabello estómago nariz pulmóncabeza extremidades oído riñóncara hígado ojo rodillaceja hombro oreja tobillocerebro hueso páncreas tóraxcodo intestino pecho troncocorazón labio pelo uñacuello lengua pene venaALIMENTOS: 54% [27/50]arroz huevo manzana polloazúcar jamón naranja quesocarne jugo pan repollocebolla leche papa sopachocolate lechuga pera tomategalleta limón pescado uvaharina mantequilla plátano zanahoria


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |280||281|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4República Dominicana- MadridCompatibilidad global:65% [97/150]GRÁFICA 4.7CompatibilidadglobalMadrid - R.D.compatibilidadglobalCompatibilidadpor centros de interésRepública Dominicana - Madrid65%MEDIOS DE TRANSPORTE: 64% [32/50]a pie caballo coche patínautobús camello cohete submarinoavión camión helicóptero taxiavioneta camioneta jeep tractorbarco canoa jet trenbicicleta carreta lancha triciclobote carretilla motocicleta velocípedoburro carro mulo yatePARTES DEL CUERPO HUMANO: 88% [44/50]antebrazo diente mano pestañaboca esófago muñeca piebrazo espalda muslo piernacabeza estómago nariz pulmóncara faringe oído riñónceja hígado ojo rodillacerebro hombro oreja tobillocodo intestino páncreas tóraxcorazón labio pecho troncocuello laringe pelo uñadedo lengua pene venaALIMENTOS: 42% [21/50]agua leche naranja quesoarroz lechuga pan tomatecarne limón pera zanahoriaespagueti mantequilla pescadohuevo manzana plátanojamón melón pollo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |282| |283|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Los datos anteriores muestran una compatibilidad léxica entre el dialectodominicano y <strong>los</strong> demás dialectos comparados, mayor que la quesuele creerse y pregonarse. Al considerar en conjunto <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> de<strong>los</strong> tres centros de interés, la coincidencia sobrepasa el 60% en todos<strong>los</strong> casos. Estas cifras son coherentes con <strong>los</strong> resultados obtenidos porSamper (1999) con respecto a la afinidad del léxico disponible puertorriqueñoy el de Gran Canaria. Contrastan claramente, sin embargo,con <strong>los</strong> del estudio de López Chávez, ya citado, en el que la compatibilidaddel dialecto dominicano con el de Madrid, el de Las Palmas oel de Puerto Rico nunca alcanza el 25%. Como se comentó oportunamente,la razón principal de la discordancia encontrada en esa investigaciónes el hecho de que se comparó el total de vocab<strong>los</strong> en 16 campos(más de 6,000 entradas léxicas), dando cabida a muchos elementoscon un índice de disponibilidad muy bajo, enunciados por muy pocos,o quizá por un solo sujeto de la muestra. Lógicamente, la probabilidadde coincidencia disminuye en la medida en que la comparación pasade una base colectiva, o dialectal, a una individual, o idiolectal.Por otra parte, se aprecia que la compatibilidad léxica entre <strong>dominicanos</strong>y puertorriqueños no es significativamente mayor que la quemuestran <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> con respecto a <strong>los</strong> mejicanos o a <strong>los</strong> chilenos,por ejemplo. En el centro de interés alimentos, Chile y RepúblicaDominicana presentan una coincidencia de 54%, mientras que PuertoRico y República Dominicana solo comparten el 52% de <strong>los</strong> primeros50 vocab<strong>los</strong> de ese campo léxico.En resumen, la comparación léxica realizada ha intentado contribuir aun conocimiento más preciso tanto del vocabulario compartido comodel privativo de varios dialectos en tres centros de interés. En este sentido,<strong>los</strong> resultados obtenidos indican que probablemente hay una buenadosis de exageración en la creencia generalizada acerca del alto gradode diferenciación dialectal creada por el léxico. Ello se debe, posiblemente,a la tendencia natural de <strong>los</strong> hablantes y de muchos dialectólogosa concentrar más su atención en lo diferente, en lo distintivo, queen lo común o compartido. El análisis cuantitativo no corrobora esa impresión.Es cierto que determinados elementos léxicos diferencian aunas regiones de otras, pero la escasez de las palabras exclusivas de unsolo país contrasta con la abundancia de <strong>los</strong> términos comunes a todos.Si es verdad que en algunos centros de interés, como el de alimentos,seencuentran palabras discriminadoras (en Chile, betarraga y poroto, frentea sus correspondientes en Puerto Rico y la República Dominicana,remolacha y habichuela), son mucho más numerosos <strong>los</strong> términos en <strong>los</strong>que coinciden todos <strong>los</strong> dialectos (arroz, carne, huevo, jamón, leche, mantequilla,manzana, pan, pescado, pollo, queso, sopa, tomate).Por otra parte, la comparación del léxico disponible en tres áreas semánticas,no ofrece un apoyo muy firme a ciertas categorizaciones ozonificaciones dialectales realizadas por diferentes investigadores. Regioneso países considerados con frecuencia muy alejados y diferentesentre sí (como Chile y República Dominicana) aparecen tan cercanosen cuanto al léxico de mayor disponibilidad como otros que se agrupandentro de una misma zona dialectal (como Puerto Rico y RepúblicaDominicana).Finalmente, se confirma que la compatibilidad o la diversidad dialectalen el terreno del léxico varía según el centro de interés del que se trate.De manera muy coherente, se revela una relación directamente proporcionalentre el grado de cohesión semántica del centro de interés yel grado de compatibilidad dialectal. El centro más compacto o cerrado,las partes del cuerpo humano, es el más compatible o coincidente. Encontraposición, el más difuso o abierto, alimentos, es el que más favorecela variedad dialectal.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |284||285|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4PRIMERAS 100 PALABRAS DISPONIBLES EN CADA CENTRO POR PAÍSCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.El cuerpo1|cabeza2|brazo3|pierna4|mano5|ojo6|dedo7|pie8|nariz9|boca10|oreja11|corazón12|tronco13|uña14|pelo15|cuello16|rodilla17|estómago18|pulmón19|cerebro20|oído21|extremidades22|hígado23|diente24|codo25|hombro26|riñónEl cuerpoojonarizbrazocabezadedoorejapiernamanobocapierodillacuellouñacorazónestómagodientecodohombropulmónpelohígadotobillolenguapechomuñecaespaldaEl cuerpoojonarizbocamanopiecabezapiernadedocorazónbrazouñaestómagoorejahuesopulmóncuellopelorodillaoídodientemúsculocerebromuñecaintestinohígadocejaEl cuerpoojobrazocabezamanopiernanarizdedobocapieorejapelouñacorazónoídoestómagorodillacuellodientemuslopulmónlenguaespaldacodotobillohígadohombroEl cuerpoojocabezanarizbocabrazopiepiernadedomanoorejaestómagocorazónuñacabellooídodientehígadolenguapulmóncuellointestinorodillaesófagomuslopáncreastroncoCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.El cuerpo27|hueso28|lengua29|ceja30|espalda31|cara32|pestaña33|tobillo34|tórax35|labio36|cadera37|páncreas38|muslo39|pene40|músculo41|muñeca42|piel43|intestino44|vena45|columna46|testículo47|cabello48|cintura49|abdomen50|pecho51|antebrazo52|esófagoEl cuerpocejaantebrazocaderariñóncerebropáncreasmuslofémurpestañafrenteintestinolabioesófagolaringepenetibiaperonétóraxvenafaringetroncocaraoídoomoplatointestino delgadoarteriaEl cuerpotroncolenguacodopestañatobillovenatripacaracélulapielcabellohombroombligoespaldapechoriñóngargantasangrefémurmuslocráneocaderafrenteesófagocostillabustoEl cuerpopechoriñóncerebrocaracaderahuesomuñecavenapenecabellopestañaintestinolabiocejaantebrazoombligogargantasenoanoabdomennalgamúsculocostillacinturaesófagobarrigaEl cuerpocerebrocodoriñóntóraxextremidadeslaringefaringeantebrazocejapenehuesotobilloespaldapelopestañacarapechohombrogargantacráneovenalabiomuñecaabdomenanocostilla


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |286| |287|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.El cuerpo53|sangre54|vagina55|cerebelo56|cráneo57|arteria58|costilla59|célula60|laringe61|pantorrilla62|tráquea63|genitales64|faringe65|ombligo66|órgano67|ovario68|talón69|glúteo70|ano71|esqueleto72|seno73|garganta74|intestinogrueso75|intestinodelgado76|fémur77|vejigaEl cuerpobícepstráqueacinturaculointestino gruesotalónbarbillacostillatestículoradiocúbitoabdomentrícepsmúsculobazocerebelohuesonucaanopómulorótulavaginaclavículacabellotarsoEl cuerpointestino delgadopenetóraxpáncreasintestino gruesoantebrazolabiotráqueatestículoextremidadescolum. vertebralcolumnaesqueletocarnededo de manodedo de piemuelaarticulaciónmejillayugularpantorrillavejigaapéndiceglándulaapart. reproductorEl cuerpopáncreasovariovejigatóraxvaginalaringepieltestículocráneotráqueaglúteoarteriacolum. vertebralpelvisfaringefrenteclavículabustovelloaxilaespina dorsalpantorrillasangrecachetecerebeloEl cuerpoombligosenoarteriacaderamúsculoovariofémurfrentecolum. vertebralcinturaglúteotestícu<strong>los</strong>angreintestino gruesovaginaintestino delgadovejigapielbiliscerebelovulvabarrigatráqueabronquioúteroCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.El cuerpo78|nervio79|tibia80|columnavertebral81|útero82|pelvis83|pupila84|vello85|clavícula86|mejilla87|vesícula88|frente89|sistemanervioso90|peroné91|mentón92|tendón93|nalga94|rótula95|sistemadigestivo96|apéndice97|rostro98|aparatoreproductor99|canilla100|anatomíaEl cuerpopaladarcolumnagargantacráneopantorrillametatarsovejigairisfalangehúmeroesternocleidomastoideonalgaombligoaxilamejillabronquioglúteodedo de piemandíbulageme<strong>los</strong>duodenomuelapelvisEl cuerpovelloparte sexualpanzabazonalgatorsoarteriaglóbulovistasesovértebraórganoplanta del pievesículamatrizórgano sexualóvulotrompade falopiopupilapelvisovariocuerda vocalcacheteEl cuerpotroncovesículamejillacapilarvulvatalónbazomuelaintestino gruesoórgano genitalbatatamatrizesqueletointestino delgadoquijadaúterotripavasoamígdalacoxistorsotibiaglándulaEl cuerpoomoplatocolumnavellopupilaradiotibiamejillaclavículanalgaglándulabazoesternónapéndicepantorrillapárpadonerviobarbillavesículacolonencíaesqueletotímpanoencéfalo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |288| |289|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Transporte1|auto2|avión3|bicicleta4|bus5|micro6|barco7|tren8|camión9|moto10|camioneta11|metro12|taxi13|caballo14|colectivo15|helicóptero16|bote17|lancha18|carreta19|triciclo20|patín21|avioneta22|monopatín23|automóvil24|burro25|microbús26|submarinoTransportecocheaviónautobúsbarcotrenbicicletamotoramotocicletacarrocamióncaballopatíntractormetroa piehelicópterotaxicarretalanchatriciclopatineteboteautomóvilsubmarinocarretillacoheteTransportecamiónaviónbarcocarrobicicletacochemetrotaxitrenlanchatrolebúshelicópteropatinetapatinesautobúscombicaballoavionetamotoburrosubmarinomotocicletapeseroa piepeserajetTransportecarroaviónbicicletaguaguabarcotrenmotoracaballohelicópteropatineslanchacamióncarretaautobúsbotetricicloa pietaxiautomóvilpatinetatrolysubmarinocarro públicoavionetacohetejetTransportecarrobicicletamotoraviónbarcoguaguacamióncaballocamionetatrenburrohelicópteropasolayolaavionetacocheautobúscarretapatíntricicloa piebotesubmarinoyateyipetapatanaCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Transporte27|furgón28|buque29|liebre30|motocicleta31|tractor32|carretón33|yate34|jeep35|skate36|pie37|motoneta38|jet39|autobús40|patineta41|balsa42|cohete43|trolebús44|velero45|transbordador46|carretilla47|aeroplano48|esquí49|coche50|camello51|globo52|tranvíaTransportejeepgrúajetavionetacanoamotocicletacamelloautomóvilyateburroexcavadoraglobosegadoramulofurgonetabalsacamionetavelocípedotransbordadormonopatínbicicletaapisonadoraaeroplanoplaneadorbarcayeguaTransporteruta-100carretacamionetacoheteferrocarrilautomóviltriciclobuqueautoómnibusyatetraileravalancheaeroplanotren ligeronavepatíntranvíaminibúscruceropatín del diablovelcrolimusinacaminarmulacanoaTransportejeepautoburroyatecamellogloboguagua públicacanoamotocicletago-carcaminarmulatransbordadorbalsacarro privadovelocípedoskateboardaeroplanoveleroferrocarrilguagua escolarpiernatranvíaómnibusyolapieTransporteskateboardmotocicletapatinetajetcohetejeepmotonetavelocípedolanchatractorminibúsmotoconchoconchotaxicarretillaveleroferrocarrilcarro públicocanoacamellomulovolteocuquitatrasatlánticoteleféricobuque


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |290| |291|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Transporte53|a pie54|transatlántico55|canoa56|caminar57|alas delta58|citroneta59|minibús60|crucero61|metrotrén62|carro63|mulo64|trineo65|limusina66|barcaza67|naveespacial68|ferrocarril69|carretela70|vehículo71|trole72|bicimoto73|rueda74|metrobús75|teleférico76|ascensor77|trailerTransporteteleféricoautoestopbueycortacéspedconcordehormigoneratrilladoraferryelevadorascensorcosechadoraplanchaciclomotorfunicularvelerodirigibletransatlánticotranvíamotocarrotrineolocomotoraambulanciaautocarelefantemontacargaTransportebarcaglobo aerostáticoplaneadorhidroavióncarro particularpipemudanzatransatlánticonave especialelevadorbalsabote de remosruleteroanimalcarrozatrineotren-balatricicletaglobomotonetatractoryeguatanqueTransporteteleféricoyeguagrúacocheponelefantetrucklocomotorasubwaytráilertrineocamionetabuquecrucerocarro propioplaneadorponimotor coachtransporte públicofunicularguagua de la amanave espacialdirigibledoblecletalimusinaTransporteyeguavoladoramulametroautomóvilaeroplanoyumbobanderitanavecarrozanave espacialautoglobocrucerotranvíagredatráilertrimotortrineojetskipiebajajfurgóncepil<strong>los</strong>ubwayCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Transporte78|planeador79|buey80|troley81|radiotaxi82|tanque83|carroza84|paracaídas85|elefante86|victoria87|carruaje88|globoaerostático89|locomotora90|taxibús91|ambulancia92|locomoción93|nave94|góndola95|silla deruedas96|chofer97|portaviones98|utilitario99|zepelín100|animalTransportetanquecatamarántabla de velaesquíremolquenave espacialportavionestabla surfbuquemonociclomotonaveómnibustresillocoche de niñohidroavióncamillaempacadorasuzukitrolebúsairbusmercedesautobús escolarTransportea caballobueyamaferryvancarretillanavemonociclotrasatlánticomonorrielconcordecorrerbote de velaandarsea landtabla de surfingvacaportavionesguagüitawindsurfguagua pequeñaauto públicoparacaídasTransportetransbordadorlimusinaplaneadoresquíbusconcordebalsalocomotoragrúavanetteportavionescarruajethree-wheelbarcamonociclocuatrimotorcarro privadofour wheelómnibusbueytoroferryfunicular


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |292| |293|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Alimentos1|pan2|carne3|arroz4|manzana5|papa6|leche7|poroto8|fideo9|lechuga10|lenteja11|pollo12|plátano13|pescado14|tomate15|tallarín16|zanahoria17|naranja18|fruta19|verdura20|queso21|pera22|huevo23|garbanzo24|azúcar25|yogur26|cebollaAlimentosaguavinowhiskycoca-colanaranjapanlechecervezaronlentejaginebrajudíalimóncarnepescadopatatatomatelechugavodkagarbanzoperaarrozmanzanapollomacarrónplátanoAlimentosrefrescocarneagualechepescadohuevopollozanahoriaplátanoverdurajugofrutapapafrijolmanzanajamónarroztortillapanchocolateespaguetijitomatevinonaranjahamburguesachileAlimentosarrozhabichuelajugocarnelechepolloaguaronrefrescochuletacervezapanbistecvinocafémaíztomatehuevoquesopescadopapalechugaensaladajamónespaguetigandulAlimentosarrozhabichuelacarnelecheplátanopanquesoyucahuevoguineonaranjatomatezanahoriamanzanapescadojugopapabatatamaízpolloespaguetijamónlechugarepolloperamangoCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Alimentos27|mantequilla28|sopa29|repollo30|comida31|zapallo32|betarraga33|puré34|chocolate35|harina36|sandía37|uva38|legumbre39|sal40|cereal41|apio42|durazno43|limón44|arveja45|galleta46|jamón47|marisco48|coliflor49|té50|café51|dulce52|melónAlimentoszumoquesochorizohuevocoñacfileteespaguetianísmelocotónsandíajamónkiwimelónfresazanahorianaranjadalimonadagaseosaverdurachampánsalchichónmantequillacocidopaellasopaazúcarAlimentosquesobisteclechugasandwichlicuadosalcalabazatortamangosalchichaalbóndigacervezalimónpepinopastahot dogagua de saborazúcartomatecamarónpizzasandíafresapastelheladomilanesaAlimentosguineowhiskyvegetalbizcochojugo de chinahamburgerchinagalletasopafrutamanzanacerealplátanohot doglangostagarbanzocamarónperamaltamariscosandwichmantequillazanahoriauvaginebralasañaAlimentosguandulpiñamantequillaremolachaaguacateuvalimóncebollaberenjenaazúcarlechosasalamichocolateharinamelónajísopaauyamaguayabatrigogalletañameaguapepinocerezabizcocho


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |294| |295|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Alimentos53|cazuela54|kiwi55|aceite56|torta57|choclo58|mermelada59|acelga60|pizza61|jugo62|ensalada63|almuerzo64|cecina65|palta66|frutilla67|papas fritas68|pepino69|bebida70|salsa71|vienesa72|ajo73|bistec74|damasco75|queque76|pastel77|margarina78|pavoAlimentospiñayogurchocolatesalcorderofrutacanelónacelgatequilaternerahamburguesacolafantagalletachuletacebollauvaalcachofasidracafépastapizzatónicapacharánpepinoguisanteAlimentospapayapiñahabaespinacaensaladachicharrónuvagalletacerealperalimonadayogurchícharoelotemelónatúnaceitecebollatacodulceagua de limónchayotebombónpapas fritasenchiladamalteadaAlimentossalchichadulcerepol<strong>los</strong>alsapizzaazúcarviandamacarrónvodkabacalaocarne de resverduraharinamantecadopiñachocolateñametoronjacorned beefsalsodayautíaavenapastacalabazabatataAlimentosensaladayautíachuletasalchicharefrescoverduradulcepizzavegetalfrutaavenahot dogheladochivohamburgercafécerdoajocerealcarne de ressandwichtayotapuercofresaaceitefrijolCHILE MADRID MÉXICO PUERTO RICO REP. DOM.Alimentos79|manjar80|agua81|empanada82|hamburguesa83|completo84|desayuno85|vacuno86|postre87|ají88|sémola89|paté90|piña91|espinaca92|alcachofa93|atún94|quesillo95|helado96|trigo97|longaniza98|pasta99|mayonesa100|lasañaAlimentoscerezaalbaricoquerefrescofideobatidoespinacaespárragocerdocoliflorzumo de naranjaensaladasardinajudía verdepimientomortadelacroquetalimarepollocaseralegumbremariscovino blancoAlimentosmantequillacarne de rescafécremaciruelapimientamixiotetrigopalomitashot cakeaguacatenaranjadaguayabaflanmandarinamaízchileagua naturalchorizocarne de puercocilantroduraznoAlimentoscebollaempanadillaheladopulpolicorchampagnepostrejugo de piñatéjugo de uvapiña coladaflanpastelremolachamelocotónaguacatelimónsidracorn flakescarne de cerdocarne molidajugo de limónAlimentosvacaarenqueapiobacalaolangostasalchichóncamarónchinamorosallegumbremayonesacarne de pollorábanoguanábanazapotetoronjacorn flakessardinacococarne de vacapavo


