¿Qué es “ATM”?

  • Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) actúa como una bisagra deslizante que conecta la mandíbula con el cráneo.

  • Trastornos de la ATM:

Trastorno o disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) es una condición común que limita las funciones naturales de la mandíbula, como abrir la boca y masticar. Actualmente afecta a más de 10 millones de personas en los Estados Unidos.

Los tres principales tipos de trastornos de ATM:

  1. El dolor miofascial implica malestar o dolor en los músculos que controlan la función de la mandíbula. -Músculos primarios de masticación de trastornos de la ATM (masticación): Temporalis, pterigoideo medial, masetero, pterigoideo lateral (disco articular de la ATM)

  2. El trastorno interno de la articulación implica un disco desplazado, una mandíbula dislocada o una lesión del cóndilo.

  3. La osteoartritis se refiere a un grupo de trastornos articulares degenerativos/inflamatorios que pueden afectar la articulación temporomandibular.

Una persona puede tener una o más de estas afecciones al mismo tiempo. Algunas personas tienen otros problemas de salud que coexisten con trastornos de la ATM, como el síndrome de fatiga crónica, trastornos del sueño o fibromialgia, una condición dolorosa que afecta a los músculos y otros tejidos blandos de todo el cuerpo.

Causas comunes de ATM:

Traumatismo en la mandíbula o articulación de la ATM como:

  • accidentes vehiculares

  • golpe en la mandíbula

  • caídas

  • Bruxismo: rechinamiento habitual involuntario de los dientes, generalmente ocurren durante la hora de dormir.

  • Afianzamiento: excesivo afianzamiento de la mandíbula

  • Estrés: presión y tensión proveniente de una situación con alta demanda que puede ser física, emocional y psicológica.

  • Procedimientos dentales con apertura prolongada de la mandíbula.

  • Dientes desalineados: alineación anormal de los dientes superiores e inferiores

  • Mala postura: posturas hundidas/postura de la cabeza hacia adelante

Signos y síntomas:

  • Dolor o sensibilidad en la mandíbula, la cara o el cuello

  • Dolor en una o ambas articulaciones temporomandibulares.

  • Dolor adentro y alrededor de la oreja.

  • Dificultad para masticar o dolor al masticar

  • Bloqueo de la articulación, dificultando abrir o cerrar la boca.

  • Dolores de cabeza

  • Hacer clic o estallar al abrir o cerrar la boca

  • Dolor al hablar o bostezar

Tratamiento de la ATM:

  • Los expertos recomiendan firmemente utilizar los tratamientos más conservadores y reversibles posibles.

  • Los tratamientos conservadores no invaden los tejidos de la cara, la mandíbula o las articulaciones, tampoco involucran cirugía.

  • Los tratamientos reversibles no provocan cambios permanentes en la estructura, posición de la mandíbula o los dientes. Aunque los trastornos de la ATM se han vuelto persistentes, la mayoría de los pacientes no necesitan tratamientos agresivos.

  • Recomendamos buscar tratamiento con un fisioterapeuta si experimenta alguno de los signos y síntomas.

Tratamientos de fisioterapia para los trastornos de la ATM:

Un fisioterapeuta puede ayudarle a disminuir su dolor y mejorar el movimiento de su mandíbula. Existen diferentes tratamientos que su terapeuta puede ofrecerle. Según su diagnóstico, su plan de tratamiento puede constituirse en algunos o todos los siguientes tratamientos:

  • Técnicas de terapia manual: su terapeuta utilizará técnicas prácticas para romper suavemente las adherencias con el objetivo de ayudar a mejorar el movimiento y aliviar el dolor.

  • Educación: Su terapeuta puede educarlo sobre cómo mejorar su postura y enseñarle las prácticas de cuidado personal que se pueden realizar desde casa.

  • Ejercicio terapéutico: su terapeuta puede indicarle sobre varios tipos de ejercicios y estiramientos que puede realizar en casa. Ayudan a mejorar su postura y estirar los músculos que originan el dolor de mandíbula.

  • Estimulación eléctrica

  • Ultrasonido

  • Remisión a un dentista

Tratamientos conservadores:

  • Los problemas más comunes de las articulaciones de la mandíbula y los músculos son temporales y no empeoran.

  • Los tratamientos simples con un fisioterapeuta o un asistente de fisioterapeuta pueden ser todo lo que se necesita para aliviar el malestar.

Prácticas de cuidado personal:

  • Existen pasos ser útiles que puede realizar para aliviar los síntomas, como:

  • Comer alimentos blandos

  • Aplicar compresas frías y/o calientes

  • Evitar movimientos extremos de la mandíbula

  • Bostezo amplio

  • Cantar con fuerza

  • Goma de mascar

  • Aprender técnicas para relajarse y reducir el estrés

  • Practicar ejercicios suaves de estiramiento y relajación de la mandíbula para ayudar a incrementar el rango de movimiento de la mandíbula.

Medicamentos para el dolor:

  • El uso a corto plazo de analgésicos de venta libre o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno y naproxeno, puede proporcionar un alivio temporal de las molestias en la mandíbula.

  • Cuando sea necesario, su odontólogo o médico puede recetarle analgésicos más fuertes o medicamentos antiinflamatorios, relajantes musculares o antidepresivos para aliviar los síntomas.

Tratamientos irreversibles:

  • Tratamientos irreversibles que no han demostrado ser efectivos y pueden empeorar el problema, incluyen:

  • La ortodoncia puede cambiar el movimiento de la mordida, la corona y el puente para equilibrar la mordida.

  • La ortodoncia puede rechinar los dientes para equilibrar la mordida, lo que se denomina “ajuste oclusal”.

  • La ortodoncia puede recomendar reposicionar férulas, también llamadas ortesis, que alteran permanentemente la mordida.

Cirugía:

  • Los procedimientos quirúrgicos, invaden tejidos blandos y conectivos y son controvertidos, debido a su irreversibilidad y deben evitarse en la medida de lo posible.

  • No se han realizado ensayos clínicos a largo plazo para estudiar la seguridad y eficacia de los tratamientos quirúrgicos para los trastornos de la ATM, tampoco existen estándares para identificar a las personas que se beneficiarían de la cirugía.

  • Los pacientes que no responden a los tratamientos conservadores, por ejemplo, no significa que la cirugía sea necesaria. Sin embargo, si se recomienda la cirugía, asegúrese de que el médico le explique, en palabras que pueda comprender, el motivo del tratamiento, los riesgos involucrados y otros tipos de tratamiento que pueden estar disponibles.