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |296||297|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 44|13 Densidad léxica en las noticias de televisiónEn la actualidad, las transmisiones de la televisión llegan literalmente a todos<strong>los</strong> rincones geográficos y sociales de la República Dominicana. Noticias,películas, telenovelas, entrevistas, programas de entretenimiento, sedistribuyen el horario del día para atraer la atención de <strong>los</strong> televidentes,que residen en <strong>los</strong> parajes más remotos del país, así como en <strong>los</strong> barriosmarginados y en las zonas residenciales más distinguidas de las ciudades.Esadifusión tan extensa, que se produce por igual en cualquier país, unidaa su naturaleza audiovisual, le confiere a la televisión una enorme capacidadpara influir sobre las personas.Y uno de <strong>los</strong> aspectos del comportamientohumano que no está exento de esa influencia es el lingüístico.Muchoscreen que la televisión juega un papel de mayor importancia que laescuela en el afianzamiento de <strong>los</strong> hábitos lingüísticos de la sociedad.A pesarde la gran importancia del tema, son escasos <strong>los</strong> estudios que abordancon rigor metodológico el fenómeno del español utilizado en la televisión.Entre <strong>los</strong> pocos que lo hacen, merecen mención especial <strong>los</strong> análisisde Alvar (1990), Ávila (1994, 1997), Echeverría (1997),Vaquero (1998).Es precisamente esa capacidad modeladora lo que con toda probabilidadcoloca al español de la televisión en la mira de numerosas críticas provenientesde diversos sectores. Sin embargo, aunque en ciertas ocasiones <strong>los</strong>reclamos que se le hacen son justificados, con frecuencia carecen de fundamentoobjetivo y son el reflejo de un purismo rancio. Una reseña bastantepormenorizada de muchas de las críticas hechas al español de la televisiónse puede encontrar en las primeras páginas de Ávila (1994). Señalael investigador mejicano que <strong>los</strong> comentarios en torno al lenguaje dela televisión no pasan de ser opiniones con mayor o menor fundamento,o en el mejor de <strong>los</strong> casos, investigaciones sin una buena base empírica.Amenudo, la actitud purista adoptada por <strong>los</strong> autores se revela desde el títulode sus trabajos, como muestran, por ejemplo, en Venezuela, González(1988),El pobre lenguaje de la televisión;en España,Fernández (1988),‘La fonologíaen la televisión española:violencias fonéticas’,y Fontanillo y Riesco(1990), Teleperversión de la lengua. Algunas de las críticas más comunesseñalan que el español de la televisión contiene errores, deformaciones,extranjerismos, y que en general se caracteriza por una gran pobreza.La necesidad de contar con estudios objetivos sobre el tema y no consimples opiniones y apreciaciones subjetivas, impulsó el diseño del proyecto‘Difusión Internacional del Español por Radio y Televisión’(DIES-RTV), dirigido y coordinado desde el Colegio de México porRaúl Ávila. Desde sus inicios, hace poco más de diez años, se han incorporadoya al proyecto más de una docena de países, entre <strong>los</strong> que seencuentran, además de México, <strong>los</strong> siguientes: Argentina, Bolivia, Colombia,Costa Rica, Cuba, Chile, España, Estados Unidos, Puerto Rico,República Dominicana, Uruguay,Venezuela.Uno de <strong>los</strong> objetivos del estudio, de acuerdo con el planteamiento desu coordinador, consiste en responder preguntas como las siguientes:‘¿Es pobre el lenguaje de la radio y la televisión? ¿En qué medida <strong>los</strong> medioselectrónicos de difusión masiva contribuyen a la unidad de la lengua y, con ella,a la comunicación nacional e internacional? ¿Qué diferencia existe entre el hablaprestigiosa de una región o de un país y el lenguaje de esos medios?’|Aspectos metodológicos|La integración de la República Dominicanaal proyecto DIES-RTV se produce en 1996, cuando se inician <strong>los</strong>trabajos de recolección del corpus correspondiente a la televisión. Endiciembre de ese año, fue grabada en video la emisión de una semanacompleta producida por Color Visión, uno de <strong>los</strong> canales de mayor audienciade la televisión dominicana. Siguiendo las estipulaciones delproyecto, el material fue clasificado por estratos o tipos de programas(deportes, comedias, entrevistas, noticias, debates) y en cada uno de estosse seleccionó de manera aleatoria un conjunto de diez unidades demuestra de media hora de duración. De cada unidad de muestra, se extrajouna unidad de texto compuesta por un promedio de mil palabras.Las unidades de texto fueron transliteradas para ser posteriormente procesadasen computadora con el programa Exégesis, diseñado especialmentepara realizar <strong>los</strong> análisis del proyecto.Algunos de <strong>los</strong> fenómenos que seestudian son <strong>los</strong> índices de densidad y la filiación del léxico, <strong>los</strong> patronesde pronunciación y las estructuras morfosintácticas del discurso. Como sepuede apreciar, se trata de un trabajo de amplias proporciones.Los datos presentados aquí corresponden al estrato de las noticias. Elcorpus contiene diez unidades de texto extraídas de varias emisionestransmitidas durante cinco días de la semana. Cada unidad de texto, deaproximadamente diez minutos continuos de duración, sin anuncioscomerciales, contiene un promedio de mil palabras gráficas, lo que resultaen poco más de 10,000 unidades.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |298||299|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Ese material fue procesado computacionalmente para obtener el índicede densidad léxica, que a su vez permite descubrir la riqueza del vocabulario,que exhiben las emisiones de noticias. Así se espera dar respuestaa algunas preguntas sobre el léxico de la televisión dominicana.Conviene precisar que en el análisis se distingue entre palabra gráfica (cadauna de las presentaciones o frecuencias de las palabras de un texto),tipo (cada una de las palabras distintas del texto), y, por último, vocablo (cadaunidad entendida como entrada de diccionario).Así, por ejemplo, <strong>los</strong>tipos aprobar, aprueba y aprobaron representan un solo vocablo: aprobar.El cálculo de la densidad se realiza relacionando las palabras gráficas con<strong>los</strong> tipos en unidades de texto de cien palabras gráficas cada una. Estemétodo de calcular la densidad léxica de un texto con el programaExégesis, elaborado por IBM de México y El Colegio de México, esdiferente al utilizado por López Morales, que divide el total de vocab<strong>los</strong>por el total de palabras gráficas contenidas en el texto completo.|La densidad léxica en las noticias de TV| Después de descontarantropónimos y topónimos, en el corpus utilizado en esta investigaciónapareció un total de 10,060 palabras gráficas, de las que 2,423son tipos léxicos o palabras diferentes. En el conjunto de <strong>los</strong> 100 segmentosde 100 palabras gráficas cada uno que componen el corpus, ladensidad léxica promedio es de 67, como se indica en la gráfica 4.8.Ahora bien, sería conveniente determinar el nivel de riqueza léxica querepresenta ese índice de densidad y saber si, en comparación con otrostextos, corresponde al promedio, o se sitúa en un nivel de menor o demayor riqueza. Para ello, se establecerá en primer lugar una relación con<strong>los</strong> noticieros de otros países del mundo hispánico donde se ha hechoun análisis similar. Se procederá también a la comparación con textosde distinta naturaleza, como las conversaciones libres de hablantes cultos,y algunas novelas reconocidas de la literatura hispanoamericana.La gráfica 4.9 ofrece una visión conjunta de <strong>los</strong> índices de densidad lé-DENSIDAD LÉXICA8070México R. Dominicana Chile P. Rico66% 67% 68.5%69.5%67%6050403020100GRÁFICA 4.8Índice dedensidad léxicaen las noticiasde televisióndominicanaDe manera que si en un texto de 500 palabras gráficas, por ejemplo, elprimer fragmento de cien palabras incluye 66 tipos o palabras diferentes,el segundo contiene 58, el tercero 60, el cuarto 59 y el quinto 57,se concluye que la densidad léxica del texto es de 60, que es el promediode tipos contenidos en <strong>los</strong> cinco conjuntos de 100 palabras gráficasque lo componen.xica en las noticias de televisión en cuatro países: Chile, México, PuertoRico y la República Dominicana. Los datos sobre Chile procedende Echeverría (1997); <strong>los</strong> de México, de Ávila (1994); y <strong>los</strong> de PuertoRico, de Vaquero (1998).Como se puede observar, <strong>los</strong> niveles de densidad son muy similares en<strong>los</strong> distintos países comparados. En todos, la densidad se sitúa en lo queGRÁFICA 4.9Densidad léxica enlas noticias de TVen varios países


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |300||301|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Ávila (1994) considera rango superior. Este rango comprende de 66.5 a70.5; el central abarca de 60.5 a 64.5; y el inferior, de 54.5 a 58.5. Dentrodel rango superior citado, la gráfica revela una ligera diferencia queasciende de 66 en México, hasta 69.5 en Puerto Rico, pasando por 67en República Dominicana, y 68.5 en Chile.Si se compara, dentro del mismo país, la densidad léxica en las noticias detelevisión con la de textos conversacionales correspondientes al grupo socialalto, se descubre una diferencia de 3 puntos en favor de las primeras, lo quedemuestra que en ese tipo de programas hay una riqueza léxica superior ala que manifiestan <strong>los</strong> hablantes cultos del país. Lógicamente, conviene recordarque <strong>los</strong> datos de conversaciones libres del grupo alto representan unestilo mucho menos formal que el de las noticias. De todas maneras, el índicede densidad léxica que aparece en las noticias contradice las apreciacionesde quienes critican la supuesta pobreza del lenguaje de la televisión.Los datos conversacionales proceden de entrevistas hechas a un grupoComo era de esperar, en las novelas la densidad léxica es superior a lade las noticias de televisión.Y no podía ser de otro modo, dada la finalidadde ambos tipos de texto. En el caso de las noticias, la intención esinformar al público general de <strong>los</strong> acontecimientos importantes ocurridosen el país y en el mundo, por lo que sería contraproducente aumentardemasiado la variedad del vocabulario, elevando de ese modoel nivel de dificultad de comprensión de las informaciones. Incluso, resultasorprendente, y al mismo tiempo constituye una confirmacióndel alto grado de riqueza léxica presente en las noticias televisivas, elhecho de que la diferencia sea de apenas 5 puntos, considerando la finalidadestética y la manifestación escrita del texto literario.El análisis de Cien Años de Soledad se hizo con las primeras 17,500palabras del texto, aproximadamente las primeras 50 páginas, dondeaparecen 4,204 tipos. En el caso de Rayuela, se trabajó con las primeras13,502 palabras gráficas, que incluyen un total de 3,819 tipos.8070noticias de la televisión67conversaciones del grupo social alto648070noticias67%Cien añosRayuelade soledad72.21% 71.84%60605050404030302020101000GRÁFICA 4.10Densidad léxicaen las noticiasde televisión yen conversacionesdel grupo socialalto de Santiagode diez hablantes del nivel sociocultural alto de Santiago e incluyen untotal de 24,600 palabras gráficas, de las que 2,986 son tipos diferentes.Finalmente, se realiza una comparación de la densidad léxica en las noticiasde televisión con la que ofrecen <strong>los</strong> textos de dos novelas hispanoamericanasmuy conocidas: Cien Años de Soledad y Rayuela. El resultadose presenta en la gráfica 4.11.|Análisis cuantitativo y cualitativo del léxico|Como sucede encualquier tipo de texto, las palabras que ocupan <strong>los</strong> primeros lugaresdesde el punto de vista de la frecuencia son <strong>los</strong> elementos gramaticaleso funcionales (artícu<strong>los</strong>, conjunciones, preposiciones). En el cuadro4.19 se ofrecen las palabras pertenecientes a esas categorías que alcanzaronuna frecuencia igual o superior a 10.GRÁFICA 4.11Densidad léxicaen las noticiasde televisión yen dos novelashispanoamericanas


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |302||303|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4CUADRO 4.19Palabrasgramaticalesde mayorfrecuencia enlas muestrasde noticiasde televisiónARTÍCULOS CONJUN- PREPOSI- PRO-CIONES CIONES NOMBRESel: 463 o: 20 a: 267 él: 10la: 429 pero: 33 al: 58 esto: 14las: 139 porque: 32 con: 94 le: 19<strong>los</strong>: 206 que: 414 de: 674 les: 10un: 93 si: 25 del: 201 lo: 61una: 79 y: 255 desde: 17 nada: 14en: 258 nosotros: 20entre: 20 qué: 11hasta: 10 se: 130para: 120 tanto: 10por: 106 usted: 10sin: 13 todo: 15sobre: 10 todos: 13yo: 20a|Contenido general:decir, doctor, dominicano, estar, hacer, información, ir, nacional, no, persona, ser,situación.b|Contenido económico:aumento, combustible, deuda, económico, gas, gasolina, impuesto, ingreso, medida,paquete, peso, petróleo, precio, presupuesto, recurso.c|Contenido político:acuerdo, autoridad, ayuntamiento, congreso, crisis, embajada, embajador, gobierno,país, presidente, pueblo, rehén, república.d|Contenido cuantitativo:cinco, cuarenta, cuatro, dos, más, mil, muy, novecientos, noventa mil, setecientos,siete.e|Contenido temporal:año, cuando, hora, hoy, mañana, noche, tiempo, ya.Por otra parte,hay que subrayar el carácter panhispánico o general del vo-ECONÓMICO19% 14%POLÍTICOCabe destacar la elevadísima frecuencia con que aparecen las formas el(463), la (429), que (414), y (255), a (267), de (674), en (258).Pero más interesante que el detalle cuantitativo de la frecuencia, resultael análisis semántico cualitativo de las palabras de contenido léxico(sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios), que aparecieron en las muestrasanalizadas con una frecuencia igual o mayor que 10.Si se examina el contenido de ese vocabulario más frecuente, se descubrendos áreas semánticas destacadas que dominan la información transmitidadurante esos días: la economía y la política. El léxico general y<strong>los</strong> elementos con valor semántico temporal o cuantitativo parecen estarsubordinados a la información de tema político y económico. Lasproporciones de cada categoría semántica se ofrecen en la gráfica 4.12.Se presentan a continuación, clasificadas según su contenido semántico,las palabras cuya frecuencia en las muestras de noticias de televisióndominicana que sirven de base a este trabajo, es igual o mayor que 10.25%22%20%cabulario empleado en las noticias de televisión dominicana. Dentro de<strong>los</strong> más de 2,400 tipos léxicos que componen la muestra analizada, apenashay una media docena de términos que no aparecen registrados en elDiccionario de la Real Academia. En ese sentido, puede decirse que el léxicode las noticias de televisión dominicana no solo es variado numéri-GENERALTEMPORALCUANTITATIVOGRÁFICA 4.12Proporcióndel léxicofrecuente segúnsu contenido


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |304||305|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4camente, sino que también cumple con la condición de generalidad necesariapara que se logre la adecuada comunicación. La importancia deeste hecho es enfatizada por Vaquero (1998) al señalar que no basta conmedir la riqueza léxica en sentido cuantitativo,sino que es necesario ponderar<strong>los</strong> datos numéricos con un análisis cualitativo para determinar laadecuación del léxico a la situación comunicativa, y la posible presenciade extranjerismos injustificados y de localismos de uso restringido.Uno de esos escasísimos elementos no recogidos en el diccionario académicoes el anglicismo shock y otro, la forma compuesta bonoscupones.Aparte de esos casos, en <strong>los</strong> textos estudiados se encuentran cuatro palabrasque pueden considerarse dominicanismos: concho (‘vehículo detransporte público urbano’), itebis (‘sigla que designa un impuesto a <strong>los</strong>bienes industrializados’), paquetazo (‘forma ocasional para referirse críticay jocosamente al ‘paquete’ de medidas económicas anunciadas porel gobierno’), y yipeta (‘vehículo deportivo, todoterreno’).En conclusión, el análisis realizado en esta investigación ha puesto demanifiesto que, desde el punto de vista cuantitativo, la riqueza léxicadel español utilizado en <strong>los</strong> noticieros de televisión en la RepúblicaDominicana alcanza un rango elevado, muy similar al de <strong>los</strong> programasinformativos de otros países hispanohablantes.También se ha mostradoque es ligeramente superior a la de <strong>los</strong> hablantes cultos <strong>dominicanos</strong>en estilo conversacional y solo moderadamente inferior a la encontradaen reconocidos textos literarios. De este modo, según <strong>los</strong> resultadosobtenidos, y por lo menos en lo relativo a este tipo de programas, carecende razón quienes critican la pobreza del lenguaje de la televisión.Por otra parte, queda también en evidencia el carácter general y, encierto sentido, académico, del vocabulario utilizado en las emisiones de<strong>los</strong> informativos. Es realmente insignificante la presencia de dominicanismosy, sobre todo, de extranjerismos.Es justo reconocer, sin embargo, que el estudio de las noticias apenas ofreceuna visión parcial de la realidad del lenguaje de la televisión. Existe unagran variedad de programas en <strong>los</strong> que hay un componente mayor de improvisacióny, como consecuencia, resulta lógico suponer que muestrenuna actuación lingüística más espontánea. Es probable que esa circunstanciaaltere las características léxicas de las emisiones.Tales interrogantes quedaránabiertas hasta que se realicen otras investigaciones sobre el tema.FRECUENCIA DE UNA MUESTRA DE TIPOS LÉXICOS EN LAS NOTICIAS DE TVa 267abastecerse 1abierta 1abogado 2absolutamente 1absoluto 1acá 1acaba 1acaparamos 2accidental 1accidente 1acción 4aceite 1aceptar 1acerca 2aclarar 1aclararlo 1acompañado 2acompañan 1acompañantes 2aconsejan 1acribillándolas 1actividad 1acto 4actos 1actúa 1actual 3actualmente 1acudieron 1acudió 1acudir 2acuerdo 11acusado 1acusaron 1ad+hoc 1adelantado 1adelantar 1adelantarnos 1adelantó 1además 7adicionales 2administración 1administrado 1administrador 1administrativo 3adopción 1adoptada 1adoptadas 1adoptar 2adquirir 1aduanales 1aduanas 4adujo 1advertido 1advierte 2advirtieron 2aérea 1aeropuerto 2afecta 1afectados 2afectan 1afecte 1afecten 1afirmar 1afirmó 3agasajo 2agasajó 1agenciarse 1agencias 1agravarían 1agrediendo 1agregó 1agresión 2agresividad 1agricultura 2agrupadas 2agua 1aguanta 1aguja 1agujas 5ahí 3ahora 7ahorca 1ajuste 1ajustes 7al 58alcance 1alcanzando 1alcoholes 1alegadamente 1alegado 1alertó 2alfileres 1algas 1algo 3algún 1algunas 3algunos 2alimenticias 1alimentos 7alivio 1alrededor 1altamente 1alterada 1alterar 1alternativas 1altos 1alza 2alzas 2amables 6amarran 2amarres 1ambiente 3amenizada 1amigos 3amortización 1amortizando 1ampliado 1amplíe 1analizaron 1angustia 1aniversario 1anoche 2ante 8antecedentes 1antelación 1anteproyecto 1anterior 1antes 6antimotines 1anulados 1anunciadas 2anunciado 2anunciar 4anunciará 6anuncie 1anuncio 2año 16años 6aparte 1apenas 2apertura 2aplicación 1aplicando 1aplicar 2apoderaron 1apoyado 1apoyar 2apoyen 1apoyo 1aprensión 2aprieto 1aprobaba 2aprobación 4aprobado 1aprobó 3aprovechó 1aproximadamente 1aprueba 1aprueban 1apuntan 1aquella 1aquel<strong>los</strong> 2aquí 9arancel 2aranceles 3áreas 1argumentan 1argumentando 2argumentaron 1


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |306||307|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4argumentó 1aumentar 7base 4calcula 1casa 1cigarril<strong>los</strong> 1comenzaron 1comunicadores 1conocer 6contra 2argumentos 2aumentaron 1bases 1cálcu<strong>los</strong> 1casi 2cinco 14comerciales 1comunidades 1conocido 1contralmirante 2armonía 1aumente 1básicamente 1calificó 2caso 7cincuenta 5comerciante 1comunitaria 1conquista 1contratados 2arquitecto 1aumento 24bastante 1calle 2castigando 1circulación 1comercio 1con 94consciente 1contribuir 1arribó 2aumentos 2bautizado 1calles 2catedrático 1circundan 2cometer 1concentrar 1consejo 8control 1artículo 1aun 2beneficiarios 1cámara 1categórica 1circunstancias 1cometido 3concepto 1considera 1controversial 1artícu<strong>los</strong> 1aunque 8beneficiarse 1camarógrafos 1catorce 2ciudad 2comí 1concertación 1consideramos 1conversación 1asaltantes 1automóvil 1beneficio 3cambiaria 3causas 1ciudadano 3comida 2concertada 1consiguiente 1cooperar 1asegurando 1autoridades 11beneficios 1cambiario 2causó 1ciudades 1comido 1concho 1constituya 1coordinador 2aseguró 2autorizó 1biblia 1cambio 4celda 1civil 4comienza 1concitado 1construcción 1coordinarse 1asesinado 2avanza 1bien 6cambios 1celebra 1clara 1comisión 4concluir 1construcciones 2copia 1asesinados 1avanzan 1bienes 2camino 1celebración 2claro 1comisionados 1conclusión 1construir 1corazón 1así 10avecina 1bienestar 1camisetas 1celebrar 1clase 2comisiones 3concluyó 1consulado 1corbeta 2asientos 1avión 1bienvenido 2campesinos 1celebraron 1clave 1comité 4condena 1consultadas 1correcto 2asimismo 1avisada 1bienvenidos 2canadiense 1células 1cobrando 1comitiva 1condenas 1consultado 1corresponde 1asistencia 1ayer 7bilateral 1canal 1cena 1cobrar 2como 42condenó 1consumidor 1corresponden 1asistentes 1ayudante 1blandían 1canastas 3centenares 1cobro 1cómo 3condensada 1consumidores 5correspondiente 1asistían 1ayudantes 1blandos 1canchas 1central 1cocaína 1compañía 3condiciones 1consumo 2correspondientes 1asociaciones 2ayudar 1boca 1canciller 2centrales 2cocoa 1comparecencias 1condimentos 1contacto 2corta 1aspecto 2ayuntamientos 11bonoscupones 1cancillería 2centro 2coinciden 1compartimos 1conducían 1contactos 1cortas 1aspiraciones 1azucarera 1breve 2caos 1cepil<strong>los</strong> 1coincidencia 1compensa 2conducta 2contado 1corte 1asuntos 1baja 1buen 3capacidad 3cerca 2cola 2competir 1conductores 1contempla 1cosa 1atados 1bajar 4buena 3capital 1cercanos 1colaboración 1competitividad 1confederación 1contemplados 1cosas 1atardecer 1bajas 1buenas 2capitaleños 1cereales 1colaboradores 1complacer 2confiamos 1contenidos 1coser 2atención 1baje 1bueno 9capitán 2cerrada 1colmado 1completo 1confió 2conteniendo 1costumbre 1atenta 1bajen 2busca 4capo 2charlas 2coloca 1compra 1confluyen 1contentiva 1cotización 1atmósfera 1bajísimos 1buscando 1carburante 2chocolate 1colocada 1comprar 1confusa 1conteste 1coyuntura 1atravesamos 1bajos 1buscar 4cárceles 5choferes 2colocan 1comprendemos 1congeladas 1contexto 1coyuntural 1atribuciones 1balazos 1cabildos 3cargas 4chupa 1comando 4comprenderlo 1congelado 1contiene 1crea 1atribuido 1bancarrota 1cabo 1cargo 1ciego 1combustible 2compromiso 1congresionales 1contiguas 1creada 1atribuyó 1bancos 1cada 5carísimo 1cien 2combustibles 11compuesta 1congreso 12continúa 3creadas 1audaz 1barril 1cadáver 1carreteras 1ciento 25comentario 2común 3conjuntamente 1continuación 1crear 1aumentado 2barrio 1café 1carro 2cientos 1comentarios 2comunes 1conjunto 2continuamos 2crecimiento 1aumentan 1barrios 1cafecito 2carros 2cierto 2comenzar 1comunicación 2conoce 2continuará 1cree 4


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |308||309|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4creemos 2cumplido 1décimas 1demás 1desorden 1difícil 3disponer 1donde 6ejecutivos 2encabezaba 1creo 7cumpliendo 1decir 12demasiado 1despacharlo 1dificilísima 1disponga 2dormí 1él 10encargado 1crimen 1cumpliéndose 1decirle 1democrática 1despacho 3dificultades 1disponían 1dos 16el 463encargará 1criminal 1cumplir 1decisión 2demoran 1despachos 1diga 2disponibilidad 1doscientos 3elaborado 2encauzar 1crisis 10cumplirse 1decisiones 1demostrado 1despidos 1digamos 1dispuestas 2drama 1elaborarán 1encontraban 2criterio 2cuyo 1declaración 1dentro 1después 4digan 1dispuesto 2drogas 1elecciones 1encontramos 1critica 1cuyos 1declararon 1departamentos 1destacando 1dijo 11dispuso 2dudaron 1electrodomésticos 1encuentra 4crudo 1da 5declaró 1depende 2destacar 1dimisión 1distintas 2dueño 1elevado 1encuentran 1cuadrados 2dada 1decomisados 1dependen 2detalle 1dinero 3distintos 1durante 9eleve 1encuentro 4cuál 1dado 1decreto 5depender 1detalles 2dio 4distorsiones 1durmiendo 1eliminar 2encuesta 1cual 8dan 1decretos 1dependiendo 1detallistas 1Dios 1distribución 1durmió 1ella 1encuestados 1cuales 3daño 1dedicado 1deportivas 1deteriorada 1diplomática 1distribuidor 1duró 1el<strong>los</strong> 3endeude 1cualquier 3dar 5dedo 1depreciación 1determinar 1diplomático 3distribuidores 1e 2embajada 12enero 3cuando 17dará 1defender 1derivados 1deuda 16diplomáticos 1distribuir 2economía 8embajador 11enfático 1cuánto 1darán 1defendieron 1desabastecimiento 1devaluación 1diputado 1distrito 1economías 1embajadores 2enfermeras 1cuanto 2daremos 1defendió 1desajustes 1día 6diputados 3diversas 1económica 6embargo 3enfrentar 2cuántos 1darle 1defensa 2desaliento 1diablo 1dirá 1diversos 2económicamente 1embestida 1enlace 1cuarenta 11darse 1déficit 1desaparición 5diagnóstico 1dirección 3divisas 1económicas 12embutidos 1enlatadas 1cuartel 1de 674deficitarias 1desaprobarlas 1diarios 1directa 1doce 6económico 7emisión 5enormes 1cuatro 14debajo 1definitiva 1desarrollo 8dice 5directamente 3doctor 13económicos 9emisiones 2enreda 1cuatrocientas 4debe 9definitivamente 1desayunado 1dicen 2director 5doctora 2economista 3emperador 1enrolamiento 1cuatrocientos 4debemos 1deja 1desayuno 1dichas 1directores 2doctores 2edad 1empezaron 1entaponamiento 1cubre 1deben 5dejadas 1descartó 1dicho 4dirigente 4documento 3edificaciones 1emplazaron 1entaponaron 1cubren 2deber 2dejado 1descender 1diciembre 2dirigentes 3dólar 1editores 1empleados 1entendemos 1cubrir 2deberá 3dejar 1descenso 2diciendo 1dirigidas 1dólares 6educación 2empleo 1entender 2cuenta 1deberán 1dejó 2descomposición 1didáctico 1dirigidos 1doloroso 1efectivamente 1empobrecedoras 1enterado 2cuentas 1deberíamos 1del 201desconocido 1dieciocho 2discurso 8doméstico 1efectividad 1empresa 2enterará 1cuente 1debidamente 1delegación 2desconocidos 1diecisiete 2discursos 4domicilio 1efectivos 1empresariado 1entero 1cuerpo 5debido 4delicado 1descontado 1dientes 1diseñar 1domingo 1efectos 4empresarial 3entidad 3cuestión 1debieron 1delictiva 1desde 17diez 6disparó 1dominicana 7efectuada 1empresariales 3entidades 1cuidad 2debo 1delincuentes 1desecadas 1diferencia 2dispensó 1dominicanas 1efusiones 1empresario 1entiendan 1cuidado 1década 1demanda 2desembolso 1diferencial 3dispersados 1dominicano 13eh 7empresarios 1entiende 2cumpleaños 1decía 1demandan 2desesperados 1diferente 1dispondrá 2<strong>dominicanos</strong> 4eje 1empresas 1entonces 7cumplen 1decididos 1demandas 3designó 1diferentes 2disponen 1dónde 1ejecutivo 3en 258entrar 1


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |310||311|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4entre 20entredicho 1entrega 5entregado 1entregar 1entregaron 1entregó 1entrevistado 2envasadoras 3enviados 1enviarlo 1envíe 2envuelven 1época 1equipo 1era 3eran 1es 86esa 9esas 4escasas 1escasez 4escaso 1escasos 2esclarecer 1escolares 1escritos 1escuchar 1escucharlo 1escuelas 1ese 14esfuerzos 1eso 2 1esos 4espacio 1especial 2especialidades 1especialmente 3especie 1específico 1espectacular 1especulaciones 1espera 2esperaba 2esperada 1esperado 1esperamos 1esperan 1esperanzados 1esperar 9esperaremos 1esperen 1esposas 1esposo 3está 22esta 28estaba 5estaban 1estabilidad 8estable 1establecer 1estableciendo 1establecimiento 2establecimientos 1estableció 2estado 7estamos 6están 11estancamiento 1estar 8estará 1estarán 1estaría 1estas 4este 13esté 2estima 1estiman 1estimulando 1esto 14estos 5estoy 6estructura 1estructurales 1estudiantes 2estudiar 1estudiarlas 1estudio 2estudios 1etcétera 1evasión 3evasiones 1evitado 1evitar 1evite 1evolución 1exagerado 1ex-capitán 1excarcelación 1excelentes 1exclusivamente 1ex-contralor 1exenciones 1exhibido 1exigir 1existen 2existentes 1ex-mandatario 2expectativa 14|14 Onomástica y toponimiaDurante <strong>los</strong> últimos tiempos, no han recibido mucha atención de partede <strong>los</strong> investigadores del español dominicano <strong>los</strong> asuntos relacionadoscon la onomástica (<strong>los</strong> nombres propios de personas) y la toponimia(<strong>los</strong> nombres de lugares). Sin embargo, en la primera mitad del sigloXX, Henríquez Ureña (1940) reunió abundantes materiales sobreambos temas.El lingüista señala que durante <strong>los</strong> primeros sig<strong>los</strong> coloniales <strong>los</strong> nombresde persona eran predominantemente españoles, del tipo Agustín,Ana, Antonio, Beatriz, Constanza, Cristóbal, Domingo, Felipe, Félix, Francisco,Isabel, Joaquín, Juan, Lucía, Luis, Margarita, María, Miguel, Nicolás, Pedro,Teresa. La costumbre de utilizar el almanaque para poner el nombredel santo del día, parece que comienza en el siglo XVIII. Esta prácticatrajo como consecuencia entre personas de niveles sociales bajosalgunas confusiones.Así, algunas definiciones de actividades de <strong>los</strong> santosse convirtieron en nombres propios, como Confesor y Evangelista.Por otra parte, se popularizan las combinaciones de influjo religioso, alestilo de Jesús María, José María, Manuel de Jesús, José de Jesús, Francisco dela Cruz, y <strong>los</strong> nombres femeninos relativos a advocaciones de la VirgenMaría: Altagracia, Mercedes, Amparo, Esperanza. No han faltado tampoconombres de la antigüedad clásica, como Arístides, Héctor, Leónidas (pronunciado<strong>Leon</strong>idas); germánicos, como Alberto, Federico, Ricardo, Roberto;geográficos, del tipo Argentina, Grecia, Italia; y, aunque menos comunes,<strong>los</strong> de origen indígena: Anacaona, Caonabo, Guarionex, Hatuey.En general, <strong>los</strong> nombres citados siguen usándose en la actualidad. Peroahora se perciben unas preferencias que parecen considerar más elegantesy distinguidos tipos como <strong>los</strong> siguientes:a|en vez de la denominación sencilla, combinaciones de dos nombres:Ana Julia, José Tomás, Carmen Rosa, Félix Eduardo, Juan Car<strong>los</strong>, Pedro Andrés;b|nombres de procedencia extranjera, especialmente del inglés: Allison,Elizabeth, Jean Pierre, Robinson, William, Wilson;c|formas exóticas, creadas a veces mediante la combinación de sílabasde otros nombres o la inversión de <strong>los</strong> sonidos de nombres conocidos:Gilce, Janandi, Josean, Xiroibma. Esta práctica goza de más simpatía entre<strong>los</strong> llamados ‘nuevos ricos’ que quizá intentan buscar un afianzamientode su ascenso social dándoles a sus hijos nombres que nunca hayatenido nadie.


Capítulo 4|Rasgos léxicos: el vocabulario |312||313|Rasgos léxicos: el vocabulario|Capítulo 4Como en todas partes, es común también el recurso de <strong>los</strong> hipocorísticos,es decir, el uso de <strong>los</strong> nombres propios en forma diminutiva oabreviada con intención cariñosa: Mechi (Mercedes), Pili (Pilar), Rafelito(Rafael), Yoli (Yolanda).La toponimia es tanto de origen español como indígena. Sin embargo,la mayor parte de <strong>los</strong> principales centros urbanos llevan nombres hispánicos:Santo Domingo, Santiago, La Romana, La Vega, Puerto Plata.Enotros casos, se combina un elemento español con uno indígena: SanFrancisco de Macorís, San Pedro de Macorís, San José de Ocoa, San Juan dela Maguana.Otros topónimos de origen español son Altamira, Constanza, Esperanza,Hato Mayor, La Isabela, Las Matas de Farfán, Monte Plata, Navarrete,Pedernales, San Cristóbal, San José de las Matas. Nombres indígenas en laregión norte son Bonao, Canabacoa, Cibao, Jacagua, Jánico, Jarabacoa, Licey,Mao, Moca, Samaná, Sosúa; en el sur, Azua, Baní, Bánica, Haina, Jaragua,Neiba; en el este, Bayahíbe, Higüey, Macao, El Seibo.4|15 Refranes y frases hechasTambién es necesario hacer referencia a la gran riqueza de refranes yde modismos usados por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, de manera especial por <strong>los</strong>hablantes de <strong>los</strong> estratos bajos de la sociedad, que parecen tener un dichoespecial apropiado para cada situación. Muchas de estas expresioneshan sido heredadas de la tradición española y otras constituyenadaptaciones o creaciones nacionales. Como es natural, son pronunciadasgeneralmente con <strong>los</strong> rasgos típicos del habla popular. Así, la oraciónDonde no hay nada, todo está seguro suele pronunciarse: donde nuaina, to tá seguro.Algunos ejemp<strong>los</strong> son:Al camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.Andar como Pedro por su casa.A otro perro con ese hueso.A quien Dios se lo dio, san Pedro se lo bendiga.Barriga llena, corazón contento.Barco grande, ande o no ande.Costar un ojo de la cara.Defenderse como gato boca arriba.De noche todos <strong>los</strong> gatos son prietos.Dios le da barba a quien no tiene quijada.El ojo del amo engorda el caballo.El que quiere moño bonito aguanta jalones.El que tiene sed busca el agua.En la semana de <strong>los</strong> tres jueves.Hacerse el chivo loco.La necesidad tiene cara de hereje.La piña está agria.Lo que no mata engorda.Los tres que echaron a Pedro en el pozo.Más altas son las palmas y <strong>los</strong> puercos comen de ella.Matar dos pájaros de un tiro.Meter la cuchara.Meterse en camisa de once varas.No dar pie con bola.No tener en qué caerse muerto.Nunca falta un pelo en un sancocho.Sacarse <strong>los</strong> trapitos al sol.Ser más malo que el gas morao.Ser más viejo que andar a pie.Ser un chivito jarto de jobo.Una cosa piensa el burro y otra quien lo apareja.


|315|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 55La inseguridad lingüísticade <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>No es caprichoso afirmar que, en sentido general, <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> revelanuna actitud de pesimismo al enfrentarse con la realidad de <strong>los</strong>graves problemas sociales y económicos que han sufrido generacióntras generación. Durante décadas, el devenir de diversos acontecimientoshistóricos y políticos del país parece haber creado en la mente demuchos ciudadanos un sentimiento de frustración que <strong>los</strong> lleva a pensarque <strong>los</strong> problemas nacionales no tienen solución, que ‘esto no hayquien lo arregle’. A veces se llega, incluso, a una especie de fatalismoreligioso.En un reciente noticiario de televisión en el que se ofrecían las opinionesde varios choferes del concho en Santo Domingo con relaciónal aumento del precio de la gasolina y del costo de la vida en el país,uno de el<strong>los</strong> expresó lo siguiente:‘Yo le voy a decir algo. Fíjese. Eto e cuetiónde profecía, cumpliéndose. Eso e parte de la Biblia. O sea, que nadie va aresolver eto. Ningún presidente.’ Otro comentaba: ‘Yo voté por el presidentecreyendo su promesa de que iba a bajar la comida y la gasolina. Pero todo soniguale: cuando llegan arriba, se olvidan del pobre.’En estas circunstancias, luce comprensible tanto el deseo de una grancantidad de <strong>dominicanos</strong> de emigrar a otros países cueste lo que cueste,como la creencia generalizada de que lo extranjero es superior a lonativo. No resulta inverosímil suponer que este estado de cosas hayaocasionado algún efecto en la percepción que tiene la población sobrela modalidad de español que habla.Hace varios años, González Tirado (1987) planteó la idea de que muchos<strong>dominicanos</strong> tienen un tipo de complejo de inferioridad lingüísticaque <strong>los</strong> mueve a preferir las formas no hispánicas por considerarlas másdistinguidas y prestigiosas que las castizas. De esta manera, el autor tratade encontrar la explicación por la que en el país se acogen con tantafacilidad <strong>los</strong> préstamos de procedencia inglesa, no solo en el hablacorriente, sino especialmente en las narraciones deportivas, en la prensaescrita, donde aparecen expresiones como money player (‘jugador dedinero’), implementar un acuerdo, paquete de medidas, teacher. Ese complejose nutre, según él, de la falsa creencia de que una lengua (el inglés)es superior a otra (el español).Pero este sentimiento de inferioridad de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> se manifiestatambién con relación a otras variedades del español, es decir, con respectoal español hablado en otras partes. Es bien sabido que muchos<strong>dominicanos</strong> tienen una actitud negativa hacia su propia manera de hablary la consideran inferior, menos correcta, que la de otros países hispánicos.Experimentan el fenómeno que <strong>los</strong> sociolingüistas denominaninseguridad lingüística. Según se indicó en la sección introductoria,esto ocurre cuando el hablante cree que su modo de hablar no es correctoy, como consecuencia, existe un desacuerdo entre las formas queél considera adecuadas y las que en efecto utiliza en su habla espontánea.Parece lógico pensar que <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> que tienen inseguridad lingüística,es decir, <strong>los</strong> que creen que su modo de hablar es inferior al deotros, traten de abandonar las formas propias, que juzgan incorrectas,para reemplazarlas por las ajenas, que evalúan como superiores. Sin embargo,no es eso lo que generalmente sucede. Las personas que consideransu modo de hablar inadecuado o poco elegante, siguen hablandoigual y raras veces lo sustituyen por otro. ¿Cómo se explica estacontradicción?La respuesta a este dilema se encuentra en el hecho de que la conductaverbal constituye un acto mediante el cual <strong>los</strong> hablantes afirman suidentidad, no solo desde el punto de vista individual, sino también comomiembros de un grupo social, como residentes en una región y comociudadanos de una nación. Este valor social del habla como indicadorde la identidad y lazo de unión entre <strong>los</strong> miembros de un grupo,fomenta en <strong>los</strong> hablantes el desarrollo de un sentimiento de lealtad


Capítulo 5|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|316| |317|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 5lingüística que <strong>los</strong> ata al modo de hablar de su comunidad. En este sentido,se produce un choque entre dos posiciones encontradas: la inseguridady la lealtad. La fuerza negativa de la inseguridad queda así neutralizadapor el poder positivo de la lealtad y esta antítesis genera unequilibrio dinámico que permite la actuación y el desenvolvimientonatural de <strong>los</strong> hablantes como usuarios competentes de su dialecto. Endefinitiva, parece confirmarse aquí el sentido de la sentencia de JoséMartí: Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino. El valor de la identidadsocial y de la lealtad al grupo (la idea de lo propio, lo nuestro), pesa tantoo más que la admisión de debilidad o el reconocimiento de la miseria(la conciencia de lo agrio).No hay que ser sociólogo para entender que la pertenencia a un grupoimpone un compromiso que por lo general no se puede ignorar fácile impunemente. Por eso la lealtad lingüística es un factor que favoreceeficazmente el mantenimiento de <strong>los</strong> dialectos y de las hablas popularespor más desprestigiados que estén. Abandonar la propia formade hablar para adoptar una ajena, implica incurrir en un desacato quela comunidad no suele tolerar: la deslealtad lingüística. Casi siempre, esasustitución es considerada por <strong>los</strong> demás como un acto de arroganciay de traición al grupo, a la región, al país. Consecuentemente, la condenasocial no se hace esperar y la persona afectada recibe como sanciónlas burlas y el rechazo de familiares, amigos, vecinos, compañerosde trabajo y de la comunidad en general.Por otra parte, en el caso de que alguien intentara imitar el modo dehablar de otro lugar, nada garantiza que su esfuerzo sería exitoso. Nobasta con la voluntad de querer hacer algo: hace falta tener la capacidady el entrenamiento necesarios para poder hacerlo. La adquisición de unnuevo dialecto puede ser una tarea menos difícil que el aprendizaje deuna segunda lengua, pero no deja de ser un asunto complejo que envuelveel dominio de un sistema completo, con distintas formas depronunciación y curvas de entonación, otras estructuras sintácticas ydiversas unidades léxicas. Supuesta la capacidad, el manejo adecuado detodo esto requiere una enorme inversión en esfuerzo y en tiempo.Desde esta perspectiva, se entiende con mucha claridad que no es tanfácil dar el paso y decidirse a sustituir su manera de hablar por la deotros. Sencillamente, el riesgo de hacer el ridículo es demasiado alto.Por eso, cuando algunos <strong>dominicanos</strong> se empeñan, por ejemplo, enpronunciar la zeta, pero siguen utilizando formas como papa (no patata),carro (no coche), Lo conozco desde niño (no Le conozco desde niño), Ustedeshablan bien (no Vosotros habláis bien), su intento resulta no solo risible,sino también incoherente e incompleto.Como es natural, lo expuesto en <strong>los</strong> párrafos anteriores no implica unanqui<strong>los</strong>amiento de <strong>los</strong> grupos sociales y de sus respectivos sociolectos.Una realidad incuestionable en la República Dominicana y en otrospaíses es la movilidad social. Por razones económicas y de ascenso enla dimensión escolar o académica, hay personas que se desplazan de ungrupo a otro. Es razonable suponer que un joven de clase social bajaque logra asistir a la universidad y graduarse de abogado, por ejemplo,adquirirá el estatus social y la competencia lingüística necesaria parapoder interactuar de tú a tú con <strong>los</strong> miembros de grupos más altos.Cuando se encuentra en casa visitando a sus padres, sin embargo, se veimpulsado a emplear una variedad de habla acorde con la situación,que no hiera la sensibilidad ni viole la intimidad de su círculo familiar.Las ideas precedentes han recibido corroboración en diversas ocasiones.En un estudio sobre el español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> en Nueva York,Toribio (2000) destaca que <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> que residen en esa ciudadnorteamericana mantienen firmemente su dialecto a pesar del estigmaque pesa sobre él, menospreciado incluso por el<strong>los</strong> mismos. Muestranun alto grado de lealtad lingüística, porque el modo de hablar constituyeel medio más importante con que cuentan para expresar su dominicanidad.Es cierto que su español no tiene prestigio abierto en elcontexto general de la sociedad, pero sí disfruta de prestigio encubierto,porque actúa como un claro indicador de pertenencia a un grupoy como símbolo de su identidad nacional, ligada con el pasado hispánicoy opuesta a la de sus vecinos haitianos de origen africano. Uno de<strong>los</strong> comentarios citados por la autora corresponde a una joven informanteque expresa lo siguiente:‘La cultura dominicana incluye mucho el idioma.Yo diría que ser dominicanoy hablar español es importante, por no decir original. El dominicano que no hableespañol [dominicano] puede sentirse igual de orgul<strong>los</strong>o, pero le falta algo.’Por su parte, Alvar (1986) estudió las actitudes de un grupo de <strong>dominicanos</strong>que debían evaluar unas grabaciones en las que aparecían dos


Capítulo 5|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|318| |319|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 5voces representando la modalidad lingüística norteña española y dos, lavariedad dominicana. Una de las conclusiones del análisis es que la mayoríade <strong>los</strong> informantes preferían el español peninsular por considerarlomejor, más correcto. Sin embargo, no faltaron quienes expresaronsu preferencia por la variedad dominicana aduciendo que les parecíamás fácil de entender y, sobre todo, porque era dominicana, es decir,por su valor de símbolo de la nacionalidad. Según <strong>los</strong> resultados del estudiode Alvar, se confirma que aunque muchos <strong>dominicanos</strong> de todos<strong>los</strong> niveles socioculturales piensan que el español hablado en su país espeor que el empleado en otros lugares, específicamente en España, entiendenque su utilización constituye un valor que merece ser conservadocomo forma de expresión de lo propio, en oposición a lo ajeno.De nuevo se percibe el equilibrio entre dos fuerzas antagónicas quegobiernan la actuación lingüística de muchos <strong>dominicanos</strong>: la inseguridady la lealtad.A conclusiones similares a las expresadas anteriormente llega tambiénel estudio de Turley (1998) sobre las actitudes de <strong>los</strong> santiagueros sobresu propio modo de hablar en comparación con el de <strong>los</strong> capitaleños.Junto al sentimiento de inseguridad lingüística que <strong>los</strong> lleva a evaluarsenegativamente, también manifiestan orgullo y estima por su formade hablar. Prefieren en general el modo propio al de La Capital cuandolo consideran en términos vagos o globales, pero si se enfrentan apreguntas sobre formas lingüísticas específicas que están estigmatizadas,entonces su grado de orgullo lingüístico decae significativamente.Con la intención de recoger información directa sobre estos temas, recientementerealicé un sondeo en el que se pidió a un grupo de 138jóvenes universitarios de Santo Domingo y de Santiago que expresaransu acuerdo o su desacuerdo con el siguiente enunciado:‘El español que <strong>hablamos</strong> <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> es peor y menos correcto que el quese habla en otros países, como España y Colombia’.muy de acuerdo de acuerdo en desacuerdo muy en desacuerdoLos encuestados, estudiantes del Recinto Santo Tomás de Aquino de laPontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santo Domingo80706050403020100y de la sede central de Santiago de la misma universidad, debían seleccionardentro de una escala valorativa como la que se muestra aquí sugrado de aprobación o desaprobación del enunciado anterior y deotros similares.Según se puede observar en la gráfica 5.1, que recoge <strong>los</strong> resultados dela encuesta con respecto a la afirmación citada, el 62% de <strong>los</strong> estudiantesmanifestó que estaba de acuerdo, lo que confirma la idea tantas vecesreiterada de que muchos <strong>dominicanos</strong> no juzgan positivamente sumanera de hablar el español. En otras palabras, se verifica la presenciaen la conciencia lingüística de la mayoría de <strong>los</strong> encuestados de ciertadosis de inseguridad, ya que revelan la existencia de un desajuste entrelas formas que el<strong>los</strong> consideran correctas y las que realmente utilizan alhablar. Es importante notar, además, que dentro del 62% que compartela creencia expresada en el enunciado, la mayoría (el 75%) no solamenteestá de acuerdo, sino que manifestó estar muy de acuerdo con ella.de acuerdo62%en desacuerdo38%Hay que hacer constar, sin embargo, que <strong>los</strong> índices de aprobación ydesaprobación del enunciado evaluativo resultaron muy diferentes enambas ciudades. En Santiago, el nivel de aprecio al habla del país es inferioren un 19% al que se da en La Capital. Como indica la gráfica5.2, en la ciudad corazón del Cibao, un 70% concuerda con la idea deque el español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> es inferior al de otros lugares y so-GRÁFICA 5.1‘El españolhablado por<strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>es menos correctoy peor que elde otros países,como España yColombia.’


Capítulo 5|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|320| |321|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 5lo el 30% desaprueba dicha afirmación. En cambio, en Santo Domingo,casi la mitad de la muestra, el 49%, expresa su rechazo al enunciado,lo que debe interpretarse como una afirmación de aprecio o conformidadcon su forma de hablar. Se puede decir entonces que <strong>los</strong> capitaleñossuperan a <strong>los</strong> santiagueros en lo que respecta a su seguridadlingüística, que a su vez es un reflejo de lo que podría llamarse la satisfaccióno la estimación de su propia modalidad lingüística. Estos hechosresultan comprensibles si se piensa que La Capital, sede de la administracióngubernamental, es un centro urbano más importante queSantiago, con todo lo que eso implica en cuanto a la concentración dela mayoría de las actividades de la vida económica, cultural, social y deportivadel país. Como es lógico, tales circunstancias tienden a infundiren sus habitantes un grado más alto de orgullo y de aprecio social.La diferencia de valoración del español dominicano según la zona deresidencia, parece también coherente con la evaluación que se da ade la inmensa mayoría de <strong>los</strong> encuestados cambia drásticamente cuandola cuestión se plantea en términos positivos y el enunciado valorativoresalta de forma explícita la capacidad del dialecto de servir comosímbolo de la nacionalidad.Una de las afirmaciones sometidas a evaluación fue la siguiente:‘Nuestra manera de hablar el español nos identifica como <strong>dominicanos</strong>; por esono se justifica el tratar de imitar el habla de otros países.’Según se puede apreciar en la gráfica 5.3, la reacción suscitada por esteenunciado fue abrumadoramente favorable. El 87% (53+34) de lamuestra de estudiantes está de acuerdo, y más de la mitad está muy deacuerdo, con el valor del español dominicano como marcador de laidentidad nacional.Después de terminada la encuesta, a varios informantes se les preguntóde manera informal si estarían dispuestos a tratar de hablar como españoleso como mejicanos. Todos reaccionaron inmediatamente di-80SantiagoSanto Domingo60muy de acuerdo de acuerdo en desacuerdo7070%5053%605051%49%de acuerdo4034%40303030%en desacuerdo202013%101000GRÁFICA 5.2‘El españolhablado por<strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>es menos correctoy peor que el deotros países,como España yColombia.’ciertos rasgos del dialecto de cada región. Como se indicó anteriormente,el cambio de /r/ en [l] (puerta puelta), propio de La Capital,es percibido por la mayoría como más aceptable que el de /r/ en[i] (puerta pueita), de fuerte connotación rústica y característico dela región del Cibao, donde se ubica Santiago.Ahora bien, resulta altamente significativo el hecho de que la opiniónciendo que eso sería imposible, exponiendo razones como estas: ‘mi familiame desheredaría’, ‘me echarían de casa’, ‘sonaría ridículo’, ‘<strong>los</strong> amigos sereirían de mí’.Tales resultados demuestran que la inseguridad lingüística reviste unacomplejidad mayor que la que suele asignársele y que para lograr unamejor comprensión del fenómeno, su análisis debe realizarse conjunta-GRÁFICA 5.3‘Nuestra manerade hablar elespañol nosidentifica como<strong>dominicanos</strong>:no se justificael tratar deimitar el hablade otros países.’


Capítulo 5|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|322| |323|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 5mente con el del orgullo y la lealtad a la comunidad de habla.Todo llevaa pensar que, excepto tal vez en situaciones patológicas, la inseguridadlingüística deja espacio para el aprecio y el apego a la modalidadlingüística propia.Si se comparan <strong>los</strong> datos recogidos en las gráficas 5.1 y 5.3, se puedeextraer la conclusión de que en realidad, aunque parezca contradictorio,el sentimiento de inferioridad es superado por el de solidaridad ode lealtad. El primero, manifestado por la creencia de que el español habladoen el país es inferior al de otras zonas (nuestro vino es agrio), es sostenidopor el 62% de la muestra. En cambio, el segundo, expresado porla idea de que el modo de hablar constituye un símbolo de la dominicanidady que por tanto no se justifica imitar a otros (pero es nuestro vino),es compartido por el 87%. De manera coherente con lo expuestocon anterioridad, <strong>los</strong> datos corroboran una vez más el equilibrio entrela inseguridad y la lealtad.Ambas establecen una relación de mutua tolerancia,creando el ambiente propicio para su convivencia pacífica.En oposición al estado mental llamado inseguridad lingüística, existeseguridad lingüística cuando el hablante piensa que las formas utilizadasson correctas. Sucede así en muchas ocasiones en las que el uso coincidecon <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> de la lengua estándar, como sería el caso de frasesdel tipo Me duele la cabeza o Hace mucho tiempo que no llueve.Perotambién exhibe seguridad el hablante que, creyendo que son válidas,utiliza formas alejadas del modelo académico. A este respecto, junto ala inseguridad general mostrada por muchos <strong>dominicanos</strong> cuando opinanque hablan peor que <strong>los</strong> hispanos de otros países, también exhibenuna gran seguridad en el uso de ciertos fenómenos particulares en <strong>los</strong>que hay un error de algún tipo. Entre otros se puede citar el caso de lapalabra digresión, que muchos pronuncian disgresión, convencidos deque en la primera versión se ha eliminado una /s/.Algo semejante sucedecon oraciones como estas:La secretaria LE avisó a todos <strong>los</strong> muchachos.El profesor se LOS contó. (por El profesor contó un chiste a <strong>los</strong> estudiantes)En la primera se utiliza erróneamente le en vez de les, y en la segunda<strong>los</strong> en lugar de lo. Pero muchos hablantes, tanto en la República Dominicanacomo en otros países, están completamente seguros de que enambos casos las formas empleadas son las correctas.Lo mismo puede decirse de la pluralización del verbo haber impersonal(no habían libros, habemos siete). En el país, un alto porcentaje de personasde todos <strong>los</strong> grupos sociales está convencido de que esas formas,que la mayoría utiliza con tanta frecuencia, son correctas.Para verificar esta creencia, una de las aseveraciones incluidas en elcuestionario respondido por <strong>los</strong> informantes fue la siguiente:Considero correcto decir ‘Durante la huelga hubieron muchos desórdenes’.Según indica la gráfica 5.4, más de la mitad de <strong>los</strong> 138 estudiantes universitariosentrevistados, el 53%, considera correcto el uso de hubierondesórdenes. Esta cifra puede parecer baja, pero no hay duda de que si sucedeasí entre estudiantes universitarios, que en clases recientes han recibidoinformación explícita sobre el tema y han sido entrenados en eluso de la forma académica, en otros círcu<strong>los</strong> de personas el porcentajede aprobación será mucho mayor.Antes se ha sugerido la posibilidad de que el origen de la inseguridadlingüística esté relacionado con una serie de factores sociales, políticos,económicos. Pero no se ha dicho nada acerca de alguna explicación detipo lingüístico. ¿Es posible descubrir causas lingüísticas que motiven laexistencia del fenómeno?Parece indudable que un factor favorecedor y condicionante del sentimientode inferioridad lingüística es el hecho de que con frecuenciaDE ACUERDOEN DESACUERDOGRÁFICA 5.4‘Considerocorrecto decir:Durante la huelgahubieron muchosdesórdenes.’


Capítulo 5|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|324| |325|La inseguridad lingüística de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>|Capítulo 5las personas tienden a comparar el habla popular de su país con la variedadculta de otros países. Esta suele ser la única versión con la quemuchos <strong>dominicanos</strong> han tenido experiencia, a través de la televisión,de algún sacerdote, de un turista o por otros medios. No es frecuenteel contacto de la población con extranjeros procedentes de zonas ruraleso de estratos sociales bajos. En este sentido, no tiene nada de extrañoque sobre esta base desigual de comparación, la evaluación delmodo de hablar de su propia nación resulte desfavorable. Por otra parte,es posible también que algunos hablantes hagan su evaluación sinhaber oído nunca el español de otros países, motivados por la fama deque tradicionalmente han disfrutado esas variedades o tal vez por unaespecie de idealización de lo extranjero.Los <strong>dominicanos</strong> tienen plena conciencia de que ‘se comen las /s/’,por ejemplo, pero se olvidan de que ‘en todas partes se cuecen habas’.Suelen ignorar que en Castilla, cuna de la lengua, donde se habla ‘el españolmás puro’, según creen algunos, también se producen cambios yeliminación de elementos lingüísticos. En el campo sintáctico se puedencitar ejemp<strong>los</strong> como el laísmo (la sustitución de le por la: Ayer hablécon Isabel y la dije todo); el uso de la doble preposición a por, en contextosque solo piden por (Fue a por la revista); la selección del pasadoimperfecto de indicativo en la segunda parte de la oración condicionalque comienza con subjuntivo (Si tuviese dinero, me compraba un coche).En cuanto a la pronunciación, resulta normal en Castilla el cambio dela /d/ final de sílaba y de palabra a una z: azquirir (adquirir), Valladoliz(Valladolid), libertaz (libertad). En esa región española, la /s/ final de sílabase conserva, pero es notable la pérdida de la /d/ intervocálica, especialmenteen <strong>los</strong> participios que terminan en -ado (Todavía no ha llegao),y la eliminación de la k, por ejemplo, en la combinación ks (la palabraexamen es pronunciada esamen, en vez de eksamen o egsamen). Sinembargo, parece que <strong>los</strong> cambios que se relacionan con la /s/ resultanmás chocantes y llaman mucho la atención, probablemente por tratarsede un sonido más frecuente que otros y quizá por su función morfológicacomo marca de pluralidad nominal (las niñas) y de segundapersona verbal (‘tú hablas’, frente a ‘él habla’).En definitiva, puede concluirse que rigurosamente hablando, no existenrazones objetivas que justifiquen el sentimiento de inseguridad lingüísticaque experimentan muchos <strong>dominicanos</strong>. En otras palabras, elcitado complejo de inferioridad no se fundamenta necesariamente encausas lingüísticas, sino en creencias motivadas a veces por la ignoranciay otras veces por realidades extralingüísticas, como el menor prestigiosocial, el bajo nivel de educación o el escaso poder económico de<strong>los</strong> hablantes.Debe quedar bien claro que el modo de hablar una lengua constituyeun factor importante en la configuración de la identidad cultural de laspersonas de cada país. El habla representa la más visible tarjeta de presentacióncon que cuentan <strong>los</strong> ciudadanos de cualquier nación. En talsentido, <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> se distinguen de <strong>los</strong> chilenos o de <strong>los</strong> salvadoreños,por ejemplo, no solo por lo que comen, por sus tradiciones,por su música, sino, especialmente, por su manera de hablar el español.Y si parece normal que les guste el merengue y se sientan orgul<strong>los</strong>osde saber bailarlo, también es muy legítimo que ejerzan plenamente suderecho de hablar como hablan, porque el uso de la lengua constituyeuna forma de comportamiento social, como <strong>los</strong> hábitos alimenticios, lamanera de vestir y las tradiciones de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>.


|327|Conclusiones|Capítulo 66ConclusionesDespués de lo expuesto en <strong>los</strong> capítu<strong>los</strong> anteriores, se puede concluirque el español utilizado por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> es fundamentalmente elmismo que se habla en todas partes, pero coloreado por unos rasgos superficialesque le dan una apariencia peculiar en sus diferentes niveles:el fonético (la pronunciación), el morfosintáctico (la forma de las palabrasy de las oraciones) y el léxico-semántico (el vocabulario). En laconfiguración de <strong>los</strong> detalles que crean esa forma externa particular dela esencia hispánica de la lengua dominicana, participan elementosfundamentalmente léxicos de diverso origen: afronegrismos, anglicismos,arcaísmos, indigenismos, marinerismos.Ahora bien, dentro del amplio complejo de posibilidades existentes,¿cuál es la modalidad lingüística que representa el ideal del bien hablarde <strong>los</strong> ciudadanos del país? Con otras palabras, ¿cuál es el español estándarde <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>?6|1 El español estándar de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>Para muchos lingüistas, la designación lengua estándar tiene el sentidode variante de prestigio usada por una comunidad de habla, que trasciendelas diferencias geográficas y provee una modalidad unificadaque puede ser usada por <strong>los</strong> medios de comunicación y por la escuela.Dentro de esta concepción, una variante sin prestigio, como la quegeneralmente se utiliza en las zonas rurales y en <strong>los</strong> sectores socialmentebajos de las ciudades, es llamada no estándar o sub-estándar.La lengua estándar parece estar representada, por tanto, por un dialectoparticular, que por lo general es el sociolecto alto de una zona geográficadeterminada, en un estilo específico, el de mayor formalidad.Este sociolecto ha sido privilegiado, seleccionado entre otros posibles,de una forma natural y espontánea en unos casos, o deliberadamenteen otros, y cuenta con la aceptación de la comunidad en general, quelo reconoce como su mejor ‘tarjeta de presentación’ en situaciones formales.En otras ocasiones, la noción de lengua estándar se asocia, e inclusollega a ser identificada por algunos, con el patrón establecido porlas formas correctas, tal como son prescritas por la ortografía para eluso escrito.Es oportuno advertir que en rigor, tanto en un caso como en el otro,se trata de entidades abstractas que carecen de hablantes reales. Si se entiendecomo modalidad prestigiosa de un lugar determinado, hay querecordar que así como nadie puede hablar la lengua española, tampoconadie habla el español de España, ni el sociolecto alto de Bogotá, ni el españolestándar, porque son unos sistemas complejos que, por lo demás, se caracterizanpor un rasgo esencial, intrínseco, que es su variabilidad. Loque se considera, por ejemplo, la modalidad de un madrileño culto ensituaciones formales, a menudo admite varias posibilidades fonéticas,morfológicas, sintácticas y léxicas. De esta forma, cuando una personahabla, necesariamente tiene que seleccionar una alternativa en lugar deotra. En tal sentido, <strong>los</strong> actos de habla no realizan, no agotan, el sistemacompleto, sino solo una de las posibilidades que este ofrece. En consecuencia,se debe aceptar como un axioma que <strong>los</strong> dialectos, <strong>los</strong> modosde hablar, constituyen sistemas virtuales, irrealizables en su totalidad.Cuando la lengua estándar se identifica con el modelo ortográfico, entonceshay que reconocer que el factor de la variabilidad se reduce engran medida, y precisamente por eso se convierte en un arquetipo artificialque no es practicado concretamente, en el ámbito verbal, porningún hablante. La falta de diversidad de la lengua estándar así entendidapermite incluso describirla como una forma patológica de la lengua.Irónicamente, desde este ángulo se trataría de un tipo anormal deexpresión lingüística.Y así parece corroborarlo la comunidad cuandose resiente y sanciona socialmente a sus miembros que se extralimitany hablan, o pretenden hablar, como un libro, con un grado de correcciónexcesivo para el uso oral.


Capítulo 6|Conclusiones |328| |329|Conclusiones|Capítulo 6En el caso del español, que es la lengua nacional de una veintena depaíses, proponer como estándar general la modalidad de prestigio propiade una región particular, implica una valoración inaceptable queconduce a una selección imposible de realizar sobre una base válidadesde el punto de vista lingüístico. Junto a su independencia política,cada nación tiene, o se supone que tiene, autonomía cultural, lo quejustifica aceptar la idea de que, en ciertos aspectos, la lengua estándarde un país puede, y debe, ser diferente a la de <strong>los</strong> otros. La lengua españolaes patrimonio de todos y dentro de su unidad fundamental albergauna extensa variedad, porque debe tener la amplitud suficiente yla capacidad necesaria para permitirles a sus usuarios manifestarse exactamentecomo son, con su particular personalidad cultural y con la nacionalidadque les corresponde.La noción de español estándar debe entenderse como un sistema inclusivo,no exclusivo, constituido por un conjunto de posibilidades queadmite diferentes realizaciones. Como consecuencia, una de sus principalescaracterísticas es necesariamente su relativa flexibilidad o elasticidad.Su estructura se sustenta en un componente básico unitario, general,panhispánico o internacional, que constituye una norma, un sistemade realizaciones obligadas. Sin embargo, en lo que respecta a unaserie de elementos de carácter fonético, sintáctico y léxico, se diversifica,es tolerante, y podría decirse que deja de ser internacional y se hacenacional. Consiste en un modelo impuesto socialmente, que varíasegún la comunidad.Y esto tiene que ser así porque no todas las variantesde una variable lingüística tienen la capacidad de trascender lasfronteras geográficas. Una variante utilizada por la mayoría de <strong>los</strong> hablantesde un país, puede ser completamente desconocida en otro. Bastapensar, por ejemplo, en el pronombre vosotros y sus correspondientesformas posesivas vuestro-vuestra y la variante objetiva inacentuada os,normales en el español de Castilla, pero extraños y ajenos al habla hispanoamericana.Tambiénpuede darse la circunstancia de que un hechotenga una valoración social positiva en un lugar y negativa en otro, comopodría ser el caso del voseo, pujante y prestigioso en la zona rioplatense,pero no tan estimado en Chile o en la costa ecuatoriana. Ocurrede modo similar con el fenómeno de la elisión de la /d/ intervocálicapostónica (pasao por pasado), que en España cuenta con cierta toleranciasocial y se produce con mayor frecuencia que en <strong>los</strong> países deHispanoamérica.Es indudable que la base unitaria sobre la que se sustenta el español estándares abrumadoramente mayoritaria en comparación con el componentediferenciador, tanto desde el punto de vista social como desdeel geográfico. En tal sentido, es realmente impresionante la unidadlingüística hispánica que sirve de soporte a una comunidad cultural demás de 400 millones de personas. Sin embargo, resulta claro que en <strong>los</strong>tres niveles de análisis lingüístico existen factores que marcan una diferenciaciónlegítimamente tolerable y admisible dentro del marco flexiblede la lengua española estándar.De acuerdo con la presencia o la ausencia de la zeta y con el mantenimientoo la variación de la ese, se ha planteado que existen tres normashispánicas, o lo que es igual, tres mode<strong>los</strong> de lengua española estándar.En una no se pronuncia la zeta, pero la ese se mantiene en todos suscontextos. Capitales hispanas que ilustran esa norma son, por ejemplo,Bogotá y México. En la segunda, tampoco se pronuncia la zeta, y la esefinal de sílaba y de palabra se aspira y se elimina con frecuencias variables.Entre <strong>los</strong> lugares donde rige esta modalidad pueden citarse BuenosAires, Caracas, Santiago de Chile, Santo Domingo. En la tercera,que se circunscribe al territorio peninsular en ciudades como Madridy Valladolid, se pronuncian tanto la zeta como la ese en cualquier posición.Igual que en México y en Colombia, la realización plena de la [s] enposición final de sílaba y de palabra, lógicamente, tiene prestigio en laRepública Dominicana. Sin embargo, como se comentó oportunamente,su frecuencia en el habla dominicana debe mantenerse dentrode ciertas proporciones. Sobrepasar esos límites, pronunciando la /s/con regularidad, puede sentirse como presumido y resultar inaceptableaun dentro de la norma culta del país.Esta situación se manifiesta con claridad, en el plano objetivo, cuandose analizan de manera cuantitativa textos orales de hablantes cultos <strong>dominicanos</strong>y del español utilizado en <strong>los</strong> medios de comunicación. Enconversaciones libres realizadas por hablantes del grupo social alto, laconservación plena representa apenas un 12% del total de /s/ colocadasal final de la sílaba. La variante mayoritaria para este grupo es, sin


Capítulo 6|Conclusiones |330| |331|Conclusiones|Capítulo 6duda, la aspirada (sonido similar a una jota: laj cuatro por las cuatro), quealcanza casi la mitad de las posibilidades, lo que constituye un indiciobastante seguro del carácter prestigioso de esta variante en el españoldominicano.En las noticias de televisión, por su parte, la retención de la variante sibilante[s] asciende al 63.25%, la aspirada aparece en el 26.40% de lasocasiones posibles y la desaparición total ocurre en el 10.35%.La elocuencia de las cifras anteriores es irrebatible. Si en esta versiónde lengua de <strong>los</strong> noticieros de la televisión, que representa un grado deformalidad mucho mayor que la que corresponde a las conversacioneslibres de hablantes cultos, la pronunciación de la /s/ no alcanza el margendel 65%, parece lógico suponer que el español estándar de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>no acepta, o no juzga apropiada y natural, la retención sistemáticade la /s/. La conservación constante de este segmento en todos<strong>los</strong> contextos resulta, a todas luces, anormal y se considera tan afectadacomo la pronunciación, por parte de un dominicano, de la zeta ode la elle.En evaluaciones subjetivas, además, 3 de cada 4 personas entrevistadasindican que les parece rebuscado y les ‘suena raro’ un dominicano queal hablar pronuncia todas las /s/ finales de sílaba. Estos resultados parecenconfirmar la idea de que, en efecto, el mantenimiento constante dela /s/ imp<strong>los</strong>iva no es un ideal deseable del español de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>,sino que al contrario, representa un fenómeno sentido como exóticoe inusual en su habla culta.Naturalmente, observaciones similares son posibles también con respectoa la pronunciación de otros segmentos, como pueden ser la /n/final de palabra, la ‘jota’, la ‘ye’. ¿Y qué decir de la entonación? Sencillamenteno es posible plantear la existencia de un esquema de entonaciónque pueda considerarse general o internacionalmente estándar.En el caso de las consonantes /r/ y /l/, la sociedad dominicana manifiestade varias maneras que lo que considera prestigioso es su conservación.Queda claro que juzga inaceptables para el uso estándar <strong>los</strong>cambios que las igualan en ele (palte, por parte), o en ere (úrtimo, por último),y que las convierten en una i (paite, úitimo).En la morfosintaxis también se encuentran algunos fenómenos queilustran el carácter relativamente abierto de la norma estándar, que enocasiones deja de ser general para hacerse regional. Pueden citarse casoscomo las diferentes formas del diminutivo (ín-illo-ito-ico), que permitenque en unos países se prefiera una terminación y en otros, otra;la posición del sujeto en la interrogación (¿Cómo estás (tú)? / ¿Cómo túestás?); la distinción entre el objeto directo lo y el indirecto le (Lo vi enel cine - Le dije adiós), frente al leísmo (Le vi en el cine - Le dije adiós).En el español del Caribe se ha consignado en reiteradas ocasiones elabundante uso de sujetos pronominales que acompañan al verbo, enoposición a lo habitual en otras zonas donde el pronombre sujeto seomite, por redundante. En la República Dominicana, este uso está muygeneralizado y se acepta como parte del habla culta (Si tú quieres, yo tellamo mañana).La apertura del español estándar se manifiesta de manera aun más claraa través de ciertas unidades léxicas, cuyas distinciones se suelen aceptarcon menor resistencia que las diferencias fonéticas y morfosintácticas.Así, no parece molestar a muchos el hecho de que en un lugar sellame coche, patata, zumo y piso, lo que en otros se denomina auto, papa,jugo y apartamento o departamento, respectivamente.CHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANA1| auto coche camión carro carro2| avión avión avión avión bicicleta3| bicicleta autobús barco bicicleta motor4| bus barco carro guagua avión5| micro tren bicicleta barco barco6| barco bicicleta coche tren guagua7| tren motora metro motora camión8| camión motocicleta taxi caballo caballo9| moto carro tren helicóptero camioneta10| camioneta camión lancha patines tren11| metro caballo trolebús lancha burro12| taxi patín helicóptero camión helicóptero13| caballo tractor patineta carreta pasola14| colectivo metro patines autobús yolaCUADRO 6.1Primeras 20palabrasdisponiblesen el centro deinterés transporteen varios dialectos


Capítulo 6|Conclusiones |332| |333|Conclusiones|Capítulo 6CHILE MADRID MÉXICO P. RICO R. DOMINICANA15| helicóptero a pie autobús bote avioneta16| bote helicóptero combi triciclo coche17| lancha taxi caballo a pie autobús18| carreta carreta avioneta taxi carreta19| triciclo lancha moto automóvil patín20| patín triciclo burro patineta tricicloTambién aquí es necesario enfatizar que dentro del conjunto generaldel léxico, las diferencias son realmente mínimas en comparación conel vocabulario compartido, lo que permite la fácil comunicación entre<strong>los</strong> hablantes de las diversas naciones del mundo hispánico.Así lo revelael examen de las primeras 20 palabras disponibles en el campo léxicodel transporte en distintos lugares de habla española, que se presentanen el cuadro 6.1. Sin embargo, esta pequeña muestra sirve para destacar,dentro de la gran masa de léxico común (avión, barco, tren, bicicleta, caballo,helicóptero, bote, taxi), algunas diferencias que indiscutiblemente permitencaracterizar la lengua estándar de cada país, como pueden ser: autoen Chile; coche en Madrid; carro en México, Puerto Rico y RepúblicaDominicana; bus-micro en Chile; autobús en Madrid; camiónen México; guagua en Puerto Rico y República Dominicana.En este punto resulta muy oportuno recordar las palabras del maestroAlvar (1996):‘Las cosas están claras: no hay un español mejor, sino unespañol de cada sitio para las exigencias de cada sitio. Al margen quedalo que la comunidad considera correcto y eso lo es en cada sitio demanera diferente. El español mejor es el que hablan las gentes instruidasde cada país: espontáneo sin afectación, correcto sin pedantería, asequiblepor todos <strong>los</strong> oyentes.’A este mismo respecto, Lapesa (1992) señalaque ‘la versión culta peninsular de la lengua española no es la únicalegítima: tan legítimas como ella son las versiones cultas de cada paíshispanoamericano.’Y de forma lacónica Coseriu (1982) afirma: ‘Madrides la capital de España, pero no es la capital del español’.Las consideraciones anteriores permiten concluir sólidamente que elespañol ideal de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> debe ser la modalidad culta, la utilizada porlas personas instruidas o educadas del país, y no un modelo extranjero. Dichanorma culta también varía según la situación en la que esté la persona.Como se señaló anteriormente, no se habla igual con <strong>los</strong> amigos en unbar, que con el médico en su consultorio. Esa variedad sociolingüísticaalta, en su versión más formal, es la que suelen manifestar <strong>los</strong> mediosde comunicación, como la televisión y la radio.En definitiva, la lengua española estándar se sustenta en un componentebásico general, panhispánico o internacional, que constituye unanorma común. Sin embargo, en lo que respecta a una serie de elementosfonéticos, sintácticos y léxicos, se diversifica y puede decirse quedeja de ser internacional para hacerse nacional; se convierte, simplemente,de panhispánica en hispánica. Por eso, aceptar la imposición dela norma de un lugar sobre la de otro supone un craso desconocimientode la esencia social de la lengua, que adquiere en cada país su colorpeculiar.Tal suplantación genera una terrible alienación, semejante a laque resultaría de implantar en un sitio las tradiciones o las comidas típicasde otro. Si se admite la noción de español estándar, este debe entendersecomo un sistema elástico e inclusivo, como un amplio conjuntode posibilidades que admite diferentes realizaciones.Las implicaciones que todo esto tiene para la enseñanza son evidentes.Aparte de que por razones teóricas resulta totalmente improcedente elintento de la escuela de proponer como modelo una modalidad extranjera,en la práctica tal empeño es inútil y está inevitablemente condenadoal fracaso. El maestro pierde el tiempo predicando en el desiertocuando muestra en el aula unos patrones que no se correspondencon el ejemplo práctico que reciben <strong>los</strong> alumnos de la comunidad cultade su país, a través de la televisión, o de las actividades sociales, económicas,religiosas en las que participan. No hay que olvidar que elejemplo concreto suele ser una vía de aprendizaje más eficaz que lasimple amonestación abstracta.Algunos han llegado a la aberración de proponer que en las escuelasdominicanas se enseñe como modelo la modalidad española. Esas personasno se dan cuenta de que para ser coherentes con su afán purista,que en el fondo revela una visión colonialista, deberían sugerir tambiénque se prefieran las comidas españolas en lugar de las nacionales.


Capítulo 6|Conclusiones |334| |335|Conclusiones|Capítulo 6Así, en vez de comer mangú, yuca, arroz con habichuelas, sancocho, tostones,habría que cambiar el menú diario dominicano por otro que incluyeraplatos como cocido, gazpacho, paella, tortilla de ‘patatas’. Una suplantaciónsemejante, como es lógico, conllevaría una alienación, una renunciainaceptable a la identidad nacional, a la cultura propia del país, yprovocaría un contrasentido social: el exterminio de la diversidad con elconsecuente imperio de la uniformidad.6|2 ¿Cómo <strong>hablamos</strong> <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>?La multiplicidad o variabilidad dialectal es un rasgo esencial y necesariode toda lengua. No se trata de un asunto accidental, elegido caprichosamentepor unos hablantes. Como instrumento de comunicaciónde una sociedad, una lengua tiene que satisfacer las necesidades y lasexigencias comunicativas de <strong>los</strong> miembros del grupo.Y por eso, parapoder cumplir esa función esencial, las lenguas tienen que cambiar adaptándosea las circunstancias del tiempo (diversidad histórica) y del espacio(diversidad geográfica).También es lógico que reflejen la condiciónsociocultural de sus hablantes (diversidad social) y que se ajustena las situaciones en que se producen <strong>los</strong> actos de habla (diversidad estilística).La diversidad es, así, un requisito necesario de la comunicación,perfectamente compatible con la unidad.En realidad, las diferencias lingüísticas que permiten identificar la nacionalidadde <strong>los</strong> hablantes <strong>dominicanos</strong>, son relativamente pequeñas,superficiales, y no afectan la estructura profunda de la lengua. Por eso,aunque a veces las personas se sienten impresionadas por algunos elementosdiferenciales, pronto se dan cuenta de que pueden comunicarsecon <strong>los</strong> demás, comprenden que hablan la misma lengua. Es incomparablementemás lo que el modo de hablar dominicano comparte con<strong>los</strong> otros dialectos hispánicos que lo que tiene de exclusivo.Y esta unidado compatibilidad con el resto del mundo hispanohablante se irá incrementandocada vez más.Así induce a pensar el efecto nivelador quetienen en la lengua factores como <strong>los</strong> medios de comunicación (radio,televisión, internet); <strong>los</strong> viajes y el intercambio artístico, cultural, comercialy deportivo con otros países; el auge de la educación, a la cualtiene acceso una porción cada vez mayor de la población del país.La pregunta inicial de ¿Cómo <strong>hablamos</strong> <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>?, planteada en eltítulo del libro, se podría responder de varias maneras. Desde el puntode vista de la lengua como instrumento comunicativo, hay que decirque <strong>hablamos</strong> bien, ya que nos entendemos, podemos comunicarnos, nosolo con <strong>los</strong> demás <strong>dominicanos</strong>, sino también con <strong>los</strong> hispanos del restodel mundo. En este sentido, el español dominicano cumple con sumisión esencial de medio de comunicación.En segundo lugar, si se analiza el asunto desde la perspectiva de la lenguacomo fenómeno social, se tiene que admitir que <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong><strong>hablamos</strong> como debemos hablar, es decir, como lo que somos, como <strong>dominicanos</strong>,y no como mejicanos, españoles ni peruanos. Esta afirmaciónen ningún modo sugiere un tipo de arrogancia ni de conformismo lingüístico,que ahogue el instinto natural de progreso con el que afrontamosotros aspectos de la vida.Todos <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> debemos tratarde superarnos y, entre otras cosas, mejorar nuestra competencia comunicativa,aumentando cada día el dominio de <strong>los</strong> recursos que nos ofrecela lengua: el vocabulario, la pronunciación, las formas sintácticas. Perotenemos que hacerlo buscando la meta final donde está, en el hablaculta dominicana. Porque el modelo del bien hablar de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>no se encuentra en el extranjero, sino dentro de nuestro propiopaís.Está claro que la lengua es un sistema elástico compuesto por un amplioconjunto de posibilidades que se manifiestan de distinta manera.Uno de sus rasgos esenciales es, por tanto, su flexibilidad.Y aceptar esaelasticidad constituye una señal de que se ha entendido la naturaleza dela lengua, que revela su riqueza, su hermosura y su prodigiosidad a travésde la variabilidad. Esa variabilidad esencial de la lengua es, precisamente,lo que le permite a cada hablante expresarse como es, con suparticular personalidad de hombre o de mujer, ciudadano de un país,miembro de un grupo social determinado, que cada día realiza funcionesdiferentes en medio de diversas situaciones. Por eso, en definitiva,todos <strong>los</strong> hispanos, tanto <strong>los</strong> españoles como <strong>los</strong> argentinos, <strong>los</strong> cubanoscomo <strong>los</strong> ecuatorianos, <strong>los</strong> hondureños como <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>, podemossentirnos cómodos y a gusto hablando la misma lengua, peromanteniendo nuestra propia identidad.


|337|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales|Capítulo 77Apéndice 1Muestra de textos conversacionalesSe incluye aquí una pequeña muestra de fragmentos de las conversacionesque constituyen parte de <strong>los</strong> materiales en <strong>los</strong> que se basan <strong>los</strong>análisis ofrecidos en este libro. En la presentación de <strong>los</strong> textos se haintentado reflejar, dentro de lo posible, la forma como fueron pronunciados.Así,por ejemplo, si un sonido fue eliminado, se omite esa letra,y si fue cambiado por otro, se coloca el símbolo correspondiente al sonidopronunciado. De acuerdo con esto, una frase como ‘más o menos’puede aparecer con esta forma:‘maj o meno’.Hablante femenina, 65-70 años, nivel social bajo, ama de casaAy Dioj mío, eso no se puede comparar. En mi tiempo, que yo comprabaun pollo, como decí, poque ante no se usaba eso pollo gringo, sinolo pollo criollo. Un pollo maj o meno de do libra y media, que tampocose usaba pesao. Uno veía un pollo, ¿cuánto vale ese? Por ejemplo,ese le vale trenta centavo, ese le vale cincuenta, si era grande. Así todo,por ejemplo, la batata, la yuca, eso no se usaba pesao ni ná, sino poníanuna rumba, ¿qué cuejta ejto? Ah, ese le vale a uté die centavo, o ese levale a uté cinco jentavo. Lo huevo a chele, a do centavo. La librae canne,yo, por ejemplo, yo decía a una muchacha que yo crié, veme allá ala canicería, cómprame vente centavo de cajne, y era un paquetón quetraía ella, ¿y ahora?, adió, pero imposible, uté va comprá cincuenta centavode cane molida, que en eso tábamo una señora allá arriba, que elladice:Vitoria, cómo é que no vamo a hacé, poque mira, ahora vengo yodel supemercado, ella tiene un hijo que etá a dieta, dice y entonce paDanielito solo, yo quise compral-le cincuenta centavo de carne paraarreglásela a él solo, dice, y ¿uté sabe lo que me dijeron? Que si yo tabaloca, que eso no se vendía, que tenía que ser media libra, imagíneseuté, la media libra do peso, pa una sola gente. Ante, lo único que tabamaj caro era laj cosa ejtranjera, sí, por ejemplo, zapato, cosaj, pero depué,cosaj de aquí, uté compraba un chele de azuca y le duraba una semana,ve, y ante se usaba mucho laj motaj, uno decía, anda cómprame,y le decían mota, de ajo o de cebolla o sal, cuaquié cosa uno compraba.Eso eran así chiquita, ¿uté no la conoce laj mota? Parecían, comodecí a lo die chele, pero no tenía carita ni ná, así, eso era una mota, yasí se compraba muchísimo. Ese tiempo no vueve ni que, yo creo, bueno,tal ve si ei mundo se debarata y vueiven a haceilo.Hablante masculino, 55-60 años, nivel social bajo, serenoEl chiquito tá bien, y ya las otra tán empleada, con hijo, chiripiando,una que entró a trabajá en eta semana pasada a la zona, y otra que tátrabajando en case familia. Depué, ya uté sabe, depué ete tronco, pasandoallí la noche, sereniando. Por un lado toy viviendo un chin mejolahora por el sueddito ese, que no me da bien, pero puo il onde aquelque tiene el colmado y me fía la libra de arró, poque sabe que no tengoonde compral-la. Depué yo he vivido así, yo no paro en mi casa,poque ya uté sabe que el que tiene familia a cargo, no pué llenal el papela nadie que tiene que cumplil, ¿uté mentiende? Lo único olgulloque tengo, que no tengo una mala deshonra, porque, mi mamá, yo nome crié con mi papá, yo no lo conocí, pero mi mamá se murió perome crió con una crianza de repeto, ¿uté mentiende? Y ese poquito, esechin de lo que aprendí, lo aprendí por ella, ¿uté mentiende?, pero entonceyo no le puse caralte a ese poquito que aprendí. Que yo lo queapiraba era que cuando decían, bueno eta noche van a quemá caña, ju,ya yo a eta hora tenía mi machete bien vaciao, que ese era el oggulloyo amanecé con un viaje caña picao.Todo eto, yo lo sé dequina a equina,que to ejto era montaña por aquí, tueto yo lo andao bucando naranjay boúco indio, pa vendé, que venía de allá, de la cementera deGarabito mentao, fletao mi burro cargao de naranja y boúco indio ycuando se me terminaba que tenía una ventecita buena, me tiraba poraquí a bucá, pa rendí ma el moro, como dicen.


Capítulo 7|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales |338| |339|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales|Capítulo 7Hablante femenina, 17-20 años, nivel social alto, estudianteInclusive le dijo cosaj personalej. Le dijo como que, o sea, le gustabadormir, arreglarse la cara, le gujtaba laj cosaj bonitaj, bien hechaj, apartede laj carrera. Hoy llaman a la número dos. Sí, poque fue la semanapasada y en ejta semana que ella no dio <strong>los</strong> tes. Ella le dijo que dabapara decoración de interiore, en realidá, ella tiene mucho arte para eso.En su casa, su mamá hace mucha cosa para la casa y ella siempre, no sé,ella tiene mucho gusto creo, tiene ejtética. Bueno, eso sí, poque en terceronoj dieron un tes, entonce, no lo repitieron otra ve en cuarto y yorecodando lo que hice en tercero, y no fue lo mijmo, algunaj cosa sí,pero otraj no, o sea, que la manera de pensar cambió.Yo creo que no,poque ya en cuarto uno se define mejor, y tiene como maj base, no sé,tiene ma decisión. Bueno, yo siempre he soñado con ser una profesionalque trabaje, que tenga su horario, que tenga su rejponsabilidadej.Ese siempre ha sido mi sueño y prepararme. Aunque no sé, tambiénpienso casarme, pero dejpué.Yo creo que sí, yo pienso, dejpué que terminela universidá y sea una profesional, trabajar por lo meno dos año,o sea, depué que tenga todo mi trabajo fijo, mi sueldo y to mij cosabien, ya todo hecho, entonce casarme.Yo tengo novio y él tá etudiandotambién, aminitración. Él tá etudiando y no sé, pero a mi mamá nole gutó mucho la idea de que yo etudiara aminitración, a lo mejó porél. Poque ella pensaría como que yo me taba como, como que él mehabía impulsado a mí a etudiar aminitración. Eso é lo que ella cree.Hablante masculino, 45-50 años, nivel social alto, gerente debancoCualquier gerencia o dirección en asunto de personal, la podría desempeñarcon mucha eficiencia, creo, y con mucha jujticia. Sí, es ubicable.Supongo, ¿tú vej? Para una persona solicitar empleo, hay queaplicarle un tes. Entonce, se le lleva un seguimiento a esa persona, unperíodo de prueba de seij mese. De acuerdo a como esa persona se vayadesarrollando, entonces, se le va dando su evaluación a su trabajo. Sino es adecuado, hay que dejpedirlo, poque no da con el empleo, surendimiento pobre o lo que sea. Depende cómo se demuejtre en el rol,en otra área. Mensualmente hay que hacerle una evaluación, duranteseij mese.Ahora, el personal ya fijo, cada seij mese hay que hacele unaevaluación a todo el mundo e inclusive a loj aminijtradore. La hacen anivel de trabajo de grupo, la labor que uno desempeña. Entonce, de ahísale mi evaluación, que yo no sé si é buena, si éj mala o cómo é. Perouno la sabe cuando recibe el aumento, que si recibe un aumento anual,entonce ya uno sabe sí o no. Por eso éj que cuando vienen loj mese definalej de año, uno etá empeñao, me aumentaron o no me aumentaron.Que hay, sí, que hay buena evaluación, si no hay aumento pues yahay deficiencia. No, ya eso lo hacemoj nosotro, lo funcionario. Hay queser un supervisor, maj bien con justicia y olvidar el paternalijmo y toesa cosa que puede haber, y el amiguijmo. Cuando yo entré aquí, elbanco era muy poco, éramoj ventiséis.Ya habemoj ochenta y distribuirel trabajo y chequearlo, a <strong>los</strong> supervisore, el trabajo de esos empleadojque tienen a su cargo, no é fácil, éj muy difícil.Hablante femenina, 55-60 años, nivel social medio, maestraPa que no tenga que aguantale vaina a ningún pendejo. Pero se preparan,no solamente cómo ganar dinero, sino cómo conservar un hogary cómo criar unos hijos.Y si no resultó, se largó y se dejó, poque tampoconadie se va a matai, a amargaise la vida con una cosa que no valela pena.Aquí todo el mundo sabe que tiene que hacese profesional,y que no deben casase mientra no sean profesionale, para ejtar preparada,para que en cuaquier momento, hacel-le frente a la vida. Si yo nohubiera tenido medio de trabajo, qué fueran mis hijos hoy, dime, quéfueran to eso muchacho hoy, si yo no hubiera tenido, no una profesiónunivesitaria, pero sin embargo, un medio de ganame la vida, ¿qué hubierasido de ello hoy? Unoj infelice, a lo mejor yo me hubiera tirao,me hubiera casao otra ve, bucando cómo dal-le vida a ello, cosa que yono iba a hacer, no debía, si yo no hubiera tenido una preparación o nada,no sé, en ecuelaj pública.Yo no sé qué fuera de ello... Sinceramente,si tú quieres tu marido, tú lo que tienej que hacer es trabajar por lamañana y llegar a tu casa a la una y ya a la una sentarte, con tus hijos,ayudal-lo en la ejcuela, ayudalo a dale costumbre, ayudalo a comer,ayudalo a sentarse, y en la noche, ejtar cambiada pa salí con tu marido.Pero a la hora que tú trabajej mañana, por la tarde y po la noche, entoncecómo es que tú quiere, retener a tu esposo. El ejposo entra poruna puerta y sale por la otra, poque si tú no tá en la casa, a qué se va a


Capítulo 7|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales |340| |341|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales|Capítulo 7quedar. Al ejposo <strong>los</strong> hijo no lo amarran, eso é mentira. Ei que se técreyendo que un hombre tá en la casa por <strong>los</strong> hijo, etá equivocado. Aleposo lo que lo amarra son la mujere, y <strong>los</strong> hijo como cotumbre. Esoé lo que yo opino, entonce, cuando entra por una puerta y no te ve, leda una gracia ai muchachito y sale por la otra y se va, y llega a la ejquina,encuentra una muchacha graciosa, perfumada, bien vetida y lesonríe, si ve una faida, tiene que vela, poque la tuya no la ve nunca, ysin tú darte cuenta, tú vaj a perder a tu ejposo.Ahora, tú trabajaj por lamañana, no todo el tiempo, le da la tarde a tus hijo, y en la noche tevaj con tu marido a andar, va a ser muy distinto.Hablante masculino, 50-55 años, nivel social bajo, guardiánYo soy nativo de aquí.Todo mis hijo, tengo cuatro hija hembra, y nuevehijo macho, trece sí, trece muchacho tengo. La mayol patte, na máhay do chiquito, pero ya to <strong>los</strong> otro, ya ganan su medio de vida, se defienden,se defienden. ¿Los hijo mío? Bueno, <strong>los</strong> hijo mío, uno tán enla ecuela y do maj grande que se gobiejnan, eso tán, tán para Santo Domingotrabajando pa allá, y <strong>los</strong> otro lo tengo toíto aquí, etudiando, poquetodavía no saben, no saben trabajá bien, tán etudiando para ve sise hacen de, de su profesión, de una profesión, pa viví deso. Crianza degallina mire, hay poco, pa loj campo sí, hay mucha crianza de gallina,pero por aquí en el pueblo no.Tiene doj, tiene doj pollito ahí, mire, alaj doce en punto de la noche, a la doce en punto de la noche tán alevantao,bucando de comé, yo no sé qué lo que bucan ahí, no sé qué loque bucan ahí, y ya, y a la cinco e la mañana, ya tán otra ve, ya tán bucandoahí que, ejcarbando. Mire, una gallina que tiene ahí, yo le fui encimay salió juyendo la gallina y vino él, y prá, y se puso a llamala, venven ven, ¡oh!, le corrió la gallina pa encima dél, una gallina así, una gallina,encima dél, uté algo le hace a esa gallina pa amansala así, ¿eh? Esoson golondrino llamando agua. Cuando ello se tiran así, sí, tán llamandoagua, cuando ello se tiran, hacen así, sembican pa arriba, é seca, ycuando hacen así pal mal, epere agua. É una seña que no tiene Dio anosotro aquí.Hablante femenina, 40-45 años, nivel social bajo, empleadadomésticaAdió mi hija, no laveriguamo, arresinándono a comé lo que hallemo,y en la confomidá. Adió, imagínate tú, yo no me lo encuentro siendojuto ni bueno, poque tamo pasando, porque mira, si uno se, yo no puedodecite a ti, vua hacé un desayuno, poque si hago ei desayuno quizáa la doce no puedo hacei la comida. Entonce, si uno no tiene, ¿de quémanera lo puede uno jallai el dinero? ¿Hay otro que pueden? Ajá, peroquizá tienen otra base, taivé hay otra base mejol, pero que la base deallá é esa, la que te tueplicando.Ah no, sí, porque lo que sucede é que,lo que pasa é quel que tiene, no quie favorecé lotro, dal-le, bucaile labase como el otro pueda también viví. Lo que se quiere é ser a uno soloy hay que compartí. No, no compalte, cada día mejoi quieren echailemá al macutico. Pasando trabajo, somo millone. Habemo má pasandotrabajo que lo que tán gozando. Poque eso é, hay má pasando trabajoque lo que tán gozando. Así é la vida. Sí, bueno, eso é una cosaque yo mima ni sé que, po yo soy una gente que vivo en ei mundo, yono sé ni cómo é que yo vivo.Adió, que yo vivo en el mundo como yome pongo a pensá si hallo como y si no, no.Yo no pienso en que lotrotiene que yo no tengo, nada deso.Yo vivo en la vida, a la voluntádei Señoi, como siempre he tenío eso de refrán.Yo no me desepero,no, eso no me desepera a mí.Yo lo que le pido ai Señó é que me désalú, poque yo digo que yo con salú, saigo y cuaiquiera,‘ah, ven acá tevua pagá una docene ropa’. Lavé mi docene ropa, me dieron mi pesitoy me voy y lo compro aunque sea de batata y chocolate.Hablante femenina, 45-50 años, nivel social bajo, obreraYo toy aquí con utede pero é ideando qué lo que, qué voy hacer, cómome la voy yo a bandiar, con ese coto e vida y todo eso muchacho,poque yo soy que atiendo mi casa, mi papá soy yo que lo atiendo, mishijo mi mamá, en mi casa no son, somo una gente pobre, yo soy, yo vivoque yo lavo.Trabajaba en lecuela y cualquiera piececita que yo lavoo algo, y cuarquier cosa, yo lavo yo le cocino a cuarquiera, todavía yosalía de lecuela y siempre que venía, en ve de cogé pa mi casa tenía queponeme ahí a bucá algo qué hacé poque, ya la diretora, la directora delecuela mempretó quiniento peso con una gravedá que tuvo la mamá


Capítulo 7|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales |342| |343|Apéndice 1: muestra de textos conversacionales|Capítulo 7mía y del mimo cheque tenía que dale cien peso, de dosiento venticinco.Tengo,tengo tre helmana, una vive en la Capitar, una en Azua yotra en Baní, trabajan allá, ella trabajan, y cuando ella cumplen su métambién me ayudan poque ella me mandan cuando cumplen allá, ellame ayudan. Si ella no bian sío buena conmigo y to esa muchacha, yome bia caído muerta poque ella me ayudan. No é que ella ganan lo suficiente,¿ve?, pero me ayudan, que le dan la ropita de allá, de dondetrabajan, me la mandan a lo muchacho y me ayudan, y una helmanamía que se la lleván ahora pa Puelto Rico, apena lo que tiene ej comoun mej, que yo sé que ya con ella nosotra tenemo otra ayuda.Yo medefiendo mucho, yo me voy ar campo a arrancá maní, me voy a arrancáhabichuela.Hablante masculino, 45-50 años, economista, comentarista de TV(el texto siguiente es un comentario emitido en un noticiero de TV)Ej correcto y ej lógico, que <strong>los</strong> legijladorej muejtren cierto grado deaprensión ante la posibilidá de que el país se endeude de forma masivaen el ejterior y que ejto pojteriormente genere laj dificultades, porlaj cualej atravesamos, junto a la mayoría de loj paísej de América Latinaen la década de loj ochenta. Pero esoj temorej deben reducirsecuando se trata de la deuda concertada con organijmoj multilaterales,como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. Ejimportante recordar que aunque actualmente ej manejable el problemade la deuda, sigue gravitando significativamente en término de dólarejy pesos, y que ademáj la ejtructura de la deuda ejterna dominicanaej de muy difícil renegociación. Porque la deuda multilateral no serenegocia, la deuda bilateral, ej decir, la deuda con paísej amigos, en elClub de París, ej poco importante la parte que se puede renegociar. Enel caso de la deuda con loj bancoj comercialej fue renegociada, reduciday se ejtá amortizando en base a bonojcupones, del tesoro de lojEjtados Unidos. El paíj debe pagar la deuda. Pero, ademáj, el país demandade recursoj esternos, para financiar su desarrollo; recursoj quepueden provenir de inversionej ejtranjeraj pero que también puedenvenir de <strong>los</strong> préjtamos. Hoy en día, paísej como el nuejtro se torna májdifícil obtener financiamiento ejterno y mucho menos, de recursojblandos, como ej el caso de loj préjtamoj del BID, o del Banco Mundial,que son contratadoj con períodoj de gracia, bajísimoj intereses, ylargo plazo para la amortización del capital. Recurso de ejta naturaleza,dirigidoj a programaj de desarrollo, como la educación, la salud o laagricultura, deben ser contratadoj por el país sin ningún tipo de temor,máxime cuando ejtas agencia dijponen de excelentej mecanijmo desupervisión para el desembolso de ejto recursos. Lo que queremo decira loj legijladores, ej que, sin menojcabo de sus atribucionej congresionales,deben dijponer de una mayor apertura, de una mayor flexibilidá,frente a loj préjtamoj provenientes, de organijmoj multilateralejcomo el BID, como el Banco Mundial.


|345| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 88Apéndice 2Bibliografía del español dominicanoLa República Dominicana, primer territorio de América donde se hablóespañol y centro de acomodación de la lengua a las nuevas necesidades,es sin duda una de las áreas hispánicas menos estudiadas y conocidasdesde el punto de vista lingüístico. El país ha carecido de una tradiciónde estudios lingüísticos comparable a la que ha existido enPuerto Rico o en Cuba, por ejemplo. Esa situación ha sido creada probablementepor el desinterés hacia esta ciencia de muchos <strong>dominicanos</strong>y por la ausencia durante mucho tiempo en las universidades, decarreras filológicas o lingüísticas.Además de que no son muy abundantes,solo una parte de <strong>los</strong> trabajos sobre la realidad lingüística dominicanaaparece suscrita por especialistas con formación profesional. Confrecuencia, han sido historiadores, folkloristas, en fin, escritores de otrasáreas o aficionados con preocupaciones por <strong>los</strong> asuntos lingüísticosquienes se han ocupado del problema. No ha de resultar extraño, portanto, que muchas de las publicaciones sobre el habla dominicana exhibandefectos metodológicos, errores de interpretación, enfoque puristao prescriptivo. Esta pobreza bibliográfica se hace aun más patentecuando se observa el estado de la cuestión dentro del contexto del CaribeHispánico.Es justo reconocer, sin embargo, que durante las últimas décadas se hanintensificado en el país <strong>los</strong> esfuerzos por estudiar con rigor metodológicoel modo de hablar de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>. Por otra parte, desde hacebastantes años, lingüistas de otras nacionalidades contribuyen a ampliarel conocimiento del tema. Basta pensar, entre otros, en <strong>los</strong> aportes deinvestigadores como Alvar, Bédard, Coupal, De Granda, López Morales,Megenney, Schwegler,Terrell.El conjunto global de las publicaciones sobre el español dominicano sepuede clasificar atendiendo a diferentes criterios.Tres de esos criteriosson la fuente o procedencia de <strong>los</strong> datos; el alcance, comprensión o amplitudde <strong>los</strong> temas tratados; el tipo de análisis realizado.A| Fuente de <strong>los</strong> datosDe acuerdo con la procedencia de la información utilizada, se puedeestablecer una división entre trabajos de carácter predominantementebibliográfico que no se nutren de <strong>los</strong> datos del habla viva, y estudiosbasados en materiales orales. En términos globales, esta división correspondea dos etapas cronológicas cuya frontera se sitúa en la década de<strong>los</strong> años 70. Antes de esa fecha, las obras son mayormente bibliográficas,con la marcada excepción del artículo de Navarro Tomás (1956),Apuntes sobre el español dominicano, en el que el investigador ofrece unapequeña muestra de materiales sobre el habla rural dominicana, extraídosde entrevistas realizadas a nueve campesinos en el año 1926.Con la aparición de las obras de Jorge Morel (1974) y de Jiménez Sabater(1975) se inaugura la etapa de <strong>los</strong> trabajos que analizan datos orales.Este tipo de estudios se incrementa de manera especial a partir dela década de <strong>los</strong> años 80 cuando se publican, entre otras, investigacionesrealizadas por Alba, Alvar, Benavides, Coupal, González, NúñezCedeño, Pérez Guerra, Rojas,Terrell. En este período tampoco faltanlas excepciones. Una de ellas es la publicación de Deive (1977) quemetodológicamente no se diferencia de la de Patín Maceo (1947).B| Alcance o comprensión de <strong>los</strong> datosSon muy escasas las obras de carácter integral, que ofrecen una visióngeneral o de conjunto sobre el español dominicano. La primera quecumple ese cometido es El Español en Santo Domingo, de Pedro HenríquezUreña (1940), al presentar datos relativos a <strong>los</strong> niveles fonéticofonológico,morfosintáctico y léxico-semántico. No hay que olvidar,sin embargo, que esta obra se basa primordialmente en fuentes bibliográficasy en apreciaciones personales, por lo que sus informaciones nosiempre revelan de forma precisa y objetiva la realidad.


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |346| |347| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8El estudio de Jorge Morel (1974), Estudio lingüístico de Santo Domingo,también describe fenómenos correspondientes a <strong>los</strong> tres niveles de análisislingüístico, aunque se circunscribe al dialecto de Santo Domingo,la capital dominicana. Por su parte, Más datos sobre el español de la RepúblicaDominicana, de Max Jiménez Sabater (1975), es la única publicaciónque ofrece informaciones procedentes de encuestas directasrealizadas en todo el territorio del país. Describe fundamentalmente elsistema fonético-fonológico del habla campesina.También aporta datossobre una serie de fenómenos sintácticos y en cuanto al léxico reseñala bibliografía existente hasta ese momento sobre la materia.Así, desde el punto de vista temático pueden considerarse como lasobras de mayor alcance las de Henríquez Ureña y Jorge Morel. Segúnel criterio espacial o geográfico, ocupa el primer lugar la de JiménezSabater. Otras publicaciones incluyen diversidad de temas pero tienenuna dimensión más limitada que las anteriores. Entre estas cabe citar lade Andrade (1976), Benavides (1985), Navarro Tomás (1956), RodríguezDemorizi (1975).Frente a esas obras que en mayor o menor medida se caracterizan porser integrales o generales, se sitúa el resto de las publicaciones sobre elespañol dominicano. Dentro de este grupo abundan <strong>los</strong> trabajos exclusivamentelexicográficos (sobre dominicanismos, indigenismos, etc.) y<strong>los</strong> estudios monográficos sobre temas morfosintácticos, léxicos y, especialmente,fonéticos.C| Tipo de análisis de <strong>los</strong> datosCabe distinguir, según este criterio, por un lado <strong>los</strong> estudios cualitativosque no cuantifican <strong>los</strong> datos y se limitan a ofrecer consideracionesglobales y, por otro lado, <strong>los</strong> que utilizan una metodología de análisiscuantitativo presentando <strong>los</strong> resultados porcentuales o probabilísticosde manera específica y precisa por medio de cuadros, gráficas.Al primer grupo corresponde la mayoría de las publicaciones lingüísticasdominicanas, las cuales se han desarrollado dentro del marco de lainvestigación filológica y dialectal tradicional. Son exponentes destacadosde esta corriente Pedro Henríquez Ureña y Maximiliano A. JiménezSabater. En este tipo de obras, aparecen con frecuencia afirmacionesglobales y vagas que revelan, en ocasiones de manera explícita, unalto grado de impresionismo y de imprecisión. En Henríquez Ureña(1940) se lee:‘Hay personas en quienes esta j faríngea llega a ser muydébil; la intervocálica desaparece: mujer > muer. Pero antes era más vigorosa:tengo la impresión de que en la generación de mis abue<strong>los</strong> eratodavía velar’. Jiménez Sabater (1975) afirma, refiriéndose a la tendenciaa la nasalización de las vocales entre <strong>los</strong> hablantes <strong>dominicanos</strong>:‘Estetipo de pronunciación me parece menos generalizado entre campesinosque entre hablantes urbanos. Desde luego, da la impresión de sercasi sistemático en las clases media y alta de las ciudades dominicanas’.Las primeras publicaciones que presentan cuantificaciones y al propiotiempo realizan una descripción sociolingüística son la de Jorge Morel(1974), sobre el habla de la capital, y la de Alba (1976), sobre la vigenciade <strong>los</strong> indigenismos léxicos en el habla urbana de Santiago de <strong>los</strong>Caballeros. A partir de la década de <strong>los</strong> años 80 se multiplican <strong>los</strong> estudioscon metodología cuantitativa. Como muestra pueden citarse <strong>los</strong>de González, Haché, López Morales, Núñez Cedeño, Olloqui deMontenegro, Rojas,Terrell.Por tratarse de la primera gran obra y de una de las más completas yrepresentativas de toda la bibliografía lingüística dominicana, a continuaciónse presenta una reseña de El español en Santo Domingo, de PedroHenríquez Ureña.El libro fue escrito durante la primera mitad del siglo XX, una épocacaracterizada por una gran pobreza bibliográfica. Muy pocos autores<strong>dominicanos</strong> de ese tiempo eran filólogos o lingüistas con formaciónacadémica. Por eso muchas obras contienen etimologías fantásticas ymezcla indiscriminada de fenómenos de diferente naturaleza. Dentrode ese contexto histórico aparece, en 1940, la obra de Pedro HenríquezUreña, que marca un hito y constituye un punto luminoso queredime la indigente bibliografía dialectal de la época.Si el trabajo de Navarro Tomas, Apuntes sobre el español dominicano, sedistingue de <strong>los</strong> demás de la primera etapa del siglo porque utiliza materialesorales, El Español en Santo Domingo no solo se destaca y superaen calidad al resto de la bibliografía lingüística dominicana existentehasta ese momento, sino que se puede considerar aun hoy la obra dialectalmás completa y más rica en datos de toda la historia de la RepúblicaDominicana.


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |348| |349| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8Una justa valoración de esta obra obliga a reconocerle <strong>los</strong> múltiplesméritos que la convierten en un clásico de la literatura dialectal hispanoamericana:1|Es el primer trabajo que estudia con un enfoque filológico coherentey sistemático el español dominicano.2|No solo es la primera, sino la única obra que hasta ahora ofrece unavisión integral, panorámica, del español dominicano al describir <strong>los</strong> diferentesniveles de la lengua: el fonético, el morfosintáctico y el léxicosemántico.Tantolas publicaciones previas como las posteriores, solo seocupan de aspectos parciales del habla dominicana, si bien Más datos sobreel español de la República Dominicana, de Jiménez Sabater, no solodescribe el sistema fonético-fonológico de la lengua campesina dominicana,sino que también aporta datos sobre la sintaxis.3|El caudal de información contenida en la obra es realmente incalculabley hace de ella una fuente de consulta obligada en la que se haninspirado otras investigaciones y a la que acuden por igual estudiososde diversas disciplinas y autores de obras panorámicas sobre la dialectologíahispánica.4|Casi no hay una página que no esté enriquecida con abundantísimasreferencias bibliográficas y documentales que avalan sus datos entextos antiguos o de la época.5|Puede afirmarse, sin lugar a duda, que lo poco que se conocía hastahace poco acerca del español dominicano en el ámbito internacionalse debía, en gran parte, a la obra de Henríquez Ureña, ya que hastala década de <strong>los</strong> 70 no aparece ninguna otra publicación filológica odialectal de importancia sobre el español de la República Dominicana.Aunque la publicación es de 1940, el propio Henríquez Ureña revelaque escribió el trabajo durante <strong>los</strong> años 1935 y 1936. La variada y copiosacolección de datos e informaciones que contiene la obra no essiempre producto de investigaciones directas realizadas mediante encuestas,sino de su amplio conocimiento personal del habla dominicanay de la búsqueda incansable en la bibliografía disponible. Así lo revelael autor, además, en reiteradas ocasiones. En el capítulo dedicadoa ‘Elementos Exóticos’ escribe:‘Como anglicismos recuerdo, de fines delsiglo XIX, casos curiosos: blaquín, colín...’. De igual manera, al tratarsobre el sistema fonético afirma:‘En las palabras que antiguamente teníanh aspirada, este fonema ha desaparecido tanto dentro del hablaculta como dentro del habla popular en las ciudades, pero persiste enel campo, donde lo he podido observar personalmente y lo revelan <strong>los</strong>cuentistas y novelistas criol<strong>los</strong>’.Es comprensible, así, que algunas de sus páginas estén marcadas por elimpresionismo y la vaguedad propios de su tiempo, lo que no disminuyesu inapreciable valor documental.La tesis principal que el autor defiende a lo largo de toda la obra es queel español dominicano se caracteriza por un matiz antiguo y arcaicomás acentuado y abundante que en ningún país del Nuevo Mundo.Asílo reitera explícitamente desde la primera hasta la última página.El contenido del libro se desarrolla en 19 capítu<strong>los</strong> que pueden clasificarseen cuatro grandes categorías:1|Temas generales o de introducción: capítu<strong>los</strong> I, II, III, y IV.2|Léxico-semántica: capítu<strong>los</strong> VII,VIII, XV, XVI y XVII.3|Fonética: capítu<strong>los</strong> IX, X, XI y XII.4|Morfología y Sintaxis: capítu<strong>los</strong> XIII, XIV y XVIII.El capítulo V, dedicado a desarrollar la tesis del arcaísmo, participa delas tres últimas categorías ya que contiene datos léxicos, fonéticos ymorfosintácticos. Otros dos, el VI y el XIX, no encuadran en ningunode <strong>los</strong> cuatro grupos señalados.En el VI reúne un amplísimo conjunto de refranes y frases hechas asícomo algunos cantos, cuentos, juegos y oraciones de tipo tradicional.Todo ese abundante material le sirve al autor para fundamentar su teoríadel arcaísmo.En el capítulo final (XIX) manifiesta el interés y la importancia quetendría el estudio de la evolución histórica del español en Santo Domingo.Sin embargo, lamenta que no haya suficiente documentaciónescrita para poder lograr ese objetivo satisfactoriamente. El último párraforesume las conclusiones generales de la obra.Los primeros cuatro capítu<strong>los</strong> tienen un carácter general y constituyenla introducción de la obra. En el<strong>los</strong> el autor no solamente sitúa histórica,cultural y geográficamente la isla de Santo Domingo, sino quetambién realiza lo que podría llamarse su declaración de principios.En el primer tema,‘Santo Domingo y la zona del mar Caribe’, presentasu conocida división del español americano en cinco zonas dialec-


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |350| |351| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8tales. Insiste en que tal división es provisional y que tiene solo valoraproximativo. Él mismo esbozó otras subdivisiones. Con posterioridad,diversos estudios han señalado <strong>los</strong> fal<strong>los</strong> de su clasificación, basada en<strong>los</strong> escasos conocimientos que en aquel momento se tenían sobre <strong>los</strong>problemas lingüísticos de América. En este sentido, son iluminadores<strong>los</strong> trabajos de Rona (1964) y de Lope Blanch (1985), entre otros.Luego, el autor describe diferentes aspectos de la isla y de la zona delCaribe en sus primeros tiempos: lo geográfico, lo histórico, lo eclesiástico,lo cultural. Subraya que en la República Dominicana la poblaciónera principalmente rural y que mientras la lengua de las ciudades esuniforme en todo el país, el habla rural muestra divisiones, especialmenteentre las zonas norte y sur. Su afirmación de que la lengua delas ciudades es uniforme en todo el país, debe entenderse en el sentidode que al hacer una comparación de conjunto entre una ciudad yotra no se observan diferencias notables. Lógicamente, el autor no ignoraque las diferencias socioculturales son un factor decisivo en la variaciónlingüística en Santo Domingo y en cualquier parte del mundo.Él mismo insiste reiteradamente en el contraste existente entre elhabla culta y el habla popular. Con respecto a dicha oposición el autormanifiesta en el capítulo titulado ‘Arcaísmo’ que palabras como abusióny aguaitar ‘quedan relegadas a las clases humildes’. Cuando describe elnivel fonético sostiene que de la clase culta a las clases populares hayno pocas diferencias.A partir del segundo capítulo, ‘El papel de Santo Domingo en la historialingüística de América’, empieza ya a desarrollar su tesis del carácterarcaico del español en Santo Domingo atribuyendo el fenómeno,en parte,‘al hecho de haber sido la isla la primera región de Américadonde se asentaron <strong>los</strong> españoles’. Santo Domingo fue, según suspalabras, el primer centro de americanización del español, tanto en laadaptación de palabras europeas a cosas o hechos del Nuevo Mundocomo en la adopción de palabras indias que las sucesivas expedicionesiban llevando a otras partes del Continente.En ‘El aislamiento y la tradición colonial’ señala el carácter arcaico delvocabulario y de la sintaxis. Exalta lo que llama ‘el peculiar señorío’ delhabla culta dominicana que, en su opinión, no conocía la tendenciavulgarista de otras zonas.También comenta el orgullo nacionalista depueblo hispánico que le permite al país resistir la influencia de idiomasextranjeros durante las ocupaciones haitiana y norteamericana.Bajo el título de ‘España y sus regiones en la colonización de América’,Pedro Henríquez Ureña retoma el tema que tanto lo apasionó dela no filiación andaluza del español americano. El asunto es ampliamentedebatido en su trabajo ‘Sobre el problema del andalucismo dialectalde América’. Sobre este problema ofrece una adecuada interpretaciónGuitarte (1958) en su estudio ‘Cuervo, Henríquez Ureña y lapolémica sobre el andalucismo dialectal de América’.Enfatiza que fueron cuatro, y no una, las zonas que aportaron mayorcontingente a la población de América: Castilla, León, Extremadura yAndalucía.Tanto la Morfología como la Sintaxis, según el autor, son las usuales delespañol, es decir, ofrecen poca variación frente al uso castellano. Noobstante, en el terreno de la Morfología recoge algunos fenómenos relativosal género, al número, a <strong>los</strong> pronombres, al verbo, a <strong>los</strong> adverbios,a las preposiciones, a las conjunciones, a las interjecciones, y dedica uncapítulo completo al problema de la formación de palabras, aportandoinnumerables ejemp<strong>los</strong> de derivación y de composición de sustantivosy adjetivos, así como de formación de verbos.En lo referente al género, cita ejemp<strong>los</strong> de adaptación morfológica desustantivos y adjetivos que en español tienen una sola terminación (elovejo, la chincha, culebro=‘astuto’).Con relación al número, señala que en el habla de las personas que eliminanla /s/ final de sílaba, ‘la noción de plural se mantiene gracias aotros elementos del morfema usual, si <strong>los</strong> hay..., o gracias a otras palabras(artículo, verbo)’. Cita ejemp<strong>los</strong> como joven-jóvene; uté-utede; mujermujere;cru-cruce; un muchacho-uno muchacho; el peje-lo peje; la cosa ta buena-lacosa tan buena.Jiménez Sabater (1975) no concuerda del todo con Pedro HenríquezUreña y manifiesta incluso, su alarma ante la gravedad del problema.Considera que debido a la difusión que ha alcanzado la pérdida de la/s/,‘la categoría de número se ha visto fuertemente afectada en el castellanohablado por <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> en las últimas décadas’.Aparte delas marcas enumeradas por Henríquez Ureña, cita el sufijo -se agregadoa palabras graves, sobre todo femeninas (gallínase, mucháchase, cásase)


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |352||353| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8y el prefijo s- o h- unido a nombres comenzados por vocal (había ochohetudiante, ¡qué sojo tiene!), que se emplean, sin embargo, de modo inestable.En cuanto a la existencia, según Jiménez Sabater, del segmento s- o h-prefijado a nombres que empiezan por vocal, habría que fundamentarobjetivamente que dicho elemento funciona en realidad como marcade plural, lo cual no parece tan claro a partir de <strong>los</strong> casos que cita elautor. En el ejemplo ‘había ocho hetudiante’, no existe justificación funcionalpara insertar una marca adicional de pluralidad ya que en estecaso la misma queda perfectamente expresada a través del contenidosemántico de la palabra ocho. El segmento h- delante de etudiante podríaexplicarse como un caso de ultracorrección de s (-h) en la palabraocho(s). Se sabe que algunos hablantes añaden una ese final a palabrascomo ocho, nueve, motivados no solo por el sentido de pluralidad inherenteal numeral, sino también por analogía con otros numerales terminadosen /s/, como dos, tres, seis. En ¡qué sojo tiene!, faltaría demostrar,a su vez, que la forma sojo nunca aparece con valor de singular, comosucede ocasionalmente en el lenguaje infantil, por ejemplo. Haypersonas que piensan que en grupos fonéticos como <strong>los</strong>ojo (<strong>los</strong> ojos), susojo(sus ojos), lasuña (las uñas), la /s/ interior puede corresponder al sustantivo,según ocurre en casos como <strong>los</strong>ello (<strong>los</strong> sel<strong>los</strong>), <strong>los</strong>anto (<strong>los</strong> santos),lo que provoca una errónea segmentación de la secuencia <strong>los</strong>ojo =lo sojo.Ambos autores han pasado por alto otros recursos de <strong>los</strong> que disponela lengua para resolver la eventual confusión creada por la elisión de la/s/ final. En efecto, la noción de número puede ser expresada tambiénpor factores semánticos (por ejemplo, el significado de la palabra par en‘un par de zapato’, que hace entender inequívocamente la pluralidad dela palabra zapato, aun sin la s) o por factores sintácticos, como la ausenciade determinante en el ejemplo ‘hay niño que...’, donde la palabra niñono necesita de la /s/ para ser entendida en plural. Recientementese ha verificado, además, que la /s/ tiende a ser elidida con mayor frecuenciaen aquel<strong>los</strong> casos en <strong>los</strong> que es una marca redundante de pluralidad,pero opone resistencia a la desaparición total cuando es el únicoindicador de la noción de número dentro del sintagma nominal(Alba 1990). Si a estos factores se añade el papel desambigüador queejerce la situación concreta en que se desarrolla la comunicación, nohay razón para mostrar alarma, como hace Jiménez, ante un supuestopeligro que afecta la integridad de la categoría de número en el españoldominicano.Con relación al verbo, junto a la pérdida de la segunda persona plural(amáis), Henríquez Ureña señala múltiples fenómenos de tipo arcaicoen <strong>los</strong> que la diferencia con respecto a la norma general es a veces másde carácter fonético que morfológico: escrebir, herver.Algo similar ocurrecon algunos de <strong>los</strong> adverbios que cita: antonces, agora, dispués.En el capítulo dedicado a la Sintaxis, después de expresar que es lausual del español, presenta algunas discrepancias que generalmente seexplican como conservación de usos anticuados:a|supervivencia del pronombre ello como sujeto impersonal y, además,como mero fósil lingüístico: Ello es fácil llegar, Ello no hay.b|ordenación anticuada de <strong>los</strong> proclíticos: Me se fue, Te se olvidó.c|intercalación del que conjuntivo en construcciones donde la lenguaculta lo suprime: Pregunta que qué hora es.d|colocación del pronombre sujeto con infinitivo: Al yo venir, Sin túdecir nada.e|colocación del pronombre delante del verbo en oraciones interrogativas:¿Qué tú quieres?, ¿Cómo tú estás?.f|uso del verbo haber en plural tomando como sujeto lo que hay, comoen toda América y Andalucía: Habían muchos muchachos.En el nivel fonético, Pedro Henríquez Ureña plantea tres ideas básicas:a|la fonética del español en Santo Domingo, igual que en el resto delCaribe, tiene peculiares semejanzas con la de Andalucía.b|no existe influencia indígena y la africana solo parece reflejarse enla supresión completa de la /s/ final de silaba.c|la pronunciación de la clase culta se diferencia visiblemente de lapronunciación de la clase popular.La primera hipótesis es fácilmente verificable. Son múltiples <strong>los</strong> fenómenosfonéticos comunes a Santo Domingo y Andalucía que avalan elparentesco: articulación faríngea de la jota, yeísmo, seseo, aspiración yelisión de /s/ final de sílaba, confusión de /r/ y /l/ finales de sílaba,etc.Con respecto a la influencia africana en la supresión de la /s/ implo-


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |354||355| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8siva, hay que reconocer que se trata de un asunto polémico. El autorno logra demostrar tal influencia, y el hecho de sugerirla lo hace entraren contradicción consigo mismo ya que precisamente en el capítuloanterior cita el fenómeno de la aspiración y elisión de /s/ comouna de las coincidencias con Andalucía. En la página 168 el autor utilizala existencia en España de la nasalización de ye en eñe como un argumentopara negarle filiación africana al fenómeno, que se produceen palabras como yapa: ñapa. Consciente de que la elisión de /s/ se datambién en España, argumenta entonces que en Santo Domingo laomisión total y sistemática solo ocurre en gentes humildes, principalmentecampesinos, a quienes se podría atribuir tradición negra.La demostración de la tercera hipótesis constituye el objetivo que pretendelograr Henríquez Ureña en el capítulo IX. Expone en líneas generales,sin entrar en mayores precisiones de carácter fonético o extralingüístico,las características de lo que denomina la dicción culta, frentea las del habla popular.Es probable que se deba, en parte, a su falta de contacto o de conocimientodirecto de la realidad, la formulación de generalizaciones a vecessimplistas y absolutas como las que hace refiriéndose a las consonantesfinales de sílaba en el habla culta:a|La s se convierte en aspiración: mohca, lah cosah.b|La d final se debilita, pero no desaparece sino en usté.Tales globalizaciones pierden de vista, naturalmente, la variación queejercen factores como el estilo de habla, el contexto fonético, etc.Por otra parte, como era de esperarse, <strong>los</strong> fenómenos fonéticos característicosdel habla popular son mucho más numerosos y diferenciadoscon respecto a la norma del español general que <strong>los</strong> que caracterizan elhabla culta. Cita, entre otros, la conservación de la antigua h aspiradainicial de palabra (hacer, haragán, hembra, hocico, hoyo, humo), la caída de la-d- intervocálica después de acento en palabra llana (deo, marío, cansao),la desaparición frecuente de la /s/ final de sílaba (fóforo, entonce).Es, sin embargo, la gran variabilidad de /r/ y /l/ al final de la sílaba elhecho fonético propio del habla popular al que el autor dedica mayoratención. Enumera seis realizaciones posibles de esos fonemas:1|sonido intermedio entre l y r.2|aspiración faríngea de la r.3|brevísima aspiración faríngea de la r con resonancia nasal.4|asimilación a la consonante siguiente.5|desaparición.6|vocalización en i.El investigador no describe <strong>los</strong> contextos que favorecen la aparición deuna u otra de las variantes y tampoco realiza una distribución geográficade las mismas. Únicamente sobre la vocalización expresa que lasregiones que ocupa son las de <strong>los</strong> campos del Cibao, sin llegar a las zonascosteras de Puerto Plata y Montecristi; en el sudeste se registra en<strong>los</strong> campos del Seibo.A este respecto, conviene apuntar que Jiménez Sabater (1975) rectificalas observaciones del filólogo dominicano señalando que <strong>los</strong> límitesgeográficos del fenómeno son mucho más amplios de lo que se pensabaantes e incluyen a Puerto Plata y Montecristi.Ahora bien, a pesar del carácter impresionista y generalizador de susdescripciones al respecto, es válida la idea de Henríquez Ureña de queel habla culta se diferencia notablemente del habla popular. Dicha hipótesises corroborada por investigaciones de carácter cuantitativo realizadasposteriormente.En el área del vocabulario, uno de <strong>los</strong> rasgos léxico-semánticos del españoldominicano sobre el que Henríquez Ureña llama la atención enel capítulo XVII (Semántica), es la aplicación de nombres europeos acosas de América, desplazando a menudo <strong>los</strong> nombres indígenas.Es el caso de piña (en vez de ‘boniana’, ‘yayama’ o del nombre guaraní‘ananás’), y de otros nombres como azucena, cereza, ciruela, laurel, níspero,roble, que designan especies botánicas distintas de las europeas. Lo mismosucede con algunas especies zoológicas como codorniz, pavo y ruiseñor.Otros fenómenos de carácter semántico citados por el autor son <strong>los</strong> siguientes:a|traslados de significación: andana (‘diente que sale sobre otro’), calzada(‘acera’), calzones (‘pantalones’), cuero (‘prostituta’), chepa (‘casualidad’),chucho (‘látigo’), flux (‘traje completo de hombre’), mota (‘borla’), pucha(‘ramillete’), regañar (‘reprender’).b|extensión de significación: barajar (‘sacar el cuerpo’), bolo (‘sin cola’), botella(‘sinecura’), canilla (‘pierna flaca’), cortar (‘herir’), figurar (‘ver’), trasluz(‘parecido entre personas’).


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |356||357| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8c|palabras de origen marino con otro significado: amarrar (‘atar’), botar(‘echar, tirar’), boyar (‘flotar’), gaviar (‘trepar’), guindar (‘colgar’), halar(‘tirar’), zafar (‘soltar’).Hay que indicar que no todos <strong>los</strong> ejemp<strong>los</strong> citados tienen la misma vitalidadni la misma difusión social. Mientras unos son de uso general(calzada, botella, botar, halar), otros son más frecuentes en <strong>los</strong> sociolectosbajos y rurales (calzones, bolo, chepa, gaviar) y otros, incluso, van quedandoen desuso, fuera de circulación (pucha, flux, figurar, trasluz).Sobre la onomástica, el autor sostiene que fue castiza hasta 1865.A partirde esa fecha se introducen nombres de la antigüedad clásica (Diógenes,Héctor), literarios (Herminia, Julieta), geográficos (América, Argentina),al igual que germánicos (Adolfo, Guillermo) y algunos incluso en francés(Cheri, René).La toponimia, en cambio, es indígena o española. Ejemp<strong>los</strong> indígenas:Baní, Jarabacoa, Licey, Samaná, Sosúa. Son españoles: Altamira, Constanza,Hato Mayor, Puerto Plata, Santiago, Santo Domingo.Como elementos exóticos se señalan escasos términos africanos (cachimbo,can, bembe, féferes); galicismos de origen libresco (avalancha, cabaret,creyón, debut, menú, panfleto) o procedentes del trato con <strong>los</strong> haitianos(carabiné); y, finalmente, anglicismos como colín (‘cuchillo marcaCollins), bisté, ponche, pudín, revólver, ron, bloc, coctel, suiche, y gran partede la terminología correspondiente a deportes como el béisbol, el básketbol.La poca relevancia atribuida por el autor a estos últimos elementos,unida al hecho de que no cita un solo caso procedente del inglés en laonomástica, mueven a pensar que la progresiva penetración anglicistaen el léxico del español dominicano es un fenómeno relativamente reciente.Con relación a <strong>los</strong> indigenismos, Pedro Henríquez Ureña enumera palabrasque, aprendidas en Santo Domingo por <strong>los</strong> conquistadores, pasarona la circulación general en España y en varios países de América:ají, batata, bohío, cacique, canoa, hamaca, maíz.Recoge, además, extensas listas de términos supuestamente usados enSanto Domingo, que dan la impresión de que es notable el aporte delléxico indígena al habla dominicana. Sin embargo, muchas de las palabrasreunidas por Pedro Henríquez Ureña se encuentran ya caducas yni siquiera han sido oídas por <strong>los</strong> hablantes. Podría pensarse que algunasde esas palabras estuvieron posiblemente vigentes hace cuatro ocinco décadas y que paulatinamente fueron quedando fuera de uso. Noobstante, el hecho de que el autor no utilizara materiales orales sinofuentes bibliográficas permite sospechar que muchos de el<strong>los</strong> nuncaformaron parte del vocabulario real de <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong> ya que a vecesla literatura recoge elementos léxicos no necesariamente presentes enla lengua común.En el capítulo V de su obra, Pedro Henríquez Ureña concentra todosu empeño en corroborar su reiterada tesis sobre el matiz arcaico quecaracteriza al español dominicano. Para tales fines aporta datos sintácticos(a lo último = ‘al final’, privar en = ‘hacer gala de’, al yo salir = ‘alsalir yo’, me se fue = ‘se me fue’); fonéticos (adonde = ‘donde’, aforrar =‘forrar’, desapartar = ‘apartar’, enjaguar = ‘enjuagar’, trompezón = ‘tropezón’,medecina = ‘medicina’). Pero es en el nivel léxico donde acumulaun mayor número de datos que clasifica según su pertenencia al hablaculta, a la popular o a la campesina.Estaba convencido de que en ningún país de habla española podría formarseun vocabulario de palabras obsoletas u obsolescentes que igualaraen número al de Santo Domingo.A propósito de esta idea central de su obra resulta oportuno puntualizarlo siguiente:1|No todos <strong>los</strong> elementos léxicos citados son verdaderamente arcaicosya que algunos se utilizan regularmente incluso en España: arandelas,heder, manco, vaguear, zoquete.2|El material presentado como elementos léxicos no es homogéneo,es decir, se mezclan unidades de diferente nivel lingüístico. Junto a formasléxicas propiamente dichas, como alferecía o mocato, aparecen variantesmorfofonéticas de palabras de uso general, como vagamundo porvagabundo o ramada por enramada, y variantes semánticas de términosque en alguno de sus significados se emplean en el español general, comobravo por enojado o dilatarse por demorarse.3|El supuesto uso de <strong>los</strong> arcaísmos recogidos por Pedro HenríquezUreña no constituye un rasgo distintivo o exclusivo del español dominicano.4|Si es cierto que esos arcaísmos pudieron estar vigentes en la década


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |358||359| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8del 30, cuando se escribió El Español en Santo Domingo, en la actualidaduna parte considerable de <strong>los</strong> mismos no forma parte siquiera delvocabulario pasivo de muchos <strong>dominicanos</strong>. Entre esas palabras se encuentranlas siguientes: arriate, ballestilla, cencerrada, corcusir, cuesco, escofieta,monifato, runfla.Las conclusiones generales a las que llega Pedro Henríquez Ureña sonlas siguientes:1|El español dominicano se caracteriza por la conservación de arcaísmos.2|Presenta también matices criol<strong>los</strong>, tanto en la adaptación de palabraseuropeas a la nueva vida como en la adopción de indigenismos.3|La pronunciación es semejante a la andaluza.4|El vocabulario, la morfología y la sintaxis tienen carácter castellano.5|Existen diferencias notables entre el habla culta y la popular, especialmenteen el Cibao.De acuerdo con las consideraciones expuestas aquí se puede afirmarque:1|En la actualidad, el matiz arcaico no parece constituir un rasgo significativodel español dominicano. En e1 terreno léxico, el número deunidades vigentes en el habla es muy inferior al que presenta HenríquezUreña y en el nivel fonético algunos procesos, como el debilitamientode la /s/ final de sílaba y de palabra, acusan un grado de desarrollomás avanzado, vale decir, más innovador, que el registrado enotros dialectos hispánicos. La conservación de formas arcaicas tampocoes una característica exclusiva de Santo Domingo.2|La cantidad de indigenismos adoptados real y efectivamente en elhabla normal no es tan grande como suponía Pedro Henríquez Ureña.3|La pronunciación es semejante a la andaluza, aunque el paralelismose rompe en algunos detalles como, por ejemplo, en el citado mantenimientocategórico de la /s/ de <strong>los</strong> determinantes ante vocal acentuada(<strong>los</strong>ojo, lasuña) que en Andalucía no tiene la misma vitalidad.4|La afirmación de que el vocabulario, la morfología y la sintaxis tienencarácter castellano no puede tomarse en sentido absoluto, sino másbien como una declaración de que no se asemeja tanto al andaluz comola fonética. Piénsese que, de hecho, <strong>los</strong> fenómenos que cita en elterreno morfosintáctico constituyen discrepancias con respecto al castellanoy semejanzas con el andaluz.5|Son muchas y visibles las diferencias lingüísticas que separan el hablaculta del habla popular.Finalmente, y en honor a la verdad, es oportuno reiterar que no sepuede perder de vista la época (1930-1940) y la situación de alejamientodel país en que el autor escribió su obra. En tales circunstanciaspodría estar la explicación de muchos de <strong>los</strong> excusables aspectosque no se han considerado plenamente acordes con la realidad del hablaactual de la República Dominicana.Es justo reconocer que al obtener el saldo final, <strong>los</strong> reparos señaladosresultan insignificantes ante la inconmensurable riqueza de datos y eldecisivo aporte de esta obra al estudio de la lengua dominicana. Las observacionesmanifestadas a lo largo de esta exposición no han de entendersecomo enmienda implacable de datos y conclusiones válidos,quizá, en su momento, sino como una contribución al esclarecimientoy a la comprensión objetiva del español dominicano que, como todalengua, es un fenómeno social en ebullición, dinámico y cambiantea través de <strong>los</strong> tiempos.A continuación serán presentados <strong>los</strong> datos bibliográficos de <strong>los</strong> estudiossobre el español de la República Dominicana aparecidos como tesis,libros, artícu<strong>los</strong> publicados en revistas, boletines, anuarios, compilaciones.Se ha podido reunir una cantidad de aproximadamente 400 títu<strong>los</strong>. Segúnse puede apreciar, el terreno más recorrido es el del léxico. Encontraposición, la morfosintaxis constituye el nivel menos estudiadodentro del español dominicano. Sin embargo, esta superioridad cuantitativade <strong>los</strong> trabajos sobre el léxico no significa que ese campo hayasido mejor estudiado y que, en consecuencia, existan sobre él informacionesmás completas y objetivas que las disponibles sobre <strong>los</strong> demásniveles. Muchos de <strong>los</strong> estudios léxicos <strong>dominicanos</strong> no solo han sidorealizados con metodología deficiente y enfoque inadecuado, sino querecogen en fuentes escritas extensas listas de elementos léxicos sin tomaren cuenta su vitalidad en la lengua oral. De esa manera, ofrecenuna visión falsa de la realidad lingüística del país.


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |360||361| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8Acosta Morel, E.Valentín. 1983. El pretérito perfecto compuesto y el pretéritosimple en la norma culta de Santo Domingo de Guzmán (tesis doctoral),Río Piedras: Universidad de Puerto Rico.Alba, Orlando. 1976.“Indigenismos en el español hablado en Santiago”,Anuario de Letras-UNAM 14: 71-100. (Aparece publicado tambiénen Eme-Eme IV (22): 87-112).Alba, Orlando. 1979. “Análisis fonológico de las líquidas imp<strong>los</strong>ivasen un dialecto rural de la República Dominicana”, Boletín de la AcademiaPuertorriqueña de la Lengua Española VII: 1-18. (Aparece publicadotambién en Eme-Eme XIII (74): 53-73).Alba, Orlando. 1980.“Sobre la validez de la hipótesis funcional: datosdel español de Santiago”, Boletín de la Academia Puertorriqueña de laLengua Española VII 2 : 1-11.Alba, Orlando. 1982. Estratificación social del español de Santiago: variaciónde la /s/ imp<strong>los</strong>iva (tesis de maestría), Río Piedras: Universidad dePuerto Rico.Alba, Orlando. 1982.“Función del acento en el proceso de elisión dela /s/ en la República Dominicana”. En El Español del Caribe, OrlandoAlba, ed., Santiago: Universidad Católica Madre y Maestra, 15-26.Alba, Orlando. 1984. “Aspectos sociolingüísticos de la vocalizacióncibaeña”. Comunicación leída en el ‘VII Congreso Internacional de laAsociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL), septiembrede 1984, Santo Domingo.Alba, Orlando. 1984.“A propósito de la identidad lingüística dominicana”,Eme-Eme XII (72): 31-43.Alba, Orlando. 1984.“El arcaísmo en el español dominicano”. En ElEspañol al Día, Orlando Alba y otros, Santiago: Universidad CatólicaMadre y Maestra, 35-37.Alba, Orlando. 1984.“Aspectos fonéticos del español dominicano”.En El Español al Día, Orlando Alba y otros, Santiago: Universidad CatólicaMadre y Maestra, 17-19.Alba, Orlando. 1984.“Sobre la desaparición de la /s/”. En El Españolal Día, Orlando Alba y otros, Santiago: Universidad Católica Madrey Maestra. 25-26.Alba, Orlando. 1985.“Pedro Henríquez Ureña y El Español en SantoDomingo”. En Pedro Henríquez Ureña, lingüista. Actas de un Simposio,Cuadernos de la Facultad de Humanidades 13, Humberto López Morales,ed., Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 47-68.Alba, Orlando. 1985. “Los cibaeños hablan con la i: aspectos sociolingüísticosde la vocalización”, Isla Abierta, Periódico Hoy (I), 4 demayo de 1985; (II), 11 de mayo de 1985.Alba, Orlando. 1986.“La variation du /r/ dans l’espagnol de Santiago”.En Diversity and Diachrony, David Sankoff, ed., Amsterdam / Philadelphia:John Benjamins Publishing Company. Current Issues in LinguisticTheory 53, 211-222.Alba, Orlando. 1988.“Estudio sociolingüístico de la variación de laslíquidas finales de palabra en el español cibaeño”. En Studies in CaribbeanSpanish Dialectology, Robert Hammond y Melvin Resnick, eds.,Washington: Georgetown University Press, 1-12.Alba, Orlando. 1990. Estudios sobre el español dominicano, Santiago:Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.Alba, Orlando. 1990. Variación fonética y diversidad social en el españoldominicano de Santiago, Santiago: Pontificia Universidad Católica Madrey Maestra.Alba, Orlando. 1990.“Los estudios sobre el español dominicano. Recuentobibliográfico”, Anuario de Lingüística Hispánica (Universidad deValladolid) VI: 11-28.Alba, Orlando. 1991.“Vigencia y significación sociolingüística de <strong>los</strong>marinerismos en el español dominicano de Santiago”. En El Español deAmérica 3, César Hernández, ed.,Valladolid: Junta de Castilla y León,1091-1100.Alba, Orlando. 1992.“Diferenciación objetiva y valoración social deldebilitamiento de dos segmentos consonánticos en el español dominicano”.En Homenaje a Humberto López Morales, Madrid: Editorial ArcoLibros, S.A., 67-74.Alba, Orlando. 1992. “Zonificación dialectal del español en América”.En Historia y Presente del Español de América, César Hernández, ed.,Junta de Castilla y León. Pabecal, 63-84.Alba, Orlando. 1992. “El español del Caribe: unidad frente a diversidaddialectal”, Revista de Filología Española LXXII: 525-540.Alba, Orlando. 1995. “Anglicismos léxicos en el español dominicano:índices de densidad y de frecuencia”. En El Español de América. Ac-


Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |362||363| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8tas del IV Congreso Internacional del Español de América, Santiago: PontificiaUniversidad Católica de Chile, tomo I, 393-402.Alba, Orlando. 1995. El español dominicano dentro del contexto americano,Santo Domingo: Librería La Trinitaria.Alba, Orlando. 1995. El léxico disponible de la República Dominicana,Santiago: Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.Alba, Orlando. 1996.“Disponibilidad léxica en el español dominicano:aspectos sociolingüísticos”. En Actas del X Congreso Internacional dela Asociación de Lingüística y Filología de la América Latina, México: UniversidadNacional Autónoma de México, 742-749.Alba, Orlando. 1996.“Densidad de anglicismos en el léxico disponiblede la República Dominicana”. En Actas del XI Congreso Internacionalde la ALFAL, Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmasde Gran Canaria, tomo II, 853-865.Alba, Orlando. 1998. “Variable léxica y dialectología hispánica”, LaTorre (Revista de la Universidad de Puerto Rico) III, 7-8: 299-316.Alba, Orlando. 1999.“Elisión de la /d/ intervocálica postónica en el españoldominicano”. En Estudios de Lingüística Hispánica. Homenaje a MaríaVaquero, San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 3-21.Alba, Orlando. 2000. Nuevos aspectos del español en Santo Domingo,Santo Domingo: Librería La Trinitaria.Alba, Orlando. 2002. “El español en las transmisiones televisivas delbéisbol dominicano”. Comunicación leída en el ‘XIII Congreso Internacionalde la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL)’,18-23 de febrero de 2002, Universidad de Costa Rica, San José.Alvar, Manuel. 1983.“Español de Santo Domingo y español de España:análisis de unas actitudes lingüísticas”, Lingüística Española ActualV: 225-239. (Aparece también en Hombre, Etnia, Estado, Madrid: Gredos,152-171).Alvar, Manuel. 1985. “La influencia del inglés en la República Dominicana:valoración de una encuesta oral”, Anuario de Letras, (1985):126-132. (Aparece también en Hombre, Etnia, Estado, 1986, Madrid:Gredos, 225-261).Alvar, Manuel. 2000. El español en la República Dominicana. Estudios,encuestas, textos, Alcalá: Universidad de Alcalá.Álvarez Nazario, Manuel. 1985.“Pedro Henríquez Ureña y la polémicaandalucista”. En Pedro Henríquez Ureña, lingüista. Actas de unSimposio, Cuadernos de la Facultad de Humanidades 13, HumbertoLópez Morales, ed., Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 19-28.Andrade, Manuel José. 1976. Folklore de la República Dominicana,Santo Domingo: Editora de Santo Domingo. (Contiene “Observacionesacerca del lenguaje”, 28-40. Fue publicado originalmente en inglésen 1930, Folklore from the Dominican Republic, New York:American FolkloreSociety, vol. XXIII).Andújar, Altagracia y Zeneida Álvarez. 1973. Estudio sobre la concordanciade pluralidad en el español escrito por estudiantes de segundos cursosteóricos de tres liceos de Santiago (tesis de licenciatura), Santiago: UniversidadCatólica Madre y Maestra.Anónimo. 1970- 71. “La Real Academia acepta varios dominicanismos”,Boletín de la Academia Dominicana de la Lengua XII-XIII: 87-88.Anónimo. 1980. “Nomenclatura y lances del baseball en Santo Domingoen comparación con <strong>los</strong> usados en Nicaragua”, Boletín de la AcademiaDominicana de la Lengua, 3: 47-58.Arrom, José Juan. 1973.“Aportaciones lingüísticas al conocimientode la cosmovisión taína”, Eme-Eme II (8): 3-17.Arrom, José Juan. 1979.“Arcabuco, cabuya y otros indoamericanismosen un relato del Padre José de Acosta”, Boletín del Museo del HombreDominicano, VIII (12): 277-305.Bédard, Edith. 1989.“Étude sémantique d’un vocabulaire ichtyonymiquede la Républic Dominicaine”, Actes des journées de linguistique,Québec: Université Laval, 1-13.Bédard, Edith. 1989. Les nomes vernaculaires de 35 espèces ichtyologiquesde la République Dominicaine. Étude lexico-semantique (tesis de maestría),Québec: Université Laval.Bédard, Edith. 1990. “Contribución a la ictionimia dominicana: elcaso del Melichthys niger”, Congrès des Societés Savantes, Québec: UniversitéLaval.Bédard, Edith. 1991.“De mandinga, africanismo, a mandinga, ictiónomo”,Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, 16: 13-27.Bédard, Edith. 1992. “Cupicupi, furufuru, purruputú. Léxico ictionímicoonomatopéyico”, Langues et Linguistique, 18: 149-165.Bédard, Edith. 1992. “Onomatopées dans le processus créatif icht-


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Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |374||375| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8tellano en la República Dominicana. Intento de aproximación sociolingüística”(Discurso de ingreso a la Academia Dominicana de la Lengua),Boletín de la Academia Dominicana de la Lengua (tercera época) I: 53-68.Jiménez Sabater, Maximiliano A. 1981. “Enfoques sociolingüísticossobre el español dominicano”, Scriptura 2: 85-92.Jiménez Sabater, Maximiliano A. 1986. “La neutralización de /-R/ y /-L/ en el dialecto dominicano. Puesta al día sobre un tema dedebate”, Anuario de Lingüística Hispánica II (Universidad de Valladolid):119-152.Jorge Morel, Elercia. 1974. Estudio lingüístico de Santo Domingo.Aportacióna la geografía lingüística del Caribe e Hispanoamérica, Santo Domingo:Ed.Taller.Jorge Morel, Elercia. Refranes y modismos de Santo Domingo y PuertoRico (tesis de maestría), Río Piedras: Universidad de Puerto Rico.Landolfi, Ciriaco. 1971. Breve historia de la lengua española y característicasdel idioma en Santo Domingo, Santo Domingo: Imprenta Sánchez.Lara, Juan Jacobo de. 1975. Léxico y nomenclatura en documentos delDescubrimiento, Santo Domingo: Editorial Educativa Dominicana.Larrazábal Blanco, Car<strong>los</strong>. 1941. “Vocabulario de afronegrismos”,Boletín de la Academia Domminicana de la Lengua II (4): 54-78.Larrazábal Blanco, Car<strong>los</strong>. 1972. Toponimia, Santo Domingo: Editoradel Caribe (Sociedad Dominicana de Geografía, vol. 4.Larrazábal Blanco, Car<strong>los</strong>. 1976. Vocabulario cesteriano, Santo Domingo.Laurence, K. M. 1974.“Is Caribbean Spanish a case of decreolization?”,Orbis 23: 484-499.Liogier, Alain Henri. 1974. Diccionario botánico de nombres vulgares deLa Española, Santo Domingo: Jardín Botánico ‘Dr. Rafael Moscoso’ yUniversidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.Lipski, John. 1993. On the non-creole basis for Afro-Caribbean Spanish(Research Paper Series no. 24, February, 1993.) Albuquerque: TheUniversity of New Mexico.Lipski, John. 1994. A new perspective on Afro-Dominican Spanish: TheHaitian contribution (Reseach Paper Series no. 26, May 1994.) Albuquerque:TheUniversity of New Mexico.Lipski, John. 1996.“El español de la República Dominicana”. En Elespañol de América, Madrid: Cátedra, 360-368.Lipski, John & A. Schwegler. 1993.“Creole Spanish and Afro-Hispanic”.En Bilingualism and linguistic conflict in Romance, J. N. Grean &R. Posner (eds.), Mouton de Gruyter: Berlin, 407-432.Llaverías, Federico. 1933. Vicios de la dicción castellana, Santo Domingo:Imprenta J. R.Vda. de García y Sucesores.Llaverías, Federico. 1941. Por España y por su lengua, Santo Domingo:Imprenta J. R.Vda. de García y Sucesores.Lockward, George. 1982. Preocupaciones lingüísticas, Serie Filología 1,Santo Domingo: Publicaciones CETEC.Lockward, George. 1988.“Consecuencias de la normativa única parael español entre <strong>los</strong> <strong>dominicanos</strong>”, Actas del VI Congreso Internacional de laAsociación de Lingüística y Filología de la América Latina (ALFAL), 753-766.Lope Blanch, Juan M.1984. “Pedro Henríquez Ureña, Precursor”.En Actas del VII Congreso de la Asociación de Lingüística y Filología de AméricaLatina (ALFAL), Santo Domingo, vol. 2: 527-536.Lope Blanch, Juan M. 1985.“Henríquez Ureña y la delimitación delas zonas dialectales de Hispanoamérica”. En Pedro Henríquez Ureña,lingüista. Actas de un Simposio, Humberto López Morales, ed., Cuadernosde la Facultad de Humanidades 13, Río Piedras: Universidad dePuerto Rico, 29-45.Lope Blanch, Juan M. 1989. “Un arcaísmo del español dominicano”.En Estudios de Lingüística Hispanoamericana, del mismo autor. México:Universidad Nacional Autónoma de México, 93-104.López Morales, Humberto. 1990.“En torno a la /s/ final dominicana:cuestiones teóricas”, Voz y Letra 1: 129-137.López Morales, Humberto. 1992. El español del Caribe, Madrid:Editorial Mapfre.López Morales, Humberto, ed., 1985. Pedro Henríquez Ureña, lingüista.Actas de un Simposio, Cuadernos de la Facultad de Humanidades13, Río Piedras: Universidad de Puerto Rico.Lorenzino, Gerardo. 1993.“Algunos rasgos semicriol<strong>los</strong> en el españolpopular dominicano”, Anuario de Lingüística Hispánica 9: 111-126.Lüdtke, J., & M. Perl, (eds.). 1994. Lengua y cultura en el Caribe hispánico,Tübingen:Niemeyer.Marrero, Mariana, Cecile Oquet y Clara Portela. 1982.“Consideracionessobre la /r/ imp<strong>los</strong>iva en el español de niños de dos insti-


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Capítulo 8|Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano |380||381| Apéndice 2: Bibliografía del español dominicano|Capítulo 8_____ 1946.VI (22): 3-9_____ 1946.VI (23): 3-12_____ 1947.VII (24): 3-10_____ 1947.VII (25): 3-7_____ 1947.VII (26): 3-9_____ 1947.VII (27): 3-7_____ 1948.VIII (28): 3-5_____ 1948.VIII (29): 3-7_____ 1948.VIII (30): 3-5_____ 1948.VIII (31): 3-6_____ 1949. IX (32): 3-10_____ 1949. IX (33): 3-8_____ 1950. X (34): 3-13_____ 1950. X (35): 3-7_____ 1950. X (36): 3-8_____ 1951. XI (37): 3-6_____ 1951. XI (38): 3-6_____ 1951. XI (39): 3-8_____ 1952. XII (40): 3-9_____ 1952. XII (41): 3-8_____ 1952. XII (42): 3-8_____ 1953. XIII (43): 3-8_____ 1953. XIII (44): 3-9_____ 1954. XIV (45): 11-17_____ 1955. XV (46): 3-9_____ 1955. XV (47): 3-9_____ 1955. XV (48): 3-10_____ 1956. XVI (49): 3-6_____ 1956. XVI (50): 3-8_____ 1957. XVII (51): 3-10_____ 1968. II : 23-33_____ 1968-69. IV-V : 30-42_____ 1969.VI-VII : 15-27_____ 1969-70.VIII-IX : 98-115_____ 1970. X-XI : 77-88_____ 1970-71. XII-XIII : 73-86_____ 1971. XIV-XV : 108-118_____ 1972. XVI-XVIII : 75-86Patín Maceo, Manuel A. 1940. Dominicanismos, Ciudad Trujillo: EditoraMontalvo.Patín Maceo, Manuel A. 1947. Dominicanismos,2 a ed., Ciudad Trujillo:Librería Dominicana.Patín Maceo, Manuel A. 1970.-71. “La Real Academia acepta variosdominicanismos”, Boletín de la Academia Dominicana de la Lengua12-13: 87-88.Peña Pérez, Iris Altagracia. 1973. El uso del perfecto simple y compuestoen la prensa dominicana de 1972 (tesis de licenciatura), Santiago: UniversidadCatólica Madre y Maestra.Penson, César Nicolás. 1893. Exposición sobre cuestiones filológicas,Santo Domingo.Pérez Guerra, Irene. 1985. “Elementos africanos en el español deSanto Domingo. Notas metodológicas”, Cominicación presentada a laJornada Científico-cultural Influencia africana en el español dominicano, SantoDomingo, diciembre de 1985.Pérez Guerra, Irene. 1986.“Reseña a Más datos sobre el español dela República Dominicana”, Anuario de Lingüística Hispánica (Universidadde Valladolid) II: 346-349.Pérez Guerra, Irene. 1988.“La forma alocutiva su merced en RepúblicaDominicana. Uso y funciones”, Anuario de Lingüística Hispánica IV(Universidad de Valladolid): 241-248.Pérez Guerra, Irene. 1988.“Africanismos lingüísticos en RepúblicaDominicana. Notas metodológicas”, Boletín del Museo del Hombre Domincano2: 23-35.Pérez Guerra, Irene. 1990. “El sistema alocutivo en el español dominicano.Nuevos materiales y precisiones”, Anuario de Lingüística HispánicaV: 173-204.Pérez Guerra, Irene. 1991.“Un caso de prestigio encubierto en el españoldominicano: la vocalización cibaeña”. En El Español de América.Actasdel III Congreso Internacional del Español de América, vol.3: 1185-1192.Pérez Guerra, Irene. 1992. “Aportación a un tema en debate en elCaribe hispánico: el arcaísmo del español dominicano”. En Actas del IICongreso Internacional de Historia de la Lengua Española, vol. 2: 483-490.


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|395| Sobre el autor|Capítulo 9Sobre el autorOrlando Alba, nacido en Licey, Santiago, es un reconocido lingüistadominicano, cuya formación profesional está ligada a varias institucionesde educación superior: el Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino,de Santo Domingo; la Universidad Laval, de Québec; la PontificiaUniversidad Católica Madre y Maestra, de Santiago; la UniversidadComplutense, de Madrid; la Universidad de Puerto Rico, de Río Piedras;la Universidad de Pennsylvania, de Filadelfia; la Universidad Nacionalde Educación a Distancia, de Madrid.A través de su carrera profesional, ha participado como ponente en numerososcongresos de Lingüística, lo que lo ha llevado a presentar resultadosde sus trabajos en universidades de Puerto Rico, Estados Unidos,Canadá,Venezuela, Chile, México, Costa Rica y España.Tambiénha visitado como conferencista invitado la Universidad de Salamancay la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Pero es conocido enel mundo académico internacional especialmente por su extensa listade investigaciones, entre las que se destacan sus contribuciones al conocimientodel español dominicano. Además de múltiples artícu<strong>los</strong>publicados en revistas especializadas, en actas de congresos científicos,en compilaciones, también ha escrito varios libros. Entre el<strong>los</strong> se cuentanManual de fonética hispánica (Editorial Plaza Mayor 2001), Nuevosaspectos del español en Santo Domingo (Librería La Trinitaria2000),Vocabulario básico del español (Editorial Plaza Mayor 1997), Elespañol dominicano dentro del contexto americano (Librería La Trinitaria1995), El léxico disponible de la República Dominicana (PontificiaUniversidad Católica Madre y Maestra 1995),Variación fonéticay diversidad social en el español dominicano de Santiago (PontificiaUniversidad Católica Madre y Maestra 1990), Estudios sobre el españoldominicano (Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra 1990).Ha sido merecedor de la prestigiosa beca Fulbright de investigación,concedida por el Council for International Exchange of Scholars, pararealizar trabajos de análisis sociolingüístico en el Departamento de Lingüísticade la Universidad de Pennsylvania, Philadelphia, desde agostode 1985 hasta marzo de 1986. Un par de años más tarde recibió unabeca del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, para trabajar en<strong>los</strong> laboratorios de fonética y de geografía lingüística del Consejo Superiorde Investigaciones Científicas, de Madrid.El Dr.Alba es catedrático de Lingüística Hispánica en el Departamentode Español y Portugués de Brigham Young University, en Provo,Utah, a donde llegó como profesor visitante en agosto de 1991. Desde1974 hasta 1991 formó parte del cuerpo docente de la Pontificia UniversidadCatólica Madre y Maestra, de Santiago de <strong>los</strong> Caballeros. Allífue director del Departamento de Fi<strong>los</strong>ofía y Letras (1981-1984) y delPrograma de Maestría en Lingüística (1987-1991). En 1989 ingresó,como miembro de número, a la Academia de Ciencias de la RepúblicaDominicana, y en la actualidad forma parte de la Comisión Directivade la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (AL-FAL), de la cual es Tesorero para el período 1999-2005.

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